Guiasap 019 Esgtobillo
Guiasap 019 Esgtobillo
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AUTORES
2. RECUERDO ANATÓMICO
La región anatómica del tobillo está formada por dos articulaciones, la articula-
ción tibioperoneo-astragalina (compuesta por el extremo distal de la tibia, el pero-
né y el astrágalo) y la subastragalina (tróclea del astrágalo y calcáneo).
Los ligamentos de esta región son
• El ligamento lateral interno (lig. deltoideo) que es el principal elemento de
estabilidad del tobillo.
• El ligamento lateral externo, con sus 3 fascículos: peroneoastragalino anterior,
peroneocalcáneo y peroneoastragalino posterior. La mayoría de los esguinces se
producen por lesión del ligamento peroneo-astragalino anterior.
La articulación tibioperonea-tarsiana sólo permite movimientos de flexoexten-
sión con una amplitud de hasta 15º de dorsi-flexión, y de 55º de flexión plantar,
mientras que la articulación subastragalina sólo permite movimientos de supinación
(hasta 30º) y de pronación (hasta 10-20º).
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3. ANAMNESIS
Es importante recoger los siguientes datos:
• Datos personales: edad, actividad laboral y actividad deportiva.
• Mecanismo lesional: circunstancias que ocasionaron la lesión, aunque hay que
resaltar que no siempre existe correlación entre la importancia del traumatismo y
la gravedad aparente de la lesión. El mecanismo lesional más frecuente en la típi-
ca “torcedura del pie”, y que suele ser una combinación de flexión plantar del tobi-
llo e inversión del pie. En los esguinces del ligamento deltoideo el mecanismo es la
combinación de dorsiflexión y eversión excesivas. En los esguinces de la sindes-
mosis (lesión del ligamento peroneo-tibial anterior) el mecanismo lesional es pare-
cido, produciéndose de hecho en muchas ocasiones, roturas del ligamento
deltoideo asociadas con roturas de la sindesmosis.
• Antecedentes de lesiones previas en la misma zona.
• Características del dolor: variaciones en ritmo e intensidad desde que se pro-
dujo la lesión. Habitualmente, el dolor súbito inicial suele seguirse de una fase de
analgesia parcial, para posteriormente aumentar de nuevo la sensación dolorosa.
Este es el motivo por lo que no es raro que el paciente acuda a urgencias bastan-
tes horas después del episodio traumático. En las roturas ligamentosas completas
el dolor puede ser paradójicamente escaso.
• La percepción de crujido o sensación de desgarro, que suele ser signo de gra-
vedad de la lesión.
4. EXPLORACIÓN
4.1. INSPECCIÓN
Valorar el grado y localización del edema, presencia de equimosis y de defor-
mación. Y el grado de funcionalidad de la articulación: posibilidad de apoyo y movi-
lidad activa.
Hay que tener en cuenta que las fracturas de tobillo, cuando están desplazadas,
suelen presentar una deformidad evidente. Y que la tumefacción que se produce en
los grados II y III puede dar la falsa impresión de la deformidad propia de la fractu-
ra. Por ello las deformidades importantes precisan estudio radiográfico.
4.2. PALPACIÓN
Hay que realizar la palpación mediante la presión cuidadosa con la punta de los
dedos de las zonas anatómicas de mayor interés.
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En primer lugar comenzaremos por los relieves óseos para evaluar posible pre-
sencia de fractura ósea asociada: maleolo tibial y peroneo, y base del 5º metatar-
siano. Después palparemos los ligamentos descritos en el recuerdo anatómico.
En un esguince leve normalmente habrá dolor delante del maleolo peroneo. Es
aconsejable palpar el borde óseo posterior del peroné intentando empujarlo hacia
delante, ya que la aparición de dolor debe hacer sospechar una posible fractura o
fisura del maléolo peroneo. También se debe palpar toda la longitud de la tibia y del
peroné para descartar fracturas del peroné proximal (fractura de Maissoneuve) que
puede asociarse a la lesión de la sindesmosis.
