El Padrenuestro, Historia y Significado
El Padrenuestro, Historia y Significado
El Padrenuestro, Historia y Significado
Padre nuestro que ests en los cielos, santificado sea tu nombre; venga tu Reino; hgase tu Voluntad as en la tierra como en el cielo. Nuestro pan cotidiano dnosle hoy; y perdnanos nuestras deudas, as como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores; y no nos dejes caer en tentacin, mas lbranos del mal (Mateo 6:9-13)
Padre, santificado sea tu nombre, venga tu Reino, danos cada da nuestro pan cotidiano, y perdnanos nuestros pecados, porque tambin nosotros perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en tentacin. (Lucas 11:2-4)
DEFINICION El ttulo de Padre Nuestro o Padrenuestro proviene del latn Pater Noster y es el nombre de una oracin cristiana dada a conocer por Jess de Nazaret, segn relatan los evangelios de Mateo y de Lucas. Entre ambos autores existen diferencias entre la descripcin de las circunstancias y tambin en el estilo del texto de la oracin, de lo cual derivan las diferentes versiones existentes en distintas confesiones cristianas. El Padrenuestro est considerado como la oracin cristiana comn por excelencia por las confesiones mayoritarias: para los catlicos es el resumen de la doctrina cristiana, para los protestantes es el modelo de oracin cristiana y, segn los ortodoxos, es la oracin perfecta. Existe un paralelismo que relaciona el Padrenuestro cristiano con alguna oracin juda e incluso en alguna islmica, lo cual comprobaremos ms adelante en este mismo estudio. No debemos olvidar que Jess de Nazaret estuvo inmerso en las tradiciones litrgicas de la religin juda, en las cuales se desarroll inicialmente el cristianismo. ANTECEDENTES DEL PADRENUESTRO Los hombres primitivos empezaron a divinizar los aspectos que no comprendan, tanto del mundo como de la naturaleza, y empezaron a tener dioses de la lluvia, del viento, del amor y muchos otros. El contacto con esas fuerzas de la naturaleza divinizadas empez a refinarse y ello dio origen a las religiones. El judasmo implic un avance para su tiempo, en un contexto donde la mayora de las culturas antiguas profesaban el politesmo, ya que resumieron a todos los dioses en uno solo desde la poca abrahamnica, y desarrollando una liturgia donde la oracin era la forma ms efectiva de acercamiento a la divinidad.
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Otros antecedentes remotos al Padrenuestro son considerados desde teoras teolgicas que vinculan la doctrina del cristianismo con antiguas creencias paganas. El telogo, egiptlogo y ex sacerdote cataln, Llogari Pujol, ha sealado lo que para l es un antecedente concreto del Padrenuestro en un texto egipcio del ao 1,000 a.C., donde se recoge la llamada Oracin del ciego: El Dios de la Tierra es el gobernante del horizonte. Dios es para hacer grande su nombre, lo dedica a la adoracin de su nombre, da su existencia de Dios, El har tu negocio. Su semejanza est sobre la Tierra. Dios es dado incienso y alimento en ofrendas diarias. El Dios juzgar el verdadero y honesto y perdonar a nuestros deudores. Gurdate contra la cosa que Dios abomina, presrvate del mal. Dios es el rey del horizonte, del poder y de la gloria. El aumenta, El quienquiera que lo aumenta. Permteme que sea maana como hoy.
