Tema 26

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TEMA 26. ORGENES Y DESARROLLO DEL FEUDALISMO. LA ECONOMA SEORIAL. DEBATE HISTORIOGRFICO.

1. INTRODUCCIN. El feudalismo ha sido sin duda uno de los temas relacionados con la Edad Media sobre el que ms se ha escrito en los dos ltimos siglos, por lo que abordar una sntesis al respecto es una tarea difcil. Pero lo que dificulta ms la tarea es el diferente concepto de feudalismo que han adoptado las distintas corrientes historiogrficas, incluso autores de una misma corriente, lo que ha motivado que el trmino haya llegado a gastarse y a convertirse en una etiqueta que define bien poco por s misma. Comenzaremos, por tanto, por resumir brevemente el concepto de feudalismo adoptado por autores de distintas tendencias y fijando el marco cronolgico y geogrfico al que vamos a limitarnos. 1.1. Definicin del feudalismo y escuelas historiogrficas. La primera dificultad, y la principal desde mi punto de vista, a la hora de analizar el feudalismo es tener claro qu se entiende por feudalismo. Cada poca, cada corriente historiogrfica, cada autor, en fin, ha partido de una concepcin del feudalismo que ha mediatizado su enfoque del tema y su preferencia por uno u otro de los mltiples aspectos que se engloban en el anlisis histrico: social, econmico, institucional, poltico, etc. Hacer aqu un seguimiento exhaustivo de la evolucin del concepto de feudalismo a lo largo de la historia, desde el siglo XVII en que naci hasta nuestros das, sera imposible. Robert BOUTRUCHE dedica a este tema las primeras pginas de su obra Seoro y feudalismo, y resumindolas muy brevemente podemos decir que el trmino feudalismo naci en el siglo XVII para hacer referencia a un perodo histrico de la Edad Media caracterizado por la fragmentacin y disolucin de los poderes pblicos. En otras palabras, el trmino fue utilizado por los historiadores y juristas del XVII y XVIII para definir "un mtodo de gobierno basado en una serie de instituciones jurdicas propias". Fueron MARX y sus seguidores los que ensancharon el concepto de feudalismo para entenderlo como una "organizacin econmica y social", es decir, un "modo de produccin" que en Europa sucedi al esclavismo y perdur hasta las revoluciones burguesas. Este modo de produccin, segn el concepto materialista de la historia, se presuma universal: todos los pueblos habran pasado, o deberan pasar por l, con distintos matices segn el desarrollo histrico de cada zona. MARX y ENGELS redujeron a un plano secundario (superestructura) las instituciones tpicamente feudales que tanto haban interesado a los juristas: vasallaje, feudo, fragmentacin del poder...; para centrar su anlisis del feudalismo en los aspectos econmicos, sociales y materiales: apropiacin por parte de los seores de la tierra y del excedente de produccin del campesinado. Entendido as, el feudalismo de los marxistas era aplicable a mbitos geogrficos e histricos que poco o nada tenan que ver entre s, lo que daba pie a que el concepto se difuminara y confundiera en su amplitud. Los dos conceptos de feudalismo mencionados hasta ahora: jurdico-institucional y econmico-social, son los principales que servirn de punto de partida a los historiadores de nuestro siglo. GANSHOF distingua tres enfoques del feudalismo entre los historiadores del siglo XX: - Una visin "estrecha" en la que el feudalismo designaba al conjunto de instituciones que florecieron en torno al ao 1.000 en la Europa postcarolingia, basadas en el feudo y el homenaje. Desde este punto de vista, el feudalismo habra declinado a medida que el poder

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monrquico recuper su fuerza. - Una visin "amplia" en la que el feudalismo define una sociedad, un conjunto de realidades socioeconmicas en las que el feudo propiamente dicho no figura en primer plano. Feudo y vasallaje pierden en este enfoque el protagonismo para convertirse en meros reflejos institucionales de una realidad mucho ms amplia y profunda. - Por ltimo, los nuevos marxistas, aun abandonando el dogmatismo, seguan reduciendo el feudalismo a un "mecanismo de produccin", y centraban su atencin preferente en el desarrollo de las fuerzas productivas. A estas corrientes historiogrficas en torno al feudalismo puede sumarse la aportacin de los representantes ms cualificados de la escuela de los Annales en los ltimos tiempos, que han intentado imponer una dimensin integradora al concepto de feudalismo. Sin negar la importancia de los mecanismos econmicos, han rechazado su preeminencia a la hora de explicar el feudalismo, y sin renunciar al anlisis de las instituciones feudales han tratado de abordarlas desde nuevos puntos de vista, como el antropolgico y el de las mentalidades. 1.2. Marco cronolgico y geogrfico. Las propuestas cronolgicas y geogrficas para el feudalismo varan mucho segn cada tendencia historiogrfica, por lo que a la hora de abordar una sntesis como sta hay que justificar la opcin que se va a adoptar. En nuestro caso, vamos a centrarnos en el perodo que va desde la desintegracin del Imperio Carolingio hasta fines del siglo XV, aunque hay que sealar que algunas instituciones y fenmenos feudales no pueden explicarse sin remontarse a tiempos ms lejanos y que, igualmente, van a tener una vigencia cronolgica superior al marco cronolgico que hemos acotado. En cuanto al marco geogrfico, vamos a centrarnos en el espacio europeo occidental y cristiano, y casi siempre en un espacio ms reducido como es Francia, la tierra del feudalismo por antonomasia. Esta eleccin se debe a que una gran parte de los historiadores que mejor han abordado el feudalismo son franceses y suelen basarse en las realidades de su pas, no siempre extrapolables sin ms a otros mbitos como seran Inglaterra, la Pennsula Ibrica, Italia o el Imperio Germnico. Querer integrar todos estos espacios en esta sntesis implicara hablar de feudalismos ms que de feudalismo, ya que habra que hacer mencin a las distintas realidades que el fenmeno feudal adopta en cada territorio en funcin de los particulares condicionamientos histricos. El ejemplo ms claro de esta problemtica sera el de Castilla, donde las instituciones feudales estn presentes durante un amplio perodo de tiempo pero no generan una sociedad idntica a la francesa, tal vez por el particularismo que supona el estado de guerra casi permanente contra Al-Andalus y por las necesidades de la repoblacin.

