Historias Minúsculas Del Paraguay
Historias Minúsculas Del Paraguay
Historias Minúsculas Del Paraguay
Enciclopedia
de
Historias
Minúsculas
del
Paraguay
Luis Verón
Pequeña
Enciclopedia
de Historias
Minúsculas
del
Paraguay
Prólogo de:
Jesús Ruiz Nestosa
Ilustraciones de:
Carlos Sosa
y
Archivo “Surucu’a”
RP ediciones
A mis Padres
A Ita
PRÓLOGO
AMOJONANDO LA MEMORIA
Los paraguayos sólo estamos para las cosas grandes: queremos
resolver la guerra del Golfo Pérsico, la invasión de Panamá o
dilucidar cuáles fueron los verdaderos alcances de los negociados
del Banco Ambrosiano. Las cosas pequeñas, como ser de qué
manera fue creciendo la ciudad en la que vivimos, cómo se fue
transformando, de qué manera fue adquiriendo sus características
distintivas -- y cómo las fue perdiendo-- esto no logra atraer
nuestra atención y mucho menos despertar nuestro interés.
Sin embargo cada vez que la piqueta se ensaña con algún antiguo
edificio se escuchan los amargos lamentos venidos de numerosos
grupos que parecen estar preocupados por la integridad de nuestra
ciudad y lo necesario que es que ella mantenga ciertos rasgos
distintivos de su personalidad. Esto, por los mismos motivos que el
ser humano necesita mantener su personalidad con todas sus
virtudes y todas sus contradicciones.
¿Pero cómo podemos defender aquello que no conocemos? Con
paciencia y, meticulosidad envidiables, Luis Verón se ha dedicado
durante años a una de esas tareas “pequeñas” a las que miramos
con un gesto despectivo pero que tanto añoramos en los momentos
de necesidad.
En estos tres años no ha hecho otra cosa que ir trazando un
inventario de nuestra ciudad, fue rescatando nombres, fechas, datos
estadísticos. En pocas palabras, fue amojonando la historia de esta
ciudad, no la historia militar, no la de los golpes y contragolpes de
estado, no las conspiraciones ni las asonadas. Por el contrario
amojonó nuestra memoria con los datos simples, pequeños,
cotidianos, quizá elementales, pero que hacen referencia a los
hechos que lograron que esta ciudad adquiera una dimensión
humana y se volviera habitable.
Dicen que somos un pueblo muy apegado a la historia. Yo diría que
al chisme ya que con harta frecuencia nos movemos en base al
“dicen que... “, pero nunca con el dato preciso y documentado, tan
fácil de encontrar siempre y cuando, rompiendo la modorra de la
siesta tropical, aceptamos acercarnos a algún archivo, a alguna
colección de diarios, o de revistas y busquemos allí la respuesta.
Es lo que ha hecho Verón. A partir de este libro habrán de caer
muchas leyendas, se disiparán falsas creencias y aparecerán
nuevas historias, pero con una base de certeza y bastante
proximidad.
Contrariamente a lo que ocurre en los inventarios y en los trabajos
de catalogación, Verón, personalmente, posee un sentido muy
particular del humor, que lo vuelca, a su manera, en este trabajo,
introduciendo ese elemento tan necesario y difícil de definir:
¿vitalidad, suspenso, amenidad, ritmo, o simplemente
apasionamiento por lo que está haciendo?
Antes de cerrar esta breve presentación quiero emitir un juicio
extra literario. Ojalá que este mapa histórico de nuestra ciudad
termine cumpliendo una función real y concreta ayudando a
rescatar, a través del conocimiento, lo que necesitamos que
sobreviva para que nuestra personalidad no termine diluyéndose en
ese concepto espantoso y equivocado de “modernidad” por el cual
hemos tenido que pagar, hasta el momento, un precio demasiado
alto.
Luis Verón
LUGARES
ARECAYA
A unos veinte kilómetros de Asunción, entre las localidades de Mariano
Roque Alonso y Limpio, se encuentra un lugar llamado ‘Arecayá”. El
origen de este nombre se remonta a tiempos de la Colonia, cuando
fueron ubicados en la zona los indios de la parcialidad de ese nombre.
Los “arecayá” fueron indígenas pertenecientes a la familia lingüística
guaraní, que vivían en la zona del río Jejui y se distinguían por su
carácter indómito y belicoso. Desde que los conquistadores llegaron a la
región, estos indígenas representaron un verdadero problema para los
asentamientos coloniales, a tal punto que la fundación de “Villa
Concepción del Arecaya” tuvo que ser abandonada por el constante
asedio de los aborígenes.
Vencidos por los españoles, fueron reducidos y se les obligó a
establecerse en las cercanías de Limpio”, donde, con el correr de los
años fueron absorbidos por la población local.
EL MERCADO GUAZU
En la esquina de las calles Palma y Nuestra Señora de la Asunción
funcionó -hasta la primera década del siglo- el célebre “Mercado
Guazú”, un complejo edilicio cuya fachada principal, sobre la calle
Palma, tenía una amplia y larga recoba.
Este edificio fue demolido durante la administración municipal del que
después fue presidente de la República, don Eduardo Schaerer (este
señor fue un “demoledor consuetudinario”, pues también tiró abajo la
casona que fue sede del gobierno colonial depuesto en 1811). Desde
entonces, el mercado se instaló provisoriamente en la plaza donde se
está construyendo el estacionamiento subterráneo.
El “provisoriato” duró más de tres décadas, hasta que el mercado fue
cambiado de lugar. Asunción contó con su primer mercado público
hacia 1786, anteriormente la provisión de carnes se hacía a través de las
“carneadas” realizadas por las familias capitalinas.
LA “PALMEADA”
DE MANO EN MANO
En 1767, por orden del rey Carlos III, fue expulsada de los dominios de
la Corona española la “Orden de la Compañía de Jesús”.
Consiguientemente, los miembros de las Compañía tuvieron que
abandonar las treinta reducciones guaraníticas del Río de la Plata.
Las reducciones abandonadas fueron encomendadas a las demás
órdenes religiosas existentes en el Paraguay.
A los franciscanos se les encomendó la administración de las
reducciones de “Santa Rosa” (1768-1824); “Jesús” (1768-1804);
“Itapúa” (1768-1824), “Belén” (1768-1 “San Cosme” (1787-1824) y
“San Joaquín” (1789-1792). La administración por la orden franciscana
y las otras duraron hasta la supresión de las órdenes religiosas decretada
por el Dictador Francia.
“DESNACIONALIZACION”
En marzo de 1938, el gobierno del Dr. Félix Paiva dispuso-a través del
decreto Nº 14.023- la prohibición del uso de la palabra “Nacional” en el
nombre de las personas jurídicas.
Una de las primeras firmas comerciales que cambió de denominación,
en virtud de ese decreto, fue la vieja “Cervecería Nacional”, que pasó a
llamarse “Cervecería Paraguaya”
EL “BELVEDERE”
En las primeras décadas de este siglo, la ciudad de Asunción
prácticamente terminaba, al Sur, en las inmediaciones de la actual calle
Rodríguez de Francia/Ygatimí y, al Este, en la calle Brasil.
En el lugar donde actualmente se levanta el edificio del I.P.S. (Pettirossi
y Brasil) había un alto barranco de tierra colorada coronada por un
extenso mangal. Más abajo, en la esquina de las calles Brasil y España,
donde comenzaban las mansiones señoriales y frondosas quintas, estuvo
el famoso “Belvedere”, un establecimiento donde don Juan Ceriani, un
inmigrante italiano (cuando no) puso un café concert, un teatro, una
pista de patinaje y un invernadero.
El lugar -donde paraba el tranvía a mulitas- muy pronto se convirtió en
el centro frecuentado por la sociedad de la época y era punto de
encuentro de intelectuales, políticos y artistas. La fama del local, hizo
que con el tiempo, el barrio fuera conocido con el mismo nombre.
UN PREDIO CON “CURRICULUM”: CLUB,
TRIBUNAL, BANCO...
El 6 de octubre de 1949, a través del decreto No. 7.987, el gobierno
vendió el inmueble de propiedad estatal ubicado en la calle Palma entre
Chile y Alberdi con el propósito de utilizar el importe en la
construcción de un Palacio de Justicia.
El predio fue vendido a Gs. 500 el metro cuadrado y su comprador fue
el “Banco de la Nación Argentina”. Antiguamente en el lugar funcionó
el “Club Nacional” de la época de los López y posteriormente, en el
mismo edificio funcionó el “Tribunal de Jurados”.
LA QUINTA “IDUNA”
La señorial mansión ubicada en el predio de la actual “Escuela de
Educación Física” antiguamente fue uno de los puntos de encuentro de
fin de semana de la sociedad asuncena, hasta donde se llegaba con el
propósito de pasar momentos de solaz y realizar inolvidables
cabalgatas por sus amplios parques.
El propietario del lugar, conocido como “Quinta Iduna” fue el sabio de
nacionalidad alemana Dr. Henry Mangels, quien murió asesinado por
un jardinero con quien se había enemistado.
VILLA HAYES
EL SOLAR DE ARTIGAS
Por ley del 25 de agosto de 1903, el gobierno paraguayo donó al de la
república del Uruguay, el terreno de propiedad fiscal, de 10.000 m2,
donde vivió y murió el general José. Gervacio Artígas. Es el conocido
como “Solar de Artígas” en el Jardín Botánico
GRITOS CALLEJEROS
Para la nomenclatura de las calles, también los “gritos” son
merecedores de homenaje. Varias arterias de la capital paraguaya llevan
por nombre “gritos” de diversas nacionalidades. Claro que no cualquier
grito merece figurar en la nomenclatura callejera, sino que aquellos que,
de alguna manera, están ligados a las gestas emancipadoras de la
América colonizada.
Los “gritos” que ameritaron figurar en las calles asuncenas son: “Grito
de Asencio”, dado por el Gral. Artigas, el 28 de febrero de 1811, a
orillas del arroyo Asencio, en el Uruguay.
“Grito de Dolores”, dado por el presbítero Miguel Hidalgo, cura de
Dolores (México), el 16 de setiembre de 1810.
“Grito de Ipiranga”, dado a orillas del pequeño arroyo Ipiranga (Estado
de Sao Paulo, Brasil), el 7 de setiembre de 1822.
“Grito de Socorro”, dado por José Antonio Galván, durante los
prolegómenos de la independencia de Nueva Granada (Colombia), el 16
de marzo de 1781.
RIOS Y CALLES
A mediados del siglo pasado, el presidente Carlos Antonio López dio
nombres a varia calles de la capital paraguaya. Con el correr de los años
estos fueron cambiándose quedando solo algunas con sus nombres
originales y otros nuevamente repuestos. Algunas de las
denominaciones de dichas calles respondían a los de distintos ríos de
nuestra geografía, como:
“Pilcomayo” (E. V. Haedo); “Bermejo” (L. A. Herrera); “Salado”
(Humaitá); “Ypané (F. R. Moreno); “Aquidaban” (M. Domínguez);
“Piribebuy”; “Manduvirá”, “Río Apa (Rep. Colombia); “Jejui (I. del
Campo); “Ygatimí” y “Amambay” (Dr. G. R. d Francia).
La denominación de la actual calle “Piribebuy”, no se debe al nombre
del río, sino a la batalla librada en la ciudad de Piribebuy, el 12 de
agosto de 1869.
VIEJO HIPODROMO
Una de las distracciones populares muy arraigadas en nuestro pueblo es
la carrera de caballos. Pocas son las poblaciones del interior del país
que no tienen canchas de carreras y esta diversión es número puesto en
las tradicionales fiestas patronales. Asunción no podía ser menos. Los
numerosos baldíos de épocas pasadas fueron escenarios de
competencias hípicas realizadas por los simpatizantes de tal modalidad
deportiva.
Allá por 1929, una familia de apellido Lebrón, construyó en su
propiedad (unas cuadras más allá de la avenida República Argentina) el
que fue el primer “Hipódromo de Asunción”, desmantelado hacia 1944
y el maderamen de sus instalaciones fue adquirido por el Club
“Nacional” para construir con él, su primera gradería.
El actual hipódromo del barrio “Tembetary” fue habilitado a mediados
de los años cincuenta.
LA VILLA DE ÑA AURELIA
A fines del siglo pasado, arribó a nuestro país, luego de una breve
estancia en 1 Argentina, una joven pareja de inmigrantes españoles.
La misma estaba formada por el doctor Cristóbal Campos Sánchez y su
esposa doña Aurelia Cervera de la Herrería de Campos.
A poco de su llegada, el Dr. Campos se abocó a diversas tareas
culturales: fue uno 4 los fundadores del Colegio Nacional, dictó
cátedras en la Universidad y ejerció e periodismo.
Aprovechando la venta de tierras públicas, el Dr. Campos Sánchez
adquirió más de cinco mil hectáreas de tierras a poca distancia del
centro de la Capital. La propiedad se extendía desde un poco más allá
de “Villa Morra” y llegaba hasta San Lorenzo. En una parte de la
misma, el Sr. Campos construyó una amplia casa “corredor yeré”
dotada de un mirador y como era costumbre de la época al lugar se le
llamó “Villa Aurelia”, en homenaje a su esposa. Cuando la propiedad
fue urbanizada, el nombre de la casa dio el suyo al nuevo barrio.
Un largo trecho de la vía del trencito que llevaba a San Lorenzo, pasaba
por la propiedad y en las cercanías del actual palacio municipal estaba
la antaño famosa “Estación Campos”.
UN SILENCIOSO LECTOR
En un umbroso rincón del viejo “Bar San Roque”- el último
sobreviviente de los bares de antaño- se encuentra, adosada a la pared,
una curiosa pieza escultórica, obra del artista Hugo Pistilli, que
representa al recordado escritor don Benigno Riquelme García, en
“actitud en que meditaba obra perdurable y sus pullas entre lentos
sorbos de fernet”.
DE POSTAS Y PASOS
PUERTO PINASCO
En noviembre de 1910 se fundó en Nueva York la empresa “The New
York and Paraguay Company”, empresa que inició sus actividades en
nuestro país con el nombre de “Compañía Internacional de Productos”
y se estableció en el lugar conocido como “Puerto Pinasco”.
El pujante emporio comercial incorporó modernas maquinarias para la
explotación taninera, gracias a ello, muy pronto superó a la firma
“Carlos Casado” en dicho rubro, duplicando incluso en capacidad de
producción a la citada empresa.
EL CASTILLO DE REMANSO
En la época colonial fueron establecidos varios “fuertes” y “presidios”
para la defensa de los habitantes del país de los ataques de los indígenas
chaqueños. Los más importantes de estos “fueron los de “Borbón” y
“San Carlos”, en la zona norte del país. Para protección de Asunción y
de los pueblos vecinos, se establecieron varias fortificaciones menores -
llamadas “presidios”- en diferentes puntos sobre el río Paraguay, entre
Villeta y Tapuá (Limpio).
A unas tres leguas, aguas arriba de Asunción, se erigió en 1660, el
“Castillo de San Ildefonso”, cuya dotación se componía de 100
hombres. Estos lo guarnecían en turnos semanales de 25 hombres. El
“castillo” era de “planta cuadrada con torreones en cada esquina” y
estaba ubicado en el lugar hoy conocido como “Remanso Castillo”.
LA RUTA AL PARANA
El 26 de agosto de 1931, se dictó una Ley por la que se dispuso la
construcción de una carretera que, partiendo de Asunción, termine
frente a la localidad brasileña de Foz de Yguazú.
Para la construcción de la ruta se tuvo como base las propuestas
técnicas de los hermanos D’Arbeloff, técnicos rusos de origen noble.
El 1 de noviembre de 1937, el gobierno nacional convino con la
empresa norteamericana “The J.G. White Enginnering Corporation” la
realización de los estudios preliminares para la construcción de la obra
vial.
Algunas de las características convenidas fueron: la fijación de
pavimentado tipo “macadam bituminoso”, con capacidad de soportar
10.000 vehículos por día y 8 metros de anchura. Igualmente se convino
una posibilidad de modificación del trazado, tal como después fue
construido. El trazado original de 404 kilómetros comprendía:
Asunción, San Lorenzo, Capiatá, Itauguá, Ypacaraí, Caacupé,
Piribebuy, Itacurubí, San José, Coronel Oviedo, Yataity, Villa Rica,
Caaguazú, Caayobai, San Vicente, Guillermo Teil y Tacurupucú.
El 29 de setiembre de 1939, se firmó el contrato con la “R. H. Hebard y
Co. Inc.” y a fines de noviembre llegó al país el primer grupo de
ingenieros, comenzando las obras a mediados de febrero de 1940.
CURIOSIDADES DE QUIINDY
En un paraje cercano a la localidad de Quiindy, se encontraba la
estancia ‘Primavera” de los hermanos Soler, que actualmente forma
parte de la estancia de la familia Ángulo. En este lugar se encontraba la
que según publicaciones de principios de siglo, se consideraba el “árbol
más grande del Paraguay”: una enorme y varias veces centenaria planta
de “yvapovó”.
A cincuenta metros de donde antiguamente estaba la casa principal de
la estancia “Primavera”- hoy desaparecida- existe una extraña
formación rocosa de origen volcánico, conocida por los lugareños como
“Itá plancha”. Esta mole de piedra tiene 28,50 metros de circunferencia
y 4,20 metros de altura en la parte más elevada yen uno de sus costad
tiene un hueco a manera de puerta de entrada.
UN SUEÑO SOCIALISTA
A tres leguas de la estación de ferrocarril de “Coronel Maciel”, sobre el
río Pirapó, fue fundada en 1893 la “Colonia Cosme”. La empresa fue
realizada por un extraño soñador de origen australiano, el Dr. William
Lane, quien “creyó realizar en ella el ideal de su vida, llevando a la
práctica la organización social a base de la igualdad y la justicia Al no
poder realizar sus altruistas ideales, volvió- con sus proyectos
imposibles- a lejano país.
LAS CALLES DE VILLA MORRA
Poco después de la guerra contra la Triple Alianza, llegó al Paraguay el
Dr. Francisco Morra Chiomenti, médico italiano nacido en la ciudad de
Cerignola, el 27 de mayo 1841.
En los duros años de postguerra, el doctor Morra fue uno de los pocos
médicos en ciudad de Asunción, donde muy pronto se ganó sólido
prestigio social y profesional. A partir de 1887, comenzó a adquirir
pequeñas fracciones de terrenos en los alrededores de la Recoleta, con
los que formó una extensa propiedad que posteriormente la dividió en
147 manzanas, subdivididas en lotes, fundando el 6 de febrero de 1888,
un pequeño pueblo que bautizó con el nombre de “Villa Morra”.
A las calles abiertas en la nueva población les dio pintorescos nombres,
de las que la actualidad, una sola conserva su denominación original:
“De las Palmeras”.
Las otras se llamaban: “Del Horno” (Gómez de Castro); “De los
Recuerdos” (Cassianoff) “Miraflores” (Garay); “Capo di Monte” (Dr.
Weiss); “De los Azahares” (López Moreira); “De los Pocitos” (Saraví);
“De la Estrella” (Dr. Morra); “De los Confines” (Bertoni); “De la
Panadería” (Quesada); “De las Ferias” (Castillo); “De los Baños”
(Andrade); “De los Artistas” (Hassler); “Del Gallinero” (Campos
Cervera); “De los cazadores” (Pacheco); “De las Avenidas” (Souza);
“De las Aves” (Mc Mahón); “De la Lunas” (Du Garty), etc.
LA CANCHA DE ANDREUZZI
En 1873, llegó al Paraguay una misión técnica italiana. Uno de los
científicos integrantes de dicha misión fue el Dr. Silvio Andreuzzi.
Poco tiempo después de su llegada, el Dr. Andreuzzi obtuvo una
concesión del gobierno para instalar una línea tranviaria desde la plaza
“San Francisco” (Uruguaya) hasta la Cancha Sociedad”. Este era un
lugar donde el Dr. Andreuzzi tenía un hotel que contaba además con un
teatro de verano, cantinas y otras comodidades, hasta donde se llegaba
en el “Conductor Universal”, nombre de su empresa tranviaria. Allí
vivió los últimos años de su vida el estadista y pedagogo argentino
Domingo Faustino Sarmiento, fallecido en 1888.
En 1895, el Dr. Andreuzzi y su esposa la condesa Carlota Bussi
liquidaron sus bienes y regresaron a Italia.
TEVEGO
La colonia “Tevego”, o “Estevegó”, cuyo recuerdo es rescatado por
Roa Bastos en su magistral novela “Yo el Supremo’, fue fundada por la
Junta Superior Gubernativa en enero de 1813 para “resguardo de la villa
Concepción y la pacificación de la frontera” frecuentemente asolada por
malones de indios mbayá y sanapana.
El asentamiento de la colonia se hizo en el lugar donde antiguamente
estuvo la reducción de “Nuestra Señora de la Revelación”, sobre el río
Paraguay, a ciento veinte leguas de Asunción y para poblana fueron
trasladadas hasta allí las familias de pardos de ‘Tavapy” (San Roque
González de Santa Cruz), quienes un año antes habían solicitado se les
traslade al pueblo de indios “Itá” o “a otro pueblo que se les
proporcione”.
