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Lo romano en Vizcaya*

(The Romans in Bizkaia)

Ybarra y Berg, Javier de


BIBLID [1136-6834 (1998), 11; 7-24]

Javier de Ybarra y Berg recapitula los vestigios romanos descubiertos en la provincia de Vizcaya: en las Encartaciones, en Bilbao y en el resto del territorio. Y a continuacin recuerda el trazado de las vas romanas que atravesaban la provincia. Javier de Ybarra y Bergk Bizkaiko probintzian aurkituriko erromatar aztarnak laburbiltzen ditu: Enkarterrietan, Bilbon eta lurralde osoan zehar. Ondoren, probintzia zeharkatzen zuten erromatar bideak nondik nora zihoazen gogoratzen digu. Javier de Ybarra y Berg passe en revue les vestiges romains dcouverts dans la province de Biscaye: dans les Encartaciones, Bilbao et dans le reste de la Biscaye. Il numre ensuite les voies romaines qui traversaient la province.

* Zumarraga, 1955, n 4, p. 11-43.

VIIIme Congrs dEtudes Basques = Eusko Ikaskuntzaren VIII. Kongresua = VIII Congreso de Estudios Vascos (8. 1954. Baiona, Uztaritz). Donostia : Eusko Ikaskuntza, 2003. P. 165-177. ISBN: 84-8419-932-0.

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Los ltimos estudios sobre la prehistoria en Vizcaya, dicen del castro de Gastiburu, de Navrniz, como obra de gentes de la familia celta, pero no nos consta a pesar de ello la raza a que pertenecan los primeros habitantes de Vizcaya, hermanos sin duda de los restantes vascos como lo atestigua su lengua verncula. Fueran celtas o beros o de otra familia, las primeras noticias que tenemos de los vascos las recibimos de los romanos, que dieron el nombre de vascones del que viene nuestra denominacin actual a los que habitaban en la ribera del Ebro, en el resto de Navarra y en parte de Guipzcoa. Por Estrabn, Pomponio Mela, Plinio el Joven y Claudio Ptolomeo, sabemos los nombres por los que eran conocidos los vascos de la costa, a los que se alude en la Historia de la Casa de Ayala que ultim el Canciller, pues en ella consta:
Mager muchas de estas tierras aqu nombradas, non avian entonces tales nombres, salvo otros diferentes los que de ellos fueran pobladas. Ca a tierra de Santillana e de Reynosa e Aguilar dixeronla los Romanos, Cantabria: e Bureva e Castilla vieja llambanse Autrigonia en los tiempos de ante: e Alava e Vizcaya e partida de Lepuscoa fuera dicha tierra de Vardulia e de y adelante todo lo que es dicho Reyno de Navarra oviera nombre Vasconia de Antigedad.

NERO CLAVDIVS. DIVI. CLAVDI. F. CAESAR. AVG. GER. PONT. MAX. TRIB. POTESTAE. VII. IMP. IX. COS. III. A PISORACA. M. CLXXX. Como se ve, aparece sealada la distancia de millas, ciento ochenta, desde Pisoraca. Refiere el Padre Flrez en su Espaa Sagrada y a ella alude Heros en su Historia de Valmaseda, que en Herrera de Ro Pisuerga encontr dos inscripciones, una de tiempo de Tiberio y otra de la poca del propio Nern, lo mismo que la que nos ocupa, y que ambas terminaban A PISORACA. M. I.. La traduccin ordenada de esta inscripcin de Otaes, dice as:
A la distancia de ciento ochenta millas de Pisuerga y en el noveno ao de su imperio (sesenta y tres de la Era cristiana) por el Csar, Augusto y Pontfice, Mximo, Claudio, Nern, Germnico, hijo del Divino Claudio, despus de haber ejercido ocho veces la potestad tribunicia y cuatro la consular.

En el pedestal sobre el que descansa este miliario que ahora se halla ante la iglesia parroquial y antes estuvo en el paseo de la Barrera, de Castro Urdiales, se lee:
Esta columna se hallaba en Otaes junto a su ermita de la Trinidad, de fines del siglo ltimo, que la recogi D. Antonio de Otaes en aquel valle. El Ayuntamiento de esta villa dispuso colocarla aqu este ao de 1826 para conocimiento de la antigedad de esta poblacin y mayor luz de la Historia.

De ser el Nervin el ro que llama Nerva, Claudio Ptolomeo, y Nesua, Pomponio Mela, hemos de aceptar lo que ste dice de que se llamaban Origeviones los que habitaban la margen izquierda de la ra de Bilbao y Autrigones los de la orilla derecha. Los Origeviones ocupaban las Encartaciones, de Vizcaya, en el extremo oriental de la Cantabria, y siguiendo a Ptolomeo vemos que los Autrigones a los que Estrabn llama Cntabros Coniscos se hallaban en la desembocadura del ro Nerva y en Flaviobriga, que suponemos fuera no Portugalete sino Bilbao, porque sita a la que Plinio llam colonia romana en longitud ms al Este que la desembocadura de la ra. Luego consigna Ptolomeo a los Caristios, en la desembocadura del Deva y se supone que habitaban en el Saliente de Vizcaya. Por ltimo asomaban a la costa los Vrdulos y los Vascones. Por lo que se refiere a las vas romanas que atravesaban la Vizcaya actual, en la Geografa del Pas Vasco-Navarro dice D. Carmelo de Echegaray que, segn Coello, por Valmaseda pasaba una de las vas indudablemente romanas, y otra por Ordua, de cuya existencia como poblacin da ya cuenta Sebastin Salmanticense en su Crnica. Pero as como no quedan restos romanos en Ordua, los hallamos en la va que procedente de Pisuerga se diriga al actual Castro Urdiales, pasando por Valmaseda y por los valles de Salcedo y Sopuerta en las Encartaciones vizcanas.

Hacia el ao 1770, D. Ignacio, Den de la Catedral de Cartagena, recogi en el valle de Otaes, entre otros recuerdos romanos, este miliario que luego cedi D. Antonio de Otaes a Castro Urdiales y segn consta en un informe presentado en 1826 a la Real Academia de la Historia y publicado en 1908 en su Boletn, fueron siete las columnas romanas encontradas en los siglos dieciocho y diecinueve en Otaes, que es trmino municipal de la villa de Castro Urdiales, y lindando con el valle vizcano de Sopuerta. Para mayor claridad nos referiremos por separado a cada una de esas siete columnas romanas: 1) La primera est mutilada ya que se debi utilizar como jamba de una puerta y es de las encontradas por D. Ignacio Otaes y se custodia en la Torre de Otaes, que pertenece hoy en da a la hija y heredera de D. Gregorio de Otaes, casada con D. Francisco de Lacha. Mide de alto tres pies y cuatro pulgadas por uno y dos pulgadas de ancho, y conserva los nombres de Pontfice, Cnsul y Potestad y las letras PIS. M. que responden al Pisoraca Milliaria, y en la primera lnea hay unas letras que siguen al DIVI de divina y que parece son las iniciales de Julii IV, que aludiran al Emperador Augusto, que fue adoptado por Julio Csar. 2) La segunda es el miliario que est en Castro Urdiales, cuyas letras iniciales fueron retocadas y su texto hemos reproducido y mide unos seis pies y medio de largo por dos o dos y cuarto de dimetro. 3) La tercera, hallada en 1825 en el camino de los Bados, de Otaes, que de Valmaseda se dirige a Castro, mide unos siete pies de largo por dos de dimetro y no tiene inscripcin alguna, pero se encontr junto a una lpida dedicada al Emperador Galerio Valerio Maximino, de la que luego nos ocupamos. 4) La cuarta, que custodia en la Torre de Otaes, parece es fragmento de un miliario ms que de un cipo, y las letras

