Historia de La Prostitucion en Argentina 1870 A 1940
Historia de La Prostitucion en Argentina 1870 A 1940
Historia de La Prostitucion en Argentina 1870 A 1940
Facultad de Humanidades
Departamento de Historia
TRABAJO FINAL
LA PROSTITUCIÓN EN ARGENTINA
(1870 A 1940)
Índice de temas
V. La prostitución en el interior.
A fines del siglo XIX, Buenos Aires era reconocida como un puerto receptor de
mujeres europeas secuestradas a las que se las obligaba a prostituirse en
oscuros lupanares. La prensa europea, especialmente la británica, publicaba
historias terribles sobre mujeres
que habían sido engañadas con
falsas promesas de matrimonio,
o trabajo en algunos casos, la
cual era una forma encubierta de
lograr el viaje de la muchacha
elegida. Al llegar a destino la
historia era otra. Como ejemplo
de esto en 1889, el periódico
―Bulletin Continental‖ afirmaba
que doscientas alemanas y
austriacas eran retenidas por la
fuerza en prostíbulos de Buenos
Aires a manos de rufianes
judeopolacos.1 a los que denominaban caften por las largas capas que usaban
los judíos ortodoxos.
Es verdad que existió tráfico transoceánico de mujeres, pero el arquetipo que
presentaba la prensa era, generalmente, de una muchacha virgen de clase
media. Si bien pudo haber existido algún caso de este tipo, fueron muy pocos;
la mayoría de las reclutadas ya ejercían la prostitución anteriormente. En la
realidad tanto nativas como europeas corrían la misma suerte en los lupanares
de Buenos Aires: trabajar durante largas horas a cargo de una madama que
representaba al rufián. Pese a que en Inglaterra era donde más se fomentaba
el miedo al secuestro con estos fines no era la fuente principal de
abastecimiento, muy por el contrario, el gran flujo provino de los países del
Este Europeo, Francia e Italia, frecuentemente de un nivel socioeconómico
bajo, casi sin instrucción y muy pobres por lo que hacía ver la posibilidad de
emigrar como la única salida viable para la situación paupérrima de vida que
tenían.
En 1870 grupos judíos ante el temor de una creciente violencia antisemita en
Europa trataron de obtener apoyo de los grupos pro reforma moral. Su objetivo
era terminar con la explotación sexual de las judías en su mayoría de origen
ruso y polaco.
“Mujeres y judíos comenzaron a involucrarse en las redes de la
prostitución cuando desaparecieron las estructuras sociales de
las ciudades y de los campos de refugiados como
consecuencia de los brotes de persecución religiosa en
Alemania, Austria, Rusia y Polonia (…) Hacia principios del
siglo XX, según fuentes judeoalemanas, había seis millones de
judíos empobrecidos en Rusia, y un tercio de judíos de Galitzia
1
Anne Pérotin-Dumon, Instituto Of Latin American Studies, University Of London.; www.sas.ac.uk/ilas
Pag.2
2
Ibidem; Pág. 4
3
Marcus Braun Report, Berlín, 18 de Junio de 1909. Archivos Nacionales de los Estados Unidos de
América, Grupo de informes 85, archivo 52484/D; Bristow, Prostitution and Prejuicie. Capítulo 4.
4
Alzogaray, Julio L. “Trilogía de la trata de blancas”(rufianes, policía, municipalidad); Buenos Aires;
1933; Pág. 105
II - Prostitución y Homosexualidad
Toda una literatura se escribe y publica para ubicar a los invertidos sexuales
dentro del control moral que los médicos y criminólogos describen en sus
obras. La Medicina, y en particular la Psiquiatría como higiene pública, debía
bregar por una profilaxis del cuerpo social, individualizando a los sujetos
"peligrosos" para, por un lado, protegerlo de ellos, y por otro lado, aplicar una
terapéutica que "reformara" a estos sujetos. Consecuentemente se pasó de la
penalización de las que eran llamadas prácticas de sodomía a la invención del
sujeto homosexual, con el consiguiente interés por indagar su naturaleza, la
etiología, si puede ―diseminar‖ o ―infectar‖ al cuerpo social con su anomalía y si
esta es hereditaria o adquirida.