La palpación dolorosa sobre la base del 5° metatarsiano puede indicar una
avulsión de la inserción del peroneo lateral largo.
Para diagnosticar el esguince de la sindesmosis puede ser útil efectuar una
compresión de tibia y peroné, y la rotación externa del pie respecto de la tibia y
peroné, lo cual produce dolor intenso en articulación tibioperonea distal.
4.3. MOVILIZACIÓN
La movilidad activa estará condicionada por el grado de lesión y el tiempo de
evolución de la lesión.
La movilidad pasiva se explora para evaluar el estado de cada uno de las estruc-
turas ligamentosas y el grado de estabilidad articular. Constituye la exploración que
mejor orientará a la confirmación de rotura ligamentosa.
Maniobras: ( siempre comparadas con el lado sano)
La maniobra más demostrativa de lesión es la reproducción del mecanismo
lesional, pues reproduce el dolor en el lugar de la lesión. Hay que tener en cuenta
que la inversión pasiva del pie produce dolor tanto en esguinces como en fracturas,
mientras que el evertir el pie produce dolor en la zona del maleolo peroneo en las
fracturas y no en esguinces leves. Cuando reproducimos el dolor con la moviliza-
ción hay que pedir al paciente que señale con precisión la localización del dolor.
Bostezo articular: con ambas manos se fija el calcáneo y la pierna, y se realiza
movimiento de varo y valgo, comparando con la articulación contralateral. Cuando
existe bostezo, indica laxitud y posible lesión ligamentosa.
Cajón anterior: se realiza sujetando con una mano la tibia y con la otra traccio-
nando el pie hacia delante. Esta maniobra explora la articulación tibiotarsiana, y si
resulta positiva indica lesión ligamentosa grave.
4.4. RADIOLOGÍA
El estudio radiográfico puede ser:
Estándar, que incluirá proyección antero-posterior y lateral, y que puede poner
de manifiesto una posible fractura o arrancamiento de inserción ligamentosa.
Forzada, que se realiza para cuantificar el grado de inestabilidad articular.
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Proyección de la Mortaja (proyección anteroposterior con la pierna en 15°-20°
de rotación interna): muestra mejor la interlínea articular.
Para decidir cuándo pedir un estudio radiográfico se puede seguir las “Reglas
de Ottawa”, que tienen una sensibilidad del 100% en la detección de fracturas
maleolares y del pie. Según estas reglas deben efectuarse radiografías:
• Cuando un paciente con antecedente traumático reciente presente dolor a la
palpación en la mitad posterior de los 6 cm. distales de tibia y peroné.
• Cuando exista incapacidad para cargar peso inmediatamente al traumatismo..
• Si aparece dolor al palpar el hueso navicular o la base del 5º metatarsiano.
5. CLASIFICACIÓN
(basada en la American College of Foot and Ankle Surgeons)
6. TRATAMIENTO E INDICACIONES
La mayoría de los esguinces pueden ser tratados con éxito por el Médico de
Atención Primaria. Inicialmente hay que tratar el dolor y el proceso inflamatorio
acompañante, cuya duración depende de la respuesta inflamatoria que tenga el
paciente, y posteriormente nos ocuparemos de la inmovilización de la articulación,
cuya técnica variará en función del grado lesional.
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6.1. Medios terapéuticos básicos:
• CRIOTERAPIA: es el mejor antiinflamatorio. La aplicación de una bolsa de
hielo o bolsa especial de crioterapia debe ser efectuada con la mayor brevedad
posible tras el accidente y mantenerla las primeras 48 horas. Es aconsejable inter-
poner un paño húmedo entre la fuente de frío y la piel, mantenerlo durante unos
veinte minutos y repetir la aplicación 3 o 4 veces al día en función del grado de
inflamación y la evolución de la lesión. La aplicación de frío local quedará supedi-
tada a la necesidad de aplicar un vendaje antes de las 48 horas.
