El Matrimono y La Familia en La Vida Cristiana
El Matrimono y La Familia en La Vida Cristiana
El Matrimono y La Familia en La Vida Cristiana
MINISTERIO PASTORAL
EL MATRIMONO Y LA
FAMILIA EN LA VIDA
CRISTIANA
por Guillermo Goff
GUILLERMO GOFF
Capítulo 8: Las Relaciones entre los Padres y los Hijos Menores Las
Líneas de Autoridad en el Hogar; La Formación de los Niños; La
disciplina de los Niños
Capítulo 9: Las Relaciones entre los Padres y los Hijos Adolescentes
Causas de Tensiones; El Desarrollo del Adolescente; Pasos hacia las
Buenas Relaciones con los Adolescentes
Capítulo 10: La Educación Sexual en el Hogar Tres preguntas
Comunes de los Padres; Una Definición de la Educación Sexual;
¿Cuando Debemos Comenzar la Educación Sexual?; ¿Cómo Debemos
Presentar la Educación Sexual; ¿Qué Debemos Enseñar en la
Educación Sexual?; Problemas Especiales de los Adolescentes;
Algunos Consejos Finales
Capítulo 11: La Vida Espiritual en el Hogar Proviene de una
Consciencia Abierta a Dios; Depende de Que Cristo Reine en
Nuestros Corazones; Requiere Que la Fe Cristiana Sea Practicada y
Enseñada; Cultos Familiares; Tiempos Familiares; Actividades
Misioneras para la Familia
Capítulo 12: Sugerencias para el Programa de Educación Familiar en la
Iglesia Cómo Comenzar el Programa; Formación de la Lista de
Necesidades Sentidas; Métodos para Conducir el Programa;
Programas para la Semana o el Mes del Hogar; Predicando sobre el
Hogar; Una Encuesta: Necesidades Sentidas sobre la Familia
BIBLIOGRAFÍA
PREFACIO
La familia es lo más particular de cualquier cultura del mundo, ya sea vista por
sus costumbres, relaciones o expresiones distintivas. Lamentablemente, desde
el punto de vista cristiano evangélico, hay muy poco escrito sobre esta gran
institución, vista desde la experiencia familiar hispana. La mayoría de los
materiales disponibles son los que han sido traducidos y reflejan otra cultura.
Indudablemente, estos materiales han servido para mucho bien, en especial
cuando se han basado sobre fundamentos y principios bíblicos. Las bases
bíblicas siempre se prestan para una aplicación de una cultura a otra. Sin
embargo, hace falta algún intento de aplicar las verdades bíblicas al medio en
que uno vive. Esta ha sido mi labor de amor por varios años sirviendo como
misionero entre los enérgicos y vitales bautistas venezolanos.
Reconozco que no tengo derecho de aparentar ser muy experto ni en la cultura
hispana ni en la materia de la familia cristiana. La única justificación que tengo
para escribir este libro es que he sentido de Dios que era preciso y urgente
hacerlo. Los ensayos son estudios basados en la Biblia, libros y materiales de
referencia, experiencias y observaciones personales, así como sugerencias y
contribuciones de pastores y seminaristas. Mi esperanza es que esto sirva,
aunque sea en una manera limitada, para orientar a mis hermanos de las iglesias
evangélicas, justo con sus pastores y ayudantes a tener una mayor conciencia
en cómo vivir la vida cristiana dentro de la circunstancia familiar de cada uno.
¡Que el Señor nos haga a todos sabios en sus caminos y suficientemente
valientes como para poner por obra sus mandamientos en nuestra vida
particular y familiar!
Caben unas palabras de profundo agradecimiento a algunos que me ayudaron
en gran manera con sus observaciones, sugerencias y correcciones.
Especialmente dirijo estas palabras a Raúl Lavinz, amigo y estudiante en el
Seminario Bautista de Venezuela, quien me asesoró y ayudó a pasar con
máquina los varios capítulos por dos ediciones. También a Rosa de Alfonso,
Ester de Portillo y Ruth Chávez (de Lima, Perú), quienes leyeron varios
capítulos e hicieron correcciones. La hermana Helen de Villamizar me ayudó,
bajo bastante límite de tiempo, a sacar en limpio varios de los capítulos en su
forma final. Una nota de gratitud también doy a mi hermano en Cristo, Daniel
Cadima, secretario de relaciones públicas del Seminario Teológico Bautista de
Venezuela, por producir una edición preliminar de esta obra para las clases de
esta materia en la misma institución y para los estudios por extensión. Además
de todos los mencionados, debo agradecer a mi esposa, Emilee, por su fiel
colaboración y apoyo durante todo el tiempo de escribir este libro.
¡Alabado sea el Señor!
Guillermo Goff
PRIMERA PARTE:
EL MATRIMONIO
CAPITULO 1
EL MATRIMONIO: LA RELACIÓN PRIMORDIAL
EL HOGAR CRISTIANO
Es posible decir que toda familia en el mundo está constituida de tal forma que
pueda gozar de la naturaleza y de la mayor parte de los propósitos del
matrimonio sin mucha referencia a Dios. Es cierto, porque la familia es una
realidad universal. Pero esto no ha de promover un punto de vista secular en
cuanto al matrimonio, sino el que reconoce que la naturaleza de la familia viene
desde la creación.
Entonces, si todo el mundo puede gozarse de los privilegios del sexo y tener
una familia naturalmente feliz, ¿qué diferencia hace que el hogar sea cristiano?
La respuesta es: que hace toda la diferencia en el mundo. El hogar cristiano es
un elemento redentor en la sociedad porque es el lugar donde Cristo debe y
puede manifestar su “extra”, especialmente en la vida familiar, o sea, en sus
relaciones e interrelaciones. En la relación con Cristo la pareja puede aprender
cómo responder en sumisión voluntaria y agradable a su Señor. Esto les
prepara para someterse el uno al otro. (<490521>Efesios 5:21.) En “conocer” a
Cristo, uno comprende el gran misterio de conocer a uno que de veras le ama.
Esto le capacita para expresar un amor no fingido hacia otros. Lo que uno ha
recibido de Cristo como perdón, estímulos, aprecio, esperanza y gozo debe y
puede ser reflejado en sus relaciones cotidianas comenzando dentro de su
propia casa. (<510312>Colosenses 3:12-21.) Así hay una dimensión “extra”, de
mayor profundidad y potencialidad cuando la familia está fundada en Jesucristo.
Las funciones naturales de compañerismo, unidad sexual y edificación están
ampliadas al máximo cuando la pareja está relacionada amorosamente con
Cristo como su Señor y Salvador. En realidad, es en Cristo que el máximum
del ser humano se cumple. Esto es verdad también en la experiencia familiar.
De poner en práctica el cristianismo en las relaciones más íntimas del
matrimonio y en el trato familiar, es de esperar que se vean los beneficios de
mayor estabilidad, gozo y propósito en la vida, comprensión y capacidad para
realizar los papeles que Dios diseñó para nosotros desde el principio.
EJERCICIOS DE APRENDIZAJE
Cuestionario:
1. Si el matrimonio es una realidad en todas las culturas del mundo, ¿por qué
enfatizamos que el hogar cristiano es el ideal? o sea, ¿qué tiene de especial el
hogar cristiano? (Anote algunas de sus propias ideas.)
2. A la luz de Corintios 6:16, cuando una persona forma una unión adúltera,
¿qué clase de confusión y frustración causa dentro de su matrimonio? ¿Es
posible tener más que una unión de “una sola carne” y mantener la felicidad
conyugal? ¿Por qué? (Anote algunos de sus pensamientos.)
3. ¿Cómo explica usted la naturaleza espiritual del hogar? ¿Qué papel tiene el
amor en el matrimonio? ¿Qué entiende usted por el concepto de que todas las
cosas subsisten en Cristo (<510117>Colosenses 1:17), aun el hogar? (Anote sus
observaciones.)
4. ¿Está usted de acuerdo con que el primer propósito del matrimonio sea el de
compañerismo? Explique sus razones por estar de acuerdo o en desacuerdo.
Lectura Afín:
LAS AMISTADES
Algunos piensan que la preparación para el matrimonio es un asunto de pocas
semanas antes de la ceremonia. En realidad comienza en la cuna. Las relaciones
que alguien forma, aun en la infancia, crean las bases para la forma en que se
relacionará cuando entre en el noviazgo y el matrimonio. Si experimenta a
temprana edad la seguridad y el aprecio con los padres y familiares es más
probable que siga reproduciendo estas características dentro de sus amistades.
Por el contrario, el sentir inseguridad y rechazo puede crearle la incapacidad de
relacionarse satisfactoriamente con sus semejantes o dentro de su círculo.
También es menester recalcar que la dirección que nuestras vidas toman se
debe a nuestra forma de tomar decisiones. Si tratamos de elegir correctamente,
nos creamos un hábito de éxito, pero las malas selecciones también nos traen
su sentido de frustración. Alguien lo expresó una vez así: “Siembra un hecho y
cosecha un hábito; siembra un hábito y cosecha un carácter; siembra un
carácter y cosecha un destino”. La aplicación de este criterio es obvia en la
selección de amistades y novios.
La manera en que uno se acostumbra a formar amistades afecta
considerablemente cómo se relacionará con su novio(a) más tarde. Ganar y
mantener buenas amistades es un arte que todos deseamos aprender. Se puede
definir a un amigo como alguien que nos aprecia o nos quiere a pesar de
conocernos. De modo que los amigos son de gran valor y han de ser tratados
con cuidado. Este hábito de cuidar y nutrir la amistad crea un criterio estable
para mantener la amistad íntima que se espera formar en el matrimonio.
El doctor Ralph Phelps hace resaltar que la amistad es engendrada por el ser
amistoso, el mantener una buena disposición, el expresarse sinceramente, el
saber dialogar y el manifestar un genuino interés en los demás. Son
contraproducentes el egoísmo, la timidez, los modales incorrectos, la apariencia
descuidada, la supersensibilidad, el mal genio, el faltar a los compromisos, la
manipulación de otros y el ser criticón.f8 La escuela primaria para el matrimonio
es el trato que uno da y recibe con los amigos de ambos sexos durante el
tiempo de la niñez y adolescencia.
ESTRECHANDO VÍNCULOS
La citaf9 es una costumbre relativamente nueva.f10 Es normal que ésta comience
por la inclinación natural de los jóvenes de aparejarse aunque permanezcan
dentro del grupo que se reúne en el templo, en la escuela, o cuando salen en
grupo a pasear. Es en este nivel que los jóvenes...
manifiestan preferencia mutua que puede representar tan solo, amistad
y no amor. Pero siempre indica un apego más fuerte. Es aquí cuando
muchas veces se comienza a prescindir de otras compañías, cuando
sienten atracción el uno por el otro, cuando caminan juntos y
consideran que cierta afinidad se apodera de ellos; es el tiempo que
debería ser aprovechado por la pareja para saber si en verdad están
dispuestos a sembrar la semilla del amor, si se identifican en sus
intereses e ideales.f11
A veces las citas consisten en visitas a la casa de la señorita para conversar y
entrevistarse. Es en este estado de cercanía que ellos logran lo que Adrián
González llama una “primera amistad” que quiere decir que ellos...
concentran sus intereses en una sola persona, sin que por ello dejen de
tener relaciones amistosas con otras personas; es el período que sirve
para hacer comparaciones antes de comprometerse.f12
Es todavía común en algunos países latinos que la pareja no salga a solas hasta
que estén comprometidos y aún en este nivel de noviazgo es de esperar que
algún familiar les acompañe a dondequiera que vayan. Si esta es la costumbre
social y también el deseo de la familia de la señorita, debe ser respetado. La
pareja ganará la confianza de la familia, iglesia y sociedad por su
comportamiento responsable.
Quizá, siendo este capítulo uno de los relacionados con la preparación para el
matrimonio, baste sugerir en él una sola cosa para ayudar a la pareja en
cualquiera de las fases del noviazgo en que se encuentren. Mucho de la
problemática de formar esta íntima amistad, de emparejarse, se resuelve con
una conducta cortés que crea una concordancia y confianza entre los jóvenes.
Un acuerdo alentador y aliviador que los novios cristianos pueden establecer es
el de terminar todas sus citas en oración. Es una práctica amena que les
ayudará a planificar y conducir sus tiempos juntos de tal manera que ellos se
sentirán complacidos y el Señor será honrado.
ELEMENTOS DE SELECCIÓN
Siempre existe la pregunta, y es legítima, ¿cómo puedo yo saber si ésta es la
persona que Dios quiere para mí? También cabe la interrogación sincera de
cómo uno puede calificar sus sentimientos de estar enamorado. Una cosa es
cierta, Dios tiene una voluntad exacta al respecto; él tiene alguien preparado
para cada uno, para que sea su copartícipe y compañero de por vida. Quizá
haya varias personas con quienes uno podría emparejarse y vivir felizmente,
pero Dios sabe cuál es la mejor y con su ayuda podremos encontrarla.
Reflexionando sobre la forma en que Dios proveyó a Eva para Adán, los judíos
dicen que el hombre tiene la tarea de encontrar su “costilla perdida”.
Como cristianos desearíamos tener por delante una lista de características que
nos sirvan de guía en la selección de nuestro cónyuge. Luis Palau sugiere una
lista de trece elementos que deben ser guardados en mente por la persona
durante el proceso de esta elección. El los presenta en forma de preguntas:”f13
1. ¿Es o no es un cristiano verdadero? Es decir, no deben las personas
pretender ser cristianos simplemente para poder casarse con el que en realidad
es cristiano.
2. ¿Estoy orgulloso de ella o me avergonzaría de presentarla a algún personaje
importante?
3. ¿La considero inferior a mí en algún sentido?
4. ¿Siento respeto por ella o me tomo ciertas libertades para maltratarla o
abusar de ella?
5. Al estar en oración, ¿siento tranquilidad al pensar en casarme con esta
señorita, o con ese joven?
6. ¿Tengo plena confianza en su amor y fidelidad, o siento sospechas y celos
infundados, inventados por mi corazón esquivo?
7. ¿Podemos conversar por largas horas sin aburrirnos, o no tenemos nada más
que conversar?
8. ¿Estoy dispuesto a esperar cuanto tiempo sea necesario? La cualidad de
poder hacer las cosas en su debido tiempo demuestra una madurez que es
elemental para llevarse bien en el matrimonio.
9. ¿Quiero ser yo la clase de persona que ella puede respetar, o pretendo
hacer todo por la fuerza? (Hay una relación entre esta pregunta y la del número
4. Ambas radican en el problema del egoísmo que es el enemigo número uno
de las buenas relaciones.)
10. ¿Es ella idónea para mí? ¿Suplirá las deficiencias mías? Y yo, ¿supliré las
deficiencias de ella? ¿Es él el joven idóneo para mí? La idea aquí es que los dos
sean complementos el uno del otro. No es que deban de ser tan distintos, como
será presentado más adelante en el tema acerca de la compatibilidad.
11. ¿Me resulta físicamente atractiva esta persona con la cual pienso casarme?
12. ¿Están de acuerdo y satisfechos mis padres —y los de ella o de él, según el
caso— de nuestro noviazgo y posible casamiento en el futuro? Palau sugiere
que el seguir con los planes de casarse en contra de los deseos de los padres
es peligroso e impropio. (Véanse <490601>Efesios 6:1; <510320>Colosenses 3:20.) Es
cierto, el no tener la aprobación de los padres es traer angustia y frustración a
la pareja. Es aconsejable, cuando los padres se oponen, preguntarse ¿por qué?
Quizá ellos están esperando ver más madurez en la pareja. O más
responsabilidad económica, o más disciplina propia. Palau propone que la
pareja averigüe la razón de los padres, pero que recuerde ser solícita, sincera,
sencilla y humilde en su trato. También es bueno confiar en que, si Dios quiere
que una pareja se case, él mismo puede cambiar la opinión de los padres,
basado por cierto en el comportamiento responsable de los jóvenes.
13. ¿Amo o no amo a esta persona con quien digo que me voy a casar?
Quizá a esta lista se necesite agregar unas cualidades más que ayudarían a
formar el concepto de un compañero ideal. Todo esto es lo que a veces se
llama elementos de compatibilidad. Ralph Phelps menciona algunos asuntos
interesantes que merecen la consideración de cualquier pareja que esté
buscando la voluntad de Dios para ellos. Sólo se incluyen aquí algunas facetas
distintas a las sugeridas por Palau. f14
(1) Se debe desear que la pareja esté en buenas condiciones de salud.
(2) que tengan buenas disposiciones y
(3) madurez emocional. En este último punto Phelps resalta cuán
importante es que hayan dejado atrás las características inmaduras
(como pataletas, morriñas y celos), y que sean capaces de actuar como
adultos.
(4) Es aconsejable que compartan algunos gustos similares como los de
la música, recreación, comida, etc.,
(5) sentido del buen humor,
(6) sentido común en el uso del dinero,
(7) buena disposición hacia el trabajo que es esencial si van a poder
independizarse de los padres, y
(8) la misma fe cristiana. Una buena manera de fijar la calidad de
cristianos es que oren juntos.
Una nota de cautela debe ser sonada si hay grandes diferencias entre la pareja.
Algunas diferencias que deben ser consideradas son las de edad, condición
económica, formación social y familiar, educación e inteligencia. Además, la
diferencia de religión es algo que se debe destacar y ser bien entendido. Es
ideal que ambos sean cristianos activos y estables. Son muchos los que creen
que pueden convertir a su cónyuge dentro del matrimonio, pero la triste verdad
es que uno se convierte sólo porque quiere. Nosotros no cambiamos a nadie
sino sólo a nosotros mismos. Si otros, especialmente en este caso “el otro”, ven
algo deseable en nuestra vida cristiana, estarán atraídos a ella, ofreciéndole
oportunidad de dar razón por la esperanza que hay en nosotros (<600315>1 Pedro
3:15.) Empero, es mucho mejor que haya un estrecho y pleno acuerdo en este
asunto antes de casarse. Recordemos también los consejos bíblicos: “No os
unáis en yugo desigual con los incrédulos” (<470601>2 Corintios 6:14a); y
“¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?” (<300303>Amós 3:3). Además,
siempre hay el peligro de que la fe del cristiano sea debilitada y confundida por
ligarse a una persona incrédula o de otra religión.f15 (<070306>Jueces 3:6.) En pocas
palabras, los casamientos mixtos están lejos de ser de “un corazón y un sentir”.
El doctor David Mace sugiere que la pareja tome nota de estas facetas de
compatibilidad para evaluarse a sí mismos. Deben tratar de entender las áreas
en que descubren que sienten ansiedad o tensión emocional y buscar las
razones de aquello. Agrega el doctor Mace que cada uno debe evaluarse a sí
mismo, pero es bueno compartir abiertamente y juntos lo que cada uno siente y
ha experimentado. Si hay alguna faceta en uno mismo que le inquieta, debe
tratar de buscar orientación o consejo para poder entenderse antes de
comprometerse con otra persona que posiblemente tendrá aún más problemas
en entenderle. Buscar ayuda no es señal de debilidad sino de madurez y
sabiduría. Se pueden evitar grandes problemas en el matrimonio por haberlo
hecho.f16 En el próximo capitulo, trataremos algunos aspectos del consejo
pastoral para los novios. Esta sección sobre la compatibilidad es un elemento
muy importante y debe ser tratado por el pastor con la pareja.
En todo caso del amor verdadero, es saludable recordar cómo está descrita
esta cualidad en 1 Corintios, capítulo 13, especialmente los versículos 4 al 8 y
el 11. Los altos ideales sobre el amor tienen un buen servicio en nuestras
conciencias, el de mantenernos deseando lo mejor en nuestras relaciones con el
sexo opuesto. He aquí una área que necesita una luz bíblica arrojada sobre ella
para programar de nuevo (o por primera vez) las conciencias de nuestros
jóvenes: es la del sexo prematrimonial.
