El Arca Del Pacto
El Arca Del Pacto
El Arca Del Pacto
GINO IAFRANCESCO V.
1998
Captulo Pgina 1 - Cuidados en relacin con el arca del pacto ......................................................................................................... 7 2 - Las medias medidas del arca del pacto............................................................................................................. 13 3 - La cornisa del arca del pacto ............................................................................................................................. 29 4 - Los anillos y varas del arca del pacto ................................................................................................................ 45 5 - El testimonio de Dios puesto en el arca del pacto ............................................................................................. 57 6 - La modalidad triple del testimonio de Dios en el arca ....................................................................................... 73 7 - La seal para los rebeldes en el arca del pacto ................................................................................................ 85 8 - El propiciatorio ................................................................................................................................................... 93 9 - Querubines en los extremos del propiciatorio.................................................................................................. 101 10 - De all me declarar a vosotros ..................................................................................................................... 125
INDICE
Capitulo I CUIDADOS EN RELACIN CON EL ARCA DEL PACTO1 La preeminencia de Arca Lectura bblica: Nmeros 4:5-6. Cuando haya de mudarse el campamento, vendrn Aarn y sus hijos y desamarrarn el velo de la tienda, y cubrirn con l el arca del testimonio. Haba sido el campamento organizado por tribus alrededor del tabernculo para su avance por el desierto, porque somos peregrinos y constantemente se avanza; porque el Seor el Padre lo haba ordenado. Acontecen en nuestras vidas experiencias tanto personales como colectivas, ya sea en distintos grupos de la Iglesia o en experiencia general, existe la experiencia espiritual que se llama mudanza del campamento. Hay otros pasajes tambin aqu en el Pentateuco, especialmente al final de Exodo y en Nmeros, que nos detallan algunos pormenores de la mudanza del campamento. Lo que determina la mudanza del campamento es nicamente el movimiento de la vida del Seor, y la vida de la Iglesia. Muchas veces se mud el campamento de Israel, ms toda vez que se mudaba el campamento, haban algunos principios que el Seor les haca conocer, para que se tuviesen en cuenta. No importa cuntas veces se mudaran o cuntas distintas experiencias tuviera su pueblo, en distintos estadios, las distintas estaciones.
Recordemos cuntos asuntos nos aparecen aqu como el orden de prioridades del cuidado del Seor en el avance de Su pueblo. Las mudanzas son para avanzar; a veces el Seor tambin nos hace dar vueltas hasta que muera la generacin rebelde; pero si el Seor nos concede Su gracia y Su fidelidad entre nosotros, solamente queremos sealar cuatro cosas. Hay muchas que por estar solamente en el texto las leeremos, pero las que queremos destacar las subrayaremos: Cuando haya de mudarse el campamento, vendrn Aarn y sus hijos y desamarrarn el velo de la tienda, y cubrirn con l el arca del testimonio. La preeminencia del Arca. El primer asunto a ser tenido en cuenta es el asunto del Arca. El Arca es lo primero que se menciona, cuando el Seor empieza a describir la casa que l quiere para s mismo. Dice el Seor Yahveh: Moiss, d a los hijos de Israel que tomen para m ofrenda, y dice cules son los materiales de la ofrenda que l quiere. Y me harn un santuario conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte y habitar en medio de mi pueblo2. Eso es lo principal que el Seor quiere, habitar; cada vez va a hacer ms expedita, ms manifiesta Su presencia; para eso el Seor nos santifica, nos aparta, nos capacita para que deseemos recibir Su presencia, no en el sentido de esa cualidad teolgica de la omnipresencia que ensea la Teologa, no es la presencia de la omnipresencia, sino la presencia especial de la manifestacin. Dios es omnipresente y est siempre en todas partes, mas hay una presencia especial de la presencia, de la manifestacin de Su gloria en propsito, como es levantar Su casa en su pueblo, en Sus redimidos, conforme Su eterno propsito; que pueda ser recibida en esa Su casa la nube de la manifestacin de Su presencia, realizada en medio de Su Iglesia. Para eso el Seor establece unas prioridades. Recordemos la analoga y la concordancia que hay entre esas cuatro cosas que el Seor establece como prioridades en la mudanza o avances del campamento y recordemos cmo estas cosas se concuerdan en el libro de los Hechos de los Apstoles, que son la realidad del campamento verdadero en el comienzo de la peregrinacin. Vamos a leer cmo justamente en ese comienzo de la peregrinacin aparecieron en este orden que vamos a leer aqu estos elementos prioritarios.
Lo primero que comienza a describir es el Arca; eso es la consideracin prioritaria, pone atencin a la gran variedad de muchos detalles que Dios revela en la construccin en la historia del arca, en la peripecias del pueblo con el Arca. As que todos debemos atender al Arca. Dice luego: El Arca tipo de Cristo Y pondrs sobre ella la cubierta de pieles de tejones, y extendern encima un pao todo de azul, y le pondrn sus varas (v.6). Cuando hagamos esta lectura en privado, recordemos que al leer atentamente vemos que es el nico lugar donde aparece el pao azul por fuera. Aqu las pieles de tejones estn por dentro, porque el azul representa lo que viene del cielo, lo que es de Dios, lo que es celestial, la naturaleza divina en el caso del Arca que representa al Seor Jess, el primognito de Dios. En el caso de l, ya esa gloria apareci, ya en su carne fue glorificado, y por eso es que las pieles de tejones representan la apariencia humana. En el caso de l ya fue revestido de la gloria celestial, porque ya sirvi, por eso es que todas las otras tenan los paos por dentro, ya fueran de prpura, de azul, de carmes; y por fuera, las pieles de tejones, excepto el Arca. El Arca tena por dentro las pieles de tejones porque el Seor se hizo hombre para siempre, pero fue revestido de gloria y majestad. Por eso el pao de azul estaba por fuera, y all todo el pueblo de Israel vea aquello que iba adelante, presidiendo la marcha, y saban que aquel montoncito de pao de azul, esa era el Arca. Ellos se guiaban por el Arca; el Arca era la nica que iba adelante, era la que en todas las cosas deba primar. Dice luego: Y le pondrn sus varas. Las varas son para el transporte del Arca, para la movilidad del Arca. El Arca ya glorificada, digamos recubierta del pao azul por fuera, entre todas las otras que tenan por dentro aquellos paos. En el caso del Arca, tena que ser llevada por esos parales; sus barras se colocaban si el Arca tena aqu las argollas a este lado y al otro, y se colocaban las varas era para transportar el Arca, para la movilizacin del Arca. El Arca se moviliza cuando pesa sobre los corazones el misterio pascual. El Arca era llevada por el equipo de la compaa de los Levitas-Coatitas; el peso del Arca sobre aquel equipo de sacerdotes, en este caso de Levitas Coatitas; el peso del Arca sobre los hombros de los Levitas. El peso del Arca era puesto por voluntad de Dios sobre los corazones de aquella compaa que el Seor haba determinado, para que el Arca fuese seguido por todo el campamento. Nosotros queremos marchar por muchas partes, mas debemos aprender a marchar con el Arca de Dios adelante. Experiencias en la marcha Otro pasaje dice de esto en el libro de Josu, un personaje histrico que es un tipo del Seor Jess, que tambin se dice su nombre como Jess y Oseas. Y este Josu, que introduce a los hebreos por voluntad de Dios a tomar posesin de la herencia divina, aqu aparece tipificado por Josu conduciendo al pueblo precisamente a tomar posesin de la tierra; y la manera establecida por Dios para que se realice esta conquista est tipificada as: 1Josu se levant de maana, y l y todos los hijos de Israel partieron de Sitim (una de las ciudades) y vinieron
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hasta el Jordn, y reposaron all, antes de pasarlo (o sea que no se pasa el Jordn sino en reposo). 2Y despus de tres das (representa la resurreccin del Seor), los oficiales recorrieron el campamento, 3y mandaron al pueblo diciendo: Cuando veis el arca del pacto de Jehov vuestro Dios (no se puede conquistar la tierra sin ver primero el arca), y los levitas sacerdotes que la llevan, vosotros saldris de vuestro lugar y marcharis en pos de ella (Josu 3:1-3). Por perodos, el Seor nos hace pasar por muchas experiencias en diferentes oasis, a veces en el desierto, o a veces a la vera del mar; y distintas experiencias tena el pueblo, distintas lecciones se aprendan, pero siempre haba que salir cuando el Arca se mova. Saldris de vuestro lugar y marcharis. Podra haber dicho caminaris, pero la palabra marchar es diferente de caminar, porque marchar es en relacin con los otros juntos. Cada uno podra caminar por donde quiera, mas no todos podemos ir como queremos. Para poder marchar tenemos que estar unnimes, porque cuando salieron de Egipto, ellos todava no eran un ejrcito, pues ellos no conquistaron la tierra en forma individual, sino en forma colegial, en forma de campamento. Ellos haban salido en forma individual, en tropel. Cada uno haba comenzado a ser enseado en el camino, durante una larga peregrinacin de cuarenta aos en el desierto. De la mano de Dios, con experiencias algo ms agradables, otras terribles; todas ellas de la mano de Dios, y ya cuando iban a entrar en la tierra ya no eran como aquel tropel que sali de Egipto, ahora ya eran campamento, ahora marchaban. El aprendizaje colectivo Tambin haba rdenes de marchar. No marchaban como ellos queran sino como Dios haba dicho. Esto es para los que pertenecen al campamento de Dios. Si alguien es extranjero y no pertenece al campamento, al pueblo de Dios, pues todo ir a la deriva para esa persona, toda su andar ser incierto, ir a cualquier parte, donde quiera, mas no va a estar caminando con el Seor. El Seor va adelante, el Seor conduce el campamento, lo conduce en orden y los conduce marchando. La marcha es todo un aprendizaje colectivo; ellos tienen que estar aprendiendo en el desierto a caminar en forma de marcha. Al principio quizs ya han caminado cada uno por su lado, segn su propia voluntad, pero haba que aprender a caminar segn el orden de Dios. Y marcharis en pos de ella. Gracias a Dios que no es en pos de cualquiera, ese sera el ms grave peligro. Por eso no haba que marchar hasta no ver el Arca. Saldris de vuestro lugar. Mientras t no lo veas, no salgas de la tienda, no te apresures, no seas engaado, no seas tonto, no seas ingenuo. El diablo es engaador y los hombres somos engaados, por eso es necesario quedarse cada quien en su lugar hasta ver el Arca. Cuando veis el arca del pacto de Jehov vuestro Dios. Por eso era que el Arca tena el pao de azul por fuera. Ah estaba ese pao de azul representando la gloria del Seor, porque antes esa gloria estaba oculta; por fuera estaban las pieles de tejones y lo celestial tambin; el azul estaba por dentro; mas ahora en el caso del Seor Jess, su cuerpo mortal que muri, fue glorificado en Su resurreccin. Esa es la fe cristiana normal. La gloria del Seor se vea en la resurrecin de Cristo; entonces, cmo distinguimos por el pao de la gloria de la resurreccin? Cuando veis el Arca, cuando veis la gloria, cuando veis la resurreccin, cuando veis el mover del Seor, cuando lo veis de verdad, saldris de vuestro lugar y marcharis.
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Y como en los captulos anteriores de Nmeros, 1, 2 y 3, aqu tambin seala el asunto de la marcha: marcharis y saldris. Marcharis en pos del Arca, porque el campamento se muda. A veces la nube se demora un ao en una estacin; a veces se demora dos aos, a veces se demora un da, y a veces una semana. Esta es prerrogativa del Seor, que conoce los tiempos y las sazones. No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad (Hechos 1:7). Pero l es el que nos gua y nos conduce en lo que el Seor est haciendo, y l es el que tiene que tomar la iniciativa; y l es el que tiene que darnos la seal. Ahora, el Seor s es un Seor que da seal. Porque, cmo vamos a ver sobre el Arca? cmo vamos a salir de nuestro lugar si l no da la seal? Si estamos cerca de l, veremos la seal de Dios con Jess al lado. Jess deca as: No puede el Hijo hacer nada por s mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, lo hace el Hijo igualmente. Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que l hace (Juan 5:19,20). Ahora, si ni siquiera el Hijo poda hacer nada por S mismo sin ver las seales del Padre, cunto ms nosotros. Captulo II LAS MEDIAS MEDIDAS DEL ARCA DEL PACTO3 El tabernculo de reunin Lectura bblica: xodo 25:10 Harn tambin un arca de madera de acacia, cuya longitud ser de dos codos y medio, su anchura de codo y medio, y su altura de codo y medio. Con la ayuda del Seor vamos a meditar en esto, a acercarnos a l con temor, como es debido; con Su ayuda. El Seor dice, harn; el Seor no dice har, sino harn, y dice, tambin. Hasta aqu el Seor haba hablado prcticamente de materiales. Solamente en los versos 8 y 9 de este mismo captulo, dice: 8Y harn un santuario para m, y habitar en medio de ellos. 9Conforme a todo lo que yo te muestre, el diseo del tabernculo, y el diseo de todos sus utensilios, as lo haris. El diseo del tabernculo y el diseo de todos sus utensilios. Lo primero que ha mencionado entonces es el Arca, que corresponde al mueble ms importante del tabernculo, porque representa lo esencial, representa lo prioritario, representa al mismo Seor, representa liderazgo, representa el trono, representa el gobierno de Dios, la voz de Dios, la palabra de Dios.
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Harn tambin. Cuando aqu dice harn, es porque el Seor se est refiriendo por una parte a Su pueblo. Este tabernculo, en el contexto general de la Biblia, es llamado el tabernculo de reunin. Ya esa sola frase debe ser para nosotros una clave: el tabernculo de reunin. O sea, que es una casa para Dios, para recibir a Dios, para corresponder a Dios. Digamos que la carga de todo este primer verso que est relacionado con el tabernculo, con ese solo ttulo que se le da, tabernculo de reunin, se est dando el sentido que para Dios tiene, y que l quiere que para nosotros tenga. Esa frase, tabernculo de reunin, implica relacin, alianza; por eso tambin se le llama el arca del pacto, y esa palabra pacto o alianza, y la palabra reunin, es la palabra clave. El tabernculo de qu? No dice de sacrificios, no dice de alabanzas, no dice arca de otra cosa. Dice, por una parte, del testimonio, y por otra parte, de la alianza; y al tabernculo se le llama tabernculo de reunin. Y en ese nombre, tabernculo de reunin y arca de la alianza, est concentrado lo esencial de la revelacin, porque ese es el nombre que se le da a todo el tabernculo de reunin. Y al mueble principal que representa lo principal, se le llama arca del pacto, de la alianza. Todo esto tiene que ver con una relacin; y eso es lo que explica las medidas que aparecen en el versculo 10. Por eso es que dice harn; por eso es que Dios no dice har, porque es una relacin; es algo entre el Seor y Su pueblo y entre Su pueblo y el Seor. Desde el principio, lo que el Seor quiere es vivir en nosotros y que nosotros lo vivamos a l, que l nos viva a nosotros; porque l tambin quiere vivir nuestra vida. l quiere alegrarse entre nosotros; l quiere que nosotros lo vivamos a l, pero tambin l quiere ser nuestro vivir. Una parte es l como vida, y otra parte es l como vivir. l quiere meterse con nosotros y que nosotros nos metamos con l; y por eso nos pide a nosotros que le hagamos un arca, y da las medidas del arca. Pero todas las medidas del arca son medias medidas. Son medias porque es para completar, es para una reunin. Cuando nosotros vemos el arca, y cuando vemos las medidas del arca, y vemos que esas medidas son medias medidas, es como si t encuentras una naranja por la mitad. Si aqu hay una media naranja, es porque hay alguna otra media naranja en otra parte; eso es lo que explica el propsito de Dios; es como dos medias naranjas que se tienen que juntar para ser una sola naranja. La parte nuestra es la parte que l nos pide que nosotros le hagamos en el tabernculo de reunin, que es Su santuario. Entonces fijmonos en las medidas. Cuando el Seor dice Harn tambin, lo dice por causa de que haba dicho primero, harn un santuario, y tambin dice unos utensilios. Pues como ya haba mencionado de hacerle el santuario, ahora habla de hacerle el arca, y de hacrsela de madera de acacia. El pueblo hace el Arca Dios le pide a Su pueblo que le haga un arca; ahora, nosotros sabemos que el arca representa a Cristo. Cmo nos puede pedir Dios que le hagamos el arca? Pero l dice: Me harn ustedes el arca. Fijmonos primeramente que antes que el Seor Jess fuera concebido como hombre en el vientre de la virgen Mara, vino el ngel Gabriel y le dijo: Salve, muy favorecida! El Seor es contigo; bendita t entre las mujeres.4 Luego le empieza a decir lo que va a
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Lucas 1:28
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acontecer en ella. 34Entonces Mara dijo al ngel: Cmo ser esto? pues no conozco varn. 35Respondiendo el ngel, le dijo: El Espritu Santo vendr sobre ti, y el poder del Altsimo te cubrir con su sombra; por lo cual tambin el Santo Ser que nacer, ser llamado Hijo de Dios (Lucas 1:34,35). As que ella dijo lo que debe decir la Iglesia: Hgase conmigo conforme a tu palabra (v.38). Ella puso ese acontecimiento, esa cooperacin, esa colaboracin. Hgase conmigo conforme a tu palabra. Dentro del tabernculo tena que hacerse el arca; ahora, ciertamente que Cristo es el aspecto divino, es el Hijo del Padre engendrado del Padre, de Su misma substancia, de Su misma esencia, como est claramente visto en la doctrina de toda la Biblia, tomada en su sentido apropiado, ortodoxo. Pero la cosa no termina ah. Dios quera que ese Hijo participara de la humanidad, pero uno dice: Bueno, pues hasta ahora estamos viendo slo la persona del Hijo. Cul es la parte del pueblo? Porque l le dice al pueblo: harn tambin un arca. Fijmonos lo que est representando Mara. Podramos decir que ella est representando aquella mujer de Gnesis captulo 3, que deba dar a luz una simiente de la mujer que aplastara la cabeza del dragn. Hasta aqu vemos la Cabeza del Cuerpo. Pero cuando entendemos que la voluntad de Dios es que aquel mismo Hijo eterno, Verbo eterno de Dios que se encarn en el vientre de la virgen Mara, ese mismo Cristo debe ser formado en la Iglesia. Entonces entendemos por qu el pueblo le debe hacer un santuario. As como Mara le tuvo que decir: Hgase conmigo conforme a tu palabra, y comenz la encarnacin, la Iglesia al igual que Mara debe decir al Seor, hgase en m conforme a tu palabra. Ese hgase es el consentimiento de la Iglesia, es la cooperacin de la Iglesia, es la colaboracin con Dios, es el esfuerzo en la gracia, para que ese mismo Cristo que naci de Mara, se forme en el interior de la Iglesia. Y no se va a formar, si no coopera la Iglesia. Por eso aqu aparece Dios dndole un lugar al pueblo, para que el pueblo le haga el arca. No que nosotros engendremos al Hijo. l es engendrado del Padre sin principio desde la eternidad y engendrado por el Espritu Santo en lo humano, desde que Mara dijo: Hgase; pero ahora el mismo Cristo, Verbo de Dios, que se encarn en el vientre de la virgen Mara, debe formarse en la Iglesia; y ese es el lugar que tiene el pueblo de Dios, y esa es la responsabilidad del pueblo del Seor, para que en su interior sea una sola arca hecha por el pueblo. Harn tambin, no solamente van a hacer el santuario exterior como Iglesia, sino que Cristo se va a formar interiormente como Iglesia. As como dice: La mujer cuando da a luz, tiene dolor, porque ha llegado su hora; pero despus que ha dado a luz un nio, ya no se acuerda de la angustia, por el gozo de que haya nacido un hombre en el mundo (Juan 16:21). Y comienza a hablar Jess de ese fenmeno espiritual; ese parto de la Iglesia. Por eso es que aparece all en Apocalipsis 12, una mujer que tena dolores de parto, para dar a luz un hijo varn. Mara es parte del pueblo de Dios, de ese remanente de Dios, con el cual Dios cuenta. Dios quiere contar con ese remanente para realizar sus cosas. l podra hacer sus cosas solo, pero no quiere. l quiere hacer las cosas con el hombre; eso es lo que est representando en la responsabilidad del pueblo y en las medidas. Cristo, verdadero Dios y verdadero hombre Harn tambin un arca en lo ms ntimo de la Iglesia, en su espritu; en el Lugar Santsimo debe el pueblo hacerle
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un arca. No slo que nosotros creemos en Cristo, sino que cooperamos para que Cristo sea formado en nosotros; por eso el apstol Pablo comienza a decir que l sufre dolores de parto hasta que Cristo sea formado en la Iglesia5. Cristo formado en la Iglesia significa tambin hacerle un arca; y cuando dice de madera de acacia, pues ya entendemos qu representa la madera, la madera de acacia representa lo humano, la naturaleza humana. Despus vemos que la naturaleza divina est representada por el oro, el cual cubre la parte de madera; pero el Seor quiere madera en el arca. l se hizo hombre para que la humanidad fuese realizada en l. Nuestra realizacin humana a partir de Cristo, ha tomado de Su humanidad tambin, no slo de Su divinidad, que es ciertamente el Verbo Divino. Pero debido a que el Seor se hizo hombre, dijo: Por ellos yo me santifico a m mismo, para que tambin ellos sean santificados en la verdad. (Juan 17:19). l no se santific para s solo, sino que l realiz la naturaleza humana en sus mximas posibilidades en Su persona. La naturaleza humana asumida por el Verbo de Dios, lleg a su mxima posibilidad en la persona del Hijo de Dios, pero eso sucedi no slo para que Dios tenga a este hombre, que es Su Hijo Jess, que es el Verbo hecho hombre, sino para tener otros hombres, varones y mujeres, semejantes a l; y fue lo que l logr. l se santific para santificarnos. Dice la Palabra que l habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvacin.
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l es el que santifica y nosotros somos los santificados. Ahora, l en lo divino no puede ser perfeccionado; pero l fue concebido como un hombre, fue gestado como un hombre, solamente que sin participacin del hombre; por el Espritu Santo, pero como hombre fue concebido. Es decir, la primera clula tena naturaleza humana; divina tambin, pero naturaleza humana. Concebido, gestado, nacido, crecido en estatura, en gracia, en sabidura, por lo que padeci aprendi la obediencia; y habiendo sido perfeccionado, varn perfecto, lleg a ser autor de eterna salvacin, lleg a ser compartido a nosotros, lo que l logr en Su humanidad, incluso glorificarla, y ahora se forma en nosotros. Y Cristo no es solamente Dios, sino el Dios que se encarn para ser tambin nuestra vida y tambin nuestro vivir, e igualmente somos conformados a Su imagen. Cuando la Biblia dice: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza, la manera como Dios conforma al hombre a su imagen, es en Cristo, quien es Su imagen. La manera como somos conformados a Cristo es a travs de la cooperacin voluntaria; porque l dijo: Todo esto me lo van a hacer voluntariamente; el que voluntariamente quisiere, traer estos materiales que les voy a pedir, y me harn esto. El primer requisito, lo primero que menciona Dios es que sea voluntario, que sea de todo corazn, y ah s empieza a decir lo que l quiere; y aqu dice Dios lo que con l es. Esos son los materiales que quiero, y estos son los instrumentos o utensilios. Los utensilios son como una extensin de tus manos, de tus piernas, de tus ojos. T no puedes fritar o asar con tus manos; necesitas utensilios. Asimismo el Seor tiene una casa con utensilios; todos esos utensilios representan tambin nuestra parte. Harn tambin; esa es la responsabilidad del pueblo en cooperar con el Seor para que Cristo sea formado en nosotros. La obra perfecta de Cristo Harn tambin un arca de madera de acacia, cuya longitud ser de dos codos y medio, su anchura de codo y medio, y su altura de codo y medio. Nunca debemos tomar un versculo aislado de todo el contexto de la palabra del Seor. La Palabra del Seor es una revelacin completa; la verdad es la suma de la Palabra; as que cuando nos encontramos en la Biblia con ciertas medidas, con ciertos nmeros, debemos entenderlo en relacin con toda la numerologa interna de la Biblia exclusivamente. Si esta numerologa tiene o no relacin con otra, la de afuera, eso no nos importa. Lo que nos importa es que sta, que es inspirada y que es suficiente en s misma, tiene un sentido y un significado interno bblico; no vamos a interpretarlo con categoras extra bblicas, sino con categoras solamente bblicas. Si el Espritu Santo quiso adoptar algunos categoras extra bblicas en forma selectiva, eso es prerrogativa del Espritu Santo. No nos vamos a meter con la numerologa de afuera, de los pitagricos, ni de la Cbala; solamente con la propia de la Biblia. Dos codos y medio; esa es la mitad de cinco, y la anchura un codo y medio, y la altura de codo y medio; esa es la mitad de tres. El nmero tres y el nmero cinco son nmeros bblicos; son nmeros que tienen sentido en la Biblia. El nmero tres representa lo divino: Dios es Padre, Hijo y Espritu Santo; en muchas partes l se representa en tres; el tercer da y su Trinidad. Esa palabra, Trinidad, pues, fue incorporada por Tefilo de Antioqua en la terminologa cristiana, para simplificar con una sola palabra el misterio, el contenido. El nmero cinco, tambin tiene significado; as como el tres representa la divinidad, el cuatro representa que Dios no se qued solito, sino que l cre; y ahora
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existe una creacin. Despus del tres viene el cuatro, porque el cuatro est representando la creacin. Ah vemos los querubines con cuatro rostros, los llamados cuatro ngulos de la tierra; cuando aparece la adoracin a Dios por la creacin, en Apocalipsis, que es el libro que consuma, la revelacin aparece en el captulo cuatro; pero cuando Dios es adorado por la redencin, ese es el captulo cinco; porque el nmero cinco es el nmero de la gracia. Despus de que fue hecha la creacin y cay, hubo que redimirla; entonces esa es otra obra de Dios, que en s es uno, dos y tres, y Su creacin es cuatro. Como ella cay, entonces hubo que redimirla, y es un quinto paso, es un cinco. El nmero cinco es el nmero de las medidas de la cruz. Aqu mismo, en el captulo 27 de xodo, habla del altar de bronce. El altar de bronce era donde se sacrificaba el cordero, y eso representa la cruz de Cristo, representa la gracia de Dios, o la obra de la redencin. Hars tambin un altar de madera de acacia de cinco codos de longitud, y de cinco codos de anchura; ser cuadrado el altar, y su altura de tres codos (xodo 27:1). Notemos que el nmero cinco aparece all en las medidas de la gracia, en las medidas de la cruz, en las medidas del altar de cinco codos de longitud y de cinco codos de anchura. Eso muestra la obra perfecta de Cristo. Consumado es; Dios es la base de la redencin de Su pueblo, por la muerte de Cristo sobre el altar. Por eso el altar tiene una altura de tres codos y tiene un anchura y longitud de cinco codos. En la Biblia, el nmero cinco es el nmero de la gracia. Pero lo curioso es que aqu el arca del pacto aparece con medias medidas, para mostrarnos que Dios tiene otra media naranja que tiene que poner aqu junto en este lugar, y por eso las medidas son la mitad. Volviendo al captulo 25, vemos en el verso 10 que la longitud ser de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio (la mitad de 3), y su altura de codo y medio; es decir, medias medidas. Eso es lo que hemos estado hablando, lo que es realmente esa arca; y por eso se le llama arca del pacto. Pero, cmo puede haber un pacto con una sola parte, cmo puede haber una alianza con una sola parte? Para que haya pacto, para que haya alianza, tiene que haber otra parte; de lo contrario no sera pacto, no sera alianza. Es como un matrimonio. Cmo se va a casar un hombre solo? Entonces el hombre es una mitad y la mujer es la otra mitad. Dios es una mitad y su esposa es la otra mitad; y por eso, porque es una alianza, porque es un arca del pacto y alianza de relacin, no puede tener medida completa; tiene que tener slo medias medidas. Porque la media medida nos ensea que hay la otra media medida, que es el otro contratante, o digamos, el otro contrayente. Qu precioso es comprender que eso es lo que Dios quiere! Dios puede hacer las cosas l solo, pero l no lo quiere as. Cuando l dijo: No es bueno que el hombre est solo, estaba tipificndose a S mismo, con Adn. Le har ayuda idnea. Qu dice Romanos 5? Que Adn es figura del que haba de venir. Entonces Dios quiere representarse a S mimo y a Su pueblo en el arca del pacto. Por eso se le llama tabernculo de reunin y arca del pacto. Eso es el sentido muy prctico de este versculo; no es solamente para comprender ms o menos intelectualmente; as no es la cosa, no. Esto es para comprender la cooperacin que Dios quiere de Su pueblo. Vosotros haris tambin un arca de madera de acacia, con estas medidas; como diciendo, ustedes ponen su parte y yo pongo la ma. Eso se llama cooperar o colaborar.
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El principio de cooperar con Dios Vamos a ver en 2 Tesalonicenses un versculo que nos ilustre ya en forma ms explcita este principio de cooperacin con Dios. Cuando entendemos estas dos partes, podemos poner juntos versculos que a veces parecen contradictorios, porque a veces parece que es Dios el que hace, pero a veces parece que somos nosotros los que hacemos. As son todas las cosas de Dios. Miremos al Seor Jesucristo. l es Dios y hombre verdadero. La Biblia es inspirada por Dios pero escrita por los hombres, y aparece el estilo de Pablo distinto del de Pedro, y ste distinto al de Ams, y el de Ams diferente al de Salomn; ah se ve perfectamente la parte humana. Pero es tambin inspirada por Dios; es perfectamente humana y perfectamente divina. La Escritura es inspirada por Dios, pero realizada a travs de instrumentos humanos, que no son autmatas. Muchos otros misterios estn aqu tipificados; a veces hay discusiones, pero al fin qu? Dios es soberano, pero la cosa es si yo soy o no responsable, y si Dios es soberano o no; pero las dos cosas son ciertas: Dios es soberano y nosotros somos responsables. A veces dice Pablo: El justo es justificado por la fe, sin las obras; pero entonces dice Santiago: Veis que no solamente sois justificados por la fe sino por las obras. No es que se contradigan, sino que son dos medias naranjas que se corresponden. A veces hay versculos que dicen lo que Dios hace en nosotros; y hay versculos que dicen que nosotros hagamos. Hay versculos que dicen que l nos purifica, y hay versculos que dicen que se purifican a s mismos. Hay versculos que dicen que el Seor haga en nosotros el querer y el hacer, y hay versculos que dicen, fortaleceos vosotros mismos en el Seor. Y al fin qu? Me fortalezco yo, o me fortalece el Seor? Hay versculos donde no nos examinamos, sino que l nos examina; y otros donde nosotros mismos nos examinamos. Esas son contradicciones a la mente natural; y es por eso que dicen: No, la Biblia se contradice; aqu dice que Dios no se arrepiente, y luego dice que se arrepinti. Cmo es la cosa, al fin se arrepiente o no? A la mente natural son contradicciones, pero al espritu no lo son, porque es que la jurisdiccin de la razn y la mente natural es en un plano temporal, transitorio, donde hay caos, hay defectos; pero la realidad divina es diferente. l es; no que era al principio, o que va a ser el principio, no. El es el principio y fin; es al mismo tiempo el primero y el ltimo, l es el alfa y tambin la omega. Lo que a la mente natural son contradicciones, en el plano espiritual son correspondientes; y por eso es misterio. Para la mente natural Cristo es divino o es humano; esto lo hace Dios o lo hago yo. La Biblia la escribi Dios o es slo cosa de Pedro, o slo cosa de Juan, o es slo cosa de Dios. Algunos dicen: No, es slo cosa de Dios, no hay nada de Juan aqu; y otros dicen: Eso es cosa de Juan, no hay nada de Dios aqu. Jesucristo es slo hombre, o no es Dios. No, es Dios y es hombre verdadero. La Escritura es inspirada por Dios y escrita por los hombres; Dios hace con nosotros y nosotros hacemos con Dios. Nosotros en l, y l en nosotros. Entendamos bien esto, porque a veces especialmente malentendemos un lado de la mstica y nos olvidamos de lo que significa cooperar con Dios; caemos en la pasividad. Hay una fe activa y una fe que es pasiva. La fe pasiva quiere que Dios haga todo. Yo quise, dice el Seor, pero t no quisiste. Pero, Seor, si t queras, entonces por qu no lo haces? T dices que quieres que todo hombre sea salvo, que venga al conocimiento de la verdad, entonces por qu no lo haces? Yo quiero, y quiero que los hombres quieran. Por eso hizo a los hombres con
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capacidad de querer; claro que con la cada esa capacidad fue afectada, pero con la gracia es devuelta. Devuelta no quiere decir anulada, quiere decir recuperada para cumplir su funcin; es decir, una cooperacin activa. A veces no sabes si fue Dios en ti, o si fuiste t en Dios. A veces tienes clara conciencia que Dios empez, pero cuando dices cmo empez Dios? No vas a saber t la decisin que tomaste? Resulta que el negocio de Dios es T negocio; tu negocio es el de Dios y resulta Dios metido contigo y t metido con l, y al fin no sabemos si esto es del esposo o de la esposa, pues cmo vamos a saber si es del esposo o de la esposa? Esto de separacin de cuerpos y de bienes, no existe en el reino de Dios. Todo lo tuyo es mo y lo mo es tuyo. Ese es el negocio, ese es el misterio. Lo tuyo es tan importante para Dios, que se mete en tu vida, en tus cosas, y al fin resulta que tu negocio era el negocio de Dios, y el negocio de Dios lleg a ser tambin tu negocio. Hay que entender esas dos cosas siempre juntas. A veces te olvidas de eso y quieres que slo Dios quiera, pero l quiere que t quieras. A veces quieres t slo, y l no quiere. Ah est el problema. Media naranja con media naranja; de ah las medias medidas del arca; porque es un arca de alianza, de pacto, de relacin, en un tabernculo de reunin. Nosotros en l, por causa de l en nosotros. Y ese nosotros es todo tu ser, todas tus funciones, toda tu razn, toda tu voluntad, todas tus emociones, pero en l. l en ti, es l en tu alma, en tu corazn; l pensando y t pensando, y al fin eres t pensando con l y l contigo, eres t queriendo con l y l contigo. Cristo glorificado en Sus santos Cuando venga en aquel da para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron (por cuanto nuestro testimonio ha sido credo entre vosotros) (2 Tesalonicenses 1:10). l ser glorificado? Acaso ya no fue glorificado? l ya es glorificado en S mismo, pero Pablo dice que el que nos llam, nos predestin y ya nos glorific.6 Lo dice en pasado, nos glorific. Cundo? Cuando l asumi nuestra naturaleza, la humana, y l resucit, fue glorificada la naturaleza humana en su persona; y ahora Su Espritu toma todo lo que es de l y lo aplica a nosotros; y eso comienza a formarse hasta que un da, lo que es l, aparezca en nosotros. Por eso dice: Cuando venga en aquel da para ser glorificado en sus santos. Detengmonos un poco en esto. Una vez el Seor estaba en una situacin difcil. Tena que beber una copa que el Padre le dio a beber; y l en vez de ponerse a lamentarse o entristecerse, dijo: La copa que el Padre me ha dado, no la he de beber? (Juan 18:11); para eso yo vine al mundo. 28Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Lo he glorificado, y lo glorificar otra vez. 29Y la multitud que estaba all, y haba odo la voz, deca que haba sido un trueno (Juan 12:28-29). El Padre fue glorificado en el Hijo, y el Hijo, que es la Cabeza del Cuerpo, tiene que ser glorificado en Sus santos. La gloria que el Padre recibi del Hijo, la quiere recibir de la esposa del Hijo; por eso cre la esposa en el Hijo, y le dio el Hijo a la esposa, para que el Hijo se forme, y en un sentido mstico nazca de esa mujer. Ah hay versculos raros, donde aparece que el mismo esposo es el Hijo; como si fuese un misterioso incesto
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(perdonen esta palabra). En el Cantar de los Cantares podemos leer sobre ese misterio. Quin es sta que sube del desierto como columna de humo, sahumada de mirra y de incienso y de todo polvo aromtico? (Cantar 3:6). Qu distinto es esto ahora? En el captulo 1, era como un caballo de Egipto, pero algo ha pasado ahora; sigue la operacin del espritu. Ahora es semejante a una columna de humo y dice: Sahumada de mirra; ahora viene el olor de Cristo, cuando se niega a s misma para cooperar con el Seor. Y contina dicindole: He aqu es la litera de Salomn; sesenta valientes la rodean. Salomn representa aqu al Amado, al Hijo de David, pero l tiene una litera, donde reina, donde se sienta. Esta que parece una columna de humo es donde se sienta Salomn. Es como decir su trono donde l deambula en amor. Miremos cmo es la litera. Tienen que ser valientes los que van llevando el peso, como si fuera del Arca, y es de Salomn, o sea, el mismo Arca en este caso espiritualmente hablando. El hijo de David es Salomn, y dice de los fuertes de Israel. Todos ellos tienen espadas, diestros en la guerra; cada uno su espada sobre su muslo, por los temores de la noche. No son todos aquellos que no han sufrido, que no han peleado, no; as no se puede llevar la litera de Salomn; hay que ser valiente, fuerte y diestro en la guerra. El rey Salomn se hizo una carroza de madera del Lbano. Hizo sus columnas de plata, su respaldo de oro, su asiento de grana (as como el propiciatorio), su interior recamado de amor (qu linda esta palabra) por las doncellas de Jerusaln. Salid, oh doncellas de Sion, y ved al rey Salomn con la corona con que le coron su madre en el da de su desposorio (aqu hay un misterio), y el da del gozo de su corazn(vv.9-11) . Su madre es la que lo dio a luz, pero cundo fue que lo coron su madre la que le dio a luz? El da de su casamiento; mire qu mstico es este lenguaje. O sea el da en que l se cas; es decir, que se uni con esa esposa, que estaban l por all y ella por ac, pero se fueron acercando hasta que lleg el da de la boda; el da del desposorio, cuando se hacen una sola carne, cuando l y ella llegan a ser uno. El da de su desposorio es cuando su madre, o sea la que lo da a luz, lo corona. Cristo formado en nosotros Cundo es el Seor coronado por nosotros? Cundo le damos a luz? Cuando se est formando en nosotros, y nosotros somos esa mujer, la que est dando a luz un varn. Por eso Jess dijo que tendramos dolores como la mujer. Y por eso aparece en Apocalipsis esa mujer con dolores de parto, para dar a luz. Cundo es que da a luz? El da de la boda; ese es el da de la coronacin. Mientras el Seor todava no se forme en nosotros, todava no gobierne en nosotros, pues entonces no le hemos puesto la corona. Que corone al Seor su madre, ya no es solamente en el sentido de Israel o de Mara; ahora es aquella que est preada para dar a luz al varn perfecto, aquel nio que tiene que nacer, ese Cristo que tiene que formarse en nosotros, que tiene que ir reinando. El da que lleguemos a ser uno, es cuando nos casamos y es cuando lo coronamos; por eso es que es en el da del desposorio que su madre lo corona. Esa es la relacin mstica. Al volver a Tesalonicenses, leemos: Ser glorificados en sus santos. No slo ser glorificado; l ya lo es en s mismo; pero l quiere ser glorificado en sus santos. La gloria que el Padre le dio a l cuando l fue glorificado, ahora l la da. Ahora l debe ser glorificado en Sus santos. En esto es glorificado mi Padre, en que llevis mucho fruto.