LA ORACION EN LAS ANTIGUAS ROMA Y GRECIA Ya en aquellos tiempos histricos surgieron religiones organizadas y tenan templos y sacerdotes que rendan culto a las fuerzas de la naturaleza las cuales, la mayora de la veces, ya tenan aspecto de dioses antropomorfos, an cuando generalmente carecan del concepto de un Dios nico y universal. Mas bien se adoraba a dioses locales, pensando en que iban a favorecer nicamente a su pueblo. De manera anloga se consideraban como verdaderos a los dioses locales de otros pueblos. Por ejemplo, un egipcio poda considerar que la diosa Atenea ayudaba a los griegos y, por lo tanto, el egipcio tena que pedir ayuda a su dios equivalente, o sea, Horus. Cada pueblo tena su forma de comunicarse con sus dioses. Una forma de establecer contacto con ellos era por medio de palabras, ms o menos ritualizadas, como si los dioses fueran personas que escuchan y responden con actos. Y esa comunicacin con palabras era la oracin. En el caso de la religin grecorromana, exista un gran contraste entre la oracin dirigida a las grandes divinidades y la efectuada a los dioses familiares. En el caso de las grandes divinidades (Jpiter, Neptuno, etc.) la oracin era muy recargada, con ritos muy elaborados y complicados, llenos de pompa y ceremonia. Por otro lado, a los dioses domsticos o familiares se les oraba de modo distinto: se les peda consejo y proteccin de una manera ntima, puesto que sentan amor por esos pequeos dioses. Dentro del cristianismo el grupo que se volvera ms numeroso es el de los creyentes de origen gentil, no judo. De hecho debemos tomar en cuenta que el Nuevo Testamento fue escrito en una lengua pagana, el griego. En la actualidad los judos consideran a los cristianos como gentiles, mientras que en la antigedad eran considerados como una secta juda.
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LA ORACION EN EL JUDAISMO El judasmo trajo consigo una gran novedad en el contexto religioso de la poca antigua: el monotesmo; o sea, la existencia de un solo Dios. De forma similar al resto de los pueblos, la creencia juda sostena que su deidad les favoreca slo a ellos, pero para los judos todas las dems deidades eran falsas; slo su Dios exista realmente ya que El cre a toda la humanidad, pero escogi a Israel para ser su pueblo escogido. El judasmo leg al cristianismo gran parte de sus creencias y el propio Jess creci dentro del contexto espiritual judo, y esa identidad se ve reflejada en la oracin del Padrenuestro. Concretamente la oracin juda Abinu Malkenu, que literalmente significa Padre nuestro, Rey nuestro, contiene las palabras Padre nuestro en hebreo, y en ella se pide a Dios que permita que las bendiciones lleguen a la vida de los hombres. ESPIRITUALIDAD JUDIA EN EL PADRENUESTRO Diversas fuentes opinan que el Padrenuestro recoge una indudable herencia de la espiritualidad juda, como se afirma en el libro Rabbinic Literature and Gospel Teaching, editado en Londres en 1930. En la liturgia de la maana del Shabat, de acuerdo al uso romano, se afirma: Padre nuestro del cielo, te deleitas en establecer tu casa en nuestras vidas, y posar tu Presencia en las tinieblas de nuestros das. Este texto revela que los judos ven a Dios como su Padre, mensaje que viene contenido en la oracin de Jess, el Padrenuestro. Un kadish, que es una plegaria a Dios, generalmente en arameo, dice lo siguiente: Permite que tu grandioso nombre sea magnificado y santificado. Aqu los judos engrandecen el nombre de Dios y piden que los hombres le reconozcan y le glorifiquen. Otro kadish dice: Permite que tu Reino llene las vidas y los das, y la vida de toda la Casa de Israel muy pronto, en un futuro cercano. El Reino de Dios es una idea que los cristianos tomaron del judasmo, lo cual se demuestra en este kadish. El rab Eleazar ben Yair, el Magno dijo tambin: Cualquiera que tiene un pan en la canasta y dice qu comer maana?, es una persona de poca fe. El texto del Padrenuestro dice: danos hoy nuestro pan de cada da, lo cual concuerda con Eleazar Magno o el Grande (siglo I d.C.). La Amid o Shmod, una oracin juda usada a modo de bendicin, dice por su parte: Perdnanos, oh Padre nuestro, porque hemos pecado; absulvenos, oh Rey nuestro, porque hemos contenido transgresiones. La Amid demuestra el dolor y el temor que el pueblo de Israel siente por sus pecados. Samuel el Pequeo dijo: Si tu enemigo cae, no lo disfrutes; si sale lastimado no permitas felicidad en tu corazn, pues Dios lo ver. Este mensaje habla de amar, incluso a los enemigos y es una clara referencia al perdonar a los que nos ofenden del Padrenuestro cristiano.
