Genero Indecifrable Video Arte Machima y Post Porno

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GNERO INDESCIFRABLE: VIDEOARTE, MACHINIMA Y POSTPORNO Marisol Salanova (Universidad Politcnica de Valencia) Resumen: Se trata de una aproximacin a la situacin

en que se encuentra actualmente el gnero dentro del mbito artstico, cmo ha evolucionado su relativizacin hacia el movimiento postporno y cul ha sido la contribucin del soporte audiovisual a todo ello. Para dilucidar estas cuestiones son analizados diferentes modelos de representacin de la sexualidad y conceptos tales como transfeminismo, contragnero y pornoterrorismo, revisando el trabajo relacionado de varias artistas contemporneas. Arte, Gnero, Machinima, Postporno, Vdeo Art, Gender, Machinima, Post Porn, Video 1. Introduccin. El vdeo actuar en este trabajo como hilo conductor entre distintas aplicaciones que se hacen actualmente en torno al gnero o la disolucin del mismo. El videoarte es el mbito en el cual se desarrollan trabajos de machinima, por ejemplo, donde la sexualidad es representada de un modo muy particular y el gnero de los autores suele ser desconocido y prescindible. Tambin en el videoarte y el performance art se enmarcan varias propuestas que revisar, de artistas y colectivos que suelen realizar un registro audiovisual de sus acciones para difundirlas en la red u otros medios, como el Colectivo Toxic Lesbian, a menudo representado por Gloria G. Durn, activista y terica en torno al concepto de contragnero, cuyo ltimo trabajo publicado trata sobre la imagen de las mujeres con esttica dandy, un fsico normalmente atribudo a hombres. A partir de esto quiero esbozar en qu situacin se encuentra el gnero dentro del mbito artstico, cmo ha evolucionado su relativizacin hacia el movimiento postporno y destacar la contribucin del soporte audiovisual a todo ello. 2. El videoarte como laboratorio de cambios. En el mbito del Arte Contemporneo los proyectos dirigidos a la exploracin esttica de la identidad del ser mujer suelen tener como caracterstica comn la perspectiva feminista. Podra decirse que tradicionalmente as ha sido, rescatando el concepto gadameriano de tradicin, imprescindible para el anlisis hermenutico, sin embargo, esto no quiere decir ni que todas las piezas creadas por mujeres exploren la condicin de mujer o cuestiones relativas al gnero, ni que todas las obras sobre identidad femenina lo hagan necesariamente desde el feminismo. Las autoras Karen Cordero e Inda Senz, artistas y crticas de arte mejicanas, que entienden el feminismo en tanto que teora crtica de la cultura o perspectiva vital, definen el trmino en la introduccin de la Crtica feminista en la teora e historia del arte (2007) no como un dogma ni una teora homognea, sino como una forma de ver y analizar el mundo tomando en cuenta la primaca de las relaciones de gnero como relaciones de poder, que estructuran tanto aspectos objetivos como subjetivos de la realidad social y cultural, as como la conciencia y la vivencia psicolgica y propiamente corporal.

