Dossier DISC-RACIAL
Dossier DISC-RACIAL
Dossier DISC-RACIAL
INTRODUCCIÓN
Durante generaciones, no sólo los pueblos indígenas han tenido que padecer pobreza, abusos y
un trato desigual injustificado, sino también aquellas y aquellos mexicanos que, por su color de
piel o por tener (o no tener) ciertas características físicas, han visto obstaculizado el ejercicio de
sus derechos y en última instancia la posibilidad de satisfacer sus proyectos legítimos de vida en
igualdad de condiciones que otras personas.
1 Ben Vinson y Bobby Vaughn, Afroméxico. El pulso de la población negra en México: una historia re-
cordada, olvidada y vuelta a recordar, trad. de Clara García Ayluardo, México, Centro de Investigación y
Docencia Económica/Fondo de Cultura Económica, 2004, p. 11.
Discriminación Racial
Por otra parte, es necesario tener presente que la diversidad es, sobre todo, un tema de dere-
chos de personas, comunidades y pueblos que, aunque pueden tener una pluralidad de valores,
concepciones y planes de vida, se enmarcan en principios como los de igualdad y respeto mutuo
que posibilitan una convivencia pacífica y justa. Cuando existe una exclusión del ejercicio iguali-
tario de derechos, se viola el pacto social y la estructura institucional que rige las relaciones
sociales. Es por ello que la diversidad cultural presupone una forma de Estado: plural, igualitaria
y abierta, que incluya a personas distintas con características distintas, incluyendo desde luego
las características raciales.
En nuestro país, sin embargo, datos recientes muestran que existe la percepción de que a las
personas se les insulta, por ejemplo, por su color de piel. La siguiente gráfica, basada en los
primeros resultados de la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) Conapred-UNAM
2010, así lo indican.
Poco
24.9%
Mucho y algo
54.8%
Nada
17.5%
NS o NC
2.8%
NOTA: NS significa que no sabe y NC no contestó.
FUENTE: Cuestionario de opinión de la Encuesta Nacional sobre Discriminación 2010. CONAPRED - UNAM.
Nota: NS significa que no sabe y NC no contestó.
Fuente: Cuestionario de opinión de la Encuesta Nacional sobre Discriminación 2010. CONAPRED - UNAM.
También considerando que, de acuerdo con los resultados de esta encuesta, nuestro país está
compuesto por personas que se consideran morenas en un 64 por ciento, el dato de la gráfica
anterior nos da elementos para concluir que en nuestro país se rechaza y margina a un sector
de la población que, además de ser mayoritario, no tiene las características físicas de grupos de
población que, en todo caso, estarían más relacionados con características europeas o norteam-
ericanas.
Es sin duda motivo de reflexión que, según datos de la ENADIS, 15 por ciento de la población ha
sentido que sus derechos no han sido respetados debido a su color de piel, porque evidencia un
rechazo hacia personas que son discriminadas y excluidas del ejercicio de derechos por motivos
relacionados con prejuicios basados en una visión injustificada de superioridad de unas razas
sobre otras.
Este rechazo se hace más evidente si se considera que 23 por ciento de las personas no estarían
dispuestas a permitir que en su casa vivieran personas de otra raza, como lo muestra la gráfica
siguiente:
0% 3.1%
Nacional Población indígena Población de 65 años Población de 0 a 17
de edad o más años de edad
70.0%
63.9%
52.5%
35.0%
23.3%
17.5%
10.7%
2.1%
0%
Sí Sí, en parte No NS o NC
Nota: NS significaNque
OTA: NS significa que no sabe y NC no contestó.
no sabe y NC no contestó.
FUENTEde
Fuente: Cuestionario : Cuestionario
opinión dedelaopinión de laNacional
Encuesta Encuesta Nacional sobre Discriminación
sobre Discriminación 2010.2010. CONAPRED
CONAPRED - UNAM.
- UNAM.
Es grave que en México prevalezcan estas prácticas y que, como se mencionó al inicio de este
documento, por un criterio que en nada depende de elecciones autónomas como el color de la
piel, la apariencia física o las características raciales en general, se determine el trato hacia una
persona o, más grave aún, se decida el alcance de sus derechos fundamentales.
