Luz Negra
Luz Negra
Luz Negra
aula abierta
SECCIÓN DEL SUPLEMENTO TRES MIL EN APOYO A LOS PROGRAMAS DE LENGUAJE Y LITERATURA DE EDUCACIÓN MEDIA DEL MINISTERIO DE EDUCACIÓN
«Luz Negra»
de Alvaro Menen Desleal
Edgar Alfaro Ch.
SEGUNDO AÑO DE BACHILLERATO
A juicio muy personal, Luz Negra es, has- dos mil representaciones lo han probado en Dice un monólogo -que podría igualmente
ta el momento, la obra cimera de las tablas diversas latitudes-, arrastrado por una car- llegar del espacio- con el tono propio de
salvadoreñas. Su autor, Álvaro Ménen Des- ga teatral que actúa sobre él a nivel de sub- quien pronuncia una parábola. Sufre: más,
leal, tuvo la satisfacción de verla puesta en consciente. Y si el autor no hacer la menor dentro del sufrimiento, se adivina un gozo
escena en diferentes países, en los que la trampa, ofreciendo de entrada, sin ambigüe- que, con todo, no nos convence. Se mueve
calidad no admitió la mezquina compara- dades ni posibilidad de confusión, dos ca- con una floja, lenta naturalidad, o perma-
ción, ni mucho menos la insinuación de pla- dáveres, el público sí juega a hacerla: es nece quieto.
gio, sino que incluso, fue largamente aplau- tanta su entrega y su identificación que los
dida no sólo por el público latino y euro- dos personajes resultan vivientes. ¡¿No es Un silencio antes de comenzar.
peo que en su momento la degustó, sino por acaso eso lo que buscaba Menén Desleal,
actores y directores que tuvieron la dicha una prueba de que el amor triunfa y sal- El verdugo afila una vez más -la última
de interpretar y transmitir el más universal va?! vez- el hacha. Yo aprieto mis dedos por el
de los temas: el amor; amor a la libertad, a Originalmente Luz Negra estaba forma- frío y porque, con esa procupación profe-
la vida, al amor mismo. Luz Negra es el da por dos actos, los que luego y merced a sional suya en los detalles, el verdugo evi-
drama de dos decapitados en la Plaza Li- los cambios introducidos por el genial dra- dencia que intuye lo que en mí es ya certe-
bertad... digo, en la Plaza Libertad de cual- maturgo salvadoreño, se convierten en un za: que el condenado es él. Que yo soy el
quier país del mundo donde aún se estila único acto dividido en dos cuadros, con todo verdugo.
ajusticiar los delitos comunes, y acallar, las y prólogo; pese a lo cual la extensión de la
más elementales demandas del ser huma- obra no se reduce en nada. Ahora subo, paso a paso, los escalones
no, con la inútil pena de muerte. Pero de- Luz Negra cuenta con una epígrafe del cadalso. Lo hago lentamente,
tengámonos por un instante en San Salva- retomado del acto IV, del cuadro XIII de la morosamente, no sólo porque llevo atadas
dor, ubiquémonos en nuestra Plaza Liber- obra “Peer Gynt”, del dramaturgo norue- las manos a la espalda, sino también por-
tad o Parque Dueñas (que así también se go, Henrik Ibsen, el cual es rotundamente que con esta lentitud y morosidad, sufre el
denomina); en la esquina opuesta, en el clave, y reza de la siguiente manera: verdugo: es decir, mi víctima. Me detengo
costado sur-poniente se yergue el edificio “La razón absoluta expiró anoche a las arriba y veo, en redondo, los ojos ávidos de
Central, pues bien, en uno de los más ele- once...” la multitud. Yo puedo ver ese paisaje cara a
vados pisos se encontraba la oficina de Ál- cara; el verdugo, pese a la negra máscara
varo, quien en una increíble jornada de 36 Y digo clave, pues sin razón no hay cla- que, grita su identidad, sólo puede verme a
El gran maestro salvadoreño
horas, y “con la mano de Dios sobre su hom- Álvaro Menen Desleal
ridad, sin razón no puede haber más que mí.
bro”, escribe el borrador o manuscrito ori- obscuridad, sin razón se rompe el prisma Y tiembla. Estoy seguro de que tiembla.
ginal de la majestuosa obra que en esta oca- ricanas más representada y más conocida que parte el haz de luz blanca en arcoiris; Necesita, para disimular sus estremecimien-
sión ocupa nuestras neuronas. Desde allí, en el mundo. Y si durante esos nueve años sin razón no puede haber más que luz ne- tos, sujetar duro el hacha.