EN LAS ENCARTACIONES Hubo en el valle de Sopuerta, segn consta en el primer nmero del Boletn de la Comisin de Monumentos de Vizcaya, miliarios romanos colocados de hito en hito en esa va romanas que partiendo de Castilla pasaba por Valmaseda y se terminaba en Castro Urdiales, considerado por algunos como la antigua Flaviobriga. Muy cerca de Sopuerta, junto al camino y contiguo de la ermita de la Trinidad, en Otaes, fue hallado un miliario de aspecto rojo, que hoy luce en el paseo de Castro, y que tiene la inscripcin: 166

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AVDIVS de la primera lnea sin duda son de la palabra Claudius, por el Emperador Claudio Tiberio, al que corresponde la Potestad Tribunicia tenida por sexta vez a que se alude en las ltimas letras. 5) La quinta, tambin en la Torre de Otaes, se encontraba en la calzada cerca de la Iglesia, y en ese lugar el Den Otaes mand poner un mojn lo mismo que hizo respecto a la que se llev a Castro, poniendo otro mojn en el lugar en que fue hallada. Esta quinta es de Marco Aurelio Numeriano, Emperador en el ao 284. 6) La sexta se encontr junto a la columna tercera, en 1825, y fue trasladada a Castro Urdiales, en cuya ermita de Santa Ana, en la fachada del Norte, se encuentra. Est dedicada a Galerio Valerio Mximo, y debe ser un ara, leyndose en la primera lnea D. N., por el Domino o Deo Nostro, ya que este Emperador se tena por Dios. 7) La sptima pertenece a los Otaes y se halla tambin dedicada al Emperador Galerio Valerio Mximo. Adems, en trmino de Otaes y en el Pico del Castillo, entre las ruinas que all se conservaban de la Torre de Lastramala, del linaje de los Otaes, lugar que quizs antes correspondi a un castro romano, un antepasado de D. Gregorio de Otaes descubri a fines del siglo dieciocho una ptera votiva romana de plata repujada y cincelada, con aplicaciones de oro, que mide de dimetro 0,211 metros. Estudiado el plato por Hbner, Mlia, Fita y Menndez Pelayo y ltimamente por D. Fernando de Lacha, en el Boletn de Amigos del Pas, se le sita en el siglo primero y representa varias figuras. En lugar preferente una ninfa que posa su mano en un manantial del que un hombre toma el agua, mientras otro lo traslada a una cuba transportada por una yunta de mulas y un muchacho entrega el agua a un enfermo. Otras dos figuras que hacen ofrendas en sendas aras, corresponden a un pastor que presenta unas frutas y a un sacerdote que vierte un lquido al fuego sagrado. En la orla de la ptera se lee L. P. Corneliano, que sera el nombre del enfermo que ofreci el exvoto a la diosa de las aguas medicinales, y en el interior del plato aparece la inscripcin Salus Umeritana, que ha sido interpretada y leda de diversas formas, aun cuando su traduccin ms exacta parece ser Salud Umeritana, aludiendo el nombre potico de la deidad que personificaba el manantial salutfero. Al encontrarse la ptera, en las ruinas de la Torre de Lastramala, fueron hallados tambin varios objetos de plata, que hemos de lamentar se vendieran en Bilbao y probablemente se fundieron. En la va romana de Pisuerga a Castro Urdiales se hallaban los miliarios o columnas de El Berrn y Valmaseda, los ya desaparecidos de Sopuerta y los recuerdos que hemos dicho se encontraron en Otaes y que corresponden nada menos que a trescientos aos de relacin con los romanos. Muy cerca de Valmaseda, en el Valle de Mena, quedan otros restos romanos, como los del Castro del Gijano y la ermita de San Romn. Todos estos recuerdos hacen relacin al camino romano objeto de nuestra atencin, que terminaba en el mar Cantbrico, en Castro Urdiales, puerto que se ha supuesto fuera el de Flaviobriga, nombre que se dio como homenaje a Flavio Vespasiano, aclamado Emperador un ao despus de la muerte de Nern, el 69 de Jesucristo. Tambin se ha supuesto que Flaviobriga el actual Bilbao, Portugalete y hasta Bermeo, y en nuestra opinin, como luego diremos, Flaviobriga era Bilbao.

El barrio soportano de Llantada, en el lugar en que segn D. Antonio Trueba se levantaba una Torre, cuenta con un antiguo puente posiblemente de la poca medieval, aunque se ha considerado como romano. Los montes de Sopuerta y los prximos a esta zona, de los que se ocup Plinio como muy ricos en hierro, conservan amontonadas en grandes cantidades las escorias procedentes de la primitiva fabricacin del hierro. En la actual villa de Valmaseda, en esa va romana que nos ocupa, se sitan dos miliarios romanos a decir de la lectura del acta de primero de julio de 1908 de la Comisin de Monumentos Histricos y Artsticos de la provincia de Vizcaya, que recoge los ofrecimientos para el nuevo Museo Arqueolgico que se proyectaba. Estos dos miliarios ofrecidos se hallaban en las propiedades de Valmaseda de D. Jos Mara Angulo y D. Jos Ortiz de la Riva, respectivamente, y aunque del primero no tenemos noticias, el segundo es el que se custodia en el Museo Arqueolgico y Etnogrfico de Vizcaya, y procede de las proximidades de Valmaseda, junto a la Torre de el Berrn, de los Ortz de Riva, en el valle de Mena, de la provincia de Burgos. La inscripcin del llamado miliario de El Berrn (Fig. 1) se refiere a la reparacin de puentes en la calzada romana en el ao 236 de la Era cristiana y poca del Emperador romano Csar, Cayo Julio Vero, y el Prncipe de la Juventud, heredero del Trono, Cayo Julio Vero Mximo. No fue recogido hasta muchos aos despus de su ofrecimiento por el seor Ortz de la Riva, el miliario de El Berrn, que hoy se encuentra en el Museo Arqueolgico y Etnogrfico de Vizcaya.

Fig. 1

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Los seores Taracena Aguirre y Fernndez de Avils en su Memoria sobre las excavaciones en el castro de Narvniz se refieren a la dificultad de determinar en Vizcaya exactamente el trazado de las antiguas vas de comunicacin, fciles de confundir con otras ms modernas, y llaman la atencin de que monedas, armas y otros objetos de la poca, hubieran podido ser importados de otros lugares por los vizcanos que salan de su tierra, aunque hay que valorar en sus debidas proporciones, se dice en la Memoria, el documento que representa por ejemplo una inscripcin como la de El Berrn o unas monedas como las de Bilbao. A lo que hemos de aadir, que an ha de valorarse ms el primero, difcil de transportar, que las segundas encontradas en el Nervin, adonde pudieron caer desde cualquier nave extranjera, en poca antigua o posteriormente. Proceda la columna conmemorativa que nos ocupa, de la desaparecida ermita de San Andrs de Santecilla, no lejos de El Berrn, en donde la vio el Padre Henao, y al arruinarse la ermita se traslad junto a la denominada de Nuestra Seora de Montserrat, de El Berrn, en el camino viejo, y all se hallaba, hincada medio metro en el suelo y cubierta de maleza, cuando fue llevada al Museo. Dicen Taracena y Fernndez de Avils que:
El aludido camino viejo, contiguo a la ermita de Montserrat, tiene en esa parte de su recorrido un tosco empedrado de cantos pequeos, de superficie horizontal, y reborde de gruesas piedras al lado derecho, pues al izquierdo est destruido. En cuanto a los restos de los cimientos de la iglesia de Santecilla, son actualmente casi imperceptibles; junto a ellos existe un camino abandonado que de ningn modo parece haber sido calzada romana. Y no hay noticia de otros hallazgos entre los naturales del lugar. El mismo Puente Viejo de Valmaseda, por el que entraba en la ciudad el camino empedrado, es enteramente medieval.

