REVISTA Umbral 3 Ene-Jun 2013
REVISTA Umbral 3 Ene-Jun 2013
REVISTA Umbral 3 Ene-Jun 2013
N. 3, ene-jun 2013
Quito Ecuador
Umbral: revista de derecho constitucional / Centro de Estudios y Difusin del Derecho Constitucional. Quito: CEDEC, 2013- (3: ene.-jun. 2013). ISSN: 1390-6615 1. Derecho constitucional. I. Benavides Ordoez, Jorge, dir. II. Ttulo. CC: 342 CDU: 342 LC: K3154 C46 2012
Corte Constitucional del Ecuador Centro de Estudios y Difusin del Derecho Constitucional (CEDEC) Patricio Pazmio Freire Presidente de la Corte Constitucional Jorge Benavides Ordez Director Ejecutivo del CEDEC Edwin Madrid Coordinador General Miguel Romero Flores Corrector de Estilo Juan Francisco Salazar Proao Diseo de Portadas y Diagramacin Corte Constitucional Av. 12 de Octubre N15-114 y Pasaje Nicols Jimnez Tel. 394 1800 www.corteconstitucional.gob.ec CEDEC Iaquito E3-92 y Amazonas Tel. 224 3808 [email protected] Impresin V&M Grficas Jorge Juan N32-36 y Mariana de Jess Tel. 320 1171 Quito Ecuador
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Umbral, revista de derecho constitucional, es una publicacin semestral del Centro de Estudios y Difusin del Derecho Constitucional (CEDEC), creada con el propsito de difundir y generar debate y reflexin sobre teora jurdica, derecho constitucional ecuatoriano y comparado, derechos humanos e historia del derecho constitucional. Est dirigida a los actores jurdicos, abogados, investigadores, estudiantes y toda persona interesada en temas que contribuyan a la formacin de una nueva cultura jurdica constitucional ecuatoriana. Envo de artculos, informacin, solicitud de canje, as como suscripciones, pedidos y distribucin: [email protected]
DIRECTOR DE UMBRAL
Jorge Benavides Ordez
COMIT NACIONAL
Marco Navas Alvear Universidad Andina Simn Bolvar Xavier Zavala Egas Universidad de Especialidades Espritu Santo Gina Chvez Universidad Andina Simn Bolvar Instituto de Altos Estudios Nacionales Xavier Garaicoa Universidad de Guayaquil Alfredo Ruiz Guzmn Universidad de Guayaquil
COMIT INTERNACIONAL
Antonio de Cabo Universidad Complutense de Madrid Oscar Correas Universidad Nacional Autnoma de Mxico Francisco Ziga Urbina Universidad de Chile Carlos Bernal Pulido Universidad Externado de Colombia Eugenio Ral Zaffaroni Universidad de Buenos Aires Gerardo Pisarello Universidad de Barcelona
ndice
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Revista de Derecho Constitucional Corte Constitucional del Ecuador Centro de Estudios y Difusin del Derecho Constitucional (CEDEC) N. 3, ene-jun 2013
Presentacin .......................................................................................................................................... Patricio Pazmio Freire Editorial .................................................................................................................................................. Jorge Benavides Ordez
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Jurisprudencia
Jurisprudencia obligatoria: Sentencia de la Ley de Minera ................................................................. Fabin Soto Cordero 143
Entrevistas
Wendy Molina Andrade .......................................................................................................................... Vicepresidenta de la Corte Constitucional Alfredo Ruiz Guzmn ............................................................................................................................. Juez constitucional Mara del Carmen Maldonado Snchez ................................................................................................ Jueza constitucional 157 159 161
Reseas
Roberto Gargarella La justicia frente al gobierno: sobre el carcter contramayoritario del poder judicial .......................... Por Esteban Polo Pazmio Luigi Ferrajoli Cultura jurdica y paradigma constitucional: la experiencia italiana del siglo XX ................................. Por Diego Nez Santamara 165
Presentacin
Este nmero tres de Umbral dedicamos a las garantas jurisdiccionales y derechos constitucionales, como un ejercicio de reflexin motivada por el desarrollo jurisprudencial e institucional de los derechos reconocidos en la Constitucin que, en este campo, nos obliga a analizar nuevos modelos, que debern ser observados, estudiados y desarrollados para un mejor cumplimiento constitucional. Umbral, como su nombre lo indica, quiere estar en la puerta o en la entrada, en el horizonte o en el lmite del debate constitucional para profundizar los procesos y conceptos que fortalezcan las garantas y derechos constitucionales que deben ser emitidas por las instituciones y actores del orden jurdico e institucional del pas. Abrimos este nmero con un artculo que argumenta a favor del Estado constitucional y su importancia en la proteccin de los derechos por medio de un amplio catlogo de garantas, entre las cuales la Accin Extraordinaria de Proteccin incorporada por vez primera en la Constitucin de Montecristi ocupa un lugar central al permitir que las sentencias judiciales en firme sean objeto de control. Por eso se insiste en que, en el caso de existir un abuso en su operatividad prctica, esas malformaciones deben ser superadas a partir de una coordenada y correcta formulacin de poltica pblica de justicia que preserve el Estado constitucional de derechos. Seguido del artculo Paridad, representacin y deliberacin como exigencia del Estado constitucional de derechos y justicia, aqu Jorge Benavides Ordez analiza la importancia al respeto del principio de igualdad y no discriminacin en la participacin poltica, y ve como una prioridad la observacin del cumplimiento de la paridad en la conformacin de las listas electorales, conjuntamente con la promocin de condiciones adecuadas que promuevan una amplia deliberacin pblica, elementos que sealan el trnsito del Estado liberal al Estado constitucional y democrtico del siglo XXI.
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El valor de la jurisprudencia dentro del ordenamiento constitucional ecuatoriano: Cambio de paradigma? A esta pregunta responde Pamela Aguirre Castro, haciendo hincapi en las funciones que desempean las altas Cortes dentro del Estado constitucional de derechos y justicia, toda vez que a partir del desarrollo de jurisprudencia vinculante horizontal y vertical genera la transformacin en el sistema de fuentes del derecho ecuatoriano. En efecto, si es la jurisprudencia la llamada a convertirse en uno de las principales fuentes de resolucin de conflictos sociales, debera entonces constituirse en las razones excluyentes y definitivas de las resoluciones judiciales posteriores, esquema que sin lugar a duda trastoca los clsicos cnones del sistema de fuentes de la familia romano germnica de la cual nuestro ordenamiento jurdico proviene. Ruth Gabriela Melo Flores argumenta un anlisis de varias sentencias dictadas por la Corte Constitucional en forma reiterativa, y en las que se ha conseguido mantener un criterio similar y uniforme; como demuestra en la segunda parte de su ensayo. En Efectividad de las sentencias constitucionales de accin de proteccin y su mecanismo de cumplimiento, ensayo de Ximena Velastegu Ayala, se revisa el mecanismo de cumplimiento de las sentencias constitucionales expedidas en acciones de proteccin, garanta jurisdiccional consagrada en el artculo 88 de la Constitucin de la Repblica, en las que se evidencia que el principio de supremaca constitucional y de vigencia del Estado constitucional de derechos y de justicia, constituyen elementos importantes en la eficacia de los fallos ejecutados. En la seccin Jurisprudencia, Fabin Soto analiza la sentencia n. 001-10-SIN-CC dictada dentro de los casos acumulados n.os 0008-09IN y 0011-09-IN, por demanda de inconstitucionalidad contra la Ley de Minera, presentada por la Confederacin de Nacionalidades Indgenas, y el presidente de los Sistemas Comunitarios de Agua de las parroquias Tarqui, Victoria del Portete y otras comunidades de la provincia del Azuay. Por otro lado, Jhoel Escudero indaga alrededor de cmo interpret el ex Tribunal Constitucional del Ecuador la Constitucin de 1998, las acciones de inconstitucionalidad y amparos constitucionales que se desprendieron de la crisis bancaria? En ese sentido, su ensayo expone la relacin entre eficacia de la Constitucin, control constitucional y dinmica material.
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Esta mirada que intentamos hacia nosotros mismos, muestra el camino recorrido con los avances y obstculos que hemos tenido que sortear para ir construyendo una Corte Constitucional de acuerdo con los nuevos retos, sin perder de vista los logros constitucionales en otras partes del mundo. En la necesidad de compartir y tener un cruce de miradas, desde este nmero incrementamos la seccin de entrevistas, donde aparecern diversas personalidades en un dilogo que enriquecer los puntos de vista sobre el derecho constitucional y las herramientas que este demanda, para ejercer una justicia en la que las garantas jurisdiccionales y derechos constitucionales contemplados en nuestra Constitucin tengan plena vigencia.
Editorial
Editorial
Jorge Benavides Ordez
La existencia de un sistema democrtico implica necesariamente el contar con una justicia constitucional fuerte e independiente, en la medida en que gracias a su actuacin efectiva se garantiza la supremaca constitucional, as como los derechos y garantas ciudadanas en ella recogidos; de ah que aparece como una afirmacin ampliamente difundida, la consideracin de observar a los derechos como aquellos elementos esenciales que permiten la democracia, pero que a la vez son su resultado,1 o lo que es lo mismo, derechos y democracia son las dos caras de una moneda, o cmo podramos pensar en una democracia sin la garanta de los derechos de participacin que la posibilitan, o qu son los derechos desde una perspectiva democrtica, sino el producto de la discusin que se gesta en los Parlamentos en donde se hallan representados la pluralidad de colectivos sociales. A dicha tesis, por tanto, adscriben incluso posiciones objetoras del control judicial de constitucionalidad como la de John Ely, quien seala que es posible la invalidacin de decisiones mayoritarias que tiendan a marginar a personas o grupos en la toma de decisiones polticas.2 En efecto, si consideramos el sentido garantista de la Constitucin de Montecristi, garantismo que se deriva de la propia historia del constitucionalismo, que sealaba el aparecimiento de las Constituciones como documentos solemnes que limitan el poder de los gobernantes, y que encuentran su concrecin actual, en el establecimiento de un conjunto de garantas que persiguen la satisfaccin de los derechos, por medio
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Grijalva, Agustn. Derechos humanos y democracia: complementariedades y tensiones. Constitucionalismo en Ecuador. Quito, Corte Constitucional del Ecuador/ CEDEC, 2012, pp. 53 ss. Ackerman, Bruce y Carlos Rosenkrantz. Tres concepciones de la democracia constitucional. Fundamentos y alcances del control judicial de constitucionalidad. Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 1991, p. 21. umbral 3, 2013, pp. 11-13
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inclusive de limitar al poder constituido3 como ocurre con su artculo 84, que seala que ni an la reforma puede restringir los derechos y las garantas constitucionales. Es en ese contexto, donde se inscriben los esfuerzos que realiza la Corte Constitucional en su lucha por la vigencia del Estado constitucional, por eso este nmero 3 de Revista Umbral, bajo el ttulo general Derechos y garantas, pretende precisamente engarzar el anlisis terico reflexivo con la jurisprudencia emitida por el mximo rgano de control e interpretacin constitucional, como se demuestra en la seccin Jurisprudencia con el anlisis de la Sentencia n. 001-10-SIN-CC dictada dentro de los casos acumulados n.os 0008-09-IN y 0011-09-IN referente a la demanda de inconstitucionalidad de la Ley de Minera, por no haberse respetado en su formacin el derecho a la consulta prelegislativa de las comunidades, pueblos y nacionalidades. Por tanto, el objetivo de este nmero es hacer hincapi en la necesidad de reafirmar la tesis de que si bien en democracia impera el principio de la mayora, dicho principio tampoco implica el rechazo del respeto a los derechos de las minoras, de ah que como lo sealara Kelsen: el dominio de la mayora sobre la minora solo es aceptable en la medida en que se trata de una dominacin sometida al derecho, es decir que una democracia no puede ser pensada sin la presencia de las minoras polticas y el respeto de sus derechos. En Kelsen, como lo anota Ernesto Garzn Valds, el ejercicio del principio de la mayora se encuentra limitado por el respeto de los derechos de la minora a los que de modo significativo llama derechos fundamentales o humanos.4 As, pues, el inters por la causa de los derechos y las garantas se muestra de modo claro en los trabajos ensaysticos de Patricio Pazmio y Gabriela Melo, relativos a la accin extraordinaria de proteccin; Jhoel
3 Se debe sealar que si bien el poder constituyente se encuentra exento de limitaciones positivas internas, si las tiene en el mbito internacional por medio de los tratados internacionales de derechos humanos, lo que en ltimas implica un limitante positivo de carcter externo que se encuentra contemplado tambin en las Constituciones nacionales, al hacer estas remisin expresa al bloque de constitucionalidad, de ah que tanto el poder reformador como el poder constituyente comparten un mismo lmite: los derechos. Garzn Valds, Ernesto. Representacin y democracia. Doxa 6. Alicante, 1989, p. 156. Internet. http://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/10840/1/Doxa6_07.pdf.
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Escudero, por su parte, analiza el control abstracto y su relacin con la garanta de derechos; mientras que Pamela Aguirre centra su reflexin en el valor de la jurisprudencia dentro del ordenamiento constitucional ecuatoriano; Jorge Benavides habla de la importancia de la observancia de la paridad en la conformacin de las listas en los procesos electorales; finalmente, y no por ello menos importante, Ximena Velastegu discurre su reflexin en el tema de la efectividad de las sentencias constitucionales de proteccin. Inquietudes plenamente compartidas por el juez Alfredo Ruiz y las juezas Wendy Molina y Mara del Carmen Maldonado, que con sus informadas y esclarecedoras respuestas en materia de garantas jurisdiccionales, inauguran la seccin Entrevistas. No podemos concluir sin hacer mencin al anlisis jurisprudencial llevado a cabo por Fabin Soto, y a las reseas sobre dos importantes textos, la Justicia frente al Gobierno de Roberto Gargarella y Cultura jurdica y paradigma constitucional de Luigi Ferrajoli, realizadas por Esteban Polo y Diego Nez, respectivamente.
Resumen
Este artculo pretende argumentar a favor del Estado constitucional y su importancia en la proteccin de los derechos por medio de un amplio catlogo de garantas, de entre las cuales la accin extraordinaria de proteccinincorporada por vez primera en la Constitucin de Montecristiocupa un lugar central al permitir que las sentencias judiciales en firme sean objeto de control. Por eso se insiste en que incluso en el caso de existir un abuso en su operatividad prctica, esas malformaciones deben ser superadas a partir de una coordenada y correcta formulacin de poltica pblica de justicia que preserve el Estado constitucional de derechos.
Palabras clave: Estado constitucional, derechos, garantas constitucionales, accin extraordinaria de proteccin, polticas pblicas.
I. Introduccin
El artculo1 de la Constitucin de 2008 determina que el Ecuador es un Estado constitucional de derechos y justicia, social, democrtico, soberano, plurinacional y laico. Esta definicin ha generado crticas desde la promulgacin de la Constitucin, e incluso antes. Durante el proceso constituyente aparecieron opiniones discordantes y en otros casos opuestas al proceso constituyente, acusndolo de injustificado e injustificable, se arremeta contra el primer artculo de la nueva carta constitucional, imputndole ser una copia de la Constitucin venezolana de 1999:
1 Doctor en Jurisprudencia, Universidad Central del Ecuador; mster en Ciencias Sociales, FLACSO-Ecuador. Actualmente cursa estudios de Doctorado en Derecho Constitucional en la Universidad de Valencia, Espaa. Ha ejercido la docencia en Programas de Maestra en Derecho Constitucional, ctedra Derechos Econmicos, Sociales y Culturales en la Universidad Andina Simn Bolvar en Ecuador y Bolivia y en la Universidad Estatal de Guayaquil. Fue presidente del Tribunal Constitucional del Ecuador (2007-2008); presidente de la Corte Constitucional para el Perodo de Transicin (20082012); en la actualidad es presidente de la primera Corte Constitucional del Ecuador (2012-2015). Miembro fundador de la Red para el Constitucionalismo Democrtico. umbral 3, 2013, pp. 17-41
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[U]na manifestacin de semntica y retrica grandilocuente plagada de declaraciones polticas en desmedro de lo jurdico, atiborrada de preceptos rectores que tienen como resultado la inevitable prdida de juridicidad que conduce a la perversin de la Constitucin y del Estado de Derecho (Herrera Bonnet, 2007).
Para estos sectores el primer artculo de la Constitucin no sera ms que una entelequia sin sentido jurdico, y basaban su crtica en el hecho de que, a su juicio, el Estado constitucional de derechos no exista, por cuanto las nicas formas de Estado reconocidas eran el Estado de derecho o Estado liberal y el Estado autoritario. Estas opiniones olvidan aquella enseanza sobre el carcter histrico y contingente del concepto de Estado, donde este no es un dogma religioso sino un producto humano que como tal tiene una naturaleza histrica. Se trata de un producto vivo que va transformndose dialcticamente en virtud de las coyunturas polticas y sociales y de las fuerzas productivas, relaciones de produccin, y de la divisin del trabajo que se d en cada sociedad (Marx, 2005: 38). Si asumimos la condicin dialctica del Estado, podemos comprender que si bien en trminos esquemticos la dicotoma Estado de derechoEstado autoritario2 es vlida, para que la crtica tenga un verdadero alcance cientfico tiene que ser complementada con una reflexin desde la sociologa del derecho que nos alerta sobre las variaciones que ha sufrido histricamente el Estado de derecho, desde el siglo XVIII. Es cierto que el Estado de derecho es aquel donde el ejercicio del poder es regido y limitado por el derecho y por tanto donde sus autoridades estn sometidas y obedecen al derecho vigente. Es verdad tambin que este Estado de derecho se distingue fundamentalmente de aquellos Estados organizados sobre el principio de la fuerza, Estados autoritarios que han existido desde siempre en la historia y del que es un ejemplo tpico el Estado absoluto descrito y defendido por Hobbes (2002), Schmitt (2004), Sabine (2006), as como tambin los Estados totalitarios nazi-fascistas de la Europa de los aos treinta, o los Estados del llamado socialismo real y, por supuesto, las dictaduras militares latinoamericanas de los aos setenta; pero eso no significa que
2 Dicotoma sobre la que se sustentan las objeciones mencionadas.
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el Estado de derecho haya sido uno nico desde sus orgenes hasta hoy. Existe una primera manifestacin del Estado de derecho que es el Estado de legalidad; otra forma de Estado de derecho muy conocida es el Estado social de derecho; y ha habido tambin otra forma de Estado de derecho: el Estado social de mercado, y finalmente el Estado constitucional. Manifestaciones de Estado que comparten los elementos esenciales del arquetipo general Estado de derecho, y que sin embargo presentan diferencias sustanciales unas de otras. El olvido de este importante matiz, as como la persistencia de ciertas ideas errneas de lecturas interesadas, y un concepto mecnico de la teora del Estado de derecho han contribuido en estos aos a la formacin de mistificaciones y de una falsa conciencia (Marx, 2005)3 sobre las causas de los problemas polticos y jurdicos que vive Ecuador. Particularmente se ha ido decantando la idea positivista de que el valor de las normas est en la norma misma, y que por lo tanto para evitar ciertos abusos al derecho cometidos por algunos jueces y ciertos operadores jurdicos la nica alternativa es el cambio o la modificacin ms o menos profunda de las leyes, o del propio texto constitucional. En las siguientes pginas se intentar argumentar partiendo de la idea de que el Estado constitucional de los derechos ecuatorianos es un producto social y poltico, un nuevo y vigoroso orden jurdico, terico y prctico que debe ser preservado, y en el caso de existir ciertos abusos en el plano de la operatividad del modelo, esas arbitrariedades deben ser corregidas a partir de la formulacin y ejecucin de una correcta y coordinada poltica pblica de justicia, que preserve la esencia del Estado constitucional, esto es los derechos, garantas y obligaciones de las personas, y a la vez se ocupe de combatir las indebidas interpretaciones o el abuso del derecho. Para ello, en primer lugar partiremos de una revisin de la llamada teora general de las garantas en Europa y Amrica Latina. Luego revisaremos las discusiones constituyentes sobre derechos y garantas para definir claramente cul fue el contexto ideolgico y poltico que explica el porqu la parte dogmtica de la Constitucin es como es. En tercer lugar, se har un examen de las principales cuestiones relativas a las garantas jurisdiccionales tanto en el plano constitucional como legal,
3 Sobre el concepto de ideologa o falsa conciencia, ver Marx, Karl. La ideologa alemana y otros escritos filosficos. Buenos Aires, Editorial Lozada, 2005, pp. 31 a 35. umbral 3, 2013, pp. 17-41
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particularmente referidas con la accin extraordinaria de proteccin y el recurso de casacin, identificando elementos sobre su eficacia y efectividad. Para terminar con una descripcin de los principales retos que tiene el sistema de garantas y algunas propuestas que permiten solventar estos problemas. Es de justicia advertir que este texto no corresponde a la directa autora del expositor ya que hace uso y adelanta criterios, afirmaciones, datos e interpretaciones de la investigacin organizada por la Corte Constitucional, por intermedio del Centro de Estudios y Difusin del Derecho Constitucional (CEDEC), cuya publicacin ntegra est en curso, por tanto, las referencias a este escrito debern destacar esa fuente.
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En ese sentido el constitucionalismo no sera lo que es sin los derechos, pero los derechos seran menos que humo que se lleva el viento sin un sistema de garantas. Las democracias constitucionales como la ecuatoriana se fundamentan y legitiman en la medida en que tengan un sistema adecuado y eficaz de garanta de los derechos, que se constituye como hemos dicho en la finalidad primera y ltima de la organizacin del Estado. Para cumplir con esta finalidad, los Estados constitucionales han desarrollado una serie de instrumentos y garantas con distintos tipos de tutela poltica y jurdica de los derechos, bajo la denominacin comn y general de garantas constitucionales. Este mandato solo es posible y efectivamente aplicable si en el ordenamiento jurdico existen definidos los mecanismos para hacer del principio de supremaca constitucional un mandato verdadero. Estos mecanismos jurdicos se conocen como garantas constitucionales. La primera de estas garantas es el propio carcter superior de la Constitucin. Sobre este particular Hans Kelsen, en su clebre texto La Garanta Jurisdiccional de la Constitucin (Kelsen, 1928),5 menciona que para que la Constitucin se encuentre garantizada debe posibilitar la anulacin de actos inconstitucionales, es decir, la Constitucin no est debidamente garantizada sino cuando la anulacin de los actos inconstitucionales es posible su garanta precisamente encaja dentro del Estado constitucional de derechos que considera a esta norma fundamental como superior de las dems leyes. Pero para que la Constitucin sea verdaderamente suprema se requiere que los poderes pblicos afirmen esta superioridad, y existan efectos jurdicos en caso de no cumplimiento de este mandato. En este caso, las constituciones contemporneas de las democracias constitucionales han creado ciertas vas que permiten a los particulares acudir ante los jueces para que se ponga en funcionamiento el aparato del Estado con el fin de que se tutelen sus derechos y se logre el resarcimiento
5 Texto original presentado en la Quinta Reunin de Profesores Alemanes de Derecho Pblico que se llev a cabo en Viena el 23 y 24 de abril de 1928. Traducido al castellano por Rolando Tamayo y Salmorn, y publicado en el Anuario Jurdico del Instituto de Investigaciones Jurdicas de la Universidad Nacional Autnoma de Mxico (UNAM), correspondiente a su primer nmero publicado en 1974. umbral 3, 2013, pp. 17-41
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de los daos y perjuicios causados.6 En ese sentido son instrumentos que atienden a la necesidad de proteger los derechos promulgados en la Constitucin. German Bidart Campos nos dice que lo que es garanta apunta a la disponibilidad que tiene la persona para movilizar al Estado en proteccin suya, tanto para evitar ataques como para restablecer la situacin anterior al ataque, o para compensarle el dao sufrido, sin dejar de lado la sancin al agresor.7
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de los bosques pblicos; tambin se acord mediante la Carta magna una reforma de la justicia, que incluy la instauracin del hbeas corpus, en virtud del cual el rey se comprometa a no disponer la muerte ni la prisin de los nobles ni la confiscacin de sus bienes mientras aquellos no fueran juzgados por sus iguales (Vega, 1988: 81).9 Especficamente el artculo 39 de la Carta estableca que:
Ningn hombre libre podr ser detenido o encarcelado o privado de sus derechos o de sus bienes, ni puesto fuera de la ley ni desterrado o privado de su rango de cualquier otra forma, ni usaremos de la fuerza contra l ni enviaremos a otros que lo hagan, sino en virtud de sentencia judicial de sus pares y con arreglo a la ley del reino.10
El otro antecedente famoso del actual sistema en el mismo contexto ingls y como reaccin frente al poder de la Corona se instituy la Peticin de derechos que fue concedida el 7 de junio de 1628, donde se declara ilegal el encarcelamiento excepto en el caso de que se cometa un delito, se extiende la garanta del hbeas corpus para toda persona, y se prohbe la prisin preventiva para los acusados hasta que se demuestre el crimen que han cometido; as mismo se declaran ilegales y se prohben los impuestos no aprobados por el parlamento y los prstamos forzosos. Posteriormente, en 1640, el Habeas Corpus Act aboli la Star Chamber11 y los tribunales basados en la prerrogativa real. En ella se elimin la jurisdiccin real en asuntos civiles y penales, adems se estableci un procedimiento judicial ante los jueces del common law para garantizar la libertad de locomocin y movilizacin de los antiguos siervos, que a partir de ese momento pudieron transitar y trabajar libremente en los talleres de la naciente industria textil inglesa.
9 La Carta magna es una cdula que el rey Juan de Inglaterra otorg a los nobles ingleses el 15 de junio de 1215 en la que se comprometa a respetar los fueros e inmunidades de la nobleza y a no disponer la muerte ni la prisin de los nobles ni la conscacin de sus bienes, mientras aquellos no fuesen juzgados por sus iguales. Ver Vega, Alipio. Desarrollo del Constitucionalismo. La Paz, Bolivia, Juventud, 2. ed., 1988, p. 81. Artculo 39. Nullus liber horno capiatur, vel imprisonetur, aut disseisiatur, aut utlagetur, aut exuletur, aut aliquo modo destruatur, nec super cum ibimus, nec super cum m ittemus, nisi per legale judicium parium suorum ve! per legem terre, en Breay, Claire. Magna Carta. Manuscripts and Myths. Londres, British Library Publishing, 2002. Cmaras estelares, en latn Camera ste/lata, fue un tribunal de justicia ingls instaurado con la nalidad de aplicar las leyes a cierto sector de la sociedad, sobre todo de la aristocracia, esto debido a que la justicia comn no poda juzgarlos. Se caracteriz principalmente porque en sus sesiones no existan testigos, tampoco acusaciones y eran celebradas en secreto, lo que con el paso del tiempo esta gura fue mal utilizada polticamente por parte de la monarqua inglesa y los tribunales. umbral 3, 2013, pp. 17-41
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En este punto llegamos a la Declaracin de los derechos del hombre y del ciudadano de 1789, origen y pilar central del sistema de garantas propio de cualquier Estado de derecho. En el plano procesal, que es el que aqu interesa, esta famosa declaracin establece la prohibicin de nombrar jueces especiales para juzgar a una persona; tambin incorpora el principio de presuncin de inocencia como elemento necesario de un juicio imparcial en materia penal. Algunos siglos despus, el due process of law fue reconocido en las primeras constituciones norteamericanas y expresamente proclamado en la quinta y decimocuarta Enmienda de la Constitucin de Estados Unidos en 1791 y 1868, respectivamente,12 que consagran ciertos elementos bsicos de lo que debe entenderse como un juicio justo e imparcial, a saber: La prohibicin de declarar contra s mismo, la privacin de libertad deber ser realizada solo por los medios procedimentalmente establecidos por la ley, juicio rpido y pblico, derecho de defensa e Informacin sobre las causas de la detencin. En el mbito latinoamericano la gran mayora de los pases de la regin fueron influenciados por el constitucionalismo norteamericano.13
12 Enmienda V: Ninguna persona ser detenida para que responda por un delito punible con la pena de muerte, u otro delito infame, sin un auto de denuncia o acusacin formulado por un Gran Jurado, salvo en los casos que se presenten en las fuerzas terrestres o navales, o en la Milicia, cuando estas estn en servicio activo en tiempo de Guerra o de peligro pblico; tampoco podr someterse a una persona dos veces, por el mismo delito, al peligro de perder la vida o sufrir daos corporales; tampoco podr obligrsele a testicar contra s mismo en una causa penal, ni se le privar de la vida, la libertad, o la propiedad sin el debido proceso judicial [due process of law]; tampoco podr enajenarse la propiedad privada para darle usos pblicos sin una compensacin justa. Enmienda XIV. Seccin 1: Todas las personas nacidas o naturalizadas en los Estados Unidos y sometidas a su jurisdiccin son ciudadanos de los Estados Unidos y de los Estados en que residen. Ningn Estado podr dictar ni dar efecto a cualquier ley que limite los privilegios o inmunidades de los ciudadanos de los Estados Unidos; tampoco podr Estado alguno privar a cualquier persona de la vida, la libertad o la propiedad sin el debido proceso legal [due process of law]; ni negar a cualquier persona que se encuentre dentro de sus lmites jurisdiccionales la misma proteccin de las leyes. Sobre los diferentes contenidos de estas dos enmiendas vase Gozan, Osvaldo Alfredo. Derecho procesal constitucional: El debido proceso. Buenos Aires, Rubunzal-Culzoni Editores, 2004, p. 18. Segn nos recuerda Fix-Zamudio, el 16 de mayo de 1861 se adopta el modelo americano en la Constitucin del Estado de Yucatn en la que se implement por primera vez la revisin judicial norteamericana en la que se otorga a los tribunales judiciales la facultad de desaplicar las leyes inconstitucionales, ya sea en forma directa mediante el amparo, que adems deba de utilizarse para proteger los derechos de los gobernados (art. 62, nm. 1, arts. 8 y 9) como tambin por todos los jueces en los procesos concretos
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En cuanto atae a las garantas jurisdiccionales el hbeas corpus fue la primera de las garantas instauradas en Amrica Latina que, siguiendo el ejemplo romano, fue pensado para proteger y tutelar la libertad personal en contra de detenciones arbitrarias. Hay sin embargo ciertas peculiaridades como en los casos argentino, peruano14 o boliviano,15 en donde, a falta de una figura jurdica especializada tradicionalmente se utiliz el hbeas corpus para proteger todos los derechos constitucionales. Esta situacin en la que el hbeas corpus era la nica garanta efectiva para la defensa de los derechos de las personas, se mantuvo durante un largo tiempo, y es solo hasta la Constitucin colombiana de 1910 o la Constitucin mexicana de 1917 cuando comienzan a desarrollarse otros instrumentos tales como el proceso de amparo y la accin o recurso de inconstitucionalidad de las leyes,16 y habr que esperar a la irrupcin de las constituciones nacionales del nuevo constitucionalismo latinoamericano para que termine de desarrollarse un sistema complejo de proteccin de los derechos fundamentales. Este es el caso de las constituciones brasilea de 1988, de la colombiana de 1991, de la peruana de 1993, incluso de la ecuatoriana de 1998 y la venezolana de 1999. No cabe la menor duda de que uno de los sistemas ms desarrollados de proteccin de los derechos es el establecido por la Constitucin de Montecristi, donde encontramos un enorme catlogo de derechos protegidos y todo un sistema institucional de garantas, empezando por las clsicas garantas jurisdiccionales, las cuales han sido complementadas con un muy potente sistema de garantas normativas, institucionales y de polticas pblicas, que aseguran la eficacia del Estado constitucional de derechos.
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segn el control difuso (art. 75, similar al art. VI de la Constitucin de los Estados Unidos). Ver Fix Zamudio, Hctor. La justicia constitucional latinoamericana, p. 457. En Per la Constitucin de 1933 en el artculo 69 estableca la procedencia del hbeas corpus para la defensa de los derechos individuales. Esta situacin se mantuvo sin cambio hasta 1969 cuando se separa el hbeas corpus del proceso de amparo. En Bolivia el hbeas corpus sirvi para la defensa judicial de todos los derechos hasta 1967. Posteriormente en la Constitucin de 1967 se cre un recurso parecido al amparo mexicano y se distingui este del hbeas corpus que qued limitado a la defensa de la libertad personal. Hctor Fix Zamudio, op. cit., p. 458. umbral 3, 2013, pp. 17-41
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la accin extraordinaria de proteccin, la accin por incumplimiento y la accin de incumplimiento de sentencias y dictmenes constitucionales.
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El alcance de las competencias asignadas a la Corte Constitucional, de ninguna manera vulneran las competencias que le son propias a las funciones del Estado. En el caso especfico de los temores de la Funcin Judicial, han sido evidentes en los medios de comunicacin, exclusivamente a peticin de parte dice una vez cumplidos los requisitos que consten en la respectiva Ley Orgnica, se podr pedir la revisin de sentencias cuando estas resoluciones violen el debido proceso u otros derechos fundamentales. Esta revisin no significa intromisin, pues la Corte Constitucional est por fuera de las Funciones del Estado, y no significa una jerarqua superior a la autoridad mxima de la Funcin Judicial. No es la creacin de una nueva instancia procesal, pues el control de la constitucionalidad de las sentencias se dar por excepcin, toda vez que siempre los jueces deben ajustar sus dictmenes y sentencias a la Constitucin, conforme ha sido prctica de larga data, lo que est recogido en la Ley Orgnica de la Funcin Judicial.
Destaca la Corte en dicho fallo, que el constituyente, con la instauracin de la accin extraordinaria de proteccin en el ordenamiento constitucional, busc garantizar la aplicacin de la Norma Suprema por parte de todas las funciones del Estado, sin dejar por fuera el control de ninguna funcin jurisdiccional, como fue el paradigma constitucional hasta antes de la vigencia de la Constitucin de 2008. Sobre un eventual riesgo de temporalidad indefinida de las causas judiciales y de un comprometimiento de la justicia como consecuencia de la incorporacin de la accin extraordinaria de proteccin, la sentencia dictada por la Corte Constitucional cita el criterio del asamblesta Fernando Vega respecto del informe del primer debate en la Asamblea Constituyente:
Deca una compaera, una compaera Asamblesta, que la justicia se va a dilatar diez, quince, veinte aos. Bueno, eso es mejor que no, que nunca llegue la justicia. Es decir, qu pasa con aquellas personas que despus de haber pasado por todas las instancias, siguen siendo negadas en sus derechos constitucionales? Entonces, tendran que recurrir todos ellos al Tribunal de la Haya? Porque aqu en este pas no hay voluntad poltica de que los jueces apliquen la Constitucin en todos los procesos y procedimientos con los que juzgan. Necesitamos que nos enrumbemos en una jurisprudencia constitucional, que creemos Derecho Constitucional, que no quede al arbitrio de cada juez en cada caso y en cada situacin, el decidir en sentencias contradictorias con la que otros jueces y otros tribunales.
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En consecuencia con el criterio citado, y reafirmando el concepto de margen nacional de apreciacin del Estado ecuatoriano, la Corte determina en su fallo que la Constitucin como lmite efectivo y vnculo, incorpora dentro de sus garantas jurisdiccionales a la accin extraordinaria de proteccin, con la finalidad de que posibles vulneraciones que pudiesen existir dentro de la tramitacin de un proceso judicial sean atendidas y subsanadas en el propio Estado ecuatoriano a cargo del ms alto rgano de interpretacin y control constitucional, la Corte Constitucional. En este marco la Corte concluye que el mximo rgano de interpretacin y control constitucional del pas est llamado a cumplir dos objetivos fundamentales: salvaguardar y defender el principio de la supremaca constitucional y proteger los derechos, garantas y libertades pblicas. La conclusin a la que llega la Corte encuentra fundamento en el acta 84 de la Asamblea Constituyente, que contiene el informe de segundo debate de la mesa 8, sobre garantas jurisdiccionales:
Uno de los avances ms importantes constituye la creacin del recurso extraordinario de proteccin, accin que ahora podr interponerse contra decisiones judiciales cuando se vulneren el debido proceso u otro derecho constitucional. Este recurso legal y tcnicamente adecuado existe en todos los pases del rea andina, con excepcin de Ecuador, como ya lo ha resaltado con preocupacin la Comisin Andina de Juristas en varios de sus informes. As tambin lo encontramos en varios pases latinoamericanos y europeos. Varios son los casos que han llegado ante la Corte lnteramericana de Derechos Humanos en bsqueda de justicia que el Ecuador no les pudo otorgar, casos en los que nuestro pas fue declarado responsable por violentar derechos fundamentales, y en especial, los artculos ocho y veinticinco del Pacto de San Jos que se refieren a los derechos y garantas judiciales y a la proteccin judicial. Recordemos que en un Estado Constitucional de derechos, todas las autoridades pblicas, y digo todas las autoridades, tambin los jueces deben estar sometidos a la Constitucin. Una vez que entre en vigencia la Constitucin, los jueces adems de ser garantes de la Constitucin estn llamados a procurar la proteccin de derechos humanos y estarn sometidos al control de constitucionalidad.
