Agua El Desafio Del Siglo XXI
Agua El Desafio Del Siglo XXI
Agua El Desafio Del Siglo XXI
6 EUROS
Malin Falkenmark, Sandra Postel, Ken Conca, Carlos FernndezJuregui, Aaron T. Wolf, Daniel Prager, Jamie Skinner, Frank Rijsberman, Nadia Manning, Carmen Revenga, Mara Neira, Robert Bos, Michael Totten, Patricia Zurita, Pedro Arrojo Agudo
EDITORIAL
El estrs hdrico
a Tierra tiene una cantidad de agua constante pero sufre de estrs hdrico, y los pronsticos para el futuro no son optimistas. La ONU calcula que para el ao 2025 unos 1.800 millones de personas vivirn en regiones afectadas por una escasez absoluta de agua que se deber, entre otras causas, al crecimiento demogrfico, la contaminacin y las manipulaciones del territorio (Falkenmark). Esta monografa de VANGUARDIA DOSSIER analiza las limitaciones polticas, institucionales y econmicas de una crisis que desde hace tiempo es una realidad para millones de personas, ya que los recursos estn repartidos desigualmente, y que tiene ms que ver con la mala gestin de los recursos que con la escasez (Rijsberman y Manning). Uno de los mayores desafos del siglo XXI es asegurar la suficiente energa y agua para el bienestar de la humanidad, manteniendo, al mismo tiempo, la salud ecolgica, integridad y capacidad de recuperacin de las cuencas hidrogrficas (Totten y Zurita). Qu significa, entonces, el estrs hdrico? Significa que el ndice de agua disponible per cpita cae por debajo del nivel capaz de satisfacer las necesidades de un pas. La ONU considera que el agua constituye un derecho humano bsico, pero para muchos este derecho sigue siendo terico (Conca). La crisis del agua es una crisis de gobernabilidad (Fernndez-Juregui). El modelo de posguerra fue la construccin de presas. La situacin ha cambiado. Una opcin es la desalinizacin; otra es el reciclaje del agua, y una tercera es la reduccin de la demanda y la redistribucin (Skinner). En otras palabras, ha llegado la hora de las estrategias de la demanda ahorro y mejora del uso y de la conservacin de los ecosistemas acuticos, cuya gestin como recursos crticos que son ya es urgente, antes de que la situacin sea irreversible (Revenga). El agua hay que gestionarla racionalmente. Pero la buena gestin es un proceso constante de conflictos. Las relaciones entre el agua y la salud humana, por ejemplo, son mltiples y complejas (Neira y Bos). Y abundan las tensiones polticas. Kofi Annan, secretario general de la ONU, ha advertido de que la competencia feroz por el agua dulce puede convertirse en una fuente de conflictos y guerra en el futuro. Para algunos expertos esta afirmacin es un hidromito. En el ltimo medio siglo, slo se han registrado 37 disputas violentas por el agua, mientras se han firmado 157 tratados. El agua, en cualquier caso, cada vez es ms tratada como un tema de seguridad (Wolf). En el mundo existen 263 cuencas hdricas entre dos o ms pases. El agua no tiene precio, pero hay que pagarla. Actualmente existe una gran presin para privatizar y mercantilizar el agua. Para unos, la participacin del sector privado puede ser una herramienta til (Prager). Otros, por el contrario, consideran que lo ltimo que se puede esperar del mercado es que se ocupe de valores no mercantiles (Postel). Es difcil, sin embargo, que el agua escape a las leyes bsicas de la economa. Todos los bienes econmicos son, por definicin, escasos, y de lo que se trata es de gestionar la escasez desde la racionalidad (Arrojo). El desafo planteado es si las instituciones y organismos evolucionarn con la suficiente rapidez para posibilitar la cooperacin ante las demandas, la rivalidad y las tensiones que provoca el estrs hdrico.
Xavier Batalla
VANGUARDIA | DOSSIER
SUMARIO
OCTUBRE / DICIEMBRE 2006
de la humanidad
por Malin Falkenmark De diversas maneras, la humanidad vive a merced del ciclo global del agua, esencial para garantizar la seguridad alimentaria y la salud de los ecosistemas. Las posibilidades futuras dependern de la capacidad humana para gestionar los recursos hdricos y las restricciones impuestas por el ciclo del agua. El debate es mltiple y complejo.
67| Prioridades hdricas, alimentacin 18 | EL MAPA DEL AGUA 20| Sed y abundancia en el siglo XXI
por Sandra Postel Dentro de diez aos, unos 3.000 millones de personas vivirn en zonas aquejadas de estrs hdrico. Las polticas sobre agua han de desarrollarse teniendo en cuenta factores como la vulnerabilidad de la agricultura de regado, el declive sanitario en el entorno acutico y la estabilidad en los pases que comparten cuencas fluviales.
y medio ambiente
por Frank Rijsberman y Nadia Manning Alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio depende de una serie de mensajes clave sobre los desafos del agua y su conexin con la agricultura y el medio ambiente y del debate sobre las fuerzas externas, presiones y situaciones que influyen en esta triple relacin.
PARA SABER MS
121| LIBROS 124| LITERATURA 126| CINE 128| VIAJES 130| WEBS
por Carmen Revenga Las especies de los ecosistemas acuticos, que albergan 44.000 especies de animales, son importantes para la supervivencia humana. La construccin de presas, la sobreexplotacin de los recursos y la introduccin de especies alctonas amenazan el equilibrio ecolgico.
38 | La crisis de gobernabilidad
por Carlos Fernndez-Juregui Los dos informes de la ONU (Kyoto, 2003 y Mxico, 2006) sobre los recursos hdricos en el mundo describen todos los escenarios posibles del panorama del agua del planeta. Ante una situacin generalizada de limitaciones polticas, institucionales y financieras, puede deducirse que la crisis del agua es esencialmente una crisis de gobernabilidad.
FE DE ERRORES. El campeonato del mundo de fbol de 1970 celebrado en Mxico fue ganado por Brasil y no por Inglaterra como se deca en la pgina 101 del nmero 20.
VANGUARDIA DOSSIER
www.vanguardiadossier.com Nmero 21 / AO 2006 Editor: Javier God, Conde de God Consejera editorial: Ana God Director: Jos Antich Directores adjuntos: Xavier Batalla / Alex Rodrguez Direccin de Arte: Rosa Mundet Redaccin: Joaquim Coca / Alejandra Villar (diseo e infografa) Edicin grfica: Guillermina Puig Documentacin: Carles Salmurri Edita La Vanguardia Ediciones S.L. Avenida Diagonal, 477, 9 planta 08036 Barcelona
en agua y energa
por Michael Totten y Patricia Zurita Tres proyectos concretos realizados en California, China y Colombia demuestran que la planificacin en agua y energa realizada de forma integral aporta importantes beneficios medioambientales y contribuye al desarrollo sostenible de la poblacin. Y garantizan, adems, los beneficios econmicos.
LA VANGUARDIA EDICIONES S.L. BARCELONA, 2005. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. Esta publicacin no puede ser reproducida; ni en todo ni en parte, ni registrada en, o transmitida por, un sistema de recuperacin de informacin, en ninguna forma ni por ningn medio, sea mecnico, fotoqumico, electrnico, magntico, electroptico, por fotocopia, o cualquier otro, sin el permiso previo por escrito de la empresa editora.
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VANGUARDIA | DOSSIER
De los componentes de la vida, el agua es el peor comprendido. Errneamente se suele ver como algo muy simple, pero en realidad es un elemento extremadamente complejo. El agua es el motor bsico del sistema en el que se sustenta la vida, y de hecho resulta menos interesante por s misma que por sus verstiles funciones.
nidad depender en gran medida de que seamos capaces de manejar adecuadamente esa extrema complejidad del elixir central de la vida. Deben superarse dos barreras fundamentales: por un lado, la barrera cuantitativa, el agua que se consume en la produccin de alimentos, lo que da lugar al agotamiento de los ros y erosin de los servicios ecolgicos; por el otro, las dificultades para reducir la contaminacin que hace inutilizable el agua. Un reto fundamental para el manejo de la complejidad del agua es aprender a compartir pacficamente, entre los intereses y ecosistemas de aguas arriba y aguas abajo, el agua que cruza la cuenca de un ro. Esto da la medida de la importancia de la educacin y el desarrollo de capacidades.
P R E C I P I T A CI N
trficos: como soporte de agentes morbosos microbiolgicos para los humanos, en su tendencia a generar inundaciones y como soporte de contaminantes. En lo fundamental, el ciclo del agua acta como la corriente sangunea de la biosfera. El agua llega al territorio a travs de las precipitaciones. En el territorio, se encuentra disponible bajo dos formas:
1. En forma de humedad del suelo, tambin lla-
E V APORACIN
PREC IPIT A C IN
pacidad humana de dominar el componente hdrico del sistema de sustentacin de la vida. Esto incluye sus interrelaciones con los sectores energtico y financiero. Un componente especialmente importante es la mejora de la capacidad de gestin en los pases en desarrollo.
E V A P ORACI N
mada agua verde, que es absorbida por las plantas y devuelta a la atmsfera por medio de la transpiracin. 2. En forma de agua en estado lquido o agua azul, presente en ros y acuferos originados por los excedentes de precipitacin. El agua azul se desplaza, por gravedad, desde las montaas hacia los valles y desde la divisoria de las aguas hacia la desembocadura de los ros. Por encima del suelo se desplaza como agua superficial, y por debajo como agua subterrnea. A lo largo de su recorrido, disuelve todas las sustancias solubles en agua y las arrastra consigo. El agua azul que se desplaza tanto por encima como por debajo de la superficie del suelo, en su viaje hacia las desembocaduras de los ros y el mar, es el agua que est disponible para su uso social directo por parte de la humanidad. Este artculo contempla el futuro desde la ptica del agua dulce. La tesis es que las prximas dcadas contendrn ya la clave del futuro: el enorme desafo que representa encontrar suficiente agua para garantizar la seguridad alimentaria global, para conservar utilizable el agua existente y para mantener sanos los ecosistemas acuticos. Desde el punto de vista hidrolgico, el futuro pasa por desarrollar la ca-
INFI L TRACIN
lagos
60,2%
19,9% escorrentas superficiales 19,9% escorrentas subterrneas
OCANOS Y MARES
FUENTE:
P R E C
aguas residuales, el riego, el almacenamiento de agua en embalses, la energa hidrolctrica, los trasvases, etctera. Hasta ahora se ha prestado escasa atencin a los fenmenos del agua verde, es decir, el papel de las precipitaciones infiltradas de modo natural, en la produccin de plantas, incluida la agrcola y la maderera. En el dominio del agua azul, el enfoque predominante sigue siendo el tcnico. Curiosamente, los economistas tienden a basar sus discusiones en un enfoque dualista, en el que el uso de agua para un fin la hace inutilizable para otros fines por ejemplo debido a la contaminacin (Mc Neill, 1998). En esta perspectiva dualista existe una especie de jerarqua de la I P I T A C I O N E S (principal recurso hdrico) de65%
AGUA VERDE
del agua suele considerarse un asunto que tratar en un futuro lejano, cuando el pas haya alcanzado un nivel de riqueza aceptable. En Norteamrica y Europa, la eutrofizacin de las aguas superficiales, debida sobre todo a los productos qumicos agrcolas, es un grave problema regional. En otras palabras, la situacin actual implica ya una degradacin del sistema de sustentacin de la vida. Es importante identificar cuidadosamente los cambios necesarios para asegurar el funcionamiento del sistema de sustentacin de la vida, es decir, centrar la atencin en los factores de degradacin. Entre las causas principales de dicha degraFIG.1
A T M S F E R A
35%
AGUA AZUL
T R
PR
Humedad de suelo
Dos tercios de las precipitaciones sobre los continentes se almacenan en forma de humedad de suelo, el tercio restante constituye el agua en estado lquido
Aprovechamiento
10% flujo de retorno
manda. Por lo general se considera que el uso ms importante es el de boca, seguido por el riego y el uso industrial. El agua es tratada como un bien econmico al asignarla a los diferentes usos que compiten entre s. Este punto de vista dualista ignora que muchos usos del agua azul se basan en el aprovechamiento del agua en trnsito, lo que significa que el agua vuelve al ro despus de su uso y puede reutilizarse una y otra vez en el curso bajo de las corrientes. Muchos de los problemas medioambientales de hoy se deben a la incapacidad humana de interactuar de modo constructivo con los flujos de agua en el territorio. Durante el uso del agua se le aaden numerosos contaminantes. En los pases pobres, el imparable aumento de la contaminacin
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dacin cabe destacar el crecimiento demogrfico en las regiones escasas en agua, que genera presin sobre los recursos hdricos (Falkenmark, 1986), las manipulaciones fsicas y qumicas del territorio con fines productivos, que generan efectos colaterales en los flujos y la calidad del agua, y las aguas residuales, que perjudican la calidad y favorecen la degradacin del ecosistema y de la biodiversidad.
pendiente del agua: el dixido de carbono y el de las zonas altas y las zonas bajas y amenazar los agua son las dos materias primas de las plantas. ecosistemas costeros y de aguas dulces. ActualEstas dos sustancias se unen en el proceso de la fo- mente, los recursos hdricos convencionales estn tosntesis, produciendo materia vegetal y oxge- siendo sobreexplotados en un 15 por ciento de los no. En otras palabras, el oxgeno atmosfrico pro- territorios continentales, en una amplia franja cede de la hidrosfera, a travs de los procesos de pro- que va desde el nordeste de China en Oriente hasduccin de plantas. Adems de ta Mxico en Occidente. Dado estar contenida en la materia ve- Dada la sobreexplotacin que la irrigacin est fuera getal, el agua tambin transita des- del agua azul, para del alcance de muchos agride las races hasta las hojas, y de ah asegurar la alimentacin cultores pobres en el frica a la atmsfera: cuando las plantas de la humanidad es subsahariana y en el sur de abren los estomas de sus hojas paAsia, est creciendo el inters necesario un cambio de ra absorber dixido de carbono, en potenciar la agricultura mentalidad que lleve a pierden agua. pluvial. A menudo grandes Para producir alimentos de un contemplar el agua verde partes de esas regiones se denivel nutricional aceptable se ne- como un recurso hdrico nominan errneamente zocesita una cantidad de agua por nas secas marginales. Sin persona que duplica la cantidad mnima requeri- embargo, el trmino sabana refleja mejor el hecho da en el mbito domstico. Por eso el agua nece- de que esas zonas no son tan secas como a menusaria para garantizar la seguridad alimentaria de do se cree. Puede afirmarse que existen suficientes una humanidad creciente se convertir en un pro- precipitaciones para permitir la produccin agrblema importante en un futuro cercano. Uno de los cola en la estacin lluviosa. factores ms importantes sern las diferencias climticas. En el pasado, la irrigacin ayud a aliviar la pobreza y el hambre en varios pases en des- El agua verde contenida en el suelo: arrollo con clima semirido como, por ejemplo, el recurso olvidado Ante este panorama, en los ltimos aos ha creIndia. La accesibilidad del agua contribuye no slo a garantizar las cosechas, sino que tambin au- cido el inters por el agua verde contenida en el suementa las posibilidades de realizar cosechas ml- lo la humedad infiltrada de modo natural en el tiples. Adems, la irrigacin tiene un efecto mul- terreno, que es el recurso hdrico principal implitiplicador en el empleo, tanto en la produccin cado tanto en la agricultura pluvial como en la proagrcola como en las fases posteriores a la cosecha. duccin de biomasa en los ecosistemas naturales Sin embargo, el uso consuntivo del agua a [ver FIG. 1]. Por tanto, dado que el agua azul ya esgran escala en las zonas dependientes del riego ha t siendo sobreexplotada en gran medida, el camcausado un importante deterioro de los cursos de bio de mentalidad necesario para asegurar la aliagua, reduciendo el flujo de los ros, convirtiendo mentacin de una humanidad creciente pasa por flujos perennes en intermitentes, con ros secos du- contemplar el agua verde como un recurso hdrico. Para conseguirlo tambin es necesario prestar rante algunas pocas del ao. Las consecuencias son especialmente evidentes en los lagos cerra- atencin a la conservacin del suelo. Sin embargo, dos, como el mar de Aral y el mar Muerto. El hecho cabe cuestionar el enfoque unilateral con que se ha de que hace algunos aos fuera posible cruzar a pie contemplado en las ltimas dcadas la conservael curso bajo del ro Amarillo en China durante la cin del suelo per se. Aunque han contribuido efiestacin seca tambin ilustra este dilema. Ac- cazmente al control de la erosin, estas polticas no tualmente, el desage controlado de los embalses han prestado atencin al agua situada a nivel de las del curso superior del ro Amarillo permite sumi- races, punto de partida para la absorcin de nunistrar agua a las zonas bajas y mantener vivo el ro. trientes y para la obtencin de buenos rendiAdems, en algunas zonas de regado se deterioran mientos. Por lo tanto, se hace necesaria una congravemente las aguas subterrneas, como lo de- servacin integrada del suelo y el agua. En otras palabras: el recurso bsico de agua dulmuestra la reduccin de las capas freticas en las zonas donde se ha sobrepasado el nivel de regene- ce no es el agua que fluye en los ros actualmente, cuyo caudal puede variar al cambiar los usos del racin natural de las aguas subterrneas. La reduccin de las capas freticas y de los flu- suelo, sino las precipitaciones en las cuencas flujos fluviales es seal evidente de una gestin no sos- viales. Se trata del agua que debe ser compartida entenible, y puede poner en peligro el desarrollo so- tre el consumo necesario para la produccin vecial, incrementar la competencia entre los usuarios getal y que se devuelve a la atmsfera sin ser reaVANGUARDIA | DOSSIER
SQ
S R D E A D M E U H C U LT IV A O S LE S
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B
A N S P I R A C I
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provechable de inmediato, y el excedente que permite regenerar los acuferos y los ros y se encuentra accesible para su uso social directo. Para paliar el hambre se requerir mucha ms agua que la disponible actualmente. Dado que el agua es el principal factor limitador de la produccin alimentaria en muchas partes de las regiones expuestas a las hambrunas en Asia y en el frica subsahariana, puede predecirse con certeza que el agua para uso agrcola se convertir en un asunto de extrema importancia en las prximas dcadas. Una cuestin crucial para la erradicacin de la pobreza es el modo en que se puede aumentar el rendimiento de la agricultura pluvial mediante irrigacin complementaria protectora, a base de reservas de agua locales obtenidas de las lluvias o riadas y almacenadas en contenedores de pequeo tamao. A este respecto podemos aprender mucho de las tradiciones de India y Sri Lanka, as como de experiencias ms recientes en China. Un componente esencial es proteger las plantas de los daos que pueden sufrir durante las frecuentes sequas tpicas de los climas semiridos. En muchos casos, estos mtodos han dado buenos resultados en frica, India y China. Se ha demostrado que existen tecnologas sencillas, apropiadas para la agricultura a pequea escala, que pueden incrementar la transferencia de humedad a las races. La agricultura pluvial a pequea escala es viable si se utiliza de modo inteligente el agua de lluvia recogida (Agarval&Narain, Eds., 1997). Los agricultores minifundistas deben ver en la conservacin y el reciclaje del agua una de sus tareas principales. Sin embargo, al mismo tiempo debe quedar claro que estas operaciones de alcance reducido y mbito local no pueden resolver los problemas de produccin alimentaria a gran escala de la creciente poblacin mundial. Una solucin complementaria puede ser el comercio. Debido al elevado consumo de agua que conlleva la produccin de alimentos, las importaciones pueden ayudar a ahorrar grandes cantidades de agua para otros usos.
FIG.2
500 m3/ao
100%
Necesario para los ecosistemas acuticos
70%
40%
<
Crecimiento demogrfico
Sin embargo, existen grandes diferencias entre las distintas regiones del mundo en lo que respecta a las dificultades para acceder al agua azul (Falkenmark&Rockstrm, 2004). Estas grandes diferencias se aprecian cuando se clasifican las regiones en relacin al nivel de movilizacin del agua porcentaje de extraccin de agua como ndice de la disponibilidad general, o escasez tcnica y la presin sobre los recursos hdricos nmero de personas por unidad de flujo de agua azul regenerada anualmente, o escasez demogrfica. La situacin en el mundo puede representarse por medio de cinco categoras con problemticas hdricas radicalmente distintas [ver FIG. 2]:
1. Regiones verdaderamente pobres en agua, con gran presin poblacional sobre los recursos hdricos, tcnicamente cercanas al techo hidrolgico y sujetas a una expansin rpida de la poblacin. 2. Los gastadores de agua, es decir, las regiones con un nivel de movilizacin entre moderado y alto, presin demogrfica moderada y muy elevado uso de agua per cpita, debido a la irrigacin a gran escala y de baja eficiencia, con poblacin bsicamente estable. 3. Una serie de regiones de nivel medio, con variables moderadas en los tres aspectos: nivel de movilizacin, presin demogrfica y uso per cpita, algunas de ellas sujetas a expansin demogrfica. 4. Un grupo de regiones ricas en agua con bajo nivel de movilizacin, presin demogrfica baja, uso por cpita moderado, y poblacin bsicamente estable. 5. Un grupo de pases pobres en vas de desarrollo, con bajo nivel de movilizacin, uso per cpita bajo y poblacin en rpido crecimiento.
Los ejes son logartmicos y muestran la escasez tcnica (eje vertical) y la escasez demogrfica (eje horizontal). Los campos elpticos simbolizan cinco situaciones de contraste que se analizan en el texto
Ascender por la escala vertical de movilizacin es decir, hacer accesible una mayor cantidad de agua lquida para su uso, implica gasto de energa, capacidad de gestin y capacidad financiera. La experiencia europea sugiere que a partir de un nivel del 20 por ciento los costes implicados empiezan a convertirse en una carga para la economa nacional. Por eso la capacidad de gestin es importantsima. La FIG. 3 muestra la poblacin relativa segn datos de 1997, en relacin a la escasez tcnica y el acceso a la capacidad de gestin, usando como variable intermedia el PIB per cpita. Esta tabla sugiere que asumiendo que la capacidad tecnolgica sea paralela al PIB, la competencia tcnica existente tiende a concentrarse en un grupo de pases que aloja slo una cuarta parte de la poblacin mundial. Sin embargo, en los pases de bajos ingresos, que alojan a los restantes tres cuartos de la poblacin mundial, existe un nivel alto de estrs hdrico, pero la competencia tecnolgica permanece baja. Esto significa que la educacin ser fundamental para suplir la deficiencia de competencia hdrica y aumentar la capacidad de gestin a medida que los problemas se agraven.
cedente de riachuelos se puede cosechar y almacenar en depsitos locales, para usarla a fin de proteger las cosechas durante los episodios de sequa. Sin embargo, en ambos casos el resultado puede ser, como ya se ha comentado, el deterioro de los ros. En el caso de la expansin de los terrenos cultivados, el agua adicional se hace accesible utilizando el agua verde de que se sirven las plantas en los sistemas de vegetacin naturales (Falkenmark&Rockstrm, 2004). Esto, por supuesto, implicar en muchos casos la erosin de servicios ecolgicos del bioma que ocupa ese territorio. Otra alternativa puede ser importar alimentos de regiones mejor dotadas para la agricultura. En las regiones semiridas, asegurar el suministro de alimentos de un nivel nutricional aceptable para una poblacin en rpido crecimiento, puede no ser realista si se pretende la autosuficiencia alimentaria, simplemente debido a la falta absoluta de agua o las dificultades para hacerla accesible.
Capacidad de gestin
A mediados de los aos 90
ESTRS HDRICO *
FIG.3
Capacidad de gestin
BAJA BUENA
Bajo 10%
Medio/bajo 10-20%
Medio/alto 20-40%
Alto >40%
>>>
1.349 367
1.552 528
1.123 319
376 83
Poblacin en millones *Los indicadores de estrs hdrico hacen referencia a la escasez tcnica de agua (porcentaje de uso/disponibilidad). Datos de 1995 FUENTE: CFWA 1997
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de personas adicional cada da durante 20 aos. Los Cmo asegurar la salud gobiernos no pueden afrontar semejante tarea. Por de los ecosistemas? Aunque existe un agitado debate sobre la salud eso la clave es la implicacin de la iniciativa privada; de los ecosistemas, la cuestin no est nada clara pero alguien tendr que pagar por el servicio. La creciente contaminacin industrial ha re- desde el punto de vista del agua, la circulacin sultado ser muy difcil de frenar, incluso en muchas sangunea de la biosfera (Falkenmark & Rockstrm, regiones industrializadas. La razn se halla en los 2004). Este papel convierte el agua en un elemento graves conflictos de intereses existentes, la insensi- esencial para la salud de los ecosistemas: para embilidad generalizada acerca del agua en la sociedad, pezar, sin agua no habra ecosistemas (Ripl, 2003). el uso de argumentos biolgicos que no convencen El agua tambin desempea un papel fundamental a los contaminadores, etctera. Por otro lado, los pa- en la degradacin de los ecosistemas. En el debate ses pobres en desarrollo, siguiendo el ejemplo de los se plantean gran cantidades de explicaciones de por pases del norte, tienden a dejar para ms adelante qu debemos prestar ms atencin a los ecosistemas la lucha contra la contaminacin. Al hacerlo, des- en general y a la proteccin de la biodiversidad en atienden el hecho de que una industria depen- particular: porque ofrecen a la humanidad servicios ecolgicos de un valor incalculable diente de los procesos de (MA, 2005). Sin embargo, esas explicadilucin, como la que im- Actualmente el debate portan de los pases in- ms importante se centra ciones no bastan para hacer entender los gestores del agua qu se puede hadustrializados de las zoen asumir el incalculable a cer para evitar la degradacin de los nas templadas, no puede ecosistemas. En otras palabras, lo que funcionar igual en los pa- valor de los ecosistemas: falta en el debate es, en primer lugar, ses pobres monznicos, qu se puede hacer para evitar su degradacin, explicar cules son las cosas concretas donde la dilucin es mequ se ha de proteger que deben protegerse, y en segundo lunor. En los climas tropicagar, cmo hacerlo. Dado que el agua es les secos, antes de que se y en cmo hacerlo un determinante fundamental de la sahaya acumulado suficiente riqueza, el dao ecolgico puede ser tan grande lud de los ecosistemas, tambin es un factor bsico que existe riesgo de un colapso ecolgico o social, en su proteccin. Incluso si utilizamos el concepto de ecosistema sea porque el agua deje de ser utilizable para ningn fin, o porque las industrias que ofrecen empleo de una manera vaga, existen dos formas claraa la mayora de los habitantes de las ciudades ten- mente diferenciadas: gan que ser cerradas por decisiones judiciales. Existe un ejemplo descrito por Katariya (1998). 1. Los ecosistemas terrestres, que se alimentan del En el noroeste de India, el Tribunal Supremo de agua procedente de las precipitaciones y de hecho Gujarat orden en agosto de 1997 el cierre inme- consumen la mayor parte del agua de lluvia infildiato de 1.200 talleres de teido e impresin de sa- trada en los continentes, es decir, el agua verde. ris en Jetpur, que daban empleo a 30.000 personas. Cuando son modificados deforestacin, repoblaMs adelante, el tribunal autoriz la reapertura de cin, plantaciones para produccin de biocomlos talleres, pero a condicin de que se construyeran bustibles, etctera, esos ecosistemas alteran el y pusieran en marcha plantas de tratamiento de reparto del agua de lluvia en el terreno y, en conaguas. Aguas abajo, en la ciudad de Dhoraji, el ro secuencia, los remanentes que constituyen los exse haba vuelto prpura y el agua haba quedado in- cedentes, es decir, la generacin de agua azul. utilizada para el riego agrcola en un tramo fluvial 2. Los ecosistemas acuticos, constituidos en hbitats de ms de 90 kilmetros. Las aguas subterrneas de aguas dulces, o dicho de otro modo, en el agua tambin estaban gravemente contaminadas: las azul, y que por lo tanto se ven afectados cuando bombas manuales slo extraan agua roja. Se ha des- cambia la cantidad o la calidad del agua azul, por crito un caso similar en la regin india de Tamil ejemplo cuando el hbitat acutico desaparece Nadu (Krishnakumar, 1998), donde en 1998 el mar de Aral, se contamina muchos lagos de Tribunal Supremo orden el cierre de casi un millar agua dulce o se interrumpe la continuidad de los de talleres de blanqueo y teido en las ciudades de ros por medio de insfraestructuras las presas. Tirupur y Kurar, de los que dependan directa o inExiste un tercer tipo de ecosistemas a los que los directamente unas 600.000 personas. En otras palabras, una de las claves del futuro se- ecologistas prestan incluso mayor atencin: los hur mantener el agua utilizable y todo lo limpia po- medales. Todos ellos comparten la caracterstica biolgicamente fundamental de que el agua que les sirsible de contaminantes.
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ve de soporte no contiene oxgeno, y en consecuencia las condiciones de vida de la biota son anaerbicas. Sin embargo, desde una perspectiva hidrolgica, este grupo incluye un gran nmero de variantes, dependiendo del tipo de agua que mantiene la humedad en los humedales. Es a esta agua a la que debern prestar atencin los gestores del agua a la hora de plantearse la proteccin de cada humedal en concreto. Algunos humedales son terrestres, como por ejemplo las cinagas de las tierras altas, alimentadas por las precipitaciones, los humedales de las tierras bajas, alimentados por aguas subterrneas a menudo con una biodiversidad especialmente rica, las llanuras inundables dependientes de las crecidas fundamentales para el pastoreo en las regiones semiridas, y los manglares de las zonas litorales esenciales para la proteccin contra las inundaciones a nivel local. Otros humedales son acuticos, como por ejemplo los lagos de aguas poco profundas y las zonas costeras. Dado que este tipo de humedales se constituyen en hbitats formados por los excedentes hdricos de una cuenca entera, representan de hecho una respuesta integrada a las actividades humanas en un rea de grandes dimensiones. Esto explica por qu los humedales acuticos son el tipo de ecosistemas que han sufrido la mayor prdida de biodiversidad de todos los tipos de ecosistemas en los 30 ltimos aos, segn los datos del Millennium Ecosystem Assessment (MA, 2005). Desde el punto de vista administrativo, los ecosistemas hmedos estn protegidos por una convencin internacional, el tratado de Ramsar. De acuerdo con este tratado, actualmente existe un nmero considerable de humedales que merecen especial proteccin. Sin embargo, en muchos casos sigue en pie la pregunta: cmo se puede conseguir esto? El agua que alimenta los humedales no se detiene mediante vallas.
de que los ecosistemas pueden concebirse como componentes vivos del paisaje, y que los ecosistemas vitales pueden ser componentes especialmente valiosos, que deben ser protegidos aunque slo sea por razones sociales. En otras palabras, son lo que podramos denominar lugares icnicos. Obviamente, es esencial que los ecosistemas se mantengan sanos y continen funcionando como elementos bsicos del sistema de sustentacin de la vida. En consecuencia, debe aclararse hasta qu punto los ecosistemas pueden ser sometidos a estrs sin que colapsen o sufran cambios catastrficos. Ah es donde est hoy el punto central del debate. La tarea que debe presidir los esfuerzos de la humanidad ser convivir con el cambio, en vista del crecimiento demogrfico, el objetivo de la erradicacin del hambre y el avance de la globalizacin. Debe garantizarse, por lo tanto, la resistencia de los ecosistemas a diferentes tipos de estrs: contaminacin, incendios, cambio climtico, etctera. Podemos definir la resistencia como la inmunidad a los cambios inevitables en el entorno fsico. Por ejemplo, los cambios causados por la alteracin de los climas, por la expansin agrcola destinada a alimentar a la poblacin mundial, por la produccin de biocombustibles como un paso para superar la dependencia de los combustibles fsiles que est provocando el cambio climtico, por la sobreexplotacin de los caladeros y por otros fenmenos que generan estrs. Evidentemente que esos cambios son difciles de evitar en un mundo en el que se espera que la poblacin se incremente en un 50 por ciento, en el que debern resolverse serios problemas de sostenibilidad y en el que la globalizacin puede alterar significativamente las expectativas sociales. Un ejemplo de prdida de la resistencia es lo que sucedi en la isla de Pascua, donde una sociedad humana bastante avanzada acab colapsada a consecuencia de una deforestacin excesiva. Es esencial que los ecologistas sean capaces de explicar qu debe protegerse, para que los gestores del agua averigen cmo hacerlo. Las respuestas a esas preguntas pueden incluir criterios mnimos a asegurar en la gestin de recursos hdricos. En el caso de los ecosistemas acuticos, los criterios pueden definirse, por ejemplo, en trminos de flujo residual mnimo que debe permanecer en el ro para proteger el hbitat en el curso bajo. En otros casos, pueden usarse criterios de flujo de crecidas mnimas necesarias para inundar las llanuras inundables vitales para las sociedades dependientes del pastoreo, de calidad mnima del agua para la proteccin de especies clave en el sistema acutico, etctera. Los gestores del agua deben usar esos criterios como gua a la hora de disear sus modelos de gesVANGUARDIA | DOSSIER
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tin de las cuencas. De este modo, la proteccin suntivo y el no consuntivo, se tiende a pensar, de los ecosistemas puede incorporarse a un errneamente, que la baja eficiencia de muchos enfoque de gestin integrada de recursos h- sistemas de riego en todo el mundo provoca un dricos (IWRM). As ser posible tratar de manera consumo excesivo de agua, retrayndola de coordinada todos los fenmenos hdricos im- otros usuarios. Lo que muchos no acaban de enportantes interrelacionados entre s. Debe as- tender es que el exceso de agua extrada que se pirarse a un equilibrio entre el uso de territorio mueve en el sistema de irrigacin no llega nuny agua, entre cursos altos y cursos bajos, y entre ca a consumirse. El agua permanece en el sishumanos y ecosistemas. Puede detema de la cuenca fluvial, y por lo sarrollarse un proceso para estable- En el futuro las tanto sigue estando disponible pacer intercambios, en el que partici- posibilidades ra su uso en el curso bajo. paran representantes cualificados estarn En otras palabras, lo que la de las partes interesadas. mayora de los debates dejan de lalimitadas por En un sistema fluvial en el que la capacidad do es la posibilidad de reutilizar sese formulan directrices para el flujo cuencialmente el agua a lo largo humana para mnimo de agua que debe preserdel valle. Adems de la confusin varse en el curso bajo de un ro, a fin gestionar una que comentbamos anteriormende proteger las pesqueras locales y la sociedad te, tambin se confunde a menudo dentro de las los asentamientos costeros, el reentre el reparto local de agua entre parto del agua puede decidirse pro- restricciones diferentes categoras de usuarios, gresivamente, avanzando aguas impuestas por por un lado, y el reparto entre el arriba sector a sector. Una vez defi- el ciclo del agua curso alto y el curso bajo, por el nidos el flujo mnimo y la calidad otro. Este ltimo apenas se tiene mnima del extremo inferior de cada sector, se- en cuenta, excepto en la Convencin de las r posible decidir los lmites de las asignaciones Naciones Unidas sobre los usos no navegacionade agua y el nivel de contaminantes aceptables les de los cursos de agua internacionales, que que podrn diluirse adecuadamente. De esta obliga a compensar los daos causados a otras manera podr fijarse la cantidad de agua que partes interesadas, por ejemplo por un uso condeber entrar en ese sector procedente del sec- suntivo en el curso alto, que degenera los ros. tor inmediatamente superior. Esta cantidad Este artculo ha mostrado las variadas maconstituir el criterio mnimo para ese sector, neras en que la humanidad vive a merced del y as sucesivamente. ciclo del agua: el agua circula en el ciclo global del agua, transporta contaminantes, acta como vector de enfermedades, es esencial para gaHacia la solidaridad entre las zonas rantizar la seguridad alimentaria y la salud de altas y las zonas bajas los ecosistemas, y debe ser compartida entre los Ya hemos comentado que, en el debate ge- pases situados en los cursos altos y los cursos neral sobre la gestin de los recursos hdricos, bajos. En consecuencia, las posibilidades futula mayor parte de la atencin se centra en el su- ras estarn limitadas por la capacidad humana ministro de agua y los saneamientos, por un para gestionar una complejidad creciente y lado, y en la irrigacin, por el otro. Los dos para gestionar la sociedad dentro de las resprimeros representan desafos enormes para tricciones impuestas por el ciclo del agua. asegurar el acceso universal al suministro doDentro de las cuencas fluviales, el agua mstico de agua en 2025. Se estn creando ca- debe ser compartida pacficamente entre los da vez ms incentivos para el desarrollo de sis- pases de los cursos altos y los pases de los curtemas econmicos tanto para la cobertura de sos bajos, evitando la competencia suicida de la costos como para evitar una demanda excesiva. historia reciente (Waterbury&Whittington, Curiosamente, muchos debates genricos, 1998). El agua debe ser protegida de la contaignorando el problema de la seguridad ali- minacin para asegurar la salud humana, rementaria global, tienden a causar la impre- ducir las enfermedades transmitidas por el sin de que el riego se considera un derroche, agua y garantizar el uso del agua en el curso bay por lo tanto debe limitarse en lo posible. jo de los ros y los acuferos. En la agricultura, Adems, existe bastante confusin en torno al deben evitarse las prdidas de vapor innecesaconcepto de eficiencia en el riego. Dado que el rias entre las plantas para asegurar el mximo debate genrico no distingue entre el uso con- de eficiencia en el uso.
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DC para abordar una cuestin que empiezan a plantearse los encargados de formular polticas sobre el agua. La pregunta es: por qu hay que elevar el agua a una prioridad estratgica estadounidense en el mbito de la poltica exterior y del desarrollo de polticas? Me parece oportuno tratar estos amplios temas, explorar por qu debemos pensar acerca del agua en trminos ms estratgicos y analizar por qu hay que elevarla a una prioridad en nuestro compromiso con la comunidad mundial. No me cabe la menor duda de que uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos no hablo slo de retos medioambientales, sino tambin de retos societarios generales es encontrar el modo de satisfacer las necesidades hdricas de 8.000 millones de personas la poblacin mundial es actualmente de 6.500 millones y llegar a los 8.000 millones en 2025 y hacerlo protegiendo al mismo tiempo los ecosistemas hdricos: los ros, lagos, las aguas subterrneas y los dems sistemas que sostienen nuestras economas y una parte tan importante de la vida del planeta. Se trata de un reto muy difcil y complejo. En la actualidad nos dirigimos con bastante rapidez hacia un perodo sin precedentes de escasez de agua que no ser fcil paliar durante varias dcadas. En 2015, unos 3.000 millones de personas vivirn
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en pases que los hidrlogos clasifican como sometidos a estrs hdrico. Qu significa eso? Significa que el ndice de agua disponible per cpita cae por debajo del nivel en el cual un pas es capaz de obtener agua suficiente para satisfacer las necesidades alimentarias, industriales y domsticas, con lo que mucho menos puede permitirse dejar algo para los ros y los ecosistemas acuticos. Casi el 40 por ciento de la poblacin vivir en estas condiciones dentro de diez aos. As que veremos aumentar la competencia por el agua: competencia en los pases, entre los pases y competencia entre las necesidades hdricas humanas y las necesidades hdricas de la naturaleza. Es una competencia que empieza a hacerse muy reida en el plano internacional. El modo en que se desarrolle cmo sea gestionada local, nacional, regional e internacionalmente tendr consecuencias trascendentales en mltiples mbitos de la sociedad. Influir en muchos aspectos. En mi opinin, tres de las principales cuestiones en que deben centrarse los encargados de formular polticas y las autoridades encargadas de aplicarlas son: la seguridad alimentaria, la salud y los medios de vida humanos, y la estabilidad poltica y social. La competencia por el agua va a influir en estas importantes esferas.
EN PRIMER LUGAR, UNA DE las consecuencias ms desestabilizadoras del estrs hdrico que vamos a presenciar es la creciente vulnerabilidad de la agricultura de regado. Somos una sociedad basada en el regado. Un 40 por ciento de todos los alimentos que cultivamos en el planeta procede de una porcin relativamente pequea de tierra que recibe agua de riego. Slo un 18 por ciento de todas nuestras tierras de cultivo son de regado, pero ese 18 por ciento nos proporciona el 40 por ciento de los alimentos. La situacin es crtica en Asia, que tiene en la actualidad el 60 por ciento de la poblacin mundial, pero slo un 36 por ciento del agua dulce del mundo. Los monzones hacen que buena parte del agua llegue durante dos o tres meses, y poca durante el resto del ao. En este clima, el regado es importante. Si colocamos un mapa de esas importantes zonas de regado del mundo sobre otro de los lugares donde ocurre una de estas tres cosas: sobreextraccin de las aguas subterrneas, salinizacin de los suelos o reduccin de los caudales de los ros por un desvo excesivo de sus aguas, descubrimos una coincidencia bastante ajustada. Esto indica que gran parte de este riesgo no es sostenible. Vemos
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que uno o varios de estos fenmenos se producen en muchos lugares; entre ellos, una parte importante de China, la llanura del norte de China, buena parte de la zona noroccidental de India, India meridional, muchos lugares de Oriente Medio, Irn, Iraq y, por supuesto, la parte occidental de Estados Unidos. Una buena porcin de estas tierras de regado padece hoy en da uno o varios de estos problemas. En mi opinin, la sobreextraccin de las aguas subterrneas es el mayor problema actual en el mbito de la seguridad alimentaria. En torno al 10 por ciento de los alimentos del mundo se cultivan mediante prcticas no sostenibles de sobreexplotacin de aguas subterrneas. Eso significa que el agua se extrae ms deprisa de lo que se repone, con lo que estamos utilizando parte del agua de maana para nuestras necesidades alimentarias de hoy. Si en la actualidad producimos el 10 por ciento de nuestros alimentos de este modo, de dnde proceder el agua para satisfacer nuestras necesidades alimentarias futuras? Practicamos una especie de financiacin del dficit hidrolgico, por decirlo as, al utilizar parte del agua de maana para producir alimentos hoy. En India con mil millones de habitantes alrededor del 25 por ciento de la produccin de alimentos depende de ese uso no sostenible del agua. En dicho pas se han secado ya millones de pozos, puesto que los agricultores perforan cada vez a mayor profundidad en busca de los menguantes niveles freticos. Segn se ha dicho, cuando la situacin estalle en India, cuando los agricultores no puedan extraer ms agua, presenciaremos una anarqua inenarrable en las zonas rurales de ese pas. Se trata de una sociedad agraria que depende de un uso no sostenible del agua. La historia nos advierte de que no debemos caer en la autocomplacencia y usar de modo no sostenible nuestros recursos para producir alimentos. Y la advertencia viene de lejos. La primera civilizacin basada en el regado los sumerios de la antigua Mesopotamia se vino abajo en parte por una concentracin de sales en el suelo que redujo la productividad de las cosechas. Al final, los sumerios abandonaron la regin lo que es actualmente el sur de Iraq y se trasladaron hacia el norte. An es posible presenciar en el Iraq actual algunas partes con extensiones yermas y saladas. No es el nico ejemplo. La historia nos ha enseado una y otra vez cules son las repercusiones de las prcticas de regado no sostenibles. Sin embargo, creo que
ni vemos con la suficiente claridad las tendencias actuales ni hacemos grandes cosas al respecto.
EN SEGUNDO LUGAR, existe un aumento de los riesgos para el bienestar humano debido al declive general de la salud del entorno acutico. Se trata de un hecho con muchas dimensiones. Podramos pasar todo un da hablando de la prdida de pesqueras, la contaminacin y el creciente nmero de zonas muertas carentes de oxgeno en las aguas costeras. Ahora bien, uno de los sndromes ms interesantes y preocupantes que nos rodean es lo que ocurre en las regiones de los principales ros del mundo, hoy sobreexplotados. Muchos grandes ros del planeta el Colorado en Estados Unidos, pero tambin el Amarillo, el Indo, el Amu Daria y el Sir Daria, los dos grandes ros que desembocan en el mar de Aral, y tambin el Nilo aportan muy poco caudal al mar durante largos perodos del ao. El mar de Aral se ha convertido en paradigma del desastre hdrico. Es probable que hayan ledo reportajes al respecto en el National Geographic y otras publicaciones. En otro tiempo fue el cuarto lago del mundo. Se encuentra en Asia central y est rodeado de antiguas repblicas soviticas que hoy son pases independientes. Ha perdido el 80 por ciento de su volumen de agua desde 1960 porque los funcionarios soviticos decidieron que los dos ros principales que desembocan en l se aprovecharan mejor si se desviaran al desierto para producir algodn, hortalizas y otros cultivos. No slo se ha quedado sin la mayor parte del agua, sino que se ha dividido en dos, ha perdido casi todos sus peces y presenta hoy un lecho seco lleno de barcos devorados por la herrumbre. Un ecosistema del tamao de Irlanda se ha venido abajo. Ah se ha puesto de manifiesto que existe un vnculo muy fuerte entre el declive de la salud de un ecosistema y el declive de la economa, la comunidad y la salud de los habitantes de la regin. Adems de la prdida de las pesqueras, los vientos que soplan sobre el le-
cho marino seco se cargan de sales y petencia por ese agua, y ya veremos polvos txicos y los dispersan por las cunto puede durar esta situacin. tierras agrcolas vecinas. De resultas, la He estudiado el Indo con mayor desalud de los ribereos se ha deteriora- talle. Es una parte del mundo que nos do de modo drstico; el 90 por ciento preocupa hoy bastante. Pensemos en de las mujeres sufren anemia, existen Pakistn. Tanto India como Pakistn altos ndices de cncer y de dolencias comparten el Indo, pero en el caso de respiratorias, as como todo tipo de re- Pakistn ese ro es el mayor suminispercusiones imprevistas debidas a la trador de agua, y vemos que ah apafalta de consideracin de la salud del rece el mismo sndrome que en el mar ecosistema de la que dependa todo lo de Aral. El 90 por ciento del caudal dems. El ejemplo es extremo, pero del Indo ya no llega al mar. El resultaforma parte de una pauta que presen- do es que el mar de Omn est invaciamos cada vez en ms lugares del diendo el delta. Ha inundado cerca de mundo. Vemos que un sndrome si- 500.000 hectreas de tierras de cultivo milar se desarrolla en algunos grandes como consecuencia de la disminucin sistemas fluviales que son sobreexplo- del caudal del ro. Y vemos as la prtados y dan lugar a la aparicin de los dida de pesqueras y de medios de vida. mismos tipos de consecuencias. En consecuencia, las personas empieRecuerdo que en 1998 zan a abandonar la zona cruc el ro Amarillo en La desecacin y a engrosar las filas de lo China y qued completaque llamamos refugiadel mar de Aral mente asombrada por la dos ecolgicos porque poca cantidad de agua que es el ejemplo no pueden ganarse la vitransportaba en el mes de extremo de las da en un entorno degrajunio. Desde entonces ese consecuencias dado. Y eso tiene consetramo concreto del ro se que tiene la cuencias. Los informes de seca durante un tiempo ca- destruccin de las Naciones Unidas sosi todos los aos. Salvo en lo que est sucedienun ecosistema bre seis ocasiones, se sec todo en Pakistn sealan dos los aos entre 1972 y sobre la salud que parte del flujo de 1999. En 1997, el agua desa- y economa de emigrantes que se despareci a lo largo de los l- los habitantes plazan del campo a una timos 700 kilmetros du- de una regin ciudad como Karachi, por rante 226 das consecutiejemplo, que ya padece vos. Este hecho tiene consecuencias un alto grado de delincuencia y maextraordinarias, no slo para las per- lestar civil, se debe a la prdida de los sonas que viven en la parte inferior medios de vida rurales como consedel curso, sino tambin para el ecosis- cuencia de la degradacin ecolgica. Y tema. La provincia donde se encuentra vemos que lo mismo se repite una y la desembocadura es Shandong, una otra vez. zona de regado muy importante donOtro factor importante en el Indo de viven millones de personas y donde sobre todo, tras el desastre del tsunael delta del ro sostiene grandes pes- mi es lo sucedido con los manglares queras en el extremo del sistema. Y to- en ese extremo del sistema. Los mando esto ha iniciado ya su declive. Los gles crecen en los lugares donde se chinos han empezado hace poco a re- mezclan el agua salada y el agua dulce; conocer el dao econmico y a esta- y, con la carencia de agua dulce, los blecer sistemas de alarma que regis- manglares se estn muriendo. Han tran cundo el ro desciende por de- perdido ya el 40 por ciento de estos rbajo de cierto nivel. De ese modo, las boles, que proporcionaban una magcompuertas de algunos canales de des- nfica proteccin costera contra las vo se cierran y se permite que el agua tormentas, contra las olas, as como siga fluyendo por el ro y llegue al mar. un estupendo hbitat para las pesqueSin embargo, existe una intensa com- ras. As, pues, existen muchas conseVANGUARDIA | DOSSIER
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cuencias a nuestros enfoques convencionales a la gestin hdrica que no se reflejan en las actuales polticas del agua. Y, con frecuencia, son los pobres y los ms desfavorecidos econmicamente quienes sufren las consecuencias en su salud y sus medios de vida.
