Sociodrama e Intervencion Social - Calello

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Sociodrama e intervencin social: algunas aproximaciones terico-metodolgicas

Por Toms Daniel Calello * Introduccin: caractersticas generales del Sociodrama

l sociodrama, que emplea la dramatizacin como terapia grupal, surgi en base a los procedimientos teatrales que Jacob Levy Moreno aplic a su psicologa. A diferencia del psicoanlisis -que se basa en el empleo principal de la palabra como medio teraputico-, utiliza la dramatizacin grupal de los conflictos individuales y colectivos. El objetivo del tratamiento, tanto para el individuo como para el auditorio, consiste en provocar una catarsis, somtica, mental, individual y de grupo por medio de la accin dramtica espontnea, o expresado con las palabras de Moreno: hemos reconocido que ciertos complejos de sentimientos no semnticos pueden ser disciplinados y que el ejercicio logra un excelente efecto teraputico ms que de psicoterapia debe hablarse de terapia corporal (Greenberg, 1982: 47-52). 1 En las versiones actuales del psicodrama grupal (orientado al individuo) o del sociodrama (orientado al tratamiento del grupo) el protagonista principal presta su escena conflictiva al grupo en el que ha de desarrollarse la terapia. Dicha escena, que supone una carga emocional individual y grupal conflictiva, es reinterpretada por el grupo teraputico utilizando una serie de recursos y procedimientos.

La escenificacin de los conflictos evocados genera efectos teraputicos individuales y grupales. Dicha escenificacin reconoce momentos diferentes a partir de la escena conflictiva inicialmente evocada. El momento inicial se denomina siniestro ya que la escena evocada se caracteriza por poseer de manera inconsciente a su portador. El siguiente momento es pattico, es decir cuando el protagonista reconoce dicha posesin, para concluir luego en la estetizacin del conflicto original a travs de una serie de procedimientos y recursos grupales. Siniestro es aquello que nos posee de manera inconsciente, en tanto que el momento pattico deviene con el reconocimiento de esa posesin; que se transforma en un gesto liberador y ldico en el mbito grupal por medio de su apropiacin escnica mltiple (Kesselman H. y Pavlovsky E., 2006). Como veremos ms adelante, la objetivacin por medio de escenas que tiene lugar en el psicodrama orientado el grupo o sociodrama es anloga en su forma a las prcticas de sanacin/curacin investigadas por Csordas en el movimiento carismtico cristiano, que consisten en la exteriorizacin ritual de una posesin (Csordas, 1990: 5-47). Los recursos ms comunes que emplea el sociodrama son el intercambio de roles entre el protagonista y los yo auxiliares de la escena principal, soliloquios, doblajes de los personajes y de los yo auxiliares, como as tambin un recurso denominado entre que consiste en un doblaje que se sita intermediando el vnculo

Socilogo (UBA). Docente de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (Untref). Mail de contacto: [email protected] 1 La nocin de katharsis era empleada por Aristteles en su Potica para referirse a los efectos teraputicos que la representacin de tragedias ejerca sobre los espectadores (Aristteles, 2009: Cap I y VI)

