Hebe Uhart - BePé
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Crnicas Uhartianas
_______________________________________________________________________________________ Es una de las cuentistas ms reconocidas de la literatura argentina actual. Su produccin, que se inicia con la publicacin en 1962 de Dios, San Pedro y las almas, nos muestra una extensa trayectoria con muchas variantes, pero desde el comienzo con un estilo nico y personal, identificable en cada una de sus pginas. Cultora de las llamadas formas breves de la narracin (cuentos, nouvelles, novelas cortas), Uhart ha incorporado en sus ltimos libros la crnica de viaje, un gnero poco frecuentado en nuestra literatura y que parece hecho a medida de su narrativa. A este gnero dedic exclusivamente su ltimo ttulo, Viajera crnica (Adriana Hidalgo, 2011). ________________________________________________________________________________________
Entrar en el mundo de Hebe Uhart puede ser una experiencia fascinante para sus lectores. Pero entrar en su mundo en un sentido ms literal, conocer su casa y algo de su vida, para hacer esta entrevista, es una aventura nueva, distinta, en la que nos toca embarcarnos. Si hay una caracterstica personal que se le nota a Hebe de entrada, es la modestia. Ella misma lo dice: En mi caso, estoy educada en el perfil bajo. Ms como son los uruguayos. En Uruguay est mal visto sobresalir, y en Buenos Aires es al revs, es competitiva. En Uruguay hasta tienen problemas con el perfil bajo, porque a veces por no sobresalir hacen las cosas mal a propsito. Y en mi poca, ac tambin ramos de perfil bajo. Su casa es tan austera como sus cuentos, que nunca se exceden en adornos ni en palabras grandilocuentes. Tiene por nico lujo una vista amplia, con una buena porcin de cielo, techos, terrazas, edificios distantes y tanques de agua. Uno puede imaginarla haciendo todo en ese mismo lugar: escribiendo, enseando a sus alumnos del taller, descubriendo a los autores cuyos libros ella misma se trae de los viajes y, sobre todo, haciendo las valijas para volver a salir al mundo y traer nuevas historias y personajes. Uhart es una de esas personas que solemos llamar "grandes conversadoras". Es capaz de sostener una conversacin por horas, sin que decaiga el inters ni se agoten los temas. Su charla est repleta de historias, de pequeos relatos que ejemplifican pero adems son pensamientos en s mismos. Uno puede distinguir rpidamente qu es lo que a ella le interesa y qu no, y darse cuenta de que la conversacin solamente caminar por una de esas veredas. Le interesa escribir, contar, observar a la gente. No le interesa hablar del reconocimiento, ni de la crtica. Esto es como una carrera administrativa dice Hebe, a lo largo de la vida se recibe una recompensa, de joven es ms difcil. Despus, con el tiempo, si hacs algo alguien lo va a mirar. Y agrega, respecto a las crticas: slo miro cmo sal en la foto. No me interesa. " Hablando de esto y aquello, un poco del mundo y otro poco de los extraos seres que lo habitan, comenzamos la entrevista buscando resolver una querella que suele aparecer respecto a su nombre: Cmo se pronuncia su apellido? Es vasco-francs, y en Vasconia se pronuncia Uhart (pronunciando la h como una j). Los vascos lo pasan al vasco-espaol como Ugarte. Y tambin es vasco-francs Duhart, cuya versin espaola es Duarte. Es una pequea variacin al interior del vasco. Yo lo porteizo, y digo Uhart (con la h muda). Estamos en Buenos Aires, y ac se pronuncia as, no? Pero pueden decirme como quieran. En la secundaria tambin le diran Uhart (con h muda)... S, claro. Eso era en Moreno? No, yo hice la secundaria en Buenos Aires, en el Normal 4. Y hasta qu edad vivi en Moreno? Hasta los veintipico de aos, despus me vine a Buenos Aires. Pero vena todos los das a estudiar a Buenos Aires, y despus a la facultad, donde estudi Filosofa. Ya desde el primario vena, porque comprbamos
