Las Cruzadas 1095-1291. Ocho Cruzadas PDF
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Cruzadas
Cruzadas
Representacin del asedio de Antioqua durante la primera cruzada en una miniatura medieval. Fecha Lugar Siglo XI - Siglo XIII Tierra Santa
Las cruzadas fueron una serie de campaas militares impulsadas por el papado y llevadas a cabo por gran parte de la Europa latina cristiana, principalmente, por la Francia de los Capetos y el Sacro Imperio Romano. Las cruzadas, con el objetivo especfico inicial de restablecer el control cristiano sobre Tierra Santa, se libraron durante un perodo de casi doscientos aos, entre 1095 y 1291. Ms tarde, otras campaas en Espaa y Europa oriental, de las que algunas no vieron su final hasta el siglo XV, recibieron la misma calificacin. Las cruzadas fueron sostenidas principalmente contra los musulmanes, aunque tambin contra los eslavos paganos, judos, cristianos ortodoxos griegos y rusos, mongoles, ctaros, husitas, valdenses, prusianos y, principalmente, contra los enemigos polticos de los papas. Los cruzados tomaron votos y se les concedi la penitencia por los pecados del pasado, a menudo llamada indulgencia.
Cruzadas
Sobre el trmino
Escritores medievales utilizan los trminos crux (pro cruce transmarina, Estatuto de 1284, citado por Du Cange (s.v. crux), croisement (Joinville), croiserie (Monstrelet), etc. Desde la Edad Media, el significado de la palabra cruzada se extendi para incluir a todas las guerras emprendidas en cumplimiento de un voto y dirigidas contra infieles, p. ej. contra musulmanes, paganos, herejes, o aquellos bajo edicto de excomunin. Las guerras que desde el siglo VIII mantuvieron los reinos cristianos del norte de la Pennsula Ibrica contra el musulmn Califato de Crdoba y que la historiografa conoce como Reconquista, continuaron de forma igualmente discontinua desde el siglo XI contra los reinos de taifas, los almorvides y los almohades. En algunas ocasiones, el Papa les otorg la calificacin de cruzada, como sucedi con la batalla de las Navas de Tolosa (1212) o con el episodio final de la Reconquista: la Guerra de Granada (1482-1492). En el norte de Europa se organizaron cruzadas contra los prusianos y lituanos. El exterminio de la hereja albigense se debi a una cruzada y, en el siglo XIII, los papas predicaron cruzadas contra Juan Sin Tierra y Federico II Hohenstaufen. Pero la literatura moderna ha abusado de la palabra aplicndola a todas las guerras de carcter religioso, como, por ejemplo, la expedicin de Heraclio contra los persas en el siglo VII y la conquista de Sajonia por Carlomagno. Nuevamente reson dicho trmino durante la primera mitad del siglo XX, utilizado por las potencias del Eje o de su crculo de influencia: la Guerra Civil Espaola o la invasin alemana de la URSS, recibieron tal calificativo por parte de la propaganda oficial. Sin embargo, utilizada con un criterio estricto, la idea de la cruzada corresponde a una concepcin poltica que se dio slo en la Cristiandad del siglo XI al XV; supona una unin de todos los pueblos y soberanos bajo la direccin de los papas. Todas las cruzadas se anunciaron por la predicacin. Despus de pronunciar un voto solemne, cada guerrero reciba una cruz de las manos del Papa o de su legado, y era desde ese momento considerado como un soldado de la Iglesia. A los cruzados tambin se les concedan indulgencias y privilegios temporales, tales como exencin de la jurisdiccin civil, inviolabilidad de personas o tierras, etc. De todas esas guerras emprendidas en nombre de la Cristiandad, las ms importantes fueron las Cruzadas Orientales, que son las tratadas en este artculo.