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Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que tambin tu Hijo te glorifique a ti (Juan 15:8; 17:1). Qu misterio; cuando el Hijo es glorificado por el Padre, es cuando el Hijo glorifica al Padre. Cuando nosotros glorificamos al Hijo y lo coronamos, es cuando l nos glorifica y llegamos a ser uno. Qu misterio. Es una unin, es un casamiento, es una reunin, es una alianza Cuando venga en aquel da para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron (por cuanto nuestro testimonio ha sido credo entre nosotros) (2 Tesalonicenses 1:10). Ser admirado en todos los que creyeron. Cundo Cristo venga. Dice en Colosenses 3:4: Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros tambin seris manifestados con l en gloria. Por lo cual asimismo oramos siempre por vosotros, para que nuestro Dios os tenga por digno de su llamamiento, y cumpla todo propsito de bondad y toda obra de fe con su poder (v.11). Por lo cual asimismo, ya que ese es el supremo llamamiento, digamos la suprema vocacin; no existe vocacin ms excelsa que la vocacin de la Iglesia. Esta es nuestra vocacin; no es la de ser abogados, ingenieros o cualquier otra cosa. Si aquello va a ser el destino, el proceso tiene que ser en funcin de ese destino. Para qu oramos? Para que nuestro Dios os tenga por dignos. Esta es una palabra muy misteriosa, que Dios os tenga por dignos de su llamamiento; ese es el llamamiento, el supremo llamamiento, la suprema vocacin. Este propsito de bondad no se refiere al de Dios, sino al de los santos, pero cumplidos por Dios. T te propones una bondad que Dios cumple. Me propuse, dice Pablo, tal cosa en espritu. No dice solamente en espritu me propuse, sino que aade, para que no haya en m s y no, sino que nuestro s sea s , y en l amn. O sea que el Seor es el que hace s a nuestro s, y amn a nuestro amn. Eso significa que l es el que cumple el propsito de verdad y la obra de fe. Obra es un ejercicio del alma, pero en unin con Cristo. Obra es una cooperacin, es una concurrencia de Dios contigo, y de ti con l. Dios cumpla todo propsito de bondad y toda obra de fe con Su poder. Por causa de ese misterio, de esa vocacin, no cesamos de orar para que Dios os tenga por dignos. Porque a veces lo que t dices, Dios no lo comparte; tus propsitos Dios no los puede cumplir; tus obras en fe l no las puede cumplir. Pero si te tiene por digno, si le has hecho el arca como l la quiere, y todo el tabernculo como l lo quiere ver, la gloria puede venir y llenarlo; es decir, cumplir toda obra de fe con Su poder para que el nombre de nuestro Seor Jesucristo sea glorificado en vosotros, y vosotros en l, por la gracia de nuestro Dios y del Seor Jesucristo (v.12). As es glorificado el Seor Jesucristo en espritu, con esa cooperacin de nosotros en l. Yo quise pero t no quisiste; mas ahora debemos decir, t quisiste y nosotros tambin, porque l lo que hace por Su gracia, quiere premiarlo como si fuera nuestro mrito. Claro que todos sabemos que lo hizo l en nosotros, pero l quiere que creamos, como si lo hubiramos hecho nosotros; nos quiere premiar, tan bueno que es Dios. Es l en nosotros, pero nosotros nos movemos en l. Eso es un misterio. Esfurzate en la gracia
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Todo eso se puede hacer por gracia. La gracia es para recuperar la cooperacin del hombre. Por eso dice: esfurzate en la gracia. Esto no es arminianismo; esto no es pelagianismo; esto es en la gracia. Pero esfurzate t, Timoteo. Fortaleceos en el Seor, y en el poder de su fuerza (Efesios 6:10). Y todo aquel que tiene esta esperanza en l, se purifica a s mismo, as como l es puro (1 Juan 3:3). En caso de que no sea l quien nos purifica, qu hereja est diciendo el apstol Juan. El no nos est diciendo ninguna hereja; l est diciendo la otra cara de la misma moneda. Es que la moneda tiene las dos caras; nos desequilibramos cuando vemos una sola cara, pero este verso 25:10 de xodo, nos da una sntesis del negocio, el misterio del casamiento de las dos medias naranjas, de la alianza, del pacto de la casa de Dios. Captulo III LA CORNISA DEL ARCA DEL PACTO7 El Arca y el Seor Jess Lectura bblica: xodo 25:11: Y la cubrirs de oro puro por dentro y por fuera, y hars sobre ella una cornisa de oro alrededor. La vez pasada estuvimos mirando el versculo 10 referente al ordenamiento de Dios de hacerle un arca con ciertas medias medidas. Ahora con la ayuda del Seor, vamos a entrar en el versculo 11. Lo que ms nos interesa, y con la ayuda del Seor, no es slo tener una luz intelectual acerca del significado, para satisfacer la curiosidad de la mente. Lo que Dios quiere con Su Palabra es transmitirnos Su propio deseo, Su propio sentir, Su propio Espritu. El Seor no est interesado en iluminar nuestro entendimiento, lo cual tambin es parte de Su trabajo en nosotros, sino que el deseo del Seor es que nosotros podamos con nuestro espritu, entender lo que Su Espritu desea, lo que Su Espritu quiere transmitir a travs de las cosas que est cumpliendo. Ciertamente todas estas cosas tienen un significado; un significado espiritual; es decir, existe una realidad espiritual que est simbolizada de esta manera, y que ahora, en el tiempo del Nuevo Testamento, lo que el Seor espera es que se forme en nosotros, y de lo cual espera que participemos nosotros; que esa realidad espiritual que est aqu simbolizada sea para nosotros una experiencia espiritual, porque esta es la realizacin de esa simbologa. Dice el verso 11: Y la cubrirs de oro puro por dentro y por fuera, y hars sobre ella una cornisa de oro alrededor.
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Vamos a detenernos, Dios mediante, en este verso. La cubrirs de oro. Haba dicho en el verso anterior que el arca que Su pueblo haba de hacerle era de madera, lo cual hemos entendido que se refiere a la humanidad. El Seor quiere tener seres humanos; el Seor aprecia la humanidad. Todo lo que es propio de la humanidad, excepto el pecado y sus consecuencias, es algo que Dios ha planeado. Dios quiere un ser humano ntegro; un ser humano, espritu, alma y cuerpo. Nada de lo que Dios dio al ser humano es de desechar, puesto que proviene de la voluntad de Dios. El pecado lo ha afectado, s; pero la redencin no lo aniquila; la redencin lo restaura, lo recibe, lo recupera. Es decir, que aquello que en la creacin original, Dios entreg al hombre, Dios quiere que el hombre lo tenga, y que eso que es humano de parte de Dios, forme parte de nuestra relacin con l. l quiere meterse en nuestra vida cotidiana, en nuestras cosas humanas; pero entonces dice, y la cubrirs de oro puro por dentro y por fuera. El arca tiene una parte por dentro y una por fuera. Seguramente que el Seor Jess, cuando lea xodo, entenda perfectamente a quin se estaba refiriendo la Escritura, y l tuvo una plena conciencia mesinica de ser el Hijo de Dios y de ser esta arca; y l hablaba as; l hablaba y se escandalizaban de l cuando hablaba. 19Destruid este templo, y en tres das lo levantar. 20Dijeron luego los judos: En cuarenta y seis aos fue edificado este templo, y t en tres das lo levantars? 21Mas l hablaba del templo de su cuerpo.8 Jess aplicaba a Su persona toda la tipologa del tabernculo, y seguramente que todo lo incluido en l, pero ciertamente que el Seor Jess no lo aplicaba solamente para S, porque el tabernculo con todos sus mobiliarios son figura del misterio de Cristo, que ste es corporativo. Y esta arca que aparece aqu, aparece para ser entronizada en la casa de Dios, en el tabernculo de Dios; por lo tanto tiene que ver con la Iglesia, tiene que ver con la incorporacin de Cristo en la Iglesia, y nosotros seamos conformados a la humanidad perfecta de Cristo, y tambin a la naturaleza divina en la persona del Seor Jess. La naturaleza divina encaja, se corresponde perfectamente con la naturaleza humana. Digamos que los atributos de Dios, los atributos morales de Dios, se canalizan a travs de las virtudes humanas. Revestidos de Cristo El hombre fue diseado para poder ejercer virtudes, y esas virtudes humanas son, como decir, la contraparte correspondiente con esos atributos morales de Dios. Los atributos morales de Dios quieren ser expresados a travs de las virtudes humanas; no las virtudes humanas en s mismas ni desde si mismas, sino en Cristo y el Padre, por el Espritu. Los atributos divinos, la naturaleza divina pasando, adaptando, conformando, configurando al hombre las virtudes humanas, para que los atributos divinos se expresen a travs de las virtudes humanas. Las virtudes humanas deben ser elsticas, para poder analizar al Seor Su naturaleza y Sus atributos morales. El Seor nos participa Sus atributos morales, que son los que l ha decidido que sean comunicables a nosotros. Hay cosas propias de Dios; Su calidad de ser solamente l Dios en S mismo. Las criaturas nunca podemos llegar a ser Dios; realmente l ser siempre Dios. Su omnipotencia, Su omnisciencia, Su omnipresencia, son cuestiones que pertenecen a l; son atributos incomunicables; son cosas propias y exclusivas de Dios. Pero hay cosas que Dios quiso que nosotros participemos de ellas. Todas las criaturas participan de algo, una
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mnima parte de algo que tiene su origen y su arquetipo perfecto o su perfeccin en Dios. Cada cosa que es un poquito, sella, participa de un plido reflejo, con una mnima medida, de la suprema belleza de Dios. Algo que tiene cierta capacidad, participa de una pequea y mnima medida de la gran total capacidad de Dios. Aqu dice que esa arca hecha de madera, la cubrirs con oro puro por dentro y por fuera. Esto nos explica qu es lo que Dios tiene planeado. l quiere ser nuestra vestidura y nuestro contenido. La Palabra de Dios habla de ser nosotros revestidos de Cristo, y habla tambin de ser habitados por Cristo; habla de ser revestidos por dentro y por fuera. Hay partes interiores de nuestro ser, de nuestro corazn, de nuestra humanidad, como de la humanidad de Cristo y partes exteriores nuestra humanidad. El Seor quiere recubrir con oro, es decir, con Su naturaleza, tanto las partes exteriores, como nuestro espritu, nuestra conciencia, como las exteriores. Dice el apstol Pablo: Mi conciencia me da testimonio en el Espritu Santo;9 esto es, la conciencia del hombre, siendo cubierta o revestida por la naturaleza divina, por el Espritu del Seor. Tambin hay partes exteriores de nuestro ser, y por eso el Arca tambin es cubierta de oro por fuera. Ahora bien, la parte que es carga en el espritu en el presente estudio, es la segunda parte del verso, la relativa a la cornisa. Ese es el tema del presente captulo. Ntese que no se coloca punto despus de hablar de cubrir por dentro y por fuera, sino que esa cobertura se extiende con cierta modalidad. Al principio parece una cobertura simple; all donde hay madera exactamente hay oro, tanto por dentro como por fuera. Pero hay algo aadido de parte de Dios, y eso obviamente tiene un significado espiritual. El Seor tiene Su inters que nosotros entendamos este asunto de la cornisa. La cornisa es toda de oro, y no tiene nada de madera. Y la cubrirs (al arca) de oro puro por dentro y por fuera, y hars sobre ella una cornisa de oro alrededor. La hars de madera y cubierta de oro por dentro y por fuera. Pero el Seor aade una cornisa y la coloca en cierto lugar. Algo quiere ensearnos el Seor; porque no dijo simplemente que hiciramos el arca cubierta de oro por dentro y por fuera, sino que aade al oro una obra de arte, una obra de refuerzo que se llama la cornisa. Para qu sirve una cornisa? No slo el arca tiene cornisa; tambin la mesa; pero en otro lugar, tambin el altar de bronce. La firmeza de la cornisa
Romanos 9:1
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Vamos a empezar por la cornisa del arca. Repetimos, para qu sirve una cornisa? qu funcin cumple una cornisa? Sabemos en primer lugar que el arca es como una especie de rectngulo; pero no en el plano, sino en el espacio. Y dice que en la parte de arriba, alrededor, es decir, all donde despus iba el propiciatorio, all haba que hacer una cornisa. Una cornisa sirve para muchas cosas, y cada uno de los servicios que presta una cornisa en lo natural, es una tipologa espiritual; y si el Seor pide que se le haga una cornisa al arca, significa que hay una exigencia interior del espritu. Nosotros tenemos que experimentar en nuestro espritu la exigencia de hacerle a Dios una cornisa. Bueno, ya que el Seor est en nosotros y nosotros en l, qu quiere decir el Seor con que hagamos una cornisa y que sea de oro? La cornisa es para reforzar. Pero para qu se refuerza? Para que no se ponga chueca el arca. En segundo lugar la cornisa sirve tambin para proteger. Adems de reforzar y proteger, la cornisa sirve tambin para sealar la parte de arriba. En la parte de abajo hay un fondo en el arca, pero en la parte de arriba se va a colocar el propiciatorio. Se tiene que saber la parte superior en este rectngulo espacial. La cornisa tambin sirve para realzar, para adornar y para ensamblar el propiciatorio del arca, para que no se deslice. El arca tiene que ser reforzada; si no se le hace cornisa al arca donde tiene que ser hecha, entonces la cajita se puede ir tornando en una especie de trapecio. Pero cuando est reforzada por una cornisa, entonces est ceida, est afirmada, est confirmada. La Palabra del Seor insiste mucho, en muchas partes y a travs de muchos versculos, en esa experiencia espiritual que se llama firmeza, constancia, perseverancia y resistencia. Una cornisa es un asunto muy interesante. Vamos a ver algunos versos en el Nuevo Testamento que nos ayuden un poco a entender esto. Empecemos por Colosenses: Porque aunque estoy ausente en cuerpo, no obstante en espritu estoy con vosotros, gozndome y mirando vuestro buen orden y la firmeza de vuestra fe en Cristo (Col. 2:5). Fijmonos aqu en dos cosas: Una, vuestro buen orden, que refleja el arca y la otra es la firmeza en Cristo. La persona est en Cristo; quiere decir que ella le est haciendo el arca al Seor; y si est en Cristo tiene, primero, buen orden, y segundo, las medidas apropiadas. Pero estas medidas deben ser confirmadas, reforzadas, porque en el movimiento del arca en su traslado, las vicisitudes del camino llevando el arca, puede suceder que la descuadremos; entonces para que no se descuadre se necesita firmeza, la cual sirve para resistir. Si decimos que creemos en el Seor y le omos la Palabra, pero construimos sobre la arena, dice la Palabra del Seor que descendi lluvia, y vinieron ros, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa (Mateo 7:25), y si estaba sin firmeza, sin resistencia, qu pasara? Que todo se descuadrara; lo cual no sucede con la cornisa, porque la cornisa es un refuerzo, una confirmacin. Defensa y confirmacin del evangelio La Palabra del Seor no solamente habla de la proclamacin del evangelio, sino que tambin habla de la defensa y de la confirmacin. La Palabra del Seor habla de estar firmes y resistir. A veces no nos preocupamos de hacerle una cornisa al Seor. A veces tenemos una experiencia inicial, legtima, vlida, pero no soportara los embates de la
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peregrinacin. A veces hacemos las cosas y no nos dedicamos con suficiente arte y cuidado. Pero si hay que hacer una cornisa, sta es tambin un arte que se le hace al arca. A veces hacemos las cosas como por cumplir; hoy no hay dedicacin, apenas estamos cumpliendo, no hay diligencia, no hay cario; todo se hace como por cumplir, y esas cosas que se hacen as como por cumplir, que no se hacen realmente para que salgan bien, y dedicndole cuidado, esas cosas no estn protegidas, no estn firmes, estn todava en peligro de descuadrarse. A veces somos livianos en las cosas; el Seor reclama nuestro interior, que no seamos superficiales, que no seamos rpidos en hacer las cosas, que las hagamos bien. Bien aseguradas. Algo que no se asegura bien, se cae. Algo que uno no le dedica cario, no es algo bonito; pero una cornisa adorna el arca. La Palabra del Seor habla que debemos agregar adorno; debemos agregar cuidado, agregar cario, agregar refuerzo. Perseverar en el asunto; pero muchas veces no lo hacemos as. A veces hacemos las cosas rpidas, lo mnimo necesario, pero el Seor dice: Y hars sobre ella una cornisa de oro alrededor. La cornisa tiene que ceir el arca, tiene que ajustarla. Esa arca, justo en el punto de la cornisa, tiene que soportar el propiciatorio de oro y los querubines, y adems ella tiene la misma medida del ancho y del largo del arca. Y si sta se descuadra, habr algo que no est cubierto por la sangre. Y cuando el trono (que eso es lo que corresponde con el arca) no es de gracia, es de juicio. Cuando las cosas no se hacen con buena conciencia, con seguridad, con diligencia, con esfuerzo y con arte, hay descuido. Un arca sin cornisa es algo descuidado, algo no confirmado, algo no asegurado. El Seor confirma las cosas. Un refuerzo significa que no es suficiente como se hacen las cosas; se debe tener algo ms. Eso quiere decir una cornisa, un refuerzo, una proteccin, una seal del lugar del trono de autoridad, un adorno. Por todas partes que en la Biblia nos encontremos con la firmeza del trono de Dios y del pacto de Dios, y con la firmeza que l nos pide de parte nuestra, ah se est volviendo a escuchar el mandamiento del Seor: Y hars sobre ella una cornisa de oro alrededor. A veces las cosas se hacen sin firmeza, no se confirman, no pasan la prueba, son hechas con liviandad. Una cosa hecha con liviandad es algo a lo que no se le hizo una cornisa, es una cosa que se puede descuadrar, mientras se est cargando; y adems de eso, no es tan bonita; parece que no se le dedic cario, no se le dedic arte, se hizo como por cumplir. Dios quiere que hagamos en l las cosas bien hechas; y si vamos a tender una cama, por ejemplo, la tendamos bien tendida; que si vamos a limpiar un piso, lo limpiemos bien; que si vamos a hacer una casa, la hagamos bien, la hagamos con arte, con cario, que haya seguridad. Todo eso representa una cornisa; representa seguridad, confirmacin, proteccin, resistencia. La resistencia de la cornisa En la Biblia hay cantidad de versculos que nos hablan de poder resistir en el da malo. Podemos mirar muchos versos. Por ejemplo, de parte de Dios miremos el Salmo 93: Jehov reina; se visti de magnificencia; Jehov se visti, se ci de poder. Afirm tambin el mundo, y no se mover. Acordmonos que el arca en el Lugar Santsimo se corresponde con el trono; luego delante del trono all en Apocalipsis, estaban siete lmparas, as como en el Lugar Santo est el candelero, y luego el atrio donde est aquella vasija de bronce, aquel mar de bronce; all es el mar de cristal, el cual se corresponde con el mar de bronce. El candelero se corresponde con aquellas siete
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lmparas, y el arca se corresponde con el trono. Ese es el Lugar Santsimo; all es donde l declara Su voluntad y gobierna con Su Espritu, y se viste firme y gobierna. El Seor est ah, digamos, cubierto de oro, vestido de magnificencia, ceido de poder; ah est ya la cornisa. Afirma tambin el mundo y no se mover. Contina a partir del verso 2, diciendo: 2Firme es tu trono desde entonces; T eres eternamente. 3Alzaron los ros, oh Jehov, los ros alzaron su sonido; alzaron los ros sus ondas. 4Jehov en las alturas es ms poderoso que el estruendo de las muchas aguas, ms que las recias ondas del mar. 5Tus misericordias son muy firmes; la santidad conviene a tu casa, oh Jehov, por los siglos y para siempre. Hay otros pasajes en el Nuevo Testamento que nos siguen hablando sobre esto. As que, el que piensa estar firme, mire que no caiga (1 Corintios 10:12). Es decir, no es suficiente estar firme; se tiene que aadir un cuidado especial, ser diligente; tiene que poner un refuerzo; tiene que afirmar una sola cosa. Eso es lo que significa la cornisa. Mire que no caiga. 3Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros, 4siempre en todas mis oraciones rogando con gozo por todos vosotros, 5por vuestra comunin en el evangelio, desde el primer da hasta ahora (Filipenses 1:3-5). Ah se ve la perseverancia, constancia, resistencia y confirmacin. El Seor dijo: En esto es glorificado mi Padre, en que llevis mucho fruto, y seis as mis discpulos (Juan 15:8). En la segunda frase est la cornisa, que llevis mucho fruto. Pero a veces queremos llevarlo por un rato y luego nos cansamos, y lo que haba ya no lo hay ms.. No, el Seor quiere que lo que hacemos para l permanezca, que no se descuadre, que no se desbarate, que nuestro fruto permanezca; y aqu se ve la perseverancia, desde el primer da hasta ahora; 6estando persuadido de esto, que el que comenz en vosotros la buena obra, la perfeccionar hasta el da de Jesucristo; 7como me es justo sentir esto de todos vosotros, por cuanto os tengo en el corazn; y en mis prisiones, y en la defensa y confirmacin del evangelio, todos vosotros sois participantes conmigo de la gracia (Filipenses 1:6-7) Ya no se trata slo del anuncio del evangelio, sino de la defensa y confirmacin. Despus vamos a ver otro pasaje tipolgico que nos ayude a entender lo que significa un refuerzo. Fijmonos en esa palabra de Filipenses; no est hablando slo del anuncio del evangelio. El anuncio es un aspecto, digamos, como estamos viendo en la escuela de la obra, exegtico, dogmtico; pero a veces hay ataques. A veces, mientras se transporta el peso de la gloria de Dios y el testimonio de Dios, hay situaciones, hay resistencia de parte del enemigo; as que se necesita no slo proclamar el evangelio, sino defenderlo de los ataques, y confirmarlo. Por eso la Biblia no slo habla de la predicacin del evangelio, sino tambin de la defensa del evangelio y aun ms, de la confirmacin del evangelio; entonces por eso ah Pablo habla de las dos cosas: En la defensa y confirmacin del evangelio, todos vosotros sois participantes conmigo de la gracia. Ya que estamos aqu en Filipenses 1, fijmonos lo que dice el verso 27, aunque esto tiene un poco ms que ver con la cornisa de la mesa, sin embargo, vale la pena que lo veamos. Solamente que os comportis como es digno del evangelio de Cristo, para que os sea que vaya a veros, o que est ausente, oiga de vosotros que estis firmes en un mismo espritu, combatiendo unnimes por la fe del
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evangelio. Estar firmes no slo individualmente, sino en un mismo espritu, unnimes. Se necesita no slo una clase de relacin superficial, que se desbarata fcilmente. Se necesita algo firme, algo que ha pasado por la prueba y se mantiene; solamente as se le puede hacer al Seor una arca con cornisa; porque l es as con nosotros. l es firme, as como su misericordia. Sus misericordias son firmes para con nosotros, y l quiere ver que nosotros tambin seamos firmes, constantes, perseverantes, resistentes; que hagamos las cosas con aprecio, que hagamos las cosas con cario, con arte, ciendo el arca alrededor, encima, all donde se coloca el propiciatorio para que no se descuadre, para que no se resbale, para que ensamble bien y cubra con la sangre todas las cosas, y l pueda declararse a nosotros. Porque si no hay sangre, ese trono es de juicio, pero si hay sangre, ese trono es de gracia. Firmeza en el corazn Cuando el propiciatorio est exactamente sobre el arca, bien ensamblado, todo est cubierto por la sangre del Seor, entonces nuestro corazn est firme; tambin tenemos firmeza en el corazn. Como dice el apstol Juan: 20Pues si nuestro corazn nos reprende, mayor que nuestro corazn es Dios, y l sabe todas las cosas. 21Amados, si nuestro corazn no nos reprende, confianza tenemos en Dios (1 Juan 3:20-21). Esto quiere decir que hay algo que no est debajo del propiciatorio; parece que el arca est un poco descuadrada. Hay algo que nos est acusando, porque ah adentro est la ley, est el testimonio de Dios; pero cuando el testimonio de Dios est cubierto por la sangre, no hay problema. Para que ese propiciatorio encaje y ensamble bien, est necesitando de la cornisa, para que no haya nada descuadrado, y que todo est en buen orden. Entonces nuestro corazn est firme; pero cuando tenemos acusacin en el corazn, no est firme, no tenemos confianza para creer, no tenemos confianza para fluir, vivimos como si estuviramos debajo de la espada de Damocles. Por eso cada cosa hay que hacerla bien hecha, como debe ser; con refuerzo, con cario. Se sabe que el Seor tambin confirma. Miremos la manera cmo el Seor confirma. Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudndoles el Seor y confirmando la palabra con las seales que la seguan. Amn. (Marcos 16:20). Aleluya; hay algo que se llama confirmacin, para que no haya duda de que si algo es o no es; y es confirmado; como dice: por boca de dos o tres testigos, conste toda palabra. Eso es confirmacin; eso es algo que dice el Seor. Era confirmada la Palabra con las seales, los prodigios que el Seor hace. Miremos que el Seor Jess tena la naturaleza humana; y las virtudes humanas que se desarrollaron en el Seor Jess, fueron canal de la naturaleza divina. El Padre obraba y actuaba en Jess, pero Jess dijo: Mas si las hago, aunque no me creis a m, creed a las obras, para que conozcis y creis que e Padre est en m, y yo en el Padre (Juan 10:38). Es decir, que las obras dan testimonio, confirman, refuerzan el testimonio de Dios. Lo que el Seor est diciendo es: Si se guan por la Palabra, eso est bien, ah tenemos la madera y el oro para la construccin; pero queda
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confirmado por las seales. Haba un trabajo ornamentado que acompaaba la cosa, pues el Seor fue acompaado por un arca; pero vemos a los apstoles predicando el evangelio con la ayuda del Seor, y haban milagros, haba seales, haba confirmacin; entonces esto es como en muchas arcas que se habla de la confirmacin, de la firmeza, del respaldo. Las obras confirman, como lo dice Santiago 2:18: Pero alguno dir: T tienes fe, y yo tengo obras. Mustrame tu fe sin tus obras, y yo te mostrar mi fe por mis obras. 17As que vosotros, oh amados, sabindolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigis de vuestra firmeza. 18Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Seor y salvador Jesucristo. A l sea gloria ahora y hasta el da de la eternidad (2 Pedro 3:17-18). Es decir, que de aquello que Pedro vena diciendo, y de lo cual Pablo tambin hablaba, era necesario que los hermanos se guardaran; miremos que la Palabra guardar est relacionada con la cornisa, porque una cornisa tambin es para guardar. Cuando las cosas no son confirmadas, hay debilidad y podemos ser arrastrados; por eso las cosas no se tienen que hacer superficialmente; nada de lo que hacemos tiene que hacerse a la ligera, sino bien seguro, hecho con cario, con dedicacin; eso es hacerle una cornisa de oro al arca. El Seor por Su parte confirma su pacto con nosotros, y tambin quiere que nosotros seamos firmes, que no seamos de doble nimo, que digamos s o no, que no haya vacilacin: ser o no ser. Vuestro s sea s, vuestro no sea no. Todo sea reforzado, seguro, bien hecho. 3Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llam por su gloria y excelencia, 4por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandsimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupcin que hay en el mundo a causa de la concupiscencia (2 Pedro 1:3-4). Esas promesas son las actuales, por medio de las cuales hemos llegado a ser participantes de la naturaleza divina; all est la cobertura de oro. Cuando habla de la corrupcin que hay en el mundo a causa de la concupiscencia, eso es la madera de acacia cubierta por el oro; es nuestra humanidad participando de la naturaleza divina. Pero si observamos atentamente el verso 5, ah empieza a describir la cornisa del arca, cuando dice: Vosotros tambin, poniendo toda diligencia por esto mismo, aadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento. El poner toda diligencia encierra el refuerzo; y el aadir fe a la virtud, y a la virtud conocimiento, ese aadido es un arte, es creatividad en la obra, es confirmar tu fe por tus obras. Luego vamos a ver lo de los dos pechos de la esposa, la fe y el amor, y qu se tiene que hacer con la niita que no tiene pechos; pero ahora terminemos analizando el texto de Pedro. A la fe se le aade virtud, y a la virtud conocimiento; esto es una parte. Primero hay que creer para experimentar, y cuando ya experimentas, comprendes. Si no experimentamos no podemos comprender. Primero hay que creer; y cuando crees, experimentas; ah hay virtud, ah es cuando en verdad te has ceido de virtud. 6Al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; 7a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. 8Porque si estas cosas estn en vosotros, y abundan, no os dejarn estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Seor Jesucristo. 9Pero el que no tiene estas cosas
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tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificacin de sus antiguos pecados (2 pedro 1:6-9). Pero cuando hay virtud entonces hay conocimiento, ya no terico sino por experiencia. La paciencia es un dominio propio prolongado; por eso hay que aadir al dominio propio, paciencia; eso es toda una elaboracin. Cuando dice que el que no tiene estas cosas, no dice que no sea creyente, pero al no tenerlas, no aadi nada, no reforz, no confirm. Entonces tiene la vista muy corta, es ciego, habiendo olvidado la purificacin de sus antiguos pecados. Por lo cual, hermanos, tanto ms procurad hacer firme vuestra vocacin y eleccin; porque haciendo estas cosas, no caeris jams (v.10). Ese es el refuerzo, esa es la proteccin, esa es la seguridad. Ya no hay duda de que nuestra fe debe ser pasada por el fuego, lo mismo que nuestras obras hechas aparte de Dios. Si nuestra obra se vuelve ceniza, no estaba cubierta por el oro de la naturaleza divina; era algo fuera de la voluntad del Seor. Si se volvi ceniza, no era algo reforzado por Dios; si vinieron los ros y se cay, si dimos fruto, pero no permaneci, es porque le falt la cornisa. Hicimos el arca, se cubri por dentro, se cubri por fuera, somos cristianos legtimos, somos hijos de Dios, pero no le hicimos una cornisa arriba, alrededor para reforzar, asegurar, proteger, sealar el lugar de arriba, el lugar del propiciatorio, para adornar, entonces toda esa obra puede peligrar. A veces somos tan superficiales, o hacemos alguna cosa pero no la hacemos bien hecha, no la imprimimos con suficiente fuerza, entonces no queda, se debarata, no dura, no perdura. Pero el Seor quiere que perdure, que sea fuerte. Tenemos una pequea hermana, que no tiene pechos; qu haremos a nuestra hermana cuando de ella se hablare? (Cantares 8:8). Primero habla de la esposa. El Seor habla de ella, de su belleza. Luego habla de una pequea hermana, y de ella se dice que no tiene pechos, que sus pechos son como gemelos de gacela, que representan la fe y el amor, porque a travs de stos es que se alimenta del espritu el remanente del Seor. Y ella tambin, como nodriza, se alimenta con la fe y el amor, tipificados con los pechos de la esposa, una mujer madura. Ella es una hermana firme que representa el remanente maduro de vencedores de la Iglesia; pero hay otros hermanos en Cristo que estn representados por esta pequea hermana; ntese que todava es pequea, todava no tiene pechos. Dice: qu haremos a nuestra hermana cuando de ella se hablare? Si ella es muro, edificaremos sobre l un palacio de plata; si fuere puerta, la guarneceremos con tablas de cedro (v.9). Es decir, si es muro, hay confiabilidad en esa hermana, se sabe gobernar, se sabe proteger; sobre ese muro se puede construir el palacio. Hay una diferencia entre ser muro y ser puerta, porque al ser puerta requiere que se le guarnezca con tablas de cedro; requiere proteccin, parece que es una chica fcil. No es prudente, no es recatada, no se sabe guardar. El Arca reforzada con la cornisa All donde hay debilidad, all donde hay peligro, all donde algo se puede descuadrar, hay que hacer un trabajo de guarnicin. La guarnicin es como decir donde estn los guardas manteniendo las cosas en su punto; eso quiere decir guarnecer, es trancarla bien. Porque si es una puerta, es frgil; esta puerta hay que guarnecerla para que
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quede como si fuera tambin un muro; entonces hay que ponerle tablas atrs, guarnecerla con tablas para que no se nos cuelen. Esa guarnicin, ese refuerzo, esa perseverancia, esa insistencia, esa dedicacin de espritu es lo que est tipificado por la cornisa. El Seor es as; El Seor cumple Su Palabra; l dice una cosa y la cumple. Para el Seor el s es s, y su no es no. Eso es clave; cuando l hace las cosas las hace bien hechas, no las hace en forma liviana. Y as como l es firme y Su pacto para con nosotros, as tambin tenemos que ser firmes en lo que hacemos, y que lo que hagamos lo hagamos bien hecho, bien seguro, bien protegido, bien fuerte. La orden del Seor es que el arca fuese reforzada con una cornisa de oro, y no lo dice en un versculo aparte, sino en el mismo versculo de la cobertura. Y la cubrirs (al arca) de oro puro por dentro y por fuera, y hars sobre ella una cornisa de oro alrededor (xodo 25:11). Es decir, que la cornisa es parte de la cobertura del arca; para seirla alrededor.. Pero as como sirve para reforzar el arca, tambin es un trabajo de ornamentacin, porque tambin la cornisa es adorno. 9Exhorta a los siervos que se sujeten a sus amos, que agraden en todo, que no sean respondones; 10no defraudando, sino mostrndose fieles en todo, para que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador (Tito 2:9-10). Ya Pablo vena hablando de los ancianos, las ancianas, las mujeres jvenes, y luego, por lo menos para tomar el final del contexto, sin olvidar lo que hasta aqu se haba mencionado, vemos que esta es una puesta en prctica de la fe a travs del amor y las obras; todo esto son un adorno; es algo que hace las cosas ms dignas; hay ms seguridad. Si nosotros vamos y predicamos a una persona, pues esta persona observa nuestra clase de vida que ella no tiene; observa este adorno. 4Pero cuando se manifest la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, 5nos salv, no por obras de justicia que nosotros hubiramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneracin y por la renovacin en el Espritu Santo, 6el cual derram en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, 7para que justificados por su gracia, vinisemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna. 8Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y tiles a los hombres (Tito 3:4-8). Ese lavamiento de la regeneracin, es la vestidura de oro. La renovacin en el Espritu Santo es un trabajo ms elaborado a partir de la regeneracin. Aqu vemos el adorno, vemos dnde est el gobierno de Dios. La cornisa muestra dnde queda la parte de arriba, pero la cajita muestra dnde es que est el propiciatorio, dnde se manifiesta Dios, dnde est el gobierno de Dios. Eso se percibe en nuestra propia arca ubicada en nuestro espritu humano, haciendo un libre exmen del refuerzo, de proteccin, de resistencia, confirmacin. O sea que en todo esto vemos que el Seor no solamente quiere que le contengamos a l, sino que seamos fortalecidos con Su presencia, lo que significa la corniza; quiere que participemos de Su carcter, de Su naturaleza y estemos firmes para llevar a cabo Su obra. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podis resistir en el da malo, y habiendo acabado todo, estar firmes (Efesios 6:13).
