COSMOGONIAS ANTIGUAS Sceerene el hombre primitivo presté poca atencién al misterio del cosmos; su principal ocupacién seria el proveer de sus- tento para él y su prole, entregado a la caza y ala pesca. Al hombre de las caver- nas no le debis importar gran cosa la constitucién del universo ni quien lo fabrics. Fué el primero en usar del aforismo, Primum vivere deinde philosophart, puesto que para cntregarse a elucubracianes cientifico-filoséficas, era necesario gozer de cierta independencia y bienestar. Las cien *ias especulativas no tuvieron st desarrollo hasta en épocas relativa- mente modernas, entendienda por ello las que dejaron hucllas de su paso en escri- tos, ya sea en tablas de barro ya en papiros o pergaminos, que fueron los documentos que han llegado hasta nosotros. La primera impresién que produjo la estabilidad de Ta tierra fué la de una superficie Nana, itimitada, asentada sobre unos cimientos ina- movibles, y con los astros dotados de movimiento; esta impresién es tan natural que se tardé bastante tiempo hasta conocer el movimiento de la tierra. A la ciencia asiro- nérica se deben los admirables adclantos hechos hasta hoy, tanto en la astro-fisica como en fa cosmogénica, siendo esta ditima la que plantea los problemas més intrincados. 7 Como {a constitucién del universo ha ocupado la mente de los més eximios pensadores, no cs de extrafar que los antiguos se preocupasen de resolver tan im- portante problema, llegandose a una serie de distintos conceptos segin fueron las diversas civilizaciones que los formularon. : Cusmogonta Persa, 0 del Iran Esta presenta a Auru-Mazda 0 Ormuz, revelando a Zarathrusia 0 Zoroasto la formacién del mundo. Dice asf: «(Oh santo Zoroastro! Yo he creado un universo alli donde nada existla. Este mundo era todo vida, pero Ariman, el principe del mal, trodujo la muerte, Después fundé Gakor, un lugar delicioso sembrado de rosas donde revolotcaban pajaros de vistosos plumajes y Aviman cre6 los malos insectos que perjudican a los animales y a Jas plantas, Fundé Maru, la ciudad santa y sublime y Ariman introdujo la mentira y los malos propésitos. Fundé Backdi, la encantadora, circundada de fértiles pastos y Arian desaté alli las fieras que devoran los pastos y alos hombres. Fundé Nica, la ciudad de la oracién y Arman lev6 alli la duda que corroe la fe. Fundé //aroju, la ciudad de los palacios suntuosos y Arimar Mevé allf la pereza y pronto la ciudad cayé en la miseria. As{ pues a cada maravilla que yo levaba para la felicidad del hombre, Ariman Ilevaba la mala simiente, y por esto la tierra cstd infectada de malos instintos que diezman la raza humana», La secta de los Zervanitas.es muy parecida a la de fos seguidores de Zorous- tro: En ambas cocxiste Dios y el Diablo, el Bien y ef Mal, la Luz y las Tinieblas y con ello empieza la lucha, Ormuz dispone de la elocuencia del verbo sagrado; pro- funcia tas velntiuna palabras de una oracién; dice las siete primeras y Ariman tran- sido de miedo se inclina como bajo una mano de hierro; dice otras siete y cae de’ 8 T OETA Jost pRaTOE SABA, : 168 PPE ePIC MOLD rodillas, siete mas y el diablo vencido se sumerge en las tinieblas, Entonces Ormuz cred el cielo, fa tierra, el sol y los demas astros. El universo tiene la forma de un huevo, la yema es la tierra, Ariman hizo un agujero en el huevo y fué cuendo el mal se mezclé con el bien. En las tradiciones persas se halla otra narracién de fa creacién tal vez algo més poetizada fundada en Mithra, dios dela luz celestial, que el Avesta, libro sa- grado de los zuaris, lo situa en lugar secyndario; pero los antiguos zuaris le réndian Ja misma veneracién que a Ormuz 0 Aura Mazda. . Cosmogonias Caldea y Asiria ' En aquef tiempo que no habia ni cielo ni tierra, Apsd, ef Abismo. sin limites y Munnw Tianat, el Caos del mar, se mezclaron en une masa informe en la que se halla~ ban inmergidos todos los elementos de la naturaleza. Al cabo de millares de aftos se formeron los cielos y la tierra, Anshar y Kishar, y después de lorgo tiempo, In triada suprema de sus hijos, Auzu, duefo del cielo, /nifben, rey de la tierra, Ea, sobereno de las aguas, Cada uno de estos dioses se proctiré una esposa nacida de ellos mis; mos y asi la tictra sé poblé de un batallén de dioses que se. pusieron del lado de Anau. Ladiosa Tiamat, viendo su imperio invadido por todns partes, empez6 la procreaciOn de seres monstruosos, toros y caballos con cabeza humang, pajaros con cabeza de perro, y de todo cuanto parece anormal. Tiamat armé a estos monstruos y los lanzé contra los dioses, los cuales, temblando de miedo, buscaion refugio en Marduk, hijo de Ea, quien les convocé en el palacio de Anskar y alli, después de un Ddanquete en el que proclamaron a Mardué campeén, salieron para