5
Médico, psiquiatra y médico legista. Fue profesor suplente de Medicina Legal en la UBA desde 1893.
En 1900 fue designado profesor titular. De 1906 a 1910 dictó la cátedra de Psicología de la Facultad de
Filosofía y Letras. Fundó y dirigió la Clínica Criminológica y la Sala de Observación de Alienados de la
Policía de la Capital Federal desde 1900.
Los homosexuales sufrieron una persecución mucho más dura que las
prostitutas, eran vistos como una lacra despreciable y sometidos a todo tipo de
estudios para identificar el origen de su anomalía o para intentar por medios
científicos modificar su conducta. Fueron parte activa en la vida de los
prostíbulos de Buenos Aires y un detalle de su vida extendería en demasía este
trabajo, por lo que decidí hacer solamente una estampa de sus pasos por la
vida prostibularia.
La primera red de traficantes locales fue constituida por judíos en 1889 bajo el
nombre de ―El Club de los 40‖ integrada, obviamente, por 40 rufianes que se
unieron para una mejor operatoria de sus actividades.
Noé Trauman llegó a la Argentina con documentos falsificados en Mayo de
1906, prófugo de la policía secreta del zar Nicolás II. Dejaba para siempre en
su Polonia natal un pasado anarquista que lo llevó al reconocimiento popular
por sus intervenciones de acción directa, pero también por su nivel intelectual
que legitimó polemizando públicamente con íconos como Bakunín y hasta con
el ideólogo del marxismo ruso Pléjanov. Era uno de los dos millones y medio de
inmigrantes europeos que llegaron a la Argentina durante las dos primeras
décadas del siglo.
6
Diario Página 12, Mariana Carvajal, Entrevista a Osvaldo Bazán, 5 de mayo de 2004
7
Barzani, Carlos Alberto; Uranios, Invertidos y amorales, Homosexualidad e imaginarios sociales en
Buenos Aires (1902 –1954) http://isisweb.com.ar
8
La voz del interior, La historia sale del placard, Por Claudia Calles,
Córdoba, Argentina, Jueves 29 de abril de 2004
en Avellaneda donde los rufianes y las prostitutas eran enterrados con sendas
ceremonias religiosas en la que participaban sus asociados.9
9
En la actualidad el Cementerio de los mutualistas en Avellanada, permanece descuidado y en estado de
abandono. Nadie hace referencia en la actualidad de la titularidad de los propietarios de los terrenos.
Información obtenida de http://www.agja.org.ar/revista/sumario_toldot_10.htm#24
10
Arlt, Roberto: "Los Siete locos", Hyspamerica, Buenos Aires, 1986
11
Londres, Albert. “El camino a Buenos Aires”; (La trata de blancas), Ediciones AGA TAURA, Buenos
Aires.1967
Policía Federal) Pero fueron frecuentes sus fracasos ya que los contactos que
tenían establecidos los tratantes llegaban a todas las esferas: abogados,
jueces y la municipalidad, por lo que siempre lograban salir adelante en su
actividad sin contratiempos demasiados complicados.
Una institución que trató de combatir esta actividad con relativo éxito fue la
Sociedad Israelita de Protección de Niñas y Mujeres, su presidente Selig
Ganopol realiza una denuncia concreta sobre la actividad real y la composición
de la ―Sociedad de Varsovia‖ y que esta contaba con los elementos más
importantes del rufianismo en Argentina. Luego de este echo y sumada la
protesta ante las autoridades de la Cancillería que había realizado el
Embajador de Polonia por la denominación que tenía una sociedad vinculada
con actividades nada nobles y que llevaba por nombre el de la capital de su
país, por lo que deciden cambiarle la denominación de Varsovia por Zwi
Migdal.
El origen de este nuevo nombre, aún hoy, es materia de controversias; pero se
cree que es el de uno de los fundadores y gran benefactor, por lo que lo eligen
a modo de homenaje. La denominación completa de la organización quedaría
ahora ―Sociedad de Socorros Mutuos y Cementerio Zwi Migdal‖. Su actividad e
influencia se amplió a varias provincias argentinas en esta etapa, pero un
suceso que no estaba en los planes cambia el curso de los acontecimientos en
la nueva vida como ―la Migdal‖.
