DavarLogos X, 2 (primavera 2011): 283-305

RESEAS
Timm, Alberto R. El sbado en las Escrituras: doctrina, significado y
observancia (Ral Quiroga) ................................................................. 301-305
El sbado en las Escrituras: doctrina, significado y observancia, por Alberto
R. Timm. Buenos Aires: Asociacin Casa Editora Sudamericana,
2010. ISBN 978-987-567-633-6. Pp. 143. $ 43,56.
Alberto R. Timm se gradu de doctor en teologa (rea teologa
sistemtica) en Andrews University (Berrien Spring, Michigan, USA)
y actualmente es el rector del Seminario Adventista
Latinoamericano de Teologa (SALT). Es tambin Coordinador del
Espritu de Profeca de la Divisin Sudamericana de los Adventistas
del Sptimo Da. Ejerce ambas funciones en Brasilia, Brasil, y l
mismo es brasileo de origen. Es un autor que participa activamente
en el dilogo teolgico sobre cuestiones teolgicas contemporneas.
Ha escrito numerossimos artculos de teologa bblica y pastoral en
revistas reconocidas mundialmente y tambin libros de completo
inters para telogos y pastores.
El sbado en las Escrituras es una pequea pero importante obra de
teologa sistemtica e histrica con respecto del tema tratado. En el
prefacio, Timm despus de agradecer a su familia y colaboradores
por el apoyo en la realizacin de este trabajo, expresa que el sbado
es ms que un feriado semanal y que Dios instituy y preserv el
sbado como un canal de bendiciones para la humanidad (pp. 7 y
8). Destacar esta proposicin es el objetivo de su libro.
En el captulo 1, Principios de interpretacin bblica, hace una
exposicin del mtodo bblico que utilizar para interpretar la
temtica del sbado en la Biblia. Pero su propuesta metodolgica
supera el uso que le da en su obra y la coloca como la forma en que
se debera investigar todo tema bblico. Expone que el mtodo
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alegrico de interpretacin, el mtodo histrico crtico, la
perspectiva dispensacionalista y el mtodo actual de darle al lector la
potestad de la interpretacin, independientemente de los objetivos
divinos y del compositor bblico, han condicionado no solo la
interpretacin del sbado sino de toda la interpretacin bblica (pp.
11-13). El resultado fue el abandono del sptimo da como sbado y
la implementacin del primer da de la semana, domingo, en lugar
del sbado como da de adoracin.
1
Timm propone seis principios
incluidos en su mtodo de interpretacin de las Escrituras: (1) la
exclusividad de las Escrituras, (2) la totalidad de las Escrituras, (3) el
desarrollo natural de los temas bblicos, (4) interpretar el texto
bblico literalmente, (5) rechazo de falsas analogas que usan sin
razn un asunto para probar otro asunto y (6) el carcter normativo
y universal de las enseanzas bblicas (pp. 15-17).
En el captulo 2, Origen del sbado, el autor defiende la
literalidad histrica de Gnesis 1-11. Los mismos autores
novotestamentarios, y Jess, citan libremente esta seccin del
Antiguo Testamento reconocindolos como histricos. Tambin
propone la comprensin literal de los siete das de la creacin, como
das de 24 horas y no largos perodos geolgicos. Su argumento se
basa en la insistencia bblica de la palabra da referida cuantitativa
y cronolgicamente a una tarde y a una maana: tarde y maana.
Incluso plantea que el sptimo da de la creacin es llamado
sbado por Dios y que es un da de encuentro entre Dios y la
humanidad establecido en el Edn, antes del pecado y antes de la
eleccin de Israel como pueblo de Dios. Devala el concepto de
que el sbado es un da exclusivamente judo.
El captulo 3 se titula El sbado en el Antiguo Testamento.
All se trata de la continuidad del sbado del Edn hasta al Sina
atestiguada en el relato anterior a la entrega de la ley en Sina y
prelegal de Gnesis 26:5 (Abrahn) y xodo 16 (entrega del man).
Despus, la declaracin recordativa del cuarto mandamiento de
declogo Acurdate del sbado (x 20:8) incluye al sbado como

