5ta Jornada Historia de La Medicina

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QUINTAS JORNADAS DE HISTORIA DE LA MEDICINA

ALEJANDRO GOIC G. RICARDO CRUZ-COKE M. EDITORES

ACADEMIA CHILENA DE MEDICINA


INSTITUTO DE CHILE
Santiago de Chile, 2002

Diagramacin e Impresin Digital LOM Ediciones Ltda. Concha y Toro N25, Santiago de Chile Se termin de imprimir en Abril de 2003

ACADEMIA CHILENA DE MEDICINA

V JORNADAS DE HISTORIA DE LA MEDICINA


Con el patrocinio de la Academia Chilena de la Historia Comit Organizador: Acadmicos Drs. Ricardo Cruz-Coke M., Benedicto Chuaqui J., Sergio Ferrer D., Camilo Larran A., Jaime Prez O., Mons. Bernardino Piera y Juan Verdaguer T.

Almirante Montt 453, Santiago Centro E-mail: [email protected]


Santiago de Chile, 3, 4 y 5 de octubre de 2002

SALON DE HONOR DEL INSTITUTO DE CHILE

PRESENTACIN

Las tradicionales Jornadas de Historia de la Medicina, instituidas por nuestra Corporacin, se efectuaron los das 3 al 5 de octubre del 2002 en el Saln de Honor del Instituto de Chile, organizadas por el Comit de Historia de la Academia de Medicina, integrado por los acadmicos Ricardo Cruz-Coke (Presidente), Benedicto Chuaqui, Sergio Ferrer, Camilo Larran, Jaime Prez Olea, Mons. Bernardino Piera y Juan Verdaguer. Las sesiones contaron con la participacin de 17 expositores pertenecientes al Instituto de Chile y las Universidades Catlica, de Chile, de Valparaso y de Playa Ancha. Fueron, asimismo, patrocinadas por la Academia Chilena de la Historia del Instituto de Chile. Las Jornadas fueron inauguradas por el Presidente de la Academia de Medicina, Dr. Alejandro Goic, quien destac la importancia del evento y la amplia y diversificada participacin de mdicos, historiadores e investigadores de la medicina universal y nacional. En el primer da se presentaron los trabajos del Dr. Juan Verdaguer sobre las Relaciones del Dr. Vicente Izquierdo con el Dr. Carlos Charln y dos trabajos sobre la Formacin de mdicos en la Universidad Catlica de Chile por el Dr. Benedicto Chuaqui y el historiador Juan Eduardo Vargas. El Dr. Sergio Ziga trat la Historia de la antisepsia y asepsia en la ciruga chilena y el Dr. Ricardo Cruz-Coke la Historia del Estado Benefactor mdico social en Chile. Finalmente, el profesor de Historia Sr. Alejandro Monteverde trat el tema Salud e higiene en Valparaso a comienzos del siglo XX. En el segundo da de estas Jornadas los Drs. Benedicto y Claudia Chuaqui abordaron el Prefacio de Vesalio y su traduccin y con el Dr. Sergio Gonzlez presentaron el Descubrimiento del Linfoma por Thomas Hodgkin. La historiadora Soledad Zrate resumi su tesis de doctorado sobre Parteras y matronas en el siglo XIX en Chile. El Dr. Patricio Tagle present el Trauma craneano en Chile y el Dr. Ricardo Zalaquet present un Homenaje al Dr. Favaloro con la historia de la ciruga cardaca. Finalmente, el profesor de historia Yuri Garca present el trabajo Condiciones higinicas, enfermedades y prcticas mdicas en Valparaso entre 1855 y 1860. En la jornada final el sbado 5 de octubre, el acadmico Dr. Sergio de Tezanos-Pinto present dos trabajos. El primero fue un resumen de su nuevo libro sobre los Mdicos de Valparaso. Iluminando el olvido en que presenta una extensa lista de biografas de los ms destacados mdicos porteos. Al trmino de las jornadas present el tema de las Remuneraciones mdicas en el siglo XVI. Los otros participantes de estas Jornadas fueron el 7

historiador Jaime Gonzlez C, quien resumi sus investigaciones sobre El cirujano Germn Segura que combati en la corbeta Esmeralda el 21 de mayo de 1879. Finalmente, los profesores de historia de Valparaso, Guillermo Estay y Felipe Vergara, describieron la Salubridad de la provincia de Quillota a principios del siglo XX con datos de archivos. Despus de los relatos se abri debate sobre el tema y se produjeron importantes controversias y discusiones sobre los temas tratados. Se apreci una diversa forma de abordar la historia de la medicina por parte de los mdicos, contrastando con los historiadores profesionales. Los debates trataron de aproximar las diferencias de enfoque de los problemas de las investigaciones histricas de la medicina nacional, sobre todo los temas relativos a la salud pblica.

Dr. Ricardo Cruz-Coke M. Presidente del Comit Organizador de las V Jornadas de Historia de la Medicina Miembro de Nmero de la Academia Chilena de Medicina

NDICE
SESIN INAUGURAL Introduccin a las V Jornadas de Historia de la Medicina. Dr. Alejandro Goic G., Presidente Academia Chilena de Medicina.

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CONFERENCIAS El Decano Vicente Izquierdo y el joven doctor Charln. Dr. Juan Verdaguer T., Academia Chilena de Medicina. Esfuerzos del mundo catlico para formar un mdico catlico, 1888-1929. Juan Eduardo Vargas, Facultad de Historia, Geografa y Ciencia Poltica de la Pontificia Universidad Catlica de Chile. El plan de estudios de la Escuela de Medicina de la Universidad Catlica de 1930 a 1942: Observancia e Innovacin. Dr. Benedicto Chuaqui J. y Marcelo Lpez, Facultad de Medicina, Pontificia Universidad Catlica de Chile.

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En relacin con el advenimiento de la antisepsia y la asepsia en la Ciruga Chilena. Dr. Sergio Ziga R., Facultad de Medicina, Pontificia Universidad Catlica de Chile y Facultad de Medicina, Universidad de Chile. 45 Historia del Estado Benefactor Mdico-Social en Chile. Acad. Dr. Ricardo Cruz-Coke M., Academia Chilena de Medicina y Museo Nacional de Medicina, Universidad de Chile. 51 Salud e Higiene en Valparaso a comienzos del siglo XX, Prof. Alessandro Monteverde S. Universidad de Playa Ancha, Valparaso. 59 El Prefacio de Vesalio: resea biogrfica y comentarios. Dr. Benedicto Chuaqui J. Academia Chilena de Medicina y Pontificia Universidad Catlica de Chile. 67 Traduccin del Prefacio de Vesalio a De Humani Corporis Fabrica. Claudia Chuaqui F., Facultad de Medicina, Pontificia Universidad Catlica de Chile. 73

Sobre cmo Toms Hodgkin delimit el linfoma. Dr. Sergio Gonzlez B. y Prof. Benedicto Chuaqui J., Pontificia Universidad Catlica de Chile. 79 Notas histricas sobre el trauma craneano en Chile. Dr. Patricio Tagle, Facultad de Medicina, Pontificia Universidad Catlica de Chile.

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Por la senda de Ren Favaloro: un recorrido histrico por los caminos explorados por la ciruga para la revascularizacin del corazn. Dr. Ricardo Zalaquet S., Facultad de Medicina, Pontificia Universidad Catlica de Chile. 99 Condiciones higinicas, enfermedades y prcticas mdicas en Valparaso entre 1855 y 1860. Jury Garca A., Universidad de Playa Ancha, Valparaso. 115 Valparaso y sus mdicos. Una historia digna de publicar. Dr. Sergio de Tezanos-Pinto S., Academia Chilena de Medicina y Universidad de Valparaso. 125 La sala de enfermera de la Corbeta Esmeralda y el cirujano ayudante don Germn Segura y Gonzlez. Jaime Gonzlez C., Academia Chilena de la Historia. 131

Remuneraciones Mdicas en el siglo XVI en Chile e informacin sobre otros valores. Dr. Sergio de Tezanos-Pinto S. Academia Chilena de Medicina y Universidad de Valparaso. 135 Los siguientes artculos fueron presentados por ttulo: De partera a matrona, Chile, 1870-1900. Mara Soledad Zrate C., Instituto de Historia, Pontificia Universidad Catlica de Chile. Salubridad en la provincia de Quillota 1900-1910. Notas para la Historia de la Medicina a principios del siglo XX en los departamentos de Quillota y Limache. Juan Guillermo Estay S. y Felipe Vergara L., Facultad de Humanidades, Universidad de Playa Ancha, Valparaso.

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INTRODUCCIN A LAS V JORNADAS DE HISTORIA DE LA MEDICINA1


DR. ALEJANDRO GOIC G.2

En 1993, siendo Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, tuve el honor de inaugurar las III Jornadas de Historia de la Medicina que, en esa oportunidad, se desarrollaron en las aulas de la Facultad. Es motivo de gran satisfaccin para m que, casi diez aos despus, me corresponda hoy dar inicio a las V Jornadas, como Presidente de la Academia Chilena de Medicina. Al emprender en 1986 la tarea de organizar peridicamente Jornadas de Historia de la Medicina, nuestra Academia est cumpliendo con su propsito institucional de promover en el ms alto nivel y en todos sus aspectos el desarrollo y progreso de la medicina nacional, en este caso impulsar el estudio de la Historia de la Medicina. Entre otros frutos, el cultivo de esta disciplina nos permite no slo obtener un ms amplio y ms preciso conocimiento histrico de la medicina chilena, sino que tambin honrar a los mdicos que, a partir de 1833, contribuyeron con tanto esfuerzo y tan decisivamente al desarrollo de la medicina clnica, la educacin mdica y la salud pblica en el pas, conducindolas desde su precariedad inicial al alto nivel de desarrollo que ostenta hoy da y que a todos nos enorgullece. La realizacin de estas Jornadas implica, tambin, una suerte de mensaje reiterado a las Escuelas de Medicina sobre la importancia de la enseanza de la historia de la medicina, as como de otras disciplinas humansticas, en la formacin de los estudiantes y la necesidad de incorporarla en el currculum regular de la carrera, como lo han estado haciendo varias de ellas. A travs de su enseanza-aprendizaje, los futuros mdicos pueden identificar los hitos ms significativos en el desarrollo de la medicina universal y nacional, analizar crticamente sus xitos y fracasos y los factores que los han condicionado y que el transcurso del tiempo es decir, la historia se encarga de colocarlos en su justo lugar. Adems, estamos reafirmando el concepto de que la medicina no es slo una ciencia sino que, adems, un arte; no slo un saber prctico sino que, adems, un saber humanstico; no slo un saber biolgico sino que, adems, antropolgico; no slo una profesin liberal sino que, adems, una institucin social. Y, por ltimo, estamos indicando que el progreso de la medicina y de sus instituciones no depende nicamente de los cambios que ocurren dentro de las disciplinas que constituyen el cuerpo del saber mdico sino que, tambin, y
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Palabras pronunciadas en la Sesin Inaugural, 3 de octubre de 2002. Presidente de la Academia Chilena de Medicina.

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en importante medida, de los cambios culturales y sociales que inciden en el modo de entender la salud y la enfermedad. En verdad, el conocimiento de la historia es el que, en ltimo trmino, nos proporciona una visin inteligible e iluminadora del acontecer mdico del pasado y del presente, de sus proyecciones y posibilidades, as como nos permite identificar a los grandes cientficos y personalidades mdicas que han contribuido a su progreso y a su legitimacin social y moral. Es interesante sealar que en Chile son numerosos los mdicos que han incursionado en el campo de la historia de la medicina, muchos ms de los que, tal vez, uno se podra imaginar. Probablemente, los ms son clnicos que se han interesado en aspectos histricos especficos relativos a sus respectivas especialidades, a la educacin mdica o la salud pblica. Otros, han profundizado en el estudio de la historia de la medicina sin por eso abandonar su propia especialidad y, finalmente, algunos se han dedicado a ella en forma preferente o exclusiva, aportando textos histricos de significacin mayor. Autores como Augusto Orrego Luco, Pedro Lautaro Ferrer, Adolfo Reccius, Enrique Laval Manrique, Claudio Costa Casaretto y Armando Roa Rebolledo, han inscrito sus nombres entre los ms destacados historiadores de la medicina chilena. Hoy siguen sus pasos, entre otros, Ricardo Cruz-Coke, Sergio de Tezanos Pinto y Benedicto Chuaqui. Tambin es estimulante constatar que acadmicos ajenos a la medicina algunos de ellos distinguidos especialistas en historia- han hecho importantes contribuciones para un mejor conocimiento de la medicina nacional y sus actores. Por ltimo, creo que sta es una ocasin propicia para decir que, a mi juicio, las instituciones mdicas y el pas estn en deuda con el Museo Nacional de Medicina y su inapreciable valor patrimonial. Creado por el Servicio Nacional de Salud en 1955 bajo la inspiracin del Dr. Enrique Laval Manrique, fue entregado en comodato a la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile en 1987, la que se ha esforzado por mantenerlo, expandirlo y utilizarlo como instrumento educacional de sus estudiantes. No obstante, se requiere de un gran esfuerzo de carcter nacional para adecuarlo a los requirimientos arquitectnicos, ambientales y organizativos de la museologa moderna y hacer posible la exposicin de sus ms de cinco mil piezas histricas a la contemplacin pblica, como una expresin de la contribucin que la medicina chilena ha hecho a la cultura del pas. Tal vez, entre los proyectos que se estn planteando para la celebracin del bicentenario de la Repblica se podra incluir el de la consolidacin definitiva del Museo Nacional de Medicina y su incorporacin a la red de museos pblicos del pas. Sras. y Srs.: En nombre de la Academia de Medicina, deseo agradecer a la Academia de la Historia por su valioso patrocinio a estas Jornadas; a los Srs. expositores de los diferentes temas; a las instituciones educacionales de las que provienen y en las cuales transcurre su vida acadmica; a los miembros del Comit Organizador del evento y a todos Uds. por su presencia en este Saln de Honor del Instituto de Chile. El inters de los temas que se expondrn y la calidad intelectual de los participantes auguran el mayor de los xitos a estas V Jornadas de Historia de la Medicina que me complazco en declarar inauguradas.

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EL DECANO VICENTE IZQUIERDO Y EL JOVEN DOCTOR CHARLN1


DR. JUAN VERDAGUER T.2

Corra el ao 1913, Don Vicente Izquierdo Sanfuentes, el primer morflogo que tuvo el pas, el Profesor Titular de Histologa y Decano de la Facultad de Medicina acusa la prdida de la visin de un ojo. El dictamen del joven pero brillante Dr. Carlos Charln Correa es terminante: debe acogerse a reposo, abandonar la lectura, el uso del microscopio y la direccin de la Ctedra de Histologa. Analizaremos la naturaleza de la enfermedad del Prof. Izquierdo basados en los antecedentes disponibles, en particular de la ficha clnica del paciente, que hemos logrado rescatar con la valiosa ayuda del Dr. Carlos Charln Vicua. El Prof. Vicente Izquierdo Sanfuentes nace en 1850 en el seno de una familia tradicional chilena y ya desde sus primeros aos demuestra su inters por la naturaleza y su vocacin de naturalista, emprendiendo largas excusiones al interior del fundo Lo Arcaya del Principal, de Pirque, a la caza de mariposas y otros insectos. El fundo era propiedad de su padre, rico y recto hacendado. Cuenta el Profesor Juan No que un da el nio desaparece; se le busca por todas partes, con gran inquietud, para encontrrsele finalmente examinando las vsceras de un sapito. Vicente Izquierdo hizo sus estudios secundarios en el instituto Nacional, cuyo rector era su to, don Diego Barros Arana. Por deseo expreso de su madre, doa Ana Sanfuentes, por quien senta adoracin, sigue estudios de leyes, obteniendo el ttulo de Bachiller. Cumplido el deseo de su madre, se siente libre de seguir su propia vocacin y se matricula en la Escuela de Medicina, obteniendo el grado de bachiller en 1875. El Presidente de la Repblica, don Federico Errzuriz Zaartu, con gran visin, comprende que el desarrollo del pas exige el envo de los mejores profesionales y tcnicos al exterior. Entre los mdicos, son favorecidos con becas el Dr. Francisco Puelma Tupper, en Anatoma Patolgica, Manuel Barros Borgoo en Ciruga y Asepsia, Mximo Cienfuegos en Oftalmologa y Vicente Izquierdo en Histologa. Alemania era entonces el pas con mayor desarrollo de las ciencias biolgicas. Se dirige primero a Leipzig para completar sus estudios mdicos y cientficos al lado del Profesor Wilhelm His, quien trabajaba a la poca, en la histognesis del sistema nervioso. Despus de una corta estada en Viena, para seguir estudios Oftalmologa. Izquierdo tena
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Conferencia presentada el 3 de octubre de 2002. Acadmico de Nmero. Academia Chilena de Medicina.

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la intencin de dedicarse a la Oftalmologa, pero su genio de naturalista se impuso, lo que lo llev a Estrasburgo, a trabajar con el clebre Wilhelm Waldeyer. Perdida por Francia la guerra franco-prusiana, Estrasburgo era entonces una ciudad alemana. Basndose en los descubrimientos y tcnicas de Golgi, de Ramn y Cajal, el Laboratorio de Waldeyer bulle de actividad. Waldeyer acua el trmino de neurona para las clulas nerviosas. Izquierdo, minucioso, detallista, perfeccionista, se posesiona de las tcnicas histolgicas y se dedica de lleno a las investigaciones sobre la inervacin sensitiva de la crnea, utilizando la tcnica del cloruro de oro. Concluye que la casi totalidad de las fibras sensitivas terminan en el citoplasma de las clulas del epitelio corneal; la exquisita sensibilidad corneal reside, entonces, en su epitelio. Esta es una verdad clnica: la ms mnima erosin epitelial corneal se acompaa de molestias casi intolerables. Como resultado de estos minuciosos trabajos se publica Beitrage zur Kenntniss der Endigung der Sensiblen Nerven (Contribucin al conocimiento de las terminaciones de los nervios sensitivos). La segunda parte de esta obra est dedicada al estudio de las terminaciones sensitivas en otras regiones, como la lengua, estudiada en distintas especies, especialmente en el pato. Izquierdo recibe en Estrasburgo su diploma Cum laude por sus brillantes estudios y tesis. Rinde y aprueba examen estatal de Medicina, previa autorizacin de la autoridad de Alsacia-Lorena, con la promesa de no ejercer la profesin en Alemania. Lo examinaron entre otros: Kussmaul, Waldeyer y el oftalmlogo Lacquer. Se inicia en Estrasburgo una hermosa amistad entre el maestro Waldeyer y su discpulo, una amistad mantenida a travs de muchos aos y que se hizo extensiva a las familias. Waldeyer fue su sombra protectora, primero desde Estrasburgo y luego desde Berln, donde se hizo cargo de la prestigiosa Ctedra de Anatoma. Don Roberto Izquierdo Phillps an conserva estas valiosas cartas manuscritas del Prof. Waldeyer, en que no slo muestra su inters por la familia y la produccin cientfica del Dr. Izquierdo, sino tambin por nuestro pas, asolado a la poca por tantas desgracias a fines del siglo XIX a inicios del siglo XX. Izquierdo, al igual como el resto de los becados chilenos, debe regresar, apresuradamente, en 1879, respondiendo al llamado de su patria en guerra. Inicialmente trabaja en el hospital donado por la familia Matte en la calle Lira para la atencin de los heridos de la guerra. Aqu los jvenes mdicos aplican los conocimientos sobre la antisepsia introducidos por Lister en el manejo de las heridas de los soldados. Ms tarde se traslada a Arica y Tacna, donde le espera el espectculo desolador de los millares de cadveres malamente sepultados. Despus de un segundo viaje a Europa, esta vez en compaa de su flamante esposa, Sarita Phillips Hunneus, es designado Profesor de Histologa de la Universidad de Chile: no hay laboratorios, no hay material docente. Con tesn admirable y paciencia infinitas, se da a la tarea de reunir y crear preparados para la docencia. Adems de sus labores docentes y, tal como se estilaba en aquel entonces, sirve desinteresadamente en el Hospital San Vicente como clnico y atiende su clientela privada. Es llamado por su amigo el Presidente Domingo Santa Mara para que se presente como candidato a Diputado por el partido liberal. Es electo e impulsa la ley de Ordenanza Sanitaria de 1886 que nos protege 14

de la propagacin de la epidemia de clera que azota al mundo. Preside adems la Junta de la vacuna, logrando prcticamente la erradicacin de la viruela del pas. Izquierdo fue un gran Profesor. Carlos Charln Correa, que fue su alumno y que escribi y public mucho, nos permite hoy entrar en una clase del Prof. Izquierdo all por el ao 1906. Los alumnos, como siempre, bulliciosos y desordenados, callan abruptamente al entrar el Profesor, vestido siempre con su levita negra, su cabeza ya blanca. Caminaba a pasos cortos e inseguros, pero al llegar a la pizarra se animaba: dibuja los tejidos con gran meticulosidad, con pasin, usando tizas coloreadas. Charln miraba con temor el pao que iba a borrar aquella primorosa filigrana. Esta descripcin, cmo nos recuerda las clases del Dr. Walter Fernndez, sucesor de Izquierdo y de No en la ctedra de Histologa. Despus de la clase, Izquierdo se diriga al microscopio, rodeado de sus alumnos; con qu precisin, casi mstica, describa los detalles de las clulas. Levantaba la vista del microscopio y continuaba la descripcin con la mirada perdida en el vaco. Treinta generaciones de mdicos pasaron por su Ctedra. Fue adems, talvez, el mdico clnico ms respetado de su tiempo. Sus alumnos y contemporneos le reconocan su sentido clnico, su buen criterio y prudencia. No se conceba una Junta Mdica de paciente importante sin l. Era tmido en su teraputica y no prescriba sino remedios de eficacia comprobada por la ciencia y la experiencia. En un medio poblado de pavos reales, Izquierdo era humilde. Charln cuenta que un da es llamado a casa millonaria a atender un paciente a cargo de un modesto mdico de barrio: Para qu me consultan, dice el Dr. Izquierdo, si est en tan buenas manos y el colega sabe ms que yo. Aos despus, el Profesor No se quejaba de la dificultad en formar investigadores en un pas en que los jvenes mdicos tenan que compartir las labores de investigacin con la prctica mdica: el ejercicio de la profesin es un monstruo, un pulpo que abraza al mdico y lo arrastra al abismo, lejos de los Laboratorios. Izquierdo, en cambio, exigido al mximo por el hospital, la Ctedra, la clientela, el servicio cvico y la actividad poltica, encontr el tiempo de investigar y hacer importantes contribuciones a la ciencia, por la simple razn de que en el fondo l era un naturalista y posea el genio biolgico. En 1885 publica en el Virchow Archiv un trabajo histopatolgico sobre la verruga peruana. Izquierdo demostr que el nombre era incorrecto porque no haba hipertrofia papilar sino ms bien infiltracin inflamatoria de los tejidos intersticiales. Poco despus el joven mdico peruano Carrin se inocul los antebrazos, resultando en enfermedad febril y muerte. Slo en 1911 el bacterilogo Barton de Harvard describe la bartonela, el agente causal. En 1895 publica su maravillosa obra Notas sobre los Lepidpteros de Chile con dibujos perfectos, delicados, de fidelidad absoluta, hechos por l mismo. En 1906 publica su Ensayo sobre los protozoos de agua dulce de Chile, donde describe 527 individualidades diferentes, fina y detalladamente ilustrado a la acuarela. Una publicacin previa sobre el mismo tema, en alemn y publicada en Alemania, se perdi lastimosamente durante el incendio de la Escuela de Medicina en 1948.

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Adems de otros trabajos originales, se dio el tiempo de publicar monografas sobre temas de Histologa recientemente resueltos como La estructura de la retina humana, segn sus nuevos descubrimientos y otros tpicos de neurohistologa. Es sabido que tuvo activa correspondencia con don Santiago Ramn y Cajal. En 1906, a los 54 aos de edad es nombrado Decano de la Facultad de Medicina. El Profesor Izquierdo haba llegado a la cumbre de su carrera. Haca ya 3 aos que haba perdido a su adorada esposa, Sarita Phillips, quien tena poco ms de 40 aos a su muerte y dej seis hijos extraordinarios. Despus de muchos aos de viudez y soledad, el Profesor encuentra en la hermana menor de Sarita, Mary Phillips, una nueva luz, el amor, un nuevo motivo para seguir viviendo. De su matrimonio con Mary Phillips nacern dos hijos; el menor, Roberto Izquierdo Phillips, mi paciente, nos ha apoyado generosamente para escribir esta crnica. 1913. El Decano Izquierdo, con gran preocupacin, observa una prdida rpida y casi total de la visin del ojo derecho, tena 63 aos. No sabemos si por propia iniciativa o por insistencia de su esposa Mary, deciden llamar al joven Dr. Carlos Charln Correa a su casa de la calle Santo Domingo. Charln tena 28 aos, acababa de regresar de Europa, visitando a los ms eminentes oftalmlogos europeos de la poca en Berln, Freiburg y Pars. Izquierdo lo conoca bien: era hijo de su compaero, el hbil cirujano Raimundo Charln Recabarren, y haba sido su Profesor. Charln ha descrito esta visita con prolijidad: la severidad de la fachada, sin adornos, el jardn interior de plantas esplendorosas, la atmsfera de paz profunda, propias de existencias dedicadas por entero a la ciencia, sin ambiciones de riqueza o poder. Sabemos, por las anotaciones posteriores en la ficha de Charln, que el Decano tena un desprendimiento de retina en el ojo derecho, con visin normal en el ojo izquierdo. No exista, a la poca, un tratamiento eficaz para el tratamiento del desprendimiento de retina, si bien exista toda clase de procedimientos experimentales, algunos bastante invasivos, basados en el errneo concepto de que el despedimiento de la retina era la consecuencia de una transudacin del lquido desde la coroides. No fue sino al final de los aos 20 que se impuso el tratamiento preconizado por Jules Gonin, quien buscaba cerrar los desgarros de la retina, verdadera causa del desprendimiento de esta membrana. Con muy buen criterio, Charln se abstuvo de puncionar el globo y recomend un reposo absoluto transitorio. Al lector apasionado le prohibi la lectura y al histlogo le prohibi el uso del microscopio. El Gobierno acepta su renuncia a la Ctedra con fecha 12 de agosto de 1913 y poco despus se nombra en su reemplazo al Dr. Juan No, en calidad de interino. El 18 de abril de 1917 concurre a la consulta del Dr. Carlos Charln. El Dr. Charln anota en su ficha: desde 2 3 das, sensacin subjetiva de opacidades vtreas. Siempre ha tenido un poco, pero en los ltimos das han aumentado considerablemente (tienen que referirse al ojo izquierdo).

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VOD: percepcin luminosa. Sin reaccin a la luz. VOI : + 1,75 esf = 5/5 OD: desprendimiento de retina casi total OI: cuerpos flotantes del cuerpo vtreo en bastante cantidad. En consecuencia, el Prof. Izquierdo presentaba un desprendimiento de retina antiguo en ojo derecho, prcticamente sin visin, y tena visin normal en el ojo izquierdo, con correccin. No estaba prcticamente ciego, como anotan sus bigrafos. El 29 de abril de 1917 anota: las opacidades vtreas han aumentado, enfermo nervioso. Indica yoduro de potasio 0.5 da por da. El 1 de mayo de 1917 aparecen fosfenos. La presin arterial era 230/130. El enfermo guarda cama. Es evidente que existen sntomas de traccin vtrea sobre la retina y la indicacin de reposo en cama parece ms que justificada para la poca, ya que el desprendimiento de retina en ojo nico aparece como inminente. El 5 de mayo de 1917 coloca inyeccin subconjuntival de cloruro de sodio hipertnico. El ltimo control registrado en la bitcora del Dr. Charln tiene lugar en septiembre de 1923. Esta vez, el Profesor percibe crculos coloreados. La presin intraocular era normal y todava se consigue una visin casi normal con el ojo izquierdo, pero esta vez con un pequea correccin mipica: es evidente, aunque no est establecido en la ficha, que el Profesor est desarrollando una catarata senil, an incipiente. El Profesor Izquierdo habra de vivir 13 aos desde el da en que el funesto diagnstico de desprendimiento de retina, hoy una enfermedad curable, cayera sobre l. Con frecuencia, volva a su antiguo Laboratorio a conversar con su sucesor y amigo, el Dr. Juan No. El Dr. Walter Fernndez, entonces un joven discpulo de No, fue testigo de estas visitas. Izquierdo se enteraba de la marcha de la Ctedra y de los ltimos avances cientficos en bioestructura. El Profesor, que tena prohibido el uso del microscopio, mirando el infinito evocaba imgenes microscpicas retenidas en su mente privilegiada, amplindolas con la informacin que brotaba de los labios del Prof. No. Su pasin por las mariposas no lo abandon, sin embargo, en este otoo triste de su vida que soport con tanto estoicismo. Entre los aos 1918 a 1921 hace trascendentales observaciones (Attacus rubrescens) sobre la biologa del pavn, la gran mariposa de la zona central, cuyo macho no era conocido a la poca. Una maana de abril, en el parque de su fundo de San Jorge de Nos, coloc una hembra dentro de una jaula al lado de una lmpara. Pocos minutos despus apareci el primer macho; era como me los supona, hermossimo, dijo el Profesor a su mdico oftalmlogo y confidente, Carlos Charln. Introduciendo el galn en la jaula pudo observar cmo se produca el himeneo. No lleg hasta aqu el genial bilogo: ti el trax de algunos machos con eosina y los dej en libertad y coloc hembras enjauladas a distancias variables, hasta de varios kilmetros. Los machos marcados llegaron a la cita, atrados de tan lejos. El profesor concluy que la hembra madura secretaba una sustancia qumica voltil que determinaba la 17

quimiotaxis positiva sobre los machos: Izquierdo haba descubierto el principio de las Feromonas, adelantndose en casi 30 aos a la descripcin de estas sustancias. Fue la ltima victoria de este cientfico insigne. Vicente Izquierdo Sanfuentes, uno de los ms grandes cientficos chilenos, fue un hombre bondadoso y humilde que ense, por sobre todo, el amor a la verdad.

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ESFUERZOS DEL MUNDO CATLICO PARA FORMAR UN MDICO CATLICO, 1888-19291


PROF. JUAN EDUARDO VARGAS CARIOLA2

INTRODUCCIN Al leer la obra de Ricardo Krebs titulada Historia de la Pontificia Universidad Catlica de Chile3 queda en evidencia que sus promotores y autoridades y el mundo catlico en general se preocuparon desde la fundacin de la Universidad, el ao 1888, de que Medicina estuviera entre las profesiones que se impartiran en esa Casa de Estudios. Los planes que se trazaron desde entonces para lograr ese objetivo se estrellaron siempre con la imposibilidad de contar con los recursos que se necesitaban para abrir dicha carrera. Ser slo en 1929, durante el rectorado de don Carlos Casanueva, cuando se alcance dicha meta, despus que dicha figura consigui fondos que se requeran para organizar la nueva Escuela. Por qu nos preguntamos- ese inters por formar un mdico en la Universidad Catlica? Por qu el mundo catlico no cej, durante algo ms de cuarenta aos, hasta que pudo satisfacer ese anhelo? Es cierto que esas preguntas podran responderse sealando que se crea necesario preparar un mdico catlico para que, al igual que otros profesionales de fe, sirviera para contrarrestar el avance de las tendencias antirreligiosas de la segunda mitad del siglo XIX4. Pero, a fin de intentar calar ms hondo en el problema, nos pareci sugerente, en primer lugar, intentar reconstruir la visin que tenan los creyentes sobre el mdico, y a partir de ella comprender las diversas acciones que emprendieron incluyendo las no pocas frustraciones- para fundar dicha carrera en la Universidad Catlica. Las cuestiones indicadas hemos procurado contestarlas a travs de la consulta de las fuentes en las que, en mayor o menor medida, pueden pesquisarse las posturas de los catlicos sobre lo que, a modo de aproximacin, podramos llamar la cuestin universita1

Este artculo, que cont con la valiosa colaboracin del Ayudante Marcelo Lpez, forma parte

de la investigacin, an no concluida, sobre Historia de la Escuela de Medicina de la Pontificia Universidad Catlica, 1888-2000. Conferencia presentada el 3 de octubre de 2002. Miembro de Nmero de la Academia Chilena de la Historia. Profesor de la Facultad de Historia, Geografa y Ciencia Poltica de la Pontificia Universidad Catlica de Chile.
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Krebs, Ricardo; Muoz, Mara Anglica, y Valdivieso, Patricio; Historia de la Pontificia Universidad Catlica de Chile. Dos Tomos. Santiago, 1988.
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Krebs et al, tomo I, op. cit., 3.

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ria catlica. En este sentido, fueron especialmente tiles el Archivo de la Pontificia Universidad Catlica, el Archivo de la Escuela de Medicina de esa Universidad y, en menor medida, el Archivo del Arzobispado. Un complemento indispensable result la revisin de algunos diarios catlicos tales como el Estandarte Catlico, El Independiente y El Diario Ilustradoen fechas significativas para la historia de la Escuela de Medicina de dicha Universidad. No est de ms advertir que las apreciaciones que se ofrecen en este artculo tienen un carcter provisional, al menos hasta que otras investigaciones semejantes permitan corroborar, rectificar o matizar los puntos de vista que se sugieren a propsito de los sostenidos esfuerzos que se hicieron para instaurar la carrera de Medicina en la Universidad Catlica.

I.- EL MDICO LAICO Y EL MDICO CATLICO En la dcada de 1880 uno de los mdicos que trabajaba en el pas haca un llamado a los padres para que sus hijos no ingresaran a la carrera de Medicina en la Universidad de Chile. La experiencia le haba demostrado que el ejercicio profesional ya no permita, a diferencia de lo que haba ocurrido hasta entonces, reunir los medios para llevar una vida tranquila. La clientela agregaba- se haba tornado esquiva debido al exceso de mdicos que exista en el pas, ante lo cual sugera la conveniencia de dedicarse a otros estudios, ms remunerativos, si se quiere5. Los llamados de los anteriores, sin embargo, no surtieron ningn efecto y la juventud, cada vez en mayor nmero, ingres a la Escuela de Medicina de esa Universidad. El prestigio de la profesin, el deslumbrante xito econmico de algunos de sus egresados y, desde luego, la vocacin de servicio de muchos explica ese inters, no obstante que las dificultades econmicas que se denunciaban tendieron a incrementarse durante las primeras dcadas del siglo XX6. Los fundadores de la Universidad Catlica, por su parte, tampoco tuvieron en cuenta esa recomendacin, y desde un comienzo plantearon la necesidad de que en la nueva casa de estudios deba impartirse la carrera de Medicina7. Desde el punto de vista de los anteriores el tema de que existieran ms mdicos de los que el pas necesitaba no era una cuestin que les preocupara. Incluso, es posible que ni siquiera se la plantearan, toda vez que cuando promovan dicha carrera estaban pensando en la conveniencia cada da ms urgente para ellos- de preparar un mdico impregnado de los valores catlicos. Este profesional desde el punto de vista de los anteriores- deba convertirse en un contrapeso cultural al mdico que egresaba de la Universidad de Chile, toda vez que la imagen que tenan de este ltimo corresponda a la de un profesional caracterizado por su espritu laico y positivista, y por una conducta decididamente contraria a la Iglesia. Estos juicios, exagera5

Vargas Cariola, Juan Eduardo, Los mdicos, entre la clientela particular y los empleos del Estado,

1870-1951, en Boletn de la Academia Chilena de la Historia, n111, 2002, 141 y 142. 6 Vargas Cariola, op. cit., 148.
7

Krebs, et al, op. cit., 171.

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dos o no, se basaban en hechos que para los catlicos eran indesmentibles. As, y por colocar un ejemplo de cultura laicista, habra que recordar que figuras como el mdico y diputado Guillermo Puelma Tupper afirmaban, a propsito de los proyectos de ley sobre los cementerios laicos y el matrimonio civil, que con su aprobacin habremos dado el ltimo golpe a nuestro comn enemigo (la Iglesia), que nos molesta en nuestro nacimiento, en la constitucin de la familia, y aun despus de nuestros das, en la puerta de los cementerios8. El punto estaba en que esas afirmaciones no quedaban en el plano de las ideas; esto porque mdicos, dado su enorme prestigio, lograban una influencia que iba mucho ms all de lo estrictamente profesional. Este hecho no era del todo nuevo; se arrastraba al menos desde el ltimo tercio del siglo pasado, cuando esos profesionales, en un hecho indito, comenzaron a jugar un papel que no haban tenido hasta entonces. El Dr. Ricardo Cruz-Coke, al referirse a este punto, afirma que esos profesionales comenzaron a ejercer en la sociedad liberal una influencia desconocida9. Es muy posible que este nuevo papel pblico, por darle un nombre, obedezca a la decisin de los presidentes liberales de echar mano a ellos y por cierto que tambin a otros profesionales- para llevar a la prctica sus planes de modernizacin de la sociedad chilena10. Esta tarea que supona llevar a la prctica, entre otras cosas, echar las bases de una poltica de salud y de educacin, y limitar la accin de la Iglesia en la sociedad- cont con el apoyo de los mdicos. En este sentido hay que recordar que un mdico, en la dcada de 1880, era Rector de la Universidad de Chile, que otros fueron ministros y parlamentarios, y que algunos se desempearon como intendentes y profesores de liceos; sin olvidar que el mdico de ciudad sobre todo en provincia- era una suerte de gran autoridad, cuya palabra tena un peso casi incontrarrestable en el mundo donde trabajaba11. Desde nuestro punto de vista, lo que interesa subrayar es que los mdicos, mirados desde la perspectiva de la elite catlica, aparecan como una suerte de peligrosos difusores de los valores antirreligiosos, verdaderos enemigos de la Iglesia, en el puesto pblico o lugar profesional que estuviesen, contribuyendo con su accin a debilitar la influencia que la Iglesia ejerca y pretenda seguir ejerciendo- en la sociedad. La profesin de mdico decan los catlicos- no puede tener esa finalidad. Los facultativos, deca El Estandarte Catlico, gracias a Jesucristo hemos sido sucesivamente confesores, monjes, sacerdotes y caballeros Por eso hoy, en medio del escepticismo presente,
8 9 10

Krebs et al, op. cit., 10. Cruz-Coke, Ricardo, Historia de la Medicina chilena. Santiago,1995, 443. Lo que llamamos la modernizacin liberal es un tema escasamente estudiado. Nuestra

impresin es que durante la etapa liberal, que se inicia con el Presidente Errzuriz Zaartu, y se cierra con Balmaceda, se inician polticas en campos tales como la educacin y la salud, que convierten al Estado en gran impulsor de esas acciones y que tienen a los mdicos y a otros profesionalescomo protagonistas destacados.
11

Sobre el mdico de ciudad, ver Vargas Cariola, op. cit., 146 (nota 53).

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conjuro a todos los mdicos que no se aparten de las doctrinas de Jesucristo. Qu inters pueden tener en oscurecer este brillante pasado, precipitndose en las abyecciones del materialismo o en las locuras del libre pensamiento? Aparte de lo que hagan perder a la ciencia, nuestra profesin se convertir en un medio de ganar la vida como otro cualquiera, descendiendo del sacerdocio al trfico ms vulgar12. El mismo peridico, a propsito del inters que los promotores de la Universidad Catlica tenan de fundar las diversas ctedras de la facultad de medicina, expresaba que triste es, pero forzoso decir, que desgraciadamente la enseanza de esta ciencia se halla en gran parte viciada entre nosotros. Ciertamente, parece raro que los mdicos, encargados de investigar las causas de la vida, con frecuencia slo encuentren y propaguen grmenes de muerte. Mas, si el hecho a primera vista puede parecer extrao, tiene cabal explicacin cuando se considera el depravado intento con que se han abolido en los modernos sistemas de instruccin los estudios religiosos y filosficos para favorecer un daoso exclusivismo profesional, y cuando se piensa en la influencia funesta que han ejercido en la enseanza de aquella ciencia las doctrinas de los textos franceses adoptados en Chile para el estudio, cuyos autores adolecen de un letal y grosero materialismo13. Esta visin la de un mdico no materialista, convencido de que era un sacerdote del alma y del cuerpo del enfermo, as como un defensor de la fe- era la que se contrapona a la del mdico laico y la que se tuvo en cuenta cuando, a partir de 1888, se iniciaron las gestiones para que en la Universidad Catlica se formara un mdico catlico.

II.- EL PRIMER PROYECTO, 1888-1895 En 1888 el Arzobispo Mariano Casanova, despus de escuchar las consideraciones de Abdn Cifuentes, Joaqun Larran Gandarillas y las de los Rectores del Seminario, del Colegio San Ignacio y del Colegio de los Sagrados Corazones14, designaba una Junta Promotora que deba estudiar y preparar la fundacin legal y cannica de la Universidad Catlica de Chile. Esa Junta se aboc, entre otras cosas, a determinar los estudios que se ofreceran15, pronuncindose sus miembros por la conveniencia de formar directores de faenas agrcolas; abrir una Escuela Profesional de Artes y Oficios; una Facultad de Leyes y Ciencias Polticas y una de Humanidades... como contrapeso al Instituto Nacional y, por ltimo, establecer una Facultad de Medicina16.

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El Estandarte Catlico, 27 de septiembre de 1888, 1. El Estandarte Catlico, 1 de noviembre de 1888, 1. Krebs et al, op. cit., 15. Krebs et al, op. cit., 16. Archivo de la Pontificia Universidad Catlica (AUC, en adelante), Arzobispado de Santiago

AS, en adelante), Notas y Decretos, 1885-1916, f. 4 y 5.

