035 Boletín Histórico #042 - Año 1950

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R E P U

E S T A
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B L I C A O
DO MAYO
"SECCIN
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R E N T A L D E L
EN ERO DE 1950
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HISTORIA Y ARCHIVO",
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ART IGAS
MEDALLN ALEGRICO
Por Juan Manuel Ferrari
R E P B L I C A O R I E N T A L D E L U R U G U A Y
E S T A D O MA Y O R G E N E R A L DEL E J E R C I T O
"SECCIN HISTORIA Y ARCHIVO"
B O L E T N H I S T O R I C
No. 42
MONTEVIDEO
1950
N OT A D REDACCIN .
Con ste nmero se contina la serie de publicaciones dedicadas
a la exaltacin y homenaje de la figura y personalidad del General
JOS ART IGAS, al cumplirse el Centenario de su desaparicin.
La documentacin presente constituye un nuevo aporte indito
o poco conocido por la generalidad, al cual se le ha aplicado el crite-
rio de su divulgacin buscando su ubicacin histrica y su reproduc-
cin facsimilar reducida.
La Seccin "Historia y Archivo", se complace una vez ms en
significar a su autor, el Profesor Don Flavio A. Garca, su reconocido
agradecimiento a su prestigiosa y desinteresada colaboracin.
1 H A l 14
I) DEL XODO DEL PUEBLO ORIEN T AL.
a) VZQUEZ Y VALDEN EGRO.
b) EL "FSICO" DON PEDRO CON ILH.
II) LOS ORIGIN ALES DE LAS IN ST RUCCION ES Y CON O-
CIMIEN T OS DE ART IGAS A LARRAAGA.
III) DE LA MISIN GALVAN -BROWN .
IV) CIRCULAR DEL CABILDO GOBERN ADOR DE MON T E-
VIDEO AL DE CAN ELON ES.
V) EL PROSPECT O DEL "PERIDICO ORIEN T AL".
VI) MR. HALSEY, LOS CORSARIOS DE ART IGAS Y LECOR.
1} DE L XO DO DE L PUE B L O O R I E N T AL
"La compulsa de legajos del perodo de! xodo, nos sorprende
fcon detalles de la vida y.peripecias, grandezas y miserias del E jrcito
Oriental, en su marcha-custodia de miles de hombres que prefirie-
-ron el exilio entrerriano al entregamiento de la causa revolucionaria.
(
o) VZQUE Z Y VAL DE N E GR O
"Se acordaba con las lgrimas en los ojos de Bal-
denegro y Ventura Vzquez; deca que eran hombres
1
que hubiesen sido muy tiles al pas, si no hubiesen
sido ian venales o ambiciosos". Expresin atribuida
a Artigas por Ramn Cceres. (1)
"En primer'trrriino nos llama la atencin, una documentacin
muy dismil en importancia, referente a Ventura Vzquez y Eusebio
VdTdenegro, dos grandes oficiales de la "P atria Vieja' , que haban
sabido ganarse la confianza y estimacin de A rtigas, por su capaci-
'dad y correccin.
Ventura Vzquez, de intervencin hazaosa en los aconte-
cimientos militares desde las Invasiones B ritnicas, haba ganado
juntamente con el honor de ser citado por su valenta en el parte
;de la batalla de Las Piedras, el. grado de teniente coronel.
Siempre nos sorprendi que fuera uno de los primeros en
'Ceder a los halagos y promesas de Sarratea, cuando ste jefe porteo
'se propuso desbaratar la organizacin impuesta por el Jefe O riental
-al Ejrcito del A yu, desertando de la plana mayor del mismo. (2)
Los viejos papeles nos permiten ahora admitir ms fcilmen-
te, el cambio de frente de Ventura Vzquez. Entre los que destina-
f
(l) MUSEO MIT RE. "Contribucin Documental para la Historia del Ro
.de.la Plata". B.. Aires, 1913. Memorias de don Ramn Cceres. T . V., p. 265.
5
mos para la exhumacin, se encuentra un oficio militar autgrafo
de A rtigas, dirigido a las autoridades militares de Buenos A ires, cont
su correspondiente resolucin, que se refiere a cierta actitud de:
aquel militar. (Documento A )
Vzquez haba sido enviado especialmente a la capital por-
tea llevando la solicitud de A rtigas para que sus autoridades coo-
peraran materialmente con las necesidades del Ejrcito y del Pueblo
O riental, en su decisin del xodo. A quellas contribuyeron pecunia-
riamente con veinte mil pesos, cuya conduccin fue confiada al
mismo oficial. A l hacer entrega del mencionado socorro, Ventura
Vzquez reclam ante A rtigas el uno y medio por ciento en calidad-
de comisin. Nuestro Jefe efectu el pago de los trescientos pesos,.
importe exigido por tal concepto "con la mayor repugnancia por
que el grande objeto de aquel socorro me haca doloroso el menor
cercn", al mismo tiempo que dio cuenta a sus superiores jerrquicos:
porteos, de todo lo actuado.
Segn lo solicitaba A rtigas, "para remediarlo y que me sirva
1
de regla en lo sucesivo", el superior orden la devolucin del i m-
porte de la comisin, que Vzquez no debi ni pudo exigir "sin-
abandono de su honor y sus deberes".
Esta resolucin debi haberse cumplido a tenor de la inves-
tidura militar de sus protagonistas, afectando sensiblemente al inte-
resado y predisponindolo, segn nuestro criterio, contra A rtigas.
En tales circunstancias, no debe haber sido difcil a Sarratea, pri var
al Ejrcito O riental, de uno de sus ms capacitados conductores.
Otro oficio militar, igualmente autgrafo del Jefe O riental,
se refiere al casamiento "n extremis" de Eusebio Valdenegro con*
doa A ntonia de A rce. (Documento B). Este oficial artiguista, igual-
mente citado en el parte oficial de Las Piedras en su calidad de
A yudante Mayor de A rtigas, fue, junto con Hidalgo y A racho, uno
de los ms populares vates de la "P atria Vi ej a".
"E n el ltimo extremo de la vi da" del mencionado oficial,.
en presencia del Jefe O riental solicit el permiso correspondiente.
Este lo concedi y dispuso que la ceremonia fuera realizada por el
capelln interino fray Julin Faramin. De acuerdo a las prcticas
de la poca, comunic a sus superiores el permiso otorgado. A l pie
del oficio "reservado", consta la resolucin y respuesta consiguiente
(tambin reservada), aprobando en la situacin excepcional de Val -
denegro, el matrimonio "i n extremis".
, g ___
Eusebio Valdenegro sobrevivi largamente a este episodio.
iFu al igual que Vzquez, de los hombres que, atrados por la ac-
cin de Sarratea, ingresaron al crculo militar porteo, y cuya deser-
cin A rtigas tanto lamentara. En 1815, estuvo entre los principales
jefes del Motn de Fontezuelas.
i
A
E x.mo Gob.o S up. Porv.l de los Provincias del R o de la Plata a
nombre del S r. D. F. 7.
Ex.mo Sr.
Por un olvido natural no hava h.ta participado V. E. el
reclamo en el uno y medio p.r ciento hecho p.r el Sr. Th.e coronel
-D. Vent.a Vzquez p.r la conduccin de los veinte mil pesos con q.e
V.e se dign socorrer este exercito, y de la q.e el era encargado. Y o
le hize percibir el ,todo en lo q.e reclamaba p.o s.mpre con la mayor
.repugn.a p.r q.e el grande objeto de aquel socorro me haca doloroso
.e! menor cercn, y no poda persuadirme deviese ser extrahdo de l
,el expresado uno y medio p.r ciento. Yo lo comunico as S. E. p.a
iq.e tenga la dignacin de deliberar sobre e! particular p.a remediar-
.lo y q.e me sirva de regla en lo succesivo.
Dios gue. o V. E. m.s a.s Quart.l G.ral en el Salto chico,
costa del Uruguay 19 A bril 1812.
Ex.mo Sr. Jos Artigas
i<Ms. O. 4 Js. .1 .ms.-
Salto Chico .y A bril 19 de 1812.
El G.ral Dn Jos A rtigas
Hace presente el reclamo de uno y medio por ciento hecho
por el Teniente Coronel D. Ventura Vzquez por la conduccin de
los veinte ^mil pesos con que V. E. socorri aquel Ex.to; que le hizo
percivir el todo de lo que reclamaba p.o siempre con la mayor re-
pugnan.a.por no cercenar aq.el socorro; por lo qual lo hace presente
a V. E. pa. q.e delibere sobre el particular, se remedie y le sirva de
regla para lo succesivo.
7
CONTSTESE: q.e le extraa con
1
escndalo el pTOcedim.to;
del Ten.te Coronel Dn Ventura Vzquez, que devuelva ihmedia-
tam.te el importe de la Comisin q.e no pudo exigir sin abandono de
su honor y de sus deveres; y q.e se. le aperciba muy seriam.te p.r el
G.ral q.n se reencarga la economa, dlos intereses del Estado ert.
tan urg.te situacin. - .
(1 f. ms. en un cuarto)
A. G. N . A. B. Aires. Sala X, Cuerpo 6, Anaquel. 4; N . 3:
E xc.mo Gob.o S up.r Prov. de los Prov.s Unidas del R o de I d Plata ;
nombre del S r. F. 7.
(Reservado).
Ex.mo Sr.
Puesto en el ult.o extremo de la vida e mayor g.ral de este*
x.to capitn d. Eus. Baldenegro, y obligado, p.r elecc.n suya en caso
de conciencia desposarse con d.a A nt.a d A rce y hallndose a!
mismo tim.po p.r un efecto de su enfermedad, imposibilitado de es-
cribir, me hizo pres.te esta su resolucin p.r medi del capelln inte-
rino de este ex.to p. fr. Julin Faramn, suplicndome le diese p.a
efectuarlo mi permiso, no siendo en man.a alg.a posible aguardar el
debido de V. E. Y o, con considerac.n la fatalidad de su estado, y
las circunst.as q.e se unan el, vine en concedrsela, y elevarlo
!a not.a de V. E. esperando tendr la dignac.n de aprovarle en vista
de la gran necesidad-q. me oblig ello.
Dios gue. V. E. m.s a.s. Quartel General en el Salto chi -
co, costa occ.l del Uruguay. 1. mover T812.
Exc.mo Sr. .
Jos Artigas
(Ms. O. 4. f. 2 ms.)
(R eservado)
En consideracin a los razones q.e V. S. expone, en su oficio-
del 1. del corriente, relativo a haber dado permiso al mayor G.ral"
de ese Exercito D.n Eusevio Baldenegro, p.a q: pudiese desposarse;
S
con D.a A ntonia de A rce, ha venido el Gob.no en aprobarlo* y en su
consequencia me ordena lo avise V. S. previnindole remita el ex-
pediente original instruido segn ordenanza p.a los efectos corres-
pond.tes.
Dios gue. V.a Mayo 20 1812.
A I G.ral D.n JOS DE A R T IG A S.
(Ms. borrador o copia, 1 f. En el auto consta, adems la resolucin)
A. G. N . A. B. Aires. Sala X, C. 6, A. 4, N . 3.
b) E L "F S I C O " DO N PE DR O C O N I L H
"...teniendo por ol ra parl e l a debida considera-
cin al mrito y conocimientos de don Pedro Conil h..."
Los ejrcitos de la "P atria Vi ej a", dentro de los Cuadros de
su bisoa e inexperiente integracin de las primeras horas, tuvieron
que apelar a incorporar a sus filas hombres que asumieran la jefatu-
ra del cuerpo mdico de sus diversas divisiones.
