Proteo 01 (1921)

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N.O 1..

MONTEVIDEO
Diciembre 1921. Ao l.
l-,i

OFERTAtESPECIAL DE LAS SIGUIENTES OBRAS: :


eoJeeci'" COn;I)Jeta de Anales de la Universidad de
Montevideo, 31 tomos, encuadernados. . $ 120.- I
Histrica del Uruguay, 27 nmerc"s" (los n-
.... merosdeJ 1 al 6, agot}dos) . . . . " $ 30.-
Ffevista del Archivo Administrativo, 12 nmeros . " 12.- :
Anales del Ateneo del Uruguay, encuadernacin de
0 lujo, 10 tomos, agotado. 45.-- .:
Diario de Sesiones de la H. Convencin Nacional
Constituyente,. 4 tomos. encuadernacin de lujo " 15.- .
Vida Moderna. Revista Mensual, dirigida por n,aJ ";':
']',Iontero Bustamante, 13 tomos, enc. (rara) ,,40.-'.
DE complet<s, 13 tomos, encuader-
nachn ve lujo.. . " 25.- :1
eANT.-Historia Universal, 11 tomos y 1 atlas . " 25.-
Coleccin Legis!ativa del 'Uruguay (l825-1nO), 46
,tomos, encuadernacin de lujo. (PrEc:o eSl}ecial)
Cdigos Espaoles antig'uos, concon:1a(10s y al1ota-
dos. 12 tomos. " 40,--
ALAUZE'l'.-Comentaire du Cede de Commerce, 6 '1
tomos. . . " 12.":::' .,
'V"ERA.-Comentarios al C::igo Civil Chileno (ago- I
tado). . . " 35.-
Diario de Sesiones del H. Senado, desde 1830 a 1902,
SO tomos, encuadernados . . ,. 100.:.,-, I
GOYENA.-Legislacin Vigente del Uruguay (1770-
1897), 3 tomos encuadern3c1os . 30. - l'
NA]',IUR.--Le Cade de Commerce Beige, 3 temas . " 10.-
ROBAINA Vicente s.-Generalidades de las pruebas .1
con arreglo al Cdigo de Procedimiento Civil. 1.-
Constitucin de la Repblica, e;Jicin mniaturn. "O.BO::
nOD.-Obras completas, encuade: nac:(m ele
6 torneos . " 15.-'
HERREnA y R8ISSIG.-Obras compl"tas, ;. tomos:
ZUM FELDE.-EI Uruguay ante el concepto so-
ciolgico. .
l\L'.-EI Relicario .
BIANeHI E.-EI SecrE'b Doliente .
]',l.-Cuentos Uruguayos
CASARAVILLA LEMOS y .J. I:'EZA. - Los puntos
de apoyo . .
ESTRA,DA" Dardo.-Pginas de h;storia .
TORTER01O L. ]',I.-Semblanzas histricas .
ARAUJO O.-Historia d" los charras. .
.El Centenario de la Independencia Nacional,
caido' por la Ree]acci0n de La Nue\"a Era, 1 fo-
lleto'. '
GONZALEZ Ariost'l D.-Emilio 201a, su obra y sus
resultados .
GONZALES Ariosto D.-Los partidos tradicionales "
NOTA: Cc.mprotoda clase de libros y bibliotecas, especialme
te obras urugu<"yas y americanas, antiguas y modernas, ra;r
y curiosas
!J.r DE
entre Av. 8 Julio y Colona- Telf. "La Uruguaya" 2797 Central
.,

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1921
DIRECTORES:
Ariosfo n. 60nzlez
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LETRAS. HISTORIA. ARTE Y CIENCIAS SO-CIALES
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11
94
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LIMA 1443
Redaccin y Adminfstracin:
Talleres grliros. U BUENA Ciu4idela 1469
Precio del ejemplar: $ 0.50
Administrador:
OSCAR 1. TOLEDO
Nuestros motbos, por la Direccin
La (, ..estin luejicRna, por el doctor Jos Sienra
Carranza . . . . . . . . . . . .
Ileditacin, por el doctor Joaqun de Salterain. . .
1\. dos Iloetas "nuevos", por Juan Antonio Zubillaga
Las estrellas, por el doctor Vctor Prez Petit . .
Desde Ini nlansarda, por Gabriel A. de Len . .
lJu poeta descollochlo, por Ariosto D. Gonzlh .
Suprelu8 cita, por Eugenio Bergara . . . .
I,a ';-I'an farsa, por Roberto Alejandro Talice .
Estos versos, por Juan Mario Magallanes
IJna esh'of'a indita, por la Direccin . . .
lIabla UlllOCO ms bajo, por Mario Esteban Crespi
cisnes ne;;I'os, por Mario Esteban Crespi .
I,os lcos, por Mario Esteban Crespi .
1I1adl'e nues'a, por Edovico Revello .
Noche en el alma, por Armando Gallo
Oas,is, por Armando Gallo . . . .
1,8. palabl'a, por Alceo Revello . . . .
"Flol'encio Snchez", por Ariosto D. Gonzlez
Orl,;-en de la "Revista Nacional", por Daniel
Martnez Vigil . . . . . . .
CJon Tancrdulo, por Alfredo Varzi
e=.===='5? SUlYIARIO
11
AO 1. DICIEMBRE 1921.


.. .:
.....it. "'I{JOl.1I
Nuestros motiuos'
N.o 1.
TALLERES GRFICOS: CIUDADELA 1469 - MONTEVIDEO
El espritu literario sufre actualmente una honda (1es-
moralizacin, y las puulir:aciones peridicas que con distinto
mrito exteriorizar: algunos aspectos de la vida estudiosa y
literaria en nups'o ambiente, lio recogen la produccin de
muchas de las pel'sonalida(l'es ms s!idamente aereditaclas en
los pases del Plata, ni la de gran nmerlj de los hombres
nuevos que han revelado dotes de inteligencia, y
laboriosidad que cumple al patriotismo estimular. La honesta
'invocacin de esta realidad llotoria no podra ser atribuda,
ion justicia, a otro<, mvirlps que al ideal de ampliar y elevar,
con el valioso coneuio ele 11111Chos de aquellos elementos sobre-
saliente", las actividades iJitelectuales 'Y artsticas :de nuestro
pas. Y es esa la vel'dad. No<; proponemos ulacer todo 10 posible
'por sacudir el marasmoe-u que viven no poc.os ele los hombrt:>
de pensami0uto y de letras.
Para eso hemos fundado e.sta revista que titulamos
P'ROTEO porque queremos que sea como la eoncebimos: cam-
biante, multiforme y libre cual el dios mitolgico, es decir,
sin exclusivismos de gneros, escuelas" ni estilos en literatura;
4 PRUTEO
PROTEO 5
sin el triterio de las pasiones poltitas en llisLoria; ton 11{ m.s
dilatada amplitud ele tolerancia de rp;;petu para todas la"
ideas, para todos los sentimientos, para todas las (]ctrinas.
En ella sielilpre estaremos fuera de tenculos o logias de
intransigencia ante los aje;os principios y las opue:stas han-
deras; siempre atentos y leales para con tocias las conviccin
nes y sinceridades que por las nuestras 'no podamos aCOTpa-
ar ni defender.
PROTEO viene a la lid con el santo propsito de qlle HlS
po'inas irradien la luz de llllWho amor al estudio, de muy
culto al, arte, ,del ms ntlIno y fervoroso anhelo
perfeccionamiento )' de dignificacin. Y asimismo prcurare-
mos estudiar con la mayor probidad intelectual la ohra de
nuestros principales 8.utores consagrados, paraco'lltr'ibuir tOll
el ms honesto examen, sino precisamente a revisa.r nuestros
Vallares iliterarios, a preparar, en la medida de nuestro amor
a la verdad v ele nuestro sentido moral, algunos elementos
de crtic'a, slo destinados a aproximar i advenimiento
efectivo de la justicia a que todos tienen deretho que e:1 pi
ambiente del pensamiento y de las letras nacionak" un da
deher ;ser realidad para honor del pas.
Letras. Historia, Ciencias sociales, Artes, ocuparn, pre-
ferentemente, las pginas de PROTEO, fomentando as el amor
a la labor v 13 lectura serias, promoviendo la atencin a la"
ms fecundas activida.des del pensamiento, y el culto a to{lo
lo que deja luz en el espritu estimula la vGca'C-n a las ms
eve;yadas especulaciones intelectuales.
Para realizar esto no confiamos, como es de suponer, slo
en nuestras fuerzas, cuya clebi,]ielad conocemos, sino en el
precioso contingente de la cooperacin de aquellos
de letras y publicistas a que nos en los
prrafos de estas pginas preliminares y cuyas dotes supel'lO-
res son la mejor prenda ele meritsima labor y constante mo-
tivo de emlflcin para nGsotros. Y cabe agregar aqu que el
mate'i<11 literario ele PROTEO ser INEDITO, aunque la Di-
recciu! se l'eserva el dCl'-G('ho de salir (le esta regla en favor
de alguna produccin a la tual tonsiclel'e de sumo illtel's da.!'
meya publicidad.
Adems qneelan excludos de estas pginas los seudni-
mos y eliminado toelo asunto que- tenga origen en el persona-
l ismo y {']J las ]'ivalidaeles ele seetas, as como tocla polmica
poltiea, porqne nna triste no., ha por
(]u6 son pel'juditiales esas disensiones que agrian los nimos,
llevndoles a la illjustieia qne aleja y encona a las personas
con agravios qne empaan el brillo de las armas de combe.
No ignol'amo:;;; 'que la lucha ser ruda, que el eamillO a
reyol'l'er est sembraclo de que el porvenir nos
depara ms ele un desengao, Dero son lllUY grandes uuestra
voluntad ele trabajo y nuestra fe en el esflN:r;w perseVC1'allte;
mncho el amor a mlestros ideales; fuerte y entu'Siasta nuestro
!'entimiento elel deber de honrar}es. Sabemo,. que es obra de
ahneg-aein la qne nos E'''pera en la palestra a que venimos a
luchar, pero la modestia del nieo triunfo anhelado puede
!weeJ':e posible, pUE'S slo aspiramos a que desde todas las
t<lpas de la vida satisfaga ]me"fras la seglU'idad
ele haberle dedicado toda,; las energa;;; de nuestra juventud.
Antes de terminar sanos permitido dejar aqu expre-
sado el mayor agradecimiento a todos los que nos han estimu-
lado en esta empresa, favoretionidonos desinteresadamente
ton sus producciones y prometindonm colahorar con fre-
cnencia en aclelante; y reciban nuestro afectuo'So salndo todos
los tolegas de 13 "])r('11sa naeiona'l v extranjera.
r.JA DIRECCI6N.
Los Esta(los Unidos, el . B. t.
el Congreso His}lallo-mericano
7 PROtEO
.Y otros en el pasado, entre los unos y los otros:
entre los Estados Unidos los hispanoameri-
canos.
Ahora. y siempre, la A.mIica hispana tiene que
ocuparse de 10 que le pertenece para no servir de
paje a las g,randes potencias. como l\1aura dijo de
Espaa en la gran guenra en que sabiamente ES-
quiv su participacin.
En los disturbios de Mjico (guerra civil y con-
flictos de 1913 y 1914) la accin de los Estados
Unidos era objeto de estudio en varios artcuios
pu blicados en "His,pania", revista dirigida por el
eminente escritor colombiano doctor Prez 'l'riana_
Para ayudar a discernir 10 que ahora C.Y.fIlO
siempre incumbe a las Repblicas HispanocAme-
ricanas, al pueb'lo hispano-americano, hemos ob-
t:nido del doctor Sienra Carranza, los materiales
que en 1914 quedaron inditos por la suspensin
de "H'ispania" con motivo de la gran guerra mun-
DiaJ, y que .pueden dar mucho que aprovechar pa-
J'a ,a actualidad y para. El] futuro, por lo que el
pasado tiene siempre de leccin para el ponenir.
Con este prembuilo, damos lugar en nuestras
columnas a las' brillantes y sustanciosas pginas
retrospectivas de nuestra referencia.
l.-LA FINALIDAD DE LA INTERVENCION
que debia suceder ha sucedido.
Las armas, los ejrcitos y las escuadras, de los Estados
Unidos, han empezado a operar dentro de las fronteras y
'Sobre las costas mejicanas. Difcil es decir cul haya de ser
el precio que J\Ijico pagar por la terminacin de su gU01'ra
civil, pero ese precio habr de ser satisfecho a los Estados
Unidos, cuyo dinero y cuya sangre no quedarn derramados
sin compensacin, en exclusivo beneficio de la nacin pacifi-
cada a tanto (-(}sto.
i Qu inmensa calamidad la de esa tragedia sealada con
tantas ruinas, con tantos ermenes, con tan perversas prepo-
tencias,' con tanta desolacin y tanto oprobio [
PROTEO
La actual r,?ull1un de las grancles potencias pro-
movida por el Presidente Harding, en \Vshingtoil,
ha dado lugar a mltiples rnanirElstaciones ms o
menos propias de la naturaleza de tan gran acon-
tecimiento.
Los Estados Unidos y sus asociados c gran
tienen por qu sentirse no
satisfechos, sino orgu:Jilosos de su posicin. Qu
ms pueden pedir a la .suerte? Son los rbitros
de! mundo civilizado.
En su sentido, los dems estn reduci{os a la
calic1ad de testigos.
Nadie puede oponerse. ni pretender otra CCi'a.
La Liga de las Naciones? Las naciones que
la con1ponen estn autorizadas a todo lo que
pneda caber dentro dE' ias resoluciones, c sin opo-
sici6n a las resc>luciones de esas p.)-
teI:cias.
Bien. Y se comp'ende que Chile y cuaJquier airo
pas dirija sus feUeitacione::; y sl.is augurios
por los admirabrres resuitados que se preven. Tal
vez mejor sera, para la altivez de ChHe, no cons'"
derarse o'bligada a ninguna eong-ratulaeiIl por (;1
acontecimiento a que nadie 10 invit.
.A.1gunas a-.: -nacionaJes,
mente distinguidas con la no invitacin que n)
les corresponda, sa'!udan a 1\11'. Hardillg y a
l\Ir. Hughes, llegando alguna a manifestarles qu',j
tras eJe ellas tienen los votos de las veinte rep-
a quienes tamlroco les correspon,le tener
vela en tal entierro.
Las repblicas hispanas procederan tal vez
con ms conciencia guardando s'encio ante los
sucesos a que son aje.nas.
Pero si algohnw q;ue hahlar es 10 qu'e recuerde
los antecedentes de la respecth-a marcha de un""
La cuestin mejicana
6
IIL-DURA PRUEBA
El mOl1l'osmo de. 'Yshington no ha podido obstar a que
en las ciudades de :l\jico las legaciones y consulados enro-
n. - LA ACTITUD DE LAS POTENCIAS EUROPEAS
El mundo entero se encuentra cOllillovido. No hay. pas
alguno que 110 participe en mayor o menor grado de los per-
juicios y de las emociones ele esa lucha. Tres o cuatro nacio-
nes curopeas, habra'!l intervenido ya, si hubiesen sido cap2,ces
de seguir los impulsos de su sentimiento y su iU1ters.
Pero el guila yankee tiene clavada aIl su garra, la
cuesti6n es eminentemente suya, es cuesti6n americana. S610
puede resolverla.
En ella est en estos momentos concentrada toda E'1 aJma
dE'l Capitolio.
Los ticmpos ccllbian, sin E'mbargo.
En 1847 poda hacersE' en l\ljico lo que se quisiE'ra. Las
E'scuadras europeas slo saban por entonces lo que costaban
expediciollE'S en el Plata, y los caonazos de Obligado,
obliga.ban a pensar que nlE'jQl'es rutas ofrecan los mal'E'S d::-
la China y dE'1 .Tap6n.
Tambin ahora se abstiellE'n de estorbar directamentE' en
Mjico; pE'ro tal vez espan la oportunida.d de aprow'('har la
obsesi6n de ese problema, y ha habido ya momento en que se
supuso a la Alemania dispuesta a tirar en Hait un' za l'pazo
cuya agresi6n haba tal vez dE' devorar la soberbia vankee.
forzada a aplazar E'l desagTavio para horas menos de
su poltica, bien que sin perder la seguridad con espE'r
el fin de la guerra de secesi6n p31'a limpiar a :l\Ijico de la
intervenci6n francesa.
. y tal gnero de zozobras es ya un principio ele la expia-
ein, reservada acaso a toda la Amrica, cuyos errores,-del
Norte y del 8uc1-, puedell estar destinados a atraerle ms
pronunciados avallces de las ambiciones europeas.
pE'OS sean amartillados con guarelias de los buques de guerra,
y ,?on armamentos preparados para hacer fuego sobre las
fuerzas mejicanas rebeleles o legales, con quienes hayan ele
tener que batirse sus respectivos nacionales. En Vera Oruz,
al requerimiento de la autorIdael mejicana para que el con-
sulado alemn le entregase las armas all almacenadas contes-
t en trrinos semejantes a los empleados por Leonidas en
su respuesta al Rey Persa que fuese a tomarlas a balazos.
Hasta ahora e"tn ofialmente conformes en que la obra
de la pacificacin pertenece slo a lo" Estados Unidos, pero
para su propia defemsa ponen sus armas en el suelo meji-
cano. Por las reglas generales del dE'recho ele gentes, ningn
armamento extranjero puede emplazarsE' en pmo ailgnno
comprendido dentro de las fronteras de una nacin soberana.
1"as casas ele lo" extranjeros, los consulado" y las leg'aciones
extranjeras, encuentran bajo la protecci6n del soberan
qm los acoge en sus estados. No pueden traer fuerzas, ni ele-
mentos de fuerza propios, para su seguridad. Los que no en-
cuentran bastante la garanta que le.s ofrece una nacin, no
deben ir a su territorio, o deben retirarse de l.
lmpon",r otra cosa es menos.preciar, e" agredir la sobera-
na de esa nacin.
.La doctrina de l\Ianroe no lo permite, en doctrina, de
pal1:e de una potencia enropea sobre un pa" americano.
El monrosmo yankee no ha sostenido, sin emhargo, tal
Yigor en l\Ijico actnalme'nte. Antes de entrar en guerra con
Huerta. los Estados Unidos hic.ieron desembarcar armamento
pam sn Legaci'Jn en la capital mejicana. Y lo que hicieron
ellos u!() han podiclo impedirlo a las nacione" europeas.
Es qne 10 que en ese punto hicieron no era atributo elel
mO}ll].'osimo, ele natnralmente result que no podan in-
V()CHr lllonro"mo para ycdar]o a los dems.
Es un eletalle?
Pero en las doctrinas sucede lo mismo que E'11 los ccm-

