Malvinas: Desafiando Al Imperio

El siguiente trabajo es un intento de búsqueda por la veracidad de lo
ocurrido durante el 2 de abril de 1982 y el 12 de junio del mismo año: La

Guerra de Malvinas. Es un intento de relatar de verazmente los hechos tanto
políticos como en el frente mismo de batalla, se confrontaran las versiones
inglesas contra las argentinas, la tarea de por sí es compleja y es mayor su
dificultad pues aún dentro de cada bando existen diferencias, ya que cada
persona interpreta los hechos de una forma distinta y es responsabilidad de
los lectores elaborar sus propias conclusiones. Desde ya deben saber que es
imposible bajo cualquier punto de vista no relacionar la Gesta con la más

cruel dictadura que haya sufrido nuestro país, es imposible separar la
historia de la política como bien dice el historiador Felipe Pigna cuyas obras
fueron una inspiración para este proyecto:
“…para muchos argentinos hablar de la dictadura o el menemismo

no es hacer historia sino política, como si ambas
disciplinas pudieran separarse y prescindir una de la otra.”
()
Las fuentes en las que se basa este ensayo son muchas y diversas, incluyen
bibliografías de autores argentinos y británicos, cuyos textos han sido
obtenidos solo en su idioma natal haciendo necesaria la traducción previa
del material. Así mismo, se obtuvo abundante material fílmico y testimonios
I.S.F.D.C.yT. Versión 0.025 César Aquino
Don Cristóbal de Aguirre cesarid.blogspot.com
grabados en video por varias empresas responsables de medios de

comunicación, entrevistas a compatriotas e ingleses, documentales
nacionales y extranjeros, todo en busca de un relato lo más cercano a la
realidad posible, resaltando los puntos en común y ofreciendo las distintas
versiones. Quedando a juicio del lector su aceptación o no. Cabe destacar
que finalizada la guerra, el gobierno británico clasificó todos los documentos
como “Clasificados” durante un periodo de 99 años.
2
La perdida perla austral

La frase “Las Malvinas son argentinas” hoy parecen más una expresión de
deseo que una realidad histórica, jurídica y geológica. Muchos recordarán a
la “infame” corbeta Clío que decidió plantar la bandera británica y entregar
los derechos a su majestad. Pero antes de llegar a ese punto, es necesario,
demostrar que la Argentina tiene derechos sobre ese territorio.
El archipiélago de Malvinas
El archipiélago de Malvinas son un total de doscientas pequeñas islas,

menos dos, las que para nosotros son llamadas Soledad y Gran Malvina, que
están separadas por el estrecho de San Carlos, (East Falkland, West
Falkland, y Falkland Sound respectivamente para los británicos). La
superficie terrestre de todo el archipiélago es de unos 12.173 km2, la isla
Soledad es la mayor de todas con unos 6.605 km 2 y la Gran Malvina le sigue
con 4.533. Esto incluye a las islas que están más próximas a ellas. El resto
de las islas menores suman en total unos 1.073 km2.
Este archipiélago, así como otros menores del Atlántico Sur forma parte de
la extensa plataforma continental argentina, pero ¿qué es una plataforma
continental? Desde un punto de vista geológico, constituye una
prolongación del continente y comparte su misma estructura. En otras
palabras es la superficie submarina que bordea cada continente. Su
profundidad tiene un promedio de 200 metros y terminan en una pendiente
continental cuya profundidad aumenta drásticamente. Como estas
superficies poco profundas reciben la mayor parte de la luz y albergan los
nutrientes, contiene gran parte de la vida animal y vegetal del océano,
además son objeto de perforaciones en busca de reservas de petróleo y gas
natural. De allí proviene el gran interés que tienen los gobiernos en
delimitarlas y explotarlas e hizo falta tres Congresos de la ONU referente al
Derecho Marítimo para evitar o intentar evitar nuevas disputas entre sus
miembros.
Historia de las Islas
Según los españoles, y argentinos, los primeros europeos en ver las islas
fueron los tripulantes de la nave de Esteban Gómez que se había separado
de la expedición que lideraba Fernando de Magallanes en 1520. Mucho
tiempo después, por el año 1600, un navegante holandés llamado Sebald
Van Weert las bautizó con el nombre Sebald, y son conocidas en Holanda
con ese nombre aún en algunos mapas actuales. Habiendo pasado nueve
décadas, un capitán inglés navega el estrecho que separa las islas mayores
y lo nombra Falkland Sound en honor al segundo Vizconde de Falkland.
Haciendo uso de una mayor creatividad que su “descubridor” holandés, las
islas son bautizadas como West Falkland y East Falkland de acuerdo a su
posición con el canal. En 1764 la isla Soledad (West Falkland) son
3
colonizadas por un grupo de franceses provenientes de Saint-Malo y son

llamadas Maluinas, posteriormente deformaciones de esta palabra dará
forma al nombre Malvinas. Los británicos harían lo mismo al año siguiente
en la otra orilla del canal. El gobierno español parecía haber olvidado que
las islas la descubrió un vasallo suyo siglos antes así que decide comprar a
Francia su parte en 1770 y gracias al Tratado de Tordesillas expulsó a los
británicos en 1774. Poco duró la permanencia ibérica en las islas, en 1811 la
Junta de Montevideo decidió que todas las fuerzas ubicadas en Puerto
Soledad sean enviadas a Montevideo. La primera colonia argentina fue
establecida por David Jewett, quien arribo a Puerto Soledad en 1820 bajo las
órdenes del Gobernador de Buenos Aires Manuel de Sarratea a efectos de
explotar los recursos del ganado lanar. En 1829 durante el gobierno de
Lavalle, se creó la comandancia política y militar de Puerto Soledad. Por la
zona habían varios barcos balleneros de distintas banderas que hacían
estragos en la fauna marítima, entonces, y con intenciones de proteger los
recursos propios, el Gobernador Viamonte prohíbe la caza de ballenas, pero
fue más una formalidad debido a que los isleños no contaban con los
medios necesarios para hacer cumplir la prohibición. Su sucesor, el
Gobernador Rosas decide reemplazar la prohibición con un impuesto en
1831, pero los barcos no se detenían en el puerto y no abonaban ni un solo
peso por la carga obtenida. Esta situación se hacía cada vez peor, entonces,
los colonos argentinos apresan a tres balleneros de bandera norteamericana
que estaban cargando pieles de foca sin permiso en las islas. La respuesta
fue inmediata y devastadora para la colonia. El 28 de diciembre, la fragata
estadounidense Lexington desembarcó en Puerto Soledad, aprisiona a seis
oficiales argentinos y deja indefensos a los colonos al destruir piezas de
artillería y quemar toda la reserva de pólvora.
Rosas realizó una protesta formal en Washington mediante su ministro

Maza, el cónsul Slacum y el encargado de negocios Bayle fueron expulsados
del país al ser declaradas personas no gratas. Los ingleses se enteraron de
lo ocurrido y fueron bien informados de la situación indefensa de las islas. El
2 de enero de 1833 la corbeta Clío llega a las islas, superados en armas y
hombres, Pinedo, Gobernador de las islas, no ofrece resistencia y regresa a
Buenos Aires con un grupo de personas. El gobierno argentino realiza una
protesta a la corona británica ante la cual no se molestan en responder.
Durante un tiempo un capataz francés llamado Juan Simón que estaba en la

isla hace varios años, en complicidad con el dueño de la única despensa de
la isla llamado William Dicksonexplotaron a los colonos argentinos pagando
con vales que no eran aceptados en la tienda, para colmo, tenían prohibida
la faena del ganado. Estos colonos “vivían” en las más terribles condiciones
hasta que un día un gaucho entrerriano de nombre Antonio Rivero se puso
al mando de una rebelión de ocho hombres (él incluido) y acabaron con las
vidas de sus opresores, enarbolaron la bandera nacional y esperaron una
expedición de Buenos Aires. En 1834 divisaron a lo lejos una fragata, pero
sus esperanzas de ayuda desaparecieron rápidamente al ver la bandera
británica en el mástil mayor. Durante dos meses ofrecieron una heroica
4
resistencia pero fueron apresados y enviados a Londres para ser juzgados,