Con este criterio, es evidente el papel fundamental que cumple la accin extraordinaria de proteccin dentro del ordenamiento constitucional ecuatoriano, pues no solo que llena un dficit existente en el constitucionalismo ecuatoriano, sino que su existencia garantiza la proteccin de los derechos vulnerados a partir de una decisin judicial, y a su vez
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consolida la competencia del Estado ecuatoriano para garantizar con sus mecanismos internos la proteccin judicial de los derechos, cuando estas lesionen cualquier derecho constitucional o el debido proceso. Las caractersticas expuestas, relacionadas al alcance de la accin extraordinaria de proteccin han sido profundizadas por la jurisprudencia constitucional de la Corte Constitucional de la transicin, principalmente en lo atinente a las funciones que desempea respecto al recurso de casacin. As, por ejemplo, en el caso n. 0048-08-EP, la accin presentada en contra de una sentencia de casacin dictada por el mximo rgano de la justicia ordinaria de ese entonces, la Corte Constitucional reafirm su lnea jurisprudencial en los siguientes trminos:
No se debe confundir a la accin extraordinaria de proteccin como otra instancia judicial; de ah que la primera variable de este sistema concreto est dado por la especializacin del rgano para asuntos exclusivamente constitucionales, por lo que la Corte Constitucional no puede entrar a resolver cuestiones legales, sino debe direccionarse al anlisis de la presunta violacin de derechos constitucionales y normas del debido proceso; por lo que se debe realizar una diferenciacin del papel asumido por la Corte Constitucional frente a la justicia ordinaria.
En la misma lnea, la Corte de transicin mediante sentencias dictadas en acciones extraordinarias de proteccin ha velado por el cumplimiento de las normas del debido proceso dentro de la sustanciacin de recursos de casacin. Entre ellas destacamos las sentencias n.os 003-09-SEPCC, 022-10-SEP-CC y 001-13-SEP-CC. En cuanto a la Sentencia n. 022-10-SEP se refiere, la Corte se plantea como primer problema jurdico: Cul es la naturaleza jurdica, alcances y efectos de la accin extraordinaria de proteccin; y si puede revisarse a travs de la misma la valoracin de pruebas realizada por un rgano de la justicia ordinaria? La Corte responde dicha interrogante reafirmando que est vedada a partir del conocimiento de esta garanta, para entrar al anlisis de aquellos asuntos de mera legalidad que ya fueron juzgados en la justicia ordinaria, y en concreto, en el recurso de casacin objeto de la accin, dejando en claro que aquellas pretensiones formuladas por el accionante relacionadas con aspectos de mera legalidad no son parte del mbito
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material de la accin extraordinaria, entre ellas la valoracin de pruebas actuadas por las partes procesales; y segundo, la cuantificacin monetaria de daos y perjuicios determinados en el fallo de casacin objeto de la accin extraordinaria. Por otro lado, la sentencia en cuestin, que sera citada luego por la primera Corte Constitucional en la Sentencia n. 001-13-SEP-CC, marc el inicio de una lnea jurisprudencial que reafirma el alcance del recurso de casacin y su estrecho vnculo con la garanta del debido proceso, para terminar concluyendo luego de un anlisis pormenorizado que los jueces de casacin nicamente podan valorar la contravencin a la ley, indebida aplicacin o errnea interpretacin de la misma para la valoracin de la prueba, mas no valorar la prueba en s. Como consecuencia de ello, la Corte Constitucional declar la vulneracin al debido proceso dentro de la resolucin del recurso de casacin. Con las decisiones sealadas, la Corte Constitucional reafirma que la accin extraordinaria de proteccin no es una instancia adicional, tampoco puede ser confundida con un recurso y menos an puede entrar a un proceso de valoracin probatoria cuando la decisin objeto de la accin extraordinaria de proteccin provenga de la justicia ordinaria. El papel de la Corte Constitucional se concentra entonces, en la comprobacin de vulneraciones a derechos constitucionales o debido proceso en decisiones judiciales firmes, definitivas o ejecutoriadas. En el caso de detectar una vulneracin debe declararla junto con la identificacin clara del momento procesal en la que surgi. Luego de ello la Corte devolver el expediente al juzgado, Corte o Tribunal de origen con la finalidad de que en respeto a la tutela judicial imparcial se vuelva a juzgar desde el momento procesal identificado. Con este proceder y forma de concebir la reparacin integral, la Corte reafirma, conforme a la naturaleza de la accin extraordinaria de proteccin advertida en innumerables fallos dictados por la Corte Constitucional, y de los presupuestos previstos en el artculo 62 de la Ley Orgnica de Garantas Jurisdiccionales y Control Constitucional (LOGJCC), que no es una instancia adicional, todo lo contrario, se limita a verificar la vulneracin de derechos constitucionales o debido proceso, pero jams ha sentenciado de manera definitiva cuando se trata de decisiones judiciales provenientes de la justicia ordinaria.
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5.5. La sentencia
La Corte Constitucional en base al artculo 63 de la LOGJCC determinar si en la sentencia se han violado derechos constitucionales del accionante, y si declara la violacin, ordenar la reparacin integral al afectado. La Corte Constitucional tendr el trmino mximo de treinta das contados desde la recepcin del expediente para resolver la accin. La sentencia de la Corte deber contener los elementos establecidos en las normas generales de las garantas jurisdiccionales establecidas en esta ley, aplicados a las particularidades de esta accin. En forma general, la sentencia de la accin extraordinaria de proteccin puede: a) Dejar sin efecto la sentencia impugnada, aceptando total o parcialmente la demanda. b) Disponer que se retrotraiga el proceso a un momento procesal donde se produjo la vulneracin de derechos reclamada. c) Disponer que el juez a quo, diferente al que emiti la decisin judicial objeto de la accin, proceda a dictar una nueva con respecto a los derechos constitucionales y debido proceso. El artculo 64 de la LOGJCC establece sanciones cuando la accin extraordinaria de proteccin se ha interpuesto sin fundamento; en este
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caso la Corte Constitucional establecer los correctivos y comunicar al Consejo de la Judicatura para que sancione al/el abogado patrocinador, de conformidad con el Cdigo Orgnico de la Funcin Judicial. La reincidencia ser sancionada con suspensin del ejercicio profesional, de conformidad con lo dispuesto en el Cdigo Orgnico de la Funcin Judicial.
a) Problemas conceptuales
Partimos haciendo una aproximacin a la AEP, desde una postura asumida, que sostiene que un importante nmero de acciones no todas cuentan con pretensiones que por parte de quienes patrocinan las AEP, han tenido como objetivo principal, la revisin de las decisiones judiciales en el fondo de lo ya resuelto. Aquello lleva a considerar prima facie que persiste una apreciacin de que el amparo contra sentencias judiciales significa la instauracin de una instancia adicional, intentando que la AEP opere como un recurso. Aquello puede deberse a que la institucin es llamada recurso en los artculos 94 y 437 de la Constitucin y artculo 62, numeral 8 de la LOGJCC. Frente a esta disyuntiva, urge precisar sobre lo que debe entenderse por recurso y por accin. En derecho procesal una accin significa el inicio de un proceso y es el acto mediante el cual se inicia la actividad jurisdiccional de los jueces de instancia. Este proceso puede tener otros niveles jerrquicos en cuanto a la jurisdiccin a los cuales se puede acceder mediante los recursos.20 Un recurso siempre estar dentro de un proceso, sin embargo una accin solo inicia un nuevo proceso.
20 Cordero Heredia, David. La accin extraordinaria de proteccin: accin o recurso?. Internet http://www.inredh.org/archivoslboletineslboletin3_accionprotecciondavidcordero.pdf.
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De esta manera, cuando se acude a recursos como el de apelacin o de nulidad, se mantiene el objeto del litigio y las partes procesales. El recurso de apelacin o el de casacin tienen la particularidad de que el juez que lo resuelve dicta nueva sentencia, el recurso de nulidad devuelve al juez que conoca la causa para que contine sustanciando el proceso desde el momento en que se produjo la nulidad. En uno y otro caso el efecto es sobre el proceso original. Por el contrario, la accin extraordinaria de proteccin tiene como presupuesto de base, el hecho de que las personas acudieron a la justicia ordinaria para reclamar la violacin de sus derechos o que dentro del trmite del proceso se violaron los mismos, sin que dicha va haya resultado efectiva para garantizarle el derecho a la tutela judicial. Si esta institucin fuese un recurso significa que las partes continan siendo las que litigaron en la justicia ordinaria y que la decisin versara sobre la materia que dio origen a dicho litigio,21 lo cual sera una grave desnaturalizacin de la AEP. En contraste, siendo la institucin una accin, el objeto de la causa es determinar si existi una violacin a los derechos humanos que haya sido provocada en el proceso o que aquella no pudo ser tutelada mediante el mismo, de manera que debe repararse el dao ocasionado. Las caractersticas anotadas indican que la institucin es una accin y no un recurso, ya que conoce de una situacin diferente a las de la jurisdiccin ordinaria, toda vez que no resuelve sobre el fondo de lo que configura el proceso de instancia, al contrario, se discute si la administracin de justicia no tutel los derechos constitucionales o viol el derecho al debido proceso, asumindose mediante la reparacin, la responsabilidad estatal ante la violacin de los derechos. En suma, la AEP es una accin porque:22 (a) No tiene por objeto discutir la pretensin jurdica original, sino que su objeto es la verificacin de si se ha violado o no derechos constitucionales en la providencia jurisdiccional cuestionada; y, (b) No es una fase o instancia dentro del trmite del proceso, sino que implica el inicio de un nuevo procedimiento, de ndole constitucional.
21 22 Ibd. Montaa Pinto, Juan. La accin extraordinaria de proteccin. Apuntes de Derecho Constitucional, t. 2. Eds. Juan Montaa Pinto y Anglica Porras Velasco. Quito, Corte Constitucional para el Perodo de Transicin/ CEDEC, 2011, p. 131. umbral 3, 2013, pp. 17-41
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b) Problemas estructurales
El objetivo del Estado de derecho de los objetivos ms importantes del proceso constituyente ecuatoriano fue, sin lugar a dudas, la sujecin del poder al derecho. Para que esto sea posible, entre las muchas transformaciones institucionales necesarias es indispensable construir una justicia constitucional eficaz y altamente profesionalizada, autnoma del resto de los poderes del Estado, incluida la Funcin Judicial. En este contexto, al interior de la Constituyente se discutieron profundas modificaciones de la estructura y funcin de las jueces, relacionadas con la necesidad de dar efectos reales y concretos al principio de supremaca de la Constitucin en materia judicial. Uno de los puntos nodales de la discusin constituyente fue la capacidad de controlar constitucionalmente las decisiones judiciales. Para ello fue necesario disear un mecanismo jurdico que hiciera posible el control jurdico de las decisiones de los jueces a fin de garantizar la sujecin de todos los servidores pblicos a la Constitucin. Es consabido que los efectos finales que se consiguen con la AEP, es verificar si el juez ordinario ha violado el debido proceso u otro derecho constitucional. Consecuentemente, si la Corte hallare tal violacin, deber declararla en sentencia y adoptar medidas para su reparacin integral. En este sentido, la AEP no es un proceso constitucional de revisin de sentencias, en tanto los derechos constitucionales son amparados en los propios procesos judiciales, y las actuaciones del juez deben, en principio, ajustarse a la Constitucin. Por otra parte, la AEP no busca sustituir a los procedimientos ordinarios donde se encuentran previstos mecanismos que buscan el respeto de los derechos que en la forma de recurso se proponen ante posibles decisiones erradas. Pese a que las ya populares objeciones a la AEP tienen un sustento en previsiones normativas, prcticas y doctrinarias, no atacan ni desestiman el principal objetivo de la garanta: la proteccin de los derechos, pues los planteamientos y posibles soluciones no justifican su desaparicin, sin embargo, apuntan no a su prohibicin sino a su estricta regulacin. De esta manera, uno de los requisitos de admisin de la accin extraordinaria de proteccin es la demostracin de haber agotado los recursos ordinarios y extraordinarios, anotndose en la LOGJCC la salvedad de que aquellos sean ineficaces o inadecuados. La ineficacia
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de un recurso significa que este no pueda obrar en torno a algo; mientras que inadecuado significa que no es apropiado, de manera que la valoracin resulta subjetiva y la ley no esclarece el alcance de lo que se entiende por ineficaz o inadecuado.
c) Problemas en la prctica
Adems de los problemas que en la prctica puedan ocasionar los anteriormente anotados, se ha pensado pertinente ubicar aquellos que se encuentran orbitando en la esfera procesal de la AEP en la justicia constitucional. De esta manera, destacan en la LOGJCC los requisitos con los que deber cumplir la demanda y consecuentemente los parmetros de admisibilidad de la accin. En general puede apreciarse que estas condiciones tienden a una regulacin estricta, tendientes a evitar su uso abusivo y distorsin hasta convertirla en una nueva instancia. El artculo 64 llega incluso a establecer procedimientos sancionatorios contra los abogados que interpusieren la accin sin fundamento alguno.23 Una mirada preliminar hacia los efectos que en la prctica ha demostrado la AEP, tanto para quienes administran justicia, como para muchos abogados, se puede evidenciar en que estos ltimos recurren a este amparo extraordinario con la finalidad de dilatar an ms los procesos judiciales, llegando ilgica y alarmantemente a intentar atacar incluso la cosa juzgada en sentencia y, por tanto, afectando gravemente la seguridad jurdica. No obstante, el porcentaje de inadmisiones de la AEP, que se desprende de los datos de la Secretara General de la Corte Constitucional, denota que ha existido por parte de la Corte Constitucional una tendencia a demarcar con rigurosidad la excepcionalidad de esta garanta jurisdiccional. Por otra parte, tambin resulta preciso sealar que la admisin de una AEP por parte de una sala de la Corte Constitucional, no involucra un anlisis de fondo, razn por la cual la garanta puede ser an desechada por el Pleno de la Corte Constitucional a travs de sentencia. El artculo 62 de la LOGJCC establece el procedimiento de admisin de la AEP. En el primer inciso establece que se deber remitir el expediente completo a la Corte Constitucional una vez que se presenta la demanda.
23 Grijalva, Agustn. Accin extraordinaria de proteccin. Teora y prctica de la justicia constitucional. Quito, Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, 2010, p. 667. umbral 3, 2013, pp. 17-41
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Al respecto, resulta evidente que la ley no determina de manera expresa qu es lo que el juez debe hacer para continuar con la ejecucin de la sentencia, toda vez que la accin extraordinaria no detiene el proceso o causa. Cabe plantearse el interrogante sobre la obligacin, o acaso la posibilidad de que se dejen copias certificadas para que contine el proceso de ejecucin? Al tener que remitir el expediente original a la Corte Constitucional, por parte de la Judicatura, su reaccin natural y lgica es que suspendern su competencia hasta que reciban de nuevo el proceso. Esto est ocasionando problemas en la prctica pues los jueces no han comprendido que su competencia no est suspendida, aunque est en el ambiente y en la mente del juez la pregunta. Qu pasa si la Corte le concede la accin extraordinaria? Pues esa es una interrogante que oportunamente la Corte deber resolver por medio de su jurisprudencia, mas no configura un problema del juez a quo. El inciso tercero del numeral 8 del artculo en anlisis establece que la admisin de la accin no suspende los efectos del auto o sentencia objeto de la accin; cuando debi referirse a que la presentacin de la accin no suspende los efectos de la providencia accionada y decir de manera contundente que el juez ejecutor del auto o sentencia materia de la accin extraordinaria, seguir sustanciando con copias certificadas del proceso o en su defecto remitir las copias certificadas a la Corte Constitucional.
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y del Estado ecuatoriano la garanta efectiva de los derechos humanos. - Tambin es necesario considerar que el sistema de garantas jurisdiccionales hace parte esencial y es el elemento ms importante que permite al constituyente concretar la filosofa garantista en el ordenamiento jurdico ecuatoriano. - Aun cuando los datos porcentuales advertidos en este estudio para la accin extraordinaria de proteccin, no denotan un abuso, esto no significa que los constituyentes de Montecristi no hubieran cometido errores o que la redaccin de los artculos constitucionales sea tan clara que evite errores de interpretacin. Particularmente y es algo que hemos sostenido desde el tiempo del Tribunal Constitucional, el sistema de garantas jurisdiccionales deba estar soportado en una transformacin del sistema difuso de justicia constitucional por un sistema concentrado en donde se garantice la especializacin y el conocimiento necesario para administrar justicia en esta compleja materia. En ese sentido es obvio que cualquier modificacin del captulo de las garantas que se pretenda hacer, se lo debe realizar con un enorme cuidado y siempre procurando ampliar el contenido y el mbito de la aplicacin e interpretacin de las garantas. Esto por supuesto no significa que no sea sano y necesario plantear un debate sobre los lmites, siempre proporcionales, del sistema de garantas y sus defectos, a efectos de poder, previa la discusin abierta plantear alternativas de solucin a los problemas prcticos que se generan al aplicar la Constitucin y la LOGJCC, rescatando para ello el papel fundamental de la jurisprudencia que dicte la Corte Constitucional, pues la mejor manera de regular el mbito, naturaleza, presupuestos y alcances de una garanta, es a travs de la fuente sociolgica o dinamizadora del derecho, a saber, los precedentes y especialmente la jurisprudencia vinculante. - La solucin a los problemas que pueden atravesar las garantas no est, por tanto, en la modificacin de la Constitucin o la ley, sino en el cambio de la cultura jurdica ecuatoriana, que como todo cambio cultural es lento y difcil, destacando que los avances llevados a cabo por la Corte Constitucional por intermedio de su Centro de Estudios son prometedores y constantes en la construccin y consolidacin del derecho constitucional ecuatoriano.
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El hecho de que el problema sea cultural y que por tanto una modificacin legislativa no resuelve el conflicto, sino que en el mejor de los casos lo aplaza, no significa que no se puedan y se deban hacer cosas, algunas muy urgentes. En primer lugar para evitar el sinnmero de abusos que se cometen contra el espritu de la Constitucin y de las leyes importantes continuar y profundizar la difusin, a todo nivel, con todos los actores de la sociedad, de los criterios hermenuticos que dicta semanalmente la Corte Constitucional. Es el caso por ejemplo de las decisiones advertidas en este estudio, as como otras dictadas tanto por la Corte de Transicin como por la primera Corte Constitucional que han demarcado el alcance de la consulta norma, el papel de la jurisprudencia en materia de garantas jurisdiccionales, el alcance de la accin extraordinaria de proteccin, la ultractividad de las disposiciones normativas entre otros tantos aspectos. - La revalorizacin de la jurisprudencia como autntica fuente del derecho en Ecuador, requiere tambin de su sistematizacin, razn por la cual la Relatora de la Corte Constitucional ha iniciado con la publicacin del Repertorio Constitucional que tendr como fin, junto con la Gaceta Constitucional y Registro Oficial, la publicidad de las decisiones del mximo rgano de justicia constitucional ecuatoriano. Solo de esta forma podremos alcanzar un verdadero respeto al precedente constitucional y, por tanto, una garanta a los derechos de igualdad y seguridad jurdica. - En particular sera muy importante desarrollar algunas reglas obligatorias que precisen el alcance de los artculos 40 y 42 de la LOGJCC. - Es tambin esencial que la Corte desarrolle reglas sobre cmo debe entenderse el principio de subsidiaridad y los elementos para evitar que se consolide la tendencia actual a la ordinarizacin del derecho constitucional, particularmente en materia laboral y contencioso administrativo. - Es necesario que la Corte Constitucional establezca reglas y modelos de argumentacin constitucional que les permitan a los jueces y a los operadores jurdicos entender la diferencia que existe
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entre asunto de relevancia constitucional y asuntos de legalidad. Esta investigacin ahora en curso a travs del Centro de Estudios, facilitar enormemente la labor de los jueces constitucionales ordinarios, a su publicacin. - Hay tambin que fortalecer la labor de formacin y capacitacin continua por parte del Consejo de la Judicatura mediante la escuela judicial, pues sin esa labor titnica jams lograremos sacar adelante la revolucin cultural que implica la aplicacin del modelo judicial de garantas constitucionales. - Tambin hay que asumir y corregir, en lo posible, los errores de buena fe cometidos por el constituyente en su afn de consolidar el modelo garantista. Esas modificaciones deberan centrarse en la parte orgnica del sistema, sin vulnerar el contenido de los derechos. En ese sentido algo obvio y que hemos venido sosteniendo desde hace aos es la necesidad de crear jueces y tribunales especializados en materia constitucional que complementen y ayuden a los jueces ordinarios en la administracin de las garantas jurisdiccionales. - Esto por cuanto en criterio de la Corte constitucional, y compartido con muchos expertos, la norma constitucional indica que todos los jueces ordinarios son jueces constitucionales, pero no dice que est prohibida la existencia de jueces especializados en materia constitucional. Estos jueces pueden conocer dentro del amplio mbito constitucional los temas tcnicamente ms complejos y que requieren mayor especializacin. Una medida tan fcil como esta, unida a una interpretacin conforme a la Constitucin de la norma constitucional que le da competencia en materia de garantas a todos los jueces, nos evitara costosas reformas constitucionales y preservara el mbito intangible de la Constitucin, que es su garantismo.
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Resumen
La estructura que justifica el tema propuesto se conforma por tres partes. En la primera, se encuentra la introduccin que abarca una breve explicacin de la accin extraordinaria de proteccin, conectada con los aspectos especficos a ser analizados, referidos al recurso de casacin en la rama jurdica penal. Esta ltima ha sido materia de anlisis en sentencias dictadas por la Corte Constitucional en forma reiterativa, consiguiendo mantener un criterio similar y uniforme; el cual es evidenciado en la segunda parte de este ensayo. Por ltimo, se encuentran las conclusiones justificadas en los elementos de estudio anteriormente determinados.
Palabras clave: Recurso de casacin, mbito penal, valoracin de prueba y accin extraordinaria de proteccin.
I. Introduccin
La Corte Constitucional del Ecuador se ha pronunciado en reiteradas ocasiones acerca de las sentencias dictadas en respuesta de los recursos de casacin en materia penal. El tema central de anlisis en estos actos procesales, responde a la valoracin de la prueba durante el conocimiento de un recurso de casacin en materia penal. Acorde a lo expuesto, es necesario recalcar que las sentencias dictadas por la Corte Constitucional que se refieren a la temtica expuesta, parten desde diferentes hechos, en virtud de las diversas circunstancias en que se ha desarrollado el recurso de casacin en concreto. Y, a pesar del factor
1 Magster en Gobierno y Cultura de las Organizaciones, Universidad de NavarraEspaa. Abogada, Universidad San Francisco de Quito-Ecuador. Asesora de la Secretara Tcnica Jurisdiccional de la Corte Constitucional del Ecuador. umbral 3, 2013, pp. 43-54
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espacial de cada caso, la Corte Constitucional ha logrado mantener un criterio similar, respecto a estos elementos, siendo interesante apreciar la evolucin que resulta del mismo. Por tanto, este artculo pretende evidenciar el resultado obtenido por la Corte Constitucional y, a continuacin abre este anlisis, con la breve definicin de aspectos centrales como la accin extraordinaria de proteccin y el recurso de casacin, para luego profundizar con el estudio de dos sentencias constitucionales que muestran el criterio desarrollado en funcin del tema referido, para luego cerrar con algunas conclusiones.
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Para la eventual falta de interposicin de los recursos en mencin, existe la salvedad de que no pueda ser atribuida a la negligencia del titular del derecho constitucional afectado. Con este sistema dirigido a observar la actividad jurisdiccional siempre y cuando vulnere derechos constitucionales es inevitable deslindar la accin extraordinaria de proteccin del debido proceso. Razonamiento que encuentra justificacin en la doctrina procesal, cuando revela al debido proceso como un derecho que:
[] protege las facultades del individuo para participar en los procedimientos del Estado constitucional democrtico y el ejercicio dentro del marco de dichos procedimientos de las facultades de hacer argumentaciones, afirmaciones, aportar pruebas y las capacidades de rebatir los argumentos de los dems y de autocriticarse; y por otro lado lo define como un mecanismo para la proteccin de otros derechos fundamentales.3
Siendo as, el debido proceso es el lmite de la arbitrariedad, y para efectos de la accin extraordinaria de proteccin es el medidor que evidencia si el actuar jurisdiccional fue arbitrario o no, para luego determinar la vulneracin o no de un derecho constitucional. En esta oportunidad, al ser el ncleo de este artculo, los actos definitivos que provienen de los recursos de casacin, del mbito penal es importante considerar el aspecto medular del proceso previsto para el tratamiento de estos recursos en Ecuador, que ha merecido una revisin reiterada por parte de la Corte Constitucional.
Bernal Pulido, Carlos. El derecho de los derechos. Bogot, Universidad Externado de Colombia, 2005, p. 337, citado en la Sentencia n. 200-12-SEP-CC, dictada por la Corte Constitucional para el Perodo de Transicin del Ecuador. umbral 3, 2013, pp. 43-54
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Se trata de un recurso extraordinario, razn por la cual est limitado a los casos en que la importancia del litigio por su valor o naturaleza lo justifica.4
En el caso del Ecuador, bajo el esquema constitucional vigente del ao 1998, la ex Corte Suprema de Justicia se pronunci respecto de este recurso, y en lo principal desarroll lo siguiente:
mbito de la casacin penal.- [P]rocede el recurso de casacin cuando en la sentencia definitiva se hubiere violado la ley, sea porque se contrara la letra y el sentido de la norma, o porque no es acertada la aplicacin de la misma o porque es inexacta la interpretacin dada por el juzgador. Por la naturaleza excepcional del recurso, la Sala de casacin, nicamente debe decidir si en el fallo impugnado se ha quebrantado un precepto legal, sin que el anlisis pueda extenderse a las pruebas que fueron valoradas por el Tribunal juzgador conforme a las reglas de la sana crtica como ordena el Art. 64 del Cdigo de Procedimiento Penal.5
En la actualidad esta figura procesal es recogida por el Cdigo de Procedimiento Penal vigente; y, para continuar con este anlisis, es pertinente delimitarlo al siguiente artculo:
349.- El recurso de casacin ser procedente para ante la Corte Nacional de Justicia cuando en la sentencia se hubiere violado la ley, ya por contravencin expresa de su texto, por indebida aplicacin, o por errnea interpretacin. No sern admisibles los pedidos tendientes a volver a valorar la prueba.
El supuesto procesal normativo citado, es utilizado por jueces de la Corte Nacional de Justicia en la Sala respectiva, durante el tratamiento de los recursos de casacin que conocen. Y, en algunas ocasiones, las sentencias vertidas en este mbito son impugnadas mediante una accin extraordinaria de proteccin ante la Corte Constitucional del Ecuador. Cada sentencia que dicta la Corte Constitucional, profundiza acerca de la aplicacin del proceso previsto para el recurso de casacin en materia penal por parte de la Corte Nacional de Justicia. La mayora de
4 5 Echanda, Davis. Teora General del Proceso. Buenos Aires, Editorial Universidad, 1997, p. 512. Resolucin dictada por la Segunda Sala de lo Penal de la Corte Suprema de Justicia. Serie 17 Gaceta Judicial 6 de 30 de julio de 2001, p. 1693.
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estos pronunciamientos constitucionales giran en torno a la norma del Cdigo de Procedimiento Penal previamente citada. Razn por la cual, es importante revisar el criterio que ha logrado unificar la Corte Constitucional en el mbito de sus competencias previsto para la accin extraordinaria de proteccin y la interpretacin que ha merecido este supuesto de ley en casos especficos, como a continuacin se realiza.
Los errores que el rgano judicial corrige de oficio, se refieren a las pruebas aportadas en la causa. Este ejercicio de correccin concluye con la materializacin de una nueva valoracin de las pruebas, siendo
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calificadas como inconstitucionales, equvocas y errneas en la sentencia que responde al recurso de casacin dictada por la Segunda Sala de lo Penal de la Corte Nacional de Justicia, en referencia. Con estos hechos, la Corte Constitucional introduce su anlisis constitucional con el debido proceso, derecho que se ampara en el artculo 76 de la Constitucin, que se utiliza en el caso concreto como la garanta del cumplimiento y respeto del ordenamiento jurdico. Y, siendo materia del caso concreto, el recurso de casacin dentro de un proceso penal, la Corte Constitucional observa la aplicacin de las normas procesales previstas en el Cdigo de Procedimiento Penal para el tratamiento de estos recursos. La Corte Constitucional se refiere al artculo 349 del Cdigo de Procedimiento Penal, y especifica que la nica excepcin para inadmitir un recurso de casacin en materia penal es un requerimiento que se concentre nicamente en la valoracin de la prueba. Y, al advertir que la sentencia dictada por la Segunda Sala de lo Penal de la Corte Nacional de Justicia contraviene esta excepcin legal, concluye que existe una contradiccin entre la sentencia en mencin y la legislacin procesal prevista para el recurso de casacin en la rama penal. Actuar procesal que es conectado con el principio de independencia interna y externa previsto en el artculo 168, numeral 1 de la Constitucin de la Repblica para desarrollarlo de la siguiente manera:
La independencia externa se refiere al papel de los jueces frente a circunstancias ajenas a sus funciones jurisdiccionales, como por ejemplo, la intromisin de los poderes legislativo y ejecutivo en la funcin judicial. Mientras que la independencia interna es igualmente importante para el funcionamiento justo y eficiente del sistema de justicia. Se refiere a la autoreglamentacin de los jueces y sistema de tribunales, es decir a la influencia de factores internos dentro de su funcin que puedan alterar su libertad de decisin. En razn de lo dicho, la distincin entre competencias de jueces de garantas penales y jueces de casacin responde al principio de independencia interna.
Interpretacin, que es acompaada por el hecho de que las pruebas que responden al rea penal son practicadas durante la etapa de juicio en la audiencia de juzgamiento, conforme la legislacin penal ecuatoriana,
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ante un Tribunal de Garantas Penales. Mientras que en el recurso de casacin: Los jueces de casacin solo podan valorar la contravencin a la ley, indebida aplicacin, errnea interpretacin de la misma para la valoracin de la prueba, ms no para valorar la prueba en s. Finalmente, con este ejercicio hermenutico jurdico, la Corte Constitucional concluye en la sentencia que al valorar pruebas que ya fueron valoradas en la etapa de juicio en un recurso de casacin, los jueces de la Segunda Sala de lo Penal de la Corte Nacional de Justicia desnaturalizan este recurso y afectan la independencia interna jurisdiccional prevista para la prctica de las pruebas en materia penal. Situacin que deviene en la vulneracin al debido proceso. En ese mismo sentido, la Corte Constitucional se ha pronunciado acerca de la imposibilidad de que una Sala de lo Penal de la Corte Nacional de Justicia, en atencin a un recurso de casacin en materia penal pueda valorar la prueba en los siguientes trminos:
Con este antecedente, la Corte Constitucional procede a realizar el anlisis y parte de la exposicin de la naturaleza del recurso de casacin en materia penal, para lo cual cita el artculo 349 del Cdigo de Procedimiento Penal, para relacionarlo con el debido proceso y la tutela judicial efectiva, de los artculos 75 y 76 de la Constitucin de la Repblica. Posteriormente, procede a citar el considerando tercero y otras partes de la sentencia impugnada, de lo cual infiere:
En mrito de lo expuesto, esta Corte constata que no existe un anlisis o pronunciamiento por parte de la segunda sala de lo penal sobre tipos
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penales que no hayan sido objeto de la litis. Claramente se desprende que dichos tipos penales fueron objeto de pronunciamiento por parte del Tribunal Quinto de lo Penal de Pichincha. En esa lnea esta Corte no advierte vulneracin al debido proceso y tutela judicial efectiva en los trminos alegados por el accionante.
La argumentacin jurdica que se refiere a los aspectos probatorios, se encuentra en el considerando sexto de la sentencia dictada por la Segunda Sala de lo Penal de la Corte Nacional de Justicia el 14 de noviembre de 2011:
[] esta Sala observa que el fallo condenatorio no se encuentra conforme a la realidad de los hechos objetivamente probados en la audiencia de juzgamiento con observancia de las garantas que rigen la prctica de la prueba oral y en la valoracin de la prueba el juzgador tampoco ha observado las reglas de la sana crtica en cuanto condena al recurrente por tres delitos diferentes y en base a una fotocopia simple de un documento, sin haberse probado conforme a derecho la existencia de la infraccin.
Criterio que es una forma de valorar la prueba, por lo que la Corte Constitucional considera que la Segunda Sala de lo Penal de la Corte Nacional de Justicia actu fuera del mbito de sus competencias, porque desvirta las pruebas sin mayor motivacin, ya que no se explican las razones que fundamenten la afirmacin de que no se han observado las
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reglas de la sana crtica, desvirtuando las pruebas sin mayor fundamento jurdico; situacin que afecta el debido proceso, conforme el artculo 76 de la Constitucin de la Repblica.
Anlisis comparativo
Con lo expuesto, se evidencian algunos argumentos jurdicos similares utilizados en ambas sentencias que giran en torno a la valoracin de la prueba en materia de recurso de casacin, y que se enuncian a continuacin: 1. Competencia de los jueces de la Corte Nacional de Justicia. La valoracin de la prueba en materia de recurso de casacin penal no es factible y, bajo el mbito de razonamiento de las sentencias referidas, es una actuacin fuera del mbito de la competencia de los jueces de la Segunda Sala de lo Penal de la Corte Nacional de Justicia. En el caso de la sentencia n. 008-13-SEP-CC, la valoracin de la prueba realizada por la Segunda Sala de lo Penal de la Corte Nacional, se conecta con el razonamiento de que es un comportamiento jurisdiccional arbitrario y rebasa el mbito de competencias de este rgano judicial que conoci el recurso de casacin. Mientras que en la sentencia n. 001-13-SEP-CC coincide con la conducta arbitraria de la Segunda Sala de lo Penal de la Corte Nacional, porque valor prueba en el conocimiento de un recurso de casacin. Sin embargo, esta tesis es conectada con el mbito de competencias previsto en la estructura interna para el desarrollo de los procesos judiciales de carcter penal. Y, acorde a esta ltima las pruebas se practican en la audiencia de juzgamiento ante el rgano judicial penal de instancia donde se radic la competencia, y que es el llamado a valorar las pruebas practicadas. En este sentido, la sentencia en mencin no solo agota su razonamiento en la falta de competencia de la Segunda Sala de lo Penal de la Corte Nacional de Justicia porque realiz una nueva valoracin de las pruebas, tambin lo conecta al principio de independencia jurisdiccional interna previsto en el artculo
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168, numeral 1 de la Constitucin de la Repblica, para afirmar que la actuacin arbitraria en el caso concreto, simultneamente, resulta en la afectacin al principio de independencia jurisdiccional interna, porque la Corte Nacional de Justicia est desempeando un rol que le corresponde a otro rgano judicial de la estructura prevista para la administracin de justicia en el mbito penal. 2. Criterios jurisdiccionales que evidencian valoracin de prueba en un recurso de casacin. En referencia a este aspecto, la Corte Constitucional cuenta con diversos casos en que analiza este aspecto. Este anlisis se concentra en las conductas de la Segunda Sala de lo Penal de la Corte Constitucional que expresan la valoracin de prueba realizada en un recurso de casacin del mbito penal. La Sentencia n. 001-13-SEP-CC se refiere al momento en que la Segunda Sala de lo Penal de la Corte Nacional de Justicia manifest en la sentencia, dictada el 11 de junio de 2009, que las pruebas aportadas y practicadas durante el proceso penal respectivo eran inconstitucionales, equvocas y errneas. Mientras que la Sentencia n. 0008-13-SEP-CC, se refiere al momento en que la Segunda Sala de lo Penal de la Corte Nacional de Justicia expuso en la sentencia dictada el 14 de noviembre del 2011 que el fallo condenatorio no se encuentra conforme a la realidad de los hechos objetivamente probados en la audiencia de juzgamiento con observancia de las garantas que rigen la prctica de la prueba oral y en la valoracin de la prueba el juzgador tampoco ha observado las reglas de la sana crtica en cuanto condena al recurrente por tres delitos diferentes y en base a una fotocopia simple de un documento, sin haberse probado conforme a derecho la existencia de la infraccin. Como se puede apreciar, la conducta procesal calificada por la Corte Constitucional, que responde a la valoracin de prueba realizada por la Segunda Sala de lo Penal de la Corte Nacional de Justicia, en la Sentencia n. 001-13-SEP-CC es explcita porque se trata de una calificacin directa acerca de lo correcto o incorrecto, errneo y equivocado de los elementos que constituyen pruebas valoradas por una instancia anterior durante la etapa de juzgamiento del proceso penal en cuestin.