9 PROTEO
PROTEO 8
promisos bilatterales, que en los tratados internacion'als. In-
iringida una clusula, el todo es rescindible.
Y:;s un detl'..lle. Siil duda los Estados Unidos esperaran
reparar a su tiempo tan Illinsclllo desliz.
Ent.re tanto, los pueblos europeos aprGvechan las venta-
. jas que las claudieaciones ;yankees les ofrecen. y cada da se
abre una brecha en la doctrina de lVlonroe.
Desde las horas de la guerra con Espaa duran para los
Estados Unidos los refunfuas de antagoni'31110 germnico.
Ahora tras de los prembulos ele Hait se produce el vio-
lento conflicto ele los 'vapores 1piranga y Bavaria aJ.Tllnc
caelos del puerto de Vera CI'UZ por los ac.orazados alemanEs,
violando el embargo impuesto por los yankees.
Es un vcwdadero casllS belli, de complicaciones y conse-
cuencias lJK:alcuiJables.
, Na,da tendran que hacer en ello los otros componentes
de la Trplice europea?
La Rusia es, por su lado, otro antagonista de los Estados
Unidos, pendiente la cllestin del tratamiento de los judos
naturalizados en Norte Amrica.
La Francia misma tasca el freno, en la inaccin a que eJ
guila yankee la tiene sujeta contemplando las ruinas de sus
capitales colocados en Mjico.
y la misma Inglaterra, impaciente con las lentitudes ele
la n'forma de la ley sobre los derechos de navegacin en el
Canal de Panam, y desazonada por todo lo que puede haber
ele sacrificio ele intereses mercant.iles y de susceptibilidades
hl'itllicas en lo que afecta a las cuestiones relacionadas con
lo'> nombres de Lord Coudray y Sir Edward Carden, bien
dudoso es que esta vez prestase el mismo servicio decisivo
rendido n da por la poltica de CanniIig aJe las combina-
ciones de la histrica Santa Tempora mutantllr/
La hora es, pUES, de ruda pnleha para la Amrica del
Norte, para toda la Amrica tal vez. Yno es a los pueblos, ni
IV, - YELEIDADES y CONTRADICCIONES
PELIGROSAS
11 PROTEO
.a los estadista':> inspirados por la Biblia, a quienes Jebe extra-
ar que los que siembran vientos recojan tempestades.
Los Estados Unidos no se contraen al hermoso rol de sin-
ceros sostenedores de la doctrina de los.
tl minos de esta doctrin:a, hacienuo de ella, elll vez de una
garanta contra las agresiones europeas, un ttulo para tute-
lar la suerte, lo que quiere decir para disponer de los desti-
111'18, de las dems naciones americana.<;-, y asumen para ello
las nis excntricas actitudes
Ante la trgica mlH'rte del Presidente l\Iadero deelara-
ron no reconocer al gobierno de Huerta.
Es verdad que UJU-' resistencia armada haba sobrevenido
con la accin de los constitucionalistas acandillado"! por el
general Carranza. Pero esta revolucin se mantuvo sl1) ln-
gnidmnente en supl-incipio, y aun lleg a parecer que, a
tardar poco tiempo ms la revocacin de la prohibicin de
exportar armas para su campo, la muerte de esa causa era
ya euestin ele breves d\s; sin perJuicio de que ms tard'3
evocada nuenllnt'nte por la iniquidad de las domi-
partidarias, que originan las perpetuas reacciones
de la guerra civil.
Le; prohibicin del comercio de armas en Mjico haba
sido una providencia adoptada para favorecer al Gobierno
de Madero contra la rebelin que lo combata. La exaltacin
del Gobierno de Huerta converta aquella medida de neutra-
lidad en una elesventajapara los vengadores de l\Iadero,
en rebeldes a su turno.
Los deberes de la neutralidad, las reglas que rigen la
conducta de una llClCi611 en lo" conflictos internos de otra.
nacin, de las simpatas o antipatas que
PROTEO 10
V. - PROPOSITO INFLEXIBLE. - ROOSEVELT
y WILSON
se profesen a 11110 u otro ele los coutendient(',., de la guerl'a
civil.
Adoptada una vez eomo tal la prohibicin de Yeu-
del' o trasladar armas por las fronteras para los combatientes
del pas vecino, no es leito alterar esa resolucin por los
cambios, o en meclio a los cambios, que las alternativas ele la
lucha produzcan en la respectiva posicin de los c'mten-
clientes.
La instabiJidad de las reglas ele la neutraliclad en esas
circunstancias es simplemente un asombroso e;;clldalo inter-
nacional.
Pero si la jurisprudencia yankee no eambi,aba en UD mo-
mento dado, la cansa que se haba querido proteger iba a
sumergirse en la derrota. Y el escndalo del cambio se pr0-
dnjo resueltamente.
La interdiccin del c'lmercio de armas adoptada en hos-
tilidad a los adversarios de Madero. fUf> revocada benefi-
cio ele los enemigos de Huerta.
La amtera fisonoma del Presidente \Vilson no sufri la.
menor contraccin que denunciara turbacin alguna produ-
('ida por tal suceso en su concienc.ia puritana.
Desde el primero hasta el ltimo da de sus actuales
gestiones, no se han altel'fldo en un pice tampoc1:l las p:a-
bras de su rgida moral.
Iablando con un periodista. que haba de divulgar sus
asel'to<l, deca, hace muy poco, que su posiein respecto a
:\1jico haba sido grandemente ardua, porque despus ele su
decisin desconocienclo al gobierno de Huerta, la situacin
que se dN;arrollaba tena que concluir por forzarlo a ejercer
una accin enrgica (({ 11 adiul: 1il0l'emeilt) contra Tl1jieo o
13 PROTEO
VI.-LA HOSTILIDAD ENIG.:JIATICA
En el presente caso, pues, los Estados Unidos no han
heeho otra cosa que negarse a reconoc,er al Gobierno de
Huerta. Era un agravio de carcter negativo, consistente slo
,;.n la anteposicin de su juicio propio contra el de la 1:aci6n
extraa, cuyo,; poderes pblicos haban resuelto lo opuesto
en Ulla cuestin de su privativa. competencia, e:n la cuesti6n,
privativamente suya, de su l'\?gimen intemo. Agravio de tal
naturaleza podl'a dar lugar a reprcsalins anlogas de' parte
ele la. nacin injuriada. si sta se considerase en aptitud de
tomarlas.
sea el !/cUlwdo Oobierno mejicano de Huerta (<<the alleged
Huerta Government of :\Iexico). y para e;:o necesitaba es-
piar el momento en que ese desarrollo de los SUCEiSOS se pre-
sentase ccmo a aquel objeto convena (slu:h developements 05
mighi be). Durante meses esper que tal Csa sucediese por-
que de hecho era inevitable, y su solo anhelo fu que no con-
s:j iese en una ca1lamiclad. aspJracin que el cielo escuch, sin
puesto que, enI realidad, 'el incidente de la detencin ele
1(;" marinos americanos en Tampico, 0pOliunamente aprove-
,:haelo pr el almirante 1\1ayer con la inmed.iata. aproba(;in
del Presidente y su gabinete, estuvo lejos ele SCil' un
comparable con el del Maine qlte sirvi de base para la gue-
rra con Espaiia. (l'his was l/O great desaster like the sinkin(f
(jf the Jjaine.)
.:JIr. Roosevelt ha dicho rudamente ( no sera tambin
emicamente n: Yo agarr 11 Panam (<<l took Panam).
El dector \Vilson manlfi:esta pudorosamente las circuns-
tancias con que prepar la oportmc1ad de acometer con sns
fuerzas al {/amado Gobierno de Mjico (<<the alleg'eCl Huer-
ta',;, Governn:ent of Mexico).
PROTEO 12
Mjico slo le opuso la satisfaccin del reconOClllllento
con que las dems naciones haban favorecido a su Gobel'llo.
Los Estados Unidos declararon entonces 'que ellos no po-
clan consentir la ereccin de Gobiernos creados por el crimen
en una repbliea americana: que no queran intervenir en
:Jljico, pero que no admitan que en l\Ijico prevwleeiese el
Gohierno de Huerta cimentado sobre el asesinato de ,Maclero.
i Comprend<-is el embolismo?
Sobre el asesinato ele l\ladero, o mediando el asesinato
de l\ladero, el Gobierno de Huerta era eil hecho creado en
Mjico, 1'1 hecho quc prevalecera en l\Ijico, y cuya destrnc-
ci0n los Estados Unidos no pocLan pretender sin combatirle.
sin intervenir en Mjico.
-- Qu significara no consentir la existencia dc un he
dIO, y adoptar al mismo tiempo la resolucin de no hacel'
nada contra l, de no intervenir, de no ae.cionar, en el teatro,
im 'el terreno en que ese hecho mantiene presencia, ejerc,e
su fuerza, y sostiene s existellc.ia real?
La poltica que <;e expresa en dedaracioncs de tal' g'lle-
1'0, es hermana de la pedagoga con que l\Iefistfeles entretie-
ne al discpulo !le Fausto: estudiaris ante todo, e:l curso de
lgica... se os cllsear durante todo el da que para lo
que hacis en un abrir y cerrar de ojo:>, COmo beber y co-
mer, UlIO, elos, tres, es indispensable. Luego la filosofa os
denmc:>tra que ello elehe ser as: 10 primero es esto, lo se-
gemelo estotro; luego lo tercero lo cuarto e> tambin esto
y que si 10 primero y lo segundo no exi"tiesen, lotereero y
lo cuarto tampoco existiran... La qumica nanuar eso
'enchrisin natUl'Ce,--ella se burla as de s mi"ma, y lo
ignora ...
Que eso marche de un modo u otro, tened siempre a
vuestra una palabra t.enica... "Por fin de
cuentas ateneos siempre a las palabras" y llegaris enton-
) ces por el camino' ms seguro al templo de la certidumbre.
FASES DE LA LUNA BOREAL
15 PROTEO
El galimatas de la no intervencin del doctor Wilson se
resuelve en la imaginacin ele los extraos COmo la expresin
de un propsito confuso destinado a escoUa'r en los obstculos
con que la realidad disipa siempre las peregrinas eOllcepcio-
He> ele un espritu vanamente visiona,rio.
En el primer da aquella poltica elijo que era necesario,
ante todo, establecer que la Presidencia ele Huerta fuese eli-
minada, y que se formase un gobierno provisional que proce-
diese a dirigir los actos ele la nueva organizaci6n legal de los
poderes pblicos, por el voto lihre de la nacin.
La respuesta ele Huerta fu el llam_amiento a los comicios
para que el pueblo ejerciese, bajo el amparo ele las garantas
que l le asegeuaba, los actos del sufragio, y la libl'C forma-
cin del Oongreso que designara al Presi{lente con arreglo
a la Constitucin.
As fraeasaba el primer ensayo fiado a la misin d
lUr.
Bajo la direccill del general Carranza y los esfuerzos,
de los gener11es Villa y Zapata, la revolucit'n cOlle,itaba a sus
partidarios, estimulndo sls entusiasmos con acciones auda-
ces, que," sin embargo, nada terminante producall, C::>"}Jecial-
mente coartados susesfu'3rzos por la inferioridael y la esca-
sez ele su armament::J.
La segunda decisin ele la poltiea de la Casa Blanca ru
la de la revocacin de la prohihi('in del comercio al'lnaS
J
,
que habilit 'a los revolneiollwrios pal'f llwdir:'ie con los' fede--
rales en .de aproxima(la igualdad.' '
Algn 6rgano ele la prensa francesa que seg,ua
ticamentr. los giros del pensamiento y de la accin de aquel1a,
PROTEO
14
2
17 PROTEO
ms inesperado suceso se presenta llenando de confusin a
todo:,; los impacientes o divertidos espectadores.
Fu el moniento sensacional en que el Presidente \Vilson
. exigi al Gobierno de Huerta la sati<;faccin llstRntnea, a
plazo fijo y perentorio, del ejemplar castigo de militares,
y del saludo en honor de la bandera yankee, todo eillo en ta-
les condieiones que el dictador mejicano debiera resistirlo; y
que, aceptado por el mismo dictador, debiera regra.varse en
trminos cuya aceptacin fuese otra vez impo"ible. Primero
saludo de veintin caonazos en honor de la bandera por
haber molestac1odurallte algunos momellltos, y por manifiesto
error, a unos marineros yankees paseantes en Ulll sitio fortifi-
cado de Mjico'; y, lu:ego de generosamente concedida la reci-
procidad de la contestacin a ese saludo, la eondicin de que
tal reciprocidad no tendr el carcter propio de la igualdad
int emacional, o sea de la cortesa que exige que, iniciado por
una parte el saludo, se con!teste por el otro, caonazo a cao-
nazo. Humia en esta segunda imposicin haba de someterse
a rendir a la bandera yankee los veintin caonazos, uno
tras oh'o, desde el primero hasta el ltimo, sin que la bandera
de :\Ijico viese la re.ciprocidad ele uno solo de 'sus tiros hasta
despu,;; que 211 pabelln de las estrellas hubiese reeibido la
totalidad del homenaje de la :,>alva mejicana. Y si' a eso ..;e
hubiese Huerta resignado, no habra tai'dado en aparecer la
otra condicin que imposihilitase el arreglo, porque ya eran
demasiado,;; los mese,;; que el Presidente Wilson haba pas1.db
sabiendo que aquel momento .deba venir, y espera'ndo tal
envolvimiento de 108 sucesos 811Ch deuclopments as' 7O'ill 'be,
segn las palahras del mismo Presidellte.el1.. su interview
(The Record or aCOllversation with Presidenrt. Wilsoli, hy
Sallui el G. Saturday Evening
2311914.)
PROTEO
.poltiu1, calificaba alE'gremellte d0 tercera (!etitwl
jnan;rc inofensiva, la solcita premura con que \Vils:m
ese interpona E'lltrE' la irritada ..:\ lbin y el saudo general
Villa, al da siguiente de la inmolacin de Tllr. Benthon.
El Gobierno de \Vshington obstaculizaba la accin bri-
tnica que hahra querido aplastar inmediatamente al caudi-
]10 revoluciOllario, y a los inglrse;;, y a los alemanes, y a la
}-'rancia, prolllE'ta que l, por ;;; ;;;010, por cuenta de
la c10china de Monroe, le;;; hara obtener la debida justicia,
la necesaria ;,l:aranta de los interese" dE' Sl1'; nacionales, y la
I'pparaci6n dr Jos agravio,; ( los perjnicios que
Ja InE',licanH les infiriese.
El parlamento ingls pl'egnntaba qn razn haba para
,que la llluerte de Ull sbdito Je '>u }!ajestad Britnica perma-
neciese impune, o qu clase de satL<;facci6n const.itua:n la...
=prolllrsas verbales de los Estados Hnidos sobre tal materia.
En Francia. en Alemania, en Italia y eH la misma Es-
pai.a, se chmaba (,ontra la inacci6n, contra el absurdo de la
poltica expectan!te adoptada por los Estados Unidos, qne
nada hacan para salir d" m ruinosa situacin.
Pero, qu otra cosa que aql1eiUa noble conducta del
pelTa del hort,elano que ni come ni deja comer al amo
poda pedirse al gabinete de \Vshillgton, obligado por la
Doctrina de Monroe a no permitir la intrusin europea en
una repblica americana, y decidido por su propia honesti-
.dad a 110 intervenir en Mjico por la fuerza, segn sus ms
'formales declaraciones?
Era natural que la Europa vacilase entre la tentacin
de rompeir contra toda consideracin hacia la obstruccin yan-
kee, y la tentacin de reirse a carcajadas ante aqueUa extra-
vagante situacin,-y la seecill de la Amrica latina del
Figaro iba ya a producir su ameno prrafo sobre la qll((-
irimc manire (!) de Mr. WilsOll, cuando he aqu que el
Entonces se supo que, en presencia de las palabl'as de
los Estados Unidos, todo puede hacerse menos tomarlos el
broma como simples baladronadas.
Que el mundo no lo entienda, que la lgica quede mal
parada, que triunfe. el ma;ror absurdo, todo eso es pvsible.
Pero qeu la seriedad de una determinacin, de Ut] plan pol-
tico, solemnemente notificado al mundo por los Estados Uni-
dos concluyen el ridculo de las cosas tontamente dichas, he
h lo que no detbe lllttlCa ser. imaginado, por extraa que
}8iya sido la forma en que el podeI'o yankee hubiese pre;;en-
tado sus propsito.s.
Slo un completo desconocimiento del cal'der y de la
fuel'za del gran cuerpo y de la grande alma del pueblo norte-
americano, puede hacer incurrir en el error de creer que una
grave actitud de su poltica internacionall corra el riesgo de
entporarse en la inanidad de una simple fa!nfarronada.
Que para algunos de los extraos sea ininteligihle, puede
acaecer fcilmetl'te; pero que este destinada a fracasar en e!
no cabe en las i10sibles cntingencias.
La Europa que se hallaba casi toda dispuesta a lmtilarse,
llegando las ironas hasta el punto de excitarlos a saLir
su inaccin ofrecindoles ta c-Doperacin que precsa8en de la
Francia o la Alemania o la Inglaterra, result clesconcertada.
de pronto, sin ae.eruar a otra eosa que a estallar en un grito
de indignacin ante la arbitrariedad con que se aprovec-haba
un incidente tan nimio como el de la detencin mcmentne,a
de los marineros en T,ampico, para poner a l\1jico eniel dis-
paradero dd confl icto interna:c.ional inexorablemente plan-
teado por esa sola causa, en tanto tiempo se haba
estado la seri.e de atentados de que los europeos
se quejaban y euya represi.n nunca hallaban los E<Jado'l
19 PROTEO
Todo eso quiere dec' que euando los Estados Unidos
hablan la accin positiva es una consecuencia irr'Bmediable.
Los europeos, los mejieanos, las otras repbdicas de Am-
rica, no pueden incurrir en mayor desacierto, que el de oir
la,;; palabras que en \Vshington anuncian una determinacin
poltiea cualquiera, y echarse a hacer clculos sohre la posi-
hilidad de que todo ello vaya a quedar en agua de borrajas.
Las fl't11Ulas enigmticias, o confusas, o desatinadas, de
las declaraciones nOIieamerican8ls, no pueden
entenderse sino como la expresin ,de eosas serias que han de
emnplirse en tanto que no cambien las circunstancils que las
lwn originado.
El galimat'as del no reeanocim:ento del Gol)i'l'no de
Unidos el momento de hacer efectiva en .cumplimiento de su
misin de providellda entre el viejo y el nuevo mundo.
La impotencia o la inepci.a yankee ('ausaban antes con-
miseracin y risa a .la opinin europea, extremada en aquel
of1'eeimiento de acudir a socorrerlos para que la humanidad
no pereciese desamparada en el mcendio de la barbarie meji-
eana. Cuando los Estados Unidos haLlaron madura su obra
prelilJ.nilJ.lar de organizacin y eOllcentracin de elementos b-
leos teITestres j' navwles, prontas sus tropas para ia io!icia-
cin de SlIS operaciones eon la ocupaein de Vera Cruz y su
e:,;cuadra para el blqueo de los puertos mejicano,,-, producido
en Tampico el incideJlIte de los marineros que deba sustituir
a la voladura de! l\Iaine en Cuba,-al primer golpe de su
cambio de conducta, saliendo de las paJlabras y entrando al
L,neno de los hechos-, la risuea expresin de la cI'tica
C'lUpea y de la burla hacia las vacilac.ion'eS y pusidanimida-
de": del li.rismo j'ankee, trocse en una exclamacin de sor-
presa que tradllca tanto el enojo como eI e.stupor ele la des-
'ilusin .y la denota cn los clulos sobre el fraeaso elell pan-
alllel'ir.anismo.
PROTEO
VIlI.-INFALIBILIDAD YANKEE
18
Huerta y de la no intervencin norteamericana en Mjico,
no puede racionalmente descifrarse por nadie que no vea en
ello el artificioso propsito de no decir lo que "-e dice, de 110
decir lo que virtualmente se anuncia, sieudo claro que lo que
nicamente se quiere es hacer creer que no se quiere illterc
vcnir, y que, por consiguienlte, si la intervencillse produce
ser porque no ha habido ms remedio, pues que as lo exi-
gen las circunstancias que motivaron el no reconocimiento elel
C-kbierno cle Huerta, y cuya no ha dejado m,<;
solucin que la de que los Estados Unidos, contra sus ms
pblicos deseos, se vean forzados a intervenir!
y la 'opinin de Sud Amrica, y la opinin europea, p-
dran escaudalizarse de lo que no entra en su razn y su lgi-
ca, y el criterio nor1:e,americano regir inalterablemente los
sucesos de su resorte, sin consideracin a los extraos que no
eomprenden su lgica y su razn.
El apoyo disimulado a la revolucin, la proteccin des-
cubiertamente concedida con ;.,., revocacin de los edictos pro-
hibitivos ele exportacin de armamentos, no ba<;tan para lUla
pacificacim basada en la cada de Huerta. Eso quiere elecir
qne se necesita alg'o ms eontunc1f:nte ;-y la intervencin
(fU eda resuelta.
El incidentc ele los maneros en Tampico, se produce
en debido momento. Lo mismo dara que no se hubiese pro-
dneic1o; en su lugar habra habido otro suceso. Es lo aecE'SO-
rio, que no puede fdtar cuando as se necesita para el cum-
plimiento de 10 que est escrito.
Claro es que no todas las circunstancias 'favorecen a los
mismos propsitos. En unas condiciones los efectos de los su-
cesos pueden ser distintos que en otras.
1Ja<: pretensiones de los Estados Unidos pueden t.ener
una limitacin en su.<; relaciones con el gobierno de 1\Iadero.
sucesor de Porfirio Daz.-y otras miras ante el caso de la
21 PROTEO
guena civil provocada por la dictadura de Huerta-, y oka
IllOfleracin ante un arreglo con que' los contendientes de esa
guerra hubiesen prevenido la intervencin extranjera, y otras
exigencias cuaneJo los caone.;; de esa interveu!cin huhies211
sido las que sobre las ruinas de Mjico estableciesen la. paz
dc Varsovia.
Ciertamente, en toelos los casos, la veTClaeJera raz del mal
e"t en la anarqua mejicana. Dado este mal, no es posible que
el inters elel gran vecino deje dc aprovechar 'las veutajas
quc l le ofrece.
Hay tambin cuestin de pocas.
A mediaelos del siglo XIX el Canal de Panam era una
nebulosa, o una confusa pCTspeetiva sin rasgos casi ele pro-
.p'l'cione,.; yankees. Aquella fu la era eJe Tejas: y California
y XlleyO :i\Jjico.
Ahora Panam ha ,:,ido otra hazaiia, y otra complicacin,
euyo estrpito se procura aplacar con la negociacin del tra-
tado en trmite con Colombia.
El PresidentE' vVilson lIeYndose amba<; mane,:; a los
odos para no aturdirse con las voces dc los gabinetes euro-
pecs excitados por el continuo conflicto. interviene en lVljico,
donde. como en toda la Amrica debe prevalece1' su control.
A estar a las ms signifieativas apariencias, la accin
ser, por las cil'C'un<;talleias, limitada en este caso, al dominio
de los pl'ivileg'ios y concesioens eJe ferrocm-riles "j' petrleos,
en rivalidad con los ingles2s, y <1 las ventajas burstiles y co-
mereia!Jes en oposieion eOll e:l capital y la industria francesa
y alemana.
Pero, Yirtualmente. la cuestin es de sometimiento de la
Repblica de Mjico a la heg21mona de los EstadoS' Unidos.
La c:ue<;tin es de dominio, es de ingerencia en el rgimen i11-
i e1"]]';) , en lo ms eBenal de la independemcia ete una naJein,
en la formacin ele sus poderes pblieos.
Tal e" ]a humillacin que en el mejor ele los casos sig'lli-
PROTEO 20
,Jos': SIENRA CARRANZA. ,:'
23
.JOAQUN DE SALTERAIN.
Meditacin *
PROTEO
Sentir que la esperanza languidece,
Como en la bruma el arrebol del da,
Que tocio lo qne fu desaparerce,
y esperar todava ..
Etrl'namellte aeal'icial' Un sueo,
Verlo desn1llecid
y ,"olvel' a sola!' el bien perdido
Con at:enlrada empeo;
Qu somos, dnde iremos? i El maana
Es una lumbre de fulgores yertos,
En pos de cuya vaguedad lejana,
Soamos vivos, ';Y' vivimos muertos!
(*) EJ] .doctor .f0aqlln de Sa'terain es un poeta de tierna inspi-
racin. Sus pnesas son de nn sentimentalismo profundo y tranquilo.
Xac'i e'u 1856, se 'cdbi(i de mdico siendo jo\-en aun, y se <1is-
t:l:g-ui en Piars come Jefe j.e la Olnica del clebre doctor Ga'!ezo-
wislri, cargo que desempei durante Cuatro aos.
Ha si<;1:o coi!.lborador de casi todas 'las revistas nacionales y de
muel1a,; ])ll,blicariones Ext!'anjeras. Entre sus trabajos merecen men_
cionarse: ,(Pirofi1axia epidmica, Notas sobre cia'uja, Oftailmi::t
purulellt.a de 'los re-cffn nacidos, -r?cnica microscpica del ojo;,.
Tuberculosis pu'lmonar en el Urruguay. La Liga de la Tu.bercuUo-
sis en 1''l101'ida>>. Denografia del Sa.Ito, Apuntes de Demogra.fh
Uruguaya. La marVJuicl'ld en :Montevideo), etc.
Es fundador de La Liga UI'llgnaya contra 'la Dubercu'losis, La
de lVIedicina v El Museo Histrico del Uruguay.
Pub!ic en u;; libro de poesas titu'lado lntimiodades, que
prJlog Rod.
Desde hace tlem]l:J, la musa deil distinguido mdico caJltlaha. Hoy
J)fJ'rn apreciar de Du.eYO, los lectores, la berlleza y la hondura. de
SlF:i rimas.
PROTEO 22
Pars. 1914.
fica para Mjico la poltica actual del doctor ,Vilson la inter-
vencin nort.eamericana.
La causa en la anarqua mejicana, en el mi:;nw
lVIjico, tal vez tambin en la imprevisin hi:,;pano-amel'icar:a:
en la Aml'iea del Sud.
(Cantil/llar.)
U') El doctor Jos ;\l. S;(:nra Carra.nza. estadista y tribull'.
un orador de elegantes perodos, un literato de atildada fraseolo;:;a,
un poeta de alta inspinlCin y un jurisconsulto de nota.
Naci en Montevideo el 4 de julio de 1843, y se gradu de doc-
tor en leyes al cllmplir los veinte aos.
Es un homlJire pblico que, aunque sacrlficado por su ,rincipis-
mo, ccorno otras personalida(les sistemticamente exc:luda.5 por 103
gobiernos de fuerza, ha dese-mpe1ado algunos a1tos puestos.
- Ha sido ministro diplomtico. dipctado y miembro del Consejo.
rde Estado en 1898.
Ha oo'laborado en casi todos los diarios inde,pendientes de 1\1on-
tevideo. s,endo ios princi]lwles "La Democrada". "El Pueblo", "La
Tribuna Popular" y "El Plata", cuya direccin comparti con el
dpctc!l' Carlos lVI. Ramrez, dejandu en todos ellos la huelia de ::;u
talento fuerte y robusto. distinguindose sus producciones por la vi-
;r'lidad die "us convicc:ones I}olticas, la profunc1idad de los concep-
tos y la elegancia .le la fOlma.
Su callto "A una p"raguaya" le vaU la popularidad ]lor la ar-
(lenta de su lirismo y por la sonoric1arl de a:lgunas de sus estrofas.
En las batallas del Ateneo. tlrat de suhlimar la fe de los comba-
tielltes CO:1 el recuerdo de las virtudes de los tiempos legendario,;,
recitando las cuartetas de su poema pic0 "La cada".
Es autor, tamhin, de fol:1etos y libros de temas jurdicos y po-
lticos, mereciendo citarse, entre otros, "La cuestin presidencial"
v "Cuestiones americana,,". En esta ltima oblra, con un dOminio ab-
de la condicin internaciona:1 de los pueMos de estirpe his-
rpano-anlericana, se eleva en su concepto de las ms benficas sol,,-
dones a' una altura donde otros no llegaron antes.
(,,,) Por la honlura del pens:,miento, la erudicin literaria y la
t>l'sura de la forma, se ha conquistado Juan Antonio Zub.Jrlaga uno
{le ](.S primeros puestos en las letras nacionales.
Ironjsta fino y s!.ltil, c:rftico sereno Y penetrante, admira .sin res-
tricclonts Y corrige ;,in acritude$ en sus juicios sobre libl'os, lcieas \'
personas, siendo el equHibrio de sus facultades y ia ecuanimidad
"ti criterio. las notas dominantes ce su labor
PROTEO
Todo eso es triunfal, auuque en ello, por lo que
'mente hace jmpel'fecta a la labor humana, puedan con fre-
cuencia hallar dnde morder los que gustan saborear pecados
en los nuevos. Pero esos fustigaClores implacables de toda
sinceridad personal que importa inllovacin, siempre fueron
calificados por palabras de conciencia y de juicio definitivo'>:
desde que apaI'ecieran en la antigedad hasta clHmdo en
nuestros das llambales l\Icnnc1ez y Pe1ayo fantico,:; s2cta-
rios que, ala1eando de indepenc1encia literaria. son los pri-
meros 6n no respetar la leg'itimidad de todas las formas
en el proceso histrico del arte se hau sucedido, distinguiendo
en ellas lo bello y permanente de lo accidelltal y transitorio.
Si se sientcn ustedes nuevos, emo no serlo? Ya es
vieja conquista universal la nocin de que el primer deber elel
artista es el de la consecuencia al propio sentimient. Y su
dereiCho a la sinceridad es sagrado. Creeu ustedes, pues, sel-
nuevos? l\Iuy bien: slo cabe desear que muchos sean de los
que quedan y pocos de los que pasan. Porque, como Vd. sabe,
entre los que apareicen y se desele hace siglos, hay
que distinguir los que realmente uo pueden ser de tl'O rilado
y necesitan producir la !llanera que traen al arte, y los que
sin motiyo en SllS condiciones suponen posible ser lo que quie-
ren ... y 10 intentan hasta que al fin se van sin hacer ni fun-
dar lo que no poda depender slo de sns propsitos.
Recuerda los nuevs del gongorismo? Ya entonces
decan, como lo puso Le Sage en labios de aquel Fabricio N-
Jiez que los representa ,en su Gil BIas, contestndole ste
cnando le peda claridad hasta para un soneto: 'Danto mejor
si el soneto no es inteligible. Toelo lo qne exige sublimiclacl
no puede tener expresiu llatural V sencilla. Su mayor mrito
es la obscuridad: basta que el crea Somos
cinco o seis los inn"Ovadores que nos hemos propuesto trans-
forma' la lengua, haciendo lo blanco negro, y.lo hemos de
eonsegl.1ir a pesar de Lope de Vega y de Cervantes.
Montevideo, 16 ele octubre 1921.
PROTEO
Seilor Carlos Csar Lenzi.
De mi mayal' estima:
A dos poetas Unueuos
71
*
24
Sus consagran un lluevo poeta.
Es segur"O que a muchos parecern raro.., eses Yer"iOS he-
chos fuera ele los moldes emple:ados eOllUllllnente. Poco im-
porta lo que les excepte si tales como son tienen belleza.
Yo no podra decir que todas sus composiciones 111e pare-
cen igualmente bellas, ni que muchas para m lo sean desde
el prindpio hasta el fin. Pero s qlle en en las
ms leves, aladas e .imprecisas-hay algo, llna estl'Ofc1, un
verso, que revela la sensibilidad, la imaginacin y el g'usto de
un artista. Tiene esa coleccin mucha poesa de jm'entnd,
hecha con de la vida. Por ello en esas pg.inas de
. eonfesin desfilan tntas sil1!ceridades del temperamento. Y
as altel'l1an en ella los sueos de la fantasa y las evocaciones
sen!sitivas, la emocin del paisaje y el amor elel retiro, el re-
cuerdo ele almas grotescas y el orgullo ele la propia calidad
psquica.
y los del rOl/al! licismo? Formaron legiones
Jlasta en Amrica, donde slo pocos dejaron nombre impere-
cedero, "J' sabe Vd que casi en su. totalidad esos de nuestro
.continente apenas eran como lo dijera aquella gran concien-
cia {lel arte literario citada antes; gente que tomaba por
inspiracin el desorden, por bizarra la incorreccin, por lllUY
profundas las cosas a medio decir, "J' por rasgos de genio des-
bordado las ms incoherentes extravagancias.
As tambi1: los del decadentismo. Esos se reprodujeron
.apenas a"J'er en estas tierras americanas "J' ios hemos alca-nza-
do nosotros; Todos recordamos cmo, clesde que Daro, adop-
tando los artificios de aquel neoromanticismo, puso una so-
noridad suya en la lrica castellana, fueron innumerables los
oque se lanzaron a ensayar la imitacin de sus procedimientos
y sus formas, suponiendo que s6lo esas exterioridades hacan
a aquel poeta. Pero, precisamente de los que en Enropa ha-
ban creado la novedad que Daro trasplantaba a nuestro
suelo y nuestro idioma, ya haba e,,-plicado GU"J'au COnl visin
honda: Para cubrir COn una ilusin la esterilidad del fondo
-es que los decadentes se afanan en el trabajo de la forma:
piensan. que es posible suplir el genio por el talento que le
imite los procedimientos. Pero, si las obras gEiniales son las
ms sugerentes y las ms capaces de suscitar otras como
ella,,;, son tambin las ms difciles de analizar y de imitar.
Estn muy unidas a la vida, a la cual no es posible reprodu-
-eir artificialmente.
Como en los de veces, pues, en los nuevos de hoy
-que no sern los ltimos-habr espritus aptos pam la
emocin inspiradora del arte creador de la belReza, y almas
inertes, apenas capaces de sirnu!laeiones de la vid'a y de rts-
ticos remedos. Bienvenidos todos, bienvenidos siempre, para
'que realicen su labor como la rea:lizaroll' otros, con vario des-
tino, en diferentes tiempos y pases. Y hagan su arte, como
sea, que ahora como antes despus slo dejarn obra peren-
l\Iontevideo. 23 de octubre 1921.
27 PROTEO
Apreciable poeta:
Seor Federico Morador.
Ju.\); ZUBILLAGA.
Lo saluda atte.
11e aqueUos que, nacidos para oir y obedecer la voz inconfun-
dible de la naturaleza propia, fueran' llevados por el ill'ltintv
<l recoger del corazn todas la,; repercnsioDes de la vida. Pues
aspirar a ser original por la adopcin de mtodos, maneras y
singularidades artificiales; es snponer que ello es posible por
voluntario capricho de simular rarezas. El origen de la ver-
dadera genialidad en el arte no es electivo ll antojadizo:<
obedece a necesidades psicolgicas; lo producen fuerzas irre-
sistibles, facultades de vocacin en que convergen todas la;;
energas morales para engendrar la obra que lleva el sc'110
per:sonal por el cual se distingue y perdura.
Vd., pues, que bien demuestra entenderlo aSI, en el libr
con que inicia, contine fiel a s mismo, haciendo la oura
de su Y con todo el 'entusiasmo potico cu"J'o poder
imaginativo tanto dilata las perspectiva'> de su espritu,
deje que l vuelo d su numen le lleve sobre horizontes inde-
finidamente renovados, siempre libre y sin ms norma que
la de aqnel supremo esteta qne triunfa hasta en las ms dis-
entidas obras del mago Thibanlt: En el arte, todo lo que no
es bello es falso.
Indudablemente sn obra es todo eso qne en su eoncept-D
infinito y luminoso dice la palabra con que Vd. la llama:
PROTEO 26
Poesa. Y poesa siempre muy sentida, a veces honda.
Por ello, ms que cuando el autor quiere que sea nueva es
ms nueva cuando es ms suya. Y ello aunque 'no se la halle
en algunas composiciones y haya prosa entre SllS versos. Pero
el estro que eleva esa poesa donde es espontnea su realiza-
eiGn, revela que en la fuente de que entalla hay lU1'Cl corriente
incorruptible. Est all el alma sensitiva v estreme-
eida por todo lo que sacude los nervios,' :conora por todo
,que golpea en el corazn. Eso es el poeta; el de todos los
tiempO-s; el que perdura a,] travs de maneras y
nombres: clsico, romntico o decadente: siempre imperec;-
(1el'o.
29 PROTEO
Saluda a Vel aUe.
,TU.\N ANTONIO ZUBILLAGA.
que ha sido poeta, filsofo, hiitariador, fatalmente. por virtud
de la obsesin intel:ior qne, como ejercida por Dios, sinti-
ramos en nosotros:(,.
No es fcil adivinar quines eutre los que llegan en la
falange de su generacin, impedidos para esa con.secuencia
al dictado del alma, vengan destinados a concluir en el pecado
de la equivocacin eS'ttica, y quienes por el sentimiento de
Ja belleza que Vd, muestra en las mejores composiciones de
su opsculo ofrezcan la seguridad de perdnrar sobre los ex-
travos de la labor inicial en las horas juveniles. Pero. indu-
clablemente,cse renacer que ustedes alUillCiancCJl tanta exn-
berancia, trae en sus obras fe y elote.'> bastantes palra dejar
una promesa y flUldar una esperanza, evocadoras de otras
renovaciones y otros triunfadores definitivos... que ya
pasaron.
Hoy por hey: ele esa poesa nueva-toda curiosidad y
emayo llenos de optimismo afirmativo y confiado-que fre-
cuentemente llega tan sin encanto pal'a muchos odos como
por la sutilsinil complejidad de las sensaciones
que la inspiran y de las img'enes que la expresan, no es posi-
ble prever la evolucin J' los destinos. Siempre sabr ms de
e!la el que en ella se complace, que los que no la puedeng-us-
con deleite en la totalidad de los elementos que' la
mtegran.
PROTEO
Comprobada, pues, la existencia de ese poeta, que es lo
esmcial, las preocupaciones de capillas, procedrnel1itos y de-
nominaciones son insignificantes... mientras no sofoquen el
fuego sagrado. Pues el nUlllen potico slo puede vivir en la
1ibertad moral, intelectual y artistica. Todo lo artificial que
"e imponga a su espontaneidad creadora, primero la estorba,
de"pus la marchita, y al fin la extingue.
Por eso es intil proponer.'ie ser original con ardides. y
e" error abrigar la e'iperanza de alcanzar originalidad por
descubrimiento de rarezas. Cuando es posible, cuando es fun-
damental en un espritu, no aparece ms que por la compla-
cencia en la produccin de la belleza, sin buscar expl'ofeso
e:\.-terioridades diferenciales. Y como lo recuerda BOi1l''et
ha quedado el ejemplo de todos los sig'los para probar
la gran obrera de las producciones geniales es la ineonseien-
eia, y que el mejor modo de componer obras beHas es tra ba-
jar mientras en ello se "ienta Ley l1atural ele la crea-
cin artstica de todos lo;; tiempos, tambin era con la nocin
de ella que Ja en sus das enl'lci'aba Laprac1e que toda obra
de la inteligencia se debiera ofrecer como fruto necesario del
espritu que la concihe; que el libro debiera siempre demos-
trar qucel autor lloha sido dueo de hablar otro iel1guaje;
28
Sobre el campo dormido en lacalml1 nocturna
:Majestuoso y solemne se agravaba el silencio,
y nn sudario nivoso, transparente y hialino,
Envolva la" cosas de un aire de misterio.
31.
All lejos el muro de una casita blanca
Entre un grupo de rholes se hipnotizaba quedo.
En tanto que el arroyo, en medio a la pradera '
Pareca plasmarse en Un zigzag de ensuefio.
PROTEO
y aill arriba cual liJ'ios de plata. las estrellas
Escondido en la noche, emociona.clo el pecho .
Como un ave azorada, las vea a millares
Tachonar la amplitud del hondo firmamento'
,
Amontonarse como innmeras abejas
Que entran ('n su colmena en furioso entrevero.
O espacindose altivas en soledades torvas '
Por lucir solitarias sus prismticos fuegos.
UD soplo en la arbole(:a; ni uu canto entre los nidos;
1 en la vasta llanura 111 un solo movimiento:
Augusta, sacJ'osanta, la Natura dorma
SoJ))'e el cojn noetul'110 de blando terciopelo.
Yola,;; vea blancas. azurinas. violetas.
Como luces temblallt0s de un' sacro baptisterio.
y tras sus rastros vi vos. en la noche callada '
Se iba amorosamente mi raudo penlSamiento.
Oh, estrellas de la noche! i Jazmines luminosos
De un verjel encantado ,en el (>spacio eterno!
Lgrimas encendidas en el altar del mundo I
Cirios del infinito sobre un enorme 'duelo! .
Oh, estrellas eternales. euya lumbre serena
Ha cruzado la augusta majestad de los tiempos!
Oh, estJ'ellas que habis visto pasar hombres y razas,
Surgir l)l'<tituciones y derrumbarse ianperiores! .
PROTEO
Las estrellas *
Era una nocbe azul, toda ruajada de astros,
Calma. serena, exttica-tal que un encantamiento.
Como lirios de plata las flgidas estrellas
Temblaban en el comho imponente ele.l 'cielo.
(':1') El Vctor Prez Petit es un escl'torde intensf' pN'-
sonaili:dad. joven se desbe(; en nuestro mUlnclo intelectual por
ms acertada!; crtkas, su vigoroso drama Cobarde y su erudicin