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La oracin de Mar bar Rabna, datada en el siglo V y usada en la liturgia juda vespertina, dice: S un escudo para nosotros, aparta de nosotros a nuestros enemigos, la pestilencia y todo mal. En esta oracin se le pide a Dios que sea su protector, al igual que Jess le pide al Padre que nos libre de todo mal. El presbtero italiano Marco Adinolfi (1919-2005) consideraba que el Padrenuestro pudo haber sido una oracin propia del judasmo, puesto que a lo largo de ella se sintetiza la espiritualidad juda, de forma que Jess en el Padrenuestro dej el mensaje ms judo de toda la Biblia. EL PADRENUESTRO EN LA IGLESIA PRIMITIVA Debemos tener en cuenta que Jess, al nacer como judo, vivi en el contexto de la espiritualidad y costumbres religiosas judas y, por ello, estaba sometido a la Torh, el Pentateuco cristiano, y por ello en los evangelios se cita con frecuencia a los textos sagrados del judasmo. Podemos asegurar que si bien el judasmo introdujo una gran novedad en el contexto religioso de su poca, el cristianismo trajo al mundo de su tiempo una nueva visin de la Divinidad. Desde el inicio del cristianismo slo exista un nico Dios, pero ya no era exclusivo para el pueblo judo, sino que pas a ser un Dios universal, a quien podan seguir quienes quisieran, sin distincin de razas u origen. En un principio los primeros cristianos se consideraban a s mismos parte del pueblo judo, pero desde el primer Concilio de Jerusaln, tal como cuenta Lucas en el captulo 15 del Libro de los Hechos de los Apstoles, los gentiles que abrazaban a Cristo no estaban ya obligados a cumplir con la Torh dada al pueblo de Israel, ni a circuncidarse o a guardar el Shabat. A partir de ese momento el cristianismo empieza a separarse gradualmente del judasmo. El Padrenuestro fue fundamental en este punto. Al separarse del judasmo, el cristianismo tuvo que ir adquiriendo una identidad propia, y el principal rasgo de la espiritualidad juda era la oracin. El cristianismo deba tener sus propios rasgos para no ser considerado como una secta del judasmo, y el Padrenuestro pasara a ser el rasgo principal que diferenciara al pueblo cristiano del judo en este punto de la historia. En la Iglesia primitiva el rezo del Padrenuestro estaba reservado para el momento ms importante de la celebracin, y lo hacan preceder de frmulas en las que sealaban su respeto. Estas frmulas o parecidas han sido heredadas por diferentes iglesias en sus liturgias actuales. En la liturgia de la Iglesia oriental se dice a modo de introduccin: Dgnate, oh Seor, concedernos que gozosos y sin temeridad, nos atrevamos a invocarte a ti, Dios celestial, como a Padre, y que digamos: Padre nuestro. En la primitiva liturgia romana el sacerdote preceda la oracin con la frase: nos atrevemos a decir, reconociendo la enorme audacia que hay en repetir palabras consideradas tan santas por el cristianismo. Y en el catolicismo, antes del rezo del Padrenuestro, el sacerdote dice: Fieles a la recomendacin del Salvador y siguiendo su divina enseanza, nos atrevemos a decir.
