DESCARTES. Completo PAU

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NOCIÓN: PENSAMIENTO E IDEAS

Tras establecer el “cogito ergo sum” la filosofía cartesiana se basa en deducir todo el sistema a
partir de esa verdad. Habrá que empezar pues con el análisis de esa primera verdad. Las dos
primeras conclusiones que obtenemos son:

a) somos “una cosa que piensa ideas” : Este yo permanente o alma es distinto del cuerpo
y más fácil de conocer pues del cuerpo puedo dudar pero no del alma. Pensar es por
tanto sentir, padecer, querer, sufrir… todo lo que nos sucede siendo conscientes.
b) Confirmación del criterio de certeza: si pienso descubro que nada me asegura de su
verdad, sino la claridad y distinción con la que se me presenta.

Descartes concluye: “Todo lo que piensa clara y distintamente será verdadero”

Por tanto la regla de la evidencia (Reglas del método) me asegura que es verdad que “yo
pienso que 2+2 =4” y no me equivocaré, si me arriesgo y prescindiendo del”Pienso que”
podría equivocarme pues podría existir el Genio Maligno y estar engañándome. Esto significa
que:

a) El conocimiento recae sobre las Ideas no sobre cosas: IDEALISMO MODERNO


b) Es necesario demostrar (deducir) la NO EXISTENCIA del “genio maligno” -que mi razón
funciona bien – superar la duda anteriormente planteada.

Para superar la duda y demostrar el correcto funcionamiento de la razón y la existencia de la


realidad exterior al conocimiento, sólo tenemos como seguro, como evidente hasta ahora las
Ideas que piensa el yo, de ahí que sea preciso su análisis para continuar la deducción del
sistema.

En un primer análisis, Descartes distingue tres clases de ideas, por lo que se le considera el
Padre del Idealismo:

1) Ideas Adventicias: que parecen provenir de nuestra experiencia externa. Ej: perro,
árbol, colores…. Decimos parecen porque no sabemos si esas cosas existen.
2) Ideas Facticias: las que construye la mente a partir de otras ideas. Ej: idea de sirena
3) Ideas innatas: hay en nosotros algunas ideas, pocas, pero muy importantes que no
parece que hayamos adquirido de la experiencia externa o que hayamos construido
nosotros, sino que el pensamiento las posee en sí mismo, es decir, que son innatas por
ejemplo la idea del pensamiento o la idea de existencia. Sin embargo, llegado a este
punto se pregunta: ¿no podrán venir todas del mismo sitio de mi mismo? Para
contestar a esta pregunta Descartes afirma que las ideas son lo que son (todas son
iguales, actos o modos de pensamientos) y lo que representan (unas representan
cosas y otras cualidades o accidentes de las cosas) Lo que le llevará a la
demostraciones de la existencia de Dios.
Noción: DUDA Y CERTEZA

La duda metódica es la consecuencia de la aplicación rigurosa de las dos primeras reglas del
método (Evidencia y análisis) y constituye la fase crítica o destructiva de la filosofía cartesiana.
Se trata de dudar considerándolo todo provisionalmente falso – de todo aquello que me quepa
la menor posibilidad de duda, aunque parezca ficticio o extravagante.

El objetivo es buscar una verdad de la que no se pueda dudar, que será el punto de partida de
la filosofía de Descartes. La duda es por tanto una actitud mental de incertidumbre, la
supresión del juicio frente a dos términos contradictoria Existen dos tipos de dudas: Escépticas
(dudar sobre la verdad o la falsedad de algo) y la duda metódica ( como método para llegar a la
verdad) Descartes emplea una duda metódica y ésta es universal, radical, exagerada,
hiperbólica, teórica y provisional.

Los motivos de duda son:

a) Los sentidos me engañan: dudaré y consideraré falso los datos que me aportan. No
significa dudar de la existencia
b) Dificultad de distinguir la vigila del sueño: ¿quién nos asegura que estamos despiertos
y que lo que nos rodea no son ensoñaciones? Pero no dudaré de las verdades
matemáticas como que dos más dos son cuatro despierto o dormido
c) La posible existencia del Genio Maligno: que se empeña en equivocarnos cuando
creemos alcanzar la verdad: la posibilidad de que mi razón trabaje mal. Esto me hace
dudar hasta de las verdades universales.