Re'tact en compafia de Rod, Daniel y carilos lVIa,rtfnez Vigil la.
R',vista Naciona.l de Literatura y Ciencias Sociales, qa.e ha sid,:}
una de las mejores que ha tenido el pas. Abandon ente,nees la cri
tica mi,1itante, a escribir estu;5ios de ma,yor alitnto y de
maJe,re); ganas.
Rub!lic la novela titwlada Un Am:}r, y di a luz, en 1905, su
apltudico valumen sobre Los Model'nistas. En 1905 apareci Gib>,
completando el libro, (fU,"" le contiene. dos scrries de cuentos: Acua-
''elas y Aguafuert.::s. Ms L<trde, en 1907, pU]J1!ic el tomo de "Jo-
yeles Brbaros y nosdii a conocer el poema simbldco que se d"-
nomina El Prurque de lo>: Ciervos. En H14 pu]jl'c CivHizacin y
Barbarie, yen 1918 v,l la luz su libro Rod. Un concurso organi-
zad!) por El Pl<ita. premi su novf'la E'lbre 10';; Pastos. Ha colec.
cionadD sus obras (fe tf'atro en dos volmenes. cos conf,,-
rencias dadas en el Club Vida una so,bre Cervaillte>: y
otra sobre ZoHa. H8 actuado en poltic3., d:rlgiendo Ell' y
El Tiempo. Actuaimente, con el seudnimo El Otro, eSribe SUH-
W,neiosas crticas teatraUes en La DEfensa.
La laborr' literarb de Vctor Prez Petit es tan extnsa como poli-
forme. Tiene un bello estHo retrico, un criteTio una ercdi-
cin vastsima y una verha inagotable.
Ha tratado. slem,jre con xito, lOdos los gneros literari03.
30
Ms tarde. todava. habis visto a los hombres,
Como dementes trgicos en un loco torneo,
Destrozarse en combate;:; y guerras sanguinarias.
Por la soberana d fabulosos reinos.
33
PROTEO
y en otros ms recientes an, en nuestros das,
Para vergenza eterna de los hombres modernos,
Habis visto mata'llZas, trai-eiones, felonas,
Robos, pillajes, furias, violaciones e incendios.
e
'Todas las miserables pasiones que se albergan
En el seno del hombre trajeron .el espectro
De las guerras sangrientas, de las guerras injustas
Que han trocado la tierra en un rojizo infierno.
Oh, estrellas ,de faz blanca como ngeles dormidos!
Vosotras habeis visto en un fulgor sinie;;,tl'o
Pi\;;sar las espectrales figuras de Alejandro,
De Atila y Tamerln, en los vencidos tiempos.
y en otros ms recientes, con Felipe II,
En un desborde rojo de aparato fraileseo,
So.hre las grises tierras de Flandes y de Espaa
Pulular las hogueras en un hervor horrendo.
y ante esos espantables cuadros ,de horror y s::mgre
Os quedis impasibles, luminarias del cielo?
, Es que nada os conmueve, porque sois la mirada
Qne se ha helado mirando los abisnlOs eternos?
y entonces; l para qu,en las horas de angustia,
Suplicantes los ojos a vosotras volvemos?
, Por qu en las. horas tristes, en los mudos dolores,
Con ardiente plegaria os pedimos consuelo?
Oh, estrella de la tarde, blanca, lilial, querida,
Cuntos he'rmanos mos qne en otros siglos fueron,
Habrn puesto sus ojos sobre tu faz helada
Cual yo los pongo ahora con un afn supremo!
PROTEO
y junto a las cisternas. en las calles y plazas,
O en los jardines ticos, rodeados por el pueblo,
Habis visto en los tiempos remotos a los vates
Cantar sus tmdicil)nes en inmol"ta,les versos.
i Oh, las guerras del hombre! i Las guerras maldecidas!
La ambicin, el orgullo. la crueldad. el c1espreeio
Por las vidas ajenas, la locura, la infamia,
La "rdida avaricia por lo propio y lo ajeno.
j Estrellas milenarias, testigos silieuiosos
De luchas y combates, de afanes y denuedos,
Con que el hombre la tierra ha manchado liviano
Con un irrefrenable ardor funambulesco!
Luego. en otras edades, ms serenas y bellas,
Habis visto del arte surgir los monumentos.
Los mrnlles preclaros. las estatuas de nieve,
Los arcos triunfales, los majestuo:30S templos.

