Beowulf
Beowulf
Beowulf
Beowulf es el héroe del poema épico anglosajón homónimo, que fue escrito en inglés
antiguo en verso aliterativo. Con 3.182 versos, contiene mucho más material que
cualquier obra similar en su mismo idioma, y representa alrededor del 10% del corpus
existente del verso anglosajón.
Tiene dos grandes partes: la primera sucede durante la juventud de Beowulf, y narra
cómo acude en ayuda de los daneses o jutos, que sufrían los ataques de un gigante
(Grendel), y tras matar a éste, se enfrenta a su madre; en la segunda parte Beowulf ya es
el rey de los gautas y pelea hasta la muerte con un dragón.
Argumento
Primera parte
Grendel regresa esa misma noche a Heorot, derriba sus sólidas puertas y devora a uno
de los guerreros gauta. Beowulf es despertado por el alboroto y acude en ayuda de la
guardia, trabándose en lucha cuerpo a cuerpo, sin armas, con el engendro, que solo
puede liberarse de su presa perdiendo a cambio uno de sus brazos y huyendo
mortalmente herido.
Segunda parte
A la mañana siguiente, todo es regocijo en Heorot, pero por la noche, Woktja, la madre
de Grendel, mucho más monstruosa que su hijo, se presenta para vengarlo. Mata a
varios hombres de Hrothgar y hiere gravemente a cien de ellos.
Al día siguiente, Beowulf sigue su rastro a través de la pradera hasta su cueva, donde la
encuentra. La mata y cercena su cabeza y la del cadáver de Grendel, retornando a
Heorot con sus trofeos.
Tercera parte
Un hábil y osado ladrón logra penetrar en la cueva del dragón y roba una copa de plata
incrustada de oro y piedras preciosas, parte del inmenso tesoro que guarda la bestia.
Enfurecido, el dragón asalta y destruye el pueblo del ladrón, y mata a todos sus
habitantes.
Beowulf sale a su encuentro para vengar a su gente, pero la reacción del dragón ha
aterrado tanto a sus súbditos, que solamente Wiglaf se apresta para acompañarle.
Después de una cruenta batalla, ambos logran acabar con la bestia, pero Beowulf,
gravemente herido, encomienda a su sobrino apoderarse del tesoro y utilizarlo para
reconstruir el reino. Pasa su torque de oro a Wiglaf y le confía el reino. Finalmente,
Beowulf recibe un funeral vikingo: su cuerpo es colocado en un barco funerario de
madera de roble e impulsado mar adentro. El mismo Wiglaf arroja una lanza en llamas a
la balsa, incendiando los troncos, y el cadáver del monarca se pierde en la lejanía.
Otras versiones afirman que fue enterrado según su voluntad, en un montículo, desde el
que podía verse el mar y que llevaría su nombre.
Personajes principales
• Beowulf: Personaje protagonista del poema épico anglosajón homónimo,
ambientado en la Escandinavia medieval. Hijo adoptivo de Hygelac y
posteriormente rey de Gëatlantt.
• Grendel: Troll demoniaco que habitaba con su madre, Woktja, en una cueva en
las marismas cercanas a Heorot y que, al inaugurarse el lujoso Mead Hall de
Hrothgar, comenzó a acosar a los nobles que se reunían allí, matándolos, hasta
apoderarse del salón. Finalmente es muerto por Beowulf en un combate
individual sin armas.
• Hrothgar: Rey de Heorot, es el segundo de tres hermanos (los otros dos son
Heorogar y Haga). Su nombre significa "Lanza veloz".
Detalles de la obra
Es el héroe de un poema épico anglosajón.
Protagoniza el primer poema épico compuesto en una lengua europea ya que se cree que fue escrito hacia
el siglo V por anglosajones, incluso antes de que invadieran la actual Inglaterra. El único manuscrito que
existe data del siglo IX o X.
Hygelac era rey de los Jutos y su sobrino era Beowulf. Ya siendo muy joven, Beowulf dio muestras de su
gran valor en una batalla contra los suecos.
Pero su primera gran hazaña consistió en su lucha contra Breka (uno de los nobles de la corte de su tío).
Los dos empezaron una lucha a espada. En el fragor de su batalla terminaron por sumergirse en las aguas
del mar, donde siguieron luchando. Cinco días enteros estuvieron nadando y peleando, hasta que una
tempestad les separó. Breka fue arrastrado a la orilla, pero Beowulf lo fue hacia unas colinas, donde
resistió el embate no sólo de las olas, sino de las hostiles ondinas y otros monstruos marinos que le
atacaron. Cuando ambos contendientes regresaron ante el rey y contaron su historia, Breka recibió un
premio, pero a Beowulf su tío le regaló su preciada espada, Nägeling, y fue reconocido por todos por su
extraordinario valor.