Por tanto, Descartes indica que la certeza será todo lo contrario a la duda: “búsqueda de
verdades que podamos saber si son ciertamente verdaderas” Basándose en su método
racional y deductivo busca un principio incierto e indudable, como primera verdad no
discutible. Debe presentar seis condiciones:

 Claridad: es la presencia de una idea en la inteligencia de forma patente y manifiesta


 Distinta: pues sus partes difieren de otras conocidas con claridad
 Evidente: principio conocido por sí mismo. Se conocen por el hecho de pensarlas,
compuestas, se descomponen en sus elementos.
 Captada por la intuición: conocimiento inmediato – entendimiento
 Indudable: no debe albergar duda alguna en su seno
 Innata: corresponde al hombre por el hecho de serlo. Están en la mente desde un
principio.

Deduciendo que la única certeza es : “Pienso luego existo”


NOCIÓN ALMA Y CUERPO: “Res cogitans Res extensa”

Desde la primera verdad hemos deducido la existencia del alma, la de Dios y la de los cuerpos.
Descartes los llama respectivamente sustancia, entendiendo como sustancia: “lo que existe de
tal manera que no necesita de ninguna otra cosa para existir” Tomando esta definición solo
sería Dios sustancia, pues solo Él existe de tal manera que no necesita de ninguna otra cosa
para existir.

Ahora bien, lo que percibimos realmente no son las sustancias como tales, sino sus atributos –
la sustancia es la cosa, los atributos son las características de la cosa. La sustancia se reconocer
por estos atributos, donde destaca un atributo principal en cada una de las sustancias que
constituye la naturaleza y esencia. En los cuerpos materiales este atributo es la extensión
tridimensional y en el alma este atributo es el pensamiento. Por esto Descartes llama a Dios
sustancia finita, al alma (yo) sustancia pensante y a los cuerpos sustancia extensa. Puesto las
sustancias de cuerpo y alma son tajantemente diferentes, Descartes establece que para poder
hacer compatibles el mecanismo de la ciencia con la libertad: el mundo físico se rige por las
leyes de la naturaleza y el yo es libre. Al final establece que a través de la glándula pituitaria se
conectan alma y cuerpo.

El estudio de la sustancia extensa ( Cuerpo) constituye la física (es matematizables) Descartes


elabora una física matemática y mecanicista en la que defiende que las únicas características
objetivas son las matematizables. De esta manera Dios creó la materia y el movimiento – la
ciencia será mecanicista y el movimiento es externo a la materia.

En resumen, Descartes ha establecido un dualismo ontológico entre alma y cuerpo. En este


dualismo el cuerpo es una máquina autosuficiente que se explica como el resto de seres
naturales,; la medicina moderna ha funcionado desde este presupuesto. El alma es de
naturaleza espiritual y su actividad consiste, como hemos afirmado reiteradamente, en el
pensar. Por ello, la muerte del cuerpo no implica la del alma, ésta podría continuar viviendo
tras la muerte de éste.

Además indica que una de las características del alma es la LIBERTAD, por lo que al ser libre el
alma Descartes establece una moral provisional: pero ¿en qué consiste la libertad? No en la
arbitrariedad ni en seguir las inclinaciones del cuerpo, sino en elegir lo que es propuesto por el
entendimiento como bueno y verdadero. Porque el hombre es libre, puede construir su propia
vida y el rodean social en el ejercicio autónomo de la razón.

En conclusión, de la unión del yo o alma con el cuerpo nacen las pasiones: amor, odio, deseo,
alegría, tristeza… Las pasiones son movimientos del cuerpo que se reflejan en el alma como
consciencia de tales movimientos que serán controlados por el alma (encerrada en el cuerpo)
CONTEXTUALIZACIÓN DE DESCARTES (1596 - 1650)

Descartes nació en La Haye en 1596. Se educó en La Fléche, regentado por jesuitas. Aquí
recibió una solida formación clásica y filosófica, Tras terminar sus estudios dedico el resto de
su juventud a viajar, a leer “el gran libro del mundo” Murió en Estocolmo en febrero de 1650
como resultado de la presión a la que lo sometió la Reina Cristina.

