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SUMARIO

COLOMBIA 06-19/04/2014 EDICIN N 97

5 Editorial 8 A Fondo 20 En Vivo 23 Pliego

El asesinato de Monseor Isaas Duarte Cancino cumple 12 aos


La Arquidicesis de Cali record al obispo llamando a la reconciliacin Surgen nuevas hiptesis acerca de la muerte del prelado. Pg. 18

Una cuestin de conciencia

7 La pgina del director


Gerente Editorial: Juan Rubio. Director: Javier Daro Restrepo. Redactor Jefe: Miguel Estupin. Diseo: Diego Garca. Fotografa: Laverrue, Palaestra, MKD, CEPALC, Javier Alvarado, Partido Social Cristiano, VNC. Secretaria de Redaccin: Diana Fonseca. Colaboradores: Mons. Luis Augusto Castro, Martha Ins Romero, Pedro Aldana, Alirio Cceres, scar Elizalde, Juan Carlos Rodrguez, Jos Luis Celada, Jos scar Beozzo, Fernando Cordero, CRC. Corresponsales: Argentina: Washington Uranga. Bolivia: Ronald Grebe. Brasil: Graziela Cruz. Mxico: Pablo Romo. Miami: Araceli Cantero. Per: Instituto Bartolom de las Casas. Venezuela: Andrs Caizlez. Vaticano: Antonio Pelayo. Portugal: Antonio Marujo. Publicidad y Marketing: Adriana Jaimes. Edita: PPC. Director General PPC-Global: Aurelio Matos. Directora General PPC-Colombia: Pilar Torres S. Direccin: Cra. 85 K N 46A 66, Ocina 502. Complejo Logstico San Cayetano. PBX (57-1) 595 3344. Fax:(57-1) 595 3340. Bogot Colombia. Impresin: Editorial Delfn Ltda. Vida Nueva no es la voz de la Iglesia, sino una voz en la Iglesia. Las opiniones expresadas en los artculos de esta revista son de responsabilidad de cada uno de los autores.

Quin soy yo para juzgarlos?

Otra mirada sobre el homosexual

14 Iglesia en Colombia

La voz que clama en el Pacco

Proclamando la paz desde las azoteas

Es la ecologa un problema de conciencia?


Conversatorio

Proclamando la paz desde las azoteas


Defensa artstica del derecho a la vida en la localidad Rafael Uribe Uribe Organizaciones sociales y culturales reaccionan en contra de la limpieza social. Pg. 20

32 Iglesia en el mundo 40 Entrevista

Se instituye la Ponticia Comisin para la Tutela de los Menores

Monseor Jess Gonzlez Secretario de la Conferencia Episcopal de Venezuela

Qu hay de los mayores?


Frecuentemente, la experiencia pastoral del sacerdote mayor es desaprovechada dentro de la Iglesia. El padre Carlos Marn reexiona en torno a esta situacin, proponiendo soluciones. Pg. 42

42 Con Acento 44 Cultura 47 Cine

Qu hay de los mayores?

Machado, 75 aos despus de la muerte de un creyente

12 aos de esclavitud

www.vidanueva.co vidanuevacol@ ppc-editorial.com

48 Libros 50 Al Vuelo

6 JUAN RUBIO, 15 ALirio CCErES, 19 GabriEL Naranjo, 38 ISabEL CorPaS, 45 ErnESTo OCHoa

Ernestina Lpez
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Manual Rstica Cdigo: 3946 Dimensiones: 14,5 x 21 cm N pginas: 1986


Letra Grande Rstica Cdigo: 3948 Dimensiones: 15 x 21,5 cm N pginas: 1984

Contiene la traduccin ntegra de los textos originales con notas, mapas, cronologa y vocabulario bblico. Aprobada por la Conferencia del Episcopado Mexicano, autorizada por la Conferencia Episcopal de Colombia y la Conferencia Episcopal de Chile.
* Cantidades limitadas. ** Aplica solo para la compra de 5 unidades de la misma referencia. Envo pago contra-entrega. PBX: (571) 595 3344 Ext: 129 - 175, e-mail: [email protected]

EDITORIAL

Un asunto de conciencia

l conversatorio de Vida Nueva Colom- previo a la formacin de una conciencia experiencia (ex=salir, peri=alrededor), es bia el pasado 19 de marzo, parti sobre los deberes para con la tierra. decir, es un asunto de entrar en contacto de una pregunta: es la ecologa un Se agreg en el conversatorio que hay con el medio para conocerlo y conocerse. asunto de conciencia? un paso desde la ecologa-ciencia hasta la No basta conocer el ecosistema, hay que Las intervenciones de los ponentes ecologa-conciencia. Se necesita un cono- interpretarlo y darle sentido. (Alirio Cdieron pistas a los asistentes, para en- cimiento de la naturaleza, ms all de la ceres). contrar una respuesta a visin utilitaria predomiLa crisis ambiental que se vive en el la provocadora pregunta. Nos cabe una nante en la enseanza de las territorio nacional sucede por no aplicar Uno de los ponentes llaciencias naturales. A partir los instrumentos de ordenamiento y orgade las experiencias concre- nizacin que parten de la misma Constitum la atencin sobre la responsabilidad distancia que hay entre frente a la tas de los ponentes sobre cin Poltica de 1991, pero que tienen su el ideal propuesto por la las explotaciones mineras, principal base en el Decreto 2811 de 1974, Constitucin Nacional y naturaleza ellos pudieron afirmar que conocido como Cdigo Nacional de Recurlas polticas pblicas, de el modelo de minera que sos Naturales. La crisis se hace visible en modo que la preservacin del ambiente, hoy se aplica en Colombia, produce asi- el gobierno de lvaro Uribe Vlez y se agumencionada en el artculo 361, se queda metras y conflictos. diza en el actual gobierno de Juan Manuel en el papel a la hora de la minera, por Bajo la idea de que la naturaleza es un Santos, en donde la Locomotora mineroejemplo. Cuando sta pone en marcha reino al servicio del ser humano, que se energtica entra a imponerse por encima sus retroexcavadoras o los mineros echan mueve sobre ella como un soberano, los de las mismas normas constitucionales al mano del mercurio en su bsqueda del humanos han perdido de vista la respon- expedir resoluciones como la 0045 de la oro, la prioridad es el oro. Ni los mineros sabilidad que les cabe frente a ella, no Agencia Nacional de Minera, mostrando ni la poblacin vecina ni la selva ni los como reyes de lo creado sino como sus al pas que tenemos un supuesto potencial ros son tenidos en cuenta. Este fenmeno jardineros. minero que sacar de la crisis econmide inversin de las prioridades es el que Ejemplos concretos, como la imagen de ca y que se deben mantener y ampliar se da en las conciencias individuales en las mujeres campesinas que, frente a la estmulos en la confianza inversionista donde ni la naturaleza ni las personas fuerza pblica puesta al de las multinacionales. que se mueven alrededor de ella tienen servicio de los grandes (Pedro Aldana). la categora de problemas. empresarios mineros, La tierra y la Cmo lidiar con Si la ecologa es esa conciencia de vivir se tendieron sobre el los impactos de la mijuntos en una casa comn, esta es una suelo para expresar su humanidad forman nera en comunidades percepcin que an no logran ni los que decisin de proteger la una nica entidad alejadas de los centros disean ni los que ejecutan las polticas tierra, le dan la razn a urbanos? Es factible o Isaac Asimov cuando, (Asimov) realista decir NO a la pblicas; tampoco el ciudadano. Solo hechos como la visin del planeta al preguntarse sobre minera en un contextierra en el espacio pudieron revelar a la cultura que estamos to en el que el modelo los astronautas una nueva percepcin construyendo, se respondi: el legado extractivista se ha impuesto en todos los de su mundo. Anot en su diario Russel de este cuarto de siglo espacial es la per- pases de nuestra regin? Cmo hacer Schweickart, el astronauta: Todo lo que cepcin de que la tierra y la humanidad para que las comunidades puedan resignifica algo para ti, la historia, el arte, el forman una nica entidad. conocer sus derechos y hacerlos valer nacer, la muerte, el amor, la alegra y las frente a esta realidad? Cmo hacer para lgrimas, todo est en ese pequeo punto Algunas palabras de los ponentes generar sensibilidad y solidaridad de la azul y blanco que es la tierra vista desde Es la ecologa un problema de concien- gente en los grandes centros urbanos? fuera: una preciosa mancha pequea que cia? Por supuesto que s. Pero tambin es La respuesta est en las mismas comupuedes tapar con el dedo pulgar. Y agrega- un asunto de ciencia, de dilogo intra y nidades, en su necesidad de desarrollar ba otro astronauta, Sigmund Jhn: desde transdisciplinario. No basta la concien- campaas sencillas que refrenden su el espacio comprend que la empresa ms cia para resolver la crisis. Tan grave es vocacin y su cultura, en la necesidad de exigente es cuidar con esmero y preservar la situacin, que necesitamos el aporte preservar su entorno de la depredacin al planeta para las generaciones futuras. de la ciencia y la tecnologa; pero no por que deja la explotacin minera, y en la Son expresiones que se repiten en boca separado, como en esquizofrenia, sino necesidad de establecer alianzas con la de otros astronautas y que refuerzan la en una integracin mental, una nueva sociedad civil nacional e internacional conviccin de que es necesaria esa visin comprensin de la vida, un nuevo modelo para que apoye sus luchas (Martha Ins del planeta como casa de todos, como paso de civilizacin. Adems, es un asunto de Romero).
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CON LA MIRADA PUESTA


MONSEOR LUIS AUGUSTO CASTRO, Arzobispo de Tunja

Ecumenismo en accin

n Estrasburgo, la bellsima ciudad de la Alsacia francesa, ubicada en el departamento del Bajo Rin, tuvo lugar a fines de enero el segundo encuentro para el dilogo trilateral entre los representantes luteranos, menonitas y catlicos. Por motivos que an ignoro, fui escogido el ao pasado por parte el Consejo Ponticio para la Unidad de los Cristianos para coordinar este proceso, que tiene la duracin de cinco aos. Entre los asistentes, estuvimos cinco catlicos, de los cuales dos son de Estados Unidos, uno es de Canad, una es de Francia y uno es de Colombia. El grupo luterano estuvo conformado por un chino, por tres alemanes y por una estadounidense. Los menonitas se hicieron presentes con una pastora africana de Kenia y con cuatro telogos alemanes, de los cuales dos trabajan en Amrica Latina. El encuentro se desarroll en la sede luterana de Estrasburgo y tuvo como temas centrales el pecado y la salvacin. Yo pre-

sent la visin catlica, anotando que en este campo no hay deniciones dogmticas, as que el tema est abierto para la reexin con libertad. Insist en que algunas visiones de la salvacin como, por ejemplo, la visin de la substitucin penal, presentan a Dios como un ser furioso, sediento de justicia, y al Hijo de Dios como alguien que se coloca en lugar nuestro para reparar y as calmar la ira divina. Esta visin es inaceptable, sencillamente. A veces decimos de Dios cosas que no diramos de ninguna persona decente. Por ello, insist en el amor de Dios que manifestado en Cristo se expres hasta lo ltimo, ya que no hay amor ms grande que el amor de aquel que da la vida por sus amigos. No en lugar de sus amigos, sustituyndolos, sino en favor de ellos, en solidaridad con ellos. Obviamente, el tema de la fe no poda faltar. Para los luteranos es importante la

La pregunta por la fe

sola fe. Yo haca notar que nosotros podemos aceptar esta expresin siempre y cuando la fe est acompaada por la esperanza y el amor. Frente al rechazo de mi propuesta con el argumento de que slo la fe tiene como tarea acoger la promesa, anot que acoger una promesa signica tener fe en el futuro y eso es lo que se llama esperanza. Y dado que Lutero considera la fe como encuentro personal con Cristo, sta no puede ser un encuentro econmico, cultural o cientco sino un encuentro de amor. De manera que no debera ser difcil acoger la propuesta de una fe siempre unida a la esperanza y al amor. No es mi intencin hacer teologa en este momento y me reero a estos apartes de la discusin slo para poner de maniesto la seriedad con que se ha enfrentado este proceso ecumnico. Para quienes nunca han odo hablar de los menonitas, es necesario explicitar que surgieron en Alemania en la misma poca de Lutero. Su

fundador se llamaba Menn. Inicialmente, se llamaron anabaptistas. Este nombre se reere al bautismo y a la no aceptacin del bautismo de los nios. A quienes entraban en su iglesia, se les bautizaba de nuevo. El choque con Lutero, que s aceptaba el bautismo de los nios, fue inevitable. Los menonitas fueron perseguidos y tuvieron que dispersarse por muchas partes del mundo en medio de un fuerte sufrimiento. Una de sus caractersticas principales hoy es el trabajo por la paz y por ello en Colombia hemos contado con insignes menonitas que nos han aportado signicativamente a la paz del pas. Que el pueblo catlico as como el pueblo luterano y el pueblo menonita nos acompaen con sus oraciones para que este esfuerzo ecumnico llegue a dar muy buenos frutos de entendimiento y de unidad. Anhelamos mucho poder exclamar juntos: Una sola fe, un solo bautismo, un solo Seor.

JUAN RUBIO. Director Vida Nueva Espaa

La muerte de Surez
on la muerte del expresidente del Gobierno Adolfo Surez se cierra una pgina de la historia de Espaa. Su larga enfermedad le ahorr muy buenos disgustos. Aquel espritu de conciliacin, dilogo y entendimiento se ha ido dilapidando en las ltimas dcadas, precisamente cuando, hace falta volver a l. Quien liderara el paso del franquismo a la democracia, de la mano de grandes personajes que ya son historia, recibe ahora el homenaje de quienes tantos aos se lo han negado. Es la amnesia de este pas, que a veces padece episodios de un profundo alzheimer. Todos, personas e instituciones, pusieron en aquellos momentos sus manos para lograr una
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Espaa reconciliada. Tambin la Iglesia, que supo estar a la altura de las circunstancias, sirviendo de puente, de enlace y de escenario para la reconciliacin. En el marco de la Constitucion, se fraguaron acuerdos que hoy se ven tiritar por la amnesia colectiva que se ha apoderado incluso de quienes buscaban casas rectorales o salones parroquiales o aulas de colegios religiosos para preparar el cambio. En el marco de la Transicin, la Iglesia supo estar con dignidad; el cardenal Tarancn y otros muchos se dispusieron a mirar al futuro, remontando el pasado con mente abierta, corazn sereno; dispuestos a quemarse, como

sucede con quienes estn en medio de las trincheras. Hubo en la Iglesia gestos, palabras y actuaciones que lubricaron los engranajes de un nacionalcatolicismo ya obsoleto. Algunos de quienes ayudaron a hacerlo haban vivido los aos duros de la Guerra y de la larga dictadura, pero supieron con inteligencia situarse en el lugar que les peda la historia y la responsabilidad como ciudadanos y cristianos. En aquella carta de los obispos, en los ltimos das del franquismo, en donde se hablaba de la comunidad poltica, fue en donde se cuaj un espritu que ayud a la Transicin, adelantando lo que mucho despus lleg en forma de leyes.

LA PGINA DEL DIRECTOR


Director de Vida Nueva Colombia

JAVIER DARO RESTREPO

Quin soy yo para juzgarlos?

os periodistas que escucharon esta pregunta del papa Francisco a bordo del avin en que viajaban de Ro a Roma intuyeron que estaban frente a una posicin inesperada, que rompa una larga tradicin de rechazo a los homosexuales. Pero la cultura ya los haba juzgado y condenado. El actual presidente de Nigeria al promulgar leyes que convertan al homosexualismo en un delito, valid una cultura de condena contra los homosexuales. En el mismo sentido legislan en Uganda, Camern y Tanzania, pases dispuestos a procesar a los homosexuales. Como el Papa, el semanario catlico Southern Cross se niega a juzgar y asumi la defensa de los derechos de los homosexuales al expresar su desacuerdo con las leyes discriminatorias en los pases africanos: Adems de injustas esas leyes tienen el potencial de destruir el tejido social y de propiciar acusaciones falsas, escribi su editorialista, quien pidi que se alce la voz de la Iglesia contra estas leyes discriminatorias y contra la violencia hacia los homosexuales. De hecho en el Catecismo Catlico se lee que los homosexuales deben ser acogidos con respeto, compasin y delicadeza y se evitar toda discriminacin contra ellos. Sin embargo, en el interior de la Iglesia tiene un mayor peso la actitud de rechazo. El episcopado australiano as se manifest cuando comenz en el parlamento de su pas la discusin de un proyecto de ley contra la discriminacin porque, dicen los obispos, amenazara la libertad religiosa.

Cunto hay de cultural en las formulaciones doctrinales sobre la homosexualidad


En sus parroquias es una norma no contratar profesores homosexuales para sus colegios ni admitir parejas homosexuales en los servicios para parejas. Al aprobarse la ley, estas normas discriminatorias de la Iglesia local inhabilitaran a parroquias y colegios para recibir ayuda oficial. A su manera, son juicios negativos contra unas personas que el Papa no se siente con capacidad de juzgar. entre la homosexualidad como inclinacin y los actos de homosexualidad que, dice, son intrnsecamente desordenados y contrarios a la ley natural porque sierran el acto sexual al don de la vida. Y concluye: es un requerimiento de la justicia no atribuirle status social y jurdico al matrimonio homosexual. Estas citas tradas a cuento por la Congregacin en junio de 2012, muestran el estado de la cuestin antes de la llegada del Papa. Su respuesta a los periodistas, el contexto creado por sus expresiones sobre una pastoral de las periferias, hacen pensar que la pastoral de la Iglesia hacia los homosexuales, caracterizada por el respeto, la compasin y la delicadeza, de que habla el Catecismo Catlico, dar paso a un mayor conocimiento del homosexual, como paso pre-

Hacia un cambio de mirada

Cuando la Congregacin para la Doctrina de la Fe tuvo en sus manos el libro de la religiosa estadounidense Margaret Farley sobre moral sexual, formul su punto de vista sobre la homosexualidad citando el Catecismo Catlico que combina la misericordia hacia las personas con la severidad doctrinal y distingue

vio indispensable para cualquier juicio. Los juicios, matizados por la distincin entre homosexualidad, inclinacin y los actos de homosexuales, abren una posibilidad de acercamiento a la realidad objetiva del homosexual, y de una nueva actitud iluminada por la comprensin. Tambin cuenta en este proceso de conocimiento la necesaria separacin entre lo que llega y se recibe como una carga cultural y lo que corresponde a la doctrina. Como en las consideraciones de la Iglesia hacia la mujer, las que se refieren a los homosexuales parecen determinadas por la presin de una cultura machista, proclive a la condena. El cambio de mirada sobre el homosexual inspira preguntas como la de cunto hay de cultural en las formulaciones doctrinales sobre este tema o la de cunto debe revisarse desde el punto de vista de la filosofa y de la antropologa en temas como la naturaleza y la ley natural. La afirmacin estereotpica sobre la ley natural parece un argumento demasiado fcil que requerira una profundizacin mayor. Lo mismo que las interpretaciones de los textos bblicos que se esgrimen para condenar al homosexual. La accin samaritana tan recordada por el Papa como signo de la presencia del Dios de los pobres y heridos, est imponiendo numerosas revisiones. Y la presencia del homosexual resulta tan provocadora y llena de llamados a la responsabilidad evanglica, como la del herido que dejaron los ladrones a la orilla del camino entre Jerusaln y Jeric.
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A FONDO

Otra mirada

SOBRE EL HOM
Las presiones culturales y los prejuicios han impedido conocer la realidad de los homosexuales. Solo una valoracin diversa de su condicin como personas, permitira a la Iglesia responder al desafo que supone suspender el rechazo y abrir sendas hacia una verdadera comprensin. En dilogo con el padre Alfonso Llano, director del Centro Nacional de Biotica, Vida Nueva Colombia explor las exigencias de otra mirada sobre el homosexual.
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OMOSEXUAL

TEXTO: JAVIER DARO RESTREPO FOTOS: LAVERRUE, PALAESTRA, MKD, VNC

A FONDO

Otra mirada

SOBRE EL HOMOS
les que han impedido saber, a ciencia cierta, de qu se trata?

os homosexuales han sido vistos como viciosos, perversos, enfermos, pecadores, anormales y, por tanto, han sufrido discriminacin y han sido obligados a disimular su condicin sexual para disminuir la presin social adversa que los convierte en poblacin de la periferia. En la Biblia aparece un claro rechazo hacia las personas homosexuales y hacia su conducta. Precisamente, en muchos casos este rechazo ha sido el apoyo para los juicios homofbicos de condena y de exclusin. Hay otra mirada, anttesis de la anterior, que reivindica la pasin sexual en cualquier forma en que se presente, con tal de que sea fuente de placer y de felicidad. Es la idea que late en el fondo de las defensas contemporneas del homosexual, en nombre de los derechos humanos. Entre esos dos extremos se abre el camino intermedio que exploran socilogos, siclogos, filsofos, telogos y estudiosos del comportamiento humano para quienes fue una puerta abierta la respuesta del papa Francisco cuando, ante la pregunta de un periodista sobre los homosexuales, solo dijo: quin soy yo para juzgarlos?. Buena parte de la galera habra aplaudido si el Papa hubiera optado por una acogida incondicional; la otra parte se hubiera tranquilizado con un rechazo radical, segn la tradicin ms acogida. Pero a unos y a otros les qued planteado un agudo reto con esa suspensin del juicio que resulta del reconocimiento de que an falta el conocimiento suficiente para juzgar.
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La conversacin de Vida Nueva Colombia con el padre Alfonso Llano, director del Centro Nacional de Biotica, tan jesuita como el Papa, acentu ese desafo de que de los homosexuales se sabe poco porque en vez de conocimiento, han abundado los prejuicios y las presiones cultura-

De qu se trata?