La discriminación por origen racial, étnico, color de piel o apariencia física es una práctica cul-
tural que puede revertirse. Así como se impuso el goce de derechos para algunos y la negación
de los mismos para el resto, de la misma manera se pueden interiorizar nuevos comportamien-
tos que conduzcan a prácticas incluyentes que respeten el ejercicio de derechos para todas las
personas.
Asimismo, especifica, como responsabilidad de los Estados, construir una política que elimine
la discriminación racial y promueva el entendimiento entre las razas, etnias y nacionalidades a
través de todas las acciones posibles, entre ellas la legislación, las políticas públicas, acciones de
promoción y coadyuvancia con la sociedad civil, entre otras.
Compromete a los Estados a prohibir y eliminar la discriminación racial en todas sus formas y
expresiones y a garantizar el derecho de toda persona a la igualdad ante la ley, sin las distincio-
nes antes mencionadas, y el goce de derechos económicos, sociales, políticos, culturales y civiles.
De modo similar, la Declaración sobre la Raza y los Prejuicios Raciales, aprobada y proclamada
el 27 de noviembre de 1978 por la Conferencia General de la UNESCO, Organización de las Na-
ciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, establece tanto la pertenencia de los
seres humanos a uno misma especie con un sólo origen, como su igualdad en cuanto a dignidad
y derechos. De este modo, la diversidad de las formas de vida y el derecho a la diferencia no pu-
eden fundamentar en ningún caso prejuicios raciales ni legitimar, en la norma o en la práctica,
ninguna conducta discriminatoria.
Esta declaración prohíbe, además, que las posibles diferencias entre los pueblos, tales como
los factores geográficos, históricos, políticos, económicos, sociales y culturales, originen jerar-
quizaciones entre naciones y pueblos, de modo tal que cualquier teoría basada en una supuesta
superioridad o inferioridad propia de grupos raciales o étnicos “que dé a unos el derecho de
dominar o eliminar a los demás, presuntos inferiores, o que haga juicios de valor basados en
una diferencia racial, carece de fundamento científico y es contraria a los principios morales y
éticos de la humanidad”.
Es necesario mencionar que, además del marco normativo internacional de protección contra la
discriminación racial, existen instrumentos internacionales que protegen específicamente a los
pueblos indígenas de toda discriminación. Entre éstos se encuentran la Declaración de las Nacio-
nes Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas y el Convenio 169 de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT).
La primera reconoce, en su artículo segundo, la libertad e igualdad de los pueblos y las personas
indígenas y su derecho a no ser objeto de ningún tipo de discriminación en el ejercicio de sus
derechos, en particular aquella que surge de su origen o identidad indígenas, mientras que el se-
gundo establece, en su artículo tercero, que los pueblos indígenas y tribales deben gozar plena-
mente de los derechos humanos y las libertades fundamentales, sin obstáculos ni discriminación.
A nivel nacional, el reconocimiento del derecho a la no discriminación por origen étnico, raza,
nacionalidad, color de piel está plasmado explícitamente en varios instrumentos normativos y
acciones de política que incluyen, de manera similar a las normas internacionales mencionadas,
la creación de instituciones que atienden específicamente a personas, pueblos y comunidades
cuyo derechos han sido violados precisamente por estas características.
A partir del 2000 se concretaron una serie de acciones de política y legislación relativas a la pro-
hibición de la discriminación y a la defensa de los derechos de los pueblos indígenas. En 2003
se decretó la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación, cuyo artículo 4º reconoce lo
que la Constitución plantea respecto a la no discriminación, y la define como “toda distinción,
exclusión o restricción que, basada en el origen étnico o nacional (…) tenga por efecto impedir
o anular el reconocimiento o el ejercicio de los derechos y la igualdad real de oportunidades de
las personas”. Esta ley estableció, asimismo, la creación del Consejo Nacional para Prevenir la
Discriminación.
En nuestro país, según los últimos datos del Censo de Población y Vivienda 2010, hay 15.7 mil-
lones de personas se consideran indígenas, de ellas, el 6.9 por ciento hablan alguna lengua
indígena.
A pesar de la existencia del marco normativo nacional e internacional descrito, que reconoce la
pluriculturalidad, que prohíbe la discriminación y promueve expresamente su eliminación, los
pueblos indígenas continúan siendo discriminados.