Germnico Mximo, Dacico Max Sarmatico Max. Prncipe de la Juventud, Hijo del Emperador Caio Iulio Vero Maximino, Po Feliz, Augusto Porque a las Puentes con el tiempo de la antigedad Cadas restituyeron: Ciudando dello Quinto Decio, Capitn de la legin Augusta Germina de los Pretorianos Aade Henao que no parece tratarse de una medida de caminos, sino de una dedicacin de estatua o templo a la memoria del Emperador Julio Maximino, que comenz a imperar el ao 237 despus de Jesucristo, y a la de su hijo del mismo nombre, declarado Csar por su padre, y a quien, segn el repetido historiador Morales, se le haba dado la quinta vez el podero de Tribuno del pueblo, y la sptima vez el renombre de Capitn General con los ttulos de Padre de la Patria, Cnsul y Procnsul. Comenta por su parte el Jesuita, que no habiendo ejercido el cargo el joven Emperador ms de tres aos, parece que la lectura de la inscripcin ha de referirse a que fue cinco veces aclamado de la Potestad Tribunicia y siete veces Padre de la Patria Cnsul y Procnsul, no repitindose en cinco y siete aos estos oficios y ttulos, sino renovndose cinco y siete veces las aclamaciones por ellos en tres aos. Para atraerse la voluntad del pueblo protegindole, se titulaban los Emperadores de la Protestad Tribunicia, que unan a sus restantes ttulos, y entre ellos el de Prncipe de la Juventud, corresponda al que era nombrado por el censor en primer lugar, cuando haca el censo, y duraba aquella dignidad por espacio de un lustro. Comenta el Padre Flrez esta inscripcin de El Berrn, diciendo que el Padre Henao, en el segundo rengln, escribi mal al decir Prelio Grauco, en el lugar de Felici Augusto que las dems inscripciones ponen all y sobre el rengln nono, aade que sali muy defectuoso y que por otra inscripcin de Braga debe de leerse: FIL. C. IVLI. VERI. MAXIMINI. P. F. AVG. Por ltimo dice el Padre Flrez sobre la inscripcin que nos ocupa:
Esta de Valmaseda la cit Morales y sirve para conocer que el Legado Augustal Q. Decio gobern en la Espaa Tarraconense en tiempo del Emperador Maximino, en el ao de Cristo 237 (ltimo de aquel Emperador) y compuso caminos y puentes en Braga, y en la parte septentrional de los Cntabros, por su lmite oriental, que sera camino de la Colonia Flaviobriga.

El historiador Morales aludi a este llamado miliario en su Discurso general de las Antigedades, diciendo que faltaban en la inscripcin las postreras letras, en las que se daba razn del lugar en que se haban reconstruido los puentes consignados. Por su parte dice el Padre Gabriel de Henao en sus Averiguaciones de las Antigedades de Cantabria, que l no repar en la falta de letras al cotejar un traslado que le haban dado, que le pareci exacto, no entendiendo bien algunas letras, aunque deb mirar ms el original. El texto latino de Henao dice as: IMP. CAESARI C. IVLIO VERO. MAXIMINO PIO PRELIO GRAVCO GERMANICO MAXIMO. DADICO MAX. SARMATICO MAX PONT. MAX. TRIB. V. IMP. VII PP. COS. PROCONS CAIO IVL. VERO MAX. NOB CAESARI. GERMANICO MAX. DADICO MAX. SARMATICO MAX. PRINCIPIIVVENTVTIS IMP. C. IVLI. IMPER IP. P. P. Z. AUG. MARE, PONTES TEMPORE VETVSTATIS CONLAPSOS RESTITVERVNT. CURANTQ. DECIOIE. C. AUG. C. PR. P. R. CV. La traduccin, de acuerdo con otra de Morales, la hace el Padre Henao como sigue: Al Emperador Csar, Caio Iulio Vero Maximino, Po, Feliz, Augusto, Germnico Mximo, Dacico Max, Sarmatico Max. Pontfice Max. V. de la Tribunicia Potestad VII Emperador, Padre de la Patria, Cnsul, Procnsul A Caio Iulio Vero Maximino. Nobilsimo Csar, 168

Finalmente comenta el Padre Henao, de la Compaa de Jess, que se haba supuesto, con mucha fantasa, que la columna que nos ocupa indicaba que los romanos llegaron conquistando hasta cerca de Valmaseda, a las rdenes de Marco Varrn, y que los vizcanos impidieron que siguieran adelante, al fortificarse en Valmaseda, cuya muralla construyeron; y que entonces no pudiendo continuar levantaron los romanos la columna en el lugar que denominaron Berrn como homenaje a su Capitn. Pero toda esa fantstica suposicin cae por su base, ya que el Marco Varrn al que se pretenda hacer eje de esta conseja, no estuvo nunca en Espaa, y sirvi a Csar Augusto aos antes de Nuestro Seor Jesucristo, y la columna de Henao es a lo menos de 237 aos despus, que es cuando se comenzaron a construir estas columnas. Como se ve, el Padre Henao juzg muy bien que no se trataba de un miliario, sino de una columna conmemorativa, que supone que antes de hallarse en las ermitas de El Berrn, quiz pudo haber estado en otro lugar ms lejano. En su Historia de Valmaseda, D. Martn de los Heros, ocupndose de la inscripcin, dice que siendo los puentes un signo evidente de civilizacin, si los reparados por Quinto

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Decio eran antiguos seran debidos a los romanos o a los cntabros, despus de sometidos, que los edificaran en tiempo de Tiberio o ms bien en el de Nern:
en el del primero para servicio y paso de las tres Legiones, que, siguiendo lo dispuesto por su antecesor Augusto, fij entre los cntabros, con lo que segn el mismo Estrabn, logr no slo contenerlos en paz, sino hacerlos buenos ciudadanos, y en el de Nern porque nos ha dejado memorias que dan lugar a creerlo.

la de Zaldu, en Gordejuela, con sus tres bustos humanos, dentro de tres arcos, y en lo ms alto tres pequeos discos y grabado entremedio el D(ies) M(anibus), dice Gmez Moreno en su obra De Epigrafa Vizcana, que quizs se pudiera leer, en sus tres lneas: Coema (por Coemia) Meliae Avandico p(osuit) f(ilio) a(ourum) XX.

Desde luego, hoy en da, en los puentes valmasedanos, no quedan rastros romanos. Se supone que otra va romana una Valmaseda con la ra de Bilbao, y se han supuesto restos romanos los de un camino que a la salida de Valmaseda pasa junto a la fbrica de boinas La Encartada, propiedad de D. Jos Arena. El Ingeniero Director de la Junta de Obras del Puerto de Bilbao, D. Antonio Aguirre, que tan interesantes estudios arqueolgicos realiz en la provincia de Ciudad Real, ha examinado ese camino en el que observ que los cantos estn colocados en punta, circunstancia que no aboga a favor de que se trate de un camino romano, aunque en efecto s parece hubo dos caminos romanos que pasaban por Valmaseda, uno hacia Castro Urdiales y otro hacia Bilbao. Ese camino hacia Bilbao haba de pasar por el valle de Salcedo y sus actuales municipios de Zalla y Gees. En su Gua del Seoro de Vizcaya dice D. Juan E. Delmas, que descubri el arado de Gees, en el barrio de Norza, algunas monedas romanas de cobre y plata de Claudio Nern y de la Victoria Vixtrix y que sobre una colina del monte Ljar se ve distintamente el circuito de una fortaleza semejante a los castros de algunas provincias gallegas. Recoge D. Carmelo Echegaray en la Geografa del Pas Vasco Navarro, la referencia a las monedas romanas halladas en Norza, y no le extraa este hallazgo en lugar tan prximo a caminos romanos que iban a parar a orillas del Mar Cantbrico y en los que se haban encontrado miliarios. Aluda Echegaray a los de El Berrn, Valmaseda y Sopuerta. Tambin dice que se haba afirmado existan ruinas ibricas o romanas en una columna del monte Ljar. Los seores Taracena Aguirre y Fernndez de Avils, en su Memoria sobre las excavaciones en el castro de Narvniz, publicada por la Junta de Cultura de Vizcaya, en 1945, refieren que:
La noticia de que en una colina del monte Ljar se encontraban ruinas ibricas o romanas, nos hizo acudir a Gees. Pero el monte de referencia es tan extenso que result intil tratar de localizar restos tan imprecisos, mxime cuando los vecinos del pueblo, y entre ellos Cecilio Larrea, tan conocedor del monte, aseguran no haber advertido nunca el menor vestigio de antigedad.