En su mayora fueron personas improvisadas para actuar en
los campos de batalla; sangradores, cirujanos prcticos, boticarios y
algunos mdicos titulados, llevados al desempeo de esas funciones
por su actuacin en las principales poblaciones del interior de la
Banda O riental o en los alrededores de Montevideo, supieron adap-
tarse a la nueva forma de remediar el dolor humano de quienes lu-
chaban por la revolucin.
Menos de una docena de sus nombres ha sido salvada del
olvido y consta un tanto perdida y sin la significacin que merece,
dentro de la papelera de la poca; Gonzlez, Santiestevan, Spiel-
man, Savorido, C onilh, Vedia, Selva, A lem, Velarde, Henestrosa y
Martnez.
Casi todos ellos nacieron en tierras del viejo continente: Es-
paa, Francia, A lemania. De los nombrados, apenas si el ltimo era
oriental, el fernandino Francisco Martnez.
El primero en el tiempo, fue el boticario de Mercedes don
Gaspar Gonzlez, que se sum a las fuerzas de Ramn Fernndez,
desde el G rito de Asencio. (2) En otra jerarqua y con diferencia de
das, aparecen los cirujanos Jos Santiestevan, que estuvo en la ba-
t) Referencia verbal proporcionada por el Dr. R. Schiaffino.
9
talla de Las Piedras y C ornelio Spielman, que acompa a A rtigas en
todas sus campaas y que, hasta su muerte (ya mediado el siglo),
continu desempeando idntico cometido, y revistando en cuadros
militares. (2) Los dems que hemos mencionado estuvieron adscritos
a las divisiones de Rondeau, Rivera, Torgus, etc. (3)
El azar nos ha proporcionado algunos nuevos datos acerca de
don Pedro Conilh en la poca del xodo del Pueblo O riental.
De origen francs, desempe sus funciones de boticario en
le zona de Canelones. Segn referencias del propio A rtigas que ad-
juntamos en forma documental, tambin sirvi en el bando revolu-
cionario desde los comienzos, habiendo brindado sus servicios en todo
el primer sitio de Montevideo y en la vanguardia del xodo, honora-
riamente. Por esas circunstancias en "consideracin al mrito y co-
nocimientos de don Pedro C onilh", lo propuso en calidad de ciru-
jano del Cuerpo de Blandengues de su mando. Y las autoridades mi -
litares de Buenos A ires confirmaron de inmediato la propuesta y
designaron al "benemrito fsico" en esa calidad, asignndole el
modesto sueldo de ordenanza.
Gov.no S up. Provts. de los Provincias Unidas del R o de la Plata
Ex.mo Seor
Necesitando el Ex.to de mi mando de facultatibos de medi-
cina y ciruja, y teniendo por otra parte la devida considerac.n al
mrito y conocimiento de d. Pedro C onilh q.e sirvi en todo el sitio
de Montev.o y despus de l se dedic al servicio de las armas en
fa divicin de Vanguardia sin sueldo alg.o donde exerca tambin su
facultad en los casos precisos; he credo necesario nombrarle de ci -
rujano del cuerpo de Blandeng.s de mi mando, teniendo la honra de
proponerlo as a V. E. p.a q.e se sirva expedirle el correspond.te~
titulo.
Dios gue. V. E. m.s a.s. Quartel Gne.l en el Salto Chico
O ccid. del U ruguay. . A b.11812.
Ex.mo Seor.
Jos Artigas
<Ms. O . 4 fs. 1 ms.)
(2) Expediente en el Archivo del Estado Mayor General del Ejrcito.
' (3) Informacin en el Archivo del Eslado Mayor General del Ejrcito,- reco-
pilada por el T . C. O. Antnez de Olivera; adjunta un discurso del ge-
neral Laonne Gmez.
10
Al G.ral D.n Jos Artigas
Ha sido de la aprovacin de este Gob.no el nombram.to.q.e
segn oficio de V. S. de 1. del Pres.te ha hecho de C irujano del C.po
de Blandengues orientales en la persona del benemrito fsico D.n
Pedro C ornilh; cuyo Despacho recibir V. S. a correo. . ., respecto
q.e en la ocasin pres.te no puede dirigrsele en los trminos co-
rresp.tes; lo q.e por disposicin de esta Sup.d comunico a V. S. p.a
su conocim.to como el de que se le ha expedido con el sueldo de
ordenanza.
Diosg.e V. A b.l 20/ 812.
(Borrador o copia, al pie del anterior)
T
A. G. N . B. Aires. Sala X C. 6. A. 4 N ." 3.
11
I I ) L O S O R I GI N AL E S DE L AS I N S T R UC C I O N E S Y C O N O C I MI E N -
T O S DE AR T I GAS A L AR R AAGA. (1813)
"Esa provincia pelea contra el despotismo... Sera
muy ridiculo que no mirando ahora por si, prodigase
su sangre al frente de Montevideo, y maana ofreciere
a oiro nuevo cetro de fierro el laurel mismo que va a
lomar de sobre sus murallas. La Provincia Oriental
no pelea por el restablecimiento de la tirana en
Buenos Aires".
En el Congreso de A bril de 1813, concretaron los orientales,
a !a par que el sentimiento de la O rientadad (gestado e incremen-
tado en las peripecias de! xodo al A yu), su clara posicin emana-
pista y las directivas polticas que, a su entender, promoveran la
_
unin nacional.
Sus diputados a la Asamblea General Constituyente de Bue-
nos A ires, fueron portadores de las Instrucciones, en las cuales se
expresaba sinttica y difanamente su anhelo autonmico en lo i n-
terior y emancipista frente a la madre patria.
Sin embargo sus nuevos planes de confederacin o federa-
cin (1) que tantas simpatas y adhesiones iban a ir conquistando
paulatinamente entre todas los provincias se veran postergados.
A legando defectos de eleccin sus diputados fueron rechazados. (2)
A rtigas agot recursos y esfuerzos por un entendimiento con
(1) PET IT MUOZ E. "Los documentos bsicos de la poltica axtiguisra".
C. D. P. Esc. N ros. 30-31, Montevideo, 1947.
REYES ABADIE, BBUSCHERA y MELOGN O. "Curso de H. N acional
y Americana". T . I. cap. II, ap. C, y T . II.. cap. III. Montevideo.
(2) GON ZLEZ AHIOST O. "Las primeras frmulas Constitucionales en
' los pases del Plata". Montevideo. 1941, Cap. V.
REYES ABADIE. BRUSCHERA y MELOGN O op. rfi.
"ACEVEDO EDUARDO. "Jos Artigas". Montevideo, 1933, cap. VIL
12
13
el Gobierno bonaerense y la A samblea, en pro de la unin nacional,
que encomen'd ai diputado Pr. Dmaso L arraaga. (3)
En esta "E spiga" exhumamos dos de los documentos princi-
pales a travs de cuya lectura se puede seguir claramente el proceso
de las reclamaciones artiguistas, fa exposicin de los agravios, y la
Jnvariable firmeza que caracteriza la ideologa de nuestro procer
en torno a la Revolucin y al "sistema" poltico. (4)
Se trata de dos piezas originales y autgrafas de A rtigas,
obtenidas en el A rchivo General de la N acin A rgentina de Buenos
.A ires (5); las "Instrucciones" y los "C onocimientos" otorgados por
aquel al destacado religioso Pr. L arraaga, para el cumplimiento de
.sus gestiones, que, igualmente, se ofrecen en reproduccin fac-
- similar, (6)
(3) MIRAN DA HCT OR. "Las Instrucciones del Ao XIII". Montevideo
1913.
BLAN CO ACEVEDO PABLO. . "El Federalismo de Atligas y la Inde-
pendencia N acional". Montevideo, 1939, cap. II.
BAUZA FRAN CISCO. "H. de la Dominacin Espaola en el Uruguay"
Montevideo. 1929, T . III, lib. IV.
(4) A. G: N . A. Buenos Aires, Divisin N acional, Seccin Gobierno, Banda
Oriental, Sitio de Montevideo y Guerra contra los Portugueses, 1811-13.
etctera. X-l-5-12, Fots. 5300-01-02. Contiene adems, otros documen-
tos importantsimos, relacionados con la misin y su poca.
-(5) Esta versin original ha sido divulgada por Emilio RAVIGN AN I en
"Asambleas Constituyentes Argentinas", T . VI, 2.a p., ps. 595-598 (1939)
-(6) En nuestro medio se ha divulgado la versin en copia, existente actual-
mente en el Archivo General de la N acin.
FREGEIRO C. L. "Artigas. Documentos justificativos". Montevideo.
1886, adems de toda una serie documental sobre el rechazo de los di-
putados. T iene alguna diferencia con los originales, de relativa entidad-
MIN IST ERIO DE RELACION ES EXT ERIORES. "La Diplomacia de
la Patria Vieja", compilacin y advertencia de Juan E. PIVEL DEVOT O
T RODOLFO FON SECA MUSOZ. Montevideo. 1943, ps. 107-121. Ofrece
adems otros documentos, referentes a la delegacin de Larraaga. Las
"Instrucciones" y "Conocimientos", se toman del A. G. de la N . Fondo
.Documental ex "Archivo y Museo Histrico N acional". Caja 10, Carpeta
.1813, Correspondencia de D. Jos Artigas, Montevideo, Copia de poca.
14
* . A N A ^ ^ ^ f c ^ *&**,*&?**'''
- ^..JS. " i i . . J , "-*V' *******
4
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> *- -
Fgcsmil del original de los "C onocimientos" de A rtigas a L arraaga. (29 uni 1813)
A
I N S T R UC C I O N E S p.o el ciudadono L arraaga en su nieva comisin
delonte del gobierno de las Prov.as Unidas del R o de la Plata
Se dirijir al gobierno executivo de las Provincias unidas del Ro
- de la plata, y aun, si fuera oportuno, su asamblea constituyente, y
' l e orientar de las reclamaciones de esta banda en la forma q.e
^guste, arreglndose en todo caso los conocim.tos papel n. 2.
Preguntar al gob.o q.e q.e es lo q.e exige de nosotros que,
p.r Dios, entre garantir la unin que la continuacin de estos
-pasos no har mas q.e atrasar los progresos del sistema, sin q.e el
llegue consolidar sus planes que est muy seguro q.e sean ellos
quales fueren, nosotros sabremos eludirlos , que todas las medidas
. estn al efecto tomadas, y solo resta la execucin.
Le asegurar q.e jams podr llenarse la idea de levantar el
sitio, y q.e crea firmemente q.e no d paso alguno q.e no conozcan
* los orientales el fin q.e se dirige.
Dadas al fr.te de Mont.o 29 das del mes de junio ano
1813.
Ite. . Har presente, con oportunidad, q.e se le han fxado
tres das p.a la evacuacin del negocio.
En unin con los dems s.res diputados, determinar el mo-
do, en q.e durante ese perodo, inmediatam.te despus, podr di -
rigir esta banda sus noticias sobre el particular, con prontitud y
-seguridad.
F.ha ut supra.
Jos Artigas
(Ms. O. 4 f., 1 ms. Hay duplicado)
B
C O N O C I MI E N T O S po. el ciud.o L arraaga, de donde debe partir en
su nueva comisin delante del gob.o de las pr.as Un.s del R . dla P.
La revolucin de la Banda O riental fue s.mpre acompaada
de incidentes, q.e empeando sus sospechas, la han obligado bus-
- car garantas, aun p.a asuntos nada questionables; cuya circunst.a
16
servir al s.r diputado Larraaga p.a decifrar ag.os incidentes de q.e
pueda hacrsele mencin.