SEXO PREMATRIMONIAL
La nueva inmoralidad que está inundando nuestro mundo entero está
convenciendo a una multitud de jóvenes (y de adultos también) de que la única
felicidad se encuentra en el coito. ¡Nada puede estar más lejos de la verdad! El
sexo jamás nos fue dado por Dios simplemente para ser un placer, como lo
hemos indicado en el primer capítulo. Hay muchas razones en contra de la onda
popular de experimentar con el sexo antes del matrimonio. Unas pocas bastan,
sin embargo, para complementar lo que aquí se halla, en la bibliografía
sugerimos materiales de buena lectura.
1. Esenciales a la felicidad sexual son el respeto y la confianza. Estos no se
logran durante un experimento sexual. La experiencia puede ser placentera,
especialmente para el varón, pero no es una entrega de las dos personas,
porque falta aquella intención de establecer una unión permanente. Aunque sí
puede existir la promesa de casarse, no existe en realidad. A la mujer le cuesta
entregarse, si no hay la confianza de tener un cónyuge asegurado. Se puede
experimentar el placer pero no la felicidad como la diseñó Dios al crear la unión
de una sola carne.
2. Debemos recordar qué es el amor. El amor jamás quiere causar daño ni
pena. Como dice Pablo en <451310>Romanos 13:10: “El amor no hace mal al
prójimo”. Así nos sentimos frente a la persona que esperamos que sea nuestra
compañera para la vida. Algo menos que un respeto y un aprecio hacia la otra
persona no puede ser amor, pero bien puede ser egoísmo.
3. José Grau ha hecho un estudio concienzudo al respecto, y él hace hincapié
en un auge de desórdenes mentales que se deben a la nueva revolución sexual.
Esta conclusión se basa en las investigaciones del psiquiatra Francis Braceland,
quien dice que no se puede jugar con el sexo sin sufrir las consecuencias. Grau
continúa diciendo de las personas involucradas en esta onda sexual:
Están aprendiendo que cuando uno expresa amor a media docena de personas
diferentes con el símbolo físico máximo del amor, el símbolo se convierte en un
fin en sí y pierde todo su sentido más allá de ese fin. Están aprendiendo que en
la mayoría de los casos el coito prematrimonial es “pre” pero no matrimonial:
una gratificación pero no una entrega. Y para muchos jóvenes con sensibilidad
y sentido común este descubrimiento y no las reglas liberales de las residencias
de estudiantes ni tampoco los hogares o iglesias restrictivas — es el que impone
tensiones explosivas a su personalidad y desarrollo.f17
4. Algunas parejas argumentan que se aman y que entonces experimentar con
el sexo es sólo un adelanto y preparativo al ajuste del matrimonio. Grau
responde a este argumento diciendo que el sexo no es algo para probar como
un carro nuevo o como ponerse un sombrero nuevo.f18 El sexo es sólo uno de
los ajustes en el matrimonio y es sumamente difícil ajustarse en este aspecto
aisladamente de todos los demás ajustes normales de la unión conyugal. En la
mayoría de los casos lo que está ocurriendo es nada más que la
“absolutización” del placer sexual que Grau denomina una “caricatura del amor”
y no un amor verdadero.f19
5. Otra razón en contra del sexo prematrimonial es la que se crea muchas veces
después de la unión matrimonial, los celos. La conclusión, al final de cuentas, es
que no se sienten seguros el uno del otro por la facilidad de la conquista (si
cede tan fácil conmigo, ¿cómo voy confiar en ella?) o por la forma agresiva y
suave (si pudo persuadirme a mí, ¿cómo voy a confiar en él?). La realidad es
que aquellos que se casan habiendo experimentado sexualmente entre ellos y/o
con otros tienden a ser más infieles y más egoístas en el matrimonio.
6. Además de todas las razones anteriores es la de tomar en cuenta los
consejos bíblicos en cuanto a la fornicación, porque el sexo prematrimonial es
exactamente aquello. La fornicación y el adulterio causan la desintegración
moral de una persona, trayendo consecuencias hasta sobre la nación si es una
característica de su ciudadanía . (<240302>Jeremías 3:2-5.) Es algo que Dios detesta
y reprueba. El profeta Oseas amonesta que la fornicación, como el vino y el
mosto, quita el juicio. (<280411>Oseas 4:11.) Cuando Pablo describe la mente
reprobada que rechaza a Dios y que es rechazada por Dios, la fornicación es
una de las primeras características en la lista. (<450128>Romanos 1:28-32.) O sea,
la fornicación refleja una rebelión contra Dios y una desintegración moral. Para
el joven cristiano, la fornicación constituye algo sumamente dañino en su
carácter moral y espiritual y afecta directamente el testimonio del mismo. La
vida así desmoralizada de los cristianos es causa de tristeza en la iglesia y exige
el arrepentimiento para que haya una restauración a una sanidad mental y
espiritual. (<471202>2 Corintios 12:21.)
7. Por último, el sexo prematrimonial, según <460601>1 Corintios 6:12-20, frustra el
propósito que Dios tiene para con el cuerpo del hombre, especialmente el del
cristiano. Pablo explica que Dios ha diseñado que el cuerpo sea para lo más
alto y digno de la vida, para lo sano y lo edificante; es decir, el cuerpo es para
el Señor (v. 13). Dios planifica dignificar nuestros cuerpos con la resurrección
por su poder, igual como hizo con Cristo (v. 14). Es por este motivo que él no
quiere que entremos en la bajeza de una vida impura (vv. 15, 16). Además,
mientras estemos en el cuerpo, nos recuerda que pertenecemos a él y que él
habita en nosotros; hasta considera que nuestros cuerpos sirven de templos
para el Espíritu Santo (vv. 17, 19). De modo que la fornicación ensucia la
morada del Dios Santo e influye sobre nuestros pensamientos y acciones. Es un
tipo de suicidio espiritual (v. 18). Por lo tanto, se debe siempre procurar
glorificar al Señor tanto en el espíritu como en el cuerpo, para encontrar las
fuerzas para poder “huir de la fornicación” (vv. 18, 20).
Por todas estas siete razones, diríamos entonces que el sexo prematrimonial no
prepara a nadie para el matrimonio, sino que es la causa de desconfianza,
celos, desorientación y desintegración moral.
EJERCICIOS DE APRENDIZAJE
Cuestionario:
1. ¿Cuales son las tres decisiones que normalmente cada uno toma en la vida?
2. ¿Dónde comienza la preparación para el noviazgo? ¿Por qué es así?
3. ¿Cómo se puede definir un amigo?
4. Diga cuatro elementos positivos para la formación de amistades.
5. En este capítulo se encuentran dos juegos de listas de cualidades que se
recomiendan para ayudar en la selección de cónyuges. De la primera lista,
indique seis cualidades que usted considera de mayor transcendencia.
De la segunda lista, indique lo que usted considera que la pareja debe tomar en
cuenta al calificar su compatibilidad. Dé unas seis sugerencias.
6. Si los padres se oponen, ¿cuál sería una reacción sabia de los novios?
7. Mencione las siete áreas de diferencias que deben ser tomadas en cuenta
por los jóvenes en su selección de novio o cónyuge.
8. Mencione cinco facetas del amor maduro y cinco del inmaduro que usted
considera de mayor importancia, estableciendo con ellas un contraste.
9. ¿Cuáles son las siete razones por las que el sexo prematrimonial no es
aconsejable para los jóvenes?
10. ¿Para qué son las caricias?
Un Tema para Desarrollar:
Si usted tuviera que dar una conferencia sobre el problema del sexo
prematrimonial, ¿cómo desarrollaría un bosquejo de los temas o ideas
relacionados con el problema?
Lecturas Afines:
LA SEGUNDA CONFERENCIA:
LAS BASES BÍBLICAS DEL HOGAR CRISTIANO
El consejero les dará oportunidad de compartir sus preguntas y/o sus
respuestas a la tarea o a cualquier asunto pendiente de la sesión anterior. Se
repasará la tarea y el pastor les aclarará las bases esenciales del matrimonio.
Sería bueno resumir para ellos el contenido del capítulo uno de esta obra sobre
la naturaleza y los propósitos del matrimonio.
Si los novios son cristianos hay que hablarles de su servicio en la iglesia y su
fidelidad a las normas bíblicas para la vida cristiana. Si uno de ellos todavía no
ha aceptado al Señor, será preciso guiarle a tomar este paso.
Además, es menester examinar los fundamentos de la vida espiritual. Deben
reconocer que el pecado y el egoísmo debilitan toda relación humana y que
ellos precisan tener actitudes cristianas al respecto. He aquí un bosquejo para
guiar la presentación de las bases bíblicas del hogar cristiano.
1. El Problema del Pecado en la Vida del Cristiano. (<620106>1 Juan 1:6-9;
<460201>
1 Corintios 2:12-3:3; <450714>Romanos 7:14-25.)
(1) La persona que cree que no tiene fallas, ni que ha pecado está fuera de la
realidad.
(2) La manera mejor para controlar el pecado en nuestras vidas es confesarlo.
(3) La carnalidad nos lleva a cometer pecados que sabemos que se deben
evitar.
(4) Vivir carnalmente frustra los ideales de la vida cristiana. (<480516>Gálatas 5:16,
17)
2. Relaciones Exitosas en Cristo (<450801>Romanos 8:1-10; <480522>Gálatas 5:22-26;
<500201>
Filipenses 2:1-11.)
(1) El egoísmo y el orgullo producen tensiones sobre el matrimonio, mientras
que el amor y la comprensión lo hacen crecer y profundizarse.
(2) Querer ver al otro edificado y feliz resulta en servirle y pensar positivamente
hacia él o hacia ella. (<500201>Filipenses 2:1-11.)
(3) El Espíritu Santo capacita a cada uno para poder aplicar los principios
cristianos a su relación conyugal y familiar. Dios en nosotros produce el fruto de
amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza.
(4) El Espíritu Santo puede controlar la vida del cristiano que le pide hacerlo y
que le permite mantenerle limpio de pecado lo cual se experimenta por la
confesión (<620109>1 Juan 1:9.)
(5) Es imprescindible que la pareja establezca desde ya el hábito de leer la
Biblia y orar juntos, especialmente orando por el perdón de los pecados y la
dirección del Espíritu en sus vidas.
3. La Naturaleza del Amor. (<620407>1 Juan 4:7-11; 1 Corintios 13.)
(1) El amor es el profundo afecto y entrega de uno para llenar las necesidades
de la otra persona. Es el darse uno mismo en un sentido de sacrificio como
Cristo se dio a sí mismo para redimirnos (Ef 5:25).
(2) La lista de cualidades del amor de 1 Corintios 13 no puede ser superada.
La pareja hará bien en estudiar este pasaje y escribir una lista de los restantes
aspectos del amor.
Un buen libro que la pareja debe leer, que combina las bases del matrimonio y
el aspecto espiritual de la vida cristiana es, A los Que Dios Ha Juntado en
Matrimonio por David Mace.
La Tarea para la Próxima Sesión
La tercera entrevista con el pastor será realizada por separado. Lo que sigue es
un análisis que cada uno ha de escribir, pero que será guardado en estricta
confidencia. Tampoco deben ellos compartir sus respuestas antes de estas
sesiones aparte. Deben escribir sus respuestas a las siguientes preguntas:
1. ¿Por qué quiere usted casarse con esta persona? (Dé por lo menos diez
razones.)
2. ¿Cuáles metas tiene usted para su matrimonio, cuáles esperanzas y sueños?
3. ¿Cuáles son sus propias características positivas y negativas que podrían
contribuir o destruir el matrimonio?
4. ¿Cuáles son las características positivas y negativas del otro (novio o novia)
que podrían contribuir o destruir el matrimonio?
5. ¿Cuáles conceptos tiene sobre su papel como esposo o esposa y qué espera
del papel de su consocio matrimonial?
6. Mencione algunas características de su futuro(a) esposo(a) que usted
quisiera cambiar.
En este punto de las entrevistas, sería de gran utilidad para la pareja leer juntos
el libro Comunicación, la Clave de la Felicidad Conyugal por H. Norman
Wright.
LA TERCERA CONFERENCIA:
REVELÁNDOSE Y COMPRENDIÉNDOSE
Primeramente la señorita tendrá una conferencia aparte con el pastor. Para
evitar chismes y para ayudar a la joven a sentir libertad para hablar, tal vez sería
aconsejable que la esposa del pastor estuviera presente durante esta entrevista.
Ella tanto como el pastor deben guardar la confidencia de lo que se divulga en
privado.
Se necesita tiempo para que la señorita sienta la libertad para expresar
cualquier sentimiento que ella ha reprimido cuando estaban en las entrevistas
anteriores porque estaba en presencia del novio. Si en las sesiones anteriores el
pastor notó alguna excitación de parte de la señorita para responder a ciertos
temas, ahora los puede volver a tocar. Se dedicará tiempo a los problemas que
ella imagina que puedan surgir en su matrimonio futuro.
Después, el consejero preguntará por las impresiones de la novia en cuanto a la
tarea asignada para esta sesión. Normalmente en este contexto se revelarán las
tensiones que existen tanto como las áreas de ajuste que serán necesarias en el
matrimonio. Se debe hablar sobre los conceptos de los papeles del esposo y
de la esposa. El propósito de este ejercicio es el de detectar cualquier
diferencia de grandes proporciones en las perspectivas y esperanzas de los
dos. Las mismas preguntas se repiten al novio en su turno con el pastor.
La información compartida en las dos sesiones aparte debe ser estrictamente
guardada. El propósito del consejero no es señalarles las áreas de grandes
divergencias, sino tener conocimiento del pensamiento de cada uno para
planificar la próxima sesión sobre los ajustes. Si se contrastan demasiado en
algunas áreas, hay que mencionar aquellas áreas, pero no la información
específica que expresaron. El pastor sí ayudará a cada uno a encarar y evaluar
sus opiniones acerca de sus cónyuges y su matrimonio futuro. Además, en estas
sesiones individuales sería aconsejable averiguar el criterio de las respectivas
familias en cuanto al matrimonio de la pareja. Esta también es información para
la próxima entrevista sobre ajustes en el matrimonio.
La Tarea para la Próxima Sesión
La pareja, juntos o por separado, debe preparar un presupuesto que
demuestre la distribución de los ingresos que tendrán como esposos. Si no lo
han hecho todavía, sería bueno que ellos leyeran el libro por David Mace, A los
Que Dios Ha juntado en Matrimonio, especialmente la segunda, la tercera y
la cuarta partes que tratan varios de los ajustes en el matrimonio. Además, es
muy importante que estudien la relación ideal entre el esposo y la esposa como
está presentada en <490521>Efesios 5:21-33 y <600301>1 Pedro 3:1-8. También deben
familiarizarse con las responsabilidades de los padres a sus hijos según
<490601>
Efesios 6:1-4; <550315>2 Timoteo 3:15 y <421111>Lucas 11:11-13.
LA LUNA DE MIEL
El propósito de la luna de miel es, según Bowman, “hacer la transición de la
vida de soltera a la de casada con mayor facilidad y el menor número de
obstáculos.”f24 Esto se logra teniendo un tiempo aparte para comenzar de veras
a “conocerse”. Antes pensaban que se conocían, pero ahora no hay fachadas ni
“pantallas”, por cuanto la pareja vive en íntima comunión y lo que son, se ve.
La luna de miel también sirve para darles un descanso después de tanta
agitación en los preparativos. Es el tiempo para comenzar la vida en una etapa
de intimidad y confianza.
El lugar para realizar este comienzo debe ser determinado por tres factores: en
donde pueden estar solos; aislados por unos pocos días de los amigos y
familiares; y suficientemente lejos para lograr los primeros dos puntos pero que
no les cueste tanto dinero que les deje endeudados.
La duración de este viaje debe ser de suficiente tiempo para descansar y dar
los primeros pasos en la adaptación, pero no tanto para aburrirse. El costo
depende de las circunstancias particulares, pero como regla general, no debe
gastarse dinero que se necesita para establecer el hogar. El regreso a la vida
normal no debe ser un anticlímax, sino la entrada a experiencias más profundas
y ricas.
EJERCICIOS DE APRENDIZAJE
Cuestionario:
1. ¿Por que, a menudo, existe una ignorancia en cuanto a los papeles de los
cónyuges, como esposos y como padres?
2. Dé tres razones por qué debemos proveer consejos prematrimoniales a los
novios.
3. Mencione los cuatro propósitos en recibir los consejos pastorales antes de
casarse.
4. Evalúe las cinco conferencias sugeridas, las cuales el pastor debe realizar con
una pareja de novios, exponiendo tanto lo que usted cree es constructivo como
lo que usted haría de otra forma.
5. ¿Para qué sirve la ceremonia nupcial en el templo?
6. Dé algunas razones del por qué tener una luna de miel y cómo ésta debe
realizarse.
Para la Dinámica de Grupo:
1. La idea de solicitar al pastor sus consejos cuatro o seis meses antes del
matrimonio de una pareja, ¿es algo bueno?, ¿es factible?
2. ¿Debe el pastor exigir las conferencias con los novios? ¿Qué haría usted con
una pareja que resiste someterse a estos períodos de consejos? ¿Sería
necesario en algunos casos realizar un número menor de conferencias? En tal
caso, ¿cuáles tendría y en qué orden arreglaría usted las conferencias?
Un Tema para Desarrollar:
PAPELES EN EL MATRIMONIO
Uno de los primeros ajustes que encara la pareja cuando se casan es el de
aceptar su nuevo estado de esposo y esposa. ¿Cómo es ser esposo y tomar las
riendas de un hogar, dirigiendo las múltiples decisiones cotidianas? ¿Cómo es
ser cabeza del hogar? ¿Cómo debe sentirse como esposa? ¿Sumisa?
¿Obediente? ¿Contenta y cumplida? Sin duda esta es la primera etapa que la
pareja tiene que superar.
El ajuste requiere que los esposos tengan un sentido de identidad con sus
papeles masculinos y femeninos, de ser compañeros en una íntima unión y de
comenzar a actuar como un equipo. La cuestión primordial en cuanto a los
papeles es la del liderazgo ¿Quién dirige la empresa? Si el hombre es líder en la
relación y en el hogar, ¿cuál es el papel de la esposa? En la mayoría de hogares
se da por sentado que el hombre dirige la empresa y que la esposa le es
sumisa. Pero aun en este arreglo, el hombre generalmente depende de ella para
desempeñar las funciones de ser esposa, comprar los alimentos y criar los
niños. Con frecuencia el esposo le otorga bastante autoridad o libertad para
operar en su campo de responsabilidad y espera que lo haga.
Pablo enseña que debe existir una línea de autoridad en el hogar que comienza
con Cristo, pasa al varón y de él a la mujer (<461102>1 Corintios 11:2-12.) Por lo
tanto, la mujer debe vivir en sumisión al esposo, especialmente cuando Cristo
es la cabeza de aquel esposo. (<461103>1 Corintios 11:3.) En las ocasiones cuando
Pablo enseña que las mujeres deben sujetarse a sus maridos (<490522>Efesios 5:22,
24; <510318>Colosenses 3:18), se puede interpretar que Pablo usa la voz media;
esto quiere decir que las esposas voluntariamente se sometan a sus esposos.f35
En <490521>Efesios 5:21 Pablo sugiere un sometimiento mutuo: “Someteos unos a
otros en el temor de Dios”. Por cierto, Pablo enseñaba que una igualdad existe
entre todos los que son cristianos: “Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni
libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús”
(<480328>Gálatas 3:28).