i Oh, estrellas augustales! Ha siglos habis visto


Al homhre ahandonado y desnudo en el suelo,
Luchar sin esperanza contra el hambre y las fien"
Con altiva pujanza, bravamente resuelto.
Decid! sois impasibles?, sois de diamante, acaso?
.-Nustros grandes dolores no hieren vuestro seno?
Nl1estros gritos que ('laman, que rugen, que protestan,
No turban nlestro grave, letal recogimiento?
32
35
Sois el enigma oculto en la' vaga distancia.
Los por qUt's formidahles que nos de miedo j
Sois la,., letras arcanas ele la saldura.
De la Raz6n Eterna el gigante alfabeto.
PROTEO
Os debemos un poeo de eternidad sott'nllle ...
Un poco de quietud en nuestro desconcierto
Vuestra lumbre ha ycstido <;le blan'co espritu,
De azahares luminosos la n1Jseria del cuerpo ...
VCT0R PERE?; PETIT.
Sois el gua celoso del arries!?ado nauta ,
Al corazn trcmsido marcis el derrotero'
Sois cn la inmensidad los puntos
Que prosiguen la Vida ms all {le lo eterno ...
Sois la luz, la alegra, el eanto :v el perfume
Que tiemblan y se expanden en el jardn del cielo;
Sois el polyo hialino que en rutas fabulosas
Va levantando el carroolmph:o de Febo.
Oh. estrellas milenarias! i Esh'ellas que extasiado
"1:' 1 J
.I'Jn mIS nee les creanOl'as ron amistad -contemplo!
Ve:oticl de rcsplandores mis sienes cuando lleO'ue
'"
Para mi alma camada su postrer ensueo!
RROTEO
j Uh, estrellas vigilantes! Pupilas que del f(Jlldo
Del abj,",lllo insondable estis como en acecho,
i Cuntos enamorados desde esta baja tierra
Se amaron contemplando vuestro claror intenso!
j Cuntas veces, tremantes, os dieron por te$tigos
De sus ,encantadores y tiernos juramentos!
Y euntas todava, en la calma nocturna,
Sorprendisteis la fuga de un beso!
Nosotros, los que un da, heridos por la pena
O iluminados todos por ntimo contento
Os busl::amos en lo alto, flores de luz et-el'l1a,
Hasta cl postrer ilLstallte mmca os olvidaremos!
En horas iillllrtales, de esas que n se olvidan,
Nos habis rodeado de 'un sagrado listerio;
Por vosotras asoma el altar de 11a noehe;
Es tamhin por vosotras ms dulce nuestro ensueo.
Cuntas lgrimas tristes mirasteis como hel'1nanas!
j Y cuntas desventuras os clamaron consuelo 1
La;.; habis olvidado, estrellas de la noche,
En V1Ies'O interminable y fugaz parpadeo?
y al mirarte, extasiados, tU'l vez si son poetas,
Como bajo el conjuro de un raro sortilegio,
Pensarn que nosotros, los que te v.'ll1os antes,
Sobre tu sien plateada los contemplamos a ellos.
No existen ya ,en el mundo los que te contemplaron
y t ardes todava en tu rincn electo!
Los que hoy te miran pronto bajarn a la huesa,
Otras geeracion,es ocuparn su puesto ...
34
'" Gabriel A. de Len maneja el castellamo con soiltura y CO;1
correcciIl. Su prosa es cincelada, pulida. armoni09. llena de bo<rc1a_
dos y muy rica en ideas.
Quiz le falte algo de la nota de descuido y aire de abandono que
pide a los prosistas el preclal'o Azorn. Pero eso no obsta que
pueda figurar entre los primeros escritorES de su' generacin.
Tiene una slida 'lustracin 'literara y un gran taJento'. que le
permiten tratar todos los gn>ros y sobresaiir en todos elilos.
As. eS autor de poesas. de comeelias y de artculos de ueblo::
filosfica.
No es en el tumultuario bullicio de la vida, en el
toso trfago de los intereses o de las pasiones, donde se g'E,stUll
nacen los grande'> pensamientos, simientes de admirable.,;
empresas. No es la pleamar ffillbraveeida y turbulenta, la que
ha de deslumbrar vuestra retina con la impresin de lo infini-
to o majestuoso. No es la floresta poblada por los nl rlUno-
res de lo:, paseantes, la que pueda despertar vuestra sensibili-
dad de pantesta y atraeros con el ,sereno encanto de la natu-
raleza, eternamente silenciosa en su eterna feclUl(lidad!
Slo en el silencio obra profundamente el pensamiento y
de l se nutre y vigoriza, incubando la accin futura. As
surge la laboi' del sabio que, en ell apartado retiro de su gabi-
nete yen mltiples' horas de callada investigacin, ha vencido
el misterio de la ciencia y os ofrece luego, con los beneficiqs
de sn enselim1Za. nna nueva verdad que equivale a una oriell-
37 PROTE@
tacin mejor en el intrincado ddalo de vuestras incertidum-
bres. He aqu el silencio activo de que nos habla el maestro
belga.
y no menos activo, en orden difeJ.'ente, es ese. silencio
ante el cual y por l mismo se abren las a,1mas en muda comu-
nicacin de una sublime elocuencia. Preguntad a los enamo-
rados cules' son los instantes de mayor dele:ite pasados junto
al ser objeto de su cario, y os clirri todos que cuando cesan
las palahras,-aull en el lenguaje del amor, siempre rudas y
vnlgares-. y un silencio inexplicado los enyue:lve como en
una earicia extraterrena, sintense transportados a las cimas
de la ms pura idealidad en alas de un arl'o1Janliiento inefa-
ble. Y de todos los recuerdos que eil tiempo,-Leteo en el que
abrevan las almas fatalmellite-, respeta en la integridad de
su bien marcada belleza, el de. esos instautes es siempre el que
COH ms nitidez se destaca y el que con ms frecuencia acude
a la mente del enamorado evocador de las dulces horas aue
fueron. '
Sufre vuestro espritu un dolor tan intenso como contu-
maz, y es en el augusto silencio de la tarde o en la
si,lente de la noche cuando el peso de vuestro m!ll se aligera;
y de la quietud de gloga que en el paisaje duerme, sEmtiris
que es llega el blsamo sedante que os reconcilia con la vida
advirtindoos de que vuestro dolor,-si imposi!ble de
par-, puede aplacarse y reducirse en los lmites de lo sopor-
table, cual una fatiga ms en las fatigas del lnunano existir.
Ronda la mnerte implacable hogar querido o' hace
presa en l a uno de sus miembros, y Ulli silencio solemlle.
preii.ado de misterio, descender sobre la casa en duelo.
tras velis al enfermo. imponis el silencio' como una medici-
na ms, aeaso con la postrera esperanza ele quel en la quietud
callada, aquel eS11ritu desfalleciente se reconforte y anime.
Cuanclo la Intrusa ha cerrado para siempre los de su
elegido, no osis interrumpir todava el siJ.ellcio que os ell-
PROTEO
.Al doctor Horacicl 1llaldollado.
"Cuando los labios duermen. las alme's
se despiertan.-l\Iaeterlinck
Desde mi mansarda*
EL SILENCIO
36
yuelye, y permanecels, aunque adolorido y lloroso, mudo, cual
si vuestra palabra fuera, como dijo el poeta, una blasfemia
entre una oracin. Todos los momentos solemnes pareeen:
exigir un augusto silencio, acatamiento sumiso de las alma::;
a la grandiosidad inmaterial de esos instantes. Y de el
ms wlemne, el que m{ls es ,wasaUa y es rind\, es el mo-
meElto,-eterno en el recuerdo-, de la llluerte cuando pasa
muy cerca de vosotros y a su paso troncha una existencia liga-
da a la vuestra por vnculos de afectos.
Si ante la obra artstiea de rara perfeccin o ante la Be-
lleza en cualesquiera de iOUS formas o manifestaciones. es sen-
ts dominado por esa admiracin, mezcla de jaculatoria y
xtasis, que enajena f?l alma del esteta, a buen seguro que ni)
ele exteriorizarla en una frase vaGI. imposible. siem-
pre de traducir vuestro arrobo.o emotividad. Un prolong'ado
silencio, eil circunstancias tales, expresar con ms elocuen-
cia vuestro estado de nimo que lo que pudiera hE,cer1(, la
palabra ms clida y donosa.
Es el silencio la prueba mxima en la repulsa o atl'accin
de los espritus. En tanto que con las pel'soJU1S descllOcidas,
en ningn modo simpticas, o con aquellas' que por Hn no ex-
plicado antagonismo os fuera harto difcil intimar, el silellCiJ
habr ele separaros cual si en os hubierais trasmitido c1a-
r&111ente el secreto sentimiento de inevitable hostilidad,
los predile-etos de yuestro cario ser como un nuevo nexo que-
fortalece y solidifica la ya existente vinculacin afectiva. y
en este ltimo caso; no por frecuentemente repetida ser eSa
pnwba menos eficaz. En cada ll1s<mte de silencio transcu-
rrido entre vosotr:os, se acrecep la mutua simpata, ya que
en ese tiempo habrn dialogado las almas en el eli'.-ino len-
guaje- de sus ternuras y, en la rec.iprocidad de sus confiden-
cias, habrn descnbierto o confirmado la afinidad epe las
hE'l'mana.
Ved al hombre verho.:;o. en inca11.<;able pltica siempre,
39 PROTEO
asombrando a su auditorio con la enumeracin de sus vastos
planes, uno solo de los cuale-;:; bastara para producir una
honda reyolucin en el orden de lo establecido; y observad
que nunca ha llevado ni lograr llevar jams a una prctica
ejecucin el ms sencillo y factible de sus planes. Toda su
obra se diluye en sus palabras, J' Son sus paldbras e-xpresiones
hueras arrancadas al lugar comlUl, pues no se ha detenido l.
meditar en el silencio creador de las grandes ideas, y carece.
por lo tanto, de la fuerza bsica de la accin, que' slo se
adquiere en el pensar recogido.
Ved al orador de fcil diecin, haciendo g'ala de su facun-
dia extraorclinal'ia,---,si abu1lCla!1lte en palabras, pobre en con-
ceptos-, y leed ms tarde una pgina escrita por el mismo,
y habris de notar, entonc,es, su incapacidad el ejercicio
de las letras, pues, amn de su evidente desconocimiento de
las reg-las gramaticales, se echar de ver la ausencia de toda
substancia ideolgica en su produccin escrita. como se obser-
vara tambin en su discurso, aunque, por circuns-
tanciales de explicacin fcil, en forma menos notable. K.,
que el escribir exige una me-ditacin previa, una preliminar
elaboracin silenciosa, a las que no est avezado e-l facundo
orador de fcil palabra siempre presta a surgir de sus labios
tratar los temas ms diversos, cualesquiera se-an la'> oca-
siones y por distinta que sea en cada n11<"1 de ellas la calidad
de sus oyentes.
lVls se piensa en un da de sole-dacl que en ciento de
sociedaeb, dice el viejo adagio. Adunad a este aforismo aquel
otro quc dice: Parca es la palabra cuando el corazn es pr-
digo; y si habis desentraado ele ello:,; la innegable verdad
de- su sentencia, por habe-ros facilitado esa tarea la propia
observacin cotidiana de lo que a vue-stro derredor suceele-,
rlndid al silencio fecundo qne prepara la accin, que- acerc.a
y une las almas. que solemniza los momentos inolv.iclabes ele
yuestra ..-ic1a, el culto merecido, habris logmdo pum e-l
PROTEO
38
G.\BRIEL A. DE LE0N.
41'
PROTEO
Un poeta desconocido
EUGENIO BERGAR.\.
Una de las impresiones ms a1ltas de respeto que yo ha-
exp2:l'imentaclo en el mundo, ha dicho Rod, es la que me-
produce cierto linaje ele muy rarm"
y aun ms que raros, difciJles de haber llega-
do a su ms escogida intimidad; eiel'!o linaje de espritus que
unien al sentimiento infalible, perfecto, aristocrtico, ele la
helle7.a, e,n las cosas del arte, el absoluto desinters con que
pl'ofEEan calladamente su cdto, inmunes de todo estmulo de
vanidad, de todo propsito cle crtica o de produccin, de toela
c-odicia simonaca de fama.
A pocas almas se les podrn aplicar con ms razn y
justicia esas palwbras del ilu<;tre maestro que a la clel inspi-
rado y hondo poeta Eugenio Bergara, el' cual, rompiendo hoy
Su habitual silencio, honJ>il las pgina'> de PROTEO con una
bellsima poesa.
Bergara no ha querido que la plebe escuchara sus cantos
apasionados, ni sus rimas de sentimentalismo triste y pro-
fundo, Y es que los hiulllOS salomnicos no 'Je escriben para
la multitud. Se escriben para las soberanas de dientes de
marfil y dedos de rosa. Los himnos oricntale.s deben ser corea-
des por el crugir de la tirense prpura y por el humear de
los peJ.fumes nbicos. Cuando no hay una reina, con los bra-
zos cub'eros ele anillos de oro, a quien dirigirlos pnestD de
roclillas, est la ilusin, la mujer sin cuerpo que vaga por las
la urnica virgen que enciende la estrella de la ma-
llana y el astro de- la tarde.
y es la lira d""l amor la que mejor resuena en sus manos.
PROTEO 40-
'f-d los que murieron amando en silencio;
de los que callaron m[:Qiendo de amor!
sabr de un nuevo goce impereeedero-, el
ms alto dictado de seleccin.
y entonces, slo entonces, en el jardn' en s-ombras, bajo
el terciopelo azul de un cielo e;;tiva1 y en medio del nocturno
silencio, que es el reino de las almas, podrisoir con el poeta
la inefable voz
"Que soy raro!
Los hombres no supieron
Sentir mis sol edades.
soy oscuro!
1..Ios hombres no sintieron la sa'via de mi abismo:
Que soy triste!
.Es ardiente, melanclico, suplicante: lllUY castizo y muy
.correcto.
El amor que nos canta,' a pesar de su exce1<;iJtud, es un
.amor humano que muere de congojas, que sabe de celos, que
finge desvos, y ",1 que no satisface la irrealidad.
A este poeta, que abunda en ardentas incendiadoras.
tiene una imaginacin sensual, le gusta la Venus del
amor carna;}, lan:aciela en nacreo coche mllirrno. La V'enus a
quien regocija el arrull? de las torcazas, y la que preside la
orga de fresas y el banquete de miel en las bodas accidenta-
les, entre ninfas y stiros. ,
Pero en las poe:;ias de Bergara no se halla un solo eleseo
qne no sea excelso. Sabe que la eterinclad quiere que la" mu-
sas 110 enloden sus alas con el lino negruzco. e11 las hOTheluras
del sensorio ciego. Su numEill no ignora que el allma del poeta
debe ser escogida y soadora. Soar con lo azul y desear lo
azul, es y ser el destino y la ley de la poesa. Bergara sabe
qne lo inmortal ha ele ser noble y honestamente hermoso. Y
sus versos vivirn, porque son inspirados, porque estn bien
vestidos. y porque son traduccin de muy honda vida espi-
l.'itnal.
<,-La poesa, ha escrito clon Nicols de Avellaneda, es con-
centracin, es reflexin, es poder dado a la palabra por su
sentido infinito. En Triunfal, Bergara llena todas las
condiciones que -exige de los poetas el sabio Avelheneda en su
precepto. La estrofa ltima, en la que se exhibe el ahna del
poeta en toda su plenitud, dice as:
43 PROTEO
ARIOSTO D. GONZALEZ.
Sabia es la dnda, yo te invito a dudar ...
Dudando a, lo imposible triunfante llegaremos ...
Yo te invito a estar sola,
Yo te invito a ser triste
y huraa
y entonces. para siempre. .. por siempre triunfaremos!
Yo supe tener f'.lleos de luz, pero los hombres
{Jre;veron que eran vanas locuras y se 1'0ron.
Y al reirse mata'oll
Los grmenes del verso
.Ms colosal, aquel donde una novia
Se viste ele imposibles ...
Que soy hurao!
por los que nunca lloraron mi sintieron! ...
y as pEsadmllente, l'in alma y sin cario,
Lo mismo que las rocas, lo mismo que los vientos;
Indiferentes. solos, arcaicos J' sombros
Sin nImbo marcha'emos,
Sembrando las espinas ele nuestro desencanto,
Vertienelo las ponzo'ias de nuestro desconsuelo!."
En las rimas ele Bergara no nada de artificioso y
i.le no e'.pontneo. Colora y cincela, descTibe y compara mag',
Jlfieamente, con exactitud, con he'mOSllra, sin que 11l1ela l
sudores su habitual correccin.
PROTEO 42
45
Visin que pasa s,u fuga silenciosa
Por el cei'ebro de un eximio artista
O Salom mostrando temblorosa
La cabeza trulcadadel Bautista! ...
l\[i amor no era una antorcha que lata
Empapada de mstica amargura;
lVIi amor era un planeta que ascenda
Buscando a SlL<; hermanos en la alltUl'a.
Todo pudo mi amor porque era bueno,
Noble y genial improfanable y fuerte;
Tena la savia de algn dios heleno
y el inmutable gesto de la muerte!
l\1i amor no era el placer del sensualismo
Que se rebaja hasta tocar el suelo ...
Mi amor era un pedazo de idealismo
Que iba a incrustarse en el azul del cielo.
PROTEO
y fu el milagro azul de la poesa
Surgiendo, Diosa, de la roca;
Diana de pie sobre una pampa fra,
y recogiendo estrellas en la hoca! ...
Contorsiones de danzas orientales
Fingidas ante un grupo de leopardos;
Pit{)n!sas que ensayan sus rituales
Con una leve inmolacin de nardos!
y fu el milagro azul de la belleza
Brotando heroica de la puma esquiva ...
Damayallti rugiendo de
O encendiendo una lmparra votiva 1
== ....... ----..._........ C ... -liiiIiiUi ... .:. .......... ... _
PROTEO
Todo pudo mi amor en tu destllO!
Como una mano misteriosa y tierna
Te libert del fango del camin{)
y entre los ,astros te depuso eterna.
Suprema cita
Jams el roce de tu carne suave
Le hizo torcer su luminosa huella;
amor iha a la altura como el ave
Que se enamora de una audaz estrella.
Leyendo mis cantares aprendi<,te
La clida 110stalgia de la. luna ...
y el secret{) au'cestral del cisne triste
Que agoniza bogando eJl la laguna ...
En el corcel alado de una nota
Supiste cabalgar tu frunta'Sa;
Luego cruzar una regin remota
Sobre la c.hispa azul de mi poesa.
Impreg'nadade todos mis sentires
La Grecia te di mrmoles y arpegios.
y el Asia con sus lricos fakires
La sensacin dre los palacios regios.
Yo fu tn Encantador; con mis ensueos
Aprendiste a sentir la forma vaga,
Las tiernas sinfonas de los sueos
y el dolor de una vida que se apaga.
44
41'
Nuestra es la ltima cita... Cuando inerte
Mi cuerpo quede ante el m<; tosco invierno,
'l'u alma que es ma le hurtar a la muerte
El privilegio de forjarme eterno ...
PROTEO
EuGENIO BERGARA.
Nunca jams ;:::e apagar la nota
Vibrada en tu interior snpremamellte;
J\Iustia la carne, la existenc.ia rota
Te har surgir maravillosamente!
y en medio de una ertica armona
Llena de luz, de sueos y colores,
T fuiste la suprema fantasa
Que llega augusta y derramando flores!
Virgen que bajo un prtic. radiante
Recuerda al ilusorio prometido,
En tanto qne su mano agonizante.
Despertaba las rosas del olvido!
y t fuiste la duea de ese Impcl'io
Tan hondo, tan egregio y tan arcano!
De ese mundo tan lleno del misterio
( ~ u e encierra el grave palpitar humano!
PROTEO
Profanar la mano palpitante
La carne tibia de jazmn y rosa,
Pero mi luz continuar brillante
Como una ~ n o r m e estrena milagrosa!
:l\Jarchat'cmos opuestoi por el mundo,
De toda nuestra vida bla'>fem:ando;
Per tu alma y la ma en 10 profundo
De un cielo azul se juntarn 110ra:lldo!
i Qu importa que hoy te apartes de mi va!
Yo fu el encendedor de tu penumbra
y tu alma insigne para siempre es la,
?Ia como la luz que en ella: alumbra!
46
.DECORAJ)/ON.-En primer trmino representando el 'in-
{llado de la farndula..
49 PROTEO
TITLRl'rERO
AUTOR
"\.UTOR
Dueiio y Seor ,de la farndula : contestad a fuer de sin-
eel'O, corazn en mano, falsa a un lado: ;;,i lo que o:" hoy pen-
samiento, se realiza, auguris justicia para mi lucubl'scin,
l'ecompensaa mis esfuerzos, aplausos para mi obra?
trneque del honor que me hacis, pidiendo a mi imaginaein
el argumento para vuestra obra. Mas, he de advertiros ...
De eso quera precisamente hablaros. Yo heellcanecic10
tras 'el teln de abigarracloscolorines; nadie conoce como yo
los secretos ele Tala 'ni tan bien al pblico; soy algo as como
un psiclogo de muchedumbres, y s de las turbas que no eono-
cen 'ni aprecian otro arteC'omo no sea aquel halagador a sus
instintos feroC'es... Nada os importe, seor Autor, ,de los
aplausos que atruenan el c.orral; a.plaudir lo hace
nllf\'llll easo hagis ele elogios, pues son interesaclos... ala-
banzas ponzoiosas! El aplaudir y el elogiar a C'onciencia,
phvilegio es de los menos; no busquis las palmas ele la Glo-
ria en los aplausos de los imbciles. .. Si yo fuera crtico de
Arte, dejara a un lado las ohras aplaudidas para analizar
cen detenimiento mayor las provoc.adoras del silbido, pues en
en ellas podra hallar algema palpitacin -artstica que no hu-
biera a las masas. Y esas multitudes idiotas. frente
a aquella manifestacin para ellas incomprensible, prt'gona-
dora. valiente de su maldad, de su ig11OrallC'ia, creyendo juz-
g'arla, ponen toda .su yileza ,en un silbido que C'onsideran un.
insulto ;.- una sancin... (Pausa.)
1, Creis, por ventura, que, en vuestros fant oe.hes, grotes-
('os muiecos de trapo y 0artn, cuerp9s entecos ataviados con
4
ARLEQUN
SR. POLlCHL.'ELA
PANTALN
TITIRITERO
AUTOR
POETA
PROTEO
PROLOGO
TITIRITERO
COLO.MBlNA
SRA. POLICHmEL.\
PAYASO
PIERROT
1IEFISTFELES
S.\NSX
AUTOR Y TITIRITERO
AUTOR
BAILARINA
HO.MBr.ES, 1iUJERES y DE PUEBLO
PERSONAJES
Es:e es mI proyecto.
La gran farsa
Comedia de fantoches, en tres actos un prlogo
(Comentarios musicales por Francisco Alfaro)
48
Seior Autor: para complaceros estoy. Excelente es Yues-
tro propsito y muy grandes son mis anhelos por serviros, a
.AUTOR
51
PROTEO
TITIRITERD
AUTOR
TITIRITERO
Comenzad de:,.de ahora, seor Titiritero.
AUTOR
TITIRITERO
Se,or Autor: si, como YOS intentis darmc a entender,
eso slo fuera una mera alucinacin de mi espritu, lma fan-
tasmagora de mi cerebro, ms humana sera la farsa. Olvi-
dil';, por acaso, que nosotros, los hombres, ordinariamente, no
tenemos conciencia ni tenemos corazn 1
Razn llevclis; con ]a preocupacin de la obra...
Vuelvo a repetiros que 110 hagis hincapi el1 ella. :VIis
mui'ecos os darn tema suficiente ; el argumento de mi farsa
ser el argumento ,de vuestra farsa. Y no digis ms, seior
Ator; poned atencin, esuchad ... Todo est dispuesto. Una
soja orden ma hastar para que .se reanude el easeabeleo de
la farndula ...
A] instante, insigne amigo. Seris complacido en vuestros
'deseos; vuestras aspiraciones se vern colmadas y vuestros
anhelos se vern realizados... Una sola cosa os advierto: 'fU