la perspectiva de la Plaza Libertad es más esa obra mágica y elemental, dura y tierna, gra, aunque sean las once de la mañana o Cuando apoyo el mentón sobre la casta
que sugestiva. Los personajes principales... ha llenado de angustia, risa y esperanza a de la noche, en Centroamérica, en Las Ve- superficie de madera, el verdugo levanta el
Moter y Goter yacen al pie del cadalso, sus decenas de miles de espectadores en nume- gas, en Argelia, en Vietnam o en Perú. Y filo y lo descarga con un supremo esfuer-
cuerpos ya sin vida esperan sangrantes ser rosos países, no menos ha ocurrido con los sin embargo, el prólogo comienza con una zo, sin pausa ni tardanza. Mi cabeza rueda,
llevados del lugar, las cabezas sin embar- lectores; el sarcasmo, la ternura, el humor total paradoja, con una profunda exigencia y se desploma mi cuerpo; pero su esfuerzo
go, increíblemente, razonan y cuestionan la negro y la esperanzada esperanza de una quizá de humanidad... Obscuridad. O Luz me redime a mí, y esclaviza para siempre a
suerte que han corrido, evocan sus respec- escritura ágil y poética, han hecho de esta total. Un “ser o no ser” cruza mí víctima.
tivas vidas, chistan y polemizan, evalúan la obra un éxito editorial: sus ediciones (tres relampagueante, como una consigna que El verdugo mira mi sangre, y yo clavo los
conducta humana, se aferran a la vida y has- sólo en los Estados Unidos) se agotan a vive triunfante, como una consigna que ojos en el cielo.
ta se entusiasman en llamar la atención de medida que se suceden. muere en el intento. Luz Negra amigo míos,
los transeúntes, cuyas miradas curiosas se Para la gente de teatro, Luz Negra repre- es la obra... PRIMER CUADRO (fragmento)
clavan en ellos, como presintiendo inexpli- senta algo más que una pieza difícil en la
cablemente el diálogo silente de las dos ca- que el autor presenta un verdadero desafío Personajes: Un patíbulo en el centro de una plaza.
bezas que con los ojos impávidos y de par a la imaginación de los directores (montaje -Goter... un revolucionario Basura, sangre y desorden. Recién pasado
en par, los miran pasar inavertidamente... con “realismo guerrillero” en Guatemala, -Moter... un estafador el mediodía, el sol pega sobre la escena.
Luz Negra consta de un acto, dividido en versión de “onirismo guiñolesco” en Ale- -Un ciego Moscas, muchas moscas.
un prólogo y dos cuadros; fue galardonada mania pasando por la “plástica móvil” de -Un hombre Goter yace, la cabeza vertical en un sitio
con el 1er. Premio Hispanoamericano de Venezuela, la iluminación con “luz de -El hombre de la limpieza y el cuerpo horizontal en otro, sobre la tari-
Teatro en 1965. wood” en El Salvador, el “clima poético” -Una niña ma. Mueve los ojos hacia todos los rumbos
En la nota editorial de la obra se lee: “Con del montaje en Buenos Aires, el casi reli- posibles.
sus dos mil representaciones entre septiem- gioso de México, las dos cabezas de yeso No falta más para llevar este mensaje de Abajo, en el pavimento, Moter, en igua-
bre de 1966 (V Festival Internacional, es- en Chile, etc.): un reto a la capacidad de los cruda y sublime humanidad, con la salve- les condiciones.
treno mundial por el teatro de la Universi- actores (son dos hombres que acaban de ser dad que incluso, Un ciego, Un hombre y El
dad Popular de Guatemala), y septiembre ejecutados: los personajes son, en realidad, hombre de la limpieza pueden ser interpre- Goter
de 1975 (estreno de la versión danesa por dos cabezas. Los actores muestran sólo la tados por el mismo actor. ¡Ja ja ja ja!
el SpØllerØd Scenen. Copenhague). Luz cara, y uno de ellos, durante casi todo el
Negra resulta ser, junto con Las Manos de segundo cuadro, ni la cara). Es allí donde Prólogo Moter
eurídice, de Pedro Bloch (Brasil), Historias hay que buscar el entusiasmo que actores y Obscuridad. O luz total. (silencio. Mueve los ojos, indiferente).
para ser contadas, de Oswaldo Dragún directores muestran por esta obra.
(Argentina) y La Noche de los Asesinos de Para el público, el reto no es menor; du- Entra El Hombre. Le han cortado la ca- Goter
Triana (Cuba), una de las obras latinoame- rante hora y media contiene el aliento -las beza y tiene las manos atadas a la espalda. ¡Ja ja ja ja! ¡Te cortaron la cabeza!