El punto es que en Cristo los dos comparten una vida especial que les provee
mayores posibilidades de poder actuar como el mismo Señor que vino a servir
en vez de ser servido. Son responsables el uno al otro para cumplir sus papeles
como ya están bíblicamente establecidos. Pero también en Cristo hay una
igualdad que hace a cada uno considerar y honrar al otro con el fin de
edificarse en amor. Sería bueno para los dos referirse concienzudamente a las
descripciones de los papeles en <490521>Efesios 5:21-33 y <600301>1 Pedro 3:1-7. En
el primer pasaje, el énfasis es sobre los papeles del esposo y en el segundo,
sobre los de la esposa. También el sometimiento muto da oportunidad para el
ejercicio de los dones que cada uno tiene. Es decir, que a cada uno se le debe
permitir funcionar al máximo de sus capacidades en reconocimiento de los
dones que el Señor mismo les dio cuando les salvó (<461207>1 Corintios 12:7-12;
<600410>
1 Pedro 4:10.) Si la esposa tiene mayor capacidad en la administración de
fondos o del negocio, sería sabio tomarlo en cuenta en la división de
responsabilidades en el hogar. En vez de dejar que esta realidad sea una
amenaza para el esposo, basándose en las Escrituras, él puede gozarse en tener
una ayuda “idónea”.f36
LA INTIMIDAD EN EL MATRIMONIO
Un diccionario define la intimidad como la “amistad, cercanía, comunión,
familiaridad, lo que pertenece al ser más interno, (y) relaciones sexuales”. En el
hogar, la intimidad está estrechamente ligada a la disminución de nuestra
soledad, la satisfacción de nuestra “hambre del corazón” y la participación en el
maravilloso proceso de llenar la necesidad del otro. Tenemos que mantener en
mente que la intimidad es un camino y no una meta. Es un proceso, una forma
de actuar, un modo de pensar que reconoce lo beneficioso de guardar este
valor aun en medio de los cambios y las tensiones súbitas y normales de la vida.
Por cierto, hay aquellos momentos de cercanía que experimentamos, pero
mejor es cuando aquella cualidad tiene continuidad y estabilidad, porque hace
perdurar y endulzar las relaciones cercanas.
Howard J. Clinebell y su esposa, Charlotte, describen cinco configuraciones
comunes de la intimidad en las relaciones conyugales.f37 La primera es aquella
del hábito conflictivo, cuando pelear es casi el modo de vivir. El segundo tipo
es el sin vitalidad, cuando el ardor del amor se ha vuelto frío y ellos se resignan
a vivir en su “jaula de hábitos”, asumiendo que todos los matrimonios son así.
La tercera clase de matrimonio es el cordial y pasivo, en el cual no han perdido
el sentido de excitación porque desde el comienzo ellos han sido pasivos
cordiales y convencionales, compartiendo algunos intereses comunes. Sin
embargo, para ellos el sexo toma un lugar de poca importancia. El cuarto modo
es el vital, donde los consocios están intensamente absorbidos sicológicamente
en la vida que comparten, encontrando su razón de vivir en aquella relación. La
relación “total”, la quinta forma, se distingue de la vital en que simplemente hay
más áreas de acuerdo y de compartimiento entre ellos.
Las áreas de la intimidad incluyen lo sexual, lo emocional (sintonizando las
señales del otro), lo intelectual (cercanía en cuanto a ideas), lo estético
(compartiendo experiencias buenas y bellas), lo creativo (les gusta crear
juntos), lo recreacional (jugando y divirtiéndose juntos), el trabajo
(compartiendo tareas comunes), las crisis (cercanía para enfrentar problemas y
dolores), lo conflictivo (encarando y resolviendo dificultades y diferencias), los
compromisos (compartiendo mutuamente el cumplir de los deberes), lo
espiritual (la unidad que trae oración familiar y servicio a Dios) y la
comunicación (la fuente de toda intimidad).f38 Cada pareja puede y debe medir
el nivel de su intimidad reconociendo las áreas en que se sienten satisfechos y
aquellas en que sienten la necesidad de mejorar.
La intimidad es algo que puede crecer, pero también es algo que se puede
perder; o aún peor, morir. Los Clinebell señalan que no debemos concluir que
todas las parejas no pueden ni deben ser iguales, sino que cada una tiene la
opción de escoger lo que considera la forma óptima de intimidad para ellos
mismos. La intimidad es diferente para cada uno. En todos los matrimonios
experimentamos ciclos de acercamiento y de enfriamiento (o separación).
Algunas personas no pueden tolerar la cercanía de la otra persona, ni pueden
compartir sus pensamientos, ni su cuerpo, sino solo por períodos breves. Sin
embargo, casi todos deseamos más intimidad de la que hemos encontrado
hasta ahora. Todos hemos visto las paredes erigirse con mucha facilidad y
rapidez en las relaciones conyugales y familiares, y todos hemos sufrido
deseando que se achicaran o desaparecieran. Siendo esta la experiencia de casi
todas las parejas, hay esperanza para aquellos que realmente están dispuestos a
buscar cómo desarrollar su máximum de gozo, placer y creatividad en su
relación matrimonial.f39
Los Clinebell dan cuatro sugerencias que contribuirán al crecimiento de la
intimidad.f40 Dicen que el crecimiento ocurrirá en la relación matrimonial bajo
las siguientes condiciones:
1. Cuando los esposos corran el riesgo de abrirse el uno al otro.
Se sienten culpables, o amenazados, o si sufren de poca estima personal,
tienden a esconderse detrás de una máscara de autosuficiencia o de
autojustificación. Pero fingir es levantar paredes.
2. Cuando ellos aprendan a estar emocionalmente presentes con el otro.
Quiere decir que prestan atención uno al otro, deseando escucharle. También
es el estar relajados y dar fácil acceso a otros.
3. Cuando ellos desarrollan un alto grado de interés uno hacia el otro.
Es el querer ver al otro feliz, creciente y edificado; el buscar la oportunidad de
hacerle bien y servir de complemento a su vida, reconociendo que la idoneidad
también corresponde del hombre hacia la mujer.
4. Cuando hay una atmósfera de confianza basada en un compromiso de
fidelidad y continuidad.
Cuando ambas partes dicen: “Esta es nuestra circunstancia y nuestra relación,
y juntos resolveremos el problema”, andarán muy adelantados hacia la
intimidad.
CLAVES DE COMPAÑERISMO
Para terminar este capítulo, se considerarán algunas claves de compañerismo,
las cuales sirven como conclusiones para los cristianos en la práctica de la fe en
los ajustes matrimoniales.
1. La Primera Clave Es Mantener el Noviazgo.
El esposo no deje de cortejar a la esposa. Elam J. Daniel recalca que el
noviazgo contiene tres elementos:
(1) expresiones orales de amor;
(2) expresiones físicas (o mejor dicho, abiertas o tangibles) de amor; y
(3) la atracción física.f41
Fácilmente se ve lo práctico de todo esto. Los hombres harán mucho bien en
recordar que las pequeñas y frecuentes expresiones de cariño confirman la
necesidad de la esposa de sentirse segura del amor de su marido. El amor
nunca deja de ser. (<461308>1 Corintios 13:8.)
2. La Segunda Clave Es la Coparticipación
Como Pablo hizo hincapié con los corintios, a pesar de estar divididos, en ser
colaboradores de Dios (<460309>1 Corintios 3:9), también es esta una perspectiva
sana y sabia para la pareja. Pedro reconoció la importancia de funcionar juntos
en el matrimonio “para que no se estorben vuestras oraciones” (<600307>1 Pedro
3:7). El misterio de la idea de Pablo en <490521>Efesios 5:21, de que los dos se
sometan, el uno al otro, se explica por el hecho de vivir fomentando siempre un
respeto mutuo y de tomarse en cuenta en las decisiones y en el manejo del
hogar. La cooperación es un espíritu de edificación, honor, y de preferencia
para con el otro; en fin, es ver al compañero de la vida sumamente feliz en el
cumplimineto de su papel como cónyuge y pariente. (Véase otra vez
<490521>
Efesios 5:21-33 y <600301>1 Pedro 3:1-7.)
3. La Tercera Clave Es la Sumisión de la Mujer al Esposo.
Es un verdadero misterio, pero es algo fundamental en el plan de Dios para el
ajuste adecuado en el matrimonio. Hemos de recordar que esto es voluntario
por parte de la esposa. La Escritura nunca hace de la esposa una esclava del
marido. La Biblia presenta a la pareja el ideal de una mutualidad (<480328>Gálatas
3:28; <490521>Efesios 5:21), pero siempre exige que el hombre dé la pauta,
originando una expresión sincera y sacrificial del amor. (<490525>Efesios 5:25-29.)
Empero, la sumisión de la esposa tiene una función única en el manejo feliz de la
relación conyugal.
Larry Christenson presenta la sumisión como un medio, no como un fin;f42 es
decir, que no es un estado que se logra sino es la expresión genuina de la mujer
de ser el complemento para su marido. El dice que, en primer lugar, es un
medio de equilibrio social en el cual la mujer reconoce, espera y promueve que
el hombre tome la iniciativa y actúe responsablemente. El problema existe
cuando él abdica su autoridad para gobernar el hogar o cuando lo gobierna con
un espíritu demasiado autoritario o con falta de comprensión. Peor aún es
cuando la esposa domina el hogar y al esposo formando dos cabezas sobre él,
creando un estado que por lo menos, es inestable e inefectivo. Lo mejor y lo
ideal de la relación conyugal es, para el hombre, asumir su responsabilidad en
dirigir el hogar. Así los hogares prosperarán y se gozarán proveyendo una
estabilidad en la sociedad.
También Christenson estima la sumisión de la esposa como un medio de
protección. Según la misma naturaleza física y sicológica de la mujer, es lógico
para ella querer tener un galán para protegerla, y a su vez es parte de la razón
por la que Dios puso al hombre como autoridad para ella. En el caso de las
mujeres solteras y viudas, la iglesia es mandada a ser protectora de ellas.
(<440601>Hechos 6:1; <590127>Santiago 1:27; <540503>1 Timoteo 5:3-16.) Las amenazas
físicas, los sustos, las causas de la confusión sicológica y moral abundan en el
mundo actual. Es el plan de Dios ayudar a que la mujer tenga un medio de
protección. Por cierto, el hombre que lleva continuamente el escudo de la fe
cristiana y la armadura espiritual (<490610>Efesios 6:10-18) es el más capacitado
para proteger a su esposa y a su familia.
En tercer lugar, y el más interesante de todos, las mujeres tienen en la sumisión
un medio de poder espiritual. Christenson recalca que la sumisión “es mucho
más que una forma externa: es una actitud interna;... es un corazón cubierto con
un velo de honor y reverencia por su esposo”. f43 El espíritu o la actitud de
sumisión voluntaria es tan poderoso como lo fue para Cristo ante el Padre
celestial, quien lo usó para convencer al mundo de su profundo amor y de su
eterno deseo de salvar a todo aquel que en él crea. Pedro insinúa que la mujer
que está sujeta a su esposo tiene un poder de convencimiento sobre él. Como
él dice en <600301>1 Pedro 3:1; “para que también los que no creen a la palabra
sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas”. La forma de servir
al esposo, de querer verle contento y cumplido, de apoyarle en palabra y
oración, de atenderle en sus dolencias y afanes, preocupaciones e intereses, lo
convence de su buena intención hacia él y le motiva a participar en este amor y
aun devolverle a la esposa algo del fruto de aquella buena y santa actitud. A
veces la mujer da la pauta por su ejemplo, desplegando así un poder espiritual
que no necesita palabra, pero en muchas ocasiones inquieta al otro para saber
la razón de la esperanza que hay en ella. (Véase <600301>1 Pedro 3:1, 15.)
4. La Cuarta Clave Es el Concepto Bíblico de Ser Siervos el Uno del Otro.
Cuando dice Pablo en <490523>Efesios 5:23 que el hombre debe ser cabeza de la
mujer como Cristo es cabeza de la iglesia, surge una pregunta: ¿Qué abarca
ese “como”? Pablo expone en el versículo 25 que Cristo se dio a sí mismo en
amoroso sacrificio para salvar y santificar a la iglesia. Esto es parte del como.
También, en el versículo 27, dice que el esposo debe hacer lo que santifique o
bendiga a la esposa, que la cuide de todo lo que pueda arruinar su vida (“sin
mancha”). También es parte del como. Debe amarla como a su propio cuerpo
(vv. 28, 29), y poner en función la regla de oro. (<400712>Mateo 7:12.) Lo
maravilloso de todo esto es que, sí, funciona; es decir, que cuando el esposo
actúa hacia la esposa como Cristo actúa hacia la iglesia, la vida conyugal
funciona mejor y produce los frutos gloriosos que el Señor mismo diseñó en su
plan maestro para las relaciones conyugales (véase <490527>Efesios 5:27). Dijimos
al comienzo de este punto que el servicio es un campo para ambos cónyuges.
La sumisión de la mujer es este mismo punto dicho en otra forma. Lo cierto es
que si el hombre mantiene un espíritu servicial hacia su esposa muy poco
problema tendrá ella en someterse a él.
Estos principios pueden frustrarnos grandemente, porque desde la niñez nuestra
experiencia no nos ha preparado para actuar según el concepto de que el
noviazgo, coparticipación y sometimiento sean medios para lograr el
compañerismo matrimonial, sino que nos ha enseñado a considerarlos como
meros deberes en sí.
Sin embargo, el esposo esta siendo retado y animado desde la misma Escritura,
a intentar actuar con la esposa y los suyos como Cristo actuó y actúa con la
iglesia. Sólo Cristo puede convencerle de que vale la pena vivir de este modo.
Algunos, especialmente los esposos, responden que todavía temen que estos
principios les restarán autoridad. Pero ¿perdió Cristo autoridad por morir en la
cruz? ¿Se sometió a la voluntad del Padre celestial porque era débil? Cristo
sabía, al darse en sacrificio, que iba a convencer a muchos del amor de Dios
para con la humanidad. (<450508>Romanos 5:8.) <431232>Juan 12:32 nos indica que
Cristo calculaba que por morir en la cruz él iba a traer a todos a sí mismo. Así
ha sido desde entonces. Es una paradoja de poder espiritual que el que quiere
ser el número uno (o rey o reina del hogar) debe ser siervo de todos. Si ha
servido este principio para que el Señor de la gloria se relacionara con el
mundo y para ganar nuestro aprecio, ¿no nos puede servir también para
guiarnos en nuestras relaciones más cercanas?
EJERCICIOS DE APRENDIZAJE
Cuestionario:
2. Antepasado familiar
3. convicciones de lo bueno y lo
malo
4. Ideales respecto al hogar y la
familia
5. Educación (cuánto cumplida)
6. Fe religiosa
7. Deseos e intereses
vocacionales
8. Interés en el trabajo del otro
El sexo debiera ser visto como algo normal y sano dentro del matrimonio. No
es algo sucio y mundano. Dios lo creó y es seguro que tenía propósitos buenos
y saludables en hacerlo. Este estudio abarcará una investigación de términos y
casos bíblicos, unos factores de confusión sobre el sexo con perspectivas
antiguas y modernas, elementos esenciales de un criterio cristiano sobre el sexo
dentro del matrimonio y la planificación familiar.
EL SEXO EN LA BIBLIA
En la creación Dios hizo al hombre y luego a la mujer, tomando del hombre una
costilla y así formando algo del hombre para el hombre. Es importante notar
que Dios, al terminar toda la creación culminando con el hombre, dijo: “Es
bueno en gran manera” (<010131>Génesis 1:31). Obviamente Dios se complació con
todo lo que vio en éste, el hombre, la máxima expresión de su creatividad; esto
incluyó la sexualidad del hombre y de la mujer. Además, <010127>Génesis 1:27 dice
que el hombre y la mujer fueron creados a la imagen de Dios. Lo que hay en
ellos es un reflejo del mismo creador; eso es que ellos son creados también. Así
la procreación es una extensión del plan de Dios.
No debemos concluir que Adán y Eva eran totalmente inocentes (o ignorantes
del sexo) en el huerto de Edén antes de la caída en pecado. Debemos tomar en
serio lo que Dios les mandó hacer en <010224>Génesis 2:24, 25: “El hombre... se
unirá a su mujer, y serán una sola carne.” Aun en el enlace matrimonial, que
seguramente involucraba el trato sexual, “no se avergonzaban”. Recordemos
que la primera función y propósito del matrimonio es el compañerismo. La
mujer le fue dada al hombre para que no estuviera solo y para ser ayuda
idónea, o sea su compañera. (<010218>Génesis 2:18.)
Hay que entender bien lo que quiere decir “una sola carne”. La idea de carne
ha sido tradicionalmente interpretada como algo que implica pecado. En
<010224>
Génesis 2:24 encontramos la palabra basar que significa el cuerpo
humano. También puede ser la totalidad de la persona. (Véase <191609>Salmo
16:9.) En el Nuevo Testamento la palabra usada para la carne en esta frase,
“una sola carne”, es sarx. (Véanse <401905>Mateo 19:5, 6; <411008>Marcos 10:8;
Efesios 5:31.) Aunque sarx es usado para expresar lujuria (deseos de la
<490531>
PLANIFICACIÓN FAMILIAR
Para terminar este capítulo, se considera importante aclarar uno de los fines
principales del sexo dentro del matrimonio: engendrar niños. Ha sido lo más
natural para una pareja, desde que Adán y Eva comenzaron el proceso. Dios
dijo a aquella primera pareja en forma de una bendición: “Fructificad y
multiplicaos: llenad la tierra, y sojuzgadla...” (<010128>Génesis 1:28). Ellos y sus
herederos tomaron en serio la primera parte del mandato de Dios, pero sólo es
en esta segunda mitad del siglo veinte que hemos llegado a presentar atención al
asunto de “sojuzgar” la creación, particularmente con referencia al número de
niños que procreamos.
La planificación familiar, debe ser bien entendida como la decisión responsable
de los esposos para tener solamente el número de niños que quieren y creen
que pueden criar. El doctor José G. Carrero, de San Cristóbal, Venezuela dice:
...no es otra cosa que una intervención médica que tiene el propósito de
dirigir y cuantificar la procreación de los hijos que una pareja puede
tener, cuidar y educar óptimamente.f61
Todos los niños son dádivas de Dios. (<19C703>Salmo 127:3-5.)f62 La pareja
cristiana debe considerar la posibilidad de tener cuantos niños cree poder
preparar adecuadamente para una vida cristiana y productiva.f63
Para realizar una planificación familiar, normalmente hay que practicar el control
de la natalidad. La razón por querer hacer esto son ciertos factores y presiones
sociales y personales. En lo social, la presión más grande viene de la explosión
demográfica. En el mundo actual hemos llegado a la suma de casi cuatro
billones de habitantes. Esto ha traído una creciente presión sobre el espacio
vital y los limitados recursos disponibles. Hay muchas voces levantándose en un
esfuerzo de hacer conciencia en la ciudadanía mundial de la crisis que ya existe.
Es tarea de los cristianos actuar conscientemente a la luz de esta necesidad y
también recordar la seriedad de la segunda parte de <010128>Génesis 1:28.
Una razón personal de planificar el tamaño de la familia puede ser la salud de la
madre, especialmente si existe el peligro de perder la vida por estar encinta.
Algunas mujeres sufren grandemente por el proceso del embarazo y sus
cuerpos se debilitan mucho. Es justificable tomar en cuenta su salud. También,
cuando se descubre que hay enfermedades en uno de los cónyuges que pueden
causar que un niño nazca físicamente defectuoso, hay justificación para prevenir
el nacimiento. Otra buena razón, y quizá la más usada, es la de procrear sólo el
número de niños que la pareja considera que son capaces moral, espiritual,
emocional, y económicamente de criar, educar y guiar. Sin embargo, no es
justo evitar tener niños simplemente porque la pareja quiere subir su nivel
económico de vida.
Son siempre de alta importancia los motivos de la pareja en este asunto. No se
puede justificar el evitar la concepción por razones de baja moral. (Véase el
caso de Onán. <013808>Génesis 38:8-10.) Pero si guardan los altos motivos de su
amor, tales como el compañerismo, la buena comunicación y la satisfacción
mutua, con el fin de seguir la dirección de Dios, tendrán un sentido de haber
cumplido el deber conyugal (<460703>1 Corintios 7:3) y de haber sojuzgado algo de
la creación que es su responsabilidad —la procreación. (<010128>Génesis 1:28.)
