I. Un Golem creado por el rabino Loew de Praga para proteger a la comunidad judía termina desarrollando una voluntad propia y deja de obedecer al rabino.
II. El conde Bratislavski acusa falsamente a Eliezer, un banquero judío, de asesinar al hijo de un cristiano. El rabino Loew crea un Golem de barro para que descubra la verdad.
III. El Golem descubre la inocencia de Eliezer y la culpabilidad de Bratislavski.
I. Un Golem creado por el rabino Loew de Praga para proteger a la comunidad judía termina desarrollando una voluntad propia y deja de obedecer al rabino.
II. El conde Bratislavski acusa falsamente a Eliezer, un banquero judío, de asesinar al hijo de un cristiano. El rabino Loew crea un Golem de barro para que descubra la verdad.
III. El Golem descubre la inocencia de Eliezer y la culpabilidad de Bratislavski.
I. Un Golem creado por el rabino Loew de Praga para proteger a la comunidad judía termina desarrollando una voluntad propia y deja de obedecer al rabino.
II. El conde Bratislavski acusa falsamente a Eliezer, un banquero judío, de asesinar al hijo de un cristiano. El rabino Loew crea un Golem de barro para que descubra la verdad.
III. El Golem descubre la inocencia de Eliezer y la culpabilidad de Bratislavski.
I. Un Golem creado por el rabino Loew de Praga para proteger a la comunidad judía termina desarrollando una voluntad propia y deja de obedecer al rabino.
II. El conde Bratislavski acusa falsamente a Eliezer, un banquero judío, de asesinar al hijo de un cristiano. El rabino Loew crea un Golem de barro para que descubra la verdad.
III. El Golem descubre la inocencia de Eliezer y la culpabilidad de Bratislavski.
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El Glem El Glem
El coloso de barro El coloso de barro
Isaac Bashevis Singer Isaac Bashevis Singer Un Golem creado por un rabino como una especie de esclavo, acaba por desobedecerle y desarrolla una voluntad propia. En la ciudad de Praga llevan a juicio a Eliezer, un banquero judo, hombre honesto y religioso. El acusador es Bratislavski, un jugador que ha erdido toda su !ortuna en el juego y que se siente humillado or Eliezer, orque le niega un r"stamo ara cancelar sus deudas. Bratislavski acusa a Eliezer de haberle ratado a su hija ara, con la sangre, celebrar la Pascua juda. Eliezer es detenido e interrogado. #ientras, a un rabino de la ciudad, celoso cumlidor de la $ey, se le aarece en oracin un santo, que le indica cmo ayudar a Eliezer. %iguiendo las instrucciones del santo, el rabino modela una estatua de arcilla, el Glem, y en la !rente graba uno de los &' nombres de (ios. El Glem cobra vida y el rabino le ide que descubra la verdad. )s lo hace el Glem y Bratislavski es encerrado y condenado a la horca. El rabino revela a su mujer el secreto de la !uerza del Glem y le ordena hacer algo ara lo que no haba sido creado, entonces cobra voluntad roia y deja de obedecer al rabino. *+,) (E$ )-,+./ *+,) (E$ )-,+./ Publiqu" 0,he Golem1 en el 02e3ish (aily 4or3ard1, en 5676. En el oto8o de 5695 trabaj" en la traduccin, y al hacerla introduje muchos cambios, como hago siemre. .ecib buenos consejos sobre el uso de alabras y e:resiones inglesas de mi amada esosa )lma, as como de mi secretaria (eborah #enashe, a quien dict" la obra. El te:to !ue revisado en su totalidad or mi buen amigo .obert Girou:, que desde hace veintids a8os viene cuidando de todas mis ediciones. ;saac Bashevis %inger, hijo y nieto de rabinos, naci en .adzymin, cerca de <arsovia =Polonia>, en 56?@. Emigr a los Estados -nidos en 56AB donde sigui escribiendo en 0yiddish1 =la lengua de los judos de Euroa oriental>. En 56@A obtuvo la nacionalidad norteamericana. 4iel a su cultura y a su lengua, %inger es hoy un autor clCsico que narra Dla vida de los judos del este euroeo tal como se desarrollaba en los ueblos y en las ciudades, en la obreza y en la ersecucinD, como se8al la )cademia sueca al otorgarle, en 56&9, el Premio *obel de $iteratura. )ctualmente es miembro del ;nstituto *acional de )rtes y $etras de Estados -nidos. PRLOGO PRLOGO Eistoria, leyenda e invencin ersonal se entremezclan armoniosamente en este bello relato de %inger. $a historia estC reresentada aqu or dos ersonajes que tuvieron e:istencia real/ el emerador .odol!o ;; =5BB'F575'>, quien, de carCcter sombro y melanclico, hizo de su caital, FPraga, la ciudad de las cien torresF, un reducto de la alta magia, de la alquimia y de la astrologa, y un centro artstico sin igual en la Euroa de su "ocaG y el rab 2udC $oe3 ben Bezalel =5B5'F57?6>, uno de los ensadores judos mCs grandes de todos los tiemos, hombre de saber enciclo"dico y, segHn el arecer de algunos, origen de esa in!le:in del tradicional ensamiento mesiCnico que ermitira, ya en el siglo II, el surgimiento del sionismo y, subsecuentemente, la !undacin del Estado de ;srael. En cuanto a la leyenda, hay que buscarla en la !igura del Glem, entidad oscura y taciturna sobre la cual corrieron durante siglos muchas historias sobrecogedoras or todas las juderas de la Euroa Jentral. %egHn ellas, se trataba de un ser hecho con arcilla y animado luego mediante combinaciones cabalsticas de las letras que con!iguran el %anto *ombre de (ios. En un rinciio, dicho ser no tena aariencia humana/ se cuenta que, en tiemos muy remotos, rab 2anina y rab +schava creaban cada vsera del %abbat, or el rocedimiento antedicho, un ternero, al que seguidamente se coman. Posteriormente, comenz a hablarse del Glem como de una criatura antroomor!a/ con asecto de ser humano era aquel que un rab, segHn viejos relatos orales, envi a rab Kera, quien, asustado, lo destruy,haci"ndolo retornar al olvo del cual haba surgido. Estas historias, y otras semejantes, acabaran or con!luir y sintetizarse en torno a la gran !igura histrica del ya citado rab 2udC $oe3, cuya vida e:tremadamente larga, cuya genialidad incomrensible,Ly or lo tanto, inquietanteF, ara los mCs, cuyo temeramento sin resquicios ara lo d"bil, suscitaron, aun antes de su muerte, temor y reverencia e:tremos, e hicieron osible que se le atribuyera la creacin de un Glem dotado de caractersticas mucho mCs numerosas y concretas que las de las !abulosas criaturas semejantes del remoto asado. $a invencin ersonal de %inger a artir de los datos suministrados or la historia y or la leyenda, en !in, estC centrada en el desarrollo que da a la vieja idea de la autonoma cobrada or el Glem en un momento dado, Faqu, cuando se le obliga a utilizar su !uerza ara satis!acer la codicia de la esosa del rabF. En e!ecto,el Glem de %inger acaba or convertirse en algo semejante en todo a un hombre, a di!erencia del mero monstruo desencadenado de la tradicinG y ello, hasta el unto de que llega a ser caaz de desear !sicamente a una muchacha, y, seguidamente, de alcanzar el lano suerior del amor leno. #ientras que, segHn unas sentencias atribuidas al rab 2udC $oe3, Dhubo que crear al Glem sin imulsos se:uales, ues si hubiera osedo instinto se:ual, ninguna mujer hubiera estado segura ante "lD, el ser inventado or %inger se siente atrado erticamente or #iriam, la ama y es corresondido or la joven. $o que resulta !Ccilmente comrensible si se iensa que, ara %inger, el amor es el valor suremo, aquella realidad a cuyo trav"s el hombre y la mujer alcanzan la lenitud absoluta, llegan a ser lo que de otro modo no hubieran odido ser. DMNui"n sabeOD, escribe al !inal del resente relato. D)caso el amor tenga un oder aHn mayor que el de un %anto *ombreD. 2unto a esta idea rectora de que el amor acaba or rimar sobre cualquier cosa, en la historia contada or %inger se encuentra otra de areja trascendencia en tiemos como el resente, a los que caracteriza el gusto equvoco or la magia, or lo esiritual anCrquico y degradado, or los !alsos misterios/ la de que el hombre no debe !orzar las uertas de lo sobrenatural, sino ermanecer !iel a su vocacin terrestre. $a vida, segHn "l, tiene que ser e:altada sin reticencias, y en ello coincide con lo mejor de la tradicin juda, enemiga siemre de todo angelismo esHreo, de!ensora de lo cotidiano !rente a quienes se niegan soberbiamente a acetar los lmites de la condicin humana. *acido hace ya muchos a8os en el seno de la gran judera olaca que !uera arrasada durante la ;; Guerra #undial, ;saac Bashevis %inger debe su grandeza, Fesa grandeza gracias a la cual !ue galardonado con el Premio *obelF, a haber sabido conciliar los rinciios heredados de sus mayores con los de la modernidad, or haber conseguido ser !iel de manera simultCnea al asado y el resente. MJmo e:tra8arnos, as, de que los relatos suyos que, como El Glem,atestiguan de la citada grandeza, hayan encontrado una acogida !ervorosa en los mCs diversos ases del mundo, sin distincin de edades, razas y creenciasO $E+P+$(+ )K)*J+, I I En la "oca en que el !amoso rab $eib serva como rabino en la antigua ciudad de Praga, los judos su!ran ersecucin. El emerador .odol!o ;;, hombre erudito, era intransigente con cuantos no ertenecieran a la !e catlica. Persegua a los rotestantes, y todava mCs a los judos, a quienes se acusaba con !recuencia de emlear sangre de cristianos ara hacer las 0matzot1 de Pascua. Jasi todo el mundo saba que esa acusacin era !alsa, que la religin judaica rohiba comer sangre de animales, cuanto mCs sangre humana. Pero cada ocos a8os se reeta la misma denuncia. Jada vez que un ni8o cristiano desaareca, los enemigos de los judos roclamaban inmediatamente que "stos le haban asesinado ara hacer 0matzot1 con su sangre. *unca !altaban !alsos testigos. %e ejecutaba a hombres inocentes, y mCs de una vez sucedi que