E sta prova. ha tenido noticias muy positivas q.e el gob. de
Buenos-ay.s levanta tropas con el fin precisam.te de emplearlas en
garantir sus proyectos sobre ella. T al vez podan designarse pretex-
tos pa. no estar esta siniestra intencin; p.o el silencio misterioso
del d.ho gob.o en or.n las pretensiones de esta prov.a El hecho de
haver otorgado el pasaporte al ciudadano encargado de ellas, sin
haverlas allanado. El desprecio inferido a su gob.o econmico p.r
la asamblea constituyente, en no haver contextado su 1 .a nica
comunicacin del 8 de mayo. El hecho de haverse negado la in-
corporacin sus diputados, manifiesto mas su plan p.r la impostu-
ra en q.e garanti la negativa el desprecio con q.e se mira los
adictos este sistema; la proteccin q.e se dispensa a sus opuestos;
la dignidad y decoro con q.e se mira los expulsos, y sobretodo, los
hechos escandalosos de quintana sobre el Salto y los de Planes en
Miriay y Mandisovi, inclinan al concepto, y quitan toda duda .p.a
creer q.e la fermentacin de Entre-rios, y el acantonam.to en la
costa occ.l de U rug. y en las del Paran, son un proyecto particular
sobre la oriental. Esta prov.a havria continuado en su moderacin,
si le huviese sido posible conciliar su sufrm.to con las atenciones
generales; pero en la necesidad de combinar sus medidas, calculan-
do sus recursos p.r sus proporciones, enlaces y relaciones, cree im-
prescindible fixar su seguridad; y sin desentenderse de sus afanes
p.r la causa general, / / se cree obligada partir sus atenciones p.r el
doble objeto q.e se le hace tener. Y sin embargo de q.e la situacin
actual de los negocios g.rales, exige anhelos decididos, como el gob.o
de Bu.s a.s se aprovecha de su moderacin p.a garantir sus maqui-
naciones, ella teme q.e sus esfuerzos, sean despus infructuosos, ha-
biendo dejado el t.mpo bastante ai d.ho gob.o p.a concluir sus pa*
nes, y ponerse en estado de sufocar qualq.r oposicin, y aun de evi-
tarla. El ciud.o Larraaga tendr presentes estas observaciones en
la intelig.a de q.e o q.e se desea es q.e el gob.o de Buenos-ay.s
sepa q.e a provincia lo sabe, y q.e.si el no muda de conducta -no
extrae tampoco ver realizado algo q.e ponga esta prov.a cubier-
to de sus invectivas Esta prov.a pelea contra el despotismo; si
sus procelitos se han multiplicado, ella.no es menos libre. Sera
muy ridculo q.e no mirando ahora p.r s, prodigase su sangre al fr.te
de Mont.o, y maana ofreciese otro nuevo cetro de fierro el laurel
* '
. 17
mismo q.e va tomar de sobre sus murallas La prov.a O riental
no pelea p.r el restablecimiento de la tirana en Buenos ayres.
Campo del.te de Mont.o 29 de junio de 1813.
Jos Artigas
(Ms. O. 4 f. 2 ms.) *
18
I I I ) DE L A MI S I N GAL VAN - B R O WN
". . . Carlos Alvear me promete con f.ha 17 del corr.e-
remitir cerca de mi persona al Coron.1 D.n Elias Gal-
ban y el Comand.te de la Ezquadra Mariiima el Co-
ron.l Broun p.a transar nuestras diferencias Polticas,
no dudo harn aparecer el da grande de n.lra seguri-
dad 7 felicidad. Mientras continuarn mis exfuerzas
h.ia no ver garantida en los hechos la pblica confian-
za". (1)
A menos de un siglo del libelo de Cavia (2), patrn y modelo
de todos los historiadores antiartiguistas por inercia, tradicin ge-
neralmente familiar o de grupo, o patrioteroprovncialismo la ce-
lebracin del centenario de las Instrucciones del A o XIII fue acom-
paada de la aparicin de la "Historia de A lvear", producto del m-
probo trabajo y de la pluma apasionada de don Gregorio F. Rodrguez
La obra, destinada segn su autor al estudio de la biografa
de Carlos Mara de A lvear, sorprendi en verdad por la desviacin
notoria de su tema y la desproporcin entre el nmero de pginas de-
1) ARCHIVO GEN ERAL DE LA N ACIN . "Correspondencia del General
Artigas al Cabildo de Montevideo". 1940, p. 200 - 201, Paran. 25 marzo
1815.
2) "EL PROT ECT OR N OMIN AL DE LOS PUEBLOS LIBRES, D. JOS
ART IGAS". An cuando de carcter annimo, pronto trascendi su
autor. ARCHIVO GEN ERAL DE LA N ACIN , B. Aires. "Acuerdos
del Extinguido Cabildo", Serie IV, T . VIII. Aos 1818 -1819", B. Aires,
1931, p. 30. "Sesin del 25 de febrero de 1818. Foja 71 vuelta del l ibro
original". ". . . Despus de leda la anterior acta, acordaron los SS. se
paguen por T esorera con Intervencin de la Contadura cien pesos a
Dn, Pedro Feliciano de Cavia por cien Exemplares que se le compraron
de l a obra intitulada el prot ect or nominal de los pueblos libres Dn. Jos
Artigas". Firman los ocho regidores asistentes y el Sindico.
_ jo _
dcado al personaje, y al anlisis siempre crtico-acusador, despiada-
do e irracional de la figura de A rtigas. Nos recuerda a esos polticos
que, convencidos de la incapacidad o impopularidad de sus candi-
datcfs (o de la suya propia), se creen obligados en sus afanes propa-
gandistas a atacar ciega e injustamente al adversario ocasional..
Los aos fueron restndole seriedad e importancia (salvo en
el aspecto documental), y en la historiografa rioplatense se la sea-
l como un ejemplo de pasin y parcialidad. La indetenible reivindi-
cacin de A rtigas la fue dejando completamente de lado y hoy slo
se la considera como uno de los tantos injustos testimonios de su es-
tril saga. 3)
A principios de 1815, tras la renuncia de su to Posadas,
A lvear asumi el mando del Directorio en crticas circunstancias. El
malestar y los levantamientos provinciales conjurados por su petu-
lancia y ambicin, la postergacin y el vejamen de calificados mi l i -
tares de la revolucin; el encumbramiento de los hombres de su
crculo; todo precipitaba su derrumbe. A rtigas fue el adalid del mo-
vimiento revolucionario provincial que lo abati; su prestigio aun
la casi unanimidad de opiniones adversas al Director; los triunfos de
Colodrero y Guayabos hicieron surgir la Liga Federal bajo sus impul-
sos de "A uxi l i ador" y "P rotector". (4)
A nte la inminencia de "su derrota, en su impotencia, A lvear
busc un acuerdo con A rtigas, tomando como pretexto la expedicin
espaola de reconquista. Design al efecto, al coronel Elias G lvn
(2 marzo) y luego acept el ofrecimiento de Brown para intervenir
en esas gestiones (15 marzo 1815).
La Misin Galvn-Brown no pudo cumplir su cometido. N i n-
guno de sus integrantes se entrevist con A rtigas, seguramente en
razn de los acontecimientos que precipitaron la cada de A lvear y
la preparacin de la trama que habra de postergar las aspiraciones
federalistas provinciales, copando el movimiento revolucionario en
el Motn de Fontezuelas. (5)
Sin embargo'el historiador de A lvear describe en su publica-
cin (6) dos misiones; la primera a cargo de Galvn y la.segunda a
3) BARBAGELAT A L. "Art igas ant es ' de 1810" 2.a edicin, 1945, prl ogo
de Fel ipe Ferreiro, p. 11. t t ul o del Cap. I: "La Saga Art iguist a". Acer-
t ada comparacin con la denominacin de las l eyendas escandinavas.
4) GARCA F. A. "Una H. de los Orient al es. . . ", 4.a ed. 1950.
5) PEREDA S. "Art igas", T . I I I , ps. 434 - 440.
6) RODRGUEZ G. "H. de AWear", 1913, T . II, ps, 450 y sig.
20
icargo de Brown; ambos habran fracasado a su criterio, ante la i n-
transigencia del ensoberbecido caudillo de los Orientales. El error de
.Rodrguez se debe a su desconocimiento ele los materiales que actual-
.mente tenemos a nuestra disposicin; por otra parte, se preocup
exageradamente en rodear de una literatura de ocasin, la exhuma-
ci n de las Instrucciones conferidas a ambos emisarios por A lvear,
que no pudieron cumplir. (7)
Recientemente se han demostrado las fantasas del autor,
.acerca del "rechazo de las sensatas" proposiciones de A lvear, que
Je "f ueran" presentadas por intermedio de Galvn. En la "Sumaria
C ri mi nal " de 1815, el propio comisionado, al ser juzgado en esa
.emergencia con otros acusados del rgimen alvearista, confes no
haberse encontrado con A rtigas. (8)
.Por,nuestra parte como ya nos ha tocado hacerlo en otras
.oportunidades (9) nos corresponde tambin sealar una posible
.nueva rectificacin. Segn el testimonio del Sargento Mayor,Jos
Gabriel de la Oyuela, "el General de Mar B rown" tampoco concurri
"al punto de la residencia de A rti gas". As lo afirma en su pedido
<de reposicin del cargo que debi dejar al acompaar en su proyec-
vtado y no.realizado cometido al clebre marino del Ro de la P lata,
xomo se desprende de la documentacin que se transcribe.
77) ASAMBLEAS CON ST IT UYEN T ES ARGEN T IN AS, T . VL, 2. parte, 193.
ps. 93 - 95. '
8) N ARAN CIO E. "Contribucin documental para la historia de Artigas
y el movimiento de Abril de 1815", en "Anales de la UniT ersidad", entre-
ga N EO. 164. 1949. ps. 130 - 131 - 143 - 186 -188.
i9) GARCA F. A. "Espigas de la Patria Vieja". En iorno a la Peregri-
nacin .al Ayu" p. 4 y reproduccin facsimilar. "Boletn Histrico del
EL M. G. del Ejrcito". Suplemento al N . 40, 1949. Diario "El Da", IB
:feb. 1945. Boletn de la Asociacin de Profesores de Enseanza Secun-
ia y Preparatoria del Uruguay. N.** 16, mayo de 1945, etc.
21
GUERRA 1815.
Buenos A yres, May 12 de 1815. ^
El Sarg.to m.r del N. 10 D. Jos Gabriel de fa Oyuela.
Que el 14 de Marzo ltimo se le orden acompaase al G.raO
de Mar Brown q.e deba pasar la Vanda O r.l a tratar con d. Jos-
A rtigas; que el suplc.te pidi q.e concluida la Comisin se le diese?
licencia por el ter.o de ur mes p.a pasar Mont.o dilig,s propias,,
y se le concedi verbalm.te
Que como d.ho G.ral Brown no huvese marchado al punto-
de la resid.a de A rtigas, de convenio con aquel, parti desde la C olo-
nia a la Plaza conduciendo comunic.s importantes cuya context.n.
debi dirigir esta Cap. Brown, no pudiendo personalm.te pasar
a ella mientras no se lograse la deposicin del Director Supremo, co-
mo todo podr acreditar el mismo Brown. Que concluido felism.te-
este grande negocio, ha regresado / / con los pliegos del C avildo y*
Gov.no de aquella Plaza, los q.e entreg en cumplim.to de su C omi -
sin y haviendose presentado al desempeo de las funciones de su
Empleo en el Reg.to de que depnde, halla que este se halla encargado-
internam.te al T .nte Cor.I G.do D. Silvestre A lvarez; pide su reposi-
cin por ser de justicia. Mayo 13.