e.sta farsa, como en la de la .vida, se vern rostros aunque no
corazones. Dicho esto, 'los artificiales intrpretes comienzan
'a accionar. Abarse, seor Autor. .. Escuchis? .. El aman-
te Piel'l'Qt entona SIl cancin . .. j Arriba, arriba el te]n!
PROTEO 50
TITIRl'rERO
acanillados trajes de vivos 'colores, encot1ltrar personajes de
carne y hueso, humanos personajes con sus pasiones, can sus
zozobras de 'alma, con sus tormentos, con sus tristzas, angus-
tias' y alegras. , . ?
Nada temis; malabares juegos realizo can mis mario-
lwttes. Ahora les veris laccionar en el tablado de mi carreta
thespisiana, esa carreta que en su -cansina marcha de pucblo
en pueblo, de villorrio en villorrio, lleva tesOl,'OS de alegras
para los :extraos, abismos de 'ristezas para los mseros ~ ' a ' l
timbanquis. Nc os bulliciosos gritos impacientes, acordes de
msica ensordecedora? Es la 'eterna farndula, la cruzada
fara:ndulesca que, con su grrula inJquieta, sus abalorics, con
el falso brillo de sus oropeles y sus .e1ngaosos boatos, va ha-
ciendo sonar ,las trompetas de la Fama, arrancando palabras
de 'ldmiracin, provocando suspiros en las almas romnticas
de los enamorados, despertando acedosas envidias en las rui-
Iles alma<; de los villanos ... Esta noche tirar de los invisi-
bles hilos de mis muecos; bajo sus estucadas cabezas halla-
ris plpitaciones de pensamiento; de'ntro de sus acartonados
pechos bullirn pasiones y germinarn sentimientos; sus ex-
tremidadesaccionarn 'a.compasada, rtmicamente... Por el
tinglado pasarn hlitos de vida, soplos ide humanidad. .. Eu
esta farsa, mis fantoches tendrn conC'encia y tendrn co-
razn...
Y, decidme, seor Titiritel'Q ~ , no os engais al pl'ten-
de.r dades conciencia y corazn a vuestros atrabiliarios mu-
ecos, exticos personajes de vuestra farsa 1
53 PROTEO
Ammnos reani mando nUElstros espritus abatidos por
el continuo batallar con la vida, arrullando nuestros peni;a-
COLOl\[J3INo\.
PIERRO'I'
PIERROT
Pierrot, mi poeta, mi santa reaJlizacin!
COLOl\lBIN.\
Colombina, la ardiente impil'aclora ele mis e<mtares; la
que en lllis noches ele nostalgias ; de ensoaciones me aCGlll-
paa siempre con sn gra) recuerdo, la que me, ha cautivado
con ,,'lIS maglcos hechizos, COJ1 sus brillantes ojos <?OlllO estre-
lla" o. o estrellas qne deshojan sus irradia<:iones luminrosas
sohre mi cabeza de doncel soador y sobre mi corazn que
se aclol'lncce al rtmico comp'i de sns conmovedDl'as palpita-
ciones! .. o
Pierrot, tus estrofas repiquetean en mi corazn. o. Ama-
do Pierrot, bsame y dime dulces e inefables pa'labras de
amor.
j Nuestros corazones se unen a la conjunclOn de
labios! Nuestras almas se elevan y el silen!cio reina en torno
11uestro. Seamos eternamente jvenes, Colombina; la juven-
tllfl es amor y el amor es vida' Soemos apaciblemente nues-
tro sueo de enamorados y no despertemos nunca; nuestro
beatfico sueo perdurar hasta la eternidad... eterna nues-
tra juventud o. etm'no nuestro alllor!
PROTEO
A'CTO PRDIERO
52
Colombina :en la noche silenciosa
interroga'i el cielo por saber,
si ha de tardar la hora venturosa
en que a tu dulce amado vas a ver.
No suspires ansiosa y anhelante;
tu amado que esperabas,y.a llegl,
di,ina Colombina. P,alpitante
no te dice el alma qlte soy yo?
i Yo soy el e'iperac1o! Traigo llena
el alma de ilusiones aun en flor;
bajo la Luna pliJda y serena,
Colombina, te cantRr mi amor!
PIERROT
PIERROT Y COLO:MBIX.c
Colombina! j CDlombina! Mi corazn msticamente te
anhela; toda la luz de mi poesa, todos mis versos 8!pasiolJa-
dos son para ti; a tu pri.stina hermosura los ofrendo .. o Ellos
alumbran mi camino de poeta con flgidos resplandmes de
alaclinesca lmpara vo\'ao Colombiina: escucha mi cancin:
(Pierrot cantao-En lo partitura N: 1.)
DECORACION.-Calle de la villa donde se realiza la accin
de la farsa. 'Varias casas ele artstica cOllstnccCZ:n; entre
ellas se destaca el palacio del SR. Lo dems
se deja al libre arbitrio del escengrafo.: ste pl'ocural'l
que el decorado d la impresin de algo deslumbrador y
fantlitico.
PIERR1'
55
PROTEO
COLO}IBINA
PIERROT
COLOMBINA
PIERROT
COLOMBL'U
VOZ DEL SR. PLICHINEI,'\
VOZ DEL SR. POLICHINEL..-\.
i Colombina, hija ma!
j Colombina!. .. i Hija ma t ..
Mi padre t
Padre: acudo preSlUosa... Adis, Pierrot!
El terrible seor Polichinela!
j Hasta despus!
miEnto, en este supremo instante de celestial arrobamiento, de
n05ilgico embeleso, recibe santamente, inmaculadamente, la
bendicin de tu amada Colombina.
Colombina, adis!... Tu recuerdo me acompaa en to-
dos los momentos.
PROTEO 54
De pierrots y colombinas! De pierrots, los vehemente,
amantes: de colombinas, .las por sus exquisiteces amadas ...
silencio.) JVIrame, djame llegar hasta tu alma, d-
jame descubrir en esa vaga sombra de tus ojos los misterios
de tus noches de amor ...
COLOMBINA
Noches ele amor! Contemplar exttiea a la plida luna.
mientras Pierrot canta ;su serenata y desahoga en cuitas el
amor por S11 adorada Colombna.
PIERROT
Pierrot, en el silencio de e<;te instante en que todas las
cosas despiertan de su letargo y reviven ele su de.wanec-
COLO:\IBlN.\
Dormitar bajo las frondas en la hora suavemente melan-
clica de los crepsculos, cerrar nuestros prpados mientras
las estrellas abren los suyos para velar sueo, con
sus ojos rutilante5 y fosforecentes. Despertar luego con la
'aurora ele la maana y recibir en nuestras inmacu-
ladas frentes, como caricias de madre bondadosa al hijo de
sus entraas, los ,dorados rayos del Sol que es alegra, luz,
despertar de vida, anunciacin gloriosa... Colombina: de
rodillas ante tu fa<;cinadera y acrisolada belleza, pdote fer-
vorosamente tu santa bendicin de amor.
mientos con la celestial msica de nuestl'D himuo al Amor,
salmodiando nuestro canto a la Juventud y entonando ale-
gres, ufanos, dichosos, estrofas milenarias de Pierrots y Co-
lombinas ...
57 PROTEO
PAYASO
PlERROT
Burlona es tu risa: tus carcajadas lastiman el alma de
tu amigo ... Retn esas expansiones ponzolosas de tu espritu.
Pc\YASO
Sa,rcstico por los deseng'aos, hiriente y mordaz por el-
veneno infiltrado en m por mis !',emejantes, agTiamente s'Jr-
clnico de tanto enjugar mis lgrimas. .. Te has preslltado,
Payaso. .. i J a! ja! ja !. " Hoy Pavaso est muy triste ...
ql1isiera olviclar sus penas en el alcohoL quisiera reir mucho,
mucho. .. pero no puede! Payaso' tendr que llevar dentro,
en le ms hondo y recndito, ell recuerdo de Colomhina que
lo enga con Arlequn... Payaso quiere clesprende'se ele
ese martirizante recuerdo que lo atormenta acremelte y lo
hace llorar mucho .... lloro tristemente silencioso. Pero hoy
P'Waso no puede emhorrachaTse... Amigo Pierrot, escucha
el secreto de Payaso: hoy hace diez aos que muri mi ma-
dre. . .. i Pobre madre ma! Bebiendo ese nctar que disipa
el maldito recuerdo de mis pasados amores, amores que fue-
Pooreeito! i ja! i ja! j ja! Cndido de alma, incauto de
corazn!. .. Paya,;o re porque am como Pierrot!. " ; Paya-
so re de dolor!. .. Payaso re por no norar! J a! ja! ja [
Escucha, Pierrot: revolotean en mi imagillacin aoranzas
c1e mi juventud. Yo fu Pierrot como t, ingenuo amigo; Co-
lombina me eng'a ... todos se ensaaron con sus burlas, bur-
lronse ele mi elolor y el canelente corazn de Pierrot se torn
fro como el mrmol; el inagotable llanto de Pienot trocse
en inacabable risa ele Payaso.,. "Risa ele Pavaso!. " "J a!
" . ~
ja! ja !. ..
Pc\YASO
(eolombiila desaparece.)
PROTEO
PAYASO
PIERROT
PIERROT
PIERROT Y PAYASO
j Hasta siempre, Colombina!
j Amigo Payaso!
Hasta nunca, amIgo Piel'l'ot!
56
PIERROT
i Pobr2 enamorado! El eternamente engaado pOl' Co-
lombina! .]a! ja! ja!
Calla, Paya:,:o! No profanes con tu estpida risa los
sentires de mi amada. Brlate de tu imbecilidad, rideulo
bufn de los villanos, hazmerreir de tus semejantes. _. El
amor santifica nuestras vidas, Payaso; el amor ennoblece
nuestras ansias y endulza nuestro exi,:;tir. Nosotros, los pie-
rrots, nunca remos medioc.remente como ustedes que vinie-
ron al mundo desprovistos de todo sentimiento, de toda pa-
sin, de todo fuego, de todo vigor. .. Enclenque de natura-
leza, no te burles del amor ; eres Payaso, reconoce tu impo-
temcia para mofarte ele Pierrot.
59 PROTEO
t . i l ca del
(A. Sansn, que habr salido mamen os an;,s e.e,
.) ICHI"F'L \ ' l' Te he hecho esperar mucho, ;::;anS(ln,
::lR. P{ L ' ",... , '
P,\.NTALN
EntoIlces, bondadoso Pierrot, t nunca Payaso.,
. , ' "llera. en cambIO, traduClra"
reu'as' mentlclamente como JO, . " ' " s
en tus cantos insentidas sensaciones, utoplcas palprtdclO
n
e
ele tu eng'aado corazn.
Pierrot seg'luYa cantando a pesar de los deseng'aos; leb
1
'1 . o' roI1111overn imperturbable de su
( e"r llSlOlles 11 < ., , .
'. ,.' . PI'"'-}'I'Ot es muy bueno! Y l, entonara hasta su
(",0,- aZOll. ..! '-
muert-e hermosos cnticos c1e1!1llor,
PIERROT
S.\NSN - P,\NT,\LN - Al final :MEFISTFELE8
(Mutis de Pierrot !I de Payaso.)
P;\.YASO
No. vamos lejos, muy lejos ... Si te quedas comprobars
el mentido amor de tu duea y entonces las est1"ofas que sal-
o'an de tu c-orazn se transformarn, al llegar a
l:l 1 te0 "ollozos (luieres cantar la fldehdad elB
en (esesperan '" '. .. "-J ,.
Colombina. no vigiles sus actos. De otra lllanera veras en 1'\11-
nas el templo del amor, forjado, conlstru.c1o en tu mente so-
adora de Pierrot. Vamos lejos, muy leJos ...
PROTEO 58
PIERROT
ron y que 1.10 volverm ms, provocara la maldicin de 1111
madre, profanara su apacible sueio ... y con el alcohol yo
tambin me dormira, aunque inquietamente, enterrando en
las regiones del sueo el re'cuerdo de la prfida Colombina;
pero S11 dspertar sera muy tr1<,1e, muy y Paya-
so no podra rei'r; los muchachos en vista de que los aburri-
ra con sus rictus de do,lor y S115 mnecas acongojadas, le tira-
ran piedras, se burlaran de Payaso... cuando es l quien
debe burlarse de los dems, j Pobre madre ma! No creas que
es una recrinllacin la que te hace tu hijo,.. es qne ellos
.5on muy exige!lltes y quieren que en todo momento Payaso
ra, aunque en su interior se torne en lgrimas su risa ...
Re, Payaso, re... j .Ja! ja! ja !...
PIERROT
j Pierrot ha llaeido para ser engaado por Colombina!
No me hieras, 110 me lastirrnes con tus faIsas carcajadas.
No martirices '11'1 poeta con amargas filosofas. " dja10 cau-
tal' la5 excelsitudes ele su amada Colombina; deja que en sus
estrofas ensalce la majestuosicladelel seor Polichinela, la
prodigalidad de Pantaln, las3Jlegres risotadas de Payaso,
la .herelea fuerza de Sansn, e:l acendrado altrusmo ele l\Ie-
fistfeles. .. Mis versos sern elegas triunfales, salmos vi-
brantes a la nobleza ele espritu, a la bondad de corazn ...
Pierrot ha nacido para cantar dulces trova.., para ser acompa-
fIadas armoniosamente COll. su inseparable mandoililla ...
j Observa! Sale Sansn de la casa eTe su amo; el seor
Polichinela. ()cltmonos,
61 PROTEO
Nada temis, seor Pantaln. Idos tranquilo; me ell-
eal'gar de avisaros de las lluevas que ocurran.
P.\NT.\LN
No, interesada, interesada... Tomad: esto. por ahora.
De,:.opus, all veremos; depende de eomo te portes.
::\Iandad, "eo!'.
SANSN
Desde ahora podis eontar con 1111 desintel"esada coopel'a-
cin ...
SANSN
PXNTALN
PANTALN
Es menester que me facilites una cnt'evista COll Colom-
bina. He recapacitado razonadamente sobre este asunto y he
eomprohado que realizara un hrillantsimo n0gocio casndo-
me con Colomhina. j Si esa santa uni6n se realiza, ser 01
mejor negocio que efectuado Pmntaln en el transcul'SO
de su activa viela mercmltil.
SANSN
Bien, formielable Sansn. lVIuy poco he de pedirte ... y no
01vides que todos tus servicios sern recompensados esplndi-
damente por Pantaln.
te. .. Pero eso s; tengo una fuerza pujante 'S' brava, clon
preciado que me leg la naturaleza.
PROTEO
SANSN
60
Por ende, se tra1 de alguien que posee el merlincsco
talismn?
P,\NT.\LN
PANT.\LN
SANSN
Una preg'llllta algo indiscreta he de haceros. fiel servi-
dar: Es verdad 10 que se cuenta de vuestro seor? Es tan
rico como se 11<1 dado en pregonar por toda la villa?
Letrado no soy, seor Pantaln: muy poeo s de libros;
los dsicos no los conozco y la alquimia tan "lo s que exis-
SANSN
Poco curioso soy, seor Pantaln; muy poco puedo deci-
ros al respecto, pero a m me consta que el seor Polichinela
pasa por ser el ms aCBudaladci de la comarca. Su fortuna, })Ol'
lo que pareee. es considerable; sus gastos son desmedid03, des-
enfrenados; las fiestas en su pa
1
lacio son las ms 1"o,gias, las
ms esplndidas que se conocen; sus trajes son de legtimas
-telas de Oriente: su museo es una maravilla paradisaca;.' el
lujo fastuosamente extraorcl1al'co con que tiEne puesto Su pa-
lacio hace recorela' a los maraVil1osos cuentos ele Las mil y
una noches.
En este mismo instante a{;abo de salir de caS{l de mi .amo,
el selLor Polichinela, a llevar Ul1,Cl1carg'o de hija COIOlll bi-
na para Arlequl. De paso vena dispuesto a recibir vuestras
:rdenes, seor Pantaln.
(Yase.)
63
*
uersos...
PROTEO
Estos
Estos versos, estos versos que florecen
llenos de melancola,
los eseribo una maiiana
clara y tibia
una plcida maia,lla
clara y tibia...
Fu feliz la noche ltima ... La esperanza,
la bendita
esperanza, en mi interior
rima
con mi augusta juventud,
con mi sangre turbulenta, COn mi vida ...
. . y estos _versos. .. estos: versos que florecen
llenos de melancola,
en la plcida maana
clara y tibia Lo
PROTEO 62
ROBERTO ALE.JANDRO TALTeE.
( COllti1l1wr.)
Perfectamente COIIyeillldos. Hasta ciclpeo Sail-
sn. Y no te descuides. Por mi parte, estar sobre la pista;
este negocio me triene muy a!larmaclo. hace m'lItis.)
j Pantaln, Pantaln, sers ms rico que el strapa Nabuco-
donosor!
Estos versos son tus versos... Son los versos
que ha rimado la tristeza ...
* Juan Mario lVIagaJ.lo.l1es es un poeta inspirado. hondo y sell-
sitivo. que salle expresar pensamientos en el ritmo verbal que
mejor se a.dapta a,] I'itmo elel sentir. .. .
Fn laureado el ao iltimo en los J.uegos Florales de
y ha publicado no hace mucho un libro de poesas tiernas y sen tl-
ment'ales que se intitula Mi bculo. . ..
Es autor. tambin. e cuentos y dramas que mantlen.e aun
oitos. y que el da que los d., a la luz pblica. apreClal' y adml-
mI' nuevas facetas le su cultivado y aIto esp;r:tu.
64 PROTEO PROTE0 65
Son los versos que han rimado los minutos
qne se fueron... Ellos son la enorme pena
del pasado ...
Son la niebla
del misterio formidable con que siempre
nos. ahoga cada nueva primavera ...
Estos ve'l'SOS son tus versos. .. Son los versos
que las pobres criaturas de la tierra,
todas, todas,
han' escrito con la sangTe de sus venas
en la pgina azulada de una n o ~ h e ,
de una sola noche azul... bendita sea l. ..
No son tuyos estos versos
llenos de melancola,
que flore'3en en la plc.ida maana
de tu vida? ..
No han prendido en tu interior una lgrima L.
una lgrima pristina
por la azul porcin de ensueo
porque ayer vibr tu vida? ..
No has temblado lleno,
lleno ele melancola? ..
... Oh, estos versos que se suean las maanas
claras, tibias,
cuando fu la noche grata, y e<st el alma
de rodillas! ...
JLI.N l\L\mo l\AGAL;LANES.
Una estrofa indita
Cuando das pasados, en el Hotel Orienta:l donde reside,
visitbamos 'a nuestro eminente compatriota el doctor don
Jos Sienra Carranza, llevados por el eleseode obtener una
colaboracin de l para honrar las pginas de este primer
nmero de nuestra revista, una muy feliz cuanto inesperada
ocurrencia vino a aumentar el xito de; lJUestra gestin. (Y
aqu es bueno hacer constar que ello .demuestra que todava
en Montevideo todo no es contrario a la suerte de :las letras.
Aun pued2!n ellas tener en su favor la casualidad.)
Despus de Ique con la ms buena vo!tmtad nos entregara
su estudio de la cuestin de Mjico, que hoy empezamos a
publicar, mientras el prestigioso publicista cerraba lUla ca'l'-
tera que guarda legajos de otro tiempo, desprendise de
e11a un trozo de papel ama.rimento que a la avidez de nuestros
ojos pareci lleno de algo as cemo una estrofa. Y COmo al
leerlo yiramos que lo que lSo;;-pechbamosera una quintilla,
casi est de ms decir qu.e imnec1iatamente sentimos en nues-
tro nimo la resolucin de no devolver el pequeo haJ1lazgo a
su dueo. Pero, habamos sido vistos por ste y, c.omo era de
prever, medi lo inevitable, se empe la batalla de sus escr-
pulas contra -nuestra obstinacin.
Reclamos, protestas, hasta indic.ac.iones de elementales
deberes ele respeto a la legislaein yigente para garanta ele
la propiedad, de todo opuso y arguy el autor In su inters
de evitar nuestro designio. Todo fu intil, y conveneido, al
fin, ele que perdera su pleito, resolvi, !a fuer ele abogado,
transar con esta frase' Bien, pues, sea eOlITO ustedes quie-
ran, pero eon la obligacin de titular la quintil1a, del tiempo
5
DEL TIE)[PO DE FLOR DE UN D.\
ms bajo
PROTEO
poco un Habla
Habla un poco ms bajo que te escucha el silencio
El nico egosmo de mi vida est en eso
de querer que tu voz no la escuche el silencio.
:JIARIO ESTEB.\N CRESPI.
Ciena lllUY hien los ojos que pasarn espectro;;.
La nica ansiedad de mi vida esi en eso
de querer que 110 veas que pasan los espectros
No llores que he soiado que me quedaba muerto.
La nica maldad de mi vida e,st en eso
de querer que no llores cuando me quede muerto...
Sonre que hoy he escrito para ti muchos versos.
El nico capricho de mi vida est en eso
de querer que sonras cuando te escribo versos.
PROTEO 66
Tengo una 'estrella fata'!!
Aljate hermosa dama.
::Mira que siempre fu el mal
El infalihle final
De mi romntico drama..
de Flor de un da. Y, como era lgico, accedimos gustosos
a ese avenimiento.
Glaro est que ahora no tratamos de justificar nuei>tra
actitud, ni de negar que esa determinacin acerca de un bien
ajeno haya sido incorrecta y todas las dems cosas feas que
ello tiene nece,sariamen1te que parecer 'a cualquier persona no
necesitada ele originales>.> valiosos. Pero, tampoco prtende-
mas Ser ,diferentes o mejores que los dems directores de re-
,istas. Y tamhin es verc1a'el que esperamos que ell autor con-
cluya por perdonarnos la indiscrecill, como seguramente lo
harn Dios y los lectores.
Tal ;la ltima historia ele la indita estrofa. La primera,
la de las horas galantes que le dioron origen, esa no ,la cono-
cemoS. Y acaso sea mejor as. .. para que no se nos acuse de
mayores indiscreciones ,que la de esta puhlicacin:
69
Los otros estn silenciosos.
Parecen esfinges.
Como ellas son graves. La duda
dormita en sus grises
pupilas cansadas ...
Los locos, l nos odian 1, son tristes 1
y algunos se agitan por todo..
Parecen el miedo
(un alma culpable,
un cndido pE'cho).
No oyen, se agitan!, no hablan ...
.Jams yo sabr su secreto 1
Hay otros que van sollozando
o estn taciturnos ...
y van caminando muy lento,
y llevan los labios muy juntos,
la frente amarilla,
los ojos de luto.
PROTEO
Los locos
Yo vi la otra tal'de a los locos.
Qu tienen de hurafio en el. rostro'?
Algunos de todo se ren.
Qu quieren decir con su risa?
La pena 1 La queja sarcstica?
Reirn de alegra?
O acaso su risa es la fiesta
de estar sin vivir en la vida?
E.ran tres cisnes negros que surgieron del cieno.
Un da entre los da.s, nadie supo ms de ellos ...
(Yo he sentido esta tar(le andar por mi cerebro,
unnimes y 'trmulos, tres pensamientos negros ... )
lVIARIO ESTEBAN CRESPI.
PROTEO
Tres cisnes negros
Esos tres cisnes negros sufran el dolor
de las almas que buscan en los templos de Dios,
eterna, intilmente, la eterna redencin ...
En un lago esplendente hubo tres cisncs negros
que bogaban unnimes, intensamente trmulos,
en busca de lUlaS blancos y milagTeros.
68
71 PROTEO
Madre nuestra*
Edovico Revelle es un eS0l'itor joven, de mrito, de talen-
to, de privilegiada preparacin intelectUal! Y que posee. la rara pre-
rrogatha,-rara en este pas donde se anhela tanto la popu;aridatl
y el renombre-, d., gestar' en la sombra, sin Ia contraproeJucente
sancin d:el prjimo, y es. en el si1cncio ele sus meditadones y en la
'usterillad consciente de su vida y de su obra, que ha Escrito con
mclcha rultura )' serena .profundidad varios dramas eJe elevada signi-
ficacin en nuestra de:;prestigiada Y mediocre literatura escnica.
No ha de tardar el momento en que, nuestro colaborador, rompa la
indifel'encia del ambiente y abandone su labor si'lenciosa, para (ltI
\pneba fehaciente de sus relevantes mritos)' de sus graneles con-
'Clic:ones de escritor consciente)' digno j," SLl la1Jtr.
Alegra! Humana alegra; mina de todos los tesoros;
manantial de todas las fuentes; trino del pjaro en los bos-
ques; quietud perenne en las noches; eterna y diyina jUyell-
tud en el hombre ...
Y disei'ando un gesto amplio y solemne, igual en majes-
tad al Infinito, entonan ellzosanna,-que ha sido y es el canto
en e1108 la suma beEl.eza de su arte y ele su todos Jos
grand'S maestiJ:.os en lo que han dado en !lanar armona per-
fecta y superior.
Xada ms grande que el cntico Yibrante que se eleva
fl las estrella.s, bajo el anhelo al1Cliente de una suprema ideali-