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Sin embargo, para el caso de la Sentencia n. 008-13-SEP-CC, la Corte Constitucional califica como una nueva valoracin de prueba, al momento en que la Segunda Sala de lo Penal de la Corte Nacional de Justicia se refiere a la inobservancia de las normas en la valoracin de las pruebas de carcter oral e instrumentos que responden a insumos privados; con este fundamento concluye desvirtuando la prueba al determinar una copia simple, y no puede determinar la materializacin de un delito penal, actuacin que no se apega a derecho, as como tampoco evidencia la sana crtica. 3. En las dos sentencias se declara la vulneracin al derecho al debido proceso, en el caso de la Sentencia n. 008-13-SEP-CC, acorde al artculo 76, numeral 7, literal l de la Constitucin de la Repblica, por considerar que no existi motivacin en el actuar procesal de la Segunda Sala de lo Penal de la Corte Nacional de Justicia, aspecto que tambin afect la tutela judicial efectiva del artculo 75, ibd. Y, en la Sentencia n. 001-13-SEP-CC, bajo la concepcin de que se desnaturaliz el recurso de casacin, la Corte Constitucional considera que la Segunda Sala de lo Penal de la Corte Nacional de Justicia vulner el derecho al debido proceso en todas sus garantas, consagrado en el artculo 76 de la Constitucin de la Repblica.
III. Conclusiones
De todo lo expuesto, se pueden emitir las conclusiones siguientes: En materia del mbito del recurso de casacin, en la legislacin ecuatoriana y el tratamiento que ha merecido bajo el esquema constitucional anterior, as como el actual, se descarta la posibilidad de que la Corte Nacional de Justicia pueda valorar la prueba mediante un recurso de casacin de mbito penal. La Sentencia n. 001-13-SEP-CC evidencia un avance en el desarrollo del criterio de la Corte Constitucional, respecto a la valoracin de la prueba en materia de recurso de casacin en el mbito penal, el cual no solo se limita al anlisis de la arbitrariedad o falta de competencia de la Corte Nacional de Justicia para hacerlo,
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sino en la interferencia y afectacin que este tipo de actuaciones procesales generan al principio constitucional de independencia interna jurisdiccional del artculo 168, numeral 1 de la Constitucin de la Repblica. Finalmente, se encuentra la decisin de la Sentencia n. 008-13SEP, y la exigencia de motivacin, cuando las sentencias dictadas en materia de recurso de casacin por la Corte Nacional de Justicia se refieran a la inobservancia de las reglas de valoracin de la prueba y la sana crtica, porque de lo contrario se entiendo que con solo una afirmacin se puede desvirtuar y realizar una nueva valoracin de prueba en materia penal.
IV. Bibliografa
Bernal Pulido, Carlos. El derecho de los derechos. Bogot, Universidad Externado de Colombia, 2005. Echanda, Davis. Teora general del proceso. Buenos Aires, Editorial Universidad, 1997.
Fuentes normativas
Cdigo de Procedimiento Penal. Registro Oficial Suplemento n. 360, publicado el 13 enero 2000. Constitucin de la Repblica del Ecuador. Registro Oficial n. 449, publicado el 20 octubre 2008. Ley Orgnica de Garantas Jurisdiccionales y Control Constitucional. Registro Oficial n. 0052, publicado el 22 octubre 2009.
Decisiones judiciales
Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia n. 001-13-SEP-CC. Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia n. 008-13-SEP-CC. Resolucin dictada por la Segunda Sala de lo Penal de la Corte Suprema de Justicia. Serie 17 Gaceta Judicial 6 de 30 julio 2001.
Paridad, representacin y deliberacin como exigencia del Estado constitucional de derechos y justicia
Jorge Benavides Ordez1
Resumen
Este artculo parte de la importancia al respeto del principio de igualdad y no discriminacin en la participacin poltica, por ello es que la observacin del cumplimiento de la paridad en la conformacin de las listas electorales, conjuntamente con la promocin de condiciones adecuadas que promuevan una amplia deliberacin pblica, sealan el trnsito del Estado liberal al Estado constitucional y democrtico del siglo XXI.
Palabras clave: Paridad, representacin, participacin, deliberacin, igualdad, Estado constitucional de derechos y justicia.
1. Introduccin
En este ensayo exponemos algunas ideas sobre la relacin existente entre la paridad en el sistema de representacin poltica con el modelo democrtico deliberativo, principios polticos sobre los cuales se asienta el Estado constitucional de derechos y justicia establecido en la Constitucin de Montecristi. En primer trmino nos referiremos a la paridad, categora que nace de la exigencia del respeto del principio de igualdad de origen moderno, el cual implica de suyo un trato de igual consideracin y respeto a todas y todos los integrantes de la comunidad por parte del poder pblico; por ello, la participacin paritaria persigue el repartir como su nombre
1 Abogado, Ponticia Universidad Catlica del Ecuador; mster en Derecho Constitucional y mster en Filosofa y Cultura Moderna, Universidad de Sevilla, Espaa. Diploma superior en Derecho Constitucional, Universidad Andina Simn Bolvar, Sede Ecuador. Doctorando en Derecho Constitucional, Universidad de Sevilla. Profesor en la Universidad de las Amricas y Universidad de Los Hemisferios; profesor invitado en la Universidad Andina Simn Bolvar, Sede Ecuador. En la actualidad, director ejecutivo del Centro de Estudios y Difusin del Derecho Constitucional (CEDEC). Correo electrnico: [email protected]. umbral 3, 2013, pp. 57-66
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lo indica de forma paritaria el poder poltico,2 acudiendo en tal virtud a la crtica de los sistemas polticos que de modo ilegtimo excluyen a la mitad de la poblacin del manejo de los asuntos pblicos, de ah que la apuesta por un modelo paritario de representacin va ms all de una vindicacin de gnero; por el contrario, es un planteamiento coherente con el trnsito del Estado liberal clsico al Estado constitucional de derechos y justicia social. Despus hablaremos del modelo democrtico deliberativo, opcin por la cual se decant el constituyente ecuatoriano, del que podemos decir que se caracteriza por la plena participacin de las y los posibles afectados de una decisin poltica, precautelando al mximo que dicha intervencin popular sea de modo argumentativo, es decir que la adopcin de una decisin poltica sea producto de la discusin racional e informada de los miembros o de sus representantes de la comunidad a quien va dirigida, garantizando as la legitimidad del sistema representativo, puesto que incluyen en la discusin el mayor nmero de intereses y perspectivas posibles. Finalmente, para cumplir con este propsito nos sern de gran ayuda los pronunciamientos hechos al respecto por parte de la jurisprudencia de la Corte Constitucional para el Perodo de Transicin.
2. Paridad y representacin
La paridad3 emerge de la lucha por hacer efectivo el principio de igualdad entre hombres y mujeres en la participacin de los espacios pblicos y polticos lo que implica, entre otras pretensiones, que la integracin de los organismos encargados de elaborar los diseos normativos llmense congresos, asambleas o cabildos cuenten en su seno con el concurso de la representacin femenina, claro est una es la composicin en trminos paritarios de las listas de candidaturas pluripersonales puestas a consideracin del electorado, y otra la composicin de las corporaciones una vez que se ha producido la eleccin; no obstante
2 3 Cobo, Rosa. Democracia paritaria y sujeto poltico feminista. Anales de la Ctedra Francisco Surez n. 36, Granada, 2002. Internet. http://www.ugr.es/~filode/pdf/contenido36_2.pdf. Con relacin a esta, vase el trabajo de Rodrguez Ruiz, Blanca y Ruth Rubio Marn. Constitutional Justication of parity democracy. Alabama Law Review, vol. 60:5, 2009. Internet. http://www.law.ua.edu/pubs/lrarticles/Volume%2060/Issue%205/rodriguez.pdf.
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los esfuerzos hechos desde los colectivos de mujeres, como desde la normativa nacional e internacional,4 apuntan hacia una real equidad paritaria. Dentro de este esfuerzo se inscriben las leyes de cuota,5 que siendo inspiradas en medidas de accin afirmativa, son legtimas en la medida de hacer efectiva la participacin de grupos humanos6 que han estado marginados de la participacin y del proceso de toma de decisiones. De ah que las medidas de discriminacin positiva aparezcan como una especie de excepcin a la igualdad liberal, toda vez que se acude a estas cuando por determinadas circunstancias las condiciones de ciertos grupos sociales son desiguales a las de otros conglomerados, como por ejemplo en la carencia de representacin poltica, o lo que es lo mismo, comprender la discriminacin y el trato no igualitario como aquellas diferencias polticas, econmicas, sociales que tienen asidero en los desequilibrios de poder entre colectivos.7 Ahora bien, la relacin entre el origen del sistema representativo con el reconocimiento de los derechos polticos de las mujeres8 es un asunto
4 Por ejemplo, la CEDAW (Convencin sobre la Eliminacin de Todas las Formas de Discriminacin contra la Mujer), raticada por el Estado ecuatoriano, en el artculo 7 establece que: Los Estados Partes tomarn todas las medidas apropiadas para eliminar la discriminacin contra la mujer en la vida poltica y pblica del pas y, en particular, garantizarn a las mujeres, en igualdad de condiciones con los hombres, el derecho a: a) votar en todas las elecciones y referndums pblicos y ser elegibles para todos los organismos cuyos miembros sean objeto de elecciones pblicas. Como argumentos a favor de los sistemas cuotas en benecio de las mujeres se ha sealado la importancia de compensar la existencia de barreras que impiden la justa proporcin de las mujeres en puestos polticos, por otro lado, se destaca el derecho que tienen las mujeres como ciudadanas a una representacin equitativa; asimismo se seala la necesidad de contar con la experiencia femenina en poltica, se pone nfasis en que los procesos electorales se reeren al sistema representativo y como tal las mujeres deben ser representadas; vase Cantos, Alexandra. Justicia electoral y actores polticos: inclusin de las mujeres en la vida poltica. Estudios de Justicia Electoral. Ed. Richard Ortiz. Quito, Tribunal Contencioso Electoral, 2009, p. 101. Al respecto existe la discrepancia de considerar a las mujeres como un grupo ms que conforma la sociedad y que ha sido marginado de los espacios de decisin, esto es como las minoras tnicas, culturales o sexuales, en la medida en que las mujeres son transversales a dichas clasicaciones, es decir las mujeres se encuentran en todos los grupos humanos y no pueden ser circunscritas a uno solo. Rodrguez Ruiz, Blanca. Hacia un Estado pospatriarcal. Feminismo y cuidadana. Revista Umbral (Quito), 3 (2012): 28. En este mbito se destacan los esfuerzos emprendidos por las integrantes del movimiento conocido como las sufragistas originado en los Estados Unidos, que llev en 1920 a la 19 enmienda de su Constitucin que consagr el derecho de voto a las umbral 3, 2013, pp. 57-66
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complejo, en la medida en que aquel surgi como una aspiracin vinculada al ideal del varn burgus europeo del siglo XVIII, cuando el sistema poltico era pensado desde y para los burgueses, lo que implic que las grandes mayoras que componan la sociedad se vieran marginadas. Inclusive desde la perspectiva rousseauniana de cuo democrtico que objetaba el principio de representacin9 de raigambre montesquiana que se impuso en la prctica, no era tomado en cuenta lo femenino, pues la democracia decimonnica impulsaba la emancipacin del varn no propietario, pero no inclua en su reclamo a las mujeres.10 Al otro lado del Atlntico, en tierras americanas y teniendo como contexto al sistema colonial, el escenario no difiere mucho del expuesto, debido a que para el derecho peninsular las mujeres salvo ciertas excepcionalidades no contaba con plena capacidad legal: en el caso de ser soltera se encontraba subordinada a la autoridad paterna, o la de un pariente masculino, y si era casada estaba sometida a la potestad marital, de modo que el derecho consagraba la dominacin del hombre sobre la mujer, dominio aceptado en la medida en que se consideraba a las fminas incapacitadas para conducirse por s mismas,11 por eso mal podan entonces preocuparse por los asuntos atinentes a la cosa pblica. Sin embargo, el sistema poltico fue evolucionando debido en gran parte a la lucha y presin social, de tal suerte que el sistema representativo
mujeres. En nuestro pas, la intervencin pionera de la mdica lojana Matilde Hidalgo de Prcel como votante implic un hito en la participacin poltica de la mujer, circunstancia que llev a que se contemple el voto femenino en la Constitucin de 1929; al respecto vase Grijalva, Agustn. Voto de la mujer y extensin del sufragio. Constitucionalismo en Ecuador. Quito, Corte Constitucional para el Perodo de Transicin/ CEDEC, 2012. As Rousseau sostuvo: La soberana no puede ser representada, de la misma manera que no puede enajenarse. Consiste esencialmente en la voluntad general, y sta no puede delegarse. Ella es la misma u otra distinta. No existe trmino medio. Los diputados del pueblo, por lo tanto, no son ni pueden ser sus representantes. Son sus comisarios nada ms, y no pueden resolver denitivamente. Toda ley no raticada por el pueblo en persona es nula, no es tal ley. Rousseau,Jean-Jacques. El contrato social. Madrid, LIBSA, 2002, p. 258. Contrarios a esta posicin aparecen las guras de Condorcet o de Poullain de la Barr, quienes consideraban que la exclusin de la mujer de lo pblico obedeca a un prejuicio contrario a todo postulado racional que abogaba por la universalidad y generalidad de los derechos, apareciendo Emilio o la educacin de Rousseau como un texto que consagra el prejuicio basado en la caracterstica natural diferenciadora de la mujer a ser sumisa, delicada, dbil, por lo tanto objeto de proteccin. Agustn Grijalva, op. cit., p, 130.
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fue democratizndose, primero con la eliminacin del sufragio censitario y luego con el reconocimiento a las mujeres de los derechos polticos, ambos acontecimientos acaecidos en el siglo XX y de enorme relevancia que marcaron el inicio del Estado constitucional y democrtico de derecho, debido a que mal se poda hablar en trminos democrticos, si las mayoras se hallaban marginadas del proceso poltico en la formacin de la voluntad pblica. En efecto, debemos subrayar los avances en materia de derechos que han existido desde el aparecimiento del constitucionalismo decimonnico liberal hasta la actualidad, de ah que parece una hiptesis plausible la consideracin de que el constitucionalismo social de nuestros das, se convierte en un medio idneo para canalizar de modo adecuado los reclamos de las minoras en trminos de representacin poltica y sus peticiones de mayor proteccin, debido a que los actuales marcos constitucionales contemplan un gran acervo de garantas e instituciones jurdicas a las que pueden acudir los distintos grupos para defender sus libertades, en nuestro pas se destaca por ejemplo el amplio catlogo de derechos que se ve salvaguardado por garantas institucionales, normativas y jurisdiccionales. En resumen, el gran hallazgo del constitucionalismo es el hacer compatible un sistema democrtico en donde impera el principio de la mayora, con los derechos y libertades de las minoras.
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Inspirado en las tesis de Locke, para quien el Estado de derecho y la actividad poltica se fundamentan en una sociedad de propietarios, vase su trabajo Segundo ensayo sobre el gobierno civil. Trad. Cristina Pia. Buenos Aires, Editorial Losada, 2002. Constitucin que a pesar de su brevsima duracin es de enorme importancia, no solo por las prestaciones econmicas y sociales que contemplaba, sino porque limitaba los posibles abusos del poder con la creacin de un tribunal de garantas constitucionales. umbral 3, 2013, pp. 57-66
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En el Ecuador de nuestros das, la preocupacin por construir un sistema de representacin legtimo desde lo normativo14 nos conduce a la Constitucin de 1998, que en el artculo 102 estableca que el Estado deba promover y garantizar la participacin equitativa de mujeres y hombres como candidatos en los procesos de eleccin popular; en la misma lnea el artculo 116 de la Constitucin de 2008 afirma que para las elecciones pluripersonales, la ley deber establecer un sistema electoral que sea conforme a los principios de proporcionalidad, igualdad del voto, equidad, paridad y alternabilidad entre hombres y mujeres; asimismo el artculo 3 del Cdigo de la Democracia dispone que, el Estado promueve la representacin paritaria de mujeres y hombres en los distintos cargos ya sea que respondan a la nominacin o la designacin de la funcin pblica, sealando adems que en las candidaturas para elecciones pluripersonales es vinculante la participacin alternada y secuencial. En este sentido, la Corte Constitucional para el Perodo de Transicin en la Sentencia n. 0111-09-EP, relativa a la alternabilidad y paridad de gnero en la conformacin de las listas de candidaturas pluripersonales, ha sostenido que:
Los requisitos de la paridad y alternabilidad, como componentes sustanciales del sistema poltico ecuatoriano y no como mera formalidad, se desprenden, adems de los procesos histricos de lucha por la igualacin material en el ejercicio de los derechos polticos entre hombres y mujeres. No es una novedad decir que en el Ecuador, tradicionalmente, la representacin poltica estuvo reservada, en la realidad de los hechos, para los ciudadanos, relegando a las ciudadanas al mundo de la vida privada.
Por otro lado, la Corte Constitucional de la Transicin en la Sentencia n. 0112-09-EP15 ha dicho que el no acatamiento de la equidad de
14 Cuestin que si bien es importante, no implica per se la mejora de la situacin de las mujeres, ya que, analizando el caso espaol, Blanca Rodrguez dice que la mayor actividad legislativa acaecida en la pennsula ibrica en los ltimos tiempos en materia de gnero, sera realmente valiosa si con ella se logra eliminar los supuestos de discriminacin contra las mujeres. Blanca Rodrguez, Hacia un Estado pospatriarcal. Feminismo y cuidadana, op. cit. Los hechos del caso son que Mady Gallardo, directora provincial de Manab del Prian, interpuso una accin extraordinaria de proteccin en contra de la sentencia dictada el 25 de febrero de 2009 dentro del juicio n. 76-2009 por parte del Tribunal Contencioso Electoral; maniesta que la misma violenta los derechos fundamentales a la participacin consagrados en el artculo 61, numerales 1 y 2, y en el artculo 169 de la Constitucin de la Repblica. Por ello, solicit a la Corte Constitucional del Ecuador se deje sin efecto dicha sentencia que rechaz su recurso de impugnacin y conrm la
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gnero en la composicin de las listas pluripersonales no puede ser visto, de ningn modo, como un aspecto de mera formalidad, en la medida que el derecho a la participacin poltica plena de las ciudadanas y ciudadanos sin discriminacin, constituye un tema sustancial que hace alusin al ncleo esencial del derecho garantizado en la Constitucin de la Repblica en el artculo 61, numerales 1 y 2, y en el artculo 11, numeral 2, atinente a la igualdad de las personas. De los argumentos expuestos por el organismo constitucional, el nfasis en la dimensin material de la participacin equitativa y alternada en la conformacin de las listas de candidaturas es, pues, de sencilla justificacin frente a una visin formalista, ya que esta ltima al observar como un asunto que se puede tomar de modo opcional a la paridad y la alternabilidad en la representacin olvida que estamos frente a un derecho constitucional, y como tal, su efectiva vigencia no corresponde a una cuestin ligada al libre arbitrio de los actores polticos, sino que su cumplimiento tiene que ver con la realizacin de los principios sobre los que se edifica el Estado constitucional de derechos y justicia. Los elementos caractersticos de la participacin en la Constitucin de Montecristi se encuentran en el artculo 95, que establece que las y los ciudadanos de modo individual y colectivo participarn en la toma de decisiones correspondientes a los asuntos pblicos, y en la vigilancia y control de los poderes pblicos en un proceso de permanente construccin de un poder ciudadano; se pone nfasis en que dicha participacin ser orientada por los principios de igualdad, autonoma, deliberacin pblica, respeto a la diferencia, control popular, solidaridad e interculturalidad. Por eso, del principio de igualdad se desprende la nocin de paridad y alternabilidad entre mujeres y hombres en los mbitos pblicos como privados; la autonoma, por su parte, enfatiza la libertad de las y los ciudadanos para tomar por s mismos sus decisiones, basados en su calidad de seres racionales, exentos por tanto de todo tipo de coaccin o presin exterior en su libre desarrollo de la personalidad. Por su lado, la deliberacin pblica implica dos dimensiones, la primera la faceta democrtica, esto es que en la adopcin de una decisin
resolucin de la Junta Provincial Electoral de Manab, en la cual no se calic la lista de candidatos a concejales rurales del cantn Portoviejo, por cuanto no se respet en su integracin la paridad y alternabilidad de gnero. umbral 3, 2013, pp. 57-66
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pblica participen la mayor cantidad de personas que se veran potencialmente afectadas por esta, y la segunda, la faceta deliberativa o discursiva, que comporta que la decisin debe ser producto de la discusin racional entre varias propuestas; de ah que ya no importe tanto el gobierno de la mayora per se, sino ms bien el proceso conducente a la formacin de la voluntad poltica, o lo que es lo mismo, la relevancia capital de la manifestacin y discusin de las ms amplias y variadas opiniones y la posibilidad de que se imponga la que tenga los mejores argumentos, lo que implica el convencimiento de los otros actores dialogantes.16 El respeto a la diferencia tiene relacin con una suerte de contraposicin a la neutralidad del universalismo democrtico liberal, que tiende a la homogenizacin de los diversos actores sociales, lo que conlleva la eliminacin de las diferencias; por el contrario, la Constitucin de Montecristi recoge y hace manifiesto en el mbito pblico las diferenciaciones que corresponden a la identidad de gnero, tnicas, culturales, as como a los distintos pueblos y comunidades y sus derechos colectivos, de ah que el principio de diferencia tenga relacin con el principio de interculturalidad. El control popular, por su parte, alude al permanente seguimiento y fiscalizacin del que son objeto las instituciones pblicas, as como los representantes ciudadanos; finalmente la solidaridad estriba en el rol redistributivo que juega el Estado ecuatoriano en el mbito econmico, mediante la satisfaccin de los derechos del buen vivir, ya que no se puede comprender la construccin de una ciudadana deliberante que participa en el debate pblico, sin que previamente no se le hayan satisfecho sus necesidades bsicas.
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Este modelo de democracia es conocido como democracia deliberativa, en el cual la toma de decisiones es el resultado de la discusin informada entre ciudadanos libres e iguales, contraponindose as a una concepcin meramente procedimental de estirpe schumpeteriana, es decir aquella en la que el elemento esencial de la democracia son los procesos electorales, de ah que el escogitamiento de los principales puestos de gobierno se da por designacin electoral popular, generndose con ello la lucha entre los distintos actores polticos. El nuevo enfoque de democracia dialogante ha tenido en Jurgen Habermas a uno de sus principales expositores; vase su trabajo Tres modelos de democracia: sobre un concepto de una poltica deliberativa, conferencia presentada en el Departamento de Filosofa de la Universidad de Valencia, disponible en http://www.alcoberro.info/V1/habermas7.pdf.
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4. Conclusin
Como ha sido dicho, el Estado constitucional de derechos y justicia implica un sistema de representacin que se ve perfeccionado por las lgicas participativas que buscan la inclusin de la pluralidad y diversidad social, desechando por tanto un sistema representativo anquilosado en los exclusivos intereses y posiciones de los mejor ubicados, de ah que la paridad y la deliberacin se muestran como dos elementos que contribuyen de modo decisivo en dicho cometido, en la medida en que no se puede construir instituciones democrticas sin un respeto irrestricto al principio de igualdad en la participacin. Es pues, la plena vigencia del principio de igualdad y no discriminacin lo que nos permite afirmar: la legitimidad del sistema representativo, plasmada en la posibilidad de la intervencin informada de todas y todos en la construccin de la voluntad pblica. En este contexto, la labor de la justicia constitucional es primordial en la proteccin y promocin del derecho a la igualdad, y a la participacin poltica en el caso particular, por ello, precisamente, es que los pronunciamientos de la Corte Constitucional son plausibles, en la medida en que centrando su reflexin en el respeto al mandato constitucional de la composicin paritaria y secuencial de las listas de candidaturas pluripersonales para los procesos electorales ha contribuido con un pequeo aporte en la lucha por la paridad en la representacin. No obstante, ms all de los importantes esfuerzos normativos, jurisdiccionales e institucionales, el compromiso en la construccin de una sociedad en donde prime la igualdad y la no discriminacin en razn de gnero es una tarea que nos corresponde a todos y todas.
5. Bibliografa
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Fuentes normativas
Constitucin de la Repblica del Ecuador de 1998. Constitucin de la Repblica del Ecuador de 2008. Cdigo de la Democracia. CEDAW.
Jurisprudencia constitucional
Sentencia n. 0111-09-EP. Sentencia n. 0112-09-EP.
Resumen
No cabe duda de que el nuevo modelo jurdico constitucional ecuatoriano, incorporado a partir de la vigencia de la Constitucin del 2008, importa nuevos paradigmas en el tratamiento de la materia constitucional y procesal constitucional. Las innovaciones previstas en la Constitucin obedecen, entre otros aspectos, a la necesidad de desarrollar y fortalecer conceptos e instituciones jurdicas preexistentes, entre ellas la Corte Constitucional y las correspondientes acciones jurdico-constitucionales que son de su competencia. En esta lnea, es el inters del presente trabajo reflexionar sobre uno de los paradigmas incorporados en nuestra Constitucin que, dada su importante naturaleza jurdica, no puede pasar por alto para quienes nos encontramos vinculados al derecho: el valor de la jurisprudencia dentro del ordenamiento jurdico ecuatoriano. Las funciones que desempean las altas Cortes son esenciales dentro del Estado constitucional de derechos y justicia,2 toda vez que a partir del desarrollo de jurisprudencia vinculante horizontal y vertical genera la transformacin en el sistema de fuentes ecuatoriano. En efecto, si es la jurisprudencia la llamada a convertirse en uno de las principales fuentes de resolucin de conflictos
1 Secretaria Tcnica Jurisdiccional de la Corte Constitucional del Ecuador, profesora invitada de la Universidad Catlica Santiago de Guayaquil, Universidad de Especialidades Espritu Santo y Universidad Andina Simn Bolvar, Sede Ecuador (UASB-E). Abogada de los Tribunales de la Repblica del Ecuador. Presea Honorato Vzquez a la mejor egresada, Universidad del Azuay; diploma en Derecho mencin Derecho Constitucional, UASB-E; magster en Derecho mencin Derecho Tributario, UASB-E; mster en Argumentacin Jurdica, Universidad de Alicante. Candidata doctoral por la UASB-E. Constitucin de la Repblica del Ecuador. Registro Ocial n. 449, de 20 octubre 2008, artculo 1. umbral 3, 2013, pp. 69-101
Palabras claves: Estado constitucional de derechos y justicia, argumentacin jurdica, constitucionalismo, precedente judicial, stare decisis, jurisprudencia vinculante.
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sociales, debera entonces constituirse en las razones excluyentes y definitivas de las resoluciones judiciales posteriores, esquema que sin lugar a duda trastoca los clsicos cnones del sistema de fuentes de la familia romano germnica de la cual nuestro ordenamiento jurdico proviene.
I.
El derecho constitucional de la segunda posguerra ha abandonado la idea segn la cual el Estado de derecho coincide plenamente con el principio de legalidad; las constituciones de los ltimos cincuenta aos han pensado que la democracia, los derechos humanos y el pluralismo jurdico se defienden mejor si el Estado de derecho es caracterizado a partir de un principio de constitucionalidad y no a partir de un mero principio de legalidad. De hecho, las constituciones de la ltima mitad del siglo XX han adoptado aceleradamente el principio de constitucionalidad y en Latinoamrica, en los ltimos treinta aos, la mayor parte de pases hispanoamericanos han sentido de alguna forma la llegada de este nuevo constitucionalismo. En este contexto, el constitucionalismo ha venido efectuando un cambio fundamental en el derecho pblico, los textos constitucionales y en especial aquellos que consagran derechos fundamentales/constitucionales3 se han convertido en normas directamente aplicables4 a todo tipo de conflictos jurdicos a resolver por los jueces y funcionarios administrativos. Se ha comenzado entonces a construir una teora constitucional con cierto nivel de autonoma del derecho ordinario, as, por ejemplo, frente al tradicional modelo de argumentacin basada en la subsuncin, se han propuesto modelos alternativos en los que esta operacin lgica pierde la centralidad.
Bajo la concepcin de la Constitucin ecuatoriana del 2008 todos los derechos gozan de igual jerarqua y son exigibles y justiciables: Todos los principios y los derechos son inalienables, irrenunciables, individuales, interdependientes y de igual jerarqua (art. 11, numeral 6, Constitucin de la Repblica del Ecuador), a diferencia de otras constituciones que s distinguen entre derechos constitucionales y fundamentales, razn por la cual me referir a ellos como derechos fundamentales/constitucionales. Artculo 11, numeral 3 y artculo 426, Constitucin de la Repblica del Ecuador.
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Sin lugar a duda, el constitucionalismo de la segunda posguerra cambi el paradigma del Estado legocntrico y en su lugar se instituy varias concepciones bsicas que cambiaron la estructura del constitucionalismo clsico, entra las cuales debemos destacar, la supremaca constitucional y consecuentemente se convirti a la Constitucin en la norma jurdica directamente aplicable, mediante lo cual se posibilit que los ciudadanos buscaran la proteccin de sus derechos constitucionales por medio de acciones directas en las cuales sus argumentos podran basarse en el mismo texto constitucional sin necesidad de intermediacin legal. As, por ejemplo, en el artculo 8 de la Declaracin Universal de Derechos Humanos se estableci que toda persona tiene derecho a un recurso efectivo, ante los tribunales nacionales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitucin o la ley, en armona con lo dispuesto en el artculo 25 de la Convencin Americana de Derechos Humanos:
Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rpido o a cualquier otro recurso efectivo ante los jueces o tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitucin, la ley o la presente Convencin, aun cuando tal violacin sea cometida por personas que acten en ejercicio de sus funciones oficiales.
Se incorpora adems dentro de la nueva lgica del Estado constitucional la rigidez constitucional, lo que refuerza la idea de permanencia y eficacia de los derechos constitucionales, pues, existe la inmodificabilidad o resistencia al cambio constitucional en los mismos trminos que puede desarrollarse la modificacin de las leyes, lo cual desemboca en una efectiva imposicin de la Constitucin sobre la ley.5 Esto demuestra de manera indudable cmo la Carta de Derechos pas de ser derecho suave a ser derecho duro plenamente exigible, esto es normas jurdicas perfectas y vinculantes, no obstante el nivel de abstraccin en el cual estn redactadas.
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Estas y otras caractersticas6 evidencian que el constitucionalismo desplaza gradualmente al Estado legal, cambios que obligan a los jueces de todos los niveles a lidiar directamente con el texto constitucional, y es esta nueva orientacin la que genera que la interpretacin y argumentacin constitucional se convierte en un tema fundamental, aunque polmico, pues, las antiguas habilidades de interpretacin de la ley adquiridas en las facultades de derecho no ofrecen todos los elementos necesarios en la interpretacin del texto constitucional de directa aplicacin por todos los jueces. En efecto, este proceso de constitucionalizacin obliga a los operadores de justicia a enfrentarse con problemas, como altos grados de indeterminacin sintctica, semntica, pragmtica y lgica con un alto grado de generalidad y abstraccin, un fuerte componente de principios frente a reglas,7 la transformacin en la teora de fuentes del derecho pluralismo jurdico que terminan ligando la aplicacin directa de la Constitucin al reconocimiento de otras formas de produccin jurdica no legislativa, como es el caso de la jurisprudencia. En este contexto, resulta imprescindible hacer uso de instrumentos conceptuales que permitan enfrentar y superar exitosamente estas indeterminaciones, dentro de estas herramientas se encuentra sin lugar a duda la argumentacin jurdica. Pero qu es la argumentacin jurdica?, en qu campo del derecho se desarrolla? Argumentar es ofrecer un conjunto de razones a favor o en contra de determinada tesis que se trata de sostener o refutar; bajo esta concepcin [l]a teora de la argumentacin jurdica tiene como objeto de
6 En un orden jurdico no constitucionalizado el Derecho constitucional [] tiene un radio de accin limitado: por un lado, disciplina los aspectos fundamentales de la organizacin del Estado (la distribucin de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial); por otro, determina los derechos de libertad de los ciudadanos frente a los poderes pblicos [] Por el contrario, en un orden constitucionalizado, el Derecho constitucional tiende a ocupar todo el espacio de la vida social y poltica, condicionando la legislacin, la jurisprudencia, el estilo doctrinal, las acciones de los actores polticos, las relaciones privadas. Ver Guastini, Riccardo. Lezioni di teoria del diritto e dello Stato. Turn, Giappichelli Editore, 2006, p. 239, citado por Aguil, Joseph. Sobre derecho y argumentacin. Palma, Lleonard Muntaner Editor, 2008, p. 12. Santiago Nino, Carlos. Fundamentos de derecho constitucional. Anlisis filosfico, jurdico y politolgico de la prctica constitucional. Buenos Aires, Ed. Astrea, 2000, pp. 89-97. Tambin Carri, Genaro. Notas sobre derecho y lenguaje. Buenos Aires, Abeledo Perrot, 2. ed., 1979, pp. 17-48; 91-105.
