El Dominio de Si Mismo Emile Coue
El Dominio de Si Mismo Emile Coue
El Dominio de Si Mismo Emile Coue
SÍ MISMO
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INDICE
Introducción
LIBRO Nº 1
Capitulo 1: El Método
LIBRO Nº 2
LIBRO Nº 3
2
Introducción
S. F.
Febrero, ’08
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LIBRO Nº 1
Capitulo 1
El Método
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inconsciente. Ese estado de “inconsciente” es la razón por la cual, la
existencia de este ser, pasa, generalmente desapercibida.
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encontrará paradójica-, tal o cual órgano funcione bien o mal o, de
sentir tal o cual impresión que, determina nuestro quehacer diario.
Voluntad e imaginación
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imagina que es fácil ir hasta el otro extremo de la plancha, mientras
que, en el segundo, usted se imagina que usted no puede. Usted pudo
querer avanzar pero, si imagina que usted no puede, queda en la
imposibilidad absoluta de hacerlo. Si los obreros, carpinteros, son
capaces de realizar tal acción, es porque ellos imaginan que pueden. El
vértigo no tiene otra causa que, la imagen de caer que nos hacemos;
esta imagen se transforma inmediatamente en acto, a pesar de todos
nuestros esfuerzos de voluntad. Estas imágenes inconscientes son tanto
más rápidas que la intensidad de nuestros esfuerzos.
¿Quién no tuvo esa risa loca, ese reír que mientras más esfuerzos se
hace por evitarlo, más violento es? ¿Cuál era el pensamiento de cada
uno en tales diferentes circunstancias?
“quiero no caerme”,
“quiero encontrar el nombre de…, pero no puedo”,
“quiero evitar el obstáculo, pero no puedo”,
“quiero contener la risa, pero no puedo”.
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En el mismo orden de ideas, ¿acaso no sabemos que un jefe de tropa
que se precipita hacia delante, a la cabeza del grupo, entrena a su tropa
a estar siempre después de él, mientras que si grita: “Sálvese quien
pueda”, determina casi fatalmente el fracaso? ¿Por qué? En el primer
caso, la tropa se imaginan que ellos deben caminar hacia delante, a la
cabeza de sus tropas, mientras que; en el segundo, se imaginan que
ellos están vencidos y que es preciso huir para escapar de la muerte.
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cesamos de ser esos fantoches sino cuando hemos aprendido a
conducir la imaginación.
Sugestión y Autosugestión
Sugestión y autosugestión
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existir sino a condición sine qua non de transformarse en un sujeto en
autosugestión.
Empleo de la autosugestión
Y bien, este modo es muy simple: es aquel que, sin querer, sin
saberlo, de una forma absolutamente inconsciente de nuestra parte,
empleamos mal y, a causa, frecuentemente de nuestra mamá. Este
modo es la autosugestión inconsciente. Mientras que si habitualmente,
uno se auto-sugiere inconscientemente, basta cambiar y auto-sugerirse
conscientemente -y el procedimiento consiste en esto:
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Y, si lo inconsciente acepta esta sugestión, si él se auto-sugiere, se
verán realizar las cosas, que se desean, punto por punto.
Sé que, generalmente, uno pasa por loco a los ojos del mundo cuando
osa emitir ideas a las que la mayoría de los seres no están habituados a
entender.
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Y bien, a riesgo de pasar por loco, diré que, si muchas personas están
enfermas moral y físicamente, es porque ellas se imaginan estar
enfermas, sea moral, sea físicamente; si algunas personas están
paralíticas, sin que haya lesión alguna en ellas, es porque ellas se
imaginan estar paralizadas, y es en estas personas en quienes se
producen extraordinarias curaciones.
Enciérrese en una habitación, siéntese en una silla, cierre los ojos para
evitar toda distracción, y piense únicamente durante algunos instantes:
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Esta observación es capital, y ella explica el por qué los resultados
son tan poco satisfactorios cuando, en el tratamiento de las afecciones
morales, uno se esfuerza en hacer la reeducación de la voluntad. Es en
la educación de la imaginación que es preciso atarearse, y es gracias a
este matiz, que mi método ha tenido éxito, allí, donde otros, y no de los
menos, han fracasado.
Por lo que acaba de ser dicho, parecería que nadie debería nunca
estar enfermo. Esto es verdad. Toda enfermedad, casi sin excepción,
puede ceder ante la auto-sugestión, por atrevido e inverosímil que
pueda parecer mi afirmación; no digo cede siempre, pero digo, puede
ceder, que es diferente.
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cual jugamos inconscientemente toda nuestra vida así como un bebé
juega con un sonajero. Pero, es un instrumento peligroso, puede
herirnos, matar incluso, si usted lo usa de manera imprudente e,
inconscientemente. Lo salvará, por el contrario, cuando usted sabe
emplearlo de manera consciente.
Les voy a explicar ahora, cómo puede uno hacer para que “todo el
mundo” sienta la acción bienhechora de la auto-sugestión aplicada de
una forma consciente. Al decir, “todo el mundo”, exagero un poco
pues, hay dos clases de personas en quienes es difícil provocar
autosugestión consciente:
––Los retrazados que no son capaces de comprender lo que se les dice,
y
––las gentes que no consiguen aprender
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Diga al sujeto:
“Siéntese y cierre los ojos.”
Además,
“todas las noches, a partir del momento en que desee ir a dormirse
hasta el momento en que desee despertarse a la mañana siguiente,
dormirá con un sueño profundo, calmo, tranquilo, durante el cual no
tendrá pesadillas, sueño al salir del cual, usted portará completa
disposición de ánimo. Por otra parte, a partir de ahora, si le llega el
estar triste, derrumbado, fatigado, enojado, no será más así, y en lugar
de estar triste, derrumbado, fatigado enojado, usted estará, alegre, es
posible estar alegre, sin razón alguna, alegre incluso, así mismo como
le llegaba estar triste sin razón alguna: le diré más; incluso aún
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teniendo verdaderas razones, razones reales, para estar aburrido y
afligido, usted no lo estará. Si le llegan momentos de impaciencia,
cólera, usted no hará tales movimientos, no los tendrá más; por el
contrario, estará siempre paciente, siempre dueño de usted mismo y
las cosas que le enojan, se tornarán para usted, indiferentes y entrará
en calma, mucha calma. Si alguna vez es asaltado por el odio, seguido
de ideas malsanas, temores, terrores, fobias, tentaciones, amarguras;
yo deseo que todo eso frente a los ojos de su imaginación y poco a
poco, se aleje de usted, y que eso parezca fundirse, perderse como en
una nube lejana en la que todo debe terminar desapareciendo,
completamente; como al despertar, se evapora un sueño.
“En relación con esto; debo decir que, no es necesario saber qué
órgano está enfermo para curar con la influencia de la autosugestión.
Uno puede repetirse:”
“todos los días, bajo todos los puntos de vista, voy de mejor en
mejor”
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“Esta confianza es una cosa absolutamente indispensable en todo ser
humano. Sin confianza en sí, no se llega a nada, con confianza en sí, se
puede lograr todo (en el dominio de las cosas razonables, por
supuesto). Usted toma confianza, en usted y, entonces, la confianza le
da la certeza de que usted es capaz de hacer, no sólo bien, sino, muy
bien, todas las cosas que desee hacer, con la condición de que sean
razonables, todas esas cosas, tanto como es razonable, su deber de
hacerlas. Entonces, cuando usted decida hacer algo, razonable, cuando
tenga que hacer una cosa que es su deber hacerla, piense siempre que
esa cosa es fácil. Que las palabras: “difícil”, “imposible”, “yo no
puedo”, “es más fuerte que yo”, “no puedo impedirme tal o cual
cosas...”; desaparezcan de su vocabulario. Lo que sí está en su
vocabulario es: “es fácil, yo puedo”. Si usted considera la cosa, como
fácil, ella se le tornará fácil, mientras que a los otros les seguirá
pareciendo difícil, y estas cosas usted las hace rápido, usted las hace
bien, usted las hace sin fatiga porque las hace sin esfuerzo. Mientras
que si usted las hubiera considerado difícil, o imposible, estas se le
tornarán difíciles, simplemente porque usted la consideró así”.
