Phillips Tori - El Monje Enamorado - Libro
Phillips Tori - El Monje Enamorado - Libro
Phillips Tori - El Monje Enamorado - Libro
GENERO: Romance Histrico , medieval CONTEXTO: Inglaterra, 1528 PROTAGONISTAS: Guy Cavendish y Celeste Montcalm UN LARGO VIAJE AL AMOR ... O AL HORROR? Celeste Montcalm ha emprendido un largo y azaroso viaje de Francia a Inglaterra para dirigirse al castillo de su prometido en matrimonio. El viaje ha resultado en una larga cadena de accidentes y los rumores aseguran que el marido que la espera es de terror. El destino quiere que tras uno de los accidentes, ella y su grupo de escoltas, encuentren refugio en un pacfico monasterio ingls .... EL SOLTERO MAS DISOLUTO DE LA CORTE INGLESA ... SE HIZO MONJE? Por increble que parezca Sir Guy Cavendish conocido como Cara de ngelha abandonado la promiscuidad de la corte inglesa para abrazar una vocacin religiosa. Ha realizado tres votos: VOTO DE POBREZA ... cosa que no es difcil de cumplir si vives en un austero monasterio en la campia inglesa. VOTO DE CASTIDAD ... este es un poco ms complicado, pero qu tentacin puede haber conviviendo con un grupo de monjes franciscanos? A menos que una visitante inesperada se convierta en la encarnacin de las tentaciones del Diablo .... pero siempre se puede esquivar a la bella dama ... VOTO DE OBEDIENCIA ... este definitivamente complica la vida de Guy . Habiendo prometido obediencia cmo negarse cuando el abad superior le impone la misin de escoltar a lady Celeste hasta el castillo de su futuro marido? Y para empeorar la situacin Guy har un cuarto voto VOTO DE SILENCIO ... Guy deber permanecer callado durante todo el viaje y hasta despus de la ceremonia de matrimonio de Celeste .
Ese no sera problema si la bella dama no tuviese charla suficiente para cubrir la cuota de los dos y si ella no pusiese en peligro la vocacin religiosa de Guy. La frmula de Tori Phillips es conocida para quienes siguen las Crnicas de la familia Cavendish: aventuras, humor , dilogos incisivos , romances inimaginables e intriga . La autora se ha impuesto un nuevo desafo eligiendo un protagonista masculino que no puede enamorarse ni hablar. Cmo podr florecer el amor en circunstancias tan difciles? Una lady Charlatana y un Monje Silencioso nos guiarn a travs de esta maravillosa aventura de amor.
Por la espada de San Jorge, mi lady, vaya a protegerse de la lluvia bajo los rboles. De lo contrario, este maldito clima ingls la har enfermar. Puede dejar, yo cuidar de su ta. No ! exclam Celeste. No me ir de al lado de mi ta .No puedo permitir que ella muera! Protestando palabras ms comnmente odas en las tabernas de Pars, Gaston descarg su frustracin sobre el conductor del carruaje y sobre los cinco soldados que intentaban sacar el vehculo de encima de la dama desfallecida. Muvanse, perezosos de culos pesados! Hagan ms fuerza, vamos! Qu son hombres o ratones debilitados por la lepra? Sin prestar atencin al lenguaje crudo del sargento, Celeste se concentr en el leve jadeo del pecho de Marguerite. Qu Dios fuese loado, su ta todava estaba viva, respirando! Sujetando las manos de la mujer, ella dirigi una plegaria de agradecimiento a los cielos. Mientras tanto , a pesar de los esfuerzos de los hombres, la parte lateral del carruaje con equipaje, que presionaba el cuerpo frgil de Marguerite contra la pared de la zanja, apenas se movi de lugar. Protegiendo su rostro de las gotas fras de la lluvia de otoo, Celeste mir a su alrededor . La poca de las cosechas ya haba terminado , y campos desiertos dominaban el paisaje. Aqu y all, algunos rboles de tronco ennegrecido se negaban a dejar caer las ltimas hojas amarillentas todava fijadas a sus ramas. Celeste solt un suspiro de desaliento al observar el triste paisaje. Si un trovador estuviese transformando en versos el presente infortunio, un grupo de galantes caballeros aparecera en cualquier instante galopando por el camino, dispuesto a socorrer a los viajantes. Pero esta no era una historia de trovadores al lado del fuego encendido en una chimenea, muy menos una de los cuentos ilustrados de alguno de los valiosos libros de coleccin del padre de Celeste. Gotas de lluvia disimularon las lgrimas que la joven dama no logr contener. Ella no poda dejar que los hombres notasen cuan asustada estaba. De repente, una construccin baja y de forma cuadrada, medio escondida por una elevacin del terreno, le llam la atencin. Gaston, mira! . Una construccin de buen tamao, all en frente! El sargento se apart del carruaje y mir en direccin indicada por Celeste. Si, estoy viendo, mi lady. Vamos a rezar para que los habitantes de la casa entiendan francs, pues no hay un solo hombre entre nosotros que hable la maldita lengua de este pas. Volvindose hacia el conductor de la carruaje, Gaston orden: Pierre, monta a Diablo Negro y ve hasta esa casa all . Trata de conseguir ayuda , rpidamente . Y no maltrates a mi caballo, de lo contrario, te desollar vivo! El conductor, un muchacho de poca edad, se apresur a montar el caballo del sargento, partiendo al galope rumbo a la casa que le haba sido sealada.
Santa Catalina, haz que los habitantes da casa comprendan a Pierre y que vengan en nuestro auxilio rez Celeste. En ese momento, una rfaga de viento agit el velo blanco que le cubra la cabeza. Irritada, ella se sac el velo mojado, y sus largas trenzas negras se alborotaron libres. Un gemido bajo la hizo darse vuelta y concentrarse en su ta. Los prpados de Marguerite se levantaron lentamente, y una expresin de dolor domin su rostro. Creo que estoy muriendo... murmur la dama. A continuacin , con voz menos dbil , pregunt : Qu sucedi ? El corazn de Celeste se aceler de alegra. Si su ta poda hacer preguntas era seal de que no se estaba muriendo. Clmate , querida dijo Celeste, en el mismo tono usado por su ta para reconfortarla a ella , y a sus hermanas, cuando eran pequeas. Trata de no moverte. Una de las ruedas del carruaje se rompi al golpear con una piedra en medio del camino. El carruaje se dio vuelta y cay tuyo. Imagino que ests sintiendo dolores fuertes ahora, verdad? Si, mi linda y tonta nia. Por supuesto que siento dolores! Y qu est haciendo Gaston para remediar esta situacin? maldiciendo, como de costumbre? Cielos, nunca deberamos haber puesto los pies en esta isla maldita *! Me pregunto: por qu no te quedaste en el valle del Loire para hacerte monja? (Nota de traduccin: se refiere a Inglaterra, una isla, a contraposicin de Francia que queda en un continente) . Celeste bes las manos de su ta y le susurr palabras de cario, al mismo tiempo que intentaba or el sonido de caballos aproximndose . Por qu Pierre demoraba tanto en volver? Buen da , lady Marguerite salud Gaston, acercndose . Vamos a liberarla pronto, qudese tranquila. Pronto? Lo dudo! Con certeza les va a llevar horas para sacarme de aqu . Y a dnde estar para ese entonces? En el cielo, con los angelitos! respondi la dama. Su ta no demorar en recuperarse le cuchiche el sargento a Celeste. La lengua de ella continua tan afilada como siempre. El carruaje se movi un poco. Gaston volvi a empujarla junto con los otros, maldiciendo los caminos ingleses, el clima ingls y a Inglaterra en general. Coraje, ta. Pierre fue a buscar ayuda le avis Celeste. Gran cosa! Manda a r Pierre a buscar ayuda es lo mismo que mandar a una tortuga al mercado a hacer compras y pedirle que se apure! Al terminar de hablar, Marguerite volvi a gemir. Celeste no sabra decir si el gemido fue de dolor verdadero o solamente una artimaa para llamar la atencin. Despus de todo , los convenientes dolores de cabeza y los misteriosos desordenes estomacales de ta Marguerite eran legendarias en el seno de la
familia Montcalm. Pero esa vez la dama tena razones de sobra para hacerse la vctima. Lo que sucedi no me sorprende. Una hechicera debe habernos hecho una maldicin cuando desembarcamos en Inglaterra declar Marguerite, prosiguiendo con voz dbil : No entiendo por qu tus padres te arreglaron un matrimonio justo aqu, en este pas olvidado de la mano de Dios. Ah, espera a que encuentre a tu padre , Lissa... Voy a darle una trompada que lo har ver las estrellas en plena luz del da! Por favor, ta , para de hablar y guarda tus fuerzas. Pierre volver pronto, trayendo ayuda. Pierre volver cuando las llamas del infierno se congelen protest la dama, cerrando los ojos . Celeste dirigi una mirada ansiosa a Gaston, quien le sonri y argument : Ser necesario ms que un carruaje para silenciar a Marguerite de la Columbiare. No tema, mi lady, todo saldr bien . La joven dama suspir y dio gracias a Dios porque su padre hubiese designado a Gaston para acompaarla cuando haba dejado el castillo de Letoile, dos meses atrs. Dos meses? Pues parecan ms de dos aos, y el viaje al encuentro del prometido que todava no conoca estaba apenas por la mitad. Gaston, a pesar de su tosquedad, haba sido el fiel sargento del padre de Celeste durante las campaas militares de las cuales este haba participado en su juventud . Ahora el sargento serva a la hija ms joven de su lord con igual devocin. Celeste se prometi a s misma que escribira una carta a sus padres, elogiando los servicios de Gaston, cuando llegase al castillo Snape, el hogar de su prometido. Ya era tiempo! exclam el sargento, de repente. Ve , mi lady, Pierre est volviendo, y parece que el vago logr encontrar ayuda. Celeste sonri al avistar al muchacho cabalgando en direccin al lugar del accidente, seguido por algunos hombres a pie y por un carruaje de dos ruedas. Caballeros viniendo en auxilio de dos damas necesitadas! Que los ngeles de la guarda sean loados jade Pierre, deteniendo a Diablo Negro al lado del carruaje volcado. Hay un monasterio cerca de aqu , y los monjes hablan un francs razonable. Mire, lady Celeste, ah vienen ellos. Media docena de hombres vestido con el hbito marrn de los franciscanos aproximarse apresuradamente. El crujido de las ruedas del carruaje de los religiosos son como msica a los odos de Celeste, aunque la vestimenta sencilla de los frailes no correspondiese ni de cerca a sus fantasas pobladas por nobles caballeros. Sin ninguna pausa, los recin llegados saltaron dentro de la zanja y sujetaron los bordes del carruaje volcado, hundiendo en el barro sus pies calzados por sandalias . Uno de los religiosos, ms alto que los otros, grit una orden en ingls , y al mismo tiempo todos hicieron fuerza para levantar el carruaje tumbado . Como
por un milagro , el pesado vehculo sali de encima del cuerpo de Marguerite y fue colocado en la camino. Que la paz sea contigo, mi lady murmur en perfecto francs una voz gentil, caliente como el sol de verano, al odo de Celeste. Permteme cuidar de tu acompaante para aliviar su sufrimiento. Celeste mir a la persona que haba hablado y solt una exclamacin de asombro. El fraile alto y rubio pareca al arcngel San Gabriel transformado en un ser de carne y hueso! Guy Cavendish haba conocido muchas mujeres bonitas en sus veintiocho aos de vida, mas nunca haba visto ninguna que tuviese ojos color violeta y cabellos negros como el cielo de una noche sin estrellas. El sinti una oleada de calor recorrerle el cuerpo debajo del hbito amarrado en la cintura por una cuerda. Cielos! La joven era a propia encarnacin de la tentacin; era la imagen perfecta de todo aquello a lo que Guy haba renunciado al entrar al monasterio de San Hugo, seis meses atrs, y cuando haba prometido llevar una vida de pobreza, obediencia y castidad. Principalmente de castidad. El rostro de la joven fue dominado por una expresin de asombro, una expresin que Guy Cavendish detestaba ver en la cara de cualquier persona . El baj a cabeza, avergonzado. Por la Santa Biblia! Cundo las personas, y especialmente las mujeres, dejaran de mirarlo de ese modo ? Durante toda su vida la palabra bello lo haba perseguido sin descanso. Aunque su cuerpo hubiese crecido hasta un metro y ochenta y tanto de altura, y los sus msculos se hubiesen desarrollado para darle la forma digna de un hombre, su rostro mantena un cierto aire angelical, lo que no haba sucedido con su hermano . Los cabellos rubios de Guy no se haban oscurecido hasta hacerse castaos claros, como los de Brandon. A pesar del corte circular del cabello, en la parte ms alta y posterior de la cabeza el corte tpico de un novicio algunos cabellos cortos formaban un halo dorado alrededor del rostro de Guy, lo que serva para realzar el azul profundo de sus ojos. Descontento con su propia e indeseada belleza, Guy Cavendish se haba dedicado a la prctica militar. Pero los aos de entrenamiento para dominar el uso de la lanza y la espada no haban perjudicado la armona de sus rasgos. Al contrario, los ejercicios haban endurecido sus msculos y ensanchado sus hombros, de modo que los hombres empezaron a respetarlo y las mujeres a admirarlo todava ms. Solas o en grupos, las damas de la corte del rey Henry VIII haban suspirado por la belleza de Guy, haban luchado por conquistar su atencin durante los torneos, haban ofrecido favores especiales a cambio de su compaa . Siendo un mero mortal, sin aspiraciones a la santidad, Guy haba aceptado de buen grado lo que las damas le ofrecan con tanto entusiasmo. Pero , en el silencio de la noche, l no haba podido dejar de
preguntarse si la mujer dormida a su lado habra sido tan generosa con un hombre de apariencia menos atractiva . Mientras sus manos tanteaban levemente el cuerpo de la dama mayor desmayada, Guy se esforz por ignorar la perturbadora presencia de la linda joven que se encontraba a menos de un paso de distancia. Marguerite grit de dolor cuando las manos de Guy le tocaron la cadera derecho por encima del terciopelo mojado de la falda del vestido. Disculpe, mi lady. Intentar ser ms delicado de aqu en adelante se disculp Guy, continuando el examen necesario. Pronto estar mejor, lo prometo. Dudo que algo pueda librarme del dolor que me aflige gimi Marguerite. En seguida, al abrir los ojos y mirar el rostro del hombre que la examinaba, exclam: Cielos, me mor y ya estoy en el Paraso? No, a menos que llame Paraso a una zanja llena de barro respondi Guy. Ah, si fuese veinte aos ms joven y no estuviese herida... Yo transformara cualquier lugar del mundo en un paraso, siempre y cuando vos estuvieses conmigo. Por favor, ta , ests hablando con un religioso la ret Celeste, avergonzada. Lo siento mucho, fray se disculp ella, dirigindose a Guy. El dolor debe haber hecho mi ta pierda el sentido comn , verdad , ta? Reticentemente, Guy mir a Celeste. Un grande error! ?l tuvo la sensacin de que una flecha lo atravesaba, dejndolo sin habla. Un religioso? Qu lstima! Qu pena, verdad, Lissa? Marguerite volvi a mirar a Guy. Por casualidad las muchachas en edad casadera se amarraron cintas negras en sus cabellos cuando decidiste dedicar a la vida religiosa? No lo s, mi lady. Slo puedo decirle que mi madre llor mucho y se preguntaba qu errores haba cometido cuando me educ. Como debe haber sufrido, pobrecita... murmur Marguerite, con voz dbil , antes de desmayarse. Por favor, no la deje morir ! implor Celeste. Ella no morir. no hoy , por lo menos le asegur Guy. Su ta solamente se desmay, lo que es una bendicin. En caso que continuase consciente, ella sufrira demasiado durante el viaje hasta el monasterio. Al terminar la explicacin en francs, l llam en ingls a uno de los novicios, un muchacho de poca edad y fsico robusto. Hermano Thomas, necesito tu ayuda. Esta dama est con un o dos huesos rotos y debe ser cargada con cuidado. Celeste se apart un poco para dar paso a Thomas, que apenas le lanz una mirada distrada. Al principio Guy se sorprendi con el hecho que el muchacho pareciera inmune a la belleza de la joven de ojos violeta y cabellos negros, pero despus se ret por ese pensamiento. Por supuesto que Thomas no haba visto nada ms que una simple muchacha. Ese muchacho era ms santo de lo que Guy jams sera. Seguramente Thomas jams haba experimentado los
placenteros pecados de la carne. Irritado con su propia debilidad, Guy jur pasar toda la noche rezando delante del altar de la capilla del monasterio, arrodillado sobre las piedras heladas del piso . Tal penitencia ayudara a enfriar su ardor. Sujetando a Marguerite por las axilas y por las piernas, Guy y Thomas la levantaron del piso y la llevaron hasta el carruaje del monasterio, donde la colocaron sobre una cama de paja limpia. La paja estaba seca, gracias a un improvisado toldo de lona hecho para proteger la parte trasera del vehculo. Frey Cuthbert, un fraile especialista en el arte de curar, se acerc a la dama y le pregunt a Guy, en tono profesional: Dijiste que ella tiene uno o ms huesos rotos? Si. La pierna izquierda est quebrada con certeza, y tal vez la cadera tambin lo est. Es una bendicin que la dama haya perdido el sentido . Amn ! Guy dio un paso atrs . Frey Cuthbert subi al carruaje de dos ruedas, tom las riendas e hizo que el caballo comenzase a andar. Mientras el vehculo se apartaba, Guy sinti que alguien le tiraba levemente la manga del hbito. Era la linda joven de cabellos negros. Disculpe, fray, pero no entiendo muy bien la lengua inglesa. Podra repetirme , en francs, lo que dijo sobre mi ta? indag Celeste con voz dulce y mirada suave . Su ta tiene una pierna rota respondi Guy con brusquedad, intentando evitar su mirada . Por qu ella deba mirarlo de ese modo , como si estuviese delante de alguna criatura fabulosa? Ahora es mejor que tomes un caballo y vayas al monasterio, sin ms demora. Sabes cabalgar, verdad ? Si continuas debajo de la lluvia , acabars enfermndote . Antes de darse cuenta de lo que estaba haciendo, Guy desliz la mirada por el cuerpo de la joven. La pechera del vestido, mojada, le moldeaba los pechos, dejando entrever una muestra de la deliciosa promesa escondida debajo de la t ella. Una vez ms Guy tuvo la sensacin de estar siendo atravesado por una flecha. Una sola noche de penitencia no sera suficiente. Tal vez fuese adecuado pasar todo un da haciendo penitencia . Agradezco tu preocupacin, fray murmur Celeste, en un tono que hizo Guy pensase en momentos de pasin ardiente entre sabanas frescas. Que Dios le perdonase por esos pensamientos! Mientras estuviese rezando en la capilla, aprovechara para usar una camisa spera de tela de crin . Y para responder a tu pregunta... Si , s cabalgar muy bien , aunque esa actividad no sea muy apropiada para una dama agreg Celeste, sonriendo. Cuando la joven se dio vuelta para ir en direccin a donde estaban los caballos, su mano roz levemente la mano de Guy. ?l se estremeci , como si hubiese sido tocado por un hierro caliente. Celeste tambin tuvo un sobresalto, como si el mismo hierro caliente la hubiese tocado.
Ambos intercambiaron una mirada rpida que pareci durar una eternidad. Guy se sinti despendose por un abismo, y slo reuniendo toda su fuerza de voluntad fue capaz de desviar los ojos de la cara de la joven. Una camisa de tela spera, veinticuatro horas de rodillas en el piso de la capilla y un da entero de ayuno. Si , ayunar un poco no me har nada mal, decidi Guy mientras observaba a la tentadora joven montar un caballo, auxiliada por uno de sus acompaantes. levantando el borde del hbito, l fue rumbo al monasterio. Se prometi a s mismo que, durante la noche, rezara para que la bella lady desapareciese de su vida lo ms rpido posible. Sin embargo , cuando la vio pasar cabalgando, se perdi en pensamientos un poco santos. La ta la haba llamado "Lissa"... Qu clase de nombre era ese? CAPITULO 2 No es todos los das que tenemos la oportunidad de disfrutar de compaa tan agradable como la suya, mi lady dijo fray Jocelyn Pollock, superior del monasterio de San Hugo, al terminar su cena con Celeste. Adems, es bueno tener una oportunidad de practicar mi francs. Giles, el fraile que haba servido la cena, coloc vino en una copa y se la entreg a Celeste. Gracias agradeci ella. Fray Jocelyn not que los ojos de la joven brillaban como joyas a la luz de las velas que iluminaban la mesa, y concluy que sera sensato mantenerla lejos de la vista de los novicios y de los frailes ms jvenes. O mejor dicho , sera prudente mantenerla apartada de todos los religiosos, para que ellos no fuesen hechizados por la belleza da graciosa dama... Un buen ejemplo de eso era fray Giles, que en menos de una hora haba dejado su aire solemne de lado y haba empezado a comportarse como un adolescente en presencia de Celeste. Por suerte, la lady no tena la menor idea de poder de sus encantos y actuaba con inocencia. Fue una pena que su ta haya fracturado una cadera y una pierna prosigui fray Jocelyn. Pero ella se va a sanar, verdad? Si, mi lady. Su ta no tendr dificultad para recuperarse bajo los cuidados del hermano Cuthbert. Pero ella no podr viajar a ningn lugar antes de Navidad. Y cuando el fin de ao llegue , es ms aconsejable que lady Marguerite vuelva a Francia, donde el clima es mejor para quien tuvo huesos fracturados. Ya sospechaba eso, reverendo padre. Lo que usted acaba de decir no me sorprende. Despus de todo , este es solamente un accidente ms que sufrimos desde que dejamos Letoile. Entonces ustedes ya sufrieron otros accidentes durante el viaje?
Para ser sincera, todo nuestro viaje ha sido un largo accidente, reverendo padre. Fray Jocelyn chasque los dedos para llamar la atencin de fray Giles, quien pareca haber sido pateado en la cabeza por Daisy, la mula del monasterio. Ruborizndose, el fraile sac los platos usados de la mesa y los coloc en el aparador. Si , decidi fray Jocelyn, observando a fray Giles tropezar con el borde inferior de su hbito, sera mejor para todos que lady Celeste prosiguiese viaje lo ms pronto posible. O superior del monasterio carraspe , antes de comentar: Los viajes son siempre difciles. Estoy sorprendido de verla acompaada por una escolta tan pequea, mi lady, todava ms en esta poca del ao. Al principio mi escolta era mayor, reverendo padre. Partimos de Letoile a finales de agosto. Adems de ta Marguerite y de Gaston, estaba acompaada por Suzette, mi aya, y doce soldados. Eso sin mencionar los conductores de otros dos carruajes. Mientras estbamos en Francia, todo iba bien, pero despus... La travesa por el Canal fue muy penosa? Si. Todos los pasajeros del barco la pasaron, inclusive los caballos. Demoramos una semana para llegar a un lugar llamado Bristol, donde desembarcamos. Me sent tan aliviada que me arrodill y bes el suelo cuando pis tierra firme. Pero si hubiese sabido lo que nos esperaba aqu en Inglaterra, juro que habra entrado de nuevo en ese barco y hubiese vuelto a Francia! Despus de hacer una pausa para recuperar el aliento y la calma, Celeste continu su historia: Cuando dejamos de sentir nauseas, fuimos al norte, rumbo a Chester. Nos perdimos en el camino, pues las personas a quienes le pedamos informacin se divertan indicndonos la direccin equivocada. Qu horror! exclam fray Jocelyn. Pues fue as , nos llev casi un mes para encontrar una alma caritativa que finalmente nos indicase el camino correcto a Chester. Fue entonces que los cielos se volvieron contra nosotros, y una lluvia incesante comenz a caer. Temo que el clima ingls sea una de las cruces que tenemos que cargar, mi lady. Supongo que si , reverendo padre. Llovi tanto que hasta los riachos menores se transformaron en ros caudalosos. Perdimos un carruaje mientras atravesbamos una corriente de agua. Si Pierre no hubiese actuado rpidamente , habramos perdido los caballos que lo tiraban, tambin . Pierre, que slo tiene diecisis aos, pero es muy valiente, salt al lomo de los caballos y les cort los arreos, antes que los pobrecitos se ahogasen. Qu haba en el carruaje? Muebles que mi madre me dio de regalo y bales con parte de mi ajuar. Conseguimos recuperar algunos muebles, pero el resto se perdi, junto con a
carruaje. Gaston mand al conductor del carruaje de vuelta a Bristol, acompaado por algunos soldados. Y despus de eso, mi lady, hubo algn otro incidente? Si, desgraciadamente. En un hospedaje, cerca de Hereford, comimos algo que deba estar en mal estado. Muchos de los hombres cayeron en cama con clicos estomacales. Mi aya, Suzette, lo pas muy mal. La pobrecita slo tiene catorce aos, y perdi tanto peso que llegu a temer por la vida de ella. Tuvimos que permanecer dos semanas en el hospedaje, hasta que todos se recuperasen. Orden que aquellos que estaban ms dbiles, incluyendo a Suzette, volviesen a Bristol, y segu viaje con el resto del grupo. Fray Jocelyn sacudi la cabeza. La joven lady sentada delante suyo no aparentaba ser mucho mayor que la tal Suzette, pero las odiseas del viaje parecan haberla fortalecido. Y ahora su ta que se accident... Parece que Dios quiere poner a prueba su fe, mi lady dijo el superior del monasterio, en tono gentil. Tiene razn, reverendo padre. An as , debo proseguir. Mi padre me prometi en matrimonio a Walter Ormond, y la promesa de un caballero de Fauconbourg no puede ser quebrada. Aunque tenga que ir a pie hasta el castillo Snape, no debo desanimarme . El honor de mi familia est en juego. El nombre del prometido son familiar a los odos de fray Jocelyn. ?l ya haba escuchado comentarios sobre una rama de la familia Ormond que no era muy respetable. Walter Ormond, mi lady? Hijo de sir Roger Ormond? Si, l mismo! Usted conoce mi prometido, reverendo padre? pregunt Celeste, animada. El superior del monasterio tom un trago de vino antes de responder. Tuvo ganas de aconsejar a la joven que volviese de inmediato a Francia, pero no lo hizo porque sospech que ella prefera morir a deshonrar el nombre de su familia. Los Ormond viven al norte de aqu , apartados de la civilizacin. Ellos no son muy cultos ni refinados dijo fray Jocelyn, finalmente. Le molestara explicarme como una joven bien educada como usted fue dada en matrimonio al heredero de una familia cuya propiedad queda tan lejos de su tierra natal? Intentando no dejar traslucir cuanto las palabras del fraile la haban azorado, Celeste respondi: Mi padre conoci a sir Roger y a su hijo ocho aos atrs, cuando su soberano, el rey Henry VIII, encontr a nuestro soberano, el rey Francisco I, en un gran campamento cerca de Calais, ese lugar se hizo conocido como el Campo de Tela de Oro. Mi padre era miembro de la corte del rey Francisco, y particip del encuentro. Mi madre, mis hermanas y yo fuimos a visitar el Campo, que era realmente magnfico! Si, lo puedo imaginar. Cuntas hermanas tiene?
Cuatro. Soy la menor de las cinco hijas de Roland de Montcalm. Cinco hijas! Y su padre no tuvo ningn hijo varn? Slo uno sobrevivi . Philippe es el menor de la familia, y nosotras lo mimamos bastante. Sus hermanas son casadas? Si. Fue por eso que pap permiti que fusemos al Campo de Oro, para que todas nosotras encontrsemos buenos maridos. Y yo fui la nica en ser prometida en matrimonio a un ingls . Celeste suspir con pesar. En seguida, ruborizndose, mir a fray Jocelyn y agreg : Disclpeme, reverendo padre. No tengo nada contra los ingleses, yo solamente ... Usted preferira haber permanecido en Francia, ms cerca de su familia, verdad? Exactamente. Celeste volvi a suspirar. Tal vez usted pueda decirme qu debo hacer ahora que mi ta est impedida de viajar y mi nico carruaje est roto. Necesito un buen consejo, reverendo padre. no puedo volver a Letoile para no deshonrar el apellido de mi padre y ... Adems... Contine, mi lady, por favor. Esta fue la nica oferta de casamiento que me hicieron, reverendo. Despus que mis cuatro hermanas recibieron sus dotes, qued muy poco para la ma. Sir Roger fue gentil aceptndome como nuera, an teniendo una dote muy pequea para ofrecerle a su hijo. Pero buscar compensar esta falla dndole a mi futuro marido mi honor, mi virtud ... Y mi amor, si es posible. En ese caso, Walter Ormond recibir la mejor dote que una esposa puede ofrecer murmur fray Jocelyn, aunque una nube de aprensin nublase el alma. Al salir de la capilla oscura, donde haba pasado la noche rezando de rodillas en el piso fro, Guy aspir con placer el aire fresco de la maana. El sol calent su cuerpo helado y el hbito todava hmedo por la lluvia del da anterior. Cabizbajo, Guy atraves el patio del claustro rumbo a un portn de hierro. Algunas horas cuidando de la huerta del monasterio le hara bien a su cuerpo cansado y su mente perturbada. Era una pena que fray Jocelyn le hubiese prohibido usar una camisa de tela de crin mientras oraba en la capilla. La incmoda prenda lo habra ayudado a sacar de su cabeza las imgenes v un lindo par de ojos color de violeta y de largos cabellos negros como una noche sin luna.... Deseando que la tentadora lady ya hubiese partido del monasterio, Guy apresur el paso. En ese momento, una risa cristalina hizo eco en el aire, dejndolo paralizado. Nadie en el monasterio se rea tan melodiosamente , ni siquiera el ms joven de los cantores del coro de la capilla. Escondindose a la sombra de una arcada
sustentada por columnas, Guy mir en direccin al pequeo rosedal que era el orgullo de fray Timothy. Sentada en un banco de piedra a menos de tres metros de distancia, la joven que tanto lo haba perturbado jugaba con Jeremiah, el mal humorado gato que viva en la cocina del monasterio. Ven ac, gatito murmur Celeste, usando una larga paja para jugar con los bigotes del gato. Sos tan bonito! El comportamiento dcil del felino sorprendi Guy. Contuvo la respiracin cuando vio a la joven inclinarse hacia adelante y tomar al gato en su regazo. Se puso tenso, esperando que Jeremiah mostrase sus garras y la araase. Si los gatos pudiesen usar armaduras, seras un excelente caballero continu Celeste, poniendo al felino en su falda y acaricindole las orejas. Sos un gato bastante elegante, sabas? Guy se estremeci al observar las manos delicadas de la bella lady. Debera prevenirla que Jeremiah era un animal agresivo? No, pues eso significara aproximarse a la joven y volver a mirar los ojos violetas que tanto lo haban perturbado. Tal vez fuese mejor para el alma perturbada de Guy que el gato araase a la tentadora dama, obligndola a marcharse del pequeo rosedal. Slo un araazo leve, que no lastimase esa piel clara tan suave... Sin darse cuenta del riesgo que corra, Celeste levant el gato y lo coloc alrededor de su cuello como una bufanda de piel . A continuacin , tomando el libro encuadernado con cuero azul que estaba a su lado en el banco, se lo mostr a Jeremiah, diciendo: Ves, gatito . Quedaras tan lindo si estuvieses vestido como el caballero de corazn Leal. Repara en este diseo. Te gustara usar el yelmo de corazn alado con mucha elegancia , verdad? Cerrando los ojos , el felino frot su hocico en la mejilla izquierda de la joven. Guy casi poda or al animal ronronear. Tal vez Jeremiah estuviese hipnotizado por algunas de sus palabras pronunciadas en francs. Tal vez el gato nunca hubiese estado tan cerca de una mujer, antes. De cualquier forma, Jeremiah no estaba actuando de manera normal; l pareca haber encontrado el paraso all , entre los rulos de cabello que escapaban debajo del velo usado por la lady. Guy se estremeci con indignacin. La joven dama pareca haber sido enviada por el demonio para seducir a las almas de los clibes habitantes del monasterio. Ella haba logrado hechizar hasta al antisocial Jeremiah! Con certeza salvaras a la pobre Lady Dulzura de las garras del maldito Hechicero , verdad? se ri Celeste, acariciando el mentn del gato. Un libro narrando aventuras y amores de un hroe de caballera... Extraa lectura para una dama de buena formacin, an ms dentro de un monasterio! Guy saba que deba sentirse disgustado y apartarse de all. Cada segundo que pasase observando a la joven solamente servira para poner en peligro sus votos religiosos.
Una brisa repentina amenaz con levantar el velo corto que cubra la cabeza de la dama. Guy se vio deseando que la amenaza se cumpliese, y insult entre dientes . Al darse cuenta de lo que haba dicho, murmur una oracin de arrepentimiento. Santo Cristo, qu le estaba pasando ? Quin era esa joven lady, despus de todo , ms que una de esas criaturas de cabeza hueca de las cuales haba decidido apartarse de una vez y para siempre al venir al monasterio? En los ltimos doce aos, Guy ya haba conocido un nmero suficiente de mujeres de todos los tipos y colores para convencerse de que ninguna de ellas vala nada. Desde que Ana Bolena haba conquistado el inters del rey Henry, no haba quedado ni un sola gota de honor y virtud en el palacio de Westminster. Guy se senta satisfecho por estar viviendo lejos de la corte, que se haba transformado en un centro de perdicin. Pero ahora, cuando menos lo esperaba, la tentacin haba venido a l. Y su cuerpo, por no decir su alma, estaba reaccionando ante la presencia femenina como un hombre hambriento reacciona delante de una mesa puesta para un banquete. Enojado consigo mismo, Guy se apart del rosedal teniendo cuidado de no hacer ningn ruido que llamase la atencin de la joven de ojos violeta. Ni el mismo Jeremiah oy los leves pasos de l.
Qu?!!! grit Guy Cavendish, comenzando a sudar fro. Se lo imploro, reverendo padre, no me pida eso ! Por qu no? pregunt fray Jocelyn, disimulando una sonrisa. Pens que te gustara dejar el monasterio y viajar un poco, apreciando los bellos paisajes dorados que la Madre naturaleza prepar para el otoo. Adems, estaras lejos de aqu apenas por algunas pocas semanas. Pero por qu me escogi a m ? Slo soy un novicio. tal vez fuese mejor que hubiese elegido para esa misin a alguien que ya hubiese hecho los votos perpetuos. Sucede que nadie en el monasterio habla francs tan bien como vos, hermano Guy. Eso sin mencionar que conoces bien los caminos de la regin a ser recorrida. Northumberland es tu tierra natal, verdad ? Si, reverendo padre, pero ... El superior del monasterio levant las manos, pidiendo silencio, y prosigui : Lady Celeste ya pas por muchas dificultades en su viaje. Hasta siento ganas de aconsejarle que vuelva a la casa de su padre, pero ella no quiere ni or hablar de eso. Lady Celeste me dijo que el honor de su familia exige que ella siga adelante , no importa lo que suceda. Y temo que suceda lo peor en caso lady Celeste viaje sin compaa adecuada. Pero ...
Ahora que lady Marguerite est impedida de viajar, lady Celeste necesita un acompaante respetable continu fray Jocelyn, como si Guy no lo hubiese interrumpido. Y esa ser tu funcin, mi querido. Nadie podr pensar nada malo al ver a una dama viajando en compaa de un sacerdote. Pero no soy un sacerdote! protest Guy. ?l nunca haba pretendido abrazar el sacerdocio; despus de la vida disoluta que haba llevado, no se juzgaba digno de tan noble funcin. No importa si sos o no un sacerdote. A los ojos del mundo eres un hombre dedicado a Dios, y es eso lo que interesa. Y en cuanto a lady Celeste? Ella tampoco precisa saber que sos apenas un novicio. Qudate tranquilo, tu virtud estar a salvo con lady Celeste. La virtud de ningn hombre estara a salvo cerca de esos ojos violetas y de esos labios rosados como los ptalos de una flor silvestre. Fray Jocelyn no tena idea de lo que estaba pidiendo! En una tentativa de conmover al superior del monasterio, Guy se arrodill y pidi: Por favor, reverendo padre, no coloque esa cruz sobre mis hombros... Djate de tonteras, hermano Guy. Por casualidad ya olvidaste que hiciste un voto de obediencia al entrar al monasterio, seis meses atrs? No , no me olvid . Pues bien , te estoy ordenando que acompaes lady Celeste de Montcalm al castillo Snape, de sir Roger Ormond, cerca de Morpeth, en Northumberland. En el castillo, lady Celeste va a casarse con Walter, hijo de sir Roger. Despus de la ceremonia, volvers al convento, entendido? Lady Celeste iba a casarse con Walter Ormond? Cielos, eso sera lo mismo que unir una paloma indefensa a un halcn indomable e hambriento! Pero Guy , trag en seco y se limit a responder: Si, entend . Perfecto! Pero intente entender, reverendo padre... Viajando en compaa de una dama tan ... tan especial... Confieso que temo por mi alma. Admito que lady Celeste es una dama bastante atractiva , y me alegra ver que vos no has perdido la capacidad de reconocer la belleza de una mujer respondi el superior del monasterio, sonriendo. En cuanto a la seguridad de tu alma, tengo una orden ms que darte. Hoy, durante nuestras plegarias nocturnas, hars un voto de silencio. Desde el momento del voto hasta el da del casamiento de lady Celeste, no pronunciars una sola palabra. Gracias, reverendo padre agradeci Guy, aliviado. Impedido de conversar con la joven dama, sera ms fcil evitar sus artimaas femeninas. Y esta noche , para mi penitencia ... Quin dice que necesitas penitencia, hermano? Ayer pasaste toda la noche rezando, por lo tanto hoy es mejor que descanses lo ms que puedas. Partirs
con lady Celeste maana bien temprano. El carruaje ya fue reparado , y es bueno ustedes aprovechen para viajar ahora que dej de llover y el tiempo mejor . Tal vez debiese usar una camisa de tela de crin sugiri Guy. Dolor. ?l necesitaba sentir dolor para mantener sus pensamientos apartados del camino de la perdicin. Nada de eso. Pasar algunas semanas cabalgando a Daisy ser penitencia suficiente hasta para el mas grave de tus pecados. Puedes irte ahora, hermano dijo fray Jocelyn, haciendo la seal de la cruz. Que Dios te acompae. Guy se curv en seal de respeto y dej la sala del superior del monasterio. Fue rumbo a la capilla sintindose confundido y perdido. Cmo hara para sobrevivir durante el prximo mes? Comenz a orar en voz baja, pero su mente fue invadida por imgenes luminosas de lady Celeste... Y por imgenes sombras de Walter Ormond. Desde la puerta lateral de la capilla, fray Jocelyn y fray Cuthbert observaban al novicio que rezaba arrodillado. Ests seguro que tomaste la decisin correcta al ordenarle a Guy acompaar a lady Celeste? indag fray Cuthbert en un murmullo, cuando el superior del monasterio termin de contarle la conversacin que haba tenido con Guy Cavendish. Si . Al final todo saldr bien , vas a ver. Qu quieres insinuar con eso? Digamos que tengo dudas sobre la sinceridad de la vocacin religiosa de Guy. No hables as, por favor. Por supuesto que l tiene una vocacin sincera! Guy vive de rodillas, rezando, y ... Calma, hermano, no te exaltes. El tiempo dir cual de nosotros dos tiene la razn. fray Jocelyn sonri a su viejo amigo, argumentando: Cuando vos y yo hicimos los votos perpetuos, treinta y cinco aos atrs, los hicimos con gran alegra, corriendo al encuentro de nuestro Seor. Pero yo sospecho que Guy est corriendo y escapando de s mismo, huyendo de su propia naturaleza. CAPITULO 3 Me mandaste a llamar, ta Marguerite? pregunt Celeste, apareciendo en la puerta del cuarto transformado en enfermera provisoria para la husped inesperada. Si, querida . Entra y cierra la puerta, Lissa, antes que una corriente de aire fro me haga pescarme una neumona.