el ni8o erdido !uera encontrado desu"s, vivo y sano. .ab $eib, gran conocedor del ,almud, era e:erto en mstica y magia. %e a!irmaba que tena el don de curar a los en!ermos conjurando a las !uerzas sobrenaturales y utilizando diversos cama!eos y talismanes. Juando un miembro inocente de su comunidad era encarcelado, rab $eib se aresuraba a demostrar su inocencia. #uchos crean que rab $eib oda invocar la ayuda de Cngeles, y hasta de demonios y trasgos, si su comunidad corra grave eligro. <iva en Praga un gentilhombre, el conde 2an Bratislavski, que haba sido inmensamente rico, con muchas tierras y centenares de siervosG ero haba erdido su !ortuna or darse al juego y a la bebida, y en guerras articulares con otros terratenientes. %u esosa se senta tan deshonrada or la mala conducta del conde que cay en!erma y muri. $e dej una hija de corta edad, Eanka. Por entonces viva tambi"n en Praga un judo llamado .eb Eliezer Polner. Era un hombre muy caaz y diligente ara los negocios, y aunque viva en el barrio judo haba llegado a ser un banquero !amoso, no slo en Praga sino en toda Euroa. .eb Eliezer era conocido tambi"n or su caridad, que ejercitaba lo mismo con judos que con cristianos. Jontaba cerca de sesenta a8os, y tena la barba blanca como la nieve. ,odos los das de la semana llevaba un sombrero de iel de marta y una tHnica larga de seda, ce8ida con una ancha !aja. .eb Eliezer tena una casa grande, hijos e hijas casados y un montn de nietos. Era un hombre estudioso, a su maneraG todos los das se levantaba con el alba y se ona a rezar y a estudiar la Biblia y el ,almud hasta la hora del medioda. Entonces iba al banco a atender sus negocios. %u esosa, %heindel, roceda de una !amilia distinguida y era tan iadosa y caritativa como su marido. (iariamente visitaba el asilo, llevando an y soa caliente ara los obres y los en!ermos. Jomo el conde Bratislavski estaba siemre necesitado de dinero, tuvo que vender casi todos sus camos y bosques, y tambi"n sus siervos, que en aquella "oca a !inales del siglo diecis"is, se comraban y vendan como si !ueran ganado. El conde deba mucho dinero al banco de .eb Eliezer, y lleg un momento en que .eb Eliezer tuvo que negarse a hacerle nuevos r"stamos. )quel a8o, en el mes de marzo, que mCs o menos coincida con el mes judo de *isCn, el conde haba estado jugando a las cartas con un gruo de jugadores ricos durante todos los das de la semana, y hasta altas horas de la noche. Eaba erdido todos los ducados de oro que tena en la bolsa. Estaba ansioso or recuerar su dinero, y emez a jugar al !iado, !irmando un ael donde deca que reembolsara en tres das cualquier deuda que udiera contraer. Entre aquellos jugadores se consideraba que romer una romesa de ese tio era un gravsimo deshonor. #Cs de una vez haba sucedido que un jugador que no oda agar su deuda se haba matado de un istoletazo. (esu"s de !irmar aquel ael, el conde Bratislavski sigui jugando con gran aasionamiento, y todo el rato bebiendo vino y !umando tabaco. Juando acab la artida, el conde haba erdido setenta y cinco mil ducados. Estaba tan bebido que no saba lo que haba hecho. <olvi a su castillo y as muchas horas durmiendo. Easta que desert no se dio cuenta de lo que haba asado. *o osea ni setenta y cinco ducados. ,odas sus roiedades haban sido vendidas o hiotecadas. II II )l morir Eelena, la esosa del conde, haba dejado a su hijita Eanka una gran cantidad de joyas, que valan mCs de un milln de ducados. Esta herencia estaba bajo custodia del tribunal, orque no se oda con!iar en que el conde Bratislavski conservara cosas de tanto valor. %egHn el testamento de su madre, Eanka deba heredar las joyas al cumlir los dieciocho a8os. Juando a Bratislavski se le desej el entendimiento, cay en una ro!unda deseseracin. )maba demasiado la vida como ara suicidarse. )unque saba que .eb Eliezer ya no le oda dar mCs cr"dito, orden al cochero que aarejase el coche y le llevara a la judera, al banco de .eb Eliezer. Juando el conde nombr la suma que quera tomar restada, .eb Eliezer dijo/ PE:celencia, sab"is muy bien que nunca odrais devolver esa cantidad. PQ*ecesito ese dineroR Fvoci!er Bratislavski. P$o lamento, ero no lo sacar"is de mi banco, F resondi serenamente .eb Eliezer. PQ#aldito judoR Q$o sacar" de donde seaR Fgrit el conde lleno de rabiaF. S tH agarCs cara tu insolencia al negarle un r"stamo al gran conde Bratislavski. )s diciendo, el conde escui a la cara de .eb Eliezer. .eb Eliezer se limi humildemente con el a8uelo y dijo/ PPerdonadme, conde, ero !ue una insensatez aostar cantidades tan altas y !irmar comromisos que no od"is cumlir. P,en or seguro que conseguir" el dinero, mientras que tH te udrirCs en la cCrcel y acabarCs ahorcado. )cu"rdate de lo que te digo. P$a vida y la muerte estCn en manos de (ios, F dijo .eb EliezerF. %i estoy destinado a morir, acetar" el mandato de (ios con humildad. El conde Bratislavski volvi a su castillo y se uso a ensar en la manera de salir de su dilema. Estaba Cvido de dos cosas/ de dinero ara cubrir sus deudas, y de venganza sobre el judo. En seguida ide un lan diablico. III III Jomo !altaban slo dos semanas ara la Pascua, los judos de Praga estaban ya cociendo las 0matzot1. El invierno haba sido mCs !ro de lo normal, ero el mes de *isCn trajo las brisas cClidas de la rimavera. .eb Eliezer tena la costumbre de estudiar la #ishnC, el cdigo de leyes de los judos, or las noches, antes de acostarse. )quel da haba escogido la arte que contena las leyes sobre cmo haba que cocer las 0matzot1, rearar el 0s"der1, recitar la EagadC y beber las cuatro coas de vino santi!icado. )unque haban transcurrido mCs de tres mil a8os desde el ":odo de Egito, los judos de todo el mundo no haban olvidado nunca que haban sido esclavos del 4aran, el rey de los egicios, y que (ios les haba dado la libertad. (e reente .eb Eliezer oy !uertes isadas, y luego unos goles brutales en la uerta. $as criadas y los criados estaban durmiendo. .eb Eliezer !ue a abrir, y se encontr con un gruo de soldados que tenan las esadas desenvainadas. El cabo que los mandaba regunt/ PMEres tH el judo Eliezer PolnerO P%, yo soy. PEncadenadle y llevCosle, Fdijo el cabo. PMPor qu"O MNu" mal he hechoO Fregunt .eb Eliezer, erlejo. PEso te lo dirCn mCs tarde. )hora vCmonos. .eb Eliezer as aquella noche en la cCrcel. ) la ma8ana siguiente le llevaron a la cCmara de investigacin. Era a donde llevaban a los delincuentes mCs eligrosos. .eb Eliezer vio que estaban all el conde Bratislavski y otras ersonas, entre ellas un hombre que areca borracho y una mujer que tena la cara llena de verrugas y torca los ojos. El investigador dijo/ P2udo, se te acusa de haber entrado en la casa de nuestro noble conde Bratislavski y haber secuestrado or la !uerza a su hijita Eanka, con el rosito de asesinarla y oner su sangre en las 0matzot1. .eb Eliezer alideci. P*unca he tenido el rivilegio de visitar el castillo del conde, Fdijo, con un nudo en la gargantaF. Paso todas las noches en mi casa. #i esosa, mis hijos, mis yernos, mis nueras y todos mis sirvientes ueden atestiguar que digo la verdad. P,odos "sos son judos, Fdijo el investigadorF. Pero hay dos testigos cristianos que te vieron entrar en el castillo del conde y llevarte a su hija en un saco. PM,estigosO MNu" testigosO P)qu estCn los testigos. FEl investigador se8al al hombre borracho y a la mujer de las verrugasF. (ecid lo que hab"is visto. ,H, %te!an, habla rimero. %te!an areca estar idiotizado or la bebida, aunque era todava de ma8ana. (io unos asos arrastrando los ies y balbuci/ P)yer or la noche, quiero decir anteayer, no, hace tres das, o ruido en la habitacin de Eanka. Encend una vela y me asom". )ll estaba este judo con un cuchillo en una mano y un saco en la otra. #eti a Eanka en el saco y se march. $e o que murmuraba ara s/ D%u sangre ardiente es justo lo que nos hace !alta ara las 0matzot1D. PMJmo udiste ermitir que me llevara a la hija del conde sin de!enderla y sin levantar a todos los del castilloO Fregunt .eb Eliezer con voz entrecortadaF. Eres mCs joven y mCs !uerte que yo. %te!an se qued con la boca abierta y la lengua !uera. %us ojos saltones daban vueltas. $os ies le !laquearon, y se sujet a la ared. P,H, judo, me amenazaste con el cuchillo. P%e8ora, Mno veis que todo es una mentira descaradaO Fdijo .eb EliezerF. En rimer lugar, los judos no usamos sangre ara nada. En segundo lugar, la ley mosaica dice que en la rearacin de las 0matzot1 slo se uede emlear harina y agua. S ademCs, Mqu" razones iba a tener yo, un hombre de sesenta a8os, banquero, je!e de la comunidad, ara cometer semejante abominacinO Easta en la locura tiene que haber alguna lgica. PBCrbara estaba all y lo vio tambi"n, Fdijo %te!an. PMNu" viste tH, BCrbaraO Fregunt el investigador. $a mujer torci los ojos. P<i al judo. )br la uerta y vi como meta a Eanka en el saco. PMS no ediste ayudaO Fregunt .eb Eliezer. P) m tambi"n me daba miedo tu cuchillo. PMPor qu" no ediste ayuda desu"sO Fregunt .eb Eliezer. PQSo no tengo or qu" contestarte, asesino asquerosoR Fchill BCrbara, amenazando a .eb Eliezer con el u8o cerrado. P%e8ora, el conde Bratislavski vino a m hace unos das y me idi que le restara una elevada suma de dinero, Fdijo .eb EliezerF. ,uve que negCrselo, orque ya nos debe a m y a otros muchos dinero y no lo uede devolver. Entonces me advirti que me udrira en la cCrcel. )hora estC intentando vengarse de m. PQ,odo eso es mentiraR Fgrit el condeF. So nunca le he edido que me restara dinero. El judo Eliezer no es mCs que un asesino sin entra8as, y lo que hay que hacer es torturarle y ahorcarle, junto con todos los que le hayan ayudado a cometer este crimen abominable. P%e8ora... Femez a decir .eb Eliezer. PQ%ilencio, judoR Eay dos testigos que declaran que has cometido el crimen, y con eso basta. %erC mejor que con!ieses con qui"n tramaste ese horrible delito. %i tratas de negarlo, tenemos muchos medios de arrancarte la verdad, desiadado asesino Frugi el investigador. P(ios de los cielos, yo no he tramado nada con nadie. So no salgo nunca de noche, orque tengo ya muchos a8os y no veo bien en la oscuridad. %oy tan incaaz de sacar a una ni8a de su lecho y hacer esas cosas de las que me acusCis como de caminar sobre la cabeza. ;mloro a vuestra se8ora que medite en lo absurda que es esta denuncia, lo estHida, inverosmil y cruel... P*o hay nada que meditar. MNui"n estaba !uera eserCndoos a ti y a la ni8a secuestradaO M) dnde la llevCsteisO MJmo le quitCsteis la vida a la obrecitaO Fregunt el investigador. P$o Hnico que uedo decir es que esa noche me qued" en casa, como todas las noches. So no he hecho nada malo. PQ$a vieja terquedad de los judosR Fe:clam el conde BratislavskiF.