2. EL ORIGEN DEL FEUDALISMO. Entre los siglos IX y X los sucesores de Carlomagno contemplaron la disgregacin del Imperio en principados territoriales y la disolucin de buena parte de las instituciones pblicas. Ante la debilidad del Estado, los vnculos personales entre los hombres generaron la proteccin y la solidaridad que los poderes pblicos no podan ofrecer. Cmo puede explicarse que una construccin tan ensalzada como el Imperio Carolingio sucumbiera tan

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sbitamente tras la muerte de su fundador? Las explicaciones propuestas han sido diversas, pero casi todas apuntan hacia la idea de que el imperio creado por Carlomagno no fue sino un gigante con los pies de barro. A los factores internos relacionados con la debilidad de la estructura estatal carolingia, se suman en el origen del feudalismo una serie de factores externos, como las denominadas segundas invasiones" protagonizadas por normandos, hngaros y sarracenos. De la concomitancia de ambos tipos de factores: debilidad interna y amenaza externa, surgi el ambiente en el que naci y se desarroll el feudalismo. 2.1. La disolucin de las instituciones pblicas carolingias. El Imperio se desintegr porque no responda a la mentalidad ni a la instruccin de los hombres de entonces, poco inclinados a captar la nocin abstracta de Estado. Cay porque fue una construccin desmesurada, monstruosa en relacin a su organizacin econmica y a su estructura social. El Estado Carolingio jams posey un sistema administrativo capaz de transmitir rdenes a tiempo, de imponer obediencia o de contener las fuerzas internas que arrastraban a la disolucin. Estas palabras de Robert BOUTRUCHE son bastante elocuentes y demuestran lo errneo que sera considerar al Imperio Carolingio como un Estado centralizado y con una administracin central poderosa. El propio Carlomagno haba favorecido el desarrollo del vasallaje en el imperio y la concesin de beneficios en pago a los servidores pblicos, con lo que las bases institucionales del sistema feudal estaban ya esbozadas en poca de Carlomagno. POLY y BOURNAZEL sealan que incluso en los mejores tiempos del Imperio Carolingio la independencia de los marqueses, encargados del control de amplios territorios fronterizos, haba sido muy amplia. Desde mediados del siglo IX el fenmeno no hizo sino acentuarse y, ante la debilidad del poder central, comenzaron a surgir autnticos "principados territoriales" en lo que antao haban sido unidades administrativas a cargo de funcionarios de diversa ndole: marqueses, prefectos, rectores, duques o condes. stos fueron aumentando sus atribuciones e independencia a lo largo del siglo X, hasta conseguir la transmisin hereditaria de sus cargos, lo que dio lugar al surgimiento de autnticas dinastas nobiliarias que actuaban como soberanos en sus territorios: acuando moneda, cobrando impuestos, impartiendo justicia, nombrando e invistiendo a los cargos eclesisticos, etc. Los ltimos residuos de instituciones pblicas con cierta importancia fueron las asambleas de hombres libres (judiciales y militares) que sobrevivieron hasta bien avanzado el siglo X. Paulatinamente, las asambleas judiciales que actuaban como tribunales de justicia pblicos fueron quedando sometidas al control de los seores locales, mientras que la participacin en el ejrcito, smbolo de libertad, se fue restringiendo socialmente hasta convertirse en el privilegio de los que contaban con medios suficientes. Para el comn del pueblo la obligacin militar fue sustituida por servicios en trabajo (hostilicum) o en especie (fodrum). A partir de entonces, la funcin militar ser el smbolo distintivo de los hombres ms poderosos. Al tiempo que las instituciones pblicas se fueron vaciando de contenido y pasaron a ser controladas por poderes locales intermedios que reemplazaron a la monarqua, en los territorios de lo que fue el Imperio carolingio se desarroll una nueva forma de poder: la seora banal. Los seoros banales surgieron en torno a los castillos, que no slo defendan

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una comarca frente a las amenazas externas, sino que permitan un mejor control del territorio por parte del propietario del castillo. El ban es una palabra de origen germnico que puede traducirse como "poder de ordenar y castigar"1. Los seores locales propietarios de castillos pasaron a controlar en su territorio la justicia y la exaccin fiscal, hecho que vino a suponer una nueva fragmentacin del poder, ya no slo a nivel estatal, sino tambin dentro del marco de los nuevos principados semi-independientes. A la postre, el control del orden pblico, de la justicia y de la fiscalidad vino a convertirse en una forma de riqueza ms interesante que la propiedad directa de la tierra El seor que posea un castillo cobraba su "proteccin" al campesinado ejerciendo su derecho de ban y cobrando impuestos arbitrarios (la talla). Los servicios en forma de trabajo gratuito que los sbditos deban al Estado se transformaron en servicios "dominiales", que beneficiaban a cada seor en su territorio. El control del sistema judicial por parte de los seores banales facilitaba la actuacin arbitraria de stos contra el campesino libre, que sometido a impuestos arbitrarios acaba por desaparecer en el marco del seoro banal. Al final de un lento proceso que no fue fulminante, el conjunto de prerrogativas y derechos que los seores banales ejercan en sus territorios acabaron por denominarse costumbres, consuetudines o usatges y se convirtieron en prcticas aceptadas y perpetuadas hasta el final de la Edad Media. Como conclusin de este breve esbozo de la ruina de las instituciones pblicas carolingias, podemos afirmar que entre los siglos IX y X domin en el solar del antiguo Imperio Carolingio un clima de inseguridad y anarqua interna, motivado por la debilidad del poder central, que fue aprovechada por sus antiguos agentes y representantes locales para actuar a su antojo contra el campesinado ms dbil. En palabras de los obispos de la provincia de Reims, reunidos en el ao 909 en Trosly: Estalla ante vosotros la clera del Seor (...) Todo son ciudades despobladas, monasterios destruidos o incendiados, campos desolados (...) Por todas partes el poderoso oprime al dbil y los hombres son como los peces del mar que confusamente se devoran entre s2. Este clima de inseguridad fue el caldo de cultivo para el desarrollo de unas prcticas bien conocidas en la civilizacin occidental desde poca romana, como la encomendacin y la entrada en la clientela de los poderosos, nica forma de buscar proteccin al alcance de los ms dbiles. Mediante estas prcticas el campesinado libre renunciaba en muchos casos a su libertad individual para asegurarse la supervivencia, pasando a convertirse en colono o en hombre de un seor. Pero no todos los miembros de las clases inferiores se vieron perjudicados en el inicio del feudalismo, pues los antiguos siervos, en el sentido clsico del trmino, es decir, los esclavos, vieron mejorar su condicin al ser muy numerosos los campesinos que descendan en la escala social y se equiparaban a ellos. El feudalismo contempl en sus orgenes un incremento importante del nmero de campesinos dependientes, pero a la larga produjo la desaparicin de la esclavitud clsica, debido a que ya no eran necesarios los grandes equipos de esclavos para trabajar las tierras de los poderosos3.
1. BOUTRUCHE, Seoro y feudalismo, I, p. 105. 2. Citado por Marc BLOCH, La sociedad feudal, p. 27. 3. El tema de la desaparicin de la esclavitud clsica es tratado con amplitud por Pierre DOCKES en su libro La liberacin medieval.

