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PERFILES

Tres Poetisas Norteamericanas

Edna St. Vincent Millay

EL zapanorama de la poesia femenina estadounidense es de una rique-


deslumbradora y resurlta incomprensible y lamentable que sus
valores esenciales no hayan sido difundidos entre nosotros con la
amplitud que se merecen. Esa poesia se inicia, hist6ricamente, con
el nombre de Anne Bradstreet que, aunque nacida en Gran Bretafia
en 1612, puede incluirse en la historia literaria de Estados Unidos,
ya que en Massachusetts -donde su padre fue gobernador- escri-
bi6 sus poemas, valorizados algunas veces por cierto tono patetico
y mistico.
En 1761, en Boston, fue vendida pfiblicamente la esclava Phillis
Weathley, que entonces no se Ilamaba asi. Pero aconteci6 que fue
comprada por John Weathley, quien la ofreci6 como un regalo a su
sefiora. Felizmente la poetisa negra, llegada 'de Africa, cay6 en bue-
nas manos. El hecho de que Phillis Weathley haya sido elogiada
por destacadas figuras de Massachusetts demuestra un triunfo de
la poesia.
Sin embargo, para llegar a la gran figura del lirismo femenino
estadounidense es necesario acercarnos a la personalidad de Emily
Dickinson. Es mis: Conrad Aiken considera que con ella comienza
la poesia de Norteamerica.
294 RE VISTA IBEROAMERICANA

De las poetisas del presente siglo, Edna St. Vincent Millay es


una de las mas finas e intensas. Nacida en Rockland (Maine) en
1892, estudi6 en el Vassar College. Empez6 a escribir desde muy
temprano. Su poesia, sobria y musical, posee notas de un ardoroso
panteismo, expresado con linea siempre pura y armoniosa. Edna era
casi una nifia cuando obtuvo un premio de The lyric year, premio
que destac6 su nombre y estimul6 su labor, reveladora siempre de
un temperamento delicadisimo, de alta jerarquia estdtica y humana.
Su primer libro Renascence, editado en 1917, queda en su itine-
rario lirico como el recuerdo imborrable de un triunfo decisivo. Como
muy certeramente ha seiialado Albert B. Franklin, "Renascence si-
gue siendo el mas famoso de sus poemas, a pesar de la altura de su
obra posterior"
Esa obra posterior, compuesta por los libros Figs from Thistles,
Second April y alguno mis, sefiala evoluciones de espiritu y de for-
ma, pero el "acento" es casi siempre el mismo. La nota sensual apa-
rece notablemente espiritualizada, y varias de sus estrofas inspiradas
en su devoci6n por la naturaleza (tal, por ejemplo, su celebre God's
World) poseen tal intensidad, tal suntuosidad imaginativa, que ha-
cen evocar algunos momentos de la Condesa de Noailles.
En sus tiempos de estudiante, Edna St. Vicent Millay escribi6,
para representaciones universitarias, diversas piezas teatrales, algunas
de las cuales la contaron como actriz. Miis tarde, ya famosa, conoci6
el triunfo escenico como autora de dos tragedias en verso: Aria da
Capo y The Lamp and the Bell.
11

Muna Lee
SARA
mi gusto, las dos mayores poetisas norteamericanas de nues-
tro siglo son Sara Teasdale y Edna St. Vincent Millay. Pero el
panorama de la poesia femenina estadounidense se presenta con tal
opulencia, con tal miltiple interes, que junto a los nombres ya men-
cionados corresponde ubicar otros, tambien de alta jerarquia: Amy
Lowell, Hilda Doolitle, Harriet Monroe, Muna Lee, Leonie Adams,
Jean Starr Untermeyer, Genevieve Taggard, Elinor Wylie, Adelaide
Crapsey, Winifried Weles, Agnes Lee, Margaret E. Rhodes, Edna
Worthley Underwood, Jessica Nelson North, Marion Strobel, Fre-
sia Benes Hilarova, Hildegarde Flanner - y esto, sin incluir a las
poetisas novisimas, que forman un cuadro igualmente numeroso y
valioso, encabezado por Mariane Moore y con figuras tan interesan-
tes como Marya Zaturenska y Katinka Leeser.
Muna Lee qued6 consagrada como una noble poetisa, al publi-
carse su libro Sea Change, obra que se caracteriza por la riqueza
emocional, la gracia ritmica, la limpidez de expresi6n. A veces, sus
poemas entran en el credo de Verlaine: "de la musique avant toute
chose". Pero no es, sin embargo, una simbolista. No se ha encasilla-
do en ninguna escuela literaria. Libre y personalisima, Muna Lee
cultiva esa poesia para la que no existen modas ni novelerias: poe-
sia humana, densa en la esencia y fina en la forma.
Lamentando no poder traer aqui alguno de sus poemas de cier-
ta extensi6n, traducire una de sus mas celebradas canciones: Behind
the house, canci6n que esti como impregnada en el aroma de ese
trebol blanco Ilamado meliloto:
296 REVISTA IBEROAMERICANA