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interpersonal de los partcipes de la escena. El doblaje consiste en la emisin de las otras voces por medio de los yo auxiliares o de personas del auditorio que interpelan al protagonista de la escena conflictiva despertando en l resonancias que estimulan el desarrollo de la accin dramtica. Tanto el intercambio de roles como el entre aparecen como recursos propicios para ser empleados en poblaciones mestizas, como as tambin aqullos recursos rituales que pudieran incorporarse de las tradiciones de los shamanes y curanderos, presentes en vastas zonas rurales y urbanas del pas. Mediante un recorrido terico y emprico, examino en este artculo la posibilidad de aplicacin del sociodrama como un medio de conocimiento e intervencin social en diversos contextos. Los procesos de identificacin implicados en las poblaciones mestizas junto a las formas de objetivacin esttica y cultural a que dan lugar se asemejan a los mecanismos que el psicodrama y, particularmente el socio drama, emplean para la cura. Me detengo tambin en el anlisis de algunos de los recursos artsticos presentes en el sociodrama como medios expresivos que se apoyan en procesos socioculturales de identificacin, en particular de los estereotipos urbanos, sus emergencias y transformaciones. Argumento en este sentido que el sociodrama, generalmente utilizado con fines teraputicos, puede constituir tambin un medio privilegiado de intervencin y conocimiento social. Tomando como base la nocin de habitus, -acuada por Bourdieu y desarrollada en diversos paradigmas sociales y antropolgicos como in-corporaciones de pautas de conducta pre-reflexivas- considero la posibilidad de su modificacin en base a la aplicacin de una dramaturgia social. La misma es considerada tanto como un recurso artstico-expresivo cualitativo de comprender las sensaciones y emociones desde una perspectiva social y poltica, como as tambin un medio de investigacin accin-participativa (Scribano: 2008: 259). El mestizaje en relacin a la hibridacin cultural y a los procesos de identificacin social El abordaje del mestizaje supone el anlisis de sus procesos de identificacin que se caracterizan por una diversidad de manifestaciones socioculturales. Esta caracterstica tiene efectos significativos sobre los status y roles que son asumidos socialmente por los grupos e individuos que los conforman, como su mayor capacidad de atravesar fronteras sociales con menores dificultades Al considerar el anlisis de poblaciones culturalmente hbridas se deben tener en cuenta sus objetivaciones en varios planos como son las escrituras mestizas, los sones y las imgenes. 2 Tambin actividades de base corporal como el teatro y la danza son rituales por medio de los cuales se expresa lo prohibido y los tabes sociales en distintos sectores sociales y culturales. Tambin desde el campo de la antropologa Thomas Csordas y Nick Crossley permiten una aproximacin al abordaje de la relacin entre poblaciones mestizas y sociodrama, es decir a una transformacin con fines sociales de las encarnaciones (internalizaciones corporizadas o embodiment) y de los habitus. Dicha transformacin del habitus es posible, segn Bourdieu, en base a un entrenamiento especfico que puede inclusive cuestionar los fundamentos emocionales de la

Considero la definicin que de hibridacin ofrece Garca Canclini como procesos socioculturales en los que estructuras o prcticas discretas, que existan en forma separada, se combinan para generar nuevas estructuras, objetos y prcticas y al mestizaje como un tipo particular de hibridacin tnica; tomando tambin en cuenta lo que contienen de desgarramiento y que no llega a ser fusionado (Garca Canclini, 1990).