algunas cosas en Buenos Aires. Y ahora me olvid, pero hasta senta como un olor a Buenos Aires. Era distinto el olor de un pueblo del conurbano al de la ciudad. Vuelve seguido a ese pueblo? S, dos o tres veces al ao. Pero es muy distinto... un pueblo de 30 mil habitantes se hizo uno de 600 mil... es todo un Conurbano enrome, que para salir te cuesta... ahora es todo como un continuo. LOS INICIOS Fue en ese Moreno suburbano de fines de los 40 donde Hebe Uhart dio sus primero pasos en la literatura. Como (casi) todos, entr como una nia que lea porque estaba aburrida, o por diversin. Luego, fue haciendo su camino como lectora, y a veces con mucho ingenio para conseguir los libros. Cmo fueron sus comienzos en la lectura? Empec a leer de chica, esos libros comunes, para chicos... tambin lea Selecciones, que no s si era para mi formacin o qu. Los chicos leen de una manera distinta a la de los adultos: leen siguiendo al personaje. Entonces si el personaje infantil sufre, el chico se pregunta cmo se atrevi a desobedecer eso? Ahora la va a ligar... Despus, de grande, lo ves como una cosa objetiva, que est ah, pero de chico se lea as. A los 11, ms o menos, empec a interesarme por otras cosas. Porque yo haca un trato con un librero: yo le compraba dos libros, y si se los devolva perfectos l me entregaba uno. Y as le la librera entera. Lo que quera era leerlos, nunca tuve aprecio por el objeto libro; salvo que no lo pueda encontrar, entonces s, me encario. Trato de no prestar mucho, porque no quiero perder lo que traigo de los viajes y esas cosas difciles que a veces consigo. Despus, tuve una etapa de no leer, alrededor de los 15... y empec a leer en forma recin a los 16 aos. Hay alguna biblioteca en esos comienzos como lectora, adems de esta librera-biblioteca que haba encontrado? Estaba la Biblioteca de Moreno, pero a esa fui de ms grande, cuanto tena 15, o algo as. Era la biblioteca de un club, del Club Mariano Moreno. Era club, biblioteca, ibas a jugar al ping-pong... un club barrial. Y cuando a los 17 entr a la facultad (de Filosofa y Letras de la UBA), que estaba todava en la calle Viamonte, haba una muy linda biblioteca. Me acuerdo de los bibliotecarios: la bibliotecaria se peinaba a lo Eva Pern, con un rodete; y haba un bibliotecario que estuvo muchos aos que era como chiquitito, muy chiquitito. Y en la escritura, empez junto con la lectura? No, empec de grande. De chica escriba algo, como para m, pero no le daba mucha importancia. Parece que antes de escribir yo dibujaba muy bien, y despus perd por completo eso... dibujo muy mal ahora, muy rgido. Como si hubiera encontrado otra forma de expresarse... No s por qu ser eso... Pero ahora, el dibujo mo es inaceptable. Cmo era eso que escriba para usted? Alguna cosita... pero si haba chicos para jugar, ya volaba. No fui una nia ensimismada. S una adolescente ms conflictiva. Pero de chica no: quera jugar. Y en ese perodo de volverse hacia s misma fue que empez el contacto con la escritura? La adolescencia es la edad ms engaosa que hay. Es cuando uno se construye, se hace, se inventa... est pendiente de los dems. Si vas a bailar te penss que toda la humanidad te mira y est pendiente de vos. Ibas a una fiesta y no entendas cmo se entendan todos, y vos te quedabas afuera... unos dramas! Todo al servicio de crecer. Son inventos. La infancia no es inventada, y despus la adultez tampoco. Pero la adolescencia es una etapa medio rara... Es necesaria, pero... Cmo fue la decisin de estudiar filosofa? No me gustaba ninguna de las otras cosas, y en general los chicos en la secundaria se guan por si les gusta el profesor o no. Me acuerdo, por ejemplo, de la profesora de zoologa de 2do ao. Era excelente, y si bien la