MI TERCER PUNTO ES el de un aumento de la
preocupacin por la estabilidad poltica a medida que los pases que comparten ros internacionales compiten con ms intensidad por el agua. Existen en el mundo 263 ros compartidos por dos o ms pases. Y en la mayora de esas cuencas todava no hay ningn tratado que establezca la forma en que debe compartirse el agua entre los pases implicados. El Consejo de Inteligencia Nacional estadounidense, un instituto estratgico, ha identificado la escasez de agua como un motor potencial de conflicto internacional en las prximas dcadas. Hasta ahora nos hemos preocupado justificadamente por unas pocas cuencas concretas. La cuenca del Jordn, compartida por Israel, Siria, los palestinos, Jordania y el Lbano. La cuenca del Nilo, compartida por diez pases, de los cuales los ms importantes son Egipto, Sudn y Etiopa. La cuenca del Tigris-ufrates, compartida por Turqua, Siria e Iraq. La seguridad futura de los iraques depende mucho de lo que suceda en el curso superior, situado en Turqua, dado que ese pas construye embalses en los ros que fluyen hacia Iraq. No hay tratados que detallen cmo debe compartirse ese agua. Se ha puesto de moda en cierto modo hablar de la posibilidad del estallido de guerras del agua. Van a estallar guerras por el agua? Dnde se librarn? Son preocupaciones legtimas. La tensin poltica a propsito del agua aumentar porque es un elemento que no tiene sustituto y escasea en muchos lugares. Sin embargo, si analizamos de modo sistemtico la posibilidad de que estallen guerras hdricas, vemos que, si bien siempre deben preocuparnos las tensiones que conduzcan a la movilizacin de los ejrcitos y al estallido de hostilidades, hay otras repercusiones de las tensiones por el agua que deberan intranquilizarnos: la guerra no es el nico desenlace preocupante de esta dimensin internacional. Tambin tenemos que preocuparnos por los aspectos humanitarios y las inestabilidades regionales que surgen del uso y la distribucin no equitativos de ese agua. En la cuenca del Nilo, por ejemplo, Egipto utiliza la inmensa mayora del agua, y Etiopa, que la proporciona en su mayor parte, apenas la
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aprovecha. Sin embargo, cada vez que Etiopa intenta iniciar algn tipo de aprovechamiento, Egipto amenaza con considerarlo como un acto de guerra debido a la importancia del Nilo para su seguridad. No hay tratado que incluya a Etiopa en esa cuenca. Y hasta que no haya un reparto ms equitativo del agua, creo que seguiremos presenciando hambrunas en Etiopa. Seguiremos viendo crisis humanas en regiones que no pueden o no han logrado desarrollar sus recursos hdricos. No habr una guerra por el agua en la cuenca del Nilo. No tiene sentido. Sin embargo, se producirn consecuencias humanas que sern tan graves como las consecuencias de la guerra. Lo mismo es cierto para los palestinos y los iraques, las partes ms vulnerables en sus respectivas cuencas fluviales. Tiene que darse una diplomacia ms activa por parte de terceros en la comunidad internacional con el objetivo de dirigirnos hacia un reparto ms equitativo del agua. Tenemos una historia unilateral de construccin de embalses y canalizaciones, as como de ausencia de reparto del agua en tanto que recurso para el bien de todos. Esta fuente de tensin ser ms fuerte en el futuro. Hasta ahora tenemos muy pocos buenos ejemplos de pases que se unen y negocian tratados que funcionan. Uno de ellos es el tratado firmado entre India y Pakistn. Ambos pases se han declarado la guerra tres veces; sin embargo, el tratado mediante el cual comparten el Indo ha permanecido bsicamente intacto. Un buen tratado es muy resistente, y creo que necesitamos ms tratados as.
EN CUARTO LUGAR, tenemos un gran atraso de
Tanto como la posibilidad de que estallen guerras por el agua, deberan preocupar los aspectos humanitarios y la inestabilidad regional que surgen del uso y distribucin no equitativos de los recursos hdricos
La cuenca del Nilo cuenta con 16 presas importantes, seis de ellas en proyecto o construccin. Esta colonizacin es especialmente imprescindible para el desarrollo econmico de Egipto, Sudn y Etiopa
MED
MAR
IDFINA, ZITA Y EMBALSES DEL DELTA
ITER
RN
EO
El Arish
Suez
SUPERFICIE DE LA CUENCA: 3.254.853 km2 CAUDAL MEDIO DEL NILO: 3.100 m3/seg. LONGITUD: 6.670 km DENSIDAD DE POBLACIN: 46 habitantes/km2 CIUDADES CON MS DE 100.000 HABITANTES: 25 ESPECIES DE PECES: 129 (slo Nilo) SUPERFICIE CULTIVABLE: 10,7 % REA DE REGADO: 1,4 % REA DE SECANO: 36,8 %
EGIPTO
PIB: 788.000 millones de $ Poblacin: 72.600.000 Personas sin acceso a agua descontaminada: 2 %
Construida en varias fases (1902, 1934, 1969-1971), la presa de Asun retiene ms de 47 millones de m3 de agua y produce 2.100 Mw. Forma el lago artificial Nasser, de 5.000 km2. El canal del valle de Toshka irrigar unas 500.000 ha cuando se concluya en 2017. El canal de la Paz, de 242 km entre el canal de Damietta, en el delta, y El Arish, afectar a unas 170.000 ha.
LIBIA
ESNA
EGIPTO
de Valle a k h s o T
ASUN
construidas y
en proyecto
KAJBAR
CHAD
MEROWE
Mar Rojo
NI LO At ba ra
KASHMEL GIRBA SENNAR
TEKEZE
ARABIA SAUD
Jartum
JEBEL AULIA
ERITREA YEMEN
SUDN
PIB: 21.098 millones de $ Poblacin: 36.000.000 Personas sin acceso a agua descontaminada: 31 %
Presa de Merove, a 350 km al norte de Jartum, estar lista en 2008 y producir 1.250 Mw. Obligar a desplazar a unas 50.000 personas. La presa de Kajbar producir 300 Mw. En la cinaga de Sudd, la mayor del mundo (130.000 km2) se pierde casi la mitad del caudal del Nilo Blanco. El canal de Jonglei estn construidos unos 260 km de los 360 previstos transportar unos 3,8 km3 de agua al ao.
SUDN
Nilo Blanco
ROSEIRES
Lago Tana
CENTRAL TIS ABAY
D J I BU TI
00 km)
Addis Abeba
ETIOPA
M A
necesidades no satisfechas en relacin con el agua potable, la salubridad y la higiene en el mundo en desarrollo; y este atraso se encuentra en el corazn de muchos temas que nos preocupan. Temas como las muertes y las enfermedades evitables, la infraeducacin de las nias en el mundo en desarrollo y la persistencia de la pobreza. En un da normal y corriente mueren en el mundo en desarrollo 4.000 nios, la mayora menores de 5 aos, por falta de acceso al agua potable segura, la salubridad y la higiene. Cuatro mil en un solo da. Hemos hecho muchos progresos internacionales en el suministro de agua potable segura a los pobres, pero debido al crecimiento demogrfico esos progresos han sido insuficientes. Si comparamos las cifras actuales con las de 1990, vemos que hemos proporcionado servicios a mil millones ms de personas. Sin embargo, el planeta tiene mil mi-
KARUMA
UGA ND A
Lago Kyoga
Lago Albert
Kampala
Lago Turkano
CATARATA DE BUJAGALI CATARATA DE OWEN
Lago Edward
UGANDA
PIB: 6.822 millones de $ Poblacin: 28.000.000 Personas sin acceso a agua descontaminada: 44 %
Lago Kiwu
RUANDA
Lago Victoria
K ENI A
100 km
SO
B URUND I
Ocan
TANZ A NI A
NDICO
La presa de las cataratas Owen hace posible una reserva de agua de ms de 204 millones de m3 y una produccin de 380 Mw. Antes de diez aos se materializarn los proyectos de las presas de Bujagali, de 200 Mw, y de Karuma, de 180 Mw.
FUENTES: Watersheds of the World, World Resources Institute, Banco Mundial, Quid, PNUD
ETIOPA
PIB: 8.003 millones de $ Poblacin: 70.000.000 Personas sin acceso a agua descontaminada: 78 %
Una vez finalizada, la presa de Tekeze, construida por los chinos en el ro Atbara, producir 300 Mw. La central de Tis Abay, en las cataratas del Nilo Azul, fue inaugurada en 2003. El pas dispone de ms de un centenar de zonas idneas para construir centrales capaces de producir unos 30.000 Mw.
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IA
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llones ms de habitantes que en 1990. De modo que hoy 1.100 millones de personas carecen de algo que la mayora de habitantes del mundo desarrollado da por sentado: el acceso a un suministro seguro de agua potable. Es ms, 2.600 millones de personas no tienen acceso a unas condiciones de salubridad adecuadas. Numerosas reuniones internacionales han reconocido que se trata de un terrible fracaso de la comunidad humana, pero todava no se ha llegado a una solucin que proporcione un acceso universal. El ltimo objetivo, respaldado de forma unnime por los pases miembros de las Naciones Unidas, es la reduccin a la mitad de la proporcin de personas sin acceso al agua potable segura y la salubridad en 2015. Dicho compromiso se tom en 2000. Casi todo mejora cuando se proporciona acceso al agua potable y la salubridad. Sabemos que ms nios, sobre todo nias, van a la escuela porque no tienen que quedarse en casa y encargarse de ir a buscar agua. El acceso al agua y la salubridad reduce la enfermedad y, con ello, los costes de la atencin sanitaria. Tambin reduce la pobreza. Ms personas tienen tiempo para iniciar negocios y elevar sus ingresos. As que es beneficioso para todo; sin embargo, ha sido difcil conseguir la movilizacin de la comunidad internacional para resolver este problema. Resulta difcil encontrar mayor reclamo para la ayuda al desarrollo que el suministro de agua potable segura. Y resulta interesante contemplar la increble explosin de generosidad e inters humanitario que tuvo lugar en todo el mundo tras el tsunami de diciembre de 2004. Una explosin increble y adecuada, en mi opinin. Sin embargo, no parece que seamos capaces de movilizar el mismo tipo de preocupacin e inters hacia nuestros semejantes de todo el planeta en relacin con estos acuciantes problemas cotidianos. La psicologa del fenmeno es fascinante, pero no hemos sido capaces de explicarlo. En Estados Unidos, sabemos que somos un pueblo generoso, y el tsunami puso de manifiesto nuestra disposicin a ayudar, pero es algo que slo sale en momentos de crisis. Y, precisamente, estamos cada da frente a una crisis mucho mayor y que no se resuelve. que debe considerarse es que el acceso al agua es un factor clave en la reduccin del hambre. En el mundo sufren hoy hambre o desnutricin crnicas 850 millones de personas. La mayora vive en granjas del frica
EL QUINTO PUNTO
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subsahariana y Asia meridional, y la mayor parte gana menos de un dlar al da. Pasan hambre aunque viven de sus granjas, porque no tienen los medios para mejorar la productividad de la tierra y cultivar los alimentos que necesitan ni tampoco tienen los ingresos para comprarlos. De modo que permanecen atrapados en la trampa del hambre. El ingrediente que falta a menudo es el agua, un poco de agua, agua de riego. Y el problema es que el regado tal como lo conocemos las bombas disel y los canales de irrigacin modernos han superado en gran medida a esas personas porque son tecnologas demasiado caras para ellos. Cuando se vive con menos de un dlar al da no es posible comprar una bomba de 3.000 dlares que extraiga el agua fretica que podra estar bajo el suelo. Por fortuna, se han desarrollado tecnologas adecuadas para los agricultores que viven con un dlar al da y en parcelas de una hectrea o menos. De modo que aqu el reto, y la verdadera oportunidad, es empezar a comercializar tecnologas asequibles orientadas de modo especfico a esos pequeos agricultores de los pases en desarrollo. Y en este mbito hemos visto unos xitos enormemente prometedores. Una tecnologa que me gusta mucho es la bomba de pedal que, segn he visto con mis propios ojos, ha transformado por completo algunas zonas rurales muy pobres de Bangladesh. Se opera con los pies, en gran medida como la mquina que se ve en los gimnasios. Los agricultores bombean y extraen el agua subterrnea con que regar los campos. En Bangladesh, la bomba de pedal cuesta 35 dlares. Para un agricultor de un dlar al da, sigue siendo cara, pero no necesita una subvencin, no tiene que renunciar a ella y es algo que puede comprar. Y en la primera temporada de uso, la bomba reporta a los agricultores cien dlares. En una temporada, la bomba no slo se paga, sino que proporciona a los agricultores dinero para escapar del hambre y empezar a salir de la pobreza. En Bangladesh, los agricultores pobres han comprado centenares de miles de esas bombas. Y es increble ver lo que han hecho en el campo. Algunos de los agricultores con los que hablamos nos comentaron que su familia ya no conoca el hambre y que por fin empezaban a salir de la pobreza. Y se trata slo de un ejemplo de una tecnologa introducida en esas zonas pobres del mundo y que da lugar a un importante cambio. El problema, de nuevo, es que nuestra poltica de desarrollo no se centra en eso. No se centra en el plano de las granjas y en tecno-
logas que son asequibles y adecuadas para los agricultores pobres con pequeas parcelas de tierra. Sin embargo, el potencial es inmenso.
nas y al mismo tiempo proteger los ecosistemas que sustentan nuestras economas y una cantidad tan importante de vida en este planeta? Aparecen tres prioridades. Una es la ANTES DE CONCLUIR, me gustara deimportancia de satisfacer las necesidacir algo sobre el cambio climtico. A to- des bsicas de las personas; otra es la do lo que he esbozado aqu, y cada vez importancia de satisfacer las necesidaque pensemos en el agua, debemos des bsicas de los ecosistemas de agua; aadir el elemento imponderable del y, la tercera, si hacemos todo esto, es el cambio climtico, porque el clima va a reto de mejorar de forma radical la tener una repercusin importante en productividad de nuestro uso del agua. todas las dimensiones de la seguridad La productividad hdrica es un conhdrica. He mencionado algunas. Se cepto ms amplio que la eficacia y mitrata de un enorme conjunto adicional de bsicamente el grado de beneficio, de retos que se superponen a los per- satisfaccin o valor que produce cada ligeados en este artculo. Es importan- tro que extraemos de un ro, un acute recordar que la poltica energtica fero, un lago o un arroyo. Eso es la propodra tener tanta relaductividad hdrica. Cunto cin con nuestra seguribeneficio obtenemos? Mi Uno de los dad hdrica como la polimpresin es que tenemos tica en este campo. Y esto principales que duplicar a grandes rases algo que muchos de desafos es la gos la productividad hdrica nuestros encargados de respuesta a si queremos enfrentarnos formular polticas no tie- cmo satisfacer al reto de satisfacer las nenen demasiado presente. las necesidades cesidades humanas y al misTomadas de modo mo tiempo proteger el ende consumo conjunto, estas tendentorno acutico que sustenta cias me han convencido y proteger, al toda la vida, incluidos nosde que necesitamos un mismo tiempo, otros. Tenemos que duplicambio fundamental en los ecosistemas car la productividad; es munuestra forma de pensar vitales cho, pero resulta factible. Y el agua, en nuestra forma lo que me da esperanzas es de pensar cmo la utilizamos, la valo- que, cuando miramos a nuestro alreramos y la gestionamos. Creo que fue dedor, vemos que estn sucediendo alEinstein quien dijo que no se puede re- gunas de esas cosas. solver un problema dentro del mismo Uno de los acontecimientos intemodo de pensar que lo ha creado. El resantes a nivel nacional de los ltimos enfoque mantenido en el pasado a la aos ha ocurrido en Sudfrica. Sudgestin del agua ha creado muchos frica tiene hoy una de las polticas hproblemas graves. No podemos resol- dricas ms avanzadas del mundo, y verlos dentro del modo de pensar que merece la pena echar un vistazo a lo los ha creado. Brian Richter y yo hemos que hace ese pas. Su situacin es nidedicado bastante espacio en nuestro ca. El Gobierno actual se cre en 1994. ltimo libro, Rivers for Life: Managing Cuando cay el rgimen del apartheid Water for People and Nature (Island Press, y lleg al poder el Congreso Nacional 2003), a hablar de este cambio de mo- Africano (CNA), Sudfrica tuvo la opordo de pensar. En lugar de intentar ex- tunidad de reescribir la Constitucin, traer cada vez ms agua del entorno hacer borrn y cuenta nueva con los natural para satisfacer unas deman- acontecimientos del pasado, as como das crecientes, tenemos que empezar a desarrollar nuevas leyes y polticas en situar la salud del ecosistema en el co- muchas reas, y el agua fue una de razn de la gestin y la valoracin del ellas. El nuevo Gobierno sudafricano agua. Esto resita el reto: cmo pode- aprob en 1998 la ley del agua ms mos satisfacer las necesidades huma- avanzada del mundo. Dicha ley esta-
blece una reserva de agua que consta de dos partes. La primera se destina a satisfacer las necesidades bsicas de todos los sudafricanos. Cuando el CNA y Nelson Mandela llegaron al poder, haba en el pas 14 millones de sudafricanos sin agua potable. Desde entonces, la cifra se ha reducido a la mitad y sigue reducindose. La ley establece que deben satisfacerse las necesidades bsicas de todos los sudafricanos; es un derecho consagrado por la Constitucin. En segundo lugar, se establece lo mismo para los ecosistemas. Esta segunda parte de la reserva se destina a proporcionar a los ecosistemas al menos la cantidad mnima de agua que necesitan para su salud y funcionamiento. En Sudfrica, la mayora de los hidrlogos participan hoy en el complejo, interesante e importante reto de calcular cunta agua necesita un ro. Cunta agua necesitan nuestros ecosistemas? Qu cantidad? Qu calidad? Cules son los tiempos para sostener las funciones ecolgicas bsicas que proporcionan? Y lo interesante de verdad es que no es un trabajo realizado slo por cientficos. stos trabajan con las comunidades de las cuencas de toda Sudfrica y entablan un dilogo con sus habitantes acerca de los bienes y servicios que es importante obtener de esos ecosistemas. Qu necesitamos proteger? Y a continuacin los cientficos deben responder a las preguntas sobre los tipos de flujos necesarios para proteger esos bienes y servicios. Se trata de un esfuerzo muy dinmico, interactivo y cooperativo. Y en el corazn de todo se encuentra la afirmacin de que el agua es un fondo pblico y de que el Gobierno es su custodio en beneficio de los ciudadanos. Cuando Mandela lleg al poder, no nombr a un ingeniero ni a un hidrlogo para que dirigiera el Ministerio del Agua. El elegido fue Kader Asmal, un abogado especializado en derechos humanos que haba estado exiliado en Irlanda durante el apartheid. Es una persona de talante filosfico y aport al cargo una perspectiva diferente que permiti al pas abordar el tema del agua desde un punto de vista filosfiVANGUARDIA | DOSSIER
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co. Y ha sido fascinante contem- Es necesario el suministro de Boston y, en su lugar, plarlo. Por supuesto, la prueba reconocimiento considerar en serio la alternativa de final est en los hechos, y tenela conservacin. Y, desde 1987, la y la difusin mos que ver cmo se llevar todo ARHM ha puesto en prctica un prode la compleja a la prctica. Es un experimento grama de conservacin muy amplio social con el agua muy complejo e importante y de reduccin del consumo de agua, tica operativa lo que han evitado un nuevo desvo pero muy importante. He mencionado que necesi- que integra al ro Connecticut y ha ahorrado ditaremos doblar la productividad la ciencia, nero a los consumidores. Satisfacer hdrica. Necesitaremos que enlas necesidades por medio de la conla poltica, tren en accin tecnologas que servacin suele ser ms barato que inestn hoy acumulando polvo en la gestin y el crementar la oferta. Se trata de una los armarios; cosas como el riego uso del agua zona del mundo bastante rica en repor goteo, que podra duplicar o cursos hdricos. Y, a pesar de eso, se triplicar la productividad hdrica porque au- puede presentar como un formidable xito en menta el rendimiento de las cosechas y reduce el mbito de la conservacin. la cantidad de agua. Exigir pensar en aspectos PARA LOGRAR TODAS estas cosas vamos a necomo el valor nutricional del agua; no slo el rendimiento conseguido, sino el valor nutri- cesitar nuevas polticas, un uso ms eficaz de cional que se obtiene del agua dedicada a la tie- los precios y la comercializacin del agua donrra. A veces algunas personas me preguntan de sea pertinente, financiacin, leyes y norqu pueden hacer en tanto que individuos pa- mas para la conservacin. Se oye hablar mucho ra incrementar la sostenibilidad del uso del estos das de fijar unos precios correctos, peragua. Una de las cosas que podemos sealar con mitir que el mercado solucione nuestros profacilidad es la dieta. En Estados Unidos la dieta blemas; sin embargo, lo ltimo que podemos media consume dos o tres veces ms agua que esperar del mercado es que se ocupe de valores una dieta igual de nutritiva que una dieta si- no mercantiles. Si bien fijar correctamente el tuada un poco ms abajo en la cadena alimen- precio del agua es importante, y tambin pertaria. Con la misma cantidad de agua se podra mitir el comercio del agua donde encaje con la cultura y las leyes que rigen la distribucin alimentar a dos personas en lugar de una. Si observamos las ciudades del mundo, ve- del agua, esas medidas no resolvern una buemos que suelen perder un 20-40 por ciento de na cantidad de los problemas que he mencioagua a causa de los escapes. Cuando el agua se nado. Creo que lo ltimo que queremos es que distribuye por la red urbana perdemos una los gobiernos abdiquen de su papel como cusbuena cantidad slo por el problema de los es- todios del fondo pblico del agua. Existe hoy en capes. No tiene sentido que una ciudad cons- da en el mundo una gran presin para privatruya un nuevo embalse o una desalinizadora tizar y mercantilizar el agua, y se trata de algo moderna si una cuarta parte del suministro de en lo que tendramos que ser muy cuidadosos. El agua es la base de la vida, y, lo reconozagua se pierde por las fugas; sin embargo, es algo que vemos que sucede todo el tiempo. Y camos o no, existe una dimensin tica en totambin aqu podemos hacer mucho. La con- da decisin que tomamos acerca de su uso y gesservacin urbana ya ha dejado de ser un pro- tin. Es necesario que esta tica operativa, que yecto piloto. Sabemos cmo hacerlo. Recib est grabada en la poltica de Estados Unidos y una informacin hace un tiempo de la Autori- en muchas de sus elecciones, se explique a todad de Recursos Hdricos de Massachussets, da la sociedad. sta es en realidad la fuerza in(ARHM), en Boston, segn la cual el uso del agua tegradora; la fuerza que integra la ciencia, la podel Gran Boston se encuentra en su nivel ms ltica y la gestin del agua. Me gustara que se bajo desde hace 50 aos. Estamos en la poca de empezara a abordar esta cuestin tan complelos yacuzzis y los cspedes, y el uso del agua en ja e importante de la tica del agua, lo que sigBoston ha descendido un tercio desde mediados nifica y el modo en que es posible aplicarla en de la dcada de 1980. Este xito se debe en nuestras sociedades. buena parte a un movimiento ciudadano orientado a disuadir a los funcionarios hdricos de la Este artculo es la versin corregida de una conferencia proconstruccin de un proyecto para desviar agua nunciada en el Mount Holyoke College (South Hadley, Massadel ro Connecticut con objeto de aumentar el chusetts) en 2005.
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ximos decenios. Debemos limitar la incertidumbre e inseguridad en el abastecimiento de agua que amenaza a los pobres del planeta, dotar de verdadero significado a la nocin del agua como derecho humano, contrarrestar el ataque global que acecha a los ecosistemas de agua dulce en situacin preocupante, controlar el explosivo incremento de la demanda de agua y articular nuevas formas de distribucin de los recursos hdricos en los mbitos de la agricultura, la vida local, la industria y el medioambiente. Tales retos plantean indudablemente difciles respuestas dadas las mltiples facetas que presenta el problema del agua: necesidad humana bsica, derecho humano fundamental, alma y nervio de los ecosis-
temas, cimiento del sustento y culturas autctonas y bien de valor y alcance comercial. Las tensiones y contradicciones entre estos distintos significados y usos antagnicos son susceptibles de derivar en conflictos sociales, polmicas polticas, incluso violencia. En consecuencia, un factor clave a la hora de encarar los desafos que plantea el problema del agua en el siglo XXI vendr dado por nuestra capacidad de reconocer, afrontar y solucionar los conflictos relativos al agua.
Estos conflictos pueden adoptar numerosas formas: protestas contra los efectos medioambientales y sociales de la construccin de grandes presas; oposicin a la supresin o mengua del suministro pblico en beneficio de compaas del sector privado, y divergencias sobre las normas cambiantes de acceso a los sistemas tradicionales de recursos de la comunidad. En lugar de desechar estas protestas por achacarlas a intereses egostas contrarias al progreso, deberamos considerarlas co-
mo seales de alerta que nos advierten del hecho de que las polticas actuales no slo no logran asegurar el suministro de agua, sino que tampoco atienden debidamente las legtimas aspiraciones de justicia social, voz participativa y gobierno eficaz. Solucionar conflictos significa entenderlos en su raz. Por su misma diversidad, las distintas formas de conflicto social acerca del agua presentan tres importantes modelos o pautas. En primer lugar, estas disputas se libran
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crecientemente a nivel global, pues los efectos de la globalizacin trasladan a la escena internacional los conflictos que anteriormente se libraban a escala local. En segundo lugar, los organismos e instituciones diplomticas y de ayuda internacional se han demostrado ineficaces para afrontar con garantas las discusiones y debates que se dirimen en la actualidad. En tercer lugar, y como consecuencia directa de este fracaso institucional, observamos la aparicin de nuevos mecanismos y mtodos de gobierno que reemplazan la diplomacia tradicional por formas ms directas de dilogo entre las partes. Estos mecanismos constituyen el laboratorio en el que se aplican, de hecho, las nuevas normas de gobierno global del agua.
lacionadas con el agua o su suministro ampliamente erradicadas en el mundo industrializado que incluyen, entre otras, el clera, las enfermedades diarreicas, la tifoidea, los parsitos y la esquistosomiasis. Se desconoce la mortalidad debida a estas causas pero se calcula en torno a cinco millones de personas cada ao. La OMS calcula que las enfermedades diarreicas por s solas causan ms de dos millones de muertes al ao y quienes sufren en mayor medida sus efectos son los nios de edad inferior a los 5 aos que viven en zonas rurales del sur global. Los esfuerzos para reducir la carencia o insuficiencia de abastecimiento apenas han estado a la altura del desafo representado por el crecimiento demogrfico mundial de los ltimos decenios. Como en el caso de tantas desigualdades globales, la carga recae desproporcionadamente sobre la poblacin pobre y de mbito rural. La mujer, adems, sufre en mayor medida que el hombre las consecuencias del problema tanto por su dura labor de acarreo como por los efectos negativos de este problema sobre su salud en particular. Existe, pues, una discriminacin sexual tambin en el mbito del agua. Y aunque las Naciones Unidas consideran que el agua constituye un derecho humano bsico, para demasiados habitantes del planeta tal derecho sigue siendo terico y su ejercicio queda fuera de su alcance.
Asalto a los ecosistemas de agua dulce. A medida que el mundo afronta el enorme desafo de proporcionar una seguridad en el abastecimiento de agua para todos, asoma otro gran desafo: modificar la peligrosa tendencia actual que pone en riesgo los recursos y reservas de agua dulce. Estos sistemas, si bien ocupan una reducida superficie de la corteza terrestre incluyen ros, lagos, marismas, zonas pantanosas y estuarios representan un factor ecolgico y humano de alto valor en el plano nutricional, del acceso a agua potable, proteccin frente a las inundaciones, diversidad biolgica, regulacin del clima, inters cul-
tural y ocio y diversin. Los estudios de economistas medioambientales han acostumbrado a clasificar los ecosistemas de agua dulce junto a los de los bosques tropicales y ecosistemas costeros por su valor vital en el mantenimiento de la vida humana. Sin embargo, los ecosistemas de agua dulce figuran entre los castigados por los usos de los suelos, el retroceso del nivel del agua, los cambios de uso de la tierra y proyectos energticos. Ms de una tercera parte de las cuencas mundiales han perdido al menos tres cuartas partes de su capa forestal, un cambio que altera los climas locales y acelera la erosin, la degradacin del suelo y las inundaciones. Ms de medio milln de kilmetros de vas acuticas han sido alteradas a fin de crear canales y sistemas de navegacin. Unas 800.000 presas ensucian o depositan desperdicios en los ros del mundo, alterando el curso fluvial, modificando las propiedades fsicas y qumicas de los ecosistemas de agua dulce y entorpeciendo o dificultando la circulacin del agua, los sedimentos, los nutrientes y los diferentes organismos. La contaminacin tambin se cobra su precio en forma de tratamiento inadecuado de vertidos, concentracin de metales pesados y otros materiales txicos en el agua de superficie y manantiales. Asimismo aumentan en exceso los nutrientes en cursos de agua dulce, lo que provoca eutrofizacin. Las consecuencias de este cmulo de cambios y modificaciones han sido graves. El reciente informe Evaluacin de Ecosistemas del Milenio, que ha agrupado gran nmero de aportaciones cientficas mediante dictmenes de expertos sobre la salud de los ecosistemas del planeta, ha concluido que los sistemas de agua dulce se degradan ms rpidamente que los de otras caractersticas. Aunque faltan datos exhaustivos, se calcula que la mitad de las zonas hmedas y pantanosas del planeta pueden haberse perdido en el siglo XX. Una tercera parte de las especies de peces en el mundo est considerada en peligro, principalmente en hbitats de agua dulce.
Dilemas sobre la asignacin del agua. Los esfuerzos para afrontar las necesidades relacionadas con el agua y la proteccin de los ecosistemas en situacin crtica se complican por la aparicin de un tercer desafo: asignar el agua en un contexto de destinos o usos incluso antagnicos. El regado constituye el uso principal y ms extendido del agua y representa dos tercios de la detraccin global de recursos hdricos de nuestro planeta. Las iniciativas de desarrollo rural se han centrado histricamente en proporcionar a los agricultores grandes cantidades de agua con garantas y a bajo precio. Pero estos usos han sido a menudo tambin histricamente altamente ineficientes; incluso con las recientes mejoras en tecnologa y sistemas de gestin, la eficacia media de los sistemas de irrigacin en el mundo oscila alrededor del 40 por ciento. La demanda industrial y local de agua presiona en contra de la tradicin agrcola. La aplicacin de criterios empresariales habituales permite pronosticar que cada uno de estos sectores aumentar su demanda de agua entre un 50 y un ciento por ciento en los prximos decenios. No obstante, no es probable que estas proyecciones se cumplan en la prctica por la sencilla razn de que las poblaciones humanas ya retienen y utilizan una proporcin esencial de la cantidad globalmente disponible. As, incluso con un avance espectacular en el uso eficiente del agua, muchos ncleos tendrn dificultades a la hora de equilibrar estos usos antagnicos sin una redistribucin del agua partiendo de los usos existentes para hacer frente a las nuevas exigencias. Ocurre, sin embargo, que los mecanismos para asignar el agua de acuerdo con tales usos antagnicos no se hallan an a punto. Los economistas especializados en la cuestin han abogado habitualmente por una aplicacin de mecanismos de mercado para asignar ms eficientemente el suministro y abastecimiento de agua con el consiguiente reflejo en los precios segn los distintos usos. Sin embargo, los mercados del agua siguen ro-
deados de polmica y discusin, in- citarse problemas entre Israel y sus vecluida la nocin tradicional del agua cinos por el Jordn, India y Pakistn como bien pblico, la distinta manera por el Indo, o Turqua, Iraq y Siria por de administrarlo segn los distintos el ufrates. Muchos expertos rechazan tales sectores y usos antagnicos, el papel tradicional del Estado como suminis- desalentadores y lgubres augurios, trador, el desproporcionado poder e in- razonando que hay pocos ejemplos de fluencia de los grandes usuarios de es- pases que hayan ido a la guerra por el te recurso, la incapacidad de la pobla- agua, que se ha dado un grado positivo de cooperacin internacin pobre de pagar elevados cional y que se abren precios de mercado por l y Aunque no hay perspectivas de mejor y los numerosos costes deri- unanimidad ms eficiente uso y gesvados de la contaminacin y sobre posibles tin del agua para atende las exigencias de salud guerras der la demanda crecienpblica que en definitiva no por el agua, te. Segn el ex ministro se reflejan en el precio de sudafricano responsable mercado del agua. Los me- las polticas del sector, Kader Asmal, canismos polticos, asimis- e iniciativas actuales el agua, por su propia mo, son muy variados: en naturaleza, tiene de inmuchos pases la responsa- ya generan ducir a cooperar incluso bilidad del empleo y gestin conflicto social a pases vecinos eventualdel agua para la agricultura, e incluso mente rivales y enfrenla industria, los municipios violencia tados de hecho por otros y la proteccin medioambiental depende de diversos organis- motivos. Muchos expertos se inquiemos e instituciones, factor que consti- tan ante la posibilidad de que la retrica blica por el agua venga a reforzar tuye una fuente de problemas. una situacin ya existente en la que los pases disputan por asegurarse recursos Conflictos sociales hdricos en lugar de inclinarse por coDebido al crecimiento demogrfi- operar diplomticamente, actitud tan co, el aumento de nivel de vida y las ne- necesaria y apremiante en este mbito. cesidades no cubiertas que entraan En esencia, el debate gira en torno en la prctica una mayor demanda de a la cuestin de si las instituciones y oragua, crecen las voces de alerta ante ganismos competentes evolucionarn eventuales y temibles guerras por el con la suficiente rapidez para posibiagua en el siglo XXI. A finales de los litar la cooperacin ante las demandas aos 90, el vicepresidente del Banco en aumento, la rivalidad y las tensiones Mundial en materia de desarrollo sos- consiguientes. Sin embargo, al enmartenible advirti de que las guerras car la cuestin como una posible guedel prximo siglo se librarn por el rra por el agua entre los pases, el deagua. En su valoracin estratgica de bate omite un hecho crucial. Las actualas tendencias polticas y econmicas les polticas e iniciativas generan ya por del cambio de siglo, The Economist s solas un volumen considerable de afirm que se dan las condiciones pa- conflicto social, e incluso violencia, ra que estallen conflictos por el agua. en torno al agua: violencia estructural Estas advertencias subrayan sobre todo debida a la privacin y carencia de el riesgo de conflicto blico en cuencas agua entre los pobres de la Tierra, vioribereas compartidas por varios pa- laciones de los derechos humanos que ses y donde las actividades existentes con demasiada frecuencia acompaan pueden acarrear problemas medio- a los proyectos de grandes presas y ambientales o derivados de la cons- otras infraestructuras y enfrentamientruccin de grandes presas suscepti- tos sociales que pueden desencadebles de lesionar intereses de pases narse cuando se ven amenazadas las vecinos. As, por ejemplo, podran sus- condiciones de acceso de las comuniVANGUARDIA | DOSSIER
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dades locales al suministro de agua o a da indemnizacin ni la posibilidad de los ecosistemas de agua dulce. opinar al respecto. Se han dado asiEstas formas ya existentes de con- mismo numerosos casos de violencia flicto por el agua y violencia en torno en los distintos emplazamientos cuanal agua comparten tres importantes do las comunidades afectadas han elerasgos. En primer lugar, en la medida gido la va del enfrentamiento y los goen que las citadas comunidades se ha- biernos la de la represin. llan en mayor disposicin de hacer or Los cambios en el acceso comunisu voz, tales conflictos aumentan al tario al suministro de agua pueden propio tiempo en frecuencia e inten- generar asimismo conflictos. Las cresidad. En segundo lugar, y a caballo de cientes dificultades de financiacin la revolucin de las comunicaciones, de las infraestructuras de suministro estos conflictos adquieren una di- de agua y las presiones de las institumensin global en escala y alcance. ciones financieras internacionales han En tercer lugar, al emular el carcter motivado que algunos gobiernos hacambiante del sistema de relaciones in- yan recurrido al sector privado para ternacionales, no se canalizan a travs contratar estos servicios. Muchos tamde las vas tradicionales de relaciones bin han comercializado el agua creentre los pases o la dicientemente aumentando plomacia soberana de los los precios, imponiendo estados, sino que tienden Los proyectos cortes en caso de impago o a expresarse con una con- de grandes limitando de otras formas flictividad ms desorde- presas, planes el acceso a lo que tradicionada en la que diversos de irrigacin y nalmente se ha juzgado coprotagonistas e intereses canalizaciones mo un bien pblico o un rese enfrentan e interac- han provocado curso comn. Tal vez el catan directamente y en que entre 40 so ms conocido de brotes los ms diversos foros: y 80 millones de violencia ocurri en Cocuencas ribereas, salas chabamba (Bolivia), cuande personas de juntas, instituciones do las protestas por el ause hayan visto financieras y pasillos del mento del precio del agua y poder. Las guerras por el desplazadas las concesiones otorgadas de sus hogares agua de principios del sia una empresa privada glo XXI no estriban en multinacional deriv en la choques blicos entre pases, sino en lu- aplicacin del estado de emergencia, el chas de intereses con muy distintas vi- despliegue de las fuerzas armadas pasiones y perspectivas y distintos grados ra eliminar las protestas y varias muery niveles de poder, influencia y voz en tes. Protestas similares a escala menor el marco de un debate global sobre los han estallado en diversos pases y la viofuturos del agua. lencia se ha cobrado vidas en incidenUn grupo de conflictos de este tipo tes recientes en China, India, Pakistn, viene dado por los grandes proyectos Colombia, Kenia y Somalia. de infraestructuras que exigen consiPor ltimo, los impactos sobre los derables inversiones como, por ejem- sistemas socioecolgicos que aportan plo, grandes presas, planes de irriga- bienes y servicios medioambientales y cin y canales a lo largo y ancho del te- contribuyen al sustento de las comurritorio. Las comunidades afectadas nidades locales pueden ocasionar asisuelen ser rurales, pobres, represen- mismo conflictos. La acuicultura, por tan a minoras culturales o bien se ha- ejemplo, se ha convertido en una imllan en inferioridad de condiciones en portante fuente de aporte alimentaotros aspectos. La Comisin Mundial rio en todo el mundo y una estrategia de Presas ha calculado que de 40 a 80 de desarrollo realmente popular en millones de personas han sido trasla- numerosas regiones costeras tropicadadas para la realizacin de tales pro- les. Pero las piscifactoras a escala inyectos, en muchos casos sin la adecua- dustrial en especial en el caso de la
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gamba suelen ejercer un grave impacto sobre la vida de las comunudades locales: polucin del agua, vertido de residuos, eutrofizacin, intrusin de agua salada, deforestacin de los manglares y privatizacin de recursos tradicionalmente dependientes de las respectivas comunidades. Tales impactos han motivado protestas, boicots y accin directa de las comunidades afectadas que a su vez han generado duras respuestas policiales.
aunque no siempre, por supuesto que las comunidades locales se organizaran mejor cuando sus intereses, estilo de vida, medio de sustento y cultura se hallaban amenazados, en tanto que la revolucin de las comunicaciones les ha permitido contactar con otros grupos y pueblos aquejados de los mismos problemas para compartir estrategias y vas de solucin. En consecuencia, conflictos que haban permanecido en la esfera interna de los pases han trascendido allende sus fronteras para debatirse en el mbito de grandes foros mundiales. Las redes de activistas internacionales a favor de la proteccin medioambiental, los derechos humanos, la mayor participacin en las decisiones y la democratizacin de los recursos se han beneficiado del proceso de globalizacin para reforzar sus posturas, hacer or mejor su voz y dialogar ms en profundidad con las comunidades locales.
cuencas antes de elevar sus recomendaciones a la Asamblea General a principios de los 90. Despus de ms aos de deliberacin la Asamblea aprob una propuesta de marco global, la Convencin sobre legislacin de usos de agua no navegable de vas de agua internacionales. Esta convencin apela a los estados a promover acuerdos internacionales sobre sus ros compartidos y a comprometerse en la proteccin medioambiental y uso equitativo del agua evitando perjuicios a otros pases y compartiendo informacin sobre el uso del agua, la disponibilidad de este recurso y los proyectos en las respectivas cuencas. Pocos gobiernos estn preparados para cumplir estos principios: la convencin no ha sido suficientemente ratificada por los gobiernos y la cooperacin internacional en esta materia ha avanzado con lentitud. An peor, el exceso de regulaciones y casustica ha perjudicado la aplicacin de medidas coordinadas, esenciales para la sostenibilidad de la gestin de las vas de agua, recursos hdricos y ecosistemas de agua dulce. A veces los acuerdos internacionales establecen normas que pasan por alto las necesidades concretas de las comunidades locales afectadas, que se encuentran sin suficientes recursos para promover proyectos bien financiados y de amplias miras. La diplomacia tradicional, por su parte, no ha constituido precisamente la mejor manera de fomentar el dilogo entre los diversos protagonistas en escena. Es ms, en alguna ocasin las directrices de la convencin han representado en la prctica un enfrentamiento entre puntos de vista especficos de gobiernos soberanos aunque en teora habra podido aportar instrumentos tiles a la hora de gestionar adecuadamente el recurso del agua. Aunque en fecha reciente esfuerzos como la Iniciativa de la cuenca del Nilo han supuesto un avance en la participacin de la sociedad civil, el ritmo general de progreso en este terreno se ha acercado al grado de congelacin comparado con las fuertes presiones y demandas y los conflictos sociales relativos al agua en el mundo.
Y al tiempo que se ha tambaleado la diplomacia y sus mecanismos, tambin ha sido insuficiente la ayuda internacional. La ayuda al desarrollo ha redundado escasamente en el aumento de las garantas y la seguridad en el abastecimiento de agua a las poblaciones. Cuando las Naciones Unidas aprobaron sus Objetivos del Milenio en 2000, el agua figuraba entre las prioridades. Uno de los objetivos consiste en reducir a la mitad el nmero de personas en el mundo que no dispone de acceso sostenible a agua potable y en condiciones sanitarias correctas. Establecer el objetivo de reducir en lugar de suprimir el problema significa reconocer tcitamente la dificultad de afrontar el problema en el actual contexto poltico y econmico del planeta. Y lo cierto es que amplias regiones del mundo en vas de desarrollo no se hallan en camino de momento de alcanzar los objetivos fijados y en la fecha fijada del ao 2015. Adems, la ayuda en materia de agua es un factor de gran influencia en el ritmo de desarrollo de los pases pobres y remite, con su cmulo de insuficiencias y conflictos, a los que Balakrishnan Rajagopal ha denominado la violencia del desarrollo. Las grandes presas han figurado entre las mayores polmicas de la ayuda al desarrollo a lo largo de los ltimos 20 aos: tal ayuda canalizada a travs del Banco Mundial ha consistido sobre todo en la concesin de prstamos al sector.
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Presas (WDC), organismo internacional que abraza ambas perspectivas, ha podido alcanzar un consenso notable y sin precedentes sobre el papel de las presas en el marco del desarrollo y empresarial en general. Aunque sus conclusiones siguen siendo polmicas, los departamentos competentes de varios pases donantes de ayuda se han comprometido a esforzarse por cumplir las directrices de la comisin en sus programas de ayuda. La comisin, en lugar de limitarse a actuar por la clsica va diplomtica internacional o a crear grupos de expertos eminentes, ha congregado un amplio abanico de protagonistas de la cuestin activistas comunitarios, defensores del medio ambiente y los derechos humanos, representantes de las empresas, profesores y tambin diplomticos a fin de pormenorizar los distintos aspectos implicados en el futuro de las grandes presas. Dilogos similares han comenzado a entablarse tambin en torno a otras cuestiones polmicas relacionadas con el agua, como el papel del sector privado y la labor asociada sector pblico-sector privado en proyectos de suministro y abastecimiento de agua. Tales iniciativas no son una panacea y no existe respuesta fcil a la cuestin de quin es exactamente un protagonista en este complejo contexto mundial. Sin embargo, estos propsitos permiten indudalemente dar voz a los afectados y representan una importante leccin sobre las propias condiciones de establecimiento de un dilogo y consenso global. Entre tales lecciones figuran la necesidad de reconocer y avanzar a travs de posibles desacuerdos en lugar de limitarse a buscar el mnimo comn denominador de carcter diplomtico basado en principios generales, el valor de la cooperacin y la puesta en comn de conocimientos y tcnicas y la necesidad de proseguir de forma continuada estos dilogos globales mediante amplios foros de debate de alcance nacional.
pectivas sobre los recursos son a veces difcilmente conciliables y la desigual distribucin del poder y la influencia deriva en conflictos que sobrepasan los canales tradicionales diplomticos e institucionales. Gobernar y administrar bien el agua exige e implica una serie de innovaciones. El reconocimiento del derecho humano de acceso al agua debe ser reforzado mediante legislacin nacional y prcticas internacionales que subrayen la obligacin de los gobiernos, las empresas multinacionales, y las instituciones financieras mundiales de respetar, proteger y cumplir los derechos sobre el agua. Los proyectos deben considerarse un medio y no un fin en s mismos; los organismos de ayuda y los gobiernos recipiendarios deben mejorar y fomentar su capacidad de valorar las opciones posibles, elegir aquellas de menor impacto sobre las comunidades y el medio ambiente y recordar permanentemente que los objetivos esenciales son la reduccin de la pobreza, la atencin de las necesidades bsicas y la seguridad de las personas en lugar de la repeticin de mtodos y proyectos ya conocidos y rutinarios. Los proyectos deben abordarse con entera transparencia, en cooperacin y dilogo con las comunidades hasta en los menores detalles de carcter tcnico y financiero, sin olvidar la tarea de formacin de la ciudadana de los pases ricos sobre las repercusiones de su empleo del agua sobre los distantes pases en vas de desarrollo. Tampoco los derechos del agua deben sacrificarse en aras de los desafos energticos del futuro ante la necesaria sustitucin en el futuro de los combustibles fsiles por otras fuentes de energa. Necesitamos asimismo mejores mecanismos de resolucin de disputas medioambientales, cuya ausencia es tal vez el mayor inconveniente actual en la organizacin de gobierno y administracin medioambiental del planeta. Aunque indudablemente tiles, mecanismos actuales como el Tribunal Permanente de Apelacin, la seccin de inspeccin del Banco Mundial o los procedimientos de resolucin de conflictos de la OMC no aportan resultados eficaces ni encauzadores de los procesos conflictivos sobre bases slidas. Los distintos organismos y agencias dependientes de las Naciones Unidas en materia de cooperacin para el desarrollo y ayuda humanitaria y medioambiental debaten actualmente una amplia serie de reformas para mejorar el nivel operativo de las iniciativas en curso. Sus recomendaciones habrn de incluir el establecimiento de un mecanismo de arbitraje, resolucin y encauzamiento de las disputas por el agua de tal forma que impliquen no slo a los gobiernos sino tambin a las ONG, empresas multinacionales y comunidades locales.