Fue un hombre cauto y prudente, cuando se disponía a publicar su “Tratado del mundo” o
“Tratado de la luz” tuvo noticia de la condena de Galileo y renunció a su publicación.

Sus obras más significantes son: “Reglas para la dirección del espíritu” “Discurso del Método”
“Meditaciones metafísicas” y “Principios de la Filosofía”

Con Descartes se inicia la filosofía moderna, además de comenzar el Renacimiento, en el cual


se considera la nueva imagen del hombre, como consecuencia del antropocentrismo
humanista y una nueva imagen del mundo, consecuencia de la revolución científica (Galileo,
Copérnico y Kepler) Se concibe al hombre como ser racional y libre dueño de su destino. De
hecho Descartes es considerado un filósofo racionalista junto con Leibuiz y Spinoza. Esta teoría
filosófica defiende que todos los conocimientos se adquieren por via de la Razón. Mientras que
se daba la corriente contraria: El EMPIRISMO (Locke Hume y Berckley) que defiende que todos
los conocimientos se adquieren por la experiencia.

Mientras tanto se producen cambios en el campo de la astronomía (la tierra deja de ser el
centro del Universo y ahora el Sol es el centro del universo - heliocentrismo) y en el campo de
la física ( se abandona la física cualitativa y finalista de raíces aristotélicas y se sutituye por una
física cuantitativa y mecanicista, expresada en términos matemáticos)

De esta manera Descartes propone elaborar una nueva filosofía: porqué el hombre es libre,
porqué el comportamiento de la naturaleza y su necesidad, porque el uso de las matemáticas,
como hacer compatible la libertad humana con la necesidad natural. Todoa esta filosofía
utilizará únicamente el razonamiento matemático.

Para elaborar esta filosofía Descartes se empapó de obras de otros filósofos como de San
Agustín (para desarrollar el Cogito ergo sum que tiene sus raíces en el Si fallor sum) la
escolástica tomista, Francisco Suárez, la Fléche… Además influyó en Kant (doctrina de las ideas
innatas en el siglo XVIII) en el s.XIX críticas de Nieztche, Freud y Marx, y en el siglo XX a Levi,
Strauss, Chansky y Husserl acompañado de las críticas del empirista británico: Hume

Finalmente estamos comentando la cuarta parte del Discurso del método, escrito en francés,
de manera autobiográfica y de modo cauteloso. El tema central de esta obra se divide en seis
partes. E su método ideado por el que es considerado el más adecuado para la investigación
científica y filosófica. En la primer aporte explica las reglas del método en la segunda, muestra
su eficacia. La cuarta parte, que analizamos, se nos muestra como el esbozo del resultado de
la búsqueda de los principios firmes y seguros (nuevo fundamento metafísico)

Descartes pretende fundamentar la nueva imagen del hombre y del mundo surgida tras el
humanismo y la revolución científica. Esto le concede el privilegio de ser el primer filósofo en
sentido estricto de la Edad Moderna. En cuanto al resto de partes, en la 3º nos expone la moral
provisional, en la 5ª resume su física y antropología y en la 6ª parte los proyectos de
investigación.
TEMA: “ EL COGITO Y CRITERIO DE VERDAD”

Hemos leído como Descartes descubre como primera verdad: “Pienso luego existo” En esto no
es completamente original , pues ya San Agustín había establecido contra los escépticos que si
nos equivocamos, somos: aunque estuviéramos engañados de todo lo demás, no podemos
estarlo respecto al hecho de nuestra propia existencia: “si fallor sum”

Descartes que había estudiado con los jesuitas en la Fléche, conocía bien el pensamiento de
San Agustín, asi como la escolástica tomísitca por mediación de Francisco Suárez. En cuanto a
su física, nada tiene que ver con la física aristotélica, mucho más cualitativa. Descarte se
propuso combatir a Aristóteles.