“En suma, espero que desde todos los puntos de vista, tanto desde el
punto de vista físico como moral, usted goce de excelente salud, de una
salud mejor que aquella de la que usted ha gozado hasta ahora. Ahora
contaré hasta tres y cuando yo diga tres, usted abrirá los ojos y saldrá
del estado en que usted estaba, y saldrá tranquilamente, al salir no
tendrá la más mínima fatiga, ni fastidio. Por el contrario, se sentirá,
fuerte, vigoroso, alerta, dispuesto, pleno de vida, además, estará
alegre, muy alegre y dominando todos sus asuntos. UNO, DOS, TRES”
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A la palabra TRES, el sujeto abre los ojos y sonriendo, siempre con
una expresión, en su rostro, de contento y bienestar. Una vez este
pequeño discurso haya terminado, usted agregará lo que sigue:
Todas las mañanas al despertar y todas las tardes al dormir, cierre los
ojos y, sin buscar fijar su atención sobre lo que se le dice, pronuncie con
los labios, bastante alto para escuchar sus propias palabras y, contando
con un lazo provisto de 20 nudos, la siguiente frase:
“Todos los días, bajo todo punto de vista, voy mejor, mejor y mejor”
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Es entonces fácil darse cuenta del rol del sugestionador. No es un
amo quien ordena, es un amigo, un guía, quien conduce paso a paso al
enfermo, en su vía hacia la curación. Como todas estas sugestiones son
dadas en interés del enfermo, el inconsciente de este último no
demanda sino asimilarlas y transformarlas en autosugestión. Cuando
esto está hecho, la curación se obtiene más o menos rápidamente.
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Capitulo 2
Si hay entre ellos incrédulos, y los hay, les digo simplemente: “Venga
a mi casa, vea y será convencido por los hechos”. Como acabo de
decirlo; no es necesario creer para proceder a emplear la sugestión, y
determinar la autosugestión. Las gentes pueden sugestionarse, no sólo
con procedimientos, de hecho, cuando se les acaba de decir que su
enfermedad es incurable y que va a morir, ya se ha provocado una
sugestión en su mente con consecuencias desastrosas; si se le dice, por
el contrario; que la enfermedad si bien es grave, con cuidados, tiempo
y paciencia, la curación se logrará; más frecuentemente se podrán
obtener, resultados sorprendentes.
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Otro ejemplo: cuando un médico, luego de examinar su enfermo,
hace una receta y se la entrega sin comentario alguno, los
medicamentos prescriptos tendrán poco chance de éxito, mientras que
si el médico explica a su paciente que tal o tal medicamento deberá ser
tomado en tal o tal condición para que produzca tal o tal efecto, casi
infaliblemente los resultados anunciados serán obtenidos.
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detener las hemorragias, vencer la constipación, hacer desaparecer los
fibromas, curar las parálisis, curar las lesiones tuberculosas, curar las
heridas varicosas, etc.
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Empleo de la sugestión para la curación de las afecciones morales y
defectos
Citaré los dos casos siguientes, que son característicos. Pero aquí
debo abrir un paréntesis. Para hacerles comprender bien la forma en
que la sugestión actúa en el tratamiento de las taras morales, emplearé
la siguiente comparación: Supongamos que nuestro cerebro es una
plancha en la que se aprietan puntos que representan nuestras ideas,
hábitos, instintos, los que determinan nuestras acciones. Si constatamos
que existe en cada individuo una idea absurda, un hábito nocivo, un
instinto inadecuado en suma, un punto enfermo, tomamos una idea
organizada, un hábito sano, el instinto adecuado, y le damos un golpe,
es decir, una sugestión; este punto se oprimirá por un milímetro,
digamos, mientras que el antiguo cesara. A cada nuevo golpe
sugestivo, se oprimirá otro milímetro más y el antiguo cesará otro
milímetro más, de suerte que al cabo de cierto número de golpes
sugestivos, el antiguo punto será remplazado por el nuevo. Esta
sustitución opera, el individuo la obedece.
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Vuelvo con mis ejemplos: El joven M. con 11 años de edad, habitaba
en Troyes, era objeto, día y noche de ciertos pequeños accidentes
inherentes a la primera infancia; además era cleptómano y mentía por
naturaleza, también. A la demanda de su mamá, le hice sugestión.
Desde la primera sesión, los accidentes cesaron durante el día, pero
continuaron durante la noche. Poco a poco, éstos se tornan menos
frecuentes, y finalmente, algunos meses después, el pequeño estuvo
completamente curado. Al mismo tiempo, la pasión de robar se
atenuaba y, al final de sexto mes, ya no robó más. El hermano de este
niño, con 18 años de edad, había concebido contra otro de sus
hermanos un violento odio. Cada vez que bebía un poco más de la
cuenta, experimentaba ganas de herir con un cuchillo a su hermano.
Sentía que eso se produciría un día y sentía a la vez que luego de
realizar su crimen, él se desangraría sobre el cuerpo de su víctima. Le
hice igualmente la sugestión. El resultado fue maravilloso. Desde la
primera sesión fue curado. Su odio por su hermano desapareció, y
luego fueron muy buenos amigos, buscaban colaborarse el uno al otro.
Le hice seguimiento durante algún tiempo, la curación persistió
siempre.
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ofrece algún peligro (lo que en realidad no es posible) pediría a quien
me hiciera esta objeción, me dijese, que cosa empleamos que no
entrañe peligro. ¿El vapor? ¿La electricidad? ¿Los automóviles? ¿Los
aeroplanos? ¿No son venenos, acaso, lo que médicos y farmaceutas,
empleamos cada día, en mínimas dosis y que pueden hacer pedazos al
enfermo si, en un momento de descuido, nos equivocamos al pesar los
gramos de tal o cual sustancia al hacer la droga?
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M. A. G. habitante de Troyes, sufre mucho tiempo de enteritis.
Distintos tratamientos no pudieron curarle. Anímicamente muy mal.
M. G. triste, sombría, insociable, presentaba ideas suicidas.
Explicaciones preliminares: Desde el primer día de sugestión se
produjo un apreciable resultado. Durante tres meses, sugestiones
diarias, en principio, luego más espaciadas. Al cabo de este tiempo, la
curación es completa. La enteritis desapareció por completo, el estado
de ánimo se tornó excelente. Como esta curación data de hace doce
años, sin asomo de recaídas, se la puede considerar completa... es un
ejemplo sorprendente, de los efectos que puede producir la auto-
sugestión tanto como la sugestión.
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agradecerme. Me hace saber que, está encinta y que se porta de
maravilla.
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M. E. de Troyes. Atacado de gota; la articulación del pie derecho esta
inflamada y es dolorosa, el caminar es imposible. Desde la primera
sugestión, puede alcanzar sin ayuda de su bastón el carro que le
llevará. No sufre más. Al día siguiente, retorna, como le había dicho el
día anterior. Su mujer viene sola y me dice que su marido se levantó,
esa mañana, calzó sus zapatos y se fue a visitar sus tallas en bicicleta
(era escultor y pintor este señor) Inútil es contarles mi estupefacción.
No pesquisé más sobre este enfermo que no tuvo que volver a mi casa.
Supe luego de largo tiempo que no había recaído, pero ignoro qué más
ocurrió.
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consideraba como el más infeliz de los hombres se encuentra ahora
más feliz. No solamente no ha habido recaída sino que será imposible
que vuelva a recaer pues M. Y. está convencido que él ha salido
definitivamente de ese estado y su deseo es impedirse cualquier
sufrimiento semejante.
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fatigarse. A la mañana siguiente los pies y las articulaciones están
desinflamadas y sin dolor. El eczema desaparece rápidamente.