Antecedentes
Para poder comprender qu razones tenan los dirigentes de Europa y del Oriente Prximo para tomar semejantes decisiones, debemos remontarnos a los aos inmediatamente anteriores al comienzo del fenmeno cruzado y ver qu estaba sucediendo en el mundo de aquel entonces. En torno al ao 1000, Constantinopla se eriga como la ciudad ms prspera y poderosa del mundo conocido en Occidente. Situada en una posicin fcilmente defendible, en medio de las principales rutas comerciales, y con un gobierno centralizado y absoluto en la persona del Emperador, adems de un ejrcito capaz y profesional, hacan de la ciudad y los territorios gobernados por sta
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(el Imperio bizantino) una nacin sin par en todo el orbe. Gracias a las acciones emprendidas por el Emperador Basilio II Bulgaroktonos, los enemigos ms cercanos a sus fronteras haban sido humillados y anulados en su totalidad. Sin embargo, tras la muerte de Basilio, monarcas menos competentes ocuparon el trono bizantino, al tiempo que en el horizonte surga una nueva amenaza proveniente de Asia Central. Eran los turcos, tribus nmadas que, en el transcurso de esos La dinasta selycida en su perodo de mayor extensin. aos, se haban convertido al islam. Una de esas tribus, los turcos selycidas (llamadas as por su mtico lder Selyuk), se lanz contra el Imperio de Constantinopla. En la batalla de Manzikert, en el ao 1071, el grueso del ejrcito imperial fue arrasado por las tropas turcas, y uno de los co-emperadores fue capturado. A raz de esta debacle, los bizantinos debieron ceder la mayor parte de Asia Menor (hoy el ncleo de la nacin turca) a los selycidas. Ahora haba fuerzas musulmanas apostadas a escasos kilmetros de la misma Constantinopla. Por otra parte, los turcos tambin haban avanzado en direccin sur, hacia Siria y Palestina. Una tras otra las ciudades del Mediterrneo Oriental cayeron en sus manos, y en 1070, un ao antes de Manzikert, entraron en la Ciudad Santa, Jerusaln. Estos dos hechos conmocionaron tanto a Europa Occidental como a la Oriental. Ambos empezaron a temer que los turcos fueran a dominar lentamente al mundo cristiano, haciendo desaparecer su religin. Adems, empezaron a llegar numerosos rumores acerca de torturas y otros horrores cometidos contra peregrinos en Jerusaln por las autoridades turcas. La Primera Cruzada no supuso el primer caso de Guerra Santa entre cristianos y musulmanes inspirada por el papado. Ya durante el papado de Alejandro II, ste predic la guerra contra el infiel musulmn en dos ocasiones. La primera ocasin fue durante la guerra de los normandos en su conquista de Sicilia, en 1061, y el segundo caso se enmarc dentro de las guerras de la Reconquista espaola, en la batalla de Barbastro de 1064. En ambos casos el papa ofreci la Indulgencia a los cristianos que participaran.[2] En 1074, el papa Gregorio VII llam a los milites Christi ("soldados de Cristo") para que fuesen en ayuda del Imperio bizantino tras su dura derrota en la batalla de Mantzikert.[3] Su llamada, si bien fue ampliamente ignorada e incluso recibi bastante oposicin, junto con el gran nmero de peregrinos que viajaban a Tierra Santa durante el siglo XI y a los que la conquista de Anatolia haba cerrado las rutas terrestres hacia Jerusaln, sirvieron para enfocar gran parte de la atencin de occidente en los acontecimientos de oriente.