sin embargo, la corte inglesa no encontró méritos para llevarlos a juicio
porque consideró que los hechos ocurrieron fuera de los dominios de la
Corona y fueron repatriados.
Las Malvinas Británicas
La población asentada en las islas tuvo un crecimiento demográfico muy

pobre, a cien años de su establecimiento como colonia solo contaban con
2.400 habitantes y ese número se redujo a apenas 2.000 en 1980.
Debido a su remota posición con respecto a Gran Bretaña y a la creación del

canal de Panamá, los ingleses fueron desviando su atención de las islas pero
sus labores de pesca y caza nunca disminuyeron. Antes de la unión de los
dos océanos mediante el famoso canal, el archipiélago era unazona de
permanente movimiento porque era usada como escala y punto de
descanso de las expediciones que debían llegar a Australia y Nueva
Zelanda. En tales condiciones los isleños desarrollaron una acento propio y
una cultura autóctona pero con muchos matices ingleses. A pesar de estar a
12.000 km de Inglaterra los colonos se vieron tocados muy de cerca por
varios acontecimientos mundiales, en 1914 por ejemplo, muchas familias
perdieron a sus seres queridos durante “la batalla de las Falklands”, un
enfrentamiento naval entre naves alemanas e inglesasdonde el Capitán
alemán Graff Spee se hundió con su buque insignia, casualmente en 1939
los isleños fueron afectados por la Segunda Guerra Mundial de un modo
muy particular, el HMS Exeter se detuvo en Stanley para efectuar
reparaciones durante la cacería de un buque alemán llamado Graff Spee en
honor a aquel gran capitán germano y que fue hundido en el Río de la Plata
por sus mismos tripulantes para que no caiga en manos de los británicos.
El fracaso argentino en la ONU
Con la creación de la Organización de Naciones Unidas, y amparándose en

el Derecho Internacional, Argentina inició un largo debate para recuperar la
Soberanía sobre Malvinas. Los avances fueron lentos y no muy
significativos, pero el solo hecho de que el tema estuviese en discusión era
un logro importante.
El 14 de diciembre de 1960, como uno de los resultados de la XV Asamblea

General de las Naciones Unidas, emana la resolución Nro. 1.514 llamada
"Declaración sobre concesión de la independencia a los países y pueblos
coloniales". "La conservación de la unidad nacional y de la integridad
territorial" sería el cuadro correspondiente al caso Malvinas. Al año
siguiente, se crea el Comité Especial de Descolonización, integrado por 17
países, que sería ampliado a 24 un año después. Tras dos años de debates,
se forman tres subcomités de trabajo, uno de los cuales consideró el caso
argentino, durante la discusión, la Argentina tuvo voz pero no voto. Como
era de esperar, el Canciller argentino consideró que las islas fueron
ocupadas por la fuerza, por su parte, Gran Bretaña afirmó que las islas eran
colonias, y la ONU determinó que el territorio (no así la población) de las
5
islas debía ser descolonizado, puesto que el caso se encuadraba dentro de

los artículos 73 y 74 de la Carta y de la resolución Nro. 1.514. Pero no todo
fue tan malo para la nación, se reconoció la disputa existente entre ambos
gobiernos, junto al nombre de "Falklands Islands" debía agregarse entre
paréntesis "Islas Malvinas", y se hacía referencia en el documento a tener
en cuenta los "intereses" y no los "deseos" de los malvinenses. Así mismo,
el Comité recomendó a las partes a entablar negociaciones.
En 1965, la cancillería argentina inicia tratativas con el gobierno británico

para lograr una solución pacífica, pero la respuesta fue tajante, Gran
Bretaña no tiene intenciones de discutir el tema de soberanía y desconoce
la Resolución Nro. 2.065 sobre descolonización.
Tras un periodo sin avances, y como consecuencia de la Resolución Nro.

2.065, se realizan conversaciones especiales que resultaron en la
"Declaración Conjunta de Buenos Aires" del 1 de abril de 1971 (ver Anexo
Nº ), donde se afirmaba el mutuo compromiso de mejorar las
comunicaciones, romper el aislamiento y atender, por parte de Argentina, a
los intereses de la población malvinense, es decir, aprovisionamiento,
asistencia y educación. Para ello, se creó una Comisión Consultiva Especial,
compuesta por delegados británicos y argentinos, concretándose en la
entrega de un documento a los isleños para pasar al continente y en la
exención recíproca de impuestos y privilegios en actividades relacionadas
con las comunicaciones. Al Reino Unido le competía establecer el tránsito
marítimo regular entre las Malvinas y el continente, en tanto nuestro país lo
haría en el modo aéreo.
Como parte del plan, en 1972, el gobierno argentino construye al norte de

Stanley una pista de aterrizaje para aviones de mediano porte, lo que
permite el puente aéreo Comodoro Rivadavia-Stanley, a cargo de la
Empresa LADE (Líneas Aéreas del Estado).
Este mutuo compromiso fue afectado en 1976, cuando el destructor ARA

"Almirante Storni" obliga, a una misión científica inglesa que estaba
estudiando el potencial petrolero de esas zonas del Atlántico Sur, a retirarse
de las aguas territoriales nacionales. Este hecho ocasionó la suspensión de
las negociaciones. El Comité Jurídico Internacional de la Organización de los
Estados Americanos, se expidió sobre lo sucedido y, reconoció de manera
inobjetable el derecho de soberanía sobre las Malvinas de la Argentina. Sin
embargo, pese a no contar con embajadores acreditados, la Fuerza Aérea
Argentina continúa con su labor de estrechar los vínculos con los isleños y el
continente. A comienzos de los 80, el Reino Unido analizaba un lease back
o arrendamiento de las islas por un largo periodo. Propuesta que no
satisfacía por completo el interés nacional, pero que significaba un cambio
radical en la actitud diplomática británica. Tras una década el primer vuelo
de LADE, los malvinenses disfrutaban de los servicios ofrecidos por la
Argentina, entre ellos:
6
• La utilización de aviones Fokker, F-27 y F-28 dos veces por semana, lo

que fomentaba el turismo y el comercio.
• Servicios postales y de carga en todos los vuelos posibilitaban la llegada
de correspondencia y material cultural, así como alimentos.
• YPF era la proveedora de nafta y querosén. Por vía aérea y marítima.
• Provisión de gas licuado en garrafas por parte de Gas del Estado.
• Maestros argentinos bilingües enseñaban español en Port Stanley.
• Becas para los jóvenes malvinenses que querían cursar estudios
secundarios en las mejores escuelas británicas en el país.
Los isleños, estaban agradecidos y eran corteses con los argentinos que
trabajaban en el puente aéreo, pero demostraban un claro rechazo a la
posibilidad de un cambio de soberanía y se manifestaban en contra de cada
avance de las negociaciones que suponía tal fin. Entre los mayores focos de
resistencia se encontraba una empresa dedicada a la explotación lanar y
que era dueña de casi la mitad del archipiélago, la Falkland Island Company,
que no veía ningún beneficio con un eventual cambio de soberanía.
En febrero de 1982, luego de 149 años de ocupación y 17 de negociaciones

infructuosas, el gobierno británico decidió no tratar más el asunto de la
soberanía en Asambleas de la ONU.
7
Recuperar para negociar…

El Proceso, la Armada y las Malvinas
Al incidente naval que involucro al ARA “Almirante Storni” y al Shackleton en

febrero de 1976 durante el gobierno de Isabel Perón, fue un preludio de lo
que vendría durante el autollamado Proceso de Reorganización Nacional que
derrocó al gobierno democrático. Retomar las Malvinas mediante un
despliegue naval fue siempre un anhelo de la Armada Argentina, quizás una
forma de redimirse o vengarse ante lo ocurrido allá por 1833, lo cual es
entendible, después de todo la función de esa fuerza es custodiar las aguas
territoriales y velar por su soberanía, la presencia de unas Malvinas en
manos extranjeras constituye un objetivo no cumplido.
Teniendo luz verde para probar la determinación británica, un barco de la