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esto esperar que el pequeño se haya dormido. Uno de ellos entra con
precaución en su habitación, se detiene a un metro de su lecho y le
repite quince o veinte veces murmurando, todas las cosas que desea
que él obtenga, tanto desde el punto de vista de la salud, como el
sueño, el trabajo, la aplicación, la manera de manejarse, etc., luego se
retira, teniendo cuidado de no despertar al pequeño.
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incluso correr y librarse a la caza de mariposas. Vuelve en el mes de
octubre; apenas puedo reconocerlo. El pequeño hombre, flaco y
encorvado que me había dejado en mayo, era ahora un muchacho
grande, derecho, con rostro rozagante de salud. Aumentó 12
centímetros de altura y 9 kilos de peso. Desde entonces, ha vivido
normalmente, sube, baja escaleras corriendo, hace bicicleta, juega al
fútbol con sus camaradas.
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Hacia veinticuatro años, el Sr. B. sufría de una sinusitis frontal par la
que había recibido once operaciones A pesar de las cuales la sinusitis
persistía, acompañada de dolores intolerables. El estado físico del
enfermo era lamentable: dolores violentos y casi continuos,
inapetencia, debilidad extrema, imposibilidad para caminar, así como
para leer, dormir, etc. El ánimo no valía mucho más que el estado físico
y a pesar de los tratamientos en Bernheim, en Nancy; en Déjerine, en
Paris; en Dubois, en Berne; en Strasbourg. Este estado, no solamente
persiste, sino que empeora cada día. El enfermo viene en septiembre,
por consejo de uno de mis clientes. A partir de tal momento, el
progreso fue rápido. Actualmente, 10 años más tarde, este señor se
comporta, perfectamente bien. Es una verdadera resurrección.
Sr. N. 18 años, calle Sellier, mal de Pott. Viene con el torso enyesado
desde hacia seis meses. Sigue regularmente las sesiones, dos veces por
semana y se hace, mañana y tarde, la auto–sugestión habitual. La
mejoría es muy rápida y el enfermo puede quitarse el corsé al cabo de
poco tiempo. Lo vuelvo a ver más tarde. Estaba completamente curado
y cumplía las funciones de mensajero de correos, luego fue enfermero
en una ambulancia de Nancy donde estuvo hasta que fue jubilado.
Maurice T. ocho años y medio, de Nancy, tiene los pies chapines. Una
primera cirugía lo cura, pero al poco tiempo el pie derecho se enferma.
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Dos nuevas operaciones no dan resultado alguno. Se me trae al niño en
febrero, la primera vez; camina bastante bien, gracias a dos aparatos
que le dirigen los pies. La primera sesión directa e inmediatamente lo
mejora y luego de la segunda, el pequeño camina con zapatos
comunes. La mejoría es grande. Tres años más tarde, el niño viene. Su
pie derecho no es muy fuerte a causa de una caída que se a dado.
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guisante y no tiene más de dos a tres milímetros de profundidad,
supura, no obstante, aún, aunque ligeramente. En 1920 la curación es
completa.
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Señorita G. L. 15 años, calle del Montet. Tartamudeaba desde su
infancia. Viene en julio 20 y ve cesar instantáneamente su tartamudeo.
Un mes más tarde la veo de nuevo; su curación persiste.
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Ella se va sin bastón. Luego sin apoyo. Luego ya no se sirve más de su
apoyo, aunque a veces de su bastón. El dolor de rodilla se produce
algunas veces, pero es muy ligero
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Capitulo 3
El niño así procreado será entonces apto para aceptar fácilmente las
sugestiones que le fueron hechas y transformarlas en la auto-sugestión
que determinará más tarde la conducta que presentará en su vida. Pues
es preciso saber que todas las palabras, todos nuestros actos no son
sino el resultado de autosugestiones causadas la mayor parte del
tiempo por la sugestión del ejemplo y de la palabra.
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¿Qué deben hacer entonces los padres y las madres para evitar
provocar en sus hijos autosugestiones nocivas y para hacer nacer en
ellos las adecuadas? Estar con ellos siempre, de buen humor, hablarles
en tono dulce, pero no obstante claro y serio. Se les lleva así a obedecer
sin que tengan ni siquiera tentación de resistirse.
Bajo ningún pretexto, jamás decirle a un niño: " Tu no eres más que
un perezoso, útil para nada, etc. " Porque esto crearía en ellos
dificultades que luego se le reprocharán. Si un niño es perezoso y hace
mal sus tareas, deberá decírsele un día, aunque no sea verdad, “Ah,
hoy has hecho tu tarea mejor que de costumbre, está bien mi pequeño”.
El niño, halagado por tal elogio, al que no está acostumbrado,
trabajará, ciertamente, mucho mejor, la siguiente vez, y poco a poco,
gracias al ánimo dado con discernimiento, llegará realmente a trabajar
tan bien como él desee.
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No crear dificultades en los niños, enseñándoles a temer esto o
aquello: el frío, el calor, la lluvia, el viento, etc., el hombre está hecho
para soportar sin efectos todo eso. Sin por ello sufrir o quejarse. No
angustiar al niño hablándole del coco, los hombres lobos, pues el
miedo contraído en la infancia tiene el riego de persistir más tarde.
Entonces, aquellos que no crían ellos mismos a sus hijos, deben elegir
personas en las cuales confíen, para tal tarea. No basta con que éstas
amen a los niños, es preciso que tengan, además cualidades que
brinden deseos adecuados en los niños y refuercen los que estos
construyan por sí mismos.
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Desarrollar en los chicos la confianza en ellos mismos, enseñándoles
que antes de hacer algo, debe someter ese hacer al control de la razón,
evitando actuar de forma impulsiva, y que, luego de haber razonado,
se debe tomar una decisión sobre la cual, no se volverá atrás, a menos
que se tenga la prueba de que se ha equivocado.
Enseñarles sobretodo que cada uno debe partir hacia la vida con la
idea, bien precisa, de a dónde quiere llegar, y que, bajo la influencia de
esta idea, llegará, no que deba esperar tranquilamente los
acontecimientos, no sino que porque se ha formulado tal idea, él sabrá
que hacer para lograrla; y sabrá elegir las ocasiones o incluso la única
ocasión que pasará junto a él. Mientras que aquel que duda de sí
mismo, es el constante metepatas, a quien nada le resulta. Este sí
podrá, nadar en un océano de ideas descabelladas, y no encontrará el
modo de lograr ni una de ellas, pues elegirá siempre las ocasiones que
le harán fracasar, mientras que aquel que en sí mismo tiene la idea del
éxito, hará nacer, a veces de forma inconsciente, los eventos que lo
llevarán al éxito.
Pero ante todo, los padres y maestros deben ser ejemplo. Los niños
son extremadamente sugestivos. Todo lo que ven hacer, lo hacen:
entonces los padres están obligados a dar buen ejemplo a sus hijos.
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veintena de veces, no pasar a otras hasta observar los resultados
adquiridos, normalmente, con las primeras.
Ejemplos de sugestiones
En fin, sería deseable que cada mañana, los maestros dirigieran a sus
estudiantes sugestión, de la forma siguiente. Luego de hacerles cerrar
los ojos, les dirán: “Mis amigos, espero que ustedes sean niños
respetuosos, amables, con la gente que les rodea, y obedientes a las
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instrucciones que de sus padres y maestros, los protegen, y cuando
éstos les den una orden ustedes estén atentos a las instrucciones y las
tengan en cuenta al ejecutarlas. A veces ustedes se enojan cuanto se les
da alguna orden, pero ahora, ustedes entenderán, comprenderán que
estas órdenes son para su protección y beneficio. Por lo que al
recibirlas, reconocerán de tal persona su deseo de servirles más que de
molestarlos. De mayores, les gustará trabajar, sea cual sea el oficio;
ahora que están estudiando, les gustará entonces estudiar, y las cosas
que deben estudiar, incluso si ellas han sido aburridas en otras
ocasiones. Entonces, cuando estén en la clase y el profesor les de
lecciones, tendrán puesta su atención sólo en lo que el les diga, sin
ocuparse de lo que sus compañeros hagan o digan y sobretodo sin
ustedes mismos decir o hacer otra cosas que no sea estudiar. En estas
condiciones, como ustedes son inteligentes, pues ustedes son
inteligentes, mis amigos, comprenderán fácilmente y memorizarán las
cosas que han aprendido. Estas cosas se almacenan en un lugar de su
memoria donde estarán a su disposición y de donde las traerán cuando
de ellas tengan necesidad. Igualmente, cuando trabajen solos, sea en la
escuela o en la casa, cuando hagan sus tareas o lo que deban estudiar
tendrán puesta su atención únicamente, exclusivamente en el trabajo
que hacen, y obtendrán siempre, así, buenos resultados.”