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Se necesita estar firmes todas las veces. Todas esas cosas que t encuentras en la Biblia de adornar, de resistir, de reforzar, de afirmar, de perseverar, de hacer las cosas bien hechas, todo eso est tipificado por la cornisa de oro del arca del pacto y todo se ha escrito para nuestro provecho. Captulo IV LOS ANILLOS Y VARAS DEL ARCA DEL PACTO10 La movilidad del Arca 12Fundirs para ella cuatro anillos de oro, que pondrs en sus cuatro esquinas; dos anillos a un lado de ella, y dos anillos al otro lado. 13Hars unas varas de madera de acacia, las cuales cubrirs de oro. 14Y meters las varas por los anillos a los lados del arca, para llevar el arca con ellas. 15Las varas quedarn con los anillos del arca; no se quitarn de ella (xodo 25:12-15). Es el Seor dicindole a Moiss, para que l junto con el pueblo, con algunas personas que el Seor puso, realizara todo este mobiliario, cuyo principal mueble es el arca. El Seor es el que le da todos los detalles; es el Seor el que siempre quiere a travs de los detalles, ensearnos algo, algo que siempre tiene presente. El arca es lo ms central; representa al Seor mismo; representa la presencia, representa el testimonio que el Seor da; el arca representa la Palabra del Seor, la gloria del Seor. Y cuando el Seor da detalles, todos tienen que ver con algo que l quiere que le hagamos, y que tiene sentido espiritual. El final del verso 14 nos da una clave de estos versculos, cuando dice: para llevar el arca con ellas. Esa frase nos muestra el objetivo de Dios. Para qu son esos anillos? Para poner las varas. Para qu son esas varas? Para llevar el arca con ellas. El Seor est dicindonos cmo es que l quiere que Su arca sea llevada. Llevar el arca nos habla de la movilidad del arca del pacto, de su movimiento, sabiendo lo que representa el arca. El arca representa la presencia del Seor entre Su pueblo, la Palabra del Seor, el testimonio del Seor, la gloria del Seor.
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Ahora, dice que eso tiene que ser llevado. As que el Seor empieza a decirnos cules son Sus delicadezas en cuanto a cmo transportar el arca, en cuanto a cmo llevarla. Tenemos ejemplos en otros pasajes de la Biblia, de cuando las cosas no se hicieron de la manera que el Seor quera, y cmo eso produjo desastres; entonces el Seor nos est dando las indicaciones de la manera cmo l quiere que el arca sea llevada. Fue despus que David cometi algunos errores, que ms adelante vamos a estudiar, que pregunt: Cmo he de traer el arca? Esa pregunta est registrada por el Espritu Santo all por mano de Nehemas, que fue el que escribi Crnicas. Esa frase, cmo he de traer el arca? es una frase que creemos que Dios quiere que se haga en nuestro corazn. Cmo he de traer el arca? Dios es un Dios que quiere dirigir; y eso es lo que significa la movilidad del arca, el mover de Dios; es lo que representan estas varas y estos anillos. Cmo tiene que ser portado Dios, cmo tiene que ser llevado. Recordemos que a veces, cuando haba una batalla y le preguntaban al Seor: Quin ir a la batalla? El Seor responda: Bueno, va Jud adelante y van los levitas llevando el arca; y con slo ir el arca adelante, surga una gran gritera en el pueblo del Seor, y los enemigos eran esparcidos con slo la presencia del arca. Pero el arca deba ir adelante. Recordemos que cuando haba que cruzar el Jordn tambin dijo: Cuando viereis el arca. El arca es movida; el arca se mueve. Cuando ellos salieron de Egipto, salieron sin haber aprendido todava cmo haba que seguir al Seor. Ellos haban sido esclavos, haban vivido debajo de opresin, y al salir de Egipto, pues todava no haban aprendido a ser gobernados por el peso de la gloria de Dios, de la Palabra del Seor, de la presencia del Seor. Ellos todava ni siquiera tenan idea del gobierno de Dios, y el Seor quera ensearles cmo era que l gobernaba, ellos haban estado bajo el gobierno pesado de Ramss y de los faraones en Egipto; ahora ellos tenan que aprender a conducirse segn otro gobierno. Y ese gobierno es el peso del arca, el peso de la gloria del Seor, de la presencia, la Palabra y el testimonio del Seor. Las barras son para pesar sobre los hombros; las barras se colocan sobre los hombros. Cuando colocaron el arca sobre un carro de bueyes, era algo artificial, algo natural, no era algo que estaba pesando sobre los levitas. Cuando el arca estaba sobre los bueyes, no pesaba sobre los levitas. Pero dios escogi que Su presencia sea llevada cuando pesa sobre el corazn, porque el arca sobre los hombros es prcticamente sobre el corazn; eso es lo que representa la carga de la Palabra del Seor, de la gloria del Seor, en el corazn. Slo as es transportado el Seor. El transporte a travs de los carros es algo artificial. Despus vamos a explicar algo con respecto a esto. El Seor quiere que el arca vaya de primero, adelante. De Egipto el pueblo sali desordenado, y el Seor empez a ordenar al pueblo, y empez a ordenar cmo tena el pueblo que marchar; y empez a organizar el orden de la marcha y la preeminencia en la marcha. Lo primero que tena que ir adelante, y estaba sealado por aquel manto de azul que cubra el arca. Porque los dems mobiliarios tambin eran cargados, pero todos tenan por fuera una clase de pieles. Pero en cambio el arca era cubierta de azul, es decir, la gloria visible, que es lo que representa. Ah estaba el liderazgo de Dios; el gobierno del mundo era uno, pero el gobierno del Espritu es otro. El Seor gobierna cuando pesa sobre su corazn. Como dice: La paz de Dios gobierne en vuestros corazones11. El Seor gobierna en el corazn. En el captulo 4 de Nmeros se nos habla de lo que hay que hacer cuando se debe mudar el
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campamento. Lo primero que haba que hacer era colocar el arca en su debido lugar. Al final del libro de xodo y tambin en el captulo 9 de Nmeros se nos dice que la nube se mova, y conforme la nube se mova, ellos se movan de acuerdo a ese orden que aparece en el captulo 4. Lo primero era el arca; es decir, que la nube era la que diriga el mover, y claro, el arca era la que se mova, porque la nube reposa sobre el arca. De manera que esto nos representa muchas cosas espirituales. Los anillos aparecen en cuatro ngulos. En la numerologa bblica, el nmero cuatro representa la creacin, como los cuatro ngulos de la tierra. En el captulo 4 de Apocalipsis, en la culminacin de la revelacin, es adorado el Seor por Su creacin; all los querubines estn representando a la creacin, con sus cuatro caras. Tambin el nmero cuatro est representado por los puntos cardinales. Eran cuatro los levitas que llevaban el arca, son cuatro los evangelistas que dan testimonio del Seor Jess, no slo uno. Porque si slo Mateo hablara de Jess, pues a Mateo le pesara el arca, digamos a la mano derecha; pero otro levita est a la izquierda, y los otros dos tambin a la derecha e izquierda; eso nos muestra la coordinacin que tiene que haber; eso nos muestra cmo el Seor tiene que ser portado corporativamente, cmo no es suficiente un solo levita para cargar el arca, cmo es necesario que el testimonio del Seor sea dado por Mateo, por Marcos, por Lucas y por Juan, como si se tratara de cuatro anillos para cargar el testimonio del Seor. Porque el Seor Jess es el verdadero arca del testimonio; y por eso es que en la Biblia aparecen esos cuatro evangelios, como los cuatro soportes del testimonio del Seor. Son cuatro las esquinas, que muestran la universalidad del mover de Dios; esas barras que eran de madera, mostrando con ello que es el hombre el que tiene que portar al Seor; pero el hombre cubierto, tratado por la gloria del Seor. Cuando hemos sido cubiertos por el Seor, entonces le podemos cargar con el peso de Su gloria, honrarlo y santificar Su nombre. La centralidad de Cristo Los querubines eran guardianes defensores. Dios no necesita que otros lo cuiden; el Seor se sabe cuidar solo. Cuando Uza trat de ayudar, cay muerto; sin embargo, el Seor permite que aquellos querubines, que son guardianes, sean como defensores de la honra del Seor, y eso es lo que significa cargar con el peso, representar el sentir del Seor. A veces en juicio, a veces en revelacin, a veces en paciencia, a veces en Su misericordia, a veces como una exhortacin, a veces el Seor en manifestacin de Su gracia, a veces como inspiracin para una palabra, a veces como amonestacin, a veces como combate. A veces el arca recibe las alabanzas. Bueno, todas esas cosas que suceden en torno al arca son muchas, de varias clases, pero el arca es lo que est en el lugar central, es lo que est en el Lugar Santsimo, en el centro. El arca representa la centralidad de Cristo; pero aqu estamos viendo no todos los aspectos del arca, sino especficamente lo relativo al porte del arca. Vamos a mirar en el primer libro de Crnicas, captulo 13, el pasaje donde aprendemos las lecciones que el Seor nos conceda aprender. Porque todo eso est escrito para amonestarnos a nosotros, solamente que aqu est escrito de manera tipolgica. Pero hoy nosotros tenemos esto de manera real. Entonces David tom consejo con los capitanes de millares y de centenas, y con todos los jefes (1 Cr. 13:1). Este pasaje est ntimamente relacionado con aquel. Con quin tom consejo David? Desde el verso uno
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comienza a revelarse dnde estuvo la raz del problema, qu aconteci en un verso ms adelante. No que est mal tomar consejo; pero tener eso en primer lugar, eso es ya carnal. Todos podemos tomar consejo juntos del Seor, de Su Palabra, de Su testimonio, pero el acuerdo de nuestro consejo, independiente de su peso sobre nuestro corazn, eso puede convertirse en una democracia carnal. Pero, como mencionbamos la otra vez, nosotros no somos una democracia, sino una teocracia, y aqu comienza la raz del problema. David tom consejo, no el consejo en s, sino que esa fue la base de la falla, ese fue el error. 2Y dijo David a toda la asamblea de Israel: Si os parece bien y si es la voluntad de Jehov nuestro Dios, enviaremos a todas partes por nuestros hermanos que han quedado en todas las tierras de Israel, y por los sacerdotes y levitas que estn con ellos en sus ciudades y ejidos, para que se renan con nosotros; 3y traigamos el arca de nuestro Dios a nosotros, porque desde el tiempo de Sal no hemos hecho caso de ella (vv.2-3). David dice: Si os parece bien. Aqu aparece un concepto que se llama parecer de la asamblea, consejo de los ancianos. Tambin dice: Y si es la voluntad de Jehov; ese si demuestra que hay una vacilacin, que no se estaba seguro. Haba un propsito de tratar de reunir al pueblo de Israel en torno al arca de Dios. Dice que desde el tiempo de Sal no haban hecho caso del arca. Qu seria es esta frase! Tiempo en el mbito del pueblo del Seor en que no se hace caso del arca. Y aqu comienza un buen intento. Esto se logr en el captulo 16; pero el Espritu nos quiso dar as, como a Ismael antes de Isaac, asimismo tambin antes del 16 darnos el 13. 4Y dijo toda la asamblea que se hiciese as, porque la cosa pareca bien a todo el pueblo. 5Entonces David reuni a todo Israel, desde Sihor de Egipto hasta la entrada de Hamat, para que trajesen el arca de Dios de Quiriat-jearim (vv.4-5). Aqu vuelve a mencionar el parecer de la asamblea del pueblo. Ojal el Seor nos conceda seguir despacio, muy despacio las estaciones del arca. Ahora por lo pronto estamos viendo lo relacionado con el transporte del arca. 6Y subi David con todo Israel a Baala de Quiriat-jearim, que est en Jud, para pasar de all el arca de Jehov Dios, que mora entre los querubines, sobre la cual su nombre es invocado. 7Y llevaron el arca de Dios de la casa de Abinadab en un carro nuevo; y Uza y Aho guiaban el carro (vv.6-7). Aqu aparece el nudo del problema; aqu es donde est lo que el Seor nos quiere ensear. A los ojos de ellos, eso no pareca nada grave, pero cmo se sentira el Seor, si era la nube la que deba guiar, y el pueblo deba seguir a la nube. El arca sigue la nube, y los levitas con el arca siguen la nube; es el peso del arca siguiendo la nube, pesando sobre los corazones de los levitas que el Seor escogi; ese es el transporte; as es que se transporta el testimonio de Dios. Pero ahora Dios estaba siendo estorbado, porque no fue en el sistema; y ahora Dios ya no poda pesar sobre los hombros de aquellos, porque ahora el carro llevaba el arca, en vez de el arca pesar sobre los corazones. Haba algo mecnico que haba tomado el lugar de la direccin de Dios; el carro ahora tomaba el lugar: Y dice que Uza y Aho guiaban el carro; pero es la nube la que debera guiar el arca. Ahora aparece todo el pueblo, y Uza y Aho llevando el arca en el carro, conforme al parecer de la asamblea; esto es muy significativo. El parecer de la asamblea tom el lugar de la Palabra de Dios, y algo mecnico tom el lugar del peso de la gloria del Seor, la Palabra del Seor, en el corazn de las personas que el Seor escogi. Cmo llevamos a Cristo?
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El Seor no quiere ser transportado a travs de un sistema mecnico, ni quiere que esos sistemas mecnicos sean dirigidos por personas que tratan de ayudar a Dios, mientras que lo estn estorbando. El Seor quiere pasar sobre los corazones de las personas que l escogi. l escogi a los levitas de entre todo el pueblo de Dios, la tribu sacerdotal. Y no todos los levitas, sino que eran Aarn y sus hijos los que tenan que preparar el arca para ser transportada. Despus de estar terminada esa parte, sin avances precoces de lo que tiene que venir en segundo, tercero y cuarto lugar, tenan que venir los coatitas y recibir de Aarn y sus hijos el arca. Detrs venan los gersonitas, y ms atrs venan los meraritas. S, haba carros para los meraritas, porque ellos tenan que transportar las tablas; muchas tablas. Pero los coatitas, que era la clase de los levitas encargada de trasladar el arca conforme fuera puesta por los hijos de Aarn, eran los que Dios haba escogido, y ellos no podan llevar el arca en carros; tena que pesar. De aqu podemos aprender muchas lecciones. Sigamos la lectura para que el Espritu Santo nos siga hablando. Y David y todo Israel se regocijaban delante de Dios con todas sus fuerzas, con cnticos, arpas, salterios, tamboriles, cmbalos y trompetas(v.8). Vemos que, a pesar de ir un sistema mecnico dirigiendo el arca, en vez de ser la nube y el arca dirigiendo al pueblo, el pueblo tena emociones religiosas; ellos estaban experimentando emociones religiosas; estaban cantando. No podemos decir que eso no sea legtimo en ocasiones; pero en el pueblo de Dios a muchos les gusta cantar porque se sienten felices; no es tanto para adorar al Seor, sino para sentirse ellos mismos contentos. Y muchas cosas se estn haciendo por fuera de la Palabra, desobedeciendo, ignorando el querer de Dios; y sin embargo, las personas estn cantando, estn en avivamiento; de modo que los sentimientos emocionales y religiosos tampoco son una suficiente base para guiar; ni el parecer de la asamblea, ni el sistema, ni la parbola, ni el artefacto mecnico, ni la inercia del asunto, y mucho menos las emociones. Aqu se tena el parecer, se tena un sistema prctico y se tenan las emociones. Quin se iba a imaginar que aun podan estar contra la voluntad de Dios? Porque estaban tratando de sustituir el peso del arca sobre los hombros de las personas que el Seor encarga, para usar otra cosa. El Seor encarga Su peso a seres humanos, no a sistemas. Los sistemas, las personeras, los aparatos, no le glorifican. Le glorifican personas que cargan, como decan los profetas: carga de la Palabra de Jehov; ese era el peso de Dios en sus hombros. No era algo mecnico, no era un sistema. Cuntas veces el Seor es el que ha sido anulado para que el sistema siga conforme al uso del alma humana. Todo lo que sea artificial, todo lo que le quite al Seor el derecho de pesar sobre las personas que l quiere, todo eso es un estorbo para el Seor. No importa que hayamos sido diligentes en ofrecernos; si no son los mismos que el Seor quiere, no tienen valor. No importa si a la asamblea le parece bien, si al Seor no le parece. Importa ms el parecer de estos cuatro levitas que tienen la carga, que el parecer de toda la asamblea; porque la Cabeza es Cristo, no el concilio. Si el concilio sigue a la Cabeza, es legtimo; pero si el concilio se desvincula de la Cabeza, no tiene valor; o como est profetizado en la iglesia de Laodicea, el Seor est fuera de la iglesia, tocando y llamando afuera de la iglesia: He aqu yo estoy a la puerta y llamo. Ya no podemos usar este versculo para los incrdulos, pues el Seor se lo dice a la iglesia. El Seor se siente que est afuera y est tratando de entrar, para tener una comunin ms ntima con nosotros. Pero la iglesia est pensando ser lo que no es. Est diciendo: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que t eres un
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desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo (Apocalipsis 3:17). En esta poca de Laodicea, de los derechos humanos, la iglesia mantiene al Seor afuera; porque no se trata de democracia, ni de asamblea, ni de concilios o de partidos, sino de Cristo mismo. Abraham se llamaba amigo de Dios; era persona sobre la que en su corazn pesaba Su Palabra. El testimonio de la persona puede llevar el peso de la carga de Dios. Tambin la Iglesia es un cuerpo, y Dios quiere que esa carga sea corporativa. Dios tiene un modelo para hacer las cosas en la Iglesia; y por eso encontramos cuatro all, porque se estaban haciendo las cosas segn un modelo. Elas vio la gloria de Dios sobre los querubines, y all el Seor en Su gloria. 20Hacia donde el espritu les mova, andaban; hacia donde les mova el espritu que anduviesen, las ruedas tambin se levantaban tras ellos; porque el espritu de los seres vivientes estaba en las ruedas. 21Cuando ellos andaban, andaban ellas, y cuando ellos se paraban, se paraban ellas; asimismo cuando se levantaban de la tierra, las ruedas se levantaban tras ellos; porque el espritu de los seres vivientes estaba en las ruedas (Ezequiel 1:20-21). Cuando haba que ir a la derecha o a la izquierda o adelante o para atrs; eso lo decida el Seor desde Su gloria. Pero cuando el sistema sustituye lo de Dios, entonces es cosa de los hombres, ya no es cosa del reino de Dios. Ahora es la mecnica. Cuntas veces se sustituye lo legtimamente espiritual por algo mecnico? En muchas reas; puede ser en la alabanza; puede ser en el rea de la administracin de la Palabra o de los bienes de la Iglesia. Alguna vez decimos: Bueno, por qu no organizamos un sistema para distribuir las ofrendas? Pero no atendemos el peso del arca. Cmo es que el Seor nos dice que administremos lo que l decidi en Su obra? A veces el Espritu dice: esta parte vaya para tal, esta otra vaya para este asunto; pero el Seor de manera fresca debe tener siempre el gobierno. Nunca debe haber una contabilidad que gobierne en vez del Seor. En la administracin de las cosas, siempre tenemos que ir juntos, pero el Seor nos dirige a convocarnos. No es el calendario litrgico el que debe establecer la reunin, no; el calendario litrgico se puede establecer siguiendo las directrices del Seor. Fue Dios el que estableci un ciclo de fiestas. Y si l lo estableci, l las puede guardar; pero qu es lo que quiere el hombre? Necesitamos la dependencia directa de Dios en el trabajo corporativo. El Seor y las instituciones humanas La dependencia es directa; el peso de Su presencia, Su gloria, Su Palabra, Su testimonio en nuestro corazn; pero no slo en el nuestro, sino en el de muchos compaeros, que juntamente con nosotros tienen la misma Palabra. Ese es el peso del sentir del Seor, cuando el Seor se est moviendo en la Iglesia, en los cuatro ngulos de la tierra. Se mueve para la izquierda, hacia adelante, para atrs. A veces hemos mencionado qu hacer si uno de los levitas resultaba siendo bajito, y el otro alto; o que uno caminara rpido y el otro despacio. De modo que el que era bajito tena que aprender a estirarse, y el que era alto tena que aprender a agacharse; el que caminaba rpido tena que aprender a caminar despacio, y el que caminaba despacio tena que aprender a apurarse para que se hallara coordinacin; y qu produce esa coordinacin? El peso del Seor. El Seor quiere gobernar directamente sobre nuestros corazones, pero no en forma individual, sino en forma corporativa. Cuando nos reunimos, debemos dejar lugar al peso del Seor. Que el Seor ponga Su peso, que l dirija. Si l quiere alabanza, si l quiere la administracin de la Palabra, si l permite algo que nos hemos propuesto; porque l permite que propongamos, pero tiene que ser Dios en Su soberana y en Su voluntad; tiene que ser lo que
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l quiere. l siempre tiende a poner la direccin fresca; l siempre tiene que estar ah en el centro. Ningn sistema, ninguna costumbre, ninguna forma humana le sirve. A veces puede parecer ms prctico llevar el arca en un carro de bueyes; a veces se hace cosas prcticas. Se dice: Bueno, por qu no sacamos una personera, hacemos unas clusulas, hacemos unos estatutos con esas clusulas, y entonces decimos: las cosas van a ser as y as? En caso de eso, obramos as; de manera que ya no tendramos necesidad de consultar al Seor, de entenderlo. Entonces ahora, en vez de ser personas establecidas y comisionadas por Dios, es una institucin la que toma el lugar de las personas. Pero el Seor no trabaja con instituciones; l trabaja con personas humanas convertidas; no instituciones que sustituyen lo de Dios, con clusulas. Dios ni siquiera usa la ley, sino Su Espritu. l tiene que reinar: l tiene que ser transportado. Cuando estamos alabando al Seor, es el Espritu el que tiene que decir si se canta, si hay profetiza, si se habla en lengua. No importa qu cantos son los que se deben cantar; nosotros debemos cantar detrs del Espritu, y el Espritu de Dios se mueve, se manifiesta como l quiere, manifiesta Su poder. Cantamos en la reunin, y de pronto se movi all acompandonos. Lo importante es que l realmente reine en nuestros corazones, y nosotros tambin lo contengamos, lo dejemos reinar, lo llevemos a l. Dice el libro de Crnicas que haba dos puntas de las barras; y cuando se coloc el arca en el templo, ya no en el tabernculo, sino en el templo, esas dos puntas salan hacia el Lugar Santo; es decir, que estando en el Lugar Santo, se tena seal del arca, de la presencia del arca y del sentido del arca; porque las dos puntas de las barras salan del Lugar Santsimo hacia el Lugar Santo. Y eso es muy interesante, porque sabemos lo que significan esas barras. Es el mover del Seor, el mover de Dios. Pero el mover de Dios, que es en el Lugar Santsimo, da sus seales al Lugar Santo; digamos, del espritu al alma. Por ejemplo, a veces el Espritu se mueve en nuestro espritu, y se mueve de tal manera que no sabemos lo que es, no sabemos qu es lo que quiere. Como dice la Palabra, que el que ora en lengua extraa, est gimiendo, entonces pida en oracin poder interpretar. Entonces el Seor tambin alumbra los ojos del entendimiento en aquella direccin, por aquel mover de Dios en el Lugar Santsimo y se comunica al Lugar Santo, o sea del espritu a nuestra alma, del mover de la intuicin a la interpretacin de nuestro pensamiento. Orar con el espritu, pero orar tambin con el entendimiento (1 Corintios 14:15). Por eso las puntas de las barras, aunque estaban en el Lugar Santsimo, aparecan en el Lugar Santo, mostrando que el mover del Seor en nuestro espritu debe seguir la voluntad del Seor por nuestra alma renovada, pensar con la mente del Espritu, sentir con el mismo sentir de Cristo, y querer con el corazn del Seor. Entonces ah s se puede decir que realmente hay un pacto, que hay una alianza y que el Seor va guindonos, y nos encontramos dondequiera que vamos. Es cuando realmente la paz de Dios gobierna en nuestros corazones, y la visin de Dios es eterna y verdadera. Satans piensa sustituir esto de la manera ms sutil; y esto es algo de lo cual siempre debemos estar pendientes. El querer del Seor es con Su Espritu, que es Su gobierno en nosotros, y que sea el peso de l en la continuacin de la vida corporativa de la Iglesia; que sea por Su Espritu que l se quiera mover. Todo esto puede ser extrao para el hombre, y siempre Satans nos pedir que hagamos un sistema que, claro, es mucho ms prctico; que hagamos esto as, a nuestra manera; es decir, si ya hemos decidido de antemano lo que se debe hacer, entonces el Seor mismo no tiene parte. Esa es la manera en que Satans hace que nosotros, sin darnos cuenta, echemos al Seor Jess.