Fig. 2

Abandonando por ahora esta supuesta va romana que de Valmaseda iba a Bilbao, continuando la referencia a las Encartaciones y a la Epoca romana, diremos que Cirvana se ha afirmado que era el antiguo puerto Vesperies de los romanos, segn referencia de Labayru en el captulo Ferreras de su Historia de Vizcaya; opinin que no aceptamos, porque Vesperies, que suponemos nosotros Bermeo, quedaba ms al Este de Flaviobriga, que situamos en Bilbao como luego se dir. Al pie de los montes de hierro citados por Plinio el joven, se encontraron en Somorrostro unas monedas romanas, segn vemos en el acta del 6 de mayo de 1909 de la Comisin de Monumentos de Vizcaya, en la que consta que el Seor Olascoaga haba regalado a la Comisin unas monedas procedentes de Somorrostro y Carranza, una de ellas del Emperador Maxencio (Marco Aurelio Valerio), del ao 300. Segn consta en acta notarial extendida en el valle de Carranza, el 2 de julio de 1903, a requerimiento de D. Nicols Vicario Pea, fueron hallados en lo que llaman Cueva de la Zorra1 al Norte de la iglesia de Soscao, en una cantera, al retirar los escombros y debajo de una piedra alargada, dos objetos metlicos que sonaron al golpe del picachn. Uno, al parecer de bronce oxidado, en forma de campana de timbre o media naranja, y el otro de cobre, tambin oxidado, en forma de prisma cuadrangular con un asa en la parte superior que penetraba verticalmente. Tanto de estos objetos como de algunas de las monedas a las que aludimos a continuacin, no tenemos noticia, ya que no se conservan en la Comisin de Monumentos, ni en el Museo Arqueolgico y Etnogrfico de Vizcaya, aunque puede que se hallen en poder de particula-

Posiblemente hace relacin esa referencia al reciente descubrimiento en Gees de una cueva de la que procede una piedra que parece representar una figura rupestre en relieve, que posee D. Andrs de la Quadra Salcedo, al que se debe el descubrimiento que se propone comunicarlo para que se realice el estudio correspondiente. Desvindose un poco de la actual carretera que desde Valmaseda va a Bilbao, queda el valle de Gordejuela, en cuya iglesia de San Nicols de Zaldu se conservaba en el prtico, hasta que ha sido trasladada recientemente al Museo Arqueolgico y Etnogrfico de Vizcaya, una estela romana (Fig. 2), que puede pertenecer al siglo tercer o principios del cuarto, y que su inscripcin funeraria muy borrosa parece referirse al nombre de un indgena romanizado. De esta este-

1. En el lugar denominado Tocornal (Toquiona?) algo ms de medio Km.

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res. De no hallarse en poder de particulares como las monedas que posee la familia Vicario, es posible que desaparecieran en la casa de Ungo-Nava de D. Julin de San Pelayo, que se quem, y en la que por ser San Pelayo miembro de la Comisin de Monumentos de Vizcaya, suponemos se custodiaron distintos objetos con destino al proyectado Museo que luego se fund en Bilbao. Al continuar el trabajo se encontraron noventa monedas de bronce, enmohecidas, y al descubrirlas se desprendieron unos clavos o adornos, as como varios cascos de una olla o nfora, al parecer de hierro que deba contener monedas. El dimetro de stas era de unos treinta y cinco y veinticinco milmetros, siendo su espesor de tres a cuatro milmetros y la forma circular, aunque algo deterioradas por el desgaste de los bordes. Consigna el acta notarial que se distinguan de manera imperfecta las inscripciones, por encontrarse borrosas, pero seala datos referentes a las efigies y las letras que pudieron descifrarse. Algunas de estas monedas regal D. Fernando Olascoaga al Comisin de Monumentos Histricos y Artsticos de Vizcaya para el Museo Arqueolgico que proyectaba establecer en Bilbao, y otras tambin que procedan de Somorrostro. Una de estas monedas es del ao 300, del Emperador Maxencio (Marco Aurelio Valerio). En el informe que por encargo de la Comisin de Monumentos redact el 2 de febrero de 1911 D. Pablo de Alzola, dice que diecinueve de ellas regal tambin para el Museo D. Nicols Vicario, y que como se encontraban borrosas las inscripciones, haba escogido seis entre las mejores conservadas, procediendo a limpiarlas con lija y sidol para su examen. El resultado de ste fue el conceptuarlas a todas como romanas autnticas, observndose en el reverso de muchas una figura de mujer, de pie, generalmente una Vestal, y las iniciales S. C. caractersticas de Senatus Consulto que llevan las monedas del Imperio romano. Las limpiadas resultaron ser de bronce y representaban a los emperadores con la cabeza exornada con la corona de laurel. En una de ellas de lee: Gordianus. Pius-Aug. Otra es de Maximus. Pius. Aug. Y al parecer pertenecen otras dos a Antonino y a Trajano. El perodo de anarqua del imperio comenz en el reinado de Maximino, llamado Cclope, en el ao 235 de la Era cristiana, y a consecuencia de sus crueldades se sublev el Ejrcito de frica, proclamando Emperador a Gordiano. Entre las monedas que an conserva la familia Vicario, de Carranza, una tiene en el anverso, cabeza, a la derecha, de Antonio Po ANTONINVS. AVGVSTVS PIVS y en el reverso la diosa Paz con el cuerno de la abundancia y las iniciales S. C. de Senatus Consulto. Su valor es el Dupondius. Otra de las monedas lleva en el anverso una cabeza de Emperador, a la derecha del mismo Antonino, y en el reverso un elefante con las iniciales S. C. del Senatus Consulto al pie. No lejos del lugar en que se encontraron esas monedas romanas existe el paso que se supone fue la va romana, que partiendo desde el puerto de las Tornos, en Burgos, descenda a la Calera, primer pueblo de Vizcaya, pasaba por los lugares carranzanos de Presa, San Esteban, Soscao y Molinar y llegaba hasta Laredo. En la va que de Valmaseda llevaba a Bilbao, al abandonar la Encartacin, hallamos el alto de Castrejana, cuya denominacin y restos fortificados parecen recordar un castro situado en dicha calzada.