Armada se dirige hacia las Sandwich del Sur, en la Isla de Thule (59º27'S;
27º12'O), e izan una bandera nacional donde establecen una pequeña
estación científica. El lugar era tan remoto que las autoridades británicas
prefieren ignorar el hecho antes que enviar una misión a expulsar a los
argentinos. Pero en noviembre de 1977 en respuesta a unas provocativas
maniobras navales, los británicos envían una pequeña Task Force, que
consistía en un submarino y dos fragatas.
Ese mismo año, Argentina y Chile estuvieron al borde de una guerra por una
disputa territorial que databa desde 1881. Gran Bretaña fue elegida como
mediadora, dándole la razón a Chile, Argentina desconoce el fallo y los
dictadores Pinochet y Videla se reúnen en Mendoza en 1978 y acuerdan el
pedido de arbitraje del Papa Juan Pablo II, cuya negociación culminaría
recién en 1984 favoreciendo una vez más a Chile. Durante el peor momento
de la crisis, ambos países estaban en alerta máxima y realizaron
importantes despliegues militares navales, aéreos y terrestres. Estos hechos
tuvieron un importante eco en la guerra de Malvinas.
¿Gran Bretaña abandona a las Falklands?
A principios de los 80s el gobierno británico anunció una serie de medidas

que hicieron suponer a la Junta Militar que estaban abandonando a su
suerte a los kelpers. La "Home Office" decide en 1981 que el "Nationality
Act" no contendría excepciones para los isleños de las Falklands, esto
privaba automáticamente a los colonos de los derechos de la ciudadanía
británica. También fue anunciado que el futuro de la British Antartic Survey
Base asentada en Georgia del Sur estaba bajo revisión, así mismo, el
Ministerio de Defensa confeccionó un informe donde se recomendaba la
venta o reducción a chatarra de casi un tercio de la flota de superficie de la
Royal Navy. Incluidos los portaaviones livianos Hermes e Invincible y la nave
de desembarco Intrepid. Incluso, había especulaciones en la prensa sobre la
abolición de los Royal Marines. Otra decisión que tuvo un gran impacto
8
sobre la Junta, y que reforzaba sus ideas de abandono fue el retiro del
Endurance, un buque de protección antárctica, símbolo de la determinación
inglesa por retener sus intereses en el Atlántico Sur.
La suma de todos estos hechos, llevaban a una simple conclusión: Gran

Bretaña renunciaba a las Islas, y si cambiaba de opinión, sería incapaz de
defenderlas.
Planificando la Recuperación
El 16 de diciembre de 1981, el General Viola es sucedido por el General

Leopoldo Fortunato Galtieri, calificado por los ingleses como “amable
soldado, políticamente ingenuo y borracho”.
"El dictador argentino tiene la reputación de ser un borracho y

un jugador de póker, pero para los Estados Unidos es la mejor
opción. Lo preferimos antes que a la línea más dura de la Junta
Militar, y no tenemos apuro en empujar una transición a la
democracia."
Sec. Estado Alexander Haig

()
Se dice que Galtieri estaba dominado intelectualmente por el Comandante

en Jefe de la Armada, el Almirante Jorge Anaya. El Almirante poseía una
característica distinta a la elite argentina, era un anglófobo, pasó un año
como agregado naval en Gran Bretaña, lo que generó en él un profundo
rechazo a Gran Bretaña y a todo lo británico. Se cree que única razón por la
que apoyó a Galtieri fue para obtener el permiso necesario para llevar a
cabo su plan se expulsar a los británicos de Malvinas y de todo el Atlántico
Sur.
Desde principios de diciembre, el personal naval estaba planeando “bajo el

mayor de los secretos” el Proyecto Alpha, un plan para el establecimiento
clandestino de argentinos en Georgia del Sur, y por otro lado, la Operación
Azul, una invasión a gran escala de las Malvinas. En realidad, la idea de
invadir las islas ya rondaba por la cabeza de Massera en 1976.
Anaya: –Vea, Lombardo. Lo que le voy a decir es absolutamente

reservado. ¿Estrictamente confidencial, me entiende? –Le ordeno
que prepare un plan de desembarco argentino en las Islas
Malvinas. Usted debe ser el primero en el país que se entera de
esto. Sería conveniente, entonces, que el equipo que escoja para
colaborar en el planeamiento mantenga la boca cerrada. El
secreto es prioritario, ¿me entiende?
Lombardo: –Almirante, ¿qué va a pasar después de tomar las
islas?
Anaya–Usted no se preocupe por eso, porque no le compete.
Limítese a elaborar el plan para tomar las islas. El resto viene
después.
()
9
La Operación Azul estaba a cargo del Vicealmirante Juan José Lombardo, Jefe
de Operaciones Navales, involucraba las naves de guerra más poderosas de
Argentina, incluyendo el portaaviones 25 de Mayo así como tres mil infantes
de marina y la elite de la armada, los Buzos Tácticos. La primer versión del
plan fue terminada a mediados de marzo de 1982, inicialmente la invasión
estaba programada entre mediados de mayo y mediados de julio, Lombardo
quería ejecutarla el 9 de julio. Las razones de estas fechas van más allá del
simbolismo del Día de la Independencia. Se estimaba que para ese entonces
el Endurance ya no estaría en el Atlántico Sur, de esta manera se corrían
menos riesgos de detección y la oposición sería menor, el Endurance
contaba con dos helicópteros armados con misiles y un destacamento de
treinta Royal Marines que reforzaban la guarnición de Port Stanley. Además,
el clima hostil del Atlántico Sur estaría entrando en invierno y dificultaría las
tareas de las naves de Task Force británica en el "improbable" caso de que
respondan militarmente ante la invasión. Desde el principio, la falta de
organización real se hizo evidente, la invasión fue planificada sin que el
Ministro de Defensa, Amadeo Frúgoli, estuviese enterado, los primeros
rumores los escucho por un periodista en enero, y recién a finales de marzo
tuvo la información de primera mano.
Aquí hay una diferencia importante entre las fechas y lo ocurrido.

Primeramente, la versión oficial de la Fuerza Aérea Argentina, según figura
en su sitio web.
19 de marzo - Del buque ARA “Bahía Buen Suceso”

desembarcaron en Puerto Leith, isla San Pedro, obreros
argentinos de la empresa “Georgias del Sur”. Conforme los
términos de un contrato firmado y escriturado en Londres, entre
el argentino Constantino Davidoff y la "Christian Salvensen Co."
de Edimburgo, debían desmantelar una antigua factoría
ballenera.
20 de marzo - El embajador británico en Buenos Aires, Anthony

Williams, denunció ante el gobierno argentino el desembarco de
"apreciable cantidad" de militares y civiles en las islas Georgias.
Protestó porque habían izado la bandera argentina y cambiado
señales inglesas. Agregó que dichos incidentes fueron tomados
seriamente por su gobierno y que si los tripulantes no
abandonaban las islas inmediatamente, se tomarían medidas. La
cancillería argentina no hizo esperar su respuesta y el mismo día
contestó que el ARA Bahía Buen Suceso, era un buque de
transporte comercial sin personal militar a bordo, cuyas
actividades eran bien conocidas por las autoridades británicas y,
asimismo, que los hechos acontecidos no revestían importancia y
debían tomarse como tales.
21 de marzo - Zarpó de Port Stanley rumbo a Puerto Leith el

buque británico Endurance con infantes de marina para desalojar
10
a los obreros argentinos, según la intimación del gobernador de

Malvinas, Rex Hunt, de reembarcarse y retirarse en veinticuatro
horas.
23 de marzo - El ARA Bahía Paraíso, que se encontraba en las

islas Orcadas, fue desafectado de la campaña antártica y enviado
a proteger a los obreros antes que el Endurance procediera al
desalojo por la fuerza.
El gobierno argentino consideró que la amenaza de emplear al

Endurance era una verdadera agresión y que Inglaterra,
probablemente, enviaría unidades navales a los mares del sur, lo
cual tornaría imposible cumplir la alternativa militar.
La versión inglesa de lo ocurrido tiene discrepancias en cuanto a las fechas,
pero el resultado es casi el mismo.
Cómo parte del proyecto Alpha, en diciembre de 1981,