A principios de los aos 60, a colacin del movimiento por los Derechos Civiles y los grupos feministas en Estados Unidos, muchas mujeres artistas se vieron atradas por el potencial ideolgico de la performance como prctica artstica contundente aunque efmera. Rpidamente el vdeo se convirti en el medio predilecto para capturar las manifestaciones artsticas del cuerpo durante las performances; un cuerpo constantemente representando, construyendo, creando, interpretando. Carolee Schneemann, destacada precursora del arte feminista, escandaliz con sus pelculas, odas a la carne y explcitas celebraciones de la sexualidad femenina. Schneemann es tambin la creadora de Fuses, un clsico del cine de vanguardia norteamericano, una respuesta a las formas de representacin del cuerpo (sobre todo del cuerpo femenino) vislumbradas en las pelculas de Stan Brakhage. En 1964, durante el Festival de Libre Expresin en el Centro Americano de Pars, Schneemann present Meat Joy, manifiesto de una sexualidad femenina asumida, obra que fue tachada de pornogrfica. Un ao ms tarde, Yoko Ono, adepta del arte conceptual -donde las ideas son el motor y la esencia de la obra-, present la performance Cut Piece en el Carnegie Hall de Nueva York, invitando a los espectadores a cortar su vestido hasta dejarla desnuda, acto finalmente registrado en un vdeo de nueve minutos. Por su parte, en los 70, la artista Hanna Wilke, vehemente defensora de lo femenino frente al mito del hombre omnipresente en el arte, se sirvi de su propio cuerpo -en especial, su vagina- en numerosas ocasiones, como puede apreciarse en sus vdeos, fotografas, performances y esculturas, para reivindicar los ideales feministas y luchar por las libertades y derechos del gnero femenino. Con sus obras, en las que la vagina tiene una importancia central, sta se convertira en el elemento clave de la expresin artstica reivindicativa. La concienciacin de los derechos de la mujer, el rol social femenino o romper con los estereotipos de belleza era el objetivo que Wilke quera alcanzar a travs de sus fotografas de desnudos o sus performances registradas en vdeo, caldo de cultivo de una implicacin no meramente contemplativa por parte del espectador. El vdeo empez a introducirse en el mercado del arte a travs de departamentos especializados de algunos prestigiosos museos que reconocan ya el inters despertado por las formas de arte ms alternativas en los sectores culturales y artsticos de los 70. A su vez, entre los artistas, especialmente, como digo, en las mujeres artistas, tambin fue creciente el inters por el reconocimiento de un medio que ofreca tantas posibilidades y cuya sofisticacin iba en aumento. El videoarte adquiri poco a poco su propio protagonismo y lenguaje (o lenguajes) que recoge de las vanguardias el carcter innovador, de ruptura y, sobre todo, experimentacin. Hoy en da las videoinstalaciones, videoperformances y el videoarte en general ocupa un lugar destacado en el panorama artstico ms arriesgado e innovador a todos los niveles. El videoarte es una de las prcticas ms esgrimidas por las artistas feministas contemporneas, tambin el performance (como deca antes, muchas veces precursor de la pieza de videoarte), por la capacidad que ambos medios tienen para vincular la prctica artstica con la experiencia cotidiana, la conciencia de gnero, el espritu crtico e incluso el activismo social. El Festival LOOP de Barcelona inunda la ciudad con un autntico maratn de vdeoarte cada primavera, unido a una feria de arte en la que los galeristas asistentes slo pueden exhibir video, siendo la nica feria en Espaa exclusiva para la venta de videoarte. Este festival se encuentra en colaboracin con el Oslo Screen Festival, del mismo formato.

Hemos visto que el cuerpo es el protagonista del arte feminista que apostilla la clebre frase de Simone de Beauvoir no se nace mujer, se llega a serlo. El proceso de creacin artstica se convierte en un proceso paralelo de construccin identitaria y reivindicacin, casi en un lenguaje propio. Dicho proceso sera, desde mi punto de vista, la pre-estructura de la comprensin en sentido heideggeriano, aquello que Gadamer llama la realidad histrica de su ser (en esta caso, del ser de la artista) tambin entendida por l como la gestacin de un prejuicio. El problema que planteara Gadamer al respecto es precisamente el del prejuicio. ste es considerado como el problema hermenutico genuino, el de distinguir los prejuicios verdaderos, bajo los cuales comprendemos, de los prejuicio falsos, que confunden y alteran la percepcin. Mientras la artista crea, se produce un proceso de construccin identitaria que de alguna manera condiciona, pues supone la formacin de un prejuicio, lo cual es inevitable. No obstante, la reaccin que el espectador tenga sobre su obra no es venida directamente de ese proceso, aunque pueda ser influida por l en cierta medida. De cualquier modo, habido ya el prejuicio cabe una reinterpretacin. Surgido de una necesidad de aplicar las tecnologas de comunicacin en la recreacin de la realidad social, el videoarte ha sido utilizado como vehculo de reivindicaciones feministas desde sus comienzos, as es que la historia de las mujeres videoartistas viene siendo condicionada por la cuestin de gnero, tan explorada a travs de la tcnica audiovisual y cuya importancia no niego en absoluto. Me parece que se ha de continuar trabajando en torno al gnero y la igualdad, desde el videoarte y desde muchas otras disciplinas adems de las Bellas Artes. La reflexin que me ocupa no tiene que ver con cuestionar eso, sino con evitar reduccionismos. Todava no se ha llegado a una situacin en la que la sociedad se encuentre libre de episodios machistas, violencia de gnero, discriminacin sexual, si bien es cierto hemos avanzado de hace treinta o cuarenta aos a esta parte. Al feminismo todava le queda mucho camino por recorrer, adems. Sin embargo, en el videoarte la cuestin se ha descentralizado. Existe una voluntad actual por parte de jvenes artistas que desarrollan proyectos en torno a otros muchos temas, desmarcndose de aquellos iconos feministas que fueron las primeras videoartistas. El pasado feminista del videoarte es crucial e innegable, lo veo como el laboratorio de experimentacin donde surgi el caldo de cultivo en que eclosionan hoy ferias, festivales y encuentros internacionales dedicados al video, donde encontramos obras que nos mueven hacia una reinterpretacin de la mujer videoartista. El campo del videoarte, como tantos otros, se encuentra en constante evolucin. En tanto que siempre ha estado estrechamente vinculado a la tecnologa y que sta avanza con firmeza en los tiempos que corren, cabe esperar que eso afecte a las representaciones del cuerpo humano y los mensajes que a travs de dichas representaciones se quiera transmitir. En este sentido, el registro de imgenes en movimiento se desplaza hacia el terreno ldico, donde los videojuegos se presentan especialmente controvertidos, ya que cuestiones tales como el sexo, el erotismo, la prostitucin y la violencia se pueden encontrar hoy en muchos videojuegos.