[4] En 1081, subi al trono Bizantino un general capaz, Alejo Comneno, que decidi hacer frente de manera enrgica al expansionismo turco. Pero pronto se dio cuenta de que no podra hacer el trabajo solo, por lo que inici acercamientos con Occidente, a pesar de que las ramas occidental y oriental de la cristiandad haban roto relaciones en el Gran Cisma de 1054. Alejo estaba interesado en poder contar con un ejrcito mercenario occidental que, unido a las fuerzas imperiales, atacaran a los turcos en su base y los mandaran de vuelta a Asia Central. Deseaba en particular usar soldados normandos, los cuales haban conquistado el reino de Inglaterra en 1066 y por la misma poca haban expulsado a los mismos bizantinos del sur de Italia. Debido a estos encuentros, Alejo conoca el poder de los normandos. Y ahora los quera como aliados. Alejo envi emisarios a hablar directamente con el papa Urbano II, para pedirle su intercesin en el reclutamiento de los mercenarios. El Papado ya se haba mostrado capaz de intervenir en asuntos militares cuando promulg la
Cruzadas llamada "Tregua de Dios", mediante la cual se prohiba el combate desde el viernes al atardecer hasta el lunes al amanecer, lo cual disminuy notablemente las contiendas entre los pendencieros nobles. Ahora era otra oportunidad de demostrar el poder del papa sobre la voluntad de Europa. En 1095, Urbano II convoc un concilio en la ciudad de Piacenza. All expuso la propuesta del Emperador, pero el conflicto de los obispos asistentes al concilio, incluido el Papa, con el Sacro Emperador Romano Germnico, Enrique IV (quien estaba apoyando a un anti Papa), primaron sobre el estudio de la peticin de Constantinopla. Alejo tendra que esperar. La sociedad europea, en su devenir, haba ido acumulando un considerable potencial blico. Por otra parte, el islam se haba erigido en un peligroso y fuerte enemigo. Ambas cosas se aunaron y dieron origen a las Cruzadas, proyectadas por la Cristiandad Occidental para salvar a la Cristiandad Oriental de los musulmanes. El resultado, sin embargo, qued lejos de los propsitos y, en puridad, el movimiento cruzado, considerado histricamente, fue un fracaso discutible (aunque ms de cien aos de comercio demuestren lo contrario). Steven Runciman lo resume as:[citarequerida] Cuando Urbano II predic su magno sermn en Clermont, los turcos estaban a punto de amenazar el Bsforo. Cuando el Papa Po II predic la ltima cruzada, los turcos estaban cruzando el Danubio. Rodas, uno de los ltimos frutos del movimiento, cay en poder de los turcos en 1523, y Chipre, arruinada por las guerras con Egipto y Gnova, y anexionada finalmente a Venecia, pas a ellos en 1570. Todo lo que qued para los conquistadores de Occidente fue un puado de islas griegas que Venecia mantuvo precariamente en su poder. El avance turco fue contenido por el esfuerzo conjunto de la cristiandad, y por la accin de los Estados a quienes ataa ms de cerca, Venecia y el Imperio de los Habsburgo, con Francia, la antigua protagonista de la guerra santa, ayudando al infiel de modo continuado. Hubo ocho cruzadas desde el siglo XI hasta el siglo XIV.
Primera Cruzada
Al Papa Gregorio VII se debe la idea de que los pases cristianos se unieran para luchar contra el comn enemigo religioso que era el Islam. El Papa Urbano II (1088-1099) fue quien la puso en prctica. En 1095, la invitacin a la lucha contra los turcos arribara en embajadas francesas e inglesas a las cortes de las naciones europeas medievales ms importantes: Francia, Inglaterra, Alemania y Hungra (Hungra no se unir a las primeras cruzadas por guardar el luto de tres aos del recientemente fallecido rey San Ladislao I de Hungra (1046-1095), quien antes de morir habra aceptado participar en la campaa de Urbano II). El llamamiento formal de Urbano II sucedi en el penltimo da del Concilio de Clermont (Francia), jueves 27 de noviembre de 1095, cuando proclam, al grito de '"Dieu lo volti"'(Dios lo quiere!), la denominada primera cruzada (1096-1099).
