Este documento analiza la filosofía del derecho de Hegel, incluyendo su concepción de la voluntad como fundamento del derecho y su visión del desarrollo del concepto de derecho a través de la moralidad y la eticidad hasta alcanzar su culminación en el estado.
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Este documento analiza la filosofía del derecho de Hegel, incluyendo su concepción de la voluntad como fundamento del derecho y su visión del desarrollo del concepto de derecho a través de la moralidad y la eticidad hasta alcanzar su culminación en el estado.
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La configuracin que toma
para s el concepto en su realizacin, constituye, para el conocimiento
del concepto mismo, el momento esencial de la Idea, diferente de la forma del ser slo como concepto. La ciencia del Derecho es -parte de la filosofa. En consecuencia, debe desenvolver desde el concepto, la Idea, como lo que es la razn de un objeto, o lo que es lo mismo, ser espectador del peculiar, inmanente desenvolvimiento de la cosa misma. 2 El prefacio y el Derecho Abstracto, la libertad como Voluntad: El estudio de la filosofa del Derecho para Hegel es convertirse en espectador del desarrollo del concepto del Derecho, su realizacin, desde el concepto hasta la Idea que subyace y se muestra desde s, como su razn interna y su telos. qu se muestra la clara dificultad en Hegel de intentar encasillar a !ste dentro del "ealismo o el Idealismo, en consecuencia con la influencia aristot!lica en Hegel podramos decir que Hegel domina una particular concepcin del "ealismo teleolgico no materialista, ya que al igual que para ristteles el desarrollo del ser parte del telos interno de la cosa en s. #a diferencia es que para Hegel, la Idea es el fin mismo, el proceso mismo, que es necesario, pero no a priori, sino necesario en su desarrollo inmanente hasta su resultado. #o que tiene que quedar salvado de toda duda es el sentido y bondad intrnseca de esta inmanencia hasta el punto de que todo lo real sea racional y todo lo racional real. s teniendo la Idea como concepto$e%e y como punto ciego, Hegel desarrolla una filosofa marcadamente realista sobre todo en t!rminos polticos en los que podramos clasificarlo dentro del realismo poltico. &in embargo si Hegel ha cado a menudo dentro de la categora de filsofo idealista, es probablemente por su modo de e'presin y sus conceptos clave. (ara Hegel, el conocimiento cientfico de la filosofa se muestra en que la filosofa atiende a la lgica del desarrollo del concepto como necesidad, al desarrollo de este en Idea, territorio del Espritu y no del entendimiento, que sera meramente cognitivo, refle'ivo y no cultural. Esta lgica pretende demostrar y deducir a partir del contenido dado en el concepto, que corresponde en las representaciones y en el lengua%e. Es muy importante en el estudio de la filosofa del Derecho de Hegel el hecho de que en su filosofa del Derecho, las fuentes del derecho es el iusnaturalismo siendo la libre voluntad y la necesidad de su concrecin su centro, pero nos vemos necesitados de superar esta fase mediante el contrato pues la debilidad y arbitrariedad de la moralidad hace necesario el paso a la Eticidad. Este paso a la Eticidad puede verse en algunos de sus momentos como una aceptacin por parte de Hegel del un car)cter iuspositivista del Derecho, en realidad, pese a que Hegel considera la moral como insuficiente en concrecin para la garantizar la libertad, dada la posibilidad de que el individuo act*e arbitrariamente, en la accin del Estado y el )mbito de la Eticidad sigue fundamentada la metafsica del ser hegeliano, y la necesidad del desarrollo y determinacin del concepto como centro desde el que ese garanta se manifiesta, es decir, la separacin de la moral del Derecho sera por necesidad interna pero no estaran contrapuestas sino que seran distintos niveles en el sistema hegeliano, siendo la voluntad general de la sociedad civil el mediador necesario antes de la aparicin del *ltimo ente garante de la libertad, el Estado soberano, donde se vera culminado el desarrollo del Espritu. En este sentido, la fuente del Derecho podra seguir siendo considerada como iusnaturalista aunque de una manera peculiar que unira la necesidad natural de la libertad de la voluntad con la necesidad de la Idea de libertad en su determinacin final en la Eticidad y lo concerniente al r!gimen legal del Derecho. +o podemos confundir esto con el hecho de que el derecho sea positivo, t!rmino t!cnico para definir el status de efectivo que tiene el derecho en su concrecin, debido al momento histrico y sus influencias tanto naturales como sociales y propias del car)cter de la nacin, como por la especificidad de las leyes que han de definirse y afinarse en torno al concepto abstracto de la ley, todas estas determinaciones son determinaciones e'ternas. s, para Hegel todo depende de la totalidad y as el derecho natural o derecho filosfico no es algo contrapuesto al derecho positivo sino que son distintos momentos del desarrollo de la Idea. (ero para Hegel el derecho no debe ser estudiado seg*n las especificidades de tal o cual ley en su sentido histrico o dependiendo de su conte'to social, es decir, no debe estudiarse en base a sus concreciones, comparativamente sino desde su esencia que no es e'plicar su aparicin concreta sino su lgica interna que se demuestra no solo en su resolucin sino en los principios del concepto y su cone'in evolutiva aplicables a todos los casos. Es de especial importancia que aqu Hegel no vacila a la hora de considerar el cristianismo como momento del Espritu que permiti la aparicin de la libertad individual como libertad de la persona, es decir, hace de ciertos momentos de la historia universal, momentos metafsicos en la concepcin del desarrollo del Espritu bsoluto que vendra a cerrar el ciclo en el Estado siendo la ley y le Derecho mas que una herramienta, un intermediario necesario para la aparicin y definicin de la Eticidad y la conciliacin de la libertad personal con la libertad de la voluntad