3. Machinima: estereotipos en las representaciones virtuales de la sexualidad. A medida que los videojuegos van mejorando, entre otras cosas, la calidad de sus grficos, han ido adquiriendo capacidad para difundir mensajes ms all de los propios del argumento del juego, pudiendo formar parte de videoinstalaciones o convirtindose ellos mismos en piezas de una controvertida corriente audiovisual llamada machinima (trmino compuesto por las palabras machine y cinema), dentro de la cual es casi imposible saber si predominan autores del gnero masculino o femenino, pues la mayora adoptan un nickname y un avatar que no tiene por qu corresponderse con su aspecto real y bajo el cual suelen trabajar sin desvelar demasiados datos personales. Esta tcnica permite crear espectaculares filmes de animacin, generalmente cortometrajes, a partir de personajes y grficos de videojuegos. Su origen se remonta a 1996 con el cortometraje Diary of a Camper, una partida on-line de Quake, aunque hasta 1998 no se acu el trmino. En esta corriente la representacin del sexo o de la desnudez es un tema candente pues a menudo se censura el sexo con un filtro pixelado, aunque existen modificaciones que permiten romper las reglas del juego y mostrar cuerpos desnudos. No obstante, mientras que en Second Life la sexualidad es ms abierta y las relaciones sexuales son explcitas, en el machinima realizado a partir de juegos como Los Sims las prcticas sexuales quedan, en cierta medida, veladas y condicionadas por la falta de detalle en los cuerpos y movimientos, aunque la imaginacin del realizador y su destreza como coregrafo son determinantes. A partir del machinima con contenido sexual surgen nuevas posibilidades nada desdeables en torno al porno amateur, por ejemplo. El pasado 24 de marzo de 2011, en el marco de Remix Cinema, encuentro organizado por la Universidad Internacional de Andaluca (UNIA) y el Oxford Internet Institute en el St. Antony's College (Universidad de Oxford), impart un workshop sobre las representaciones de la sexualidad en las imgenes pornogrficas producidas a partir de personajes de videojuegos y la problemtica resultante de los cuerpos estereotipados. Part de la idea de que en los primeros videojuegos donde intervenan personajes femeninos estos eran mostrados, por norma general, en una posicin sumisa o con claros signos de inferioridad respecto a los masculinos, lo cual se presentaba preocupante dado que la violencia sexista tiene su origen en esta primera diferencia existente, la sexual, en el momento en que se asumen jerarquas. Los personajes femeninos hericos eran, en principio, extraos, pues mayoritariamente eran princesas o sabias ancianas. Ms tarde, erticas aventureras. Podramos decir que los juegos fueron dominados por hroes masculinos durante bastante tiempo. En la actualidad, las representaciones de gnero en los videojuegos han cambiado, pero no demasiado. Hoy en da, los videojuegos son capaces de difundir mensajes ms all del argumento del juego, formar parte de proyectos artsticos o convertirse en Machinima; la convergencia del cine, la animacin y el desarrollo de videojuegos. El Machinima aplica tcnicas cinematogrficas dentro de un espacio virtual interactivo donde los personajes y las distintas situaciones posibles pueden controlarse manualmente, a travs de secuencias de comandos o mediante inteligencia artificial. Se crean as originales pelculas protagonizadas por personajes de videojuegos manipulados.