• VENDAJE ELÁSTICO COMPRESIVO: inicialmente no debe ponerse un venda-
je compresivo a no ser que tengamos la seguridad de que no va a haber más
edema, pues de lo contrario aumentará en dolor por el síndrome compartimental
provocado. Sin embargo este tipo de vendaje puede estar indicado en el tratamien-
to de continuación. Con este tipo de vendaje se busca conseguir un cierto grado de
funcionalidad, además de controlar o reducir el edema. (Anexo I)
Se recomienda revisión en 5-7 días para retirarlo o sustituirlo, en caso necesa-
rio, por otro igual, o uno funcional.
• VENDAJE FUNCIONAL DEL TOBILLO: es un sistema de inmovilización parcial
que permite al paciente una movilidad, al menos mínima, sin impedir que continúe
con su actividad habitual y laboral e incluso que pueda seguir practicando deporte.
El objetivo de este vendaje es limitar selectivamente sólo la función del liga-
mento lesionado, permitiendo el resto de los movimientos articulares (anexo II).
• ELEVACIÓN DEL MIEMBRO
• REPOSO SIN APOYO: al menos durante 48 horas. Posteriormente se puede
autorizar la deambulación a medida que el paciente comience a tolerarla.
• Puede añadirse AINEs, o analgésicos.
6.2. Indicaciones:
La elección del sistema para la inmovilización variará según el grado de la
lesión. Aunque en numerosas ocasiones nos vamos a encontrar circunstancias que
pueden hacer variar la indicación como la personalidad del paciente, su edad, su
actividad deportiva y/o profesional y los medios de que dispongamos. En general,
para cada grado de esguince la inmovilización será la siguiente:
Grado I: tras el tratamiento del proceso inflamatorio inicial (aplicación de frío
local) puede optarse por un vendaje elástico-adhesivo durante una semana que
debe abarcar desde la raíz de los dedos hasta debajo de la rodilla, o bien un ven-
daje funcional. Es recomendable, además de no recurrir nunca a la inmovilización
total rígida, iniciar una movilización activa del tobillo, sin llegar a producir dolor, y
posteriormente una deambulación precoz y progresiva.
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Grado II: hay que asegurar una eficaz protección de los ligamentos dañados.
– Puede optarse por un vendaje funcional (strapping) durante tres semanas o
por un vendaje elástico compresivo.
– Cuando no podamos asegurar una correcta protección del tobillo o el proceso
inflamatorio sea importante optaremos por un tratamiento ortopédico con férula de
escayola (también optaremos por la férula cuando no podamos asegurar una buena
inmovilización con el vendaje). Ésta debe colocarse precozmente, abarcando desde
la raíz de los dedos hasta debajo de la rodilla y que manteniendo el tobillo en ángu-
lo recto. A las 48 horas, tiempo suficiente para que disminuya la tumefacción, algu-
nos autores recomiendan sustituirla por un botín de escayola que se retirará a las
3 semanas después de la lesión.
Grado III: el tratamiento de elección es la inmovilización enyesada y elevación
del pie durante tres o cuatro semanas. Posteriormente se completa el tratamiento
con vendaje funcional durante 10-15 días más. Con este grado lesional no debe
inmovilizarse sólo con vendaje funcional, ya que no impide los movimientos anor-
males del tobillo. Algunos autores opinan que en los esguinces de grado III debe
efectuarse tratamiento quirúrgico.
7. REHABILITACIÓN
El tratamiento rehabilitador se basa en ejercicios para fortalecer las estructuras
del tobillo y la fuerza muscular de la pierna. Estos ejercicios se pueden dividir en
tres fases:
1ª fase: ejercicios de movilidad pasiva en descarga.
– Estiramientos del tendón de Aquiles (no hacerlos si produce dolor).
– Ejercicios de “alfabeto”: mover el tobillo en todas direcciones, como dibujan-
do letras en el aire.
2ª fase: ejercicios de movilidad activa en carga, que se comenzará a realizar
cuando desaparezca el dolor.