Para efectuar algún control de la natalidad se necesita el conocimiento de
algunos métodos. La mayoría de los métodos involucra una intervención
médica, con la excepción del método del ritmo (o el natural). En este, la pareja
simplemente calcula el período de los 4 o 5 días cuando ella está ovulando y
evitan la cópula en este tiempo. También pueden medir la temperatura de la
esposa diariamente porque en el momento de la ovulación hay una repentina
subida de la temperatura corporal. f64 Sin embargo, aun con este método, hay
que tomar precauciones extras.
Los otros métodos del control de la natalidad son de índole médico. No hay
ninguno que sea perfecto para todas las parejas. Es aconsejable siempre
consultar a un médico para recibir su prescripción e instrucción sobre el
método que él considera mejor basado en su análisis del caso y el estado físico
de la pareja, especialmente el de la mujer.
Estos métodos médicos incluyen la “píldora” o anticonceptivo oral, el
diafragma, cremas, gelatinas o espumas, y el dispositivo intrauterino. La píldora
y el dispositivo en general han sido los más efectivos. Otros dos métodos por
medio de la cirugía son los de ligar las trompas de la mujer o que el hombre se
someta a la vasectomía, o sea cortar los conductos espermáticos que llegan
cerca de la piel del escroto. Estos últimos dos son medios permanentes y se
consideran como actos de esterilización.f65
Lo malo de todos estos nuevos métodos de anticoncepción es la posibilidad de
algunos abusos. Los jóvenes y los de mala intención se aprovechan de ellos
para experimentar o para vivir en promiscuidad. Sin embargo, los abusos no
anulan sus usos legítimos dentro del matrimonio, porque fue para tal empleo
sano que han sido diseñados. Como ha sido el caso desde la creación, el
pecado del hombre ha sido la distorsión y el abuso de lo bueno creado por
Dios. Debemos como cristianos siempre guardar toda reverencia para esta
faceta de la buena creación de Dios (<010131>Génesis 1:31), expresamente lo
sexual dentro del matrimonio.
EJERCICIOS DE APRENDIZAJE
Cuestionario:
1. ¿Por qué se debe ver el sexo como algo normal y sano dentro del
matrimonio?
2. ¿Qué quiere decir “una sola carne”?
3. ¿Por qué no puede ser el acto sexual una simple función biológica o física?
4. ¿Cómo se entiende la poligamia del Antiguo Testamento? ¿Ha sido alguna
vez aprobada por Dios?
5. Lea <200515>Proverbios 5:15-19; <210907>Eclesiastés 9:7, 9: Cnt. 6:6-12. ¿Cuál es la
actitud de estos escritores bíblicos hacia el sexo en el matrimonio?
6. Complete esta oración desde el Texto: Pablo apoyó el celibato como un
estado de mayor Para las cosas del señor, pero nunca lo destacó
como algo de superior sobre el matrimonio. Pablo también reconocía
que era necesario tener un don de dios para vivir la vida célibe. ¿Cuál don es?
No debe sorprendernos que no exista ni una sola pareja que puede cruzar los
mares del matrimonio sin encontrarse en alguna tormenta. El doctor Clyde
Narramore sugiere que quizá la razón de esta realidad es que “nadie está
emocionalmente sano en todas las ocasiones.”f66 Aunque los conflictos son
naturales en el matrimonio, es preciso reconocer que hay diferencias o grados
de conflicto. En este estudio se propone distinguir entre las varias formas de
conflicto, investigar algunas causas de ello, presentar unas guías para manejar y
resolver los conflictos y examinar el muy importante e interesante arte de la
comprensión: la buena comunicación.
CAUSAS DE CONFLICTOS
Las causas de conflictos son múltiples y generalmente más de un factor
contribuye a que la pareja se confunda y experimente una rotura de relaciones.
Los factores pueden ser debidos a la salud mental, al trasfondo cultural o a las
experiencias personales. Hará bien la pareja percatarse de por qué sufren estos
frustrantes momentos de disgustos.
Hay unos tres factores normales de salud mental que pueden influir en el
consorcio para crear desavenencias.f69 Si en la niñez, uno o ambos han sufrido
mucha rigidez, crítica, falta de amor y comprensión, es probable que ahora
respondan a los conflictos con una ultrasensibilidad, que se estremezcan en
autodefensa, que actúen irresponsablemente y que huyan de las relaciones
profundas. En otras palabras, el trato duro y la falta de amor durante la niñez
puede resultar en una inestabilidad mental que impide que los adultos se
relacionen satisfactoriamente como pareja. Estos individuos necesitan que
alguien les ayude a entenderse a sí mismos. Esto se puede hacer aceptando sus
acciones como algo natural debido al acondicionamiento que recibieron durante
la niñez y la adolescencia. Otro factor de salud mental es el del “complejo de
culpabilidad.” No debemos ser sorprendidos cuando sintamos culpa por haber
fallado. No somos infalibles. <241709>Jeremías 17:9 dice: “El corazón es engañoso
por sobre todas las cosas, es excesivamente perverso, corrompido y grave,
mortalmente enfermo.” El pecado en nuestra vida destroza la confianza,
robando la felicidad y haciéndonos irritables. Es la ocasión para ejercer aquella
valiosa virtud espiritual y escritural: el perdón. Puesto que somos imperfectos,
viviendo en un mundo imperfecto y con un cónyuge imperfecto, ejercitemos con
regularidad la función genuinamente cristiana de buscar el perdón de Dios y de
perdonarnos el uno al otro (<620108>1 Juan 1:8, 9). Así se nos devuelve el equilibrio
mental y racional. David Mace comenta que “La verdad es que toda la amistad
del matrimonio, en último término, está basada sobre el perdón. Dos personas
incapaces de perdonar no pueden durar en una vida juntos, como pareja de
casados.”f70
Un tercer factor de salud mental se ve en algunas personas sobre las cuales las
crisis se acumulan hasta que entran en un estado de depresión. En aquel estado
experimentan una desorientación hacia la vida, la cual se caracteriza por
emociones apáticas y flemáticas. “A veces, se desarrollan graves sentimientos y
sensaciones a causa de la pérdida de uno de los padres (o del cónyuge) por
separación, divorcio, muerte o falta de una mutua respuesta emocional.”f71 Se
nota en los niños deprimidos una baja tanto en rendimiento como en
cumplimiento en la escuela, a pesar de que sean inteligentes. Es mejor que un
siquiatra o un consejero profesional trate a la persona así afectada. No es fácil
resolver estos estados emocionales, aunque con tiempo, si las lesiones mentales
no son tan graves, la persona puede rehabilitarse, especialmente si recibe un
trato suave y comprensivo de los suyos.
Además de estos tres factores de salud mental, con demasiada frecuencia los
conflictos brotan de la inmadurez emocional, que es fruto del egoísmo, de haber
sido mimado por los parientes (la madre especialmente) o de estar sufriendo
bajo uno de los tres factores de desajuste emocional ya descritos. Se espera
que el capítulo dos y el actual sean útiles para orientar y recapacitar a los
inmaduros emocional y espiritualmente de modo que aprendan a valorizar a la
otra persona antes de que exijan tantas cosas para sí mismos. Se les
recomienda leer y meditar en el mensaje de <500201>Filipenses 2:1-11. Aquella
sabiduría sí puede moverles de la superficialidad a la profundidad en sus
relaciones personales.
Otra causa de los conflictos es una serie de factores que provienen de los
trasfondos culturales de la pareja. Quizá no hay una influencia igual en la cultura
latina como la del machismo. Esta cualidad se expresa por lo menos en dos
maneras, por ser autoritario y egoísta. El hombre asume que él debe ser
respetado y obedecido en el hogar, porque así ha sido su formación. El tiene la
autoridad final sobre la esposa y los niños. El problema es en que no siempre
da buen ejemplo y mientras más exigente es más se rebelan los familiares contra
él. Por lo general, el poder o la autoridad absoluta (también cuando se pretende
tenerlas) es contraproducente en las relaciones humanas.
El egoísmo del machismo es más destructivo aún en la buena marcha de la
relación entre los esposos porque, primeramente, convierte a la señora en un
objeto para complacer al hombre. Tampoco estima a los hijos como a
personas de valor en sí mismos sino como evidencia de su potencia varonil. El
hombre cristiano se servirá a sí mismo y a su familia por prestar mucha atención
e intentar poner en práctica las instrucciones de <411044>Marcos 10:44, 45 (es
mejor servir que ser servido); <500201>Filipenses 2:1-11 (valorizar a otros es actuar
como Cristo); y <490525>Efesios 5:25-29 (el amor nos lleva a sacrificarnos por los
que amamos). Por cierto, solamente el hombre cristiano puede lograr
comprender y ser motivado a modificar su comportamiento por el de su Señor
y Salvador.
Del trasfondo latino también es común sufrir conflictos matrimoniales debido a
los celos. El ambiente del machismo es naturalmente propicio para crear toda
clase de desconfianza entre los esposos. Deben los matrimonios andar con
sumo cuidado, no dando ni una sombra de causa para dudar de su fidelidad el
uno al otro. Los celos pueden romper las bases de la confianza la cual es la
esencia de la unión entre los dos. Además los celos a menudo hacen desbordar
la cólera y estallar la guerra. Como dice el doctor Carrero:
La persona celosa es menudo peligrosa porque ataca a la víctima de su
envidia mediante afirmaciones difamatorias: mentiras, chismes, etc., y en
algunos casos apela a la agresión física. Es una persona irritable,
nerviosa y llena de tensión.f72
Indudablemente, en el campo de la familia, no hay una circunstancia igual que
requiera más el saber cómo perdonar y cómo construir buenas líneas de
comunicación como la de los celos.
En algunos sectores, especialmente en los urbanos, se está sintiendo una tensión
en los hogares debido al movimiento mundial de la “liberación femenina.” Este
movimiento está creando una verdadera amenaza al machismo puesto que se
espera, de alguna manera, igualar los derechos de los sexos o por lo menos
traer algo de respeto a la mujer, reconociendo que ella es una persona digna de
desenvolver sus capacidades y talentos. A medida que la mujer es influenciada
por estos conceptos, traerá a la unión matrimonial un juego de tensiones y
creará un nuevo trasfondo cultural a la tradición latina. Es de reconocer que el
número de mujeres que están metidas en esta corriente es un porcentaje
mínimo, pero el número de ellas está en desproporción al rugido que están
levantando.f73
Queda por lo menos una causa más de conflictos provenientes de los
trasfondos culturales, y es la de la frecuente relación dominante que existe entre
los padres y la pareja. Eugene Nida, antropólogo cristiano, observa que debido
al machismo y la tendencia de los hombres latinos a estar ausentes de la casa,
las madres a menudo llegan a ser bastante posesivas con sus hijos. A pesar de
que el hijo siente la presión social de mostrarse tan macho como los demás
jóvenes y hombres, también vive dependiendo de su madre.f74 El resultado de
tal dependencia es obvio en la relación matrimonial. Además, los suegros
pueden exigir mucho de sus hijos casados, creando un sentido de obligación o
de frustración porque los padres siempre están entremetiéndose en los asuntos
privados. Uno de los más naturales deseos de la pareja es el de independizarse
y formar su propio nido donde los dos puedan ser el único rey y la única reina
que mandan. La Biblia misma instruye que la pareja debe dejar a los padres
para entrar en la unión de una sola carne. (<010224>Génesis 2:24; <401905>Mateo 19:5;
<490531>
Efesios 5:31.) Lógicamente, esto quiere decir que los nuevos esposos no
deben vivir bajo el mismo techo con los padres ni con los parientes políticos.
Deben hacer todo lo posible para comprender y complacer a los padres y
suegros con tal de que puedan disfrutar también su independencia. La razón de
esto es, como dice Mace: “No puede haber completa satisfacción para ninguno
de nosotros mientras las dos relaciones más íntimas de nuestra vida están en
discordia una con otra.”f75
Los conflictos se originan no solamente en la salud mental y el trasfondo cultural
de la pareja, sino también en las experiencias personales de la misma pareja.
Entre aquellas experiencias están las del ajuste sexual, las finanzas, la religión,
las amistades y el uso del tiempo libre.
El capítulo anterior enfocó el sexo dentro del matrimonio. Sin embargo, vale la
pena resaltar otra vez que el sexo es uno de los ajustes principales y por
consiguiente una de las primeras crisis del matrimonio. En todo el mundo
occidental, el sexo se está explotando por todos los medios. Tal explotación ha
engendrado expectaciones e imágenes falsas de lo que es el sexo, de modo que
la mayoría de las parejas modernas está sufriendo por aquella mala orientación.
El doctor J. G. Carrero interpreta que el frecuente resultado de todo esto es el
rápido desencanto, la desilusión y el aborrecimiento de un cónyuge hacia el
otro, debido a que no se están complaciendo sus anticipadas aberraciones
sexuales. El dice que las expresiones exageradas y corruptas del sexo no son
“más que la moneda sexual con que se paga el estímulo de la inflación sexual en
el matrimonio.”f76
Aunque siempre se habla del ajuste sexual como una causa fundamental de
conflictos en el matrimonio, los asuntos financieros, a veces, lo sobrepasan,
creando agudos problemas. Cuando la pareja se endeuda mucho por los
muebles, el automóvil, o por cualquier otro motivo, se ve obligada a esforzarse
para cancelarlos. Pero más de una vez, esta circunstancia ha motivado a uno o
a los dos a tomar trabajos extras, con el infeliz resultado de tener menos tiempo
para estar juntos, y el natural enfriamiento de la relación. El atolladero
financiero se complica aún más cuando hay niños a los cuales hay que dar de
comer y vestir. Lo mejor para las parejas, es ponerse de acuerdo sobre sus
planes, sus entradas, sus salidas, ahorros, etc.; en otras palabras, hacer un
presupuesto que sea mutuamente aceptable, y guiarse por el mismo.
Otro factor personal que normalmente trae unos encontronazos verbales, es el
de la religión; y esto aun entre cristianos. Es cierto que ya se enfrían muy
fácilmente al ausentarse de la iglesia, o al no tener lectura bíblica ni oración
juntos. A veces uno de los cónyuges es más fervoroso que el otro, y no sabe
cómo estimular a éste hacia las buenas obras, sino que le “predica” de lo que
debe hacer o de cómo debe pensar, reaccionar, etc. Responder así es
contraproducente porque causa la reacción de sentirse arremetido o
amenazado. El que es supuestamente más “espiritual” debe saber que sus
ataques producirán violentas diatribas u hostiles silencios. Sería mejor guiarse
por la sabiduría espiritual de <480601>Gálatas 6:1-5, donde dice: “Restauradle f77 con
espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también
seas tentado”.
En muchas ocasiones el uso del tiempo libre y el tiempo que el hombre pasa
con sus amistades, provoca auténticos agravios. Para mantener una estrecha
“amistad” con la señora y con los niños, hay que guardar tiempo para estar
juntos y compartir la vida, las ideas y las ocasiones. Uno no tiene derecho de
concluir que, por pasar un rato con la familia viendo la televisión, ya ha hecho
suficiente para cuidar y fomentar una relación íntima. La proximidad no
garantiza intimidad.
EJERCICIOS DE APRENDIZAJE
Cuestionario:
Una pareja tiene ocho años de matrimonio, pero no anda bien en su relación
matrimonial. Ambos son cristianos pero ella es mucho más activa e interesada
en la obra de la iglesia que el esposo. Además, ella es exigente en que él haga
bastante trabajo en la casa y que le ayude con los niños. Ella tiende a llegar a
casa retrasada cuando hay actividades por la tarde en el templo, deja a los
niños en la casa de su madre y tiene que buscarlos y llegar a casa corriendo
para preparar la cena. El esposo se pone furioso porque ella no está cuando él
llega a casa y tiene que esperar la cena. El siente que ella le está descuidando y
ella piensa que él es inmaduro como cristiano y que debiera apoyarla en su
ministerio en y por la iglesia. ¿Qué les puede sugerir para que haya
entendimiento y tranquilidad en su hogar?
CAPITULO 7
EL CRISTIANO, LA IGLESIA Y EL DIVORCIO
El divorcio es uno de los temas que más ha sido y sigue siendo controversial
por razones escriturales, eclesiásticas y sicológicas. En este estudio no se
contempla la solución de todas las incógnitas sobre este asunto, pero sí se
espera plantear principios para poder ministrar a aquellos que sufren de este
problema y para las iglesias en su trato con las personas afectadas.
En el mundo hispano, el divorcio es variado. Se obtiene en algunos países,
mientras se niega en otros debido a la influencia de la Iglesia Católica Romana,
la cual se niega a reconocer la legalización del divorcio. Lamentablemente, la
negación del derecho al divorcio, en vez de estimular la santidad del hogar, ha
resultado en la frustración del matrimonio. En muchos casos de la gente más
pobre viene el pensamiento de que el casarse en la iglesia cuesta demasiado y
que una vez realizada la unión es difícil disolverla: por lo tanto, deciden vivir en
concubinato. A muchos, el matrimonio les parece un callejón sin salida. Otros
se casan, pero al poco tiempo vienen las desavenencias y, con demasiada
frecuencia, resulta en el abandono o el convivir con otra persona. En efecto,
muchos han descubierto algunos huecos por los cuales escapar del matrimonio,
a pesar de que se les priva del asentimiento legal del divorcio. Aun en los países
donde el divorcio está legalizado, muchos eligen tomar las acostumbradas
salidas que se acaban de mencionar por el alto costo y las obligaciones
jurídicas.
LA EVIDENCIA BÍBLICA
El Antiguo Testamento define que el matrimonio debe ser permanente. El
mismo verbo “serán” (una sola carne), de <010224>Génesis 2:24 proyecta la
trayectoria de toda la vida. Sin embargo, Moisés permitió dar a la esposa una
“carta de divorcio” (<052401>Deuteronomio 24:1). Cuál debía ser el motivo está
especificado, pero generalmente tenía connotaciones morales. A lo mejor, esta
prerrogativa excluía el adulterio, porque éste fue una ofensa que tenía prescrita
la muerte como castigo. (<032010>Levítico 20:10; <052224>Deuteronomio 22:24.) La
causa más común para que el hombre se divorciara de su esposa, era la
esterilidad de ella.f82 Quizá la práctica no era muy popular, pero sí se les
permitió dejar a la esposa por varios motivos serios. El criterio de
<390216>
Malaquías 2:16 es que Dios “aborrece el repudio”, o sea el divorcio, ya
que va en contra del ideal permanente para el matrimonio que Dios mismo
estableció en el principio. Aunque el ideal de Dios es contra el divorcio, los
hijos de Israel, en múltiples ocasiones, flaquearon moralmente y acudieron a
esta medida acomodadiza.
Jesús refleja el criterio de la permanencia matrimonial e interpreta que Moisés
permitió la carta de divorcio por la dureza de los corazones israelitas.
(<401908>Mateo 19:8.) Algo de su interpretación indudablemente se debió al debate
entre los seguidores del rabí Hillel, quien permitió el divorcio por casi cualquier
cosa que al hombre no le agradara en la mujer, y los del rabí Shammai, que
hablando moralmente interpretaba el divorcio en términos más estrictos. Jesús
tomó una posición más cercana a la del rabí Shammai, porque enseñó que el
único motivo adecuado para el divorcio fuera el adulterio.f83 Así como Moisés
tomó una medida que mostró compasión hacia la mujer para proteger sus
derechos, Jesús mostró compasión hacia los dos, sabiendo que el adulterio
destruye la relación matrimonial. En realidad, la compasión de Jesús también va
dirigida hacia la mujer (<401909>Mateo 19:9; 5:31, 32), porque aún en aquel día ella
no gozaba de ningún derecho legal en el matrimonio y menos en el divorcio. En
ambos casos, el de Moisés y el de Jesús, la mujer encontraba un respaldo
moral que la sociedad no le daba.