general y del Espritu. (ara Hegel la ciencia del Derecho no es una teora o una propuesta refle'iva sobre el deber ser Derecho sino un percepcin del movimiento de la Idea en su qu! es, es decir, una ontologa del Estado en cuanto Estado de Derecho en su constitucin. Es caracterstico en el siglo ,I, como ha se-alado de manera certera Heidegger que el presupuesto metafsico b)sico de la ontologa era la .oluntad en cualquiera de sus manifestaciones. Hegel no es distinto en esto y en su teorizacin acerca de la fuente del Derecho y antes de entrar en la propiedad como primer momento de la cosa misma del Derecho, en el orden racional, se ve obligado a fundamentar la necesidad de la propiedad como una necesidad para el desplegarse de la .oluntad libre en tanto que voluntad finita. Es llamativo como llevando a ontoteologa a su clma', equipara la voluntad con la verdad misma, dado el funcionamiento incondicionado de la voluntad, y su funcionamiento regresivo, identitario. El concepto de voluntad libre tiene ciertas resonancias /antianas en un principio, pero ale%)ndola de la formalidad /antiana , Hegel discute la imposibilidad de pensar la .oluntad libre como vaca de contenido, pues esa voluntad sera meramente abstracta, infinita en su potencia pero no determinada, sin embargo es de !sta voluntad libre inmediata y sin contenido de donde se parte, es una mera posibilidad. #a crtica y posterior avance filosfico de Hegel con respecto a 0ant se realiza en la e'posicin y ampliacin hegeliana de la voluntad. #a voluntad /antiana sera para Hegel meramente formal y por eso no pasara de la simple posibilidad, siendo libre en s, pero no para s, que a donde la voluntad tiene que avanzar en su determinacin. #a voluntad vuelve a s cuando se posee a s misma, esto podra ser e'plicado sencillamente diciendo1 cuando sabemos porque queremos lo que queremos somos autoconscientes de nuestra voluntad y por lo tanto somos libres realmente mas all) de cualquier influencia e'terna o mero capricho. Hegel delimita e'haustivamente la voluntad en su funcionamiento primero la libertad se da en la seleccin de materias e'ternas como contenido y es llamada arbitrio, tambi!n e'pone que los primeros contenidos de la voluntad son los instintos. +o queda e'puesto de manera clara la causa interna por la que voluntad es universal antes de manifestarse en su forma finita individual, es de esperar que esta oscura presuposicin de Hegel le fuera lgicamente necesaria para cerrar el ciclo de la Eticidad reconciliada en el Estado como voluntad general satisfecha. unque parece haber sido una obviedad hasta hace no mucho en la historia del pensamiento, no resulta para nada definitivo el porque el deseo y la voluntad tuvieran que ser primaria y primeramente sub%etivos y ob%etivos cuando se cumplen y satisfacen con el ob%eto de deseo correspondiente. Esta obviedad es realmente el principio b)sico del que parte Hegel para fundamentar la necesidad de la propiedad como primer ob%eto del Derecho. En un elegante razonamiento Hegel razona que el Derecho es la libertad en cuanto Idea ya que la voluntad es el espacio primario donde se con%uga el conflicto entre lo sub%etivo y lo ob%etivo mediado por el deseo y su consecucin ya que en la voluntad se resuelve la contradiccin entre lo sub%etivo y lo ob%etivo y supone por lo tanto el movimiento de la Idea. El reconocimiento del fundamento cristiano como primer momento en el desarrollo de la Idea de libertad es mostrado en el Derecho bstracto donde la voluntad inmediata libre en s, es meramente formal, sin contenido y viene definido por el concepto de persona, concepto incorporado al Derecho y al Espritu 2b%etivo durante el Imperio "omano cuando este lo incluy en legislacin como fundamento de las libertades civiles. &e sale pues de la idea de individuo particular, limitado por la e'terioridad de sus circunstancias para comprender el concepto de personalidad, que pese a ser abstracto es el fundamento del Derecho y del respeto de todos como iguales, no ante la ley sino ontolgicamente hablando. De esta manera el Derecho para Hegel comienza por una especie de formalidad garantista en la que la especificidad y el inter!s particular no pueden tener a*n aparicin. qu vemos la primera contradiccin a resolver en el sistema hegeliano1 esta garanta es meramente formal y se basa en la prohibicin de proteger a la personalidad y lo que le ata-e de sufrir de incapacitacin o da-o, pero tendramos que preguntarnos, 3que es lo que garantiza, incluso a nivel abstracto, si ninguna determinacin es posible a*n4 Hegel contesta a esto de con completa concisin y dureza en lo que podamos llamar, la primera gran concesin del Derecho al individuo1 como esta libertad inmediata solo concede una voluntad abstracta en general al individuo y en relacin a s mismo, la libertad en sociedad que es la libertad de la relacin de una personalidad con otra solo es posible entenderla como posesin. En otras palabras, el Derecho concede que tenemos libertad y individualidad en tanto que somos propietarios de esa libertad dada en la voluntad abstracta que el Derecho presupone, la mera posibilidad de la libertad a determinarse de tal o cual modo. Hegel pudiera haber orientado el estudio acerca de la posesin de s mismo, en tanto que cuerpo y en tanto que persona fsica como fundamento de la posesin pero lo hace en segundo plano como veremos, dando un rodeo en favor de la propiedad en general. Esta seleccin no es para nada arbitraria y posiblemente Hegel estuviera pensando en evitar las antiguas concepciones de la propiedad como fruto del traba%o 5#oc/e6 como convencin social 57rocio6 o como mero medio de satisfaccin de necesidades, o como adue-amiento. 8odas estas teoras convierten a la propiedad en una mera contingencia histrica y niegan su necesidad metafsica como fin en s mismo y como fundamento del Derecho y como parte primigenia necesaria de la Idea de libertad. l tiempo que evita !sto, tambi!n pretende eliminar las antiguas subdivisiones arbitrarias del Derecho como Derecho de las personas y de las cosas. 