EN BILBAO Respecto a Bilbao, lo primero que hemos de decir es que se ha afirmado que corresponde a Flaviobriga de los romanos, y ello justificara su antigua planta amurallada, la de las Siete Calles, tan semejante a la de las ciudades celtberas, sobre las que construan sus castros los romanos, como en Numancia. Ya hemos dicho antes que el ro Nerva o Nesua, lo suponen Ptolomeo y Pomponio Mela en el lmite occidental del pueblo Autrign, y por la situacin de los restantes pueblos y puertos que consignan ellos y Estrabn y Plinio el Joven, particularmente por el clculo en grados y minutos de longitud debido a Ptolomeo, parece seguro que Flaviobriga es Bilbao. Pueblo de Flavio es el significado de la palabra, porque briga es pueblo o poblacin, raz celta, y no puente, que como raz sajona es el bridge ingls. Por tanto, en honor al Emperador Flavio Vespasiano, como hemos dicho antes, se llam Flaviobriga al puerto Amano de los Autrigones. La nica confusin la plantea Plinio al decir que la colonia romana de Flaviobriga era el antiguo puerto Amano, de los Vrdulos, pero ello es debido a que no cita a los Autrigones al consignar los puertos del Cantbrico, porque en el nombre de Vrdulos los incluye. En cambio Ptolomeo puntualiza que Flaviobriga era ciudad de los Autrigones. El recuerdo ms antiguo que se custodia en Bilbao consiste en varias monedas romanas de bronce. Siete de ellas fueron halladas en distintas ocasiones, en el dragado que se efectu en la barra de la ra de Bilbao, frente a Portugalete y Las Arenas de Guecho, cuando la Junta de Obras del Puerto de Bilbao realiz los trabajos de encauzamiento en la desembocadura del Nervin. Posiblemente estas monedas proceden de los mismos romanos o de pueblos a ellos sometidos, que entraban con sus naves en la ra bilbana, naufragando algunas de ellas en la barra portugaluja. En el archivo y biblioteca de la Excma. Diputacin de Vizcaya se conservan las siete monedas en un marco (Fig. 3) con la firma del donante, el ingeniero D. Evaristo de Churruca y Brunet, primer Conde de Motrico, creador del puerto de Bilbao, del que se public una carta relativa a las monedas, en 1904, en la revista Euskalerra.

Fig. 3

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De estas monedas, la primera, es un As de la repblica romana, anterior por tanto a la Era cristiana, que en el anverso ostenta la doble cabeza de Juno, y en el reverso la proa de una nave. La segunda tiene en el anverso el busto del Emperador Trajano, con la inscripcin claramente legible que dice OPTIMO AVG GER DAC, aludiendo al Optimo Augusto que tanta gloria alcanz en sus campaas contra los Germanos y los Dacios y en el reverso al mismo Trajano sentado en un trono sobre un estrado, con el prefecto del Pretorio en pie y un guerrero que representa al Emperador a la Patria arrodillada, con una cadena al cuello, y orla el todo la leyenda borrosa que parece reza REX PARTHIS DATVS S. C. Es otra moneda de Trajano la tercera, con el anverso semejante a las anteriores, pero en cuyo reverso se ve a una mujer de pie, que representa a la Victoria en actitud de marcha. A las relativas a Trajano, que muri el ao 117 de la Era cristiana, sigue la cuarta del Emperador Adriano, que muri el ao 138, y cuyo busto aparece en el anverso, con la inscripcin de la que se conservan las letras AVG. COS III, que parece hacen referencia a que fue tres veces Cnsul y Padre de la Patria, y en el reverso se ve una mujer sentada en el suelo apoyando su codo izquierdo sobre la roca de Calpe (Gibraltar), y con un ramo de olivo en la mano derecha. Representa esta figura a Espaa, aunque le falta la inscripcin Hispania, que tienen otras similares, y nicamente se distinguen las iniciales S. C. de Senatus Consulto. La quinta moneda es del mismo Emperador, y en anverso, en el lado izquierdo del busto, se lee la palabra HADRIANUS, no distinguindose el resto de la inscripcin, y en el reverso se ve una mujer de pie, apoyada en una columna o poste, sealando con la mano derecha un pequeo globo que hay a sus pies. Debe representar a la Providencia, ya que se lee casi completa esta palabra, adems de las referidas iniciales S. C. La moneda sexta es del Emperador Antonino Po, que falleci el ao 161, y alrededor de cuyo busto aparece en el anverso la inscripcin ANTONINUS AVG, a la que siguen otras letras ilegibles, y en reverso hay una mujer en pie, que representa la Equidad, y tiene una balanza en una mano y el cetro en la otra y las iniciales S. C. La ltima moneda, la sptima, fue hallada en febrero de 1904, y en anverso luce el busto de la Emperatriz Faustina, con la inscripcin DIVA FAUSTINA, relativa a la mujer de Antonio Po, la cual muri el ao 141, a los treinta y seis aos de edad, siendo elevada por su marido, despus de muerta, al rango de Diosa. En el reverso una mujer en pie, posiblemente representa a Ceres; tiene un cetro en la mano izquierda y extiende la derecha horizontalmente, sosteniendo en ella una pequea estatua y se lee parte de la palabra AVGVSTA, as como las iniciales S. C. Otra moneda romana, quiz un mediano bronce de Trajano, que se halla en el Museo Arqueolgico, apareci en Bilbao en el mes de julio del ao 1922 al excavar los cimientos de la casa nmero 8 en la calle de la Ribera. Se descubri a tres metros bajo la rasante de la calle, entre arenas y fangos del antiguo puerto, y nos comunica D. Jess Larrea, conservador del Museo Arqueolgico de Bilbao, que encontr tambin all en esa playa o fangal, utilizadas posiblemente para depsito de grasas, dos nforas del siglo quince o diecisis. Otras monedas romanas se conservan en el palacio de la Diputacin de Vizcaya (Fig. 4), en una vitrina, y posiblemente proceden tambin de la ra de Bilbao. La primera tiene cabeza de Trajano en el anverso, con la inscripcin IMP(erator) CAES(ar). NERVAE. TRAIANO. AVG(vstvs). GER(manicus). DAC(ivos). P(ontifex). M(aximux). TR(ibvnitia) P(otestatis). COS(Consvl). V(Quintus). P(ater). P(atriae), y en el reverso una

figura borrosa, que lo mismo puede ser la diosa de la Paz como Roma simbolizada con traje militar, y se trata de un Gran Bronce que vale un sextans. La segunda es de Adriano y representa la cabeza laureada de ste, con la inscripcin HADRIANUS. AVG(vstvs). COS(Consul) III P(ater). P(atriae), y en el reverso a Neptuno con el tridente y apoyado en un escabel, y la inscripcin NEP(tunus). R. y la S. C. de Senatus Consulto y en el interior de la orla una C, una O y alguna otra letra borrosa, y es tambin un sextans, Gran bronce. La tercera representa a Antonino Po con la inscripcin IMP(erator). CAES(ar). T(itvs). AEL(ivs). HADR(ianvs). ANTONINVS. AVG(vstvs). PIVS. P(ater). P(atriae)., y en el reverso la diosa de la Paz con el cuerno de la abundancia y las iniciales S. C. de Senatus Consulto. La cuarta lleva en el anverso la inscripcin IMP(erator). P(ivs). F.(ilvs), con la cabeza del Emperador, y en el reverso la diosa de la Paz con ramo de olivo y cetro, el S. C., y en el interior de la orla las letras PAX. AVGVSTI. La quinta, con el busto de la Emperatriz Sabina, que lleva diadema y peinado bajo, tiene la inscripcin SABINA. AVGVSTA. HADRIANI. AVG.(vsti). P(ater). P(atriae), y en el reverso aparece una vestal sentada con cetro, y la inscripcin VESTA. S. C., y se trata de un Gran bronce que vale un As. La sexta, que es otro Gran bronce, sextans, en torno a Faustina se lee FAVSTINA. AVG(vsta). PII. AVG(vsti) FIL(IA)., y al reverso se ve una figura de mujer con un nio al pie y la leyenda que es posible corresponda a VENERI. GENITRICI y las iniciales consabidas S. C. La sptima es otro busto de Faustina, con el DIVA FAVSTINA, y al reverso Ceres con dos espigas y una antorcha y la inscripcin AVGVSTA S. C. La octava es otra moneda, muy borrosa, quizs de la misma Faustina; y la novena, an ms difcil de descifrar, tiene una cabeza que es posible corresponda a la de un Emperador.