Como ejemplo, podemos mencionar que el 27 por ciento de la población de habla indígena de
15 años o más no sabe leer y escribir y que sólo el 47.2 por ciento de quienes tienen 12 años o
más son se encuentran ocupados.2
Algunas estimaciones del Consejo Nacional de Evaluación (Coneval) con base en la Encuesta
Nacional de Ingreso-Gasto 2008, plantean que la situación de la pobreza multidimensional de la
población de habla indígena presenta matices negativos de desarrollo: por un lado, la pobreza
multidimensional extrema representó el 39.2% del total de la población de habla indígena, lo
cual la posiciona 6.7 puntos porcentuales por encima de la población de adultos mayores (65
años de edad y más), 26.1 puntos porcentuales por encima de la población de menores de edad
(0 a 17 años de edad) y 28.7 por ciento por encima del promedio nacional.
100%
11% 39% 12% 13% Pobreza multidimensional extrema
Pobreza multidimensional moderada
33.7% 32.5% Vulnerables por ingreso
40.2%
Vulnerables por carencias sociales
No pobres multidimensionales y no vulnerables
75%
36.5%
4.5% 4.3%
50%
33.0% 34.0%
4.6%
28.8%
25% 1.2%
20.0%
18.3% 17.2%
13.3%
0% 3.1%
Nacional Población indígena Población de 65 años Población de 0 a 17
de edad o más años de edad
70.0%
Acceso63.9%
a la justicia
52.5%
En materia de acceso a la justicia, tal como lo definió el representante de la Oficina en México
del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, “la situación de desven-
taja
35.0% y vulnerabilidad en la que se encuentran los pueblos y comunidades indígenas en México se
hace aún más patente y grave cuando éstos acuden o se ven obligados a enfrentarse al sistema
23.3%
de procuración e impartición de justicia”. En el capítulo sobre pueblos indígenas del Diagnósti-
17.5% NOTA: NS significa que no sabe y NC no contestó.
co Nacional de Derechos10.7%Humanos en México (2003) se reconoce que los propios indígenas han
FUENTE : Cuestionario de opinión de la Encuesta Na
En el Diagnóstico sobre el acceso a la Justicia para los indígenas en México: Estudio de caso
en Oaxaca, realizado por la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas, se muestra que
tanto en la legislación secundaria como en la práctica jurisdiccional subyace una actitud dis-
criminatoria hacia los pueblos y comunidades indígenas, por ejemplo, ante el hecho de que no
se reconozca debidamente el derecho a la jurisdicción indígena, que no se tome en cuenta de
manera generalizada sus sistemas normativos o el que nos se tome en serio el derecho a ser
considerado en su condición indígena.
Cabe destacar que la reciente aprobación de los juicios orales representa un avance hacia la
transparencia y eliminación de prácticas que fomentan y reproducen la violación de derechos.
Acceso a la salud
Los indicadores socioeconómicos, disponibles para conocer la situación en la que viven los pueb-
los indígenas, reflejan la situación de marginación y desigualdad estructural en la que viven. La
situación de pobreza, causa y consecuencia de la discriminación, les niega en sí misma el ejerci-
cio de sus derechos humanos.
Datos del II Conteo de Población en 2005, refieren que 75 de cada 100 personas hablantes de
lengua indígena no son derechohabientes a servicios de salud a nivel nacional. Del 25 por ciento
que sí es derechohabiente de tales servicios, 45 de cada 100 lo son por parte del Seguro Popular.
Casi en la misma proporción, en el caso de la población adulta indígena, el 75 por ciento no es
derechohabiente de los servicios de salud.
La información estadística disponible sobre el Censo 2010 aún no muestra datos desagregados
de la población indígena. Hasta ahora, sólo es posible analizar los datos del Censo de 2000, los
cuales indican que en materia de educación las tasas de analfabetismo en indígenas son siempre
más altas en las mujeres que en los hombres (15.3 contra 9.0). Según los mismos reportes, los
jóvenes indígenas de 15 a 17 años, sólo asisten a la escuela en un 50.4 por ciento, situación que
se agrava para los que tienen de 18 a 22 años, pues únicamente 16.1 por ciento lo hacen.