%e les sorrende en !lagrante delito, y aun as retenden negar la verdad. Q;rCs a la horca, judoR S ni siquiera tu dios odrC salvarte. P(e m od"is decir lo que querCis, se8or, ero no blas!em"is de (ios. Tl uede ayudarnos, si lo merecemos. P)h, MsO MS or qu" no rome tus cadenasO Fse burl BratislavskiF.MPor qu" no manda un rayo que aqu mismo me deje muertoO P(ios no necesita que vos, se8or, le aconsej"is lo que ha de hacer Fdijo .eb Eliezer. P+rdeno que el judo .eb Eliezer sea tenido en risin a an y agua y sea torturado hasta que revele qu" hizo con esa ni8a inde!ensa y qui"n le asisti en tal abominacin, Fdijo el investigador. ;nmediatamente los soldados se llevaron a .eb Eliezer Polner y le encerraron en la risin. ,ambi"n a los dos testigos, %te!an y BCrbara, se les hizo salir de la sala de investigacin. El conde Bratislavski les hizo un gui8o y sonri satis!echo. Juando or !in se qued a solas con el investigador, Bratislavski dijo/ P)hora que se ha veri!icado la muerte de Eanka, yo, que soy su Hnico heredero, odr" recibir toda su !ortuna sin mCs tardanza. PEserad un oco, Fcontest el investigadorF. (ejad que ase el escCndalo. Este judo en articular tiene muchos amigos, incluso entre los cristianos. Jasi nadie querrC creer que ese banquero anciano ha ido en mitad de la noche con un saco ara arrebataros a vuestra hijita. Es osible que el caso ase desu"s a un tribunal suerior. Puede ser, incluso, que el judo tenga aliados en elalacio del emerador. #ientras siga estando vivo y no haya con!esado no se le uede ahorcar. ,endr"is que eserar algHn tiemo antes de cobrar la herencia de Eanka. P*o uedo eserar. #i honor estC en juego, Fdijo BratislavskiF. %i no saldo la deuda inmediatamente, mi aellido se habrC envilecido ara siemre. El investigador sonri astutamente. P<uestro aellido se envileci el da en que vos nacsteis. PQ#i aellido se conservarC sin mancha entre los mejores de toda BohemiaRFalarde Bratislavski. PEso el tiemo lo dirC. Bratislavski y el investigador siguieron conversando y cuchicheando largo rato. )unque decan ser cristianos, ninguno de los dos crea en (ios ni en %us mandamientos. El dinero, las cartas, el vino, los juegos eligrosos, toda clase de ociosos laceres, eso era lo esencial en sus vidas. #Cs que todos los demCs judos de Praga, rab $eib qued desconsolado cuando suo la terrible noticia de la detencin de .eb Eliezer. ,oda su vida llevaba rab $eib eserando la venida del #esas, el da en que el mundo sera redimido de todo su!rimiento e iniquidad, y la luz de (ios llenara todas las almas, todos los corazones. Easta los animales carnvoros dejaran entonces de devorar a otros animales y el lobo vivira ac!icamente al lado del cordero. (ios volvera a llevar a %u ueblo a la ,ierra %anta, el ,emlo %anto sera reconstruido en 2erusal"n, y los muertos resucitaran. En lugar de eso, Quna acusacin tan !ea dirigida contra uno de los hombres mCs honrados de la comunidadR El rabino saba que a esa detencin seguiran muchas otras, y que ronto el verdugo de Praga rearara la horca y la soga ara una ejecucin. IV IV Eran e:actamente las doce de la noche cuando rab $eib se levant ara decir sus oraciones de medianoche. Jomo de costumbre, se uso ceniza sobre la cabeza y comenz a recitar sus lamentaciones or la destruccin del ,emlo en tiemos remotos. ,ambi"n derram lCgrimas or la desgracia que se haba abatido sobre .eb Eliezer Polner y toda la comunidad juda en el tiemo resente. (e imroviso se abri la uerta, y entr un hombrecillo que vesta una tHnica remendada, con una cuerda ci8"ndole las caderas y un saco a la esalda, como un mendigo. .ab $eib se sorrendi. Jrea haber echado la cadena a la uerta antes de onerse a rezar, ero areca ser que la uerta estaba abierta. .ab $eib interrumi sus oraciones y tendi la mano al desconocido, orque a los ojos de (ios el honrar a los visitantes es todava mCs imortante que la oracin. %alud a aquel hombre con las alabras 0%hlem aleijem1. P$a az sea contigo. FS le reguntF/ MEn qu" uedo servirteO PGracias, no necesito nada. #e ir" en seguida, F dijo el desconocido. PM) estas horas de la nocheO Fregunt rab $eib. P,engo que irme en seguida. .ab $eib le mir, y en aquel instante comrendi que aqu"l no era un caminante como los demCs. .ab $eib vio en sus ojos algo que slo oseen los grandes hombres, y que slo los grandes hombres saben ver/ una mezcla de amor, dignidad y temor de (ios. %e dio cuenta de que aquel e:tra8o oda ser uno de los treinta y seis santos ocultos or cuyos m"ritos e:ista el mundo, segHn la tradicin. *unca haba tenido rab $eib el rivilegio de conocer a un hombre de esa talla. ;nclin la cabeza y dijo/ PEonorable hu"sed, los de Praga estamos en un grave auro. *uestros enemigos buscan destruirnos. Estamos ahogados en un mar de tribulaciones. P$o s" Fdijo el desconocido. PMNu" odemos hacerO PEaz un glem y "l os salvarC. PM-n glemO MJmoO MJon qu"O PJon arcilla. GrabarCs uno de los nombres de (ios en la !rente del glem, y con el oder de ese %anto *ombre vivirC durante un tiemo y harC su misin. %e llamarC 2os". Pero debes cuidar de que no caiga en las debilidades roias del ser humano. PMNu" %anto *ombre debo grabarO Fregunt rab $eib. El desconocido sac un edazo de tiza del bolsillo del echo, y en la cubierta del libro de oraciones de rab $eib escribi unas letras del al!abeto hebreo. $uego dijo/ P,engo que irme ya. )tiende a que todo esto ermanezca en secreto. S emlea al glem solamente ara ayudar a los judos. )ntes de que rab $eib udiera ronunciar una sola alabra de gratitud, el hombre desaareci. Entonces se dio cuenta el rabino de que la cadena de la uerta haba estado echada todo el tiemo. %e qued temblando, y alabando a (ios or haberle enviado a aquel mensajero celestial. )unque el hombre santo haba dicho a rab $eib que su aaricin y la rearacin del glem deban quedar en secreto, rab $eib vio que tendra que comartirlo con su sacristCn, ,odrus. ,odrus llevaba cuarenta a8os sirviendo a rab $eib, y haba guardado muchos secretos. Era un hombre robusto, y totalmente !iel al rabino. *o tena esosa ni hijos. %ervir a rab $eib era su vida enteraG habitaba en la casa del rabino y se haca la cama junto a su cuarto de estudio, ara estar siemre a su disosicin, aun en mitad de la noche. .ab $eib llam suavemente a su uerta y susurr/ PQ,odrusR PMNu" deseCis, rabO Fregunt ,odrus, inmediatamente desierto. P*ecesito arcilla. +tra ersona habra reguntado/ DM)rcillaO M) estas horasOD Pero ,odrus haba arendido a no discutir las rdenes del rabino. PMJuCnta arcillaO Fregunt. P#ucha. PM-n saco llenoO P(iez sacos or lo menos. PM(nde debo oner toda esa arcillaO PEn el Ctico de la sinagoga. Eaba una e:tra8eza en la mirada de ,odrus, ero lo Hnico que dijo !ue/ P%, rab. P,odo esto tiene que quedar en secreto, incluso ante mi !amilia, Fdijo rab $eib. P)s se harC Fdijo ,odrus, y se !ue. .ab $eib sigui con sus oraciones. Poda estar seguro de que ,odrus hara lo que le haba mandado. Juando acab con las oraciones de la noche, rab $eib se volvi a dormir, y se desert al alba. .ab $eib saba muy bien lo que quera decir la alabra 0glem1. Entre los judos haba leyendas de glems que haban sido creados or santos antiguos ara que les salvaran en tiemos de gran eligro. %egHn las leyendas, slo a los rabinos mCs santos se conceda ese oder, y slo al cabo de muchos das de sHlicas, de ayunos y de rCctica de los misterios de la JCbala. *unca se le haba ocurrido al modesto rab $eib que a un hombre como "l se le udiera conceder ese rivilegio. DM%erC que lo he so8adoOD, se regunt. Pero a rimera hora de la ma8ana, cuando abri la uerta de la sinagoga, vio se8ales de arcilla en el suelo. #ientras rab $eib dorma, ,odrus haba salido a las zanjas de los alrededores de Praga y haba llevado la arcilla al Ctico. Eaba que ser muy !uerte y muy !iel ara hacer todo aquel trabajo entre la medianoche y el alba. Eabra sido imosible que rab $eib subiera al Ctico y se estuviera all muchas horas sin que su !amilia lo suiera. )!ortunadamente, la esosa del rabino, Genendel, tena que ir a una boda aquel da, y llev consigo a sus hijos y a la criada. $a novia era una hu"r!ana que tena un arentesco lejano con Genendel, y la boda se celebraba en una aldea cercana. .ab $eib no estaba obligado a o!iciar en la ceremonia. En el Ctico, rab $eib encontr los sacos de arcilla y se uso a esculir una !igura de hombre. Para esculirla no usaba cincel, sino los dedos. )masaba la arcilla como si !uera masa de an. ,rabajaba a toda velocidadG al mismo tiemo rezaba ara que lo que estaba haciendo saliera bien. ,odo el da estuvo rab $eib atareado en el Ctico, y, cuando lleg la hora de las oraciones de la tarde, lo que haba en el suelo era una !orma descomunal de hombre, con una cabeza muy grande, anchos hombros y manos y ies enormes/ un coloso de barro. El rabino lo conteml con asombro. 