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Respecto a esta ltima, dicha Junta estaba consciente de que sera la ms costosa que todas en cuanto exige un profesorado numeroso y difcil de procurrsele, vastos locales y un hospital. Aun as, da la impresin que ese desembolso y las dificultades anexas no la atemorizaban, ni tampoco le parecan insalvables, como queda de manifiesto al comprobar que con el propsito de organizar la nueva Facultad propuso construir la Escuela en el local del Asilo de la Patria, y el hospital, en la vecindad de la Hermandad de Dolores, el cual sera atendido por los profesores de la Escuela de Medicina, a la vez que aquel servira de prctica para los estudiantes de esta... El cuerpo de profesores agregaba- se organizar con los fondos ya existentes y los que comisiones nombradas ad hoc17 allegaran entre personas de buena voluntad18. Es muy probable que estos propsitos se frustraran debido a que las autoridades de la Universidad no consiguieron los recursos que se requeran para financiar dicha Escuela. Tngase en cuenta al respecto que en 1892 cuando se contaban slo los tres primeros cursos de Derecho y un curso propedutico de Matemticas; y formaban parte de las instituciones anexas, la Escuela Industrial Nuestra Seora del Carmen, el Externado Literario San Rafael y el Pensionado Universitario San Juan Evangelista- exista un dficit de $4.406,4419. Ante esta situacin, era irreal pensar en una Escuela de Medicina, al menos en tanto las entradas de la Universidad no permitieran saldar el dficit y emprender nuevas obras. A partir de 1892, podra decirse que se comienza a saldar ese dficit gracias a una serie de importantes donaciones y legados de catlicos que, estimulados por los llamados de sus pastores o de las autoridades universitarias, entregaron sus aportes para sostener una obra que consideraban, en la hora presente, indispensable. As Mara Juana Larran Gandarillas, hermana del Rector, legaba a la Universidad su valiosa propiedad de la calle Hurfanos n36, esquina de Ahumada; en su testamento dispona que a su muerte, que acaeci en 1892, su hermano Joaqun la recibira en usufructo, y que cuando ste falleciera la Universidad entrara en posesin de ella20. Al ao siguiente, el Monasterio de las Carmelitas de San Rafael donaba la Quinta del Carmen y la Chacra del Pino y, por ltimo, el mismo Rector Larran Gandarillas leg en su testamento una serie de propiedades: dos casas quintas en la calle Maestranza (actual Avenida Portugal); una casa en la Alameda de las Delicias n40; y otra en el n42 de la misma calle; y, desde luego, la casa de la calle Hurfanos n36, que haba recibido en usufructo de su hermana21. No est de ms recordar que los benefactores debieron entregar estos legados al Arzobispado de Santiago debido a que dicha casa de estudios, al carecer de personalidad jurdica, no poda recibirlos.

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Subrayado en el original. AUC, AS, Notas y Decretos, 1885-1916, f.4 y 5. Krebs et al, op. cit., 50-66. Anuario de la Universidad Catlica (ANUC, en adelante), 1888-1897, 483. Krebs et al, op. cit., 72-76.

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El incremento patrimonial que experiment la Universidad en esos aos que permiti convertir el dficit en supervit- impuls al Rector, a fines de 1894, a considerar que los fondos de la Universidad posibilitaban pensar tanto en la construccin de la Casa Universitaria definitiva como en el establecimiento de las Facultades de Medicina y Farmacia y de Ciencias Fsicas y Matemticas. Fue precisamente lo que dicha autoridad plante a Mariano Casanova, Arzobispo de Santiago, dirigindole una carta en la cual le manifestaba la urgente necesidad de establecer la enseanza de los ramos pertenecientes a dichas Facultades. Pero, le agregaba, como el local que ocupa la universidad es del todo inadecuado para ello..., se hace indispensable construir edificios especiales con este objeto. Ante esta limitacin, el Rector le haca presente que podra emprenderse dicha obra en la extensa propiedad, que da frente a las calles Maestranza y Marcoleta, y que corresponda a las casas quintas que, como se dijo, haba legado a la Universidad. Para el financiamiento de la misma se contaba con alrededor de cincuenta mil pesos y con los bienes legados por Mara Luisa Santander, con todo lo cual calculo que habr lo suficiente para construir, a lo menos, los edificios que necesitar la Facultad de Medicina y Farmacia 22. Da la impresin que el Rector tena especial inters en organizar rpidamente la Facultad de Medicina y Farmacia, toda vez que en dicha carta peda al Arzobispo que le hiciera conocer su pensamiento acerca de la construccin inmediata de dicha Facultad, y le diera las autorizaciones e instrucciones necesarias para llevar a cabo esta importante obra23. El 17 de diciembre de dicho ao le responda el Arzobispo expresndole que son de mi aprobacin todas las ideas que me propone y en especial el que se construya la Facultad de Medicina y Farmacia en la calle de la Maestranza, al igual que los estudios, planos y presupuestos que sobre dicha obra haba preparado la Oficina de Arquitectura Eclesistica que diriga el presbtero Jos Agustn Jara24. En los primeros meses del ao siguiente, sin embargo, el Arzobispo ordenaba aplazar los trabajos25. Qu haba pasado para detener la construccin de la Facultad de Medicina y Farmacia que tanto deseaba Mariano Casanova, Joaqun Larran Gandarillas y los fundadores de la Universidad? La razn de esa decisin, de acuerdo con lo que expona el Rector, obedeca a que se haba comprobado, una vez ms, que la Universidad careca de recursos para comenzar las obras. Algo que podra parecer extrao, sobre todo despus del entusiasmo inicial de esas autoridades, pero que se entiende si se tiene en cuenta que el presupuesto que calcul el presbtero Jara, cuyo monto la Universidad estaba en condi-

Carta del Rector al Arzobispo Mariano Casanova, Santiago, 10 de diciembre de 1894, en AUC, AS, Notas y Decretos, 1885-1916, f. 111. Se reproduce el mismo documento en Krebs et al,
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op. cit., 77. 23 AUC, AS, Notas y Decretos, 1885-1916, f. 112.


24 25

AUC, AS, Notas y Decretos, 1885-1916, f. 113. Carta del Rector al Arzobispo de Santiago, Santiago, 2 de agosto de 1897, en AUC, AS, Notas

y Decretos, 1885-1916, f. 136.

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ciones de financiar, result dos o tres veces ms bajo que el que prepararon, poco tiempo despus, personas inteligentes a solicitud de dicha autoridad 26. Esta situacin explica que el proyecto se hubiera detenido, si bien cuando se tom esa determinacin los primeros trabajos consistentes en la demolicin de las construcciones que haba en Marcoleta con Maestranza- se encontraban muy avanzados. As, por equivocaciones y falta de experiencia, la Universidad deca el Rector- haba recibido considerables perjuicios; esto porque fue necesario demoler ms de media cuadra de edificios, desocupar y emparejar el terreno en que haba que abrir los cimientos, con la prdida de las rentas que se reciban de ellos y cubrir peridicamente el impuesto municipal de haberes, que hasta ahora se mantiene como si existieran los edificios demolidos27. Era la primera frustracin. Pero, en ningn caso, la nica. Vendran otras.

III.- EL SEGUNDO PLAN, 1909-1910 A la muerte de Joaqun Larran Gandarillas, acaecida en 1897, Mariano Casanova nombr como Rector al presbtero Jorge Montes Solar. Menos de seis meses despus, se vea obligado a aceptar su renuncia por motivos de salud, y designar a la cabeza de la Universidad a Rodolfo Vergara Antnez28. Ser durante el rectorado de este ltimo cuando se haga un nuevo intento por fundar la Facultad de Medicina. Corra el ao 1908. El Arzobispo haca tiempo que se encontraba un tanto retirado de la vida activa..., a causa de la visible decadencia de su salud, en el ocaso de su vida, muy poco antes de su muerte y (sin embargo, cuenta su bigrafo), su mano temblorosa firm el decreto de creacin de la Facultad de Medicina y Farmacia29. Qu lo haba impulsado a dar este paso? Su antigua preocupacin por el tema? El inters del Rector y de algunos mdicos catlicos por impartir una carrera de tanta significacin religiosa y social? Pero sera el momento ms adecuado?, tendra la Universidad los recursos que se requeran? El decreto en cuestin, fechado el 19 de marzo, indicaba lo siguiente: Considerando que la Iglesia ha sido en todos los tiempos constante y generosa promotora de las ciencias, especialmente de aquellas que contribuyen al bien comn, como son las profesionales, y que con este fin fund en Santiago la Universidad Catlica... Considerando que es necesario completar las facultades universitarias con la creacin de la de medicina, que falta para ofrecer a la juventud catlica los medios para graduarse en las distintas carreras que le abren las puertas del porvenir. Considerando que interesa en sumo grado a la sociedad la formacin de mdicos en quienes las familias cristianas depositen su entera confianza, ya
Carta de Joaqun Larran Gandarillas al presbtero Jos Agustn Jara, San Bernardo, 24 de julio de 1897, en AUC, AS, Notas y Decretos, 1885-1916, f. 138 y 139.
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Carta de Joaqun Larran Gandarillas al presbtero Jos Agustn Jara, San Bernardo, 24 de julio de 1897, en AUC, AS, Notas y Decretos, 1885-1916, f. 142.
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Krebs et al, op. cit., 96-101.

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por solidez y amplitud de sus conocimientos, ya por la identidad de sus creencias. Considerando que es un bien positivo que se aumente el nmero de mdicos como quiera que existen poblaciones privadas de la conveniente asistencia cientfica por falta de facultativos. Por estas consideraciones conclua el decreto-, invocando el Santo Nombre de Dios y contando con la generosa cooperacin de los catlicos chilenos, a quienes les rogamos que nos ayuden con sus riquezas, pues carecemos de los recursos suficientes para esta obra, venimos en disponer lo siguiente: 1.- Fndase en la Universidad Catlica de Santiago la Facultad de Medicina. 2.- Destnase para la construccin del edificio en que ha de funcionar esta facultad, la parte necesaria del terreno que posee la Universidad en la Alameda de las Delicias entre Lira y Maestranza. 3.- Encrgase al Rector de dicha Universidad y a los Consejos Acadmicos y de Administracin de la misma, la preparacin oportuna del reglamento, del plan de enseanza y de todo lo concerniente a la organizacin de la nueva facultad30. Como se aprecia, el decreto se justificaba subrayando la significacin religiosa que tena formar un mdico en quienes las familias cristianas depositen su entera confianza y, por otra parte, destacando la importancia social que tendra aumentar el nmero de esos profesionales para poder atender a las poblaciones privadas de la conveniente asistencia cientfica por falta de facultativos. As, y despus de veinte aos, el concepto de mdico catlico no haba experimentado grandes variaciones, ni tampoco, desde luego, la conviccin de que deba ser un baluarte contra el laicismo que promovan no pocos de los mdicos egresados de la Universidad de Chile. Los deseos de Mariano Casanova, sin embargo se vieron tronchados debido a que no pudo reunir el dinero necesario para obra de tal magnitud31. Una vez ms la falta de recursos se confabulaba en contra de los deseos de formar un mdico catlico. Ser tal vez por lo mismo que los Obispos de la Provincia Eclesistica chilena, en su reunin celebrada el 2 de agosto de 1909, exhortaron a los catlicos de las clases acomodadas a que concurran con donativos o legados testamentarios, a la conservacin e incremento de la Universidad Catlica de Santiago, la cual despus de haber logrado crear las Facultades de Derecho, de Matemticas, de Ingeniera, y de Agricultura, estima, como de urgente necesidad, la creacin de la Facultad de Medicina, que exige crecidas sumas de dinero32. Algunos das despus del llamado de los Obispos, el 30 de agosto de 1909, y posiblemente en respuesta a lo que pedan los pastores, cuarenta y cinco mdicos-cirujanos le

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La Revista Catlica (LRC, en adelante), n164, 16 de mayo de 1908, 664. AUC, Actas y Decretos (A y D, en adelante), 1888-1916. Archivo de la Secretara Arzobispal (ASA, en adelante), legajo n10, Universidad Catlica.

Reunin de los Obispos de la Provincia Eclesistica chilena, 2 de agosto de 1909, en LRC, 16 de julio de 1910, n 216, Tomo XVIII, 979-988.

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escriban al Rector a fin de pedirle que se sirva recabar de la autoridad correspondiente la creacin de la Escuela de Medicina Libre y la fundacin de un hospital general anexo a la Escuela33. Los firmantes de dicha comunicacin exponan que la idea capital que domina a los iniciadores de este movimiento es exclusivamente de difusin cientfica y, de paso, criticaban el plan de estudios de la Escuela de Medicina de la Universidad Fiscal, por el poco desarrollo que se da a la enseanza prctica y el corto nmero de alumnos que forman parte de los servicios hospitalarios. Concluan los mdicos afirmando que hay en Santiago notabilidades (sic) eminencias mdicas que por diversos motivos no forman parte del actual cuerpo de profesores de medicina, las cuales estaran dispuestas a formar parte del nuevo plantel; y agregaban que los servicios de policlnica y hospitalarios de la nueva Escuela, prestarn servicios incalculables a la ciudad y a los numerosos desvalidos que acuden diariamente a ellas en busca de salud34. En la segunda parte de su carta, los mdicos entre los que se contaban Juan Enrique Oportot, P. Rencoret Ovalle, Bernab Rojas, Eduardo Lira Errzuriz, Csar Martnez, Enrique Fbrega, Vctor Gmez Martnez, Carlos Mnckeberg y la doctora Ernestina Prez- le exponan al Rector de qu manera se podan obtener erogaciones para construir un hospital que, en lo posible, deba inaugurarse el 18 de septiembre de 1910. Segn el plan que proponan, los donantes obviamente todos catlicos- seran los parientes, amigos y clientes de alrededor de 50 mdicos santiaguinos; los senadores, diputados, municipales y profesores de instruccin (otros 50); figuras del comercio y de la prensa y, por ltimo, alrededor de 100 personas en Santiago decididas por nuestra idea; de amplias relaciones sociales para que cada una de ellas, dentro de su crculo, rena los fondos que pueda35. Dos meses despus, el Arzobispo de Santiago informaba que por la escasez de dinero no haba podido hacer nada con respecto a la Facultad de Medicina. Pero que era tal la necesidad que el pblico siente de ella, que todos vuelven sus ojos a la Iglesia preguntndonos cundo se dar principio a los trabajos y se abrirn los cursos, son tantas las personas de buena voluntad, especialmente entre los mdicos, que con toda espontaneidad se han ofrecido para ayudarnos en esta empresa, que... agregaba- confiando en Dios Misericordioso y Omnipotente y en la nunca desmentida generosidad de nuestros diocesanos, haba tomado la decisin de activar los trabajos preparatorios de la Facultad de Medicina36. Con este propsito el Arzobispo designaba al presbtero Jos Alejo Infante para presidir la Junta General de Recursos para la Facultad de Medicina, y nombraba a los presbteros Jos Horacio Campillo y Juan Francisco Fresno como miembros de la misma, encomen-

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Ibdem. Ibdem. Ibdem. ASA, Legajo 139, n10, Universidad Catlica.

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dndoles que, a la brevedad, elaboraran los planos, reglamentos, cursos y programas para el funcionamiento de dicha Facultad37. A fines de 1909, el Rector le propona al Arzobispo los nombres de los doctores Csar Martnez, Jenaro Benavides, Juan de la Cruz Villaseca, Ricardo Dvila Boza y Manuel Camilo Vial para que formen la comisin tcnica encargada de preparar la organizacin cientfica de la Facultad de Medicina38. En una segunda comunicacin le sealaba la conveniencia de que este ltimo facultativo, que ira a Costa Rica a un Congreso Mdico, se trasladara a Europa a visitar las principales Escuelas de Medicina y ponernos en comunicacin con las casas productoras de instrumentos y drogas a fin de encargar despus directamente los que se necesiten para el Hospital y la Escuela39. En el mes de octubre de 1910, el Rector le escriba al doctor Exequiel Gonzlez Corts a fin de que aceptara la comisin, con ocasin de su viaje a Europa, de visitar los establecimientos en que se cursa la Medicina en conformidad a los adelantos ltimos; esto porque aunque (la Universidad) no ve bastante prxima la realizacin de este anhelo (fundar una Escuela de Medicina), con todo se ocupa con empeo en adquirir los datos e indicaciones que pueda utilizar en su debido tiempo acerca de las mejores condiciones de los edificios, planes de estudio, clnicas, hospitales, etc.40. Un mes despus, se le formulaba el mismo encargo al Doctor Juan Bautista Cspedes41. Lo interesante de esas comunicaciones es que el Rector reconoca que, una vez ms, la idea de fundar una Escuela de Medicina haba debido postergarse. Nadie dudaba de su necesidad. Todos consideraban que deban hacerse los mximos empeos. Pero, al igual que en aos anteriores, los fondos eran escasos para el gran desembolso que ese esfuerzo importaba. A qu obedeca la falta de recursos de la Universidad? Es posible que la respuesta deba buscarse en el enorme gasto que la Universidad debi hacer a fin de construir su edificio definitivo, una necesidad que es posible que las autoridades de la poca hayan considerado ms urgente que organizar la Facultad de Medicina. Tngase en cuenta al respecto que, a comienzos de siglo XX, los locales donde funcionaba la Universidad en la calle Agustinas se haban hecho estrechos para recibir a los alumnos, adems de resultar inadecuados para instalar los costosos gabinetes de Fsica, Resistencia y Electricidad y los laboratorios de Hidrulica y Qumica42. Ante estas dificultades el Rector Vergara Antnez haba encargado, en 1909, a los arquitectos Emilio Jecquier y Manuel Cifuentes la confeccin de planos que permitieran levantar, en el terreno de la Alameda de las Delicias esquina de Maestranza, el edificio definitivo que deba cobijar a la Universidad.
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Ibdem. Carta del Retor al Arzobispo de Santiago, 1 de diciembre de 1909, en AUC, Ay D, 1888-1916. Carta del Rector al Arzobispo, Santiago, 1 de diciembre de 1909, en Ibdem. AUC, A y D, 1885-1919, f. 444 y 445. AUC, A y D, 1885-1919, f. 454 y 455. Krebs et al, op. cit., 117.

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Dichos profesionales dedicaron varios meses a estudiar este proyecto, incluyendo finalmente en l tanto las unidades existentes como las que haba que crear en el futuro43. As, se precisaba que la Universidad deba quedar integrada por seis Facultades: Matemticas, Derecho, Teologa, Bellas Artes, Medicina y Farmacia y Agricultura e Industria, y se indicaban los espacios fsicos que ocuparan ellas en los nuevos edificios. En el proyecto definitivo, sin embargo, se excluy a la Facultad de Teologa y a la de Medicina y Farmacia; esta determinacin de los arquitectos confirmaba que, al menos en el caso de esta ltima, las autoridades en ese momento carecan de los medios para organizar una Escuela de Medicina. La construccin del llamado Palacio Universitario -cuyo costo alcanz al milln y medio de pesos- dej exhaustas las arcas de la Universidad. As, nuevamente, el proyecto para abrir la carrera de Medicina quedaba postergado. El Rector Rodolfo Vergara Antnez falleci en 1914, siendo sucedido en el cargo por el presbtero Martn Rcker. Un ao despus, el nuevo Rector se diriga a los estudiantes sealndoles que mucho se ha hecho. Pero que la gran obra catlica no estaba terminada, toda vez que la Universidad tiene que completar sus facultades: la de Bellas Artes, la de Medicina, la de Teologa esperan su turno a fin de levantarse y crecer44. El Rector, sin embargo, no parece haberse referido nuevamente al tema. Es posible que sus aspiraciones con respecto a la Facultad de Medicina, al igual como les haba sucedido a sus antecesores, se hayan visto frustradas por carecer de los medios para financiar el gran desembolso que se requera para formar mdicos catlicos. Las donaciones y legados de los catlicos, sin ser escasos, eran todava insuficientes para emprender dicha obra.

IV.- EL LTIMO Y DEFINITIVO INTENTO, 1920-1929. En 1918 falleca el Arzobispo Juan Ignacio Gonzlez Eyzaguirre. Un ao despus, la Santa Sede nombraba en dicho cargo a Monseor Crescente Errzuriz. Da la impresin que el nuevo Arzobispo no tena una buena impresin de la Universidad, ni tampoco de su Rector. Sobre este ltimo y su gestin confidenciaba que era el clrigo ms vano, ms ambicioso y ms incmodo del Arzobispado. Lo hall de Rector de la Universidad Catlica deca- en la que todo iba de mal en peor: los bienes psimamente administrados, casi dilapidados, los estudios en estado deplorable45. No debera extraar que el Arzobispo, a partir de esa imagen, pensara que lo ms conveniente era cerrar las puertas de la Universidad46.

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Ibdem. RU, n4, 1 de enero de 1916, 205.

Silva Cuevas, Luis Eugenio, La eleccin del Arzobispo Crescente Errzuriz Valdivieso. Santiago, 1989, 188.
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Lira Urquieta, Pedro, Don Carlos, un apstol de nuestros das. Santiago, 1962, 61.

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La postura del Arzobispo, sin embargo, le cre serias dificultades con el Rector. As, en la primera entrevista que tuvieron Don Crescente le expres sus quejas por no haber recibido las cuentas de esa casa de estudios y, de paso, le manifest sus temores de que los resultados de su obra moral no fueran todo lo buenos que se esperaba. Poco tiempo despus dicha autoridad, sin mediar consulta al Rector, designaba una comisin para que estudiara la situacin de la Universidad, y preparara un informe o un plan de accinpara resolver los problemas que aquejaban a esa institucin. El Rector, despus de conocer las decisiones tomadas por el Arzobispo, neg las acusaciones y present una serie de descargos. Estos antecedentes, sin embargo, poco le sirvieron para desvirtuar la mala impresin que tena el Arzobispo de su administracin, al punto que no tuvo otra alternativa que renunciar casi por una cuestin de dignidad- el 17 de enero de 192047. Ante estos hechos, dos Decanos el de Derecho y Agronoma- y Abdn Cifuentes, Secretario General de la Universidad, presentaron sus renuncias en solidaridad con Martn Rcker. Sin Rector y sin las autoridades indicadas- la Universidad pareca vivir un momento de gran incertidumbre, el que se vea agravado por el temor que exista entre sus miembros acerca del destino que el Arzobispo le tena reservado a dicha Casa de Estudios. Qu decidira al respecto? Adoptara la determinacin como muchos teman- de poner fin a la Universidad? No pas mucho tiempo sin que se comenzaran a despejar esas incgnitas, al menos en lo que deca relacin con la persona que sucedera al Rector. En febrero del ao 1920, en efecto, el Arzobispo daba a conocer el nombre del nuevo Rector: se trataba de Monseor Carlos Casanueva. Don Carlos, personaje central en la historia de la Escuela de Medicina, naci en Valparaso en 187448. Su padre se desempeaba como Juez Letrado en esa ciudad, trasladndose a Santiago cuando el futuro Rector slo tena siete aos. En la capital estudi como interno en el Colegio San Ignacio. En 1891 reciba su diploma de Bachiller y casi de inmediato ingres a la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile. Al poco tiempo de recibirse de abogado, ingres al Seminario Conciliar. Corra el ao 1898 y fue intil que se le dijera que su decisin tronchaba el brillante porvenir universitario y profesional que le aguardaba. Por Cristo lo dejaba todo... Y a Cristo buscaba, como durante su vida entera lo buscara, a travs de pobrezas y humillaciones, de trabajos y dolores49. Fue ordenado en 1902 y el Arzobispo, ese mismo ao, lo designaba capelln del Patronato de Santa Filomena. En 1910, el Arzobispo Gonzlez Eyzaguirre lo nombraba Director Espiritual del Seminario. Cuentan sus discpulos que se levantaba al amanecer; pasaba enseguida a la Iglesia a meditar y confesar; despus de decir Misa se pona a disposicin de los seminaristas. En la tarde los reciba en su celda y en sus ratos libres, que no eran

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Krebs et al, op. cit., 181 y ss. Los datos sobre la vida del Rector estn tomados del libro de Lira, op. cit. Lira, op. cit., 26.

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muchos, escriba, lea o estudiaba50. Su influencia espiritual sobre el clero fue enorme. A sus consejos y enseanzas una la leccin del ejemplo. Segn Pedro Lira, cuando don Carlos se enter de que haba sido designado Rector pens que era una broma, toda vez que el Arzobispo, en una de sus primeras resoluciones, lo haba apartado de la Direccin Espiritual que ejerca en el Seminario. Obediente, acept una decisin que le demostraba que l no estaba entre los sacerdotes a los que se les confiaran las ms delicadas responsabilidades durante el nuevo gobierno eclesistico 51. Por qu el Arzobispo se preguntaba don Carlos- haba cambiado en tan poco tiempo de parecer con respecto a su persona? Segn Luis Eugenio Silva, don Crescente Errzuriz tom esa decisin despus que el Partido Conservador acept apoyar econmicamente a la Universidad con la condicin de que don Carlos fuera su Rector52. Cierto o no, el hecho es que esa figura fue la escogida por el Arzobispo, encomendndole la direccin de la Universidad en el momento ms delicado, como dijimos, de su existencia.

1.- EL PLAN DE UNA ACADEMIA DE MEDICINA El Rector, que miraba su nueva tarea universitaria desde un punto de vista eminentemente providencialista, estimaba que Dios lo haba colocado al frente de la Universidad Catlica para engrandecer la causa de la Iglesia. Esta conviccin lo impulsaba a entregarse por entero a dicha tarea, convencido de que siempre tendra la ayuda del Altsimo. En este sentido, da la impresin que don Carlos tena una confianza ciega en la Providencia, tal vez superior a la de sus predecesores, lo que tal vez explique por qu emprenda obras que, en no pocas ocasiones, nacan sin la organizacin y el financiamiento adecuados. Muy pronto el Rector mostr sus cartas, dejando en evidencia que estaba dispuesto a realizar todo lo que fuera necesario para engrandecer lo que, a partir de ahora, sera su gran proyecto. Una de sus ideas para alcanzar ese objetivo consista en incrementar el nmero de sus Facultades a fin de que la Universidad, cada vez ms, se aproximara a lo que era realmente una casa de estudios superiores. Es por eso que, en 1920, cre la Facultad de Arquitectura, cuatro aos despus la Facultad de Comercio, y en 1925 la Facultad de Filosofa53. Con respecto a la Facultad de Medicina el Rector reflexionaba que era una aspiracin que haban tenido los fundadores de la Universidad, y que no haban podido llevar a la prctica por una serie de dificultades de carcter econmico. Estas limitaciones aada- se mantenan en la actualidad. Pero, y dada la importancia que tena su existencia para una Universidad Catlica, anunciaba su decisin de organizar una Academia de Medicina. Esta institucin, en tanto la Providencia y la generosidad de los catlicos no propor50 51 52

Lira, op. cit., 45. Ibdem. Silva Cuevas, op. cit., 189, nota 926.

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cionaran los recursos que se necesitaban para establecer una Facultad, sera el instrumento de la Universidad para empapar a los mdicos de la Universidad de Chile de los valores inherentes a un facultativo catlico54. Poco tiempo despus reiteraba esa aspiracin en una entrevista que conceda a El Diario Ilustrado; en ella expona en respuesta a la pregunta de si contemplaba entre sus planes establecer una Facultad de Medicina lo siguiente: Si no como Facultad propiamente tal, estudiamos en estos momentos un proyecto que llena plenamente el objeto de una facultad como esta, en la forma que es posible y plenamente eficaz; y que ha encontrado en nuestro Prelado, y encontrar en el pblico, la ms entusiasta acogida; y no dudamos que contar tambin con toda la generosa cooperacin que exigir de nuestros hombres de fe y de fortuna55. El Rector, como sus predecesores, crea que era una tarea impostergable preparar un mdico catlico. Sus predecesores crean lo mismo. Pero, a diferencia de stos, don Carlos no estaba dispuesto a claudicar en ese propsito, convencido de que ese profesional tena una significacin religiosa y social superior al resto de las profesiones. Su pensamiento al respecto queda en evidencia en la Memoria universitaria de 1920, cuando sostena que si importancia tienen el abogado, el ingeniero, el agricultor, el arquitecto, el industrial..., mayor si cabe la tiene hoy da el mdico56; esto porque aada- su entrada en el hogar, y en las cosas ms ntimas, tan estrechamente relacionadas con lo que el hombre ms estima, su salud, su vida, su honor, su descendencia y su moralidad, y hasta, su eterna salvacin que muchas veces depende de una palabra oportuna y prudente del mdico; su accin e influencia sociales cada vez mayores, dictado nuestro Cdigo Sanitario, que les confiere extensas y muy delicadas atribuciones; y con la entrega que les hacen nuestras instituciones de Beneficencia Pblica, el decreto supremo que les confa en gran parte su administracin y direccin (de los hospitales), cuyas consecuencias en el orden religioso mismo fcilmente se comprenden cules podrn ser a la larga57. Como se ve, el Rector consideraba que el mdico, antes que nada, tena una funcin religiosa-moral. En este sentido no parece diferenciarse de sus antecesores. Pero, en lo que tal vez se distancia de ellos es que vea al mdico el mdico laico, desde luego- como un peligro mayor que el que ese profesional tena para los catlicos en el siglo XIX. Entonces, su amenaza naca de los cargos pblicos que desempease: parlamentario, ministro o lo que fuera. Pero, desde las primeras dcadas del siglo XX, podra decirse que aument su influencia en la medida que algunas leyes le otorgaron un predominio desconocido hasta
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Krebs et al, op. cit., 271. Krebs et al, op. cit., 347. Revista Universitaria (RU, en adelante), n1, mayo de 1920, 11. RU, n5, enero de 1921, 224 y 225. Ibdem.

Vargas Cariola, Juan Eduardo, Los mdicos y las polticas de salud, 1870-1970 (Antecedentes para una historia gremial). 2002, 100 y ss. Informe final Proyecto Fondecyt n1980872.

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entonces. Es, posiblemente, lo que don Carlos llamaba influencia sociales de ese profesional, citando al respecto las atribuciones que le otorgaba el Cdigo Sanitario (promulgado en 1918) y, por otra parte, el control que, gracias a la ley sobre la Beneficencia, ejerca principalmente sobre los hospitales58. El Rector, como se dijo, pensaba cumplir esa tarea teniendo en cuenta las limitaciones que existan- organizando una Academia de Medicina. Una Facultad, reflexionaba, resultaba imposible por su enorme costo y poco prctica dentro de nuestras leyes tan restrictivas, y en este caso sin duda prcticamente anuladoras del todo, de nuestra libertad de enseanza59. Estos planteamientos segn nos cuenta don Carlos- se los hizo saber a mdicos notables y a los estudiantes de medicina, todos los cuales los acogieron con entusiasmo y como la ms feliz solucin del problema60. Explicitando sus propsitos, el Rector indicaba que la base de dicha Academia sera la Academia de Medicina de la Asociacin Nacional de Estudiantes Catlicos. Qu era esa institucin? Da la impresin que sus orgenes hay que buscarlos en el inters que un grupo de estudiantes universitarios catlicos tena de enriquecer su vida espiritual y sus obras de caridad. Con esta finalidad establecieron, al parecer por sugerencia del presbtero Julio Restat, dicha Asociacin en 1914. Ese mismo ao su Presidente le escriba al Arzobispo Juan Ignacio Gonzlez Eyzaguirre manifestndole, entre otras cosas, que haba aceptado con entera voluntad y agradecimiento la revisin que cremos conveniente hacer en sus estatutos, inspirada en nuestro ferviente anhelo de que estos correspondan plenamente al noble fin que sus fundadores se han propuesto61. El Arzobispo, por su parte, despus de este reconocimiento de su autoridad sobre la Asociacin, dictaba el decreto que daba vida y aprobaba sus estatutos. En el artculo 1, correspondiente al ttulo I, se indicaba que la Asociacin propender a unir en un solo cuerpo a la juventud estudiosa de toda la Repblica que profese la Religin Catlica con el objeto de confirmarla en su fe, y en la prctica de su vida cristiana, y facilitarle el desarrollo de una amplia cultura mediante la cual se beneficien los asociados y contribuyan al mejoramiento social 62. Para cumplir sus fines dicha Asociacin organiz a los estudiantes en Academias. Una de ellas que naci con el nombre de Conferencia de San Cosme y San Damin- era la que corresponda a la Academia de Medicina63. En 1924 agrupaba a trescientos estudiantes de la Escuela de Medicina. Su labor segn Ruperto Vargas Molinare, su Presidente entoncesera vastsima: como obra de asistencia social mantiene el policlnico con secciones gratui-

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RU, n5, enero de 1921, 224 y 225; ver tambin Krebs et al, op. cit., 348. Ibdem.

Carta del Arzobispo al Presidente de la Asociacin Nacional de Estudiantes Catlicos, Santiago, 18 de junio de 1914, en AUC, A y N, f. 612. Carta del Arzobispo al Presidente de la Asociacin Nacional de Estudiantes Catlicos, Santiago, 18 de junio de 1914, en AUC, A y N, f. 614.
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Estatutos de la Academia de Medicina de la Asociacin de Estudiantes Catlicos. Santiago, 1921.

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tas de ciruga, medicina interna, ginecologa, vas urinarias, pediatra, laboratorio, Rayos X y atencin de enfermos a domicilio; nuestra institucin agregaba- no slo se limita a curar enfermos proporcionndoles gratuitamente las medicinas necesarias, sino que desarrolla una gran labor educacional, dictando conferencias sobre temas de Higiene y profilaxia (sic) social. Adems... desde que naci nuestra institucin ha luchado denodadamente por contrarrestar la corriente avanzada que antes imperaba sin contrapeso en la Escuelas de Medicina64. El Rector, tomando como base dicha Academia, le sealaba al Arzobispo que la nueva Academia debera tener la organizacin siguiente: a.- Un policlnico con atencin gratuita para los obreros- con secciones de Medicina General y Ciruga, a cargo de un mdico jefe y con los ayudantes que se requieran para la enseanza prctica de los alumnos. En cuanto a estos, le indicaba que seran los estudiantes de la Escuela de Medicina de la Universidad del Estado que se matriculen en esta institucin. b.- Un hospital con treinta camas, ms un departamento con cinco camas para enfermos infecciosos, el cual estara a cargo de los mismos jefes del policlnico. c.- Cursos clnicos de Medicina y Ciruga, clases de Biologa y ciencias conexas, y cursos de Bacteriologa y Qumica, todos los cuales se irn estableciendo segn lo permitan los fondos de la fundacin. d.- Un laboratorio de Radiologa. e.- Una biblioteca lo ms completa y moderna de libros y revistas de consultas. f.- Y una Academia, estrictamente tal, de ciencia mdica, compuesta de dos secciones: mdicos titulados y estudiantes catlicos de medicina, que podrn funcionar reunidas o separadamente como lo acuerden65. Respecto a sus autoridades, le indicaba que la Academia quedara bajo la Suprema Autoridad del Prelado Diocesano y estara bajo la alta direccin del Rector y del Consejo Superior. Una Junta de Vigilancia compuesta por el Rector, el Decano de la Academia de Medicina y tres miembros nombrados por el Arzobispo- tendra la direccin inmediata de esta Institucin. El Decano, por su parte, tendra a su cargo la direccin tcnica y pedaggica de la enseanza terica y prctica, debidamente asesorado por el cuerpo de profesores y por los miembros honorarios de la Academia. No pudiendo dar ttulos ni grados, se estableca que los alumnos de la Academia recibiran Diplomas de Competencia. Estos se otorgaran a los que, despus de haber hecho su prctica en el Policlnico, Hospital y Laboratorio y haber aprobado los cursos obligatorios, rindieran un examen de competencia ante la Comisin respectiva66. Las bases indicadas, antes de ser propuestas al Arzobispo, fueron sancionadas por el Consejo Superior de la Universidad en sesin de 9 de junio. Al da siguiente, el Rector
64 65 66

RU, N8 y 9, noviembre y diciembre de 1924, 434. RU, n5, enero de 1921, 224 y 225 Ibdem.

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enviaba estos antecedentes a don Crescente Errzuriz. La autoridad eclesistica, sin mayores dilaciones, expeda el decreto arzobispal que, el 11 de junio de 1920, daba vida a la Academia de Medicina67. Entre sus considerandos dicho decreto afirmaba, tal como lo haba dicho el Rector, que la profesin de mdico, ms an que otras profesiones liberales, requiere una competencia cientfica superior, irreprochable moralidad, rectsima conciencia, espritu de abnegacin y de cristiana caridad para cumplir fielmente sus graves deberes, y que la falta de estas condiciones en los mdicos puede ocasionar gravsimas consecuencias para los individuos, la familia, la sociedad y para la misma Religin, por lo cual es de suma conveniencia que la Iglesia coopere por su parte en la medida de sus fuerzas a la formacin de mdicos catlicos y verdaderamente suficientes68. Despus de esta verdadera declaracin de principios, el Arzobispo decretaba la fundacin de la Academia de Medicina y facultaba al Rector para abrir un concurso de anteproyectos a fin de construir el edificio que se levantara en terrenos que la Universidad posea en el barrio Independencia; por ltimo, indicaba que se utilizaran para su financiamiento los fondos siguientes: a.- $700.000 del legado de doa Juana Ross de Edwards para hospitales, de los cuales $300.000 se destinaran a la construccin del hospital; los $400.000 se colocaran a inters para que coadyuvaran a financiar las necesidades de dicho centro; y b.- el remanente de la sucesin de doa Amalia Valds Ureta, legado por ella con el objeto de contribuir a organizar una Escuela de Medicina69. Casi un ao despus, el jurado que deba dirimir el concurso abierto para presentar los planos del futuro hospital haca presente que el terreno elegido no tena la superficie adecuada para el edificio que se proyectaba70. El Rector, ante este inconveniente, unido a la considerable caresta de los materiales de construccin y del trabajo, y sobre todo las incertidumbres y oscuridad de nuestra situacin econmica, tom la resolucin de diferir por el momento la ejecucin de esta obra71. Estos problemas, sin embargo, no lo amilanaban. Slo lo hacan postergar sus planes a la espera de que la Universidad consiguiera el terreno adecuado a las necesidades de la Academia. Su enorme fe as como su confianza en la Divina Providencia- le daban la tranquilidad para creer que de alguna parte saldran los medios para construir cuatro salas del hospital; y la confianza de que a ellas se aadiran ao por ao, otras y otras nuevas, que iran formando el gran hospital de la caridad, en el que los ltimos progresos de la ciencia se aunaran con los ms solcitos cuidados de la caridad ms abnegada72.

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RU, n2, julio de 1920, 77. Ibdem. RU, n2, julio de 1929, 78 y 79. Krebs et al, op. cit., 349. RU, n5, diciembre de 1921, 210. RU, n5, diciembre de 1921, 211 y 212.

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Los sueos del Rector, sin embargo, sufrieron un nuevo tropiezo. En efecto, el 24 de febrero de 1922 el Arzobispo derogaba el decreto que haba creado la Academia, especificando que lo haca en la parte que destinaba la suma de setecientos mil pesos para la fundacin de dicha Academia. En sus considerandos, que permiten entender sus razones para dar este paso, se indicaba que la Conferencia Episcopal haba acordado dicho ao que no se emprendiese entre nosotros ninguna obra, por ms til que fuese, si demandaba grandes capitales y no los tena especialmente destinados de alguna donacin; ... que el establecimiento de la Academia de Medicina no ha podido llevarse a cabo a consecuencia de diversas circunstancias que han dejado sin efecto los recursos con que se haba contado; ... que su realizacin sera costossima y exigira millones de pesos; y que, en fin, se adoptaba el criterio prescrito por la Conferencia Episcopal en el sentido de no dedicar a ella (Academia de Medicina) bienes que tambin pueden destinarse a otras obras ya establecidas y que necesitan aumento de recursos73. Un obstculo ms se opona a los planes del Rector. Pero qu importaba. Su inmensa fe le daba la seguridad de que una obra como la Facultad de Medicina recibira en algn momento y de la forma ms inesperada- el apoyo de la Divina Providencia. Cmo Dios se preguntaba- no iba a proveer los medios para formar los mdicos catlicos que el pas y la Iglesia necesitaban ms que nunca? La solucin providencial, a sus ojos, lleg de la mano de la generosidad de los catlicos. En efecto, a fines de 1922 le anunciaba al Arzobispo que haba reunido legados cuantiosos que tiene asignados, que pasan ya de 2.000.000 de pesos74. En realidad se trataba de una cantidad inmensa si se tiene en cuenta que, en 1917, todas las entradas de la Universidad bsicamente compuestas de rentas de propiedades, acciones y bonos- alcanzaban a $567.222,7675. As, pues, don Carlos haba conseguido una suma que, aproximadamente, era cuatro veces ms que el presupuesto de ingresos normales de la Universidad. Cmo obtuvo esa impresionante donacin? Lo dice el Rector en su carta a Monseor Errzuriz: gran parte de dicha cantidad provena de testamentos en que ha intervenido o de que tiene noticias el que suscribe76. Segn su bigrafo, esa conducta era algo habitual en l, toda vez que tena la costumbre de visitar por las tardes a las familias que estaban de duelo o que tenan un enfermo grave. Eran ocasiones para dar valor, consolar y acompaar, y que el Rector tambin aprovechaba para conseguir recursos para sus obras, sea con erogaciones directas, sea con clusulas testamentarias77. En el caso que nos ocupa, las donaciones que haba obtenido eran las de Luis Ossa Browne y de la Sucesin de Salvador

73 74 75 76 77

AUC, ASA, legajo 139, n12. Carta del Rector al Arzobispo, 19 de diciembre de 1922, en AUC, ASA. RU, n25, 1 de enero de 1918, 683. Ibdem. Lira, op. cit., 114.