9omo recordamos Hegel parte de una divisin filosfica de :lo que es; con respecto al Derecho como Idea de libertad, en su momento abstracto, moral y !tico en su desarrollo inmanente. hora veremos como la propiedad supone el primer momento de libertad determinada, positiva, que convierte a la persona, entendida como mera tensin dial!ctica entre voluntad inmediata infinita y la particularidad de la finitud individual y el deseo concreto que se e'terioriza, en poseedora y su%eto de derecho mediante el reconocimiento de su capacidad %urdica de posesin y la propiedad como necesidad ontolgica. 3 La propiedad como esfera de exterioridad de la libertad Es desde luego en esta esfera del Derecho donde Hegel se esmera y se preocupa de definir donde es pertinente o no la discusin de los lmites del Derecho, enfrent)ndose a varios autores y concepciones de la !poca. "esulta adem)s muy evidente la evasin del autor a la hora de tratar el tema de la libertad de uso del cuerpo fsico, aunque se posiciona en contra del esclavismo y discute sobre ello a posteriori en la ena%enacin, y adem)s no encuentra apenas limitaciones al uso de la propiedad, muy acorde con la !tica liberal del momento. (arece al menos sospechoso el hecho de que Hegel sea perfectamente consciente que la voluntad libre es, adem)s de abstracta, concreta y el cuerpo humano y sus capacidades est!n absolutamente unidas con esta voluntad, hasta el punto de convertirse en su primera determinacin y primera negacin de s, limitando y definiendo sus posibilidades, as lo afirma, en contra del dualismo. &in embargo no lleva la discusin mucho m)s le%os y prefiere sentar unas simples bases ba%o las cuales podra considerarse libre el individuo. Estas condiciones son la contrapisa o negacin dial!ctica del primer momento de la voluntad, que es infinito e ilimitado por s y en s y no puede constituir la libertad %ustamente por su falta de lmites. De este modo vemos como la libertad primaria es ante todo una limitacin, una especificacin necesaria en la que la voluntad pierde su car)cter abstractamente infinito para adaptarse a un mundo propio y finito en el que las posibilidades son meras posibilidades formales y no reales. Esas posibilidades limitadas constituyen la esfera e'terna de libertad, que es la e'istencia f)ctica y todas sus posibilidades. &iguiendo y culminando la metafsica del periodo "om)ntico, Hegel dota al ser humano de poder absoluto para con la naturaleza hasta el punto de que primeramente la libertad necesita determinarse en la posesin, de cualquier cosa que forme parte de lo e'terior en s mismo, es decir de la naturaleza. La propiedad como posesin: (odamos decir con Hegel, la posesin nos hace libres, nos bautiza en la libertad como libertad de poseer parte de la naturaleza. &in embargo Hegel se introduce en terrenos resbaladizos cuando dota a aptitudes, conocimientos y aptitudes y artes del estatuto de cosa. unque !l mismo reconoce lo pobre del an)lisis, que se basara en la rigidez de la dualidad cosa< no$cosa, al final acaba reconociendo que no son cosas en s mismas, en su inicio interiores y propias del Espritu pero que acaban en el estatuto de cosa cuando son e'teriorizadas, llam)ndose este proceso ena%enacin. Dentro de !sta disquisicin, Hegel comete el que a mi parecer es el peor desliz intelectual en torno a la (ropiedad, aunque f)cilmente comprensible dentro de los retorcidos par)metros de la Dial!ctica. En vez de reconocer, como sera natural a la cosa misma, la toma de posesin del propio cuerpo, sus capacidades intelectuales y el dominio de s, el primer momento de la propiedad, como en cierto modo e'terno e inmediatamente posterior a la voluntad infinita de la que se parte, Hegel rechaza tratarla en el escrito pues le resulta inapropiado debido a que es :propiedad interna del espritu; tan solo su tr)nsito al e'terior o ena%enacin puede ser discutido. Es cuestionable que este salto pueda ser %usto teniendo en cuenta que el autodominio y posesin de uno mismo es condicin de posibilidad para cualquier acto racional, al tiempo que por otro lado Hegel no especifica de manera e'haustiva esta relacin, eligiendo saltar desde la voluntad abstracta infinita a la voluntad inmediata que se concreta en la e'terioridad. El hecho, mas que psicolgico, de que en la concrecin de los deseos humanos se constituye el Espritu mismo, y su influencia cultural, es un hecho que Hegel no niega pero minusvalora su importancia ontolgica. (arece bastante evidentemente que la vaca nocin de persona del cristianismo es claramente insuficiente a nivel de propiedades disposicionales y esta lacra alimentar) posteriormente el agigantamiento de la Idea de .oluntad e incluso de posesin, como efecto reverso del vaciamiento del individuo de toda propiedad intrnseca previa a la =ildung. (or este motivo esta brecha esencial es abruptamente solucionada por Hegel, supone ella misma la necesidad de la (ropiedad como intermediario entre la libertad vaca e inconcreta de la persona y su primer campo de dominio determinado siendo !ste el fin esencial del concepto de persona, mera coartada conceptual para la posibilidad del Derecho como Idea de libertad en su realizacin. 9on esto entramos en la parte mas borrosa de la propiedad, la apropiacin. >ueda demostrado conceptualmente que la propiedad es un fin en s mismo y una necesidad para que la persona alcance el grado de individuo libre, con una libertad determinada por espacio e'terior de accin. #o que siempre a resultado un problema en filosofa del Derecho es 39omo se constituye como ma la cosa4 3como pasa de mera cosa a propiedad4 #a respuesta de Hegel es1 :El hecho de que ?o tenga alguna cosa en mi poder e'terno, constituye la posesin; Esta simpleza esconde sin embargo complicaciones y ambig@edades que ser) lo que se discute en las siguientes p)ginas. (arece que el mismo Hegel duda intermitentemente acerca de como fundamentar la toma de posesin de manera infalible y realista sin caer en la arbitrariedad de otros autores, aunque hay que reconocer tambi!n que s toma en consideracin !sto1 :(ero el aspecto por el cual ?o, como voluntad libre, estoy ob%etivamente en posesin de m mismo y, de esa manera, positivamente con voluntad real, constituye aqu, lo verdadero y lo %urdico, la determinacin de la propiedad.; Esta posesin es posesin de cuerpo y vida, por ser de mi .oluntad, que mi .oluntad controla y esta es %ustamente la prioridad ontolgica de la persona frente al individuo, pues la persona es lo que es poseedera de una .oluntad y contenido universales e infinitos en potencia. Es %ustamente la posibilidad radical del suicidio y la automutilacin consciente lo que diferencia de modo radical a humano y animal, pues los animales poseen cuerpo pero no alma, no poseen su cuerpo como de s pues no tienen una voluntad personal. Esta .oluntad personal es sin embargo una mediacin necesaria para que el cuerpo sea un rgano volitivo adecuado al Espritu. 