dad, de una supremaa.spiraein.
Son los artfices del yerso y de las formas, los que hacen
nn canto ele su arte y de su vi's:la; los que remontndose a las
fuentes ele la antigua Grecia, hallan en el rapsoda heleno, toda
la infantilidad, toda la ter11111'a, toda la poesa, y toda la
bondad salltacon que l'lenar el alma; alma humana que siente
las nostallgias de una imag'en serena donde posar su inquie-
tud; su ansiedad de paz.
Yo yi la otra tarde a Jos locos
y tuye una pena lllUY honda.
Re, me agit, "J", sonriendo,
dej que pasaran las horas.
Despus tuve miedo y yolv
temblando, en la sombra.
l\l.\RIO ESTEB.\.N CRESPI.
PROTEO
Qu quieren decir en silencio
los locos? Reirn de alegra 1
. O acaso su risa 'S la fiesta
de estar sin Yivir en la yida?
70
EDOV1CO REVELLO.
y pasan cantando ...
Sigamos, pues, a ellos, pen,.,ando tambin en nuestro
mundo, forjado en el calor de ensueos adolescentes. Van al
camino del triunfo, todo de sol y oro, donde mora la dicha
absoluta, rica en dones.
No es menester ningn esfuerzo imnenso' tan slo e.s
preciso preparacin de espritu para los nobles sentimientos
-que cuesta poco, puesto que la inclinacin hacia el mal es
un morbo que consume en espasmos estrirles, y es un bien
matar grmenes impuros.
No es menester ningn esfuerzo inmenso para la ele"n.l-
ein de eoncepciones subjetivas. Basta el solo hecho de con-
sagrarse al ingente deseo de amar la vida senema, e:s:enta de
arrebatos, de intrincadas tergiyersaeiones, cleegoslllos, ele
intensos apa'Sionamie:nit:os; de amar la Naturaleza por lo que
tiene ele puro, de sentido, de bueno; ele amar la Humanidad;
de llenar, en fin, el corazn ele amor.
y entonces, en el sosiego de las noehes y los das, eom-
preneleremos cun bello es el que ansan todos los gran-
eles m,w"stros en lo que han dado en llamar armona perfeda
y superior: creaein, en la alegra, de arte, de vida, ele luz.
Ah est el eoncepto amplio, elesme"suraelo, ele la vereladera
finalidad espiritual: sumando seneillez, gellcrosidad, Yrtu-
dE's, abnegacin. goces tranquilos, voluntad, yoluptuosida;d
hacia el bieu hacia el afecto, y as, reforzando el C0ro de
esos que deben ser hermanos nuestros; de esos que todo lo
sabem, podremos entonar, tambin nosotros, el cntico que se
eleva a la quietud de la.'> estrellas: alegTa! Madre nuestra;
eterna y divina juventud en el hombre ...
y arrecie la tempestacr sobre nuestras cabeza.s, que, tl'an-
qnila la conciencia, la frente pel'ma'niece altiva y la pupila
mira desafiante al sol.
(,y,) Armando Galle es joven; Armando Gallo posee un al111'l
exquisita y ... Armando Gruliio es bueno y es modesto ...
Ha concebido poesas de hondo sentimentalismo; todas ellas exentas
de esas originalidades exticas e incompre.nsibles que preconizan
Jos tantos rimadores de versos p'laga.dos de rarezas y pedanteras
dei"preci'ables..Porque tiene un concepto muy elevado del arte y dei
ideal. 0s de esperar del numen poco comn y nada ,-uigar de nues-
tro poeta. producciones literarias que dirn mucho de su taliento, de
su aristocracia espiritual y de su inspiracin elevada.
73
Noche en el alma *
Era nn ata l'clecer; bajo las fronelas
marchabas, pensativa, al lado mo;
haba en nuestras frentes densas sombras
y {"nlluestras almas fl'o. .. mucho fro.
PROTEO'
- Qu tienes 1, pregunt al sentir muy fra
tu mallO que apoyabas en la ma.
-; Es la Noche!... dijiste
Yo C0111prend call... Tristes reflejos
bri11aban de la luna, y a lo lejos
se iha el fml1asma del amor llorando.
-Escucha, lllusita'<te, ya la tarde
agonizando va, la l\oche cierra,
No la sientes en tu alma?.. Fu cobarcle
y los ojos baj hacia la tierra
PROTEO 72
74 PROTEO
oa s i s
(A la Srta. E. l.)
PROTEO
La *
75
Yo vengo, fatigado, ele regiones
misteriosas e ignotas como el S1lO
Hace ya mucho tiempo que camino
caravanero ,de 'mis iJusiones.
y anhetlo reposar... Slo ficciones
y espejismos de amor puso el destino
en mi triste ambular de peregrino
por desiertos poblados de visiones.
Amada, t que sabes de verdades,
de ensueos que son santas realidades
allg'ate a mi alma que te inlVoca.
Abrevando, final de mis empeos,
la loca caravana de mis sueos
en el oasis rojo de tu boca.
AJnfANDO GAI.1LO.
Por enc1na de todos nuestros dones y nuestros bienes
terrenos, hllase la palabra hechicera, que fluye de los lrubios,
que smge de la pluma domeada y obligada aJ trabajo por
una voluntad firme, para decir de cosas que suceden en aquel
lago quieto, sereno. de una sorenidad bblica, se pudiera decir
mosaica o abrahmica, ele nuestro iUlterior.
La belleza de la palabra, ulica que nuestro espritu com-
prende ampliamente, est, ante todo, aun cuando no lo crean
aquellos que slo conciben la belleza externa y sensible, en la
hondad, en la utilidad. en la amabilidad elel concepto que
expresa; que la mayor belleza del voca:blo est en su sentido
ideal.
y si la belleza ei propiedad de las e-osas amables, o tiles,
o buenas. o est. al decir de Platn, en lo que inspira amor,
o es la sensible de Baumgarten, la pailabra es
hella elesde tod punto de vista, y su virtud ele belleza cabe
en cuantas c1efinicione.s ele esta ltima se han hecho. Defini
ciones quc; por otra partc, no han tenido llll resultado cierto,
no han llevado al fin precoD!cehido por cuantos las tentaron;
puesto que es vana tarea la ele querer encerrar, en una frase
(*) RevE-l.jo. escritor aun desc.onocido en nu,estrcs crcu-
[os literarios. no tardar en imponerse en forma digna y elocuente
1)01' tratar,;;e de un joven gC$tac1o:r de formas. ,que hondo Y
,medita "erenamente. Con una s'hda preparaclOn, nunca. s:' ha pre-
ocupad,') mayormente de E'logioR alentadores, ya que 6.1, ahClente pal:a
"U labJr lo ha encontrado siemyre en la reconcentraclOn de su. esPl-
, ,;HU; rr..as. hoy, abandonando su ingnita modest'a:, y ete
un E'scritor indito se ,da a conocer con un pClueno a,l'tlCu:lo que, .s.
hien no es trascendental ni d", grande importancia literaria o
tic8, es como el pro:legmeno de una produccin ms extensa, ma,;
y ms a'leccionac1ora.
poco extensa, la infinita extensin de nuestras cosas interin
res; que slo es definible aquello CalJaz de ser medido Y. 001'
lo tanto, comparado. .' -
El arte de la palabra cumple mejor su finalidad que to
das las otras formas empleadas por el hombre para materia-
lizar su belleza interior.
y esto es porque nuestro espritu exhala, por medio de
l, todo su conocimiento esttico; porque la paJiabra entra11a
todas las artes bellas; porque musiealiza en el discurso y
dibuja en la imagen. .
y qli sorprendente transformacin la de la belleza del
chbujo, nada sugerente de por s, cuando viene hasta nos-
otros, vvida, en la p<lJlabra rtmica de sublime poeta, de pro-
sador sutil!
Una estatua, un edificio arquitectnico.. un cuadro no
fueron nunca tan comprendidos por nuestro intelecto. como
cuando, tran.'3formados por el poder d'. las palabras que los
describieron y los en.saJlzaron, inClinaron a nuestro espritu a
pensar hondamente; que el arte de la palabra es el nico, en-
tre las artes, que, adems ele despertar sentimientos, inclina.
al pen!samiento.
La imagen, forma literal'a purame.nte objetiva,-se pll-
c1ieradecir que es la aplicacin de la pintura en 13s letras,
eon su colorido, su delineamiento ca,ractersticos-, aun euan-
do no tiene ni el lujo de detalles con que se la podra pintar
sobre una tela, ni la prec.isin y medida en el dibujo ct?'l
asumto, se nos presenta, la mayor de las veces, con una
potencia y un vigor tan grandes, que hace que la sintamos,
necc".\ariamente, all en lo hondo del espritu, donde tienen
las ideas Su recndito y misterioso origen.
La imagen ondula primero, se estremece luego, para fijar-
se despus, clara y ntida, bajo la accin de las ideas que'
despertaron a su llama:do, y que La agiganitan o la empeque-
ecen, la acercan o la alejan, segn el alcance crtico elel que
ALCEa REVELLO.
lee o del que escucha, con el slo objeto de precisada, de ebfi-
nirIa, de investigarla;
y la imagll se jrulta, en la palaln:a, a su musica:lidacl iug-
nita, para constituir un todo armnico, ele belleza suma; que
siempre que aparece ante nosotros nos lla;ce ver y OH'. no
con 'los sentidos del cuerpo, impotentes y sino' con
los sentidos del espritu, que pueden comprender, en un
instante, toda la belleza, as como comprenden todo el bien.
77 PROTEO
PROTEO 76
78 PROTEO
HFlorencio Sanchez
JJ
POR ROBERTO GIUSTI
RobN1:o Giusti ha publicado una bella y bien documen-
tada biografa de .F'lmencio Bllchez, ,donde, en estilo seneiilo;
correcto y ameno; traza la desordenada vida y analiza la
fecunda labor teatral del autor de Los Muertos.
No fu l<'lorencio Bnchez el fundador de nuestro arte
escnieo; pero cre una modalidad llueva, la impuso y vnlga-
riz. Transform nuestro primitivo teatro criollo en teatro
de tesis modernas y costumbre.q patrias, marcando nuevo,
1'111nbos a la ,dramaturgia nacional.
La ilustracin literaria de Snchez era escassirna, y el
estilo de sus obras es pobre y desprovi<;to de las galas del
buen decir, pues no supo fundir con altiva elegancia las cosas
que senta. Y as lo reconoce Giusti, cuando afirma";
El no era un escritor de estudio. Era un intuitivo. rre_
na la visin innata del teatro y lo amaba por encima de
tedas la:s cosas.
Posea el instinto del desarrollo escnico. El boceto ms
sencillo era siempre un cuadro vivo, lleno. de color y de emo-
cin, creando el lugar caracterstico para el personaje exacto,
en una perfecta compenetracin del valor dinmico de todo
proceso dramtico. Y en este arte de n1.anejar los muecos
sobre elE'scenario, es, sin duda, el ms conocedor de los recm:-
sos c'Jcnicos de nnestros autores.
Veinte obras 110S ha ,dejado, dice su bigrafo, entre las
cuales estn las de 'mayor sustancia hunHlna del teatro ropla-
tense: amarg'as represenrt:aciones de la vida, no sin asomos de
crtica socul; como JI'hijo el dotar, La pobre gente, Lag
JIllertOg, Barranca aba;io, En familia, La Tigra,' drama:s de
tesis valientes hasta la temeridad, omo Nuestros hijog y Los
derechos de la salud; obra:s simblicas dentro de su crudo
natul'Rlismo, ,como La Gringa. Y luego las menores: sobrios
y hondos dramas, cuadros de costumbres, comedia'> satricas;
en los ms diversos ambientl)s, el campo la ciudad, el con-
ventillo yel palacio, la familia y el bajo fondo; y en todas,
realizadas con gran simplici(iad de medios, un asomhroso de-
1'roehe de vida, de movimiento J' de color ...
Y, lnego agrega Giusti: ... tal vez su influencia fuer
ms real y positiya ,de lo que podra suponerse: el hecho es
que desde 1910 lla:sta hoy, nue:stro teatro ha decado. Todava
se escriben para l algunas comedias con sruno crite1io de arte,
que logran legtimos xitos teatrales, pero son las menos: el
niv01 medio de la produccin en ambas orillas del Plata es
inferior; la mayora de sus eultores de antes vive ahora re-
trada de la escena; los que surgen,qe valor, son contados;
el es escaso; la emmacin nula.
Ello no signifiea que el teatro nacional no constituya
un excelente negocio. Como empresa lucrativa es de maravi-
lloso rendimiento. Unico afn ele la:s compaas y de los auto-
Te.s,quielles han formado una poderosa :sociedad qll'e les admi-
nistra las" ganancias, es acertar con la obra que obtenga el
li1ayor nmero de representaciones. Todos miran a la pieza
que pueda repetir.se cien, doscienta:s veces, poco importa por
qll& y cmo. Pasaron ;va los tiempos en que l<'lorencio Snchez
yenda sus comeelias por nnos cuanto:> centewlres ele pesos;
ahora, con el teatro natnal. se amasan fortnnas, secompra:
n
casas; :se tiN1e automYil. Los xitos se miden por les saldos
qile arrojan los bonlereaux: los peridicos ya no se pre-
guntan, al concluir la'> temporadas, cules han sido las ohras
ms bellas y ms fuertes, sino ,cules han cl&do ms dinero a.
sn autor. Los balances de las temporadas ::uman milloues de
Los favorecidos se llaman C+arca Velloso, padre espi-
l'itualclel movimiento, Escohar, Roldn, Baldas, Novin, Ba-
80 RRTE
PROTEO
81
vn Herrera. Linnig, de Rosa, Collazo; las obras triunfantes:
El cabaret i11olltm(l/,tre, Las de8arrasqueta, El tango en Pa-
rs, Delirio de granclez.as, El vasco Olava!Tw. Slo por' ra-
rsima exeencin log'l'an xitos necuniarios .]os ms finos y
honranos in'genios; los dominadores de la escena son los arre-
g'ladores de pochacles, los explotacl()!res del cabaret y cl"el
tango, supremos recursos teatrales, los urdidores de fbulas
hilarantes para uso y eonsumo de los Parravicini y lo.> Ca-
inteligentes cmico-empresarios, tan inteligent% que
han acabado por comprender enteramente el negocio y escri-
birse las obras por su cuenta. Esta poca declesenfrenaclo;,:
apetitos ne entie!I1de de escrpulos en el comercio: la norma
es acaparar, falsificar, aprovechar; cmo pnede extraan10'3
la conducta de los industriales elel teatro. que siguen ei eJem-
plo comn? Pero que no menten el Ideal! Fervor idealista
hubo en los autoreSl;'Ul aquel perodo que entre 190;3
v 1908 ahora ... ,qu es lo que hay ahora? Sera illjlLSto
;lcgar a' todos en montn y cerrar el camll10 a la esperan7.a.
Aunque arrollados por el teatro de risa, o el sensiblero y
cursi. o el canallesco, quedan autores y compaas que HUll
luchan, mal que bien, por el a1i.e. Otros se han rendido. Se
.iniciaron con la ailta comedia y han desbarrancado en el gne-
ro libre. No quiero particularizar. Deseo que este ensayo S'2'11
una relacin objetiva y no un artculo de polmica personal.
A lo que,con mucha razn, dice Giusti, se le puede a,g-re-
g-ar esto otro, que ha escrito un reputado autor teatral y cr-
tico sagaz, el doctor Vetar Prez Petit:
La tcnica, el buen g-usto; .el inters, el talento, faltan
por completo E'n esos sainetes hechos dE' medida para n pbli-
co bajo, ignorante y g-rosero. Obras c1estinaebs a halagm' los
. bajos instintos de las ,maritornes y caballerizos, a ref0ciar
mismas gentes que retratan, slo presentan en escer,a rufIa-
nes y prostitutas, compadres y minas, .la,drones y borra-
chos, viejas celt'isi:ians y pebetascrrompldas, haraganf'S y
-vividores, taita5 y mocitos de presa, degeneradas y bai-
ladora" de tango, toda la falange dantesca del vicio y el arra-
bal. El lenguaje empleado en tales obras, ya puede imagi'nar-
.se cmo es: un lenguaje desmaado, torpe, repugnante, que
111lele a establo o Il1ucnceba, que hay que interpretar 'on un
lxico especial, que levanta el estmago de los que no estn
:acostumbrados a los malos olores. y la trama o asunto de tales
{)!J.l'as, siempre igual, siempre la mi;sma, siempre girando alre-
de{lor ele los mismos tipos, siempre reproduciendo idnticas
semejantes escenas, es de U1na chatura y pobreza tan feno-
menales, que, al abandonar la sala., salen los espectadores
renegando del idiota que les ha hecho perder la noche, o
preguntndose si el descarado autorcillo no se estara hurlau-
do de ellos y de todo el universo.
Cualquiera de esos espectculos re$ulta nm1 blasfemia
J)l'oferida contra el arte y un ,disimulado insulto llfwho al
l'cspetable pblico. Cualquiera que tenga su poquillo de dig-
nidad, ha tenido que sentirse rebajado al oir las torpezas y
al presenciar las imbecilidades que se hacan y vomitaban en
la escena. Cualquie1l'a que haya pensado a,lguna vez en lo ne-
cesario que es difundir la instruccin pblica y cepillar a lo,
palurdos para convertirlos en gente, tiene que haber experi-
mentado an.sias de llorar a gritos ante Ul10S espe;ctculos inmo-
rales, que slo podan relajar los buenos sentimiento.s :l re-
hlandecer todos los cerebros.
Dura es esta crtica, pero necesaria. Obra patritica es,
sin duda ale:nna, velar por mejoramiento de las obras y PO]'
el perfeccionamiento de los actores.
y 110 se diga que hay que escribir y re'l)1'esell:tar bodrios
y adefesios porque el pblico no va a ver otra cosa. Ese es
sofisma demasiado torpe para que pueda convencer a
nadie: la muchedl1mbrees incoILSeiente y se adapta con resig
'naein a lo queie ofrezcan, ,sea bneno o malo. Ya Cervantes
refut, en Hl genial novela, e<;e grosero error, cuando dijo que
no est la falta en el vulgo que pide disparates, sino en aque-
llos que no saben representar otra cosa. .
Despus de narrar con todos sus pormenores la vida de
impenitente bohemio que llevaba Snchez, hace Ginsti un
anlisis minucioso :l hondo de ISUS producciones teatrales, y
su pensamiento en estas frases:
Su visin eraconmnimente pesimista, sombra. Su filo
sofa, ftltalista. La leyes el dolor, parece decirnos. La culpa
es de la sociedad,c1e la misma vida. El hombre no es walo.
Pcrdonmoslo J" compadezemoslo. Los hombres son dbile:,;,
enfermo.s ,de la voluntad, engaados por los prejuicio.s, deVO-
rados por las pasiones, dOlllinados por el instinto; pero no
intrn.secamente malos. Examnense sus obras ns amarga;:;,
En familia y Los Muertos, aquellas en que el autor pal'ece
haber perdido toda esperanza en los hombres, a quienes des-
pr2:cia: todos degradados, envilecidos, cnicos, sin redencin
posible. En ellas se descubrir seres extraviados, ninguno fnn-
damentalmente perverso. Y ms que extraviados, cado.,.
abrnmados por un peso. ilevalltable.
Es indudable que Snchez exager, en alguna.,> de sus
obras, la. nota pesimi'sta, para ofrecernos slo necios, dbiles
y Odio, lujuria, envidia, avaricia, o bien cobarda,
incapacidad para la accin, amilanamiento ante cualquier
dificultad, son las caractersticas ,de la vida de muchos de sus
personajes. La voluntad est ,en e1l:O-s reemplazada por sen.'>a-
ciones y 110 pasan de ah. Es un nnmdo pequeo, bajo, cena-
goso y poco interesant,e. Hambricntos de dinero o ele goce
fjUe disputan su presa a bocados y zarpazos; hombre3 que
gritan, gruen, rujen, o que braman de dolor, pero en quie-
nes las faeultades intelectuales, o son rudimentarias o estn
subordinadas por completo a los apetitos materiales, y que
eareeeu en absoluto de sentido morp.l.
83 PROTEO
ARIOSTO D. GONZALEZ.
Es que se ha falseado la realidad ennombl'c del realismo.
No es eierto que el murido sea tal cual lo representah esas
obras. Basta mirar en torno nuestro para convencernos de
que no toda la sociedad se compone de y ablicos. En
esto, precisamente, se distinguen las colectividades humanas
de las agrupacione'> animales, mientras stas son rcgidas por
lL'>tintos, aqullas los corrigen por la accin de la voluntad.
No otro es el fin ele la educacin: se propone ensear al hom-
hre a dominar su inteligencia y las impulsiones ciegas de las
diversas concupiscencias. l\Inchos de los personajes de Sn-
ehez, justo c.s decirlo, no son mal educados solamente: SOl1
ineducados. Carecen en absoluto de contralor sobre sus pa-
siones.
Se dir qne individuos de esta especie andall por
el mundo, forman parte ele la sociedad, pueden ser absenTa-
dos, y que, por tanto, Ull eomedigrafo tiene derecho de lle
varIos a la3 tablas. Esto es cierto, pero hay que confesar que
el homure puram2'nte instintivo noseencnentra solo, sinll
mezclado con los otros hombres. Si todos fueran como l, no
le podra distinguir y calificar, porque sel':1 lo 110rlllil.
Pero, estas observaciones, iinpuestas por un elemental
deber de probidad litsiJ.'aria, no pretenden el gTali
talento del autor de Nuestros hijos, y '>us indiscutibles do-
te"! de dramaturgo. Negar a Snchez el mrito de su aptitud
dramtiea, o la esencial en que su nombrc figura en
el roplatense,-aunque sea la verdad que slo ha de-
jado tejidos con maestra dilogos, escenas y algunos actos,
sin haher logTado hacer una sIa obra. de mrito artstico
sobresaliente del principio al fin-, fuera banal e injusto.
Pu, sin duda, nuestro ms fuerte temperamento teatral. Po-
sey como naelic el don de dar vida a sus pcrsonajes, de carac-
terizarlos con a{'ierto y ele moverlos con espontaneidacl y C011
soltura.
PROTEO 82
, * Daniel Martnez Vig'l es un e-crit' ' , .
'pIrado, un polemi!!'td"de "'alTa v - 01 pl1moloso. un poeta, lIlE-
Uas muchedumbre;, ' "", " un maestro en el arte de hablar a
Es un estoico a lo lVIa-roCo Aurelio y .,"
1jenh3ou(;1'. Como escritor es p,lic1o m 'H.
un
peSImista a lo Scho-
siempre efudiw. Como POlem;ta o a veces sarcstico,
les al'dorc<so y ciceroniano rico 1S:l o ,) Ce,IDo trihwno
'a'mpli'sima y de ademn 01 es )- en clarma.das, de diccin
Sus mejores ilibros, versos Y artculo-, '
alante escritcr compatriota.. h'1n 'el ccmo ha dIcho un bri-
trngicopoder de la paIabra s: o, hahla,dos, pues por
Ha pub1icado ds (ue ser v dIscurso, sus labios.
nento <1.el . ' 1 P oduJelon sel1saC1On, por lo vio-
, ,acusal j' por lo funda de rle l 'T .
versitaria y lVIi rnlica 1<: .: a Cl: ,!ca, La bancarrota uni-
<' r ". =s autol tamblen de un '. d " ,
Po.. t!Jcas, y de V<l.rios estud Q ",' e lImas.
cin Propio .' '. en p osa, slelu10 de me:1-
j aJeno, A la Ju,yentud) Confere' T
El heno artculo que se publica hoY' ,ncla cn lCa).
vista, ha !Odo escrito P'ara figurar com;- vez en .esta re-
el auto!' pl'E'j)ara sobre 'a 1 '11 ' olOn de un lJobro que
". )n ante personalidad de Rod.

