Explicación de las circunstancias sociopolíticas y culturales que hicieron posible el nacimiento del pensamiento racional en Grecia
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EL NACIMIENTO DE LA FILOSOFÍA EN GRECIA
Podemos dar una primera definición de filosofía como aquel modo de
conocimiento que surge cuando se abandona el mito, y se sustituye por una explicación racional. El estudio del origen del saber filosófico exige dar respuesta a esta cuestión: ¿Por qué este fenómeno cultural, (a saber, el abandono de las explicaciones mitológicas y su sustitución por un modo de explicación absolutamente original, la explicación racional o “logos”), se produce en Grecia y no en otras civilizaciones antiguas, tan evolucionadas o más que la griega, como la egipcia, mesopotámica o china?, es decir ¿qué tiene de peculiar la cultura griega, para que en su seno se pueda producir un cambio de mentalidad tan trascendente?
Para resolverla vamos a dar un breve repaso a las características
fundamentales y distintivas de la cultura griega. La filosofía nace en Jonia, región de la antigua Grecia que comprende la actual costa turca y algunas islas del Mar Egeo. La aparición de la filosofía se produce en el siglo VI a. d. C. En esta época la civilización griega está sufriendo cambios importantes en el ámbito político, la antigua sociedad aristocrática y guerrera, dividida en una clase social superior, aristocrática y una inferior formada por artesanos, agricultores y comerciantes, es sustituida por una sociedad democrática, en la que no hay ciudadanos superiores o inferiores. En estas ciudades-estado de las colonias de Jonia, todos los ciudadanos son considerados iguales ante la ley social o “nomos”. Todos los ciudadanos libres, habitantes de la polis, deben someterse a los designios del “nomos”. Los protagonistas de este cambio político son los comerciantes, la zona de Jonia es una encrucijada de caminos, su estratégica situación geográfica, entre los grandes imperios de la época, hace posible que florezcan los intercambios comerciales. Los comerciantes, con un poder económico cada vez superior, exigen que se les reconozca también un poder político, siendo los principales promotores del cambio desde el sistema aristocrático al democrático. La acumulación de la riqueza en las prósperas ciudades de artesanos y comerciantes de la Jonia, tuvo dos consecuencias que influyeron decisivamente en la aparición del pensamiento filósofico: - La aparición de la moneda (una forma de acumular riqueza que ahorra espacio y evita los problemas que causa el almacenamiento de bienes en especie), esto fomenta el intercambio ajustado a normas objetivas y basadas en cálculos abstractos. - El aumento del tiempo de ocio, ya que la riqueza permite la compra y el mantenimiento de un gran número de esclavos. Este tiempo de ocio se dedica al estudio, la reflexión y el intercambio de ideas. Por último hay que destacar, como rasgo original de la cultura griega, la ausencia de una casta sacerdotal fuerte, la inexistencia de un poder social y político centralizado, y la carencia de un libro sagrado común, que recoja los dogmas religiosos fundamentales. Por otra parte, seguramente sería en esta época, y debido a los intercambios comerciales, un momento de mezcla e intercambios culturales. En este ambiente de diversidad y pluralidad de ideas, es lógico imaginar que los intelectuales de la época empezasen a vislumbrar la posibilidad de explicar la naturaleza sin tener que recurrir a la hipótesis de unos dioses creadores. En cuanto a la segunda cuestión, las diferencias entre explicación mitológica y racional, hemos de tener en cuenta que por “mitológico”, no solo se entiende un modelo de conocimiento de la realidad, cuyas características ya hemos estudiado anteriormente, sino que también se hace referencia a la mentalidad, a la actitud intelectual de las personas que creen en los mitos. En efecto, desde la perspectiva de las sociedades arcaicas, según la cosmovisión que ofrecen los mitos, el universo es una realidad misteriosa, cuya dinámica y funcionamiento resulta inescrutable ante los ojos humanos, ya que su funcionamiento depende de la voluntad de los dioses, y esta última no responde a la lógica humana. Para el hombre que cree en los mitos, los acontecimientos naturales son tan imprevisibles y arbitrarios, como los antojadizos deseos de los dioses. Por eso el futuro resulta impredecible y en consecuencia, el destino de los hombres es inimaginable, nuestra vida está a merced de los dioses y nada podemos hacer para mejorarla. Por otra parte, al relatar historias sagradas, los mitos son incuestionables, sus contenidos se mantienen de forma dogmática ¿cómo vamos a poner en cuestión los designios divinos?. Los mitos no pueden ser criticados ni cuestionados, por lo que van a permanecer siempre igual. Esta claro que esta mentalidad se opone y hace imposible una explicación racional de la realidad. En definitiva, la creencia en los mitos es incompatible con el desarrollo del conocimiento filosófico y científico. Pues bien, al poner en relación su universo mitológico con las creencias de otras culturas, los griegos de la Jonia comercial e intercultural, se dieron cuenta que los dioses que para ellos eran verdaderos, eran falsos en otros pueblos, y viceversa. En el siglo VI a. d. C. Toma cuerpo la idea de que es posible que no existan dioses, y de que la naturaleza puede conocerse sin necesidad de recurrir a mitologías. Si los dioses no existen, podemos entender el universo como un cosmos, es decir, una totalidad ordenada por leyes que nuestra razón puede desentrañar. A partir de este cambio de mentalidad que supone, el rechazo a las explicaciones mitológicas y el nacimiento de la búsqueda racional de las leyes de la naturaleza, va a ser posible el establecimiento de un nuevo modo de saber, racional, frente a la irracionalidad de los mitos y crítico, frente al dogmatismo de las escuelas mitológicas.