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LA LENGUA DE LOS EVANGELIOS Los evangelios fueron escritos en un dialecto del griego, llama koin, aunque tambin se lo conoce como griego alejandrino, helenstico o griego del Nuevo Testamento. La koin era la lengua internacional de los pases del Mediterrneo oriental desde el perodo helenstico o griego. Todos los textos del Nuevo Testamento se escribieron utilizando la lengua koin, que fue tambin la lengua de difusin del cristianismo, por la gran influencia que el helenismo, la cultura y el idioma griegos, tenan en la poca de los primeros cristianos. EL PADRENUESTRO EN LOS EVANGELIOS En los dos evangelios en donde se menciona el Padrenuestro es Jess quien lo ensea a sus discpulos para mostrarles el modo correcto de orar. La relacin con Dios, que segn las creencias judas rega todo lo que existe, era algo muy delicado y por eso le pidieron a Jess que les enseara el modo correcto de dirigirse a Dios pues, segn ellos, slo una persona muy cercana a Dios poda conocer la manera correcta de hablarle, siendo Jess esa persona para ellos. Con la oracin del Padrenuestro que les ensea, Jess trata de romper con las rgidas actitudes alejaba al hombre de Dios, y les ensea una actitud orante que facilita el dilogo con Dios, al que Jess llama Padre. El relato de Mateo La oracin del Padrenuestro aparece en el contexto del sermn de la montaa. Jess haba comenzado ya su vida pblica y en ese momento se diriga a la gran cantidad de gente que se haba reunido para recibir sus enseanzas, por lo cual decidi subir a un monte para as poder ser escuchado por todos los all presentes. Les habl de las bienaventuranzas (Mateo 5:1-12), de la luz del mundo (Mateo 5:14-16), de la actitud de Jess con relacin a la Ley de Moiss (Mateo 5:17-20) y sobre los mandamientos (Mateo 5:21-37). Pero tambin les hizo un reproche hacia quienes haban convertido la oracin en un mbito totalmente externo (Mateo 6:5-8) y les recomend orar en secreto y con toda sencillez. Y para ello les ense el Padrenuestro como ejemplo de oracin sencilla para dirigirse al Padre. El relato de Lucas En el evangelio de Lucas el Padrenuestro aparece en el viaje a Jerusaln, precedido de la parbola del buen samaritano (Lucas 10:29-37) y por el episodio de la disputa entre Marta y Mara (Lucas 10:38-42). Jess estaba orando en un apartado lugar, por lo que nadie se atreva a interrumpirle. Slo cuando termin su oracin hacia Dios uno de los discpulos le pidi que les enseara a orar y, por ello, Jess les explic el Padrenuestro, en una versin ms corta que la de Mateo, y que slo contiene cinco peticiones (Lucas 11:2-4). Comparacin entre los dos relatos Lucas narra que uno de los discpulos le pidi a Jess que les ensease a orar despus de que Cristo hubo terminado su oracin en la soledad del lugar. En Mateo no aparece la peticin del discpulo, sino que fue iniciativa del propio Jess ensearles a orar con el Padrenuestro.
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Lucas invoca a Dios como Padre y, en cambio, Mateo lo hace diciendo Padre nuestro. En Lucas no aparece la peticin de Jess del hgase tu voluntad, a diferencia del de Mateo. En Mateo, Jess dice lbranos del mal, lo cual se omite en Lucas. El fondo de los dos relatos es el mismo: Jess ensea a su gente cul es la forma correcta de dirigirse a Dios. Sin embargo Mateo la desarrolla de manera ms extensa y profunda. El relato de Mateo sobre el Padrenuestro es ms apasionado puesto que en l Jess est en una montaa rodeado por una muchedumbre ansiosa por escuchar sus palabras. En cambio en el relato de Lucas, un Jess ms espiritual, orando en soledad, causa la admiracin de un discpulo, quien espera pacientemente a que termine su oracin para pedirle que le ensee a orar. Son varias las hiptesis acerca de las diferencias entre los dos relatos del Padrenuestro, sin embargo por lgica deberamos optar porque la original fue la de Mateo, debido a que este apstol fue un discpulo que conoci personalmente a Jess y, por tanto, su informacin de los hechos es confiable. Lucas, por otra parte, no conoci personalmente a Jess, por lo que su informacin proviene de la tradicin, o sea, de otras personas, y l nicamente las relata. Posiblemente por esto la Iglesia primitiva opt por el texto de Mateo, al ser tambin el ms completo. LA DOXOLOGIA FINAL En primer lugar debemos indicar que el trmino doxologa se refiere a la propiedad de dar gracias a Dios, pero con un lenguaje teolgico que lo hace autntico. Por ello al final del Padrenuestro se dice: Tuyo es el reino, el poder y la gloria por siempre, Seor. Amn . En esta partcula se manifiesta el total reconocimiento por parte del orante de que Dios es un ser absoluto y supremo que no tiene principio ni fin. Hay quien ve en esta doxologa un smil con una alabanza del Antiguo Testamento, mientras que otros afirman que se trata de un aadido posterior. La doxologa final surgi entre los siglos II y III de la era cristiana ya que se consideraba inaceptable que la oracin terminara con la palabra mal, por lo cual la Iglesia primitiva aadi esta doxologa para el uso litrgico. PARALELISMO DEL PADRENUESTRO EN EL JUDAISMO Y EN EL ISLAM MODERNOS Al igual que el cristianismo, el judasmo y el Islam son consideradas religiones monotestas que creen en un solo Dios, y tambin abrahamnicas, ya que consideran que Abraham fue el primer monotesta. Estas tres religiones dicen adorar al Dios de Abraham, Isaac y Jacob. Judasmo El judasmo tradicional no acepta la condicin mesinica de Jess de Nazaret, interpretando que no cumpli ni con las profecas mesinicas ni con los requisitos de Mesas. Tambin consideran que los versculos bblicos referentes a Jess contradicen la teologa juda, cuya creencia est basada en una revelacin nacional y no en una demostracin de milagros.