Celeste obedeci. En seguida, tom un banquito y lo llev junto a la cama de su ta. El rostro de Marguerite haba vuelto a asumir un color ms saludable, y su mirada haba recuperado el brillo. Quieres que te sirva un poco de agua, ta ? ofreci Celeste indicando la jarra de barro y la copa sobre la mesa, donde tambin haba una vela encendida en un candelabro. Agua? Tengo cara de pescado ? No , claro que no , pero ese sabelotodo de fray Cuthbert parece pensar que si ! Apuesto a que l pretende ahogarme en la primera oportunidad que tenga. Pero no te preocupes, mi querida, fray Cuthbert pronto sabr con quien est tratando! Celeste sonri. El pobre fraile apenas saba que en los prximos meses su paciencia, por no mencionar su santidad, seran severamente puestas a prueba , mientras Marguerite terminaba de recuperarse de las heridas sufridas. Te extraar cuando partas, mi querida dijo a enferma, de repente, tomando las manos de su sobrina entre las suyas. Las palabras de cario conmovieron a Celeste. Todo el da haba evitado pensar que debera seguir viaje sin la compaa de su ta. Pero ahora, en medio de las sombras de la noche, a realidad de la situacin tena que ser confrontada. Yo tambin te extraar ... Y las reprimendas que te pasas dandome cuando no me comporto correctamente brome Celeste, para disimular su emocin. No poda demostrar debilidad, ahora. Todava tena muchos kilmetros que recorrer, sola en un pas extrao, y no poda dejar que su ta se diese cuenta cuanto eso la amedrentaba. Humpf! Dudo que vayas a extraar mis reprimendas. Voy a hacerlo , ta . Djate de tonteras, mi querida. S que a veces soy medio quejosa y que incomodo un poco a las personas. Pero no te llam aqu para hablar de m , Lissa. Te ped que vinieses a mi cuarto porque tengo algo importante que decirte . Algo importante? Puedes hablar, ta Marguerite, soy todo odos. Ah, mi querida Lissa... Vos siempre fuiste una nia tan delicada, gentil y atenta. Es una pena que ese cabezadura de mi hermano nunca se haya dado cuenta de eso. Celeste defendi a su padre, an sabiendo que no era la hija preferida de l. Por favor, ta , intenta entender. Pap tiene otras cosas ms importantes en que pensar ms all de m . Tonteras ! Si no te importa, ser lo ms clara posible, pues no s cuando nosotras dos tendremos la oportunidad de encontrarnos nuevamente. Tu padre quera un heredero varn y cuando vos, la quinta hija mujer , naciste , l qued muy decepcionado. Fue un absurdo el modo en que tu padre te trat todos estos aos . Y ahora, para completar el cuadro , decidi darte en
matrimonio a un extrao que ni siquiera debe saber hablar francs de modo decente! Mirando la llama de la vela por un instante, Celeste intent imaginar como sera su futuro marido. Una imagen de Lancelot, que haba visto dibujada en uno de los libros de la biblioteca de su padre, le vino a la mente. Los Ormond son una familia noble, ta Marguerite. Estoy segura que Walter posee todas las cualidades de un caballero argument ella, a la defensiva. Deja de soar, Lissa, y encara la realidad. Tu prometido no es un hroe de libro de cuentos . Walter Ormond es un hombre de carne y hueso. Adems, es sobre eso que necesito hablar con vos declar la dama, ponindose tensa. Celeste se asust al notar la perturbacin de su ta. No estoy entendiendo, ta Marguerite. Por qu ests tan nerviosa? Ah, mi querida ... Pens que tendramos ms tiempo para discutir el asunto antes de tu casamiento. Le promet a tu madre que te explicara todo con calma, pero ... dime, alguien ya te cont lo que sucede entre un hombre y una mujer despus que ellos se casan? Que yo sepa , ta , un marido y su esposa se aman despus de casados. Y , con la gracia de Dios, el amor que los une crece cada da ms. Cielos, cunta ingenuidad suspir Marguerite. Te estoy hablando de la noche de boda, mi querida , cuando el hombre y la mujer van juntos a la cama. Ninguna de tus hermanas jams habl respecto a eso con vos? No . Por qu ? Ellas deberan haberme contado algo en especial? Si, deberan. Pero, desgraciadamente, vivimos en un mundo donde las jvenes solteras son excesivamente protegidas de la verdad, como rosas delicadas conservadas bajo una cpula de vidrio. Hasta que un da, de repente, las muchachas son arrancadas de sus hogares y arrojadas a los brazos de un marido. Y encima esperan que a ellas les guste lo que viene despus! Ta , por favor, basta de suspenso . De qu diablos ests hablando ? Presta atencin, Lissa. En la noche de bodas, tu marido va a sacarte toda la ropa y a examinarte como si fueses un caballo a punto de ser comprado. En seguida, l se va a sacar su propia ropa e introducir su miembro viril entre tus piernas, en la parte ms ntima de tu cuerpo explic la dama en un solo aliento , antes de perder el coraje de explicar lo que deba ser explicado. Mi Dios! exclam Celeste, ruborizando. Ta ests bromeando conmigo, no es verdad? Responde ta Marguerite! No, mi querida, estoy hablando en serio. Y vos debes permitir que tu marido utilice tu cuerpo, pues ese es un derecho de l. Oh querida! Un detalle ms , preprate para sentir dolor y sangrar cuando el miembro viril te penetre. Celeste se estremeci y apret las manos de su ta entre las suyas. Es imprescindible que eso suceda , ta ? Mi marido y yo no podemos solamente besarnos , murmurar palabras de cario y abrazarnos? Es a como vea a mi
padre y a mi madre comportarse, a veces , cuando pensaban que nadie los estaba mirando. Con un poco de suerte tu marido ser carioso y va a abrazarte y besarte tambin , mi querida . Pero esa otra cosa que acabo de explicarte es inevitable. En verdad, es por eso que los hombres y mujeres se casan . Inevitable por qu? Por lo que me describiste , ese acto no es ni un poco natural! protest Celeste, al mismo tiempo confundida y horrorizada. Ninguno de los libros en la biblioteca de su padre mencionaba o mostraba el acto que su ta haba descripto . Las historias que sola leer eran todas sobre parejas que paseaban de la manos en lindos jardines floridos y dorman juntos como si fuesen buenos amigos. Adems, nadie nunca la haba visto desnuda, con excepcin de su madre y su criada. No hay acto ms natural en el mundo que ese que mencion , mi querida contest Marguerite. Si los hombres y las mujeres no lo practicasen, no existiran los bebs en el mundo. Ahora trata de borrar esa expresin de perplejidad de la cara , Lissa. Con el tiempo, y si tu marido es un amante habilidoso, aprenders a gustar de ir a ka cama con l aunque, segundo dicen , los ingleses no son muy buenos en las artes amatorias , y ... Oh, basta, creo que ya habl lo suficiente sobre el tema. Te Cont lo que era necesario, conforme le promet a su madre. Ta , me dejaste asustada. Qu debo hacer cuando... cuando llegue el momento ? Cierra los ojos , qudate inmvil y piensa en los lindos bebs que vas a tener, mi querida. Fuera de eso, no hay mucho que puedas hacer. Celeste pas una psima noche, perturbada por sueos confusos y atemorizantes. Cuando la campana de la capilla son antes del amanecer, ella se levant rpidamente para prepararse para el viaje. Cuando termin de lavarse el rostro en una fuente con agua, la conversacin que haba tenido con su ta, en la vspera, apenas pareca el fragmento de una de las pesadillas que la haban asaltado durante la noche. Slo las palabras desnuda, dolor y sangre permanecieron grabadas en su mente. Tal vez el marido de Marguerite, fallecido hacia aos, hubiese sido un animal salvaje en la cama, concluy Celeste mientras se pona el vestido de viaje de terciopelo color granate. O tal vez su ta, a pesar de su apariencia saludable, estuviese delirando por causa de algn remedio que el hermano Cuthbert le haba dado para que ella no sintiese dolores. Sin embargo , no ganaba nada con preocuparse con anticipacin. Su prometido todava estaba a kilmetros de distancia, en Northumberland. Pensara en el problema de la noche de bodas cuando el momento llegase. Hasta entonces, tena otras cosas ms urgentes para ocupar su mente. Por ejemplo, necesitara aprender pronto a apretar y amarrar sola los cordones del corset . Tambin
necesitara practicar ms la lengua inglesa y , por encima de todo, conocer mejor a su nuevo compaero de viaje, el hermano Guy. En los pocos das que haba pasado como husped en el monasterio, haba visto al fraile de rostro angelical solamente durante algunos breves instantes. Haba intentado hablar con fray Guy en cierta ocasin, para agradecerle por haber ayudado en el da del accidente con el carruaje, pero l la haba ignorado y haba entrado apresuradamente a la capilla. En otra ocasin, mientras tocaba el lad en el rosedal cerca del claustro, haba imaginado haber visto a fray Guy a observarla desde detrs de una columna, pero cuando haba levantado la cara no haba visto a nadie ms all del gato Jeremiah. Finalmente lista para viajar, Celeste fue a despedirse de su ta, quien la llen de consejos: Ahorra todo lo ms que puedas, Lissa. No dejes que ningn posadero codicioso te engae y te cobre ms de lo normal por una comida o por un cuarto. Est bien , ta Marguerite. No olvides siempre comportarte como una lady, y acurdate de practicar ingls y canta siempre que te sea posible. Si, ta . No distraigas a Gaston con tonteras, pues el pobre ya tiene demasiado trabajo guiando esa grupo de incompetentes impresentables . Celeste reprimi una sonrisa. Saba que Gaston se sentira aliviado por no estar viajando en compaa de "madame lengua viperina", que era como l llamaba a su ta detrs de su espalda. Todas las noches, antes de dormir, cepilla cien veces el cabello para dejarlo brillante y desenredado prosigui Marguerite. Conserva los dientes limpos y mastica hojas de menta para mantener el aliento perfumado. Intenta no pasar el tiempo todo soando despierta con caballeros de armadura brillante y reza todos los das, entendiste? Cmo podra olvidarme de orar si viajar acompaada de un fray , ta ? Sin duda l me va a hacer rezar un milln de padres nuestros antes de que lleguemos al castillo Snape se ri Celeste. l Trate de no involucrarte con fray Guy, Lissa. Fray Cuthbert me cont que l hizo un voto de silencio, por lo tanto no lo molestes con tus charlas interminables Cmo voy a practicar ingls si fray Guy hizo un voto de silencio? Qu cosa ms idiota! No puede ser en serio. Si fray Guy se queda con la boca cerrada todo el tiempo , yo me encargar de hablar por los dos. l Lissa, no sea malcriadas! Te prohibo que... l
La llegada de fray Cuthbert, quien entr en el cuarto para avisar que el momento de la partida haba llegado, impidi que Marguerite continuase dndole consejos a su sobrina. Despidindose de su ta con besos, palabras de cario y deseos de un rpido restablecimiento, Celeste fue al encuentro de sus compaeros de viaje. despus de pedir la bendicin de fray Jocelyn y despedirse con caricias de Jeremiah, le pidi a Gaston que la ayudase a montar. Slo cuando ya estaba sobre el caballo fue que avist a fray Guy. Incapaz de contenerse, Celeste lanz una carcajada . El fraile estaba montado en la mula Daisy, con su hbito marrn levantado hasta los muslos y los pies casi tocando el suelo ; una expresin de irritacin arruinaba su rostro bonito. Oh la la, pens Celeste, intentando controlar la risa, parece que va a depender de m que este viaje sea una alegra o una tortura. CAPITULO 4 Cunto tiempo haca desde que haba partido por ltima vez del monasterio? Guy mir a su alrededor , notando las diferencias en el paisaje. cuando haba llegado a San Hugo, en abril, los campos estaban floridos y una brisa suave le levantaba el cabello . Ahora, en Octubre, los campos se presentaban desnudos y el viento norte le enfriaba la parte de la cabeza descubierta por el corte de cabello de novicio. Aspir con placer el aire perfumado de otoo. Pero en seguida se sinti culposo por estar tan contento por encontrarse afuera de los muros grises del monasterio de San Hugo. Tambin se sinti culposo, , por permitir que la compaa de la joven lady, que haba insistido en cabalgar a su lado, lo perturbase tanto. Guy mir disimuladamente a Celeste y se dio cuenta , con un sobresalto, que ella lo observaba con curiosidad. Bonjour, mon frre lo salud Celeste, sonriendo. O mejor dicho ... Buen da, fray Guy repiti ella, esa vez en ingls . Te parece que pronunci bien las palabras? Era lo nico que le faltaba! Encima de todo , esa joven estaba esperando recibir clases de ingls durante el viaje? Por las pelotas de Satans , nadie le haba contado que l haba hecho un voto de silencio? Encogindose de hombros, Guy permaneci callado. Por favor, fray Guy, sera mucho pedir que respondieses mi pregunta sintiendo o negando con la cabeza para decir "si" o "no"? Vamos , s buenito , dime si mi pronunciacin es buena insisti Celeste, antes de repetir lentamente : Buen da, fray Guy.
El solt un suspiro de desnimo. Estaban a menos de dos kilmetros del monasterio y el pequea demonio ya haba empezado a tentarlo. Y pensar que todava faltaban unos cuatrocientos ochenta kilmetros hasta el castillo Snape... Para desalentar la tentativa de conversacin de Celeste, Guy sacudi la cabeza negando . Dnde fue que me equivoqu ? indag ella, ponindose seria. En la pronunciacin de "buen da ", de "fray " o en tu nombre? Notando que no sera dejado en paz tan fcilmente, y notando tambin que a Celeste no gustaba ser criticada, Guy tom una pequea pizarra que traa amarrada a la cintura. En seguida, tomando un pedazo de tiza del bolsillo del hbito, escribi la palabra "fray" en la pizarra y subray la "r", para indicar que ella estaba cargando demasiado la pronunciacin de la letra, cuando ella deca "fray", la palabra sonaba como "fray". Hum, entend . Oh bien, es mejor que practique la pronunciacin correcta, entonces. Fray... Fray... Y ahora, est bien? Guy asinti y espole a Daisy, para que la mula apresurase el paso. Tal vez, apartndose de la joven dama, ella desistiese de buscar conversacin. Adems, prefera no tener que permanecer mirando para la tentadora figura de ella, sus misteriosos ojos violetas, las mejillas rosadas, los labios que le recordaban a una fruta madura y ... Eva desnuda y el fruto del pecado Dios y la Virgen! , de dnde haban surgido esos pensamientos? Guy apret los dientes , retndose por permitirse tales devaneos. Despus de todo , haba renunciado a los placeres carnales seis meses atrs. Un sonido ahogado a su espalda llam su atencin. Celeste se habra quedado ofendida porque l se haba apartado y ella haba empezado a llorar? Al mirar hacia atrs se dio cuenta que haba cometido un error. La joven lady no estaba llorando, sino intentando contener un acceso de risa. Perdname , fray Guy, pero es demasiado gracioso ! dijo ella, comenzando a rerse descaradamente . Mirndote desde aqu atrs, parece que la pobre mula tiene seis patas. Creo que no hara mucha diferencia si fueses caminando hasta Northumberland, pues tus pies casi tocan en suelo ! Ay, no! Me muero ... qu gracioso! Algunos de los hombres que formaban parte del grupo tambin comenzaron a rerse. Guy frunci el ceo . Esa impertinente del demonio no tena el menor respeto por un religioso y su humilde montura? Dndole una palmadita amigable al cuello de Daisy, l se acord de Rayo de Luna , el garan gris que sola montar antes de entrar al monasterio. Si lo viese en la montura del imponente caballo, con certeza lady Celeste de Montcalm no burlara de l. .. En ese momento, la mula buf. Celeste volvi a rer, bromeando:
Te ofend , fray Guy? Te cortaron el sentido del humor junto con tus cabellos ? Guy prefiri ignorar el comentario. Su misin era acompaar a la joven dama al castillo Snape, y no hacerse amigo de ella. En verdad, una ligera antipata entre los dos hasta sera bienvenida, para el beneficio de su alma. Ah, qu sabio haba sido fray Jocelyn al pedirle que hiciese un voto de silencio. De lo contrario, ya habra desobedecido varios de los mandamientos sagrados en los ltimos minutos. No matars. Al notar que Celeste no deca nada ms , Guy se relaj un poco. Tal vez ella tuviese remordimientos por haberse redo de l y hubiese decidido quedarse callada de all en adelante . Dios escucha mis plegarias! Una mosca se pos en el pie de Guy. ?l sacudi la pierna para librarse del insecto mientras intentaba calcular cuanto tiempo les llevara para llegar al poblado ms prximo. La mosca volvi , esta vez posndose cerca de la rodilla. Controlando las ganas de matar al insecto , Guy volvi a sacudir la pierna para espantarla. San Francisco de Ass, patrono de la orden religiosa a la cual perteneca, sola decir que todas las criaturas son hijas de Dios y merecen respeto. O sea, la insoportable mosca que lo estaba molestando deba ser respetada. Mi paciencia debe estar siendo puesta a prueba, reflexion Guy cuando la mosca se pos en su nuca y comenz a caminar en direccin a su oreja izquierda. ?l sacudi la cabeza para espantar al insecto, y un pensamiento malicioso se le ocurri . Por qu esa mosca no iba a molestar a lady Charlatana , en vez de perturbar a un hombre de Dios? Pero en el mismo instante se arrepinti de haber pensado tal cosa. No era nada cristiano desearle el mal a otra persona. Segundos ms tarde el insecto volvi a importunarlo, esa vez posndose en la parte rasurada de su cabeza. Uno de los hombres del grupo solt una carcajada y fue reprendido en voz baja. Sbitamente , una duda comenz a formarse en la mente de Guy. Cuando la mosca se le pos en la oreja, l gir rpidamente hacia atrs y confirm sus sospechas. Celeste sujetaba en una de sus manos una hoja larga y seca . La punta de la hoja estaba a pocos centmetros de distancia del hombro de Guy. ?l abri la boca para retar a la joven, pero se acord a tiempo del voto de silencio y permaneci callado. Pobre fray Guy murmur Celeste, acaricindose la mejilla con la hoja . No te gust mi bromita? Sonre, vamos! Sonrer no va a hacer que quiebres tu voto de silencio, verdad ? Guy la encar sin mover un solo msculo facial y continu callado, an sintiendo unas ganas sbitas de rerse a carcajadas . Vamos, reconcelo! La dama le haba hecho una buena broma . En otros tiempos, l se habra vengado de la broma con otra. Besando repentinamente a la lady atrevida, por ejemplo, o . .. Maldicin de Satans! Ah estaba de nuevo , dejndose llevar por pensamientos
inapropiados para un hombre dedicado a la Iglesia... No poda ser tan tonto , no poda caer en las trampas que Celeste le estaba armando! Los viajantes se detuvieron para comer al medioda , cerca de un riacho de aguas cristalinas. Celeste y su escolta se acomodaron bajo la sombra de un rbol frondoso. Guy prefiri sentarse al sol, ms cerca del riacho y ms lejos de la perturbadora presencia femenina. Observando el cielo, avist una bandada de patos salvajes volando hacia el sur en busca de climas ms clidos. En ese mismo momento se acord de cuando sala a cazar palomas con sus halcones entrenados. Cerrando los ojos , suspir e intent apartar el recuerdo de placeres pasados, a los cuales haba renunciado por propia voluntad pocos meses atrs. Fray Guy? lo llam una voz suave. ?l abri los ojos . Tambin hiciste voto de ayuno ? pregunt Celeste, extendindole una servilleta de lino conteniendo tajadas de pan y queso, un pedazo de pechuga de pollo y una manzana. Si te desmayas de hambre y te caes de esa su mula ridcula, ningn de nosotros podr levantarte del suelo . Sos ... muy grndote y alto. La mirada de Celeste recorri el cuerpo masculino, detenindose en la cara atractiva , los hombros anchos y las largas piernas musculosas delineadas por el hbito marrn. Guy sinti oleadas de calor invadir las partes examinadas por la joven a la distancia, y contuvo las ganas de murmurar una palabra de la peor calaa. Y tambin te traje bebida para acompaar la comida continu Celeste, ofrecindole un jarro con vino. Los vinos franceses haban sido una de las perdiciones de Guy, desde que los haba probado por primera vez al acompaar el rey Henry al Campo de de Oro. Sacudiendo la cabeza, l rechaz el vino y despus seal el riacho. Prefieres tomar agua? Celeste hizo una mueca de repugnancia. Una pavada ! El agua de Inglaterra no tiene sabor agradable. Adems, en un clima hmedo como el de este reino, es mejor tomar vino para calentar el cuerpo y el alma. La eleccin es tuya, mi querido fraile. Puedes alimentarte bien y agradecerle a Dios por la comida que recibiste ... O pasar hambre e igualmente ir a parar al infierno! ella finaliz, dejando el jarro en el suelo antes de apartarse. Guy refren las ganas de rerse. La francesita no tena pelos en la lengua, sin duda ! Eso era bueno , pues ella necesitara tener un espritu fuerte para sobrevivir a Walter Ormond y su sombro castillo. Al pensar en el hijo de sir Roger, Guy sinti un gusto amargo en la boca. Haba visto al muchacho por ltima vez en la corte del rey Henry, cuatro aos antes. Walter era un sujeto desagradable, cuya compaa los nobles ms refinados procuraban evitar. ?l beba demasiado , se comportaba groseramente
y perda verdaderas fortunas en las mesas de juego. En relacin a las mujeres, era un desastre total. los criados comentaban que Walter pareca un animal en celo , literalmente atacando jvenes criadas que andaban solas por los corredores del castillo de Windsor. Debido a su comportamiento abusivo, el muchacho haba acabado siendo expulso no slo de la residencia real, sino de la ciudad de Londres. Despus de eso Walter haba partido hacia el norte, donde, segn decan , continuaba llevando una vida descontrolada. Guy comenz a comer, mas, al reflexionar que dentro de poco Celeste estara casada con un sujeto tan despreciable , apenas pudo sentir el gusto de los alimentos. Cunto tiempo llevara para que los ojos violetas de la joven se llenasen de lgrimas incesantes? Cunto tiempo llevara para que sus mejillas rosadas asumiesen un tono plido de tristeza constante? En un gesto inconsciente, Guy tom el jarro de vino y lo vaci de un solo trago . El sabor fuerte del vino de Bordeaux , al cual ya no estaba habituado, casi lo hizo atragantar. Por San Jorge! No debera haber tomado el vino! Adems, tampoco debera haber comido el queso, el pedazo de pollo y la manzana . Se haba prometido que iba a alimentarse solamente a pan y agua, como penitencia por haber tenido pensamientos pecaminosos en relacin a Celeste. Tuvo ganas lanzar el jarro contra una piedra, pero se contuvo a tiempo. Qu mal le haba hecho el jarro ? Ninguno. Era la joven de cabellos negros, cuyos rulos escapaban debajo del velo que le cubra la cabeza, lo que lo dejaba perturbado. Pidindole a Dios que le perdonase sus fallas humanas, Guy se levant y se acerc al grupo de franceses. Eh! Muy bien! exclam Gaston al notar el jarro vaca en las manos de l. Es bueno que haya comido y bebido bien . Perdneme la franqueza, fray Guy, pero por su apariencia robusta yo dira que debera ser un soldado del rey ingls , y no un soldado de Cristo. Sus manos grandes, parecen ms adecuadas para manejar una espada o para acariciar a una... El sargento francs interrumpi la frase a medio camino y carraspe , avergonzado. Guy mantuvo la compostura, fingiendo no tener la menor idea de como Gaston pretenda terminar la frase. No te burles de fray Guy, Gaston lo ret Celeste, con buen humor. ?l necesita tener los hombros anchos para cargar el peso de nuestros pecados cuando reza por nosotros . No es as , fray Guy? Escondiendo las manos dentro de las mangas del hbito, Guy cerr los puos. Oh, Mi Dios , cunto tiempo podr resistir a esta joven? Cuando su respiracin volvi a normalizarse , l seal el cielo y despus a los caballos.
Fray Guy tiene razn, se est haciendo tarde y debemos seguir viaje dijo Gaston. Tenemos que apurarnos, si queremos encontrar un hospedaje antes del anochecer. l Espero que nuestros prximos das de viaje sean tan agradables como el de hoy coment Celeste, ponindose de pie y aproximndose a su caballo. As no sentiremos el tiempo pasar hasta llegar al castillo Snape. l Debera estar llevndote a mi castillo, Lissa, y no a ese antro sombro dos Ormond. Ese pensamiento, surgido de la nada, atraves la mente de Guy como un rayo. Jess , Mara y Jos! , estaba enloqueciendo? CAPITULO CINCO Qu vergenza, fray Guy! La tarde est tan bonita, por qu no pones una cara ms alegre? lo ret Celeste, en tono burln. Dios te dio una cara tan bonita , y pareces empeado en afearla con una expresin enojada. Vamos! Hay que planchar esas arrugas de enojo! Guy solt un suspiro de frustracin. Por qu no lo dejaba en paz? Por qu no conversaba con Gaston, o con alguno de los otros hombres? Mir el cielo y calcul que todava tenan unas dos horas de viaje por delante antes de encontrar un hospedaje. En ese medio tiempo, con certeza Celeste poda conseguirse otra cosa para hacer ms all de concentrar toda su atencin en l. Dnde estaban los buenos modales de la francesa? Ser que nadie nunca le haba dicho que era una falta de educacin hacer comentarios sobre la apariencia de un hombre que ella apenas conoca? Pobre fray Guy continu Celeste, con una risita. Tal vez el vino que tom a la hora del almuerzo no le haya hecho bien, no te parece, Luz de Estrellas? coment ella, acariciando las crines de su caballo. Guy volvi a suspirar y gir su rostro al otro lado, para resistir la tentacin de mirar los bellos ojos de la joven dama. Nunca haba conocido a nadie con ojos de un color tan extico, cuyo brillo expresaba una alegra de vivir tan intensa . Ojos maravillosos, llenos de fuego y pasin, llenos de promesas de... Por todos los santos! Por qu estaba perdiendo tiempo meditando sobre la belleza de los ojos de la francesa? Tal vez porque haba pasado seis meses lejos de compaa femenina . Y qu con eso ? Las mujeres lo disguataban. Ninguna de las que haba conocido posea una sola gota de virtud o honor. Y Celeste no deba ser muy diferente a las otras, verdad ? Irritado, Guy clav sus talones en los flancos de Daisy.
Asustada con el sbito comando de andar ms rpidamente , la mula baj la cabeza, afirm las patas delanteras en el suelo y dio una coz al aire con las patas traseras. Tomado de sorpresa, Guy perdi el equilibrio ; se resbal por el cuello del animal y cay de cabeza al suelo , con las piernas para arriba. Medio atontado por el tumbo, sinti una brisa fra en sus nalgas y se dio cuenta que el hbito se le haba subido hasta la cintura, exponiendo su culo . En el mismo instante, una risotada hizo eco en el aire. Magnifico ! exclam Celeste, su risa acompaado por la de Gaston y por la de los otros hombres. Confieso que nunca haba visto nada tan... tan... Ella no pudo terminar la frase, de tanto que se rea. Maldiciendo entre dientes, Guy se levant y se acomod el hbito con toda la dignidad que fue capaz de reunir. Nunca haba visto una luna llena tan bonita en pleno da! complet Celeste, atragantada de risa. Guy sinti que su rostro se pona rojo. Cmo esa maleducada de mierda se atreva a burlarse de l ? Con las manos temblorosas de rabia, tom las riendas de la mula y volvi a montarla. Dndole la espalda a Celeste, hizo con Daisy comenzase a andar. Por favor, mi lady, contrlate . No ves que ofendiste al pobre fraile? la ret Gaston. Qu no hara su ta si la viese comportarse de esa manera? Sabes muy bien lo que mi ta hara respondi Celeste. Ella me dara un sermn , pero por dentro se reira tanto o ms que yo de eso que acaba de suceder. Te lo juro, Gaston, nunca haba visto nada tan ... El sargento carraspe y encar a los otros hombres del grupo, que todava se rean del espectculo ofrecido por Guy. Calmasen, maricones ! No vinieron a Inglaterra para divertirse! Mientras reprenda a los hombres Gaston solt una serie de palabrotas. Al or las palabras ofensivas Guy se sinti aliviado, pues el sargento estaba diciendo en voz alta exactamente aquello que a l mismo le gustara decir si no hubiese hecho un voto de silencio. Y si las palabrotas proferidas por Gaston hubiesen dejado afectada a Celeste , tanto mejor! La joven se mereca una buen castigo por haberse atrevido a rerse de sus nalgas. No faltaba ms! Nunca ninguna mujer haba considerado su desnudez graciosa. Por el contrario. Todas las mujeres que haba llevado a la cama haban elogiado la firmeza y las proporciones armoniosas de su trasero y otras partes ms ntimas . Y ms que eso, ellas haban demostrado su aprobacin con actos que lo haban llevado al xtasis! Qu bella demostracin de vanidad y lujuria!, le susurr la voz de su consciencia. Guy encogi los hombros. La vanidad y la lujuria eran pecados graves, sin duda. Deba rezar pidiendo perdn a Dios. Tal vez fuese bueno aprovechar esa oportunidad y pedir tambin ms paciencia para lidiar con Celeste de Montcalm,
de lo caso su lista de pecados aumentara tanto que ni Dios Todopoderoso podra perdonarlo. Fray Guy? lo llam Celeste, aproximndose con su caballo. Por favor, fray, disclpame. El mir hacia atrs reticentemente , y se sorprendi con la apariencia de la lady francesa. El rostro delicado, de expresin siempre tan alegre, estaba transformado. La piel rosada haba asumido un tono plido, los ojos violeta estaban nublados con lgrimas y los labios carnosos estaban apretados en una lnea fina. Perdname pues comet un grave pecado continu Celeste. perdname por haberme redo de tu cada, y perdname tambin por el modo en que me burl despus. Siento mucho haberte ofendido, pues sos un hombre de Dios. Estoy sinceramente arrepentida de lo que hice. Por favor, absulveme y dame una penitencia, para que pueda quedarme en paz. Cielos! Adems de un simple perdn , ella reclamaba el rito sacramental completo, pens Guy, sudando fro. Siendo un mero novicio, no poda absolverla como un sacerdote. Por otro lado, poda perdonarla como hombre, y tambin aprovechar la oportunidad para darle una leccin de humildad . Haciendo una sea para que Celeste se aproximase ms, Guy hizo la seal de la cruz. En seguida, tomando la pizarra y la tiza , escribi algunas palabras y se las mostr a la joven. El pecado me sali un poco caro , fray ! exclam ella. Cincuenta Ave Maras de penitencia? Me llevar horas para rezar todo eso! Guy asinti seriamente , mientras pensaba: Ojal te lleve ms que so , pues mientras rezas me vas a dejar en paz. Despus de treinta y tantos Ave Maras, Celeste se distrajo y perdi la cuenta. Dejando de rezar, movi los hombros para aliviar la tensin de los msculos. Mirando hacia adelante, avist un par de hombros anchos cubiertos por el hbito de lana marrn. Qu grandote era fray Guy e! Celeste sonri al observar las piernas fuertes que se afirmaban a los flancos de la mula Daisy. En seguida, su mirada subi hasta la cabeza del religioso, donde el corte de cabello expona un pedazo de cuero cabelludo quemado por el sol. Cul sera la apariencia de fray Guy sin ese corte de cabello ? Tena cabellos muy bonitos, de un tono dorado increble. Sus cabellos seran suaves al contacto? El cabello rubio pareca fino como el de un beb, pero el cuerpo musculoso revelaba que el religioso ya era hombre hecho y derecho. Estremecindose , Celeste rez ms que un Ave Mara mientras se preguntaba si era pecado observar de ese modo el cuerpo de un hombre dedicado a Dios. Qu hombros anchos los de fray Guy! Con certeza su madre haba tenido que coserle camisas de tamao mayor que lo comn , para que su hijo no estallase las costuras mientras se ejercitaba con la espada. Pues, sin duda alguna, fray
Guy deba haber aprendido a manejar la espada antes de entrar al monasterio. Por el modo en que hablaba y por su aspecto noble, era obvio que l perteneca a una buena familia, y no era pecado algn saber manejar armas. Celeste suspir. Cmo se vera que fray Guy con una armadura igual a la del caballero de Corazn Leal, el hroe del libro que ella adoraba leer? Ah, tan fcil imaginarlo usando el yelmo con la figura del corazn alado... Al acordarse de su libro favorito, Celeste se acord tambin de las canciones de los trovadores que sola or en el castillo de su padre. Nostlgica, se encontr murmurando un Ave Mara al ritmo de la cancin titulada "El Lamento de Corazn Leal". Qu bien combinaban las palabras en latn con esa meloda simple ! Animndose, Celeste cant un segundo Ave Mara en un tono ms alto. Guy mir hacia atrs, la mir con el ceo fruncido y llev un dedo a los labios, pidiendo silencio. Qu cosa desagradable, ese hombre no sonrea nunca, pens Celeste, antes de indagar: Cul es el problema, fray ? No puedo cantar? El neg con a cabeza. Y por qu no? No cantas tus oraciones en el monasterio, cuando tienes permiso para hablar? Pues bien , yo decid cumplir mi penitencia cantando! Adems, me han dicho que tengo una voz muy bonita y ... Guy hizo seas para indicar que no debera continuar con ese tema . Creyendo que haba recibido autorizacin para continuar cantando, Celeste volvi a rezar, siguiendo ahora la meloda de "Lancelot y Guinevere". Ave Mara, gratia plena... Antes que Guy girase el rostro, volviendo a mirar hacia adelante , Celeste detect la sombra de una sonrisa en los labios de l. Ah, mi querido fray, yo te voy a hacer sonrer de verdad, pens ella, espera y vers! CAPITULO 6 Los ltimos rayos de sol del da iluminaban de rojo las paredes de las casas del poblado de Ludlow. Guy condujo al grupo de franceses hasta el patio del hospedaje Feathers el ms respetable del lugar . Despus de bajar del lomo de Daisy, l se dio vuelta para ayudar a Celeste a desmontar del caballo, pero interrumpi su gesto por la mitad. Era funcin de Gaston ayudar a la joven lady. Con una puntada de envidia, Guy vio al sargento sujetar a Celeste por la cintura, levantarla de la montura y colocarla en el suelo . Por Santa Ana, la dama
francesa pareca liviana como una pluma, y su cintura era estrecha como la de una avispa! Reprimiendo una oleada de lujuria, Guy se recrimin por tal observacin. No deba prestar atencin a ese tipo de detalle, ahora que era un hombre dedicado a la Iglesia. Cuando se vio en el suelo , Celeste examin la fachada de madera del hospedaje, que presentaba varias ventanas estrechas . Quin va a hablar con el posadero, ahora que la ta Marguerite ya no est con nosotros ? indag ella pensativamente . Volvindose de repente hacia Guy, sugiri : Por qu no usas la pizarra y la tiza para explicarle al dueo del hospedaje que queremos pasar la noche aqu? Guy escribi una frase en el rectngulo y se lo mostr a Celeste. El posadero no debe saber leer, deca la frase . Pero si el posadero es analfabeto, quin va a hablar con l? Mi ingls es tan malo! Ser bueno que practicases un poco la lengua inglesa, escribi Guy en la pizarra. Bien, en ese caso... Vamos enfrentar al len en su cueva. Slo espero que la cueva sea limpia y confortable brome Celeste, entrando en el hospedaje. La pequeina es tan determinada y valiente coment Gaston mientras la segua, acompaado por Guy. Espero que el prometido de lady Celeste no tenga un corazn tierno , fr lo contrario en poco tiempo ella lo transformar en un gatito indefenso. Guy cerr los puos. Walter Ormond no tena un corazn tierno , y jams permitira que una joven lo dominase especialmente tratndose de una joven con poco dominio de la lengua inglesa. Encogindose de hombros, Guy una vez ms intent convencerse que la futura vida de casada de Celeste no asunto suyo . Y por qu no?, le pregunt una incmoda voz interior. Al localizar al dueo de la posada, un sujeto gordito y pelirrojo, Celeste se acerc , diciendo con una sonrisa cautivante: Pardon, monsieur, precisamos un lugar para dormir esta noche . Puede proveernos cuartos ? Ustedes son franceses, por lo visto. Si, monsieur, pero podemos pagarle con moneda inglesa. Y el fray que nos acompaa es ingls y entiende todo lo que usted dice. Guy dio un paso adelante y salud al posadero con un gesto de su cabeza. El hombre lo estudi de pies a cabeza e, intimidado, dio un paso atrs . En seguida afirm, refirindose a los franceses de forma peyorativa: Siento mucho si parec ser poco delicado con la dama, fray. Sucede que ya tuve problemas con los "franchutes " antes, por eso no confo mucho en ellos. Antes que Guy tuviese tiempo de reaccionar Celeste interfiri, indignada. "Franchutes "? ?l nos llam de "franchutes"? Imbcil! Nosotros somos seres inferiores a los ingleses ? Mrame ! ella exhibi su cuerpo . Soy distinta a cualquier inglesa ?
El dueo de la posada silb bajito ante esa exhibicin inesperada. Los hombres sentados en las mesas ms cercanas estiraron los cuellos para ver mejor a la joven. Mi lady, por favor, le pido compostura ! murmur Gaston, en francs. Quiere que esos ingleses cerdos piensen que es una mujer sin reputacin? Lady Marguerite me mandara a matar si viese la escena que est haciendo! Mi ta nunca sabr lo que hice respondi Celeste en un susurro. Guy se acerc ms a la joven y le lanz una mirada feroz a los hombres que la miraban con admiracin. Cielos, y pensar que esa era apenas la primer noche de viaje... Necesitara tener mucha suerte para poder llevar a Celeste de Montcalm sana y salva hasta el castillo Snape! Y por qu justamente tena que tener un cuerpo tan bonito? Guy se prometi que pasara la noche en vela como penitencia por haber sentido tanta lujuria. Y entonces, monsieur, tiene o no tiene cuarto para nosotros ? le pregunt Celeste al posadero . Queremos lo mejor que tenga para ofrecer . Claro, mi lady, claro balbuce el dueo de la posada. Tambin tenemos soldados, caballos y un carruaje que precisarn atencin . Usted se encargar de eso, verdad ? El muchacho del establo se ocupar de esa parte, mi lady. El precio por noche es de un cheln por cada caballo y por cada soldado. Celeste mir a Guy pidiendo su aprobacin. ?l neg con la cabeza; en seguida mostr cuatro dedos de su mano. El fraile, un cristiano muy honesto, dice que slo debemos pagar tres chelines por los cuidados de los caballos y por la acomodacin de los soldados. Est bien as para usted? Controlando las ganas de rerse ante la habilidad para negociar demostrada por Celeste, Guy asinti enfticamente cuando ella termin de hablar. El posadero no tuvo otra salida mas que concordar. Muy bien , mi lady. Sus soldados y sus caballos recibirn tratamiento de primera, el mejor aposento de mi establecimiento est a su disposicin. Basta con subir esa escalera a su izquierda e ir hasta el final del corredor. Merci, monsieur. Le pedir a un criado que nos lleve agua caliente y nos sirva una buena cena, verdad? pregunt Celeste, tomando la mano del hombre entre las suyas para entregarle una moneda de plata. Si, mi lady respondi el dueo de la posada, abriendo los ojos con asombro al recibir la propina. Lady Celeste, un soldado inteligente sabe cuando lleg el momento de batirse en retirada. Creo que es mejor subir ahora mismo al aposento que el posadero nos dio sugiri Gaston. Guy hizo un gesto indicando que concordaba con la sugestin del sargento. En seguida, sujetando Celeste por el brazo, la condujo en direccin a la escalera.
Cuanto menos tiempo ella pasase siendo observada por los otros huspedes del establecimiento, mejor. Me sali bastante bine , verdad ? indag Celeste, riendo, mientras suban la escalera. Guy permaneci callado y le apret el brazo con un poco ms de fuerza que lo necesario. Intent al mximo ignorar aquello que su tacto experto deca que haba debajo de la manga de terciopelo del vestido Una piel caliente y suave, conteniendo promesas de pasin capaces de enloquecer a un santo. Jess! Tendra que pasar la mitad de la noche arrodillado, rezando, como castigo por alimentar pensamientos tan pecaminosos. El cuarto era sorprendentemente agradable. Al lado de la chimenea haba lea y un pedernal para encender un fuego. Una mesa cuadrada y dos sillas ocupaban el rea cerca de la ventana. . Celeste solt una exclamacin de alegra al examinar la cama con dosel y cortinado, en un rincn del aposento. Qu bueno ! Las sabanas estn limpias y el colchn est rellenado con paja fresca. Sin ms comentarios, ella comenz a levantar el colchn para esconder debajo de l la bolsa de cuero que Gaston le haba entregado despus de ayudarla a bajar del caballo. Guy dirigi una mirada curioso a la bolsita y despus mir a Gaston con aire de indagacin. La bolsa contiene la dote de lady Celeste, fray le explic el sargento, agachndose para colocar algunos pedazos de lea en la chimenea. Por todos los santos! Cmo esa joven andaba por ah, con una bolsa llena de oro, como si estuviese cargando un simple pauelo de encaje? El padre de ella habra enloquecido al dejarla viajar acompaada por tan pocos hombres y una fortuna tan grande? Y por qu Gaston no pareca preocupado en proteger mejor al dote de la francesa? Esas preguntas se atropellaron en la mente de Guy, una tras otra. Aproximndose a Celeste, l seal la bolsa de cuero con el ndice levantado. Si, aqu est mi dote confirm Celeste, sonriendo. No poda haber dejado de traerla conmigo, lgicamente . Ella posea labios tan lindos! Guy no pudo dejar de imaginar si algn muchacho de la corte francesa ya haba probado el sabor de los besos de Celeste. Ms enojado consigo mismo que con la joven, l chasque los dedos y volvi a sealar la bolsa. Quieres ver mi dote? pregunt ella. Guy asinti . Mustrale lo que tiene la bolsa, mi lady. Ya que fuimos confiados a la proteccin del buen fraile, no debemos esconderle nada argument Gaston. Tiene razn, de acuerdo. Celeste entreg la bolsa a Guy. Puedes mirar, pero no esperes encontrar el tesoro de un sultn oriental ella agreg.
Dentro del bolso de cuero Guy sac una caja rectangular, estrecha, recubierta de terciopelo azul. La abri y observ el contenido con confusin . Si, fray, eso que est viendo es la dote que mi amo se dign a darle a su hija menor dijo Gaston, escupiendo al fuego que acababa de encender, al notar la reaccin de Guy. Celeste se puso tensa al or las palabras del sargento. Guy, por su vez, se concentr en examinar lo que haba dentro del estuche forrado en seda color : doce pulseras baadas en oro. Cada una traa el dibujo de uno de los doce apstoles de Cristo. Tomando una de las pulseras, Guy reconoci a Santiago , el mayor, una figura con ropa de peregrino y una paloma posada en su aura. La joya pareca muy antiguo, y que haba sido bastante usado. Aunque el oro pareciese ser de buena calidad, las pulseras, por si solas, no eran un dote adecuada para una dama francesa. Guy deposit el estuche de terciopelo sobre la cama y revis el fondo de la bolsa de cuero; tal vez all dentro hubiese algn documento dndole a Walter Ormond la posesin de propiedades en territorio francs. No busque ms , fray, no hay nada ms en la bolsa declar Gaston, volviendo a escupir al fuego. Al principio con voz temblorosa, despus en tono ms firme, Celeste explic : Tengo cuatro hermanas mayores, fray Guy. Todas hicieron buenos casamientos, con hombres de las mejores familias nobles de Francia. Los contratos de casamiento de mis hermanas costaron ms de lo que mi padre esperaba. Entonces cuando ya pareca impensable , naci mi hermano, Philippe. Despus de eso. .. Eh bien, mi padre prefiri conservar el resto de sus propiedades para que Philippe las reciba de herencia en el futuro. Una actitud comprensible, cierto ? Yo todava no estaba prometida a nadie, en esa poca. Despus que el rey Henry fue a Calais al encuentro de rey Francisco en el Campo de Oro... Guy detect una nota de asombro en la voz de Celeste. Se acord que l tambin haba quedado maravillado en ocasin del encuentro del rey de Inglaterra con el rey de Francia. Tena veintin aos en esa poca, y se haba sentido ansioso para ganar algunos premios en los torneos realizados durante las festividades. Su apariencia angelical, combinada con su excelente habilidad en el uso de la lanza, la espada y el arco, le haban conquistado muchos aplausos. Las adulaciones se le haban subido a la cabeza, junto con los vinos franceses de alta calidad que eran ofrecidos incesantemente en las tiendas de seda colorida. Mujeres inglesas y francesas se haban disputado con ahnco las atenciones del joven caballero rubio. Guy haba pasado todas las noches en compaa femenina, practicando un deporte mucho ms divertido que los realizados durante los torneos. Doncellas solteras y damas casadas haban cedido a sus atractivos masculinos. Y hasta haba tenido a dos de ellas en la misma cama. Ninguna de
ellas haba apelado al honor o la virtud para defenderse de sus avances; por el contrario, todas se haban entregado sin reservas. Guy parpade para apartar de su mente los recuerdos lujuriosas de su juventud . Todo eso haba quedado atrs, y vala menos que el pasto pisoteada de los campos donde haba sucedido el encuentro de los dos reyes. Despus de una pausa corta, Celeste prosigui : La fiesta en el Campo de Oro fue tan linda, fray Guy! El mundo jams haba visto tanta riqueza, tanto lujo. Cuando mi familia volvi a casa, yo haba sido prometida en matrimonio a Walter Ormond, hijo de un lord ingls . Un ingls ... protest Gaston, como si hubiese proferido un insulto. En el verano de ese ao cumpl dieciocho aos y , segn lo acordado entre mi padre y sir Roger Ormond, vine a Inglaterra para casarme . Mi padre no poda darme una dote muy grande, por Philippe, y entonces. .. Celeste sac una de las pulseras de dentro del estuche sobre la cama y coment : Son lindas, no ? Cuando sir Roger me conozca bien y est seguro de que ser una buena esposa para su hijo , con certeza no le va a importar el hecho que mi dote no ser valiosa, no es cierto? Al terminar de hablar ella mir a Guy, esperando una confirmacin de sus palabras. El trag en seco. Sir Roger tendra que ser ciego para no darse cuenta del valor de esa perla que Roland de Montcalm le enviaba. Pero Guy conoca a Roger Ormond muy bien . El lord ingls era ambicioso, y se pondra lvido de rabia cuando Celeste llegase al castillo Snape y le entregase las humildes pulseras . Y en cuanto a Walter? Estara contando con una buena cantidad de monedas francesas de oro para volver a caer en la buena gracia del rey Henry? Sera l capaz de descargar su decepcin en la carne de esa joven tan bella y tan delicada? No tengo una bolsa llena de oro para ofrecerle a mi futuro marido, pero considero a mi virtud , mi honor y mi lealtad tan valiosas como la ms preciosa de las joyas. Sir Roger debe ser un buen hombre. Aunque yo llegue a su castillo con apenas estas pulseras, estoy segura que ser bien recibida. Guy volvi a tragar en seco, reprimiendo las ganas de gritar que el padre de Celeste era un cretino por no haberle dado un dote mejor. Sir Roger no era un hombre bueno , sino un bravucn grosero y vicioso , ladrn y asesino, que viva rigindose por la ley de la espada en los confines de Northumberland. No, dulce Lissa, Roger Ormond y su maldito hijo no son caballeros, pens Guy con pesar . Ellos van a fundir tus lindas pulseras para transformarlas en monedas. Y cuando Walter termine de usar tu cuerpo para satisfacer sus ms pervertidos placeres, te echar al camino donde vivirs en compaa de vagabundos y prostitutas.
CAPITULO 7 El viento helado viniendo del mar del Norte gema alrededor de los muros de piedra de la capilla hmeda del castillo Snape. Con la cara tan fra e inmvil como las piedras de las paredes que lo rodeaban , sir Roger Ormond miraba con su nico ojo sano las llamas de las velas que iluminaban el atad de su segunda esposa. Un sacerdote con la espalda curvada por la edad murmuraba pasajes de la misa de los muertos. Sir Roger apret los labios y movi su mirada a la tapa del atad , la cabeza le herva con preguntas. Qu ideas habran entrado en el cerebro de mosquito de Edith, si cuando estaba viva apenas lograba hilar dos frases coherentes? Qu juicio recibira cuando se encontrase delante del trono de Dios? Que haba hecho Edith de bueno o de malo durante sus veintitrs aos de vida, ms all de andar sigilosamente por los corredores del castillo como un conejo amedrentado e implorar piedad cuando su marido la visitaba en su cuarto? Mierda! Esa mujer ya era un fantasma antes de morir. Pero los nios... El ojo sano de sir Roger mir a los dos atades menores al lado del cajn mayor. Un dolor profunda le invadi el corazn. Edward, de cinco aos, y Meredith, de cuatro aos. La madre haba acompaado a los hijos en la muerte. El lord del castillo Snape suspir. Hacia menos de dos das Edward y Meredith se haban subido en su regazo, pidindole pedacitos de pan mojados en vino... Entonces haban comenzado los dolores de cabeza: primero el nio, despus la nia, en seguida la madre. Los tres se quejaban del calor intenso que les quemaba el cuerpo y del lacerante dolor de cabeza que les impeda ver correctamente . Sir Roger haba mandado a poner a los tres en la misma cama. En menos de una hora ellos haban comenzado a sudar como caballos despus de una larga y extenuante carrera. La muerte haba venido a buscarlos poco tiempo despus. Viajantes venidos de York un mes antes haban prevenido a sir Roger sobre la terrible peste del sudor maligno, que haba surgido en aquella ciudad a finales de agosto, pero l haba ignorado los avisos. Y cuando haba odo noticias que Ana Bolena, la amante del rey, se haba enfermado , sir Roger se haba encogido de hombros y haba descartado el asunto como un simple chisme de la corte. Ninguna enfermedad misteriosa jams haba asolado al castillo Snape. Sin embargo , recientemente, en el espacio de una semana, el lord del castillo haba perdido diversos vasallos: campesinos, una lavandera, el panadero, un jardinero, una criada. Por ltimo, la muerte se haba atrevido a tomar la vida de tres miembros de la familia Ormond. Libra, Dios, el alma de todos los fieles difuntos de todo vnculo con sus pecados... murmur el sacerdote, dando continuidad a la misa.