Constantino Davidoff y un grupo de 41 hombres desembarcan en
la isla de Leithe, en la costa noroeste de Georgia del Sur,
aparentemente para conducir una observación preliminar de una
estación ballenera en ruinas en vista de su demolición. Davidoff
mordazmente rehúsa reportarse en la base británica estacionada
en Grytviken, unas 30 millas al este, donde deberían ser selladas
sus visas de entrada, una falta al procedimiento legal que
eventualmente eleva una protesta formal por parte de Londres. El
9 de marzo de 1982 Davidoff y sus hombres regresan a Leith a
bordo del transporte argentino Bahía Buen Suceso, una vez más
rehúsa cumplir con el trámite legal de entrada y esta vez iza la
bandera argentina.
En Buenos Aires, el embajador británico realiza una protesta

formal por los hechos de Davidoff. Una actitud muy diferente es
tomada por el Gobernador de las Falklands, Rex Hunt y su amigo
el Capitán Nick Barker, comandante del Endurance, quien arribó a
Stanley el 19 de marzo. Ambos pensaban que la presencia en
Leith era una provocación designada para medir la resolución
británica. Hunt convence a la Oficina de Asuntos Exteriores
(Foreign Office) que le permita enviar al Endurance hacia Georgia
del Sur con un grupo de 22 Royal Marines con la misión de
expulsar a los argentinos o bien, defender el puerto Grytviken.
Anclaron en Grytviken el 24 de marzo, para entonces, el
“incidente de Davidoff” había sido discutido en la Cámara de los
Comunes, la prensa británica informa que es inminente la partida
de submarinos nucleares para la protección del Endurance. Según
indican, el 25 de marzo el submarino nuclear Superb abandona
Gibraltar hacia el Atlántico Sur.
11
El 25 de marzo, durante una reunión de la Junta, Anaya, basándose en la

información vertida por la prensa británica demandó que la Operación Azul
sea lanzada antes del 10 de abril o de lo contrario el Atlántico Sur estaría
"infestado" de submarinos nucleares. La Junta accede a los pedidos de
Anaya, la Operación Azul pasa a llamarse Operación Rosario. En la Base
Naval del Puerto Belgrano La Fuerza de Tareas Anfibia 40 se apresta para
realizar la misión. Se destacan el buque Cabo San Antonio, cargado con 20
vehículos de desembarco anfibio, así también el transporte Isla de los
Estados. En conjunto albergaban unas 900 tropas, la mayoría del 2do
Batallón de Infantes de Marina, apostados en Puerto Belgrano además de la
elite de la Armada, el Cuerpo de Buzos Tácticos. Las escoltas serían los
destructores Hércules y Santísima Trinidad, sumándose las fragatas
Drummond y Granville. Proveerían una cobertura más lejana el portaaviones
25 de Mayo escoltado por las restantes embarcaciones de la Armada.
Tal despliegue de fuerza no fue ignorado por la estación de escucha

electrónica británica, la GCHQ Chetelnham, que capto el tráfico de radio de
la tropa, según cuentan sus registros, notaron que la Armada Argentina
estaba llevando a cabo "un ejercicio de gran escala". Durante la mañana del
31 de marzo, Chetelnham intercepta un mensaje al submarino Santa Fe
donde se le ordenaba realizar un reconocimiento terrestre de una playa al
oeste de Port Stanley en las primeras horas del 2 de abril. El Gobernador
Hunt fue puesto al tanto de la situación y junto con el Mayor Mike Norman,
comandante del destacamento de Royal Marines deciden tomar las medidas
necesarias para resistir lo mejor posible la llegada del contingente
argentino.
El primero de abril, el representante argentino en la ONU, presenta una nota

ante el Consejo de Seguridad, informando sobre la intransigencia del Reino
Unido para reactivar las negociaciones sobre soberanía de las islas en
disputa, y su amenaza del uso de la fuerza para expulsar a los trabajadores
argentinos de la ISLA SAN PEDRO, aclarando, una vez más, que los mismos
habían cumplido con todos los trámites legales acordados entre ambos
países.
Esta conversación telefónica sucedió a las 22 hs:
"REAGAN: Señor Presidente, tengo noticias confiables de que la

Argentina adoptará una medida de fuerza en las Islas Malvinas.
Estoy, como Ud. comprenderá, muy preocupado por las
repercusiones que una acción de ese tipo podría tener. Quiero
manifestarle, señor Presidente, la preocupación de los Estados
Unidos y la necesidad de que se encuentre una alternativa al uso
de la fuerza.
"GALTIERI: Ante todo quiero agradecerle su preocupación, señor

Presidente. Deseo recordarle que mi país ha mantenido en ese
litigio con Gran Bretaña una actitud permanentemente favorable
a la negociación, como lo demuestran los diecisiete años de
12
conversaciones infructuosas en el marco de las Naciones Unidas

que hemos encarado con una nación que, hace más de un siglo y
medio, usurpó por la fuerza un territorio que, por derecho,
pertenece a la Argentina. "Nuestra vocación negociadora sigue
siendo inalterable, pero también la paciencia del pueblo
argentino tiene un límite. Gran Bretaña ha amenazado a
ciudadanos argentinos que se encuentran legítimamente en las
Islas Georgias del Sur y mi gobierno tiene la obligación de
protegerlos. (...)
"REAGAN: Ese reconocimiento es imposible en estos momentos.

Si la alternativa es un desembarco argentino, el Reino Unido le
dará, le aseguro señor Presidente, una respuesta militar. ¿Qué
sucederá con los isleños, señor Presidente?
"GALTIERI: Tenga Ud la certeza de que el gobierno argentino

ofrecerá expresamente todas las garantías a los habitantes de las
Islas Malvinas. Mantendrán su libertad, su libre albedrío, su
propiedad. Podrán permanecer en las islas o emigrar a Gran
Bretaña, según lo estimen conveniente. Podrán optar por ser
ciudadanos argentinos o británicos, y podrán emigrar a los
Estados Unidos si lo desean.
"REAGAN: Señor Presidente, creo que es mi obligación advertir a

Ud. que Gran Bretaña está dispuesta a responder militarmente a
un desembarco argentino. Así me lo ha hecho saber el Reino
Unido. Además, la señora Thatcher es una mujer muy decidida y
ella tampoco tendrá otra alternativa que una respuesta militar. El
conflicto será trágico y tendrá graves consecuencias
hemisféricas."
()
La Operación Rosario, es ejecutada a las 23:45.
Operación Rosario
La Agrupación de Buzos Tácticos, transportada por el Submarino Santa Fe,

desembarca y toma el control del Faro San Felipe sin encontrar resistencia.
A las 06:35 los comandos anfibios alcanzan el cuartel general de los Royal
Marines ubicado en Moody Brook. Según la versión argentina lo encuentran
desierto y luego avanzan hacia Port Stanley, sin embargo la versión inglesa
indica que los comandos destruyen la barraca con fuego de armas
automáticas y con granadas de fosforo blanco. Comenta un “Para” inglés
cuando ve el cuartel mientras marchaban hacia Puerto Argentino:
"...Si los Marines hubieran estado en ese cuartel la noche de la

invasión argentina, todos habrían resultado muertos. El lugar
13
estaba destruido. No había dudas de que se habían propuesto

matar a los marines..."
Kevin Connery 3º Para

()
Simultáneamente, los vehículos que transportaban la Sección del
Regimiento de Infantería 25 (RI25) al mando del Coronel MOHAMED ALÍ
SEINELDÍN, toca playa en la costa norte y se dirigen al aeropuerto, lo
ocupan casi sin encontrar resistencia. Según algunas versiones del ejército y
del sitio oficial de la Fuerza Aérea. Pero un miembro del Grupo de
Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea da una versión diferente:
Escuchamos por el parlante del avión
— ¡No podemos aterrizar, se está combatiendo en el Aeropuerto,

no han encendido las balizas (como estaba previsto); hay una
ametralladora 12,70 de ellos en la cabecera de pista!
Luego:
— ¡Atentos que ahí vamos; tomar los dispositivos de combate,