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reflexin, obviamente, las argumentaciones que tiene lugar en contextos jurdicos.8 Si el objeto de la argumentacin jurdica est relacionado con los contextos jurdicos, el campo que se desarrolla es el de la creacin, como en la interpretacin, aplicacin, e incluso dentro la dogmtica jurdica. Sin embargo, cmo opera la argumentacin en uno y otro campo es distinto, aun cuando existan notas comunes que deben observarse como por ejemplo la dimensin formal y material de la argumentacin jurdica.9 La argumentacin jurdica, desde su concepcin moderna, teora estndar de la argumentacin jurdica (MacCormick, Atienza, Alexy, Wrblewski, Habermas) se encuentra dirigida a desarrollar los procedimientos adecuados para que las soluciones judiciales sean racionalmente fundamentadas, es decir, la argumentacin jurdica tiene como objeto central de estudio el discurso justificativo.10 As, el problema central actualmente, bajo la lgica del Estado constitucional, ya no es cmo encontrar la solucin pertinente, sino cmo esta debe ser justificada, en tal virtud justificar es apelar a la razn en busca de aceptacin de una tesis, entonces resulta fcil de entender por qu el llamado en trminos tericos problema jurdico no es otro que el de la racionalidad de las soluciones jurdicas.11 La racionalidad de las soluciones jurdicas nos conduce a mirar al derecho como una realidad dinmica que contiene normas, procedimientos, valores, acciones, agentes, y es trascendental la justificacin de sus normas y decisiones. En el constitucionalismo, se admite la integracin
8 9 Atienza, Manuel. Las razones del derecho: Teoras de la argumentacin jurdica. Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 1991, p. 28. La dimensin formal analiza la estructura en la lgica de las inferencias y en el resultado, a travs de esquemas de argumentacin usados para controlar la correccin de los argumentos, para armar que son vlidos. La dimensin material enfatiza que lo indispensable del razonamiento tiene que ver con los enunciados verdaderos, ofrecer buenas razones que permita justicar la decisin, explicar el hecho, y que resulten apropiados. Los criterios de correccin y la fundamentacin son los que importan para avalar la verdad en esta concepcin. La dimensin pragmtica tiene como n lograr la resolucin de problemas y de persuadir racionalmente, por lo que adems de considerar las buenas razones, se consideran las circunstancias, las acciones y los actores que participan en la actividad argumentativa, as como los actos lingsticos usados para que sean permitidos y aceptados por los destinatarios, que consientan guiar la realidad jurdica contempornea. La argumentacin jurdica bajo esta concepcin es una actividad lingstica. Cfr. Manuel Atienza, op. cit. Cfr. Atienza, Manuel. El derecho como argumentacin. Barcelona, Ariel, 2006. Joseph Aguil, op. cit., p. 61. umbral 3, 2013, pp. 69-101
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de las diversas esferas de la razn prctica: el derecho, la moral, la poltica, la sociologa, por eso la razn jurdica no es solo instrumental, sino una razn prctica sobre los medios y fines; la actividad jurdica est guiada por la idea de correccin, por la pretensin de justicia. Bajo esta concepcin, el principio constitucional que rige al ordenamiento jurdico impone una conexin de este con la Constitucin, externa e interna, es decir, la Constitucin no es nicamente un lmite del poder pblico, sino que el campo de aplicacin de la Constitucin se amplifica, pues, obliga a todos de manera positiva, tanto los poderes pblicos y particulares en la concrecin de todos los mandatos dispuestos en la Constitucin. Es decir, la Constitucin se instituye como un verdadero lmite y vnculo en el Estado constitucional,12 deja de ser una frmula vaca de contenido, para expandir su contenido sobre todo el ordenamiento jurdico. Con el paradigma constitucional, los casos fciles y los casos difciles13 no son sencillos de dilucidar prima facie. Los primeros casos fciles se resuelven aplicando una regla perteneciente al sistema jurdico y cuya solucin se caracteriza por ser lgicamente concurrente con los principios del mismo, es decir, se aplica la regla al caso en cuestin, mecanismo silogstico que se lo realiza sin mayor anlisis, toda vez, que no existe controversia acerca de los alcances de la regla y su coherencia valorativa con los principios y los hechos. Por el contrario, la resolucin de los casos difciles no se obtiene de una manera tan sencilla, requiere de una justificacin y accin deliberativa, exigiendo por parte del juzgador, un sentido de responsabilidad, en el que se deja de lado a la arbitrariedad, en espera de una decisin justificada racionalmente, en el que se incrementa las buenas razones para la resolucin del caso en particular. Con base en la constitucionalizacin del ordenamiento jurdico, potencialmente todos los casos pueden ser considerados como difciles, lo
12 13 Cfr. Ferrajoli, Luigi. Derecho y garantas: la ley del ms dbil. Madrid, Trotta, 1999. Distincin establecida por Niel MacCormick, en Legal Reasoning and Legal Theory, los casos fciles son aquellos en los que la aplicacin deductiva opera sin mayores inferencias, en tanto que los casos difciles se presentan, ya sea por problemas normativos (interpretacin y fuentes del derecho) y por problemas fcticos (calicacin de los hechos y prueba), los que deben atenderse observando los principios rectores con el sistema (consecuencias) y los principios universales de la argumentacin jurdica (universalidad, consistencia, coherencia narrativa y normativa). Ver Manuel Atienza, op. cit.
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que exige de los operadores de justicia la prctica de una argumentacin que considere al derecho en su unidad, es decir, observando las normas jurdicas, los valores, las instituciones, los derechos constitucionales y los principios, que encontramos en las constituciones contemporneas, actividad que sin lugar a duda demanda un mayor esfuerzo.
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parte, el derecho objetivo vigente y, por otra, las circunstancias fcticas del caso concreto. En efecto, la interpretacin judicial se la realiza en un camino que permite continuar con la labor hermenutica de lo que otros jueces han decido en el pasado sobre la misma cuestin o sus anlogos, para continuar con una actividad hermenutica permanente; entonces, la actividad judicial es eminentemente justificativa16 y las tcnicas de argumentacin jurdica son una de las herramientas que permiten determinar la previsibilidad de las decisiones jurisdiccionales. La indeterminacin estructural en la conformacin de preceptos normativos, sean estos principios o reglas, convierte a la argumentacin jurdica en una cuestin forzosa. La carencia de autonoma semntica17 de los preceptos normativos coloca al juez ante la valoracin, es decir, la posibilidad de escoger dentro de un marco ms o menos amplio la solucin adecuada para el caso. Bajo este contexto, se convierte en indispensable la necesidad expresa de justificar el porqu de la decisin adoptada, para lo cual la argumentacin jurdica nos ofrece las tcnicas para obtener una resolucin judicial racionalmente justificada. Partimos entonces en reconocer la evolucin que registra el razonamiento jurdico, el cual nos permite afirmar que en las instancias judiciales se utilizan modelos de aplicacin legal y racional del derecho, conforme a los cuales se acude a preceptos normativos vlidos en la resolucin de un conflicto que van acompaados de una justificacin racional. Y es en esta lnea que la argumentacin jurdica establece las herramientas que son utilizadas por el juez en el desarrollo de su actividad. Efectivamente, la argumentacin jurdica ha supuesto una renovada ptica del quehacer jurdico; este nuevo enfoque jurdico18 recuerda la importancia de la argumentacin en los procesos de creacin, interpretacin, aplicacin y decisin. As la visin argumentativa del derecho tiene sentido, con el modelo de Estado constitucional, pues, es ste el sistema que exige fundamentalmente que las decisiones de los rganos pblicos sean argumentadas, es decir, el sometimiento del poder a la razn en el que el constitucionalismo es argumentacin.19
16 17 18 19 Cfr. Atienza, Manuel. El sentido del derecho. Barcelona, Ariel, 2001. Ruiz Manero, Juan. Certeza y predecibilidad de las relaciones jurdicas. Madrid, Fundacin Coloquio Jurdico Europeo, 2010, p. 102. Que surge a partir de la segunda mitad del siglo XX. Cfr. Atienza, Manuel. Constitucin y argumentacin. Estudios en homenaje a Hctor Fix-Zamudio en sus cincuenta aos como investigador de Derecho, t. VI. Coords.
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Para determinar en qu medida una argumentacin satisface los requisitos de racionalidad del sistema, Alexy, por ejemplo, elabora una teora de la argumentacin que permita asegurar una racional objetividad en la aplicacin del derecho, mediante la determinacin de un proceso, propugnndose que, si y solo si la decisin judicial se filtra por un procedimiento est racionalmente justificada. En este orden de ideas, el discurso jurdico es un discurso prctico que tiene lugar bajo condiciones limitadoras como los preceptos normativos vigentes, el precedente y la doctrina.20 El reconocimiento a un modelo de vinculacin al precedente, expuesto en las teoras estndar de la argumentacin jurdica, depende de la dimensin normativa y de la praxis judicial de cada ordenamiento jurdico. Y es este planteamiento, el que nos induce a reflexionar en torno a la importancia del precedente, teniendo en cuenta que frente a cada precepto normativo, concurren diversas interpretaciones,21 de lo cual surge la necesidad de establecer qu interpretaciones encajan mejor en la pretensin de correccin,22 es decir, establecer los criterios por los cuales la norma interpretacin escogida del precepto normativo es la opcin ms racional y justa para el caso resuelto. Aquello a nuestro sentir, se puede lograr nicamente cuando la actividad judicial se sujeta a unos parmetros objetivos, de los cuales el juez solo puede apartarse presentando razones vlidas y legtimas; dimensiones que estaran dadas por la jurisprudencia emanada de las altas Cortes, en razn de constituirse estos en mximos intrpretes del derecho. Reconociendo, como se dej reseado con antelacin, que la discrecionalidad judicial no es ajena a la actividad jurisdiccional y que la vinculacin al precedente es una de las estrategias que permiten la correccin y racionalidad de la decisin judicial al momento de aplicar el derecho frente a cada caso en concreto, el derecho constitucional latinoamericano desde sus dimensiones objetiva y valorativa ha dado especial nfasis en el anlisis del precedente. As los estudios de los
Ferrer Mac-Gregor, Eduardo y Saldvar Lelo De Larrea. Mxico, UNAM/IMDPC/Marcial Pons, 2008. Alexy, Robert. Teora de la argumentacin jurdica. Trad. Manuel Atienza e Isabel Espejo. Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 1997. Guastini, Riccardo. La interpretacin de la constitucin. Interpretacin y razonamiento jurdico. Ed. Santiago Ortega Gomero. Lima, ARA Editores, 2010. Alexy, Robert. Teora de la argumentacin jurdica. Trad. Manuel Atienza e Isabel Espejo. Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 1997, p. 208. umbral 3, 2013, pp. 69-101
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profesores Leonor Moral,23 Diego Lpez,24 Bernal Pulido,25 Csar Landa,26 entre otros, denotan los modelos explicativos en torno a la importancia del uso del precedente y el manejo del mismo en sus distintos ordenamientos jurdicos, tarea que nos proponemos introducirla en lo atinente al sistema constitucional ecuatoriano.
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finalidad propia del Estado constitucional, hacer previsible ex ante la actuacin de la administracin de justicia mediante la predeterminacin de sus contenidos. En efecto se proscribe la arbitrariedad judicial y restringe la discrecionalidad judicial, en la medida en que impide que casos iguales sean resueltos de manera distinta por un mismo juez o por varios jueces, con lo que evita directamente una vulneracin del derecho a la igualdad. De esa forma, el precedente incrementa adems la eficiencia de la administracin de justicia al evitar la duplicacin de los esfuerzos, pues la justificacin ante casos iguales tiene, necesariamente, que ser la misma, a menos de que existan razones justificadas de un cambio de criterio. Al exigir igual trato para casos iguales, la teora justifica que el juez del caso actual omita reflexionar nuevamente acerca del trato correspondiente al tipo de caso sometido con anterioridad a su decisin o de las altas Cortes. Finalmente, una de las principales razones acerca de la importancia de la jurisprudencia viene dada por la idea de justicia anclada al derecho de la igualdad. En efecto, la idea de justicia exige una distribucin igualitaria. Sin embargo, la exigencia de igualdad, desde luego, no puede ser tomada en trminos absolutos, en el sentido de imponer exactamente el mismo trato a todos, cualesquiera sean las circunstancias. Tal uniformidad absoluta no es lo que exige el ideal de justicia, pues, la falta de reconocimiento de las diferencias relevantes significara ubicar a todos en idntica posicin, cosa que no puede pretenderse. Por el contrario, no puede considerarse injusto que se hagan distinciones, de manera que los beneficios y las cargas, los derechos y los deberes sean distribuidos teniendo en cuenta circunstancias condicionantes. La exigencia de igualdad encierra nicamente la pretensin que nadie, en forma arbitraria, sea sometido a un trato que difiera del que se acuerda a otros. Esta exigencia debe ser comprendida, por tanto, en un sentido relativo, es decir, como una exigencia que los iguales sean tratados de la misma manera. En efecto, la exigencia de igualdad contenida en esta idea de justicia no est dirigida en forma absoluta a todos y a cada uno, sino a todos los miembros de una clase, determinados por ciertos criterios de relevancia. La justicia, en este sentido, como pura demanda de igualdad recoge una exigencia de racionalidad, en tanto que el trato acordado a una persona debe ser predeterminable por ciertos criterios establecidos
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en reglas dadas. Esta idea de justicia se presenta como opuesta a la idea de arbitrariedad. Los trminos justa e injusta cobran sentido, cuando se aplican para calificar la decisin tomada por un juez o por cualquier otra persona que deba aplicar una norma. Decir entonces, que una decisin es justa significa que ha sido tomada de manera regular, esto es, de conformidad con la norma o con el sistema de normas tomado como referencia. Se exige entonces, en el mbito judicial, que la decisin en examen sea el resultado de la aplicacin regular e igualitaria de una norma general. As, esta conexin entre igualdad y la justicia se refleja en la llamada regla de justicia-principio de igualdad, que impone tratar a los iguales de manera igual y a los desiguales de manera desigual. La regla suele considerarse una concepcin de justicia formal, pues, se limita a exigir la aplicacin igual de un determinado tratamiento, cualquiera que sea este. Se excluye, en definitiva, toda discriminacin arbitraria, ya sea por parte del juez o el legislador, siempre que exista una discriminacin arbitraria introducida sin una vlida justificacin y valoracin; en otras palabras, una diferencia de trato que tiene por fundamento diferencias irrelevantes entre los sujetos o los casos. La relevancia o irrelevancia de estas ltimas diferencias se establece, desde luego, mediante una decisin valorativa. En tal virtud, tratar de manera igual los casos iguales significa que, una vez que se resolvi un caso de una forma determinada, es forzoso tratar, en principio, los otros casos iguales de la misma forma, en consecuencia, la jurisprudencia emitida con anterioridad vincula las decisiones posteriores, a menos claro est que existan razones suficientes y justificables del cambio de criterio.28 En observancia de la regla de la justicia casos iguales deben ser tratados de manera igual, salvo que existan razones suficientes para cambiar el trato. As concebida esta regla contendra tres elementos que permitan identificar su observancia: estndar de conducta, criterio de igualdad y condicin de excepcin.29
28 [] aceptar abiertamente que la nueva sentencia es inconsistente con la lnea y que, por tanto, implica una variacin de jurisprudencia. Por su parte la misma debe cumplir con dos condiciones: en primer lugar, debe ser realizado, con preferencia, por un tribunal jerrquicamente habilitado para realizar el cambio jurisprudencial, y segundo, la tcnica argumentativa a utilizarse debe cumplir con altos estndares argumentativos. Diego Lpez Medina, op. cit., pp. 260-261. Criterios tomados por la clasicacin propuesta por Mendonca, Daniel. Anlisis constitucional: una introduccin. Bogot, Universidad del Rosario Editorial, 2009.
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Estndar de la conducta. Consiste en tratar los casos iguales de manera igual, sin embargo, la delimitacin de caso no es una cuestin pacfica. La nocin de casos iguales debe ser entendida como casos individuales que comparten determinadas propiedades consideradas relevantes, con base en determinados criterios de relevancia (hechos materiales).30 El estndar de conducta en relacin al principio de igualdad conlleva entonces dos nociones, por una parte la relativa, pues remite a una relacin de al menos dos casos y, por otra parte, la comparativa que refiere determinadas propiedades consideradas relevantes. Entonces, sostener que dos casos son iguales, no equivale a afirmar que estos son idnticos, sino ms bien, que a pesar de no existir identidad absoluta, nos abstraemos de las diferencias y tomamos nicamente como relevantes importantes las propiedades en las que los casos coinciden. Criterio de igualdad. Hay varios procedimientos para calificar de iguales o desiguales los casos, ya que cualquier serie de ellos comparte ciertas propiedades y deja de compartir otras y mientras no se establezca qu aspectos son relevantes, el estndar es una frmula vaca. El estndar entonces debe complementarse con algn criterio que determine si los casos son, en realidad, iguales o desiguales. El estndar, aunque constituye un elemento central en la idea general de justicia formal, es en s mismo incompleto y mientras no se aada algn criterio adicional, no proporciona una gua especfica de conducta, y en efecto, para completarlo es preciso determinar los criterios para establecer similitudes. En esta lnea, no todas las propiedades de un caso son relevantes para la caracterizacin de este. La seleccin de las propiedades relevantes es un problema valorativo. Si ciertas propiedades nos parecen totalmente irrelevantes para el caso, esto solo sucede porque existe un consenso ms o menos unnime, en el grupo social al que pertenecemos, acerca de ciertos valores, este es entonces un hecho contingente: los criterios empleados para identificar las propiedades relevantes varan, por lo comn, en funcin del tiempo y de la cultura. Es decir, el hecho que los criterios de relevancia dependan del contexto cultural e histrico no supone total libertad para decidir sobre las propiedades relevantes. La seleccin de propiedades relevantes en los casos, se halla restringida por el propio derecho, es decir, la relevancia debe ser tomada en
30 Hechos materiales sinnimos de hechos que conguran el caso y que son analizados por el juzgador como determinantes para la resolucin del mismo. Cfr. Diego Lpez Medina, op. cit. umbral 3, 2013, pp. 69-101
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consideracin al derecho objetivo vigente, entendindose a este en su integralidad de fuentes y en las distintas normas existentes tambin dentro del propio ordenamiento jurdico. Condicin de excepcin. El trato desigual exige razones, as el criterio de estndar incluye condiciones de excepcin con lo cual el trato de un caso a otro puede variar si, y nicamente si, se ofrece razones suficientes, estas razones dependern de la racionalidad, es decir, el grado de importancia atribuido a los propsitos aducidos y a las consecuencias consideradas existentes dentro del propio ordenamiento jurdico para justificar vlidamente las excepciones.
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fuente no es exclusivo de la ley en sentido formal, puesto que, existen otras tantas manifestaciones que no provienen necesariamente del Parlamento, pero que renen las condiciones para la generacin de derecho objetivo, entre ellos, la jurisprudencia constitucional. Una lectura aislada y literal del artculo 425 de la Constitucin de la Repblica del Ecuador, parecera conducirnos a sostener el nfimo valor de la jurisprudencia, en tanto que esta se ubicara dentro de otras decisiones de los poderes pblicos,33 fuente colocada al final de aplicacin jerrquica en el ordenamiento jurdico ecuatoriano, como caracterstica clsica en los sistemas continentales o de civil law como el nuestro. Sin embargo, un anlisis sistemtico de la Norma suprema nos conduce a otra conclusin, toda vez, que al ser la Constitucin norma jurdicamente aplicable, existiendo en su regulacin centralidad de los derechos constitucionales y humanos y con el reconocimiento del pluralismo jurdico, podemos asimilar que la concepcin clsica ha sido modificada. Y es en este contexto, que el artculo 11, numeral 8 coloca expresamente a la jurisprudencia como fuente generadora de derecho objetivo, pues, [e]l contenido de los derechos se desarrollar de manera progresiva a travs de las normas, la jurisprudencia y las polticas pblicas. Es decir, nos replanteamos a nivel de la familia romano-germnica el rol que cumple el juez en el establecimiento del derecho vigente, bajo el entendido de que este deja de ser un mero aplicador de preceptos normativos, para tornarse en creador de reglas jurisprudenciales que concretan el contenido y alcance de los derechos. Continuando en el anlisis contextual del sistema de fuentes ecuatoriano con relacin a la jurisprudencia, la Constitucin expresamente en los artculos 185, 221 y 436, numeral 6, reconoce que los fallos de
33 Art. 425.- El orden jerrquico de aplicacin de las normas ser el siguiente: La Constitucin; los tratados y convenios internacionales; las leyes orgnicas; las leyes ordinarias; las normas regionales y las ordenanzas distritales; los decretos y reglamentos; las ordenanzas; los acuerdos y las resoluciones; y los dems actos y decisiones de los poderes pblicos. En caso de conicto entre normas de distinta jerarqua, la Corte Constitucional, las juezas y jueces, autoridades administrativas y servidoras y servidores pblicos, lo resolvern mediante la aplicacin de la norma jerrquica superior. La jerarqua normativa considerar, en lo que corresponda, el principio de competencia, en especial la titularidad de las competencias exclusivas de los gobiernos autnomos descentralizados. Constitucin de la Repblica del Ecuador. umbral 3, 2013, pp. 69-101
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las altas Cortes ecuatorianas vinculan ya no solo a las partes, sino que generan efectos a todos los operadores de jurdicos. En tal virtud, existe una revalorizacin contundente de la jurisprudencia en nuestro sistema jurdico, en efecto, la Constitucin otorga tanto a la Corte Constitucional, Tribunal Contencioso Electoral y Corte Nacional un rol importante en la generacin de derecho objetivo, con el fin justamente de hacer efectiva la vigencia al derecho de igualdad, en una doble dimensin, por una parte igualdad ante la ley y, por la otra, igualdad de trato de los tribunales, evitando la vulneracin de estos derechos en aquellas situaciones en las que se desconozca por parte del juzgador la lnea jurisprudencial trazada por un alto tribunal, respecto de un tema determinado. En este aspecto resulta un punto central de reflexin el valor jerrquico de los preceptos normativos y las normas, de conformidad con lo preceptuado en el artculo 425 de la Constitucin enmarcado siempre en un anlisis sistemtico. Es as que si un rgano con legtimas facultades reconocidas por la Constitucin interpreta en abstracto los preceptos normativos, el resultado de la interpretacin, el valor de la norma (resultado de la interpretacin y la argumentacin correspondiente por parte del juez, por ejemplo, relacin signo y significante)34 no puede ser otro, que el mismo nivel jerrquico que el del precepto interpretado, en virtud del principio del paralelismo de las formas jurdicas.35 Es decir, el nivel jerrquico, dentro del Estado constitucional de derechos y justicia, no puede ser distinto entre los preceptos normativos constitucionales y las normas constitucionales (interpretaciones), y ah es donde opera la transformacin en el sistema de fuentes jurdico ecuatoriano y la manera de entenderlo e interpretarlo. La Corte Constitucional, en virtud de las disposiciones contenidas en el artculo 436, numerales 1 y 6, tiene la atribucin de 1. Ser la mxima instancia de interpretacin de la Constitucin, de los tratados internacionales de derechos humanos ratificados por el Estado ecuatoriano, a travs de sus dictmenes y sentencias. Sus decisiones tendrn carcter vinculante, y 6. Expedir sentencias que constituyan jurisprudencia vinculante respecto de las acciones de proteccin, cumplimiento, hbeas corpus, hbeas data, acceso a la informacin pblica y dems procesos constitucionales, as como los casos
34 35 Acero, Juan Jos, Eduardo Bustos y Daniel Quesada. Introduccin a la filosofa del lenguaje. Madrid, Ediciones Ctedra, 1982. Prez Royo, Javier. Curso de derecho constitucional. Madrid, Marcial Pons, 2001.
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seleccionados por la Corte para su revisin (nfasis aadido). Para cumplir con esta labor se dispone a los todos los jueces que conocen de garantas jurisdiccionales, tanto de primera instancia y de apelacin, que remitan las sentencias a la Corte Constitucional para el desarrollo de su jurisprudencia.36 Vale destacar que la remisin por parte de los jueces constitucionales de los fallos de garantas jurisdiccionales a la Corte Constitucional no es una facultad, toda vez que el mandato constitucional se refiere a todas las sentencias ejecutoriadas sin distincin alguna. Si bien es cierto que a travs de la Constitucin de 2008 se les ha concedido a los jueces constitucionales de instancia y apelacin la competencia privativa para resolver garantas jurisdiccionales, tales como: accin de proteccin, hbeas corpus, hbeas data, acceso a la informacin pblica, medidas cautelares autnomas, a la Corte Constitucional se le ha otorgado una competencia no prevista en el pasado respecto de los procesos relativos a la proteccin de derechos, de la posible seleccin y posterior revisin, conocida en el derecho comparado como el writ of certiorari. Esta institucin propia del common law, inicialmente se la conoci como un mandamiento u orden, emitido por una Corte o Tribunal de alzada a su jerrquico inferior, ordenndole a este ltimo certificar lo actuado y remitirle el expediente a fin que pueda inspeccionar el procedimiento seguido y, determinar si existen o no irregularidades en el mismo.37 En efecto, el writ of certiorari consiste en un procedimiento de revisin de actuaciones tramitadas y de resoluciones tomadas en instancias inferiores. Tal y como lo menciona Lockhart la revisin por writ of ceriotirari no es una cuestin de derecho sino de discrecionalidad judicial, y ser admitida slo cuando existan especiales e importantes razones para ello ().38 Esta competencia propia de las altas Cortes, reviste la importancia y preponderancia que tiene la actual Corte Constitucional en el Ecuador. A travs del certiorari seleccin, la Corte puede seleccionar sentencias dictadas por jueces de instancias en garantas jurisdiccionales y est facultada para indagar en las actuaciones de los jueces con la finalidad de comprobar si existen irregularidades en el proceso, cuando
36 37 38 Art. 86.- Las garantas jurisdiccionales se regirn, en general, por las siguientes disposiciones: 5. Todas las sentencias ejecutoriadas sern remitidas a la Corte Constitucional, para el desarrollo de su jurisprudencia. Constitucin de la Repblica del Ecuador. Gis, Steven. Law dictionary. New York, Barrons, 1984. Lockhart. The american constitution. New York, West publishing, 6.a ed., p. 52. umbral 3, 2013, pp. 69-101
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a su criterio medien razones importantes para ello, inclusive, a travs de esta potestad, la Corte podr reabrir el caso de manera excepcional. Ahora bien, es importante considerar que la Corte Constitucional, a partir de las salas de seleccin y revisin, no se convierte en una instancia de apelacin, puesto que, esta competencia no se enfoca en la reparacin exclusiva de derechos subjetivos, sino que por el contrario, su objetivo radica en la generacin de derecho objetivo a travs del desarrollo de jurisprudencia vinculante con carcter erga omnes, el caso seleccionado discrecionalmente por la Corte sirve de base para establecer el patrn fctico sobre el cual crear las reglas jurisprude nciales, lo que denota la caracterstica jurisdiccional de esta forma de produccin del derecho, es decir la casustica que ofrece los patrones fcticos del caso es central en la forma de entender y aplicar el derecho judicial. Vale sealar en este punto, que la razn de ser de esta competencia de la Corte Constitucional es una manifestacin clara de la ideologa del proceso de constitucionalizacin del derecho judicial ecuatoriano en el que los jueces deben velar por la proteccin y reparacin de los derechos constitucionales de las personas, y en caso de no hacerlo, la Corte Constitucional podra intervenir potestativamente. En efecto, la introduccin del writ of certiorari es un hito histrico en el constitucionalismo ecuatoriano.
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en reiteradas ocasiones sus propias resoluciones, vulnerando abierta y sistemticamente los derechos a la igualdad y seguridad jurdica. La Corte Constitucional, a travs de la primera sentencia de jurisprudencia vinculante,39 reconoci la incorporacin del stare decisis, entendido como el deber de las juezas y jueces de adherirse a lo decidido por ellos mismos en el pasado o por las juezas y jueces superiores de la misma jurisdiccin; dicho en otras palabras, en virtud de este principio, el juez debe decidir de acuerdo con lo resuelto en el pasado y no contradecir lo decidido sin una razn racionalmente fundamentada. En efecto, tras el reconocimiento del principio del stare decisis la jurisprudencia se constituye como una fuente directa de derecho, con efectos horizontales y verticales. Mediante las sentencias de jurisprudencia vinculante la Corte Constitucional seala su intensin de crear lneas jurisprudenciales en determinados escenarios constitucionales que eviten la superposicin entre las diferentes garantas jurisdiccionales, que clarifiquen y desarrollen su naturaleza, presupuestos de procedibilidad, efectos, procedimiento, y fundamentalmente, ilustrando a partir de sus fallos a la ciudadana en general sobre el contenido de los derechos y cmo ejercerlos. La jurisprudencia vinculante trastoca, sin lugar a duda, la concepcin tradicional de la ley como la fuente preponderante de derecho, marcada por la prevalencia del derecho legislado sobre el derecho judicial, reducido el ltimo a un mero aplicador mecnico de la ley. Ciertamente, el derecho judicial adquiere una importante revalorizacin, que requiere de jueces comprometidos con la Constitucin y los derechos, a fin de cumplir con los objetivos y mandatos establecidos en la Constitucin de la Repblica. Esta finalidad muy difcilmente podra ser alcanzada por medio de una aplicacin aislada de la ley, con prescindencia de otras manifestaciones jurdicas, tales como la jurisprudencia, en tanto verdadera fuente objetiva de aplicacin en el derecho judicial. Para la aplicacin del derecho judicial, el principio stare decisis trae importantes consecuencias, entre las que podemos destacar: a) En primer lugar, se ha sealado que las reglas jurisprudenciales dictadas por la Corte Constitucional, a travs de esta competencia, vinculan como cualquier precepto normativo, es decir, tiene
39 Corte Constitucional del Ecuador para el Perodo de Transicin. Sentencia n. 001-10-PJO-CC, caso n. 0999-09-JP. Juez constitucional ponente: Dr. Roberto Bhrunis, Gaceta Constitucional, Registro Ocial Segundo-S n. 351, de 29 diciembre 2010. umbral 3, 2013, pp. 69-101
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similares efectos jurdicos que aquellas normas contenidas en la Constitucin o la ley en sentido positivo, dependiendo de la disposicin normativa que es interpretada. En definitiva, es de obligatorio cumplimiento para los jueces y ciudadanos, por lo que su incumplimiento tambin prev diversas consecuencias jurdicas. b) En segundo lugar, se ha sealado que la potestad de dictar jurisprudencia vinculante es propia y exclusiva de la Corte Constitucional. El artculo 436, numeral 1, establece que las sentencias e interpretaciones realizadas por la Corte Constitucional tendrn efectos vinculantes, y de manera especfica, el numeral 6 (ibd.), determina que dicho rgano podr dictar jurisprudencia vinculante entre otros procesos, los relativos a proteccin de derechos constitucionales. A ningn otro rgano judicial, ya sean jueces de primera o segunda instancia constitucionales, se les ha conferido esta potestad en la tramitacin de garantas jurisdiccionales. c) Con la finalidad de garantizar los principios de seguridad jurdica e igualdad, la jurisprudencia vinculante tiene efectos horizontales y verticales. Horizontales, pues la jurisprudencia no debe ser alterada para casos futuros, excepto por razones justificadas, para lo cual se requiere un gran carga argumentativa, lo que se conoce en el derecho comparado como las figuras del distinguish (sealar las particularidades del caso que denotan la necesidad de tomar una decisin alejada del precedente) y el overruling (cambiar el criterio para la resolucin de un caso en el que ya exista un precedente, ya sea, porque las circunstancias han cambiado, o simplemente se quiere corregir el criterio dado).40 De esta manera, la Corte Constitucional solo puede alejarse del precedente sentado por ella misma, comunicndolo en forma explcita, argumentada y con la finalidad de garantizar la progresividad de los derechos o la vigencia del Estado constitucional de derechos y justicia, segn lo establece el artculo 2, numeral 3, de la Ley de Garantas Jurisdiccionales y Control Constitucional41 (en adelante LOGJCC).
40 41 Cfr. Carlos Bernal Pulido, El Derecho de los Derechos, Bogot, Universidad Externado de Colombia, 2005. Art. 2.- Principios de la justicia constitucional.- Adems de los principios establecidos en la Constitucin, se tendrn en cuenta los siguientes principios generales para resolver las causas que se sometan a su conocimiento: [] Obligatoriedad del precedente constitucional.- Los parmetros interpretativos de la Constitucin jados por la Corte Constitucional en los casos sometidos a su conocimiento tienen fuerza vinculante. La
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d) Respecto de los efectos verticales, todos los jueces que sustancian garantas jurisdiccionales estn obligados a respetar, como norma jurdica, los parmetros interpretativos dictados por la Corte Constitucional. As, se verifican los efectos vinculantes para todo el aparato jurisdiccional, cuando se encuentren los parmetros interpretativos fijados por la Corte, respecto de los hechos y las normas en un caso concreto. As, los jueces constitucionales no tienen la facultad de eludir la aplicacin del precedente vinculante si existe conexin fctica y conexin conceptual entre los casos analizados. El cumplimiento del precedente es simplemente obligatorio por expreso mandato de la Constitucin, por su eficacia como norma jurdica en s misma, bajo el nuevo paradigma constitucional y de fuentes del derecho. e) Bajo esta lnea, el precedente jurisprudencial tiene efectos erga omnes, es decir, efectos frente a todos. En oposicin a las jurisprudencias tradicionales con efectos inter partes, esta jurisprudencia se aplica a todos los sujetos y operadores jurdicos, constituyndose en nuestro ordenamiento jurdico como una verdadera fuente de derecho objetivo. f) Finalmente, el precedente vinculante est dictado en el ejercicio de una funcin jurisdiccional dentro de un caso concreto, y tambin podra generar efectos inter partes, comunis y pares.42 No podra la Corte Constitucional dictar un precedente, por su propia naturaleza jurisdiccional, sin relacin a las circunstancias fcticas del caso seleccionado. El precedente emitido siempre estar dado por los hechos constitucionalmente relevantes del caso y su relacin con el derecho que se susciten dentro de un proceso de garantas jurisdiccionales, es as que se busca crear derecho objetivo para la resolucin de futuras controversias similares, o esclarecer puntos trascendentales de derecho respecto a la procedencia, requisitos o naturaleza de las diferentes garantas jurisdiccionales. De esta manera, se discute un punto de derecho importante para aplicarlo en la sentencia a ciertos hechos, que servirn para la elaboracin de un precedente jurisprudencial.