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Pero, qu pasa cuando el arca es llevada por carros, aunque sean nuestros? Tropiezan; y cuando viene el tropiezo, entonces hay la tendencia de querer manipular el arca, porque l no debe dejar de gobernar. Nada debe sustituir al Seor mismo; en eso seamos siempre vigilantes, y que sea esto la leccin que saquemos de estos versculos, con todas sus implicaciones. Fundirs cuatro anillos a los lados del arca. Eso est fundido, eso est pegado, y nunca se sacarn las barras; siempre hay que estar atentos, siempre hay que estar listos, no se puede tener vacaciones. Por eso esas barras tienen que estar siempre ah. A veces decimos: Bueno, por hoy voy a descansar; no, no. Esos anillos tienen que estar fundidos, formando parte del arca. El arca se mueve, y las barras de madera revestidas de oro, siempre tienen que estar ah. Nunca debe estar el arca descuidada, como en el tiempo de Sal; siempre tiene que estar pronta para moverse a la primera seal. Siempre tiene que estar todo listo; eso nos muestra cmo debemos estar siempre atentos a la guianza del Seor. Siempre debemos estar listos para que el Seor pueda pesar, pueda poner en nuestro corazn un encargo, cualquiera que sea el encargo; y en comunin con cualquiera cosa que sea lo que l escoja. No seamos nosotros los que saquemos ni el tiempo, ni la manera, ni las personas. Las personas las escoge Dios como l quiere, cuando l quiere; la manera y la hora las establece Dios. Solamente debemos estar siempre dispuestos, sin demorarnos, para seguir el mover de Dios, junto con aquellos otros a quienes el Seor en Su soberana gracia, gobierne a sus escogidos. Nunca sacarla; siempre debemos estar todos listos para movernos en cualquier instante que el Seor se levante. Que el Seor nos ayude. Amn. Captulo V EL TESTIMONIO DE DIOS PUESTO EN EL ARCA DEL PACTO12
El testimonio en el arca La Palabra del Seor nos sigue diciendo: Y pondrs en el arca el testimonio que yo te dar (xodo 25:16). Esto es algo muy precioso, porque, de las cosas sagradas, lo ms sagrado es lo que el arca representa. Es lo que
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est en el lugar central, el lugar ms ntimo, el Lugar Santsimo. Ah solamente estaba el arca. Y el Seor nos dice a nosotros, Su Cuerpo, y le dijo a Moiss en relacin a todo Su pueblo: Y pondrs en el arca el testimonio que yo te dar. Esto es maravilloso y muy precioso. El poner lo es despus; el testimonio de Dios es primero. l es un Dios maravilloso que testifica. Dios no nos engaa; l es un Dios que habla, un Dios que revela, que acta; Dios es un Dios que imprime. Las pelculas que miramos, no tienen nada que decir; pero cuando aparece la luz del candelero, refleja lo que Dios revela, queda manifiesto en ello lo que Dios es. Dios es un Dios que da testimonio. l es un Dios que deja que nosotros demos testimonio por l primero. S, nosotros tambin daremos testimonio junto con l, porque nosotros somos sus testimonios. Pero Dios es un Dios que l mismo da testimonio. Las tablas estaban en el arca escritas con el dedo de Dios; fueron escritas precisamente con el dedo de Dios. Fue el dedo de Dios el que imprimi su carcter; y llegaron a ser para el hombre los diez mandamientos; y ciertamente son mandamientos; pero antes de ser para nosotros mandamientos que nos atraen como figuras, pero digamos que primeramente son testimonios de Dios. En varios pasajes de la Escritura, el Seor habla de aquellas tablas, como de las tablas del testimonio. Nosotros hablamos de las tablas de la ley, y ciertamente tambin son tablas de la ley, pero Dios dice, las tablas del testimonio. Es un testimonio de lo que l es. Aquellas tablas de piedra, vindolas ahora, pues vivimos en otro tiempo, son figuras de la obra de Cristo; en aquel tiempo, en esas tablas de piedra, Dios comenz a dejar rastros que testificaban de l. Quin es l? No tendrs dioses ajenos delante de m, porque yo soy tu Dios, celoso, que te saqu de Egipto. Yo te saqu; t no podas salir, pero yo te saqu; yo hice maravillas y te saqu; y empieza a decir: 3No tendrs, pues, dioses ajenos delante de m. 4No te hars imagen, ni ninguna semejanza de lo que est arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. 5No te inclinars a ellas, ni las honrars; porque yo soy Jehov tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generacin de los que me aborrecen (xodo 20:3-5). Dios empieza a revelarse como un Dios que actu para que seamos de l, y l es celoso; Dios nos quiere para l. Un Dios que actu, que nos compr para que seamos de l, para que seamos un Cuerpo para l. l actu en
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nuestras vidas, y ahora nos reclama. Luego sigue diciendo en aquellas tablas: 7No tomars el nombre de Jehov tu Dios en vano; porque no dar por inocente Jehov al que tomare su nombre en vano. Al revelar Su carcter y establecer Su orden, establecer Su gobierno, el Seor dice lo que l es, y comienza a aparecer para nosotros como mandamiento. Porque l es fiel, porque l ama, porque l es puro, porque l no es mentiroso, porque l es todo lo que l es, entonces l dice: No hagas esto, no hagas aquello. Pero antes de Dios decirnos a nosotros mismos: no hars tal cosa, es porque l es as. Por eso cuando l imprime con su dedo los mandamientos en las tablas de piedra en figura de lo que estara haciendo a partir de Cristo, imprimir sus leyes en nuestras mentes, en nuestros corazones, poner su Espritu en nosotros para que le conozcamos, por eso con toda razn, aquellas tablas que eran llamadas no slo tablas de la ley, s llegaron a ser la ley; porque ante l cmo no vamos a ser como l? Pero primeramente, antes de ser tablas de la ley, son tablas del testimonio. Dios las llam as: las tablas del testimonio. Al tabernculo, Dios lo llamaba, el tabernculo del testimonio. Qu precioso es esto, hermanos, que Dios haya dicho: Te dar. Dios no es un Dios que se calla; l ha preparado todo un ambiente para darse a conocer, para revelar Su corazn, Su naturaleza, Su carcter, Su gloria. Porque dice as: Pondrs en el arca. Qu vas a poner en el arca, Moiss? El testimonio. Moiss, yo te voy a dar un testimonio, y t tienes el encargo de tomar mi testimonio y ponerlo en lo ms ntimo de mi casa; como si nos dijera a nosotros: en lo ms ntimo de tu ser. Lo que va a haber en lo ms ntimo de tu ser es mi testimonio, el que yo te dar. Yo te dar un testimonio acerca que quin soy yo, y quin eres t por causa de m, dice el Seor. El testimonio puesto en nosotros es Cristo El testimonio es acerca del Seor, y el testimonio tambin es acerca de lo que l nos hace; por eso nos toca a nosotros poner el testimonio primero en el centro de nuestro ser, en Cristo, o sea en el arca. El arca es Cristo, pero Cristo puesto en el Lugar Santsimo; Cristo formado en nosotros para darnos a conocer al Padre. Los hombres no entienden, ellos cavilan: Ser que hay Dios? Ser que podemos creer estas cosas? No ser mejor creer en lo
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que nosotros opinamos? Y esto es porque no amamos a Dios, ni le hemos conocido; pero Jess ha dicho: 25Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y estos han conocido que t me enviaste. 26Y les he dado a conocer tu nombre, y lo dar conocer an, para que el amor con que me has amado, est en ellos, y yo en ellos (Juan 17:25-26). El Hijo de Dios ha venido a darnos a conocer a Dios, y es Cristo el que est representado en el arca; pero esa arca est en el Lugar Santsimo de la casa de Dios. Esa arca en el Lugar Santsimo representa a Cristo en nosotros; y la funcin primera de Cristo en nosotros es santificarnos y darnos testimonio del Padre. 11Porque el que santifica (ese es Cristo, ese es Dios por medio de Cristo y el Espritu y la Palabra y la verdad) y los que son santificados (eso es la Iglesia), de uno (ese es el Padre) son todos; por lo cual no se avergenza de llamarlos hermanos, 12diciendo: Anunciar a mis hermanos tu nombre, en medio de la congregacin te alabar (Hebreos 2:11-12). El que santifica es Cristo; es Dios por medio de Cristo, el Espritu, la Palabra, y la verdad; y los que son santificados, es la Iglesia. Dice que de uno son todos; ese de uno, se trata del Padre. El Espritu Santo le abri los ojos al autor de esta epstola -posiblemente Lucas, seguramente en el crculo de Pablo-, en aquellas palabras que estn aqu citadas (Salmo 22:22), que es un Salmo mesinico, en donde el Espritu de Cristo hablaba por medio del salmista y luego aqu el escritor a la epstola a los Hebreos. Por el Espritu Santo, estos autores tienen ojos abiertos para ver esos versculos de los Salmos, que seguramente nosotros a veces leemos tan rpido y sin percibir el valor; pero el Espritu de Cristo, no le dej pasar por alto, y le mostr las implicaciones, la riqueza, la belleza de estos versos, y deca: Anunciar a mis hermanos. Y dice el autor a los Hebreos: Por lo cual no se avergenza de llamarlos hermanos, a nosotros. l saba quin haba sido yo, un pecador; pero no se avergenza de llamarnos hermanos; o sea, nos hizo sus hermanos. No se avergenza de llamarlos hermanos, diciendo: Anunciar a mis hermanos tu nombre. Dos cosas hace aqu Cristo. La primera es la escalera en sentido descendente del cielo a la tierra, como en el sueo de Jacob. Anunciar a mis hermanos tu nombre. l vino para darnos a conocer a Dios, el nombre del Padre; l vino a revelarnos al Padre. Y la segunda parte es la escalera ascendente, desde la tierra hacia el cielo, y dice: En medio
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de la iglesia (como dice en el original griego) te alabar. As que el Hijo nos trae al Padre. Dios a los hombres, y presenta a los hombres en s mismo en alabanza a Dios; porque aqu el Hijo le dice al Padre que le alabar, pero le dice que lo alabar en la Iglesia. Ese es el puente; por eso l s es realmente el Pontfice. Jesucristo es el Sumo Pontfice; l es el puente; he all la verdadera escalera de Jacob. l es el que nos trae a Dios y el que nos eleva a Dios en alabanza en l. En medio de la iglesia. El Seor nos conduce y nos presenta al Padre; a nosotros nos reconcilia con el Padre; nos da entrada por l al Padre; pero a la vez anuncia al Padre a nosotros, y eso es primero. Anunciar tu nombre a mis hermanos. Jess revela al Padre As que lo primero que viene a hacer el Hijo es a revelar al Padre; por eso era que hablaba por Jess y deca as: Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a m, ha visto al Padre (Juan 14:9). En el versculo 7 dice: Si me conocieseis, tambin a mi Padre conocerais; y desde ahora le conocis, y le habis visto. Esa es la revelacin del Padre, Dios manifestado en carne. Eso es el cumplimiento del testimonio, por quien conocer al Padre. Ahora por el Espritu Santo han conocido que T me enviaste, que las palabras que les he dado proceden de Ti. Pondrs en el arca el testimonio. El testimonio es como decir, la grabacin, la impresin que Dios mismo da de S; nadie puede dar testimonio en lugar de Dios. Dios da testimonio por S mismo. El hombre fue diseado como dice 2 Corintios 3:18: Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Seor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espritu del Seor. Como en un espejo, miramos a cara descubierta la gloria del Seor. Ese, como en un espejo, indica que nosotros somos el espejo y que ste refleja aquello que somos, y el espejo est mirando al Seor, va a recibir del Seor la luz,
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para entonces reflejar. Primero hay que recibir; nadie puede hacer las cosas por Dios, en vez de Dios. La obra de Dios la hace Dios. Con razn est escrito en el Salmo 127: Si Jehov no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehov no guardar la ciudad, en vano vela la guardia. S, claro que hay guardias, que hay edificadores, pero esos son slo instrumentos; ellos son huecos, ellos no son la sustancia ni el contenido. El contenido debe ser Dios mismo. Si Dios mismo no est ah, l est callado, l no est dando testimonio. Mas cuando Dios est ah, una de las cosas que l hace, en primer lugar, es convencer. l convence por medio de Su Santo Espritu; uno no tiene que imitar; uno no tiene que fraguar, no; l toma la iniciativa, y l obra primero; l va adelante. Y cuando vemos, vemos porque l abre nuestros ojos. Si l calla, nosotros tambin. Podemos decir, mire, pero cuando l abre los ojos nosotros o aquellos a quienes l abre los ojos para ver, aquellos a quienes abre los odos para or, o el corazn para entender, entonces son tocados en forma directa por Cristo. S, nosotros hablamos, pero l mismo no habla; ese todava no es el testimonio. El testimonio de Dios es cuando l mismo habla con nosotros; nosotros hablamos es detrs; nosotros damos la palabra del testimonio. El testimonio lo da l, y nosotros damos la palabra del testimonio. Las Escrituras dicen que los vencedores han vencido al maligno por la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos13, pero el que da el testimonio es l mismo.
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Si el Seor mismo no convence a una persona, nosotros vamos a hablar mal, vamos a decir muchas palabras; pero si Dios obra, Dios acta, pocas palabras sern suficientes, porque la gloria del Seor est ah. Jess mismo convence y toca en el interior, porque all donde hay gracia y amor, el testimonio tiene que revelar. Pondrs en el arca el testimonio de Dios. Una misma parte, pues del testimonio, es el conocimiento de Dios, el carcter de Dios, la naturaleza de Dios y de todas las dems cosas que dicen las Escrituras, que el Espritu Santo nos convence de justicia; justicia de Dios; nos convence de pecado, nos convence de juicio, y eso es puesto en lo ntimo del corazn de la persona. Pondrs en el arca. Esa es tu responsabilidad, poner, guardar en tu corazn mi testimonio, dice el Seor. Ahora el testimonio dice: Yo te lo dar. Y pondrs en el arca el testimonio que yo te dar (x.25:16). El testimonio primeramente es acerca de quin es Dios, de quin es el Padre, qu hizo, qu hace, qu quiere el Padre. Las cosas profundas de Dios son reveladas al Seor por Su Espritu en nuestro espritu. Eso es Dios poniendo Su testimonio en nuestro corazn, y nosotros tenemos la responsabilidad de poner el testimonio. l lo da, pero nosotros tenemos la responsabilidad de poner el testimonio. Nosotros tenemos que decir: Seor, aydanos a guardar el testimonio en nuestro corazn. Guarda, hijo mo, mis testimonios en tu corazn, talos a tu cuellos. El Padre da testimonio del Hijo En segundo lugar, adems del Padre dar, el Padre tambin da testimonio del Hijo; el Espritu Santo tambin da testimonio del Hijo. Cuando el Espritu Santo venga, l me glorificar. Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviar del Padre, el Espritu de verdad, el cual procede del Padre, l dar testimonio acerca de m (Juan 15:26). Es como si dijera: Yo confo ms en el trabajo del Espritu Santo para que os explique, pues si Yo os explicara no me entenderais. 12An tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podis sobrellevar. 13Pero cuando venga el Espritu de verdad, l os guiar a toda verdad; porque no hablar por su propia cuenta, sino que hablar todo lo que oyere, y os har saber las cosas que habrn de venir (Juan 16:12-13).
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Eso es el testimonio que por el Espritu viene a nuestro espritu, desde el cielo por el Hijo en el Espritu de Dios en nuestro espritu. Del Padre, del Hijo y del Espritu Santo. El carcter de Dios, el Espritu Santo, me glorificar. Ahora la gente dice que yo soy Belceb, otros dicen que yo soy Juan el Bautista que resucit de los muertos. Hay muchas opiniones humanas, y los hombres discuten y hablan de Dios, mientras Dios calla, como lo hemos mencionado en otras ocasiones acerca del libro de Job. Ah aparecen 37 captulos en donde los hombres aparecen hablando de Dios; pero como Dios todava estaba callado, por eso ellos hablaron y hablaron, mas lleg el momento en que Dios le habl a Job. Ya no era Eli, ni Bildad, ni Zofar. Entonces respondi Jehov a Job desde un torbellino, y dijo: Quin es se que oscurece el consejo con palabras sin sabidura? Ahora cie como varn tus lomos; yo te preguntar y t me contestars (Job 38:1-3). Ah Dios comenz a hablar. Primero hablaron ellos, mas Job segua resistiendo. Job no era convencido por las palabras de ellos; mas cuando habl Dios, ya se le acabaron a Job los argumentos, y dijo Job a Dios: yo hablaba lo que no entenda. Eso lo dijo cuando empez a entender. Antes no entenda, y ahora s entiendo. Cundo empez a entender? No mientras le hablaban y le hablaban y le hablaban. Hasta que Dios habl, y ah se le acabaron los argumentos a Job. Dios convenci a Job, le redarguy; le trajo un montn de preguntas: quin hizo los animales, los montes, la tierra, la belleza de la naturaleza; le abri los ojos para que detrs de lo que era una primera apariencia empezara a descubrir la verdad y a descubrir al Autor de todas las cosas. 3Yo hablaba lo que no entenda; cosas demasiado maravillosas para m, que yo no comprenda. 5De odas te haba odo; mas ahora mis ojos te ven. 6Por tanto me aborrezco, y me arrepiento en polvo y ceniza (Job 42:3,5-6). El Espritu Santo convencer al hombre de pecado, de justicia y de juicio. Ese es el verdadero testimonio. Si Dios toca a una persona, tiene revelacin. Nosotros podemos hacer grandes esfuerzos, pero si Dios no revela, no entiende. Por eso Jess le dijo a Pedro: Bienaventurado eres, Simn, hijo de Jons, porque no te lo revel carne ni sangre, sino mi Padre que est en los cielos (Mt.16:17). No es esa una bienaventuranza, que Dios por Su Espritu te revele quin es el Hijo, y el Hijo te ensee quin es el Padre, y el Espritu glorifique al Hijo, y diga: El Hijo tena razn, las palabras de Jess son verdaderas? Jess, t tienes palabras de vida eterna, es una confesin de la
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palabra del testimonio. Podemos decir el eco, el rebote del soplo divino. Primero Dios habla, Dios testifica; l nos da a conocer quin es l, entonces despus dice quines somos nosotros. Simn, el Padre te dijo esto; ahora yo tambin te digo... Y a continuacin le dijo quin era Pedro. Dios tambin da un testimonio acerca de Su Hijo, un testimonio, que nos revela la verdad de Dios. Pero gracias a Dios, encima del arca est el propiciatorio, donde est la sangre que nos redime y nos cubre y limpia de la condenacin. Y hay una resurreccin. Entonces ah en el arca s est el testimonio de Dios que nos muestra cmo es Dios y cmo somos nosotros; cmo l es de Santo y nosotros de miserables; pero gracias a Dios de que tambin nos revela Su amor, y por eso hay una vara de Aarn en el arca, que revela la resurreccin de los muertos. Nadie puede florecer por s solo, pero Dios hace florecer lo seco. Ese es el testimonio que Dios te da. Cuando t mueres, al estar separado, t ests seco, t eres una vara seca, como la de los amigos de Aarn y la misma vara de Aarn; t no puedes hacer nada. Pero cuando la vara florece, es porque Dios existe, es porque Dios te ama, te ha dado amor, te resucita, te revive, te vivifica. En Ti, Seor, tengo vida, no debido a que haya hecho fuerza, ni haya soplado; no hice nada. T me llamaste primero cuando yo estaba muerto; y T me llamaste, me diste vida; y tengo vida porque T me hablaste, porque me llamaste de la muerte a la vida, de las tinieblas a la luz. Es porque Dios existe, es porque Dios te ama, te ha dado amor, te resucita, te revive y te vivifica. Por eso es que en el arca estaba la vara de Aarn representando la vida de resurreccin. La vida de resurreccin es el testimonio que Dios da, lo que Cristo es, lo que hizo por nosotros, lo que es para nosotros, lo que es en resurreccin. Es un testimonio que Dios dice. Pondrs en el arca; esto lo vas a retener, vas a creerlo, vas a confesarlo con gracia en el arca del testimonio que yo te dar. Ya viene el arca, las tablas del pacto, que son las tablas del testimonio del carcter de Dios que nos juzga. Pero tambin est la vara de Aarn que reverdece. La vida de resurreccin. El Espritu da testimonio del Hijo
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Cuando t tienes vida, t no sabes de dnde sali la vara de resurreccin. Es por Su misericordia, por Su eleccin, por Su bondad. Antes era una vara seca; qu poda hacer? Pero Dios es el Dios que resucita de los muertos, y da vida a los muertos; que llama a los que no son como si fuesen. Y dice: Y pondrs en el arca el testimonio que yo te dar. Por eso dice en 1 Juan 5:6-7: 6Este es Jesucristo, que vino mediante agua y sangre; no mediante agua solamente, sino mediante agua y sangre. Y el Espritu es el que da testimonio; porque el Espritu es la verdad. 7Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espritu Santo; y estos tres son uno. Esta declaracin la hace Juan contra los gnsticos; especialmente los docetistas y marcionistas, aquellos que hablaban que el Cristo, digamos pneumtico, haba descendido sobre un hombre, Jess, all en el Jordn; y luego lo haba abandonado un poco antes de la cruz, cuando dijo: Dios mo, Dios mo, por qu me has abandonado? (Mateo 27:46). Pero Juan nos est diciendo que ese es el Jess de la Biblia, de los apstoles, el verdadero. Y aquel Verbo se hizo carne, se hizo hombre. No vino slo mediante agua, sino mediante agua y sangre; se encarn. Dice: Y sangre. Y ahora dice: Y el Espritu es el que da testimonio; es decir, que el Espritu Santo da testimonio del Hijo. Cuando l venga, l me glorificar. Vosotros no me entendis ahora, pero cuando el Espritu venga, vosotros me entenderis, porque yo estar en vosotros y vosotros en m. Ya no me preguntaris nada, ya no necesitaris preguntarme nada. El Espritu os ensear todas las cosas y dar testimonio de m. Ese testimonio yo os lo dar. El Espritu es el que da testimonio y es la verdad. Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espritu Santo, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan (v.8). Tenemos, pues, las cosas espirituales realmente hechas historia y carne. Ahora dice (v.9): Si recibimos el testimonio de los hombres, mayor es el testimonio de Dios; porque este es el testimonio con que Dios ha testificado acerca de su Hijo. Los hombres pueden dar testimonio de lo que aconteci en carne. Lo vivimos, lo tocamos. El Espritu es el que da testimonio; y si al testimonio de los hombres, los hombres lo reciben, cunto mayor es el testimonio de Dios. El testimonio de Dios es mayor que el testimonio de los hombres. Es decir, los hombres pueden decir muchas cosas, pero el que verdaderamente pone la firma es el Seor, y la pone en nuestro ser. Podemos or muchos argumentos; y s, son tiles. La Biblia habla del testimonio de los hombres.
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Y el Espritu dar testimonio, y vosotros daris testimonio tambin. Ahora, si recibimos el testimonio de los apstoles, mayor es el testimonio de Dios. Dios da testimonio. Y ahora empieza a explicar en qu consiste parte de este testimonio en este respecto; y dice as: Porque este es el testimonio con que Dios ha testificado acerca de su Hijo. Oh, qu palabra de Juan! Acerca de Su Hijo. Juan sabe lo que est diciendo. El testigo fiel y verdadero de Jess. Porque este es el testimonio con que Dios ha testificado acerca de su Hijo. Juan saba lo que l haba experimentado en su ser, y dice (v.10): El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en s mismo. Donde ms lo va a tener? Tiene que ser en s mismo, porque es en el arca donde se pondr el testimonio, en el Lugar Santsimo. El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en s mismo. Los creyentes creemos porque hemos recibido el testimonio de Dios. Nuestra fe es fe en el testimonio de Dios; es decir, ste fue primero. Dios testific y entonces nosotros creemos; Su Espritu nos convenci. Ahora ese testimonio lo encontramos, dice Juan, en nosotros mismos. Claro que los hombres dan testimonio, y la arqueologa, y tambin las Escrituras. Dice el Seor, nuestro Dios: Pondrs el testimonio que yo te dar, en ti mismo. All donde Cristo se est formando en nosotros, para revelarnos, anunciarnos el nombre del Padre, all es donde se pone el testimonio. Y dice: El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en s mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha credo en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. Primeramente ante testigos. Juan, Jacobo, Cefas. Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a l od (Mt.17:5b). Pero luego dice Jess: Cuando el Consolador venga, l me glorificar. Y el Espritu viene y nos convence acerca de Jess, y no slo nos convence de Jess, sino que en Jess tenemos la vida eterna de Dios. Asimismo el testimonio es tambin la vida eterna que l nos ha dado. Por eso sigue diciendo (v.11): Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida est en su Hijo. Este es el testimonio que da el Espritu en nuestro corazn; en nosotros. Dios nos ha dado vida eterna. Por eso, en vez de estar maldiciendo, estamos adorando. Gracias, Seor, por tu revelacin; gracias, Seor, por tu testimonio; gracias, Seor, por tu salvacin; gracias, gracias. Por Su mismo Espritu; y nuestro espritu lo recibe es impregnado, impresionado, impreso por l. Y por eso dice: Este es el testimonio: que Dios nos ha dado....
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Juan estaba seguro. Estaba diciendo lo mismo que estaba diciendo Pedro: T tienes palabras de vida eterna. Y Juan estaba diciendo: Tengo vida eterna. Tenemos vida eterna en nosotros mismos. La vida eterna es Dios. Este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida est en Su Hijo. Luego sigue diciendo (v.12): El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. Y ahora dice Pablo en Romanos 8:16: El Espritu mismo da testimonio a nuestro espritu, de que somos hijos de Dios. Eso es lo que acontece entre los creyentes. Eso es Dios poniendo Su testimonio en el arca. Pone Su testimonio en nuestro espritu de que somos hijos de Dios. Exteriormente pueden tener memorias y cumplir todas las convenciones cristianas; pero despus no entienden; despus se nota que era slo la pintura. Pero aquel a quien realmente Dios ha revelado, no necesita estarle repitiendo. l vive y tiene conocimiento, pues no se lo revel carne ni sangre. Bienaventurado eres, Simn, te lo revel mi Padre; y Yo te digo tambin acerca del Hijo. El testimonio es acerca de Dios y acerca de nosotros, porque es una escalera de doble va. Lo que Dios es nos revela lo que somos. Primeramente nos revela al Hijo, pero tambin nos revela que Dios es justo, es el Hijo de Dios; revel el juicio, el pecado y la justicia, y esto por la obra de Dios en Cristo. Somos perdonados y nos da Dios vida eterna, y esa vida est en el Hijo, y el que tiene al Hijo tiene la vida, y el Espritu mismo da testimonio a nuestro espritu. Ese es Lugar Santsimo del templo, donde se pone el arca, y en el arca se pone el testimonio. Y de qu da testimonio el Espritu? Tambin nosotros somos hijos de Dios, porque tenemos al Hijo, tenemos la vida eterna. Pedro, que era un pescador iletrado, de dnde sac eso de que somos participantes de la naturaleza divina? Y l no lo est diciendo en el sentido en que lo dicen los orientalistas, de la chispa divina de la naturaleza, que el todo de la naturaleza es parte de Dios, como algunos estn tergiversando. La manera como lo dice Pedro es en otro sentido ms profundo. Hemos renacido no de simiente corruptible, sino incorruptible, por la Palabra de Dios. De dnde sac l que somos participantes de la naturaleza divina? El Seor lo haba dicho: An tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podis sobrellevar. Eso es confianza ms en la enseanza del Espritu que en la Suya en la carne. A ustedes les conviene que Yo me vaya. Ustedes no se dan cuenta, pero Yo s me doy cuenta. Les conviene, saben por qu? Porque si Yo me fuere, el Espritu Santo que les voy a enviar les dar testimonio acerca de m y les
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ensear muchas cosas; pero si no me fuere, eso no podr ocurrir. Como dice aqu, que el Seor mismo nos da testimonio por Su Espritu, de que somos Hijos de Dios. Nosotros podemos decir a una persona que recibi al Seor, que es un hijo de Dios, y se lo debemos decir: Ahora eres un hijo de Dios. Pero si nosotros no se lo decimos, el Espritu Santo se lo dir. Pero s juntamente con nosotros, Dios da testimonio, como est escrito: Dando Dios testimonio juntamente conmigo. Entonces ese es el testimonio de Dios. El man escondido Hay otro aspecto ms. Dios nos ensea cada vez ms cosas. Otra cosa que se pona en el arca, como lo dice en Hebreos, era el man, el man escondido. El verdadero man es Cristo. l mismo dijo de S que l era el verdadero pan. 48Yo soy el pan de vida. 49Vuestros padres comieron el man en el desierto, y murieron. 50Este es el pan que desciende del cielo, para que el de l come, no muera. 51Yo soy el pan vivo que descendi del cielo; si alguno comiere de este pan, vivir para siempre, y el pan que yo dar es mi carne, la cual yo dar por la vida del mundo (Juan 6:48-51). O sea que el verdadero man es Cristo. Pero aqu habla de un man escondido; es decir, que el otro man, el que no estaba en el arca, se descompona, no duraba de un da para otro, y era prohibido guardar man de hoy para maana. Por qu? Porque el man es nuevo cada da, y por eso es que para el testimonio haba un man que estaba en la urna, y esa urna se pona en el arca como testimonio del alimento del pueblo de Dios durante su travesa por el desierto. Es el man escondido; esa es la vida eterna, la vida de incorrupcin. Son los aspectos escondidos, profundos, secretos. Al principio tenemos un conocimiento muy superficial de Cristo. Pero a medida que el Seor nos va danto testimonio, nos va mostrando la parte escondida. Cuando aquellos griegos queran conocer a Jess, l saba que esa no era la manera de conocerle, y dijo una cosa: Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado (Juan 12:23).
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El verdadero testimonio del Seor Jess es el testimonio progresivo, creciente hacia el Espritu. Y el Espritu Santo se encarga de sealarnos algo de Cristo que habamos pasado por alto o que no conocamos. Conocamos un poquito de Cristo, pero cada vez lo conoceremos ms y nos daremos cuenta que es cada vez ms excelente de lo que imaginbamos, y nos asombrar vez tras vez. Siempre es algo nuevo. Por eso dice man escondido. El man es algo nuevo; el man es el alimento nuevo. Qu es esto? Esto es lo que quiere decir, y ellos no lo saban. Dios los sorprenda cada da con su fidelidad. Man Qu es esto? Ese es el alimento de Dios, que los est sosteniendo. El testimonio de Cristo es nuevo y nos asombra, pero el testimonio es l mismo. Cuando l est ah podemos decir: Este es Jess. Y lo decimos porque el Espritu mismo lo dice. Conocemos a Jess no segn la carne, sino espiritualmente, interiormente, por el testimonio directo; es la revelacin del Hijo. As que, preciso es que el Seor haya preparado un arca en el Lugar Santsimo, con la intencin de que nosotros pongamos en ella el testimonio que Dios dice que le pongamos. l dice: El testimonio que yo te dar. Los cristianos verdaderos somos los que hemos recibido el testimonio de Su Hijo. No de sangre y carne solamente, no de segunda mano; todo eso es legtimo; tambin es una institucin de parte de Dios, pero sera slo la cscara si no fuese acompaada por el contenido de Dios mismo. El Seor es la realidad de los asuntos; lo nuestro son slo palabras, acciones; pero la verdadera sustancia est en el Seor, la legtima realidad y verdad, luz, vida eterna es Dios mismo, es Cristo. Esto es vida. Cuando l habla, Su testimonio es vida; pero si l no habla, nadie puede conocer la verdad. l tiene que hablar para que el hombre ponga el testimonio en el arca. El pueblo elegido de Dios, fue elegido para recibir de Dios Su propio testimonio. Vosotros sois mis testigos, dice Jehov, y mi siervo que yo escog, para que me conozcis y creis, y entendis que yo mismo soy (Is. 43:10). El mundo no me conoce; por eso hace cosas, dice cosas, porque no cuenta con este, que en el mundo se dice, elemento de juicio. Pero vosotros me conoceris, dice el Seor. 33Pero este es el pacto que har con la casa de Israel despus de aquellos das, dice Jehov: Dar mi ley en su mente, y la escribir en su corazn; y yo ser a ellos por Dios, y ellos me sern por pueblo. 34Y no ensear ms ninguno a su prjimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehov; porque todos me conocern, desde el
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ms pequeo de ellos hasta el ms grande, dice Jehov (Jer. 31:33-34). A partir del Seor Jess, con Su sangre fue hecho el pacto. Dios es conocido por el Espritu de l mismo. Es un privilegio haber sido comprado por la sangre del pacto, para recibir de Dios mismo, del Hijo y el Espritu mismo el testimonio de Dios; y entonces nosotros recibir el don del testimonio, y ponerlo, retenerlo, leerlo, digerirlo, vivirlo, confesarlo y ponerlo en el arca. Y pondrs en el arca el testimonio que yo te dar. Amn! Captulo VI LA MODALIDAD TRIPLE DEL TESTIMONIO DE DIOS EN EL ARCA DEL PACTO14 El contenido del arca La vez pasada nos habamos detenido un poco en el versculo 16 de xodo 25, donde dice: Y pondrs en el arca el testimonio que yo te dar (xodo 25:16). Quisiramos complementar hoy un poco ms este mismo versculo. Todava Dios mediante no pasaremos al 17, a fin de mencionar otros aspectos que la vez pasada se quedaron en el tintero, pues fueron mencionados a grandes rasgos, pero necesitamos detenernos un poquito ms en ello. Para eso vamos a complementar con un pasaje de la epstola a los Hebreos, tomado en el captulo 9, desde el versculo 3. Eso como continuidad con lo relativo al testimonio puesto por Dios en el Arca. 3Tras el segundo velo estaba la parte del tabernculo llamada el Lugar Santsimo. El segundo velo se refiere en relacin de afuera para adentro. El primer velo era para entrar desde el atrio al Lugar Santo; luego en este contexto el segundo velo se refiere a la divisin entre el Santo y el Lugar Santsimo. De modo que el primer velo es del atrio al lugar santo, y el segundo velo es del lugar santo al Lugar Santsimo. 4El cual tena un incensario de oro y el arca del pacto cubierta de oro por todas partes, en la cual estaba una urna de oro que contena el man, la vara de Aarn que reverdeci, y las tablas del pacto.
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El incensario de oro estaba en el lugar santo, donde estaba el altar de oro frente al velo, pero como el sumo sacerdote entraba una vez al ao, entonces l entraba con el incensario al Lugar Santsimo; por eso el incensario aqu en Hebreos aparece en el Lugar Santsimo. Nos detenemos por ahora aqu para analizar lo que estaba en el Arca. Recordemos que xodo 25:16 dice: Y pondrs en el arca el testimonio que yo te dar. La vez pasada nos detuvimos un poco en esto, pero ahora aparece ese testimonio en tres partes. Fueron tres cosas las que por orden de Dios fueron colocadas en el Arca; es decir, ese es el testimonio. Estas tres cosas representan el testimonio. Es interesante el que justamente sean tres cosas, porque en boca de dos o tres conste toda palabra, de manera que si es testimonio, tiene que ser dos o tres, pues Dios escogi que sean tres. Es un triple testimonio. Por eso dice: Tres son los que dan testimonio.15 Este triple testimonio fue el que Dios represent con estas tres cosas que l previ que fueran puestas en el Arca. Por lo tanto estas tres cosas representan tres aspectos del testimonio de Dios. El arca del pacto cubierta de oro por todas partes, en la cual estaba una urna de oro que contena el man, la vara de Aarn que reverdeci, y las tablas del pacto. El Arca contena tres cosas: 1) Una urna de oro que contena el man; 2) la vara de Aarn que reverdeci, y 3) las tablas del pacto. El Lugar Santsimo, que es la parte ms interior del tabernculo, corresponde al espritu humano, en el cual opera y se mueve el Espritu divino. La Palabra del Seor nos dice que el Espritu mismo da testimonio a nuestro espritu, de que somos hijos de Dios (Ro. 8:16), y que el que se une al Seor, un espritu es (1 Co. 6:17). La versin en espaol aade con l. Claro, ese con l fue aadido por el traductor porque le pareci que aun lo podan interpretar en el sentido pantesta; entonces seguramente queriendo explicar eso, pues el traductor le puso un espritu es con l. Pero si lo vemos en el griego, el original, el Espritu Santo no inspir ese con l. Claro que no es que est mal esa traduccin; lgicamente que es una buena expresin del traductor para eliminar una interpretacin pantesta; pero una vez que no le estamos dando una interpretacin errada, podemos quedarnos con las palabras exactas del original griego, que dice: el que se une al Seor, un espritu es.
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Claro que es un espritu con el Seor. El Espritu Santo de Dios se une al Espritu del hombre, y entonces se cumple una de las promesas del Nuevo Pacto, que Jess nos dara un nuevo espritu16. Ese espritu nuevo es nuestro espritu regenerado por el Espritu eterno de Dios. Cuando el Espritu de Dios se une al espritu nuestro, entonces se puede decir que ahora tenemos nuevo espritu. El arca y nuestro espritu humano Ahora, el hombre es tripartito; tiene espritu, tiene alma y tiene cuerpo. El cuerpo se corresponde con el atrio; el alma, la sede de nuestra personalidad, de nuestros pensamientos, nuestra voluntad, sentimientos y emociones, se corresponde con el lugar santo, y el espritu se corresponde con el Lugar Santsimo. Justamente es interesante que as como en el Arca haba tres cosas, las funciones de nuestro espritu tambin son tres. Y justamente tambin por eso el Seor represent de tres maneras el testimonio puesto en el Arca en el Lugar Santsimo, porque el mover del Seor en nuestro espritu es tambin en tres lneas principales. Las funciones de nuestro espritu cuando las vemos en la Palabra del Seor, cuando tomamos, por ejemplo, una concordancia, ojal exhaustiva, y comenzamos a buscar la palabra espritu, con minscula, podemos sintetizarlas en tres funciones principales. La palabra espritu, cuando es el espritu humano es con minscula, aunque a veces es difcil decidir si es Espritu, con mayscula, o con minscula, puesto que el Espritu de Dios al unirse con el espritu del hombre, llega un punto en que nos es difcil decir si es con mayscula o con minscula; por eso tenemos que inventarnos una tercera letra mayscula-minscula. De modo que cuando seguimos en una concordancia todo lo relativo al espritu humano y ponemos atencin a las palabras, a los verbos que se refieren a las sanciones o a las funciones de nuestro espritu humano, por la gracia de Dios, podemos sintetizarlas tambin en tres funciones principales. Por una parte, la comunin con Dios; por otra la intuicin o percepcin; y otra, la conciencia. Son tres funciones principales que cumple nuestro espritu delante del Seor.