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Sin embargo los judos tienen una oracin a la que llaman Abinu Malkenu que, traducido, significa Padre nuestro, Rey nuestro, y que pertenece a la liturgia juda tradicional. Para el rabino David ben Israel, de la asociacin Esh Ha Torh, una red internacional y apoltica de centros educativos judos, esta oracin se relaciona con el Padrenuestro cristiano. Islam Para el Islam, la figura de Isa (Jess) es muy importante ya que es considerado el Mesas por el Corn y el profeta ms cercano a Al, slo por debajo de Mahoma. Ellos consideran verdaderas sus enseanzas, pero creen que los seguidores de Pablo de Tarso las distorsionaron. La oracin del Padrenuestro la tienen como una gran oracin, dicha por un gran Profeta. CONCLUSION Jess no desea que el Padrenuestro sea repetido de modo mecnico, sino que por medio de esta oracin se establezca un dilogo con el Padre. Los hombres deben reconocer que Dios es su Creador y, por lo tanto, su Padre. Por ello debemos rendirle la honra que se merece y pedirle lo necesarios, pues el Padre concede lo necesario a quien le hace peticiones de la forma adecuada, y tambin debemos pedirle perdn por nuestros pecados. Por ello en la siguiente pgina se incluye la oracin del Padrenuestro de una forma meditada, para que nuestra oracin sea del todo efectiva ante el Padre, y conozcamos el verdadero significado espiritual de cada parte de la oracin.
Recorran todas las oraciones que hay en las Escrituras, y no creo que puedan encontrar algo que no est incluido en la oracin del Seor Agustn de Hipona
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PADRE NUESTRO
Padre: Dios es Todopoderoso, eterno, infinito en todo; pero quiere que al dirigirnos a l le llamemos Padre; pedirle que sienta que El es mi Padre. Padre que pensando en mi y amndome, creo todas las cosas: el sol con su luz y calor, la tierra con tanta variedad de vida, el mar, las montaas, los ros, las plantas, las flores, los frutos, el aire que respiramos, los alimentos que consumimos. Todo lo hizo y lo sigue hacienda pensando en m, mirndome, amndome. El formo mi cuerpo, con sus miembros y sentidos, y me los conserva; mi alma con el entendimiento, memoria y voluntad. El me hizo hijo suyo con la gracia santificante; me da su vida, me hace imagen suya viva, su hijo, y quiere mirarse a s mismo en mi, como un padre carioso se mira en el hijo que se le parece. El me dio a su Hijo para que me hiciera su hijo y me lo sigue dando todos los das en la Eucarista para que sea mi alimento, fortalezca
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mi vida y perfeccione su imagen. El se me quiere dar todo en herencia; El mismo ser mi felicidad, vindole, poseyndole, amndole, gozando de l y sintiendo el amor infinito del Padre que se vuelca en m. Cunto me ama mi Padre! REFLEXION: Como he correspondido a tanto amor de Dios? Me he portado como un buen hijo?. Cuntas veces le he ofendido, le he vuelto la espalda, le he desobedecido? Cmo he de corresponder a partir de ahora? Siendo un buen hijo. Debo vivir y sentirme como un hijo muy querido de Dios, someterme del todo a la voluntad de Dios como lo hizo Jesucristo; amarle con todo el corazn, con toda la inteligencia, estimndolo ms que todas las cosas, prefiriendo su voluntad a todo lo dems. Toda mi vida deber estar dirigida solo a Dios. Nuestro: Dios es Padre, no solo mo, sino tambin de todos. A todos ama, a todos ofrece su vida y su gloria. Por todos se sacrifico, muri y se quedo en la Eucarista. Quiere que nos amemos todos como hermanos, hijos del mismo Padre. No puedo amar a Dios si no amo a mis hermanos, sus hijos. Amarlos con el corazn de Dios, como Dios ama. Amar a todos, como Dios ama y