En ese momento, un movimiento del lado derecho de sir Roger distrajo su atencin. El se dio vuelta y observ el perfil de su hijo. Ultimamente a Walter se le haba dado por pararse a la derecha de su padre, an sabiendo que eso lo irritaba. El ojo izquierdo del lord del castillo Snape continuaba con excelente visin ; pero su ojo derecho haba sido arrancado por la cornada de un buey treinta y dos aos antes. En el lugar del ojo faltante ahora haba una fea cicatriz que mantena el prpado cerrado sobre la rbita vaca. Con Edward y Meredith muertos, Walter, el hijo mayor, haba pasado a ser el nico heredero de sir Roger, el nico sobreviviente de ocho hijos engendrados en dos matrimonios. Las mujeres parecan no durar mucho en el clima fro y hmedo del norte. Y en ese mismo instante, mientras la misa era rezada, una joven francesa estaba en camino al castillo Snape. Sir Roger se pregunt si la prometida de Walter habra engordado mucho desde la ltima vez que la haba visto , hacia ocho aos. Esperaba que si , de lo contrario morira durante el invierno, antes de poder darle un nieto. Walter volvi a moverse al lado de su padre, riendo bajito. Sir Roger frunci el ceo , irritado con la actitud irrespetuosa de su hijo. Walter nunca haba apreciado a Edith, su madrastra, pero ni por eso tena derecho da comportarse mal en el funeral de ella. Encarando a Walter para demostrar su desagrado, sir Roger se dio cuenta , de repente, que haba mal en l una cierta palidez en la cara , una hinchazn rojiza alrededor de los ojos ... no, no poda ser! No con el nico hijo que le quedaba! Incomodado con la mirada de su padre, Walter le dio la espalda. Cuando l se movi, la capucha de la capa que usaba se resbal, revelando una pequea herida en la nuca. Sir Roger cerr los puos al notar dos marcas ms , una junto a la oreja y la otra justo debajo de la lnea de cabello. En cuanto a los cabellos de Walter, parecan una maraa hilos sucios ... Por Dios, el muchacho deba tener sfilis! Un gusto amargo invadi la boca del lord del castillo Snape. Maldicin ! Durante toda su vida haba tenido un objetivo ms prevalente que cualquier otro: dejar de ser un caballero insignificante con pocas propiedades, como su padre haba sido . Deseaba transformar su familia en una de las ms influyentes y poderosas de Inglaterra, como era el caso de la familia de sir Thomas Cavendish, conde de Thornbury, el seor feudal a quien el propio sir Roger deba obediencia. Invadiendo propiedades vecinas y violando la frontera con Escocia, Roger Ormond haba logrado aumentar un poco la pequea cantidad de tierras que su padre haba recibido de regalo del padre de Enrique VIII. Slo el miedo que senta por el poderoso conde de Thornbury, cuyo vasto dominio quedaba al oeste del castillo Snape, le impeda a sir Roger invadir nuevas propiedades. Cuando Walter haba ido a la corte londinense , seis aos atrs, el mundo haba parecido extenderse en una alfombra roja a los pies del promisorio muchacho .
Sir Roger haba sentido orgullo de su hijo, pero tal orgullo pronto se haba transformado en vergenza cuando Walter haba vuelto lamentndose por haber sido expulsado de Windsor. Roger Ormond haba esperado que, para recuperar su amor propio, Walter mejorara su comportamiento e intentara reconquistar su prestigio en la corte, para sacar el apellido de la familia del barro. Pero en vez de eso, Walter se haba metido con malas compaas y se haba degradado todava ms. El sacerdote apenas haba terminado de decir "Que la paz del Seor los acompae" cuando Walter mostr intencin de salir de la capilla. Por qu tanta prisa? indag sir Roger. Quiero orinar, padre. Tengo que pedirte permiso para eso ? respondi el muchacho, en tono rudo. S rpido, entonces. Quiero verte en mis aposentos sin mucha demora. Lo siento mucho, tengo otro compromiso. Primero vas a hablar conmigo, de lo contrario har que pagues caro por tu insolencia. Sin darle tiempo para que su hijo retrucase, sir Roger le dio la espalda y dej la capilla. En la galera externo, encontr a uno de los criados y le orden: No pierdas a mi hijo de vista, Grapper. Haz que l vaya a mis aposentos dentro de un cuarto de hora, a ms tardar. Haz uso de la fuerza, si es necesario. Si, mi lord asinti el criado, haciendo una reverencia. Grapper se atrevi a poner sus inmundas manos sobre m ! protest Walter, furioso, cuando entr al cuarto de su padre. ?l solamente cumpli una orden que le di. Dudo que hubieses venido a verme si Grapper no te hubiese arrastrado hasta aqu. Carajo ! Qu es tan importante que tienes para hablar conmigo ? Ya te dije que tengo otro compromiso! Compromiso con quin ? Con alguna puta del poblado ms prximo? Eso no es asunto tuyo , padre. Ya tengo edad suficiente para no necesitar rendirte cuenta de todos mis pasos. Cllate la boca, imbcil, y scate la ropa! Te volviste loco ? indag Walter, espantado. Para qu quieres que me saque la ropa? Deja de hacer preguntas y obedece por una vez. Desvstete, vamos! O prefieres que llame Grapper y le ordene que te arranque la ropa ? Intimidado por su padre, que era ms alto y corpulento que l adems de mucho ms violento , Walter consider mejor obedecer. Profiriendo en voz no muy baja las peores palabrotas que conoca, se sac un gorro de terciopelo, la capa de lana , el chaleco verde y la camisa de lino. Arroj las ropas en el piso y pregunt, sarcsticamente : Quieres que me saque los pantalones, tambin , pap?
No, con eso basta. Tomando un candelabro con cuatro velas encendidas, sir Roger se acerc a su hijo y lo examin de arriba a abajo. Un grande cantidad de pstulas abiertas dominaba el pecho, la espalda y los brazos de Walter; en la cabeza, haba pedazos de cuero cabelludo apareciendo por entre las mechas de cabellos opaco . La puta que te pari ! Cerdo inmundo! Hijo de una gran puta ! vocifer sir Roger, dando una bofetada a la cara de su hijo y comenzando a sentir los primeros sntomas de la jaqueca que lo persegua hacia aos. Desde cuando tienes sfilis, retrasado mental ? Dnde te la pescaste ? En la corte? En los prostbulos de Londres? O con alguna campesina de ac ? No tengo sfilis murmur Walter, tomando la capa que haba arrojado al piso y colocndosela sobre los hombros para protegerse de la mirada de su padre. Son unas picaduras de piojos , que acabaron convirtindose en heridas. Crees que soy imbcil? Escchame, pedazo de mierda humana , s reconocer los sntomas de la sfilis ! Ahora dime, ya buscaste un mdico para intentar curarte de esta mierda ? Un ... Un mdico en York me dio mercurio, pero no funcion para nada admiti Walter con disgusto. Es una pena que Edward muriese. Hubiese preferido que vos te murieses ! grit sir Roger enfurecido. Creo que has enloquecido de verdad ! Intenta calmarte ! No me quiero calmar! Y todava no conoces como soy loco de verdad , te lo aseguro ! Pues entonces trata de perder pronto el poco juicio que te queda, padre, para que yo pueda heredar de una vez por todas aquello que me corresponde por derecho. Te guste o no, soy tu nico heredero. An teniendo sfilis, voy a quedarme con todo lo que posees . Ests tan seguro? indag sir Roger, iluminado por una idea sbita. Qu quieres insinuar con esa pregunta? Por casualidad tienes un hijo bastardo escondido en algn lugar? Pierde la esperanza , padre. Ninguna corte de justicia del mundo aceptara un bastardo como heredero de las propiedades de un noble. Ni siquiera el mismo rey Henry pode conseguir eso, de lo contrario l ya habra proclamado al duque de Richmond como heredero al trono. No tengo ningn hijo bastardo, pero puedo casarme de nuevo y engendrar otros hijos legtimos. Desposar a la francesa que est viniendo ac y tratar de embarazarla lo ms pronto posible. Viejo ridculo! No puedes hacer eso, la francesa es ma ! El contrato de matrimonio fue firmado hace aos. Es verdad . Me acuerdo de haber firmado con mi propio nombre el documento. Mi nombre, entendiste?
Pero firmaste por m , soy yo quien debe casarse. Adems, vos ya pasaste la edad de engendrar hijos. Eso lo veremos . Me parece que vos ests en una situacin peor que la ma, pues del modo en que est enfermo dudo que logres embarazar a cualquier mujer que se atreva a ir a la cama con vos. Sir Roger hizo una sea para que Walter permaneciese callado y prosigui : Necesito de un hijo saludable para darle continuidad al apellido de la familia. Trabaj mucho, hice muchos sacrificios en la vida para conseguir todo lo que poseo. Y no voy a dejar todo ese sacrificio en manos de un idiota sifiltico que va camino a la perdicin. Escchame , padre, yo no... Tiene razn, Walter. Vos no vas a hacer nada. El tiempo que te queda de vida es poco. Aprovchalo mientras puedas. En cuanto a m , voy a desposar a la hija del caballero de Fauconbourg cuando ella llegue aqu. Te deseo felicidad en tu nuevo matrimonio, padre. Pero no te olvides de un detalle... La novia todava no lleg aqu gru el muchacho, en tono de amenaza, mientras sala del cuarto. Que te pudras en el infierno, miserable de mierda ! berre sir Roger. Antes de pudrirme en el infierno tengo que ocuparme de algunos detalles! le grit Walter en respuesta , su voz hizo eco en el corredor de paredes de piedra. CAPITULO 8 Celeste se despert asustada. Por un breve instante, no supo decir donde estaba. Las cortinas cerradas a su alrededor hacan la oscuridad todava ms atemorizante . Sentndose con la espalda apoyadas en dos almohadas, ella record al poco tiempo donde estaba. En un hospedaje, en un poblado rodeado de colinas. Encogiendo las piernas y abrazndose las rodillas, Celeste suspir. Por primera vez en dieciocho aos, se senta verdaderamente sola. Marguerite se encontraba en un monasterio a kilmetros de distancia. Su criada Suzette, a esa altura, deba estar de vuelta en Francia. Una oleada de melancola la invadi. Si se encontrase en Letoile, estara compartindola a cama con alguna de sus primas, una ofrecindole a la otra calor y consuelo contra los miedos nocturnos. La noche anterior , ella haba podido dejar su cuarto en el ala de huspedes del monasterio e ir intercambiar algunas palabras con su ta, acomodada en un cuarto cercano. Ah! Cmo estaba extraando ver un rostro conocido... Despus de ponerse una bata sobre el camisn , Celeste abri el cortinado de la cama y se sent en el borde del colchn. Calz los zapatos y, teniendo cuidado para no hacer ruido, se levant . Con la dbil luz de la luna que entraba
por la ventana, localiz la cortina que separaba su cama del resto del aposento y la abri. Los ronquidos de Gaston, viniendo de la cama ms cercana, indicaban que l dorma profundamente . Celeste sonri. Gracias, Gaston. Sos el mejor regalo que mi padre podra haberme dado para este viaje, ella pens. Saba que extraara al sargento cuando l la dejase en el castillo Snape y retornase en Francia. Ella mir a la cama siguiente y se sorprendi al verla vaca. El fray Guy habra aprovechado el silencio de la noche para abandonar al grupo de viajantes y volver al monasterio? Un sonido ahogado viniendo de cerca de la chimenea le llam la atencin. aproximndose en puntas de pie , Celeste vio al religioso acostado en el piso , usando uno de los brazos como almohada, la cara girada en direccin a las pocas brasas que quedaban en la chimenea. Apenas atrevindose a respirar, se acerc un poco ms para observar mejor al hombre dormido. Por qu estaba durmiendo en el piso de piedra, sin ni una manta de lana para protegerse del fro? Se habra quedado dormido mientras rezaba? Celeste fue hasta la cama vaca, tom una manta y volvi junto al fray Guy. Pero antes de cubrirlo, volvi a observarlo. El pareca tener los pies helados. Los frailes no usaban otra cosa ms que sandalias, incluso cuando nevaba? Una pavada total ! Seguramente Dios no exiga que sus siervos se muriesen de fro. Adems, fray Guy no poda enfermarse antes que llegasen a Snape, pues era el nico del grupo que saba donde quedaba el castillo. Celeste calcul que Dios no se ofendera si ella cubriese al religioso para mantenerlo caliente. En verdad, ese sera un acto de verdadera caridad cristiana. Celeste se agach y , con gran gentileza , levant los pies de fray Guy. Coloc un pedazo de la manta debajo de los pies de l y despus estir el resto de la manta hasta la cintura . Tuvo ganas de traerle una almohada, tambin , pero consider mejor no arriesgarse. Si intentase moverle la cabeza podra despertarlo, y si eso sucediese con certeza recibira una reprimenda ... silenciosa. Las brasas en la chimenea lanzaban un brillo rojizo sobre los cabellos dorados de Guy. Celeste los mir pensativamente . Esos cabellos rubios eran tan suaves como parecan ? Conteniendo la respiracin, extendi la mano y acarici los cabellos cerca del cuello del hbito. Mi Dios! Eran suaves como el pelaje de un gatito recin nacido. Celeste no entenda mucho del asunto, pero los cabellos de un hombre no deberan ser speros? Pas levemente la mano por la cabeza de fray Guy, teniendo cuidado de no tocar la parte expuesta del cuero cabelludo. Por un momento se vio tentada de apoyar la mejilla en el cabello suave , pero trat de controlarse. Por Dios! Qu diantres estaba haciendo all, en medio de la noche, sentada en el piso fro, acariciando los cabellos de un hombre? De un fraile, nada ms y nada menos ! Si su padre pudiese verla ahora, con certeza le dara una zurra con la
vara . Y ta Marguerite, qu hara ? Le dara una zurra verbal peor que cualquier otra cosa en el mundo! Celeste apart la mano de la cabeza de fray Guy, asustada, como si los cabellos dorados se hubiesen transformado en culebras venenosas. Se qued de pie y tuvo intencin de volver a su cama, pero un pensamiento la detuvo. Que apariencia tendra la cara del religioso cuando estaba dormido? Conservara su expresin severa, o sus rasgos se suavizaban? Para satisfacer esa curiosidad, volvi a agacharse y se inclin hacia adelante , por encima del hombro de fray Guy. Dos ojos azules como zafiros se abrieron para mirarla. Soltando un gritito de susto, Celeste perdi el equilibrio y se cay encima de Guy, rodando en direccin a la chimenea. El la sujet antes que ella se golpease la cabeza en el piso , amortiguando la cada con su propio cuerpo. Por las barbas de Matusaln! Saca tus manos de ella, perverso! grit Gaston, saltando de la cama con la espada en mano. Las manos de Guy apretaron los brazos de Celeste por algunos segundos mientras l la encaraba. En seguida, soltndola, se puso de pie . Celeste tambin se levant, temblorosa por la intensidad con que los ojos azules la haban mirado poco antes. Slo los insultos proferidos por Gaston lograron arrancarla del sopor en que se encontraba. Calma, Gaston, todo est bien . Fray Guy no me hizo nada malo argument ella. Claro que si! Lo voy a partir al medio , miserable abusador ! Aprtate, mi lady, o este ser tu ltimo segundo de vida ! Con un gesto rpido e inesperado, Guy avanz hacia el sargento y le dio un golpe en la mueca, hacindolo dejar caer la espada. El francs gimi de dolor. Celeste se coloc entre los dos hombres. No peleen , por favor! Lo siento mucho, yo soy la nica responsable de lo que sucedi ... Gaston, te duele mucho la mano ? No creo que ningn hueso se haya quebrado protest el sargento, escupiendo a los pies de Guy. Observando la expresin de furia que dominaba la cara de los dos hombres, Celeste comenz a rerse repentinamente . Oh, cielos, tendran que verse ahora! Parecen dos gallos de ria, listos para lanzar picotazos! Lady Celeste! protest Gaston, enojado. Jur por mi vida que la llevara sana y salva junto a su prometido. No te burles de m por cumplir con mi deber! Ella volvi a ponerse seria y trat de disculparse con ambos. Perdname , Gaston, por haberme redo de vos. S que protegeras mi honor con tu propia vida, si es necesario, y nunca te estar suficientemente agradecida por eso. En cuanto a vos , fray Guy, espero que puedas perdonarme,
tambin . No era mi intencin perturbar tu sueo. Yo slo quera que estuvieses ms cmodo. Qu?!! estall el sargento francs. Mi lady, fuiste a ofrecerte para ... No , no es lo que ests pensando, Gaston. Solamente fui a cubrir a fray Guy con una manta para que l no pasase fro durante la noche, y acab despertndolo. Guy asinti con un gesto de su cabeza, confirmando las palabras de Celeste. Creo que comet un error y que merezco una penitencia ms , verdad? indag ella. Guy volvi a asentir. No cree que lady Celeste ya hizo bastante penitencia por el error que cometi ? pregunt Gaston, emparejando su caballo con la mula montada por Guy. Pobre nia! Nunca la vi estar callada por tanto tiempo. Guy trag en seco. Tal vez hubiese sido demasiado severo la noche anterior, al escribir en su pizarra que la penitencia de la joven sera permanecer en silencio durante todo un da . Despus de todo , ella no deba tener la menor idea de cuanto lo haba perturbado en los breves segundos en que le haba acariciado los cabellos. Su instinto de alerta se haba despertado en el exacto instante en que Celeste se haba levantado de la cama. Aos de milicia al servicio del rey Henry haban agudizado al mximo los reflejos de Guy. Mientras permaneca acostado en el piso para castigarse por haber tenido pensamientos impropios, haba prestado atencin a cada movimiento hecho por Celeste. Cuanto ms cerca ella llegaba , ms fuerte su corazn haba empezado a latir. No haba sentido la menor necesidad de ser cubierto por la manta de lana , pues un calor traicionero le haba invadido todo el cuerpo . Y, cuando los dedos delicados de la joven le acariciaron los cabellos, haba necesitado controlarse severamente para no tomarla en sus brazos para volver a experimentar placeres hacia mucho tiempo abandonados. Pero entonces Celeste se haba inclinado sobre l, hacindolo abrir los ojos de susto, y se haba cado sbitamente en sus brazos. Ah, qu ganas haba tenido de abrazarla, besarla, murmurarle palabras de ... Por suerte Gaston haba intervenido a tiempo, de lo contrario... De lo contrario habra hecho el amor con Lissa sin pensarlo dos veces , concluy Guy . Tambin hizo un voto de sordera, adems del voto de silencio? lo provoc Gaston, tocndolo con el cabo de una pequea fusta que traa en la mano derecha. Lady Celeste permaneci callada toda la maana . Nunca la vi estar en silencio por tanto tiempo, y mire que la conozco desde que naci. Guy se encogi de hombros , evitando mirar al sargento. Intent convencerse que el silencio forzado de Celeste servira para ensearle una merecida leccin,
pero en el fondo saba que solamente estaba queriendo engaarse. El problema era que el sonido suave de la voz y la risa cristalino de la joven hacan su sangre hervir de deseo. Le haba ordenado que se quedase en silencio no para castigarla, sino para castigarse a s mismo. Caramba! Debe tener un corazn de piedra, igual que el padre de lady Celeste! coment Gaston, en tono irritado. Tales palabras picaron la curiosidad de Guy, quien mir a al sargento con aire interrogativo . Es exactamente como lo oy , fray. Mi amo, el caballero de Fauconbourg, es un hombre bueno , pero excesivamente severo . El quera un hijo, y qu fue lo que Dios le mand ? Cuatro hijas, lindas como rosas en un jardn de primavera. Entonces lady Eugenie qued embarazada de nuevo , y una vieja vidente predijo que nacera un nio. Mi amo se puso loco de alegra y le dio una moneda de oro de regalo a la vidente, quien parti de L'etoile al da siguiente y nunca ms fue vista. La vieja tuvo suerte de haberse marchado del castillo, pues cuando lady Celeste naci. .. Guy chasque los dedos, alentando al sargento a continuar con la historia. Los muros de L'etoile temblaron con la furia y la decepcin del padre . Ni quera ver a la criatura, mucho menos darle su bendicin. Y ella era tan graciosa! Era ms bonita y ms inteligente que las hermanas! La pobrecita haca de todo para llamar la atencin y conquistar el cario de su padre, pero lo nico que lograba con sus bromas y travesuras era ganarse castigos con una vara . Guy abri enormemente los ojos . Lissa, golpeada con una vara ? Sera capaz de desollar vivo a quien se atreviese a herir la piel delicada de la joven! A Lady Celeste pareca no importarle las palizas, pues continuaba mostrndose tan alegre y traviesa como siempre prosigui Gaston, en tono afectuoso. Ah, ella canta tan bien! Ya habr notado eso, pues ya la escuch cantar. Mis hombres aman or cantar a lady Celeste, especialmente Pierre complet el sargento, refirindose al muchacho que conduca el carruaje. En ese mismo instante Guy se arrepinti de haber sido tan severo con Lissa. No tena un corazn de piedra, como el padre , mucho menos pretenda acabar ahogar la alegra de esa joven de cabellos negros pues eso sucedera cuando llegasen al castillo Snape. Apretando los dientes al acordarse de los Ormond, Guy escribi algunas palabras en la pizarra. A continuacin , se acerc a Celeste, quien cabalgaba un poco ms atrs, y le mostr la pizarra. Puedes cantar, ley Celeste. Sus labios se curvaron en una sonrisa de felicidad. Gracias, fray Guy! Eso significa que me perdonaste? El asinti . Qu maravilla! Gracias, sos demasiado bueno conmigo y ... Guy la interrumpi con un gesto, tom la pizarra de vuelta y subray la palabra "cantar".
Oh! Quieres decir que debo limitarme a cantar, sin intentar buscar conversacin ? El volvi a asentir. Muy bien , vos lo peds, vos lo tenes respondi Celeste, comenzando a entonar una cancin con versos de doble intencin sobre el romance entre un cazador y una doncella. Guy abri la boca para protestar, pero se acord a tiempo del voto de silencio y permaneci callado. Gracias, fray Guy. Es muy magnnimo murmur Gaston, aproximndose de l. Lady Celeste puede no haber elegido una cancin apropiada para una joven de buena familia, pero no puede negar que ella tiene una voz hermosa , verdad ? . Como respuesta, la sombra de una sonrisa pas por los labios de Guy. Muchacha astuta ! Elegiste esa cancin a propsito, slo para provocarme , verdad? Pues bien, mi querida lady Lissa, tienes que ir sabiendo que has encontrado un adversario a la altura de sus bromas, pens l. CAPITULO 9 En los das siguientes Celeste y Guy mantuvieron una cierta distancia uno del otro, como en un acuerdo mutuo. Guy debera estar sintindose aliviado por el hecho de Celeste no haba vuelto a caer en sus brazos durante la madrugada, en las varias posadas donde haban pernoctado. Pero en la oscuridad de la noche l no lograba dormirse. Pasaba horas y horas despierto, recordando la sensacin de tener el sensual cuerpo femenino junto al suyo por algunos instantes. Plegarias, ayunos, baos de agua helada, nada era capaz de librarlo del deseo ardiente que dominaba su ser. No era que Celeste lo ignorase por completo. Diariamente ella haca comentarios sobre el paisaje, recitaba tramos de poesas y cantaba canciones de trovadores. Gaston tena razn , la joven lady tena la voz de un ngel. Pero lo que ms perturbaba a Guy , eran las tentativas que Celeste haca de hablar ingls , en una campaa incesante para arrancarle una sonrisa. Y entonces, fray Guy? El dueo de ese ltima hospedaje era un gran hijo de puta , no te parece? coment Celeste tres das ms tarde, mientras dejaban atrs la aldea de Leebottwood. Guy casi se cay del lomo de Daisy al or tales palabras. "Hijo de puta "! Por Dios y Mara Santsima , dnde Lissa haba aprendido esa expresin ? Reprimiendo las ganas de lanzar una carcajada, l frunci el ceo . Por favor, fray Guy, no me mires de ese modo . Solamente estoy intentando hablar un ingls ms coloquial. En cuanto al posadero, l nos cobr ms de lo que sera justo por una comida. O sea, fue un gran hijo de puta!
Celeste tena razn en relacin al posadero, pero Guy no poda permitir que ella pensase que usar el trmino "hijo de puta " fuese apropiado para una dama . Y si la joven dijese tales palabras delante de otras personas? Y si las pronunciase delante del marido? Al pensar que Walter Ormond podra abofetearla por expresarse groseramente , Guy asumi una expresin todava ms seria. Dime qu hice ahora para hacerte enojar tanto, fray Guy? indag Celeste. Necesito practicar mi ingls , y vos sos el nico que me puede ayudar en esa tarea. Guy escribi algo en la pizarra y se la mostr a Celeste. Ah, quieres saber donde aprend la expresin "hijo de puta"? Fue all en el hospedaje. O a dos hombres conversando, y ellos repitieron varias veces esas palabras. Me gust como suenan . "Hijo de puta . " Si Celeste las pronunciase una vez ms , Guy no sera capaz de controlarse y comenzara a rerse... O la tomara en sus brazos y la callara con un beso. Cielos! De dnde haba venido esa idea? Limpiando la pizarra con la manga del hbito, volvi a escribir. "Las damas no dicen 'Hijo de puta ' ni palabras aprendida de hombres desconocidos en posadas" ley Celeste, en voz alta. Perfecto, fray, entend el mensaje. A propsito, ya te dije que tienes una letra muy bonita? Espoleando levemente su caballo, ella se apart galopando y riendo. Aquella noche los viajantes atravesaron una puente de piedra sobre el ro Severn y entraron en la ciudad de Shrewsbury. Ellos aceptaron con gratitud la hospitalidad del convento vecino a la Iglesia de Santa Mara, construido en el siglo XII. Por lo menos Lissa no aprender ningn trmino grosero aqu, pens Guy antes de ir a conversar con la abadesa, quien lo haba mandado a llamar. Estoy horrorizada! dijo la superiora del convento, al verlo en su sala privada . Qu escndalo! Cmo el chevalier de Fauconbourg permiti que su hija viniese p a Inglaterra sin una chaperona para cuidar su honra? La ta de lady Celeste se hiri gravemente en un accidente y qued impedida de proseguir viaje, escribi Guy en su pizarra. An as, eso no es excusa para que una joven dama ande por ah viajando sola! Yo estoy encargado de proteger el honor de lady Celeste, explic Guy por escrito. Humpf! Sos un muchacho demasiado joven para asumir esa tarea, adems de ser demasiado guapo para tu propio bien . Recuerda firmemente tus votos, querido fray. Pobreza, obediencia y ... castidad.
Si me lo permite, debo ir hasta a la capilla a hacer mis oraciones de la noche, escribi l. Estaba tan irritado con la actitud intolerante de la abadesa que acab rompiendo el pedazo de tiza que sujetaba. Buena idea, fray. Vaya a hacer sus oraciones. Yo rezar por lady Celeste, para que ella viaje con seguridad al encuentro de su prometido. cuando Guy iba a salir de la sala, la abadesa pidi: Puede darme su bendicin, fray ? Despus de hacer la seal de la cruz y murmurar un "que Dios la bendiga", Guy se refugi en la capilla del convento. Una sbita preocupacin lo asalt. Por san Francisco, y si la abadesa le pidiese decir misa a la maana siguiente? Se vera obligado a explicar que todava no haba sido ordenado. Y qu sucedera entonces ? La abadesa permitira que Celeste siguiese viaje en compaa de l, o insistira en mantener a la joven en el convento y lo mandara de vuelta al monasterio? La madre superiora era del tipo inflexible, muy capaz de tomar una decisin como esa. Al pensar en tal posibilidad, Guy se dio cuenta cuanto deseaba acompaar a Celeste hasta el final del viaje. Yo me compromet a proteger el honor de Lissa, pens l. Ella estar ms segura conmigo que con cualquier otra persona. Yo dara mi propia vida para protegerla. Guy demor algunos segundos para notar que todo su cuerpo temblaba. Gaston, sabes dnde est fray Guy? pregunt Celeste, aproximndose a la mesa donde los hombres estaban cenando, en una sala del convento. Lo vi yendo a la capilla, despus de hablar con la madre superiora. Ya cenaste, mi lady? Si. Cen antes que ustedes, en compaa de las monjas. Quien no cen es fray Guy, para variar! No entiendo cmo logra ayunar tanto! El fraile es un hombre dedicado a Dios, y en este momento se encuentra en la casa de Dios. Me parece normal que l prefiera rezar a cenar. Tonteras ! Todos necesitan comer de vez en cuando, incluso los hombres dedicados a Dios. Al terminar de hablar Celeste tom un plato, lo llen con comida y lo cubri con una servilleta de lino gruesa. Para qu es ese plato, mi lady? Tienes miedo de despertar con hambre en medio de la noche? brome Gaston. No . Voy a llevarle un poco de comida para alguien que reza de ms y come de menos. Fray Guy es un hombre dedicado a la Iglesia, mi lady. Por favor, no te olvides de eso. Qudate tranquilo, Gaston. Y no te olvides que yo soy una mujer prcticamente casada respondi Celeste con dignidad.
El interior fro de la capilla ola a moho e incienso. Algunas velas encendidas iluminaban dbilmente el ambiente. Cuando sus ojos se acostumbraron a la oscuridad , Celeste vio a fray Guy delante del altar, de rodillas. Se acerc , en silencio, y se arrodill al lado de l. Las piedras irregulares del piso le helaron la piel , incluso a travs de las diversas capas de enaguas bajo la falda del vestido. Ella mir de reojo a fray Guy, quien no dio la menor indicacin de haber notado su llegada. Celeste coloc el plato con comida en el piso , hizo la seal de la cruz, baj la cabeza y murmur una plegaria. A continuacin , volvi a mirar disimuladamente al hombre a su lado. No quera interrumpirlo en su devocin, pero tampoco deseaba marcharse antes de convencerlo de comer un poco. Sintindose incmoda , cambi de posicin y su rodilla se golpe con una piedra puntuda. Solt un gemido ahogado de dolor, pero ni an as fray Guy la mir. Pens en fingir un desmayo slo para ver lo que l hara, pero casi poda or la voz de Marguerite dicindole que no hiciese el papel de tonta. De repente, una sombra en movimiento llam la atencin de Celeste. Era una araa pequea que subi por el hbito de fray Guy y desapareci dentro del cuello de la prenda. Conteniendo la respiracin, Celeste esper que l reaccionase a la invasin del asqueroso bicho. Pero nada sucedi . Ella lo mir , asustada. Fray Guy estaba en transe? Iba a caerse al piso y tendra convulsiones? O levitara? Fray Guy? ella lo llam con un susurro, tocndole levemente el brazo. Sin dejar de mirar en direccin al altar, l llev un dedo a los labios para pedirle silencio. Celeste parpade . De dnde sacaba fray Guy tanta concentracin para rezar, al punto que ni una araa lo perturbaba ? Tal vez fuese mejor seguir el ejemplo de l y orar un poco ms , en vez de perder el tiempo con preguntas bobas. Sin embargo , Celeste no pudo orar. Fray Guy pareca emanar un calor propio que la mantena caliente, a pesar del fro que suba de las piedras del piso . Los cabellos rubios del religioso, iluminados por la luz dbil de las velas, formaban un halo dorado, dndole la apariencia de una criatura divina. Las manos fuertes, los dedos largos, estaban unidas en un gesto de rezo. Al mirarlas, Celeste se acord del incidente de algunas noches atrs, en el primer hospedaje, cuando se haba cado encima de fray Guy y l la haba sujetado para evitar que se golpease la cabeza . Con que gentileza fray Guy la haba tocado, y cuan decepcionada haba quedado ellas cuando el religioso se haba apartado... Celeste se estremeci . Dios, perdname ! Fray Guy es tuyo, no mo, ella pens, ponindose de pie. Te traje la cena, fray ella le avis, sealando el plato cubierto por la servilleta, antes de salir rpidamente de la capilla.
Al llegar al pequeo cuarto que le haba sido destinado para pasar la noche, abraz la almohada llena de paja fresca y llor. Guy respir profundamente , relaj los msculos y se libr de la pequea araa que le haba entrado por el cuello del hbito. Si Lissa hubiese dicho una sola palabra ms , si hubiese permanecido a su lado por un solo segundo ms ... Prefera no completar ese pensamiento. Al mirar al plato colocado en el piso , oy su estomago gruir de hambre. Sonri. Seguramente a Dios no le gustara verlo cometer el pecado de tirar comida o verlo despreciar un acto de caridad. Despus de un "amn " final, Guy tom el plato y sali de la capilla, para ir a cenar en el jardn cerca del claustro de las monjas. Mientras coma un pedazo de carne, tuvo la sensacin de or la voz de fray Jocelyn a decirle: "Los caminos de Dios son misteriosos, hijo". CAPITULO 10 Despus de asistir a la misa dada por el capelln del convento Lo qu alivi mucho la ansiedad de Guy Los viajantes dejaron Shrewsbury bajo una gara fra, fina. Tambin para el alivio de Guy, la abadesa no haba dicho nada ms sobre el hecho de Celeste no estar acompaada por una chaperona . Atchim! Oyendo a Celeste estornudar por dcima vez, l se acerc a la joven. Caramba ! dijo ella, a modo de saludo. Qu clima horrible, no te parece fray Guy? Creo que no vas a cantar en mi casamiento, sino en mi funeral... Oh, ya me olvidaba ! Por supuesto que no vas a cantar en ningn momento por el voto de silencio, cierto? Permanecers callado como un gran ngel esculpido en piedra, con las manos unidas en plegaria y la cabeza baja. Qu asombroso ! Para ser sincera, nunca vi un ngel tan alto como vos . O mejor dicho , nunca vi un ngel de ninguna clase, ni alto, ni bajo, ni ... Un nuevo estornudo le impidi terminar la frase. Guy frunci la frente , preocupado. Los ojos de Lissa estaban rojos, lagrimeantes, pero en ningn momento ella se haba quejado de estar sintindose mal. Qu milagro ! Todas las otras mujeres que Guy haba conocido , incluyendo su madre, insistan en quedarse en cama a la menor seal de indisposicin. Pero esa delicada flor francesa, nada acostumbrada al severo clima ingls , segua cabalgando como si no sintiese ningn malestar fsico. _ Cmo te sientes , mi lady?, escribi Guy en su pizarra antes de mostrrsela a Celeste.
Estoy bien, gracias. Siento la cabeza un poco pesada y mi nariz est tapada, pero eso no es problema respondi ella, volviendo a estornudar. Celeste poda bromear respecto a su propio funeral, mas Guy no vea la menor gracia en el asunto. Sera necesario parar en algn lugar durante algunos das para que la joven se recuperase , pues el tiempo slo iba a empeorar de all en adelante . Apartndose de Celeste y aproximndose a Gaston, Guy le mostr lo que acababa de escribir en la pizarra. Muy bien asinti el sargento al leer lo que estaba escrito. Concuerdo que debemos parar para que lady Celeste descanse y se recupere. Pero dnde podemos detenernos? Al leer la respuesta de Guy, Gaston silb. Qu osada , fray ! Sabe cul es el nombre de mi caballo? Diablo Negro! Ah, eso lo quiero ver... Un religioso cabalgando al Diablo! Solamente le aconsejo tener cuidado, pues mi caballo merece el nombre que tiene. Cree que podr dominar a un caballo tan fogoso? Guy asinti y permiti que una ligero sonrisa le curvase la boca. Gaston tena un buen caballo , si , pero ni de lejos Diablo Negro poda ser comparado a Rayo de Luna , el garan gris que con tanto orgullo le haba montado cuando viva en la corte. El sargento y el religioso intercambiaron monturas sin ms demora. Guy adoraba estar nuevamente sobre un caballo de verdad, y no sobre el lomo de una mula terca. Hinc los talones en los flancos de Diablo Negro, quien parti a pleno galope. Guy tuvo tiempo de notar que Celeste lo mir con admiracin al verlo pasar montado el bello caballo negro, y su corazn se llen de orgullo. Dios , prometo hacer vigilia hasta la medianoche de hoy como castigo por el pecado da vanidad. Pero , por favor, djame aprovechar ese instante de placer mundano, l rez en sus pensamientos. Tres horas ms tarde Celeste estaba acostada en una cama con sabanas limpias y un ladrillo caliente, envuelto en una franela, a sus pies. La bsqueda de Guy de un refugio haba sido ms que fructfera: Burke Crest, hogar de sir James Foxmore y su esposa, lady Eleanor, se encontraba a seis kilmetros ms adelante en el camino. Celeste no se preocup por saber cmo Guy haba logrado hacer con que la pareja de nobles los hospedase. Todo lo que importaba ahora era que sus cabellos estaban secos , que sus pies estaban calientes y que lady Eleanor era la bondad hecha persona. Mejor todava, la dama hablaba un francs impecable. Listo, mi querida , aqu est dijo la lady del castillo, entregndole una taza con leche tibia endulzada con miel. Y ahora me gustara saber como los hombres que te acompaan fueron capaces de maltratarte tanto. Slo porque a
ellos les gusta de cabalgar todo el da bajo la lluvia, eso no significa que a vos te guste hacer lo mismo! La culpa no es de ellos, mi lady, sino ma respondi Celeste despus de tomar un trago de leche. Ya perd demasiado tiempo en los caminos ingleses, mi prometido debe estar pensando que desist del casamiento y decid huir con mi dote. ella sonri con tristeza al pensar en las pulseras. Me haban dicho que deba llegar a Northumberland antes que comience a nevar. Lo que te dijeron sobre la nieve es verdad, pero si no te curas de este resfriado no tendrs que preocuparte por llegar a ningn lugar . Fuiste muy gentil aceptando recibirme en tu castillo, pero no deseo abusar de tu hospitalidad. Djate de tonteras, tu visita lleg en buena hora. Lady Eleanor, quien estaba embarazada de siete meses, acarici el vientre con cario y agreg : Desde que dej de cabalgar, no he tenido oportunidad de conversar con otras personas ms all de aquellas que viven conmigo. Tu llegada significa que ahora tengo alguien con quien intercambiar novedades, y me encantan las novedades. Vos sos la respuesta a mis plegarias, querida. Si se trata de plegarias , debes agradecerle a fray Guy. El es el encargado de nuestras oraciones. Adems, fray Guy parece no hacer otra cosa ms que rezar coment Celeste, disimulando un bostezo de cansancio y sueo. Tal vez l rece mucho para hacer penitencia por la vida que llevaba antes de entrar al monasterio se ri Eleanor. Oh! Ya conocas a fray Guy? Si. mi marido y yo lo conocimos en la corte, hace menos de un ao, y en esa ocasin l llevaba una vida muy diferente a la que lleva ahora. Yo no saba que fray Guy haba vivido en la corte . El era el capelln de alguna de las damas de compaa de la reina? Esa idea desagrad Celeste, quien prefera considerar a fray Guy como siendo exclusivamente suyo. Cielos, por qu estoy actuando como una doncella celosa?, pens ella, de repente, avergonzada. Capelln ? La dama volvi a rerse. Bien, muchas damas solan buscarlo, pero no para tratar de cuestiones espirituales precisamente . Qu quieres decir con eso, mi lady? Por Dios! Fray Guy haba sido un mal religioso, que haba sido expulsado de la corte y mandado al monasterio de San Hugo por su comportamiento inadecuado? Nada de lo que ests pensando, mi querida , qudate tranquila. Fray Guy es un hombre bueno y honrado, ests bien protegida con l. Ahora trata de descansar un poco, puedo ver que os sus ojos estn cerrndose solos de tanto sueo. Volveremos a conversar cuando despiertes .
Cuando su anfitriona la dej sola en el cuarto Celeste intent pensar en lo que haba escuchado respecto a fray Guy, pero cansancio acab por vencerla y se durmi en pocos minutos. So que estaba en un campo florido y que un caballero de armadura plateada cabalgaba en su direccin, montado el caballo negro de Gaston. Un par de alas doradas salan de la espalda del caballero, quien traa en la mano derecha una lanza de fuego. Cuando el caballero lleg cerca de ella y se sac el yelmo, Celeste vio los inconfundibles cabellos rubios y los ojos azules de fray Guy. Aceptas un poco de sidra para refrescarte la garganta? pregunt sir James. Guy neg con a cabeza. Hum, veo que ests tomando tu vocacin muy en serio... mucha gente all en la corte dudaba que lograras pasar ms de un mes en el seno de la Iglesia, cuando hay tantos otros senos a disposicin de un hombre con sangre caliente en las venas, no s si me entiendes... Guy intent esconder su pudor girando la cara para el costado. Para el bien de Lissa, haba sido perfecto poder contar con la hospitalidad de los Foxmore. Por otro lado, su antigua amistad con sir James lo colocaba en la incmoda posicin de tener que revivir el pasado. Es un placer verte de nuevo , amigo, pero parece que has perdido peso desde que entraste al monasterio . Los frailes no te alimentan bien , o renunciaste a la comida as como renunciaste a las mujeres? Percibiendo que su amigo estaba bromeando, Guy se encogi de hombros y sonri. Ah, as est mejor! Es bueno verte sonriendo otra vez. Y entonces, has recibido noticias de tus padres? Ellos estn bien ? Guy trag en seco y asinti . Cmo explicarle a James cuan azorada su madre haba quedado al enterarse que l tena intencin de hacerse monje? Cmo contarle que su padre se haba puesto furioso y que le haba gritado el mejor caballero del rey Henry era tambin el mayor imbcil del mundo? Desde que haba entrado a la orden de los franciscanos, Guy apenas haba recibido una carta de su familia: un mensaje de su madre saludndolo para su vigsimo octavo cumpleaos. Sir James se ri. Te reconoc ni bien puse mis ojos en vos. Fue muy gracioso verte llegar montado ese enorme caballo negro, con el hbito subido hasta la cintura por la cabalgata. Apuesto a que las doncellas que se encontraban no patio en ese momento no van a olvidar nunca la visin de tu llegada! Guy baj la cabeza. La burla de su amigo era una castigo justo por la vanidad que haba sentido cuando Celeste lo haba visto partir al galope, montando a Diablo Negro. Adems, tambin mereca ser castigado por haber provocado, an
sin querer, pensamientos lascivos en las criadas que haban visto sus piernas y otras partes privadas de su cuerpo. Hablando de doncellas continu sir James , la joven lady que ests acompaando es muy bonita y delicada. Actuaste correctamente al traerla ac, para dejarla recuperar sus fuerzas. Por la apariencia de la pobrecita, ella estaba necesitando descanso. A propsito, el sargento Gaston me cont en un ingls medio bsico que lady Celeste se va a casar con Walter Ormond. Es as , o entend mal lo que l dijo ? Detectando un tono spero en la voz del amigo cuando l mencion el nombre de Walter, Guy tom su pizarra y escribi algo. Quieres saber cules son las ltimas noticias que tengo sobre los Ormond? dijo sir James. Las mismas de siempre, mi querido. Las malas noticias abundan por todos lados . Ahora dime, es verdad que la encantadora lady Celeste se va a casar con Walter? Guy asinti con la cabeza. Por Dios, es una locura! No te pesa en la consciencia pensar que vas a entregar a una dulce criatura a manos de un hombre cruel, que ms se parece a un animal? Por qu no llevas a lady Celeste de vuelta a Francia y la devuelves a su padre, como cualquier buen cristiano hara en tu lugar? Lady Celeste es orgullosa. Ella jams aceptara romper el contrato de matrimonio firmado por el padre, pues sabe que eso lo humillara, escribi Guy en la pizarra. Sir James ley las palabras escritas por su amigo, se qued pensativo por algunos instantes y despus coment, en voz baja: O decir que Walter Ormond tiene sfilis. Al ver que Guy abra enormemente los ojos , con horror , agreg : Parece que la enfermedad est en una etapa tan avanzada que nadie cree que Walter tenga ms de un ao de vida . Pero eso no servir de consuelo a lady Celeste, pues cuando el maldito muera ella ya estar contagiada. Y entonces, qu piensas sobre esta noticia ? Asaltado por un acceso de odio, Guy tuvo ganas de salir cabalgando en ese exacto segundo rumbo al castillo Snape, para estrangular a Walter Ormond con sus propias manos. Pero en vez de hacer eso cerr los puos para intentar controlar la furia que lo haba invadido . Saba que deba pedir perdn a Dios por alimentar pensamientos tan violentos, pero ... Cmo aceptar los designios de Dios y permitir que Celeste se casase con un demonio sifiltico? Hice un voto de obediencia cuando decid dedicarme a la Iglesia, no puedo romperlo!, Guy escribi en la pizarra con tanta fuerza que rompi la tiza . Sir James sec con los dedos la lgrima que corri por el rostro de Guy y murmur : Me Alegra saber que tu corazn no se transform en un bloque de piedra, amigo. Cuida a lady Celeste lo mejor que puedas... Y reza para que suceda un milagro .