Pero volviendo al “Cogito” hemos de decir que ante todo se trata de una intuición intelectual,
y no de una DEDUCCIÓN. Por su forma gramatical, por el empleo de la palabra “luego” cabría
pensar que estamos ante un razonamiento de un silogismo (deductivo); además el propio
Descartes presenta a veces el Cogito como un silogismo: para poder pensar es necesario
existir; es así que , yo pienso; luego yo existo. Y nos dice que él no ha dudado nunca de la
evidencia lógica premisa mayor, de la verdad: El pensamiento está ligado a la existencia. Ahora
bien, par Descartes aunque el Cogito puede expresarse de esta manera, no es propiamente un
razonamiento sino una intuición, esto es, la captación inmediata racional de una idea o
concepto bien claro y distinto (“naturaleza simple”)

Esta intuición intelectual, pienso y soy, es el primer principio de la filosofía cartesiana.


Tengamos en cuenta que Descartes distingue dos tipos de principios: los abstractos lógicos
(Principio de Contradicción: A no es B y B no es A) que son evidentes y constituyen la base del
pensamiento pero no nos dan a conocer ninguna cosa real o existen; y los principios reales.
Por ejemplo, el Cogito que se apoya en la realidad es la primera verdad de la existencia y nos
permitirá deducir, según Descartes, la existencia de otras realidades (Dios, alma…)

El Cogito es para nosotros la primera verdad: la única verdad absolutamente indudable. A


partir de la que deducimos, con evidencia, todas las demás verdades.

Para pensar o dudar, para tener conciencia de algo, tengo que existir y se que existo en la
medida, y en el momento en que estoy pensando. Descartes entiende por pensar: todo
aquello de lo que somos conscientes como operante en nosotros” Por tanto: sentir, imaginar,
querer, dudar… son para Descartes formas de pensar.

Mas Descartes no se detiene aquí. Olvida por un momento que todo está sometido a duda y
que no puede confiar en su propia razón (Recordemos la hipótesis del genio maligno) se
apresura a deducir, partiendo del Cogito dos nuevas “verdades”. Entre comillas puesto que de
momento solo hay una verdad (Pienso, luego existo). Son las siguientes: la primera referida al
yo y la segunda a la verdad misma. Veámoslo brevemente: Pienso y soy, pero ¿qué soy? Y
como Descartes ha podido dudar de su propio cuerpo, entonces tiene que afirmar,
lógicamente: “Yo no soy mas que un cosa que piensa”

Pero es la segunda verdad la que nos interesa: “¿En que consiste la verdad? ¿Qué es la verdad?
¿Cual es el criterio? ¿Cuál es la norma según la cual afirmamos que algo es verdadero?”
Si el cogito es verdadero, tendremos que saber porqué. A las preguntas anteriores Descartes
responde: porque lo concibo y lo entiendo, de manera clara y distinta. He aquí pues el criterio
de verdad, de toda verdad: lo que entendamos de manera clara y distinta será verdadero y lo
que no: falso.

El error se da en los juicios y al juzgar precipitadamente. Por eso es importante seguir las
reglas del método, con el debido orden y cuidado para no equivocarnos ni olvidar nada.

Esto nos lleva a una última consideración: la novedad, la originalidad del “Criterio de VERDAD”
cartesiano, lo que es casi lo mismo que el criterio moderno de la verdad. La filosofía anterior,
lo hemos dicho era esencialmente realista y hacía depender del camino del idealismo en la
medida que se desplaza la norma de la verdad hacia el sujeto que conoce el lugar de verla en
el objeto conocido. Las ideas, la conciencia, serán el fundamento de la filosofía moderna e
corte idealista y racionalista.

Si nos fijamos, el ser, la realidad, no aparece como un criterio de verdad o certeza cartesiano:
mis ideas, mis contenidos de conciencia… en la medida en que son para mi constituirán lo
verdadero. Este ser y esta realidad estarán supeditados a la conciencia. Kan desarrollará esta
nueva fundamentación.
TEMA: DEMOSTRACIONES DE LA EXISTENCIA DE DIOS