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dominacin ya que el reconocimiento prctico a travs del cual los dominados contribuyen, a menudo sin saberlo y a veces contra su voluntad, a su propia dominacin al aceptar tcitamente, por anticipado, los lmites impuestos, adquiere a menudo la forma de la emocin corporal (vergenza, timidez, ansiedad, culpabilidad) con frecuencia asociada a la impresin de regresar hacia relaciones arcaicas, las de la infancia y el universo familiar (Bourdieu, 1999). Desde las categoras de Csordas, -que reelabora tanto la fenomenologa de la percepcin de Merleau Ponty como las incorporaciones de Bourdieu en la forma del habitus-, es posible desarrollar una concepcin de la encarnacin que supone tanto la inter corporalidad, (dimensin colectiva del cuerpo), como la dimensin histrico social que informa a la percepcin en Merleau Ponty. Por lo tanto el embodiment configura un estar en el mundo cuya fenomenologa abarca tanto la intercorporalidad como las inscripciones histrico sociales del cuerpo, que se constituye en un mediador cultural (Crossley, 1995). Los anlisis de Csordas sobre las prcticas de sanacin en el Cristianismo Carismtico de Amrica del Norte ilustran sobre el cuerpo socialmente informado y sobre las prcticas de sanacin ritual (shamnicas) que son comparables a las que tienen lugar en diversos lugares de la Argentina. En el caso del cristianismo carismtico sus prcticas de sanacin/curacin presentan un contendido amplio pero limitado de objetivaciones. Las mismas cumplen un papel anlogo a las objetivaciones que presenta el sociodrama, cuyos procedimientos implican la exteriorizacin, finalmente ldica, de fuerzas corporales pre-objetivas. Las formas de manifestacin de los cuerpos extraos que pueden ser consideradas de acuerdo a Csordas como expresiones incontroladas del self admiten un registro limitado de manifestaciones, por lo tanto remiten a un habitus (en el sentido de Bourdieu, como repertorio de disposiciones y prcticas in-corporadas socialmente durante la infancia) que en el movimiento carismtico considerado se vinculan a una poblacin joven y de clase media (Csordas, 1984). El sanador realiza en ese contexto (lo mismo que el director de escenas en el sociodrama) una orquestacin del habitus cuyo objetivo es la sanacin-objetivacin grupal del mal que ha sido incorporado a espaldas del reconocimiento objetivo del practicante. El shamn es en las poblaciones mestizas el encargado de armonizar los flujos y humores que poseen a los cuerpos. Esta posesin es asimilable a las fuerzas siniestras que el sociodrama debe reconocer como tales para su abordaje como momento inicial de la cura hasta arribar al momento ldico y/o artstico del tratamiento. La propuesta que integre el sociodrama en poblaciones mestizas se basa en distintos medios y objetos. Pero se privilegian los procesos de identificacin sonoros, icnicos y literarios; todos ellos poseedores de caractersticas especficas en las poblaciones consideradas. Esta posibilidad de aplicacin se basa en la suposicin etno dramtica de que el teatro es una forma o derivado genealgico del ritual, que a su vez tiene una funcin integrativa y curativa en distintas culturas y religiones. Tambin en la constatacin del hecho de que la mayora de las culturas actuales son hbridas o mestizas y por lo tanto no homogneas tnica o culturalmente. En esas culturas son los curanderos los encargados de las terapias en las poblaciones tnicas abarcando el Noroeste, Noreste, Cuyo, El Litoral, el Centro y el Sur de la Argentina. El curandero suele ser el shamn mestizo que integra prcticas de shamanes indgenas y en particular de los antiguos mdicos o fsicos y de los rituales teraputicos del catolicismo del siglo XVI (Idoyaga Molina, 2002). El curanderismo se extiende tambin a los grandes centros urbanos del pas, incluyendo Buenos Aires. Sin embargo la propuesta de integracin de rituales tradicionales al sociodrama tiene como fin que poblaciones urbanas de origen rural puedan hallar en ella un medio de auto reconocimiento, que bien pudiera ser distinto para poblaciones tpicamente urbanas, periurbanas u otras en donde los habitus y la presencia de tradiciones asumen
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diferentes caractersticas. Esto supone tambin considerar, como en la semiopraxis de Grosso, a la interculturalidad como un concepto que da cuenta de las diferencias entramadas en relaciones de significacin y poder: en nuestros contextos sociales las diferencias no son slo ni sobre todo las puestas a la vista; claramente inferiorizadas o excludas hay polticas de invisibilizacin, acallamiento, autocensura, autonegacin, denegacin, desconocimiento, como dramtica nocturna de las voces en los cuerpos (Grosso, 2008:231-245). En otro contexto y desde la psicologa social operativa Pichon Rivire y sus colegas haban considerado la posibilidad de la dramatizacin como medio teraputico grupal, en particular los referidos a los procesos de estereotipacin de roles sociales (Rivire; Quiroga; Gandolfo y Lazzarini, 2008: 141-147). Por medio de la dramatizacin consideraban la posibilidad de un aprendizaje en espiral, como praxis que permite un aprender a aprender y un aprender a pensar. Si bien en el marco de una teora de la enfermedad mental y de la conducta desviada, sus categoras de anlisis estn atravesadas por la problemtica social y el poder. Para Pichon Rivire la tarea correctora deba estar encaminada contra la resistencia al cambio que resulta del deterioro de la comunicacin y del fracaso del aprendizaje de la realidad en un momento del desarrollo de los sujetos. La fijacin genera una regresin del sujeto a ese momento disposicional de su historia y a la utilizacin de formas arcaicas de mecanismos defensivos. En su modelo ECRO (Esquema Conceptual, Referencial y Operativo) sintetiz las caractersticas tericas y operativas de la psicologa en relacin a los grupos sociales