Tales son los consejos que, si son bien seguidos, darán a los niños
mejores provisiones en cuanto a cualidades físicas, y morales.
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LIBRO Nº 2
Capitulo 1
Lo que yo digo
Es por lo que aparece en este opúsculo todo lo que dije en los cursos
y conferencias dando las razones que me llevaron a aconsejar practicar
la autosugestión de la forma que lo he indicado. Además, las
consideraciones que doy, sobre lo inconsciente, para generar
determinaciones, permiten comprender fácilmente por qué mecanismo
se llega a estos fines.
Los hombres en todos los tiempos han sido tomados por el misterio y
lo sobrenatural. Desde que ven un hecho al que no están habituados, y
que no comprenden inmediatamente lo atribuyen a una causa
sobrenatural, hasta el día en que descubren la ley que lo determina.
Desde edades remotas hay curaciones o seudo-curaciones por gestos e
imposición de manos, palabras, ceremonias más o menos
impresionantes, que determinaban instantáneamente curaciones,
llevando a los asistentes a sorprenderse o entusiasmarse o temer,
incluso, pues para algunos tales hechos se deben a intervención de
espíritus malignos.
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proyección de sus fluidos; en nuestros días tales resultados son
obtenidos por la Ciencia Cristiana, por el Pensamiento de la nueva era,
por procedimientos llamados magnéticos, por el hipnotismo, etc1.
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En cuanto a los resultados que se obtienen, me lavo absolutamente
las manos; les dejo el beneficio del éxito tanto como la responsabilidad
del acontecimiento, pues uno y otro depende sólo de ustedes. Me
parezco más a un profesor que enseña a sus alumnos algunas materias,
necesarias para pasar el examen de bachiller, pero no puedo pasar los
exámenes por ellos.
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Admitamos por un instante que tuviese un poder cualquiera; y que
ese poder pudiera medirse en el dinamómetro, por así decir, y que se
representara por 100, yo tendría sobre cada uno de ustedes un poder
100. ¿Es esto real? De ningún modo. Ejercería sobre uno una influencia
CERO, sobre otro una influencia 10, sobre otros una influencia 100, 200,
1 000, hasta un millón y mas, siguiendo la idea de que cada persona se
hiciera a esta influencia. Como lo ven, no existe en realidad; tal
influencia es solo un producto de la imaginación de cada uno.
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aprendió de su maestro de francés que él hacía ya prosa cuando
comenzó a balbucear: “papá, mamá”, y que lo hacía aún cuando decía:
“Bella marquesa sus bellos ojos me hacen morir de amor”. Es lo mismo
sin duda cuando les digo que ustedes practican la autosugestión desde
el día en que nacieron y que la practicarán justo hasta en el momento
en que den su último suspiro .Para mostrarles que no exagero, voy a
dar un ejemplo al que algunos de ustedes ciertamente, han
contribuido.
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la jornada está también determinado por las autosugestiones que son
inconscientes -hasta el día en que aprendemos a hacerlas conscientes.
Antes de dar algunos consejos con los que terminaré, les voy a
exponer los principios sobre los cuales, baso mi método: pues,
contrariamente a lo que dicen algunas personas que no lo comprenden,
o que no quieren comprenderlo, este método no es ni empírico, ni
infantil: es, al contrario, científico porque reposa en bases científicas
incluso observaciones realizadas en laboratorios.
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El primer principio puede enunciarse como sigue: toda idea que
tenemos en la mente, buena o no, tiene, no solamente, como lo decía
Bernheim, tendencia a realizarse, sino incluso se torna realidad para
nosotros en el dominio de la posibilidad, Dicho de otra forma, si la idea
es realizable, ella se realiza: si la idea, no es realizable, no se realizará,
pues no podemos realizar lo irrealizable. Pero, de otro lado, no
debemos permitirnos tener ideas como ésta. Pues, ¿qué es lo
irrealizable?
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La idea de una crisis de asma determina la crisis de asma. Por
ejemplo: Una asmática, se despierta una mañana, todo está alegre y
animado; pasa una excelente noche, sin necesitar tomar los remedios
de costumbre. Como la pieza no es muy clara, se dirige hacia la
ventana y tira la cortina. A través del vidrio, percibe una amplia bruma
como la de Londres. Inmediatamente su figura cambia, cambia la
expresión, la respiración le falta, y una crisis de asma, se manifiesta,
terrible. ¿Es la bruma, la que determina tal crisis? No. La bruma existía
ya muchas horas antes, sin haber producido efecto alguno. Es
solamente cuando el enfermo, la vio, que su crisis se desencadenó.
Pues es preciso saber que todo asmático que se respete debe tener su
crisis en tiempos de bruma.
2
Aparentemente lo subconsciente respondería a lo que se afirma, mas allá de que se le anteceda un “no”. Por
ejemplo: “espero no caerme”, seria equivalente para lo subconsciente que “espero caerme”. Lo correcto seria
afirmar “camino con seguridad”. (N de E)
51
muerte del enfermo, a menos que un acontecimiento cualquiera venga
a cambiar el curso de las cosas.
La idea de migraña para el día en que tiene invitados a cenar (es para
las damas que en esta ocasión hablo), o para cuando está usted
invitada a cenar, determina que el día señalado, de migraña, ni antes ni
después.
Diría incluso, que basta con pensar: “Soy sordo, soy ciego, soy
paralítico”, para ser sordo, ciego, y paralítico. No quiero decir,
naturalmente, que todos los sordos, ciegos, paralíticos, lo son porque
pensaron que lo sería, pero hay un cierto número de estos que lo son
porque lo creyeron ser. Y es a este tipo de personas en las que se
producen los seudo-milagros que tantas veces se han producido en mi
casa. Si llego a persuadir a este tipo de sordos que ellos van a oír, a este
tipo de ciegos que ellos van a ver, a este tipo de paralíticos que ellos
van a caminar, se constata que el sordo oye, que los ciegos ven y que
los paralíticos caminan.
Ejemplos como éstos, no son tan raros como podría uno pensar,
sobretodo en materia de sordera. Mi experiencia diaria me muestra que
más de la mitad de las personas que no escuchan no son sordas. He
aquí entre centenas de casos, algunos:
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Un día, una inglesa viene a verme por su sordera. Ella tenía un
aparato en cada oreja y, a pesar de los aparatos (o quizá a causa de los
mismos), ella escuchaba muy mal. A la mañana siguiente, vino sin los
aparatos, y escuchó muy bien. Es evidente que este caso era
absolutamente psíquico. Si hubiera habido lesión, en los oídos, hubiera
sido materialmente imposible que hubiera llegado a oír, un día.
Otra vez una corajuda mujer del campo, viene a verme por un
enfisema. A la cuarta sesión, llegando, dice: “Señor Coué, se ha
producido una cosa graciosa en mi. Hacía 16 años que no oía nada, en
absoluto, por el oído izquierdo, y ayer en la tarde, me di cuenta que yo
oía tan bien como por el oído derecho.” Y así, su mejoría permaneció.
53
extrordinary, etc.” Aquí hubo una sordera psíquica, consecuencia
probable, de una sordera real. Verdaderamente la herida recibida en la
cabeza había determinado las lesiones, causando una sordera real,
poco a poco estas lesiones, se curaron, la sordera había desaparecido
progresivamente, pero el joven hombre continuaba creyéndose sordo,
y lo estaba en efecto, su sordera real había desaparecido, pero se había
sustituido por una sordera psíquica que duró hasta el momento en que
yo lo encontré.