– Ejercicios isométricos contra resistencia, que puede ser una pared o el otro
pie: realizarlos en flexión dorsal y plantar, inversión y eversión (10 tandas de 5
segundos 3 veces al día).
– Ejercicios isotónicos, empleando como resistencia una goma, un peso o el otro
pie. Efectuarlos despacio y bajo control, y también en las cuatro direcciones men-
cionadas (3 tandas de 10 repeticiones 2 veces al día; 1 segundo en la fase activa y
4 en la fase pasiva).
– Ejercicios con los dedos: coger bolitas o arrugar unan toalla.
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3ª fase: entrenamiento propioceptivo con plataformas inestables, o caminando
sobre suelos de diferente dureza (de duro a blando).
8. COMPLICACIONES
Tanto si el esguince es externo, interno o anterior, pueden persistir algunos pro-
blemas: hinchazón periarticular, dolor, rigidez del tobillo o una disminución de la
estabilidad articular.
8.1. Edema residual:
Aparece sobre todo en personas de más edad. Es más frecuente cuando el
esguince no ha sido tratado o cuando se han utilizado inmovilizaciones rígidas,
sobre todo de forma prolongada. Se presenta tras prolongada bipedestación (al final
del día) y normalmente se debe a la insuficiencia vasomotora desatada tras la inmo-
vilización
Lo más eficaz es la colocación de una media elástica por la mañana antes de
levantarse. Inicialmente se retira en el momento de acostarse y, con posterioridad,
cada día un poco más temprano. La criocinesia y los baños de contraste en dos o
tres sesiones al día también se han mostrado eficaces.
8.2. Dolor:
En ocasiones, tras suspender el tratamiento, puede persistir dolor de caracte-
rísticas mecánicas que aparece con la deambulación prolongada y/o actividades
físicas y a veces incluso en reposo. La persistencia de este dolor puede obligar a
evaluar de nuevo para descartar alguna patología asociada. Es necesario descartar
en este caso una lesión osteocondral del astrágalo.
El tratamiento se basa en técnicas fisioterápicas como corrientes de baja fre-
cuencia, ultrasonidos, masajes transversales profundos, etc.
En algunos casos hay que recurrir a infiltraciones locales con corticoides a nivel
de las inserciones y de los trayectos ligamentosos dolorosos.
8.3. Rigidez y bloqueo articular:
La rigidez articular se produce como consecuencia de prolongadas inmoviliza-
ciones o por un temor exagerado del paciente a lesionarse. En este caso se remiti-
rá al paciente a Rehabilitación.
El bloqueo articular puede deberse a fracturas osteocondrales no diagnostica-
das. En este caso se deberá remitir al paciente a Traumatología.
8.4. Inestabilidad:
Una consecuencia posterior al esguince puede ser la inestabilidad del tobillo,
que es tanto mayor cuanto menos adecuado ha sido el periodo y tipo de inmovili-
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zación, y la posterior rehabilitación. El paciente percibe una cierta inestabilidad e
inseguridad del tobillo con frecuentes torceduras posteriores. Si persiste tras la
rehabilitación se puede remitir al especialista para valorar necesidad de tratamien-
to quirúrgico.
8.5. Otras complicaciones menos frecuentes
– Distrofia simpática (Sudeck)
– Sdr del seno del tarso o esguince crónico del tobillo: dolor local persistente
localizado en el tarso.
9. SEGUIMIENTO (Algoritmo)
Esguinces de grado I: revisión a los siete a diez días. Se valora el dolor espon-
táneo y a la digitopunción, la tumefacción articular y la movilidad activa y pasiva. Si
toda la exploración es normal se da el alta recomendando los ejercicios de poten-
ciación de la musculatura y el uso de una tobillera.
Esguinces de grado II: revisión en 1-2 semanas para valorar posible cambio a
tratamiento funcional.
Esguinces de grado III: deben ser tratados y seguidos por el servicio de trau-
matología.