La colonia “Tevegó” fue poblada inicialmente por 40 colonos, quienes
construyeron las casas de los otros que se ubicaron posteriormente.
Las duras condiciones de vida -en una zona inhóspita y cenagosa- hizo
que muchos desertaran y durante la dictadura del Dr. Francia fueran
llevados allí criminales y vagos a quienes se les conmutaba sus penas
por el confinamiento temporal o perpetuo en la colonia.
En 1823, debido al constante asedio de los mbayá, “Tevegó” fue
despoblada, pero en 1842, el gobierno consular ordenó el repoblamiento
y traslado -a cien leguas Asunción- de la colonia con el nombre de
“Villa del Divino Salvador”. Este nuevo asentamiento también corrió la
misma suerte de “Tevegó”.
LA CALLE ELIGIO AYALA
La calle “Eligio Ayala” lleva ese nombre desde el 25 de octubre de
1930, cuando la Municipalidad de Asunción -a través de la ordenanza
No. 2.077- dispuso que el nombre de dicha calle sea el del hombre
público muerto el día anterior a consecuencias de las heridas sufridas en
un atentado.
Esta importante arteria céntrica se llamó, desde el 1 de abril de 1849
hasta el 8 de julio de 1919, “calle de la Libertad”, en que cambió por el
de “Presidente Wilson” (Woodrow Wilson, presidente norteamericano,
premio Nobel de la Paz de 1919), nombre conservó hasta 1930.
La calle Eligio Ayala, recibió este nombre porque el expresidente -
Ministro de Hacienda cuando su muerte- vivía en una casa,
recientemente demolida, ubicada en la intersección de dicha arteria con
la calle Estados Unidos.
ESTERO PATIÑO
El lugar conocido como “Estero Patiño”, en la frontera chaqueña con la
Argentina, tomó este nombre del misionero jesuita Gabriel Patiño,
quien habría explorado el lugar en 1721.
EL “TEATRO NUEVO”
Faltando once años para la finalización del siglo XIX, un activo
empresario teatral D. Baudilio Alió, construyó el edificio del “Teatro
Nacional”, actualmente conocido como “Teatro Municipal Ignacio A.
Pane”.
En ese lugar existió una pequeña plaza llamada “Libertad” y en uno de
sus costados - hacia el río- funcionaba el viejo teatro -construido por el
español Ildefonso Bermejo-, durante la época del viejo López -y donde
fueron exhibidos los trofeos de guerra devueltos por el Uruguay.
La pared posterior del Teatro Municipal”, según algunos conocedores,
es lo único que queda del viejo teatro de Bermejo, que hasta décadas
atrás aún conservaba sus amplios ventanales.
ASTRONOMIA JESUITICA
El pueblo de “San Cosme y Damián” fue, en tiempos de los jesuitas, un
importante centro astronómico, cuya fama incluso era conocida en el
Viejo Mundo.
El reloj de sol existente en el lugar es mudo testimonio de su pasado
esplendor. En San Cosme trabajó el sacerdote Buenaventura Suárez,
oriundo de Santa Fe y de quien se sabe llegó a fabricar órganos y
espejos, dirigió pintores y estatuarios y perfeccionó el arte de fundir
campanas, e incluso fabricó una... chocolatera.
El padre Suárez publicó en Europa el “primer libro de matemáticas”
escrito en esta parte del mundo. Su obra más importante fue su
“Lunario”, en donde indicó todos los fenómenos de la luna y estudió los
movimientos de Júpiter.
UN REFUGIO DE PESCADORES
A fines de la década del cincuenta, trece aficionados a la pesca
descubrieron un tranquilo y muy apropiado lugar para practicar su
pasatiempo. El lugar es el conocido como “Banco Francia”, frente al
club ‘Deportivo Sajonia” y allí levantaron el “Rancho 13”, que desde
entonces se convirtió en el refugio ideal de los pescadores.
Nueve años después de la fundación de “Rancho 13”, se inauguró un
monumento al pescador, consistente en “una simpática escultura que
muestra a un alegre pescador abrazado a un enorme pirayú’, obra de
don Amadeo Peña.
Los trece pescadores que dieron nombre al “Rancho” fueron Anastacio
Robledo, Eduardo Sanier, Pedro Saguier, Miguel Pezzino, Gilberto
Scura José Rábade, Manuel Silveyra, José y Enrique Preda, Emilio
Bellasai, César Peralta, Simeón Arguello y Humberto Bozzano.
UN CAMINO TENEBROSO
Uno de los lugares que dejó profundas huellas en la memoria de los
combatientes con Bolivia que llegaron a conocerlo, es el conocido
como “Picada Lóbrego”. Esta picada, acertadamente bautizada, era un
túnel abierto en el corazón de la selva chaqueña por los bolivianos, por
el que solo cabía un camión y si otro venía del lado opuesto, uno de los
dos tenía que retroceder.
Cuando era transitada, ya por vehículos o por la infantería, se levantaba
una polvareda asfixiante que mortificaba a los que por él pasaban. La
fina arena que se levanta desfiguraba los rostros de los soldados que al
salir parecían más bien espectros que seres humanos.
“CERRO CORA”
El escenario de la última batalla de la guerra contra la Triple Alianza
fue expropiado a favor del Estado paraguayo de la empresa La
Industrial Paraguaya” el 8 de octubre de 1945, a través del decreto No.
10.508 del gobierno del presidente general Higinio Morínigo Martínez.
“TERESA ILA”
Un lugar asunceno muy concurrido a principios de siglo fue el llamado
“Teresa ila” (la isla de Teresa), baldío ubicado en las calles Ntra. Sra.
de la Asunción y Lugano, en las cercanías del viejo “Cementerio
Español”.
Cubierto por un tupido yuyal, el lugar -frecuentemente- era utilizado
por los transeúntes con “ciertos apuros”.
PEDRO JUAN CABALLERO
La explotación de los yerbales, por grandes empresas como “La
Industrial Paraguay” o la “Mate Larangeira”, dio origen a muchas
poblaciones dentro de sus respectivas áreas de influencia. Así nacieron
poblados que en la actualidad son grandes centros urbanos como
Posadas (R.A.), Puerto Murtinho, Punta Porá, Campanario, etc. (estos
últimos en el Brasil).
Una de las ciudades paraguayas cuyo origen se debe a los yerbales es
Pedro Juan Caballero cuyo origen se remonta allá por 1883, cuando un
emprendedor pionero, don Pablino Ramírez, llegó a la zona. El señor
Ramírez, levantó un humilde rancho de estaqueo y estableció un
pequeño comercio cerca de la “Laguna Punta Porá”. Tan importante fue
su ubicación en la zona que su papel de proveedor de mercaderías a los
trabajadores de los yerbales ayudó a la formación del pueblo,
concretada, con una donación de 600 hectáreas de tierra por señor Jorge
Casaccia, en 1890.
“CAROVENI”
“... con lo cual quedó conclusa la. mensura de sitio y lugar por vía de
repartmto. y asignación para el susodicho y sus legítimos herederos y
en conformidad de tener pedido possessión judicialmente y para su
efecto tomé de la mano a dho. Capn. Dr. Carlos Benítez y le paseé por
dho. sitio y solar assi de sus entradas y salidas y demás servidumbres en
nombre de Su Magd. q. Dios le gde. le di possession... del expresado
solar y en señal de ella arranco una yeruas y las esparcio por los ayres y
hizo otros atos de possession de las partes linderas todo lo qual paso
como a las diez de la mañana...”. Lo anterior es un fragmento del
informe del Capitán Juan González Bejarano, “vecino feudatario,
Regidor Capitular y Alcalde Ordinario de primer voto” dando posesión,
en enero de 1756, de una determinada extensión de tierra al Capitán
Carlos Benítez hijo del Sargento Mayor don Joseph Benítez, uno de los
primeros pobladores de la Villa Rica del Espíritu Santo, en su último
asentamiento en el Yvytyrusú.
Al capitán Carlos Benítez, debe su nombre el paraje denominado
“CAROBENI”. Es este, un típico caso de toponimia hídrida derivada
de nombres españoles guaranizados. Es el mismo caso de “Manorá”,
que deriva de Maldonado.
LA ASUNCION DE YVAROTY
La propiedad donde se levanta el templo católico de “Nuestra Señora de
la Asunción”, esa hermosa construcción de piedra en el barrio de
“Yvaroty” de Villa Rica, fue donada, el 21 de Diciembre de 1929, por
una modesta pobladora del lugar, doña Liboria Miranda.
La primitiva imagen de la Asunción de dicho templo, fue remplazada
por otra imagen confeccionada por un escultor español, que fue donada
por el señor José Domingo Ocampos.
LA PRIMERA “REDUCCION”
La primera “reducción” de indios realizada en el Paraguay tuvo como
sede a San Lorenzo de los Altos, donde los religiosos franciscanos fray
Luis Bolaños y fray Alonso de San Buenaventura empezaron a predicar
en guaraní y lograron “reducir” a un grupo de nativos nómadas.
La rápida expansión de ganado vacuno introducido por los
colonizadores motivó a Juan de Garay, amigo de los misioneros
mencionados, a ordenar la fundación de San Lorenzo de los Altos en
1580.
LA INMIGRACION ALEMANA
La presencia alemana en el Paraguay se remonta a los primeros años de
la conquista, en 1535, con la expedición de don Pedro de Mendoza,
vinieron al Río de la Plata, ochenta alemanes. Uno de ellos fue Ulrich
Schmidl, el cronista de la fundación de Asunción. La colonia alemana
establecida en nuestro país formó núcleos familiares y centros sociales
de carácter excluyente y muy cerrado.
La primera colonia se estableció en “San Bernardino”, en 1881.
En 1887, Bernard Foerster, cuñado del filósofo alemán Friedrich
Nietzsche, fundó la colonia Nueva Germania”, en el departamento de
San Pedro. La principal actividad de estos colonos fue la explotación de
la yerba mate.
De esa época también data la fundación de la Colonia “Elisa”, actual
“Villa Elisa”, donde los colonos producían frutales para el mercado
argentino y en 1896, a orillas del río Paraná, agricultores alemanes
fundaron la colonia “Hohenau”.
El 17 de enero de 1920, se fundó la “Colonia Independencia”, cuyos
poblador originales fueron militares retirados del ejército alemán de la
primera guerra mundial. En esta colonia se fundó, en 1924, el primer
partido nazi fuera de las fronteras alemanas. Entre los años 1932 al 36,
los alemanes fundaron varias colonias, la mayoría de ellas en el Guiara.
CONCEPCION, LA “OPULENTA”
El notorio progreso que experimentó la ciudad de Concepción -entre los
años 1880 1915- gracias a la explotación de los recursos naturales de la
zona, hizo que recibiera meritoriamente, el título de “opulenta”.
El inusitado desarrollo que vivió la ciudad se reflejó en una intensa
actividad comercial y social: se fundaron dos clubes- el “Cosmopolita”
y el “Social”, se instalaron dos hoteles de primera categoría y tres de
segunda, siete bares y una veintena de almacenes de comestibles, entre
otros establecimientos. También funcionaron, en la época mencionada,
cinco escuelas y un Colegio Nacional (1890); en 1900 se fundó el
“Instituto San José” de los Salesianos y el “Colegio de las Hijas de
María Auxiliadora”. Existía en la ciudad, siete consultorios médicos y
cuatro boticas.
En 1890, don Remigio Albertini trajo el primer tranvía a mulitas con
que contó Concepción, cuyo itinerario unía el puerto con el lugar
llamado “Cancha-cué” (posteriormente conocido como “Riñería”,
“Quinta Genes” y “Villa Armando”).
Funcionaban además, diez y ocho depósitos yerbateros; cinco grandes
olerías (entre otras menores); tres periódicos; una fábrica de hielo y otra
de gaseosas; seis panadería dos fideerías; dos jabonerías; cinco
carpinterías; diez y ocho carnicerías particulares una “Tablada de
Matanza Municipal”; dos barracas de cuero; cuatro aserrerías y cuatro
sastrerías. En la “plaza Carreta” se concentraban los productos traídos
del campo.
LOS PUERTOS DE ASUNCION
Antaño, la ciudad de Asunción contaba con diez puertos para el
embarque de mercaderías y pasajeros. Cada uno de ellos tenía su propia
nomenclatura y eran los siguientes:
“Puerto San Gerónimo”, frente a la “loma” del mismo nombre; “Puerto
del Arroyo Verde”; “Puerto de Marte”, a la altura de la calle
“Hernandarias”; “Puerto de Bahía Negra”, donde nacía la calle
“Colón”; “Puerto Río Blanco”; “Puerto del Paraná” (calle “Ayolas”);
“Puerto de Paso de Patria” (“O’Leary”); “Puerto del Colegio”; “Puerto
de la Asunción” y ‘Puerto de la Catedral”.
BARRIO OBRERO
En 1918, la Municipalidad de la Capital adquirió las tierras de la
sucesión del expresidente Higinio Uriarte. Estas tierras dieron origen al
hoy populoso “Barrio Obrero”, cuando en 1931, debido a una gran
crecida del río Paraguay, la Junta Municipal autorizó la ubicación de
numerosas familias damnificadas en el lugar.
La distribución y ubicación fue realizada durante la administración del
Intendente Pedro Bruno Guggiari. Por esta razón, una Ordenanza del 8
de setiembre de 1933, le dió el nombre de “Barrio Intendente
Guggiari”, en homenaje al ex lord mayor, fallecido ese año.
La venta de los lotes a sus ocupantes fue reglamentado en 1935.
CURUZU ISABEL
En la región norteña, cerca de Concepción, existe un lugar conocido
con el nombre de “Curuzú Isabel”, porque, según una de las versiones
al finalizar la guerra del 70, murió allí una mujer de ese nombre.
Parece ser que la tal Isabel, era oriunda de Caacupé y cuando se desató
el conflicto bélico entre nuestro país y la Triple Alianza, corrió la suerte
de miles y miles de mujeres y paso a formar parte de las “residentas”.
Al terminar la guerra con la muerte del Mariscal López, junto con otros
sobrevivientes -entre ellos su hija Rosita de ocho años- se dirigió ha la
Villa Concepción para después volver a su pueblo.
Después de veinte días de caminata bajo un sol abrasador y al cruzar la
salva de “Yui’y”, cerca de Concepción, Isabel, acosada por la
tuberculosis, el hambre y la sed, buscó refugio bajo una planta de
“ingá”. La niña Rosita, para ayudar a su madre, salió a buscar algún
“ycuá” y a su vuelta con un “jhy’a-cuá” lleno de agua, encontró a su
madre muerta. Otro grupo de mujeres que llegó al lugar, cavó una fosa
en la que fue enterrado el cadáver de la pobre mujer. Con unos maderos
hicieron una tosca cruz para señalar el lugar. Esta cruz fue cambiada en
1871, por otra más grande y de madera labrada. Desde esa vez, llegan
hasta el lugar peregrinos a pedir y agradecer favores, y los vecinos del
lugar le hacen “rogativas” cuando las largas sequías amenazan arruinar
los cultivos.
PLAZA URUGUAYA
En los últimos años del gobierno del dictador Francia, fue demolido el
edificio del antiguo “Convento de San Francisco”, que desde 1824
quedó convertido en cuartel. El lugar, muy pronto quedó convertido en
un extenso arenal.
Cuando en 1849, se hizo el reordenamiento y la nomenclatura de las
calles asuncenas, se conformó la actual plaza, entonces llamada de “San
Francisco”. Durante la guerra de la Triple Alianza, se realizaba en el
lugar la instrucción militar de los reclutas que venían en ferrocarril del
campamento “Cerro León”.
Hasta hace unos cien años la plaza estaba rodeada de rejas de hierro, las
que después fueron desmontadas y según algunos autores, fueron
llevadas a la mansión que actualmente es residencia presidencial. Otros
afirman que esas rejas fueron colocadas en el palacio de gobierno.
Lo que si es cierto es que -según documentos gráficos, hasta hace unos
sesenta o setenta años, estaba rodeada de balaustradas.
Cuando el 31 de mayo de 1885, vino la delegación oficial de la
República del Uruguay, trayendo los trofeos de guerra devueltos por el
gobierno del general Máximo Santos, la plaza cambió de nombre por el
de “Plaza República del Uruguay”, pero comúnmente se la conoce
como “Plaza Uruguaya”.
En gratitud a ese homenaje a la nación Uruguaya las damas que
acompañaban a la mencionada delegación se despojaron de sus joyas,
las que fueron enterradas en un cofre, en la esquina de las calles “Eligio
Ayala” y “México”.
BARRIO JARA
Uno de los barriales más populosos de la ciudad capital es el “Barrio
Jara”. Se llama así en recuerdo de su propietario original, don Juan
Antonio Jara, destacado hombre público paraguayo.
Entre los cargos que desempeñó, se encuentran el de ministro del poder
ejecutivo y Vice Presidente de la República, durante el cuarto periodo
constitucional, presidido por el general Bernardino Caballero (1882-
1886).
TANOS
A fines del siglo pasado llegaron al país numerosas familias de
inmigrantes italianos. La mayoría de ellas de origen siciliano que
fundaron la Colonia “Trinacria”, cerca Villa del Rosario, pero que
después se asentaron en los barrios “Gral. Díaz” “Tacumbú”.
La presencia de estos inmigrantes en los citados barrios fue la razón por
la cual varias calles de la zona se llamaran con nombres como
“Lugano”, “Milano”, “Roma, “Palermo”, etc.
Otro grupo se ubicó en el barrio “Tuyucuá” (Mcal. López) y se dedicó
preferentemente a la horticultura. De ahí el nombre de “repolleros”
dado a los seguidores de un club de fútbol del lugar.
TEMPLOS Y CEMENTERIOS
EL ALTAR DE LA CATEDRAL
El retablo mayor de la catedral de Asunción perteneció a la iglesia del
Convento de San Francisco hasta 1824, año en que el dictador Francia
decretó la extinción de las órdenes religiosas en el Paraguay, cuyos
bienes fueron puestos bajo custodia de la Tesorería de la nación.
El 5 de febrero de 1842, la Catedral se trasladó provisoriamente a la
iglesia de San Francisco, mientras se construía un nuevo edificio, pues
el anterior estaba casi en ruinas.
Una vez terminada la construcción, en 1845, el retablo mayor de la
iglesia de San Francisco fue trasladado desde el ex convento
franciscano hasta el nuevo edificio de la actual catedral. El retablo, una
magnifica pieza del arte religioso del período colonial, tiene, a cada
lado del mismo, un medallón y en el centro el escudo de la orden
franciscana.
LA RECOLETA
En 1746, el rey español autorizó la fundación del Convento de los
Recoletos Franciscanos de Asunción. El convento se instaló en los
terrenos donados por el presbítero José de Roxas y Aranda, donde se
erigió una capillita. El convento funcionó en el lugar hasta la disolución
de las órdenes religiosas decretadas por la dictadura francista, y el lugar
fue destinado a cuartel de caballería.
El 23 de octubre de 1842, el gobierno consular decretó que fuera
establecido en el sitio un Cementerio General, el que se instaló “al
oeste” de la capilla existente en el lugar. Años después fue construida la
iglesia que se conserva hasta hoy y que fuera terminada hacia 1860.
La tumba más antigua que se conserva en la “Recoleta” se encuentra en
el camino principal, “al oeste” de la iglesia, y está hecha en mármol
blanco en la que se lee una inscripción en inglés que dice:
Consagrado a la memoria de Carolina Adelaida Lynch. Nacida el 6 de
agosto de 1859
- Fallecida el 14 de febrero de 1857. Antes de que el pecado pudiera
mancillarla, o empañarla la pena, con amistoso cuidado, transportó el
bonito capullo al cielo y le ordenó que floreciera allá”. Carolina
Adelaida fue hija del entonces general Francisco Solano López y de
Elisa Lynch, fallecida a causa de una bronquitis infecciosa.
LA VIRGEN DE CAACUPE
En la noche del 9 de octubre de 1769, el presbítero Roque Melgarejo,
cura de Tobatí donó “a los habitantes del Valle de Caacupé (...) la
imagen de la Concepción de los Milagros...”.
Dos pobladores del mencionado “valle”, doña Juana Curtido y don Juan
José Aquino, cedieron el terreno donde se edificó, en 1770, una capilla
que posteriormente fue refaccionada y ampliada en 1846.
Si bien los pobladores de la zona prometieron construir sus viviendas
alrededor del terreno donado, recién a principios del siglo XIX, el
pueblo fue tomando forma. Al finalizar la Guerra contra la Triple
Alianza, el país quedó en un estado de desolación- material y espiritual-
tal, que los desahuciados sobrevivientes necesitaban un respaldo
espiritual para poder superar las consecuencias morales de la guerra.
Un sobreviviente -y protagonista de sucesos extremos durante la
misma- el padre Fidel Maíz, interpretó esa necesidad espiritual e inició
una campaña de difusión del culto a la modesta imagen serrana. En
1883, editó un librito titulado “La Virgen de los Milagros de Caacupé”.
La campaña del padre Maíz, en sus principios, fue muy resistida, tanto
por parte de los “librepensadores” y los masones, como por algunos
curas y religiosos conservadores y no pocos creyentes fanáticos.
