El Cine Argentino Clásico - Alberto Tricarico
El Cine Argentino Clásico - Alberto Tricarico
El Cine Argentino Clásico - Alberto Tricarico
Alberto Tricarico
Tricarico, Alberto
El cine argentino clsico. - 1a ed. - La Punta : Universidad de la Punta, 2013.
E-Book.
ISBN 978-987-1760-06-0
1. Cinemaografa. I. Ttulo
CDD 778.5
Fecha de catalogacin: 12/03/2013
Coordinacin de contenido
Daro Caldern
Edicin
Gabriel Sindoni
Seleccin de imgenes
Melina Manzur
Coordinacin de Diseo
Roco Jurez
1 edicin
ISBN: 978-987-1760-06-0
Universidad de La Punta, 2013
Queda hecho el depsito que establece la Ley 11.723
Libro de edicin argentina
No se permite la reproduccin parcial o total, el almacenamiento, el alquiler, la
transmisin o la transformacin de este libro, en cualquier forma o por cualquier medio,
sea electrnico o mecnico, mediante fotocopias, digitalizacin u otros mtodos sin el
permiso previo y escrito del editor. Su infraccin est penada por las leyes 11.723 y 25.446
Georges Simenon
ndice
Prlogo
Introduccin
El Cine Argentino del tiempo aquel
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Un poco de historia
El Proyecto de Pas
Manuel Romero
21
Mario Soffici
41
Luis Saslavsky
57
Daniel Tinayre
77
89
31
Carlos Schlieper
109
113
Otras Direcciones
121
Conclusiones
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Prlogo
As como realizamos, recientemente, un libro de historia y crtica de
cine mundial, atendiendo a cuestiones narrativas, estticas, simblicas
e histricas, ahora se nos plantea la necesidad de hacer uno similar, pero
con nuestro cine argentino. Rastreamos genealogas y nos remitimos un
poco a la historia del pas y su cultura, nuestra industria cinematogrfica,
investigando las cualidades del filme argentino a lo largo del tiempo.
La estructura del libro ser similar a la anterior, con hincapi en los autores y
las pelculas ms importantes de nuestra historia, los gneros ms caractersticos que se desarrollaron, los vaivenes de nuestra industria cinematogrfica.
Tambin seguiremos los pasos de nuestra historia humana como nacin y
como regin para encontrar algunos porqus de nuestro presente.
Nuestro cine ha tenido, entre los aos treinta y sesenta, una cantidad y
una calidad de filmes envidiables. Una industria prspera y una inmensa
cantidad de pelculas hechas por los ms grandes cineastas de habla hispana de los comienzos del sptimo arte hasta la fecha.
Nos proponemos realizar este trabajo desde la obra de una serie de directores que consideramos los ms importantes desde el cine mudo hasta los aos sesenta. Dejamos para una oportunidad futura el anlisis de
los ltimos cuarenta y tantos aos, cuando tengamos una perspectiva
distinta, ms distanciada.
Algunos realizadores sern tratados a partir de una pelcula, otros desde
sus temas, algunos de manera ms extensa, otros ms breve, algunos sern apenas nombrados. De todos los nombrados expondremos su filmografa completa al final del trabajo, de manera tal que el lector disponga
de ella para poder seguir el cine de cada uno.
La idea central del trabajo es valorar una etapa de nuestra historia cultural
fundamental que comienza en los aos treinta y finaliza a comienzo de los
sesenta. Durante este perodo, el cine realizado en la Argentina tuvo un valor
inconmensurable, el cual el presente libro intentar describir y fundamentar.
Es de vital importancia, para el seguimiento del texto, la revisin de algunos filmes (la mayor cantidad que se pueda) que mencionaremos, para
su mayor disfrute y comprensin de lo que sigue.
Alberto H. Tricarico
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Introduccin
El cine argentino del tiempo aquel
Creemos que es muy importante, al comienzo de este trabajo, dedicar
unas palabras al cine argentino clsico en general, para destacar la consistencia del cine de entonces, el mundo esttico de aquel tiempo, y las
temticas tangueras que pocos aos despus se unificaran en un proyecto de pas, ya trunco.