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Eyzaguirre; estos aportes, sumados a los que antes se haba recibido para la futura Facultad de Medicina78, le haban permitido reunir los ms de $2.000.000 que destinara, si no se presentaban nuevos inconvenientes, a comprar el terreno y construir el Policlnico, Hospital y Laboratorios que requera la Academia de Medicina para comenzar a funcionar. Con los fondos asegurados, el paso siguiente era hallar un terreno que se adecuara a las exigencias que deba cumplir un centro de salud. En este sentido, y de acuerdo a las normas de la poca, era menester que se encontrara ubicado en las ltimas aguas de la poblacin a fin de evitar contagios; que tuviera una orientacin que permitiera desarrollar los pabellones con el mximo norte posible, y que asegurara que los vientos reinantes no llevaran los miasmas del Hospital a los centros poblados; no menos importante era que tuviera alcantarillado, gas, luz elctrica y agua potable, y que se pudiera acceder a l con cierta facilidad. Por ltimo, resultaba indispensable para los intereses de la Universidad Catlica que no quedara lejos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile, ya que ah debern los alumnos (de la Academia) cursar sus asignaturas, sirvindoles el hospital de la Universidad Catlica para su prctica profesional79. Segn el Rector, despus de buscar por todas partes con grande empeo un terreno con esas caractersticas, se lleg a una solucin verdaderamente providencial: se trataba de 43.000 metros, que se ofrecan a un precio extremadamente mdico y que reunan las condiciones sobre todo por su ubicacin: Vivaceta, a pasos de la Escuela de Medicinaque se exigan para levantar un hospital80. As afirmaba- veremos realizarse pronto la fundacin de Medicina, conservarse los cuantiosos legados para sta y atraerse a esta misma las donaciones y legados tan considerables que actualmente van, cada ao, a la Beneficencia oficial o laica y que preferirn venir en su mayor parte a esta fundacin. Esta obra llegar a ser grande dentro de pocos aos y ser ante el pueblo y ante la juventud universitaria y medios catlicos a quienes va a servir, y ante la sociedad entera, un timbre ms de gloria para la Iglesia como madre de los pobres y protectora de las ciencias y tambin para el Gobierno de su Seora Iltma. y Revdma.81. Con la autorizacin del Arzobispo, se adquira en 1923 dicha propiedad en $132.468,25; a este terreno se le aadan 11.000 metros, cuya compra haba sido necesaria para satisfacer los requerimientos que haban hecho los mdicos consultados. As, con un total de 54.000 metros, se obtena la superficie que se necesitaba para iniciar las obras82. Una serie

RU, n10, febrero de 1924, 374 y 375. En 1898, por ejemplo, Sor Amalia Valds Ureta dej en su testamento $100.000 para fundar una Facultad de Medicina, en Krebs et al, op. cit., 111.
78

Informe de Oscar Oyaneder, Arquitecto del Consejo Superior de Beneficencia Pblica, al Rector, 16 de diciembre de 1922, en AUC, ASA.
79 80 81 82

Carta del Rector al Arzobispo, Santiago, 19 de diciembre de 1922, en AUC, ASA. Ibdem.

Memoria de la Universidad Catlica correspondiente a 1923, en RU, n10, febrero de 1924, 374 y 375.

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de dificultades, sin embargo, retrasaron la compra de dicho terreno, la que slo pudo concretarse en el mes de octubre de 1924. Con este ltimo y difcil paso explicaba el Rector- pudimos ya fijar los lmites ciertos de la propiedad total y levantar su plano matemtico y comenzar a cerrarla con muro de cal y ladrillo para sus nuevos deslindes83. El Rector, resuelto el asunto del terreno, le solicit a un nmero de distinguidos mdicos que formularan sugerencias y recomendaciones sobre los planos. Esos facultativos, cuyos nombres no los conocemos, le sugirieron que dicha tarea fuera encomendada a los doctores Exequiel Gonzlez Corts, Administrador del Hospital San Juan de Dios; Alvaro Covarrubias, Jefe de Clnica Quirrgica del Hospital del Salvador y Manuel Snchez del Pozo. Los antecedentes y criterios que proporcionaran los anteriores le serviran de base al arquitecto Oscar Oyaneder para elaborar los planos definitivos de los edificios 84. En 1926, el Rector tena confianza de que pronto podran iniciarse las obras85. Pero su costo, que a estas alturas suba a cerca de $3.000.000, haca imposible comenzar los trabajos86. La dura realidad era que los fondos que se haban reunido no permitan cubrir dicha suma, y que la Universidad no estaba en condiciones de aportar nada, ni con un peso, por el dficit considerable que grava su caja87. Qu hacer? El Rector estimaba que, ante esta situacin, no haba otro camino que pedir limosnas expresa y exclusivamente ofrecidas para esta Fundacin88; incluso, y si es necesario, de puerta en puerta89, sentenciaba, dejando en claro que ningn obstculo lo hara retroceder en sus planes y que la Academia de Medicina como la Universidad misma- debera ser fruto del desprendimiento de los catlicos. Ante estos llamados, Abdn Cifuentes ofreci un aporte que posibilit financiar el cierre de concreto que se construira en el terreno adquirido; una segunda donacin, que provino de uno de nuestros profesores y su esposa, como manda hecha a Dios en momentos de suprema angustia, le dio los medios para financiar la clnica90; y un caritativo bienhechor le proporcion los fondos para el pensionado y la biblioteca 91. Con dichos aportes, y con una cuantiosa donacin que se anunciaba en la Memoria de 1927, el Rector estimaba que se poda pensar por fin- en construir una Facultad92. As, la generosidad de los catlicos, una vez ms, se converta en la tabla de salvacin de la Universidad. Poco
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Memoria de la Universidad Catlica correspondiente a 1924, en RU, n10, enero de 1925,

502 y 503. 84 Ibdem.


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Memoria de 1926 de la Universidad Catlica, en RU, n2, mayo de 1926, 71. Sesin del Consejo Superior, 19 de agosto de 1925, f. 56, en AUC. Memoria de 1926 de la Universidad Catlica, en RU, n1, marzo de 1927, 41 y 42. Ibdem. Memoria de 1925 de la Universidad Catlica, en RU, n3, mayo de 1926, 71. Ibdem. Ibdem. Memoria de 1927 de la Universidad Catlica, en RU, n1, marzo de 1928, 59 y 60.

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tiempo despus el Rector, haciendo un balance del gasto que import organizar la Facultad de Medicina y su Primer ao, declaraba que el desembolso haba llegado a los $5.000.000; de esta suma, $3.000.000 se haban empleado para comprar el terreno, construir y dotar los laboratorios de Anatoma, Biologa, Qumica, Fsico-Qumica y Qumica Mdica; y el resto se haba depositado a inters para obtener la renta a fin de solventar los gastos ordinarios que demandara dicha Facultad93. El 17 de junio de 1929 el Arzobispo de Santiago dictaba el decreto en virtud del cual se declaraba definitivamente constituida la Facultad de Medicina y Farmacia de la Universidad Catlica de Chile con los mdicos nombrados por el decreto de 7 de enero de 1929 y los que despus se agreguen en conformidad a dicho decreto. En su artculo 2 se confirmaba como su Decano al doctor Carlos Mnckeberg; en el 3 se autorizaba la construccin inmediata en el local actual de la Universidad del Pabelln de Anatoma y dems trabajos necesarios en dicho local, se indicaba los fondos que se ocuparan con tal objeto y se haca presente la conveniencia, si fuera posible, de iniciar las clases en 1930. El artculo 4 autorizaba al Rector para contratar los profesores que sean necesarios en el Pas o en el extranjero..., y para continuar los estudios del Hospital y Policlnico complementarios de esta Escuela. En el 6 se declaraba que el Evangelista San Lucas sera el Patrono de la nueva Facultad, y conclua el decreto expresando que de todo corazn bendecimos los trabajos realizados por esta Facultad y los que le encomendamos en este decreto, y a todos los miembros de esta Facultad y a su Decano, a los bienhechores de esta obra, y especialmente a los ms insignes de stos, don Fernando Yrarrzaval Mackena y su digna esposa Sra. Mercedes Fernndez de Yrarrzaval, de santa memoria y sus hijos, y cuantos cooperen a esta obra de Dios y bien de la Iglesia y de la Patria y de toda la sociedad94. El empeo de don Carlos y el desprendimiento de los catlicos- haba permitido que, despus de 42 aos de intentos, la Universidad Catlica contara con una Escuela de Medicina95.

SUGERENCIAS FINALES El esfuerzo privado o, mejor dicho, la generosidad de los catlicos haba posibilitado echar a andar la Facultad de Medicina. Sus legados y donaciones eran la respuesta al llamado de sus pastores y de don Carlos, convencidos de la necesidad de que la sociedad chilena contara con un mdico catlico. La influencia de este ltimo se deca sera una cierta
93 94

El Mercurio, 26 de marzo de 1930, 11.

Decreto del Arzobispo de Santiago, 1924-1929, Libro 28, en Archivo del Arzobispado de Santiago. Hay que recordar que la Facultad estableci el Primer Ao en 1930, y el Segundo al ao siguiente, y que hasta 1942 no cont con el Tercer Ao.
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garanta para evitar que las fuerzas laicistas entre las que se contaban muchos mdicos de la Universidad de Chile- continuaran debilitando la influencia que la Iglesia ejerca y pretenda seguir ejerciendo en la sociedad. La puesta en marcha de dicha Facultad representaba, como se dijo, la respuesta catlica al problema que significaba el laicismo de los profesionales de la Universidad de Chile. Lo interesante es que esta decisin pasaba por alto que la creacin de una Escuela de Medicina en Santiago, no era una necesidad nacional ni regional, (y que) el nmero de mdicos egresados de la Universidad del Estado, pareca adecuado a las necesidades del pas. Y slo tomaba en consideracin la necesidad de entregar al pas, como deca don Carlos, un grupo pequeo pero escogido de mdicos con ciencia y conciencia96. Es as, pues, lo que se estimaba beneficioso para la causa de la Iglesia; quedando as en evidencia que la defensa de lo catlico, de la manera como se entenda en la poca, era el argumento principal a la hora de tomar decisiones de tanto vuelo y dificultad como, por ejemplo, fundar una Escuela de Medicina.

Objetivos y programa de desarrollo de la Escuela de Medicina de la Universidad Catlica, 1961, en Archivo de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Catlica.
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EL PLAN DE ESTUDIOS DE LA ESCUELA DE MEDICINA DE LA UNIVERSIDAD CATLICA DE 1930 a 1942: OBSERVANCIA E INNOVACIN1
BENEDICTO CHUAQUI J.2 MARCELO LPEZ3
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De acuerdo con el Reglamento Orgnico de la Enseanza Universitaria, las universidades particulares deban seguir el plan de estudios de la Universidad de Chile cuando se tratara de carreras conducentes a ttulos que otorgara esa Universidad. Dicho Reglamento, del 4 de noviembre de 1929, fue parte de reformas educacionales hechas bajo el gobierno de Carlos Ibez. La Escuela de Medicina de la Universidad Catlica abri sus puertas en 1930 y durante doce aos funcion slo con el primero y segundo aos del plan de estudios, los que fueron inaugurados en 1930 y 1931, respectivamente. Cursado el segundo ao, los alumnos proseguan los estudios en la Universidad de Chile. Si bien la Escuela deba satisfacer con su enseanza el programa de estudios de la Universidad del Estado, quedaba libre para hacer cursos adicionales. Y as lo hizo: por una parte, satisfizo el plan oficial y, por otra, us de esa libertad. Un curso adicional no dur mucho tiempo, otros, en cambio, constituyeron importantes innovaciones, que se adelantaron a reformas hechas en la Universidad de Chile. Dado que el objetivo de la Escuela era, aparte el formar profesionales, fortalecer la formacin cristiana y dar tambin una cientfica slida, en el primer ao de 1930 program dos cursos adicionales: el de Moral y el de Botnica. El curso de Moral contemplaba la enseanza de la tica cristiana en sus relaciones con la profesin mdica. En 1931 este curso pas a llamarse Moral Mdica. En l se trataban, por una parte, materias de tica cristiana en general, y, por otra, cuestiones de tica mdica. As, respondiendo a este doble contenido, en 1932 se dividi en dos cursos: uno de Cultura Catlica en el primer ao y otro de Moral Mdica en el segundo. La enseanza de Botnica haba estado ligada con la antiqusima disciplina de la materia mdica, nombre con que se conoce el estudio de las substancias naturales de uso teraputico, la gran mayora, de naturaleza vegetal. En Chile, dicha asignatura, materia mdica,
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Conferencia presentada el 3 de octubre de 2002.

Miembro de Nmero Academia Chilena de Medicina, Profesor Titular Programa de Estudios Mdicos Humansticos de la Facultad de Medicina Pontificia Universidad Catlica de Chile. Ayudante del Programa de Estudios Mdicos Humansticos de la Facultad de Medicina Pontificia Universidad Catlica de Chile.
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aparece todava en el plan de estudios de 1889, y ya no figura en el de 1907. Por otro lado, el curso de Botnica haba dejado de dictarse en la Universidad de Chile en 1928. El ramo de Botnica en la Escuela de la Universidad Catlica se orient hacia la Farmacologa, con especial atencin a la flora chilena de uso teraputico. En 1931 incluy una parte de microscopa vegetal. Sin embargo, esta asignatura se mantuvo solo dos aos, se suprimi en 1932. El segundo ao de 1931 no tuvo nuevos cursos adicionales. El plan oficial contemplaba Anatoma, Fisiologa, Parasitologa e Histologa. En esta ltima asignatura se incluy Embriologa. En 1937 la Universidad de Chile hizo dos modificaciones: traslad Parasitologa al tercer ao y cre una ctedra de Anatoma Comparada y Embriologa en el segundo ao. Consecuentemente la Escuela de la Universidad Catlica mantuvo Parasitologa solo hasta 1936, pues no tena tercer ao; pero s cre la ctedra de Anatoma Comparada y Embriologa en 1937. Diversas cuestiones retardaron la creacin del tercer ao hasta 1942. La que atae a nuestro tema fue la decisin de construir antes un hospital propio. Y por qu razn? El programa oficial del tercer ao no lo requera. La nica asignatura en que a veces, y no en todas las ctedras, se hacan demostraciones con enfermos era Medicina Operatoria. Este ramo era una introduccin a la Ciruga y tcnica quirrgica, duraba un ao y tena solo tres horas semanales. Contemplaba demostraciones de anatoma y tcnica quirrgicas en cadveres y, no constantemente, la asistencia de los alumnos al anfiteatro para presenciar intervenciones quirrgicas. No haba quirfanos en ese entonces. Por lo dems, para 1941 este ramo se haba trasladado al quinto ao. Pues bien, el motivo era la decisin de las autoridades de crear un tercer ao en que se iniciara la prctica clnica. El primer edificio del Hospital Clnico de la Universidad Catlica se termin en 1939. Su Policlnico entr en funciones en 1940. Pero las salas de hospitalizacin empezaron a ser habilitadas a mediados de1943. La Escuela de Medicina de la Universidad Catlica, al instituir el tercer ao, se adelant en varios aspectos de la reforma de la enseanza mdica de 1945, reforma trascendental concebida por los profesores Hernn Alessandri y Alejandro Garretn y gracias a la cual se optimiz la capacitacin profesional del mdico recin recibido. Esta reforma, que ha sido muy bien estudiada por el doctor Ricardo Cruz-Coke Madrid, comenz a gestarse en 1943 y qued sancionada en el decreto N 201 del 2 de abril de 1945 del Consejo Universitario de la Universidad de Chile. El 19 de mayo de 1944 el decano Larraguibel comunicaba a su colega Espldora que por acuerdo de ese Consejo se haba decidido poner en prctica la reforma. La reforma introduca tres cambios. El fundamental era la iniciacin de la prctica clnica de los alumnos desde el cuarto ao, con trabajo en salas o participacin en intervenciones quirrgicas todas las maanas y luego una hora de clases. Cierta prctica clnica se empezaba en tercer ao con el ramo de Semiologa. Hasta entonces los cursos clnicos haban consistido en clases magistrales apoyadas en demostraciones con enfermos portados

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en camilla al anfiteatro, demostraciones que los estudiantes presenciaban desde sus asientos. La prctica clnica se haca en sptimo ao en el internado, suprimido con la reforma, pero reestablecido en 1950. Otro cambio importante fue la unificacin de las ctedras mdicas y quirrgicas. Hasta antes de la reforma existan las siguientes ctedras clnicas bsicas: Patologa Mdica, Clnica Mdica, Propedutica, Teraputica, Patologa Quirrgica, Clnica Quirrgica y Medicina Operatoria. Con la reforma, Teraputica se uni a Farmacologa, de las tres ctedras mdicas restantes se cre la de Medicina, y de las tres quirrgicas, la de Ciruga. Por ltimo, la reforma haca una redistribucin de asignaturas a lo largo de la carrera. As, asignaba al tercer ao los ramos preclnicos: Bioqumica trasladado en 1953 al segundo ao, Bacteriologa, Parasitologa, Anatoma Patolgica, que se continuaba en el cuarto ao, y, como se ha dicho, Semiologa. Veamos ms precisamente en qu aspectos se adelant la Escuela de Medicina de la Universidad Catlica a la reforma. Al plan oficial del tercer ao correspondan los cursos de Qumica Fisiolgica, Fisiopatologa, Bacteriologa y Parasitologa. Los adicionales fueron Cultura Catlica, Patologa General, Patologa y Semiologa Mdicas y Patologa y Semiologa Quirrgicas. Primero, con los cursos adicionales de Patologa y Semiologa Mdicas y Patologa y Semiologa Quirrgicas introdujo la prctica clnica en el tercer ao. Cada uno de estos tomaban semanalmente tres maanas y una clase en la tarde en el Policlnico. Mientras no estuvieron habilitadas salas de hospitalizacin en el Hospital Clnico, los alumnos asistan a los hospitales San Francisco de Borja y San Vicente de Paul. Segundo, al organizar el tercer ao se establecieron, desde un comienzo, ctedras nicas de Medicina y de Ciruga. Por ltimo, la asignatura de Patologa General significaba no solo iniciar el estudio de la patologa morfolgica en tercero como se hara con la reforma, sino que constitua en s misma una novedad en cuanto a la concepcin de la Patologa General como disciplina morfolgica, la cual dara un sello a la formacin de los mdicos de la Escuela de Medicina de la Universidad Catlica.

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EN RELACIN CON EL ADVENIMIENTO DE LA ANTISEPSIA Y ASEPSIA EN LA CIRUGA CHILENA1


DR. SERGIO ZIGA R.2

El 27 de diciembre de 1892 fue un da glorioso para la Historia de la Medicina. En el anfiteatro repleto de la Sorbonne se realizaba el acto acadmico en homenaje a Louis Pasteur, al cumplir este los 70 aos. En el lienzo del pintor Jean Andr Rixens se puede observar al cientfico, ya anciano, hemipljico, caminando afirmado en el brazo del presidente de Francia, Sadi Carnot. A su izquierda, avanzando hacia l con sus brazos en alto, Lord Lister. La ovacin era estremecedora. Lord Lister le expresa (1): Verdaderamente no existe en el ancho mundo un hombre a quien la ciencia mdica deba ms que a usted. Y Pasteur no era mdico. En respuesta el cientfico le manifiesta: La ciencia y la paz deben triunfar sobre la ignorancia y la guerra. Las naciones deben unirse, no para destrozarse, sino a fin de instruirse las unas a las otras; pues el futuro pertenecer a aquellos que hayan hecho ms por la humanidad que sufre. Y me refiero a usted mi querido Lister. Entre los asistentes al acto se encontraban los mdicos chilenos Lucas Sierra, Alejandro del Ro, Otto Philippi, Eduardo Moore y Roberto Montt Saavedra (2). En realidad, a pesar de la distancia (la nica va hacia Europa era la martima, a travs del cabo de Hornos, y el viaje duraba aproximadamente tres meses), de las barreras culturales, econmicas y de toda ndole, la ciruga chilena estaba bastante al da en los conceptos de antisepsia y asepsia imperantes en la medicina europea de esa poca y esto, como resultado del esfuerzo de los mdicos nacionales para conocer sobre los progresos cientficos. No era una casualidad, entonces, que Lucas Sierra, alumno y ms tarde ayudante de Barros Borgoo, estuviese presente en el homenaje a Pasteur, acompaado de sus colegas. Los pilares del desarrollo experimentado por la ciruga durante el siglo XIX fueron, sin lugar a dudas, el control del dolor con el advenimiento de la anestesia y luego, la comprensin y manejo de la infeccin. El 16 de octubre de 1846 se practicaba la primera intervencin con anestesia general etrea en el Hospital General de Massachussets, por el cirujano de Boston, John Collins Warren. El anestesista de dicho acto fue el dentista William Morton.
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Conferencia presentada el 3 de octubre de 2002.

Jefe Seccin Ciruga Peditrica Pontificia Universidad Catlica de Chile, Profesor Centro de Estudios Bioticos y Humansticos Facultad de Medicina Universidad de Chile.

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En diciembre del mismo ao se efectuaba en un hospital de Londres la primera intervencin de importancia bajo los vapores de ter y al ao siguiente, 1847, en Francia y en Alemania (3). Sin embargo el reinado absoluto del ter no alcanz a durar un ao, ya que James J. Simpson, profesor de obstetricia de Edimburgo, emplea cloroformo por vez primera en un parto, a fines de 1847. En 1853, nace un hijo de la Reina Victoria, emplendose cloroformo en el parto. Se inicia as lo que se denomin el cloroformo a la Reina. Por su mayor facilidad de empleo y por producir una narcosis ms tranquila y profunda, el cloroformo reemplaz muy pronto al ter en casi todo el mundo, siendo abandonado por sus efectos laterales, ya bastante avanzado el siglo XX. (3) En Chile los primeros anestsicos que se usaron tambin fueron ter y cloroformo. En El Mercurio de Valparaso, el 23 de octubre de 1848 (3), aparece descrito que el cirujano de marina Don Francisco Javier Villanueva realiz la amputacin de un brazo en una anciana de 90 aos de edad, por una grave fractura producto de una cada. El anestsico empleado fue cloroformo y la paciente estaba completamente reestablecida a los 15 das. Esta constituye la primera informacin de un procedimiento anestsico con cloroformo en el pas. En los Anales de la Universidad de Chile del ao 1850, aparece publicado el primer reporte cientfico nacional sobre el cloroformo y su aplicacin en la ciruga. El mrito corresponde al doctor Juan Mquel y su trabajo Algunas ideas sobre el cloroformo y sus aplicaciones mdicas tomadas de los ms recientes autores de Europa y Amrica, y de las experiencias hechas en Santiago por el autor. Al ao siguiente, 1851, en los mismos Anales, Pelegrn Martn, asegura en otro trabajo sobre el cloroformo, que este neutraliza positivamente los efectos del dolor. (3) La prctica de la ciruga, hasta ese momento, de acuerdo a los contenidos de la Revista Mdica de Chile, estaba limitada a la atencin de las afecciones que comprometan la superficie del cuerpo, fueran abscesos, flegmones, traumatismos, tumores y particularmente del cuello o de las extremidades o problemas que se presentaran en el parto. Las intervenciones quirrgicas de la cavidad torcica o abdominal eran impensables por su altsima mortalidad, ya que se complicaban con enorme frecuencia de una infeccin purulenta que acababa con la vida del enfermo.(4) Francisco Puelma Tupper en sus Recuerdos de medio siglo (apuntes para la Historia de la Medicina en Chile) aparecidos en la Revista Mdica de Chile en 1919 (5), refirindose al Hospital San Juan de Dios, de Santiago - cuya historia se confunde con la Historia de la Medicina en Chile- relata: no se imaginan ustedes la mortalidad horrorosa de los hospitales, nada menos que el 80%; casi todos moran de infeccin purulenta y edema maligno. Haba casos fatalmente mortales de carbunclo edematoso, una forma de carbunclo edematoso que no he vuelto a ver, que invada todo el cuerpo de un edema negro-azulado. No era la podredumbre de hospital, esta es una falsa membrana que se desarrolla sobre las heridas, a manera de difteria, con gran hinchazn y dolor. La podredumbre de hospital no escaseaba tampoco, al contrario, se vea con frecuencia; se combata con cloruro de zinc al 10% o con cido fnico al 5% ....con fracaso casi seguro. 46

El cirujano Thvenot (llegado al pas a fines de 1866 y que haba sido contratado por el Supremo Gobierno en Francia, para reemplazar a ese otro gran francs, Lorenzo Sazi, fallecido de tifus exantemtico, en 1865), muy inteligente, tena una estadstica horrible y de ello se aprovechaban los conservadores para hacerle la guerra. En verdad que el hombre tena sus visos de levantisco y era medio volteriano o volteriano y medio. La muerte de sus pacientes no provena del descuido, sino porque el Hospital se hallaba completamente infectado. No se lavaban nunca los pisos, no se blanqueaban jams las paredes. As la sala del Dr. Elguero, tena colgado el retrato de un viejo que se veneraba como un santo milagroso, pero un santo con cuello, lo que me lo hizo sospechoso; en realidad se trataba del fundador de la sala, seor del Villar, que apareca misterioso, por la tierra y suciedad que lo cubra. Los instrumentos no se desinfectaban nunca. Las heridas se curaban diariamente, cuando no dos veces al da, pasndoles una esponja empapada en manteca de chancho, llamada cerato. La misma esponja iba de una cama a otra y recorra todos los enfermos de la sala. Se usaba tambin una sola pinza cubierta de costras y de sangre ennegrecida. (5) Thevnot empleaba en sus curaciones -el sistema francs- un procedimiento absolutamente nuevo en nuestro medio y que consista en apsitos impermeables con mucho algodn; recin Pasteur demostraba que los microbios no atravesaban el algodn. Este mtodo haba sido propuesto y aplicado en Francia por Alfonso Guerin, cirujano inspirado en las experiencias de Pasteur.(3) El empleo desmedido de algodn levantaba grandes protestas de las buenas monjas. Se usaba tambin la gasa y un protector que evitaba que el apsito se pegara a la herida. Lister, en Edimburgo, haba recomendado tambin el algodn, pero no tanto con el objeto de filtrar el aire, sino de mantener una atmsfera antisptica alrededor de las heridas con el cido fnico y otros antiptridos.(5) Thevnot haba empleado un procedimiento mixto en sus salas del Hospital San Juan de Dios. De Lister, haba aceptado el empleo del cido fnico como antiptrido asociado al alcohol o la glicerina; de Guerin, todas sus indicaciones. Sus resultados parecen haber sido muy satisfactorios segn lo afirma Reccius (3)- disminuyendo considerablemente la infeccin purulenta; as, en doce amputados consecutivos en 1872, tuvo solo dos casos de infeccin purulenta y uno de gangrena hospitalaria. Como puede observarse, es a Alfonso Thevnot a quien corresponde el mrito de haber iniciado la antisepsia quirrgica en Chile y si no tuvo ms comprensin por parte de sus colegas puede haber sido por su personalidad. Todo esto motiv un apresurado retorno a Francia en 1873. Francisco Puelma Tupper form parte del primer grupo de becados de la Escuela de Medicina enviados a Europa en 1874 por el Supremo Gobierno, a perfeccionar sus estudios, y esto gracias a la visin del decano Jos Joaqun Aguirre. Los otros mdicos del grupo fueron Manuel Barros Borgoo, Vicente Izquierdo y Mximo Cienfuegos. La influencia que tuvieron ellos en la evolucin y el progreso de la medicina y en especial de la ciruga en Chile, fue trascendental.

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La primera publicacin de Lister data de 1867. Su procedimiento estaba en uso ya por doce aos al retorno de Puelma y sus compaeros. El mtodo consista en operar en una atmsfera saturada de cido fnico producido por dos vaporizadores. Al regreso de los becados chilenos de Europa, el pas se encontraba en plena Guerra del Pacfico. La mortalidad por la infeccin purulenta en los heridos de batalla era altsima. Incluso el mismo Puelma relata que el buque Amazonas lleg del norte cargado con 300 heridos, de los cuales murieron todos, oficiales y soldados, sin librar uno, de infeccin purulenta. Continua narrando Puelma al volver de Europa, en 1879, quisimos introducir en el Ejrcito algunas ideas nuevas, las que despertaron gran resistencia entre los jefes. Recuerdo que al Ministro de Guerra, a quien le habl de organizar ambulancias, se sonri y me contest: En la batalla de Loncomilla (1851) no tuvimos ambulancias y lo ms bien salimos del paso. Como pronto los hospitales de Santiago se hicieron insuficientes, se fundaron entonces tres hospitales de sangre: uno en la calle Lira, otro en la calle Castro y el ltimo en la calle Agustinas. Puelma Tupper, Barros Borgoo, Izquierdo y Cienfuegos, a cargo del hospital de la calle Lira esquina con Santa Isabel, en una casa instalada y sostenida por la familia Matte, introducen el sistema de Lister. Dicho establecimiento contaba con 54 camas (6). All la mortalidad por infeccin purulenta baj inmediatamente a 3%. Mientras tanto en los otros hospitales, a cargo de los clericales, opuestos a todo progreso, dando ms importancia a la otra vida, se segua con la esponja y el cerato y una mortalidad de 80%. (5) Durante el ao y cinco meses que funcion el hospital Domingo Matte se atendieron 200 enfermos de los que 120 fueron dados de alta antes de los 40 das y de una remesa de 90 pacientes slo fallecieron tres. (4) Puelma Tupper es bastante ilustrativo: cost mucho convencer a la gente de la existencia de los microbios, como no los vean, y nosotros los jvenes los veamos en todas partes, nos crean perturbados, alucinados; en 1879, me caricaturizaron matando con una escopeta, microbios a diestra y siniestra. (5) Haba profesores de Medicina de Santiago que se burlaban del nuevo procedimiento, tan aparatoso, y sobre todo de las pulverizaciones de cido fnico con que se impregnaba la atmsfera al hacer las curaciones. Criticaban su olor, su accin irritante sobre las heridas y sobre la piel y sobre todo su accin txica. Sin embargo el mtodo listeriano poco a poco se va imponiendo. El posteriormente famoso oftalmlogo, Manuel J.Barrenechea, en su memoria de prueba, publicada en la Revista Mdica (1882), Ligera resea sobre la curacin de las heridas segn el mtodo antisptico de Lister, concluye diciendo: el mtodo de Lister para la curacin de heridas es el mejor de los conocidos hasta ahora. Su institucin en todos nuestros hospitales es fcil y en extremo ventajosa.(7) En la misma Revista Mdica existe un apartado que ha sido destacado por numerosos profesores. En 1880 (8), el doctor Joaqun Zelaya, de La Serena, publica la memoria Tratamiento de la gangrena por el sistema de la irrigacin en el hospital de sangre de La Serena. El Dr. Zelaya emple en forma sistemtica la irrigacin continua con agua, gota a gota. Si la parte 48

gangrenada era extensa, agregaba al agua, cloruro de calcio, cido carblico, licor Labarraque u otras sales antispticas solubles. Obtuvo con este mtodo sorprendentes curaciones, no fallando ni una vez en un centenar de casos. Este fue el mismo procedimiento recomendado por Dakin y Carrel, para activar la limpieza de los tejidos mortificados, solo que treinta y cinco aos ms tarde, durante la primera guerra mundial. Manuel Barros Borgoo se hace cargo de la nueva ctedra de clnica quirrgica en 1882, y desde el primer momento comienza a ensear la aplicacin del mtodo antisptico. Poco tiempo despus, el Presidente Santa Mara reorganiza la enseanza de la medicina, dividiendo la clase de ciruga y clnica quirrgica en dos ctedras, quedando una a cargo del Dr. Ventura Carvallo Elizalde y la otra, de don Manuel Barros Borgoo. Ambas, de alguna manera, rivalizan por un mejor y mayor desarrollo de la ciruga chilena. El resultado prctico de los descubrimientos de Pasteur y Lister haba provocado un auge inesperado de la ciencia quirrgica, y los rpidos progresos de aquella poca no dejaron de hacerse sentir en nuestro pas. Todos los rganos del cuerpo pudieron ser abordados con xito por los cirujanos, comenzando con los de la cavidad abdominal. Mas adelante, los descubrimientos de Koch, con sus medios de cultivo, permitieron el conocimiento de los microbios causantes de las infecciones en las heridas, y as empez a reconocerse que el peligro de la infeccin no radicaba solo en los microbios que contena el aire como lo haba enseado Lister, sino que sobre todo en el contacto con los objetos infectados: manos del operador, instrumentos, material de curacin, etc. Cirujanos y gineclogos se vieron obligados a desenterrar las ideas que Semmelweis haba preconizado unos 25 aos antes, en 1847.(3) Comienza entonces el cambio de la ciruga antisptica a la ciruga asptica, cambio que en el pas fue lento, en el curso de varios aos, emplendose ambos mtodos en forma simultnea con el objeto de preservar al paciente de toda infeccin. Traducido literalmente, antisepsia significa contra la sepsis y asepsia quiere decir sin sepsis. La clnica de von Bergmannn en Berln, fue la que ense el camino hacia una asepsia casi perfecta (3). Schimmelbusch, su asistente, publica en 1891 un trabajo sobre el procedimiento asptico, cuyas ideas estn basadas en que la limpieza mecnica y la desinfeccin por el calor bastan para evitar un contagio de las heridas por las bacterias patgenas. La esterilizacin previa del material de operaciones en autoclaves, aseguraba una asepsia rigurosa, pero quedaba por resolver todava el difcil problema de la desinfeccin de las manos del operador y sus ayudantes, y del campo operatorio del enfermo. Inicialmente se crey en la posibilidad de aseptizar las manos, por el lavado y el uso de soluciones antispticas, llegndose finalmente al empleo de guantes, que inicialmente fueron de seda o hilo y luego de goma. Goodyear haba logrado idear el proceso de vulcanizacin del caucho en 1839. La prctica de operar con las manos cubiertas con guantes impermeables se inicia en la clnica de William Halsted en el Hospital John Hopkins de Baltimore, en 1889. Halsted, amigo de Goodyear, le encarg el diseo de guantes para la proteccin de una dermatitis en las manos de su instrumentadora y futura esposa, Caroline Hampton. Ms adelante, en 1891, 49

Halsted recomienda la utilizacin de estos guantes en intervenciones que requeran una asepsia rigurosa.(9) En Alemania este mismo mrito es atribuido a Mikulicz.(3) En un artculo de revisin publicado en la Revista Mdica de 1900(10) se recomienda el uso de guantes en la prctica quirrgica y obsttrica, dada la demostracin experimental de la imposibilidad de esterilizar las manos del cirujano mediante el lavado con soluciones antispticas. El doctor Francisco Navarro, jefe de clnica de Ventura Carvallo, luego de haber permanecido en Europa del 1904 a 1905, es quien introduce el uso de estos guantes en las intervenciones quirrgicas en Chile.(11) Esta prctica se extiende poco a poco por todo el pas. La mascarilla facial y el gorro aparecen ya mencionadas en trabajos chilenos de Gregorio Amuntegui y Arturo Brandt en 1901 y 1904 respectivamente.(3) El ritual de la asepsia, es hoy el mismo en todo el mundo, como tambin, la indumentaria del cirujano y sus ayudantes y cumplen con lo que Billroth haba exigido ya hace ms de un siglo: limpieza hasta la exageracin, como lo preconiza Adolfo Reccius (3) en su Historia de la Ciruga Abdominal en Chile.

REFERENCIAS.
1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. DE TEZANOS PINTO S. Breve historia de la Medicina Universal y notas sobre historia de la Medicina Chilena. Editorial Universitaria 2 ed. Santiago, 1987. CHATEAU G. LORD LISTER Anales Chilenos Historia Medicina 5; 49-61, 1963. RECCIUS A. Historia de la ciruga abdominal en Chile. Empresa Editora Zig-Zag. Santiago, 1948. LARRAN C. La Sociedad Mdica de Santiago y el desarrollo histrico de la Medicina en Chile. Ed. Sociedad Mdica de Santiago. Santiago, 2002. PUELMA T. Apuntes para la Historia de la Medicina en Chile. Recuerdos de medio siglo. Rev. Med. Chile; 47:882-6, 1919. CAMPOS E. Una vida por la vida. Vicente Izquierdo Sanfuentes. Ed. Universidad Catlica de Chile, 1995. BARRENECHEA M. Ligera resea sobre la curacin de las heridas segn el mtodo antisptico de Lister. Memoria. Rev. Med. Chile; 11: 89-106, 129-137, 164-181, 1882. ZELAYA J. Tratamiento de la gangrena por el sistema de irrigacin aplicado en el hospital de sangre de La Serena. Rev. Med. Chile; 9:214-7, 1880. WANGESTEEN O.H. Some pre-listerian and post-listerian antiseptic wound practices and the emergence of asepsis. Collective review. Surg Gynecol Obst 137:677-702, 1973. Revista extranjera. Los guantes en ciruga y obstetricia. Rev. Med. Chile; 28:463-7, 1900. Homenaje a Don Francisco Navarro. Rev. Med. Chile; 68:1599- 1608, 1940.

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HISTORIA DEL ESTADO BENEFACTOR MDICO-SOCIAL EN CHILE1


DR. RICARDO CRUZ- COKE MADRID2

INTRODUCCIN En las Jornadas de Historia de la Medicina Amador Neghme efectuadas en 1989 en esta Academia, rese la Historia poltico-social de la Medicina chilena sealando el trascendental rol mdico del Estado y haciendo una somera descripcin del estado bienhechor chileno en el periodo 1924-1973. Este tema ha tomado mucha relevancia recientemente al evaluar la historia mdica nacional durante el siglo XX. (1) El objetivo de este trabajo es abordar en forma integral una descripcin histrica de este proceso mdico-social que sirva de referencia para resolver definiciones polticas nacionales de salud.

CONCEPTO DE ESTADO BENEFACTOR La accin benefactora del Estado (Welfare state, Etat providence, Estado de bienestar o benefactor) es un concepto de gobierno en el cual el Estado juega un rol clave en la proteccin y promocin de la situacin econmica-social y mdica de la poblacin nacional. Su accin se basa en los principios de igualdad de oportunidades, equitativa distribucin de la riqueza, condiciones mnimas de bienestar y pblica responsabilidad por las personas indigentes. Estos principios se aplican mediante seguros sociales, servicios mdicos pblicos, educacin bsica sanitaria y habitacin popular subvencionada. (2, 3, 4) La idea de un Estado bienhechor surgi originalmente en la Revolucin Francesa en 1793 con la enunciacin de los derechos sociales de los pobres y se consignan en el art. 21 de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. (2) Sin embargo estas ideas solo fueron aplicados formalmente en Alemania con las leyes de Bismark en 1883-84 sobre seguros de enfermedad y accidentes del trabajo, para hacer frente a la grave cuestin social de la poca del positivismo a fines del siglo XIX. Estas ideas fueron introducidas en Chile por el Profesor Dr. Exequiel Gonzlez Corts en la dcada de los aos 20. (4)
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Conferencia presentada el 3 de octubre de 2002.

Miembro de Nmero Academia Chilena de Medicina. Director Museo Nacional de Medicina, Facultad de Medicina Universidad de Chile.