Algunos años después, el obispo Juan Sinforiano Bogarín, encargó a
Maíz y al padre Hermenegildo Roa, la realización de una “Reseña de
Histórica de la Iglesia Paraguaya”, En este trabajo, sus autores admiten
que como todos los países tenían su “virgen milagrosa” con un
santuario objeto de su devoción, “el Paraguay promovió la de
Caacupé”.
El primer milagro testimoniado fue el del cura párroco de Caacupé,
José Natalicio Rojas, quien curó de una enfermedad que los propios
médicos consideraron incurable.
LA IGLESIA POST-FRANCISTA
El gobierno paraguayo, a través de una carta, redactada por el
presidente Carlos A. López, y dirigida al Papa Gregorio XVI, se puso
en comunicación, por primera vez, con la Santa Sede. En dicha carta se
describía la angustiosa situación de la república y de la iglesia nacional,
subrayando las necesidades del pueblo en el aspecto religioso y se
peticionaba la confirmación del vicario general del obispado, como
también la presentación de un nuevo diocesano y su auxiliar, y la
reducción del número de días festivos en el país.
Este documento tiene una gran importancia jurídica, pues representa el
reconocimiento, de parte del gobierno paraguayo, de las normas
canónicas y pone en manos de la Iglesia católica la reorganización de la
Iglesia paraguaya, luego del período francista.
EL CEMENTARIO ESPAÑOL
En la calle Alberdi, entre Lugano y Milano, se encontraba el antiguo
“Cementerio Español”. Este camposanto fue desmantelado en 1921 por
disposición de la Ordenanza No. 1.192 del 10 de mayo de ese mismo
año.
A raíz del desmantelamiento, los restos enterrados en ese lugar, fueron
trasladados al nuevo “Cementerio Español”, adyacente al “Cementerio
de la Recoleta”.
TUMBAS CATEDRALICIAS
Entre las varias tumbas de obispos, y sacerdotes existentes en la
Catedral metropolitana se encuentra la del primer Arzobispo de
Asunción, Monseñor Juan Sinforiano Bogarín. Está ubicado al costado
derecho del templo, en un monumento de granito de 1,60m. de alto por
2,44 m. de largo, diseñado por el arquitecto Talia.
El mismo está coronado por un busto de monseñor Bogarín, obra del
escultor argentino Herminio Blotta.
LA IGLESIA DE LAMBARE
En los últimos meses de 1846, se terminó de construir la iglesia de
Lambaré. La misma tiene “de largo en lo interior desde el moginote
hasta la puerta principal de su frente treinta y cinco varas de luz, con
doce varas de ancho (...) dos puertas traviesas (...) seis ventanas (...) el
coro que abraza todo el ancho del templo con piso de tablas hasta la
barandilla, y le da luz una ventana (...) los corredores tienen cuatro y
media van ancho, todo enlarillado con sus horcones de madera firme
bien labrados”.
El templo fue refaccionado en 1880 y 1887. Para 1895, nuevamente
estaba prácticamente en ruinas y el campanario primigenio ya había
desaparecido.
En los primeros años del presente siglo, el retablo mayor original fue
remplazado por un altar de madera de estilo gótico fabricado por el
señor Gabino Fernández. La fachada actual del templo, data de
principios de siglo.
El antiguo cementerio Lambaré estaba ubicado a un costado de la
iglesia y fue trasladado algunas cuadras al Sur por disposición de una
ordenanza municipal del 3 de abril de 1931.
EL “HOSPITAL” DE LA ENCARNACION
Durante la guerra con Bolivia, el templo de “La Encamación” fue
habilitado por la autoridad eclesiástica como “Hospital de Sangre”. La
dirección del mismo estuvo a cargo del Dr. Juan Romero, nombrado por
el gobierno para ese cargo.
Las ‘hijas de María” de la parroquia colaboraron intensamente con el
hospital, haciendo de enfermeras. Para cumplir con su función
hospitalaria, el templo fue prácticamente desmantelado, quedando solo
el altar mayor donde el cura Párroco celebraba misa para los internados.
La misa para los fieles se celebraba en el atrio.
EL CEMENTERIO DE LA RECOLETA
El 20 de octubre de 1842, un decreto del gobierno consular -integrado
por Carlos Antonio López y Mariano Roque Alonso- rompió con una
secular tradición: el entierro de cadáveres en el interior de las iglesias.
El mencionado decreto originalmente afectó a las iglesias de la capital
pero posteriormente se extendió a las de todo el país. La medida
gubernamental también creó un “Cementerio General”, en el lugar
donde estaba el convento de la Recolección y estableció un servicio
público de carro fúnebre de tres categorías (la primera de tres pesos; la
segunda de 20 de reales, y la tercera, gratuita).
Igualmente se estableció un reglamento en el que, entre otras cosas se
estipulaba que en cada carro en cada carro debía ser llevado un solo
cadáver; que se podía levantar mausoleo y colocar lápidas.
El reglamento tenía además curiosas disposiciones como la que decía
que “es contra la piedad cristiana dar sepultura a los cadáveres con
acciones irreverentes, o arrastrándolos en cueros, o arrojándolos en los
sepulcros sin consideración, o en posición contraria a la que tiene en los
sepulcros sin consideración, o en posición contraria a la que tiene
práctica la iglesia”; o la que disponía “abrir una calle de dos y media
varas de latitud desde la portada hasta la cruz mayor- bien alineada con
alhucemas, romero y lirios azul y ninguna otra calidad de plantas”.
LA NUNCIATURA APOSTOLICA
El 6 de agosto de 1920, fue erigida la “Nunciatura Apostólica” en
nuestro país. Luego del reinicio de las relaciones diplomáticas con la
Santa Sede -interrumpida el 14 de octubre de 1884- el primer Nuncio
Apostólico de su Santidad en el Paraguay fue el arzobispo Alberto
Vasallo-Torregrossa. El primer representante del Vaticano residente en
nuestro país fue S.E.R. Monseñor Dr. Liberato Tosti, en 1946.
LA ÚLTIMA TUMBA
La última fosa abierta en el cementerio de “La Encamación”, anejo al
viejo templo incendiado en 1889 (ubicado detrás de lo que hoy es la
“Casa de la Cultura” fue la que sirvió de tumba a los restos mortales del
presidente Juan Bautista Gill, asesinado el 12 de abril de 1877.
Ya en diciembre de 1870, un decreto del gobierno provisorio dispuso la
clausura de este camposanto, la que se llevó a cabo recién a los siete
años de la promulgación de dicho documento.
FOTOS AEREÁS
El fotógrafo que tomó las primeras fotos aéreas de la ciudad de
Asunción fue el explorador europeo Luis De Boccard, a finales de la
década del 10.
EL PRIMER VUELO
En los últimos meses del año 1912, se presenció por primera vez el
vuelo de un avión en los cielos paraguayos. La máquina, una “Bleriot”,
estuvo pilotada por el aviador francés Marcell Paillete.
La demostración se llevó a cabo en los bajos del Congreso ante una
gran cantidad de curiosos que colmaba las barrancas del río. El avión
realizó varios vuelos a unos cincuenta metros de altura y trescientos
metros de recorrido. En uno de los vuelos llevó como pasajero al señor
Eduardo Schaerer, quien, según crónicas de la época, se convirtió en el
primer jefe de Estado en volar en un aparato más pesado que el aire.
COMO PREPARAR:
Dice don Pepito Llano, que “el orden de los faroles no altera el
alumbrado”, pero que esto no se dá en el caso del “siriqui”, donde sí el
orden de los factores altera el resultado. Por eso cuando se prepara el
“siriqui” hay que seguir el siguiente orden: Verter jugo de lima sutí”,
después, caña blanca (clandé), hielo a gusto, y por último, soda,
también a gusto.
Según don Mamerto Romero, el más acreditado preparador de siriqui”,
debe cuidarse de que al cortar el limón, no se parta las semillas, porque
esto le da un leve sabor amargo al “siriqui”. Según el mismo experto, si
al exprimir el limón, las semillas van hasta el fondo del vaso y luego
suben a la superficie del líquido aguardentoso para volver a caer, el
“Siriqiii” está en su punto exacto”.
EL “BATIBURRILLO”
El batiburrillo” es un preparado culinario, de origen español (de la
región de Extremadura) que se hace con las vísceras de ganado vacuno:
corazón, riñones, lengua, tripa gorda, chinchulin, etc. Es muy picante y
“estira el trago”.
Este delicioso aperitivo, se prepara haciendo una cocción previa (le las
vísceras, las que posteriormente se macera con ajo y “puta parió”;
puede también rociarse con vino, ingrediente que le da un sabor muy
agradable. Una vez preparado, se “enserena” y frie al día siguiente. Se
sirve caliente.
EL NAZISMO EN EL PARAGUAY
En 1928, en la Colonia “Independencia” (Guairá), unos colonos
alemanes fundaron el grupo paraguayo del Partido Nacional Socialista
Alemán de los Trabajadores”, más conocido como “Partido Nazi”.
Su principal promotor -y gestor- fue el colono Bruno Fricke.
El “Partido Nazi Paraguayo” fue el primero en el mundo fundado fuera
de las fronteras, alemanas y fue reconocido por la central de Alemania
en 1929, pero recién en octubre de 1932 adquirió la categoría de
“Ortsgruppe” (grupo local).
El señor Fricke, posteriormente se retiró del nazismo y, junto con otros
exadictos, fundó el grupo llamado “Frente Negro”, con el objetivo de
combatirlo.
UN DEPORTE POPULAR Y CENTENARIO
El primer partido de fútbol (antes se escribía ‘football” y se
pronunciaba “fobal”) se realizó en el pueblo de Borja, en 1896. El
encuentro, arbitrado por un ciudadano de apellido Leith, lo
protagonizaron los empleados ingleses del ferrocarril -cuyo equipo se
llamó “Everton”- y algunos vecinos borgeños.
Este encuentro deportivo, además de ser el primero en el Paraguay, fue
el primero de carácter “internacional”, disputado en nuestro país, por
las nacionalidades de los jugadores.
El fútbol fue introducido en Asunción a finales del siglo pasado por el
holandés William Paats, recordado profesor de cultura física de la
Escuela Normal de Asunción y principal promotor de eventos
deportivos.
Desde entonces, cualquier baldío se convirtió en improvisadas canchas
de fútbol como fue el caso de la plazoleta del Congreso, donde se
disputó el primer partido de fútbol en Asunción.
CARLITOS Y LA MUNICIPALIDAD
El 25 de octubre de 1941, una resolución municipal (de Asunción)
dispuso que “en uso de sus atribuciones de superintendencia de los
espectáculos públicos, prohíbe la exhibición de la película de Charles
Chaplin ‘El Gran Dictador’ (pues la película) lesiona los sentimientos
de nacionalidad del pueblo alemán y del pueblo italiano, con cuyos
gobiernos nuestro país mantiene cordiales relaciones de amistad”.
Luego de abandonada la posición neutral y rota las relaciones con
Alemania, la mencionada película fue exhibida en el “Cine Granados”
el 6 de mayo de 1942, a 15 meses de su prohibición. Los anuncios
indicaban que Asunción fue la segunda c sudamericana donde se
exhibía la cinta.
MITRE Y EL CHACO
El 15 de agosto de 1873, en una nota confidencial dirigida al canciller
argentino Carlos Tejedor, el general Bartolomé Mitre decía:
“Contrayéndome exclusivamente a la República Argentina, en cuya
cabeza he dicho que nunca a existido la aspiración del límite lejano de
Bahía Negra, puede determinarse esa suerte con nuestra historia y con
los documentos públicos y datos geográficos que la ilustran. Desde de
la época de la revolución, en que comenzó a formarse nuestra
conciencia como nación, jamás, en ningún acto ni documento público
ha aparecido la aspiración de un límite territorial mas allá del
Pilcomayo”. (¿Será?)
UN EXCELENTISIMO “SARGENTO”
El 1º de octubre de 1932, en los primeros meses de la guerra con
Bolivia, se embarcó en el cañonero “Paraguay” -con destino al frente de
operaciones- el presidente de la república, Dr. Eusebio Ayala. La
embarcación transportaba en la ocasión, un importante contingente de
combatientes.
Temprano, a la mañana del día siguiente, el Dr. Ayala apareció en
cubierta luciendo un “uniforme de sargento”, lo que ocasionó “la
consiguiente sorpresa de los militares que no lo habían visto
embarcarse”.
ESTATIZACION
A raíz de una huelga obrera, el 25 de enero de 1945, se estatizaron los
servicios de la “Cervecería Paraguaya”, del “Ferrocarril Central del
Paraguay”, de la “Compañía Americana de Luz y Tracción” (que dio
origen a la Ande) y de los “Molinos Harineros del Paraguay”,
designándose administradores adjuntos de las respectivas empresas a
oficiales de las Fuerzas Armadas, como representantes del Poder
Ejecutivo.
“LOS UNOS Y LOS OTROS”
El 26 de enero de 1888, los dueños de “almacenes, pulperías, boliches,
y fábricas de bebidas” protestaron por la prohibición gubernamental de
vender bebidas alcohólicas, en tanto que se permitía hacerlo en los
“cafés, confiterías y billares”.
DE IZQUIERDA A DERECHA
El cambio de mano en el tránsito automotor (de la izquierda a la
derecha) se decretó el 25 de enero de 1945. Nuestro país era uno de los
últimos países del continente que aún mantenía el tránsito al estilo
inglés.
VAYA CONSUL
El 3 de setiembre de 1912, el gobierno del presidente Eduardo Schaerer
designó cónsul del Paraguay en París al poeta nicaragüense Félix Rubén
García Sarmiento, más conocido como Rubén Dario.
RADETZKY Y EL EJÉRCITO PARAGUAYO
El decreto No. 43.728 del 18 de mayo de 1932, del gobierno del
presidente Guggiari, dispuso la adopción de la marcha “Radetzky” de
Johann Strauss como “marcha de desfile” de la Escuela Militar y la
prohibió para todo otro desfile o revista militar.
NUEVA MEDIDA
Una ley del 4 de julio de 1899 dispuso la adopción en el Paraguay del
“Sistema Métrico Decimal”, el mismo comenzó a ponerse en práctica a
partir del 1 enero de 1901. Anteriormente se utilizaban otras medidas de
longitud, de peso, etc., como la pulgada, la vara, la cuerda, la milla, la
onza, la arroba, etc. la arroba aún hoy se utiliza en el interior del país,
asignándosele un peso equivalente a 10 Kilos.
CRIPTOGRAFOS PARAGUAYOS
En octubre de 1933, llegaron a Asunción tres militares argentinos
expertos en criptografía, cuyos nombres se desconocen. La llegada y
actuación de estos oficiales se mantuvo en riguroso secreto.
El gobierno paraguayo designó para trabajar con los mencionados
expertos al teniente 1º Humberto Infante Rivarola, al teniente 2o. Julio
Martínez Ramella, a los guardiamarinas Felipe Quevedo y Seferino
Solís y al suboficial Emilio Tenace. Este grupo de militares paraguayos
tuvo la misión de aprender el difícil y entonces desconocido arte de
descifrar los despachos telegráficos y radiotelefónicos de origen
boliviano, que fue de mucha utilidad en la campaña bélica del Chaco.
LOS MENONITAS
A finales del siglo XVIII, los menonitas abandonaron su lugar de origen
(Prusia oriental) con destino a Rusia, escapando de la intolerancia
religiosa. En 1894 se trasladaron a América del Norte como
consecuencia de que algunos de los privilegios de que gozaban fueron
vulnerados (exención del servicio militar, entre otros). Un grupo se
estableció en Canadá, siempre protegidos por legislaciones especiales,
las que fueron revisadas y alteradas en 1916.
A raíz de esta situación, en 1919, representantes de las comunidades
menonitas recorrieron varios países sudamericanos en busca de nuevos
lugares para asentar sus colonias y de leyes que les garanticen el respeto
a sus creencias y formas de vida. Paralelamente, en Washington,
contactaron con don Manuel Gondra, entonces ministro paraguayo en
los EE.UU. y futuro presidente de la República, quien prometió
ocuparse, a su regreso, de la cuestión.
Uno de los principales promotores de la presencia menonita en el
Paraguay fue el presidente de la “Metropolitan Phoenix and Trent Co”
de Nueva York, Gral. Samuel Mc. Roberts, quien financió el
establecimiento de las nuevas colonias.
Al amparo de una ley especial, la No. 515 -muy discutida en su
momento- promulgada el 25 de julio de 1921 -en la que primó el
“patriotismo dinámico” propugnado por los legisladores Enrique
Bordenave (liberal) y Francisco L. Cháves (colorado) - llegó al país, ese
mismo año, un grupo de seis menonitas acompañados del británico Fred
Engen, representante de Mc. Roberts, encontrando la “tierra prometida”
en el Chaco paraguayo. La ley por la que se otorgó a los menonitas
concesiones especiales fue muy controvertida, pues a través de la
misma, fue la “primera vez que en la legislación paraguaya se
contemplaban privilegios especiales” para un grupo humano interesado
en asentarse en el país.
El 29 de diciembre de 1926 llegaron a Asunción, a bordo de “ Wester
World” los primeros colonos que en el Canadá conformaban los grupos
denominados ‘Saskatchevan”, “West Reserve”, y Ost Reserve”, que
luego se trasladaron hasta Puerto Casado a bordo del “Apipé”. Aquellos
pioneros fueron 155 varones, 153 mujeres y 38 niños. Un total de 346
personas.
SARMIENTO Y EL PARAGUAY
El 17 de marzo de 1925, el Congreso nacional autorizó al Gobierno
paraguayo por la ley No. 719, a expropiar el terreno ubicado en el lugar
denominado “Cancha Sociedad”, donde estuvo la antigua residencia de
Domingo Faustino Sarmiento -ex presidente argentino durante la guerra
contra la Triple Alianza-, situada donde hoy se encuentra el local de la
Biblioteca Nacional.
El señor Sarmiento vivió refugiado en nuestro país, colaborando -en
agosto de 1888- en la elaboración de los primeros planes escolares del
Paraguay.
NI PONCHO NI SOMBREROS
Una disposición policial (del inefable don Elías García) dictó, en 1907,
la prohibición de llevar ponchos en la ciudad de Asunción so pena de
multa o prisión. Una medida similar, vigente entonces en la ciudad
argentina de Corrientes, señalaba “el sombrero no debía llevase
demasiado bajo, tapando los ojos”.
DULCE, DULCE AZUCAR
La abundancia del azúcar, en los primeros meses de la guerra con
Bolivia, era tal que se llegó a obsequiar con el producto a los clientes de
los grandes almacenes de Asunción. Según cuentan los memoriosos, la
panadería y fideería “La Victoria” de Dubrez & Cia. (Ntra. Sra. de la
Asunción y Víctor E. Haedo), regalaba a sus clientes, porciones de
cinco a diez kilos de azúcar de segunda, así como caramelos por
compras superiores a diez pesos. Otras casas comerciales como
“Segura, Latorre & Cia.” (Yegros y 25 de Mayo), “Manuel Ferreira” y
“Cuevas Hermanos”, también adoptaron similar actitud.
TRES PARA LA GUERRA
En el Paraguay, en tiempo de paz, el ejército nacional tiene 42
generales -que se va a reducir a 25, según ultimas noticias-.
Parece ser que mantener la paz es mas difícil que hacer la guerra, pues a
principio del conflicto chaqueño, cuando se integró el Consejo de
Defensa Nacional (el 6 de setiembre de 1932), se hizo con los tres
cínicos generales de la época: Patricio Alejandrino Escobar, Manilo
Schenoni Lugo y Manuel Rojas A.
El propio jefe del Ejército en Campaña solo era Teniente Coronel al
inicio de las hostilidades, después ascendió a general y todos los
comandantes de grandes cuerpos solo eran coroneles.
EL MAESTRO Y SU DIA
A mediados de setiembre de 1916 se realizó en Asunción una
convención nacional de educadores paraguayos, donde se analizó la
situación del magistrado nacional y se llego a importantes conclusiones.
Una de ellas fue la formación de la “Asociación Nacional de
Educadores del Paraguay” y en el numeral “12” de las conclusiones de
la convención -cuyo presidente fue el célebre educador Juan Ramón
Dalqhuist- se determinó fijar el 30 de abril como “Día Maestro
Paraguayo”. Se fijó ese día -víspera del día del obrero- porque el
maestro es “obrero del intelecto”.
PRIMERO DE MAYO
La primera vez que se conmemoró el día del trabajador en nuestro país,
fue el l de mayo de 1906. Los gremios que participaron de esa primera
celebración -y crearon la primera central obrera paraguaya- fueron:
“Carpinteros y Anexos”, “Federación de las Artes Gráficas”,
Carpinteros de Rivera”, “Hojalateros Unidos”, “Obreros, Cocheros y
Sastres y “Albañiles y Anexos”.
Desde ese año, la clase obrera paraguaya conmemora su día y
tradicionalmente marcha salía de la sede oficial del sindicato de las
federaciones (“Montevideo” y “Cnel. Martínez”) y terminaba en la
plaza “Uruguaya” o en la “Independencia”.
LA GUARANIA
Cuando José Asunción Flores creó la composición que tituló “Jejui”, se
encontró el problema de que la misma no tenía un nombre genérico.