Detras de Ia casa, el sembrado de mijo,


luego el vallado y una colina
en la que crece el meliloto
entre silvestre manzanilla.
Hay una juventud que esti diciendome
"adi6s", alli en donde la colina
se levanta a tocar el cielo.
Yo crei que se me rompia
el coraz6n al despedirme.
Lo he olvidado todo, todo,
todo menos aquel olor,
i aquel olor del blanco meliloto!

Corresponde subrayar la meritisima labor que Muna Lee rea-


liz6 en la revista Poetry, de Chicago, donde apareci6 su nombre al
pie de traducciones de poemas de Juana de Ibarbourou, Gabriela
Mistral y muchos de los principales poetas hispanoparlantes - en
tiempos en que eran conocidos s61o por una selecta minoria de la
intelectualidad estadounidense. De esto hace unos veinte afios. Eran
epocas en que no existian ciertamente los estimulos actuales para
las realizaciones de intercambio cultural panamericano.
En la revista que dirigia Harriet Monroe, Muna Lee dej6 nume-
rosas pruebas de su comprensi6n y solidaridad de la poesia latino-
americana, que ha ido repitiendo a travis de los afios, con igual brio,
entusiasmo y desinteres.
El nombre completo de esta escritora es Muna Lee de Mufioz
Marin, pues es esposa del economista y escritor puertorriquefio Luis
Mufioz Marin. Actualmente reside en Washington, donde su pro-
fundo conocimiento de nuestra cultura fructifica en obras destinadas
a una mayor comprensi6n y fraternidad entre todas las Amricas.
III

Genevieve Taggard
* UEDE haber para un poeta mejor lugar de nacimiento que una
casa rodeada de un gran boscaje de manzanos? Genevieve
Taggard naci6 en un lugar asi, en Waitsburg (Washington), en no-
viembre de 1894.
c Puede haber para un poeta mejor lugar para pasar su infancia
y su adolescencia, que una isla arrullada por el luminosisimo mar de
los tr6picos? Genevieve Taggard vivi6, de los 8 a los 18 afios, en
el deslumbramiento de I-Iawai.
Luego, de regreso al Continente, estudi6 en la Universidad de
California, habiendo demostrado, en algiin peri6dico juvenil, su en-
tusiasmo por la literatura. Su contribuci6n al periodismo fue intensa,
sobre todo en Nueva York.
La poesia de Genevieve Taggard es altamente interesante, com-
pleja, personalisima. Desde su primer libro, For Eager Lovers (1922),
hasta Calling Western Union (1936), pasando por Hawaiian Hilltop
(1923), Words for the Chisel (1926), Travelling Standing Still
(1928) y Not Mine to Finish (1934), el lirismo de esta autora se
caracteriza, a la vez que por su sentido humano, par la riqueza y
originalidad de sus imagenes y de sus simbolos, que a veces llegan
a lo barroco. ,No se parece a ninguna de sus hermanas liricas. Es
ella, con sus virtudes y sus defectos.
Las virtudes residen, ademas de esa calidez humana y esa ori-
ginalidad imaginativa ya elogiadas, en la multiplicidad de sus ritmos,
en su ennoblecimiento de algunos aspectos de la vida cotidiana; en-
noblecimiento que hallamos, por ejemplo, en uno de sus mas difundi-
dos poemas: el que refleja a la mujer gravida. Pero a veces Gene-
298 R E V ISTA I B EROAM ER IC A NA

vieve Taggard resulta un tanto arbitraria, en su afan de expresarse


con exceso de metaforas, abigarradas, audaces, demasiado "brillan-
tes" quizat. Falta orden a veces en su dibu jo poetico, pero el con junto
no de ja nunca de ser interesante y personal.
Genevieve Taggard es asimismo una ensayista de densa cultu-
ra, autora de una obra excelente, redactada en prosa limpia y anima-
da, que refleja la vida y el pensamiento de Emily Dickinson, obra
editada en 1930.
GASTON FIGUEIRA.

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