9uriosamente, no hay modo de decir a priori e inmediatamente si mi comportamiento es o no acuerdo con el Espritu, si !ste ha posedo al cuerpo de modo correcto, !tico digamos, y por lo tanto esto implica otra concesin con respecto a la convivencia, somos libres los unos para los otros a priori, en el modo en que mi .oluntad controla mi cuerpo, slo por el hecho de controlarlo. #as e'cepciones ser)n no rupturas a esta concesin, sino determinaciones !ticas acerca de lo In%usto, superando el )mbito de la moralidad y directamente dentro de las determinaciones de la Eticidad y el Estado. l decir este es mi cuerpo en Hegel estamos diciendo algo literal, este cuerpo es de mi propiedad 5personal6. #a pertenencia al Derecho de las in%urias y las infamias como per%uicio al ?o es %ustificado por Hegel argumentando que es sofstico considerar alma y cuerpo como algo separado pues el alma no vive aparte del cuerpo y si se da-a al cuerpo se da-a tambi!n al alma y el da-ar el alma o el cuerpo es da-ar al ?o. Sobre la ropiedad como pri!ada, p"blica, limitada o ilimitada: Hegel no se e'playa mucho acerca de las posibilidades de titularidad de la (ropiedad y de sus causas y consecuencias ontolgicas pero apunta una serie de indicaciones que al menos nos muestran cu)l era la idea de Hegel con respecto a las limitaciones de la propiedad. #a propiedad suele ser producto del deseo de .oluntad individual y ser apropiacin, posesin de un cualquiera individual que toma la cosa para s y por lo tanto la hace privada. El uso de la cosa estar) su%eta a otras condiciones como veremos. Hegel no considera la propiedad com*n como consideraramos nosotros hoy en da el medio ambiente, los recursos naturales y la naturaleza los ecologistas sino que lo ve simplemente la propiedad com*n en el sentido %urdico como propiedad de una plaza o un parque en el que la .oluntad individual se diluye y depende del arbitrio entrar a hacer nuestra la cosa com*n. +o obstante Hegel ve en la apropiacin de los llamados ob%etos elementales un problema y considera que las tierras de cultivo y dem)s recursos b)sicos no pueden reducirse a propiedad privada y pudieran ser mane%ados en lo que respecta a su necesidad comunitaria por mas altas esferas del Derecho como puede ser el Estado. (rosigue con esta idea, aunque solo vagamente apuntada y pobremente especificada, y da a entender al menos que el deseo moral hacia el igualitarismo y las necesidades b)sicas cumplidas para todos los ciudadanos es insuficiente como tal como criterio para la redistribucin y que no depende del terreno de la Aoralidad el que la posesin sea in%usta per se ni que la desigualdad sea in%usta sino que es en la esfera de la &ociedad 9ivil, el Estado y en general la Eticidad donde se debe especificar todo esto. unque Hegel no desprecia la utilidad de la propiedad com*n en el sentido antes comentado, de los ob%etos elementales, tiene una comprensin parcial y un tanto simplista del sentido de la propiedad comunal pues muestra un reparo constante a que las e'cepciones a la propiedad privada sean fruto de la arbitrariedad privada es decir, fruto de la Aoralidad ilegitimamente impuesta. (or otro lado esto no es criticable seg*n los par)metros hegelianos pues como ya sabemos las asociaciones se dan siempre dentro del marco del Estado por ser !ste el garante del paso de la Aoralidad a la Eticidad implicando esto que la !tica fuera del marco legal es indeterminada por su falta de formalidad y que la Aoralidad no puede ser comunitaria 5por ser arbitraria6 y por lo tanto es insuficiente para fundamentar la convivencia y la libertad. 8ambi!n habra que entender aqu el hecho de que las crticas a la propiedad privada hacan alusin a lo in%usto por naturaleza, siendo la naturaleza no$moral y no$!tica. (or otro lado el planteamiento fuerte de Hegel es que la igualdad como tal es un concepto mediocre que no consigue sintetizar correctamente la unidad en la diversidad, produciendo un aplanamiento imposible entre la enorme diversidad contingente e'istente en todos los )mbitos tanto fsicos como espirituales, siendo para Hegel la igualdad *nicamente un punto de partido desde el punto de vista pre$moral de la persona como su%eto %urdico. &in embargo el salto de Hegel de la igualdad como concepto a la igualdad como redistribucin es demasiado abrupta y antifilosfica pese a que unas pocas lneas mas adelante nos adelante su propuesta. La toma de posesin: La Voluntad al determinarse en el objeto exterior no puede simplemente desear el objeto como suyo para hacerlo suyo sino que necesita ser reconocido por los dems mediante la toma de posesin. n esta parte del estudio !e"el divide la toma de posesin, intentando justificar la toma de posesin como lo que de facto fundamenta la propiedad inicialmente como #"esto$ hacia el exterior, !e"el considera la apropiacion corporal como la forma mas perfecta de posesin a nivel sensible por estar de cuerpo presente y ser inmediato el contacto con el objeto, esta es la opinin intuitiva de la "ente hasta la lle"ada del contrato como fi"ura le"al. La elaboracin es hasta cierto punto el uso de la cosa, pero no como actividad contin"ente y temporal sino como concepto, transformacin del objeto o asimilacin. sto es fcil de ver en el ejemplo de los contratos de inmuebles en el que por lo "eneral el arrendatario no est autorizado a elaborar la casa en cierto sentido a cambiar su forma salvo en lo contin"ente, no pudiendo realizar obras. !ay que resaltar aqu que !e"el incluye una peque%a tesis acerca de la toma de posesin de uno mismo en t&rminos de dominar el cuerpo y el alma como objeto y perfeccionamiento de posibilidades, facultades, etc. 