Fig. 4

Halladas en la ra y puerto de Bilbao hay otras cuatro monedas romanas que representan: una al Emperador Adriano, otras dos a la Emperatriz Faustina y una cuarta al Emperador Antonino Po. Esta ltima se conserva en la Junta de Obras del Puerto de Bilbao, y las otras tres, halladas en el abra bilbana, pertenecan a D. Jos San Sebastin, que don la de Adriano a D. Antonio Aguirre, director de la Junta de Obras del Puerto, y la Faustina a D. Javier de Ybarra, autor de este trabajo. 171

YBARRA Y BERG, JAVIER DE

EN EL RESTO DE VIZCAYA Como dice Balparda en su Historia Crtica de Vizcaya, la calzada que desde Herrera de Ro Pisuerga se diriga por Valmaseda a Bilbao, continuaba luego con Guernica a Bermeo. Ello es factible ya que la unin entre Bilbao y Guernica se ha realizado, al menos desde los primeros siglos de la Edad Media, por el camino que salvando el monte Archanda pasa por Larrabeza, villa de la iglesia juradera y el rbol histrico de Arechabalagana, en cuyo trmino se encontr en el siglo dieciocho un tesoro argenteo prerromano. Siguiendo ese camino, exactamente en lo alto de la carretera, desde donde se baja ya a Guernica, se encuentra en trmino de Meacaur de Morga una de las parroquias ms antiguas de Vizcaya, la de San Esteban en el barrio conocido ahora por el nombre de Guerquiz. Se redujo la parroquia a ermita antes del ao 1000, segn consta en la Historia de Vizcaya de D. Juan Ramn de Iturriza, que en 1770 fue testigo de la reconstruccin de la ermita por D. Juan Manuel de Guerquiz, y del descubrimiento, con este motivo, de varias estelas funerarias de la poca romana, que aparecieron entre los cimientos, siendo enterradas de nuevo algunas, y conservndose dos empotradas en los muros exteriores, en que ahora se encuentran, una al Norte y otra al Oeste. Esta ltima es de media vara en cuadro y segn el Padre Fidel Fita en su artculo La Era Consular de la Espaa Romana Lpidas de San Esteban de Guerquiz, publicado en el tomo LXI del Boletn de la Real Academia de la Historia, su inscripcin debe leerse, corrigiendo las lecturas anteriores: Ter(entius) Sempronie coiugi sue posuet memoria(m) cons(ulatu) CCCC (Fig. 5). Lo que ha de traducirse: Terencio a Sempronia, su mujer, esta memoria puso en el consulado 400. En el borde superior de la piedra se distingue un resto del coronamiento, que tendr grabada una escena semejante a la de la otra lpida.

De las dos lpidas romanas de San Esteban de Guerquiz, respecto a la primera, recortada por arriba y por abajo, acepta Gmez Moreno en su trabajo De Epigrafa Vizcana el texto conocido, con la advertencia de que el ao 400, relativo a cierta Era consular a que se refieren otros epitafios de Cantabria, no es posible reducirlo a la Era hispnica, por lo que queda el problema sin solucin; pero reconocida su importancia, dada la rareza de tales cmputos en la antigedad. En cuanto a la otra estela de Guerquiz (Fig. 6) no admite Gmez Moreno la interpretacin del Padre Fita y l lee sobre la oquedad arqueada y bajo el signo superior, que considera mal definido, suponiendo recortada la estela por el lado izquierdo: (Se) verinia co (ni) ugi suo salv (ia) nio Certimio Supone que los nombres citados son Severina y Salviano y que la ltima palabra pueda recordar a Crtina, ciudad celtbera citada por Livio, por lo que pudiera pensarse, con cierta duda, en un Certimiorum, como gentilicio.

Fig. 5

Se encuentra sta empotrada en el lado Norte de la ermita, como antes hemos dicho, y es de una vara de largo y palmo y medio de ancho. La lectura de su inscripcin a la vista de la fotografa y datos que D. Pablo Alzola, de la Comisin de Monumentos de Vizcaya, proporcion al referido Padre Fita, fue interpretada por ste como sigue: Esta memoria puso Terencia Hispana a su difunto esposo Salvio Ayo, ciudadano romano, en el ao 410. Alude el Padre Fita a la escena esculpida debajo del primer rengln que l lee memoriam posuit, en la que se distinguen tres rboles sombreando la efigie del difunto, cuyos brazos se hallan cados. Su viuda aparece con el cuerpo doblado hacia atrs como si fuera a desmayarse. 172

Fig. 6

Envi tambin el Sr. Alzola al Padre Fita el diseo de una tosca labor bilateral, que perteneca a un fragmento de tipo fnebre, coronado por dos rosetones circulares de doce radios cada uno. Y el comentario del sabio epigrafista a este fragmento de Guerquiz, del que no tenemos noticias dnde pueda hallarse, fue el decir que debajo del primer rosetn se vean trozos de letras, que tal vez indicaban un sepulcro doble de mujer y marido, y que parecan ser de buena poca, semejantes a las del epgrafe votivo de Forua, tambin en Vizcaya. Ante la afirmacin de Iturriza de que haban sido enterradas otras lpidas, practicaron en 1943 unas catas en los alre-

LO ROMANO EN VIZCAYA

dedores de la ermita de Guerquiz los seores D. Blas Taracena Aguirre y D. A. Fernndez de Avils, por encargo que les hizo la Junta de Cultura de la Excma. Diputacin Provincial de Vizcaya, como lo refieren en su Memoria sobre las excavaciones en el castro de Narvniz, pero estos trabajo hemos de lamentar que fueran infructuosos, aun cuando quedan por excavar los mismos cimientos de la ermita, lugar en el que posiblemente se encuentran las referidas lpidas. Otra prueba de la existencia de la va romana, que procedente de Bilbao, pasando por Guernica, conduca a Bermeo, y a la que alude D. Carmelo Echegaray en la Geografa del Pas Vasco Navarro, son los recuerdos de la poca romana, que se conservan en la anteiglesia de Forua. Labradas en mrmol de Ereo y ambas del siglo II como refieren los seores Taracena y Fernndez de Avils, en su Memoria sobre las excavaciones en el castro de Narvniz, son las dos lpidas romanas de Forua. Una de ellas, como dice D. Daro Areitio en un artculo publicado en octubre de 1906 en la revista Euskal-Erria, se descubri en 1906 al excavar el terreno que antao ocup un Convento de Franciscanos. Es un ara votiva (Fig. 7) que mide 86 centmetros de alto por 45 de ancho, y lleva la inscripcin: IVILIAE SACRUM M CAECILIVS MN TANVS PR SALV TE FVSCI FILI SVI POSVIT RAI QVINTIO FECIT Iviliae sacrum M(arcus) Caecilius Montanus pro salute Fusci fili(i) sui posuit. Rai(us) Quintio fecit. La traduccin del Padre Fita, que calific el ara votiva como preciosa, del siglo II, e insigne por su texto, dice: Consagrado a IVILIA. Esta ara la ha puesto Marco Cecilio Montano por salud de Fusco su hijo. Rayo Quincin la labr. En cuanto al hombre de quien labr la inscripcin, coincidimos con Taracena y Fernndez de Avils en leerlo de distinta forma que el Padre Fita, ya que se lee R QVONOS FECIT. Se encuentra ahora esta lpida votiva en el atrio de la iglesia de San Martn de Forua, utilizada como pila de agua bendita.