Una cosa es la inclinacin homosexual y otra las conductas homosexuales, precis Llano en el comienzo de la conversacin. Y agrega en un texto acadmico presentado

EL HOMOSEXUAL EN LA HISTORIA
Los homosexuales y sus conductas no son nuevas, vienen desde el siglo de oro de la Grecia Antigua y de all para atrs. Pero su condenacin por parte de la sociedad hizo que se mantuviera encubierta su condicin. Los primeros signos de destape o de salida del closet son asunto del siglo XX, siglo de la revolucin sexual y de las declaraciones de derechos humanos, en especial, de derechos de minoras. De ah, el salir a las calles en manifestaciones de pequeos o grandes grupos a exigir reconocimiento legal y social a su condicin y a su conducta homosexual. Y mucho que han logrado. Pero cada da piden ms, se entiende. Buscan igualdad de derechos con las personas de conducta heterosexual. Tanto a ellos como a los dems, hay que recomendar paciencia, sensatez y consideracin de las personas afectadas. ALFONSO LLANO ESCOBAR, S.J.

hace 3 aos: estas personas presentan una estructura orgnica y sicolgica distinta de los dems que causa una tendencia fuerte y estable a personas del mismo sexo, que no suele ser lo ordinario. Sobre esa inclinacin cabe la pregunta: cundo apareci? Fue antes de estar en capacidad de usar su libertad? Si esa inclinacin se dio antes de hacer uso libre de su sexualidad, estamos ante una persona de condicin homosexual. Por tanto, son dos situaciones distintas, concluy: La inclinacin que viene con la naturaleza de la persona. El manejo o control de esa inclinacin. Diferenciar estas dos situaciones aclara la visin del homosexual, necesaria para pensar en soluciones. Bajo la creencia de que se trata de un problema para especialistas, el homosexual es sometido a tratamientos. Llano distingue entre aquellos que lo son por razn gentica, y aquellos que lo son por otras razones: influjo social, o sicolgico, cultura, educacin por parte de sus padres o tutores o por experiencias sexuales tempranas. En cuanto a la homosexualidad de origen gentico, Llano cita al bilogo espaol Juan Ramn Lacadena: una tercera parte de las personas de tendencia homosexual debe su condicin a causas genticas. Es una forma de ser, una constitucin que aparece en temprana edad, antes de la pubertad y del ejercicio de la libertad. Es equivocado, advierte Llano, someterlos a terapia especializada: los resultados negativos muestran que sera intil y an contraproducente.

OSEXUAL
Pero tambin el error es acudir al matrimonio como solucin. Esa inclinacin no tiene arreglo, mucho menos con el matrimonio, explica Llano con nfasis: si despus se prueba que el matrimonio se constituy sabiendo la inclinacin homosexual, esto se convierte en causal de nulidad. La condena social del homosexual en una sociedad como la colombiana, o la permisividad porque eso no tiene nada, son las dos actitudes extremas que resultan de un juicio tico ligero.

El juicio tico

El padre Llano razona como moralista que examina los actos de una persona que lleva consigo la inclinacin homosexual desde la niez, cuando an no ejerca su libertad: No puede calificarse a tales personas de malas moralmente solo en razn de su tendencia, ya que faltan elementos

esenciales para identificarlas como malas: la conciencia, el criterio, la libertad y la conducta entre otros. Hay, s, unas normas de vida que le preservan al homosexual su dignidad, que de ninguna manera resulta afectada por su condicin sexual. El grave deber de no causar dao, apunta Llano, ni a s mismo ni a terceros. La inclinacin hacia personas del mismo sexo los pone en peligro de hacer dao. Otro principio para que la actividad sexual sea correcta y ticamente aceptable indica que la persona de condicin homosexual debe orientar di-

cho ejercicio al desarrollo satisfactorio, estable y creciente de su formacin integral. Las prcticas homosexuales son su vida sexual, pero no toda su vida. La sexualidad es parte importante de la vida, pero no todo. Esta persona que Llano ha venido describiendo, homosexual por imperativo gentico o por educacin o por influjos externos, necesita una pareja para ejercer su sexualidad. Vida Nueva Colombia: Padre, nos ubica esto ante el hecho de que dicha persona encuentra mayores resistencias culturales. Alfonso Llano: La forma ms correcta y responsable

de ejercer su sexualidad, tratndose de personas de condicin homosexual, es procurar ubicar en sociedad, en forma discreta, segura, progresiva y responsable, su inclinacin homosexual, estableciendo una unin de pareja, de ser posible, estable, procurando crecer en el mutuo desarrollo integral y relacional. Si se da mutuo consentimiento y se trata de personas de condicin homosexual con miras a establecer una relacin estable, madura y satisfactoria, no se ve razn moral sensata y grave para juzgar como mala tal decisin, antes puede afirmarse que se trata

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A FONDO

Otra mirada

de una decisin respetable y buena. Por una parte, no se causa dao a terceros y, por otra parte, ellos, siguiendo su condicin y tendencia homosexual, establecen una unin estable, como presupuesto de esta valoracin, que puede contribuir a su crecimiento humano y a su formacin y madurez en todo sentido. Hecha esta eleccin dichas personas deben esforzarse por darle a su vida sexual un lugar secundario con respecto a otros aspectos ms importantes, por ejemplo, sus creencias religiosas, su profesin, la poltica, sus relaciones sociales, los deportes y sus intereses personales. Adverta el padre Llano al comienzo de esta conversacin que esta es una valoracin tica que no pasa de ser provisional, el tema y la situacin no dan para ms.

SOBRE EL HOMOS
que se colgaran del cuello una piedra de molino y se arrojaran al fondo del mar. No se puede tolerar en ningn caso el abuso de menores. Se causa dao a la dignidad de otra persona. Se trata de un verdadero dao grave, moral y estructural en la personalidad del perjudicado, en su vida presente y futura. Tengamos presentes los daos producidos: deformacin de la personalidad, desorientacin sexual, tendencia a la depresin, a la soledad y al suicidio, costos de pagos a especialistas y perjudicados, humillaciones y el grave perjuicio para la Iglesia catlica. VNC: Una pregunta final: la Iglesia estara dispuesta a aceptar estos avances en los trabajos de telogos y filsofos sobre la homosexualidad, por ejemplo, la legitimacin de la vida en pareja de los homosexuales? A.Ll: Hay dos cosas que a las personas de condicin homosexual no les han gustado de la Iglesia. Por una parte, que a su unin no se le llame matrimonio. Pero en el cdigo romano, anterior a Jesucristo, esta palabra matrimonio significa unin de hombre y mujer para procrear y ser madre. El matrimonio es, pues, una institucin para proteger a la mujer. La unin homosexual puede llamarse unin, amistad

Anteponemos el carcter de persona a la condicin o modo de ser homosexual

Noviciados y seminarios

La homosexualidad en noviciados y seminarios crea unas situaciones que los obispos colombianos han examinado y prevenido con medidas realistas y prudentes, como la del concurso de especialistas para la seleccin de los jvenes aspirantes al sacerdocio. En los noviciados habr que contar con expertos, dice Llano, y si surge algo anormal en el

comportamiento de alguno, se le manda a su casa. Y observa como dato curioso: estas personas de condicin homosexual tienen gusto por la vida religiosa. VNC: Los habilita esta condicin para ser buenos sacerdotes? A.Ll.: Eso depende de la forma como cada uno est manejando su inclinacin sexual. Si es alguien que la controla y no tiene conductas homosexuales, podr ser un buen director es-

piritual. Alguien acertado en el manejo de su propia sexualidad, puede ser un buen gua en esta materia. Sin embargo, aparecen los que no solo tienen esta inclinacin, sino tambin las conductas homosexuales de los pederastas. Hay indignacin reprimida en Llano cuando responde: A.Ll.: Deben juzgarse sin condescendencias. Ah estoy con la terrible frase de Jess: Ms les valdra a los que escandalizan a estos pequeuelos,

UNA VALORACIN POSITIVA


Anteponemos el carcter de persona a la condicin o modo de ser homosexual. Con lo cual tomamos partido por una valoracin positiva de dichas personas como tales. Todo lo que se dice y ensea desde un punto de vista losco, o teolgico, de la persona humana en general, concretamente de la dignidad de la persona humana y de los derechos fundamentales y particulares, debe ser reconocido a ellos de manera particular, ya que su condicin homosexual y su conducta no eliminan ni alteran su condicin de personas. ALFONSO LLANO ESCOBAR, S.J.
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OSEXUAL
CARTA CIRCULAR SOBRE LAS LNEAS GUA EN CASO DE ABUSO SEXUAL
El 16 mayo 2011, la Congregacin para la Doctrina de la Fe hizo pblica una carta circular dirigida a todas las Conferencias Episcopales. El documento, rmado por el cardenal William J. Levada y el arzobispo Luis F. Ladaria, S.J., entonces prefecto y secretario de la Congregacin para la Doctrina de la Fe, respectivamente, aparece fechado el 3 de mayo de 2011 y seala que entre las importantes responsabilidades del obispo diocesano para asegurar el bien comn de los eles y, especialmente, la proteccin de los nios y de los jvenes, est el deber de dar una respuesta adecuada a los eventuales casos de abuso sexual de menores cometidos en su dicesis por parte del clero. Aade, adems, que dicha respuesta conlleva instituir procedimientos adecuados tanto para asistir a las vctimas de tales abusos como para la formacin de la comunidad eclesial en vista de la proteccin de los menores. Segn la Congregacin para la Doctrina de la Fe, frente a todo caso de abuso se debe implementar la aplicacin del derecho cannico y de las leyes civiles. A continuacin, algunos apartes. a. Las vctimas del abuso sexual: La Iglesia, en la persona del obispo o de un delegado suyo, debe estar dispuesta a escuchar a las vctimas y a sus familiares y a esforzarse en asistirles espiritual y psicolgicamente. Benedicto XVI, en el curso de sus viajes apostlicos, ha sido particularmente ejemplar con su disponibilidad a encontrarse y a escuchar a las vctimas de abusos sexuales. En ocasin de estos encuentros, el Papa ha querido dirigirse a ellas con

palabras de compasin y de apoyo, como en la Carta Pastoral a los catlicos de Irlanda (n.6): Han sufrido inmensamente y me apesadumbra tanto. S que nada puede borrar el mal que han soportado. Su conanza ha sido traicionada y violada su dignidad. b. La proteccin de los menores: En algunas naciones se han comenzado, en el mbito eclesial, programas educativos de prevencin para propiciar ambientes seguros para los menores. Tales programas buscan ayudar a los padres, a los agentes de pastoral y a los empleados escolares a reconocer indicios de abuso sexual y a adoptar medidas adecuadas. Estos programas a menudo han sido reconocidos como modelos en el esfuerzo por eliminar los casos de abuso sexual de menores en la sociedad actual. c. La formacin de futuros sacerdotes y religiosos: En el ao 2002, Juan Pablo II dijo: no hay sitio en el sacerdocio o en la vida religiosa para los que daen a los jvenes (cf. Discurso a los Cardenales Americanos, 23 de abril de 2002, n. 3). Estas palabras evocan la especca responsabilidad de los obispos, de los superiores mayores y de aquellos que

son responsables de la formacin de los futuros sacerdotes y religiosos. Las indicaciones que aporta la exhortacin Pastores dabo vobis, as como las instrucciones de los competentes dicasterios de la Santa Sede, adquieren todava mayor importancia en vista de un correcto discernimiento vocacional y de la formacin humana y espiritual de los candidatos. En particular, debe buscarse que stos aprecien la castidad, el celibato y las responsabilidades del clrigo relativas a la paternidad espiritual. En la formacin debe asegurarse que los candidatos aprecien y conozcan la disciplina de la Iglesia sobre el tema. Otras indicaciones especcas podrn ser aadidas en los planes formativos de los seminarios y casas de formacin por medio de las respectivas Ratio Institutionis sacerdotalis de cada nacin, instituto de vida consagrada o sociedad de vida apostlica. Se debe dar particular atencin al necesario intercambio de informacin sobre los candidatos al sacerdocio o a la vida religiosa que se trasladan de un seminario a otro, de una dicesis a otra, o de un instituto religioso a una dicesis.

homosexual o de cualquiera otra forma, pero jams matrimonio. Por otra parte, tampoco les gusta el desacuerdo con la adopcin. Para qu quieren tener un hijo? Para disipar la soledad. Es puro inters personal, cuando la preferencia debera ser el inters del adoptado que tiene derecho a un pap y a una mam como mo-

delos de identificacin. El carcter inestable y provisorio de las uniones de homosexuales, como lo comprueba la experiencia, hace desaconsejable la adopcin por parte de estas parejas. VNC: Y volviendo a la pregunta: hacia dnde va el pensamiento de la Iglesia en esta materia?

A.Ll.: Debe tenerse en cuenta de dnde venimos y hacia dnde vamos. Modificar una forma cultural y moral de juzgar, tan arraigada, es cosa de aos, probablemente de decenios. No creo que a eso se llegue de inmediato, pero se est abriendo un avance con el papa Francisco.

Antes del Papa, haba telogos catlicos que estaban pensando un juicio comprensivo para las personas de condicin homosexual. El valor de la expresin de Francisco sobre ellos es que no emiti un juicio negativo. El quin soy yo para juzgarlos? es una frmula preciosa.
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IGLESIA EN COLOMBIA

La voz que clama en el Pacco


rritorio porque lo consideran un sitio estratgico. En el caso de Buenaventura, los grupos armados ilegales se pelean desde hace dcadas por dominar el puerto y su zona rural. Segn la revista Semana, primero la guerrilla tena el control, luego los paramilitares y ahora las bandas criminales. Cada grupo sembr terror al desaparecer o desplazar gente y el trofeo siempre eran los barrios de bajamar con acceso a los esteros. Precisamente, en estos barrios se encuentran las casas de pique, cuya hallazgo despert las alarmas frente a una ciudad en cuidados intensivos, segn el decir de monseor Epalza. Se han acumulado muchos males: el incremento de la violencia, la miseria en la que vive la gente y el abandono del Estado, seala el obispo. El Gobierno Nacional ha tomado la decisin de incrementar el nmero de miembros de la fuerza pblica en la regin. Sin embargo, la poblacin civil mira esto con desconfianza. Es voz del pueblo que Buenaventura necesita inversin social y soluciones reales en trminos de seguridad, que incluyan seguridad alimentaria, respeto a la identidad cultural y salvaguarda del territorio. stos son, precisamente, los elementos en que se enfoca el trabajo de la Dicesis liderada por monseor Epalza. En tiempos de muerte, la Iglesia del Pacfico no se calla, defiende el carcter sagrado de la vida. Escucharemos su voz que clama o haremos odos sordos?
TEXTO: VNC. FOTOs: VNC

El compromiso de la Iglesia en Buenaventura

n el 2010 los obispos del Pacfico publicaron una carta pastoral titulada Tierra y Territorio, Don de Dios para la Vida. En ella sealaban que, en funcin de intereses externos que atacan la vida de los pobladores de la regin, el conflicto armado se ha profundizado con el objeto de transformar la propiedad y el uso del territorio. Al tiempo afirmaban: queremos expresar nuestra voz en defensa de la vida, unidos a los gritos de las vctimas, que claman al cielo. Despus de 4 aos, los efectos del conflicto se han recrudecido, hacindose ms radicales los ataques contra la poblacin civil. Sin embargo, la actitud proftica de la Iglesia en el Pacfico permanece. Hace unos das, el portal web La Silla Vaca seal que monseor Hctor Epalza, obispo de Buenaventura, es de lejos, el lder social ms conocido de la ciudad. Fue el prelado quien convoc la manifestacin pacfica del 19 de febrero, en que ms de 25 mil personas marcharon para enterrar la violencia. Se ha dicho que desde el entierro de monseor Gerardo Valencia, ocurrido en 1972, no se vea en Buenaventura un acto pblico con una concurrencia de tales proporciones. Junto a otros lderes sociales, monseor Epalza redact un manifiesto
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para la ocasin, en el cual se informa que segn la Personera Distrital, en el 2013 fueron vctimas de desplazamiento forzado interurbano 1.455 familias equivalentes a 4.745 personas. El texto tambin seala que en el presente ao ms de 95 familias se han desplazado como consecuencia del contexto violento existente en la ciudad.

En defensa del territorio

La Iglesia sabe muy bien que desde el territorio las comunidades se interpretan y representan como pueblos, y que desde l pueden y deben ejercer el derecho a la autodeterminacin, con expresiones de autonoma poltica, econmica y territorial (Tierra y territorio, p. 28). Por eso se opone a que las comunidades indgenas, afrodescendientes y mestizas del Pacfico resulten afectadas en nombre de la promocin de un supuesto desarrollo o progreso. Entre las amenazas y agresiones contra el crecimiento de estos pueblos los obispos denuncian las obras pblicas inconsultas e inapropiadas; los trabajos extractivistas que consolidan un modelo econmico daino para la regin; los cultivos de uso ilcito, como aquellos vinculados a la produccin de alcaloides. Detrs de estas actividades hay sujetos armados que buscan apoderarse del te-

Mons. Hctor Epalza, obispo de Buenaventura

ALIRIO CCERES

S
Nancy Arboleda, de la dicesis de Tumaco

Austeridad ecolgica

Encuentro de delegados diocesanos de etnias

Pastoralistas profundizan su compromiso entre afrocolombianos e indgenas

ntre el 18 y 20 de marzo tuvo lugar en Bogot un encuentro de delegados diocesanos de etnias, convocado por el Departamento de Animacin Misionera, que dirige el P. scar Augusto Mnera. Participaron cerca de 30 personas involucradas con procesos de pastoral afrocolombiana e indgena que hallan su escenario en lugares como Villavicencio, Tumaco, Puerto Leguzamo, Medelln, Cali, Pereira, Villa Rica y Bogot. Una de las expectativas del encuentro tena que ver con el deseo de establecer redes y alianzas. Nancy Arboleda, agente pastoral de Tumaco, seal la importancia de aprender a partir de las experiencias de los otros, con el fin de que la labor realizada responda a los desafos que plantean las comunidades, en su caso: mantener la cultura afrocolombiana desde la fe. Por su parte, la Hna. ngela Mara Maya, misionera laurita, manifest su inters hacia las exigencias de la inculturacin. Segn la religiosa, tenemos una espiritualidad encasillada en normas y leyes. El trato con pueblos indgenas o afrodescendientes nos abre a nuevas comprensiones de lo divino y supone transformar nuestras estructuras. La primera jornada de trabajo estuvo dedicada a socializar y analizar los resultados de una encuesta dirigida a evangelizadores y a evangelizados en diversas

jurisdicciones de la Iglesia colombiana. Sin que las conclusiones sean absolutas, resulta curioso que el nfasis del proceso de evangelizacin siga estando en acciones sacramentales y litrgicas. Sin embargo, no dejaron de sealarse aspectos positivos, como por ejemplo, las riquezas espirituales halladas durante el proceso para la vida de los agentes: amor a la tierra, respeto por las autoridades tradicionales, animacin del compromiso, entre otras. El padre Kiptum Too, misionero de La Consolata, con experiencia entre comunidades indgenas en el sur del pas, actualmente trabaja en Cali para la pastoral afrocolombiana. Segn el presbtero, hemos sido muy clericalizados, con la idea de que es el sacerdote quien da soluciones y ordena: nuestra tarea no es ser protagonistas, sino siervos; ser profetas, que anuncian y denuncian. El padre Too considera que la pastoral afro e indgena debe ser una tarea de compasin, un camino de acogida, que suscite entre los catlicos la posibilidad de compadecerse ante la realidad que viven muchos pueblos negros e indios. Precisamente, el encuentro dio mucha importancia a la Pedagoga del Amor puesta en prctica por santa Laura Montoya.
TEXTO Y FOTO: MIGUEL ESTUPIN

Una tarea de compasin

egn Paul Ehrlich, uno de los principales eclogos del mundo, hay tres grandes causas de la crisis ambiental: somos muchos, consumimos mucho y para producir lo consumido atentamos contra la vida en el planeta. El consumo es un mbito frente al cual las organizaciones religiosas pueden brindar sus mayores aportes. Hace unos aos Juan de Prgamo, patriarca de la Iglesia Ortodoxa, arm que el problema ecolgico es, en esencia, un problema espiritual y propuso un principio de austeridad ecolgica, basado en un profundo respeto a la creacin material, por considerarla vehculo de comunin. Dicho ecoascetismo, es una forma de librarse de la esclavitud que imponen el egosmo, el apego a las cosas y la tecnologa que impide el bien comn. En forma similar, la sabidura budista apunta a la raz del deseo que frenticamente nos impulsa a consumir ms y ms. La mstica de la vida religiosa consagrada ha develado que en el trasfondo de la pobreza, obediencia y castidad hay una manera de vivir mejor con menos. La celebracin de la Cuaresma tiene una implicacin ecolgica si la reduccin del consumo conduce a la prctica de la justicia social y al cuidado de la Creacin. Tanto derroche de agua y energa, la compra desenfrenada de artefactos, el despilfarro de alimentos, la voracidad para extraer los tesoros de la Madre Tierra, son algunos de los mbitos que reclaman una metanoia. Sin duda, uno de los principales aportes del cristianismo a la sociedad, est en la capacidad de asumir un estilo de vida ms sobrio, humilde y austero, con un sentido eucarstico de la comunin de bienes y una comprensin de la pobreza evanglica como camino de realizacin humana.