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Comunin. Urna con el man. Si tenemos comunin con Dios, entonces vamos a percibir la direccin de Dios y la aprobacin o reprobacin. Entonces el Espritu del Seor se comunica con el nuestro. La primera funcin el Espritu es la comunin con el Seor. Por eso es que se habla en la Palabra del Seor de adorar a Dios en espritu, de servirle en espritu, o de orar en espritu; tambin se habla de tener comunin en el espritu. Esa comunin o funcin de comunin de nuestro espritu con el Espritu de Dios est representada justamente en la urna con el man; porque el man es el pan que descendi del cielo. La manera para tener comunin es comer del Seor. Dice el Seor: Entrar a l, y cenar con l, y l conmigo (Apo. 3:20b). Aqu el cenar el uno con el otro quiere decir tener comunin; que el Seor pueda comer con nosotros y que nosotros podamos comer con el Seor, y comer del Seor. Esa comunin est representada en la urna con el man. La funcin de comunin en nuestro espritu humano con el Espritu de Dios se representa, pues, por la urna con el man. El man representa a Cristo, pero a Cristo como alimento para comer; Cristo para tener comunin. l dijo: Yo soy el pan vivo que descendi del cielo (Juan 6:51a). Y el verdadero man es el Seor Jess; eso es lo que tipifica el man. Entonces la funcin de comunin de nuestro espritu est representada justamente por la urna con el man. Intuicin. Vara de Aarn que reverdeci. Pero tambin existen otras funciones. La funcin de la intuicin o percepcin en el espritu. Nuestro espritu es el que tiene que percibir. Vemos tambin ese verbo que aparece en muchas partes referido al espritu humano. Por ejemplo dice que el Seor Jess percibi en su espritu.17 Y queran preguntarle, pero l no necesitaba que ellos le preguntaran, pues l lo percibi en Su espritu. Se refiere a Su espritu humano. Pablo dice que l estaba ligado en espritu a Jerusaln.18 l dice que no tuvo reposo en Su espritu por no haber encontrado a su hermano Tito. Eso nos dice que hay conocimiento de las realidades del mundo espiritual, de la nueva creacin a travs de la funcin, que se puede sintetizar con esa palabra intuicin., que es una de las tres principales funciones del espritu. Si la persona no es nacida de nuevo, esa persona no puede ver el reino de los cielos. El Seor Jess dijo: 3El que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. 5El que no naciere de agua y del Espritu, no puede entrar en el reino de Dios (Juan 3:3,5). De modo que para poder ver y para poder participar del mundo espiritual, es necesario nacer para ese mundo espiritual. Porque hay un mundo espiritual maligno cado, pero tambin hay un mundo espiritual a partir de la resurreccin de Cristo. Eso es lo que est representado por la vara de Aarn que reverdeci; pues una vara por s sola no puede florecer a menos que se le infunda la vida; y cuando esa vida que es por la gracia de Dios es infundida a esa vara seca, entonces empiezan a brotar flores y almendras en esa vara. Por qu? Porque recibe vida, recibe un fluir; es vida de resurreccin, es vida que pertenece al Espritu y que pertenece a la nueva creacin. Por eso cuando la persona est meramente en lo natural, no percibe las cosas que son del Espritu de Dios, las cuales se deben discernir espiritualmente.19 Entonces ese verbo, discernir espiritualmente o ver el reino del Espritu, es como tener en el interior un semforo. A veces ese semforo se refiere a la conciencia, pero a veces se refiere a la direccin de Dios. La Palabra dice que todos los que son guiados por el Espritu de Dios, stos son hijos de Dios
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(Romanos 8:14). Una de las cosas que hace el Espritu de Dios en nuestro espritu, adems de que tengamos comunin con Dios, es guiarnos, es abrir los ojos espirituales, es darnos discernimiento, es darnos percepcin, es darnos guianza; es decir, es hacernos partcipes del mundo espiritual, del reino de la nueva creacin, de la vida de resurreccin. Es esa funcin la que se corresponde con la vara de Aarn que reverdeci. Conciencia. La tablas del pacto. La tercera funcin del espritu es la funcin de la conciencia. Se refiere ahora a conciencia con c no con sc, porque consciencia con sc es saber, pero conciencia con c se refiere a la actitud moral, a la tica, se refiere a la tica de Dios y de Su naturaleza. En la Palabra del Seor tambin vemos que al espritu se le atribuye la funcin de la conciencia. Por ejemplo, dice en el Salmo 51:10b,12b: 10Renueva un espritu recto dentro de m. 12Y espritu noble me sustente. Por eso tambin el la Palabra del Seor se habla de contricin de espritu. Un espritu contrito es un espritu que reconoce que necesita del Seor, que reconoce sus pecados, que reconoce sus miserias y que solamente puede vivir en el Seor. Entonces la conciencia es una funcin del espritu. Por eso dice la Palabra del Seor: Y espritu recto me sustente. La rectitud se relaciona con el espritu; por eso es humano errar y rectificar; por eso se habla de rectitud de espritu. De manera, pues, que esa voz interior de la conciencia, ese semforo, en ese sentido, no en el de la direccin, ni en el de la comunin con Dios, sino en el de la aprobacin o reprobacin de Dios, est representado por las tablas del pacto, en las que estaba la ley, porque a travs de las tablas era que se juzgaba: Amars al Seor tu Dios con todo tu corazn, con toda tu alma, y con toda tu mente20, y esto si y esto no. 13No matars. 14No cometers adulterio. 15No hurtars. 16No hablars contra tu prjimo falso testimonio,21 etc. Esas tablas estaban escritas por el dedo de Dios en piedra. Las tablas eran de piedra, y Dios haba escrito en ellas, y a travs de ellas se ordenaba lo que Dios deca. Eran tablas del testimonio de Dios, pero a la vez a travs de ellas se acusaba al hombre. Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas (Glatas 3:10b). Solamente que en el Nuevo Pacto, Dios decidi escribir Su ley ya no en tablas de piedra, sino con Su Espritu en tablas de carne en nuestro corazn. El testimonio en la conciencia De modo, pues, que la funcin de la conciencia est representada en las tablas del pacto en el arca. En el arca, Dios dijo que haba que poner un testimonio, y ms adelante vemos cmo lo resume Hebreos, que Dios fue diciendo qu era lo que tena que ser puesto en el arca. Y vemos que en el arca, ese testimonio de Dios apareca en tres cosas: a) la urna del man, b) la vara de Aarn que reverdeci, y c) las tablas del pacto.
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Slo estas tres cosas estaban en el arca del pacto. Claro que al lado del arca estaba el rollo del libro del Sefer Haazarah,22 El Libro del Recinto; es decir aquel rollo del templo haba que ponerlo al lado del arca, porque el testimonio del Espritu concuerda con la Palabra. Si algo es del Espritu, concuerda con la Biblia; por eso al lado del arca estaba el rollo; pero el rollo no estaba adentro, sino a un lado. Porque el Seor tena que mostrar la realidad espiritual como distinta, aunque no discordante, de la realidad primeramente material. Dnde vemos eso? Cuando el Seor Jess dijo: 39Escudriad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de m; 40y no queris venir a m para que tengis veda (Juan 5:39-40). Ustedes van a las Escrituras, pero no quieren pasar de las Escrituras a m, para que tengan vida. Entonces nos damos cuenta que junto con las Escrituras tiene que estar la vida; por eso al lado del arca estaba el rollo del libro, pero dentro del arca lo nico que haba era esas tres cosas mencionadas, esas tres funciones de nuestro espritu humano que hacen que nuestro espritu funcione bien, cuando el Espritu del Seor est en l, y nosotros debemos conocerlas de una manera muy prctica. Todo lo que es relativo a la conciencia, tiene relacin con el Espritu. San Pablo dice en Romanos 9:1: Verdad digo en Cristo, no miento, y mi conciencia me da testimonio en el Espritu Santo. Es decir, que la conciencia de Pablo estaba en el Espritu Santo; o digamos tambin que el Espritu Santo estaba en la conciencia de Pablo, y sta, junto con el Espritu Santo, haban llegado a tener una misma voz.
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No siempre es as con la conciencia. A veces hay problemas, y es cuando las conciencias estn cauterizadas; a veces estn malas, a veces estn corrompidas, a veces no tienen relacin con la voz del Espritu, sino que tienen una voz distinta; a veces son acusadas por el acusador, por Satans. Son acusaciones definidas y torturantes; pero una conciencia redimida, una conciencia donde Dios ha puesto el testimonio, es una conciencia que da testimonio en el Espritu Santo. Todos debemos caminar hacia esa realidad, a que por fin el Espritu Santo y nuestra conciencia tengan una misma voz. Debemos atender todo lo relacionado a nuestra conciencia, porque la conciencia es funcin del espritu; y cuando el Espritu Santo est en nuestra conciencia, l usa nuestra conciencia. Ah est la ley escrita en nuestro corazn. La Palabra dice: Dar mi ley en su mente, la escribir en su corazn (Jeremas 31:36). Tambin dice: 26Os dar corazn nuevo, y pondr espritu nuevo dentro de vosotros, y quitar de vuestra carne el corazn de piedra, y os dar un corazn de carne. 27Y pondr dentro de vosotros mi Espritu, y har que andis en mis estatutos, y guardis mis preceptos, y los pongis por obra (Ezequiel 36:26-27). Como conocemos eso, ya no slo de afuera, lo que se debe hacer y lo que no se debe hacer, lo que est bien y lo que est mal, ya no slo se nos tiene que decir de afuera, sino que el Seor dijo: Pondris en el arca el testimonio que yo te dar. Yo te dar un testimonio adentro, ah en el espritu, ah en el Lugar Santsimo, ah en Cristo que se esta formando dentro de ti. Cristo, que se est formando dentro de ti, te va a decir lo que est bien y lo que est mal, y tu relacin con Dios y con el prjimo, cuando ests mintiendo; no slo lo vas a leer afuera, sino que lo vas a saber adentro, cuando ests fornicando, cuando ests robando, cuando ests siendo deshonesto, cuando ests siendo sutil, ah adentro lo sabrs. Yo voy a poner dentro de ti el testimonio, y ste tiene que ver con la conciencia. En el arca pondrs el testimonio que yo te dar. El Seor da un testimonio y ese testimonio tiene que ver, por una parte, con nuestra conciencia. Ahora, la intuicin est relacionada con la conciencia, pero nos damos cuenta que es otra cosa. Por ejemplo, Pablo, estando en otra ciudad, dice que su espritu perciba lo que estaba sucediendo en Colosas. l dice: Porque aunque estoy ausente en cuerpo, no obstante en espritu estoy con vosotros, gozndome y mirando vuestro buen orden y la firmeza de vuestra fe en Cristo (Colosenses 2:5). Eso es lo que se llama discernimiento espiritual. Si un hermano est acongojado, llevando una carga, tu espritu lo percibe; o si t lo ests, tambin lo percibe tu espritu; y cuando hay una liberacin, tambin lo percibe tu espritu, y cuando te visit el Seor de una manera especfica, tambin lo percibe tu espritu. La vida en el Espritu Explicar esos movimientos del Espritu del Seor en nuestro espritu, es difcil; porque Jess dijo: De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos; y no recibs nuestro testimonio (Juan 3:11). Eso se debe a que el hombre natural no percibe las cosas espirituales, porque la percepcin es del Espritu regenerado. Quien no nace del agua y del Espritu, no puede ver el reino. El verdadero reino de Dios es en el Espritu. El verdadero gobierno de Dios y direccin de Dios, es en el Espritu. Entonces, eso es lo que representa aquella vara de Aarn; es el testimonio de Dios en cuanto a la direccin de Dios, en cuanto al gobierno de Dios, en cuanto al mover de Dios en nuestro espritu; es algo que no se puede discernir naturalmente, y que es difcil explicarlo a quien no tiene la experiencia. Como le dijo Nicodemo al Seor: Pero cmo? Cmo puede un hombre nacer siendo viejo? (Juan 3:4). Y Jess hablaba y deca as: 7El viento sopla de donde
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quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dnde viene, ni a dnde va; as es todo aquel que es nacido del Espritu. El Seor estaba tratando de explicar a Nicodemo algo que pasaba dentro de Jess, y que pasara dentro de todos los nacidos de nuevo, pues dice: As es todo aquel que es nacido del Espritu. Qu pasa con esto? Que de pronto el Espritu de Dios se mueve dentro de l. Una persona de pronto siente esa frescura, o a veces le gua a la lucha, a veces a la alabanza, a veces a la intercesin, a veces al reconocimiento de Su gracia, de Su fidelidad, o cualquier otra cosa, pero es en el Espritu. Es algo que se debe discernir espiritualmente, juzgar espiritualmente. La Palabra de Dios dice que el hombre espiritual juzga todas las cosas; pero l no es juzgado de nadie (1 Corintios 2:15). Y cmo las juzga? cmo ejerce ese juicio o ese discernimiento? cmo ve? cmo discierne? cmo percibe? cmo intuye? Esa es otra funcin del Espritu, y ese es un testimonio interior. A veces l te recuerda las cosas que se te haban olvidado; a veces te anticipa las cosas que estn por venir, y aquellas cosas que dijo el Seor Jess que hara el Espritu Santo. Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviar del Padre, el Espritu de verdad, el cual procede del Padre, l dar testimonio acerca de m (Juan 15:26). Ahora, nosotros en lo ntimo confesamos al Seor Jess. No es slo una conviccin exterior. Por ms razonable que sea, si falta el Espritu mismo, todava no tenemos nada; pero si tenemos la del Espritu, aunque la otra sea un poco imperfecta y todava no tengamos las herramientas para traducirla, sin embargo ah est. Claro que habr que traducirla con elementos, ojal suficientes, pero la realidad est. Quiz nos falta es el discernimiento, pero la realidad est. Bueno, el Seor nos da las dos cosas, nos da el contenido y nos da el discernimiento, nos da lo que es, y nos da las palabras inspiradas del Espritu que se acomodan a la sustancia o a la realidad del Espritu. Todos esos aspectos se pueden sintetizar con esa palabra, intuicin. Debemos poner mucha atencin al mover del testimonio del Seor en nuestro espritu. Hay veces en que el Espritu Santo hace un pequeo movimiento as, y t no le pones atencin, y pasa el tiempo y ves que l tena razn, que l ya te haba avisado de todo. La vara de Aarn que reverdeci tiene que ver con las prioridades, con el gobierno de Dios, con la direccin de Dios, con lo que l aprueba y tambin desaprueba. En cuanto a la conciencia y en cuanto a la actividad de la Iglesia, a veces te vas a meter en un asunto, y en lo ntimo no tienes paz, no tienes seguridad. La Biblia dice que cuando andamos en el Espritu, tenemos vida y tenemos paz; y all es donde se manifiesta la flor de almendro. La flor es la vida de la planta. Si la planta est seca, no tiene flores; cuando tiene vida es cuando tiene flores. De modo que cuando estamos en el Espritu, tenemos vida. Todo lo relativo a la urna con el man, tiene que ver con la comunin ntima con el Seor. Es el man escondido, es el alimento con el que l nos alimenta; es la participacin de l mismo; es un conocimiento interior del Seor Jess. Antes haba un conocimiento exterior, meramente histrico. Claro que hay que seguirlo teniendo ese conocimiento histrico, porque el Seor Jess es histrico, l no es una fbula, l no es un mito, l es de la historia. Pero conocer al Seor Jess de una forma histrica o al Seor Jess histrico, es slo un conocimiento de afuera. Dios est interesado en poner un testimonio acerca de Su Hijo dentro de nosotros; conocer a Su Hijo; es el conocimiento de Su Hijo; es la comunin con l, de manera que lo vayamos entendiendo, que vayamos comprendiendo lo que l quiere decir, lo que l siente, lo que l experimenta. Lo vamos conociendo desde adentro. Eso significa que vamos participando del Seor, a veces, incluso de su sufrimiento, pero ya desde adentro. Eso es el man escondido, la urna con el man escondido. En el arca haba tres cosas. Tres cosas representan un testimonio triple de Dios. La vara de Aarn que reverdeci,
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representa la intuicin. La urna con el man escondido, representa lo relativo a la comunin, y las tablas del pacto, lo relativo a la conciencia. Esas tres funciones de nuestro espritu humano en el Espritu de Cristo, son el testimonio de Dios, que l nos da para que nosotros lo pongamos en el arca; es decir; lo pongamos en el centro de nuestro ser, y all el Seor gobierne. El Lugar Santsimo se corresponde con el trono de Dios. El arca se corresponde con el trono. Fijmonos en Apocalipsis cuando Juan fue llevado en espritu; ah estaba el trono. Y despus haba dos tronos, y un poquito ms adelante estaban aquellas siete lmparas, y despus, un poco ms afuera, estaba el mar de vidrio. Aquel mar de vidrio se corresponde con aquella fuente de bronce que haba en el atrio, pero aquellas siete lmparas se corresponden con el candelero, porque estaba en el Lugar Santo. Entonces si el mar de vidrio se corresponde con el atrio, y las siete lmparas se corresponden con el candelero, con el Lugar Santo, entonces el trono se corresponde con el Lugar Santsimo, con el arca, es decir, el gobierno de Dios. Dios quiere dar un testimonio de S mismo y quiere gobernar desde lo ntimo de Su trono. Est el Lugar Santsimo en nuestro espritu, y de ah puede pasar a nuestro corazn. Porque nuestro corazn es el pasaje del espritu al alma; es la funcin del alma con la conciencia del espritu; ese es el corazn. Entonces el Seor para reinar en nuestro corazn, para fluir del interior hacia afuera, necesita que nosotros ejerzamos nuestro espritu, adoremos en espritu, sirvamos en espritu, obedezcamos en espritu, cantemos en espritu, percibamos en espritu, discernamos espiritualmente, conozcamos en espritu, y en espritu seamos rectos en el Seor. El Seor nos conceda esta experiencia. Amn. Captulo VII SEAL PARA LOS REBELDES EN EL ARCA DEL PACTO23 La vara de Aarn que reverdeci Estamos viendo principalmente tres pasajes; analizando en xodo 25:16, el pasaje relativo al arca. All dice: Y pondrs en el arca el testimonio que yo te dar (xodo 25:16). Pondrs. Es algo que Dios espera de nosotros. T eres responsable de poner eso en su lugar. Dios mediante nos detendremos un poquito ms en este versculo 16 todava. El testimonio del Seor es muy rico, muy amplio. Vamos a detenernos dentro de esa triple modalidad del testimonio en el arca que hemos visto. Ahora vamos a detenernos en
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uno de esos tres. Como lo vemos en Hebreos 9:4, el Espritu Santo ensea las cosas que Dios estableci que estn dentro del arca. Tenemos la orden, la demanda de Dios de colocar en el arca las cosas que l determina que estn en el arca. Una de esas cosas que vamos a profundizar hoy la encontramos en Hebreos 9:4: El cual tena un incensario de oro y el arca del pacto cubierta de oro por todas partes, en la que estaba una urna de oro que contena el man, la vara de Aarn que reverdeci, y las tablas del pacto. Vamos a profundizar ms en uno de estos tres aspectos, que es supremamente importante. Este es el aspecto de la vara de Aarn que reverdeci. El Seor nos demanda que coloquemos en el arca el testimonio que l nos da, y este es el respecto de muchos respectos. Uno de los testimonios que Dios da tiene que ver con la vara de Aarn que reverdeci, la cual Dios establece que nosotros la coloquemos en el Arca. La debemos colocar en el centro de nuestro ser, en lo ms ntimo de nuestro corazn. Es el testimonio que da Dios por medio de la vara de Aarn que reverdeci. Esta vara significa muchas cosas, y una de estas significaciones, indudablemente como todos lo conocemos, es la autoridad del Seor. El gobierno de Dios Debemos conocer la autoridad del Seor en nuestro espritu, en lo ntimo de nuestro corazn, en dos sentidos. Aquello que el Seor te delega para que t ejerzas, lo debes conocer en tu espritu, y tambin lo que el Seor delega a otros. Dios quiere que nosotros pongamos en el arca lo ntimo de nuestro ser. El testimonio de la vara reverdecida de Aarn representa tambin la autoridad del Seor. En el reino del Seor todas las cosas se disciernen en el espritu. Es nuestro espritu el que debe recibir el testimonio de Dios, en los asuntos del gobierno de Dios. ste debe ser conocido en nuestro espritu, tanto aquello que el Seor te delega a ti, como tambin lo que delega a otros. Dios mismo da testimonio de Su gobierno, de Su encomienda tanto a ti como a otros. Cuando Dios te encomienda algo a ti, para que lo representes a l, lo sabes en lo ntimo de tu espritu. Es all donde el Espritu del Seor florece y donde l te dice: Ests all para que me representes exactamente en eso. No tienes que ir ni ms all, ni tampoco tienes que quedarte corto. Esto es lo que t vas a hacer en Mi nombre. No vayas ms all, ni te quedes corto. Eso en relacin a la autoridad que el Seor te delega a ti. Para lo que t tienes que hacer, tienes un testimonio interior del Seor. El Seor hace florecer la vara de Aarn dentro de tu espritu. All t comprendes a qu te enva el Seor, y qu tienes que hacer, y qu tipo de autoridad debes asumir en representacin del Seor, y en qu medida; hasta dnde debes llegar. Todo eso lo tienes que conocer en tu espritu. De la misma manera el Seor tambin confirma en el espritu lo que l tambin encomienda a otras personas. Eso tambin lo tiene que sentir el espritu. Cuando t conoces el testimonio directo de Dios, se terminan las discusiones, se terminan las rivalidades, si lo conoces directamente en el espritu. Mientras t no lo conozcas directamente en el espritu, todava ests en un plano natural. Cuando el espritu da testimonio y confirma, entonces t conoces la autoridad que el Seor ha delegado a otros
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miembros del cuerpo de Cristo, as como conoces la autoridad que el Seor te ha delegado a ti. Esto tambin significa colocar el testimonio en el arca. Un aspecto de ese testimonio es el de la vara de Aarn que reverdeci, y tiene que ver con la autoridad de Dios, con Su gobierno y delegacin. Eso se tiene que conocer y se tiene que respetar; se tiene que tener, se tiene que poner en su lugar. En el libro de Nmeros, captulo 17, est el pasaje clsico a este respecto, para que entendamos el contexto en el cual apareci lo relacionado con la vara de Aarn que florece, y qu era lo que Dios quera sealar con esto. Vamos a leer despacio el pasaje, dejndole al Espritu del Seor hablarnos a travs del pasaje. 1Luego habl Jehov a Moiss, diciendo: 2Habla a los hijos de Israel, y toma de ellos una vara por cada casa de los padres, de todos los prncipes de ellos, doce varas conforme a las casas de sus padres; y escribirs el nombre de cada uno sobre su vara. 3Y escribirs el nombre de Aarn sobre la vara de Lev; porque cada jefe de familia de sus padres tendr una vara. 4Y las pondrs en el tabernculo de reunin delante del testimonio, donde yo me manifestar a ellos. Aqu en este caso el Seor se manifestara en relacin al problema que haba en el captulo 16. Si vemos cul es el ttulo del captulo 16, dice: La rebelin de Cor. Esto es algo que aconteci; y ya como conocemos esto, valdra la pena tambin leerlo en privado por causa de lo extenso. Tambin en el Nuevo Testamento se da el mismo caso, la misma situacin, en la epstola de Judas, donde en el contexto se habla de la Iglesia, y donde en el versculo 11 dice: Ay de ellos! porque han seguido el camino de Can, y se lanzaron por lucro en el error de Balaam, y perecieron en lla contradiccin de Cor. Cuando aqu dice la contradiccin de Cor, lgicamente no se est refiriendo a Cor, sino a personas de la Iglesia que llegan a perecer en la contradiccin de Cor; es decir, que esta contradiccin es la que se dio en Nmeros 16, y que puede darse en la historia del pueblo de Dios en cualquier momento; y es lo que hizo que Dios tomara las medidas del captulo 17. La autoridad delegada Vamos a entender mejor el captulo 17 de Nmeros, si leemos el captulo 16. 4Y las pondrs en el tabernculo de reunin delante del testimonio, donde yo me manifestar a vosotros. En algunas ocasiones el Seor mismo se tiene que manifestar cuando tiene que tratar con algunas situaciones ambiguas; entonces le corresponde al Seor manifestarse. La manera como en esta ocasin el Seor se manifest fue haciendo florecer la vara de Aarn; y luego l mand que ese testimonio que l dio, que quiere decir el testimonio que Dios da acerca de la autoridad delegada, l manda que se coloque dentro del arca en el Lugar Santsimo. As, pues, Dios est dispuesto a certificar en lo ntimo de nuestro ser acerca del asunto de Su autoridad, acerca del gobierno en el reino de Dios. El reino de Dios es algo netamente espiritual. El Seor Jess dijo: El que no naciere de agua y del Espritu, no puede entrar en el reino de Dios (Juan 3:5). El reino de Dios no se percibe a travs del mundo natural, pues ste discierne las cosas segn las apariencias; no est capacitado para percibir las cosas de Dios. Las cosas profundas de Dios deben conocerse con el espritu. Y todo lo relativo al gobierno de Dios, a las determinaciones gubernativas de la mano de Dios, se conoce es en el espritu. Todo lo relativo a la medida hasta la cual t puedes llegar, y debes llegar, y no debes pasar, slo lo conoces en espritu. Es algo que Dios est dispuesto a hacer, que t lo
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conozcas en espritu. Lo mismo en relacin con el trato con los dems miembros del cuerpo de Cristo, tambin lo debemos conocer en el espritu. Nuestra mente natural, nuestra manera natural, no percibe estas cosas. Solamente es el Seor mismo el que a veces, inclusive con amargura, como tiene que hacer en muchas ocasiones, nos hace conocer si hemos pasado una medida que no deberamos pasar; o tambin si no hemos llenado un vaco que tenamos que llenar. Eso se conoce es en el espritu. Volvamos a Nmeros 17. 5Y florecer la vara del varn que yo escoja, y har cesar de delante de m las quejas de los hijos de Israel con que murmuran contra vosotros. Haba quejas, haba rivalidades, haba competencias; entonces Dios tena que intervenir en forma directa; y esta intervencin consisti en que entre las varas secas que nadie puede hacer florecer por s mismo, iba a florecer aquella que el Seor haba escogido. El Seor tomaba esas quejas, no como si fueran delante de Moiss y delante de Aarn; porque las quejas eran respecto de Moiss y de Aarn. El Seor estaba oyendo y conociendo todas esas quejas que eran delante de l. 6Y Moiss habl a los hijos de Israel, y todos los prncipes de ellos le dieron varas; cada prncipe por las casas de sus padres una vara, en total doce varas; y la vara de Aarn estaba entre las varas de ellos. 7Y Moiss puso las varas delante de Jehov en el tabernculo del testimonio. 8Y aconteci que el da siguiente vino Moiss al tabernculo del testimonio; y he aqu que la vara de Aarn de la casa de Lev haba reverdecido, y echado flores, y arrojado renuevos, y producido almendras. Esa es obviamente la vida de resurreccin. Las varas secas son todo lo que nosotros somos en nosotros mismos; en cambio las flores, los frutos es lo que produce por gracia el Seor. La vida de resurreccin es aquello que el Seor hace florecer dentro de nosotros. Esa es la autoridad que el Seor te concede; aquello cuando t ests seco, como muerto delante del Seor; pero el Seor hace florecer delante de ti, lo que es la vida misma de l en lo antes era una vara seca. Es la vida de resurreccin. Un testimonio sobrenatural As en la Iglesia estamos todos delante del Seor como si furamos varas secas tambin nosotros mismos; pero el Espritu del Seor comienza a moverse y hace florecer all una oracin, una lectura o algn mover del Seor, incluso una reprensin. Sea lo que fuere, es algo que el Seor hace florecer pero delante de l todos somos varas secas. Ninguno de nosotros puede pretender nada, ni decir de otro, slo esperar que el Seor haga florecer la vara. Entonces de esa manera el Seor se manifiesta a travs del florecimiento de la vara seca; todos nosotros somos esa vara seca; todos nosotros somos iguales delante del Seor; ninguno puede pretender nada por s mismo. Aunque David haba sido puesto por rey de Israel, l se sentaba en el piso delante del arca, sin ninguna pretensin; y saba que era Dios quien lo haba puesto all, no porque fuera mejor que otro; haba sido algo que quiso Dios. Asimismo todos ellos pusieron sus varas delante del Seor, y el Seor entonces, segn Su querer hizo florecer la vara de Aarn. En el versculo 8 aparecen varias cosas: flores renuevos y almendras. 9Entonces sac Moiss todas las varas de delante de Jehov a todos los hijos de Israel; y ellos lo vieron, y toma-
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ron cada uno su vara. El Seor se encarg de hacer ver lo que l hace florecer. Porque las discusiones y los problemas estuvieron en todo el captulo 16, donde se describe la rebelin de Cor; era porque ellos no haban visto, no discernan, juzgaban en lo natural, de manera que era necesario que el Seor hiciera algo sobrenatural y la persona tuviera un testimonio sobrenatural. Esa es la verdadera manera de conocer el gobierno de Dios y el reino de Dios, por un testimonio sobrenatural. Hay personas que no conocen la autoridad de Dios; por eso a veces son atrevidos, son osados, son descuidados porque nunca se han topado con la corriente del Seor. Pero un da, sin que nadie trate de manipularlo, ni presionarlo, ni sonsacarlo, estas personas, todos nosotros, porque ninguno de nosotros estamos exentos de conocer de primera mano la autoridad del Seor, llega un momento de nuestra vida cuando conocemos y tocamos esa corriente. El nio no sabe que pasa la corriente elctrica, juega y es atrevido porque no sabe, hasta que un da mete el alambre y recibe directo el choque; ese es el da que l aprende lo que quiere decir la corriente elctrica. Lo mismo sucede con la autoridad que el Seor ejerce sobre ti, y lo que l quiere que t ejerzas con aquella corriente sobrenatural. Lgicamente que la corriente del Seor encierra un conocimiento sobrenatural. Cuando Dios da testimonio, l mismo da la autoridad que l ha revelado a ti, o ha revelado o compartido en el cuerpo de Cristo. Eso l lo testifica en el interior; es all dentro de tu corazn donde t llegas a conocer esto. Para enriquecer esto miremos un pasaje en el Nuevo Testamento, especficamente en 2 Corintios 5 desde el verso 11. 11Conociendo, pues, el temor del Seor, persuadimos al Seor; pero a Dios le es manifiesto lo que somos; y espero que tambin lo sea a vuestras conciencias Es algo que Pablo conoca; l saba lo que estaba hablando. Uno no tiene temor del Seor hasta cuando no se encuentra en forma directa con la autoridad de Dios; entonces uno es muy rpido para pensar, para hablar, para discutir y juzgar. Job poda discutir con sus amigos por mucho tiempo porque Dios se haba quedado callado, pero cuando Dios mismos habl con Job, ya se le acabaron a Job los argumentos, y ya dej de discutir, dej de defenderse, simplemente se humill hasta el polvo. Eso fue porque Dios mismo intervino. Mientras tanto uno poda hablar, discutir durante 38 captulos, debido a que Dios estaba callado. Cuando ellos haban agotado la argumentacin, y aun as ni Job los convenci a ellos ni ellos a Job, entonces vino Dios y los convenci a todos. Convenci a Job acerca de su necedad y convenci tambin a sus amigos acerca de necedad, e hizo que le pidieran ayuda a Job y Job orara por ellos. Haban hablado lo que ellos no conocan y argumentaban hasta agotarlo todo, y entonces fue cuando Dios vino e intervino. 11Conociendo, pues, el temor del Seor, persuadimos al Seor; pero a Dios le es manifiesto lo que somos; y espero que tambin lo sea a vuestras conciencias Dios sabe y con respecto a Dios no hay que esperar, pero con respecto a la Iglesia s hay que esperar. Espero que tambin lo sea a vuestras conciencias, lo que somos delante de Dios. Sigamos en Nmeros 17. 10Y Jehov dijo a Moiss: Vuelve la vara de Aarn delante del testimonio, para que se guarde por seal a los hijos rebeldes; y hars cesar sus quejas de delante de m, para que no mueran.. La vara de Aarn es vara seal, y es para ensear a nuestra rebelda, y Dios la coloca en el Lugar Santsimo. He
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aqu una ilustracin personal. Una vez un hermano en el Seor me estaba exhortando, pero como yo no vea las cosas como el Seor las vea, entonces yo no lo tom muy en serio, no me di cuenta que era Dios; pensaba que slo era el hermano, y como no atend directamente, cuando mi hermano se fue, empec a justificarme con otro hermano que haba estado presente ah; y cuando me estaba justificando, como no atend directamente la exhortacin a travs del primer hermano, entonces el Seor me reprendi directamente. Ya no fue el hermano, sino el Seor mismo; una reprensin directa. De modo que dur asustado como tres das; como se dice, grogui; hasta que eso me concedi humillarme en polvo y pedirle perdn al Seor. Sent as claramente tal como fue la reprensin del Seor, tambin percib como una membrana que se rompa, y la sangre del Seor Jesucristo me limpiaba, y me hizo conocer en forma directa la autoridad que no estaba viendo en mi hermano. El Seor dice que l da testimonio, y ese testimonio es una vara; eso lo hace conocer el Seor. A veces cuando estamos hablando palabras que no convienen, sientes en tu espritu que el Espritu del Seor se contrae para que temas, para que no seas osado. Aprendamos a cortar con nosotros mismos, no sea que tengamos que encontrarnos con algo ms serio, con algo ms grande. Tan pronto tengamos la ms mnima seal del cielo de temor de Dios, del Espritu, cerremos la boca, dobleguemos nuestra cerviz, humillmonos delante del Seor, dejemos al Seor todo, que l que no es injusto, l no juzga segn las apariencias, confiemos en el testimonio tenido en el arca, en nuestro espritu. Eso significa tambin la vara de Aarn puesta como testimonio de Dios en el arca, y nos dice a nosotros que pongamos en el arca ese testimonio, y por eso dice a Moiss: Vuelve la vara de Aarn delante del testimonio. Cada uno se llev su vara seca, pero la de Aarn no qued seca; la de Aarn reverdeci y fue vuelta delante del testimonio, pues no es cosa de Aarn, es cosa de Dios. No es el gobierno de Aarn, para que se guarde por seal a los hijos rebeldes; y hars cesar sus quejas de delante de m, para que no mueran. Estas reprensiones es para que no mueran. Dice el Seor que nos guardemos de irritarlo, de inflamar de pronto Su ira. 11E hizo Moiss como le mand Jehov, as lo hizo. 12Entonces los hijos de Israel hablaron a Moiss, diciendo: He aqu nosotros somos muertos, perdidos somos, todos nosotros somos perdidos. 13Cualquiera que se acercare, el que viniere al tabernculo de Jehov, morir. Acabaremos por perecer todos. Ahora sus palabras son diferentes; antes decan otras cosas, cuando conocieron el temor del Seor. Ellos lo conocieron. Amn. Captulo VIII EL PROPICIATORIO EN EL ARCA DEL PACTO24
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El trono de Dios Nuevamente buscamos la Palabra de Dios y tomamos la lectura en xodo 25:17: Y hars un propiciatorio de oro fino, cuya longitud ser de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio. Qu maravilla, hermanos, que existe el versculo 17. Gracias a Dios por este versculo 17 de xodo 25. Si existieran todos los dems versculos, menos el 17, seguira siendo glorioso para el Seor, pero sera terrible para nosotros. Pero gracias al Seor que l haya hablado de Su gloria, de Su rectitud, de Su seoro, de Su autoridad, de Su gobierno, de Su juicio. Este versculo 17, nos muestra la provisin de Dios, Su gracia y Su misericordia. 17Y hars un propiciatorio de oro fino, cuya longitud ser de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio. Qu maravilla sera hablar de Su Palabra. Si nos fijamos y comparamos las medidas del propiciatorio, su longitud, su anchura, no son inferiores a las del arca misma. Comparemos estas medidas con las medidas del arca en el versculo 10, cuando dice: Harn tambin un arca de madera de acacia, cuya longitud ser de dos codos y medio, su anchura de codo y medio, y su altura de codo y medio. Las medidas del propiciatorio, su longitud y su anchura son las mismas del arca, pues el propiciatorio es para tapar el arca y debe llevar las mismas medidas. El arco del pacto Miremos tambin que el arca est ubicada en el lugar correspondiente al trono de Dios. En el captulo 4 de Apocalipsis se nos describe esas disposiciones. Cuando el apstol Juan fue levantado, estaba el trono del Seor, pero gracias a Dios que estaba rodeado de por un arco iris. Vamos a mirar para comprender, y leemos desde el versculo 1: 1Despus de esto (despus de las profecas acerca de la Iglesia) mir, y he aqu una puerta abierta (qu maravilla, pues poda estar la puerta cerrada y nadie ver nada) en el cielo; y la primera voz que o, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube ac, y yo te mostrar las cosas que sucedern despus de estas. 2Y al instante yo estaba en el Espritu; y he aqu, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado. Aqu comienza a describir lo que Juan ve en el cielo. Bueno, no comienza por los bordes. As como Moiss comienza por el arca, as tambin lo primero que Juan ve es el trono: Y he aqu, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado. 3Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina; y haba alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda. Al trono lo cea un arco iris. La primera vez que aparece el arco iris en la Biblia y en la historia es cuando el Seor, habiendo ejecutado con su juicio en el diluvio, decide hacer un pacto con el hombre; porque por Su gracia se reserv ese remanente; y utiliza el arco iris como seal del pacto. En la prioridad del Seor para con el hombre, dijo: 11Establecer mi pacto con vosotros, y no exterminar ya ms toda carne con aguas de diluvio, ni habr ms diluvio para destruir la tierra. 12Y dijo Dios: Esta es la seal del pacto que yo establezco entre m y vosotros y todo ser viviente que est con vosotros, por siglos perpetuos: 13Mi arco he puesto en las nubes, el cual ser por seal del pacto entre m y la tierra. 14Y suceder que cuando haga venir . 15Y me acordar del pacto mo, que hay entre m y vosotros y todo ser viviente de toda carne; y no habr ms diluvio de aguas para destruir toda carne. 16Estar el arco en las nubes, y lo
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ver, y me acordar del pacto perpetuo entre Dios y todo ser viviente, con toda carne que hay sobre la tierra (Gnesis 9:11.16). Por eso es que tambin el ngel del pacto, que es el Seor Jess, como se dice el ngel del pacto en Malaquas 3, aparece tambin con un arco aqu en Apocalipsis 10:1: Vi descender del cielo a otro ngel fuerte, envuelto en una nube, con el arco iris sobre su cabeza; y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego. Es el ngel fuerte, el ngel del pacto; es decir, el mensajero fuerte, que se refiere a Cristo en ese aspecto celestial. Apocalipsis 4 contina describiendo estas cosas, y dice: 4Y alrededor del trono haba veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas. 5Y del trono salan relmpagos y truenos y voces; y delante del trono ardan siete lmparas de fuego, las cuales son los siete espritus de Dios. El arca ocupa el lugar central en el Lugar Santsimo. Aqu dice que delante del trono haba siete lmparas, as como en el lugar santo estaba el candelero tambin con las siete lmparas. De manera que Moiss hizo tal como Dios le haba dicho: Mira y hazlos conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte (xodo 25:40). Entonces Moiss vio y recibi la revelacin de las cosas en el monte. Lo que hizo Moiss primero fue un arca, y luego hizo una mesa con panes y un candelero, y luego hizo el altar y otras cosas en el atrio. El trono de la gracia Sigue diciendo Apocalipsis 4: 6Y delante del trono haba como un mar de vidrio semejante al cristal; y junto al trono, y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos delante y detrs. En el tabernculo estaba esa base de bronce, que corresponde al mar de vidrio del trono en Apocalipsis. El atrio del tabernculo se caracterizaba por algunas cosas, entre ellas el altar de bronce; all estaba la base, que es lo que llamaban el mar de bronce, que se corresponde con el mar de cristal. Los siete espritus de Dios que estn en el trono, corresponden con el candelero en el lugar santo del tabernculo, y el arca corresponde con el trono. Es importante tener en cuenta que si no hubiera sido derramada la sangre del Cordero, ese trono sera solamente de lujo; pero la Palabra del Seor habla del trono de gracia. Dice en la epstola a los Hebreos 4:16: Acerqumonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. Ese trabajo que en cierto momento sera juicio, vino a convertirse en demostracin de gracia, puesto que fue sacrificado el Cordero y derram Su sangre, y cuando hay sangre que ha sido esparcida por el propiciatorio, por la misericordia del Dios, eso se traduce en provisin de gracia; es gracia que propicia en favor nuestro. De manera que ese trono deja de ser trono de juicio para ser el trono de gracia. Asimismo vemos eso en nuestra propia experiencia espiritual. Leamos en 1 Juan 3:19-22.