Suboficial Barros, cubra puerta derecha, Suboficial Martínez la
izquierda!
— "Abrir puertas y bajar plataforma, atentos con la ametralladora
de la cabecera, preparado el G.O.E. para el asalto, se está
combatiendo duro.
()
Finalizado el combate, un grupo adopta posiciones defensivas mientras que

otro se encarga de liberar la pista de aterrizaje de los camiones y tractores
que ocupaban parte de la misma. A las 07:30 el aeropuerto es declarado
seguro. Para entonces, el Batallón de Infantería de Marina 2 (BIM 2) ocupa la
capital. La resistencia inglesa se focaliza en la casa del gobernador, a unos
kilómetros al oeste de la capital, asediados por todos los frentes los
británicos resisten, pero sus municiones son escasas y enfrentando la
posibilidad de una masacre, el Gobernador Hunt decide la rendición de la
isla. Durante este enfrentamiento cae el primer argentino en batalla,
Capitán Pedro Edgardo Giachino y dos más son heridos. Los ingleses por su
parte sospechaban de 5 muertos y al menos 17 heridos, pero no las pueden
confirmar. El ex-gobernador Rex Hunt vestido con su traje ceremonial se
rehúsa a formar parte de la formalidad militar donde se produce el cambio
de pabellones y posteriormente es trasladado al continente donde es
embarcado en un vuelo con destino a Montevideo, lo mismo ocurrirá con los
prisioneros de la Royal Marine días después.
El plan se había concretado como lo solicitaba la Junta, sin bajas entre los
ingleses, no porque los militares sean “derechos y humanos”, más bien era
un motivo por el cual los Estados Unidos se mantendrían neutrales, o eso
creía la Junta:
14
De acuerdo con un persistente rumor, el presidente Galtieri usó al

ex Director Asistente de la CÍA para sondear la política de Estados
Unidos en el caso de una recuperación militar argentina de las
Malvinas. Reiteradamente Walters opinó sobre una hipotética
instancia de neutralidad norteamericana con la precondición de
que los argentinos no mataran británicos al recuperar las islas.
Fuera por razón de creencia o de coincidencia, los argentinos
evitaron escrupulosamente cualquier baja británica o isleña
durante la invasión.
()
El Presidente Galtieri sale al balcón de la Casa Rosada:
"Hemos recuperado, salvaguardando el honor nacional, sin

rencores, pero con la firmeza que las circunstancias exigen, las
Islas Australes que integran por legítimo derecho el patrimonio
nacional. (...) Este pueblo que yo trato de interpretar como
Presidente de la Nación va a estar dispuesto a tender la mano en
paz con hidalguía y la paz con honor, pero también dispuesto a
escarmentar a quien se atreva a tocar un metro cuadrado de
territorio argentino".
A Varios kilómetros de Malvinas, el 3 de abril, sucede la batalla por las

Georgias del Sur. Aquí hay cuatro versiones de lo ocurrido: la versión oficial
del Ejército Argentino. Y tres con varias diferencias por parte de los
británicos.
Versión Oficial del sitio web del Ejército Argentino:
“El Grupo Naval Antártico de la Armada Argentina tomó posesión de

las islas Georgias del Sur sin encontrar mayor resistencia por parte
del grupo de Infantería de Marina Británica que las guarnecía.”
Según el libro “Falklands Wars 1982” (traducción no oficial) (Anderson,
2002)
“La fragata Guerrico arriba a Leith en Georgia del Sur, un

helicóptero Puma y dos Alouettes intentan desplegar tropas en
Grytviken, el Puma sufre muchos daños por parte de los Royal
Marines y se estrella matando a todos a bordo. La fragata se acerca
hasta la entrada del puerto pero se retira luego de ser golpeada por
varios impactos de fuego antitanque y armas pesadas. Una vez a
salvo de los ataques, inicia un bombardeo con sus cañones de 100
mm. Hostigados por el fuego naval y siendo flanqueados por la
infantería argentina que logró desembarcar de los Alouettes, el
comandante de 22 años, Teniente Keith Mills ordena a sus hombres
el cese al fuego.”
Según el libro Battle for the Falklands (1) Land Forces (traducción no oficial) “
()
15
A las 12:30 del 2 de abril el Bahía Paraíso fue avistado. Al día

siguiente envío un mensaje anunciando la rendición de las
"Malvinas" y sus dependencias.(...) Los argentinos instaron a los
defensores a reunirse en la playa y rendirse. Para entonces la
fragata Granville había entrado en la bahía y un helicóptero la
sobrevolaba. El Bahía Paraíso fue informado de la presencia en la
isla de militares británicos con orden de resistir el desembarco. (...)
La fragata se retiro a mar abierto, un helicóptero aterrizó y bajaron
ocho Infantes de Marina argentinos a unos 50 metros, uno de ellos
apuntó al Tte. Mills, quien volvió a su posición defensiva. Los
argentinos abrieron fuego, y otro helicóptero descargo tropas del
lado opuesto de la bahía, quienes dispararon con armas
automáticas. Los Royal Marines contestaron el fuego. Sus rondas
automáticas impactaron en el helicóptero Puma, que se tambaleo a
través de la bahía dejando una estela de humo, y estrellándose,
ninguno pudo salvarse. Dos helicópteros Alouette que descargaron
tropas a través de la bahía fueron atacados. Uno de ellos sufrió
severos daños y consigue aterrizar pero quedando fuera de
combate.(...) La fragata regreso a la costa y comenzó a brindar
soporte de artillería a las tropas argentinas. Poseía un cañón de 3.9
pulgadas, pero parece que en esta ocasión utilizó sus pares de
40mm. El Tte. Mills ordeno a sus hombres que no disparen hasta
que esté bien adentro de la bahía, con menos chances de realizar
maniobras evasivas, y después fue atacada con un arma anti
tanque de 84 mm disparado por el Marino Dave Combes, la ronda
del “Carl Gustav” golpea el agua a unos 10 metros del barco y
rebota en el casco, perforándolo cerca de la línea de flotación. La
fragata giró para evitar futuros ataques y mientras lo hacía fue
alcanzada por disparos de armas pesadas y rifles, un oficial
argentino reportó luego más de 1000 impactos. Al menos dos
rondas de LAW 66mm golpearon cerca de la torreta frontal atorando
su mecanismo de elevación, y, de acuerdo a un reporte, una
segunda ronda de 84mm golpeó el lanzador Exocet, el cual por
fortuna para la tripulación no explotó. Alejándose rápidamente del
alcance de las armas pequeñas, el Granville continuo disparando en
apoyo de las tropas que estaban flanqueando la position británica.
Luego de causar ciertas bajas, y con una retirada cortada excepto

por la ladera de la montaña, el Tte. Mills toma la iniciativa de
parlamentar con un oficial enemigo. Hizo hincapié en que ambos
estaban en una situación desesperada, de continuar con la lucha,
ambos sufrirían muchas bajas, y para evitarlo estaba listo para
rendirse. Tenía un hombre herido y había cumplido con su meta de
obligar al enemigo a usar la fuerza. Garantizó un buen trato para
sus hombres.”
16
Según el libro: Battle for the Falklands (2) Naval Forces (traducción no
oficial) (Watts, 1982)
“Al díasiguiente los 22 Royal marines apostados en South Georgia

fueron desbordados. Antes que el Tte. Mills se rinda, sus hombres
derribaron dos helicópteros, un Alouette III y un Puma. Mataron
entre diez y quince enemigos e infligieron serios daños al Granville
con cohetes anti-tanque. Mientras el Endurance, armado solo con
dos cañones de 20mm y dos helicópteros Wasp esperó mar adentro
y por un tiempo siguió al Bahía Paraíso.”
Como han observado, las tres versiones inglesas coinciden en lo ocurrido,
pero la primera difiere en cuanto a la fragata argentina que participó en el
ataque. Y las tres son totalmente opuestas a la versión que se encuentra en
sitio web del Ejército Argentino.
17
Si quieren venir que vengan…

La Reacción Británica
Durante una reunión de la Comité de Inteligencia Conjunto (Joint Intelligence

