ORANDO PARA SALVAR ALMAS

IEECD MOATALAZ, MADRID, JULIO 2014

1. Principios de oracin:
a) Hay autoridad en la oracin.
Autoridad: Segn el diccionario es: Poder de regir o gobernar, de cuya autoridad se ha de obedecer.
Adn tuvo la autoridad sobre la tierra (Gen 1:26-28), pero la perdi por su pecado.
Satans ha usurpado la autoridad a travs del pecado. El hombre se la cedi al decidir pecar.
Cristo derrot la muerte y retom la autoridad (1 Pe 3:18, Ro 5:17).
El hombre la puede recuperar a travs de Jess. La autoridad y el poder vienen con la
responsabilidad de usarla en los propsitos divinos. Dios ha querido que as sea. Dios ha dado
poder y autoridad a nuestras oraciones.

Jess le dijo a sus discpulos, luego de enviar a los 72 a predicar en su nombre: S, os he dado autoridad
para pisotear serpientes y escorpiones y vencer todo el poder del enemigo; nada os podr hacer dao.
Lc. 10:19

Cualquier cosa que pidis en mi nombre, yo la har; as ser glorificado el Padre en el Hijo.
14
Lo que
pidis en mi nombre, yo lo har. Jn 14:13-14

Otros pasajes: Ef. 1:19-23, Hch 1:8

Satans lo sabe y quiere confundirnos para que no la ejerzamos. La oracin es poder de Dios
derramado para sus propsitos.

Dios ha decidido ejercer su poder en la tierra a travs de las oraciones de sus hijos. Si no hay alguien
que le pida, su espritu y poder no actuarn.
En el trabajo de ganar almas, nosotros solo somos los mensajeros, pero el trabajo en los corazones lo
hace Dios. As que si no oramos, y baamos a los perdidos con nuestras oraciones, Dios no actuar en
sus corazones, ni guiar a aquellos en la tarea de predicar las buenas nuevas.
b) La oracin privada es la base de nuestra relacin con Dios. Pero t, cuando te pongas a orar,
entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que est en lo secreto (Mt 6:6)
Debemos permanecer en Jess para interceder efectivamente: Si permanecis en m y mis palabras
permanecen en vosotros, pedid lo que queris, y se os conceder. (Jn 15:79)
Se nos conoce en el mundo espiritual por nuestras oraciones: Un da el espritu maligno les replic:
Conozco a Jess, y s quin es Pablo, pero vosotros quines sois? (Hch 19:15).
Para ser un ganador de almas tienes que ser un intercesor, y para eso tienes que tener la
disciplina de entrar en la presencia de Dios cada da en oracin. No todos salen al campo a
predicar, pero todos podemos orar e interceder por los perdidos y por los evangelistas.
c) Debemos ser obedientes y estar limpios de pecado para que nuestras oraciones sean efectivas:
y recibimos todo lo que le pedimos porque obedecemos sus mandamientos y hacemos lo que le
agrada. (1 Jn 3:22)
d) La oracin de fe: Pedir conforme a la voluntad de Dios con seguridad y fe:
sta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a su voluntad, l nos
oye.