y las ideologas, convirtindose en una de las principales fuentes inspiradoras para un futuro desarrollo o sntesis entre el marxismo, la sociologa, la psicologa y la produccin artstica. La internalizacin en el individuo de los grupos sociales (verticalidad) y su inmersin en relaciones sociales inter-actuantes (horizontales) conforman la base para el anlisis de individuos y grupos desde un punto de vista situacional. Las resistencias al cambio de los roles adquiridos y/o asignados socialmente conforman en la psicologa social de Pichon Rivire estereotipos, es decir esquemas de conducta, pensamiento y sentimientos preservadores del statu quo. El esquema operativo, mediante la intervencin del operador, se desenvuelve en espiral con la tarea de explicitar los implcitos sociales en un proceso ascendente en el que se logra una adaptacin activa a la realidad. Pichon Rivire reconoca en los grupos sociales la existencia de estereotipos diferenciados como lo portavoces, quines ejemplarizan y experimentan como vivencia interna al grupo social; tambin reconoca en los grupos sociales a lderes y a chivos emisarios que ofician de estereotipos, resultado estos ltimos de la segregacin social que generan los grupos en su procesos de formacin de liderazgos. La estereotipacin implica obstculos para el aprendizaje y la comunicacin inter e intrasubjetiva presente en los grupos, impidiendo la explicitacin simblica y generando procesos sociales y culturales anlogos a la emergencia de las neurosis en los individuos. Los artistas, portavoces privilegiados de la sociedad, experimentan las consecuencias de ser los portadores y anticipadores (mediante su hacer y productos estticos) de un cambio social generador de temores y ansiedades. Los temores bsicos que se presentan son el temor a la prdida (en relacin a un estereotipo que se teme abandonar) o el temor al ataque en una situacin de vulnerabilidad frente a la nueva condicin personal o social grupal. En estos casos las aperturas significativas que implican las obras artsticas, su evolucin y desarrollo, se ven clausuradas en su libre desenvolvimiento por los temores y angustias que provoca en las estructuras ms rgidas de la sociedad, concitando en muchas ocasiones el rechazo de los crticos y del pblico. En estas situaciones de cambio Pichon Rivire distingua tres etapas analticas: a) Existente: que hace referencia al momento
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situacional del grupo con su portavoz o portavoces correspondientes, b) el de la Interpretacin: que permite por medio de la intervencin del coordinador grupal la continuidad del procesos dialctico social grupal, promoviendo un cambio en la situacin, explicitando lo implcito-grupal y c) Nueva Emergencia: hace referencia a la aparicin de nuevos portavoces, como correspondencia vertical (histrica individual) y horizontal (sincrnica y social grupal) y como resultado del efecto interpretativo de la intervencin. La enfermedad es tomada en el ECRO como principal sntoma de la presencia del estereotipo grupal; el portavoz de la misma en este caso es quien expresa la patologa grupal social implcita, el que congrega las angustias y dilemas grupales. El coordinador aparece en la tcnica operativa como el principal referente que promueve el cambio. Si consideramos el funcionamiento actual de las ideologas como cierres interpretativos, lo implcito en ellas (sus escenas ocultas) aparece como su resultado demandando una ampliacin de los implcitos situacionales del grupo., institucin o comunidad considerada. Si tomamos en consideracin (y fuente de inspiracin conceptual y operativa) para su aplicacin a ese esquema situacional ampliando las tcnicas grupales propuestas por Pichon Rivire, las mismas requerirn una adaptacin a la complejizacin de sus determinantes implcitos en situaciones y contextos especficos espaciales o temporales (cada uno, a su vez, expresin particularizada de potencia o impotencia individual-grupal), preservando la fenomenologa dialctica y en espiral que anima al ECRO. En la psicologa social de Pichon Rivire los nuevos emergentes se constituyen en los portavoces del cambio social mediante la intervencin del grupo sobre s mismo, como auto intervencin mediada tcnicamente por procedimientos participativos que interpretan los implcitos grupales (discursivos y no discursivos, sensoriales y corporales). En este caso la tcnica grupal coordinadora, mediante intervenciones no directivas, debe ampliar el universo posible de implcitos psicolgicos y sociales que no se reducen a la novela familiar sino que se extienden al contexto histrico social. Entre los recursos dramticos que se proponen para su aplicacin en las intervenciones se cuentan los mencionados: el intercambio de roles, los doblajes, tambin el recurso del entre, y otros como la utilizacin de mscaras. En las poblaciones mestizas la intermediacin corporal simblica y dramtica (entre) puede ser de gran utilidad ya que en estas poblaciones pequeas diferencias de status y roles pueden generar violentos antagonismos (Bernand, 1977). Estos recursos del sociodrama y psicodrama junto a la incorporacin de procedimientos rituales de otras tradicionesfacilitan a los cuerpos manifestarse o hablar acerca de sus roles y status sociales subalternizados (Butler, 2002). Propuestas de intervencin-anlisis mediante sociodrama Si extendemos la nocin de la intervencin grupal e individual al mbito social y comunitario, incluyendo en ella el rol de la comunidad como agente activo con voz, voto y veto; esta definicin permite a su vez deslindar las formas de intervencin participativas de las asistencialistas (Montero, 2004: 67-73). La investigacin sobre la aplicacin de recursos dramticos se plantea como un enfoque en el que la dominacin cientfica, basada en el dominio de un campo tecnolgico de saberes, es limitada por medio de las estrategias participativas de investigacin-accin (Gassino y Scribano,