Durante mi presentacin expliqu que me encuentro explorando el papel de las prcticas de remezcla audiovisual en la cultura digital contempornea y propuse el Machinima como una suerte de remix cinema, punto de partida que fue reforzado por la investigadora Karin Wenz, procedente de la Facultad de Artes y Ciencias Sociales de la Universidad de Maastricht (Pases Bajos). Exponiendo un estudio sobre el modo de hacer pelculas porno en Machinima, defend la tesis de que podra llegar a ser un ejemplo de Postporno -a propsito de mi investigacin principal sobre iconografa BDSM en el Postporno para el Trabajo Fin de Master del Master en Produccin Artstica de la Universidad Politcnica de Valencia- observando las representaciones de gnero en los nuevos medios a partir de un cambio de prcticas en la pornografa. Con las herramientas adecuadas se puede dar cuenta de las sexualidades alternativas tambin en el plano virtual. Un pequeo estudio de Machinima permite crear todo tipo de historias para adultos y Machinima porno, desde Second Life hasta en Los Sims. El Machinima es una forma eficiente de producir pelculas de bajo coste y de forma rpida, lo que hace fcil crear porno amateur en red y es por esto que hay un gran nmero de pginas web que muestran gratuitamente algunos trabajos de Machinima. Puede concluirse que el sistema de distribucin es realmente bueno. Si bien esta tecnologa promete, todava tiene un largo camino por recorrer. Henry Lowood describe dos mtodos de aproximacin al Machinima: a partir de un videojuego y la bsqueda de un medio de expresin o de documentacin de juego (de adentro hacia afuera), o empezando un juego desde el exterior para usarlo slo como herramienta de animacin (de afuera hacia adentro). En cualquier caso, el hecho es que se realizan y distribuyen cantidad de vdeos para adultos hechos con imgenes virtuales. El entorno ms popular es Second Life. Hay diferentes maneras de crear imgenes erticas en 3D (con programas como Poser), pero en Second Life las pelculas porno son creadas por personas reales que controlan sus avatares en tiempo real y esto es muy interesante. Otro entorno habitual es Los Sims. Al principio las obras resultantes (los vdeos) tenan un bajo nivel profesional y eran ciertamente monotemticos, adems slo podan encontrarse representaciones de personajes heterosexuales. No obstante, la homosexualidad se est convirtiendo en un tema popular en Machinima ltimamente. Aunque el cuerpo desnudo se representa como un maniqu la mayora de las veces. Los personajes no parecen personas reales, este es el mayor problema, pues el diseo de sus cuerpos responde a estereotipos de acuerdo con la moda de la ciruga plstica, siempre necesariamente jvenes y con formas voluptuosas que remarcan delgadas cinturas. Sin embargo, el gran potencial del Machinima posibilitara que otras representaciones del cuerpo tuvieran cabida, satisfaciendo a un pblico diferente. Hay directores y productores que estn desarrollando porno creado especficamente para atraer a un pblico femenino. La cineasta sueca Erika Lust trabaja en ello. En 2004 produjo y dirigi The good girl, que tuvo una excelente acogida a nivel internacional, y que luego pas a formar parte de su primer largometraje Cinco historias para ellas, estrenado en abril de 2007. En 2008 dirigi la pelcula experimental ertica Barcelona Sex Project, en 2009 rod el corto Las esposas y en 2010 estren su tercer filme: Life Love Lust. Adems Lust es autora del libro Porno para mujeres. No obstante, no se autodefine como autora Postporno y algunas artistas del mbito del Postporno consideran que Lust no escapa a estereotipos sino que