42
Corte podr alejarse de sus precedentes de forma explcita y argumentada garantizando la progresividad de los derechos y la vigencia del estado constitucional de derechos y justicia. Ley Orgnica de Garantas Jurisdiccionales y Control Constitucional. Registro Ocial Segundo Suplemento n. 52, 22 de octubre del 2009. Corte Constitucional del Ecuador para el Perodo de Transicin. Sentencia n. 001-10-PJO-CC. umbral 3, 2013, pp. 69-101
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Como colofn, la Corte Constitucional a travs de la potestad prevista en el artculo 436, numerales 1 y 6 de la Constitucin, est orientada a garantizar los derechos a la igualdad y seguridad jurdica de las personas, conforme lo dispone el artculo 82 de la Constitucin, concretando certeza a travs de una nueva fuente directa del derecho en el sistema constitucional ecuatoriano. Adicionalmente, se busca reconocer el aspecto sociolgico y dinmico del derecho, aplicando para ello una fuente que permite el desarrollo del derecho como un fenmeno vivo, mediante precedentes firmes pero no inmutables, con altas dosis de argumentacin jurdica que permita el alejamiento de precedentes bajo circunstancias extraordinarias. Por medio de esta fuente de derecho lo que se busca es que la jurisprudencia no presente los mismos problemas que la estatizacin de la ley, regulando a priori y con grados de inmutabilidad, abstraccin y generalidad los conflictos sociales que se presentan en la sociedad. En este marco jurdico, la seleccin traslada la atencin, de la solucin al caso que le dio origen, a las pautas para la resolucin de casos futuros, en utilizacin de la tcnica del precedente constitucional. En efecto, la vocacin misma de la competencia de la Corte Constitucional de revisin de las sentencias de garantas jurisdiccionales de los derechos es la generacin de reglas jurisprudenciales, el caso sub judice, sirve como escenario constitucional para desarrollar los derechos y garantas constitucionales, es decir, son las circunstancias fcticas del caso concreto las que utiliza la Corte para la generacin de derecho objetivo reflejado en las reglas jurisprudenciales. En cuanto a los parmetros de seleccin que las Salas de Seleccin de la Corte Constitucional deben observar, la Ley Orgnica de Garantas Jurisdiccionales y Control Constitucional determina en el artculo, 25 numeral 4, aquellos que debern ser explicados en el respectivo auto de seleccin, con lo cual se debera cumplir con el mandato constitucional contenido en el literal l, numeral 7 del artculo 76,43 aun cuando en la
43 Art. 76.- En todo proceso en el que se determinen derechos y obligaciones de cualquier orden, se asegurar el derecho al debido proceso que incluir las siguientes garantas bsicas: [] 7. El derecho de las personas a la defensa incluir las siguientes garantas: [] l) Las resoluciones de los poderes pblicos debern ser motivadas. No habr motivacin si en la resolucin no se enuncian las normas o principios jurdicos en que se funda y no se explica la pertinencia de su aplicacin a los antecedentes de hecho. Los actos
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LOGJCC se disponga en el artculo 198 inciso final que Las decisiones de la Sala de Seleccin sern discrecionales y no cabr ningn recurso contra ellas, toda vez que discrecionalidad no puede ser entendida como arbitrariedad en un Estado constitucional. Los parmetros de seleccin que hace referencia la ley son: a) Gravedad del asunto; b) Novedad del caso e inexistencia de precedente judicial; c) Negacin de los precedentes judiciales fijados por la Corte Constitucional; d) Relevancia o trascendencia nacional del asunto resuelto en sentencia. En cuanto a la gravedad como primer parmetro de seleccin, debe ser calificado en virtud de dos presupuestos en concreto: primero, la materia que regula el caso y que podra merecer una revisin, fortalecimiento o revocatoria del criterio; segundo, dada la recurrencia de los hechos presentados, y tercero, si a partir de la sentencia venida en grado, se ha generado una vulneracin a los derechos del accionante. Estos criterios deben ser evaluados en conjunto, precisamente para evitar confundir la revisin con una apelacin. Con respecto a la novedad del caso, es claro que ante la existencia de una nueva Constitucin, con garantas y derechos novedosos, la mayora de casos han cumplido con este parmetro, con excepcin de aquellos casos en que los problemas jurdicos ya se hayan presentado en el pasado con otras garantas constitucionales equivalentes. Sin embargo, al no ser vinculantes para los jueces los fallos dados por los tribunales constitucionales, todos los casos resultan novedosos en trminos jurisdiccionales. En cuanto a la falta de precedentes jurisprudenciales, es claro que ante la ausencia del principio stare decisis en la Constitucin de 1998, la Corte debe examinar sus pronunciamientos y verificar en qu supuestos no se ha pronunciado y es necesario crear precedentes. Respecto al incumplimiento del precedente o cambio de precedente, bajo las mismas razones citadas en el requisito anterior, la Corte debe verificar sus criterios para confrontarlos con las sentencias que le llegan para la seleccin. Finalmente, con respecto a la relevancia nacional del
administrativos, resoluciones o fallos que no se encuentren debidamente motivados se considerarn nulos. Las servidoras o servidores responsables sern sancionados. Constitucin de la Repblica del Ecuador. umbral 3, 2013, pp. 69-101
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caso, el parmetro para el cumplimiento de dicho requisito se sustenta en el acontecimiento que por su naturaleza y caractersticas genere un impacto social, econmico o poltico ligado a una afectacin de la vigencia de los derechos, requisito sin lugar a duda que genera polmica dentro de la lgica de igual jerarqua de los derechos del Estado constitucional ecuatoriano. Resulta en este punto interesante anotar lo que la propia Corte Constitucional para el Perodo de Transicin seal en la primera sentencia de revisin con respecto a las salas de seleccin y revisin en el sentido de que: La Corte Constitucional, a partir de las Salas de Seleccin y Revisin, no se convierte en otra instancia de apelacin, tal como suceda con los extintos Tribunales Constitucionales al amparo de la Constitucin Poltica de1998. En efecto, la Corte Constitucional no gua sus actividades de Seleccin y Revisin en la reparacin exclusiva de derechos subjetivos; por el contrario, el deber principal de estas Salas est en la generacin de derecho objetivo, en el desarrollo de jurisprudencia vinculante con carcter erga omnes. Est claro que si durante el proceso de desarrollo de jurisprudencia vinculante se identifican en el caso materia de estudio vulneraciones a derechos constitucionales, la Corte Constitucional se encuentra plenamente facultada, a travs de la revisin del caso, a reparar las consecuencias de dicha vulneracin. Pero se insiste, la gravedad y relevancia constitucional de un caso, en los trminos previstos en el artculo 25 de la Ley Orgnica de Garantas Jurisdiccionales y Control Constitucional, no se encuentran acreditadas nicamente por la vulneracin aun derecho subjetivo, deben adems existir condiciones adicionales que denoten la necesidad de su seleccin para la creacin de reglas o precedentes sobre el conflicto identificado. La razn de ser de la finalidad de esta novedosa competencia de la Corte Constitucional se encuentra acreditada concretamente a partir del ideal de la constitucionalizacin de la justicia ecuatoriana, en donde juezas y jueces de la Repblica deben velar por la proteccin y reparacin de los derechos constitucionales de las personas. b) En sntesis, las labores de las Salas de Seleccin y Revisin estn encaminadas a garantizar los derechos a la igualdad y
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seguridad jurdica de las personas, conforme lo dispone el artculo 82 de la Constitucin, logrando certeza en una novedosa fuente directa del derecho en el sistema constitucional ecuatoriano: la jurisprudencia constitucional. Aquello ser posible a partir del respeto a los precedentes jurisprudenciales dictados dentro de un determinado escenario constitucional. Cabe precisar que partiendo del carcter dinmico y sociolgico de la jurisprudencia derecho vivo es claro, tal como lo seala el artculo 3, numeral 4 de la Ley Orgnica de Garantas Jurisdiccionales y Control Constitucional, que los criterios jurisprudenciales, al igual que aquellos plasmados en las normas legislativas, no permanecen inmutables; por el contrario, a travs de una adecuada carga de argumentacin jurdica existen tcnicas que configuran la posibilidad de un alejamiento de precedentes jurisprudenciales. Una realidad distinta, llevara a que la jurisprudencia adolezca de los mismos problemas que ha experimentado la ley en sentido formal, tratar de regular a priori y consagrados de inmutabilidad todos los conflictos sociales de la humanidad.44 (nfasis aadido.) Algunas precisiones con respecto a lo anotado por la Corte en este fallo: la sala de seleccin no genera derecho objetivo, toda vez que su competencia se limita a la seleccin de los casos que cumplen con los requisitos establecidos en el artculo 25 de la LOGJCC que fueron analizados en prrafos anteriores, es la sala de revisin la que desarrolla el proyecto de sentencia de jurisprudencia vinculante a partir de los casos seleccionados, por la sala de seleccin, mas quien adoptar la decisin final es el Pleno del organismo. Con respecto a lo sealado por la Corte, con respecto a la naturaleza de la revisin de los fallos de garantas jurisdiccionales, es acertada la precisin que esta no es una instancia de apelacin, toda vez que su principal deber es la generacin de derecho objetivo, es decir, reglas jurisprudenciales que se insertan en el sistema de fuentes, lo cual no obsta que ante la presencia de una eventual vulneracin de derechos constitucionales pueda la Corte entrar a revisar el caso concreto en su resolucin, tal como ocurri en la sentencia antes citada. La revisin por parte del mximo rgano de justicia constitucional del pas equivale a que la Corte no est obligada a realizar dicha revisin, pues
44 Corte Constitucional para el Perodo de Transicin. Sentencia n. 001-10-PJO-CC. umbral 3, 2013, pp. 69-101
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sta procede conforme a criterios elaborados segn su leal saber y entender, que obviamente tienen en cuenta el valor de la justicia y la relevancia e importancia del asunto para la doctrina y la jurisprudencia constitucionales,45 es decir, la Corte deber evaluar entonces las consecuencias de la revisin del caso concreto y la finalidad misma que la revisin est llamada a desarrollar. Como se seal en lneas anteriores, el artculo 436, numeral 6, de la Constitucin abre el camino para que la Corte Constitucional cree precedentes constitucionales en las acciones determinadas en la referida norma jurdica. Asimismo, la Ley Orgnica de Garantas Jurisdiccionales y Control Constitucional enumera entre los principios de la justicia constitucional, en su artculo 2 la obligatoriedad del precedente constitucional en los siguientes trminos:
Los parmetros interpretativos de la Constitucin, fijados por la Corte Constitucional en los casos sometidos a su conocimiento tienen fuerza vinculante. La Corte podr alejarse de forma explcita y argumentada garantizando la progresividad de los derechos y la vigencia del estado constitucional de derechos y de justicia.
Una caracterstica fundamental de la revisin de fallos de garantas jurisdiccionales por parte de la Corte Constitucional es la naturaleza del trmite. Cuando la Constitucin le confiere la competencia de desarrollar jurisprudencia vinculante a la Corte Constitucional a partir de los fallos de garantas jurisdiccionales, la Corte ejerce tareas eminentemente jurisdiccionales, toda vez que las reglas jurisprudenciales dadas, as como la eventual decisin de revisin del caso concreto, estn dirigidas a la solucin de una controversia para casos futuros que presenten el mismo patrn fctico a partir siempre de un caso concreto.
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aplicando en los nuevos casos similares a los previamente resueltos, es decir, aplicando jurisprudencia, en este sentido, no solo se puede considerar como precedentes los establecidos en sentencias que contengan jurisprudencia vinculante, pues existen otras competencias en las que la Corte tambin desarrolla criterios que deben ser observados por los operadores jurdicos. En esta lnea, la Sentencia n. 045-11-SEP-CC, de 24 de noviembre de 2011, la Corte Constitucional para el Perodo de Transicin conoci mediante una accin extraordinaria de proteccin46 el caso por el cual la parte afectada reclamaba haber recibido un trato diferenciado por parte de los jueces constitucionales ante una misma situacin. Esta sentencia marc un hito dentro de la jurisprudencia de la Corte Constitucional para el Perodo de Transicin, pues al resolver el problema jurdico sobre si Existe vulneracin al derecho a la igualdad cuando existen varias sentencias contradictorias de acciones de proteccin en distintos procesos sobre un mismo punto de derecho?, seal:
As, la procedencia de la accin extraordinaria de proteccin sobre acciones de proteccin tiene como finalidad la unificacin de la interpretacin de los derechos constitucionales, funcin esencial, toda vez que distintos criterios razonables pueden llegar a entender de manera diversa el alcance de un mandato constitucional. Entonces, la interpretacin que realiza la Corte Constitucional se proyecta en el razonamiento judicial aplicado a todos los casos que se circunscriban bajo el mismo patrn fctico. Esta competencia de la Corte Constitucional se encuentra direccionada precisamente para: 1. Suplir elementales consideraciones de seguridad jurdica en la hermenutica del sistema jurdico ecuatoriano y dotar de coherencia en la aplicacin del mismo; 2. Restringir arbitrariedades en la aplicacin en materia de derechos y garantas jurisdiccionales; 3. Asegurar la vigencia del principio de igualdad y seguridad jurdica, toda vez que ante una situacin de igualdad fctica, debe garantizarse la existencia de un criterio comn.
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La Corte Constitucional ecuatoriana tiene la posibilidad de conocer y resolver de las acciones extraordinarias de proteccin en contra de sentencias, autos y resoluciones denitivas, rmes o ejecutoriadas. Artculos 94 y 437 de la Constitucin de la Repblica del Ecuador. umbral 3, 2013, pp. 69-101
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Al reconocer expresamente que el principio stare decisis no solo est presente en las sentencias de jurisprudencia vinculante, sino tambin en las otras acciones constitucionales que conozca la Corte Constitucional, en el caso analizado, accin extraordinaria de proteccin. Es as que las exigencias de igualdad ante la ley, por un lado, y, de igualdad en la aplicacin de la ley, adquieren relevancia cuando la Corte manifiesta que dentro de la efectiva vigencia del Estado Constitucional de derechos y justicia, resulta inadmisible que existan criterios contradictorios en circunstancias jurdicas iguales, pues esto vulnera evidentemente los derechos de igualdad y seguridad jurdica. En el caso, la violacin de derechos ocurre en consideracin a la decisin adoptada, porque los jueces constitucionales que conocen acciones de proteccin, resuelven de manera distinta casos similares, as el problema que presenta el caso sub judice tiene relacin con la existencia de criterios dismiles en la resolucin de la accin de proteccin sobre el mismo patrn fctico, por lo que:
[] la Corte Constitucional, en ejercicio de su competencia para el conocimiento y resolucin de la accin extraordinaria de proteccin, proceder a construir, a partir de los criterios dismiles sobre el mismo problema jurdico, un criterio que deber ser observado por los jueces constitucionales cuando se presenten casos anlogos al patrn fctico materia de este proceso, con el fin de precautelar los derechos constitucionales de las personas a la igualdad material y formal y a la seguridad jurdica.
Adems estableci en una necesidad la procedencia de la accin extraordinaria de proteccin contra sentencias de acciones de proteccin. Pero, ms all de este importante desarrollo jurisprudencial, las mismas razones utilizadas para admitir la necesidad de la sealada procedencia, pueden utilizarse, con el debido anlisis, para admitir la procedencia de la accin extraordinaria de proteccin contra sentencias de otras garantas jurisdiccionales de conocimiento. Es interesante cmo la Corte dispuso que el criterio argumentado en esta sentencia sea observado por los jueces que conocen de acciones de proteccin con lo que construye una regla jurisprudencial que ordena el acatamiento de los criterios expresados en la mencionada sentencia. Criterio que es la expresin vinculante de la jurisprudencia a partir de un caso concreto, otorgndole un efecto de obligatoriedad vertical a los
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jueces constitucionales de instancia y apelacin que conozcan de este patrn fctico ya resuelto por el mximo rgano de interpretacin y control constitucional. Adicionalmente, vale sealar que la Corte seal con respecto a la caracterstica de vinculante de sus decisiones, es decir su obligatoriedad, no se presenta nicamente en la sentencias de jurisprudencia vinculante sino en todas aquellas decisiones que resuelva la Corte Constitucional, en efecto:
El artculo 429 de la Constitucin de la Repblica determina que la Corte Constitucional es el mximo rgano de control, interpretacin constitucional y de administracin de justicia en esta materia, lo hace en relacin a todos los dems intrpretes existentes, es decir, la Corte, en ejercicio de sus funciones, establece la interpretacin jurdica final de la Constitucin, con carcter vinculante. En este contexto, el alcance vinculante de las decisiones de la Corte Constitucional debe ser examinado desde un anlisis convergente de dos criterios. En primer lugar, desde la hermenutica lingstica, el significado de vinculante tiene relacin con someter la suerte o el comportamiento de alguien o de algo a los de otra persona o cosa,47 es decir, corresponde, en materia jurdica fundamentar una resolucin actual en criterios ya esgrimidos en situaciones fcticas similares, para guardar coherencia y consistencia con lo antes resuelto. Por otra parte, el alcance de vinculante debe ser examinado tambin a la luz de la calidad de rgano de cierre en la que se constituye la Corte Constitucional, es decir, en virtud de su calidad de intrprete mximo, sus resoluciones vinculan a los otros intrpretes de la Constitucin. Entonces, el carcter constitucional de vinculante de las decisiones de la Corte Constitucional se fundamenta, por una parte, en asegurar la coherencia y consistencia en la aplicacin de los mandatos constitucionales por parte de todos los operadores de justicia, y por otra parte como rgano de cierre en materia de interpretacin constitucional.
Criterio que ha sido ratificado por la primera Corte Constitucional posesionada el 6 de noviembre de 2012, cuando en conocimiento de una accin extraordinaria de proteccin sobre un proceso de accin de proteccin estableci que dada la relevancia de los problemas surgidos
47 Real Academia de la Lengua Espaola. Diccionario de la lengua espaola. Madrid, 22. ed., Editorial Espasa Calpe, S.A., 2009, p. 2303. umbral 3, 2013, pp. 69-101
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a partir de la presentacin de garantas jurisdiccionales respecto a la aplicacin de la figura de cesacin de funciones por compra de renuncias con indemnizacin contenida en el Decreto Ejecutivo n. 813, esta Corte Constitucional establece las siguientes reglas de aplicacin obligatoria en casos anlogos, generndose un efecto inter pares e inter comunis para todas las causas que se encuentren en trmite.48 Se identifica por lo tanto el mbito en el cual la Corte a partir de los casos concretos crea precedentes vinculantes, los cuales deben ser observados, al presentarse las circunstancias fcticas del caso que fue la base para el establecimiento del precedente.
V. Conclusiones
A manera de conclusin, podemos sealar que a pesar de que el derecho ecuatoriano tiene antecedentes y estructura y los fundamentos de un sistema de derecho europeo continental, en el que la jurisprudencia tiene nicamente un valor de fuente secundaria o de conocimiento, a partir de la instauracin del nuevo modelo constitucional, tanto el derecho positivo como la prctica novedosa (resolucin para la elaboracin de precedentes de la Corte Constitucional para el Perodo de Transicin y primera sentencia de jurisprudencia vinculante) han llegado a reconocer un tipo de sentencias con carcter de precedente. Este carcter se fundamenta en la interpretacin sistemtica de la Constitucin, segn la cual la jurisprudencia que explicita el contenido normativo de los preceptos normativos forman parte de ellos, es decir, se constituyen en normas adscritas49 con la misma jerarqua y el mismo valor vinculante. Esta prctica es coherente con el respeto del principio de igualdad y con la bsqueda de coherencia y estabilidad en el ordenamiento jurdico. La actual labor judicial exige del juzgador en sus resoluciones un justo equilibrio entre las disposiciones normativas, es decir los textos constitucionales y legales, y las normas aplicables, es decir, las interpretaciones que se han presentado en similares patrones fcticos. Es decir, el acercamiento entre la tradicin jurdica del derecho romano germnico, por la
48 49 Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia n. 0016-13-SEP-CC, Caso n. 1000-12EP. Normas adscritas son aquellas en las que se requiere para la adscripcin con una norma de derecho constitucional una fundamentacin iusfundamental correcta. Vase Alexy, Robert. Teora de los derechos fundamentales. Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 1993.
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que la ley era la fuente primigenia y autntica, la nica capaz de otorgar seguridad jurdica y la tradicin anglosajona del common law, que mantiene su fuerza en la tradicin casustica, resulta evidente.
VI. Bibliografa
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para elaboracin de precedentes constitucionales obligatorios, agosto 2010. Corte Constitucional del Ecuador para el Perodo de Transicin. Sentencia n. 001-10-PJO-CC, Caso n. 999-09-JP. Juez constitucional ponente: Dr. Roberto Bhrunis Lemarie, Registro Oficial n. 351, de 29 diciembre 2010. Corte Constitucional del Ecuador para el Perodo de Transicin. Sentencia n. 045-11-SEP-CC, Caso n. 385-11-EP. Juez constitucional ponente: Dr. Patricio Pazmio Freire, de 24 noviembre 2011. Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia n. 0016-13-SEP-CC, Caso n. 1000-12-EP. Decreto Ley de Emergencia n. 10 de 15 junio 1959. Registro Oficial n. 847, de 19 junio 1959. Ley 27, Registro Oficial n. 192, de 18 mayo 1993. Ley Orgnica de Garantas Jurisdiccionales y Control Constitucional. Registro Oficial Segundo Suplemento n. 52, de 22 octubre 2009.
Resumen
Este artculo tiene por objeto analizar el mecanismo de cumplimiento de las sentencias constitucionales expedidas en acciones de proteccin, garanta jurisdiccional consagrada en el artculo 88 de la Constitucin de la Repblica, debido a que la eficacia en la ejecucin de los fallos constituye un elemento fundamental que permite la primaca del principio de supremaca constitucional y de vigencia del Estado constitucional de derechos y justicia.
Palabras clave: Accin de proteccin, efectividad, incumplimiento de sentencia, ejecucin integral, reparacin material e inmaterial
1. Introduccin
Ante todo, es preciso sealar que la vigencia del Estado constitucional de derechos y justicia solo es posible con la preexistencia de tres elementos sustanciales: 1) la existencia de una norma fundamental, llmese Constitucin; 2) la posibilidad de contar con una serie de mecanismos o herramientas jurdicas para demandar el cumplimiento efectivo de los derechos constitucionales, amparados justamente en la Carta fundamental del Estado; y, 3) la existencia de un rgano judicial autnomo, encargado de velar por el libre acceso a la justicia, la tutela judicial efectiva de los derechos, y el cumplimiento de los derechos al debido proceso en todo el procedimiento. Estos tres parmetros son bsicos en la vida de un Estado constitucional de derechos y justicia, o Estado social de derecho, sin los cuales no sera posible conjurar estos postulados. No obstante, aun cuando los tres elementos son vitales, lo es tambin el hecho de que las sentencias expedidas por las juezas y jueces
1 Doctora en Jurisprudencia, Universidad Central del Ecuador. Mster en Derecho, mencin Derecho Internacional Econmico, y Diploma Superior en Derecho Constitucional, Universidad Andina Simn Bolvar, Sede Ecuador. umbral 3, 2013, pp. 103-124
se cumplan en forma efectiva y oportuna, puesto que no de otra forma se puede garantizar los derechos de las partes en un proceso judicial. Si tan importante es el cumplimiento de una sentencia o auto con fuerza de sentencia en un proceso judicial, sea este penal, laboral, civil, mercantil o administrativo, por los bienes jurdicos en juego, tanto ms lo es el cumplimiento de un fallo en materia de garantas jurisdiccionales. Lo manifestado no significa que los procesos ordinarios no sean trascendentes, sino todo lo contrario, ya que el constituyente ha consagrado algunas herramientas jurdicas llamadas garantas jurisdiccionales con la finalidad de garantizar la vigencia de los derechos constitucionales, en forma rpida, sencilla y sin formalidades. En este punto, es necesario advertir que las garantas jurisdiccionales son mecanismos jurdicos o instrumentos reforzados de proteccin que permiten o hacen posible evitar, mitigar o reparar la vulneracin de un derecho establecido en la Constitucin.2 Concretamente, la accin de proteccin garanta jurisdiccional es un mecanismo judicial sumario destinado a la proteccin de los derechos constitucionales que no tengan previsto una va especfica, por ejemplo, en el caso del derecho a la libertad, la accin de hbeas corpus, etc. Conforme el artculo 88 de la Constitucin, la accin de proteccin tiene por objeto el amparo directo y eficaz de los derechos reconocidos en la Constitucin y podr interponerse cuando exista una vulneracin de derechos constitucionales, por actos u omisiones de cualquier autoridad pblica no judicial; contra polticas pblicas cuando supongan la privacin del goce o ejercicio de los derechos constitucionales; y cuando la violacin proceda de una persona particular, si la violacin del derecho provoca dao grave, si presta servicios pblicos impropios, si acta por delegacin o concesin, o si la persona afectada se encuentra en estado de subordinacin, indefensin o discriminacin. De esta forma, se consagra en nuestro ordenamiento jurdico, la accin de proteccin como una va judicial idnea para proteger los derechos constitucionales que puedan ser amenazados o vulnerados por cualquier accin u omisin de rgano pblico competente o de un particular.
2 Montaa Pinto, Juan. Apuntes sobre teora general de las garantas constitucionales. Apuntes de derecho procesal constitucional, t. 2. Eds. Juan Montaa Pinto y Anglica Porras Velasco. Quito, Corte Constitucional para el Perodo de Transicin/ CEDEC, 2011, p. 24.
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En ese marco, el ciudadano cuenta con un mecanismo que puede activar cuando considere que se han vulnerado sus derechos constitucionales, en busca de una tutela inmediata y efectiva de los mismos. Lo cierto es que la accin de proteccin fue la cura al mal llamado recurso de amparo, el cual lejos de ser un proceso de conocimiento su finalidad fue netamente cautelar y el cual aportaba muy poco en la proteccin de derechos constitucionales. Este remedio creado por el constituyente de Montecristi, llamado accin de proteccin no es novedoso en la regin, sin embargo, en nuestro pas puso fin a una serie de actuaciones procesales que en nada aportaban a la proteccin de los derechos de las personas. Su procedimiento tal como ha sido concebido es rpido y sin la exigencia de mayores formalidades, puesto que lo que se persigue es la sustanciacin sumaria de dichos procesos y la reparacin integral oportuna.
2.
No vamos a profundizar respecto a la naturaleza de la accin de proteccin, ni a su procedencia o procedimiento puesto que el objetivo del presente estudio es analizar la problemtica que se presentan con el incumplimiento o inejecucin de las sentencias emitidas en acciones de proteccin. Para ello, debemos partir sealando que en trminos generales frente a una sentencia constitucional, expedida en un proceso de garantas jurisdiccionales, cualquiera sea su naturaleza: accin de proteccin, accin de acceso a la informacin pblica, accin de hbeas data, accin de hbeas corpus, accin por incumplimiento y accin extraordinaria de proteccin. Es deber, de las autoridades obligadas, cumplir integralmente la sentencia emitida, puesto que no de otra forma se garantiza la vigencia del Estado constitucional de derechos y justicia. La falta de esta obligacin hace que la proteccin de derechos brindada con la garanta jurisdiccional activada, no surta efectos, puesto que lejos de remediar o reparar la vulneracin de derechos ocasionada, esta persiste, en el tiempo, por el incumplimiento de la autoridad obligada a observar el fallo. La trascendencia del cumplimiento integral de la sentencia por parte de los entes obligados, encuentra fundamento constitucional en
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el numeral 3 del artculo 86, que consagra que los procesos judiciales solo finalizarn con la ejecucin integral de la sentencia o resolucin. Es decir, no solo es indispensable la expedicin de la sentencia, que reconozca la vulneracin de derechos constitucionales, y el sealamiento de determinadas medidas de reparacin material o inmaterial, sino que adems fundamentalmente es imprescindible que la sentencia se cumpla integralmente, es decir, en todas sus partes, y no de cualquier forma, y en cualquier tiempo, sino en los trminos establecidos en la misma. En esta lnea, el artculo 162 de la Ley de Garantas Jurisdiccionales y Control Constitucional (LOGJCC) establece que las sentencias y dictmenes constitucionales son de inmediato cumplimiento, sin perjuicio de la interposicin de los recursos de aclaracin o ampliacin, y sin perjuicio de su modulacin. Disposicin legal de carcter imperativo, que debe ser observada por todas las personas, llmese juezas, jueces, operadores judiciales, autoridades pblicas o privadas. Su importancia, como lo sealamos anteriormente, radica en garantizar efectivamente los derechos de las personas reconocidos en la Constitucin y en los instrumentos internacionales de derechos humanos. Pero adems, la efectividad de las sentencias constitucionales es un elemento del derecho a la tutela judicial efectiva, previsto en el artculo 75 de la Constitucin de la Repblica, ya que el retardo injustificado en la ejecucin o la inejecucin de las sentencias repercute necesariamente en el derecho mencionado, y en el derecho al debido proceso, convirtiendo a la sentencia en la accin de proteccin, en meramente declarativa, sin ningn tipo de efecto o incidencia material en el caso resuelto. Es decir:
[] la tutela jurisdiccional no ser efectiva si el mandato contenido en la sentencia no se cumple. La pretensin no quedar satisfecha con la sentencia que declare si est o no fundada, sino cuando lo mandado en la sentencia sea cumplido. Si la sentencia declara que la pretensin es conforme al Ordenamiento jurdico y accede a lo pedido, la tutela jurisdiccional no ser efectiva hasta que se efecte el mandato judicial y el que accion obtenga lo pedido.3
Gonzlez Prez, Jess. El derecho a la tutela jurisdiccional. Madrid, 3. ed., Civitas Ediciones S.L., 2001, p. 337.
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En este sentido, el derecho a la ejecucin de las sentencias como parte del derecho a la tutela judicial efectiva, comprende el derecho no solo de acceso a los rganos judiciales, sino a obtener una sentencia sobre el fondo de la pretensin, y que la misma se cumpla y la persona pueda gozar del derecho vulnerado y si es el caso, sea compensada por la afectacin sufrida. Igualmente, se satisface el derecho a la ejecucin de las sentencias cuando las juezas y jueces obligados a ejecutar el fallo, en observancia de las normas constitucionales y legales, adoptan todas las medidas necesarias para el estricto cumplimiento del fallo, sin que en ningn caso se modifique o altere de alguna forma su contenido. Exigencia constitucional que est estrechamente vinculada con el derecho al proceso sin dilaciones indebidas, esto es, que la ejecucin
4 Vase la sentencia del Tribunal Constitucional del Per, de 6 diciembre 2002, expediente n. 1042-2002-AA-TC. umbral 3, 2013, pp. 103-124
de la sentencia se realic en tiempo oportuno, sin retardo ni dilaciones indebidas. Al respecto, el Tribunal Constitucional espaol ha sido claro en sealar que:
[] el derecho a que se ejecuten los fallos judiciales que reconocen derechos propios slo se satisface cuando el rgano judicial adopta las medidas oportunas para llevar a efecto esa ejecucin, con independencia de cul sea el momento en el que las dicta. Si esas medidas se adoptan, el derecho a la tutela judicial efectiva se habr satisfecho, aunque si se adoptan con una tardanza excesiva e irrazonable puede considerarse lesionado el derecho al proceso sin dilaciones indebidas.5
En suma, las sentencias constitucionales expedidas en procesos de garantas jurisdiccionales, especficamente en la accin de proteccin deben ser cumplidas en forma integral e inmediata para garantizar la plena vigencia de los derechos constitucionales, de manera especfica del derecho a la tutela efectiva y al debido proceso, consagrados en los artculos 75 y 76 de la Constitucin de la Repblica. En cuanto a las modalidades de reparacin, el texto constitucional6 es claro en sealar que el juez en caso de constatar la vulneracin de derechos constitucionales deber declararlos y ordenar la reparacin integral, material e inmaterial y especificar e individualizar las obligaciones positivas y negativas, a cargo del destinatario de la decisin judicial y las circunstancias en que deban cumplirse. Norma constitucional de la cual podemos extraer algunos elementos, para comprender la forma de cumplir los fallos constitucionales. En primer lugar, es obligacin del juez establecer en forma clara y precisa las medidas con las cuales pretende alcanzar una reparacin integral, sea esta material e inmaterial, tomando en consideracin las particularidades del caso y, sobre todo, la naturaleza del derecho vulnerado que se pretende reparar. Para el efecto, el artculo 18 de la Ley de Garantas Jurisdiccionales y Control Constitucional (LOGJCC) establece algunas formas de reparacin, entre las cuales consta: 1. Restitucin del derecho. 2. Compensacin econmica o patrimonial.
5 6 Sentencia de 13 de abril de 1983, del Tribunal Constitucional espaol, vase en Jess Gonzlez Prez, op. cit., p. 337. Vase artculo 86, numeral 3 de la Constitucin de la Repblica.
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3. Rehabilitacin. 4. Satisfaccin. 5. Garantas de que el derecho no se repita. 6. Obligacin de la autoridad competente de investigar y sancionar. 7. Medidas de reconocimiento. 8. Disculpas pblicas. 9. Prestacin de servicios pblicos. 10. Atencin de salud. Esta quizs es una lista ejemplificativa de la infinidad de medidas que puede adoptar el juez, para lograr la tan anhelada reparacin, pero sin duda las posibilidades son amplias, y queda a discrecionalidad e imaginacin del juez, el establecimiento de determina o determinadas medidas de reparacin, an ms si la reparacin comprende tambin el dao inmaterial. La Corte Interamericana de Derechos Humanos, en este sentido:
[] ha optado por formas de reparacin novedosas en busca de la restitutio in integrum como pueden ser la construccin de monumentos o centros educativos in memoriam, poner el nombre de la vctima en calles y plazas, e incluso cubrir gastos de salud, conceder becas y otorgar materiales educativos. En su jurisprudencia constante la Corte ha reiterado la necesidad de una reparacin integral cuando quiera que se trate de violaciones de derechos humanos, pues est claro para el Tribunal que ante el escenario latinoamericano devastador, las compensaciones econmicas no sern nunca el nico alivio para una vctima.7
Por lo anterior, es importante, que el juez determine acciones que sean ejecutables, e identifique con claridad la autoridad obligada a dar cumplimiento, y adicionalmente, el tiempo en el cual deber producirse tales acciones, el lugar de realizacin y la forma. Estas circunstancias, en su conjunto permiten que el cumplimiento de una sentencia se produzca sin ninguna complejidad y en tiempo oportuno, y los obligados directos reconozcan las acciones u omisiones que deben ejecutar, para dar cumplimiento integral a la sentencia.
Londoo Lzaro, Mara Carmelina. El cumplimiento de las sentencias de la Corte Interamericana: dilemas y retos. Lima, Comisin Andina de Juristas, 2006, p. 124. umbral 3, 2013, pp. 103-124
Por ejemplo, la Primera Sala Especializada de lo Penal y Trnsito de la Corte Provincial de Justicia del Azuay, en sentencia de 21 de noviembre de 2012, resolvi:
[] aceptando el recurso interpuesto por los accionantes, revoca en todas sus partes la sentencia recurrida, y con ello se dispone declararse Nulo en todas sus partes el proceso administrativo No. 24-2012 de la Agencia de Regulacin y Control Minero de Cuenca llevado a efecto en contra de los accionantes as como de su resolucin signada con el nmero XXX, trayendo como consecuencia que las cosas regresen a su estado anterior con lo que se entregar mediante devolucin la maquinaria decomisada indebidamente a su legtimo propietario, para lo cual se concede el trmino de tres das bajos prevenciones de ley. De conformidad con el Artculo 11 numeral 9 de la Constitucin de la Repblica se condena al accionado al pago de daos y perjuicios a favor de los accionantes.
Por otra parte, puede ocurrir que las partes lleguen a un acuerdo sobre las formas y modos de reparacin, y en este caso, si bien la ejecucin de la sentencia se materializa, es necesario advertir que este acuerdo reparatorio, conforme lo prescrito en el artculo 15 de la Ley Orgnica de Garantas Jurisdiccionales y Control Constitucional, proceder nicamente si no est de por medio renuncia de derechos, y si se garantiza la reparacin integral ordenada en sentencia. nicamente en estos casos, que sern valorados por el juez, se aceptar el acuerdo reparatorio. En la prctica, el problema de falta de ejecucin de los fallos se debe a la falta de concrecin de los jueces, quienes no determinan claramente en su sentencia las medidas de reparacin, en los trminos sealados anteriormente, y en este punto, por el contrario, sus sentencias resultan abstractas, ambiguas, o simplemente inejecutables. Frente a estas circunstancias el afectado como veremos frente a un incumplimiento de sentencia o de una defectuosa ejecucin puede utilizar una de las garantas jurisdiccionales establecidas para el efecto. Para ilustrar lo sealado, nos remitiremos a la sentencia de 14 de noviembre de 2012, emitida por la Tercera Sala de lo Penal, Colusorio y Trnsito de la Corte Provincial de Justicia del Guayas, en el caso n. 2012-0542, que dice:
[] aceptando el recurso de apelacin propuesto por el seor NNN, revoca la sentencia dictada por el Juez Vigsimo Tercero de lo Civil del Guayas y en consecuencia, se declara con lugar todas las pretensiones propuestas
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en la demanda de accin de proteccin interpuesta por el accionante; as mismo se declara la ilegalidad e ineficiencia en todos sus efectos de la resolucin del Tribunal de Disciplina realizado el da 15 de agosto de 2011, dentro de la cual se impone la sancin de destitucin de las filas policiales al seor NNN, y de conformidad con lo establecido en el artculo 87 de la Constitucin de la Repblica, se ordena la reparacin integral material e inmaterial de los derechos vulnerados a cargo de la accionada. En cuanto a la reparacin material, se ordena que el seor NNN, sea inmediatamente reintegrado al servicio activo de la Polica Nacional del Ecuador, con los mismos derechos, honores grados y privilegios que en estos momentos debera tener, de no haberse producido el acto lesivo a sus derechos fundamentales. (nfasis aadido.)
Esta sentencia muestra claramente como el juzgador declara con lugar todas las pretensiones propuestas en la demanda de accin de proteccin presentada, sin identificar cules son las referidas pretensiones, y posteriormente, ordena la reparacin integral material e inmaterial de los derechos, refirindose ms adelante solo a la reparacin material, sin especificar medida alguna respecto a la reparacin inmaterial. Esta declaracin general que realiza el juez en su sentencia, genera conflicto a la hora de cumplir el fallo, lo cual deviene en incumplimiento o defectuosa ejecucin por parte de la autoridad obligada, contra quien el afectado puede demandar con un presunto incumplimiento de sentencia, porque lo que solicit en su demanda no se ha cumplido. Por tanto, para evitar interpretaciones abusivas o extensivas, es necesario que las juezas y jueces concreten las medidas de reparacin integral material e inmaterial, y la forma y el tiempo de cumplimiento. En igual sentido, debe observarse para la efectividad de la sentencia jurisdiccional, la aceptacin parcial o ntegra de la demanda presentada, puesto que en algunos casos, cuando la aceptacin es parcial, las medidas adoptadas u ordenadas, deben responder nicamente a la parte que fue aceptada va accin de proteccin. Encontramos un caso en la Corte Provincial de Pastaza, que acept parcialmente la demanda, y se declar que:
[] admite la accin de proteccin parcialmente en lo que respecta al pago de las aportaciones al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, hasta el 16 de mayo de 2012, fecha en que fue removida de su cargo de Secretaria Tesorera y reforma la sentencia del juez inferior, se acepta parcialmente el
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recurso de apelacin interpuesto por la legitimada activa, solo en el tema del pago del aporte al IESS, ya que respecto a su remocin la autoridad administrativa es competente para realizar, ofciese al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social delegacin Pastaza, que proceda como corresponde al cobro de tal aporte.
