El documento presenta la reseña de un periódico local sobre la llegada de una nueva compañía ecuestre a Córdoba. Destaca dos puntos: Richard, un clown lúgubre de edad avanzada, y su hija Fenny, una bella amazona de 17 años. Richard ejecuta un número con dos perros, un canario y un jabalí que sorprende al público. La hija realiza saltos admirables sobre una alta valla, lo que causa el delirio del público.
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El documento presenta la reseña de un periódico local sobre la llegada de una nueva compañía ecuestre a Córdoba. Destaca dos puntos: Richard, un clown lúgubre de edad avanzada, y su hija Fenny, una bella amazona de 17 años. Richard ejecuta un número con dos perros, un canario y un jabalí que sorprende al público. La hija realiza saltos admirables sobre una alta valla, lo que causa el delirio del público.
El documento presenta la reseña de un periódico local sobre la llegada de una nueva compañía ecuestre a Córdoba. Destaca dos puntos: Richard, un clown lúgubre de edad avanzada, y su hija Fenny, una bella amazona de 17 años. Richard ejecuta un número con dos perros, un canario y un jabalí que sorprende al público. La hija realiza saltos admirables sobre una alta valla, lo que causa el delirio del público.
El documento presenta la reseña de un periódico local sobre la llegada de una nueva compañía ecuestre a Córdoba. Destaca dos puntos: Richard, un clown lúgubre de edad avanzada, y su hija Fenny, una bella amazona de 17 años. Richard ejecuta un número con dos perros, un canario y un jabalí que sorprende al público. La hija realiza saltos admirables sobre una alta valla, lo que causa el delirio del público.
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Se reproduce a continuacin el relato El clown
lgubre, de Florencio Moreno Godino. Ganso y Pulpo ha realizado su edicin a partir del texto publicado en la revista La Ilustracin Artstica del da 17 de marzo de 1890 (ao IX, nm. 429). El texto se corresponde con el identificador e di t or i a l GYP-NB0122, pudindose habido actualizar su ortografa y gramtica de acuerdo con las reglas vigentes del idioma espaol. Estos cambios suponen, en el plano ortogrfico, la supresin del acento en monoslabos y la actualizacin de aquel lxico tcnico y/o extranjerismos que estn actualmente integrados en el idioma. En el plano gramatical ha podido variar el texto en relacin a la disposicin de signos de puntuacin, principalmente en relacin al empleo de la raya. En cuanto a la licencia de esta edicin debe tenerse en cuenta que el texto reproducido es de dominio pblico (Florencio Moreno Godino falleci en 1907). Por otra parte, tanto la portada como la edicin aqu presentadas se distribuyen gratuitamente bajo licencia Creative Commons por la editorial electrnica Ganso y Pulpo, que espera se comparta en los mismos trminos que los estipulados originalmente (edicin ntegra, sin nimo de lucro y respetuosa tanto con el texto como con el trabajo desempeado por la editorial). El presente ePub est libre de DRM y validado tcnicamente, como puede comprobarse mediante la aplicacin web del IDPF. Todas las posibles modificaciones realizadas hasta la fecha en este libro estn declaradas en el registro de cambios general, que encontrar en la pgina web del proyecto. Sin ms, esperamos que disfrute de su lectura. Todas sus apreciaciones, sugerencias y observaciones son bienvenidas en nuestro formulario de contacto. Ganso y Pulpo Creacin: Barcelona, 12 de febrero de 2014 El clown lgubre I El ao pasado, a fines del mes de agosto, lleg a Crdoba la compaa ecuestre de M. Bontamp, nueva en Espaa, e improvis un circo de madera en el Paseo del Gran Capitn. He aqu cmo juzgaba un peridico de la localidad a la nueva compaa al otro da de su estreno: La compaa ecuestre de Mr. Bontamp, que anoche hizo su debut en el Circo del Gran Capitn, es, poco ms o menos, como todas las que nos han visitado. Los consabidos caballitos dando vueltas alrededor de la pista, los aros de papel rotos, la antigua pantomima de la Estatua movible y el indispensable trabajo gimnstico en un trapecio a gran altura; ofrece, no obstante, una particularidad, y dos puntos salientes, y esto explica el que haya tenido algn xito en Cdiz y Sevilla, nicas poblaciones de Espaa en donde se ha exhibido. Hay en ella un clown joven de mrito y gracia dudosos, y otro ya de edad que constituye la particularidad que antes hemos indicado. El clown Richard (segn le anuncia el cartel) es un clown lgubre. Se presenta en un traje mezcla de clown y payaso, pues