'nmediatamente habla de la antinomia acerca de la libertad del ser humano, que no puede ser en s libre, por ser natural, pero que, partiendo de la 'dea de que el ser humano es libre en tanto que persona, la libertad por s necesita del stado para ser reconocido. s decir, no es le"timo ni ile"timo ser esclavo en s, sino solo cuando existe el stado para prote"er la 'dea de libertad que constituye el (erecho. )e"*n el autor, el uso de la cosa es lo que se"*n la opinin com*n el fundamento de la propiedad en cierto sentido pues un objeto sin uso parece un objeto sin due%o en su estado efectivo. +ara prote"er la propiedad contra este tipo de interpretacin !e"el pretende que el uso sea solo la apariencia y contin"encia de la propiedad n cambio, en el conocimiento filosfico, la necesidad de un concepto es lo prin ccipal y el proceso como el resultado del ser resultante, en su demostracin y su deduccin. ,s, si&ndole su contenido necesario, el se"undo punto a investi"ar es- qu& corresponde al mismo en las representaciones y en el len"uaje. hechos de conciencia y convertir en fuentes del (erecho al sentimiento natural o exa"erado, al propio nimo y a la fantasa. )i este m&todo es entre todos el ms cmodo, tambi&n es el ms antifilosfico saber. n qu& consiste el proceso cientfico de la filosofa, aqu debe presuponerse conocido por la l"ica filosfica. l derecho es positivo en "eneral- a. +or la forma de tener vigencia en un stado/ esta autoridad le"al es el comienzo para el conocimiento del mismo, la ciencia positiva del derecho; b. n cuanto al contenido, este derecho recibe un elemento positivo- a del particular carcter nacional de un pueblo, del "rado de su desenvolvimiento histrico y de la conexin de todas las relaciones que pertenecen a la necesidad natural; 01. por la necesidad, con que un sistema de (erecho le"al debe encerrar la aplicacin del concepto universal a la naturaleza particular de los objetos y de los casos, !e se da desde afuera,por las determinaciones "ltimas requeridas por la decisin en la realidad. real. 2onfundir la circunstancia de que el derecho natural o derecho filosfico es distinto del positivo, con que ambos sean recprocamente opuestos y contrarios, sera un "ran equvoco/ abstractamente, sino, por el contrario, como momentos que dependen de una totalidad, en conexin con todas las dems determinaciones que constituyen el carcter de una nacin y de un periodo/ conexin en la que aqu&llas adquieren su "enuino si"nificado, as como con tal medio, su justificacin. aun siendo las disposiciones del derecho justas y racionales, una cosa es demostrarlo 3lo que slo puede ser realizado por medio del concepto3 y otra cosa es explicar la historicidad de su aparicin,)emejante demo.stracin y conocimiento 4pra"mtico. de las causas histricas cercanas o lejanas, frecuentemente se denomina e#plicar, la voluntad es universal, la voluntad se determina, se representa la voluntad ya como sujeto presupuesto o como substrato/ pero ella no es conclusin y universalidad antes de determinarse y antes de la eliminacin e idealizacin de esa determinacin, sino que es voluntad en cuanto actividad que se concilla en s 45. y como reversin a s. b En tanto las determinaciones volitivas son propias de la voluntad, reflejada su individualizacin en s y en "eneral, son contenidos. ste contenido, como contenido de la voluntad lo es se"*n la forma indicada en a.- en parte, fin interno o subjetivo, representado en el querer/ y en parte, fin realizado, efectuado por intermedio de la actividad trasponente de lo subjetivo en la objetividad. Este contenido o la determinacin volitiva diferenciada, es, ante todo, inmediato $olamente, cuando la voluntad se posee a s misma, es por s misma lo que es en s misma. etc%tera. El entendimiento permanece en el simple ser en s & se"*n este ser en si, llama a la libertad 6facultad6, ya que ella es de este modo, efectivamente, slo posibilidad La voluntad 'bre slo en s es la voluntad inmediata o natural. El sistema de este contenido, tal como se encuentra inmediatamente en la voluntad, es slo como cantidad y multiplicidad de instintos (ero, adems de esta finitud como conciencia )* +, la voluntad inmediata es formal, en razn de la diferencia entre su forma y su contenido 47 55./ le pertenece slo la decisin abstracta como tal, y el contenido no es, todava, el contenido y la obra de su libertad. La libertad de la voluntad, seg"n esta determinacin, es arbitrio, en el cual estn contenidas estas dos cosas- la reflexin libre, que abastece todo, y la dependencia del contenido y de la materia, considerados interna o externamente ,uando se o&e decir !ue la libertad es, sobre todo, poder hacer lo !ue se !uiere 4i., puede ser considerada tal excepcin como falta absoluta en la formacin del pensamiento, en el cual a*n no se encuentra indicio al"uno de lo que es la voluntad libre en si y para s. (erecho, tica, etc&tera. La voluntad es verdadera, o ms bien, es la verdad misma, porque su determinacin consiste en el ser, en 18 e#istencia, esto es, frente a s misma, y este es su concepto; o bien, el concepto puro considera la intuicin de s mismo se desi"na su sub-etividad; a a la forma pura, a la unidad absoluta de la autoconciencia consi"o misma, en la que ella, en cuanto 9o : 9o, es una simple existencia en s misma, interna y abstracta 3la pura certeza de s misma, distinta de la verdad; 01. a la particularidad de la voluntad, como capricho y como contenido accidental de fines, cualesquiera que &stos sean/ y. por *ltimo y con preferencia, a la forma unilateral 47 ;., en tanto la cosa !uerida La actividad de la voluntad resolviendo la contradiccin entre subjetividad y objetividad es el desarrollo esencial del contenido sustancial de la idea. 