Como bien indica Descartes, existen tres tipos diferentes de ideas: Adventicias (experiencia
interna), Facticias (construidas a partir de otras ideas) y las innatas ( a priori, que nos conducen
a la demostración de la existencia de Dios) Además se establecen dos aspectos de las ideas: las
que representan sustancias y las que representan accidentes. Pues bien, las que representan
sustancias encierran más realidad objetiva que las que solo representan modos o accidentes y
la idea d Dios, sustancia eterna, encierra mas realidad objetiva que aquellas que me
representan sustancias finitas. A partir de este análisis y aplicando ale principio de causalidad a
la idea de Dios, aportará tres pruebas para demostrar la existencia real de Dios:

1. PRINCIPIO DE CAUSALIDAD: es evidente que debe haber al menos tanta realidad en la


causa eficiente que en el efecto, pues el efecto no puede sacar su realidad sino es de
su causa. Sucede lo mismo con las ideas, la causa de ésta ha de poseer tanta realidad
efectiva de una cosa como realidad objetiva encierra la idea. Todas las ideas que hay
en mí la he podido causar yo, pues no hay ninguna que representa una realidad que yo
foralmente no posea, excepto la idea de Dios. En efecto, entiendo por Dios, como una
sustancia infinita, eterna, inmutable… cualidades que no poseemos: “No podría haber
en mi la idea de sustancia infinita, siendo yo un ser finito, de no haber sido puesta por
una sustancia infinita”
Por tanto Dios existe realmente como causa de idea en mí. En definitiva no puede
haber más perfección en la causa que en el efecto.

2. PERFECCIÓN: A partir de la consideración de la propia finitud, aplicando el principio de


causalidad a su existencia como cosa pensante, establece la segunda prueba , una
variante de la anterior. Se resume en: “ Yo, que tengo la idea de Dios, no podría existir
si Dios no existiera pues ¿de quién habría recibido la existencia?” Caben tres
posibilidades: de mi mismo, de mis padres o de alguien más perfecto que mis padres y
que yo pero menos perfecto que Dios. Yo no puedo ser la causa de mi existencia, pues
me habría dado las perfecciones que en la idea de Dios considero y no poseo. Además
quien me haya creado debería tener el poder de conservarme en mi existencia.
Tampoco puede ser alguien menos perfecto que Dios, porque tal ser debería tener en
sí la idea de Dios para causarla en mí y en tal caso, sería la causa de su propia ida de
Dios, y por tanto de Dios mismo, o la habría recibido de otro, en último extremo de
Dios. En cuanto a mis padres no son los que me conservan, ni los que me han hecho en
cuanto soy una cosa que piensa, en todo caso respecto al cuerpo en el que parece
estar encerrado. Hay que concluir, en consecuencia, que Dios existe y es la causa de mi
existencia y ha sido Él quien ha puesto su idea en mi “como la marca del artífice
impresa en su obra” La idea de Dios es por tanto INNATA.

3. SAN ANSELMO: A partir de la idea de Dios, considerada innata, Descartes aporta en la


quinta meditación una tercera prueba, se trata del ARGUMENTO ONTOLÓGICO DE SAN
ANSELMO. Del S. XI famoso por la polémica causada posteriormente. La prueba dice lo
siguiente: “En la idea de Dios, y solo en esta, va implícita, no puedo prescindir de su
existencia real; es decir, del mismo modo que no puedo concebir a adiós como no
existiendo. ¿PORQUE? Porque a la esencia del triangulo y a la de Dios le corresponde la
existencia real. A la esencia o idea de Dios le corresponde necesariamente la
existencia real porque con ella me representa el ser que posee todas las percepciones
y la existencia es una perfección. En otras palabras, cuando pienso a Dios pienso en el
ser sumamente perfecto, si esto es así, ¿Cómo pensar a Dios no existiendo, es decir, al
ser sumamente perfecto faltándole una perfección, la perfección de la existencia? La
existencia de Dios es pues, evidente para cualquiera que piense a DIOS”
Por tanto en esta perfección suprema, no cabe la idea de un Genio Maligno y
Descartes levanta la duda sobre el Genio Maligno. Un Dios perfecto no puede ser un
Dios engañador. Finalmente también levanta la duda de todas las cosas que tienen
extensión y movimiento (a través de las matemáticas) Sin embargo sigue pensando
que los Sentidos le engañan.

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