Ensayo. Catalina Cuadros
Ensayo. Catalina Cuadros
Ensayo. Catalina Cuadros
Tal vez en ese momento donde la nada lidera tu vida, donde lo material desaparece y
donde te sientes desprotegido, sea el mejor momento para reflexionar sobre tu vida, sobre
tus acciones, sobre lo que no hiciste por creer que aun tenias mucho tiempo para ello, a
las personas que heriste creyendo que iban a estar siempre para ti, a las personas que
amaste porque ahora te duelen, duele lo lejos que están y duele que jamás las volverás a
tener cerca.
Esa imagen aterradora de un mundo entero para ti, en silencio, cubierto de soledad,
haciéndote sentir pequeño, como un bebe recién nacido sin los brazos de su madre. No
huele a nada, no suena nada, no hay nada…solo un vacio total, solo un silencio total; una
imagen a blanco y negro que te pasa por la memoria los momentos más felices y los más
tristes de tu vida, mientras las lagrimas de lo que fue y de lo que pudo ser ruedan por tus
mejillas cayendo en cámara lenta, repletas de dolor.
En ese momento en donde crees que lo que deberías hacer es sacarle el mayor provecho
a estar solo, a viajar, a soñar, a probarte todos los vestidos y zapatos de las vitrinas sin
importar el precio o el modelo porque nadie va a estar allí para criticarte; en ese momento
es cuando empiezas a extrañar, extrañas a tu familia, a tus amigos, a tus compañeros del
trabajo, pero sobre todo extrañas a esa persona que amas, a la que le entregaste tu
corazón y con la que te gustaría experimentar todas esas emociones, extrañas sus
abrazos, sus besos y sus caricias, extrañas su voz, extrañas su presencia y piensas en
todas las cosas hermosas que pudieras haber vivido con ella si el infortunio no te hubiera
puesto esa mañana como el ultimo habitante del planeta.
Tu día anterior tal vez fue lleno de afanes, sin sentimientos más que rabia por los
trancones o desespero porque vas a llegar tarde, de pronto no le diste los buenos días a
tu mama o ni llamaste a tus hermanos para saber cómo estaban….el día anterior donde
piensas que nada va a suceder, que todo va a seguir igual, que al otro amanecer los va a
tener a todos en el mismo sitio y con una sonrisa para ti. Lo contrario pasaría si supieras
lo que va a ocurrir, tratarías de reunirte con aquellas personas que no ves hace años,
llamarías a tus compañeras del colegio que algún día fueron tus mejores amigas y les
recordaras los momentos tan hermosos que vivieron juntas, llamaras a tu familia y
abrazaras a los que tengas cerca, perdonaras a los que te hicieron daño y le pedirás
perdón a los que heriste; darás de comer al mendigo que está en la calle y no serás
indolente ante el dolor ajeno. Le dirás millones de veces TE AMO a la persona que
comparte contigo los sueños, las ilusiones, las ideas…..le darás miles de besos y no
querrás soltarte ni separarte de ese ser, mientras esperas con impaciencia y un gran nudo
en el estomago el próximo día.
¿A dónde ir?, ¿Qué visitar?.....Paris, Roma, Australia, el Caribe, África…esos lugares con
los que soñaste a los que juraste no te morirías sin ir a ellos, no tienes limites, el mundo
es tuyo, puedes viajar y soñar…..o tal vez preferirás ir a la casa de tus abuelos, a tu
colegio de primaria, a tu bachillerato, a la casa de tus amigos….recorres cada paso y
cada lugar con la esperanza de encontrarlos y verlos de nuevo, recordando tu infancia, la
comida de tu abuela, el olor del salón de clase….intentas verlos pero no puedes, tu mente
está sumida en un estado de letárgica, de dolor, de impotencia y lloras de nuevo
suplicando que solo sea un día, que pase rápido, que no te gusta estar solo así las
personas que existieron hubieran dicho que la soledad es la mejor compañía…..tu odias
la soledad….odias no hablar con nadie, odias no pelear con nadie, odias no amar a
nadie…..
Después de visitar esos lugares te pones a pensar en soluciones, en cómo hacer para
retroceder ese efecto indeseado………..oras, clamas y suplicas….pides perdón por tus
acciones lesivas al medio ambiente, pides perdón por tus errores y prometes que de
ahora en adelante tu vida va a cambiar; juras que a un lado queda el egoísmo, que
sembraras arboles y salvaras ballenas…..crees que así todo pasara…pero sabes que
cuando todo regrese a la normalidad tu también lo harás y se te olvidaran las promesas y
los juramentos.
Ser el ultimo habitante del planeta no es una sensación de felicidad, no genera ganas de
vivirlo, pero en el fondo te gustaría que todos lo vivieran para que el mundo sufra una
transformación, deje a un lado la violencia y el materialismo y se sumerjan en el mundo de
las posibilidades y las oportunidades donde prevalece la vida y el amor por encima de la
guerra y la maldad.