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IGLESIA EN COLOMBIA

Asistentes a la actividad organizada por CEPALC

Cmo construir comunidades e iglesias incluyentes


Aportes de la Iglesia Unida de Canad al enfoque de equidad de gnero
a Iglesia Unida de Canad naci en 1925, tras la unin de tres tradiciones cristianas: la congregacional, la presbiteriana y la metodista. En 1988, su Consejo General declar que independientemente de su orientacin sexual, todas las personas que profesen fe en Jesucristo y obediencia a l, son bienvenidas a ser o a convertirse en miembros plenos de la Iglesia Unida de Canad. Tambin seal que todos sus miembros son elegibles para ser valorados para el ministerio ordenado. En el 2003 el Consejo vot por apoyar los cambios en la ley canadiense que hacan efectivo el reconocimiento al matrimonio entre personas del mismo sexo. A travs de estas decisiones la Iglesia Unida afirm su compromiso con la justicia de gnero y el compaerismo, una opcin descrita en el documento Justicia de Gnero y Relaciones de compaerismo: Directrices. Como una manera de socializar sus aportes a la construccin de comunidades incluyentes, el 6 de marzo 3 representantes de la Iglesia Unida de Canad se hicieron presentes en Bogot, con el fin de compartir
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algunas experiencias. Jim Hodgson, coordinador del programa de cooperacin para Amrica Latina y el Caribe; Tim Stevenson, concejal de Vancouver; y Gary Paterson, actual presidente de la Iglesia Unida Canad, conversaron con un grupo de personas de las iglesias presbiteriana, menonita, Catlica, entre otras. La actividad se llev a cabo en la sede del Centro Popular para Amrica Latina de Comunicacin.

Motivacin para el cambio

Segn Jim Hodgson, el uso de un lenguaje agresivo contra los homosexuales, por parte de algunas organizaciones religiosas, provoc que en los ltimos aos la Iglesia Unida se interesara en dar a conocer su experiencia frente a asuntos como la orientacin sexual y la identidad de gnero. Nada ms diciente en el proceso vivido durante las ltimas dcadas que la eleccin del reverendo Gary Paterson como actual presidente de la Iglesia Unida de Canad: el hecho de ser gay no fue motivo para excluir al ministro ordenado de la responsabilidad confiada por parte de su comunidad.

Segn el reverendo Paterson, los cambios necesarios para conseguir una iglesia incluyente necesitan tiempo: 10 aos aproximadamente, para un cambio sustancial en una persona; 25 aos, para un cambio en una institucin; y 50 aos, por lo menos, para que el cambio se efecte en la sociedad. El ministro explic que si se espera una motivacin para el cambio se ha de reparar en el dolor sentido dentro de las comunidades, en la visin de futuro que exista y en una serie pasos que implican abrirse. Ninguno de estos elementos puede faltar si se quiere un avance en la Iglesia en orden a dejar de excluir a las personas que forman parte de la poblacin LGBTI. Conocemos el sufrimiento de los cristianos homosexuales? Estamos dispuestos a dar pasos para dejar de excluirlos? Tenemos visin de un futuro diferente? Al referirnos a cuestiones de gnero nos referimos a personas, ante todo; por eso Paterson cree que es importante pasar del mbito racional al del corazn, que nos sita frente a historias de vida y no frente a temas para una discusin descontextualizada. El estudio ha cumplido un papel clave en el proceso. Segn Paterson, los prejuicios se desafan con informacin correcta y diciendo la verdad: Somos afortunados porque en la Iglesia Unida nos gusta estudiar; cada vez que surge un nuevo problema formamos un nuevo grupo de estudios para abordarlo a fondo y con atencin. He aqu, que la Iglesia Unida de Canad ofrezca aportes para superar una lectura literal de la Biblia que da pie a una fundamentacin acrtica a los lenguajes agresivos contra los homosexuales. Conocer la historia de los movimientos de inclusin, buscar alianzas entre los movimientos sociales, crear atmsferas de confianza, participar activamente de las iniciativas polticas, abrirse y compartir historias, son algunas de las claves que la Iglesia Unida de Canad propone. El testimonio del reverendo Stevenson basta para saber que estamos ante una cuestin crucial: Era como estar viviendo bajo el mar, desesperadamente tratando de encontrar aire; pero cuando surg y vi la luz del sol, era como una vida nueva, como esa historia bblica de la resurreccin: Lzaro, sal de ah!.
TEXTO: migUeL esTUpin. FOTO: CEPALC

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IGLESIA EN COLOMBIA

El asesinato de monseor Isaas Duarte cumple 12 aos

l domingo 16 de marzo se realizaron dos eucaristas en Cali para recordar a Mons. Isaas Duarte Cancino, antiguo arzobispo de la ciudad. Una ceremonia se realiz en la Catedral, junto a sus restos; y la otra, en la iglesia del barrio Ricardo Balczar, donde fue asesinado en 2002. Segn dijo a El Tiempo el actual arzobispo de Cali, monseor Daro de Jess Monsalve: con esta conmemoracin convocamos al desarme como medida normativa e institucional y a frenar el trfico y mercado de armas en el pas, para que no se siga degradando, a travs del asesinato, a quienes caen en las redes de los grupos armados por fuera de ley. El prelado sostiene que en Cali, al igual que en toda Colombia, es urgente que esta sangre derramada por el arzobispo y por tantas vctimas de asesinatos toque la conciencia de la ciudad y del pas: estamos en la hora del llamado a la reconciliacin, al dilogo, estamos sobrepasados completamente por la violencia urbana, agreg. Monseor Isaas Duarte Cancino fue asesinado el 16 de marzo de 2002, en la iglesia del Buen Pastor, situada en el distrito de Aguablanca. Acababa de bendecir el matrimonio colectivo de ms de cien parejas. Segn el padre Gersan Paz, actual prroco del Buen Pastor, monseor Duarte era un hombre frentero y directo. Lo fue en el Urab antioqueo, como primer obispo de la dicesis de Apartad, y lo fue en Cali, donde a su llegada algunos medios de comunicacin lo saludaron como al apstol de la paz. Sin embargo, segn afirma el presbtero, hubo sectores de la poblacin civil que desde muy temprano rechazaron el perfil del obispo. Monseor Duarte no slo denunci las masacres perpetuadas por grupos armados contra la poblacin civil, incluida la ocurrida en Naya (Cauca), durante abril de 2001; tambin denunci la influencia del narcotrfico en la actividad poltica de la regin.

Las obras del prelado siguen vigentes en la ciudad

La Arquidicesis de Cali record al obispo llamando a la reconciliacin


el permanente consejero de Carlos Castao, comandante de las Autodefensas Unidas de Colombia, asesinado en 2004. Segn el padre Gersan Paz, jefe de prensa de la Arquidicesis de Cali para el tiempo de la muerte del obispo, el sealamiento de HH se suma a muchos otros de este tipo que el prelado tuvo que enfrentar. Segn el padre Paz, en diversas ocasiones monseor Duarte Cancino se reuni con miembros de la AUC. Y as lo hizo tambin con otras agrupaciones armadas al margen de la ley en busca de que, tanto en el Urab antioqueo, en el Valle del Cauca, como en otras regiones del pas, se respetarn los derechos de las vctimas del conflicto armado. l mismo acompa a muchas familias a recoger los cuerpos sin vida de personas que cayeron debido a los enfrentamientos, recuerda el presbtero. Hay indicios de que no solo las Farc tenan motivos para atentar contra el obispo, segn seal recientemente El Universal: otros grupos al margen de la ley se sentan amenazados por las intervenciones pblicas de monseor Duarte donde rechazaba el narcotrfico, as como la corrupcin poltica. En principio se inculp a las Farc por el asesinato. Sin embargo, el ao pasado, el Tribunal Superior de Cali dej sin validez la condena a 25 aos de prisin y 1.000 millones de pesos como indemnizacin impuesta al secretariado de la guerrilla. El Pas indic, recientemente, que la sala penal del Tribunal consider que la sentencia de primera instancia no reuna condiciones para ser confirmada. Se desestimaron las evidencias ms importantes del caso, entre ellas el testimonio de tres desmovilizados y el conductor del obispo. Entonces, el Tribunal se apart de la condena y decidi revocarla absolviendo a alias Alfonso Cano, Timochenko, Efran Guzmn, Pablo Catatumbo e Ivn Mrquez, de las Farc. 12 aos despus del crimen, las investigaciones continan. Una nueva hiptesis introduce que el crimen pudo haberse debido a una alianza entre narcotrfico y poltica. Mientras tanto, sigue siendo crtica la situacin de violencia en Cali.
TEXTO: MIGUEL ESTUPIN. FOTO: FDO

Un caso ms de impunidad?

El 11 de febrero de 2009, Ever Veloza Garca (alias HH o Carepollo), el extraditado jefe paramilitar del Bloque Calima, sostuvo que monseor Duarte Cancino era
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GABRIEL NARANJO SALAZAR, CM

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El colectivo inst a comprender las razones detrs de esta decisin

La Junta Directiva de la CLAR 2014

El aborto, un desafo pastoral


Catlicas reaccionan ante el Decreto 011 de la dicesis de Sonsn-Rionegro

l 5 de marzo, monseor Fidel Cadavid, obispo de Sonsn-Rionegro, emiti el Decreto 011, a partir del cual concedi la facultad para absolver del pecado del aborto, en el tiempo comprendido desde el Mircoles de Ceniza del ao en curso, hasta el Domingo de Pentecosts, a los presbteros incardinados en su dicesis que ejercen su ministerio en el territorio diocesano, as como a los sacerdotes de otras jurisdicciones eclesisticas que hayan recibido facultades ministeriales para ejercer su ministerio en la Dicesis de Sonsn-Rionegro. Dice el Artculo 3 del decreto: Exhrtese a los fieles que se acusen del pecado del aborto al arrepentimiento profundo y a defender la vida humana en cualquiera de sus etapas, desde su concepcin hasta la muerte natural. El 14 de marzo RCN La Radio inform que tras el anuncio de monseor Cadavid el colectivo Catlicas por el derecho a decidir hizo un llamado al dilogo. El grupo indic que le inquietan las declaraciones expresadas por el obispo pues considera que a travs de esa campaa se podra llegar a estigmatizar y ahondar la discriminacin contra las mujeres que por distintas razones han interrumpido el embarazo. Sandra Mozo, vocera de Catlicas por el derecho a decidir, dijo al medio de comu-

nicacin que es importante que el obispo tenga en cuenta que la decisin de abortar es un acto fundamentado en el principio de la libertad de conciencia, por lo tanto, interrumpir un embarazo se constituye como una decisin tica y moral respetable, que va ms all de la absolucin o el perdn. El colectivo inst a monseor Cadavid a abrir un dilogo que realmente acompae y comprenda las razones por las que las mujeres deciden interrumpir el embarazo. Segn el padre John Fredy Crdoba, delegado de comunicaciones de la dicesis de Sonsn-Rionegro, la posicin de la Iglesia catlica sostiene que quien procura el aborto incurre en excomunin latae sententiae. Esto se halla sealado en el Cdigo de Derecho Cannico (cfr. c. 1398) y es citado en el primer numeral del decreto emitido por la dicesis. Como hace notar el presbtero, la redaccin del Decreto 011 hizo nfasis en el aspecto normativo referente al aborto en el mbito eclesial, sin incluir recomendaciones pastorales; de ah las reacciones que gener el documento. Segn Crdoba, actualmente se halla en preparacin una circular de tipo pastoral dirigida a los presbteros. Ms que en los cnones de derecho eclesial este mensaje pretende enfocarse en las exigencias pastorales que supone el aborto para la dicesis.
TEXTO: VNC. FOTO: MDMUJER

lena de coincidencias simblicas y de futuristas proyecciones, la Junta Directiva de la CLAR 2014 tuvo lugar en Puerto Espaa (Trinidad y Tobago). Por primera vez en la historia de la Confederacin, se llev a cabo en las Antillas, que por sus lenguas (ingls y francs) y su dispersin insular estuvo al margen de las relaciones con las otras 22 Conferencias. Fue antecedida por la reunin de los Telogos y de la Presidencia, y habiendo contado con la totalidad de presidentas y presidentes nacionales, coincidi con el encuentro anual de secretarias y secretarios. Inspirada en el aniversario del Vaticano II, ha sido la primera Junta Directiva de la CLAR en el ponticado de Francisco, perfecto abrebocas para el Ao de la Vida Consagrada, a punto de iniciarse. Su sede fue el Seminario, levantado en el emblemtico Monte de San Benedicto, a pocos metros de la Abada Benedictina, foco espiritual de catlicos, de hindes y de musulmanes. Ms all de los objetivos estatutarios, esta Junta escuch la voz de Dios en los escenarios y los sujetos de todo el Continente, anando el odo a los de estas islas caribeas. Cont con la signicativa presencia del Arzobispo Secretario de la Congregacin de Religiosos, monseor Jos Rodrguez Carballo, e hizo discernimiento acerca de los llamados del Papa a la Vida Religiosa, con su sueo de una Iglesia pobre y para los pobres y la propuesta misionera de ir a las periferias, superando los moldes autoreferenciales. De especial alcance fueron y sern, tanto para los visitantes como para los antillanos, el encuentro con la Vida Religiosa local, en jornadas de desierto cuaresmal y de reexin, iluminadas con el Icono de Betania, Casa de encuentro, Comunidad de amor y Corazn de humanidad.

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EN VIVO

Proclamando la paz desde las azoteas


Defensa artstica del derecho a la vida en la localidad Rafael Uribe Uribe
MIGUEL ESTUPIN

la vista de todos, 6 cuerpos yacen en el suelo. Sobre un tambor, la monotona de golpes intensifica la atmsfera escnica. De entre bolsas negras se levantan los cuerpos, para emitir con voz potente una secuencia de frases: no me sirve tan sabia tanta rabia, el

coraje tan dcil, la intrepidez tan lenta no me sirve. Recientemente, reaparecieron panfletos en el sur de Bogot, anunciando la hora de la limpieza social. Las amenazas fueron dirigidas a estudiantes de localidades como Ciudad Bolvar, Usme, Bosa y Kennedy; segn la jerga empleada, comunistas, homosexuales, ratas, viciosos y violadores, a quienes se les adverta: los vamos a enderezar a punta de plomo o cuchillo. Es 16 de marzo y en rechazo a esta situacin el colectivo de teatro Corponrico psilon presenta una obra retrospectiva de las masacres juveniles en la capital. Atentos a la puesta en escena, todos guardan silencio enfrente. Persisten los golpes secos sobre el tambor, y los 6 cuerpos, ya restablecidos, continan: me sirve tu mirada generosa y firme, me sirve la medida de tu vida, me sirve tu futuro que es un presente libre, me sirve tu batalla sin medalla, tu modestia en tu orgullo posible, me sirve tu mano segura, firme. En contencin dramtica, finalmente, todos reiteran: me sirve tu sendero, compaero, me sirve tu sendero. Durante la Minga Carnaval por la Vida, llevada a cabo aquel domingo en la localidad Rafael Uribe Uribe, al suroriente de Bogot, junto a Corpon-

Acciones para la paz

rico psilon se hicieron presentes ms de 15 organizaciones sociales y culturales, convocadas por Casitas Bblicas, Kaired y la Corporacin Vnculos. Segn Angie Cspedes, la iniciativa responde a la necesidad de exigir a la instituciones y a la comunidad civil que se haga frente a los casos de violencia que se estn presentando en la ciudad: la limpieza social nos preocupa mucho; estos hechos violentos hacen que tengamos que movernos y manifestarnos de alguna manera al ser organizaciones que trabajamos por los derechos humanos. El evento fue la oportunidad para manifestarle a la gente de la localidad la gravedad de lo que se viene presentando: no podemos seguir permitindolo, seal Angie Cspedes: el silencio y la indiferencia son los problemas que hacen que se mantengan estos hechos. Las actividades comenzaron cerca de las 11 de la maana, cuando las diversas agrupaciones invitadas se reunieron en el parque de Molinos II. Desde ese sitio se dio inicio a un recorrido, cuyo punto de llegada fue el barrio Palermo Sur, en la parte alta del sector. Pancartas, arengas, canciones y performances, fueron algunos de los muchos elementos que dieron vida a un carnaval que, a pesar de estar referido a un tema triste, persever en la alegra para anunciarle a la gente las exigencias que el arte considera urgentes de cara a la juventud. Entre los asistentes a la Minga Carnaval se encontraba Brayan Stick Villalba, del colectivo Frontera tras frontera derechos sin fronteras. Su grupo present una muestra escnica alusiva a la violencia contra la mujer. La obra incluye evocaciones de

las distintas formas de maltrato que tienen lugar en el escenario de lo cotidiano. Un hombre golpea a una mujer; dos mujeres se enfrentan por cuenta de un hombre; un hombre abusa sexualmente de una menor. Durante el recorrido, las jvenes del grupo cargaban una cruz sobre su espalda; ni de la Iglesia ni del Estado ni del marido, mi cuerpo es mo y yo decido, decan. Brayan comenta: representamos (a travs del arte, el teatro y la danza) lo que sentimos como jvenes; la vida, lo que vemos. A su parecer, la defensa de los derechos humanos exige un cambio en el pensamiento patriarcal y machista que hay dentro de la

sociedad. Por eso su organizacin trabaja por abolir las brechas de gnero y una de las acciones que adelanta tiene que ver con la participacin en mesas locales que buscan defender a los miembros de la comunidad LGBTI, objetivo declarado de las amenazas.