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SITUACIN MDICO-SOCIAL DEL PUEBLO CHILENO En 1900 la situacin econmica-social del pueblo chileno era de un profundo subdesarrollo. Chile tena una poblacin de 3 millones, mayoritariamente rural, con el 40% menor de 15 aos con altsimas tasas de mortalidad general, de 28 por 1000 y el infantil de 30% de nacidos vivos. La esperanza de vida era de apenas 30 aos. Haba una sola escuela de Medicina con 20 graduados anuales. Existan 300 mdicos trabajando en 83 hospitales en 13.000 camas en todo el pas. (3)

LOS MDICOS FUNDADORES DE LA MEDICINA SOCIAL Al estudiar la evolucin social de los pases del mundo, los avances mdicos surgen como consecuencia de los progresos econmicos y sociales. Por el contrario, en el Chile del 900 la accin de los mdicos polticos reformadores se ha anticipado a los cambios sociales y han asignado e impulsado los avances mdico-sociales. (6) En efecto una destacada legin de mdicos de la Universidad de Chile a comienzos del siglo XX forjaron polticas estatales de salud para crear una legislacin destinada a resolver los graves problemas de la cuestin social de esa poca. A diferencia de la poca del positivismo en el siglo XIX, la formacin de un Estado benefactor en la medicina social fue una obra nacional de poderosas personalidades mdicas chilenas. (4, 5, 6, 7, 8, 9) Mdicos precursores fundaron en 1892 el Instituto de Higiene que introdujo en Chile la bacteriologa y las vacunaciones para prevenir las enfermedades infecciosas. Tambin crean una Asistencia Pblica en 1911. Pero solamente en 1918 iniciaron la construccin de los cimientos de la medicina social con la aprobacin de la ley del Cdigo Sanitario y la creacin de la Direccin de Sanidad que entreg a los mdicos el poder legal de controlar la salud pblica. En 1924 fue creado el Ministerio de Higiene y Previsin Social que independiz a los mdicos del Ministerio del Interior, fueron dictadas las leyes del Seguro Obligatorio, de enfermedad y de accidentes del trabajo. En los aos siguientes fueron formndose gradualmente las instituciones asistenciales y sanitarias, hasta su unificacin en 1952 con la creacin del Servicio Nacional de Salud. (4, 7, 10)

EL ESTADO BIENHECHOR MDICO-SOCIAL Al cabo de 50 aos de crecimiento y desarrollo, el Estado benefactor chileno contaba con decenas de leyes previsionales e instituciones sanitarias asistenciales de salud. Las leyes mdico-sociales mas importantes fueron: Seguro obligatorio de enfermedad y vejez (1924). Medicina preventiva (1938). Materno-Infantil (1938); Estatuto mdico (1964) y Enfermedades Profesionales (1968), Medicina Curativa (1968). Las instituciones asistenciales

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fueron Direccin de Sanidad (1918), Junta Central de Beneficencia (1931), Sociedad constructora de Hospitales (1944), Servicio Mdico Nacional de Empleados, SERMENA (1960). (7, 10) A su vez el Estado docente se expandi con la Universidad de Chile creando nuevas escuelas de Medicina regionales, Escuela de Salubridad, Facultad de Ciencias, Instituto de Ciencias de Valparaso, Academia de Medicina, Comisin Nacional de Investigacin Cientfica, Comisin Nacional de Energa Nuclear. (4, 7) Todas estas obras estatales mdicas y sociales fueron obra de los profesores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile que eran Ministros y parlamentarios que actuaron en un escenario de repblica democrtica. Las leyes que fundaron el Colegio Mdico (1948), y el Servicio Nacional de Salud (1952) terminaron por afianzar el poder legal del cuerpo mdico en la conduccin del progreso sanitario y mdico del pas. En esta poca el gobierno chileno desarroll una importante cooperacin internacional con la Organizacin Panamericana de la Salud (OPS), desde 1924, y la Organizacin Internacional de la Salud (OMS) desde su fundacin en 1948. Apoyaron la poltica del Estado benefactor fundaciones privadas internacionales. Chile a su vez tuvo gran influencia en la salud pblica de pases latinoamericanos y un destacado profesor de la Facultad de Medicina fue Director General de la O.P.S. (11)

LOS XITOS DE LA MEDICINA SOCIAL CHILENA Durante medio siglo, de 1925 a 1975, los resultados de la poltica estatal de Salud mostraron importantes logros en recursos humanos y fsicos, erradicacin de plagas histricas, mejoras materno-infantiles, sanidad ambiental y poltica farmacutica. La expansin de los recursos humanos y fsicos fue notable. Fueron creadas cinco escuelas de medicina que graduaban en 1975 a 400 mdicos anualmente. La Sociedad Constructora de Hospitales y consultorios cre y remodel 230 hospitales, y 1100 consultorios atendidos por 4500 mdicos y 60.000 profesionales y asistentes. Las camas de hospitales aumentaron en medio siglo de 17 mil a 36 mil. (10) Las plagas histricas fueron erradicadas en los aos que se indican: Fiebre amarilla y Peste bubnica en 1920, Malaria 1945, Viruela 1954, Tifus exantemtico 1958, lepra 1965, Rabia 1970, Poliomelitis 1976. La mortalidad de Tuberculosis baj de 150 a 25 por 100.000. (12) Los programas de salud materno-infantil bajaron tasas de natalidad de 40 a 26 por 1000 y la atencin profesional del parto subi de 10% a 87% de los nacidos vivos. El control de la desnutricin mediante la distribucin de leche al 90% de la poblacin infantil baj el ndice de 15% a 5%, y la mortalidad infantil baj de 250 a 55 por 1000 nacidos vivos. (13) Los 12 programas de Salud ambiental creados por el Servicio Nacional de Salud cubrieron con agua potable el 80% y el alcantarillado cubri el 60% de las reas urbanas. 53

El Formulario Nacional de Medicamentos de 1965 introdujo el uso de productos genricos de drogas con monopolio de productos farmacuticos, bajando considerablemente los precios en ms de 150 medicamentos bsicos. (14)

CRISIS Y REVOLUCIONES SOCIALES (1970-79) Despus de medio siglo de exitosos progresos sanitarios y sociales los gobiernos socialdemcratas y liberales no podan resolver graves problemas de pobreza de un tercio de la poblacin chilena. El Estado benefactor acusaba importantes fracturas; una tremenda burocracia centralizada con severos defectos administrativos, retraso en progresos tcnicos por altos costos de la medicina moderna, deficiencias del personal tcnico y corrupcin poltica que afectaba la calidad de la asistencia mdica. Como consecuencia de estos problemas se present una crisis de crecimiento y de credibilidad del modelo mdico estatal y la presentacin de modelos alternativos, uno socialista y otro capitalista. (15, 16) La eleccin del Dr. Allende en 1970 estableci un gobierno socialista marxista que propuso un cambio de la estructura de la sociedad, nica manera de corregir las desigualdades mdico-sociales. La experiencia socialista en dos aos fracas por causas econmicas y tcnicas y fue resuelta con el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, cuya dictadura desarrollista militar instaur un modelo neoliberal capitalista. Durante sus primeros aos hasta 1979, el rgimen militar mantuvo el modelo estatal de salud centralizado, pero con la constitucin de 1980 se estableci la libertad econmica, la libertad de enseanza y se abrieron las puertas del libre mercado para la medicina nacional.

LA REFORMA NEOLIBERAL DE LA MEDICINA (1980 - 1990) Chile fue el primer pas subdesarrollado en el mundo en desarrollar reformas neoliberales en salud y bienestar. El modelo estatal de seguridad social fue desmantelado y reemplazado por dos sistemas de pensiones. La poblacin ms antigua qued en un sistema estatal de pensiones (I.N.P.) y el resto qued obligatoriamente en un sistema privado de pensiones (A.F.P.) con capitalizacin individual. Fueron creados dos sistemas de Salud. El sistema pblico con el Fondo Nacional de Salud; FONASA, y el Sistema Privado, ISAPRE, con capitales nacionales e internacionales. (17, 18). Ambos sistemas se financian con una cotizacin de 7% del salario. De este modo el Estado Benefactor fue desmantelado y privatizado, transfiriendo los recursos econmicos del Trabajo al Capital. Organizaciones financieras internacionales reemplazaron el rol estatal de previsin y salud con el control privado de los servicios de salud y bienestar social. El presupuesto estatal de salud baj del 5% al 3% del producto bruto Nacional y la inversin privada alcanz en una dcada el 40% de los gastos del pas. (17) 54

Como consecuencia el Estado Benefactor clsico qued reducido al I.N.P. , a los hospitales pblicos, al I.S.P. (Instituto de Salud Pblica), los consultorios municipales y a los servicios de agua potable y alcantarillado, que ms tarde seran tambin privatizados. El Servicio Nacional de Salud se dispers en Servicios regionales de Salud dependientes de los Intendentes de las regiones del pas. Los restos del Estado Benefactor quedaron desparramados en el pas.

RECONSTRUCCIN DE UN MODELO MIXTO DE SALUD PBLICA (1990 - 2000) Durante la ltima dcada del siglo XX el gobierno de Chile fue ejercido por partidos polticos democrticos de Centro, que trataron de reagrupar los restos del Estado Benefactor en un nuevo modelo mixto de Sistema Pblico y Privado. El xito del crecimiento econmico del pas a una tasa de 6% del Producto Bruto permiti reforzar las estructuras estatales de los Servicios Pblicos y establecer programas de apoyo a planes especficos de asistencia mdica y subvencin a grupos de indigentes. En 1999 los recursos fsicos de la Salud Pblica mantenan a 2500 establecimientos pblicos y 1000 privados, que incluan Hospitales, Clnicas, Centros Mdicos y Consultorios con un total de 45.000 camas hospitalarias. (18) Los recursos humanos contaban con 16 mil mdicos, los que trabajaban mayormente en el sector privado. De este modo el modelo mixto tena una importante participacin del sector privado que complementaba eficazmente la accin de la medicina estatal. (18, 19) Como consecuencia de esta afortunada situacin de bienestar econmico al final del siglo XX, Chile logr mejorar considerablemente sus estadsticas vitales e ndices demogrficos, ubicndose en el primer lugar en Amrica Latina. Los cuadros adjuntos muestran la evolucin de las estadsticas a lo largo del siglo XX, demostrando que Chile se haba transformado en una nacin de desarrollo mediano a la altura de los niveles europeos. (3, 10, 19)

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CHILE: EVOLUCIN ESTADSTICAS VITALES EN SIGLO XX

DEMOGRAFA Poblacin millones Pob.urbana % Natalidad/1000 hab/ Esperanza vida aos RECURSOS Mdicos graduados, ao Certificacin mdica % Camas hospital miles Atencin parto % Agua potable urbana %

1900 3.1 42 40 20 13 -

1920 4.0 46 38 30 50 24 15 25 10 26 257 604 173

1940 5.0 50 37 42 200 30 20 30 30 14 225 443 159

1960 7.6 70 36 58 400 72 34 40 50 12 109 263 188

1980 11.1 83 27 70 600 90 40 90 87 6 23 180 180

2000 15.0 87 18 75 700 98 45 98 98 5 10 14 150

MORTALIDAD General / 1000 pob. 28 Infantil / 1000 n.v. 300 Infecciosa / 100.000 hab Cardiovascular/100.000 hab Fuente: Anuarios Demgraficos, INE.

CONCLUSIN Chile ha sido la primera nacin subdesarrollada que ha alcanzado el objetivo de lograr hacer la cobertura ntegra de atencin primaria de salud a toda su poblacin, de acuerdo con la Declaracin de Alma Ata, de la OMS, adoptada en 1978. En la fecha clave del ao 2000, las estadsticas vitales chilenas muestran los indicadores bsicos de la OMS, al mismo nivel de los indicadores de los pases industrializados de Europa y Norteamrica. Chile enfrenta en esta nueva alta posicin de nacin de desarrollo mediano, la necesidad de hacer frente a los imperativos sanitarios del siglo XXI, esto es, salvaguardia de las ganancias de salud obtenidas en el siglo XX, mejorar la cooperacin internacional, y aumentar su potencial de infraestructuras de salud con una ms amplia comprensin y responsabilidad en sus polticas nacionales de salud pblica. (20).

REFERENCIAS
1 2 3 4 CRUZ-COKE, R. Resea histrica social de la medicina en Chile. Jornadas Historia Medicina Amador Neghme. 1989;229-237. MERRIEN, F.X. L Etat Providence Que sais je- Presses Universitaires de France. Paris, 2000. Anuarios de Demografa, INE, Chile (1925-1999). CRUZ-COKE, R. Los profesores de la escuela de medicina y la historia poltica nacional. Rev. med. Chile 1983; l11; 608-615.

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5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20

HUNEEUS, C.& LANAS, M.P. Ciencia poltica e historia, Eduardo Cruz-Coke y el Estado de bienestar en Chile: HISTORIA. Vol. 35; 2002; 131-186. FRASER BROCKINGTON, C. Informe sobre salud pblica en Chile. Rev. med. Chile 1962; 90; 374380. CRUZ-COKE, R. Patrimonio-histrico de la medicina en Chile. Anales. U. Chile, Sexta serie, N12, 19-41, 2000. CRUZ-COKE, E. Medicina Preventiva y medicina Dirigida. Nascimento, Santiago, 1938. ALLENDE, S. La realidad mdico-social en Chile. Imp. Lathrop, Santiago, 1939. MEDINA, E. Evolucin de la Salud Pblica en Chile en ltimos 25 aos. Rev. med. Chile 1977; 105; 739-783. JURISIC, B. Chile y las organizaciones internacionales de Salud. Rev. med. Chile. 1977;105; 674-679. BORGOO, J; Control de enfermedades infecciosas en Chile. Rev. med. Chile. 1977; 1O5; 696700. KAEMPFER, A. Evolucin de la salud materno-infantil en Chile. Rev. med. Chile. 1977; 105; 680-686. VALDIVIESO, R. Ley de Medicina Curativa y Formulario Nacional. Rev. med. Chile: 1977;105; 666-670. CRUZ-COKE, R. & GOIC. A. Cambios socioeconmicos bruscos e ndices de Salud pblica en Chile (1970-1973) Rev. med. Chile; 1973;101;996-1001. MEDINA, E. & CRUZ-COKE, R. Chilean medicine under social revolution. New. England, J.Med. 1976; 296; 173-179. ARMADA F. et al. Neoliberal reforms in provision of health and social programs. Int.J.Health Serv. 2001; 31; 729-768. LABORDE DURONEA; M; Medicina-chilena en el siglo XX. Corporacin Recalcine. Santiago. 2002. PanAmerican Hea1th Organization. Health conditions in the Americas. Washington, 1994. WHO. The World Health Report. WHO. Genova, 1998.

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SALUD E HIGIENE EN VALPARASO A COMIENZOS DEL SIGLO XX1


PROF. ALESSANDRO MONTEVERDE S.2

INTRODUCCIN A pesar que Chile se encontraba en una etapa de franco bienestar econmico y de estabilidad poltica, sus estructuras sociales no estaban preparadas -al igual que en gran parte del siglo XIX- para combatir los embates ms enconados de las pestes, epidemias y otros males, que se van a manifestar en forma reiterar a fines del siglo XIX y comienzos del XX. Este trabajo se fundamenta bsicamente con informacin de la prensa de la poca, informes de Intendencia de Valparaso y material indagado en los Archivos del Ministerio del Interior, seccin Beneficencia, Polica Mdica entre otros.

CONTEXTO HISTRICO SOCIAL DE VALPARASO A FINES DEL SIGLO XIX Y COMIENZOS DEL XX La mayora de la poblacin es de menos recursos, pobres, personas trabajadoras, artesanos, obreros, estibadores y otros que ejercen un oficio o trabajo en los distintos talleres de industrias varias. Estos hombres y mujeres vivan con sus a veces- familias en sendos, casas que histricamente hemos conocido con el nombre de conventillo. Estas habitaciones/viviendas, tpicas de Valparaso, las encontramos diseminadas en toda la ciudad, cerros, plan, tanto en los extremos como en el centro de ella, en las quebradas, en las laderas, etc. Estas casas fueron construidas de material ligero, casi colgando una al lado de la otra; para as obtener bsicamente el mayor provecho del terreno disponible, sin tener que taparse o esquivarse. Pero estas crecen hacia cualquier lado, si mirando el mar y de espalda al sol muchas veces- tienen bsicamente mala ventilacin, escasa luz y menos aire. Apenas con suerte les llegaba el sol en sus tejados, que con fortuna, ingresa tmidamente en una de las pocas piezas. El piso era fro, disparejo y generalmente de tierra, y en raras ocasiones de ladrillo o madera, siendo esto un lujo pocas veces visto. Muchos de estos conventillos no contaban con agua potable, sin desage con letrinas colectivas o pozos spticos y escasos- en los cerros. En la mayora de los conventillos los habitantes arrojaban las aguas sucias, usadas, servidas del lavado, entre otras, a los patios
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Conferencia presentada el 3 de octubre de 2002. Universidad de Playa Ancha, Valparaso.

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contiguos, y esta operacin era comn, cuando la realizaban tambin con las orinas y aun ms con las materias o desechos fecales.3 Las familias en general eran presas de la promiscuidad. Estos ocupaban una sola pieza del conventillo. Convivan el matrimonio -o la pareja de convivientes-, los hijos de ambos sexos y era muy comn encontrar compartiendo con ellos, algn pariente -to, ta, abuelo, abuela, ahijados, sobrinos, compadres- o un amigo o amiga. Adems agregmosle, los infaltables gatos o perros y otros animales domsticos. Normalmente cuando uno de los componentes del grupo familiar caa enfermo, iba a seguir compartiendo con los dems, la habitacin y ms aun la cama, el alimento, el agua, etc. Muy raras veces, este enfermo aceptaba ser internado de buenas a primeras en un establecimiento hospitalario. Sin embargo, y a pesar de lo anterior, desde el ao 1893 el Consejo de Higiene se ha preocupado constantemente de tratar de subsanar este problema de vivienda de las personas ms necesitadas.4 Para la fecha, a fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX, el Consejo de Higiene hizo tomar por la polica, una especie de censo del recinto urbano, para verificar cuntos conventillos existan. El resultado fue 543 conventillos, con 6426 piezas o cuartos - cuartuchos- que eran a su vez habitados por 17.170 personas. La relacin por habitacin de personas iba de 3 a 4 ms los animales domsticos que cohabitaban. Y en otros casos lleg a inferir que el nmero de personas poda ser aun mayor, cerca de 8 o ms personas por habitacin del conventillo.5 De estos conventillos, 203 se encontraban en buenas condiciones para ser habitados dignamente, y los 340 restantes, se encontraban en deplorable estado por las psimas condiciones higinicas, sin agua potable bebestible, y con desages completamente contaminados.

Informacin con esta descripcin la podemos encontrar en la memoria presentada al seor Intendente de Valparaso sr. Joaqun Fernndez Blanco. Por el dr. Daniel Carvallo. Epidemia de
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viruelas en Valparaso. Aos: 1904 y 1905. Imprenta Gustavo Weidmann. Valparaso. 1906 (p. 2525). En adelante dr. D. Carvallo. Epidemia... Valparaso. 1906. (p...)
4 5

Dr. D. Carvallo. Epidemia... Valparaso. 1906 (p. 25). La jente de la parte alta de la ciudad vive en casas jenerlamente muy mal construidas. Hacinadas

y en quebradas, sin calles, con escass de agua potable, sin facilidades para la remocin de las basuras, y las ms veces sin desages para las materias fecales; casi sin aire por la densidad de la acumulacin y respirando las emanaciones que se desprenden de tanta aglomeracin y de las aguas sucias que corren por los barrancos y cauces, a donde se arrojan las materias escrementicias, y tambin todo lo que puede podrirse [sic] y llenar el aire de miasmas (Dr. W. Daz). En dr. Carvallo. Epidemia... Valparaso. 1906 (p. 23).

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La ordenanza del 14 de agosto de 1893 sobre Polica de Conventillos en la ciudad de Valparaso, se debe al Consejo de Higiene y gracias a ella, cuando la Alcalda ha querido seguir las indicaciones del Consejo de Higiene, se ha conseguido modificar las condiciones higinicas de los conventillos que el consejo ha indicado como insolubles o inhabitables en conformidad a las disposiciones de la Ordenanza.6 En algunos casos y en beneficio del Consejo de Higiene, aquellos conventillos que han sido fiscalizados a sus dueos por estar en malas condiciones, estos han reaccionado prontamente, han realizado las reparaciones necesarias para su pronta mejora y habilitacin apropiada. Pero en otros casos, otros conventillos se encontraban en tal proporcin de antihiginicos, que no tena, ni merecan ser reparados. Y la indignidad era peor que la misma vida a la que estaban sometidos esos pobres seres humanos. En otras palabras, eran numerosos los conventillos que se encontraban en malas condiciones higinicas y fsicas en Valparaso. Muchos de estos importantes centros habitacionales carecan de las mnimas condiciones para vivir. Lo que haca ver que, con estas condiciones, muchos de sus moradores eran presa de cualquier contagio, peste y enfermedad. Y que la capacidad de dispersin era altsima y rpida, y sin mediar alguna capacidad de resistencia.

LEY DE ORDENANZA DEL SERVICIO DE HIGIENE PBLICA El da 15 de septiembre de 1892 se dict la primera ley orgnica de Higiene Pblica en Chile.7 Aunque se limit a crear un Consejo Superior y un Instituto de Higiene, representa una gran conquista, ya por las dificultades que tuvo que vencer para dictarla, ya por el
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Ver. Dr. Carvallo. Epidemia... Valparaso. 1906 (p. 25).

El antecedente de creacin y formacin del Servicio de Higiene Pblica emana de la Junta de Higiene de Valparaso, creada por el Intendente interino Sr. Federico Varela el 7 de noviembre de 1881, y el Consejo Superior de Higiene, creado por el Ministro de Interior Sr. Ramn Barros Luco, el 10 de enero de 1889, que han seguido hasta 1892 y que publicaron sus trabajos en los Archivos de la Junta de Higiene de Valparaso y en la Revista de Higiene, rgano del Consejo Superior de Higiene Pblica. Estos antecedentes los encontramos en. Dr. F. Puga Borne. Resea Histrica de la Higiene Pblica en Chile, en el texto: Varios Autores. El cuerpo mdico y la medicina en Chile. Publicado por Maffet. Santiago. 1939 (p. 427 y otras). Prximanente. Dr. Puga B. Resea... Santiago. (p...).

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hecho de que las instituciones que cre habran de poner de manifiesto la conveniencia de poseer una administracin sanitaria y al mismo tiempo serviran para formular los proyectos llamados a completar y perfeccionar esta rama del servicio pblico. Los antecedentes y quienes participaron en la promulgacin de la ley, se encuentran publicados en el primer tomo de la Revista chilena de Higiene, publicada por el Instituto de Higiene de Santiago en el ao 1894. Sin embargo antes de 1892 haban existido, creados por disposicin gubernativa, ciertos cuerpos consultivos: Consejos o Juntas de Higiene que nacan en pocas de angustia pblica y de desesperacin.8 Por otro lado, debemos destacar las siguientes instituciones: La Junta de Higiene de Valparaso, creada por el Intendente interino, seor Federico Varela, el 7 de noviembre de 1881 y el Consejo Superior de Higiene, creado por el Ministro de Interior Sr. Ramn Barros Luco, el 10 de enero de 1889, que han funcionado hasta 1892 y que publicaron sus trabajos en los Archivos de la Junta de Higiene de Valparaso y en la Revista de Higiene, rgano del Consejo Superior de Higiene Pblica. Pasamos a continuacin a sealar un informe emanado por la Cmara sobre el estado de la Higiene Pblica en Chile. La organizacin de la Higiene Pblica en Chile, es de tal modo defectuosa e insuficiente, que los problemas que ms directamente afectan a los intereses de la vida y de la salud de la poblacin de los hombres de buena voluntad que quieran estudiarlo. Las autoridades administrativas no encuentran de ordinario corporaciones o grupos de ciudadanos ilustrados, organizados de una manera conveniente, a quienes consultan sobre los intereses a ellos confiados, de tal modo que, o no se toman medidas para corregir los males que se notan, o estas no llevan el sello de la meditacin cientfica que requieren. La mortalidad verdaderamente asombrosa que acusa la estadstica, sobre todo la de los prvulos, que dificulta nuestro progreso y nuestro desarrollo y esteriliza muchas de las fuerzas productoras del pas, la organizacin de la asistencia domiciliaria y de la beneficencia Pblica, las causas de las endemias y epidemias, la salubridad de las localidades y habitaciones, las estadsticas mdicas y el examen de los alimentos y bebidas y otros mltiples asuntos, no menos graves e interesantes, deben ser materias de detenidos estudios por corporaciones o centros cientficos bien organizados y con atribuciones bien determinadas.9

En. Dr. Puga B. Resea... Santiago. 1939. (p. 427).

La Junta de Higiene de Valparaso estaba compuesta por distinguidos personajes pblicos de la poca. Entre ellos podemos mencionar a los siguientes. Eduardo de la Barra, Jun Clark, Salvador Donoso, Olof Page, Teodoro von Schroeders, Joaqun Talavera, David Trumbull, Carlos Waddington. Ver. Dr. Puga B. Resea... Santiago. 1939 (p. 428). Este proyecto fue realizado para la creacin de un Consejo Superior de Higiene Pblica, dependiente del Ministerio del Interior, compuesto por cuatro profesores de medicina y uno de
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qumica o farmacia. En. Dr. Puga B. Resea... Santiago. 1939 (p. 431).

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Por otro lado, en el ao 1886, el presidente de la Repblica Domingo Santa Mara y Jos Ignacio Vergara, su ministro del Interior, crearon en esta secretara de Estado la seccin de Higiene y Beneficencia que fue la autoridad nica y suprema en materia de salud y procur prolongadamente tantos disgustos a los mdicos. Desde el primer momento los dej en situacin desmedrada, confiriendo el mximo de autoridad a los administrativos. Agrup las juntas en la Junta Directora de Establecimientos de Beneficencia o simplemente de Beneficencia y les dict reglamento orgnico. Las autoriz para contratar comunidades religiosas, nombrar personal de servicio, fijar requisitos para el internado de licenciados, herencias y bases para el arrendamiento; pero se reserv el derecho de aprobar los reglamentos del rgimen interno, los presupuestos, la aceptacin de donaciones y legados y el permiso para contraer prstamos hipotecarios. Entre tanto, en 1900 existan en Chile 60 hospitales, 8 hospicios para invlidos, 6 casas de hurfanos y ms de 100 dispensarios. En 1917 la Junta de Santiago convoc al primer Congreso de Beneficencia.10 Valparaso a fines del siglo XIX y comienzos del XX. Datos generales e informacin de prensa sobre higiene y salubridad. Valparaso, era por aquellos aos la sede de los negocios chilenos: el salitre, la minera, industrias y comercio internacional. Los capitales chilenos emigrados del Per y Bolivia contribuyeron a organizar nuevas empresas y conquistaron nuevos mercados. En 1880, la ciudad inauguraba el telfono, el primero del pas. En 1884 se inauguraba el Teatro de la Victoria, escenario de importantes eventos artsticos y culturales. En 1888 se iniciaron mejoras en las estructuras del puerto. Dos aos despus quedaba unida por cable submarino con el resto del mundo por medio del sistema panamericano. Valparaso haba experimentado notables avances. Los ferrocarriles la unan con Argentina y Bolivia, lneas de vapores la conectaban con todos los puertos del mundo, un ferrocarril elctrico ha acortado el viaje a la capital y un proyecto de moderna carretera comenzaba a desarrollarse. La poblacin de Valparaso va en permanente aumento11 y sus actividades prosperaban, en algunos rubros a pesar de las continuas crisis, cuyos efectos no han sido eliminados del todo. Por otra parte, la apertura del Canal de Panam, en agosto de 1914, viene a poner la rubrica final al puerto de Valparaso, porque en estos momentos pasar a ser un puerto de trmino para las distintas lneas de navegacin. Se agrega a lo anterior, la construccin del puerto de San Antonio que tambin va a contribuir a restarle importancia a nuestro disminudo y apenado Valparaso.

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La informacin anteriormente expuesta se encuentra en: Autores Varios... El Cuerpo Mdico

y la Medicina en Chile. Ed. Maffet. Santiago. 1939 (p.892). 11 Segn el censo de 1885 la poblacin de Valparaso era de 104.952 habitantes y Chile en general llegaba a los 2.507.005 habitantes. Y, la poblacin para Valparaso en 1920 era de 182.422 y el total de Chile 3.730.230.

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Sin embargo en medio de los progresos indudables- econmicos, polticos y sociales, Chile tena demostraciones de atraso en los comienzos del siglo XX. El pueblo chileno se ha visto diezmado por una multitud de enfermedades endmicas y epidmicas que han debilitado las fuerzas productivas del pas. Ejemplo de esta situacin y perjuicio, han sido en Valparaso, las epidemias de viruela, la tuberculosis, la tos convulsiva, -el clera a fines del siglo XIX)-; tos convulsiva, que por lo comn atacaba a los nios, han sido de una frecuencia desoladora. En las ltimas epidemias de viruela12 que han flagelado el pas a comienzos del siglo XX, se han hecho clculos llegando a confirmar muertes que van anualmente entre 5.000 a 10.000 personas, vctimas de sus garras. Al mismo tiempo la peste bubnica, caus estragos durante algn tiempo en la regin septentrional, cuyo clima favoreca su desarrollo. En los aos posteriores fue el tifus exantemtico la epidemia ms tenaz y esparcida, fomentada por el desaseo y la desnutricin a que condujo, la cesanta de gruesos contingentes proletarios. La mortalidad infantil era algo desgarrador en los hogares chilenos, principalmente en el hogar de los pobres. La familia nacional perda la mayor parte de sus hijos a temprana edad. El mal se acrecentaba, sobre todo por las psimas condiciones higinicas. Las habitaciones hmedas, malsanas, estrechas, el desaseo personal como fsico mal perenne-, la ignorancia de las mnimas reglas sanitarias para conservar la salud, el alcoholismo, lacra invencible que doblegaba a muchos y muchas personas, quebrantador de la moral y la voluntad; estas eran algunas de las causales del aumento constante de la mortalidad. Relacionado con la peste bubnica en Valparaso, debemos sealar que los peridicos a comienzos del siglo XX informaban en los siguientes trminos: Los lectores ignoran sin duda que nos encontramos en pleno rgimen de la peste bubnica, que estamos infectados, plagados y contagiados hasta el punto de ser peligroso nuestro contacto para todos los que se nos acerquen y hemos llegado a ser el terror del Pacfico. Desgraciadamente no somos nosotros los que hemos descubierto este estado de casos: ni son nuestro gobierno ni las autoridades mdicas las que han declarado que hay peste bubnica en Chile. Los nicaragenses fueron los primeros en dar la alarma y los de Costa Rica se han
Para tener ms informacin ver: Mara Anglica Illanes. Historia del Movimiento Social y de la Salud en Chile. 1885-1920. Ed. Colectivo de Atencin Primaria. Santiago. 1989 (p. 55-70).
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apresurado a tomar medidas necesarias para evitar el contagio. El Ministro del Interior del ltimo pas debi asustarse al ver que la prensa de la vecina Repblica de Nicaragua aseveraba que este gobierno haba recibido noticias cablegrficas que anunciaban que haba prendido en Valparaso la peste bubnica. Como medida precautoria se restringe por estos pases la llegada de buques de Chile y en especial los que salen de Valparaso...13 Por otro lado y siguiendo las informaciones emanadas de la lectura de la prensa, sealaba que la municipalidad de Valparaso, consciente del gran problema de las epidemias, trat de tomar medidas concretas y efectivas. Un ejemplo de esto es: ...de una solicitud de Mateo Vicetich, Vicetich y Compaa, en la que pide algunas modificaciones en el contrato del 22 de abril de 1899, sobre incineracin de basura y otros desperdicios en tabla, el seor Gutirrez. Pide al alcalde que imponga a la sala de las medidas que haya tomado para impedir la invasin de la epidemia de la peste que nos amenaza y sobre la limpia de cauces y aseo de la ciudad14. En otras informaciones de prensa, se sealan denuncias y reclamos, como los siguientes: La falta de aseo es notoria, ya que el servicio de aseo no pasa por semanas y cuando pasa, los carretones si estn de buena voluntad se llevan la basura...15 Lo que hemos apreciado en los prrafos anteriores, era una falta completa de higiene que haca, lgicamente, resentir la salud, por la propagacin de las distintas epidemias; enfermedades como el tifus, viruela y gripe (pulmona) que afectaban principalmente a
Esta informacin resulta del Diario La Unin, 11 de enero de 1900. En adelante, D. La Unin. Fecha. 1900.
13 14 15

Ver D. La Unin. 1/2/1900. En D. Unin. Marzo. 1902.

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los barrios pobres, obreros, perifricos. Estos problemas se relacionaban con la carencia y falta de Hospitales que tuvieran condiciones favorables para atacar estos males, a pesar de contar con slo 4 de ellos, que dependan bsicamente de las sociedades de beneficencia de la provincia. Adems, cabe hacer notar que en general la infraestructura de la ciudad tampoco daba abasto: el agua potable no llegaba a todos los cerros de Valparaso, el tendido elctrico menos, el alcantarillado era insuficiente. De igual modo la pavimentacin de las calles, bsicamente, se conoca en el plan y slo en 30% de los cerros. Pero debemos sealar que en el ao 1898 se creaba en Valparaso la Oficina de Inspeccin Sanitaria. Se instala para tal efecto una oficina ubicada en la calle Independencia n32. La creacin de esta oficina va a tener gran importancia para abordar el tema de la salubridad pblica en los comienzos del siglo XX. Sin duda que este hecho corresponda a uno de los factores que hacan, de alguna forma, detener la tendencia tan negativa de muerte hacia fines del siglo XIX.

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EL PREFACIO DE VESALIO: RESEA BIOGRFICA Y COMENTARIOS1


BENEDICTO CHUAQUI2

RESEA BIOGRFICA DE ANDRS VESALIO

SUS ANCESTROS La familia Witing era oriunda de la ciudad alemana de Wesel y se radic en Bruselas a comienzos del siglo XV. En la Universidad de Lovaina aparece matriculado en 1429 Johannes de Wesalia. Del apellido Witing derivaron el de van Wesele y finalmente, Vesalius. Johannes y su hijo Everardo fueron mdicos. Entre los hijos de Everardo hubo uno ilegtimo: Andries. Fue farmacutico al servicio del Emperador. Se cas con Isabel Crabbe, y de este matrimonio nacieron Nicols, Andrs, Francisco y Ana.

INFANCIA Y ADOLESCENCIA Se cree que Vesalio naci el 31 de diciembre de 1514. Muy poco se conoce de su niez. Vesalio recibi probablemente la mejor educacin posible por entonces en Bruselas, sus estudios bsicos consistieron en el trivium (gramtica, retrica y dialctica). En el Paedagogium Castrense de Lovaina, una Facultad de Artes, obtuvo el grado de Magster en Artes, requisito para ingresar a otras facultades. Los estudios comprendan latn, griego, literatura, filosofa y retrica. Vesalio adquiri notable fluidez en latn. No se sabe qu movi a Vesalio a estudiar Medicina.

ESTUDIOS EN PARS (1533-1536) La Facultad de Medicina era muy conservadora. En la biblioteca de la Facultad haba predominantemente obras medievales. La Anatoma no tena el rango de una disciplina

Conferencia presentada el 4 de octubre de 2002 Miembro de Nmero Academia Chilena de Medicina, Profesor Titular Programa de Estudios Mdicos Humansticos, Facultad de Medicina Pontificia Universidad Catlica de Chile.
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por s misma. La practicaban los cirujanos, subordinados a los mdicos, y los barberos. Las disecciones de cadveres humanos eran rarsimas. Los estudios mdicos duraban cuatro aos. Entre los profesores estaba Jacobus Sylvius. Sylvius era un galenista estricto. Vesalio estudi con l unos seis meses, pero no solo se trataba de una enseanza ex cathedra, sino adems, de anatoma en animales. Adems, el escalpelo quedaba en manos de un barbero. Sin embargo, Vesalio particip en la diseccin de uno que otro cadver humano gracias a Gnther von Andernach, que permiti a Vesalio substituir al barbero. En su primera diseccin describi por primera vez las diferencias anatmicas entre las venas espermticas izquierda y derecha. Debido al estallido de la guerra Vesalio tuvo que abandonar Pars antes de poder graduarse de Bachiller.

ESTUDIOS EN LOVAINA (1536-1537) No se sabe exactamente qu actividades desarroll en Lovaina ni tampoco en cuntas disecciones de cadveres humanos particip. Pero las condiciones para la investigacin anatmica eran mejores que en Pars. All escribi su primera obra: el Comentario del libro noveno de Rhazes. Probablemente fue su tesis de Bachiller.

LA CTEDRA EN PADUA (1537-1542) La Facultad de Medicina mostraba ese desarrollo independiente que la hara la ms prestigiosa de Europa. A Vesalio los estudios en Paris y Lovaina le bastaron para que se le otorgara el grado de Doctor en Medicina. La Facultad de Medicina le permiti que hiciera a la vez de disector, demostrador y expositor. Aqu fue donde Vesalio hizo importante su ctedra. En su primera diseccin describi por primera vez las venas hemorroidales tributarias de la porta. Esta diseccin fue la base para la publicacin de tres obras breves, la ms importante de ellas son las Tabulae anatomicae (1538), en que se utilizan por primera vez ilustraciones con fines docentes. Vesalio sigue siendo bsicamente galenista, pero muestra ya un pensamiento independiente y ya haba reparado en algunos errores de Galeno. A partir de 1539 Vesalio dispuso de un nmero mayor de cadveres humanos, pero su afn era tal que con frecuencia se llevaba cadveres a su casa y los mantena all varias semanas. La mayora era hombres ajusticiados, por eso su experiencia en la anatoma de la mujer fue poca. Fue en Padua donde Vesalio hizo sus trascendentales aportes con dos obras que aparecieron en 1543: el Eptome o Compendio y la Fabrica.

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La Fabrica repercuti hondamente en los crculos mdicos, en parte por la revolucin que representaba el desplome de la anatoma galnica. Fue muy bien acogida por los que iniciaban la investigacin anatmica, entre ellos Falopio, el discpulo a distancia de Vesalio, pues no se conocieron. Vesalio recibi el encargo de revisar y traducir al latn el texto griego de los Procedimientos Anatmicos de Galeno para la publicacin de las Opera omnia, encargo que habla del prestigio y de la versacin de Vesalio. Concluida la Fabrica, Vesalio sigui la tradicin familiar ofreciendo sus servicios al monarca. Pero antes viaj a Basilea para supervisar la edicin de su obra. All, de paso, prepar el esqueleto del cuerpo de un ejecutado que haba disecado l mismo, esqueleto que se conserva hasta hoy en el Instituto de Anatoma de la Universidad de Basilea.

SERVICIO IMPERIAL (1543-1555) Al entrar al servicio imperial Vesalio dejaba de ser el investigador de la anatoma y se converta en clnico y cirujano, condicin en la que tambin adquiri gran prestigio y una situacin econmica aun mejor. En 1544 se cas con Anne van Hamme, al ao siguiente naci su hija Anne. La Fabrica desat la crtica de Sylvius. En 1551 apareca en Pars el trabajo de Sylvius Refutacin de las difamaciones de un cierto Vesano de la anatoma de Hipcrates y Galeno. El ataque, como anuncia el ttulo con el juego de palabras, fue desmedido, furioso, con amenazas y maldiciones y fue contraproducente para su autor. Sylvius muri en 1555, el mismo ao en que aparecieron su tratado de Anatoma y la segunda edicin de la Fabrica. En1556, ao de la abdicacin de Carlos V, Vesalio recibi una pensin de por vida y adems, pas a la corte de Felipe II en Espaa.

LOS AOS FINALES (1557-1564) Por entonces Vesalio ya era famoso tambin como clnico y cirujano. As, fue llamado a Pars para atender junto con Par a Enrique II y por deseo del Rey particip en junta que atendi a don Carlos. En 1564 el rey Felipe autoriz a Vesalio a abandonar Espaa. Las razones para dejar el Reino e ir a Jerusaln, son inciertas. Parti en marzo y muri en octubre. Segn Par y otros, la peregrinacin fue la penitencia impuesta por la Inquisicin por haber autopsiado a una mujer otros dicen a un hombre, en la que an lata el corazn al iniciar la autopsia. Vesalio viaj sin esposa e hija. De regreso, el barco, por mal tiempo, sufri demora y escasez de agua y alimentos. Varios pasajeros murieron antes de atracar en la isla de Zante; l falleci en tierra.

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COMENTARIOS ANATOMA DE GALENO (130-CA. 200 D.C.) La anatoma galnica se sita en aquel largo perodo en que por creencias religiosas o filosficas o por la moral de la sociedad, el cadver humano no fue objeto de estudio anatmico. Galeno se sirvi preferentemente de simios por su mayor similitud al hombre; adems, de variados animales. Pero no se trata de una anatoma comparada, sino de una anatoma ms bien hbrida, de base simiana y supuestamente vlida para el hombre y til para el cirujano. De hecho, suele no indicar el animal de trabajo. Consider que la diseccin del cuerpo humano no era indispensable para el cirujano si conoca la del simio. Pero, de hecho, esta extrapolacin dio origen a buena parte de los errores de la anatoma galnica, que se hallan en osteologa, miologa, angiologa y organologa. Entre los errores no imputables a aquella extrapolacin, hay dos importantes. Primero, ve el origen de la vena cava en el hgado. Hasta Vesalio mismo distingua una sola cava, parte de la cual era la aurcula derecha, vista como un segmento venoso intercalado. El corazn, por lo tanto, apareca trilocular. El otro error es la suposicin de poros invisibles en el tabique interventricular cardaco, a travs de los cuales supuestamente pasaba parte de la sangre del ventrculo derecho al izquierdo. Se encontraban entre las trabculas crneas del tabique y eran invisibles debido a la contraccin muscular post mortem.

LA ANATOMA HUMANA PREVESALIANA Alrededor del ao 300 a.C. se hicieron en Alejandra los primeros exmenes de cadveres humanos con fines cientficos; primero, por Herfilo; poco despus, por Erasstratro. El tratado de Anatoma de Herfilo se perdi por completo, de los dos de Erasstrato se conservaron solo fragmentos. Algunas contribuciones de Herfilo se conocen a travs de Galeno. Esta escuela anatmica no ech races, dej de existir hacia el ao 150 a.C. Durante cerca de los primeros trece siglos de nuestra era siguieron prevaleciendo las creencias sociales que consideraban abominable el examen del cuerpo humano sin vida. Los primeros de tales exmenes parecen haberse realizado hacia fines del siglo XIII, pero fueron espordicos y se hicieron con fines mdico-legales o anatomopatolgicos. La primera obra en que se reflejan disecciones anatmicas es la de Mondino da Luzzi, Anathomia, escrita hacia 1316 en Bolonia. Pero era una anatoma vista fundamentalmente con los ojos de Galeno. Fue la obra de mayor difusin todava en los tiempos de Vesalio. La nomenclatura anatmica, en parte mal traducida del rabe, adoleca de ambigedades y era redundante y poco sistemtica. Las ilustraciones de regla carecan de relacin con el texto, eran especies de smbolos de la anatoma galnica.

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LA SEPARACIN Y DEGRADACIN DE LA CIRUGA En la Roma Imperial esta separacin se halla claramente establecida y la Ciruga relegada a segundo plano debido al menosprecio de aquella sociedad por el trabajo manual. Galeno iba a ahondar ese divorcio y degradacin con el abandono de la Ciruga y con su concepto de que el buen mdico era aquel capaz de sanar con drogas la enfermedad que el cirujano curaba con el bistur. As, en la temprana Edad Media la Ciruga estuvo relegada a barberos. A fines de la alta Edad Media comenz en Pars, en el Colegio de San Cosme, el ascenso de categora de esta disciplina. Francia sigui a la vanguardia en equiparar mdicos y cirujanos, igualdad que se alcanz poco despus de la Revolucin Francesa con el otorgamiento de un solo ttulo, el de Doctor en Medicina.