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2008: 181-200). 3 Otra caracterstica sealada como constitutiva de las intervenciones sociales y comunitarias es el nfasis puesto en las fortalezas y capacidades ms que en las carencias y debilidades de la comunidad (Montero, 2011). El cambio social considerado como movimiento de recreacin permanente de la existencia colectiva (Saravia, 1988:182; citado en Montero) le otorga a estas intervenciones un carcter poltico. Segn esta perspectiva, la intervencin comunitaria involucra cambios entre las dimensiones del hbitat, del individuo, de sus grupos de pertenencia y en la sociedad produciendo una relacin dialctica de transformaciones mutuas. Los objetivos consisten, por medio del sociodrama, en dilucidar las tensiones que afectan a las historias individuales y colectivas de los partcipes y su puesta en comn para ser conjuradas grupalmente o sea la ritualizacin no repetitiva que los participantes pueden emplear en contextos socioculturales e histricos especficos, generando modificaciones en distintos niveles. En este sentido la construccin del presente, de una imagen del s mismo (self) y de los otros, supone tanto una procedimiento arqueolgico como uno teleolgico; ste ltimo ya no basado exclusivamente en el (des) ocultamiento de una posesin o en la revelacin de un secreto que vela un saber, sino tambin en la exploracin de las potencialidades que anidan en las manifestaciones simblicas colectivas. Segn Ricoeur (y en relacin a dos formas paradigmticas de acceso al conocimiento hermenutico como son el psicoanlisis y la fenomenologa de la religin): hemos opuesto al comienzo -la reduccin de las ilusiones y la restauracin del sentido ms pleno-, esas dos empresas tienen en comn descentrar el sentido hacia otro foco que ya no es el sujeto inmediato de la reflexinel foco del sentido no es la conciencia sino otra cosa (Ricoeur, 2007:51). Desde la antropologa que apela a la hermenutica de las emociones Michelle Rosaldo desarrolla una perspectiva que, como la de Ricoeur, resalta la interioridad y a las emociones como informadas por la sociabilidad de los contextos culturales. El sentido del self (del s mismo), por lo tanto, se halla culturalmente organizado (aunque no especficamente determinado) en cuanto no slo a lo que pensamos, sino a cmo sentimos y experimentamos nuestra existencia (Rosaldo, 1984). En base a comprobaciones etnogrficas, aplicables al sociodrama, argumenta que las emociones no son cosas sino procesos que pueden ser comprendidos mas adecuadamente si se hace referencia a los escenarios culturales y a las asociaciones que evocan (Rosaldo, 1984). Tambin resalta la vinculacin entre la construccin privada del s mismo y la persona social junto con la dimensin poltica que asumen los selves y sentimientos formados por la cultura. Tanto el sufrimiento como los mecanismos de regulacin y soportabilidad social inducidos por el capitalismo generan repertorios limitados de accin social en consonancia con una domesticacin del cuerpo, convertido en un objeto multiforme de extraccin de plusvala. En este sentido se entiende al cuerpo como una dialctica entre cuerpo individual (en relacin a la articulacin filogentica entre lo orgnico y el medioambiente), cuerpo subjetivo (como instancia autorreflexiva, en el sentido del yo por el que se tejen y pasan mltiples subjetividades) y el cuerpo social o socialmente informado, lo social hecho cuerpo (en el sentido de Bourdieu). 4 El recurso del sociodrama aplicado en y por poblaciones mestizas, urbanas y rurales, seguramente demande la integracin de prcticas rituales caractersticas del contexto histrico social especfico de cada una. En mbitos rurales, por ejemplo, se