sobre su veste rayada a franjas encarnadas y amarillas, lleva la blanca hopalanda de mangas perdidas del bufn italiano. No se embadurna la cara ni lo necesita: tiene bastante con su palidez terrosa de vampiro. Su fisonoma inmvil parece una mscara, y sus ojos revelan una expresin tan triste que conmueve; sin esta expresin se asemejara a un sonmbulo ejecutando su parte. Exhibe cuatro animales: dos perros, un canario y, cosa admirable!, un jabal, alimaa que hasta ahora ha pasado por indomesticable. No queremos resear el trabajo que ejecuta, para no atenuar la sorpresa de nuestros lectores, a quienes aconsejamos que vayan a verle, pero s indicaremos que en este ejercicio toda la gracia la ponen los bichos, puesto que su maestro lo ejecuta con una seriedad espectral. Se dice que Richard, en sus buenos aos, fue un clown notabilsimo, y slo as se comprende su apego a vestir un traje que ya no le conviene. En el final de su trabajo est asombroso y hace lo que nadie ha hecho. Este es uno de los puntos salientes de la compaa ecuestre: el otro, o mejor dicho, la otra, es la seorita Fenny Richard. Esta joven, hija del clown lgubre y alemana como su padre, tiene diecisiete aos de edad y una belleza diablica y rara para ojos meridionales. Todo el mundo se figura a la mujer germana Blanca como la maana y rubia como la aurora, como ha dicho Caldern, pero pocos habrn visto, ni aun en los climas del Norte, la conjuncin de una crencha roja y de un cutis casi bronceado. La seorita Fenny ofrece este tipo, con la particularidad de que su cabello, grueso como el lino, es tan largo y de tal profusin que le envuelve la cabeza como en un velo. Se comprende que lo lleve suelto, pues se necesitaran varios peines e innumerables horquillas para poder sujetarlo. Oyendo los comentarios del pblico, y escamados tambin, nosotros hemos esperado a la joven amazona, en el trayecto de la pista a su cuarto, y nos hemos convencido de que aquella cabellera sansoniana es enteramente suya. La seorita Richard, esbelta, divinamente formada y con unos ojos feroces que encienden lumbre, trabaja en un caballo amaestrado a la alta escuela. Este ejercicio nada ofrece de notable ms que el aspecto de la amazona. Presntase sta destocada, con un traje de color de naranja y oro, que se asimila al de su cabello y cutis, de modo que montada en su caballo negro, se asemeja a una estatua de cobre sobre un pedestal de bano. El pblico vio con agrado su trabajo y le aplaudi por cortesa. Al final, colocan en la puerta de la pista una valla, para que la amazona se retire saltndola. Esta valla comenz ya a impresionar a los espectadores (sobre todo a los inteligentes) por su altura prodigiosa. La seorita Richard dio dos rpidas vueltas por el circo, y salv el obstculo con un salto admirable que record a los aficionados a la antigua Mad. Tamp. Entonces reson un aplauso formidable, como jams lo hemos odo en circo alguno, aplauso que se troc en delirio, cuando la joven amazona volvi a presentarse y a salir del circo, repitiendo cuatro veces aquel salto inverosmil que ninguna otra ecuyre del mundo podra resistir. El peridico que haca esta resea, exacta en todas sus partes, aada algunas lneas, que no ataen ni al clown Richard, ni a su hija. II La historia de Richard era sencilla y triste y Fenny misma la contaba a los pocos que tenan el privilegio de visitarla en su cuarto del circo. El viejo clown era natural de Mnich y en su juventud se dedic al arte de la relojera, pero habindose enamorado de una joven ecuyre que trabajaba en una compaa ecuestre y gimnstica ambulante, con una de esas pasiones que rayan en la locura, lo abandon todo por seguirla. Ella admiti las pretensiones de Richard, y se cas con l a condicin de no renunciar a su vida aventurera. Entonces Richard, que era altivo y no quera estar ocioso mientras su mujer trabajaba, se hizo clown aprovechando sus poderosas facultades, y lleg a ser una notabilidad en su clase. Fenny naci a los dos aos de este matrimonio. Ambos esposos ganaban mucho dinero, pero Gretchen, que as se llamaba la ecuyre, era manirrota y aficionada al lujo, y nunca pudieron hacer ahorros, como Richard hubiera deseado. Gretchen muri joven de una enfermedad del pecho, y desde entonces el clown sinti una melancola y un desaliento que los aos no alcanzaron a mitigar. Sigui trabajando por su hija y para su hija, pero debilitadas sus fuerzas, ms por la tristeza que por el tiempo, tuvo que renunciar en parte a sus ejercicios, y dedicarse a ensear y exhibir animales. La suerte de su hija, a la