explota otros relacionados con la mujer, slo que diferentes a los que plantean la mayora de pelculas porno dirigidas a un pblico masculino. Tambin hay subcategoras en la industria del porno y esta diversificacin est empezando a suceder en las producciones de Machinima en tanto que las posibilidades en el mundo virtual son muchas, casi infinitas. 4. Postpornografa, cibersexo y cosificacin. El concepto Postporno fue introducido por el fotgrafo ertico Wink van Kempen y popularizado por la activista, trabajadora sexual y artista Annie Sprinkle. Surgi como un nuevo estatuto de la representacin sexual: A travs de una deconstruccin de la heteronormatividad y naturalizacin, Sprinkle nos hizo pensar en el sexo como una categora abierta para el uso y apropiacin del placer ms all del marco de victimizacin de la censura y el tab. El movimiento se encuentra hoy totalmente activo y resulta corresponderse con un ambiente creativo y revolucionario que nos llama a reflexionar sobre lo que es una imagen pornogrfica, lo que es el gnero, y todo lo que, en definitiva, se plantea el llamado Transfeminismo. Segn la sociloga Marie Hlne Bourcier, el postporno abarca una serie de discursos que rompen con el rgimen hegemnico de representacin de la sexualidad. Se trata de un movimiento principalmente dedicado a representar sexualidades alternativas o disidentes, sobre todo con fines poltico-sociales, pero tambin a generar la revisin de muchas interpretaciones previas. Fue la actriz porno norteamericana Annie Sprinkle quien difundi el trmino, proponiendo una revisin de la pornografa clsica. Su obra parte de una deconstruccin de lo pornogrfico para dar cabida a nuevos imaginarios sexuales. Virginie Despentes lo ha llevado al cine y la literatura. Beatriz Preciado es una terica especialista en ello. Mara Llopis es artista y aborda el tema a travs de talleres didcticos y vdeos; ha publicado un libro titulado El postporno era eso en el cual narra sus experiencias. En la misma editorial, la investigadora Itziar Ziga revisa los conceptos de transexualidad y prostitucin, y la activista Diana J. Torres combina diversos proyectos artsticos con su irreverente Pornoterrorismo. Por su parte, Esperanza Moreno es una artista que tambin trabaja aportando el elemento didctico a las sexualidades alternativas, a travs de su proyecto cuerpos lesbianos en la red. Ellas, aunque dejo por enumerar otras muchas, son algunos de los principales referentes de eso llamado postporno. El Postporno est directamente relacionado con el inconformismo de gnero. Este se refiere a las personas que no se adhieren a las normas de la sociedad sobre la vestimenta y las actividades basadas en el sexo de cada persona. Se habla de gnero indefinido, aunque no es un trmino con especial aceptacin. Ni masculinas, ni claramente femeninas, ms bien son personas que optan por ser libres de gnero. Algunas son transexuales, gays, lesbianas o bisexuales, aunque no necesariamente. Otras no se identifican con ninguna de estas categoras. En el idioma espaol, al escribir respecto a una de estas personas se utiliza la letra x en lugar de la que sugerira que se pertenece a uno u otro gnero (ejemplo: ellos / ellas / ellxs). El vdeo actua como hilo conductor entre las muchas manifestaciones del postporno, ya que la mayora de artistas y activistas postporno se sirven de tal tipo de registro para difundir sus trabajos, casi siempre performativos. Un ejemplo de ello es la obra