zoologa no es mi fuerte, estudiaba todo, te recito el orden de los insectos de memoria: arcnidos, colepteros, himenpteros... porque el chico del secundario si quiere a un profesor estudia, y si no lo quiere, no estudia. Entonces la inclinacin por la filosofa vena desde la escuela. S, me gustaba, en 5to ao me gustaba mucho y entonces segu por ah. Y me interes hasta el 3er ao, cuando ya me empez a interesar ms la literatura. Entonces termin la carrera, para terminar algo. Y me sirvi mucho, porque trabaj, ense muchos aos. Pero ya me empez a interesar la literatura mientras estudiaba filosofa. Y mientras tanto trabajaba como maestra? S, trabajaba de maestra un turno y despus vena para la facultad. A veces tena clases a la maana, escuela a la tarde, y clases de nuevo a la noche. Entonces iba y vena de Moreno a Buenos Aires dos veces en el da. Mir que energa! Y la cantidad de horas que pasaba viajando en ese tren... Su primer libro publicado fue en Rosario. Cmo fue que public all? Porque fue autogestivo. La pagu yo, y la imprenta rosarina me cobr menos que la de Buenos Aires. Yo me haba mudado a Rosario cuando estaba en el ltimo ao de la carrera. Me faltaban cuatro materias, y tard ms en convalidar materias que en terminar la carrera. As que termin en Rosario. Era divino, porque en los ltimos aos ramos pocos, cuatro o cinco. En otra entrevista mencion, de esta etapa, a un compaero de la facultad, que la ayud mucho con su escritura... Yo tuve un amigo, mayor que yo, tambin interesado en la literatura y la filosofa, que era como un Scrates marginal. Una persona muy til, de esas que potencian a los jvenes. Era muy amplio, porque hablaba con gente de todos los sectores sociales... Yo le mostraba y l me deca qu le pareca. Y yo confiaba muchsimo en su juicio. Es muy importante tener alguien en quien confiar en ese sentido. La gente te dice est bien, est lindo, pero no sabs cmo de bien. Y yo de esa persona ya saba, por los gestos, por la respuesta, cunto de bien. Y eso era muy importante. Qu lea en esa poca? Primero los rusos, Dostoievski, Chejov; algunos cuentistas norteamericanos... Antes de publicar, haba escrito mucho? S, tir bastante. Tiro bastante, en general. Lo que no me gusta, lo tiro. Pero no solamente tiro lo que escribo, tiro todo a la basura. Me gusta mucho tirar; soy gente de tirar, digamos. MUJERES PIONERAS Usted siente que hay algo as como una tradicin de la mujer en la literatura argentina? S, creo que empieza con Mariquita Snchez de Thompson, que es muy buena. En sus Memorias ella escribe, ya siendo vieja, las memorias de la Colonia, cmo era Buenos Aires alrededor de 1810... era pobrsima Buenos Aires! Vino el Virrey y no haba una vajilla ms o menos decente, tuvieron que buscarla entre las casas principales. Es muy interesante su libro. Del siglo XIX, honestamente conozco a esa y no muchas ms. Ahora, actuales hay muchas autoras relevantes, muy importantes. A m me gustaba mucho Alicia Steimberg, por ejemplo. De las ms jvenes, Ins Acevedo me parece muy interesante. Pero a algunas mujeres de nuestra literatura las tengo mal ledas. A silvina Ocampo, a Sara Gallardo, que parece que es bastante buena; las tengo ms o menos... Y ms all de Argentina, nombrara a Clarice Lispector; a dos cubana muy buenas, Nancy Alonso y Marilyn Bobes. Yo en mis talleres estoy dando autores latinoamericanos, y observo que en la literatura peruana, donde hay muchos autores varones interesantes, no aparecen mujeres. Hay una situacin dismil de la mujer en los pases latinoamericanos... Yo conozco bastante los pases de Latinoamrica, y en general veo que al situacin de la mujer es de mayor libertad en Uruguay, en la Argentina, y creo que en Brasil, aunque tendra que corroborar eso. Ms libres en el sentido de que, por ejemplo, las mujeres tienen permiso para viajar jvenes. Nosotras hemos salido jvenes a