LA ANATOMA VESALIANA La Fabrica constituye, en su forma y contenido, el fundamento de la Anatoma moderna. Frente a la anatoma de los animales, Vesalio tuvo un punto de vista opuesto al de Galeno, destacando las diferencias entre los caracteres de un rgano de un determinado animal y del hombre. En este sentido son varias sus contribuciones a la Anatoma Comparada. Corrigi los errores de la anatoma galnica y comprob que buena parte de ellos provenan de extrapolar la anatoma de las bestias. En esto fue cauto y riguroso. La correccin de mayor trascendencia fue la comprobacin de la falta de poros en el tabique interventricular. Atenindose con objetividad a las consecuencias de esa observacin, Vesalio, en la segunda edicin de la Fabrica, declara estar lejos de sentirse satisfecho con las explicaciones sobre la funcin cardaca, que aclarara Harvey en el siglo siguiente.

ENSEANZA DE LA ANATOMA El aporte pedaggico de Vesalio fue doble: por una parte, el uso sistemtico de ilustraciones estrechamente ligadas con las explicaciones del texto, y, por otra, el hacer participar a los estudiantes en las disecciones. Vesalio sent el principio de que el conocimiento anatmico ha de adquirirse a travs de la diseccin y observacin personales.

LA NOMENCLATURA Y LA FILOLOGA En la Fabrica fij buena parte de la nomenclatura moderna. Su preocupacin por la nomenclatura y su deseo de ir a las fuentes para saber exactamente qu haba dicho Gale71

no se enmarcan en el espritu humanstico del Renacimiento. En ese entonces coexistan dos corrientes contrapuestas: la de los Escolsticos y la de los Humanistas. Los primeros formaban la mayor parte de los profesores universitarios y seguan la tradicin medioeval atenindose a los textos latinos, elaborados desde el siglo VI por los compiladores y, despus, a partir del siglo XI, por los traductores del rabe. Con la divisin del Imperio Romano el Occidente haba perdido el conocimiento del griego y, con ello, el acceso a gran parte de la cultura de la Antigedad Clsica. Los Humanistas comenzaron siendo gente no universitaria, empleados de notaras, secretarios de prncipes y maestros de escuelas, que centraron su programa en el lenguaje. Su influencia se ejerci en todos los campos de la cultura renancentista y alcanz la Medicina, principalmente la Anatoma. Aqu aparece la figura de Vesalio, mdico y humanista. La aparicin de la Fabrica estimul el desarrollo de los estudios anatmicos -cosa que Vesalio en parte alcanz a vivir- y puso en marcha nuevas investigaciones. Pero difcilmente hubiera podido sospechar que su obra producira otro cambio trascendental, cual fue el haber introducido el pensamiento anatmico en la Medicina.

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TRADUCCIN DEL PREFACIO DE VESALIO A DE HUMANI CORPORIS FABRICA1


CLAUDIA CHUAQUI F.2

Qu dijo Vesalio en el Praefatio a su monumental obra De humani corporis fabrica? Fueron palabras protocolares o plante una posicin doctrinaria en tomo a la Anatoma? Como se sabe, la Fabrica tradicionalmente es considerada sin controversia el fundamento de la Anatoma moderna y, de hecho, aparece resumida o comentada en todos los textos de Historia de la Medicina a nuestra disposicin, no as el Prefacio, que a lo ms se menciona. Esto ocurre, para citar un ejemplo, en la conocida obra, en siete volmenes, la ms completa en espaol, Historia Universal de la Medicina, dirigida por Lan Entralgo. En el texto Source Book of Medical History se indica que hasta entonces, 1942, no haba traducciones publicadas de la Fabrica a idiomas modernos; hasta 1988 no las haba, excepto al ruso. Con excepcin de tres versiones al ingls del Prefacio, no hemos encontrado otras. COMENTARIOS SOBRE EL LATN DEL PREFACIO Ya en el ttulo de la obra, el traductor al espaol se topa con una cuestin lexicolgica: Cmo traducir Fabrica? El punto ha sido motivo de discusin, y no hay acuerdo al respecto. OMalley, traductor al ingls, se inclina por estructura, una de las acepciones dadas al vocablo del latn clsico. Pero hay dos reparos para traducirlo as en espaol. Primero, en nuestra lengua estructura, en todas las acepciones que aqu interesan, hace referencia a la forma de disponerse las partes en el todo, es decir, deja afuera los caracteres del todo y de las partes aisladas. Segundo, tanto en latn clsico como en el medieval, el vocablo tiene otra acepcin que nos concierne: la de construccin, cuyo significado ampla mucho el tema del discurso al permitir considerar todos los caracteres, as, de forma, funcin y propsito de un edificio. Pero construccin, al contrario de lo que ocurre en alemn con Bau, no es de uso corriente en la Anatoma y, aunque conformacin s lo es, este reduce el tema del discurso a lo morfolgico. Es probable que hoy una buena traduccin sea el trmino ms tcnico de anatoma. Aunque estrictamente con este vocablo el discurso queda restringido a lo morfolgico ha sido tradicin tratar en el estudio anatmico tambin otros aspectos de los rganos. Vesalio escribe su Prefacio en un latn muy elaborado, de periodos largos, a veces complejos, pero siempre exactos y sujetos a los patrones clsicos. No se trata en absoluto de un
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Conferencia presentada el 4 de octubre de 2002 Profesor Auxiliar Asociado Programa de Estudios Mdicos Humansticos, Facultad de Medicina,

Pontificia Universidad Catlica de Chile

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latn medieval, y tampoco hemos encontrado construcciones posclsicas. Es el latn de un humanista en su emulacin de los autores clsicos. TRADUCCIN DEL PREFACIO Al divino Carlos Ouinto. mximo e invictsimo Emperador. Prefacio de Andrs Vesalio a sus libros sobre La Fbrica del cuerno Humano Aunque en el cultivo de las artes y ciencias hay diversas cosas que se oponen a que aquellas sean aprendidas correctamente y a que se lleven a la prctica con xito, Carlos, clementsimo Emperador!, creo, sin embargo, en particular, que tambin hace un dao no poco considerable la separacin tan amplia de las disciplinas que conciernen al perfeccionamiento de un mismo arte, y ms aun la minuciosa distribucin de su ejercicio a diferentes artfices. Nada ms pernicioso pudo haberse introducido en l que el hecho de que la Medicina comenzara a ser despedazada a tal punto que su instrumento principal, el que emplea el trabajo de la mano para curar, fue descuidado tanto que se entreg a plebeyos, en absoluto instruidos en las disciplinas mdicas. Si bien existieron tres escuelas mdicas, a saber, la Lgica, la Emprica y la Metdica, as y todo sus autores dirigieron la meta del arte entero a conservar la salud y eliminar las enfermedades. Enseguida, adems de todo lo que cada escuela consideraba necesario para este fin, usaban de tres medios de auxilio, que fueron, primero, el mtodo de la dieta; segundo, el amplio uso de medicamentos; y tercero, el trabajo de la mano. Este triple mtodo de sanar era igualmente familiar a los mdicos de cada escuela, y ellos, empleando sus manos en el tratamiento segn la naturaleza de las afecciones, pusieron no menor diligencia en ejercitarlas que en fijar el mtodo diettico o en distinguir y componer medicamentos. Con el pasar del tiempo, el mtodo de curar se fragment tan lamentablemente que los mdicos, en verdad, vendindose con el nombre de fsicos, asumieron solo la prescripcin de los medicamentos y de la dieta para las afecciones internas, pero dejaron la medicina restante a los que llaman cirujanos, a los cuales consideran casi como sirvientes. As, rechazaron vergonzosamente la rama principal y ms antigua de la Medicina, la que principalmente tiene por base (si acaso hay algo ms) la observacin de la naturaleza. Y de hecho, aunque primero fue cultivada nicamente por mdicos y estos se esforzaron por dominar la, ella comenz a colapsarse miserablemente cuando los mdicos relegaron el oficio de las manos a otros y as perdieron la Anatoma. Es muy improbable que este gnero de hombres nos preservara este muy difcil y abstruso arte transmitido a ellos de mano en mano, y tambin lo es el que esta funesta fragmentacin del campo curativo no introdujera en las escuelas la detestable prctica de que unos se acostumbraran a realizar la diseccin y otros, a exponer la descripcin de los rganos. Estos

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ltimos, desde lo alto de la ctedra y con egregio orgullo gritan, al modo de los grajos, cosas que nunca han realizado y que encomiendan a la memoria segn libros de otros, o exponen cosas ya descritas. Pero aquellos otros son tan ignorantes en las lenguas, que no pueden explicar a los espectadores las cosas disecadas y, siguiendo la indicacin de unfsico, laceran lo que deben mostrar. Pero este, sin haber puesto nunca la mano en una diseccin, no sin arrogancia hace de marinero solo por apuntes. Sin embargo, ya hace tiempo que en este siglo de gran felicidad, el que los dioses quieren sabiamente que sea regida por tu voluntad, a tal punto la Medicina comenz a revivir en todos los estudios y a levantar su cabeza de las profundsimas tinieblas, que, sin controversia, pareca haber recuperado cercanamente su antiguo brillo en algunas academias, y nada echaba de menos ms vivamente que la extinta ciencia de los rganos del cuerpo humano. Entonces yo mismo, movido por el ejemplo de tantos varones distinguidos, decid dedicarme a ella conforme a mis fuerzas y con los medios que pudiera. Y para no permanecer ocioso solo mientras todos intentaban algo con tanto xito por el bien de los estudios generales, y aun para no decaer frente a mis antepasados, pens que esta rama de la filosofa natural deba ser restablecida desde sus cimientos, de suerte que si entre nosotros no es tratada mejor que otrora entre los antiguos profesores, a lo menos se llegue alguna vez a afirmar sin avergonzarse que este mtodo de diseccin puede ser comparado con aquel antiguo, y que en nuestro tiempo nada se ha colapsado tanto y restituido tan pronto a su integridad como la Anatoma. Pero este empeo de ningn modo habra tenido xito, si no hubiese puesto mano en este asunto cuando me dedicaba a la Medicina en Pars, y si all me hubiese dejado estar mientras barberos ignorantsimos nos mostraban superficialmente algunas vsceras en un par de disecciones pblicas. Pues all, donde por primera vez vimos renacer y prosperar la Medicina, la Anatoma era tratada tan negligentemente que yo mismo, habiendo disecado algunas bestias bajo Jacobo Sylvio, varn nunca suficientemente alabado, y llevado por la exhortacin de mis colegas y preceptores, practiqu, ms concienzudamente que de costumbre, la tercera diseccin a que me toc asistir. Cuando despus hice la segunda -los barberos ya relevados de la obra- intent mostrar los msculos de la mano y hacer una diseccin ms fina de las vsceras, pues, fuera de ocho msculos del abdomen, lacerados torpemente y en un mal orden, nunca alguien me haba mostrado antes msculo ni hueso alguno, ni mucho menos, una red precisa de nervios, venas o arterias. Pronto hube de volver a Lovaina a causa del estallido de la guerra, donde por dieciocho aos los mdicos ni siquiera haban soado con la Anatoma. Para ser digno de los estudiosos de la Academia y para yo mismo ejercitarme ms en esta materia hasta entonces obscura pero a mi juicio muy necesaria a la Medicina, expliqu all la fbrica humana ms detalladamente que en Pars por medio de disecciones. As, los profesores ms jvenes de la Academia parecen consagrar ahora un trabajo mayor y ms serio y diligente para conocer los rganos del hombre, pues comprenden perfectamente que esos conocimientos les proporcionan excelentes recursos para filosofar.

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Ms tarde, en Padua, la escuela ms famosa del orbe, trabaj con ahnco en investigar la conformacin del hombre, porque la Anatoma tambin atae a la profesin de la medicina quirrgica, que, para no apartarme de la Medicina, enseo desde hace cinco aos, sostenido por estipendios del ilustrsimo Senado de Venecia, lejos el ms generoso respecto a los estudios de las ciencias. As, aqu y en Bolonia he practicado la Anatoma con bastante frecuencia y, suprimida la ridcula costumbre de las escuelas, he hecho demostraciones y enseado de manera que no podamos echar de menos nada de lo que nos han legado los antiguos y no nos falte la descripcin anatmica de ningn rgano del cuerpo. Ms de una vez seala la negligencia en que incurri en algunos escritos, o frecuentemente ensea lo contrario; ahora a nosotros nos consta, a la luz del renacido arte de la diseccin, de la atenta lectura de sus libros y de la restauracin (que no es de lamentar) de la mayora de los pasajes, que l mismo jams disec un cuerpo humano. Aun ms, engaado por sus propios simios, (a pesar de que se le presentaron dos cadveres humanos desecado s) con frecuencia critic injustamente a los mdicos antiguos que practicaban disecciones de hombres. Adems, en Galeno encuentras muchas cosas que tampoco ha comprendido correctamente en los simios, para no mencionar lo asombroso que es que en las mltiples e infinitas diferencias entre los rganos del cuerpo humano y del simio no haya advertido ninguna a no ser en los dedos y la articulacin de la rodilla, diferencia que, sin duda, hubiese omitido junto con las restantes, si no le hubiera sido obvia sin la diseccin. He reunido en siete libros de nuevo los conocimientos sobre los rganos del cuerpo humano, adems de aquellas cosas que publiqu en otro lugar sobre este mismo tema y que ciertos plagiadores, creyndome ausente lejos de Alemania, dieron a conocer como propias. El orden de los libros es aquel en que suelo tratar la materia aqu y en Bolonia, en aquella agrupacin de doctos varones. Ciertamente, por esta razn, quienes asistieron a mis disecciones tendrn comentarios sobre las cosas demostradas y podrn ensear la Anatoma a otros con menos trabajo. Pero aqu se me viene a la mente la cida crtica de algunos de que a los estudiosos de las cosas de la naturaleza se les presenten dibujos no solo de plantas, sino tambin de los rganos del cuerpo humano, por excelentes que sean, porque esas cosas cabe aprenderlas no por figuras, sino por esmerada diseccin y observacin. Como si en verdad yo hubiese agregado al texto las ilustraciones de los rganos ilustraciones fidelsimas, que ojal no sean estropeadas por los tipgrafos- para que los estudiosos, confiando en ellas, se abstuvieran de la diseccin de cadveres. Al contrario, ms bien yo, con Galeno, exhortara con los medios que pudiera a los candidatos de Medicina a realizar las disecciones con las propias manos. Ciertamente, si se hubiese practicado hasta ahora la costumbre de los antiguos, que ejercitaban a los jvenes en casa en hacer disecciones tal como en escribir el abecedario y en leen, yo permitira fcilmente que nosotros prescindiramos no solo de las figuras, como aquellos antiguos, sino tambin de todos los comentarios. Sin embargo, no se me escapa cun poca autoridad tendr este intento a causa de mi edad, pues an no llego a los veintiocho aos y, ante mi frecuente llamada de atencin a las afirmaciones falsas de Galeno cun poco protegido estar de los ataques de los que no 76

estuvieron presentes mientras yo enseaba Anatoma, o no la han practicado con esmero, y que elucubran a primera vista variados argumentos en defensa de Galeno. Todo esto, a no ser que mi ensayo tenga el patrocinio de una alta autoridad, como es la costumbre, y as salga a luz con buenos auspicios. Y puesto que en verdad no puede estar ms protegido y mejor adornado que con el nombre, nunca perecedero, del divino Carlos, invictsimo y mximo Emperador, imploro a vuestra Majestad, con todo respeto y reiteradas splicas, que a este estudio mo de la juventud, en deuda consigo mismo por muchas razones y causas, permita bajo vuestra gua, esplendor y patrocinio circular en manos de los hombres tanto tiempo hasta que, por la prctica de las cosas y el juicio que llega con la edad y erudicin, yo convierta este trabajo en uno ms digno del sumo y ptimo Prncipe, u ofrezca otra obra que no sea rechazada, sobre otro tema tomado de nuestro arte.

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SOBRE CMO TOMS HODGKIN DELIMIT EL LIMFOMA.1


DR. SERGIO GONZLEZ B.2

ASPECTOS BIOGRFICOS Thomas Hodgkin (1798-1866) naci el 17 de agosto de 1798 en Pentonville, un pueblo al norte de Londres. Su hermano John lo describi como: the champion of all sorts of lost causes, who could flame up into very hot wrath when he heard of acts of oppression on his protgs and was not sparing of sharp censure on the transgressors. Un visitante americano (William Gibson, 1841) lo caracteriz como sensible, laborioso, cauto, honesto, inteligente y honorable. In appearance he is very peculiar and striking, being rather below the usual height, remarkably thin, straight as a ramrod, with dark piercing eyes, and such extraordinary convexity of the nose and other lineaments as never to be fogotten when once seen. His disposition appears to be very mild and conciliating, but mixed up with gravity and firmness, in such proportions, as to make him very efficient in any thing he undertakes, and not to be easily turned aside by coaxing or flattery, or any other palatable provocatives so readily swallowed, sometimes, by the wisest and best of men. Hodgkin vesta como todo cuquero, de negro, con un pauelo blanco en banda en el cuello, sin corbatas ni botones de colores; su hablar era directo y extremadamente respetuoso. Estudi con profesores privados. Su padre le ense ingls (composicin y caligrafa), matemticas y griego. Un instructor privado francs colabor con latn y francs. Ms tarde, en sus viajes aprendi italiano y alemn. En 1816 se enrola en estudios como aprendiz de boticario. En 1819 decide estudiar Medicina en la Universidad de Edinburgo, en Escocia. Antes de esto, deba completar, eso s, su titulacin de boticario en un hospital, practicando clnica con cierta instruccin en temas mdicos. Tena que asistir a clases de anatoma y ciruga, presenciar operaciones y

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Conferencia presentada el 4 de octubre de 2002.

Departamento de Anatoma Patolgica, Escuela de Medicina Pontificia Universidad Catlica de Chile.

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autopsias. Se incorpor como pupilo de mdico al Guys Hospital el 30 de septiembre de 1819. Estos pupilos se preparaban para ser mdicos ms que general practicioners, que era la carrera que los transformaba en boticarios y cirujanos. La reputacin del Guys se deba a la Sociedad de Informe Clnico (Clinical Report Society), donde los estudiantes repasaban las lecciones aprendidas en la investigacin prctica y cerca de la enfermedad junto a la cama. La fama se desarroll por el entonces novedoso concepto de que el cuidado de los pacientes y la enseanza de la medicina eran inseparables. Hodgkin se matricul en Edinburgh el 25 de octubre de1820. Edinburgh era la mejor escuela de medicina de Gran Bretaa, con profesores de mucha reputacin, que haban desarrollado nuevas tcnicas de enseanza basadas en la observacin, experimentacin y prctica. All naci el concepto de asociar una escuela de medicina con un hospital y la idea de conferencias clnicas para especialistas. En Edinburgh, la integracin de la instruccin clnica junto al enfermo y la enseanza de las disciplinas bsicas como anatoma, qumica, botnica, patologa y fisiologa era comparativamente sencilla de implementar en comparacin con Oxford y Cambridge, donde el sistema de colleges impeda tales innovaciones. En estas ltimas, la enseanza era fundamentalmente terica, con una fuerte tendencia a la discusin filosfica de textos antiguos griegos y latinos. Las clases eran pasivas y no haba enseanza clnica. Los estudiantes ingleses migraban a otras escuelas como Leyden, Padua, Montpellier, Bologna, etc. Edinburgh tena una desventaja en cuanto a anatoma quirrgica, pues tenan menos cadveres que las escuelas de Londres. Hodgkin viaj a Pars de octubre de 1821 a septiembre de 1822 para conseguir experiencia adicional. Ah la enseanza de la anatoma era superior. Los mdicos franceses no observaban a los pacientes, sino que los examinaban. La nueva medicina francesa se basaba en el examen fsico (percusin y auscultacin), anatoma patolgica y estadstica. Los estudiantes acompaaban a mdicos y cirujanos de la sala al auditorio e intentaban correlacionar los hallazgos clnicos que se encontraran en la autopsia. Uno de sus maestros en Pars fue Laennec. De hecho, ste lo menciona en el prefacio de la segunda edicin del Trait de la auscultation mdiate por haber sido particularmente notable en seguir sus enseanzas en el estudio del estetoscopio. Al regresar a Inglaterra de Pars, Hodgkin present su trabajo sobre el uso del estetoscopio en el Guys Physical Society y se le atribuye la introduccin de este instrumento en Londres y el resto de Inglaterra. Hodgkin se gradu de mdico en 1823. Su tesis fue un trabajo de 78 pginas sobre De absorbendi functione, que contena observaciones originales sobre mecanismos de la funcin absortiva de la sangre y la linfa. Trabaj voluntariamente en el Guys Hospital y en 1826 fue nombrado Inspector de la Muerte y Curador del Museo de Anatoma Mrbida. En 1843 estudi algunos tumores al microscopio. Desarroll un concepto de metstasis muy cercano al moderno, en el sentido de colonizacin de clulas en sitios distantes. En 1850, a la edad de 52 aos, se cas con Sarah Scaife. En 1857, TH acompa a Moses Montefiore a Tierra Santa como mdico de viaje, el primero de numerosos otros. En 1866, viaj a Alejandra va Paris y Marsella. De Alejandra fueron a Haifa donde lleg 80

enfermo. El 4 de abril de 1866, muri a las 5.15 PM de disentera, a la edad de 68 aos. Fue enterrado en el cementerio ingls de esa ciudad y donde an hoy puede visitarse su tumba. UNA NUEVA ENTIDAD De 1826 a 1836, Hodgkin realiz aproximadamente 100 autopsias anuales. Los mdicos clnicos que trabajaron con l fueron Richard Bright y Thomas Addison. Las enfermedades descritas por Brigth y Addison corresponden a una estricta correlacin entre alteraciones fisiolgicas detectadas clnicamente y los hallazgos anatmicos en la autopsia. La enfermedad descrita por Hodgkin surge exclusivamente de los hallazgos anatmicos en la autopsia. Demostr, adems de condiciones mrbidas de linfonodos y bazo separadamente, una condicin con agrandamiento de las glndulas absorbentes visibles en varias regiones (cuello especialmente), pero mucho ms extensa en la autopsia y tambin del bazo, pero sin signos de inflamacin. Por otra parte, l sugiri una relacin entre linfonodos y bazo slo por el aspecto anatmico macroscpico en una poca en que nada o muy poco se saba de la funcin y estructura celular de estos rganos. Hasta el siglo pasado muy pocas enfermedades tenan una descricipcin clara, completa y definitiva, en particular las primeras descripciones. Hodgkin descubri y describi una enfermedad en una poca donde la Patologa estaba recin consolidndose y no exista el estudio microscpico. Se conoca la existencia de las clulas vegetales, pero no haba un estudio acabado de las clulas animales. La teora celular no se haba esbozado siquiera y se desconoca el hecho de que los tejidos estaban constituidos por clulas. Hodgkin describi 7 casos caracterizados por adenopatas y esplenomegalia. Estudios ulteriores han demostrado que 4 de los casos eran efectivamente lo que hoy se denomina enfermedad de Hodgkin. El trabajo se titula: On some morbid appearances of the absorbent glands and spleen. Fue presentado a la Sociedad Mdica y Quirrgica en dos sesiones separadas, el 10 y 24 de enero de 1832, y luego publicado en Transactions. Como no era miembro en ese momento, su trabajo fue ledo por el secretario Robert Lee. En la sesin del 10 de enero haba 8 miembros titulares y 22 invitados. No se registr el nmero ni la calidad de los asistentes a la sesin del 24 de enero. Hodgkin se incorpor a esta sociedad recin en 1840, fue miembro del consejo de 1842 a 1843, revisor de trabajos de 1854 a 1855 y vicepresidente de sesiones de 1862 a 1864. A continuacin se describen los casos estudiados por Hodgkin.

CASO 1. Examinado en noviembre de 1826. Nio de 9 aos con sospecha clnica de tuberculosis. Un hermano fallecido de tuberculosis. Hodgkin observ unos pocos tubrculos en linfonodos, bazo, hgado y pulmn. Observ que algunos linfonodos especialmente intestinales, eran of semi-cartilaginous hardness y tambin los linfonodos peripancreticos y 81

esplnicos, periarticos e ilacos. Por el tamao y consistencia eran claramente diferentes del aspecto usual de la tuberculosis. En los 6 aos siguientes encontr 5 ejemplos ms de esta condicin que l reconoci como la misma entidad. Mientras examinaba cuidadosamente un caso, su amigo Robert Carswell (1793-1857), que haba estado en Pars, le mostr unos dibujos de casos de autopsia y Hodgkin reconoci en uno de ellos la misma condicin y lo sum a su casustica con el nmero 7. Hodgkin pudo reconocer la entidad con slo mirar el dibujo de Carswell.

CASO 2. Mdico tratante Richard Bright. Nio de 10 aos. Falleci despus de una enfermedad que dur 13 meses caracterizada por esplenomegalia y linfadenopatas cervicales y de otros grupos.

CASO 3. Hombre de 30 aos. Antecedentes de sfilis tratada con mercurio. Hgado comprometido y endurecido como los linfonodos, pero le pareci de un aspecto similar a: those who have laboured under a cachectic condition from mercury. El bazo tena numerosos tubrculos. Los linfonodos estaban agrandados y rellenos con depsito de material blanco.

CASO 4. Examinado el 8 de enero de 1830. Hombre de 50 aos, carpintero. the most remarkable feature of this case was the great enlargment of nearly, if not quite all, of the absorbent glands within reach of examination, but more especially in the axillae and groins... Most of the glands... were about the size of a pigeons eggs, a few somewhat larger, and other rather smaller. Los linfonodos tenan el mismo aspecto blanquecino no inflamatorio de los pacientes previos, aunque parecan tumorales no tenan el aspecto clsico. Hodgkin not que los linfonodos inguinales, torcicos y abdominales tenan el mismo aspecto, debido a morbid hypertrophy of the glandular structure itself, rather than... a new adventitious growth. El bazo estaba marcadamente agrandado y tena varias manchas blancas tuberculoideas, pero no con la misma exacta apariencia.

CASO 5. Hombre de edad media. Linfadenopatas cervicales grandes. Hgado y bazo muy aumentados de tamao. The absorbent glands accompanying the aorta were greatly enlarged, some 82

equalling the size of a pullets egg; some, but more especially those in the abdomen, were reddened by injected or echymosed blood. CASO 6. Paciente de edad media. Tena linfonodos a lo largo del trayecto de las arterias torcicas y abdominales, aunque los mesentricos estaban menos comprometidos. El bazo estaba free from any adventitious deposit. Los tumores en los linfonodos se describieron grandes y firmes, algo distintos a los de los casos previos segn Hodgkin.

CASO 7. Caso de Robert Carswell. Hombre de 30 a 40 aos. Linfonodos agrandados en todo el cuerpo, especialmente cuello, y de caracteres similares a los casos de Hodgkin. El bazo tena alteraciones parecidas y muy agrandados. Observ que ...notwithstanding some differences in structure, to be noticed thereafter, all these cases agree in the remarkable enlargment of the absorbent glands accompanying the larger arteries...this enlargment of the glands appeared to be primitive (primary) affection of these bodies, rather than the result of an irritation propagated to them from some ulcerated surface or other inflammed texture. La condicin le pareci idiopathic interstitial enlargment of the absorbent glandular structure throughout the body. Hodgkin reconoca que el aumento de tamao no era por tumores en otro sitio y la consistencia era bastante uniforme, sugiriendo a general increase of every part of the gland, (rather than) of a new structure developed within it and pushing the original structure aside, as when ordinary tuberculous matter is deposited in these bodies. El compromiso de los linfonodos se acompaaba de alteraciones en el bazo, pero como estas formaciones esplnicas eran ms pequeas y menos conformadas, el compromiso esplnico probablemente era a posterior effect. Tambin pens que el compromiso del bazo era una funcin de la edad, ya que l rara vez haba visto tubrculos en bazo de adultos, excepto cuando malignos, pero tubrculos no eran raros en bazo de nios y jvenes. Hodgkin vio adenopatas similares en pacientes vivos. Un caso fue un hombre judo de 40 a 50 aos que consult por mltiples adenopatas. Hodgkin perdi contacto con l pero se enter de su muerte 2 meses despus de consultarlo. Un caso similar en un nio tambin estaba registrado. En una nota publicada en el informe mencion un caso de G.O. Heming de Kentish Town, quien cit a Malpighi como describiendo un caso con adenopatas generalizadas y grnulos en el bazo. Hodgkin not y reconoci caracteres anatmicos similares acumulados por aos y tuvo la experiencia y habilidad para darse cuenta de que eran diferentes de cualquier cosa previamente descrita. l no reclam para s esta primera descripcin de una enfermedad nueva. Su trabajo comienza: The morbid alterations of structure which I am about to describe are probably familiar to many practical morbid anatomists. 83

No es posible descartar completamente que otros ya lo hubieran descrito, pero nadie antes que l lo hizo con tanto detalle, con correlacin clnica y con la relacin al compromiso esplnico. El concepto de cncer o neoplasia no estaba suficientemente desarrollado alrededor de 1832 y la terminologa no se utilizaba en el mismo sentido de hoy en da. Hodgkin estaba convencido de que se trataba de una enfermedad primaria y no secundaria como respuesta a una inflamacin desconocida, porque no haba signos inflamatorios. La segunda parte de su trabajo est dedicada a 7 casos de infarto esplnico. El trabajo se public sin figuras, aunque al momento de la presentacin oral haba en la sala cuadros colgados del caso de Carswell. En 1856 (24 aos despus), Samuel WILKS (1824-1911), que tena el mismo cargo que Wilks Hodgkin, es decir curador del museo y profesor de Patologa en la escuela de Medicina, public un artculo titulado: Cases of a peculiar enlargement of the lymphatic glands frequently associated with disease of the spleen. En este trabajo, present 10 casos, 4 de los cuales eran del museo y resultaron ser casos de Hodgkin no claramente identificados en el catlogo como pertenecientes a l. Wilks estaba convencido de que era una entidad no descrita hasta que ley el artculo de Bright y luego revis el trabajo de Hodgkin y se dio cuenta de que haba redescubierto la enfermedad descrita en 1832. Agreg al final de su trabajo: Had I known this earlier I should have altered many expressions which I have used with respect to any originalities of observation on my part...It is only to be lamented that Dr. Hodgkin did not affix a distinct name to the disease, for by so doing I should have not experienced so long an ignorance...of a very remarkable class of cases. Este trabajo de Wilks tampoco contribuy al reconocimiento de Hodgkin. Wilks escribi otro caso en 1859 y luego en 1865 un tercero con el ttulo: Cases of enlargement of the lymphatic glands and spleen (Hodgkins disease) with remarks. Guys Hospital Reports 1865; 11: 56-67 Este trabajo s estableci definitivamente la enfermedad como descrita por primera vez por Hodgkin y como una entidad clnica definida y distintiva. Wilks describi ms casos y ms detalladamente, pero sin estudio microscpico. Se ha establecido que tampoco todos sus casos eran lo que hoy conocemos como Enfermedad de Hodgkin. Otros autores comenzaron a publicar casos similares con distintos nombres, tales como linfadenoma, linfogranuloma, linfoblastoma, linfomatosis granulomatosa y granuloma maligno. En 1866 apareci en alemn un trabajo con el epnimo Hodgkins Krankheit o linfadenoma mltiple. En la dcada de 1860, numerosos autores en Francia, Alemania e Inglaterra, describieron al microscopio 1 2 clulas grandes en pacientes con linfadenopatas y esplenomegalia

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sin leucemia. W.S. Greenfield en 1878 reconoci clulas gigantes multinucleadas y las dibuj. La descripcin histopatolgica definitiva fue hecha por Carl Sternberg y Dorothy Reed (1874-1964). Los primeros estudios modernos de Herbert Fox en 1926 de los casos originales de Hodgkin mostraron que los casos nmeros 2, 4, 6 y 7 eran linfoma de Hodgkin, el caso 1 tuberculosis, el caso 3 sfilis y el caso 5 leucemia. En 1970 los estudios citogenticos mostraron que la clula de Reed-Sternberg era aneuploide y de origen clonal, o sea la clula neoplsica de esta enfermedad. En cuanto a la causa, desde 1700 se pensaba que muchas enfermedades eran infecciosas, pero no poda probarse. Sternberg vio que muchos casos de Enfermedad de Hodgkin coexistan con tuberculosis y pens que era una variante de tuberculosis. Dorothy Reed pensaba que era un proceso inflamatorio crnico. Pese a la confusin de nomenclatura y clasificaciones, la Enfermedad de Hodgkin ha permanecido como entidad clnico-patolgica. Todava hay problemas de clasificacin, etapificacin y diagnstico diferencial. La histopatologa de lesiones reactivas y neoplasias en linfonodos puede simular linfoma de Hodgkin. El tratamiento actual de esta enfermedad puede llevar a la curacin a un alto porcentaje de los casos.

ANLISIS MICROSCPICO DE LA ENFERMEDAD DE HODGKIN El diagnstico de la enfermedad de Hodgkin se realiza actualmente con el estudio microscpico que permite identificar las caractersticas clulas de Reed-Sternberg. Por qu Hodgkin no utiliz el microscopio para analizar sus casos? Pensamos que existen tres razones para explicarlo: 1. El concepto de enfermedad exista a nivel de tejido y no de clulas; de hecho la teora celular se consolidara recin algunas dcadas despus del perodo de descripcin de los casos de Hodgkin. 2. Los mtodos de fijacin de tejidos eran rudimentarios y la mayor parte de los anlisis microscpicos se realizaban en cortes por congelacin, que proporcionaban secciones muy gruesas con pobre resolucin. 3. El microscopio de luz no estaba completamente desarrollado y los instrumentos de la poca presentaban grandes aberraciones cromticas y esfricas, lo que impeda su aplicacin en forma sistemtica el estudio microscpico al material de las autopsias. Estos hechos explicaran por qu la mayor parte de las descripciones se limitaban a los aspectos macroscpicos. Aun as, Hodgkin tiene el mrito de haber descrito una enfermedad que aun hoy en da nos apasiona, slo sobre la base de un detallado anlisis morfolgico macroscpico.

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NOTAS HISTRICAS SOBRE EL TRAUMA CRANEANO EN CHILE1


DR. PATRICIO TAGLE M.2

PREHISTORIA.- Los restos arqueolgicos ms antiguos en nuestro pas se han descubierto en Chilo, suponindose que datan de 10.000 aos aC. Posteriormente, se sealan las culturas de Tagua-Tagua (9430 aC), Huentelauqun (7730 aC), Quiani (4220 aC), San Pedro de Atacama (1000 aC), El Molle (245 dC) y ms recientemente Padre Las Casas (1280 dC) en la Araucana. Todos estos pueblos eran cazadores recolectores, bastante primitivos, que aunque tenan ceremonias funerarias, en los restos no se han encontrado elementos de trauma o de accin mdica sobre el crneo, a excepcin de la momia de S. Pedro de Atacama que revela deformacin ceflica artificial.(1, 2, 3) En 1463 el inca Topa Yupanqui (10 hijo del sol) con el noble Curaca Sinchirruca conquist los territorios hacia el sur del Per, llegando hasta el ro Maule. Si bien su perodo de asentamiento fue corto (70 aos en el Norte y 30 aos en el Centro de Chile) su influencia cultural fue importante en diferentes rubros como la agricultura, alfarera, lenguaje, ritos, etc. Llama la atencin que no se haya encontrado ningn elemento de influencia mdica, que al parecer haba alcanzado algn grado de desarrollo. En efecto, es conocido y sorprendente el inters que esos pueblos tuvieron desde tiempos remotos por las trepanaciones (4, 5). Los Drs. Luis Graa y Esteban Rocca, en 1954, realizaron una investigacin sobre crneos trepanados en el Per pretrito. La muestra est compuesta por 250 especmenes, 171 correspondientes a hombres, 42 a mujeres y 37 indeterminados. Los ms antiguos (6, 7) corresponden a 3000-2000 aC, encontrados en Paracas, que constituye al decir del Dr. Edgardo Morales Landeo (6), la primera Clnica Neuroquirrgica del Per y de Sudamrica (Tabla 1). De ellos, 180 estaban trepanados abarcando todo el hueso y 42 solo la tabla externa (Tabla 2). La forma de trepanacin se seala en la Tabla 3. Entre el instrumental neuroquirrgico se encontraban piedras, cuchillos de obsidiana amarrados por un palo, disectores de obsidianas, curetas de diente de tiburn, agujas y pinzas de espinas y huesos. La razn de las trepanaciones podra haber tenido un sentido religioso, pero hay expertos que sostienen que se realizaron con fines curativos de traumas
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Conferencia presentada el 4 de octubre de 2002.

Profesor de Ciruga, Jefe Departamento de Neurociruga Facultad de Medicina Pontificia Universidad Catlica de Chile.

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craneanos o epilepsia. Los crneos deformados representaban probablemente rituales, existiendo tcnica de amarre, amarre con tablillas y atricin con almohadillas. Mucha de la informacin al respecto se ha logrado por el anlisis de crneos, cermicas (huacos), tumi (cuchillo), suturas y vendajes. Ejemplo es el huaco de Casma (0-50 dC) que representa una trepanacin utilizando el cirujano un instrumento de piedra pulido. Hacia el 200 dC (cultura mochica) aparece el tumi de piedra y en el ao 1000 dC encontramos uno ms perfeccionado: el cuchillo de Illimo confeccionado en oro o plata. La tcnica de la trepanacin es posible inferirla analizando un detalle de un tumi: Existe un grupo de 3 figuras: En el centro est el paciente mirando hacia el cielo y sufriendo intenso dolor; otro individuo con lgrimas en los ojos le sostiene la mano; a su vez el operado le aprieta la rodilla, y finalmente destaca el cirujano. Se supone que fueron realizadas en templos privados y la posicin elegida era sentada. Las perforaciones evitaban el seno transverso y la fosa posterior. Excepcionalmente se dejaba plasta de metal o de corteza vegetal. La hemostasia era realizada con barro y algodn. Algunos dicen que se anestesiaba con chicha (licor de maz) y se utilizaba la quinina. Incluso Graa y Rocca encontraron vendas elsticas (7). Hubo un nmero no despreciable de pacientes que sobrevivieron, como se indica en la Tabla 4 (8). La medicina araucana comprenda magia, hierbas o aguas termales. La ciruga era rudimentaria, limitndose a curar las heridas con emplastos o drenar abscesos con piedras afiladas succionando el pus con la boca (1, 9, 10, 11, 12). La sangra tambin era empleada (13). El padre Diego Rosales comenta en su Historia General del Reyno de Chile (1625) los mismos Indios quando an de ir a la guerra se saxan las piernas y las rodillas con lancetas de pedernal, porque dicen que la sangre les haze pesados i que la sal que han comido se les ha baxado a las rodillas... (14) HISTORIA. Don Diego de Almagro Gutirrez sali del Cuzco en julio de 1535 acompaado de importantes funcionarios incas que incluan nobles, sacerdotes y mdicos aborgenes. De 60 aos, con secuela de trauma (tuerto), enfermo (sfilis), incluy en su expedicin al bachiller en medicina Alvaro Marn. Lleg al valle de Copayapo (Copiap) en mayo de 1536, donde la mayora descans, siguiendo unos pocos hacia el Sur, alcanzando el valle de Aconcagua, donde los indgenas le opusieron resistencia. Luego de uno de estos enfrentamientos, relata un cronista, los heridos eran curados con aceite hirviendo extrado de la grasa de un indio obeso muerto en la refriega (19). Regres en octubre a Copiap, donde se encontr con los refuerzos trados por Juan de Herrada y Rodrigo Orgez, con quien vena el bachiller mdico Hernando Enrquez de Herrera. Almagro le dijo: Ya veis que venimos de la guerra todos desbaratados y perdidos y que no hay partes para poder daros salario conocido; pero por la buena relacin que de vos tengo, holgome que en compaa del bachiller Marn curis de aqu en adelante mi persona e casa, e toda la gente de mi real que estuviese doliente e herida, y pues vamos al Cuzco deja la paga a mi cargo. De hecho, al volver al Per cumpli la promesa en cuanto a cancelar las remuneraciones del facultativo (13).