IV - LA PROSTITUCIÓN Y LA LEY
12
Barzani, Carlos Alberto; Uranios, Invertidos y amorales, Homosexualidad e imaginarios sociales en
Buenos Aires (1902 –1954) http://isisweb.com.ar. Jeneraciones: está escrito así en el original
Las regentes o madamas tenían obligaciones por ocupar ese cargo como, por
ejemplo, llevar un libro que otorgaba el Dispensario Municipal en el cual se
inscribía el nombre, apellido y nacionalidad de la prostituta. Las regentes no
podían ausentarse más de 24 horas sin autorización del Dispensario, tenían la
obligación de rechazar mujeres que no tengan la visita médica y conducir a sus
pupilas a realizarse la revisión.
Tenían que denunciar obligatoriamente a la autoridad sanitaria si observaba
alguna enfermedad venérea. Lo que en realidad hacían era todo lo contrario
disimulaban enfermedades venéreas de sus pupilas ocultando los chancros
sifilíticos bajo un pedacito de tafetán inglés engomado y coloreado con carmín.
A las que sufrían placas mucosas o ulceraciones bucales las hacían comer
chocolates antes de la visita al médico. La sífilis, que por esos años se podía
tratar pero sin llegar a su cura total, infundía riesgos mayores en sus primeras
semanas de contagio. Una vez adquirida la enfermedad, presenta una serie de
ulceraciones o chancros que desaparecen pasadas unas semanas. Este
período coincidía con el tratamiento indicado por los médicos de la época, que
pensaban que la enfermedad se había retirado y seguían contagiando a sus
clientes y estos portando la dolencia a sus esposas. Por esto, mujeres
reconocidas como enfermas eran dadas de alta meses después, mostrando, en
caso que su permanencia en la casa lo permitiera, el avance de los períodos
más críticos de la enfermedad. Los gastos ocasionados por estas mujeres
estaban solventados por la regente y si alguna mujer estaba embarazada no
podía despedirla hasta un mes después del parto.
La primera responsabilidad de la madama era encargarse de que el lupanar
funcionara correctamente, algunas veces empleada otras veces dueña del
lugar. Temida generalmente por las mujeres a su cargo, fue prostituta otrora.
Su obligación era exigir un trabajo continuo sin reconocerle el derecho a
rehusar a los parroquianos que les resulten repugnantes.
Hacia 1911 se prohíbe la prostitución en piezas o salas que dieran a la calle y
la distribución de tarjetas con las cuales se hacia publicidad en mesas de café
o lugares donde se concentraban hombres. En 1919 se dicta la ordenanza por
la cual solo podía haber una prostituta por prostíbulo. Desde 1908 los políticos
habían protegido la inversión de los propietarios de los burdeles con la
condición que permanecieran fuera de las calles céntricas de la ciudad.
Todo esto constituye parte del esfuerzo realizado por el Estado para regular la
actividad pero no llegó a plasmarse en la realidad ya que las violaciones a la
ley eran constantes y frecuentes
El antiguo Reglamento de Prostíbulos de Buenos Aires, dictado en 1875, decía
simplemente: "no podrá haber en los prostíbulos mujeres menores de 18 años,
salvo que se hubieren entregado a la prostitución con anterioridad" O sea que
sí podía haber niñas de cualquier edad, siempre y cuando hubieran sido
iniciadas tempranamente.
En 1902 se funda la Asociación Nacional Argentina contra la trata de blancas,
estaba a cargo de hombres prominentes, dirigentes religiosos de la comunidad
de inmigrantes, políticos y reformistas argentinos. Fue electo como presidente
el Dr. Arturo Condolí. Se propuso la elaboración de una ley que permitiera al
gobierno argentino controlar la inmigración de mujeres menores que vinieran
solas. Los que traficaran serían castigados con una pena de tres años de
cárcel. El proyecto fue enviado al Senado, pero pasaron 10 años hasta
finalmente se aprobó una ley contra el tráfico de mujeres. A su vez se presentó
ante el Consejo Deliberante de la ciudad de Buenos Aires un proyecto de ley
para elevar la edad mínima para ejercer la prostitución de 18 a 22 años. La
actividad de esta asociación fue creciendo y logró la autorización para subir a
los barcos que llegaban para entrevistar a las mujeres. Problemas internos
derivó en una nueva organización que se llamó El Comité Argentino de
Moralidad Pública en el cual se infiltraron varios proxenetas entre sus
miembros.