El diablo increpa

Tambin el grupo artstico de Casitas Bblicas se hizo presente con un performance. Jvenes vestidos de negro, con alusiones al dinero colgadas de sus cuellos, arrastran huesos con sus piernas, emitiendo gritos de dolor. Se acercan a la gente que los mira

Declogo de la comunidad Rafael Uribe Uribe hacia las instituciones


La comunidad de Rafael Uribe Uribe y las organizaciones sociales y culturales, en su sentido ms plural y diverso, en el marco de la Minga Carnaval por la Vida nos encontramos para actuar y exigir el respeto del derecho a la vida en nuestro territorio. Presentamos a las instituciones las siguientes peticiones guiadas a proteger y garantizar el derecho a la vida digna e integral. 1. Que trabajen de una manera honesta y comprometida defendiendo por encima de todo el derecho a la vida. 2. Que respeten la vida de todos y todas teniendo en cuenta sus particularidades y necesidades. 3. Que acepten la diversidad como un valor que hace viva a la comunidad, rechazando y evitando cualquier tipo de discriminacin. 4. Que garanticen el acceso real y oportuno a la justicia. 5. Que recuerde su funcin y compromiso como instituciones representantes del Estado al servicio de la comunidad. 6. Que tengan en cuenta que antes de ser funcionarios y funcionarias pblicas son parte de la comunidad. 7. Que trabajen conjuntamente con la comunidad. Que seamos todos y todas las que construyamos una localidad que respete el derecho a la vida y construya la paz. 8. Que se reconozca el trabajo y aporte de las organizaciones sociales y culturales de la comunidad como parte del ejercicio del respeto y exigibilidad del derecho a la vida. 9. Que se generen espacios de interlocucin real con las instituciones que permitan construir agendas de trabajo conjuntas. 10. Que se promuevan espacios de construccin colectiva para la prevencin de acciones de violencia social y poltica. Este declogo se promulga el 16 de marzo de 2014 en el marco de la Minga Carnaval por la Vida.

desde los andenes y luego siguen con su presentacin itinerante. Nadie se molest con ellos, a excepcin de un hombre que, enfurecido, inici un pleito en plena calle: partida de gamines, vocifer. Omaira Garca seala que el arte es una forma de vida, una forma de liberarse, de dar vida a los dems, de convivir, de invitar a recapacitar. Atrs quedaron los gritos del hombre que se atrevi a insultar a los integrantes de la Minga Carnaval por la Vida. Con largas piernas y cachos de carnero, el diablo vigila a los caminantes; increpa a los jvenes cuando reivindican a gritos su derecho a la vida. El diablo se re asustado. Un paso en falso casi lo estrella contra el piso. Su papel es parte de la presentacin del Centro de Promocin Cultural de Britalia, cuyos integrantes se renen para gritar arengas, hasta que el demonio llega y los dispersa, con su tridente de espuma. Del costado de la bestia cuelga un charanguito andino. En la comparsa tambin hay nias y nios; algunos tocan tambores, disfrazados con sombreros, chaquetas coloridas o narices de payaso; otros, sencillamente, acompaan a sus hermanos o caminan junto a su familia. Cuando el sol llega a su punto ms alto, el carnaval penetra por la zona comercial del barrio Diana Turbay. De los balcones se asoman personas que sonren, en los andenes los transentes se detienen para interactuar con los artistas. Desde el interior de una tienda alguien le hace una mueca a un joven sin camisa, y ste se la devuelve obsceno, pero gracioso. Entre las calles el ro de personas detiene las ocupaciones diarias de las familias. Jvenes del equipo logstico distribuyen un manifiesto con diez puntos: Porque la exigencia construye tejido social y defiende el derecho a la vida digna e integral!. Al llegar al parque de Palermo Sur el carnaval da paso a la minga artstica. El techo de una casa abandonada se convierte en el escenario para la sucesin de presentaciones que se extender hasta las 5 de la tarde. Una y otra vez, desde el tejado de esa tarima improvisada, la comunidad de Rafael Uribe Uribe hizo un llamado a la vida, un llamado que concret por unas horas la posibilidad de la paz en Colombia.
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AGENDA
ABRIL
7 AL 9 DE ABRIL. ENCUENTRO NACIONAL VICARIOS DE RELIGIOSOS, NUEVAS FORMAS DE VIDA CONSAGRADA Y SOCIEDADES DE VIDA APOSTLICA. BOGOT. La reunin tiene como objetivo fortalecer la fraternidad entre los distintos carismas presentes en nuestro pas; unir fuerzas y profundizar en los aspectos propios de los nuevos carismas que el Espritu Santo ha regalado a la Iglesia. Se propone profundizar el conocimiento de las instituciones y fortalecer el acompaamiento y promocin de las nuevas formas de Vida Consagrada. Lugar: Conferencia Episcopal de Colombia Mayores informes: P. Juan lvaro Zapata Torres. Director del Departamento de Ministerios Ordenados y Vida Consagrada. Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano. PBX: (57-1) 437 5540 Ext. 234-246 Direccin: Carrera 58 N. 80-87 Correo electrnico: [email protected] Pgina web: www.cec.org.co 28 DE ABRIL AL 27 DE JUNIO. DIPLOMADO EN TEOLOGA DESDE LA PERSPECTIVA LATINOAMERICANA. BOGOT. En armona con la teologa universal contempornea y desde la perspectiva latinoamericana, este diplomado pretende favorecer la recuperacin de los elementos teolgicos bsicos y aproximarse a las nuevas orientaciones teolgico-pastorales, para que los participantes actualicen su formacin y contribuyan a la iluminacin de los procesos evangelizadores de las Iglesias particulares. Lugar: Instituto Teolgico Pastoral para Amrica Latina (ITEPAL) Mayores informes: PBX: (57-1) 5879710 Ext. 303 Direccin: Av. Boyac No. 169D-75 Correo electrnico: [email protected] 26 DE ABRIL AL 29 DE NOVIEMBRE. DIPLOMADO EN ESTUDIOS TEOLGICOS. BOGOT. Est destinado a personas que deseen una formacin sistemtica en los contenidos fundamentales de la fe cristiana al nivel de una formacin universitaria. Est dirigido a los agentes de pastoral, los laicos comprometidos, las religiosas y religiosos, ministros de la Palabra y la Eucarista, los diconos permanentes y toda persona interesada en dar razones de su fe cristiana y en la ciencia teolgica. Mayores informes: Facultad de Teologa de la Universidad Santo Toms. Secretara Acadmica PBX: (57-1) 587 8797 Ext: 3721 Direccin: Carrera 9a No. 6328 (Edicio Aquinate) Correo electrnico: [email protected]
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CARTAS
QUERIDO EqUIPO DE VIDA NUEvA:
Ms que felicitar, quiero agradecerle al Dr. Guillermo Len Escobar, exembajador de Colombia ante la Sata Sede, por su artculo Francisco, repara mi Iglesia, sobre la reforma urgente de la Iglesia. Con el artculo pude aclarar muchos puntos oscuros que tenan embolatada mi mente y mi fe desde hace tiempo. El ltimo prrafo (Francisco es un acierto en la historia) trae a mi memoria los sufrimientos y retos que han tenido que afrontar los diferentes personajes de la historia que han querido reformar la Iglesia. Desde el momento de la eleccin del papa Francisco supe que l siempre contara con la asistencia de Dios y que la Iglesia de base sera el verdadero apoyo humano y cristiano de su ponticado. Nosotros estamos permanentemente orando por l y por nuestra Iglesia. Es posible que la primavera de Francisco no dure mucho. La historia nos recuerda que las fuerzas del mal tienen mucho poder y atacan con verdadera sevicia. Nuestra Iglesia catlica, apostlica y romana cuenta con la asistencia de Dios Padre, Hijo y Espritu Santo, la intercesin de Mara, el respaldo de la Iglesia latinoamericana y de otras iglesias del tercer mundo. Concluyo con la frase de nuestro Papa: No tengan miedo.
PiLar SiLva

Pero es preocupante cmo el desarrollo del pas est ligado a una actividad violenta contra el ecosistema, que no slo afecta la salud de los habitantes de las poblaciones cercanas, sino que tambin incrementa el conicto armado. No debemos ignorar la realidad que enfrenta nuestro pas y tantos otros pases alrededor del mundo que poseen grandes reservas (pienso en Per, en Bolivia y en pases de frica). Estoy de acuerdo con el desarrollo del pas, pero es muy importante exigirle al gobierno de Colombia y a estas grandes empresas de capital extranjero la responsabilidad social que deben asumir para no destruir nuestro patrimonio natural, empobreciendo la calidad de vida de sus habitantes.
LUis MonsaLve

DISCRIMInACIn RACIAL
En un mundo tan globalizado, donde la tecnologa y la educacin han cambiado, no debera ser comn que se presenten casos de discriminacin racial como los que vemos a diario. Sin embargo, a pesar de todo esto sigue ocurriendo. Pienso as, y viene a mi mente una vecina que es afrocolombiana. Ella me cuenta que en muchas ocasiones ha sido discriminada y maltratada verbalmente. Entre tantos apelativos, la gente se reere a ella como a esa negra. Colombia se caracteriza por su variedad tnica y no puedo concebir que a estas alturas todava existan casos de esta ndole. A travs de la educacin se debe fomentar la igualdad, empezando en nuestros hogares. Es un tema que las familias deben profundizar con hijos. El gnero, la raza, el color o la orientacin sexual de una persona no deben ser motivos para pasar por encima de aquellos que creemos diferentes a nosotros. Pido respeto e igualdad. Tuve la oportunidad de ver la pelcula 12 aos de esclavitud y pienso que an falta mucho por erradicar. Se debe seguir trabajando fuertemente para lograr equidad para todos y erradicar un mal tan grave como la discriminacin. Saludos,
BLanca ALicia MerLano

NUESTROS RECURSOS
Es inconcebible que las grandes empresas mineras quieran destruir y acabar con nuestros recursos naturales a como d lugar. Es grave lo que est pasando en la selva amaznica con estas grandes multinacionales mineras que explotan nuestras riquezas naturales. El mes pasado en el peridico El Tiempo sali un artculo sobre este tema. Coincidencialmente, la revista Vida Nueva tambin toc el tema de la minera. Me llama la atencin que nosotros, los habitantes comunes, ignoramos esa clase de informacin. Pensamos que no nos afectarn las actividades de estas grandes empresas.

PUeden enviar sUs carTas con sUgerencias o comenTarios, aL igUaL qUe informacin con AcTividades de sU comUnidad, parroqUia o grUpo aposTLico con horarios Y deTaLLes aL correo DE LA REVISTA. GRATUITAMENTE SERN PUBLICADAS.

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97. 06-19 de abril de 2014

PLIEGO

Es La eCOLOGa uN pROBLeMa De CONCIeNCIa?


Alirio Cceres Martha Ins Romero Pedro Aldana

Vida Nueva pretende ser un estmulo para el pensamiento. Por eso el 19 de marzo llevamos a cabo un conversatorio en la Universidad Santo Toms, motivados por las preguntas que trajo la redaccin del especial sobre minera del nmero 95. A continuacin presentamos las ponencias, antecedidas de las palabras que dieron apertura a la actividad.

Buscamos el enriquecimiento del pensamiento


Miramos con agradecimiento su presencia como respuesta a la convocatoria para los conversatorios de Vida Nueva Colombia. Buscamos el enriquecimiento del pensamiento, mediante estas conversaciones sobre temas de importancia. Obtenemos y compartimos esa riqueza al publicar las ponencias y as mantenemos un proceso que convierte a la revista en un centro de pensamiento. Hoy nuestro tema tiene que ver con problemas concretos, como los que expusimos en uno de los ltimos nmeros sobre los peligros y daos de la minera en Colombia tal y como se est explotando. Frente a esos problemas, las respuestas de los gobiernos siempre sern incompletas e insatisfactorias, como es corto y limitado el mbito de lo legal. Cuando la consideracin de los problemas va ms all de lo legal y se sita como un problema de conciencia, adquiere una dimensin que lo convierte en problema de todos y que tiene que ser resuelto desde el interior de cada uno. As, los avances en derechos humanos han sido posibles a travs de una interiorizacin de los deberes. Pero la conciencia tiene que ser ilustrada y liberada de los vendajes enceguecedores que crean las culturas, los prejuicios o los intereses creados. Hubo un tiempo en que tener esclavos pareci un natural privilegio de las clases altas, hasta que se abri paso la claridad que convirti esto en un problema de conciencia. Hay otros asuntos que una conciencia sensible a los derechos ajenos volver asuntos de conciencia, como la posesin y uso del vehculo particular en unas ciudades congestionadas y contaminadas. Hoy est poblada de interrogantes la relacin del hombre con la naturaleza: es una relacin de amo a siervo, como lo deja suponer el estereotipo que muestra al humano como rey de la creacin? O debe ser la relacin que inspira la expresin bblica del hombre como jardinero de la creacin? Es uno de los muchos pensamientos que inspiran nuestro tema de hoy que, inicialmente, ser expuesto a sus preguntas y reexiones por nuestro panel de invitados.
Javier Daro ResTrepo Vida NUeva coLombia

PLIEGO

festivo del tiempo, representado en la memoria de san Jos. Justamente hace un ao, el papa Francisco, se inspir en la figura de este santo para proponernos un estilo de vida cristiana en el que los verbos custodiar, cuidar son imprescindibles para preservar la vida. En su primera homila, al asumir el ministerio petrino, Francisco deca: Cmo vive Jos su vocacin como custodio de Mara, de Jess, de la Iglesia? Con la atencin constante a Dios, abierto a sus signos, disponible a su proyecto, y no tanto al propio Dios no quiere una casa construida por el hombre, sino la fidelidad a su palabra, a su designio; y es Dios mismo quien construye la casa, pero de piedras vivas marcadas por su Espritu. Y Jos es custodio porque sabe escuchar a Dios, se deja guiar por su voluntad, y precisamente por eso es ms sensible an a las personas que se le han confiado, sabe cmo leer con realismo los acontecimientos, est atento a lo que le rodea, y sabe tomar las decisiones ms sensatas Pero

Ms all de la ecologa: el mapa no es el territorio


AliriO CcereS Aguirre Animador de la pastoral ecoteolgica de la Arquidicesis de Bogot, dicono permanente, coordinador de la Mesa Ecoteolgica Interreligiosa de la ciudad, investigador y docente universitario
ientras contemplo la cruz de calatrava y el sol de Aquino, agradezco a la vida el retorno a esta alma mater, pues no puedo
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negar mis vnculos existenciales como discpulo de la Orden de Predicadores, como alumno que fui del Colegio Santo Toms de Aquino y como miembro activo de las inolvidables experiencias de la Pascua Juvenil Dominicana. Ms recientemente, el semestre pasado, llegu en muletas como profesor de Cultura Teolgica y termin el semestre caminando por mis propios medios y con un sendero de aprendizajes, fruto de la interaccin con estudiantes tomasinos. Pero junto a la sensibilidad por el lugar y la confianza de interactuar con personas con las que nos unen lazos e intereses que pretenden otro mundo posible, tambin valoro el sentido

la vocacin de custodiar no slo nos atae a nosotros, los cristianos, sino que tiene una dimensin que antecede y que es simplemente humana, corresponde a todos. Es custodiar toda la creacin, la belleza de la creacin,... es tener respeto por todas las criaturas de Dios y por el entorno en el que vivimos. Es custodiar a la gente, preocuparse por todos, por cada uno; con amor, especialmente por los nios, los ancianos, que son ms frgiles y que a menudo se quedan en la periferia de nuestro corazn. Es preocuparse uno del otro en la familia: los cnyuges se guardan recprocamente y luego, como padres, cuidan de los hijos, y con el tiempo, tambin los hijos se convertirn en cuidadores de sus padres. Es vivir con sinceridad las amistades, que son un recproco protegerse en la confianza, en el respeto y en el bien. En el fondo, todo est confiado a la custodia del hombre, y es una responsabilidad que nos afecta a todos. Sean custodios de los dones de Dios. En estas lneas veo reflejado el gran reto que nos atae y que constituye el horizonte de esta bella convocatoria de la revista Vida Nueva: nueva vida, hombres y mujeres nuevas, cielos nuevos y tierra nueva en donde habite la justicia (2 Pe 3,13). Confianza absoluta en aquel que nos renueva, el Dios que nos salva, re-crendonos, el amoroso Creador, revelndose en su continua Creacin; a l, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos, en cada rincn del universo, en cada suspiro de la historia. Con el propsito de animar nuestra conversacin, propongo las siguientes frases:

Toda ciencia tiene su conciencia. Infraestructura sin cultura, no perdura. Minera spero NO as!

1. Toda ciencia tiene su conciencia

Para responder la pregunta que nos ocupa, la mana acadmica remite a un par de preguntas previas: Qu se entiende por ecologa? Qu se entiende por conciencia? No siempre que pronunciamos la palabra ecologa nos estamos refiriendo a lo mismo. La gente asocia ecologa con lo verde: sembrar rboles, cuidar mascotas, proteger especies en va de extincin. Vale recordar que el trmino ecologa fue acuado por un bilogo zologo llamado Ernst Haeckel, que en 1869 hizo alusin al estudio (logos) de la casa (oikos) de los animales y plantas y las complejas interrelaciones con el entorno en la lucha por su supervivencia. La Ecologa es, etimolgicamente, la ciencia de la casa y ms an, desde sus orgenes, la ciencia de las relaciones en la casa. Pero, por qu ha cambiado el significado de ecologa en estos casi 150 aos? Con el paso del tiempo se fueron incorporando los aportes de las ciencias sociales y humanas (Oh sorpresa, los seres humanos tambin hacemos parte de la casa). En los aos 40 del siglo pasado se incorpor el pensamiento sistmico y su palabra estrella: ecosistema. Y fuera de lo anterior, la casa ya no es de unos animalitos en especial, sino que adquiri una escala planetaria, hasta convertirse en la actualidad

en un autntico paradigma de comprensin e interpretacin del mundo de la vida. Una foto del globo azul que llamamos Planeta Tierra, hace cuatro dcadas, contribuy a ese giro. Carl Sagan, famoso por la serie Cosmos, lo llam ese plido punto azul, una mota de algodn en la inmensidad del universo, y sin embargo, esa es nuestra casa, la de los petristas y de los que no lo son; de los uribistas y de sus opositores; de los ucranianos y de los rusos; de los israelitas y de los palestinos; en fin, la casa comn, nuestra casa. Debido a este cambio contextual, autores como Carlos Vasco prefieren referirse a la ecologa global o a las ciencias ambientales, ms que a una disciplina en s; es decir, prefieren referirse a un enfoque, a una cosmovisin, a una perspectiva para abordar el tejido de la realidad. En forma similar, Leonardo Boff la denomina Ecologa Integral, complementando el pensamiento de Flix Guattari, quien distingue la ecologa ambiental, la ecologa social y la ecologa mental. Lo anterior denota que la Ecologa no se limita a lo verde, ni se agota en las relaciones de los seres humanos con la naturaleza, sino que abarca diversas tonalidades de la vida en todas sus relaciones. Por eso es importante afinar los conceptos, pues de acuerdo con la manera como se entienda la palabra ecologa, as tambin se formular un diagnstico de la crisis y se propondrn alternativas de solucin. La ecologa no es naturaleza ni ambiente ni territorio. Es el mapa para interpretarlo. Por eso no sera tan preciso decir salvemos la ecologa. Jos Mara Vigil, en la Agenda Latinoamericana, aclara que ni siquiera es salvemos al planeta, sino salvmonos con el planeta. Efectivamente, la ecologa es la ciencia, y toda ciencia tiene su conciencia. Qu decir de la conciencia? En nuestra cultura colombiana, nos acostumbramos a que el que peca y reza empata y hablamos de lavar la conciencia, tranquilizarla, adormecerla, incentivando as la
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incoherencia y la dicotoma entre lo que creemos y lo que hacemos. Me puse en la tarea de averiguar quin se invent la palabra conciencia. Todo parece indicar que los orgenes del trmino entre los griegos tienen que ver con aquel que comparte el conocimiento y es confidente, cmplice. Ms adelante, el adjetivo evolucion como sustantivo para referirse a un autoconocimiento global del ser humano, de su existencia y su valoracin moral. Por eso mismo, despus se asoci con el remordimiento. De cualquier modo, me parece interesante resaltar que la raz de la palabra conciencia tiene que ver con el saber y esto, a su vez, tiene que ver con discernir, cortar, rajar. La conciencia nos permite distinguir, separar, dividir. A esa capacidad nos referimos con el tomar conciencia. Edgar Morin, en un texto que titula El Pensamiento ecologizado, habla del paso de la ecologa-ciencia a la ecologa-conciencia. Tanto la una como la otra coexisten. Tenemos profesionales en ecologa, cientficos de los ecosistemas, tecnlogos de los temas ambientales, mltiples sectores de la sociedad interesados en lo mismo; tenemos algunos ms ecologistas, porque le toman la foto al pramo, al oso de anteojos o al loro orejiamarillo, pero sin considerar para nada las interacciones humanas; y tenemos otros ms ambientalistas, tan preocupados de los sistemas econmicos y polticos que a veces olvidan el dinamismo propio de los ecosistemas. Hace un par de dcadas, en Creacin, un equipo de lectura ecolgica de la Biblia, acuamos el trmino ecoambientalismo para zanjar esa brecha e integrar las ciencias sociales al anlisis de las ciencias naturales. Algo ms, Bernard Lonergan, en su modelo antropolgico valido para toda cultura, habla de la conciencia intencional que consiste en experimentar, entender lo experimentado, juzgar lo entendido y decidir a partir de lo juzgado. Para el autor, lo mximo de un ser humano es un estado dinmico de estar enamorado sin condiciones ni reservas. Es decir, averiguar si la ecologa es problema de conciencia es plantear si la ecologa tiene que ver algo con el amor.
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Por tanto, qu si la ecologa es problema de conciencia? Por supuesto que s. Pero tambin es un asunto de ciencia, de dilogo intra y transdisciplinario. No basta la conciencia para resolver la crisis. Tan grave es la situacin, que necesitamos el aporte de la ciencia y la tecnologa; pero no por separado, como en esquizofrenia, sino en una integracin mental, una nueva comprensin de la vida, un nuevo modelo de civilizacin. Adems, es un asunto de experiencia (ex=salir, peri=alrededor), es decir, es un asunto de entrar en contacto con el medio para conocerlo y conocerse. Hay ms, el logos de la oikos puede ser comprendido como estudio o tratado, lenguaje o discurso, pero tambin como sentido o significado. No basta conocer el ecosistema, hay que interpretarlo y darle sentido. Es una gestacin de sabidura, una ecosofa, que consiste en saber reconocer los signos y seales del territorio, pero tambin saber convivir en un mismo territorio. Por eso, si hay inteligencia vial -recordemos los comerciales de Pirry-, hay tambin inteligencia ecolgica e inteligencia territorial. O sea que ecologa implica darle sentido a la casa. Termino con un ejemplo: El agua, cuya celebracin es el 22 de marzo con mltiples puntos de canto al agua en Bogot y en el mundo, se debe conocer desde sus molculas (pH, la DQO), y desde el caudal y una cantidad de datos de la ciencia. Pero tambin debemos conocerla desde sus significados culturales, como lmite, frontera, smbolo o valor religioso. An

as, hace falta conocerla desde su sentido poltico: las relaciones de justicia o injusticia en torno a ella. Para muchos, el agua no es una cosa, el agua est viva y siente. Por eso, el sbado de marzo muchos cantan al agua con el fin de que adquiera formas ms armnicas y vitales. En este pluriverso sobre el agua no podemos olvidar su significado sacramental en el bautismo. El agua es sagrada y tendramos que tratarla como tal.