de -la anteriormente citada- Diana J. Torres (Alias Pornoterrorista por haber fundado el Pornoterrorismo, un movimiento que, entre otras cosas, propone lo grotesco como deseable), quien acostumbra a realizar un registro audiovisual de sus acciones para difundirlas en la red u otros medios. Los caminos de la legislacin pornogrfica, desde bien entrado el siglo pasado, se han empeado en definir lo pornogrfico por lo que la imagen muestra, golpendose constantemente contra ese techo de cristal. Para delimitar el porno -dice Andrs Barba- hay que salir del porno, ponerlo en relacin con alguna otra idea si se quiere avanzar en su comprensin. En este punto, aficionados, analistas de uno y otro signo y hasta legisladores parecen estar de acuerdo con Bataille: El erotismo es cuestin de perspectiva. O con Steven Marcus, que analizaba en The Other Victorians (1974) la prosperidad de la produccin y el consumo de material pornogrfico en el corazn mismo de una sociedad sexualmente represiva y afirmaba que la pornografa caracteriza un punto de vista, no una cosa. Seala Beatriz Preciado en Testo Yonqui que la industria pornogrfica es hoy un gran motor impulsor de la economa informtica; existen ms de milln y medio de pginas para adultos accesibles desde cualquier lugar del mundo. Desde los diecisis mil millones de dlares anuales de beneficios de la industria del sexo, una buena parte proviene de los portales porno de Internet. () Es cierto que los portales porno siguen estando en su mayora bajo el dominio de multinacionales (Play-Boy, Hot Video, Dorcel, Hustler, etc.), el mercado emergente del porno en Internet surge de los portales amateurs.1 Jordi Claramonte es filsofo y profesor en la UNED (Universidad Nacional de Educacin a Distancia). En su libro Lo que puede un cuerpo. Ensayos de esttica modal, militarismo y pornografa explica que uno de los efectos nocivos ms comentados de la pornografa consiste en su supuesta capacidad para convertir en objeto a la persona representada, dado que se descontextualiza el cuerpo humano desnudo y algunas de sus partes. El escenario que nos ofrece el estudio de la imaginacin pornogrfica es justo el del choque entre el desarrollo de la autonoma de lo ertico y por extensin la autonoma del sujeto y las fantasas que cancelan dicha autonoma. As que bueno ser que consideremos la especfica relacin de la imaginacin pornogrfica con los procesos de cosificacin.2 Claramonte contraataca el argumento cosificador de la siguiente manera: increpndole que debera ser capaz de sostener que las nicas representaciones de actividad humana que no son deshumanizadoras son aquellas que dan cuenta de un retrato global -y, por lo tanto, completo- del ser humano que las produce. Lo cual sera exhaustivo y tendra extraas consecuencias, como que necesitaramos ver una fotografa de cuerpo entero, por ejemplo, de un cientfico que nos presenta un artculo interesante si no queremos reducir sus facultades y posibilidades como humano al hecho de escribir ese artculo, por si pudiera ser eso tambin un acto de cosificacin deshumanizadora.

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Preciado, B. (2008) Pg. 35. Claramonte, J. (2009) Pg. 128.

Considero que en la pornografa actual se da una fuerte tendencia hacia el directo y lo amateur, sin importar tanto la distancia fsica. Probablemente esta tendencia se encuentre retroalimentada por Internet. Los vdeos porno ms vistos en cualquier portal de pornografa gratuita son los catalogados como amateur o que reunen caractersticas que hacen pensar que son vdeos caseros (muchos intencionadamente mal grabados, aunque en realidad se trate de actores profesionales, es decir; abundan los falsos amateur). Lo pornogrfico hoy tiene relacin directa con inmiscuirse en lo ajeno, ms all de la genitalidad, y es por esto que se presenta difcil acabar con los intentos de apropiacin de imgenes, vdeos, informacin privada. 5. Conclusiones: hacia el transfeminismo y el contragnero. Gloria G. Durn es doctora en Bellas Artes por la Universidad Politcnica de Valencia. Su tesis Dandysmo y contragnero. La artista dandy de entreguerras: Baronesa Elsa von Freytag-Loringhoven, Djuna Barnes, Florine Stettheimer, Romaine Brooks est publicada por la UPV y puede consultarse online de forma gratuita (son ms de 700 pginas que incluyen una seleccin bibiogrfica muy completa y potente). Bajo el ttulo Dandysmo y contragnero ha publicado tambin un libro, este mismo ao, a travs del CENDEAC, en el que expone su reinterpretacin del dandysmo desde una perspectiva de gnero. En el libro la autora reflexiona sobre la figura del dandy mediante el anlisis de diferentes personajes femeninos como la pintora estadounidense Romaine Brooks, la escritora Djuna Barnes, la escultura Una Troubridge, la Baronesa Elsa von Freytag-Loringhoven o la artista neoyorkina Florine Sttetheimer que consideraba su pintura como un ejercicio totalmente privado. Tales principales figuras femeninas de corte dandysta conforman un grupo en el que el gnero no supone una identidad estable. Ellas son inclasificables, pues, para la autora, la identidad (en general o, en particular, la sexual) se constituye en el tiempo por una estilizada repeticin de actos. El travestismo y la teora queer sealan lo fluctuante de algunos lmites ante la imagen de varones ambiguos como Andy Warhol, David Bowie o el propio Oscar Wilde (paradigma del dandysmo). Apelando a Kant y Baudelaire el trabajo se enmarca en el mbito de la esttica con tintes filosficos y comentarios, en ocasiones, cercanos a la sociologa. La presencia de la mujer en el desarrollo del dandysmo como fenmeno surgido en el siglo XIX y extentido al siglo XX se hace patente en Dandysmo y contragnero. No obstante, echo de menos cuestiones y ejemplos que estoy encontrando en la tesis doctoral de la autora y que no deben haber tenido cabida en el libro por su brevedad (123 pginas en un pequeo, elegante y manejable formato de la Coleccin Infraleves II). Respecto a la actividad reciente de la autora; en la actualidad me encuentro involucrada con ella en un proyecto artstico del colectivo Toxic Lesbian, que se titula Abiertos y est vinculado al grupo de investigacin sobre gnero de MedialabPrado. En el marco de Abiertos se trabaja en torno a cuestiones polmicas como la represin de la homosexualidad, las reacciones inconscientes a aceptar la orientacin sexual, la sumisin a cambio de la seguridad, la explotacin de los sentimientos de culpa, el dolor por la prdida de los valores afectivos, la economa de la perversin