54
de la primera sesión, no solamente para conducirse, sino incluso para
leer el diario. Este seudo milagro se explica fácilmente, como el
precedente. Ocho años atrás, esta jovencita, había tenido un mal en los
ojos, fue a un médico especialista. Este le pronuncia sin duda, algunas
palabras imprudentes que le hicieron pensar que ella sería ciega. El
resultado de esta autosugestión no tarda en manifestarse. Poco a poco
la vista de la señorita se debilita, a tal punto que, como lo dije, podía
apenas conducirse por la calle. Una sugestión parecida a la que hice en
el caso anterior, causa inmediatamente la curación.
55
que nosotros.” La dama en cuestión entra a mi casa, sostenida a la
izquierda por su marido y a la derecha por un bastón. Sobra decir que
caminaba con extrema dificultad. Al cabo de quince días, Sra. X. podía
atravesar mi jardín sin su bastón. Su caminar era aún un poco lento.
Luego de dos años, se mantuvo este estado.
56
necesidad de bastón; algún tiempo más tarde, caminaba por la acera y
alegremente hacía caminatas de diez kilómetros.
57
Estimo también que los medicamentos compuestos por el mismo
médico tienen mayor acción sobre el enfermo que los medicamentos
especializados, que frecuentemente no tienen valor real alguno, y en
los que el enfermo no tiene la misma confianza que en los formulados
por su doctor, además, la manera de emplearlos le es explicada verbal
y minuciosamente por su médico, su acción será entonces mayor.
Capitulo 2
58
El segundo principio sobre el cual reposa mi teoría es el siguiente:
Les ruego presten a éste, toda su atención, pues es el que diferencia mi
método de los otros métodos y el que permite obtener frecuentemente,
rápidos e inesperados resultados, allí donde los otros han fracasado
durante muchos años.
San Pablo, decía así: "El bien que quiero hacer, no lo hago, el mal que
no quiero hacer, lo hago”; es decir: “Quiero hacer el bien, pero hago el
mal; mientras más quiero hacer el bien, más hago el mal”.
Para probarles que tengo razón, les citaré algunos ejemplos de cosas
muy simples, tomados de la vida corriente, y que vemos a diario sin
que lo notemos. Recuerden a Newton: Estaba acostado un día bajo un
manzano, en época de maduración. Él pensaba, dormido o en reposo,
poco importa. El hecho es que, de pronto, una manzana le cae en el
rostro. Él reflexiona en tal fenómeno, y de sus reflexiones nace el
59
descubrimiento de las leyes de la gravitación universal. Convendrán
conmigo, seguramente, que la manzana que cayó sobre el rostro de
Newton no era la primera en caer de un manzano desde que hay
manzanas sobre la tierra; han caído, efectivamente, muchísimas, miles,
millones, millones de millones y nadie hasta ese momento, había
advertido tal fenómeno, es decir nadie había sabido antes, extraer las
conclusiones que tal caída inaplicaban.
60
inmediatamente esta vacilación hace nacer en usted, la idea: “Olvidé”.
Como toda idea que tenemos en la mente se torna realidad para
nosotros, en el dominio de la posibilidad, la idea: “olvidé” deviene una
realidad, y el tiempo que gaste por encontrar el nombre es vano.
61
ser consciente y voluntario que conocemos y creemos ser quien nos
dirige; pensamos en efecto que estamos dirigidos por nuestra voluntad
y por nuestra conciencia. Pero, tras este primer individuo, hay otro: el
inconsciente o subconsciente, al que no prestamos atención, por la
buena razón de que no lo conocemos, y es lamentable, pues, es él quien
conduce, tanto en lo físico como en lo moral, verdaderamente.
Como es preciso probar lo que uno dice, les daré una prueba
inmediata. Todos tenemos en nuestro cuerpo, cierto número de
órganos, tales cómo: estómago, hígado, riñones, corazón, etc. ¿Quién
de entre nosotros es capaz de hacer funcionar alguno de estos órganos
por su voluntad? Estos órganos funcionan continuamente, día y noche,
incluso cuando nuestro consciente duerme (pues el conciente duerme
al mismo tiempo que el cuerpo) Si ellos funcionan, necesariamente lo
hacen bajo la influencia de una fuerza. La fuerza que llamamos
Inconsciente o Subconsciente. Así pues, como el inconsciente preside el
funcionamiento de nuestro ser físico, igual preside el funcionamiento
del ser moral.
62
nosotros. Mi rol consiste simplemente entonces, en mostrarles cómo
uno puede poner frenos al caballo que no los tiene ya, y cómo, gracias
a ello, podemos conducirnos a donde deseemos.
63
presionadas la una contra la otra, de la mano engarrotada, etc., en las
cuales les ruego a las personas pensar “No puedo abrir mis manos, no
puedo, quiero descruzar las piernas pero no puedo, quiero separar las
manos pero no puedo”, etc., experiencias que siempre, siempre, tienen
éxito.
YO PUEDO
Y puesto que estoy tratando de aconsejarlos, quiero dar otro que les
permitirá muchas cosas sin fatiga y sin estrés.
64
Veamos: Cuándo tenga algo que hacer, formúlese esta pregunta ¿Es
posible, o no? Si la respuesta es “no”, no ensaye hacerla, se esforzará en
vano. Si la respuesta es “si”, dígase enseguida, “es fácil”. ¿Qué sucede
enseguida? Si usted considera esta cosa como fácil, ella se torna fácil,
en realidad, y, hacerla gastará la cantidad de fuerza requerida. Si se
requiere una fuerza de diez centavos, usted no gastará once.
A propósito de esto, les voy a citar una comparación que hago “allí
hay una fuente destinada a llenar y allá, abajo, otra fuente de un
diámetro un poco superior que la de la primera. Si uno abre las dos
fuentes el reservorio llega poco a poco a vaciarse completamente. Pero
si se tiene cuidado de mantener cerrada la fuente inferior, poco a poco
se llena el reservorio superior, y, cuando éste esté lleno, desbordara
exactamente la cantidad que entraría por la fuente inferior.
65
final ha hecho un considerable trabajo pero sin fatiga. Yo pongo en
práctica este principio y gracias a él, a pesar de mis sesenta y ocho
años, puedo hacer sin fatiga, por ejemplo entre marzo y abril de 1925
una gira de treinta y cinco días en Suiza, gira, en el curso de la cual,
visité treinta y dos ciudades y di una centena de sesiones y
conferencias de casi dos horas cada una.
Una cosa es importante, cuando uno ha hecho uno, uno puede hacer
cien. Sólo cuesta la primera, tanto si es buena como si no funciona. Una
vez que están cultivados, estoy seguro que el grano germina en ellos y
tiro esta semilla dirigiéndoles las palabras siguientes, de las que todos
pueden beneficiarse: Les ruego que cierren los ojos, que escuchen lo
que les digo, y que luego, sólo cuando yo se los pida, los vuelvan a
abrir: “Cierre los ojos y dígase que las palabras que voy a pronunciar
van a fijarse en su mente, van a grabarse, a incrustarse, que ellas van a
quedar fijadas, siempre fijadas, gravadas incrustadas y sin que usted
sepa como o sin que quieran incluso, fijadas de una forma totalmente
inconsciente de su parte, su organismo y usted mismo les obedecerá.