PUNTOS CLAVE
1. Los esguinces suelen ser lesiones de evolución favorable.
2. Es fundamental descartar lesiones más graves (fracturas) que deben ser tra-
tadas por el especialista.
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3. La mayoría de las complicaciones del esguince de tobillo se producen como
consecuencia de un tratamiento inadecuado (tanto por exceso como por defecto) o
un incumplimiento del mismo por parte del paciente.
4. No siempre el grado de dolor es proporcional a la importancia de la lesión. En
los esguinces de grado III es frecuente encontrar una fase de relativa analgesia tras
el trauma que ocasiona la lesión.
5. Es importante evitar errores frecuentes: colocación de vendaje compresivo en
las primeras horas; infrautilización o sobre utilización de férulas de escayola y ven-
dajes funcionales en el tratamiento de urgencias en A.P.; apoyo precoz del miem-
bro sin valoración funcional previa.
6. En los niños son raros los esguinces, y frecuentes las epifisiolisis.
11. BIBLIOGRAFIA
1.- Sanz Rodrigo C., León Vázquez F., Lario Muñoz E.:. Miembro inferior. El tobi-
llo y el pie. Curso-Taller de Traumatología Básica para Médicos de Atención
Primaria.
2.- Arribas Blanco, J.M. et al.: Cirugía Menor y Procedimientos en Medicina
Familiar. Grupo de Trabajo de Cirugía Menor en Medicina de Familia. Jarpyo
Editores, S.A. 2000.
3.- Rodríguez Alonso JJ, Holgado Catalán S., León Vázquez F., Cabello Suárez-
Guanes J.. Formación Médica Continuada en Atención Primaria. Vendajes
Funcionales I y II. Ed. Doyma .Vol 5. Sup 5. 1998
4.- Rodineau J. “ Esguinces de Tobillo”.EMC: Quinesioterapia. Medicina Física.
Tomo 3
5.- Mateo L., Rozadilla A. y Romera M.: Patología del tobillo y pie. FMC-
Formación Médica Continuada en Atención Primaria. Vol 4, Nº 4. Abril 1997.
6.- Walgenbach AW. “The ankle joint: the evaluation and treatment of sprains”
Nurse Pract Forum, 1996 09, 7:3, 120-4.
7.- Hazanas Ruiz S., Gálvez Alcaraz L., Cepas Soler J.A. “Functional stabilization
versus orthopedic immobility in grade I-II (mild) ankle sprain” Atención Primaria.
1999 Apr 30;23(7:425-8)
8.-Wolfe MW, Uhl TL, Mattacola CG, McCluskey LC. “Management of ankle
sprains” Am Fam Physician. 2001 January 1; 63(1):93-104
9.- Liu SH, Nguyen TM. “Ankle sprains and other soft tissue injuries”. Curr Opin
Rheumatol. 1999 Mar; 11(2): 132-7
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12. ANEXO I: COLOCACIÓN DE VENDAJE
ELÁSTICO-COMPRESIVO
1. Colocar el pie en dorsiflexión neutra o ligera dorsiflexión y eversión. Nunca en
inversión. Puede rasurarse y desengrasar con alcohol e impregnar con spray adhe-
sivo, además de proteger los relieves óseos mediante un almohadillado
2. La aplicación debe hacerse en dos fases. En primer lugar se desenrolla blo-
queando con la otra mano para evitar que quede aplicado a tensión, y después se
aplica sin tensión, ( salvo en las direcciones en que queremos efectuar tracción).
(Foto 1 y 2).
3. Evitar arrugas, sobre todo en zonas de carga, como el talón o las cabezas de
los metatarsianos.
4. Es aconsejable comenzar distalmente y progresar de forma proximal para
drenar el edema. El talón es la zona más difícil por su forma, y debe ser cubierto lo
antes posible. Es suficiente colocar un vendaje en calcetín, aunque se podría pro-
longar hasta el tercio superior de la pierna. No es conveniente dejarlo a mitad de la
pierna.
5. Evitar "ventanas", por las que puede producirse el conocido "edema de ven-
tana".