La crisis de gobernabilidad
Carlos Fernndez-Juregui
DOCTOR INGENIERO ESPECIALIZADO EN HIDRULICA E HIDROLOGA. COORDINADOR ADJUNTO DEL PROGRAMA MUNDIAL DE EVALUACIN DE LOS RECURSOS HDRICOS (WWAP) DE LAS NACIONES UNIDAS. MIEMBRO DEL COMIT DE ASESORMIENTO TCNICO DE LA ALIANZA MUNDIAL DEL AGUA (GWP/SAMTAC). CATEDRTICO DE HIDROLOGA DE LA UNIVERSIDAD TCNICA DE BERLN (TU-BERLN) / UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN ANDRS (LA PAZ).
dad de datos, dando a lugar a que muchos pases slo dispongan de seriaciones histricas muy cortas y que todas las inversiones a largo plazo se vean perjudicadas por falta de datos e informacin fiable.
segundo informe fue presentado en el IV Foro de Mxico (2006) con el lema El agua, una responsabilidad compartida. En sntesis, los resultados de ambos informes y la conclusin final fueron los siguientes:
EUROPA
1% de la poblacin mundial
%
jos de investigacin desarrollados en diferentes universidades de los cinco continentes, adems de los programas realizados por numerosas instituciones nacionales e internacionales sobre los recursos de agua dulce en el mundo, se puede afirmar que la disponibilidad por persona, pas y ao contina disminuyendo en forma acelerada por tres razones fundamentales: el crecimiento de la poblacin, el desarrollo econmico de las naciones y el cambio climtico. Por otro lado, tambin se puede confirmar que la cantidad de agua en el planeta es constante y de ella una pequea proporcin es agua dulce y, por lo tanto, el recurso hdrico econmicamente aprovechable es tambin muy reducido. Si a todo esto sumanos que los recursos hdricos de la mayora de pases no estn debidamente tratados o estn incluso contaminados, se deduce que la situacin es an ms aguda ya que la oferta del recurso hdrico no es constante y est disminuyendo. En base a estos datos se puede hacer un resumen de la situacin de los recursos hdricos en el mundo respecto a la poblacin por continentes para llegar a la conclusin de que la regin ms rica en recursos hdricos es Amrica del Sur mientras que la ms pobre es Asia.
8%
13%
porcentaje de recursos hdricos que tiene cada continente sobre el total mundial
15 %
8
ASIA
60%
36
5
Los desafos de la gobernabilidad 1. Aunque se estn abordando los problemas derivados de una prestacin inadecuada de servicios de agua y de la disminucin de los recursos hdricos, rara vez se abordan las causas que los originan. Entre estas causas se encuentran los desequilibrios de poder, los modelos de comercio injusto entre distintos pases y dentro de ellos, as como el dficit de democratizacin. 2. En muchas regiones del mundo se pierde entre un 30 y un 40 por ciento o ms del agua debido a fugas en tuberas y canales y a la perforacin ilegal. El agua y los asentamientos humanos en un mundo cada vez ms urbanizado 3. Debido al crecimiento de la poblacin urbana, muchas grandes ciudades se han visto obligadas a importar agua de cuencas cada vez ms lejanas, ya que las fuentes locales de aguas superficiales y subterrneas han dejado de satisfacer la demanda de agua, por agotamiento o contaminacin. 4. En 2000, ms de 900 millones de habitantes de zonas urbanas casi un tercio de la poblacin urbana mundial vivan en barrios marginales. Un residente de un barrio marginal dispone de 5 a 10 litros de agua al da, mientras que un hogar de ingresos medios o altos de la misma ciudad puede consumir entre 50 y 150 o ms litros al da. El estado de los recursos 5. Los sistemas de aguas subterrneas proporcionan, a nivel global, entre un 25 y un 40 por ciento del agua potable del mundo. 6. Los ltimos cinco aos del siglo XX se caracterizaron por una tendencia global a la fusin continua de los glaciares. Este deterioro tendr repercusiones tanto en la sostenibilidad de los recursos hdricos de las cuencas
Ecosistemas costeros y de agua dulce 7. El crecimiento demogrfico y la expansin de las actividades econmicas estn imponiendo fuertes exigencias a los ecosistemas costeros y de agua dulce. Por ejemplo, desde 1900 las extracciones de agua se han multiplicado por seis, lo que representa el doble de la tasa de crecimiento demogrfico. 8. Las especies de agua dulce parecen estar ms amenazadas por las actividades humanas que por las especies de otros ecosistemas. En promedio, las poblaciones de especies de agua dulce disminuyeron en un 50 por ciento entre 1970 y 2000, un porcentaje muy alto comparado con el de los biomas terrestres o marinos. Proteger y promover la salud humana 9. Se estima que para asegurar nuestras necesidades bsicas, una persona necesita entre 20 y 50 litros de agua, libre de contaminantes, al da. 10. La cobertura de saneamiento en los pases en vas de desarrollo (49 por ciento) es apenas la mitad de la de los pases desarrollados (98 por ciento). 11. En Bangladesh se han construido ms de cuatro millones de pozos en los ltimos 20 aos con el fin de abastecer de agua potable al 95 por ciento de la poblacin. Ello ha provocado el mayor nmero de casos de envenenamiento por arsnico de la historia. El agua para la alimentacin, la agricultura y los medios de vida rurales 12. Aunque la irrigacin slo abarca el 10 por ciento del agua utilizada en la agricultura, esta actividad consume el 70 por ciento del total de extracciones de agua dulce y, por ello, es objeto de rigurosos anlisis en las discusiones sobre la gobernabilidad del agua. 13. Hoy en da, cerca del 13 por ciento de la poblacin mundial carece de acceso a una alimentacin suficiente para vivir una vida sana y productiva, a pesar de que en el mundo se dispone
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26 %
8%
AMRICA DEL SUR FRICA
13%
nologa, que nos permiten mantener este equilibrio de manera sostenible. Aunque la oferta es constante en el mejor de los casos, en la prctica disminuye cada da. Por otro lado, como la poblacin sigue aumentando, la demanda seguir tambin creciendo, lo que propicia el primer conflicto entre la oferta del sistema y la demanda de la sociedad. Los conflictos sociales pueden surgir tanto de un exceso de agua debido a las precipitaciones torrenciales, en muchos lugares cclicas, como debido a los perodos de sequa severa. El arte de la gestin es establecer un equilibrio entre oferta y demanda para mantener la armona social. Asimismo, la gestin integral de los
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LA CRISIS DE GOBERNABILIDAD
actualmente de la capacidad, la tecnologa y los recursos necesarios para producir alimentos en cantidad suficiente para cada hombre, mujer y nio. La falta de recursos sanitarios, financieros o naturales, como el agua y la tierra, y la incapacidad para vincular las actividades productivas con mercados remotos y asegurar el empleo, estn estrechamente relacionados con la pobreza.
Agua e industria 14. Si se ofrecen los incentivos adecuados, generalmente se puede reducir entre un 40 y un 90 por ciento la demanda de agua para la industria, incluso con las tcnicas y prcticas existentes. Sin embargo, resulta imprescindible que las polticas de conservacin del agua sean justas, factibles y aplicables. Agua y energa 15. Slo un 25 por ciento de las presas del mundo estn dedicadas a la produccin de energa hidroelctrica. 16. Europa utiliza el 75 por ciento de su potencial de energa hidroelctrica. frica slo ha desarrollado el 7 por ciento de este potencial, lo que indica la existencia de una gran reserva de este potencial para el desarrollo econmico del continente. Gestionar los riesgos: garantizar los frutos del desarrollo 17. Los pases en vas de desarrollo son, con diferencia, los ms afectados por los desastres; sus prdidas son unas cinco veces superiores, por unidad de producto interior bruto, a las de los pases ricos. 18. Durante un perodo de diez aos, de 1992 a 2001, un 90 por ciento de todos los desastres naturales fueron de origen meteorolgico o hidrolgico. Compartir el agua 19. Existen ms de 3.800 declaraciones unilaterales, bilaterales o multilaterales, o convenciones relativas a los recursos hdricos: 286 son tratados, de los cuales 61 se refieren a ms de 200 cuencas internacionales.
40 VANGUARDIA | DOSSIER
Valorar y cobrar el agua 20. La clasificacin por parte de la Convencin de Ramsar para para la preservacin y proteccin de ms de 1.400 zonas hmedas de todo el mundo, constituye un testimonio del reconocimiento internacional de la importancia medioambiental, social y econmica otorgada a estos ecosistemas especiales. 21. El promedio de la proporcin del sector privado en los sectores del agua y aguas residuales en los pases en vas desarrollo es de slo el 35 por ciento, mientras que en los pases desarrollados esta participacin representa el 80 por ciento del mercado. Estas inversiones estn motivadas, principalmente, por los altos niveles de cobertura y un clima institucional propicio para la iniciativa privada. Mejorar el conocimiento y las capacidades 22. Si se ensea a los nios una higiene adecuada, la educacin primaria puede convertirlos en educadores en salud para sus familias, transmitiendo de este modo informacin y actitudes higinicas susceptibles de reducir al menos en un 40 por ciento los estragos de las enfermedades diarreicas mortales en los hogares familiares. 23. Las nias constituyen la mayora de los 115 millones de menores que actualmente no asisten a escuela. 24. Las mujeres son responsables de la produccin entre el 60 y el 80 por ciento de los alimentos que se consumen en la mayora de pases en vas desarrollo. Aunque las mujeres son importantes actores en todos los asuntos relacionados con el desarrollo de los recursos hdricos, stas suelen quedarse al margen de las decisiones sobre la gestin y planificacin de los recursos hdricos.
Unos 1.100 millones de personas an no disponen de acceso a una fuente de abastecimiento de agua potable segura. Si sigue la tendencia actual, el frica subsahariana no alcanzar los objetivos del milenio relacionados con el agua. Aunque se han logrado avances significativos en la cobertura de saneamiento, 2.600 millones de personas an carecen de acceso al agua tratada. En resumen, un gran nmero de pases no est en vas de alcanzar el objetivo de desarrollo del milenio relativo al saneamiento.
razgo y compromiso poltico para distribuir los recursos. 2. Limitaciones institucionales. Falta de instituciones apropiadas a todos los niveles y disfuncin crnica de las instituciones existentes. 3. Limitaciones financieras. Falta de inversiones financieras e incapacidad de las poblaciones desfavorecidas para pagar. 4. Desafos tcnicos. Uno de los problemas infraestructurales ms difciles de resolver es poder extender los servicios a las poblaciones desfavorecidas de zonas rurales dispersas o comunidades urbanas densas. Ante esta situacin generalizada, cabe concluir que la crisis del agua es esencialmente una crisis de gobernabilidad. Y los principios bsicos de una gobernabilidad eficaz incluyen la participacin de todos los actores implicados, as como la observancia de los principios de transparencia, equidad, responsabilidad, coherencia, sensibilidad, integracin y asuntos ticos.
"Hasta aprenderlo con dolor, los hombres no sabrn del agua el valor
Lord Byron
demogrfica. Las aguas del Jordn se periment una inver- desviaron de modo creciente para sasin por primera vez en tisfacer las necesidades de esos nuevos muchos siglos. pases, con lo que el lago empez a A lo largo de mile- menguar, en los ltimos tiempos a un nios, ese lago terminal ritmo de medio metro por ao. A mesituado en el punto ms dida que eso ocurra, la ribera se fue bajo de la superficie del ampliando, el lago qued cortado por planeta haba recibido el caudal dulce la mitad en la pennsula de Lisn, la pedel ro Jordn y perdido agua por un quea mitad meridional se sec casi del implacable proceso de evaporacin que todo, y las minas de potasa y los balneconllevaba la acumulacin de sales re- arios construidos para aprovechar las siduales. El resultado haba sido un in- aguas del lago se encontraron cada vez hspito lago salobre ocho veces ms ms alejadas de la orilla. salado que el mar, con una Con la cada del nivel delgada capa superior de El agua del todo del lago se produjo una agua del ro relativamente el planeta elevacin relativa de la picmenos densa. Los dos nive- disponible noclina, la lnea divisoria les de salinidad del ro y el para consumo entre el agua superficial lago mantuvieron el mar humano menos salina y la hipersaMuerto en un estado perlina base fsil. La divisin unos 13.500 manentemente diferenciaentre las dos capas desakilmetros do aunque el nivel del lago pareci en el invierno de cbicos ha permaneciera constante. 1978-1979, y el mar Esos delicados equili- disminuido en Muerto sufri una inverbrios quedaron interrum- un 37 por ciento sin, revolvindose literalpidos cuando los pases mo- respecto a 1970 mente en su tumba en dernos con todas sus neuna especie de protesta hicesidades humanas y econmicas drolgica contra la prdida del Jordn. ligadas de modo inexorable al sumi- La inversin hizo aparecer en la supernistro de agua dulce se desarrollaron ficie agua que no vea la luz del da en a lo largo de las riberas del Jordn. En el los ltimos 300 aos. Aunque esteriliz siglo XX, a medida que los nacionalis- el lago, esa inversin no se consider comos rabe y judo se concentraban en mo un desastre ecolgico salvo por las esa histrica franja de tierra, los dos bacterias y cierto tipo de algas, el mar pueblos se enzarzaron en una carrera recibe un nombre apropiado; de todos
N 1978 EL MAR MUERTO EX-
modos, el acontecimiento fue un sntoma de una crisis ms general de proporciones histricas. Lo cierto es que el mundo habitado se est quedado sin agua fcil. La cantidad total de agua del planeta es inmensa, pero la gran mayora es salada (97,5 por ciento) o se acumula en los casquetes polares (1,75 por ciento). La proporcin econmicamente disponible para uso humano representa slo un 0,007 por ciento del total, o unos 13.500 kilmetros cbicos unos 2.300 metros cbicos por persona, una cada del 37 por ciento desde 1970.1 Esa cantidad sigue disminuyendo con el crecimiento de las poblaciones y con el aumento de la contaminacin de los recursos existentes. Otros trabajos hablarn de los desastres humanos y ecolgicos que comporta la crisis hdrica mundial, que supone en esencia el despliegue de un arma hidrolgica de destruccin masiva. Sin embargo, en conjuncin con esa crisis surgen tensiones polticas cuando las personas que deben basar vida y medios de vida en una fuente fiable de agua dulce ven que la escasez de este recurso vital afecta a todos los aspectos de las tenues relaciones desarrolladas a lo largo de los aos entre pases, entre sectores econmicos y entre los individuos y su entorno.
1 Naciones Unidas, 1997.
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HIDROMITO I
pases ribereos: una cuenca (Danubio) ses. La guerra de 1967 estall casi un tiene 17 pases ribereos; cinco (Congo, ao ms tarde. Nger, Nilo, Rin y Zambeze) se comCon el fin de abrir un camino en el parten entre nueve y once pases; y las imperante enfoque anecdtico a la his13 restantes (Amazonas, Ganges-Brah- toria de los conflictos del agua, algunos maputra-Meghna, lago Chad, Tarim, investigadores de la Universidad Estatal mar de Aral, Jordn, Kura-Araks, Me- de Oregn emprendimos un proyecto kong, Tigris-ufrates, Volga, La Plata, de investigacin de tres aos con objeNeman y Vstula) tienen entre cinco y to de reunir un conjunto de datos sobre ocho pases ribereos. cualquier interaccin notificada entre Dado que el agua es un recurso vi- dos o ms pases, ya fuera conflictiva o tal para el que no hay sustituto, un re- cooperativa, en la que estuviera implicurso que no atiende a fronteras pol- cada el agua en tanto que recurso esticas, vara en el espacio y el tiempo y caso o consumible o en tanto que cansobre cuyo uso se ejercen mltiples y tidad que deba ser manejada, es decir, contradictorias demandas, no consti- cualquier interaccin donde el agua hatuye sorpresa alguna que ltimamen- ya sido el motor de los acontecimiente aparezcan artculos en el mbito tos6 a lo largo de los ltimos 50 aos.7 acadmico y tambin en la prensa po- El estudio documenta un total de 1.831 pular sealando que el agua no slo ha interacciones, tanto conflictivas como sido causa histrica de conflicto ar- cooperativas entre dos o ms pases mado, sino que aportar nuevos com- por el agua a lo largo de los ltimos 50 batientes a los campos de aos y ha descubierto cobatalla en el siglo XXI. En los ltimos sas que se exponen a conIsmail Serageldin, vicepre- 50 aos slo se tinuacin. sidente del Banco Mundial, han registrado En primer lugar, a pees seguramente la figura 37 disputas sar del potencial de dispupblica ms citada, puesto en cuencas internaviolentas por el tas que ha predicho que las cionales, los datos de conguerras del prximo siglo agua 30 de flictos agudos por los se librarn por el agua.5 ellas entre Israel recursos hdricos interDe modo invariable, esos y sus vecinos, nacionales son abrumamientras que se textos sobre las guerras del doramente superados en agua sealan al rido y han firmado trminos histricos por hostil Oriente Medio como 157 tratados los datos de la cooperaejemplo del peor escenario, cin. En los ltimos 50 donde los ejrcitos han intercambiado aos hemos presenciado slo 37 disdisparos a causa de este recurso escaso putas agudas, que implican violencia; y precioso. Se han desarrollado com- de ellas, 30 son entre Israel y alguno de plejas y mal denominadas teoras del sus vecinos, violencia que concluy en imperativo hidrulico para la regin, 1970. Los casos no ocurridos en Oriente en particular entre rabes e israeles, Medio slo ascienden a cinco conflictos donde se cita el agua como principal agudos; mientras que durante el mismotivo de la estrategia militar y la con- mo perodo se han negociado y firmaquista territorial. do 157 tratados. En realidad, la nica El nico problema con esas teoras guerra del agua entre pases de que es la absoluta falta de pruebas. Aunque hay constancia se produjo hace 4.500 hubo un intercambio de disparos por aos, entre las ciudades-estado de el agua entre Israel y Siria desde 1951- Lagash y Umma en la cuenca del Tigris1953 y 1964-1966, el intercambio fi- ufrates.8 En el nmero total de aconnal, en el que intervinieron tanques y tecimientos de cualquier magnitud reaviones el 14 de julio de 1966, puso fin lacionados con el agua ocurridos entre al proyecto sirio de trasvase en disputa pases la mayora tambin se inclina y con ello acabaron las tensiones rela- por la cooperacin: 507 hechos concionadas con el agua entre los dos pa- flictivos frente a 1.228 cooperativos, lo
que implica que la violencia por el agua no es ni estratgicamente racional, ni hidrogrficamente eficaz ni econmicamente viable. En segundo lugar, a pesar de la feroz retrica de polticos que a menudo se dirigen ms a sus electores que al enemigo, la mayora de acciones que se emprenden debido al agua son leves. Unos 784 acontecimientos, o el 42,8 por ciento del total, caen entre el apoyo verbal leve (+1) y la hostilidad verbal leve (1). Si aadimos el siguiente nivel a ambos lados, el apoyo verbal oficial (+2) y la hostilidad verbal oficial (2), llegamos a 1.138 acontecimientos, o el 62 por ciento del total. Otra forma de contemplar todo esto es que casi dos tercios de todos los acontecimientos son slo verbales y, de ellos, en ms de dos tercios no se notific que tuvieran ninguna sancin oficial. En tercer lugar, los pases encuentran muchos ms temas para la cooperacin que para el conflicto. La distribucin de los acontecimientos cooperativos se muestra ms adelante e indica un amplio espectro de tipos de asuntos, entre ellos, la cantidad, la calidad, el desarrollo econmico, la energa hidroelctrica y la gestin conjunta. En cambio, casi el 90 por ciento de los acontecimientos conflictivos se relaciona con la cantidad y las infraestructuras. Adems, si nos fijamos de modo especfico en las acciones militares extensivas, los casos ms extremos de conflicto, casi el ciento por ciento de los acontecimientos se encuentra en esas dos categoras. En cuarto lugar, en el nivel subagudo, el agua acta como factor irritante y tambin como factor unificador. Como irritante, el agua puede convertir las buenas relaciones en malas y las malas en peores; pero tambin las aguas internacionales, a pesar de sus complejidades, pueden actuar como
2 Wolf et. al., 1999. 3 Naciones Unidas, 1978. 4 Wolf et al., 1999. 5 New York Times, 10 agosto 1995. 6 Se excluyen los acontecimientos donde el agua es incidental a
unificadoras en cuencas donde hay en pie instituciones relativamente fuertes. Los datos histricos muestran que las disputas por aguas internacionales se resuelven, incluso entre los enemigos ms acerbos y en presencia de conflictos en relacin con otros asuntos. Algunos de los enemigos ms enconados del planeta han negociado acuerdos hdricos o estn negocindolos, y las instituciones que han creado demuestran con frecuencia ser duraderas y sobrevivir a etapas de relaciones tensas. El Comit de Mekong, por ejemplo, ha funcionado desde 1957 e intercambi datos durante la guerra del Vietnam. Israel y Jordania mantuvieron conversaciones de picnic secretas desde las fracasadas negociaciones Johnston de 1953-1955, por ms que ambos vecinos se encontraran hasta hace poco oficialmente en estado de guerra. La Comisin del ro Indo ha sobrevivido a dos guerras entre India y Pakistn. Y los diez pases ribereos del Nilo participan en unas negociaciones en curso sobre el desarrollo cooperativo de la cuenca.
HIDROMITO II
la disputa, como las relacionadas con los derechos pesqueros, el acceso a los puertos, el transporte o los lmites fluviales. Se excluyen tambin los acontecimientos donde el agua no es el motor, como aquellos donde es un instrumen-
El primer factor de complicacin es el lapso que transcurre entre el momento en que los pases empiezan a incidir en la planificacin hdrica de otros y el momento en que acaban por alcanzarse por fin los acuerdos. A lo largo del tiempo ha ido surgiendo una pauta general para las cuencas internacionales. Los pases ribereos de una cuenca internacional aplican proyectos de desarrollo hdrico unilateralmente primero en las aguas que les pertenecen, en un intento de evitar las complejidades polticas del recurso compartido. En algn momento, otro pas ribereo, por lo general una potencia regional, lleva a la prctica un proyecto que repercute al menos en un vecino. Dicho proyecto puede, en ausencia de relaciones o instituciones que favorezcan la resolucin de conflictos, producir un choque que aumenta las tensiones y la inestabilidad regional y cuya resolucin exige aos, con ms frecuencia dcadas en el Indo el tratado consumi diez aos de negociaciones; en el Ganges, 30; y, en el Jordn, 40, y, mientras tanto, la cantidad y la calidad del agua se degrada hasta un punto en que perjudica o destruye la salud de las poblaciones y los ecosistemas dependientes. Este problema empeora a medida que la disputa cobra intensidad; rara vez se oye hablar de los ecosistemas del Nilo inferior, del Jordn inferior o de los tributarios del mar de Aral: han sido efectivamente destruidos debido a los caprichos de la obstinacin humana. Durante esos perodos, las amenazas y las disputas florecen en las fronteras, con relaciones tan diversas como las existentes entre indios y paquistanes o entre estadounidenses y canadienses. El agua fue el ltimo y ms discutido asunto que se resolvi en las negociaciones del tratado de paz de 1994 entre Israel y Jordania, y qued relegado en las negociaciones sobre el estatuto final entre Israel y los palestinos, junto con los otros temas ms difciles, como Jerusaln y los refugiados. El segundo conjunto de asuntos relacionados de seguridad se produce en el plano subnacional. Gran parte de
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la bibliografa sobre las aguas trans- tinada a Los ngeles, pasando por buefronterizas trata las entidades polticas na parte de la violenta historia americomo si fueran monolitos homog- cana entre los pueblos indgenas y los neos (Canad siente..., Jordania de- colonos europeos. El estado interior y sea...). Slo de modo reciente estn desrtico de Arizona lleg incluso a destacando los analistas los escollos crear una marina compuesta por un de semejante enfoque, con frecuencia ferry y a enviar a su milicia estatal paponiendo de manifiesto cmo dife- ra detener un embalse y un trasvase del rentes subconjuntos de actores dan al ro Colorado en 1934. agua significados muy diferentes. A medida que la calidad del agua Ms que ser slo un input medioam- se degrada o la cantidad disminuye, biental ms, a menudo el agua es tra- el efecto puede ser perturbador sobre tada como un tema de seguridad, un la estabilidad de una regin. Por ejemdon de la naturaleza o un punto focal plo, durante 30 aos la Franja de Gaza para la sociedad local. Por lo tanto, las estuvo bajo ocupacin israel. La calidisputas deben entendad del agua se deterior de derse como algo que Adems de las forma continua, la intrusin no afecta slo a una de agua salada degrad los pocuatro cuencas cantidad de recursos, zos locales y las enfermedades sino tambin como al- internacionales relacionadas con el agua augo relacionado con ac- donde se mentaron. En 1987, la intifada titudes, significados y registran serias estall en la Franja de Gaza y contextos conflictivos. disputas, pronto se extendi a CisjorEn todo el mundo, los en otras 17 dania. Estuvo causada por la asuntos hdricos locadel agua? Sera simpodran estallar calidad les giran en torno a vaplista afirmar una causalidad lores centrales que a tensiones o directa. Fue el agua un agente conflictos en menudo se remontan irritante que exacerb una sia varias generaciones. los prximos tuacin ya delicada? Sin duda. Los regantes, las po- diez aos Un examen de las relacioblaciones indgenas y nes entre India y Bangladesh los medioambientalistas, por ejemplo, demuestra que esas inestabilidades inpueden ver el agua vinculada a sus ternas pueden ser causadas y exacerformas de vida y cada vez ms amena- badas por disputas internacionales por zada por los nuevos usos para las ciu- el agua. En la dcada de 1960, India dades y la energa hidroelctrica. construy una presa en Farakka, con lo Adems el entorno local influye de que desvi una parte del caudal del forma poderosa en la dinmica inter- Ganges de su curso hacia Bangladesh, nacional y viceversa. en un esfuerzo por impedir la llegada Si hay una historia de violencia re- de cieno al puerto de Calcuta, situado lacionada con el agua y la hay, se tra- unos 150 kilmetros ms al sur. En ta de una historia de incidentes en el Bangladesh, la reduccin del flujo dio plano subnacional, por lo general en- lugar a una serie de efectos adversos: se tre tribus, sectores que usan el agua, o degradaron las aguas superficiales y estados/provincias. En realidad, nues- subterrneas, se impidi la navegatra investigacin reciente en la Uni- cin, aument la salinidad, se deterioversidad de Oregn indica que, a me- raron las pesqueras y se pusieron en dida que bajamos de nivel, aumenta la peligro las reservas de agua y la salud probabilidad y la intensidad de la vio- pblica. La emigracin desde las zonas lencia.9 Hay muchos ejemplos de con- afectadas complic an ms el proflictos hdricos internos que van desde blema. Paradjicamente, muchos de la muerte y violencia interestatal a lo esos desplazados de Bangladesh han largo del ro Cauvery en India hasta la encontrado refugio en India. destruccin por parte de agricultores Dos tercios del uso del agua del californianos de una canalizacin des- mundo es para fines agrcolas, por
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ello, cuando el acceso al agua de riego se ve amenazado, un resultado es el desplazamiento grandes masas de descontentos y desempleados del campo a las ciudades, una receta invariable para la inestabilidad poltica. Por ltimo, est el tema de la seguridad humana de las enfermedades relacionadas con el agua. Se estima que entre cinco y diez millones de personas mueren cada ao por enfermedades relacionadas con el agua o por unas condiciones de higiene inadecuadas. Ms de la mitad de la poblacin del planeta no tiene acceso a unas condiciones de salubridad adecuadas. El 80 por ciento de las enfermedades del mundo est relacionado con el agua. Se trata de una crisis de proporciones epidmicas, y las amenazas para la seguridad humana son evidentes.
HIDROMITO III
los acontecimientos de los ltimos 50 aos de conflicto o cooperacin que habamos reunido. Los resultados fueron sorprendentes y a menudo contraintuitivos. Ninguno de los parmetros fsicos era importante en trminos estadsticos: los climas ridos no eran ms conflictivos que los hmedos, y result que la cooperacin internacional se incrementaba durante las sequas. En realidad, al repasar las cifras, casi ninguna variable nica result ser causal: las democracias eran tan conflictivas como las autocracias, los pases ricos tanto como los pobres, los pases con alta densidad demogrfica tanto como los poco poblados, y los pases grandes tanto como los pequeos. Un anlisis atento de la aridez nos puso por fin sobre la pista adecuada: la clave era la capacidad institucional. Los pases naturalmente ridos eran cooperativos; cuando se vive en un entorno con escasez de agua, se desarrollan estrategias institucionales para adaptarse a ese entorno. En cuanto nos centramos en las instituciones definidas por tratados formales, grupos de trabajo informales o relaciones generalmente cordiales y en su relacin con el entorno fsico, empezamos a obtener una imagen clara de los marcos ms proclives a las tensiones polticas en las vas fluviales internacionales: descubrimos que la probabilidad de conflicto aumenta de modo significativo cuando entran en juego dos factores. El primero es que ocurra un cambio rpido o grande en el marco fsico de la cuenca de forma tpica, la construccin de una presa, un trasvase o un plan de regado o en su marco poltico en especial, la particin de un pas que da lugar a nuevos ros internacionales. El segundo factor es que las instituciones existentes no sepan absorber y gestionar con eficacia ese cambio. Es lo que ocurre de modo habitual cuando no hay tratado que explicite los derechos y responsabilidades de cada pas en relacin con el ro compartido, ni acuerdos o planes cooperativos implcitos. La mera existencia de grupos tcnicos de trabajo puede
proporcionar cierta capacidad para manejar asuntos polmicos, como ha ocurrido en Oriente Medio. La leccin fundamental de nuestro estudio es que las acciones unilaterales de construccin de un embalse o un trasvase en ausencia de un tratado o un mecanismo institucional que proteja los intereses de otros pases de la cuenca resulta muy desestabilizadora para una regin y a menudo da lugar a dcadas de hostilidad antes de que se llegue a la cooperacin. En otras palabras, la bandera roja para la tensin entre pases relacionada con el agua no es per se la presin sobre el agua como ocurre en el interior de los pases, sino el ejercicio unilateral de dominio de un ro internacional, generalmente por parte de una potencia regional. En la cuenca del Jordn, por ejemplo, la violencia estall a mediados de la dcada de 1960 a propsito de un plan panrabe para desviar la cabecera del ro en realidad, un intento preventivo de frustrar la intencin israel de trasvasar agua del lago Tiberades. Israel y Siria intercambiaron espordicamente disparos entre marzo de 1965 y julio de 1966. Las tensiones relacionadas con el agua persistieron en la cuenca durante dcadas y slo de modo reciente han empezado a disiparse. Una secuencia similar de acontecimientos se produjo en la cuenca del Nilo, que es compartida por diez pases, de los cuales Egipto es el ltimo de la fila. A finales de la dcada de 1950, estallaron las hostilidades entre Egipto y Sudn a causa de la proyectada construccin por parte de Egipto de la gran presa de Asun. La firma de un tratado entre los dos pases desactiv las tensiones antes de la construccin del embalse. Sin embargo, no existe ningn acuerdo para compartir el agua entre Egipto y Etiopa, donde se origina el 85 por ciento del caudal del Nilo, y entre los dos pases hay desde hace dcadas una furibunda guerra dialctica. Como en el caso del Jordn, en los ltimos aos los pases del Nilo han empezado a trabajar de modo cooperativo en busca de una solucin gracias, en parte, a los dilogos no oficiales entre cientfi-
cos y especialistas tcnicos que se han celebrado desde principios de la dcada de 1990 y, de modo ms reciente, a la intergubernamental Iniciativa de la cuenca del Nilo auspiciada por las Naciones Unidas y el Banco Mundial.
Cuencas en riesgo
Estos conflictos10 comparten una trayectoria comn: la construccin unilateral de una gran presa o algn otro proyecto de desarrollo, lo cual conduce a un prolongado perodo de inseguridad y hostilidad regional, seguido al final de modo tpico por un largo y arduo proceso de resolucin de la disputa mediante el cual se revuelve por fin la disputa. Si miramos el futuro, qu cuencas fluviales son las ms propensas a la aparicin de tensiones o conflictos en los prximos diez aos? Dnde hay proyectados o en construccin embalses o trasvases que puedan incidir de modo negativo en otros pases y dnde no hay mecanismos para resolver las disputas resultantes? Nuestro estudio ha identificado 17 cuencas con tales caractersticas, adems de las cuatro en las que ya existen serias disputas hdricas no resueltas o en proceso de negociacin Aral, Nilo, Jordn y Tigrisufrates. Las cuencas en riesgo comprenden 51 pases de los cinco continentes y de casi todas las zonas climticas. Ocho de ellas estn en frica, sobre todo en el sur; mientras que seis estn en Asia, sobre todo en el sudeste. Pocas de ellas estn en las pantallas de radar de los analistas dedicados al tema del agua y la seguridad. Consideremos, por ejemplo, el ro Salween, que nace en el sur de China y luego discurre por Myanmar (Birmania) y Tailandia. Cada uno de estos pases planea construir embalses y proyectos de desarrollo a lo largo del Salween, y no hay dos conjuntos de planes que sean compatibles. China, adems, no se ha mostrado ltimamente demasiado receptiva a la idea de compartir el agua. Fue uno de los tres pases que vot en 1997 contra un convenio de las Naciones Unidas que estaVANGUARDIA | DOSSIER
47
A M R I C A > >
200 km
ORIE N TAL
EL I ND O
NEBRASKA
E S TA D O S U N I D O S
UTAH
COLORADO
KANSAS
Colorado
NEW MEXICO OKLAHOMA
ACUFERO OGALLALA
Agricultores del sudeste de Francia se oponen al proyecto de canalizar agua del Rdano hasta Barcelona
F RANC IA
Rhne
Nimes
Disputas entre Grecia, Albania y Macedonia sobre la gestin de recursos lacustres y fluviales. Ha intervenido el Parlamento Europeo
ALBANIA MACEDONIA
A causa de la sobreexplotacin slo llega al mar el 10 por ciento del caudal del rio. El fenmeno ha provocado la inundacin de unos 5.000 km2 de tierras cultivables por agua salada, lo que ha generado una oleada de refugiados ecolgicos
Ebro
Cardedeu Barcelona
E S PA A
ARIZONA
Mar Mediterrneo
TEXAS
Argel
200 km
Aral
UZ
TU
GRECIA
Caspio
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RK ME
K A Z A J ST N
Syr
El Paso
A t lc a n o nt ico
A CUF ER O O G ALLALA
Unos 12 km3 de agua se extraen cada ao del mayor acufero subterrneo de Estados Unidos, que se extiende por siete estados, de Dakota del Sur a Texas. El dficit hdrico es ya de unos 325 km3, lo que ha obligado a recuperar los cultivos de secano
G R AND E Y CO LO R AD O
BOLIVIA
PA R
Paraguay
A t lc a n o nt ico
Estados Unidos acusa a Mxico de contaminar el ro Grande, perjudicando a los agricultores de Texas. Por su parte, los mexicanos denuncian la abusiva explotacin del Colorado con diez grandes presas y canales de derivacin que agotan prcticamente el caudal final del ro. Mxico DF, la capital, sufre un importante dficit de agua potable
AG
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Pa
ra
Pa
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co
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oB
48 VANGUARDIA | DOSSIER
La prdida de caudal y la contaminacin causan graves perjuicios. Ghana depende de la presa de Akosombo, en el Volta. El Nger es vital en Mali para la alimentacin y el transporte. En Nigeria ms de la mitad de la poblacin no tiene acceso al agua tratada.
ISRAEL
MAR
MUERTO
Etiopa prev la construccin de 36 presas en el Nilo Azul, el Atbara y otros afluentes que en total proporcionan el 86 % del caudal del Nilo.
JORDANIA
Phnom Penh
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SENEGAL
Argelia acusa a Tnez de sobreexplotar los acuferos fronterizos para suministrar agua a la capital
BRASIL
Ro de Janeiro Sao Paulo AC UFE RO GUARAN ACUFERO DE GUARAN Desde el pasado marzo,
La desecacin del Aral, que fue el cuarto mar interior del mundo, ha provocado irreversibles daos ecolgicos y econmicos a la regin, compartida por Samarcanda Bishkek Kazajstn y Uzbekistn. La causa es la sobreexplotacin de los principales ros T N TA que lo alimentaban Amu Daria y Syr IZIS YI RG U I Daria, iniciada por los soviticos y que K Dushanbe K I S mantienen hoy Tayikistn y Kirguistn. T La construccin de grandes presas por N parte de Tayikistn ha avivado las AFGANISTN tensiones
ST
o
200km
100 km
PA K .
ARGENTINA
Uru
gua
Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay comparten un proyecto de cuatro aos para preservar una de las reservas de agua sublvea ms grandes del mundo (1,2 millones de km2)
URUGUAY
Pla
ta
Los dos principales ros de China, Yangze (Azul) y Huang He (Amarillo) sufren un serio problema de contaminacin. La construccin de presas para la produccin hidroelctrica y para abastecer nuevos ncleos urbanos y complejos industriales provoca grandes desplazamientos de poblacin y la desecacin de vastas zonas agrcolas aguas arriba
Chongqing
Huang He
Xian
Qufu
CHINA
Yangze
Shangai
F R I C A > >
200km
O C E A N I A > >
MAURITANIA
Mar
CU ENC A D E L ME K ONG
N IL O
Mediterrneo
MALI
Senegal
Dakar
Nger
El Cairo
Nilo
EGIPTO
S ENEG AL
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NIGERIA
Abuja
Asun
La intencin del Gobierno de Dakar de derivar aguas del ro Senegal con fines agrcolas es firmemente rechazada por Mauritania. El problema afecta tambin a Mali
Un informe de la ONU alerta sobre la posibilidad de graves conflictos en los prximos 25 aos debido a la extrema importancia del Nilo para Egipto y para el desarrollo de Sudn.
Inquietud en Siria e Iraq por el plan emprendido por Turqua de construccin de presas en el Tigris y ufrates
TURQUA
AUSTRALIA
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GOLFO DE GUINEA Kartum
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Mar de Galilea
Tel Aviv Cisjordania
Damasco
Jordn
Amman
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SUDN
A tl n ti co
200km
G O L F O D E G UINEA
Nilo Azul
ETIOPA
El agua es una de las causas del conflicto en rabes e israeles. Israel detenta la explotacin del 87 % de las aguas transfronterizas. La posible retirada de Cisjordania no incluye la zona de abastecimiento del mar de Galilea, de donde Israel obtiene el 30 % del suministro de agua. En Cisjordania los palestinos consumen una cuarta parte del agua; el resto va a los asentamientos israeles. Tel Aviv se opone al bombeo de agua del Ouazani por los libaneses
es
Melbourne
300 km
Snowy
INDIA
La construccin de presas en el Mekong y sus afluentes por parte de los chinos amenaza los cultivos de arroz en Vietnam, el nivel del lago Tonle Sap en Camboya y los proyectos de regado en la llanura de Korat en Tailandia. China y Laos mantienen negociaciones sobre los recursos hdricos compartidos
Me ko ng
Hanoi
TASMANIA
M ar R oj o
LAOS
El desvo del ro Snowy ha salinizado parte de las cuencas del Murray y el Darling, que irrigan una zona que produce el 75 % de las cosechas de Australia. Muchos de los ros tributarios pueden quedar inutilizables para la agricultura en los prximos 20 aos, y antes como fuentes de agua potable
G olf o de
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TA I L A N D I A
G OLFO DE BE N G ALA
C hi n a
M er id io na l
Las talas indiscriminadas, la contaminacin, las inundaciones y los asentamientos humanos alteran el ecosistema del delta del Ganges. La vieja disputa entre India y Bangladesh est en vas de solucin
Bangkok
TONLE SAP
100 km
VANGUARDIA | DOSSIER
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bleca las pautas y los principios bsicos para el uso de los problemas de contaminacin, segn algunos de los ros internacionales. Si a eso aadimos otros pronsticos se prevn fuertes restricciones de agua factores desestabilizadores presentes en la cuenca en los prximos diez aos. Estas presiones hdricas del Salween entre ellos, el estatuto del Tbet, los exacerban las tensiones y son exacerbadas por movimientos autctonos de resistencia, la pro- ellas acerca de otros asuntos polmicos de la reduccin de opio y una floreciente poblacin ur- gin; en especial, los de Nagorno-Karabaj y el probana en Bangkok, al final aparece la familiar tra- yectado oleoducto para transportar crudo desde el yectoria de conflicto. Sin la existencia de un trata- mar Caspio hasta Turqua. A la luz de la impordo de paz ni de un dilogo regular entre los pases tancia estratgica de la regin, adquiere nueva uracerca de sus respectivos planes, hay poco margen gencia el reforzamiento de sus instituciones hpara que la capacidad institucional absorba el in- dricas. evitable choque cuando empiecen las obras. Consideremos tambin el Okavango, el cuarto mayor ro de frica meridional. Su cabecera abar- El nacimiento del Jordn Unos 250 millones de metros cbicos de agua ca porciones de Angola, Botsuana, Namibia y Zimbabue, y su vasto delta en el norte de Botswana fresca y pura surgen de los cinco manantiales ofrece un hbitat para la fauna que tiene renombre crsticos que forman el ro Dan, el mayor afluenmundial: la joya del Kalahari. En 1996, una te del Jordn. El caudal es relativamente constanNamibia con tendencia a la sequa resucit unos te a lo largo del ao, alimentado por las lluvias y planes coloniales para trasvasar agua del Okavango las nieves del monte Hermn, que se alza sobre el hacia su capital, Windhoek. Angola y sobre todo valle de Hule. No obstante, en este duro invierno, Botswana se opusieron al proyecto a causa del per- el ms hmedo en 150 aos de registros, el agua juicio potencial a los pueblos y ecosistemas que de- ruge y debemos interrumpir nuestra conversapenden del caudal del ro para su existencia. La cin. Al alejarnos de los manantiales, mirando con principal institucin que puede ayudar a gestionar cuidado los guijarros de basalto que forman el irrela disputa es la joven Comisin del Okavango, for- gular sendero, pasamos junto a los restos de un mada en 1994 para coordinar los planes de la enorme pistacho que filtra el sol invernal y que, secuenca. La comisin ha recibido recientemente gn se nos dice, fue utilizado como indicador un apoyo renovado de la Comunidad de Desarrollo por las tropas irregulares judas para introducir inde frica Austral, la Oficina de Reclamaciones de migrantes desde Siria, Iraq y el Lbano antes del esEstados Unidos y otros organismos, pero el con- tablecimiento del Estado de Israel.11 Lejos de la corriente, los rboles son menos flicto en torno al agua sigue sin remitir. Varias cuencas fluviales corren el riesgo de fu- frondosos, el aire calienta el suelo pelado y los pies levantan polvo al subir el suave camino haturas disputas, ms debido a los rcia Tel Dan. Tel es una palabra especfipidos cambios de sus marcos poltiDesde la cada ca para zonas con un asentamiento anticos que a proyectos especficos de guo. Cuando los lugares especialmente embalse o desarrollo. La descompo- del imperio otomano, la estratgicos por alguna razn u otra persicin de la Unin Sovitica produmanecen poblados durante mucho tiemjo varias nuevas cuencas fluviales in- cantidad y po, al final se elevan por encima del paiternacionales casi de la noche a la localizacin de saje circundante formando pequeas pemaana y, sin que constituya sor- los recursos claras colinas, puesto que cada nuevo presa alguna, en ellas no es muy hdricos ha sido ro asentamiento se construye sobre los restos elevada la capacidad institucional del anterior, y la elevacin recibe el nompara gestionar disputas hdricas. El una cuestin sistema fluvial Kura-Araks, por ejem- frecuente en las bre de tel. El emplazamiento se remonta al menos al segundo milenio antes de plo, discurre por un Cucaso muy negociaciones Cristo, cuando sirvi como entrada a la Via inestable en trminos polticos, don- entre rabes Maris, la ruta comercial entre los dos crede se encuentran Armenia, Georgia e israeles cientes frtiles de la antigedad, a lo largo y Azerbaiyn, de reciente independencia. El sistema fluvial es fuente de agua potable del Nilo y del ufrates. El estao viaj por esta ruta para una gran parte de la poblacin de esos pases, desde los montes Zagros, a travs de Damasco y luepero los millones de toneladas de aguas residuales go hasta Egipto, y abasteci la Edad de Bronce. La e industriales no tratadas que se vierten en l hacen existencia permanente de agua result ser una que la calidad del agua est entre diez y cien veces atraccin irresistible para los viajeros que realizaban por debajo de los niveles internacionales. Adems ese largo trayecto, y Dan, construido en forma de
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media luna en torno a los manantiales, se convirti en uno de los principales centros urbanos de la zona.12 Los egipcios enviaron el primer ejrcito para conquistarlo, y estaban en el poder cuando Abraham y su familia realiz su viaje hasta Canan. Es probable que por la concurrida ruta de los comerciantes de estao que pasaba por Dan, hacia el ao 2.000 aC,13 Abraham, junto con 318 sirvientes armados, volviera a pasar por el lugar aos ms tarde en persecucin de los secuestradores de su sobrino Lot. Con el tiempo, el poder egipcio cedi paso a los cananeos, que llamaron al lugar Laish, y quienes a su vez lo cedieron a la tribu israelita de Dan, hacia 1.100 aC. Los israelitas llevaron con ellos a Gershom, nieto de Moiss, que se propuso transformar Dan en un gran centro religioso. Durante el dominio israelita, Dan prosper. Pasamos por el portn principal. Dentro son visibles los restos de piedra de las calles, una plaza de mercado y unos cuartos de guardia. Ascendemos por una va ceremonial y por unos antiguos peldaos de piedra hasta llegar a lugar ms elevado, llamado sin gran imaginacin lugar alto (bamah). Desde lo alto del promontorio, con una buena vista de los manantiales y del paisaje que los rodea, se ve alzndose al noroeste el monte Hermn, con su cima nevada que parece una cabeza cana, lo cual explica su nombre druso de Jebel Sheij (monte del Jeque). Entre Hermn y los altos del Goln, la meseta que crea un muro de basalto a lo largo del lado oriental del valle de Hule, se distingue el paso de la Via Maris. Imaginamos siglos de mercaderes cruzando el paso y encontrando reposo, comida y, lo ms importante, agua en Tel Dan. Aqu en su aislamiento en tanto que punto ms septentrional del antiguo Israel, casi podemos comprender que el rey Je9 Giordano et al. 2002. 10 Este apartado se basa en Postel y Wolf, 2001. 11 Eretz, p. 38. 12 Eretz, p. 22. 13 Gilbert, p. 1. 14 Murphy-OConnor, p. 432.
roboam necesitara erigir un becerro de oro, para competir con la influencia religiosa de la lejana Jerusaln al sur, y una segunda muralla de fortificacin, para protegerse contra los asirios del norte.14 Y aqu, el lugar alto sagrado del antiguo Dan, mientras el sol crepuscular nos calienta la cara al hundirse en el poniente sobre los montes de Naftal, casi omos resonar los ecos del agua fragorosa de las antiguas escrituras. Fue aqu donde el autor del salmo 42, probablemente un sacerdote exiliado de Jerusaln, escribi desde la tierra del Jordn, y de los hermonitas: Como el ciervo busca jadeante las corrientes de las aguas, as te anhela a ti, oh Dios, el alma ma. Las murallas de Jeroboam no contuvieron a los asirios. Ni tampoco el poder asirio contuvo a los persas; ni el persa a los griegos; ni el griego a los ptolomeos; ni el ptolomeo a los romanos. Cada uno de esos imperios pas por Dan y dej su capa de historia en el registro horizontal del tel. sa es, en cualquier caso, la explicacin arqueolgica de la pequea elevacin situada en los manantiales de Dan, tal como la registra la coleccin de alfarera y monedas de cada estrato. Sin embargo, existe otra explicacin registrada slo por el efmero testimonio de la leyenda. Las cabeceras del ro Jordn estaban formadas en un principio por tres corrientes separadas que discurran en direcciones diferentes y que no dejaban de pelear acerca de cul era ms larga e importante. Al final, las corrientes invitaron al Seor del universo a que decidiera entre ellas. El Seor baj y se hizo un trono, una pequea colina entre las corrientes que es conocida hasta el da de hoy con el nombre de Tel Dan o Tel el Kadi, colina del Juez en hebreo y rabe. Ros! Los tres me sois queridos. Atended a mi consejo: unos y seris de verdad el ms importante. Y as se form el ro Jordn... Dada la ausencia de cualquier tipo de intervencin divina explcita en la cuestin de las fronteras internacionales de los estados de la regin, no sorprende que la cuestin, tras ms de 70
aos de querellas, no haya sido resuelta. Y no es que no haya sido abordada. En realidad, desde que en el transcurso de la Primera Guerra Mundial se hizo evidente a las potencias del momento que el imperio otomano que haba reunido la mayor parte de Oriente Medio bajo una nica jurisdiccin durante 400 aos se estaba derrumbando, no ha dejado de apremiar la cuestin de quin ocupara su lugar, desde el acuerdo Sykes-Picot y las conversaciones de paz de Pars, pasando por cinco guerras rabe-israeles y sus correspondientes acuerdos de armisticio, hasta las actuales negociaciones bilaterales. La cantidad y la localizacin de los escasos recursos hdricos de la regin han sido con frecuencia un factor en las negociaciones. En las conversaciones de paz de Pars tras la Primera Guerra Mundial descubrimos las races de la creacin de las fronteras modernas y, en particular, en la zona de las cabeceras del Jordn, lo crucial que fueron en el debate aunque no necesariamente en los resultados los recursos hdricos. Al norte de Tal Dan estn los vestigios de un camino que discurre en direccin noroeste desde Tiro hasta Damasco y ms all. Durante siglos, todo el camino se encontr bajo una nica autoridad, la de los turcos otomanos. Hoy, el camino est segmentado: de Tiro a Qantara en Lbano, de Qantara a Metula en la zona de seguridad israel, de Metula a Banias tras un abrupto giro al sur en torno a territorio libans en Israel, de Banias a Majdal Shams en los altos del Goln y de Majdal Shams a Damasco en Siria. Dado que actualmente no es posible recorrerlo por muchos pasaportes que uno tenga ni por muchos hilos diplomticos que mueva, resulta difcil recordar que fue por la insistencia francesa sobre el acceso a ese camino tras la Primera Guerra Mundial que la cabecera del ro Jordn se traz y cuarte de un modo similar. La diferencia, por supuesto, es que un camino dividido puede volver a trazarse, pero un ro dividido es una disputa y un largo y tortuoso proceso de negociaciones en potencia.