Luego de varias consultas con personalidades del mundo cultural de la
época, recurrió a la literatura paraguaya y descubrió unos versos
escritos por el poeta sanmiguelino Guillermo Molinas Rolón, donde
éste decía: “... y fue también “Guarania’, la región prometida como
tierra de ensueño, de ilusión y de vida, tierra donde nacieron las flores
santuarias de robustas pasiones y gestas fabularias...”. De ahí, el
nombre de la creación musical del genial chacariteño.
LA GRAFIA GUARANI
El 18 de mayo de 1867, en plena guerra contra la Triple Alianza, fue
convocado -en Paso Pucú- un “Congreso de Grafía Guaraní” para fijar
pautas al periodismo de guerra.
Participaron del mismo, entre otros, el padre Fidel Maíz, Juan
Crisóstomo Centurión, Natalicio Talavera, Saturio Ríos, Carlos
Rivieres, el padre Francisco Solano Espinoza y el boliviano Dr. Tristán
Roca.
LA MASONERIA EN EL PARAGUAY
Durante el gobierno de don Carlos Antonio López, inició sus
actividades- en forma clandestina- la logia masónica ‘Pitágoras”
dirigida por el venerable Enrico Tuba, de nacionalidad italiana.
Otra logia que actuó en el Paraguay en la misma época fue la logia
volante “Conway”, que llegó a bordo del buque británico “Locust”.
Esta logia estuvo dirigida por el honorable Charles Hotan, quien vino
como enviado oficial del reino británico para la ratificación de los
tratados de comercio, amistad y libre navegación de los ríos, además de
la ratificación del reconocimiento -por parte de Inglaterra- de la
independencia de la República del Paraguay.
La instalación oficial de la masonería en nuestro país, se realizó el 18
de enero de 1869, apenas dos semanas después de la ocupación de la
capital por las fuerzas aliadas. La misma se instituyó bajo el rito
escocés y como dependiente del “Gran Oriente del Brasil”.
En 1887, se fundó la logia “Aurora del Paraguay”, la más antigua de
nuestro país, que en su origen dependió de la “Gran Logia de la
Masonería del Uruguay” y fue fundada por iniciativa del Dr. Dionisio
Ramos Montero, ministro plenipotenciario ante el gobierno paraguayo.
La masonería paraguaya obtuvo su personería jurídica el 28 de junio de
1895, durante la presidencia del general Juan Bautista Egusquiza.
Desde aquel lejano 1845, año en que comenzó sus actividades la logia
“Pitágoras”, funcionaron en el Paraguay unas 65 logias masónicas,
algunas de ellas fueron las logias:
“Fe”; “Unión Paraguay No. 30”; “Libertad No. 4”; “Sol Naciente No.
4”; “Perfecta Armonía” (Concepción); “Igualdad”; “Independencia”;
“Luz y Caridad” (Bella Vista); “Unión y Progreso No. 9”
(Encarnación); etc. También funcionan logias masónicas en Ciudad del
Este y Pedro Juan Caballero.
La instalación de la masonería paraguaya de post-guerra estuvo a cargo
de una comisión integrada por el general Bernadino Caballero, el Dr.
Serafín Rivas y el señor Ricardo García. Algunos de los personajes de
nuestra historia que pertenecieron a la masonería fueron: José Félix
Bogado, José Falcón, Cirilo Antonio Rivarola, Cándido Bareiro, Juan
Crisóstomo Centurión, José Segundo Decoud, Bernardino Caballero,
Juan Gualberto González, Cristian Heisecke, Vicente Lamas, José
Marsal, Pascual Pecci, Manuel Dominguez, Eduardo Schaerer, Willian
Paats, Cecilio Báez y José Félix Estigarribia
“HISTORIA ROMANA”
En noviembre de 1736, se editó en España la “Historia Romana” del
padre Juan Hallér. Un ejemplar del tomo II de esa edición, es el único
que se conserva d biblioteca del doctor José Gaspar Rodríguez Francia.
En una de las páginas del libro se encuentra una anotación manuscrita
de puño y letra del Dictador, que dice “14-Vll-821/ l7-Vll-82l/25-VII-
821/Pax/Francia”. Estas fechas corresponden a las mismas en que
fueron ejecutados Yegros, Montiel, Aristegui y otros así como la fecha
del suicidio de Pedro Juan Caballero. En la página 328 del libro,
encuentra otra firma de Francia.
El libro perteneció sucesivamente a Juan Crisóstomo Centurión (hasta
Cerro Corá) Barón de Río Branco, quien en 1906 lo obsequié a don
Manuel Gondra, quien a regaló el libro a Fulgencio R. Moreno en 1917.
El volumen, actualmente es propiedad de la familia Ramos Giménez.
“TETA PURAJHEI”
El primer himno patriótico paraguayo data de la época de la dictadura
francista. Se llamó“Tetá purajhei”. estaba escrito en guaraní y su autor
fue el poeta y guitarrista caraguatayense, Anastacio Rolón. En la misma
época, Norberto Ortellado, delegado Santiago (Misiones), compuso otro
himno llamado “A la libertad del Paraguay” que rechazado por Francia
por tener la letra escrita en castellano.
El ‘Tetá purajhéi” de Rolón tenía ocho estrofas y un “purajhei yoá” o
coro. El texto poema fue obsequiado por el autor a don Carlos Antonio
López, cuando conoció a este en su estancia de Olivares. López lo
tradujo al castellano luego de asumir la presidencia de la república. La
música de esta composición se perdió en la guerra grande, al igual que
las partituras de la música del himno de Acuña de Figueroa.
AUTORREPUESTOS
Durante la guerra del Chaco, fueron adquiridos por la sección
Transportes” de los “Arsenales de Guerra y Marina”, 1.866 unidades de
chasis de automotores para la reparación de los vehículos que sirvieron
en la campaña guerrera.
Los chasis correspondieron a varias marcas: “International” (207
unidades), “Chevrolet” (853 unidades), “Reo” (4 unidades), “Ford”
(792 unidades), “GMC” (10 unidades).
LA IMPRETA Y LOS PRIMEROS LIBROS
La primera imprenta del Río de la Plata, establecida en el año de 1700,
no fue importada de Europa sino creada con la habilidad de los
indígenas -bajo la dirección de los misioneros jesuitas- y con elementos
proporcionados por el país.
Los “tipos” fueron fundidos en las misiones con una aleación de estaño
y plomo. La prensa, similar a los modelos utilizados en Europa en el
siglo XVII, fue construida con madera paraguaya. Restos de este
aparato se conserva en el Museo del Cabildo de Buenos Aires. El papel
era traído de Europa.
La creación de esta primera imprenta se debió principalmente a los
padres jesuitas Juan Bautista Neumann y José Serrano. El primer libro
impreso fue el “Martirologio Romano”, de menos de 350 páginas, del
que ningún ejemplar se conserva. El último libro impreso fue el
realizado en 1727 en el que se incluyen las cartas intercambiadas entre
José de Antequera y el obispo Joseph de Palos.
El libro “Instrucción práctica para ordenar santamente la vida” del P.
Antonio Garriga, fue el primer libro original editado en castellano en el
Río de la Plata.
VIEJAS ESCUELAS
A partir de la última década del siglo pasado, se fundaron en Asunción
numerosos centros educativos. Algunos de ellos de efímera existencia y
otros que aun existen.
Entre las escuelas más notables se puede citar al “Liceo de Niñas”,
dirigido por la norteamericana Anny Wales; el ‘instituto Paraguayo”,
dirigido por Pedro Bobadilla; “Primaria y Superior”, por Cecilio Báez;
‘La Asunción”, dirigida por maestros uruguayos; La Evangélica”,
dirigido por argentinos; “La Providencia”, dirigida por religiosas
vicentinas; “San Luis”, por Joaquina Machaín; “Escuela Alemana”
(actual Colegio de Goethe), etc.
En el presente siglo fueron fundados los colegios María Auxiliadora”
(1900); “San José” (1904); Escuela de Comercio “Jorge López
Moreira” (1906); Colegio “Teresiano” (19 15); Colegio “Internacional”
(1920); ‘Presidente Franco” (1921); “Fulgencio Yegros posteriormente
llamado “Natalicio Talavera” (1922); “Cristo Rey” (1927); etc.
PALOMITAS BLANCAS
Antiguamente los alumnos de las escuelas del país usaban guardapolvos
de color azul. Pero al comenzar el período lectivo de 1920, la
“Dirección General de Escuelas” dictó una resolución adoptando el
guardapolvo blanco.
La medida causó muchas quejas departe de los padres de familia,
quienes fundamentaron que los guardapolvos blancos eran
antieconómicos y que se ensuciarían con más facilidad que los azules.
“Precisamente allí está uno de los valores educativos -fue respuesta del
director general de Escuelas Ramón 1. Cardozo-. El guardapolvo blanco
por la facilidad de ensuciarse obliga al alumno a cuidarse, a ser
aseado”.
LA NOTA DEL 20 DE JULIO DE 1811 Y EL MERCOSUR
LA PRIMERA CERVECERIA
Con la llegada de inmigrantes alemanes en 1881, que se asentaron a
orillas del lago Ypacaraí, dando origen a la ciudad de San Bernardino,
vinieron colonos de las mas diversas ocupaciones y entre ellos, varios
fabricantes de cerveza.
Don Pedro Herken fue uno de ellos: Apoco de llegar fundó en la citada
ciudad la primera cervecería que existió en el Paraguay. La fábrica,
estuvo ubicada en las cercanías de la “gruta” y era muy frecuentado
tanto por los colonos como por los visitantes de la ciudad, quienes
llegaban hasta allí a caballo, sulkys o carretas.
LA MANTEQUILLA
No solo cerveza sabían hacer los colonos de San Bernardino.
A ellos también se debe la introducción de la mantequilla en nuestro
país, especialmente a un anciano colono llamado Fernando Stelmacher,
un agricultor alemán que llegó al Paraguay el 3 de setiembre de 1882.
Desde entonces, la mantequilla forma parte de la dieta de los
paraguayos.
LA CONSTITUYENTE DEL 70
El 15 de agosto de 1870 inició sus deliberaciones la Convención
Nacional Constituyen en el edificio del Cabildo.
La magna asamblea fue convocada para la elaboración de la
Constitución Nacional, l de abril del mismo año. Las elecciones de
diputados para la Convención se realizar el 3 de julio.
Instalada la Convención, fue designado presidente provisorio de la
misma el coronel Federico Guillermo Báez y secretarios provisorios
José Segundo Decoud y Jaime Sosa El importante acontecimiento fue
fiel reflejo de las encontradas posiciones de los sectores involucrados
en proporcionar al país tan necesario documento: se desarrolló en
medio de turbulencias políticas, por cuya causa cambió varias veces de
autoridades. Sus presidentes fueron, además de Federico Guillermo
Báez, José Segundo Decoud y José del Rosario Miranda.
La Convención Nacional Constituyente celebró en total 81 sesiones,
desde el 15 agosto hasta el 10 de diciembre de 1870, fecha en que
quedó clausurado.
LA RADIOFONIA PARAGUAYA
En nuestro país, las primeras emisiones radiales -de carácter privado,
pues las de carácter militar se realizaron diez años antes- tuvieron lugar
en 1922, a través de d transmisores instalados en Asunción y San
Bernardino, por Alfonso Sá y Ernesto Siriker, respectivamente.
En 1926, los señores Aldaz y Giménez pusieron en funcionamiento ZP1
y, en 1930, los señores Isern y Saccarello inauguraron ZP4 “Radio
Continental”.
A principios de la guerra del Chaco, ante la necesidad de una emisora
más potente, firma “Artaza Hermanos” inauguró ZP9 “Radio Prieto”,
que incluyó en si programaciones, informaciones relacionadas con la
guerra.
En la post-guerra aparecieron varias emisoras de carácter privado: ZP13
“La Voz d Aire”, de Fulvio Picossi; la radio del padre Lavorel (Caritas);
ZP6 “Radio Livieres”, el En el interior, las primeras ciudades que
contaron con radioemisoras fueron Villa Rica y Encarnación.
LOS “PYRAGÜE” DEL DOCTOR FRANCIA
El espionaje -y la delación- en el Paraguay es tan antiguo como su
propia historia. Durante el coloniaje hubo varios casos y durante los
primeros años de su independencia especialmente durante los gobiernos
dictatoriales- su vigencia alcanzaba límites mucho más elevados.
El Dr. Francia, se puede decir que basó su poder en la tarea de los
espías, vernaculamente llamados “pyragué” y según los hermanos
Robertson, el sistema de espionaje de Francia diariamente aumentaba y
se ramificaba, con el cual, al fin, separó y alarmó a todas las familias de
Asunción, y de tal modo que la población íntegra se convirtió en fácil
presa de los terrores que la fugitiva vigilancia de sus movimientos les
inspiraba”.
José Manuel Arias y otros como Bolañez, Orrego, Galindez, son célebre
por el triste papel que desempeñaron durante la dictadura francista.
Aconsejado por el coronel Feliciano del Río, Rodríguez Francia
comenzó a adoptar la modalidad de tener mujeres espías. La más
famosa de todas ellas fue una conocida como La Andaluza”. Otros
delatores de su gobierno fueron: Policarpo Patiño, el capitán Bejarano,
el negro Pilar, Saturnino Cantero, y José Tomás Isasi. Este último y
Ramón Yansoro, parecen ser la misma persona.
EL FACISMO EN EL PARAGUAY
Las ideas totalitarias originadas en Europa, muy pronto tuvieron
favorable repercusión en América: a finales de los años 20 se fundó en
el Paraguay el primer partido nazi fuera de Alemania.
En marzo de 1928, se fundo en Asunción la sección paraguaya del
“fascio” encabezada por el ingeniero José Mazzola fue sucedido por el
señor Alfredo Zanotti Cavazzoni.
Varias entidades de carácter fascista funcionaron en nuestro país: en
1932 se fundó el “Fascio Italiano di Combattimiento Sebastiano
Gaboto” y poco después la “Sezione del Fascio Femminile “. A finales
de la década del ´30, las entidades bajo control fascista eran la
“Gioventú Italiana del Littorio” , la “Opera Nazionale Dopolavoro”, el
grupo juvenil “Francesco de Pinedo” y sus filiales “Figlidella Lupa”
,”Figlidella Lupa” ,“Marianaretti”,”Marinai”,”Azurri-Giovani
Faciste”,etc.
LA MONEDA DE STROESSNER
En 1968 se inició, en Inglaterra, la acuñación de monedas de oro y
plata, conmmorativas de una nueva reelección presidencial del general
Alfredo Stroessner .
Se acuñaron, ese año, 50 monedas de oro de Gs. 10.000 c/u. y en 1983,
300 monedas de oro de Gs. 100.00
LA DAMA DE LAGO
En 1917, un científico europeo descubrió –en época de bajante- varios
esqueletos humanos incrustados en una ladera del lago de Ypacarai.
De dichos esqueletos, solo uno- y bastante incompleto- quedó en el
paraguay. En el mismo es propiedad del “Museo de Historia Natural” y
corresponde a un individuo adulto de sexo femenino de estatura alta.
Las medidas craneanas “son semejantes a las de un individuo guayaki”,
pero el tamaño y configuración femoral, además de otras
particularidades, no coinciden con los de esa etnia y son mas bien
coincidentes con individuos de origen pámpido o chaqueño.
UN MISTERIOSO PINTOR
A mediados de los años ‘20, llegó hasta la iglesia de “La Encarnación”
un joven italiano “alto, buen mozo, de unos treinta años que se ofreció a
pintar la bóveda posterior a la cúpula del templo.
La obra estuvo terminada en unos ocho días y representa a “Jesús en el
huerto”. El joven artista desapareció misteriosamente como había
llegado. No dejó ni su firma.
UN “MUSEO NACIONAL”
El 17 de enero de 1875, el gobierno paraguayo creó un “Museo
Nacional” sobre la base de fragmentos fósiles de un megaterio
encontrado en las cercanías de Asunción por los doctores Guido
Bennatix y Vicente Logatti.
Igualmente dispuso que el mencionado museo funcione anejo a la
Biblioteca Pública y que sea administrada por la Junta Económica
Administrativa de la Capital.
NOMENCLATURA CASTRENSE
El 30 de julio de 1930, el gobierno del Dr. José P. Guggiari decretó la
nomenclatura de varias unidades del Ejército nacional, las que
posteriormente tuvieron descollante actuación durante la guerra con
Bolivia.
La medida gubernamental afectó a los regimientos de Infantería
numerados del 1 al 8, que recibieron los siguientes nombres: “2 de
Mayo”; “Ytororó”; “Corrales”; “Curupayty”; “General Díaz”;
“Boquerón”; “24 de Mayo” y “Piribebuy”. Por el mismo decreto, el
Batallón de Zapadores No. 1 recibió el nombre de “Gral. Aquino”.
Igualmente, la Guarnición de Artillería y los regimientos de Caballería
Nº. 1 y 2 recibieron los nombres de ‘Gral. Bruguez”; “Cmdte. Valois
Rivarola” y “Cnel. Toledo”, respectivamente.
A VUELO DE PAJARO
Una Ley del Congreso nacional del 7 de setiembre de 1909, otorgó una
concesión para la instalación de un “Monorail aéreo”. Este monorrail
debía tener una longitud de 300 metros, desde la calle 15 de agosto y la
barranca del río, hasta la bahía.
A DIOS ROGANDO
Hasta hace unas décadas, el campesino paraguayo era renuente a usar
productos insecticidas para combatir las plagas que periódicamente
azotaban los cultivos.
Según cuenta don León Cadogan, para combatir la oruga del algodón,
los agricultores recurrían al sistema de “rezar en tres esquinas de la
parcela atacada, dejando una esquina libre para que pueda abandonar la
plaga”.
LA PRIMERA CHIMENEA
La primera chimenea para calefacción fue colocada en la casa
propiedad del gobierno que servía de alojamiento a los técnicos ingleses
contratados y que era conocida con el nombre de “Machaín-cué”,
ubicada -antes de su demolición en 1902- frente al edificio de “La
Industrial Paraguaya”, en las cercanías del puerto.
El diseño de esa chimenea y de otras construidas posteriormente en
otras residencias asuncenas, estuvo a cargo del ingeniero en Jefe
William Whitehead.
“MANAGER’S” FRANCISTAS
En julio de 1824, apareció en Milán (entonces perteneciente al imperio
austriaco y capital del reino Lombardo- Veneto) una revista llamada
“Annali Universali di Statitica, Economía pubblica, Storia, Viaggi e
Comercio”. En el volumen VI, correspondiente a los meses de
octubre/diciembre de 1825, apareció un llamativo artículo titulado
“Cenni Sul Paraguay e sul dott. Franci” y firmado por las iniciales
“F L F”, en el que, entre otras cosas, se señalaba que “Antiguas
costumbres y preceptos antiguos que se remontan a los tiempos de los
misioneros, junto con las leyes de los indios regulan el poder judicial
sólo si tales costumbres y tales leyes no se oponen al código provisional
establecido por el Doctor Francia”.
Estudiosos europeos señalan que son bastante llamativas las alabanzas
que en el artículo se aplican al Paraguay, a sus habitantes y a su
gobernante, Francia, de quien se destaca sus “estudios de derecho; la
falta de ambición; la actitud independiente; las costumbres austeras”.
Todos estos presupuestos hacen sospechar que ese artículo, como otros
similares, fue redactado por el mismo gobernante paraguayo o por
publicistas comisionados por el Dictador.
Según historiadores europeos, han aparecido -en la misma época-
artículos similares en Rusia, Alemania, Inglaterra, Estados Unidos, etc.
y que al parecer respondían a un plan concebido para salir del bloqueo
impuesto por las provincias vecinas.
FITZCARRALDO
Numerosos fueron los viajes exploratorios realizados en los ríos
interiores del Paraguay
-desde la Colonia- para comprobar sus condiciones de navegabilidad.
Uno de ellos - digno de una película tipo “Fitzcarraldo”- fue realizado a
fines de 1902, por dos exploradores ingleses que, con tripulantes
paraguayos, emprendieron la exploración del río Salado, desde su
desembocadura en el Paraguay, hasta el lago Ypacaraí, donde nace. El
viaje, realizado en un pequeño buque a vapor llamado “Victoria”,
consumió 15 esforzadas semanas. Se construyeron 26 diques; se dragó
un canal; y para llegar al lago, se tuvo que levantar el barco sobre “una
porción de la foreste”.
HEROES ALADOS
Durante la presidencia del Dr. Eligio Ayala, una misión encabezada por
el Gral. Manlio Schenoni, contrató, con la “Societé des Aeroplanes
Henry Potéz” de Francia, la compra de siete aviones “Potez 25, tipo
“Colonial”. Estos aparatos llegaron a nuestro país el 6 de octubre de
1929.
Los aviones eran sexquiplanos biplazas, tenían una autonomía de vuelo
de siete horas y podían volar 200 kph. a una altura máxima de 7.400 m
Estaban equipados con cuatro ametralladoras y un lanzabombas debajo
de cada ala inferior, con capacidad para 24 bombas de 10 kilos cada
una.