2. Infraestructura sin cultura, no perdura

Dado el inters de Vida Nueva por aterrizar estas reflexiones en dilemas concretos de nuestra poca, voy a tomar dos casos que ilustran la relacin entre ecosofa (saber vivir bien), ecologa (conocimiento) y conciencia (clarividencia del ser). Uno es ellos es el de las basuras, tcnicamente conocidas como residuos slidos. Hemos visto muchos intentos de ubicar canecas de colores para separar los materiales pero tambin constatamos que las personas no somos disciplinadas para seguir los parmetros. Creer que por tener infraestructura (producto de ciencia y tecnologa) se resuelve el problema, es insuficiente. No por tener ms canecas o carros compactadores los problemas se resuelven. Por supuesto que los necesitamos, pero no es lo nico. La raz est en nuestra cultura. Annie Leonard, con sus famosos videos en youtube.com sobre la historia de las cosas (el agua embotellada, los cosmticos, los aparatos electrnicos) nos indica que somos responsables de la crisis ecolgica. Somos muchos, consumimos mucho y producimos mucha basura, porque fabricamos artefactos con materias primas equivocadas y con su consumo absurdo de energa, que a la vez, envenena a la atmsfera. Recientemente escrib un texto y lo titul Nada ni nadie sea basura, apuntando a conciencia intencional compartida que cultive cultura de respeto y sustentabilidad. Pero miremos qu pasa con las basuras. Annie Leonard, con sus videos, nos ayuda a comprender que hay una historia de las cosas y que estamos atrapados en un sistema que genera

muerte y envenena al mundo tanto, que desechamos objetos y desechamos personas. Tenemos botaderos de basuras, rellenos como Doa Juana o Mondoedo, pero tambin inmensas Calles del cartucho, como el Bronx, atomizadas por todo el paisaje urbano. Hace 20 aos fui testigo del surgimiento de las pre-cooperativas de recicladores. Hoy son claves en el polmico modelo de aseo que origin el proceso contra el alcalde Gustavo Petro. Las indeseables basuras se convirtieron en botn y hasta los hijos del expresidente Uribe entraron en escena para hacer empresa. Cul es la conciencia asociada a nuestro comportamiento ciudadano? Somos generadores de residuos porque somos consumidores y vivimos en un modelo de lo desechable. Desde la perspectiva teolgica, podemos reflexionar sobre lo que no es y se vuelve lo que es!. La piedra que desecharon los arquitectos es la piedra angular, recuerda el evangelista. En una de sus caricaturas, Jos Luis Corts, El Hermano Corts, muestra la valoracin del cristianismo frente al poder del estircol. La ecologa, en este caso, nos ayuda a comprender la gravedad del problema: para resolverlo necesitamos tanto de la ciencia como de la conciencia.

3. Minera s, pero NO as!

Termino planteando unas reflexiones sobre los dilemas de los megaproyectos mineros y energticos que estn destrozando el pas, el continente y el mundo. Tengo la conciencia de que la minera hace parte de la accin humana. De otro modo no podra ser posible nuestra civilizacin ni podra ser posible que tuviera mis gafas hoy ni que pudiera utilizar la sal en el almuerzo. Tampoco tendramos celulares o computadores si no hubiramos avanzando en minera. Sin embargo, hace falta recorrer el ciclo de la conciencia intencional para discernir comunitariamente qu es lo conveniente para que la vida perdure. Comunicacin, comunidad y comunin estn en la misma lnea del proyecto humano que brota desde el Evangelio. Esto implica que frente a cada territorio, en cada ecosistema,

se d un proceso comunicativo entre los diversos actores sociales con sus intereses e imaginarios y opere un discernimiento para decidir qu es lo ms conveniente para que la vida perdure y se sustente. Qu vale ms: el agua o el oro? Se justifica sacrificar litros enteros de agua para sacar un gramo de oro? El oro es algo suntuario, es un lujo, no es imprescindible. Esa misma reflexin hay que hacerla con el carbn y el petrleo, la plata y el platino, el coltn y las llamadas tierras raras. La megaminera que ve la naturaleza como objeto y le extrae su esencia para convertirla en dinero nos est matando. Qu decimos y hacemos los que creemos en el Dios de la Vida? Es hora de un profetismo ecolgico a partir del conocimiento del problema y el planteamiento de alternativas. Un hermano marista brasilero, Afonso Murad, dice que se requiere formarnos en siete aspectos esenciales: Reencantarse frente a la Creacin. Indignarse ante los daos en la comunidad de vida. Informarse sobre la situacin ecolgica articulando crticamente los datos. Adquirir una visin ecosistmicarelacional del mundo. Implementar acciones individuales. Impulsar acciones colectivas. Todo desde una mstica de la relacionalidad, de todo con todo como un sacramento del Dios-Amar (verbo, no sustantivo), un Dios que es amando, que ama salvando, que salva creando y recreando. Tal es el horizonte y sentido del camino que debe transitar la ciencia y conciencia ecolgica para mayor gloria de Dios, es decir, para que el ser humano viviente est en armona con la Creacin. El famoso Atahualpa Yupanqui lo cantaba as: para el que mira sin ver/ la tierra es

tierra noms,/ nada le dice la pampa/ ni el arroyo ni el sauzal. La naturaleza no es una cosa, no es un objeto ni un recurso. La naturaleza es sujeto, est viva y es creacin de Dios. Por eso, Tony De Mello, S.J., recuper este proverbio oriental y nos lo propuso para enriquecer nuestra racionalidad occidental: Cuando miras un rbol y ves un rbol,/ no has visto realmente el rbol./ Cuando miras un rbol y ves un milagro,/ entonces, por fin, has visto un rbol. Efectivamente, la cuestin ecolgica es asunto de experiencia, ciencia y conciencia.

El eXtractivismo cuestin econmica, poltica, tica?


MarTHa INS ROmerO M. Coordinadora para Amrica Latina y el Caribe de Pax Christi Internacional
os enfrentamos en estos tiempos post-modernos a un modelo de desarrollo neo-extractivista, con un boom en los precios internacionales de las materias primas y los bienes de consumo demandados cada vez ms por los pases centrales y las potencias emergentes. Nuestros pases de Amrica Latina y el Caribe presentan una riqueza enorme de minerales, atractivos para la inversin extranjera. Este modelo presenta ventajas comparativas en lo econmico y es altamente rentable para quienes invierten mediana o pobremente, segn el pas o los pases que dan millones de hectreas en concesin. Expertos calculan que los ingresos para los pases por la extraccin minera oscilan entre el 1 y el 20% efectivo. Esto quiere decir que entre un 80 y un 99% queda en manos de las grandes empresas
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transnacionales, muchas de ellas con presencia en Colombia. Al mismo tiempo, el modelo produce nuevas asimetras y conflictos sociales, econmicos, ambientales y poltico-culturales. Veamos: como producto de la poltica mineroenergtica, se implementan procesos de privatizacin, desregulacin, venta de activos y empresas estatales, apertura de zonas para la minera -que luego corren el riesgo de convertirse en distritos mineros-, flexibilizacin laboral y ambiental. Se ofrecen muchas garantas y ventajas para la Inversin minera, con el argumento de ser competitivos y as atraer ms inversin. La minera en Amrica Latina nos plantea entonces diversos desafos, en los mbitos econmico, laboral, de fiscalizacin y control; en el mbito territorial, en la convivencia social, debido a la conflictividad de diverso tipo que genera. Varios estudios analizan el impacto de la industria minera en los territorios; afectaciones en el

suelo, en las aguas. Afectaciones por contaminacin, por apropiacin, por exterminio de fuentes hdricas que antes eran para usos agropecuarios. Todo lo anterior, con un impacto en la salud pblica y comunitaria, en la forma de vida locales, en la cultura y en la cosmovisin de las comunidades que tienen la fortuna de estar sobre territorios de inters para la inversin minera y para los gobiernos de turno. No ha sido indiferente frente a esta situacin, Pax Christi Internacional, un movimiento catlico que trabaja desde hace cerca de 70 aos en educacin para la paz, acciones por la justicia y con estatus consultivo ante las Naciones Unidas. En coordinacin con sus copartes en Guatemala, Per y Colombia, Pax Christi Internacional ha desarrollado una propuesta de fortalecimiento de capacidades comunitarias para la transformacin no violenta de conflictos por minera. Al tiempo, combina con algunas de sus secciones en Europa, Estados Unidos y Canad acciones de incidencia poltica

y monitoreo social a estas empresas transnacionales, en sus estndares frente al Pacto Global que las Naciones Unidas vienen impulsando desde el ao 2000. Este pacto es una plataforma para el desarrollo, la implementacin y la apertura a las polticas de responsabilidad social corporativa y sus prcticas (ver ms en: www.unglobalcompact.org/ Languages/spanish Es un hecho que en algunas regiones la minera transnacional ha desarrollado prcticas no suficientemente respetuosas de las comunidades y del entorno. Muchas veces no se hace una consulta previa real y documentada, generando polarizacin entre la misma comunidad. En muchos casos, imponiendo el modelo acordado con el gobierno central y, si es el caso, con represin. Las fotografas de La Puya, en Guatemala, muestran cmo comunidades organizadas y desde principios de la no violencia, han resistido al embate de la minera. En este caso, por fortuna se logr frenar el proceso de exploracin, aunque ya estn afectados por la contaminacin del arsnico en el agua. En los talleres que realizamos con las copartes de Pax Christi Internacional, desde hace tres aos sale recurrentemente el tema de extractivas, y preguntas como estas: Cmo lidiar con los impactos de la minera en comunidades alejadas de los centros urbanos? Es factible o realista decir NO a la minera en un contexto en el que el modelo extractivista se ha impuesto en todos los pases de nuestra regin? Cmo hacer para que las comunidades puedan reconocer sus derechos y hacerlos valer frente a esta realidad? Cmo hacer para generar sensibilidad y solidaridad de la gente en los grandes centros urbanos? La respuesta est en las mismas comunidades, en su necesidad de desarrollar campaas sencillas que refrenden su vocacin y su cultura, en la necesidad de preservar su entorno de la depredacin que deja la explotacin minera, y en la necesidad de establecer alianzas con la sociedad civil nacional e internacional para que apoye sus luchas.

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Se han desarrollado, entonces, una serie de talleres con principios bsicos desde la no violencia para el fortalecimiento de capacidades que transformen conflictos por minera. Hasta ahora se han realizado talleres en Guatemala y en Per. Para el caso de Colombia, el taller se har en mayo en el Tolima, en coordinacin con la Comisin Justicia, Paz e Integridad de la Creacin de la Conferencia de Religiosos y Religiosas de Colombia, la CRC y la JPIC de la Familia Franciscana. En los talleres se promueve el desarrollo de habilidades para el anlisis de conflictos y la reflexin sobre el contexto. Tambin se promueven elementos de comunicacin no violenta y el diseo de mapas de conflicto y mapas de poder, para disear, al final de la experiencia, planes concretos de incidencia poltica, desde la perspectiva ciudadana de Acciones Polticas Noviolentas. Desde el acompaamiento, esa hermosa palabra que tiene un profundo significado para congregaciones y organizaciones de sociedad civil que optan por hacer suyos los sufrimientos y las luchas de comunidades vulneradas en sus derechos por intereses forneos en sus territorios, se busca desarrollar en las comunidades una Geografa de Pertenencia que les permita resistir, construir sueos colectivos y fortalecer su organizacin comunitaria, desde el aprendizaje de tcnicas sencillas para aprender a dialogar y negociar con las empresas, con las autoridades locales y nacionales. El trmino Geografa

de pertenencia fue acuado en un proceso ecumnico catlico-menonita acompaado en Colombia por John Paul Lederach, experto en temas de paz y transformacin de conflictos, profesor del Instituto Kroc de Estudios de Paz de la Universidad de Notre Dame. Esta experiencia sencilla y modesta, ha mostrado ser de utilidad para las comunidades y sus organizaciones acompaantes, porque les da la esperanza de saber que es posible balancear las inequidades desde el empoderamiento ciudadano. Adems, porque les da la certeza de que no estn solos ni solas, que la solidaridad existe y que es posible proteger, ser custodios de la creacin, por el bien suyo y de las generaciones futuras.

en el Decreto 2811 de 1974, conocido como Cdigo Nacional de Recursos Naturales.

1. Situacin minero energtica

Colombia reQuiere la realiZacin de un verdadero ordenamiento ambiental del territorio


PedrO J. AldaNa AlONSO Administrador de Empresas, Especializado en Evaluacin de Impacto Ambiental, con estudios en legislacin ambiental y 18 aos de experiencia en Ordenamiento Ambiental.

a crisis ambiental que se vive en el territorio nacional sucede por no aplicar los instrumentos de ordenamiento y organizacin que parten de la misma Constitucin Poltica de 1991, pero que tienen su principal base

La crisis se hace visible en el gobierno de lvaro Uribe Vlez y se agudiza en el actual gobierno de Juan Manuel Santos, en donde la Locomotora minero-energtica entra a imponerse por encima de las mismas normas constitucionales al expedir resoluciones como la 0045 de la Agencia Nacional de Minera, mostrando al pas que tenemos un supuesto potencial minero que sacar de la crisis econmica y que se deben mantener y ampliar estmulos en la confianza inversionista de las multinacionales. Se afirma que la concesin de ttulos para la exploracin y la extraccin generar empleos dignos, restitucin de tierras y una mejora en la economa del pas a cambio de bajos o medianos costos ambientales, que comprometeran el suelo, el agua, la fauna y la flora nativa. Este hecho es totalmente falso, pues por los informes de la Contralora General de la Repblica, especialistas nacionales y expertos internacionales se ha mostrado con total detalle la inconveniencia y el mal negocio que est haciendo el gobierno del presidente Santos cuando permite que el nico que gane sea el que explota. La periodista Viviana Londoo Calle, del diario El Espectador condens la alerta internacional con informacin del economista Luis Jorge Garay, quien dirigi la investigacin con Guillermo Rudas de la Contralora. La informacin revela el oscuro panorama de esta actividad en el pas. La Contralora
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General present una completa radiografa del modelo minero en el pas. La investigacin revela, entre otros hallazgos, los graves efectos ambientales de la minera a gran escala, la poca participacin del Estado en la resta minera, la dbil institucionalidad para controlar esta actividad y la relacin entre el conflicto y la minera. La Contralora se ha preocupado por el tema minero no slo por los impactos econmicos, sino tambin por los sociales y ambientales. Por lo tanto, la investigacin no es ajena al inters de la entidad. Plantea una visin transversal desde la perspectiva de los derechos y resulta de gran utilidad para enmarcar las decisiones de poltica pblica hacia el futuro. El estudio de la Contralora se basa exclusivamente en datos oficiales y en los suministrados por las mismas mineras. Colombia tiene serias falencias en el esquema regulatorio y fallas estructurales en la fiscalizacin de la informacin y de los compromisos adquiridos por las empresas. Se debe buscar instaurar un rgimen regulatorio ms adecuado, pues cuando se trata de unos recursos escasos y hay una demanda mundial es claro que la competencia por atraer inversin extranjera en beneficio del pas se hace con una nivelacin competitiva de los estndares y las tasas de tributacin que permitan desarrollar una actividad que sea ms beneficiosa al pas en trminos econmicos, sociales y ambientales. Segn Viviana Londoo, la renta minera puede ser mejorada a favor del Estado para hacer ms rentable econmica y socialmente esta actividad, sin dejar de atraer la inversin extranjera. La investigacin seala que hay una relacin entre conflicto y minera. En el cruce cartogrfico de las solicitudes mineras se superponen con las reas de desplazamiento forzado, de abandono y despojo de tierras. Hay una potencialidad de conflicto entre la restitucin de tierras y los intereses de las mineras que tienen ttulos. Especialistas como Julio Fierro y Rodrigo Negrete muestran el dao ambiental irreversible que sufren los ecosistemas y la biodiversidad de nuestro pas, representado en la explotacin en los pramos, la
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contaminacin de ros y quebradas, la prdida definitiva de ecosistemas estratgicos y biodiversidad nica, como especies endmicas que simplemente desaparecern. Un sacrificio causado por la explotacin de oro, principalmente, con un elemento adicional que son los efectos residuales. El impacto ambiental, que es un impacto en la vida de los ciudadanos, tendr consecuencias sociales y econmicas catastrficas. Hay razones para prohibir el avance de la locomotora minera del Gobierno Nacional. Contrario a la gran mentira de la minera como salvacin para Colombia, s existen caminos de desarrollo, a partir de la conservacin, del turismo ecolgico, y de otros negocios que efectivamente llevaran beneficios hasta el ciudadano de la provincia, de la ruralidad y de la selva. La megadiversidad del territorio nacional debe ser protegida y orientada a la sustentabilidad, pues el oro colombiano es verde.

sale ms barato importar una tonelada de maz que producirla en la ruralidad colombiana. Y como si esto no fuese poco, se le impone cultivar semillas transgnicas con la consecuente persecucin por parte de los verdugos del ICA. Pero hay mas, la fumigacin o aspersin con glifosato, es otro de los males que azotan las selvas colombianas, arrasando con todo lo que est vivo en material vegetal incluyendo los cultivos de nuestros indgenas. Todo este desorden ha trado otros males como la ampliacin de las fronteras agrcolas y ganaderas en pramos y selvas. Los cultivos masivos de palma africana, con sus diferentes aplicaciones, y de otros productos agrcolas para los biocombustibles, tienen en cuidados intensivos el sector primario de la economa que es el campo. De ah la necesidad de que el ordenamiento ambiental llegue al campo.

2. Situacin agrcola

3. Generacin energtica

Se suman a esta crisis, las equivocadas polticas agrarias que van desde la concentracin de tierras en pases y multinacionales que hoy poseen sitios estratgicos, sin ningn control del Estado; los nefastos Tratados de Libre Comercio con las desventajas econmicas ya conocidas en donde el campesino colombiano debe competir con el campesino extranjero al que le subsidian todo y no paga impuestos. He aqu que al campesino colombiano le dicen que no es competitivo, porque

El potencial hdrico para la generacin elctrica en Colombia lleg al lmite, en infraestructura (represas). El pas requiere la implementacin de tecnologas limpias como la generacin de energa solar, en donde el potencial es total. La energa elica es representativa en algunas regiones. Esta poltica debe extenderse a los hogares, incluso a la implementacin de vehculos elctricos que permitan captar la energa solar, sobre la cual ya se estn logrando avances por algunas universidades colombianas.

Francisc d As l ecolog

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El problema ambiental no es solo cientco, tcnico y poltico, sino tambin cultural, tico y religioso, ya que en el trasfondo de la crisis ecolgica est la cuestin de la justicia, de la igualdad de los derechos humanos y del respeto por el mundo natural. Dado que la ciencia no prescribe lo que es bueno ni le compete jar criterios de valor, hay que recurrir a la decisin tica, a la creacin de una nueva mentalidad y al inujo de la religin para ofrecer una conciencia a las ciencias con el n de que estas se orienten hacia el bien comn. En este campo, la voz de Francisco de Ass tiene mucho que decir, y no son pocos los que la desean escuchar para poder caminar ms humanamente en esta casa comn llamada planeta Tierra y sus relaciones con el universo entero.