2amCs hubiera logrado tal cosa sin la ayuda de la Providencia ,odooderosa y Particular. El rabino haba tomado consigo el devocionario donde su santo visitante haba escrito el nombre de (ios. .ab $eib lo grab en la !rente del glem, con letras hebreas tan eque8as que slo "l mismo udiera distinguirlas. ;nmediatamente, la !igura de arcilla emez a dar se8ales de vida. El glem comenz a mover los brazos y las iernas y trat de alzar la cabeza. Pero el rabino haba tenido cuidado de no grabar el %anto *ombre enteroG omiti una eque8a arte de la Hltima letra que era un 0ale!1, ara que el glem no emezara a actuar mientras no estuviera vestido. Jomo el rabino saba que los !ieles de la comunidad se e:tra8aran de que no estuviera en la sinagoga ara decir las oraciones de la tarde, decidi dejar all el glem sin terminar y emez a bajar los estrechos elda8os. En aquel momento llegaba ,odrus de la calle, y el rabino le dijo/ P,odrus, los santos esritus me han ayudado a hacer un glem ara de!ender a los judos de Praga. %ube al Ctico, ara que lo veas con tus roios ojos. Pero hay que vestirleG tendrCs que tomarle medida y buscarle roa. So voy a las oraciones de la tardeG cuando encuentres la roa, ven a decrmelo. P%, rab. .ab $eib se !ue a rezar, y ,odrus subi al Ctico or la escalera de caracol. )!uera se estaba oniendo el sol, y a la luz que entraba or las rendijas del tejado ,odrus vio al glem tendido en el suelo tratando de levantarse. ,odrus sinti mucho miedo. )l igual que muchos otros judos de Praga, haba odo historias de glems, ero nunca ens que iba a resenciar la creacin de uno, en su tiemo y casi ante sus ojos. $argo rato ermaneci all, inmvil. DM(e dnde voy a sacar roa ara un gigante asOD, ensaba, consternado. )unque se encontrara un sastre que tomara las medidas del glem y le cosiera un jubn y unos calzones, y aunque se le udiera encargar a un zaatero que le hiciera un ar de botas, en todo eso se tardara semanas o mesesG y los judos de Praga corran grave eligro en aquellos das. ,odrus saba, al cabo de cuarenta a8os de servicio, que cuando rab $eib daba una orden haba que actuar sin demora. El sol se haba uesto, y en el Ctico se hizo la oscuridad. ,odrus corri escaleras abajoG el corazn le goleaba en el echo, y las iernas se le doblaban. %ali a la calle y resir hondo. $uego ech a andar en direccin a la antigua laza del mercado, eserando contra toda eseranza encontrar alguna solucin milagrosa. Eaba cado la noche, y las tiendas emezaban a cerrar. (e ronto ,odrus vio, en una de ellas, un sombrero enorme, demasiado grande ara una cabeza humana. Era una muestra que un sombrerero tena en su escaarate. Juando ,odrus entr en la tienda vio un jubn, unos calzones y unos zaatos de aquella misma talla increble. )tnito, regunt al due8o de dnde haba sacado aquellas cosas tan curiosas. El due8o le cont que cuarenta a8os atrCs haba venido a Praga un circo e:tranjero, ara reresentar una obra titulada 0(avid y Goliat1. S sucedi que los del circo ri8eron unos con otros, la obra no haba atrado al Hblico, y todos los accesorios y decorados se vendieron a muy bajo recio. S sigui diciendo/ PSo comr" estas cosas or cuatro erras, orque me arecieron una cosa rara que odra atraer clientela. Pero llevan estando aqu tantos a8os que ya nadie las mira. )demCs estCn llenas de olvo, y yo no tengo ni tiemo ni aciencia ara airearlas y ceillarlas. MPor qu" lo reguntabasO <oy a cerrar la tienda. PNuiero comrarlas, Fdijo ,odrusF. %i me las ones a un recio razonable. PMNu" vas a hacer con ellasO PMNui"n sabeO Freuso ,odrusF. ,H onme un recio razonable. PBueno, esto es lo mCs raro que me ha ocurrido en muchos a8os, Fdijo el comercianteF. *adie se haba interesado or esos cachivaches. %ugiri una cantidad bajsima, y en un santiam"n qued hecho el trato. ,odrus era conocido or su honradez, y llevaba siemre una bolsa con dinero erteneciente a la comunidad, que rab $eib le con!iaba. ,emi que alguien le arase or la calle al ver aquello tan raro, ero a!ortunadamente no haba nadie a aquella hora de la noche. $os hombres estaban todos en la sinagoga, y las mujeres estaban haciendo la cena ara sus maridos y sus hijos. ,odrus se las arregl como udo ara subir hasta el Ctico de la sinagoga sin ser visto, y deosit en el suelo la roa, el sombrero y los zaatos ara el glem. QNu" e:tra8o, el glem haba conseguido incororarseR )!uera brillaba la media luna, y a su luz vio ,odrus que el glem estaba sentado, aoyado en un viejo tonel que tena libros mohosos, y miraba en derredor con cara de e:tra8eza. ) ,odrus le dio tal esanto que recit las alabras/ DQ+ye, ;srael, el %e8or es nuestro (ios, el %e8or es -noRD )l cabo de un rato oy que or la escalera suba rab $eib, con una linterna en la que arda una vela de cera. El rabino vio el jubn, el sombrero y los zaatos, y dijo a ,odrus/ P,odo estC laneado or la Providencia. )unque el hombre tenga libre albedro, la Providencia rev" todas sus acciones. Juando hubieron vestido al glem con aquella roa estra!alaria, el rabino dijo/ PGracias, ,odrusG ahora d"jame solo. P%, rab Fdijo ,odrus, y baj la escalera todo lo derisa que udo. (urante largo rato rab $eib mir al glem boquiabierto, erlejo ante su roia creacin. QNu" e:tra8o estaba el Ctico de la sinagoga a la d"bil luz de la linternaR En los rincones, enormes telara8as colgaban de las vigas. Por el suelo haba tirados mantos de oracin viejos y rasgados, cuernos de carnero resquebrajados, candelabros rotos, restos de candeleros, lCmaras de 2anukC y Cginas descoloridas de manuscritos coiados or escribas desconocidos u olvidados. Por las grietas y goteras del tejado, el olvo iluminado or la luna re!lejaba los colores del arco iris. %e sentan los esritus de generaciones que haban vivido, adecido, servido a (ios, soortado la ersecucin y la tentacin, y enmudecido ara siemre. -n e:tra8o ensamiento cruz la mente de rab $eib/ D%i los que niegan que (ios cre el mundo !ueran testigos de lo que he hecho yo, un hombre nacido de mujer, se avergonzaran de su hereja. Pero tal es el oder de %atCn que ciega los ojos y con!unde los esritus. ,ambi"n %atCn !ue creado or (ios, ara que el hombre tuviera libre voluntad ara escoger entre el bien y el malD. #ientras rab $eib miraba al glem, el glem areca devolverle la mirada con sus ojos de barro. Entonces el rabino dijo/ PGlem, no estCs !ormado del todo, ero ahora te voy a terminar. %abe que !uiste creado ara oco tiemo y con un rosito. *o intentes nunca salirte de esa senda. EarCs lo que yo te mande. (iciendo estas alabras, rab $eib acab de grabar la letra ale!. )l momento el glem emez a onerse en ie. El rabino le dijo/ PBaja y es"rame en el atio de la sinagoga hasta que yo te d" otras instrucciones. P% Fdijo el glem con una voz hueca, como si saliera de dentro de una cueva. $uego baj al atio de la sinagoga, que estaba vaco. $a gente de la judera se acostaba temrano y se levantaba con el alba.(esu"s de la oracin todos se haban ido a sus casas. V V .ab $eib estaba ensando en el glem, y or eso no rest mucha atencin a la conversacin de su esosa e hijos, que haban vuelto de la boda y hablaban de la novia, del novio y de los invitados. El rabino sola irse a la cama ronto, ara desu"s levantarse a decir las oraciones de medianoche. )quel da eser a que su esosa e hijos estuvieran acostados, y entonces sali sin hacer ruido al atio de la sinagoga. El glem estaba all eserando. El rabino se le acerc. PGlem, desde ahora te llamarCs 2os". P%. P2os", ronto tendrCs que encontrar a la hija del conde Bratislavski, que es una ni8a que se llama Eanka. %u adre sostiene que los judos la han matado, ero yo estoy seguro de que la tiene escondida en alguna arte. *o me reguntes dnde tienes que ir a buscarla. Esos oderes que te dieron la vida te darCn tambi"n el conocimiento de dnde estC. ,H eres arte de la tierra, y la tierra sabe muchas cosas/ sabe hacer crecer la hierba, las !lores, el trigo, el centeno, la !ruta. Esera al da en que .eb Eliezer sea llevado a juicio, y entonces lleva a la ni8a y demuestra a nuestros enemigos cuCn !alsa su acusacin. P%. PMEay algo que quieras reguntarO Fdijo el rabino al glem. PMNu" reguntarO Fcontest el glem. PJomo has sido creado con un Hnico !in, se te ha dado un cerebro di!erente del de los hombres. %in embargo, nunca se sabe cmo !unciona un cerebro. #ientras descansas eserando el da en que tendrCs que encontrar a Eanka, acaso duermas, acaso sue8es, acaso veas cosas u oigas voces. ,al vez los demonios quieran llegar hasta ti. *o les hagas ningHn caso. *ada malo te uede asar. El ueblo de Praga no debe verte hasta el da en que debas ser visto. Easta entonces, vuelve al Ctico donde te !orm" y duerme all el sue8o aacible del barro. Buenas noches. .ab $eib volvi el rostro hacia su casa. %aba que el glem hara e:actamente lo que se le deca. )l llegar a casa, el rabino recit la oracin de la noche y se acost. Por rimera vez en muchos a8os no se udo dormir. %e le haba concedido un gran oder desde el cielo, y tena miedo de no haberlo merecido. %enta ademCs una esecie de comasin hacia el glem. Jrea haber visto una e:resin de erlejidad en sus ojos. $e areca al rabino que los ojos del glem reguntaban/ DMNui"n soy yoO MPor qu" estoy aquO MJuCl es el secreto de