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Don Pedro de Valdivia sali del Cuzco en abril de 1539 hacia Atacama, donde permaneci varios meses. El 15 de diciembre de 1540 alcanzaron el valle del Mapuche (Mapocho), fundando Santiago del Nuevo Extremo en febrero de 1541. A Benjamn Vicua Mackena le extraa que siendo Don Pedro de Valdivia, hombre sagaz, caudillo previsor, que trajo consigo en su carabana del Cuzco, cuando vino a descubrir el mal famado pas de Chile, clrigos, frailes, capellanes, alarifes, gallinas, una mujer, escribanos, cerdos, secretarios de carta, un gobierno, en una palabra, una colonia en miniatura, no trajo mdicos. Hizo venir en su compaa al verdugo llamado Ortn Xerez, pero no trajo ni siquiera un sangrador (13, 15). A nosotros no nos parece tan raro, recordando que los medios econmicos eran escaso y que inicialmente el grupo parti incluso sin sacerdotes. Por otro lado, y a diferencia de Almagro, Valdivia bordeaba los 40 aos, su contextura era sana y robusta, de tal modo que no le era fundamental el concurso de mdicos. Tal es as que slo en 1548, a su vuelta del Per, trajo consigo al Bachiller Gonzalo de Bazn a quien al parecer no le satisfizo las condiciones de la capital, decidindose partir a provincia (Concepcin). De tal modo, cuando ocurri el primer caso de trauma craneano registrado en Santiago, no exista mdico. Y es como sigue, el 8 de septiembre de 1549, segn nos cuenta Jernimo de Vivar, refirindose a Valdivia, y andando escaramuzando en el campo cay el caballo con el gobernador, y se dio tan grande golpe en el pie derecho que se hizo pedazos todos los huesos del dedo grande. Sali la choquezuela y con la fuerza que hizo rompi el hueso la calza y la bota. Recibi en este golpe tan gran tormento que estuvo gran espacio desmayado y sin sentido, que todos los que all nos hallamos lo tuvimos por difunto..... Estuvo tres meses en cura y en la cama. Y de esta manera se hacan cada da plegarias y procesiones por su salud. As nuestro Dios fue servido darle mejora, y as poco a poco iba convaleciendo (13). De hecho mejor, pero el infortunado Don Pedro iba a recibir posteriormente un segundo TEC, esta vez fatal, a fines de diciembre de 1553 en Tucapel. Ercilla lo describe de esta manera: As el determinado viejo cano (Leocato) que a Valdivia escuchaba con mal ceo, ayudndose de una y otra mano, en alto levant el ferrado leo que a Valdivia entreg al eterno sueo, y en el suelo con sbita cada estremecindose el cuerpo, dio la vida (16). En ese entonces, las labores sanitarias fueron ejercidas por Doa Ins de Surez (15071580). Tuvo un papel importante en las acciones de salud, contribuyendo a curar enfermedades con mtodos propios y asimilando los sistemas empleados por los indgenas. Testigos como Luis de Toledo, Gregorio Castaeda y Diego Garcs de Carrasco sealan: Ins de Surez ha fecho mucho bien en curar a los espaoles y apiadallos... curar desconcertaduras otras cosas, y le han visto facer mucho bien a los espaoles curarlos en sus enfermedades (13, 17). El mismo Valdivia menciona: E yo la recoj en mi casa solo para servirme della por ser muger honrada para que tuviera carga de mi servicio y limpieza, para mis enfermedades (17). Reconociendo la ayuda mdica prestada a los espaoles, debemos aceptar que fue causante directa o indirectamente de varios traumas craneanos graves con resultado de muerte. En efecto, en el ataque que sufri la recin fundada ciudad de Santiago, el 11 de septiembre de 1541, fue Ins de Surez quien organiz y dirigi la resistencia

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y tuvo la idea de hacer cortar y cortar por su propia mano, las cabezas de siete caciques que estaban prisioneros y arrojarlas a los asaltantes, los que retrocedieron espantados (18). Aunque diversos mdicos visitaron nuestro territorio, como Juan de Morales (1520) Marn, Enrquez de Herrera (1536) y el bachiller Bazn (1549), el que inicialmente se avecind en Santiago fue el licenciado Hernando de Castro, a fines de 1551. El primer mdico nacido en Chile (La Serena) fue Juan Guerra de Salazar. Luego de dar sus exmenes en Lima, fue nombrado Mdico-Cirujano y Barbero del Hospital, nombramiento firmado por Martn Garca Oez y Loyola, caballero de la orden de Calatrava, gobernador, capitn general y justicia mayor de estas provincias y reino de Chile, fecho en Santiago de Chile, en cuatro das del mes de febrero de mil y quinientos y noventa y tres aos. Respecto al salario se seala: y por el trabajo y ocupacin que en lo susodicho habis de tener vos sealo para vuestro sustento dos carretadas de lea cada semana y dos carneros y una hanega de trigo y tres botijas de vino cada mes (17). Durante el siglo XVI se desempearon como tal 22 mdicos en Chile (19). La poblacin del pas era de un milln de habitantes, distribuyndose de la manera especificada en la Tabla 5. Existi un cierto control sobre el ejercicio de la profesin, lo que llevaba a una suerte de especializacin. En efecto, el asesor y examinador de ciruga, Licenciado Alonso de Villadiego, en 1557, al otorgar la aprobacin a Bartolom Ruiz Carrera o Correa, hace notar claramente que se da licencia para que cure de llagas simples y que no cure de penetrantes de cabeza (20). El hospital de Santiago (tercero en el pas) llamado de Nuestra Seora del Socorro, habra sido fundado por Pedro de Valdivia, en la Alameda entre Carmen y Santa Rosa, pero slo existe mencin escrita en el acta del cabildo de 21 de marzo de 1556. Se compona de 52 camas (cujas) y estaba abastecido en su mayor parte por la hacienda ubicada al sur de la capital donada por el capitn Alonso de Miranda, que posteriormente pas a llamarse Hacienda Hospital. Siglo XVII.- En el siglo XVII se fund slo un hospital en la plaza fuerte de Valdivia y la medicina segua las directrices de las instituciones espaolas que no avanzaban al mismo ritmo que otros centros de Europa (21, 22). Las autopsias estaban prohibidas. Excepcionalmente encontramos la relatada por Laval, realizada el 19 de enero de 1693 por los cirujanos Don Pascual Martnez Junc y Don Jos Ladrn de Guevara. Fue realizada al capitn Gabriel de Gutirrez Casaverde, quien fue examinado antes de su muerte por el Dr. Jos Dvalos Peralta: reconoc haba transmutacin de enfermedad a frenes que es inflamacin de la tela o meninges del cerebro que los anatmicos llaman dura y pa mater con depravacin del juicio de la imaginativa, sensitiva....., pronosticando su prxima muerte, en lo cual acert plenamente. Consultados especialistas contemporneos suponen meningitis (Barahona) o trombosis cerebral (Asenjo) (nosotros pensamos que habra que agregar la posibilidad de neurocistecercosis), pero no intoxicacin por sesos de burro como era lo que haba motivado la investigacin (23).

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Los tratamientos seguan siendo sangras, purgantes y enemas o lavativas y por supuesto agua caliente. La poblacin del pas a fines de siglo era de 565000 habitantes (Tabla 6), habiendo alcanzado su nivel ms bajo, como lo seala el jesuita Joaqun Villarroel, en 1655, con 375.000 habitantes. Durante este siglo hay noticia que ejercieron 30 mdicos en el pas (19). Siglo XVIII.- Aunque las necropsias fueron autorizadas desde el inicio del siglo XVIII (31 de mayo de 1704), las primeras constancias datan de 1773. Fueron realizadas por los cirujanos militares del ejrcito acantonado en Concepcin, Dionisio Roqun, Esteban Justa y Juan Ribera. Una de ellas dice as: Los cirujanos de los cuerpos de Infantera y de Dragones de este real Exercito, En virtud de lo mandado Certificamos que haviendo pasado a la casa de morada de Dn Francisco Rioba, difunto, efecto del reconocimiento que se expresa, y hecho, resulta haber hallado el Cadver del dicho, con dos contusiones en los dos huesos temporales con fractura en el izquierdo, en el Puente Zigomtico, arrojando cantidad de sangre por el oydo, y haciendo la operacin del Crneo, se encontr un derrame en el Cerebro, por lo que juzgamos ser esta la causa de su muerte, y para que conste damos la presente. En Concepcin en diez de julio de 1883. Firmados. Juan Ribera. Dionisio Roqun (17). Uno de los accidentes notables registrados en este siglo fue el del Gobernador Cano y Aponte, de 68 aos de edad, quien con motivo de las fiestas del Apstol Santiago, se accident en una prueba de equitacin, golpendose en la cabeza y falleciendo el 11 de noviembre de 1733 (22). En esta poca se crean nuevos Hospitales. En 1772 fue construido el Hospital San Borja y el de Nuestra Seora del Socorro fue reconstruido con el nombre de San Juan de Dios en 1714, con sesenta camas. Aunque no se extiende mayormente, Salas afirma que en este tiempo la ciruga mereci en Chile mejor tratamiento que la medicina por la circunstancia de la guerra de Arauco, pues que, sta hizo necesario el mantenimiento de un regular nmero de soldados, lo que haca venir en ocasiones a los mejores cirujanos de la Pennsula. La ciruga fue uno de los ramos mejor tratados en la medicina colonial. Las ms difciles operaciones eran practicadas, figurando entre estas, a fines del siglo XVIII, la trepanacin y la talla (20). El 28 de julio de 1738 se fund la primera Universidad y veinte aos despus se inici medicina siendo el primer catedrtico el Dr. Domingo Nevin (1722-1770). Con todo no alcanz gran significacin y los estudiantes de Medicina fueron escasos y slo funcion hasta 1813 (24). El nmero de mdicos en el siglo XVIII fue 108 (19) correspondiendo la poblacin a lo indicado en la Tabla 7 (25). Siglo XIX. En 1813 se fund el Instituto Nacional que reform el plan de estudios en 1832, organizndose al ao siguiente cursos en su Escuela de Medicina, Farmacia y Obstetricia y se reorganiz la Academia de Prctica forense. En efecto, el 17 de abril de 1833, el Presidente don Joaqun Prieto y el ministro don Joaqun Tocornal inauguraron con inusitada pompa las aulas de la primera Escuela de Medicina.

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Durante el siglo XIX, Chile vivi una permanente sucesin de guerras civiles e internacionales, de modo que los cirujanos militares realizaron una constante prctica de su profesin. A las campaas de la Patria Vieja (1813-1814) y de la Patria Nueva (1817), se sucedieron la guerra a muerte (1820), la campaa a Chilo (1826), la guerra civil de 1829-1830, la guerra de la Confederacin Per Boliviana (1837-1839), los alzamientos militares contra Montt en 1851 y 1859, la guerra con Espaa en 1866, la guerra del Pacfico (1879-1884) la guerra de la Araucana (1873-1882) y finalmente la revolucin de 1891 (13). Una de las vctimas ilustres de estas violencias fue el ministro Diego Portales, fusilado? cerca de Valparaso el 6 de junio de 1837 cuyo deceso, a pesar de lo cruento, no se debi a trauma craneano. El informe mdico-legal est dirigido Al seor Gobernador local de Valparaso: En conformidad con los deseos de V.S. proced el 7 del corriente a la autopsia del cadver del seor Ministro Don Diego Portales........Desde que se pone la vista en el cadver se siente el alma penetrada de horror por el aspecto de la ms horrible laceracin: toda la superficie exterior del tronco est cubierta de heridas; las hay en la cara, el pecho y el vientre: he contado hasta treinta y cinco, fuera de algunas contusiones superficiales. Varan en extensin y gravedad; dos fueron hechas con arma de fuego: la mayor parte por bayonetas, y algunas me han parecido estocadas... El cerebro extrado en porciones por una abertura en los huesos del crneo, no ha podido observarse en todas sus formas, pero el aspecto de cada porcin en particular, y el conjunto de todas, me hacen creer que esta entraa se hallaba en un estado normal y perfectamente bien organizada... Acepte V.S., Sr. Gobernador, la seguridad de la consideracin distinguida con que soy, de V.S. muy obediente y humilde servidor. Emilio Cazentre. Valparaso, 16 de junio de 1837 (17). Un hecho de gran importancia en el siglo XIX es el establecimiento de comunicaciones escritas peridicas, datando las primeras de 1812. En julio de 1872 aparece la Revista Mdica de Chile. La comisin editora la presida el Dr. Germn Schneider y estaba conformada por los doctores Rodulfo Philipi, Adolfo Murillo, Alfonso Thevenot y Pablo Zorrilla (22). En el vol 2, 1873, se lee en Crnica extranjera: Una memoria sobre las fracturas complicadas del crneo, por el doctor Vogt, de Greifswald... herida de la rejin tmporoparietal, se puede suponer que la arteria menngea media est comprometida cuando hai fractura complicada i aparece al esterior la sangre de una hemorragia; podr creerse lo mismo cuando consecutivamente a la fractura se muestra con rapidez los sntomas de una compresin cerebral con hemiplejia del lado opuesto a la lesin del crneo... Vogt interviene sin prdida de tiempo: liga la arteria en la misma herida, si es posible, o si no practica la trepanacin para ponerla al alcance de su mano (26). En el vol 6: de 1877, en la seccin Revista extranjera se lee: Se destaca el significado deletreo que tienen las supuraciones de las heridas de la cabeza, proponindose la utilizacin de alcohol puro como tpico (Gaz. des Hop., 2 de agosto, 1877). (27) Aunque sin duda la guerra del Pacfico fue un acontecimiento importantsimo, la revista mdica de Chile que continu editndose no presenta artculos relacionados con estadsticas o tipo de patologa de los heridos de guerra. Quizs la vctima ms ilustre fue el Capitn Don Arturo Prat, muerto por grave traumatismo de crneo (28). Otro personaje muerto a 92

causa de TEC fue el Dr. Argomedo. El Dr. Federico Puga Borne, en 1922, en un artculo sobre la Revista Mdica de Chile, recuerda Diego Aurelio Argomedo, oficial de artillera, quiso ser mdico: estudi poco a poco, en cuanto se lo permitan sus obligaciones militares: se recibi de Licenciado: vino la guerra: parti al Norte como teniente de artillera. Duplic su actividad. Asisti a los heridos en el segundo bombardeo de Antofagasta por el Huscar. Pele cuerpo a cuerpo como un len en el cerro de Dolores y defendiendo sus piezas amagadas un momento por el avance enemigo cay muerto con una bala en el cerebro y otra en el corazn. Contina: Un da en el Instituto Nacional les pregunt a mis compaeros:Quin es ese oficial vestido de marino que anda aqu en el patio? Es un marino Prat que viene a recibirse de abogado, me contestaron. Un da en la Escuela de Medicina pregunt: Qu anda haciendo en la Escuela ese oficial? Es el alfrez Argomedo, me contest uno, que se va a recibir de mdico (22). En la capital se abri el 31 de enero de 1881 el Hospital de la Exposicin, en el palacio de su nombre en la Quinta Normal, con el objeto de recibir a los heridos de aquellas memorables jornadas. El detalle de las lesiones se especifica en la Tabla 8 (29). La Revista Mdica de Chile, en los aos siguientes contina publicando casos de trauma enceflico (30), haciendo notar las complicaciones infecciosas, que generalmente conducen a la muerte, realizndose minuciosas necropsias que contribuyen a mejorar los conocimientos (31). Sin embargo, el tratamiento contina siendo primitivo, siendo la base la utilizacin de purgantes y refrigeracin con hielo. (32, 33, 34). En el volumen 19, N 3 de septiembre de 1890, se hace alusin a la antisepsis que permite la curacin de heridas enceflicas (35). Sin embargo el problema no era slo la infeccin. En el N 6 del mismo ao se seala el caso 19: Herida de la cabeza con hundimiento y denudacin del hueso frontal. Este enfermo ha estado durante 27 das con temperaturas alrededor de 39, pero con sus facultades intelectuales ntegras. Hoy, 17 de diciembre, da que escribimos, se han desarrollado sntomas agudos de convulsiones, estratismo y coma profundo, que nos hacen pensar en un derrame cerebral que matar al paciente muy en breve. Olvidbamos decir que la herida est completamente sana desde hace 12 15 das (34). Hacia fines de siglo aparece mas literatura relacionada con traumatismo encefalocraneano. En el vol 20, N 7, 1890, el Dr. Charln describe tres trepanaciones, una de ellas por absceso traumtico (36). En el vol 22, 1894, se describe un caso de Agrandamiento de una fractura conminuta del crneo en la regin anterolateral derecha con reduccin de una hernia cerebral. La fractura fue producida por arma de fuego. El enfermo sigue bien (37). En el N 23, 1895, se transcribe un artculo del Dr Emory Lanphear (de San Luis, Estados Unidos) sobre hemorragias menngeas traumticas, las cuales divide en Extradurales, Subdurales y Subaracnodeas. Recomienda la ciruga que disminuye la mortalidad de 89 por ciento a 27 por ciento (38). En el N22, 1896, en la seccin revista extranjera aparece un trabajo sobre heridas del crneo por balas de revlver (Societ de Chirurgie de Paris): Uno no debe ocuparse de la bala. Con la gubia y el martillo se agranda el orificio seo

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cuyos bordes estn ennegrecidos y ms o menos infectados. Hecho esto se deja un desage que toque la duramadre y se sutura la herida (39). En el vol 26, 1898, el Dr. Lucas Sierra se extiende sobre fracturas de crneo: Hachazo en regin parietal izquierda, quien lleg al hospital 5 das despus del accidente. Fue operado y san sin tropiezo. La queja es que fue enviado tardamente cuando ya estaba infectado. Describe adems un paciente con fractura de la lnea media, curado con apsitos compresivos que al retirarlos a las 48 horas segua saliendo sangre, reinstalndose la compresin. Lo mismo sucedi 4 das despus, realizndose igual maniobra, con lo cual luego de algunos das ya no sangr. El Dr. Dvila Boza recuerda un caso semejante del Dr. Pardo Correa, el que efecto sutura (40). En el mismo volumen el Dr. Sierra presenta 3 casos de abscesos del cerebro, 2 de ellos traumticos. El primero, ocurrido en 1885, lo enuncia como Absceso doble del cerebro de origen Postraumtico. Intervencin incapaz de descubrirlos. Ruptura en el ventrculo lateral izquierdo. Muerte. Autopsia. El otro ms reciente (1896), es un absceso del lbulo frontal, de origen traumtico. Trepanacin. Curacin (41). En el vol 27 ,1899, el Dr. Zaldvar presenta un caso de trauma ceflico hace 17 das, con sangramiento abundante. Al da siguiente del TEC se hizo la trepanacin, se constat un gran hundimiento de la bveda con formacin de muchas esquirlas, lo que produjo la herida del seno sagital superior. Se tapon el seno, se sutur el cuero cabelludo y se dej un pequeo drenaje (42). La poblacin y distribucin de la poblacin al iniciarse el siglo XX se seala en la Tabla 9 (22). El advenimiento de los automviles a nuestro pas alrededor del ao 1910, reemplaz a la violencia blica del siglo anterior. Mas an cuando se han ido perfeccionando, dndoles mayores velocidades, significando una causa muy importante de los TEC (43). En el mundo, la Neurociruga se establece como disciplina de la mano del Dr Harvey Cushing (1869-1939) (44). El Instituto de Neurociruga (INC) fue fundado en nuestro pas por el Dr. Alfonso Asenjo en noviembre de 1939 (45, 46). En 1943 se form una unidad neuroquirrgica dentro del Servicio de Neurologa del Profesor Hugo Lea Plaza (Hospital J.J. Aguirre) a cargo del Dr. Eduardo Fuentes. En 1950 se inicia la neurociruga en el Hospital Clnico de la Pontificia Universidad Catlica, con el Dr. Juan Ricardo Olivares y en 1953 se desarrolla en el Hospital Van Buren de Valparaso (Dr. Mario Contreras). En 1955 se crea el Servicio de Neurociruga de Concepcin (Dr. Donoso) (47). El resto de la historia del TEC ha sido parte de nuestro diario quehacer.

REFERENCIAS
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Tabla 1.- Culturas en 222 crneos trepanados, segn los Drs. Luis Graa y Esteban Rocca. Cultura Paracas Pachacamac Inca No precisado Ao 3000 2000 AC 0 1000 AC 1000 1600 DC N 53 25 55 89

Tabla 2. Tipos de trepanaciones en 222 crneos estudiados por los Drs. Luis Graa y Esteban Rocca N de Orificios 1 2 3 4 5 TOTAL Completa 129 32 10 8 1 180 Incompleta 35 4 3 42

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Tabla 3. Forma del orificio en 260 trepanaciones completas analizadas por los Drs. Luis Graa y Esteban Rocca Forma Circular Oval Rectangular Triangular Cuadrado Poligonal Irregular No determinada Total N 194 26 6 4 3 4 20 3 260

Tabla 4. Anlisis de la cicatrizacin de trepanaciones realizadas alrededor de 500 aC. Cicatrizacin Presente Ausente Total N 154 ( 71%) 60 ( 28%) 214 (100%) Completa 119 (55.6%) Parcial 35 (16.4%)

Tabla 5. Poblacin en Chile a fines del siglo XVI Tipo Europeos y mestizos blancos Negros y mestizos negros Indios Total N habitantes 28000 11000 961000 1000000

Tabla 6. Poblacin en Chile a fines del siglo XVII Tipo Araucanos Indgenas de otras regiones Espaoles y mestizos Negros, mulatos y zambos Total N habitantes 250000 150000 150000 15000 565000

Tabla 7. Poblacin en Chile a fines del siglo XVIII Tipo Indgenas Espaoles y mestizos Total N de habitantes 250000 750000 1000000

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Tabla 8. Relacin de lesiones en el Hospital de la Exposicin, 31 de enero de 1891 Localizacin Miembro inferior Miembro superior Trax Cabeza Pelvis Cuello Abdomen Herida 463 126 47 27 17 6 2 Fractura 48 39 27 22 6 Penetracin 2 7 17 5 6 1

Tabla 9. Poblacin de Chile a fines del siglo XIX Tipo Europeos y mestizos blancos Negros y mestizos negros Indios Total N de habitantes 3130839 0 100161 3231000

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POR LA SENDA DE REN FAVALORO: UN RECORRIDO HISTRICO POR LOS CAMINOS EXPLORADOS POR LA CIRUGA PARA LA REVASCULARIZACIN DEL CORAZN1
DR. RICARDO ZALAQUETT S.2

INTRODUCCIN El puente aortocoronario como tratamiento quirrgico de la insuficiencia coronaria, introducido en forma sistemtica en 1967 por REN FAVALORO en la Cleveland Clinic, produjo un vuelco increble en la en ese entonces joven ciruga cardiovascular, no slo porque la ciruga coronaria se convirti en el procedimiento ms frecuente de esta especialidad y probablemente de toda la ciruga, sino porque los principios quirrgicos que con ella se establecieron rpidamente se extendieron a toda la ciruga cardaca y vascular de adultos y nios y luego a toda la ciruga en general. Sin embargo, previamente la ciruga explor otros caminos, algunos de los cuales queremos recordar en esta oportunidad junto a los principales paladines que fueron abriendo estas distintas sendas quirrgicas. Con el fin de sistematizar este desarrollo histrico de la ciruga coronaria agruparemos estas distintas intervenciones en procedimientos indirectos, procedimientos para aumentar la irrigacin del miocardio y procedimientos sobre la circulacin coronaria.

PROCEDIMIENTO INDIRECTO TIROIDECTOMA TOTAL. Introducida en 1933 por BLUMGART y colaboradores como un mtodo indirecto para mejorar la condicin del corazn, tanto en la insuficiencia cardaca congestiva como en la angina de pecho(1). A partir de la observacin clnica de la tirotoxicosis, BLUMGART y colaboradores concluyeron que la insuficiencia circulatoria consista en la falla del corazn para mantener un adecuado aporte de sangre a las necesidades de los tejidos a cualquier nivel metablico. De aqu dedujeron que si el metabolismo normal de un paciente con enfermedad cardaca era reducido, las demandas metablicas de su cuerpo deberan disminuir a un nivel adecuado para el aporte sanguneo. BLUMGART seleccion inicialmente 10 pacientes con diversos tipos de enfermedad cardiovascular en los que efectu una tiroidectoma total. Luego de la operacin algunos pacientes mejoraron su capacidad vital
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Conferencia presentada el 4 de octubre de 2002. Profesor Adjunto, Departamento de Enfermedades Cardiovasculares Facultad de Medicina

Pontificia Universidad Catlica de Chile.

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significativamente, pero no todos. BLUMGART y colaboradores continuaron usando la tiroidectoma total para el tratamiento de la insuficiencia cardaca congestiva y la angina de pecho en pacientes que ellos consideraban con un riesgo operatorio adecuado. Posteriormente, la tiroidectoma total fue sustituida en el tratamiento de la angina por yodo radioactivo. Sin embargo, esto fue rpidamente abandonado, puesto que si bien tena efectos benficos sobre la angina, la depresin metablica era de tal magnitud que los pacientes rpidamente se convertan casi en vegetales.

PROCEDIMIENTOS PARA AUMENTAR LA IRRIGACIN DEL CORAZN INJERTO DE MSCULO PECTORAL. Operacin introducida en febrero de 1935 por CLAUDE BECK, en Cleveland, con la que persegua aumentar el flujo sanguneo colateral al corazn al injertar el msculo pectoral a la superficie previamente erosionada de este (2). Antes del primer caso clnico BECK haba experimentado extensamente en perros. En 1936 BECK comunic que haba operado 11 pacientes, 6 de los cuales sobrevivieron a la operacin. En esa oportunidad tambin dio detalles de sus trabajos experimentales, sealando que despus de la tercera semana de la operacin era posible demostrar anastomosis entre el corazn y el injerto de msculo esqueltico, a travs de la inyeccin de un colorante en este ltimo, con coloracin del miocardio, o a travs de la inyeccin de una solucin de bario en una arteria coronaria, el que era luego demostrado radiolgicamente en la pared torcica. INJERTO DE EPIPLN MAYOR. Introducido en 1936 por OSHAUGHNESSY, en Londres, luego de experimentar tambin extensamente en perros y gatos (3). El epipln era introducido a travs del diafragma izquierdo y suturado al pericardio y con 1 2 puntos fijado al corazn. OSHAUGHNESSY comunic su experiencia clnica inicial en 6 pacientes, con una muerte precoz y otra tarda, y una mejora en los 4 pacientes restantes. CARDIONEUMOPEXIA. Introducida por LEZIUS, en 1937, en Alemania. Consista en la remocin del pericardio, para luego suturar el pulmn izquierdo al corazn. Si bien despert poco inters inicialmente, la cardioneumopexia fue reintroducida en 1958 por SMITH y colaboradores, quienes comunicaron una extensa experiencia experimental en perros y 19 casos clnicos (4). LIGADURA DE LA VENA MAGNA DEL CORAZN. Introducida en 1940 por FAUTEUX (5). No alcanz mayor popularidad. LIGADURA DEL SENO CORONARIO. Introducida en 1941 tambin por FAUTEUX. A partir de trabajos experimentales efectuados por ROBERTSON, de Toronto, FAUTEUX sostena que luego de la ligadura del seno coronario la presin arterial se elevaba en el lecho vascular drenado por este. En su opinin, este lecho es toda la regin apical, en la que se encuentra la mayor parte de la enfermedad ateroesclertica que puede dar origen al dolor cardaco. Ese ao FAUTEUX comunic 6 casos clnicos con xito inmediato (6). NEURECTOMA PERICORONARIA. Introducida en 1946 nuevamente por FAUTEUX, inicialmente como complemento de la ligadura del seno coronario, pero luego como procedimiento 100

independiente (6,7). Por neurectoma pericoronaria FAUTEUX entenda la reseccin de todas las vas neurognicas importantes de y desde las arterias coronarias a la raz de la aorta. FAUTEUX comunic sus estudios experimentales en perros y su experiencia clnica en 16 pacientes, todos los cuales tenan historia de trombosis coronaria con confirmacin electrocardiogrfica. La mortalidad precoz fue de 3 pacientes y la tarda de 2. Los 11 sobrevivientes alejados se habran encontrado en buenas condiciones. En 1951 FAUTEUX comunic 78 pacientes sometidos a neurectoma pericoronaria, con 8 casos fatales, entregando detalles de la tcnica operatoria, que haba extendido a la base de la arteria y venas pulmonares (8). SIMPATECTOMA CERVICAL. Predecesor de la neurectoma pericoronaria, al parecer introducida en Francia a fines del siglo XIX por FRANCK y luego elaborada y popularizada por LERICH. En Estados Unidos, la simpatectoma cervical fue introducida por WHITE, quien remova los 3 ganglios torcicos simpticos superiores. WHITE comunic que todos los pacientes por l operados tenan alivio del dolor precordial y de la irradiacin al brazo, pero les adverta a sus pacientes que si iban a hacer un ejercicio intenso deban tomar nitroglicerina (9). FSTULA ARTERIOVENOSA ENTRE LA AORTA DESCENDENTE Y EL SENO CORONARIO. Esta operacin, diseada por BECK e introducida clnicamente por l en 1945, y que fue conocida como BECK II, consista en anastomosar un homoinjerto arterial o venoso desde la aorta torcica descendente al seno coronario, con la idea de perfundir retrgradamente el sistema coronario arterial con sangre oxigenada (10). BECK utiliz esta operacin entre 1945 y 1954, operando alrededor de 300 pacientes y despus de, como siempre lo hizo, efectuar numerosos experimentos en animales. Desde enero de 1954, BECK utiliz slo la operacin conocida como BECK I. OPERACIN DE BECK I. Esta operacin, que alcanz bastante popularidad a mediados de los aos 50, consista en 4 etapas establecidas por el mismo BECK: (1) La superficie del corazn es erosionada con una lima especial. (2) Aplicacin de 0,2 gramos de asbesto molido. (3) Oclusin del seno coronario, a un dimetro de 3 mm, para lo que este es ligado sobre un estilete. Esto persegua una cierta proteccin contra la prdida de los mecanismos de coordinacin y permitira una mayor absorcin de sangre en el lecho vascular ocluido. Tambin ayudara en el desarrollo de canales arteriales intercoronarianos.(4) Aplicacin del pericardio parietal y de la grasa mediastnica a la superficie del corazn, para estimular el desarrollo de canales arteriales no coronarianos (11). BECK comunic que con esta operacin 9 de cada 10 pacientes tenan alivio de sus sntomas y que en las ltimas 100 operaciones la mortalidad haba sido entre un 6% a un 8%, y esta era primariamente debida a la enfermedad coronaria de base. Posteriormente, en 1958, comunic un total de 347 casos operados desde 1954, con una mortalidad del 6%, disminuyendo en los ltimos 178 pacientes a un 1,2% (12). BECK, entre otros, haba utilizado previamente distintos irritantes aplicados a la superficie del corazn, para producir una reaccin inflamatoria cardaca generalizada y con esto desarrollar colaterales sistmicas e intercoronarias para aumentar la irrigacin del 101

corazn. Entre muchos otros, se utilizaron, experimental y clnicamente, talco, yodo, gelatina, almidn, etc. Inicialmente BECK pensaba que el mejor irritante era hueso molido de vacuno, pero luego consider que el asbesto produca una reaccin de tipo vascular mayor que cualquier otro irritante(9). RADIOTERAPIA. En 1959 BARONOFSKY, en Nueva York, comunic el uso clnico de la radiacin con rayos Roentgen en algunos casos de infarto miocrdico, con resultados que consider como sorprendentes. Previamente, BARONOFSKY y sus asociados haban efectuado experimentos en perros con distintas dosis de radiacin, seguido de la ligadura de una arteria coronaria (9). LIGADURA BILATERAL DE ARTERIAS MAMARIAS. Este procedimiento fue primero sugerido por FIESCHI, en Italia, en 1939 y efectuado luego por ZOJA y CESA-BIANCHI en un paciente con infartos miocrdicos a repeticin, el que 2 aos despus del procedimiento se habra encontrado bien y no habra experimentado nuevos ataques. Sin embargo, los cirujanos que escucharon de esta operacin se mantuvieron incrdulos (9). En 1955 BATTEZZATI revivi el procedimiento y comunic sus resultados experimentales y clnicos con este (13). En los Estados Unidos el paladn de la ligadura de las arterias mamarias fue G LOVER, quien haba sido ayudante en las primeras comisurotomas mitrales cerradas efectuadas por BAILEY, en Filadelfia. GLOVER comunic en 1958 su experiencia con 92 casos clnicos, 50 de los cuales haban sido seguidos por unos 5 meses, adems de resear su trabajo experimental previo (14) . El 68% de los pacientes, segn GLOVER, estaban libres de dolor o este haba disminuido significativamente, si bien no era posible tener evidencias electrocardiogrficas objetivas de mejora. GLOVER consideraba que la operacin era tan simple y libre de riesgos que vala la pena intentarla como un procedimiento quirrgico inicial en el tratamiento de estos pacientes. Si resultaba que era intil, no interferira en ningn caso con otras operaciones que pudieran efectuarse sobre el corazn. La operacin consista en la ligadura bilateral de las arterias mamarias internas a nivel del segundo espacio intercostal, de manera de incrementar el flujo sanguneo del corazn a travs del desarrollo de comunicaciones extracardacas entre las arterias coronarias y las arterias pericardiofrnicas. Dada su simplicidad, esta operacin alcanz una rpida pero corta popularidad, siendo precozmente desacreditada al demostrarse que operaciones sham, sin ligadura de las arterias mamarias, igualmente aliviaban la angina, eso s, por un corto perodo de tiempo (9). IMPLANTE DE ARTERIA MAMARIA INTERNA. Un procedimiento completamente original para crear un aporte nuevo y diferente de sangre al corazn fue desarrollado experimentalmente por VINEBERG en 1946, acercndose muy estrechamente a los actuales procedimientos de revascularizacin miocrdica (15). La operacin consista en el autotrasplante de la arteria mamaria interna izquierda, introduciendo el extremo abierto de esta arteria en un tnel efectuado en la pared del ventrculo izquierdo, con el objeto de establecer colaterales que se conectaran con el rbol coronario. En 1958, VINEBERG comunic haber efectuado esta operacin en 150 perros y entreg una vez ms evidencias histolgicas de permeabilidad arterial y de comunicaciones abiertas entre la arteria mamaria y las arterias coronarias, en animales de experimentacin y en casos de autopsias. Ese ao tambin comunic haber 102

operado, desde 1950, 59 pacientes con buenos resultados clnicos, definiendo, adems, que la operacin estaba indicada slo en pacientes con angina estable, puesto que en caso contrario la mortalidad operatoria era muy elevada. El 78% de los sobrevivientes se haba incorporado a su trabajo habitual (16). A pesar del entusiasmo de VINEBERG la comunidad quirrgica se mantuvo escptica, hasta 1962 en que MASON SONES en la Cleveland Clinic estudi 2 pacientes operados por VINEBERG 5 y 6 aos antes, demostrando coronariogrficamente, en vivo, comunicaciones vasculares entre el implante de arteria mamaria interna y el sistema coronario (17,18). EFFLER, jefe de Ciruga torcica y Cardiovascular de la Cleveland Clinic, se entusiasm con el procedimiento y en 1963 comunic al Congreso de la American Surgical Association 46 casos operados con la tcnica de VINEBERG (19). FAVALORO, posteriormente, introdujo el implante mamario bilateral a travs de una esternotoma media, para lo cual dise un retractor esternal especial, que nunca patent y que con su nombre se utiliza hasta la actualidad (18). En 1966 los implantes mamarios nicos o dobles comenzaron a efectuarse en la Cleveland Clinic simultneamente con procedimientos valvulares en pacientes que adems de una valvulopata tenan enfermedad coronaria, lo que se conoci como procedimientos combinados e incluso se asociaron a resecciones de aneurismas ventriculares. (18) El implante mamario se continu efectuando hasta fines de los aos 70 e incluso comienzo de los 80, en la mayora de los casos asociado a puentes aortocoronarios. Personalmente, me toc participar, durante mi entrenamiento en la Cleveland Clinic, en reintervenciones de pacientes con implantes mamarios efectuados muchos aos antes, que angiogrficamente estaban permeables y se comunicaban con arterias coronarias principales a travs de un ovillo vascular. Algunos de estos pacientes haban reiniciado angina por ateroesclerosis subclavia que comprometa el origen de las arterias mamarias. LOS PALADINES DE ESTE PERODO SON CLAUDE S. BECK Y ARTHUR M. VINEBERG. Claude S. BECK (1894-1971) estudi medicina en Johns Hopkins University recibiendo su ttulo de Doctor en Medicina en 1921. Luego de esto BECK efectu su entrenamiento en ciruga en Harvard University. Al trmino de este asumi un cargo acadmico en la University of Western Reserve, en Cleveland con ELLIOTT CUTLER, en donde lleg a ser Profesor de Neurociruga entre 1940 y 1952 para luego convertirse en el primer Profesor de Ciruga Cardiovascular de los Estados Unidos, cargo que ocup entre 1952 y 1965 en la misma universidad. Junto con CUTLER, BECK particip en el desarrollo y posterior aplicacin del valvtomo para la comisurotoma mitral cerrada. BECK dedic su vida al estudio y tratamiento del paro cardaco y la fibrilacin ventricular, as como al tratamiento quirrgico de la enfermedad coronaria. Como seala MARK M. RABITCH en A Century of Surgery, los procedimientos quirrgicos desarrollados por BECK, y que se resean en este artculo, representaron el esfuerzo clnico y de laboratorio de toda una vida para solucionar un problema antes de que las herramientas estuvieran disponibles.(19) A pesar de esto BECK demostr la aplicabilidad clnica de la desfibrilacin del corazn humano, insistiendo en cuanto foro tuvo acceso en la instalacin de desfibriladores en los servicios de urgencias y pabellones quirrgicos, convenciendo a mdicos y legos que un ataque cardaco fatal no necesitaba ser fatal, echando as las bases 103

para la amplia aceptacin de la resucitacin cardiopulmonar cuando se desarroll el mtodo del masaje cardaco. Por su parte, ARTHUR M. VINEBERG (1903 1988), adems de ser cirujano cardaco, tena un doctorado en bioqumica y fisiologa experimental otorgado por McGill University, en Montreal, en la que desarroll una brillante carrera. Fue un investigador dedicado y cirujano acucioso que persigui su idea sobre la revascularizacin miocrdica con admirable determinacin a pesar del escepticismo prcticamente universal que debi afrontar. Si bien a primera vista la solucin que l propona era de hecho muy inusual, al final result ms lgica y eficiente que la propuesta por BECK. (19)

PROCEDIMIENTOS SOBRE LA CIRCULACIN CORONARIA Hasta 1956 los procedimientos utilizados para tratar quirrgicamente la insuficiencia coronaria, que hemos reseado, estuvieron dirigidos exclusivamente a intentos para aumentar indirectamente el flujo sanguneo al miocardio o disminuir los requerimientos de este, como fue la tiroidectoma. De hecho, los trabajos experimentales de BECK parecan demostrar que cualquier procedimiento localizado en la circulacin coronaria poda originar un disturbio del equilibrio elctrico del corazn, que hara ms susceptibles a los ventrculos a fibrilar. Ese ao 1956, LILLEHEI y colaboradores, de la University of Minnesota, proponen el primer procedimiento directo para el tratamiento de la enfermedad coronaria (20,21) . ENDARTERECTOMA CORONARIA. LILLEHEI y colaboradores sealaron que en alrededor del 70% de las oclusiones de las arterias coronarias principales estas se producan en los 4 cms proximales del vaso y pensaron que estas placas obstructivas podan ser removidas, o, en caso contrario, se poda efectuar una reseccin segmentaria de la arteria. La tcnica propuesta, desarrollada en cadveres y animales de experimentacin, consista en incidir longitudinalmente la arteria coronaria sobre el segmento ocluido, remover el ateroma y reconstruir la pared arterial con seda 6-0 o interponer un segmento de arteria perifrica (20). La primera endarterectoma coronaria en el hombre fue efectuado por BAILEY en 1956 (BAILEY haba efectuado la primera comisurotoma mitral cerrada en 1948) con ANGELO MAY, quien haba trabajado previamente durante 3 aos en el laboratorio desarrollando la tcnica quirrgica (22). Posteriormente, LONGMIRE efectu varias comunicaciones de importancia acerca de la endarterectoma, antes de dedicarse por completo a la ciruga digestiva en la University of California, en la que efectu grandes aportes (9,23). En 1987, DUDLEY JOHNSON comunic una importante experiencia de 9 aos con sobre 5.000 casos, con endarterectomas de 10 a 15 cms de largo asociadas a puentes aortocoronarios, con baja mortalidad operatoria y elevada permeabilidad a 5 aos (24). PUENTE AORTOCORONARIO. En mayo de 1967 REN FAVALORO interpone un segmento de vena safena interna en la coronaria derecha ocluida de una mujer de 57 aos, la que fue reestudiada al octavo da por MASON SONES, demostrndose una reconstruccin total de la 104

arteria, con lo que el procedimiento comienza a aplicarse en la Cleveland Clinic en forma sistemtica. En el paciente N15 FAVALORO efecta ahora la anastomosis proximal en la cara anterior de la aorta ascendente, efectuando as un puente aortocoronario propiamente tal.
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A diferencia de todos los otros procedimientos previamente sealados, el puente aortocoronario no fue precedido por una investigacin experimental en animales por parte de FAVALORO. Sin embargo, tampoco fue el resultado de un hecho fortuito. El puente aortocoronario fue la consecuencia de la extensa experiencia previa de FAVALORO en el tratamiento quirrgico de la enfermedad coronaria con la endarterectoma y los implantes mamarios, de la interrelacin de ste con los cirujanos vasculares que ya efectuaban revascularizaciones de las extremidades inferiores y riones con vena safena, y de la estrecha amistad entre FAVALORO y MASON SONES que le permiti el estudio y anlisis de mltiples coronariografas, situaciones todas facilitadas por el ambiente acadmico y clnico de la Cleveland Clinic. Interesantemente, las bases experimentales, si bien muy escasas, del puente aortocoronario, se remontan a 1910, en que ALEXIS CARREL, de hecho el fundador de la ciruga vascular y premio Nobel 1912, efecta anastomosis entre la aorta descendente y las arterias coronarias en animales utilizando un segmento de cartida preservado en fro. Los animales no sobrevivieron las operaciones porque, en opinin de CARREL, le tom 5 minutos (!) efectuar las anastomosis (19, 25). Pero, FAVALORO no fue el primero en efectuar un puente aortocoronario. En 1974 SABISTON comunic que en abril de 1962 haba efectuado, en un paciente al que un ao antes le haba realizado una endarterectoma de la coronaria derecha, un puente con vena safena desde la aorta ascendente a esta arteria coronaria (17, 18, 26). El paciente falleci al tercer da de un accidente vascular enceflico, probablemente secundario a mbolos desprendidos desde la anastomosis proximal trombosada, como habra demostrado la autopsia. SABISTON no volvi a efectuar esta operacin hasta conocer posteriormente la experiencia de la Cleveland Clinic. En 1973, GARRET comunic que en noviembre de 1964 efectu un puente aortocoronario a la arteria descendente anterior en un paciente al que se haba programado efectuar una endarterectoma con reconstruccin con parche venoso (27). El paciente sobrevivi la operacin y fue estudiado en 1971 en la Cleveland Clinic, demostrndose el llene de toda la coronaria izquierda por el puente venoso, corroborndose as la durabilidad alejada del procedimiento (18). Sin embargo, esto constituy en ese entonces un hecho aislado al que no se le dio importancia alguna, hasta que se conoci la experiencia de la Cleveland Clinic. Como en otras situaciones, FAVALORO no fue el primer hombre en ver caer una manzana de un rbol, pero s el primero en darse cuenta de su importancia, aplicando en forma sistemtica el puente aortocoronario, primero para la enfermedad coronaria de un vaso y progresivamente para la enfermedad de 2 y 3 vasos, en forma combinada con procedimientos valvulares y aneurismectomas ventriculares y en el tratamiento del infarto en evolucin. En 1969 FAVALORO y el grupo de la Cleveland Clinic comunic al Congreso de la Society Of Thoracic Surgeons los resultados en la impresionante cifra de 570 pacientes operados (17, 18).