'na e#istencia en absoluto, !ue sea e#istencia de la voluntad libre constitu&e el derecho.-../0 +or consi"uiente, el derecho es, en "eneral, la libertad, en cuanto 'dea. El m%todo, se presupone tambi%n por la Lgica, lo mismo que en el saber/ el concepto se desarrolla por s mismo y es slo una pro"resin y produccin inmanente de sus determinaciones, con tal de que dicha pro"resin no sea *nicamente resultado de la se"uridad de que hay distintas relaciones y de la aplicacin posterior de lo 8niversal a una tal materia tomada arbitrariamente. $eg"n la gradacin en el desenvolvimiento de la Idea de la voluntad libre en s y por s, la voluntad es- ,. Inmediata; su concepto es, por consi"uiente, abstracto 3la personalidad3, y su existencia es una cosa inmediata y externa3, la esfera del Derecho abstracto o formal. <. La Voluntad refleja en s, desde existencia exterior, como individualidad sub-etiva, determinada frente a lo universal 1oralidad. 2. La unidad & la verdad de estos dos momentos abstractos 3=la 'dea pensada del <ien, realizada en la voluntad que se refleja en s y en el mundo exterior/la Idea en su existencia universal en s y para s/ la Etica. La sustancia %tica es, igualmente2 a. spritu natural 3la familia. b. n su desunin & apariencia; 3la sociedad civil. c. l Estado, ( 3 I 1 E 3 4 ( 4 3 5E L (>2!? ,<)@>,2@? 7 1A La voluntad libre en s y por s, as como lo es en su concepto abstracto, es en la determinacin de la contig6idad. La universalidad de esa libre voluntad por s, es lo formal, consciente de s, sin embar"o sin contenido, mera referencia a s en la propia individualidad/ es el sujeto como persona. La personalidad slo tiene comien7o a!u, en cuanto el su-eto tiene no slo una autoconciencia de s en "eneral, como concreto, determinado de al"*n modo, sino ms bien una autoconciencia de s, como 9o completamente abstracto y en el cual toda limitacin concreta y toda validez se nie"a y no tienen nin"*n valor. 8 La personalidad encierra, en general, la capacidad jurdica y constituye el concepto y la base tambi&n abstracta del derecho abstracto y por ello, formal. La norma jurdica es, por lo tanto- 9se personifica & respeta a los dems como personas9. : La particularidad de la voluntad es, en verdad, un momento de la total conciencia de la voluntad 47 1A e#iste ciertamente, pero como deseo, necesidad, impulso, voluntad accidental, etc&tera, distinta a*n de la personalidad de la determinacin de la libertad. n el (erecho formal no importa el inter&s particular, La necesidad de este Derecho, en base de su abstraccin, se limita a la prohibicin2 no per-udicar la personalidad y lo que le ata%e. lla es lo que es capaz para anular a aqu&lla y darse una realidad, o, lo que es lo mismo, de apropiarse aquella existencia. l (erecho, primeramente, es la existencia 'nmediata que la libertad se concede, de manera directa. a. +osesin, que es (ropiedad; aqu la libertad es la de la voluntad abstracta en general, o precisamente por eso, de persona sin"ular, que slo est en relacin consi"o/ b. La persona que se distin"ue a s misma, por s misma, se relaciona con otra persona; es decir, entrambas slo como propietarias tienen existencia la una para la otra. La divisin del (erecho, en (erecho de las personas, de las cosas y (erecho de las acciones, asi como las otras m*ltiples divisiones semejantes, tiene, ante todo, el fin de conducir la multiplicacin de la presente materia inor"nica hacia un orden externo. n esta divisin existe, especialmente, la confusin de mezclar resueltamente, (erechos La .persona, para existir como Idea, debe darse una esfera e#terna de libertad. +uesto que la persona, en esta primera determinacin a*n del todo abstracta, es la voluntad infinita que es en s y por s, lo que puede constituir la esfera de su libertad es una cosa distinta de ella/ del mismo modo que determina lo inmediatamente diferente & separable de s. ,ptitudes espirituales, ciencias, artes, hasta al"o de lo reli"ioso 4pr&dicas, misas, oraciones, bendiciones a las cosas sacras., invenciones, etc&tera, vienen a ser objetos del contrato, equiparados a las cosas reconocidas como tales, del mismo modo que en la compra y en la venta (or consiguiente, tales disposiciones no son desde un comienzo cosa inmediata, pero se hacen asi slo por medio del spritu que de"rada su interioridad a la conti"Bidad y a la exterioridad. )e"*n la determinacin no jurdica ni moral del (erecho >omano 45., los hijos eran cosas para el padre y &ste, en consecuencia, estaba en posesin jurdica de sus hijos/ n esto tena lu"ar una unificacin de las determinaciones cosa y noCcosa, completamente antijurdica. La posesin del cuerpo y del espritu, que se adquiere con la cultura, el estudio y el hbito, etc&tera, en cuanto es propiedad interna del espritu, no ha de tratarse aqu. +ero el trnsito de tal propiedad espiritual a la exteriorizacin 3, se debe hablar, solamente, en la ena-enacin. La persona tiene, para su fin esencial, el derecho de poner su voluntad en cada cosa, la que, en consecuencia, es ma; no teniendo aqu&lla en s misma un fin semejante, retiene su determinacin y anima mi voluntad/ el absoluto derecho de apropiacin del hombre sobre todas las cosas.