que pronto dejara sola en el mundo, le inquietaba y comenz a hacer ahorros, pero como cada vez iba ganando menos, stos eran muy exiguos y reunidos con lentitud. Fenny, desde nia, hered la aficin que su madre haba tenido por los ejercicios ecuestres. Su padre quera apartarla de aquella peligrosa aficin y hacerla entrar en un colegio, pero ella resisti tenazmente. Richard cedi: tema para su hija las contingencias de su existencia aventurera, pero tena la compensacin de no separarse de ella. La joven lleg a ser una amazona distinguida, especialmente por su firmeza a caballo. ltimamente, Richard haba enseado a los cuatro animales de que ya se ha hecho mencin. El ejercicio, que no haba querido resear el peridico cordobs, para no privar a sus lectores de la sorpresa, consista en lo siguiente: sacaban al circo una especie de cesto redondo de mimbres sostenido en una base de madera que giraba sobre ruedas. Luego se presentaba el clown con dos perros, uno a cada lado, y un canario en la cabeza. Los perros, erguidos sobre sus dos patas traseras, y como abrazados, bailaban alrededor del cesto una especie de vals, que terminaba con ligeros ladridos. A esto, que pareca una llamada, un jabal pequeo asomaba al cesto su cerdosa cabeza y sala a la arena. Entonces los tres cuadrpedos saltaban por medio de un aro que Richard les presentaba, mientras que el canario, revolando, se posaba repetidas veces sobre la cabeza de los tres. Esta obsesin pareca incomodarles y todos se dedicaban a la persecucin del ave, que volaba bajo, como burlndose de ellos. Haciendo ademn de querer alcanzar al voltil burln, un perro se suba sobre el jabal, y el otro sobre aqul: entonces el canario se elevaba a lo alto del circo, y posado en una cuerda, o en un trapecio, o en el marco de una ventana, miraba hacia abajo, moviendo graciosamente la cabeza. El clown presenciaba impasible todas estas cosas, sin proferir ni una palabra, y sin apenas hacer uso del ltigo que llevaba en la mano. El ejercicio terminaba ejecutando Richard un trabajo en que no tena rival, no obstante sus cuarenta y nueve aos. Colocbase en medio del circo en sentido vertical inverso, apoyando la cabeza en su gorro de clown; abra las piernas, por entre las que saltaban los perros, y permaneca en esta postura mucho tiempo, con fatiga y asombro de los espectadores. El ltimo efecto se guardaba para el final: el pjaro descenda de sus alturas, y posndose alternadamente en las plantas de los pies de Richard, soltaba algunos trinos. Ponase ste en pie, saludaba gravemente a la concurrencia, y sala del circo con sus animales, en la misma forma en que haba entrado. III La mayor parte de los volatineros que van a Crdoba se alojan en una casa de huspedes con honores de fonda, situada en la calle del Conde Gondomar. Pero Richard, en esta poblacin, hizo como siempre rancho aparte, como suele decirse. Dej a su hija instalada con sus compaeras de profesin y busc un sitio donde armar una especie de tienda de campaa que serva de albergue a l y a sus animales. Al otro lado de la Estacin del ferrocarril, hall una pequea planicie que le convena, y pregunt a quin haba de dirigirse para obtener el permiso de instalacin. Indicronle un hotelito prximo: all habitaba el dueo de aquel terreno, que era un caballero joven, guapo, soltero, muy cazador y muy aficionado a caballos. Don Rafael Zambrano recibi al clown cortsmente, y no slo accedi a su peticin, sino que se le ofreci como vecino para todo cuanto pudiera necesitar. Richard, pues, arm su tienda ayudado por un criadito joven de catorce aos de edad; y coloc en ella sus animales. All se pasaba la mayor parte del da, pensando en su adorada e inolvidable Gretchen, y en los verdes campos de su ciudad natal. Su hija Fenny sola visitarle por la tarde. Vena casi siempre montando a Teufel 1 , el caballo en que haca su ejercicio, que era de su propiedad. Antes ya haba dado largos paseos, porque, de carcter varonil y casi salvaje, gustbanle el aire libre y las correras campestres. Permaneca un buen rato con su padre, y sola o en compaa de ste regresaba a la ciudad, para comer y prepararse para la funcin. Richard reciba tambin alguna vez otra visita: su vecino D. Rafael Zambrano, en traje, mitad de campo y mitad seoril, entraba en la barraca del clown, y en francs, porque ste comprenda mal el espaol, departa con l sobre viajes, caballos y perros, materias en las que los dos eran a cul ms inteligente. A la cada de la tarde, solo o acompaando a su hija, Richard se encaminaba a Crdoba y coma con aqulla en la