Pase al G.ral en Xefe a quien presentara los documentos q~
justifiquen su exposicin.
Mayo 24.
o
El G.ral Soler Dice, que p.r los documentos que acompaa el
sup.te informe de la Inspeccin, deve ser repuesto en ei Empleo de-
Sarg.to m.or del B atall.n N. 10 quedando el sostituto D. Silvestre-
A lvarez agregado nterin se le proporciona colocac.n
Mayo 31.
Hallndose provisto su empleo de Sarg.to Mayor del Reg.mto-
n. 10 continu en l en clase de agregado, tomndose razn en el
G.ral de cuentas y cajas del Estado.
A. G. N. A. B. Aires. Guerra - 1815 - Mayo" Sala X - C. 8 - A. 5. N . 3=
(Ms. 4 fojas, 3 ms.)
22
I V) C I R C UL AR DE L C AB I L DO GO B E R N ADO R DE MO N T E VI DE O
AL DE C AN E L O N E S
.ACERCA DEL "R E G L A ME N T O PROVISORIO DE L A P R O VIN C IA
O R IE N T A L PARA EL FOMENTO DE SU C A MP A A Y SEGURIDAD
DE SUS HACENDADOS (1815)
I) ". . . debe conminarlos (a los hacendados) con la
pena de que sus terrenos sern depositados en
brazos iiles. que con su labor fomenten la po-
blacin, 7 con ella la prosperidad del pas".
ART IGAS al Cabildo de Montevideo. 4 Agosto
1815.
II) ". . . l os ms infelices sern los ms privilegiados.
Del Art. 6. del Reglamento.
III) ". . .el aumento de poblacin... es el principio de
todos los bienes". ART IGAS al Cabildo de
Montevideo. (22 junio 1816).
Slo en el ""A o VI de nuestra R egeneracin", (1) despus
de jornadas lamentables en las cuales debieron enfrentar en forma
armada a contrarrevolucionarios, vecinos colonialistas ambiciosos de
fantsticas demarcaciones naturales y todava, a hermanos de la
otra Banda riberea, pudieron los Orientales gobernarse por s so-
los, por vez primera, sin las trabas espirituales de una dominacin
extraa.
A nte l arrasamiento y la destruccin de la guerra incruenta,
^esbozaron optimistamente los grandes planes de la reconstruccin
1) A. G. N . A. B. Aires S. VII - 2- 4- 12. Encabezamiento de la correspon-
dencia de la poca.
_ 23
provincia!. Y bajo la inspiracin democrtica y progresista, d A r ti -
gas, fueron obviando todos los aspectos fundamentales^ y an tuvie-
ron tiempo.para cumplir y superar el ideario revolucionario, con ideas
y realizaciones de justicia social y cultural.
La despoblacin y la miseria del interior de la Provincia, me-
recieron su especial atencin. (2) Siguiendo el pensamiento del C au-
dillo O riental, y contando con la intervencin de los Cabildos, que
menudearon el envo de sus delegados a P urificacin, sede del Cuar-
tel General artiguista, fueron tratando de valorizar y reestructurar
el panorama campesino, en equitativa contemplacin de los intereses.
de todos los integrantes de su sociedad.
As fue como surgi el "R eglamento Provisorio de lo P ro-
vincia O riental, para el fomento de su campaa y seguridad de sus.
hacendados", de fecha 10 de setiembre de 1815, glorioso antece-
dente agrario de reivindicaciones campesinas.de nuestra Patria Vie-
j a. (3).
En su redaccin, junto con su inspirador indudable, debieron'
tener intervencin preponderante los amanuenses que lo rodearon,
en esa hora, as como el hacendado Len Prez y el A lcalde Provin-
cial Juan de Len. Estos fueron enviados ante A rtigas por el C abil-
do Gobernador de Montevideo, previa reunin del Cuerpo de Hacen-
dados, para aunar el criterio de aquel rgano colegiado con el Jefe-
O riental, en relacin ai audaz planteamiento propuesto por ste. (4)
El Reglamento en s, compuesto de veintinueve artculos, pro-
curaba minuciosamente la justa ordenacin de la economa provin-
cial, formulando capitales principios de elevado carcter social.
La idea fundamental que lo anima es el reparto de tierras
a tos que tuvieran inters y necesidad en trabajar, ordenando su;
vida, y cooperando, a la par, a ,la normalizacin de las actividades,
campesinas y a la reintegracin y mejoramiento provincial.
Los terrenos a repartir entre los interesados, eran "todos-
2) ACEVEDO Eduardo. "Artigas", Montevideo. 1933, ps, 509 a 513.
3) DE MARA Isidoro. "Comprendi de la H. de la' R. O. del Uruguay",
Montevideo. 1893, T . III., ps. 97 a 111.
MAESO J. "El Grat Artigas y su poca", 1885", ps; 226-32.
4) A. G. de la N . "Acuerdos del Cabildo de Montevideo" 1934, Libros XI V
y XV. ps. 486 y 487, sesin del 4 agosto 1815.
"Correspondencia del General Jos Artigas al Cabildo de Montevideo' -
1940, p. 28 y 257. 10 setiembre 1815.
PEREDA S. "Artigas". 1930, T - IV, ps. 514-34.
24

' , ' ' - , . 1 / V. *4vrMt - ' '


' i * '
1 / *
/
:
Pgina primera de la "C ircular" pasada por el Cabildo Go-
bernador de Montevideo al de Canelones, acerca del "R egla-
mento P rovisorio" de setiembre de 1815.
25
aquellos de emigrados, malos europeos y peores americanos que
hasta la fecha no se hallen indultados por el Jefe de ia Provincia
para poseer sus antiguas propiedades" (art. 12). A simismo se esta-
bleca la disponibilidad de otras tierras y se contemplaba la situa-
cin de los perjudicados casados y sus descendientes.
Bastante antes de la cristalizacin del articulado del Reglamento, Artigas
haba comenzado a poner en prctica la valorizacin de la campaa obligando
a los hacendados a poblar y fomentar sus estancias, y su poltica de "brazos
tiles", segn su feliz expresin (5)
As, adems de las tierras vacantes, se debi contar con las de extran-
jeros y americanos que se hubjesen ausentado, sin comparecer dentro de un
plazo de uno o dos meses respectivamente (6). T ambin haba instado Artigas
a los hacendados a que poblasen y arreglasen sus estancias en el plazo de dos
meses, bajo pena de que "sus terrenos sern depositados en brazos tiles, que
con su labor fomenten la poblacin, y con ella la prosperidad del pas". (7)
La autoridad principal en la distribucin agraria, era el A l -
calde Provmcial del C abildo' Gobernador de Montevideo, a! cual se
le confiri competencia de Juez y facultad para instituir tres sub-
tenientes de campaa.
El artculo 3. especificaba la jurisdiccin de los subtenientes: "uno de-
ber instituirse entre Uruguay, Ro N egro y Y, Otro desde Santa Luca hasta
la costa del mar, quedando el seor Alcalde Provincial con la jurisdiccin in-
mediata desde el Y hasta el Santa Luca".
En cuanto a los beneficiarios "los ms infelices sern los
ms privilegiados. En consecuencia, los negros libres, los zambos de
esta clase, los indios y los criollos pobres, todos podrn ser agracia-
dos con suerte de estancia, si con su trabajo y hombra de bien
propenden a su felicidad y la de la P rovincia" (art. 6.) "Sern
igualmente agraciadas las viudas pobres si tuvieran hijos. . . sern
preferidos los casados a los americanos solteros, y estos a cualquier
extranjero" (art. 7.).
Pero se fijaba la obligacin del beneficiado, de "formar un
rancho y dos corrales en el trmino preciso de dos meses, fos que
cumplidos, si se advirtiere omisin se le reconvendr para que lo
efecte en un mes ms, el cual cumplido, si se advierte la misma
negligencia, ser aquel terreno donado a otro vecino ms laborioso
y benfico a la provincia" {art. l ) Por otra, parte los agraciados
5) JESUAL DO. "Artigas". Montevideo. 1940. ps. 435 a 437.
6) A. G- N. "Correspondencia..." cit ps. 14 y 15 (Quartel de Paysand. 3
jul io 1815) y 241.
7) A. G. N. "Correspondencia..." cit. ps. 21 y 248. Paysand. 8 y 4 de
agosto, respectivamente.
26
Pgina final de la "C ircular
1
* autografiada por los capitula-
res montevideanos. (26 setiembre 1815)
27
"ni podrn enajenar ni. vender estas suertes de estancias, ni con-
traer sobre ello dbito alguno, bajo la pena de nulidad- . . " (art. 19)
A pesar de lo escueto de esta resea, se puede deducir la
magnitud de esta capital concepcin de equiparacin social y de-\
ordenamiento de la economa provincial de los orientadores de 1815.
Con razn el pensamiento esperanzado de su Jefe, le hizo decir a.
aquel C abildo Gobernado
1
?", al enterarlo de su concertacin: ".' . . De^
su,ejecucin pende la felicidad ulterior. Espero que V. E. propen-
der a que tenga exacto cumplimiento". (8)
Inspirndose en estas ideas, el C abildo de Canelones elabor-
un proyecto superior, por el que se creaba la primera Junta de
A gricultura del pas, (3) se estableca el "bien de fami l i a", se adop-
taban mtodos cientficos para la subdivisin de los ejidos, se dic-
taban normas agronmicas de cultivo, se ordenaba la corta y re-
posicin de bosques, se institua la plantacin obligatoria de rbo-
les, etc. (9)
Las autoridades correspondientes, comenzaron a poner en-
ejecucin las disposiciones reglamentarias. El C abildo Gobernador
de Montevideo, dirigi a los restantes Cabildos del interior, sus su-
bordinados jerrquicos, una circular, informndoles en lneas gene-
rales de las mismas y comunicndoles la autoridad y competencia
del A lcalde Provincial Don Juan de Len. (3)
Una de esas circulares, la correspondiente al Cabildo de Ca-
nelones, autografiada por varios capitulares montevideanos, encon-
trada en archivos bonaerenses, es la que ofrecemos en reproduc-
cin fascimilor.
La serie documental correspondiente a este "Reglamento-
P rovisorio" y su cumplimiento, es relativamente abundante y se
halla bastante dispersa en los oficios y comunicaciones de A rtigas,
y los Cabildos de la poca. (10) Entre sus piezas ms interesantes
se pueden sealar una, referente a la aplicacin de indgenas con
sus familias al trabajo de nuestros campos, del mismo A rtigas y e!
Edicto tfe Juan de Len, enterando a os pueblos de la zona merce-
daria de las principales disposiciones sobre lo distribucin de tierras.
8) A. G. N . "Correspondencia..." ci. ps. 28 y 257, 10 setiembre 1815,
9} MORN I. "Problemas de la Colonizacin en el Uruguay" Anales de-
la Universidad". 1S48.
10) VZQUEZ J. A. "Artigas el Poltico". En "Orientacin", Montevideo.
1348. N . 24. ps. 75 a 81.
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C opia del " E di cto" de Juan de L en, dando cumpl i mi ento al
'R eglamento P rovisorio" de 1815. (14 enero 1816)
Este justiciero intento agrario artiguista, tuvo muy corta
vida. Se vio lamentablemente interrumpido y abandonado en razn
'de la segunda invasin portuguesa del siglo XIX, que, derrotando
<a las fuerzas orientales, rjipuso la dominacin lusitana.