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Finalmente, en lo que a la arteria mamaria interna respecta, esta haba sido utilizada experimentalmente para la revascularizacin directa del miocardio por MURRAY a comienzos de los aos 50, y ms tarde por SPENCER a comienzos de los 60 (18, 19). KOLESSOV, en Rusia, haba efectuado ya en 1964, las primeras anastomosis mamario-coronarias en el hombre, no solo sin circulacin extracorprea sino que tambin sin estudio angiogrfico previo, comunicando sus resultados en 1967 en el Journal of Thoracic and Cardiovasculary Surgery, lo que mereci un comentario editorial por parte de EFFLER (17, 18, 28). (Posteriormente, el hijo de KOLESSOV -Eugene- efectu parte de su entrenamiento en ciruga cardiovascular con FAVALORO, en la Cleveland Clinic). Sin embargo, es GEORGE GREEN quien, en 1968, en New York, introduce el uso sistemtico de la arteria mamaria interna en la revascularizacin del miocardio, sosteniendo que los resultados alejados deberan ser mejores que con la vena safena, como el tiempo se encarg de demostrar (29). GREEN utilizaba un microscopio de 16 aumentos, lo que no slo haca engorrosa la operacin sino que requera de un prolongado entrenamiento en animales, lo que dificultaba su popularizacin. A comienzos de 1970, y luego de visitar a GREEN en New York, Favaloro inici el uso de la arteria mamaria interna izquierda anastomosada a la arteria descendente anterior en la forma habitual para las anastomosis coronarias, con seda 7-0 y bajo magnificacin ptica corriente con lupas de 2 3 aumentos, demostrando posteriormente permeabilidad anastomtica en re-estudios angiogrficos, facilitando as la aceptacin del procedimientos por toda la comunidad quirrgica cardiovascular (18). LOS HROES Y PALADINES DE ESTE PERODO DE PROCEDIMIENTOS DIRECTOS SOBRE LA CIRCULACIN CORONARIA SON WALTON LILLEHEI Y REN FAVALORO. C. WALTON LILLEHEI (1918-1999) naci en Minneapolis, Minnesota, y obtuvo su ttulo de Doctor en Medicina en la University of Minnesota en 1942 y luego de servir en un hospital de campaa durante la segunda guerra fue residente de ciruga de OWEN H. WANGENSTEEN en el muy prestigiado pero poco ortodoxo programa de ciruga que ste diriga en la University of Minnesota, del cual salieron numerosos cirujanos competitivos e innovadores fuertemente orientados a la investigacin experimental. Entre 1948 y 1949 obtuvo un doctorado en fisiologa, trabajando en el laboratorio de MAURICE VISSCHER. En 1950 su carrera se vio interrumpida y de hecho casi lleg a su fin al desarrollar LILLEHEI un linfosarcoma que requiri de ciruga radical del cuello y mediastino e irradiacin postoperatoria. Luego de casi una milagrosa recuperacin LILLEHEI decidi dedicarse a la ciruga del corazn en la University of Minnesota. Para muchos LILLEHEI es considerado el Padre de la Ciruga de Corazn Abierto. Entren a numerosos cirujanos cardacos activos en la actualidad y desarroll la circulacin cruzada controlada en la cual un donante, habitualmente el padre o la madre de un nio, actuaba de oxigenador, con lo cual LILLEHEI pudo efectuar con xito las primeras correcciones intracardacas de una comunicacin interventricular, un canal aurculo-ventricular y una tetraloga de Fallot. LILLEHEI desarroll, adems, el oxigenador de burbujas, aparato que permiti popularizar la ciruga de corazn abierto, y un marcapaso con electrodos miocrdicos as como 4 tipos de prtesis valvulares cardacas. El Dr. LILLEHEI fue, finalmente, presidente del American College of Cardiology. (17, 19, 21) 106

LILLEHEI visit Chile en mayo de 1963, oportunidad en que dict varias conferencias en distintos Centros de la ciudad de Santiago. Entre estas, el da 24 de mayo de ese ao dict en nuestra Universidad una conferencia titulada Indicaciones y Resultados del Reemplazo Total de la Vlvula Artica. En la maana del da lunes 27 de mayo de 1963 WALTON LILLEHEI oper en los pabellones de ciruga torcica del sexto piso del Hospital Clnico de la Pontificia Universidad Catlica una comunicacin interventricular en una nia de 6 aos, la que evolucion en forma muy satisfactoria. LILLEHEI fue asistido en esta operacin por los cirujanos de la Universidad Catlica y la anestesia, perfusin y controles intraoperatorios estuvieron a cargo de anestesistas y cardilogos de la misma institucin. El diario El Mercurio destac el hecho sealando que esto, en contadas oportunidades, hacen los cirujanos extranjeros, y slo cuando cuentan con la seguridad que estarn respaldados por un equipo, tanto material como humano, que les d las suficientes garantas. El 26 de mayo de 1963, un da antes de esta intervencin, en ceremonia efectuada en el Saln Rojo de la Casa Central de la Universidad Catlica, presidida por el RECTOR MONSEOR ALFREDO SILVA SANTIAGO, WALTON LILLEHEI fue nombrado miembro honorario de la Facultad de Medicina de nuestra Universidad, entregndosele el correspondiente diploma. (21) El gran hroe y paladn de la ciruga coronaria, REN FAVALORO, naci en La Plata, Argentina, el 14 de julio de 1923, hijo de un ebanista y de una modista emigrados de Italia. En 1949 se recibi de mdico en la Universidad Nacional de esa ciudad. Diversas circunstancias de tipo personal lo llevaron a interrumpir sus primeros pasos en ciruga torcica en el Hospital Rawson de Buenos Aires, en donde asista a los cursos de postgrado de la escuela de los hermanos FINOCHIETTO, de tanta trascendencia en la formacin de los cirujanos argentinos y latinoamericanos. Junto a su hermano se traslada en 1950 a Jacinto Arauz, un pequeo pueblo del oeste de la pampa Argentina, en donde con dedicacin y esfuerzo transformaron una vieja casona en una verdadera clnica que lleg a tener 23 camas, una sala de ciruga completamente equipada y mtodos de diagnstico que no excluan la radiologa. Con su hermano Juan Jos operaban todo lo que comprenda la ciruga general y la tocoginecologa. Como l mismo seala, atendan a todos sin distincin de ninguna especie, por lo que haban cosechado el respeto de la comunidad y vivan felices. Sin embargo, FAVALORO en el fondo de su alma extraaba su viejo hospital y segua soando con la ciruga torcica, que por esos aos ensanchaba sus horizontes con la ciruga cardiovascular. Eran los tiempos de grandes pioneros como BLALOCK, CRAFOORD, GROSS, HARKEN y LILLEHEI, de quien acabamos de hacer una resea biogrfica.(21, 30, 31) Aconsejado por su profesor el Dr. MAINETTI y habiendo tomado ya la decisin de abandonar Jacinto Arauz despus de 12 aos, ya que como l mismo confiesa en su libro autobiogrfico De la Pampa a los Estados Unidos, se senta capacitado para empresas mayores, se dirigi a la Cleveland Clinic. FAVALORO se aprontaba entonces a cumplir 40 aos y era la primera vez que l y su mujer Toni se suban a un avin. Su ingls era slo el que haba adquirido en la enseanza secundaria ms algunas clases particulares de los ltimos meses. (18) 107

FAVALORO llevaba una carta del profesor MAINETTI para el doctor CRILE, cirujano de la clnica e hijo de uno de sus fundadores y quien lo introdujo a EFFLER, por entonces jefe del Departamento de Ciruga torcica y Cardiovascular. Con este se enter recin que los mdicos extranjeros para ser admitidos a los programas de postgrado deban aprobar los exmenes del ECFMG. En el intertanto, FAVALORO comenz a asistir a los pabellones quirrgicos como observador y pronto comenz a colaborar en todas las actividades del pabelln quirrgico. En sus propios trminos: de cirujano con cientos de operaciones en su pasado, me haba convertido en un enfermero ms o menos calificado. Sin embargo, a las pocas semanas EFFLER pronunci las palabras mgicas: desea lavarse y ayudarme?. El ofrecimiento era como segundo ayudante. Desde ese da FAVALORO comenz a participar de las operaciones cada vez con mayor frecuencia y, en sus propios trminos, si bien persistan mis limitaciones idiomticas, el hbito quirrgico de tantos aos ayudaba a suplirlas. Igualmente, bajo el estmulo y supervisin de EFFLER, FAVALORO se preparaba para el examen del ECFMG. Para quien haba terminado la carrera de medicina haca ms de 15 aos, volver a repasar las ciencias bsicas, compenetrarse en algunas patologas propias de los Estados Unidos y volver a revisar la medicina interna, la ciruga general, la obstetricia y ginecologa, la pediatra y la salud pblica, la psiquiatra, etc., significaba un esfuerzo de consideracin. Durante este perodo FAVALORO no tuvo fines de semanas libres. Rindi el examen en septiembre de ese ao y a las 6 semanas recibi la buena nueva de que lo haba aprobado. Con esto, FAVALORO pas a ser Junior Fellow de la Cleveland Clinic a sus 40 aos, lo que en sus propias palabras implicaba un sinnmero de nuevas responsabilidades, pero al mismo tiempo abra un nuevo camino que, si se lo recorra con criterio y entusiasmo, poda brindar grandes satisfacciones. Contina FAVALORO en la pgina 56 de su libro autobiogrfico sealando: sin ninguna duda me senta feliz. Una vez ms estaba frente a un nuevo desafo. Los que me conocen en profundidad colaboradores en particular saben que no puedo vivir sin desafos. Han sido una constante en mi vida. El da en que no estn presentes habr llegado el momento de partir. Es necesario tener presente estas palabras para tratar de entender el trgico final de FAVALORO. (18, 32) Durante todo su entrenamiento como residente, FAVALORO y su esposa Toni vivieron en un viejo edificio llamado Palais Royal, en frente de la clnica y rodeado de estacionamientos, y en lugar de pijamas acostumbraba a usar ropa de pabelln de manera de estar siempre listo en caso de una urgencia. FAVALORO termin su entrenamiento en ciruga cardiovascular en la Cleveland Clinic en 1965 y a pesar de la oposicin de EFFLER retorn a La Plata ese mismo ao con la idea de contribuir con los conocimientos adquiridos al desarrollo de la ciruga cardiovascular en nuestro pas. Sin embargo, luego de un largo peregrinaje por diversos hospitales de Buenos Aires y La Plata y no logrando ser acogido en ninguno de ellos, l y Toni cedieron a la insistencia de EFFLER y regresaron a Cleveland, ocupando el cargo de Assistant Staff, lo que le permitira operar incluso sus propios pacientes si estos eran referidos a l y tendra su propia oficina con secretaria. En 1966 y despus de obtener la licencia definitiva del Estado de Ohio por reciprocidad luego de haber aprobado los Board de New York y Virginia, ya que Ohio no aceptaba postulantes extranjeros, REN FAVALORO 108

fue nombrado Staff propiamente tal de la Cleveland Clinic. Esto significaba, en las palabras de CRILE expresadas a FAVALORO, absoluta libertad para trabajar y desarrollar nuevas ideas, ya que en opinin de ste el libre albedro era el nico camino para el progreso. CRILE le seal tambin que las jefaturas y los diversos estamentos del organigrama de la clnica eran necesarios, pero que vea en l grandes potencialidades que deba desarrollar para poder trabajar libre de ataduras. Como hemos visto, este pensamiento en el caso de FAVALORO dio grandes frutos. (18) FAVALORO efectu muchos primeros casos durante este perodo en la Cleveland Clinic. Entre ellos efectu el primer trasplante de corazn del noreste de los Estados Unidos en 1968, lo que caus gran expectacin periodstica en la zona. EFFLER apareci en los medios de comunicacin como responsable de todo y a pesar de que esa circunstancia provocaba comentarios desfavorables en varios miembros del Staff, FAVALORO seala en su libro autobiogrfico que estaba contento y feliz de que as fuera: de alguna manera retribua lo que me haba enseado y por sobre todo la libertad con que me haba dejado trabajar al estimularme diariamente. En 1970, y habiendo alcanzado ya renombre internacional en la medicina, al volver del VI Congreso Mundial de Cardiologa efectuado en Londres, en donde por invitacin de DONALD ROSS efectu las primeras cirugas coronarias de Inglaterra en el National Heart Hospital y en el que se renovaron con insistencia por parte de sus connacionales los pedidos para que regresara a la Argentina, FAVALORO comenz a madurar la idea del retorno. Como l seala, poco a poco me fui convenciendo de que deba aceptar el nuevo desafo. En octubre de ese ao redact su renuncia a la Cleveland Clinic dirigida a EFFLER, con copia a CRILE. (18) Querido Doctor Effler: Como usted sabe, no existe ciruga cardiovascular de calidad en Buenos Aires. Los pacientes se van a diario a San Pablo o a los Estados Unidos. Algunos tienen suficiente dinero para viajar, pero otros deben realizar tremendos esfuerzos econmicos (un paciente tuvo que vender su casa). La mayora no puede siquiera pensar en venir. Mueren lenta pero inexorablemente sin acceder al tratamiento adecuado. Mdicos brillantes vienen a este pas en busca de educacin de posgrado. Despus de dos o tres aos de excelente entrenamiento vuelven a la Argentina para encontrar slo indiferencia. Los maestros no pueden aceptar nuevas ideas. Algunos regresan a los Estados Unidos y otros permanecer aletargados, rodeados de frustracin. Una vez ms el destino ha puesto sobre mis hombros una tarea difcil. Voy a dedicar el ltimo tercio de mi vida a levantar un Departamento de Ciruga Torcica y Cardiovascular en Buenos Aires. En este momento en particular, las circunstancias indican que soy el nico con la posibilidad de hacerlo. Ese Departamento estar dedicado, adems de a la asistencia mdica, a la educacin de posgrado con residentes y fellows, a cursos de postgrado en Buenos Aires y en las ciudades ms importantes del pas, y a la investigacin clnica. Como usted puede ver, seguiremos los principios de la Cleveland Clinic. 109

El dinero no es la razn de mi partida. Si as lo fuera, tomara en consideracin las ofertas que de continuo recibo de diferentes lugares de los Estados Unidos. El propsito principal es desarrollar un Departamento bien organizado donde pueda entrenar a cirujanos para el futuro. Crame, yo ser el hombre ms feliz del mundo si puedo ver en los aos por venir una nueva generacin de argentinos que trabajen en distintos centros del pas resolviendo los problemas a nivel comunitario y dotados de conocimientos mdicos de excelencia. Yo s de todas las dificultades que afrontar porque ejerc la profesin anteriormente en la Argentina. A los cuarenta y siete aos, lo lgico y realista sera permanecer en la Cleveland Clinic. Yo s que estoy emprendiendo un camino dificultoso. Usted tal vez recuerde que Don Quijote fue espaol. Si yo no aceptara liderar ese Departamento en Buenos Aires, vivira el resto de mi vida pensando que soy un buen solid s.of a b.(h.de p.). Mi conciencia me dira constantemente: Elegiste el camino fcil. Dos das ms tarde EFFLER respondi por escrito. Querido Ren: Tu carta no me ha sorprendido, no obstante me ha apenado profundamente. T has actuado como un tremendo catalizador en el Departamento y en la Cleveland Clinic. En el perodo en que has estado con nosotros, tanto como fellow o como miembro del staff, tu trabajo profesional y tu extraordinario empuje han producido un gran impacto en la Cleveland Clinic Foundation y ms todava en la especialidad de ciruga torcica y cardiovascular. No hace falta decir que estoy muy orgulloso. Yo creo que has tomado la decisin correcta y desde aqu te apoyar en todo lo que sea posible. Ser interesante ver si una flor argentina que fue trasplantada al Cuyahoga county puede ser retrasplantada en su origen. Es posible que haya ciertos fenmenos de rechazo que tendrs que enfrentar pero reitero mi total confianza en ti y en tu futuro profesional. La prdida ser tremenda para la Cleveland Clinic y lamentada por la mayora de nosotros. No obstante, somos todos realistas y sabemos que una institucin de este tipo seguir andando mientras jvenes vidos y calificados, con deseos de futuro, acepten la posibilidad de tomar nuestros lugares. Ya que no tengo ilusiones de tener otro Favaloro, podr, en los prximos diez aos de mi carrera, estimular a jvenes emprendedores a que traten de alcanzar el rcord de Favaloro. CRILE tambin contest. Querido Ren: Tu carta no fue slo importante sino hermosa. La he ledo con detenimiento y he encontrado que estoy en total acuerdo con tus conclusiones. Tu pas es demasiado hermoso para desertar en el momento que ms te necesita. Por el otro lado ser una tremenda prdida para la Cleveland Clinic y para m personalmente que t dejes el Departamento de Ciruga Torcica. Como t sabes, he tenido la mayor de las admiraciones por ti no slo por tu ingenio y habilidades sino por la colaboracin que siempre has prestado a todos tus colegas. Te extraar mucho. 110

Una vez ms quiero expresar mi pesar por tu decisin y mis congratulaciones por las razones que han decidido tu regreso. En Junio de 1971 FAVALORO y su esposa Mara Antonia retornaron a la Argentina. Inicialmente FAVALORO trabaj en el Sanatorio Gemes desarrollando simultneamente la Fundacin Favaloro, cuyo primer emprendimiento fue el Instituto de Investigacin Bsica, al que mantuvo econmicamente de su propio pecunio. Integrado por numerosos investigadores bsicos, contribuy con numerosas publicaciones en las revistas cientficas de mayor importancia mundial y en numerosos congresos con trabajos innovadores y de excelencia. En 1993 este Instituto de Investigacin Bsica fue la base para la creacin de la Universidad Favaloro, la que comenz con una Facultad de Medicina a la que luego se agreg una Facultad de Bio-Ingeniera. En los aos 80 FAVALORO se dedic a la construccin del Instituto de Cardiologa y Ciruga Cardiovascular, el que es hoy uno de los Centros ms avanzados de la especialidad en Latinoamrica y que luego se extendi a otras reas como el trasplante heptico, neumologa, hemostasia, trombosis, etc. FAVALORO fue un hombre polifactico en el que se destaca la faceta de humanista, en dos aspectos: Uno, como escritor e historiador, publicando varios libros, algunos autobiogrficos como el citado en este artculo, otros sobre educacin y otros sobre tica e historia. En cuanto a este ltimo tema, le interesaba especialmente la historia del General San Martn. En el otro aspecto, FAVALORO destaca como pensador preocupado por el desarrollo socioeconmico de la humanidad, lo que demostr en varias conferencias, una de ellas dictada en el seno del congreso de la American Heart Association en 1988. Tan famoso como cirujano en la Argentina lo era tambin como hincha de Gimnasia, club de football del barrio de inmigrantes de su infancia llamado El Mondongo. FAVALORO alcanz una popularidad desacostumbrada entre profesionales, tanto que en distintas encuestas de la Argentina lleg a tener una intencin de voto para presidente de la nacin de alrededor del 70%, pero nunca acept ningn cargo poltico. Cultiv una imagen de altruismo y dedicacin a los menos privilegiados y, debido a ello fue respetado y amado por el pueblo argentino. Por la tarde el 29 de julio del ao 2000 y en el bao de su departamento de Palermo Chico, en Buenos Aires, FAVALORO se suicid se inmol? disparndose con su revlver en medio del corazn, quizs previendo, o como un presagio de lo que sucedera en la Argentina.

LA CIRUGA DE LA INSUFICIENCIA CORONARIA EN CHILE Segn RECCIUS, la primera operacin para corregir la insuficiencia coronaria en nuestro pas se efecta en el Hospital Van Buren de Valparaso, en septiembre de 1950, por los Drs. SVANTE TORWALL y PEDRO URIBE, quienes realizan una cardioneumopexia. En el enfermo, pudo comprobarse una recuperacin extraordinaria del cuadro de insuficiencia 111

coronaria, desapareciendo de inmediato los dolores que invalidaban al paciente, en forma absoluta (33). La ciruga coronaria propiamente tal se inicia en Chile en 1970, en el Hospital Clnico de la Universidad Catlica, por SALVESTRINI y colaboradores, quienes el da 14 de abril de 1970 efectan un bypass aortocoronario con trozo de safena a la arteria coronaria derecha, asociado a una reseccin de un aneurisma de ventrculo izquierdo. Previamente, en 1955 SALVESTRINI haba efectuado una ligadura mamaria bilateral a la que siguieron otras 3. Ese mismo ao SALVESTRINI efectu una pericardiotoma con instilacin de fenol y luego en 1959 SALVESTRINI efectu una operacin de BECK. Finalmente, en noviembre de 1969 SALVESTRINI efectu un implante mamario bilateral a travs de una esternotoma media con tcnica de VINEVERG-SEWELL. As, en nuestro Hospital Clnico el primer puente aortocoronario fue tambin el resultado de un largo inters previo en el tratamiento de la enfermedad coronaria.

REFERENCIAS
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FIGURAS

Representacin esquemtica de la evolucin de la ciruga coronaria, segn Favaloro, reproducida de su libro autobiogrfico De la Pampa a los Estados Unidos. A.A.A, tcnica del parche de pericardio, incisin longitudinal y ensanchamiento del calibre arterial en la zona estrechada por placas ateromatosas. B.B, interposicin de un segmento de vena safena luego de resecar el segmento arterial estenosado. C, puente aortocoronario (ciruga del bypass). Izquierda: puente con vena safena a la coronaria derecha. Derecha: puente arterial: arteria mamaria izquierda conectada a la rama descendente anterior de la coronaria izquierda. (Texto original de la figura. Reproducido con autorizacin de Editorial Sudamericana S.A.)

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CONDICIONES HIGINICAS, ENFERMEDADES Y PRCTICAS MDICAS INFORMALES EN VALPARASO ENTRE 1855 Y 1860.1
JURY GARCA ANCAMIL2

1. INTRODUCCIN Hacia 1850 Chile haba logrado un desenvolvimiento econmico, precoz y exitoso, basado en la minera, la agricultura y el comercio, Amn de este desarrollo, Valparaso se haba convertido en el principal puerto de Chile y en el centro de redistribucin comercial de la cuenca Pacfico del Conosur americano, dado que en esta ciudad se haban instalado una serie de comerciantes extranjeros que aportaban una inusitada prosperidad con sus negocios3. Estos inmigrantes construyeron barrios en los que solo se podan incorporar exponentes de la aristocracia criolla, marginando as a los componentes del bajo pueblo, los que debieron utilizar toda su tenacidad para habitar las estrechas quebradas e inhspitos cerros que se emplazan de cara al mar. En el presente trabajo presentaremos algunas de las caractersticas ms relevantes relacionadas con las condiciones de vida de los sectores populares del puerto, las enfermedades y las prcticas mdicas informales desarrolladas en la ciudad, entre los aos 1855 y 1860. Las fuentes primarias en las que se fundamenta esta trabajo han sido encontradas en distintos volmenes del Fondo Intendencia de Valparaso, del Archivo Nacional Histrico. Debido a la naturaleza de estos documentos debemos advertir que algunos de los datos incluidos carecen de precisin, a pesar de lo cual expondremos un panorama general de las temticas que a continuacin relataremos.

2. CONDICIONES DE VIDA DE LOS SECTORES POPULARES PORTEOS. Las condiciones de vida de los sectores populares porteos se hacan cada vez ms duras a medida que avanzaba la centuria. Mientras los inmigrantes construan residencias
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Conferenia presentada el 4 de Octubre de 2002 Profesor, Universidad de Playa Ancha, Valparaso. Cavieres, Eduardo: Urbanizacin y cambio social: Comerciantes y artesanos de Valparaso en

la segunda mitad del siglo XIX, publicado en: Universidad Catlica de Valparaso: Valparaso 1536- 1986, Ediciones Altazor, Valparaso, 1987.

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de estilo europeo, en las quebradas, cerros y algunos de los sectores del plan de la ciudad, los menesterosos improvisaban casuchas insalubres en las que deban desarrollar la vida familiar, caracterizada por el hacinamiento, la falta de higiene, la prostitucin y el alcoholismo, careciendo del sentido de vida cmodo y clido de un hogar. Por otra parte, es en estas viviendas donde los pobres debieron enfrentar las inclemencias de los problemas generados por el progreso, como las enfermedades y las epidemias, que se convertan en el aviso de un posible deceso. Entre 1820 y 1850 se haban extendido y masificado los rancheros populares porteos, los que eran construidos con materiales de desechos, muchas veces recogidos de entre los escombros de los incendios y las basuras vertidas por los decentes en las quebradas; de esta manera caas, barro, tablas, latas, troncos y ramas de rboles y arbustos del cerro, se constituan en los materiales de edificacin, los que se conjugaban con la descomposicin de los desechos propios de la familia popular, al interior del sucucho, que se encontraba encaramado en el cerro, donde se formaban pequeos barrios, ricos en sociabilidad. Estas casuchas se instalaban en un espacio ganado al cerro, razn por la que carecen de patio. En su interior el eterno fogn, centro de la actividad familiar, ahumaba el ambiente en conjunto con las velas de cebo, que servan para iluminar la batea en la que se lavaba la ropa, que posteriormente se colgaba en la ventana. No exista ms lugar para un bao, por lo que estos se instalaban a tajo abierto en las quebradas, o simplemente se instalaba una cantora en un rincn de la pieza. Debido a la falta de desage, se vertan en la puerta de estos cuchitriles los excrementos, que contaminaban las aguas de las quebradas, que se utilizaban para el uso domstico. A esto se suma el que las quebradas de los cerros de Valparaso se haban convertido en los vertederos de la ciudad decente y popular, lo que repercuta con mayor fuerza en las condiciones de vida de jornaleros, estibadores y artesanos.4 Con el crecimiento de la ciudad las quebradas comenzaron a colapsar, situacin que empeoraba en los meses de invierno, cuando las lluvias desencadenaban verdaderas catstrofes entre los sectores populares, los que vean como desaparecan sus casuchas, debido a los anegamientos e inundaciones, que adems eran un peligro de muerte, quedando en total desamparo. En este contexto se hacan comunes las plagas de moscas y ratones, atrados por la descomposicin de los desechos, los que servan de elementos transportadores de infecciones, que en algunos casos transmitan enfermedades, con lo que el enfermo era confinado a un rincn del hmedo rancho, sobre unos jergones sucios instalados sobre el piso, mientras un grupo de 3 a 6 nios vagan sucios y haraposos por el cuarto, habitacin de toda la familia.5
Archivo Nacional Histrico, Fondo Intendencia de Valparaso, Volumen 116, Documentos varios, Ignacio Prado, Direccin de Obras Pblicas, Informe de inspeccin de casas, Valparaso, 16
4

de marzo de 1858, en adelante se abreviar: A.N.H.F.I.V. 5 Urbina, Ximena: Los ranchos de Valparaso en el siglo XIX: aproximaciones a un estudio sobre la vivienda popular urbana, publicado en: Revista Notas Histricas y Geogrficas N 12, Facultad de Humanidades, Universidad de Playa Ancha, Valparaso, 2001.

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Debido a la prosperidad econmica de Valparaso, esta se converta lentamente en un foco de atraccin, lo que motiv la llegada de un sinnmero de nuevos habitantes que hacan que la situacin en estos sectores se hiciera cada vez ms dramtica, Hacia 1840 comenz el arriendo de piso, que signific la construccin espontnea de casuchas en el plan, base para la aparicin de los conventillos porteos, en donde se instalaban los nuevos citadinos que buscaban en la actividad portuaria una oportunidad para surgir.6 En estas casas colectivas compuestas de piezas alineadas, familias de entre 6 y 12 personas deban instalarse en una pieza, de paredes delgadas, techumbre precaria y piso de tierra. La humedad, el mal olor y la oscuridad condicionaban la vida de sus habitantes, que se vea agravada por la falta de ocupacin estable y la imposibilidad de mejorar las condiciones de vida. El desabrigo y la humedad en que por lo comn viven los pobres y la gente que vive de su trabajo diario completan las consecuencias del mal...7 En relacin a las condiciones colectivas de vida en estas habitaciones populares, es necesario decir que el agua potable era en muchas ocasiones inexistente y en el mejor de los casos los conventillos se encontraban provedos por un nico piln, del cual flua incesantemente un chorro de agua que mantena lleno un gran depsito del cual las personas extraan el lquido en un balde para su uso al interior de la pieza, convertida en habitacin, cocina y bao. En ocasiones las piezas eran atravesadas por una acequia, que serva para eliminar los desechos familiares y as expulsarlos desde la pieza al patio del conventillo, lo que empeoraba an ms las condiciones de higiene de las familias populares porteas y de la ciudad, dado que estos desages a tajo abierto desembocaban en las quebradas, sitios donde se resuman los problemas ambientales de la ciudad.8 Es de esta manera como los sectores populares se alejaron cada vez ms de los servicios ofrecidos por la ciudad decente, generndose un foco de marginalidad incontrolable por la autoridad, en el que adems se concentraba gran parte de las casas de trato, en las que se conjugaba juego, prostitucin, bailes, chinganas, chicheras y fritangueras, lo que profundizaba el sentido de desarraigo familiar de los sectores populares, agudizndose el divorcio entre la ciudad civilizada y la ciudad popular, generndose una marginacin social manifestada a travs de la segregacin segn estratos.9
6

La cantidad de habitantes en la provincia haba crecido notablemente. Hacia 1854 haba

56390 habitantes en Valparaso. Ortega, Luis, Valparaso: Comercio exterior y crecimiento urbano, en Universidad Catlica de Valparaso: Valparaso 1536-1986, Ediciones Altazor, Valparaso, 1987. A.N.H.F.I.V., volumen 116, documentos varios, Javier Villanueva; Informe trimestral del mdico de ciudad emitido al intendente, con fecha 15 de julio de 1858.
7

Una descripcin muy rigurosa de los tipos de vivienda popular durante el siglo XIX, en Grez Toso, Sergio: De la regeneracin del pueblo a la huelga general; Gnesis y evolucin histrica del
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movimiento popular en Chile (1810-1890), Ediciones de la Biblioteca Nacional de Chile, Santiago, 1997, captulo III, primera parte. A.N.H.F.I.V., volumen 115, documentos varios, Informe del comandante de jornaleros y lancheros, Valparaso, 7 de enero de 1857.
9

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La toma de conciencia de los problemas estructurales presentes en la vivienda popular portea, por parte de las autoridades sanitarias de la regin, fue de mucha importancia en cuanto a la insistencia en la relacin directamente proporcional existente entre el desaseo, abandono, la mala calidad del agua, las precarias condiciones ambientales de la vivienda popular, por una parte, y el peligro de la aparicin de enfermedades epidmicas, como la sfilis, la tisis, por otra. Cmo atacar el problema de higiene y salubridad de la ciudad, que aqueja principalmente a los sectores populares?, cules son las recomendaciones hechas por la autoridad sanitaria, especficamente por el mdico de ciudad acreditado frente al protomedicato?, cul es la importancia que estos asignan a la salubridad e higiene pblica para la prevencin? En los informes trimestrales emitidos por el mdico de ciudad, se incluyen una serie de especificaciones sanitarias que propenden a la aplicacin de medidas que ayuden a solucionar, al menos en forma parcial, algunos de los problemas higinicos que enfrenta la ciudad. Con fecha 15 de julio de 1858, Javier Villanueva propone al intendente lo que sigue: Las medidas higinicas del resorte de la autoridad, que evitaran en gran parte estos y otros males a que su falta da origen, son la desecacin de la aglomeracin de las aguas y pantanos que se forman en las calles, y cuya humedad se comunica a los edificios contiguos. El cubrir los cauces de los esteros que bajan de las quebradas, cuya constante evaporacin mantiene una atmsfera hmeda y fra en ella, evitando tambin la exhalacin de inmundicias que por lo comn son arrojadas en esos lugares. En relacin a los conventillos expresa lo siguiente: La vigilante inspeccin de las casas conventillos en cuyos patios se depositan generalmente las aguas sucias y los residuos que daan la salubridad de dichas habitaciones, manteniendo humedad en ellas y exhalaciones nocivas. Los propietarios deben ser apercibidos y obligados a tener en estas casas, faciales desages y constante limpieza. Aun debe la autoridad extender su inspeccin hasta obligar que las construccin de las habitaciones para las gentes pobres tengan las condiciones higinicas suficientes para que la salud de los inquilinos no se encuentre constantemente amenazada10. Pero no solo las condiciones de insalubridad de los ranchos eran tema de preocupacin para los mdicos, sino que a estas se agregaban las situaciones relacionadas con las prostitucin, ejercida sin ningn tipo de control sobre todo en estos caseros, en donde habitaban los sectores populares, debido a las enfermedades que por este medio se transmitan. Al respecto el informe seala: El medio ms eficaz y de resultados casi seguros para contener los progresos de propagacin de esta enfermedad, es el establecimiento y conveniente reglamentacin de una polica de prostitucin que pueda con su vigilancia atajar en el principio la propagacin del mal11.
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A.N.H.F.I.V. volumen 116, documentos varios, Javier Villanueva; Informe trimestral del

mdico de ciudad emitido al intendente, con fecha 15 de julio de 1858. 11 A.N.H.F.I.V. volumen 116, documentos varios, Javier Villanueva; Informe trimestral del mdico de ciudad emitido al intendente, con fecha 15 de julio de 1858.

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Las precarias condiciones sanitarias de las viviendas populares porteas podemos calificarlas de patticas, los problemas de higiene y salubridad popular, ligados al proceso de expansin econmica y a la diversificacin de las actividades productivas nacionales, haban generado horrorosas consecuencias para los habitantes de estos cuchitriles, los que eran mirados con espanto por los miembros de la ciudad decente, algunos de los cuales desarrollaron actividades de beneficencia, convirtindose este medio en el ms utilizado para tratar de contrarrestar el problema de la vivienda de los menesterosos.

3. LAS ENFERMEDADES Las condiciones de salubridad en las que se desarrollaba la vida de los sectores desposedos del puerto, haban comenzado a ser consideradas como las grandes responsables de las enfermedades que azotaban a los habitantes de Valparaso. A esto se debe que los mdicos hicieran tanto hincapi en las medidas de higiene pblica que deba realizar la autoridad provincial, para evitar que los habitantes de la ciudad mantuvieran contactos con exhalaciones de inmundicias, inmundicias que corrompen el aire, o que simplemente siguieran habitando en ambientes hmedos y sin ventilacin.12 Lo anterior se deba a que dadas las condiciones de vida de los jornaleros y artesanos, una enfermedad era una catstrofe que generalmente conclua con el deceso del enfermo. Las altas tasas de mortalidad se remiten a las causas especficas de las enfermedades que contraan los menesterosos. Las enfermedades crnicas ms frecuentes que afectaban a los sectores populares, se encuentran: las Pulmonas en su segundo y tercer periodo. Esta enfermedad es por lo comn el resultado de catarros simples mal cuidados o abandonados, contrados en la primavera o el otoo, en cuyas estaciones son frecuentes los constipados y resfriamientos. El fro y las lluvias del invierno, junto con el desabrigo y las habitaciones hmedas [...] completan las consecuencias del mal que en los meses anteriores tuvo principio [...] La Lue Venerea es otra de las dolencias que ocupa un gran nmero de localidades en las salas del hospital, raras veces los enfermos de este mal entran con los sntomas primitivos. Por lo comn buscan el hospital cuando los sntomas secundarios y terciarios han contaminado la constitucin, resistiendo la diversidad de formas en que se manifiesta este virus segn su actividad, la constitucin e idiosincrasia de los desagraciados que lo han adquirido, siendo no pocas veces de aspecto repugnante y de consecuencias muy graves [...] Puede sealarse tambin el reumatismo en sus diferentes formas, ya sea general o parcial, o fibrosis muscular, pero por lo comn en su carcter crnico, y muy raras veces revistiendo la forma aguda, como una de las enfermedades ms generales en el hospital. Esta enfermedad que parece ser patrimonial en los pobres, debe su origen a las mismas
A.N.H.F.I.V. volumen, documentos varios, 116, Javier Villanueva; Informe trimestral del mdico de ciudad emitido al intendente, con fecha 6 de octubre de 1858.
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causas que la pulmona, por lo tanto los medios higinicos de prevencin deben ser los mismos.13 Las enfermedades calificadas por el mdico de ciudad, Javier Villanueva, como las ms comunes, son: la tisis, la sfilis y los reumatismos crnicos, sin embargo otras enfermedades que afectaban a los sectores populares con menor intensidad eran las gripes, que se han curado en pocos das y que solo con la ecepcin de aquellos en que la fiebre ha sido complicada con la inflamacin de algn rgano; particularmente pulmona, bronquitis; e irritaciones catarrales en los intestinos. Estas enfermedades son debidas a una influencia o estado atmosfrico especial.14 A estas se sumaban las infecciones intestinales, que demostraban un aumento considerable en nmero de casos e intensidad de sus sntomas durante los meses de verano, cuando incluso cobraban un importante nmero de vctimas entre los desposedos de la ciudad.15 A las condiciones precarias de vida, que se constituan en la explicacin ms frecuente para la gravedad que llegaban a tener las enfermedades, se sumaba otro factor de importancia y necesario de considerar; este es la deficiencia de la atencin hospitalaria. Cualquier enfermedad se converta en un problema de gravedad para los menesterosos, los que esperaban hasta que el mal se haca incurable mediante la medicina informal, practicada por charlatanes, para dirigirse al temido hospital, el que era percibido como un lugar donde solo se llegaba a morir, dadas sus limitaciones estructurales, de higiene, a lo que se suma el avanzado estado de la enfermedad en el afectado, en relacin a la precariedad de condiciones de los hospitales, el mdico de ciudad nos relata lo siguiente: Desde mucho tiempo atrs las camas del hospital ms bien son por lo general el asilo de pacientes con enfermedades crnicas la mayor parte incurables, y de moribundos. El creciente nmero de la mortalidad que se advierte en este establecimiento, es debido a los pocos recursos que deja a la asistencia medica y a los cuidados que all se proporcionan a los enfermos el estado avanzado y gravsimo de las enfermedades que entran a la casa.16 La tasa de mortalidad, durante el quinquenio en estudio, es de un 21%, esto a pesar del trabajo desarrollado por la junta de beneficencia y la accin de las autoridades, que se preocuparon de crear salas para los enfermos e incrementar el presupuesto en un 300%, entre 1847 y 1859.17
A.N.H.F.I.V. volumen 116, documentos varios, Javier Villanueva; Informe trimestral del mdico de ciudad emitido al intendente, con fecha 15 de julio de 1858.
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A.N.H.F.I.V. volumen 116, documentos varios, Javier Villanueva; Informe trimestral del mdico de ciudad emitido al intendente, con fecha 6 de octubre de 1858.
14

Cruz-Coke, Ricardo: Historia de la medicina chilena, Editorial Andrs Bello, Santiago, 1995, (P. 373).
15

A.N.H.F.I.V. volumen 116, documentos varios, Javier Villanueva; Informe trimestral del mdico de ciudad emitido al intendente, con fecha 15 de julio de 1859.
16

Cruz-Coke, Ricardo: Historia de la medicina chilena, Editorial Andrs Bello, Santiago, 1995, (P. 374).
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Sin embargo los hospitales y lazaretos no contaban con los recursos necesarios para la atencin de los enfermos, razn por la que muchos de los que llegan hasta sus servicios son devueltos a sus casas. Un informe del 29 de julio de 1859, refirindose a una enferma de viruela, nos da noticia de lo siguiente; El lazareto del Barn, donde debera hacerse dicha traslacin, no admite ms enfermos que los que ya existen. Este establecimiento esta lejos de prestar ni aun medianamente los servicios humanitarios a que esta destinado; y es preciso o ser compelido por la autoridad o hallarse en el ltimo grado de miseria para refugiarse en l a pasar la enfermedad.18

4. LAS PRCTICAS MDICAS INFORMALES Las prcticas mdicas deban enfrentarse a los problemas estructurales de las instalaciones hospitalarias, que mermaban la calidad de la atencin y el juicio que los desamparados tenan de la ciencia mdica. Exista, adems, una resistencia a la medicina oficial, debido a la existencia de una prctica paralela, netamente popular, que en el imaginario de los pobres era la va de curacin ms efectiva. Sus prcticas, semejantes a la medicina oficial, eran condenadas por aquellos que cumplan los requisitos acadmicos y legales para el ejercicio de la ciencia mdica, pero exista una razn que llevaba a los menesterosos a utilizar los servicios de mdicas, quebradoras de empacho, yerbateras y compositores de huesos; esta era el trato ms personal al enfermo.19 El problema era de magnitud y la preocupacin de la autoridad mdica de la ciudad se expresaba en un informe dirigido al intendente, el 31 de diciembre de 1859, en el que se plantea lo siguiente: denuncia el hecho de que varios individuos ejercen en esta ciudad las profesiones de medicina y farmacia, sin que tengan para ello los requisitos legales correspondientes.20 La idea del delegado del protomedicato porteo era poner fin al abuso de estas prcticas y dar castigo a quienes las desarrollan; por otra parte se seala: el abuso de que se queja ha existido desde tiempo atrs sin que haya puesto atajo [...] Si lo tiene a bien, se sirva ordenar que todos los que pblica o secretamente ejercen alguna de las profesiones indicadas sin la respectiva licencia, sean notificados... y se abstengan en lo sucesivo de sequir ejerciendo las dichas profesiones, bajo apercibimiento de imponerles una multa [...] Desde muchos aos atrs ha creado... una especie de autorizacin tcita a cuya sombra

A.N.H.F.I.V. volumen 116, documentos varios, Javier Villanueva; Informe trimestral del mdico de ciudad emitido al intendente, con fecha 29 de julio de 1859.
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Romero, Luis Alberto: Condiciones de vida de los Sectores populares en Santiago de Chile (vivienda y salud), en: Revista Nueva Historia, N 3, Londres, 1984.
19

A.N.H.F.I.V. volumen 116, documentos varios, Agustn Nataniel Cox; oficio del delegado del protomedicato dirigido al intendente, con fecha 29 de diciembre de1859.
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se han acojido todos los que sin ttulo legtimo, se han dedicado a la profesin de mdicos.21 La denuncia del delegado del protomedicato se fundamenta en la imposibilidad de permitir confiar las salud de los ciudadanos a manos de inescrupulosos que no tienen las capacidades acadmicas necesarias, a lo cual agrega la burla que se est infringiendo a la ley, especficamente a los decretos del 14 y 18 de mayo de 1823 y el de 23 de octubre de 1845, un tema tan delicado como la salud de la poblacin no puede ser abandonado a su suerte. Otra situacin que atrae la atencin del delegado del protomedicato, tiene relacin con la venta clandestina de remedios y drogas en almacenes no autorizados; se venden pblicamente en tiendas y almacenes particulares, multitud de drogas que bajo el nombre de especficos secretos se encomian y se ensayan como buenos y eficaces para toda clase de enfermedades; mediante pomposos anuncios se atrae la concurrencia y se especula miserablemente con la credulidad comn.22 Tambin, para este caso, argumenta prohibiciones legales que imposibilitan a personas comunes y corrientes para mantener expendios de medicinas. Frente a esta situacin, el intendente de la provincia decreta, el 13 de enero de 1860, la prohibicin de las prcticas mdicas informales en el puerto, teniendo como objetivo salvaguardar la salubridad y bienestar pblico de la ciudad, parta lo cual encarga al delegado del protomedicato de informar la lista de los mdicos titulados y al jefe de polica de requerir a los infractores y advertir las multas de las que sern objeto si persisten en su actuar.23

CONCLUSIONES A pesar de los progresos evidenciados en la provincia de Valparaso, hacia mediados del siglo XIX, un amplio sector de la poblacin no haba tenido la oportunidad de mejorar sus condiciones de vida. La deshumanizada vivienda de los sectores populares porteos se haba convertido en uno de los problemas que la autoridad local no poda combatir debido a su amplitud, y esto repercuta fuertemente en la higiene y salubridad de la ciudad, lo que llev a los vecinos importantes de la ciudad a organizar una voluntariosa labor que en conjunto con la accin oficial no logr solucionar los problemas de los desposedos. Lamentablemente, estas condiciones miserables se conjugaban adems con algunos problemas estructurales de la tambin precaria asistencia hospitalaria existente en el puerto,
A.N.H.F.I.V. volumen 116, documentos varios, Agustn Nataniel Cox; oficio del delegado del protomedicato dirigido al intendente, con fecha 29 de diciembre 1859.
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A.N.H.F.I.V. volumen 116, documentos varios, Agustn Nataniel Cox; oficio del delegado del protomedicato dirigido al intendente, con fecha 29 de diciembre 1859.
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A.N.H.F.I.V. volumen 116, documentos varios, Decreto emitido por la intendencia, con fecha 1 de enero de 1860.
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la que no era suficiente para atender a los pobres de la ciudad, a pesar del incremento presupuestario en el sector. Condiciones de vida, imposibilidad de las autoridades para solucionar los problemas de los menesterosos, falta de mejoras sanitarias pblicas, enfermedades convertidas en endmicas, carencia de un servicio de salud pblica que asegurara cobertura y calidad, junto a prcticas mdicas informales, daban a Valparaso una fisonoma ambigua. No exista punto de equilibrio entre el xito de los inmigrantes y comerciantes criollos y las privaciones de los sectores populares, que encaramados en el cerro y amontonados en el plan, deban pasar su vida en sus casuchas sin ms esperanza que la de no enfermarse para seguir sobreviviendo.