Comittee) británico realizada el 31 de marzo, entre otros varios puntos, se
discutió el tema Malvinas. Se llegó a la conclusión que, conducir una
operación militar a 8000 millas de la base, con situaciones climáticas
adversas, y contra un enemigo más números y bien equipado sería, en el
mejor de los casos, problemático. Al día siguiente se consideraba que la
respuesta debería estar en manos de los diplomáticos. La Primer Ministro,
Margaret Tatcher, estaba preocupada, la situación política en su país era
muy mala, pocos meses atrás se enfrentó a huelgas masivas y disturbios en
más de cuarenta ciudades, el desempleo crecía y bien sabía que la noticia
de una invasión arruinaría su gobierno. En estos días, el Ministro de Defensa
se encontraba en una conferencia en Nueva Zelanda, entonces, el Jefe del
Almirantazgo (First Sea Lord), Almirante Sir Henry Leach, se entrevista con
la Primer Ministro, su informe contradecía al Comité, reconocía que un
reconquista armada sería difícil y peligrosa, pero no imposible y en todo
caso, no tenía otra elección. Simultáneamente a la operación Rosario, la
Task Force estaba siendo comisionada.
Cuando llegan las noticias del 2 de abril, el impacto en la moral británica fue
tremendo. Un dictador sudamericano invadió suelo británico, y sus soldados,
entre los cuales había sospechosos de ser torturadores y asesinos tenían a
su merced a sus compatriotas ingleses. Para colmo de males, las primeras
fotos mostraban a soldados jóvenes británicos de bruces en la arena.
Unas cuantas páginas atrás, destaque el hecho de que la invasión se realizó

“bajo el mayor de los secretos” entre otras cosas debido a esto:
A principios de febrero, no recuerdo bien si en “The Times” o en

“The Daily Telegraph” o en un tercer diario en inglés, pero con
seguridad en una página interior y a una columna, se publicó un
título del siguiente tenor: '¿Serán invadidas las Malvinas?'. ¿Cómo
aceptar, pues la verosimilitud de que los británicos fueran tomados
tan de sorpresa el 2 de abril, si la invasión era un tema debatido
en los diarios londinenses?
()
El 3 de abril, Tatcher y su gabinete sufren una tormenta de críticas durante
una sesión de emergencia en la Casa de los Comunes. Lord Carrington,
Secretario de Asuntos Exteriores y dos ministros más son obligados a
renunciar. Para sorpresa de Galtieri, la "Dama de Hierro" anuncia que se
llevará a cabo la remoción forzosa de los argentinos de las islas si fallaba la
misión diplomática. Es decir, a la Task Force le tomaría casi un mes llegar
18
hasta las islas, y ese era el tiempo que tenían los diplomáticos para llegar a
una solución pacífica. La situación era muy complicada en realidad. Por un
lado la Task Force leal a su Comandante en Jefe, y por el lado de los
diplomáticos, el nuevo Secretario de Asuntos Exteriores Francis Pym,
algunos sectores del partido conservador creían que su interés de llegar a
un acuerdo con Argentina tenía la intención de dañar a su rival político.
Como respaldo a estas sospechas se encontraba el hecho de que el
Secretario de Estado Norteamericano, Al Haig, era un viejo amigo de Pym, y
estaba llevando a cabo una gestión relámpago de diplomacia.
En la ONU se llevo a cabo una sesión de urgencia del Comité de Seguridad,

donde Gran Bretaña es miembro permanente y tiene derecho a voz, voto y
veto. La Resolución 502 fue aprobada, la misma exigía el retiro argentino y
la iniciación de negociaciones. Votaron a favor de la resolución en contra de
la Argentina: EE.UU., Francia, Guayana, Irlanda, Japón, Jordania, Togo,
Uganda, Zaire y Gran Bretaña. Se abstuvieron: Unión Soviética, China,
Polonia y España. En contra sólo votó Panamá.
En este mismo día, Francia decide suspender sus exportaciones pactadas de

misiles Exocet, aviones Super Etendard y motores de los Pucará. Lo cual
tendrá un impacto muy importante en la habilidad Argentina de atacar y
defenderse durante el conflicto. Acciones similares serán tomadas por la
Comunidad Económica Europea que realiza un embargo de comercio por un
mes con la posibilidad de ampliarla. El Reino Unido había completado de
inmediato su plan de aislar a la Argentina. Todas sus cuentas bancarias
ubicadas en Londres habían sido congeladas. Por su parte, el gobierno
argentino tomó medidas que difícilmente afecten al desarrollo de las
actividades diplomáticas o militares, prohíben a los Beatles y toda influencia
cultural británica en el país.
El gobierno argentino aún mantenía su esperanza de recibir el apoyo

norteamericano, todo esto amparado en la buena relación que Galtieri tenía
con el Presidente R. Reagan y Al Haig; el embajador estadounidense en la
ONU, era amigo del Ministro de Asuntos Exteriores Costa Méndez. Estos
hechos totalmente incipientes hacían imaginar a la Junta que los Estados
Unidos de América favorecerían a la Argentina frente a su eterno e
incondicional aliado. Además, la Junta había erradicado la amenaza
comunista en el país y en los alrededores gracias al infame Plan Cóndor,
incluso en la guerra en Nicaragua y centroamérica.
La injerencia militar argentina en Centroamérica se inició en 1976

pero alcanzó su grado máximo durante la dictadura de Galtieri: el
19 de marzo de 1982 dos "halcones", el general Suárez Masón y el
ex jefe de la Policía Provincial, el general Ramón Camps, crearon la
empresa SMC S.A., destinada a vender armas a la contra
centroamericana. El 8 de abril del mismo año Galtieri, su canciller
Costa Méndez, el ministro de Defensa Amadeo Frúgoli y el de
Economía Roberto Alemann, firmaron el decreto secreto 721 por el
que se autorizó a Fabricaciones Militares a vender armas y
19
municiones al régimen salvadoreño de ultraderecha encabezado

por Roberto D'Abbuison.
()
“Los argentinos habían creído que tenían una importancia

disparatadamente exagerada para EEUU”
Margaret Thatcher
El 4 de abril, el apoyo estadounidense se materializo cuando permitió a la

Task Force utilizar la base ubicada en la Isla Ascensión, a mitad de camino
entre las islas y el Reino Unido. Estratégicamente hablando esto fue muy
importante para los británicos, permitió que puedan reorganizarse y
definirse las cadenas de mandos entre las fuerzas que debían actuar
durante la operación.
El 5 de abril, parte desde Porthmouth la Task Force, en total serían unas 140,
pero las puntas de lanzas serían:
• 2 portaaviones.
• 16 destructores.
• 3 Fragatas.
• 6 Naves de Desembarco Logístico.
• 2 Naves de asalto.
• 15 submarinos nucleares.
• 11 submarinos diesel.
Además de la flota de guerra, naves de lujo como el Crucero Canberra y el

Queen Elizabeth II fueron requisados, así como varios otros navíos
mercantes. Los submarinos nucleares Conqueror, Spartan y Splendid debían
adelantarse hasta las Malvinas con la misión de bloquearlas y buscar y
destruir los submarinos argentinos.
Al día siguiente, el Presidente de los Estados Unidos Ronald Reagan es

designado como mediador.
"Estados Unidos tenía un interés muy especial y profundo en evitar

la guerra, en que hubiese un arreglo pacifico... Yo pensaba que
teníamos más que perder que cualquiera de los combatientes
potenciales"
Jeanne Kirkpatrick Embajadora norteamericana ante la ONU 1981-

1985
()
El 7 de abril, se toma la decisión de convocar las clases ’62 que había sido
dado de baja y a la clase ’63 con apenas 45 días de “entrenamiento”.
"... Estaba acostado a las 6 de la mañana cuando vino un policía con

los papeles que me obligaban a presentarme para ir a la guerra. Mi
madre me dijo: "No, no vayas. Te voy a esconder en el sótano de un
20
vecino". Yo le contesté: "Prefiero morir defendiendo la patria a que

me maten en la puerta de mi casa por cobarde. Me voy a
presentar."
Soldado Clase 62 Jorge Altieri
"El entrenamiento era "baile" desde el principio. Nos despertamos a

las cinco de la mañana y nos vestíamos en un minuto... Luego había
una inspección seguida de un baile...
Soldado Paracaidista Germán Chamorro, clase '62