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Para considerar el sbado como da de adoracin vase Ral Quiroga, Revisando el
abbt como da de reposo, DavarLogos 9.2 (2010): 111-125.
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parte del pacto de gracia y obediencia establecido en Sina con Israel
(p. 31). Por tanto, el sbado del Declogo comparte la misma
autoridad y beneficios morales y espirituales que los otros nueve
mandamientos. Timm desarrolla la continuidad de la
conmemoracin sabtica en la peregrinacin del desierto y en la
tierra prometida. Despus, la queja proftica por haber abandonado
o profanado el sbado como institucin recordativa de la creacin
de Dios (Is 56, 58; Jer 17 y Ez 20). Finalmente expone la
persistencia del sbado como da del encuentro entre Dios y su
pueblo en la poca posexlica. El testimonio de este perodo viene
de la actitud de Nehemas con respecto del sbado (Neh 8 y 13).
El captulo 4 ofrece El sbado en el perodo
intertestamentario. A pesar de la brevedad de este captulo (pp. 53-
59), Timm genera un inters de conocer el derrotero del sbado por
lo general poco presentado para describirlo durante este segmento
de la historia. Los testimonios del sbado en los das de los
Macabeos llegan de sus propios libros y de Flavio Josefo. Los
Macabeos preferan morir antes que profanar este da santo y los
romanos se valieron del reposo sabtico para invadir Jerusaln en el
63 a.C. Despus describe, usando la Mishnah y el Talmud como
fuentes bibliogrficas, el aspecto casi netamente negativo con el que
se presenta el sbado en la poca rabnica. Tambin usa el
Documento de Damasco y el Libro de los Jubileos para certificar la
apreciacin del sbado por los judos del posexilio. Las primeras 39
prohibiciones fueron expandidas por los rabinos a 1521
desdoblamientos (39 x 39) (p. 57).
En el captulo 5, se trata El sbado en el Nuevo Testamento.
Se desarrolla en esta seccin Cristo y la ley (p. 61) confirma la ley
del AT expresada en los diez mandamientos liberndola de las
tradiciones rabnicas de su poca. En recogiendo espigas en
sbado (p. 63) Cristo declara que el sbado fue hecho para el ser
humano como todos los dones de la creacin, y no el ser humano
para el sbado. Sanar en sbado (p. 66) rescata unos de los
aspectos cruciales y olvidados del sbado: la restauracin holstica
de los seres humanos. Despus en el sbado y la pasin de Cristo
(p. 68) se establece el respeto del sbado por parte de Cristo al
permanecer en el descanso de su sepultura en ese mismo da. El
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sbado y la cada de Jerusaln (p. 70) incluye el ruego de Jess que
la persecucin que habran de sufrir los cristianos no se diera
justamente en ese da. Incluso, con este argumento, perpeta el
sbado aun despus de su muerte y resurreccin. En el sbado en
la iglesia apostlica (p. 71) y en el apstol Pablo y la observacin
del sbado (p. 76) se agregan argumentos a favor de la observancia
del sbado por parte de la iglesia novotestamentaria. No parece que
esta comunidad y los apstoles testificaran de la abolicin de un
supuesto sbado ceremonial judo a favor de un domingo netamente
cristiano y evanglico. En la seccin la igualdad entre los das (p.
80) Timm utiliza argumentos lingsticos y contextuales para afirmar
que la discusin acerca de los das (diferencia entre da y da en
Romanos 14:5) o la de los sbados (Colosenses 2:16) no se refiere
al sbado del cuarto mandamiento sino a los sbado ceremoniales o
feriados festivos relacionados con el calendario de festivales
israelitas (Lv 23). En la perpetuidad del sbado (pp. 83-88) el
autor demuestra la perpetuidad del sbado como da del Seor
desde Gnesis hasta Apocalipsis.
En el captulo 6, Timm oferta El cambio del sbado al
domingo. Aqu hace una sntesis histrico-teolgica del cambio del
sbado bblico al domingo cristiano como da de adoracin, culto y
homenaje a Dios que hiciera gradual y casi inconscientemente la
iglesia cristiana. En el culto al sol en el imperio romano (p. 96)
afirma que el sincretismo religioso de la poca de Constantino
termin siendo una de las razones fundamentales para tal cambio de
da de adoracin. Despus el cambio de nfasis (p. 106) que
hiciera la Iglesia Catlica Apostlica Romana a travs de la
autoridad de Santo Toms de Aquino quien declar que la misma
iglesia cristiana autorizaba trasponer las actividades cultuales del
sbado al domingo, da del Seor.
El captulo 7 se titula El significado del sbado. Timm
comenta la naturaleza bblico-divina del origen del sbado. Tambin
analiza la restauracin del sbado como da del Seor a pesar del
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abandono casi generalizado que hiciera la cristiandad del mismo.
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El
autor enumera metafricamente siete bendiciones que produce la
observancia del sbado: (1) revela el carcter de Dios, (2) reafirma el
origen divino y no evolutivo del ser humano, (3) produce mayor
sensibilidad hacia la naturaleza, (4) estimula la estabilidad emocional,
(5) libera del espritu competitivo y mercantilista, (6) promueve la
salud fsica y (7) refuerza el amor en el matrimonio, en la familia, y
hacia prjimo produciendo un servicio altruista (pp. 123-126).
En el captulo 8, Timm expone La observancia del sbado.
Afirma que tener cada seis das un da sptimo dedicado a Dios y al
prjimo produce una ruptura con la rutina propia de la semana.
Explica cmo se efecta la preparacin para la observancia cultual
del sbado, cmo se hace una recepcin y una despedida del sbado,
cules seran las actividades impropias del sbado dado que es un
da de adoracin y no de satisfaccin personal, incluyendo las
situaciones especiales que pudieran producirse (accidentes y
emergencias inevitables) que invalidan el principio de inactividad
total a favor de una actividad redentora. En trminos generales este
captulo trata sobre cmo disfrutar del sbado como da del Seor.
Cada captulo termina con un resumen y una bibliografa de los
autores citados. En la Conclusin Timm repite la importancia de
escoger un mtodo de interpretacin gramtico-histrico de las
Escrituras que no violente el significado del texto escrito. El autor
enfatiza que si el sbado fue crucial en la identidad, supervivencia y
cumplimiento de la misin de Israel como pueblo de Dios, no
puede ser diferente hoy con relacin a la iglesia cristina. Al final
expresa: La observancia del sbado del sptimo da estimula una
apreciacin profunda del amoroso carcter de Dios y de la
naturaleza reafirmando nuestro origen y fortaleciendo la estabilidad
emocional que deriva de la relacin con l como Creador y
Redentor (p. 143).

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Los adventistas de sptimo da actualmente ya suman casi 25 millones entre miembros y
simpatizantes. Incluso los judos no han dejado de preservar histricamente la
observancia del sbado como da de Dios.
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En definitiva, una obra necesaria, valiosa y utilsima a la hora de
aprender y difundir la enseanza del sbado bblico y cristiano.
Ral Quiroga
Universidad Adventista del Plata, ARGENTINA