6. Controlar el estado circulatorio de los dedos. La complicación más temible de
la colocación de una venda elástica adhesiva es la isquemia. Indicar al paciente que
ante la aparición de signos de isquemia distal debe requerir atención médica o reti-
rarse él mismo el vendaje para después requerir atención médica.
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13. ANEXO II: VENDAJES FUNCIONALES
Material.
– Tiras adhesivas no elásticas de 3.5 a 5 cm de anchura, según el tamaño del
pie a tratar.
– Protecciones: goma espuma o venda de algodón.
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+ pasar un estribo por la cabeza de los metatarsianos y tirar con más fuerza del
cabo externo.
+ apoyar la rodilla del profesional en la cabeza del quinto metatarsiano y pre-
sionar. (Foto 3 y 4)
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TIRAS DE ANCLAJE
Dos tiras:
Dorso del pie, en la raíz de los dedos y abierta en la planta.
Unión del tercio medio con el tercio inferior de la tibia; abierta en la parte pos-
terior. La posición de esta tira puede ser más alta dependiendo de la fuerza del ven-
daje, pero nunca debe estar a mitad de pierna. (Foto 5)
TIRAS ACTIVAS
Tres tipos:
Longitudinales: Colocamos la mitad de la tira en el talón, el cabo interno sube
hasta el anclaje en su lado interno. El cabo externo se pega al anclaje en su parte
externa pero traccionando para mantener la eversión.
La misma tira se puede empezar a colocar desde el lado sano pasar por el talón
y traccionar con fuerza antes de pegar en el extremo externo. Es obligatorio cubrir
los maleolos. (Foto 6)
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TIRAS DE REFUERZO
Pueden utilizarse como alternativa a las tiras transversales o adicionalmente
como tiras de refuerzo de las transversales. Muy potente para mantener la ever-
sión. Su exceso puede provocar una limitación de la flexo – extensión indeseable.
Dos tipos:
A) Colocamos la mitad de la tira cubriendo el maleolo interno. Quedan dos
cabos:
Anterior: Cruza la cara anterior del tobillo para ir al lado externo del tobillo y
cubrir la planta del pie en la zona calcáneo. (Foto 8)
Posterior: Cruza el tendón de Aquiles, va por el lado externo del pie, pasa a la
planta y termina en la cabeza del primer metatarsiano. (Foto 9)
B)Colocar la parte media de una tira en diagonal sobre la cara externa del cal-
cáneo:
Cabo proximal: remonta de forma helicoidal la pierna y termina en la tira de
anclaje.
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Cabo distal: se enrolla en hélice sobre el pie hasta el anclaje inferior.
(Foto 10)
TIRAS DE SUJECIÓN
Al terminar cada una de las tiras activa o de refuerzo pondremos cubriendo los
cabos otra tira de sujeción, casi superpuesta a la tira de anclaje para evitar que se
suelten los extremos antes de completar el vendaje.
Las tiras de sujeción no deben superponerse a la de anclaje para ello desplaza-
remos:
Las tiras de sujeción del anclaje superior distalmente, y,
Las tiras de sujeción del anclaje inferior proximalmente. (Foto 11)
REPETICIÓN
El número de repeticiones de cada una las tiras se hará en función de la poten-
cia muscular del sujeto, la duración del vendaje y el grado de eversión. Son habi-
tuales tres repeticiones de tiras activas y de sujeción. (Foto 11)
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ENCOFRADO
Con el encofrado se aumenta la estabilidad del vendaje, así como su duración.
Además se pegan los cabos que quedaron al aire a la piel. Se realiza mediante tiras
abiertas en la cara posterior.
Se pueden usar cerradas, sin apretar, evitando hacerlas circulares, es decir, que
en la cara anterior de la pierna sean más bajas que en la cara posterior. Por el ries-
go de comprometer la circulación venosa es preferible utilizarlas abiertas.