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IGLESIA EN el mUNDo CRnIcA VaticaNa

Se instituye la Ponticia Comisin para la Tutela de los Menores

a Comisin Pontificia para Amrica Latina (CAL) no poda dejar pasar inadvertido el aniversario de la eleccin del primer papa latinoamericano. En consecuencia, organiz, el martes 18 de marzo, un encuentro en el Auditorio San Po X al que acudieron, adems de muchos exponentes de la Curia, numerosos embajadores de los pases del subcontinente. El primero en intervenir fue el cardenal Marc Ouellet, prefecto de la Congregacin para los Obispos y, al mismo tiempo, presidente de la Comisin, que habl sobre La sorpresa de Dios. El primer ao del papa Francisco. Las tres palabras clave para interpretar el pontificado de Bergoglio, segn el purpurado canadiense, son: pobres, familias y jvenes. Desarrollando estos tres trminos a la luz de la exhortacin apostlica Evangelii gaudium, Ouellet afirm que, al hacer de los pobres la prioridad de su ministerio, el Papa puede producir estupor y, al mismo tiempo, provocar inquietud en ciertos ambientes, que lo han calificado como marxista. Respecto a la familia, el cardenal, que habl en castellano, asegur que el debate suscitado por el Snodo haba suscitado controversias, expectativas y, tal vez, provoque ms adelante alguna desilusin. En su opinin, es necesario repensar la antropologa bblica y teolgica sobre la familia para responder a los actuales desafos de la evangelizacin de esta clula fundamental de la sociedad y de la Iglesia. Finalmente, refirindose a los jvenes, los calific como habitantes de un nuevo mundo, el continente digital, al que Francisco se ha habituado enseguida, ya que es capaz de adaptar su lenguaje a la cultura virtual de los jvenes sin dejar de testimoniar, sin embargo, que Jess no es una idea, un sueo o un dolo virtual, sino una persona real con la que se puede vivir una amistad que cambia la vida. El profesor Guzmn Carriquiry, secretario de la Comisin Pontificia, tom la palabra (despus de que el pblico pudiese contemplar un video sobre el primer ao de pontificado de Francisco) para hablar
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La irlandesa Marie Collins forma parte del nuevo organismo


de la Misin de la Iglesia en Amrica Latina: aqu se decide el futuro de la Iglesia catlica; frase esta ltima que pronunci Benedicto XVI ante los periodistas que le acompabamos en el vuelo que le condujo a Aparecida, en 2007. En su discurso, Carriquiry afirm que no es pura coincidencia que el papa Francisco venga de una Amrica Latina que ya no es ms una regin atrasada, marginal, subdesarrollada o humillada, sino emergente en el concierto mundial. Un poco ms adelante, asegur igualmente que, quien lee con atencin Evangelii Gaudium, no solo encuentra numerosas citas del Documento de Aparecida, sino que advierte que dicha exhortacin est en continuidad y bajo fuerte influjo de Aparecida. Para Carriquiry, la ms grave amenaza y reto (para Amrica Latina) es el de la cultura global dominante, de impronta relativista y hedonista, que opera como un

Estaban presentes en la plaza vaticana un grupo numeroso de familiares de los cados durante la Guerra de las Malvinas. Llevaban consigo una imagen de la Virgen de Lujn que ya ha recorrido catorce provincias del pas y que, en el curso de este ao, har lo mismo con las restantes. Bergoglio se detuvo ampliamente para saludar a sus compatriotas, muy emocionados por dicha oportunidad, como es comprensible.

Continan las reformas


El 22 de marzo, la Sala de Prensa de la Santa Sede hizo pblica la institucin de la Pontificia Comisin para la Tutela de los Menores, que haba sido anunciada el pasado 5 de diciembre al finalizar los trabajos del C-8, el grupo de trabajo cardenalicio que haba tratado con el Santo Padre la espinosa cuestin de la pederastia de algunos sectores del clero. La comisin de expertos est formada por cinco hombres y cinco mujeres de pases diferentes. Entre ellos, se encuentran el cardenal Sen Patrick OMalley, arzobispo de Boston; el sacerdote Humberto Miguel Yez, jesuita argentino; su hermano de Compaa y colega profesor de la Universidad Gregoriana, el alemn Hans Zollner, organizador en el ao 2012 del simposio

nuevo opio de nuestros pueblos, siembra confusin sobre el sentido de la vida, rompe vnculos de pertenencia y convivencia, empobrece el temple humano de las personas, induce a actitudes y comportamientos cada vez ms lejanos e incluso hostiles a la tradicin catlica. Su conclusin fue que hoy se nos impone repensar toda la historia de Amrica Latina, su realidad actual y sus caminos de transformacin y construccin, a la luz del acontecimiento del pontifi-

cado del papa Francisco. Es una posibilidad impresionante de resurgimiento catlico y de profundas repercusiones y esperanzas para nuestra Amrica Latina. Al da siguiente, festividad de San Jos y, al mismo tiempo, primer aniversario del solemne inicio del ministerio petrino de Bergoglio, la audiencia general tuvo un color muy latinoamericano por la presencia de muy numerosos fieles provenientes de pases como El Salvador, Mxico, Ecuador y, naturalmente, Argentina.

rian Ferme ser el nuevo secretario del Consejo para la Economa, recientemente erigido por el Santo Padre. Su misin ser ayudar en sus tareas al cardenal coordinador de dicho Consejo, el arzobispo de Mnich, Reinhard Marx, cuya misin es dirigir y vigilar las actividades administrativas y nancieras de los entes econmicos de la Santa Sede. Ferme es ingls y tiene 59 aos. Ha estudiado en Melbourne, Oxford y Roma; es un especialista en Derecho Cannico con diversas publicaciones especializadas y una amplia experiencia como decano de las facultades de Derecho Cannico en Washington y en la Lateranense de Roma. Se ve que el estudio de los cnones puede llevar muy lejos en la Iglesia.
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ECONOMA

por Antonio Pelayo

IGLESIA EN el mUNDo CRnIcA VaticaNa

sobre las agresiones sexuales a menores; y el jurista italiano Claudio Papale. Pero, sin duda, el nombre que ha suscitado mayor inters en la opinin pblica ha sido el de Marie Collins, irlandesa que fue violada por un sacerdote a la edad de trece aos. Esperaba ha declarado ella a la prensa que hubiese un representante de las vctimas en la comisin, pero no tena idea de que iba a ser yo. Para m ha sido una sorpresa absoluta. Sobrevivir a un abuso clerical ha sido para m un viaje duro y difcil. Ha habido momentos en que me pregunt si no deba abandonar la Iglesia catlica. Por eso, encontrarme ahora formando parte de la comisin, es algo que no poda prever. Las otras tres mujeres son la polaca Hanna Suchocka, ex presidenta y ex embajadora ante la Santa Sede, la francesa Catherine Bonnet y la baronesa inglesa Sheila Hollins, especialista en psiquiatra y presidenta, hasta el ao pasado, de la British Medical Association. Comentando esta decisin papal, el portavoz vaticano, Federico Lombardi, afirm que la Iglesia debe tener la proteccin de los menores como una de sus ms altas prioridades y, para promover la iniciativa en este campo, el Papa ha indicado los nombres de diversas personalidades, altamente cualificadas y conocidas por su compromiso en este tema. El jesuita tambin seal que sern nombrados otros miembros de la comisin procedentes de otros continentes (Asia, frica y Oceana son los que faltan). Por otro lado, desde 1996, el 21 de marzo, primer da de la primavera, se celebra en toda Italia una jornada de recuerdo de las
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vctimas inocentes de la mafia. Este ao, a las cinco y media de la tarde, tuvo lugar en la iglesia de San Gregorio VII muy cercana al Vaticano una vigilia de oracin en la que participaron el Papa y 700 familiares de los asesinados por el crimen organizado. La convocatoria la hizo el sacerdote Luigi Ciotti, fundador y presidente de la asociacin Libera, que desde hace muchos aos lucha contra la mafia y apoya a las familias de las vctimas. El acto comenz con la lectura emocionada de los nombres de las 842 vctimas documentadas de las diversas mafias que actan en Italia (la mafia siciliana, la camorra napolitana, la ndrangheta calabresa y la sacra corona uita, de la Apulia). A continuacin, se ley el Evangelio de las Bienaventuranzas y despus lleg el turno de palabra del Papa. Bergoglio habl poco y con voz muy queda, como apesadumbrado por el dolor que

vea reflejado en los rostros de madres, esposas, hermanas, hijas e hijos de los que cayeron vctimas de la violencia mafiosa. Siento dijo que no puedo acabar de hablar sin decir una palabra a los grandes ausentes, a los protagonistas ausentes: a los hombres y mujeres de la mafia. Por favor, cambien de vida, convirtanse, detnganse, dejen de hacer el mal. Y nosotros rezamos por ustedes. Convirtanse, se los pido de rodillas; es por su bien. Esta vida que viven ahora no les dar placer, no les dar alegra, no les dar felicidad. El poder, el dinero que tienen ahora fruto de tantos asuntos sucios, de tantos crmenes mafiosos, es dinero ensangrentado, es poder ensangrentado, y no podrn llevarlo a la otra vida. Convirtanse, todava tienen tiempo, para que no acaben en el Infierno. Es lo que les espera si continan en este camino. Han tenido un padre y una madre; piensen en ellos. Lloren un poco y convirtanse. Palabras graves que han recordado a las que pronunci contra la mafia el 9 de mayo de 1993 el beato Juan Pablo II en el Valle de Agrigento: Convirtanse, un da llegar el juicio de Dios. Son, sin duda, palabras como estas, gestos y decisiones audaces, reformas que ya no parecen tener marcha atrs, las que habrn convencido a la direccin de la prestigiosa revista norteamericana Fortune a encabezar la lista de los lderes del mundo ms influyentes con el nombre de Jorge Mario Bergoglio.
AnTonio PeLaYo. Roma

www.emisoramariana.org

Persecuciones a homosexuales en Uganda

"No tiene fin la bsqueda, porque no tiene fin el amor" San Agustn.

egn inform recientemente Vida Nueva Espaa, el presidente de Uganda, Yoweri Museveni, rm el 24 de febrero la polmica ley anti-homosexualidad que pena hasta con cadena perpetua a quienes mantengan relaciones carnales con personas del mismo sexo. Museveni ha sealado que el tema de la homosexualidad fue provocado por arrogantes y negligentes grupos de occidentales a los que les gustaba venir a nuestras escuelas y reclutar nios para [prcticas de] homosexualidad y lesbianismo. Se han presentado ataques contra personas asociadas a grupos gais en el pas. En respuesta, Holanda, Dinamarca, Noruega, Suecia, e instituciones como el Banco Mundial han congelado sus ayudas al desarrollo destinadas a Uganda. Aunque muchos pases estn en desacuerdo con la actitud del gobierno de Museveni, segn Alberto Eisman, no hay que olvidar que Uganda es un pas estratgico dentro de los intereses regionales, dada su intervencin en crisis polticas y militares. Hace cerca de 2 meses, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, lder de la Iglesia Anglicana, envo una carta al gobierno de Uganda, oponindose al rechazo que en este pas experimentan los homosexuales: La victimizacin o menoscabo de seres humanos cuyos afectos resultan estar ordenados a personas del mismo sexo es anatema para nosotros, seala en la misiva. Y recientemente, el cardenal ghans Peter Turkson, de la Iglesia Catlica, arm durante una entrevista con The Boston Globe que penalizar a los homosexuales no es el camino a seguir. El prelado tambin se opuso a cualquier sancin a los pases que adopten medidas similares. En su opinin, ms que penalizar a los pases que no siguen los modelos occidentales, deberamos ayudarlos a ampliar sus horizontes. Segn l, las sanciones podran ayudar a reforzar la tendencia a criminalizar la homosexualidad en vez de atenuarla.
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IGLESIA EN el mUNDo
la Sacrosanctum Concilium, que progresivamente ha dado paso a un nuevo tiempo marcado por la participacin activa de todo un pueblo sacerdotal, puesto que hasta entonces la liturgia era dominada nicamente por el clero; la liturgia como accin teologal y celebracin del misterio pascual, que modific la teologa y la espiritualidad de cada sacramento y sacramental; la devolucin de la Sagrada Escritura al pueblo de Dios; la sacramentalidad de toda la liturgia; la sustitucin del canto gregoriano por cantos de la tradicin musical de cada regin; y la introduccin de ministerios litrgicos no clericales (lectores, salmistas, aclitos, cantantes), por mencionar slo algunas perspectivas. No obstante, Buyst tambin manifiesta su preocupacin ante algunas seales de freno e involucin: es peligroso generalizar, pero todo indica que se est dando un estancamiento o peor, en la prctica, una negacin de ciertos principios bsicos de la reforma conciliar. Entre ellos, seala el regreso al eclesiocentrismo, al clericalismo, al devocionalismo, al sacramentalismo y al ritualismo. As mismo, comenta que parece haber ms preocupacin por construir templos cada vez ms grandes y atraer multitudes hacia una liturgia-espectculo, que en formar un pueblo consciente y competente para actuar en la sociedad como fermento en la masa, como pide el Concilio. Evidentemente, la eleccin de Francisco ha generado impactos en la liturgia, menos en cuestiones de rbricas y orientaciones litrgicas y ms en prcticas celebrativas caracterizadas por la ausencia de pompas y parafernalias, y por la proximidad al pueblo de Dios con nuevos lenguajes y gestos. Se aproxima una primavera litrgica en la Iglesia?
SCAR ELIZALDE PRADA

Muchos cambios vinieron de la mano de la Sacrosanctum Concilium

La liturgia: freno o acelerador?


Balances de la reforma litrgica impulsada por el Concilio Vaticano II

l cumplirse 50 aos del Concilio Vaticano II, abundan los anlisis sobre su impacto. No es casual que el primer documento aprobado, el 4 de diciembre de 1963, haya sido la Constitucin sobre la liturgia (Sacrosanctum Concilium). Muchos cambios vinieron de la mano de la reforma litrgica: antes el sacerdote rezaba en latn y de espaldas a los fieles, ahora lo hace en lenguas nativas y de cara al pueblo de Dios. Asimismo, la actualizacin de rituales ciertamente anacrnicos y la participacin de los laicos, dieron nuevos matices a la celebracin de la fe. Este tipo de testimonios muestran que el Vaticano II inaugur un nuevo tiempo en la vida de la Iglesia. La liturgia es uno de sus componentes ms representativos. Por eso, a cinco dcadas de la revolucin desencadenada por la Sacrosanctum Concilium, especialistas y responsables de liturgia plantean algunos puntos de vista frente a los avances o retrocesos que hoy se pueden constatar. El telogo espaol Jess Martnez Gordo comenta que despus del Concilio los obispos del primer snodo, en 1967, alabaron la reforma litrgica en curso, subrayando de manera particular la mayor participacin del pueblo, su sencillez, el empleo de len36

guas vernculas, el sentido pastoral de la misma y expresaron su conformidad con las rectificaciones de las nuevas plegarias. Sin embargo, una minora de obispos acusa a la reforma iniciada de ser demasiado experimentalista y de dejar en el camino el sentido sacrificial de la eucarista, aade. En efecto, algunos como Marcel Lefebvre, fundador de la Fraternidad Sacerdotal San Po X hicieron sentir su voz de crtica y rechazo a la reforma.

Expresiones de participacin
Por su parte, la benedictina Ione Buyst destaca que la vuelta a las fuentes de la fe y la apertura de la Iglesia al dilogo con el mundo, se encuentran en la base de las perspectivas litrgicas abiertas por

InvOLUCIn, AnARqUISMO O DESARROLLO?


Con la participacin de delegados diocesanos, profesores de los seminarios mayores, liturgistas y encargados de la formacin litrgica en las casas religiosas y en las facultades de teologa, el Departamento de Liturgia de la Conferencia Episcopal de Colombia abord en un reciente encuentro la temtica de la reforma litrgica como fuente de renovacin de la Iglesia, bajo una triple interpelacin: involucin, anarquismo o desarrollo? Segn el P. Jaime Abril, director del departamento, este encuentro ha sido una oportunidad para retomar con ms impulso la reexin sobre la reforma litrgica y para hacer un anlisis sincero sobre la realidad litrgica nacional, planteando los retos que se presentan y las acciones concretas que se deben emprender.

La negativa del obispo


La primera garanta por la que debemos luchar es por la vida

Segn monseor Porras, en Mrida falta una mayor voluntad para la paz

l Mircoles de Ceniza, monseor Baltazar Porras, arzobispo de Mrida, recibi una carta del gobernador del Estado, a travs de la cual se le invitaba a participar en la denominada Conferencia de Paz Regional junto a lderes de todos los sectores de la poblacin, con el fin de establecer una agenda. Ese mismo da, un grupo armado y encapuchado, irrumpa en la iglesia parroquial de Santa Brbara mientras se celebraba Eucarista a la 6 de la tarde. Segn el prelado, gracias a la intervencin del celebrante la cosa no pas a mayores: salieron (los encapuchados), hubo tiros al aire y junto con otros motorizados causaron daos en negocios cercanos a la iglesia. Un poco ms tarde, otro grupo de motorizados caus destrozos en instalaciones de la Alcalda. Y de varios lugares de la ciudad, se recibieron noticias de enfrentamientos con dichos colectivos. Monseor Porras se pregunta cmo es que estos colectivos deambulan libremente por la ciudad, amedrentando, causando destrozos, disparando a mansalva, hierendo, sin que aparezcan los rganos de seguridad para resguardar la vida y los bienes de las personas. Quin entrena, dirige, dota de equipos y ordena la accin de estos paramilitares civiles que se asemejan ms

a bandas de delincuentes o a bandas de delincuentes amparadas en la impunidad e inoperancia de la fuerza pblica y del poder moral?.

Condiciones para el dilogo


En un comunicado fechado el 6 de marzo, monseor Porras explica sus razones para no ir a la reunin convocada por el gobernador: los primeros invitados, segn el obispo, deben ser los actores de los acontecimientos, de una y otra parte, seala al tiempo que afirma que no se conoce quines son los invitados a la reunin y a titulo de qu lo son. Sostiene, adems, que si bien se convoca para el establecimiento de una agenda, se echa de menos el que no se propongan algunos puntos para no caer en las descalificaciones que observamos en la reciente reunin de Caracas. Por ltimo, considera que no se conoce a qu se compromete previamente el ejecutivo que garantice que hay una voluntad firme y concreta de buscar la paz ciudadana. Segn Porras es imperativo de todos buscar la paz, a travs de la justicia, para abrir caminos a la reconciliacin, el perdn y al trabajo en comn, sin embargo los primeros responsables son las autoridades que comandan a los rganos de seguridad del Estado: tanto la Polica

como la Guardia Nacional tienen razn de ser para custodiar y preservar la vida de los venezolanos. De acuerdo al prelado la primera garanta por la que debemos luchar es por la vida de todos sin distincin, mas no es claro el compromiso de las autoridades al respecto. Cita al papa Francisco cuando dice que, para conseguir el dilogo social como contribucin a la paz, compete al Estado el cuidado y la promocin del bien comn de la sociedad. Sobre la base de los principios de subsidiariedad y solidaridad, y con un gran esfuerzo de dilogo poltico y creacin de consensos, (el Estado) desempea un papel fundamental, que no puede ser delegado, en la bsqueda del desarrollo integral de todos. Este papel, en las circunstancias actuales, exige una profunda humildad social (Evangelii gaudium 240). Finalmente, sostiene que como Iglesia, tanto nosotros los obispos, como los sacerdotes, religiosas y laicos estamos dispuestos y es lo que hacemos constantemente, a trabajar por la paz, que slo es posible en la justicia, la equidad, el respeto y el perdn. Aade que estn abiertos a toda colaboracin para lograrla, pero quienes primero deben dar muestra de ello son quienes gobiernan y deben hacerlo con igualdad para todos, con hechos concretos, no con instancias etreas que pueden conducir a ahondar las divisiones existentes. El prelado afirma que hay disposicin en la arquidicesis para contribuir a la paz y a la convivencia de todos los merideos, una vez que se aclare bien lo sealado acerca de las condiciones necesarias para una verdadera Conferencia de paz regional.
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IGLESIA EN EL MUNDO
ISABEL CORPAS DE POSADA

IGLESIA EN EL MUNDO

A propsito de los resultados de una encuesta

El CELAM pretende ser una escuela de comunin

n noviembre de 2013, el papa Francisco envi a los obispos del mundo treinta y ocho preguntas para pulsar la opinin acerca de cuestiones relacionadas con la vida de pareja. No solo la opinin de obispos sino tambin de hombres y mujeres creyentes a quienes los obispos deben consultar antes de enviar las respuestas a Roma. stas servirn de insumo a la reunin del Snodo Extraordinario de Obispos que se reunir en Roma a nales de este ao para abordar temas de familia. Mientras tanto, la cadena de televisin Univisin adelant una encuesta a nivel mundial sobre temas relacionados con la vida de pareja y otros que despiertan controversia, como el matrimonio de sacerdotes y la ordenacin de mujeres. Los resultados sealaron que las catlicas y los catlicos del mundo no estn de acuerdo con normas establecidas por la Iglesia de Roma: en Colombia, el 60% se declar en desacuerdo con que los separados y vueltos a casar no puedan comulgar; el 91%, de acuerdo con el uso de anticonceptivos; el 54% es partidario del matrimonio de sacerdotes; y la ordenacin de mujeres solo tiene un 47% de simpatizantes. Haba ms preguntas, pero estas me parecen representativas: se trata de normas de moral y de derecho cannico que no son de carcter doctrinal y responden a las circunstancias en que fueron promulgadas. Por lo tanto, es posible discrepar de ellas sin quedar por fuera de la comunin eclesial y la vida cristiana no depende exclusivamente de su cumplimiento. Nuevas circunstancias plantean la conveniencia de revisar normas nacidas en otro contexto. Es lo que se espera del prximo Snodo, para que en lugar de obligaciones y prohibiciones la Iglesia ofrezca buenas noticias. Al n y al cabo es lo que signica la palabra evangelio.