viajar, solas, o en grupos de chicas. Yo tengo parientes en Lima, porque los hermanos de mi abuelo migraron a Per. Entonces tengo primos en Per, y los fui a visitar con dos amigas. Cuando llegamos, uno de mis primos dijo: tres chicas solas, cmo llegaron? En avin llegamos, le decamos. Ellos vean como un milagro que habamos ido solas, y habamos llegado. Tenamos 30 aos! Pero ahora no lo s; he vuelto a Per, pero no conozco tanto como para decir cul es la situacin de la mujer all. Debe haber cambiado, calculo. Y en Argentina, cunto cambi? Por lo menos en lo que tiene que ver con la literatura. En la literatura no s si cambi. La situacin general de la mujer s, cambi. Nosotras fuimos las pioneras. Nos tomamos los permisos para salir, para fumar, para abrir la puerta para ir a jugar... despus todo fue ms sencillo. Ahora es ms libre, sobre todo para las jvenes. De todas formas, no s muy bien qu decir sobre el tema de la mujer. A m no es un tema que me preocupe mucho. No complejizo eso de ser mujer; lo tomo como algo que viene. A lo mejor es una simpleza lo que voy a decir, pero siento que vens as, con cabeza grande, cabeza chica, pelo lacio, pelo ondulado... y para m ser mujer es as. Lo que s creo es que la mujer sigue siendo ms tapada que el hombre para decir la verdad. La mujer no dice no me gusta esto, de entrada. Tiene un poco de miedo de chocar. No es todava de igual a igual la cosa. Todava falta. Tambin puedo decir que hubo mujeres muy valientes y muy creativas. Por ejemplo, yo admiro mucho a Karen Blixen. Hay un libro muy recomendable suyo, que es Cartas de frica. En la dcada del 20, ella viva en Escandinavia, un lugar muy aburrido, con una nobleza provinciana aburrida, que dice pavadas a la hora del t y todo eso. Y ella se casa y va a frica. Encuentra en frica su mundo. Como es joven y se separa de su marido, la familia le dice que vuelva a Dinamarca. Ella se niega, pero lo hace de una manera muy civilizada. No a la portea, dando un portazo y diciendo me voy, a m no me ven ms la cara. Ella les explica muy bien a la madre y a las tas por qu ella en frica encuentra su completud. Ella explica que all poda hacer muchas cosas: curaba enfermos, hacia recepciones a los extranjeros, cazaba leones... haca de todo. O sea que fue muy madura, porque ella explic las razones por las que se quedaba en frica. Y yo la admiro, por la libertad que ha tenido y la manera en que la ejerci. Y deca una cosa que tal vez sea cierta: deca que la humanidad sera mucho ms feliz si en vez de esta vida de pagar impuestos y tener trabajos, obligaciones, y todo eso, fuese de feria en feria con un monito al hombro y hablando con todo el mundo.
LOS VIAJES La historia de Blixen nos da pie para indagar en el tema de los viajes, que se han convertido en el centro de la narrativa de Uhart en los ltimos aos. Si bien los viajes ya estaban presentes en su literatura, y su literatura siempre tiene algo de crnica, la relacin ms formal con el gnero empez a partir de una colaboracin con el diario El Pas, de Uruguay. All, Hebe public una serie de crnicas de viajes a pueblos del interior uruguayo y a algunos centros urbanos del interior argentino. Algunos de esos textos, junto a otros que no salieron en El pas, fueron publicadas en Viajera crnica. Mientras Hebe sigue viajando y escribiendo, un nuevo libro de crnicas saldr a la luz en los prximos meses. Hay cierto paralelo entre ella y usted, en esto de viajar, ir a lo extico... Pero yo voy muy prudente. S que voy a volver... Ella era ms bien una inmigrante, y usted habl alguna vez de los inmigrantes diciendo que su vinculacin con ellos tena que ver con su mirada de las cosas, que ven todo con ojos nuevos. Viajar le ofrece una perspectiva similar? S, cuando uno viaja ve todo nuevo. Ahora voy a sacar un nuevo libro de crnicas de viaje. Muchos viajes por la Argentina. Estuve en Mendoza, para ir despus a Santiago de Chile y La serena. Pero el resto de los lugares son de ac: Neuqun, Junn de los Andes, Santa Fe, Azul, Tandil. Estuve en Crdoba, en el Uritorco. Esa fue la cosa ms raras. No se puede creer lo que encontr! Son centros tursticos alternativos, donde llega gente de toda Amrica del Sur buscando focos de luz, de armona... tens los personajes ms inimaginables ah en Capilla del Monte. Y en San Marcos Sierra tambin, es volver a los 70. Todos hippies, gente nmade que se qued, otros que peregrinan por toda Amrica Latina... es muy interesante.