versos, en tercia rima, grata al Gibelino, A un cadFcr, opta-


se, aunque fuese en un rasg(J ele buen humor, por ir a la
esquina, en donde 110 esperaha lUla chica, a ir a la gloria,
cambiando una corona por un beso.
Uno .eleellos llambase Eduardo Pueyo, el cmul acababa
ele llegar de Espaa, su tierra nativa, con una barcaela ele
frescos laureles universitarios. Doctor en letras, haba clli'sado
sus et':;tudios en :Yladrid y ohtenido la ms aIta y honrosa cali-
ficacin en todos los exmenes ele su carrera. Vena can fama
de fenmeno,como los ases ele la poltica y de: la torera
andaluzas. Conoca a perfeccin cinco o seis de los idiomas
vivas, y el griego, el latn y e.l hebl'eo, entre los idiomas muer-
tos, Dotaelo de .gran cultura, verf'Jado 12'11 humanidades, versi-
ficaba feilmente Y escriba con el donaire Y la gracia que
Maf'a Santsima ha vertido a raudales en el espritu de los
hombres nacidos bajo el sol de Btica, como ha derramado
copiosamente la sal y la sandun.ga ,Cill el cuerpo endiablado de
las hembras tostadas por los rayos del mismo ardoroso sol.
Era el seg'ulldo una parodia juvenil, hecha en carne viva,
de Don Quijote, aunque sin celada, ni morrin, ni escudero,
ni Rocinante, ni Dlcinca, S, adoraba a lUla Duleinea que le
absorba el seso, pero no era la del Toboso. La suya era otra:
la qlle tena por mesn el Acrpolis ateniense, y cuyos ojos,
en YCZ de manar,' ,eil uno, aceite, y, el otro, yiuag
re
, llevaban
por pupi1as las piec1ras preeiosasqne en sus eueucas puso la
olmpica mano de Fielias. Alto y escueto, ele rostro avella-
nado, a pesar die contar poco ms de yeinte ao-c:,de nariz
prominente, de facciones nada estticas, flaco ele carnes, con
un ta11e ,que pareca pedir el reyestimiento de una armadura
cahal1e
i
ril, con piernais cuyas zaincaiClas rivalizar
cOli las de los gigantes, parco de l1aJabras, selecto de espritu:
tal ,Bra, por aquellos tiempos, J o:s Enrique Rod.
El manchego nunca, o pocas veces, rBa; tenia la lengna
expedita, pero la risa difciL Nuestro joven Don Quijote. al
PROTEO
UReuisfa Nacional"*
r 7
Origen de la
84
A mEldiados del ao 1893. reunase ell la C'l'a el. 1 11
sr' , ( (,( e a ca e
arane 1, numo 281 (n. a.), entre las de Ituzainfl' y Treinta
y. Tres, ocupada por el padre J' la familia de estos re-
evoca, grupo ele ;:inco Joyenes aspirantes a repetir
( ('1 oh glatos suenas de color ele rOS'1 '>.') e t' 1 " _.. . ,(. 11 lCrra uruguaya.
a:; hazanas de los componentes el el Cc;ll
r
cle S' 1 . 1" , t, . ,la os mlem)l'OS
que cmupoman la juvenil aOTupacin se lec' 1 b' . 1 1 1 ' ","lU lese e ae o a
e eg'lr entre el amor a las bellas letl"1" " "'{'l a'1110 1 b 11 , ' ' (.0 ,Y" ' l' a as e as,
de que hubiera titubeado--aunque parezca
paladoJal la afInnaGlon-en preferir el ele 1'" .. . - 1
l' 1 . uS plHlle.raS a
{.c as segundas, Grandes aelmiradores todos ,ellos elel excep-
CIOnal temperamento potico de 1\1al111el "C111-1 t"l t. , ' . . a- l'lp emene
10ll1antIco' por su estro . . ' , , , ' . , pOI su paSlOn y pr su muerte- no
poeha'n comprender' emo elllen 11(11)1"1 e"cl'l't 10-1 . 1 ' ( ". o s ae 11111'aO} ,es
j