Reunin de Secretarios de Conferencias Episcopales de Amrica Latina y el Caribe


ntre los das 12 y 14 de marzo se reunieron en las instalaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia los diferentes secretarios de las Conferencias Episcopales de Amrica Latina y el Caribe. Das atrs, haba tenido lugar una reunin entre los directivos y la presidencia del CELAM. Segn monseor Santiago Silva, Secretario General, el tema que ms le importa al CELAM en este momento tiene que ver con cmo relanzar la evangelizacin. Los escenarios han cambiado, seala: por lo tanto, no podemos evangelizar hoy como lo hacamos antes porque nos quedaramos sin interlocutores. El prelado sostiene que la preocupacin por mantener un dilogo con las personas de nuestro tiempo, que viven sus alegras, penas y esperanzas en el contexto de estas transformaciones, est en sintona con el inters del papa Francisco expresado recientemente en la exhortacin apostlica Evangelii gaudium. Se requiere hoy tener una sensibilidad muy grande respecto a los cambios epocales, para poder plantear el Evangelio de siempre, el Evangelio de Jesucristo, subraya. Debido a que el CELAM est buscando que la realizacin de sus programas est en afinidad con las realidades que esta-

mos viviendo, adems de ser un encuentro agradable, al decir de los asistentes, la reunin de secretarios permiti ahondar crticamente la situacin latinoamericana de cara a responder pastoralmente a ella. De hecho, hubo sesiones dedicadas al anlisis de las realidades socioculturales, polticas y econmicas de los pases latinoamericanos y del Caribe.

Gestos de solidaridad
Por obvias razones, la situacin de Venezuela ocup un lugar relevante en la agenda. Si bien el trabajo del CELAM es subsidiario con relacin al de cada Conferencia Episcopal y no le corresponde sealar directrices, el encuentro permiti experimentar la solidaridad, a tal punto que lo que pasa en dicho pas se supo por boca de los obispos que vivieron en representacin de Venezuela, quienes contaron con expresiones de apoyo, tambin en la oracin. Ante gestos como stos, en tiempos tan difciles como los que vive Venezuela, se entiende por qu monseor Silva siente que el CELAM es, fundamentalmente, una escuela de comunin. Desde esta comunin ha brotar el trabajo pastoral, segn indic.
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ENTReVISTA

l Secretario de la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) vino a Bogot para participar en el ltimo encuentro de Secretarios del CELAM. Monseor Jess Gonzlez habl con Vida Nueva Colombia acerca de la situacin de su pas, de la evangelizacin en tiempos de violencia, de los espacios de paz que abre la Iglesia en Venezuela y de las posiciones de la CEV para llegar a una solucin de la crisis. Qu reflejan las protestas acerca de la situacin de Venezuela? La situacin qu hoy vivimos en materia de protestas pone en evidencia los problemas nacionales que se han ido acrecentando en el tiempo, particularmente, el de la violencia y el de la inseguridad. En Venezuela mueren todos los aos por causas violentas un nmero mayor de personas que el nmero de vctimas que cobran muchas guerras en otros pases. Venezuela vive una guerra debido a la proliferacin de armas, a la falta de polticas pblicas para el control de la violencia. Hay violencia por parte de civiles e, incluso, en las crceles nacionales mueren personas debido a esto. Luego tenemos los problemas econmicos ms recientes, que provocan debilidad en la prestacin de los servicios pblicos, segn qued en evidencia el ao pasado a raz de los problemas de energa publica, con constante apagones en diversas ciudades del pas. Ms recientemente, hemos tenido problemas de desabastecimiento alimentario, porque las polticas del actual gobierno han llevado a una baja en la produccin nacional y a una dependencia creciente de las importaciones de pases extranjeros, para poder subsistir. Hoy la dependencia de alimentos es muy grande en Venezuela y la falta de las divisas necesarias para poder traer a Venezuela esos alimentos produce retraso en la distribucin. A pesar de que somos un pas que tiene grandes recursos econmicos, no es posible satisfacer las necesidades de toda la poblacin.

GoNZleZ
Latina, cmo promover una nueva evangelizacin en un contexto como el de su pas? La situacin que vive Venezuela hay que entenderla dentro de un contexto de 15 aos. A lo largo de esos 15 aos, la Iglesia en nuestro pas ha vivido las tensiones propias de una realidad cambiante a nivel social y poltico. Sin embargo, la Iglesia no ha cejado en su empeo de servir a su pueblo. En el ao 2000, meses despus de la llegada de Hugo Chvez al poder, se dio inicio al Concilio Plenario de Venezuela, concluido en 2006. ste fij el plan pastoral de la Iglesia en nuestro pas para la nueva evangelizacin. Providencialmente, el que se haya dedicado ese tiempo de oracin y de reflexin para dejarnos guiar por el espritu nos encuentra mas preparados ante situaciones de dificultad, encuentra a una Iglesia que en el Concilio creci en comunin en unidad interna en encuentro de todos sus miembros frente a un pas en el que prima la polarizacin, la desunin, fundamentalmente por causas polticas. La Iglesia, acogiendo a los que son de un bando y las que son del otro bando trabaja

Monseor Jess

SecreTariO de la CONfereNcia EpiScOpal de VeNeZuela


por la comunin entre todos los venezolanos y esta consciente de que su papel no solo de refiere a la vida intraeclesial si no que se refiere tambin a contribuir a que la sociedad venezolana viva con los valores del Evangelio. Recientemente, representantes del Frente Estudiantil para la Paz y la Soberana en Venezuela le pidieron a la Iglesia de su pas servir de mediadora con el fin de llegar a una solucin frente a la crisis, qu est la Iglesia para crear espacios de paz en el pas? Una reciente exhortacin pastoral decamos que la Iglesia tiene experiencia de encuentro, porque en el seno de las comunidades conviven como hermanos los que son diferentes en razn de su origen, de su condicin social o de su filiacin poltica. Hemos ofrecido nuestra experiencia a favor de la sociedad, aunque eso, a veces, nos ha trado incomprensiones. Hemos llamado la atencin, hemos denunciado aquellas situaciones que en la realidad nacional son una muralla para que realmente pueda darse el encuentro y la necesaria reconciliacin. Evidente que en este camino de

Trabajando por la comunin

La ltima reunin de secretarios del CELAM habl acerca de la necesidad de relanzar la evangelizacin en Amrica
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polarizacin poltica que ya lleva muchos aos hay muchas heridas, malentendidos, incomprensiones y tensiones que han generado dolor profundo en las personas. Por eso, desde la visin cristiana creemos que debe haber una reconciliacin nacional. Tambin hemos abogado por unas condiciones que favorezcan el encuentro de las personas, por ejemplo, por medidas de gracia a nivel judicial para las personas que estn encarceladas por motivaciones polticas; por la renovacin de las autoridades de los poderes pblicos en funcin de que representen un mayor consenso nacional y no a una parte; y por que la Asamblea Nacional, como parlamento de la Repblica, sea realmente un lugar para la discusiones de las ideas que se requieren para la solucin de los problemas de Venezuela.

Faltan condiciones para el dilogo

Qu significa que la Iglesia de Mrida haya decidido no participar de la Conferencia de Paz Regional convocada por el gobernador del estado el Mircoles de Ceniza? La Presidencia de la Conferencia Episcopal de Venezuela consider que el primer llamado que hizo el presidente Maduro a participar de las mesas de dilogo deba ser acogido, porque nosotros hablamos del dilogo. En esos primeros encuentros se hizo evidente la necesidad de condiciones para el dilogo, de una agenda, de unos temas concretos, de que fuera un dilogo igualitario. Las mesas pasaron a las regiones ya que no solo se hacen a nivel nacional. Yo participe como Secretario en las mesas nacionales. Cuando pasaron a las regiones surgieron dudas acerca de la eficacia de las conferencias de paz de cara a una solucin. Es lo que monseor Baltazar Porras, obispo de Mrida, ha puesto en evidencia. No se ha cerrado al dialogo por parte de la Iglesia, no ha dicho que no es posible. Simplemente, que no estn

puestas las condiciones para que l pueda asistir: saber quin participa y su representatividad como cuadro de sector, que haya una agenda concreta sobre la cual tratar, para que la reunin no se convierta en algo propagandstico, donde se quiere la paz pero luego no se llega a acuerdos concretos que la hagan presente. Monseor Porras expres lo que muchos sectores del pas estn diciendo: que son necesarias unas condiciones para el dialogo. Qu otras condiciones son necesarias, segn la Conferencia Episcopal de Venezuela? El reconocimiento del otro. Cuando en el lenguaje se descalifica al oponente, evidentemente ya no se le reconoce como a alguien que puede aportar, que tiene algo que decir, simplemente se le convierte en un enemigo y el encuentro se destina a atacarse; eso no tiene sentido. El dialogo debe estar orientado a llegar a unos acuerdos. Los puntos deben

sealarse en una agenda previamente acordada. Tambin es necesaria una disposicin para llegar a estos acuerdos mnimos. Otro aspecto importante es la verdad en las intenciones y en las palabras, fundamental para el dilogo, porque no se puede ir al dilogo creyendo que las propias posiciones envuelven el conjunto de la realidad. Por ejemplo, los sectores econmicos que participaron a nivel nacional hablaron de una verdad econmica, de una informacin cierta para que las cosas no se queden en discursos ideolgicos. Tambin estamos hablando del respeto y de un dilogo transparente. Algunos sectores han pedido que sea televisado, o que el pblico tenga conocimiento del mismo, para que no se piense que es un acuerdo elitista, una componenda en funcin de claudicar de las posiciones.
TEXTO: MigUeL EsTUpin. FOTOS: PARTIDO SOCIAL CRISTIANO, VNC

Venezuela vive una guerra


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CON ACENTO

Qu hay de los mayores?


P. CARLOS MARN G. PRESBTERO

La capacidad de servicio y la experiencia pastoral del sacerdote mayor son desaprovechadas dentro de la Iglesia
En la Iglesia se sigue hablando de escasez de sacerdotes. Sin embargo, el hecho de que obispos y sacerdotes que, por favor de Dios gozamos de buena salud, permanezcamos cruzados de brazos en nuestra casa, nos lleva a pensar que en un mejor aprovechamiento pastoral de los recursos humanos disponibles podra encontrarse un alivio a esa escasez. La soledad y la inactividad pastoral hace surgir en nosotros una pregunta que acaba convirtindose en un problema de conciencia: Acaso mi respuesta al llamado del Seor tuvo alguna condicin en trminos de edad? Acaso le dije al Seor que s, pero que solo hasta los 75 aos? La respuesta la damos todos: queremos ejercer el sacerdocio hasta la muerte, hasta el da en que el mismo Seor nos llame a continuar vivindolo en la casa de su Padre.

or supuesto, hablo de los sacerdotes mayores. El nmero de los que se acercan a la edad cannica de retiro crece en todo el mundo. Preocupan las implicaciones que, tanto para el sacerdote como para cualquier ser humano, tiene actualmente el ser descartado del servicio al Evangelio y a la Iglesia de Jesucristo. Porque la verdad es que los mayores nos sentimos desplazados. Ms de uno, incluyendo a seores obispos, habla de discriminacin, de ausencia de caridad sacerdotal, de ingratitud, de olvido, y hasta de desprecio. La realidad es que a partir de la fecha de retiro, as no lo diga el derecho cannico, la capacidad de servicio y la experiencia pastoral del sacerdote mayor son
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desaprovechadas dentro de la Iglesia misma. Todos confiamos en que expresiones como ostracismo sacerdotal no se oigan nunca en nuestra Iglesia latinoamericana. Ninguno de nosotros quiere ser considerado sobras ni sentirse excluido de la vida de la Iglesia. La mayora de edad no es necesariamente signo de incapacidad ni expresin de angustia existencial de poder; es deseo de ser tiles, un deseo que no tiene connotacin alguna de intereses ocultos ni de aspiraciones personales. Simplemente, queremos ejercer el sacerdocio mientras tengamos lucidez mental y fuerzas para hacerlo. Que no se nos aplique lo que el papa Francisco llama la cultura del residuo.

Un servicio que trasciende

Como quisiera ser capaz de describir la alegra interior que como sacerdote mayor siente cada uno de nosotros cuando puede subir las gradas del altar para celebrar la Eucarista o cuando escucha a un penitente para darle luego la absolucin sacramental. Es tanta y tan profunda esa alegra que, aun cumplidos los ochenta, uno se siente con ms energas que al-

gunos de los que hoy se ufanan de su juventud. Estamos seguros de que pocos son capaces de imaginar y valorar la enorme riqueza espiritual que dan los aos. Somos ricos en experiencia, en fe y en esperanza. Para nosotros como sacerdotes crecer en aos y poder ejercer el ministerio es un premio que el Seor nos da. Enfrentamos la soledad y el olvido, pero mantenemos viva la esperanza, y con una gran serenidad enfrentamos la enfermedad y nos preparamos para regresar a la casa del Padre. La cercana del obispo, la caridad de los hermanos en el sacerdocio y la oracin de las comunidades parroquiales fortalecen nuestro espritu. No queremos que nuestros hermanos sacerdotes nos miren con recelo. Queremos y podemos servir; ser instrumentos activos del amor de Dios. Eso es todo. El sacramento de la Reconciliacin, la direccin o asesora espiritual, la asistencia espiritual a los enfermos, la catequesis sacramental, son servicios que podemos prestar a la pastoral de las parroquias. As nos sentiremos plenamente sacerdotes, y nuestro servicio ir ms all del ser ocasionalmente invitados a celebrar una misa de difuntos. Construyamos juntos un pensamiento teolgico, antropolgico y pastoral que recoja y valore la riqueza enorme que encarnan los sacerdotes mayores, su experiencia pastoral, sus mritos, su espiritualidad. Puro evangelio y una Iglesia con entraas de misericordia, en el lenguaje del papa Francisco.

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Cultura

Su fe brot tras una educacin familiar ntimamente vinculada a la Institucin Libre de Enseanza. De ah sus poemas trufados de krausismo y de corte pantesta, tan diferentes de los de su maestro Unamuno

El poeta ya le plante a Miguel de Unamuno en 1913 un proyecto de revolucin intraeclesial que dene, junto a su obra escrita, su verdadera talla de catlico
i hoy hay un poeta reducido a la banalizacin a la ms absoluta es Antonio Machado. Las semblanzas biogrcas que estn ilustrando la conmemoracin del 75 aniversario de su muerte en Colliure (Francia) caen, una vez ms, en lugares comunes. El principal y reiterado es el que atae a su anticlericalismo y a una imposible creencia. Machado era, como deca Jos Bergamn, en su vida y en su obra, entera y verdaderamente, un hombre de fe. Hoy no hay una verdadera exgesis de su poesa. Ms bien, ni siquiera hay una lectura sistemtica de su poesa, solo algunos versos recurrentes con los que se le trata como un autor-espejo. Quien escribe de l solo atiende a la imagen que el cristal reeja, que ya no es la de Machado, sino la del propio ensayista. El hispanista Armand F. Baker lo describe preguntndose si la falta de fe que determinados autores atribuyen al poeta verdaderamente es de l, o si es una proyeccin de esos mismos crticos: Porque tambin hay quienes creen lo contrario. Reconocer un Machado catlico, rmemente catlico aunque no fuera practicante, no es cuestin de creencia, sino, primero, de lectura ah estn Campos de castilla, por ejemplo y, antes o despus, de biografas, cartas y testimonios. Es interesante examinar a la sombra de los nuevos tiempos de la Iglesia La teologa de Machado (Sal Terrae, 1975), del padre Jos Mara Gonzlez Ruiz,
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Machado, 75 aos despus de la muerte de un creyente


seriamente al que tenga fondo cristiano. Todo lo dems es poltica y sectarismo. En ningn caso, pensaba, el debate atae a quienes no creen. Basta releer el libro de Gonzlez Ruiz u otros ensayos como Antonio Machado y el sueo de Dios, de Armand F. Baker; El Dios de Antonio Machado, de Miriam Hoffmann de Gabor, por citar solo algunos o acudir a sus heternimos como Juan de Mairena o Abel Martn para concluir que Machado no solo senta a Dios, sino que tambin extendi su presencia al estudio de la Metafsica, su verdadera obsesin. Dios s existe para Machado; lo que no existe es la capacidad de pensarlo lgicamente, explica Armard F. Baker en Antonio Machado y las galeras del alma: Dios no es la nada, como algunos han sostenido; Dios crea la nada Fiat umbra! Brot el pensar humano al darle al hombre la capacidad de pensar lgicamente. El ser divino no puede ser conceptualizado, pero Dios quiso que el hombre tuviera por lo menos una idea de su naturaleza verdadera. Muchas personas no reconocen el valor del don divino; piensan que la lgica es lo nico que importa, y su lgica les dice que Dios no existe, que el mundo no es real. Machado les responde: Y qu cosa tan absurda... es la lgica!. Y lo ilustra con versos. Por ejemplo, de Profesin de fe, quinto poema de las parbolas incluidas en el Cancionero apcrifo de Campos de Castilla: Dios no es el mar, est en el

el extraordinario y primordial libro que reivindic lo que muchos no queran ver: Machado era, s, de izquierdas y republicano, pero tambin catlico. Muy personal e intransferible. Como todo en l. Quizs un adelantado. Machado deseaba una sincera conversin al Evangelio de la Iglesia. Gonzlez Ruiz lo explica armando que desde su decidida toma de partido por los valores cristianos y por la esperanza de la resurreccin, es normal que Antonio Machado planteara el problema del catolicismo espaol de una forma original. Cmo de original era esa conversin al evangelio del aparato eclesistico y vaticanista? Ya en 1913, Machado escribi una carta a Miguel de Unamuno su maestro en la que de forma proftica, se-

gn Gonzlez Ruiz, planteaba un proyecto de revolucin intraeclesial. En aquel texto, Machado seal: Esta iglesia espiritualmente huera, pero de organizacin formidable, solo puede ceder al embate de un impulso realmente religioso. Eso signica que Machado opinaba que la Iglesia, escribe el telogo Gonzlez Ruiz, deba salvarse desde dentro, recuperando sus valores verdaderamente cristianos, que permanecan secuestrados por unos hombres cerriles, mediocres y muy alejados del autntico evangelio.

Clericalismo indignante

Este es el mismo Machado que le deca a Unamuno, por ejemplo, que el clericalismo espaol solo puede indignar

ERNESTO OCHOA MORENO

que siempre iba, como l mismo admiti, buscando a Dios en la niebla. Su extenso poemario la amplia presencia de Dios en l y en periodos diversos de su vida, sobre todo, tras la prdida de Leonor, en Campos de Castilla expresa un hablar constante de Dios y con Dios: Converso con el hombre que siempre va conmigo. Quien habla solo, espera hablar con Dios un da.