Cruzadas
Cruzadas cruzados realizaron una terrible matanza, que no respet a judos ni a musulmanes, mujeres o nios. Con esta conquista finaliz la Primera Cruzada, y muchos cruzados retornaron a sus pases. El resto se qued para consolidar la posesin de los territorios recin conquistados. Junto al Reino de Jerusaln (dirigido inicialmente por Godofredo de Bouilln, que tom el ttulo de Defensor del Santo Sepulcro) y al principado de Antioqua, se crearon adems los condados de Edesa (actual Urfa, en Turqua) y Trpoli (en el actual Lbano). Tras estos xitos iniciales se produjo una oleada de nuevos combatientes que formaron la llamada Cruzada de 1101. Sin embargo, esta expedicin, dividida en tres grupos, fue derrotada por los turcos cuando intentaron atravesar Anatolia. Este desastre apag los espritus cruzados durante algunos aos.
Segunda Cruzada
Gracias a la divisin de los Estados musulmanes, los Estados latinos (o francos, como eran conocidos por los rabes), consiguieron establecerse y perdurar. Los dos primeros reyes de Jerusaln, Balduino I y Balduino II fueron gobernantes capaces que expandieron su reino a toda la zona situada entre el Mediterrneo y el Jordn, e incluso ms all. Rpidamente, se adaptaron al cambiante sistema de alianzas locales y llegaron a combatir junto a estados musulmanes en contra de enemigos que, adems de musulmanes, contaban entre sus filas con guerreros cristianos. Sin embargo, a medida que el espritu de cruzada iba decayendo entre los francos, cada vez ms cmodos en su nuevo estilo de vida, entre los musulmanes iba creciendo el espritu de jihad o guerra santa agitado por los predicadores contra sus impos Divisiones polticas de la zona en torno a 1140. gobernantes, capaces de tolerar la presencia cristiana en Jerusaln e incluso de aliarse con sus reyes. Este sentimiento fue explotado por una serie de caudillos que consiguieron unificar los distintos estados musulmanes y lanzarse a la conquista de los reinos cristianos. El primero de estos fue Zengi, gobernador de Mosul y de Alepo, que en 1144 conquist Edesa, liquidando el primero de los Estados francos. Como respuesta a esta conquista, que puso de manifiesto la debilidad de los Estados cruzados, el Papa Eugenio III, a travs de Bernardo, abad de Claraval (famoso predicador, autor de la regla de los templarios) predic en diciembre de 1145 la Segunda Cruzada. A diferencia de la primera, en esta participaron reyes de la cristiandad, encabezados por Luis VII de Francia (acompaado de su esposa, Leonor de Aquitania) y por el emperador germnico Conrado III. Los desacuerdos entre franceses y alemanes, as como con los bizantinos, fueron constantes en toda la expedicin. Cuando ambos reyes llegaron a Tierra Santa (por separado) decidieron que Edesa era un objetivo poco importante y marcharon hacia Jerusaln. Desde all, para desesperacin del rey Balduino III, en lugar de enfrentarse a Nur al-Din (hijo y sucesor de Zengi), eligieron atacar Damasco, estado independiente y aliado del rey de Jerusaln. La expedicin fue un fracaso, ya que tras slo una semana de asedio infructuoso, los ejrcitos cruzados se retiraron y volvieron a sus pases. Con este ataque intil consiguieron que Damasco cayera en manos de Nur al-Din, que
Cruzadas progresivamente iba cercando los Estados francos. Ms tarde, el ataque de Balduino II a Egipto iba a provocar la intervencin de Nur al-Din en la frontera sur del reino de Jerusaln, preparando el camino para el fin del reino y la convocatoria de la Tercera Cruzada.