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2.2. El papel de las segundas invasiones en la gnesis del feudalismo. A lo largo de los siglos IX y X Europa Occidental vivi sitiada por tres flancos: por el Norte los pueblos escandinavos, por el Sur los musulmanes y por el Este los hngaros protagonizaron numerosas incursiones devastadoras en los territorios del antiguo Imperio Carolingio. La historiografa tradicional vio en estas denominadas "segundas invasiones" una de las causas principales del origen del feudalismo, concedindoles ms importancia incluso que a la propia evolucin interna de la sociedad postcarolingia4. Desde este punto de vista, el origen de la seora banal y del poder de los seores propietarios de castillos habra que relacionarlo con la necesidad de defensa frente a las incursiones de los invasores. El proceso se explicaba de la siguiente forma: algunos aventureros o funcionarios con podero militar erigan los castillos para proteger una regin y se hacan pagar sus servicios con los derechos banales, que eran la contraprestacin que les daban los campesinos indefensos por su proteccin5. La debilidad de esta explicacin, sin embargo, ha sido puesta de manifiesto por la arqueologa, que ha demostrado que la mayor parte de los castillos surgieron con posterioridad al siglo X (cuando el peligro exterior haba cesado) y no siempre en las regiones ms amenazadas. En la actualidad no resulta aceptable el protagonismo que la historiografa tradicional concedi a las segundas invasiones como causa del feudalismo. Mayoritariamente se considera que stas no produjeron una ruptura de la evolucin interna de la sociedad europea y que, como mucho, contribuyeron a acelerar un proceso ya iniciado con anterioridad.

3. INSTITUCIONES FEUDALES. En el terreno institucional dos son los elementos clave que definen al sistema feudal: el contrato de vasallaje y la concesin de feudos. Estas instituciones no surgieron de la nada en la Europa del siglo X, sino que fueron fruto de una lenta evolucin de prcticas existentes desde haca siglos. El origen de las instituciones feudales motiv antao un arduo debate entre "romanistas" y "germanistas"; partidarios los primeros de un origen romano y los segundos de una tradicin germnica de las instituciones feudales. En la actualidad muy pocos optan unilateralmente por una de estas teoras, siendo lo ms comn reconocer que los elementos institucionales del feudalismo clsico beben al mismo tiempo de fuentes romanas y germnicas, a las que se sumaron innovaciones ms tardas, como la cristianizacin de los contratos, que les confirieron su originalidad frente a la tradicin anterior.

4. BLOCH, dedica los tres primeros captulos de La sociedad feudal al papel que jugaron las segundas invasiones en el clima de inseguridad que propici el origen del feudalismo. 5. POLY y BOURNAZEL califican esta explicacin de visin romntica; El cambio feudal, p. 21.

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3.1. El vasallaje. El sentido ltimo del vasallaje es el reconocimiento por parte de un hombre de su dependencia con respecto a otro ms poderoso. Lo caracterstico del feudalismo es que el principio de esta relacin humana impregnaba toda la vida social, desde los ms poderosos a los ms humildes6. 3.1.1. Origen del vasallaje7. Los vnculos de dependencia personal se haban desarrollado ampliamente en el Imperio Romano durante los siglos IV y V, ya que, pese a no estar contemplados en el derecho pblico, ofrecan ms garantas de seguridad que los marcos legales. El que ofreca su proteccin a otro se converta en su patrono y el inferior en su encomendado. El hecho de solicitar la proteccin de un poderoso se denominaba se comendare, y acarreaba una serie de obligaciones calificadas como servitium. Hasta aqu la tradicin romana en cuanto a la prctica de la encomendacin. Entre los pueblos germnicos tambin exista una tradicin en cuanto a la creacin de vnculos personales entre individuos poderosos que prestaban su proteccin a hombres ms dbiles, que a cambio contraan una serie de obligaciones respecto a su protector. En la Galia merovingia se unieron la tradicin romana y la germnica en este tipo de vnculos personales, pero no lleg a afianzarse una terminologa precisa, un ritual estable ni un marco institucional y legal claramente definido. No todos los hombres sometidos a vnculos personales respecto a individuos poderosos gozaban de la misma categora ni contraan las mismas obligaciones. Pronto destac un grupo de guerreros domsticos al servicio de los poderosos y del mismo rey. El hecho no era nuevo, pues este tipo de clientelas armadas tenan precedentes romanos (bucellari) y germnicos (gasindi). Estos dependientes militares de los poderosos comenzaron a denominarse en la Galia merovingia con una palabra celta latinizada: vassus o vassallus, que en su origen significaba "muchacho joven" o "esclavo domstico". Ahora el trmino se haba cargado de honor y se aplicaba a los hombres libres pertenecientes a la tropa de un seor. Los vnculos de dependencia personal comenzaron a pasar del terreno privado a las instituciones por obra de los carolingios. Al carecer de medios ms eficaces, el Estado carolingio quiso utilizar para los fines de gobierno el sistema de relaciones de subordinacin ya constituido en medios privados. La idea era que todo hombre tuviera un seor, y que todo seor poderoso entrara en vasallaje del soberano. Se creaba as una amplia clase de vasallos del rey (vassi dominici) que eran a su vez seores de otros vasallos inferiores, por lo que en teora se configuraba una red de lealtades individuales que se extendan por toda la sociedad, de forma escalonada, llegando desde los ms dbiles hasta el soberano. Tras el hundimiento del Estado carolingio se abri un perodo de disturbios en el que el vasallaje fue precisando sus rasgos. Ahora ms que nunca los hombres necesitaban una
6. BLOCH, La sociedad feudal, p. 161. 7. En este apartado sigo fundamentalmente las obras de BOUTRUCHE, Seoro y feudalismo I y GANSHOF, El feudalismo, que analizan con bastante detalle los orgenes de las instituciones feudales.