CAPITULO 11 A la semana siguiente, el clima haba mejorado bastante, y Celeste fue sanndose del resfriado gracias a los cuidados de lady Eleanor y sus hierbas medicinales, y tambin gracias a l contagioso clima de alegra que reinaba en Burke Crest. Todos los miembros de la familia Foxmore se esforzaron para ayudarla a sentirse bienvenida, en especial los cuatro hijos de lady Eleanor y sir James tres nios y una nia. Los nios le regalaban flores, plumas de pjaros y dulces, y jugaban a ensearle ingls . Cuando recibi permiso de lady Eleanor para salir de la cama, Celeste comenz a dar paseos por el interior del gran castillo recin construido y lleno de modernidades : un tanque cisterna en el techo , que recolectaba agua de lluvia y la conduca a travs de tubos de piedra hasta la cocina; ventanas protegidas con vidrios ; paredes recubiertas con tapices en los cuartos y una escalera con pasamanos . Gaston le inform a Celeste que los hombres del grupo estaban siendo muy bien tratados; aunque hablasen poqusimas palabras en ingls , haban conseguido hacer amistad con el personal del castillo. Pierre, el joven conductor del carruaje, estaba coqueteando discretamente con la muchacha que era la nodriza del hijo menos de los Foxmore. Slo fray Guy pareca cada vez ms taciturno con el transcurrir de los das. Rara vez bajaba al saln principal a la hora del almuerzo, y su presencia en la mesa a la hora de la cena era todava ms infrecuente. Como haba sucedido en el monasterio, el religioso se perda de vista cuando Celeste entraba en algn aposento donde l se encontraba. Cierta tarde, al final de la semana, Celeste fue a sentarse en un banco del jardn del castillo para calentarse con el sol otoal y leer un poco. Haba trado consigo su libro preferido, que contaba la bella historia del caballero de corazn Leal y su amor por Lady Dulzura. Celeste pas lentamente las pginas del libro, leyendo las melodiosas palabras de los versos escritos en francs y observando con placer las delicadas ilustraciones coloridas. Una de sus ilustraciones preferidas era la que mostraba al valiente caballero de corazn Leal armndose para luchar contra el caballero de la Tristeza. Un rayo de sol hizo brillar la tinta dorada del yelmo del caballero de corazn Leal y las hojas de las flores que adornaban los mrgenes de la pgina. El rico colorido de las ilustraciones hizo que Celeste recordase la ocasin en que su padre le haba permitido visitar el legendario Campo de Oro. Ella tena once aos en esa poca, y se haba quedado maravillada con todo lo que haba visto, odo, comido y bebido. Tiendas de telas coloridas formaban una
verdadera ciudad encantada. Trovadores cantaban en versos las proezas de nobles caballeros y la belleza de las damas de la corte de Francia e Inglaterra. Carnes sazonadas con especias, esprragos con salsa de crema, aves y salmones asados, panes dulces, peras asadas con canela, galletas con pasas de uvas, todo era servido con generosidad en largas mesas de madera. Fuentes esparcidas entre las tiendas arrojaban vinos dulces de Borgoa. Pero lo ms impresionante de todo haban sido los torneos. Banderas de colores vivos y guirnaldas flores adornaban las gradas. Centenas de caballeros haban participado de las competencias , que comenzaban a la maana temprano y seguan hasta el caer de la noche. Celeste haba quedado especialmente fascinada con los caballeros, todos usando armaduras pulidas y yelmos ornamentados por plumas de colores brillantes. Haba intentado arrojar un velo azul a uno de los participantes del torneo, en su deseo de homenajearlo. Una lstima que el magnfico hroe , montado un bello garan gris, no hubiese reparado en ella, que en ese entonces era una nia... Perdindose en devaneos romnticos que incluan al caballero de corazn Leal, Celeste slo se dio cuenta que alguien se aproximaba cuando una sombra recay sobre el banco en el cual estaba sentada. Fray Guy! Me asustaste ! protest ella, en el mismo instante escondiendo el libro entre los pliegues de su faldas voluminosa. Le pareca obvio que el religioso, siempre tan serio, no aprobara lo que ella estaba leyendo. En un gesto indito, Guy se sent al lado de Celeste y extendi una de las manos con la palma hacia arriba. Qu quieres? indag Celeste, sintindose invadida por una inesperada oleada de calor causada por la proximidad de Guy. Que te de mi mano, para que puedas leer mi futuro? Oh bien, yo no saba que frailes tambin eran gitanos ! Guy sacudi la cabeza, indic el pliegue de tela que esconda el libro y volvi a extender la mano. Sabiendo que la mejor forma de defensa era el ataque una leccin que haba aprendido siendo nia, cuando sus travesuras haban sido "recompensadas" con amenazas de zurras , Celeste le entreg el libro a Guy y fue rpida en comentar : Qu vergenza! Qu dira fray Jocelyn si te viese leyendo una novela de esas? Quedara tan conmocionado y cuestionara la sinceridad de tu vocacin, no ? Encogindose de hombros, Guy se limit a pasar las pginas del libro, examinando con inters cada una de las ilustraciones. Son lindas, no ? lo provoc Celeste. Siempre pienso en el fraile que las dibuj y las pint ... Qu le pasara por la cabeza al pobre hombre cuando
l pintaba los pechos de la herona? Crees que l corra al confesionario cuando soltaba el pincel y las tintas? Guy le dirigi una mirada tan penetrante que ella se asust. Oh , oh, fray Guy, slo estaba bromeando! Por favor, no lo tomes a mal. Ah, si el arrepentimiento matase... haciendo lo imposible para evitar que la sangre le hirviese en las venas, Guy se recrimin por haber cedido a la tentacin de buscar la compaa de la francesita. Haba sido el peso en su consciencia lo que lo haba estimulado a aproximarse a Celeste, quien pareca resentida con el hecho que l la evitaba siempre que poda. Al sentarse all en el banco, solamente haba querido demostrarle que no estaba enojado con ella. En verdad, extraaba el sonido de la voz y la risa cristalino de Celeste; si la evitaba, era para no colocar su propia alma en peligro. Y pensar que dentro de poco tiempo tendra que entregarla al sifiltico Walter... Guy se odiaba por la misin que debera cumplir en poco tiempo ms, pues haba dado su palabra de honor y no poda volverse atrs. Por qu tienes esa expresin tan mal humorada en un da tan bonito? indag Celeste de repente, volviendo a provocarlo. Ests enojado con Dios porque no haber mandado a caer una lluvia que combine con tu estado de humor en este momento? Vamos , fray, sonre , la vida es bella! Guy quera sonrer para ella. Quera rer y llorar al mismo tiempo, despus abrazarla con fuerza y asegurarle que siempre estara segura al lado de l. Tambin quera besarla, sumergir su lengua en la miel de esa boca de labios rosados y ... Seor, perdname , implor Guy, mortificado. De dnde haban surgido esos pensamientos cargados de lujuria? Para variar, sera obligado a hacer penitencia toda la noche como castigo por las ideas pecaminosas que haba tenido . Esforzndose para no demostrar lo que senta, l seal la figura del caballero que predominaba en las ilustraciones del libro de Celeste . Este es el hroe del libro, el caballero de corazn Leal explic Celeste, suspirando. El es el noble caballero que procura demostrarle a Lady Dulzura que es digno del amor de ella. Ves el blasn en el yelmo del hroe... El corazn alado significa que un corazn leal y sincero es leve y vuela ligero para llevar su amor a la lady que conquist. Los tres amores perfectos* ( *es el nombre de una flor) en el escudo del caballero, a su vez, significan que l nunca va a olvidar a la mujer amada, sin importar lo que suceda. Ah, fray, ni te imaginas los peligros que el caballero enfrenta para proteger aL ady Dulzura! Despus de hacer una pausa para tomar aliento, Celeste se ri y continu : Debes creer que estoy loca por hablar del caballero de corazn Leal como si l existiese de verdad, verdad? Por favor, no lo niegues, puedo leerlo en tus ojos ... crees que estor loca . No importa , ya estoy acostumbrada a provocar esa reaccin en las personas. Ta Marguerite, por ejemplo, vive diciendo que tengo la cabeza en las nubes.
Guy contuvo las ganas de sonrer ante el discurso de la joven. Necesitaba controlarse al mximo para no bajar las barreras que haba levantado alrededor de su corazn para no dejarse envolver todava ms por los encantos de Lissa. Tal vez mi suegro decida organizar un torneo en homenaje a mi casamiento con el hijo de l coment Celeste, de repente, con aire esperanzado. Crees que eso sea posible, fray ? Conociendo a los Ormond como los conozco, lo dudo , pens Guy, feliz por no poder expresar la verdad en voz alta. Sera maravilloso ver banderas flotando con el viento y or el sonido de las trompetas, sabiendo que mi marido hara cualquier cosa para vencer a los rivales para agradarme . Si , sera maravilloso, no te parece? Guy trag en seco. Walter Ormond no era capaz de vencer en ningn tipo de combate , y ni se le pasaba por la cabeza agradar a alguien ms que no fuese l mismo . El comportamiento intolerable del hijo de sir Roger lo haba obligado a abandonar la corte antes de tornarse hbil en el uso de la lanza y la espada. Me encantara participar de un torneo como Reina de la Verdad y de la Belleza, aunque slo fuese una vez prosigui Celeste, mirando con aire soador la ilustracin que mostraba al caballero . Yo vi un torneo en Francia, cuando tena once aos . Fue en el Campo de Oro, donde el rey Henry y el rey Francisco se encontraron. Vi un caballero esplndido participar de las competencias. El era ms alto que los otros, y tena en el escudo un blasn mostrando un lobo con los dientes expuestos. Guy sinti el orgullo estallarle en el pecho . Por todos los santos, Lissa lo haba visto participar de un torneo cuando todava era caballero de la corte del rey Henry! El blasn del lobo perteneca a la familia Cavendish, y aunque Guy y su hermano, Brandon, usasen el mismo blasn , no haba forma de confundir a uno con el otro. A pesar de ser un ao mayor, Brandon era ms bajo que su hermano. Celeste sonri con dulzura y tristeza antes de declarar: El caballero ni siquiera not mi presencia. Yo era nia en esa poca. Cuando el caballero del Lobo se acerc a la tienda para que las damas adornasen su lanza con velos y cintas, homenajendolo por la victoria que acababa de conquistar, l ni siquiera repar en m . S que parece una tontera, pero ... hasta hoy guardo conmigo el velo azul que intent darle al caballero del Lobo. Con una timidez que le era poco habitual, Celeste agreg : Voy a confesarte un secreto, fray, pues s no se lo contars a nadie . Yo ... yo siempre estuve secretamente enamorada del valiente caballero del Lobo, aunque nunca le haya visto al cara . Mis hermanas se burlaron de m durante aos, llamndolo de "el amor de mis sueos". Y eso es verdad, pues varias veces el caballero del Lobo se apareci en mis sueos. Pero s, que ahora lleg el momento de dejar esa fantasa tonta de lado, pues pronto estar casada
con un caballero de verdad . Tal vez deba usar un velo azul el da de mi casamiento con Walter Ormond, para tener suerte en el matrimonio. Guy tuvo la sensacin que una capa de fuego le cubra el corazn. A lo largo de los aos, Lissa haba estado enamorada de l. .. Pero no, eso era tontera pura. Ella amaba a un caballero sin rostro cuyo blasn mostraba un lobo feroz. Y qu diferencia haca eso ahora? El haba decidido dedicarse a la Iglesia, y Lissa pronto se casara con... Guy cerr los ojos al pensar en Walter Ormond, un hombre podrido en cuerpo y alma. Oh, perdname, fray se disculp Celeste. Habl tanto que debes haber quedado con dolor de cabeza, verdad? No te preocupes, ya me estoy yendo. Ella tom su libro de vuelta, se levant t se apart . El fino velo verde que le cubra los cabellos flot a su alrededor , soplado por la brisa, dndole la apariencia de una hada etrea. Guy permaneci sentado en el banco, intentando recordar cuando haba sentido por ltima vez tanto deseo de tocar a una mujer. CAPITULO 12 Nadie pareca feliz a la maana siguiente, despus de la misa, cuando el grupo de viajantes parti. Lady Eleanor y los nios lloraron al despedirse de Celeste, cuyos ojos tambin se llenaron de lgrimas. La joven que serva de nodriza del hijo menor de los Foxmore le dijo adis a Pierre con una sonrisa triste, de corazn partido. Los soldados franceses se despidieron de sus nuevos amigos con pesar. Guy fue el ltimo en apartarse del castillo, pues sir James o llamara de lado para una conversacin particular. Recuerda lo que te dije! grit el lord de Burke Crest cuando el religioso ya estaba a algunos metros de distancia. Este peso se quedar en tu consciencia para siempre! Celeste pas el resto de la maana intentando adivinar a que sir James se haba referido con "el peso en la consciencia". Saba que sera intil preguntarle a fray Guy, pues se quedara sin respuesta. Con una expresin ms seria que nunca en la cara , el religioso pareca estar en camino a su propia ejecucin. Tal vez l estuviese extraando el monasterio, deseando volver all. O tal vez estuviese irritado por tener que volver a cabalgar Daisy, la mula temperamental. El viento helado viniendo del mar do Norte anunciaba la llegada inminente del invierno a la regin pantanosa de Northumberland. Durante la noche, finas capas de hielo se formaban en la superficie del agua de los charcos y en los cascos de los caballos.
Hasta el agua de la fuente sobre la mesa del cuarto amaneca congelada. Envolvindose mejor en la capa forrada de piel , Walter Ormond maldijo la posibilidad de que comenzase a nevar ms pronto que de costumbre. Hacia pocos minutos, un mensajero haba trado al hijo de sir Roger, que se encontraba en el castillo Snape, la noticia que la joven dama francesa haba retardado su viaje una vez ms , ahora bajo el pretexto de una indisposicin fsica. Perra desgraciada! Cuando sea mi esposa, le ensear a no irritarme con estupideces! insult Walter, que ni en sueos pensaba en permitir que Celeste se casase con su padre. As se habla, mi lord . Estoy seguro que conseguir educar a la francesita coment Scullion, uno de los pocos aduladores que todava apreciaban la compaa y el dinero del hijo de sir Roger. Por supuesto que s ! Ahora dime , dnde estn los hombres que quedaste en conseguir para realizar el servicio? Ellos vendrn , mi lord , no se preocupe. Pues ser mejor que vengan pronto, si quieren recibir el dinero que promet. Hacer el trabajo del diablo es un asunto arriesgado, mi lord . Servicios oscuros deben ser realizados en horas oscuras. Reivindicar una esposa no es un servicio oscuro, Scullion. Concuerdo, mi lord . Pero si la mujer en cuestin ya fue reivindicada por otro hombre... Cllate, idiota! Por ley , la lady francesa es ma respondi Walter, reprimiendo las ganas de golpear a Scullion. La voz da prudencia le susurraba que los amigos, incluso aquellos comprados con oro, se estaban volviendo cada vez ms escasos para l. Walter saba que las personas lo vean como un ser demonaco por las costras. Pocas mujeres aceptaban acostarse con l ltimamente, a menos que fuesen viejas y feas o tambin tuviesen sfilis. Siempre que pensaba en la joven lady que estaba viniendo al castillo Snape, Walter salivaba con excitacin. Qu el demonio se llevase a su padre al infierno y no soltase ms , pues la francesa y la dote que ella traa le pertenecan por derecho! Al final de la tarde el grupo lleg a Chester. Desde all , seguiran hacia el norte rumbo a York, la mayor ciudad inglesa despus de Londres. Guy consigui alojamiento para todos en el Blue Boar, un pequeo hospedaje de buena reputacin que ya conoca de otros tiempos. El dueo del lugar era un sujeto honesto, bien humorado. Desgraciadamente el hombre tambin posea una excelente memoria, como Guy descubri cuando entr en la posada. Sea bienvenido, mi lord ! O debo llamarlo fray, ahora? Por el hbito que est usando, parece que si ! Entonces decidi mismo dedicarse a la Iglesia, como
dijo que hara cuando estuvo aqu, en marzo del ao pasado? Sin dar tiempo para que Guy respondiese, el posadero prosigui : Oh, veo que trajo un grupo de buen tamao para alegrar mi establecimiento. Sean todos bienvenidos! Celeste le sonri al dueo del Blue Boar y se dirigi a l en un ingls cuya pronunciacin era cada vez mejor. Buenas noches . Precisamos cuartos para la noche. Pues llegaron al lugar correcto, mi lady. Este es el mejor hospedaje de Chester. En ese momento, Guy us pizarra y la tiza para preguntar al posadero cuanto costara el servicio . El dueo del Blue Boar lo mir y pregunt, riendo: Disculpe mi curiosidad, mi lord , pero el gato le comi la lengua? Fray Guy hizo un voto de silencio explic Celeste encargndose de acordar el precio , que se fij en cuatro chelines. A continuacin , el posadero condujo a los viajantes hasta el primer piso del establecimiento. Este ser su cuarto, mi lady. Los sabanas estn limpias y la chimenea puede ser encendida sin demora le dijo el hombre a Celeste, abriendo la puerta de un pequeo aposento en un rincn de una sala con seis camas y una chimenea grande. Sus acompaantes pueden dormir aqu mismo, cerca del fuego. Dndose vuelta hacia Guy, l sugiri : Si prefiere un cuarto privado, mi lord ... Guy lo interrumpi con un gesto. Al entrar a la orden de los franciscanos, haba renunciado a ser tratado como un noble; continuar siendo llamado "mi lord " lo incomodaba. Adems, sera mejor que Lissa pensase que l era un hombre pobre, y no el hijo de un lord . Con aire grave, Guy indic un rea en el piso , cerca de la puerta del cuarto de la joven lady. Est bien, mi lord , si quiere dormir en el piso ... murmur el posadero, encogindose de hombros. Notando que Celeste lo miraba con curiosidad, Guy temi que ella le preguntase qu historia era esa de "mi lord ". Por suerte el posadero volvi a hablar, desviando la atencin de la dama francesa. Imagino que todos tienen hambre, verdad ? Qudense tranquilos, mandar a preparar ahora mismo una buena comida. Espero que les gusten los huevos fritos con manteca, carne asada , queso, pan fresco y tarta de manzana. Si, ser perfecto afirm Celeste. Y tambin quedaramos bastante satisfechos si nos trajese agua caliente para poder lavarnos antes de comer. Claro, mi lady, claro. El agua caliente y la cena sern trados sin demora. Si me dan permiso... mi lady... mi lord ... Cuando el posadero se apart, Gaston lanz una carcajada y coment : Santo Dios , me qued con la boca seca de tanto or al hombre hablar! Tendr una buena cantidad de cerveza para matar a mi sed ? Es mejor que vaya a verificar.
El sargento y los otros soldados franceses bajaron al saln principal de la posada. Al verse solo con Celeste, Guy se puso tenso y se prepar para seguir a Gaston y al resto dos hombres. Ests pensando en huir de m , fray ? O debo decirte "mi lord "? pregunt ella, con una sonrisita pcara . Es increble como siempre Procuras evitar mi compaa. Es porque tengo mal aliento? No , creo que no , pues mastico hojas de menta varias veces por da. Guy mostr intencin de bajar la escalera, pero Celeste se coloc en el camino de l. Oh , oh , por qu tanta prisa? Me transform, de repente, en un dragn feroz? Me tienes miedo , fray ? Si , Lissa, te tengo miedo, y mucho, pues cerca de vos me siento a punto de perder el control , pens Guy. Frunciendo el ceo , l seal que quera pasar. Todo bien, yo abrir camino. Pero slo si prometes que me dars el placer de tu compaa despus de cenar declar Celeste. Cerrando los puos, Guy pens en la tortura que sera pasar algunos momentos en compaa de Lissa. Si ya era difcil resistir la tentacin cuando mantena una cierta distancia de ella, qu sucedera si estuviesen ms cerca? Vamos, fray, vas a encontrarte conmigo en el saln principal despus la cena, de lo contrario no te dejar pasar. A menos que me empujes escalera abajo . Qu me dices? Viendo que la joven no pretenda ceder, Guy asinti con reticencia. Muy bien. Celeste sali del frente de la escalera. Estamos de acuerdo , nos encontraremos despus de cenar. Y ni se te ocurra esconderte pues no descansar en paz hasta encontrarte . Te aviso por si todava no lo sabes, yo siempre consigo lo que quiero, entendiste ? Guy baj la cabeza y baj los escalones rpidamente, acompaado por el sonido cristalino de la risa de Celeste. CAPITULO 13 Cumpliendo lo prometido, Guy apareci en el saln principal poco despus de la cena servida por el parlanchn dueo del Blue Boar. Fingiendo no haber notado la presencia de l, Celeste se acomod la falda de su vestido rojo de terciopelo. Aunque intentase convencerse que estaba haciendo lo correcto , sus dedos temblaron al arreglar por milsima vez los objetos dispuestos sobre la pequea mesa delante suyo Un candelabro con tres velas nuevas, una jarra con vino, dos jarros y un mazo de barajas. Celeste tom las cartas y comenz a barajarlas. El acto familiar la ayud a calmarse. Adoraba los juegos de cartas; en Letoile, era considerada la mejor jugadora de la familia.
Sera bueno verificar, ahora, si su habilidad en el juego servira para relajar al siempre tan serio fray Guy. Jugar es solamente un pasatiempo inocente para distraernos un poco, razon ella. En ese caso, por qu su corazn lata ms fuerte que de costumbre, y por qu su respiracin estaba ms acelerada que lo normal? Debo haber apretado demasiado los cordones del corset cuando me vest, ella pens. Buenas noches, fray salud Celeste cuando Guy se aproxim a la mesa. Por favor, sintate. Oh la la, qu carita tan seria ! Tienes miedo que te haya llamado para or mi confesin? Guy abri enormemente los ojos , horrorizado, y ella se ri. Qudate tranquilo, mi buen fray, no tengo pecados que confesar. Por lo menos , no por ahora agreg Celeste en tono pcaro. Era tan divertido burlarse de fray Guy! Por otro lado, tena que tener cuidado de no herir su vanidad otra vez, como haba hecho cuando l se haba cado del lomo de Daisy. Sospechaba que debajo del hbito marrn del religioso lata el corazn de un hombre bastante orgulloso. Por favor, sintate insisti Celeste. Prometo no morderte. Guy se acomod en el banco del otro lado de la mesita. Cre que sera una buena idea pasar una noche agradable jugando a las cartas. Creo que Dios no se ofender si dejas de rezar por algunas horas para divertirte un poco, cierto? Estrechando los ojos , Guy mir las barajas y la jarra de vino. A continuacin , mostr intencin de levantarse . Celeste lo sujet por la mano. El contacto de la piel caliente bajo sus dedos la hizo estremecerse . Ella solt la mano del religioso como si hubiese tocado en un hierro caliente y murmur : Por favor, qudate conmigo. Celeste trag en seco, intentando recuperar la compostura y , al mismo tiempo, disimular su ansiedad. No quera que fray Guy percibiese cuanto necesitaba compaa la compaa de l. Notando que el religioso vacilaba, Celeste argument : Qu es un juego de cartas, despus de todo ? Nada ms que una manera de evitar el aburrimiento antes de la hora de dormir. Qu otra opcin tengo? La luz est demasiado dbil para que pueda leer o bordar. tampoco puedo ir al saln general del hospedaje para cantar o contar historias, como Gaston y los otros hombres estn haciendo ahora. Despus de un ltimo momento de vacilacin, Guy seal las barajas y asinti . Oh, muchas gracias, fray Guy! agradeci Celeste, feliz. Considera el acto de jugar conmigo como un acto de caridad de tu parte. Y , ahora, por qu no nos sirves un poco de vino mientras termino de mezclar las cartas? Mientras Guy llenaba los dos jarros con el lquido rojo, ella sugiri : Qu tal si jugamos piquet? Conoces ese juego? Guy volvi a asentir.
Perfecto. Y ya que no puedes contar tus puntos en voz alta, qu te parece si los anotamos en tu pizarra? Como respuesta, Guy coloc la pizarra y un pedazo de tiza en encima de la mesa. Y ahora, fray, qu vamos a apostar? Como s que no tienes dinero, podemos apostar otra cosa. Por ejemplo, si vos ganas, qu tendr quee hacer? Cantar una cancin ? Contar una historia? Guy neg con a cabeza. En seguida, junt las palmas de las manos. Vas a querer que rece? El repiti el gesto de negacin y despus, por medio de mmica, fingi que estaba leyendo un libro. Ah, vas a querer que te lea una historia ? Pero no creo que las historias romnticas de mis libros sean de tu agrado, fray. Guy volvi a negar con la cabeza. Antes de continuar fingiendo que continuaba leyendo , hizo la seal de la cruz. Hum, entend . Quieres que lea mi libro de oraciones, cierto? El asinti . Eh ... bien, acepto. Si pierdo el juego, prometo pasar todo un da leyendo mi libro de oraciones. Pero si gano , vos tendrs que... Celeste interrumpi la frase por la mitad para crear suspenso . Viendo que fray Guy asuma una expresin preocupada, tuvo que controlar al mximo sus ganas de rer. El se imaginaba que iba a pedirle un beso? La idea era tentadora, pero Celeste jams pedira algo as . Despus de todo, el ngel sentado delante suyo era un hombre de la Iglesia. ... tendrs que darme una sonrisa complet ella, finalmente. Guy acept con un gesto de cabeza. Muy bien , vamos comenzar, entonces. Jugaremos seis partidas, te parece ? Celeste reparti las cartas, doce para cada uno . Pronto se dio cuenta que haba subestimado la destreza del monje . En la dcima rueda del juego, comenz a temer que se vera obligada a pasar el da siguiente con la nariz enterrada en su libro de oraciones. Peor que eso, que no vera a fray Guy sonrer. Observndolo disimuladamente, concluy que en ese momento el rostro de l pareca esculpido en piedra: bonito, pero fro y sin expresin . La nica cosa que daba seal de vida eran los ojos azules, que reflejaban las llamas doradas de las velas. Despus de perder la primera partida, Celeste se concentr ms en la segunda. No perdi tan mal como la primera vez, pero su suma de puntos continuaba baja. La imagen del libro de oraciones, lleno de figuras de santos y ngeles, flot en su imaginacin. Dios, aydame ! Tena que vencer para ganarse la sonrisa prometida ! Saba que, cuando fray Guy le sonriese , el hielo entre ambos sera quebrado, y el religioso se iba a mostrar ms amigable en el futuro. En la cuarta partida Celeste logr aumentar bastante el nmero de puntos. Aunque la expresin de fray Guy continuase impasible, el modo en que l
jugaba a las cartas en la mesa indicaba que estaba ponindose nervioso. Perfecto! ya era hora que el religioso recibiese una leccin de humildad . Al final de la sexta partida Guy sum todos los puntos. Se qued mirndola la pizarra por un largo instante, despus vaci su jarro de vino en un solo trago. Celeste sonri. Puedo ver el resultado final? Guy le entreg la pizarra. Ella haba ganado por unos meros seis puntos. Cruzando los brazos, Celeste esper el pago de la apuesta. Guy la mir con seriedad. Ella se sinti sumergir en la profundidad de los bellos ojos azules, y rez para que el religioso no fuese capaz de leer los pensamientos impropios que pasaron por su mente. Los labios de Guy se extendieron lentamente en una sonrisa forzada. Non, fray, esa no es una sonrisa de verdad protest Celeste. Con perdn de la expresin , pareces un caballo mostrando los dientes. Yo quiero una sonrisa sincera, no slo con los labios, sino tambin con los ojos y el corazn. Guy parpade . A continuacin , los ngulos de su boca comenzaron a curvarse hacia arriba . A medida que la sonrisa se alargaba, sus ojos pasaron de azul oscuro a un azul ms claro, como el cielo de mayo. Celeste se estremeci al observar el sorprendente cambio en la cara del religioso. La severa estatua del ngel de piedra haba desaparecido , reemplaza por la imagen del ngel Gabriel en carne y huso. Ella casi poda imaginar rayos de luz emanando del halo de cabellos dorados. Aunque nunca ms viese a fray Guy sonrer de nuevo , jams olvidara la fascinante imagen que tena delante de s en ese momento. Magnifico ... ella suspir. El sonido de su voz extingui el brillo en la mirada de fray Guy. Como la llama de una vela siendo apagada, la deslumbrante sonrisa desapareci, dejando en su lugar la habitual expresin de severidad. Ponindose abruptamente de pie, el religioso sali del aposento pisando fuerte. Celeste lo sigui con la mirada . En seguida, recogi las cartas y fue rumbo a su cuarto ,sintiendo un extrao y triste vaco dentro de s. Guy apoy la frente en la piedra fra de la pared externa del establo y respir profundamente el aire de la noche. Aunque hubiese salido del hospedaje con pasos lentos, para no llamar la atencin, su corazn lata fuerte como si hubiese corrido ms de cinco kilmetros. Cerrando los ojos , rez pidiendo ayuda y orientacin. Seor, perdona mi debilidad! En primer lugar, jams debera haber concordado en encontrarse solo con Lisa. En segundo lugar , jams debera haber permitido que ella lo convenciese de participar del juego y de tomar vino. La joven lady lo haba tomado de sorpresa al bromear diciendo que lo haba llamado para confesarse. Cielos! Cualquier da de esos Lissa podra querer
confesarse de verdad, esperando su absolucin ! Pero qu pecados una criatura tan inocente tendra para confesar, a excepcin del pecado de haberse robado el corazn de un novicio franciscano? Ah, haba sido tan deliciosa la hora pasada en compaa de la atractiva dama... En la corte do rey Henry, Guy haba gozado de la reputacin de ser un excelente jugador. Muchas veces haba ganado fortunas en las mesas de juego, fortunas gastadas al da siguiente con regalos para su amante del momento. Pero nunca haba apostado algo tan sencillo como una sonrisa, y nunca una derrota le haba costado tanto. Quise dejar una vida de juegos y de amores superficiales atrs. Sin embargo , esa misma vida me persigue ahora utilizando un disfraz ms atractivo de lo que imaginara posible. Lissa es el demonio hecho mujer! Mientras su mente procuraba concentrarse en las primeras oraciones de la devocin de la noche, su memoria amenazaba con concentrarse en la imagen de Celeste de Montcalm. Por la cruz de Cristo, no poda consentir que la joven de ojos violeta rompiese sus frgiles defensas. Nunca ms aceptara estar a solas con Lissa otra vez. Ella era toda gracia y belleza, fuego y ptalos de rosa. Parodiando la expresin tan comn , Lissa era una perla de gran valor que pronto sera arrojada al mayor cerdo de Inglaterra , Walter Ormond. Y era l, sir Guy Cavendish, un caballero con un rgido cdigo de honor y un novicio que haba jurado obediencia a Dios, quien conducira a Celeste de Montcalm a su inmerecido destino. Guy saba que, despus de entregarla al prometido, morira de remordimiento por haber cumplido tan ingrata tarea. Pero por otro lado... Lissa no significa nada para m ms all de una gran tentacin, y encima est prometida a otro hombre. Debo cumplir mi misin y despus partir. Ella no tiene poder alguno sobre m, y yo no tengo poder alguno sobre ella, se dijo Guy a s mismo , intentando racionalizar la cuestin . Una risotada burlona hizo eco en su mente. A quin l estaba queriendo engaar? Temiendo ir a la comodidad del pequeo montn de paja en el piso , en la puerta del cuarto de Celeste, Guy se acost en un rincn del establo. necesitaba descanso, pero el sueo demor en llegar. No poda olvidar la mirada triste que Lissa le haba dirigido cuando l haba partido apresuradamente del saln principal. Nunca haba amargado a una mujer a propsito por lo menos , no hasta esa noche. Lo peor de todo era que haba amargado exactamente a la nica mujer que slo mereca gentileza de su parte. De madrugada, mientras el resto del mundo dorma, Guy se levant y volvi dentro del hospedaje. El muchacho francs que haba quedado de guardia al pie de la escalera se haba dormido . Guy pas por encima l y , en silencio, subi los escalones gastados de madera.
Gaston estaba durmiendo en la puerta del cuarto de Celeste, roncando fuerte. cuando Guy se aproxim, el sargento se puso de pie de un salto y sac el pual que traa en la cintura. Di tu ltima plegaria antes de morir ! susurr l, apoyando la hoja del arma en el pecho del religioso. Reaccionando por instinto, Guy sujet la mueca de Gaston con una de sus manos; con la otra, lo agarr por el cuello y lo empuj hacia atrs. Al principio el sargento intent reaccionar, pero pronto se relaj y se qued inmvil. Cielos, podra haberlo matado sin la menor dificultad, pens Guy, soltando al francs. Satans y todos sus demonios , es demasiado fuerte para ser un fraile! jade Gaston, frotndose el cuello. Dnde estuvo hasta ahora? Si no hubiese reconocido su hbito, estara conversando con San Pedro a esta altura . Mientras guardaba el pual, el sargento agreg : Cree iba a poder conmigo , fray Guy? Tonteras! Todava est para nacer el hombre capaz de salir vivo de una confrontacin conmigo. Ahora, si me da permiso, voy a la cama. Puede ocupar mi lugar aqu en el piso . En menos de cinco minutos, Guy escuch el sonido de la respiracin pesada de Gaston, quien se haba acomodado en la cama ms cercana. El ronquido alto del sargento, poco antes, no haba pasado de un gruido, y Guy sinti crecer su respeto por e celoso guardin de Celeste. Mirando la puerta del cuarto de la joven lady, Guy vacil. Tal vez la breve confusin con Gaston hubiese despertado a Lissa; tal vez ella estuviese asustada, sin coraje para levantarse para saber qu haba sucedido. Con cuidado de no hacer ruido, Guy abri la puerta, entr en el cuarto y se acerc a la cama. Sus odos apenas captaron el sonido de la respiracin suave de Celeste, quien dorma . Con el rostro iluminado por la luz de luna que entraba por la ventana, y con los cabellos negros esparcidos sobre la funda blanca de la almohada, ella pareca ms linda que nunca. La nica cosa que le maculaba la belleza eran los rastros de las lgrimas que le haban quedado en las mejillas Lgrimas derramadas, sin duda, por causa del comportamiento grosero de Guy despus del juego. Perdname , querida Lissa, pues no puedo perdonarme a m mismo por la amargura que te caus, pens l. Si pudiese, entrara en tu vida cabalgando mi fuerte garan gris y te llevara lejos de todo lo que significase tristeza. Te alimentara con alegra, amor y ... Guy se apart de la cama, conmovido con la naturaleza de sus pensamientos. Odindose por desear algo que jams podra tener, sali del cuarto. Cerr la puerta y se acost en la paja sobre el piso . Jess, Lissa, qu ests haciendo conmigo?
CAPITULO 14 En los das siguientes, Celeste y su grupo prosiguieron viaje en direccin nordeste, pasando por las aldeas de Helsby y Daresbury. Aunque fray Guy la tratase con gentileza siempre que ella se aproximaba, Celeste not que l se mostraba ms emocionalmente distante que nunca; su plan para hacerlo ms amigable haba fracasado por completo. Tal vez fuese mejor as, pues en el rincn ms secreto de su corazn se vea obligada a reconocer que estaba apegndose demasiado al monje. Un da despus que el grupo pas por Manchester, el tiempo volvi a empeorar. Una lluvia fra e incesante transform el camino, ya malo, en un verdadero lodazal. A pesar de los esfuerzos de Pierre para conducir bien los caballos, el carruaje que transportaba las pertenencias de Celeste se encajaba con frecuencia en pozos llenos de agua. Por los cuernos del demonio! insult Gaston mientras ayudaba al resto de los hombres a desencajar el carruaje por cuarta vez en la misma tarde. Es imposible continuar viajando con este clima! En poco tiempo va a anochecer y quedaremos atrapados en medio de este camino de mierda . No va a parar de llover nunca en este maldito pas? Celeste, montada en su caballo bajo un rbol sin hojas, ajust ms la capa a su cuerpo e intent no pensar en cuan incmodo el viaje ya haba sido. Procur animarse imaginando las chimeneas encendidas que encontrara en el castillo Snape, imaginando como sera la cara de su futuro marido. No se atrevi a comentar con Gaston que la garganta haba empezado a dolerle otra vez. Cuando encontrasen un lugar donde pasar la noche , tomara un jarro de vino caliente con miel y se ira de inmediato a la cama. Una buena noche de sueo la hara sentirse mejor. No poda permitir que nuevos problemas de salud prolongasen todava ms ese viaje. Ests lista para seguir , mi lady? indag Gaston, aproximndose , cuando el carruaje fue desencajado . Al observar el rostro de Celeste, volvi a insultar. Me cago en el diablo ! Te est sintiendo mal otra vez, mi lady? No, solamente estoy mojada y con fro. Vamos a tratar de encontrar un buen hospedaje. No me mienta , la conozco desde que naci. Puedo ver en tus ojos que ests febril. Dndose vuelta , el sargento llam: fray Guy, venga para ac! Guy surgi como un fantasma por entre la cortina de lluvia. Conoce bien esa regin, fray ? pregunt Gaston. Lady Celeste est con fiebre de nuevo , y no quiero que se muera aqu en medio del camino. Precisamos encontrar refugio, rpidamente !
Celeste cerr los ojos , avergonzada. No quera que fray Guy la considerase una mujer frgil, lo que no haca nada ms de demorar el viaje. Abri la boca para afirmar que no estaba mal, pero un toque gentil en su brazo la dej muda de sorpresa. Abriendo los ojos , vio que fray Guy se haba aproximado para observarla mejor. Por todos los santos, por qu la proximidad de los bellos ojos azules y el toque en su brazo la haca estremecerse? Soltando el brazo de Celeste, Guy le toc la frente con la mano para sentir la temperatura. En seguida, protegiendo la pizarra de la lluvia, tom un pedazo de tiza y le escribi a Gaston: Prstame tu caballo. Si, fray. El sargento desmont y le entreg las riendas de diablo Negro. Guy salt del lomo de Daisy y subi al garan negro. Seal primero a Celeste, despus para al lugar delante suyo en la montura. Gaston entendi el mensaje. Antes que Celeste tuviese tiempo de protestar, la tom en brazos y la entreg al monje , diciendo: Fray Guy te llevar a un lugar seguro, no te preocupes. Cuando Celeste estaba acomodada delante suyo en la silla, Guy la sujet por la cintura con uno de los brazos y la acurruc junto a su pecho. Aunque ambos estuviesen mojados hasta los huesos, en el mismo instante Celeste fue invadida por un calor muy agradable .Sintiendo su cabeza pesada, se apoy de costado en el pecho de fray Guy. Al or los latidos fuertes y acompasados del corazn de l, una extraa calma la domin. Pierre, ven ac! llam Gaston. Cuando el muchacho salt del carruaje y se aproxim, el sargento orden: Monta el caballo de lady Celeste y sigue a fray Guy. Despus, vuelve para conducirnos hasta el lugar que l encuentre para lady Celeste. Pierre obedeci sin pestaear. A continuacin , Diablo Negro y Luz de Estrellas partieron al galope, espoleados por sus caballeros. Lluvia y viento azotaron el rostro de Celeste, quien cerr los ojos y se concentr en no perder el equilibrio sobre la montura del garan negro. No sabra decir cunto tiempo dur la cabalgata. Tal vez se hubiese dormido, aunque no se acordase de eso . Slo le qued grabado en su mente fue el calor del cuerpo de fray Guy y la sensacin de estar volando. En seguida, voces indiferenciables llegaron a sus odos, hasta que una confortable oscuridad la envolvi. Cuando volvi a abrir los ojos , la primer cosa que Celeste pens fue que haba retornado al castillo de los Foxmore. Pero al abrir una hendija en el cortinado de la cama, not que las paredes del cuarto eran de piedra gris, y no estaban protegidas por paneles de madera como en Burke Crest. Confundida, se sent y acomod las almohadas para apoyar la espalda antes de abrir ms las cortinas para observar mejor el aposento en el cual se encontraba. Un fuego alegre
crepitaba en la chimenea, y haba un candelabro con velas encendidas en la mesa al lado de la cama. Voces venan del otro lado de la puerta del cuarto, que estaba cerrada. No haba nadie en el aposento ms all de ella. Ya estaba en el castillo Snape? Esa idea no le trajo el menor consuelo. Debera estar sintindose feliz en caso que el viaje hubiese llegado a su fin, y , sin embargo... Y si fray Guy ya hubiese partido de vuelta al monasterio de San Hugo? No era que pudiese recriminarlo por eso. Despus de todo , el viaje haba sido cansador , y l deba estar ansioso por llegar al monasterio antes de la llegada del invierno. Tal vez nunca ms lo vea, pens Celeste, asaltada por una sbita oleada de tristeza. Una gran tontera ! Por qu ponerse triste? Fray Guy era un hombre dedicado a la Iglesia, no tena el menor inters en jvenes prometidas en matrimonio con otros hombres. Y si efectivamente estaba en el castillo Snape, eso significaba que su prometido se encontraba cerca. Celeste se estremeci y subi las mantas hasta el mentn, sintindose asustada. Pero en el mismo instante, se recrimin mentalmente. No debo ser tonta, no hay nada que temer. Walter Ormond pronto ser mi marido y me proteger de cualquier mal. O estaba equivocada? La horrible descripcin que la ta Marguerite haba hecho de la noche de boda volvi a su mente. Pero , entonces, un vago recuerdo del calor del cuerpo de fray Guy junto al suyo apart ese temible pensamiento. Durante la cabalgata l la haba sujetado por la cintura y , de vez en cuando, su brazo haba rozado sus pechos. Bajo las mantas, los pezones de Celeste se tensaron . Qu vergenza! ? Era indecente pensar en el cuerpo de un hombre, especialmente el de un monje! Pero que fray Guy tena muslos firmes, pecho y hombro anchos y una cara de ngel ah, eso no tena discusin ! Celeste se acord de como sus piernas se haban apoyado sobre las de l mientras cabalgaban. Dios! Con el hbito levantado, las piernas del monje haban quedado desnudas, con el galope las faldas de su vestido se haban subido un poco por encima de las rodillas. Por Santa Ana! La ta Marguerite le dara una zurra si se enterase... Se enterase de qu? Un rubor invadi las mejillas de Celeste. Nunca haba estado tan cerca de un hombre, de cualquier hombre, en toda su vida. La sensacin haba sido deliciosa, no poda negarlo. Y ahora fray Guy haba partido ... sin al menos despedirse? Hola ! Hay alguien ah afuera? llam Celeste ,sintiendo su garganta dolorida. Por qu nadie haba venido a verla? Estara siendo mantenida prisionera en la torre de algn castillo? Celeste pens en una de las ilustraciones de su libro preferido, la que mostraba a Lady dulzura en la ventana de una torre alta, vigilada por los guardias del
malicioso Hechicero . Lady dulzura pareca ansiosa, esperando que el caballero de corazn Leal viniese a salvarla! Acomodando mejor las almohadas que le apoyaban la espalda, Celeste reflexion sobre la situacin. Si estuviese siendo mantenida prisionera, fray Guy y Pierre tambin deban estar presos en algn lugar. Necesitaba huir del cuarto y liberarlos. Tal vez hubiesen sido puestos en celdas en los calabozo del castillo y ... La puerta del cuarto fue abierta de repente, interrumpiendo los devaneos de Celeste. Una mujer de mediana edad y de expresin amigable entr, seguida por una muchacha que cargaba una bandeja. Oh ! Nuestra husped ya se despert ... Qu bueno ! Nan, pon la bandeja en encima de la mesa orden la mujer a la muchacha, mientras se aproximaba a la cama. Hola, mi lady. Debes estar muerta de hambre, verdad? le pregunt Celeste, antes de ofrecerle un jarro con un lquido caliente y perfumado. Bebe esto, es leche con canela . Vamos, tmalo , va a hacerte bien. Si era una prisionera, por lo menos , mi carcelera me est tratando muy bien, pens Celeste, tomando un trago de leche. En seguida, pregunt en ingls , que era la lengua utilizada por la mujer: Dnde est Pierre? Quin es Pierre, mi lady? El muchacho francs que lleg con lady Celeste, lady Kate explic la muchacha que haba trado la bandeja, entrando en la conversacin. Oh, si , ya s quien es. Qudate tranquila, mi lady. Pierre est en la cocina, conversando con mis ayudantes. El es un muchacho tan encantador, verdad? La seora Kate se ri y mir a Nan, quien se ruboriz y baj la cabeza. Y fray Guy, dnde est? indag Celeste, tensa. En la capilla, mi lady. El pasa la mayor parte del tiempo all, de rodillas, rezando. Pero basta de preguntas. Termina de tomar la leche, antes que se enfre. En cuanto a vos, Nan, ve a avisarle a lady Mary que la husped se despert y que se est sintiendo bien. La joven criada sali corriendo del cuarto. Cuando Celeste acab de beber la leche, la seora Kate tom una fuente y una cuchara t se sent en el borde de la cama, comentando: Es bueno que ahora tome este caldo de carne, para recuperar las fuerzas. Mientras la mujer la alimentaba en la boca Celeste pregunt : Y Gaston y el resto de los hombres? Ellos estn muy bien , no te preocupes. Ah, ellos forman un grupo tan alegre! Parecen los integrantes de la banda de Robin Hood. Y vos te pareces a lady Marian . Yo ... estoy en el castillo Snape ?