Los “Potez 25” tuvieron una destacada actuación durante la guerra con
Bolivia, por lo que el gobierno del Dr. Félix Paiva les concedió la “Cruz
del Chaco”, que fue prendida en el fuselaje de uno de ellos, en una
solemne ceremonia realizada el 26 de julio de 1939. Según el coronel
Agustín Pasmor, los “Potez” tipo “Colonial” tenían el tanque de
combustible debajo del plano superior y que durante un viaje de
reconocimiento, en 1932, a inicios de la guerra, el tanque fue perforado
por una bala enemiga. El problema fue comunicado a la fábrica y como
consecuencia de ese inconveniente, posteriormente aparecieron los
‘Potez”, tipo “T.O.E.” con el tanque de combustible ubicado debajo del
asiento del piloto.
UN CORPULENTO VISITANTE
El primer presidente europeo que visitó el Paraguay fue el de Francia,
general Charles André Joseph Marie De Gaulle. Estuvo en el país entre
los días 6 y 8 de octubre de 1964. La comitiva oficial del mandatario
frances estuvo integrada por su esposa Yvone Vendroux, el canciller
Maurice Couve de Murville, altos funcionarios de su gobierno y unos
60 periodistas. El general De Gaulle se hospedó en la residencia cedida
por la familia Jaegli y su visita ocasionó no pocos dolores de cabeza al
servicio de Protocolo, pues debido a la corpulencia del visitante, fue
difícil encontrar en Asunción una cama acorde con su estatura. Para su
comodidad, se tuvieron que cambiar los largueros de una cama normal
por otros de 2,25 mts. de largo y fabricar así una cama especial para el
importante huésped.
Durante la estadía del presidente De Gaulle, se compró la casa que sirve
de sede a la representación diplomática francesa, ubicada en Mcal.
López y Dominicana.
COMPROBANTE DE CIVISMO
El 23 de agosto de 1911, el gobierno paraguayo creó el Registro Cívico
y estableció corno documento de identidad electoral la “Libreta
Cívica”.
Dispuso además que en los días de elecciones se usaran urnas, se
fiscalizaran los escrutinios por intermedio de interventores de los
partidos participantes y de los candidatos. Además prohibió el uso de
distintivos partidarios, el expendio de bebidas alcohólicas y la
ostentación de fuerzas militares. El cumplimiento de las disposiciones
ya es harina de otro costal.
TRUCO Y ENVIDO
PARAGUAYOS A LA INGLESA
La presencia en nuestro país de los técnicos ingleses contratados por el
gobierno de don Carlos Antonio López influyó para que los paraguayos
adoptaran ciertas costumbres que vinieron a variar la forma de vida a la
que estaban acostumbrados: a partir de 1855, se introdujeron
masivamente al Paraguay los sombreros de copa. Los chalecos
bordados, los zapatos de charol, etc.
Igualmente, a través de los ingleses, se difundió, tanto el consumo de
cerveza -traída de Europa- como el gusto por algunas comidas y por las
salsas inglesas.
En los hogares paraguayos, la importación de lozas sustituyó a la
cerámica tradicional y la introducción de porcelana de procedencia
china o la de Sevres, sustituyó a las vajillas de plata. Los ingleses
también introdujeron los cortinados y los cuadros con motivo profanos
en la decoración de las casas y vulgarizaron el juego del Whist,
“aristocratizando el vulgar juego de barajas”.
MUSICA TECLADA
Es muy extendida la creencia de que el primer piano fue introducido al
Paraguay por Elisa Alicia Lynch, la amante del Mariscal López.
Aunque ella difundió el gusto por la buena música, el primer piano fue
importado por un comerciante de apellido Guesalaga, en 1851, cuatro
años antes de la venida de Mademe Lynch.
En 1854, ingresaron tres pianos más, a bordo del vapor inglés “Hanny”.
ELECCIONES Y NO MACANAS
Según un artículo aparecido en el diario “La Razón” de Buenos Aires,
el 7 de setiembre de 1945, en las elecciones presidenciales realizadas en
nuestro país en 1943, un corresponsal de la revista norteamericana
“Times” en Asunción, votó cinco veces consecutivas por Sumer Welles,
Cordel Hull, Nelson Rockefeller, entre otros, para ¡Presidente de la
república del Paraguay!
TEATRO COLONIAL
La primera representación teatral realizada en el Paraguay de la que se
tiene información, fue la “farsa” escrita y representada por el padre
Juan Gabriel Lezcano, el día de Corpus Christi de 1544.
En la obra se satirizó al adelantado Alvar Núñez Cabeza de Vaca y la
misma fue rápidamente replicada por otra obra escrita por el poeta
Gregorio de Acosta en que se “reprendía a Irala y a los oficiales reales
por el vicio de la poligamia y las persecuciones a los vecinos por celos
con las indias”.
Sesenta y siete años después, en 1611, el padre Roque González de
Santa Cruz, con un elenco integrado por indígenas guaicurúes, realizó
la primera representación teatral en lengua autóctona.
BILLETES FALSOS
La primera falsificación de billetes en el Paraguay ocurrió en 1860.
Su autor fue un tal Pedro Hortelano, uno de les funcionarios
comisionados a Buenos
Aires para traer una nueva imprenta para el Estado.
COCIENDO A PEDAL
Las dos primeras máquinas de cocer fueron traídas al Paraguay por el
ingeniero inglés Willian Whitehead a fines de 1860, a pedido del
entonces general Francisco Solano López y costaron 26 libras
esterlinas.
Las máquinas fueron muy solicitadas por las damas de la época y para
1863 ya proliferaron por toda la ciudad de Asunción.
EL CORREO AEREO
A fines de los años ‘20, el servicio de correos cobró nuevos impulsos al
utilizarse aviones para el transporte de correspondencia.
Probablemente el primer vuelo-ensayo que transportó correspondencia,
entre Asunción y Buenos Aires, fue el realizado el 25 de noviembre de
1927 por el “Voyage Nungesser Coli” de los franceses Dieudonne
Costes y Joseph Le Brix.
La inauguración del primer vuelo regular de transporte aéreo de
correspondencia entre el Paraguay y la Argentina, se realizó el 1º de
enero de 1929 en un avión “Laté 26” de la “Compañía General de
Empresas Aeronáuticas de la Argentina”.
El correo aéreo entre el Paraguay y los Estados Unidos, se habilitó el 12
de junio de 1930 a través de la compañía “Panagra”. En setiembre de
ese mismo año, se realizó un “Ensayo de Servicio Aéreo Interno”, que
fue el primer servicio de correo aéreo realizado en el interior del país.
El avión visitó varios pueblos del interior.
TAXIS
Nuestros -generalmente destartalados y amarillos- taxis tienen una
antigua historia: surgieron en 1504, cuando Franz von Taxis, inauguró
la primera línea de coches de posta entre Holanda y Francia, siguiendo
el ejemplo de los correos mongoles.
LA GRIPE DE 1918
En noviembre de 1918, brotó en nuestro país una epidemia de gripe que
causó estragos -al igual que en el mundo entero- entre la población:
diariamente eran transportados a los cementerios entre 30 y 40 víctimas
de la peste.
La grave situación hizo que se dieran acciones extremas de altruismo
que intentaban en cierta manera, atenuar los efectos de la epidemia.
Tal es el caso de un ciudadano español, don Antonio Planás, quien con
la “Cruz Blanca” contribuyó con un servicio de ambulancias que
recorría las calles de Asunción y de algunas localidades del interior,
prestando valiosos servicios a los damnificados. Se dio también, entre
las conductas memorables, la de un médico inglés de apellido Heard
quien afectado del mal y con mucha fiebre recorría las calles de
Ypacarí, acostado en una carreta, atendiendo a los enfermos.
SEMANA SANTA DE ANTAÑO
Según los hermanos Robertson, viajeros que a principios del siglo
pasado llegaron a Paraguay, en la cuaresma y la semana santa, la gente
pasaba en ayunas las mañanas: las noches, y se abstenía de comer carne
en los días de vigilia.
Las pocas diversiones se suspendían; las mujeres no se adornaban y
vestían de riguroso luto. Todos acudían a misa cada mañana y muchos
se encerraban por día “dándose latigazos y ayunando hasta el extremo”.
VOLTAIRE EN EL PARAGUAY
El teatro, como se ha visto, tiene antigua tradición en el Paraguay.
Desde los primeros años de la colonia ya se han representado piezas
teatrales en Asunción y posteriormente en las misiones jesuíticas, pero
generalmente eran obras de carácter religioso y farsas y sainetes escritas
por autores nacionales.
A principios del siglo XIX, se llevaron por primera vez, obras de
autores europeo famosos: en 1800 se representó “Tancredo” de Voltaire
y en 1802, “Andrómaca” de Racine.
BARCAS Y BALSAS
La navegación de los ríos, en tiempos de la colonia, era realizada
generalmente, por dos tipos de embarcaciones: las “barcas” y las
“balsas”. Las primeras eran naves ventrudas, con mucha capacidad de
carga pero con muy poca navegabilidad. Las segundas eran unas
plataformas de madera asentadas sobre canoas impulsadas por remos o
maromas. Las “barcas” carecían de cubierta y solo contaba con un
pequeño camarote a popa. Su navegabilidad aguas abajo era difícil y
mucho mas aguas arriba, debiendo ser ayudada con remos, maromas y
sirgas. Un viaje ida y vuelta de Asunción a Buenos Aires consumía
unos once meses de navegación (a veces más).
Las “balsas” eran naves aptas solo para la navegación aguas abajo y, o
con buen tiempo, tenían gran capacidad de carga. Los materiales
utilizados para su fabricación eran desmantelados y vendidos en el
puerto de Santa Fe.
Las barcas, con el tiempo, dieron nombre a la zona comprendida entre
el palacio de gobierno y la “playa Montevideo” que era conocido con el
nombre de “Barrio de las Barcas”.
LA EDUCACION CON SANGRE ENTRA
Un instrumento de castigo a los alumnos en las escuelas de antaño
constituía “Una palmeta de madera con cinco orificios, de una libra de
peso, que dejaba en las palmas enrojecidas cinco cardenales que ardían
todo el día, y como los golpes no eran solitarios, se contaba a veces
hasta media docena por cada falta”.
UN MUSEO PRECURSOR
Según un anuncio aparecido en “El Semanario”, se había instalado en
Asunción 1863, un “Museo Diafanorámico”. Como no se tienen otros
datos referentes a museo, se presume que habría consistido en
exhibiciones de fotografías sobre placa vidrio, a la manera de las
actuales diapositivas, a las que se accedía por el módico precio de un
real.
LAS LLORONAS
Aunque en la actualidad, “las lloronas” han caído en el olvido, es
posible ver en los velorios campesinos -y en los alrededores de la
Capital- una rémora de esa antigua costumbre: se manifiestan,
generalmente, en el momento en que el féretro es bajado la fosa.
Rompiendo el silencio respetuoso del cortejo, una o más mujeres se
lanzan sobre el ataúd prorrumpiendo en lacerantes alaridos.
Generalmente son los parientes más lejanos quienes manifiestan su
supuesto dolor con mayor desesperación y desconsuelo.
También estaban las especialistas en tal función, que eran contratadas
expresamente por los deudos para dar más dramatismo a los cortejos
fúnebres.
Según el escritor Carlos Zubizarreta, una de las lloronas más famosas
en las primeras décadas del siglo fue “Ña Suave”, oriunda de Trinidad.
Su servicio era cotizado según la función que debía desempeñar: Por
hacer el elogio del muerto, ya en el cementerio, cobraba cinco pesos.
Por llorar y rezar, diez pesos y, por hacer el elogio del finado y llorar de
trecho en trecho, desde la casa hasta el cementerio, quince pesos. Otra
famosa llorona de Asunción fue “Ña Zoila”.
TRIUNVIRATOS
En los años de vida independiente que lleva nuestro país, los gobiernos
han adoptado diversas modalidades. Una de ellas es el “triunvirato”.
Esta forma de gobierno se ha puesto en práctica en cinco ocasiones:
El primero estuvo integrado por Francia, Zeballos y Velasco. El
segundo, por Francia, Zeballos y Caballero.
El tercero, por Juan José Medina, José Domingo Ocampo y José
Gabriel Benítez. El cuarto, por Cirilo Antonio Rivarola, Carlos Loizaga
y José Díaz de Bedoya. El último, de efímera existencia, estuvo
integrado por Alfredo Aponte, Mario Uscher y Marco Caballero Codas.
“ARRIBEÑO RESAY”
La primera ejecución de la guarania ‘Arribeño resay”, de José Asunción
Flores, se realizó durante una tertulia de intelectuales y artistas en la
“Farmacia Americana”, estuvo dedicada al propietario de ese
establecimiento, don Arturo Alsina.
Fue en esa ocasión que el poeta Rigoberto Fontao Meza solicitó
permiso a Flores para poner letra a esa composición musical.
SEUDONIMO PRESIDENCIAL
Durante su largo gobierno, el presidente Carlos Antonio López,
mantuvo una abundante correspondencia con sus informantes. En ellas
no siempre estampaba su firma, sino que, muchas veces, se valía de
nombres supuestos.
Uno de esos seudónimos era el de “Nicolás Pérez”, con el que firmó
gran cantidad de cartas intercambiadas con Pedro Fernández (al
parecer, el seudónimo de un ciudadano norteamericano, “acaso el
mismo secretario del comisionado Mr. Bowlin”, quien vino, en 1859, a
mediar un conflicto entre el Paraguay y los Estados Unidos).
Posiblemente, el seudónimo presidencial estuvo inspirado en los
nombres de dos colaboradores suyos: don Nicolás Vázquez, ministros
de Relaciones Exteriores y don Guillermo Pérez, secretario privado de
la presidencia.
ALUMBRADO PUBLICO
Las calles de la ciudad de Asunción cuentan con alumbrado público, a
cuenta del Estado, desde alrededor de 1820. La iluminación de las
calles consumía diariamente unas 1.500 velas, las que eran vendidas al
Estado por las mujeres de pueblo. Estas proveían anualmente más de
medio millón de velas.
En 1824, entró en funciones un “encargado del alumbrado de las Casas
de Gobierno y Plaza” llamado Pedro Pablo Arce, quien “como búho de
Minerva solo emprendía vuelo a la caída del crepúsculo, yesquero,
apagador y despabiladora en mano”.
UNA REVISTA UNICA
En 1907 apareció en Asunción una curiosa publicación periodística,
única por si características en el periodismo latinoamericano: “Tipos y
Tipetes”.
Cada número de la revista constaba de ejemplares únicos, escritos con
esmero, dibujados prolijamente. La distribución y recolección era
realizada por su autor, editor y distribuidor, el dibujante florideño
Miguel Acevedo.
EL SEGUNDO AUTOMOVIL
El segundo automóvil llegado al Paraguay, a principios de siglo, fue el
importado por un ciudadano de apellido Resck, dueño de una casa
fotográfica ubicada en la calle Eligio Ayala, entre Tacuary y EE.UU.
BRONCEADOR INDIGENA
Los indios guaraníes, para protegerse de los rayos solares, y del ataque
de mosquitos, mbariguí y polvorines, además de otros insectos, se
untaban la piel con “urucú”. Para el mismo efecto, también usaban
decocción de la corteza y la madera de “patay” o palo amargo.
GUARANIETEPE
El 28 de mayo de 1933, el comandante en jefe del Ejército en Campaña,
coronel José Félix Estigarribia, resolvió, a través de la Orden General
No. 51 que las comunicaciones se harán exclusivamente en guaraní y
las secretas serán cifradas”.
Con la adopción del guaraní como idioma de guerra -sostiene el Dr.
Carlos Pastora-, fue facilitada la correcta expresión verbal del
pensamiento, ideas y hechos y el sentido de las causas y efectos
posibles de los acontecimientos a que se referían, con la precisión que
no podía lograrse con el castellano, por los limitados conocimientos de
este idioma por la masa de la población”.
LA DEMONIA
UN FOSIL CHAQUEÑO
Ralf Wetzel fue el científico estadounidense que en 1972 descubrió que
un pecarí conocido con el nombre de “Taguá”, correspondía a un
animal que la ciencia consideraba extinguido hace unos 10.000 años.
El”taguá” emigró de América del Norte hasta nuestro Chaco, donde
evolucionó, dando origen a otras dos especies de pecarí: el “Tañycatí” y
el “Cure-í”, menores en tamaño.
EL ÚLTIMO ACTO
La separación de las localidades de Zavala-cué y San Lorenzo del
Campo Grande, el 28 de febrero de 1939, fue la última resolución del
Congreso bicameral que funcionó bajo la vigencia de la Constitución de
1870.
En ese entonces, la hoy populosa ciudad de Fernando de la Mora era un
pequeño villorio de 23.000 habitantes.
COMUNA ANDARIEGA
Desde su creación en 1891, la Municipalidad de la Capital funcionó en
distintos lugares En las primeras décadas de este siglo, ocupaba el
actual local de la Administración Paraguaya de Alcoholes.
Posteriormente pasó a ocupar el edificio de Palma y Montevideo, de ahí
pasó al edificio de la calle Haedo y de este lugar al moderno edificio
sobre la avenida Mariscal López.
MACHO Y HEMBRA
En las tradicionales festividades del día de la Santísima Cruz (“Curuzú
ara”), acostumbra realizar el “curuzú yeguá”, que consiste en colocar
una cruz en el improvisado altar, profusamente adornado con chipá.
Lo llamativo de esta costumbre popular cristiana, es la connotación de
una suerte de “rito de la fertilidad”. Las formas de los chipá que hacen
de adornos evidentemente aluden a los atributos sexuales femeninos y
masculinos: el “chipá argolla” representa femenino, mientras que lo
masculino está representado por el “caburé”.
SANTO REMEDIO
Según los guarani, el “mainumby” o colibrí, es nada menos que el ave
primigenio que refresca la boca de Ñamandu-Ru-Eté (Nuestro Primer
Padre Namandú). En la cultura paraguaya esta creencia está presente en
la medicina popular. Por ejemplo, para el tratamiento del “ojeo”, lo
curanderos prescriben un mejunge elaborado con “pinc caraí” (hojas de
palma bendecida), “ca’aró virú” (hojarasca machada del “ca’aró”)
“mainumby raity” (nido de colibrí).
El primer barco no español que surcó las aguas del Río de la Plata en
los primeros años posteriores al descubrimiento de esa vía fluvial, fue el
italiano “Panchalda”, parte de cuyo cargamento fue traído al Paraguay.
ECHANDO HUMO
El primer barco mercante a vapor que llegó al Paraguay, fue el
norteamericano Maracana”, en 1856.
MUJERES EN LA INDEPENDENCIA
Doña Juan María de Lara, aquella valiente dama patricia de decisiva
actuación en gesta emancipadora de mayo de 1811, no fue la única
mujer involucrada en esos magnos acontecimientos.
Otras mujeres -con las que la historia ha sido menos grata- desde sus
condiciones de esposas y compañeras de los próceres, también
contribuyeron a la independencia de nuestro país de la Corona española.
Algunas de aquellas silenciosas mujeres fueron: doña Josefa Facunda
Speratti, esposa del brigadier Fulgencio Yegros; doña Luisa Echagüe
Domecq, esposa del capitán Vicente Ignacio Iturbe; y doña Josefa
Antonia Coene, esposa del Dr. Femando de la Mora, entre otras.
La señora Carmelita Speratti de Martínez Sáenz, prima de la esposa de
Yegros, también tuvo importante actuación en la gesta.
COMO PEZ EN EL MONTE
En los ríos de nuestro país existe una variedad de peces llamados
“tamoatá”, cuya principal característica es que, debido a las papilas
digestivas ricamente vascularizadas, pueden vivir fuera del agua
durante algún tiempo.
El “tomoatá” cambia de río transladándose a considerables distancias
sobre tierra firme, y en ocasiones se les puede sorprender, en pleno
campo, o dentro de los bosques, -en pequeños grupos- marchando hacia
otras aguas. Esta particularidad hace que el vulgo crea que son peces
que han caído con las lluvias.
VACUNA INDIGENA
Se puede decir que los indígenas guaraní conocían la vacuna, pues
como método de prevención contra las mordeduras de víboras, se
hacían morder por un ofidio conocido como mboi jhú”. Los aborígenes
recurrían a este animal porque conocían que ese ofidio puede comer
víboras ponzoñosas sin que le haga daño. La eficacia a no de la “vacuna
no conocemos.
UN AÑO “ARGEL”
El mismo año que azotó la ‘gripe española” que ya hemos mencionado,
nuestro país soportó una ola de frío cuya intensidad no era conocida
desde 1789. El fenómeno climático causó innumerables contratiempos,
perjudicando tremendamente a la fauna y la flora de todo el país -y sus
alrededores-. Entre los animales más afectados figuraron las aves, cuya
población llegó a repuntar, recién hacia 1925.
La gran mortandad de pájaros -por el frío y la consecuente escasez de
alimentos- hizo que proliferaran insectos de todos lados, especialmente
orugas, pulgones, tábanos moscas y langostas, causando estragos en la
agricultura. En diciembre de 1918, toda la producción hortícola y frutal
fue destruida. Los meses siguientes fueron calamitosos recién en 1920,
las cosas parecieron mejorar.
Todo este desastre se debió a la ausencia de aves, especialmente los
insectívoros, que fueron los más perjudicados debido a que los insectos,
base de su alimentación, durante las heladas se refugiaron bajo tierra,
quedando las aves sin comida. Una vez pasado el frío, los insectos, que
se salvaron hundiéndose en la tierra o en los retritus -o escondiéndose
en los bosques, cuyo suelo nunca se enfría tanto como para dañarlos-
volvieron y causaron los estragos mencionados.