En contra de kant y el sustancialismo, Hegel opone un pragmatismo espiritual, el uso de la cosa, el tomar los objetos y que el objeto tome forma en torno a esta accin, implica directamente que la doctrina el objeto no es ni tan lejano ni tan independiente. La voluntad libre es la nica realidad realmente independiente el aspecto por el cual 9o, como voluntad libre, estoy objetivamente en posesin de m mismo y, de esa manera, positivamente con voluntad real, constituye aqu, lo verdadero y lo jurdico, la determinacin de la propiedad. la exacta posesin es que, desde el punto de vista de la libertad, la propiedad, como primera e#istencia de la misma, es un fin esencial por s. l uso de los objetos elementales no es apto, por su naturaleza, para ser reducido a propiedad privada. Las le&es agrarias 4i. de >oma expresaban una lucha entre comunismo y propiedad privada de la posesin fundiaria/ esta *ltima debi prevalecer como momento racional, aunque a expensas de otro derecho. +ero las determinaciones que consideran la propiedad privada, pueden ser subordinadas a ms altas esferas del (erecho, a una comunidad, al stado/ lo mismo que con respecto a la propiedad privada acaece con la propiedad de una, as llamada, persona moral, en la propiedad de mano muerta. La idea del Estado (latnico contiene lo In-usto como principio "eneral acerca de la persona, considerando a &sta incapaz de propiedad privada. La l principio por el cual, como persona soy, tambi&n, inmediatamente individuo, si"nifica, en su determinacin ulterior, ante todo que- 9o so& viviente en este cuerpo or"nico, que mi existencia es universal por el contenido, indivisa, externa, as como la posibilidad real de toda otra existencia determinada. +ero, como persona, 9o ten"o, al mismo tiempo, mi vida & mi cuerpo como cosas solamente en cuanto es mi voluntad. El cuerpo, como e#istencia inmediata, no es adecuado al spritu y para ser r"ano volitivo, medio animado por el espritu, debe ser posedo por &ste. El cuerpo, como e#istencia inmediata, no es adecuado al spritu y para ser r"ano volitivo, medio animado por el espritu, debe ser posedo por &ste. +ero, soy para otros esencialmente libre en mi cuerpo del modo como 9o lo poseo, inmediatamente. mi voluntad no reside con esa inmediata actualidad y realidad. He aqu el punto bsico, el trmino, residir con, y el hecho de que la voluntad sea ma, y no yo, parece indicar que la voluntad es ante todo ente separado y que acta como principio rector desde la potencia csmica y de manera infinita formalmente, como acto. La exiencia a veces planteada de la iualdad en la distribucin de la tierra o, tambi&n, de toda riqueza existente, es un concepto intelectualista, tanto ms vano y superficial en cuanto que en esta particularidad se reintroduce no slo la contin"encia externa, natural, sino tambi&n toda la amplitud de la naturaleza espiritual en su infinita sin"ularidad y diversidad, !o se puede hablar de in"usticia de la naturale#a en la desiual reparticin de la posesin y de la riqueza, puesto que la naturaleza no es libre y, en consecuencia, no es ni injusta ni justa. y, en parte, lo necesario es alo distinto de la posesin y pertenece a otra esfera- la )ociedad 2ivil. $ara la propiedad, como existencia de la personalidad, no es suficiente mi interior representacin y la voluntad de que una cierta cosa deba ser ma, sino que exi"e, con tal fin, la toma de posesin La toma de posesin hace de la materia de la cosa, mi propiedad, puesto que la materia por s no es propiamente suya. La materia me hace resistencia 4y *nicamente, es eso- un hacerme resistencia. exterior, en cuanto individualidad. %& '( y ) *(.+ l apropiarse y el poseer externo, en consecuencia, lle"an a lo infinito, ms o menos indeterminado e incompleto. mpero, la materia se da siempre en una forma esencial y slo por medio de &sta es al"o. 2uanto ms me apropio la forma, tanto ms estoy en la posesin real de la cosa. es el ,spritu lo que yo puedo hacer absolutamente lo ms propio de m relacin de la voluntad con la cosa- esto es. a+ La toma de posesin inmediata, en cuanto la voluntad tiene su existencia en la cosa como ;positiva; y). n cuanto la cosa ne"ativa frente a la voluntad, &sta no existe en aqu&lla, como ne"acin 3uso; y. La reflexin de la voluntad en s sobre la cosa3 transferencia. n resumen- la relacin 4entre la voluntad y la cosa., puede ser- positiva, negativa & -uicio infinito de la voluntad acerca de la cosa. /+ 012/ 3, $14,456! !" La toma de posesin se ejerce por la apropiacin inmediata corporal, la elaboracin y, por *ltimo, la simple designacin. a+ La apropiacin corporal es, ba"o el aspecto sensible, la manera ms perfecta de la posesin, porque yo estoy, inmediatamente, presente en ella 7(+ 8on la elaboracin, la determinacin de que una cierta cosa es ma, recibe una exterioridad e#istente por s y deja de estar limitada a mi actualidad, en este 6aqu6 y en este 6ahora6, y a la actualidad de mi conocer y de mi voluntad. La elaboracin es la toma de posesin ms adecuada a la idea, en cuanto unifica en s lo subjetivo y lo objetivo/ porque esencialmente su autoconciencia se aprehende como libre, &l se toma en posesin y lle"a a ser propiedad de s mismo y frente a los dems. La afirmacin de la absoluta in"usticia de la esclavitud conserva, en cambio, el concepto del hombre como espritu, en cuanto libre en s, y es unilateral en esto- que toma al hombre como libre por naturale7a, o lo que es lo mismo, al concepto como tal inmediatamente y no la idea en cuanto verdad. y+ La toma de posesin por s, no real, pero representando *nicamente mi voluntad, es un signo en la cosa, cuyo si"nificado debe ser que 9o he colocado en ella mi voluntad. sta toma de posesin es muy indeterminada, por la extensin objetiva y el si"nificado. 9+ ,L :41 3, L/ 814/ 7 DE 2on la toma de posesin, la cosa recibe el predicado de ser ma y la voluntad tiene con ella una relacin positiva. ,l uso ; es la reali#acin de mi necesidad, con el cambio, la anulacin y la destruccin de la cosa, cuya naturaleza impersonal es con esto una entre"a declarada y la cual cumple de este modo su determinacin. cuando considera por muerta y sin due%o, una propiedad, de la cual no se hace nin"*n uso, y aduce como razn para la ile"al apropiacin de la misma el no haber sido usada por el propietario. +ero la voluntad del due%o, con cuya conformidad una cosa es suya, es el primero y sustancial fundamento, del cual la otra determinacin, el uso, es *nicamente la apariencia y la manera particular que sucede a aquel fundamento universal. &stas y otras circunstancias hacen de la retencin inmediata e individual un signo por el cual ella debe tener el si"nificado de una toma de posesin "eneral +uesto que la sustancia de lo que por s constituye mi propiedad, consiste en su exteriorizacin, es decir, su no sustancialidad 3frente a m, ella no es