1. Realizar un estudio documental y de campo, respecto de las lenguas maternas que predomi-
nan por ubicación geográfica en el país y el contexto cultural en el que se desenvuelven cada
una de esas comunidades, a fin de actualizar el catálogo de las lenguas indígenas nacionales
y el contexto sociocultural en las que se imparten las clases y comunican las y los profesores
con las y los alumnos en las escuelas a nivel primaria y secundaria de los pueblos y comuni-
dades indígenas del país.
2. Una vez que se hayan efectuado dicho estudio, hacer las adecuaciones a los reactivos de la
prueba ENLACE de manera progresiva, procurando que su diseño y contenido estén basa-
dos en el contexto y entorno cultural de los grupos y comunidades indígenas, evitando la
tendencia a lo urbano o prácticas citadinas con las cuales las y los niños indígenas no estén
familiarizados.
En lo que se refiere al ámbito laboral, la información disponible del Censo de Población del año
2000, arroja que 2.3 millones de la población de habla indígena tenía empleo, mientras que
2.4 se encontraba en condición de trabajar pero no estaba empleado en el mercado laboral, es
decir, se observa una proporción de 1 persona ocupada por cada persona en condición de tra-
bajar pero que no labora.
Asimismo, en el año 2000, 53 de cada 100 casos de la población de habla indígena, se encontra-
ba empleado en actividades de baja especialización, ya sea como empleados, obreros del sector
servicios –rama de la construcción- o bien, como jornaleros y peones, derivado de la restricción
del acceso real a la educación, sobre todo porque desde la temprana edad se incorporan al mer-
cado laboral. En 37 de cada 100 casos son trabajadores por su cuenta en el marcado informal
del sector servicios.
Ingreso
Un 20 por ciento de las mujeres de 12 años y más en hogares indígenas no tienen ingresos a
pesar de realizar alguna actividad laboral, mientras que 58 por ciento recibe una remuneración
no mayor a dos salarios mínimos. Asimismo, además de realizar actividades mal pagadas, en la
mayoría de los casos por su elevada tasa de rotación, no cuenta con aportaciones para obtener
un sistema de pensiones.
Respecto al Índice de Desarrollo Humano, elaborado por el Programa de Naciones Unidas para
el Desarrollo (PNUD), los estados de Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Veracruz e Hidalgo, con fuerte
presencia indígena, fueron los de menor índice en el año 2000, lo que significa que han pa-
decido severas limitaciones en cualquiera de los componentes del índice: sobrevivencia infantil,
analfabetismo, asistencia social, educación e ingresos.
Las regiones indígenas con menor índice de desarrollo humano en el año 2000, fueron la mon-
taña de Guerrero, Chimalapas, Selva Lacandona y norte de Chiapas, pertenecientes a los estados
de Guerrero, Oaxaca y Chiapas, con limitado o nulo acceso a servicios de salud, educación y
empleo en actividades de baja remuneración en actividades del sector servicios y de la construc-
ción. [CDI-PNUD. Sistema de indicadores sobre la población indígena de México, basado en el
XII Censo de Población y Vivienda].
Con elementos de juicio como los anteriores, el Informe del Relator Especial sobre la situación
de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los indígenas, Rodolfo Stavenha-
gen en su misión a México en el año 2003, admitió que la discriminación contra los indígenas se
manifiesta en los bajos índices de desarrollo humano y social, la extrema pobreza, la insuficien-
cia de servicios sociales, y la gran desigualdad en la distribución de la riqueza y los ingresos entre
Mencionamos anteriormente que el problema más importante que enfrenta la población af-
rodescendiente en nuestro país es el de la invisibilidad. La falta de datos estadísticos impide,
entre otras cosas, el diseño de políticas públicas creadas específicamente para atender a este
grupo de población y contrarrestar el estado de desigualdad y marginación en el que actual-
mente se encuentran.
Los pocos datos, sin embargo, alcanzan a mostrar algunas realidades que contravienen el es-
píritu y objetivos de cualquier sistema democrático.
