Podemos Orar Por Los Difuntos
Podemos Orar Por Los Difuntos
Podemos Orar Por Los Difuntos
Segn nuestra fe catlica, se pueden ofrecer oraciones, sacrificios y Misas por los muertos, para que sus almas sean purificadas de sus pecados y puedan entrar cuanto antes a la gloria a gozar de la presencia divina
Les voy a contar un caso que me sucedi hace algn tiempo. Un da se muri un amigo mo que en cuanto a religin no era ni chicha ni limonada, unas veces iba a misa y otras iba al culto de los evanglicos. Cuando muri, los evanglicos lo velaron con muchos cantos y alabanzas, y al da siguiente lo llevaron al cementerio. Como era amigo mo, quise ir al cementerio a orar por l. Una vez Podemos orar por los all, le pregunt al pastor, si me dejaba hacerle un responso, y me difuntos? contest: El finado era oveja de nuestro rebao y nosotros no les rezamos a los muertos porque a estas alturas de nada le sirven las oraciones. Total que no me permitieron rezarle el responso y tuve que contentarme con orar en silencio. Esta ancdota nos da pie para preguntarnos: Podemos orar por los difuntos? Les sirven nuestras oraciones? Cul es la doctrina catlica y la evanglica al respecto? La Doctrina catlica La Biblia nos dice que despus de la muerte viene el juicio: Est establecido que los hombres mueran una sola vez y luego viene el juicio (Hebr. 9, 27). Despus de la muerte viene el juicio particular donde cada uno recibe conforme a lo que hizo durante su vida mortal (2 Cor. 5, 10). Al fin del mundo tendr lugar el juicio universal en el que Cristo vendr en gloria y majestad a juzgar a los pueblos y naciones. Es doctrina catlica que en el juicio particular se destina a cada persona a una de estas tres opciones: Cielo, Purgatorio o Infierno. -Las personas que en vida hayan aceptado y correspondido al ofrecimiento de salvacin que Dios nos hace y se hayan convertido a El, y que al morir se encuentren libres de todo pecado, se salvan. Es decir, van directamente al Cielo, a reunirse con el Seor y comienzan una vida de gozo indescriptible Bienaventurados los limpios de corazn -dice Jess- porque ellos vern a Dios (Mt. 5, 8). -Quienes hayan rechazado el ofrecimiento de salvacin que Dios hace a todo mortal, o no se convirtieron mientras su alma estaba en el cuerpo, recibirn lo que ellos eligieron: el Infierno, donde estarn separados de Dios por toda la eternidad. -Y finalmente, los que en vida hayan servido al Seor pero que al morir no estn an plenamente purificados de sus pecados, irn al Purgatorio. All Dios, en su misericordia infinita, purificar sus almas y, una vez limpios, podrn entrar en el Cielo, ya que no es posible que nada manchado por el pecado entre en la gloria: Nada impuro entrar en ella (en la Nueva Jerusaln) (Ap. 21, 27). Aqu surge espontnea una pregunta cuya respuesta es muy iluminadora: Para qu estamos en este mundo? Estamos en este mundo para conocer, amar y servir a Dios y, mediante esto, salvar nuestra alma. Dios nos coloca en este mundo para que colaboremos con El en la obra de la creacin, siendo cuidadores de este jardn terrenal y para que cuidemos tambin de los hombres nuestros hermanos, especialmente de aquellos que quizs no han recibido tantos dones y talentos como nosotros. Este es el fin de la vida de cada hombre: Amar a Dios sobre todas las cosas y salvar nuestra alma por toda la eternidad. Qu acontece, entonces, con los que mueren? Ya lo dijimos: Los que mueren en gracia de Dios se salvan. Van directamente al cielo. Los que rechazan a Dios como Creador y a Jess como Salvador durante esta vida y mueren en pecado mortal se condenan. Tambin aqu la respuesta es clara y coincidente entre catlicos