mi serOD .ab $eib vea a menudo aquel mismo estuor en los ojos de los ni8os reci"n nacidos, y hasta en los ojos de los animales. VI VI $os que queran que los judos tuvieran una Pascua muy triste haban disuesto que el juicio se celebrase en seguida. El da antes de la Pascua se llev a .eb Eliezer Polner ante el tribunal, junto con otros varios je!es de la comunidad, de quienes se a!irmaba que le haban ayudado en el asesinato. Eaba tres jueces con eluca en la cabeza revestidos de largas togas negras. $os judos estaban encadenados y custodiados or soldados que llevaban esadas y icas. El juez que resida el tribunal haba rohibido que los judos de Praga resenciasen el juicio, ero no ocos enemigos de ;srael acudieron con sus esosas y sus hijas ara estar resentes en la deshonra de los judos. El !iscal aunt con el dedo ndice a .eb Eliezer Polner y los otros acusados, y dijo/ P%e consideran el ueblo elegido de (ios, ero ved cmo se comortan. En lugar de estar agradecidos a nuestro emerador y a todos nosotros or ermitirles que vivan aqu, matan a nuestros hijos como si !ueran cerdos y vierten su sangre en sus 0matzot1. *o son el ueblo de (ios, sino seguidores del (emonio. $a sangre de la eque8a Eanka, asesinada, estC idiendo venganza. $os culables no son slo el judo Eliezer Polner y los demCs consiradores, sino toda la comunidad juda. -nas cuantas mujeres de las de mCs edad emezaron a sollozar al or esas alabras. +tras mCs jvenes se hicieron gui8os y sonrieron. Jomrendan que todo aquello era un invento. El conde Bratislavski !ingi enjugarse las lCgrimas. $os judos haban llamado a rab $eib como testigo de la de!ensa, y el !iscal le regunt/ PMEstC escrito en vuestro maldito ,almud que se debe oner sangre cristiana en la masa de vuestras 0matzot1O P*o hay rastro de tal cosa, ni en el ,almud ni en ningHn otro de nuestros $ibros %antos, F resondi rab $eibF. *osotros no hacemos las 0matzot1 en stanos oscuros, sino en anaderas, con las uertas abiertas. ,odo el que lo desee uede ir a verlo. $as 0matzot1 no contienen mCs que harina y agua. PM*o es un hecho que cientos de judos han sido condenados or oner sangre en las 0matzot1O F regunt el !iscal. P$amento decir que eso es cierto. Pero no demuestra que los acusados !ueran culables. *unca !altan testigos erversos que estCn disuestos a dar !also testimonio, sobre todo si se les soborna ara que lo hagan. PM*o es un hecho que muchos de esos judos con!esaron su crimenO P,ambi"n eso es cierto, ero si con!esaron !ue desu"s de que se quebrantaran sus cueros en el otro de tormento y desu"s de que se les atravesaran los dedos de las manos y de los ies con agujas ardientes. El dolor que un hombre uede soortar tiene su lmite. ,odos hab"is odo el caso de la villa de )ltona, donde una cristiana inocente !ue acusada de ser bruja y sometida a tan largas torturas que con!es haber vendido su alma a %atCn y !ue quemada en la hoguera. #Cs tarde se descubri que un enemigo de aquella mujer haba agado a ersonas malas ara que testi!icaran contra ella. El residente del tribunal gole con el mazo en la mesa y dijo/ P.esonded a las reguntas del !iscal y no habl"is de asuntos que nada tienen que ver con este roceso. Estamos aqu ara juzgar el asesinato de una ni8a, no la inocencia de una bruja. (e ronto la uerta de la sala, que estaba cerrada con cerrojo, se abri de ar en ar, y un gigante de cara amarillenta como el barro entr corriendo, con una ni8ita entre sus enormes brazos. $a ni8a estaba llorando, y el gigante la deosit junto al banco de los testigos y se march inmediatamente. ,odo sucedi tan derisa que la gente que estaba en la sala aenas udo entender lo que estaba asando. *adie acert a decir alabra. $a ni8a ech a correr hacia el conde Bratislavski, se agarr a sus iernas y grit/ DQPaC, aCRD 2an Bratislavski se uso Clido como la cera. $os testigos que estaban en el banco ara declarar se quedaron boquiabiertos. El !iscal, atnito, alz los brazos con gesto de deseseracin. )lgunas de las mujeres que haba en la sala emezaron a rer, en tanto que otras sollozaban hist"ricamente. El residente del tribunal mene su emelucada cabeza y regunt/ PMNui"n eres, ni8aO MJmo te llamasO P#e llamo Eanka. Tste es mi aC Fresondi la ni8a con es!uerzo en medio de sus lloros, se8alando con un dedito a 2an Bratislavski. PMEs "sa vuestra hija EankaO Fregunt el juez. Bratislavski no contest. PMNui"n era ese gigante que te ha trado hasta aqu, EankaO Fregunt el juezF. M(nde has estado durante todos estos dasO PQJalla, no digas ni una alabraR Fvoci!er Bratislavski a su hija. P.esonde, Mdnde estabasO Finsisti el juez. PEn casa, en un stano, Fcontest la ni8a. PMNui"n te meti allO Fregunt el juez. PJierra la boca. *o digas nada, Faconsej Bratislavski a su hija. P,ienes que contestar, lo manda la ley, Fdijo el juezF. MNui"n te meti en el stanoO )unque el juez estaba del lado del conde Bratislavski, ya no le aeteca seguir tomando arte en aquella !arsa. Eran muchos los ciudadanos cristianos de Praga que queran saber la verdad. El residente del tribunal haba sabido que hasta el emerador estaba molesto or aquel juicio ama8ado. $os cristianos inteligentes de Euroa no crean ya en aquella acusacin horriilante. Por eso el astuto juez haba decidido hacer el ael de hombre honrado. Eanka guardaba silencio, mirando del juez a su adre y de "ste a aqu"l. Por !in dijo/ PEse hombre y esa mujer me encerraron en el stano, Fy se8al a %te!an y BCrbaraF. (ijeron que mi aC les haba mandado que lo hicieran. PEs mentira. EstC mintiendo, Frotest BratislavskiF. $os judos han hechizado a mi hijita ara hacerle creer esa estuidez. Es mi Hnica hija queridsima, y antes me dejara sacar los ojos que hacerle ningHn mal. So soy el gran 2an Bratislavski, uno de los ilares del estado de Bohemia. PSa no lo sois, Fdijo !ramente el residente del tribunalF. Eab"is erdido vuestra !ortuna jugando a las cartas. 4irmCsteis un agar" or una cantidad que no odais agar. %obornCsteis a esos dos ru!ianes ara que encerraran a vuestra hija en un stano, y as heredarais sus joyas. Por esos delitos ser"is castigado severamente, y erder"is todo derecho sobre vuestras tierras y roiedades. %te!an y BCrbara, Frosigui el juezF, Mqui"n os dijo que meti"rais en el stano a esa tierna ni8aO (ecid la verdad, si no quer"is que os mande azotar. P4ue el conde, Fcontestaron los dos. BCrbara emez a chillar. P*os hizo beber y nos amenaz con matarnos si no le obedecamos. P) m me rometi veinte ducados de oro y un barril de vodka, Fe:clam %te!an. El juez goleaba con el mazo una y otra vez, ero el gritero que se haba alzado en la sala era incontenible. -nos hombres daban voces, otros sacudan el u8o. )lgunas mujeres se desmayaron. El conde Bratislavski alz la mano y emez a decir al tribunal que el roio juez era cmlice de su delito e iba a llevarse una arte de la herencia, ero el juez voci!er/ P%oldados, os ordeno que encarcel"is al desreciable criminal 2an Bratislavski y le arroj"is a las mazmorras. F$uego aunt a Bratislavski y a8adiF/ $o que ese bribn tenga que decir, lo dirC en el atbulo y con una soga al cuello. )hora, judos, todos quedCis libres. <olved a vuestras casas y celebrad vuestra !iesta. %oldados, quitadles las cadenas. )nte un tribunal justo como es "ste, y un juez honrado como soy yo, la verdad revalece siemre. PMNui"n era el giganteO Freguntaban voces or todas artes. Pero nadie saba resonder. Era todo como un sue8o, o como uno de esos cuentos que cuentan las viejas mientras hilan el lino a la luz de una vela. VII VII )unque el santo le haba dicho a rab $eib que guardara en secreto la creacin del glem, el hecho de su e:istencia se suo. Por toda la ciudad de Praga y or toda Bohemia corri la noticia del gigante que haba salvado a los judos de Praga de la !alsa acusacin. ,ambi"n el emerador .odol!o ;; oy hablar del roceso, y orden a rab $eib que llevase al gigante a su alacio en cuanto asaran los ocho das de la Pascua. $a noche desu"s de que el glem llevara a Eanka ante el tribunal y .eb Eliezer y los otros je!es de la comunidad quedaran libres, el rabino subi al Ctico de la sinagoga y encontr all al glem tendido como una estatua. .ab $eib se le acerc y le borr el %anto *ombre que haba grabado en su !rente, asegurCndose as de que el glem no se dejase ver en los das de Pascua, lo que habra ocasionado un alboroto entre judos y cristianos or igual. 