El tema de la reparacin material o econmica, es otro de los puntos sensibles, cuando nos referimos al cumplimiento de una accin de proteccin, y para ello, es necesario remitirnos a lo expresado en la Ley Orgnica de la materia, que seala:
Art. 19.- Reparacin econmica.- Cuando parte de la reparacin, por cualquier motivo, implique pago en dinero al afectado o titular del derecho violado, la determinacin del monto se tramitar en juicio verbal sumario ante la misma jueza o juez, si fuere contra un particular; y, en juicio contencioso administrativo si fuere contra el Estado. De estos juicios se podrn interponer los recursos de apelacin, casacin y dems recursos contemplados en los cdigos de procedimiento pertinentes. (nfasis aadido.)
Como se observa, cuando la reparacin material implique el pago en dinero, la persona afectada deber someterse a un proceso verbal sumario ante la misma jueza o juez, si la accin de proteccin fue interpuesta ante un particular, o a un proceso contencioso administrativo si fue contra el Estado. Ello no significa que en dichas instancias de la justicia ordinaria se debe conocer nuevamente el tema de fondo, como algunas judicaturas errneamente han planteado, sino por el contrario, se debe buscar la realizacin de un proceso sencillo, rpido y de ejecucin de lo ordenado en sentencia. Esta es la lectura ms adecuada que debe orientar el quehacer de los jueces, puesto que en caso contrario, se vulneraran los derechos constitucionales de las personas afectadas, a la tutela judicial efectiva, al debido proceso, a la seguridad jurdica, entre otros, al someterlos a un nuevo proceso de conocimiento, donde probablemente se pueda modificar la decisin adoptada por los jueces constitucionales, o esta se vea restringida notablemente. Entonces, los jueces ordinarios frente a la ejecucin de una sentencia emitida dentro de la accin de proteccin, se limitarn a realizar los clculos matemticos solicitados y a efectuar el cobro, a las autoridades legalmente obligadas. En este punto, quiz un tema que genera mayor conflicto, es la falta de presupuesto de las entidades pblicas, para cumplir con la reparacin econmica, aspecto que es reiteradamente argido por los obligados para justificar su falta de cumplimiento. Hecho que debe ser superado, por parte de las
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autoridades pblicas, puesto que no es admisible justificacin alguna que pretenda desconocer una sentencia constitucional y sacrificar derechos constitucionales. Para ello, es tarea de los jueces competentes, adoptar y ejecutar las medidas que considere pertinentes para lograr la ejecucin de sus sentencias. En suma, la forma de llevar a efecto la determinacin del monto y el cobro, y las condiciones de tiempo y lugar, sern resueltos por el juez competente, en forma sumaria, sin que de ninguna forma tal determinacin de clculo se traduzca en vulneracin de derechos constitucionales, aun cuando de tales juicios se pueda interponer los recursos que franquea la ley procesal. A continuacin, presentamos algunas medidas de reparacin ordenadas en sentencias emitidas en acciones de proteccin, con la finalidad de ilustrar lo sealado anteriormente:
Se declara la vulneracin del derecho de proteccin especficamente a un debido proceso en sede administrativa en tal sentido se ordena la reparacin integral del dao, la restauracin de la situacin jurdica del accionante, antes de la vulneracin, se deja sin efecto el acto administrativo, las disculpas pblicas que deben emitir los legitimados pasivos al accionante por haber violentado el proceso administrativo y la obligacin de remitir a la autoridad competente para que investigue y sancione a la Directora de la Escuela Fiscal Jos Garcs Prez, al haberse arrogado funciones que no le competen en el trmite en sede administrativa.8 [] aceptando el recurso interpuesto por NNN, reforma la sentencia, disponiendo, que en el plazo de ocho das se extienda nombramiento denitivo a favor del recurrente, en iguales condiciones de la de un servidor de la misma categora [] Se pagarn las remuneraciones dejadas de percibir por todo el tiempo de la cesacin [].9 [] aceptando la apelacin, se revoca el fallo subido en grado y se acepta la demanda de accin de proteccin, planteada por NNN, en consecuencia se deja sin efecto el acto administrativo de destitucin de
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Sentencia de 22 de octubre de 2012, emitida por la Sala nica de la Corte Provincial de la Corte Provincial de Justicia de Pastaza. Sentencia de 20 de febrero de 2009, emitida por la Segunda Sala Especializada de lo Penal, Colusorio y Trnsito de la Corte Provincial de Justicia del Azuay, en el Caso n. 42-09. umbral 3, 2013, pp. 103-124
funciones de cargo de Profesional 3 (Servidora Pblica 4), del Proceso de Gestin de Servicios Institucionales de la Direccin Provincial de Salud de Tungurahua, contenida en la Resolucin expedida el 27 de mayo de 2009, por el Subsecretario General de Salud, Dr. NNN, as como tambin la accin de personal de destitucin No. NNN [] se dispone la inmediata restitucin de la accionante al cargo de Profesional 3 (Servidora Pblica 4) de la Direccin Provincial de Salud de Tungurahua..10 Por tal virtud, se dispone lo siguiente: 1.) Se deja sin efecto, y como tal, sin eficacia jurdica, el acto administrativo impugnado y contenido en el oficio No. 8330-DE-CNTTTSV-2009, de 15 de septiembre de 2009, que obra a fojas 2 del proceso. 2) Que el Director Ejecutivo de la Comisin Nacional de Transporte Terrestre, Trnsito y Seguridad Vial, reintegre inmediatamente a la accionante al cargo que vena desempeando como Jefe de Ttulos Habilitantes.- Agencia Huaquillas, con el fin de que cumpla con el plazo laboral estipulado por las partes en el correspondiente contrato. 3) El pago de las remuneraciones que la demandante ha dejado de percibir a raz de su remocin hasta el momento que sea reintegrada a sus labores.11 [] acoge el recurso de apelacin presentada por los accionantes, se revoca la sentencia dictada por la seora NNN, se declara con lugar la accin de proteccin deducida por los ciudadanos NNN, se deja sin efecto la convocatoria a sesin extraordinaria realizada por la seora Vicealcaldesa NNN, con fecha 16 de mayo de 2011, as como la resolucin del accionado Concejo Cantonal del Cantn Santa Isabel, emitida el 19 de mayo de 2011, en la que se resolvi destituir al seor NNN, del cargo de Alcalde, por cuanto se vulneraron los derechos fundamentales de proteccin como la garanta bsica constitucional al debido proceso []. Como medida de reparacin integral se dispone la inmediata restitucin del derecho que le fue concedido por eleccin popular al seor NNN al cargo de Alcalde del Cantn Santa Isabel.12 [] declaro con lugar la accin de proteccin constitucional que han presentado los seores jubilados de la Universidad de Guayaquil, seores NNN, y ordeno y mando que la Universidad de Guayaquil por
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Sentencia de 17 de agosto de 2009, emitida por la Sala Especializada de lo Civil de la Corte Provincial de Justicia de Tungurahua, en el Caso n. 2009-0596. Sentencia de 8 de octubre de 2009, emitida por el Juzgado Undcimo Civil y Mercantil de El Oro, en el Caso n. 618-2009. Sentencia de 22 de marzo de 2012, emitida por la Sala Especializada de lo Laboral, de la Niez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia del Azuay, dentro de la accin de proteccin n. 58-2012.
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interpuesta persona del seor Rector Dr. Carlos Cedeo Navarrete, como representante legal de la misma, inmediatamente enmiende y por consiguiente la accionada cancele de forma inmediata las pensiones de jubilacin patronal a que los accionantes tienen derecho, en la forma en que la venan percibiendo y pagar las que se encuentren pendientes de cobro, bajo las prevenciones establecidas en la Constitucin y leyes de la Repblica.13
Por otra parte, se aclara que las sentencias constitucionales expedidas en garantas judiciales, deben ser cumplidas por la jueza o juez de instancia, es su deber ejecutar todas las acciones que la Constitucin y las leyes le otorgan, para lograr el cumplimiento integral de la sentencia. Subsidiariamente en caso de inejecucin o defectuosa ejecucin, imputable al juez de la causa o a la autoridad obligada, se podr demandar ante la Corte Constitucional el cumplimiento del fallo. Es decir, en primer lugar, el juez constitucional debe procurar la ejecucin de su fallo, empleando para el efecto todos los medios adecuados y pertinentes, incluso con el auxilio de la Polica Nacional, y solo en caso de no lograr el objetivo deseado, se podr recurrir a la mxima instancia de control constitucional, para solicitar el cumplimiento integral de la sentencia. As lo establece el artculo 163 de la Ley Orgnica de Garantas Jurisdiccionales y Control Constitucional (LOGJCC), al sealar que las juezas y jueces tienen la obligacin de ejecutar las sentencias en materia constitucional que hayan dictado. Adems, en el evento de que se apreciara indicios de responsabilidad penal o disciplinaria en la jueza o juez que incumple, se debe poner en conocimiento del hecho a la Fiscala General o al Consejo de la Judicatura, para el inicio de las acciones que correspondan, cada una en el mbito de sus competencias. Es decir, subsidiariamente, en caso de inejecucin o defectuosa ejecucin, se ejercitar la accin de incumplimiento ante la Corte Constitucional. De esta forma, conforme lo precisa la LOGJCC la jueza o juez deber emplear todos los medios que sean adecuados y pertinentes para que ejecute la sentencia o el acuerdo reparatorio, incluso podr disponer la intervencin de la Polica Nacional,14 y con ello garantizar la plena efectividad de los derechos constitucionales violados por la omisin de los obligados a cumplir las sentencias.
13 14 Sentencia de 13 de noviembre de 2009, emitida por el Juez Cuarto de Trnsito del Guayas, dentro del Caso n. 92-2010. Ver artculo 21 de la LOGJCC. umbral 3, 2013, pp. 103-124
En el sistema interamericano de derechos humanos, el proceso culmina cuando se ha verificado el cumplimiento integral de la sentencia emitida, y para ello cuentan con la facultad de supervisar el cumplimiento de sus decisiones,15 con la finalidad de verificar que el pas obligado
15 Respecto a dicha facultad de supervisin, la Corte Interamericana en su Resolucin de 7 de septiembre de 2012, en el caso Barrios Altos vs. Per, ha sealado que: 4. La obligacin de cumplir lo dispuesto en las decisiones del Tribunal corresponde a un principio bsico del derecho sobre la responsabilidad internacional del Estado, respaldado por la jurisprudencia internacional, segn el cual los Estados deben acatar sus obligaciones convencionales internacionales de buena fe ( pacta sunt servanda) y, como ya ha sealado esta Corte y lo dispone el artculo 27 de la Convencin de Viena sobre el Derecho de los Tratados de 1969, aquellos no pueden, por razones de orden interno, dejar de asumir la responsabilidad internacional ya establecida. Las obligaciones convencionales de los Estados Partes vinculan a todos los poderes y rganos
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acate sus obligaciones, aportando para el efecto la documentacin de respaldo, que le permitan a la Corte Interamericana de Derechos Humanos tener certeza del cumplimiento de sus decisiones. Con este mecanismo se cierra toda posibilidad de discrecionalidad de los pases en cuanto al cumplimiento de sus decisiones, puesto que es deber de los mismos demostrar la ejecucin de la sentencia, como garanta de efectividad de las mismas. En nuestro pas, se consagr un mecanismo para demandar el cumplimiento de las sentencias y dictmenes constitucionales, denominado accin de incumplimiento de sentencias, que si bien no consta en el catlogo de garantas jurisdiccionales del texto constitucional, ello no significa que no lo sea. La accin de incumplimiento de sentencias constitucionales es una garanta puesto que tiene por objeto el cumplimiento integral de las decisiones adoptadas en materia de garantas jurisdiccionales, y dems sentencias expedidas por la Corte Constitucional, en el mbito de sus competentes, que buscan proteger y salvaguardar los derechos constitucionales de las personas. Accin que es de competencia exclusiva de la Corte Constitucional, en tanto, mximo intrprete y garante de la Constitucin, prevista en el numeral 9 del artculo 436 de la Carta Fundamental, que dice: Conocer y sancionar el incumplimiento de las sentencias y dictmenes constitucionales. El artculo 162 de la Ley Orgnica de Garantas Jurisdiccionales y Control Constitucional, al referirse a la accin de incumplimiento de sentencias, seala: las juezas y jueces tienen la obligacin de ejecutar las sentencias en materia constitucional que hayan dictado. Subsidiariamente, en caso de inejecucin o defectuosa ejecucin, se ejercitar la accin de incumplimiento ante la Corte Constitucional. Al respecto, la jurisprudencia constitucional se ha pronunciado respecto a la naturaleza y mbito de aplicacin de esta accin, y en sentencia n. 010-10-SIS-CC, de 3 de junio de 2010, seal:
del Estado. 5. Los Estados Partes en la Convencin deben garantizar el cumplimiento de las disposiciones convencionales y sus efectos propios (effet utile) en el plano de sus respectivos derechos internos. Este principio se aplica no slo en relacin con las normas sustantivas de los tratados de derechos humanos (es decir, las que contienen disposiciones sobre los derechos protegidos), sino tambin en relacin con las normas procesales, como las que se reeren al cumplimiento de las decisiones de la Corte. Estas obligaciones deben ser interpretadas y aplicadas de manera que la garanta protegida sea verdaderamente prctica y ecaz, teniendo presente la naturaleza especial de los tratados de derechos humanos. umbral 3, 2013, pp. 103-124
La accin de incumplimiento de sentencia constitucional forma parte de aquellas competencias que tiene la Corte para hacer efectivo el cumplimiento de derechos constitucionales, en lo fundamental, para precautelar el principio constitucional de seguridad jurdica previsto en el artculo 82 de la Constitucin. Como lo ha referido la Corte en alguna oportunidad... cuando (se) dispone el cumplimiento de algo incumplido lo que hace es garantizar los derechos constitucionales de las partes que se han visto afectadas con el incumplimiento 2. Para comprender la naturaleza de esta accin, corresponde, en primer lugar, precisar que la Constitucin otorga la facultad a esta Corte de [] conocer y sancionar el incumplimiento de las sentencias y dictmenes constitucionales.
El trmite de la referida accin, tomando en consideracin que es una garanta de derechos, es sumario y breve. La Corte Constitucional ha previsto que dichas acciones, una vez ingresadas no sean remitidas a la Sala de Admisin, sino que las mismas sean sorteadas directamente, con la finalidad de que uno de los jueces constitucionales sustancie y resuelva lo pertinente. Conforme la Ley Orgnica de Garantas Jurisdiccionales y Control Constitucional16 y el Reglamento de Sustanciacin de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional, se establece la observancia del siguiente trmite: 1) Legitimacin activa. Podr presentar la accin quien se considere afectado, siempre que la jueza o juez que emiti la sentencia, no la haya ejecutado en un plazo razonable o no ha ejecutado integral o adecuadamente. 2) Remisin del expediente. La jueza o juez competencia, cuando se trate de incumplimiento de sentencias expedidas dentro de procesos de garantas judiciales de derechos, debe remitir el expediente a la Corte Constitucional, con un informe motivado sobre las razones del incumplimiento suyo o de la autoridad obligada, en un trmino de cinco das, desde el momento en que el interesado hizo la solicitud. En caso de que la jueza o juez se rehse a remitir el informe y el expediente en el trmino indicado, el afectado podr comparecer directamente ante la Corte Constitucional, dentro de los diez
16 Ver artculo 164 de la Ley Orgnica de Garantas Jurisdiccionales y Control Constitucional.
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das siguientes al vencimiento del trmino sealado, y solicitar se ordene a la jueza o juez competente la remisin del expediente y el informe. Cuando se trate de sentencias expedidas por la propia Corte, los afectados podrn solicitar directamente a la Corte, se declare el incumplimiento de la sentencia, en cuyo caso corresponde a esta solicitar los informes de descargo pertinentes. 3) Una vez ingresado el expediente, o la demanda directamente ante la Corte Constitucional, esta ser debidamente registrada y se le asignar un nmero de trmite, hecho lo cual se remitir a Secretara General para el sorteo correspondiente. 4) Una vez sorteada la causa por parte del Pleno del organismo, para conocimiento y resolucin de uno de los seores jueces y juezas constitucionales, el juez sustanciador avocar conocimiento de la causa, y ordenar a la jueza o juez competente, y a los dems entes obligados, remitan un informe de descargo, sealando un trmino para el efecto, y en caso, de considerarlo necesario, fijando da y hora para la realizacin de una audiencia. 5) Vencido el trmino concedido a los legitimados pasivos, y realizada la audiencia, en caso de haberse propuesto, la jueza o juez elaborar el respectivo proyecto de sentencia y lo remitir a conocimiento del Pleno del organismo. 6) El Pleno del organismo debe conocer y aprobar el proyecto de sentencia, puesto en su conocimiento, y emitir la sentencia que corresponda, en la cual se podrn adoptar todas las facultades que la Constitucin, la Ley Orgnica de la materia, y el Cdigo Orgnico de la Funcin Judicial le atribuyen a los jueces para la ejecucin de sus decisiones, con el objeto de hacer efectiva la sentencia incumplida y lograr la reparacin integral de los daos causados a la o el solicitante. No se trata por tanto de conocer nuevamente el fondo de la garanta judicial presentada, sino de cumplir en estricto sentido lo ordenado en sentencia por parte del juez competente. La labor de la Corte es analizar sobre la de los informes presentados y a las constancias procesales, si existe o no incumplimiento de la sentencia constitucional; y en caso de detectarse incumplimiento o defectuoso cumplimiento se ordenar en sentencia a la autoridad obligada cumpla inmediatamente, y repare los
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derechos constitucionales vulnerados a los afectados, haciendo uso de las medidas de reparacin tanto material como inmaterial que le faculta la Constitucin y las leyes. En otras palabras, en caso de aceptarse la accin de incumplimiento de sentencia planteada, la Corte Constitucional debe ordenar las medidas de reparacin tanto material como inmaterial que considere necesarias, para proteger los derechos constitucionales de las personas afectadas con el incumplimiento del fallo constitucional. Lo indispensable, es reconocer que este mecanismo constitucional de cumplimiento de sentencias constitucionales, busca la reparacin integral ya reconocida en la sentencia de garanta jurisdiccional, este criterio es ratificado por la Corte Constitucional para el Perodo de Transicin, al sealar:
[] 49. El mecanismo de cumplimiento de sentencias propende a la materializacin de la reparacin integral adoptada dentro de una garanta jurisdiccional. La Corte Constitucional, de oficio o a peticin de parte, considerando que de por medio se encuentra la materializacin de la reparacin integral, y sin necesidad de que comparezca exclusivamente el afectado, est en la obligacin de velar por el cumplimiento de las sentencias constitucionales.17
Inclusive, y conforme la jurisprudencia de la Corte Constitucional para el Perodo de Transicin, la adopcin de las medidas de reparacin, llevan aparejada la advertencia, de que en caso de inobservancia de la sentencia constitucional se estar a lo dispuesto en el artculo 86, numeral 4 de la Constitucin de la Repblica, que prev: 4. Si la sentencia o resolucin no se cumple por parte de servidoras o servidores pblicos, la jueza o juez ordenar su destitucin del cargo o empleo, sin perjuicio de la responsabilidad civil o penal a que haya lugar. Cuando sea un particular quien incumpla la sentencia o resolucin, se har efectiva la responsabilidad determinada en la ley. En este sentido, como ejemplo la jurisprudencia constitucional ha ordenado como reparacin integral el pago de remuneraciones no percibidas, la revocatoria de medidas cautelares ordenadas en sentencia, entre otras, que se detallan a continuacin, con el objeto de dotar de efectividad a las sentencias constitucionales:
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1)
En el caso signado con el n. 0029-10-IS, la Corte Constitucional para el Perodo de Transicin resolvi lo siguiente:
1.- Declarar el incumplimiento de la sentencia expedida el 28 de abril de 2010 a las 17h30 por la Sala nica de la Corte Provincial de Justicia de Santa Elena en el juicio No. 006-2010; en consecuencia, aceptar la demanda propuesta por el doctor NNN, a nombre del Alcalde, Procurador Sndico y Tesorero del Municipio del Cantn Salinas, en contra del Juez Vigsimo Primero de lo Penal y Trnsito del Cantn La Libertad, provincia de Santa Elena. 2.- Disponer que el Juez Vigsimo Primero de lo Penal y Trnsito del cantn La Libertad, bajo la prevencin contemplada en el numeral 4 del artculo 86 de la Constitucin de la Repblica del Ecuador, en el trmino de 15 das, ejecute la sentencia expedida por la Sala nica de la Corte Provincial de Justicia de Santa Elena. Para el efecto, deber emitir la respectiva providencia judicial, mediante la cual revoque todas las medidas cautelares que orden dentro de la accin de proteccin No. 028-2009 propuesta por la Corporacin Nacional de Electricidad, y notificar mediante los respectivos oficios a las instituciones respectivas () tal revocatoria, debiendo informar a esta Corte sobre el cumplimiento de la presente sentencia.
2)
En el caso n. 0003-09-IS, una vez aceptada la demanda propuesta y declarado el incumplimiento parcial de la sentencia, se resolvi:
2.- Se reforma el plazo de ocho das, a uno no mayor a 60 das, para que se respete el derecho a la igualdad de Ren Humberto Vsquez Cantos, y proceda a ingresar en iguales condiciones al servicio judicial, es decir, a travs de un Concurso de Mritos y Oposicin, en la misma categora que se encuentra desempeando sus funciones, establecidas en el contrato. 3.- Dejar sin efecto lo ordenado por la Segunda Sala de lo Penal, Colusorio y Trnsito de la Corte Provincial de Justicia del Azuay, en lo referente a la disposicin dirigida al Consejo de la Judicatura respecto a [] crear un procedimiento para la declaratoria de lesividad y eliminar del mundo jurdico los efectos del segundo contrato celebrado, por corresponder a asuntos de mera legalidad
Finalmente, cabe sealar que otro de los problemas que se evidencia, frente al cumplimiento de una sentencia, que no se circunscribe a la
actividad del juez, es decir no est relacionado con la falta de claridad en el fallo, es la solicitud de cumplimiento de aspectos que no estn contemplados en la parte resolutiva de la sentencia, pero que fueron materia de la demanda. En otros trminos, para aclarar lo manifestado, en la prctica se presentan acciones de incumplimiento de sentencia, con la finalidad de demandar el cumplimiento de determinadas medidas que fueron requeridas en el libelo de la demanda, pero que el juez competente no las consider, o que considerndolas no se resolvi concedindolas. Esto se genera, por el desconocimiento de la naturaleza y mbito de la accin de incumplimiento de sentencia, en la cual no se puede conocer el tema de fondo de la garanta jurisdiccional, llmese accin de proteccin, puesto que eso ya fue materia de conocimiento de los jueces constitucionales competentes, lo que corresponde a la Corte Constitucional es verificar el cumplimiento integral y oportuno de la sentencia, y en caso de detectar inejecucin o defectuosa ejecucin del fallo, ordenar lo pertinente con la finalidad de lograr la reparacin de los derechos vulnerados por los afectados. Por tanto, es necesario comprender que va accin de incumplimiento de sentencia, no se puede modificar la sentencia o fallo de la accin de proteccin, sino nicamente velar por su cumplimiento, en los trminos concedidos.
4. Conclusiones
La efectividad de las sentencias constitucionales es un elemento indispensable en el Estado constitucional de derechos y justicia, puesto que permite garantizar los derechos constitucionales de las personas afectadas, que han recurrido al sistema judicial en busca de tutela, activando para el efecto una garanta jurisdiccional en concreto. Dicha efectividad de las sentencias constitucionales se traduce tambin en un componente importante del derecho a la tutela judicial efectiva, previsto en el artculo 75 de la Constitucin de la Repblica, en tanto, permite no solo el acceso a la justicia, sino tambin a contar con una sentencia de fondo, que sea cumplida en su integralidad y en tiempo oportuno, por quienes tienen la obligacin legal de acatar el fallo constitucional. Es justamente, frente al incumplimiento total o parcial de una sentencia constitucional, que procede la accin de incumplimiento de sentencia constitucional, consagrada en el artculo 162 de la LOGJCC, como una
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garanta jurisdiccional que se traduce en un pilar fundamental sobre el cual se construye la garanta de cumplimiento o efectividad a las sentencias constitucionales. Siendo una garanta jurisdiccional, el trmite que lleva adelante la Corte Constitucional, como nico ente competente para conocer y resolver sobre el presunto incumplimiento de sentencia constitucional, tanto en materia de garantas judiciales como de las propias decisiones de la Corte Constitucional, es sumario y busca reparar integralmente los derechos constitucionales vulnerados, debido al incumplimiento manifiesto de la autoridad pblica o privada obligada, adoptando para el efecto, todas las medidas de reparacin que el ordenamiento jurdico prev.
5. Bibliografa
Bernal Pulido, Carlos. La fuerza vinculante de la jurisprudencia constitucional en el orden jurdico colombiano. Teora constitucional y polticas pblicas. Colombia, Alfa Color Editores Ltda., 2007. Fajardo Glauser, Silvia. Tutela de derechos enunciados en otros captulos. Teora constitucional y polticas pblicas. Colombia, Alfa Color Editores Ltda., 2007. Gonzlez Prez, Jess. El derecho a la tutela jurisdiccional. Madrid, Civitas Ediciones S.L., 3. ed., 2001. Londoo Lzaro y Mara Carmelina. El cumplimiento de las sentencias de la Corte Interamericana: dilemas y retos. Lima, Comisin Andina de Juristas, 2006. Mesa, Carlos. Mis decisiones bsicas y los precedentes vinculantes del Tribunal Constitucional. Per, Jurista Editores E.I.R.L., 2010. Montaa Pinto, Juan. Apuntes sobre teora general de las garantas constitucionales. Apuntes de derecho procesal constitucional, t. 2. Quito, Corte Constitucional para el Perodo de Transicin/ CEDEC, 2011. Rubio Correa, Marcial. La Interpretacin de la Constitucin segn el Tribunal Constitucional. Per, Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Catlica del Per, 2. ed., 2008. Uribe Tern, Daniel. Cumplimiento de sentencias y dictmenes constitucionales. Apuntes de derecho procesal constitucional, t. 2. Quito, Corte Constitucional para el Perodo de Transicin/ CEDEC, 2011. Zuiga Urbina, Francisco. Control de constitucionalidad y sentencia. Per, Impresor LOM Ediciones, 2006.
Normas internas
Constitucin de la Repblica del Ecuador, 2008. Ley Orgnica de Garantas Jurisdiccionales y Control Constitucional (LOGJCC), 2009.
Jurisprudencia
Corte Interamericana de Derechos Humanos. Resolucin de 7 septiembre 2012, en el caso Barrios Altos vs. Per. Sentencia de 13 noviembre 2009, emitida por el Juez Cuarto de Trnsito del Guayas, dentro del Caso n. 92-2010. Sentencia de 17 agosto 2009, emitida por la Sala Especializada de lo Civil de la Corte Provincial de Justicia de Tungurahua, en el Caso n. 2009-0596. Sentencia de 20 febrero 2009, emitida por la Segunda Sala Especializada de lo Penal, Colusorio y Trnsito de la Corte Provincial de Justicia del Azuay, en el Caso n. 42-09. Sentencia de 22 marzo 2012, emitida por la Sala Especializada de lo Laboral, de la Niez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia del Azuay, dentro de la accin de proteccin n. 58-2012. Sentencia de 22 octubre 2012, emitida por la Sala nica de la Corte Provincial de la Corte Provincial de Justicia de Pastaza. Sentencia de 8 octubre 2009, emitida por el Juzgado Undcimo Civil y Mercantil de El Oro, en el Caso n. 618-2009. Sentencia n. 001-10-PJO-CC, en el Caso n. 0999-09-JP, de 22 diciembre 2010. Tribunal Constitucional del Per. Sentencia del Tribunal Constitucional del Per, de 6 diciembre 2002, expediente n. 1042-2002-AA-TC. Tribunal Constitucional espaol. Sentencia S.26/ 1983, de 13 abril 1983.
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Eficacia del control constitucional en situaciones de crisis: relacin entre interpretacin jurdica y dinmica material
Jhoel Escudero Soliz1
Resumen
Palabras clave: Defensa de la Constitucin, control judicial de constitucionalidad, eficacia del control constitucional, interpretacin constitucional y dinmica material de la crisis bancaria. El artculo revisa la supremaca y el control judicial de la Constitucin, centrando su anlisis en la interpretacin constitucional frente a la dinmica material. Concretamente se busca saber cmo interpret el ex Tribunal Constitucional del Ecuador la Constitucin de 1998, las acciones de inconstitucionalidad y amparos constitucionales que se desprendieron de la crisis bancaria. En este sentido, el ensayo expone la relacin entre eficacia de la Constitucin, control constitucional y dinmica material.
1. Introduccin
En el ensayo analiza la eficacia del control de constitucionalidad con relacin a la interpretacin jurdica y dinmica material de la Constitucin. La Constitucin en su parte dogmtica est compuesta por derechos y garantas jurisdiccionales, instrumentos que regulan y limitan las relaciones entre ciudadanos y poder pblico. Es as que la eficacia del control de constitucionalidad radica en la supremaca y materialidad de la Constitucin frente a otras normas, por supuesto, dentro del derecho.2
1 Licenciado en Ciencias Pblicas y Sociales, doctor en Jurisprudencia, abogado y mediador, Universidad Central del Ecuador; mster en Derecho, mencin Derecho Constitucional y candidato a doctor, Universidad Andina Simn Bolvar, Sede Ecuador (UASB-E). Actualmente, coordinador de investigacin del Centro de Estudios y Difusin del Derecho Constitucional (CEDEC); profesor de la Especializacin en Derecho Constitucional en la UASB-E. Grijalva, Agustn. Independencia, acceso y eciencia de la justicia constitucional en el Ecuador. Un cambio ineludible: la Corte Constitucional. Quito, Corte Constitucional para el Perodo de Transicin, 2007, p. 65. umbral 3, 2013, pp. 127-140
En el Estado constitucional de derecho la exigibilidad jurdica de la Constitucin constituye una caracterstica permanente en favor de los ciudadanos, sin menoscabar las distintas realidades sociales. La dinmica material que particularmente se expresa en las situaciones de crisis, pone a prueba el control constitucional en razn de que los rganos de control constitucional tiene dos alternativas: proteger los derechos de los ciudadanos, o justificar el poder. Ante la existencia de crisis capaces de crear conmocin social, la Constitucin prev la suspensin temporal de ciertos derechos a travs del estado de excepcin, mecanismo que no es suficiente para superarla. El presente trabajo analizarn las resoluciones del ex Tribunal Constitucional expedidas posterior a la vigencia del Estado de excepcin que decret la crisis bancaria de 1999 en Ecuador.
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Para efectos del presente trabajo no ser analizado el control difuso de constitucionalidad, sino que se circunscribe al control concentrado que se desprende del modelo constitucional del Ecuador. Aclarando que la eficacia de la Constitucin tambin se puede medir en relacin con las garantas subjetivas de derechos como la accin de amparo, tutela o accin de proteccin, las que conocen todos los jueces. En Ecuador, Enla Constitucin de 1998 autorizaba el control constitucional abstracto o de normas al Tribunal Constitucional; en la actualidad, la Constitucin del 2008 encarg el referido control a la Corte Constitucional, es decir a un rgano extra poder.5 La justificacin de la institucin del control de leyes y de otras normas jurdicas generales, por los jueces, parte de la derivacin lgica de supremaca constitucional, de modo que si se admite tal supremaca no se requiere de ninguna situacin fctica que impida a los jueces realizar mencionado control.6 En ese sentido, Kelsen y Hart estn de acuerdo en sostener que la determinacin de la validez de las normas jurdicas y de su pertenencia a un ordenamiento jurdico depende de la regla de reconocimiento o de normas supuestas (norma bsica). Lo cierto es que la Constitucin determina la validez de las dems normas. Ubicado el panorama general del control constitucional para el presente anlisis, en las dimensiones abstracta y subjetiva, se recoge la experiencia del ex Tribunal Constitucional del Ecuador respecto de la eficacia del control constitucional con relacin a la interpretacin constitucional y la dinmica material.
por los legisladores. Por tanto, eficacia y aplicabilidad de las normas constitucionales son fenmenos relacionados entre s, en las dimensiones de potencialidad y prctica. La operatividad de los principios de la Constitucin en la prctica tiene algunos reparos como el hecho de que no renan las condiciones necesarias normas programticas, p. ej., DESC para ser aplicados a casos concretos; entonces al no ser aplicables carecera de eficacia.7 El problema de la eficacia y aplicabilidad de las normas en general y de la Constitucin, en particular, se produce por la falta de precisin de la terminologa. Es as que la interpretacin sirve como instrumento hermenutico para aclarar los contenidos de las normas que se presentan de forma indeterminada, ambigua o contradictoria. En ese sentido, la eficacia se relaciona con la interpretacin de las normas; as podemos sistematizar algunos parmetros generales relacionados con la dinmica material y la interpretacin constitucional: a) Desde la sociologa jurdica, se reconoce que el derecho es eficaz cuando participa en la conducta de las personas. Mientras que carece de eficacia cuando la norma simplemente se contiene en el texto de la ley, sin fuerza real para imponerse ante los individuos o grupos. Por ejemplo, la norma que impeda vender caramelos en los buses de Ecuador, desde que apareci no se cumpli debido a las necesidades de los vendedores de los buses. Tambin cabe citar que en la Constitucin de 1998 exista una marcada divisin de derechos de primera (derechos civiles y polticos), segunda (derechos econmicos sociales y culturales), tercera (derechos difusos) a excepcin de los derechos civiles y polticos; los dems eran considerados programticos, por tanto no causaran obligatoriedad mientras no exista una ley que las active efectivamente, limitando la eficacia de la Constitucin. Asimismo, el normativismo distingue la vigencia de la eficacia. Para Kelsen, la vigencia de la norma pertenece al deber ser y no ser. Es as que la vigencia significa nicamente la existencia de la norma; mientras que la eficacia es el acto o mecanismo
b)
c)
Da Silva Jos, Alfonso. Aplicabilidad de las normas constitucionales. Internet. http:// biblio.juridicas.unam.mx/libros/3/1000/4.pdf.
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d)
que hace que la norma sea efectiva y aplicada. La efectividad depende de la coherencia de la norma que debe estar en consonancia con la Constitucin. La positividad del derecho no se confunde con la vigencia ni la eficacia. El derecho positivo se opone al natural; la positividad ubica al derecho como existencia.8
La eficacia en sentido social se designa a una conducta que est acorde con la norma, se refiere a que esta sea realmente obedecida y aplicada. En ese sentido, la norma da respeto por el hecho de que es aplicada y seguida. Es lo que tcnicamente se llama efectividad de la norma. Desde ese punto de vista, si la eficacia supone alcanzar el cumplimiento de las disposiciones fijadas en las normas, la Constitucin es una norma jurdica y cuenta con mecanismos jurdicos para su cumplimiento. Esos mecanismos control de constitucionalidad vinculan a todos los poderes pblicos y a los particulares con la proteccin y proscripcin de actos u omisiones que atenten contra los derechos constitucionales de las personas, colectivos, grupos y la naturaleza, razn por la cual se puede afirmar que la Constitucin cuenta con mecanismos efectivos que limitan el poder. El control constitucional de normas es el mecanismo por medio del cual se hacen valer los procesos y los derechos constitucionales; permite sostener la constitucin frente a los dems enunciados normativos expedidos por el poder pblico. En consecuencia, la eficacia relacionada al control de constitucionalidad, obliga a los poderes pblicos en principio a abstenerse de afectar derechos constitucionales o intervenir para proteger los derechos prestacionales. Adems, puede ordenar la reparacin de los derechos que hubieren sido vulnerados. En ese sentido, la defensa de la Constitucin que se desprende del control abstracto de constitucionalidad es necesariamente formal y material. La evaluacin de las leyes debe ser justificada ya que se parte del principio que no deben aplicarse leyes inconstitucionales, porque significara que el legislador puede modificar en cualquier momento la Constitucin. La necesidad del control constitucional surge de la idea de limitar los excesos que generalmente vulneran derechos constitucionales.