()
El 8 de abril, Alexander Haig se entrevista con Margaret Thatcher, su misión
era morigerar el deseo belicoso de la Primer Ministro, en la reunión,
Thatcher demostró su enojo por la lentitud en la que el gobierno
norteamericano daba su apoyo a la causa británica. Estados Unidos estaba
realmente muy preocupado por la situación, temía que un apoyo directo a
Gran Bretaña despertara en toda la región un sentimiento anticolonialista y
que el descontento sea aprovechado por los soviéticos para “invadir” el
continente desde el sur. Además, las ventas de cereales desde la Argentina
hacia la Unión Soviética podría aumentar la afinidad entre ambos, ante una
eventual derrota y derrocamiento del gobierno militar. Queda claro que el
gobierno “Prodemocrático” de los Estados Unidos nada quería saber de un
regreso de la democracia a los países del Cono Sur, pues tenían buenos
resultados con las dictaduras sudamericanas.
Mientras tanto, se da inicio al puente aéreo entre el continente y las islas

con el objetivo de reforzarlas y equiparlas para la defensa. El 10 de abril, el
Presidente Galtieri, toma el juramento del General Menéndez como
Gobernador de las Malvinas, hay versiones que indican que durante su
juramento, el mástil donde flameaba la bandera argentina se rompe por el
viento y cae en el barro, lo cual es tomado por los lugareños como un buen
presagio.
Los ingleses cuentan que al principio los soldados argentinos intentan

establecer contactos amistosos con los civiles, pero la fama de torturadores
y asesinos se materializó cuando el jefe de policía local fue relevado por el
oficial de inteligencia argentino Mayor Patricio Downling, de origen irlandés,
quien reveló que en Buenos Aires había expedientes de unos quinientos
habitantes de las islas.
Las conversaciones de paz no progresaban, el Papa Juan Pablo II, consciente

que la Unión Soviética podría fortalecerse gracias a la guerra, pedía que
ambos países depongan actitudes extremas y lleguen a un acuerdo. Para
entonces, la Task Force ya había bloqueado las islas, mientras que la flota
argentina estaba en los puertos. Durante una comunicación telefónica,
Galtieri comunica a Reagan que existía la voluntad para llegar a una
solución pacífica. En un intento de boicotear las negociaciones, el Reino
21
Unido anuncia que cualquier nave o aeronave que afectara a la Task Force,
militar o civil, sería considerada hostil y sería atacada.
El 15 de abril se realiza la recordada maratón televisiva para recaudar

fondos. Para ello fue creado mediante el decreto 753, el Fondo Patriótico
Malvinas Argentinas, nunca se hizo una rendición exacta de cuánto dinero
se recaudó, ni se sabe a ciencia cierta para que fueron destinados los
fondos.
El 19 de abril, Costa Méndez pidió la aplicación del Tratado Interamericano

de Asistencia Recíproca (TIAR) ante la OEA, un acuerdo por el cual, todos los
países de América deberían cooperar militar y políticamente para
defenderse de la invasión de algún país ajeno continente, diseñado por
Estados Unidos para repeler una eventual invasión rusa, jamás había estado
en los planes que el invasor sea un aliado de OTAN. Argentina logra
convocar la XX Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores, la
fecha fijada fue del 26 de abril. De las 21 naciones que firmaron el Tratado
de Río, solo cuatro se abstuvieron: Estados Unidos, Trinidad y Tobago,
Colombia y Chile. Para estos momentos, aviones de la Fuerza Aérea
Argentina detectaban que la Task Force ingresaba al área del TIAR y
adoptaba posiciones de ataque.
Durante el 22 de abril, Galtieri inspeccionó las tropas acantonadas en

Malvinas, mientras, Chile aceptando el pedido del embajador británico en
Santiago, moviliza tropas hacia el sur, envía submarinos y toda su flota en
modalidad de silencio de radio. Además, se realizan misiones de inteligencia
desde el territorio chileno, información que es entregada a las fuerzas
británicas. Este accionar chileno tuvo una profunda consecuencia en la
redistribución de las fuerzas argentinas. La posibilidad de una invasión
chilena desde el sur se convirtió de repente en un nuevo factor que pondría
en jaque la defensa de las Malvinas.
Durante el 25 de abril se produjo uno de los actos más bizarros y

lamentables de la guerra.
Durante las tareas de reconocimiento, los británicos, sufrieron varias bajas y

perdieron dos helicópteros debido a las terribles condiciones climáticas que
encontraron en las cercanías de Grytviken, en el Glaciar Fortuna. El día 25,
un helicóptero avistó al submarino Santa Fe mientras abandonaba las
Georgias luego de entregar unos suministros y refuerzos. Lo atacó con
cargas de profundidad que dañaron el casco del submarino y lo obligaron a
regresar a Grytviken, mientras eran atacados por artillería, misiles AS.12 del
Endurance y helicópteros, una vez en la playa, los tripulantes lo hundieron.
Hacia el mediodía, 30 hombres del SAS son helitransportados hasta la playa.
Al mismo tiempo, bajo la guía de un NGSFO británico (Naval Gunfire Support
Forward Observer u Observador Adelantado de Soporte de Artillería Naval)
son disparadas unas rondas de artillería a unos 800 metros de las posiciones
argentinas. El mensaje fue claro, los británicos tenían superioridad de fuego.
Cuando los SAS llegaron hasta la base argentina para negociar la rendición,
el Teniente Comandante Alfredo Astiz, cuya experiencia militar se limitaba a
22
la tortura de prisioneros maniatados y disparar a mujeres por la espalda,

dijo asombrado: “Acaban de correr a través de un campo minado”. Los
registros ingleses indican que las fuerzas argentinas no realizaron ni un solo
disparo, sin embargo, Astiz simuló una heroica defensa a sus comandantes.
Los argentinos que defendían Leith fueron más tenaces en su defensa.
Rehusaron una invitación de rendición por radio, pero al día siguiente se
rindieron sin pelear ante los SAS. Situaciones como esta se repetirían más
adelante, 30 británicos vencieron a 156 militares argentinos y capturaron 38
civiles. Las acciones en batalla del Teniente Comandante Astiz no tienen
comparación con las del joven Teniente Mills.
Los prisioneros argentinos fueron posteriormente repatriados vía

Montevideo, de la misma forma en que lo fueron los Marines capturados
durante la Operación Rosario. Sin embargo, Astiz fue llevado hasta
Inglaterra, donde los gobiernos de Francia y Suecia querían interrogarlo por
la desaparición de dos monjas y una joven de 17 años durante la llamada
Guerra Sucia a finales de los 70. Lastimosamente, Astiz era un prisionero de
guerra y de acuerdo a la Convención de Ginebra, no podía ser interrogado
por otro país. Así, Astiz evitó a la justicia y cuando fue trasladado a Uruguay
“misteriosamente” desapareció, hecho que no preocupó en lo más mínimo a
la Junta.
Luego de esta contundente victoria y lleno de orgullo, el Almirante

Woodward hizo unas declaraciones a un periodista de las cuales se
arrepentiría profundamente:
“Georgia del Sur fue el aperitivo. Ahora este es el gran puño

viniendo desde arriba. Una carrerilla hacia el gran partido, el cual
según mi punto de vista será un paseo”.
(Watts, 1982)
Estas declaraciones no cayeron bien en Westminster. Tres días después, el

Almirante corrigió sus dichos, expresando que “no sería simple, corta, ni una
rápida solución militar” y que la campaña probablemente sea “larga y
sangrienta”.
El día 26, el gobierno argentino rechaza la propuesta de paz de Estados

Unidos, y entonces, Perú, el único país sudamericano que demostró interés
de ayudar a la Argentina, lanza su plan de paz. El 28 de abril El Reino Unido
anuncia la zona de exclusión total 200 millas alrededor de las islas y que
entraría en vigencia el 30 de abril. Al día siguiente, la Armada Argentina se
divide en dos grupos, uno liderado por el portaaviones “25 de mayo”
dirigiéndose al noroeste y el otro bajo el mando del crucero General
Belgrano con derrota sur.
La Task Force estaba expuesta a los ataques aéreos lanzados desde las islas
mediante Aermaachis, Pucarás y aviones Mentor. Ataques aéreos desde
bases del continente donde se utilizarían aviones Mirage III, su clon israelí el
Dagger, y los viejos pero robustos AH4 Skyhawks de manufactura
23
norteamericana. Desde el “25 de mayo” podían despegar los cinco Super