La nocin de Intervencin Accin Participativa (IAP) retoma la idea de praxis como medio de conocimiento compartido entre el investigador y la comunidad (Gassino y Scribano, 2008:181-200) 4 Sobre los vnculos entre mecanismos de soportabilidad y dispositivos de regulacin social de las sensaciones (Cfr Scribano, 2005, 2007:118-142, 2011:21-27).

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tratara de la incorporacin de prcticas y procedimientos rituales fcilmente incorporables y re-interpretables por la poblacin debido a las similitudes existentes entre las representaciones de la enfermedad y la terapia de los grupos religiosos y las representaciones campesinas (Idoyaga Molina, 2002). Pero en todo caso se trata de la inclusin por parte de la terapia sociodramtica de recursos teraputicos locales que puedan ser asimilados y reinterpretados por la poblacin mestiza de que se trate. Junto a ello se propone la inclusin de las historias de vida y su dramatizacin (biodrama) como un medio de conocimiento y reconocimiento de las poblaciones mestizas que permita profundizar y enriquecer el empleo de recursos sociodramticos ya desarrollados y probados en grupos teraputicos como el intercambio de roles, el entre, la multiplicacin dramtica y otros que emplean, por ejemplo, el uso de mscaras (Buchbinder, 2008), cuya presencia forma parte habitual de los rituales y festividades de las culturas originarias. Las formas actuales de objetivacin esttica de grupos culturalmente hbridos y mestizos son variadas y atravesadas por los procesos de globalizacin cultural. Los medios de comunicacin al mismo tiempo que informan y distorsionan (en un sentido habermasiano) la comunicacin y las representaciones colectivas pueden cumplir tambin -de acuerdo con las nuevas posibilidades que abren a la interaccin social- una funcin relevante. 5 Jean y John L. Comarff (2009), al analizar los ordenamientos sociales poscoloniales consideran los efectos que sobre este orden tienen las representaciones sociales vinculadas a la violencia y a sus dispositivos de vigilancia. Dichas representaciones aparecen como un medio de reparacin de justicia y compensacin simblica ante su ausencia o debilidad social. La vigencia de una metafsica del desorden -sin desconocer los fundamentos objetivos que tiene en la experiencia cotidiana y sus modos especficos de abordarlos en cada contexto-, demanda la creacin colectiva de escenificaciones orientadas a ofrecer marcos simblicos no sublimantes de estructuracin social. Ewin Goffman, terico pionero de la interpretacin dramatrgica de la sociedad, haba analizado las mscaras sociales que utilizan los grupos e individuos con el fin de mantener una definicin nica de la situacin y ocultar sus estigmas o marcas sociales (Goffman, 1995). Las mscaras sociales son formas simblicas de presentacin en sociedad que permiten la interaccin. El s mismo en esta teora aparece como un emergente de los roles sociales desempeados y de las definiciones grupales de la situacin que son para Goffman el resultado de una actuacin orientada a proyectarlas y mantenerlas (Gossnel, 1982:47). Las intervenciones sociodramticas propuestas y orientadas hacia la diversidad poblacional suponen procesos de identificacin grupales que involucran centralmente el manejo de afectos y sentimientos, como procesos de construccin del s mismo que son inescindibles de los roles sociales y de los contextos culturales e institucionales, pero que consideradas como intervenciones sociales tienden tambin a modificarlos. La incorporacin por medio del sociodrama aparece como un medio privilegiado de (auto) generar aprendizajes en cuestiones sociales, culturales y teraputicas que exceden los alcances de las campaas discursivas o publicitarias que conforman una parte significativa de las intervenciones con fines sociales. La personificacin de situaciones sociales y grupales problemticas por medio de la dramatizacin genera cambios actitudinales en los grupos afectados y en sus definiciones comunes de la situacin (sus mscaras). Por medio de la escenificacin de problemas que involucran dimensiones sociales -como adicciones, prevencin de HIV, violencia escolar, violencia de gnero,

Moreno, por ejemplo, haba considerado la posibilidad de utilizar la cinematografa y la televisin como dispositivo teraputico en base a un adiestramiento especfico de directores y auxiliares de escena (Moreno, 1977: 219-247).