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19Y en esto conocemos que somos de la verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante de l; 20pues si nuestro corazn nos reprende, mayor que nuestro corazn es Dios, y l sabe todas las cosas. 21Amados, si nuestro corazn no nos reprende, confianza tenemos en Dios; 22y cualquiera cosa que pidiremos la recibiremos de l, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de l. Habla de algo que llama seguridad de nuestro corazn. Qu era lo que estaba dentro del arca? Estaban las tablas del pacto, la vara de Aarn que reverdeci y la urna con el man. Las pactos del pacto hablan de no hagas esto, no hagas eso o aquello otro. Y cuando nosotros hemos fallado y el testimonio del Seor est en nuestro corazn, nuestro corazn nos reprende; entonces estamos como debajo del trono de juicio; pero cuando reconocemos nuestros pecados, como decir, ponemos nuestras manos sobre el Cordero que nos don Su sangre, y esa sangre es llevada en propiciacin, en expiacin al Lugar Santsimo y es puesta en el propiciatorio, entonces somos perdonados y ya no tenemos reprensin del corazn, sino que tenemos seguridad, tenemos confianza. Tenemos seguridad y acceso con confianza. Qu es lo que hace que ese trono de juicio se convierta en un trono de gracia y misericordia? La expiacin, la propiciacin, de lo contrario slo sera juicio; pero debido a que ese juicio cay sobre el Cordero, y la sangre del Cordero fue presentada en lugar del Seor en el Lugar Santsimo, entonces el trono de juicio se convierte en trono de gracia. Si nuestro corazn nos reprende, mayor que nuestro corazn es Dios, y l sabe todas las cosas. 21Amados, si nuestro corazn no nos reprende, confianza tenemos en Dios; 22y cualquiera cosa que pidiremos la recibiremos de l, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de l. Es el sentimiento de condenacin; es decir, que cuando tenemos el corazn acusndonos, no tenemos confianza y fe para seguirlo. Slo cuando estamos en paz con Dios, estamos reconciliados con Dios, entonces tenemos confianza en l. Qu es el propiciatorio? Miremos bien el contraste entre reprensin y confianza, entre seguridad y acusacin. La diferencia la hace el propiciatorio. Que Dios mismo haya establecido que propiciar quiere decir hacer lo necesario, para que el que estaba en contra ahora est en pro. Propiciar es lo contrario de estar en contra; es estar en pro, es estar a favor. Propiciar es estar en favor de algo. Veamos ahora que lo que propicia es la sangre. Lo que se pona en el propiciatorio es la sangre del Cordero. El sumo sacerdote rociaba y se pona la sangre. Y qu haba dicho el Seor cuando le dijo a Israel que saliera de Egipto? Ver la sangre y pasar de vosotros.25 Si no haba sangre, haba juicio, pero debido a que el juicio haba cado sobre el cordero inocente, y el pueblo se haba cubierto con el sacrificio del cordero y haba comido del cordero, se haba identificado con el cordero pascual, pero en su muerte y vivido por el cordero, entonces ahora la sangre del cordero haca expiacin o propiciacin, que son dos palabras que significan lo mismo.
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xodo 12:13
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Dijo el Seor: Ver la sangre y pasar de vosotros. Eso es lo que quiere decir pasar por alto. Como habiendo pasado por alto nuestros pecados, porque derram Su sangre. De manera, hermanos que este versculo 17 de xodo 25 es hermossimo: Y hars un propiciatorio de oro fino, cuya longitud ser de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio. Aqu no hay nada de madera; aqu todo es de oro. Aqu no hay obra de hombre; aqu el hombre no hizo nada. Aqu todo lo hizo fue el Seor. Es la gracia de Dios, como dice en Efesios 2:9: Para que nadie se glore. Todo el propiciatorio, todo es de oro; es una obra del Seor. Y hars un propiciatorio de oro fino, cuya longitud ser de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio. La longitud y anchura del propiciatorio seras las mismas del arca. Aquello tena relacin con el trono de Dios, la santidad de Dios, el mandamiento de Dios. Si con todo el corazn me buscareis y acudes a la sangre del Cordero, con misericordia encuentras gracia. Podas estar bajo reprensin, pero ests con confianza, que hace la diferencia? El propiciatorio, la sangre del Cordero, Dios. No es nuestro Dios maravilloso? l no slo revel lo santo que es, porque si slo hubiera revelado eso, pues moriramos; como le dijo a Moiss: No podrs ver mi rostro; porque no me ver hombre, y vivir.26 Si a veces tenemos vergenza de nuestros hermanos, que son como nosotros, iguales a nosotros, pero no vemos en ellos a la obra del Cordero, la misma que ha sido propicia para nosotros. Desde el comienzo el Seor hizo la provisin. Tenemos nosotros algo que nos pueda justificar siquiera un poquito? Nada de lo que hacemos sirve para algo. Todo es hecho por el Seor. Por eso l mismo tom carne, y asumi l mismo el castigo, y derram Su sangre, y coloc esa sangre encima del propiciatorio, y ste encima del arca, hecho con las mismas medidas. Qu precioso! Un sacrificio suficiente, y una preciosa sangre vertida en un propiciatorio todo de oro. Y hars un propiciatorio de oro fino, cuya longitud ser de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio. La anchura era exactamente la anchura del arca. No era ms pequea ni tampoco era necesario que fuera ms grande, sino exactamente igual. Para poder estar delante del Seor tena que haber sangre, pues el Seor dice: Ver la sangre y pasar de vosotros. Cristo, nuestra propiciacin
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xodo 33:20
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Gracias al Seor por el propiciatorio, pues Cristo Jess fue hecho propiciacin por nuestros pecado; por eso somos cubiertos delante de Dios. Por ninguna otra cosa estamos delante de Dios. Lo nico que cubre y limpia nuestra conciencia de obras malas, y que con seguridad nos traslada a la confianza, es solamente la sangre del Cordero. No es algo que nosotros hacemos. No hay nada de madera en el propiciatorio;27 es todo de oro puro, todo es de Dios, y la sangre es del Cordero. Lo nico que limpia nuestras conciencias es esa preciosa sangre; no son nuestras promesas, dejar pasar el tiempo, algn truco psicolgico, o alguna autosugestin, nada de eso. Solamente la sangre del Cordero, cubriendo los pecados que han sido claramente confesados en un genuino arrepentimiento. Y se puesto lla confianza en el Seor Jess, en Su muerte expiatoria. Entonces por eso en nuestra conciencia viene a haber luz, la luz de Dios. Entonces en Dios hay satisfaccin, y Satans es vencido en sus acusaciones. La Palabra dice que el acusador ha sido vencido con la sangre del Cordero;28 y tambin dice que Su sangre limpia nuestras conciencias, y tambin Dios encuentra suficiencia para perdonar; la muerte de Su Hijo es nuestra propiciacin suficiente. No tratemos de responder a las exigencias de Dios, a la justicia de Dios, con algo menos que la sangre del Cordero. No es cosa de nuestras obras, nuestras limosnas; todo lo que pretendamos hacer no nos da nada de justificacin. Amn.
Captulo IX QUERUBINES EN LOS EXTREMOS DEL PROPICIATORIO29 El sueo de Jacob Continuamos la serie relativa al arca detallada en el captulo 25 del libro de xodo. El ltimo verso que habamos visto era el 17, que nos hablaba del propiciatorio. Ahora a continuacin hay otros versos que nos hablan de los querubines en los extremos del propiciatorio. Leemos, pues, en xodo 25 desde el versculo 18: 18Hars tambin dos querubines de oro; labrados a martillo los hars en los dos extremos del propiciatorio.
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La madera es smbolo de la naturaleza humana. Referencia a Apocalipsis 12:10-11 Enseanza en la localidad de Teusaquillo, Santaf de Bogot, D. C., Colombia, 24 de mayo de 1996
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pues, un querubn en un extremos, y un querubn en el otro extremo; de una pieza con el propiciatorio hars los querubines en sus dos extremos. 20Y los querubines extendern por encima las alas, cubriendo con sus alas el propiciatorio; sus rostros el uno frente al otro, mirando al propiciatorio los rostros de los querubines. Estos tres versculos nos hablan de los querubines en los extremos del propiciatorio. Muy importante es que el Seor en esto tan estrechamente relacionado con la reunin de l con Su pueblo, hable de querubines. Sabemos que ese tabernculo representa una relacin de Dios con el hombre, pero ah no aparece solamente Dios con el hombre, sino que tambin aparecen querubines. Fijmonos que en el sueo o visin en sueo que tuvo Jacob, no solamente estaba Dios arriba y Jacob, el hombre, abajo, sino que apareca una escalera por donde suban y descendan ngeles.30 Y el Seor Jess, refirindose justamente a este sueo de Jacob, le dijo a Natanael, en ocasin cuando haba dicho de l: He aqu un verdadero israelita, en quien no hay engao (Juan 1:47). De conformidad con el contexto, Natanael percibi que el Seor realmente le conoca y le apreciaba, y sigue diciendo en Juan: 48Le dijo Natanael: De dnde me conoces? Respondi Jess y le dijo: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi. 49Respondi Natanael y le dijo: Rab, t eres el Hijo de Dios; t eres el Rey de Israel. 50Respondi Jess y le dijo: Porque te dije: Te vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores que estas vers. 51Y le dijo: De cierto, de cierto os digo: De aqu adelante vers el cielo abierto, y a los ngeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del hombre. El Seor puso al hombre en un contexto del mundo visible y del mundo invisible. Lo de Dios no pertenece slo al mundo invisible, ni nosotros pertenecemos slo al mundo visible, sino que una parte de nuestro ser pertenece al mundo natural visible, y tenemos sentidos por medios de los cuales entramos en contacto con otros seres naturales. ngeles probados Pero tambin existe un mundo espiritual donde est el Seor, donde se mueve el Seor y donde el Seor tiene dispuesto el reino, y donde tambin existe una rebelin, pero donde algunos de esos seres del mundo invisible han sido tambin probados y han sido tambin hallados fieles; por eso se habla tambin de ngeles escogidos, como cuando Pablo le escriba a Timoteo, dicindole: Te encarezco delante de Dios y del Seor Jesucristo, y de sus ngeles escogidos, que guardes estas cosas sin prejuicios, no haciendo nada con parcialidad (1 Timoteo 5:21). Por eso es que esos querubines que aparecen all en el propiciatorio del arca del pacto fueron tambin labrados a martillo porque tambin ellos fueron probados. Lucifer era un querubn, pero l no pas la prueba; pero estos que aparecen aqu simbolizados por los querubines de oro, labrados a martillo en los extremos del propiciatorio, fueron querubines que pasaron la prueba.
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Cuando el Seor nos dice que hagamos caso, y cuando es ordenado esos detalles de la casa del Seor, el Seor no quiere que falten esos detalles; como por ejemplo cuando hacen que aparezcan querubines, no slo en el propiciatorio sino tambin en otras partes. Por ejemplo, all en las paredes, en los velos; como cuando ms adelante se describe el templo de Jerusaln en los libros de los Reyes y Crnicas. El Seor no quiere que falte ese detalle porque ese es parte del ambiente. La Iglesia cada vez va a ser trasladada de una posicin meramente natural a una posicin espiritual y sobrenatural. Lla nueva creacin pertenece al mundo sobrenatural; la nueva creacin es introducida en ese mundo, nace en los cielos; nosotros hemos nacido en Cristo, en lugares celestiales. Y eso que le dijo el Seor a Natanael: De aqu adelante vers el cielo abierto, es como si el Seor estuviera dicindole, no slo a Natanael, sino a todos nosotros: Saben una cosa? Vosotros empezaris a ser no slo naturales, a dejar de percibir solamente lo relativo a este mundo; vosotros empezaris a tener consciencia, discernimiento, percepcin y participacin con otro mundo, el mundo espiritual, que es un mundo sobrenatural. Mahanaim: Los dos campamentos Lo encontramos en el Cantar de los Cantares. He all en ese precioso libro una expresin interesante, en la ltima mitad del verso 13 del captulo 6. Sabemos que esta sulamita que aparece aqu en el contexto del poema inspirado, representa a la amada del Hijo de David; es decir, el alma de los escogidos, la Iglesia. Qu veris en la sulamita? Algo como la reunin de dos campamentos. Esa es la respuesta del Espritu Santo. Esa palabra que aqu aparece traducida dos campamentos, en el hebreo es mahanaim. Con ese nombre nos acordamos de una experiencia interesante que tubo Jacob; y sabemos que esa caminata de Jacob es una tipologa de la nuestra. Pero lleg cierto momento en la caminata de Jacob, en que tuvo una experiencia cuando vena caminando de regreso para encontrarse con Esa. Leamos todo el contexto del captulo 32 de Gnesis, para entendiendo al respecto. Esto no es slo una historia comn, sino una historia que contiene alegora. 1Jacob sigui su camino, y le salieron al encuentro ngeles de Dios. Esos ngeles de Dios siempre haban estado merodeando a Jacob; slo que l todava no se haba dado cuenta, durante el comienzo de su caminata, pues avanzaba en forma muy natural; como nosotros, al principio somos muy naturales, pero el Seor nos va entrenando a hacer una casa en la cual se mueven querubines, se mueven ngeles. A veces hay cosas que parecen casualidades, pero son tantas las casualidades que uno empieza a darse cuenta de que como que nos acompaa otro campamento; y esto fue lo que le pas en cierto momento a Jacob en su caminata. Estos ngeles haban estado all siempre, pero Jacob no haba percibido eso; y lleg una hora en que Jacob empez a conocer las cosas como son realmente delante de Dios, a ver las cosas de una manera espiritual y a conducirse aqu en la tierra de una manera transcendente; no una manera solamente natural, que no tiene en cuenta las realidades sobrenaturales, sino a conducirse teniendo en cuenta las realidades espirituales, discerniendo las cosas espirituales. 2Y dijo Jacob cuando los vio: Campamento de Dios es este; y llam el nombre de aquel lugar Mahanaim (entendido aqu, dos campamentos). Fijmonos en cmo coincide esto con lo que se preguntaba en Cantar de los Cantares. Qu veris en la sulamita?
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Algo como la reunin de dos campamentos. Antes el hombre iba por un lado, en lo natural, y Dios ina por Su lado; pero el Seor estableci un tabernculo de reunin, y all Dios se rene con el hombre; pero como Dios habita entre los querubines y est rodeado de ngeles, entonces l no poda dejar que esa parte no fuera tipificada aqu en el arca y en el resto del tabernculo; por ejemplo, en el velo aparecan querubines. En el arca aparecen nada menos que en los extremos del propiciatorio; es decir, que existe una relacin de la casa de Dios con el mundo espiritual, y una operacin espiritual; ngeles que suben y descienden, as como lo vio Jacob en su sueo. Jess aqu en su encuentro con Natanael, era el verdadero Bet-el, era la verdadera piedra; y como Natanael era una piedra asociada a Bet-el, a la casa de Dios, le dijo: De aqu adelante vers el cielo abierto, y a los ngeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del hombre. En nuestro caminar espiritual, aqu simbolizado por Jacob, empezaremos a percibir ese mundo espiritual, a tener un discernimiento espiritual. 3Y envi Jacob mensajeros delante de s a Esa su hermano, a la tierra de Seir, campo de Edom. 4Y les mand diciendo: As diris a mi Seor Esa: As dice tu siervo Jacob: Con Labn he morado, y me he detenido hasta ahora. Y empieza toda la historia en la cual Jacob trata de congraciarse con su hermano Esa, porque se iba a encontrar con su propio engao; y cuando vio el rostro de Esa, dice la Escritura que lo vio como si fuera el rostro de Dios; pero tena que enfrentarse con lo que haba hecho, y empez a tratar de ganarse a Esa a travs de regalos. Pero despus de que ya haba preparado toda su trama, delante de l no se senta seguro; y haba visto a los ngeles, y ya haba hecho toda su trama, pero todava necesitaba algo ms. Jacob estaba inseguro. Entonces ah fue cuando pas al otro lado del arroyo y se encontr con un varn de Dios; Jacob luch con Dios. Hasta que Jacob se encontr con Dios. As vemos primero lo natural; luego se empieza a percibir ese mundo espiritual y se encuentra uno con Dios mismo. Cuando Jacob se encontr con el Seor mismo, ah descans, porque le dijo al varn: 26No te dejar, si no me bendices. Como quien dice: Yo ya he preparado esto y esto otro, pero si no cuento con tu bendicin, mis arreglos no sirven de nada. Yo lo que necesito es tu bendicin. Ah es cuando el Jacob cuenta que todos sus arreglos, sus afanes y sus temores no le iban a llevar a ninguna parte, realmente no le iban a proteger. En qu momento le mostr Dios los ngeles a Jacob? Justo cuando tena que aprender la leccin de que Dios est delante de todos los detalles, que es el cuidado de Dios y la bendicin de Dios lo que nos lleva a buen puerto. Jacob empez a ver esto; empez a conocer ese mundo que l no tena en cuenta, pues hasta ah parece que estaba contando solamente con sus tretas, con sus manejos, con sus maniobras; pero result que se encontraba con otros que maniobraban como l, o mejor que l. Le hizo una trampa a su hermano y despus se la hicieron a l; se disfraz de su hermano y le disfrazaron a su esposa, y result que le dieron otra. Y luego haca trampas con las ovejas para quedarse con las mejores, y entonces su to, Labn, se quedaba con su ganado; y despus de todos esos aos de maniobras, que fueron como veinte, por fin le lleg la hora de volver a Bet-el, volver al asunto, volver al negocio, lo que Dios estaba haciendo con l, lo que Dios quera hacer con Jacob, volver al negocio de Dios; pero Jacob tena que gastar un poquito sus maniobras. Cuando ya haban pasado esos veinte aos, y ya sus maniobras estaban un poco gastadas, y l regresaba, ah es cuando le mostr Dios lo que Dios siempre haba estado haciendo, y l, Jacob, no se haba dado cuenta. Dios le haba dicho: He aqu, yo estoy contigo, y te guardar por dondequiera que fueres, y volver a traerte a esta tierra; porque no te dejar hasta que haya hecho lo que te he dicho (Gnesis 28:15).
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Y eso fue lo que hizo Dios cuando Jacob estaba viendo esos ngeles y se encontr con este varn. Ah es cuando Dios le estaba diciendo: Bueno, Jacob, ya ests a punto de aprender una leccin para m; has sido muy tramposo, pero yo tengo planes contigo; yo estoy llevando adelante un negocio, pero cuando estabas manejando las cosas a tu manera, entonces yo tuve que ponerte en compaa de personas ms o menos como t, para que aprendieras algo. Despus, cuando ya Jacob saba del negocio de Dios, empez a ver las cosas desde el punto de vista transcendente, empez a ver las cosas de una manera sobrenatural, pues ahora no se guiaba por lo que poda lograr con sus maniobras, sino que ahora saba que tena que depender totalmente de Dios; saba que Dios lo haba escogido, que estaba detrs de l. Dios conoca a Jacob como l era, pero no lo dejaba; lo correga y lo traa de nuevo a aquello para lo cual Dios lo haba escogido. Y lo trajo de vuelta a Bet-el, y le dijo a Jacob: Ahora yo te voy a traer aqu. Y ah en Bet-el es cuando Jacob enterr todos los dolos y por fin cruz el arroyo y luch con Dios hasta ser bendecido. Ahora Jacob ya saba que lo que contaba era la bendicin de Dios. l entreg todo el fruto de sus maniobras a su hermano y se qued solamente con Dios. Cuando Dios empez a hacerle aprender esa leccin, l pudo ver que haba dos campamentos, y por eso l llam a aquel lugar, Mahanaim. Nosotros, como casa del Seor, somos personas que fuimos diseadas por Dios de una manera determinada; fuimos colocados para participar no slo del mundo natural visible, sino tambin del mundo espiritual invisible, en el cual se mueve el Espritu del Seor, como tambin espritus ministradores que por voluntad de Dios se mueven en este ambiente sobrenatural. Algunos de esos espritus, as como tambin personas de cierto nivel espiritual, participan en esa dimensin en el trabajo de Dios, de manera que el Seor nos pide que le hagamos casa. En algunas de las instrucciones que l da en algunas partes de Su Palabra, encontramos indicios que estipulan relaciones espirituales del mundo espiritual; espritus ministradores y hombres participando de esa dimensin, lo que est representado tambin en la Palabra de Dios. Detengmonos un poco ms en el asunto de los querubines. Hemos enfatizado acerca de Mahanaim, los dos campamentos, para tomar conciencia de la sincrona entre el mundo espiritual y el mundo natural. Es una sincrona en el servicio al Seor, de ngeles que le sirven en relacin con nosotros; y el trabajo que ellos hacen para Dios en la voluntad de Dios, tiene alguna relacin con nosotros; ese trabajo debe ser tambin en espritu, y lgicamente en el mundo espiritual, en el reino del Espritu. Mahanaim en Daniel Antes de pasar a la siguiente parte, para enlazar con la parte anterior del espritu, recordemos un pasaje que est en el libro de Daniel, captulo 10, para enriquecer lo relacionado con Mahanaim. Leamos algunos versos, aunque es muy interesante leer todo el captulo, a fin de alustrar esa sincrona entre los aconteceres entre el mundo espiritual y el natural. 1En el ao tercero de Ciro rey de Persia fue revelada palabra a Daniel, llamado Beltsasar; y la palabra era verdadera, y el conflicto grande; pero l comprendi la palabra, y tuvo inteligencia en la visin. Haba un conflicto grande. Hubo una revelacin de Dios, pero tambin hubo un conflicto. Haba un ncleo que podramos decir glorioso; esto es lo que es revelacin. Pero haba un contorno, que aqu se llama conflicto, pero
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Daniel comprendi la palabra y tuvo inteligencia en la visin. Aqu se ve cmo pas del espritu al alma. Hubo entendimiento. Por lo cual, el que habla en lengua extraa, pida en oracin poder interpretarla (1 Corintios 14:13). Ah es cuando fluye del Lugar Santsimo al lugar santo, cuando del espritu pasa al entendimiento, a la mente y al resto del alma, y luego a todo el ser. Daniel tuvo inteligencia en la visin, comprendi la palabra. 2En aquellos das yo Daniel estuve afligido por espacio de tres semanas. Esa palabra aqu era un conflicto, era una afliccin. Esta experiencia de afliccin por espacio de tres semanas que tena Daniel, era en relacin con acontecimientos espirituales; es decir, que haba una participacin de Daniel en medio de ese sentimiento de conflicto y afliccin, por causa de que haba una interferencia en los aires, como se puede entender en todo el captulo; y esa interferencia era espiritual, que tena que ver con el gobernador de ese imperio. Porque es que aqu, como en el captulo 1 de Esdras, aparece Ciro, el rey de Persia; y en Esdras aparece Ciro promulgando el edicto de la autorizacin para el regreso del remanente a la tierra natal de los judos. Cuando leemos todo el capitulo, nos damos cuenta que cuando Daniel tuvo la disposicin de buscar a Dios, en ese mismo momento ya Dios envi la respuesta, pero hubo una interferencia de parte del prncipe de Persia en el sentido espiritual, no de Ciro, sino el principado de Persia. Recordemos que en la Biblia aparece el dragn con sus siete cabezas. El dragn es Lucifer, pero esas cabezas son los principados de Lucifer; y uno de esos principados, es el prncipe de Persia, que justamente se sincronizaba, inspiraba, gobernada en este siglo en el imperio persa natural. Esto significa que el imperio Persa natural estaba bajo la influencia espiritual de un principado demonaco de una de las cabezas del dragn. Por eso en la Biblia aparece el dragn teniendo las cabezas, y la bestia teniendo las cabezas. La bestia es la parte exterior, digamos la parte poltica, la llamada civilizacin en el mundo natural; pero la Escritura dice que hay gobernadores de las tinieblas de este siglo, principados y potestades en las regiones celestes.31 De manera, pues que esas cabezas son las cabezas del dragn que se corresponden con las cabezas de la bestia. Cuando es el mundo espiritual, es el dragn y sus siete cabezas; cuando es en el aspecto natural, es la bestia y sus siete cabezas. Hay una sincrona entre lo que acontece en el mundo natural y lo que acontece en el mundo espiritual. Miremos lo que le dice a Daniel el ngel que se le apareci de parte de Dios. "12Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer da que dispusiste tu corazn a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron odas tus palabras, y a causa de tus palabras yo he venido.