etc. La investigacin desarrollada visualiza, por lo tanto, aspectos negativos, oscuros, del contexto de la homosexualidad en una mujer. Los temas tratados -lesbianismo, represin o sumisin-, no son universales ni pretenden ser abordados tericamente. Son representaciones personales experimentadas desde una sensibilidad en particular y reflejadas a travs del lenguaje visual. El proyecto ofrece un desarrollo plstico a problemas de fondo, donde al situarse como observador slo se aprecia el resultado del dolor, sin expectativas ni objetivos. Se colabora igualmente con personas y espacios del denominado ambiente liberal en Espaa. Algunos de estos lugares se definen como contextos en los que noche tras noche las barreras y definiciones en torno a la sexualidad y su prctica quedan en entredicho y donde se cuestionan las costumbres establecidas. El libro de Diana J. Torres titulado Pornoterrorismo y publicado por la valiente editorial Txalaparta, desvela las particularidades del trmino como un modus vivendi. Partiendo del reclamo foucaultiano que ya recogiera Beatriz Preciado en Testo Yonqui, a saber; que nuestro cuerpo y nuestra sexualidad estn totalmente intervenidos por la sociedad, la pornoterrorista se pregunta por qu la sexualidad y el gnero son cosas tan protegidas por el Estado. Nos encontramos en un sistema de control catalogador, sin embargo, el sadomasoquismo subvierte las relaciones de poder, la disforia de gnero subvierte la categora binaria hombre/mujer y, a su entender, la prostitucin tambin desestabiliza el sistema. Por eso son prcticas marginadas socialmente. Pero donde hay una norma, una ley, un protocolo, habr transgresiones3. La autora da un salto hacia atrs desde Foucault a Rousseau, bajo la premisa de que nacemos libres y privados de maldad, que hay una posicin originaria que encuentro equiparable a la idea del buen salvaje esbozada tambin por Montaigne respecto a los habitantes del Nuevo Mundo cuando el descubrimiento de Amrica: Siempre que nos prohiben algo es porque supone un riesgo para el poder establecido y cuando estas prohibiciones se ensartan en nuestro cuerpo abandonamos de inmediato nuestra condicin de ser libres4. Por otro lado, Pornoterrorismo da cuenta de cmo la lucha transgnero y transexual tiene el mrito de modificar patrones estticos, culturales, sexuales y emocionales avalados por siglos de rigidez, habiendo conseguido desestabilizar una de las estructuras ms poderosas del sistema. La autora explica que no es necesario practicar el fisting, desarrollar cierta capacidad para el squirting (eyaculacin femenina por presin, de la cual realiza un estudio en profundidad) o ser una persona promiscua para liberarse de la represin sexual. Basta con tener conciencia de que podemos hacer lo que nos venga en gana con nuestros cuerpos sin ser por ello personas enfermas o delinquentes. Hay prcticas que nos pueden gustar ms o menos pero es importante saber la cantidad de caras que tiene el sexo para descubrir lo que ms placentero nos ser. La autora confiesa no ser una terrorista al uso pero que, dado el carcter antisistema de sus acciones, podra decirse que quizs comete un delito cada da y eso la hace sentir orgullosa ya que, pese a que casi todo lo que la hace disfrutar est prohibido, sigue hacindolo y, es por ello, a menudo, etiquetada por la sociedad como monstruosa, peligrosa o molesta, caractersticas propias del terrorista, aunque no slo del terrorista.

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Torres, J. D. (2011) Pg. 33. Ibd.