Como todas estas palabras son dichas únicamente en su interés, debe
aceptarlas, hacerlas suyas, transformarlas en autosugestiones que les
permitirán lograr la alegría, el gozo, tanto desde el punto de vista físico
como desde el punto de vista moral. El gozo de una no sólo buena sino
excelente salud, mejor de la que hubiera podido gozar usted hasta el
presente. Les digo ya que a partir de este momento, todas las funciones
físicas se cumplirán de mejor en mejor en ustedes y muy
particularmente las funciones del tubo digestivo que son las más
importantes. Tres veces por día, regularmente a la mañana a la tarde y
66
a la noche, en el momento de las comidas usted tendrá hambre. No
digo que tendrá voracidad, esa hambre malsana y dolorosa que hace
que se sienta obligado a precipitarse sobre el alimento como un perro o
un galo lo hacen sobre la carne. No. Este hambre que usted
experimentará es esa sensación agradable que hace pensar y decir: AH
Comeré con placer” En estas condiciones, comerá usted con placer
incluso con gran placer, sin comer demasiado. Tendrá cuidado
sobretodo de masticar bien los alimentos. Insisto particularmente en
este punto, porque casi nadie sabe comen. De manera general, uno se
lleva la comida a la boca, le da dos o tres golpes y la traga y uno cree
haber comido. Comer no es esto, en absoluto. Comer, es introducir la
comida en la boca y masticarla largamente, lentamente, de manera que
se haga una papilla blanda, como un óvalo. En estas condiciones, la
digestión se efectuará de mejor en mejor, usted experimentará menos
pesadez y disminuirá el malestar del estomago y el intestino, o
cualquier dolor que usted haya podido sentir alguna vez. Si usted
padece de dilatación estomacal, constatará que ésta desaparece
progresivamente. Poco a poco su estómago va a tomar la fuerza y
elasticidad que perdió y a medida que retome su fuerza y elasticidad
se aproximará a su volumen primitivo, ejecutará cada vez mejor y más
fácilmente los movimientos requeridos para hacer pasar el bolo
alimenticio al intestino, de donde la digestión estomacal serán mejor y
mejor. Igual, si usted sufre enteritis, constatará que ésta disminuye: la
inflamación intestinal va a desaparecer progresivamente y punzadas y
las membranas que usted siente, serán cada vez menos abundantes,
hasta que un día habrán desaparecido por completo y la curación será
total. Naturalmente, la digestión será bien hecha, la asimilación de los
alimentos, se hará igualmente bien. Su organismo preferirá alimentos
que usted le de y se servirá de ellos para hacer sangre, músculo, fuerza,
energía, en una palabra; la vida, y, en consecuencia, usted cada día se
tornará, más y más fuerte, cada vez más fuerte y vigoroso. La
sensación de fatiga y debilidad que ha experimentado va a desaparecer
poco a poco dando lugar a una sensación de fuerza y de vigor que,
cada día, será mayor. Si tiene anemia, constatará la disminución, cada
día. Su sangre se torna rica, cada vez más roja, más abundante y
generosa, su sangre toma cada vez más las cualidades de una persona
sana. Así su anemia irá desapareciendo, día a día, llevándose con ella,
67
la corte de malestares a los que usted se estaba habituando. En estas
condiciones, la función de excreción se cumplirá cada vez más, mejor y
mejor: insisto incluso particularmente en el cumplimiento de esta
función que es la condición sine qua non de la buena salud. Entonces,
todas las mañanas, al levantarse o exactamente 20 minutos después de
su desayuno, obtendrá el resultado esperado, sin tener necesidad de
tomar medicamentos, sean cuales sean éstos, o de recurrir a artificio
alguno. Digo algo más, (esto para las damas) que la función mensual
deberá reproducirse uniformemente cada 28 días. Durara 4 días, no
más, no siendo ni abundante, ni débil, ni antes ni después, usted no
debe sufrir ni en los riñones, ni en el bajo vientre, ni de la cabeza, ni de
ninguna función, natural en suma, que deba efectuarse normalmente.
Es decir, usted no teme por qué sufrir en forma alguna. Agrego que, en
la noche, mañana o tarde, cuando desee dormir, usted se dormirá y,
que en la noche, dormirá profunda y reparadoramente, hasta la
mañana siguiente, a la hora que usted fije para despertar, su sueño será
profundo, calmado, tranquilo, al salir del mismo, se sentirá, totalmente
lleno de alegría y disposición para la vida. Si hay en usted alguna clase
de neurosis, usted constatará que ésta desaparece, poco a poco y que,
en la medida en que esta desaparezca, será remplazada por una
sensación de calma, de mucha calma que hace que usted se torne cada
vez más, dueño de usted mismo, tanto desde el punto de vista físico
como desde el punto de vista moral tal que, cada vez menos se
permitirá sentir los síntomas mórbidos que ha experimentado en otras
ocasiones. En fin y sobretodo, esto es esencial para todos, hasta el
presente, usted a experimentado respecto de usted mismo, cierta
desconfianza, a partir de este momento, esta desconfianza comienza a
desaparecer y en la medida en que ésta desaparezca, será reemplazada
por la confianza en usted mismo. Usted confía en usted, escúcheme,
usted confía en usted, repito, y esta confianza que usted siente por
usted mismo le da la certeza de que es capa de hacer no solamente
bien, sino incluso mucho mejor, todas las cosas que usted desee hacer,
a condición de que estas sean razonables, todas las cosas que desea,
repito, que sean razonables, usted debe hacerlas. Entonces, siempre
que usted desee hacer algo razonable, que desee obtener, lograr algo
razonable, siempre que tenga que hacer su deber, partirá siempre de
este principio, que la cosa es fácil en tanto que es posible y en
68
consecuencia las palabras “difícil, imposible, yo no puedo, es más
fuerte que yo, no puedo impedirme... etc.” Desaparecerán
completamente de su vocabulario. Estas palabras no son castellano, ni
pertenecen a la lengua francesa o aquella en la que usted se exprese,
escúcheme bienestar palabras no pertenecen a su vocabulario, lo que si
está en su vocabulario, sea cual sea la lengua en la que se exprese, es "
esto es fácil, y yo puedo” y, con esto, se hace prodigios. Entonces usted
considerará fácil la cosa que estando dentro de lo posible, usted tenga
que hacer en cada momento. En estas condiciones, lo por realizar se
torna fácil para usted, aunque hubiera podido parecer difícil o
imposible, a los otros, y esta cosa, usted la hace, rápido, usted la hace
bien, usted la hace sin fatiga, porque la hace sin esfuerzo, porque así
usted lo consideró. A las personas que sufren dolores, les digo: A partir
de este momento, bajo la influencia de la autosugestión que les voy a
enseñar a practicar, su inconsciente va a hacer de modo que la causa
que determina estos dolores, poco importa el nombre que se le de,
desaparezca poco a poco, y dentro del dominio de la posibilidad.
Naturalmente, en la misma proporción e que desaparece la causa,
desaparecerán también los dolores; y cuando esta causa haya
desaparecido por completo, toda vez que sea posible, los dolores
mismos no volverán a producirse y la curación habrá sido completa. Si
la causa ha devenido orgánica, sólo podrá desaparecer
progresivamente. En tal caso, el dolor se reproducirá de tiempo en
tiempo, pero cada vez que se manifieste, escuche bien, usted lo hará
desaparecer inmediatamente, empleando el procedimiento que le voy
a indicar, procedimiento se aplica tanto a lo físico como a lo moral. Es
entonces a todos que me dirijo en este momento y les digo a todos:
Cuando les llegue a los unos y a los otros el experimentar en lo físico o
en lo moral algo que los hace sufrir, en lugar de constatar simplemente
la cosa, o sufrir y quejarse, afírmese a usted mismo, por usted mismo
que usted lo hará desaparecer, afírmelo de una forma muy simple,
pero categórica, dígase: “Voy a hacer desaparecer esto”. Es simple,
pero al mismo tiempo, categórico. Aíslese, si es posible (esto no es
indispensable, pues uno puede aislarse en lo anímico, no importa en
que lugar); cuando esté solo, ensaye, cierre los ojos y, pasando
ligeramente la mano sobre la parte dolorosa, si se trata de algo físico o
sobre la frente, si se trata de algo moral, repítase muy rápidamente con
69
los labios, bastante algo para que usted se escuche, la siguiente
fórmula: “eso pasa, eso pasa, etc.” Lo esencial es pronunciar las
palabras “pasa, pasa, etc.” Bastante rápido porque, así entre dos frases
que usted diga, no hay la menor fisura para que la idea contraria
pueda penetrar. Usted se fuerza así a pensar que Eso pase y como toda
idea que tenemos en la mente se torna realidad para nosotros, eso pasa.