A
C ircular.
Empeado el ardiente zelo del Xefe de la Provincia en pro-
-mover por medio de acertadas providencias el fomento y prosperi-
dad dla Campaa, baxo el principio de ser esta el manantial de!a
.riqueza del pas; ha acordado al intento un reglamen.to provisorio,
datado en 10 del corriente, enq. e se establecen las Leyes q. e deben
dirigir esta ardua e importante obra. El primer artculo al S.or A l -
calde Provincial D. Juan de Len, adems-de sus facultades O rdi-
narias, p.a distribuir los terrenos, y velar sobre la tranquilidad del
vecindario, nombrndole Juez inmediato en todo el orden de aque-
.lla instruccin con sugecin este Ilustre Cabildo Gobernador en
los casos q.e detalla ella misma. En consecuencia se ha credo in-
ospensable comunicar V. S, esta importante determinacin; para
>q. reconociendo, y haciendo reconocer en su respectiva jurisdiccin
al mencionado S.or A lcalde Provincial por Juez inmediato del arre-
glo dla C ampaa, se entienda q.e en 16 succesivo debern dirigrsele
todas las solicitudes relativas los obgetos de su Comisin, y a
los T henientes q.e tubiere- bien nombrar en los Departamentos.
Lo q.e se previene V. para su inteligencia y cumplimiento enla
parte q.e le toca.
Dios gue. V. S. m.s a.s / / Sala C apitular y Gobierno de
.Montevideo Septiembre 26 de 1815.
PABLO PREZ.
PASCUAL BLAN CO.
AN T OLIN REYN A.
FBAN .CO F. PLA.
RAMN DE LA PIEDRA.
JOS VIDAL.
JUAN MARA PREZ. ,
PEDRO M.a DE T AVEYRO. Secco
.A l lite C A B IL DO DE CANELONES.
A. G. N . A. B. Aires Fots. N s. 5319-5320. 4 fs. 2 ms. Original
30
B
Edicto
Dn. Juan de Len A lcalde Provincial y Juez mas inmediato al orden;,
arreglo y particin de terrenos en esta C ampaa:
Por quanto me tiene conferido por un reglamento provisorio*
el S.or G.ral de los Orientales, y protector de los Pueblos libres D.n-
Jos A rtigas, las amplias facultades de distribuir, y donar suertes-
de Estancias los que poco mucho han contribuido la defensa
de esta provincia del poder de los tiranos que la invadan; siendo-
repartibles estas de las que posean los que emigraron de esta banda,
malos Europeos, y peores A mericanos, y que hasta la f.ha no se
hallan indultados por el S.or Xefe para poseer sus antiguas propie-
dades: por tanto y fi n de cumplir exactamente con lo que se me
ordena, dando gusto los habitantes de esta Campaa, en las dis-
posiciones que trato de tomar sobre este particular; llamo todo*
aquel benemrito A mericano por infeliz que sea, negros libres, zam-
bos de esta clase, indios, y criollos pobres, y las viudas que tubie-
sen hijos, para que concurran dentro del trmino de 30 das con-
tados desde la publicacin deste edicto tomar suertes de Estan-
cias con el nmero de ganado que se pueda recolectar,.compuesta;
cada una de legua y media de frente, y dos de fondo, occurriendo
al efecto donde esigieren el terreno bien sea ante jj mi de los sub-
tenientes de Provincia que lo son D.n Reymundo Gonzlez por lo>
que respecta la jurisdiccin de entre el Uruguay y Ro Negro: D.n.
Len Prez de entre Ro Negro y Y : D.n Manuel Duran desde (tes-
tado) S.ta Luca hasta la costa de la mar; quedndome yo con la.
que tengo inmediata desde el Y hasta S.ta L ucia; en la inteligencia
que despus de presentado qualquiera de las personas indicadas-
(roto) hecha la donacin general de los terrenos con las condicio-
nes prescritas, por el referido reglamento su posesin, se les dar
por el Gobierno de Montevideo los rescriptos y marcas al que o-
las tubiese en la forma conveniente. A rroyo de la Cruz Enero 14
de 1816. LEN. Se public en Mercedes el dfa 4.de En.o-de 1816.
despus de la Misa Parroquial (*).
O A.G.N .A. B. Aires. Fot. N os. 5321 y 5322 (1949 Copia 2 fs. ms. En el
margen de la segunda foja se lee escrito a lpiz: "Celebre edicto".
T ambin en el margen inferior de la misma foja, semi testado y
en sentido contrario a lo anterior; "T omas G. de Zuiga".
Una copia casi idntica con algunos errores y modificaciones, pueda
verse en RODR GUEZ G. "H. de Alvear", B . Aires, 1913, T . II, ps..
496 y 497.
31
Vi E L PR O S PE C T O DE L "PE R I DI C O O R I E N T AL "
". . .y en virtud del natural derecho que a cada ciuda-
dano asiste para atender los adelantamientos pbli-
cos con especialidad a los de enseanza e ilustracin...
soy decidido a solicitar de V. E. . . . la devolucin de
dicha imprenta". Mateo Vidal al Cabildo de B.
Aires. Mayo 1815.
Nos hemos referido ya al pensamiento esperanzado de los
O rientales de 1815 en torno a la organizacin provincial, al conjuro
-de ideas y realizaciones de carcter cultural y relevante dignifica-
cin social, propugnadas por Jos A rtigas. (1)
En lo concerniente a las actividades periodsticas, largamen-
te acariciadas, debi cristalizar en la publicacin de! "P eridico
O ri ental ". Sin embargo slo pudo concretarse en la nica salida de
. un Prospecto de cuatro pequeas pginas, en el cual se anunciaba al
pblico aquella aparicin.
Las magras contingencias econmicas, la ausencia de perio-
, distas y redactores, dificultades en el manejo de los gastados tipos
de la vieja "Imprenta de la C arlota" (2), detuvieron el esfuerzo de
.sus iniciadores, decidiendo el fracaso del proyectado semanario, en
-el preciso instante de su nacimiento.
Esa falta de un rgano defensor de los intereses e ideales de
la O rientaldad, fue un serio obstculo para aquellos compatriotas,
que se vieron impotentes frente a la propaganda de sus adversarios,
-que supo canalizar la calumnia y la mistificacin en su desmedrp.
La insuperada relacin de don Isidoro de Mara (3) seguida
por la mayora de los historiadores, nos exime de repetir en detalle
"las peripecias de este malogrado intento. Slo nos resta destacar una
vez ms el elevado pensamiento y la activa intervencin de los prin-
ci pal es gestores de su consecucin.
1) "Circular del Cabildo Gobernador de Montevideo al de Canelones. . . "
2) PIVEL DEVOT O J. E. "Los orgenes de la Imprenta en el.Uruguay".
En Catlogo de la Exposicin N acional de las Artes Grficas, 1945, p. 15.
32
Desde luego el de A rtigas: agotando los trmites para la
devolucin de la prensa llevada a Buenos A ires por el ejrcito de
Soler en su evacuacin; prestando clido estmulo a la iniciativa;
orientando sus posibilidades; incitando a sus "paisanos" a colaborar
en la redaccin; aplaudiendo los auspiciosos comienzos y lamentan-
do en fi n, en forma enrgica, la falta de apoyo de los montevidea-
nos. (4)
Las gestiones del Dr. Mate Vidal, accidental enviado del
Cabildo de Montevideo ante su correspondiente bonaerense, que, a
pesar de su carcter oficioso, se vieron culminadas por la amistosa
reintegracin de la imprenta montevideano, por parte de aquei cuer-
po capitular. (4) Le cupo adems, el honor de ser el autor de! Pros-
pecto. No continu en esa tarea, invocando razones de salud.
La actitud del P. Dmaso L arraaga, rechazando el cargo de
"Revisor de la P rensa", que le haba discernido el Cabildo de Mon-
tevideo, en razn de entender que no era compatible con sus " mu-
chas y graves obligaciones, ni con los sentimientos liberales sobre la
libertad de la imprenta y el don de la palabra, que como uno de sus
primordiales derechos reclaman estos pueblos". (3)
Y finalmente, la diligencia de! Regidor don Ramn de la Pie-
dra, que estuvo encargado del restablecimiento de la imprenta, de la
preparacin consiguiente de! peridico y de las proclamas, bandos,
cartillas y catones. (4)
En homenaje a estos adelantados de la cultura nacional, rea-
lizamos la exhumacin integral de! clebre Prospecto del Dr. Mateo
Vi dal , (5) enjundiosa produccin de la "P atria Vi ej a", en la cual se
sientan principios de ctedra periodstica, que bien pueden consti-
tuirse en seeros de la prensa contempornea. (6)
3) DE MARA. "Compendio de la M. de la Repbl ica O. del Uruguay *.
T . I I I . 1893. ps. 111 a 117.
4) ARCHI VO GEN ERAL DE LA N ACI N . "Correspondencia del General
Jos Art igas al Cabildo de MonteT ideo". 1940. Diversas referencias e n
las pginas 19, 38, 46, 47. 51. 218. 219, 233, 263 y 274.
3) Hast a el present e slo se han efectuado t ranscripciones muy f ragment a-
rias, que siguen la sntesis primera de de Mar a. En st a se observan
del iberadas modificaciones, que an cuando no desvirt an el fondo, al t e-
ran a veces l a forma, el iminando o sust it uyendo expresiones de poca que
el aut or consider un t ant o exudas.
) Se t oma del ej empl ar exist ent e en la Biblioteca "Pabl o Bl anco Acevedo"
del Museo Hist rico N acional . "Diarios Varios. 1815 - 1846. Sect or
. M. Anaq. 4 N . 20.
33
P E R I D I C O O R I E N T A L
PR O S PE C T O
Hablar al Pueblo con aquella dignidad 7 modestia que reclaman la sana
poltica y buena educacin instruyndole en lo sacrosanto de sus derechos, obli-
gaciones y deberes, expeliendo las ofuscaciones y tinieblas de donde nace su
ignorancia, formando las costumbres y suministrndole la noticia de todos aque-
llos sucesos que forman la historia de los tiempos, ponen en contacto las mas
remolas edades, reproducen las pocas y dan al hombre parte e inters en la
sociedad es el objeto mas digno de un Peridico. N i que fin ms interesante.
ni de mayor utilidad pudiera proponerse un Escritor pblico consagrado a lodo
sus sentimientos ideas en beneficio, del Cuerpo poltico a que pertenece, que
inoculcarle en aquellos conocimienos que al paso que le formen en su ser moriaL
vengan a suministrarle una fuente de recursos con que pueda el hombre serse a
s mismo benfico, y a sus semejantes?
Condenados por decretos inapeables despus de nuestra primera desgra-
cia vivir envueltos en miseria, y nada alcanzar sino en cambio de miles de
sudores y padecimientos, ha sido indispensable el mutuo concurso, y un recpro-
co auxilio para llenar nuestras necesidades, y sanar de nuestras dolencias.
Cuyo admirable principio si bien pone en manifiesto la utilidad y-ventajas,
que fluyen / / de la publicacin de Peridicos, funda un derecho inquestionabla
en el Pblico para no ser defraudado en sus esperanzas, y en su Ilustrador para
ocurrir proporcionalmente al imperio de sus exigencias. Asi es que la Historia
de todos los Siglos nos ensea, que al paso que las N aciones antes brbaras
incultas, fueron en receso de aquel su primer estado en que les haba constituido
la naturaleza aproximndose al de cultura y civilizacin en que despus han
brillado, estos pblicos escritos, verdaderos conductores de la ilustracin y las
ciencias, se dexaron ver en una progresin acumulativa con rpida y notable
ventaja de la Sociedad.