Como filloga titulada explica que la palabra terror etimolgicamente viene de la onomatopeya trrrr -representacin fontica de un temblor- as que el terrorista podra ser alguien que hace temblar las cosas, como ella misma. Llegado este punto me planteo si es posible que la autora conozca el texto de Peter Sloterdijk Temblores de aire. En las Fuentes del terror,5 sobre el terrorismo moderno y el atmoterrorismo, donde el filsofo alemn analiza cierta racionalidad del terror la cual se articula bajo la lgica del pnico como argumento central de la poltica. Me gustara apuntar que, aunque la autora tenga facilidad para emplear gratuitamente la expresin tan de moda no estoy aqu para daros la chapa y reniegue de los tericos, as como de la filosofa, en su libro aborda cuestiones altamente filosficas, potencialmente polticas y, por momentos, desde el plano terico y no slo prctico. Creo que la autora persona de una gran sensibilidad que tal vez no se aprecie tanto en sus performances como en su escritura- sufre un prejuicio frente a teorizar, no dndose cuenta de que, sin ms, la publicacin de esta obra saca a la luz su faceta terica nolens volens. Su libro, entre literatura y ensayo, tiene menos de diario que el de Mara Llopis, aunque est narrado tambin en primera persona y relata situaciones personales desde muy temprana edad. Asimismo, aunque lejos del depurado estilo de autoras como Beatriz Preciado, tiene la particularidad y el mrito de ordenar en una lista los nombres de artistas que trabajan en el postporno actuamente. El Pornoterrorismo es un mtodo, uno de los posibles mtodos (en tanto que mtodo significa originalmente camino) viables en esta vida. El Manifiesto Pornoterrorista es, por lo tanto, Le Dicours de La Mthode de Diana J. Torres quien, como Descartes, sin pretender que todo el mundo siga el mismo patrn o haya de escuchar su consejo, grita a los cuatro vientos que se puede seguir un camino ms libre, que cada cual puede labrarlo, en este caso, sin renunciar al placer, sin reprimirse, sin encasillarse o etiquetarse, sin someterse. Aunque el ttulo pueda hacer sospechar lo contrario, por el miedo que se suele tener a la palabra terrorismo, aqu viene a ser una metfora, ya que el libro apuesta de forma tcita por la tolerancia, de ningn modo hacia el sistema sino hacia uno mismo. Las bombas pornoterroristas lo son en sentido metafrico, la destruccin pornoterrorista pretende ser constructiva, catrquica, y acabar con un sistema heteropatriarcal castrante y manipulador, no matar a nadie en sentido literal. En los aos 60 y 70 la mujer artista se esforzaba por mostrar y reivindicar la sexualidad femenina; hoy los lmites entre femenino y masculino se adivinan ms finos y franqueables, se disipan dando paso al transgnero. Las identidades se encuentran en constante contruccin y fluctan hacia nuevas formas de experimentar el placer: El postporno surge como la culminacin de una suerte de ideologa y se plantea como una opcin innovadora en un indescifrable proceso de mutacin del concepto de gnero.

Cf. Sloterdijk, P. (2003)

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Bibliografa Claramonte, J. (2009): Lo que puede un cuerpo. Ensayos de esttica modal, militarismo y pornografa, Murcia, CENDEAC. Cordero, K., Senz, I. (2007): Crtica feminista en la teora e historia del arte, Mjico, Oak Editorial. Durn, G. (2010): Dandysmo y contragnero, Murcia, Cendeac. Gadamer, H.G. (1990): El giro hermenutico, Madrid, Ctedra. Haraway, D. (1995): Ciencia, cyborgs y mujeres. La reinvencin de la naturaleza, Madrid, Ctedra. Kuspit, D. (2006): Arte Digital y Videoarte. Transgrediendo los lmites de la representacin, Madrid, Editorial Crculo de Bellas Artes. Llopis, M. (2010): El postporno era eso, Barcelona, Melusina. Martin, S. (2008): Videoarte, Madrid, Editorial Taschen. Olhagaray, N. (2002): Del Videoarte al Net.Art, Santiago de Chile, Lom Ediciones. Preciado, B. (2008): Testo Yonqui, Madrid, Espasa-Calpe. Sloterdijk, P. (2003): En las fuentes del terror, Valencia, Pre-Textos. Torres, D. (2011): Pornoterrorismo, Nafarroa, Txalaparta.

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