No, mi lady. Ests en Cranston Hall, el hogar de sir Martin y lady Mary Washburne. Sir Martin se encuentra hace cuatro meses en la corte , tratando asuntos de Estado con el rey , pero lady Mary est aqu. A propsito, lady Mary est ansiosa para tener tu compaa, mi lady, dado que el sobrino de ella se rehusa a conversar con ella. El sobrino de lady Mary se rehusa a conversar? Por que, est enfermo o enojado con ella ? Que yo sepa no, a menos que el pobre est enfermo de la cabeza. El sobrino de lady Mary es sir Guy Cavendish, el hombre que te trajo ac. La lluvia incesante y el viento helado no contribuan en nada para mejorar el humor irascible de Walter Ormond. Si no temiese transformarse en el blanco de las burlas por parte de la escoria de Snape, Walter ya habra abandonado la bsqueda de su prometida hacia cuatro das, cuando la lluvia haba empezado a caer. Mierda, la francesa pareca haber desaparecido del mapa! Al principio , al hacer preguntas en el hospedaje Red Lion, cerca de Manchester, l se haba sentido esperanzado. El posadero se acordaba de haber hospedado a una lady francesa que viajaba en compaa de un grupo de hombres y de un monje . Era lo nico que le faltaba, una prometida que le gustaba tanto de rezar que se haba trado un monje ! Resolvera ese problema en el acto. Cuando la encontrase se encargara de darle algo que hacer que la hara pasar buena parte del tiempo de rodillas y con algo en su boca que no era precisamente una plegaria . El posadero haba comentado que la lady francesa era muy bonita. Walter sonri maliciosamente. Una razn ms para que la muchacha quisiese casarse con l, y no con el viejo decrpito de su padre. Gotas de lluvia se filtraron por el hueco de la chimenea del hospedaje Lion Child, en Huddersfield, haciendo que el fuego crepitase . Walter se desperez y observ a sus compaeros de bsqueda, dormidos cerca de la chimenea. A la mierda con ellos ! Olan tan mal que le causaban nauseas. Tal como haban combinado, Scullion le haba conseguido una banda de rufianes para ayudarlo a localizar a Celeste de Montcalm. El jefe de la banda era Deighton, un sujeto nada confiable. Apuesto a que ese miserable planea cortarme la garganta y quedarse con mi dinero y con la francesa cuando la encontremos, pens Walter, haciendo una mueca de odio. Pero si Deighton piensa que ser fcil pasarme a m , est completamente equivocado... El hijo de sir Roger tom el jarro de cerveza caliente que estaba delante suyo , sobre una mesa, y lo vaci en un solo trago . Dnde demonios se haba metido la putita francesa ? CAPITULO 15
Lady Mary Washburne no podra haber quedado ms sorprendida cuando Guy, vistiendo un hbito de monje , haba aparecido en la puerta de Cranston Hall cargando a una joven desmayada en sus brazos. Lady Mary no haba demorado mucho en recibirlo . Celeste estaba muy enferma . Durante cinco das la joven haba estado delirando de fiebre. Todos los habitantes del castillo haban soltado un suspiro de alivio cuando Celeste finalmente haba recuperado la consciencia y haba empezado a comer. Con un espritu incapaz de encontrar reposo, Guy visitaba la capilla noche y da, rezando por la recuperacin de la lady francesa. Lady Mary estaba atnita con la apariencia de su sobrino. Rehusndose a comer hasta los platos ms deliciosos que la seora Kate preparaba especialmente para l, Guy haba adelgazado pavorosamente. Y qu decir respecto a su ridculo voto de silencio? Absurdo! El por lo menos debera tener permiso para conversar con su propia ta. Lady Mary nunca haba entendido qu haba llevado a su sobrino a renunciar a su ttulo de nobleza y a encerrarse en un monasterio perdido en los confines del mundo. Pero , en fin, cada uno tena derecho a hacer la vida que ms le gustase , reflexion lady Mary mientras bordaba el cuello de una de las camisas de su marido. Oh, ests ah? Me alegra ver que ya ests suficientemente fuerte como para salir de la cama , ven sintate junto a m coment ella, interrumpiendo sus devaneos, cuando su husped entr en la sala de costura. Ven sintate a mi lado, cerca del calor de la chimenea. No queremos verte enferma otra vez, verdad? No , supongo que no respondi Celeste, sonriendo, antes de acomodarse en una banqueta baja. Esta es una psima poca del ao para que alguien tenga fiebre. No debes ni pensar en proseguir viaje antes de estar completamente restablecida. Si tu prometido ya te esper tanto tiempo, l bien puede esperar algunas semanas ms . Hoy mandar a alguien a llevar un mensaje al castillo Snape, avisando que ests aqu, sana y salva. Semanas? Oh, no , mi lady, debo partir antes que caiga la primer nieve de invierno. En ese caso ests atrasada, querida. Nev en el da de Todos los Santos, cuando vos todava estabas en cama . Mi Dios! l Si, es verdad . La nieve ya se derriti , pero los caminos todava estn congelados. Me gustara que te sintieses bienvenida a permanecer en Cranston Hall por el tiempo que sea necesario. Por qu no pasas Navidad con nosotros ? Para ese entonces mi marido ya habr vuelto de la corte, y estar encantado de conocerte.
Gracias por tu generosidad, mi lady, pero debo seguir viaje cuanto antes respondi Celeste, en tono agradecido. Lady Mary continu bordando pensativamente. La joven francesa no se daba cuenta de la severidad del clima ingls ? Antes que pudiese decir algo ms a Celeste, Guy entr de repente en la sala de costura. Las dos mujeres sentadas al pie del fuego lo miraron y sonrieron . Guy se acerc y bes a la hermana de su padre en la cara . En seguida salud a Celeste con un gesto de la cabeza, controlndose para no demostrar cuan feliz estaba por verla recuperada de la fiebre. Lady, Mary le dio una palmadita cariosa en el brazo a su sobrino antes de argumentar: Todava no s que har con vos y con lady Celeste, Guy. Ests tan delgado como una vara , y mi querida husped no se encuentra en mejor estado. Guy mir a Celeste y , antes de darse cuenta de lo que haca, le gui el ojo. Ella abri enormemente los ojos , sorprendida, y le gui un ojo en respuesta sin que lady Mary lo notase. Guy contuvo las ganas de rerse. La jovencita era realmente adorable! Por suerte su ta no not el intercambio de miradas burlonas y continu hablando. Le ped a la seora Kate que hiciese que la cocinera preparase las mejores comidas posibles. Ustedes dos precisan alimentarse bien para engordar un poco. De aqu en pocas semanas comenzar el Adviento, y ustedes deben comer bastante carne antes que comience el perodo de abstinencia. A propsito, Guy, nunca te haba visto rechazar un plato preparado en mi casa. ella se volvi hacia Celeste. Guy y su hermano de , Brandon, siempre han tenido un excelente apetito. Cuando los dos pasaban juntos por aqu, camino a la corte o volviendo de all, solan vaciar la despensa . Oh la la se ri Celeste, con los ojos brillantes. Guy se sent delante de la chimenea y coloc ms un pedazo de lea en el fuego. Aunque Celeste disimulase bien, Guy saba que ella estaba interesada en su vida pasada una vida que l haba jurado abandonar para siempre. Si no fuese por la gravedad de la fiebre de Celeste, Guy habra pasado por Cranston Hall sin parar a visitar su ta. Movi el pedazo de lea con un atizador y suspir. Cada vez que se acordaba de la cabalgata bajo la lluvia se estremeca. Gracias a Dios el caballo de Gaston era veloz como el viento, y haba recorrido sin dificultad los treinta y siete kilmetros hasta Cranston Hall. Llegando al castillo, Guy se haba asustado con la inmovilidad de Celeste, temiendo que ella hubiese muerto en el camino. Si eso hubiese sucedido, jams se habra perdonado . l Guy, quieres prestar atencin a lo que estoy hablando? dijo lady Mary, interrumpiendo los pensamientos de su sobrino. Tenemos que buscar l un modo de divertir a lady Celeste mientras est hospedada aqu. Y anda sabiendo que no permitir que pases todo el tiempo metido en la capilla, como
hiciste en los ltimos das. Despus de todo , por lo que recuerdo, vos nunca te escapaste de momentos de diversin, antes. Guy mir sus pies, calzados con simples sandalias y rojos de fro. Haba adoptado el hbito de los franciscanos en primavera, cuando todava haca calor. Se haba olvidado cuan riguroso poda ser el invierno , y se dio cuenta que necesitara aprender a ignorar el fro. La incomodidad era parte de la vida que haba elegido . Por otro lado, el calor del fuego era ms que bienvenido para sus pies casi congelados. Y entonces, querido sobrino, qu haremos para pasar el tiempo ms divertidos ? indag lady Mary. Podramos jugar a las cartas sugiri Celeste. Cielos, Lissa va a vaciar los cofres del castillo ganando en las cartas, pens Guy, lanzndole una mirada asustada. Celeste lo mir y le dio un nuevo guio de ojo. Guy se apart de la chimenea y se acerc a una ventana, lejos de la tentadora joven francesa. Tal vez fuese mejor volver a la capilla y rezar por la seguridad de su vocacin... Un paje golpe la puerta de la sala y anunci que la cena estaba servida. Perfecto! exclam lady Mary, dejando el bordado de lado y ponindose de pie. Ustedes dos se sentarn cerca mo, y quiero verlos comer cada pedacito de comida colocado en sus platos. Si, mi lady. Celeste tambin se levant y extendi la mano hacia Guy. Te gustara acompaarme, fray ? Ele no tuvo otra salida que ser ofrecerle el brazo para conducirla a la sala de cenar. Quizs despus de una buena cena me regales otra sonrisa? murmur Celeste en francs, para que lady Mary no entendiese. Guy se estremeci , intentando calcular por cuanto tiempo su ta insistira en mantenerlos hospedados en Cranston Hall. Cualquiera que fuese a duracin de la estada, sera demasiado larga para el bien de su vocacin religiosa y demasiado corta para el amor que brotaba en su corazn. Como Guy haba imaginado, lady Mary no los dej partir antes de dos semanas. Durante ese perodo, ella haba inventado una gran cantidad de pasatiempos para distraer sus huspedes. Gaston y los otros franceses pasaban los das cazando, acompaados por los soldados del castillo; de noche, ellos cantaban , jugaban a los dados y contaban historias. Celeste, lady Mary y sus criadas se divertan jugando a las cartas, tocando el lad , leyendo poesas y bailando. Guy apenas participaba de los juegos de cartas, dicindose a s mismo que solamente quera evitar que Celeste humillase a las otras damas ganando todas las partidas. Pero en verdad, lo que l deseaba era pasar algunos momentos en la compaa de la bella joven, por ms que eso le pareciese inadecuado. Por verse obligada a hablar en ingls con lady Mary y las otras damas, pues ninguna de ellas hablaba bien el francs, Celeste ampli bastante su vocabulario
y mejor mucho su gramtica. Sin quererlo , Guy se sinti orgulloso del progreso hecho por ella. Como husped perfecta que era, Celeste participaba siempre, de buen humor, de las actividades programadas por lady Mary. Una de esas actividades fue al preparacin de una pequea obra teatral intitulada El casamiento del rey y de la reina de las Hadas. Los actores y actrices fueron seleccionados entre los nios que vivan en el castillo. Celeste ayud a confeccionar los disfraces que seran usados en la obra, y ayud tambin en los ensayos. La presentacin de la obra, a la cual haban sido invitadas algunas personas que vivan en las cercanas, fue un xito. Para celebrar la buena actuacin de los nios, fueron servidos tortas , dulces y bebidas para los invitados. Todos parecan felices, a excepcin de Celeste. Poco despus del final de la representacin , ella se retir discretamente del saln principal del castillo, sujetando un pauelo en la mano . Guy la observ partir y, preocupado, decidi seguirla. Ella estara enferma otra vez? La encontr llorando en una salita adyacente al saln principal. Se acerc y le mostr la pizarra, donde haba escrito una pregunta: Te sientes mal? No . Si ... Oh, no s... Por favor, no te preocupes por m. Ya va a pasar... Al verla tan afligida, Guy fue incapaz de controlarse y le sujet las manos para confortarla. Disclpame, fray murmur Celeste. estoy actuando como una tonta, cierto? Fue una obra para los nios pero me conmovi ... s que es una tontera ,pero ... Guy se dio cuenta que ella estaba asustada, con miedo a algo , y eso lo sorprendi. Desde que la haba conocido , Lissa siempre se haba mostrado extrovertida y valiente, enfrentando alegremente las adversidades. Por qu una obra de teatro infantil la habra dejado en ese estado? Puedo desahogarme con vos ? indag Celeste finalmente, secando sus lgrimas. Pero quiero tu palabra de honor como religioso que no traicionars mi secreto. Guy casi sali corriendo de la salita. No poda or la confesin de Lissa, pues eso sera un sacrilegio. Pero ella haba hablado de desahogarse, no de una confesin; en ese caso, no sera pecado orla. La obra, a pesar de ser inocente, me hizo acordar de mis futuras obligaciones como... como esposa de Walter Ormond. Y debo admitir que me estoy muriendo de miedo con el casamiento, fray murmur Celeste, avergonzada. O mejor dicho ... tengo miedo de la noche de bodas. Antes de que dejsemos el monasterio, ta Marguerite me dijo que debo someterme a la voluntad de mi marido... Inclusive en lo que respecta a mi cuerpo. Guy comenz a entender el motivo de tanto nerviosismo. La ta deba haber asustado a Lissa con historias escabrosas. Pero tomando en consideracin el
caso especfico de Walter Ormond, ninguna clase de perversin poda ser descartada. Mi ta dijo que... que mi marido me sacara la ropa... Y despus... Guy saba muy bien lo que vena despus, y apret levemente las manos de Celeste para consolarla. Ta Marguerite dijo que mi marido me lastimara, que yo sentira dolor y que sangrara... Tambin dijo que todas las mujeres tienen que aceptar ese tipo de cosa por parte de su marido. Oh, fray, est mal desear que mi marido no me haga nada de eso ? Al mismo tiempo, como podr negarle a mi marido los derechos que tiene sobre m ? Guy le solt las manos y tuvo intencin de abrazarla, pero retrocedi en el ltimo instante. Por Cristo ! Le gustara poder haber estrangulado a Marguerite antes que la mujer hubiese tenido la oportunidad de aterrorizar a Lissa. Las mujeres de edad, viudas hace mucho tiempo, jams deberan tener permiso para acercarse a las jvenes vrgenes en las vsperas de sus casamientos. Si todas las muchachas eran preparadas para esperar lo peor en su noche de boda, pareca un milagro que continuasen naciendo nios en el mundo! Guy dese tomar a Lissa en sus brazos y besarla para sacarle el miedo. Pero, en vez de eso, se limit a sujetarle las manos otra vez. Celeste lo mir y , al ver un brillo de angustia en los ojos azules, argument : Por favor, no sientas pena por m. Ser una buena esposa para Walter Ormond, lo prometo. Y ahora vamos a volver a la fiesta, antes que noten nuestra falta. No quiero que tu ta quede decepcionada con nosotros . Ella sec las lgrimas, esboz una sonrisa y volvi al saln principal. Guy la acompa , su corazn lleno de pesar y un nico pensamiento en mente: Te enseara a gozar de la alegra y el placer, Lissa, conmigo no habra dolor ni miedo. Pero no puedo ... no puedo ! CAPITULO 16 Dos das ms tarde, el sol apareci por primera vez en semanas. Celeste avis a su anfitriona que deba partir. Por ms que hubiese disfrutado de la estada en Cranston Hall, se senta culpable por haber permanecido das extras en el castillo, despus de sanar de la fiebre. A esa altura, sus padres ya la imaginaban casada, y tal vez hasta esperando su primero hijo. Cmo se enojaran y avergonzaran si supiesen que su hija estaba haciendo esperar a su noble prometido ! Una vez ms los viajantes siguieron en direccin nordeste, atravesando los montes Peninos donde pasaron un da entero empujando el carruaje a travs de la nieve que cubra los trechos ms altos del camino. Despus de las montaas el grupo encontr una paisaje ms gentil , plano y sin nieve.
Exhaustos, los viajantes coman con apetito todas las noches e iban a la cama temprano en las posadas que encontraban por el camino. Celeste haba dejado de cantar y bromear mientras cabalgaba; guardaba todas sus energas para mantenerse caliente y equilibrada sobre la montura de Luz de las estrellas. Y fray Guy, cmo lograba soportar el fro? Esa era una pregunta que Celeste se haca siempre que miraba al monje. El no usaba capa sobre el hbito marrn, y los pies, apenas protegidos por sandalias, vivan rojos por el fro. Fray Guy haba ganado un poco de peso durante el tiempo que haba pasado en el castillo de su ta, pero por lo visto, pronto volvera a adelgazar. Por lo menos estaba usando la capucha del hbito para cubrir su cabeza. Y hablando de cabeza, el cabello de l haba crecido y el gracioso crculo rasurado haba desaparecido . Pero fuese como fuese, fray Guy es muy atractivo , pens Celeste, no por primera vez. Concordaba totalmente con lady Mary, quien haba comentado que la vocacin religiosa de su sobrino significaba un desperdicio para las damas solteras de Inglaterra . Cerrando los ojos , Celeste intent imaginar cmo sera la apariencia de fray Guy si estuviese usando ropas a la moda: camisa, chaleco y capa de terciopelo, pantalones ajustados. Saba que el monje tena piernas musculosas y fuertes, pues ya las haba visto desnudas. Para ser sincera , haba visto ms que las piernas de fray Guy, gracias al la cada de la mula al principio del viaje. Ruborizndose, Celeste baj la capucha de su capa de viaje ms cerca de su cara . Si al menos su prometido fuese tan atractivo como fray Guy... A la tarde siguiente los viajantes encontraron un muchacho rastreando el camino que sala de Leeds. Se llamaba Pip, y se haba torcido el tobillo al meter el pie en un pozo escondido por una fina capa de barro congelada. Pobre chico ! exclam Celeste mientras Gaston levantaba al chico del suelo y lo colocaba en el carruaje. Tiene un zoolgico en el cuerpo ! protest el sargento al ver que Celeste se aproximaba para vendar el tobillo del muchacho con una tira de tela de lino. Est lleno de piojos y pulgas, mi lady. No te acerques demasiado , o quedars infestada, tambin . Basta , Gaston, no ves que est asustando el pobrecito? Celeste termin de vendar el tobillo de Pip. Todava tenemos vino? El pobre necesita beber algo que lo caliente. Pip, quien no entenda una palabra de francs, estaba paralizado de miedo. No puedo pagar dijo l cuando Celeste le ofreci un pequea odre de cuero llena de vino. No precisas pagar le explic ella en ingls . Ahora bebe. El chico vacil. Para tranquilizarlo, Guy seal la odre, asinti con la cabeza y sonri. Ante la sorprendente visin de la sonrisa de fray Guy, Celeste casi dej caer la odre . No haba visto al monje sonrer desde esa noche en el hospedaje Blue Boar, y ya haba perdido la esperanza de verlo repetir el gesto. Dios !
Pareca que un ngel haba descendido a la Tierra usando el hbito simple de un fraile franciscano! Gracias, mi lady murmur Pip, tomando la odre para tomar algunos tragos de vino. Se atragant con el sabor fuerte de la bebida, y todos se rieron . En el instante siguiente, Guy escribi algo en su pizarra y se lo mostr a Celeste. Pregntale a Pip si hay un hospedaje cerca. Voy a preguntarle , fray, no te preocupe. Qu sucedi con el monje ? El gato le comi la lengua ? indag Pip, curioso. Celeste se ri. No , el fray no habla con nadie a no ser con Dios. Es un hombre muy religioso. Al or eso, Guy se puso serio y se apart . Celeste lo observ curiosa. Cul era el problema con fray Guy? En un segundo se mostraba amigable, al siguiente pareca fro y distante. A propsito, el fray quiere saber si hay un hospedaje aqu cerca dijo ella, volviendo a dirigirse a Pip. Si, hay , mi lady, un poco ms adelante. Yo trabajo all, en el Hawk y Hound. Me ocupo de la limpieza de los establos. Eh bien, vamos a llevarte con nosotros hasta all, entonces. Y mientras no llegamos al hospedaje, qu te parece que te d un pedazo de pan para comer? Debes tener hambre , cierto? Si , mi lady! Cuando Celeste le dio un pedazo de pan al chico, Gaston intervino: Si ya termin de jugar a Lady Caridad, mi lady, es mejor que sigamos adelante . Ser bueno llegar al hospedaje antes de que oscurezca. El hospedaje result ser el peor de todos los que los viajantes haban encontrado hasta entonces. Si no hubiese comenzado a nevar, Guy habra insistido para que continuasen viaje . Desgraciadamente, saba que sera difcil encontrar otra posada antes de York. Mientras los caballos y el carruaje eran llevadas a la cochera, Guy tir de la manga de Gaston y escribi en la pizarra: Debemos se cautelosos. Montar turnos de guardia. Si, fray, djeme a m . Ya sent el olor a peligro en el aire. En cuanto a usted, por favor, no se aleje de lady Celeste. Guy asinti con la cabeza. cuando estaba a punto de entrar en el hospedaje con Celeste, Pip se acerc y les cuchiche : El dueo de este lugar es John Coldshanks, y no est acostumbrado a recibir gente de bien. Tengan cuidado. A Coldshanks le gusta robar en los precios. Gracias por el aviso, Pip murmur Celeste en respuesta, dndole una moneda de un cheln.
Antes que el chico pudiese decir Gracias, ella se agach y lo bes en la cara , lo que lo dej sin habla. Sujetando con fuerza junto a su pecho el bolso de cuero que contena su dote, Celeste entr al hospedaje ladeada por Guy y Gaston. El lugar era horrible. El piso estaba inmundo, y un fuerte olor a sudor, cerveza y grasa flotaba en el aire. Hombres de mal aspecto jugaban a los dados en una mesa en un rincn del saln principal. Gaston se encarg de hablar con el posadero. Por primera vez desde que haba entrado al monasterio, Guy dese tener una espada consigo. En un gesto protector, coloc un brazo alrededor de los hombros de Celeste mientras John Coldshanks conduca al grupo de viajantes hasta un gran cuarto al final del corredor del piso superior de la posada. Por los cuernos do diablo, qu lugar mas horrible ! insult Gaston cuando el posadero los dej a solas. Es por culpa de ese mocoso pulguiento que mi lady recogi en el camino que estamos aqu . Cuando ponga mis manos en Pip, voy a darle una zurra que jams olvidar ! Djate de tonteras, Gaston, el chico slo quiso ayudarnos. An as, mi lady, planeo dormir con los dos ojos bien abiertos esta noche respondi el sargento, encendiendo el fuego en la chimenea. Intenta no ser tan pendenciero . Imagino que este es el nico hospedaje en un radio de kilmetros. Concuerdas conmigo, fray Guy? Celeste lo mir al hacer la pregunta. Guy asinti , tragando en seco. Sin la capucha, con los cabellos negros formando un halo alrededor de la cara delicado, la joven lady estaba ms linda que nunca, a pesar de parecer exhausta. Para animarla, Guy le dirigi una sonrisa rpida y pronto volvi a ponerse serio no quera alentar mayores intimidades entre ambos. Del modo en que la situacin estaba, ya era bastante difcil controlar el creciente deseo que senta por la tentadora dama francesa. Vamos a cenar en el cuarto, escribi Guy en la pizarra. Todos concordaron con la sugestin . El borr el primer mensaje y escribi otro : Gaston har el primero turno de vigilancia; Ren lo substituir despus de tres horas. Yo har el tercer turno, despus Emile montar guardia hasta el amanecer. Y yo? indag Celeste. Vos vas a dormir, respondi Guy, por escrito. Qu tontera! Puedo ser tan buena vigilante como cualquiera de ustedes! Gaston intervino, argumentando: Cuando dejamos el monasterio, le jur a tu ta que iba a protegerte, mi lady. Y vos prometiste obedecer mis rdenes . Pero ... Ni un "pero " ms , mi lady. Te vas a dormir despus de cenar. Partiremos de este nido de pulgas al amanecer, y vos debes descansar.
El viejo sargento y Celeste se miraron en silencio por algunos instantes, intercambiaron chispas con la mirada . Observando la escena, Guy intent imaginar cmo haba sido Celeste de nia. Una rebelde , sin duda alguna. Es ms, continuaba siendo rebelde. Era una pena no haberle prestado atencin ocho aos atrs, durante el torneo en el Campo de Oro, cuando ella haba intentado darle su velo azul... Guy se encogi de hombros , procurando apartar ese pensamiento de su mente. No era el pasado de Lissa lo que importaba, sino su futuro. La pobrecita necesitara mucho coraje y fuerza de carcter para sobrevivir entre los Ormond. Oh bien, me ir a la cama despus de la cena concord Celeste, finalmente. Pero no cerrar los ojos ni por un minuto, entendiste, Gaston? Nia terca! protest el sargento antes de salir del cuarto con Emile y Ren . Despus de permanecer en silencio por algunos minutos, calentando las manos junto al fuego, Celeste se dio vuelta hacia Guy y pregunt : Crees que la situacin es tan peligrosa como Gaston dio a entender, fray ? Alguien va a intentar hacernos mal aqu? Guy asinti con la cabeza. En seguida, cerr un puo y dio un golpe en la palma de la otra mano. Muy bien , en ese caso intentar dormir tranquila, sabiendo que estoy en buenas manos. Los dos intercambiaron una breve mirada cargado de significado, y sus almas se unieron en un instante de comprensin tan leve como un suspiro al viento, tan fuerte cuanto una espada de acero. A las diez de la noche el saln principal del hospedaje estaba vaco. Los huspedes se haban ido a sus cuartos, y los hombres que vivan en las cercanas haban vuelto a sus casas. Cansado de las aventuras del da y de la zurra que haba recibido de Coldshanks por haber llegado tarde al trabajo, Pip se acost cerca de la chimenea. El muchacho ya estaba casi durmiendo cuando la puerta del frente fue abierta con violencia. Cinco sujetos mal presentados entraron, sacudiendo la nieve de las ropas y llamando a los gritos al posadero. Presintiendo problemas, Pip retrocedi hacia un rincn oscuro al lado de la chimenea. Quin vino a romperme las pelotas a esta hora ? pregunt Coldshanks, surgiendo en el saln con la cara hinchada de sueo. Cierra la boca y nos trenos bebida y una comida caliente! respondi el ms alto de los recin llegados, mientras los otros tres iban a calentarse cerca de la chimenea. Un noble caballero se est muriendo de hambre y sed . Qu noble caballero andara en compaa pendencieros como ustedes? se burl el posadero.
Cierra la boca, imbcil! El caballero es hijo de sir Roger Ormond, del castillo Snape. Ahora mueve tu culo pesado, vamos! Queremos cerveza y carne. Asustado con la violencia del hombre, Coldshanks hizo una reverencia y fue rumbo a la cocina. Espera! orden uno de los sujetos cerca de la chimenea, bajando la capucha que le protega la cabeza. Al mirar la cara del hombre, Pip hizo una mueca de asco. Heridas abiertas le cubran la nariz y las mejillas, y los ojos estaban inyectados de sangre; tambin haba costras en la cabeza, en la cual no se vea ni un solo pelo. Viste a una dama francesa, acompaada por un monje y un grupo de hombres, pasar recientemente por aqu? pregunt el hombre asqueroso. Si, los vi respondi el posadero sin titubear, pues no estaba dispuesto a ganarse un problema con los cinco mercenarios. A decir a verdad, la dama que busca est durmiendo aqu mismo, en uno de los cuartos del piso superior. Perfecto. Trenos una buena cena , pues tenemos hambre . Despus, quien sabe, invitaremos a la dama francesa a venir a hacernos compaa... Coldshanks se retir rpidamente para ir a despertar al cocinero. Pip se encogi en su rincn, aterrorizado. Deba avisarle a la lady francesa sobre a presencia de los cinco rufianes. El problema era que no poda salir de donde estaba, pues los hombres o veran. Mierda, qu hacer en una situacin as ? El tiempo fue pasando. Finalmente la cena fue servida a los rufianes, que vaciaron varias jarros de cerveza durante la comida. Dos horas ms tarde, cuatro de los hombres dorman. Slo el hombre lleno de escaras, que los otros llamaban de Ormond, continuaba despierto bajo la mirada vigilante del posadero. Cuando el tal de Ormond sali para orinar cerca de la puerta de entrada, Pip resolvi aprovechar la oportunidad. Abandon su rincn junto a la chimenea y subi corriendo la escalera, sin prestar atencin al dolor que senta en el tobillo torcido. Ahora slo importaba salvar a la bella dama que lo haba ayudado al encontrarlo cado en el camino. CAPITULO 17 Sentado en un banco en un rincn del cuarto, Guy escuchaba el ronquido de Gaston y de los otros franceses. Celeste no haca ningn ruido detrs de la cortina colgada delante de su cama. Guy esperaba que ella estuviese durmiendo, pues un buen descanso le hara bien y la ayudara evitar un nuevo ataque de fiebre. Mientras permaneca de guardia, Guy intent rezar, mas fue en vano. Slo poda pensar en Lissa y en el destino cruel al cual la estaba conduciendo. Por todos los
santos, por qu fray Jocelyn le haba dado justamente a l la tarea de llevar a la joven a su futuro marido? Ah, si no hubiese renunciado a la vida mundana para dedicarse a la Iglesia, tomara Lissa para s y ... Un leve araazo en la puerta del cuarto interrumpi los devaneos de Guy, quien se levant de un salto. No tena espada para defenderse, pero sus puos poderosos podan muy bien servir de arma para atacar a quien quiera que fuese. La traba se levant y la puerta se abri lentamente . Con la luz del fuego en la chimenea, Guy vio a Gaston agacharse en posicin de ataque. Cielos, el viejo sargento siempre pareca despertarse en el momento oportuno! Una figura baja y delgada entr en el cuarto . Guy, que se haba escondido detrs de la puerta, agarr al invasor y se sorprendi al ver quien era. Pip? indag Gaston con un susurro, aproximndose al chico. Qu haces aqu? Yo ... vine a prevenirlos. Hay cinco hombres de muy mal aspecto all abajo, y ellos hicieron preguntas sobre lady Celeste al dueo da hospedaje. Maldicin ! Quin estara persiguiendo a Celeste? Alguien de algn otro hospedaje que haba seguido al grupo, en la tentativa de robar la dote de la joven? Cinco hombres, Pip? Ests seguro ? Si, seor. Carajo! El sargento mir a Guy. Qu haremos, fray ? Aqu en el cuarto , adems de nosotros dos, slo estn Ren y Emile. Los otros fueron a dormir al establo para vigilar el carruaje y ... Dios! Y si ellos fueron asesinados mientras dorman? Pip no entendi nada cuando Gaston habl en francs con Guy, pero se dio cuenta que estaba furioso y argument, dirigindose al religioso: Cuatro de los hombres bebieron demasiado y se quedaron dormidos , slo uno qued despierto. El tipo parece el diablo en persona! Deben huir mientras hay tiempo, sino... La sugestin del chico tena sentido. Aunque detestase la idea de huir, Guy saba que, por el bien de Celeste, esa era la nica opcin. Seal la ventana y mir a Pip. El muchacho entendi la pregunta muda y dijo: El patio del hospedaje queda a la derecha de la ventana. . El techo del depsito queda a la izquierda. Guy seal en seguida la puerta y hacia abajo. Pip sacudi la cabeza, explicando: No, fray, all abajo la nica salida es por el saln principal, donde estn los rufianes . Creo que tendrn que huir por la ventana . Pero no ser difcil, porque el techo del depsito es bajo. Podrn saltar del techo al suelo y correr hasta el establo.
Gaston lo consider buena a idea. Fue a despertar a Ren y a Emile, mientras Guy se encargaba de despertar a Celeste. Pero ella no estaba durmiendo. cuando Guy corri a cortina, la encontr sentada en medio de la cama sujetando un cuchillo de cocina en la mano derecha. Al ver al monje, Celeste solt un suspiro de alivio. Qu susto ! O voces y tuve miedo, sin saber lo que estaba sucediendo. Pip se acerc y le explic : Hay hombres malos all abajo, mi lady. Vamos a tener que huir por la ventana. . Oh, Dios, qu horror! Saltando de la cama, Celeste comenz a ponerse la ropa de viaje por encima del camisn . Por medio de gestos, Guy indic que no haba tiempo para que ella se vistiese. comprendiendo la urgencia da situacin, Celeste se limit a ponerse la capa forrada con piel e y calzarse las botas . Ven, mi lady llam Gaston, que se encontraba junto a la ventana. . Emile y Ren ya saltaron, ahora es tu turno. Espera, no puedo dejar mi dote ! Celeste levant el colchn de la cama y tom el saco de cuero conteniendo las pulseras. Guy le sac el bolso de las manos y la empuj con gentileza cerca de la ventana. . No temas, mi lady, hay un techo ah abajo la tranquiliz Pip. tragando en seco, Celeste se sent en el parapeto de la ventana. . Mir a Guy, quien la alent con una sonrisa, y slo entonces salt. Ren y Emile la sujetaron. Gaston salt en seguida, y Guy salt por ltimo. Puedo ir con ustedes? implor Pip. Acabar siendo matado si los hombres descubren que les avis del peligro. Guy asinti y el chico salt de la ventana. . El techo inclinado del depsito estaba resbaladizo por la nieve. Que Dios me perdone, Lissa, pero te amo y no permitir que nada mal te suceda, pens Guy un segundo antes de aproximarse a Celeste y tomarla en sus brazos. Iba a cargarla hasta que estuviesen seguros, pues no quera verla resbalar, caer y romperse el cuello. Al principio ella se asust con el gesto de Guy, pero pronto se relaj al percibir que l slo quera ayudarla. Despus de recorrer algunos metros del techo, los fugitivos saltaron al suelo y corrieron hasta el establo. Emile y Ren ya haban despertado a los otros franceses, quienes estaban ensillando los caballos. Al ver a Pierre enganchando dos caballos al carruaje, Guy coloc a Celeste en el piso y fue para junto al muchacho, sacudiendo la cabeza en un gesto de negacin. Pero las ropas y las otras pertenencias de lady Celeste estn en el carruaje! protest Pierre. El carruaje slo obstaculizara nuestra fuga, Pierre. Fray Guy tiene razn, no podemos llevarlo con nosotros argument Celeste.
Guy sinti admiracin por la rapidez de razonamiento de la joven, y se asombr al ver que a ella no pareca dolerle la idea abandonar todas sus pertenencias. Por medio de gestos, Guy le indic a Pierre que debera tomar solamente dos sacos con comida, un bolso con algunas de las ropas de Celeste, y colocarlas en el lomo de Daisy. Va a cambiar de transporte , fray ? pregunt el muchacho. Guy asinti y seal un caballo que, hasta entonces, haba sido utilizado para tirar del carruaje. mientras pona una montura en el animal , l vio a Celeste guardar el libro con la historia del caballero de corazn Leal en el bolso donde estaban las pulseras. Una leve sonrisa se curv en sus labios. por ese acto, Celeste daba ms importancia a sus sueos romnticos que a su ajuar. En menos de diez minutos el grupo estaba listo para partir. Gaston dio las rdenes necesarias: Muy bien , amigos, vamos a salir de aqu en una sola fila , llevando a los caballos por las riendas. Cuiden que los animales no hagan ruido, entendido? ... Fray Guy, qudese junto a lady Celeste. ...Pierre, encrgate de la mula. ...Pip, ve con Pierre en el caballo de l. ...Jean, Paul, Dom y Ren, tomen los caballos del enemigo. Flipot y Emile, despus que el resto de nosotros nos hayamos alejado, prende fuego el depsito . Mientras todos estn ocupados en apagar el incendio, nadie nos va a seguir . Oh bien, adelante! La parte ms difcil de la fuga fue pasar delante de la entrada del hospedaje. Por suerte, la nieve cada amortigu el ruido de los pasos de los caballos y las personas. Tambin , afortunadamente, las ventanas del saln principal estaban tan sucias que quien estuviese all dentro no podra ver nada del lado de afuera. Cuando se vieron relativamente lejos de la posada, todos montaron en sus caballos y avanzaron a un trote lento. Cuando Emile y Flipot los alcanzaron, aceleraron el paso . Pronto el depsito estara ardiendo . Despus de algn tiempo de cabalgata, los caballos de los cinco rufianes fueron dejados al borde del camino. En seguida, notando que Celeste estaba atontada de sueo y cansancio y haba empezado a balancearse en la montura, Gaston se acerc a Guy, diciendo: Qu tal si cambiamos de caballo una vez ms , fray ? Lady Celeste est casi desmayando de cansancio , me parece mejor que la lleve con usted en Diablo Negro. Debemos correr, y creo que lady Celeste no lograr acompaar el ritmo cabalgando sola. Guy vacil apenas un segundo antes de acatar la sugestin del sargento. cabalgar el garan negro de nuevo sera un placer. En cuanto a tener a Lissa otra vez entre sus brazos... Era mejor ni pensar en el asunto. Celeste se anid junto al pecho de fray Guy, al mismo tiempo que suba la capucha da su capa para cubrir sus cabellos. El monje no estaba escandalizado de verla con el cabello suelto como una campesina? Con delicadeza, fray Guy la ayud a meter algunas mechas sueltas de cabello debajo de la capucha. Cuando
los dedos masculinos le tocaron levemente las mejillas, Celeste se estremeci . Y , a pesar del fro de la noche, un calor agradable invadi su cuerpo. En el instante siguiente el grupo prosigui viaje a todo galope. Sintindose protegida por los brazos de fray Guy, sin querer Celeste se durmi. Al sentir el cuerpo de Celeste totalmente relajado junto al suyo, Guy se dio cuenta que ella se haba dormido. Perfecto. La cabalgata hasta York sera larga y cansadora, pues la nieve haba dejado el camino en psimo estado. Por lo menos ya no haba que preocuparse por el carruaje, que viva encajndose en lo pozos del camino. El viento hizo con que la capucha de Celeste resbalase de su cabeza, permitiendo que Guy observase su rostro de un modo que no se haba atrevido a hacer antes. Se maravill con la extensin de las pestaas oscuros y con la curva acentuada de sus pmulos , que le daban un aire extico a su semblante delicado. La nariz respingada era encantadora, y la boca carnosa pareca implorar para ser besada... Guy sinti su corazn comenzar a latir ms fuerte, y tuvo la sensacin de que al sangre en sus venas se transformaba en fuego lquido. Como por voluntad propia, la mano que estaba libre acarici levemente la cadera de Celeste, ansiando por dulces placeres, y su miembro tuvo una ereccin . Apretando los dientes, Guy comenz a discutir mentalmente con la voz de su consciencia. Recuerda tu voto . Estoy en silencio. Recuerda quien eres. Slo un hombre. No olvides que renunciaste al mundo material . Pero continuo vivo . Recuerda que eres un monje. Todava no, pues no hice los votos perpetuos... Incapaz de resistir la tentacin por un solo segundo ms , Guy baj la cabeza y roz levemente los labios de Celeste con los suyos. Por Dios, qu hice? Levant los ojos al cielo e implor perdn a dios, al mismo tiempo que agradeca a todos los santos el hecho de Celeste no se hubiese despertado mientras era besada. Se prometi a s mismo, con fervor, que iba a castigarse por el pecado que haba cometido . Pero en el fondo , a pesar de sus buenas intenciones, no pudo apartar de su mente el recuerdo de la dulzura de los labios de Celeste. CAPITULO 18
En los das siguientes, el tiempo malo forz a los viajantes a permanecer en los agradables cuartos de Rose y Crown, un gran hospedaje en York. despus de la difcil experiencia de haber de huido de los rufianes en Hawk y Hound, Celeste y sus acompaantes se sintieron ms que felices con la recepcin hospitalaria del posadero y con la oportunidad de disfrutar de los monumentos de la bella y antigua ciudad. Pip prob ser merecedor de ropas nuevas que Celeste le dio como pago por su trabajo de intrprete cuando ella sala a hacer compras y tena dificultades con la lengua inglesa. El chico era inteligente, y en pocos das haba aprendido a comunicarse en francs en un nivel bsico. Gaston y los otros soldados franceses se divertan ensendole a Pip palabrotas , y el muchacho era bastante astuto como para no usar ese vocabulario especfico cerca de Celeste o de Guy. Cuando los viajantes haban terminado de acomodarse en sus nuevos cuartos, Guy prcticamente se intern en la catedral de York. Saliendo solamente para alimentarse cuando su cuerpo se senta dbil, pas los das subsiguientes delante del altar , rezando y reflexionando sobre lo que debera hacer. Guy saba que el castillo Snape se encontraba a menos de cien kilmetros de distancia. Si el tiempo mejorase y los caminos no estuviesen en muy mal estado , el resto del viaje podra ser hecho en cuatro o cinco das. Dentro de dos semanas, como mximo, Lissa, estara casada con Walter Ormond. Un gusto amargo le suba a la boca siempre que pensaba en el objetivo final de ese viaje. Guy procur convencerse de que la atraccin que senta por Celeste era puramente carnal, provocada por el hecho de haber pasado meses sin compaa femenina en el monasterio de San Hugo. Despus de todo , Lissa no era ms bonita, encantadora o seductora que cualquier otra mujer que l hubiera conocido. Pero mismo a sus odos tal razonamiento pareca falso, inconsistente. Durante meses, Celeste se haba esforzado por llegar a su destino. Ella haba viajado con una dote nfima por un pas extranjero cuya lengua apenas dominaba, rumbo a un castillo hmedo y helado donde no conoca a nadie. All, sin ningn miembro de su familia para confortarla, iba a casarse con un hombre sobre el cual, gracias a Dios, nada saba. Guy se estremeci al imaginar el primero encuentro entre Lissa y Walter Ormond. Aunque el dinero que el padre le haba dado para el viaje estuviese casi acabndose , Celeste quera que sus acompaantes tuviesen buenos alojamientos y se alimentasen bien. Y , a pesar de todas las desventuras por las cuales haba pasado, ni por un momento haba considerado la idea de volver a Francia. Innumerables veces ella haba comentado con Guy cuan importante era mantener intacto el honor de su familia. Para Lissa, el honor era todo. Levantndose del piso fro sobre haba pasado horas arrodillado, rezando, Guy comenz a apartarse del altar . Estaba distrado, meditativo, cuando una voz lo llam.
Hermano! Era un fraile franciscano, un poco ms viejo que Guy. El religioso se acerc , comentando: Debe tener un gran problema pesando en su mente, hermano, pues tuve que llamarlo varias veces hasta que me oy . Guy baj a cabeza en un mudo pedido de disculpas. Eres el franciscano silencioso que est viajando con la dama francesa, verdad ? Cuando Guy lo mir a con expresin de sorpresa, el fraile se ri. York es un lago pequeo lleno de peces con boca grande, hermano. Aqu, las noticias corren ms rpidamente que la peste. Los dos hombres cruzaron la nave de la catedral, conversando. Dicen que la dama que ests acompaando se va a casar con el hijo de sir Roger Ormond, del castillo Snape. Eso es verdad, hermano? Guy asinti , a disgusto. Hum... Sabas que la esposa de sir Roger muri de una fiebre maligna hace un mes? Guy sacudi la cabeza e hizo la seal de la cruz por el alma de la fallecida. Pues si , sir Roger sufri una grande prdida continu el fraile ms viejo. Adems de su esposa, murieron tambin su segundo hijo y su nica hija, ambos todava nios. A propsito, dicen que Walter Ormond, el prometido de la dama francesa, tiene sfilis. Parece que el pobre tiene pocos meses de vida. Guy asinti con brusquedad. no necesitaba ser recordado de ese hecho tan desagradable. Si no fuese pecado desear la muerte de alguien, habra pasado el ltimo mes rezando para que Walter partiese lo ms rpido posible. Sir Roger quiere un heredero para dar continuidad al nombre de su familia. El sabe que Walter no podr engendrar hijos, ni aunque se case con... Hum... con la mujer ms frtil del mundo. Guy encar al fraile con expresin airada. Cmo el religioso se atreva a discutir las obligaciones ntimas de Celeste de una manera tan pblica? El fraile sonri con tristeza, agregando: No me tome a mal, hermano, pero andan diciendo por ah que sir Roger planea casarse con la lady francesa y embarazarla cuanto antes. Guy tuvo un sobresalto. Emociones conflictivas invadieron su corazn. Alivio, pues Lissa no se casara con un sifiltico. Miedo y pena, pues ahora ella sera obligada a casarse con un Ormond, sin importar qu sucediese con Walter. Rabia, dirigida a s mismo, por desear evitar ese casamiento. Vacilacin, pues no saba qu debera hacer respecto a su relacin con la Iglesia cuando retornase al monasterio. El fraile ms viejo lo mir comprensivamente , y prosigui : Si, sir Roger es viejo, ya lo s, pero ser mejor marido que su hijo.