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l acceso al agua potable limpia ha sido reconocido por la comunidad internacional como un derecho humano bsico y una condicin necesaria para el desarrollo sostenible y la erradicacin de la pobreza. Al adoptar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) en 2000, la mayora de las naciones del mundo se comprometi a mejorar de manera palpable las vidas de los pobres al mismo tiempo que se asegure la sostenibilidad ambiental.
Uno de los ODM consiste en reducir a la mitad el nmero de personas carentes de acceso permanente al agua potable en condiciones seguras, o al menos mejorar el abastecimiento de agua para 2015. Es decir, para 2015 la mitad de las personas que actualmente no disfrutan de este servicio tendra acceso al agua canalizada en sus propias casas, a una fuente pblica o a un pozo o surtidor protegido. El papel que de cara a este objetivo debe desempear la poltica tarifaria y la privatizacin total o parcial de los mecanismos de distribucin son asuntos controvertidos que de52 VANGUARDIA | DOSSIER
VANGUARDIA | DOSSIER
53
penden de las caractersticas diferenciales de cada regin, de la capacidad institucional de los gobiernos y del inters de las empresas y la poblacin abastecida. Mientras que una gran parte de la poblacin piensa que el acceso al agua es un derecho humano bsico que debera ser garantizado por los gobiernos, otros muchos son conscientes de que algunos gobiernos no tienen capacidad para ello, y por lo tanto el sector privado tiene un papel que desempear. Segn la OMS, aproximadamente 5.200 millones de personas, es decir, el 83 por ciento de la poblacin mundial, tienen acceso a agua potable en condiciones seguras, mientras que otros mil millones carecen actualmente de este acceso (OMS, 2004). Los pronsticos para el futuro no son optimistas. La ONU calcula que para 2025 unos 1.800 millones de personas vivirn en pases o regiones afectadas por una escasez absoluta de agua y, en consecuencia, no estarn en condiciones de satisfacer sus necesidades bsicas de agua. Una de las causas que determinan esta situacin es la gran variabilidad del precio del agua. Por ejemplo, en algunos pases de la Organizacin para la Cooperacin y el Desarrollo Econmicos (OCDE), la parte que corresponde a la agricultura en el total de la explotacin de las aguas subterrneas es superior al 30 por ciento, y se est extrayendo de los acuferos profundos una proporcin cada vez mayor para ese uso. En algunas regiones, el uso de aguas subterrneas para el riego est muy por encima de la tasa de regeneracin, lo que afecta ya, y afectar en el futuro, a la disponibilidad de agua para usos agrcolas y domsticos. En la mayora de los pases, incluidos los de la OCDE, los usuarios domsticos pagan el agua a un precio ms de cien veces mayor que los agricultores. Por ejemplo, en Espaa el precio del agua es de 0,27 euros por metro cbico para la agricultura, mientras que la industria y los usuarios domsticos pagan 0,66. Esto favorece el uso excesivo en algunos sectores y perjudica el abastecimiento de otros (OCDE, 2006a; OCDE, 2006b). Pese a que la mayora del agua se utiliza para la agricultura, en las naciones desarrolladas existe cobertura universal de agua de boca en condiciones seguras. Otras regiones lo tienen mucho peor. En el frica subsahariana, slo el 58 por ciento de las personas tienen acceso a una fuente de agua potable en buenas condiciones; en Oceana son slo el 52 por ciento. Muchas poblaciones no estn siendo conectadas a la red de abastecimiento lo suficientemente r54 VANGUARDIA | DOSSIER
pido para alcanzar el Objetivo de Desarrollo del Milenio de abastecimiento de agua. Entre 1990 y 2002, el nmero de los hogares de Oceana con acceso al agua potable limpia aument slo en un 1 por ciento. Normalmente son los pobres quienes carecen de acceso al agua potable y se ven forzados a beber aguas contaminadas, con la inevitable riesgo de enfermedades y muerte. Otros se ven obligados a consumir agua embotellada, mucho ms cara, o a desplazarse a largas distancias para conseguir agua. Esto sucede especialmente en las zonas rurales pobres, donde las mujeres y los nios dedican mucho tiempo a acarrear agua, lo que limita su disponibilidad para asistir a la escuela y, en consecuencia, reduce sus posibilidades futuras de mejora del nivel de vida (OMS, 2004). Este artculo intenta aclarar los conceptos bsicos que subyacen a las polticas de precios del agua, investiga las cuestiones relacionadas con la privatizacin de los recursos hdricos y examina las experiencias recientes de Sudfrica y Argentina como ejemplos de pases en los que se ha privatizado parcialmente el sistema de suministro de agua y se han implantado precios variables, mejorando el acceso al agua de muchas personas.
el valor econmico del agua debe ser ce poco, en la mayora de los pases ha reconocido y reflejado plenamente en habido muy pocas iniciativas para melas polticas y estrategias nacionales, jorar la eficiencia del uso del agua, esy que para 2015 deben fijarse meca- pecialmente en el sector agrcola. Sin nismos que permitan reflejar en los embargo, el incremento de los costes, precios el coste real del agua y satisfa- la disminucin de los recursos, la decer las necesidades de los pobres. gradacin de los hbitats acuticos y la Un atributo que distingue las redes prdida de especies de aguas dulces eshidrulicas de otros tipos de suminis- tn estimulando la valoracin del agua tros y dificulta potencialmente las po- como un bien econmico. lticas de precios es el hecho de que los Los partidarios de una poltica de sistemas hdricos representan mono- precios acorde con los costes argupolios naturales. Los sistemas hdri- mentan que, para mejorar la eficiencos tienden a tener un solo operador, cia, el precio del agua debe reflejar porque los costes los costes de extotales son meno- Los detractores de la traccin, distribures cuando el siste- poltica de precios opinan cin y tratamienma entero es ges- que si se imponen las to. Existen pruebas tionado por una sode que este princiconsideraciones de la entidad en lugar pio funciona. Por de por empresas mercado, el acceso al agua ejemplo, en Bogor competidoras, por dejar de ser un derecho (Indonesia), los aulo que suele ser un individual y depender mentos de precio nico agente el que del poder adquisitivo consiguieron refija el precio. Por esducir el consumo ta razn, y porque la mayora conside- domstico en un 30 por ciento ra el agua un bien pblico y un derecho (Rosegrant et al., 1995). Pero si la polbsico, los estados desempean un pa- tica de precios realistas parece relatipel en la fijacin del precio. Como su- vamente sencilla en teora, los obstcucede con todos los monopolios, si no se los polticos y sociales que se le oponen los regula puede haber un riesgo sus- son enormes. Los detractores de la idea tancial de que los bienes que venden sostienen que el acceso al agua es un tengan un precio excesivo (Budds y derecho humano fundamental. En McGranahan, 2003; UNESCO, 2006). consecuencia, el agua, como el aire, no Durante siglos, a los usuarios del debe tratarse como un bien intercamagua slo se les ha cobrado una pe- biable, comercializable, porque si se quea porcin del coste real de la ex- imponen las condiciones del mercado, traccin, entrega, eliminacin y trata- el acceso al agua puede dejar de ser un miento del agua. Adems, los costes de derecho individual inherente y acala gestin de la lnea divisoria de las bar dependiendo del poder adquisitivo. aguas han sido ignorados universal- A ojos de muchos, ponerle precio al mente a la hora de fijar los precios. Los agua o privatizar su suministro puede factores externos relacionados con el tener como consecuencia que la mauso del agua, como la salinizacin de yora de las personas pobres y margilos suelos, la degradacin de los eco- nalizadas no puedan conseguir sufisistemas y la contaminacin de los ciente agua para satisfacer sus necesiros, entre otros, han sido totalmente dades bsicas. ignorados, conduciendo a las sociedaEl precio del agua se puede fijar de des humanas al actual uso ineficiente diferentes maneras. Algunas de ellas del agua y al deterioro de los ecosiste- desincentivan el derroche, mientras mas de aguas dulces. Mientras tanto, la que otras favorecen el uso excesivo. Las contaminacin sigue creciendo, por- frmulas de tarificacin ms frecuentes que a los responsables de la contami- son las tarifas planas, las tarifas planacin no se les suelen cobrar los da- nas ms un importe volumtrico, las taos que causan sus vertidos. Hasta ha- rifas por tramos decrecientes y las tari-
fas por tramos crecientes. Con las tarifas planas se paga siempre una cantidad determinada, independientemente de la cantidad que se utilice, y por lo tanto pueden estimular el derroche. Las tarifas volumtricas ofrecen un precio constante para una determinada unidad de consumo de agua, independientemente de cunta agua se consuma, y pueden favorecer la eficiencia, puesto que el coste final para el consumidor es menor cuanta menos agua se consuma. Las tarifas por tramos, sean crecientes o decrecientes, varan el precio del agua a medida que aumenta el consumo. Las tarifas crecientes aumentan el precio a partir de un determinado punto, y en consecuencia incentivan el ahorro. Las tarifas decrecientes incentivan justo lo contrario. En muchas frmulas tarifarias, el uso de contadores es fundamental. Si se desconoce la cantidad de agua que se est consumiendo, es difcil, si no imposible, fijar tarifas adecuadas. Por fortuna, el precio de la medicin est cayendo, lo que permite que la tarificacin dependa en mayor medida del volumen de consumo. En Australia se han producido grandes avances en la conservacin del agua, a pesar de su clima rido con variaciones estacionales de precipitaciones. Una parte de la razn de ese xito es que se ha conseguido medir el ciento por ciento del consumo de agua domstico. Una ventaja de los precios realistas es que permiten que el operador sea autosuficiente, en lugar de depender de fondos obtenidos por otros medios. Adems de aumentar la eficiencia, este esquema es ms justo y sostenible. Los precios realistas permiten al operador mantener las infraestructuras y favorecen la conexin de nuevos clientes, que de otro modo podra resultar onerosa. Adems, se ajustan al principio de el usuario paga, segn el cual el consumidor debe pagar a la sociedad una cantidad equivalente al coste total del consumo (UNESCO, 2006). Un estudio de la OCDE ha detectado diversas tendencias en los pases desarrollados durante la ltima dcada. A medida que se ha ido ajustando
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la estructura de precios para cubrir el coste total, el precio real del agua se ha incrementado en 18 de los 19 pases examinados, con la nica excepcin de Australia. Tambin se ha detectado una disminucin de las subvenciones, y en dos tercios de los pases de la OCDE, ms del 90 por ciento de los hogares disponen de contador. La mayora de estos pases han adoptado o estn adoptando como principio bsico de la gestin del agua el concepto de recuperacin del coste total, aunque no existe consenso acerca de las partidas que ese coste total debe cubrir. Se suele considerar que el precio del agua debe reflejar los costes de extraccin y abastecimiento, pero no los costes de infraestructura (OCDE, 1999; Informe de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Mundial del Agua, 2003). Los precios realistas pueden contar con el apoyo de las comunidades locales si a cambio se les garantiza un servicio ms fiable. En Hait, los habitantes de los barrios de chabolas sin conexin a la red hidrulica pagan diez veces ms a los vendedores de agua camiones cisterna que aquellos que estn conectados a una red privada de suministro en los pueblos cercanos (Constance, 1999). Sin embargo, las polticas de precios deben tomar en serio las preocupaciones de los pobres. En los pases en desarrollo, esto puede verse dificultado por las fluctuaciones en los tipos de cambio y la inestabilidad poltica, especialmente si los proveedores del agua son empresas privadas extranjeras. Como veremos en el ejemplo de Argentina, cuando la moneda de un pas se devala, el precio disminuye, y las empresas extranjeras pueden retirarse del mercado, afectando negativamente a los consumidores.
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tema de abastecimiento ms estable y fiable a un precio moderado. Los contrarios a la privatizacin de los servicios de abastecimiento afirman que, con la gestin del agua en manos privadas, los precios aumentarn hasta hacer que las poblaciones marginalizadas no tengan acceso al agua ni siquiera para las necesidades ms bsicas. Muchos de los detractores
de la privatizacin, en especial en el movimiento antiglobalizacin, creen errneamente que la entrada de empresas privadas en el sector del abastecimiento significa transferirles la propiedad de los recursos hdricos. Argumentan que el agua, que es un bien de inters general en cada pas, no debe ser propiedad de empresas privadas; sin embargo, esto no sucede prcticamente nunca, ya que lo que se ofrece a las empresas es la propiedad y la gestin del sistema de abastecimiento, pero no el agua en s. Aaden que, dado que los intereses crematsticos son insensibles a los factores externos medioambientales, la privatizacin pondr en peligro los ecosistemas de los que se extrae el agua dulce. Adems, si el abastecimiento de agua est simultneamente en manos del sector pblico y el sector privado, ambas partes pueden tener la tentacin de desentenderse de sus responsabilidades. A pesar de la tendencia a la privatizacin, actualmente ms del 90 por ciento del abastecimiento de agua mundial est en manos de entidades pblicas. En consecuencia, la responsabilidad sobre el suministro agua seguir siendo un asunto pblico a corto y medio plazo. Sin embargo, la participacin del sector privado est muy extendida, ya que las empresas estn presentes en algn aspecto del abastecimiento de agua a gran escala en casi la mitad de los pases del mundo (Economist, 2003; UNESCO 2006). La privatizacin del abastecimiento de agua puede adoptar formas muy variadas, desde la participacion limitada de las empresas privadas hasta la enajenacin completa de los sistemas hdricos por parte del sector pblico. En algunos municipios, las empresas privadas ofrecen servicios limitados o gestionan el abastecimiento de una zona determinada. Este tipo de contratos dejan todo el riesgo en manos del sector pblico e implican muy escasamente a las empresas privadas. En algunos casos, las entidades privadas arriendan el sistema de abastecimiento y se responsabilizan de la medicin, el mantenimiento y el cobro de las
cuotas, mientras la infraestructura permanece en manos pblicas; si el resultado no es satisfactorio, se puede arrendar el sistema a otra empresa, o el sector pblico puede hacerse cargo de nuevo de la gestin (Budds y McGranahan, 2003). En un sistema de concesiones, la empresa privada concesionaria gestiona por completo el sistema y se hace cargo tambin de las inversiones en infraestructura y en canalizaciones. Normalmente, las concesiones tienen una duracin ms prolongada que los contratos de gestin, y la empresa privada asume riesgos mayores. A la finalizacin de la concesin, la entidad pblica puede recuperar la responsabilidad sobre el abastecimiento o bien prorrogar el contrato. Este tipo de privatizacin parcial, que maximiza los beneficios de la privatizacin sin asumir todos los riesgos, se denomina concesin de proyectos pblicos (CPP). Las CPP funcionan mejor cuando existe una regulacin estricta del sector. Por ejemplo, en Francia las CPP suelen delegar en empresas privadas la gestin, el mantenimiento y el desarrollo del agua de boca y los saneamientos, mientras que las entidades pblicas mantienen la propiedad del sistema. En casos excepcionales, el sistema pasa por completo a manos privadas. La enajenacin total del sistema hdrico significa que la sociedad pierde por completo la propiedad del sistema y las infraestructuras. Esto no implica, sin embargo, que sea imposible regular el abastecimiento (Gleick et al., 2002; Budds y McGranahan, 2003).
La privatizacin en el mundo
Una de las privatizaciones ms tempranas y completas fue la que tuvo lugar en el Reino Unido. En 1989, el programa de privatizacin diseado por Margaret Thatcher puso en el mercado todas las empresas municipales de suministros. Catorce aos despus, las empresas cumplen a la perfeccin su tarea de suministrar agua a los britnicos, pero, tras un xito inicial, no
han funcionado bien en la bolsa. En los pases desarrollados existen varios niveles de variacin en la privatizacin. En Estados Unidos, en 2000, slo el 15 por ciento del abastecimiento de agua estaba en manos privadas. Histricamente no haba sido as, ya que en el siglo XIX las empresas privadas suministraban el 90 por ciento del agua. El abastecimiento privado est mucho ms extendido en Europa occidental; en Francia, ms de la mitad de los hogares son clientes del sector privado (Gleick et al., 2002; Economist , 2003). En Amrica Latina, muchos pases, incluidos Brasil, Argentina, Ecuador y Bolivia, han implantado algn tipo de participacin privada (CPP) en el abastecimiento de agua. Se han producido algunos sonoros fracasos, como el de Cochabamba (Bolivia). En 1999, la ciudad de Cochabamba ofreci a un operador privado una concesin por 40 aos. Poco despus de la concesin, los precios subieron bruscamente, hasta alcanzar la cuarta parte del salario mnimo. Tras una serie de protestas violentas, el operador se retir y el ayuntamiento volvi a hacerse cargo del servicio (Finnegan, 2002). Sin embargo, en general los resultados de la participacin privada han sido muy variables. Segn un estudio realizado sobre una serie de municipios de Argentina, Chile y Bolivia, las CPP no han tenido consecuencias negativas para el ndice de conexin, y el nmero de personas con acceso al agua ha crecido desde la entrada del sector privado. Sin embargo, en los grupos de control se detect tambin un aumento de las tarifas de conexin. La conclusin es que las CPP no provocan la disminucin del acceso al agua. Entre esas naciones, el mayor xito se ha producido en Chile. En este pas, casi todos los hogares tienen acceso a agua limpia y a los saneamientos. Pese a las fluctuaciones de los tipos de cambio, una empresa extranjera, Suez, se ha mantenido como proveedora en Santiago y su regin. En Chile, los precios del agua estn al alcance de las clases medias, y existe un sistema de cupones que facilita a los pobres el ac-
ceso al agua (Economist, 2003). En el frica subsahariana, los pobres urbanos suelen carecer de acceso al suministro de agua en buenas condiciones. En toda la regin, 14 pases han adoptado alguna forma de privatizacin, en general mediante contratos con empresas multinacionales de propiedad francesa. La impresin generalizada es que los riesgos en la regin son excesivos, debido a la inestabilidad poltica y econmica, o que los beneficios potenciales son demasiado reducidos, debido a los bajos ingresos generalizados de la poblacin (Budds y McGranahan, 2003).
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mente, casi el 3 por ciento del presu- cin en la provincia occidental del puesto nacional est asignado a la ad- Cabo fue la denominada Construirministracin del agua, y se liberan par- Gestionar-Transferir, en la que la comtidas adicionales para proyectos espe- paa pblica construye el sistema y cficos, como los de desarrollo de asegura su funcionamiento, para desinfraestructuras. pus transferirlo a una entidad privaAdems, Sudfrica ha introduci- da que se encargar de usarlo y cobrar do un esquema de tarifas variable pa- las cuotas. Un anlisis emprico de cuara garantizar a los pobres el acceso al tro ciudades de esa regin revela que, agua. En 2000, el Gobierno present aunque los ciudadanos tienen dereun programa denominado Free Basic cho a 25 litros gratis al da, muchos no Water (FBW), para suministrar a bajo conocen sus derechos, y la distribucoste 6.000 litros mensuales a cada ho- cin de agua es irregular, sobre todo en gar, lo que equivale a las zonas pobres. Debido a los 25 litros por persona y frecuentes cortes por impago, da, basndose en un En Argentina se ha afirmado que la transfeclculo de ocho perso- se demostr rencia de la gestin a las emnas por familia; a par- que en los presas privadas es contraria al tir de esa cantidad, los municipios objetivo de garantizar el acceso hogares deban pagar donde se haba universal al agua, y las mediuna cuota adicional. das enfocadas a la recuperaCuando se descubri privatizado el cin de los costes resultan proque muchos pobres suministro blemticas. En algunos casos, optaban por recorrer de agua se el coste del cobro de las cuotas largas distancias para registraba una supera la cantidad cobrada. El conseguir agua en lu- tasa ms baja estudio concluye que la poltigar de pagar esas tarica gubernamental de agua grade mortalidad fas bajas, se decidi tis es acertada, y que en las zoque los 6.000 litros se infantil nas rurales pobres no tiene sensuministraran gratis. tido aspirar a recuperar los En 1994, Sudfrica realiz una costes (Mehta y Ntshona, 2004). gran inversin en su compaa de Pese a las mejoras palpables en aguas, el Department for Water Affairs muchas zonas, Sudfrica sigue teand Forestry (DFAW), que empez r- niendo dificultades para suministrar pidamente a conectar nuevos hogares agua a todos los hogares. Los asentaa la red. Existe una fuerte voluntad mientos urbanos informales, en los poltica de garantizar una cobertura que no existen infraestructuras hiuniversal. En 1996, Sudfrica adopt la drulicas dignas de tal nombre, alojan poltica macroeconmica denominada a cinco millones de personas, el 28 Crecimiento, empleo y redistribucin por ciento de la poblacin urbana. En (GEAR), que demanda una poltica de las zonas rurales, unos seis millones de precios ajustada al coste real, as como personas carecen de agua en condiuna privatizacin y una limitacin de ciones seguras. Algunos insisten en la la participacin pblica. De acuerdo necesidad de que las empresas privadas con esta poltica, se recortaron las sub- participen en el abastecimiento, mienvenciones a los ayuntamientos, y mu- tras que la mayora se opone a la prichos gobiernos locales optaron por vatizacin efectuada y exige al sector una privatizacin al menos parcial. La pblico que vuelva a hacerse cargo del poltica GEAR tambin sugiere que se suministro. Casi todos aplauden el decorte el suministro a los morosos, una recho constitucional al agua y la polpropuesta muy criticada, que para al- tica Free Basic Water; sin embargo, algunos entra en contradiccin con la gunos consideran que la privatizacin poltica declarada de considerar el y la recuperacin de costes estn reiagua como un derecho inalienable. das con el principio de acceso univerUna frmula tpica de privatiza- sal, en especial en las zonas pobres.
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BIBLIOGRAFA
Dada la peculiaridad de que slo se privatiz el abastecimiento en una parte de los municipios, Argentina es un campo de pruebas nico para el anlisis emprico. Un anlisis de los efectos de la privatizacin en la mortalidad infantil el ndice de muertes de nios menores de cinco aos muestra que los municipios donde se privatiz el servicio tienen una tasa de mortalidad infantil inferior a los otros. Este efecto, que mostraba un vnculo claro entre la privatizacin y la disminucin de la mortalidad infantil, beneficiaba en mucha mayor medida a los pobres. Conviene destacar que el estudio detect estas disminuciones en las comunidades privatizadas donde las causas principales eran las enfermedades infecciosas y parasitarias y en las muertes perinatales, pero no para otras causas como los accidentes o las enfermedades respiratorias (Galiani et al., 2005). En 1993, la privatizacin en Buenos Aires condujo a un aumento del 70 por ciento al 85 por ciento de residentes con suministro de agua en trminos absolutos, 1,6 millones de personas, y los precios bajaron inicialmente. Por desgracia, la privatizacin no sobrevivi al grave colapso econmico y la inestabilidad que sacudieron la economa argentina a principios de esta dcada. En 2002, debido a la devaluacin, las cuotas ingresadas por la compaa encabezada por Suez y Agbar perdieron dos tercios de su valor. Suez y Agbar intentaron renegociar el contrato, pero no consiguieron ponerse de acuerdo con el Gobierno en cuanto al precio. Suez y Agbar tienen intencin de retirarse del pas, y el Gobierno se dispone a cancelar la concesin. Actualmente, algunas provincias estn estudiando ofrecer nuevas concesiones a empresas privadas, mientras que los grupos antiprivatizacin exigen que el Estado se haga cargo del abastecimiento. Sigue sin estar claro quin suministrar agua a los argentinos en los prximos aos.
Conclusin
La privatizacin del agua es y seguir siendo un tema muy polmico. Existe una fuerte oposicin a la entrada del sector privado, aunque sea limitada. Sin embargo,
los gobiernos, en particular los de los pases en desarrollo, no son capaces de atender a la creciente demanda de suministro de la poblacin. Muchas personas, especialmente en las clases pobres, no tienen acceso al agua potable en condiciones seguras, y llevan dcadas en esa situacin. Por ello es necesario fomentar las concesiones de proyectos pblicos o alguna forma de implicacin del sector privado. Poder acceder a un precio relativamente elevado al agua en condiciones seguras es preferible a no poder acceder en absoluto. Aunque se ha hecho mucho hincapi en la conveniencia de que sean empresas privadas o pblicas las encargadas del suministro, lo cierto es que, a la hora de conseguir un suministro universal e igualitario, el asunto de la propiedad del agua ha demostrado ser menos importante que su administracin (UNESCO, 2006). Desde luego, los derechos de los pobres deben ser protegidos, sea mediante la legislacin como en Sudfrica o mediante instrumentos econmicos como las subvenciones. Lo importante es que debe subvencionarse el agua para quienes no pueden costearse el suministro para necesidades bsicas, mientras que debe eliminarse toda forma de subsidio para la explotacin agraria a gran escala. Estas subvenciones provocan un uso desconsiderado e ineficiente, en muchos casos a costa de los usos domsticos. Si sigue la tendencia actual, las tarifas iran ajustndose para conseguir cubrir los costes, y el uso del agua se har ms eficiente. Llevar el agua a los que carecen de ella no es slo una cuestin sanitaria. El agua corriente ayuda en gran medida a mejorar el modo de vida de las personas. En muchos pases, las mujeres y las nias recorren cada da muchos kilmetros acarreando agua. Liberar a las mujeres de esa carga diaria significa permitirles dedicarse a otras actividades, y favorece el acceso de las nias a la educacin. Los gobiernos de todo el mundo se han comprometido a ofrecer agua en condiciones seguras a la poblacin de los pases en desarrollo. Como muestra este artculo, en muchos casos una poltica de precios adecuada y la participacin del sector privado pueden ser herramientas tiles para conseguir este objetivo.
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Nota: Algunas partes de este artculo han sido adaptadas de material redactado por el autor para el captulo de Condiciones y tendencias del agua dulce del Informe sobre ecosistemas del Milenio.
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sequa que tienen lugar peridicamente en los pases de la regin mediterrnea. La respuesta natural, despus de pasar por muchos ciclos, ha sido el aumento de las presas y del suministro. Pero a medida que las oportunidades existentes para la construccin de presas disminuyen, la sequa tambin est planteando la difcil cuestin de cmo desea la sociedad utilizar el agua, y quin debera beneficiarse de este preciado recurso natural.
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nas desplazadas y el 60 por ciento de su predecesor del Partido Popular, Jos los ros mundiales se han visto afecta- Mara Aznar, y el debate sobre el desvo dos por estas construcciones y el desvo del cauce del ro Ebro contina desde sus cauces. pertando fuertes emociones. A quin Hacer un recorrido de este fre- pertenece el agua y quin controla su cuentemente enconado debate donde uso se han convertido en temas esentodos tienen parte de verdad pero no la ciales en la cuenca del Ebro, igual que totalidad, y donde cada ejemplo puede ser con- Espaa, que cuenta con unas 1.100 tradicho y contrarrestapresas de unos 45 metros de altura do con otro, es una tarea difcil y un reto. Esto fue el doble que en cualquier otro pas lo que la Comisin Mun- europeo, no es ajena al controvertido dial de Presas intent ha- debate sobre estas construcciones cer en su informe publicado en el ao 2000, y sobre el que es- lo han sido durante aos en otras partes te artculo se basa. Es una de las pocas del mundo con un debate similar. revisiones independientes y participaEst claro que en la construccin tivas de este controvertido tema de las de las 45.000 presas que existen acque se dispone hoy da. tualmente en el mundo, siempre hay La Unin Mundial para la Na- ganadores y perdedores. A algunos turaleza (UICN) ha trabajado con mu- de los perdedores se les ha compensachos agentes en los debates sobre los re- do indiscutiblemente; por ejemplo, se cursos hdricos para construir herra- han comprado obligatoriamente sus mientas y materializar proyectos que tierras inundadas por los embalses, covaloren los servicios de los ecosistemas mo en el caso de otros proyectos de incomo la biodiversidad, piscifactoras versin pblica como autopistas o piso ciclos nutritivos proporcionados tas de aeropuertos, mientras otros sinpor los ros y humedales, y para ase- tieron que los fondos pblicos se gurar que los valores naturales y eco- invirtieron en su perjuicio personal. nmicos de estos sistemas son tomados Una de las recomendaciones fundaen consideracin en los procesos de mentales de la Comisin Mundial de toma de decisin sobre las grandes pre- Presas fue que las personas afectadas sas y gestin de los recursos hdricos en por el proyecto de una presa deben general. La UICN intenta reforzar la formar parte tambin de sus benefidimensin ecolgica del desarrollo sos- ciarios directos. tenible, y reconoce que esto slo puede La complejidad de las presas reside conseguirse si la sociedad da a los re- en que sus problemas no se reducen al cursos hdricos su verdadero valor. diseo, la construccin y las operacioEspaa no es ajena a las discusiones nes propias de las presas, sino que abarsobre las grandes presas; con unas 1.100 can un amplio abanico de opciones sopresas de unos 45 metros de altura po- ciales, medioambientales y polticas, see dos veces ms presas que cualquier de las que dependen las aspiraciones otro pas europeo. Manifestantes contra humanas para desarrollar y mejorar la presa de Itoiz en el Pas Vasco hicie- su bienestar. Las presas alteran los ros ron campaa para parar el proyecto y el uso de los recursos naturales, imdel embalse colgndose desnudos de- plicando frecuentemente la redistrilante del prncipe de Orange y miles de bucin de los beneficios desde los usuadelegados en la inauguracin del rios ribereos locales hacia nuevos beFrum Mundial del Agua en La Haya neficiarios a nivel regional o nacional. (2000), y varios activistas fueron condenados a penas de crcel. El Gobierno socialista de Jos Luis Rodrguez Zapa- Agua y agricultura El agua est en el corazn de la tero cancel el Plan Hidrolgico Nacional promovido durante diez aos por psique mediterrnea. Desde que los
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romanos construyeron los primeros acueductos, las sociedades mediterrneas han sido conscientes de su dependencia de los escasos e impredecibles recursos de agua y han querido invertir en su distribucin para la agricultura de regado y para el uso domstico. Desde la Segunda Guerra Mundial, las fuertes polticas nacionales a favor de la agricultura como base del desarrollo econmico mundial tambin han ayudado a movilizar con xito fondos pblicos para este sector. En 1940, la agricultura aportaba un 32 por ciento aproximadamente del PIB. En los aos 60, la dcada de mayor construccin de presas en Europa, la agricultura en Espaa gener aproximadamente un 22 por ciento del PIB. En 1974 haba disminuido al 10 por ciento y en 2000 solamente alcanzaba el 3,9 por ciento; el relativo declive contina, con el crecimiento de otros sectores, con una cifra del 3,1 por ciento en 2004. El 80 por ciento del agua en Espaa se contina usando para el regado y slo recientemente redes como la Fundacin Nueva Cultura del Agua han cuestionado esta poltica histrica, apoyada en los principios de la Directiva Marco sobre el Agua (DMA) de la Unin Europea. En efecto, durante muchos aos, los fondos pblicos se invirtieron en construir presas, distribuir el agua y generar beneficios para la agricultura y para la nacin, pero por primera vez bajo la DMA, la Unin Europea ha declarado que se debe requerir a los beneficiarios de los recursos hdricos para que paguen por su distribucin, de la misma manera que otros negocios pagan sus principales inversiones. ste ha sido el problema de grandes proyectos de financiacin pblica como el Plan Hidrolgico Nacional, que no representaba una recuperacin suficientemente significativa del coste de los usuarios de los recursos hdricos para ser financiada por la Unin Europea. Estudios realizados por expertos han demostrado que los agricultores que extraen aguas subterrneas para el riego a su propio coste son ms eficientes a la hora de utilizarla que aque-
llos que se benefician de planes pblicos de suministro de superficies de irrigacin donde parte de los costes estn cubiertos por fondos pblicos. Datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentacin muestran que en 2002, el 66 por ciento de los regados espaoles todava eran por gravedad, proveniente principalmente de las presas y slo el 8 por ciento por sistemas de goteo mucho ms eficientes por volumen. Dado que la agricultura contribuye cada vez menos a la economa nacional y que crecen sustancialmente otros sectores como el ocio, el turismo y los servicios junto con el inters creciente en mantener el medio ambiente natural, es lgico que muchas reas del Mediterrneo se encuentren en un aprieto en el momento de dirigir el enfoque histrico de la gestin hacia el suministro agrcola y hacer frente a su vez a nuevas demandas.
Por tanto, la cuestin cambia del simple cmo podemos distribuir ms agua?, que puede ser respondida por la ingeniera con otra infinitamente ms compleja: cmo podemos hacer que el uso de los recursos hdricos sea econmica, social y medioambientalmente ms eficiente?, cosa que implica a muchas ms partes y requiere un extenso debate social sobre la clase de desarrollo que desea la sociedad y el papel que el agua desempea. Como la contribucin de la agricultura y consecuentemente del agua al PIB ha variado durante dcadas, hay cuestiones lgicas sobre la financiacin del abastecimiento de agua, cuando los millones de euros requeridos para construir presas podran invertirse en otros sectores y proporcionar beneficios ms directos. Por ejemplo, un tercio del agua se pierde en los canales que la distribuyen por los campos de Andaluca, una situacin tpica en la regin mediterrnea; sera mucho mejor reparar los escapes de los canales, tal y como planea hacer la Consejera de Medio Ambiente, que construir nuevas presas.
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para el consumo humano. Se considera, sin embargo, como una solucin viable para incrementar las comunidades costeras urbanizadas y varias ciudades han inaugurado recientemente estas plantas (Almera, Marbella). Una segunda opcin es el reciclaje del agua, lo cual se ha implementado con xito en islas con deficiencias hdricas (islas Canarias) y donde la falta de alternativas ha hecho que los habitantes adopten la tecnologa y la consideren parte de las normas aceptadas. En otros lugares como Andaluca ha habido ms resistencia a la hora de aceptar la necesidad de reciclar el agua. Una tercera opcin es la redistribucin a travs de una combinacin en la reduccin de la demanda y la redistribucin del suministro existente. Este proceso es un complejo reto poltico, social y econmico ya que los derechos sobre el agua estn a menudo ligados a la propiedad de la tierra y no pueden, por tanto, ser extrados y recolocados. Algunos pases como Australia y Estados Unidos han separado con xito los derechos sobre el agua de los derechos sobre la tierra y esto ha facilitado el camino para la redistribucin a travs de mecanismos de mercado por los que los granjeros pueden comprar agua adicional a los titulares de otros derechos, o vender los suyos a municipalidades, campos de golf u otros usuarios.
nal del agua en otros usos. Todos los incentivos agrcolas y subsidios a los cultivos deben ser utilizados, en la medida de lo posible, para reducir el consumo de agua en las cuencas donde las existencias son limitadas. El dinero es una comodidad altamente flexible, puede traspasarse de ao en ao, de cuenca a cuenca, o de la ciudad al agricultor y provee la nica moneda comn que compensa efectivamente la falta de agua suficiente para satisfacer las necesidades de la sociedad.
Las decisiones de mayor importancia se centran en evaluar las opciones para el desarrollo de los recursos hdricos y en el reciclaje, la reduccin de la demanda y la redistribucin del agua
dad a corto plazo a travs del establecimiento de dos niveles de garanta del suministro. Un enfoque basado nicamente en la regulacin financiera o en obstculos como penas o multas por consumo excesivo de agua es insuficiente, y en algunos casos hasta infructuoso para asegurar el cumplimiento, haciendo comunes las extracciones ilegales de agua. A la vez que puede mejorarse el refuerzo de las regulaciones comunes, se necesitan tambin los enfoques econmicos que aportan incentivos positivos. Financiando un uso efectivo y provechoso del agua, por ejemplo, estas iniciativas tienen la capacidad de involucrar a las comunidades agrcolas en la bsqueda de enfoques constructivos en temas de gestin de los recursos hdricos. A la vez que es importante el uso de instrumentos reguladores para asegurar que se observan las cuotas, lmites y estndares, la gestin exhaustiva depender igualmente de los pagos y los incentivos de mercado e inducir en la conservacin, eficiencia y restauracin del ecosistema el uso de los recursos hdricos puede ser ms productivo para la sociedad en su totalidad. Es cierto que la adopcin de un enfoque econmico y la utilizacin de instrumentos econmicos para la gestin del agua ha suscitado una gran preocupacin y controversia en parte a raz de las diversas percepciones sobre la funcin pblica y privada en materia de la provisin de servicios en los sectores municipal e industrial (M+I), sobre todo con respecto a los gravmenes del agua domstica y la financiacin de la infraestructura hidrolgica. Es importante acometer una reforma econmica en la gestin del
sector M+I. Sin embargo, en las zonas ms secas y otras regiones que sufren escasez de agua las necesidades de este sector suelen ser pequeas en comparacin con las necesidades agrcolas y del ecosistema. Adems, se suele aceptar que son de suma importancia las necesidades sociales y econmicas existentes para el abastecimiento del sector M+I. El principal conflicto en distribucin de los recursos hdricos en estas
reas se suelen plantear: 1. Entre las diversas demandas agrcolas que compiten entre s; 2. Entre las diversas demandas agrcolas y del ecosistema; 3. Entre usos agrcolas y del ecosistema existentes y las crecientes necesidades del sector M+I Los perodos de sequa representan para gestores y poblacin un primer aviso de que la creciente demanda se aproxima a la oferta o incluso la supera. El anlisis de las condiciones de sequa es instructivo para la planificacin de futuro, pues demuestra que no es posible satisfacer las necesidades de todos los usuarios y que es preciso tomar decisiones, a veces delicadas, sobre
la distribucin del agua. La ventaja de recurrir a instrumentos de carcter econmico o comercial para distribuirla en determinados sectores o regiones geogrficas es que permite que el propio consumidor valore los beneficios econmicos derivados del consumo de este recurso. Tal constatacin suele conducir a una distribucin ms eficiente, desde el punto de vista econmico, que la que se logra con un proceso de planificacin centralizado. Esto ocurre, principalmente, en lugares donde la burocracia o los responsables de la Administracin de mbito estatal o local distribuyen el agua en funcin de intereses subjetivos. En los sistemas administrativos de distribucin alguna vez los usuarios ofrecen favores con el fin de recibir a cambio una asignacin; es lo que los economistas denominan prcticas de rentseeking. Esta prctica puede provocar la asignacin de agua a zonas de la economa que generan escasos beneficios, a expensas de otros consumos ms ventajosos. Adems, en las zonas donde se afianza esta prctica los esfuerzos dedicados a obtener el favor de las instancias competentes y adquirir una asignacin tambin contribuyen a reducir la actividad econmica. Permitir a los consumidores competir en un mercado claramente definido con reglas establecidas, como en el caso de Australia, evita tambin los comportamientos corruptos que pueden surgir en un sistema basado en la distribucin administrativa o poltica de los recursos. En este sentido se constata de nuevo la importancia de reconocer el valor econmico del agua como una oportunidad, no como una amenaza. Si se incorpora a la gestin de los recursos
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Respecto a Espaa, cabe preguntarse si se estn utilizando todos los mecanismos suficientes para asegurar un uso racional del suministro limitado del agua
hdricos la concepcin del agua como un bien econmico, se podrn aprovechar los beneficios inherentes al enfoque econmico en lo que respecta a la distribucin de los recursos escasos. Cualquier alternativa a este enfoque supone aceptar que el agua se estanque en sectores econmicamente improductivos y que la distribucin del agua se defina en funcin de las presiones particulares, no segn el rendimiento de la actividad agraria. Como sucede con los sistemas econmicos y financieros ms generales, se pueden aprobar medidas de compensacin con el fin de proteger a los miembros ms vulnerables de la sociedad, en caso de que se considere deseable o necesario. La experiencia indica que en el mundo se aplican cinco estrategias generales para gestionar el agua dulce de modo coherente con los objetivos antes expuestos:
1. Gestin de la demanda: imposicin de gravmenes que inciten a los consumidores del agua a reducir o limitar el consumo de agua. 2. Incentivos para la conservacin: definicin de incentivos y retribuciones que inciten a los gestores del agua y de las cuencas a conservar la cantidad y mejorar la calidad del agua que se transfiere al punto de consumo, de manera que se consigan consumos adicionales con la misma cantidad caso, por ejemplo, de los incentivos para la conservacin del agua destinada a la agricultura. 3. Recuperacin de costes: regulacin de tarifas o de los gravmenes institucionales para compensar los costes de abastecimiento del sistema y el ecosistema, con el fin de garantizar la financiacin de nuevas infraestructuras de suministros, el mantenimiento de la infraestructura existente y las inversiones destinadas a la proteccin de las cuencas. 66 VANGUARDIA | DOSSIER
Redistribucin del mercado: utilizacin de instrumentos mercantiles para reasignar el agua antes utilizada para aplicaciones poco ventajosas, con el fin de destinarla a otros usos ms productivos, ya sean agrcolas, urbanos o centrados en el propio cauce del agua transferencias y bancos de agua, por ejemplo. 5. Sistema de lmites e intercambio comercial: desarrollo de sistemas de distribucin fija que permiten intercambiar las asignaciones con el fin de evitar la sobreexplotacin de los recursos hdricos, mejorar la calidad del agua y atenuar la degradacin del ecosistema intercambio de nutrientes, bancos de restauracin de aguas subterrneas, bancos de restauracin de pantanos.
4.
Con ms de 1.100 presas construidas en Espaa, es natural preguntarse si es necesario construir ms, si las existentes pueden utilizarse mejor o modificarse para conseguir los objetivos de desarrollo actuales en vez de aquellos por los que se debieron construir hace 40 aos o ms. Tambin es importante preguntarse si la sociedad est utilizando todos los instrumentos y palancas a su alcance para asegurar un uso racional del suministro limitado del agua para alcanzar los objetivos sociales, o si este vital y escaso recurso est encerrado irrevocablemente en el modelo de desarrollo y aspiraciones de la posguerra. Las presas son un instrumento ms en la gestin de los recursos hdricos y tienen partidarios y detractores. Es ms importante preguntarse cmo un sistema flexible de gestin del agua puede satisfacer las necesidades de las sociedades futuras y aprender las lecciones que la sequa puede aportar. Abundan las advertencias sobre los riesgos del cambio climtico y de que la sequa se vuelva habitual. La flexibilidad financiera y econmica proporcionar algunas de las respuestas y puede ayudar a garantizar que cuando el consumo alcance los lmites ms altos de la oferta, no sea el ecosistema el que sufra las consecuencias.
Los puntos de vista que se expresan en este artculo no reflejan necesariamente los de la UICN.