Por ste medio saliendo el hombre de la triste y limitada esfera, que
alcanza tocar su dbil vista, y aun de sta misma asegurndose de un modo
cientfico y racional, se dilata hasta las ltimas distancias, y mira ya cmo suge-
los su virtud, y potencia los ms remotos exiremos, y los polos ms distantes.
Entonces se convence de que 'el Mundo es obgeto de sus meditaciones : corre
todas las partes, se fixa en sus ms dbiles creaiuras, examina su actividad Y
virtudes, y llega al alcance de que son formadas para su utilidad y provecho :
entonces tambin es que arribando al conocimiento de los dems hombres,
inbudo en sus costumbres, 7 con presencia de sus intereses, y necesidades enta-
34
bla sus relaciones 7 gira sus negocios en aumento de sus bienes, 7 trayendo a
su noticia las ocurrencias de todo el Globo se vale de ellas, para dar aquella
direccin saludable. 7 profiqua sus especulaciones.
Para que es buscar por defuera los exemplares quando de ellos abunda
nuestra Historia? Quin la poca de 1810 (principio de la revolucin Ameri-
cana en esta parte del Globo), posea otras ideas que las ms limitadas 7 redu-
cidas obgetos de la menor importancia, 7 de ningn inters? Quien era osado
el llamar a question aquellos problemas, que despus se han discutido con tanta
energa 7 aprovechamiento? Pocos, muy / / pocos conocan sus derechos, y
an se ignoraba tenerles. A la vista est el cambio y metamorfosis que han.
sufrido las ideas. H07 da el ms vulgar entiende algo de derecho pblico;
conoce el modo con que entr en la sociedad, alcanza sus prerrogativas, 7 posee
un fondo de conocimiento de que se hallaba destituido.
Pero demos las gracias. Ciudadanos los Moguntinos, y entre ellos al
clebre y recomendable JUAN DE GUT EMBERG, que apurando su ingenio e
invencin nos proporcion desde el ao 1450 el arte de la Imprenta, por cuyo
medio facilitando las trabas 7 dificultades que nos sugetaban las pinturas, los
quipos, otras miles de combinaciones, y an la misma Escritura nos puso al
cabo de poder comunicarnos con rapidez nuestros conocimientos, e instruirnos
sin dilacin en quanla importancia nos interesase. Quanto debe el genera
humano tan feliz descubrimiento!
A la luz de estos principios ser el obgefo y fin de este Peridico ilustrar
al Pueblo promiscuamente en todo aquello, que se estime conducente su utili-
dad y aprovechamiento, no pudiendp fixarse un orden cierto en las materias
que se publiquen por los cortos lmites del papel, y la multiplicidad de asuntos
que pueden ocurrir. La Industria, Agricultura, Comercio, Artes, Ciencias, asi
como las ocurrencias del da, tanto por lo que miran nuestro suelo, como a
las dems Regiones, Provincias 7 Beynos Extranjeros formarn una instructi-
va y agradable Miscelnea de que resultar organizado el Peridico. En todas
las pginas se cuidar jams ofender la desencia y honestidad de costumbres
(que forman la base de la felicidad de un Pueblo) con sarcamos, burlas, 7 dems
indecencias, que al paso que manifiestan debilidad en el que arguye, no exhalan
el mejor olor de su moral. El idioma nativo es rico, y abunda de frases y
expresiones con que explicar toda clase de conceptos, sin hacer recurso a tan
dbiles e indecocosos medios, que las ms veces solo producen la divisin do
las partes, de cuya harmoniosa consonancia debe resultar el iodo. En una
palabra : es un Peridico un teatro de enseanza pblica, y no un circo donde
se desfoguen las pasiones, 7 se destruyan los seres nacidos para amarse con re-
ciprocidad, y hacerse mutuamente su fortuna, Dios nos ponga a cubierto de
ser insul tados.
Se invita los amantes de la humanidad, apreciadores de os derechos del
hombre que concurran con su ilustracin, y conocimiento exornar, y enri-
quecer ste Peridico ; cuyos discursos tendrn un lugar de preferencia con tal
que vengan ajustados las reglas y principios que dexamos sentados.
Esle Peridico se publicar todos los Viernes de cada semana. El pliego
un real.
Montevideo, Octubre 15 de 1815.
En la Imprenta de Montevideo,
- - 36
VI ) Mr. H AJL S E Y, L O S C O R S AR I O S DE AR T I GAS Y L E C O R
". . . when hose steps were to piomove the causa
of a people struggling for liberly, against a T ita
despolisme..." Halsey a su Ministro de Estado, en
descargo de las acusaciones que se le formularan.
En nuestro breve estudio sobre "A rtigas y el Cnsul Halsey"
!
(1) intentamos un planteamiento sinttico y una vista de conjunto,
-^e la actuacin del Cnsul de los E E .U U . en Buenos A ires en el
-proceso histrico rioplatense, buscando su conexin con nuestro
caudillo. (2)
Entonces como ahora nuestra nica aspiracin ha sido la de
irnos compenetrando personalmente del tema e ir reuniendo y de
.ser posible- ordenando, un material que se va haciendo abun-
dante y presumimos mayor, pero que se encuentra en dispersin
y olvido.
Volvemos sobre el mismo, pero tan slo en una de sus fa-
*cetas particularsimas, destacada en una extensa bibliografa y
.concretada en una documentacin de los ltimos meses de 1817. (3)
1) "Boletn Histrico". Sup. N . 40 Sel. 1949. ps. 12 y sigts.
:2) Es notoria la admiracin de Artigas por los esludios histricos y las for-
mas polticas estadounidenses, destacada en infinidad de publicaciones,
cuya rememoracin es obvia. Es indudable igualmente, que Mr. Halsey
no fue el nico norteamericano que estuvo en su contacto. Ramn C-
' ceres, al evacuar la see de preguntas de Mitre, sobre el acontece! del
perodo ariiguisia, a modo de resumen final, dijo: ". . .agregar que
Artigas tena grandes simpatas por los americanos del N orte, de cuyo
'gobierno tuvo muchas veces agentes cerca de s y que algunos de los
oficiales que trajo don Jos Miguel Carrera para su empresa sobr
-Chile, sirvieron a las rdenes, de .Artigas.... "MUSEO MIT RE". "Con-
atribucin Document al . . / ' T . V. p. 340. *
37
c
El entendimiento entre A rtigas y Toms Halsey, lleg o-
establecerse a mediados de 1817, en forma hasta ahora conocidas
imperfectamente. Cuando sea dable consultar la papelera del l -
timo, as como los informes secretos a su gobierno, y ubicar nte-
gramente los que debi intercambiar con su C ancillera .y su Ma -
rina; o quizs cuando en torno al "A rchivo A rti gas" pueda recons-
truirse el correspondiente de nuestro hroe nacional, inexplicable-
mente extraviado hasta el presente; ser posible tener una idea-
cabal de sus proyecciones.
Por ahora, tan slo sabemos de una estimacin recproca,
como consecuencia de la justipreciacin que el estadounidense efec-
tu del oriental (4); del ofrecimiento de ste a los E E .U U . de la/
"clusula de la nacin ms favorecida"; y de la ostensible vi ncu-
lacin que se hizo evidente en el auspicio y preparacin de la es-
cuadra corsarista de los Orientales por parte de Mr. Halsey, que
le acarre la separacin de sus funciones consulares.
En plena paz, vencida mprobamente la azarosa jornada de-
la Revolucin, iniciaron sus afanes de reconstruccin provincial.
3) Para que el lector tenga una idea de la misma, lo remitimos a la copiosa.,
bibliografa que cita Lewis Winkler BEALER en "Los Corsarios de Bue-
nos Aires", pub. F. F. y L. B. Aires, 1937, ps. 239 - 266. Id, T eodoro CU
RRIER en publicaciones de la misma Facultad: "Los Corsarios del Ro
de la Plata" N ." XLV (1929) y "Los cruceros del "General San Martn"
N . LXXXIV (1944). Id. Agustn BEHAZA en "Revista Histrica pub.
del M. H. N ., Montevideo. N os. 43-44-45 (1944) y 46-47-48 (1948)" con-
el ttulo de "Los Corsarios de Artigas". Id. todas las referentes a la H.
Diplomtica del perodo. Id. las nuevas exhumaciones documentales.
4) En "Artigas y el Cnsul Halsey". nos preocupamos fundamentalmente d"?
exhumar los documentos menos divulgados o inditos, sobre el tema. .N o >
cremos del caso hacer lo mismo con los referentes a los primeros aos>
de actuacin de Halsey, antes de entrar en contacto con Artigas, pues en
su mayora han sido publicados por W. Manning en su "Correspondencia-
Diplomtica de los EE. UU. concerniente a la Independencia de las N a-
ciones Latinoamericanas"; los restantes se encuentran en las microcopias;
de "T he N ational Archivest. Es interesante observar a travs de su com
<
pulsa, la evolucin de su juicio acerca' de nuestro procer, que la mayora"
da los autores considera interesada.
38
Hombres, gobiernos e intereses, se coaligaron empero para
Impedir ese su anhelo. A mediados de 1816, Portugal invadi nues-
tr o territorio nacional y desde los primeros das de 1817 ocup a
-capital montevideana. Desde ese momento hasta 1820, Jos O rien-
tales dirigidos por A rtigas, lucharon con los escasos medios a su
-.alcance, contra las poderosas fuerzas lusitanas fogueadas en los
campos europeos en su enfrentamiento contra el Gran Corso. Su
esfuerzo se vera esterilizado por la derrota.
La nacin nvasora contaba con una importante escuadra,
que combinaba los movimientos de sus ejrcitos, y prestaba apoyo
a! comercio lusitano. Y ste, no solamente actuaba en la zona de
dominacin de las fuerzas portuguesas en la Banda O riental, sino
tambin se.relacionaba activsimamente con los puertos de influen-
cia bonaerense, incluso la capital porteo.-Esta actividad denotaba
la connivencia poltico-diplomtica que en vano se trataba de ocul-
tar y negar por los gobernantes interesados en el aniquilamiento de
A rtigas; as como los amedrantaba ante una posible reaccin po-
pular, orientada por los afanes publicitarios de la oposicin.
A rtigas tuvo que responder con el nico recurso a su alcance
para contrarrestar esa accin; el de todo pueblo pequeo que carece
de escuadra y debe enfrentar a uno poderoso:, autoriz el Corso.
Defendieron su bandera tricolor, hombres y-embarcaciones de todas
tas nacionalidades, especialmente norteamericanos (5), ingleses y
franceses. Los corsarios artiguistas rara mezcla de hombres de
empresa y aventura, muchos al margen de las leyes sociales hos-
tilizaron e hicieron casi impracticable la navegacin mercante por-
tuguesa, provocando la reaccin impotente de los gobernantes de
la nacin invasora, que, desde Montevideo y Ro de Janeiro enta-
blaron toda suerte de reclamaciones que calificaron "de derecho",
y apelaron ante los ms altos tribunales para aniquilar e impedir
:su poderosa eficacia.
5) CURRIER. ops. di. ps. 16 y 6 respectivamente. Explica la abundancia do
corsarios durante la segunda guerra entre EE. UU. y Gran Bretaa, que
lleg por paite del primero, a alcanzar al nmero de 517 embarcaciones.
. Al terminar en 1815 esos hombres y buques pudieron dedicarse a la de-
fensa de los pueblos hispanoamericanos en su lucha contra Espaa y
Portugal.