Pobre Lissa, con sus sueos del bello caballero de corazn Leal! Una enorme tristeza se apoder de Guy, quien jams se haba sentido tan impotente en toda su vida. Est atento, hermano. Walter Ormond est recorriendo los caminos de la regin en busca de su novia que sir Roger quiere robarle . Si lo que dicen por ah es verdad, Walter planea casarse con la lady francesa en el exacto instante en que la encuentre. Guy frunci la frente . Acababa de adivinar quin haba hecho preguntas sobre Lissa en el hospedaje Hawk y Hound. Cielos, qu hacer ahora? Buscar refugio en la Iglesia? No, Lissa jams aceptara esa idea. Despus de todo , ella estaba prometida con el hombre que deseaba tan desesperadamente desposarla. Observando la expresin de Guy, el fraile ms viejo se despidi con palabras de consuelo: No se desanime, hermano. Pdale ayuda a Dios, y ella vendr. Encender una vela para usted y la dama, y me acordar de ustedes en mis oraciones. Que la paz del Seor lo acompae, hermano. Cuando el otro religioso se apart, Guy volvi a arrodillarse delante del altar . Ignorando el hambre y la sed que senta, rez pidiendo orientacin de esa vez, no para lidiar con as sus propias debilidades, mas para encontrar un modo de ayudar a su bien amada. Libra a Lissa de su compromiso con los Ormond, Seor, y har cualquier cosa que me pidas. Me apartar de ella para siempre, si es necesario... Una hora ms tarde, al volver a ponerse de pie, Guy tena una leve sonrisa en los labios. Todava no haba formulado un plan completo en su mente, pero por lo menos ya saba como ganar tiempo para Lissa. Y tiempo era uno de los regalos ms valiosos que Dios poda dar a sus hijos en la Tierra. Celeste baraj las cartas mientras una lluvia fina golpeaba en la ventana de su sala privada en el hospedaje Rose y Crown. Debera sentirse agradecida por estar en un lugar confortable, caliente, seco y bien iluminado por varias velas. Del otro lado de la sala, Dom y Flipot le enseaban a Pip a jugar a los dados. En el saln principal, en el piso inferior , Gaston y los otros hombres se distraan bebiendo cerveza, mientras estaban atentos a cualquier posible comentario sobre el incendio que haba destruido el depsito de Hawk y Hound. Suspirando, Celeste termin de barajar las cartas y comenz a jugar solitario. Dios , ese viaje desgraciado no terminara nunca? Su padre sabra cuan lejos quedaba el castillo Snape al mandarla a Inglaterra con la ta Marguerite y una dote compuesto por apenas una docena pulseras ? Volvi a suspirar. No deba cuestionar la decisin de su padre. Debera considerarse afortunada porqye sir Roger la haba aceptado como nuera. Celeste mir la a carta que tena en las manos. El caballero de corazones . Cul sera la apariencia de su futuro marido? Semejante al caballero de corazones? Y
su carcter ? Le gustara cantar, bailar, jugar a las cartas, contar historias? Sera carioso y tendra sentido del humor? Cerrando los ojos , Celeste intent imaginarse como sera el primero encuentro de ellos dos. Walter se aproximara montado un lindo caballo blanco. Rayos de sol se reflejaran en su armadura pulida. Y cuando l se quitase el yelmo ella vera... El rostro atractivo de Guy se entrometi en los devaneos de Celeste. Los cabellos dorados, los ojos azules y la maravillosa sonrisa ofuscaron el sol, que se escondi de vergenza ante la belleza masculina de sir Guy Cavendish. Celeste arroj las cartas al piso . No ! Guy, o mejor dicho , fray Guy, era un hombre de la Iglesia, jams podra ser suyo. Era en Walter en quien deba pensar. Walter Ormond, su futuro marido. Inclinndose en la silla, comenz a recoger las cartas cadas en el piso . La ltima estaba con la figura hacia abajo. Al tomarla y girarla, Celeste se estremeci : era el agorero as de espada. El tiempo slo mejor varios das ms tarde. Gaston pidi que los hombres se apresurasen a cargar el nuevo carruaje que haban comprado. Mi Dios , pens Celeste mientras observaba los preparativos del carruaje. Su equipaje haba diminuido bastante en el transcurso del viaje. Al dejar Francia, tres meses atrs, traa consigo bales y ms bales con vestidos, enaguas, encajes, cintas, velos, medias, sabanas , mantas y zapatos. Era los zapatos lo que ms extraaba, pues dudaba que en Inglaterra existiesen calzados tan delicados y bien confeccionados como los franceses. Adems de eso. .. El sonido de pasos interrumpi los pensamientos de Celeste, quien se dio vuelta y avist a fray Guy aproximndose . Apenas lo haba visto durante la estada en York. El haba vuelto a adelgazar, pero en su rostro haba algo diferente. En el pasado, fray Guy siempre se pona serio cuando la miraba. Pero ahora un brillo indefinible le iluminaba la mirada , dndole una expresin ms suave y amigable. La fachada de piedra se haba desmoronado ; el rostro de ngel haba ganado vida. Una vez ms retrasados por la lentitud del carruaje, los viajantes siguieron de York rumbo a Edinburgh. Guy calcul que alcanzaran el poblado de Thirsk poco antes del anochecer. Treinta kilmetros por da era la mayor distancia que lograban recorrer, pues los caminos del norte no estaban tan bien conservados como los del sur. Por lo menos el tiempo haba mejorado. Haca fro, pero haba parado de nevar y el sol haba vuelto a brillar. Todos estaban de buen humor. Celeste se diverta ensendole francs a Pip. Los hombres se distraan cantando en voz baja y contando historias. Guy, por su parte, se contentaba con observar la alegra del grupo y pensar en el futuro especialmente en el futuro de Lissa.
De repente, el ruido de caballos que se aproximaban al galope llam la atencin de los viajantes. Caballeros se aproximan ! avis Paul, mirando hacia atrs . Gaston, que segua adelante del grupo tir de las riendas de Diablo Negro y se apost al lado de Celeste. Pierre sac el carruaje del medio del camino para facilitar el paso de los caballeros. Guy, quien haba vuelto a cabalgar la mula Daisy, mir hacia atrs. Cinco hombres venan a toda velocidad. Todos estaban armados con arcos, flechas y puales. Slo un de ellos traa una espada de filo doble en el cinto el arma de un noble. Guy fue asaltado por una oleada de aprensin, y dese tambin estar armado con una espada. Quines sern estos hombres? indag Paul, llevando la mano derecha al puo de su espada de hoja corta. El caballo que vena adelante traa bajo la montura una larga cobertura de tela en la cual estaban bordadas tres coronas negras sobre fondo amarillo el blasn de los Ormond. Pip, quien viajaba en el carruaje, solt un grito de terror. Saltando del asiento, el chico corri junto a Guy, declarando: Son los hombres que preguntaron por lady Celeste en el Hawk y Hound, fray ! Guy hizo una sea para que Pip fuese a darle la noticia a Gaston. En seguida, conteniendo la furia que le hizo hervir la sangre , baj la capucha del hbito para que Walter no lo reconociese. Cuando los caballeros llegaron ms cerca , uno de ellos se adelant ms que los otros. Las marcas en su rostro eran visibles, an a una cierta distancia. Conoces a los hombres que se acercan , fray ? pregunt Celeste aproximndose a Guy, con Gaston detrs de ella. A disgusto, temblando de rabia por dentro, Guy escribi un nombre en la pizarra. Walter Ormond. Mi prometido? Cul de ellos, fray ? El que viene adelante? Si Oh! Pero ... Qu tiene en la cara ? Sfilis. Mi Dios! exclam Celeste, horrorizada. Guy tuvo ganas de tomarla en sus brazos y huir de all. Ganas de arrancarse el hbito franciscano, ponerse una armadura y empuar una espada. Ganas de cortar a Walter en mil pedazos. Pero en vez de eso, se limit a permanecer en silencio y rezar para que Walter no lo reconociese de del tiempo en que haba vivido en la corte . Gaston, quien haba escuchado las palabras de Celeste y haba leado junto con ella lo que Guy haba escrito en la pizarra, insult en voz alta antes de murmurar: Mi lady, con tu permiso, puedo hacerte viudo antes del casamiento?.
Gracias, mi querido Gaston, pero no quiero manchar el honor de mi familia con sangre. Ponindose lo ms derecha posible en la montura de su caballo, Celeste se prepar para enfrentar a su novio. CAPITULO 19 Es la francesa que estaba procurando, mi lord ! La boca de Deighton se apret con una sonrisa que ms pareca una mueca. Y es muy bonita, creo que tendr mucho placer divirtindose con ella! Despus de varias semanas en compaa del grosero Deighton, Walter apenas poda esperar para librarse de l de preferencia con un pual clavado en el corazn. Ignorando al rufin , Walter encar a su prometida. Ella todava sera ms bonita se sonriese. Pero qu mujer le haba sonredo a para l en los ltimos seis meses, desde que las heridas haban comenzado a aparecer en su rostro? Celeste de Montcalm? indag Walter, slo para confirmar lo obvio. Si. Por qu demoraste tanto en llegar? Soy Walter Ormond, hijo de sir Roger Ormond, lord del castillo Snape. No vas a saludar a tu marido con un beso? Todava no soy tu esposa respondi Celeste en francs, con aire altivo. Qu diablos, mujer, hblame en ingls ! No slo estoy obligado a tolerar tus manas extranjeras. Dije que todava no estamos casados, por lo tanto no te debo un beso . Por un instante Walter se sinti tentado de arrancar a la francesita de encima del caballo y darle una paliza. Apenas un resquicio de prudencia le impidi concretar ese impulso . Despus de casados , podra azotarla a voluntad . Hasta entonces , era mejor controlarse. Pero que sera un placer borrarle esa expresin de orgullo de la cara con un par de puetazos, ah, eso sera un placer! Si lo que te preocupa es el hecho de todava no estemos casados, qudate tranquila. Seremos marido y mujer en menos de una hora declar l con una sonrisa maliciosa. Pero, cmo? Imposible! respondi Celeste, pidindole socorro a Gaston con una mirada . Llvanos al castillo Snape dijo el sargento en tono autoritario. Cllate la boca, hombre, quien da las rdenes aqu soy yo respondi Walter, observando al grupo que acompaaba a su novia. Un viejo de mierda , media docena de soldados inexpertos, el conductor del carruaje, un chico y un monje. Pan comido para los rufianes que haba trado consigo.
Estamos perdiendo tiempo, mi lord gru Deighton. Acabemos con este grupo de idiotas. Estoy ansioso por vengarme de ellos despus de lo que nos hicieron con nosotros esa noche. Walter apret los dientes. Pronto le dara a Deighton lo que el miserable mereca. Mientras tanto , deba ser paciente. Desmont y se acerc a Celeste. Muy bien , basta de perder tiempo dijo , tomndola por el brazo y bajndola del caballo. Los franceses mostraron intencin de sacar sus armas, pero los hombres de Walter fueron ms rpidos. Excelente! Tal vez los bastardos se mereciesen una buena comida antes de ser muertos. Sueltame! orden Celeste. No seas idiota. Vamos a casarnos , y yo ya esper demasiado . No ! Ella se debati, intentando escaparse, pero Walter la inmoviliz con un fuerte bofetada en la cara . En vez de gritar y llorar, como l esperaba que sucediese, Celeste lo mir con rabia y argument : Este no es el lugar apropiado para un casamiento ! Walter Ormond se ri. Las mujeres de genio fuerte lo excitaban en la cama, y slo Dios saba cuan difcil le era tener una ereccin desde que se haba pescado la sfilis. Nunca oste hablar de la costumbre inglesa de casarse al aire libre? No? Bien, nunca es tarde para aprender cosas nuevas. Walter apunt a Guy antes de proseguir: Y all est el hombre que nos unir en matrimonio ante los ojos de Dios y de los hombres. Fue inteligente de tu parte llegar acompaada de tu propio confesor, mi querida . Ey , fray ! Desmonta de esa mula ridcula y ven para ac! Controlando el odio que le herva en las venas, Guy baj del lomo de Daisy. Cuando Walter haba golpeado a Lissa, por poco no haba corrido a estrangularlo con sus propias manos. Pero si hubiese hecho eso , ahora estara cado en el suelo , muerto. Mientras tanto , era mejor tener paciencia y esperar el momento adecuado para actuar. Entiendes ingls , por lo visto coment Walter. Guy asinti , teniendo cuidado para que el sifiltico no le viese el rostro. Muy bien , quiero que vos me cases con esta mujer. Guy volvi a asentir y seal un rbol a pocos metros de distancia del borde del camino. Maldito seas, monje traidor! insult Gaston. Ignorando el insulto, Guy esper que el sargento reaccionase con rapidez cuando llegase el momento. Walter, arrastrando a Celeste por el brazo, sigui al monje hasta cerca del rbol, sin darse cuenta de cuanto se estaba apartando de sus hombres.
El tro se par detrs del rbol de tronco grueso. Guy se prepar para atacar a Walter por sorpresa, lo que no sera tarea fcil. En ese momento, Celeste tropez con el borde de su falda y cay de rodillas. Levntate, estpida de mierda, si no... Cuando Walter se distrajo con la cada de Celeste, Guy le acert un violento golpe en medio de la cara . En seguida, le sac la espada de la cintura y apoy la hoja en el cuello de l. Hijo de puta , qu tipo de monje sos ? vocifer Walter, con la nariz sangrando . El tipo de monje que no vacila en hacer lo correcto dijo Celeste, en tono de desafo. Guy, sorprendido con la sangre fra de la joven francesa, le hizo una sea. Ella entendi el mensaje y tom el pual que Walter traa en la cintura. A continuacin , los tres volvieron al camino. Bravo, mis muchachos ! Gaston se puso de pie sobre los estribos de Diablo Negro y sac su espada. Dirigindose a Deighton, orden en un ingls brusco : Ves a tu amo ? ? Es mejor que vos y tus amigos suelten las armas, o l morir. Hagan lo que el viejo de mierda dice! grit Walter. Si muero, no recibirn el pago prometido! Maldiciendo, los mercenarios de Walter arrojaron sus armas al suelo . Gaston desmont, se acerc al hijo de sir Roger y vocifer en francs: Puedes no entender mi lengua, canalla sifiltico, pero entenders el gesto que tengo placer en hacer para limpiar el honor de la familia Montcalm! Al terminar de hablar, el sargento le dio a Walter un golpe que lo dej inconsciente. Guy solt a Walter en el suelo y mir a Gaston con admiracin. Espero que este desgraciado sifiltico nunca olvide el da de hoy sentenci el sargento, antes de abrazar a Celeste. Pobrecita! Te duele la cara? Quieres que mate al gusano que se atrevi a tocarte con violencia? Antes que Celeste pudiese responder, Guy hizo una sea negativa a Gaston. El sargento con certeza no saba que quien asesinase un miembro de la nobleza inglesa, fuese cual fuese el motivo, era castigado con la horca. Eh bien, si insiste, fray, dejar al miserable vivo. Pero hoy vamos a llevar los caballos de estos bastardos con nosotros hasta el final , verdad ? No queremos que vengan detrs de nosotros otra vez se ri Gaston. Los franceses amarraron a los ingleses al tronco del rbol al borde da camino. Ignorando las protestas de los prisioneros, les quitaron las botas y los amordazaron con sus propias medias sucias. El sol estaba comenzando a ponerse en el horizonte. Guy saba que cuando Ormond y sus mercenarios fuesen encontrados, se formaran un grupo de bsqueda para ir detrs de los franceses. El viaje tranquilo que l haba
imaginado en el sosiego de la catedral de York tena que transformarse ahora en una fuga desenfrenada. Pero, para dnde? Quieres volver a Francia?, escribi Guy en la pizarra antes de mostrrsela a Celeste. No puedo , fray. Debo honrar el compromiso que mi padre asumi con sir Roger. Guy seal a Walter y escribi : Tendrs el coraje de casarse con esto, mi lady? Por favor, fray, debo hablar con sir Roger. Slo l puede liberarme del contrato de matrimonio firmado por mi padre. Quizs sir Roger sea un hombre justo y comprensivo. Guy evit mirarla a los ojos . Si el fraile con el cual haba conversado en la catedral de York tuviese razn , Celeste se iba a ver en la obligacin de cambiar al hijo por el padre. Y entonces, mi lady, a dnde vamos ahora? pregunt Gaston, quien haba acompaado el intercambio de palabras escritas y habladas entre Celeste y Guy. Decdete, no podemos pasar la noche aqu en medio del camino. Vamos al castillo Snape. Sabes que no puedo volver a L'etoile, Gaston. Mi padre no me aceptara de vuelta. Tienes razn, mi lady admiti lo sargento con un suspiro de pesar. Conozco a tu padre y s que, desgraciadamente, l preferira verte muerta a verte deshonrar el nombre de la familia... Bien, vamos al castillo Snape, entonces. Slo espero que sir Roger no sea igual a su hijo. Guy se apresur a escribir algo en la pizarra antes de mostrrsela al sargento. Prstame tu caballo. Llevar a lady Celeste por un camino ms corto, a travs de los pantanos. Qu idea es esa, fray ? se extra Gaston. Por qu ests sugiriendo que nos separemos? A dnde pretende llevar a lady Celeste? Al castillo Snape. De noche? Si . Es ms seguro llevar a lady Celeste lejos de Walter Ormond cuanto antes. Hum... El sargento se rasc el mentn antes de indagar a Celeste: Quieres ir con fray Guy? No te perders en la oscuridad , fray ? pregunt ella. Guy neg con la cabeza. Celeste se volvi hacia Gaston. Ir con fray Guy, sabiendo que estoy en buenas manos. Mientras ella montaba a Luz de estrellas, el sargento sujet a Guy por el brazo y murmur en tono severo: Trate de controlar sus manos, fray ! Ante la mirada espantada de Guy, l agreg : Tengo cincuenta aos, no soy tonto ni ciego. Ya not las miradas que le lanza a lady Celeste... Recuerde que es un hombre dedicado a la Iglesia. En
caso que olvide eso y no se comporte correctamente , lo har experimentar el filo de mi espada, entendi ? Guy asinti seriamente . Perfecto. Tome, aqu estn las riendas de mi caballo. Mis hombres y yo continuaremos por el camino principal. Cuando llegue al castillo Snape, mande a alguien a nuestro encuentro. Volviendo a asentir, Guy mont a Diablo Negro. Y entonces, nos vamos? pregunt. Celeste impacientemente. Ve con Dios, mi lady se despidi el sargento emocionado. No te preocupes, Gaston. Dios mand a un ngel para acompaarme! CAPITULO 20 Bajo la luz de la luna llena, Guy y Celeste se internaron en una rea pantanosa, rumbo al castillo Snape. La mayor parte del tiempo se vieron obligados a cabalgar lentamente , contorneando reas rocosas o con lagunas. Pero cuando el terreno se hizo ms plano y seco los dos aprovechaban la oportunidad para galopar. A pesar de ser menos fuerte , Luz de Estrellas, el caballo de Celeste, lograba acompaar a Diablo Negro sin mayores dificultades . Guy permiti apenas dos breves paradas para descansar. Cuando Celeste sacaba conversacin , l responda por medio de gestos, pero pronto volva a concentrarse en el camino. El comportamiento distante del monje la confundi . Despus del coraje con que l haba enfrentado a Walter Ormond horas antes, para defenderla, Celeste haba imaginado que fray Guy iba a mostrarse ms abierto, ms cercano. Sera que la decisin de ir al castillo Snape lo haba molestado ? Si fuese ese el caso, fray Guy debera haberse separado del grupo de viajantes al final de la tarde. Celeste no lo culpara por el comprensible deseo de volver al monasterio de San Hugo antes que volviese a nevar. Celeste sumergi su pauelo en el agua helada del riacho al lado del cual estaban haciendo la segunda parada. Pas la tela mojada sobre su rostro, en una tentativa de olvidar el cansancio y apartar el sueo. A pesar de estar excitada con la novedad de la cabalgata nocturna, se senta tan exhausta y apenas era capaz de mantener los ojos abiertos. Guy estaba sentado sobre una piedra, a algunos pasos de distancia. La luz de la luna le iluminaba el rostro, dndole un aire etreo. Celeste aprovech la oportunidad para estudiar su bello perfil masculino. Cuando le haba dicho a Gaston que Dios le haba mandado un ngel para acompaarla, haba sido una broma. Pero , ahora, se puso imaginar si fray Guy realmente no sera un ngel enviado a la tierra disfrazado de hombre. Si no hubiese conocido a la simptica
lady Mary, Celeste se habra sentido tentada de tejer fantasas sobre el pasado del monje. Un pasado que, hasta cierto punto, permaneca misterioso... Guy se levant de repente y se acerc de Celeste, extendiendo las manos para ayudarla a ponerse de pie. Al notar cuan fros estaban los dedos de ella, Guy los frot para calentarlos. Gracias agradeci Celeste, soltando un suspiro de placer. As apenas siento el fro de la noche . En el mismo instante Guy solt sus manos y seal los caballos. Ya entend, fray, hay que seguir, cierto? Ele asinti y la levant por la cintura para ayudarla a montar a Luz de Estrellas. Por un segundo sus miradas se cruzaron. En las profundidades de los ojos azules, Celeste ley un mensaje que no pudo entender, pero que la hizo estremecer y sonrojarse. Al sentir que ella estremeca, Guy la solt y mont a Diablo Negro. Cuando comenzaron a cabalgar, Celeste no pudo dejar de maravillarse con la habilidad con que Guy controlaba al temperamental garan negro. Ah, si no fuese monje, sera un caballero perfecto! Durante algn tiempo, Celeste haba imaginado que Walter sera el caballero que conquistara su corazn, pero ahora que lo haba conocido ... cielos, era mejor ni pensar en el terrible encuentro que haba tenido con su prometido! Dos horas ms tarde, Guy hizo una sea indicando que deban parar otra vez. Desmont a Diablo Negro y amarr las riendas del animal a un arbusto al lado de un montn de piedras. En seguida, ayud a Celeste a bajar de la montura y amarr Luz su caballo cerca del garan negro. Una parada ms para descansar? indag Celeste, disimulando un bostezo. Guy neg con la cabeza . Despus, junt las dos manos y apoy la cabeza en ellas. Qu ? Vamos a dormir al aire libre, fray ? Con este fro? Tirndola gentilmente de la mano, Guy la condujo a una abertura entre las piedras, donde haba una caverna. Dios! Debes tener ojos de gato para poder ver esa caverna en medio de la oscuridad ! O ser que un ngel sentado en tu hombro te indic el camino hasta aqu? En un raro gesto burln, Guy le dio una palmadita a su propio hombro. A continuacin , sali de la caverna y volvi trayendo las monturas y las mantas de los caballos. Despus de limpiar un pedazo de suelo con los pies, extendi las mantas y le hizo una sea para que Celeste se acostase y usase una de las monturas como almohada. Y vos , fray, a dnde vas a dormir ? Guy indic la entrada de la pequea caverna.
Pero es imposible! Te vas a congelar, apenas vestido con ese hbito de lana fina! Qudate con las mantas, yo tengo mi capa forrada de piel para calentarme. Al principio Guy rechaz la oferta, pero como Celeste era bastante terca fue obligado a aceptar en un acuerdo con ella y aceptar por lo menos una de las mantas. Pronto, cada uno estaba acomodado en su rincn : Guy sentado cerca de la entrada de la caverna, Celeste acostada en el lugar que l haba limpiado antes. Envuelta en la capa y la manta, por primera vez desde que haba visto a Walter Ormond, Celeste se permiti pensar a fondo en los acontecimientos que la haban trado hasta el lugar donde se encontraba ahora. Por Santa Ana! Qu sucedera al da siguiente, cuando llegase al castillo Snape para conversar con sir Roger? Por ms que intentase, no poda acordarse como era el padre de su prometido. Lo haba visto apenas una vez, ocho aos atrs, y no le haba prestado la menor atencin . Rodando de costado en la tentativa de encontrar una posicin ms confortable Celeste procur convencerse que sir Roger deba ser un hombre civilizado, de lo contrario su padre jams la habra prometido en matrimonio al hijo de l. Pero , por otro lado... Cmo sir Roger la haba dejado venir a Inglaterra, sabiendo que su hijo tena sfilis? Por qu no haba enviado un mensaje cancelando el casamiento? Tal vez el hombre no fuese tan civilizado ... Un ruido cerca de la entrada de la caverna llam la atencin de Celeste. Se dio vuelta en direccin al ruido asustada. Fray Guy estaba inmvil. Qu habra provocado el ruido? Algn animal? Un murcilago tal vez? Acordndose de haber odo decir que a los murcilagos les gustaba enroscarse en los cabellos de las jvenes doncellas, Celeste subi la capucha de su capa de modo de cubrir toda la cabeza y parte de la cara . Cerr los ojos , decidida a no llamar a fray Guy para asegurarse del origen del ruido; No quera que l la considerase una cobarde y , adems, el pobre necesitaba descanso. Guy permaneci inmvil, observando a Celeste. Pobrecita! Esa deba ser la primera vez que dorma en medio de la naturaleza, y con certeza estaba sintindose incmoda y asustada. La vio cubrirse mejor a cabeza cuando un bho pas volando cerca de la entrada da caverna y esper que Celeste lo llamase, con miedo, pues no poda aproximarse a menos que ella se lo pidiese. Y Guy deseaba desesperadamente acostarse junto a Celeste. Cerr los ojos y se imagin acostado en una cama con colchn de plumas de ganso y mantas de terciopelo, haciendo el amor con Celeste. Casi poda sentir los largos cabellos sedosos de la joven cayendo en cascada sobre su pecho. Casi poda sentir el calor y la suavidad de los pechos desnudos en sus manos, sentir el gusto de los labios rosados pegados a los suyos...
Respirando profundamente, Guy se oblig a borrar de su mente las imgenes perturbadoras. Cuando llegase al castillo Snape con Celeste, hara ayuno por una semana y usara una camisa con tela de crin en caso consiguiese encontrar una. Pero por encima todo rezara sin cesar, pidiendo perdn por la debilidad de su carne. A menos de dos metros de distancia Celeste se movi inquietamente. Seguramente tena fro e iba a llamarlo, pidiendo ser calentada. No! No debo querer que eso suceda, pens Guy. Haba renunciado a los placeres proporcionados por el cuerpo seductor de una mujer. Mientras luchaba contra el demonio del deseo, Guy not que Celeste haba quedado inmvil. Agudiz los odos, pero no pudo orla respirar. Cielos, alguna vbora o araa venenosa escondida en el fondo de la caverna la haba picado? Estara muerta? Preocupado, Guy se acerc a la joven . Slo cuando coloc el odo cerca de la boca de Celeste fue que oy el sonido de una respiracin leve y regular. A pesar del miedo y la incomodidad, ella se haba dormido . Tocndole la mejilla con la punta de los dedos, Guy sinti que la piel aterciopelada estaba fra. Sera un gesto de caridad ofrecer calor a una persona en esa situacin, razon l acostndose al lado de Celeste y cubrindolos a ambos con la segunda manta. Como una flor que procura el calor do sol para abrirse , Celeste se acurruc contra l. Guy se estremeci , intentado robar un beso mientras la joven dorma. Nadie se enterara, excepto Dios. Qu era un beso despus de todo ? El ya haba probado el sabor de esos labios rosados una vez, y ningn rayo haba cado del cielo para castigarlo. Slo un beso... Un beso fraternal... Robar era pecado, sin mencionar que Lissa est bajo su proteccin y no debe abusar de la confianza de ella, le dijo la voz de la consciencia. Adems, creer que seras capaz de darle apenas un beso "fraternal"? Recuerda el motivo que te llev a apartarte de la corte... O cambiaste de idea y decidiste imitar el comportamiento lascivo del rey, transformando en tu amante a una virgen con la cual jams podrs casarte? Guy mir el techo de piedra de la caverna y comenz a rezar. Sin darse cuenta, se durmi. Nubes grises cubran el cielo matinal. Guy fue despertado por la luminosidad que entraba en la caverna. Teniendo cuidado de no despertar a Celeste, quien dorma con la cabeza apoyada en la curva de su brazo, se levant y sali del refugio. Respirando el aire puro y helado de la maana, mir a su alrededor . A pocos kilmetros de distancia se encontraba Wolf Hall, el castillo donde haba nacido. Pero saba que no poda volver all. Su padre haba dejado eso muy claro el da que l haba anunciado que iba a entrar en un monasterio franciscano. Buen da , fray Guy. Celeste surgi en la entrada de la caverna, bostezando, y empez a charlar : Cmo logr dormir, a pesar de toda la incomodidad? Ah, si Gaston supiese donde fuimos obligados a pasar noche... Tal vez sea mejor que
l no se entere, cierto? Gaston es un hombre anticuado y se horrorizara se supiese que dormimos solos en una caverna! Al terminar de hablar, Celeste comenz a peinar sus cabellos con los dedos. Terminada esa tarea empez a alisar la falda de su vestido, que haba quedado toda arrugada. Guy se qued observndola fascinado, pero cuando la vio levantar la falda para arreglar las medias, se dio vuelta inmediatamente de espalda y fue a ensillar los caballos. Cielos, por qu ella tena que tener piernas tan bonitas? Estoy hambrienta. No tenemos nada para comer? pregunt Celeste, minutos despus. Guy sacudi la cabeza en un gesto de negacin. Qu pena... no sera perfecto que pudiramos comer pan caliente, cubierta con una gruesa capa de manteca y miel? Para acompaar, podramos tomar leche con canela Ah, qu delicia! Hum... Listo, ya estoy satisfecha! Al notar que Guy la miraba como su estuviese delante de una loca, Celeste se ri. Cul es el problema, fray ? Nunca jugaste a hacer de cuenta ? Es muy interesante el juego , y confieso que nunca he tenido un desayuno tan rico en toda mi vida. Aprend a jugarlo en L'etoile, cuando estaba encerrada en castigo en el cuarto sin poder comer y ... Guy se sinti revuelto, apenas oy el resto del comentario. Por Dios! Cmo los padres de Celeste haban tenido el coraje de castigar a su hija con tanta severidad ? Una criatura tan dulce no mereca eso! Veo que ya acabaste de ensillar los caballos, fray. Y entonces, vamos a seguir viaje, o prefieres quedarte parado aqu hasta echar races? No me importara echar races, Lissa, siempre que estuvieses conmigo, respondi l mentalmente . Segundos despus, los dos montaron y partieron al galope. CAPITULO 21 Con permiso, mi lord ,pero la dama francesa acaba de llegar anunci Talbott. Sir Roger Ormond, que examinaba el libro de cuentas del castillo con la luz dbil que entraba por la ventana, levant la cabeza y mir al mayordomo. Dama francesa? repiti confundido. Lady Celeste de Montcalm, mi lord . La prometida de su hijo. Por Jpiter! Entonces la francesa finalmente haba llegado. En los ltimos tres meses, sir Roger haba recibido tantos mensajes detallando los accidentes y peripecias sufridas por la joven que apenas crea la noticia. La dama est esperndolo en el saln, mi lord . Hum... Y , entonces, es bonita, Talbott?
Lady Celeste no es muy alta, mi lord , y no tiene senos muy grandes. Por lo que pude ver bajo el velo, sus cabellos son negros. Y los ojos ... Qu tienen los ojos ? La joven es bizca ? No, mi lord . Los ojos de ella son violetas y... bien, nunca haba visto ojos de ese color, antes. Pero, en general, es bonita? Si, mi lord , la dama es muy bonita. Una sonrisa crisp los labios de sir Roger. Una esposa joven y bonita para calentar sus viejos huesos... ese era un bello regalo de Navidad, aunque a muchacha fuese extranjera. Y en cuanto a los acompaantes da lady, Talbott? Son muchos? Y el nmero de carruajes de equipaje, es grande? La dama lleg acompaada apenas por un monje , mi lord . Debe ser el confesor de ella. Qu? Pero dnde estn las pertenencias de esa maldita francesa? Ser que perdi todo, hasta la dote, durante los accidentes que tuvo en el viaje? No lo s, mi lord . Slo puedo le decir que el monje que la acompaa es muy raro. No habla. Seguramente es un criminal que fue a buscar refugio en el seno de la Iglesia al salir de prisin . Deben haberle cortado la lengua como castigo por sus crmenes. En cuanto a lady Celeste... Ella no habla ingls muy bien , mi lord . No hay problema, yo le ensear a hablar a nuestra lengua . Y para el final de la semana tambin le ensear como le gusta a un ingls hacer el amor, complet sir Roger mentalmente , antes de murmurar: Muy bien , vamos dar una mirada a la francesita. Celeste se qued de pie cerca de la chimenea para intentar calentarse, pero los pocos pequeos pedazos de lea que ardan detrs de la reja de metal eran insuficientes para espantar el fro que la dominaba. Al final de la cabalgata, cuando fray Guy le haba mostrado el castillo Snape a la distancia, Celeste haba sentido ganas de dar media vuelta y huir corriendo. Erguido en el medio de una planicie prcticamente sin vegetacin, el castillo de gruesas paredes de piedra y ventanas estrechas no pareca nada invitante. Su futuro hogar era una fortaleza austera, sin huertos o jardines para alegrar el paisaje. Hasta era bueno que ta Marguerite no hubiese podido acompaarla para ver el feo castillo y su heredero sifiltico! Si la ta Marguerite estuviese all, tal vez hasta le ordenase a su sobrina que volviese a Francia. Celeste sacudi la cabeza. No! Su padre la haba dado en matrimonio a Walter Ormond, y ella deba honrar el compromiso asumido. Por favor, Dios, permite
que sir Roger tenga piedad de m y anule el contrato de casamiento. Quiero volver a Letoile! Disimuladamente, Celeste dirigi una mirada a su silencioso acompaante. Desde que el castillo Snape haba surgido en el horizonte, fray Guy se haba ido poniendo cada vez ms tenso y serio... Incapaz de comprender el comportamiento del monje , Celeste se encogi de hombros y mir a su alrededor . El saln donde se encontraba estaba inmundo. Haba telas de araa en los rincones y gruesas capas de polvo sobre los muebles viejos de madera. Ninguna vela o antorcha estaba encendida para iluminar el aposento. Slo el fuego en la chimenea disipaba en parte la oscuridad ambiente. Los criados que Celeste haba visto hasta el momento ms parecan mendigos harapientos. Todos necesitaban un buen bao, un corte de cabello y ropas nuevas y limpias. Con un suspiro, mir su propio vestido. Despus de la noche pasada en el suelo de la caverna, ella tambin estaba precisando un bao y ropas limpias. Una voz grave son, hablando en francs, interrumpiendo sus pensamientos. Soy Roger Ormond. Bienvenidos a mi hogar! Celeste hizo una reverencia al hombre enorme que atraves el saln y vino en su direccin. Guy se limit a hacer un gesto de saludo con la cabeza, escondiendo su rostro con la capucha do hbito. Es un honor para m estar aqu, sir Roger murmur Celeste. Triganos vino! grit el dueo del castillo a un criado que se encontraba cerca. En seguida, se dirigi a Celeste: Has demorado en llegar. Imagino que el viaje ha sido difcil. Si, mi lord , sufrimos muchos accidentes en el camino. Pero, finalmente, estamos aqu respondi ella, no le gustaba ni un poco el modo en que el ojo sano de sir Roger la estudiaba de pies a cabeza. Y , entonces, qu te parece Inglaterra, mi lady? Para ser sincera, no me gusta mucho. El clima es psimo. Caramba! No tiene pelos en la lengua ? Me gustan las mujeres expresivas, pero no en exceso. Y a su hijo, mi lord , tambin le gustan las mujeres expresivas? Mi hijo no est en el castillo en este momento, sali para cazar jabales explic sir Roger, disimulando cierto embarazo. No precisamos hablar de l, ahora. Me temo que si , mi lord . Walter no est cazando jabales, sino novias. Para ser ms exacta, su hijo estaba persiguindome. Qu Satans se lo lleve ! grit sir Roger, ponindose rojo de rabia. Concuerdo con usted. Que el diablo se lo lleve y no lo suelte . Me encontr con Walter ayer a la tarde, en el camino entre York y el castillo Snape. Propuso casarse conmigo "al aire libre". Cmo? Qu broma es esa?
No es ninguna broma , mi lord . A menos que ser arrancada con violencia de la montura de mi caballo, ser abofeteada y sufrir amenazas verbales pueda ser considerado una broma. Lo que ella dice es verdad, fray ? pregunt sir Roger. Conservando el rostro oculto por la capucha, Guy asinti . Se acerc a Celeste y subi la manga del vestido. An con la luz dbil del ambiente, sir Roger pudo ver las marcas rojas que los dedos de Walter haban dejado en la mueca de la joven. A continuacin , Guy levant con gentileza el rostro de Celeste para que el dueo del castillo viese la marca en la mejilla derecha. Por Dios! Mi hijo hizo eso? Si, mi lord murmur Celeste. El dijo que yo lo haba hecho esperar demasiado , que el momento de casarnos no poda ser postergado ni por un minuto ms . Si no fuese por la valenta de fray Guy, en este momento sera esposa de Walter. Maldito! Tengo vergenza de admitir que ese miserable fue engendrado por m ! Dnde est el desgraciado ahora? No lo s, mi lord . Cuando lo vi por la ltima vez, ayer, l estaba amarrado a un rbol junto a sus cuatro cmplices, sin botas y sin medias. Verdad ? Puedo saber como es que una dama y un monje solos lograron dominar a cinco hombres? Mis hombres, bajo el comando del sargento Gaston Domaine, se encargaron de los cinco. Ellos estn viniendo para ac por el camino principal, deben llegar pronto. Fray Guy y yo vinimos por un atajo, pues consideramos ms prudente llegar aqu lo ms rpido posible. Al terminar de hablar, Celeste llev una de las manos a su frente . Cansada y con hambre, se senta a punto de desmayarse. Guy la sujet por el brazo y la ayud a sentar en un banco. Cuando el criado apareci trayendo una bandeja con tres copas llenas de vino, Guy tom una de las copas y la llev a los labios de Celeste, sin preocuparse de lo que su anfitrin pensara de eso. Dios ! exclam sir Roger espantado. Perdone la falta de modales de fray Guy, mi lord pidi Celeste despus de tomar algunos tragos del lquido rojo. Estamos sin comer hace un da, y pasamos casi toda la noche cabalgando. Y todo por culpa del generado de mi hijo... Grapper, dnde ests ? Ven ac, ahora! Celeste suspir. En qu loquero haba venido a meterse? Sir Roger solamente saba gritar, en vez de llamar a sus criados en un tono de voz normal? Bien, por lo menos el dueo del castillo pareca haber credo en lo que ella haba dicho . El tal de Grapper, un hombre mal presentado y desdentado, entr corriendo al saln. Mientras sir Roger le ordenaba que fuese a buscar a Walter y lo trajese
para Snape, amarrado o a la rastra si fuese preciso , Guy dio una palmadita amigable en el hombro de Celeste para reconfortarla. Dime que estoy teniendo una pesadilla, fray, y que pronto voy a despertar murmur ella desalentada. Guy le dio otra palmadita en el hombro. Por favor, mi rubio ngel de la guarda, no me abandones ahora, pens Celeste antes de desmayarse, finalmente vencida por el cansancio . Guy mir la llama de la pequea vela encendida en el altar de la capilla y sonri con tristeza al ser recorrido por un temblor de fro. Esta es mi penitencia, Lissa, por haberte trado a ese antro pestilente. Por lo menos ahora Celeste estaba segura, durmiendo en la cama que haba pertenecido a la fallecida esposa de sir Roger. Guy la haba cargado hasta el cuarto. Slo la haba dejado despus de asegurarse que la seora Conroy, la gobernanta, cuidara bien de ella. Bajando la cabeza, Guy or, pidiendo orientacin. Su misin haba sido cumplida. Celeste haba llegado al castillo Snape con su dote y su virtud intactos. Podra partir de vuelta al monasterio al da siguiente, si quisiese. Pero cmo encontrar coraje para abandonar a Celeste en esa cueva de lobos? El castillo era inmundo. Los criados, en la gran mayora, parecan mendigos y ladrones recin trados de las peores calles de Londres. Sir Roger no haba parado de mirar a Celeste como si ella fuese un pedazo de carne expuesto . Gaston y sus hombres todava no haban llegado. Y , para empeorar las cosas, Walter pronto estara en el castillo. Cunto tiempo demorara para que esa deprimente situacin comenzase a afectar la vivacidad de Celeste? Sera una grande cobarda abandonar a la joven en ese momento, Guy no poda partir antes que la cuestin del contrato de casamiento de Celeste fuese resuelta. Y con quin se casara finalmente? No con Walter, a juzgar por la furia de sir Roger. Tal vez el fraile franciscano da catedral de York tuviese razn ... tal vez sir Roger quisiese tomar a la lady francesa como su esposa. No, Guy no poda marcharse ahora. Tena que quedarse al lado de Celeste. Ella iba a precisar sus consejos y... Guy volvi a estremecerse. A quin estaba intentando engaar? En el fondo , era l quien necesitaba a Celeste. Contra la voz de la razn, desafiando los votos que haba hecho, haba acabado enamorndose de la linda joven de ojos violetas. Necesitaba de ella como un hombre necesitaba de aire para respirar, de agua para beber, de fuego para calentarse... Y de una esposa para amar. Guy se postr en el piso helado. Desde cuando haba empezado a considerar la idea de casarse? En el pasado, haba demostrado gran inters en el sexo, pero jams haba pensado en matrimonio . Haba Jurado no dejarse envolver por ningn compromiso serio, pues saba que poqusimas mujeres respetaban los
sagrados lazos del matrimonio. Eran raros los nobles de la corte que podan confiar en la honestidad de sus esposas. Y en cuanto al rey Henry? Era traicin hablar en voz alta contra los actos libertinos del soberano ingls . Pero all , en el silencio de la capilla y teniendo solamente a Dios como testigo , Guy poda darse el lujo de reflexionar sobre las acciones reprobables del rey. Durante ms de veinte aos, la piadosa reina Catalina haba sido la esposa bien amada del soberano ingls . Entonces haba surgido Ana Bolena, el pecado en forma de mujer, para transformar la vida del rey Henry. El soberano se haba dejado dominar por Ana, transformndola en su amante, mientras la pobre reina Catalina quedaba abandonada en sus aposentos. Aunque Guy no se considerase un modelo de virtud , el comportamiento de rey Henry lo haba perturbado . Finalmente, sin poder soportar ms la corrupcin moral que reinaba en la corte , haba decidido abrazar la vida religiosa. Pero por irona de la vida , as como Ana Bolena haba surgido en la vida do rey Henry, Celeste haba surgido en la suya y haba empezado a hacerlo pensar en matrimonio . No, imposible! Celeste poda casarse con cualquiera, menos con Guy Cavendish o mejor dicho , el hermano Guy, el novicio que pronto hara los votos perpetuos para convertirse en un monje franciscano de por vida. CAPITULO 22 Al despertar, Celeste descubri que haba dormido casi un da entero. En ese tiempo Gaston y el resto de los hombres haban llegado al castillo, trayendo el carruaje de equipajes. despus de un revigorizante bao caliente, preparado sin mucha buena voluntad por la seora Conroy, Celeste se puso un vestido limpio e hizo una buena comida. Slo entonces, fortificada, se sinti preparada para encontrar a sir Roger y discutir la cuestin del casamiento con Walter. Al bajar al saln, donde una criada le haba avisado que sir Roger la esperaba, Celeste llev consigo la caja conteniendo su dote. Sir Roger haba hecho algunos preparativos mientras la aguardaba. Haba mandado a poner cerca de la chimenea dos sillas y una pequea mesa, sobre la cual haban sido colocados algunos elementos: una bandeja con una botella de vino y tres copas, una pila de documentos, un candelabro con una sola vela encendida. Al aproximarse a la mesa, Celeste not que sir Roger se haba peinado los cabellos, aunque continuase usando las mismas ropas del da anterior ropas que olan a comida vieja y sudor. Un movimiento cerca de las sombras en uno de los rincones de la chimenea llam la atencin de Celeste, quien experiment una mezcla de placer y alivio al reconocer la figura de fray Guy. Era extrao... por qu l continuaba usando la
capucha ? Habra vuelto a afeitarse la parte superior de la cabeza? Esperaba que no, pues l quedaba mucho ms guapo con todo su cabello . Recordndose sbitamente que la apariencia del monje no era da su incumbencia, Celeste salud a sir Roger con una reverencia y un "buenas noches, mi lord ". Buenas noche, mi lady respondi l. Dormiste bien ? Si, gracias. La cama es bastante confortable. Aceptas una copa de vino? Si, por favor. Guy se adelant y verti vino en dos copas . El debe estar haciendo ayuno de nuevo , pens Celeste mientras tomaba un trago del lquido rojo. despus de vaciar su copa en un solo trago, sir Roger fue directo al asunto que le interesaba. No soy hombre de perder tiempo con cortesas intiles, lady Celeste. Te importa si comenzamos a discutir la razn de tu venida a Snape? De ningn modo , mi lord . Por favor, prosiga. Muy bien , ya conociste a mi hijo, y una vez ms te pido disculpas por el comportamiento de l. Aunque me sea difcil confesar una cosa as , desde muy joven Walter se ha mostrado malicioso, maoso, y dueo de un corazn de piedra. Parece mas un caballo salvaje imposible de ser domado, ya ea a travs del miedo o de castigos fsicos. Y , para empeorar la situacin, Walter tuvo la desgracia de contagiarse una enfermedad incurable. En resumen , mi hijo no sera un marido apropiado para vos. Tienes toda la razn, mi lord . Te estoy muy agradecida por tu comprensin de los hechos. No me debes ninguna gratitud dijo sir Roger. despus algunos segundos de silencio, l coment : Tal vez no lo sepas, pero recientemente perd mi segunda esposa y mis dos hijos menores, un nio y una nia. No , no saba, mi lord .Lo siento mucho. Agradezco tu simpata, mi lady, pero eso no resuelve mi problema. Qu problema, mi lord ? Bien. .. trabaj durante aos para conquistar algunas propiedades y conservar el buen nombre de mi familia. Ahora preciso de un heredero. Un heredero de buena salud y racional , que me sobreviva y sea digno de recibir mi ttulo de nobleza cuando yo parta de esta vida. Desgraciadamente, Walter no cumple esos requisitos. Un escalofro helado de miedo recorri la espalda de Celeste. Por todos los santos, sir Roger pretenda reivindicarla como su esposa? Para resumir, mi lady, viniste ac para casarte con un Ormond, y yo necesito una esposa que me d un heredero. Siendo as, yo me casar con vos cuando terminen de correr las proclamas.
Celeste empalideci. Estaba obligada a reconocer que el padre era mejor que el hijo sifiltico. Por otro lado, sir Roger estaba muy lejos de sus sueos del glorioso caballero de corazn Leal. Sir Roger era viejo, feo, tena modales groseros y una voz desagradable. En vez de hacerla sentirse amada y protegida, la asustaba y le daba asco. Tomando la pila de documentos sobre la mesa, sir Roger separ una hoja , diciendo: Este es el contrato que tu padre y yo firmamos ocho aos atrs, en Francia. Puedo verlo, mi lord ? Verlo para qu? Sabes leer ? Si, s leer en latn y en francs. Que prdida de tiempo ensearle a las mujeres a leer. Estos franceses son locos protest sir Roger. Celeste ley con rapidez el documento escrito en latn . Los trminos del contrato eran claros. Roland de Montcalm, chevalier de Fauconbourg, dara a su quinta hija, Celeste, en matrimonio a Walter Ormond, hijo de Roger Ormond, lord del castillo Snape, cuando la joven cumpliese dieciocho aos. La descripcin de la dote, por su parte, era ms vaga: "Bienes en oro y plata". La firma de sir Roger y del chevalier de Fauconbourg finalizaba el documento, que, sin duda alguna, era autntico. Supongo que has trado la dote contigo dijo sir Roger, cuando Celeste termin de leer el contrato. Si, mi lord , la traje . Al abrir la caja forrada de terciopelo que Celeste le entreg , sir Roger solt una exclamacin de admiracin. Qu pulseras ms lindas! Nunca haba visto nada igual. Qu riqueza de detalles, qu trabajo delicado! Apenas puedo esperar para ver el resto de tu dote. Si todas las otras piezas son tan bonitas y valiosas como estas pulseras... El momento tan temido haba llegado. Para darle apoyo moral a Celeste, Guy se coloc detrs de la silla en la cual ella estaba sentada y pos gentilmente las manos en sus hombros. Quizs , tal vez sir Roger la rechazase si quedase decepcionado con la dote. Esas pulseras son toda mi dote, mi lord . No tengo nada ms que ofrecerle explic Celeste, en tono altivo. Qu?!! Mierda, mi lady, su padre me cago de lo lindo, verdad? No debera haber confiado en la palabra de un maldito francs! Al mismo tiempo furiosa y avergonzada, Celeste abri su boca para defender a su padre. Pero se mantuvo callada, cuando Guy le apret levemente sus hombros, en un mudo consejo para que fuese cautelosa. Estabas enterada de esta traicin perpetrada por tu padre ? pregunt sir Roger, rojo de indignacin.