Por cierto, el precepto de excepción por fornicación (que en este caso es
sinónimo de adulterio) dado por Jesús como razón para el divorcio, sólo
aparece en Evangelio según Mateo (<400532>Mateo 5:32; 19:9) y no en el de
Marcos ni en el de Lucas. Algunos argumentan que el intento original de Jesús
fue el de excluir toda excepción para levantar en alto la santidad del
matrimonio, y que algún discípulo, tal vez el mismo Mateo, agregó la
disposición de excepción, interpretando que este fue el intento de Jesús.f84 Sin
embargo, puede ser que Mateo está registrando la forma en que Jesús
ministraba a otra generación de corazones duros. A los mismos discípulos les
fue difícil la interpretación de Jesús con la excepción, porque les parecía muy
rígida. (<401910>Mateo 19:10-12.) Característicamente Jesús destacó el ideal por
sus frases “al principio no fue así” (<401908>Mateo 19:8) y “lo que Dios juntó, no lo
separe el hombre” (<411009>Marcos 10:9), sin embargo, por la gracia de Dios él
ministraba constantemente en aquella época de compromiso moral y legalismo
frustrante. Fíjese en el trato de compasión y perdón que Jesús dio a la mujer
samaritana (<430405>Juan 4:5-29) y a la mujer sorprendida en adulterio (<430801>Juan
8:1-11). En fin, Jesús destacó el ideal de que no fuera ningún divorcio, pero
ministraba a aquellos que sufrían en las aguas tormentosas de las relaciones
frustradas, especialmente por el adulterio. Jesús reconoció el efecto del
adulterio sobre el matrimonio, porque mata la esencia de “una sola carne”.
(<460616>1 Corinitos 6:16.) Esto no quiere decir que el divorcio es obligatorio
cuando uno de los dos cometa adulterio, sino que el adulterio frustra
profundamente las bases de la entrega y la confianza del matrimonio. En todo
caso, aunque queden hondas cicatrices, el perdón y la gracia de Dios pueden
subsanar y restablecer la unión.
Pablo introduce otro aspecto del divorcio en <460701>1 Corintios 7:10-16, cuando
enseña que el creyente no debe separarse de su cónyuge aunque sea éste un
incrédulo. El creyente debe hacer todo lo posible para preservar la unión con la
esperanza de que su cónyuge se salve, por la sana relación que el cristiano
promueve. Sin embargo, Pablo declara que, en su propia opinión, si el
inconverso en el matrimonio quiere romper el enlace, el cristiano debe permitirle
separarse; “pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en
semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios” (<460715>1 Corinitos 7:15). El
principio básico de Pablo es el mismo que tuvo Jesús: guardar como algo
permanente (v. 10) la relación matrimonial y si ocurre una separación, siempre
se debe hacer todo lo posible para encontrar una reconciliación (v. 11). Este es
el ideal de Dios. Sin embargo, si este ideal no se puede mantener, el segundo
principio a seguir es el de la paz (v. 15). Pablo vio la paz como una
característica de la vida cristiana: “Si es posible, en cuanto dependa de
vosotros, estad en paz con todos los hombres” (<451218>Romanos 12:18). Pablo
interpreta que es preferible no destruirse ni quedarse sujeto a una relación
conflictiva. White observa que el primer teólogo-misionero halló que el divorcio
era una posibilidad necesaria en un mundo imperfecto donde la ética absoluta
de Jesús (la de no permitir el divorcio) no sería aceptable por algunos
cónyuges, especialmente los inconversos.f85
Ni la excepción paulina, ni la excepción del Señor Jesús, son maneras de relajar
el absoluto de Dios, sino que son algo de lo mismo que sentía Moisés cuando
permitió el divorcio por la dureza de corazón de los hijos de Israel. La dureza
de corazón no está todavía fuera de moda. Ciertamente en estos días modernos
hay más problemas con el divorcio que en los tiempos del Señor. Ademas, las
iglesias católicas y evangélicas han participado en la creación de la
problemática en la que ahora vivimos.
LA PERSPECTIVA ECLESIÁSTICA
La Iglesia Católica había desarrollado en la edad media un sistema de
impedimentos para anular el matrimonio. Por lo general, la Iglesia estrictamente
exigía la fidelidad entre los cónyuges; pero al descubrir en la unión uno de los
impedimentos legales (eclesiásticamente hablando), tomaron las medidas para
separar tales parejas. De este modo, la iglesia podía controlar los matrimonios
de las familias reales y de la nobleza. Tenía su ventaja, también, porque las
masas preferían la ambigüedad y las salidas fáciles sobre la rigidez de la ley.
Los impedimentos todavía sirven para que las parejas no casen; o si se
descubren después, el matrimonio puede ser disuelto. La Iglesia dice que esto
no es divorcio, sino una declaración de nulidad; es decir, que el matrimonio no
existió en primera instancia.
Los impedimentos son de dos clases: los dirimentes y los prohibitorios. Los
dirimentes incluyen:
(1) la falta de edad (mínima de 16 años para el varón y 14 para la
hembra);
(2) la condición contra la esencia del matrimonio;
(3) la fuerza que quita al entendimiento la libertad de consentir;
(4) el miedo grave;
(5) el rapto, mientras no se ponga a la mujer en un lugar seguro y allí
ella consienta libremente;
(6) la impotencia perpetua y anterior al matrimonio;
(7) la consanguinidad en toda la línea recta y hasta el tercer grado en la
colateral;
(8) la afinidad entre un cónyuge y los parientes del otro hasta el cuarto
grado canónico;
(9) la cognación espiritual procedente del bautismo, limitada al
bautismo de una parte y los padrinos y el bautizante de otra;
(10) la cognación civil, entre el adoptante y el adoptado, entre la mujer
y los descendientes del adoptante y sus consanguíneos en primer grado;
(11) el ligamen, o matrimonio anterior roto o consumado, pero no
disuelto;
(12) el de los sacerdotes ordenados;
(13) el acto entre los bautizados y no bautizados;
(14) el crimen, reducido al adulterio, si las partes añaden promesa de
casarse cuando sean libres, o cuando uno o ambos atenten contra la
vida del otro cónyuge;
(15) la clandestinidad, o celebración del matrimonio sin la presencia de
párroco y testigos; y
(16) la demencia en general de todos los que no tienen el uso de la
razón.
El Papa y los obispos pueden dispensar todos los impedimentos excepto los de
fuerza, ligamen, impotencia, crimen, consanguinidad en línea recta y entre
hermanos, afinidad entre padrastro e hijastra, y madrastra e hijastro, y
demencia. Los impedimentos prohibitorios incluyen:
(1) cuando existe una prohibición ya de las autoridades eclesiásticas, y
(2) el voto simple de virginidad, de castidad perfecta, de no casarse, o
de recibir órdenes sagradas. Todos estos impedimentos pueden ser
dispensados.f86
Con la anulación no queda ninguna barrera que impida que las personas
involucradas puedan casarse con otros. Quedan libres. Los niños que nacen de
tales uniones durante el tiempo de su “ignorancia” (el término que usa la Iglesia
Católica por un matrimonio que se anula), se legalizan. Así la Iglesia Católica ha
creado su sistema para manejar ciertos casos problemáticos en el
matrimonio.f87 Lo cierto es que aquella iglesia suele tener control sobre todo
aspecto de la vida de sus feligreses.
Aunque la Iglesia Católica Romana está terminantemente opuesta al divorcio,
desde Crisóstomo, ha permitido la separación (divorium imperfectum) que es la
separación de cama y comida sin el derecho de volverse a casar. La
justificación de la separación tiene que ser algo de “peligro al cuerpo o al alma”
como si una de las personas deja de ser católica, si no da una educación
católica a los niños, o si sigue una carrera criminal o peligrosa.f88
La Iglesia Católica también permite el uso del “privilegio paulino” basado en
<460701>
1 Corintios 7:15, bajo las siguientes condiciones:
(1) que el matrimonio tiene que haberse contraído válidamente por dos
personas no bautizadas;
(2) que una de las personas tiene que haberse convertido y bautizado
válidamente y
(3) que el no bautizado tiene que separarse del bautizado.f89
Los evangélicos no tienen una posición universalmente definida. Hay una cierta
tendencia entre ellos hacia una tolerancia del divorcio. Un caso que surge
frecuentemente en las iglesias evangélicas es el de tener un nuevo convertido
que se quiere bautizar, pero no puede porque no es divorciado de la primera
mujer y vive con otra en concubinato. La necesidad de tener un matrimonio
legal para poder bautizarlos es un reglamento sano, pero promueva la
aceptación tácita del divorcio y a veces casi con ligereza. Tenemos que
guardarnos de no caer en el error de justificar el medio por el fin. El divorcio es
siempre fuera del ideal de Dios y aquellos que pasan por aquella experiencia
necesitan atenciones y consejos ministeriales. Esto enfocaremos en la sección
final del capítulo.
ASPECTOS SICOLÓGICOS
Un tercer elemento en nuestra percepción moderna del divorcio es el lado
sicológico. Tenemos que admitir que el divorcio es un fracaso y, por
consiguiente, sumamente frustrante. Las personas afectadas sufren de fraude,
ansiedad y remordimiento de conciencia. En el estudio sobre etapas de
conflicto notamos que el divorcio es parecido a la muerte y los que pasan por
aquella experiencia, incluyendo a los hijos, sufren algo del duelo. El duelo en
este caso puede morder la conciencia por un largo período, porque se basa
sobre la incapacidad de convivir felizmente con alguien que por un tiempo
amaba. La esencia del divorcio es un fracaso personal, sicológico y espiritual.
Recordando que varios de los conflictos hogareños tienen su aspecto de salud
mental, insistimos en que algunas personas no son buenas candidatas para el
matrimonio. Algunos tienen problemas sicológicos como la inmadurez o
deficiencia en algunos ajustes personales, y estos desajustes sicológicos
persistirán aun después del divorcio. A menudo, estas personas no tienen un
concepto adecuado de ellos mismos y de lo que es el matrimonio. Algunos
simplemente no conciben lo que es estar íntima y exitosamente relacionados en
el matrimonio. A estas personas les hace falta una capacitación en relaciones
humanas para volver a intentar el matrimonio. De otro modo estarán repitiendo
los mismos frustrantes errores.
Cuando los cónyuges deciden divorciarse, están admitiendo que su relación
está enferma. Sería bueno que se preguntaran si no se podría salvar el
matrimonio. ¿Han hecho todo lo posible para salvarlo? ¿Se han examinado a sí
mismos en cuanto a sus motivos? ¿Qué evidencia tienen de que el divorcio
resolverá los problemas? ¿Ha resuelto los problemas de los amigos o familiares
que han optado por esta ruptura? Deben entender que es como un cuerpo
enfermo que puede ser sanado. Roger Crook dice que no tumbamos la casa
porque hay una gotera en el techo.f90
Seguramente aquellos que llegan al frustrante punto del divorcio tendrán
dificultad en pensar claramente acerca de la cuestión. La tendencia humana es
distorsionar los hechos y datos por ser defensivos, de autodecepcionarse y de
racionalizar sus circunstancias y motivos. Ahora es cuando se necesita un
consejero que les puede ayudar a comprender y componerse para que no sigan
cometiendo los mismos errores.
EJERCICIOS DE APRENDIZAJE
Cuestionario:
1. Una pareja viene a usted para que les case o que la iglesia les permita usar
su templo para su boda. El hombre es divorciado pero fue el “inocente” en el
caso. ¿Cómo les puede ayudar? ¿Cómo les aconsejaría?
2. Una señora cristiana tiene apenas seis meses desde que el esposo la
abandonó, dejándola con cuatro niños. Ella tiene poca educación y ahora tiene
que salir de la casa a trabajar para sostenerse ella y los hijos. Mientras ella
trabaja en una fábrica, una vecina cuida los niños. Sin embargo, éstos no están
respondiendo bien a la señora porque ésta les grita siempre aunque, en
realidad, es floja en exigir su obediencia, dejándoles jugar a veces en la calle.
La madre trabaja con hombres inconversos que la presionan con sus
comentarios e insinuaciones. Ella siente una gran tentación de unirse a uno de
estos hombres para vivir con él, aunque no es cristiano. Los hijos la necesitan a
ella y ella necesita a un hombre. ¿Qué le diría para orientar a esta madre
“dejada”?
SEGUNDA PARTE
LA FAMILIA
CAPITULO 8
LAS RELACIONES ENTRE LOS PADRES Y LOS
HIJOS MENORES
La terea que corresponde a los padres es una de las más grandes e importantes
del mundo entero. Desgraciadamente, hay un porcentaje elevado de padres
que no concibe ni aprecia el trabajo de criar correctamente a los suyos. Puede
ser que en algunos casos no saben hacerlo, porque la herencia de sus padres en
este aspecto ha sido también un poco escuálida. Un miembro de una iglesia
evangélica cuenta que en su barrio pocos hombres aceptan la responsabilidad
de su hogar, y que solamente van a casa para comer y dormir. Lo peor y más
lamentable aun es el bajo lugar que ellos dan a sus hijos. Parece que a estos
padres sus niños son poco más que evidencia de su “potencia varonil” o “fruto”
de su machismo. Los hombres pasan su tiempo libre en la calle conversando y
jugando mientras que las madres se preocupan de la casa y de los niños. El
resultado de todo esto es un distanciamiento entre los cónyuges, los padres y
los hijos. El miembro de la iglesia termina diciendo que los hombres suelen
rechazar a sus hijos, dando la impresión que les es difícil ayudar a sus retoños
de alguna forma y que cuando sus niños quieren jugar con ellos, lo consideran
como una falta de respeto.
Aunque este lamentable relato se refiere a circunstancias de un barrio humilde,
se cree que no es una característica limitada solamente a los lugares de
pobreza. Lo alarmante es el creciente descuido e indiferencia hacia los niños, el
cual no debe darse en la familia cristiana. Nuestro deseo es el poder ayudar a
las familias cristianas a saber cómo dirigirse y comprenderse para mejorar la
marcha de sus hogares. Esto, también, incluye el siempre debatible asunto de la
disciplina. La dirección del hogar tiene que ver con la autoridad, la expresión de
ella por los padres y la respuesta a ella por los hijos. La comprensión de los
hijos se logra entendiendo el proceso de su formación; y la disciplina es el
campo de acción para enderezar la vida y conducta de los hijos.
EJERCICIOS DE APRENDIZAJE
Cuestionario:
CAUSAS DE TENSIONES
Con demasiada frecuencia las tensiones entre los padres y sus jóvenes llegan al
punto de romperse. Algunas de estas tensiones provienen de las presiones de la
sociedad moderna. Otras vienen del carácter, la moral y la vida cotidiana de los
padres tanto como de los adolescentes. Veamos algunos de los aspectos de
estas tensiones.
1. Presiones de la Sociedad
El mundo moderno, especialmente en las ciudades, ha influenciado en gran
manera la relación entre los padres y sus hijos, en tanto que, en una sociedad
agrícola, una generación sigue a otra sin rupturas ni desajustes mayores. Los
familiares trabajan lado a lado y comparten la vida en un sentido casi total. Pero
en la vida urbana, el paso del joven al mundo de los adultos es mucho más
confuso. Máximo García Ruiz observa que se alarga la fase preparatoria para la
profesión debido al énfasis en la educación, lo cual produce un desajuste entre
el estado adulto corporal y social. Lo cierto es que “los jóvenes y los adultos
tienen pocas ocasiones de establecer relaciones mutuas dirigidas a objetivos
conjuntos, de encontrar papeles comunes en los que ambos puedan participar.
En consecuencia, los adultos tratan frecuentemente a los jóvenes de una forma
caprichosamente diferencial; como a niños irresponsables o como a adultos
inmaduros.”f114
También, la sociedad ofrece múltiples oportunidades y crea ciertas presiones
para experimentar la nueva libertad que todos los jóvenes desean. Los medios
de comunicación masiva y su ambiente instan a que tomen una constante dosis
de violencia, sexo, drogas, alcohol, fantasía, etc. De modo que los valores de
los jóvenes sufren grandemente en el período de su transición a ser adultos.
Esto no es decir que los adultos no han sido influenciados por estos elementos
de persuasión que existen en nuestro medio.
Todos los cambios sociales y culturales han traído sus huellas sobre la relación
entre los padres y sus hijos adolescentes, pero esto no es de descartar la
responsabilidad personal que cada uno tenga por sus hechos. Tanto los padres
como los mismos adolescentes figuran en las causas de las tensiones que
caracterizan la mayoría de los hogares, aun los de los cristianos. Todos
tenemos que reconocer los verdaderos valores cristianos que andan en
contraposición con muchas de las presiones e influencias debido a que se
conforman a este siglo. (<451201>Romanos 12:1, 2.) Hay que ejercer la voluntad y
la bondad para poder estrecharse el uno al otro en humildad.
2. Los Padres
Generalmente los padres contribuyen a las tensiones en la relación con los
adolescentes. A veces algunos padres que tienen hijos adolescentes,
simultáneamente están sufriendo cambios fisiológicos (como la menopausia), y
esto dificulta su capacidad de relacionarse con los vástagos. Además, muchos
padres llevan cargas pesadas de responsabilidad económica fuera del hogar, a
veces simplemente para sostener a la familia; y esto trae tensiones internas que
se ven en todas las relaciones, incluyendo las de ellos con sus adolescentes en
la casa.f115
Si uno de los padres tiene una inestabilidad moral, como algo de su pasado que
no resolvió por no desarrollar una posición firme, puede causar dificultades en
guiar a su propio hijo o hija cuando llegan a enfrentar los mismos problemas. Si
uno ha guardado, aun secretamente, sentimientos bajos en cuanto al sexo, se
hallará incomodísimo tratando de guiar a sus adolescentes cuando encaren las
mismas tentaciones y manifiesten los mismos problemas.
Muchos padres no están preparados para la experiencia de los cambios
rápidos que notan en sus hijos jóvenes. Saben que los adolescentes pasarán
por un período de transición muy marcada pero no saben qué hacer en su
propio caso. Tienden los padres a mirar a un adolescente con su cuerpo
desarrollado como si fuera un adulto ya, pero no es adulto, sino es parte adulto
y parte niño todavía. El adolescente suele fluctuar entre estas dos realidades. A
veces es más adulto y a veces es más niño. Esto resulta frustrante para los
padres que desean saber cómo tratarle. Luego entraremos en algunas
sugerencias al respecto.
3. El Adolescente
El mismo adolescente es causante de gran parte de las tensiones en las
relaciones que tiene con sus padres y sus compañeros, debido básicamente a la
inestabilidad característica del período de transición entre ser niño y ser adulto.
Elementos especialmente desconcertantes para los padres son los cambios
emocionales repentinos de los jóvenes, la rebelión contra la autoridad de los
padres, el rechazo de las creencias e ideales (que como niños aceptaban sin
cuestionar), y la tendencia a querer más libertad cuando no demuestran un
sentido de responsabilidad.
Vale la pena tratar de entender algo del desarrollo característico de la
adolescencia. Muchos padres y maestros de jóvenes necesitan tener claro en
sus mentes lo que pasa con los adolescentes, para poder estar motivados a
querer ministrarles y guiarles.
EL DESARROLLO DEL ADOLESCENTE
Es imposible hablar en términos específicos de un adolescente típico, pero hay
ciertas facetas del desarrollo que los jóvenes tienen en común. Havighurst
destaca diez “tareas de desarrollo” de los adolescentes. Por tareas de
desarrollo, él quiere decir áreas de desenvolvimiento natural para esta época de
la vida. He aquí la lista de Havighurst de lo que el adolescente necesita para
transformarse en adulto:
1. Lograr relaciones nuevas y más maduras con los compañeros de su
misma edad y de ambos sexos.
2. Desarrollar su papel social masculino o femenino; o sea, lo que es
ser hombre o mujer con sus propios recursos y habilidades.
3. Aceptar su condición física (o papel sexual) y utilizar su cuerpo en
una forma efectiva.
4. Lograr una independencia emocional de los padres y de otros
adultos.