I
contrario, rea a carcajadas, y, al hacerlo, sacuda to'do su
cuerpo, cual si una corriente galvnica lo agitara. Rod era
entonces completamente. desconocido. Habase educado en
una escuela laica, sin destaerurst entre la muchachada estu-
diosa. Su maestro en la Escu:ela Elbio FernC'dez, el bueno
de don Jos Gugliucci, aos despus, cuando la fama comell-
zaba a aureolar ,Ell llombre del crtico y del C'>critor, asombr-
base de que fuera el mismo Pepe, poco promisor y poco des-
pierto, ,cl que manejaba la pluma con destreza de maestro.
Yo he sido testigo del gozo, mezclado de asombro, que al exce-
lente pedagogo le causaban los resonantes y legtimos triun-
fos intelectuales de su discpulo, pich6n ele guila que ech
a volar, con el temor y espanto consiguientes del ave de .co-
rral que 10 haba incubado en el aprendizaje de las nrimeras
-
El paso de Rod por las aulas mliversitarias tampoco
dej huella alguna. Quien haba de Ser len no dej rastro
de su pasaje por los arenaleB de la enseanza secu.nc1aria y
preparatoria. Perteneci, como muchos otros, a1 grupo anni-
mo que la ola de las aspiraciones arroja anualmente sobre
la Universidad, para pescar un diploma, y que sta, al cabo
de un perodo, ms o menos largo, {lenlelve a la vida sin ms
diploma que el .que expiden el cansaneio yel hasto. Fu,
aos ms tarde, en plena gestacin literaria; cuando ech31ba la
base del slido, del inquebrmable, del monumento de
su gloria artstica desde la.s columnas de la Revista Nacional,
que su examen de Literatura, dado a im;,1:ancias deil que fu
su conductor en Filosofa, llam la atencin ebl prel>iidente
del tribunal cxaminador. Rod, en esa prueba, {"Li testimonio
cumplido de sus vastos y profundos estudios en historia lite-
raria y en esttica, y de la exa.ctitud y ol'iginalidad de sus
apreciaciones. El doctor Samuel Blixn, qu-e era el eatedr-
tico de la asignatura, comprenc1i, desde el primer instante,
que frente a tena como examinando a un joven que poda
PROTEO
sustituirle, quizs con ventaja, como examinador JT titular
en el aula.
IJlamba:,:,-e el tercero de los FIlix y
;era de notoria alcurn,ia intelect,ua1. Nieto de don Pedro Bus-
tamante, uno de los primaees de la oratolria parlamenta.ria
nacional y publicista de combate, Bayley vala, sobre tod-o,
por sus condiciones de estudioso modesto, por la indepeil.lden-
cia y valenta de sus juieios y por su conocimiento de la lite-
ratura clsica castellana. Posea una valiosa colec,ein de re-
tl'atos de hombres clebres de todos los pa.<;es. Su' especiali-
dad literaria era el gnero dramtico, y tanto como ensalzaba
iCl espaol del siglo de oro deprima al francs del siglo de
Luis XIV.
El que quiera conocer la verdadera fisonona de Bayley
contemple el daguerrotiipo de Alfredo de Vigny, vestido con
el traje de mosquetero rojo, .qu'e luce en el tomo cOl
1
sagrado
.::[11 poata de la torre marfiilea en la coleccin de Les grands
-crivains francais. La cabeza y el rostro son los mismos. De
su abuelo: el - Royer-Collard 'del doctrinarismo roplatense,
haba heredado, conjUl1itamentecon el fsico, ila hrusquedad
,de maneras y la mordacidad de la frase. Los ealificativos ms
l)intorescos crudos salml de sus labios, como balines del
shrapnell.
Integraban el quinteto los hermanos Carlos y Daniel
J\Iartnez Vi!!:i!1. Si la primogenitura diera derechos de prela-
el segu;lc1o debera S'?l' citado pN'O, aun tenin-
dolos, ella g'ustosa, .los cede ante' los de la diplomacia y la
cortesa.
Los dos estudiaban Derecho, los dos eran franco-tiradores
del periodismo, los dos eructaban fin sus escritos la acidez de
las' opiniones ms avanzadas en achaques filosficos, los dos
.senta.n iguales c-omeZOlles y resquemores poticos; pero una
diferencia profunda los separaba, y era que, mientras el uno
-se haba afincado ieliomticamente clentro elel sola1' hispano
PROTEO 68
y se proscriba toda excursin literaria por tierra de moros,:
el otro prefera lallcZarsu Pegaso por los de otras lite-
raturas y se daba el gusto ,de sabel'.'5e de memoria largas tira-
das, en verso .y en prosa, de cuanto escritor de fuste enaltece
el genio de la raza gala.
El menor de los dos hermanos, Carlos, era empleado ele
la Biblioteca Nacional, en la que sus aficiones gramaticaile,s y
lexicolgicas tt'nan campo abierto a su solaz y cultivo. El
mayor era dueo de una impOrtante bihlioteca, cosmopolita
como el espritu de su propietario, y en la que, al igual di:"
un famoso lector de libros de cabaHera, se pasaba la" noell('s.
de claro en elaro j" los das de turbio en turbio. A la .misma
edad de Gastn de Foix, contaba ya con algunas campaia;;
oratorias, sin que c,llo implique comparar, ni aun irnica-
mente, las proE'zas militaresc1cl qUE' alguien llam el rayo
de ltalia, con las proezas tribunicias del que nadie llam el
rayo del Urug'lwy.
i: A qu respondan las reuniones bisemanales de. aqnel
grupo de jvene;:;? Nada menos que a con;:;tituir una in;:;titu-
('in que velase por los fueros del idioma, a formar un centro
qne, coadyuvando a la labor de ot.ros similares establecidos
('n las capitales de algunos pases sudamericanos, contribuye-
se a mantener en su puroza y casticidadcJsicas la lengua de
Castilla; on una palabra, a prctico el lema de los aca-
que, por una coincidencia fcilmente explicable, e$
tambi{'11 el de todo lustrabotas de las letras: fija, limpia y
da esplendor.
1,0-. trabajos preparatorios para la instalacin de la Acade-
mia Uruguaya ( perdona la cadetada, sombra de Richelieu 1)
se llevaron a cabo por nuestros cinco mosqueteros, con entu-
siasmo de nefitos. Lleg hasta constituirse y funcionar la
docta Corpol'acin, como lo comprueba el Acta, levantada al
efecto, que, al modo del Arca de la alianza, guardaba las.
tablas c1'e la nueva ley.
Mas la existencia de la entidad acadmica, mejor c1icho,
del fcto acadmico, fu efmera, como tena
que sel,lo la de un organismo venido a la v,ida a destiempo, en
un medio n0lemente y sacado a forceps por la.,; inexperta;:;
manos ele varios comadrones que estaban lejos de riyailizar,
en pericia ob-sttrica, con Dllpuytren.
Cuando, para realizar la idea, se solic,it la cooperacin
intelectual de las primeras personalidades del pas, toclas
aplaudieron, verbalmente, las excelencias de la iniciatiya; to"
das ])'rometieron, verbalmente, arrimar su grano de arena
11,1 mag'uo proyecto; todas tuvieron, es natural que fuera ver-
bahllente, fra;:;os de encomio para el feliz pensamiento y ex-
prC':'.iones de aliento para los esforzados paladines del ideal;
pero de ah no pas la cosa: todo se redujo a pirotc<:nia
verbal.
A pesal' de la desilusin sufrida, los iniciadores, si bien
desistieron de la creacin acadmica, no cejaron en sus pro-
psitos de grabar sus nombres en el Templo de la fama y de
continuar sus ti'atas-a veces, era trata-con las j\1mas. lVIar-
tes y sbados, congregballse el1i la biblioteca de la casa ya
titada, y en las reuniones, siempre plenarias, se le.an traba-
jos ajenos, se reeitaban ve.r;:;o;:; de cosee:ha propia, se. comen-
taban obras, se juzga1ba a los autores (a los nativos, por r2g1a
general, se les ejecutaba), ,se traduca a los latinos y a los
france;:;e:, se echaba pestes de la,; excentrieic!ads decadentes,
se comtruan deslumbrante;:; castillos en eJ aire, y la imag'ina-
cin y c'l ensueo, lanzados a todo escape, bordaban, con los
hilos sutile;:; de la ilusin, la tela con que cada lUlO teje su;:;
fantasas.
Cuando hoy reconstruyo aquellas escenas, me parece ver
a la eterna Quimera, po;:;ada sobre un busto de br011('.e de
Demstenes, que adornaba un ngulo ele la sala, asistir pnn-
tualmente a nuestras eitas, sonreirno;:; y envolvernos en los
rayos abralSaelol'es de su mirada.
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,
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.Hasta hace pocos aos, en mi archivo se hallaban origi-
llwles de Rod, Pueyo, Bayley y Carlos sobre traducciones de
Horacio, Boileau, Hugo y Leopardi. Con motivo de la muel'te
Del autor de Arie1>.), busqu con ahinco [os malluscl'itos, y mi
busca fu infructuosa. Probablffillellte, en la quema anual de
papeles, en que oficio de inquisidor, han ido a la pira, fli11
quererlo, aquellos trozos de una juventud palpitante de intell-
-so y desinteresado amor al arte. Constituan, en lo que se
refiere a Rod, una modalidad espiritual de Su iniciacin
literaria, completamente desconocida y valiosa como elemento
de recou<rtruecin psicolgiea.
Con los ppeles perdidos, como con los p a p ~ i l e s incinera-
-<:10<:, se avientan para siempre, al par que las cellizas de mu-
chas de las iluslOnesajenas, cenizas de las .ilusiones propias.
Como las reuniones se p'rolongaban hasta horas lllUY
.avanzadas de la noche., y los estmagos y las fuerzas se resen-
tan de mto paliquea.r y discutir, vease Hil grupo en masa
salir a la caUe, recorrer la ciudad en todas direcciones, con-
trovirtiendo y perorando siempre, entrar a la primera pana-
.c1era '{fue Elllwntrase abierta, y de ella salir cada uno de 10<:
reac1es provisto de uno o varios panes bien humeantes, )',
entre un comentario al. Quijote o el estallido sbit0 de una
estrofa improvi"ada, oirse el morclizco al pan apetitoso. As
prosegua la trasnochadora caravana la especulacirSn inte-
lectual.
Las voces de los incansables discutidores hal,laban su caja
de resonancia en las paredes di: las viviendas de la ciudad
'dormida, y ms de un pacfico padre de familia, al sentir
turbado su tranquilo sUi:o por aquel tronar de voce" a de.s-
llOra, y temeroso, quizs, por la suerte futura de sus niias
"Casaderas, habr condenado in mente ,]a corrupcin de la
juventud, entregada a todos los excesos del ins desenfrena-
-do vicio.
En vista de que el proyecto de la Academia no haha
f
prospei'ado, Rod, Bayley y la pari:ja fratel'llal nlDstrballse
decididos a publicar una revista de ndLe literaria, que diera
idea, a'nte propios y extraos, del empuje y va!Ia de 1os nue.
vo.s. 'a gmlCracin ele 1870 haba 1:cnido su Bandera Radi-
cal. Los jvenes de 1880, SIlS Anales del Ateneo. l Por qu la.
generacin de 1890-1a novecentista-no haba de .tener
tambin su representante 1'n el periodismo) el port,woz de
BUS a;:;piraciones literarias y eii:ntfieas?
Pero i:l proyecto encontraba su llls recalcitrante oposi-
tor en Pueyo, quien lo combata, recurriendo a todos lo...;
l'ecUl':>OS ele su labia persuasiva, ele su copiosa verba nnelaluza.
Consideraba que la empresa estaba condenada al ms lamen.
table fracaso, no por falta ele enjundia y gallacJura de ql1ic-
}1eS perseguan el fin ele realizarla, sino por la indiferencia
() sordidez del pblico. Slo cuando P1WYO se alej definitiva-
menite dr uue...;tro pas. fl1 cuando los que haban sielo sus
{'amaradas resolvieron dar cillla al pensamiento.
Tal fu el origen di: la que se Ilam En'ista Nacional de
Literatura V Ciencias Sociales. -
Cul fu la cama de no figurar Bayley en el tetrlog'O
-de sus redactores 1
P01:que l. por una de esas viarazas y genia,Jidades que
le eran caractersticas, se neg ohstinadamente a serlo. Pre-
fera actuar de afaem a haeel1lo de adentro. Quera, juzgar,
lilm-J de toda canwradera, las producciones de sns compae-
ros, y agregaba, modestamente, que no se senta capaz de
desafiar la'> iras de la crtiea.
Descartados Pueyo y Bayley, a quin dirigirse 1, l con
(luin ('Dmpartir xitos y responsabilidades 1
La opinil del terceto se dividi: mientras Rod y Car-
los creyeron conveniente solicitar la cooperacin ele Benjamn
Fernndez y lVledina,-e; la aetualidacl :YIinistro ele la Rep-
hlica en Espaa, y, entonces, autor ele tres o cilatro tomos de
versos ycuentos-, Daniel :Martnez \;Tjgil crea qne el com-
92
PROTEO
Dxt\IEL :i\IARTINEZ VIGIL.
:secularmente por el arte y la belleza, fu la de un sol en pilena
;tpoteosis de rayos fulgentes y resplandores vivsinnos.
Ba-'ley ejerci el profesorado en Buenos Aires, escribi
.an6nimamente en diarios y revistas, 'J' un golpe traidor de
la implacable guadaera lo postr en lo mejor de la juventud,
-como a un hijo amado de los dioses.
El mayor elogio que de Vctor Prez Petit puede hacer-
se, es decir que es el lwmbre-orquestade nuestra literatura,
pues es sabido que ha tocado, durante aos, el violn del! pe-
riodismo, ha toques de flauta en el pfano pamida
de la lrica, ha manejado diestramente el bombo de la critica,
ha hecho sonar el clarinete de la oratoria y ha ejecutado, con
{'] aplauso popular, sinfonas ,dramticas.
En cuanto a Carlos Jlartnez Vigil, estuvo cargando so-
bre sus anehasespaldas el Atlas del artculo editorial cotidia-
JIO, en un perodo de cuatro lustros, y, al pre-sellte, easi
.alejado del campo de las letras, cultiva el campo m" proficuo
del ejercicio de su calTera.
y por lo que se refie'e al mayor de los :i\Iartnez Vigil,
:si alguien se interesa por L spase que, desvanecido el celaje
de sus ilusiones literarias, se sienta, alguna que otra vez,
frente al mismo busto de Demstenes que presida los cn-
daves juveniles, y en l ya no vislumbra la imagen de la
terna Quimera que antao, a.l sonreirle, lo envolva en los
rayos abrasadores de sus miradas.
paero insustituble deba ser el doctor Vctor Pn:z Petit.
joven escritor cuya' crtica, libre de prejuicios, a ila
de la del Clarn del ... Sermn perdido, haba atrado
sobre su persona la atencin del pblico lector y la mala yO-
luntad de! los criticados. . .
La mayora, pues, resolvi entrevistarse con Ferundez.
y l\Iedina, explicarle la idea y reabar su cOllsentimiento para
que su nombre figurase como corredactor de la publicacin
en ciernes.
La entrevista se verific, y el entrcvistac10 se mostr, en
principio, favorable a la iniciativa, pero pidi un pilazo cb
yarios das para definitivamente. Una semal1a des-
Rod reciba el::: Fernnclez y l\Iedina la respuesta en
forma de esquela. Por ella declimlba el halagador ofreci-
miento.
Mis compaeros sostuvieron siempre que en la decisin
de Fern'il'Clez y lYledina haban intervC'nido factores de ndole
religiosa, pues era dable imaginar que el caso de la's manzanas
del aplogo se repitiese, teniendo por protagonisias a cuatro
jvenes, tres de los cuales podan ser las manzanas enmoheci-
das del descreimiento, que amenazasen, con su contacto. la
sanidad de la buena manzana de la creencia.
Qu fw-; de aquellos jvenes aquejados deil ms noble
de los anhelo",?
De Eduardo Pueyo nada s, desde hace vee aos. Pas(
a la capital vecina; ingres en el diarismo; tradujo novelas,
z':utre ellas una de Paul Bourget que le vali una hermo",sima
earta del ltimo rapsoda: he nombrado a Guido y Spano. El
tiempo ha trmlscurrido, y, con l, el silencio.
En cuanto a Rod, no hay por qu repetir ,10 que el mun-
do entero sabe. Su trayectoria literaria fu, durante dos d-
caelas, la trayeetoria ele un astro rumbo al cenit. Rod surgi
-' radi. Su misma ('ada en la mU2rte, all, en tierras amadas
t
PROTEO 93
95
PROTEO
-No digo lo contrario... Los zonzos abundan .. , l\Iedro-
sos hay que se asustan de lUl tigre de talabartera o de una
tormenta en 'alta mar pintada por De Martino... Bendito
sea el dios de los cados de la cuna! Tanta hectrea impro-
ductiva que registra el mapa de. nuestros campos y tanto bra-
zo inl en cuerpos que terminan, por la parte de arriha. en
una caja de impotencias y de ci'uismoscon forma de
humana. .. entiendes lo que digo, Tancrdulo?
-Como no... pero ...
-j Alto '. ',' Otra vez con la sonata? .. Si persistes en
arrimar sofismas a tu 'peregrina idea. de llamar crticos a
esos distribuidores de audacia'> a tanto el hundimiento catas-
trfico (material de utilera) retrate mi amistad y mi con-
sejo, que tantsima faLta te hacen, trgalotoclo.
-Lo que te digo ,es que ya no quiero creer en nada. de
aqu en adelante... Pura mentim, puro carnaval...
no iba a caer con esos ,cmicos cOlL'mmaclos, profesores de en-
gao? . " E>.e de que hablbamos, por ejemplo, que hlasfema
ele todos los que cayeron en la estpida inocencia de no co-
mn.llgar con sus ]lOstias ...
- ... O con sus pldoras antibiliares... A esos gasta-
plumas con ttulo y extraordinarios habra que confinarlos
en 'la .Jauja de gloria" fallutas conque- suean y por la que
tanto suspiran cuando se dedican al nosee te ipsum, contem-
plndose por bajo el disfraz, en el nico cuarto de hora de
franqueza que los dignifica.
-Psiclogo. eres, J; de yapa fastidioso para {-sos que lle-
van ,su teatro a cuestas ...
-Niego. .. Hacer a ews individuos dignos del estudio
pAicolgico sera darles un mrito ,que no tienen. No, Tallcr-'
dulo. .. Esos calamares mistificados que se conservan en su
tinta,-es decir, en la tinta que les facilitan los patrones-,
no van 11 estmagos de sibaritas escal1nentados, como el mo,
pongo por caso, sino a buches hospitalarios ele la categora
Dilogos de oportunidad
PROTEO
Con Tancrdulo *
94
-Pero...
-No llay pero que valga... Eso pertenece a los domi-
nios de la patologa social y tiene nombre espeJCfico.
-lVluy bien ;pero...
- Caracoles!. .. Esconde ese dichoso pero que aqu 110
encaja. Nada tienen que ver los derrames de baba amarga
con esa doctrina que pretendes sentar a toda fuerza. Silen-
cio!. .. que aluda otro pero jugueteando entra esos labios ...
Dja'llle unos minutos eu el 11S0 de la palabra; _despus has de
decirme quin de los dos dice verdad y tiene razn.
-Bien ... habla que te escucho.
-j Bravo! Sensato ere-s, en medio de todo. No te pare-
ce, Taucrdulo, que ya fastidia la Teverenda bonhoma que
crna tu personalidad? " Mira t que creer, como un papa-
natas can privilegio de no parecerlo, e-n la sa:nidad de lo que
vontan esos Aristarcos al amparo ele lUla insignia que no
cubre 'elel todo la mercanca, y ,en n tonillo de pontfiees ele
feria franca!. .. 'Vamos, hombre, que no se diga! ...
-Sin embargo, cnstame que les temen ...
,;, A!lfrecio Yarzi ('s un escritor gaJlano, pulcro. castizo, satrico...
Su ]jbro JerogIfkos (prologado por el seor Ral Montero Bus-
escrito en buen estilo personal, matizado con observacio-
nes ;'lignas del espritu un tanto ironista como exquisito de Fr. AI-
viaro Diez; .sus co,medias j.lspirac1as en las regfas ms severas del
artE escnico1 han reve:lado En 1 dotes encomiahles de dramaturgo y
de iteratoo
Actuailmente el seor Alfreo Varzi es director de la Oficina de
Canje Internaciollal de Publicaciones (anexa al ]\Iinisterio de Rela-
ciones E1I."1:erions), profesor de Iclio !'na Castellano en la Univer-
sidad y clesemp'2l"ia las funciones ele 13ib:1iotecario en laSoeiec1a{1
Druguaya de Autores.
R[MAHS TODOS LOS MI[RCOL[S a las 13 y 3D
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y v
t
: GRAN PELUQUERIA

i del CRfiE AUEnlDA i


: Ahiel'to todos los das hasta las 12 }). lll. :

Servicio especial de masajes, baos fa-
: [mil ciales, lavado de cabeza - lluevo r:l@ :
: liiil!: Manicura permanente - Diez oficiales [I:I@ :
competentes



PROTEO 96
FR. ALVARO DIEZ.
del tuyo, que parece un asilo :nocturno ,del Ejrcito de Sal-
vacin.
-Exageras el simil, maestro .
.beatfico, Ta'm:rdulo Dios ha de hacerte santo,
si los contemporneos de tu ilustre 'll1lidael no se adelalltan a
canonizarte .
-No naela de eso; nunca como ahora... Siento c.rue
voy a ir pcnlienc1o, pasito a paso, eso que t rebautizas "tra-
galotodislllO", curioso terminito que, entre par-ntesis, no me
muy bien que digamos. Per no imporl. Lo acepto por-
que ele t viene, que pareces llamado a la piadosa tarea de no
dejar qne las mscaras abusen de la mag'O'animielacl elel Calen-
(lario l que las cabriplas de los atraviesen las
ironteras que el almanaque les asigna... oh, Maestro! ...
-j Caramba!. " Con el abultado elogio me dejas entre-
ver la veracidad ele unos propsitos de 1i?'11mienda. .. Mis pa-
rabienes, Tancrelulo ... S('mpre avantif Contina rogando
por el advenimiento de .Jpiter castigador de cnicos y de
audaces ensuciacuartillas; y sobre todo- por favor !-cuan-
do conmigo departas, no 'vuelvas a ca::,r en la descomunatl ton-
tera de conceder, con prodigalidad y desprendimiento ri-
dculos al cuadrado, ese ttulo de honor que hizo grandes a
Francisco Sarcey y a lVlarco Prag<l--entre nosotros al inol-
vidado Samuel Blixen-sahiendo que en nuestra urbe tan
fecunda en improvisaciones de toda laya, -yen la 'que florecen
(filores de papel), tantos crticos, no encuentras, quizs, un
quinteto eapaz de mereeer!o... Tengo razn, Tancrrclulo '1
-Dices una verdad indiscutible.
-Entonces, pongamos las cuatro tletras saera1llentaIes de
los teoremas resueltos ... L. Q. Q. D... y por hoy basta.

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