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Miremos la importancia de la disposicin de tomar una decisin para con Dios. Esa es la manera de nosotros de ejercer nuestra parte en ese mundo espiritual: Fe y disposicin para con Dios. Buena voluntad para con Dios en fe. Disponer el corazn a entender, es buscar para comprender a Dios y las cosas de Dios. Cuando Daniel se humill en la presencia de tu Dios, fueron odas tus palabras, y algo cambio en el cielo; cuando cambio el corazn de Daniel. El da que Daniel dispuso su corazn para entender y humillarse, desde ese da fueron odas sus palabras. Antes si no haba esa disposicin de corazn, podan haber palabras pero no eran odas. Para que las palabras sean odas tienen que ir acompaadas con disposicin de corazn sincero y humillacin. Ah comienzan a ser odas en los cielos, ah es cuando verdaderamente el ngel puede tomar algo y subir la escalinata y llevar las cosas a lo alto y luego bajar las escalinatas y traerlas de vuelta; como lo vio Jacob, como lo dijo Jess y como se ve aqu en la ilustracin de este caso de Daniel. "13Mas el prncipe del reino de Persia se me opuso durante veintin das; pero he aqu Miguel, uno de los principales prncipes, vino para ayudarme, y qued all con los reyes de Persia. Estos eran los 21 das en que Daniel se sinti afligido. El recibi revelacin, pero haba un conflicto, l estaba experimentando un conflicto; en su corazn estaba la disposicin para con Dios, pero haba un conflicto, haba una oposicin en los aires para impedir que se realizase el plan de Dios, para que la palabra de Dios llegare a Daniel, para que Daniel pudiera tener un ms claro entendimiento. Pero Daniel cooper, Daniel se humill, estuvo afligido, ayun, sigui luchando hasta que esa lucha en los aires termin. Entonces aquel ngel que estaba siendo interferido por el prncipe poderoso, ms poderoso que l, pudo llegar y traer el mensaje y pudo consolar, adems de a Daniel, al rey de Persia; porque el prncipe demonaco de Persia se le opuso durante 21 das, pero he aqu Miguel, uno de los principales prncipes, este es de los prncipes ya no rebeldes, vino y lo ayud. Cuando dice uno de los principales prncipes, quiere decir que Miguel es uno de los principados que no se rebelaron, y Satans trata de imitar, y tambin tiene un principado rebelde. Dice: "Vino para ayudarme, y qued all con los reyes de Persia. Quizs los reyes de Persia no se dieron cuenta, pero dice all, con los reyes de Persia. "14He venido para hacerte saber lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros das; porque la visin es para esos das". Algo quera comunicar Dios, pero haba una oposicin para que eso no fuera comunicado. A veces el Espritu de Dios quiere moverse, quiere fluir, quiere comunicarse, quiere a lo mejor dar una palabra o una profeca o guiar una alabanza o mover un servicio, pero hay tambin oposicin, y sta se experimenta en nuestro ser natural; es una opresin que nos aflige, que interfiere, y a veces nosotros no insistimos, no cooperamos como Daniel. Como le dijo Eliseo a Jos, rey de Israel. Le puso una flecha y el arco, y aquel que iba a ser el rey de Israel agarr el arco y la flecha y apunt hasta donde le dijo Eliseo, y Eliseo se puso encima de l como representando la parte espiritual. El rey estaba por un lado y Eliseo por el otro lado en representacin del lado espiritual; porque Eliseo tena percepcin y se coloc all en representacin y habl: Saeta de Jehov, saeta de Jehov; ya no era saeta cualquiera, saeta de Jehov y dispar; entonces eso era la victoria que Dios le estaba dando al rey; y luego dijo: golpea; y el solo golpeo tres veces. Eliseo se enoj, pues si hubiera golpeado seis u ocho veces hubiera derrotado completamente a los Sirios, pero ahora solamente
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tres veces los vencera; quiere decir que no hubo la insistencia suficiente.32
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A veces hay la disposicin de servir al Seor, pero hay una oposicin en los aires; la cosa est difcil, est difcil alabar, est difcil leer, est difcil servir, hay oposicin para cualquier cosa; se va a hacer una reunin, hay oposicin, pero uno no insiste. Le falt un poquito; una vez, dos veces, tres veces, pero ah para. Como Eliseo exhort al rey, que si hubiera golpeado cinco o seis veces, hubiera logrado exterminar completamente al ejercito de los sirios. Lo de Eliseo con el rey de Israel era algo espiritual, que luego tendra su expresin en lo terrenal. Por eso tiene uno que insistir y, aqu vemos que Daniel insisti 21 das hasta que termin, hasta que aquella resistencia se acab y pudo llegar aquel ngel, que ya estaba ah para comunicarle a Daniel. Ante esa interferencia, Daniel segua y segua hasta que pudo haber el contacto; porque es que Satans quiere hacer cortos circuitos, quiere hacer interferencias, y a veces nosotros no nos damos cuenta y tenemos que impedir esas interferencias. A veces t quieres, pero ah algo pasa, y a veces no sabemos qu est pasando; pero hay que seguir y seguir y seguir con insistencia, hasta que desaparezca la interferencia. "19Y me dijo: Muy amado, no temas; la paz sea contigo; esfurzate y alintate. Y mientras l me hablaba, recobr las fuerzas, dije: hable mi seor, porque me has fortalecido. Note esas palabras. Primero, la paz sea contigo; y luego, esfurzate. La paz, porque eso es en el espritu, la paz viene y uno la percibe en el espritu; pero luego dice, esfurzate, ese es el ejercicio de la voluntad renovada por la fe en la gracia ,y alintate. Primero es una decisin y luego es el confort en el resto del alma: "Confortars mi alma". "20l me dijo: Sabes por qu he venido a ti? Pues ahora tengo que volver para pelear contra el prncipe de Persia; (o sea que en los aires hay una pelea); y al terminar con l (uno piensa que la lucha se acaba y, bueno, ya todo esta listo, pero viene otra vez, era el principio de interferencia), el prncipe de Grecia vendr. El Seor sabe cuntos obstculos se tiene que vencer para derrotar completamente al enemigo; l sabe cuntas cabezas tiene el dragn, tiene que golpear la estatua en los pies y derribarlo todo. Hay muchos enemigos. Pero fjese en la siguiente frase: "21Pero yo te declarare lo que est escrito en el libro de la verdad; y ninguno me ayuda contra ellos, sino Miguel vuestro prncipe". Es muy hermosa esta palabra, porque hay varios principados. Miguel es uno de los principados. As como los principados del enemigo estn asignados a regiones como Persia, Grecia, y se llaman el prncipe de Persia, el prncipe de Grecia, as el Seor al pueblo del Seor le dice, Miguel vuestro prncipe. l es el prncipe del pueblo del Seor, o sea que el Seor tambin tiene Sus principados fieles asignados tambin a regiones. Seguimos con el captulo 11. "1Y yo mismo en el ao primero de Daro el medo, estuve para animarlo y fortalecerlo". Cuando Daro el medo reinaba, reciba animo y fortaleza; quizs l no se imaginaba que era un ngel; y seguramente le estaba poniendo la mano en la espalda. Un testimonio del hermano Orwille Swindoll nos ilustra bien esto: l estaba una vez ministrando la palabra del Seor y haba momentos que surga esos borbotones de alegra: Aleluya! Gloria a Dios! Y luego segua hablando y compartiendo la palabra de Dios, y de pronto Gloria al Seor! Bueno, termin la reunin y cuando estaba saliendo, una hermana ancianita se acerc a l y le dijo: Hermano Swindoll, cuando t estabas predicando la palabra, al lado tuyo haba un ngel grandote as como t (pues el hermano era alto), y cada vez que l te pona la mano as en la espalda, entonces t decas: Aleluya! Gloria a Dios! La ancianita vio. Lo que Satans quiere
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no es animar sino desanimar, acusar, arrinconar, humillar, aplastar. Ese es el trabajo de ese prncipe; pero el Seor lo que quiere es edificar, animar y fortalecer. Esta es la continuacin de la vez pasada; que nos sirva de consciencia que el Seor nos est edificando en el plano de la nueva creacin, donde existe relacin entre el mundo espiritual y el mundo natural a travs de la Iglesia. El tabernculo se llamaba el tabernculo de reunin, donde Dios mismo se une con el hombre; pero hay tambin ngeles ministradores rodeando el asunto, y por eso era que en figura, en varios lugares del tabernculo aparecan querubines. Eran indicios para mostrarnos ese aspecto. Querubines guardianes Estamos considerando todava el captulo 25 de xodo, versculos del 18 hasta el 20, donde nos habla de los querubines en los extremos del propiciatorio. Volvamos a leer all para continuar con la ayuda del Seor considerando las cosas que el espritu nos conceda percibir. 18Hars tambin dos querubines de oro; labrados a martillo los hars en los dos extremos del propiciatorio. 19Hars, pues, un querubn en un extremo, y un querubn en el otro extremo; de una pieza con el propiciatorio hars los querubines en sus dos extremos. 20Y los querubines extendern por encima sus alas, cubriendo con sus alas el propiciatorio; sus rostros el uno enfrente del otro, mirando al propiciatorio los rostros de los querubines". Esta es la tercera vez que estamos en estos tres versos; y en las dos veces anteriores le pusimos como subtitulo Mahanaim, que es la palabra hebrea que quiere decir, dos campamentos, mostrando as la relacin del pueblo del Seor con el mundo espiritual. Ahora vamos a detenernos un poco ms, no en forma general con el mundo espiritual, sino especficamente con los querubines. Vamos a detenernos un poco ms con los querubines, con sus funciones especificas, y vamos a comenzar por una principal. La primera mencin que tenemos de los querubines en las Sagradas Escrituras, aparece en el libro del Gnesis, capitulo 3, donde por primera vez aparece la palabra querubn. Obviamente que ya en el capitulo 1 est implcita su creacin pero todava no son mencionados con su nombre; pero a partir del capitulo 3 es donde aparece por primera vez la palabra querubn. Leamos para ver cules son las funciones, entre varias, que el Seor ha otorgado a los querubines. Leamos en Gnesis, captulo 3: 22Y dijo Jehov Dios (Yahveh Elohim): He aqu el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome tambin del rbol de la vida, y coma, y viva para siempre. 23Y lo sac Jehov del huerto del Edn, para que labrase la tierra de que fue tomado. 24Ech, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edn querubines, y una espada encendida que se revolva por todos lados, para guardar el camino del rbol de la vida". Qu funciones tan serias las que aparecen ac. La primera funcin de los querubines; se les llama tambin, y se les trata aqu como guardianes, protectores, como seres celestiales que representan la santidad del Seor, representan tambin el ejercicio de la disciplina de Dios. Es como si ellos estuvieran all para no permitir que se ofenda al Seor; para hacer caer en cuenta a las criaturas las locuras que cometen. Por eso la primera mencin de ellos es esta. Primero aparecen en el contexto de la disciplina de Dios, dice: "Ahora, pues, que no alargue su mano, es decir, el
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hombre va a estar restringido, se va a mover dentro de ciertos limites, porque ahora el hombre ha participado del conocimiento del bien y del mal. Ahora el hombre se ha hecho acreedor a la muerte, y el juicio de Dios est sobres muchas cosas del hombre y sobre el hombre mismo en lo natural, sobre todo lo que ahora lleg a ser el hombre despus de la cada, y hay limites de parte de Dios. Dios le pone barreras al hombre en su condicin cada. En Apocalipsis vemos que el que venciere podr participar del rbol de la Vida. De modo, pues, que este juicio no es un juicio definitivo, sino que es un juicio en caso de que no haya acogimiento a la redencin. En el propiciatorio los querubines aparecen mirando hacia la sangre; como cuando deca Dios a Moiss en xodo, capitulo 12, el da de la pascua: "Y ver la sangre y pasare de vosotros".33 Pero si no hay sangre del Cordero expiatorio, hay juicio, hay castigo, hay disciplina; y estos querubines justamente representan esto. Los querubines fueron colocados precisamente en los extremos, y su primera aparicin es para guardar: "Que no alargue su mano"; para mantener al hombre dentro de su apropiado lugar; para no irse al otro extremo. Hars en los extremos del propiciatorio dos querubines, mirndose de frente pero dirigiendo su mirada hacia la sangre, hacia el propiciatorio, hacia la satisfaccin de Dios; esa es la razn de ser de ellos, la cual deben celar por la satisfaccin de Dios. Eso es una cosa seria. Una ofensa de lesa majestad no puede quedar impune. Es justamente funcin de los querubines evitar la impunidad. Puede ser que entre los hombres alguien se escape; pero de Dios nadie se escapa, si la persona no confiesa sus pecados y se acoge al sacrificio y a la sangre del Cordero que se coloca en el propiciatorio y hacia la cual miran los querubines; si ven la sangre del Cordero a la cual se acoge el pecador, se aplica o que dice el Seor: "Ver la sangre y pasare de vosotros". Pero si no hay confesin, sino hay reconocimiento del pecado, sino hay acogimiento al sacrificio de Cristo Jess, entonces el hombre est bajo la reprensin de Dios; el hombre est bajo la reprobacin de Dios; y no ser impune. Ah estas criaturas que se llaman querubines que sirven a Dios a este respecto, ellos son guardianes, cumplen la funcin de guardas. Satans era uno de stos, pero cay de su elevado lugar; mas no todos cayeron.
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xodo 12:13
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Querubines justicieros en Ezequiel Otra descripcin de ellos podemos encontrarla en el libro del profeta Ezequiel, especialmente en el capitulo 1 y luego en el capitulo 10. Para dar ms lugar a la consideracin de esto, vamos a leerlo un poco con ms detalle. En el captulo 1, Ezequiel tuvo unas visiones. Dios abri sus ojos espirituales para que pudiera percibir el otro lado, pudiera percibir el mundo invisible que nos rodea, o sea Mahanaim, el otro campamento aqu con nosotros. "1Aconteci en el ao treinta, en el mes cuarto, a los cinco das del mes, que estando yo (dice Ezequiel profeta y sacerdote) en medio de los cautivos junto al ro Quebar, los cielos se abrieron, y vi visiones de Dios. 2En el quinto ao de la deportacin del rey Joaqun, a los cinco das del mes, 3vino palabra de Jehov al sacerdote Ezequiel hijo de Buzi, en la tierra de los caldeos, junto al ro Quebar; vino all sobre l la mano de Jehov. 4Y mir, y he aqu vena del norte un viento tempestuoso, y una gran nube, con un fuego envolvente, y alrededor de l un resplandor, y en medio del fuego algo que pareca como bronce refulgente, 5y en medio de ella la figura de cuatro seres vivientes. Y esta era su apariencia: haba en ellos semejanza de hombre. Estos seres vivientes, los hay serafines, los hay querubines, tanto los unos como los otros son seres vivientes, pero tienen sus diferencias. stos, como lo vamos a ver ms adelante en Ezequiel, se refieren a querubines. 6Cada uno tena cuatro caras y cuatro alas. 7Y los pies de ellos eran derechos, y la planta de sus pies como planta de pie de becerro; y centelleaban a manera de bronce muy bruido. 8Debajo de sus alas, a sus cuatro lados, tenan manos de hombre; y sus caras y sus alas por los cuatro lados. 9Con las alas se juntaban el uno al otro. No se volvan cuando andaban, sino que cada uno caminaba derecho hacia adelante. 10Y el aspecto de sus caras era cara de hombre, y cara de len al lado derecho de los cuatro, y cara de buey a la izquierda en los cuatro; asimismo haba en los cuatro cara de guila. 11As eran sus caras. Y tenan sus alas extendidas por encima, cada uno dos, las cuales se juntaban; y las otras dos cubran sus cuerpos. 12Y cada uno caminaba derecho hacia adelante; hacia donde el espritu les mova que anduviesen, andaban; y cuando andaban, no se volvan. Cada uno caminaba de frente hacia adelante. No era necesario volverse debido a que en los cuatro lados tenan caras. Si haba que ir al norte, iban de frente con una cara; si haba que ir al sur, iban de frente con otra cara; si haba que ir a occidente, iban de frente con otra cara, y lo mismo a oriente. Siempre iban de frente; ellos no tenan que hacer vueltas, curvas, ni girar, sino que sus movimientos eran hacia adelante. Nunca tenan que ir para atrs, no se volvan cuando andaban, sino que cada uno caminaba derecho hacia adelante. Qu fidelidad para interpretar el querer del Seor, y qu coordinacin entre ellos. El Seor se mova sobre ellos; eran como el carro del Seor. La coordinacin de ellos era la del Seor. 13Cuanto a la semejanza de los seres vivientes, su aspecto era como de carbones de fuego encendidos, como visin de hachones encendidos que andaba entre los seres vivientes; y el fuego resplandeca, y del fuego salan relmpagos. 14Y los seres vivientes corran y volvan a semejanza de relmpagos. 15Mientras yo miraba los seres vivientes, he aqu una rueda sobre la tierra junto a los seres vivientes, a los cuatro lados. 16El aspecto de las ruedas y su obra era semejante al color del crislito. Y las cuatro tenan una misma semejanza; su apariencia y su obra eran como rueda en medio de rueda. 17Cuando andaban, se movan hacia sus cuatro costados; no se volvan cuando andaban. 18Y sus aros eran altos y espantosos, y llenos de ojos alrededor en las cuatro. 19Y
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cuando los seres vivientes andaban, las ruedas andaban junto a ellos; y cuando los seres vivientes se levantaban de la tierra, las ruedas se levantaban. 20Hacia donde el espritu les mova que anduviesen, andaban; hacia donde les mova el espritu que anduviesen, las ruedas tambin se levantaban tras ellos; porque el espritu de los seres vivientes estaba en las ruedas. 21Cuando ellos andaban, andaban ellas, y cuando ellos se paraban, se paraban ellas; asimismo cuando se levantaban de la tierra, las ruedas se levantaban tras ellos; porque el espritu de los seres vivientes estaba en las ruedas. Qu descripcin. Cuando ellos andaban, ellas andaban, y cuando se paraban, asimismo se paraban ellas. Asimismo cuando se levantaban las ruedas, stas se levantaban con ellos, porque el espritu de los seres vivientes estaba en las ruedas. 22Y sobre la cabeza de los seres vivientes apareca una expansin a manera de cristal maravilloso, extendido encima sobre sus cabezas. 23Y debajo de la expansin las alas de ellos estaban derechas, extendindose la una hacia la otra; y cada uno tena dos alas que cubran su cuerpo. 24Y o el sonido de sus alas cuando andaban, como sonido de muchas aguas, como la voz del Omnipotente, como ruido de muchedumbre, como el ruido de un ejrcito. Cuando se paraban, bajaban sus alas. 25Y cuando se paraban y bajaban sus alas, se oa una voz de arriba de la expansin que haba sobre sus cabezas. 26Y sobre la expansin que haba sobre sus cabezas se vea la figura de un trono que pareca de piedra de zafiro; y sobre la figura del trono haba una semejanza que pareca de hombre sentado sobre l. 27Y vi la apariencia como de bronce refulgente, como apariencia de fuego dentro de ella en derredor, desde el aspecto de sus lomos para arriba; y desde sus lomos para abajo, vi que pareca como fuego, y que tena resplandor alrededor. 28Como parece el arco iris que est en las nubes el da que llueve, as ser el parecer del resplandor alrededor. Esta fue la visin de la semejanza de la gloria de Jehov. Y cuando yo la vi, me postr sobre mi rostro, y o la voz de uno que hablaba. Por eso la Escritura dice que Jehov de los ejrcitos mora entre los querubines.34 Ahora saltamos al captulo 10, y complementar la lectura del captulo 1 con la del 10, a fin de tener esas descripciones inspiradas que Dios quiso darnos por la mano de Ezequiel. 1Mir, y he aqu en la expansin que haba sobre la cabeza de los querubines como una piedra de zafiro, que pareca como semejanza de un trono que se mostr sobre ellos. 2Y habl al varn vestido de lino, y le dijo: Entra en medio de las ruedas debajo de los querubines, y llena tus manos de carbones encendidos de entre los querubines, y esprcelos sobre la ciudad. Y entr a vista ma.
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Este varn de vestido de lino era el aparece en el captulo 9, donde el Seor mand a castigar la ciudad, pues estaba llena de pecados; entonces el Seor ordena a estos seres espirituales a que castigaran a la ciudad y pasaran matando a todos los que no tuvieran el sello de Dios. Aquel personaje en el captulo anterior tena que ir a aquellos que clamaban y geman por la ciudad, debido a las abominaciones que se hacan en ella; se les colocaba un sello, y toda aquella persona que no tena ese sello del Espritu del Seor, entonces reciba el castigo. Verdugos espirituales Puesto que esa es una de las funciones de los querubines, el de portar y hacer respetar lo del Seor, y no dejar impune la ofensa al Seor, valdra la pena no slo leer el captulo 10, sino que para entender mejor el espritu del 10, hagamos el esfuerzo de leer tambin el 9. 1Clam en mis odos con gran voz, diciendo: Los verdugos de la ciudad han llegado, y cada uno trae en su mano su instrumento para destruir. Estos verdugos no son seres naturales, sino seres espirituales. Existen ciertos fenmenos espirituales; un trabajo de seres espirituales para con los seres humanos; inclusive en el libro de la Historia eclesistica de Eusebio de Cesarea, se cuenta una situacin especial de un hermano en Cristo que por motivo de lucro fue contratado por unos herejes para que trabajara con ellos; y l se meti en esto debido a que fue deshonesto para con el Seor. Una noche le dieron una tunda tal, que al otro da lleg lleno de cicatrices en medio de la reunin de la iglesia, a pedir perdn al Seor en medio de la iglesia; por lo cual la iglesia qued completamente asustada. Hay cosas que es bueno que conozcamos; por eso vimos primero Mahanaim, y ah vimos ngeles; a algunos de ellos se les dice el nombre de vigilantes. Ac se les da el nombre de verdugos de la ciudad. Por ejemplo, en Apocalipsis aparece el ngel del fuego, de las aguas, los que son desatados en el ro Efrates. A veces las personas piensan que pueden burlarse de Dios, y no saben que Dios tiene personajes en el mundo invisible, quienes tienen permiso de realizar ciertas tareas. Y a veces todo eso se manifiesta en el mundo natural, pero tiene existencia en el mundo espiritual; porque Dios tiene sus vigilantes. El Seor quiere hacernos conscientes de estas cosas, porque la Iglesia cada vez va a moverse en un plano ms espiritual, y tiene que conocer la Palabra al respecto de ciertos respectos. 2Y he aqu seis varones venan del camino de la puerta de arriba que mira hacia arriba, y cada uno traa en su mano su instrumento para destruir. Y entre ellos haba un varn vestido de lino, el cual traa a su cintura un tintero de escribano; y entrados, se pararon junto al altar de bronce. Este varn vestido de lino es el mismo que aparece en el captulo 10. En las Escrituras, el lino es usado para representar las justificaciones de los santos; el atrio se haca con cortinas de lino; era tambin las vestiduras interiores de los sacerdotes. Veamos, pues, cmo el Seor haca excepcin de Su castigo; aun en Su ira se acordaba de su remanente. El altar de bronce era donde se confesaba los pecados poniendo las manos sobre el cordero, y se sacrificaba el cordero; ese era el lugar de juicio expiatorio. 3Y la gloria del Dios de Israel se elev de encima del querubn, sobre el cual haba estado, al umbral de la casa (ah habla del celo de la casa de Dios); y llam Jehov al varn vestido de lino, que tena a su cintura el tintero de escribano, 4y le dijo Jehov: Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusaln, y ponles una seal en la
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frente a los hombres que gimen y que claman a causa de todas las abominaciones que se hacen en medio de ella. 5Y a los otros (a los verdugos) dijo, oyndolo yo: Pasad por la ciudad en pos de l, y matad; no perdone vuestro ojo, ni tengis misericordia. 6Matad a viejos, jvenes y vrgenes, nios y mujeres, hasta que no quede ninguno; pero a todo aquel sobre el cual hubiere seal, no os acercaris; y comenzaris por mi santuario. Comenzaron, pues, desde los varones ancianos que estaban delante del templo. 7Y les dijo: Contaminad la casa, y llenad los atrios de muertos; salid. Y salieron, y mataron en la ciudad. 8Aconteci que cuando ellos iban matando y qued yo solo, me postr sobre rostro, y clam y dije: Ah, Seor Jehov! destruirs a todo el remanente de Israel derramando tu furor sobre Jerusaln? 9Y me dijo: La maldad de la casa de Israel y de Jud es grande sobremanera, pues la tierra est llena de sangre, y la ciudad est llena de perversidad; porque han dicho: Ha abandonado Jehov la tierra, y Jehov no ve. 10As, pues, har yo; mi ojo no perdonar, ni tendr misericordia; har recaer el camino de ellos sobre sus propias cabezas. 11Y he aqu que el varn vestido de lino, que tena el tintero a su cintura, respondi una palabra, diciendo: He hecho conforme a todo lo que me mandaste. Los carbones encendidos, eran encendidos por el Seor mismo y representan la santidad del Seor. Recordemos que a Isaas tambin vino un serafn y tom uno de aquellos carbones para purificarlo con fuego santo. Esto no es solamente una descripcin intelectual; es experimental en la presencia del Seor, la santidad del Seor Santo. Es un tema reverente. Quien verdaderamente conoce a Dios no puede ser liviano, es una persona reverente, es una persona respetuosa que se mantiene dentro de sus lmites. Seguimos con el captulo 10. 3Y los querubines estaban a la mano derecha de la casa cuando este varn entr; y la nube llenaba el atrio de adentro. 4Entonces la gloria de Jehov se elev de encima del querubn al umbral de la puerta; y la casa fue llena de la nube, y el atrio se llen del resplandor de la gloria de Jehov. 5Y el estruendo de las alas de los querubines se oa hasta el atrio de afuera, como la voz del Dios Omnipotente cuando habla. 6Aconteci, pues, que al mandar al varn vestido de lino, diciendo: Toma fuego de entre las ruedas, de entre los querubines, l entr y se par entre las ruedas. 7Y un querubn extendi su mano de en medio de los querubines al fuego que estaba entre ellos, y tom de l y lo puso en las manos del que estaba vestido de lino, el cual lo tom y sali. 8Y apareci en los querubines la figura de una mano de hombre debajo de sus alas. 9Y mir, y he aqu cuatro ruedas junto a los querubines, junto a cada querubn una rueda; y el aspecto de las ruedas era como de crislito. 10En cuanto a su apariencia, las cuatro eran de una misma forma, como si estuviera una en medio de otra. 11Cuando andaban, hacia los cuatro frentes andaban; no se volvan cuando andaban, sino que al lugar hacia adonde se volva la primera, en pos de ella iban; ni se volvan cuando andaban. 12Y todo su cuerpo, sus espaldas, sus manos, sus alas y las ruedas estaban llenos de ojos alrededor en sus cuatro ruedas. 13A las ruedas, oyndolo yo, se les gritaba: Rueda! 14Y cada uno tena cuatro caras. La primera era rostro de querubn; la segunda, de hombre; la tercera, cara de len; la cuarta, cara de guila. Aqu hay una revelacin, y es que en el captulo 1, una de ellas era de becerro, y aqu, en vez de decir becerro, dice querubn, y los pies tambin eran como de becerro. Por eso la cara de becerro representa la cara del querubn; pero como Satans era un querubn perverso, por eso hoy da los satanistas tambin adoran la cara de becerro; como cuando aquel grupo de los Rolling Stones sac un disco de larga duracin con una cara de becerro ah en una paila cocinando. 15Y se levantaron los querubines; este es el ser viviente que vi en el ro Quebar. 16Y cuando andaban los
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querubines, andaban las ruedas junto con ellos; y cuando los querubines alzaban sus alas para levantarse de la tierra, las ruedas tampoco se apartaban de ellos. 17Cuando se paraban ellos, se paraban ellas, y cuando ellos se alzaban, se alzaban con ellos; porque el espritu de los seres vivientes estaba en ellas. 18Entonces la gloria de Jehov se elev de encima del umbral de la casa, y se puso sobre los querubines. 19Y alzando los querubines sus alas, se levantaron de la tierra delante de mis ojos; cuando ellos salieron, tambin las ruedas se alzaron al lado de ellos; y se pararon a la entrada de la puerta oriental de la casa de Jehov, y la gloria del Dios de Israel estaba por encima sobre ellos. 20Estos eran los mismos seres vivientes que vi debajo del Dios de Israel junto al ro Quebar; y conoc que eran querubines. 21Cada uno tena cuatro caras y cada uno cuatro alas, y figuras de manos de hombre debajo de sus alas. 22Y la semejanza de sus rostros era la de los rostros que vi junto al ro Quebar, su misma apariencia y su ser; cada uno caminaba derecho hacia adelante. Poderes engaosos Para tener en cuenta otros detalles, vamos a bordar otros dos pasajes de la Escritura. Uno est en 2 Tesalonicenses 2:9-12. Es un pasaje muy importante comprender, que habla del tiempo final, especialmente del gobierno del anticristo: pero llamamos la atencin sobre un principio que aparece all. 9Inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satans, con gran poder y seales y prodigios mentirosos, 10y con todo engao de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Engaos, prodigios, cosas sobrenaturales, fenmenos sobrenaturales, fenmenos parapsicolgicos en abundancia, a los que se pierden. 11Por eso Dios les enva un pode engaoso, para que crean la mentira, 12a fin de que sean condenados todos os que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia". No es suficiente fenmenos sobrenaturales, parapsicologa. Hoy en da est tan de moda este asunto de la regresin, la reencarnacin y contacto sobrenatural, y experiencias de ese tipo en abundancia. Eso no es una buena seal. Hay un poder que est con Satans, que es un querubn cado, con sus secuaces, los que estarn trabajando en esa rea. Pero, por qu Dios permite esto? El que tiene las llaves del Hades y de la muerte es el Seor; pero dice en Apocalipsis 9:1 que a una estrella que cay del cielo a la tierra se le dio la llave del pozo del abismo para que lo abriese y saliesen estas criaturas para perturbar a los hombres. Pero aquella estrella cada, que es Satans, no tena la llave, pero se le dio la llave del pozo del abismo. El que tiene las llaves de las puertas del Hades, de la muerte y del infierno, es el Seor; pero dice que le fue dado a Satans permiso de abrir el pozo del abismo, para que esas criaturas inmundas salieran a hacer dao a los seres humanos. Es necesario saber por qu razn Dios utiliza querubines en los extremos, y es para que el hombre no alargue su mano; y puso querubines guardianes, y stos tienen poder para castigar. Esto es una cosa un poco macabra; puede parecer un poco rara, pero es mejor decirla, porque la Biblia habla de estas cosas. En el primer libro de Reyes se nos cuenta el caso de Micaas hijo de Imla, a quien el Seor le mostr una visin. Resulta que uno de los reyes de Israel, Acab, se haba casado con Jezabel, y haba estado mezclado en una guerra contra Siria, pero cuatrocientos profetas que le rodeaban le profetizaban siempre lo que l quera or, pero no la voluntad
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de Dios. Ellos le profetizaban al rey que fuera a la guerra, pues Dios le iba a entregar en sus manos a la ciudad de Ramot de Galaad. Al ser llamado el profeta Micaas hijo de Imla por sugerencia de Josafat, rey de Jud, que a eventualmente estaba por ah, Dios abri los ojos al profeta, y le mostr como una especie de concilio de seres espirituales en la presencia de Dios, y Dios les dio libertad de opinar a esos espritus. Elas ya haba profetizado en contra de Acab, y aparece como si Dios dijese: Qu haremos para que la palabra que dijo mi siervo Elas se cumpla con Acab? Y Dios permita entre los espritus que haba en Su presencia un final democrtico sobre el asunto. Y unos opinaban esto, y otros opinaban aquello, y dice que subi un espritu del infierno y se ofreci a ser un espritu de mentira en boca de todos los profetas de Acab, y Dios se lo permiti. Sobre la visin de Micaas dice la Escritura en 1 Reyes 22:20-22: 20Y Jehov dijo: Quin inducir a Acab, para que suba y caiga en Ramot de Galaad? Y uno deca de una manera, y otro deca de otra. 21Y sali un espritu y se puso delante de Jehov, y dijo: Yo le inducir. Y Jehov le dijo: De qu manera? 22l dijo: Yo saldr, y ser espritu de mentira en boca de todos sus profetas. Y l dijo: Le inducirs, y aun lo conseguirs; v, pues, y hazlo as". Dios no fue quien hizo el mal, sino que permiti que los espritus se expresaran; entonces le dio el permito a este demonio, y como consecuencia Acab le crey a sus falsos profetas, y subi a la guerra, y fue derrotado y muerto en Ramot de Galaad. Dios le dio un permiso a ese demonio para actuar. Esto es muy delicado. La gente piensa que puede jugar con Dios. Uno debe arrepentirse a tiempo. Diramos: Bueno, lindo sera or hablar siempre del Dios de amor. Es el Dios de Israel, es tambin el Dios que castiga el pecado, es el Dios que corrige, y tiene criaturas que realizan ese trabajo. Y el hombre tiene lmites. Dios le estableci al hombre sus lmites; hasta aqu llegas. Herodes mand a matar a Santiago hijo de Zebedeo, hermano de Juan, y quera matar tambin a Pedro. Dice en Hechos 12 que un da estaba hablando con toda la pompa en el tribunal y el pueblo le aclamaba diciendo: Voz de Dios, y no de hombre! Y un ngel le hiri, y en ese mismo momento pereci comido de gusanos. En ese mundo real en el cual nos movemos hay dos campamentos; uno aqu y el otro tambin aqu pero al otro lado. Uno en el mundo visible y natural, y el otro en el mundo invisible. Y hay espritus incluso demonacos que actan a veces con permiso de Dios, y como dice all, con gran poder y seales y prodigios mentirosos, 10y con todo engao de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Dios mismo enva operaciones de error. Estos ngeles que estaban al lado, llega un momento en Dios los desata para matar la tercera parte de los habitantes de la tierra. Como dice all en Apocalipsis, aquellos cuatro ngeles que estaban atados junto al gran ro Efrates. Eso significa que ellos no pueden moverse sin el control soberano de Dios; pero cuando las maldades de los hombres se van aumentando, Dios tiene que ir permitiendo la intervencin en disciplina de parte de estos personajes. Por aqu se han estado escuchando muchas cosas raras, sin exacerbar, pero tampoco sin ignorar. De todas maneras sepamos que estas cosas existen as. Alguna vez podemos entender cosas que nos suceden. Concentrmonos en lo que la Palabra del Seor dice. Las funciones de los querubines es la servir a Dios, y hacer la voluntad de Dios. Amn.
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Captulo X DE ALL ME DECLARAR A VOSOTROS35 Los querubines sobre el propiciatorio En el captulo anterior estuvimos viendo las funciones de los querubines. Las funciones de los querubines es la de ser guardianes, y son colocadas en los extremos del arca para que el hombre no se salga de sus lmites; el hombre no se burlar impunemente de Dios. l no permite la impunidad. Los querubines estn mirando al propiciatorio, estn uno frente al otro. Si la sangre del Seor Jess fue derramada y est en el propiciatorio, dice en xodo 12: ver la sangre y pasare de vosotros, pero si no hay satisfaccin a Dios con arrepentimiento, confesin y acogindose a la sangre del Cordero; ciertamente el juicio de Dios no tardar. Y Dios tiene verdugos, y ese es el nombre que la Biblia les da: Los verdugos de la ciudad han llegado. Dios tenga misericordia! Recordemos cuando Nabucodonosor se estaba exaltando, ah mismo oy una voz: Hay que cortar ese rbol; y fue cortado. Y es lo que Dios le deca a Job: " Job, puedes t vestirte de majestad y mirar a todo altivo, pero sers abatido, o sea que el Seor abate al altivo, como le aconteci con Herodes que estaba en su altivez. Nabucodonosor estaba en su altivez y en plena altivez fue abatido; aconteci con aquel mismo querubn, Lucero, que fue abatido por su altivez.
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Esto nos ayuda a entender que nos movemos como personas espirituales; no solamente en el mundo natural sino en el mundo espiritual; y en ese mundo existen criaturas que actan. Hay ngeles, arcngeles, serafines, querubines, principados, potestades; hay estos vigilantes, estos verdugos, hay ngeles cados, demonios, y ellos tienen relacin con los hombres controlada por Dios. Pero a veces eso sucede por culpa de los hombres que dan lugar al diablo, entonces el Seor tiene que permitir una incursin, a veces medida; Satans no puede ir hasta donde l quiere. l protest acerca de que Dios cercaba a Job y a sus cosas y por eso le era fiel a Dios; y entonces Dios le dio un poco de permiso y le estrech un poco ms el cerco a Job; pero lo preserv, le preserv la vida. Pero fijmonos en ese fenmeno. Satans se presentaba de recorrer la tierra. Ese es el otro campamento, el mundo invisible que nos rodea. Hay dos mundos, el uno all y el otro ac, y nosotros debemos estar con el Seor; caminar con l; reconocer con sincera reverencia nuestros pecados, pedir perdn al Seor con sinceridad y; como esta escrito: "Ver la sangre y pasare de vosotros; pero si no, el ngel del Seor pasa y acta como actu en Egipto, como actu con los asirios en las afueras de Jerusaln cuando la haban sitiado y como ha actuado a veces en la vida de personajes y en la vida de cualquiera. Ellos (los querubines) estn en los extremos para evitar que nos vayamos a uno y otro extremo; para que estemos siempre dentro de nuestros lmites legtimos. Si no hubiera pecado el hombre, Dios no hubiera puesto querubines, para que el hombre no alargue su mano, pero por cuanto el hombre es perverso, entonces, Dios tiene que ponerle juicio, tiene que poner guardianes en los extremos, para que no se vaya a los extremos ni a la razn, sino que tiene misericordia de nosotros. La sangre en el propiciatorio En xodo 25:21-22 encontramos los dos ltimos pasajes relativos a la porcin del Arca del Testimonio, o del Pacto. En el versculo 21 se repite lo del versculo16; y para este ltimo dedicamos dos o tres ocasiones, de manera que ya es lo mismo tratarlo en el versculo 21. "21Y pondrs el propiciatorio encima del arca, y en el arca pondrs el testimonio que yo te dar. 22Y de all me declarar a ti, y hablar contigo de sobre el propiciatorio, de entre los dos querubines que estn sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandare para los hijos de Israel. El propiciatorio es como decir la tapa del arca. Si no hubiera el propiciatorio, el arca significara muerte, para nosotros sera condenacin, sera juicio. Porque fijmonos lo que est en el arca: El testimonio de Dios , el testimonio de la casa del Seor. Pondris en el arca del testimonio de Dios, de la santidad del Seor, y con toda claridad el Seor habl a Moiss, y con toda claridad Dios le dijo a Moiss: No me ver hombre, y vivir.36 Ningn hombre puede estar delante de Dios, ningn hombre puede encontrarse con Dios en forma directa sino es a travs de la sangre de la propiciacin. Por esto el Seor coloca una tapa en el arca. Miremos que cuando los filisteos
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en forma atrevida, osada y descuidada se les ocurri mirar directamente lo que haba en el arca, es decir, quitaron el propiciatorio de su lugar para ver qu es lo que haba adentro, lo nico que consiguieron fue acarrear para si mismos juicio, plagas, tumores, ratones, porque ellos fueron livianos; ellos quitaron la tapa de su lugar.37 Pero aqu dice: "Pondrs el propiciatorio encima del arca". Es decir, lo que est en el arca es algo sagrado y es algo a lo cual no se puede acercar el hombre descuidadamente. El propiciatorio es muy importante; quiere decir que hubo uno sacrificio y la sangre de ese sacrificio se coloc en el propiciatorio; y nadie se acerca basado en sus propios mritos, o basados en su propia santidad. Como habamos visto la vez pasada, es el propiciatorio el que convierte el trono de juicio en trono de gracia. Solamente a travs de la sangre del Seor podemos acercarnos a Dios mismo, podemos tener paz con Dios en nuestras propias conciencias, y podemos tener paz con nosotros mismos, basados en la sangre del Cordero; y tambin podemos responder a las acusaciones del enemigo. Nadie puede responder al enemigo; nadie puede ser tan insensato de tratar de responder al enemigo con su propia fuerza, con su propia astucia, con su propia justicia. Para responderle al diablo, tenemos el sacrificio del Seor Jess.