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proteccin que el Estado no ofreca, mientras que los poderosos necesitaban hombres de armas que les fueran fieles. La dependencia se propaga ahora en un marco esencialmente privado que ya no beneficia al Estado, sino a los seores ms poderosos en cada territorio. Sin embargo, no todos los vnculos de dependencia pueden englobarse en el concepto de vasallaje, ya que se pueden distinguir dos niveles bien diferenciados8: 1. Una dependencia hereditaria que obliga a toda clase de servicios hacia el seor. No implica eleccin ni, por tanto, libertad. Es la encomendacin de los ms dbiles que, aunque de origen libre, terminan englobndose en el grupo de los siervos. 2. El vasallaje propiamente dicho es de duracin limitada a la vida de los contratantes y no implica una heredabilidad forzosa. El servicio principal que comporta el vasallaje es el militar, lo que lo convierte en la forma de dependencia ms distinguida y honorable. 3.1.2. El contrato de vasallaje clsico. En un principio el vasallo deba a su seor unos servicios en virtud del juramento que le haba prestado, pudiendo el seor recompensar estos servicios con una concesin material, aunque esta no era en principio obligatoria. Sin embargo, en poco tiempo el elemento material cobr mayor protagonismo en la relacin vasalltica, y el que entraba en vasallaje esperaba de antemano verse recompensado, as que el mejor postor, el que ms ofreciera, sera el que podra contar con ms vasallos. En cuanto a las obligaciones que tiene un vasallo respecto a su seor, hay que tener en cuenta que el juramento de fidelidad que le prestaba generaba un vnculo sagrado que deba anteponerse a cualquier otro, incluso a los familiares. A la cabeza de los deberes que genera el vasallaje se encuentra, por tanto, la obligacin de reverenciar al seor, obedecerle y no perjudicarle. Al margen de esta obligacin general, se precisan otra serie de obligaciones ms concretas del vasallo: - El consilium consiste en el deber que contrae el vasallo de acudir por sus propios medios, a requerimiento del seor, a asambleas deliberativas. Estas asambleas pueden ser judiciales, adoptando la forma de tribunales seoriales en los que el seor imparte justicia con y sobre sus vasallos. - El auxilium o ayuda militar es otra obligacin del vasallo respecto a su seor. La "costumbre" fue delimitando las condiciones en las que el vasallo poda ser llamado a filas, la duracin del servicio, el equipo y hombres que se deban aportar, etc. Todo ello depender del rango del vasallo y de la contraprestacin material que haya recibido de su seor. - La ayuda pecuniaria tambin est contemplada como deber del vasallo. En un principio la cantidad a pagar y las situaciones en que deba hacerse no estaban precisadas, pero con el tiempo se redujeron a tres los casos en los que el vasallo deba ayudar econmicamente a su seor: pagar su rescate en caso de captura por un enemigo, armar caballero a un hijo y ofrecer la dote a una hija. Pero el contrato de vasallaje genera obligaciones mutuas, por lo que tambin el seor debe ofrecer una serie de prestaciones a sus vasallos. En primer lugar, la fe y la lealtad es tambin una obligacin del seor, por lo que debe tratar a sus vasallos bondadosamente y conforme a Derecho. Es tambin obligacin del seor mantener a sus vasallos, bien tenindolos bajo su techo o bien ofrecindoles un medio de mantenerse por s mismos: el
8. POLY y BOURNAZEL, El cambio feudal, p. 53.

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feudo. Por ltimo, ante un peligro inminente, el vasallo debe contar con la proteccin y defensa de su seor, incluso cuando se ve juzgado ante un tribunal. 3.2. El feudo. Origen y significado. Desde el origen ms remoto de las relaciones de dependencia personal, el hombre que se encomendaba a un poderoso esperaba, entre otras cosas, que ste le ayudara a mantenerse. En poca merovingia y carolingia fue comn que los seores obsequiaran a sus dependientes con algunos presentes (caballos, armas, joyas, etc.), pero la forma ms extendida de pagar la fidelidad de los vasallos comenz a ser, ya en poca carolingia, la entrega de tierras. Estas concesiones territoriales se entendan a modo de salario y eran en principio transitorias; duraban lo que durara el contrato de vasallaje y no se reconoca al vasallo la propiedad plena ni la transmisin hereditaria de las mismas. Las concesiones de tierras encuentran su precedente en prcticas comunes en los ltimos tiempos del Imperio Romano, que se haban mantenido en la Galia merovingia y carolingia al margen del derecho oficial. El precedente ms cercano del feudo es el beneficium, concesin provisional de tierra que un poderoso haca a personas afectas a su casa, y en especial a sus vasallos, en pago de sus servicios9. La palabra feudo es de origen germnico y su evolucin lingstica ha sido muy estudiada. El trmino original germnico sera vieh (mantenido en el alemn), adaptado al galorromano como fief, que da en lengua provenzal feu y en castellano feudo. En sentido estricto, vieh designaba entre los germanos cualquier tipo de bien mueble de cierto valor (ganado, armas, alimentos...) y en especial los presentes que los germanos se hacan en seal de paz10. Entre los poderosos de la Galia se reserv el trmino feu para designar cualquier remuneracin que concedan a sus seguidores (fuera mueble o inmueble). Si la remuneracin era un beneficium territorial, poda designarse con propiedad con el trmino feu. Con el tiempo, como la tierra se convirti en la forma de pago ms extendida, el trmino feudo se asoci casi en exclusiva con las concesiones de tierra cedidas a los vasallos por su seor. El feudo clsico consista en una tenencia-salario concedida en pago a los servicios que un vasallo prestaba a su seor. Esto no implica que no se dieran casos de feudos muy modestos cedidos a servidores humildes que no haban prestado homenaje de fidelidad al seor, pero lo comn era considerar el feudo como el salario del caballero11. Ahora entra otro aspecto que puede generar confusin, y es que en un buen nmero de casos el feudo no era slo una concesin de tierra, sino que inclua tambin los hombres necesarios para trabajarla y los derechos que el seor concedente pudiera tener sobre ellos. Es decir, en muchas ocasiones, aunque no siempre y de un modo automtico, el feudo poda equivaler a un seoro con derechos jurisdiccionales. Ahora bien, el hecho de que muchos feudos revistieran la forma del seoro no debe llevarnos al error de igualar ambos trminos:
9. BLOCH analiza en profundidad el origen de esta institucin y su conexin con el feudalismo; La sociedad feudal, p. 178. 10. POLY y BOURNAZEL, El cambio feudal, p. 58. 11. Esta expresin aparece en una obra jurdica del siglo XIV, El espejo de Sajonia, citada por BLOCH en La sociedad feudal.

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hay que tener muy claro que el seoro es una institucin independiente que existi antes, durante y despus del feudalismo. Aunque el feudo implicaba slo el "derecho de uso" temporal de una tierra cuya "propiedad eminente" era patrimonio del seor, desde el mismo origen se impuso la costumbre de su transmisin hereditaria. La patrimonializacin del feudo avanz y gener las primeras contradicciones, ya que muchos tenentes de feudos actuaban con ellos como si se tratara de una propiedad personal, vendindolos, fragmentndolos, donndolos a la Iglesia, subinfeudndolos, etc. A la larga, con esta dinmica era fcil que se diluyera el vnculo que obligaba al tenente de un feudo a prestar ciertos servicios a su seor.

