Este documento discute el concepto de "pena justificada" que el Tribunal Supremo de España ha usado para desestimar Recursos de Casación a pesar de aceptar la posición legal de la parte recurrente. El autor argumenta que en casos de circunstancias atenuantes o agravantes, el Tribunal Supremo no debería desestimar los Recursos basándose solo en que la pena impuesta estaba justificada, sino que debería estimar el Recurso y mantener o no la pena según lo considere procedente.
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Este documento discute el concepto de "pena justificada" que el Tribunal Supremo de España ha usado para desestimar Recursos de Casación a pesar de aceptar la posición legal de la parte recurrente. El autor argumenta que en casos de circunstancias atenuantes o agravantes, el Tribunal Supremo no debería desestimar los Recursos basándose solo en que la pena impuesta estaba justificada, sino que debería estimar el Recurso y mantener o no la pena según lo considere procedente.
Este documento discute el concepto de "pena justificada" que el Tribunal Supremo de España ha usado para desestimar Recursos de Casación a pesar de aceptar la posición legal de la parte recurrente. El autor argumenta que en casos de circunstancias atenuantes o agravantes, el Tribunal Supremo no debería desestimar los Recursos basándose solo en que la pena impuesta estaba justificada, sino que debería estimar el Recurso y mantener o no la pena según lo considere procedente.
Este documento discute el concepto de "pena justificada" que el Tribunal Supremo de España ha usado para desestimar Recursos de Casación a pesar de aceptar la posición legal de la parte recurrente. El autor argumenta que en casos de circunstancias atenuantes o agravantes, el Tribunal Supremo no debería desestimar los Recursos basándose solo en que la pena impuesta estaba justificada, sino que debería estimar el Recurso y mantener o no la pena según lo considere procedente.
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PENA JUSTIFICADA
GABRIEL GARCIAS PLANAS
Profesor interino de Derecho Penal. El Tribunal Supremo viene desestimando Recursos de Casaci6n por Infracci6n de Ley, aun cuando estime bien fundamentadas las tesis de las partes recurrentes y todo ello, en base ala llamada "pena justifica- da". En efecto, si analizamos las resoluciones del Alto Tribunal a traves de los Considerandos de sus Sentencias, es de ver, que aun cuando los razonamientos de la parte recurrente sean aceptadospor tener una fun- damentaci6n juridica incuestionable, si la pena que el Tribunal "a quo" impuso en su momento, podia imponerla en virtud del arbitrio judicial establecido en el art. 61-4 de nuestro C6digo Penal anterior a la ultima Reforma Parcial y Urgente de 25 de Junio de 1983, el Recurso ha venido siendo desestimado en base a que la pena estaba "justificada", Donde se da con mayor frecuencia es en materia de concurrencia o no de circunstancias atenuantes 0 agravantes; pues en estos casos, si el Tribunal "a quo" no apreci6 una circunstancia atenuante y s{la apre- ciael Tribunal "ad quem", no habni lugar a la estimaci6n del Recurso si aquel ya impuso la pena en grado minimo; 0 si la Sentencia de la Audiencia estim6 la concurrencia de una circunstancia agravante e im- puso la pena en grado mftximo y el Tribunal Supremo entiende que esta no concurre, tampoco habra lugar al Recurso porque de conformidad con el art. 61-4 del C6digo Penal anterior a la Reforma elTribunal la podia imponer en el grado que estimase conveniente y en consecuencia la pena estaba "justificada". El Tribunal Supremo en Sentencia de 30 de Noviembre de 1982 ( Ar. 7231) admiti6 que no concurria "la circunstancia de desprecio de sexo en el delito de violaci6n por ser inherente y consustancial que el su- 150 GABRIEL GARCIAS PLANAS jeto pasivo sea una n u j e r formando elIo parte esencia! de su naturaleza y estructura"; pero desestim6 el Recurso por considerar que existia otra agravante, la de morada de la ofendida y por tanto el Recurso "caceria . de practicidad y seria inoperante la casaci6n de la Sentencia porque no influiria nada en la penaimpuesta, en virtud del principio de pena justi- ficada" . Asimismo, la Sentencia de! Tribunal Supremo de 22 de Diciembre de 1982 (Ar. 7866) apreci6 la existencia de la atenuante 9 a del art. 9 del C6digo Penal -Arrepentimiento espontaneo- que no habia admi- tido el Tribunal de Instancia pero desestim6 el Recurso en cuanto a que la pena ya habia sido impuesta en grado minimo y el Alto Tribunal en- tendi6 que "el motivo del Recurso era totalmente inoperante y que no podia tener reflejo en el falIo" por las razones expuestas. Finalmente la Sentencia de 8 de Julio de 1983 consider6 que no de- bia ser estimada la agravante de reincidencia internacional, como hizo el Tribunal de Instancia, por haber sido cometidos los hechos en pais extranjero antes de! 15 de Noviembre de 1971 fecha en que se tipific6 en nuestro ordenamiento punitivo, este tipo de reincidencia en materia de sustancias etupefacientes, sin embargo se desestim6 el Recurso y se mantuvo por tanto la pena en grado maximo por entender que la pena "estaba justificada" y que el Recurso por esta raz6n resultaba "inope- rante" . Tras la Reforma Parcial y Urgente del C6digo Penal de 25 Junio de 1983, en la nueva redacci6n del art. 61 en sus distintos apartados, el arbitrio judicial, en unos casos se amplia, en otros disminuye, reducien- dose considerablemente, ami juicio, la posibilidad de aplicaci6n en ma- teria de circunstancias atenuantes y agravantes del principio de la pena "justficada" . Entiendo, que en los casos antes expuestos el Tribunal Supremo de- beria haber estimado el Recurso y mantenida 0 no la pena segun 10 cre- yera procedente.