Y si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones, podemos estar seguros de que ya tenemos lo
que le hemos pedido. (1 Jn 5:14-15)
Pero que pida con fe, sin dudar, porque quien duda es como las olas del mar, agitadas y llevadas de un
lado a otro por el viento.
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Quien es as no piense que va a recibir cosa alguna del Seor
(Santiago 1:6-7).
Por eso os digo: Creed que ya habis recibido todo lo que estis pidiendo en oracin, y lo obtendris.
(Mr 11:24)
Cuando pedimos por las almas de los perdidos, estamos orando por la voluntad de Dios, pues l
desea que todos lleguen a conocerle y quiere que todos le pidamos por los perdidos.
pues l quiere que todos sean salvos y lleguen a conocer la verdad (1 Tim 2:1-4).
e) Fervor en la oracin. Dios quiere que pongamos el corazn en nuestras oraciones. Para esto
debemos amar a nuestro prjimo y sentir la necesidad de que ellos sean salvos. Oremos con los
sentimientos del corazn:
Ojal mi cabeza fuera un manantial, y mis ojos una fuente de lgrimas, para llorar de da y de
noche por los muertos de mi pueblo! (Jer 9:1). Ver tambin Jer 13:17
Regresa y dile a Ezequas, gobernante de mi pueblo, que as dice el Seor, Dios de su antepasado
David: He escuchado tu oracin y he visto tus lgrimas. Voy a sanarte, y en tres das podrs subir al
templo del Seor. (2 Re 20:5),
2. Oracin en la prctica:
a) Vistiendo la armadura contra el enemigo. El quiere destruir nuestra confianza, debilitar nuestra fe,
evitar que los incrdulos escuchen y crean el evangelio, y engaar a los creyentes. La victoria est
asegurada si estamos en Cristo (Col 2:15). Cada pieza tiene una funcin til:
Cinturn. Ceidos con la verdad. Es lo que mantiene todo unido. Es conocer la verdad del
evangelio y la salvacin de Cristo.
Coraza de justicia (chaleco antibalas). Protege el corazn (Prov. 4:23). Debemos cuidar nuestro
corazn de odio, rencor amargura, depresin, falta de perdn, egosmo, idolatra y el enemigo
puede atacar nuestro corazn.
Calzado de paz: La preparacin. Nos ponemos el calzado del evangelio de paz (2 Co. 5:19). Si no
compartimos el evangelio no estamos preparados para la batalla.
Escudo de fe: Nos capacita a resistir y verle huir (Sant. 4:7, 1 Pe 5:8-9)
Yelmo de salvacin: Protege la mente contra los dardos de fuego (1 Tes. 5:8) y los engaos, que
son la especialidad de Satans. Nuestra mente determina nuestro testimonio.
La espada del Espritu: Defensa y ataque. Hay que blandirla. No basta con tenerla colgada.
Blandir la espada es orar la palabra.
b) Intercesin por otros. Es lo primero segn el modelo de Mateo 6. Debemos orar sin cesar (1 Tes
5:17)
c) La lista de oracin: Debemos organizarnos para tener una lista de personas y asuntos por quien
orar. Debemos orar por nuestra lista de personas cercanas. Tambin incluir aquellas por las que
sentimos carga, segn el Espritu Santo gua (Rom 8:26-27)
d) Orando juntos por los perdidos: Oracin con enfoque. No hay mayor autoridad en la tierra que un
grupo de creyentes orando juntos y que se hayan puesto de acuerdo. Jess dijo que dos o tres son
la iglesia y que pueden atar y desatar con poder y autoridad (Mt 18:18-19). Tenemos que tomar
iniciativa llevando nuestras listas a la reunin de oracin.
e) Ayunos: es artillera de guerra pesada que puede donde la oracin no puede llegar.
El ayuno que he escogido, no es ms bien romper las cadenas de injusticia y desatar las correas
del yugo, poner en libertad a los oprimidos y romper toda atadura? (Is 58:6)
Refuerzan la fe (dijo Jess sobre la expulsin de un demonio: Pero esta clase no sale sino con
oracin y ayuno (Mt 17:21).
Debe ser secreto (cuando ayunes, perfmate la cabeza y lvate la cara

para que no sea
evidente ante los dems que ests ayunando, sino slo ante tu Padre, que est en lo secreto
(Mt 6:17). .
Debe ser colectivo para mayor resultado (2 Cr. 20:3).
Necesitamos ponernos de acuerdo para ayunar por los perdidos.
f) Orando por los lderes, misioneros y evangelistas:
Pedir por el fortalecimiento y el fruto de los hermanos y por aquellos que testifican (Col 1:9-10,
Ef 6:18-20).
Porque abunde amor y discernimiento (Fil 1:9-11).
Que Dios enve ngeles delante de ellos (Sal. 78:49)
Que se frustren ataques y trampas del enemigo y los obreros sean guardados (Sal 141:9-10)
Que Dios sea su refugio, que los guarde de angustia con cnticos de liberacin (Sal 32:7)
Que sean sensibles al Espritu Santo y tengas sabidura. (Ef. 4:30)
Que la palabra penetre como espada, juzgando cada pensamiento (Heb. 4:12)
Que los obreros sean ungidos y enviados a predicar (Is. 61:1)
Que la palabra caiga en corazones abiertos y preparados para oir y obedecer (Lc. 8:15)
Que el enemigo no quite la palabra luego de ser sembrada (Lc 8:12)
Debemos orar la misma palabra. Por ejemplo:
Efesios 6:19-20 dice: Orad tambin por m para que, cuando hable, Dios me d las palabras para dar a
conocer con valor el misterio del evangelio,

por el cual soy embajador en cadenas. Orad para que lo
proclame valerosamente, como debo hacerlo.
Nuestra oracin entonces debe ser: Seor, pido por fulano, para que cuando hable, le des las
palabras para que de a conocer con valor el misterio del evangelio, por el cual el es embajador tuyo.
Que lo proclame valerosamente, como debe hacerlo.