4. EL FEUDALISMO COMO SISTEMA SOCIAL. Ningn mito tan arraigado en torno al feudalismo como el de la triparticin social. Desde la enseanza ms elemental se explica la sociedad feudal como un armnico sistema de tres rdenes sociales interdependientes: laboratores, pugnatores y oratores; o si se quiere: trabajadores, guerreros y religiosos. Cada orden social se suele presentar como una unidad coherente dotada de atribuciones, derechos y obligaciones bien definidos. Pero vivan todos los laboratores en las mismas condiciones? Todos los eclesisticos y nobles nadaban en la abundancia rodeados de siervos y vasallos? Qu lugar ocupara en este sistema la burguesa urbana que fue aumentando su nmero a lo largo de la Edad Media? Estos y otros interrogantes han hecho a algunos historiadores plantear sus dudas sobre la validez del esquema trifuncional a la hora de estudiar la sociedad feudal 12, al tiempo que numerosos trabajos han demostrado que la sociedad del feudalismo era mucho ms compleja de lo que el sencillo esquema tripartito parece traslucir. En la actualidad no podemos poner en duda que la divisin de la sociedad feudal en tres rdenes funcionales fue una creacin ideolgica de algunos eclesisticos de la poca que describan la sociedad ideal desde su punto de vista, la deseada por Dios, pero no ofrecan un retrato exacto de la realidad del momento. Pese a este reconocimiento, vamos a basarnos en el esquema trifuncional para acercarnos a la sociedad feudal, aunque veremos que en cada orden terico podan convivir individuos cuya situacin jurdica y condiciones materiales de vida distaban de ser homogneas. 4.1. Servidumbre y libertad. El campesinado. Cuando los eclesisticos de la poca feudal que teorizaban sobre la sociedad hablaban de laboratores pensaban ante todo en los campesinos, que trabajando con sus manos producan los alimentos necesarios para que oratores y pugnatores pudieran dedicarse sin problemas a sus honorables funciones. Sin embargo, el campesinado no era, y nunca lo haba sido, una clase social homognea. En su seno haba desde los inicios de la Edad Media una distincin elemental en, al menos, dos categoras: servi (en el sentido de esclavos) y hombres
12.El mejor anlisis sobre el surgimiento y desarrollo del esquema trifuncional para definir la sociedad feudal es el de DUBY, Los tres rdenes o lo imaginario del feudalismo. En esta obra se intenta demostrar que el esquema trifuncional es una invencin ideolgica, una simplificacin que enmascara una sociedad mucho ms rica y compleja.

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libres. Los siervos de la Alta Edad Media eran pura y simplemente esclavos que pertenecan a un propietario. Pero la evolucin del vocabulario medieval genera ciertos problemas, porque aunque la esclavitud clsica tendi a desaparecer desde la poca carolingia como base de la produccin, el trmino siervo no desapareci, sino que pas a denominar a una nueva condicin social intermedia entre la esclavitud pura y la libertad plena. Por otro lado, la libertad era un concepto difuso desde la propia poca carolingia. Plenamente libre era todo individuo del pueblo franco que poda asumir la participacin militar y judicial, es decir, con una cierta capacidad econmica. La libertad plena estaba ligada a la independencia econmica y, por tanto, a la propiedad. Haba diversas situaciones intermedias: el colono de un seor era jurdicamente libre, pero econmicamente dependiente; los esclavos manumitidos no alcanzaban la libertad plena, pues seguan manteniendo lazos de dependencia con sus antiguos propietarios. En la poca carolingia el campesinado libre propietario de sus tierras (alodios) no era raro, pese a que el campesinado vinculado a los grandes seores haba ido en aumento. En el perodo de formacin del feudalismo, sin embargo, la tendencia general fue la de la desaparicin del campesinado libre. Bien de grado o por fuerza, los pequeos propietarios tuvieron que renunciar a sus tierras en favor de los poderosos. Se trataba ante todo de una cuestin de supervivencia, aunque fuera a costa de perder la libertad plena y entrar en dependencia de los nicos que podan garantizar proteccin. En el siglo IX los descendientes de los antiguos siervos (esclavos) se fueron fundiendo y confundiendo con la masa de pequeos campesinos originariamente libres que haban ido entrando en dependencia de los grandes seores; en el siglo XI casi todos los campesinos eran ya hombres de un seor y en el XII el calificativo de siervo se utilizaba ya para designar a todo el campesinado vinculado a un seor, sin diferenciar el remoto origen servil o libre de cada uno. El siervo del siglo XII no es ya un esclavo, su condicin es menos dura y tiene un cierto reconocimiento legal como persona. Sus obligaciones hacia el seor estn estipuladas por la costumbre (consuetudines) y, aunque onerosas, no son totalmente arbitrarias. Por contrapartida, es mucho mayor el nmero de personas sometidas a esta nueva servidumbre que el de los antiguos esclavos. La situacin del campesinado feudal no es esttica y a lo largo del tiempo determinadas transformaciones hicieron que las cargas de los siervos se fijaran y atenuaran. BLOCH seala, por ejemplo, que ante el proceso roturador los seores se esforzaron por atraer nuevos colonos a sus tierras, y como la violencia no era ya tan efectiva tuvieron que prometer condiciones ms favorables y garantizarlas contra la arbitrariedad. La circulacin monetaria, por su parte, contribuy a crear diferencias en el seno del campesinado. Cuando los seores optaron por convertir algunas prestaciones laborales en censos en metlico, hicieron que el campesinado entrara en los circuitos monetarios. Los ms afortunados podan obtener beneficios superiores a las cantidades que deban pagar al seor, por lo que podan reinvertir, mejorar sus explotaciones, aumentar sus rendimientos y, algn da, llegar a comprar su libertad plena. En resumen, se puede decir que las condiciones generales del grupo servil se fueron suavizando a medida que avanzaba la Edad Media y el desarrollo econmico general, ya que muchos antiguos derechos seoriales sobre el campesinado cayeron en el olvido porque los seores tenan ingresos sobrados por diversos cauces. El problema llegara cuando la crisis del siglo XIV hizo disminuir las rentas e ingresos de los seores, que intentaron compensar

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sus prdidas mediante la reinstauracin de sus derechos ms antiguos (considerados ahora malos usos). El campesinado del siglo XIV, sin embargo, no era ya tan dcil como sus antepasados y no estaba dispuesto a renunciar a las mejoras conseguidas entre los siglos XII y XIII. Esta confrontacin de intereses produjo en el siglo XIV las consabidas rebeliones campesinas que afectaron a casi todos los pases europeos. 4.2. El poder. Nobles y caballeros. Hablar de la nobleza feudal es un tema complicado, porque habra que tener claro un concepto previo de nobleza. El problema a la hora de definir la nobleza feudal es planteado por POLY y BOURNAZEL, que hacen una revisin de la terminologa medieval y llegan a la conclusin de que el trmino nobilitas abarcaba realidades muy diversas, algunas de ellas contradictorias. Marc BLOCH era aun ms radical. Tras definir la nobleza como un "estatuto jurdico que se transmite por la sangre", lleg a afirmar que la primera edad feudal, hasta el siglo XII, desconoci a la nobleza propiamente dicha13. Segn BLOCH, los grandes seores de este perodo no eran, en sentido estricto, nobles. Aceptemos o no el trmino de nobleza para los grupos dirigentes de los primeros tiempos del feudalismo, lo cierto es que en ese perodo hubo una poderosa clase dominante terrateniente, que en lo esencial obtena sus rentas del dominio ejercido sobre la tierra y los hombres, y no tanto de la explotacin directa de sus propiedades. El origen social de este grupo era heterogneo; en l confluyeron los restos de la vieja aristocracia de la sangre franca, aventureros salidos de la nada, hombres de armas enriquecidos gracias a los feudos recibidos por entrar en vasallaje de los ms poderosos, antiguos campesinos enriquecidos, etc. La causa ms generalizada de que estos hombres alcanzaran el dominio sobre tierras y campesinos fue su fuerza militar, as que podemos considerar que la guerra fue la profesin de este grupo dominante, su razn de ser y la clave de su poder y prestigio. Sin embargo, en el seno de las oligarquas feudales no todos los hombres eran iguales. Unos eran autnticos seores y contaban con la fidelidad y dependencia de un grupo ms o menos amplio de guerreros. Estos guerreros, por su parte, eran tambin integrantes del escaln superior de la sociedad, aunque, en principio, estaban a las rdenes de individuos ms poderosos. El trmino caballeros define a esta segunda fila del grupo social dominante, que tambin termin por convertirse en casta privilegiada que se transmita por la sangre. Los dos requisitos que sealaba BLOCH para poder hablar de nobleza: estatuto jurdico y transmisin hereditaria, comenzaron a darse en Europa desde el siglo XII, y con ms claridad desde el XIII. Por qu fue en ese momento, y no antes, cuando las clases dominantes decidieron cerrar filas y constituirse en casta cerrada a la que slo poda accederse por nacimiento? La respuesta es simple: porque es en ese momento cuando su monopolio del poder empez a ser puesto en entredicho por una clase nueva de gente enriquecida por el dinero, advenedizos que crean que por la simple razn de poder costearse un equipamiento militar o poder comprar seoros podan codearse con las lites tradicionales. Se da la paradoja, por tanto, de que la clase nobiliaria feudal se constituy en estamento jurdico plenamente definido cuando las bases sociales del feudalismo haban comenzado a resquebrajarse.
13. BLOCH, La sociedad feudal, p. 303.