derrama sus bendiciones sobre todos, buenos y malos. Quiere que pidamos por todos para que todos pidan para cada uno. A pedir por m mismo me mueve la necesidad; a pedir por otros me mueve la caridad, que es ms agradable a Dios. Pedir por todos: por los cristianos, por los que no creen y por los que rechazan a Dios o a Jesucristo, para que pueden decir con nosotros: Padre Nuestro. REFLEXION: He vivido ese ideal de fraternidad? Considero, amo y trato a los dems como hijos de Dios y hermanos mos? Cuntos egosmos y cuanta falta de amor buscando mi propio gusto en vez de buscar el bien de los dems! Cmo tengo que vivir el amor a los dems? Como el buen samaritano, o mejor an, como Jess, Nuestro Seor. Que ests en el cielo: Dios est en todas partes, pero en el cielo muestra de un modo especial su gloria, su bondad, su amor; all hace felices a sus hijos con la felicidad perfecta. Por eso quiere Jesus que elevemos nuestra mirada al cielo cuando oramos. All esta nuestro Padre. La casa del Padre ser mi casa, all ver a mi Padre lleno de amor, le amare, le poseer sin temor alguno de perderle, y sentir el amor infinito del Padre. Quiere Jess que al orar elevemos nuestros corazones al cielo, que busquemos lo de all. All estar con Jess, sentir su amor infinito y sus predilecciones conmigo; estar con la Santsima Virgen sintiendo su amor maternal. Aquella ser nuestra felicidad sin fin. El deseo de alcanzar el cielo nos ayudara a ser ms pobres al tener nuestro corazn libre de todas las cosas; mas obedientes, buscando siempre y haciendo solo la voluntad de Dios. REFLEXION: Vivo con el corazn en el cielo o mas bien estoy siempre mirando las cosas de la tierra? Buscad las cosas de arriba, donde esta Cristo; saboread las cosas de arriba, no las de la tierra. Santificado sea tu nombre: Santificar el nombre significa santificar a la persona. Que todos alaben, estimen y amen a Dios; que obedezcan sus mandatos, reconozcan su majestad y, sobre todo, su bondad y misericordia. Que con nuestra vida santa mostremos que Dios es santo, y ayudemos a otros a santificarse y as muestren con su vida que Dios es santo. Cuntos no le conocen y le niegan! Cuntos de los que le conocen no le aman ni le obedecen porque no le conocen bien! Si realmente le conociramos no podramos menos que amarle. Debemos amarle sobre todas las cosas y amarle
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tambin por su bondad y misericordia infinitas porque, siendo lo que somos, nos ama como padre carioso. REFLEXION: Cmo es mi vida de santidad? Con mi vida animo a otros a que sean santos? Venga a nosotros tu Reino: Dios reina sobre todas las creaturas, y de un modo especial en las almas de los justos, por medio de la gracia; y en los bienaventurados en el cielo, por la gloria. Reinara al fin del mundo sobre todos. Pedimos que todos reconozcan el reinado de Dios, que vivan como fieles sbditos suyos, que se sometan a sus leyes; que por todo el mundo se extienda su reinado de amor, de verdad y de paz. Pedimos que nos lleve a su Reino glorioso en el cielo. REFLEXION: Trabajo con mis palabras y mi ejemplo por extender el Reino de Dios? Ayudo a otros en el apostolado? Soy sbdito fiel a Cristo Rey? Guardo sus leyes? Amo y vivo su Evangelio? Procuro imitarle lo ms posible? Hgase tu voluntad en la tierra como en el cielo: Que todos hagamos la voluntad de Dios; todo lo que El manda y todo lo que le agrada, con toda perfeccin y amor, como lo hacen los santos en el cielo. Ellos ven a Dios cara a cara; ven el amor infinito que les tiene y le aman con todo el corazn. No desean otra cosa sino amarle y, por amor, solo quieren la voluntad de Dios. As tambin todas las personas amemos a Dios y solo deseemos y hagamos lo que es