El primer perodo del cine clsico argentino, digamos la etapa preperonista, fue signado por unos cuantos realizadores que dejaron su marca
para lo que ms tarde fue denominada la Edad de oro del cine.
Autores como Manuel Romero, Francisco Mugica, Luis Moglia Barth, Carlos Hugo Christensen, Carlos Schlieper, Mario Soffici, Torres Ros, y Luis
Saslavsky, entre otros, han sentado las bases, a partir del sistema industrial de estudios, de un cine de lo mejor hecho fuera de Estados Unidos.
Desde el punto de vista tcnico (pensemos en el armado, la carpintera,
la prolijidad, el corte, la narracin toda), ninguna otra cinematografa del
mundo, excepto en Hollywood, claro est, era significativamente mejor
que la media de los filmes hechos en la Argentina. Todas las crticas epocales, digamos de carpintera del filme, que se le hacen hoy a cualquier
filme argentino de aquel tiempo, se le pueden hacer, sin temor, a cualquier otro filme hecho en aquel tiempo fuera de los Estados Unidos.
La variedad de gneros, el nivel de los actores, las producciones que se
exportaban al resto de Latinoamrica y Espaa, las temticas, hablan, sin
ms, de una industria cinematogrfica fuerte, que dej una huella muy
importante en todos nosotros, aunque, hasta ahora, lamentablemente,
no se ha podido continuar aquel camino.
Policiales como Fuera de la Ley (Romero, 1937), Con el Dedo en el Gatillo (Moglia Barth, 1939), Cita en la Frontera (Soffici, 1940), Historia de
Crmenes (Romero, 1942), dieron la base al gnero y apuntalaron a dichos directores a ms que fecundas obras.
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El melodrama argentino
Define Faretta al melodrama argentino: Nuestro
cine, en su gran poca clsica, logr acuar un gnero,
maniera o modo expresivo particular. Esta articulacin
expresiva implic toda una serie de elementos adventicios que dieron lugar a una simblica y econmica
singular. A este gnero, el melodrama argentino, lo he
definido desde hace ya algunos aos como una maniera para decirlo en forma sucinta que implica todo
aquello que generalmente se predica sobre el melodrama pero con el plus de una caracterstica esencialmente
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A este estilo hay que agregarle algunos otros condimentos para entender el gran cine de aquel tiempo.
Primero, su temprana decisin industrial, siguiendo
ciertos cnones universales del modelo hollywoodense. Segundo, la calidad y cantidad de artistas
que se movieron alrededor del cine ya desde los
aos treinta y en adelante. Por otro lado, el tango,
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Exteriores en Estudios.
El Tango
El tango fue, desde principios del siglo veinte, una de
las distinciones ms preciadas de nuestra territorialidad, an en sus variantes previas. El cine clsico, digamos de 1935 a 1955, tiene como uno de sus sustentos
ms importantes al tango.
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En el tango hay, tambin, especulacin filosfica, matices religiosos, dignidad y honor, y toda una gama
temtica que ponen al hombre, al ser humano, a la
persona en situaciones que slo el arte es capaz de
resolver, o aunque sea plantear de modo certero.
Los Estudios
Los Grandes Estudios Cinematogrficos, creados en la
argentina durante la dcada del treinta, imitaron el modelo norteamericano hollywoodense, sobre todo en lo
que hace al troquelamiento de gneros que, como explicaremos, daba ms libertad y seguridad de trabajo a
los artistas (todo esto dicho por muchos de ellos). Tambin podemos hacer una analoga con lo que se llam
el starsystem en el cine norteamericano, y su correlato
en el cine nacional. Nombres como Estudios San Miguel, Argentina Sono Film, Lumiton, entre otros, son las
primera pelcula argentina en recibir un premio internacional (Copa de Plata del Festival de Venecia). Entre
los directores destacados que se desempearon para
Lumiton, se encuentran: Manuel Romero, Francisco
Mugica y Carlos Hugo Christensen. Los Estudios Lumiton se disolvieron en 1952.