Tercera Cruzada
Las intromisiones del Reino de Jerusaln en el decadente califato fatim de Egipto llevaron al sultn Nur al-Din a mandar a su lugarteniente Saladino a hacerse cargo de la situacin. No hizo falta mucho tiempo para que Saladino se convirtiera en el amo de Egipto, aunque hasta la muerte de Nur al-Din en 1174 respet la soberana de ste. Pero tras su muerte, Saladino se proclam sultn de Egipto (a pesar de que haba un heredero al trono de Nur al-Din, su hijo de slo 12 aos que muri envenenado) y de Siria, dando comienzo la dinasta ayyub. Saladino era un hombre sabio que logr la unin de las facciones musulmanas, as como el control poltico y militar desde Egipto hasta Siria. Como Nur al-Din, Saladino era un musulmn devoto y decidido a expulsar a los cruzados de Tierra Santa. El Reino de Jerusaln, regido por el Rey Leproso, Balduino IV de Jerusaln, quedaba rodeado ya por un slo Estado. Balduino se vio obligado a firmar frgiles treguas seguidas por escaramuzas, tratando de retrasar el inevitable final. Tras la muerte del rey Balduino IV de Jerusaln, el Estado se dividi en distintas facciones, pacifistas o belicosas, y pas a convertirse en rey, debido al enlace matrimonial que mantena con la hermana del fallecido patriarca, el general en jefe del ejrcito unido de Jerusaln: Guy de Lusignan. El mismo apoyaba una poltica agresiva y de no negociacin con los sarracenos y abogaba por su sometimiento y derrota en combate, cosa a la que sus detractores se oponan habida cuenta de la inferioridad numrica que los cristianos tenan ante las tropas de Saladino. La radicalidad religiosa y el apoyo al brazo ms radical de la orden de los Templarios en sus ataques a diversas localidades y estructuras sarracenas desembocaran en un enfrentamiento final entre Guy de Lusignan y el propio Saladino. De hecho, se hace culpable a Guy de lusignan de la derrota y prdida de Jerusaln por su obsesin en enfrentarse al ejrcito de Saladino y su falta de visin para la proteccin de la ciudad y de sus habitantes. Reinaldo de Chtillon era un bandido con ttulo de caballero que no se consideraba atado por las treguas firmadas. Saqueaba las caravanas e incluso arm expediciones de piratas para atacar a los barcos de peregrinos que iban a La Meca, ciudad muy importante para los musulmanes. El ataque definitivo fue contra una caravana en la que iba la hermana de Saladino, que jur matarlo con sus propias manos.
Krak de los Caballeros. Esta fortaleza, considerada inexpugnable, controlaba el paso desde el interior de Siria a la costa de Lbano y estuvo bajo el mando de los Caballeros Hospitalarios hasta 1271.
Declarada la guerra, el grueso del ejrcito cruzado, junto con los Templarios y los Hospitalarios, se enfrent a las tropas de Saladino en los Cuernos de Hattin el 4 de julio de 1187. Los ejrcitos cristianos fueron derrotados, dejando el reino indefenso y perdiendo uno de los fragmentos de la Vera Cruz. Saladino mat con sus propias manos a Reinaldo de Chtillon. Algunos de los caballeros Templarios y Hospitalarios capturados fueron tambin ejecutados. Saladino procedi a ocupar la mayor parte del reino, salvo las plazas costeras, abastecidas desde el mar, y en octubre del mismo ao conquist Jerusaln. Comparada con la toma de 1099, esta fue casi incruenta, aunque sus habitantes debieron pagar un considerable rescate y algunos fueron esclavizados. El reino de Jerusaln haba desaparecido. La toma de Jerusaln conmocion a Europa y el papa Gregorio VIII convoc una nueva cruzada en 1189. En esta participaron reyes de los ms importantes de la cristiandad: Ricardo Corazn de Len (hijo de Enrique II y de Leonor de Aquitania), Felipe II Augusto de Francia y el emperador Federico I Barbarroja (sobrino de Conrado III).