Fue hallada la segunda lpida romana de Forua, en 1911, en la ermita llamada de la Trinidad, al ser rebajado el suelo del interior de la ermita. Es una lpida funeraria sencilla (Fig. 8) de un metro cuarenta centmetros de alto por sesenta de ancho, y cuya inscripcin la ley el epigrafista D. Federico de Baraibar, como sigue: IVNIO NER F. Q. AEMILI ANO VXXV LARVSFC Iunio Ne(r) f(ilio) Q(uirina) Aemiliano(an) n(orum) XXV (Hil) larus f(aciendum) C(uravit). Con la traduccin: A Junio Emiliano de (Neri?) de la tribu Quirina, de 25 aos de edad, Hilario procur que se hiciese (este monumento). Consta el hallazgo de esta lpida romana, en la ermita llamada de la Trinidad (aunque est dedicada a la advocacin de San Gregorio Nacianceno) en acta de 4 de diciembre de 1911, de la Comisin de Monumentos Histricos y Artsticos de la provincia de Vizcaya, por carta que envi desde Guernica el cronista de las Vascongadas, D. Carmelo Echegaray.

Fig. 8

De la lpida de la parroquia de Forua, dice Gmez Moreno en su trabajo de la Epigrafa Vizcana, advirtiendo que Ivilia puede ser una desconocida advocacin local y que es inadmisible el Raius, ledo por el Padre Fita, que l lee: Iviliae sacrum M. Caecilius Montanus ro apslute Fusci fili sui posuit Quno fecit. Respecto al pedestal de la ermita de la Trinidad, advirtiendo que l no ve la C final, por lo que dice fecit y no faciendum curuvit; lo lee Iunio Neronis f. Q. Aemiliano an XX Gu. Iarus f.
Fig. 7

En 1945 se descubri en Forua, en el barrio de Urberuaga, por D. Salvador Muiz Calleja, la estacin prehis173

YBARRA Y BERG, JAVIER DE

Fig. 9

Es posible que la cantera que dar lugar a que desaparezca la referida cueva fuera la misma que como refiere Iturriza en su Historia de Vizcaya, se hallaba en la cercana y banda occidental del puentecillo inmediato a dicho convento de Franciscanos, cantera en la que hallaron una moneda de plata del tamao de una pieza de dos reales de velln, pero de mayor peso, con la efigie del Emperador Tiberio Csar en el anverso y la inscripcin TI. CAE DIVI AVG. E. AVGVST, y en el reverso PONTIF. MAX. Esta moneda con otras antiguas, entre ellas varias de diversos Emperadores, las recogi D. Antonio Joaqun de Loyzaga, vecino de Guernica. El descubrimiento tuvo lugar en 1762 con ocasin de sacar piedra de la referida cantera para construir la iglesia del Convento de Franciscanos, que se estableci en Forua, por haber sido trasladado desde la isla de Izaro, frente a Bermeo, en 1719, a una casa donada por D Angela de Estabajo. Despus de la primera guerra carlista, en el siglo pasado, construyeron los franciscanos su actual convento de Forua. El antiguo ya no existe, y como hemos dicho antes, en el solar que ocupaba es donde se encontr en 1906 la lpida votiva romana, y el solar no intentaron excavarlo los seores Taracena y Fernndez Avils porque se hallaba labrado y se hubieran encontrado desde luego con los escombros del antiguo convento. En cambio dichos seores realizaron catas en las inmediaciones de la ermita de la Trinidad, donde en 1912 apareci la otra lpida romana, pero el resultado fue infructuoso. Las dos lpidas romanas de Forua son de mrmol de las canteras de Ereo, a la derecha de la ra de Guernica. Quizs a esta bajara desde el lugar en que est emplazada la iglesia de Forua, un camino romano que en parte coincidiera con el relativamente ancho que conduce a la ermita de la Trinidad. Prescindiendo de este supuesto camino, que pudiera llevar hasta un puerto romano, la va continuaba por el interior, pasando sin duda por donde an se encuentran huellas, como dice Echegaray, junto a la Pea de Forua, luego por el puente de Busturia, en San Cristbal, y por Axpe. Como refiere D. Carmelo Echegaray en la Geografa del Pas Vasco Navarro, en el captulo dedicado a las Vas de comunicacin, entre Busturia y Bermeo se encuentran restos muy visibles de esa va, que dejando atrs Mundaca, salvaba el barranco de la Rosa por encima de la actual carretera de Mundaca a Bermeo. El criterio que sigue Echegaray es el de hallar esa va romana en los caminos que usaron en la Edad Media y junto a los cuales se levantaban las ermitas que servan de refugio al caminante. De Mundaca, dice Echegaray en otro tomo de esa Geografa, que posiblemente fue puerto romano. Indudablemente lo fue Bermeo, que no creemos fuera el Flaviobriga de los romanos, que nosotros suponemos en Bilbao, pero s quizs el puerto Vesperies romano que cita Plinio el Joven. En Bermeo hemos localizado recientemente una figura romana que mandamos trasladar a la Torre de Ercilla, desde la ermita del Cristo, debajo de cuyo altar mayor se encontraba. Se halla sin cabeza porque los pescadores creyendo que era la imagen de un santo, con una soga al cuello solan sumergirla en el mar, para atraer las costeras, y en una de esas ocasiones result decapitada. Han aparecido tambin en Bermeo, en dragados realizados en el puerto, varias monedas romanas, alguna de las cuales posee una seora bermeana.

Fig. 10

trica conocida por el nombre de cueva Pea Forua. Ha sido reconocida con todo detenimiento, ya que una cantera de piedra pone en peligro su conservacin. Se hallaron centenares de fragmentos de terra sigilata del siglo cuarto con caracte-

Fig. 11

res romanos (Figs. 9 y 10), as como otros trozos de cermica de culturas anteriores o de Hallstatt y Posthallsttica, y un lote de objetos de industria ltica, ocres en varios matices, carbn vegetal, fragmentos de vidrio romano decorado, trozos de bronce, restos humanos y ejemplares fosilizados de la fauna marina y terrestre. Especialmente destaca entre los descubrimientos romanos de Pea de Forua, una Diosa de la Fortuna (Fig. 11), que fue hallada en la cueva en 1946 y que hoy se custodia en el Museo Arqueolgico y Etnogrfico de Vizcaya. 174

LO ROMANO EN VIZCAYA

Tambin hay huellas romanas a la derecha de la ra de Guernica, y as no lejos de Ereo, de donde es la piedra de las lpidas de Forua, en trmino de Narvniz, se hall en 1814 una efigie de la diosa Juno o Venus, de ocho o diez pulgadas de alto, en las trincheras del castro de Gastiburu por un aldeano que construa en ellas su vivienda y que tambin encontr algunas piedras con inscripciones y otras de molinos de mano, que las meti en las cercas de las heredades de su nueva casa. En una comunicacin de 22 de septiembre de 1863 dirigida por el Alcalde de Narvniz a la Excma. Diputacin de Vizcaya, se cuenta lo que antecede y que:
Luego, en 1827, no s por qu antecedentes o noticias, la Diputacin de este M. N. y M. L. Seoro mand algunos ocho o diez peones para hacer excavaciones, mas no hallaron cosa notable. Llevaron la efigie a Bilbao, pero no pudieron dar con las piedras de inscripciones y de moler, porque el aldeano constructor de la misma casa no recordaba en qu puntos o parajes de las paredes de sus piezas o heredades las haba colocado o metido.

da con cruces en relieve, hallada junto a restos humanos en la cueva de Goico-lana (Berriata). Segn su descubridor J. M. de Barandiarn, es de tipo de la edad del hierro y parece ser de los primeros siglos del Cristianismo en el pas, desde luego anterior al siglo V.