g) Orando por el vecindario, ciudad y nacin:
Debemos orar por la paz y prosperidad de la ciudad. Adems, buscad el bienestar de la ciudad
adonde os he deportado, y pedid al Seor por ella, porque vuestro bienestar depende del
bienestar de la ciudad. (Jer 29:7,11).
Que el evangelio no est encubierto. Pero si nuestro *evangelio est encubierto, lo est para
los que se pierden.
4
El dios de este mundo ha cegado la mente de estos incrdulos, para que no
vean la luz del glorioso evangelio de Cristo, el cual es la imagen de Dios (2 Co. 4:3-4)
Por nuestras oraciones podemos poseer la tierra y que se proclame el evangelio.
h) Sugerencia: Cadena de oracin: 5 x 5 x 5 x 5 x 5 Quin se compromete?
5 vecinos de Moratalaz preferiblemente.
5 minutos al da
5 das a la semana
5 semanas
5 bendiciones (salud y proteccin, trabajo, gozo y paz, familia y salvacin)

i) Conclusin:
Dios nos ha dado autoridad para orar y el derrama su poder a travs de ellas
Para ser intercesores, antes debemos tener una vida privada de oracin y una relacin con Jess
y mantenernos limpios de pecado y orar con todo nuestro corazn
El avance del evangelio necesita nuestras oraciones tanto como predicadores.
Debemos estar atentos del enemigo y vestir la armadura de Dios.
Debemos organizarnos con listas de oracin y en reuniones.
Reforzar con ayunos individuales y colectivos.
Orar por los lderes y por el vecindario, ciudad y nacin.
Orar con la palabra. Blandir la espada.


Por los que vamos a salir a predicar el evangelio. Pido que Dios nos hagas conocer plenamente tu
voluntad con toda sabidura y comprensin espiritual,

para que vivamos de manera digna del t,
agradndote en todo, dando fruto en toda buena obra y creciendo en el conocimiento de Dios

Pedimos tambin para que cuando hablemos Dios, nos des las palabras para dar a conocer con valor
el misterio del evangelio, por el cual somos embajador en cadenas. Para que lo proclamemos
valerosamente, como debemos hacerlo.

Esto es lo que pedimos en oracin: que el amor de aquellos que saldremos a proclamar el evangelio
abunde cada vez ms en conocimiento y en buen juicio,

para que los que escuchan disciernan lo que
es mejor, y sean puros e irreprochables para el da de Cristo,

llenos del fruto de justicia que se
produce por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.

Protgenos de las trampas que el enemigo nos tienda, de las trampas que nos tiendan los
malhechores. Que caigan los impos en sus propias redes, mientras nosotros salgamos bien librados.

T eres el refugio de todos los que te proclamamos, t nos protegers del peligro
y nos rodears con cnticos de liberacin

Seor, que en nada agraviemos al Espritu Santo de Dios, con el cual fuimos sellados para el da de
la redencin

Pedimos que tu palabra que es viva y poderosa, y ms cortante que cualquier espada de dos filos,
penetra hasta lo ms profundo del alma y del espritu de los que escuchen, hasta la mdula de sus
huesos, y juzgue los pensamientos y las intenciones de sus corazones.

Que el Espritu del SEOR omnipotente est sobre nosotros, por cuanto nos haya ungido
para anunciar buenas nuevas a los pobres, a sanar los corazones heridos, a proclamar liberacin a
los cautivos y libertad a los prisioneros.

Que la semilla del evangelio caiga en buen terreno y que oigan la palabra con corazn noble y
bueno, y la retengan; y perseveren, produciendo una buena cosecha.

Que no sea como aquellos los que oyen, pero luego viene el diablo y les quita la palabra del
corazn, para que no crean y se salven.