Cruzadas ste ltimo, al mando del grupo ms poderoso, sigui la ruta terrestre, en la que sufri algunas bajas. Cerca de Siria, sin embargo, el emperador muri ahogado mientras se baaba en el ro Salef (en la actual Turqua) y su ejrcito ya no continu hacia Palestina. Barbaroja durante su estada en el Reino de Hungra le haba pedido al prncipe Gza, hermano del rey Bla III de Hungra que se unise a las fuerzas cruzadas, as, un ejrcito de dos mil soldados hngaros parti al lado de los germnicos. Si bien luego de los conflictos blicos el rey hngaro habra llamado de regreso a sus fuerzas, su hermano menor, Gza, permaneci en Constantinopla y despos a una noble bizantina, puesto que no tena buenas relaciones con Bla III. Los ejrcitos ingls y francs llegaron por la ruta martima. Su primer (y nico) xito fue la toma de Acre el 13 de julio de 1191, tras la cual Ricardo realiz una matanza de varios miles de prisioneros. Esta matanza militarmente le dio oxgeno para seguir hacia el sur a su meta final: Jerusaln, y adems le vali el nombre por el que sera reconocido en la historia, Corazn de Len. Felipe II Augusto estaba preocupado por los problemas en su pas y molesto por las rivalidades con Ricardo, por lo que regres a Francia, dejando a Ricardo al mando de la cruzada. Este lleg hasta las proximidades de Jerusaln, pero en lugar de atacar prefiri firmar una tregua con Saladino, temiendo que su ejrcito diezmado de 12.000 hombres no fuera capaz de sostener el sitio de Jerusaln. Pensando en una prxima cruzada y en no arriesgar militarmente una derrota que no le dara a los cristianos la posibilidad del control posterior de la Ciudad Santa, pactaron con el mismo Saladino, quien tambin estaba cansado y diezmado, la tregua que permita el libre acceso de los peregrinos desarmados a la Ciudad Santa. Saladino falleci seis meses despus. Ricardo muri en 1199 por una herida de flecha en su regreso a Europa. De esta forma, se cerraba la Tercera Cruzada con un nuevo fracaso para los dos bandos, dejando sin esperanzas a los Estados francos. Era cuestin de tiempo para que desapareciera la estrecha franja litoral que controlaban. Sin embargo, resistieron an un siglo ms.
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Cuarta Cruzada
Tras la tregua firmada en la Tercera Cruzada y la muerte de Saladino en 1193, se sucedieron algunos aos de relativa paz, en los que los Estados francos del litoral se convirtieron en poco ms que colonias comerciales italianas. En 1199, el Papa Inocencio III decidi convocar una nueva cruzada para aliviar la situacin de los Estados cruzados. Esta Cuarta Cruzada no debera incluir reyes e ir dirigida contra Egipto, considerado el punto ms dbil de los estados musulmanes. Al no ser ya posible la ruta terrestre, los cruzados deban tomar la ruta martima, por lo que se concentraron en Venecia. El dux Enrico Dandolo se coalig con el jefe de la expedicin Bonifacio de Montferrato y con un usurpador bizantino, Alejo IV ngelo para cambiar el destino de la cruzada y dirigirla contra Constantinopla, al estar los tres interesados en la deposicin del basileus del momento, Alejo III ngelo. Inicialmente, los cruzados fueron empleados para luchar contra los hngaros en Zara, por lo que fueron excomulgados por el Papa. Desde all se dirigieron hacia Bizancio, donde consiguieron instalar a Alejo IV como basileus en 1203. Sin embargo, el nuevo basileus no pudo cumplir las promesas hechas a los cruzados, lo que origin toda clase de disturbios. Fue depuesto por los propios bizantinos, que coronaron a Alejo V Ducas. Esto provoc la Fortalezas templarias. intervencin definitiva de los cruzados, que conquistaron la ciudad el 12 de abril de 1204. El saqueo de la ciudad fue terrible. Miles de cristianos (incluyendo mujeres y nios) fueron asesinados por los cruzados. Desvalijaron y destruyeron mansiones, palacios, iglesias y la propia baslica de Santa Sofa. Europa occidental recibi un aluvin de obras de arte y reliquias sin precedentes, producto de este saqueo. Con ello llegaba a su fin el Imperio Bizantino, que se desmembr en una serie de Estados, algunos latinos y otros griegos. De stos, el llamado Imperio de Nicea conseguira restaurar una sombra del Imperio Bizantino en 1261. Los cruzados establecieron el llamado Imperio Latino, organizado feudalmente y con una autoridad muy dbil sobre la mayora de los territorios que supuestamente controlaba (y nula sobre los Estados griegos de Nicea, Trebisonda y Epiro). La Cuarta Cruzada asest un doble golpe a los Estados francos de Palestina. Por un lado, les priv de refuerzos militares. Por otro, al crear un polo de atraccin en Constantinopla para los caballeros latinos, produjo la emigracin de muchos que estaban en Tierra Santa hacia el Imperio Latino, abandonando los Estados francos.