Mi lord , cuando mi padre firm el contrato de casamiento, ocho aos atrs, l no tena la menor intencin de engaarlo o traicionarlo. Yo era su hija menor y pap planeaba darme un buen dote, conforme a lo prometido. Pero en ese tiempo mis cuatro hermanas se casaron, todas con dotes mayores a las anticipadas. Y luego naci mi hermano, Philippe. Con el nacimiento de un heredero, naturalmente mi padre decidi preservar la mayor parte de la fortuna de la familia para l. despus una breve pausa para tomar aliento, Celeste se enmend: S que mi dote no le agrada, mi lord , basta que diga una slo palabra y yo volver a Francia con mis hombres lo ms rpidamente posible, antes que el mal tiempo del invierno nos retenga en su hogar hasta la primavera. Y ahora, si me da permiso... Celeste se levant y dej el saln con la cabeza erguida. Pero al terminar de subir la escalera al piso donde quedaba su cuarto, las fuerzas le faltaron. Si Guy no estuviese cerca para sostenerla, ella se habra desmoronado en el piso . Oh, fray, qu ser de m ahora? indag Celeste despus que Guy la carg hasta la cama. Me siento como un mero pen en un tablero de ajedrez manejado por hombres inhumanos! No puedo permanecer aqu, pero tampoco puedo volver a Francia para ser una solterona rechazada. Tal vez debiese entrar para un convento, peor confieso que no tengo la menor vocacin para ser monja! Apartando la capucha de la cara , Guy revel una expresin triste en el fondo de sus ojos azules. Arrodillndose al lado de la cama, tom las manos fras de Celeste entre las suyas y las bes con delicadeza. El contacto inesperado e ntimo, movi las emociones de Celeste, quien gimi bajito. En el mismo instante Guy le solt las manos, se puso de pie y le dio la espalda. Por favor, fray, no me des la espalda implor Celeste, confundida por la reaccin de l. Necesito un amigo en ese momento tan difcil de mi vida. Te lo pido, no me abandones ahora! Conmovido con las palabras de la joven, Guy volvi junto a la cama. sonriendo, escribi en su pizarra: A Sir Roger parece gustarle ms los bienes materiales que las mujeres. Eso es obvio, fray. Pero eso , en qu me puede ayudar? Qu debo hacer para salir de la situacin en que me encuentro? Si l sugiere que rece, le doy un golpe , pens Celeste, con desesperacin. Cielos, nunca haba estado metida en un problema tan grande! Y si sir Roger decidiese casarla con Walter slo para vengarse por haber recibido una dote tan pequea? Ah, sera preferible morir a convertirse en la esposa de un hombre devorado por la sfilis! Sintiendo un nudo en la garganta, Celeste tuvo ganas de arrojarse en los brazos de fray Guy y llorar hasta que su corazn quedase libre de toda
amargura. Pero no, no poda hacer eso. Qu no le dira ta Marguerite, o sus padres si la viesen demostrar debilidad en los brazos de un religioso? Guy borr el primer mensaje y volvi a escribir en la pizarra. Posterga el casamiento. Postergar el casamiento? Mi Dios, crees que sir Roger me tomar por esposa o que me obligar a casarme con Walter? Creo que sir Roger va a preferir desposarte, pues necesita un heredero. Y yo puedo darle un heredero, cierto? Guy asinti con un gesto de cabeza. Pero qu excusa dar para postergar el casamiento, fray ? El Adviento comienza maana a medianoche, l escribi en la pizarra. Celeste se qued pensativa por algunos instantes. El Adviento era el perodo de cuatro semanas antes de Navidad, durante el cual todos los cristianos deban ayunar y hacer penitencia. En esas cuatro semanas nadie poda cantar, bailar o comer carnes rojas y ningn casamiento poda ser realizado. Tu idea es buena, fray dijo Celeste. Quin sabe lo que puede suceder en cuatro semanas? Un milagro , tal vez, escribi Guy en la pizarra. A continuacin , agreg : Reza. Al salir del cuarto de Celeste, feliz por haber conseguido dejarla menos afligida y ms esperanzada, Guy fue rumbo a la capilla. Planeaba pasar toda la noche rezando, pidiendo orientacin a Dios. La tctica de postergar el casamiento, que l haba planeado en la catedral de York, funcionara slo temporariamente. Y si no sucediese ningn milagro en la maana de Navidad? Guy no saba la respuesta, solamente saba que era necesario ganar tiempo. .. Para llegar a la capilla era necesario atravesar el saln. mientras bajaba la escalera que llevaba al grande recinto, Guy oy voces airadas. Cautelosamente, se detuvo y se qued escuchando. Esa maldita francesa me tom de idiota! Voy a vengarme de ella, padre, tanto si soy su marido, o su hijastro! Ese monje de mierda tambin me va la va a pagar , lo juro! Cllate la boca, Walter, y presta atencin a lo que te voy a decir! Si le tocas un solo pelo a lady Celeste, te mandar al infierno ms temprano de lo que te corresponde, entendiste ? Y no te atrevas a hacer mal al monje , pues no quiero atraer la furia divina sobre mi hogar! Entonces es as noms ? Vas a casarte con la maldita francesa, a pesar de ella fue prometida a m ? Si . Ahora desaparece de mi vista , maldito, y llvate a tus mercenarios asesinos! Guy permaneci inmvil en la oscuridad de la escalera y elev una plegaria fervorosa al cielo.
Dame una lanza, una espada y mi caballo de batalla por una hora, Seor, ey alabar tu nombre para siempre. CAPITULO 23 Buen da, mi lady! Tengo buenas nuevas para vos anunci sir Roger cuando Celeste entr en el saln. "Buenas nuevas" para el lord del castillo deban significar "ms nuevas" para Celeste, sin duda alguna. Afligida, mir a su alrededor buscando a alguien que le fuese familiar. Poda ser Gaston o alguno de los otros hombres, pero , de preferencia, fray Guy. Sin embargo, no haba nadie en el gran aposento adems de sir Roger y de un criado . Sentndose en la silla que sir Roger le ofreci, Celeste procur mantener la calma al responder: Las buenas nuevas son siempre bienvenidas, mi lord . Qu tienes para decirme ? Pens mucho sobre la cuestin del contrato de casamiento, mi lady. Aunque el prfido de su padre me haya engaado en el asunto de la dote, no tomar a mal lo que sucedi . Me alegra or eso, mi lord . En cuanto a Walter, aunque yo estuviese dispuesto a verlo casado, tu dote es demasiado pequea para el hijo mayor de un noble. Por otro lado, mi lady, si yo te tomase como mi tercera esposa, un dote muy grande no sera imprescindible, considerando tu juventud y tu buena salud. Lo ms importante en todo esto parece ser mi buena salud, para que pueda engendrar muchos hijos, reflexion Celeste muy tensa. Cielos, sir Roger va examinar mis dientes, como hara si estuviese comprando una yegua reproductora? Para resumir, mi lady, decid dejar de lado la cuestin de la dote. Si tu padre te dio en matrimonio a un Ormond, es con un Ormond que te vas a casar, y cuanto antes mejor. Qu tal si fijamos la fecha para maana? Aunque ya esperaba que algo as fuese suceder, Celeste se aterroriz al or la pregunta. En medio de una oleada de pnico que la asalt, intent acordarse del consejo que fray Guy le haba dado: postergar el casamiento. Me honra con su propuesta, mi lord ... comenz ella inseguramente. En ese momento Guy entr en el saln, una vez ms con el rostro semi cubierto por la capucha del hbito. Slo con verlo Celeste se sinti ms relajada y segura. Con un suspiro de alivio, prosigui : ...pero hay un detalle que me preocupa. Qu detalle?
El contrato estipula con claridad que debo casarme con su hijo. debo informar a mi padre sobre el cambio en los trminos del contrato y esperar que l me de permiso para casar con usted, mi lord . Sin duda esa es la actitud ms correcta , cierto? Por Satans y todos sus demonios! Si mandamos un mensaje a Francia, la respuesta enviada desde all no llegar antes del da de la fiesta de la Purificacin de la Virgen Mara, en febrero! Guy se acerc a Celeste y pos las manos en sus hombros. Fortificada por el contacto amigo, ella sonri coquetamente al viejo noble y argument : S eso, sir Roger. Pero con certeza mi padre se sentir honrado en concordar con nuevo arreglo. Tal vez hasta se disponga a mandarme una dote mayor. Una dote mayor? Fue eso lo que dijiste ? Si, mi lord . Ya que sos el lord del castillo Snape, es justo que seas tratado con especial consideracin. Hum, tu sugestin es tentadora, mi lady. Confieso que no haba pensado en esa posibilidad. Alentada por la primera victoria obtenida, Celeste agreg : Adems, mi lord , fray Guy tuvo la gentileza de recordarme que el perodo de Adviento pronto tendr inicio. En las cuatro semanas anteriores a Navidad habra tiempo suficiente para que un mensaje fuese enviada a L etoile. En ese tiempo, yo podra comenzar a aprender cuales sern mis obligaciones como lady de este castillo. Tambin podra practicar ms el ingls , para agradar ms a mi marido. El Adviento... pero es una poca en que tenemos que rezar y ayunar! Muy bien , mi lady, tu deseo ser atendido. Hoy vamos celebrar nuestro compromiso con una fiesta. Comeremos y beberemos suficiente para compensar el ayuno que vendr despus! Y cuando la Navidad llegue, mi lord , haremos una linda fiesta y haremos un torneo para celebrar nuestro casamiento ? Un torneo? Vamos , para qu desperdiciar dinero con ese tipo de tontera? Me encantara verte participar en una justa por mi honor, mi lord minti Celeste. Si el milagro por el cual fray Guy le haba pedido que rezase no sucediese, al menos realizara su sueo de ser la Reina de la verdad y de la belleza por un da. Despus de eso, sera capaz de soportar el peso de convertirse en la esposa de sir Roger. Oh si, si! Creo que seras un guapo caballero, mi lord ! lo alent ella coquetamente. Bien. .. He quebrado algunas lanzas en el pasado... protest sir Roger, con una media sonrisa. Si tu voluntad es realizar un torneo para celebrar nuestras nupcias, que as sea!
Celeste bati palmas alegremente . Los preparativos para el torneo mantendran sir Roger ocupado durante las semanas siguientes, y ella tendra tiempo para ocuparse en paz de la limpieza del inmundo castillo. Oh, muchas gracias, mi lord ! Sentir tanto orgullo de vos! l Estamos de acuerdo , entonces. Vamos a casarnos despus de Navidad, el veintisis de diciembre, da de San Esteban , y para celebrar la ocasin realizaremos un torneo. Ahora basta de hablar y ven aqu, Celeste. Vamos a sellar nuestro acuerdo con un beso. Fray Guy ser nuestro testigo. CAPITULO 24 Celeste coloc una sonrisa en sus labios, pero por dentro estaba temblorosa con miedo y asco. Nunca haba besado a ningn hombre ms all de su padre y su hermano. Saba que los besos formaban parte del matrimonio, y haba soado con compartir esa nueva experiencia con un novio gentil y atractivo . Pero lo que tena delante de s era un viejo, sucio y grosero... Se puso de pie y se aproxim a sir Roger con pasos vacilantes. El la estrech en un verdadero abrazo de oso y la bes con fuerza en los labios, lastimndole la piel con los pelos cortos y speros de su barba naciente. Con pnico, sintindose sofocarse, Celeste abri la boca para respirar mejor. Sir Roger aprovech la oportunidad para meterle la lengua en la boca, haciendo que ella casi se atragantase de asco. Por el manto de la Virgen , tu boca es dulce como un bocado de miel! Ser un suplicio esperar cuatro semanas para que pueda tomarte como mi esposa! exclam sir Roger despus del beso. Djame probar tu dulce sabor otra vez... Celeste cerr los ojos , resignada, y permiti que su boca fuese nuevamente invadida por la lengua del lord del castillo. El tratamiento asqueroso que estaba recibiendo deba ser parte de lo que la ta Marguerite haba insinuado la ltima vez que se haban visto en el monasterio. Guy arrastr una silla para hacer ruido. Llamado de vuelta a la realidad por el ruido , sir Roger solt a Celeste e coment, riendo: Tu confesor actu bien, mi querida . Si l no nos hubiese interrumpido, creo que no habra esperado para hacerte ma por completo! Ahora, si me das permiso, voy a salir para resolver algunos asuntos. Te veo de nuevo a la hora de la cena . Cuando sir Roger dej el saln, Celeste prcticamente se derrumb en una silla y murmur, tensa: Por Dios, fray Guy! Lo que dara para que la Navidad demorase ms que cuatro semanas para llegar... dudo que pueda sobrevivir hasta entonces ! Apuesto a que Roger Ormond mat a sus dos esposas anteriores con... Con sus besos asquerosos!
Cuando sir Roger haba abrazado Celeste, Guy haba tenido que aferrarse al apoyo de una silla para conseguir controlar sus ganas de abalanzarse sobre el lord del castillo y rescatar a la joven francesa . Su consciencia le envi un seal de alerta. Lissa no era suya, ella le perteneca a Roger Ormond. An as, la imagen la expresin aterrorizada de Celeste cuando sir Roger la haba besado casi hizo que Guy se olvidase de su voto de silencio y gritase. Usando su astucia , Celeste haba logrado ganar cuatro semanas ms de plazo. Pero qu sucedera cuando ese plazo se agotase? Despus que Roger Ormond dej el saln, Guy se arrodill al lado de la silla de Celeste y se quit la capucha de la cara para poder observarla mejor. Cunto tiempo pasara para que sir Roger y el malvolo Walter descubriesen la verdadera identidad del silencioso "confesor" de la dama francesa? Sin duda ellos lo expulsaran del castillo Snape, a pesar de deberle obediencia a sir Cavendish, padre de Guy quien tena un ttulo de nobleza ms elevado que los Ormond. Hacia aos las dos familias haban intercambiado palabras speras y acusaciones . Guy dese poder tomar a Celeste en sus brazos y llevarla a la seguridad del castillo de su padre. Solamente el honor le impeda hacer eso. Celeste sec con un pauelo las lgrimas que caan por su cara. En seguida, le sonri a Guy, los ojos violetas nublados por una nube de profunda tristeza. Gracias por estar cerca mo, fray le agradeci ella, en voz baja. sin tu presencia no habra tenido fuerzas para persuadir a sir Roger de esperar ms tiempo para el casamiento. Guy baj la cabeza. Si , Celeste haba sido muy astuta, principalmente al mencionar un posible aumento de la dote. Si no fuese por su desmedida codicia, sir Roger habra insistido en casarse con ella antes del comienzo del Adviento. Ahora, tengo cuatro semanas para transformar este chiquero en un hogar habitable y coser un vestido de boda, pues perd el que traa en uno de los accidentes de los carruajes prosigui Celeste. En ese tiempo, fray, voy a seguir tu sugestin y rezar. Rezar tanto que hasta Dios se quedar sorprendido. Guy tom la pequea pizarra y escribi : Por qu insististe en la idea del torneo? Y por qu no? El torneo ser mi regalo de casamiento. Quiero divertirme mientras pueda, pues despus de la boda creo que no tendr muchas alegras en mi vida. A propsito, fray, me gustara confesarte algo... Una oleada de miedo y culpa invadi a Guy. Durante dos meses haba intentado evitar eso . Ahora se vera obligado a revelar que no tena autoridad para perdonar los pecados de Celeste. Qudate tranquilo, fray, no planeo arrojar sobre tus hombros la carga de mis pecados. Cuando tenga que confesarme , prefiero que sea con alguien que no me conoce dijo ella, notando el pudor del monje . En vez de contarte
mis pecados, voy a confesarte un secreto que tengo escondido en mi corazn, pues s que eres mi amigo y no me traicionars. Lo que sucede es que... bien, yo no quiero casarme ni con sir Roger ni con el hijo de l. Guy abri enormemente los ojos ,sintiendo una mezcla de alivio y alegra. Si, es verdad, fray. Y te digo ms, si un caballero misterioso apareciese en el da de mi boda y desafiase a mi prometido durante el torneo para conseguir mi mano en matrimonio , juro que sera capaz de huir con l. Despus de todo , ese caballero no podra ser peor que Roger o Walter Ormond. Celeste consider la idea por un instante y despus solt un suspiro. Qu estoy diciendo? Slo una nia puede creer que un deseo pueda ser realizado como por arte de magia... disclpame por ser tan tonta, fray. Y ahora, si me das permiso, voy a aposentarme a mi cuarto. Tengo dolor de cabeza y debo descansar antes de la cena . Ella se puso de pie y acomod la falda del vestido que le realzaba la cintura fina y los senos firmes. Guy trag en seco. Por san Francisco, por qu Celeste tena que tener un cuerpo tan perfecto, tan seductor? Crees que sir Roger va a querer besarme todos los das? indag ella, pesarosamente . Yo no vacilara en besarle en todo momento , mi querida. Sin esperar que Guy respondiese, Celeste agreg : Si sir Roger se habita y me besar todo el tiempo , necesitar juntar un montn de hierbas para combatir el dolor de cabeza... Guy la observ salir cabizbaja del saln. A continuacin , dispuesto a pasar el da en la capilla, l tambin sali del saln. Tal vez, si pasase bastante horas rezando e implorando, si ayunase severamente y se sometiese a suplicios fsicos, Dios tendra piedad por Celeste y a salvara del casamiento con sir Roger. Como fray Jocelyn sola decir, Dios nunca dejaba de or las plegarias de sus hijos. En el centro del patio que separaba el castillo de la capilla, Gaston le estaba enseando a Pierre y a Emile a manejar la espada. Pip, maravillado, observaba a los hombres a una cierta distancia. Al or a Gaston retando a Emile y a Pierre, Guy, quien atravesaba el patio, sonri. El sargento francs lo haca acordar su antiguo maestro de armas. Hagan un movimiento a la derecha, detn el golpe de Emile a la izquierda y despus ataca! Ataca, te dije ! le grit Gaston a Pierre. No seas lerdo, hombre o perders las pelotas en menos de un minuto ! Del modo en que manejas la espada hasta el fray sera capaz de derrotarte en una lucha! Al or al sargento referirse a l, Guy dej de caminar y lo mir . En el mismo instante Gaston sac la espada de las manos de Pierre y la arroj en direccin al monje . Por puro instinto, Guy extendi el brazo y tom la espada en el aire.
Tiene buenos reflejos, fray coment el sargento francs. por qu no intercambia algunos golpes de espada con Emile a ver si este pendejo se despierta de una vez ? Guy sacudi la cabeza. La paz debera gobernar a su vida ahora; por ms que se sintiese tentado a volver a manejar una espada, no poda hacerlo. Qu pasa, fray, no tiene coraje para participar de una lucha, aunque slo sea un entrenamiento? Yo odio a los hombres cobardes, sabe? Sacando la espada de la mano de Emile, Gaston se acerc a Guy y continu provocndolo. Vamos , fray! No me diga que no hay un hombre debajo de ese hbito ? Si no lo hay , cuando se marche de aqu es mejor que busque un convento, en vez de volver al monasterio! A Guy no le gust ser llamado de cobarde y or insinuaciones maliciosas sobre a su masculinidad. Al mismo tiempo, no pudo entender por qu Gaston lo estaba provocando con ofensas. Qu le haba pasado ? El sargento era uno de los hombres ms sensatos del grupo de Celeste. Tironeado entre la rabia y el espanto, Guy permaneci inmvil. De repente, Gaston lo atac. Sin parar para pensar, detuvo el golpe y se lanz al ataque. La lucha continu por algunos minutos, hasta que Guy logr hacer que la espada de Gaston volase lejos. Paz, fray, paz! El sargento levant los brazos en un gesto de rendicin. Hacia mucho tiempo que no encontraba un espadachn tan buen como usted! Guy baj la cabeza. Dios , qu haba hecho? Por qu haba respondido al ataque de Gaston? Haba olvidado las reglas de su orden y haba olvidado sus votos de paz, haba olvidado todo menos el placer de volver a participar una lucha. Pierre, Emile, la clase de hoy se acab. Vayan a cuidar sus caballos, vamos. Pip, ve con ellos orden Gaston, antes de cuchichearle a Guy: Qudese, fray, quiero hablar dos palabritas con usted. Cuando los otros dejaron el patio, o sargento levant la manga derecha del hbito de Guy y examin su brazo. Ah, como me imaginaba! Tiene los msculos de un caballero, no de un religioso. Por qu no me explica de que manera que puede haber un caballero escondido debajo de un hbito monacal? Guy mostr intencin de apartarse, pero Gaston lo sujet por el brazo. No huya. Puede rezar ms tarde. Primero explqueme , por qu decidi ser monje? Los motivos que lo haban llevado a entrar a la orden de los franciscanos no eran incumbencia de nadie, por eso Guy permaneci impasible. Vamos, fray, piensa que no veo lo que est sucediendo? Lady Celeste merece ms que ese viejo de mierda como marido. Ella es una rosa preciosa, y el padre la mand hasta aqu para casar con un hombre que slo siente el perfume
del dinero. ? Es un crimen permitir que lady Celeste sea dejada para pudrirse en este castillo en el culo del mundo ! Y, para completar... Gaston asumi un tono todava ms confidencial y murmur: Lady Celeste est enamorada de usted, fray. Guy dio un paso atrs , abri enormemente los ojos y sacudi la cabeza. No, no era posible! Parece que lo alcanz un rayo, fray. Ah, siempre es as cuando uno est enamorado ... Ahora pare de sacudir la cabeza y esccheme . Conozco a lady Celeste desde que naci y no tengo la menor dificultad para saber que est pensando o sintiendo. Si , es verdad, lady Celeste se enamor de usted. Pensamientos confusos giraron en un torbellino en la mente de Guy. Gaston haba dicho que Celeste lo amaba? Eso era demasiado bueno para ser verdad ! Tal vez el sargento hubiese confundido las cosas. Era l, Guy, quien amaba a Celeste. Vi el mismo brillo de pasin en sus ojos, mi amigo. No piense que logra esconder lo que siente detrs de su mscara de santo continu Gaston, decidiendo dejar de lado cualquier tratamiento formal e ir directo al asunto: Dgame, verdaderamente es un monje ? No haba motivos para mentirle al sargento. Adems, mentir era pecado. Lentamente , Guy neg con a cabeza. Dios , gracias por hacerme tan perspicaz ! Bien , lo sospechaba, pues hasta hoy usted nunca dio una misa! Quiere decir entonces que, a pesar de vivir en el monasterio de San Hugo, todava no hizo los votos finales? Guy asinti . Perfecto ... Preste mucha atencin, pues no voy a repetir lo que voy a decirle ahora. Lady Celeste lo ama, usted la ama. Uno ms uno es dos . Si no usa el sentido comn que Dios le dio , es mejor que salga corriendo de aqu en este exacto instante y que vuelva al monasterio. All podr esconderse detrs de un libro de oraciones y fingir que no le importa lo que le va a suceder a lady Celeste. La decisin es suya, mi amigo . Tiene cuatro semanas para hacerlo correcto en relacin a una joven que lo ama de todo corazn, comprendi ? Con un brillo amenazador en la mirada , el sargento complet : Pero si toma la decisin equivocada, mi querido caballero silencioso, lo cortar en pedazos y lo lanzar como alimento para los perros. No lo tome como una amenaza, sino como una seria advertencia. CAPITULO 25 Aquella noche, al levantarse del piso helado de la capilla oscura, por primera vez en meses Guy termin sus plegarias con un sincero agradecimiento al Todo Poderoso. Finalmente saba lo que quera de la vida y como alcanzar su
objetivo. Cuatro semanas no era mucho tiempo para prepararse, pero , como fray Jocelyn sola decir, "Dios ayuda a quien se ayuda". Pidi por medio de gestos al capelln del castillo, que estaba demasiado somnoliento como para hacer preguntas, que le consiguiese papel, tinta y una pluma de escribir. Tom el material, se acomod cerca de una ventana para aprovechar la claridad de la luz de luna y dirigi una carta a su hermano, Brandon. En seguida fue a despertar Pip, quien estaba durmiendo en el establo. Jess! ! exclam el chico cuando Guy lo despert con una leve sacudida. Qu susto me dio , fray ! Pens que me haba muerto y que el arcngel San Gabriel estaba viniendo a buscarme para llevarme al cielo. Qu quiere ? Como Pip no saba leer, Guy us la mmica para explicarle lo que deseaba. Habra sido ms fcil pedirle ayuda a Gaston, pero no tena certeza que Brandon atendera su pedido y por eso prefiri no dejar que el sargento se esperanzase por nada. Qu caballo debo usar? pregunt Pip al final de la explicacin, excitado con la idea de cabalgar en medio de la noche. Guy se acerc a la yegua de Pierre, un animal dcil, y comenz a ensillarla. Terminada la tarea, condujo a Pip y a la yegua hasta el portn en el muro de los fondos del castillo. Buenas noches, fray lo salud Nicholas, el hombre que estaba de guardia en el portn. Su bendicin. Guy vacil apenas un segundo antes de hacer la seal de la cruz sobre la cabeza del guardia e indicarle que el portn deba ser abierto. No es un poco tarde para un paseo? indag Nicholas, mientras abra el portn. Si , pero fray Guy precisa que vaya a entregar una carta respondi Pip, orgulloso. Antes que el chico pudiese decir algo ms , Guy lo empuj por el brazo y lo llev hasta el borde del camino. Agachndose , dibuj un mapa en el suelo y le indic a Pip el camino a seguir. Ya entend , fray. Debo seguir camino por... Guy mostr cuatro dedos. ...cuatro millas, hasta encontrar una bifurcacin. Tomo el camino de la izquierda y sigo hasta encontrar... Guy apunt el castillo Snape y hizo un gesto que significaba "grande". ...un gran castillo, cierto? Guy asinti y entreg al chico la carta . Afuera del pergamino enrollado y amarrado con un cordn estaba el nombre de Brandon. Despus le entrego la carta a la persona cuyo nombre est escrito aqu. Debo esperar una respuesta, fray ? Guy volvi a asentir, despus ayud al chico a montar la yegua.
Su bendicin, fray. Que tu ngel de la guardia te acompae, le dese Guy mentalmente mientras haca la seal de la cruz. Pip parti al galope y Guy volvi a su pequeo cuarto prximo a la capilla. Al da siguiente, si Dios quisiese, vera a Brandon. Se acost en la cama sencilla y no demor en dormirse. Brandon volvi a leer la carta y despus mir al mensajero enviado por su hermano. Pip estaba devorando un pedazo de pan con queso en los aposentos de Brandon, en la torre este de Wolf Hall. Ests seguro que mi herm... que fray Guy est en su sano juicio? pregunt Brandon. Me parece que si , mi lord respondi Pip, con la boca llena. Pero qu historia es esta de que fray Guy precisa un escudo con tres amores perfectos* pintados en l ? (*Nota de traduccin Amor Perfecto es una flor) No lo s, mi lord . Brandon mir su propio escudo, colgado encima de la chimenea. La luz del fuego iluminaba la cabeza del lobo pintado en la superficie de metal. Qu haba de malo con el blasn de la familia Cavendish para que Guy desease cambiarlo por otro con tres flores? Y para qu su hermano quera una manta de montura bordada con la figura de un corazn alado? Volviendo a observar la firma al final de la carta, Brandon suspir. Loco o no, Guy estaba pidiendo ayuda, y no poda negrsela. Y si al final de esa historia los Ormond terminasen humillados, mucho mejor. Muy bien , partiremos al castillo Snape maana temprano, despus de la misa de las seis dijo Brandon, dirigindose a Pip. Slo obtuvo un ronquido como respuesta. El chico acababa de comer y se haba dormido con la cabeza apoyada en la mesa. Brandon tom a Pip en sus brazos y lo puso cerca de la chimenea, sobre una alfombra. Lo cubri con una manta y le puso un almohada debajo de la cabeza. A continuacin , se ri bajito. Mensajeros nocturnos, flores y corazones con alas? Algo me dice que mi hermano est preparando una ... y que hay una mujer involucrada en la historia... En la primera semana del Adviento el invierno lleg con toda su fuerza al castillo Snape. Corrientes heladas de viento entraban por las hendijas de las ventanas. El paisaje qued cubierto por una capa de nieve. Ignorando el fro, Celeste se dedic a la fajina del castillo. Acompaada por la seora Conroy y por un grupo de criadas, recorri aposento por aposento, dejando detrs de s un rastro de limpieza. Tapices y colchones fueron golpeados con escobas hasta quedar libres de polvo ; cada centmetro del piso fue barrido
y lavado; fuentes con costras de grasa fueron frotadas hasta quedar brillando. Ningn seal de mugre escap a los ojos de Celeste y de su pequeo ejrcito de criadas. El primero da Sir Roger protest por tanta agitacin. En los das siguientes, permaneci atrincherado en la sala donde se ocupaba de los asuntos administrativos del castillo. Walter, por su parte, haca todo lo que poda para obstaculizar el trabajo de Celeste. Cierta maana ella lo encontr en la despensa, literalmente atacando a una de las criadas. Walter haba acostado a la muchacha sobre una mesa, le haba levantado la falda y estaba a punto de violarla. Basura ! exclam Celeste, perpleja con la escena que tena delante de sus ojos . Buen da, mi lady. O debo llamarte "mam "? pregunt Walter riendo. Celeste ignor la burla y orden: Suelta a esta muchacha ahora mismo! Qu piensas que est haciendo, animal? Le estoy enseando a Polly los placeres del sexo. Quiere participar de la clase , mi lady? Si te gusta, ms tarde puedo darte clases privadas ! Volviendo a rer, Walter volvi a concentrar a su atencin en la criada que se debata por escapar. Celeste mir a su alrededor y avist la paleta para revolver la manteca. Sin vacilar, tom el instrumento de madera por el cabo y lo us para darle un violento golpe en la espalda de Walter. El hijo de sir Roger chill de dolor y cay de costado en el piso . Ve a pedir socorro! le grit Celeste a Polly. La criada salt de la mesa y sali corriendo. Francesa de mierda! Puta! la insult Walter, ponindose de pie. voy a arrancarte los ojos, puta! No me asustas, hijo de tu puta ! respondi Celeste, acordndose de las palabras groseras que haba aprendido en una de las posadas en que haba pasado la noche durante el viaje hasta el castillo Snape. Oh, veo que tu ingls est cada da mejor, perra! La expresin de odio en la mirada de Walter era tan grande que Celeste se estremeci de miedo. Cielos, dnde estaba fray Guy? O Gaston? Por qu nadie vena a socorrerla? Walter se acerc , gruendo como un perro loco, hasta acorralarla a en un rincn de la despensa. En ese instante sir Roger apareci en la puerta , seguido por un grupo de soldados. Por primera vez Celeste se sinti feliz de ver a su prometido. Desgraciado de mierda, qu piensas que ests haciendo? grit sir Roger, acercndose a su hijo y dndole una trompada que lo derrib al piso . Ya me cans de tus locuras . A partir de hoy estars encerrado en tu cuarto, hasta que decida qu castigo mereces por los desatinos que vienes haciendo en los ltimos meses.
Ante un sea de sir Roger, los soldados levantaron a Walter del piso y lo arrastraron afuera de la despensa. Celeste, asustada con la violencia de los acontecimientos, extendi las manos para que sir Roger la amparase y se desmay en el segundo siguiente. Cuando volvi en s, ya en la cama en su cuarto, la seora Conroy le inform que Walter haba huido armado. Sir Roger haba dado rdenes para que los portones del castillo quedasen cerrados para su hijo y despus se haba aislado en el cuarto con una botella de una fuerte bebida que los escoceses llamaban whisky. Aquella noche, despus de la cena , Guy hizo una visita a Celeste. El pareca exhausto, y se mova como se sintiese dolores en todo el cuerpo . A dnde haba estado metido todo el da ? Oh , fray Guy, cmo te hiciste esas ampollas en las palmas de las manos? pregunt Celeste cuando l se arrodill al lado de la cama y tom las manos de ella entre las suyas. Fue de tanto rezar? La respuesta de Guy fue una sonrisa que hizo con que el corazn de Celeste se acelerase. CAPITULO 26 La ausencia de Walter agrad a los habitantes de Snape, especialmente a Celeste. Sir Roger no mencionaba nunca el nombre de su hijo, concentrado que estaba en los preparativos para el casamiento y el torneo. Pasaba la mayor parte del da en el patio, ejercitndose en el manejo de la lanza y de la espada. Celeste se senta aliviada de ver a su prometido tan ocupado, pues eso significaba que l apenas le prestaba atencin. En los ltimos das, por ejemplo, sir Roger se haba contentado en darle rpidos besos en la cara , en lugar de apretar sus labios contra los de l e invadirle a boca con su lengua. En verdad, lo que ms estaba preocupando a Celeste en la segunda semana de Adviento era el comportamiento de fray Guy. Como sir Roger, l abandonaba el saln poco despus del desayuno y slo retornaba tarde a la noche. A dnde iba, nadie sabra decirlo. Gaston tambin andaba desaparecido, y cuando Celeste le preguntaba a Pip donde estaba el sargento, el chico se limitaba a encogerse de hombros y mencionaba algo sobre una sorpresa. La fiesta de la Epifana sera poco despus de Navidad ! Con certeza los hombres deban estar haciendo algo para darle de regalo, concluy Celeste. Y ella, qu podra darles? Revisando sus pocas pertenencias, encontr una pequea pieza de lino, agujas e hilo de bordar. Decidi hacerle pauelos para Gaston, Pierre y los otros. Pero a fray Guy no estara bien darle un pauelo bordado un smbolo de vanidad mundana. Al observar al religioso cierta noche, durante las
oraciones comunitarias, Celeste not que el hbito de l estaba mas harapiento que nunca. Cmo fray Guy haba logrado rasgar el borde inferior del hbito? Y qu haba estado haciendo para abrir la costura de las mangas a la altura de los hombros? Y por qu l siempre pareca exhausto al final del da? Fray Guy ya no pasaba todo el da rezando, como de costumbre, pues Celeste lo haba buscado diversas veces en la capilla sin encontrarlo. Era extrao... Tambin era extrao el hecho que el monje hubiese cambiado sus hbitos alimenticios . En vez de contentarse con comidas frugales, como en el pasado, haba empezado a comer ms, a pesar del Adviento. En las pocas ocasiones en que Celeste haba logrado aproximarse a l para preguntarle cmo estaba, fray Guy haba respondido con una de sus sonrisas angelicales. Al final Celeste resolvi regalarle un nuevo hbito de lana, pues fray Guy sera incapaz de rechazar un regalo tan prctico. Mientras bordaba y cosa, ella evitaba pensar en su boda, que sucederan el da de San Esteban Aunque el mensajero que sir Roger haba enviado para conversar con su padre todava no hubiese vuelto. Para disimular su preocupacin por el futuro, Celeste se dedic a preparar el saln del castillo para la llegada de Navidad, adornndolo con ramas de pino y murdago. Cierto da Gaston se ofreci para ir a cazar al bosque con sus hombres, para que no faltase carne para la cena navidea. Celeste concord con la idea. Grande fue su sorpresa cuando, al anochecer, los franceses volvieron riendo, llenos de pequeos cortes y manchas rojizas en los brazos, trayendo un solo cerdo salvaje. En la tercera semana de Adviento, solamente Pip apareca con cierta regularidad a la hora de las comidas. Los das fueron hacindose ms cortos, y el fro ms intenso. Cierta noche, cuando Celeste se preparaba para dejar sola la capilla, una voz desconocida, venida de las sombras detrs de un pilar, la llam . Lady Celeste, preciso conversar con usted dijo la voz masculina en francs, pero con un inconfundible acento ingls . Quin est ah? indag ella asustada, intentando ver a quien hablaba. Alguien que se preocupa sinceramente por su felicidad futura. Slo un mensajero del caballero de corazn Leal, mi lady respondi el hombre, sin salir de las sombras. Al or el nombre del hroe de sus sueos, Celeste ruboriz. Es imposible! El caballero de corazn Leal no existe ! Existe, si , mi lady. El me pidi que venga hasta aqu y que le diga que la ama. Tambin me pidi qu ele implorase que no se case antes del anochecer del da veintisis de diciembre, fecha en que se celebra el da de San Esteban . Pero... Sir Roger plane ... Hgalo cambiar de planes, mi lady. Ningn mortal sera capaz de negarse a un pedido suyo.
Quin es usted ? Un espritu ? pregunt Celeste, volviendo a asustarse. No, mi lady. Soy de carne y hueso, as como el caballero de corazn Leal. El la ama , lo saba? Pero estoy comprometida con sir Roger! Estar prometida con un hombre no es lo mismo que estar casada con l. Recuerde, los milagros suceden... Qu suceder si logro hacer sir Roger cambie el horario de la ceremonia del casamiento al anochecer? Ser realizado un torneo en su honor, Reina de la verdad y de la belleza. Desafos sern lanzados y aceptados. Algunos hombres sern derrotados, otros saldrn victoriosos. Y? Si el caballero del corazn Leal viniese al torneo y desafiase a sir Roger a una justa cuyo premio sera su mano. .. Y si l derrotase asir Roger... Usted lo aceptar? Celeste se sinti desconfiada. Sir Roger haba mandado a alguien para poner a prueba su honestidad, su lealtad ? Pero quien , adems de fray Guy, conoca su sueo de ser salvada en el ltimo instante por un galante caballero? El misterioso mensajero no era fray Guy, pues la figura escondida entre las sombras era ms baja que la del monje. Nada, ni nadie, har con que mi corazn siga un camino y mi cuerpo siga otro respondi ella cautelosamente , en tono altivo. Jams compartir mi cuerpo con dos hombres, pues soy una mujer ntegra. Aquel que conquiste mi corazn, conquistar tambin mi cuerpo. Todos los otros sern rechazados. Buena respuesta, mi lady. Ahora, debo irme . Recuerde lo que el caballero de corazn Leal le pidi que hiciese. usted tiene su corazn en sus manos. Trtelo bien y todo saldr bien . Adis, mi lady, tenga una buena noche y bellos sueos. Espere! Cmo puedo saber que dice la verdad ? Si sigue las instrucciones que le transmit , en el da de San Esteban ver que todo lo que le dije es verdad . Una corriente de viento entr por la ventana de la capilla e hizo que la llama de la nica vela encendida en el lugar temblase. En ese instante, el mensajero del caballero de corazn Leal desapareci por una de las puertas laterales. Celeste se qued en la capilla por algunos minutos ms , sintiendo una extraa euforia invadirla. CAPITULO 27
Felicitaciones, hermano. Hiciste una sabia eleccin esta vez coment Brandon Cavendish al entrar en la tienda y sacarse la capa de piel que lo protega del fro. Hablaste con Celeste?, escribi Guy en la pizarra. Habl. Y qu voz linda que tiene , parece ronronear como una gatita! Le dijiste que eras un mensajero del caballero de corazn Leal? Si , y ella mordi el anzuelo muy pronto. Ah, deberas haber visto la felicidad de esa joven cuando le mencion que el caballero de corazn Leal la amaba... Celeste va a demorar la ceremonia del casamiento? Prometi intentarlo , pero la decisin final le cabe a sir Roger. Pero, cambiando de tema, por qu insistes en mantener este ridculo voto de silencio? Es una cuestin de honor. Comprendo... Y hasta cuando tienes que permanecer mudo como una tumba? Hasta el da del casamiento de Celeste, escribi Guy. Faltaban algunos das, solamente. Crees que le gustar el sonido de mi voz? Slo si llegas vivo a ese da y no te mato antes se ri Brandon. Guy sonri y acept el jarro de vino que su hermano le ofreci. Con slo mover el brazo, sinti dolor en todo el cuerpo . Gaston lo estaba matando con las sesiones de ejercicios realizadas a escondidas en el bosque, cerca del lugar donde Brandon haba armado su tienda. Debo irme ahora, o mi ausencia ser notada, escribi Guy en la pizarra, al terminar de beber el vino. Notada por un bello par de ojos violetas? brome Brandon. Muy bien , vete de una vez! Y cierra la puerta de la tienda cuando salgas, no s como voy a pasar esta noche. Si me muero congelado aqu , no podr ayudarte. Guy se despidi de su hermano con un abrazo y volvi corriendo al castillo Snape, hundiendo los pies en la nieve del camino. Perdona a mi debilidad, Dios , pero estoy ansioso por ponerme botas otra vez. A la maana siguiente Celeste encontr a sir Roger en el saln. Al ver que l se pona guantes, reuni coraje y se apresur a preguntar: Vas a salir para ejercitarte, mi lord ? Podras hablar algunas palabras conmigo, antes? Claro, Celeste. Qu quieres? Me gustara de pedirte una cosa. Qu cosa? Bien. .. he pensado bastante en el da de nuestro casamiento y ... En mi familia, es tradicin realizar la ceremonia de boda de noche. Qu? S que parece tontera, mi lord , pero todas mis hermanas se casaron a la luz de las velas, y me gustara hacer lo mismo. Sera tan romntico, no crees?