8 Ibd. umbral 3, 2013, pp. 127-140
Es necesario advertir que los Tribunales o Cortes Constitucionales deben asumir el control constitucional dentro de lmites, a fin de que recaigan a formas de estados jurisdiccionales, no puede dejar de plantearse la consideracin de que el excesivo crdito atribuido a los defensores de la Constitucin podra llevar a una Constitucin de sus defensores, lo que evidentemente provocara un exceso de discrecionalidad judicial que podra terminar afectando los derechos constitucionales.9
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indeterminadas por el legislador, circunstancias que relaciona a la interpretacin con la creacin del derecho. De otro lado, la efectividad de los Tribunales o Cortes Constitucionales, en cuanto al control constitucional, solo se puede evaluar jurdicamente desde sus interpretaciones, es decir en la capacidad de control de dicho rgano debe cumplir con la funcin de adecuar la Constitucin formal a la realidad social. Para ello utilizar instrumentos puestos al alcance del ordenamiento constitucional. As, la interpretacin constitucional es un parmetro jurdico para evaluar las decisiones del rgano encargado de ser el mediador entre la Constitucin y la realidad a la que debe aplicar. En ese sentido, una interpretacin debe ser aceptable por cuanto su motivacin presupone la existencia de un argumento racional y justificado en derecho; quedando excluida la posibilidad de libre arbitrio del intrprete. Si bien es cierto que el contexto de la Constitucin es abierto, lo que dificulta que el juez encuentre una justificacin aceptada por todos, por lo que esta depende de la racionalidad del discurso, la fijacin de mtodos de interpretacin para determinar el alcance de los principios, es decir un discurso que no entre en contradiccin con la letra de la Constitucin y que se funde en criterios de interpretacin estables. En consecuencia, la Constitucin se concreta y efectiviza por medio de la interpretacin. Es as que del juez depende la eficacia de la aplicacin de leyes y normas constitucionales, accin que es correlativa a la valoracin predeterminada de normas de carcter y valor peculiar. En definitiva, el juzgador debe buscar hacer eficaz el sistema jurdico. Para ello es necesario que satisfaga los derechos dentro de un rgimen constitucional y sostenga el principio democrtico dentro de principios constitucionales. Finalmente, se pasar a verificar la relacin entre interpretacin y dinmica material de la Constitucin, para evidenciar cmo la interpretacin puede ser una herramienta til para extraer contenidos de los derechos a favor de los ciudadanos, pero tambin una teora para justificar el poder.
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estructura del Estado para fiscalizar y exigir que los bancos cumplan con sus obligaciones. Elementos que afectaron de forma sistemticamente derechos constitucionales de las personas. La disposicin de cerrar los bancos y su efecto en la retencin de depsitos vulneraron directamente el derecho a la propiedad de los depositantes; as como, cuando se us fondos pblicos para salvar los bancos se afectaron los derechos econmicos y sociales (equitativa distribucin de la riqueza). Frente a esta serie de hechos, el ex Tribunal Constitucional recibi varias acciones constitucionales para efectivizar el contenido de la Constitucin frente a la evidente vulneracin de derechos; en ese sentido, sus respuestas se pueden sistematizar as: a) b) Mantener de forma prolongada por ms de 90 das la declaratoria de Estado de excepcin dictado con el decreto n. 685 de marzo de 1999, hasta el 16 de diciembre de 1999. Luego de seis meses de estar en vigencia de forma extempornea el Estado de excepcin, el Tribunal Constitucional en uso de la ms actual doctrina de interpretacin constitucional lo declar inconstitucional; sin embargo, de cierta forma la resolucin constitucional reemplaz el contenido de la excepcin, pues dispuso que las personas no podran presentar recursos judiciales para proteger los derechos afectados por la crisis bancaria, porque el poder pblico habr de hacer un programa para la devolucin del dinero, conforme consta en el fallo n. 078-99-TP; y, Sobre la base del control abstracto de constitucionalidad, neg de forma sistemtica los amparos constitucionales presentados por las personas afectadas por la crisis bancaria.
c)
La resolucin de control de constitucionalidad del estado de excepcin no garantiza los derechos de las personas; en su lugar, reemplaza el estado de excepcin por una interpretacin que declara la inconstitucionalidad de la norma controlada, al tiempo que de forma expresa limita el acceso a la justicia a las personas afectadas por la crisis bancaria. Se puede afirmar que la resolucin constitucional constituye un elemento de disfuncional que afecta la fuerza vinculante de la Constitucin.
Amparos constitucionales
Pretensin constitucional Dinmica material Crisis econmica marzo de 1999
Decreto ejecutivo 685, estado de emergencia incluye retencin de depsitos. El banco si devuelve el dinero retenido; puede ser sancionado. Nota: el decreto para ese tiempo fue extemporneo.
Casos
Solicita la proteccin de derechos (propiedad, derechos civiles, tutela judicial efectiva) porque el Banco Aserval le ha retenido sus depsitos.
El defensor del pueblo en relacin con la detencin de fondos considera que se han vulnerado derechos difusos del pueblo ecuatoriano, porque se han afectado a jubilados, trabajadores y comerciantes.
Decreto ejecutivo 685, estado de emergencia incluye retencin de depsitos. El banco si devuelve el dinero retenido; puede ser sancionado. Nota: el decreto para ese tiempo fue extemporneo.
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078-99-TP (24-dic1999).
Demanda de inconstitucionalidad. El TC afirma que la Constitucin es suprema y debe ser sostenida mediante interpretacin constitucional.
016-2000 (9-feb2000).
Demanda de inconstitucionalidad. El TC afirma que la Constitucin es suprema y debe ser sostenida mediante interpretacin constitucional.
Ejecutivo afirma que el decreto fue expedido dentro de las facultades presidenciales conmocin interna, por lo que no ha actuado fuera de la Constitucin. Por su parte, el Ministerio de Finanzas sostiene que al haberse ordenado la movilizacin de recursos nacionales pblicos y privados se prevea una solucin general a favor de las personas afectadas.
Amparos constitucionales
Pretensin constitucional Dinmica material Crisis econmica marzo de 1999
El decreto fue declarado inconstitucional y la sentencia incumplida.
Casos
250-2001RA (4-sep2001).
Amparo constitucional, un constructor considera que debido a la retencin de fondos no fue posible concluir la obra. Amparo constitucional contra AGD y Banco del Progreso.
542-2001RA (27-feb2002).
El TC, sin argumentacin, sostiene que ya se resolvieron (078-99 y 016-00) no hay vulneracin grave, debe concurrir a la jurisdiccin ordinaria a reclamar el pago de los fondos retenidos. El TC sostiene que ya se resolvi (078-99 y 016-00). Reclamar a la justicia ordinaria. No admite.
789-2002RA(22-mar2002).
Accin de amparo, contra AGD y Banco del Progreso, para que se restituya la liquidacin de la jubilacin que es todo su patrimonio.
De la revisin de estas resoluciones se desprende el sentido equvoco del uso de las tcnicas de interpretacin constitucional, tanto en la aplicacin del control de normas y actos del poder pblico, que evidentemente vulneraron derechos constitucionales. Las sentencias marco son las de inconstitucionalidad que sirven como justificacin para negar las acciones de amparo constitucional. El uso equvoco del control constitucional consiste en citar tcnicas de interpretacin constitucional, tales como: la integralidad de la Constitucin, la concordancia prctica, la fuerza normativa de Constitucin y la eficacia directa, no para proteger derechos, sino para justificar actos del poder y no dotar a la situacin de vulneracin sistemtica de la Constitucin ninguna respuesta vlida.
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La relacin entre interpretacin y dinmica material de la Constitucin est desconectada y podemos incurrir en el error de observar la argumentacin fuera del contexto material. La dinmica material ha servido para verificar si el control de constitucionalidad es efectivo o solo constituye una falacia como se ha evidenciado a lo largo del presente trabajo. Las consecuencias de la referida desconexin entre Constitucin y dinmica material son graves; es claro que se debe tener presente en todo momento que el documento que se va a interpretar es la Constitucin, y que al afectar su fuerza vinculante provoca desconfianza de la sociedad en la Constitucin, lo que difcilmente puede ser recuperada, porque la crisis del control constitucional es la crisis de la Constitucin.
5. Conclusiones
Las tareas del rgano de control constitucional deben ser coherentes en el tiempo, para as afirmar la eficacia permanente de la Constitucin. La interpretacin adems de ser un instrumento para la adecuada comprensin de las normas, tambin se presenta como una herramienta que justifica y explica la relacin entre realidad y Constitucin, sin descuidar la conveniencia poltica. Compleja tarea impuesta a los jueces constitucionales, quienes deben sostener en ltima instancia a la Constitucin sobre cualquier acto del poder pblico. Tambin es necesaria una relacin cercana entre teora y prctica. Queda demostrado en el ensayo que la insuficiencia de herramientas de interpretacin constitucional o su mal uso ubica al ex Tribunal Constitucional como un acomodador de fallos acorde a las exigencias coyunturales de las instituciones bancarias y estatales. De otro lado, la eficacia constitucional es de estructura y ejercicio. La primera, se materializa en la responsabilidad que tienen los rganos pblicos de adecuar las normas a la Constitucin. El segundo, corresponde a los rganos de correccin como la Corte o el Tribunal Constitucional, controlar la constitucionalidad de las normas con parmetros adecuados de interpretacin. Finalmente, la dinmica material y el control de constitucionalidad deben sujetarse a la Constitucin para hacer valer los derechos de las personas sobre cualquier acto del poder pblico, pues, del contenido de
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las sentencias se puede verificar los excesos en el control constitucional, que no constituyen interpretacin constitucional, sino arbitrariedad judicial.
6. Bibliografa
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Jurisprudencia
1. Introduccin
Una de las sentencias de mayor connotacin pblica en la actualidad es la pronunciada con ocasin de la demanda de inconstitucionalidad de la Ley de Minera. Este fallo trajo consigo varias interpretaciones, tanto de normativa internacional sobre derechos humanos, como de normas constitucionales y legales, de manera tal que ha actualizado el ordenamiento jurdico ecuatoriano a los estndares internacionales de proteccin de derechos humanos. En este sentido, el presente anlisis dar a conocer al foro acadmico y profesional, las definiciones y explicaciones que en torno a los derechos y la prctica constitucional ecuatoriana contiene la mencionada sentencia, adems de dar a conocer la perspectiva con la que la Corte Constitucional para el Perodo de Transicin resolvi el caso.
2 3
principal que dicha ley ha omitido el proceso de consulta prelegislativa a la que hace referencia el ordinal 17 del artculo 57 de la Constitucin. Por otro lado, las objeciones por el fondo son ms diversas, en la medida en que se fundamentan en una inobservancia de los derechos colectivos que las nacionalidades, pueblos y comunidades mantienen vinculados, estrechamente, con la indivisibilidad e integralidad de su territorio ancestral. Para el efecto, estos derechos se reputan vulnerados a causa de la permisibilidad de una posible imposicin de gravmenes de servidumbre legal, sobre territorios ancestrales, que por mandato constitucional son inalienables e inembargables.4 Asimismo, frente a la disposicin que consiente la realizacin de actividades no sustentables en el territorio de las nacionalidades, pueblos y comunidades, se observa que omite reconocer que estos componen el medio de subsistencia primario de aquellas, al mismo tiempo que se argumenta un claro contraste con el mandato constitucional de respetar las actividades de sustento de las nacionalidades, en especial el manejo de la biodiversidad y de su territorio. Para la Corte de Transicin, el proceso de aprobacin de la ley se lo realiz bajo una situacin excepcional, que tiene relacin con el cambio sustancial de circunstancias que devinieron por la promulgacin de la Constitucin del 2008, pues la Ley de Minera se vena debatiendo a la luz de la Constitucin derogada. Esta situacin excepcional encontr sustento en el principio del derecho internacional rebus sic stantibus,5 lo cual frente a la ausencia de la ley gener que se implementen mecanismos de informacin, participacin y recepcin de criterios, respecto de un segmento de las comunas que, dadas las circunstancias se las tom como parte de una consulta prelegislativa que dio paso a la promulgacin de la ley que, sin embargo, no configuraban una consulta previa bajo los estndares internacionales.6
4 5 Constitucin de la Repblica, artculo 57. Se entiende por rebus sic stantibus una expresin latina, que puede traducirse como estando as las cosas, que hace referencia a un principio de derecho que recoge supuestos en que, como consecuencia de la extraordinaria alteracin de las circunstancias atinentes al contrato no previstas, se producen efectos que atentan contra la equivalencia de las prestaciones establecidas originariamente en el momento de su celebracin. Cordero Heredia, David. El derecho a la consulta previa a pueblos indgenas en la Regin Andina. Nuevos retos del constitucionalismo ecuatoriano: democracia, garantas y derechos. Quito, Asociacin Escuela de Derecho PUCE, 2011, p. 135.
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Por tanto, se desecha la impugnacin de inconstitucionalidad por la forma, toda vez que el proceso de informacin y participacin implementado para la generacin de la ley se ha desarrollado en aplicacin directa de la Constitucin, es decir que la Corte considera que tal proceso suple el derecho colectivo de consulta prelegislativa. El artculo 57, numeral 17 de la Constitucin, que establece la obligacin del Estado de consultar a las comunas, comunidades, pueblos y nacionalidades antes de adoptar una medida legislativa que pueda afectar cualquiera de sus derechos colectivos, es adems un derecho reconocido en los Instrumentos Internacionales de Derechos Humanos definido como consulta pre-legislativa.7 Es preciso hacer nfasis en una definicin bsica de derechos colectivos, a los que se concibe como atribuciones o facultades jurdicas que corresponden o son ejercibles por un especial titular colectivo, y que se reconocen a un segmento especfico de la poblacin, y no ampara a los ciudadanos en general, con el fin de alcanzar una igualdad sustancial. Cabe destacar que la Corte tiene en claro el papel que juegan estos derechos en el Estado constitucional contemporneo, diferencindolo de la perspectiva liberal tradicional, donde los derechos tutelables eran nicamente los de libertad, dejando al margen derechos de ciertos grupos minoritarios, como consecuencia del clsico modelo de Estado unitario. La necesidad [] de determinar un derecho y una tica pblica para la convivencia de una nueva repblica intercultural, donde los criterios deberan ser aplicados a todos en igualdad de circunstancias, aunque reconociendo las diferencias culturales y las situaciones que requeran mayor atencin en funcin de su situacin concreta []8 fue retomada por la Constitucin que introdujo el concepto de pluralidad e interculturalidad, que parte del reconocimiento de diferentes cosmovisiones, por tanto una confluencia de fragmentos socioculturales distintos que coexisten y se traducen en el respeto a la diversidad cultural y en la existencia de un pluralismo normativo que reconoce derechos especficos a los pueblos y nacionalidades indgenas.
7 Convenio 169 de la OIT, artculo 6: [] Los gobiernos debern: a) consultar a los pueblos interesados, mediante procedimientos apropiados y en particular a travs de sus instituciones representativas, cada vez que se prevean medidas legislativas o administrativas susceptibles de afectarles directamente; [] c) establecer los medios para el pleno desarrollo de las instituciones e iniciativas de esos pueblos, y en los casos apropiados proporcionar los recursos necesarios para este n []. Rosillo Martnez, Alejandro. La tradicin hispanoamericana de derechos humanos. Quito, Corte Constitucional para el Perodo de Transicin/ CEDEC, 2012, p. 319. umbral 3, 2013, pp. 143-153
Asimismo, la Corte ha llegado a destacar el arraigo hacia el territorio indgena por parte de sus integrantes, que adquiere una connotacin especial a diferencia de la tradicional interpretacin del territorio como mera propiedad asumida por la concepcin occidental de los derechos. En este sentido, la Corte interpreta algunos de los artculos controvertidos por la demanda, al establecer que no es factible interpretar la regla que tiene relacin con la declaratoria de utilidad pblica y el establecimiento de servidumbres, como si se tratase de una declaratoria general, toda vez que ello acarreara el desplazamiento de las comunidades de sus territorios ancestrales, en contraposicin al carcter inembargable, inalienable e imprescriptible de los mismos. Al haber considerado estos particulares, la Corte determina que en todo caso en el que se trate de expedicin de leyes que se relacionen o puedan afectar derechos colectivos de comunas, comunidades, pueblos y nacionalidades, la Asamblea Nacional deber observar obligatoriamente el proceso de informacin, consulta y recepcin de opiniones y deber realizarse antes de la adopcin de una medida legislativa que pueda afectar cualquiera de sus derechos colectivos, sin perjuicio de que se consulte a otros sectores de la poblacin. Sobre la base de esas exigencias, la Corte desarrolla un procedimiento que, de manera provisional, determina regulaciones relativas a los destinatarios de la consulta, quin la realiza y sus fases, entre las que se establece la una etapa de preparacin, convocatoria e informacin; una segunda de realizacin de la consulta; y una fase de anlisis y cierre de la consulta. Finalmente, la Corte declara la constitucionalidad condicionada de los artculos 15, 28, 31 inciso segundo, 59, 87, 88, 90, 100, 101, 102, 103, 104, y 105 de la Ley de Minera referidos a las declaratorias de utilidad pblica, servidumbres, libertad de prospeccin, otorgamiento de concesiones mineras, construcciones e instalaciones complementarias generadas a partir de un ttulo de concesin minera y consulta ambiental; establecindose que tales artculos sern constitucionales en tanto no se apliquen respecto de territorios de comunidades, pueblos y nacionalidades indgenas, afroecuatorianas y montubias, recalcando el fallo que toda actividad minera en esos territorios deber someterse al proceso de consulta previsto en el ordinal 7 del artculo 57 de la Constitucin, segn la reglas establecidas en el fallo.
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El reconocimiento respecto de que la consulta no se agota con la mera informacin o difusin; Definicin previa y concertada del procedimiento y sujetos de la consulta; Carcter sistemtico y formalizado de la consulta; y, Efectos del incumplimiento de la obligacin de consultar. Aquellos derechos colectivos reconocidos a las nacionalidades, pueblos y comunidades indgenas, se sustentan en el pluralismo jurdico pregonado en la Constitucin y en la concepcin del Estado ecuatoriano como plurinacional.
4. La interpretacin constitucional
Un punto crucial en la sentencia, objeto de anlisis, es su carcter erga omnes. Es conocido por el foro acadmico que las sentencias con efectos generales y obligatorios revisten varias particularidades. La primera, que orbita en torno a los efectos que esta tendr para el caso concreto, a la cual hace referencia principalmente en su parte dispositiva, determinando las obligaciones que se restringen a la resolucin del conflicto puesto en su conocimiento; y una segunda, que se refiere a los parmetros interpretativos vertidos en la ratio decidendi, que en lo particular se abstraen del caso concreto y llegan a establecer las premisas que conforman la subregla constitucional, como la forma que adopta el sistema jurdico para crear derecho mediante sentencias.11 Es esta ltima la que constituye la parte que obliga de manera general, y que constituye norma de aplicacin. En esta seccin se analizar la ratio decidendi contenida en la sentencia bajo examen. De esta manera, en el estudio efectuado a la Sentencia de la Ley de Minera, se evidencia uno de los grandes aportes al constitucionalismo ecuatoriano que en el cumplimiento de sus funciones, como el mximo rgano de interpretacin constitucional,12 ha hecho la Corte: haber atendido la necesidad de definir criterios claros para encausar el sistema de justicia constitucional, en funcin de los efectos que las normas constitucionales tienen sobre el resto del ordenamiento jurdico y los actos del
11 12 Montaa Pinto, Juan. Teora utpica de las fuentes del derecho ecuatoriano. Quito, Corte Constitucional para el Perodo de Transicin/ CEDEC, 2012, p. 120. Constitucin de la Repblica del Ecuador, artculo 429.
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poder pblico como normas de aplicacin directa. En este sentido, al reiterar que las normas emanadas del texto constitucional se encuentran revestidas de un carcter de aplicacin inmediata, lo hace adems afirmando que no puede alegarse inexistencia de normativa secundaria para inaplicar los derechos previstos en la Carta fundamental. De esa manera, la sentencia se ha referido a la funcin trascendental que cumple este principio frente al escenario judicial, al expresar que los derechos constitucionales no requieren de la interpositio legislatoris para ser directamente aplicables, pues canalizan su contenido subjetivo como la facultad de reaccionar judicialmente.13 Lo expuesto en la sentencia hace nfasis en el rol que juega la jurisprudencia en el escenario constitucional actual, al destacarse que esta se convierte en una fuente primaria del derecho, y como tal ha dejado claro que todas las normas y actos del poder pblico las actuaciones de la legislatura inclusive deben observar el esquema que marcan los preceptos constitucionales mediante la interpretacin sistemtica de la Constitucin y su directa e inmediata aplicacin.14 Como se dijo, el carcter erga omnes de esta jurisprudencia delimita su mbito general de aplicacin, ofreciendo adems los parmetros sobre los cuales se habr de tomar a la Constitucin como norma de decisin directa. En esta medida, de acuerdo con este pronunciamiento, el juez, legisladores, servidores pblicos y particulares:
[] a) habrn de examinar y comparar todas las normas con las disposiciones constitucionales para determinar, de forma legtima, si hacen parte o no del ordenamiento jurdico
Con ese primer enunciado, la Corte abre la puerta para que se lleve a efecto un examen legtimo de la constitucionalidad de las normas que debern aplicar en cada caso, considerando la Constitucin como una norma de decisin. La aplicacin o eficacia directa de la Constitucin significa que cualquier juez habr de aplicar por s mismo la Constitucin, aun cuando el legislador no haya dado cumplimiento a sus prescripciones
13 14 Bastida Freijedo, Francisco. La ecacia de los Derechos Fundamentales. Teora general de los derechos fundamentales en la Constitucin espaola de 1978. Madrid, Tecnos, 2004, p. 186. Sentencia de la Ley de Minera, p. 25. umbral 3, 2013, pp. 143-153
y, adems, que el juez har valer la Constitucin junto con la ley para interpretar esta ltima o para completarla.15
[] b) en la solucin concreta de conflictos jurdicos provocados por ausencia de ley o por evidentes contradicciones respecto de la Constitucin, habr de aplicarse directamente la Carta fundamental; y
Con esa afirmacin, se aclara la dinmica sobre la que opera la aplicabilidad directa de la Constitucin, en cuanto a la posibilidad de que el juez se encuentre frente a una anomia (ausencia o vaco normativo) o antinomia, particularmente con carcter de ley, pues aun cuando esta exista, y se encuentre contraviniendo las normas constitucionales (sean estas reglas o principios), ser la norma constitucional la que se aplique.
[] c) habr de interpretarse todo el ordenamiento conforme a la Constitucin.16
Finalmente, dota de capacidad interpretativa a los sujetos llamados a aplicar normas, para que lo hagan sistemticamente, con el fin de adecuar las actuaciones al contenido dogmtico de la Constitucin. La trascendencia de este dictamen en el plano jurdico, se evidencia con el hecho de que la Corte aclara taxativamente el modo en que debe ejercerse el control constitucional sobre los actos que emanan del conocimiento judicial o administrativo, siempre y cuando se evidencie que las normas que debern servir para la resolucin de un caso o para la decisin de un asunto, adolezcan de vicios de eficacia por encontrarse vulnerando el contenido material de la Constitucin. Como es el caso ecuatoriano, la Constitucin, adems de ser norma jurdica, tiene aplicacin o eficacia directa; no es solo fuente sobre la produccin normativa sino tambin fuente de derecho sin ms, puesto que los derechos que la Constitucin reconoce son inmediatamente operativos, aun cuando el legislador no haya procedido a regularlos.17 Es notorio, por consiguiente, que no puede alegarse inexistencia de normativa secundaria para inaplicar los derechos previstos en la
15 16 17 Storini, Claudia. Las garantas constitucionales de los derechos fundamentales en la Constitucin ecuatoriana de 2008. Nueva Constitucin del Ecuador. Quito, Universidad Andina Simn Bolvar/ Corporacin Editora Nacional, 2009, p. 298. Ibd., p. 26. Francisco Rubio Llorente, citado por Claudia Storini, op. cit., pp. 297 y 298.
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Constitucin, pues esta no es un programa poltico sino una norma jurdica de aplicacin directa. En consecuencia, si no existe ley, quien aplique el derecho deber evitar su perjuicio remitindose directamente a su contenido esencial.18 Ello implica la necesidad de la existencia no solo de un juez activo, sino de actores pblicos que den razn fctica y argumentada de la aplicacin directa de la Constitucin, toda vez que est configurada como una norma que irradia todo el ordenamiento jurdico capaz de condicionar la legislacin, la jurisprudencia, el estilo doctrinal, la accin de los actores polticos y las relaciones sociales.19
5. El control constitucional
En el ejercicio prctico del control de constitucionalidad, la Corte se ha referido al desarrollo del principio de conservacin del derecho por parte de la jurisprudencia internacional, entendido como un axioma que exige al juez constitucional salvar, hasta donde sea razonablemente posible, la constitucionalidad de una ley impugnada, evitando sustituir al constituyente o al legislador. As, la simple declaracin de inconstitucionalidad no debe ser utilizada, salvo si es imprescindible e inevitable.20 Seala la Corte que dicho principio debe entenderse como un axioma que exige afirmar la seguridad jurdica y en especial la gobernabilidad del Estado, dejando clara esta premisa en varias ocasiones, pues cita su propia jurisprudencia que evidencia el conocimiento de la delicada operacin de una declaratoria de inconstitucionalidad puesto que constituye un acto al que solo debe recurrirse cuando se establezcan situaciones en las qu e la repugnancia con la clusula constitucional sea manifiesta e indubitable, y la incompatibilidad, inconciliable.21 Lo dicho, ha llevado a este rgano colegiado a decantarse por adaptar su pronunciamiento a la forma de una de las sentencias que busca mantener la vigencia de la norma, mediante una interpretacin de constitucionalidad extensiva y evitar una laguna en el ordenamiento jurdico, salvando las inconstitucionalidades que viciaban dicho cuerpo legal y condicionando la inteligibilidad de varios artculos.
18 19 20 21 Claudia Storini, op. cit., p. 296. Guastini, Riccardo. Estudios de teora constitucional. Mxico, D.F., Fontamara, 2001, p. 153. Sentencia de la Ley de Minera, pp. 48 y 49. Ibd., p. 49. umbral 3, 2013, pp. 143-153
La interpretacin constitucional empleada en esta sentencia ha buscado rescatar la validez del articulado demandado, hacindolo coincidir con la norma suprema, observando el principio de conservacin del derecho, e in dubio pro legislatore. La modulacin correspondiente de la sentencia, hace flexibles sus efectos para garantizar la vigencia, tanto de los derechos constitucionales como de la supremaca constitucional. Como resultado, en el presente caso, la accin de un poder pblico como la Funcin Legislativa ha necesitado de una regulacin o desarrollo normativo previo para poder atender los requerimientos exigidos por la Constitucin y satisfacer los derechos fundamentales22 reconocidos en ella, deviniendo necesaria la intervencin de la Corte Constitucional para garantizar su cabal ejercicio en el futuro, y salvaguardar los derechos vulnerados en el presente caso. Se ha conseguido, entonces, dictar una sentencia que ha condicionado la constitucionalidad de las disposiciones infraconstitucionales, de manera que estas sean ledas y entendidas de la manera determinada en la propia sentencia, interpretacin que las hacen coincidir con la norma suprema.24 El efecto de dicha interpretacin constitucional, como no puede ser de otra manera, se toma vinculante para autoridades y personas naturales o jurdicas.
23
A manera de corolario, resalta en el pronunciamiento que en el plano ambiental, y en el de soberana nacional sobre los recursos naturales, la Corte considera que la Ley de Minera confirma el carcter excepcional de la participacin privada en el sector minero, de manera que se debe racionalizar la participacin privada en la actividad minera y velar por el respeto a los preceptos normativos reconocidos en el artculo 316 de la Constitucin de la Repblica, esto es, la excepcionalidad de la delegacin a la iniciativa privada y a la economa popular y solidaria, del ejercicio de estas actividades.
22 23 24
Francisco Bastida Freijedo, op. cit., p. 188. Soto Cordero, Fabin. Sentencias constitucionales: tipos y efectos. Apuntes de Derecho Procesal Constitucional, t. 3. Ed. Juan Montaa Pinto. Quito, Corte Constitucional para el Perodo de Transicin/ CEDEC, 2012, p. 214. Sags, Nestor Pedro. Las sentencias atpicas de la jurisdiccin constitucional y su valor jurdico. Genealoga de la justicia constitucional ecuatoriana. Ed. Dunia Martnez Molina. Quito, Corte Constitucional para el Perodo de Transicin/ CEDEC, 2011, p. 112.
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Lo dicho por la Corte se complementa con una serie de normas que contemplan la obligacin de llevar a cabo estudios de impacto ambiental, tratamiento de aguas, revegetacin y reforestacin, manejo de desechos, proteccin de ecosistemas, etc. en la medida en que la ley no propende a la violacin de los derechos de la naturaleza. Es importante considerar tambin, que la Constitucin no establece la prohibicin de la actividad extractiva, la cual es regulada por la ley.
6. Bibliografa
Bastida Freijedo, Francisco. La eficacia de los derechos fundamentales. Teora general de los derechos fundamentales en la Constitucin espaola de 1978. Madrid, Tecnos, 2004. Castaeda, Amilcar. Derechos humanos e interculturalidad. Salud, interculturalidad y derechos. Quito, Ministerio de Salud Pblica, 2010. Cordero Heredia, David. El derecho a la consulta previa a pueblos indgenas en la Regin Andina. Nuevos retos del constitucionalismo ecuatoriano: democracia, garantas y derechos. Quito, Asociacin Escuela de Derecho PUCE, 2011. Guastini, Riccardo. Estudios de teora constitucional. Mxico, D.F., Fontamara, 2001. Montaa Pinto, Juan. Teora utpica de las fuentes del derecho ecuatoriano: perspectiva comparada. Quito, Corte Constitucional para el Perodo de Transicin/ CEDEC, 2012. Rosillo Martnez, Alejandro. La tradicin hispanoamericana de derechos humanos. Quito, Corte Constitucional para el Perodo de Transicin/ CEDEC, 2012. Sags, Nestor Pedro. Las sentencias atpicas de la jurisdiccin constitucional y su valor jurdico. Genealoga de la justicia constitucional ecuatoriana. Ed. Dunia Martnez Molina. Quito, Corte Constitucional para el Perodo de Transicin/ CEDEC, 2011. Soto Cordero, Fabin. Sentencias constitucionales: tipos y efectos. Apuntes de derecho procesal constitucional, t. 3. Ed. Juan Montaa Pinto. Quito, Corte Constitucional para el Perodo de Transicin/ CEDEC, 2012. Storini, Claudia. Las garantas constitucionales de los derechos fundamentales en la Constitucin ecuatoriana de 2008. Nueva Constitucin del Ecuador. Quito, Universidad Andina Simn Bolvar/ Corporacin Editora Nacional, 2009.
Entrevista
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Entrevistas
entrevista
los derechos y el reconocimiento a la Corte Constitucional como mximo intrprete de la Constitucin, el mecanismo previsto en los artculos 86, numeral 5 y 436, numeral 6 pierde sentido como medio para convertir al organismo en agente de la transformacin social por medio del derecho. Si bien, a primera vista, la revisin de sentencias seleccionadas parecera ser la parte medular del proceso en mencin, ello no es del todo cierto si se considera la dimensin teleolgica del mecanismo descrito previamente. La Constitucin revierte el antes inamovible principio de instancia de parte y otorga a la Corte Constitucional la capacidad de generar poltica judicial en razn de las necesidades en materia de derechos constitucionales y garantas jurisdiccionales facultndola para solucionar problemas extendidos en las judicaturas de instancia; y a la vez, estimular la exigibilidad de derechos poco reclamados a veces por desconocimiento, o requeridos por parte de quienes han visto vedado tradicionalmente su acceso a la justicia constitucional. De ah que la sala de seleccin tenga a su cargo la identificacin de aquellas sentencias que ya sea por la gravedad del asunto, novedad del caso e inexistencia de precedente judicial, negacin de precedentes judiciales fijados
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Qu funcin desempea la sala de seleccin de la Corte Constitucional en materia de garantas jurisdiccionales en un Estado constitucional de derechos y garantas?
El papel de la sala de seleccin, as como el proceso de seleccin y revisin de sentencias, no puede ser entendido sino es en razn del nuevo modelo de Estado y de justicia constitucional previsto en la Constitucin. Si no se refuerza el principio de supremaca constitucional, el mandato de desarrollar progresivamente el contenido de
por la Corte Constitucional, o relevancia o trascendencia nacional del asunto resuelto en la sentencia, requieran ser seleccionadas y consecuentemente concluyan con la generacin de derecho objetivo y, excepcionalmente, la revisin del caso concreto. La Corte Constitucional, as, pasa a dirigir el sistema de justicia constitucional con una visin atada al fin ltimo de toda organizacin poltica: la garanta de derechos y su pleno ejercicio.
Sin embargo, para que la reflexin precedente no pierda su valor, cabe tener presente que la jurisprudencia constitucional no se produce de manera exclusivamente discrecional, ni orientada por coyunturas polticas, como podra suceder en actividades parlamentarias debido al nivel de abstraccin de las normas que producen. En el caso de las reglas jurisprudenciales en materia constitucional, su valor ser directamente proporcional a la fidelidad con la resolucin del caso que se presenta. Es ah que la regla construida en sentencia cobra valor para casos posteriores, en razn del principio de stare decisis, o estar a lo decidido. La legitimidad de la jurisprudencia constitucional depende de la responsabilidad en el ejercicio de la potestad jurisdiccional. Por ello, es deber de la Corte Constitucional realizar la debida argumentacin en la generacin de derecho objetivo.
Entrevista
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punto de partida para la adecuada y obligatoria fundamentacin de las decisiones de los jueces.
entrevista
Esta referencia positiva, de nivel constitucional y legal, a la argumentacin jurdica, otorgndole un decisivo papel en la administracin de justicia constitucional, tiene estrecha relacin con la importancia de los principios dentro de la nueva concepcin jurdica que se proyecta, con mucha fuerza, desde la Constitucin de Montecristi, hacia todo el ordenamiento jurdico ecuatoriano.
Juez constitucional
Como respuesta a la crisis de la legalidad, hoy el derecho en Ecuador se sustenta en principios ms que en reglas, lo que implica el desafo de concretar en las decisiones de la justicia constitucional los mandatos de optimizacin que caracterizan a los principios contenidos en la Constitucin, tarea que nicamente es posible mediante una correcta aplicacin de las reglas y principios de la argumentacin jurdica. Para Robert Alexy, los niveles normativos de las reglas y los principios deben complementarse con otro: el de la teora de la argumentacin jurdica. Solo la rigurosidad de la argumentacin jurdica, operando sobre los otros niveles, hace posible una decisin judicial racionalmente fundamentada.
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No obstante, Carlos Bernal Pulido dice que aunque Una decisin justificada es aquella que procede de un razonamiento respetuoso de la lgica y de la argumentacin jurdica, y que se construye con base en las normas relevantes y pertinentes, debe tenerse en cuenta que la racionalidad de toda sentencia no puede ser menos que relativa.