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4.3. La sociedad eclesistica en el feudalismo. El clero de la poca feudal era el nico sector social que podemos considerar plenamente como una clase jurdica, ya que gozaba desde el inicio de un estatuto legal particular y de unos privilegios celosamente defendidos. Pero no podemos considerar al clero como una clase social homognea, ya que en sus filas coexistan individuos de muy diferente nivel econmico y cultural. El clero estaba ya constituido en clase jurdica antes del feudalismo, pero en la poca feudal vivi importantes transformaciones, ya que el proceso de feudalizacin afect a la Iglesia y a sus propiedades, a pesar de que ilustres personalidades de su seno intentaron oponerse a este desarrollo. La razn de la feudalizacin de la Iglesia radica en el hecho de su disposicin de enormes patrimonios fundiarios, cuya explotacin slo era posible al estilo de los seoros. Tampoco podan escapar los eclesisticos a las redes del vasallaje: si eran poderosos (obispos, arzobispos) necesitaban vasallos militares para defender sus patrimonios; si eran menos poderosos (el clero bajo) necesitaban entrar en vasallaje de seores laicos para buscar proteccin y asegurarse la subsistencia. La feudalizacin de la Iglesia se complic con el conocido problema de las investiduras. Si los poderes laicos nombraban e investan cargos eclesisticos, stos deban prestarle homenaje y fidelidad, a veces incompatible con sus deberes espirituales. La calidad moral de un clero que deba asumir funciones terrenales, y empuar la espada si era preciso, dejaba mucho que desear. Los obispados, por ejemplo, eran cargos codiciados como si de un feudo se tratase, ya que aportaban a sus detentadores importantes rentas, pero tambin unos deberes vasallticos hacia el laico (rey o noble) que investa el cargo. Contra este estado de cosas se levant la reforma gregoriana y otros intentos reformistas ms parciales (monsticos); pero la norma comn hasta fines de la Edad Media, e incluso hasta pocas ms tardas, fue que los grandes cargos eclesisticos se equipararan en el terreno social a los grandes seores laicos. Controlaban numerosas tierras, rentas y derechos y disponan de abundantes siervos, cuyas condiciones de vida en algunos casos eran peores que las de los siervos de seoros laicos. Este derecho a disponer del trabajo de otros hombres es justificado por la teora trifuncional, que defiende que la misin de los oratores es la ms elevada. Si los laboratores y pugnatores garantizaban la subsistencia y la proteccin, los oratores eran los nicos que podan garantizar la salvacin eterna, mucho ms importante para la mentalidad de esa poca. 4.4. Ciudades y burgueses. Islas en un mar feudal? La literatura caballeresca de los primeros tiempos no distingua al margen de nobles y eclesisticos ms que un pueblo uniforme de trabajadores rsticos, pero lo cierto es que aparte de la poblacin campesina siempre haban existido ncleos urbanos, por pequeos que fueran, en los que artesanos y mercaderes convivan con las gentes dedicadas al trabajo agrcola. El desarrollo econmico que acompa al feudalismo pleno (ss. XI-XII) contempl el surgimiento de nuevas ciudades y el desarrollo de las ya existentes, multiplicndose los efectivos de las clases urbanas. Marginado de los textos literarios anteriormente, este sector de la sociedad empieza a merecer un calificativo nuevo y distintivo, que lo opone a los grupos tradicionales: nace el trmino burgus. El calificativo se aplicaba en principio a todos los

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habitantes de un burgo, pero pronto pas a adquirir un matiz socioeconmico y tendi a identificarse con l a los elementos ms activos de la sociedad urbana, enriquecidos por las actividades artesanales y comerciales. La moral tradicional vea con malos ojos a este nuevo tipo humano que basaba su fortuna en la especulacin monetaria, en la inversin, en el prstamo o en el comercio. Su actividad no encajaba en ninguno de los tradicionales rdenes funcionales y, adems, se vea entorpecida por las trabas seoriales, por las justicias tradicionales y por unas instituciones creadas en un momento en el que el comercio y la artesana apenas contaban. Para poder desarrollar sus actividades, el elemento burgus necesitaba liberarse de la tutela seorial y tener un verdadero control de las ciudades donde habitaba, integradas en su origen en el sistema feudal de dependencias. La autonoma ciudadana fue llegando, de grado o por fuerza, y se plasm en las cartas comunales de franquicias urbanas. Desde ese momento las ciudades se convertirn en cuerpo extrao al feudalismo que crece en su propio seno. La comuna urbana tiene su esencia en un juramento mutuo, al igual que la relacin de vasallaje, pero se trata de un juramento distinto al vasalltico, ya que se produce entre iguales. Las comunidades urbanas aportaban, segn BLOCH, un elemento de vida social nuevo, profundamente ajeno al espritu que es lcito llamar feudal. Ahora bien, dicho todo esto, no se debe olvidar que en los ltimos tiempos muchos historiadores han manifestado sus dudas sobre la concepcin de la ciudad medieval como una isla ajena al feudalismo, haciendo hincapi en los numerosos rasgos feudales que pueden encontrarse en las sociedades urbanas, comenzando por las relaciones que el gobierno urbano estableca con el territorio sobre el que ejerca su jurisdiccin, que eran de tipo feudal. Igualmente, hoy tiende a entenderse la ciudad medieval como un seoro colectivo, pero seoro a fin de cuentas, y a considerar que las oligarquas urbanas que llegaron a controlar el gobierno de las ciudades reproducan esquemas de comportamiento tpicamente feudales y, adems, terminaron por vincularse personalmente con la nobleza tradicional14. 5. LA ECONOMA SEORIAL. El empleo del trmino seorial en este epgrafe parece suponer una toma de postura de la persona que haya decidido el enunciado de este tema, porque de hecho no todos los historiadores comparten que la economa feudal deba entenderse exclusivamente desde la ptica del seoro. De fondo subyace el debate sobre la identificacin o no del seoro con el feudalismo, que ha motivado posturas enfrentadas. Para los historiadores marxistas, como Rodney HILTON, seoro y feudalismo son dos facetas de un mismo orden social15, ya que sin el control del campesinado que se ejerca en el marco del seoro la clase feudataria no habra podido ejercer su hegemona. Sin embargo, esta opinin no es unnime y son muchos los que prefieren no asociar de un modo tan tajante seoro y feudalismo; postura que queda suficientemente reflejada y justificada en la obra clsica de Robert BOUTRUCHE Seoro y feudalismo. Para este autor rgimen seorial y rgimen feudal no son realidades equiparables,
14. Angus MACKAY resume bastante bien esta postura en "Campo y ciudad en la Europa medieval". Puede decirse que, actualmente, es la lnea que predomina, por ejemplo, entre los medievalistas espaoles. 15. HILTON, Conflicto de clases y crisis del feudalismo, pp. 139-154.