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Lo primero que se menciona en Apocalipsis 12 es eso. Los vencedores han vencido al dragn por medio de la sangre del Cordero. Eso es lo primero, la sangre, que es para acallar las acusaciones de Satans, para raer el acta de los decretos que haban contra nosotros; pero tambin nuestra conciencia, como dice la primera carta de Pedro 3:21: "La aspiracin de una buena conciencia hacia Dios por la resurreccin de Jesucristo". Podemos tener una buena conciencia solamente por medio de Jesucristo; no hay ningn truco psicolgico que nos haga realmente estar delante del Seor y estar en paz delante de nosotros mismos. Cualquier truco va a resultar peligroso; aqu lo que hay que hacer con toda sinceridad, es reconocer nuestros males, nuestros pecados, miserias, incapacidad; pero tambin la sangre del Cordero, del hijo de Dios, del Verbo de Dios divino y humano que muri por nosotros en la cruz; y esa preciosa sangre est sobre el propiciatorio. El propiciatorio es una tapa, que convierte al trono de juicio en trono de gracia y misericordia; mas a Satans y a nuestra propia conciencia y al Seor, slo se le puede responder con la sangre del Cordero. Nunca con el mrito de nuestras obras, ni ningn otro mrito. Nadie est delante del Seor de otra manera sino a travs de la sangre del Cordero. El Seor dice: "Pondrs el propiciatorio encima del arca". La sangre es la que tiene que cubrirlo todo. La siguiente frase ya la tratamos tambin que dice: "Y en el arca pondrs el testimonio que yo te dar". Dios da un testimonio al hombre, ese testimonio est en Su Hijo. "El que tiene al Hijo tiene al testimonio en s mismo. Ese es el testimonio, dice Juan: Que Dios nos ha dado vida eterna, y esa vida est en su Hijo, o sea lo que Dios es y lo que Dios nos ha concedido; ese es el testimonio de Dios, lo que l nos ha dado en Su Hijo Jesucristo, como Dios nos dio su vida eterna nos hace partcipes de su naturaleza a travs de su Hijo por el Espritu Santo, por los mritos de Su muerte en la cruz y de Su sangre. Dios quiere darse a conocer Pero ahora llegamos al versculo 22, que es el que termina este pasaje del arca del testimonio o del pacto. Y dice: "y de all me declarare a ti". Esto es bien importante; Dios no quiere quedarse oculto para el hombre, Dios no quiere ser desconocido por el hombre, Dios quiere ser verdaderamente conocido. Todo esta preparacin anterior era para culminar en esto, para Dios hacerse conocido, para Dios declararse, porque es que el ms malentendido es Dios, y el trabajo de Satans es hacerlo malentender, pero lo que Dios desea es ser conocido. Dice Dios: "Todos me conocern, desde el ms pequeo de ellos hasta el ms grande".38 El Seor quiere declararse; pero aqu nos declara de qu manera el Seor se declara, dnde se declara l, y en qu contexto l se revela, l se da a conocer. Y dice: "de all"; es decir, desde el Lugar Santsimo, desde el arca y sobre el propiciatorio y bajo las alas de los querubines, ese es el all. Hay que entender ese all; es muy importante entender espiritualmente ese all de Dios. "Desde all me declarare a vosotros", porque hay muchas voces mentirosas que pretenden decir que son Dios, de modo que Dios tiene que decir l mismo desde dnde se declara y en qu contexto, y dice: "De all me declarar a ti, y hablar contigo de sobre el propiciatorio". Ese "all" es el Lugar Santsimo. Ya comprendemos lo que significa el Lugar Santsimo; la estructura del templo de
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Dios. La Iglesia es el templo de Dios; cada uno de nosotros es tambin el templo de Dios. Nosotros tenemos un cuerpo que representa el atrio del templo de Dios; tenemos un alma que representa el lugar santo del templo de Dios, y tenemos nuestro espritu humano que representa el Lugar Santsimo del templo de Dios. Cuando el Seor dice: "De all me declarare", l est diciendo que l no va a hablar desde el atrio, no va hablar desde la fuente de bronce, no va hablar ni siquiera desde el candelero en el lugar santo. l va a hablar desde el Lugar Santsimo, que representa el espritu, la parte ms intima de nuestro ser. l va a hablar all a travs de la voz de la conciencia, de la intuicin, en comunin con Dios. Desde all debemos aprender la voz del Seor que nos habla desde el lugar santsimo en la parte ms profunda de nuestro ser. No por all en los aires, puesto que en los aires hay espritus, y stos trabajan de afuera para adentro, pero el seor fluye de adentro para afuera, desde el lugar Santsimo. Algunos esperan escuchar voces audibles desde afuera. "Desde all me declarare a vosotros". Pero luego da ms detalles y dice: De sobre el propiciatorio, es decir, para yo poderme revelar a ti, tiene que haber un velo que se ha roto entre t y yo. Ese velo es la muerte de Cristo, y ese velo es nuestra muerte, juntamente con Cristo. El Seor habla es, como quin dice, detrs del velo. Cuando el Seor Jess muri y derram su sangre, el velo fue rasgado por Dios desde arriba abajo, para que el hombre tenga acceso a reunirse con Dios; o sea que la comunin con Dios es en el espritu y es a travs de la sangre, y es a travs de morir al ego. Porque es en el Lugar Santsimo. El ego, el yo esta representado por el lugar santo, por el alma, por el velo que hace separacin entre el espritu y el alma. El Seor dice: Niguese a s mismo, y sgame.39 No dice sgame, y niguese, no, no. Para poder seguirle hay que negarse, para poder orle tenemos que negarnos a nosotros mismos. Por eso dice: "De sobre el propiciatorio, es decir, hubo derramamiento de sangre, hubo identificacin con el sacrificio, estamos reconociendo nuestros pecados, nuestra inutilidad y nuestra esperanza solamente en lo que es Seor es; entonces podemos recibir de Dios Palabra. Nuestra humillacin delante de Dios En los das del reinado de Ciro rey de Persia, el profeta Daniel estuvo afligido por espacio de tres semanas. Estuvo ayunando y orando y humillndose delante la presencia del Seor, esperando que Dios le respondiera acerca de la suerte de su pueblo. Dice en el libro de Daniel 10:12: "Entonces (el ngel) me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer da que dispusiste tu corazn a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron odas tus palabras; y a causa de tus palabras, yo he venido". Eso significa que el Seor envi la respuesta, envi Su palabra y Su revelacin a Daniel, pero dice: Desde el primer da que dispusiste tu corazn a entender y a humillarte.
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Entonces Jess dijo a sus discpulos: Si alguno quiere venir en pos de m, niguese a s mismo, y tome su cruz, y sgame (Mateo 16:24).
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Ese humillarte es negarse a s mismo y a entender lo que Dios tiene que decir. Mientras yo siga teniendo que decir lo mo, pues Dios se queda callado y deja que yo hable. Observa el libro de Job. Fijmonos que Dios espero treinta y siete captulos que hablaran Job y sus amigos. y l (Dios) se qued callado, esperando. Fue cuando Dios habl, que ellos se quedaron callados, que se conoci lo que Dios tena que decir, mientras tanto nosotros callamos. El Seor no nos habla en los extremos Entonces el Seor dice: "Y de all me declarar a ti, y hablar contigo de sobre el propiciatorio". Primero: de all, desde el Lugar Santsimo. Segundo, dice: De sobre el propiciatorio, es decir, si ha habido identificacin con Cristo, si ha habido arrepentimiento, perdn de pecados, entonces l s puede declararse a nosotros, puede comunicarse a nosotros. Si hemos estado dispuestos a negarnos a nosotros mismos, y vivir para el Seor, pues, l puede, pero todava aade algo el Seor y dice: De entre los dos querubines que estn sobre el arca del testimonio. Me declarar a ti de entre los dos querubines; es decir, el Seor no habla en los extremos. En un extremo del propiciatorio, haba un querubn y en el otro extremo haba otro querubn, pero miremos bien que el Seor no habla ni en un extremo ni en el otro. Hermanos, la Palabra del Seor en muchas ocasiones nos presenta varios aspectos, pero a veces nosotros tenemos la tendencia de ver un solo aspecto y no el otro; o tenemos en cuenta el otro, y no el uno. En la historia de la Iglesia ha sucedido que a veces una determinada escuela de pensamiento sobre-enfatiza un aspecto; y as Dios permite que se levante otra escuela que enfatice el otro aspecto que esta descuid; pero el Seor no est hablando solamente con una escuela ni con la otra sino en el equilibrio de las escuelas. El Seor no est de acuerdo con los extremos. El Seor nos quiere mantener en el camino medio, en tener en cuenta la integridad de los asuntos y tener en cuenta la disciplina y la santidad del Seor. En los extremos Dios tiene querubines, y stos tienen la funcin de guardianes. Ellos son los que representan la santidad de Dios, y los que ejecutan de parte de Dios el juicio. Ver la sangre y pasar de vosotros Entonces por eso Dios fundi esos querubines con el propiciatorio y les orden a ellos estar mirando al propiciatorio. Mientras los querubines ven la sangre, no hay juicio; como l deca en xodo 12:13: "Ver la sangre y pasare de vosotros". Pero si las cosas no estn en el espritu, no estn bajo la sangre, si no hay realmente un negarnos a nosotros mismos delante del Seor, y si nos vamos a un extremo y a otro, podemos tener la certeza que nos estamos equivocando en alguna cosa, porque el Seor dice dnde se declara l, y de qu manera. Dios se declara cuando ha habido arrepentimiento, cuando ha habido fe y confianza en el Seor Jess, cuando estamos bajo Su sangre (de Cristo), cuando hemos negado nuestro ego, cuando estamos en el espritu y cuando no nos estamos yendo a los extremos.
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Entonces dice: De all me declarar a ti, y hablar contigo de sobre el propiciatorio, de entre los dos querubines que estn sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandare para los hijos de Israel". Interesante que Dios es un Dios que quiere revelarse, y quiere hablar y quiere ser conocido, y que nos dice dnde es que l habla, en medio de qu contexto est el Seor. Dios habla en el Lugar Santsimo, o sea en nuestro espritu. Eso quiere decir, si hemos pasado del lugar santo al Lugar Santsimo, si hemos pasado a travs del velo, y esto es saber negar nuestro ego, haber confesado nuestros pecados, estar bajo Su sangre y no estar en extremos. Debemos tener en cuenta los distintos aspectos de lo que la Palabra del Seor dice. Que no sea como Satans que le vino al Seor Jess con Est escrito esto, y le mostr algunos versos aislados; eso es un extremo. Jess dijo: S, pero es que tambin est escrito esto, y le mostr lo que deca en otras partes.40 Necesitamos ese equilibrio, entre los querubines sobre el propiciatorio en el Lugar Santsimo.
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Referencia Mateo 4
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"All me declarar a vosotros". Si cumplimos esos requisitos tenemos la certeza que el Seor se revelar a nosotros. l cumplir Su promesa. El nuevo pacto es eso; pero en el nuevo pacto antes de decir: Cada uno me conocer, desde el menor hasta el mayor, primero dice: "Porque ser propicio a sus injusticias y nunca ms me acordar de sus pecados y ninguno dir a su compaero conoce al Seor porque todos me conocern; pero ese verso tiene ese requisito del verso anterior. Ser propicio a sus injusticias y nunca ms me acordar de sus pecados y transgresiones.41 O sea, la sangre de Cristo limpiar los pecados que son reconocidos, confesados, abandonados a travs de la sangre de Jesucristo y a travs de la identificacin con l en Su muerte. Para que, en el espritu, en resurreccin, entrare al Lugar Santsimo, como sacerdotes vestidos, y all entonces recibir del Seor Su gracia. Los limpios de corazn vern a Dios.42 El que quiera hacer la voluntad de Dios conocer si la doctrina es de Dios. Pero Proverbios 18:1 dice: "Su deseo busca el que se desva, y se entremete en todo negocio". Se desva porque estableci su propio deseo, porque la persona ya tiene de antemano algo que quiere, algo que no ha rendido, algo que no ha pasado por la cruz, algo que no ha pasado por el altar, y ese dolo es su amor. Eso es lo que dice: Su deseo busca el que se desva; pero los limpios de corazn vern a Dios. En el saludo de Pablo en la carta a Tito dice: "El conocimiento de la verdad que es segn la piedad".43 "Muchos sern limpios, y emblanquecidos y purificados; los impos procedern impamente, y ninguno de los impos entender, pero los entendidos comprendern (Daniel 12:10).
Pero este es el pacto que har con la casa de Israel despus de aquellos das, dice Jehov: Dar mi ley en su mente, y la escribir en su corazn; y yo ser a ellos por Dios, y ellos me sern por pueblo. Y no ensear ms ninguno a su prjimo, diciendo: Conoce a Jehov; porque todos me conocern, desde el ms pequeo de ellos hasta el ms grande, dice Jehov; porque perdonar la maldad de ellos, y no me acordar ms de su pecado (Jeremas 31:33-34).
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Su impiedad no le deja entender. Este verso es muy serio. Aqu termina mencionando Ezequiel capitulo 14. Cuando los ancianos vinieron dizque a hacer pantomima de que consultaban a Dios, pero ellos en su corazn no haban abandonado su propio establecimiento, ellos todava amaban lo que amaban, todava tenan dolos en su corazn. Hacan la pantomima de consultar a Dios, pero ellos ya adentro saban lo que queran. Entonces Dios le revela a Ezequiel lla verdad de aquellos hombres. Ezequiel 14: 1Vinieron a m algunos de los ancianos de Israel, y se sentaron delante de m. 2Y vino a m palabra de Jehov, diciendo 3Hijo de hombre, estos hombres han puesto sus dolos en su corazn, y han establecido el tropiezo de su maldad delante se su rostro. Acaso he de ser yo consultado por ellos? Eso significa que Dios no tiene nada que decir al que ya dijo lo que tena que decir. Entonces, para qu le pregunta a Dios si ya estableci lo que quiere? As que Dios se va a quedar callado, Dios no va a dejarse consultar por aquellos que ya firmaron la sentencia de juicio. Pero si la persona realmente pasa por la cruz, realmente busca a Dios, aunque no entienda todava a Dios, pero si lo entendiese, quisiera de todo corazn hacer lo que l dice, Dios no lo dejar sin revelacin. Jess dijo: "El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocer si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta" (Juan 7:17). Que el Seor nos conceda mucha honestidad, porque el Seor habla es bajo las alas de los querubines y sobre el propiciatorio en el Lugar Santsimo, en lo intimo de nuestro ser. Y en cambio nuestra deshonestidad, nuestros deseos, nuestras obstinaciones no nos dejan or la voz de Dios; en esas condiciones slo nos omos a nosotros mismos, o a los demonios, que saben rascarnos donde nos gusta. Generalmente queremos que el Seor se declare a nosotros, como dijo Jess. Pero debemos amarlo a l de Corazn. l dijo (Juan 14): "15Si me amis, guardad mis mandamientos, 21y yo me manifestar a vosotros, 19pero el mundo no me ver ms. Por qu el Seor no se dejar ver del mundo? Porque no me aman. Ellos se aman a s mismos, aman sus cosas; ellos tienen los mismos deseos de su padre el diablo. El mundo no guarda mi palabra. 19Todava un poco, y el mundo no me vera ms; pero vosotros me veris; porque to vivo, vosotros tambin viviris. 22Seor, cmo es que te manifestars a nosotros, y no al mundo? Porque el mundo no va a entender. El Seor dice: Porque no me aman, no guardan mis mandamientos, y la palabra que yo os he hablado es vida. De modo, pues, que si queremos que el Seor hable, se manifieste, debemos verdaderamente amarlo. Y amarlo es guardar Su palabra, creer e identificarnos con l en la cruz, bajo Su sangre y en la resurreccin, y andar en el espritu. Entonces y slo entonces conoceremos. l pondr dentro del arca un testimonio y conoceremos a Dios desde adentro. Que es Seor nos conceda esa gracia. Amn.
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Captulo XI DE ALL ME DECLARAR A VOSOTROS44 El contenido del arca Las funciones de los querubines es la de ser guardianes, y son colocadas en los extremos para que el hombre no se salga de sus lmites; el hombre no se burlar impunemente de Dios. l no permite la impunidad. Los querubines estn mirando al propiciatorio, estn uno frente al otro. Si la sangre del Seor Jess fue derramada y est en el propiciatorio, ver la sangre (dice) y pasare de vosotros, pero si no hay satisfaccin a Dios con arrepentimiento, confesin y acogindose a la sangre del cordero; ciertamente el juicio de Dios no tardar. Y Dios tiene verdugos, y ese es el nombre que la Biblia les da: Los verdugos de la ciudad han llegado. Dios tenga misericordia! Recordemos cuando Nabucodonosor se estaba exaltando, ah mismo oy una voz: Ese rbol hay que cortar; y fue cortado. Y es lo que Dios le deca a Job: " Job, puedes t vestirte de majestad y mirar a todo activo y abatido, o sea que el Seor abate al altivo, como le aconteci con Herodes que estaba en su altivez; Nabucodonosor estaba en su altivez y en plena altivez fue abatido, aconteci con aquel mismo querubn Lucero, fue abatido.
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Esto nos ayuda a entender que nos movemos como personas espirituales; no solamente en el mundo natural sino en el mundo espiritual y en ese mundo existen criaturas. Hay angeles arcngeles, serafines, querubines, principados, potestades, hay estos vigilantes; estos verdugos, hay angeles cados, demonios y ellos tienen relacin controlada por Dios con los hombres. Pero a veces por culpa de los hombres que dan lugar al diablo, entonces el Seor tiene que permitir una incursin a veces medida; Satans no puede ir hasta donde el quiere, l protest acerca de que Dios cercaba a Job y a sus cosas y por eso le era fiel a Dios, y entonces le dio un poco de permiso y le estrech un poco ms el cerco a Job; pero lo preserv, le preserv la vida. Pero fijmonos en ese fenmeno, Satans se presentaba de recorrer la tierra. Ese es el otro campamento entonces el mundo invisible que nos rodea. Hay dos mundos, el uno all y el otro ac y nosotros debemos estar con el Seor; caminar con El; reconocer con sincera reverencia nuestros pecados, pedir perdn al Seor con sinceridad y; como esta escrito: "Ver la sangre y pasare de vosotros; pero sino, el ngel del Seor pasa y acta como actu en Egipto, como actu con los asirios en las afueras de Jerusaln cuando la haban sitiado y como ha actuado a veces en la vida de personajes y en la vida de cualquiera. Ellos (los querubines) estn en los extremos para evitar que nos vayamos a uno y otro extremo; para que estemos siempre dentro de nuestros lmites legtimos. Si no hubiera pecado el hombre, Dios no hubiera puesto querubines, para que el hombre no alargue su mano, pero por cuanto el hombre es perverso; entonces, Dios tiene que ponerle juicio, tiene que poner guardianes en los extremos, para que no se vaya a los extremos ni a la razn, sino tiene misericordia de nosotros. 21 de Junio de 1996 Exodo: los dos ltimos pasajes relativos a la porcin del Arca del Testimonio, o del Pacto. Capitulo 25 vs.21 y 22. En el v, 21 se repite el v.16; y para este ltimo dedicamos dos o tres ocasiones de manera que ya es lo mismo que dice el v. 21. Dice: "Y pondrs el propiciatorio encima del Arca y en el Arca pondrs el testimonio que yo te dar. Y de all me declarare a ti, y hablare contigo de sobre el propiciatorio, de entre los dos querubines que estn sobre el Arca del Testimonio, todo lo que yo te mandare para los hijos de Israel." EL PROPICIATORIO es como decir la tapa del Arca, si no hubiera el propiciatorio el Arca significara muerte, para nosotros seria condenacin, sera juicio. Porque fijmonos lo que est en el Arca: El Testimonio de Dios , El testimonio de la sa del Seor Pondris es Arca del Testimonio de Dios, de la santidad del Seor y con toda claridad Seor y, con toda claridad Dios le dijo a Moiss no me ver hombre y vivir. Ningn hombre puede estar delante de Dios, ningn hombre puede encontrarse con Dios en formo directa sino es a travs de la sangre de la propiciacin. Por esto el Seor coloca una tapa en el Arca.
Miremos que cuando los filisteos en forma atrevida, osada y descuidada se les ocurri mirar directamente lo que haba en el Arca es decir quitaron el propiciatorio de su lugar para ver que es lo que haba adentro lo nico que consiguieron fue acarrear para si mismo juicio, plagas, tumores, ratones porque ellos fueron livianos; ellos quitaron la tapa de su lugar, pero aqu dice; "Pondrs el Propiciatorio encima del Arca". Es decir lo que est en el Arca es algo sagrado y es algo a lo cual no se puede acercar el hombre descuidadamente. El Propiciatorio, quiere decir que hubo uno sacrificio y la sangre de ese sacrificio se coloc en el propiciatorio; y nadie se acerca basado en sus propios mritos, o basados en su propia Santidad; como habamos visto la vez pasada es el Propiciatorio, el que convierte el trono de juicio en trono de gracia. Solamente a travs de la sangre del Seor podemos acercarnos a Dios mismo, podemos tener paz con Dios en nuestras propias conciencias, paz con nosotros mismos; basados en la sangre del Cordero, y tambin podemos responder a las acusaciones del enemigo. Nadie puede responder al enemigo; nadie puede ser tan insensato de tratar de responder al enemigo con su propia fuerza, con su propia astucia, con su propia justicia; para responderle al diablo tenemos el sacrificio del Seor Jess. Lo primero que se menciona en Apocalipsis 12 es eso; los vencedores han vencido al dragn por medio de la sangre del Cordero. Eso es lo primero, la sangre, que es para acallar las acusaciones de Satans, para raer el acta de los decretos que haban contra nosotros, pero tambin nuestra conciencia, como dice la carta de Pedro "Para aspirar en el corazn a una buena conciencia por Jesucristo". Por medio de Jesucristo solamente podemos tener una buena conciencia; no hay ningn truco psicolgico que nos haga realmente estar delante del Seor y estar en paz delante de nosotros mismos. Cualquier truco va a resultar peligroso; aqu lo que hay que hacer con toda sinceridad, es reconocer nuestros males, nuestros pecados, miserias, incapacidad ,incapacidad, pero tambin la sangre del Cordero, del hijo de Dios , del Verbo de Dios divino y humano que muri por nosotros en la cruz y esa sangre est sobre el propiciatorio. El propiciatorio es una tapa, que convierte al trono de juicio en trono de gracia y misericordia; mas a Satans y a nuestra propia conciencia y al Seor, slo se le puede responder con la sangre del Cordero. Nunca con el merito de nuestras obras, ni ningn otro mrito. Nadie est delante del Seor de otra manera sino a travs de la sangre del Cordero. El Seor dice: "Pondrs sobre el arca el propiciatorio". La Sangre es la que tiene que cubrirlo todo. La siguiente frase ya la tratamos tambin que dice: "Y en el arca pondrs el testimonio que yo te dar". Dios da un testimonio al hombre, ese testimonio est en Su Hijo. "El que tiene al Hijo tiene al testimonio en s mismo. Ese es el testimonio, dice Juan: Que Dios nos ha dado vida eterna, y esa vida est en su Hijo, o sea lo que Dios es y lo que Dios nos ha concedido; ese es el testimonio de Dios, lo que l nos ha dado en Su Hijo Jesucristo, como Dios nos dio su vida eterna nos hace partcipes de su naturaleza a travs de su Hijo por el Espritu Santo, por los mritos de Su muerte en la cruz y de Su sangre. Pero ahora llegamos al v.22 que es el que termina este pasaje del Arca del Testimonio o del Pacto. Y dice: "Y DE ALL ME DECLARARE A TI". Es bien importante; Dios no quiere quedarse oculto para el hombre, Dios no quiere ser desconocido por el hombre, Dios quiere ser verdaderamente conocido. Todo esta preparacin anterior era para culminar en esto, para Dios hacerse conocido, para Dios declararse, porque es que el ms malentendido es Dios, y el trabajo de Satans es hacerlo malentender, pero lo que Dios desea es ser conocido "TODOS ME CONOCERN", dice Dios, DESDE EL MENOR HASTA EL MAYOR". El Seor quiere
declararse, pero aqu nos declara de qu manera el Seor se declara, dnde se declara l, y en qu contexto l se revela, l se da a conocer. Y dice: "de all"; es decir, desde el Lugar Santsimo, desde el Arca y sobre el Propiciatorio y bajo las alas de los querubines, ese es el All. Hay que entender ese All, Es muy importante entender espiritualmente ese All de Dios, "desde all me declarare a vosotros", porque hay muchas voces mentirosas que pretenden decir que son Dios as que Dios tiene que decir EL desde donde se declara y en que contexto, y dice: "De all me declarar a ti y hablar contigo de sobre el propiciatorio" Ese "all" es el Lugar Santsimo. Ya comprendemos lo que significa el Lugar Santsimo; la estructura del templo de Dios, la iglesia es el templo de Dios, cada uno de nosotros es tambin el templo de Dios nosotros tenemos un cuerpo que representa el Atrio del Templo de Dios. Tenemos un alma que representa el lugar Santo del templo de Dios y tenemos nuestro espritu humano que representa el Lugar Santsimo del templo de Dios. Cuando el Seor dice: " De all me declarare", l est diciendo que l no va hablar desde el atrio, no va hablar desde la fuente de bronce, no va hablar ni siquiera desde el candelero. l va hablar desde el Lugar Santsimo, que representa el espritu, la parte ms intima de nuestro ser. l va hablar all a travs de la voz de la conciencia, de la intuicin en comunin con Dios. Desde all debemos aprender la voz del Seor que nos habla desde el lugar santsimo en la parte ms profunda de nuestro ser. No por all en los aires, puesto que en los aires hay espritus y estos trabajan de afuera para adentro, pero el seor fluye de adentro para afuera, desde el lugar Santsimo. "DESDE ALLI ME DECLARARE A VOSOTROS" Pero luego da ms detalles y dice: De sobre el Propiciatorio, es decir `para yo poderme revelar a ti, tiene que haber un velo que se ha roto entre t y yo. Ese velo es la muerte de Cristo, y ese velo es nuestra muerte, juntamente con Cristo el Seor habla es como quin dice Detrs del velo, cuando el Seor Jess muri y derram su sangre el velo fue rasgado por Dios desde arriba abajo para que el hombre tenga acceso a reunirse con Dios; o sea que la comunin con Dios es en el Espritu y es a travs de la sangre y es a travs de morir al ego. Porque es en el lugar Santsimo. El ego, el yo esta representado por el lugar Santo por el alma, por el velo que hace separacin entre el espritu y el alma. El Seor dice": Niguese a s mismo y sgame. No dice sgame y niguese, no, no, para poder seguirle hay que negarse, para poder orle tenemos que negarnos a nosotros mismos. Por eso dice: "De sobre el propiciatorio, es decir hubo derramamiento de sangre, hubo identificacin con el sacrificio, estamos reconociendo nuestros pecados, nuestra inutilidad y nuestra esperanza solamente en lo que es Seor es; entonces podemos recibir de Dios Palabra. Dice en Daniel captulo 10: "El Angel le dice a Daniel: Mira Daniel; desde el da que dispusiste t corazn para entender y humillarte en la presencia de tu Dios, fueron odas tus palabras y a causa de tus palabras yo he venido" O sea que el Seor envi respuesta, envi su palabra y su revelacin a Daniel, pero dice: Desde el da que dispusiste t corazn a humillarte.
Ese humillarte es negarse a s mismo y a entender lo que Dios tiene que decir, mientras yo siga teniendo que decir lo mo; pues Dios se queda callado y deja que yo hable. Fijmonos que Dios espero 37 captulos que hablaran Job y sus amigos y el se quedo callado, fue cuando Dios habl que ellos se quedaron callados, que se conoci lo que Dios tena que decir, mientras tanto nosotros callamos. Entonces el Seor dice: "Me declarare all del lugar Santsimo". Segundo dice: Sobre el propiciatorio, es decir si ha habido identificacin con Cristo, si ha habido arrepentimiento, perdn de pecados, entonces el s puede declararse a nosotros, puede comunicarse a nosotros; si hemos estado dispuestos a negarnos a nosotros mismos, y vivir para el Seor pues El puede, pero todava aade algo el Seor y dice: De entre los dos querubines que estn sobre el Arca del Testimonio, me declarare a ti de entre los dos querubines, es decir el Seor no habla en los extremos. En un extremo del propiciatorio, haba un querubn y en el otro extremo haba otro querubn, pero miremos bien que el Seor no habla ni en un extremo ni en el otro. Hermanos: la Palabra del Seor que en muchas ocasiones nos presentan varios aspectos, pero a veces nosotros tenemos la tendencia de ver un solo aspecto y no el otro; o tenemos en cuenta el otro y no el uno. En la Historia de la Iglesia ha sucedido y a veces uno determinada escuela sobre enfatiza un aspecto y as Dios permite que se levante otra escuela que enfatice el otro aspecto que este descuido pero el Seor no est hablando solamente con una escuela ni con la otra sino en el equilibrio de las escuelas. El Seor no est de acuerdo con los extremos, El Seor nos quiere mantener en el camino medio, en tener en cuenta la integridad de los asuntos y tener en cuenta la disciplina y la santidad del Seor. En los extremos Dios tiene querubines y estos tienen la funcin de guardianes ellos son los que representan "La Santidad de Dios" y los que ejecutan de parte de Dios el juicio. Entonces por eso Dios fundi esos querubines con el propiciatorio y les orden a ellos estar mirando al propiciatorio. Mientras los querubines ven la sangre como l deca en Exodo 12 "Ver la sangre y pasare de vosotros". Pero si las cosas no estn en el espritu, no estn bajo la sangre, sino hay realmente un negarnos a nosotros mismos delante del Seor y si nos vamos a un extremo y a otro, podemos tener la certeza que nos estamos equivocando en alguna cosa, porque el Seor dice dnde el se declara. El se declara cuando ha habido arrepentimiento, cuando ha habido fe y confianza en el Seor Jess, cuando estamos bajo su sangre, cuando hemos negado nuestro ego, cuando estamos en el espritu y cuando no nos estamos yendo a los extremos. Entonces dice: "All me declarar a ti, de sobre el propiciatorio de entre los querubines(dice)todo lo que yo te mandare para los hijos de Israel" Interesante que Dios es un Dios que quiere rebelarse, y quiere hablar y quiere ser conocido y que nos dice donde es que el habla, en medio de que contexto est el Seor, Dios habla en el lugar Santsimo o sea en nuestro espritu, es
decir si hemos pasado del Santo al Santsimo, si hemos pasado a travs del velo y esto es saber negar nuestro ego, haber confesado nuestros pecados estar bajo su sangre y no estar en extremos. Tener en cuenta los distintos aspectos de lo que la Palabra del Seor dice; que no sea como Satans que le vino al Seor Jess con est escrito esto y le mostr algunos versos aislados; eso es un extremo. Jess dijo: Si pero es que tambin esta escrito esto y le mostr lo que deca en otras partes; necesitamos ese equilibrio, entre los querubines sobre el propiciatorio en el lugar Santsimo. "All me declarar a vosotros" Si cumplimos esos requisitos tenemos la certeza que el Seor se revelar a nosotros. El cumplir su promesa; el nuevo pacto es eso, pero en el nuevo pacto antes de decir cada uno me conocer desde el menor hasta el mayor; primero dice: "Porque ser propicio a sus injusticias y nunca ms me acordar de sus pecados y ninguno dir a su compaero conoce al Seor porque todos me conocern; pero ese verso tiene ese requisito del verso anterior; Ser Propicio a sus injusticias nunca ms me acordare de sus pecados y transgresiones. O sea la sangre de Cristo limpiara los pecados que son reconocidos, confesados, abandonados a travs de la sangre de Jesucristo y a travs de la identificacin con El en su muerte. Para que en el Espritu que entrare en resurreccin al Lugar Santsimo como sacerdotes vestidos y all entonces recibir del Seor su gracia. Los limpios de corazn vern a Dios. El que quiera hacer la voluntad de Dios conocer si la doctrina es de Dios. Pero Proverbios 18:1 dice: "Su deseo busca el que desva y se entremete en todo negocio" Se desva porque estableci su propio deseo, porque la persona ya tiene de antemano algo que quiere, algo que no ha rendido, algo que no ha pasado por la cruz, algo que no ha pasado por el altar y ese dolo es su amor. Eso lo dice: Su deseo busca el que se desvia; pero los limpios de corazn vern a Dios. En el saludo de Pablo en la carta a Tito dice: "El conocimiento que es segn la Piedad" "Ninguno de los impos entendern pero los entendidos comprendern. Su impiedad no le deja entender y como aqu termina mencionando Ezequiel capitulo 14; este verso es muy serio; cuando los ancianos vinieron dizque hacer pantomima de que consultaban a Dios pero ellos en su corazn no haban abandonado su propio establecimiento, ellos todava amaban lo que amaban, todava tenan dolos en su corazn pero hacan la pantomima de consultar a Dios pero ellos ya adentro saban lo que queran Ezequiel 14:1 Entonces Dios les dice a Ezequiel: "Hijo de hombre estos hombres han puesto sus dolos en su corazn, y han establecido el tropiezo de si maldad delante se su rostro. acaso he de ser consultados por ellos? O sea que Dios no tiene nada que decir al que ya dijo lo que tenia que decir, entonces para que le pregunta a Dios si ya estableci lo que quiere, as que Dios se va a quedar callado, Dios no va a dejarse consultar por aquellos que ya firmaron la sentencia de juicio. Pero si la persona realmente pasa por la cruz, realmente busca a Dios ; aunque no entienda todava a Dios pero si la entendiese, quisiera de todo corazn hacer lo que El dice, Dios no lo dejar sin revelacin. Jess dijo: "Conocer s la doctrina es de Dios o si yo hablo por mi propia cuenta" Que el Seor nos conceda mucha honestidad porque el Seor habla es bajo las alas de los querubines y sobre el Propiciatorio en el lugar Santsimo en lo intimo de nuestro ser.. Y en cambio nuestra deshonestidad, nuestros deseos, nuestras obstinaciones no nos dejan or la voz de Dios, solo nos omos a nosotros mismos, o a los demonios que saben
rascarnos donde nos gusta. Generalmente queremos que el Seor se declare a nosotros como dijo Jess. Y aqu termino debemos amarlo a El de Corazn . El dijo: "Si me amis, guardad mis mandamientos, y yo me manifestare a vosotros, pero el mundo no me ver ms. Porque el Seor no se dejar ver del mundo?, Porque no me aman. Ellos se aman a si mismos, aman sus cosas, ellos tienen los mismos deseos de su padre el diablo, el mundo no me vera ms pero vosotros me veris; Por qu te manifestaras a nosotros y no al mundo? Porque el mundo no va a entender. Dice; Porque no me aman no guardan mis mandamientos, y la palabra que yo os he hablado es vida, As que si queremos que el Seor hable, se manifieste debemos verdaderamente amarlo. Y amarlo es guardar su palabra, creer e identificarnos con El en la cruz, bajo su sangre y en la resurreccin y andar en el espritu. Entonces conoceremos, el pondr dentro del Arca un testimonio y conoceremos a Dios desde adentro. AMEN. Que es Seor nos conceda esa Gracia.