El rpido crecimiento de las exigencias hdricas para la produccin de alimentos, tanto en la agricultura de secano como de regado, ha llevado a tener que realizar elevadas extracciones, con una importante modificacin de los regmenes de flujo y de la calidad del agua, todo ello con significantes implicaciones para la salud del ecosistema.
que aumentar el valor para la sociedad de unos usos mltiples e interrelacionados del agua. Es algo a todas luces posible. Si analizamos y buscamos entender los complejos modos en que el agua se utiliza y reutiliza cuando fluye por una cuenca cerrada, seremos capaces de incrementar su productividad. mente tiene que ser sustituido por un enfoque para gestionar el ciclo del agua en su totalidad, incluidas todas las precipitaciones y la evapotranspiracin, es decir, el agua azul y el agua verde [FIGURA 2]. La tradicional separacin entre agricultura de secano y de regado se ha vuelto obsoleta. Debe reemplazarse por la gestin hdrica para la agricultura, lo que representa todo el espectro desde el agua de lluvia pura, la cosecha con agua de lluvia, hasta el regado suplemental o deficitario y el regado total. La actual situacin hdrica se caracteriza por un mal acceso a agua segura y asequible para garantizar la alimentacin y los medios de vida en casi el 70 por ciento de los pobres del mundo, es decir, la mayora de los 800 millones de pobres que viven en el frica y el Asia rurales, lo cual los sita en una trampa de pobreza de la que es muy difcil salir. A menudo no se es del todo consciente de las ingentes cantidades de agua exigidas para cultivar los alimentos que consumimos, sobre todo en comparacin con nuestras necesidades hdricas domsticas. Como media, una persona necesita unos 50 litros de agua para consumo domstico, mientras que hacen falta 70 veces esa cantidad para la produccin de sus alimentos. Las plantas usan entre 500 litros de agua en las zonas de regado de alta eficiencia y 4.000 litros en los sistemas de secano de baja productividad para producir un kilo de cereales bsicos, como arroz o trigo. Esa enorme diferencia en las necesidades hdricas para usos domsticos y agrcolas se complica an ms con el desequilibrio de la valoracin de los recursos para unos y otros usos. Podra pensarse que el precio del agua agrcola se mide en cntimos mientras que la domstica o industrial se mide en euros. La consecuencia es que a menudo los agricultores no pueden competir con la poblacin urbana por el agua. El agua abandona la agricultura para satisfacer la demanda urbana e industrial en rpido crecimiento de los pases en desarrollo. Sin embargo, no es la nica forma de competencia que se da en el sistema. La agricultura tambin compite con la naturaleza. Dado que toda agua del ciclo hidrolgico tiene una funcin medioambiental, cualquier desvo de las precipitaciones, los ros o los acuferos desde los ecosistemas a la agricultura de secano o regado constituye un compromiso entre otros servicios del ecosistema y los beneficios de la alimentacin y la subsistencia. El uso excesivo y con frecuencia mal gestionado del agua de los sistemas fluviales de todo el mundo ha hecho que los ros, sobre todo en las regiones ridas y semiridas del planeta, ya no lleguen al mar. Situados en cuencas que estn cerradas o cerrndose, la mayor parte del agua se utiliza antes de que llegue a la desembocadura del ro. A medida que se emprende un mayor desarrollo de los recursos hdricos de esos sistemas cerrados la situacin que produce es como desvestir a un santo para vestir a otro. Una vez se ha llegado a este punto de cierre de una cuenca, en el cual el uso adicional de los recursos hdricos est limitado, aparece la consiguiente presin para trasvasar agua de otras cuencas para satisfacer esas necesidades consideradas adicionales. El debate sobre el agua, la alimentacin y el medio ambiente agrupa a una serie de interesados para abordar los vnculos entre conceptos y acciones, as como entre acciones y resultados. Para que haya un consenso sobre cmo avanzar son necesarios la discusin y el debate basados en pruebas reales procedentes de las cuencas del mundo. El principal objetivo es presentar oportunidades en el nexo agua-alimentacin-medio ambiente en trminos de intervenciones o lotes de intervenciones especficas que tengan amplios beneficios netos potenciales para la sociedad. Este artculo presenta una perspectiva general de los mensajes clave sobre la situacin actual y futura del agua y su cone-
L AGUA, LA ALIMENTACIN Y EL
FIG. 1
FIG. 2
medio ambiente forman un nexo, una red inextricable. Son necesarias acciones dirigidas al plano local y a mayores escalas con el fin de reconciliar los efectos secundarios asociados con unos imperativos crecientes de produccin alimentaria y el reconocimiento creciente del valor intrnseco del medio ambiente y la biodiversidad, as como de los servicios proporcionados por ecosistemas con un funcionamiento slido. El reto que supone el agua para la alimentacin y el medio ambiente consiste en encontrar agua para unas ciudades en expansin que con frecuencia la arrebatan a la agricultura, cultivar alimentos para una poblacin creciente, proporcionar trabajo a las poblaciones rurales pobres sosteniendo al mismo tiempo el medio ambiente. Si fracasamos en este reto, sern los pobres quienes paguen el precio. Los pobres urbanos se ven muy afectados por un dbil acceso a un agua potable y un saneamiento seguros y asequibles. Para los pobres del mundo rural, un escaso acceso a un agua segura y asequible resulta crucial como medio de vida. Los recursos naturales degradados afectan a todos, pero especialmente a los pobres, tanto en las zonas urbanas como rurales. Este reto puede abordarse e incluso superarse, y ya hay ejemplos en todo el mundo que muestran prometedoras situaciones de xito. Ahora bien, se requiere un cambio en el modo de gestionar los recursos naturales. El agua y la tierra deben gestionarse a escala de cuenca y entorno, reasignando el agua entre los usuarios. Hay
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xin con la agricultura y el medio ambiente; sobre las fuerzas externas, presiones y situaciones globales que constituyen factores implicados en la situacin hdrica y que influyen en la relacin agua-alimentacin-medio ambiente; y, de modo ms especfico, sobre las acciones susceptibles de contribuir al abordaje de las cuestiones y los retos del agua, la alimentacin y el medio ambiente.
hdrica en un escenario con una gran inercia a los cambios, lo que aumentar la necesidad de accin. Adems, el rpido crecimiento econmico actual de Asia conduce a un estilo de vida con un consumo ms intensivo de agua. Ello se ve con frecuencia, por ejemplo, en los cambios en las dietas, con un mayor consumo de productos lcteos o crnicos. En la TABLA 1 vemos que Asia, y China en especial, muestra tendencias a un mayor consumo de carne; la TABLA 2, que indica las necesidades hdricas por metro cbico/kilo (de media) en el caso de diversos productos alimentarios, muestra que los productos crnicos exigen mayores cantidades de agua que los dems productos. Adems, tambin se espera que las negociaciones comerciales mundiales tengan una repercusin muy importante en la demanda de recursos hdricos para cultivar alimentos y fibra. Las pautas comerciales mundiales de productos alimentarios y de fibra estn muy afectadas por los subsidios y los aranceles que son hoy objeto de intensas negociaciones en el seno de la OMC. Si las negociaciones de la OMC tienen el efecto deseado por los pases en vas de desarrollo, es decir, un mayor acceso para sus productos agrcolas a los mercados de los pases de la OCDE, el agua adicional requerida para cultivar esos productos teniendo en cuanta que deben cumplirse en la exportacin criterios de calidad ms estrictos es potencialmente mucho mayor. En tercer lugar, el cambio climtico incrementar la variabilidad climtica mientras
que nuestra capacidad de enfrentarnos incluso a la actual variabilidad es muy baja. Se espera que el cambio climtico incremente la variabilidad climtica. La adaptacin a esos cambios exigir una infraestructura de almacenamiento y unos sistemas de distribucin adecuados. La adaptacin a la actual variabilidad del cambio climtico nos preparar para cambios futuros. Debido a la dificultad de obtener previsiones localizadas de las consecuencias del cambio climtico, no resulta prudente esperar predicciones exactas como base para la accin.
temas de regado necesitan habitualmente 2.000 toneladas de agua para producir una tonelada de cereales, como arroz o trigo. En los mejores sistemas de regado se necesitan slo 500 toneladas. sta es la promesa y el reto para el sector.
ACCIONES:
1. MEJORA DE LA GESTIN DEL RIEGO
El sistema de gestin del riego puede mejorarse y hacer que proporcione un suministro hdrico ms fiable a los agricultores por medio del almacenamiento y una mejor operacin de los embalses, una mejor distribucin del agua con estructuras de control mejoradas, as como una gestin ms responsable. Un suministro hdrico ms fiable permite a los agricultores invertir en una mejor gestin hdrica en la granja, como un mejor nivelamiento del suelo, cero labranza o presin de riego. La gestin mejorada suele requerir instituciones mejoradas, as como tecnologas mejoradas. Raras veces las estructuras estatales logran operar y mantener con xito los sistemas de riego por su cuenta. La participacin de los agricultores aumenta el ndice de xito. Los planes tienen que ser autosuficientes en trminos financieros en su operacin y mantenimiento, y los agricultores pueden pagar y pagan por sistemas con buen rendimiento.
2. ADAPTACIN DE PRCTICAS AGRCOLAS A UNA CRECIENTE ESCASEZ DE AGUA
pansin tambin crean la oportunidad de reutilizar los igualmente crecientes flujos de agua residual. Convertir las aguas residuales en un activo para agricultores periurbanos a pequea escala puede hacer asequible el saneamiento para los habitantes urbanos pobres. El reto es el desarrollo de sistemas de tratamientos adecuados para convertir el agua residual en biolgicamente segura, pero manteniendo los nutrientes que sustituyen el fertilizante para los agricultores. Los beneficios potenciales incluyen la mejora de la salud en los suburbios urbanos, la subsistencia de los agricultores periurbanos, la mejora de la alimentacin verduras para los pobres urbanos y una reduccin de la contaminacin.
4. SISTEMAS DE USO MLTIPLE: SISTEMAS NICOS PARA USO DOMSTICO, AGRICULTURA, ACUICULTURA, AGROSILVICULTURA Y GANADERA . La poblacin rural no suele dis-
tinguir entre agua para uso domstico y de subsistencia. Sin embargo, los proyectos y los expertos hdricos siguen centrndose an en un propsito nico. Se puede obtener ms valor diseando, planificando y gestionando proyectos que permitan mltiples usos de un modo integrado.
TABLA 1
500
400
Vaca (alimentada con cereales) Cordero Ave de corral Cereales Ctricos Aceite de palma Legumbres, races y tubrculos
15 o ms 10 6 0,43 1 2 1
300
200
frica M U N D O
100
India
1961 63 65 67 69 71 73 75 77 79 81 83 85 87 89 91 93 95 97 99 01
Esta tabla ilustra que los productos crnicos exigen mayor cantidad de agua
Si el agua es relativamente abundante, y su coste es insignificante, los agricultores no estn motivados para conservarla. Cuando el agua sale de la agricultura a las ciudades, y las densidades demogrficas aumentan en las zonas rurales, aumenta su escasez y su valor. Los agricultores pueden responder y respondern utilizando el agua de un modo ms eficaz a una creciente escasez o a un coste ms alto, como el coste de bombear desde una mayor profundidad a un precio realista de la energa.
Aumentar la productividad del agua verde: obtener lo mximo de la humedad del suelo
La agricultura de secano y los ecosistemas naturales tienen en comn que ambos dependen en un 60 por ciento de las precipitaciones que no llega a los ros o acuferos, sino que se almacena directamente en el suelo como humedad del suelo, el agua verde. Aumentar la productividad del agua verde usada en la agricultura de secano tiene un enorme potencial para la reduccin de la superficie necesaria para la agricultura. En frica, la produccin agrcola de cultivos bsicos ha aumentado en los ltimos 40 aos casi exclusivamente mediante la extensin de la superficie, a costa de grandes reas de ecosistemas naturales. En frica, la intensificacin agrcola es del
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3. MEJORA DEL USO SEGURO Y PRODUCTIVO DEL AGUA RESIDUAL EN LA AGRICULTURA DE REGADO.
FUENTE:
Comprehensive Assessment
FUENTE:
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todo necesaria para permitir los aumentos en la produccin de alimentos. Existe un enorme potencial en el incremento de la productividad del agua verde utilizada en la agricultura de secano, en especial aadiendo una cantidad limitada de agua azul de ros o acuferos mediante el riego suplementario. Se trata de algo especialmente vital dado que el 75 por ciento de los pobres depende de la agricultura de secano para su subsistencia.
ACCIONES:
1. COSECHA CON AGUA DE LLUVIA. Retener una mayor porcin del agua de lluvia cerca de donde cae no slo aumenta la disponibilidad del agua para plantas y personas en ese lugar, sino que tambin previene la erosin del suelo. La cosecha con agua de lluvia puede centrarse en: 1) Retener agua para uso domstico, por ejemplo, almacenando en cisternas el agua que cae en los tejados; 2) Reabastecer el agua verde, por ejemplo, sealizando el permetro del terreno, o 3) Aumentar la disponibilidad local del agua azul, por ejemplo, con pequeos diques de contencin que aumentan el reabastecimiento de la capa fretica o almacenan agua en pequeos embalses. La cosecha con agua de lluvia se ha utilizado con xito en cientos de miles de comunidades, sobre todo en India, para aumentar el agua destinada a usos domsticos, agrcolas y de los ecosistemas. Ha resucitado ros. Sin embargo, practicada a gran escala en las cabeceras de los ros, reducir el agua disponible en el curso inferior. 2. RIEGO SUPLEMENTARIO Y MICROASPERSIN. El riego suplementario con unos cien mililitros de agua durante perodos crticos de sequa puede duplicar los rendimientos de secano de una a dos toneladas de cereales por hectrea, aumentando la productividad hdrica hasta 0,5 kilos por metro cbico de agua consumida. Hay muchas tecnologas de riego suplementario que van desde estanques en granjas a la microaspersin con el agua subterrnea superficial extrada con bombas de pedal. 3. MAYOR INFILTRACIN Y ESCORRENTA REDUCIDA MEDIANTE LA CONSERVACIN DEL SUELO Y EL AGUA. La productividad de los sistemas basados en el agua de lluvia puede aumentar con la mejora de las tcnicas de gestin del suelo y de los sistemas de produccin agrcolas. El uso de terrazas, contornos y microcuencas constituyen importantes medidas para optimizar la infiltracin pluvial en el suelo con objeto de aumentar los rendimientos, sobre todo para los agricultores de frica subsahariana, Amrica Latina y el Sudeste Asitico. La conservacin o labranza cero el residuo de la cosecha se usa como mantillo es una tcnica prometedora. Poblado nmada. Kenia
Aumentar el acceso a los recursos hdricos: las inversiones son cruciales en frica
En Asia, las inversiones masivas en el desarrollo de los recursos hdricos, con presas y planes de regado por parte de los gobiernos y con pozos por parte de agricultores del sector privado, han aliviado con xito la pobreza. En frica, los proyectos de regado fallidos de las dcadas de 1970 y 1980, que costaron hasta 25.000 dlares por hectrea, han dado lugar a una falta de disposicin a invertir. Sin embargo, los modernos sistemas de riego construidos en frica en la dcada de 1990, con costes que van
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desde los 4.000 dlares por hectrea en caso de mejora hasta los 6.000 dlares en caso de nuevo desarrollo, han demostrado ser un xito con rendimientos sobre la inversin del 10 por ciento o ms. Los proyectos basados en el arroz donde la productividad es al menos de tres a cuatro toneladas por hectrea y los planes mixtos de cerea-
les y horticultura han demostrado ser viables. La horticultura de regado est demostrando ser un sector muy rentable en rpida expansin, impulsado por inversiones del sector privado.
ACCIONES:
1. ENFRENTARSE A LA VARIABILIDAD DEL CAMBIO CLIMTICO REQUIERE INVERSIN
importa. Un proyecto de desarrollo de los recursos hdricos un 10 por ciento ms grande resulta tener unos costes de unidad un 7 por ciento ms bajos y unos rendimientos sobre la inversin un 3 por ciento ms elevados. Sin embargo, pocos proyectos estatales tieVANGUARDIA | DOSSIER
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nen xito y estn bien diseados, as los grandes embalses tienen que combinarse con pequeos sistemas de regado bien gestionados por agricultores capacitados para ello en sistemas descentralizados.
2. LOS AGRICULTORES SON EL SECTOR PRIVADO E INVERTIRN EN EL DESARROLLO, LA GESTIN Y LA CONSERVACIN DEL AGUA Y EL SUELO DONDE SEA UNA PROPUESTA COMERCIAL VIABLE.
granja pueden aportar al rendimiento global hasta el 20 por ciento del valor de los cultivos. La acuicultura de alta intensidad tiene una productividad hdrica mucho ms elevada que la mayora de cultivos y en muchas cuencas cerradas compite por los escasos recursos hdricos.
4. CONVERTIR EL AGUA RESIDUAL EN UN ACTIVO PROMETE CONVERTIR EL SANEAMIENTO EN ASEQUIBLE PARA LOS POBRES.. Cumplir
servicios del ecosistema; nada de lo que fluye hasta el mar se desperdicia. Todo uso para propsitos humanos es una transaccin entre el uso actual y el uso futuro.
ACCIONES:
1. ASEGURAR EL AGUA PARA LAS NECESIDADES DEL MEDIO AMBIENTE. Debe darse se-
Hay que reconocer a los agricultores como los actores clave del sector privado; son los inversores fundamentales en el desarrollo del agua subterrnea y el regado a pequea escala en Asia y frica. Ms de la mitad de la superficie regada en frica se financia y gestiona de forma privada. A nivel de granja la agricultura de regado es toda una empresa del sector privado. Los pequeos propietarios invierten en el control del agua cuando tienen acceso a mercados, tecnologas y recursos inversores rentables, como pone de manifiesto su rpida respuesta a las oportunidades de la agricultura (peri)urbana, as como de la horticultura para la exportacin.
3. LOS RENDIMIENTOS SOBRE LA INVERSIN DE AGUA AGRCOLA AUMENTAN CON EL ACCESO A LOS MERCADOS Y CUANDO SE COMBINAN CON ENERGA HIDROELCTRICA, GANADERA, ACUICULTURA O AGUA POTABLE.
Las inversiones multifuncionales ofrecen margen para unos mayores rendimientos. Si bien el uso mltiple del agua se produce de manera natural en los pequeos propietarios y los pobres rurales, los gobiernos, los donantes y las ONG siguen todava muchas veces centrados y organizados en torno a objetivos nicos. En la cuenca del Nilo, las demandas hdricas de la ganadera para beber y pasto/forraje son tan elevadas o ms que las de las personas para beber y la agricultura basada en cultivos. Los vnculos son mediante la prevencin de la degradacin del recurso natural sobrepastoreo, erosin del suelo, contaminacin de las fuentes de agua y mediante un aumento de la productividad hdrica para la produccin de forraje, de secano o regado. Las pesqueras y la acuicultura de baja intensidad en embalses o estanques de
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los Objetivos de Desarrollo del Milenio sobre saneamiento en frica exige enfoques innovadores. La reduccin de la carga africana de la diarrea, de 25 millones anuales de AVAD (aos de vida ajustados por discapacidad), quiz sea ms asequible cuando el agua residual se considere un recurso valioso. Si el agua residual es tratada, se volver a utilizar. La reutilizacin segura en la agricultura periurbana tiene un valor tan elevado que puede contribuir en hacer asequible el saneamiento. Las tecnologas estn disponibles, pero en su gran mayora no se han probado. ste es un reto importante y una oportunidad para la investigacin que a su vez constituye una oportunidad inversora de elevado potencial y que podra ser una opcin para los pases desarrollados que contemplan en un futuro cercano una situacin de escasez hdrica.
guimiento al desarrollo y la aplicacin de metodologas que determinen los requisitos hdricos de los ecosistemas, o de los flujos ambientales, por medio de acciones que garanticen esos requisitos hdricos a travs de mecanismos formales e informales.
2. MEJORAR LOS BENEFICIOS EN LAS INTERACCIONES DE LA AGRICULTURA Y LOS HUMEDALES. Tener en cuenta los beneficios de la subsistencia y del servicio medioambiental ofrece la oportunidad de utilizar sabiamente los humedales. En frica austral, por ejemplo, la agricultura de regado en Malawi, Mozambique, Tanzania, Zambia y Zimbabue est muy relacionada con el desarrollo de dambos o pequeos humedales. Aunque hasta la fecha la agricultura ha sustituido con frecuencia completamente el sistema de humedales mediante la llamada reclamacin de tierras, existen oportunidades para optimizar las dos funciones al mismo tiempo. 3. GESTIONAR DE FORMA SOSTENIBLE EL USO DEL AGUA AGRCOLA: NO TENER EN CUENTA
Equilibrar el agua para alimentacin y medio ambiente: dar voz al actor silencioso.
La gestin futura del agua debe continuar obrando para lograr un equilibrio sostenible entre el agua para la agricultura y el agua para los ecosistemas naturales. Por lo tanto, existe la necesidad de desarrollar, probar y aplicar los marcos de mejores prcticas que permitan una inclusin explcita del medio ambiente en tanto que sector en el desarrollo y la gestin de los recursos hdricos para evitar el dao ecolgico a menudo irreversible y costoso. El punto de partida para el debate es que toda el agua del ciclo hidrolgico posee un valor en trminos de
todo el uso del agua agrcola tiene consecuencias ambientales positivas y negativas, algunos proyectos han fracasado porque no se han comprendido bien la erosin del suelo en el curso superior y la sedimentacin resultante de los embalses, ni las consecuencias de la reduccin del caudal en la agricultura en recesin en el curso inferior, ni las consecuencias de los cambios ambientales en enfermedades propagadas por el agua, como la esquistosomiasis o la malaria. La buena noticia es que el uso bien gestionado del agua agrcola puede ofrecer importantes oportunidades para mejorar la salud y los valores ambientales.
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Invertir en seguridad hdrica para aliviar la pobreza: dirigirse a zonas pobres con un diseo en favor de los pobres
Proporcionar un acceso fiable al agua para propsitos productivos es una de las oportunidades clave en el sector hdrico para aliviar la pobreza en las zonas rurales de una parte considerable de esas tres cuartas partes de habitantes del mundo que viven con un dlar da. Es necesaria una serie de intervenciones que combinen tecnologa, instituciones y mercadotecnia social, aplicadas por medio de organizaciones descentralizadas muy vinculadas con los usuarios o dirigidas por ellos.
ACCIONES:
1. DIRIGIRSE A ZONAS GEOGRFICAS CON ELEVADAS CONCENTRACIONES DE POBREZA Y CENTRARSE EN EL DISEO DE PROYECTOS EN FAVOR DE LOS POBRES.
neficios directos e indirectos, as como los perjuicios, especialmente las consecuencias sobre el trabajo asalariado; c) Los beneficiarios/afectados, y d) Las trabas y oportunidades para el aumento del alivio de la pobreza en los planos micro, meso y macro.
Conclusin
Este artculo ha proporcionado, en cinco reas principales, recomendaciones sobre acciones susceptibles de emprenderse para abordar el reto del agua, la alimentacin y el medio ambiente. Sin embargo, con el fin de alcanzar xitos en esas reas clave, deben considerarse y acometerse tambin algunos asuntos vitales que los atraviesan. Es de vital importancia que se emprendan de forma continuada el estudio y la medida de las situaciones. Es importante la recoleccin de datos hidrolgicos bsicos para factores como las precipitaciones, el desage de ros, los niveles freticos y la calidad del agua. Es algo que puede facilitarse por medio de redes de supervisin a largo plazo. La buena gobernanza y la gestin integrada de los recursos hdricos tambin deben tenerse en cuenta y llevarse a la prctica. Son factores importantes en la productividad hdrica. Si bien son necesarias soluciones tcnicas para aumentar la productividad del agua azul, es ampliamente reconocido que la buena gobernanza, la gestin integrada de los recursos hdricos y las polticas de apoyo decididas tambin son requisitos importantes para la mejora de la productividad de los sistemas. El aumento de la capacitacin es asimismo necesario a todos los niveles en los recursos humanos, desde trabajadores de extensin, tcnicos, ingenieros, cientficos y gestores de los recursos hdricos, as como institucionalmente, para crear organizaciones dedicadas a la investigacin del agua y organismos de puesta en prctica que estn bien estructuradas y financiadas de forma sostenible, as como asociaciones de usuarios del agua dotadas de poder. La accin hdrica global no puede tener xito por s sola, tiene que incorporarse a un enfoque global al desarrollo sostenible que busque alcanzar todos los Objetivos de Desarrollo del Milenio, no slo los objetivos del agua y el saneamiento. A su vez, pocos objetivos del milenio se alcanzarn sin un progreso en el sector del agua. Las estrategias para la reduccin de la pobreza constituyen un marco til para mostrar en qu grado puede contribuir el agua al desarrollo global.
Aunque dirigirse de modo especfico a grupos pobres no ha estado exento de dificultades de aplicacin, la seleccin de zonas con una elevada incidencia de pobreza y el diseo de proyectos explcitamente en favor de los pobres han resultado ser eficaces.
2. EL DESARROLLO EQUITATIVO EN TRMINOS DE GNERO AUMENTA LA PRODUCTIVIDAD.
Las mujeres forman la mayora de la fuerza laboral agrcola. Adems, en partes importantes de frica donde los hombres emigran en busca de trabajo, la existencia de hogares dirigidos por mujeres puede dar como resultado que la mayora de encargados de tomar decisiones agrcolas tambin sean mujeres. Los proyectos hdricos de desarrollo equitativos en trminos de gnero tienen una mayor productividad y, por lo tanto, la igualdad de gnero no es slo un asunto de bienestar. La accin de gnero puede aumentar el xito de los proyectos hdricos de desarrollo all donde la aceptacin de los papeles de las mujeres an presenta problemas.
3. REQUERIR EVALUACIONES PREVIAS DEL IMPACTO SOBRE LA POBREZA DE LAS INVERSIONES EN RECURSOS HDRICOS.
Deberan realizarse valoraciones para las inversiones propuestas con objeto de determinar: a) Si son muy a favor de los pobres, a favor de los pobres, neutrales o contra los pobres; b) Los be-
Este artculo se basa en el Documento Temtico realizado por los mismos autores para el tema Agua para la Alimentacin y el Medio Ambiente en el IV Foro Mundial del Agua celebrado en Mxico del 14 al 22 de marzo del ao 2006.
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Pont du Gard (Francia) AMRI C A DE L NORTE
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Parque Internacional De La Paz Waterton-glacier (Canad y Estados Unidos) El Parque Nacional de los Lagos Waterton, en la provincia canadiense de Alberta, y el Glacier National Park, en el estado de Montana (Estados Unidos), forman una unidad paisajstica de excepcional belleza por sus prados, bosques, montaas de caractersticas alpinas y glaciares. Es tambin un espacio particularmente rico en especies vegetales y mamferos. Los lmites se fijaron en 1932 y fue declarado patrimonio de la humanidad en 1995.
Con sus 275 metros de largo y 50 de alto, este puente con tres niveles de arcos sobre el ro Gardon est considerado como una obra maestra de la ingeniera hidrulica y del arte romano anterior a la era cristiana.Es la obra ms impresionante del acueducto original de 50 kilmetros construido para llevar el agua desde la localidad de Uzs hasta Nimes. Inscrito por la Unesco en 1985.
FUENTE: UNESCO.
De los 162 espacios naturales considerados por la Unesco como bienes del Patrimonio Mundial, en aproximadamente la mitad el agua aparece como elemento destacado. La lista comprende un total de 830 bienes culturales, naturales y mixtos que se encuentran en 138 pases de los cinco continentes. La decisin de distinguir este patrimonio de valores excepcionales surgi despus de la Primera Guerra Mundial con el propsito de transmitirlos intactos a futuras generaciones.
Ocano Atlntico
FRIC A AMRICA CENTRAL Y DEL SUR
ASIA
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Ocano Atlntico
Ocano Pacfico
El bosque de manglares de los Sundarbans est en el delta del Ganges, Brahmaputra y del Meghna. Con sus 140.000 hectreas, compartidas por India y Bangladesh, es uno de las ms extensas colonias de mangles, rboles que soportan el agua salada. En el espacio formado por infinitas islas que se forman y desaparecen sometidas a monzones, avenidas y mareas viven 260 especies de pjaros y ejemplares de tigre de Bengala, cocodrilo marino y pitn india. En 1997 fue declarado patrimonio en su conjunto.
OC E A NA
FRIC A
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Parques nacionales del lago Turkana (Kenia) Est formado por tres parques naturales, el ecosistema lacustre el ms salinizado de todos los lagos africanos, rodeado de zonas desrticas, constituye un excepcional laboratorio para el estudio de las comunidades vegetales y animales, y como zona de reproduccin del cocodrilo del Nilo, el hipoptamo y diferentes especies de serpiente. Es tambin una importante zona de aves migratorias. Algunos hallazgos arqueolgicos en la zona han contribuido a la interpretacin del Cuaternario. Fue inscrito en 1997 y ampliado en 2001.
El Pantanal (Brasil)
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Se encuentra en el sudeste del estado de Mato Grosso y tiene 187.818 hectreas. Regado por los ros Cuiab y Paraguay, la zona protegida representa el 1,3 por ciento del Pantanal brasileo, uno de los ecosistemas de agua dulce ms extensos del mundo. El hbitat acoge a un buen nmero de especies animales y vegetales amenazados en otras partes del planeta, como el nenfar gigante Victoria Regia. Bien patrimonial desde el ao 2000.
Con sus 112 kilmetros de larga, la isla Fraser, en la costa oriental australiana del estado de Queensland, es la isla de arena ms grande del mundo. En su interior se encuentran majestuosos vestigios de grandes bosques hmedos. La combinacin de las dunas en movimiento, de la densa vegetacin tropical y de lagos proporcionan al conjunto unos singulares atractivos. Declarado patrimonio en 1992.
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Aunque los ecosistemas de agua dulce slo ocupan un 0,8 por ciento de la superficie de la Tierra, estos hbitats albergan 44.000 especies identificadas de animales
crean a partir del agua que llega a la tierra en forma de precipitacion atmosfrica lluvia y nieve y fluye por encima y por debajo del suelo hasta llegar al mar. Este intercambio constante de agua entre los ocanos, la atmsfera y la tierra, el llamado ciclo hidrolgico, sustenta la vida en nuestro planeta. Todas las especies, incluidos los seres humanos, dependemos del agua para sobrevivir. Sin ciclo hidrolgico, los circuitos ecolgicos de la materia y la energa dejaran de funcionar, con lo que se vendran abajo todos los ecosistemas y la vida en la tierra. En un mundo en el que parece que casi todos los ecosistemas naturales se encuentran bajo presin, quiz sean los de agua dulce las variadas comunidades de especies que se encuentran en lagos, ros y humedales los que se encuentran en mayor peligro. Los ecosistemas de agua dulce han perdido una mayor proporcin de especies y hbitat que los ecosistemas terrestres u ocenicos, y se enfrentan a crecientes peligros a causa de la construccin de presas y embalses, al uso excesivo del agua, la contaminacin, la introduccin de especies invasivas y la sobrepesca.
ce como lagos, ros y humedales, que en total constituyen slo una minscula fraccin (0,01 por ciento) de toda el agua del planeta. En trminos de superficie, los ecosistemas de agua dulce tambin ocupan una parte muy pequea de la tierra, un porcentaje del 0,8 por ciento (McAllister et al., 1997). Sin embargo, este pequeo porcentaje alberga las 44.000 especies de agua dulce identificadas hasta la fecha; cifra que aumenta cada ao a medida que se van conociendo y catalogando nuevas especies. Por ejemplo, durante la ltima dcada, se han descrito anualmente unas 200 nuevas especies de peces de agua dulce (Lundberg et al., 2000). La presencia de especies endmicas aquellas que slo se encuentran en un lugar es tambin excepcionalmente elevada en los ecosistemas de agua dulce con, por ejemplo, 632 especies animales endmicas registradas en el lago Tanganika y unas 1.800 especies endmicas de peces en la cuenca del Amazonas (Instituto de Recursos Mundiales et al., 2003). Adems de su riqueza biolgica, los ecosistemas de agua dulce desempean un papel vital en la vida de muchas personas, puesto que proporcionan agua para las actividades domsticas, industriales y agrcolas. Estos ecosistemas son tambin fuentes de alimentacin, ocio y empleo. De hecho, la mayor parte de la poblacin del mundo vive cerca de ros, lagos o humedales o depende de ellos directa o indirectamente (Moyle y Leidy, 1992). Por ejemplo, en 2003, se pescaron en el mundo unos nueve millones de toneladas de peces de agua dulce, un 12 por ciento de las capturas totales, sin incluir la acuicultura (FAO, 2004). Mucha de esta pesca constituye la principal fuente de protenas y empleo para miles de personas, sobre todo las poblaciones ms pobres que viven en zonas rurales del Tercer Mundo. Los ros y los lagos son tambin esenciales como vas de transporte, como fuentes de energa hidroelctrica y, por desgracia, como vertederos. Adems,
los ecosistemas de agua dulce proporcionan otros servicios que a menudo se dan por sentado, como el mantenimiento de la calidad del agua, el mitigar inundaciones, la asimilacin y disolucin de residuos, la recirculalacin de nutrientes, la restauracin de la fertilidad del suelo y el suministro de un hbitat a miles de especies. Slo en Europa, el 25 por ciento de las aves y el 11 por ciento de los mamferos utilizan humedales de agua dulce como principal zona de alimentacin y cra (Kristensen y Hansen, 1994). Todos estos servicios que los seres humanos extraen de los ecosistemas de agua dulce tienen a nivel global un enorme valor econmico, del orden de varios miles de millones de dlares al ao (Postel y Carpenter, 1997). Por desgracia, en el mundo, la mayora de estos servicios no estn lo suficientemente valorados, lo cual conduce a una sobreexplotacin y mala gestin de los recursos hdricos.
sobrepasaba la capacidad de asimilacin de residuos del ecosistema. Con el crecimiento demogrfico, la industrializacin y la expansin de la agricultura de regado, ha aumentado de forma drstica la demanda de todos los servicios relacionados con el agua, lo cual ha forzado la capacidad de estos ecosistemas y puesto en riesgo la biodiversidad que es la base de su funcionamiento. Son bien conocidas las espeluznantes cifras que vinculan a las enfermedades relacionadas con el agua con el bienestar humano o la relacin entre seguridad alimentaria y agua. En 2002, haba 1.100 millones de personas sin acceso al agua potable y 2.600 millones carecan de un sistema de saneamiento adecuado (OMS, 2004). La falta de agua es tambin la causa ms frecuente de escasez alimentaria grave en los pases en desarrollo, y se estima que unos 852 millones de personas sufren de hambre en todo el mundo en parte por falta de agua para producir alimentos (FAO, 2003). Como consecuencia de ello, millones de personas mueren cada ao; la mayora, nios menores de 5 aos (OMS, 2004). El actual crecimiento demogrfico y las proyecciones estimadas incrementarn las demandas sobre los ecosistemas de agua dulce, lo cual forzar an ms su capacidad. Dados los obstculos para satisfacer adecuadamente las necesidades humanas de agua, cabe preguntarse: por qu debe preocuparnos la diversidad de agua dulce?, tan importantes son las especies de los sistemas acuticos para nuestra propia supervivencia y nuestro propio bienestar? La rotunda respuesta a esta ltima pregunta es: s. La biodiversidad presente en el agua dulce las plantas, los animales y los microorganismos que viven en esos sistemas sostienen el funcionamiento de los ecosistemas, y esto a su vez proporciona la productividad natural del planeta de la que dependen los seres humanos. Sin las especies y el proceso ecolgico que las interconecta, se perderan los serVANGUARDIA | DOSSIER
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vicios proporcionados por los ecosistemas con graves consecuencias para el bienestar humano. Adems, la biodiversidad tiene un valor intrnseco y, por lo tanto, los seres humanos no son slo responsables de preservar ecosistemas para la supervivencia de las otras especies con las que compartimos el planeta, sino que tambin tenemos la obligacin de preservar especies y procesos ecolgicos para las generaciones futuras.
o en peligro de extincin (Moyle y Leidy, 1992). En realidad, los estudios indican que las especies de agua dulce estn desapareciendo a un ritmo cada vez ms acelerado (Moyle y Leidy, 1992). Segn las tasas de extincin recientes, se calcula que un 3,7 por ciento de las especies animales de agua dulce se perdern cada dcada en Amrica del Norte, un ritmo casi cinco veces superior al de los animales terrestres (Ricciardi y Rasmussen, 1999). A pesar de estas seales de aviso y de las alarmantes estimaciones que se hacen, y debido a que muchas de esas extinciones pasan inadvertidas, porque no las vemos, el nivel de evaluacin, proteccin y conservacin es todava muy bajo, con especies extinguindose antes incluso de ser clasificadas y catalogadas taxonmicamente. Los anfibios, que absorben agua y oxgeno a travs de su piel, son muy sensibles a los cambios del medio ambiente y, por ello, son considerados como un indicador clave que puede actuar como seal de alarma de que algo muy perjudicial est ocurriendo en el entorno. A menudo se los llama el canario del minero, en referencia a la antigua prctica de llevar canarios al interior de las minas como forma de alertar a los mineros de la presencia del venenoso gas de monxido de carbono; si el canario mora los mineros saban que tenan que salir a toda prisa de la mina. En los ltimos aos un alarmante nmero de anfibios han ido desapareciendo, incluso en bosques y hbitats originales e intactos. Este fenmeno desencaden la alarma entre la comunidad cientfica, ya que seala la posibilidad de que algo muy daino est ocurriendo en nuestro ambiente. En la Evaluacin Mundial de Anfibios (EMA) completada en 2004, que se llev a cabo para evaluar de forma global la situacin de estas especies, los resultados muestran que casi un tercio de las especies anfibias del mundo 1.856 especies estn amenazadas con la extincin (Unin Mundial para la Naturaleza, Conservacin Internacional y NatureServe 2004). La situacin es tan preocupante que en julio de 2006 diversas organizaciones internacionales de conservacin constituyeron una Alianza para la Supervivencia de los Anfibios con el objetivo de recaudar 400 millones de dlares y poner en prctica una estrategia de rescate. Los datos de los reptiles de agua dulce, sobre todo de tortugas y cocodrilos, muestran tendencias similares. De las 90 especies de tortugas asiticas, se consideran amenazadas el 74 por ciento, incluidas 18 especies en peligro crtico
Desde los aos 50, en el mundo se han extinguido o peligran 2.000 especies de peces de agua dulce y en Europa el 40 por ciento de estas especies estn gravemente amenazadas
de extincin y una ya extinguida, la tortuga caja de Yunnan (Van Dijk et al., 2000). En Asia, gran parte de la amenaza procede de la sobreexplotacin y el trfico ilegal tanto para la produccin de medicinas tradicionales o para la alimentacin. La situacin de los cocodrilos presenta un patrn similar, sobre todo en Asia. De las 17 especies de cocodrilos de agua dulce del mundo, cuatro estn clasificadas en peligro crtico de extincin tres de ellas en Asia, dos en peligro de extincin y dos son vulnerables (Unin Mundial para la Naturaleza, 2003). La especie que corre el riesgo ms alto es el aligtor chino que casi est extinguido, con nicamente 150 ejemplares libres en su estado natural. Las mayores amenazas para los cocodrilos en el mundo son: la sobreexplotacin, la prdida y degradacin del hbitat provocada por la contaminacin, el drenaje y conversin de humedales y la deforestacin (Revenga y Kura, 2003; Unin Mundial para la Naturaleza, 2003). Las aves acuticas y, en particular, las aves acuticas migratorias, estn relativamente bien estudiadas, con datos que se remontan 30 aos en el caso de Amrica del Norte y Europa noroccidental. BirdLife International y sus socios colaboradores de todo el mundo si-
guen las tendencias en la conservacin de especies de aves de todo el planeta y han descubierto que, en general, las aves de agua dulce muestran un agudo y continuado declive a lo largo del tiempo, en comparacin con las aves terrestres. Por ltimo, en el caso de los mamferos de agua dulce, la informacin es fragmentaria; tenemos ms informacin, por ejemplo, sobre los delfines de agua dulce que sobre los insectvoros como el desmn del Pirineo. Sin embargo, para aquellos grupos de mamferos sobre los cuales hay informacin disponible, su situacin de conservacin no es muy esperanzadora. Los cetceos de agua dulce se encuentran entre los mamferos ms amenazados del mundo. Hay cinco especies de delfines de ro y una especie de marsopa de agua dulce viviendo en los grandes sistemas fluviales de Asia y Sudamrica. Las poblaciones de estas especies han disminuido rpidamente en los ultimos aos, y buena parte de su hbitat se ha degradado (Revenga y Kura, 2003). Hay tambin varias especies y subespecies de focas de agua dulce en lagos de Rusia y Europa sobre las cuales tambien hay informacin disponible. En la FIGURA 1 pueden verse las distribuciones de estas es-
FIG.1
< 50 <2.700 (en 1991) <1.200 <1.000 ? <30-50 (en el 2000) ? 60.000 2.000 220-250
*Categorias de conservacin de la Unin Mundial para la Naturaleza: PC, en peligro crtico / P , en peligro / R M / c a , riesgo menor, casi amenazada / V , vulnerable / D D , datos deficientes
FUENTE: Datos sobre cetceos compilados por Revenga y Kura, 2003, a partir de mltiples fuentes; Datos sobre
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se vea en peligro como resultado de una nica amenaza, y con frecuencia resulta imposible descifrar los entrelazados efectos de las mltiples perturbaciones que se producen en una cuenca fluvial determinada. La naturaleza gradual de la degradacin no slo dificulta la identificacin temprana de problemas serios, sino que permite que las personas se acostumbren a la degradacin cuando sta ocurre, de manera que con el tiempo los ecosistemas degradados llegan a aceptarse como norma (Glantz, 1999). La mayor parte de las 45.000 presas de ms de De las muchas formas en que los seres hu- 15 metros de altura que hay en el mundo se manos alteramos los ecosistemas de agua dul- han construido en los ltimos 50 aos CUENCA ce, los embalses y presas son probablemente las DE LA ms extendidas e importantes en sus consePLATA cuencias. En la actualidad, los ros del mundo estn salpicados de ms de 45.000 grandes presas presas de ms de 15 metros de altura o con FUENTE: World Resources Institute, 2003 capacidad para ms de tres millones de metros cbicos de agua (WCD, 2000). La mayor parte AMRICA se han construido en los ltimos 50 aos. Los DEL SUR embalses proporcionan beneficios incuestionables desde el suministro de agua hasta la generacin de energa, pero afectan en profunOcano Nmero de presas proyectadas o en construccin, 2003 didad al ciclo hidrolgico porque eliminan los Pacfico ciclos naturales de inundacin, separan a los Presas nuevas situadas fuera ros de sus humedales y llanuras de inundade grandes cuencas fluviales cin, interrumpen la migracin de los peces, cambian la temperatura y la velocidad de la corriente, alteran el depsito de sedimentos y nutrientes esenciales para los estuarios en el pero segn los recientes anlisis, la tradicional curso inferior del ro y sumergen hbitats cr- dependencia de la construccin de esos grandes ticos para la alimentacin y cra de muchas es- proyectos para el suministro de agua se est poniendo en duda sobre una base medioampecies acuticas y terrestres. Y aunque la construccin de presas ha dis- biental, poltica y socioeconmica (WCD, 2000). Cuando analizamos la medida en que los minuido en muchos pases desarrollados, sobre todo porque la mayora de los emplazamientos ros han sido modificados por los seres humaideales para la construccin de presas ya se han nos, vemos que la casi totalidad de los grandes agotado, se calcula que hay en todo el mundo ros del planeta estn intensa o moderadamente unos 1.500 embalses en construccin y muchos afectados por presas y embalses. Los nicos ms en proyecto, en particular en los pases en grandes ros que todava fluyen de forma natural se encuenvas de desarrollo (WWF y tran en regiones WRI, 2004). Entre las cuen- La mayora de las 1.500 presas poco habitadas cas fluviales con mayor n- de ms de 60 metros que estn del planeta como mero de presas de ms de en proyecto o construccin en las zonas de tun60 metros, en proyecto o en dra del hemisfeconstruccin, estn la cuen- todo el mundo se encuentran ca del Yangze en China, la en las cuencas del Yangze, del ro rio norte y en pecuenca de la Plata en de la Plata y del Tigris y ufrates queas cuencas costeras de frica Sudamrica y la cuenca del Tigris y el ufrates en Oriente Medio (WWF y y Amrica Latina. Todos los sistemas fluviales WRI, 2004), segn se puede apreciar en el ma- con parte de sus cuencas en zonas ridas o con pa adjunto. El debate sobre coste, beneficios y sistemas de drenaje internos se encuentran rendimiento de los grandes embalses no cesa, muy fragmentados y afectados por los embalses.