PESAS Y MEDIDAS
Algunas de las antiguas medidas comúnmente utilizadas en el Paraguay
de antaño son:
Acre americano (64x64 metros); Adarme (1.797 gramos); Alquer (110
x 220 metros); Arroba (11,502 kilos); Azumbre (2,017 litros); Cahiz
(6,066 hectolitros); Cántaro (16 100 litros); Celemín (4,625 litros);
Codo de ribera (0,575 metros); Codo cúbico (0 152 m Cuadra lineal
(86,667 metros); Cuadra cuadrada (7.500.000 m2); Cuarta O:217 m.);
Cuartillo (0,504 m.); Estadal (3,344m); Estadal cuadrado (11,200 m2);
Fanega (superficie) (6.440 m Fanega (capacidad) (0,555 hectolitros);
Grano (0 gramos); Legua antigua (5.573 m.); Libra (0,459 kilo); Onza
(28,756 gramos); Pie antiguo (0,278 m.); Pulgada antigua (2,322 cm.);
Quintal (46,009 kilos); Tonelada (920 kilos); Vara antigua (0,836 m.).
Y SE HIZO LA LUZ
El servicio de alumbrado público en nuestro país, en la post-guerra del
‘70, estuvo a cargo de ciudadanos italianos radicados en nuestro país.
Uno de ellos, don Salvador Terlizzi, fue concesionario de la instalación
y explotación del alumbrado público a kerosene.
Posteriormente, cuando se procedió a la colocación de la primera piedra
del edificio de la Societá Italiana di Mutuo Soccorso -el 7 de junio de
1885-, los hermanos Julio y Flaminio Pedrazza, instalaron el alumbrado
alimentado con energía eléctrica, lo que dió lucimiento al acto. Años
después, el Dr.Silvio Andreuzzi mandó colocar algunos focos sobre la
calle Palma, con lo que esta arteria se convirtió en la primera de la
ciudad con luz eléctrica.
Ya en este siglo, en 1904, se inauguró la primera extensión de
alumbrado eléctrico que, partiendo del puerto capitalino, y cubriendo
las calles Colón y Palma, llegaba hasta la plaza ‘Uruguaya”.
MAESTROS DE AFUERA
Los establecimientos de enseñanza superior fundados en Asunción
durantes los último años del siglo pasado, estuvieron dirigidos por
educacionistas extranjeros. Por ejemplo el primer director del “Colegio
Nacional” fue el mexicano José Agustín Escudero. El primer rector del
“Seminario Conciliar” fue el sacerdote Francés Jules C. Montagne el
primer rector de la “Universidad Nacional” fue el español Ramón
Zubizarreta.
ESCUELA ESPAÑA
La primera escuela de enseñanza primaria de nuestro país que tuvo por
nombre el de un país extranjero, fue la escuela “España” de la ciudad de
San Lorenzo.
EL PRIMER MICROSCOPIO
Probablemente, el primer microscopio que existió en el Paraguay fue el
traído por farmacéutico ingles George F. Masterman, en diciembre de
1861. El señor Masterman fue Jefe de la farmacia de la Sanidad Militar
y en el viejo Hospital Militar, creó un laboratorio de producción. En los
primeros años de la guerra contra la Triple Alianza actuó con el rango
de cirujano de 2a. clase.
Como sospechoso de participar en un complot, fue apresado y
procesado en 1866, permaneciendo recluido durante casi un año. Sus
peripecias los contó en un libro de su autoría, titulado “Siete años de
aventuras en el Paraguay”.
REGLAS DE TRANSITO
Según los artículos de una ordenanza municipal de la década del ‘30
que reglamentaba el tránsito vehicular capitalino, la policía de la capital
debía detener a toda persona sorprendida conduciendo vehículos sin
contar con algún comprobante legal que habilite para el efecto.
La misma ordenanza estipulaba que “la calle no es garaje público, y en
consecuencia prohíbase el abandono de vehículos durante las horas de
la noche”.
Otros artículos de la citada ordenanza, disponía que “todos los
vehículos deben circular conservando la izquierda de la calzada”, que
cuando uno se veía en la necesidad de parar otro vehículo, debía dar
tres toques cortos e intermitentes de bocina; que “todo vehículo en
movimiento debe tener obligatoriamente encendida la luz del efecto
trasero y la media luz en la delantera” y que “dentro del radio de la
ciudad, está prohibido el uso permanente de la luz entera, permitiéndose
solamente su uso en forma intermitente para que el conductor del
vehículo distinga mejor su camino”.
ESCUALIDA DEFENSA
En la época de la independencia, los arsenales de la provincia del
Paraguay contaban con sólo 18 cañones de bronce; 26 cureñas de plaza;
153 juegos diversos de armas; cartuchos de lienzo vacíos; 2.594
balasrasas; 275 metrallas; 600 utensilios varios; 1609 armas varias para
infantería y caballería; 27 quintales de hierro nuevo; 28 quintales de
pólvora; 4.600 cartuchos con balas y 1.500 sin balas; 14 quintales de
plomo y algunos otros elementos.
MATUSALENES AMERICANOS
Una de las características de los guaranís -comprobadas por diversos
viajeros y exploradores- es la avanzada edad a la que podían llegar;
incluso, algunas enciclopedias de principios de siglo los ubicaban entre
los más longevos del género humano.
Uno de aquellos indios que llegaron a avanzada edad fue un tal José
Martins Coutinho, quien nació en 1694 y murió en 1872, a los 178
años. Llegó a tener 42 hijos (de seis madres), 123 nietos, 86 bisnietos y
43 tataranietos.
El viajero conde Francisco de Castelnau, a mediados del siglo pasado
encontró en el Brasil, a indígenas guaraní que tenían entre 200 y 203
años. Casteinan comprobó esto, pues recordaban perfectamente
episodios históricos, como la expulsión -del Brasil- de los holandeses,
ocurridos más de un siglo antes. Otro longeno indígena vivió cerca de
200 años en Colombia y aún seguía vivo hasta poco antes de la primera
guerra mundial.
SOMBRERO CA’A
Antiguamente, en los yerbales luego de seleccionada, la mejor yerba era
envasada bolsas de cuero. Estas recibían el nombre de “Cabayú ca’a” y
“Torito ca’a”, por estaban fabricadas con la piel de estos animales.
La yerba envasada de esta manera, era muy apreciada como obsequio.
Incluso se creía que traía buena suerte, tanto al obsequiante como al
obsequiado. Era el regalo preferido que hacía un pretendiente a la mujer
de sus deseos, la que con el tiempo se le rendía de amor.
Pero aparte del “Cabayú ca’ a” y del “Torito ca’a” también existía -y
existe- otro tipo de “regalo” que no era nada “apreciado”: el “Sombrero
Ca’a”.
Cuando un amante furtivo -generalmente de una mujer casada- tenía
que abandonar presuroso el lecho del pecado ante el peligro de ser
descubierto, lo único que deja olvidado en su rauda huida, era su
sombrero, por lo que el vulgo comenzó a llamarle “sombrero ca’a”,
aunque su “regalo” no era precisamente la yerba.
LOS AUTOVIAS
CALENDARIO INDIGENA
Los guaraní calculaban el paso del tiempo según determinados cambios
registrados en la vegetación. Por ejemplo, cuando el “quymatá” -una
especie de liana- está a punto de florecer, anuncia a los indígenas
Guayaquí, dos acontecimientos muy importantes en su vida cotidiana:
que los panales están llenándose de miel y que los armadillos están
época de procrear. Cuando las flores de dicha planta desaparecen, los
armadillos jóvenes se destetan y se separan de sus madres.
Tanto al Mby’á como al Guayaquí, los árboles le comunican los
cambios de estaciones. Así también, por los árboles conocen la llegada
de la época de realizar tal o cual actividad: cuando florece el lapacho,
deben sembrarse todas las semillas; los frutos para la segunda cosecha
se siembran en la época del guembé y el florecimiento del yvyrá pytá.
Conocen también que cuando maduran los yaracatiaes, es época de
sembrar maíz precoz.
LA ÚLTIMA CARTA
“Asunción, 2 de junio de 1889.
“Querido Señor Schubert, el curioso comportamiento de la Asociación
Colonial de Chemnitz me quita la última posibilidad de mantener aquí
mi posición como hombre de negocios. Mis condiciones físicas y
espirituales son tales que debo pensar en el próximo relevo de mi duro
servicio. He aquí mi último ruego a Ud.: Continúe Ud. dedicando su
hermano talento, su fuerza notable y su entusiasmo juvenil al servicio
del la buena causa, por sí empezada. Quizás se desarrollará mejor sin
mí. Nueva Germania merece ser apoyada y ayudada antes que muchas
otras empresas; ella podrá ser un monumento de honor a todos los que
participen de su creación”.
“Cordialmente, su Bernardo Foerster”.
Esta fue la última carta escrita por Bernard Foerster, fundador de la
colonia Nueva Germania y cuñado del filósofo alemán Friederick
Nietzsche, antes de su suicidio, un día después de escrita, en San
Bernardino, desengañado por el fracaso de su proyecto colonizador. Se
envenenó con estricnina y morfina.
El señor Foerster fue uno de los principales exponentes del
antisemitismo alemán del siglo pasado. En 1881 organizó la primera
manifestación antijudía en su país, pidiendo -junto con 267.000
firmantes- la “limitación de la inmigración judía y la exclusión de estos
de las posiciones responsables en las oficinas públicas y en las
escuelas”, entre otras cosas.
En 1886, en tierras de una persona llamada Cirilo Solalinde, fundó la
colonia “Nueva Germania”, fruto de un largo sueño basado en los “más
puros ideales germánicos, donde no hubiesen judíos, no se practicase la
vivisección de animales, reinase el vegetarianismo y donde el
cristianismo tuviese matices originales”.
“Si los evangelios afirman que Cristo era hijo de Dios, esto quiere
decir, de todas maneras, que no era judío”, afirmaba.
LUCHA NAVAL
La primera batalla naval entre nativos y españoles en América del Sur
se libró en el río Paraguay, en las cercanías del paso de Angostura, entre
indígenas guaraní y la tripulación de Sebastían Gaboto, en 1527.
TITULO DE PROPIEDAD
El más antiguo título de propiedad de Concepción es la Merced de
Tierra otorgada, en setiembre de 1773, al capitán mayor don Juan Pablo
Ferreyra por el fundador de ciudad don Fernando de Pinedo.
El mencionado Título -que se otorgaba según méritos ganados en
defensa de la provincia- fue inscripto por el Escribano Mayor Samuel
Bachicao y Fulguez correspondió al lugar conocido como “Saladillo”.
A CADA CUAL LO SUYO
La legislación colonial dividía las tierras en “solares”, “peonías” y
“caballerías”. Las “peonías” se componían de “un solar de 50 por 50
pies, 100 fanegas -medida que Castilla equivalía a 64 áreas- de tierras
de labor de trigo o cebada, 10 fanegas de tierras de maíz y 2 huedras de
tierras para huertas y 8 para plantas de árboles de secadal, tierras de
pastos para 10 puercos de vientre, 20 vacas, 5 yeguas, 100 ovejas y 20
cabras.
Una “caballería” se componía de un solar de 100 pies de ancho y 200
pies de largo cinco veces más de todo lo que componía una “Peonía”.
Cada español tenía derecho a tantos solares, peonías o caballerías como
casas comprometían a edificar en ellas.
EL SI POR LA PAZ
El 10 de agosto de 1938 se realizó en nuestro país un plebiscito a través
del cual la ciudadanía aprobó el Tratado de Paz firmado el 21 de julio
de ese mismo año en la capital argentina.
El escrutinio de los votos dio por resultado 135.385 votos a favor
13.204 en contra y 559 en blanco. Ese mismo día, la Convención
Nacional Constituyente boliviana ratificó el Tratado de Paz y Límites.
LA BANDA PRESIDENCIAL
El 1 de agosto de 1887, el Congreso nacional decretó que el Presidente
de la República del Paraguay lleve como insignia de su cargo, una
banda tricolor terciada. El primer presidente que usó la banda fue el
general Patricio Escobar
SANTO REMEDIO
Antiguamente, los jesuitas curaban la lepra con un medicamento que
extraían de los árboles de “aguaí guasú” y “aguaí mirí”. Este remedio,
muy eficaz en las personas con el mal no muy avanzado, se aplicaba de
la siguiente manera: “las frutas de “aguaí” se comían después de
cocidas con leche y se les agregaba miel de abeja; y, de la corteza
blanca del tronco se hacía un bálsamo medicinal, con el cual se daban
fricciones en las partes enfermas del cuerpo”.
CURANDEROS
LA RAZON Y LA FUERZA
En la plaza de los Héroes (Chile, Estrella, Nuestra Señora de la
Asunción y Oliva) estaba ubicada anteriormente, una fuente con un
niño y un ganso, de cuya garganta brotaba un surtidor.
Posteriormente, esta fuente fue remplazada por un monumento
dedicado a los Héroes de la Guerra de la Triple Alianza, obra del
escultor Clari y que fuera adquirido en Paris por el Dr. Arturo Campos.
La escultura es conocida como “La Razón vence a la Fuerza” pero su
nombre real es “El espíritu y la materia”.
MBURUVICHA ROGA
A finales del siglo pasado, las familias ricas de Asunción construían
señoriales mansiones en las afueras de la ciudad.
Pasando la calle Brasil aún hoy podemos ver algunas de las elegantes
casas de fin de semana de antaño, conocidas entonces como “quintas”.
Entre las más estaban la del Gral. Bernardino Caballero, actual Parque
Caballero; la del Dr. Juan Gualberto González, actual Colegio “San
José”; la quinta Berthé, sede del Comando en Jefe del Ejército; la quinta
Mangels, donde actualmente funciona la Escuela Nacional de
Educación Física, etc.
Una de las “quintas” de la época, la actual “Mburuvicha roga”, fue
construída por el Dr. Emilio Aceval, quién la vendió al señor Elías
García, ciudadano argentino y jefe de policía de la Capital a principios
de siglo. Posteriormente esta residencia fue adquirida, en un remate, por
el señor Carlos Pozzi, único interesado en la oferta.
El señor Pozzi, fallecido en 1939, era un conocido constructor de origen
italiano entre cuyas obras se cuentan la escalinata de la calle Antequera,
el edificio de la Industrial Paraguaya, la refacción del Palacio de
Gobierno, etc. Fue también dueño de una famosa baldosería que hasta
hoy existe.
La “quinta”, una de las pocas que contaba con piscina, estuvo mucho
tiempo alquilada a la Embajada brasilera.
En conocimiento de la recomendación de practicar ejercicios náutico,
dada por médicos norteamericanos al hijo del presidente Morínigo que
sufría de parálisis, la señora Carolina Pozzi Vda. Ferraro, ofreció en
venta la residencia a la señora Dolore Ferrari de Morínigo, esposa del
Presidente.
Siendo Ministro de Obras Públicas el Contraalmirante Ramón E.
Martino, la residencia fue adquirida por el Estado en 1942. La suma
pagada por la propiedad, que era un condominio de 9 herederos del
señor Pozzi, ascendió a 8.000.000 de pesos fuerte.
LA ENCARNACION
El 27 de agosto de 1893, casi cinco años después del incendio que
destruyó la antigua Iglesia de la Encarnación. (situada detrás de “La
Casa de la Cultura”), se realizó la colocación de la piedra fundamental
del nuevo templo de La Encamación, en el lugar que ocupa
actualmente.
La piedra fue bendecida por el Vicario Capitular, Monseñor Claudio
Arrua y apadrinaron el acto el Presidente de la República D. Juan
Gualberto González y su esposa Doña Rosa Peña de González.
La imagen de la Virgen de la Encamación, realizada en Europa, fue
adquirida gracias a una donación de la señora Faustina Sosa y del
aporte de la Comisión de Señoras. Los planos del templo, hasta hoy
inconcluso, fueron diseñados por el arquitecto italiano Juan Colombo.
La cúpula fue realizada bajo la dirección de los ingenieros Augusto
Cálcena y Carlos Hoffer. El busto del principal promotor de la obra, el
Padre Juan Bernabé Colmán, que se encuentra a la entrada del templo,
fue realizado por el escultor Vicente Pollarolo.
SU “MERCED” LA ASUNCION
A principios del siglo XVII fueron traídas a América dos imágenes
religiosas: la Virgen de la Merced y la Virgen de la Asunción.
La primera para la ciudad de Corrientes y la segunda para la ciudad de
Asunción. Los embalajes fueron erróneamente etiquetados y la imagen
de la Virgen de la Asunción fue bajada en la ciudad de Corrientes; la
Virgen de la Merced fue traída a Asunción donde permanece hasta hoy,
como la Virgen de la Asunción.
LA ESTATUA DE ARTIGAS
El 17 de julio de 1940, se realizó el acto inaugural del monumento
dedicado al prócer uruguayo General José Gervasio Artigas.
El acto contó con la asistencia de ministros del P. E.., concejales,
diplomáticos, docentes, miembros del Consejo Nacional de Turismo y
alumnos de las escuelas República del Uruguay y del Solar Artigas. Un
calificado grupo de excursionistas uruguayos vino expresamente para el
acontecimiento.
El monumento fue donado a nuestro país por la ciudad de San José
(Uruguay) “...para indicar en lo sucesivo, que en América hay dos
pueblos que se comprenden y saben valorar sus respectivas historias”.
El discurso de entrega fue pronunciado por el Coronel Edgardo U.
Genta a quien respondió el intendente de Asunción Dr. Femando
Cazenave.
EL MONUMENTO DE YTORORO
A principios de siglo, entre los años 1902-1904, a orilla del arroyo
Ytororó, fue erigido el monumento dedicado a los heroicos defensores
de Ytororó y Avay, durante la guerra contra la Triple Alianza.
La columnata que sirve de pedestal a la escultura fue construida por el
señor Jorge Vellacich, ciudadano yugoslavo quien residía en la ciudad
de Villeta. La estatua que corona el monumento fue realizada por un
escultor de apellido Brunetti para quien modelo la señorita María
Angela Mendoza, heroína de la guerra del ‘70.
UNA ROTONDA PARA UN MONUMENTO
HOSPiTALES DE SANGRE
El primer “Hospital de Sangre” de la Cruz Roja Paraguaya, empezó a
funcionar en diciembre de 1932, durante la guerra del Chaco. Instalado
en la Escuela Normal de Profesores “Presidente Franco”, estuvo
dirigido por Sor María, una benemérita religiosa del colegio de “La
Providencia”.
Otros “Hospitales de Sangre” de la Cruz Roja funcionaron en el colegio
“Maria Auxiliadora”, el “Sanatorio Español” y en la Iglesia de
Trinidad. Posteriormente, a principios de 1934, se agruparon en el local
de la Escuela Militar.
También funcionaron como “Hospitales de Sangre”, La iglesia de la
“Encarnación”, la casona actualmente de propiedad del astillero “Isidro
Mayor”, los colegios “San José”, “Internacional” y “Cristo Rey”.
“MADRE”
El 13 de mayo de 1964, se inauguró en Villa Rica un monumento
dedicado a la madre. La estatua, originalmente erigida en la plaza
principal de la ciudad se encuentra ahora instalada en el patio del museo
municipal. La construcción del monumento fue auspiciada y costeada
por el Club de Leones de la capital guaireña -presidido entonces por D.
Enrique García Cassartelli-.
Si bien la obra escultórica pertenece al artista Luis Alberto Pereira
Rossi, la iniciativa y los proyectos al León Mayor Juan Pablo Salazar.
CONQUISTADORA Y VICTORIOSA
La primera imagen de la Virgen María venerada en la ciudad de
Asunción en los años iniciales de la Colonia, fue la de la Virgen de la
Encarnación, denominada “La conquistadora” por haber acompañado a
los conquistadores españoles.
Cuando en 1742 llegó la imagen de la Virgen de la Asunción –
encargada en Nápoles por el canónico D. Alfonso Delgadillo y Atienza,
la imagen de “La Conquistadora” fue desarmada y guardada.
Durante mucho tiempo no se tuvo noticias de la misma, hasta que
finalizada la guerra del 70, se apareció en Villa Hayes, donde era
venerada bajo el nombre de “Nuestra Señora de la Victoria” hasta que
un incendio destruyó la iglesia, quedando la imagen parcialmente
destruida.
UN REGALO DE ESPAÑA
La estela que se encuentra en el pórtico de entrada de la Catedral
Metropolitana, fue regalada a la ciudad de Asunción por el gobierno
español en 1965. Representa, en altorrelieve, al capitán español
Domingo Martinez de Irala, abrazando fraternalmente a un cacique
guaraní, rodeado de tres mujeres y un conquistador español; observan
además, un guerrero y una mujer guaraní.
El monumento fue hecho en un bloque de piedra, por un escultor
español de Extramadura, y fue donado a la ciudad en la época en que
era embajador de España ante el gobierno paraguayo, el señor Giménez
Caballero.
VULCANO CRIOLLO
El 26 de octubre de 1850, se iniciaron las pruebas en la fundición de
hierro de Ybycuí, una de las primeras de América del Sur.