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discriminacin social, conflictos identitarios, ambientales, etctera, es posible la adquisicin de nuevas herramientas de intervencin en mbitos comunitarios, institucionales y sociales. Dichas intervenciones sociales pueden ser evaluadas en cuanto a sus resultados de manera cuanti-cualitativa, incorporando ya sea procedimientos de la sociometra, que miden los alcances cuantitativos de las vinculaciones en un grupo 6 , o bien de manera cualitativa mediante el empleo de mtodos proyectivos provenientes de la psicologa que pueden ser aplicados a las investigaciones sociales. En el caso de la aplicacin del sociodrama, junto a las formas de medicin que el investigador pueda emplear, la propia intervencin del investigador en la accin dramtica genera un efecto performativo o realizativo cuyo hacer autopredictivo tiene validez. 7 En este caso el investigador se constituye en el mediador de un juego de lenguaje cuyas reglas son generativas, y encaminadas a un logro determinado que cuestiona (en un proceso dialctico de desestructuracinestructuracin) las definiciones comunes de la situacin La socio-dramatizacin permite a su vez ampliar los lmites de la reflexividad metodolgica al hacer intervenir la dimensin inter-corporal como medio de conocimiento, intervencin y autorreflexin social. El anlisis de la validez y alcances de la aplicacin del sociodrama -y de las artes en general- a las ciencias sociales abre un nuevo panorama para la metodologa de investigacin que tiene alcances epistemolgicos. En relacin a los modos de registro.de estas experiencias -que involucran centralmente a la creatividad como expresin de emociones y de la accin- es importante redirigir la percepcin al hiato que se abre entre el anlisis y la observacin (Scribano, 2008: 259 y ss). En todos los casos el protagonista del sociodrama es un artista colectivo que puede convertirse en un agente de anticipaciones y cambios socioculturales. En este cometido resulta de mucha utilidad la identificacin, como medios de intervencin y anlisis social, de las unidades de experienciacin. Se trata en esta propuesta metodolgica de accin-participacin del pasaje de la dicotoma unidad de observacin-unidad de anlisis a la identificacin y modos especficos de registro de unidades de experienciacin (Scribano, 2008 y 2011) que tiene lugar cuando los sujetos se expresan, cuando construyen imgenes sintetizan de un modo u otro, tres procesos concomitantes: la historia social de las imaginaciones posibles hechas cuerpo, la conexin del sujeto con la realidad en la que est inscripta su accin y el conjunto de emociones que porta y crea asociadas a sus propias creencias o pensares (Scribano, 2008). Desde esta perspectiva, y en relacin a la utilizacin del sociodrama para la investigacin, no se trata de transformar la investigacin social en una puesta en escena sino en pensar y crear las condiciones para permitir que por un momento la vida de los sujetos (y del investigador) devenga palco, escenario, callede forma tal que se hagan presentes, se re-presenten las relaciones de dichos sujetos entre s y sus condiciones materiales de existencia (Scribano, 2008: 259-265). Para el registro y anlisis especfico de expresiones y sentires por medio del sociodrama el analista puede formar parte de la escena o intervenir como un observador externo de la misma. En ambos casos distingo como finalidades del sociodrama como intervencin social las siguientes.

Jacob l. Moreno, iniciador del sociodrama, fue tambin el pionero en el desarrollo de la sociometra, ciencia de la medicin de grupos y redes sociales. Moreno consideraba como unidades de anlisis en sus observaciones sociomtricas a los tel, unidades de afinidad o rechazo entre los miembros del grupo. 7 Por el contrario, las epistemologas falsacionistas descartan las hiptesis autopredictivas debido a sus presupuestos objetivistas de la investigacin.