4ue una !iesta !eliz ara los judos de Praga. ) la vez que recitaban los milagros que sus anteasados haban conocido en la tierra de Egito, comentaban tambi"n en voz baja el gran milagro que haba habido all mismo, en Praga. En Pascua cada judo es un rey, y cada juda una reina. Era un gran consuelo saber que (ios segua estando all ara roteger a %u ueblo de los !araones de hoy, lo mismo que lo haba rotegido haca mCs de tres mil a8os. )cabada la Pascua, rab $eib subi al Ctico en mitad de la noche y, ara cumlir el mandato del emerador, volvi a grabar el %anto *ombre en la !rente del glem. Esta vez el rabino ya no odra ocultar la e:istencia del glem a su !amilia ni a otros judos, ni siquiera a los gentiles. Juando la esosa del rabino, sus hijos y sus nietos vieron al glem caminando junto al rab $eib, dieron gritos y huyeron esantados. $os caballos que estaban enganchados a carretas y carruajes se onan a galoar enloquecidos o se alzaban sobre las atas traseras al ver al glem. $os erros ladraban !uriosamente. $as alomas volaban lo mCs alto que odan y hacan crculos sobre los tejados. $os grajos graznaban. Easta los bueyes y las vacas se onan a mugir cuando vean al glem dando zancadas con sus largas iernas, sacando la cabeza or encima de todos. Juando rab $eib se acercaba al alacio del emerador y los guardias vieron al glem, se olvidaron de su deber de guardar la entrada de la morada real y usieron ies en olvorosa. *o tard el emerador en enterarse de lo que estaba asando, y sali a recibir al rabino y su monstruoso coma8ero. .ab $eib inclin la cabeza y mand al glem hacer lo mismo. El emerador regunt/ PMNui"n es este coloso..., vuestro #esasO P#ajestad, Fresondi rab $eibF, no es nuestro #esas, sino un glem hecho de arcilla. PMNui"n le dio vidaO MJmo lleg a PragaO F regunt el emerador. .ab $eib no oda decir la verdad, ero tamoco quera mentir. )s que dijo/ P#ajestad, hay secretos que ni siquiera a un rey se ueden revelar. $a conversacin del emerador con rab $eib dur largo rato, y durante todo ese tiemo el glem ermaneci muy tieso, sin mover ni uno solo de sus miembros. El emerador dijo/ PJon un gigante como "ste, los judos odrais conquistar el mundo entero. MNu" garanta tenemos de que no vayCis a invadir todos los ases y esclavizarnos a todosO ) esto rab $eib relic/ P$os judos hemos sabido lo que es la esclavitud en el as de Egito, y or eso no queremos esclavizar a otros. El glem no es mCs que un au:ilio temoral que se nos ha dado en un momento de eligro e:cecional. El #esas vendrC cuando los judos, or sus acciones virtuosas, merezcan ser redimidos. PMS cuCnto tiemo va a vivir esta monstruosidadO Fregunt el emerador, se8alando al glem. P*i un da mCs de lo que haga !alta, Fresondi rab $eib. #ientras el emerador y el rabino conversaban, las camanas de toda Praga emezaron a tocar. Eaba en la ciudad una alta torre que se llamaba la ,orre de los Jinco. Era tan antigua que nadie saba la razn de ese curioso nombre. %egHn una leyenda, haba ertenecido a cinco hermanos de sangre real cuando la oblacin de Bohemia adoraba aHn a los dolos. En el camanario de lo alto de la torre haba una camana de cobre, y desde all vigilaba siemre un viga, or si se roduca un incendio o una invasin sHbita. Juando el viga vio el glem se uso a tocar la camana, y todos los camaneros de todas las iglesias hicieron lo mismo. El emerador se inquiet y idi a rab $eib que se deshiciera del glem, ero rab $eib le rometi que no asara nada malo en Praga ni en ningHn otro lugar del %acro ;merio. Era la rimera vez en la historia de los judos, desde que !ueran desterrados de su as, que un rabino tena que rometerle a un emerador que el rabino los salvaguardara, a "l y a su ueblo, de una osible desgracia. Juando rab $eib regres a la judera con el glem, la ciudad areca vaca. ,odas las tiendas estaban cerradasG nadie se atreva a salir. $a ciudad estaba desierta, como en tiemo de eidemia, cuando todos rocuran no salir a la calle or no resirar el aire estilente. Jomo el rabino haba rometido al emerador deshacerse del glem lo antes osible, y como los judos de Praga no estaban amenazados or ningHn eligro inmediato, el rabino decidi llevar al glem al Ctico y borrarle el %anto *ombre. .ab $eib le dijo al glem que subiera al Ctico y que le eserase all. El glem hizo lo que se le ordenaba. Juando as la alarma y los je!es de la congregacin vinieron al rabino ara reguntarle or su audiencia con el emerador, el rabino se lo cont todo y les asegur que al da siguiente el glem no sera mCs que un enorme terrn de arcilla. <olvera a haber az y orden en la ciudad de Praga, as como en la judera. )lgunos de los je!es de la comunidad le dijeron/ DMPor qu" deshacerse de algo que es un ilar de !uerza ara los judosO ,al vez deberamos dejarle vivirD. Pero rab $eib dijo/ D%egHn nuestros $ibros %antos, no es as como ha de venir nuestra salvacin. *uestro #esas serC un hombre santo de carne y hueso, no una gigantesca !igura de arcillaD. S sigui diciendo/ D$o que (ios hizo una vez or nosotros, lo uede volver a hacer en tiemos de gran eligroD. Jit una !rase del ,almud/ *o todos los das se hacen milagros. VIII VIII
.ab $eib haba mantenido la romesa hecha al santo que le visit en mitad de la noche, y no quiso con!iar a su mujer, Genendel, con qu" oder haba creado al glem, a esar de que ella se lo reguntaba a menudo. Pero Genendel lo suo or ,odrus, el sacristCn. El motivo de que Genendel quisiera conocer todos los detalles de lo re!erente al glem era "ste/ la casa del rabino tena un jardn con muchos Crboles !rutales y gran abundancia de !lores, y en medio del jardn haba una e8a enorme. Esta e8a era tan grande que en quitarla con un ico y una ala se habra tardado a8os. Eaba una leyenda acerca de la e8a, que deca que debajo de ella estaba enterrado un gran tesoro de iezas de oro. %egHn esa historia, en otro tiemo haba vivido en la ciudad de Praga un judo muy rico, un alquimista que trans!ormaba el lomo en oro. %e asaba todo el da estudiando el ,almud y otros libros sagrados, ero or las noches e:loraba la magia de la alquimia. *o utilizaba el oro ara su roio rovecho, sino que se lo daba a los obres. ,ambi"n lo enviaba con mensajeros a ,ierra %anta, donde sostena una 0yeshivC1 de cabalistas. Pero un da el rey de Bohemia, que era un tirano deravado y codicioso, decidi dar muerte a aquel santo y aroiarse de todo su tesoro. ;nvent un delito absurdo de que acusarle, y el alquimista !ue enviado a la horca. Juando el mCrtir estaba ya en el atbulo, con la soga al cuello, grit al rey/ DEn tu vida verCs ese oro ni odrCs servirte de "lD. En el momento en que el santo alquimista acababa de ser ahorcado, el monarca se qued ciego, y as se cumli que no udiera nunca ver el botn. Jontrajo ademCs la lera, y el hedor que deseda su carne era tan esantoso que tuvo que abdicar, y se le envi a un lugar aartado que se reservaba ara los lerosos. El nuevo rey tambi"n quera el tesoro ara s, ero del cielo cay un e8asco sobre el oro, y lo hundi ro!undamente en la tierra, donde ahora estaba el jardn de rab $eib. Por mCs que se hiciera, nadie sera caaz de desenterrarlo. Genendel haca muchas obras de caridad. $levaba a8os y a8os ensando cmo se odra mover la e8a y sacar el oro ara ayudar a los obres de la judera y a los cabalistas de ,ierra %anta. Jomo el roio rab $eib era un conocido cabalista, a menudo Genendel haba intentado convencerle de que emleara los oderes de la cCbala ara aartar la e8a. Pero rab $eib le tena dicho que lo que el cielo ha taado, ningHn hombre lo uede destaar. )hora que Genendel haba visto la !uerza sobrenatural del glem, se le ocurri que quizC el destino le hubiera enviado ara rescatar el tesoro erdido. Juando rab $eib volvi de la audiencia con el emerador, Genendel trat de ersuadir a su marido de que se sirviera del glem ara mover la e8a. $e habl durante horas, haci"ndole ver a cuCnta gente se oda ayudar con el oro. ,anto ael a la naturaleza comasiva del rabino, que "ste cedi y, aunque a rega8adientes, rometi hacer lo que su esosa le eda. )quella noche el rabino y su esosa no udieron dormir. )l amanecer rab $eib subi al Ctico de la sinagoga, grab el %anto *ombre en la !rente del glem y le orden que aartara la e8a y sacara el oro de donde estaba escondido. )ntes, cada vez que el rabino daba una orden al glem, "ste deca que s, en se8al de su buena disosicin y su caacidad ara hacer lo que se le deca. Pero esta vez el glem no contest. ;ncororCndose, mir !ijamente al rabino, a la luz de la luna que entraba or las rendijas del tejado. Eaba algo desa!iante en aquella mirada. .ab $eib regunt/ PMEas odo lo que te he mandado hacerO S el glem dijo/ P%. PM$o harCsO Fregunt rab $eib. S el glem reuso/ P*o. PMPor qu" noO Fregunt, asombrado, rab $eib. Pareci como si el glem re!le:ionara or unos instantes, y luego dijo/ PGlem no saber. .ab $eib se dio cuenta de que era "l, el rabino, el que haba hecho mal al ceder a los deseos de Genendel. %on tales las reglas que gobiernan la magia, que con un oco de mal uso que se haga de ella se anula su oder. Jomo rab $eib haba rometido al emerador oner !in a la e:istencia del glem, le dijo/ PBaja la cabeza. ,ena la intencin de borrar el %anto *ombre de la !rente del glem, ya ara siemre. Pero, en vez de bajar la cabeza, el glem dijo/ P*o. .ab $eib comrendi claramente que haba erdido ara siemre la autoridad que tena sobre el glem. El rabino se a!ligi. (e nada servira discutir con un glem que no tena entendimiento. .ab $eib haba cometido un error que ya no oda corregir. IX IX Por la ciudad de Praga corri la noticia, entre los judos y entre los cristianos, de que rab $eib haba erdido su oder sobre el glem, que andaba de acC ara allC or el atio del rabino, ayudando toremente en sus tareas a ,odrus, el sacristCn. $a gente eseraba que el emerador castigara a rab $eib, y que quizC dictase severos decretos contra toda la comunidad juda. Pareca, sin embargo, que ni siquiera un emerador tan oderoso como era .odol!o ;; se atreva a enemistarse con rab $eib, con los judos y sobre todo con el glem. )demCs, el glem no areca eligroso ara nadie. %e comortaba como un ni8o gigantesco, deseoso de servir a los demCs. %e contaban divertidas historias acerca de "l. Eaba un aguador que sola llevar a casa de rab $eib el agua necesaria ara cocinar y lavar. %ucedi que el aguador cay en!ermo, y Genendel le idi al glem que llevara agua a la casa. Tl en seguida cogi un ar de cubos y corri al ozo. Juando las muchachas que iban al ozo a sacar agua y lavar la roa vieron al glem, se asustaron, dejaron all sus cubos y su roa y escaaron aterrorizadas. El glem llen sus cubos, los llev a toda velocidad a la cocina del rabino y ech el agua en la cisterna. (io la casualidad de que Genendel tuvo que salir de casa ara atender a otras !aenas dom"sticas, y el glem sigui