En un estudio realizado en 2007, el 47.8 por ciento de las personas entrevistadas señaló que
la pobreza de las comunidades negras se debe a que la gente no trabaja.3 Cabe señalar que
de acuerdo a la ENADIS 2010, el 16.5 por ciento dijo estar de acuerdo en que los indígenas son
pobres porque no trabajan lo suficiente.4 Ambos resultados, cada uno en su ámbito, muestran
que la discriminación racial es un problema real, basado en opiniones prejuiciosas que no tienen
ningún sustento objetivo.
Según el estudio de 2007, en el caso particular de las y los afrodescendientes, el 74 por ciento no
tiene acceso a servicios de salud, el 96.5 de la población afrodescendiente que trabaja no tiene
vacaciones pagadas y el 94 no recibe aguinaldo.
Estos datos muestran, primero, que la discriminación racial no se reduce únicamente a las po-
blaciones indígenas y, segundo, que la situación de las personas afrodescendientes no cambia
Estos datos reflejan apenas una pequeña parte de las implicaciones de la discriminación por
motivos raciales, étnicos o de apariencia física. Con ello vemos cómo espacios y ámbitos de la
vida cotidiana de la sociedad mexicana están permeados de actitudes de discriminación racial.
En este documento se hizo especial énfasis en la población indígena, pues son quienes sistemáti-
camente han sufrido marginación y maltrato.
Al respecto, el Diagnóstico Nacional sobre los derechos humanos en México, coordinado por la
Oficina del Alto Comisionado ha propuesto:
Las consecuencias de mantener una sociedad discriminatoria son tan graves que México nunca
podrá contar con los índices de desarrollo humano suficientes para que cada ciudadano pueda
lograr sus planes de vida. Es tarea del Estado, la sociedad civil y sus gobernantes revertir estas
prácticas que laceran e impiden que en México haya cohesión social basada en el reconocimien-
to igualitario y el respeto irrestricto de las personas y sus derechos.
Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las formas conexas de In-
tolerancia Convenio 169 de la OIT. [http://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---ed_norm/---normes/
documents/publication/wcms_100910.pdf]
Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred). Queja “No a parroquianos huicholes” [http://
www.conapred.org.mx/quejas/quejas01.html]
Conapred, información de la Dirección General Adjunta de Quejas y Reclamaciones.
Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial
Declaración sobre la Raza y los Prejuicios Raciales [http://www2.ohchr.org/spanish/law/raza.htm]
Derechos de los pueblos indígenas y discriminación étnica o racial. Cuadernos de la igualdad. Conapred,
2009.
Diagnóstico Nacional sobre la situación de los Derechos Humanos en México, OACNUDH, México, 2003.
[http://www.hchr.org.mx/5_1diagdhmex.htm]
Diagnóstico sobre el acceso a la Justicia para los indígenas en México: Estudio de caso en Oaxaca. [http://
www.hchr.org.mx/documentos/informes/oaxaca/InformeDiagnósticoJusticia.pdf]
Encuesta sobre Discriminación en México, Conapred-UNAM, 2010
Flores, J (Coord.): Procesos de construcción de identidad, condiciones de vida y discriminación: Un estudio
comparativo de comunidades de afrodescendientes en México, IIJ-UNAM, Conapred, México, Mayo
de 2007.
Informe del Relator Especial sobre la situación de los derechos humanos y las libertades fundamentales
de los indígenas en México (2003). [http://daccess-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/G03/172/98/PDF/
G0317298.pdf?OpenElement]
Informe especial sobre los derechos de las comunidades indígenas residentes en la Ciudad de México 2006-
2007, de la CDHDF. [http://directorio.cdhdf.org.mx/informes/informe_indigenas.pdf]
Observaciones del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de la ONU para México. [http://
www.unhchr.ch/tbs/doc.nsf/898586b1dc7b4043c1256a450044f331/fa99354c159ad0ddc1257157002
8a094/$FILE/G0641261.DOC]
Resolución por disposición 1/2011. Expediente: CONAPRED/DGAQR/419/08/DR/II/CHIS7R289. [http://www.
conapred.org.mx/redes/userfiles/files/RD_VP_01_2011(2).pdf]
Vinson, B, y Vaughn, B: Afroméxico. El pulso de la población negra en México: una historia recordada, olvi-
dada y vuelta a recordar, Clara García (trad.), México, Centro de Investigación y Docencia Económi-
ca-Fondo de Cultura Económica, 2004.