FIG.2
Esp a a ASIA J ap n
FRICA
ORIENTE MEDIO
Oc ano P ac fic o
de 17 a 26
de 27 a 46
de 9 a 16
de 1 a 3
de 4 a 8
Otra causa principal de la degradacin del hbitat de agua dulce es la cantidad de agua extrada de ros y lagos para consumo humano. Las estimaciones actuales muestran que, en 2025, al menos 3.500 millones de personas, el 48 por ciento de la poblacin estimada, vivirn en cuencas fluviales sometidas a estrs hdrico (Revenga et al., 2000). De ellas, 2.400 millones vivirn en situaciones de elevado estrs hdrico, donde funciones bsicas para producir alimentos y sobrevivir se vern seriamente afectadas. Sin embargo, este clculo de la demanda hdrica per cpita no tiene en cuenta las capacidades de los diferentes pases para enfrentarse a la escasez de agua. Por ejemplo, los pases ricos pueden enfrentarse hasta cierto punto a la escasez de agua invirtiendo en desalinizacin y reciclado de aguas residuales, alternativas que desafortunadamente no estn al alcance de los pases pobres o en v-
as de desarrollo. No obstante, la mayora de esas evaluaciones de la escasez hdrica suponen que todo el agua de una cuenca est disponible para los seres humanos, cosa que no es as si queremos mantener los ecosistemas en funcionamiento. Un primer intento para incluir las necesidades hdricas de los ecosistemas muestra un panorama ms sombro, sobre todo, en las zonas ridas y semiridas del mundo. Cuando se tienen en cuenta las necesidades mnimas de agua del ecosistema, aumenta el nmero de cuencas que muestran un alto grado de estrs hdrico; lo cual no constituye ninguna sorpresa, puesto que, si el agua se reserva para propsitos ambientales, disminuye su disponibilidad para usos humanos. Este hecho, que parece tan claro, rara vez se tiene en cuenta en la mayor parte de evaluaciones y estimaciones que se realizan para calcular la escasez hdrica. Y,
dado que muchas formas de subsistencia, sobre todo entre los pobres, dependen de ecosistemas productivos de agua dulce, las actuales evaluaciones hdricas a nivel mundial sobreestiman la cantidad de agua directamente disponible para las personas. Las cuencas marcadas con un crculo en el mapa de esta pgina son algunos ejemplos de lugares en los que la sobreextraccin de agua est causando problemas a los ecosistemas y a las personas que dependen de ellos. La cuenca del Murray-Darling en Australia, con un indicador de estrs hdrico muy alto (superior a 1), constituye un ejemplo perfecto. Se trata de la mayor cuenca australiana, donde la principal actividad econmica, que
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utiliza el 95 por ciento del agua en el pas, es la agricultura de regado. Esta continuada sobreextraccin de agua ha tenido unas repercusiones negativas en la produccin agrcola y ha causado graves problemas medioambientales, entre ellos elevados niveles de salinidad que afectan a la productividad del suelo y al crecimiento desproporcionado de algas txicas, con la consiguiente prdida de especies autctonas y hbitats, como las llanuras de inundacin y los humedales. La sobreexplotacin de los recursos es tambin una de las principales causas que conducen a la extincin de especies, aunque en algunas pesqueras la sobreexplotacin se produjo hace dcadas, y las nuevas pesqueras alctonas y los programas de redoblamiento con peces de criadero han sustituido las antao abundantes poblaciones silvestres y autctonas. La sobrepesca, en particular, es un importante factor en el declive de numerosas pesqueras de tradicional importancia en aguas continentales. La pesca de la anguila europea, que sola mantener a 25.000 pescadores y es la pesquera de agua dulce ms extendida de Europa, ha descendido de forma continua a lo largo de los ltimos 30 aos (Dekker, 2003). Las cifras recientes muestran que el nmero de angulas que entran en los ros europeos han descendido al 1 por ciento de niveles pasados y que ello es debido en gran parte a la sobrepesca de alevines para el consumo en Japn y Espaa. Se encuentran incluso en rpido declive pesqueras que hasta hace poco estaban razonablemente bien gestionadas, como los esturiones productores de caviar del mar Caspio, o las pesqueras de ros relativamente intactos, como el Mekong en el Sudeste Asitico. Aunque de las 25 especies de esturin del mundo casi todas se han visto afectadas en un grado u otro por la prdida de hbitat, la fragmentacin de los ros causada por presas, la contaminacin y la sobreexplotacin, se ha observado que gran parte del rpido declive reciente en la poblacin de los esturines del mar Caspio es un resultado directo de la sobrepesca y el comercio ilegal de caviar (De Meulenaer y Raymakers, 1996; WWF, 2002). El 90 por ciento del caviar consumido en el mundo procede de slo cuatro especies de esturin del mar Caspio (De Meulenaer y Raymakers, 1996). Los expertos creen que las mayores poblaciones de esturin han disminuido hasta un 70 por ciento (WWF, 2002). El descenso ha sido tan drstico que los cinco estados ribereos del mar Caspio han
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acordado establecer el primer sistema unificado para supervisar y gestionar las existencias de esturin (PNUMA, 2002). Por desgracia, la pesca ilegal y el consumo domstico no regulado siguen amenazando la supervivencia de estos majestuosos peces (PNUMA, 2002). En el Mekong, dos importantes especies de peces el siluro gigante y el barbo de Jullien tambin corren peligro de extincin de acuerdo con la Lista Roja de Especies Amenazadas de la IUCN (2003). El siluro gigante, en particular, ha elevado recientemente su riesgo de extincin, pasando de estar en peligro a en peligro crtico (IUCN, 2003). Estos ejemplos ponen de manifiesto que las pesqueras de agua dulce se encuentran bajo presin en la mayor parte del mundo, aunque las capturas de determinadas especies siguen creciendo porque la pesca de especies introducidas como la tilapia, la carpa o la perca del Nilo oculta este serio declive ya que sustituyen a las especies silvestres o nativas. La explotacin es tambin la principal causa de peligro para otras especies, como los cocodrilos, las tortugas y los mamferos de agua dulce. Por ltimo, la introduccin intencionada o accidental de especies alctonas es la segunda causa principal de la extincin de especies en los sistemas de agua dulce. Las especies exticas afectan a la fauna nativa a travs de la depredacin, la competencia, la interrupcin de las cadenas trficas y la introduccin de enfermedades. La difusin de especies exticas es un fenmeno mundial que crece con la difusin de la acuicultura, el transporte y el comercio global. En el mundo, dos tercios de las especies de agua dulce introducidas en los trpicos y ms de la mitad de las introducidas en regiones templadas se han establecido y adaptado a su nuevo entorno (Welcomme, 1988). Las introducciones de especies alctonas son muy comunes, y constituyen un importante elemento que va en aumento dentro de la acuicultura. Las introducciones suelen realizarse para incrementar la produccin de alimentos, para fomentar o recuperar la pesca recreativa, o para controlar plagas, como los mosquitos y las algas acuticas. Sin embargo, esas introducciones tienen importantes consecuencias ecolgicas. En la mayora de los casos, esas introducciones han acelerado el declive de las especies autctonas. En el lago Victoria, por ejemplo, la introduccin de la perca del Nilo y la tilapia del Nilo en la dcada de 1950 ha conducido a la extincin de ms de cien de las especies autcto-
La excesiva explotacin de los recursos y la introduccin intencionada o accidental de especies alctonas son las principales causas de la extincin de especies en ros y lagos
nas de cclidos, unos peces endmicos a este lago que han sido la base de la pesca de subsistencia tradicional del lago de la que dependen miles de personas (Witte et al., 1992; Stiassny, comunicacin personal, 2005).
cin se han perdido; la productividad agrcola ha disminuido en los deltas a causa del incremento de la salinidad del agua; y se ha producido un drstico aumento de las enfermedades pulmonares y cancergenas entre las personas debido principalmente a la elevada toxicidad de las concentraciones de sales en el lecho marino que ahora yace expuesto y seco (Postel, 1999). La experiencia ha demostrado que es mucho ms costoso restaurar ecosistemas que impedir su degradacin; adems, incluso con importantes inversiones no siempre es posible revertir la degradacin y recuperar los ecosistemas, un proceso que puede exigir aos y quiz dcadas de esfuerzos. En Estados Unidos, por ejemplo, el Congreso ha aprobado un proyecto de 7.800 millones de dlares en el sur de Florida para restaurar parte del flujo hdrico natural en los Everglades, un inmenso sistema de humedales de agua dulce trastocado en la dcada de 1950 con un amplio sistema de canales y diques para el control de inundaciones y para el cultivo de la caa de azcar. Se calcula que el plan de restauracin de los Everglades dure ms de 30 aos (CERP, 2005). Sin embargo, cuando una especie se extingue, no puede recuperarse ni sustituirse por ms dinero, recursos y tiempo que se inviertan. Incluso el atenuar las consecuencias que se producen cuando una especie invasiva se ha establecido pueden ser y suelen ser ms costosas que el esfuerzo de impedir de entrada de esa especie en el ecosistema. Se calcula en 3.100 millones de dlares en diez aos, slo en Estados Unidos, los gastos de controlar el mejilln cebra, un conocido invasor introducido en los Grandes Lagos norteamericanos desde Europa en 1988 a travs del agua de lastre de los grandes buques (Departamento de Fauna y Parques de Kansas, 2006). Y este elevado coste incluye nicamente el gasto para paliar la oclusin de las caeras de toma de agua y de las instalaciones de filtrado municipales e industriales, no el coste de otras consecuencias ecolgicas y econmicas.
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E UROP A
A S I A
224
10 hab. / km2 1 hab. / km2 nmero de presas 10.000 km2
Pases que constituyen la cuenca
23
El mapa de las 26 cuencas hdricas ms importantes del mundo por su extensin muestra grandes desproporciones tanto por los estados que abarcan como por la diferencia entre su superficie y el nmero de personas que viven en ella
102
Alemania Austria R Checa Eslovaquia Hungra Eslovenia Croacia Bosnia H. Montenegro Ucrania Moldavia Bulgaria Rumana
2.306.743 km2
<1
17
Rusia Mongolia
4 Rusia
Rusia Mongolia China
OBI
YENISEI
AMUR
2.972.493 km2
2.554.388 km2
1.929.955 km2 18
33
156 H U A N G H E ( Amarillo )
944.970 km2 79
China
2 2
5 M A C K E N Z I E / 1.706.388 km2
Y A N G Z E (Azul)
1.722.193 km2
Canad Estados Unidos China NELSON 1.093.141 km2
214
2.253
21
122
401 India 59 GANGES
123
Estados Unidos Estados Unidos 21
5 China
Bangladesh 2
1.016.124 km2
2.582.704 km2
Brasil Argentina Paraguay Bolivia NGER 2.261.741 km2 Nger Argelia Mali Guinea Sierra Leona Costa de Marfil Burkina Faso Benn Camern Nigeria LAGO CHAD 2.497.738 km2 ORANGE 941.351 km2 ZAMBEZE 1.332.412 km2 Zambia Tanzania R Congo Angola Botswana Zimbabwe Malawi Mozambique CONGO NILO INDO
Australia
1.081.718 km2
India China Pakistn Afganistn Nepal
17
RD Congo R Congo R Centroafricana Camern Ruanda Burundi Tanzania Zambia Angola Gabn 15
19
9
4
50
16
18 10
26 A M R I C A D E L S U R 31 11
830 46
34
F R I C A
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FUENTES: Water Resource Atlas, United Nations Environement Programe (UNEP), IUCN, IWMI, Ramsar, WRI
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P O R Q U D E B E N P R E O C U PA R N O S L O S S I S T E M A S D E AG UA D U L C E Y S U B I O D I V E R S I DA D ?
yen la gestin de la cantidades y pautas tem- peracin de ros, lagos y llanuras de inundacin porales en las extracciones de agua o la regu- en al menos 20 pases, sobre todo en Europa, pelacin en la apertura de las compuertas de las ro tambin en frica y Asia. presas para proporcionar agua a los ecosisteEste cambio hacia la gestin de regmenes mas en momentos crticos, o en el desarrollo de de caudales naturales tambin tiene su reflejo mercados y valoracin econmica del agua y en en ciertos cambios paralelos en la poltica pla gestin preventiva del uso del suelo para pro- blica, puesto que se pasa de leyes que favorecen teger las cuencas (Poff, 2003; Postel y Richter, los intereses privados a leyes en las que la pro2003). Por ejemplo, cuando Argentina busc ha- teccin de los derechos hdricos y los caudales ce poco financiacin en el Banco Mundial pa- ecolgicos forman parte parte del patrimonio ra luchar contra las inundaciones a lo largo del pblico. Sudfrica aprob en 1998 la Ley Naro Paran, que riega una de las regiones agr- cional del Agua, una ley histrica para ayudar colas ms ricas del pas, acept adoptar el en- a la toma de decisiones sobre la totalidad o una foque del ro vivo en un proyecto de control parte de cualquier recurso hdrico importante. de inundaciones por valor de 400 millones de Uno de los aspectos ms avanzados de esta ley dlares. Eso significa que, en la medida fue la creacin de una reserde lo posible, los humedales y la llanu- Los expertos va en apoyo de necesidades ra de inundacin del ro quedarn in- subrayan humanas esenciales agua patactos de modo que puedan conservar la urgente ra beber, condimentar alisus funciones. En consecuencia, se mimentos, higiene personal y necesidad de nimizarn las estructuras tradicionales tambin para la integridad del de control de inundaciones, como los gestionar los ecosistema acutico. De modo diques y los canales de cemento, lo ecosistemas especial, se establece que esta cual constituye un cambio importante de agua dulce, reserva doble con componencon respecto a prcticas pasadas recursos tes humanos y ecolgicos ad(Castro, 2001). quiere prioridad sobre otros crticos que Ha habido tambin algunos camusos como el regado y la exbios positivos en el funcionamiento de requieren traccin industrial (Departalos embalses para intentar minimizar respuestas mento de Asuntos Hdricos, inmediatas el dao ecolgico. Por ejemplo, al meRepblica Sudafricana, 1998). nos 29 pases han adoptado polticas En Australia, las reformas de la orientadas a asegurar que los embalses sueltan asignacin de agua han llevado a poner lmites el agua suficiente para mantener un caudal m- a la futura extraccin esto es, a un tope hnimo que sustente los organismos acuticos drico en la cuenca de los ros Murray-Darling, aguas abajo. Durante la estacin seca o en pe- al consiguiente desarrollo de un mercado hrodos de sequa, estas liberaciones de caudal drico en el que se comercia con las adjudicaecolgico pueden suponer la diferencia entre ciones y a la creacin de incentivos para aula supervivencia y la muerte para un gran n- mentar la eficacia y productividad hdrica mero de especies que dependen de las riberas (Blackmore, 1999; MDBC, 2004). De modo sidel ro (WCD, 2000). La asignacin de agua pa- milar, los mercados hdricos desarrollados en ra caudales ecolgicos que sostengan el fun- Mxico, Chile y algunos estados occidentales de cionamiento de los ecosistemas de agua dulce Estados Unidos se han utilizado para garantizar se practica en zonas de Australia, Europa, Nue- caudales en los ecosistemas. va Zelanda, Amrica del Norte y Sudfrica. Sin Por desgracia, las seales que indican la embargo, esto parece preocupar muy poco en existencia de una mayor conciencia de la imAsia, a pesar de la agresiva extraccin de agua portancia de los ecosistemas de agua dulce de muchos ros que se produce en ese conti- son ms la excepcin que la regla (Duda, 2001). nente durante la estacin seca y de la cantidad Ante el aumento de la demanda de agua y alide especies en peligro de extincin. mentos, as como el creciente nmero de proBasndonos en estas actividades y tenden- yectos de desarrollo hdrico en todo el mundo, cias, hay motivos para un cauto optimismo. El los expertos subrayan la urgente necesidad de clculo, la adopcin y la aplicacin de caudales gestionar los ecosistemas de agua dulce como ecolgicos se encuentran bajo consideracin en los recursos crticos que son, y no como algo seotras partes del mundo. Adems, se estn lle- cundario a lo que dar respuesta de forma tarvando a cabo ms de 2.000 proyectos de recu- da, cuando ya sea irreversible.
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glaciares (68,7 por ciento), es subterrnea (30,1 aparece como el planeta azul, por ciento) o es nieve o hielo permanentes (1,2 con grandes partes de su su- por ciento). Slo el 0,01 por ciento del total de perficie cubiertas por oca- agua en el planeta es agua superficial o atnos y, aunque cada vez me- mosfrica, que a su vez se divide en lagos de nos, por casquetes polares y agua dulce (67,4 por ciento), humedad del sueglaciares. Dentro de la at- lo (12,2), atmsfera (9,5), humedales (8,5), ros msfera terrestre se mantiene (1,6) y biota (animales y plantas), 0,8 por ciento. un ciclo hidrolgico alimentado por energa so- Con un total de 35,2 millones de km3, el agua lar, un recorrido en el que el agua sale del mar dulce disponible, atravesando su perpetuo ciclo y vuelve a l a travs de una secuencia de eva- hidrolgico, pareci durante mucho tiempo infinita por lo que respecta a las necesidades poracin, precipitacin y escorrenta. En tierra firme, las cosas son bastante ms humanas. Sin embargo, la evolucin de los 50 complejas. La vida, tal como la conocemos, se ba- ltimos aos expansin demogrfica, urbanizacin, contaminacin y comsa en reacciones bioqumicas que petencia creciente entre grupos de tienen lugar en el entorno acutico. En el mundo usuarios indica que la escasez gloPero slo las formas de vida ms pri- hay 1.100 bal de agua empieza a aparecer en mitivas o las que se han readaptado millones de el horizonte. en el curso de la evolucin pueden personas sin Esta escasez viene siendo una vivir en el tipo de agua ms abun- acceso al agua realidad desde hace mucho tiempo dante: el agua salada de los mares y potable y para millones de personas, ya que ocanos. Las formas de vida terresotros 2.600 los recursos hdricos estn repartitres, incluido el ser humano, dependen del agua dulce, un recurso millones que la dos de manera irregular en el planeta. El clima, los parmetros meque de por s ya es mucho menos consumen sin teorolgicos, las condiciones del abundante, y adems est hacin- un adecuado suelo y otras caractersticas geofdose an ms escaso debido a la tratamiento sicas determinan la distribucin contaminacin, la disminucin de sanitario del agua y, significativamente, tamlas aguas subterrneas no renovables y la reduccin de la capacidad de retencin bin la de determinadas enfermedades. Adems de la base natural del recurso y los rasgos debida a la creciente deforestacin. Las estadsticas del segundo Informe de las geofsicos, los determinantes socioeconmicos Naciones Unidas sobre el desarrollo de los recursos h- tambin desempean un papel en el acceso de dricos en el mundo, recientemente publicado las personas al agua potable en condiciones se(UNESCO, 2006), ofrecen el contexto fctico guras, a los saneamientos adecuados, a una videl componente hdrico de las relaciones entre vienda digna y a los servicios sanitarios. El reagua y salud: de la cantidad total de agua del trato resultante es de gran complejidad, con planeta, slo el 2,5 por ciento es agua dulce, la efectos adversos que se agravan recprocamayor parte de la cual est almacenada en los mente, pero tambin con oportunidades para
ISTA DESDE EL ESPACIO, LA TIERRA
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las sinergias en las acciones encaminadas a mejorar la situacin. A los ojos de la sociedad, la salud, entendida como un estado complejo de bienestar fsico, mental y social, y no como mera ausencia de enfermedad o trastorno (OMS, 1948), est ntimamente ligada al agua, debido a la necesidad de disponer de agua potable en condiciones seguras y de agua suficiente para un saneamiento e higiene adecuados. Internacionalmente se ha prestado continua atencin a la extensin del acceso al agua de boca en condiciones seguras, con hitos importantes como la Dcada Internacional del Agua Potable y del Saneamiento Ambiental aos 80 y actualmente las metas de agua potable y saneamientos de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Entre los responsables polticos y ejecutivos nacionales e internacionales, la percepcin de la naturaleza del vnculo entre el agua y la salud ha evolucionado desde un punto de vista limitado extensin de los servicios = mejora de la salud a una amplia perspectiva de desarrollo que considera el acceso al agua de boca en condiciones seguras y a los saneamientos adecuados como premisas bsicas para la reduccin de la pobreza, considerando la mala salud como la expresion fenotpica ms importante de la pobreza. Las estadsticas sobre el acceso al agua potable en condiciones seguras y al saneamiento adecuado son actualizadas peridicamente por el Comit Coordinador OMS/UNICEF. Los datos ms recientes (2004) muestran que en el mundo hay 1.100 millones de personas sin acceso a agua potable en condiciones seguras, y 2.600 millones de personas sin un adecuado tratamiento sanitario. Existen importantes diferencias regionales en lo que se refiere a los avances en esta materia. Por ejemplo, en India se han alcanzado grandes logros entre 1990 y 2004. En cambio, en el frica subsahariana es improbable que se cumpla el objetivo ODM de agua potable para 2015, a pesar de que la cobertura ha crecido de un 49 a un 58 por ciento entre 1990 y 2004. En cuanto al
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tratamiento sanitario tradicionalmente desatendido en el contexto del desarrollo, las perspectivas son an ms pesimistas, ya que se da por descontado que el OMD no se alcanzar a nivel mundial, con el frica subsahariana una vez ms como farolillo rojo: en 2004 la cobertura de tratamiento sanitario era slo del 37 por ciento, lo que representa un magro aumento del 5 por ciento respecto a 1990.
personal, as como un saneamiento adecuado. En este apartado se incluyen tambin las infecciones por gusanos intestinales transmitidos desde el suelo. 3. Enfermedades basadas en el agua, que se transmiten por contacto con agua contaminada con organismos patgenos, los cuales suelen usar otros organismos acuticos como husped intermedio. El ejemplo ms conocido es la enfermedad tropical esquistosomiasis (bilharziasis), donde el intermediario es un caracol. 4. Enfermedades asociadas con el agua y transmitidas por vectores, donde el transmisor es un insecto el mosquito que depende de un entorno acutico para su ciclo vital. Entre ellas se cuentan el paludismo, la filariasis linftica y una serie de dolencias vricas como el dengue, la encefalitis del Nilo occidental y la encefalitis japonesa. Ms recientemente, han ganado relevancia meditica las enfermedades transmitidas por aerosoles generados en sistemas de aire acondicionado o agua caliente, cuyo ejemplo ms conocido es la legionelosis. Estas enfermedades forman una categora aparte. Adems, existen los aspectos sanitarios relacionados con el agua de una manera ms indirecta: el impacto positivo de las aguas duras especialmente las ricas en magnesio en la incidencia de las enfermedades cardiovasculares; las lesiones seas causadas por la necesidad de acarrear grandes cantidades de agua diariamente desde los pozos al hogar; y los efectos patolgicos a largo plazo de la presencia en el agua de boca de contaminantes anorgnicos naturales arsnico, con unos 36 millones de personas con riesgo de exposicin a largo plazo slo en Bangladesh, y flor. La mala salud, a su vez, puede impedir el acceso de las personas al agua, como se ha observado en el sur de frica, donde muchas familias estn demasiado debilitadas por el VIH/sida para ir a buscar el agua que necesitaran para uso domstico. En los aos 90, el Banco Mundial y sus asociados crearon una medida comn para la carga de morbilidad, los
Aos de Vida Ajustados por Discapacidad (AVAD). Los AVAD reflejan tanto la muerte prematura como los aos de vida perdidos a causa de enfermedades o trastornos. Como herramienta para el anlisis de eficiencia de costes, permiten establecer comparaciones entre distintas intervenciones sanitarias. En el contexto ms amplio del desarrollo, permiten garantizar que las decisiones de otros sectores pblicos por ejemplo en el desarrollo de recursos hdricos tomen en consideracin las implicaciones sanitarias de las distintas opciones. Las estimaciones de la carga de morbilidad de las enfermedades relacionadas con el agua muestran que en 2002 murieron 1,8 millones de personas a causa de enfermedades diarreicas en el 80-90 por ciento de los casos, atribuibles a aguas de boca contaminadas y 1,3 millones a causa del paludismo. En trminos de carga de morbilidad, se perdieron 62 millones de AVAD debido a las enfermedades diarreicas y 46 millones debido al paludismo. El nmero anual de muertes debido a todas las enfermedades relacionadas con el agua ascendi a 3,3 millones, con el ahogamiento 260.000 muertes como una de las causas principales, y una carga de morbilidad de 123 millones de AVAD para las enfermedades relacionadas con el agua. Para el pblico en general, y a menudo tambin para las comunidades pobres afectadas, la asociacin entre el agua de boca y la salud es ms fcil de comprender que la relacin entre las ecologas acuticas y la salud. Sin embargo, ha existido una marcada tendencia a la intensificacin y extensin de las enfermedades ligada al desarrollo de recursos hdricos creacin de regados, embalses, especialmente cuando se han introducido entornos acuticos en ecosistemas que hasta entonces eran secos. Las aguas superficiales estancadas o de flujo lento favorecen la reproduccin de insectos susceptibles de transmitir enfermedades. Entre las enfermedades relacionadas con el agua, el paludismo es una de las ms conocidas, debido a los conside-
rables costes econmicos que genera; sin embargo, una dolencia parasitaria tropical como la esquistosomiasis ha empezado a adquirir notoriedad debido a su estrecha relacin con los proyectos hdricos. Prcticamente todos los proyectos de creacin de regados en frica han provocado una intensificacin de la enfermedad; el caso ms llamativo es la explosin de infecciones de Schistosoma mansoni en la cuenca del ro Senegal despus de la construccin de la presa de Diamma, donde la prevalencia de la enfermedad se dispar del 0 al 90 por ciento en un breve lapso de tiempo. Los humedales tambin pueden constituir un ecosistema propicio para los problemas de salud especficamente asociados al agua. Entre ellos hay que contar los grandes humedales arroceros creados por el hombre en Asia. Obviamente, los vectores como el mosquito y otros huspedes intermedios acuticos prosperan en este tipo de entornos. La relacin entre los arrozales inundados y el paludismo fue comprendida mucho antes de que la ciencia revelara los detalles de las causas de la enfermedad y el papel de los mosquitos en su transmisin. En la Espaa del siglo XVI se impusieron estrictas regulaciones legales para garantizar que hubiera suficiente espacio libre entre las zonas irrigadas y los asentamientos humanos. En los aos 20 y 30 del siglo XX se populariz la desecacin de humedales como medio para erradicar el paludismo. Tras una interrupcin de 25 aos durante la era del DDT y la fracasada campaa de erradicacin global del paludismo, se empez a recurrir a la gestin medioambiental como medio para frenar la transmisin de la enfermedad, pero entretanto nuestra percepcin del valor de los humedales ha cambiado. Aparentemente existe un conflicto claro y fundamental entre los intereses de la salud pblica y los del medio ambiente. Sin embargo, ese conflicto se puede superar adoptando un enfoque ms global hacia los problemas sanitarios que afectan a las comunidades que habitan cerca de los
humedales, fomentando entre las comunidades locales el inters por la conservacin de la naturaleza con una mejora de la salud como factor clave de motivacin y principal resultado, y comprendiendo mejor las dependencias de modo de vida que existen entre las comunidades y los humedales de su entorno. A nivel internacional, ste es un campo en el que la Organizacin Mundial de la Salud y la Unin Mundial para la Conservacin debern ampliar su cooperacin.
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SANEAMIENTO E HIGIENE
OBJETIVO 5 OBJETIVO 6 OBJETIVO 7 OBJETIVO 8
que todos los nios y nias puedan terminar un ciclo completo de enseanza primaria.
META 9: Incorporar los principios de desarrollo sostenible en las polticas y los programas nacionales; invertir la prdida de recursos del medio ambiente. META 10: Reducir a la mitad el por-
META 12: Desarrollar an ms un sistema comercial y financiero abierto. METAS 13 / 14: Atender las necesidades especiales de los pases menos adelantados, de los pases en desarrollo sin litoral y de los pequeos estados insulares en desarrollo. META 15: Encarar de manera general los problemas de la deuda de los pases en desarrollo. META 16: Elaborar y aplicar estra-
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La seguridad de los medios de vida de las familias depende de la salud de sus miembros; los adultos enfermos u obligados a cuidar a nios enfermos son menos productivos. Las enfermedades causadas por el agua de boca en condiciones no seguras y los saneamientos inadecuados generan costes sanitarios que pueden recortar gravemente los ingresos de los hogares pobres. El tiempo perdido en acarrear agua no puede usarse para otras actividades productivas. Las personas sanas son ms capaces de absorber los nutrientes de los alimentos que aquellas que sufren de enfermedades relacionadas con el agua y los saneamientos, en especial los parsitos intestinales, que privan a sus huspedes de una parte de sus caloras. El agua es un factor de produccin en la agricultura, la industria y otras actividades econmicas que mejoran los medios de vida de los pobres. Las inversiones en infraestructuras hdricas pueden ser un catalizador para el desarrollo local/regional. Una menor degradacin de los ecosistemas y menor vulnerabilidad a las enfermedades relacionadas con el agua ayudan a mejorar el nivel de vida de los pobres.
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Los servicios de abastecimiento de agua liberan a las nias de las tareas de acarreo de agua, permitindoles ir a la escuela. La reduccin de las enfermedades relacionadas con el abastecimiento de agua, incluidas las lesiones producidas por el acarreo de agua, mejoran la escolarizacin, especialmente en el caso de las nias. Las instalaciones de saneamiento separadas para las nias en las escuelas mejoran su escolarizacin, en especial a partir de la menarquia. La mejora en la gestin del agua reduce la incidencia de catstrofes como las inundaciones, que interrumpen la escolarizacin.
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La mejora de los servicios hdricos aumenta la disponibilidad de tiempo, mejora la salud y reduce las obligaciones asistenciales de las mujeres, permitindoles dedicarse a tareas ms productivas, formacin para adultos, actividades emancipadoras y ocio. La proximidad al hogar de las instalaciones hdricas y de saneamiento reduce el riesgo de acoso o agresin sexual durante el acarreo de agua o la bsqueda de lugares para la higiene ntima La mejora de la supervivencia infantil precede a la transicin demogrfica hacia tasas de fertilidad menores; una menor cantidad de hijos reduce las responsabilidades domsticas de las mujeres y aumenta sus oportunidades de desarrollo personal. Las organizaciones de mbito local para la gestin del agua pueden mejorar el capital social de las mujeres ofrecindoles la posibilidad de asumir puestos de liderazgo y optimizar su socializacin, lo que favorece la solidaridad entre ellas.
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La mejora de los saneamientos, el suministro de agua de boca en condiciones seguras y una mayor disponibilidad de agua en los hogares para la higiene reducen la morbilidad y la mortalidad infantiles. Los saneamientos y el agua en condiciones seguras en las instalaciones sanitarias favorecen la higiene en los partos y reducen la mortalidad neonatal. Las madres que disponen de suministro de agua en condiciones seguras son ms eficaces en el cuidado de sus hijos, porque sufren menos enfermedades y porque dedican menos tiempo al acarreo de agua y a la bsqueda de lugares resguardados para la defecacin. Las mejoras en la nutricin y la seguridad alimentaria reducen la incidencia de las enfermedades infantiles. Los recursos hdricos bien gestionados ayudan a los pobres a vivir dignamente y reducir su vulnerabilidad a las dificultades, lo cual aumenta su seguridad y mejora sus medios de vida. El paludismo es una de las causas principales de la mortalidad infantil, y una mejor gestin hdrica reduce la proliferacin de mosquitos.
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Un suministro de agua eficaz reduce la carga de trabajo y los problemas de salud derivados del acarreo de agua, lo cual a su vez reduce el riesgo de mortalidad materna. La mejora de la salud y la nutricin reduce la incidencia de las anemias y otros trastornos que favorecen la mortalidad materna. Es necesario disponer de agua potable en condiciones seguras y saneamientos bsicos en las instalaciones sanitarias, a fin de fomentar las prcticas elementales de higiene posparto Una tasa mayor de supervivencia infantil precede la transicin demogrfica hacia tasas de fertilidad menores, y un nmero menor de embarazos por mujer reduce la mortalidad maternal. Las mejoras en la nutricin y la seguridad alimentaria reducen la incidencia de complicaciones del embarazo. El paludismo es especialmente peligroso para las embarazadas, y una mejor gestin hdrica reduce la proliferacin de mosquitos.
(1) La esquistosomiasis es una enfermedad crnica, normalmente de reas tropicales, que afecta al hgado, pulmones, vas urinarias y al sistema nervioso central. La filariasis es transmitida por mosquitos a unos gusanos que invaden los vasos linfticos causando tumoraciones crnicas en las extremidades. El tracoma es una infeccin contagiosa de la crnea y tejido conjuntivo causada por una bacteria (Chlamydia trachomatis) y que puede producir cicatrizacin crnica y ceguera.
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El agua de boca en condiciones seguras y los saneamientos bsicos ayudan a evitar las enfermedades relacionadas con el agua, incluidas las dolencias diarreicas, la esquistosomiasis, la filariasis, el tracoma y los parsitos intestinales. (1) Las mejoras en el suministro de agua reducen la incidencia de diarreas en un 21%, la mejora de los saneamientos reduce los casos de diarrea hasta un 35%, y las mejoras adicionales de la calidad del agua de boca, tales como la desinfeccin en el lugar de uso, pueden reducir los episodios de diarrea en un 45%. Las mejoras en la gestin del agua (incluidas las aguas residuales) en los asentamientos humanos reducen la incidencia de las enfermedades transmitidas por mosquitos, como el paludismo y el dengue. Las mejoras en la salud y la nutricin reducen la incidencia y la gravedad del VIH/SIDA y otras enfermedades severas.
El tratamiento y la eliminacin adecuados de los excrementos y las aguas residuales contribuyen a una menor presin sobre los recursos de agua dulce. Las mejoras en los saneamientos reducen el vertido de excrementos humanos a las vas fluviales, ayudando a proteger la salud humana y medioambiental. Las mejoras en la gestin hdrica, incluidos el control de la contaminacin y la conservacin del agua, son un factor clave para mantener la integridad de los ecosistemas. La gestin integrada dentro de cada cuenca fluvial favorece las actuaciones que preservan la salud de los ecosistemas. El acceso inadecuado al agua y las deficiencias en los saneamientos y otras infraestructuras son dos de las cinco caractersticas distintivas de las colonias chabolistas. Las colonias chabolistas suelen asentarse en lugares particularmente vulnerables a las catstrofes relacionadas con el agua.
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medicamentos esenciales.
META18: Velar por que se puedan
aprovechar los beneficios de las nuevas tecnologas, en particular los de las tecnologas de la informacin y de las comunicaciones.
Los proyectos y asociaciones de desarrollo deben reconocer el papel fundamental del agua de boca en condiciones seguras y los saneamientos adecuados para el desarrollo econmico y social. Con agua potable, saneamientos e instalaciones higinicas adecuados, y una buena gestin de los recursos hdricos, los pases resultan ms atractivos, lo cual beneficia al turismo y a la imagen del pas. Se mejora la creacin de empleo, dado que el abastecimiento de agua y la construccin de saneamientos son tareas que requieren mano de obra abundante. Mejores opciones de escolarizacin completa, que fomentan el empleo juvenil.
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mientos de la ecologa de las principales especies de mosquitos que actan como vectores son suficientes para poner las bases slidas de ese tipo de gestin ambiental, pero la falta de comunicacin y de acuerdos institucionales entre los diferentes ministerios y profesionales implicados da lugar a un nivel de accin inadecuado. Incluir la salud humana en el marco de la gestin integrada de recursos hdricos (IWRM) ayudar en gran medida a resolver los problemas de salud humana en la planificacin del desarrollo. En este sentido, la asesora de impacto sanitario puede ser un instrumento crucial. Se trata de una combinacin de procedimientos, mtodos y herramientas que permiten valorar una poltica, un programa o un proyecto en lo referente a sus potenciales efectos sobre la salud de la poblacin, y la distribucin de esos efectos en la misma. Un correcto asesoramiento sobre el impacto sanitario de los recursos hdricos permitir incorporar en el diseo y la materializacin de los proyectos medidas de fomento de la salud y de reduccin de riesgos. Tambin ser posible identificar prematuramente las oportunidades para la promocin de la salud. La asesora de impacto sanitario es un procedimiento que puede ejecutarse en paralelo con procedimientos de asesora medioambiental ya establecidos. Los pases en desarrollo deben ampliar su capacidad para controlar el proceso de asesora de impacto sanitario de los proyectos de recursos hdricos en su territorio. Esto incluye un marco legal que lo haga posible y acuerdos institucionales efectivos entre ministerios y profesionales con las habilidades necesarias para negociar ms all de las fronteras entre disciplinas y sectores. Las cifras econmicas en el terreno de las intervenciones hdricas hablan por s solas: los anlisis de la OMS sealan que los beneficios econmicos de cada dlar invertido en el acceso al agua de boca en condiciones seguras y saneamientos adecuados ascienden a entre 3 y 34 dlares, segn la regin y las tecnologas aplicadas, en el su-
puesto de que se alcancen las metas de los ODM. En conjunto, los beneficios econmicos totales de alcanzar los ODM sobre agua de boca y saneamientos alcanzaran los 84.000 millones de dlares. Es asombroso que, a pesar de estos beneficios estimados, la inversin en este terreno siga siendo insuficiente, y est claro que deben hacerse visibles los motivos primordiales que justifican esas inversiones, para que este progreso econmico pueda alcanzarse de verdad.
torno a los limitados recursos entre los usuarios agrcolas, industriales y urbanos seguirn existiendo a menos que se acepten de manera generalizada los principios de la gestin integrada de los recursos hdricos. La insuficiente participacin de las partes interesadas, la ausencia de mecanismos regulatorios y basados en el mercado, la falta de capacidad para garantizar el cumplimiento de las regulaciones, las carencias socioeconmicas y las prcticas ineficientes de gestin de la demanda siguen contribuyendo en gran medida a la explotacin y el uso no sostenible de los recursos hdricos. La asesora sobre el impacto sanitario ofrece un buen punto de partida para incluir la salud en la gestin integrada: abarca todos los aspectos, tiene en cuenta la igualdad sanitaria y ofrece recomendaciones para la gestin de riesgos en una fase en la que todava resulta posible tenerlos en consideracin a la hora de disear proyectos.
DEFICIENTE MANTENIMIENTO DE LOS SISTEMAS EXISTENTES. Los sistemas de distri-
adecuadamente para cumplir los objetivos. Ms concretamente, los marcos legales no favorecen la utilizacin equitativa y sostenible del agua ni la necesaria coordinacin y cooperacin intersectorial; las estructuras institucionales estn fragmentadas, y los avances en materia de descentralizacin y subsidiarizacin son lentos. En lo que atae a la salud, el propio sector sanitario tendr que tomar la iniciativa para ocupar el nicho que le corresponde en la planificacin hdrica y el sistema de toma de decisiones. Con este fin, el sector sanitario deber fortalecer su capacidad de participar en el dilogo intersectorial. En la mayora de los pases, los ministerios de sanidad no disponen de un departamento de salud medioambiental. Es necesario crear sin dilacin esos departamentos, cuyas funciones esenciales deben centrarse en la conexin intersectorial y en el papel regulador que pueden desempear a la hora de estimular a otros sectores a trabajar por una mejor salud pblica.
MECANISMOS INEFICACES DE REPARTO DEL AGUA. Como mencionbamos antes, los distintos grupos de usuarios del agua se disputan los limitados recursos hdricos, y seguirn hacindolo en el futuro. Para favorecer un reparto adecuado entre los diferentes usos, debe prestarse especial atencin a la cuestin del valor del agua. Hasta ahora, los progresos han sido escasos, debido a la complejidad de la interpretacin de este concepto, relacionadas sobre todo con la definicin de valores sociales y culturales. En consecuencia, el agua sigue estando muy infravalorada, y muchos usuarios la dilapidan sin tener en cuenta su valor para el resto de la sociedad. El problema del reparto de subvenciones entre los diferentes sectores y grupos de usuarios hace imprescindible repartir el agua de acuerdo con su valor para los diferentes usos. La aplicacin de los criterios AVID ha facilitado la incorporacin del aspecto sanitario en ese tipo de anlisis
econmicos, y el sector sanitario debe hacer mayores esfuerzos para promover el uso de este indicador en los estudios macroeconmicos.
FALTA DE RECURSOS FINANCIEROS. Los pro-
bucin de agua canalizada de muchas poblaciones y ciudades grandes de los pases en desarrollo sufren prdidas de presin crnicas y altos niveles de fugas cuando existe presin. El informe mundial de OMS/Unicef de 2000 indicaba que cerca del 40 por ciento del agua distribuida en las grandes ciudades no se aprovecha. Slo en frica, el 30 por ciento de los sistemas de abastecimiento en las zonas rurales no funcionan en absoluto. Tanto en las zonas rurales como en las urbanas, los sistemas se deterioran debido a las demoras en el mantenimiento. Las administraciones invierten poco, y lo poco que invierten se echa a perder cada vez ms por culpa de un mantenimiento deficiente.
FRAGMENTACIN DE LOS SISTEMAS DE ADMINISTRACIN DEL AGUA. Los sistemas pol-
yectos hidrulicos suelen requerir grandes inversiones. En muchos pases en desarrollo, la deuda externa sigue siendo un obstculo importante para el desarrollo de las infraestructuras de abastecimiento de agua. Al mismo tiempo, no se promueve en suficiente medida la movilizacin de los recursos nacionales; por ejemplo, sistemas tarifarios eficientes y reduccin de subvenciones. A menudo, la gestin y el uso de los recursos se llevan a cabo de manera ineficaz y con mecanismos de control muy poco fiables. El flujo de ayuda financiera procedente de los pases desarrollados y las instituciones multilaterales ha sido hasta ahora mucho menor de lo que requiere la magnitud de la crisis. Tampoco se ha invertido lo suficiente en la creacin de entornos adecuados para compensar el impacto de las inversiones en desarrollo de infraestructuras. Las prcticas de descuento en las evaluaciones econmicas de los proyectos hdricos de alta capitalizacin perjudican los esquemas de sostenibilidad, y no se tienen suficientemente en cuenta los enormes beneficios para la salud que han reportado en el pasado las inversiones hidrulicas. Desde el punto de vista de la salud pblica, los problemas relacionados con el agua, cuyas mltiples formas se describen sucintamente en este artculo, seguirn firmemente anclados entre los cinco principales factores del desarrollo sostenible, la igualidad sanitaria y los esfuerzos por reducir la pobreza. El comn denominador de la vida en la Tierra debe ser tambin el comn denominador de las medidas tanto nacionales como internacionales de fomento de la salud y el bienestar humanos.
Las opiniones expresadas en este artculo no reflejan necesariamente la poltica, decisiones o puntos de vista de la OMS.
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La demanda de agua crece continuamente, y se incrementa la rivalidad por el agua dulce entre los diferentes sectores econmicos. Las disputas en
ticos, sociales, econmicos y administrativos que regulan actualmente el desarrollo y la gestin de los recursos hdricos no estn respondiendo
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Uno de los mayores desafos del siglo XXI consiste en asegurar la provisin de suficiente energa y agua para el bienestar de la poblacin, al mismo tiempo que se preserva la salud ecolgica, la integridad y la capacidad de recuperacin de las cuencas hidrogrficas, desde la cumbres hasta los ocanos.
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experimentando presenta mltiples amenazas, por lo que un componente clave para enfrentar este desafo es disear y aplicar polticas efectivas y prcticas innovadoras que permitan una gestin que se adapte a los cambios ecohidrolgicos1 inducidos por las modificaciones climticas. El agua dulce es ahora el precioso e indispensable cimiento de una vida sostenible y de un bienestar prspero y es el torrente sanguneo y el hogar de la ms rica biodiversidad y de las especies ms antiguas que habitan el planeta. Los ecosistemas de agua dulce contienen concentraciones de especies nicas que presentan una mayor proporcin de diversidad en relacin a su rea, muy superior a la de los ecosistemas terrestres y marinos. Por citar un ejemplo, los sistemas de agua dulce contienen cerca de la mitad de las especies de peces globales, una concentracin 4.000 veces mayor que la de los ocanos. Por otro lado, las extinciones de especies documentadas en agua dulce son diez veces superiores que las de los ocanos.
EL CRECIENTE CONOCIMIENTO, combinado con importantes avances tecnolgicos, mejores prcticas de gestin que se perfeccionan continuamente, y polticas y regulaciones basadas en sistemas innovadores de mercado, ofrecen nuevas formas de proveer servicios de agua que benefician a todos. La eliminacin de subvenciones que actualmente enmascaran los costes reales de la distribucin del
agua excepto en los casos de distribucin a los ms necesitados, as como la aplicacin de precios reales, son decisiones polticas necesarias pero insuficientes. Imponer precios ms elevados al agua ciertamente reduce el desperdicio y extiende el ejercicio de prcticas ms eficientes, pero genera alteraciones del mercado, unidas a barreras institucionales, tcnicas, de informacin y financieras, que frecuentemente evitan que se tomen decisiones impulsivas que en gran medida no son ni las correctas ni las mejores. Instituciones, organismos y empresas que se enfrentan a estas mltiples barreras estn encontrando hoy soluciones a travs de lo que se conoce como procesos de planificacin integrada de agua y energa. De importancia fundamental en la proteccin de cuencas hidrogrficas es determinar si una alteracin mayor de un ro, principalmente una presa de gran escala y/o proyectos de desviacin, tienen sentido y si son necesarios desde un principio. Globalmente, cerca del 70 por ciento de las tomas de agua se dedican a la irrigacin agrcola, pero los sistemas de riego convencional pueden desperdiciar hasta un 80 por ciento del recurso. Dicho desperdicio se deriva del mal uso de las subvenciones y de los precios artificialmente bajos del agua, regularmente desvinculados de la cantidad de agua utilizada o de un anlisis por parte de la demanda. Expertos de agua dulce han estimado que al menos la mitad, sino ms, de las presas propuestas a nivel mundial no son econmicamente efectivas, particularmente si se las compara con alternativas que cuestan menos y son ambientalmente menos
dainas. Por ejemplo, a nivel mundial, cerca de 1.500 km3 (1,5 billones de litros) de agua de riego se desperdicia anualmente. Sin una comparacin regular y detallada de los costes, beneficios y riesgos de los proyectos de expansin de la oferta de agua, incluyendo el amplio abanico de mtodos de conservacin por parte de la demanda y tcnicas altamente eficientes para la provisin de servicios de agua, se causan desequilibrios en los recursos, una incorrecta asignacin de inversiones y se desaprovechan oportunidades susceptibles de generar eficiencias. Una herramienta de poltica indispensable para realizar dichas determinaciones es la aplicacin de la metodologa conocida como Planificacin Integrada de Recursos (PIR). La PIR para agua examina los medios de menor coste y de bajo riesgo para proveer servicios de agua y electricidad desde el punto de vista de los usuarios demanda. Esta planificacin genera una serie de oportunidades para asegurar ahorro en el sistema total, permitiendo reducciones en las reservas al-
macenadas y menores prdidas, al tiempo que proporciona significativos beneficios econmicos. Adicionalmente, mejoras en investigaciones del campo ecolgico y del modelo ecohidrolgico estn aportando nuevas sugerencias sobre cmo proteger y restablecer la salud ecolgica de las cuencas (aguas azules) y de los paisajes terrestres circundantes (aguas verdes). En trminos prcticos, esto significa prevenir la conversin de hbitats naturales (pastizales, humedales, bosques hmedos, etctera) que mantienen la retencin y almacenamiento del agua, as como el seguimiento de nuevos protocolos por ejemplo, evitar plantar rboles donde no corresponde o restaurar pastizales nativos donde el arado y el ganado han desertizado las tierras.
1 El professor Ignacio Rodrguez-Iturbe define la ecohidrologa como la ciencia que describe los mecanismos hidrolgicos segn las pautas y procesos ecolgicos. Ecohydrology: A hydrologic perspective of climate-soil-vegetation dynamics, Water Resources Research, Vol. 36, n. 1, pgs. 3-9, enero 2000.