13
Alzogaray, Julio L. “Trilogía de la trata de blancas” (rufianes, policía, municipalidad). Buenos Aires.
1933. Pág. 44
14
Albert Londres fue periodista entre los años 1920-1930, murió a bordo del buque de bandera Francesa
Georges Philipard que se incendió en el océano Atlántico cuando traía un cargamento de 300 mujeres
destinadas a ejercer la prostitución en la ciudad de Buenos Aires.
V - La prostitución en el interior
El interior de la provincia de Buenos Aires era regenteado por los mas
importantes representantes de la organización entre los que se destacaba
Kloter Leille, comerciante cercano a Trauman y Moustowsky y propietario de
veinte prostíbulos esparcidos en Benito Juárez, González Chávez, Tres
Arroyos, Olavaria y Bahía Blanca.
De todas las poblaciones entre las que se esparcía la esclavitud transformada
en negocio se destacan no solo la Capital Federal sino también San Fernando
y muy especialmente Rosario, que alrededor de 1912 comenzaba a centralizar
la actividad en una zona dedicada a la prostitución, el barrio de Pichincha.
La zona de Rosario Norte representaba el centro prostibulario del país,
llegando a figurar incluso en guías turísticas impresas en Europa, que
consignaban entre sus recomendaciones: "Argentina, Rosario, Pichincha",
antecedente de una idea de zona roja que se desarrollaría con el tiempo y que
todavía hoy se discute si aplicarla o no.
Si bien en 1915 el 70% de su población era masculina había ciertos supuestos
teóricos de parte del Estado, que sostenía que eran necesarias las prostitutas
para evitar desbordes, el caso rosarino guardaba algunas particularidades que
les complicaban el negocio a los mutualistas de la Varsovia.
En Rosario convivían todos los grupos de explotación de mujeres que residían
en el país, pero el monopolio era de los rufianes franceses, conocedores del
mundillo portuario y denominado desde entonces por la jerga rosarina como
"panzones". La zona norte de Rosario caracterizó otro tipo de rufián,
representado por su condición de criollo, este tenía una doble aptitud para
relacionarse con la ilegalidad, ya que no solo era rufián sino que también era
guapo. A diferencia del resto de los inmigrantes puestos a explotadores, que
enmascaraban su profesión ilegal con negocios y profesiones comerciales, la
forma de trabajo del rufián criollo lo vinculaba con la política.
Los mutualistas judíos se enfrentaban a una competencia propia de la fauna
rosarina, que incluía, en las afueras de la ciudad, lejos de las luces y el
comercio sexual diario, un suburbio conocido como "La Ciudad Perdida", barrio
bajo cuya característica eran sus calles de tierra y el olor a permanganato
(acaroína en su formula comercial) usado para la higiene que salía de entre sus
cortinados. Sin embargo el prestigio de la Varsovia en Rosario estaba dado por
la célebre casa de citas Madame Safo, manejado por mafioso de apellido
Malatesta, testaferro de la mutual y su esposa, la dama que le diera nombre al
lugar.
El ―Madame Safo‖ ostentaba un plantel de treinta jóvenes mujeres y
habitaciones tapizadas con alfombras y gobelinos además de espejos en el
techo. Sus mujeres eran dóciles, blanquísimas jovencitas europeas que
costaban cinco pesos la lata15, la cifra mas cara abonada un placer sexual.
Algunas crónicas de la época recuerdan la pregunta: "¿Con peguito o sin
peguito?", en clara alusión a un tipo definido de cliente, denominado
actualmente zoofílico, conocido entonces como reventado16.