Mil demonios! Celeste, arreglamos de casarnos en el da de San Esteban , recuerdas? Si, mi lord . La fecha se mantiene, solamente cambiaramos el horario de la ceremonia. En vez de realizarla de maana, la realizaramos a las seis de la tarde. A propsito, creo que el cambio de horario sera conveniente para vos. Conveniente por qu ? S que vas a participar del torneo, y detestara verte herido en el da de nuestro casamiento. Vamos, djate de tonteras! Quin dijo que me voy a herir en el torneo? Soy un caballero en la plenitud de sus capacidades! Lo s , mi lord . Pero si nos casamos antes del torneo... Y si decides consumar el matrimonio antes de los combates comiencen... bien, tal vez el recuerdo de los momentos que pasamos juntos en la cama te distraera y entonces ... Celeste interrumpi la frase por la mitad y se forz a sonrer con cierta picarda. Sir Roger lanz una carcajada . Tal vez tengas razn, mi palomita. Entonces dejamos el casamiento para despus del torneo ? Si, acepto. Y para sellar el acuerdo, quiero un beso. Ya hace algn tiempo que no pruebo el sabor de tus labios de cereza. Antes que Celeste encontrase un modo de evitar el beso, sir Roger la tom en sus brazos y una vez ms aplast sus labios contra los de ella, en un gesto ms violento que carioso. Cuando sir Roger la solt y sali para ejercitarse, Celeste se desplom sobre la silla ms prxima. Dios , y si el encuentro que haba tenido con el hombre misterioso la noche anterior, en la capilla, no hubiese sido ms que un sueo? Y si el caballero de corazn Leal no apareciese durante el torneo para salvarla? Cmo podra de sobrevivir a la temida noche de boda con un hombre tan asqueroso como sir Roger? CAPITULO 28 A la maana siguiente, cuando Celeste abri su libro de oraciones, de adentro de l cay un pedacito de pergamino en el cual estaba dibujado un corazn alado. El caballero de corazn Leal le haba mandado una seal pero cmo haba logrado poner el pedazo de papel dentro del libro? La noche posterior, mientras Celeste mezclaba los naipes cartas para distraerse jugando un solitario , haba aparecido otro papel con la figura del corazn alado. Durante el resto de la semana, otros pedazos de papel con ese mismo dibujo haban ido apareciendo en los lugares ms inesperados: en su cesto de costura, dentro de un zapato, en el bolsillo de un vestido, debajo de la
almohada. Feliz, ella guardaba los dibujos entre las pginas del libro que contaba las aventuras del caballero de corazn Leal, Pero el misterio continuaba. Quin colocaba los mensajes entre sus pertenencias personales, y quin era el galante caballero? El perodo de Adviento termin a medianoche en la vspera de Navidad, cuando la primera de las tres misas tradicionales fue rezada en la capilla. El lugar estaba extraamente muy bien iluminado y caliente y , a pesar de la hora tarda, todos los habitantes del castillo y todos los invitados se haban reunido para celebrar el nacimiento del nio Jess con cnticos y oraciones. Celeste intercambi una sonrisa con Gaston, quien se encontraba a su lado, y despus mir a su alrededor . Avist a fray Guy rezando en la parte ms oscura de la capilla y , para variar, l traa la cabeza descubierta. Celeste not que el cabello del monje haba crecido bastante desde que lo haba visto por primera vez. Al final de la misa, fray Guy le dirigi una de sus maravillosos sonrisas antes de salir por una puerta lateral de la capilla en medio de un grupo de hombres protegidos del fro con capas oscuras. Desde el da anterior estaban llegando de las propiedades vecinas, para le torneo y la fiesta de casamiento, grupos de caballeros acompaados por sus familias y criados. Al principio sir Roger haba protestado por tener que gastar dinero dando hospedaje a tanta gente. Pero al ver que su reputacin mejoraba ante los ojos de los nobles locales , dej de lamentarse. La segunda misa de Navidad, al amanecer, celebr la llegada de los pastores al establo donde Jess haba nacido , en Beln. despus de la misa de la seora Conroy y diversas criadas sirvieron sidra caliente a todos los que se dirigieron al saln. La tercera misa sera rezada en medio de la maana, y poco despus del "amn" final, Talbott servira la comida que las cocineras estaban preparando hacia das. Por primera vez el saln haba asumido una apariencia alegre. Las dos enormes chimeneas del aposento estaban encendidas, sin economa de lea. Ramas de pino y murdagos adornaban las paredes. Las mesas ya estaban puestas. dos juglares tocaban sus lades y cantaban uno de los invitados, lord Jeffrey de Brownlow, haba trado sus msicos. Sir Roger caminaba inquietamente , riendo y conversando con todos , sin darle la menor indicacin de que senta la falta de la presencia de Walter. Celeste busc a Guy, pero no lo encontr. Dentro de algunas horas estara casada con sir Roger y el monje se ira de Snape para siempre. Tal vez fuese mejor as, reflexion Celeste, con lgrimas en los ojos . En los ltimos tiempos, se haba apegado demasiado al fray Guy; el problema era que l jams podra ser suyo, pues ya perteneca a la Iglesia. Aproximndose a una ventana, mir afuera. Varias tiendas haban sido armadas en el rea en frente al castillo, para albergar a los invitados. En lo alto de cada tienda flotaba una bandera con el blasn de su dueo. Haba banderas
con leones , osos, rosas, lirios, halcones, pero ninguna traa el diseo que Celeste quera ver: un corazn rojo ladeado por alas , el blasn del caballero de corazn Leal. Est feliz, mi lady? pregunt Gaston, aproximndose . Fuiste vos quien tuvo la idea de realizar este torneo, cierto? Si . Por qu ests con esa carita triste, entonces? Ms de doce nobles vinieron para participar del torneo en tu honor. No estoy triste, Gaston. Apenas esperando... Esperando qu? Que algn galante caballero salte de las pginas de los libros que te gusta leer para participar en el torneo? Celeste trag en seco. El sargento era demasiado astuto . Deba tener cuidado para no dejar translucir que Gaston haba acertado . Colocando una falsa sonrisa en los labios, respondi: Si, es as . Y tambin me gustara que dos dragones apareciesen, de preferencia esos que sueltan fuego por la boca. Podramos domar a uno de ellos y usarlo para adornar la chimenea principal... Ahora, si me das permiso, voy a circular entre los invitados para ver si alguno de ellos necesita algo. En la pequea antecmara del saln, Guy examin el lacre de la carta que un mensajero acababa de entregarle. Al reconocer el monograma de fray Jocelyn impreso en el lacre, solt una exclamacin de sorpresa y se apresur a leer la carta. Mi querido Guy, Espero que esta carta te encuentre gozando de buena salud. Si el mensajero pudo localizarte, y ests leyendo estas lneas en la comodidad del castillo Snape, imagino que lady Celeste de Montcalm tambin est all. Y fue exactamente por eso que decid escribirte. Cuando viniste al monasterio de San Hugo, en la primavera, estabas lleno de buenas intenciones y de amor a Dios. Pero tu corazn estaba lleno de dolor; ni las oraciones, ni el trabajo arduo , ni los ayunos y las penitencias consiguieron darte la paz y la alegra que tanto necesitabas. Ests lejos del monasterio hace varios meses, y he estado rezado para que la distancia y el tiempo le hayan hecho bien a tu espritu . Si en este momento comprendiese que tu vida ya no debe ser vivida aqu en el monasterio, sino al lado de lady Celeste, entonces es eso que lo el Seor deseas que hagas. Por ese motivo te libero, desde ya, de todos tus votos: los de pobreza, castidad y obediencia y de todas las reglas de la orden de San Francisco. Te libero tambin del voto de silencio. Si lady Celeste estuviese dispuesta a aceptarte como marido, y si vos puedes tomarla como esposa de manera honrada, les doy a
ambos a mi bendicin y hago votos de que tengan juntos una vida larga y feliz, protegidos y guiados por el amor de Cristo. Esta carta fue escrita de mi propio puo y letra el veintiocho de noviembre del ao de mil quinientos veintiocho de nuestro Seor . Que la paz de Dios est con vos. Fray Jocelyn Guy reley la carta, por miedo a haber interpretado mal las palabras del superior del monasterio. Cuando tuvo certeza que fray Jocelyn realmente lo haba desvinculado de la vida religiosa, en un gesto de absoluta comprensin y generosidad, sinti que un gran peso era quitado de sus hombros. Qu Dios bendijese a fray Jocelyn, pues por el amor da joven francesa Guy haba llegado a pensar en abdicar su propio honor y raptarla! Pero ahora tena en sus manos el permiso para seguir los impulsos de su corazn . Se sinti tentado de entrar al saln y gritar que amaba a Celeste, pero se contuvo a tiempo. Armar un escndalo solamente servira para alborotar a los invitados, despertar la furia de sir Roger y lanzar una sombra sobre el honor de Celeste. Mejor seguir adelante con el plan que haba pensado el primer da de Adviento. Maana tendra una oportunidad de conquistar el corazn de su amada en el campo de honor. Temiendo que a felicidad que senta lo estimulase a hablar con Celeste, y a revelarle su verdadera identidad , Guy abandon la fiesta de Navidad y volvi al campamento secreto de Brandon en el bosque.
La fiesta de Natal termin temprano, pues todos queran descansar y dormir bien antes del torneo. Celeste, que no aguantaba ms ser besada por sir Roger frente a los invitados, fue la primera en retirarse do saln, alegando que necesitaba muchas horas de sueo para estar bonita para su novio al da siguiente. Al entrar en su cuarto, se llev un susto al ver a Pip arrodillado al lado de la cama. Pip! Qu est haciendo aqu? Oh... Buenas noches, mi lady. Yo no... no esperaba que viniese a acostarse tan... tan temprano balbuce el chico, avergonzado. Por qu ests arrodillado ah? Pusiste algo en mi cama, para asustarme? Pues no le tengo miedo a los sapos! brome Celeste. Vamos, djame ver qu escondiste debajo las mantas. Apartando a Pip con gentileza a un lado, ella levant las mantas y la sabana y encontr un paquetito amarrado con una cinta roja.
Pip, qu sorpresa tan agradable ! Me trajiste un regalo ! Pero me que te adelantaste , pues la tradicin dice que los regalos deben ser dados en el da de Reyes. Con vergenza por haber sido atrapado , el chico explic : El presente no es mo, mi lady. Yo solamente vine a traerlo. Dentro del pequeo paquete haba un pergamino con el dibujo del corazn alado y una alianza de oro en la cual estaban grabadas las palabras Pensez moi "Piensa en m ". Quin te mand a traer esta linda alianza para m, Pip? indag Celeste, con voz temblorosa de emocin. No puedo contarle, mi lady. Jur que guardara el secreto. Lo siento mucho, pero... Muy bien, te entiendo. Dime slo una cosa, Pip. El caballero de corazn Leal es bonito? Como no soy mujer, no s decirle si es bonito o feo. Pero puedo asegurarle que es el mejor hombre del mundo y que la ama mucho. Cuando Pip la dej sola , Celeste se prob la alianza, que le calz perfectamente en el dedo medio de la mano izquierda. Observando su propio reflejo en la estrecha franja de oro, llor de alegra. CAPITULO 29 En la maana del da de San Esteban , Celeste despert con dolor de cabeza y un nudo en la garganta. El da del su casamiento con sir Roger finalmente haba llegado . Slo la imagen de la alianza de oro en su mano izquierda le dio un poco de esperanza. El caballero de corazn Leal, no era el mero producto de su imaginacin, hara su aparicin ese da. Pip lo haba visto y haba conversado con l, un hombre de carne y hueso. Lo que quiera que sucediese, Celeste guardara para siempre el recuerdo de ese sueo transformado en realidad. Ponte ropa muy abrigada cuando se levante, mi lady le aconsej la seora Conroy minutos ms tarde, al entrar en el cuarto trayendo un jarro de vino en las manos. Est haciendo un fro del demonio . Peor ni el fro impidi que ms caballeros llegasen para participar en el torneo en su honor, mi lady coment la criada Nan, que haba entrado junto con el ama de llaves. Al or eso, Celeste salt de la cama y corri a la ventana, con la esperanza de ver la bandera con el blasn del caballero de corazn Leal flotando en lo alto de alguna de las tiendas. Cuntos caballeros llegaron desde ayer ? indag ella ansiosamente. Muchos, mi lady respondi la seora Conroy, comenzando a peinar los largos cabellos de Celeste cuando esta se sent en un banquito frente a la
ventana. . Mencionando solamente los ms importantes, haban llegado lord Morpeth, sir Harry Recy, lord Rothbury. Hasta el conde de Thornbury haba venido al torneo, acompaado de su esposa! Yo dira que ese es un hecho sorprendente, pues sir Roger y el conde nunca se llevaron bien, a pesar de que sir Roger le debe obediencia al conde. Por qu ellos no se llevan bien? El conde de Thornbury es un hombre de mal carcter ? indag Celeste. No, mi lady. Si me permite la franqueza, son las actitudes de sir Roger lo que irritan al conde explic Nan, ayudando a la joven francesa a vestirse despus que la seora Conroy termin de peinarla. Mi padre me cont que sir Roger se cas con la primer esposa, que perteneca a la nobleza, por puro inters econmico. Despus, l comenz a aumentar su riqueza tomando tierras que no le pertenecan y... Por el amor de Dios, Nan, no seas chismosa la ret el ama de llaves . Por favor, seora Conroy, deje que Nan contine hablando pidi Celeste, interesada en la historia del pasado de su novio. Viendo que haba conquistado el inters de Celeste, Nan prosigui : Mi padre me cont que sir Roger se apoder de a poco de parte de las tierras que pertenecan al conde, tierras que nunca haban sido utilizadas antes. Y , ao tras ao, los impuestos se fueron haciendo cada vez ms altos para los habitantes de las reas tomadas por sir Roger. Cuando la primer esposa de sir Roger muri , l no tard ni tres meses para contraer segundas nupcias, esa vez con lady Edith. Que Dios la tenga en ... murmur la seora Conroy. Lady Edith trajo ms oro a los cofres de sir Roger continu Nan. El conde de Thornbury jur recuperar las tierras que sir Roger le haba robado , pero sucede que el representante del rey del condado de York es cmplice de sir Roger en toda esta historia , y por eso... Basta, Nan! protest el ama de llaves . No est bien que hables mal de sir Roger delante de su prometida ! La criada se call , y esa vez Celeste no insisti para que ella continuase con los chismes. Ya haba escuchado lo suficiente para darse cuenta que la codicia y la deshonestidad de Roger Ormond no tenan limites. Por encima de todo, era mezquino y avaro, pues ya haba tratado de dejar bien en claro que Gaston y los otros franceses ya no seran ms bienvenidos en Snape despus del casamiento. "cuanto menos bocas tenga para alimentar, mejor", haba dicho sir Roger. Pero si sir Roger es avaro, por qu acept realizar el torneo ? se pregunt Celeste en voz alta, olvidndose de la presencia de las criadas. Planea recobrar de su padre el dinero que gast en la realizacin del torneo. S eso porque lo escuch conversar con Talbott sobre el asunto respondi Nan, pensando que la pregunta le haba sido dirigida.
Celeste sinti un escalofro de miedo, pues saba que su padre no le aumentara la dote ni aceptara pagar los gastos del torneo. Ah, sir Roger se pondra furioso al enterarse de eso! Pero era mejor no preocuparse por eso ahora. Hoy sera la Reina de la verdad y de la belleza durante el torneo, y no permitira que ningn pensamiento desagradable perturbase los ltimos momentos de alegra que habra antes de su casamiento con sir Roger. Antes de salir del cuarto Celeste mir una ltima vez afuera, por la ventana. . No avist la bandera con el blasn del caballero de corazn Leal, pero vio otra que le era conocida. Seora Conroy! De quin es ese blasn con una cabeza de lobo? Del conde Thornbury, mi lady. Recuerdos de otro torneo, realizado aos atrs en Francia, volvieron a la mente de Celeste. Recuerdos de un caballero que no haba visto el velo azul que ella, todava nia, haba intentado darle. Tal vez, hoy, el conde repare en m, pens Celeste, sonriendo. Sir Roger, ya vestido para el torneo, encontr a su prometida en el saln y la salud con un beso voraz que arranc aplausos de los otros hombres presentes. Eso mismo, sus idiotas, aplaudan! Aplaudan y muranse de envidia porque conseguido una mujer bonita, adems de rica, para satisfacerme en la cama, pens sir Roger, con maldad . Orgulloso , abraz a Celeste por la cintura y la condujo hasta la capilla, seguido por una larga fila de invitados. Despus de la misa celebrada en homenaje a San Esteban , todos volvieron al saln para el desayuno. Cuando haban terminado de comer, los caballeros y sus escuderos corrieron a las tiendas fuera del castillo para terminar de aprontarse para el torneo. Las esposas e hijas de los caballeros continuaron en el saln, conversando y bebiendo sidra. Ninguna de ellas se aproxim para hablar con Celeste; slo una dama con un elegante vestido verde la miraba con simpata y le sonrea de vez en cuando. Sintindose medio perdida en medio de las damas desconocidas, Celeste se qued aliviada al ver que Gaston se aproximaba. Buen da, mi lady la salud el sargento. Los hombros ya recibieron instrucciones para anunciar el inicio del torneo. Ven conmigo, te conducir para junto a tu novio. Est bien, pero ... Y fray Guy? Sabes donde l est? Creo que el fray ya se march , mi lady. Se march ? Sin despedirse de m ? Fray Guy es un hombre que mantiene su palabra, mi lady. El prometi ser tu acompaante hasta el da de tu casamiento, cierto? Bien, el da de su casamiento lleg, por eso l se fue.
Dios , cmo fray Guy poda haberle hecho algo as ? No saba cuanto su amistad representaba para ella? Cmo haba sido capaz de partir sin al menos una palabra de despedida? Los ojos de Celeste se llenaron de lgrimas, y Gaston procur animarla. Coraje, mi lady! Por favor, no llore . El monje parti , como estaba previsto, y ... quien sabe, tal vez suceda alguna sorpresa que la alegre. Una sorpresa? Como la aparicin repentina del caballero de corazn Leal? Si , Celeste tena esperanza de que l viniese, y sin embargo ... De repente, como si fuese alcanzada por un rayo, se dio cuenta de que el ms noble caballero del mundo era uno que usaba un hbito simple de monje y que slo tena sandalias para proteger sus pies del fro. Celeste pens en el hbito nuevo que haba cosido para fray Guy, para darle de regalo el da de Reyes, y nuevas lgrimas subieron a sus ojos . Coraje, mi lady repiti Gaston. llorar no resuelve nada y ... Oiga, las trompetas ! Estos ingleses idiotas van a comenzar el torneo sin la presencia de la reina de la verdad y de la belleza? CAPITULO 30 Celeste cabalg al lado de sir Roger Ormond hasta el lugar del torneo. Una cerca doble separaba la arena da rea reservada a los espectadores. Para las familias nobles, haban sido levantados pequeas tarimas con sillas confortables para sus ocupantes. Los gritos de la multitud, el sonar de las trompetas y los colores brillantes de las ropas usadas por los invitados sirvieron para alegrar un poco el espritu de Celeste. Mientras pasaba delante de las tribunas de las familias de los caballeros, se jur olvidar la tristeza causada por la partida de Guy. Gaston tena razn. El era un buen monje , y haba hecho todo lo que estaba a su alcance para traerla con seguridad hasta el castillo Snape. Ahora, cumplida su misin, el religioso haba partido. Cuando Celeste se detuvo en frente de la tarima de honor, Talbott la ayud a desmontar y la condujo hasta la silla que le haba sido reservada. Del lado derecho de la silla de Celeste haba otra, reservada para acomodar a sir Roger cuando l terminase de participar del torneo. Lady Thornbury, tengo el honor de presentarle a lady Celeste de Montcalm, prometida de lord Ormond dijo Talbott, haciendo una reverencia a la dama sentada a la izquierda de Celeste. Lady Celeste, permitame presentarle a la condesa de Thornbury, la honorable esposa de nuestro lord superior. La condesa sonri cuando Celeste le hizo una reverencia. Qu extrao , pens Celeste. La condesa tiene la misma sonrisa de... No! No poda acordarse de fray Guy ahora.
Hace mucho fro, mi lady. No te gustara de compartir conmigo una manta para las piernas? sugiri la condesa, hablando francs con un acento encantador. Muchas gracias, condesa. Aunque reconociese a Lady Thornbury como la dama que le haba sonredo antes, en el saln, Celeste no logr borrar la sensacin de que la conoca hacia mucho ms tiempo, de otro lugar. Despus de acomodar sobre las piernas de las dos damas una manta forrada de piel , Talbott se coloc detrs de la silla reservada para sir Roger. Celeste meti las manos enguantadas debajo de la manta. Deseaba que hiciese todava ms fro; tal vez, con el cuerpo helado y adormecido, no sintiese tanto dolor durante la temida noche de bodas. Ya que seremos vecinas, espero que tambin seamos amigas dijo la condesa de repente, sacando conversacin. Mi nombre es Alicia Cavendish. Cavendish? Dios ! Ese es el apellido de fray Guy, quien me acompa desde el monasterio de San Hugo hasta aqu. Lo s. Guy es mi hijo menor. Brandon, el mayor , es uno de los caballeros que luchar en su honor en el torneo. Ves, all viene l. El desfile de presentacin de los caballeros acababa de comenzar, y Brandon era el cuarto de la fila. No es guapo? indag la condesa, con orgullo, sealando a su hijo. Si, mi lady, muy guapo. El problema de los hombres atractivos es que ellos viven metindose en problemas con mujeres. Ah, como me gustara que Brandon se enamorase de una muchacha de buena familia y se estabilizase un poco... Es demasiado guapo para su propio bien! As como fray Guy, su otro hijo coment Celeste. Es verdad . La belleza de Guy parece no pertenecer a este mundo. Tal vez sea por eso que l decidi seguir la vocacin religiosa... Cul es la razn de ese tono de pesar en su voz, lady Alicia? No aprueba la vocacin de fray Guy? Bien. .. Guy siempre fue gobernado por dos cosas, su honor y sus convicciones. Su honor permanece intacto , y eso me causa mucho orgullo . En cuanto a sus convicciones, ellas tienden a cambiar cada seis meses. Pero creo que ahora Guy finalmente encontr lo que buscaba, y rezo para que consiga lo que desea. Celeste asinti . Pareces agitada. Tendrs fiebre ? pregunt la condesa. Celeste no poda decir que estaba triste porque Guy haba partido sin despedirse, ni que tena miedo de la noche de boda, por eso se limit a declarar:
Creo que soy una de esas novias que se ponen demasiado nerviosas en el da de la boda , mi lady. Adems, esperaba que fray Guy se quedase para asistir a mi casamiento. Guy siempre parte sin avisar. Pero no porque no quiera a la gente que est dejando , sino porque las quiere demasiado . Ya sabes, las despedidas son siempre muy tristes. Si, lo s, mi lady. Oh, mira, all est mi marido, el conde de Thornbury. Gracias a Dios l no va a participar del torneo, solamente va a ser el juez de las disputas. bajando la voz, a condesa le confes: Mi marido ya no ve tan bien como antes. Tard dos semanas para convencerlo de no desafiar sir Roger a una disputa. El desfile de los caballeros termin. Celeste hizo lo posible para esconder su decepcin . Ningn hombre haba entrado en la arena portando el blasn del caballero de corazn Leal. Tal vez su caballero misterioso fuese a aparecer ms tarde. Mientras pensaba en eso sir Roger surgi delante suyo , montando su caballo, y extendi la punta de la lanza, pidiendo: Dame una prenda, mi querida novia! Al vestirse, Celeste haba metido en la manga del vestido un pequeo velo azul El mismo que le haba ofrecido al caballero del Lobo tantos aos atrs. Pero tal prenda no fuese digna de sir Roger, por eso ella sac un velo negro que le sujetaba los cabellos y lo at a la punta de la lanza. Sir Roger se apart . Brandon, tambin a caballo, se acerc a la tarima de honor y extendi en direccin de la condesa la punta de su lanza, donde ya estaban atados varios velos. No quiero comenzar una guerra entre las mujeres que me han dado sus prendas , madre. Por qu no me das tu velo? Riendo, la condesa atendi al deseo de su hijo. Como siempre, lucho en homenaje a la reina del torneo afirm Brandon en seguida, dirigindose a Celeste. Pero no le voy a pedir una prenda, mi lady, porque temo que sir Roger intente vengarse de m ms tarde complet l, burln. Esa voz! Dnde la haba escuchado antes? Brandon se apart sin decir nada ms , antes que ella tuviese la oportunidad de preguntarle si no se conocan de algn lugar. El primer combate, entre lord Jeffrey y sir Recy, fue anunciado. La multitud aplaudi a los caballeros, que hicieron tres pasadas a caballo y quebraron varias lanzas. Cuando sir Recy fue juzgado victorioso, los dos caballeros dejaron la arena.
Los combatientes siguientes fueron sir Roger y sir Griffith, quien era mucho ms joven y fuerte que su oponente. Por una cuestin de gentileza, para no humillar a sir Roger en el da de su casamiento, sir Griffith no se empe en ganar la lucha aunque , en determinado momento, casi hubiese derribado al hombre ms viejo de su caballo con un golpe de lanza. Al final sir Roger fue aclamado vencedor de la disputa, y una vez ms la arena qued vaca. Cuando Talbott apareci con una bandeja y ofreci jarros con vino caliente y almendras dulces para las damas en la tarima de honor, Celeste le pregunt si sir Roger estaba bien. Si, el golpe de lanza no lleg a lastimarlo respondi el mayordomo, agregando en voz baja: Qudese tranquila, mi lady, sir Roger est bien y no va a decepcionarla en su noche de boda. Celeste se ruboriz. Cmo Talbott poda ser tan atrevido y malicioso? Ah, que delicia sujetar un jarro caliente en las manos coment Lady Thornbury, desviando la atencin de Celeste del comentario grosero del mayordomo. No sientes dolor en las articulaciones por el fro, condesa? No, gracias a Dios. Tengo los dedos doloridos porque pas las ltimas cuatro semanas bordando estandartes y mantas para la montura de mi hijo. Pronto vers el resultado de mi trabajo, y entonces podrs decir si soy una bordadora habilidosa o no. Mientras beba el vino caliente, Celeste observ la multitud detrs de la cerca . Al avistar a Gaston y cuatro otros franceses conversando con un grupo de muchachas, sonri. Por lo visto sus hombres preferan las artes del amor a las del combate! Ms al lejos estaban Pierre y Pip. Este ltimo se encontraba subido a los hombros de un campesino alto, cuyo rostro estaba oculto por una capucha verde. Qu suerte la de Pip de haber conseguido un lugar tan bueno para mirar el torneo, y pobre el campesino que estaba aguantando el peso del chico! En la arena, sir Rothbury acababa de derrotar a sir Morpeth. Al pasar delante de la tribuna de honor, sir Rothbury salud a Celeste. Cuando ella volvi a mirar a la multitud, ya no pudo ver a Pierre y a Pip. En el interior de una tienda, Grapper arroj un balde de agua fra sobre la cabeza de sir Roger y despus la sec con una toalla . Maldito Griffith! Ese desgraciado de mierda casi me tir del caballo! protest sir Roger, irritado. Va a desafiarlo a otro combate, mi lord ? indag el criado. Sir Roger consider la pregunta. No, a pesar de su rabia, no volvera a desafiar a Griffith. Prefera evitar la posibilidad de ser humillado en pblico nuevamente. Ms tarde hallara un modo de vengarse de Griffith. Mientras tanto , prefera
guardar sus fuerzas para la prxima lucha, contra sir Jeffrey. Tambin deba ahorrar energa para la noche de bodas... Al pensar en la joven francesa desnuda en sus brazos, sir Roger sonri con lujuria. Esta noche finalmente sers ma , Celeste! Un par de ojos azules prcticamente escondidos por un gran capucha observaron Celeste de lejos . Qu bonita era ! Ningn otro torneo jams haba tenido una reina tan encantadora. Era una pena que una sombra de tristeza estuviese nublando sus bellos ojos violetas... Pero pronto los lindos ojos de Celeste brillaran de felicidad. Sonriendo para s mismo, el encapuchado pens: Esta noche finalmente ser ma, mi amor! Los ojos inyectados en sangre como los de un perro rabioso se fijaron en la figura de Celeste. Perra, rete mientras puedas, pues dentro de poco tiempo estara derramando lgrimas amargas... Walter pas su lengua por las encas que le sangraban, y escupi en el suelo . Despus de vengarse de su padre, tomara a la novia que le perteneca por derecho. Walter continu observando a Celeste y volvi a escupir en el suelo . Esta noche finalmente sers ma, putita francesa ! CAPITULO 31 Al medioda , fue hecha una pausa para el almuerzo y el descanso. Todos se reunieron en una gran tienda, donde la servidumbre sirvi comida y bebida para los invitados. Los caballeros coman apresuradamente , ansiosos para que el torneo recomenzase pronto; era invierno, poca en que anocheca temprano, y ellos queran aprovechar al mximo las horas de luz diurna. Celeste se calentaba cerca de un brasero cuando sir Roger se acerc . Estaba animado, pues ya haba vencido tres disputas, y pareca dispuesto a celebrar sus victorias en compaa de su novia. Dame un beso, palomita francesa, para que contine teniendo suerte en los prximos combates! Antes que Celeste tuviese tiempo de reaccionar, sir Roger la tom en sus brazos y la bes en la boca, apretndole los labios con la grasa del pollo que acababa de comer. Despus del beso, Celeste reprimi el impulso de limpiarse los labios con un pauelo. Todos la estaba mirando, y no quera humillar a su prometido con un gesto tan obvio de desagrado. Su prometido... Y pronto sera su marido, pues el caballero de corazn Leal todava no haba dado seal de vida! Con el corazn pesado de tristeza, Celeste
volvi a la tarima de honor en compaa de lady Alicia. Cuando las justas recomenzaron, la joven apenas les prest atencin . Ilusa! Haba sido cruelmente ilusionada y engaada por todos , comenzando por su padre. Seguramente el chevalier de Fauconbourg saba que tipo de gente eran los Ormond, y an as la haba prometido en matrimonio a Walter. Haba sido engaada por los monjes del monasterio de San Hugo, que la haban dejado creer que estaba yendo a un hogar de personas dignas y honradas. Engaada por ta Marguerite, quien con certeza deba sospechar que estaban viajando a un lugar horrible. Engaada tambin por fray Guy, quien a pesar de su cara angelical la haba trado a ese infierno helado y despus la haba abandonado sin una sola palabra de despedida, amistad o consuelo. Los sombros pensamientos de Celeste fueron interrumpidos por la llegada de sir Roger al palco . Le inform de que las disputas haban terminado; slo faltaba ahora que el conde de Thornbury, quien era el arbitro , anunciase el nombre del vencedor del torneo. Pero en ese momento lady Alicia, exclam : Escuchen , las trompetas estn anunciando la llegada un caballero ms ! Quin ser? Celeste fue dominada por una oleada de calor. Deba ser el caballero de corazn Leal, que finalmente haba llegado para salvarla! La multitud se abri para dar paso a cuatro figuras lgubres que ms se parecan a los Cuatro Caballeros del Apocalipsis. El lder del grupo luca una tnica larga con el blasn de los Ormond, sobre una armadura sucia de barro ; la visera de su yelmo esta bajada. Los tres hombres que lo acompaaban estaban vestidos de negro. Sir Roger se qued de pie y solt un grito de rabia. Celeste, al reconocer a uno de los tres hombres de negro, empalideci. Era Deighton, uno de los mercenarios de Walter! Qu pasa , mi querida ? Por qu te pusiste tan plida de repente? indag lady Alicia, preocupada. Que Dios me ayude... Walter Ormond acaba de llegar, mi lady. Reconoc a uno de los mercenarios de l. Cuando el lder de los recin llegados se acerc al palco de honor, sir Roger grit furioso: Cmo te atreves a querer participar del torneo, desgraciado del demonio? No sos un caballero, pues el propio rey Henry te neg ese honor ! Retirate de aqu ! Walter levant la visera de su yelmo y , como si no hubiese escuchado las palabras de sir Roger, lo salud con exagerada cortesa. Como ests, papito querido ? ? Es un placer volver a verte. En seguida, se dirigi a Celeste: Y vos, cmo te sientes en el da de nuestro casamiento, mi amada novia? La multitud silenci.
Celeste fue asaltada por una nusea. Sera esta pestilente caricatura humana el caballero de corazn Leal, a quien tanto haba esperado? Tu novia? desafi sir Roger. No seas idiota! Desaparece de aqu , Walter, pues tu mera presencia ofende mis vista! Creo que el nico idiota aqu sos vos , papito. Slo vine a reclamar lo que me pertenece por derecho, o sea, lady Celeste, quien me fue prometida en matrimonio ocho aos atrs. Levantando la voz para que todos lo escuchasen, declar: Exijo justicia por el robo de mi prometida! Desafo a Roger Ormond a un combate, y que Dios conceda justicia y la mano de lady Celeste para quien conquiste la victoria! Walter Ormond, no tienes derecho a estar aqu intervino el conde de Thornbury. Como sir Roger ya te dijo, el honor de ser caballero te fue negado por el propio rey Henry. Es verdad, mi lord . Pero este es un asunto de familia, y quiero resolverlo ahora, y con testigos argument Walter. Pero si mi padre tiene miedo de enfrentarme en un combate justo... Grapper, treme mi caballo! le grit sir Roger a su criado , al mismo tiempo en que retornaba a la arena. Nadie me llama cobarde y continua vivo para ver el atardecer ! Qu armas van usar? pregunt el conde, en un tono de voz que dejaba muy en claro que l desaprobaba lo que estaba sucediendo. Lanzas de puntas afiladas y espadas respondi Walter. El combate terminar cuando uno de los dos quede herido? indag el conde. No, el combate slo terminar con mi muerte o la de mi padre ! De acuerdo! grit sir Roger. Mi Dios, creo que me voy a desmayar murmur Celeste. Ahora no! le susurr lady Alicia. Levanta la cabeza y mustrale a todos que sos digna de ser disputada hasta la muerte por dos hombres, aunque ests muerta de miedo por dentro . Pero condesa... No te preocupes, mi querida , todo acabar bien. Como? Sir Roger est cansado, pues ya particip en varios combates. Walter va a derrotarlo! Las trompetas anunciaron el inicio del combate. Las dos damas se callaron. Walter se dirigi a uno de los extremos de la arena; sir Roger fue al extremo opuesto. Ante un seal del conde, ambos espolearon sus caballos y partieron al ataque con las lanzas levantadas. La punta de la lanza de Walter se quebr al golpear contra el escudo de sir Roger. Los dos hombres volvieron a sus respectivos puntos de partida. Cuando Walter cambi de lanza, ambos volvieron a avanzar al ataque.
Sir Roger fue alcanzado en el lateral de su cuerpo por la lanza de su hijo. intent recuperar el equilibrio, pero sus pies resbalaron de los estribos y se cay del caballo. Ponindose de pie, sir Roger sac su espada y se prepar para enfrentar Walter, quien haba desmontado y vena en su direccin con la espada en la mano. A pesar de estar enfermo , Walter tena movimientos ms giles que los de su padre. El cansancio de sir Roger era visible. Los dos intercambiaron varios golpes de espada, las hojas de filo doble entrechocndose en el aire. De repente, con un golpe ms violento, Walter logr derribar a su padre. mientras sir Roger se encontraba tendido en el suelo , Walter se acerc a l por detrs y enterr su espada en una de las de las nicas partes del cuerpo que la armadura de metal no protega: la axila izquierda. La lucha haba terminado . Sir Roger estaba muerto. Despus de levantar la visera de su yelmo, Walter seal a Celeste con la punta ensangrentada de su espada y grit, riendo como un posedo : Gan ! Lady Celeste ser mi esposa! Mi Dios... murmur Celeste, plida de horror. Walter me va a contagiar la enfermedad que lo est matando. Acabo de recibir mi sentencia de muerte! CAPITULO 32 Las trompetas volvieron a sonar. Un murmullo de asombro recorri la multitud. Lady Alicia solt un suspiro de alivio. Quin est llegando, mi lady? pregunt Celeste, cabizbaja. Un caballero de verdad, esta vez. Ya no creo en la existencia de caballeros! Pero existen. Mira! Tres hombres entraron a caballo en la arena. Uno de ellos traa levantada una lanza, en la punta de la cual flotaba un estandarte con un corazn con alas bordado sobre un fondo blanco. Celeste mir atnita el estandarte. Walter Ormond abri enormemente los ojos e insult. El lder de los recin llegados usaba una armadura brillante, en el yelmo haba pintado un corazn alado, y portaba un escudo de metal en el cual estaban pintados tres amores perfectos azules. Su caballo gris estaba adornado con una manta de seda blanca bordada con decenas de corazones alados. Los dos hombres que acompaaban al caballero vestan tnicas blancas con la figura del corazn alado bordada en el pecho ; ambos usaban mscaras para esconder sus rostros. El caballero de corazn Leal seal a Walter con su lanza y despus le hizo una reverencia a Celeste. Temblorosamente, ella respondi el gesto de su salvador con un ligero asentimiento de cabeza.
Quin eres? pregunt el conde de Thornbury, desde el otro lado de la arena. Mi lord , tengo el honor de presentarle al caballero de corazn Leal, que vino a disputar con honradez la mano de lady Celeste respondi el primer escudero, quien portaba el estandarte. No! La francesa es ma! grit Walter. Cllate, Ormond! orden el conde antes de dirigirse al primero escudero. El caballero de corazn Leal es un caballero del reino ? Si, mi lord . El propio rey Henry lo consagr caballero del Reino, ocho aos atrs. Sea bienvenido, entonces, caballero de corazn Leal dijo el conde, haciendo una reverencia al hombre que montaba el garan gris. No! El torneo ya termin ! Todos deben marcharse ahora ! grit Walter furioso. No te cabe a vos dar por terminado el torneo, Ormond. Ese derecho le corresponda a tu padre, y ahora me cabe a m. Fuiste desafiado por el caballero . Qu respondes, aceptas el desafo? Vayase a la mierda, conde! No me faltes el respeto , Ormond! Si te rehusas al desafo, yo, como tu lord supremo , te encarcelar por la muerte injusta de tu padre y me quedar con todas tus propiedades. Vos mataste a sir Roger a traicin , aprovechndote del hecho que estaba cado en el suelo . Y como vos no sos un caballero, sers castigado con la pena de muerte, como si fuese un simple plebeyo. Un brillo de miedo pas por los ojos de Walter, y por primera vez Celeste se permiti tener esperanzas de librarse de l de una vez por todas. Pero si aceptas el desafo del caballero que acaba de llegar, tal vez logres escapar al castigo que mereces continu el conde. Si vences en la disputa, te quedars con lady Celeste y con las propiedades que eran de tu padre. Entonces, Walter, cul es tu respuesta? Yo... acepto el desafo. El primer escudero dirigi la palabra a Celeste: Lady Celeste de Montcalm, si el caballero de corazn Leal vence en la disputa, lo aceptar como su marido y se casar con l esta misma noche? Ella mir el cuerpo de sir Roger, cado en medio de la arena, y despus mir a Walter antes de responder: Si, lo aceptar como marido si vence. El caballero de corazn Leal extendi la punta de su lanza hacia Celeste. Dale una prenda susurr lady Alicia. Celeste sac el velo azul de la manga de su vestido y lo at a la punta de la lanza. Gracias, mi lady dijo el primer escudero en francs. Como ves, he cumplido mi promesa. Estamos en el da de Santo de Esteban .
Temiendo comenzar a llorar de emocin caso abriese la boca para hablar, Celeste se limit a asentir con la cabeza. Cuando los tres hombres se apartaron del palco , reconoci el caballo del segundo escudero: Diablo Negro! Mi Dios, sera Gaston el hombre oculto debajo de la mscara ? Cuando el cuerpo de sir Roger fue retirado de la arena por Talbott, Walter fue ocupar su lugar en una de los extremos de la arena, donde Deighton lo ayud a montar su caballo. Como en la disputa contra su padre, Walter pidi para que el combate slo terminase con la muerte de uno de los participantes. Pero esa vez , el conde insisti para que la justa fuese considerada acabada cuando uno de los participantes fuese herido, aunque fuese en forma leve. Las trompetas indicaran el inicio del combate . Un profundo silencio rein en la arena. El sonido de las trompetas hizo eco en el aire. Celeste elev una plegaria a los cielos. Mi Dios, no permitas que Walter sea el vencedor! Los dos combatientes espolearon sus caballos y partieron hacia el centro de la arena con las lanzas en alto . Pronto en el primer pase, la lanza del caballero de corazn Leal acert con fuerza el centro del escudo de Walter, quien cay de espaldas al suelo . Deighton y el conde corrieron junto a Walter y constataron que l estaba muerto, con sangre manando por la boca y la nariz. EPILOLOGO Cuando el conde anunci la muerte de Walter , el caballero de corazn Leal se dirigi a la tarima de honor. Celeste trag en seco. Haba pasado toda la vida soando con ser el centro de las atenciones de un noble caballero, pero ahora que el sueo se hiciese realidad se senta asustada. El caballero baj de la montura del garan gris con la ayuda de sus escuderos. En seguida se sac los guantes y , arrodillndose delante de Celeste, le sujet las manos y las acarici levemente, murmurando en francs: Mi dulce Lissa... Celeste se asust con la mencin de su apodo familiar , pero antes que ella pudiese decir algo el caballero prosigui : Ante la lamentable muerte de sir Roger y de Walter, me siento feliz de haber conquistado tu mano de manera honrada. Te amo, y me gustara saber si aceptas darme tu corazn a cambio del mo. Celeste intent ver el rostro del caballero a travs de las hendijas de la visera del yelmo, pero no pudo . El caballero continuaba acaricindole las manos de modo extraamente familiar, sugiriendo contactos todava ms placenteros e ntimos en el futuro. Un calor delicioso invadi su cuerpo, hacindola estremecer. Emocionada, Celeste respondi:
Noble caballero, mi corazn ya es tuyo. Es un honor para m aceptarte como marido. El misterioso caballero se puso de pie y slo entonces levant la visera del yelmo, revelando dos ojos azules como zafiros y una sonrisa angelical. Fray Guy! exclam Celeste. Es imposible! Qu blasfemia! Eres un hombre de la Iglesia, no puedes casarte conmigo! Puedo , Lissa. Nunca hice los votos perpetuos, nunca fui ms que un mero novicio. Adems, dos das atrs, recib una carta del superior del monasterio de San Hugo. Fray Jocelyn, quien parece conocerme mejor de lo que yo me conozco a m mismo, me desvincul de la orden de los Franciscanos y me liber de todos los votos provisorios que haba hecho. De cualquier forma, cumpl mi ltimo voto, el de silencio. Slo te estoy hablando porque hoy es el da de tu casamiento. Y qu voz linda tienes murmur Celeste, emocionada. Guy se ri feliz, antes de continuar: Teniendo a mi madre como testigo, Lissa, quiero declararte tres cosas. Jams volver a vivir en la corte , donde impera un estilo de vida con el cual no concuerdo. Jams volver a llevar la vida clibe de un monje. Y nunca, nunca dejar de amarte, mi querida. Yo tampoco dejar de amarte, Guy, lo juro! Adems, debo decirte que mi amor es la nica dote que puedo ofrecerte Y qu hombre puede exigir una mejor dote que esa? Es tu amor todo lo que quiero. cuando Guy abraz Celeste, la multitud aplaudi y grit vivas. Cierra los ojos , madre pidi Guy. Lo que voy a hacer ahora puede espantarte. A esta altura , nada de lo que mis hijos hagan puede asombrarme respondi lady Alicia, emocionada. Guy sonri y oficializ su compromiso con el beso ms apasionado, dulce y carioso que Celeste jams hubiese recibido Octubre de 1529. Castillo Snape, Northumberland. Gan!! Te gan! Celeste arroj su ltima carta sobre la mesa y despus llev las manos a su espalda, haciendo una mueca. Qu pasa, querida? No te gust ganarme otra vez? indag Guy, burlonamente. Claro que me gusta. Pero parece que el beb quiere nacer, y estoy sintiendo dolores...
Qu?!! Diablos, hace cunto tiempo los dolores comenzaron ? Por qu no me avisaste antes? Porque no quera interrumpir el juego , mi amor respondi ella con calma y sonriendo. Guy la mir atnito. Ya haba escuchado decir que el embarazo perturbaba a las mujeres, pero eso era demasiado! Su esposa haba enloquecido? Por qu me miras de ese modo , querido? Te sientes mal? pregunt Celeste, con dulzura. No, sos vos quien se siente mal! Ven conmigo, voy a llevarte a nuestro cuarto. Guy la alz en sus brazos, mientras suba la escalera que llevaba al cuarto de la pareja, comenz a llamar a los gritos a la seora Conroy y a Gaston. El ama de llaves y el sargento aparecieron asustados. Qu pasa ? Estamos siendo atacados? pregunt Gaston. No, es el beb que ya va a nacer! respondi Guy . Gaston, ve hasta Wolf Hall y avsale a mis padres y a mi hermano! Seora Conroy, tome las providencias necesarias para el parto . Muvanse por el amor de Dios! Desde ese momento en adelante, un grande pandemonio rein en el castillo el cual, bajo los cuidados de Celeste y gracias a algunas pequeas reformas no pareca el mismo lugar hmedo y sombro donde haban vivido a los Ormond. Las criadas corran de la cocina al cuarto cargando fuentes de agua caliente y sabanas limpias . Guy, a quien se le haba sido impedido permanecer en el cuarto con Celeste porque estaba demasiado nervioso y podra molestar durante el parto, no paraba de caminar inquietamente en el saln. Cuando sus padres y su hermano llegaron, junto a Gaston, los gritos de Celeste ya haban estado haciendo eco por el castillo hacia horas. Mi Dios, qu tortura or a mi dulce Lissa gritar de ese modo ! La pobrecita debe estar sufriendo tanto... gimi Guy, desconsolado. Crees que ella va a morir, madre ? No seas tonto, hijo. Todas las mujeres gritan cuando estn dando a luz, eso es lo normal. Normal? Por Dios, si Lissa sobrevive a este parto juro que nunca ms la har pasar por eso de nuevo ! De verdad ? Brandon lanz una carcajada . Vas a renovar tu voto de castidad, Guy? Slo as conseguira evitar tocar a tu esposa ... Antes que su hermano pudiese terminar la frase, Guy salt sobre l. Mientras los dos rodaban por el piso, el conde de Thornbury coment con Gaston: Nada mejor un poco de ejercicio fsico para calmar a un hombre que va a ser padre por primera vez, no le parece? Plenamente de acuerdo, mi lord respondi el sargento, en un tono bonachn . Los gritos de Celeste cesaron. Lady Alicia fue ver qu estaba aconteciendo en el cuarto , y volvi poco despus con una sonrisa estampado en la cara .
Felicitaciones, Guy! Acabas de tener una linda hija. Y Lissa, est bien? Est perfecta. Solamente se siente un poco cansada, como es de esperar. Puedes subir a verla, si quieres. Guy corri escaleras arriba y entr como una flecha en el cuarto . Mi amor, gracias a Dios sobreviviste! Por supuesto que sobreviv , querido. No te vas a librar de m tan fcilmente respondi Celeste, irradiando felicidad al mostrarle a su hija, quien estaba a su lado en la cama. Mira qu linda es , Guy... Te sientes orgulloso, o hubieses preferido un varn ? Cmo podra no sentirme orgullo de una nia que con certeza ser tan bella como su madre? Oh, gracias por el elogio. De cualquier forma, el ao que viene intentaremos hacer un nio, te parece? No, Lissa. Nunca ms vas a embarazarte, pues no soportara que pasases de nuevo por el sufrimiento de un parto. Con cada grito que o hoy me imagin que te estabas muriendo , y yo te amo demasiado como para pensar en la posibilidad de perderte. No seas tonto, Guy, y djame decidir a m los sufrimientos por los cuales deseo o no pasar. Adems, Tonia pronto querr un hermanito para jugar con ella. Tonia? ? Ese es el nombre que quieres darle a nuestra hija? Bien. .. En verdad, Tonia apenas es un diminutivo inspirado en el nombre de una persona a quien queremos mucho. Quin ? Gaston. El nunca tuvo hijos, y con certeza le encantara ser el padrino da nuestra nia. Podemos bautizarla Gastonia, y en la intimidad de la familia la llamaremos Tonia, de acuerdo? De acuerdo, mi amor. Gaston estallar de felicidad con este homenaje. Sos un ngel por haber tenido esa idea tan generosa ! Nada de eso, querido. El ngel de la familia sos vos, lo sabas? Un ngel que se disfraz de caballero de corazn Leal para asegurarme mi felicidad respondi Celeste con una sonrisa dulce, atrayendo a su marido a un beso apasionado. Guy correspondi al beso con ardor. Poda no ser un ngel, como Celeste deca, pero con certeza viva en el Paraso desde que se haba casado con ella. .. FIN
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