Su voluntad y agrado. Que en mi y en todos se cumpla la voluntad de Dios; que aceptemos con amor y gusto lo que Dios desee de cada uno de nosotros, sea agradable o desagradable, con total y plena confianza en El, que es mi Padre y que solo desea mi bien. Que todos los acontecimientos los recibamos de la mano de Dios, que quiere o permite esas cosas para nuestro bien. Como Jesucristo en el huerto, digmosle: No se haga mi voluntad, sino la tuya; todo como efecto del amor total a Dios. REFLEXION: Est toda mi vida centrada en la voluntad de Dios? Cuntas veces prescindo de su voluntad y busco mi gusto, mi egosmo, y tambin me impaciento cuando las cosas no salen como yo deseo? En todas las ocupaciones diarias busco siempre lo que le agrada a Dios, para que as se haga en m su voluntad? Danos hoy nuestro pan de cada da: Tenemos muchas necesidades corporales y espirituales mientras vivimos en esta vida. Pedimos el pan, la comida, y todo lo que necesitamos para el cuerpo. Pedimos que nos de hoy nuestro pan de cada da. Debemos fomentar la confianza en el Padre y no angustiarnos por el futuro. A los hebreos en el desierto les dio Dios el mana de cada da; al da siguiente ya no serva y deban esperar el nuevo mana de aquel da y as, de esta forma, aprendieron a confiar en El. Jesus quiere tambin que confiemos en el Padre. Es cierto que tenemos que trabajar para conseguir el pan de cada da, pero sin ansiedad ni congoja, sino con confianza en Dios. Pediremos tambin el pan espiritual, necesario para conservar y fortalecer la vida de la gracia santificante, que es la gracia que necesitamos para hacer el bien y evitar el mal, y para que nuestras acciones tengan valor sobrenatural. Pidamos el pan de la eucarista, sin el cual no podemos vivir; el que nos ofrece Jesus, su Cuerpo y su Sangre, para que nos vaya transformando en El; para que el Padre vea en nosotros una imagen cada da ms perfecta de l.
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REFLEXION: Cmo est mi confianza en Dios? Me contento con lo que Dios me da cada da, o ando angustiado por lo que me pueda faltar maana? Cmo estoy con respecto a mi trabajo, con angustia e inquietud deseando siempre ganar ms para as asegurar mi futuro, o con paz confiando en Dios? Cmo recibo la Eucarista?, con verdadera hambre de Dios o por rutina, con poca fe y amor? Perdnanos nuestras ofensas: Todos somos pecadores y necesitamos de la misericordia de Dios. Todos tenemos culpas y necesitamos pedir perdn. Dios, nuestro Padre, est deseando otorgarnos ese perdn; El nos conoce y nos ama; quiere que cada da nos arrepintamos de nuestros pecados y ofensas y que le pidamos perdn. Y si actualmente no encontramos en nosotros pecados ms o menos graves, si tenemos al menos defectos, debilidades, faltas e indelicadezas con el Seor, y debemos pedir perdn por todo ello por haber desagradado a nuestro Padre que tanto nos ama. Una falta ma puede ser que desagrade mas al Padre que pecados ms grandes en otros, por lo mucho que me ama y siente mi desagradecimiento. Tengo que pedir perdn, con verdadero arrepentimiento, de todo pecado y ofensas. REFLEXION: Vivo en actitud de arrepentimiento y detestacin de mis pecados? Fomento la pureza de mi alma? Como nosotros perdonamos a los que nos ofenden: Es la condicin que Jesus pone para perdonarnos a nosotros. Quiere que tengamos un corazn grande como el de nuestro Padre, que con tanta facilidad nos perdona; que sepamos excusar las faltas de otros como el mismo Jesus hizo en la cruz; que no demos vueltas en nuestra cabeza a las ofensas que nos hayan hecho, sino que procuremos olvidarlas. REFLEXION: Como cumplo con mi obligacin de perdonar a todo el que me ofende? Soy fcil para perdonar o soy vengativo, que