39
Mr. Halsey fue el hombre de influencia y recursos que se-
gn todas las fuentes que se conocen al presente colabor con.'
ios Orientales en la organizacin del corso artiguista. Es posible-
que su participacin en la ayuda de la Provincia O rienta! L ibre;
haya tencJo proporciones an ms vastas, hasta ahora no reveladas.
Desde Buenos A ires, siguiendo sus impulsos e intereses (an-
teriormente puestos de manifiesto en otras actividades del proceso
revolucionario del Ro de la Plata), se puso en contacto con arma-
dores y marinos de B altimore, Boston, Charleston, Newport, N orfolk,,
Savannah, etc., y atrajo capitanes corsarios que aceptaron a pa-
tente artiguista, y surcaron el A tlntico en todas direcciones, sem-
brando el pnico en las embarcaciones y puertos portugueses.
Su actitud no correspondi en este caso, con la posicin
adoptada por el gobierno norteamericano. Este en la lucha de los-
hispanoamericanos con la madre patria, estim permanecer neu-
tral . Idntico proceder asumi ante P ortugal. Entenda, creemos que
equivocadamente, esa era la tctica ms eficaz, para a la larga,,
consagrar la emancipacin de estos pases, a la vez que sostena *
su inters en la obtencin de la Florida, que recin lograra defi-
nitivamente en 1821 (6).
En consecuencia, la actividad de Halsey, an cuando pro-
fundamente aplaudida por el pueblo norteamericano, no fue com-
partida por su gobierno, el cual, como sabemos, orden la revoca-
cin de sus poderes y funciones. Se le acus de enviar a su pas-
patentes'de corso en blanco firmadas por A rtigas, L avalleja y otror
jefes artiguistas, para ser llenadas con los nombres de los corsarios-
rectutados en aquellos puertos, y adems (circunstancia que no pu-
do probarse), de percibir el cinco por ciento de los beneficios de-
ios barcos capturados, como remuneracin de su gestin. (7 y 8)
Carlos Federico Lecor, el gobernante lusitano de la Banda-
O riental ocupada, al igual que- Pueyrredn, sigui con evidente
6) CURRIER "Los corsarios..." cit. p. 18-19.
7) CURRIER, ops. cits.. ps. 36 y 18 respectivamente. T oma los datos de "Me-
moirs of John Quincy Adams" (1795-1848) Filadelfia T . IV ps. 41-48 y
lomo V. ps. 77 - 78 - 92 - 93. Adams recibi las patentes en blanco cuyo*
envo se atribuye a Halsey. el 20 febrero 1818. Estima que ste incidente.
ms que la protesta de Pueyrredn, fue la verdadera causa del traslado
del Cnsul. "Diplomatic Correspondence of Ihe United Staies", T . I. ps-
346 - 347.
preocupacin todo lo relacionado con el corso, y la intervencin
directriz de Mr. Halsey en el mismo. Estuvo perfectamente infor-
mado por su agente confidencial en Buenos A ires, el capitn Luis
Barroso Pereyra, que lo puso al tanto de todas las actividades y le
denunci que en el taller de "L a Crnica A rgenti na", el diario por-
teo de la oposicin, se impriman por cuenta y orden de Halsey,
las patentes del corso oriental. (9)
Probablemente por el mismo intermedio se enter de la en-
trevista de P urificacin y de inmediato orden la polica de los ros
(empresa superior a* sus posibilidades) y una verdadera caza del
Cnsul norteamericano, determinando el apoderamiento de su per-
sona al regreso del Hervidero, con todos los papeles que le fueren
hallados, a fi n de responsabilizarlo de los daos ocasionados. Los
subordinados de Lecor no lograron apresar a Mr. Halsey; en con-
secuencia, se diluy la gravedad de una orden de esa ndole que
hubiera ocasionado un serio conflicto diplomtico. Pero las medi-
das tomadas nos dan una idea de la importancia que se le asig-
naba y de los trastornos que el corso provocaba en el comercio y
la navegacin de P ortugal.
A partir de ese momento coincidiran los esfuerzos de los
gobernantes de Montevideo y Buenos A ires para liquidar su influen-
cia y eliminar al poderoso aliado del artiguismo, el enemigo comn.
8) Id. p. 36. BERAZA pub. cii. N os. 46- 47- 48, informa que Halsey, despus
de la ca da de Mont evideo, form con sus amigos la "Sociedad America-
na", mediant e la cual el corso arxiguista cobr j erarqu a, armndose na-
ves en Buenos Aires, y part icul arment e en Bal t imore, l ugar al cual , de
preferencia, se enviaban l as pat ent es. T uvo su origen en esta ciudad nor-
t eamericana y la int egraron capit al ist as naval es de esa pl aza y capit anes
que dispon an de barcos al efecto. Halsey, no slo fue su represent ant e
en Buenos Aires, sino que, por su part e, organiz ot ra sociedad con idn-
tico nombre, para el mismo obj et ivo. I ndica t ambin el nombre de sus
asociados y la exist encia de ot ras sociedades.
9) BERAZA p. c. N os. 43 - 44- 45 - 46 - 47- 48 , p. 65 y p. 75 y 276. Igualmente*
hace cita de repositorios fundament al es que no hemos podido consul t ar,
como p. ej. , los del Archivo Pbl ico de R o de J aneiro "Document os de
Federico Lecor, Cisplatina, Uruguay", abril 1817, Caja 975. pac. N . 13.
Biblioteca N acional de Ro de Janeiro, Seccin Manuscrit os, "Correspon-
dencia dirigida por el Gral . Carl os V. Lecor a la Secret ar a de Estado",
1817 -1818. Legajo I. 10- 1- 52, N . 44.
41
Y lo iban a lograr, no sin que antes quedara de manifiesto la falta
de serenidad y de tacto diplomtico de aquellos.
La documentacin que exhumamos en esta espiga, destaca
una informacin complementaria de todos esos puntos. (Documen-
tos A , B y C) Corresponde a un sostenido cambio de notas entre
Lecor y Pueyrredn. El lusitano entabla pblicamente una larga se-
rie de reclamaciones, para evitar "un trastorno fatal en las buenas
reraciones existentes entre ambos territorios". (11)
Denuncia "l a escandalosa arbitrariedad con que el C audillo
A rtigas, seducido por algunos extranjeros distribuye patentes de
C orso", el inters comn de remediar ese mal y de impedir os pro-
gresos del armamento de embarcaciones por "aquel americano" en
los E E .U U ., y su preocupacin por la entrevista de Mr. Holcey (sic
con el jeje oriental en P urificacin la existencia de corsarios con
doble patente, para obtener mayores beneficios (12), etc., etc.
Pretende tambin, desconocer la autoridad de A rtigas para
expedir patentes "usurpando un derecho que corresponde exclusi-
vamente a los Gobiernos independientes reconocidos o tolerados por
las N aciones", y pide a Pueyrredn el respeto a los principios de
"neutral i dad", "negando sus puertos a los (corsarios) de A rtigas y
sus presas; exigiendo cauciones suficientes a los armadores; m-
10) BEHAZA p. c. N os. 43 - 44 - 45, p. 60.
11) MUSEO MIT RE. "Contribucin Documental para la H. del Ro de ia
Plata". Buenos Aires, 1913 T omo V. ps. 169 a 206. transcribe part e. de la
correspondencia oficial ent re Marcos Balcarce, Gobernador, de Buenos
Aires en 1820, y Lecor, referente a Corsarios y derechos de visitas. Es
v
interesante el extenso resumen de las reclamaciones que hace Lecor en
comunicacin del 15 nov. 1820, a ps. 182 a 189.
12) CURRIER "Los Corsarios. . . " cit. p. 35, Fue prctica general, despus
de 1817, usar patente de Artigas, para poder as apresar naves portugue-
sas, p. 36. Es de lamentar que en el perodo 1615 -1819 los agentes de
EE. UU. en B. Aires favorecieran, en lugar de evitarlo, este aspecto &>
corso que tanto dao hac a. . . '
Hay que hacer notar que las patentes de corso de B. Aires, eran solo
contra Espaa/ mienlras que las orientales eran contra Espaa y Portugal.
Los corsarios usaron primero la patente de B. Aires, por su mayor pres-
tigio; pero con el tiempo, al rarificarse el comercio con la madre patria,
por la accin de Halsey, no actuaron usando la patente artiguista como
suplementaria, sino como fundamental.
42
poniendo con severidad a los individuos de su mando, que con-
curran directa o indirectamente a su armamento, y agregando en
las patentes, o instrucciones, las clusulas necesarias al cumpli-
miento de estas providencias". (13)
Curiosas reclamaciones que buscan el amparo del derecho...
El invasor que ha preparado un fantstico ejrcito hasta el ltimo
detalle, para someter por la fuerza un pueblo que obstaculiza los
lmites naturales de una injustificada y megalmana ambicin, se
queja ante el gobernante que ha tolerado e impulsado secretamen-
te su accin, proclamando ante el mundo el Derecho de Gentes,
frente a la resistencia y el ataque de los invadidos. Y sus corsarios
son calificados de piratas, y sus ataques, "atentados contra la se-
guridad pblica de las naciones. . . " Y en las reuniones de los je-
rarcas mundiales de la poca, se llega hasta a discutir y desco-
nocer el derecho de los orientales a repeler y combatir a los inva-
sores, que invocan "leyes de humanidad" y principios de Derecho
Internacional. . .
Muchas de las informaciones que hemos proporcionado, pre-
sentan a Halsey en una posicin interesada y destructora: la de un
comerciante de guerra, y porcentista. No debemos olvidar que, en
su mayora, provienen de adversarios que buscaron y obtuvieron su
-anulacin; de competidores celosos de sus triunfos mercantiles de
todo orden; o.de superiores jerrquicos embanderados en afanes de
mayor trascendencia, que en homenaje a una malentendida posi-
cin de "neutral i dad" (que no comprenda ni defenda su pueblo),
determinaron su desplazamiento por razones de conveniencia di -
plomtica o de quietismo poltico. Adems, Halsey se decidi por
defender, a su manera, una causa que haba llevado al destierro a
los propios porteos que la haban defendido y extendido su viril
ibrazo acusador. La historia se muestra prdiga de inmolaciones si-
milares. (14).
13) JESUALDO. "Artigas" 1940, ps. 506 a 508.
14) Datos complementarios, pueden obtenerse en CURRIER. "Los Corsa*
ros. . . " cit. ps. 17, 19, 27, 40. 43, 46. 48 y 51; "Los Cruceros. . . ", cit. ps, 5.
G, 12, 18, 60, 65, 74, 75. 68 y 99: BERA2A N os. 43-44-45 ps. 21, 30. 52, 53,
55. 57, 58. 59, 60 7 65; N os. 46-47-48, ps. 23, 27. 28. 48. 71, 108. 115, 149,
207, 208, 215. 276, 337 y 340; BEALER. "Los Corsarios. . . " cit. ps. 45. 46,
94. 155, 162. 165. 174, 19S. 199. 201. 202. 205, 206, 207. 208, 209,' 219, 223.
224 T 230.
43
Por nuestra parte no lo consideramos un desnteresadoQui-
jote de la causa artiguista, ni un comerciante preocupado exclusi-
vamente en cimentar y apalancar una organizacin destructiva para
enriquecerse medrando con el dolor humano. Lo creemos en el tr-
mino medio del hombre de empresa, capaz de equivocarse y de en-
mendar su yerro; de ponerse de parte y al servicio de una causa
popular y justiciera, coincidente con sus ideales polticos. Y tam-
poco justificamos la posible desviacin de sus funciones, que invo-
lucrara decidirnos por otro grave problema que rebasa esta nota.