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Quinta Cruzada
La V Cruzada fue proclamada por Inocencio III en 1213 y parti en 1218 bajo los auspicios de Honorio III, unindose al rey cruzado Andrs II de Hungra, quien llev hacia oriente el ejrcito ms grande en toda la Historia de las Cruzadas. Como la IV Cruzada, tena como objetivo conquistar Egipto. Tras el xito inicial de la conquista de Damieta en la desembocadura del Nilo, que aseguraba la supervivencia de los Estados francos, a los cruzados les pudo la ambicin e intentaron atacar El Cairo, fracasando y debiendo abandonar incluso lo que haban conquistado, en 1221.
Sexta Cruzada
La organizacin de la VI Cruzada fue un tanto audaz. El papa haba ordenado al emperador Federico II Hohenstaufen que fuera a las cruzadas como penitencia. El emperador haba asentido, pero haba ido demorando la partida, lo que le vali la excomunin. Finalmente, Federico II (que tena pretensiones propias sobre el trono de Jerusaln) parti en 1228 sin el permiso papal. Sorprendentemente, el emperador consigui recuperar Jerusaln mediante un acuerdo diplomtico. Se autoproclam rey de Jerusaln en 1229 y tambin obtuvo Beln y Nazaret.
Sptima Cruzada
En 1244 volvi a caer Jerusaln (esta vez de forma definitiva), lo que movi al devoto rey Luis IX de Francia (San Luis) a organizar una nueva cruzada, la Sptima. Como en la V, se dirigi contra Damieta, pero fue derrotado y hecho prisionero en Mansura (Egipto) con todo su ejrcito.
Octava Cruzada
Vuelto a Francia, el mismo rey emprendi la llamada VIII Cruzada (1269) contra Tnez, aunque en realidad era un pen en los intereses de su hermano Carlos de Anjou rey de Npoles, que quera evitar la competencia de los mercaderes tunecinos. La peste acab con el rey Luis y gran parte de su ejrcito en Tnez (1270). Aunque algunos papas intentaron predicar nuevas cruzadas, ya no se organizaron ms y, en 1291, los cruzados evacuaron sus ltimas posesiones en Tiro, Sidn y Beirut tras la cada de San Juan de Acre. A fin de cuentas, el nico triunfo relevante de la Cristiandad durante los dos siglos de ms de ocho cruzadas fue la toma de Jerusaln por Godofredo de Bouillon en la primera cruzada en el ao 1099, la cual, a pesar de las innumerables matanzas de sarracenos, judos (hombres, mujeres y nios), logr sostener la Ciudad Santa por muchos aos, y encontr los objetivos marcados inicialmente por los defensores de la idea de reconquistar la tierra llamada santa para los cristianos de Europa.
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Cruzada Aragonesa
La Cruzada contra la Corona de Aragn fue declarada por el Papa Martin IV contra el Rey de Aragn Pedro III el Grande, en 1284 y 1285.
Cruzadas medioda en las iglesias de todo el mundo sonasen en honor a tal acontecimiento.
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Notas y referencias
[1] [2] [3] [4] Mayer, Historia de las Cruzadas, p. 20, emplea la expresin Deus lo volt. Biografa de Alejandro II en www.artehistoria.com (http:/ / www. artehistoria. jcyl. es/ histesp/ personajes/ 3792. htm) Runciman, The First Crusade, p. 39. Asbridge, Thomas. The First Crusade: A New History, the Roots of Conflict Between Christiniaty and Islam. Oxford: Oxford University Press, 2004, p. 15-20.
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