deseo que le suceda algn mal al que me ofendi y me alegro si le sucede? Niego la palabra a alguien, le trato con indiferencia o le rehyo si en alguna ocasin me ofendi? Dios me perdonara as como yo perdone. Tengo que ser generoso en perdonar, para que tambin Dios sea generoso conmigo. No nos dejes caer en la tentacin: Hay tentaciones que son pruebas de Dios y sirven para nuestro bien. Hay tentaciones que nos inducen al pecado. Hemos de pedir siempre que no caigamos en pecado, ni mortal ni venial, ni en falta deliberada, ya que todo ello ofende siempre a Dios. Somos dbiles y por nuestras propias fuerzas no podemos sostenernos sin pecar, por las muchas inclinaciones torcidas que tenemos en nuestra naturaleza. Necesitamos pedir gracia a Dios para no caer, pero hemos de pedirla con humildad y con confianza. REFLEXION: No basta con pedir, tengo que evitar las ocasiones de pecado. Si por mi culpa o negligencia me pongo en peligro de ser tentado, desmerezco la gracia de Dios y, entonces, el enemigo o mi propia sensualidad me empujan al pecado. Pongo yo los medios para no caer en pecado? Evito las ocasiones? Sacrifico mi lengua, la vista y el odo antes de caer en pecado? Fomento pensamientos o deseos de pecado? Sera una burla pedirle a Dios que me libre de tentacin y, al mismo tiempo, ponerme yo mismo en peligro de pecar. Y lbranos del mal: De todos los males, naturales y espirituales. Que nos libre del pecado y del infierno, que son los verdaderos males. Los males fsicos, como enfermedades, dolores, muerte, etc.
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pueden ser bienes para el alma. Que nos libre del demonio, que ronda buscando a quien devorar; que no nos dejemos engaar ni seducir por l. Pero debemos tambin ayudar a otros, en cuanto este de nuestra parte, para que tampoco caigan en ningn mal. Cuntos males de toda clase hay en esta vida como fruto del pecado original, y de nuestros pecados personales que cometemos, de nuestros egosmos, soberbias e iras! Bueno es que pidamos a nuestro Padre que nos libre de todos los males. El nos librara de todos cuando nos lleve a su Reino, donde no habr ningn mal y donde gozaremos de todos los bienes en el gozo de Dios. REFLEXION: Esta es la mejor peticin que podemos hacer: que nos lleve a su Reino para vivir con l. All descansaremos y veremos, veremos y amaremos, amaremos y alabaremos, alabaremos y gozaremos. Como dijo San Agustin, eso ser el fin sin fin. Oracin: Oremos hoy dndole gracias a Dios por habernos permitido vivir esta oracin del Padre Nuestro de esta forma meditada. Prometmosle al Seor poner en prctica en nuestra vida todo aquello que El nos ha enseado en esta oracin, y rogumosle por su ayuda para que le seamos fieles hasta el fin de nuestros das. Bendicin: Que el Seor nos bendiga y nos proteja. Que el Seor nos mire con agrado y nos muestre su bondad. Que el Seor nos mire con amor y nos conceda la paz.
BIBLIOGRAFIA
Catecismo de la Iglesia Catlica, Ediciones Paulinas, 1997. Biblia de Jerusaln, Bilbao, Espaa, Descle de Brouwer, 1976. La Santa Biblia, Versin Reina-Valera 1909, Miami, Fl., 1977. Biblia de Amrica edicin popular, Madrid, 1997 Catecismo ortodoxo, Los ngeles, EUA - St George of Russia, 2000. Manual de Oraciones, 2002-2005. Juan Pablo II: Dios; eternidad que comprende todo Librera Editrice Vaticana, 1985. Conferencia del Telogo y Traductor Bblico Juan Mateos: La oracin del Padre Nuestro Modelo de la oracin cristiana: Contenido interior y exterior The Lord's Prayer Vulgata Latina La Koin griega La doxologa final La Summa Teolgica de Santo Toms de Aquino. El Padrenuestro: las tres hiptesis sobre las diferencias entre Lucas y Mateo.
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