Una Vieja Entrevista Al Indio
Una Vieja Entrevista Al Indio
Una Vieja Entrevista Al Indio
-No.
Más allá de los dolores musculares en una pierna y de una muela que lo
tiene a mal traer, el monosilábico intercambio de palabras con el que el
Indio Solari recibe a LA NACION luego de tres años de ausencia en los
medios habla tanto de la personalidad de este artista, como cada uno de
esos seudomonólogos apasionados que disparará poco después, a lo
largo de dos horas de entrevista y con la excusa de la edición de su
segundo álbum sin el amparo de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.
"En general, mis letras no son muy felices -admite el artista que en este
disco, el segundo de una trilogía, se esconde bajo el seudónimo de
Monsieur Sandoz-, pero bueno, contra lo que aparenta la materia que hay
en el álbum, todo pivota alrededor de una canción de amor, que es
genuina y que se la dediqué a mi compañera: «Y mientras tanto el sol se
muere». Sinceramente tengo la suerte de disfrutar del amor y lo que veo
hoy en día es que el amor está siendo desacreditado, ridiculizado
permanentemente, como si fuera algo malo o una tontera inexistente, qué
sé yo... Entonces, creo que no está de más que alguien que no lo ve de
esa manera agregue a toda la información que hay, un álbum que gira en
torno a una canción de amor."
-¿Y a qué se debe que por momentos parecerían más canciones de
desamor que de amor?
-Bueno, algunas yo digo medio en joda que son canciones de amor para
dealers, ¿no? Pero esa canción en particular habla de alguien que marca
la intención de encontrarse con otra persona aún después de la muerte,
alguien que no tiene una religión efectiva que lo ampare, pero aún así dice
"te voy a buscar y te voy a encontrar, en la inmensidad, en la oscuridad".
Uno no vuelve virgen del amor, creo que debe haber una sola oportunidad
de enamorarse en la vida, hablando de algo que va más allá del
enamoramiento circunstancial, cuando uno encuentra la necesidad de
compartir la intimidad más profunda con una persona sin la cual la vida
no tiene mucho signficado..."
-Analgésicos... viste esa letra que dice "a veces exagero mi humor, los
Martinis y los tafiroles", bueno, algún día me van a matar.
Acto II: el deseo
-¿Por qué creés que Skay pudo encauzar su camino en el ámbito de los
teatros?
-El año que viene seguro que no y más adelante quizás esté demasiado
viejo para volver. Nos tendríamos que haber separado antes, no sé, es
una cosa que está sostenida en el tiempo, porque nadie ha declarado la
muerte, pero bueno, está en un estado de coma vegetativo, por ahí para
siempre. Por ahora, cada uno está entretenido con lo que está haciendo.
En general, todo lo que he visto de reuniones no es de tipos que venían
tirando papel picado y dijeron vamos a apagar la luz un rato para ver qué
hacemos con aquel proyecto, sino que por ahí son músicos que hace
años que no son grandes vendedores de discos y necesitan pagar los
impuestos del año pasado.
Acto IV: la muerte