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coste neto 0. Los ahorros en eficiencia compensarn El Proceso Integrado de Planificacin de Agua y los costes de aumentar el porcentaje de alternativas Energa (PIPAE) es el modelo para la provisin de de energa solar, elica, biomasa y geotrmica. servicios de energa y agua al menor coste y riesgo Recientemente, California ha evitando dejar pasar que se ha aplicado en California.2 Se trata de una importantes oportunidades de eficiencia y ahocombinacin de innovaciones polticas y de regu- rro extendiendo sus procesos de planificacin al laciones que se aplicaron con xito al sistema de sector del agua. provisin elctrica hace varias dcadas por ejemTradicional y convencionalmente, la planifiplo, incentivos para los sistemas de provisin de ser- cacin de agua y energa han sido desarrolladas sevicios y estndares para los electrodomsticos y paradamente por agencias gubernamentales, asoconstrucciones estatales. Este acuerdo cobra ma- ciaciones de industria, investigadores y usuarios diyor importancia por cuanto mientras se registraba ferentes que no interactuaban. Investigaciones un fuerte crecimiento econmico, el consumo de recientes indican que estos procesos fraccionados electricidad permaneci sin variaciones como re- y aislados resultan en grandes oportunidades persultado de mejoras continuas a la eficiencia de elec- didas que se podran aprovechar integrando los trodomsticos, bombillas, equipos de oficina, mo- procesos de planificacin de energa y agua. tores, edificios y fbricas de manufactura. Mientras Una evaluacin realizada por el Instituto Pacen el resto de Estados Unidos se experimentaba un fico y el Consejo de Defensa de los Recursos Naturacrecimiento anual en el consumo elctrico del 2 les (NRDC) en 2004 sobre el uso de agua en Capor ciento, en California se fren el 50 por ciento lifornia desarrollada revel que el 20 por ciento del de la expansin de su sistema elctrico. Hasta consumo de electricidad y un tercio del total del 2004, las facturas de electricidad de los consumi- consumo de gas natural fueron utilizados para exdores de California registraron una reduccin total traer, bombear, distribuir, calentar, tratar residuos de 16.000 millones de dlares, o mil dlares anua- y disponer de aguas.4 Evaluaciones ms detalladas les netos de ahorro por familia. Una parte del be- indican que existen oportunidades de ahorro inneficio adicional en el ahorro fue debida a las re- mensas para agua y energa, as como reducciones ducciones sin coste alguno en las emisiones de ga- en la contaminacin del aire y del agua, que poses de efecto invernadero. Estados Unidos es el dran ser aprovechadas a travs de las ganancias en pas emisor ms grande de eficiencia disponibles en el punto gases de efecto invernadero En slo media docena de de uso, as como en los canales de a nivel mundial (19 tonela- iniciativas de gestin distribucin, y en otros puntos das por habitante) y Calientre la fuente y el usuario.5 Cada sostenible aplicadas en fornia es el noveno emisor unidad de agua dulce conservada ms grande (12 toneladas Estados Unidos se registr evita el consumo de energa reper cpita). Increblemente, un ahorro anual de ms de querida para proveer, tratar, dissi en todo el pas se hubiese cien millones de m3 de agua tribuir, consumir, y captar agua, seguido el ejemplo de Calias como tratar y disponer aguas fornia y reducido la generacin de gases de efecto servidas. Los niveles de energa ahorrados dependen invernadero per cpita, las emisiones de estos ga- de la fuente de provisin de agua y del tipo de serses en Estados Unidos habran sido 1.700 millones vicio, la distancia que el agua debe ser transportade toneladas menos que la reduccin requerida por da, el tipo y extensin del sistema de tratamiento y el Protocolo de Kyoto. 3 la aplicacin del usuario final. Dado el xito de California en la aplicacin de Una encuesta a nivel estatal sobre las mejores medidas de eficiencia en los procesos de planifi- prcticas de gestin implementadas por 86 agencacin de oferta de recursos, no es sorprendente cias de agua, encontraron ahorros significativos de que este estado haya sido puesto como ejemplo a se- agua y energa en media docena de iniciativas guir en la reduccin de emisiones de gases de efec- desde inodoros con flujos ultrabajos, paisajismo to invernadero. En 1 de junio de 2005, el goberna- de conservacin, reembolsos por compras de lavador, Arnold Schwarzenegger, anunci que el Plan doras de alta eficiencia, medicin ms exacta con de Accin Climtico del Estado propone reducir tazas de bienes de mercado, modificaciones en emisiones de gases de efecto invernadero a los ni- plomera. Se comprob que se haban ahorrado veles de 2000 en 2010, a los niveles de 1990 en 2020 anualmente ms de cien millones de metros cy el 80 por ciento menos que los niveles de 1990 en bicos (100.000 millones de litros) de agua y 254 mi2050. Se espera que la meta de 2010 ahorrar a los llones de kWhs de electricidad. A lo largo de la apliconsumidores dinero y que en 2020 se alcanzar a cacin de estas medidas, el valor presente neto de
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esta energa y de agua ahorradas excedieron los 200 millones de dlares. El costo de la aplicacin de estas medidas de eficiencia de agua alcanz un promedio de 0,31 dlares por m3, en un rango de 0,05 a 0,58. 6 El Instituto Pacfico evalu el nivel de oportunidades de ahorro de agua disponibles hasta 2030 y concluy que California puede reducir un 20 por ciento el consumo de agua, una reduccin equivalente a cerca de 10,5 billones de litros (10,5 km3) por ao, a pesar del substancial crecimiento poblacional y econmico. El estudio, con un enfoque de abajo hacia arriba, estima el uso futuro del agua multiplicando el nmero de dispositivos, como inodoros, por sus requisitos tcnicos de agua. Un nmero de recomendaciones claves fueron presentadas para asegurar que este futuro de consumo sostenible de agua se convierta en una realidad: 1) Las polticas de precios que subvencionan el uso inadecuado del agua deben ser eliminadas; 2) Promover el uso de tecnologas y prcticas eficientes para el agua a travs de estndares ms estrictos de eficiencia, reembolsos extensivos por instalar electrodomsticos de menor consumo, mejores prcticas de gestin obligatorias y que se hagan cumplir, y desarrollo y despliegue de tcnicas de alta eficiencia para irrigar y nuevos tipos de cultivos; 3) Expandir herramientas educativas como notas informativas en los electrodomsticos, redes de informacin por internet para agricultores sobre el clima, condiciones de suelo y necesidades de agua de los cultivos, y 4) mejorar la planificacin combinada de agua y tierra para asegurar la proteccin de cuencas hdricas.7 La capacidad para establecer confianza entre los distintos agentes supone es importante en el proceso de planificacin integrada de agua y ener2 Comisin de Energa de California, Relacin Agua-Energa, noviembre 2005. www.energy.ca.gov/2005publications/CEC-700-2005-011/CEC-7002005-011-SF.PDF. 3 Comisionado Arthur Rosenfeld, Comisin de Energa de California, 2006.
ga . El proceso transparente de evaluar justamente todas las opciones por parte de la demanda y de la oferta para facilitar servicios a menor coste y riesgo desempearon un papel vital en la resolucin de conflictos difciles. Igualmente vlido es el proceso de ampliacin de las opciones viables relativas al nmero limitado que ofrece el enfoque tradicional de la oferta. Esto permite mayor flexibilidad y capacidad de seleccin a la hora de decidir dnde construir y dnde no hacerlo presas, de tal manera que se paralizan o eliminan proyectos especficos susceptibles de destruir o fragmentar hbitats de importancia global y que generan valiosos servicios ambientales, evitando tambin el riesgo de tener que reubicar poblaciones enteras.
proteccin ambiental. Est previsto que la actividad de la economa china se multiplicar por cuatro en 2020. Histricamente, China ha gastado 12 veces ms en energa, agua, recursos y tierra que en eficiencia. Sin embargo, por primera vez, estos cuatro apartados se han visto potenciados en el undcimo plan quinquenal (FYP, 2006-2010) en el segmento de expansin de suministros. La intensidad energtica de China ha cado en cuatro ocasiones desde la liberalizacin de los mercados en 1980. La liberalizacin ha contribuido tambin a que se emitan tres gigatoneladases menos de carbono en los 90, precisamente cuando el motor econmico funcionaba a pleno rendimiento para sacar de la pobreza a 400 millones de ciudadanos.
AN HOY EN DA, un gran porcentaje
La planificacin en China
Puede pensarse que la planificacin integrada de agua y energa slo funciona en economas boyantes como la californiana, y no en pases en desarrollo como China, donde la pobreza est an muy extendida. La realidad es que los bajos costes y bajos riesgos de la metodologa de planificacin integrada de agua y energa se han aplicado con xito en todo el mundo. El extraordinario desarrollo econmico de China en el ltimo cuarto de siglo, y de una manera significativa por los progresos en eficiencia de energa y recursos, ha confirmado el potencial que la eficiencia representa para la consecucin del crecimiento de la economa. El primer ministro Wen Jibao enfatiz recientemente que el desarrollo de China depende de dos fuerzas: 1) reforma y apertura inquebrantables, y 2) el avance cientfico y tecnolgico acompaado de innovacin, con prioridad en el sector energtico, el agua, la conservacin de recursos y la
de ciudadanos chinos pobres pueden mejorar su bienestar y prosperidad slo si aseguran los niveles ms altos de servicios y bienes derivados de la energa, el agua, los recursos y la tierra. Un ciudadano chino consume menos que la mitad del promedio mundial y la intensidad por unidad de la energa china por producto nacional bruto est por encimas del 50 por ciento de la media mundial, cinco veces mayor que en Estados Unidos y hasta diez veces mayor que en Japn. En el undcimo plan quinquenal se definen medidas para reducir el consumo de energa en un 20 por ciento entre 2005 y 2010, duplicando el PIB per cpita en 2010. Se espera alcanzar o exceder una tasa anual de ahorro energtico del 3 por ciento hasta 2050. Este nuevo enfoque primario que deriva de la planificacin presenta oportunidades increbles para construir siguiendo el proceso emergente de planificacin integrada de recurro 2000, www.es.ucsb.edu/faculty/Wilkinson_EWRPT01%20DOC.pdf. 6 Op cit., pie de foto 2, pp. 54-56. 7 Peter Gleick, El Agua de California en el 2030: Un futuro eficiente. Instituto Pacfico, septiembre 2005, http://pacinst. org/reports/california_water_2030.
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4 Energa por el sifn, los costes ocultos del sistema de provisin de agua de California, agosto 2004. www.nrdc. org/water/conservation/edrain/contents.asp or www.pacinst.org/reports/energy_ and_water/index.htm. 5 Metodologa para el Anlisis de la Inten-
sidad de Energa del sistema de agua de California y una evaluacin de los beneficios mltiples potenciales a travs de medidas de integracin de eficiencia de agua y energa, por Robert Wilkinson. Lawrence Berkeley National Lab y el Instituto Californiano de Eficiencia de Energa, ene-
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sos, ahora adoptado en cuatro provincias, y promovido a travs de un Memorando de Entendimiento con la Comisin energtica de California, la Comisin de servicios pblicos y la empresa de servicios pblicos ms grande de California, PG&E. As como California lo ha hecho durante dcadas, estas cuatro provincias chinas han empezado ahora un proceso ms sistemtico para examinar el amplio abanico de oportunidades que permitan poner en el mercado servicios de energa ms eficientemente. Estudios gubernamentales han concluido que para el ao 2020 se pueden obtener ms de cien gigawatios de potencia de una manera ms rpida, limpia y a menos coste a travs de iniciativas de eficiencia en la demanda por ejemplo, la promocin de motores, bombas, compresores, bombillas y electrodomsticos de alto rendimiento. El coste que supone poder alcanzar estos niveles de eficiencia est estimado en un 80 por ciento menos que el que supondra ampliar el nmero de plantas energticas que utilizan carbn mineral, evitando la utilizacin de 2,5 millones de vagones de tren para transportar 250 megatoneladas de carbn mineral a las plantas generadoras cada ao.
ADEMS, Y DADO QUE la situacin de China
es similar a la de California se trasvasan grandes caudales de agua de provincias ricas en ros a provincias donde el agua es escasa, la adopcin a gran escala de los sistemas de planificacin integrada en agua y energa suponen un elevadsimo ahorro econmico y unos beneficios ecolgicos importantes. Los problemas de agua de China son tan agudos que directivos de alto rango ven la escasez de agua como el mayor impedimento para el sostenimiento del crecimiento econmico. China dispone de cerca de 2.140 m3 de agua per cpita. Pero este indicativo estn est muy descompensado: el 80 por ciento del volumen total se encuentra localizado en el sur del pas en tanto que el norte dispone solamente de 226 m3 de agua per cpita, cerca de diez veces menos que la media nacional. Ms an, el 70 por ciento de las precipitaciones totales se registran mayoritariamente en cuatro meses del ao. Dos tercios de la tierra cultivada se encuentran en el norte, mientras que esta parte de China tiene slo el 20 por ciento del total de agua. Las sequas afectan a 27 millones de hectreas de
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tierra agrcola, principalmente en el noroeste y norte y la desertificacin afecta a cerca de 300 millones de hectreas de pastizales. La reduccin de tierra cultivable est causada por la sobreexplotacin del agua por parte de los agricultores. Las tasas que inferiores a los costes reales del agua siguen son el resultado de un uso altamente inadecuado del agua. Cerca de dos tercios del agua que discurre a travs de los sistemas de irrigacin nunca llegan a los cultivos. En varias granjas el flujo de agua por unidad de tierra es del 50 y hasta del 150 por ciento mayor a lo que se necesita ptimamente para los cultivos, desperdiciando agua y reduciendo la productividad de la tierra. Dichas perjuicios estn relacionados con los subsidios mal aplicados, las asignaciones inadecuadas en las inversiones, los precios artificialmente bajos para el agua entre el 70 y el 80 por ciento menos que los precios en otros pases, los obstculos polticos e institucionales, las divisiones en las tomas de decisin y los errores a gran escala para identificar y aprovechar buenas oportunidades. La agricultura es el principal usuario del agua en China, contabilizando 400 km3, es decir, el 70 por ciento del consumo total. La escasez de agua anual est estimada en 40 km3 al ao, de los cuales tres cuartos estn en el sector agrcola. La escasez de agua afecta a 400 de las ms de 600 ciudades chinas.
EN ABRIL DE 2005, LA COMISIN Nacional de
LA P R E S A LONGITUD: 2.240 metros ALTURA: 185 metros CEMENTO UTILIZADO: 16.000 tm COSTE: 24.000 millones $ NOMBRE OFICIAL: Sanduping LA CE N TR AL POTENCIA: 18.200 MW (26 turbinas de 700 Kw cada una) PRODUCCIN: 84 GW/ao E L E M BALS E LONGITUD: 600 km SUPERFICIE: 990 km2 CAPACIDAD: 39,3 km3 PERSONAS EVACUADAS: 1.194.140 REA URBANA INUNDADA: 12 ciudades y ms de 325 pueblos
ta tres veces. Los sistemas de riego por goteo para cultivos que requieren grandes cantidades de agua pueden traducirse en un ahorro hdrico estimado entre el 30 y el 70 por ciento comparado con los sistemas convencionales de irrigacin por inundacin, generando adems un incremento en la produccin de entre el 20 y el 90 por ciento. Actualmente, el riego por goteo afecta slo al 3 por ciento del rea irrigada en China. Las tcnicas de microirrigacin pueden tambin contribuir a la mejor aplicacin de fertilizantes qumicos y pesticidas, eliminando sistemas innecesarios en ms de un 50 por ciento. Ha habido un constante avance en el diseo de sistemas de goteo a bajo coste especficamente dirigidos a agricultores pobres, que son el 90 por ciento ms baratos que los convencionales. El aumento en la produccin en zonas de estrs hdrico logr que estos sistemas de goteo a bajo coste se conviertan en herramientas para combatir la pobreza. Varios cientos
de miles de estos sistemas se utilizan ahora en todo el mundo. China espera que la desalinizacin de agua de mar y el tratamiento de aguas residuales jueguen un papel ms importante resolviendo su crisis de agua. Para ello recientemente se inici un proyecto de 7.000 millones que se aadir a las diez plantas desalinizadoras existentes (0,1 km3 de produccin anual). Se espera que el agua de mar tratada suministre hasta el 37 por ciento de la provisin de agua en las zonas costeras hacia 2020. La capacidad de desalinizacin de China puede aumentar hasta cien veces hacia 2020 de acuerdo a un informe conjunto del CNRD. Los costes de desalinizacin varan en un factor de siete o ms, dependiendo del tipo de fuente de agua salobre, servida o agua de mar, de las opciones de concentracin disponibles, de la proximidad a los sistemas
de distribucin y del coste de la energa. La energa es el principal coste del proceso de desalinizacin. Un km3 (mil millones de litros) de agua de mar desalinizada requiere cerca de 500 MW de energa. La reduccin de unidad necesaria ha sido una de las mejoras recientes ms espectacularess en los sistemas de recuperacin energtica. Estimaciones consideradas vlidas para China van desde un coste de 0,60 dlares por m3 para agua salobre y servida hasta un dlar por m3 de agua de mar utilizando sistemas de smosis invertida. Extrapolando las tendencias tecnolgicas y la promesa de innovaciones actuales para reducir costos y aumentar el rendimiento de membra-
CHINA
ZONA AMPLIADA
Shangai
H U B E I
2.681
TRES GARGANTAS
S I C H U A N
84.306 35.897
28.397
C H I N A
Sandouping
GAZEBO
Yichang
100.708
Reforma y Desarrollo de China (CNRD), integrada por representantes de cuatro ministerios, emitieron el comunicado conjunto Poltica Tecnolgica de Conservacin de Agua en China, un cdigo para crear una sociedad consciente del compromiso de la conservacin del agua. Teniendo en cuenta que los pases desarrollados generan cerca de diez veces ms valor econmico por unidad de agua y que el 55 por ciento del agua de irrigacin en China nunca llega a las plantas, el comunicado insiste en que en el pas hay un gran potencial para la conservacin del agua. En las zonas urbanas, cerca de la mitad del agua disponible se pierde por fugas y otras causas. La irrigacin por goteo, promovida por el CNRD y los planes ministeriales sobre conservacin de agua, constituye una gran promesa para aumentar la productividad del agua en el sector agrcola entre dos y has-
Garganta Qutang
Garganta Wu
Garganta Xiling
17.071
TRES GARGANTAS
CHONGOING
8.022
RO YAN G ZE ( AZU L) LONGITUD: 6.200 metros CAUDAL: 30.000 - 40.000 m3/seg PRINCIPALES AFLUENTES: 14 CUENCA: 1.722.193 km2 PRESAS: 17 CIUDADES CON MS DE 100.000 habitantes: 9 ESPECIES DE PECES: 322
Chongqing
H U N A N
25 km
n Ya
gz
14.895
G U I Z H O U
Cuando est finalizado, en el ao 2009, ser el complejo hidroelctrico ms potente del mundo: 84 gigawatios anuales. Este desafo de la ingeniera habr inundado ms de 990 kilmetros cuadrados de naturaleza y desplazado a casi 1.200.000 personas.
zona inundada
rea de reubicacin
provincias
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nas, los costes de desalinizacin de agua de mar se reducirn an ms. El coste promedio puede disminuir hasta 0,30 por m3 en 2025. Comparativamente, los precios promedio del agua en China estn entre 0,20 y 0,25 dlares por m3 para uso domstico e industrial y de 0,34 dlares por m3 para uso comercial, con un tope de 0,60 por m3 en Tianjin y Dalian. El consejo estatal est proponiendo incrementar los precios del agua urbana en Beijing a 0,72 dlares por m3.
LA DEPURACIN DE AGUAS RESIDUALES
puede lograr beneficios dobles: reducir las descargas contaminantes que ahora van directamente a los ros, y en su lugar, extender la oferta de agua dulce a la ciudad a un coste menor que el de importar agua de zonas remotas. Los vertidos de aguas servidas en China exceden los 60 km3 por ao y slo menos de una sptima parte de este agua ha sido tratada desde 1990. Cerca de 600 millones de chinos tienen servicios de agua que ha sido contaminada por desechos animales y humanos. Los 30.000 MW de calor y energa (CHP o cogeneracin) de los sistemas disponibles en las ciudades y facilidades industriales podran potencialmente operar tecnologas de smosis invertida para purificar estas aguas servidas. China genera 280 TWh por ao de los cuales 100.000 MW, menos del 0,04 por ciento, provienen de centrales hidroelctricas. Se estima que en las prximas dcadas pueden ser construidas centrales con una capacidad de entre 200.000 y 300.000 MW. Las presas continuarn siendo construidas, particularmente en China, donde los ros son abundantes y grandes poblaciones siguen sin tener acceso a agua y energa. Las implacables sequas registradas durante dcadas no han frenado las altas tasas de crecimiento de la demanda de electricidad y de la expansin de la agricultura. Sin embargo, como se ha expuesto anteriormente, la adopcin de rigurosos procesos de planificacin integrada de recursos propiciar un abanico mucho ms grande de alternativas de provisin de energa produ104 VANGUARDIA | DOSSIER
cida de formas social y ambientalmente ms armoniosas y altamente competitivas, capaces de ser distribuidas a bajo coste y con menores riesgos. La seguridad de las presas sigue constituyendo un problema serio en China. De las 45.000 presas ms grandes del mundo la mayora construidas en los ltimos 35 aos, ms de la mitad estn ubicadas en China. En junio de 2006, E. Jingping, secretario general de la empresa matriz del Sistema Estatal de Control de Inundaciones y Alivio a la Sequa, y el viceministro de Recursos de Agua, dijeron que la seguridad de los embalses contina siendo un desafo y que es el eslabn ms dbil de la cadena de esfuerzos para prevenir inundaciones este ao. Hasta 2005, un promedio anual de 68 presas colapsaron en China. Jingping dijo que la extensin de fatalidades y costes econmicos del posible colapso de una presa sobrepasa el de un desastre natural como un tsunami o un terremoto, y no es menos daino que una guerra local. Actualmente China tiene 85.160 presas. Desde 1954 hasta 2005 un total de 3.486 embalses colapsaron. Cada ao, muchas presas experimentan daos por las inundaciones. Slo en 2004, 7.286 pantanos necesitaron ser reparados. Segn informaciones de China Newsweek, de los 85.160 embalses en China, ms de 30.000, el 35 por ciento del total, tienen problemas pero siguen siendo operacionales, convirtindose en un peligro mayor que el que plantea disminuir la provisin de agua. cientficos chinos est alertando sobre la afectacin de los grandes proyectos hidroelctricos en el medio ambiente. Expertos mundiales en el esturin chino y del pez paleta han advertido sobre las prdidas irreversibles de estas especies gigantes miden hasta siete metros que nadan desde el mar 3.000 kilmetros aguas arriba. stas y otras especies acuticas estn amenazadas y pueden extinguirse porque las presas bloquean sus rutas de migracin. La cuenca del ro Yangze es una de las reas ms rica y diversa en especies de peces de agua
UN CRECIENTE GRUPO DE
dulce, con 361 especies que pertenecen a 29 familias y 131 gneros, contabilizando el 36 por ciento de todas las especies de agua dulce de China. En todo este rea habitan hasta 177 especies endmicas de peces, de las cuales 25 ya estn en peligro, que equivalen al 27 por ciento de todas las especies de peces en peligro de China. El profesor Wei Qiwei, del Instituto de Investigacin Pesquera del ro Yangze, califica este proceso como la desertificacin ecolgica del Yangze. La amenaza de prdidas masivas de la biodiversidad acutica de China, por diversas causas incluyendo los sistemas hidroelctricos, fue revisada por el Consejo chino para la Cooperacin Internacional en Desarrollo y Ambiente, concluyendo que los ecosistemas acuticos han recibido poca atencin en comparacin con los terrestres y hasta ahora slo se han hecho unos pocos estudios dispersos, principalmente sobre peces. Severas disminuciones en la diversidad de especies de peces, combinadas con el inadecuado conocimiento de la fauna de agua dulce, indican que la diversidad biolgica de sistemas acuticos requiere mayor atencin para su conservacin. Dados el paso y la escala de los proyectos hdricos propuestos, es vital que se evale rpida y completamente la biodiversidad acutica de las cuencas hidrogrficas chinas. Esto permitir informar sobre el mayor o menor riesgos o costes asociados con la prdida de biodiversidad que conllevan determinados proyectos propuestos. Adicionalmente a las evaluaciones de especies, otro factor crtico es analizar la capacidad de carga de un ro, o los flujos necesarios para mantener la salud ecolgica de los sistemas. Cientficos chinos han evaluado la capacidad de carga de sistemas de agua dulce y el Ministerio de Recursos ha enfatizado la importancia de una metodologa cientficamente rigurosa para determinar la adjudicacin apropiada y sostenible y el uso del agua de las cuencas hidrogrficas y ha criticado algunas decisiones sobre la resolucin de conflictos entre distintos actores.
el riesgo y decidi analizar su viabilidad y los potenciales beneficios que una planta de generacin de energa elctrica podra brindar a una empresa La ciudad de Bogot, capital de Colombia, se que se slo se responsabiliza de la distribucin y traabastece de tres fuentes principales de agua: Tibi- tamiento del agua. sta fue una primera gran toc, La Regadera y el Parque Natural Nacional Chin- oportunidad para iniciar la planificacin integragaza. Chingaza es la ltima de las fuentes aadidas da de agua y energa y promover eficiencias en la a la provisin de agua de Bogot, dada la crecien- generacin de agua y de electricidad en Colombia. te demanda de la poblacin. El sistema de Chingaza Entre 1995 y 1996 se iniciaron los estudios de est localizado a 50 kilmetros al este de Bogot y viabilidad de la planta de generacin elctrica. La tiene una capacidad de almacenamiento de 325 mi- propuesta era instalar una pequea central de gellones de m3. El agua de Chingaza nace en las neracin en la base del tnel con un equipo de concuencas que protege el Parque Nacional Natural versin hidroelctrica, que pasara por las turbinas Chingaza. El sistema tiene dos embalses: Chuza y de generacin para luego ser tratada en la planta San Rafael, este ltimo con una capacidad de 75 mi- Wiesner y distribuida y almacenada en el sistema llones de m3. El agua del sistema Chingaza es tra- interconectado de la ciudad. tada en una planta que funciona bajo un sistema La generacin elctrica propuesta no estaba de filtracin directa con una capacidad mxima de considerada dentro de los planes de expansin de tratamiento de 14 m3/segundo. Actualmente, la la red elctrica de Colombia, que presionaba por planta est produciendo 8,8 m3/segundo y provee disponer de un mayor campo trmico que a su vez de agua al 70 por ciento de la poblacin de Bogot. generase electricidad relativamente barata, aunque La Empresa del Acueducto y Alcantarillado de con consecuencias ambientales por contaminaBogot, responsable del abastecimiento de agua po- cin poco favorables para Colombia. La propuesta table y tratamiento de aguas servidas de Bogot, ha de Chingaza era entonces una forma de probarle al mantenido las fuentes de agua interconectadas a pas que se puede generar energa limpia en sitios un sistema de provisin y distribucin optimizado. donde no se haba planificado aprovechando una Sin embargo, en 1985, despus de realizar anlisis infraestructura que inicialmente se haba diseade vulnerabilidad del sistema de abastecimiento y do para otros fines, en este caso una mayor distride la infraestructura de agua, concluy que era ne- bucin de agua. Tal y como estaba propuesto, el cesario un embalse adicional que deba ser cons- proyecto permitira una considerable reduccin de truido como parte del sistema de Chingaza para gases de efecto invernadero, reemplazando algunas asegurar abastecimiento adecuado de plantas trmicas propuestas en el plan agua potable para la ciudad. Para cum- El proyecto de expansin de la red elctrica coplir con este requisito, los embalses de colombiano lombiana. Para su aprobacin era cuesSan Rafael y Chuza fueron construidos tin de demostrar que los beneficios fide Chingaza pero se requera adems aadir al sisnancieros que reportaba el proyecto tema un tnel conductor adicional demuestra eran mayores que los costes. que es posible que fue construido en un tramo en La viabilidad del proyecto tena pendiente del sistema con una longi- generar que ser probada. Esta fase fue crtica patud de 2,5 kilmetros. ra los escpticos y para los acostumenerga limpia En 1995, cuando el embalse de aprovechando brados a gestionar slo un tipo de reSan Rafael estaba siendo construido, a curso. En el estudio previo, iniciado infraestructuras en 1995, se analizaron principalmente la empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogot (EAAB) se le presen- construidas para los costes y beneficios que el proyecto t la posibilidad de aadir al sistema el suministro brindara. Al tiempo de iniciar las estiun generador de energa elctrica de de agua potable maciones tcnicas y econmicas, varios pequea capacidad al pie del tnel. diseos y escenarios econmicos fueEsta propuesta, fuera de lo comn, tuvo que ser ron analizados por la EAAB para evaluar la viabianalizada exhaustivamente y sortear una serie de lidad del proyecto. Las estimaciones iniciales indiobstculos polticos e institucionales. Hasta en- caban que el proyecto podra proveer una tasa intonces la EAAB no haba emprendido proyectos de terna de retorno de entre el 12 y el 18 por ciento, electricidad no es su responsabilidad ni se haban dependiendo de las posibilidades de financiaconsiderado oportunidades de este estilo para los miento y de cmo el rgimen de impuestos afecsistemas de Tibitoc ni de La Regadera. Aunque ini- taba a cada una de las posibilidades. cialmente hubo oposicin poltica, la EAAB asumi Los factores principales que influyeron en la
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Santa Ana, energa, agua, reduccin de emisiones nocivas y proteccin de la biodiversidad en Colombia
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en el servicio. Este patrn de mejoras contribuy a una reduccin a largo plazo de la disponibilidad de agua procedente de la estacin de generacin de Santa Ana, reduciendo la produccin de electricidad esperada por ao en un 45 por ciento. La combinacin de la reduccin del precio de la electricidad y la disminucin de ms de la mitad de los flujos de agua se convirtieron en barreras casi insalvables para el proyecto. Con la reduccin de flujos el precio necesario para que el proyecto fuera equilibrado era de 0,06 dlares/kWh, un precio mucho mayor al que se estaba experimentando luego de la desregulacin del mercado en 1998 que fluctuaba entre los 0,02 y los 0,025 dlares/kWh. Con este escenario, la tasa interna de retorno del proyecto cay a un 8.09 por ciento.9 La EAAB y el Ministerio del Ambiente de CoEN 1997 EL MERCADO DE LA ELECTRICIDAD en Colomlombia empezaron a considerar la posibilidad de bia fue privatizado y obviamente esta apertura proponer el proyecto de Santa Ana al Mecanismo afect los precios y las tendencias del mercado de de Desarrollo Limpio de la Convencin de las la electricidad. El precio evaluado en 1997 para el Naciones Unidas de Cambio Climtico. El proyecproyecto de Santa Ana fue de 0,02dlares/kWh, lo to generara electricidad limpia, reduciendo la que haca al proyecto financieramente inviable. emisin de gases de efecto invernadero en una canAunque el sistema abierto de mercado permita tidad estimada de 206.424 toneladas de CO2 en que se generaran eficiencias derivadas del sistema diez aos, junto a una produccin de 47.000 MWh anuales. La viabilidad del proyecto de competencia y un decrecimiento fue reconocida por parte del Mecasignificativo en el precio de la electri- La planificacin integrada de nismo de Desarrollo Limpio (MDL). cidad a nivel nacional, esta tendencia tambin favoreca el aumento de la recursos permite Los crditos generados por la reduccin de emisiones podran ser vendienerga trmica, siendo Colombia un identificar dos en el mercado de crditos de carpas productor de petrleo, generando oportunidades bono y generar as un ingreso adiadems una mayor emisin de gases de mejora de la cional a la EAAB. de efecto invernadero. Se plantearon varios escenarios No slo los precios de la electrici- calidad social y dad cayeron a la mitad de lo previsto ambiental que no para definir la viabilidad econmica del proyecto, entre ellos la posibilidad en el estudio de viabilidad, sino que se contemplan de vender los crditos generados en el tambin la introduccin de una serie en los procesos mercado del carbono impulsado por de programas propuestos por la EAAB tradicionales el Protocolo de Kyoto. Una vez que los para aumentar la eficiencia afect an ms a la consecucin del proyecto. Entre 1995 mercados desregulados empezaron a equilibrarse, y 2000, la EAAB increment significativamente la se evidenci en Colombia una tasa media de pago tarifa de uso de agua, implement nuevas tecno- por kWh a nivel industrial entre el 0,04 y 0,05 dlogas para controlar la presin en las caeras y lle- lares, mientras que a nivel residencial se mantuvo v a cabo un programa masivo de educacin. Estos entre 0,025 y 0,020 dlares.10 Con esta tendencia programas dieron como resultado una reduccin de precios se realizaron varios escenarios para de la tendencia del consumo de agua en Bogot. Al identificar la tasa interna de retorno del proyecto mismo tiempo que esta reduccin ocurra, la com- si se vendan los crditos de reduccin de emisiopaa redujo las filtraciones y aument la cober- nes. Utilizando un precio promedio de 0,035 dtura del sistema, la calidad del agua y la confianza lares/kWh se analizaron escenarios con precios de
8 Estudio de Prefactibilidad de la Construccin del Tnel Alterno de Usaqun y la Central Hidroelctrica de Santa Ana. Volumen II. EAAB, octubre de 1995. 9 CAEMA. 2000. CMD-SSC-PDD Versin 2. 106 VANGUARDIA | DOSSIER
viabilidad financiera del proyecto fue el precio esperado de la venta de la electricidad y la disponibilidad de flujos hidrulicos que permitieran la materializacin del proyecto en el largo plazo. El anlisis de precios se hizo en base al comportamiento del mercado energtico en Colombia, un mercado en aquel momento regulado. Las evaluaciones iniciales del proyecto propuesto indicaban que se requerira un precio mnimo de 0,04 dlares/kWh de la energa generada y vendida.8 En 1995, los precios de la electricidad en Colombia se determinaban por los contratos privados y por un sistema abierto de mercado. Con ese sistema, los precios esperados eran de un mnimo de 0,04 dlares/kWh. Con este precio, los estudios indicaban entonces que el proyecto era una inversin factible.
crditos a 4, 8, 12 y 16 dlares y se identificaron tasas internas de retorno de 0,15, 0,72, 1,28 y 1,84 por ciento, respectivamente.
A PESAR DE QUE LAS TASAS internas de retorno no eran tan altas como las inicialmente esperadas, el proyecto lograra una serie de beneficios adicionales que no haban podido ser contabilizados en el estudio de viabilidad. ste era el primer proyecto unilateral presentado al MDL de Colombia y eso situaba a la EAAB en una posicin de vanguardia y liderazgo. Adicionalmente, el ofrecimiento de que un segmento de la venta de los crditos de reduccin de emisiones seran destinados a apoyar la gestin y restauracin de las cuencas del Parque Nacional Natural Chingaza, evidenciaba la buena voluntad poltica de la EAAB y le reportaba una buena imagen pblica. La decisin poltica de invertir en un proyecto que tradicionalmente hubiera sido descartado por su bajo rendimiento econmico, demostr que hay una serie de beneficios adicionales que pueden ser generados y que no necesariamente estn siendo tenidos en cuenta en los sistemas de viabilidad convencionales. El proyecto fue aprobado por el Ministerio del Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial en 2003, que recomend el proyecto al consejo del MDL, describindolo como un proyecto que contribuye al desarrollo sostenible del pas reduciendo la generacin de gases de efecto invernadero y apoyando la gestin de reas protegidas claves que asegurarn el constante abastecimiento de agua para Bogot. El proyecto fue registrado y aprobado por el consejo del MDL el 11 de mayo de 2006, registrando una reduccin fija de diez aos de 206.420 toneladas mtricas de CO2. 11 Los crditos generados sern puestos a la venta en el mercado del carbono a finales de este mismo ao y, a partir de la venta de los crditos, Chingaza recibir ingresos que permitirn una mejor gestin de su biodiversidad y la proteccin de las cuencas que abastecen de agua a Caracas.
Conclusin
Sin lugar a dudas la planificacin integrada de recursos permite generar eficiencias, reducir desperdicios e incrementar los beneficios de proyectos que de otra manera se desarrollaran aisladamente. El bloqueo de los beneficios cuando se planifican proyectos de generacin elctrica y de agua es de particular inters por los beneficios ambientales y sociales que generan. La articulacin de medidas polticas, de regulacin de mercado y de eficiencia es un paso importante para evitar el desperdicio de recursos y permitir usos ms sostenibles. Sin embargo, se ha comprobado que esto no es suficiente. Cuando los proyectos son planificados de una manera integrada, identificando oportunidades que por barreras institucionales y polticas no haban sido salvadas antes, se pueden obtener beneficios no calculados previamente y que permiten una gestin de los recursos ms eficiente y generan un significativo ahorro financiero.
EL CASO DE CALIFORNIA nos demuestra que los cambios de regulacin no son suficientes y que cuando se planifica integradamente se generan importantes beneficios adicionales. La reduccin de emisiones de California como resultado de su sistema de planificacin integrada constituye un ejemplo para el mundo que ojal sea imitado por otros estados en la Unin. El gran crecimiento econmico en China representa grandes amenazas para el sistema hdrico del pas y para su gran biodiversidad acutica. Sin embargo, tambin presenta grandes oportunidades para generar energa y proveer agua aprovechando la tecnologa, mejorando la eficiencia y protegiendo estos recursos nicos que el pas todava tiene. La planificacin integrada de recursos permitir que el galopante desarrollo econmico chino obtenga beneficios econmicos que se traducirn en beneficios sociales y ambientales, permitiendo el desarrollo sostenible de la poblacin. En el caso colombiano queda claro que las externalidades ambientales po-
http://cdm.unfccc.int/UserManagement/Fi leStorage/66WE2MUMVWKQQUWUJREQJ NUYJOKKIO. 10 Consultores Unidos. Contrato 044 de 2001 UPME. Anlisis comparativo internacional de pre-
sitivas no fueron identificadas inicialmente cuando el proyecto de Santa Ana fue planificado. La posibilidad de generar energa a partir de una inversin de expansin del sistema de distribucin de agua fue considerada inicialmente como un experimento de generacin de ingresos para la Empresa del Acueducto y Alcantarillado de Bogot, que no estaba acostumbrada a pensar en energa cuando su responsabilidad nica era la provisin de agua. Sin embargo, la posibilidad de generar energa limpia, reducir la emisin de gases con efecto invernadero y aprovechar la infraestructura instalada para la expansin del sistema de distribucin y tratamiento de agua, fueron consideraciones que permitieron que un proyecto que tradicionalmente habra sido eliminado por su baja tasa interna de retorno, fuera aprobado por todos los beneficios ambientales, sociales y de imagen que produca. El proyecto no slo fue aceptado por el Consejo del Mecanismo de Desarrollo Limpio de la Convencin de Cambio Climtico de las Naciones Unidas, sino que es adems un puntal importante para la sostenibilidad financiera de una importante rea patrimonial de Colombia, el Parque Natural Nacional Chingaza, que protege adems la importante biodiversidad de la zona interandina de Colombia y que proporciona tambin el agua que recibe el 70 por ciento de los bogotanos. La planificacin integrada de recursos, particularmente de agua y energa, permite identificar oportunidades que en sistemas de planificacin tradicional se pierden, evitando lograr mayor eficiencia, reducir los desechos y mejorar la calidad social y ambiental de los proyectos. Un mayor apoyo poltico a estos procesos de planificacin integrada permitir que en el futuro, los responsables de tomar decisiones sobre un proyecto econmico analicen antes todas las opciones posibles, pensando en mltiples sectores, reduciendo los costes y los riesgos de aplicacin y logrando un verdadero desarrollo sostenible para la poblacin donde se desarrolla y para el planeta.
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Espaa un debate sobre gestin de aguas sumamente interesante; quizs el ms intenso y extenso jams realizado en Europa e incluso a nivel mundial. La reaccin frente al Plan Hidrolgico Nacional del anterior Gobierno, con sus ms de 130 grandes embalses y sus controvertidos trasvases del Ebro, marc un hito histrico de movilizacin ciudadana. Este movimiento por la Nueva Cultura del Agua, de hecho, ha suscitado un debate similar al que se produjo en Estados Unidos en los aos 70, y que culmin en los 80 con el veto presidencial de la Hit List. Un veto que bloque una oleada de grandes obras hidrulicas, que inclua trasvases a 2000 kilmetros de distancia, desde el estado de Washington hasta Los ngeles. Pero ms all del milln largo de ciudadanos que salieron a la calle entre 2001 y 2002, lo ms trascendental ha sido, a mi entender, el alma que ha dado vida a ese movimiento bajo el lema de la Nueva Cultura del Agua. Un alma que pone nfasis en la necesidad de nuevos valores y nuevas actitudes ciudadanas, ms all de nuevas polticas e instituciones. Hace un siglo, Joaqun Costa plante, con acierto, la necesidad de regenerar la funcin pblica, tomando como eje central la gestin de aguas. Eran tiempos de pujanza de las ideas liberales. Sin embargo, bajo la misma lgica que propugnaba expropiar tierras de la iglesia y de la nobleza para dinamizar su productividad en manos de la burguesa, la iniciativa privada fracas en promover grandes obras hidrulicas. Las inversiones precisas para hacer las grandes presas que la ingeniera hidrulica estaba en condiciones de realizar eran demasiado elevadas y los plazos de amortizacin demasiado dilatados. En estas circunstancias, Costa acert al plantear la necesidad de recuperar, desde la modernidad, el viejo derecho romano, que consideraba el agua como res pblica. Se trataba de que el Estado, desde su capacidad financiera, asumiera el reto de dominar los ros para poner sus aguas al servicio del desarrollo agrario e industrial. En nombre del inters general se centraba de impulsar el desarrollo econmico y social que otros pases haban sabido levantar con dcadas de antelacin. Ya en 1902, se aprob en Espaa el Plan Nacional de Aprovechamientos Hidrulicos, un plan pionero a nivel mundial, por su envergadura. En 1926 se cre la Confederacin Hidrogrfica del Ebro, la primera institucin de gestin
a nivel de cuenca en el mundo. Desde entonces, las confederaciones, junto a la Direccin General de Obras Hidrulicas, constituyeron una potente estructura que se ha mantenido vigente, por encima de regmenes y del color poltico de los diversos gobiernos, a lo largo de todo el siglo XX. Incluso el franquismo entendi el inters de resucitar a Costa para promover el hidropopulismo que le caracteriz. Eso s, bajo nuevos argumentos autrquicos de corte fascista y desde un enfoque del inters general cada vez ms sesgado hacia los intereses empresariales de las familias del rgimen. El enfoque productivista de Costa ha marcado nuestra historia a lo largo del siglo XX, promoviendo ingentes esfuerzos en materia de ingeniera civil. Hoy, ms de 1.300 grandes presas, con una capacidad de unos 53.000 millones de metros cbicos, hacen de Espaa el pas del mundo con ms presas por habitante y por kilmetro cuadrado. Sin embargo, ya a finales de los aos 60, empezaron a surgir en Estados Unidos las primeras crticas a la construccin de grandes presas. A lo largo de los 70 los argumentos econmicos y ecolgicos acabaran por poner en crisis el modelo en cuestin. El veto presidencial de la Hit List certificara el ocaso de las llamadas estrategias de oferta y abrira nuevos enfoques de gestin basados en estrategias de gestin de la demanda ahorro y mejora en la eficiencia de uso y de conservacin de los ecosistemas acuticos nuestras fbricas naturales de agua. A principios de los 90, Daniel P. Beard, director del Bureau of Reclamation, en su discurso ante la Comisin Internacional de Grandes Presas, en Durban, Sudfrica, deca: El Bureau of Reclamation de Estados Unidos fue creado como un organismo de construccin de obra pblica hidrulica. Los resultados de nuestro trabajo son bien conocidos: las presas de Hoover, Glen Canyon, Grand Coulee y otras fueron construcciones monumentales, motivo de orgullo para nuestro pas y nuestros empleados. Sin embargo, hemos llegado a la conclusin de que debemos efectuar cambios significativos... Nos hemos dado cuenta que los costes de construccin y operatividad de proyectos de gran envergadura no pueden recuperarse... Con el tiempo, la experiencia nos ha dado una apreciacin ms clara sobre sus impactos medioambientales. Fuimos lentos en reconocer estos problemas, y an estamos aprendiendo cun agresivos son y cmo corregirlos Tambin nos hemos dado cuenta de que existen diferentes alternativas para solucionar los problemas de uso del agua, que no implican necesariamente la
La presa Hoover (Black Canyon, entre Nevada y Arizona), en el ro Colorado, forma el mayor lago artificial de Amrica. / XAVIER GUARDANS
construccin de presas. Las alternativas no estructurales son a menudo menos costosas de llevar a cabo y pueden tener un menor impacto ambiental.... El resultado ha sido que la poca de construccin de presas en Estados Unidos ha tocado a su fin. Desgraciadamente, en Espaa, la vigencia de este tipo de estrategias de oferta, basadas en grandes obras bajo masiva subvencin pblica, se ha prolongado hasta nuestros das. Tales enfoques, en sinergia con el modelo de desarrollo imperante y la orfandad de planes de ordenacin territorial razonables, nos han llevado a quebrar los lmites de sostenibilidad de nuestros ecosistemas acuticos, especialmente en el rea mediterrnea.
El anterior Gobierno, lejos de hacer del Plan Hidrolgico Nacional una ocasin para evolucionar hacia nuevos enfoques de modernidad, opt por acelerar la espiral de insostenibilidad. Se trataba de actuar rpido, rpido, ahora o nunca antes de que reaccionara Europa, tal y como dijo el ministro Arias Caete en aquellas testiculares declaraciones ante las cmaras de TV3. El giro en materia de gestin de aguas promovido por el actual Gobierno supone un punto de inflexin similar al que supuso en Estados Unidos el veto de la Hit List, impuesto por el presidente Carter. Este giro, de momento, se ha centrado en derogar los proyectados trasvases del Ebro y en priorizar las modernas tecnologas de desalacin.
Sin embargo, el Gobierno socialista no ha alterado el diagnstico del llamado dficit estructural del litoral mediterrneo y de otras zonas, ni ha cuestionado el modelo de desarrollo imperante y la insostenibilidad de las demandas que genera; cuestin, sin duda, que resulta polticamente complicada. Durante las ltimas dcadas, el crecimiento de demandas especialmente agrarias y urbano-tursticas y la gestin irresponsable de vertidos incluida la contaminacin agraria difusa, han ido agotando o degradando los recursos cercanos. Ello ha motivado la explotacin de nuevas fuentes, a distancias crecientes. Sin embargo, las nuevas tecnologas de membranas semipermeables, aplicadas a la desalacin y regeVANGUARDIA | DOSSIER
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L A G E S T I N D E L AG UA E N E S PA A . D E D N D E V E N I M O S Y A D N D E VA M O S ?