y evanglicos. -Pero, qu ocurre con los que mueren en pecado venial o que no han satisfecho plenamente por sus pecados? Ah est la diferencia entre catlicos y evanglicos. Los catlicos creemos en el Purgatorio. Segn nuestra fe catlica, el Purgatorio es el lugar o estado por medio del cual, en atencin a los mritos de Cristo, se purifican las almas de los que han muerto en gracia de Dios, pero que an no han satisfecho plenamente por sus pecados. El Purgatorio no es un estado definitivo sino temporal. Y van all slo aquellos que al morir no estn plenamente purificados de las impurezas del pecado, ya que en el cielo no puede entrar nada que sea manchado o pecaminoso. Ahora bien, segn los evanglicos no hay Purgatorio porque no figura en la Biblia y Cristo salva a todos, menos a los que se condenan. Para nosotros, los catlicos hay Purgatorio y en cuanto a su duracin podemos decir que despus que venga Jess por segunda vez y se ponga fin a la historia de la humanidad, el Purgatorio dejar de existir y slo habr Cielo e Infierno. Por consiguiente, segn nuestra fe catlica, se pueden ofrecer oraciones, sacrificios y Misas por los muertos, para que sus almas sean purificadas de sus pecados y puedan entrar cuanto antes a la gloria a gozar de la presencia divina. Los evanglicos insisten en que la palabra Purgatorio es una pura invencin de los catlicos y que ni siquiera este nombre se halla en la Biblia. Nosotros argumentamos que tampoco est en la Biblia la palabra Encarnacin y, sin embargo, todos creemos en ella. Tampoco est la palabra Trinidad y todos, catlicos y evanglicos, creemos en este misterio. Por tanto, su argumentacin no prueba nada. En definitiva, el porqu de esta diferencia es muy sencillo. Ellos slo admiten la Biblia, en cambio para nosotros, los catlicos, la Biblia no es la nica fuente de revelacin. Nosotros tenemos la Biblia y la Tradicin. Es decir, si una verdad se ha credo en forma sostenida e ininterrumpida desde Jesucristo hasta nuestros das es que es dogma de fe y porque el Pueblo de Dios en su totalidad no puede equivocarse en materia de fe porque el Seor ha comprometido su asistencia. Es el mismo caso de la Asuncin de la Virgen a los cielos, que si bien no est en la Biblia, la Tradicin cristiana la ha credo y celebrado desde los primeros tiempos, por lo que se convierte en un dogma de fe. Adems esto lo ha reafirmado la doctrina del Magisterio durante los dos mil de fe de la Iglesia Catlica. La Tradicin de la Iglesia Catlica La Tradicin constante de la Iglesia, que se remonta a los primeros aos del cristianismo, confirma la fe en el Purgatorio y la conveniencia de orar por nuestros difuntos. San Agustn, por ejemplo, deca: Una lgrima se evapora, una rosa se marchita, slo la oracin llega hasta Dios. Adems, el mismo Jess dice que aquel que peca contra el Espritu Santo, no alcanzar el perdn de su pecado ni en este mundo ni en el otro (Mt. 12, 32). Eso revela claramente que alguna expiacin del pecado tiene que haber despus de la muerte y eso es lo que llamamos el Purgatorio. En consecuencia, despus de la muerte hay Purgatorio y hay purificacin de los pecados veniales. El Apstol Pablo dice, adems, que en el da del juicio la obra de cada hombre ser probada. Esta prueba ocurrir despus de la muerte: El fuego probar la obra de cada cual. Si su obra resiste al fuego, ser premiado, pero si esta obra se convierte en cenizas, l mismo tendr que pagar. El se salvar pero como quien pasa por el fuego (1 Cor. 3, 15). La frase: tendr que pagar no se puede referir a la condena del Infierno, ya que de ah nadie puede salir. Tampoco puede significar el Cielo, ya que all no hay ningn sufrimiento. Slo la doctrina y la creencia en el Purgatorio explican y aclaran este pasaje. Pero, adems, en la Biblia se demuestra que ya en el Antiguo Testamento, Israel or por los difuntos. As lo explica el Libro II de los Macabeos (12, 42-46), donde se dice que Judas Macabeo, despus del combate or por los combatientes muertos en la batalla para que fueran liberados de sus pecados. Dice as: Y rezaron al Seor para que perdonara totalmente de sus pecados a los compaeros
muertos. Y tambin en 2 Timoteo 1, 1-18, San Pablo dice refirindose a Onesforo: El Seor le conceda que alcance misericordia en aquel da. Resumiendo, entonces, digamos que con nuestras oraciones podemos ayudar a los que estn en el Purgatorio para que pronto puedan verse libres de sus sufrimiento y ver a Dios. No obstante, como que en la prctica, cuando muere una persona, no sabemos si se salva o se condena, debemos orar siempre por los difuntos, porque podran necesitar de nuestra oracin. Y si ellos no la necesitan, le servir a otras personas, ya que en virtud de la Comunin de los Santos existe una comunicacin de bienes espirituales entre vivos y difuntos. Esto explica aquella costumbre popular de orar por el alma ms