Seguiremos intentando aproximarnos a la verdad. Pensamos
que si llegaron a pesar y valer las reclamaciones lusitanas y las pa-
labras de Lecor, bien podemos hacer un lugar a la expresin de
Mr. Hlsey que encabeza este trabajo. ,
A
E x.mo S .or Director S upremo del Gov.o de B uenos Ayres
Exmo Seor.
Por el "Capitn de una embarcacin, que fondeo en las i n-
mediaciones de este Puerto, y vino a tierra con el fi n de solicitar un.
practico, e tomar noticias del estado del pas, supe que era una
Polacre Espaola apresada por un corsario de N ort - A merica, arma-
do en los Estados Unidos, y que haba salido de aquellos Puertos en
derechura a las Costas de Espaa. Y repletindo yo en la circunstan-
cia de querer (testado) practico un hombre, que reconocidamente lo
es de este Rio y Costas; sobre la de haberse detenido por dos o mas
dios en estas inmediaciones, perdiendo la buena proporcin de ir con
felis y prompto viaje para ese fondeadero mediante el viento del
Lest, que reinaba; y exponindose a los inconvenientes del pampero,
que todos esperaban, y era natural; aadiendo la de haber el C api-
tn de la presa enarbolando el Pabelln tnglez lluego, que lleg a la
vista de este Puerto; he consentido en la duda si la presa ha venido a
estos parages para ser dirijida a alguno de los puntos de la Banda
O riental, ocupados por las Gentes d'A rtigas, / cuya patente acaso
tendr / como el Cnsul de los Estados Unidos en esa C apital orden
a sus Pyrotas lo hiciesen a la preso Portugueza "E l Gran P ar"; con
_ 44
Pagina final de ta comunicacin de Lecor a Pueyrredn, so-
bre el corso artiguista y la ingerencia de Halsey.
(20 setiembre 1817)
45
el fi n de subtraerse a la justa responsin de los perjuicios; y rapias,
que hayan ocasionado; y como pueda suceder que este sea el mismo
Corsario a quien se atribuen algunas presas, escandalosamente he-
'chas sobre propiedad P ortugueza; di mis ordenes para detener la
apresada embarcacin, que se halla en / / perfeta seguridad, y
custodia en este Puerto.
Y pues, que el C apitn, solicitando real o simuladamente
;pasar a ese destino, por mi resolucin fue detenido; y que la buena
fes la base de m conducta con V. E., me apresuro a instruirle de
este suceso para evitar las interpretaciones de la multitud, tan co-
munes en semejantes casos.
Quiera V. E. Recibir de nuevo las consideraciones de mi res-
pecto y consideracin.
Dios guarde a V. E. m.s a.s Montevideo, 20 de Set.vre
-de 1817.
C arlos Frederico L ecor
P . d
V
A cabo de saber por una persona que ha llegado del Hervi-
dero, que Mr. Holcey s hallaba en aquel Punto, solicitando paten-
tes de A rtigas para armar corsarios, y hostilizar nuestro Comercio,,
cuja noticia me pone en la necesidad de embiar con la Corbeta Con-
ductora de este pliego outras embarcaciones de guerra, que crusan-
do el Rio, eviten alguna sorpresa que pudiera intentar aquel A meri-
cano a la sombra de sus nuevas patentes sobre la fragata Portuguesa
mercante, que considero ya en marcha, prxima a dar la vela p.a
este Puerto.
L ecor
(Ms. O. 2 f. 2 c.ms.) '
A. G. N . B. Aires. Divisin N acional', Banda Oriental, Estado Cisplatino,
1817 - 1825. Sala X. Cuerpo 1, Anaquel 6, N . 3.
B
E x.mo S . Director S upremo del Gov.rno de B uenos Ayres
Ex.mo Seor.
La escandalosa arbitrariedad con que el C audillo A rtigas,
seducido por algunos Extrangeros distribuye patentes de Corso pare,
hostilizar al Comercio Portuguez e interceptar la navegacin al abri-
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go de fuerzas extraas, hace necesario el reconocimiento de las em-
barcaciones, que cruzan en este Ro por los bajeles de guerra.de la:
escuadrilla, que tengo a mis Ordenes. Y considerando que esta ne-
cesaria medida pueda ocasionar compromisos desagradables, seme-
jantes al del Corsario Bergantn A marante,, deseoso Y o de evitar en?
(o posible la repeticin de unos sucesos que al paso que dejan impre-
siones nada favorables, pudieran causar insensiblemente un trastor-
no fatal en las buenas relaciones existentes entre ambos territorios;
he credo conveniente incitar a V. E. a la adopcin de algunas provi-
dencias capaces de prevenir una desavenencia en el acto del recono-
cimiento, que las circunstancias hacen inevitable. Por el Sumario,
que se esta actuando sobre la ocurrencia con dicho Bergantn resul-
ta, que este Corsario aunque armado en ese Puerto, y patentado por
ese G ivierno, llevaba tambin la patente de / / A rtigas para hacerla
valer en oportunidad, para armar en la mar otra embarcacin, que
pudiera con este ttulo hacer su cruzero, y piratear sobre nuestras.
Costas. Se sabe tambin, que son varas las patentes que ha dado-
aquel C audillo, y es de crer que los espectadores de estas nuevas
empresas intenten armar Corsarios en esos Puertos en los Estados.
Unidos, burlando con cautela la vigilancia de los Goviernos.
V. E. no puede desconocer la necesidad de obiar estos aten-
tados contra la seguridad pblica de las Naciones, por que tolerada-
una vez la arbitrariedad de aquel C audillo en dar patentes de Corso,
y el escandaloso atentado de los Piratas aventureros de hacer uso de-
ellas para hostilizar en los mares, sera difcil, que los dems parti-
darios de esta Banda O riental, que se consideran absolutos al abrigo-
de la anarqua, no se autorizaran de estas circunstancias, para expe-
dir tambin sus patentes, usurpando un derecho, que corresponde ex-
clusivamente a los Goviernos independientes reco- / / nocidos, tole-
rados por las Naciones, y que podra en un cambio de circunstancias,,
poner tambin en compromiso la seguridad de esas Costas, y su C o-
mercio.
El inters de prevenir estos males es comn, y Y o por mi
parte he adoptado el recurso del reconocimiento para castigar exem-
plarmente a los Piratas, que se pillen armados con patentes de A r ti -
gas. A hora solo resta, que V. E. por la suya auxilie esta medida,
expediendo sus rdenes a sus corsarios para que puedan executarse-
sin riesgo ni humillacin, negando sus Puertos a los de A rtigas, y
sus presas; exigiendo cauciones suficientes a los armadores;-i mpo~
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tniendo con severidad a los individuos de su mando, que concurran
directa o indirectamente a su armamento, y agregando en las pa-
tentes, o instrucciones las clusulas necesarias al cumplimiento de
estas Providencias. Nada exijo, que no sea conforme Jos princi-
pios de la neutralidad, y a lo que pide el estado presente de nues-
tras relaciones, y de nuestros intereses. Y o espero, pues de la cir-
cunspeccin de V. E., que se / / prestar a estas insinuaciones,
otras equibalentes, que podrn acordarse con el O ficial Comisario,
a quien instruyo, y faculto competentemente; y si contra mis espe-
ranzas, se niega V. E. a un arbitrio, que demanda executivamente la
conveniencia recproca de ambos Goviernos, siempre me ser satis-
factorio haverlo reclamado en tiempo para cubrirme de la responsa-
.bilidad de las contingencias y de los resultados.
Dios gu.e a V. E. m.s a.s. Montevideo, 13 de Dez-bre de
1817.
C arlos Frederico L ecor
(Ms. O. 4'fs. ms.)
_ A. G. N . B. Aires. Divisin N acional, Banda Oriental, Estado Cisplatino,
1817 -1825. Sala X - C. 1 A. 6 N . 3.
c
E x.mo S . Director S upremo de! Gov.no de B uenos yres
Ex.mo Seor.
He destacado ya una embarcacin de guerra, para conducir
al Ro Janeiro los pliegos, que me dirigi V. E. con oficio de 19 de!
corriente, a que contesto.
Yo celebrare mucho, que el resultado corresponda a los impor-
tantes intereses de ambos territorios. V. E. no deve dudar, que por
mi parte nada se omitir de lo que pueda influir en el sosiego de
estos pases, a cuyo fi n estoy tomando mis medidas para proteger
los Pueblos contra los ataques de la anarqua y de la seduccin,
-guarnecindolos con fuertes destacamentos. Empeado V. E. en el
mismo obgeto de restablecer el orden pblico, me parece escusado
reproducir la reclamacin de las presas portuguezas, introducidas
en esos puertos por los piratas del C audillo A rtigas y el castigo de
'tales atentados; pues que ambas medidas deven ser consiguientes
-a tan nobles principios." Por lo dems, no dude V. E. que mGabierno,'.
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a quien he remitido el Sumario de la ocurrencia con el Corsario
A trevido del Sur, tendr todas las consideraciones, que exije la pol-
tica, y la buena armona reinante.
Tengo con esta ocasin la de reproducir a V. E. los / / senti-
mientos de mi estimacin y respeto.
Dios gue. V. E. m.s a:s Montevideo 29 de Diciembre de 1817
C arlos Frederico L ecor
(Ms.O. 2 c. ms.)
A. G. N . B. Aires. Divisin N acional, Banda Oriental, Estado Cisplatino, 1817-
.1825-Sala X-C. 1-A. 6-N . 3.
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N D I C E
Pg-
ART IGAS. Medalln alegrico por Juan Manuel Ferrari 3
I) DEL XODO PEL PUEBLO ORIEN T AL S
a) VZQUEZ Y VALDEN EGRO.
Comisin de Ventura Vzquez. Oficio de Artigas y apercibi-
miento de la superioridad. Casamiento "in exiremis" de Eusebio
Valdenegro, Documentacin pertinente. (1812).
b) EL "FSICO" DON PEDRO CON ILH.
Su nombramiento por parte de Artigas. Aprobacin de sus des-
pachos. Documentacin consiguiente. (1812).
II) LOS ORIGIN ALES DE LAS IN ST RUCCION ES Y CON OCIMIEN T OS
DE ART IGAS A LARRASAGA .' 12
Ubicacin histrica. (1813). Las Instrucciones y los Conocimientos
originales. Reproducciones facsimilares.
III) DE LA MISIN GALVAN -BROWN .
%
19'
La "Historia de Alvear". Ubicacin histrica de la misin. Do-
cumentacin. (1815).
IV) CIRCULAR DEL CABILDO GOBERN ADOR DE MON T EVIDEO AL
DE CAN ELON ES 23
Sucinta exposicin del "Reglamento Provisorio de la Provincia Orien-
tal para el fomento de su Campaa y seguridad de sus hacendados".
Proyecciones. Una de las circulares del Cabildo de Montevideo, y
una copia del edicto de Juan de Len. Reproducciones facsimila-
res. (1815).
V) EL PROSPECT O DEL "PERIDICO ORIEN T AL" 32
Ubicacin histrica. (1815).
VI) MR. HALSEY. LOS CORSARIOS DE ART IGAS Y LECOR 37
Entendimiento Artigas-Halsey. Accin corsarisla de Mr. Halsey; sus
proyecciones. La reaccin de "derecho" de Lecor. N ueva docu-
mentacin al respecto. (1817). Reproduccin facsimilar.
T AL UE R E S GR FI C O S
I C AS T R C Y C A.
YI 1637 , \ Taif. 8 46 25

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