En la ciudad de Rosario el 1º de octubre de 1902 se dictó una ordenanza
aplicable a los cafés con camareras que se constituyeron en una de las
variantes permitidas para el ejercicio de la prostitución reglamentada. Aunque
funcionaban desde fines del siglo XIX, recién a principios del siglo XX la
municipalidad decidió ocuparse especialmente de su reglamentación. Ya desde
fines del siglo XIX la prostitución fue uno de los tantos problemas sociales de
los cuales el Estado Municipal se hizo cargo.
La prensa solía hacerse eco de las quejas y los ―decires‖ de los vecinos sobre
la actividad que se desarrollaba dentro de estos cafés que eran atendidos
especialmente por mujeres que habían desplazado a los hombres en el servicio
de mesas. En otras ciudades del mundo, en Europa específicamente, se los
conocía como ―cafés cantantes‖ y en Buenos Aires también como academias o
brasseries. En estas se escuchaba música, se bebía y se podía bailar con la
camarera.
Distintos reglamentos y ordenanzas intentaban regular tanto las características
y requisitos que debía reunir una mujer para ser inscripta como prostituta o
regente, como así también, los que debía tener una casa para ser considerada
de tolerancia.
Condiciones que debían reunir las mujeres para ser inscriptas como prostitutas
según el reglamento del 16 de noviembre de 1900 de Rosario:
1. Ser mayores de 18 años.
2. Estar registradas en la Asistencia Pública.
3. Ejercer la prostitución en las casas consentidas para ello, someterse a
dos exámenes sanitarios semanales.
4. Tener libreta sanitaria (con el correspondiente retrato en condiciones) en
la que se asentaría el estado de salud. También existían prohibiciones
como por ejemplo exhibirse públicamente en balcones y puertas o llamar
a los transeúntes.
En Rosario las camareras (antes de esta ordenanza) complementaban su
trabajo con el ejercicio clandestino de la prostitución, lo que les implicaba
algunos beneficios adicionales respecto de las prostitutas reglamentadas o
legales, como estar liberadas de efectuar la visita sanitaria y de las
obligaciones impositivas que les exigía el Estado Municipal.
15
La transacción comercial para acceder sexualmente a las habitaciones se daba por la compra de una
ficha circular de metal de diferente valor conocida como la lata. El más caro era el prostíbulo de Madame
Safo.
16
Los reventados eran aquellos cuyos hábitos sexuales, pero también sociales, excedían cierto marco
reglado aún en la ilegalidad. Básicamente la condición de reventado le era atribuida a los marineros
mercantes y su entorno portuario.
17
Diario La Capital de Rosario, “Nuevas miradas sobre la historia de la prostitución” Las fantasías y los
espacios de placer en la ciudad de ayer, Autora: María Luisa Mujica.
18
Ibídem
19
Ibídem
20
Ibídem
En el año 1900 nuevamente se corrió el límite, cada vez más había que alejar
de la vista este indecoroso espectáculo. Se cambió radicalmente la zona
estableciéndola en un sector distinto al anterior, la Seccional segunda una zona
21
Mariana Dain – Romina Otero, Las legislaciones de la tolerancia. Regulaciones en el ejercicio de la
prostitución. Córdoba, 1883-1910.
22
Ibídem
conocida también como el bajo río o el barrio de las siete vueltas, lugar de
malevaje y la mala vida. Esto no impidió, como cabía de esperar, la instalación
de burdeles no patentados en otros sectores de la ciudad.
23
Ibídem
venéreo con varios hombres, mediante una retribución en dinero u otro objeto
para sí misma, o partible para quien explote su tráfico‖ 24 Tenían que fijar
domicilio y dar aviso de cualquier cambio dentro de las 24 horas de sucedido.