Eténdard armados con misiles Exocets, y al menos tres submarinos.
El 30 de abril, Alexander Haig anunció el fracaso de las negociaciones y el

apoyo de Estados Unidos a Gran Bretaña fue declarado por el presidente
Reagan luego que la Argentina presentó una nota en la ONU indicando que
usaría el derecho a la legítima defensa si será atacada. En este tiempo, las
fuerzas chilenas habían completado un despliegue similar o incluso mayor al
realizado durante la crisis del Canal de Beagle del 78.
A las 19:30, despegan desde la el aeropuerto de Wideawake ubicado en la

isla Ascensión, dos bombarderos Vulcan de la Royal Air Force. Su misión:
bombardear la pista del aeropuerto argentino ubicado en la capital de las
islas, bajo el mando del Capitan Whiters y el Mayor Reeve. El segundo sería
el bombardero de reserva, en caso de que el primero sufriera alguna
anomalía que lo obligara a abortar la misión. Pero esto no ocurrió, por ello,
el Mayor Reeve regreso a la base.
El “gran partido” del Almirante había comenzado.
24
Mayo…
La Operación “Black Buck” había comenzado el día anterior, el Vulcan del
Capitán Withers había emprendido un maratónico viaje, antes de llegar
había repostado combustible en vuelo varias veces gracias a los aviones
cargueros llamados “Victors”. A las 0440 de la mañana del 1 de mayo,
lanzan su carga de 21 bombas multipropósito de 1000 lbs. (454 kilos).
Gracias a un error cometido una década atrás, durante la construcción del
aeropuerto por parte de ingenieros argentinos, de todas las cargas lanzadas
por el avión, solo una cayó en la pista dejando un pequeño cráter. La
posición de la pista según los mapas difería en unos 1000 metros de su
ubicación real. La intención de este bombardeo era la inutilización de la
pista para imposibilitar su uso por parte de cualquier avión argentino. Según
los informes de la RAF, su intención solo se limitaba a un cierre parcial para
que los Daggers, Mirage y Súper Eténdard (los cuales consideraban las
amenazas más peligrosas para la flota) no pudiesen aterrizar ni despegar
del mismo. Aunque esta idea ya había sido abandonada por la Fuerza Aérea
Argentina hacía ya mucho tiempo. Sea cual sea la intención, los aviones
Pucará y Aermaachis podrían despegar y aterrizar sin llegar a utilizar la
parte dañada. El Vulcan pudo volver sin mayores complicaciones a su lejana
base. La cruda realidad de la guerra había comenzado, se produjeron dos
víctimas fatales, dos cabos de la Policía Militar, el correntino Héctor
Bordón(18) y el chaqueño Guillermo García (18).
A las 0830, se produjeron dos oleadas de ataque sobre el aeropuerto de

Puerto Argentino, llamado BAM Malvinas y sobre el BAM Cóndor ubicado en
Goose Green-Pradera del Ganso. Los encargados del ataque serían los
aviones Sea Harrier y Harrier GR3, equipados con un arma conocida como
“Beluga” y comúnmente llamada “de racimo” que las fuerzas argentinas
describen como ilegal según la Convención de Ginebra, y bombas de 1000
lbs. Retardadas con paracaídas.
"... Estábamos seguros de que usaban una bomba

norteamericana ilegal. Todavía puedo verla, una explosión en el
aire que liberaba veinte o veinticinco minas que caían por donde
estábamos nosotros y se hundían en el suelo..."
()
La primera oleada estaba dirigida hacia posiciones de AAA (Artillería
Antiaérea) y lanzaron bombas de 1000 lbs. La segunda oleada efectuó
ataques combinados sobre el aeródromo con “Belugas” y bombas de 1000
lbs.
El BAM Cóndor sufrió un ataque similar casi simultáneamente, pero a

diferencia del BAM Malvinas, ocurrió mientras algunos aviones estaban en
preparativos de despegue, los harriers utilizaron armamento mixto, una de
25
las minas de las “Belugas” cae sobre un avión Pucará que se encontraba en
la pista, matando a su piloto y siete mecánicos que estaban ultimando
detalles sobre el avión.
A estas alturas, los Harriers no pudieron ser interceptados por los aviones
argentinos en las cercanías debido a la baja altitud en la que volaban los
harriers. La AAA apostada en BAM Cóndor responde a los invasores y según
las fuentes argentinas destruyen a uno y dañan severamente a otro, del
cual suponen no puede llegar a su portaaviones y el piloto se eyecta en las
cercanías de la flota. Por su lado, los ingleses dicen que solo un avión
resultó con un impacto en el fuselaje y fue reparado posteriormente.
A las 1630 de la tarde, tres naves inglesas, el Destructor clase County HMS
Glamorgan, las Fragatas clase Amazon HMS Alacrity y HMS Arrow se
aproximan por el sureste de Puerto Argentino y realizan bombardeos de
artillería. Entonces, un grupo de M-5 Daggers los localiza y se disponen a
atacarlos.
Comenzamos a ver que tiraban hacia la costa y que al frente

nuestro había explosiones que semejaban fuegos artificiales.
Súbitamente las vimos. Eran tres fragatas, las que estaban
muy cerca de Puerto Argentino, cañoneando sin cesar.
Escuché por mi radio que el Jefe de escuadrilla decía:
—¡El uno a la del centro, el dos a la de la izquierda y el tres a
la de la derecha!(...)
(...)La sorpresa que logramos fue total, pues era el primer
ataque a la flota británica.
—¡El uno saliendo!
—¡Torno dos saliendo!
—¡Torno tres saliendo!
—¡¡¡Bien!!!
Vi una explosión muy grande sobre el agua, con mucho fuego
interno que parecía hervir.
Perforamos la capa de nubes y nos perdimos de vista
buscando altura.
()
Se reconocieron los siguientes daños HMS Glamorgan (destructor clase

County): daños menores. HMS Alacrity: rumbo abierto por una bomba que
estalló muy cerca y pudo ser reparado posteriormente. HMS Arrow: ocho
impactos de cañón de 30 mm y un hombre herido.
Los barcos se alejaron, humeando según testigos argentinos, mientras en el

cielo se produjo el primer enfrentamiento aéreo. Lo más parecido a las
clásicas “peleas de perros” que abundaron en guerras pasadas pero que en
Malvinas no podían ocurrir. Los ingleses sabían que en una pelea de perros a
gran altura los Mirage III eran superiores a sus Harriers, es por eso que
realizaron gestiones para adquirir inmediatamente los misiles Sidewinders
26
9-L norteamericanos. Así también los argentinos sabían que sus Mirage-
Daggers, por su configuración de ala delta eran inapropiados para combates
aire-aire a baja altitud, tampoco ignoraban la gran maniobrabilidad de los
harriers gracias a su revolucionario sistema de turbinas. Esta falta de
disposición de las partes por resignar las ventajas de cada avión, sumadas
al poco tiempo que tenían los argentinos para volar sobre zona de combate
imposibilitó más situaciones como la que sigue:
Los Mirage del Capitán García Cuerva y del 1er Teniente Carlos Perona se
entablan en batalla con dos Harriers, luego de unas breves maniobras tipo
“tijeras” el Fl Lt RAF Paul Barton dispara con éxito el primer Sidewinder 9-L
que estalla cerca del avión de Perona, primeramente es dado como muerto
por los pilotos de la RAF que no lo vieron eyectarse, luego fue recuperado
por fuerzas argentinas sobre las islas. El Capitán Cuerva y su contraparte
británica, Lt RN Steve Thomas, y luego de un tiempo abandonaron la lucha.
Para entonces Cuerva ya no tenía el suficiente combustible para volver al
continente, por lo que comunica por radio su intención de aterrizar en la
BAM Malvinas, que estaba siendo atacada, quizás por eso, por la falta de
coordinación o por la “psicosis” generada por los ataques, la AAA apostada
confunde a la eyección del tanque auxiliar del Mirage con una bomba y
abren fuego contra él. Lastimosamente, el capitán no logra eyectarse y se
precipita con su avión, estos hechos son conocidos como “fuego amigo” o
“azul contra azul”.
"Alcanzábamos a ver un pequeño punto negro que se hacía más

grande a medida que se acercaba. Las baterías antiaéreas
abrieron fuego sobre él y empezó a descender en espiral, fuera
de control. ¡Le dimos!
Pero lamentablemente era uno de los nuestros. Habíamos bajado
uno de nuestros propios Mirage. García Cuevas fue el primer
piloto argentino que murió. Y nosotros vimos todo…”
Soldado Paracaidista Germán Chamorro, clase '62
()
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