El encofrado debe excluir la parte anterior de la articulación del tobillo, ya que
limitaría la flexo extensión. En esta zona es preferible utilizar unas tiras que se cru-
cen en “ X “. (Foto 12)
OBSERVACIONES
TRATAMIENTO PREVENTIVO
Este vendaje está pensado para que el deportista se lo coloque antes de iniciar
el ejercicio y lo retire al finalizar. Es sencillo y de rápida aplicación.
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Está indicado en la prevención de esguince del ligamento externo del tobillo
(sobretodo en deportistas).
MATERIAL
– Tira adhesiva no elástica de 5 cm. Si se usan tiras elásticas se permite mayor
movilidad de la articulación.
– Protecciones: goma espuma o venda de algodón.
TÉCNICA
Se busca un grado máximo de movimiento articular. Sólo se debe poner un tope
a las hipersolicitaciones de la articulación.
– Preparación de la piel: rasurado, desengrasado con alcohol e impregnación
con aerosol adhesivo.
– Protección prominencias óseas: adherir goma espuma a los maleolos y al ten-
dón de Aquiles.
– Posición del pie: posición de 90º, sin dar desviación en varo ni en valgo.
(Foto 13)
TIRAS DE ANCLAJE
Se coloca una en el dorso del pie en la raíz de los dedos; puede ponerse cerra-
da al ser un vendaje preventivo.
El otro anclaje se coloca en el tercio superior de la pierna, también cerrado a la
altura de la tuberosidad anterior de la tibia. (Foto 13)
TIRAS ACTIVAS
Dos tipos:
– Longitudinales: se coloca la mitad de la tira en el talón, el cabo interno hasta
el anclaje interno sin sobrepasarlo, e igualmente en el externo. Hay que cubrir el
maleolo sin pasar por delante ni por detrás.
– Transversales: colocamos la mitad de la tira en la cara posterior del calcáneo,
cerca de la inserción del tendón de Aquiles, sin apretarlo; un cabo irá al lado inter-
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no del dorso del pie, donde está el anclaje distal y el externo al lado externo del
dorso del pie.
Hay que cubrir el maleolo peroneo. La tira interna puede quedar un poco distal
al maleolo tibial, por ser un poco más corto. (Foto 13)
TIRAS DE SUJECIÓN
Cada vez que se ponga una tira longitudinal se fijará con otra de sujeción per-
pendicular a esta, semejante a la del anclaje; puede ser cerrada pero sin tensión.
REPETICIONES
Se van colocando alternativamente las tiras longitudinales y las transversales
sin superponerse, de forma que las longitudinales vayan desplazándose hacia
delante y las transversales cada vez sean más proximales. (Foto 14)
ENCOFRADO
Mediante tiras circulares se cierra la pierna y el dorso del pie, de modo que las
tiras activas estén protegidas. (Foto 12)
En la planta del pie pueden colocarse dos tiras que vayan desde la raíz de los
dedos hasta el calcáneo con el fin de facilitar la puesta del calzado y no se despe-
guen los bordes del resto de las tiras.
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ALGORITMO
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GUÍA DE CONSULTA RÁPIDA
DEFINICIÓN
Por esguince se entiende la distensión o rotura total o parcial de un ligamento
que se produce como consecuencia de la tracción o excesivo estiramiento del
mismo.
DIAGNÓSTICO
CLASIFICACIÓN
GRADO I (desgarro parcial de un ligamento)
GRADO II (desgarro incompleto de un ligamento con incapacidad funcional
moderada)
GRADO III (rotura completa y pérdida de integridad de un ligamento)
TRATAMIENTO E INDICACIONES
Medios terapéuticos básicos:
• CRIOTERAPIA: es el mejor antiinflamatorio. La aplicación de una bolsa de
hielo o bolsa especial de crioterapia debe ser efectuada con la mayor brevedad
posible tras el accidente y mantenerla las primeras 48 horas.
• VENDAJE ELÁSTICO COMPRESIVO: inicialmente no debe ponerse un venda-
je compresivo a no ser que tengamos la seguridad de que no va a haber más
edema, pues de lo contrario aumentará en dolor por el síndrome compartimental
provocado.