casa de la calle del Conde Gondomar. Despus iba al circo en donde ya tena preparado un carrito tirado por dos jacas, en l volva a su barraca, y en l regresaba a la ciudad, llevando a sus animales. Poda haberles instalado en el circo, pero no quera separarse de ellos, y adems estos paseos servanle de distraccin. Un da, despus de comer, y ya en el crepsculo, volva a su morada. Cuando traspuso la Estacin del ferrocarril, vio a lo lejos un gran resplandor y gente que corra en aquella direccin: la barraca estaba ardiendo. He aqu lo que haba sucedido, por lo que luego se averigu: el criadito que se quedaba guardndola, sac un banco a la puerta, y se durmi. Unos matuteros que queran distraer a los empleados del resguardo para hacer su alijo, aprovecharon la ocasin, y prendieron fuego a la vivienda del pobre clown, cuyas maderas resecas ardieron inmediatamente. Cuando los vecinos de aquel casi despoblado quisieron acudir llamados por el criado, era tarde; Richard hall su barraca destruida, nada haba quedado en ella ms que los pocos utensilios de metal. El criado, al salirse a tomar el fresco, haba cerrado la puerta, y los animales habanse quemado: slo un perro daba seales de vida. El pobre canario pareca un tostn, entre los restos de su jaula. El clown vio todo aquel desastre, sus ojos pusironse vidriosos, pero no profiri ni una palabra ni una queja. Carg en el carro lo poco que quedaba til en la barraca quemada, y se volvi a Crdoba. Hizo fijar un cartelillo anunciando al pblico la catstrofe y desde entonces no trabaj ms en el circo. Alojose en el cuarto ms retirado de la fonda de la calle del Conde Gondomar, y se pasaba casi todo el da vagando por los alrededores de la ciudad. M. Bontamp, el director de la compaa, le pregunt: Y bien, Richard, piensa usted adiestrar otros animales? No s, ya veremos contest el clown. Diez das despus, cuando volvi a almorzar a su casa de vuelta de un largo paseo matinal, entregronle una carta de su hija. Fenny haba advertido al dueo de la fonda que iba a emprender un viaje en el cual invertira una o dos semanas. Richard oy esta noticia y abri la carta con trmula mano, porque su corazn hacale presentir una nueva desgracia. La carta era muy lacnica; slo contena las siguientes lneas: Padre: impulsada por una fuerza a la que no puedo resistir, voy a gozar de amor y de libertad. Figrate que yo amo como t amabas a mi madre y perdname. No s cundo volver a tu lado o si no volver nunca. Nadie es dueo de su porvenir, y mucho menos yo, que llevo un torbellino en mi cabeza y en mi corazn. Fenny. El clown ley esta carta y permaneci mucho tiempo inmvil, como absorto en sus pensamientos. Saba a qu atenerse respecto a su hija: habasela visto pasear a caballo en compaa de su amable vecino D. Rafael Zambrano, y no dud que fuera ste el que la enseara a gozar de amor y de libertad. IV Richard se present al director de la compaa y le pidi que anunciase al da siguiente que volvera a presentarse ante el pblico ejecutando su trabajo de equilibrio de inversin vertical. M. Bontamp, que saba ya el viaje de Fenny, supuso que el clown quera distraerse trabajando de la pena por la ausencia de su hija. Determin que ste se presentara al final de la primera parte, pero Richard indic que deseaba ser uno de los ltimos nmeros de la funcin. El cartel del siguiente da llam la atencin del pblico: toda la ciudad saba el incendio de la barraca del clown y la prdida de sus animales, y los mejor informados estaban enterados del motivo de la ausencia de la joven ecuyre. Richard pas todo el da en el campo, y al principio de la segunda parte presentose en su cuarto del circo, y comenz a vestirse con la mayor tranquilidad. Ejecutronse los cuatro primeros nmeros de la segunda parte, y toc su turno al clown, antes de la pantomima con que terminaba la funcin. Sali Richard al circo, que estaba casi lleno, con el lgubre aspecto de siempre, y salud al pblico que le aplauda, en consideracin a sus recientes desgracias. Puso su gorro en el suelo y colocose en la postura que exiga su trabajo. Pasaban los minutos y el clown permaneca inmvil en la misma actitud. Aquello era maravilloso: Richard se exceda a s propio: algunos espectadores gritaron: Basta, basta!, pero el clown persista en aquella violenta posicin. Poco despus cay lentamente de costado y qued tendido en la arena. Viendo que no se levantaba ni se mova, acudieron a l M. Bontamp y otros que se hallaban en la puerta de la pista. Richard tena hinchadas las venas del cuello, y el rostro amoratado: estaba muerto. 1. Notas Diablo.