Si el mal vuelve, pésquelo de nuevo y recomienza, tan frecuente como
sea necesario. No dude en emplear este procedimiento, 50,100, 200
veces por día, Hágalo. Trate el mal como a un insecto que tiene la
impertinencia de venir a pasear en su vecindad. ¿Qué hace en ese caso?
lo espanta. Si vuelve otra vez, lo vuelve a espantar, así mismo con cada
uno de sus sufrimientos. Y bien, lo repito, trate de la misma forma
cualquier dificultad. Advierta que, mientras más lo haga, mejor
frecuentemente se sentirá obligado a utilizar el procedimiento. Si lo ha
empleado, por decir algo, 50 veces hoy, mañana no será sino 48 veces,
el siguiente día, 46, y así sucesivamente, de tal suerte que llega el día
en que no tiene que emplearlo en absoluto, pues no tiene más
necesidad, no siente más necesidad. A los que se sienten atacados, a
veces, de ideas tristes, ideas sombrías, ideas obsesivas, de temor,
pesadillas, fobias, les digo: “Poco a poco usted constatará que sus
ideas, esos temores, esas fobias que se presentan cada vez menos en su
mente, que son menos fuertes cada vez, menos tenaces, que se
desprenden cada vez más de usted, atrápelas e inmediatamente,
emplee el procedimiento: “Eso pasará, eso pasará, etc.” Y, así
sucesivamente.
70
usted no la tendrá: ella desaparecerá, ella ha desaparecido ya”. Y la
crisis, habrá desaparecido antes de hacer su aparición.”.
Ahora, voy a contar hasta tres; cuando diga “TRES”, usted abrirá los
ojos y sentirá totalmente lleno de alegría y ánimo. “Un, Dos, Tres”. A la
palabra tres, todos abren los ojos y se miran sonrientes unos a otros,
calmos y tranquilos.
71
tranquilamente por la acera, pone el pie en una cáscara de naranja, se
desliza, cae, se estropea una pierna. Un segundo, bastó para que este
resultado se produjese. ¿Cuánto tiempo requiere para reparar el mal?
Incluso con la ayuda de la sugestión, que ciertamente ayudará a la
curación, deberá pasar en el lecho, algunas semanas. Y bien, como
hubiera dicho el ilustre M. de la Palisse, si uno no se hubiera roto la
pierna, no tendría necesidad de arreglarla. Imagínese usted entonces
que, cada vez que usted hace una buena autosugestión, es una cáscara
de banano o de naranja que usted descarta de su camino y tanto en lo
físico como en lo moral, una pierna que usted evita quebrarse.
Otra comparación: Por rico que sea, usted puede siempre tornarse
más rico. Suponga que usted tiene una fortuna de muchos millones de
dólares, ¿Usted es muy rico, verdad? Pero si se le dan a usted dos
millones de dólares más, será, evidentemente, más rico. Por lo tanto, si
usted posee un grueso capital en salud, practicando la auto-sugestión
que le aconsejo, aumentará este capital de salud, como otros aumentar
su capital de dinero. Y estén seguros de que más vale que así sea, pues
si usted tiene un enorme capital en dinero, pero no tiene salud, no
podrá gozar de éste.
72
Admitamos, por ejemplo, que ustedes y yo somos absorbidos por lo
que les digo; podría hacerse que un órgano de Babaria interprete a cien
metros de aquí una melodía desconocido por nosotros, supongo que
este aire, lo escuchamos todos, pero sin darnos cuenta de que lo
escuchamos y, al salir, algunos de entre nosotros podrían ponerse a
canturrear una melodía que jamás han escuchado, o que por lo menos
creen jamás haberla escuchado. ¿Qué es lo que pasó? Mientras que
nuestro conciente estaba ocupado por lo que yo decía, la melodía entró
mecánicamente en nuestro Inconsciente por la oreja y se fijo.
A veces pedí a los enfermos tener confianza, tener fe, ahora, no les
pido más. No quiero decir que éstos no sirvan para nada, lejos de eso,
pues éstas por si mismas pueden determinar la curación pero no son
más indispensables que la atención.
Cuando uno escucha esta frase la primera vez: “Todos los días, desde
todo punto de vista, estoy mejor y mejor” se tiene la tendencia de
sonreír; se la encuentra infantil, y ridícula, siendo que no es ni lo uno ni
lo otro, si se la juzga por los resultados que ella es capaz de dar y que
73
evidentemente da cada día. En su simplicidad, ella encierra, sólo cinco
palabras de una enorme importancia; las palabras “desde todo punto
de vista”. ¿Qué es lo que esto quiere decir? Esto quiere decir,
absolutamente todo, todas las cosas físicas, todas las cosas psíquicas,
todas las cosas en las cuales se piensa, incluso en las que no se piensa,
pues si nosotros no pensamos conscientemente, nuestro Inconsciente se
encarga de pensar por nosotros.
74
caso? Porque la primera persona, no sabía servirse del arma, y la
segunda sí.
Han visto, por las explicaciones que les he dado y las experiencias
que les he contado y hecho, que cuando nos metemos una idea en la
cabeza, esta idea se torna realidad para nosotros; entonces, si usted se
mete en la cabeza (en lo Inconsciente) la idea
75
Estas no deberán incriminar ni mi método ni a mí, ellas deberán
incriminarse a sí mismas, darse golpes de pecho, diciéndose: “Es mi
culpa, es mi gran culpa”.
Capitulo 3
76
Todas las mañanas, al despertar, y todas las noches en el lecho, cerrar
los ojos, y, sin buscar fijar su atención sobre lo que dice, pronunciar con
los labios, bastante alto para escucharse sus propias palabras, y
contando en un lazo con veinte nudos, la frase siguiente:
“Todos los días, desde todos los puntos de vista, voy de mejor en
mejor”
Importante:
77
exactamente los consejos dados por éste y los que yo aquí les enseño. Si
se les sigue, bien, es decir, evitando todo esfuerzo, se obtendrá todo lo
humanamente posible de obtener. Debo agregar que frecuentemente
ignoro, donde se detienen los límites de la posibilidad.
78
pero no hace más nada. Si usted le dice, Juan sacude el polvo de tal o
tal mueble, el inconsciente, sacudirá el polvo de tal o tal mueble, y se
irá, sin ocuparse de que hay otros muebles. Él hace lo que usted le dice
que haga, más nada. Pero si usted le dice, sacuda el polvo de todos los
muebles, él obedecerá.
79
Si por el contrario, usted le da la orden general de ocuparse de Todo
su organismo, él mirará qué hay enfermo en usted y se esforzará por
curar. ¿Cómo darle a nuestro Inconsciente, la orden general de
ocuparse de todo nuestro organismo? Simplemente, por repetición de
la fórmula:
80
cuando han recuperado su fuerza y su consistencia éstas retornan al
estado normal y la curación se obtiene. En el caso de la lesión varicosa,
hace salir de su sueño y de su letargo a células que al interior de la
lesión comienzan a cumplir su papel de células, es decir, se
multiplican, se ve entonces deformarse en el fondo de la masa el gran
número de nudos carnosos que, al agrandarse poco a poco iban llenan
el hueco formado por la lesión. Al mismo tiempo que estos procesos se
cumplen, los bordes de la lesión se aproximan poco a poco, de suerte
que al cabo de un tiempo más o menos largo, llegan a tocarse, no
formando más que un punto o una línea; ese punto o esta línea se
cicatriza, y en ese momento, la lesión ha desaparecido.
81
En la diabetes, lo inconsciente hace que los órganos que fabrican gran
cantidad de glucosa la produzcan cada vez menos, hasta que llegar a la
cantidad normal requerida. En ese momento la diabetes ha
desaparecido, Curaciones como esta son bastante frecuentes.