Si bien la inscripción en el registro como prostituta era un tramite sencillo, al
igual que en Rosario o Buenos Aires salir de el no era tan así. La legislación
cordobesa establece tres motivos de baja, uno por muerte, dos por matrimonio
si es que no continuaba después de casase con el ejercicio de la prostitución y
tercero por entregarse a un oficio u ocupación honesta siempre y cuando
dieran garantía de ello personas honorables. Ahora si ella quería dar una
prueba de su interés por abandonar la mala vida podían internarse durante tres
meses en el Asilo del Buen Pastor que era ni más ni menos que un asilo de
menores y cárcel correccional de mujeres, donde se les inculcaría ideas de
virtud, moral y amor al trabajo honesto y honrado. Toda una invitación a pasar
una temporada, que seguramente no encontró quien se anime a tan buen
programa.
En el caso de las regentes la legislación es igual que las de Rosario y Capital,
en cuanto a las obligaciones a cumplir. También comparte la característica de
ser en definitiva a evitar la propagación de las enfermedades venéreas, por lo
que también debían ser revisadas dos veces por semana por un medico
nombrado por la municipalidad. Este certificaba el estado de salud de cada
mujer en su libreta y en caso de determinar que había alguna enferma no podía
retomar la actividad sin autorización previa.
Las casas de tolerancia eran el lugar donde se ubicaban las prostitutas ya que
para ser controladas debían establecer un lugar fijo accesible a las autoridades.
El burdel patentado hacia posible los dispositivos de vigilancia y control,
convirtiendo a la prostituta en una mujer publica sometida a regulaciones de las
autoridades administrativas, medicas y policiales.
Recién para los años 1920 – 1930 las organizaciones de trata de blancas
comenzaron a ser un problema, anteriormente solo hubo casos aislados.
En los tres casos mencionados, Buenos Aires, Rosario y Córdoba hay puntos
comunes las legislaciones, salvando el Interés desmedido en la última ciudad
por circunscribir su localización y ofrecer a la elite un entorno urbano seguro y
controlable. Se trató de controlar a la mujer, ubicarla dentro de una escala
administrativa tutelar por parte de las autoridades, las mismas que en muchos
casos era cómplice de los rufianes que las explotaban.
El esfuerzo por parte del Estado de mantener bajo control la sífilis es reflejo del
cambio que se estaba produciendo en cuanto a la ―cultura del hombre
higiénico‖ que comenzó a emerger en el ultimo tercio del siglo XIX, la
preocupación de la mortalidad producidas, entre otras enfermedades, por la
sífilis y el alcoholismo. El discurso de la cultura de la higiene y el hombre
higiénico fue alentado por todos los sectores, desde el educativo, político y
médico y se vio reflejado en la legislación y las medidas tomadas sobre el
ejercicio de la prostitución.
24
Ibídem
VI - La Prostitución y el Tango
Alrededor de la prostitución se ha tejido en el
imaginario social todo tipo de ideas, hasta la
creación de un idioma marginal, el lunfardo, para
identificar a sus participantes, palabras como
Mina, contracción de ―menina‖ expresión
utilizada por los contrabandistas lusitanos que
operaban en las riberas de Buenos Aires y la
Banda Oriental, cafishio y gavión, significado de
querido amante. Otras palabras surgieron de
regionalismos italianos como ―giro‖ y ―giranta‖
que se entendía como trotacalles, buscona,
prostitución callejera. Otras expresiones
castellanas y extranjeras tales como proxenetas,
homosexuales, tratante de blancas, madama con
sus derivaciones: alcahueta, tenaciere,
entremeteuse, también formaban una parte
básica de la dialéctica prostibularia en la ciudad
de Buenos Aires.
La prostitución era un tema recurrente en la cultura popular y se vio reflejado
en diversos órdenes, de muchas formas los funcionarios públicos trataron de
censurar estas manifestaciones.
Para los escritores las prostitutas simbolizaban distinto aspectos de la
problemática de los inmigrantes y de las mujeres urbanas.25 La relación del
tango con la inmigración es ostensible en todos los niveles; incluso el área de
la ciudad donde se ubican sus orígenes que es toda la zona del puerto,
especialmente los ―piringundines‖ (prostíbulos con salón de beber y donde se
tocaba música) de la Boca del Riachuelo.
Luego también se integra con el folklore gaucho y se desarrolla en áreas como
Puente Alsina y El Abasto, que son dos puntos en donde la ciudad se tocaba
con la zona rural. EI Abasto era una zona de introducción de folklore campero
por la población de carreros que transportaban desde el campo el
abastecimiento para la ciudad.