enjabler batalla contra Tiamat, , Marduk se arm, hizo guardar los cuatro puntos cardinales por los cuatro vientos, crié otros siete que puso a su espalda para.dar la carga, y precedido de un rayo, armado de una red y el cuerpo en Hamas, monté en su carro y se lanzé como un torrente devastador en medio de los monstruos y abordé a Tiamat, provocéndole ala batalla, La diosa, bajo la forma de un dragén, Se levanté furivsa; y ayudaca por las fuerzas ocultas dela magia, se dispuso a tragar a su enemigo, pero el buen campedi: supo enredar al dragén-con ta red y asi pudo diglocarle y @ lanzades, Marduk atravesd a Tiamat y ahuyents a sus secuaces. Marduk parti.de arriba abajo el cuerpo de Tiamat, arrojé al viento la sangre, ievandola’a Jas regiones del norte donde reina Ja noche; de Jas dos partes de su cuerpo colgé una en cl aire y fué el cielo; el gtro.lo coloré bajo sus pies y formé Ia tierra y asf quedé constituide el universe. fe lal beta tet ‘Marduk fué pues el ordenador dei mundo. El hizo el sol sefalandole el que debja seguir, instituys el afto dividiéndolo en doce,meses, el mes en tres, déca- das; hizo fa luna, como astro de ta noche y le ordens sus fases. Los_planetas dirigi- dos por cnatro dioses Venus, Mercurio, Marte y Saturno. Marduie, se reserv6 .¢l planeta Jipiter y-se constituys ef pastor del rebano celestial, repartié las estrellys en grupos en los que los caldeos vieron monstruos fantésticos, con.doce de est figuras, signos del Zodfaco, alineadas alrededor de las murallas del mundo, y si guiendo Ia ruta det sol, velando el paso del dios entre ellas. Una, yez.ordenadg todo, los dioses terrestres crearon, los rebels, las, hombre de! ba. ro. . tidal : Los babilonios tienen una cosmogonia, salvo variantes, igual 2'la caldea, peroCOSMOGONIAS ANTIGUAS 169 més simétrica. La tierra superior, habitacién del hombre; la zona mediana, habita- cidn de Ea dios del agua; 1a inferior, demora de ios 600 Aznunaki, dioses del infierno; ‘en la parte superior los siete cielos, habitacién de los dioses superiores. EI mito caldeo de a creacién consta en un poema escrito, en caracteres cunei- formes, en siete tablitas de tierra cocida halladas en Ia biblioteca de Asurbanipal en Ninive. En él los sacerdoies de Babjlonia, toman_pié det relato para exaltar a Marduk, el dios de su cludad, por encima de toda otra divinidad. Esta relaci6n, aunque politeista, presenta varios puntos de contacto con el pri- mer capitulo del Génesis. En efecto, la palabra Tiamat y el Tehom de tos hebreos son de un parecido muy significativo, pues ambas designan el Océano o el mar. Cosmogonta Egipcia Bn las ciudades det delta oriental dan creencia ala cosmogonia siguiente: El dios Keb y la diosa Nuit, es decir ta tierra y el cielo, estaban reunidos en ei Ni, 9 el caos, cuando su padre, cl dios Shu, salido de las aguas eternas, cogid a Nuit levanténdola con los brazos. El cuerpo de la diosa se alargé hasta formar el cielo es- trellado y sujeto de pies y manos a la tierra formé con las extremidades ,los. cuatro pilares que sosticnen el firmamento, Sibi probs de luchar, pero solo lagré incorpo- rarse, quedando petrificado y en actitud de consternacién; en sus costados empeza- ron a brotar plantas y arboles, y en su dorso nacieron las bestias y los hombies; no “ obstante el dios qued6 inconsolable gimiendo dia y noche, enviando sis quejas a su esposa Nuit, a la que contempla tan alejada, jLa Tierra siente la nostalgia del Cielo! Los egipcios también representan cl cielo por una vaca sagrada; sus piernas son los pilares del mundo, estd sostenida por Sui y ocho dioses secundarios, sobre su vientre pasan las estrellas, las barcas del sol, la luna y fos planetas. Los sacerdotes de Heliépolis recogieron muchas de las tradiciones y leyendas cosmogénicas y elaboraron la cosmogonia del Egipto histérico, que puede resumirse asi: Atum es el ordenador supremo, y personifica al sol; antetior al origen del mundo. Pasando Atium de la inercia a la-accién, grits de repente:.Ven a mis y el lo- tus misterioso abrié sus pétalos y aparecié Ra, en ef céliz de la flor. La creacién del universo comprende tres etapas: el desdoblamiento de Achum- Ra y la aparicién de ta luz; el levantamiento det cielo y descubrimiento de Ia tierra; y el nacimiento del Nilo, o sea, la fertilizacién y el cultivo de la tierra. Tal es la em- presa de las lades sucesivas reunidas en una genealogia bien ordenada. Athum-Ra tiene por descendientes a Shu y Tof-Nait que engendran a Sibi y Nuit, tos cuales tienen cuatro hijos: /sis, Osiris, Sit y Neftis. La teogonia egipcia es algo pintoresca por la multiplicidad de dioses locales. En Heliépolis el sol es Ra, en Tebas es Améa, en Hermépolis es Tot, en Memfis es Phtah; Amén Ra es el gran ali do de los faraones y el