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empezando porque no todos los feudos consistan en seoros rurales. El seoro, segn BOUTRUCHE, tuvo una gnesis independiente del feudalismo, convivi con l durante varios siglos y se mantuvo en muchos aspectos durante la Edad Moderna, en un tiempo en el que no se podra considerar que la sociedad europea siguiera viviendo en el feudalismo. BOUTRUCHE traza la gnesis del seoro entroncndolo con instituciones altomedievales revitalizadas por los carolingios, como la inmunidad. La inmunidad garantizaba a un gran propietario unas atribuciones judiciales y fiscales sobre los hombres que trabajaban sus propiedades, y sera una primera va para la construccin de los grandes seoros del perodo medieval, pero no la nica. Otra va de implantacin del rgimen seorial fue el derecho banal, basado no en la propiedad, sino en la fuerza militar de un poderoso que se impona a un conjunto de propietarios libres. El seoro banal tiene su origen, por tanto, en un conjunto de pequeas y medianas explotaciones cuyos propietarios se vieron sometidos a la exaccin de un seor que controlaba un castillo cercano y dispona de una fuerza militar que le permita proteger y oprimir. La evolucin de las inmunidades y del derecho banal condujo a una misma realidad, que es el seoro jurisdiccional, ya que en ambos casos sus poseedores llegaron a asumir la atribucin de juzgar y recaudar tributos a los campesinos sometidos a su autoridad. En el caso de la inmunidad, al seoro jurisdiccional se una el seoro "solariego" o "patrimonial", ya que el seor era tambin el principal propietario de las tierras en las que ejerca su jurisdiccin. En este tipo de seoro el seor parcelaba su propiedad y la ceda a tenentes, pero siempre se reservaba una porcin importante que explotaba directamente usando como mano de obra las prestaciones en trabajo del campesinado sometido a su seoro. En el caso del seoro nacido del derecho banal la situacin no era exactamente igual. El seor no era, en principio, el propietario directo de las tierras y basaba sus ingresos en la rentabilidad del ejercicio de la justicia, en la exaccin tributaria que gravaba la produccin del pequeo campesinado (la talla) y en la explotacin de las denominadas banalidades: privilegios econmicos como el monopolio de molinos, hornos y otros medios de produccin que el campesino estaba obligado a utilizar pagando un canon. Sea cual sea la modalidad del seoro, en ningn caso puede considerarse como una gran unidad de explotacin agraria, como poda haber sido la villa carolingia. Desde el punto de vista jurisdiccional el seoro s es una gran unidad territorial, pero en el terreno de la explotacin agraria no es sino un conjunto de unidades pequeas o medianas. Las rentas que podan extraerse de un seoro eran grandes, en forma de productos agrarios o, con el paso del tiempo, en metlico, y estas rentas confluan en una reducida y poderosa oligarqua que las pona en circulacin. Las bases de la expansin comercial y artesanal de los siglos XI y XII estuvieron, por paradjico que pueda parecer, en el campo. Si la produccin aument no fue porque creciera el consumo del campesinado, sino porque se increment la presin seorial. En buena parte, la opinin de los marxistas sobre la economa seorial, que ellos identifican con economa feudal, coincide con los rasgos expuestos por BOUTRUCHE. No parece haber duda en considerar el seoro como un gran dominio jurisdiccional, pero no como una gran unidad de explotacin agraria, siendo comnmente aceptado que la explotacin agraria tpica durante el feudalismo era de dimensiones reducidas. Los marxistas entienden la economa feudal como un sistema de "produccin para el uso"; ya que el comercio a larga distancia, aunque existe, no desempea una funcin determinante en cuanto a los objetivos y mtodos de produccin. Al predominar el "valor de uso" de los productos

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sobre el "valor de cambio" no se incentivaban las mejoras en los sistemas y tcnicas de produccin. El feudalismo sera, desde este punto de vista, un sistema bastante inmovilista orientado al mantenimiento de sus propios mtodos y relaciones de produccin. Los dos nicos factores que segn los marxistas generaban una cierta dinmica dentro del sistema feudal eran la competencia entre seores por conseguir tierras y vasallos y el crecimiento demogrfico. Las causas de que el modo de produccin feudal entrara en crisis habra que buscarlas, segn los marxistas, en la conmutacin de las prestaciones en trabajo por censos en metlico, hecho que comenz a resquebrajar la base del sistema feudal. La entrada del mundo campesino en una economa monetaria dio lugar a una capitalizacin incipiente, a que un sector del campesinado prosperara econmicamente, a que los burgueses comenzaran a adquirir tierras y a que la produccin agraria, en fin, se orientara cada vez ms hacia el mercado. Todos estos desarrollos se habran producido a lo largo del siglo XIV y daran lugar a que en la Europa que sali de la enorme crisis de dicho siglo el modo de produccin feudal clsico fuera ya anacrnico. Frente a la idea del inmovilismo tcnico del feudalismo que defienden los marxistas, BOTRUCHE y, ms recientemente, Georges DUBY han ofrecido la imagen de una economa feudal mucho ms dinmica. El primero ha hecho hincapi en las incontestables seales de crecimiento interno en la Europa feudal: las roturaciones, el aumento de las superficies cultivadas, el nacimiento de nuevas aldeas, el crecimiento demogrfico..., desarrollos que, en su opinin, no habran sido posibles en un sistema econmico inmovilista. Por su parte, DUBY ha considerado el perodo feudal como una fase expansiva de la evolucin econmica del Occidente cristiano, en la que no slo hubo bastantes mejoras en las tcnicas y mtodos de produccin, sino que adems esto fue favorecido por los propios seores. Los molinos hidrulicos, los arados de metal, los tiros de caballos, etc. fueron innovaciones que requeran una inversin monetaria que slo podan soportar los ms ricos y no habran sido posibles sin la intervencin favorable de los seores16. Para DUBY, por ltimo, existe una dinmica interna dentro de la economa feudal que fue beneficiosa tanto para el campesinado como para los seores, aunque, claro est, en grados diferentes. En su opinin, esta dinmica se debi a que cuando la clase nobiliaria dej de tener en la guerra su principal fuente de ingresos tuvo que prestar ms atencin a la explotacin de sus dominios seoriales. En primer lugar opt por aumentar simplemente la presin sobre el campesinado dependiente, pero pronto llegaron a un lmite peligroso y muchos se convencieron de que era ms rentable mejorar las condiciones del campesinado para aumentar su capacidad de produccin y los rendimientos agrarios. En fin, la complejidad de la economa feudal y los diferentes puntos de vista desde los que puede abordarse hacen imposible abordar este tema de un modo satisfactorio en poco espacio. En cualquier caso, se pude hacer hincapi en que la economa del perodo feudal es mucho ms compleja y diversificada de lo que puede parecer cuando se presta atencin exclusiva al sistema terico de explotacin de los seoros. Ni todos los seoros eran idnticos, ni todos los seores tenan una mentalidad antieconmica, ni toda la economa se reduca a la explotacin de los seoros.