5. Alcanzar la seguridad de una independencia económica.
6. Elegir y prepararse para una ocupación.
7. Prepararse para el matrimonio y la vida familiar.
8. Desarrollar sus habilidades intelectuales para poder vivir en el mundo
adulto y los conceptos necesarios para la competencia cívica.
9. Desear y lograr un comportamiento aceptable ante la sociedad.
(Nota: Aunque el adolescente suele presentarse en contra de las
normas aceptables al público en general, siempre busca la aceptación
de un elemento de la sociedad, la de su grupo o de su propia edad y
altura social.)
10. Adquirir un conjunto de valores y un sistema ético que sirvan de
guía a su comportamiento.f116
Es preciso notar lo que es común entre estas tareas:
(1) están orientadas y centradas en el comportamiento;
(2) hacen necesaria una gran diversidad de aprendizaje;
(3) la oportunidad para lograrlas tiene lugar durante un restringido
período;
(4) son comunes a todos los jóvenes;
(5) y más importante aun es que definen áreas que interesan a los
adolescentes.
Por razones de simplificación, vamos a enfocar las tareas de desarrollo bajo
sólo cuatro facetas: la física, la emocional, la intelectual y la social.
1. El Desarrollo Físico
Los cambios físicos en los adolescentes a veces parecen ser tan rápidos que
uno imagina que ve una transformación veloz ante sus propios ojos. Y así lo es.
Estos cambios fisiológicos en el adolescente son los que le transforman de
niño(a) en adulto(a). Este aspecto físico de la adolescencia se llama la
pubertad, aunque comúnmente hablando, la pubertad se entiende como la
época cuando se inicia el desarrollo definitivo del cuerpo pareciéndose al de un
adulto. Bien puede llamarse este proceso un “milagro hermoso”.f117
Los cambios son tanto externos como internos, o sea que hay glándulas que
comienzan a funcionar causando muchas variaciones que se ven en la piel y en
la actividad física del joven. En este período el corazón casi se dobla en tamaño
y también los pulmones. Las secreciones de la glándula tiroides producen un
aumento de energía resultando en una tendencia de querer estar activo hasta
muy tarde, aunque este es el período cuando el cuerpo demanda más descanso
debido al rápido crecimiento del mismo. Una “maduración sexual” ocurre
porque unas glándulas hacen que los vellos comiencen a aparecer en las
regiones pubescentes y axilares en ambos sexos y para los varones en el pecho
también, aunque normalmente este último aparece más tarde en la pubertad,
igual que la barba.
Estrogen, la hormona femenina, comienza a incrementar en la niña entre los
ocho y los once años preparando el cuerpo para su ciclo menstrual. El
promedio de años para comenzar la menstruación es de trece años y medio;
siendo los límites o extremos para iniciar entre los diez y los dieciséis años.f118
El terrible acné o “barritos” se forman es este tiempo debido al incremento de
actividad de las glándulas sudoríparas y las que producen aceite para la piel. A
veces estas glándulas crecen más rápido que los poros del cutis y producen
demasiada secreción, dejando que se tapen los poros. También la dieta y las
emociones figuran en estas irritaciones de la piel. Después de una explosión de
rabia o encuentro “caluroso” el adolescente suele sufrir una sobreestimulación
de estas glándulas y por lo consiguiente el acné aparece en mayor cantidad.f119
Ahora bien, lo que nos interesa es el efecto que tienen estos cambios físicos
sobre el joven y su actitud hacia él y hacia la vida. La aceptación de uno mismo
por lo que es, es esencial para lograr una madurez emocional, f120 y los cambios
físicos inevitablemente dejan su huella sobre aquella aceptación. A veces se
siente anormal por lo que le está sucediendo en su cuerpo y porque otros lo
comentan. Su apariencia toma una suma importancia en este tiempo porque es
parte de su esfuerzo consciente de relacionarse o presentarse a otros. Como
otros lo vean es de mucho valor para el adolescente.
En realidad la apariencia, cómo se viste y se presenta reflejan el grado de su
aceptación o desprecio de sí mismo. El tamaño del joven figura en su
comportamiento también. Si es más grande que los demás, puede verse como
el matón. En contraste, el que es más pequeño suele hacer mucha bulla, de
pelear, o ser payaso para aparentar que está seguro de sí mismo. Si el joven
está adecuado, físicamente hablando, y más aun si es atleta o de buen parecer,
tiende a confiar en estas habilidades y características por su popularidad y, a
veces, por su razón de existir; pero tiende a descuidar otros aspectos de la vida
como la fe religiosa y los estudios.
El adolescente en su pubertad suele ser tanto fuerte como torpe. Por la fuerza
trata de probar su cuerpo en los deportes, las largas horas de actividad y la
experimentación con alcohol, drogas, fumar, sexo, etc. Pero al principio del
proceso del crecimiento no tienen seguridad en su cuerpo, ¡porque no están
acostumbrados a tener brazos tan largos y pies tan grandes! La torpeza igual
que la temprana gordura de la adolescencia normalmente causan algo de pena
especialmente cuando los compañeros y los padres lo comentan, o peor, le
hacen broma al respecto. Tales comentarios al adolescente a menudo le causan
heridas profundas aunque él da la impresión de que no le importa. Este es el
período cuando es necesario mostrarle comprensión al joven, porque lo que se
ve no es todo lo que será: él está en el proceso de crecimiento.
2. El Desarrollo Emocional
El adolescente se distingue por sus cambios radicales de emoción, pero no es
fácil explicar cómo o por qué piensa, analiza y actúa de esa manera. Estos
sentimientos reflejan sus experiencias, o la percepción e interpretación personal
de sus experiencias, si son con otros, con ellos mismos o con la vida en la
escuela, en el hogar, en la calle o en el trabajo.
Es especialmente difícil para los padres entender los estados emocionales de
sus jóvenes, quizá, porque ha pasado tanto tiempo desde que ellos estaban en
aquella etapa que no recuerdan cómo es sentirse solo, rechazando y
desequilibrado. A su vez, esta falta de recordar a menudo se expresa ante los
hijos como si fuera con indiferencia, dando la impresión de no ser capaces de
comprenderles. Los adultos normalmente son más estables emocionalmente
aunque podrían haber sufrido mucha inestabilidad y desorientación en su
juventud. Desgraciadamente hay muchos casos en los cuales los padres se han
vuelto endurecidos e intratables debido a las experiencias dolorosas de su
juventud. Existe una gran necesidad de que los padres vuelvan a ser sensibles
hacia sus adolescentes que ahora están pasando por las mismas pruebas,
aunque son en algunas maneras distintas a las que ellos sufrieron en su juventud.
Es natural preguntarse, ¿qué quieren decir las tormentas de la emoción que los
adolescentes despliegan? El doctor Reuben S. Ray comenta:
La conducta observable del adolescente —su mala educación y
comportamiento, su emoción voluble y explosiva, su tendencia a
seclusión, su tendencia a formar “clicks” (grupos especiales de amigos)
o clubs, su dificultad en comunicarse con sus padres— no son
reflexiones claras de su persona real, sino son el calor y humo del
proceso del crecimiento.f121
Lo que se espera de los jóvenes es que lleguen a forjar una cierta madurez en
su personalidad. La primera ayuda necesaria para animarles hacia un buen
rumbo es considerarlos como individuos. A veces los padres verdaderamente
aman a sus vástagos mayores pero éstos no se sienten amados. Otras veces,
los jóvenes rechazan el amor de los padres y los maestros (y la obediencia a
ellos) porque es una amenaza a su independencia o una barrera a que sean
populares en su grupo de compañeros.
Para comprender a los adolescentes se requiere un análisis de los sentidos de
inseguridad que suelen caracterizar esta época. Aunque tienen dificultades en
aceptarse a sí mismos, los jóvenes quieren ser tomados en serio. Lo que ellos
perciben como sus problemas es lo que realmente les aflige. Se preocupan si a
otros les caen bien, o si son populares, o si el vestido o el pelo están
exactamente correctos. Cuando no se preocupan por estas cosas o cuando
muestran una indiferencia hacia su aparencia y personalidad, pueden estar
indicando una falta de respeto hacia sí mismo. El adolescente tiende a pensar
que todo el mundo está mirándole y evaluándole. Por lo tanto, a menudo se
presenta como un actor ante un grupo que espera que le entretenga. Por cierto,
esta es una expresión del egoísmo y la inseguridad.
Otro problema con los adolescentes y sus emociones son los extremos. Un
momento se sienten encima del mundo y en otros parecen tener el mundo
encima de ellos. Las explosiones de emoción estallan y dejan confusión y
conflicto en saber cómo responder y tratar a una persona tan “delicada”. La
necesidad de los jóvenes es la de poder ventilar sus emociones y no negar que
se sienten frustrados. Más adelante, bajo la presentación de algunas
sugerencias para mejorar la comunicación, discutiremos cómo tratar a “esta
tendencia rebelde”. Alivia un poco saber que los extremos de emociones se
modifican a medida que el joven asume madurez y responsabilidad.
La madurez se origina en la capacidad emocional, aunque la capacidad
intelectual le ayuda a uno poder analizar y comprenderse para corregir algunos
defectos como los de su egoísmo, prejuicio, mal humor e irresponsabilidad. El
motivo para madurar proviene del trato que él recibe y el subsecuente sentido
de autoestima que tenga cada joven.
3. El Desarrollo Intelectual
La capacidad intelectual crece considerablemente durante la adolescencia.
Alrededor de los dieciséis años los adolescentes son capaces de pensar en
abstracciones como las del perdón y la salvación, cuando antes solían pensar
de estos conceptos en términos de personas, eventos y lugares (por ejemplo:
Jesús con Nicodemo). Sin embargo, todavía precisan ser guiados para poder
comprender el significado y las implicaciones de los conceptos de la vida y de
la doctrina.
Puesto que los jóvenes también desarrollan sus habilidades creativas y pueden
concentrarse por largos tiempos en algo que les interesa, hay que reconocer
que el mejor aprendizaje de tales aspectos de la vida se efectúa con una buena
motivación y dentro de las buenas relaciones entre el joven y sus padres o
maestros.
Para poder hablar con los jóvenes hay que tener conocimiento y aprecio por la
filosofía de ellos hacia la vida. La vida actual es mucho más avanzada que la de
la generación pasada, de modo que los padres y los maestros deben
aprovechar, usar y dominar toda clase de información asequible para no
quedarse atrás o parecer anticuados en su trato con los suyos.
4. El Desarrollo Social
Esta faceta del desarrollo del adolescente abarca las relaciones que se forman
con los padres, con sus compañeros, con el sexo opuesto, y con la sociedad en
que se desenvuelve.
El factor predominante en la formación del niño y el joven es el del hogar.
Normalmente es allí donde ellos aprenden la mayor parte de lo que saben en
cuanto al amor, la aceptación, la seguridad, las relaciones significativas y el
reconocimiento. El joven está limitado socialmente cuando no ha recibido una
buena dosis de estas cualidades en su hogar.
Hay que reconocer que la transformación del niño en adulto no es igual en
todos los hogares. Hay muchos jóvenes que no disfrutan la juventud. Presiones
sociales y privaciones económicas les fuerzan a ir de la cuna a la calle, de ser
niños a ser adultos, de los juguetes al trabajo, o peor, a la delincuencia. Aunque
esta realidad existe, no quiere decir que aquellos jóvenes no han absorbido de
sus padres, de una u otra manera, algo de formación social.
La formación social que el joven ha recibido desde su niñez toma ahora su
forma definitiva debido a que ya comienza a moverse más fuera del hogar y a
poner en práctica lo que allí ha recibido. Si viene de una familia donde se le ha
demostrado amor, él disfrutará la seguridad de saber cómo aceptar y amar a
otros. Si los padres están siempre en disensión y querellas, en sospechas y
celos en el hogar, los jóvenes tendrán dificultad en encontrarse a si mismos y en
establecer relaciones tranquilas y satisfactorias con los de su propia edad.
La naturaleza del adolescente es querer ser tratado como un adulto, aunque él
vive en un estado de tensión entre la dependencia y la independencia. En
muchos hogares latinos los padres son autoritarios y los jóvenes disfrutan muy
poco de su anhelada independencia, pero aquel dominio a veces produce
mayores roces entre los padres y sus hijos adolescentes. Los padres latinos,
igual que los demás padres del mundo, desean que sus hijos maduren y que
sean responsables, pero un buen número de estos padres exigen que sus hijos
dependan de ellos en lo que a consejo y toma de decisiones respecta, aun
cuando el hijo se haya casado o haya logrado algo de independencia
económica. Un resultado de esta dependencia exigida por los padres es el de
mantener, aunque forzadamente, vinculados los lazos del hogar.
Una presión bajo la cual muchos jóvenes viven es la de una identificación con
su grupo de compañeros, sea en el liceo, en el trabajo o en la calle. Muchas
veces es mayor aquella tensión, produciendo fuertes deseos en los adolescentes
de librarse del dominio de los padres. Por lo menos, es con el grupo que el
adolescente suele descargarse por medio de hablar, jugar y pasear. Son los
amigos los que sirven, aunque en competencia con los padres, para una buena
parte del desarrollo social del joven. Sirven de confidentes y para entrenarle al
adolescente en las pericias sociales del trato, la conversación y el conocimiento
sexual (siendo el último muchas veces información mala e inadecuada).
La relación con el sexo opuesto es parte del desarrollo social del adolescente,
pero esto será parte del tema del próximo capítulo sobre la educación sexual.
Al respecto también el lector puede referirse al capítulo dos de este texto que
se refiere a los preparativos para el noviazgo.
El joven se desenvuelve en una sociedad que trae unas cuantas influencias
sobre su formación. El también aporta algo de influencia en la sociedad. El
radar juvenil está orientado hacia la inquietud del mundo. Siendo por naturaleza
idealistas, los adolescentes desean y creen que pueden cambiar al mundo para
que sea un lugar mejor y más justo. Son impacientes con el mirón, o con el
reaccionario que quiere mantener la posición relativa o conservadora. El señor
Dyal comenta que:
Ese radar especial de la juventud ve demasiado temor, sospecha y falta
de confianza en la comunidad. A menos que sean hombres de fe y
valor, ellos mismos caen en la trampa de la hostilidad y crean
subculturas de odio, de irresponsabilidad, de pandillismo. Muchos
aprenden bastante bien la lección de violencia que les dan sus mayores.
Y eso no es todo lo que aprenden. Aprenden a defraudar sin sentirse
culpables.f122
Repasando las cuatro facetas del desarrollo de la adolescencia nos damos
cuenta de que existe una necesidad grande de abrir y mantener abiertos los
canales de comunicación con los adolescentes. La responsabilidad mayor para
mejorar la comunicación corresponde a los padres, pero todos los que tienen
que ver con jóvenes deben participar en la formación de las mejores relaciones
posibles con ellos.
PASOS HACIA LAS BUENAS RELACIONES CON LOS
ADOLESCENTES
Aunque es difícil mantener relaciones perfectas entre personas de cualquier
edad, sí existen ideales de buenas relaciones que nos sirven de metas con los
adolescentes. Los problemas y las tensiones son más obvios que las soluciones.
Sin embargo, he aquí algunas sugerencias para guiar, especialmente, a los
padres a saber cómo mejorar las relaciones con sus hijos jóvenes.
1. Acepte Que Son Individuos.
Cada joven tiene su propia personalidad y desea ser apreciado por lo que él
es, no por lo que más tarde será. El adolescente tiene el derecho de ser un
adolescente, de no ser considerado como un niño, ni forzado a ser un adulto
con todas las responsabilidades que esto atañe. Cuando son niños hay que
mandarles y cuidarles más de cerca, pero cuando son adolescentes hay que
dejarles tomar ciertas decisiones y así madurar en su juicio. Una queja
frecuente de los adolescentes es que los padres tienen un modo de tomar sus
decisiones y emitir sus edictos sin considerar el efecto que esto causa en sus
sensibles jovencitos.
Una regla en las relaciones humanas es que el respeto engendre respeto. El
observar las normas de cortesía con los adolescentes, respetar su vida privada
y su propiedad contribuye a un buen sentido de confianza entre padres e hijos
jóvenes. Además es de poca ayuda reprender a los hijos delante de los amigos
o en público.f123 En fin, el respeto mostrado al adolescente produce un sentido,
cada vez más grande, de estímulo que no volverá a los padres vacío. La verdad
es que los adolescentes siguen el modelo que ellos ven y palpan
constantemente.
2. Demuéstreles amor.
El amor es el ingrediente que nunca debe dejarse de usar libremente en las
relaciones familiares. Anna Mow presenta la tesis de que los problemas que los
padres tienen con los adolescentes a menudo se originan a través de una
relación desgraciada entre esposos. Ella sugiere que si los cónyuges resuelven
sus propios problemas y logran una expresión genuina y continua de amor,
verán que muchos de los problemas de la juventud se esfuman.f124 Aunque su
posición es un poco simplista, ella está aproximándose a la verdad: para saber
amar, hay que verlo en función y experimentarlo por uno mismo.
La responsabilidad de fundir amor en el carácter del adolescente corresponde
mayormente a los dos padres. Uno de los problemas más graves son los
hogares desprovistos de uno de los padres, especialmente si es por el divorcio
o el abandono. Los adolescentes de ambos sexos dependen del ejemplo y trato
de los dos padres, pues así pueden entender los papeles de la madre y del
padre y comprender la función del amor en esta relación más intima de la vida.
La triste verdad es que muchos jóvenes que tienen problemas con drogas
vienen de hogares carentes de amor y relaciones satisfactorias.
Los padres muchas veces creen que aman a sus hijos adolescentes pero son
muy negativos en la expresión de su afecto y cuidado. Es decir que tienden
siempre a estar corrigiéndolos. El resultado es un negativismo constante con los
jóvenes que lleva a humillarles, despreciar su autoestima, minar su confianza y
comunicarles que no son capaces de ser adultos. Hay que amar a los
adolescentes sin atarlos, o sea que se les permita tener suficiente libertad para
cometer algunos de sus propios errores, sin que este principio sea llevado al
extremo. La confianza que expresa esta clase de amor crea un espíritu de
aprecio en el joven y amplía su comprensión del amor maduro. Indudablemente
una de las maneras más efectivas de convencer a los hijos del amor de los
padres es dedicarles tiempo para escucharles y dialogar con ellos.
3. Comuníquese Positiva y Claramente con Ellos.
La buena comunicación es uno de los factores más importantes en la formación
de las relaciones felices que desean tanto los padres como los jóvenes. Se
puede cultivar la buena comunicación ejerciendo unos principios esenciales:
(1) Tome el tiempo para escuchar. De otro modo no va a saber cuál es el
problema que tiene su hijo o hija.
(2) No esté demasiado apurado para reaccionar, juzgar o proveer una
respuesta hasta que haya oído cuál es la preocupación real que le afecta a su
hijo.
(3) Trate de escuchar con simpatía e identidad cuando el adolescente esté
frustrado. Le frustra más recibir un “sermón” sobre como él debe estar
reaccionando ante su crisis. Produce una mejor aceptación para el joven si le
responde con palabras afirmativas tales como: “Sé que estás dolido”. “estoy
seguro de que tú te sientes defraudado”, o “tienes que haberte sentido
frustrado”.f125
(4) Hay que respetar la perspectiva o interpretación del joven de lo que él dice
que es su problema.
(5) Afirmaciones y felicitaciones por buenas acciones y por ser responsables
son tan importantes como las correcciones de los errores.
(6) El amor debe ser expresado no solamente con palabras, sino también
tocándoles para facilitar la comunicación.
(7) El disgusto con acciones inaceptables debe ser explicando y no expresado
como un ataque sobre el carácter del joven ni con insultos.
(8) No estereotipe al joven. En el análisis final tales acusaciones como “tú eres
un mal educado”, o “estúpido”, o “irresponsable” pueden llegar a ser
proyección que el mismo joven tenga de sí mismo.