necesitada del Purgatorio. Las catacumbas En las catacumbas o cementerios de los primeros cristianos, hay an esculpidas muchas oraciones primitivas, lo que demuestra que los cristianos de los primeros siglos ya oraban por sus muertos. Del siglo II es esta inscripcin: Oh Seor, que ests sentado a la derecha del Padre, recibe el alma de Nectario, Alejandro y Pompeyo y proporcinales algn alivio. Tertuliano (ao 160-222) dice: Cada da hacemos oblaciones por los difuntos. San Juan Crisstomo (344-407) dice: No en vano los Apstoles introdujeron la conmemoracin de los difuntos en la celebracin de los sagrados misterios. Saban ellos que esas almas obtendran de esta fiesta gran provecho y gran utilidad (Homila a Filipo, Nro. 4). Amigos y hermanos mos, creo que les quedar bien claro este punto tan importante de nuestra fe. Quien se profese catlico no slo puede sino que debe orar por sus difuntos Y aqu cabe una pregunta: Cmo queremos que nos recuerden nuestros amigos y familiares cuando nos muramos, con o sin oracin? Por lo menos entre los catlicos, todos dirn que su deseo es que oren por ellos y que se les recuerde con la Santa Misa, porque aunque un catlico muera con todos los sacramentos, siempre puede quedar en su alma alguna mancha de pecado y por eso conviene orar por ellos. Este es el sentir de la Iglesia Catlica desde sus comienzos. En lo que se refiere al Purgatorio hay que agregar que no es como una segunda oportunidad para que la persona establezca una recta relacin con Dios. La conversin y el arrepentimiento deben darse en esta vida. Los catlicos, pues, no nos contentamos solamente con cantar alabanzas y glorificar a Dios, sino que elevamos plegarias a Dios y a la Santsima Virgen por nuestros difuntos y con ms razn en los das inmediatos a su muerte. La oracin por los difuntos Los primeros misioneros que evangelizaron Amrica introdujeron la costumbre, que an perdura en algunos lugares, de reunirse y hacer un velorio que se prolonga por una semana o nueve das. Se reza an una Novena en la que los familiares se congregan para acompaar a los deudos y ofrecen a Dios oraciones por el difunto. Tambin la Iglesia, desde tiempo inmemorial, introdujo la costumbre de celebrar el da 2 de Noviembre dedicado a los difuntos, da en el que los catlicos vamos a los cementerios y, junto con llevar flores, elevamos una oracin por nuestros seres queridos. Los evanglicos, por lo general, slo alaban a Dios por los favores que Dios le concedi al difunto. Pocas son las sectas que oran por ellos. En materia doctrinal, hay mucha variedad entre una secta y otra, ya que, como interpretan la Biblia segn su libre albedro, cada iglesia y cada persona tienen su propio criterio.
En cambio, entre los catlicos sabemos que cualquier texto de la Escritura no debe ser objeto de interpretacin personal, sino que la Iglesia, inspirada por el Espritu Santo, nos revela a travs de sus pastores el verdadero sentido de cada texto. Y en este sentido, el Papa es el garante la verdad revelada, es decir, del depsito de la Fe. As, el Papa nos confirma en que nuestra Fe es la misma de los primeros cristianos, y la misma que perdurar hasta el fin de los tiempos. Digamos, para terminar, que los catlicos no slo podemos orar por los difuntos, sino que ste es un deber cristiano que obliga, especialmente, a los familiares y a los amigos ms cercanos. Orar por los vivos y por los difuntos es una obra de misericordia. De la misma manera que ayudaramos en vida a sus cuerpos enfermos, as, despus de muertos, debemos apiadarnos de ellos rezando por el descanso eterno de sus almas. Ente los catlicos la tradicin es orar por los difuntos y en lo posible celebrar la Santa Misa por su eterno descanso. Dice la Liturgia: "dales, Seor, el descanso eterno y brille para ellos la luz eterna" Y san Agustn dijo:"Una lgrima se evapora, una flor se marchita, slo la oracin llega al trono de Dios". Cuestionario Cul es la respuesta protestante al respecto? Cul es la respuesta catlica? Qu acontece despus de la muerte del ser humano? Hay Purgatorio? Que sostiene la Tradicin de la Iglesia Catlica? Qu frases, al respecto, hay escritas en las catacumbas junto a los sepulcros martiriales? Qu da la Iglesia dedica a orar de forma especial por los difuntos?