82
arriba del cuerpo echada hacia delante y respirando de forma jadeante,
como un perro tratando de exhalar su último suspiro. En verdad,
también o, lo consideré como caso perdido. No obstante, arriesgué
asistirlo en sesión y noté que era bastante sugestionable. Le pedí
retornara al día siguiente. Para mi sorpresa, cuando se presenta de
nuevo, constato que había tenido un enorme cambio. Sus pasos eran
mucho más largos y menos lentos, y su respiración mucho menos
jadeante. La mejoría continuó rápidamente y tres semanas después de
su primera visita, ese joven era capaz de hacer, si bien acompañado de
su mamá, una caminada a pié de 6 kilómetros. Lo peor ya había
pasado y su mejoría se acentuaba día a día, al cabo de dos meses, el
joven enfermo me pregunta si yo creía que él podría ir al campo donde
su abuela. Ante mi respuesta afirmativa, se fue. De tiempo en tiempo
recibía noticias suyas diciéndome que la mejoría se continuaba. Ese
jovencito que, cuanto vino por primera vez a mi casa, no podía
sostenerse en sus piernas, ni subir o bajar escaleras como todo el
mundo lo hace; se libraba ahora a la caza de mariposas. A su regreso,
cuatro meses después. Cuando entró en mi casa, apenas lo reconocí;
Había crecido 11 centímetros y aumentados 9 kilos de peso. Además
era capaz de hacer bicicleta con y como los jóvenes de su edad. No
obstante, él no se había curado. La guerra viene y él debe pasar por el
consejo de revisión. En dos exámenes, el fue eximido a causa de su
lesión que aún existía. Lo hice entonces examinar por un médico que
reconoció que la lesión no había desaparecido. Sea como sea, se porta
bien. Se casó, es padre y cumple fácilmente los deberes de su estado
conyugal.
Voluntad e Imaginación
83
Si por el contrario, uno hace actuar a voluntad como un amo
despótico, lo Inconsciente se reprime. No sólo, no ejecuta la orden
dada, sino incluso y precisamente hace lo contrario.
LIBRO Nº 3
84
El hombre es asimilable a un reservorio equipado en la parte superior
de una fuente destinada a ser llenada y en la parte inferior de otra
fuente de un diámetro un poco superior a la primera y destinada a
mantenerla llena o a vaciarla, según se encuentre ésta abierta o cerrada.
¿Qué sucede cuando las dos fuentes son abiertas al mismo tiempo? El
reservorio esta vacío siempre. ¿Qué pasa si por el contrario, la fuente
inferior está cerrada? El reservorio se llena poco a poco, luego se
desborda en cantidad igual a la que recibe. Qué cada uno entonces
mantenga cerrada la fuente inferior, y esto para no gastar su fuerza, es
decir que haga un movimiento ahí donde no se requiere sino un solo
movimiento y no veinte o cuarenta, como sucede con frecuencia, que
no haya precipitación nunca, y que haga fácil la cosa que considera
fácil y posible; procediendo así, nuestro reservorio de fuerza estará
siempre lleno, y lo que se desborda será suficiente para satisfacer
nuestras necesidades si sabemos manejarla.
No son los años los que hacen la vejez, sino la idea que uno tiene de
ser viejo; hay hombres que son jóvenes a los 80 años y otros que son
viejos a los 40.
Mientras más bien haga a otros, más bien se hará a usted mismo. Es
rico quien se cree rico, pobre quien se cree pobre. Aquel que posee
grandes riquezas deberá consagrar una buena parte a hacer el bien.
Lo hereditario existe sobre todo, por la idea que uno se hace de tal
fatalidad.
85
Quien no es rico no sabe lo que es la riqueza, quien a gozado siempre
de buena salud ignora el tesoro que posee. Para gozar de la riqueza, es
preciso comer de las vacas flacas; para gozar de la salud, es preciso
haber estado enfermo.
Vale más no saber de dónde viene el mal y dejarlo pasar que saberlo
y conservarlo.
No se puede tener más de una idea a la vez en la mente: las ideas allí
se suceden unas a otras, sin superponerse.
Si estas dos fuerzan van en el mismo sentido, uno dice: “Yo quiero y
yo puedo”, esto es perfecto; es decir, es siempre la imaginación que
domina sobre la voluntad.
86
Aprendamos a cultivar nuestro carácter, aprendamos a decir las
cosas, clara, neta y simplemente y, con una determinación calmada:
hablemos poco, pero claramente; no digamos más que lo necesario.
Para tornarse amo de sí mismo, basta con pensar que uno se torna
dueño de sí.
87
Sin temor, sin dudas, dígase, que todo eso está en curso de
desaparecer y poco a poco eso desaparecerá.
Las cosas no son para nosotros tal como ellas son, sino como ellas nos
parecen ser; así se explican los testimonios contradictorios de personas
que se creen de buena fe.
88
Cada uno de nuestros pensamientos malos, se concretiza, se
materializa, una palabra cualesquiera se torna realidad en el dominio
de la posibilidad.
Quien sea que parta en la vida con la idea " llegaré", llega
irremediablemente, porque hace todo lo necesario para llegar. Si una
sola oportunidad pasa cerca de él, él la vislumbra por un mínimo
rastro, y la agarra por ese mínimo rastro que la oportunidad tiene.
Además, hace nacer con frecuencia, inconscientemente o no, los
eventos propicios a su idea. Aquel que, por el contrario duda siempre
de sí mismo, (Es M. Constante Metepatas) jamás llega a nada. Puede
nadar en un océano de oportunidades provistas de caballeros
absalonianos, y no los verá, no agarrará ni una sola, mientras que
bastaría con extender la mano y hacerla, hacer la oportunidad. Pero y
si hace nacer eventos, serán siempre nocivos. No acusen entonces a la
suerte, no se juzguen sino a ustedes mismos.
89
La autosugestión consciente, hecha con confianza, con fe, con
perseverancia, se realiza matemáticamente en el dominio de las cosas
razonables.
90
así como un pensamiento de un suceso, conduce al suceso: los
obstáculos que se encuentran pueden sobrepasarse siempre.
Cualquiera sea la persona que tenga en sus manos, debe, usted debe
hacer algo y tener la convicción absoluta de que usted hará algo.
Dígase que todos los roles que usted decida cumplir, usted es capaz
de cumplirlos, no sólo convenientemente, sino superiormente, a
condición de que éstos sean razonables, naturalmente.
91
Cuando se le arroje una mirada fría y despreciativa, o cuando sienta
que usted no le es simpático al otro, eso no lo cambiará, no modificará
sus modos habituales: por el contrario éstos modos se doblaran, se
triplicarán, usted se exaltará, y dirá: “Esta persona a la que no le soy
simpática va a ser por mí transformada, la tornaré simpática”, y, de
otra parte, toda manifestación hostil deslizará sobre usted, y para usted
será indiferente.
Una persona tenía una mano cerrada desde hacía dos años, a pesar
de los tratamientos médicos. El doctor X. se la hizo abrir
instantáneamente metiendo en su pensamiento la idea “Yo puedo”.
92
Jamás lamente una persona enferma. Se me dirá: ¡Usted tiene el
corazón duro!. Es por su beneficio, eso les haría más mal que bien.
El sujeto quería hacer tal cosa, pero se imaginaba que no era capaz,
hizo exactamente lo contrario de lo que quería.
93
Es preciso que guarden en su mente: “Yo deseo tal cosa y estoy en
camino de obtenerla”, y como usted no hace esfuerzo alguno, usted lo
logra.
Repita 20 veces, mañana y tarde: “Todos los días, bajo todo punto de
vista, voy de mejor en mejor”, es el mismo remedio para todo el
mundo, y tan simple y fácil, demasiado simple, ¿verdad? Por lo mismo
esto es muy importante: Si usted tiene el pensamiento de que está
enfermo, lo estará; si usted piensa que la curación llega, se producirá.
Es fácil para los padres, hacer desaparecer los defectos de sus hijos y
de hacerles, lograr, por el contrario, cualidades armonios si lograr
repetir todas las noches, 20 a 25 veces durante el sueño de estos lo que
desean que sus hijos logren; es un alimento moral tan necesario como
el alimento físico: ¿Los padres se cuidan acaso de dar alimento a sus
hijos?
94