(9) No les mande mensajes contradictorios: “Puedes ir con los jóvenes, y
estará bien, pero recuerda que estaré nervioso hasta que vuelvas a la casa. Sea
sincero, definido y justo. Haga que su sí sea sí y su no, no.
(10) Admita sus propias dolencias y frustraciones, especialmente en cuanto a su
relación con el joven. Aplique el principio de mandar mensajes congruentes,
que está explicado en el capítulo sobre conflictos en el matrimonio. Comience
con “A mí me parece...” en vez de atacarle con “tú eres esto...” o “tú haces
aquello...”
4. Use una Disciplina Consistente.
El amor de los padres demanda que los adolescentes sean disciplinados, pero
el mismo amor busca la disciplina más justa que producirá en el joven el buen
estímulo para vivir maduramente. El amor genuino no es permisivo, sino
cuidadoso. A la vez, hay que balancear nuestras instrucciones hacia ellos con
una vida cristiana que ejemplifique nuestras palabras. El buen ejemplo de los
padres ante los adolescentes sirve como una brújula, dirigiendo a los jóvenes en
sus acciones. Tal buen modelo es el mejor medio de disciplina a la disposición
de los padres y los apoderados.
La disciplina consistente quiere decir que no le va a castigar al hijo en el
momento del antojo ni en una forma caprichosa, sino en amor, buscando que
sea la corrección acorde con la gravedad del delito. Si la disciplina no es
consistente, pierde su efectividad y a menudo crea resentimiento y frustración
en el adolescente. Con los adolescentes hay que tomar tiempo para explicarles
el punto de vista del padre que esta corrigiéndoles. También, es poco útil el
castigo físico con los hijos de esta edad; más bien es contraproducente porque
ellos lo interpretarán que les estamos tratando como a niños. El castigo físico es
muy humillante. El joven responde mejor a privaciones de privilegio o a
acciones que corrigen la falta cometida.
5. Deje Que Sean Dirigidos Internamente.
La meta de la juventud es la madurez, pero aquello no se logra por estar
dirigido desde afuera sino porque internamente ellos quieren y saben lograrlo.
Cuando son niños hay que mandarles, pero cuando llegan a la adolescencia la
necesidad cambia: ellos deben desarrollar un sentido de iniciativa y
responsabilidad dentro de ellos mismos. Este proceso requiere que el estímulo
y la confianza estén puestos en los jóvenes de parte de sus padres.
Una de las mejores maneras para estimular al adolescente es la de permitirle la
dignidad de participar en la toma de decisiones especialmente las que le afectan
a él. Otros dos motivos importantes hacia la madurez del joven es el de sentir la
dignidad del trabajo y el de tomar responsabilidades. Trabajando al lado de los
padres en el jardín, en un proyecto o en una parte de los quehaceres del hogar
se anima a sentir el valor de su contribución al bien de la familia.
Por el ejemplo de los padres, los adolescentes están estimulados a tomar
buenas decisiones. No basta decirles que los vicios les dañarán o que algunos
sitios y actividades no les convienen. Hay que mostrarles lo que es un lugar
verdaderamente feliz y lo que es un genuino compañerismo para que ellos al
encontrarse en una circunstancia ajena o con gente poco decorosa, los
reconozcan por lo desagradable que son. Sin embargo, la decisión de quedarse
el tal circunstancia, tarde o temprano es de ellos. Tenemos que confiar en que
<202206>
Proverbios 22:6 sea la verdad, y que ellos seguirán los mejores caminos
que nosotros les hemos mostrado, en los cuales nosotros también fielmente
estamos caminando.
Estos pasos hacia la formación de buenas relaciones con los adolescentes
pueden ser chocantes en alguna manera con el modo que actualmente están
siguiendo los padres en su trato con sus hijos. Hay que animarles a adoptar e
intentar cualquiera de estas ideas que ellos creen que pueden resultar
positivamente en la dirección que presentan a los hijos jóvenes. Se requiere
tiempo y buenos resultados para que los padres cambien definitivamente su
forma de actuar, de modo que ellos se autoestimulen por su propio intento. Si
fracasan en sus primeros esfuerzos de modificar su trato hay que estimulares a
volver a probarlo hasta que se sientan que es natural actuar positivamente hacia
sus adolescentes.
EJERCICIOS DE APRENDIZAJE
Cuestionario:
1. Usted decide tener una conferencia exclusivamente para los padres y sus
hijos adolescentes que asisten a su iglesia para ayudarles a comprenderse y
mejorar su comunicación. ¿Cuáles aspectos tratará de enfocar? ¿Será
necesario tener más de una conferencia? En tal caso, ¿cómo lo arreglaría en
cuanto a temas que tratar?
2. ¿Cómo piensa usted que podremos ayudar a los padres a guiar a sus hijos
adolescentes hacia la madurez? En este mismo sentido, ¿qué problema crea
aquella tendencia de formar una dependencia en los padres? ¿Hay algunos
aspectos saludables en aquella dependencia?
3. El dejar al adolescente ser dirigido internamente está relacionado al punto
anterior. ¿Cómo cree usted que esto funcionaría en los hogares de los cristianos
evangélicos? ¿Cómo habría sido su juventud si hubiera recibido esta clase de
trato de sus padres? ¿Hay peligros en todo esto? ¿Puede ir a un extremo?
CAPITULO 10
LA EDUCACIÓN SEXUAL EN EL HOGAR
EJERCICIOS DE APRENDIZAJE
Cuestionario:
1. ¿Por qué es necesario que los padres den una buena educación sexual a sus
hijos?
2. ¿Cómo se puede contestar las tres preguntas comunes de los padres en
cuanto a su resistencia a dar una educación sexual a sus hijos?
3. ¿Cómo se puede definir la educación sexual?
4. Explique brevemente cómo la educación sexual comienza en la cuna.
5. ¿Qué quiere decir “no dar respuestas adultas a las preguntas de niños”?
6. Dé los cuatro aspectos sanos del ejemplo de los padres en enseñar a sus
hijos en cuanto al sexo.
7. ¿Cuál es la primera pauta en la buena comunicación con los hijos? ¿Por qué
le parece que esta es la más importante y a la vez la más olvidada de las
pautas?
8. Mencione tres directrices en la comunicación directa de la educación sexual
con los hijos.
9. ¿Cómo se pueden tratar las preguntas de los niños en cuanto a la parte del
padre en la procreación?
10. ¿Qué puede estar pasando si el niño no hace preguntas de curiosidad
acerca del sexo?
11. Escriba cuatro aspectos morales que deben formar parte de nuestra
educación sexual de los hijos.
12. En estos días modernos, ¿por qué no sirve basar la educación sexual en el
miedo?
13. Mencione tres conceptos bíblicos que se prestan como directrices en la
educación sexual en su sentido moral.
14. ¿Por qué es importante que los padres conversen y aseguren a sus hijos
adolescentes en cuanto a los cambios físicos que aquellos hijos están
experimentando?
15. ¿Cómo ayudaría usted a los jóvenes en su iglesia a comprender la
problemática de la pornografía?
Para la Dinámica de Grupo:
1. Si los padres son muy cerrados en cuanto a hablar del sexo, ¿cuáles
resultados puede traer estos a sus hijos?
2. ¿Qué relación tienen Filipense 1:9-11 y <510109>Colosenses 1:9-14 a la
educación sexual?
3. ¿Cómo se puede tratar el problema de la masturbación desde un punto de
vista emocionalmente sano y bíblico?
4. ¿Cómo se puede ayudar a las personas que tienen el problema de la
homosexualidad?
CAPITULO 11
LA VIDA ESPIRITUAL EN EL HOGAR
TIEMPOS FAMILIARES
Además de celebrar cultos con la familia, es altamente recomendable realizar
otras actividades que simplemente permitan a la familia gozarse juntos,
comunicarse mejor, y en general acercarse. Estas actividades y proyectos
funcionan mejor si se realizan regularmente. Es ideal planificar un tiempo
específico semanal, quincenal o mensual, cuando la familia esté junta y
dispuesta a intentar hablar, hacer proyectos, jugar, etc. Mientras que los cultos
se realizan normalmente alrededor de la mesa en el comedor o en la sala o
recibo, los momentos familiares se pueden realizar en un sinfín de lugares. Es
bueno que toda la familia ayude a planificar estos momentos. Una meta sería
tratar de hacerlo cuando todos o la mayoría de los miembros de la familia estén
presentes. Cada familia determinará lo que prefiera hacer. A continuación se
encuentra una lista de posibles actividades y proyectos para los momentos
familiares:
1. Muchas familias tienen talentos en música y se gozarán en tocar sus
instrumentos y cantar la música típica de su país, coritos y composiciones
originales.
2. Algunas familias miran juntos algunos programas televisados. Pueden discutir
los valores demostrados en tales programas, evaluarlos según el concepto
presentado de amor, fe, fidelidad, honor, etc. a la luz de las normas bíblicas.
3. Siempre es interesante compartir experiencias personales. Los niños se
divierten escuchando las experiencias y anécdotas de cuando los padres eran
niños y jóvenes. Para hacer que este tiempo sea más valioso, se deben exaltar
las virtudes y los valores de las personas mencionadas en los incidentes.
4. Otra actividad similar a la anterior es una en que le ayuda a cada persona a
determinar lo que en realidad son sus valores. Puede contarles historias como la
de los misioneros bautistas a Angola que por la guerra fueron forzados a salir
del país. Cada uno podía llevar una sola maleta. La familia misionera que cuenta
esta experiencia dice que les fueron revelado sus valores de acuerdo a lo que
pusieron en sus maletas. Lo que más querían llevar consigo eran cosas que
tenían un valor sentimental, un regalo de los niños o un recuerdo especial.
Después de contar esta experiencia, pida que vayan a sus habitaciones y
seleccionen lo que llevarían consigo en caso de una extrema emergencia. Déles
quince minutos para hacer su selección, la cual llevarán a la reunión plenaria de
la familia para compartirla y explicar por qué la seleccionaron. Esta experiencia
debe enseñar mucho acerca de cuáles sean sus valores y permitir una serie de
diálogos o estudios bíblicos sobre los valores de la vida cristiana.
5. Además la familia se contentará haciendo juegos de mesa o armando un
rompecabezas. La competencia y la conversación es la mayor contribución a la
vida familiar en estas actividades.
6. Paseos al parque o al zoológico, o un picnic en el campo proveen una gran
oportunidad a la familia para estrechar los vínculos de amor. Algunas familias
disfrutan del pescar juntos o asistir a eventos deportivos como fútbol o béisbol.
Ir a la playa o a otros lugares para nadar es siempre popular.
Estas seis ideas se mencionan para fomentar que cada familia busque pasar
tiempo juntos, deleitándose de la vida, confiando que estos momentos de
relajarse y de compartir algo agradable promueven un gusto y una estabilidad
en la vida familiar.
Las actividades cristianas de la familia deben incluir no solamente los cultos y
momentos de relajamiento, sino también las que producen sanos resultados en
el hogar cuando juntos realicen algunas actividades o proyectos misioneros.
EJERCICIOS DE APRENDIZAJE
Cuestionario:
1. ¿Por qué tienen tantas familias cristianas dificultad en realizar los cultos
familiares?
2. ¿Cuál es la responsabilidad de los padres en dirigir a los hijos hacia una
relación espiritual con la iglesia y la obra misionera. ¿Agregaría usted algunas
ideas a las del autor en relación a las “actividades misioneras para la familia”?
Lecturas Afines:
Elva Anson, Cómo Mantener Unida a la Familia Que Ora (Clie); Martha
Leavell, Hacia el Hogar Cristiano (Casa Bautista de Publicaciones)
CAPITULO 12
SUGERENCIAS PARA EL PROGRAMA DE
EDUCACIÓN FAMILIAR EN LA IGLESIA
Domingo
11:00 a.m. - Culto matutino: Sermón sobre la Familia Cristiana
6:00 p.m. - Trabajo en Grupos
Jóvenes: Factores en la Selección de la Pareja y el Noviazgo
Padres de Niños Pequeños: Comprendiendo el Desarrollo del NiñoPadres
de Adolescentes: Comprendiendo el Desarrollo del Adolescente
Adultos Maduros: El Matrimonio Que Perdura
7:30 p.m. - Culto Vespertino: Sermón sobre el Matrimonio Cristiano
Lunes
7:00 p.m. - Período General: Una Presentación sobre “El Poder del Oído”
(La base de la buena comunicación es poder escuchar.)
7:30 p.m. - Trabajo en Grupos
Jóvenes: Comprendiéndose y Comunicándose con los Padres
Padres de Niños Pequeños: Comunicación Exitosa con los Pequeños
Padres de Adolescentes: Comunicación con los Adolescentes
Adultos Maduros: Comunicación con los Hijos Casados, los Yernos, las
Nueras y los Nietos
Martes
7:00 p.m. - Período General: Una Presentación sobre los Papeles y
Responsabilidades en la Familia
7:30 p.m. - Trabajo en Grupos
Jóvenes: Las Personalidades Masculinas y Femeninas y como Estas
Reflejan la Forma de Ser de los Padres
Padres de Niños Pequeños: Educación Sexual de los Niños o la Disciplina
de los Niños
Padres de Adolescentes: Educación Sexual de los Adolescentes o
Educación Moral (incluyendo los valores) de los Adolescentes
Adultos Maduros: Preparándose para la Jubilación y la Vejez
Miércoles
7:00 p.m. - Período General: Una Presentación sobre la Vida Espiritual en
el Hogar (Dedíquese un tiempo especial para orar.)
7:30 p.m. - Trabajo en Grupos
Jóvenes: Los Valores de una Vida Disciplinada
Padres de Niños Pequeños: Criados en los Caminos del Señor
Padres de Adolescentes: Ayudando a los Hijos a Descubrir Sus Dones y a
Seleccionar su Vocación
Adultos Maduros: Compartiendo la Vida en Cristo con la Familia
8:30 p.m. - Clausura en Que las Familias Se Juntan para Orar el Uno por el
Otro
Segundo Ejemplo: Domingo a Domingo
(Cuando se tiene un solo conferencista, él puede dar conferencias a diferentes
grupos cada noche.)
Domingo
11:00 a.m. - Culto Matutino: Sermón sobre las Bases Bíblicas del Hogar
Cristiano
5:00 p.m. - Cena con los Adolescentes y Jóvenes. Charla y Diálogo sobre
el Noviazgo
7:00 p.m. - Culto Vespertino: Sermón sobre Cómo Vencer Barreras para
Lograr un Buen Matrimonio
Lunes
7:00 p.m. - Conferencia para los Novios y Recién Casados sobre los
Ajustes Tempranos en el Matrimonio
Martes
7:00 p.m. - Conferencia con los Padres de Niños de hasta Doce Años de
Edad sobre Cómo Comprenderlos y Comunicarse con Ellos
Miércoles
7:00 p.m. - Conferencia con las Familias Enteras: Estructurando y
Planificando Tiempo Familiar. Tiempo para Escucharse, Orar, Fijar Metas
y Jugar Juntos
Jueves
7:00 p.m. - Conferencia con los Padres de Adolescentes sobre la
Comprensión y Comunicación con Ellos
Viernes
7:00 p.m. - Conferencia con los Adultos Maduros sobre los Ajustes a la
Jubilación y Vejez. (Puede ser la noche de tiempo familiar para las demás
familias de la iglesia.)
Sábado
Desayuno para los Hombres: Tema sobre el Hombre, el Esposo y el Padre
Cristiano
Almuerzo con las Damas: Tema sobre la Mujer, la Esposa y la Madre
Cristiana
Cena con los Jóvenes: Tema sobre el Sexo y las Emociones, o sobre
Cómo Formar una moralidad Estable en un Mundo Inestable
Domingo
11:00 a.m. - Culto Matutino: Sermón sobre Cómo Cristo Ayuda al Hogar
(Véase la exposición más adelante.)
6:00 p.m. - Tiempo de Diálogo con Preguntas y Respuestas Que Surgen
Debido a las Conferencias y Sermones de la Semana
7:00 p.m. - Culto Vespertino: Sermón sobre el Enriquecimiento del
Matrimonio y la Vida Familiar
UNA ENCUESTA:
NECESIDADES SENTIDAS SOBRE LA FAMILIA
Una conferencia sobre la vida familiar se está planeando para nuestra iglesia
durante los días siguientes: . Para hacer que esta conferencia sea de
mayor provecho a la mayoría de los feligreses, necesitamos saber cuáles son
los temas que usted desea que se considere. Favor de revisar la lista de temas y
de indicar su grado de interés colocando una (x) en la columna que mejor
refleja su sentir al respecto.
Categoría de edad por años: 12-20 , 21-30 , 31-40 , 41-50 , 51 o
60 , 61 o más
Temas Nada de Algo de Mucho
interés interés interés
Preparándose para ser padres
Guiando a los preescolares
Guiando a los niños de 6 a 12 años
Guiando a los adolescentes
Viviendo con jóvenes mayores
Viviendo con un niño “especial”
Educación sexual para los preescolares
Educación sexual para los niños de 6 a 12
años
Educación sexual para los adolescentes
Las buenas relaciones con los padres (para
niños y/o adolescentes)
La selección de pareja y el noviazgo
Los consejos prematrimoniales
Los problemas morales: drogas, alcohol,
etc.
La comunicación entre cónyugues
Los ajustes en el matrimonio
Las buenas relaciones sexuales en el
matrimonio
Sólo para hombres: Esposo y Padre
Sólo para mujeres: Esposa y Madre
El presupuesto familiar
Los cultos familiares
La esposa que trabaja fuera del hogar
Los problemas de los adultos maduros
Resolviendo conflictos en el matrimonio
Los tiempos familiares
Los años de la jubilación
Los problemas del divorcio y abandono
Confrontando a la muerte
EJERCICIOS DE APRENDIZAJE
Cuestionario:
1. Prepare un culto para el Día de las Madres, el Día de los Padres, o cualquier
día especial relacionado con la familia.
2. Prepare un programa para la Semana del Hogar.
3. Prepare un sermón sobre algún tema que se encuentra en este capítulo.
BIBLIOGRAF ÍA
El Hogar Cristiano:
Elva Anson, Cómo Mantener Unida a la Familia Que Ora, Tarrasa, España:
Editorial CLIE, 1978.
M. B. Leavell, Hacia un Hogar Cristiano. El Paso: Casa Bautista de
Publicaciones, Tercera Edición, 1978.
S. Rice, El Hogar Cristiano. Terrasa, España: Editorial CLIE, 1979.
El Divorcio:
Padres e Hijos:
Capítulo 1
ft1
David Mace. A los Que Dios ha Juntado en Matrimonio (El Paso: Casa
Bautista de Publicaciones 1977), págs. 26, 27.
ft2
Esta presentación de propósitos del matrimonio está mayormente basada en
el estudio de Ernest White, Marriage and the Bible (Nashville: Broadman
Press, 1965), págs. 38-47.
ft3
Stuart B. Babbage, Dios Creó el Sexo (Buenos Aires: Ediciones Certeza,
1971), pág. 23.
ft4
Mace, A los Que Dios Ha Juntado en Matrimonio, pág. 12.
ft5
Ibid., pág. 13.
ft6
White, Marriage and the Bible, pág. 44.
ft7
Ibid., pág. 45.