El papel desempeñado por esta fundición fue muy importante durante la
guerra contra la Triple Alianza. De sus fraguas salieron armas y
municiones de mucha utilidad en la contienda.
Su primer director fue el técnico inglés Henry Godwin. A éste sucedió
el sueco August Liliedat, luego Elizardo Aquino y el último director fue
el ingeniero Willian Newton. El 13 de mayo de 1868, el complejo
siderúrgico fue destruido por las fuerzas brasileras que atacaron el
lugar.
DEPORTES
“EL DECANO”
El 25 de julio de 1902, en la casa de la familia Rodi, Azara e
Independencia Nacional, en una reunión en la que participaron los
señores Héctor Cabañas, Juan Patri, Genaro Gutiérrez, Flaviano Díaz y
Sila Godoi, entre otros, se fundó el “Club Olimpia”. El nombre
adoptado fue propuesto por don Sila Godoi, quien además de “Olimpia”
sugirió los nombres de “Paraguay” y “Esparta”.
La cancha del club “Olimpia” estuvo originalmente en el parque
Caballero.
EL CLUB GUARANI
El 12 de octubre de 1903, se realizó en la mansión de los Patri, actual
Dirección General de Correos, la fundación del club “Guaraní”.
En sus primeros años de existencia, la cancha de fútbol de la institución
aurinegra estuvo ubicada, al igual que la del “Olimpia”, en la quinta del
general Bernadino Caballero y su sede social funcionó durante varios
años en el club de regatas “Mbiguá”.
Los colores característicos no sufrieron cambio alguno desde sus inicios
como entidad deportiva.
MALA PATA
Los primeros partidos de fútbol de carácter internacional, a nivel de
seleccionados, se realizaron en nuestro país en mayo de 1919. Los
encuentros fueron protagonizados por los combinados “A” y “B” del
Paraguay y la Argentina.
El partido entre los combinados “B” se llevó a cabo el 11 de mayo de
l919 y el resultado cinco tantos para el equipo argentino y uno para el
equipo local. El 18 del mismo mes se enfrentaron los conjuntos “A”,
perdiendo nuevamente Paraguay por 2 a 0.
EL CLUB DE NATACION “PIRAVEVE”
Varias son las entidades deportivas que con el tiempo, y por diversas
circunstancias, han desaparecido dejando el testimonio de su existencia,
ya en documentos gráficos, ya en el recuerdo de los memoriosos.
Una de esas entidades es el club de natación “Piravevé”, fundado, allá
por el 22, por varios connotados ciudadanos, entre los que puede citarse
a Enrique Bordenave, Pedro Lofruscio, Juan C. Escalada, Julio Manuel
Morales, Francisco Andreu Baldó, Julio Bertón, Zenón Arredondo,
Ricardo Velli, los hermanos Apuril, Rogelio Guerrero y Samaniego
Cándido Samaniego Abente.
Guerrero, en 1993, es el único sobreviviente de la primera Comisión
Directiva del “Piravevé”. Las sesiones ordinarias de la directiva del
Club se realizaba en el domicilio del Dr. Bordenabe, en Ayolas y Oliva,
mientras que la sede deportiva estaba ubicada en el lugar conocido
como “Playa Carrasco”, que fuera cedido al Club, a través de una ley,
por el término de 50 años. A fines de 1923 se fusionó con el Club de
Natación “Sajonia”, dando origen al “Deportivo de Puerto Sajonia”.
RODILLA PELIGROSA
La primera víctima fatal en el fútbol paraguayo, fue Oscar López de
Filippis, atleta del club “Olimpia”, quien falleció a consecuencia de un
“rodillazo” en el bazo, recibido del arquero Manuel Recalde del “Sastre
Sport”, durante un partido disputado en enero de 1924, en la cancha del
“Olimpia”, situada entonces en el Parque Caballero.
El joven jugador, nacido en Villa Rica el 17 de octubre de 1903, murió
el 3 de febrero de 1924,a los 2O años de edad.
Años después, el Club Olimpia instituyó, en su homenaje, el Premio
“Oscar López de Filippis”.
EL TENIS EN EL PARAGUAY
El Tenis es conocido en nuestro país desde el año 1910 y fue
introducido por los técnicos ingleses al servicio del Ferrocarril.
El nuevo deporte muy pronto ganó adeptos y la primera cancha para su
práctica fue construida por el señor Juan Bosch en su residencia de
Villa Morra.
Era de tierra batida y apisonada.
Muy pronto aparecieron otras canchas, como las que construyeron las
familias Méndez Goncálvez, Cardús y Plate en Villa Morra y la de Mr.
Brown en San Lorenzo, en el km. 11 frente a la Ciudad Universitaria.
WIMBLEDON CRIOLLO
Las primeras y únicas canchas empastadas de tenis que existieron en el
Paraguay fueron la de los Stanley de San Bernardino, construida en
1918 y la del club “Deportivo de Puerto Sajonia”, construida a
mediados de la década del ‘20. Esta cancha estaba ubicada donde
actualmente se encuentra la cantina del club.
SAQUES A LA LUZ DE LA LUNA... Y DE LAS
LAMPARAS
Las primeras canchas de tenis en el interior del país fueron construídas,
a principio de los años veinte, en la localidad de Quyquyhó. Las
mismas fueron construidas por los hermanos Manuel Antonio, Braulio
y Guido Martínez, y eran de tierra apisonada. Los hermanos Martínez
fueron ganados por el deporte blanco en Francia, hasta donde se
trasladaron en misión de estudios.
La primera cancha con instalación lumínica para el juego nocturno del
tenis fue la construida por la familia Napout de la ciudad de Yegros.
Además de la mencionada cancha, existían otras en la misma ciudad,
las del “Club Social y Deportivo”.
UN CLUB VAGABUNDO
En la década del 20, un grupo de funcionarios de la Compañía
Americana de Luz y Tracción (C.A.L.T.), empresa precursora de la
ANDE, decidió fundar un club de fútbol y participar de los torneos
organizados por la “Liga Paraguaya de Fútbol”.
El club en cuestión se denominó -primeramente- “Sport Mecánico”,
nombre que después cambió por “Sport CALT” y finalmente “Sport
Corrales” hasta su desaparición en 1949. El estadio de la entidad estaba
en donde actualmente se encuentra el campo de deportes de las FF.AA.,
sobre la calle Gral. Santos.
El “Sport Corrales”, cuya casaca era de color rojo, fue el primer equipo
de fútbol paraguayo que viajó en avión. El 4 de abril de 1939 comenzó
una extensa gira que incluyó países como Argentina, Chile, Cuba,
Méjico, El Salvador, Costa Rica, Panamá, Venezuela, Guayana,
Ecuador y Colombia. Regresaron el 19 de abril de 1940, luego de un
año y 15 días de ausencia.
UN CLUB DE GLADIADORES
A principios de siglo, en Independencia Nacional y Primera, existía una
cancha de fútbol que fue una de las primeras dedicadas al “partido so’o.
En ese lugar funcionaba el club “Los Gladiadores”, que nucleaba a un
grupo de aficionados al entonces recién llegado deporte.
Algunos de los que militaban en el mencionado club fueron Vicente
Contini, Juan y Angel Dávalos, Arturo Escario, Justo Pastor Benítez,
los hermanos Milón, Humberto Camperchioli e Ignacio Soler Núñez,
entre otros.
FUTBOL GUARAN1TICO
Según el antropólogo Maximne Haubert, en las reducciones jesuíticas
se practicaba un juego muy parecido al fútbol.
Dice el señor Haubert, que luego de las actividades de carácter
religioso, “el resto del día (los indígenas) lo pasaban en la caza y en la
pesca o en varios juegos, entre los cuales el mas curioso es uno
practicado con una pelota fabricada de resinas; los jesuitas se
sorprendieron con el hecho de que los Guaraní, en vez de jugar la pelota
con la mano, como lo hacían los españoles, la jugaban con los pies...”
ENTIDADES
EL CLUB NACIONAL
En la esquina donde actualmente se encuentra el edificio del Banco de
la Nación Argentina, funcionaba en el siglo pasado el aristocrático Club
Nacional”.
Fue inaugurado el 14 de mayo de 1862, su primer presidente fue el
Cnel. Venancio López y en sus salones se realizaban las más suntuosas
fiestas de la sociedad asuncena. En tiempos de los López eran famosos
los bailes, que tenían a Madaine Lynch como principal protagonista.
Aquella mujer ejerció gran influencia en la provinciana sociedad de la
época e introdujo la moda de los vestidos elegantes, muebles de estilo y
cristalería fina que hicieron del “Club Nacional” una copia de los
grandes salones europeos. En ese lugar, además de los minúes, chotís,
cuadrillas y otras danzas se bailaba el “London”, danza introducida por
la Lynch, y que fue muy bien acogida por los paraguayos, tanto que la
gente de pueblo la adpotó enriqueciéndola con aires folklóricos
llamándola “London Carapé”.
En el mismo edificio funcionó hasta 1940 el Tribunal de Jurados,
popularmente llamado “Tribunal’i”. Fue demolido a finales de los
años’50.
EL CLUB “CENTENARIO”
La única entidad social asuncena de jerarquía, en las primeras décadas
del presente siglo era el “Unión Club” y a raíz de problemas surgidos en
su seno, sumado a la evidente necesidad de la creación de nuevos
centros sociales que satisficieran las inquietudes de importantes
sectores de la sociedad asuncena, el 18 de marzo de 1937, se realizó, en
el domicilio del señor Antonio Taboada (Gral. Santos y España), una
reunión en la que se sentaron las bases para la fundación de una nueva
entidad social.
Un mes después, el 18 de abril de 1937, en la residencia del señor José
María Angulo (Avda. Colombia-hoy Mcal. López-al 860) se realizó la
asamblea fundacional del “Club Centenario”. Ese año, 1937, la ciudad
de Asunción cumplía el cuarto centenario de su fundación, y en su
homenaje se designó a la flamante institución con el nombre de
“Centenario”.
La primera Comisión Directiva, de carácter provisoria, presidida por el
señor Antonio Taboada, estuvo integrada por los señores Sebastian
Brun, Fabio Codas, Horacio Amarilla, Lidio Quevedo, José María
Ángulo, Rafael Nieto, Gustavo González, Luis F. Grillón, Julio Manuel
Morales, Femando Saguier y Antonio Dos Santos. Con posterioridad
ocuparon la presidencia del “Club los señores Carlos Sosa (1938/39);
Rafael Nieto (1939/40); Julio T. Decoud (1940/41-1943/48); Luis De
Gásperi (1941/ 43); 1. Augusto Saldívar (1948/50); Raúl Sapena Pastor
(1950/52-1954/55); Julio Manuel Morales (1952/1954); Oscar Pérez
Uribe (1955/1989) y Juan S. Netto (1989). Posteriormente ocuparon la
titularidad del club los doctores Raúl Estigarribia Elizeche y Alirio
Ugarte Díaz. El club está asentado en la antigua Quinta Weyer,
adquirida por la entidad en octubre de 1945.
UN CLUB CENTENARIO
Una de las instituciones sociales mas antiguas del país es e! prestigioso
club “El Porvenir Guaireño”, de la ciudad de Villa Rica. Esta entidad
fue fundada, el 25 de diciembre de 1888, por 26 respetables ciudadanos
vilarriqueños, entre los que se encontraban Don Marcelino Arias, D.
Vicente Ortiz (padre del poeta Ortiz Guerrero), D. Marcelino Rodas y
D. Antimo Petirossi (padre del famoso aviador).
El club, uno de los más distinguidos del país, ya en el siglo pasado
recibía publicaciones europeas y norteamericanas, a las que estaba
suscripto, para el esparcimiento de sus asociados. Las elegantes fiestas
realizadas allí eran amenizadas por la orquesta propia del club llamada
“La Estudiantina”.
El celo con que los directivos manejaban la entidad dio lugar a las más
diversas y llamativas anécdotas.
Por ejemplo, cuando el Presidente Egusquiza -que gobernó el país entre
1894 y 1898- dejó de abonar su cuota social, fue dado de baja por
moroso, sin importar su investidura. El protagonismo de “El Porvenir
Guaireño” no solo fue en lo social: En los duros tiempos de la guerra
con Bolivia fue acondicionado adecuadamente y funcionó como
Hospital de Sangre, por lo que -hace unos años- se le confirió la “Cruz
del Defensor”.
EL GIMNASIO PARAGUAYO
En la esquina de 25 de Mayo y Paraguarí, en el edificio ocupado
actualmente por la ferretería “La Metalurgica” se encontraba el
“Gimnasio Paraguayo”, una institución cultural cuyo origen se remonta
a los años posteriores a la guerra del 70. En ese lugar -donde tenía su
atelier el afamado pintor Juan A. Samudio- se realizaban exposiciones
de artes plásticas, conciertos, conferencias y demás actividades
culturales.
En 1934, el “Gimnasio Paraguayo” se fusionó con el “Instituto
Paraguayo” - otra añeja institución cultural- dando nacimiento al
“Ateneo Paraguayo”, cuyo local original -la casa que perteneció al
General Vicente Barrios, yerno de Don Carlos Antonio López- estuvo
hasta unos 15 años en Presidente Franco e Independencia Nacional.
LA MUNICIPALIDAD DE ASUNCION
En marzo de 1883 se instaló la Municipalidad de Asunción, pero recién
el 8 de mayo de 1891 se creó el cargo de Intendente Municipal, siendo
designado primer Intendente el ciudadano francés Francisco
Casabianca.
LA ESCUELA MILITAR
Por Ley N 139, el 23 de junio de 1915, el Congreso Nacional creó la
Escuela Militar.
La institución comenzó a funcionar el 12 de marzo de 1916, bajo la
dirección del Cnel. Manlo Schenom Lugo, nombrado por decreto
Nº 4.328 del 8 de febrero de 1916.
EL CORREO COLONIAL
El primer agente de correo en el Paraguay fue D. Juan Baustista Goyri,
designado por el Gobernador Carlos Morphi.
Goyri se desempeñó en el cargo desde el 1 de julio de 1769 hasta 1774.
La correspondencia viajaba “como podía”, con las cargas llevadas en
barco a Buenos Aires, hasta que se organizó un “correo ordinario”
terrestre con una carrera de postas que partía de Asunción hasta Itapúa
(Encamación) pasando por Yaguarón, Villa Rica y Bobí (Artigas).
Llegaba a Buenos Aires desde Itapúa, pasando por Candelaria,
Corrientes, Santa Fé, Capilla del Rosario, San Nicolás, Zárate, Las
Conchas y San Isidro.
El servicio era mensual y los “chasques” (mensajeros) -que llevaban un
escudo de plata con las armas reales prendidas al pecho como
distintivos- se relevaban en ciertas etapas (postas).
Casi siempre viajaban dos chasques juntos por el peligro que
constituían los tigres y asaltantes.
LA AVIACION PARAGUAYA
A raíz de las hazañas del afamado piloto Silvio Petirossi, en 1914 se
constituyó, en nuestro país, una entidad cuyo objetivo fue la creación de
la Escuela de Aviación. Al efecto se formé una comisión especial
compuesta por destacadas personalidades de la época: Cmdte. Atilio
Peña, TCnel. Adolfo Chirife, Dr. Ernesto Egusquiza y Dr. Luís A.
Riart.
Uno de los propulsores de la creación de la Escuela de Aviación
Nacional fue Arturo Escario, piloto paraguayo recibido en la Escuela
“Cuatro Vientos” de España.
En agosto de 1919, el Tte. 1º Barco De Riseis, miembro de una Misión
Militar italiana intentó unir en un solo vuelo Buenos Aires con
Asunción, pero por problemas mecánicos tuvo que acuatizar en el
Paraná, donde esperó otra máquina para completar su viaje, el 15 de
agosto, lo que constituyó un novedoso acontecimiento.
A su regreso a Buenos Aires, lo acompañó el embajador italiano
Comendador Rossi, quien, se propuso conseguir de su gobierno el
obsequio del avión con que De Risseis efectuó el vuelo.
El gobierno italiano donó al Paraguay dos hidroaviones “Loner R.3”,
máquinas estas que sirvieron de base para la formación de la Aviación
paraguaya. Una de ellas vino pilotada por Escario. El 30 de setiembre
de 1919 la nave partió de la hidrobase de San Fernando (R.A.), luego de
un dificultoso despegue se precipitó a tierra a un kilómetro mas
adelante en la isla “Pajarito”, falleciendo el piloto en el Hospital
“Petrona Villegas de Cordero” de San Fernando, el 1 de octubre de
1919.
Otros precursores de la aviación paraguaya fueron Francisco
Cusmanich, Vicente Barbero, Mateo Téllez, Atilio Ibañez Rojas,
Eulogio García, etc.
La primera Escuela de Aviación Militar se creó en febrero de 1923 por
el presidente Eusebio Ayala. Su primer director fue el sargento de
nacionalidad italiana Nicolas Bó.
COSTUMBRES
CHAMAME
El “Chamamé”, la muy gustada música correntina no es otra cosa que la
antiguamente muy bailada polea syryry.
La denominación de “chamamé” nació en Buenos Aires en 1930 con la
composición “Corrientes Poty” cuya música perteneces a Francisco
Pracánico y la letra a Diego Novillo Quiroga quienes quisieron darle el
nombre “polca correntina a lo que el músico compatriota Samuel
Aguayo se opuso y sugirió el nombre que actualmente lleva.
La palabra guaraní “chamamé” significa realizar una labor a la ligera,
sin mayor cuidado.
GALAS DOMINGUERAS
LA MATEADA
UN RARO “DIVERTIMIENTO”
“Rúa” es el nombre de una antigua tradición, que aún pervive en
algunas poblaciones y actualmente constituye una rareza. Antiguas
crónicas, como la de Juan Francisco Aguirre mencionan las “rúas”
como festividades carentes de carácter religioso, muy comunes en la
Asunción colonial, realizadas en alguna ocasión festiva por calles y
lugares públicos. Las mismas duraban varios días y comenzaban con
misas, rosarios y rogativas en iglesias y conventos. Eran días de
holgorio general. Los jóvenes rejoneaban toros y becerros, los jinetes
demostraban sus habilidades y las de sus montados, corrían carreras de
sortijas, etc. Todo al son de animada música.
Las fiestas continuaban durante la noche a la luz de fogatas y
luminarias. Las “rúas” (desfiles) generalmente estaban precedidas por
alegres “cambara’angá” al son de tambores, platos y chirimías
provocando la admiración y el deleite del pueblo apiñado a lo largo de
las calles.
Actualmente, en el mes de junio, se puede disfrutar de las “rúas” en
algunas compañías de Altos donde los pobladores preparan la “fiesta”
con empeño y esmero.
COSTUMBRES FUNIEBRES
Muchas son las costumbres o ritos que la gente de pueblo tiene en
cuenta cuando muere una persona. Por ejemplo, que el “velorio”
sobrepase la noche demuestra cariño hacia el extinto. De ocurrir lo
contrario se está revelando poco aprecio y falta de piedad hacia el
“finado”.
Entre las otras costumbres están la de bañar al finado, peinarlo, cortarle
las uñas, afeitarle -si es varón-, cerrarle los ojos, etc.
Frecuentemente, a la vestimenta del difunto se le agrega el cíngulo, al
que llaman coró. Este cordón debe llevar nueve nudos -hechos por los
parientes- si el muerto es casado y siete si es soltero.
La cama del muerto no debe ser usada hasta después del novenario. Las
sábanas y las ropas se lavan recién a los cinco días del deceso.
Para que el muerto no tenga sed, se coloca debajo del féretro un vaso
conteniendo agua. Hay que tocar el cadáver para dejar de temerlo y no
soñar con el muerto. Cuando el féretro es trasladado, primero al templo
y luego al cementerio, hay que llevarlo con los pies hacia adelante, para
que vea su futuro camino. El toque de campanas es muy valorado. Si es
ánima se toca el doble, si es angelito, el repique. El féretro debe entrar
en el templo, de lo contrario el alma del difunto no se salvará. Al llegar
al cementerio, se coloca el cajón frente a la cruz mayor, se destapa para
ver y llorar al muerto, se le sacan las ataduras porque debe llegar libre
delante de Dios, igualmente se procede a sacarle el “crucificado”, se
baja el ataúd en la fosa, cuidando que no dé la “espalda” a la cruz
mayor, de ser posible debe “mirarla”.
Al depositar el ataúd en la fosa, los parientes y amigos tiran un puñado
de tierra sobre el cajón, de esta manera se cumple, simbólicamente, con
el mandato de enterrar a los muertos.
La cantidad de gente que “acompaña” a un muerto es el parámetro en
que se mide grado de aprecio que el difunto supo ganar en vida.
UN APERITIVO INDIGENA
Según un estudioso de la cultura paraguaya, el mate amargo “tomado
sin ninguna adición, es francamente aperitivo, en lo cual difiere del café
y el té”.
En nuestras campiñas, es común observar que la gente toma mate poco
antes del almuerzo, aunque el calor agobie. El mate amargo prepara el
estómago para recibir los alimentos, y a las glándulas salivares para que
funcionen normalmente.