acarreando mCs y mCs agua. Juando volvi la esosa del rabino, todas las habitaciones de la casa estaban inundadas. Genendel intent e:licarle al glem que haba que echar agua en la cisterna hasta que se llenara y nada mCs, ero era imosible hac"rselo entender. Easta entonces al glem no le haba hecho !alta comer. (e ronto le entr aetito. Juando Genendel le daba una barra de an, se la tragaba de un bocado. Juando tena sed meta la cara en un cubo de agua y se beba la mitad de un trago. -na vez sali de casa, y en la calle los ni8os estaban jugando a tula, y "l se uso a jugar con ellos, dando saltos or encima de todo lo que encontraba a su aso. +tro da entr en la cocina cuando la cocinera del rabino estaba calentando una olla de carne, y el glem agarr la olla y se ech a la boca todo lo que contena. Jomo rab $eib no vea manera de deshacerse de "l, decidi ense8arle a comortarse como un ser humano, ero el glem tena la misma mentalidad que un ni8o de un a8o mientras que sus !uerzas eran las de un len. En vez de hablar, ruga. Juando algo le gustaba se rea estreitosamente. Juando algo le molestaba mostraba una clera terrible. En una ocasin en que Genendel le dio un cuenco de soa con una cuchara, se trag la cuchara con la soa. ;gual que a un ni8o, todas las cosas le arecan juguetes. $evantaba en vilo un caballo y sala corriendo con "l. -na vez as junto a un monumento, que era un rey de bronce con una esada en la mano y montado a caballo. El glem se emocion tanto que arranc el monumento de sus cimientos y ech a correr con "l. Para "l todo eran cosas de jugar, lo mismo una escalera que un montn de ladrillos, un barril de conservas que un soldado de carne y hueso. Entraba en una anadera, sacaba todas las hogazas del horno e intentaba tragCrselas. -n da quiso comerse toda la carne que haba en una carnicera. ) veces tambi"n sala algo bueno de sus travesuras. En una ocasin as junto a una casa donde haba un incendio que los bomberos trataban de aagarG el glem salt a la casa y aag las llamas con sus manos desnudas. Juando sali estaba todo negro de humo y holln,y los bomberos le limiaron dirigiendo hacia "l sus mangueras. )l cabo de cierto tiemo emez a mostrar algunos indicios de madurez y desarrollo esiritual. Pareca estar arendiendo algo mCs del idioma idish y ronunciaba las alabras con mayor claridad. #ani!estaba una cierta caacidad de madurar. )lgunos judos de Praga ensaban que vala la ena soortar todos sus desmanes, con la eseranza de que algHn da se hiciera adulto y !uera un constante de!ensor de los judosde Bohemia, y acaso tambi"n de otros ases. $os haba, incluso, que ensaban que quizC !uera un recursor del #esas. %e saba que los enemigos de los judos estaban muy intranquilos or la e:istencia del glem, y se sentan amenazados or "l y or su !uerza. Eaba adivinos en Praga que ronosticaban que con ayuda del glem los judos gobernaran el mundo entero. Pero rab $eib no comarta esas eseranzas. Tl saba que nuestra salvacin no odra venir nunca de la mera !uerza brutal. X X Para su desilusin, rab $eib emez a darse cuenta de que el glem se iba haciendo mCs humano cada daG estornudaba, bostezaba, rea, lloraba. Easta le entr a!icin or la roa. -na vez en que rab $eib se qued dormido de da, al desertarse vio al glem tratando de onerse su sombrero de iel y su tHnica con cene!as y hasta sus zaatillas, aunque nada de aquello le serva. %e miraba en el esejo y haca visajes. ,ambi"n observ rab $eib que al glem emezaba a desuntarle la barba. M%e ira a convertir en un hombre como los demCsO -n da estaba rab $eib en su estudio leyendo un libro, y entr el glem. Easta entonces el glem siemre se haba movido haciendo ruido y alborotando. Esta vez abri la uerta con cuidado y entr con asos sigilosos. .ab $eib levant la vista del libro. PMNu" quieres, 2os"O Fregunt. El glem no resondi de inmediato. Pareci que titubeaba un momento, y desu"s regunt/ PMNui"n glemO .ab $eib le mir muy e:tra8ado. P,H eres 2os" el glem. PMGlem viejoO P*o eres viejo. PMGlem 0Bar #itzvC1O .ab $eib no oda dar cr"dito a sus odos. M(nde haba arendido el glem aquellas cosasO P*o, 2os". PGlem querer 0Bar #itzvC1. ,odava te queda mucho tiemo. El glem guard silencio. (esu"s regunt/ PMNui"n adre glemO PEl adre de todos nosotros estC en el cielo, F resondi rab $eib. PMNui"n madre glemO P*o tienes madre. PMGlem hermano, hermanaO P*o, 2os". El glem hizo una mueca de dolor, y de reente solt un sollozo horrible. .ab $eib tembl. PMPor qu" lloras, 2os"O PGlem solo. -n !uerte sentimiento de comasin se aoder de rab $eib. P*o llores. Eas ayudado a los judos, has salvado a toda la comunidad. ,odo el mundo es amigo tuyo. El glem areci soesar aquellas alabras. PQGlem no querer ser glemR Fe:clam. PMNu" quieres serO PGlem querer adre, madre. ,odos huir de glem. PEl sCbado, en la sinagoga, antes de la lectura de la ,orC, har" saber que nadie debe huir de ti. )hora baja la cabeza. PQ*oR .ab $eib se mordi los labios. P2os", tH no has sido creado como todo el mundo. Sa has hecho tu tarea, y ahora es tiemo de que duermas. Baja la cabeza y yo te dar" descanso. PGlem no querer descanso. PMNu" es lo que quieresO PGlem no querer ser glem, Fclam el glem con voz lastimera. ;mresionado or la rabieta del glem, rab $eib dijo/ P%" bueno, 2os". Sa has cumlido el mandato de (ios. Juando te necesitemos, te desertaremos. )hora baja la cabeza, te lo sulico. PQ*oR El glem sali del estudio dando un ortazo, y ech a correr or las calles de Praga, sembrando el Cnico en todos los que le vean. Pis una canasta de !ruta y romi los uestos de los verduleros. Puso atas arriba toneles y cajones. .ab $eib se enter de lo que estaba asando, y idi a (ios que el glem no hiciera nada que usiera en auros a la comunidad. *o hubo de transcurrir mucho tiemo antes de que en el estudio del rabino se resentara un alto je!e de la olica, que le dijo/ P.ab, vuestro glem estC destruyendo la ciudad. ,en"is que re!renarleG si no, todos los judos tendrCn que abandonar la ciudad de Praga. El gobierno no se content con avisar a rab $eib. %ali una orden de caturar al glem, encadenarle, y, si oona resistencia, cortarle la cabeza. %e cerraron algunas de las calles que conducan al alacio. Por unos sitios y otros se abrieron zanjas ara que el glem cayera en ellas si asaba or all. Pero al glem no le daban miedo ni los soldados ni las vallas ni las zanjas. )travesaba todas las barreras. Joga a los soldados de carne y hueso y se ona a jugar con ellos como si !ueran soldaditos de lomo. $e lanzaban iedras esadas, y rebotaban en "l como si estuviera hecho de acero. )l cabo de un tiemo volvi a la judera. Pas or un 0jeder1 donde un maestro estaba ense8ando el abecedario a los ni8os eque8os. El glem entr en el 0jeder1 y se sent en un banco. $os ni8os miraban con asombro al gigante que se haba sentado entre ellos. )un estando sentado, daba con la cabeza en el techo. El maestro comrendi que lo mejor sera seguir dando clase como si nada hubiera sucedido. P)le!, bet, guimel, dalet... Frecit, se8alando con un untero de madera a las letras que haba escrito en una tablilla. P)le!, bet, guimel, dalet, Freiti el glem con una voz que estremeca los muros. En la uerta abierta aareci ,odrus, el sacristCn. P2os", el rabino quiere verte. PGlem querer ale!, bet, guimel, dalet, Fdeclar el glem. P,ienes que venir conmigo, Fdijo ,odrus. Por un momento el glem uso cara de !uria. Pareci como si !uera a agarrar a ,odrus en sus manazas y romerle todos los huesos del cuero. Pero en seguida se levant y se !ue con ,odrus. Juando llegaron al estudio del rabino estaba ya atardeciendo. .ab $eib haba ido a la sinagoga a decir las oraciones de la tarde. El glem as a la cocina. Eaba encendida una lCmara de aceite. $a esosa del rabino, Genendel, estaba rezando con un devocionario. ,odos los hijos del rabino estaban casados y tenan hijos roios. )demCs de la criada, Genendel tena en casa a una muchacha hu"r!ana llamada #iriam, que ayudaba en las tareas dom"sticas. El glem se sent en el suelo. Pareca cansado. #iriam le regunt/ PM,ienes hambre, 2os"O PEambre, Freiti el glem. #iriam le sac un lato grande de gachas, y el glem lo vaci al instante. $uego dijo/ PGlem hambre. #iriam le dio an, cebollas, rCbanos. El glem se lo tragaba todo visto y no visto. #iriam sonri y le regunt/ PM(nde echas toda esa comidaO PJomida, Freiti el glem como un eco. S de reente dijoF/ #iriam guaa chica. #iriam se ech a rer. P+ye, glem, no saba yo que te !ijaras en las chicas. P#iriam guaa chica, Fdijo el glem. %i otro hombre le hubiera dicho eso a #iriam, ella se habra uesto colorada. En aquellos tiemos las muchachas jvenes eran tmidas. Pero ante un glem #iriam no senta vergUenza. Pregunt en broma/ PM,e gustara que !uera tu noviaO P%, novia. Tl la miraba con los ojos muy abiertos. (e ronto hizo una cosa que asust a #iriam/ la levant en vilo y la bes. ,ena los labios Cseros como un rasador de rCbanos. #iriam dio un grito y el glem e:clam/ D#iriam novia glemD. $a dej en el suelo y almote con sus manazas. En ese momento entraba Genendel, y #iriam le cont lo que haba asado. )l da siguiente rab $eib llam a #iriam a su estudio, y le hizo rometer que en la rimera ocasin que tuviera, cuando el glem bajara la cabeza, le borrara el %anto *ombre de la !rente. El rabino dijo que en ello no habra ecado, orque el glem no era un ser humano, sino un ser arti!icial y temoral. El rabino e:lic que el glem no tena alma, tan slo 0ne!esh1, la clase de esritu que se concede a los animales sueriores. XI XI #iriam rometi al rabino que hara lo que se le mandaba. %in embargo, asaron los