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VALPARASO Y SUS MDICOS. UNA HISTORIA DIGNA DE PUBLICAR1


DR. SERGIO DE TEZANOS-PINTO S.2

Bajo estos ttulos queremos rendir el merecido tributo a un puado de mdicos que legaron a la historia de la medicina, y a los mdicos de Valparaso y del pas, un ejemplo de cmo y siempre se debe servir a los enfermos en nuestra profesin. Con ese fin hemos entrevistado a ms de 280 mdicos o a sus familiares, cuando ellos haban fallecido. Para hacer esta breve presentacin hemos seleccionado las biografas de los que nos han parecido ms destacados y mencionar en esta introduccin, brevemente, por lo que se distinguieron, para que quede una base amplia a lo que vamos a relatar. Valparaso casi no figura en la historia de la medicina y no se conocen mdicos que se hayan asentado en la ciudad hasta bien entrado el siglo XVIII. Ello se debi a que los mdicos extranjeros de los 100 o ms navos anclados en el puerto, en permanente renovacin, bajaban a tierra y atendan a los enfermos que los requeran, Como es de todos conocido, al abrirse el Canal de Panam, esta actividad martima decay violentamente y la labor de los mdicos a que nos referamos fue disminuyendo y la atencin mdica se tuvo que organizar de otra manera. El Hospital de San Juan de Dios (hoy Van Buren), reconstruido despus de una salida de mar, empez a atraer mdicos formados en Chile y algunos de Argentina. Poco a poco Valparaso se fue convirtiendo en una plaza atractiva y muchos mdicos fueron llenando las plazas requeridas, vacantes que se produjeron a medida que se erigan policlnicos y hospitales, que a su vez fueron creando servicios de emergencia y de especialidades. Para rescatar las biografas de esos mdicos, muchos de ellos fallecidos, se procedi a entrevistar a sus deudos, y dado el inters que se suscit y la buena acogida de la idea, se procedi a entrevistar a los mdicos ms antiguos y a familiares de dichos colegas. A medida que se fue elaborando este trabajo, se presentaron familiares, a veces de tercera generacin, y se pudo confeccionar un archivo que estimamos del mayor inters. Probablemente de cada uno y del conjunto se puede sacar las mismas conclusiones: Vidas sencillas, vidas de hombres que jams pretendieron llegar a ser personajes ilustres, que se entregaron por completo al ejercicio de la medicina, como una profesin al servicio de sus semejantes y muy especialmente de sus pacientes, silenciosos, sin pretender ni obtener beneficio alguno, y que han servido de ejemplo a la juventud y a todos los que conozcan su obra, deseando emularlos. 125

Del conjunto de estas biografas se puede conocer mucho sobre el lugar de origen de los jvenes cuyos padres vivan en provincias, su lugar de educacin bsica, a veces rural, que era adecuada para ingresar a la Universidad, la profesin de sus padres, su traslado a Santiago a estudiar, etc. Tambin fue interesante escuchar el origen de su vocacin orientada hacia la medicina, en lo cual influa la profesin del padre mdico, lo que es bastante frecuente, o su inters por los ramos cientficos y sociales. Merece mencin aparte la alta frecuencia del deseo de llegar a ser mdico, en aquellos que padecieron alguna enfermedad de larga evolucin en su infancia o en su juventud, o que fueron intervenidos quirrgicamente varias veces, los cuales declararon que estudiaron medicina para saber por fin, qu les haban hecho, especialmente en los que quedaron con algunas secuelas, algo limitantes de una vida normal. Los hubo que debieron trabajar paralelamente a sus estudios. Otros que dedicaban sus horas a la msica, habiendo tres o cuatro que se titularon simultneamente de mdico y de concertistas. Tambin fue interesante conocer el enfoque profesional, que va cambiando a medida que van pasando los aos y se crean nuevas especialidades y se dispone de avances tecnolgicos. Las organizaciones de salud, tales como el Seguro Obrero Obligatorio. Los Sanatorios para tuberculosos. Los hospitales de nios Las especialidades, el progreso de los exmenes de laboratorio. Las actuaciones en epidemias, en cataclismos, en la guerra, en las revoluciones internas, etc. etc. Para completar esta presentacin vamos a relatar algunos casos que son dignos de destacar directamente en lo personal:

AMPARO ARCAYA DE FIGUEROA BODY Empezando por una dama, que bien merece el primer lugar, se trata de la Doctora Amparo Arcaya, esposa del Dr. Figueroa Body. Fue la primera Profesora de Medicina Psicosomtica en la Ctedra de Medicina del Hospital del Salvador de Santiago, del Profesor Hernn Alessandri Rodrguez. Fue la primera en recibir el Premio a la Mujer Latinoamericana, miembro del Bureau Internacional, 1975. Mdico Emrito de la Social Epilepsy International Award 1885. Naci en San Fernando. Sus estudios los curs en el Liceo N 4 de Santiago y estudi medicina en la U. de Chile. Fund el servicio de Psiquiatra del H. Van Buren de Valparaso el ao 1945 y la Liga contra la Epilepsia en 1982. Inici su ejercicio profesional con los Drs. Arizta, Cienfuegos y Swartzemberg, quienes le aconsejaron ir a perfeccionarse a los EE.UU.

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Postul y fue seleccionada entre 700 candidatos a la Beca General Federation of Woman Club para Psiquiatra Infantil, en el John Hopkins Hospital, donde permaneci seis aos. En 1941 asumi la Ctedra en dicho Centro, para lo cual viaj nuevamente a los EE.UU. Haba estallado la Guerra, por lo cual su barco se desplaz completamente camuflado y al llegar, hacindose eco de la ayuda que necesitaban los soldados, ense bailes latinos, por lo cual le pagaban 20 dlares por hora de clase. A su regreso contrae matrimonio y se radica en Valparaso, donde fund el Servicio de Psiquiatra del Hospital Van Buren y con el apoyo de los Drs. Mario Contreras, Carlos Asenjo y Mario Alessandri, se funda el Servicio de Neurociruga de Valparaso en el Hosp. Enrique Deformes. En 1957 funda la Liga Antiepilptica, con sede en Via del Mar, contactndose con Centros de varios pases que le envan apoyo en abundancia. Recibi condecoraciones de mltiples pases de las 2 Amricas, de Europa y Estados Unidos. Se mantuvo lcida y trabajando activamente hasta despus de los 100 aos. Comprometi a todos los que la conocan que su fallecimiento no sera jams dado a conocer. La modestia de los sabios.

GUILLERMO MIDDLENTON CASANOVA Naci en 1840, su padre era norteamericano. Uno de sus antepasados firm el Acta de la Independencia de los EE.UU. Su madre era ta de Monseor Mariano Casanova. Siendo estudiante de medicina, se produjo el incendio de la Iglesia de la Compaa. Atendiendo al horroroso drama y al hedor de los cadveres en descomposicin, se nombr una Comisin para dar sepultura a los restos, integrada por el Director del Cementerio y sus colaboradores y dos estudiantes de medicina, Ramn Allende Padn y G. Middlenton C. La violencia de esta labor se esclarece diciendo que se hubo de trasladar 200 carretadas de restos carbonizados. Allende qued enfermo y Middlenton casi muri! Middlenton fue discpulo de Lorenzo Sazi y Jorge H. Petit. Se titul en 1865. Public un trabajo en conjunto con su hermano Florencio sobre la manera de presentarse el tifus feber en Santiago y enferm, siendo tratado con hidroterapia, siendo ms tarde su gran promotor. Ejerci en Ancud, San Fernando y en 1870 regres a Santiago. Fue Miembro de la Facultad. En 1872 en la epidemia de viruela fue asignado al Lazareto Ovalle, valindole la distincin: Junta Central de Lazaretos de Santiago. En 1876 se radica en Valparaso, en el Hosp. S. Juan de Dios. En la epidemia de clera en 1887 tuvo a su cargo el Lazareto del Barn y en 1879 se enrola en el Ejrcito y presta sus servicios en el Hospital Volante Providencia junto a los doctores Page, Murillo y Mura Prez. Su labor fue heroica. 127

El ao 1906 colabora en la atencin de las vctimas del terremoto de Valparaso, improvisando pabellones quirrgicos con el Dr. Hoffmann, en la plaza Victoria, protegiendo a los heridos del polvo que se acumulaba en el aire, con sbanas hmedas colgantes. La vida del Dr. Middlenton es espartana, escribiendo una pgina heroica en la historia de la medicina de Valparaso y una muestra de la verdadera vocacin mdica llevada a la prctica, con un sacrificio casi sobrehumano.

DR. EDUARDO HOFFMANN VON MARSCHAUSEN Naci en Valdivia en 1864, pues sus padres formaban parte de los colonos alemanes que llegaron al Sur como exiliados polticos trados por Prez Rosales y jurando que sus hijos seran chilenos. Siendo alumno le correspondi actuar junto a Fonk, su gran amigo que falleci contagiado en el lazareto. Viaj a Alemania a profundizar sus conocimientos. Contrajo matrimonio en Alemania y regres a Valparaso, trayendo un tambor esterilizador que don gratuitamente al Hospital San Agustn, gracias al cual bajaron las infecciones post operatorias al igual que subi el prestigio del docto gran cirujano. Atendi sin cobrar remuneraciones en el Hospital cuyo nombre inicial fue cambiado por el de H. Enrique Deformes, que conserv hasta que fue demolido para construir el Edificio del Parlamento. Venan muchos pacientes desde el extranjero para que l los atendiera. Al enviudar el ao 1902 envi sus 3 hijas a Alemania, lo cual lo haca ir a estudiar y a verlas con mucha frecuencia. Fue as como aument an ms su prestigio y fue llamado para ir de mdico de cabecera del Presidente Montt y de doa Blanca Vergara cuando fueron a tratarse en Alemania. Viajaba sin pasaporte pues le otorgaron una franquicia especial. Fue en el terremoto de 1906 cuando demostr su vocacin mdica operando da y noche en la Plaza Victoria junto a su colega Middlenton. En una de sus visitas a sus hijas le salv la vida a la superiora de la Ursulinas. En 1912 contrajo matrimonio con doa Raquel Sarratea de T.Pinto. Por presentar sntomas cardacos se traslad a Quillota, dejando de ejercer por orden mdica. Pero a poco andar el tiempo, reinici sus curaciones con los enfermos del Hospital San Martn, donndole todo su instrumental. Siempre llegaban sus amigos a visitarlo. El Dr. Eduardo Cruz Coke era su ahijado y senta una gran admiracin por l y siempre deca: Por l soy mdico, l me ense cmo debe ser un mdico!. Mdico de cuerpo y alma!. Algn da escribir su biografa!.

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CHRISTIAN VAN LENNEP Holands, naci en agosto de 1886, de familia de rancia estirpe. En 5 aos termin sus estudios. Se gradu de mdico a los 21 aos. Ingres a la Clnica Boherhaave dirigida por el Prof. Lanz. Su ascenso de ayudante 4, a 1, lo logr en la mitad del tiempo habitual, todo gracias a la influencia real por el parentesco con su padre. Sin duda tena talento y criterio prctico. Pero su conducta era desatinada, pues enamor a la esposa del Prof. Lanz. Las familias rompieron toda relacin. Su destino era desaparecer y as fue. Lo embarcaron en la Lnea Holandesa de Navegacin. Despus de navegar por todos los mares lleg a Chile, donde se qued hasta el da de su muerte, 55 aos despus de una vida de trabajo. Por qu lleg a Chile? Recordando aventuras espectaculares: Siendo estudiante, el Prof. Heithoven, que estudiaba la manera de hacer un electrocardigrafo, le pidi su colaboracin consistente en estirar un alambre muy fino a casi 100 metros, lo que se repiti muchas veces. Nunca supo de qu se trataba. Pero ya hombre maduro se impuso de que haba contribuido en esta gran creacin mdica. Viaj por todo el mundo. Hablaba varios idiomas. Diagnostic y trat enfermos en pases exticos. En 1911 ley una publicacin en el Lancet, del Gobierno, solicitando especialistas, y se vino a Valparaso. Se encontr con unos amigos que atravesaran en balsa desde el Callao hasta Brasil. No pudo hacerlo por no tener los documentos exigidos. De sus amigos no se supo jams lo que pas con ellos. Aprendi espaol en seis meses y se instal como obstetra en Valparaso. Junto con ejercer su profesin se dedic a la lectura, con tal entusiasmo que al fallecer tena una biblioteca de ms de 20000 volmenes. Fue contratado por la British American Tobacco en 1928, ao de su fundacin, para la atencin de su personal, en aquella poca constituido mayoritariamente por mujeres, pues los cigarrillos se liaban manualmente. Lo definan como Un holands grande, bondadoso y extremadamente amistoso. Jubil por una paresia de ambas piernas y, en aquella poca al mdico que lo sucedi le incluyeron una clusula a su contrato comprometindolo a cuidar del Dr. Van Lennep hasta el da de su fallecimiento. Muri pobre, leyendo, tras ocho aos limitado por su parlisis, en su casa, el 30 de mayo de 1959.

AQUINAS RIED (Antecedentes dados por la tataranieta del Dr. Ried) Naci en el Castillo Strahlifels, en el Reyno de Baviera, el ao 1810. Estudi en el Seminario Escocs de Regensburg. Qued hurfano a los 20 aos. Se gradu en Filosofa 129

en la Real Universidad Ludovica Maximiliana de Munich. Tuvo que emigrar a Inglaterra tras participar en asonadas polticas Un to, que haba participado en la Batalla de Waterloo, lo ayud a pagar su Educacin Superior. Ayudado por Wellington ingres al Colegio Real de Cirujanos de Londres y obtuvo el ttulo de mdico militar britnico en 1832. Fue a Australia en un destacamento sanitario a la isla de Norfolk en Australia. En 1844 decidi volver en barco por el Pacfico. Lleg a Valparaso y se traslad a la Hacienda San Isidro, de Dn. Jos Waddington, en calidad de mdico de su personal. Ejerci de Farmacutico y escribi la Opera Telsfora, que se guarda en la Biblioteca Nacional. Al tener conocimiento de la llegada de los colonos alemanes a Villarrica, le pidi caballos a Waddington y viaj hasta el lugar tras un recorrido que demor 4 meses y tres semanas, (desde el 7 de febrero hasta el 30 de junio de 1847), sobre lo que escribi el folleto: De Valparaso al lago Llanquihue, impreso por la Imprenta Universitaria en 1920. En diciembre del mismo ao fue contratado por el Presidente Ballivin de Bolivia, nombrndolo Profesor de Obstetricia, Patologa y Qumica en la Universidad de Sucre. Tras una revuelta poltica regres a Chile y se radic en Valparaso y en 1849 obtiene su revalidacin con la tesis: Alimentacin y dietas. (Anales de la Universidad.) Abri su consultorio y una Botica y un Laboratorio. El 31 de marzo de 1866, en forma sorpresiva y sin provocacin previa, la escuadra espaola bombarde la ciudad indefensa de Valparaso. Tras un asalto a la propiedad del Dr. Ried, entr en un estado depresivo, su vida se torn amarga y desesperada, por la prdida de todos sus haberes, y falleci el 17 de mayo de 1869. Todos estos colegas forman parte de un cuerpo mdico que enorgullece a la regin y sirve de ejemplo a las nuevas generaciones mdicas.

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LA SALA DE ENFERMERA DE LA CORBETA ESMERALDA Y EL CIRUJANO AYUDANTE DON GERMN DEL PILAR SEGURA Y GONZLEZ1
JAIME GONZLEZ COLVILLE2

Ayudante de Cirujano de la Esmeralda y sobreviviente del Combate; naci en Huerta de Maule (actual Provincia de Linares, comuna de San Javier) el 9 de marzo de 1855 y fue bautizado al da siguiente en la Parroquia de la localidad; era hijo de Juan Segura Lobos y de Anacleta Gonzlez Basoalto; impuso el Sacramento el padre Jos Miguel de Segura, hermano de su madre (1); del matrimonio nacieron, adems, Delfina, Elvira, Ester y Mercedes, fallecidas solteras, y Mardoqueo(2); curs estudios en una escuela privada de Linares. A los cinco aos muri su madre. Ms tarde fue matriculado en el Instituto Nacional, donde comparti el banco con Germn Riesco (futuro Presidente de Chile), Francisco Cornelio Guzmn (de quien sera Ayudante, durante la Gesta de Iquique) y Alberto Adriazola, ms tarde fundador del Servicio Mdico de la Armada. En 1875 ingres a la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile; estaba ya en el ltimo ao de la Carrera, cuando se produjo la declaracin de Guerra de Chile al Per... Yo era estudiante de Medicina record ms tarde Segura y me una la ms estrecha amistad con Cornelio Guzmn, que ya haba recibido su ttulo de licenciado. El Ejrcito no tena cirujanos y la Marina careca de ellos. No s qu ola de patriotismo nos invadi, que un da nos presentamos al Gobierno varios estudiantes a ofrecer nuestros servicios, los que de inmediato fueron aceptados...(3). La primera misin del joven cirujano fue trasladar hasta Valparaso a los heridos del desembarco de Pisagua; el Ministerio de Marina reconoci los eficaces servicios de Segura (4). En esa misma nota, se le designaba Ayudante de Cirujano de la Esmeralda Por sus profundos conocimientos y Ser bastante apto, en virtud de lo cual, el 9 de mayo de 1879, el Presidente Pinto le nombr en la corbeta, bajo las rdenes del Dr. Guzmn. Cabe indicar, sin embargo que, al enrolarse, Segura pidi no ser destinado a la Marina, por cuanto no saba nadar. Se encontr as Segura, a bordo de la Esmeralda, en la maana del 21 de mayo, sirviendo en la enfermera, ubicada en la Cmara de Guardiamarinas; bajo la cubierta. Pocas veces la muerte ha esquivado tantas veces a un hombre, como sucedi con este cirujano. Vicente Zegers, en la carta que enva a su padre, al dar los detalles del combate, seala la secuela de

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Conferencia presentada el 5 de octubre de 2002. Miembro Correspondiente Academia Chilena de la Historia.

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muertes que dejaba cada arremetida o caonazo del Huscar, para decir finalmente, cuando ya la nave se hunda: ...Una granada arras la mesa de operaciones, no dejando vivo sino a Segura que tambin estaba con ellos y que no sabe darse cuenta cmo ha salvado (5). Para colaborar en el hospital de sangre, Prat design a aquellos tripulantes que no tenan una funcin especfica o necesaria durante el combate; de esta forma, quedaron a las rdenes del Dr. Guzmn y de Segura el contador Juan O. Goi, el despensero Flix Toms Rueda Montalva, el Sangrador Jos Cruzat y el maestro de Vveres Len P. Claret; el ingeniero Juan Agustn Cabrera Gacita, que estaba casualmente a bordo en esa maana, rechaz el ofrecimiento por cuanto prefiri mirar el combate desde la cubierta. Es necesario recordar que el primer cado en aquel combate fue un mdico, el Dr. Pedro Segundo Regalado Videla rdenes (Andacollo 1841-Iquique 1879), quien qued gravemente herido, al recibir la Covadonga un caonazo del Huscar, el cual amput las piernas del joven facultativo, falleciendo diez horas despus, tras dolorosa agona. Durante las tres horas que dur el sangriento holocausto, el Dr. Guzmn y su ayudante Segura debieron extremar sus esfuerzos para amputar, curar o simplemente dejar morir a los heridos que llegaron sin cesar desde cubierta. Es necesario comprender que, de los doscientos tripulantes de la nave incluidos los oficiales solo 56 salvaron con vida, entre ellos, los mdicos Guzmn y Segura; este ltimo relatara despus que, ante la evidencia del hundimiento de la corbeta, ataban a los heridos a tablones, para que pudieran flotar, una vez ocurrido el naufragio. Los elementos quirrgicos con que contaban a bordo eran los mnimos esenciales: alcohol, vendas, torniquetes, morfina y coac, para aliviar los terribles dolores; aun cuando Guzmn y Segura narraron, en algunas entrevistas, detalles de su participacin en esa hecatombe, siempre fueron reacios a profundizar en esas dolorosas circunstancias. Lleg as el instante de abandonar la Esmeralda. El buque empieza a sumergirse narr despus Segura y a anegarse los departamentos de las maquinarias en donde se encuentra de servicio el cuerpo de ingenieros compuesto de los oficiales Mutilla, Manterola y Gutirrez, de los mecnicos Torres y Jaramillo y de todos los fogoneros. Estos buscan asilo en el entrepuente. Aqu se halla el hospital a cargo del Dr. Cornelio Guzmn y de su ayudante, que lo era yo...Las lanchas del Huscar nos recogieron. De m slo puedo decir que habiendo concluido el combate a las doce del da, apenas tuve conciencia de que viva como a las cinco de la tarde, cuando el Dr. Tavara me desataba el torniquete que me haban atado para que arrojara el agua...(6). Hubo, sin embargo, una hbil actitud de Segura que, indudablemente, evit una tragedia mayor para las naves chilenas; l mismo la narra: Bien recuerdo que, en medio de mis adormecimientos, alguien fue a sorprenderme capciosamente para preguntarme el andar de la Covadonga(7). Presumiendo, el joven cirujano, que Grau intentaba perseguir a la nave 132

chilena, que hua en malas condiciones, seal un andar mucho mayor, lo cual hizo desistir al Almirante peruano, retornando a Iquique. Despus de la prisin en Tarma (Per), Segura volvi a Chile; asisti a la multitudinaria recepcin brindada a los hroes en Valparaso, el 3 de diciembre de 1879; en 1880 visit Linares, donde fue recibido con solemnes honores; una nia, doa Deidamia Vallejos, coloc una corona de flores sobre su frente. Posteriormente es ascendido a Cirujano de Fragata, retirndose de la Armada antes del trmino de la guerra. Por esa poca cas en Concepcin con doa Lucila Cartes Robles (1870-1952), enlace del que nacieron catorce hijos. Se radic algn tiempo en Victoria, ciudad de la que fue regidor en 1895 y Primer Alcalde; tras jubilar vivi en Santiago en calle Riquelme 64. Visitaba peridicamente la ciudad de Linares. En el verano de 1920 viaj por ltima vez a su tierra natal; aqu enferm repentinamente a causa de una aguda diabetes, agravndose a fines de marzo. El da 27 cay en una semiinconsciencia, en medio de la cual repeta una frase, que aseguraba haber odo a Prat: Si llego a las doce, tengo ganada la batalla. Falleci a las 12:15 horas de aquel da, en su casa de Independencia 588, esquina Lautaro (an en pie), de Linares. Fue sepultado el 22 de marzo de 1920 en el Mausoleo del Ejrcito, en el Cementerio General; el 7 de mayo de 1976, sus restos fueron exhumados y trasladados a la Cripta de los Hroes de Iquique de Valparaso, donde descansa bajo una lpida con nombre equivocado: Juan G. Segura, por cuanto, se le confundi, inexplicablemente con el fogonero 2 de la Esmeralda, Juan Segura Palominos, fallecido en el combate. Un monolito, en la Plaza de Linares, recuerda su hazaa. Fuentes: Fondo del Ministerio de Marina: Vols 359, 399. Gonzlez Colville, Jaime; Filiacin y Antecedentes de 99 Tripulantes de la Esmeralda (Indito).

NOTAS:
(1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) Libro 5 de Bautismos, fs. 86 de la Parroquia de Huerta de Maule. Mardoqueo muri muy joven. En uno de los primeros combates de la Guerra del 79 (Chacn del Campo, Julio: La Provincia de Linares, Tomo II, 1929, Pg. 260 y siguientes). Gonzlez Colville, Jaime: Germn Segura y Gonzlez, Ayudante de Cirujano de la Esmeralda, en MAULE UC., Nov. 1980. Oficio del 8 de mayo de 1879: en Fondo del Ministerio de Marina, volumen 359. Zegers, Vicente: Carta a su Padre; publicada en revista Selecta, de mayo de 1879. Entrevista a Germn Segura, por Toms Gatica Martnez, en Revista Sucesos N 2, mayo de 1911. Arturo Wilson corrobora lo dicho por Segura en su libro Recuerdos del Combate de Iquique, Imprenta de la Armada, Valparaso 1926, Pg. 20.

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REMUNERACIONES MDICAS EN EL SIGLO XVI EN CHILE E INFORMACIN SOBRE OTROS VALORES1


DR. SERGIO DE TEZANOS-PINTO S.2

Este ensayo sobre las remuneraciones mdicas al inicio de la Colonia en Chile, abarca el perodo que se extiende entre el descubrimiento y travesa del Estrecho, que hoy lleva el nombre de su descubridor: Hernando de Magallanes, en 1520, hasta fines del siglo XVI, momento en que la orden de San Juan de Dios se hace cargo de la administracin del Hospital de Nuestra Seora del Socorro, fundado por Pedro de Valdivia despus de la destruccin de Santiago por los araucanos, el que posteriormente pasara a ser el Hospital de San Juan de Dios, al hacerse cargo de l esta Orden Hospitalaria. Comprende antecedentes sobre las remuneraciones mdicas y su confrontacin en referencia con los costos de mercaderas y algunas actividades, y las boticas, sin salirse del enfoque mdico. El primer mdico que pis tierra chilena, fue Juan de Morales, que era el mdico de la flota de Magallanes. Durante el viaje falleci un marinero y el Dr. Morales le practic la autopsia describiendo, como nico hallazgo, la presencia de una lombriz en su intestino. Una vez cruzado el canal la flota var los barcos para carenarlos tras el largo trayecto recorrido, por lo cual debi permanecer un mes en estas tierras australes sin que el Dr. Juan de Morales tuviera que actuar profesionalmente, por lo cual dedic su tiempo a recorrer los alrededores ascendiendo algunos cerros cercanos a las playas. Al igual que muchos miembros de la tripulacin, falleci antes de llegar en el nico barco que lo logr a Espaa. Ocup el sptimo lugar en orden de precedencia. Iba en la nave Trinidad. Una vez concluida la travesa se le pag a sus descendientes la cantidad que se haba convenido con l, en el momento de enrolarse el 19 de noviembre del ao 1529. No ha sido posible saber el monto de su remuneracin durante la navegacin, ni del dicho convenio. Otro mdico cuyo recuerdo es interesante, es el Dr. John Winter, de la expedicin de Drake. Winter, en su permanencia en Chile, se percat que el canelo, el rbol sagrado de los araucanos, curaba y prevena el escorbuto, lo que aplic a la tripulacin, permitiendo as dar la segunda vuelta al mundo sin un solo caso de esta enfermedad, que constitua el terror
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Conferencia presentada el 5 de octubre de 2002.

Miembro Correspondiente Academia Chilena de Medicina y Profesor Facultad de Medicina Universidad de Valparaso.

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de todos los navegantes que vean fallecer a su tripulacin si no llegaban a las tierras plantadas de ctricos. Otros de los primeros mdicos que vinieron a Chile fueron: el Bachiller Alvaro Marn, que fue uno de los mdicos contratados por Diego de Almagro, para la atencin de los miembros de su expedicin a Chile, no recibi jams los $ 2000 oro, comprometidos a su ingreso al ejrcito. El Dr. Hernando Enrquez de Herrera pact en las mismas condiciones de Marn y sigui la misma suerte. Un cronista de la poca escribi: Aportaron las medicinas caras, las cuales ponan los bachilleres, adems de llevar sus propios caballos y armas. El cirujano y boticario de las huestes de Garca Hurtado de Mendoza se enrol aos ms tarde con un contrato de $ 7000, de los cuales se le pagaron solo $ 2000 el ao 1564. Tras un juicio que dur 40 aos, la Real Audiencia orden pagarle $ 800. Los $ 4200 restantes no los recibi jams. El 30 de agosto de 1566 el Cabildo de Santiago asign al Dr. Alonso del Castillo, $ 300 de remuneracin, no en oro, sino abonados en las cosas que el Hospital tiene y tuviera ganados y comidas y al asumir adems el 11 de abril como boticario, se le agregaron $ 50 anuales de buen oro. Diez aos ms tarde al Dr. Bartolom Ruiz Correa se le remuner con Una paga de $ 200 anuales, los 50 en comidas y carnero y los ciento cincuenta en oro. Francisco Escalante, que lo sucedi el mismo ao, fue contratado por $ 120, de buen oro. Permaneciendo 16 aos en el cargo! Lo que hace presumir que se le pag la remuneracin pactada durante ese tiempo. Cierra el grupo del siglo XVI, Juan Guerra de Salazar, el primer chileno titulado de mdico en 1592 en Lima. Por Decreto del Gobernador de Chile, Martn Garca de Oez y Loyola, se ordena: Vos sealo para vuestro sustento dos carretadas de lea y dos carneros y una hanega de trigo y tres botijas de vino cada mes, tenindolo de cosecha el dicho hospital, como fueredes sirvindolo el dicho oficio y no con otra cosa alguna. Al dejar sus cargos ejerci gratuitamente hasta 1604 o 1607. No es fcil apreciar el rango de las rentas mdicas en Chile del siglo XVI, por varias razones, pues la disparidad de circulante, que poda ser en dinero espaol, peruano o chileno, no permite efectuar sus conversiones, en la poca, o apreciar sus diferencias con la moneda actual. En segundo lugar los precios de las mercaderas iban cambiando de acuerdo con el papel que jugaban, o segn su dificultad de obtencin. Se intent hacer una comparacin con las remuneraciones de otros personajes, pero no fue posible, pues los Concejales y otros Servidores Pblicos desempeaban sus funciones ad-honorem, pues era una condicin que confera gran estatus social. El verdugo de la ciudad sola ganar una remuneracin superior a la de los mdicos. Una referencia emocionante fue la actitud del Indio Juan Nieto, quien el 16 de mayo de 1568 se ofreci al Hospital para ejercer de enfermero por el resto de su vida, a cambio solo de la comida, lo que prueba la pobreza del establecimiento.

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Este antecedente nos permite traer a la memoria que el Hospital reciba $600 anuales, en limosnas que salan a colectar los monjes de la Orden de San Juan de Dios, con una letana y los capachitos en que la reciban. Era la cancin que le cantaban a los nios para dormirse: Durmete mi nio por los capachitos de San Juan de Dios. No tardaron en llamarlos: Padres Capachos.

EL VERDUGO GANABA UNA PAGA MAYOR QUE LOS MDICOS En el texto La Economa Colonial en Chile, de Ruggiero Romano, se hace referencias correspondientes a lo que suceda en el siglo XVIII; en El Cabildo de Chile Colonial, de Julio Alemparte, dice que en 1543, se estableci un arancel de $ 15 oro, por una Solemne Misa Cantada, con sus vsperas, y, cinco pesos por una misa cantada de Requiem. Una misa solamente rezada costaba $ 2, mientras que un entierro, con su vigilia y misa cantada, $ 40. En 1553 se cobraban precios fluctuantes entre los productos agropecuarios y obras de mano o industriales, as tenemos que: Por la hechura de una capa llana de lienzo, la cantidad de $ 2. De un manto de seda guarnecida, $ 8. De unas calzas de pao aforradas en terciopelo, $ 4.5; de un faldelln de mujer llano, $ 2. Por un par de zapatos de 2 suelas, ponindole todo el oficial, $ 5. Por unas botas portuguesas, $ 5. En lo que hace referencias a pesas y medidas, hubo la ms increble anarqua, que impide establecer cualquier tipo de referencia, pues arrobas haba diferentes segn la provincia de Espaa de donde provena el comerciante; las haba catalanas, aragonesas, etc., hasta que Ambrosio OHiggins dict penas a los que sobre la base de estas variaciones especulaban y se convertan en contraventores de la reglamentacin vigente. Fue imposible encontrar informacin sobre la paga de la oficialidad y de los militares de tropa, la que era variable segn la misin y el lugar del territorio donde se dirigan. Todo era ms caro en Chile que en Per, segn Encina. Sobre lo que trajo el Santiaguillo en 1543, las armas y caballos costaban $ 8000 y los abastecimientos para la poblacin $ 4000, o sea $ 12000 en total. Pedro de Valdivia pag ochenta y tantos mil castellanos. Tres meses despus de la llegada del Santiaguillo, lleg a Valparaso el San Pedro que trajo mercaderas por valor de quince mil pesos, que obligaron a los interesados a desembolsar los mismos ochenta mil castellanos. Las llegadas de barcos particulares con mayor frecuencia hicieron que bajaran los precios a medida que transcurra el tiempo. Adems empezaron a llegar mercaderas por va terrestre, de manera que en 1547, o sea cuatro aos despus, stas eran solo 4 veces ms caras que en Per. Rega en gran parte el trueque. En Chile no se acuaban monedas. En Chile la relacin mdicos/habitantes en el siglo XVI era la siguiente:

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Habitantes N de Mdicos N de habitantes por mdicos

750000 24 3125

Sobre los precios relacionados con los alimentos y otras necesidades domsticas habituales, se han detectado dignas de destacar, como las siguientes: En 1557 una arroba equivalente a 11,5 kg. de azcar en caja, vala $ 13. Costo que fue bajando hasta que el precio baj al cabo de 5 aos a $ 4, lo que representa la cuarta parte y fraccin. Una arroba de cera se venda en $ 4 y una frazada costaba $ 25. Un libro en blanco, muy difcil de obtener en la poca, se expenda en $ 25. La libra equivala segn las regiones de Espaa a 12 17 onzas Una libra de seda se expenda en $ 5. Aparentemente se venda segn su peso y no por centmetros, u otra medida de longitud. En el ao 1557 en forma excepcional se llev a efecto la subasta de 14 camisas procedentes de Holanda, que fueron adquiridas en la suma de $ 177, vale decir $ 12,60 c/u. Vale decir 2 veces que la libra de seda. El equivalente a una arroba de aceite, era la mitad de un libro en blanco y era lo mismo que una frazada. Un atad se venda en $ 7. Pues madera haba en exceso y la mano de obra para su confeccin era sumamente barata. Hay constancia del relato del vecino llamado Jernimo Molina, que compr en 1593, la Estancia Catentoa, en Linares, por $ 24000, suma que inclua: vacas, ovejas y cabros. Adems tena via, arboleda y molino. Mateo Pizarro vendi, el 13 de diciembre de 1595 trescientas vacas de ao y medio arriba, en $ 450, o sea, a $ 1.50 cada una. La relatividad de los precios en diferentes pocas y circunstancias queda demostrada por el valor de un caballo de guerra, que vala entre los $ 70 y $ 150, pues nadie los quera criar, porque los indios los robaban. La dificultad para analizar la conversin monetaria en esa poca se debe a que 1 real equivala a 34 maravedes y 1 peso de plata a 8 reales, o sea 272 maravedes. Adems haba monedas provenientes de Espaa. Refirindose a ciertas remuneraciones existe la siguiente informacin sobre lo que suceda en los lavaderos de oro, donde tantos espaoles eran atrados hacia Amrica. La temporada duraba 6 meses, cada indio lavaba en la semana dos pesos oro. Estas cifras emanan del documento en que Martn Oez de Loyola da cuenta al Rey del rendimiento de esta codiciada actividad. La utilidad total obtenida, promedio, de la explotacin del lavadero era de 48 pesos que se distribuan de la siguiente manera:

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Utilidad del encomendero(56,2%) Quintos reales (21%) Para el indio por su sesmo Para el cura doctrinero Para amortizacin de herramientas Para los alimentos Por merma en la fundicin

$ 27.00 $ 10.00 $ 8.00 $ 1.00 $ 1.00 $ 0.50 $ 0.50

No fue posible encontrar en el material revisado, las utilidades que obtenan los boticarios, sobre lo cual, sin embargo, hay bastante informacin y an frases bastante jocosas. Varios boticarios fueron mdicos, sancionados por el Cabildo debido a su psimo desempeo profesional, bajo juramento de no recetar a nadie. Sin lugar a dudas una investigacin ms completa permitira dar a conocer las remuneraciones que se pagaban en Espaa y en el Virreinato del Per en los rubros que se han expuesto sobre antecedentes de lo que se ha detectado en Chile y as haber podido valorar la situacin real de nuestros colegas y an poderla comparar, aunque fuera muy dudoso, con la realidad actual. Esta disparidad sigui con rasgos similares, increbles y casi solamente anecdticos por muchos aos: Cuenta Vicua Mackenna que el verdugo de Santiago tena una remuneracin mayor que la del mdico de Santiago. Como se puede observar, la inseguridad en aquella poca no derivaba solamente de los ataques de los nativos, sino que as mismo de las condiciones econmicas que fluctuaban en forma grave, por todos los factores que las condicionaban.

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