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neracin de caudales, estn ganando la batalla a las tradicionales estrategias hidrulicas basadas en grandes presas y trasvases a gran distancia, especialmente cuando las demandas se sitan en lnea de costa. En este sentido, la opcin asumida por el actual Gobierno al priorizar la desalacin frente a los trasvases del Ebro ofrece ventajas incuestionables: Ofrece aguas de una calidad muy superior (las aguas trasvasables del Ebro superan la salinidad recomendada por la Unin Europea para aguas prepotables); Garantiza produccin y disponibilidad de recursos, incluso en ciclos de sequa (en sequas como la actual, el Ebro no tendra caudales trasvasables, al tratarse de sequas que afectan, cuando menos, al espacio mediterrneo); Permite una mayor flexibilidad y modularidad en las estrategias a desarrollar; Exige un menor consumo energtico por metro cbico (especialmente con las nuevas membranas de baja presin, que implican en torno a 3 kwh/m3 frente a los 4 Kwh que supone llevar un metro cbico desde Tortosa hasta Almera); Resultan costes econmicos claramente inferiores (en torno a 0,45 euros/m3, mientras que trasvasar caudales hasta Almera hubiera supuesto del orden de 1,5 euros/m3). Sigue pendiente, sin embargo, el reto de priorizar definitivamente estrategias sostenibles basadas en reducir el consumo asumiendo nuevos enfoques de gestin de la demanda, en coherencia con la Directiva Marco de Aguas. Dicha directiva, aprobada a finales de 2000, supone un nuevo marco legal para todos los pases de la UE, que debemos desarrollar progresivamente, hasta culminar el proceso en 2015. An as, no debe subestimarse la trascendencia y el valor de los cambios promovidos por la ministra Pilar Narbona que, a mi entender, deben considerarse como histricos. Aunque el camino promete estar plagado de contradicciones, los cambios en curso no pueden sino profundizarse y consagrarse en el futuro. Difcilmente la historia dar marcha atrs, sea cual sea el resultado de futuras elecciones. De la misma forma que no se dio marcha atrs en Estados Unidos al ya mencionado veto del presidente Jimmy Carter cuando gan las elecciones el Partido Republicano. Desgraciadamente, la actitud del Partido Popular, anclado en el pasado, est retrasando los verdaderos debates pendientes y los retos que exige la directiva marco: 1) Recuperar el buen estado de ros, humedales, lagos y acuferos. 2) Promover la responsabilidad y la eficiencia mediante estrategias de gestin de la demanda que impongan la recuperacin ntegra de costes. 3) Disear y aplicar planes de ordenacin territorial y urbanstica sostenibles. Se trata, en definitiva, de asumir el ineludible reto de poner en prctica la Directiva Marco de Aguas, que implica, ante todo, pasar de los tradicionales enfoques de gestin de recurso a modernos enfoques de gestin ecosistmica. Al igual que hoy entendemos que un bosque no puede ser gestionado como un simple almacn de madera y asumimos pasar de hacer poltica maderera a hacer polticas forestales sostenibles, se trata de entender que los ros y los eco110 VANGUARDIA | DOSSIER
sistemas acuticos son mucho ms que simples canales o depsitos de H2O. Desde este nuevo enfoque ecosistmico, el objetivo central de la directiva no es otro que recuperar y conservar el buen estado ecolgico de los ecosistemas hdricos. Muchos entienden este objetivo como un exceso de radicalidad ecolgica; sin embargo, la razones que han llevado a disear este tipo de enfoques, tanto en la Unin Europea como en Estados Unidos, estn el pragmatismo economicista anglosajn. Desde este pragmatismo econmico, se entiende que es interesante cuidar con esmero a la gallina, y no tanto por amor al animal sino por el inters de recoger los huevos de oro que pone cada maana Al igual que resulta econmicamente razonable gestionar de forma sostenible el bosque, un ro o un humedal en buen estado ecolgico son sumamente interesantes, desde un punto de vista econmico; mientras que un ro contaminado o un acufero sobreexplotado no slo genera graves problemas sociales y ambientales, sino que acaban provocando desastres econmicos. Por otro lado, la directiva marco propugna pasar, de lo que se conoce como estrategias de oferta, basadas en la sistemtica subvencin pblica de los diversos usos econmicos del agua, a nuevas estrategias de gestin de la demanda, basadas en el principio de recuperacin ntegra de costes. La mayor parte de las demandas de agua estn generadas por usos econmico-productivos; lo que podramos denominar agua-economa o agua-negocio, que poco tiene que ver con esos 30-40 litros por persona y da que ya reconoce la ONU como un derecho humano. En las zonas de desarrollo econmico ms activo, como la costa mediterrnea, los consumos medios se elevan a unos 3.000 litros (tres toneladas) de agua por habitante y da, como ocurre en la comarca de Almera. Decenas de miles de hectreas de regados intensivos bajo plstico o cientos de miles de chalets, con jardines britnicos y campos de golf alrededor generan estos consumos. Apelar en estas condiciones a subvenciones pblicas para esos usos resulta injustificable. En Espaa actualmente disponemos de casi cuatro millones de hectreas de regado, de las que tres cuartas partes son regadas con aguas superficiales bajo masiva subvencin pblica. El coste pagado apenas representa entre el 10 y el 20 por ciento de los costes reales. Y, lo que es ms grave, en la mayor parte de los casos, los regantes pagan por hectrea regada y no por metro cbico consumido, lo que desincentiva el ahorro y la eficiencia. La mayor parte de esas tierras se riegan por inundacin, lo que lleva, con frecuencia, a eficiencias de riego por debajo del 50 por ciento. En las ciudades, aunque las tarifas son ms elevadas, generalmente no llegan al 50 por ciento de los costes totales de un servicio eficiente que incluya el nivel saneamiento que exige la directiva marco. Dependiendo de las ciudades y pueblos, el porcentaje de caudales no facturados suele oscilar entre el 30 y el 50 por ciento, estimndose prdidas en red, en muchos casos, del orden del 30 por ciento. Hablar de escasez en estas condiciones resulta casi un sarcasmo. En todo caso, cuando de usos econmicos se trata, la es-
casez no debera considerarse una tra- bres y desprotegidos: el de los servigedia a evitar a toda costa, sino una rea- cios urbanos de agua y saneamiento. lidad inexorable a gestionar. Todos los En este captulo, al igual que en otros, bienes econmicos son, por definicin, la directiva carece de alma social. Una escasos. Pero eso no es un drama; sim- cuestin tan esencial y controvertida plemente se trata de gestionar la esca- como el reconocimiento del acceso al sez desde la racionalidad econmica. agua potable y al saneamiento bsico Asumir en los usos econmicos del como un derecho humano, luce por su agua el principio de recuperacin de ausencia. Tal vez pueda parecer un costes, que propugna la Directiva problema superado en Espaa, pero Marco de Aguas es, por tanto, impres- ciertamente no lo est a nivel eurocindible si queremos inducir responsa- peo donde, entre los nuevos estados bilidad y eficiencia a todos los niveles. miembros la poblacin desconectada Por ltimo, la directiva marco exi- de redes urbanas fiables llega a superar ge pasar del tradicional enfoque tecno- el 60 por ciento. crtico e ingenieril a nuevos enfoques La presin privatizadora del Banco participativos e interdisciplinares. Ya Mundial y de la Organizacin Mundial no se trata simplemente de gestionar de Comercio est llevando a anorexicaudales, sino de garantizar una ges- zar la funcin pblica en su afn por tin sostenible de los complejos ecosis- abrir nuevos espacios al mercado. Este temas que se vertebran en una cuenca proceso est repercutiendo gravefluvial. Los valores en juego no slo son mente sobre las finanzas municipaeconmicos, sino tambin ambienta- les, llevando a muchos ayuntamientos les, sociales, culturales y emocionales, a vender los muebles, privatizando la y por ello el enfoque de gestin nece- gestin de los servicios pblicos de sariamente debe de ser holstico. agua y saneamiento. De esta forma, Desde esta perspectiva, estamos transformando los actores interesados en la Tres de los a los ciudadanos en gestin de aguas no pueden cuatro millones clientes, en materia de ser slo los beneficiarios de hectreas servicios bsicos esenprincipales, regantes, hidro- de regado ciales. Cuando esos ciuelctricos, polticos y tecndadanos disponen de en Espaa cratas, sino toda la sociedad una buena cuenta coreciben agua en su conjunto. Retomando rriente, quizs el camel smil antes empleado, el subvencionada bio pase inadvertido, pebosque deja de ser cosa de que representa ro cuando se trata de polas empresas madereras para entre el 10 y el blaciones pobres, la 20 % de los transformarse en cuestin cuestin puede llegar a ciudadana. Por ello la direc- costes reales ser grave, como se ha detiva marco insiste en la nemostrado con las rebecesidad de promover nuevas formas de liones provocadas en Amrica Latina gestin basadas en la participacin por estos procesos de privatizacin. ciudadana. Una participacin que, siEn todo caso, lo que est en juego guiendo los principios de la Conven- no es slo garantizar el acceso al agua cin de Aarhus, firmada por Espaa y potable 30-40 litros por persona y da, por la UE, debe de ser proactiva y no li- segn la ONU, como un derecho humitada a simples procesos de infor- mano; lo que sera el derecho, cuando macin pblica, a posteriori, cuando menos, a la fuente pblica, gratuita y ya est todo prcticamente decidido. potable en la plaza. Est en juego el No obstante, en este captulo de la modelo de gestin de estos servicios bparticipacin ciudadana, la directiva sicos para cualquier poblacin. Ms no se atreve a desarrollar un apartado all de esa fuente pblica, est en jueclave en el que todos estamos involu- go el servicio domiciliario de agua y sacrados y que puede llegar a ser vital, es- neamiento, como derecho ciudadano. pecialmente para los sectores ms po- En Espaa como en tantos otros pa-
ses del mundo, han sido muchos los esfuerzos colectivos, para conseguir que todos, ricos y pobres, vivan en el centro o en la periferia, dispongan de agua y saneamiento en su propia casa. Esfuerzos que han perseguido garantizar ese servicio desde tarifas asequibles, y bajo normas que lo aseguren incluso en casos de pobreza e incapacidad de pago. A diferencia de Estados Unidos, donde los derechos ciudadanos tienden a quedar restringidos a los derechos civiles, en Europa hemos considerado necesario incluir como derechos ciudadanos otros derechos socioeconmicos bsicos, como el derecho a la educacin, a la atencin sanitaria bsica o a servicios pblicos como los de agua y saneamiento. Se trata de asumir en el juego valores de equidad y de cohesin ciudadana que difcilmente pueden ser administrados desde la lgica del mercado. Por ello, frente a las formas de gestin pblica actuales, con frecuencia burocrticas e ineficientes, se trata de disear y promover nuevos modelos de gestin pblica participativa. Un siglo despus de Costa, se trata, tal vez, de promover un nuevo proceso de regeneracin de la funcin pblica desde las nuevas perspectivas de modernidad que hemos explicado. Se trata de promover un nuevo enfoque participativo que integre, no slo derechos ciudadanos, sino tambin deberes y responsabilidad ciudadana, asumiendo el reto financiero que supone garantizar servicios urbanos modernos y eficientes. Ello implicar desarrollar el principio de recuperacin ntegra de costes, desde adecuados sistemas tarifarios, como se hace en Holanda o Suiza, pases ejemplares en la materia. En Espaa, donde buena parte de los servicios de agua y saneamiento estn concesionados a grandes empresas privadas en torno al 50 por ciento, est por desarrollar un adecuado sistema de regulacin pblica que garantice las condiciones exigibles como mnimas en el servicio, as como adecuados sistemas tarifarios y condiciones de transparencia que permitan promover el necesario control ciudadano.
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El agua es literalmente vital: sin ella, no hay vida. En la Tierra no falta agua, pero el 97,5 por ciento es agua de mar, no apta para el consumo humano. Y el 2,5 por ciento restante est mal repartido. Primero, porque sus dos terceras partes se encuentran en el hielo de los polos, en los glaciares de las montaas o en las profundidades de la tierra. Y, segundo, porque el 0,4 por ciento restante que est disponible para el consumo tambin est distribuido en el mundo de una forma extraordinariamente desigual. sta es la razn por la que los pueblos cuentan la historia de manera distinta cuando se trata del agua.
EL AGUA EN LA HISTORIA
1 El acueducto de Cesarea, en Israel, fue construido por los romanos en tiempos del rey Herodes (siglo I). El agua canalizada desde unos manantiales
situados a unos nueve kilmetros se distribuia a travs de caeras a varios depsitos pblicos de la ciudad.
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EL AGUA EN L A HISTORIA
EL AGUA EN L A HISTORIA
2 Representacin del dios del agua Enki (o Ea) en una losa del tercer milenio aC hallada en Ur (Mesopotamia). / 2 Escultura en piedra de unos 500 aos de
antigedad de Chachiuhtlique, la diosa del agua de la mitologa azteca. Procede de Mxico. / 3 leo sobre lienzo de Hipcrates (siglos V-IV aC), el mdico griego que consider el agua como uno de los cuatro humores que forman el cuerpo humano y como elemento de la higiene que, junto a la dieta, es necesario para el mantenimiento de la salud. / 4 Dibujo de una mujer sacando agua de un pozo que ilustra el manuscrito carolingio De universo (siglo IX), la enciclopedia del arzobispo de Maguncia Rabano Mauro. / 5 Detalle central (pescateras y mujer bebiendo de un pozal) del leo sobre tabla de Pieter Brueghel (1525-1569) La lucha
entre Carnaval y Cuaresma. / 6 Cuadro del flamenco Franz Hogenberg (1535-1590) con su particular interpretacin del ingenio mecnico ideado por el italiano
Juanelo Turriano para elevar agua del tajo hasta el Alczar de Toledo. El artificio funcion ms de 70 aos, entre 1568 y 1639.
ALGUNOS
PASES,
COMO
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Canad, Austria e Irlanda, tienen mucha ms agua de la que posiblemente utilizan, pero otras regiones, como Australia, el norte de China y Oriente Medio, tienen mucha menos de la que necesitan. Este reparto explica, entre otras cosas, cmo de diferente ha sido la historia de los pueblos con respecto al agua. Los humanos se han asentado histricamente junto a los ros o en torno a las fuentes. Por eso el agua, tanto si la hay como si no, es un elemento tan importante en la historia de la humanidad, ya que sta se ha desarrollado en funcin de si sobraba o faltaba. La mayora de las grandes civilizaciones de la antigedad dependieron de una determinada fuente de agua. Mesopotamia, que en griego significa entre dos ros ufrates y Tigris, fue la cuna de diversos imperios. Los egipcios construyeron su civilizacin en torno al Nilo. Y la civilizacin china se desarroll en las cuencas de los ros Azul (Yangze) y Amarillo (Huang He). El agua no slo es esencial para saciar la sed, sino tambin para el desarrollo de una sociedad, tanto si es agrcola como industrial. El agua ha sido un elemento bsico para el transporte y el comercio, especialmente hasta mediados del siglo XIX. En la era de la exploracin y de los descubrimientos, desde el siglo XV hasta el XVIII, los europeos exploraron todos los ocanos y mares. El agua El agua promovi la fue esencial para idea de que la metrpoli el expansionis- de un imperio caso mo europeo. Y britnico, espaol y fue as hasta el francs deba estar punto de que el agua promovi separado de las la idea de que un colonias por un ocano imperio deba estar separado de la metrpoli por un ocano. sta es la razn por la que los imperios continentales de Estados Unidos y de Rusia han sido histricamente contemplados como algo bien distinto de los imperios espaol, portugus, britnico, holands o francs, que se extendieron por varios continentes y ocanos. El agua, que fue una importante fuente de energa antes de la revolucin industrial, ha seguido siendo indispensable para la industria desde la invencin de la mquina de vapor.
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EL AGUA EN L A HISTORIA
EL AGUA EN L A HISTORIA
Segundo Imperio, cuando la microbiologa empezaba a cambiar los conceptos de higiene pblica. / 9 Cuadro de Bernardo Ferrndiz (1835-1885) del Tribunal de las Aguas de Valencia a principios del siglo XIX, un ejemplo de foro pblico para repartir y gestionar el agua de riego. / 10 El cientfico holands Antoni van Leeuwenhoek (1632-1723), primer bacterilogo gracias a su invento del microscopio, esencial para los posteriores descubrimientos de Pasteur y otros higienistas del siglo XIX. / 11 Las norias hidrulicas, de origen mediooriental son famosas las del ro Orontes, en Siria, se empezaron a construir en la pennsula Ibrica en tiempos de Al-Andalus. Fotografa de La ora, una antigua noria en la huerta murciana. / 12 Litografia coloreada (ao 1844) de un aguatero de Buenos Aires, que reparta el agua de un tonel.
Pero con la revolucin industrial el agua entr en otra fase de la historia. Primero, porque el hombre ha tenido ms medios para intentar controlarla; despus, porque la facilidad con la que entra en nuestros domicilios y factoras parece haber convertido al agua en un elemento que es distribuido casi misteriosamente. El primer sistema de suministro de agua a una poblacin entera se instal en 1804 en la ciudad escocesa de Paisley. Tres aos despus, el agua, filtrada rudimentariamente, fue suministrada a la ciudad de Glasgow. Y en 1806, una primera planta de tratamiento de agua comenz a operar en Hasta principios Pars. El bombeo se haca por medio del siglo XIX no del tiro de caballos. No sera hasta la se desarrollaron dcada de 1870 cuando los doctores Robert Koch y Joseph Lister demosen Europa los traron que los microorganismos exissistemas de tentes en las redes de suministro podistribucin de dan provocar enfermedades. agua corriente La guerra de secesin norteay a partir de la mericana paraliz las investigaciones sobre el tratamiento del agua, pesegunda mitad ro, una vez acabado el conflicto, se aplicaron Estados Unidos se convirti en la polos controles bacteriolgicos tencia lder en la materia. En 1914, el Departamento del Tesoro estableci por primera vez el nivel de control bacteriolgico para un sistema de distribucin urbano del agua. Los continuos avances en el control de la calidad del agua potable ilustra la capacidad del hombre para mejorar sus condiciones de vida. Otra forma de demostrar este avance ha sido el esfuerzo por controlar el agua, tanto con la construccin de canales como de presas. La Unin Sovitica destac en este sentido en la dcada de 1930; los esfuerzos soviticos ilustraron su capacidad para modificar el curso de los ros, pero, al mismo tiempo, tambin dieron pie a enormes despropsitos. La China posmaosta, una vez abierta a la economa de mercado, ha tomado ahora el relevo en los intentos de domesticar el agua.
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13 13 Vista de la gran presa de las Tres Gargantas sobre el ro Yangze (Azul). Una vez concluida ser la central hidroelctrica ms potente del mundo y suministrar casi
una tercera parte de la energa elctrica que consume China. La presa tendr 2.309 metros de longitud y 185 metros de altura.
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El agua no es un componente inerte. Tiene su propia dinmica expresada en un sistema de circulacin a escala planetaria impulsado por la energa del sol. Es el denominado ciclo del agua a travs del cual pasa de la forma lquida a vapor atmosfrico y retorna a la superficie en forma de precipitacin. Particularmente, los seres humanos hemos ido introduciendo modificaciones en este ciclo a base de restar cantidades cada vez ms elevadas de lquido y aadir aguas utilizadas. El resultado ha sido una degradacin de las calidades del agua, problema que hace necesaria una racionalizacin de la disponibilidad y de sus usos y el impulso del desarrollo de tecnologas con el fin de restablecer las calidades perdidas. El libro ofrece la visin global de estos aspectos y permite al lector hacerse una idea clara y completa de qu es realmente el agua, cmo acta, cules son las calidades requeridas en cada uno de los numerosos usos, cmo obtenerlas y qu medidas tomar para preservarlas.
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El agua en Espaa
Propuestas de futuro
PEDRO ARROJO, PREMIO GOLDMAN 2003 (COORDINADOR). EDICIONES DEL ORIENTE Y DEL MEDITERRNEO
El libro presenta las propuestas de un selecto grupo de especialistas (Federico Aguilera, Pedro Arrojo, Ana Barreira, Jos Carlos Genovs, Abel Lacalle, Manuel R. Llamas Madurga, Francisco J. Martnez Gil, Leandro del Moral, Mara Teresa Prez Picazo, Amelia Prez Zabaleta). En el documento se expone la nueva cultura del agua dentro de las tendencias mundiales, la crisis de la poltica hidrolgica tradicional y el nuevo marco jurdico europeo dibujado en la Directiva Marco de Aguas. Se hace una revisin de los nuevos enfoques econmicos y de la ordenacin territorial, de la reforma institucional y del reto educativo. Llegado el momento en que la poltica de grandes presas y trasvases toca a su fin, los retos del desarrollo sostenible y la racionalidad econmica exigen priorizar nuevas estrategias de gestin de la demanda que fomenten la eficiencia y el ahorro, y la recuperacin de la calidad de nuestras aguas.
para aproximarse a uno de los problemas mayores del siglo XXI en el mundo, pero tambin en Espaa, donde la batalla por el agua ser una de las principales fuentes de conflicto y controversias durante los prximos aos. Como afirma Pedro Arrojo en el
eplogo, es necesaria una profunda reforma de la gestin pblica del agua, reforzando la transparencia y la participacin ciudadana, desde una perspectiva del inters general basado en nuevos valores de equidad y sostenibilidad. Identificar y gestionar los valores ticos, sociales y ambientales en juego desde el paradigma de la sostenibilidad, exige un cambio cultural. El mercado, como eje de la gestin de las aguas y los ros, resulta inconsistente para gestionar tales valores al ser insensible a ellos. Asumir ese cambio exige una profunda reforma de la gestin pblica del agua, reforzando la transparencia y la participacin ciudadana.
preocupacin lograr un uso ms eficiente del agua. Las polticas del agua desarrolladas en el siglo XX han apuntado hacia un modelo de gestin hidrolgica centrado en la oferta, aumentando las disponibilidades del recurso mediante la realizacin de grandes inversiones pblicas. Un nuevo enfoque centra su atencin tanto en en el aumento de la oferta como en la gestin de la demanda, con una asignacin ms eficiente de los recursos, en la introduccin de mecanismos que incentivan el ahorro y en el uso de tecnologas menos intensivas del agua. Una consecuencia deducida por los economistas es que los precios que pagan los consumidores por el agua deben reflejar cada vez ms su coste real.
precio del agua que refleje la escasez. Para poder avanzar en los estudios coste-beneficio en ausencia de incentivos en forma de precios, los economistas han desarrollado unos mtodos de no mercado para evaluar los beneficios econmicos. El uso del agua en la agricultura, o en la industria, o el uso domstico, y en general los usos pblicos, pueden ser evaluados con la aplicacin de mtodos de no mercado, en un marco conceptual que mide el beneficio pblico que se obtiene, por ejemplo, al mejorar la calidad del agua, los usos recreativos o la reduccin de un riesgo de inundacin.
profesionales en activo. Inicialmente dedicado a los procesos fisicoqumicos y biolgicos de fangos activos y digestores, las progresivas ediciones han incorporado material de primera mano para entender y disear procesos biolgicos avanzados de eliminacin de nitrgeno y fsforo, y cmo tratar el agua para su reutilizacin. El volumen de material incorporado ha obligado a editar el manual en dos partes, como ya ocurra con la edicin espaola.
el informe tambin seala que sin la voluntad poltica de los pases afectados, seguir siendo ineficaz tanto la legislacin actual como la futura.
Wastewater Engineering
Treatment and Reuse
REORGE TCHOBANOGLOUS,
ASHGATE PUBLISHING
El agua es escasa y sin embargo sigue siendo asignada a usos que no son prioritarios, mientras que se presta indecuada atencin a los usos ambientales. Una de las razones es que no hay
Siguiendo la tradicin del libro de Metcalf and Eddy, cuya ltima edicin en castellano (Ingeniera de aguas residuales. Tratamiento, vertido y reutilizacin) se remonta al ao 1995, este libro se mantiene como un clsico acadmico que ha alimentado a muchas generaciones de estudiantes de aguas residuales, pero que a la vez actualiza el conocimiento de los
Las disputas por los recursos acuticos son cada vez ms fuente de conflictos internacionales. Las ciencias sociales y las tcnicas de gestin de conflictos pueden ayudar a encontrar soluciones equitativas en las disputas por los recursos. Mezclando teora y prctica, el libro facilita discusiones tericas detalladas y estudios empricos sobre diferents sistemas fluviales en todo el mundo, poniendo de manifiesto las posibilidades de cooperacin. El libro es un compendio de 21 trabajos originales combinados en un texto razonando las implicaciones y resoluciones
El informe hace una presentacin de los problemas existentes y emergentes, tanto de mbito regional como el perfil de cada uno de los pases del Mediterrneo (las 22 partes contratantes del Convenio de Barcelona). Adems de la contaminacin originada en las actividades en tierra y la pesca, el informe examina tambin los nuevos riesgos para el ecosistema de la regin. Entre stos figura la rpida expansin de la acuicultura el cultivo de marisco y pescado, la introduccin de nuevas especies y las continuas invasiones biolgicas de algas dainas. El mayor problema de los pases del Mediterrneo meridional y oriental es consecuencia del tratamiento inadecuado de las aguas residuales urbanas, un problema exacerbado por el incremento del turismo. Segn el informe, en los pases septentrionales el principal problema es la contaminacin por vertidos de productos qumicos. En el informe se pone de manifiesto que son precisas medidas legales ms severas para luchar contra los retos medioambientales existentes en la regin mediterrnea. Sin embargo,
prolongadas o recurrentes pueden contribuir a la desertizacin en zonas caracterizadas por sobreexplotacin de los recursos hdricos disponibles. Las sequas han influido sobremanera en algunas zonas de Europa; entre sus efectos principales se incluyen problemas de abastecimiento de agua, restricciones y deterioro de la calidad, prdida de cosechas y ganado, y contaminacin de los ecosistemas de agua dulce.
Los problemas que plantean los recursos hdricos se deben a que el agua dista mucho de estar bien repartida en el tiempo y en el espacio. Este informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente y su Centro Temtico sobre Aguas Continentales realiza una evaluacin de los acontecimientos hidrolgicos extremos, en particular las sequas e inundaciones, en relacin con los recursos del agua en Europa. Las inundaciones son el desastre natural ms comn en Europa y, en trminos econmicos, los ms costosos. La modificacin del rgimen hidrolgico por el hombre en cuencas, canales fluviales y llanuras aluviales puede afectar de manera importante al alcance y la duracin de las inundaciones. Por otra parte, las sequas
El Programa Mundial de Evaluacin de los Recursos Hdricos (WWAP, World Water Asessment Programme) fue creado en el ao 2000 para desarrollar instrumentos y competencias necesarios para mejorar la comprensin de los procesos fundamentales, las prcticas de gestin y las polticas que contribuirn a mejorar la gestin integral del agua dulce. Uno de los pilares del WWAP es el Segundo Informe mundial de las Naciones Unidas sobre el desarrollo de los recursos hdricos (WWDR), creado a iniciativa de 24 agencias y organismos de la ONU. El resumen en ingls se puede adquirir o descargar desde http://www.unesco.org/water /wwap/wwdr/ y en cataln desde http://www. unescocat. org/ct/ docs/resumexecutiu WWDR2.pdf
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otros libros
La sequa
J. G. BALLARD. MINOTAURO. 2000
Escrita en 1965, esta novela del prestigioso autor de ciencia ficcin britnico James Graham Ballard (Shangai, 1930) sorprende por su capacidad premonitoria sobre un problema que si hoy es evidente, no lo era tanto en la dcada de los 60. El punto de partida de la trama del libro es tan sencillo como demoledor: el mar est tan contaminado que una permanente capa de polucin impide el proceso natural de evaporacin del agua, lo cual genera una terrible sequa a nivel mundial. Esta situacin obliga a la poblacin a hacinarse alrededor de las plantas de desalinizacin, nica manera viable de obtener agua apta para el consumo humano. Ballard analiza cmo un cambio en las condiciones naturales del planeta genera un cambio de grandes proporciones del orden social. En una novela anterior, escrita en
1962, El mundo sumergido tambin publicada por la editorial Minotauro planteaba el problema justamente contrario: el aumento del nivel de los ocanos provoca que todas las zonas costeras queden inundadas, lo cual genera masivos movimientos migratorios hacia las zonas que permanecen por encima del nivel del mar. Y el cambio climtico que produce la nueva situacin provoca la aparicin de nuevas especies de la fauna y flora. Aunque en este caso no es la mano del hombre la que produce el desastre ecolgico, sino unas fluctuaciones de la radiacin solar, que funden los hielos polares. Ambas novelas, de la etapa primeriza del autor, son una buena muestra de su visin apocalptica del futuro, que en obras posteriores como Crash, La isla de cemento o Rascacielos, se centrara en las sociedades urbanas dominadas por la falta de sentimientos y esperanza.
le apasiona: el agua, concretamente cmo desalinizar agua marina para convertirla en apta para el consumo humano. La preocupacin por la escasez de este recurso en muchas zonas del planeta, entre ellas el sur de Espaa y las islas Canarias, le ha llevado a convertirse en inventor e intentar poner en marcha su idea de planta para potabilizar el agua marina. En este libro autobiogrfico el autor relata la aventura de hacer realidad su sueo de convertir el agua salada en agua dulce. VzquezFigueroa, que ha creado en sus novelas trepidantes aventuras, recrea aqu una aventura real, la de su lucha por sacar agua potable de los ocanos.
Amrica ms msera, en la que los granjeros pobres son explotados como mano de obra barata. Y es el agua, su carencia en ciertas zonas y su abundancia en otras, la que genera una migacin masiva y una compleja situacin social en una poca de crisis econmica. El agua tiene una importancia capital en la distribucin geogrfica de la poblacin y de la riqueza de un pas, en este caso Estados Unidos. Adaptada al cine con admirable fuerza por John Ford, esta novela es el retrato de una miseria social en la que el agua desempea un papel indiscutible.
enfrentado a las escurridizas truchas; en este caso el agua es el medio en el que vive el alimento buscado por el hombre para asegurarse su subsistencia. La naturaleza tiene una gran relevancia en la literatura de Hemingway, cuyos personajes se enfrentan a ella y disfrutan de ella, ya que es a un tiempo amiga y enemiga.
Caas y barro
El valenciano Vicente Blasco Ibez, el escritor espaol de mayor xito internacional de su poca, describi su tierra natal en varias novelas de carcter costumbrista. Caas y barro, una de las ms conocidas, es un amplio fresco social centrado en la zona de la Albufera. El autor retrata una sociedad que vive en una zona de singular geografa, en la que el agua es un recurso vital, alrededor del cual gira toda la actividad social y econmica. Un ecosistema cerrado, que da lugar a unas formas de subsistencia muy particulares.
VICENTE BLASCO IBEZ. ESPASA CALPE. 1998
La Tierra herida
MIGUEL DELIBES Y MIGUEL DELIBES DE CASTRO. DESTINO. 2005
naturaleza y se sirve de ellas; el ro es el medio de transporte para bajar los troncos talados desde las altas montaas a los valles. Junto a los protagonistas y sus vicisitudes, la naturaleza es el otro personaje importante de la novela, en este caso el omnipresente ro alrededor del cual gira la vida de los gancheros.
Escrita en 1961, esta novela de Jos Luis Sampedro (Barcelona, 1917) es una narracin de corte realista sobre los gancheros, un duro oficio ya perdido en el tiempo, que reuna a una cuadrilla de hombres que bajaban los troncos cortados en los bosques ro abajo hasta las serreras. En la novela, el recorrido de los gancheros les lleva desde el alto Tajo hasta las riberas de Aranjuez, en un descenso repleto de peligros. El hombre se enfrenta a las fuerzas de la
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El quinto da
FRANK SCHTZING. PLANETA. 2006
Esta voluminosa novela alemana de reciente publicacin y escrita por un autor poco conocido, Frank
Schtzing (Colonia, 1957), llega a Espaa precedida por los ecos del enorme xito obtenido en su pas de origen, con ms de dos millones de ejemplares vendidos. Con un tono muy cercano a los best sellers anglosajones al uso, la novela plantea cmo la mano del hombre puede desestabilizar el ecosistema y provocar una catstrofe de consecuencias inimaginables. En diversas partes del mundo empiezan a sucederse extraos sucesos vinculados con el mar: desaparecen pescadores, aparecen nuevos organismos que colonizan kilmetros y kilmetros del fondo marino, las ballenas muestran sorprendentes cambios de comportamiento El protagonista de la novela, un bilogo marino, sospecha que esta sucesin de enigmticos acontecimientos no es mera coincidencia y que los malos hbitos del ser humano y la excesiva polucin del mar estn
provocando cambios que pueden conducir a un cataclismo. El resultado es un ameno thriller ecolgico, que pretende dar la voz de alarma sobre la abusiva contaminacin de los ocanos.
El agua prometida
ALBERTO VZQUEZ-FIGUEROA. NUEVAS EDICIONES DE BOLSILLO. 2002
El canario Alberto VzquezFigueroa lleva varias dcadas escribiendo a un ritmo infatigable best sellers de aventuras que en no pocos casos acaban adaptados al cine. Peo adems de la literatura, hay otro tema que
Publicada en 1939 y galardonada con el Premio Pulitzer, esta clebre novela de John Steinbeck (19021968) est ambientada en el perodo de la Gran Depresin. La sequa obliga a la familia protagonista a dejar los ridos campos de Oklahoma y emprender un penoso viaje hacia la ms frtil California, donde se necesita gente para recolectar en los regados de la zona. El autor traza un spero retrato social de la
Este volumen de relatos de Hemingway incluye varios cuentos en los que el agua tiene un papel destacado. En El campamento indio por ejemplo, un mdico y su hijo cruzan un lago en direccin a un poblado de indios para atender a un moribundo y a una parturienta; el lago es el centro de la vida en la zona y en sus orillas conviven diversos pueblos, unidos por la necesidad de agua dulce. Mientras que El ro de los dos corazones est protagonizado por un pescador Nick, el nio del anterior cuento, convertido aqu en adulto
Miguel Delibes ha sido un escritor que siempre ha vivido muy cercano a la naturaleza, que en buena parte de sus novelas tiene una presencia muy importante. En este libro el escritor dialoga con su hijo bilogo, tambin muy implicado aunque desde otra ptica en la conservacin de la naturaleza. En este enriquecedor dilogo se habla de muchos de los temas que hoy preocupan a los ecologistas y cada vez ms al comn de los ciudadanos, y entre ellos, claro, aparece el problema del agua. Padre e hijo abordan, huyendo de la fcil demagogia y tratando de apuntar soluciones, la progresiva desertizacin de varias zonas del planeta incluido la parte el sur de la pennsula ibrica que ha dado lugar a situaciones tan dramticas como la prctica desaparicin del mar de Aral. En el libro reflexionan sobre cmo los malos usos de las sociedades humanas pueden generar un desastre ecolgico y cmo los bienes naturales el agua es uno de los ms preciados deben ser preservados para asegurar nuestra supervivencia como especie.
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Humbert Sauper, en una imagen reciente tomada en su apartamento de Pars. / Joel Saget / AFP
LA PESADILLA DE DARWIN. AUSTRIA, 2004. DIRECTOR: HUMBERT SAUPER. DOCUMENTAL.
El lago Victoria, situado en el corazn del frica Negra, es una de las reservas naturales de agua ms importantes de todo el continente. En los ltimos aos el biosistema del lago Victoria se ha visto alterado por la existencia de un animal depredador que ha eliminado la fauna autctona y ha convertido una parte del agua del inmenso lago natural en un ecosistema absolutamente estril, condicionando la economa de todos los pases colindantes. El proceso empez cuando se introdujo en el lago la perca del Nilo, un animal que fue devo-
rando toda la fauna autctona. En el documental, La pesadilla de Darwin, el cineasta austraco Humbert Sauper parte del anlisis del proceso de destruccin de la riqueza pisccola del lago Victoria para acabar desvelando una situacin bastante ms turbia que afecta a la moral de la economa. La cra de la perca se ha convertido en un gran negocio para las empresas que cortan la perca en finos filetes y la exportan a la mayora de mercados europeos, siendo vendida como un exquisito pescado rosado sin espinas de gran valor nutrititivo para los nios. La distribucin y venta de los filetes de perca en Europa no ha hecho ms que incrementar la pobreza de pases como Tanzania. Los
nativos no encuentran pescado para alimentarse en su lago y han de consumir las espinas y despojos que las empresas abandonan. Un pequeo porcentaje de nativos es empleado, cobrando sueldos infrahumanos, en las diversas fbricas de pescado de la zona. La pesadilla de Darwin analiza las consecuencias que el proceso ha generado y acaba planteando una pregunta maliciosa en torno a los sistemas de exportacin del pescado. Sauper se pregunta qu carga llevan de regreso los numerosos aviones que traen las cajas de pescado de Tanzania. La pregunta desvela que tras el comercio de pescado se esconde una red de trfico de armas en los pases africanos.
lcula cuenta la historia de un doctor que se enfrenta a la clase poltica de su pas cuando descubre que el agua est contaminada y que provoca enfermedades gastrointestinales. Los polticos no quieren que el tema salga a la luz porque puede disuadir a los turistas. Ray quiso reconducir el original, actualizando el planteamiento de Ibsen sobre cmo la hipocresa social puede llegar a frenar determinadas acciones pblicas.
La poltica del New Deal diseada por Franklin D. Roosevelt para reconstruir econmicamente Estados Unidos tras la depresin de 1929 comport una importante poltica de reutilizacin de los recursos hidrulicos, pero tambin una importante poltica de propaganda. El pensamiento poltico de Roosevelt no tard en instalarse en Hollywood, tal como ponen en evidencia algunas obras representativas del perodo. El pan nuestro de cada da, de King Vidor, es quizs una de las pelculas claves del cine de ficcin. La pelcula cuenta la historia de dos jvenes que compran una granja abandonada en el sur de Estados Unidos y deciden montar una cooperativa. Para que su empresa funcione, todos los miembros lucharn para construir un canal de regado que permita optimizar los recursos hidrulicos. En el terreno del documental, la explotacin del agua tuvo una pelcula clave, The River (1939), de Pare Lorentz, sobre el potencial econmico del ro Mississippi.
En 1958, el cineasta italiano Roberto Rossellini viaj a India para llevar a cabo un innovador proyecto audiovisual consistente en la creacin de dos series televisivas para Francia e Italia rodadas en 16 milmetros, junto con un largometraje documental en 35 titulado India, Matri Buhmi (India, el humus de la tierra). El largometraje se divide en cuatro episodios que muestran un calidoscopio humano de India y del contraste entre las viejas
culturas y el progreso generado a partir del proceso de independencia del pas. Uno de los episodios propone una reflexin potica sobre el impacto que la construccin de la presa de Hirakud tuvo en el desarrollo de la riqueza hdrica india. La presa empez a construirse en 1948 y finaliz diez aos despus, considerndose como el proyecto hidroelctrico ms importante llevado a cabo bajo el mandato de Pandit Nehru. Rossellini film toda la ceremonia de la inauguracin de la presa en un captulo de la serie televisiva LIndia vista da Rosellini (1958), mientras
que en el segundo episodio de su largometraje retrat el proceso de resignacin de un obrero que trabaj diez aos en la construccin de la obra y que constata cmo la presa se ha convertido en parte fundamental de su vida. El obrero se baa en el agua del ro, buscando la comunin mstica entre el progreso y el devenir de lo natural. En el episodio de la presa Rossellini reflexiona sobre la difcil armona entre un progreso necesario para la explotacin de las riquezas naturales y la alteracin que este progreso supone para el ritmo inevitable de la naturaleza.
Elia Kazan decidi apartarse de los dramas psicolgicos que le haban popularizado en los aos 50 para llevar a cabo en Ro Salvaje, una reflexin sobre el precio del progreso y sobre la necesidad de reciclar los recursos hdricos. Ro Salvaje parti de los hechos reales que tuvieron lugar durante el proceso de canalizacin del ro Tennessee, que conllevaba la construccin de diferentes presas para evitar las crecidas y poder regular
los caudales de agua. Kazan parti de estos hechos para construir una ficcin, de gran calado potico, sobre un tcnico de la empresa de canalizacin del ro que intenta convencer a los vecinos de que acepten las indemnizaciones para poder abandonar sus tierras. Una vieja, que habita en una isla del ro, no quiere que sus tierras acaben inundadas. Kazan construye una interesante pelcula sobre las dicotomas entre vejez/juventud, naturaleza/tcnica. La interpretacin de Jo Van Fleet, como la vieja que se resiste, resulta antolgica sobre todo en las escenas dramticas junto Montgomery Clift.
A mediados de los aos 80 volvi a resurgir tmidamente el gnero conocido con el nombre de americano, centrado en relatos sobre la lucha de personajes que viven en el corazn de la Amrica profunda y que se muestran altamente apegados a su tierra. Entre las pelculas ms populares del gnero cabe situar Cuando el ro crece, de Mark Rydell. La pelcula cuenta la historia de una pareja de granjeros, Tom y Mae Garvey, que viven junto a un ro que continuamente amenaza con desbordarse e inundar las tierras que han cosechado con esfuerzo. A pesar de los peligros que suponen las crecidas repentinas del ro, ellos saben que el agua bendice sus tierras y determina la riqueza de sus cosechas. La presencia de un hombre que quiere comprar la finca para construir una central complica las cosas. La repentina llegada de una fuerte tempestad hace que los personajes luchen contra la fuerza del agua y la pareja afirme su fe en el valor de la tierra como signo de su identidad.
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ZIMBABUE
ARGENTINA
Para visitar
Navegar por el canal de los Tmpanos hasta los pies del glaciar, para ver de cerca cmo de desprenden los icebergs. Participar en una caminata sobre la lengua de fuego, apta para todos los pblicos. Disfrutar del atardecer y del vuelo del cauqun o avutarda en la playa de El Calafate. Acercarse a El Chaltn, dentro del Parque Nacional de los Glaciares, para contemplar la torre de granito del monte Fitz Roy, de 3.405 metros.
n la Patagonia argentina, entre los paralelos 48 y 51, los Andes se cubren de nieves perpetuas que descienden luego en forma de lengua de hielo, como el Perito Moreno camino del lago Argentino. En su
CHINA
a contemplacin del lago Kariba al atardecer provoca sentimientos encontrados, que oscilan entre el encanto y la incmoda sensacin de que oculta aviesas intenciones bajo las aguas. El motivo hay que buscarlo en los rboles atrapados en su interior, que levantan sus brazos secos hacia el atardecer africano, implorando la ayuda del dios Nyaminyami. El nombre Kariba es una voz shona que se traduce como trampa, puesto que Nyaminyami viva en una alta roca situada en el can donde confluyen dos afluentes del Zambeze, el Sanyati y el Kafue. De la roca slo queda la leyenda, cubierta por litros y litros de agua una vez completada la tremenda obra de ingeniera que da electricidad a Zimbabue y a su vecina Zambia, separadas por el propio ro Zambeze, que ejerce de frontera natural. En 1955, una comisin de expertos de lo que entonces eran los territorios britnicos de Rhodesia del Norte y del Sur, decidieron que el mejor lugar para emplazar una gran presa que aprovechara la fuerza del cuarto ro de frica era la garganta de Kariba. Bajo la di-
reccin del ingeniero francs Andr Coyne, la obra concluy en 1960, no sin antes afrontar diversas crecidas que pusieron en entredicho la viabilidad del proyecto. La tribu de los batonga, habitantes tradicionales del valle inundado, fueron reasentados. Huelga decir que los batonga vean la mano de su venerado Nyaminyami en las dificultades que el ro pona al progreso de la construccin de la presa. Con casi 580 metros de largo y 128 de alto, la presa de Kariba fue la mayor construida por el hombre cuando la inauguraron. Cuando el embalse empez a llenarse se puso de manifiesto una catstrofe natural de hechuras parecidas: centenares de animales iban quedando atrapados en islas de reciente creacin. En aquellos reductos, la escasez de espacio y la lucha por la vida alcanzaba dimensiones dramticas, por lo que el Gobierno comision a Rupert Fothergill para el rescate de las bestias. La aventura recibi el nombre Operacin No y consigui salvar 7.000 animales, que fueron trasladados a la reserva de Matusadona.
Para visitar
Los muros de la presa de Kariba y sus turbinas, adems del paisaje que ofrece el embalse de 186 km3 de agua. La iglesia circular de Santa Brbara, dedicada a los muertos durante la construccin de la presa. El monumento a la Operacin No en el mirador Kariba Heights. El parque y granja de cocodrilos, situado a 20 kilmetros del aeropuerto. El Matusadona National Park, poblado con los animales salvados de las aguas.
l ro Amarillo o Huang He se considera la cuna de la civilizacin china, adems de ser el segundo del pas en cuanto a caudal y longitud. El curso recibe su nombre por el color de las aguas cargadas de cieno, que elevan el nivel de su cauce a medida que avanzan a travs de Mongolia Interior desde su nacimiento en los montes Kunlun, en Tbet. Estos sedimentos lo hacen propenso a desbordarse, motivo por el que se lo conoce como la afliccin de China. A los desastres naturales hay que aadir los blicos, como la voladura de diques ordenada por Chiang Kai Chek en 1938, con lo cual consigui frenar el avance de los invasores japoneses aunque ahogando a un milln de compatriotas. La corriente fluvial da nombre a las provincias de Hebei y Henan, ro Amarillo Norte y Sur. La primera aparece anulada por la proximidad de Beijing, de la cual es su
extensin industrial. La segunda es la ms pequea del pas, aunque la ms densamente poblada. La contencin de la furia del ro y el dragado de sedimentos siempre han sido una de las prioridades de las autoridades chinas, siendo el mtodo ms reciente el
cierre de presas para liberar luego el agua de golpe y limpiar el fondo gracias a su propia fuerza. La ltima de las inundaciones artificiales controladas ha tenido lugar en junio de este ao, cuando se han abierto las compuertas de la presa que hay al norte de Luoyang.
Para visitar
El palacio real de verano de Chengde, en Hebei. Fue construido en el siglo XVIII por orden del emperador Qangxi El balneario de playa de Beidaihe, obra de los ingenieros de ferrocarriles que trabajaron en la zona en 1890. Hoy es el resort de Beijing. Kaifeng, la antigua capital de la dinasta Song, en la provincia de Henan. Hoy es un lugar pintoresco, escaso de turistas. Saolin Si, el monasterio de los mundialmente famosos monjes maestros en artes marciales. - Las cuevas budistas de Longmen Shiku, muy cercanas a la gran presa de Luoyang.
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otras webs
calidad del agua que bebemos, agua para el bao, recursos hdricos y enfermedades relacionadas con el agua. La OMS realiza diversas funciones, desde la investigacin a la edicin de normas. Su papel en la erradicacin de las enfermedades relacionadas con el agua es fundamental para reducir el millonario nmero de muertes que se registran cada ao.
http://water.eionet.europa.eu/
El centro es un consorcio internacional destinado a dar soporte a la Agencia Europea del Medio Ambiente, informar a los polticos y al pblico en general para fomentar el desarrollo y la implantacin de polticas ambientales bien fundamentadas dentro de la UE.
NACIONES UNIDAS
http://www.unep.org/th emes/freshwater/
La pgina del PNUMA de actividades en agua potable da paso a una extensa lista de herramientas o pginas relacionadas con la conservacin y el uso de los recursos de agua, de inters tanto profesional como acadmico. Por ejemplo, Vital Water Graphics es un informe compilado por el PNUMA sobre el estado de las aguas del mundo.
http://aguas.igme.es/igme/asociaciones/IWRA.h tm
IWRA es una de las principales organizaciones de comunicacin entre profesionales interesados en la gestin de los recursos y las tecnologas del agua. Peridicamente organiza conferencias internacionales y las publicaciones especializadas permiten mantener un conocimiento actualizado de los avances cientficos y tecnolgicos referentes a los recursos hdricos. En 2008 el XIII World Water Congress tratar como tema principal los cambios globales y los recursos hdricos. http://wwc2008.msem. univ m ontp2.fr/)
http://reports.eea.euro pa.eu/
Dentro de las publicaciones de la Agencia Europea del Medio Ambiente pueden encontrarse documentos de gran valor para nuestra posicin, tanto como parte de Europa que somos por ejemplo: uso sostenible del agua en Europa, evaluado por el Centro Temtico sobre Aguas Continentales que considera la importancia e impacto de los acontecimientos hidrolgicos extremos, como por nuestra situacin en el mar Mediterrneo. Vase la versin revisada del informe conjunto de la EEA y el Mediterranean Action Plan MAP/UNEP, Priority issues in the Mediterranean environment, que registra los problemas de contaminacin, tanto los existentes como los emergentes y suministra un perfil ambiental de cada uno de los pases mediterrneos.
http://www.wsp.org/
UNDP-World Bank integran esta organizacin para estimular actividades anticorrupcin en el sector del agua en todos los pases en desarrollo. El Banco Mundial tambin tiene su seccin propia para el suministro de agua potable. http: //www.worldbank.org/html/fp d/water/ Otras webs de organizaciones con especial inters Tellus Institute. http:// www.tellus.org/ International Stockholm Environment. Institute/International Water Institute (SIWI) http://www.siwi.org/ Worldwatch Institute. http:// www.worldwatch.org/
http://www.iwahq.org
IWA es una de las principales organizaciones de comunicacin entre profesionales interesados en la gestin y las tecnologas del agua. Sus conferencias peridicas ver, por ejemplo, http://www.let2005.iwaconfer ences.org y las publicaciones especializadas permiten conocer los avances cientficos y tecnolgicos que se desarrollan y aplican en todos los pases. Tiene asociados y suscriptores de sus revistas por todo el mundo.
http://www.who.int/wat er_sanitation_health/
Web de la Organizacin Mundial de la Salud (OMS) donde se da entrada a diversos aspectos relacionados con la higienizacin del agua:
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