Historia Athletic
Historia Athletic
Historia Athletic
El Bilbao de aquellos años reunía los requisitos imprescindibles para que un destacado sector de su población
abrazara con entusiasmo la entonces novedosa práctica del "sport". El desarrollo del deporte en Bilbao no es
casual ni excepcional, surge en un ámbito geográfico y temporal muy determinado, como una moda burguesa y,
por consiguiente, urbana. El nacimiento e instalación de los primeros gimnasios en la villa, debe interpretarse
igualmente como una manifestación más de este dinamismo social. La burguesía bilbaína se trata de un grupo
social muy activo, enormemente atraído por todo lo que viene de Europa, y muy especialmente por lo "inglés".
Se habla incluso de la "anglomanía" que invadió el Bilbao de aquellos años. Además Bilbao acogió entonces a
una nutrida colonia extranjera, cuya presencia facilitó la incorporación de hábitos, modas y costumbres hasta
entonces desconocidas en nuestro país.
La afición por el deporte se limitaba a la aristocracia de Neguri y la pudiente burguesía bilbaína: lawn- tennis,
regatas, carreras de motocicletas, ciclismo, pelota y fútbol son los deportes por excelencia.
Por lo que respecta a la práctica del fútbol, un pequeño recorte de prensa del Noticiero Bilbaíno recogía, allá por
el año 1894, un desafío que pasará a la historia futbolística. Un aficionado local retaba a la colonia inglesa a un
encuentro de fútbol en las campas de Lamiako. El partido se disputó el 3 de Mayo de 1894 con resultado
adverso para los locales, de seis "goals" a cero. Pero la semilla germinó con fuerza y los bilbaínos pronto se
interesaron por la práctica de este deporte.
En 1898 un grupo de 33 deportistas, de entre los que en el Gimnasio Zamacois se reunían para practicar y
hablar de fútbol, constituyeron un equipo que, sin tener forma legal, denominaron Athletic Club, celebrándose el
5 de Abril de 1901 en el Café García, la asamblea de constitución definitiva del Athletic Club.
El fútbol se vivía aún entre una mezcla de pasión y de expectación ante la novedad. En aquel entonces el
principal rival del Athletic era el Bilbao FC. El número de espectadores que se acercaba en tren a las campas de
Lamiako era cada vez mayor -se llegaban a contabilizar 3.000 asistentes-, y raro era el día en que el
espontáneo campo, probadero hípico, no registraba un lleno.
Sólo faltaba organizar encuentros de envergadura que permitiesen calibrar los logros adquiridos por los equipos
vascos. La oportunidad la brindó el primer torneo estatal organizado con motivo de la coronación de Alfonso XIII
en 1902. Este trofeo, primero de los logrados por el Athletic bajo el nombre "Bizcaya", equipo formado por
jugadores del Athletic y del Bilbao, se consiguió tras derrotar al "Español" por cinco a cero, al "New Club" de
Madrid por ocho a uno y al "Barcelona" por dos a uno.
En 1903, el Bilbao FC acordó en Junta General disolver la Sociedad ingresando todos sus socios en el Athletic.
Ese mismo año, el Athletic superó una dura crisis en la que se llegó a plantear su disolución. Solventados estos
momentos críticos, los éxitos siguieron acompañando al Athletic: Campeones de España en los años 1903,
1904, 1910 y 1911.
Los encuentros de fútbol iban en aumento y surgían grandes figuras de la categoría de Belauste o Pichichi. Los
campos, primero Lamiako (Leioa) y tras 1910 Jolaseta (Getxo), ya no reunían las condiciones adecuadas para la
práctica de un deporte cuya afición crecía día a día. Un equipo ya tantas veces campeón, con figuras
importantes, necesitaba tener un campo en la ciudad.
Bajo la presidencia de Alejandro de la Sota, el 20 de Enero de 1913 se ponía la primera piedra del nuevo
estadio del Athletic Club en la Vega de San Mames, inaugurándose siete meses más tarde, el 21 de Agosto de
ese mismo año. Se enfrentaron el Athletic y el Racing de Irún. El encuentro terminó con empate 1-1. Seve Zuazo
tuvo el honor del saque inicial y Pichichi el del ser el autor del primer gol rojiblanco en la "Catedral".
1913-1928
La inauguración de San Mamés fue el preludio de una sucesión de éxitos que llevaron al
Athletic a la consideración de mejor equipo del Estado. No sólo contaban con una plantilla
envidiable, de esta época viene el apelativo de "leones", sino también con los mejores
entrenadores importados directamente desde Inglaterra. A Mr.Barnes le cabe el mérito de
fomentar el trabajo entre los jugadores, mejorar su preparación, conseguir para ellos una
técnica más depurada y, sobre todo, inculcarles disciplina.
Con estas bases, un equipo de lujo y de buen oficio, no es extraño que los logros deportivos fuesen pronto una
realidad. La obtención de los trofeos en propiedad del Campeonato Regional y de Copa tras las sucesivas
victorias en 1914, 1915 y 1916, fue el reflejo de un trabajo bien hecho. Aquel fue el equipo inmortalizado por
José Arrue: Ibarreche bajo los palos, Solaun y Hurtado formando una férrea defensa, la tenacidad de Eguía, el
coloso Belauste que imponía su presencia en el centro del campo al igual que su hermano Ramón, o la
inquietante delantera formada por Iceta, Germán, Apón, Zuazo y Rafael Moreno, Pichichi.
El público seguía con expectación los partidos, pero muy especialmente aquellos de campeonato que
enfrentaban a equipos vascos, sobre todo, Arenas de Getxo, Racing y Sporting de Irún y Real Sociedad de San
Sebastián, y los organizados en navidades contra equipos extranjeros, oportunidad de estudiar otras "escuelas
footbalísticas".
El Athletic tardó un lustro en conquistar otro título. En la temporada 1919-20 se conquista de nuevo el
Campeonato Regional, y ya con un equipo renovado, se consiguieron los campeonatos de Copa de 1921 y
1923.
La década de los veinte también supuso para los jugadores del Athletic su reconocimiento a nivel internacional.
El hecho tuvo lugar en la famosa Olimpiada de Amberes, donde la selección española consiguió el
subcampeonato con una significativa representación rojiblanca, compuesta por José Mari Belausteguigoitia,
Sabino Bilbao, y Rafael Moreno Pichichi, Txomin Acedo y Sesumaga.
El Athletic tenía su sede en "La Alcazaba" y una masa social que rondaba los 2.000 socios. Son tiempos de
cambio. El profesionalismo es un hecho incuestionable, el fútbol comienza a ser considerado el verdadero
deporte rey de masas, y está a punto de nacer la Liga.