• VENDAJE FUNCIONAL DEL TOBILLO: es un sistema de inmovilización
parcial que permite al paciente una movilidad, al menos mínima, sin impedir que
continúe con su actividad habitual y laboral e incluso que pueda seguir practicando
deporte.
• ELEVACIÓN DEL MIEMBRO
• REPOSO SIN APOYO: al menos durante 48 horas. Posteriormente se puede
autorizar la deambulación a medida que el paciente comience a tolerarla.
• Puede añadirse AINEs, o analgésicos.
Indicaciones:
Grado I: tras el tratamiento del proceso inflamatorio inicial (aplicación de frío
local) puede optarse por un vendaje elástico-adhesivo durante una bien un venda-
je funcional. Es recomendable, además de no recurrir nunca a la inmovilización total
rígida, iniciar una movilización activa del tobillo, sin llegar a producir dolor, y poste-
riormente una deambulación precoz y progresiva.
Grado II: hay que asegurar una eficaz protección de los ligamentos dañados.
Puede optarse por un vendaje funcional (strapping) durante tres semanas o por
un vendaje elástico compresivo.
Cuando no podamos asegurar una correcta protección del tobillo o el proceso
inflamatorio sea importante optaremos por un tratamiento ortopédico con férula de
escayola.
Grado III: el tratamiento de elección es la inmovilización enyesada y elevación
del pie durante tres o cuatro semanas.
REHABILITACIÓN
El tratamiento rehabilitador se basa en ejercicios para fortalecer las estructuras
del tobillo y la fuerza muscular de la pierna. Estos ejercicios se pueden dividir en
tres fases:
1ª fase: ejercicios de movilidad pasiva en descarga.
2ª fase: ejercicios de movilidad activa en carga, que se comenzará a realizar
cuando desaparezca el dolor.
– Ejercicios isométricos contra resistencia, que puede ser una pared o el otro pie
– Ejercicios isotónicos
– Ejercicios con los dedos
3ª fase: entrenamiento propioceptivo con plataformas inestables, o caminando
sobre suelos de diferente dureza (de duro a blando).
COMPLICACIONES
Edema residual: es más frecuente cuando el esguince no ha sido tratado o
cuando se han utilizado inmovilizaciones rígidas, sobre todo de forma prolongada..
Dolor: en ocasiones, tras suspender el tratamiento, puede persistir dolor de
características mecánicas que aparece con la deambulación prolongada y/o activi-
dades físicas y a veces incluso en reposo.
Rigidez y bloqueo articular: se produce como consecuencia de prolongadas
inmovilizaciones o por un temor exagerado del paciente a lesionarse.
Inestabilidad: es tanto mayor cuanto menos adecuado ha sido el periodo y tipo
de inmovilización, y la posterior rehabilitación..
Otras complicaciones menos frecuentes: distrofia simpática (Sudeck), y sdr
del seno del tarso o esguince crónico del tobillo.
SEGUIMIENTO
Esguinces de grado I: revisión a los siete a diez días. Se valora el dolor espon-
táneo y a la digito-punción, la tumefacción articular y la movilidad activa y pasiva.
Si toda la exploración es normal se da el alta recomendando los ejercicios de poten-
ciación de la musculatura y el uso de una tobillera.
Esguinces de grado II: revisión en 1-2 semanas para valorar posible cambio a
tratamiento funcional.
Esguinces de grado III: deben ser tratados y seguidos por el servicio de trau-
matología.
CRITERIOS DE DERIVACIÓN / INTERCONSULTA
– Cuando exista luxación o fractura asociada.
– Existencia de compromiso neurovascular.
– En caso de herida asociada que interese la articulación.
– Cuando exista inestabilidad articular que no mejore con los ejercicios y en
casos de bloqueo articular.
– Cuando exista lesión de la sindesmosis.
– Cuando exista rigidez articular y dolor residual.