Teresa de Jess, quinientos aos

Vctima del sectarismo

mar, riela / como luna en el agua, o aparece/ como una blanca vela; / en el mar se despierta o se adormece.// Cre la mar, y nace/ de la mar cual la nube y la tormenta;/ es el Criador y la criatura lo hace;/ su aliento es alma, y por el alma alienta.// Yo he de hacerte, mi Dios, cual t me hiciste,/ Y para darte el alma que me diste/ en m te he de crear. Que el puro ro/ de caridad que uye eternamente,/ uya en mi corazn. Seca, Dios mo,/ de una fe sin amor la turbia fuente!. Poema de raz krausista y pantesta, vigente en Machado, porque a diferencia de Unamuno educado en un estricto catolicismo, el poeta sevillano construye su fe tras una educacin familiar ntimamente vinculada a la Institucin Libre de Enseanza. Machado crea sobre todo en Jess. Saba muy bien que su mensaje giraba en torno a la Resurreccin, a la promesa de su llegada, a la esperanza y a que el fundamento de la fe del amor, del perdn, de cari-

dad es una constante vigilia. Lo escribi en Proverbios y cantares, poema XXXIV, otra vez en Campos de Castilla: Yo amo a Jess, que nos dijo:/ Cielo y tierra pasarn./ Cuando cielo y tierra pasen/ mi palabra quedar.// Cul fue, Jess, tu palabra?/ Amor? Perdn? Caridad?/ Todas tus palabras fueron/ una palabra: Velad. La idea de Dios, su modo de comprender a Jess, es de un catolicismo latente que, como buen metafsico, nunca era conformista o inmvil, sino

Machado tambin cay en las fauces del cainismo que tanto aborreca, de la poltica y el sectarismo, como cuando Pedro Lan Entralgo lo llama, injustamente, menesteroso buscador de Dios, tergiversando su verdadero catolicismo. Machado fue vctima de ese sectarismo. Y an sigue siendo, desde ambos lados del espejo, 75 aos despus de su muerte. Dos aos y nueve meses tard en llegar desde Madrid a Colliure acompaando a su madre y huyendo de la victoria de Franco. Muri, apenas recin llegado, de melancola y estupor en el hotel Bougnol-Quintana el 22 de febrero de 1939. Su madre lo hizo dos das despus. Machado tena 63 aos. Como aquel poema que escribi en 1915 a la muerte de Francisco Giner de los Ros, cabra decir: Muri?... Slo sabemos/ que se nos fue por una senda clara,/ dicindonos: Hacedme/ un duelo de labores y esperanzas./ Sed buenos y no ms, sed lo que he sido/ entre vosotros: alma./ Vivid, la vida sigue,/ los muertos mueren y las sombras pasan;/ lleva quien deja y vive el que ha vivido./ Yunques, sonad; enmudeced campanas!// Y hacia otra luz ms pura/ parti el hermano de la luz del alba, del sol de los talleres, el viejo alegre de la vida santa.
JUAN CARLOS RODRGUEZ [email protected]

eniendo en cuenta que santa Teresa de Jess naci el mircoles 28 de marzo de 1515, empez la cuenta regresiva de una de las celebraciones ms esperadas en el catolicismo: los 500 aos del nacimiento de la fundadora de las carmelitas y los carmelitas, doctora de la Iglesia, maestra espiritual, escritora clsica y una de las cumbres de la mstica. Algn lector se podr preguntar a qu se debe tanto apresuramiento. A mi juicio es de tal calibre la presencia de la santa espaola en la Iglesia y sigue tan vivo su magisterio espiritual en el mundo de hoy que bien vale la pena llamar la atencin con tiempo, y prepararse para realmente beneficiarse de un evento eclesial que trasciende una simple mirada devota o un recuerdo hagiogrfico. Ya habr ocasin de ahondar en la figura, la personalidad y la doctrina de la gran maestra de oracin. En Espaa llevan varios aos en una campaa amplia e intensa de preparacin. Nosotros, como latinoamericanos e hispanohablantes, no deberamos ir a la zaga, tanto por las races espaolas de nuestro catolicismo, como por la historia misionera y el apostolado espiritual de los hijos de Teresa en estas tierras, donde yacen enterrados algunos de sus hermanos que vinieron en plan de conquistadores. El quinto centenario de Santa Teresa debe, pues, desde ya, sembrar la inquietud de profundizar el gran legado mstico y contemplativo que nos leg la santa avilesa. Sus libros, en medio de esta sequa espiritual que nos agosta, son agua para la sed.
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Cultura

CINE 12 AOS De eScLAVITUD


TTULO ORIGINAL: Twelve years a slave DIRECCIN: Steve McQueen GUIN: John Ridley, sobre la biografa de Solomon FOTOGRAFA: Sean Bobbitt MSICA: Hans Zimmer PRODUCCIN: Dede Gardner, Anthony Katagas, Jeremy Kleiner, Steve McQueen, Arnon Milchan, Brad Pitt, Bill Pohlad INTRPRETES: Chiwetel Ejiofor, Michael Fassbender, Benedict Cumberbatch, Paul Dano, Paul Giamatti, Lupita Nyongo, Sarah Paulson, Brad Pitt, Alfre Woodard

Oscar a la supervivencia
cambiar las cuerdas de su violn por las cadenas y los latigazos.

Captulos dolorosos

n diciembre 1865, la 13 Enmienda a la Constitucin estadounidense acord la abolicin ocial y denitiva de la esclavitud en los estados de la Unin, una medida llamada a beneciar a cuatro millones de personas segn el censo de 1860 que eran vctimas de una injusticia aberrante y clamorosa. Dcadas antes, sin embargo, lejos del racismo que emponzoaba la convivencia en los territorios sureos, no pocos ciudadanos de color ya gozaban ms al norte de los mismos derechos y libertades que sus vecinos blancos. Era el caso de Solomon Northup y su familia en la Saratoga (Nueva York) de 1841, hasta que una noche de aciago recuerdo fue secuestrado para ser vendido como esclavo en una plantacin de Lousiana. Ah arrancan esos 12 aos de esclavitud a los que Steve McQueen pone voz e imgenes en su ltimo trabajo, un desgarrador documento acerca de uno de esos sucesos que abochornan y deshonran al gnero humano.

Secuencias de una sobrecogedora belleza y una aguda e innita desazn transmiten a cada plano la violencia, el terror o la indefensin que siente el protagonista (un Chiwetel Ejiofor cuya mirada lo dice todo, aunque no entienda nada) en su descenso al inerno de la sinrazn. El director britnico de origen afrocaribeo nos sumerge sin contemplaciones ni treguas, salvo breves y contados ash-backs que rememoran tiempos mejores, en la dramtica peripecia de este msico que, de la noche a la maana, se ve obligado a

Durante sus largos 12 aos de esclavitud, nuestro hombre trabajar para distintos amos en la recogida de madera, de caa de azcar o de algodn, y se ver sometido a las humillaciones y castigos de estos tiranos sin sentimientos (mencin especial para un Michael Fassbender que hiela la sangre). Pese a ello, su cabeza albergaba un pensamiento obstinado y recurrente: sobrevivir, ser fuerte hasta tener la oportunidad de ser libre. Mientras tanto, a su alrededor, cunda el desconsuelo y la desesperacin, tan extrema que incluso invitaba a comprar la piedad de un compaero para poner n a tales suplicios. Claro que, entre golpes y salvajes

ahorcamientos (queda para el recuerdo ese negro excepcional agarrndose a la vida de puntillas, como severo juicio a la humanidad entera por la atrocidad esclavista), tambin caba la conanza en que Dios hiciera justicia a estos nuevos faraones. 12 aos de esclavitud gan en los ltimos Premios scar por mejor pelcula, mejor actriz de reparto y mejor guion adaptado. Esta pelcula est llamada a marcar un antes y un despus en el obligado examen de conciencia que reclama uno de los captulos ms dolorosos de la historia reciente. No estara de ms que el aula se trasladara por una tarde a la sala de cine.
J. L. CeLada

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CULTURA

LIBROS TEOLOGA
En medio de las crisis surgen profetas para denunciar las injusticias contra el Pueblo de Dios. Este libro habla acerca de ellos

l autor de este libro, el belga Jos Comblin, tena 89 aos cuando muri en Salvador, Brasil, el pasado 2011. Haba llegado a Brasil en 1958 y desde entonces se hizo latinoamericano. Doctor en teologa de la Universidad de Lovaina, fue uno de los fundadores de la Teologa de la Liberacin. Su vida en este continente, su estudio de las realidades sociales y pastorales de estos pases, explica que la totalidad de sus 20 libros tenga como marco la realidad latinoamericana que resulta ser un escenario para profetas. Le dedic este libro al tema del profetismo y como buen acadmico tuvo buen cuidado de denir de entrada, qu es un profeta. No es con discursos ni sermones sino con acciones pblicas de gran visibilidad, hablando sobre todo con su vida, como se comunica. Desaparece as la idea del propagandista o del orador sagrado, como imgenes del profeta. La profeca es una actualizacin de la palabra de Dios; es 100% religiosa, es 100% poltica; no es conquista, ni ejercicio de poder. Descarta as el autor que, por ejemplo, los misioneros llegados con Cristbal Coln en nombre del rey puedan ser calicados como profetas, al menos hasta que el padre Montesinos o fray Bartolom de Las Casas asumieron la defensa y promocin de los indios. A lo largo de un denso

La viva voz de los profetas


captulo, Comblin agrega otros elementos para su perfil del profeta: Su accin y su palabra son actos pblicos, denuncia la corrupcin del Pueblo de Dios, la corrupcin de los dirigentes, predica la conversin total. Es perseguido, denunciado, maltratado y hasta asesinado. Cuando describe los profetas del Antiguo Testamento, se dene an ms esta gura. Los profetas no son sacerdotes; son escogidos por Dios sin que se sepa por qu. Estos profetas irrumpen en la sociedad sin aviso, incomodan, cuestionan, denuncian, exigen conversin. Aparecen en tiempos de crisis, son independientes y hablan al rey en nombre de Dios. Para ellos los poderosos son siempre sospechosos de explotar a los pobres. Criticaron siempre el sistema del culto. Demuestran la contradiccin agrante entre los mltiples actos de culto y la opresin de los pobres, la indefensin de los hurfanos y la desproteccin de las viudas. Hay, sin embargo, una clara diferencia entre aquellos profetas y los del Nuevo Testamento: los antiguos anunciaban castigos y destrucciones, parecan blandir un ltigo a toda hora; los del Nuevo Testamento utilizan el lenguaje de Jess, el prototipo del profeta. l valor e hizo valorar a los antiguos profetas; l mismo se llama profeta y fue reconocido por sus milagros y predicacin, pero su misin proftica fundamental fue el anuncio de la llegada del Reino de Dios. Fue un profeta de un tipo nuevo, enfatiza el autor. Dijo la palabra nal de los profetas que hablaron antes que l. Con l comenz un nuevo profetismo, como el que Comblin encuentra en Amrica Latina, en episodios como el del episcopado latinoamericano reunido en Medelln. Advierte que all no se le tuvo miedo a la palabra justicia y que su documento nal fue un grito proftico, una llamada a que la Iglesia percibiese cul era su tarea en Amrica Latina. All estaban los que Comblin ve como las guras profticas de este continente. Pasan ante los ojos del lector presencias profticas como la de monseor scar Romero, quien abri los ojos a la realidad ante el cadver del padre Rutilio Grande. All comenz a perlarse el hombre que denunci, que opt por los pobres, que hizo or la palabra del Dios de los pobres. As emergi un profeta en El Salvador. Fue una historia parecida la del obispo argentino, monseor Enrique Angelelli a quien se ve trabajar por el acercamiento del clero a la clase trabajadora, asumir la causa de los oprimidos, entrar en conicto con las elites de La Rioja, comenzar un movimiento rural para defender los derechos de los campesinos y morir en una carretera en un aparente accidente. Ese perl del profeta apareci en Guatemala cuando el obispo

LA PROFECA EN LA IGLESIA Jos Comblin PPC 268 pp.


Gerardi, en la dicesis de Quidgenas. Ante la multiplicacin de las atrocidades del ejrcito contra ellos, document una extensa y contundente denuncia que ocup cuatro volmenes y desat contra l la furia militar. Lo asesinaron el 26 de abril de 1998. El desle es extenso, incluye a personajes de un claro perl proftico como los obispos Helder Camara y Leonidas Proao de Brasil y Ecuador. Mientras el mundo ve al pobre como el privado de todo, el profeta lo descubre como el punto de encuentro de las riquezas del Reino y as lo anuncia. La voz de estos profetas se oy ntida en aquel Pacto de las Catatumbas, posterior al Concilio Vaticano II, que 40 obispos suscribieron. Y esa voz contina llamando a la conversin universal al Dios de los pobres, que es amor, un amor que siempre se expresa en la compasin por los pobres.
JAVIER DARO RESTREPO

Profetas de Amrica Latina ch, abraz la causa de los in-

Jos Comblin abri nuevos campos de reexin, con Teologa de la Revolucin, Teologa de la ciudad, su curso bsico para animadores de las Comunidades Eclesiales de Base (CEB) y sus comentarios bblicos populares. Expulsado de Brasil por los militares en el ao de 1971, vivi el golpe militar de Chile, escribiendo una contundente reexin sobre los regmenes militares de la poca y la ideologa de la Seguridad Nacional. Su produccin teolgica se volvi cada vez ms libre, ms proftica y ms crtica. Lo anterior le vali ser perseguido por los militares y por ciertos sectores de la Iglesia catlica, pero tambin gener que recibiera el cario de las comunidades y de los movimientos populares. JOS SCAR BEOZZO. BRASIL
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LIBROS INICIACIN CRISTIANA

Impulso para un cambio de chip


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ngeles Lpez Romero (Sevilla, 1970) ha experimentado lo que es el cuidado de la fe desde nia, en su entorno familiar y parroquial. Ms tarde, su vocacin periodstica, que se concreta en su trabajo comprometido como redactora jefe de la revista 21, le ha ayudado a bucear en nuevos lenguajes e imgenes para acercar la experiencia cristiana a su propia familia, la escuela y la vida. Este volumen se complementa con otra obra suya: Mam, Dios es verde? (San Pablo), donde trata de responder a diversas preguntas sobre Dios que le plantea su hijo Miguel, de 7 aos. Al final del libro, la autora insina que quizs ha dejado ms preguntas que respuestas en el asunto que le ocupa de la transmisin de la fe. Pero, sin duda, sin ser afortunadamente un manual o un recetario, la lectura de estas pginas ayuda a cambiar el chip de frmulas estereotipadas a la frescura

Comienza su exposicin con el emisor que hace posible la experiencia de fe: familia, escuela y parroquia. En la familia desarrolla el retrato de la generacin blandiblup, conocido por muchos a travs de su primer libro: Paps blandiblup (San Pablo), unos padres que han estrenado un nuevo escenario y unos desafos diferentes a los de generaciones anteriores. En el mbito parroquial hace una crtica en torno a la primera comunin. Considera una posibilidad el reenganche que puede darse despus de esta etapa, gracias a la creatividad de muchas ADIS AL parroquias. Me parece muy JESUSITODEMIVIDA valioso el anlisis que hace A vueltas con M ngeles sobre el papel de la transmisin de la fe la escuela, la concertada y M ngeles Lpez Romero la pblica, en la transmisin PPC de la fe. Seguro que el papa Madrid, 2014 176 pp. Francisco estara de acuerdo en subrayar con ella que, ms que conseguir club de fans de de quien desde su ser cristiano fundadores religiosos, lo imentra en dilogo con la socie- portante es el encuentro con dad actual. Cristo y la apertura a la Iglesia

universal. Catequistas y profesores de Religin se vern contrastados en estas pginas, tambin alentados. Otros emisores que menciona son los obispos, la cultura con sabor cristiano y los medios de comunicacin confesionales. Luego se detiene en la imagen de Dios, para continuar con un captulo realmente sugerente: propuestas para una comunicacin de Dios ms eficaz, donde no pueden faltar transparencia, credibilidad y sentido del humor. Los ltimos captulos, adobados como los anteriores por citas y ancdotas, nos revelan que somos hijos del Dios del Amor, de la necesidad del trabajo por su reinado y cmo el milagro de la justicia est en nuestras manos. Est convencida de que el Evangelio nos traza un plan para alcanzar la felicidad. Y, al final, una sabia conclusin para la transmisin de la fe: el ejemplo de vida.
FERNANDO CORDERO, SS.CC.

EL REVISTERO

Betania, compromisos alternativos de vida nueva

os artculos que se presentan en esta publicacin responden al deseo de volver a las fuentes del Evangelio. La Conferencia de Religiosos de Colombia desea que esta edicin, en torno al cono de Betania, sea un insumo para el estudio, la reflexin, la oracin y la transformacin de la vida de cada uno de sus lectores. Entre los incluidos en la seccin Estudios, tenemos

La muerte es para la vida. Aproximacin narrativa a Jn 11 y 12, 1-8 , escrito por la hermana Mercedes Navarro ; Marta y Mara en el icono de Betania , del doctor Xabier Pikaza ; Un lugar para afirmar nuestro discipulado , una propuesta de la hermana Trinidad Len ; Betania: casa-taller de una relacionalidad alternativa, semilla de vida nueva , del padre Vctor Martnez ; El icono de Be-

tania desde una mirada teolgico feminista , por la hermana Maril Rojas ; La domus Marta, la casa de la seora. Marta la dama de la casa en Bethania , escrito por la hermana Ana Francisca Vergara ; y La familia de Betania Una comunidad atpica?, de la teloga Isabel Gme z. En la seccin Aportes Teolgicos se incluyeron dos textos de la Pastoral Afro. En el primer artculo, La

mujer afrodescendiente: gestora de la fe para la comunidad , la hermana Sandra Ins Hurtado rescata el papel de la mujer afrodescendiente desde un acercamiento a la presencia de la mujer en la Biblia

y hace una aproximacin a los aportes de las mujeres afro en la vivencia comunitaria de la fe. En el segundo artculo, Cuando los cuerpos hablan, la liberacin acontece (Lc 13, 10-17), la hermana Melania Cueto hace un recorrido por la realidad de opresin y menosprecio de la mujer en varios contextos y pocas de la historia, en relacin con la Biblia.
CRC

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AL VUELO

INDGENA
TEXTO: SCAR ELIZALDE PRADA FOTO: ARCHIVO PARTICULAR

Ernestina Lpez

Dios descubre su rostro y su corazn en la vida de los pueblos

a identidad indgena de Ernestina Lpez uye en cada frase, en cada ancdota y en el balance que hace de la pastoral indgena y la teologa india en Amrica Latina y el Caribe. Su original experiencia de fe se nutre de su vida familiar, de su formacin como maestra, de su servicio a la Iglesia, de los mltiples encuentros en los que ha participado y, particularmente, de su contacto con los pueblos indgenas de Guatemala, su pas, y de otros pueblos centroamericanos. En sus recuerdos de infancia tiene presente que en su casa todos los cuartos eran iguales y uno de ellos estaba destinado para encontrarse y orar. En esos momentos compartamos en familia y expresbamos nuestra relacin con Dios a travs de las ores, tambin utilizbamos incienso y algn elemento de la naturaleza, como el agua. Sus padres eran catlicos. Por eso tambin rezaban el Rosario, el Padrenuestro, o el Ave Mara, pero al nal aclara, luego de haber dicho lo que nuestro corazn y nuestra vida queran decirle a Dios. A los ocho aos dej su hogar para estudiar en un colegio catlico que tena la modalidad de internado. No tenamos acceso
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a escuelas ni a colegios y esa era una opcin para formarme acadmicamente, comenta. Entonces experiment muchos cambios: en lugar de ir a orar al cerro o en algn sitio, en contacto con la naturaleza, lo hacamos en una capilla y en tiempos marcados por el sonido de una campana o de un timbre. Mientras que en su casa haba aprendido a orar al amanecer, al medioda, en el cruce de los caminos, en el encuentro con la familia, en la tarde, en la noche y, prcticamente, en todos los momentos de la jornada; en el internado tena la impresin de que oraba solamente por raticos y repitiendo oraciones en lugar de expresar lo que senta. Sin embargo, para Ernestina Dios era el mismo, lo que variaron fueron los espacios, los smbolos, pero yo no hice ningn cambio en mi manera de entender a Dios como alguien que est en nuestras vidas, a quien se le puede hablar de distintas maneras y en distintos lugares. Cuando se gradu como educadora tom una mayor conciencia de su identidad, eso nadie me lo quit, dice, al tiempo que lamenta que en su familia el castellano fue remplazando la lengua de sus ances-

tros. Haba mucha humillacin e injusticia por no saber hablar espaol. Entonces mi pap, que era comerciante, se vio obligado a aprenderlo. Poco a poco fue descubriendo su llamado a servir a su pueblo de una manera diferente. He querido gastar mi vida para que nuestros pueblos vivan con dignidad, justicia e igualdad. Estudiando la Biblia especcamente los profetas se interes por la liberacin de los pueblos. Muchas veces nos han dicho que nosotros somos lo ms pobres entre los pobres, pero no lo somos. Es decir, econmicamente s lo somos, pero la pobreza con la que nos calicaban era en todo sentido: que no sabamos, que no podamos De diversas formas nos han empobrecido, y esa es otra historia.

Pastoral Indgena Itinerante

En sus 66 aos de vida, Ernestina ha abierto puentes de dilogo en la Iglesia catlica. Estoy cumpliendo 40 aos de haber comenzado a acompaar la Pastoral Indgena Itinerante en Guatemala, comenta. Esta pastoral fue creciendo en una doble dinmica: ofrecer a la gente la oportunidad de en-

contrar los ejes fundamentales de su identidad, sin dejar de prepararse y de asumir su fe cristiana. Son sendas que ha recorrido con otros agentes de pastoral, laicos y religiosos, con el apoyo y el acompaamiento de algunos obispos guatemaltecos, como monseor Julio Cabrera Ovalle y monseor lvaro Ramazzini. La vida le ha enseado que la inculturacin no consiste en llevar a Dios a otras culturas, sino en encontrar a Dios en las culturas y hacer crecer el anuncio del Evangelio. Est convencida de que Dios, que camina en la historia y en la vida, baja, se encarna, y descubre su rostro y su corazn de padre y madre en la vida de los pueblos. Durante las dos ltimas dcadas tambin ha participado en los simposios continentales de Teologa India promovidos por el CELAM. Concluye diciendo que mi sueo es que al n realicemos la visin del profeta, que habla de un banquete festivo donde todos los pueblos nos sentemos en una misma mesa y donde la vida sea celebrada con rostros diferentes. De esta manera, asumiendo la diversidad y testimonindola, podemos mostrar la verdadera imagen de Dios en nuestros pueblos.

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