El cronista de las provincias vascongadas, D. Carmelo de Echegaray, dice en el captulo Vas de Comunicacin de la Geografa del Pas Vasco Navarro, que la va romana que desde Bilbao iba a Bermeo, pudo enlazar en Larrabeza con otra que procediese del interior de Vizcaya, y siguiese poco ms o menos el trazado que hoy sigue la carretera de Erleches, y por el Gallo de Urgoiti (Galdcano), continuar en direccin a Alava por el valle de Arratia para salvar por el puerto de Barzar la cordillera que separa las cuencas del Cantbrico y del Mediterrneo, y una vez en Alava ir a buscar la anchurosa y clebre va de Astorga a Burdeos, que pasaba no lejos de Vitoria. Aade que de esta misma va pudo arrancar otra transversal que por el puerto de Urquiola bajara a Durango y saliera al Cantbrico por las mrgenes del Ibaizbal, pero nos interesa ahora la referencia a la va que desde Larrabeza pudo ir por el valle de Arratia hasta Alava, porque en ese camino, en la Merindad de Vedia, que luego se uni a la de Arratia, hall hace pocos aos en trmino de Lemona D. Jos Antonio Basanta, del Museo Arqueolgico Vizcano, cinco estelas romanas, de las que pasamos a ocuparnos. La actual ermita de San Pedro de Elorriaga, de Lemona, construida el ao 1910, aprovechando como se ve por el maderamen, pies derechos frontales, cabrios, las piedras del petril del prtico y la mampostera, los materiales de la primitiva ermita, que estuvo en el arbolar de Luzarra, a trescientos pasos del actual emplazamiento, tiene en sus cuatro ngulos esas cinco estelas (Fig. 12) empotradas en la pared. De estas cinco estelas de San Pedro de Elorriaga descubiertas por D. Jos Antonio Basanta, una de ellas, con una gran superficie lisa, en la que no se ven huellas, tiene picada en bruto la parte inferior, que haba de ir bajo tierra, y sobre ella hay un pequeo nicho como puerto de arco semicircular rebordeado y en lo alto tres discos, con picos a modo de estrella, que deja en medio algo que pudiera ser triscela.

En las excavaciones realizadas en 1943 por los seores Taracena y Fernndez de Avils, hallaron en el castro de Gastiburu, de Narvniz, que nos ocupa, fragmentos correspondientes a un vaso que calificaron como cermica romana de la tcnica llamada sigillata, y comprobaron que de los toscos molinos de mano uno se conserva en el casero Arrolagoicoa sirviendo de apoyo a un pie derecho. Este molino, as como el que procedente de dicho castro se halla en el Museo Arqueolgico de Vizcaya y que mide treinta y tres centmetros de dimetro mximo, es de piedra volandera, del tipo que ms abunda en los medios rurales del Imperio. En el Monumento Histrico y Artstico que es la cueva de Santimamie, de Coztzubi, fueron halladas dos monedas romanas que reproduce Balparda en su Historia de Vizcaya, diciendo que se hallan en el Museo Arqueolgico de Bilbao, en el que se custodian. Una de ellas pertenece al Imperio de Constante (340 a 350), segn la leyenda D. N. Constans P. F. Augustus. Tambin en Cenarruza, en el barrio de Bolvar, se encontraron en 1923 treinta monedas romanas, cuyo actual paradero se ignora, a pesar de que D. Gregorio de Balparda, en su Historia Crtica de Vizcaya, dice que se hallaban provisionalmente en el Museo Arqueolgico de Vizcaya, en donde no se encuentran. Ofrece Balparda fotografa del anverso y reverso de tres de estas monedas, dos representando a una Emperatriz y una a un Emperador. Para terminar la referencia a la Merindad de Busturia, diremos que, segn los Sres. Taracena y Fernndez de Avils en su Memoria sobre las excavaciones en el castro de Narvniz, y refirindose a la obra indita Prehistoria de Vizcaya. Un cuarto de siglo de investigaciones, del ao 1942, de D. Jos Miguel Barandiarn, comunicada al actual Marqus de Urquijo, entonces conocido como Marqus de Loriana, en trmino de la anteiglesia de Berriata y en su caverna de Goicolaucocoba se encontr terra sigillata. Alude tambin a este descubrimiento, en el captulo primero de su obra Santa Mara de Begoa en la Historia Espiritual de Vizcaya, D. Andrs Maarica, que basndose en referencia personal del propio Barandiarn, escribe:
Aunque una simple decoracin de cruces no sea por s sola argumento, dado que en ningn objeto ciertamente precristiano se ha hallado en nuestro pas, es un indicio digno de mencionarse la cermica de barro fino, como el saguntino, decora-

Fig. 12

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Nos ofrece Gmez Moreno, en su De Epigrafa Vizcana, la lectura de las otras cuatro estelas de Elorriaga. Una la encabezan dos bustos humanos (Fig. 13) dentro de un recuadro algo arqueado y la lee, interpretando sus ltimas lneas p(osuit) an(norum) p(lus) m(inus): D(ies) M(anibus) Secundianus Nocille uxori p an p m XX

Aunque con trazos inciertos (Fig. 15) se lee en la siguiente: Arrius VItali filio annorum X vi

Fig. 13

En las otras tres estelas, con trazos dobles formando cruz (Fig. 14), no cree que estos denuncien cristianismo, sino que se sumaron despus y de dos de las estelas consigna se encabezan con unos discos, uno con luna creciente, y los otros envolviendo flores de seis ptalos, que se cree simbolizan el sol, como degeneracin de la rueda gigante. Como sigue, interpreta Gmez Moreno la lectura de estas estelas: Tertius Aeliae contubernali monumentu posu(it) annorum XXXV

Fig. 15

Y muy gastada, como otras dos a lo menos, que estn en el suelo de la ermita; tambin con los trazos de cruz e ilegibles (Fig. 16), se lee en la ltima que ofrecemos: D(ies) M(anibus) Gracilis Rusticine uxori posuit ann L? XX

Fig. 14

Fig. 16

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LO ROMANO EN VIZCAYA

Para terminar la referencia a lo romano en Vizcaya, desde la Repblica hasta poca bien avanzada del Imperio, hemos de decir que quedan huellas de ese tiempo en toda la provincia. En las Encartaciones, por la que pasaban tres vas: la que iba a Laredo, atravesando Carranza; la que desde Medina de Pomar se diriga a Castro Urdiales por Valmaseda y Sopuerta, y la que de Valmaseda conduca por el valle de Salcedo a Bilbao; en la Merindad de Uribe, porque Bilbao era nudo posiblemente de tres comunicaciones: la va que bajando por Ordua seguira a la orilla del Nervin bifurcando quiz hacia Orozco; la que vena de Valmaseda, y la que parta hacia Bermeo atravesando las Merindades de Zornoza y Busturia; en la de Zornoza hemos de consignar adems la va que

supone Echegaray enlazaba en Larrabeza y discurra por tierras de las Merindades de Uribe, Vedia y Arratia, y por ltimo en el Duranguesado, que hemos dicho pudo recorrer la va que entrara en l por el puerto de Urquiola, despus de dejar atrs Ochandiano. A estos caminos an suma Balparda otros, como el que supone iba de Murgua por Amurrio a Valmaseda, y el que apartndose de la va de Ordua, en Mambliga, llegaba hasta Gordejuela y Sodupe (Gees) por el boquete de Angulo y Arceniaga, lo que justifica la existencia en Gordejuela de la estela romana de Zaldu.

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