Hybris en La Lit Griega
Hybris en La Lit Griega
Hybris en La Lit Griega
siga la prudencia, os ruego que lo instruyis, con admoniciones razonables, para que deje de atraer sobre si el castigo de los cielos por su jactanciosa temeridad (Esquilo, Persae 827-831). Daro coment a su hijo Jerjes y de la desastrosa expedicin de ste contra Grecia: Siendo mortal, en su desatino pens que llegara a ser seor hasta de los mismos dioses (Ibid. 794). Lo inquietante de este orgullo es que se desarrolla ms y ms a medida que un hombre avanza en aos: Un viejo hybris siempre engendra otro hybris que aadir a las calamidades humanas (Esquilo, Agamenn 760); y esta es la razn por la que de la buena fortuna brota una insaciable calamidad para la posteridad . Eurpides (480 - 406 a.C.) dice: Si tienes ms de bueno que de malo, cuando seas hombre obrars rectamente y bien. Pero, querido nio, abstente de malos pensamientos; aprtate de la hybris ese orgullo presuntuoso, pues desear ser ms grande que dios no es otra cosa que hybris (Eurpides, Hiplito 472-474). Esforzarse en seguir el propio camino por resistir a la voluntad de los dioses, pensar que se es ms sabio que los dioses, es hybris , el insolente, petulante y presuntuoso orgullo. Platn (c. 427 - 347 a.C.) dice: Cuando la opinin conquista y por la ayuda de la razn, nos conduce a lo mejor, el principio conquistador es llamado templanza sophrosune ; pero cuando el deseo, que carece de razn nos gobierna y nos arrastra al placer, ese poder de desgobierno es llamado hybris (Platn, Protgoras 238a). El hombre que es dirigido por hybris , es dirigido por la pasin y la sinrazn, por lo tanto, se comprende como el resultado de permitir a las pasiones que gobiernen. Aristteles (384 322 a.C) por otro lado, distingue entre el hombre atemperado sophron , que se rige por la ley y la razn, y el hombre que ultraja hubrizein , que obedece los dictados de la pasin. Para los griegos lo realmente terrible de la hybris consista en que, por una parte, produca un tipo de insolencia mezclada con desprecio, y por otra, un puro deseo de herir a los dems. Se comete hybris cuando se desprecia a los otros (Aristteles, tica a Nicmaco 1144b 22). Hablar con deliberada intencin de insultar y vejar es Hybris (Ibid. 1125a 9). Era esa forma de menospreciar que engendra odio y rencor (Ibid. 1149a 32). Es fundamentalmente algo perverso y mrbido (Ibid. 1148b 30), puesto que siente placer cuando ultraja. Es simplemente, la extrema insolencia en funcin del placer que proporciona el ver sufrir a alguien (Ibid. 1149b 22).
TRAGEDIA Y HYBRIS
Los griegos en efecto, fueron los creadores de la tragedia. En un principio le confirieron un profundo sentido religioso, puesto que la obra trgica naci como representacin del sacrificio de Dionisios (Baco) y formaba parte del culto pblico. Las
ofrendas del pblico consistan generalmente en un macho cabro que era consagrado a Dionisios. Etimolgicamente, la palabra "tragedia" tiene mucho que ver con este ritual. El nombre deriva de "trago da" (del griego "tragos", que significa macho cabro y de "oda", que significa canto). La tragedia se desenvuelve entre dos polos opuestos: la templanza y el exceso como una suerte de hybris . Su propsito es lograr la catarsis del espectador. Aristteles postul que se desarrolla mediante una serie de circunstancias que suscitan piedad o terror y es capaz de lograr que el alma se eleve y se purifique de sus pasiones. Este proceso de purificacin interior se logra en el espectador a la vista de las miserias humanas. El fondo comn de lo trgico ser la lucha contra un destino inexorable que determina la vida de los mortales; y el conflicto que se abre entre el hombre, el poder, las pasiones y los dioses. Las tragedias han de acabar generalmente en la muerte o en la destruccin fsica, social, intelectual o moral del personaje principal para generar la catarsis en el pblico. Cabe notar que siempre se puede verificar la presencia actuante de una deidad, como Afrodita en el Hiplito de Eurpides, y Hades en la Antgona. Y este numen marca el hecho simblico "el imaginario" -segn se dice actualmente- en que se desarrolla el hecho trgico. Apolo, el dios dlfico del "Concete a ti mismo", es la presencia numinosa del Edipo Rey. Por eso, si Edipo cometi una hybris, una desmesura , fue con respecto del dominio de Apolo. Edipo quiso saber ms y ms. Por eso dijo Holderlin: "quizs el viejo Edipo tenga un ojo de ms". Los hroes trgicos estn por encima de lo humano; la tragedia los expone como reflexin sobre los lmites de la naturaleza humana. Por ejemplo, Antgona es la tragedia mxima de la libertad, la familia y el derecho natural frente al despotismo. Representa el encuentro entre dos maneras de atenerse a las leyes divinas o humanas; un choque de las viejas normas religiosas y familiares con la innovadora razn del Estado. Desde el punto de vista de los trgicos, podemos observar que su forma ms elevada era una imitacin de hechos y emociones verosmiles, cuyo objetivo apunta a una purificacin o mejor an, a una moderacin de algn tipo de pasin. Todo mortal debe cuidarse de ser enceguecido por alguna hybris que provocar un justo castigo, especialmente los hroes o personajes cuya virtud podra desencadenar la envidia de los dioses o simplemente su misma grandeza puede llevarlos por una trgica senda. La accin se desenvuelve a lo largo de una serie de peripecias o cambios de situacin, hasta culminar en el desenlace. Cabe notar que segn Aristteles, el personaje trgico deba exceder las cualidades del hombre comn; a causa de ello un criminal o un usurpador deliberado no poda ser protagonista satisfactorio. Adems el clebre filsofo destaca que la tragedia es ms verdadera que la historia, por cuanto presenta situaciones concretas vinculadas causalmente para ilustrar principios universales. De algn modo el destino est envuelto en la situacin trgica y puede observarse como fuerzas opuestas que se levantan unas contra otras. Es aqu donde el ser humano no logra dar salida a su conflicto, observa inmvil como su vida sigue sin poder dar pie atrs, avanzando hacia un camino de destruccin. El hroe se
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cuestiona y se atormenta, desesperado trata de dar salida a su conflicto, pero slo logra experimentar dolorosamente el peso de la responsabilidad de su culpa.