16. DUBY, Guerreros y campesinos.

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6. EL DEBATE HISTORIOGRFICO EN TORNO AL FEUDALISMO. El feudalismo ha sido un tema tan debatido por la historiografa que abordar este aspecto en detalle requerira un tiempo y un espacio del que no se dispone ante un tribunal de oposicin. Eso hay que tenerlo muy claro para no meterse en quebraderos de cabeza y vericuetos que nos conduzcan a un callejn sin salida. Como se habr podido observar a lo largo de las pginas precedentes, en cada apartado se esbozan diversos aspectos que han sido debatidos por los historiadores y sobre los que no hay un acuerdo unnime. Si se han sabido destacar estos aspectos en su momento, podra abordarse este apartado a modo de conclusin, sealando los campos ms abiertos a debate y las distintas pticas desde las que los historiadores abordan el feudalismo segn las distintas escuelas: una vertiente institucionalista muy en deuda con el positivismo; una vertiente economicista de orientacin marxista, en la que, no obstante, tampoco falta el debate interno, y una vertiente que intenta aunar ambos aspectos e integrarlos con otros: sociales, antropolgicos, mentales...; representada, sobre todo, aunque no exclusivamente, por los historiadores afectos a la escuela de los Annales. Ahora bien, no cabe duda de que la persona que haya decidido el enunciado del tema, y probablemente otros muchos, pueden tener en mente una idea ms concreta al referirse al debate historiogrfico sobre el feudalismo, sobre todo porque son sobradamente conocidos el debate mantenido en los aos 50 entre algunos historiadores marxistas, como Maurice DOBB y Paul SWEEZY, o el ms reciente, conocido como Debate Brenner, ambos en torno a la transicin del feudalismo al capitalismo. En mi opinin no sera factible abordar estos debates en profundidad, pero hay que mencionarlos al menos y comentar que la discusin se basa principalmente en decidir cundo exactamente y por qu se produjo el fin del feudalismo y el nacimiento del capitalismo. Las diferentes propuestas podran resumirse brevemente. En cuanto a la cronologa, estn los que piensan que el feudalismo comenz a resquebrajarse en Europa Occidental en el siglo XIV, y que en el XVI se habra consolidado el capitalismo como nuevo modo de produccin (DOBB y SWEEZY, que en los 50 discutan sobre las causas del fin del feudalismo, compartan, sin embargo, esta opinin en cuanto a la cronologa). Pero en el lado contrario se sitan los que consideran que el feudalismo, entendido como sistema social, sigui vigente en Europa Occidental hasta las revoluciones burguesas de fines del XVIII, lo cual coincide, por otra parte, con la visin de muchos de los intelectuales que participaron en dichas revoluciones, y que estaban convencidos de estar acabando con la "feudalidad"17. Parece claro que la opcin cronolgica en torno al fin del feudalismo se relaciona mucho con el factor que cada autor considere ms determinante a la hora de definir el propio feudalismo y su dinmica interna. Los que ponen el nfasis en los aspectos econmicos consideran que el siglo XVI contempl cambios tan importantes en las relaciones de produccin (disminucin del papel de los siervos como mano de obra), y en los mtodos y finalidades de la produccin (el mercado y el monetarismo), que debe trazarse una frontera clara con el feudalismo a partir de esa poca. Los que optan por entender el feudalismo como sistema poltico en el que el poder se
17. Esta postura est plenamente representada en la obra colectiva La abolicin del feudalismo en el mundo occidental, en la que diversos autores como GODECHOT, SOBOUL, DOMINGUEZ ORTIZ VILAR, etc. analizan como feudal la sociedad europea precedente a la Revolucin Francesa.

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encuentra disgregado por la superposicin de poderes intermedios entre la monarqua y sus sbditos, tambin pueden afirmar con propiedad que el fortalecimiento de las monarquas europeas y el nacimiento de los Estados modernos en torno al siglo XVI supuso el fin del feudalismo propiamente dicho. Ahora bien, los que tienden a identificar el feudalismo con un conjunto de instituciones, y ms concretamente con el seoro jurisdiccional, encuentran motivos sobrados para entender que en las sociedades europeas occidentales el feudalismo sigui vigente hasta fines del siglo XVIII, y en algunos pases incluso hasta entrado el XIX, y que no se puede dar por muerto hasta la abolicin de los ltimos residuos del rgimen seorial liquidados por las revoluciones burguesas.

BIBLIOGRAFIA BLOCH, Marc. La sociedad feudal, Madrid, 1986. Ed. Akal. BOUTRUCHE, Robert. Seoro y feudalismo I. Primera poca: los vnculos de dependencia. Buenos Aires, 1976. Ed. Siglo XXI. BOUTRUCHE, Robert. Seoro y feudalismo II. El apogeo (siglos XI-XIII). Madrid, 1979. Ed. Siglo XXI. DOCKES, Paul. La liberacin medieval. Mxico, 1980. Ed. Fondo de Cultura Econmica. DUBY, Georges. Los tres rdenes o lo imaginario del feudalismo. Barcelona, 1983. Ed. Argot. DUBY, Georges. Guerreros y campesinos. Madrid, 1985. Ed. Siglo XXI. GANSHOF, Franois Luis. El feudalismo. Barcelona, 1985. Ed. Ariel. GODECHOT, J., GARAUD, M. y otros. La abolicin del feudalismo en el mundo occidental. Madrid, 1971. Ed. Siglo XXI. HILTON, Rodney. Conflicto de clases y crisis del feudalismo. Barcelona, 1988. Ed. Crtica. POLY, Jean Paul y BOURNAZEL, Eric. El cambio feudal (siglos X al XII). Barcelona, 1983. Ed. Nueva Clo. SWEEZY, Paul, DOBB, Maurice, y otros. La transicin del feudalismo al capitalismo. Madrid, 1978. Ed. Ayuso.

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