Por tratarse de una medida de tutela de urgencia, independiente de las acciones de proteccin de derechos, su procedimiento no implica conocimiento ni pronunciamiento sobre el fondo del asunto, que corresponde, ms bien, a los procesos de dichas acciones. Sin embargo, la decisin urgente del juez debe asegurar algunos presupuestos, como los siguientes: Fumus boni iuris, esto es la apariencia de buen derecho constitucional, mediante un simple juicio de verosimilitud, que le permita apreciar razonablemente que los hechos que constan de autos demandan una medida cautelar urgente para evitar o cesar la violacin de un derecho o su amenaza; Periculum in mora, peligro de que, con la demora en la adopcin de dicha medida, se produzca o agrave la amenaza o la violacin de un derecho constitucional; el control de constitucionalidad de la medida cautelar para evitar que, en funcin de la urgencia de la medida cautelar, se adopten decisiones inconstitucionales que violen el principio de proporcionalidad, por ejemplo, mediante la irreversibilidad de la medida, y asegurar, adems, la adecuacin entre la medida cautelar y el objetivo que se persigue.
La Constitucin de 2008 establece que las medidas cautelares pueden ser interpuestas de modo independiente o conjuntamente con otra accin jurisdiccional, que implica la posibilidad de ser interpuestas de modo autnomo?
El marco dispositivo constitucional que rige el procedimiento de las garantas jurisdiccionales establece, en el artculo 87, la posibilidad de que se ordenen medidas cautelares, de manera conjunta con las acciones de proteccin de derechos o en forma autnoma, con la finalidad de evitar o cesar la violacin o amenaza de violacin de un derecho. Las medidas cautelares autnomas responden a la necesidad de que el derecho a la tutela efectiva, que consagra el artculo 75, sea realmente efectivo. En consecuencia, debe entenderse que el derecho constitucional a la tutela efectiva incluye el derecho a la obtencin de medidas cautelares autnomas e incluso a su mantenimiento, siempre que se conserven los presupuestos originarios.
Entrevista
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entrevista
ordenamiento jurdico, actuando de este modo conforme a la clsica nocin de legislador negativo. Sin embargo, en el ejercicio del control de constitucionalidad existen escenarios complejos en los cuales una decisin en base a esta concepcin podra generar situaciones adversas, tales como vacos normativos perjudiciales para la sociedad. Ante esta clase de circunstancias, se ha desarrollado la posibilidad de que los tribunales o cortes constitucionales resuelvan las antinomias por intermedio de sentencias atpicas, a travs de la adecuacin o modulacin de los efectos en el tiempo, materia y espacio de la decisin. As, la modulacin constituye una herramienta por medio de la cual, el mximo rgano de control constitucional, ante situaciones excepcionales, ofrece respuestas que generan coherencia en el ordenamiento jurdico, sin limitarse a la declaratoria de invalidez de la norma. En tal virtud, la modulacin guarda estrecha relacin con varios principios del control abstracto de constitucionalidad, tales como la permanencia del derecho, la interpretacin conforme y la declaratoria de inconstitucionalidad como recurso de ultima ratio. En esta lnea, la Corte Constitucional ha sealado que mediante una
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La Corte Constitucional en el ejercicio del control abstracto de constitucionalidad ha acudido a la modulacin de sentencias constitucionales, qu ha dicho con relacin a su utilidad prctica para resolver casos difciles?
Bajo la concepcin tradicional del control abstracto de constitucionalidad, los tribunales o cortes, ante una eventual contradiccin entre la norma y la Constitucin, tienen la posibilidad de expulsar el enunciado del
adecuada modulacin, adems de rescatar la conformidad de la norma con la Constitucin, se pretende pacificar y no recrudecer los conflictos constitucionales que hayan podido generarse a partir de su emisin.1 Consecuentemente, la modulacin es una herramienta que conlleva un anlisis integral y profundo respecto de los efectos de una declaratoria de inconstitucionalidad, aspectos que deben ser necesariamente estudiados por la Corte, en aras de tutelar los derechos y velar por la supremaca de la Constitucin.
finalidad de la concrecin del buen vivir.En este sentido, la jurisdiccin constitucional es un eje fundamental en la consolidacin del Estado constitucional de derechos y justicia, el cual tiene como uno de sus deberes primordiales, la materializacin del buen vivir. Como consecuencia de lo expuesto, el papel de las juezas y jueces constitucionales, en ejercicio de su labor jurisdiccional, as como la jurisprudencia como fuente creadora del derecho, adquieren una importancia sin precedente en nuestro pas, al obligar a la jurisdiccin constitucional a aplicar y generar nuevos mecanismos hermenuticos para la solucin de controversias constitucionales, teniendo como fin la materializacin de la justicia y la supremaca de la Constitucin. En definitiva, la Corte Constitucional, al ser garante jurisdiccional de las reglas y principios constitucionales, tiene la misin histrica de coadyuvar en este proceso de consolidacin del buen vivir, por intermedio de sus fallos, lineamientos e interpretaciones, siempre apegadas a la Constitucin, a la vigencia de los derechos y a la dignidad humana.
Cmo pueden coadyuvar las juezas y jueces constitucionales para hacer efectivo el buen vivir contemplado en la Constitucin ecuatoriana?
El buen vivir comporta un cambio de concepcin en cuanto a las relaciones del ser humano con su entorno. Para tal efecto, la Constitucin de la Repblica plantea un sistema compuesto por derechos y garantas cuyo propsito es el libre y adecuado desarrollo de las personas, en armona con el medio que lo rodea. El nuevo orden constitucional se caracteriza por una amplia gama de derechos que forman parte del buen vivir, cuya presencia es transversal en la sociedad. As, esta lnea de pensamiento exige un cambio de paradigma en la administracin de justicia constitucional, que precautele eficazmente la vigencia de los derechos, con la
1 Corte Constitucional para el Perodo de Transicin. Casos n.os 0008-09-IN y 0011-09-IN, acumulados. Sentencia n. 001-10-SIN-CC. Quito, 18 marzo 2010.
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Corte Constitucional para el Perodo de Transicin / Centro de Estudios y Difusin del Derecho Constitucional Quito, 1.a reimp., 2012
Roberto Gargarella La justicia frente al Gobierno: sobre el carcter contramayoritario del poder judicial
Por Esteban Polo Pazmio 1
La justicia frente al Gobierno aborda de manera integral aspectos fundamentales de la justicia y el control constitucional en relacin con los principios democrticos. El autor reflexiona sobre el papel de los jueces dentro de los sistem as democrticos evaluando los antecedentes histricos que precedieron y coadyuvaron al surgimiento del control constitucional, as como la evolucin del mismo hasta la actualidad, examinando su aparente falta de legitimidad democrtica.Bajo tal contexto, el propsito de la obra, en palabras del propio autor, es el estudio de la denominada dificultad contramayoritaria: cmo puede ser que en una sociedad democrtica, la rama del poder con credenciales democrticas ms dbiles, el poder judicial quede con la ltima palabra institucional, y pueda as decidir, de manera final, las controversias pblicas ms importantes.2 As Gargarella se cuestiona que las leyes aprobadas
1 2 Licenciado en Ciencias Jurdicas y abogado, Ponticia Universidad Catlica del Ecuador. Actualmente asesor de la Corte Constitucional del Ecuador. Correo electrnico: [email protected]. Gargarella, Roberto. La justicia frente al gobierno: sobre el carcter contramayoritario del poder judicial. Quito, Corte Constitucional para el Perodo de Transicin/ CEDEC, 1. reimp., 2012, p. 17. umbral 3, 2013, pp. 165-168
por los representantes del pueblo puedan ser controladas por los jueces, quienes no son electos directamente por la ciudadana. Aquello no implica la defensa dogmtica a las decisiones que emanan de los rganos polticos, respaldados por la voluntad de las mayoras. Por el contrario, el autor pretende determinar el papel que les corresponde desempear a los jueces, dentro de un sistema poltico que responda a la voluntad mayoritaria, pero que a su vez tutele y respete a las minoras. De esta manera, Gargarella nos conduce a un profundo anlisis sobre la relacin de la justicia y la democracia, con instituciones como la soberana popular, la separacin de funciones y el diseo institucional de los Estados. Gargarella inicia el primer captulo estudiando el perodo constituyente norteamericano, pues a partir del mismo se desprenden las bases del control de constitucionalidad, as como los presupuestos filosficos que sustentaron la tarea y organizacin del poder judicial. Es imprescindible referirse a la concepcin predominante de minora en las discusiones constituyentes norteamericanas del siglo XVIII, en las que los grupos minoritarios se situaban en una posicin aventajada en la sociedad; aunque numricamente eran minora no lo eran en cuanto a la concentracin de poder. Tambin, se destaca que uno de los principios polticos que prevaleci en esa poca, fue el reconocimiento igualitario en cuanto al poder poltico para cada grupo. Para tal efecto se emple como medida idnea el denominado sistema de frenos y contrapesos, dentro del cual el ejercicio del poder sera compartido y controlado por los grupos de la sociedad. Respecto de la revisin judicial de las leyes, no fue sino hasta el ao de 1803 cuando el caso Marbury vs. Madison determin la facultad de los jueces para negar la validez de leyes contrarias a la Constitucin. En el segundo captulo, el autor presenta un anlisis de lo que l llama una tradicin conservadora en defensa de la revisin judicial de las leyes. Segn ella, las mayoras tienen dificultades para tomar decisiones razonables. En este sentido, los jueces deben hacer efectivas las disposiciones constitucionales interpretando la Constitucin, configurando la principal objecin en requerir un mecanismo de interpretacin no arbitrario, sino que permita a los jueces dar cuenta del sentido ms o menos obvio de la Carta Suprema. En el tercer captulo, Gargarella examina las soluciones populistas respecto del carcter contramayoritario del poder judicial. Resea el desarrollo de la tradicin populista, segn la cual el apoyo popular a
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cierta decisin es el nico factor idneo para referirse sobre la validez de la misma, restringiendo la atribucin judicial para controlar las leyes. El autor muestra dos versiones de esta tradicin, la norteamericana y la francesa. En primer lugar, en Estados Unidos la ciudadana pareca inclinarse hacia las concepciones de tipo populista. En este contexto fueron frecuentes los conflictos entre los rganos judiciales y los rganos polticos favorables a las reclamaciones mayoritarias. Esto gener la prioridad del ordenamiento institucional para asegurar la independencia entre estos entes debido a las experiencias sobre las presiones legislativas al poder judicial. Francia, caracterizada por la concepcin de la ley como manifestacin de la voluntad soberana, excluy la posibilidad de que los jueces controlaran las producciones de la Asamblea Nacional. El autor concluye el captulo con las crticas al principio populista, invitando al lector a cuestionarse si los acuerdos mayoritarios constituyen efectivamente consensos ideales. En el cuarto captulo plantea identificar varias soluciones intermedias para el problema del control judicial de las leyes, pretendiendo mediar entre las posturas elitistas y populistas, as como proponer cambios en cuanto a la administracin de justicia. Entre estas propuestas, Gargarella enumera a modo de ejemplo: la inclusin de grupos de presin como respaldo a los sectores ms desventajados (amicus curiae), la introduccin de jurados y jueces legos, que tiendan a fomentar la particin de los ciudadanos en la justicia, la forma de designacin de los jueces resaltando el Consejo de la Magistratura. Sin embargo, el autor tras formular sus argumentos crticos a cada una de estas propuestas, concluye que ninguna de estas presenta soluciones completas; as, advierte: Mientras la justicia siga teniendo la posibilidad de contradecir la voluntad de las mayoras en todo tipo de cuestiones y conserve el derecho de pronunciar la ltima palabra, tendremos que seguir hablando de las tensiones entre la justicia y la democracia.3 Dentro de los captulos quinto y sexto, el autor examina la tradicin que en su criterio es la ms prometedora, a la que l denomina genuinamente radical. En virtud de aquella tradicin se sostiene que la ciudadana debe ser consultada para la consecucin de decisiones polticas, no obstante reconoce que las consultas a la ciudadana no garantizan la imparcialidad de las decisiones. En esta lnea, se refiere
3 Ibd., p. 138. umbral 3, 2013, pp. 165-168
a un sistema democrtico deliberativo caracterizado por el debate y el intercambio de argumentos en todos los puntos de vista. De tal manera, considera que el poder judicial es un rgano destinado a reafirmar o perfeccionar la voluntad popular, para lo cual distingue la moral pblica y privada, concluyendo que la voluntad mayoritaria no debe intervenir en cuestiones relativas a la moral privada. En el captulo sptimo, Gargarella expone un anlisis sobre tres argumentos para fortalecer la tradicin radical. La primera cuestin es el reenvo de leyes desde el poder judicial al legislativo, para fomentar el dilogo entre los poderes. La segunda, la posibilidad de fortalecer la vinculacin entre los grupos sociales minoritarios y los jueces; y, la tercera, las reformas polticas adecuadas de carcter parlamentario o extraparlamentarias. En las ltimas secciones de la obra, el autor nos conduce a una mirada de la experiencia jurisprudencial estadounidense, espaola y argentina. De este examen, concluye que la tradicin judicial espaola se caracteriza por ser firme y crtica frente a los gobernantes mientras que la argentina ha sido dependiente del poder poltico. Para finalizar conviene citar al propio Roberto Gargarella, quien acertadamente responde su cuestionamiento por qu tiene sentido estudiar este tema?: Tiene sentido porque, segn entiendo, se trata de la puerta de entrada a una cantidad de temas institucionales de primera importancia, que adems nos fuerza a reflexionar sobre teora democrtica, filosofa poltica, diseo institucional, psicologa poltica, teora constitucional, en asuntos cruciales.4
Ibd., p. 18.
Luigi Ferrajoli Cultura jurdica y paradigma constitucional: la experiencia italiana del siglo XX
Por Diego Nez Santamara 1
Durante mi estancia en Per debido a mis estudios tuve la oportunidad de conocer en Lima la calle Azngaro, ubicada junto a la bellsima edificacin de la Corte Suprema de Justicia. Azngaro no es precisamente famosa por sus libreras jurdicas, pero all me encontr con un libro cuyo ttulo me cautiv: Cultura jurdica y paradigma constitucional de Luigi Ferrajoli, obra no solo fascinante sino enriquecedora. En esta obra Ferrajoli distingue que la cultura jurdica est compuesta por tres elementos: el primero, las producciones dogmticas conformadas por un conjunto de teoras, filosofas y doctrinas jurdicas elaboradas por filsofos y juristas de una poca; el segundo, los modos de pensar el derecho y las ideologas de los operadores jurdicos; y el tercero, los sentidos cotidianos de una sociedad sobre el derecho y las distintas instituciones jurdicas. En sntesis, la cultura jurdica es la idea predominante de cmo se entiende y concibe al derecho en un lugar y tiempo determinado.
1 Abogado, Ponticia Universidad Catlica del Ecuador y magster en Derecho con mencin en Poltica Jurisdiccional, Ponticia Universidad Catlica del Per. En la actualidad trabaja en el equipo de investigacin y capacitacin del Centro de Estudios y Difusin del Derecho Constitucional (CEDEC) de la Corte Constitucional del Ecuador. umbral 3, 2013, pp. 171-173
Ferrajoli desempolva la historia del constitucionalismo italiano del siglo XX, para entender de mejor manera la cultura jurdica garantista que se desarroll en este pas europeo. El autor inicia revisando que la cultura jurdica del liberalismo ilustrado del siglo XIX tuvo un fuerte revestimiento del derecho natural, sin embargo, a finales del siglo XIX la cultura jurdica cambi con una fuerte influencia de la escuela pandectista alemana. A travs del pandectismo se utilizaron las instituciones del derecho romano reelaboradas para aquellas pocas. De esta forma, la cultura jurdica predominante argumentaba que la doctrina jurdica era una ciencia que solo poda ser manejada por los tcnicos jurdicos. Esto produjo una autonoma de la ciencia jurdica, haciendo que el derecho se volviera avalorativo y a-poltico. En cuanto al concepto del Estado predominaba la teora del Estado persona que miraba a los derechos como autolimitaciones del mismo, por lo que bien poda disponer sobre ellos en cualquier momento. Todas las ramas del derecho tendieron a actualizarse hacia el pandectismo, dejando a un lado la exgesis y considerando como anticuado todo aquello que no se sum a esta cultura jurdica. Luego, en la poca del fascismo la cultura jurdica a-valorativa y neutra permiti que se implementara un Estado autoritario y corporativista. Si bien la cultura jurdica no tena afanes autoritarios, pero su autonoma del mundo poltico consinti los postulados fascistas. La legislacin italiana se inund de textos autoritarios en los que se poda ver que se transform el principio del in dubio pro reo por el in dubio pro republica; adems se reintrodujo la pena de muerte, se implementaron delitos de opinin y delitos contra la personalidad del Estado. Luego de la etapa fascista, Italia transcurri un momento histrico en el que se formaron acuerdos trascendentales que fundaron la Constitucin de 1948. Con esta se rompi definitivamente con el fascismo y se plasm el compromiso de la poblacin hacia una convivencia civil. Por primera vez en Italia se forma una Constitucin material que informa a todo el ordenamiento jurdico, determinando la validez de las normas infraconstitucionales y la garanta de los derechos. La nueva Constitucin pretenda abrir una nueva cultura jurdica, sin embargo, en la prctica hubo una resistencia de los operadores jurdicos que imposibilit el pleno desarrollo de la Constitucin. En la interpretacin judicial consideraban a
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la Constitucin como una norma programtica vacindola de su contenido sustancial. Pero en las dcadas de 1960 y 1970 la apertura de nuevas traducciones acadmicas, la recepcin de la politologa, sociologa y filosofa analtica hicieron un redescubrimiento de la Constitucin tomando en serio los derechos. Dentro de la misma magistratura se gener el debate del nuevo papel del juez considerando que deben aplicar directamente la Constitucin, reenviar a la Corte Constitucional las leyes que no pueden tener una interpretacin constitucional e interpretar la legislacin conforme a la Constitucin. Los avances en la cultura jurdica fueron evidentes, sin embargo las dcadas de 1980 y 1990 evidenciaron nuevos retos provocados por la degeneracin de la representatividad poltica y el desarrollo de un infra Estado clandestino coludido por mafias. De esta forma, se vio que la Constitucin se convirti en un obstculo para estos grupos. Esta obra, si bien recoge los antecedentes histricos del constitucionalismo italiano del cual Ecuador tambin ha sido influido genera en el lector varias interrogantes, entre ellas: En qu momento se encuentra el constitucionalismo ecuatoriano? Tal vez la Constitucin 2008 es aquella que pretende romper la vieja cultura jurdica que an opone resistencia?
Colaboradores
Pamela Aguirre Castro. Abogada de los Tribunales de la Repblica del Ecuador; diploma en Derecho mencin Derecho Constitucional, UASB-E; magster en Derecho mencin Derecho Tributario, UASB-E; mster en Argumentacin Jurdica, Universidad de Alicante. Candidata doctoral por la UASB-E. Profesora invitada de la Universidad Catlica Santiago de Guayaquil, Universidad de Especialidades Espritu Santo y Universidad Andina Simn Bolvar, Sede Ecuador (UASB-E). En la actualidad, Secretaria Tcnica Jurisdiccional de la Corte Constitucional del Ecuador. Jorge Benavides Ordez. Abogado, Pontificia Universidad Catlica del Ecuador; mster en Derecho Constitucional y mster en Filosofa y Cultura Moderna, Universidad de Sevilla, Espaa. Diploma superior en Derecho Constitucional, Universidad Andina Simn Bolvar, Sede Ecuador. Doctorando en Derecho Constitucional, Universidad de Sevilla. Profesor en la Universidad de las Amricas y Universidad de Los Hemisferios; profesor invitado en la Universidad Andina Simn Bolvar, Sede Ecuador. En la actualidad, director ejecutivo del Centro de Estudios y Difusin del Derecho Constitucional (CEDEC). Jhoel Escudero Soliz. Licenciado en Ciencias Pblicas y Sociales, doctor en Jurisprudencia, abogado y mediador, Universidad Central del Ecuador; mster en Derecho, mencin Derecho Constitucional y candidato a doctor, Universidad Andina Simn Bolvar, Sede Ecuador (UASB-E). Actualmente, coordinador de investigacin del Centro de Estudios y Difusin del Derecho Constitucional (CEDEC); profesor de la Especializacin en Derecho Constitucional, UASB-E. Mara del Carmen Maldonado Snchez. Licenciada en Ciencias Pblicas y Sociales, abogada y doctora en Jurisprudencia, Universidad Central del Ecuador; magster en Cooperacin Internacional, Universidad Complutense de Madrid. Ha sido profesora universitaria en la Universidad de las Amricas, Universidad SEK, Universidad Del Pacfico. En la actualidad, jueza de la Corte Constitucional del Ecuador. Ruth Gabriela Melo Flores. Magster en Gobierno y Cultura de las Organizaciones, Universidad de Navarra- Espaa. Abogada, Universidad San Francisco de Quito-Ecuador. Asesora de la Secretara Tcnica Jurisdiccional de la Corte Constitucional del Ecuador. Wendy Molina Andrade. Abogada, Universidad Internacional del Ecuador; especialista superior en Derecho Administrativo Universidad Andina Simn
Colaboradores
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Bolvar; doctora, Universidad Internacional del Ecuador. Profesora universitaria de posgrado en la Universidad Regional Autnoma de los Andes y Universidad Estatal de Guayaquil; en pregrado Universidad Central del Ecuador y Universidad Estatal de Bolvar; profesora invitada en la Universidad de Pisa, Italia. En la actualidad, vicepresidenta de la Corte Constitucional del Ecuador Diego Nez Santamara. Abogado, Pontificia Universidad Catlica del Ecuador y magster en Derecho con mencin en Poltica Jurisdiccional, Pontificia Universidad Catlica del Per. En la actualidad trabaja en el equipo de investigacin y capacitacin del Centro de Estudios y Difusin del Derecho Constitucional (CEDEC). Patricio Pazmio Freire. Doctor en Jurisprudencia, Universidad Central del Ecuador; mster en Ciencias Sociales, FLACSO-Ecuador. Doctorando en Derecho Constitucional en la Universidad de Valencia, Espaa. Ha ejercido la docencia en Programas de Maestra en Derecho Constitucional, ctedra Derechos Econmicos, Sociales y Culturales en la Universidad Andina Simn Bolvar en Ecuador y Bolivia y en la Universidad Estatal de Guayaquil. Fue presidente del Tribunal Constitucional del Ecuador (2007-2008); presidente de la Corte Constitucional para el Perodo de Transicin (2008-2012). En la actualidad, presidente de la primera Corte Constitucional del Ecuador (2012-2015). Esteban Polo Pazmio. Licenciado en ciencias jurdicas y abogado, Pontificia Universidad Catlica del Ecuador. Actualmente asesor de la Corte Constitucional del Ecuador. Alfredo Ruiz Guzmn. Abogado, magster y especialista en Procedimientos Constitucionales, Universidad de Guayaquil. Ha sido decano de la Facultad de Jurisprudencia y profesor en la Universidad de Guayaquil. En la actualidad, juez de la Corte Constitucional del Ecuador. Fabin Soto Cordero. Magster en Derecho (c) y especialista superior en Derecho Constitucional, Universidad Andina Simn Bolvar, Sede Ecuador. Abogado de los juzgados y tribunales de la Repblica, Universidad Central del Ecuador. En la actualidad trabaja en el equipo de investigacin y capacitacin del Centro de Estudios y Difusin del Derecho Constitucional (CEDEC) de la Corte Constitucional del Ecuador. Ximena Velastegu Ayala. Doctora en Jurisprudencia, Universidad Central del Ecuador. Mster en Derecho, mencin Derecho Internacional Econmico, y Diploma Superior en Derecho Constitucional, Universidad Andina Simn Bolvar, Sede Ecuador.
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Poltica editorial
Umbral, revista de publicacin semestral, recibe artculos entre octubre y noviembre para incluirlos en la primera edicin del ao, y entre abril y mayo para la segunda edicin. Los artculos deben ajustarse a la poltica editorial y a las normas de publicacin. De preferencia los artculos deben presentar resultados o avances de investigacin en derecho constitucional ecuatoriano y comparado, derechos humanos. Tambin se aceptan ensayos sobre teora del derecho o historia del derecho constitucional sustentados en bibliografa especializada, anlisis de coyuntura nacional o internacional con orientacin acadmica. Las secciones de revista Umbral son las siguientes: Debate y reflexin. Incluye artculos cuyo enfoque motiva la discusin sobre la base de argumentos del pensamiento y realidad nacional e internacional. Jurisprudencia. Presenta artculos de la jurisprudencia como fuente del derecho, criterios de interpretacin de las normas, instrumentos jurdicos, etctera.
Reseas. Presenta reseas o comentarios crticos sobre libros relacionados con las ciencias jurdicas, derechos humanos u otras disciplinas de las ciencias sociales. Entrevistas. Presenta diversos puntos de vista sobre el derecho constitucional.
Normas de publicacin
1. Criterios de admisibilidad y elegibilidad de los artculos o ensayos Idioma. Espaol. Calidad. Sern escogidos aquellos cuya calidad tcnica, carcter crtico e innovador y relevancia del tema desarrollado se destacan. 2. Autora El artculo o ensayo debe ser original. En el caso de ensayos no inditos, es decir, que han sido publicados anteriormente, el autor o autores son responsables de gestionar la respectiva autorizacin y remitir las referencias de la publicacin previa a la Coordinacin de Publicaciones del CEDEC.
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El autor debe autorizar expresamente su publicacin. Se indicar claramente el ttulo del trabajo, luego del cual irn el o los nombres y apellidos del autor o autores. Junto al trabajo, el autor o autores enviarn su hoja de vida abreviada. 3. Consideraciones generales
El artculo o ensayo no podr contener ms de diez palabras. Los editores se reservan el derecho de modificarlo previo acuerdo con el autor. Los ensayos incluirn un resumen del contenido de no ms de 10 lneas, y un mximo 5 palabras clave (key words) que describan globalmente los temas tratados. Deben estar escritos en programa de procesador de texto Microsoft Office, Word versin 2010 (o inferiores), con tipo de letra Calibri, tamao 12 puntos, en una sola cara a espacio sencillo. Extensin del artculo:
Detalles Pginas Palabras Caracteres sin espacios Caracteres con espacios Extensin Mnima 10 5.000 30.000 34.000 Extensin Mxima 20 10.000 60.000 68.000
El autor o autores deben consignar su direccin y dems datos de ubicacin, con el propsito de notificar la recepcin de los trabajos, as como cualquier otro requerimiento del CEDEC. 4. Elaboracin de bibliografa o lista de textos consultados Estas pautas sirven para las referencias bibliogrficas que van como notas al pie, o como bibliografa final, en los libros y revistas. El ejemplo siguiente corresponde a una entrada sobre un libro escrito por un solo autor. Se presentan los componentes con una estructura lgica y puntuacin, de la que se derivan las otras formas con sus respectivas variantes de elaboracin de bibliografa.
Apellido del autor, Nombre del autor. Ttulo del libro (a partir de la segunda, incluir el dato de la edicin). Lugar de publicacin, editorial, ao de publicacin.
Grficos y diagramas que contengan los trabajos se enviarn con archivos de respaldo en cualquiera de los formatos siguientes: jpg, eps, gif o psd. Se recomienda indicar con claridad la jerarqua de ttulos y subttulos. Por ejemplo:
a) Un solo autor Gargarella, Roberto. Los fundamentos legales de la desigualdad. El constitucionalismo en Amrica (1776-1860). Buenos Aires, Siglo XXI, 2005. b) Una antologa o compilacin Antn Melln, Joan, ed. Ideologas y movimientos polticos contemporneos. Madrid, Tecnos, 2. ed., 2012. Fernndez, Arturo y Cecilia Lesgart, comps. La democracia en Amrica Latina. Rosario, Homo Sapiens Ediciones, 1. ed., 2008. c) Dos o ms libros escritos por el mismo autor Bobbio, Norberto. El problema de la guerra y las vas de la paz. Barcelona, Gedisa Editorial, 2000. . El tercero ausente. Madrid, Ediciones Ctedra, 1997. d) Dos o tres autores Habermas, Jrgen y Jhon Rawls. Debate sobre el liberalismo poltico. Barcelona, Paids, 1998. Mossset Iturraspe, Jorge, Toms Hutchinson y Edgardo Alberto Donna. Dao Ambiental, t. I. Buenos Aires, 2. ed., ampliada y actualizada, Rubinzal-Culzoni Editores, 2011. e) Ms de tres autores Wray, Alberto et al. Derecho, pueblos indgenas y reforma del Estado. Quito, Abya Yala, 1993.
f) Un trabajo publicado en una antologa Martnez Dalmau, Rubn. De Punto Fijo a la constituyente. Los bolivarianos, entre la accin y la reaccin. Venezuela, a contracorriente. Los orgenes y las claves de la revolucin bolivariana. Coord. Juan Torres Lpez. Barcelona, Icaria, 2006. 5. Artculos en publicaciones peridicas En el caso de los artculos escritos en publicaciones peridicas (diarios, revistas, especializadas, etc.) tales entradas tienen y de aqu se derivan todas las otras formas los siguientes componentes.
Apellido del autor, Nombre del autor. Ttulo del artculo. Nombre de la publicacin (lugar de publicacin), nmero (fecha de publicacin): nmero de las pginas en las que se encuentra el artculo.
a) Publicacin acadmica con paginacin diversa en cada nmero Domnech, Antoni. Ortega y el nio mimado de la historia. O qu se puede aprender polticamente del uso incongruo de una metfora conceptual. Revista Sin Permiso (Barcelona), 2 (2007): 77. b) Publicacin acadmica con paginacin continuada a lo largo de todo un volumen Seijas Rengifo, Teresa de Jess.The disregard of the legal entity. Revista
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de Derecho y Ciencia Poltica (Lima), 64.1-2 (2007): 399. En este caso el 64.1-2 significa volumen 64, nmeros 1 y 2. c) Publicacin acadmica identificada solo por nmero Welp, Yanina. El referendo en Amrica Libre. Diseos institucionales y equilibrios de poder. Revista Nueva Sociedad (), 228 (2010): 26-42. d) Artculo en una revista Rojas Bolaos, Manuel y Rotsay Rosales Valladares. Democracia electoral y partidos polticos en Centroamrica. Heterogeneidad y trayectorias inciertas. Revista Sistema. (Madrid), 208-209 (enero 2009): 193-209. 6. Trabajos de otras fuentes a) De Internet Sandoval Carrin, Ivn. Ver morir a Froiln. Editorial. El Universo (12 octubre 2010). Internet. www.eluniverso.com. Acceso: 16 junio 2011. Gerardo Pisarello. Internet. www. trotta.es. Acceso: 15 abril 2011. El alza de tarifas lleg a las cortes. El Comercio (17 junio 2011) Internet. www.elcomercio.com. Acceso: 18 junio 2011. Kelsen, Hans. Teora pura del Derecho. Internet. www.uv.es. Acceso: 13 abril 2011.
b) De un correo electrnico (e-mail) Romero Flores, Miguel. Correo electrnico al autor. 14 marzo 2013. 7. Textos normativos Las referencias de textos normativos nacionales indicarn, en la primera referencia, el ttulo de la ley en cursivas, el nmero de Registro Oficial y la fecha de publicacin. En caso de referencias normativas internacionales se indicar el ttulo de la norma en cursivas y en lo posible, el ao de publicacin. Constitucin de la Repblica del Ecuador. Registro Oficial n. 449, 20 octubre 2008. Convenio n. 169 sobre Pueblos Indgenas y Tribales en Pases Independientes, 1989, Conferencia General de la OIT, ratificado por el Ecuador el 15 mayo 1998. Las referencias de sentencias debern contener al menos los siguientes datos: Institucin y pas, tipo de accin, nmero, ao, pgina o pginas y juez ponente. Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia n. 001-10-SIN-CC, 2010, p. 59, juez ponente: Patricio Pazmio Freire. Las referencias de sentencias reiteradas contendrn a ms de la informacin arriba indicada una frase indicativa. Jurisprudencia reiterada en las sentencias de la Corte Constitucional de Colombia: T-424 de 1992,
umbral 3, 2013, pp. 178-183
magistrado ponente: Fabio Morn Daz; T-596 de 1992, magistrado ponente: Ciro Angarita Barn; T-273 de 1993, magistrado ponente: Carlos Gaviria Daz. 8. Uso de varios recursos
d) Citas textuales de ms de cuatro renglones Cuando las citas textuales excedan los cuatro renglones, deben escribirse en prrafo aparte, en un tamao de letra menor (un punto menos), con una sangra diferente y con un rengln blanco antes y otro despus. Si el autor aade algo al texto transcrito deber ponerlo entre corchetes. No hace falta utilizar comillas. Ejemplo: Por tanto, y como bien seala Claudia Mosquera: Las acciones armativas son ms una llamada de atencin a la sociedad como conjunto que ha practicado el olvido, y que ha permanecido en silencio o en la indiferencia ante el hecho de que un buen nmero de ciudadanos y ciudadanas racializadas permanezcan en situaciones de exclusin pudiendo aportar mucho ms al desarrollo, a la profundizacin de la democracia y a la convivencia social en el pas. e) Cursiva En locuciones latinas. Por ejemplo: In dubio pro homine Pacta sunt servanda Ratio decidendi Palabras en otros idiomas. Por ejemplo: Affaire Leitmotiv Sumak kawsay
a) Notas al pie de pgina Se presentarn de acuerdo con la estructura indicada en Elaboracin de bibliografa o lista de textos consultados. b) Citas consecutivas Cuando la nota o cita bibliogrfica corresponde al mismo autor y obra citada anteriormente, se utilizar el latinismo ibd., que significa all mismo, en el mismo lugar. Garca de Enterra, Eduardo. La Constitucin como Norma y el Tribunal Constitucional. Madrid, Civitas, 1985, p. 39. Ibd. Ibd., p. 95 c) Citas textuales de hasta cuatro renglones Se escribirn entre comillas y seguido al texto. Ejemplo: En su anlisis de las decisiones discrecionales, por ejemplo, Joel Handler ha mostrado en qu forma la dominacin que surge de las exigencias de la tarea burocrtica encuentra un hogar acogedor en las ideologas de las profesiones.
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Cuando se quiera resaltar o poner nfasis en alguna palabra o idea. Por ejemplo: Sin embargo, cuando se dice que el juez es un actor poltico, el trmino poltico se refiere a la posibilidad del juez de ser actor por s mismo, es decir de actuar con relativa libertad en su proceso interpretativo del Derecho... Su utilizacin ser excepcional dentro del texto. No se utilizarn negrillas ni subrayados.
situacin econmica que atraviesa Amrica del Sur, como consecuencia de la crisis mundial. De acuerdo con sus atribuciones, FMI considera oportuno pronunciarse ante En las abreviaturas de ms de 5 letras se utilizarn la letra inicial ir en maysculas y las restantes en minsculas. Por ejemplo: Mercosur Unasur Unesco 9. Consideracin final Con el fin de asegurar de que las publicaciones alcancen los fines propuestos con el ms alto nivel, el CEDEC por intermedio de la Coordinacin de Publicaciones evaluar los trabajos y realizar las correcciones de estilo y modificaciones editoriales que crea necesarias. 10. Recepcin de los artculos Se remitirn a la direccin electrnica siguiente: [email protected]. Tambin podr hacrselo en CD a la direccin postal: Corte Constitucional del Ecuador Centro de Estudios y Difusin del Derecho Constitucional (CEDEC) Iaquito E3-92 y Av. Amazonas Quito - Ecuador umbral
f) Abreviaturas (recomendadas) captulo, cap. comprase, cf. compilador, comp. edicin o editor, ed. ibdem, ibd. nmero, n. organismo no gubernamental, ONG pgina, p. pginas, pp. por ejemplo, p. ej. tomo, t. traduccin o traductor, trad. volmenes, vols. y otros, et al. y siguientes, ss. g) Siglas Para la escritura de siglas se utilizar la primera vez el nombre completo a la que hace referencia, y a partir de la segunda mencin a dicha sigla, abreviaturas en maysculas. Por ejemplo: En agosto de 2009, los directivos del Fondo Monetario Internacional (FMI) se reunieron para discutir sobre la