Y despus tengo tres o cuatro crnicas cortitas que son camperas. Me gusta mucho la gente de campo, lo que piensan, lo que dicen. Un paisano me dijo: el caballo, de frente, es propiamente un cristiano. Es otro saber... esa es la novedad. Tambin me interesa del campo la mezcla de lo anterior con lo moderno, con la tecnologa. Haba un paisano que me contaba que haba encadenado un zorro, y como dicen que bolaceo, le saqu una foto, y me mostr el celular. Entonces despus le pregunto a otro, que me llevaba en la camioneta: bolacea mucho la gente ac? Y qu quiere, con esta soledad..., me dice. Usted recoge situaciones de la vida cotidiana, de los viajes, para escribir. Qu tiene que tener una situacin para que usted piense en escribir sobre eso? Me tiene que interesar. Yo voy a lo que me interesa. Con el tiempo la mirada se entrena y ya sebs qu es lo que te puede interesar. No voy a escribir de mecnica del automotor, porque si ando en un auto ni me acuerdo si era celeste o azul; porque no me interesa. En cambio la gente del campo me encanta. O ver lo que pasa en el campo. Por ejemplo, ver a un perrito as de chiquito en el campo persiguiendo a un montn de ovejas, y las ovejas se lo creen. Se creen que es un pastor! Y es chiquitito... eso no se puede creer. Esas cosas me gusta ver. Lo primero que tiene que hacer alguien cuando va a escribir es descubrir la propia veta, saber qu es lo que te interesa. Los jvenes tiene ms problemas que uno, porque nosotros tenamos ms prohibiciones, y eso nos marcaba una direccin. Ahora les interesa todo. [Ver Cmo surge un cuento] Esto lo trabaja con sus alumnos en el taller de escritura? S, yo les digo que lo primero que uno tiene que entender es que no todos los cuentos son para uno. Hay temas que no son para uno, y hay que saber darse cuenta. Y despus, hay que aprender a escuchar. En general, no escuchamos al otro. Yo misma, estoy hablando por telfono con una amiga y estoy esperando a decirle lo que yo le quiero contar. UN POCO DE HUMOR Usted es una escritora con mucho humor. No hay tantos escritores con tanto sentido del humor en la literatura argentina... Est Isidoro Blaisten; sus Anticonferencias son muy buenas. Rubem Fonseca, de Brasil, tambin. Hay un noruego, Askildsen, que escribe sobre la yeta, y es divertidsimo. Pero, en general, la literatura argentina parece muy solemne, cuesta hacer entrar el humor. S, ya lo deca Mansilla cuando defenda a Fray Mocho de las crticas de sus contemporneos. Fray Mocho tena mucho humor. Por ejemplo, l usa una expresin que parece que era habitual en su tiempo: describiendo a una mujer, que pareca ser una mujer compleja, dice: tiene ms vueltas que un perro para echarse. Hay autores que usan el humor. Pero a lo mejor cuesta porque uno se toma demasiado en serio. Y si uno se toma demasiado en serio no aparece el humor. Si sents que tens que hacer algo extraordinario, no le das lugar al humor. En el caso de su literatura el humor aparece, muchas veces, porque aparecen miradas nuevas sobre lo conocido. Y a veces eso genera un efecto cmico. Si vos te res de vos mismo, se te acab el problema. El humor distiende, si no el rencor se hace eterno. Si la gente puede compartir el humor, la mitad de los temas ideolgicos quedan suspendidos. Es una hiptesis arriesgada, pero si te pods rer