das, y aunque a menudo el glem bajaba la cabeza ante ella, #iriam senta un no s" qu" que le imeda borrarle el %anto *ombre. Entre tanto el glem segua haciendo barbaridades, una tras otra. Pasando un da junto a la ,orre de los Jinco y viendo que allC arriba el viga daba vueltas alrededor de la enorme camana, el glem emez a trear or la torre con la misma agilidad que un mono. En ocos minutos haba llegado a la galera de arriba. Juando el viga vio que el glem suba or las aredes de la torre, se asust tanto que emez a tocar la camana. %e reuni una gran multitud ara ver la actuacin del glem. %oldados y bomberos oyeron la alarma y acudieron reciitadamente. $legado a lo alto, el glem emuj al viga or la uerta que daba acceso a la escalera de caracol, y se uso a dar vueltas en torno a la camana, a toda velocidad. Pas algHn rato antes de que se cansara de aquel juego, y entonces se descolg or la ared de la torre en ocos segundos. Pareca tener vista de Cguila, orque al ver que #iriam estaba entre la multitud se reciit hacia ella, la tom en brazos y muy contento ech a correr con ella or las calles, brincando y bailoteando de alegra. Juando rab $eib suo lo que haba hecho, le rerendi duramente or desertar las iras de la oblacin con su conducta. Pero el glem dijo/ DGlem no malo. Glem buenoD. )l da siguiente cruz las uertas de la judera un carruaje tirado or ocho caballos blancos, recedido de diez dragones a caballo que iban tocando tromas y desejando el aso. El carruaje se detuvo ante la casa de rab $eib, y de "l descendi un general que era el je!e del ej"rcito. .ab $eib sali a recibir al gran se8or e inclin ro!undamente la cabeza. El general dijo/ P<engo con una orden del emerador. PMJuCl es esa orden, e:celenciaO P%u #ajestad ha decretado que el glem sea enrolado en el ej"rcito de Bohemia, Fdijo el generalF. 4orjaremos armas eseciales ara "l y le ense8aremos a usarlas. (amos a vuestro glem ocho das ara que se reare ara el servicio. PPero, e:celencia, el glem no es un hombre de carne y hueso, Fobjet rab $eibF. *o se uede con!iar en "l. P*osotros le ense8aremos lo que tiene que saber un guerrero. Jon un soldado como el glem odramos someter a muchos de nuestros enemigos. PE:celencia, el glem no !ue creado ara hacer la guerra. P.ab, no uedo entrar en detalles con vos, F dijo el generalF.(entro de ocho das vuestro glem serC soldado. Es un decreto real. S el general regres al carruaje y se march con su s"quito. .ab $eib se uso a dar vueltas de un lado ara otro. -na honda tristeza le embarg. Tl haba creado al glem ara ayudar a los judos. )hora el glem iba a ser soldado del emerador. Nui"n sabe si no atacara a sus sueriores, y entonces se hara resonsable a los judos de su indiscilina. .ab $eib llam a #iriam y le dijo/ P#iriam, tienes que borrar como sea el %anto *ombre ara acabar con nuestro glem. *o se uede eserar mCs. P.ab, no soy caaz. P#iriam, en nombre de la ,orC te ordeno que lo hagas. So estoy lejos de ser un asesino, ero el barro debe volver al barro. P.ab, siento como si me mandCseis matar a un hombre. P#iriam, yo mismo estoy disuesto a borrar el %anto *ombre, ero tH tienes que hacer que baje la cabeza, o conseguir que se quede dormido. )l rato #iriam dijo/ PEar" lo que ueda, rab. #iriam volvi a la cocina. El glem la mir con ojos e:traviados y voci!er/ PQGlem hambreR #iriam abri la desensa, y "l devor todos los comestibles que haba a la vista. <io una botella en el estante de abajo, la agarr e intent tragCrsela. PMNu" haces, 2os"O Esera un segundo. PMNu" es estoO Fregunt el glem. P<ino, Fdijo #iriamF. *o es ara comer, sino ara beber. PGlem querer vino. #iriam le llen un vaso de vino y el glem se lo trag. Ella sac otra botella, y desu"s la tercera, y el glem no araba de beber y de edir/ DQ#CsRD ,odava no estaba borracho, y #iriam se acord de que el rabino tena vino en el stano ara la bendicin del sCbado, y tambi"n el vino de Pascua que la !amilia tomaba en el 0s"der1, cuando cada uno tiene que beber cuatro coas. P<amos al stano, 2os" FdijoF. )ll hay mucho vino. #iriam baj los elda8os del stano, y el glem la sigui. Eaca !ro en el stano, y estaba oscuro, ero #iriam dej abierta la uerta de la cocina y or all entraba algo de luz. .ab $eib haba odo lo que asaba y se qued a la uerta del stano, ara vigilar que el glem no hiciera da8o a #iriam. #iriam le dijo al glem/ D)hora uedes beber todo lo que quierasD, y al decir estas alabras se ech a llorar. El glem agarr un tonel de vino, le arranc el tan y se uso a beber. #iriam le miraba, ahogada or el llanto. El glem sigui atiborrCndose de vinoG resiraba esadamente y gru8a de lacer. $os ojos se le usieron a la vez tiernos y salvajes. Jlam con !uerte voz/ DGlem amar vinoD. Tsas !ueron sus Hltimas alabras. Jay al suelo y emez a roncar. .ab $eib vio y oy lo que suceda y baj los elda8os. %e inclin sobre el glem y recit/ D$a tierra a la tierra y el olvo al olvo. (ios, bendito sea, es er!ecto, juicio son todos %us caminos, (ios de verdad y sin iniquidad, justo y bueno esD. .ecitadas estas alabras, borr el %anto *ombre de la !rente del glem, y bes el barro all donde el %anto *ombre haba estado grabado. El glem dio un Hltimo ronquido y qued sin vida. .ab $eib subi a su estudio, ero #iriam se qued en el stano. %e agach y bes los ojos del glem y su boca. $loraba tan !uerte que las lCgrimas casi la cegaban. Esa noche rab $eib y ,odrus subieron el cuero del glem al Ctico de la sinagoga. Eaba mucho miedo en la judera de que cuando el emerador se enterase de que el glem estaba muerto tomara venganza de todos los judos, y sobre todo de rab $eib. Pero no !ue as. Por una arte, los je!es militares no vean con buenos ojos que el glem !uera a ser uno de los suyos. ,eman que desmoralizase a toda la troa, o incluso que atacase a sus caitanes. ,ambi"n haban comrendido muchos gentiles que los judos no eran tan d"biles e inde!ensos como les crean sus enemigos. Eaba un gran oder oculto en este ueblo que (ios haba escogido ara s, y cuya gloria se haba comrometido a restaurar al 4inal de los (as. )unque el glem no era un hombre, rab $eib recit el Vaddish or "l. Emezaron a surgir leyendas. El glem haba sido visto de noche en el alacio del emeradorG en un molino, moviendo sus asasG de ieen lo mCs alto de la ,orre de los Jinco, con la cabeza entre las nubes. -n hecho sorrendente sacudi a la judera/ #iriam desaareci. -na noche Genendel la vio irse a la cama y la oy recitar el %hemC antes de dormirse. ) la ma8ana siguiente el lecho estaba vaco. Eubo rumores de que al amanecer se haba visto a #iriam caminando hacia el ro, seguramente ara ahogarse. +tros crean que el glem la estaba eserando en la oscuridad y se la llev con "l a un lugar donde se reHnen los esritus amantes. MNui"n sabeO )caso el amor tenga un oder aHn mayor que el de un %anto *ombre. El amor, una vez que se ha grabado en un corazn, ya nunca se uede borrar/ vive ara siemre. FIN FIN GLOSARIO: GLOSARIO: 0ale!, bet, guimel, dalet1/ Primeras letras del al!abeto hebreo. 0Bar #itzvC1/ Jeremonia con que los jvenes judos ingresan en la comunidad religiosa, a la edad de trece a8os. 0JCbala1/ Jonjunto de doctrinas msticas de los judos. El nHcleo original de la JCbala era uramente esiritual y terico, ero con el tiemo se !ue mezclando con diversas rCcticas mCgicas y de adivinacin. 0cabalista1/ Persona que estudiaba la JCbala. 0gentiles1/ *ombre que daban los judos a todos los que no eran de su nacin, y or lo tanto no racticaban la religin judaica. 0EagadC1/ $ibro que usan los judos en el 0s"der1, y que contiene, entre otras cosas, la historia de los orgenes del ueblo judo y su salida de Egito a la ,ierra Prometida. 0idish1 o yiddish/ ;dioma de los judos de Euroa Jentral, que tiene sus orgenes en el alemCn que se hablaba en la Edad #edia y se escribe con los caracteres del al!abeto hebreo. 02anukC1/ 4estividad juda, llamada tambi"n Dde las lucesD, que se celebra durante ocho das en los meses de noviembre y diciembre, y durante la cual es costumbre tener luz encendida en unas lCmaras eseciales. 0jeder1/ En las comunidades judas, escuela elemental. 0judera1/ En las ciudades antiguas, barrio donde habitaban los judos. 0Vaddish1/ Eimno que se recita en las sinagogas al !inal de ciertas secciones del culto, y que ha llegado a ser la oracin mCs emleada ara rezar or los muertos. 0manto de oracin1/ #anto o chal que se onen los judos sobre los hombros ara rezar. 0matzot1/ *ombre hebreo de los anes Czimos, esto es, hechos sin levadura, que comen los judos en su !iesta rincial, la Pascua. 0*isCn1/ -no de los meses del calendario judo. En "l se celebra la Pascua. 0rabino1 o rab/ 2e!e esiritual de una comunidad de judos, que reside y dirige las oraciones y ceremonias en la sinagoga. $a !orma rab se utiliza delante del nombre roio, o ara dirigirse al roio rabino. 0s"der1/ Jeremonia que se celebra en los hogares judos en uno de los das de la Pascua, y que consiste bCsicamente en un banquete y ciertas lecturas y bendiciones. 0%hemC1/ *ombre y rimera alabra de la rincial con!esin de !e de los judos, que dice/ D+ye ;srael, el %e8or es nuestro (ios, el %e8or es unoD. 0shlem aleijem1/ 4rmula de saludo en lengua idish, que quiere decir/ D$a az sea con vosotrosD. 0,almud1/ .ecoilacin de tradiciones que, junto con algunos libros del )ntiguo ,estamento, constituyen la base de la religin juda. 0,orC1/ Entre los judos, la ley de #ois"sG tambi"n, los cinco rimeros libros del )ntiguo ,estamento =el Pentateuco>, orque en ellos se contiene la ley mosaica. 0SeshivC1/ Escuela suerior de las comunidades judas, donde se estudia el ,almud.