Llegados ante el rey Hrothgar, fueron recibidos con gran alegría y después de un gran banquete el rey y su
séquito abandonaron el salón quedando en él solamente Beowulf y sus compañeros. Todos los
compañeros terminaron quedándose dormidos, solo Beowulf veló durante toda la noche. Casi amanecía
ya cuando Grendel apareció silenciosamente. Arrancó de un tirón los cerrojos y las barras que protegían
la puerta y abalanzándose dentro del salón agarró y devoró a uno de los durmientes. Agarró después un
segundo cuerpo, el de Beowulf. Se entabló en la oscuridad una terrible lucha entre ambos, en la cual
Beowulf consiguió arrancar de cuajo el brazo de su adversario. El monstruo huyó, herido de muerte, hacia
su guarida en el lago, dejando tras de si un rastro de sangre.
Cuando amaneció tanto los compañeros del héroe como el rey y su corte contemplaron asombrados el
tamaño y la fuerza del brazo del monstruo, el cual colgaron del techo de la sala.
Todo fueron felicitaciones y regalos y se festejó la victoria con un banquete. Tras el, todos se fueron a
dormir, dejando a los hombres del rey de guardia, pues se creía que ya no había ningún peligro. Pero en el
silencio de la noche otro monstruo apareció. Era la madre de Grendel, que silenciosamente cogió el
miembro cortado de su hijo y se marchó del lugar, no sin antes llevarse a Asker, el amigo más intimo del
rey.
Llegada la mañana Beowulf se ofreció a ir a matar a la madre de Grendel en el propio refugio de esta.
Siguió el rastro de sangre, hasta que llegó a una colina que sobresalía en las aguas de un pozo. En lo alto
de la colina estaba la cabeza de Asker, para anunciar a los que se aventuraran en el lugar de la suerte que
les esperaba. Beowulf se zambulló en el pozo y a su paso salían innumerables monstruos que le atacaban
y a los que iba matando con su espada. Por fin la lucha fue con la misma madre de Grendel, a la que el
héroe pudo cortar la cabeza.
Se adentró en una cueva y encontró a Grendel que aún agonizaba y le cortó también la cabeza.
Llevándose la cabeza nadó hacia el exterior, tarea nada fácil pues las aguas al mezclarse con la sangre de
los monstruos muertos había alcanzado tal temperatura, que se le derritió la espada.
Al volver ante el rey con este trofeo todo fueron alegría y agasajos. El rey hizo a Beowulf y a sus
hombres numerosos regalos y todos juntos se volvieron felices a su tierra.
Pasaron varios años en paz, allá en su tierra, hasta que los frisios empezaron a atacar las costas del reino.
Saqueaban y quemaban todo a su paso para volver luego a sus barcos y huir con rapidez. El rey Hygelas y
Beowulf decidieron invadir el reino de Frisia. Pero en esta invasión el rey Hygelas fue muerto en una
emboscada de los frisios y Beowuf hubo de volver a su tierra.
La viuda del rey, preocupada por las posibles discordias que pudieran producirse en el reino por la falta de
un rey fuerte (Hardred hijo y heredero del rey Hygelac era aún un niño) ofreció la corona a Beowuf, pero
este se negó y levantando sobre su escudo al pequeño Hardred, declaró que le protegería y reconocería
como rey toda su vida.
Hardred llegó a la mayoría de edad y fue un gran rey. Pasaron años de paz hasta que llegaron al reino dos
hijos del rey Othere, que se habían rebelado contra su padre. Hardred les dio refugio, pero cuando les
propuso que hicieran las paces con su padre, el mayor sacó la espada y mató a Hardrer. Uno de los
seguidores del rey mató al asesino, pero el pequeño de los hermanos, Eadgils, logró huir.
Esta vez Beowulf aceptó la corona. Eadgils se había convertido en rey de Suecia y vino con un ejercito a
vengar la muerte de su hermano. La expedición fue aniquilada por Beowulf y Eadgils murió en la lucha.
Beowulf proporcionó cuarenta años de paz, y siendo ya anciano le llegaron noticias de que en unas
montañas cercanas se guarecía un dragón que estaba asolando la comarca. Los lugareños le pidieron que
les librara del monstruo, y a pesar de su avanzada edad, no quiso negarse.
Beuwulf fue a su guarida y le retó al combate. Pero las fuerzas del héroe ya no eran las de antaño, y la
batalla sobrepasaba sus posibilidades. Sólo consiguió matarle gracias a la ayuda de su fiel amigo Wiglaf.
Pero Beowulf había sido tan malherido que comprendió que no sobreviviría.
El dragón escondía en su guarida un enorme tesoro que sería para su pueblo, por lo cual el héroe murió
feliz, porque perdía la vida en una aventura heroica, que había además proporcionado riquezas materiales
a su pueblo.
Fue enterrado según su voluntad, en un montículo, desde el que podía verse el mar y que llevaría su
nombre.