Capítulo 2
ft8
Ralph A. Phelps, Haciendo Planes para el Futuro (El Paso: Casa Bautista
de Publicaciones), págs. 46-49.
ft9
Entiéndase por cita el hecho de ponerse de acuerdo con su pareja para salir
de paseo, a una reunión social o de otro tipo, o simplemente para
conversar y comer juntos: en suma, para estar juntos y aprovechar esto
para conocerse mejor.
ft10
Adrián González Quirós. El Noviazgo (El Paso: Casa Bautista de
Publicaciones, 1971). pág. 28.
ft11
Ibid.
ft12
Ibid.
ft13
Luis Palau, ¿Con Quién Me Casaré? (Miami: Editorial Caribe, Tercera
Edición, 1976 págs. 25-47.
ft14
Phelps, Haciendo Planes para el Futuro, págs. 88-92
ft15
Para una lectura sabia respecto al matrimonio mixto, véase Joan Goetz, El
Amor y la Juventud, (El Paso: Editorial Mundo Hispano, Quinta Edición,
1975), págs. 71-78.
ft16
Mace, Getting Ready for Marriage (Nueva York: Abingdon Press, 1972,
pág. 55.
ft17
José Grau, Relaciones Prematrimoniales (Barcelona: Ediciones
Evangélicas Europeas, 1977), págs. 20, 21.
ft18
Ibid., pág. 36.
ft19
Ibid., pág. 47.
Capítulo 3
ft20
Mace, Getting Ready for Marriage (Nueva York: Abingdon Press, 1972),
págs. 18, 19.
ft21
Véase la última sección del capítulo 7 de esta obra para una discusión
respecto al matrimonio de los divorciados.
ft22
Las ideas de estas conferencias son una adaptación de H. Norman Wright,
Premarital Consueling y Weldon y Joyce Viertel, Marriage and Family
Life (El Paso: Carib Baptist Publications, 1978), págs. 55-67.
ft23
Esto se basa en el estudio de Merrill F. Unger, Unger’s Bible Dictionary
(Chicago: Moody Press, 1957), págs. 698, 699.
ft24
Henry Bowman, Marriage for Moderns (Nueva York: McGraw-Hill Book
Company, Séptima Edición, 1970), pág. 194.
Capítulo 4
ft25
Mace, Getting Ready for Marriage, (Nueva York: Abingdon Press,
1972), pág. 17.
ft26
Henry Brandt y Phil Landrum, Cómo Mejorar Mi Matrimonio (Miami:
Editorial Vida, 1977), pág. 124.
ft27
Citado por Babbage, Dios Creó el Sexo, (Buenos Aires: Ediciones
Certeza, 1971). pág. 64
ft28
Véase la muy interesante exposición de estos versículos en Brandt y
Landrum, Cómo Mejorar Mi Matrimonio, págs. 61-87.
ft29
Cecil Osborne, Psicología del Matrimonio (Miami: Logoi Inc., 1974),
pág. 8.
ft30
Toda esta sección sobre diferencias está basada en Osborne, págs. 8-50.
ft31
Ibid., pág. 9.
ft32
Ibid., pág. 11.
ft33
Ibid., págs. 12, 13.
ft34
Ibid., págs. 29 - 34.
ft35
White, Biblical Perspective for Modern Family Living, pág. 14.
ft36
Para otra presentación respecto a la sumisión de la mujer, véase la última
sección de este capítulo, “Claves de Compañerismo”.
ft37
Charlotte y Howard Clinebell. Intimidad, Claves para la Plentitud de la
Pareja (Buenos Aires: Editorial La Aurora, 1973), págs.75-79.
ft38
Ibid., págs. 80, 81.
ft39
Ibid., págs. 36, 37.
ft40
Ibid., págs. 25-28.
ft41
Elam J. Daniel. Cómo Ser Feliz en el Matrimonio (El Paso: Casa Bautista
de Publicaciones, 1976) pág. 9.
ft42
Larry Christenson, La Familia Cristiana (Puerto Rico: Librería Betania,
1970), págs. 36-58.
ft43
Ibid., pág. 51.
Capítulo 5
ft44
White, Marriage and the Bible, (Nashville; Broadman Press, 1965), págs.
3-9 Aquí también, se presenta la idea de soma, como la naturaleza humana
(cuerpo) en su disposición hacia Dios. (ej. <500120>Filipenses 1:20; <460619>1
Corinitos 6:19.)
ft45
Jean-Jacques von Allmen, El Matrimonio según San Pablo (Buenos Aires:
Junta de Publicaciones de las Iglesias Reformadas, 1970), págs. 22, 23.
ft46
Grau, Relaciones Prematrimoniales (Barcelona: Ediciones Evangélicas
Europeas, 1977) pág. 130.
ft47
Ibid., págs. 130, 131.
ft48
Ibid., pág. 133.
ft49
Roland H. Bainton, What Christianity Says about Sex, Love and
Marriage (Nueva York: Association Press, 1957) pág. 29.
ft50
El dualismo fue una de las características de la filosofía griega que decía que
el espíritu es bueno y que la carne es mala.
ft51
Bainton, What Christianity Says about Sex, Love and Marriage págs.
58-63.
ft52
Ibid., págs. 76-79.
ft53
Ibid., págs, 91-102.
ft54
Henlee H. Barnette. The New Teology and Morality (Philadelphia: The
Westminster Press, 1967), pág. 53.
ft55
Ibid., págs. 51-53.
ft56
Por eso, algunos los llaman “situacionalistas”.
ft57
N. H. Hollis, Teología Bíblica de la Sexualidad (El Paso: Casa Bautista de
Publicaciones), págs. 11, 12.
ft58
Mace, A los Que Dios Ha Juntado en Matrimonio, (El Paso: Casa
Bautista de Publicaciones, 1977), pág. 41. Véase John W. Drakeford,
Hechos el Uno para el Otro (El Paso: Editorial Mundo Hispano. 1970),
págs. 119-122.
ft59
Herbert J. Miles expresa que al principio es natural tener relaciones sexuales
con más frecuencia y ajustarlas más tarde a dos o tres veces por semana.
Felicidad Sexual en el Matrimonio, pág. 85. Sin embargo, es algo
completamente del gusto y la elección de la pareja. No hay nada malo en
compartir este acto con frecuencia, tampoco hay algo malo en hacerlo
menos por razones de trabajo o preocupaciones.
ft60
Para técnicas e información médica sobre el acto sexual véase Ed y Gaye
Wheat, Intended for Pleasure (Old Tappan, Nueva Jersey: Fleming H.
Revell Company 1977), págs. 73-82; y Tim y Beverly LaHaye, El Acto
Matrimonial (Tarrasa, España; CLIE, 1976), págs. 71-96
ft61
José G. Carrero H., La Guerra de los Sexos (Maracaibo: Editorial
Libertador, 1978), pág. 102.
ft62
El doctor Carrero opina que los niños nacidos fuera del matrimonio no son
bendiciones de Dios, sino fruto de fornicación. Ibid., pág. 101.
ft63
Wheat, Intended for Pleasure, pág. 145.
ft64
Wilson W. Grant, Amor y Sexo (Tarrasa: Editorial CLIE, 1975), pág. 116.
ft65
Para más detalles véase Grant, Amor y Sexo, págs. 116-119; Miles, La
Felicidad Sexual, págs. 118-135; y Wheat, Intended for Pleasure, págs.
145-168.
Capítulo 6
ft66
Clyde M. Narramore, Cómo Tener Éxito en las Relaciones Familiares
(Tarrasa, España: CLIE, 1974), pág. 20.
ft67
Samuel Southard, “The Pastor as Marriage Conselor,” An Introduction to
Pastoral Counseling, editado por Wayne E. Oates (Nashville: Broadman
Press, 1959), págs. 165-167.
ft68
G. Wade Rowatt, “Managing Conflict in the Christian Family”, Review and
Expositor, Vol. 75 (Invierno, 1978), pág. 59.
ft69
Véase Narramore, Cómo Tener Éxito en las Relaciones Familiares, pág.
15-21.
ft70
Mace, A los Que Dios Ha Juntado en Matrimonio (El Paso: Casa
Bautista de Publicaciones, 1977), pág. 69.
ft71
Narramore, Cómo Tener Éxito en las Relaciones Familiares, pág. 20.
ft72
Carrero, La guerra de los Sexos, (Maracaibo: Editorial Libertador, 1978),
pág. 20.
ft73
Para una perspectiva cristiana al respecto, véase Joyce Landorf, Pros y
Contras en la Liberación de la Mujer (Tarrasa, España: CLIE, 1976).
ft74
Eugene A. Nida, Understanding Latin Americans (South Pasadena, Calif.:
William Carey Library, 1974), pág. 59.
ft75
Mace, A los Que Dios Ha Juntado en Matrimonio, pág. 76.
ft76
Carrero, La Guerra de los Sexos, pág. 19.
ft77
En su uso original, esta palabra tenía el sentido de arreglar huesos rotos. Así
debemos recordar que los que cometen faltas contra el Señor, están
sufriendo y, por lo tanto, necesitan un trato manso (o controlado,
particularmente controlado por el Espíritu Santo.) Véase Howard Colson y
Robert Dean, Gálatas: Libertad en Cristo (El Paso: Casa Bautista de
Publicaciones, 1972), págs. 132, 133.
ft78
Esta lista es una adaptación de una parte del folleto. “Conflictos”. Producido
por la Comisión de Vida Cristiana de la convención Bautista del Sur (sin
fecha). Véase, también, H. Norman Wright, Comunicación: Clave de la
Felicidad Conyugal (Tarrasa, España: CLIE, 1974), págs. 224-226.
ft79
Comisión de la vida Cristiana. “Comunication” (Comunicación). (Sin
Fecha).
ft80
Este estudio sobre la comunicación se basa en una adaptación del Programa
del Avance de Motivos (Guía del Seminario) de Combined Motivation
Education Systems, Inc., Rosemont, Illinois (sin fecha), págs. 32-38.
ft81
Citado en Wright, Comunicación: Clave de la Felicidad Cónyugal, págs.
221, 222.
Capítulo 7
ft82
Roger H. Crook, An Open Book to the Christian Divorcee (Nashville:
Broadman Press, 1974), págs. 52, 53.
ft83
Una obra que defiende esta interpretación estricta es Guy Duty, Divorcio y
Nuevo matrimonio (Puerto Rico: Editorial Betania, 1975).
ft84
Véase Crook An Open Book to the Christian Divorcee, págs. 54, 55;
White, Marriage and the Bible, (Nashville, Broadman Press, 1965), págs.
101, 103.
ft85
White, Marriage and the Bible, pág. 108.
ft86
“Impedimento”, Diccionario Enciclopedia Salvat, Tomo 7 (Barcelona:
Salvat Editores S.A., Edición 13, 1968), págs 138, 139; Lorenzo Miguélez
Domínguez, Sabino Alonzo Morán y Marcelino Cabreras de Anta, Código
de Derecho Canónico (Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1945),
págs. 344, 359.
ft87
Bainton, What Christianity Says about Sex, Love and Marriage, (Nueva
York: Association Press, 1957), pág. 52.
ft88
Canon 1131
ft89
Canon 1120
ft90
Crook, An Open Book to the Christian Divorcee, pág. 26.
ft91
Domingo Fernández, “¿Contribuye la Esposa a Que Su Marido le Sea
Infiel?” El Hogar Cristiano (Abril a Junio, 1978). Págs. 29, 30.
ft92
James G. Emerson, Divorce, the Church, and Remarriage (Philadelphia:
The Westminster Press, 1961). Págs. 33-48.
ft93
La razón de Pablo al aconsejar a los cristianos a que se quedaran solteros
fue para que de este modo pudieran rendir mayor servicio al Señor. (<460732>1
Corinitos 7:32.) Aún decía que los que perdieron a sus cónyuges por
muerte, y que tenían el derecho de volverse a casar, debían quedarse
solteros (vv. 39, 40).
ft94
Crook, An Open Book to the Christian Divorcee, págs, 69, 70.
Capítulo 8
ft95
Nida plantea que la expresión de la fe católica romana entre los latinos que
adoran principalmente a la madre virgen en contraste a la poca mención de
Dios y Cristo se debe a la desconfianza que existe entre los latinos hacia los
“hombres”. Understanding Latin Americans (South Pasadena, Calif.:
William Caney Library, 1974), págs. 68-70.
ft96
Tomando de un cartel de la Comisión de Radio y Televisión de la
Convención Bautista del Sur, Fort Worth, Texas.
ft97
W. Robertson Nicoll, ed., The Expositor’s Bible, The Book of Proverbs
(Nueva York: A. C. Armstrong and Son, 1903), pág. 304.
ft98
R. K. Campbell. The Christian Home (Nueva York: Loizeaux Brothers,
1940), págs. 72, 73.
ft99
Marjorie Stith, Understanding Children (Nashville: Convention Press,
1968), pág. 10.
ft100
Esta presentación se basa en el artículo por Joyce H. Munro. “The Family:
Cradle of Spiritual Development.” Review and Expositor, Vol. 75
(Invierno, 1978), págs. 47, 48.
ft101
Ibid., pág. 47.
ft102
James Dobson, La Felicidad del Niño (Miami: Editorial Vida, 1978).
ft103
Samuel Escobar, “Nuevos Hogares para una Nueva Sociedad,” Certeza,
Vol. 62 (Abril-Junio, 1976), pág. 170.
ft104
C. René Padilla, “La Familia, una Perspectiva Cristiana,” Certeza, Vol. 62
(Abril-Junio, 1976), pág. 180.
ft105
Christenson, La Familia Cristiana (Puerto Rico: Librería Betania, 1970),
pág. 112; Al y Pat Fabrizio, Los Niños, ¿Alegría o Alboroto? (Palo Alto,
California: Alegría Press, 1969), pág. 10.
ft106
Christenson, La Familia Cristiana, pág. 117.
ft107
Dobson, Atrévete a Disciplinar (Miami: Editorial Vida, 1976), págs. 29,
30.
ft108
Bruce Narramore, ¡Ayúdenme! Soy Padre (Tarrasa, España: CLIE,
1974), págs. 48-58.
ft109
Dobson, Atrévete a Disciplinar, págs, 29, 60, 61.
ft110
Ibid., pág. 61.
ft111
Brandt y Landrum, I Want to Enjoy My Children (Gran Rapids;
Zondervan Publishing House, 1975), pág. 106.
ft112
Dobson, Atrévete a Disciplinar, pág. 31.
Capítulo 9
ft113
William Dyal, conferencia en Buenos Aires, Argentina, Junio, 1970
(multigrafiado), pág. 15.
ft114
Máximo García Ruiz, El Reto de la Juventud (Tarrasa, España: Editorial
CLIE, 1977), pág. 36.
ft115
Comisión de Vida Cristiana, Parents and Teenagers (folleto), pág. 1.
ft116
M. L. Bigge y M. P. Hunt, Bases Psicológicas de la Educación (México:
Editorial F. Trillas, 1970), pág. 304.
ft117
T. Garvice y Dorthy Murphree, Understanding Youth (Nashville:
Convention Press, 1969) pág. 23.
ft118
Ibid.
ft119
Ibid., pág. 24. Para una buena descripción de los cambios físicos de la
adolescencia, véase Paul D. Simmons y Kenneth Crawford, Mi
Crecimiento Sexual (El Paso: Editorial Mundo Hispano. 1976) caps. 1-4.
ft120
Véase Osborne, ¡Amate Siquiera un Poco! (Miami: Editorial Caribe,
1978).
ft121
Garvice y Murphree, Understanding Youth, págs, 31. (trad. del autor).
ft122
Dyal, conferencia en Buenos Aires, pág. 17.
ft123
Véase la lista de las once quejas más comunes de los adolescentes contra
sus padres. Gary Collins, Hombre en Transición (Miami: Editorial Caribe,
1978) pág. 86.
ft124
Anna B. Mow, Tú y Tu Hijo (Tarrasa, España: Editorial CLIE, 1975),
págs. 20, 21.
ft125
Haim G. Ginott, Between Parent and Teenager (Nueva York: Avon
Books, 1971), págs. 64, 65.
Capítulo 10
ft126
B. A. Clendinning, “Sex Education in the Church”, Sex Education:
Resource Guide for the Church (Nashville: Broadman Supplies, 1970),
pág. 15.
ft127
John C. Howell, Discussing Sex with Your Child, reimprimido de
Training Adults (Nashville: Sunday School Board of the Southern Baptist
Convention, 1968), pág. 1.
ft128
Ibid.
ft129
Ibid.
ft130
Véase Issues and Answers: Sex Education, folleto de la Comisión de la
Vida Cristiana, Convención Bautista de Texas.
ft131
Samuel Vila, Padres e Hijos Hablan del Sexo (Terrasa, España : Editorial
CLIE, 1974), pág. 25.
ft132
James L. Hynes, How to Tell Your Child about Sex (Nueva York: Public
Affairs Pamphlets, 1949), págs, 23, 24.
ft133
Ibid., p. 7.
ft134
Para una muy instructiva presentación de las preguntas normales de los
niños y respuestas adecuadas que los padres puedan dar, véase Vila,
Padres e Hijos Hablan del Sexo, págs. 33-44 y en el apéndice del mismo
libro, págs. 127-141, donde se trata de preguntas que también hacen los
adolescentes y jóvenes adultos.
ft135
Citado en Hollis, Getting Rid of the Birds and the Bees: Sex Education
in the Christian Home Nashville: Broadman Supplies, 1970), págs, 6, 7.
ft136
Véase la presentación de Vila, Padres e Hijos Hablan del Sexo, págs.
16-22.
ft137
Grant, De Padres a Hijos Acerca del Sexo (El Paso: Editorial Mundo
Hispano, 1977) págs. 63-64.
ft138
Vila, Padres e Hijos Hablan del Sexo, págs. 15, 16.
ft139
Para un vocabulario de términos sexuales y comunicables a los niños, véase
Grant, De Padres a Hijos acerca del Sexo, págs, 180-192.
ft140
Ibid., págs. 57-65.
ft141
Para recordar los fundamentos de las amistades y la formación de las
relaciones significantes, repásese el capítulo dos.
ft142
Hollis, La Teología de la Sexualidad (El Paso: Casa Bautista de
Publicaciones, 1972).
ft143
Miles, Felicidad Sexual antes del Matrimonio (Miami: Logoi Inc., 1974),
págs, 56, 57. Véase la experiencia de Vila, Padres e Hijos Hablan del
Sexo, págs. 68, 69.
ft144
Charlie W. Shedd, The Stork Is Dead (Nueva York: Pilar Books, 1976),
pág. 72.
ft145
Miles, Felicidad Sexual Antes del Matrimonio, págs. 52-57.
ft146
Babbage, Dios Creó el Sexo (Buenos Aires: Ediciones Certeza, 1971)
pág. 45.
ft147
Ibid., pág. 78.
ft148
Miles, Felicidad Sexual Antes del Matrimonio, pág. 56.
ft149
Jorge León, Lo Que Todos Debemos Saber sobre la Homosexualidad
(Miami: Editorial Caribe, 1976), pág. 70-74.
Capítulo 11
ft150
Billy Graham, “Let Christ Rule Your Home,” Decision (Febrero, 1980),
págs. 1, 2.
ft151
Elva Anson, Cómo Mantener Unida a la Familia Que Ora (Tarrasa,
España: Editorial CLIE, 1978), p. 11.
ft152
Edward E. Thorton, “Raising god Consciousness in the Family,” Review
and Expositor (Invierno, 1978), p. 79.
ft153
Ibid.
ft154
A. T. Robertson, Word Pictures in the New Testament, Vol. 4
(Nashville: Broadman Press, 1931), pág. 500.
ft155
Dorothy Martin, Creative Family Worship (Chicago: Moody Press,
1976), págs, 33, 34.
ft156
Ibid., pág. 114.
ft157
Es un juego bíblico producido por la Casa Bautista de Publicaciones.
Capítulo 12
ft158
S. A. Clendinning. h. (ed), Family Ministry in Today’s Church (Nashville:
Convention Press, 1971), págs, 112-118.
ft159
Adaptación de dos listas: S. Autry Brown, Church Family Life
Conference Guidebook (Nashville: Sunday School Board of the Southern
Baptist Convention, 1973), págs, 9, 10; William M. Pinson, h., Families
with a Purpose (Nashville: Broadman Press, 1978), págs. 134, 135.
ft160
Las ideas hasta aquí expuestas son adaptaciones de las de Pinson,
Families with a Purpose, págs. 138, 139.
ft161
Ibid., págs. 138-140.
ft162
Ibid., págs. 140, 141.