con otro, ests compartiendo mucho con ellos. Porque si no es tomar muy en serio lo que dice el otro... S, y creer que lo que uno dice tambin es serio. Entonces muchas cosas se resolveran con el humor. Hay una crnica del peruano Bryce Echenique donde cuenta que en estaba en Cuba y en una reunin, y en una mesa estaban Fidel, Garca Mrquez y Felipe Gonzlez. Estaban todos tomando ron, y Fidel dice: Y siempre tienen a ese disidente en Espaa? Y el otro le dice: Hombre, nosotros no controlamos a quin tienes t. Y el asunto iba pasando de castao a oscuro. Cuenta Bryce que Garca Mrquez lo llam y le dijo que viniera a la mesa. Entonces yo fui, me qued contando cuentos de mi abuelita y todos nos quedamos de lo ms contentos. Eso puede el humor.
Lo que yo creo, respecto a la escritura de muchos jvenes, o medianos, es que si uno quiere escribir, lo mejor es no tomarse demasiado en serio el rol. Yo pienso que la gente escribe mejor cuando no se toma en serio el rol. Cuando la gente se autodenomina escritora, y se presenta como escritor o escritora por todos lados, desconfo. Adems no te conviene, porque te van a contar un montn de cosas inventadas. Y cmo se presenta usted en los viajes, cuando junta material para las crnicas? La gente se da cuenta, y a veces se acerca por eso. Otras veces vas a entrevistar a alguien... pero en general me acerco fcilmente, encuentro personajes por todos lados. En Asuncin, por ejemplo, andaba por la calle y pas por una sastrera masculina. Me puse a mirar la vidriera, como una pavota, mirando algo que no me interesa... De pronto veo tres caras que se me acercan del otro lado del vidrio y me dicen que entre. Entr y estaba el diseador, el sastre. Y me deca: a m me gusta la izquierda. l recin llegaba de Alemania, de una feria de diseo. Y me dice: Pero tambin me gusta Angela Merkel, porque usa esos trajecitos sastre... Entonces le gustaba la izquierda, Merkel... toda una mezcla! Y eso sali as, de la nada. O en Azul, que me llevaron a una pulpera remodelada. Yo estaba cansada ya de andar, y no tena muchas ganas de ir. Pero dej que me lleven, y haba unos paisanos, pero paisanos de ahora, que juegan al pool y qu se yo. Haba uno que estaba levemente chispado, y se notaba que quera hablar. Entonces le dije si quera sentarse, y se sent. Empez a hablar, y lo que yo le hubiera preguntado me lo deca. Entonces me dijo: Yo tena un pato criado a bibern o sea, lo haba domesticado; el pato Juancho. Me segua a todos lados. Yo le deca: Juancho, comprendeme... Y yo vena cruzado del campo, y el nico que me comprenda era Juancho. Y despus dice: cuando ramos chicos, pap vendi ocho cordero s para comprar un televisor. Nosotros corrimos a la tranquera porque no estaban los corderitos... Pa ver qu? Bonanza! Eso me lo sirvi! La persistencia de ir lejos, para algn lado, me llev a conocer eso. _________________ Las historias parecen multiplicarse en boca de Uhart. Las ancdotas de viajes van surgiendo una tras otra, una ms extraordinaria que la anterior. En algn punto esta entrevista tiene que terminar; no sera as si fuera por la conversacin de Hebe. Pero todo ese mundo est en sus libros, y el lector que no los conoce tiene la suerte de que le queda por emprender ese fascinante viaje. Vaya una advertencia para ellos: cuidado, es un mundo que atrapa.