mira final en s misma 47 AF.3el uso ntegro o la utilizacin, es la cosa en toda su amp'tid, $lo un uso parcial o temporal, como una posesin parcial y temporal distinto de la propiedad de la cosa misma. La distincin entre el Derecho a toda la e#tensin del uso & la propiedad abstracta, cae en el intelectualismo vacuo por el cual la 'dea, aqu como unidad de la propiedad o, tambi&n, de la voliuitad personal en "eneral y de la realidad de la misma, no es toda la verdad sino que estos dos momentos tienen al"o de verdad en su recproca desunin. En el '$<, la cosa es singular, determinada por la cualidad y la cantidad y en relacin con una necesidad especfica. +ero tambi%n es una necesidad en general, & seg"n su individualidad, es comparable con las dems necesidades/ $u universalidad es el valor de la cosa, en el cual su verdadera sustancialidad est determinada y es objeto de la conciencia. l feudatario tiene en su propiedad la diferencia por la cual debe ser slo propietario del uso y no del valor de la cosa. Las formas dadas a la posesin & la designacin son tambi&n circunstancias exteriores, sin la actualidad subjetiva de la voluntad, la cual constituye slo el sentido y el valor (or lo tanto, la prescripcin no ha sido introducida en el Derecho, simplemente por una consideracin superficial, que va contra el (erecho estricto- la consideracin de truncar la contienda , =E>54 DE L4 (3<(IED4D 7 GD 45. +uedo despo-arme de mi propiedad/ ya que es ma *nicamente en cuanto pon"o mi voluntad en ella 3de suerte que 9o abandono 4derelinquo. a la cosa, como sin due%o, o la abandono en posesin a la voluntad de otros3, pero slo en cuanto la cosa por su naturale7a es algo e#terior. $on inalienables a!uellos bienes, !ue constitu&en lo ms propio de mi persona, la esencia universal de mi autoconciencia, como mi personalidad en "eneral, mi universal libertad de querer, la &tica y la reli"in. E-emplos de la ena-enacin de la personalidad son2 la esclavitud, la servidumbre, la incapacidad de poseer propiedad, la no libertad de la misma, etc&tera/ una enajenacin de la racionalidad inteli"ente, de la moralidad, de la tica y de la reli"in, se manifiesta en la supersticin y en la cesin a otros del poder y de la autoridad, de determinar y prescribir lo que 9o debo cumplir como acciones El Derecho a tal condicin inalienable no puede prescribirse, porque el acto con el cual tomo posesin de mi personalidad y de mi esencia sustancial, me convierte en sujeto capaz de (erecho, de 'mputacin y me hace moral o reli"ioso y priva a estas determinaciones de la exterioridad que *nicamente las hace aptas para estar en posesin de otros. ) <= (e mis aptitudes ;propias, corporales & espirituales y de las posibilidades de la accin, puedo vender a otro productos sin"ulares y en uso limitado en el tiempo, ya que se"*n esta limitacin dichas disposiciones mantienen una relacin extema con mi totalidad & universalidad. En cuanto a la especie y manera universal, el autor no la ha enajenado, inmediatamente, sino que puede reservrsela como propia manifestacin. La primera cuestin es, si tal separacin de la propiedad de la cosa y de la posibilidad dada con ella de reproducirla del mismo modo sea admisible en el concepto 47 GF., y si no destruye la plena y libre propiedad/ por lo cual depende slo del arbitrio del primer productor espiritual el conservar para s esa posibilidad o transferirla como un valor, o bien, no poner en ella nin"*n valor por si y abandonarla, tambi&n, con la cosa individual. siempre tiene fcilmente alguna forma propia; de esta suerte, esos individuos consideran a la facultad que de aqu resulta como de su propiedad y pueden, por consi"uiente, afirmar para si el derecho sobre tal producto. el derecho de hacerlo tambi&n, su propiedad exterior, y hasta qu& punto tal repeticin en una obra literaria se transforma en plagio, no se puede indicar con ri"urosa determinacin ni fijar jurdica y le"almente. )in embar"o, el pla"io debera ser cuestin de honestidad y refrenado por &sta. La facilidad de encontrar expresamente al"o para cambiar la forma, una peque%a modificacin en una ciencia importante o en una teora completa que es obra de otros/ o bien la imposibilidad de sujetarse a las palabras del autor en la exposicin de la obra concebida, conducen por s ms all de los fines particulares por los cuales tales repeticiones vienen a ser necesarias- la infinita multiplicidad de las variaciones que imprimen a la propiedad ajena el sello ms o menos superficial de lo propio; 70 La completa totalidad de la actividad exterior, la vida, no es al"o externo con respecto a la personalidad en cuanto &sta es tal e inmediata. La enajenacin o sacrificio de la vida es, al contrario, lo opuesto a esa personalidad, en cuanto existencia. +or consi"uiente, 9o no ten"o, en "eneral, derecho a esa enajenacin y solamente una 'dea tica, como en la que esa personalidad inmediatamente individual es absorbida en s y que es su fuerza real, tiene derecho a ello. (el mismo modo, con respecto a la vida en cuanto tal inmediatamente, tambi&n la muerte es la inmediata ne"acin de la misma/ por lo tanto, la muerte debe ser aceptada de lo exterior como una cosa natural, o al servicio de la 'dea, de una mano extra%a. 0>?!4501 3, L/ $>1$5,3/3 /L 81!0>/01 #$ xistir, como ser determinado, es, esencialmente, ser para otro 4ver arriba, anotacin al 7 A;./ la propiedad, considerada como cosa externa desde el punto de vista de su existencia, y en su conexin con las dems exterioridades, es necesidad & contingencia. Esta relacin de voluntad a voluntad es el propio y verdadero terreno en que tiene existencia la libertad. sta conciliacin de tener propiedad, no solamente mediante una cosa y mi voluntad subjetiva, sino precisamente por intermedio de otra voluntad y, por lo tanto, tenerla en una voluntad com*n, constituye la esfera del contrato El contrato presupone que aquellos que lo contraen se reconocen como personas y propietarios, puesto que el contrato es una relacin del spritu objetivo y el momento del reconocimiento est ya contenido y presupuesto en &l.