Esto se debe a que “la acción neutralizadora inmediata que el líquido
tónico desinfectante ejerce sobre los ácidos inconvenientes, malos
fermentos y residuos de la boca, esófago y estómago; y luego a la
rápida acción de la materia sobre el gran simpático y consecuentemente,
tan lógica como práctica, enseguida de tomar mate amargo, se desea
comer a diferencia del café que aleja el apetito o lo engaña”.
“MANO SANTA”
Según cuentan algunos memoriosos, en la ciudad de Sapucai vivió hace
muchos años una mujer llamada Epifanía Britos, quien murió muy
joven y protagonizó un extraño suceso: resucitó mientras era velada.
Según la tradición, mientras el cadáver de la niña era velado, ésta se
levantó de su ataúd y ante la incredulidad de su madre y parientes, les
habló diciendo: “No teman, Dios me envió de vuelta para curar a los
enfermos y necesitados”.
Luego de su resurrección, Epifanía abandonó su casa, yéndose a vivir
sola y dedicándose a ayudar a sus semejantes. Muy pronto su fama fue
creciendo y era grande la cantidad de personas que acudía a ella con la
esperanza de solucionar sus problemas, a tal punto que incluso las
autoridades -civiles y eclesiásticas- tuvieron que intervenir.
Su acción se vió prolongada a través de algunos “delegados”, como
Dolores Rudecinda Rios, quien trabajaba como tal en una ciudad
argentina.
MEDICINA INDIGENA
Contra la diabetes: cogollo de pindó; la cocción de la raíz del caraguatá;
el caajhe’e con cuyas hojas se endulza el té, el café, el mate y vale mas
que la insulina”.
Contra la malaria: el taperyvá, sus hojas y cortezas en cocción
“disputan el primer puesto específico a la quinina. Cuando esta fracasa,
la semilla no torrada del taperyvá produce efecto”.
Contra cálculos renales: algunas de las nueve plantas que los guarani
utilizaban, citamos el ca’arurupé y el mboi rembi’u.
Las hojas del ca’arurupé y las raíces del mboi rembi’u cocidas y
tomadas como té, disuelven los cálculos infaliblemente.
Contra la uremia, ybyra-tai. “combate la toxicación urémica, elimina
hasta 2, 69% del sudor, siendo lo normal o,48%”. Contra las embolias,
pynó y caa-piquy. Sus infusiones evitan el coágulo de la sangre.
BAILE YMA
En épocas pasadas los bailes eran anunciados con estruendos de cohetes
y “mbocabichos” Para sufragar los gastos de las fiestas, se hacían
colectas entre los probables contertulios y algunos, los mas pudientes,
regalaban una vaca o pagaban la orquesta.
La noche de la fiesta llegaban las mujeres -al lugar del baile- luciendo
sus “yeguacá”, de “raída potí” o “kyguá verá”. Un numeroso público se
acercaban a “tironear” y distraerse a costa de los “paquetes”.
Los bailes -que comenzaban a las ocho de la noche y terminaban a las
doce, aunque algunas veces se extendían hasta la una de la madrugada-
eran amenizados por orquestas de tres, cuatro o cinco músicos, en
algunos casos, dirigidos por algún maestro francés o italiano. Las
músicas ejecutadas eran valses, habaneras, mazurcas, cuadrilla-lancero
y el popular kyre’y. Hacia 1912 comenzaron a escuchar -y a bailarse-
los tangos argentinos.
Los bailes de antes, no eran muy animados como los de ahora, entre una
música y otra había un lapso de unos diez minutos. Las bebidas
consumidas eran ofrecidas por el dueño de casa o los miembros de la
comisión del club organizador. Para las damas, champaña o vinos
dulces y para los caballeros, vermout, “pemot” o cocñac, aunque
generalmente los caballeros y jóvenes salían a la calle a tomar sabrosos
“ponches” a base de cogñac, huevo y canela, o cerveza de la marca
“chancho” (inglesa) en envase de barro caolín cocido.
Otro detalle curioso es que se realizaban, a la vez, por lo menos tres
bailes: el de “sociedad”, el de “segunda” y el de “tercera” o “popular”.
Con el tiempo, los sectores sociales fueron acercándose y los distintos
bailes se realizaban en un mismo salón, separados por sillas, donde los
de una clase social no pasaban al otro lado porque no querían y los de la
otra porque no podían. La costumbre de cobrar el derecho de entrada a
los bailes, “democratizó” los mismos.
BALITA-BALITA”
Uno de los juegos infantiles, que de a poco va perdiendo vigencia -al
menos en los centros urbanos- es el de la “balita-balita”.
Las alegres rondas infantiles alrededor de un “jhoyo” son siempre
recordados con cierto halo de añoranza por las personas que van
cargando años encima.
Además de ser un juego donde vale mucho la destreza de los dedos,
agudiza los reflejos y despierta el ingenio. Pero jugar “balita-balita”
tiene sus reglas, algunas de ellas son:
El “yordo”: es cuando, además de “picar” la bolita contraria, la otra
queda a una distancia no mayor de una cuarta.
El “cuareá”: cuando una de las bolitas queda a cuatro dedos de la otra.
El “cuartí”: También conocido como “uñí”, cuandó queda a una cuarta
del hoyo; da derecho a repetir la jugada.
Una variante de este juego es el “balita curtú”, muy en boga algunas
décadas atrás, cuando el premio consistía en el papel envoltorio de los
caramelos “Culturales”, que tenían impresos los retratos de héroes,
artistas y deportivas.
TRANSPORTES
EL TRANVIA
El viejo tranvía, elemento inseparable del paisaje capitalino, que aún se
mantiene con sus traqueteantes coches y gastadas vías, conoció alguna
vez, épocas mejores.
El servicio contaba con varias líneas que cubrían diversos barrios
asuncenos: la 5 y la 2 iban del Puerto a los Tribunales, la 10 del Centro
a Villa Morra, la 4 a Puerto Sajonia y otra a San Lorenzo, pasando por
Villa Aurelia.
Además de los tranvías mixtos, que circulaban con acoplados
trasportando a vendedoras del ‘mercado guazú’ (frente al Hotel
Guaraní), la Compañía Americana de Luz y Tracción (C.A.L.T),
propietaria de los tranvías, ofrecía también servicio fúnebre hasta el
cementerio de la Recoleta. Pintoresco espectáculo en el que el cortejo
era encabezado por los deudos, mientras que el finado iba atrás en una
carroza remolcada por el tranvía.
SOBRE RIELES
El protagonista principal del Paraguay de los años ‘90 del siglo pasado,
fue el Ferrocarril. En 1889 se vendió a la compañía “The Paraguayan
Central Railway Company Limited”. Ese mismo año se otorgó al Sr.
Leonce Modave de Masogne la explotación de una línea de ferrocarril
que saliendo de Asunción y pasando por Arroyos y Esteros e Ygatimí
llegue al puerto de San Francisco do Sul (actualmente conocido como
Santos) sobre el Atlántico.
Igualmente se otorgó al Sr. Antonio Peláez la concesión para explotar
una línea desde Villa Franca hasta Bella Vista, que debió pasar por
Carapeguá, Ybytymí y San Estanislao.
Un sindicato de capitalistas contrató una línea de ferrocarril para unir
Villarrica con Pilar pasando por Villa Florida y otra línea desde Villa
Florida hasta Paraguarí.
Por su parte el Sr. Campbell P. Ogilvié fue autorizado por el gobierno a
prolongar su línea de tranvías de Villa Morra hasta San Lorenzo.
¿Qué pasó con todos éstos proyectos? Como se ve, es una costumbre
muy paraguaya hacer las cosas a medias.
CONDUCIENDO AUTOMOTORES
El primer registro que habilita a conducir motocicletas fue expedido el
13 de octubre de 1947 al ciudadano paraguayo Ramón Donna (foto),
domiciliado entonces en la calle Jejuí N 328.
Por ese registro se habilitaba al señor Donna a guiar la bicicleta con
chapa Nº 270 de marca “Indian” de su propiedad.
En los registros de conducir expedidos en la década del 40, se
especificaba taxativamente el tipo de automotore a conducir.
Por ejemplo, en un registro de 1944 dice: “Se halla autorizado para
guiar el autovehículo Nº 153 azul, Marca Buick, motor 2.459.403”.
El hecho de conducir un vehículo que no respondía, aunque sea, a una
de las especificaciones señaladas en el documento, implicaba una
flagrante infracción de las disposiciones entonces vigentes.
EL TRANVIA DE BAZZANO
En las cercanías de la ya mencionada “Teresa ila”, pero sobre
Independencia Nacional, estaba el almacén “Bella Vista”. Este
establecimiento, aparte de ser la despensa del barrio, contaba con una
cancha de bochas que la hacía muy frecuentada por los parroquianos.
Algunos metros mas allá del almacén “Bella Vista”, comenzaba una
pronunciada pendiente, la que debía sortear el tranvía a mulitas de don
José Bazzano. En la cima de la mencionada pendiente, casi siempre un
mita’i hacía de cuarteador con una mula, para el ascenso del tranvía.
El motorman del tranvía hacía sonar un turú con insistencia para
hacerse escuchar por sus posibles pasajeros.
Tan “veloz” era el tranvía, que en su ascenso por la mencionada
pendiente, “uno podía bajar, conversar y tomarlo nuevamente sin
miedo”.
LOS POTEZ 25
El 6 de octubre de 1929, llegaron a nuestro país los primeros aviones
Potez 25, tipo Colonial, de destacada actuación en la contienda
chaqueña.
La compra de siete aviones fue contratada con la Societé Henri Potez de
Francia el 10 de enero de 1928.
Los aviones eran biplazas y tenían autonomía de vuelo de siete horas.
Estaban equipados con cuatro ametralladoras y un lanza bombas debajo
de cada ala inferior, con capacidad para 24 bombas de 10 hilos cada
una.
Su velocidad era de 200 km/hora y el “plafond”absoluto era de 7.400
metros. Por su actuación en la guerra con Bolivia, estos aviones
recibieron la “Cruz del Chaco” el 26 de julio de 1939.
PRODUCCION
EL CARUMBE-I
El Ing. Gustavo Crovato, jefe de la Oficina Química Municipal, tuvo
interesante participación en la defensa nacional durante la guerra del
Chaco. Entre otras cosas, fue el creador de los famosos ‘Carumbé-í’,
granada de mano de fabricación nacional. La fundición de esos
materiales bélicos se realizó en el establecimiento del señor Gaspar
Gadea y colaboraron el señor Emilio Volpe, el Ingeniero Zimoswki, a
mas de otros funcionarios de la Oficina Química Municipal. Una vez
confeccionadas las granadas, fueron presentadas al Jefe del Estado
Mayor, TCnel. Juan E. Ayala, quien a su vez las envió al jefe de los
Arsenales de Guerra y Marina Cap. José Bozzano.
Una vez hechas las pruebas, que resultaron exitosas, fueron fabricadas
en cantidad para el Ejercito en Campaña, en donde prestaron valioso
servicio.
ASERRADEROS A VAPOR
El primer aserradero mecanizado fue introducido al país en 1883, por la
firma Uribe & Cía., y estaba destinado a la producción de durmientes y
tanino de quebracho.
Estas instalaciones, posteriormente fueron adquiridas por la firma
Carlos Casado.
Otros aserraderos fueron Instalados en el país por inmigrantes italianos
como los Portalupi, Fassardi, Scala, etc.
La empresa Scala llegó a producir en nuestro país, un veintena de
embarcaciones de mas de 250 toneladas.
SALADEROS
En 1891, se instaló en el país el primer saladero de carne. Estaba
ubicado en el pueblo de Cangó, actual Gral. Artigas (Itapúa) y era
propiedad del señor Héctor Bado. El propósito de esta industria era la
de proveer charque a los obrajes y yerbales del Alto Paraná.
El producto era transportado hasta su lugar de destino en una flota de 40
carretas.
Otros saladeros instalados en la época fueron el Saladero Risso, de
Concepción (1901), que luego fue vendido a la Societé La Fonciére du
Paraguay; el Saladero de Villa Concepción (1903) y el de San Salvador
(1903).
EL TANINO
La elaboración del extracto de quebracho o tanino comenzó en el
Paraguay a fines siglo pasado. Una vez conocido el producto, su uso se
generalizó en EE.UU. y Eurpa. Estos países contaban con vegetales
curtientes inferiores (algunas especies de robles) para el tratamiento de
pieles y cueros. La producción en gran escala del tanino comenzó en
nuestro país con la instalación del establecimiento industrial de Carlos
Casado en 1889. Posteriormente, otras empresas como las de Puerto
Sastre, Puerto María y Puerto Max (1905), Puerto Pinazco y Puerto
Guaraní (1910) instalaron sus fábricas, uniéndose a la explotación del
codiciado extracto de quebracho.
UN PRECURSOR
En 1837 llegó al Paraguay, comisionado por el Museo de Historia
Natural de París, el químico y botánico francés Ernesto Balanzá.
Radicado en el Guairá, se dedicó a la destilación de flores de naranjos,
obteniendo el oleum neroli. Debido al elevado costo de explotación del
productos con las hojas del naranjo agrio, del cual obtuvo esencia de
“petit grain” de alta calidad.
El señor Balanzá, con un rustico alambique, se convirtió en el precursor
de una industria que, en su momento, llegó a dominar el mercado
mundial de “petit grain”.
UN PAPEL CRIOLLO
A pesar de los graves contratiempos ocasionados por la guerra contra la
triple alianza, el país debía seguir funcionando como tal. Uno de los
principales obstáculos para ello fue la grave falta de papel causada por
el bloqueo que sufrirnos durante la larga contienda.
Ante esta situación, el mariscal López ordenó al ingeniero Roberto von
Fisher Treuenfeldt la fabricación de ese importante elemento.
Para tal efecto, el mencionado técnico instaló en el edificio del
Ferrocarril algunas máquinas construidas en el Arsenal y estudió la
posibilidad de fabricar papel a partir de algunos vegetales.
El que mas satisfizo las exigencias y mejores resultados dio fue el
“caraguatá”. El procedimiento adoptado para la fabricación de papel -
desde mayo de 1868- fue le siguiente: Durante cierto tiempo se
colocaba las hojas en agua. Para desechar las partes no fibrosas se las
golpeaba y se las blanqueaba cociéndolas en cloro y luego en agua
limpia (a falta de cloro se utilizaba jugo de naranja agria).
Posteriormente se hacía una masa -a máquina-, la que mezclada con
cola se tamizaba. La masa que quedaba sobre el tamiz se pulía
pasándole cilindros calientes.
Para que el papel fuera enteramente criollo, no se utilizó ningún tipo de
lienzo viejo, sino las fibras del “caraguatá” y del “ybira”, además de
otros vegetales.
LA PRIMERA EXPORTACION
A mediados del siglo XVI, se realizó la primera exportación de
productos paraguayos que consistió en cueros de venado curtidos “a
nuestro modo” y su destino fue Sevilla.
PERSONAJES
PRESIDENTE POR PARTIDA TRIPLE
El 21 de febrero de 1877, nació en Caazapá el doctor Félix Paiva,
presidente de la Republica del Paraguay desde el 17 de agosto de 1937
al 15 de agosto de 1939.
El Dr. Paiva fue el único ciudadano paraguayo que llegó a ser
presidente de los tres poderes del Estado, claro que no al mismo tiempo
ESTIGARRIBIA
El 15 de agosto de 1939 asumió la Presidencia de la Republica, a los 51
años de edad, el general José Félix Estigarribia Insaurralde. Sucedió en
la primera magistratura del país al Dr. Félix Paiva, el último civil de
extracción “liberal” que ocupó la Presidencia de la República.
Desde que en 1912 el Presidente Eduardo Schaerer oficializó el 15 de
agosto como fecha de toma de mando, Estigarribia fue el primer militar
que asumió un mandato constitucional.
MAESTRO ICHILO
Según el escritor paraguayo don José Fernando Talavera, uno de los
primeros recopiladores de canciones populares de nuestro país fue el
maestro Ichilo (Isidro Benítez), quien, a principios del siglo pasado,
recopiló varios “purajhey ocara”.
La inquietud que movió al maestro Ichilo a documentarse, lo llevó a
formar –junto con los de su propia cosecha- un frondoso repertorio con
las características musicales de la época: “compás de seis por ocho y
simplicidad melódica, caracterizada por cierto aire nostálgico de
particular sello campesino”.
El maestro Ichilo fue un músico de pura extracción popular con su
trabajo de recopilador, convirtió su nombre en un hito importante en el
estudio de nuestra música nativa y lo ligó a la historia musical de
nuestro país en el mismo nivel de otros estudiosos como el maestro
Silvano Mosqueira, Nonón Domínguez, etc.
MENA BARRETO
El cadáver del general brasilero Juan Manuel Mena Barreto, muerto
en la batalla del 12 de agosto de 1869, fue enterrado, al día siguiente
al lado derecho del altar mayor del altar mayor de la Iglesia de
Piribebuy. Probablemente, algún tiempo después, sus restos fueron
llevados al Brasil.
LA MUERTE DE FRANCIA
A las 13,30 del 20 de setiembre de 1840, fallecía el Dictador
Perpetuo de la República del Paraguay, Dr. José Gaspar Rodríguez
de Francia.
Cuando se conoció la noticia las calles cercanas a la Casa de
gobierno se colmaron de pueblo”.
El nuevo gobierno -para tranquilidad pública- ordenó a las
autoridades de la campaña, no comunicar inmediatamente la noticia
a la población.
Las exequias se celebraron con gran solemnidad y los restos
mortales de Francia fueron sepultados en la Iglesia de la
Encarnación, de donde inexplicablemente desapareció años
después.
Cuando el general José Gervasio Artigas se enteró de la muerte del
Dictador se descubrió y dijo: El Dictador ha muerto. Pero su sombra
seguirá flotando por mucho tiempo sobre el Paraguay”.
UN FRANCES MIJLTIFACETICO
El primer misionero jesuita de origen francés que llegó al Paraguay
fue el Hermano Claude de Fleurs, también conocido como Claudio
de Flores.
El misionero, que llegó en 1608, recorrió todas las reducciones
Jesuíticas y murió en Santiago del Estero el 26 de enero de 1660.
Además de su condición de religioso, Claude de Fleurs fue un
destacado arquitecto y era conocida su habilidad como carpintero,
albañil y tonelero.
LOPEZ
El 12 octubre de 1936 fue depositado en el entonces recién
terminado Panteón Nacional el cuerpo del Mariscal F. S. López
junto con el de un soldado desconocido. Los restos del Mariscal
fueron encontrados gracias a los oficios de don Romualdo Irigóyen
-vecino de Concepción, niño aún durante la guerra- y de un
vaqueano de apellido Ovando.
ENCUENTROS DE POST-GUERRA
El 15 de junio de 1935, en vuelos realizados con destino a Villa
Montes, para el traslado a ese punto de los miembros de la
Comisión Militar Neutral, los tripulantes de una nave paraguaya, el
Mayor José Atilio Migone y los capitanes José María Fernández
-también llamado por sus subalternos José Misterio Fernández por
su peculiar manera de ser- y Víctor Vallejos, fueron los primeros
paraguayos que llegaron a territorio ocupado por Bolivia tras el cese
del fuego.
¡POR FIN!
El 22 de junio de 1876, las fuerzas brasileras de ocupación
abandonaron la ciudad de Asunción. El acontecimiento se produjo
en medio de un inmenso júbilo nacional.
Sumándose a la alegría que el suceso motivó, el gobierno del
presidente Juan Bautista Gill promulgó ese mismo día una ley del
Congreso que declaraba feriado esa fecha. Las fuerzas de ocupación
estuvieron en Asunción desde el 5 de enero de 1869, y desde el
primer día de su presencia gravitaron grandemente en todos los
ordenes de la vida nacional, a la vez que se encargaron de coartar el
libre ejercicio de nuestra soberanía.
UN ACTO SOLIIDARIO
En los primeros meses de 1861, un violento terremoto sacudió a la
ciudad argentina de Mendoza. Este suceso causó honda impresión
en la sociedad paraguaya, tanto que el gobierno del presidente
Carlos Antonio López dispuso, el 5 de mayo de ese mismo año, el
envío de un aporte de 1.000 onzas de oro por intermedio del cónsul
general del Paraguay en la ciudad de Paraná, José Rufo Caminos,
para ser puesto a disposición del gobierno argentino, en auxilio de
los damnificados.
Debido a que las arcas del Estado en ese entonces, estaban bastante
escuálidas, el mismo presidente tuvo que poner de su propio peculio
la mencionada cantidad de dinero, la que le fue devuelta el 30 de
setiembre de ese mismo año.
EL 12 DE OCTUBRE Y EL PARAGUAY
La fecha del 12 de octubre es importante para el Paraguay no solo
por el descubrimiento de América. Otros acontecimientos
importantes tuvieron lugar en esa misma fecha pero en diferentes
años. Así por ejemplo, el 12 de octubre de 1811, el tratado firmado
con la Argentina consagró la independencia nacional. Con este
tratado, el primero de paz, de amistad, de alianza y de libre cambio,
se iniciaron la vida diplomática y el derecho internacional entre las
dos primeras naciones sudamericanas.
Dos años después, el 12 de octubre de 1813, el Congreso realizó,
solemne y categóricamente, su Declaración de Independencia y
aprobó su Reglamento de Gobierno considerada primera
Constitución Nacional.