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Obtencin y elaboracin de informacin: a partir de la apropiacin dramtica grupal de temas y problemas (que pueden ser propuestos a partir de medios literarios, icnicos, sonoros, etctera) y de las resonancias individuales y colectivas que genera. Difusin de conocimientos (por ejemplo mediante la dramatizacin con fines didcticos, teatro didctico, etctera). Como medio de in-corporacin de aprendizajes mediante la utilizacin de escenas: el grupo experimenta transformaciones que exceden el mbito cognoscitivo y se extienden al campo emotivo-experiencial. Con fines de empoderamiento individual, comunitario e intercomunitario. Como medio de elaboracin de representaciones y demandas sociales. Las dramatizaciones fueron utilizadas como un medio exitoso de aprendizaje en campaas de promocin de la salud. 8 En ellas cada ciudadano y cada sujeto en interaccin es considerado un especialista de su propia experiencia cotidiana en un proceso de movimiento que, a partir de escenas individuales, involucra escenarios colectivos. En palabras de Vera Paiva: vimos tambm que as pessoas podem incorporar dados de pesquisa, inclusive da epidemiologia, enriquecendo interpretaes que no esto diretamente disponveis para a cincia. Expertise e cincia no so sempre sinnimas (Paiva, 2006:46). El uso de escenificaciones puede abarcar la consideracin de temticas como la discriminacin social, de gnero y la convivencia con las diferencias y la otredad en general, considerados como procesos de formacin social, cultural y poltica de estereotipos. El sociodrama como medio de intervencin social, adems de contribuir a la resolucin de problemas sociales, aparece como un medio artstico colectivo de prefiguracin de relaciones sociales y culturales, pudiendo adquirir un carcter poltico. Fue utilizado por ejemplo en el contexto de la crisis poltica y las movilizaciones sociales que tuvieron lugar en Argentina luego de la crisis de 2001 y en otras ocasiones (Trastoy, 2004). Tambin son relevantes y cumplen fines anlogos -particularmente en lo que refiere al empleo de potenciales sociales creativos y por su capacidad para interpelar a las comunidades vecinales de manera participativa-, las experiencias de teatro comunitario. A comienzos de la dcada pasada tanto el teatro comunitario como el sociodrama aparecen vinculados como expresiones artsticas callejeras de la crisis y con los movimientos sociales urbanos (Trastoy, 2004). Es en esta primera etapa (20012003) cuando se comienza a tematizar la relacin entre el teatro y la crisis (Pelletieri,

Por ejemplo en Brasil por Vera Paiva (2006) para quien: a promoo da sade sexual na perspectiva dos direitos humanos e da afirmao da cidadania sexual, que leva em conta as relaes de gnero e de poder, o sexismo e a homofobia, assim como o racismo e a pobreza, pode se beneficiar dessa abordagem. Os participantes so convidados a decodificar os cenrios sociais em que vivem, ampliando sua conscincia, no encontro educativo ou em espaos de cuidado sade. Definida por Paulo Freire, a partir dos movimentos pela alfabetizao de adultos dos anos 60 como pedagogia da autonomia e da liberdade, a conscientizao no encontro educativo depende da codificao de uma situao existencial e da representao dessa situao que mostre alguns elementos constituintes da interao focalizada. A decodificao a anlise crtica da situao codificada. A conscientizao a compreenso profunda da vida cotidiana implicada na realidade social e, ao mesmo tempo, da capacidade para transform-la (Paiva, 2006: 26).

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2003). Diversos autores sealaron entonces la emergencia de cuestionamientos al modelo esttico dominante en el teatro cuyo paradigma era el realismo. Proao Gmez (2005: 265-277) sealaba que si bien en el teatro comunitario los personajes encarnaban modelos de conducta tpico ideales, asociados a roles sociales que podran asimilarse al realismo (y agregamos, a la constitucin de estereotipos), primaba sin embargo en estas expresiones teatrales una mmesis de lo invisible: la crtica implcita en la esttica de los grupos teatrales no implicaba una simple copia de la realidad sino que mostraba aspectos ocultos de la realidad social y poltica, en particular de sus conflictos. Este abordaje esttico implicaba un doble carcter ya que era a la vez autnomo y social. Los aspectos invisibles de la realidad emergen en el espectculo como apariciones que denuncian esa realidad al mismo tiempo que configuran una existencia mejor (Proao Gmez, 2005). Fines inicialmente teraputicos (en el caso del sociodrama) o de entretenimiento (en el teatro comunitario) se convierten en un medio de (auto) conocimiento y participacin colectiva que expresa demandas y propuestas de transformacin a partir de la reelaboracin de los imaginarios sociales predominantes En sntesis, las escenificaciones pueden ser utilizadas como un medio de intervencin social y de conocimiento en contextos rurales o urbanos, en un proceso de transformacin dialctica que involucra tanto a quienes cumplen el papel de coordinadores y/o investigadores grupales como a las poblaciones que se convierten en agentes y se apropian de las escenificaciones en base a sus conocimientos, saberes y tradiciones generando nuevos conocimientos.

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