La elite vinculará inmigrante con peste y el tango es la expresión de una moral
repugnante que refleja la misma repulsión que producen estos inmigrantes. El
extranjero, como el tango, es la amenaza de una infección que es necesario
extirpar.
En informes de 1895 se señala que entre los 260 prostíbulos registrados
circulaban 280 pianitos mecánicos que entretenían la concurrencia hasta las 22
hs. Se tocaba valses, polkas y zarzuelas populares para más tarde
incorporarse el tango.
Las temáticas que los autores de tangos desarrollaban en sus letras sobre las
prostitutas estaban divididas; para unos estas simbolizaban la enfermedad y la
25
DONNA J. GUY, “El sexo peligroso”, (La prostitución legal en Buenos Aires 1875-1955), Editorial
Sudamericana, Buenos Aires, 1994, Pág. 174
“Algunos despreocupados,
Que son los asquerosos,
Después de coger gustosos,
Dejan los forros colgados.” 26
Villoldo canta en las salas de los lupanares, en los prostíbulos de la calle Junín,
de manera directa entona versos escandalosos, el apetito sexual que provoca
risa y no vergüenza, sino con humor y desenfreno el instinto sexual.
“Me enardece de tu látex la tersura,
Me subyuga de tu cutis el rubor,
Y en las horas placenteras del amor,
Me fascina acariciarte la costura.” 27
Otros tangos que no salieron del ámbito del prostíbulo reflejan en su titulo su
carácter: ―Echale aceite a la manija‖, ―Va Celina en punta‖, ―Tocámelo que me
gusta‖, ―Se te paró el motor‖, ―Metele fierro hasta el fondo‖, ―Dejalo morir
adentro‖, ―Viejo encendé el calentador‖, ―Date vuelta‖, ―El fierrazo‖, ―Sacudime
la persiana‖, ―Dos sin sacar‖, son algunos de los títulos que reflejan fielmente
la vida del prostíbulo, estos compuestos dentro de los últimos veinte años del
siglo XIX y los primeros del XX.
26
La Reja, Tango, Autor: Ángel Villoldo.
27
A mi amor herido, Tango, Autor: Lope de la Vega (Seudónimo de Ángel Villoldo)
El tango era la música de fondo que servía como ritual amoroso. La ciudad
estaba cercada de prostíbulos, casas de tolerancia, invertidos, mantenidas,
yirantas, madamas y proxenetas, toda una industria instalada en Buenos Aires
en apenas dos décadas.
A modo de conclusión transcribo la letra del tango ―El camino de Buenos Aires‖
que deja testimonio poético de la vida de una prostituta llegada de Francia, y
hace una descripción certera del camino que realizaron muchas mujeres que
terminaron esclavizadas por algún Caften.
II
Te pintó los paraísos de un país desconocido.
Donde dijo que tendrías mucha plata pá mandar.
Y el camino a Buenos Aires, el camino maldecido
Tu silueta de engañada como escarnio vio pasar.
1º Bis
Fue muy rudo el desengaño al saber que te esperaba
Una vida de impudicia que tu mente ni soñó.
El fantasma de la infamia su tentáculo cerraba.
Y en los mares de la angustia tu quimera naufragó
Y en la pública subasta, como res que va a la feria.
Así fuiste, pobrecita, donde un caften te arrastró.
2º Parte Bis
Como vos, muchas mujeres engañadas que llegaron
Y que como vos soñaron un edén artificial.
Hoy son flores deshojadas sin amor, hogar ni ritmo.
Pasionarias del abismo por un caften criminal.
BIBLIOGRAFÍA
1. Carretero, Andrés; ―Vida Cotidiana en Buenos Aires‖. Tomo 2,‖Desde la
organización Nacional hasta el gobierno de Hipólito Yrigoyen 1864-1918.
Editorial Planeta, Buenos Aires, 2000, Pág. 256 a 264
2. Goldar, Ernesto; ―La Mala Vida‖, Centro Editor de América Latina S.A.,
Buenos Aires, 1971.