Lumiton
Esta compaa es la que ms se identific con las producciones rpidas y precisas, con Manuel Romero
como artista estrella. Lumiton es aquel estudio que
promediaba las cuatro semanas de rodaje, que preproduca rpido, y tambin el estudio que muchos criticaban por la desprolijidad de alguno de sus productos.
Lumiton fue la primera productora de cine creada
en la Argentina en 1931. La productora instal sus
estudios en Munro, partido de Vicente Lpez, en el
cordn industrial del Gran Buenos Aires. Su primera
pelcula fue Los Tres Berretines (Enrique Susini, 1933),
que lanz a Luis Sandrini como primera estrella del
cine argentino, y que est considerada como fundadora del cine sonoro argentino, junto con Tango!
(Luis Moglia Barth, 1933) de Argentina Sono Film, estrenada una semana antes.
El estudio Lumiton produjo, en total, ciento ochenta
y cuatro pelculas, entre ellas La Chismosa (1938),
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de Dios Filiberto, Osvaldo Fresedo, Pedro Maffia, Edgardo Donato, Ponzio-Bazn y Juan DArienzo. Completa el
elenco el bailarn Jos Osvaldo Bianquet (El Cachafaz).
As, Tango! (1933) fue el primer largometraje de
la Sono Film, y fue tambin el primero con sonido
ptico del pas. Algunos autores sugieren que otros
filmes sonoros, usando la misma tecnologa, ya estaban terminados antes de que se realizara ste, pero el
hecho cierto es que fue el primero en estrenarse. Luis
Jos Moglia Barth dirigira ese mismo ao Dancing
(1933) otra pelcula musical sobre tangos, de la que
no se cuenta con copias actualmente.
La tercera produccin de ASF, tambin dirigida por
Luis Jos Moglia Barth, ser Riachuelo (1934), que terminara de consagrar a Luis Sandrini como estrella del
cine del momento. Este y otros estrenos fueron material de exportacin, llevados a Espaa. Dirigi tambin
para la Sono Film: Goal! (1936), Amalia (1936), Melodas Porteas (1937), Melgarejo (1937), El ltimo
Encuentro (1938), Senderos de Fe (1938), Doce Mujeres (1939), Una Mujer de la Calle (1939), Con el Dedo
en el Gatillo (1940), Huella (1940), Confesin (1940).
Entre estas se destaca Amalia, la primera versin sonora de la novela argentina de Jos Mrmol, y Con el
Dedo en el Gatillo, un policial de gnero de lo ms logrado. Hacia 1935 ms de un director debutaba en el
sonoro realizando pelculas para ASF. Arturo S. Mom,
que solo haba dirigido en 1930 un filme mudo, debutaba en el sonido dirigiendo Monte criollo (1935) un
thriller, con trabajada fotografa de Francis Boeniger
(quien tambin haba iluminado Riachuelo y volvera
a trabajar para la compaa) y escenografas de Juan
Manuel Concado. Volver a dirigir para la compaa en
1936 la comedia Loco lindo.
Tambin Mario Soffici diriga Alma del bandonen
(1935), un melodrama musical, de tono tanguero,
con Libertad Lamarque y Santiago Arrieta. Ms tarde
volver a dirigir para la ASF, durante los aos treinta:
Puerto Nuevo (1935), Cadetes de San Martn (1936),
Viento Norte (1937), Kilmetro 111 (1938), El Viejo Doctor (1939) y Cita en la Frontera (1940). En sus
primeros filmes no solo demostr un estilo poco comn para su tiempo, sino que ya anticipaba tambin
algunas de sus virtudes estticas. Hacia 1935 haca su
aparicin Luis Csar Amadori que diriga junto a Mario Soffici, Puerto Nuevo. Amadori vena del teatro y
era adems crtico de espectculos y compositor de
tangos. Luego dirigira numerosas producciones de
la Sono como El Pobre Prez (1936), Maestro Levita (1937), Madreselva (1938), Caminito de Gloria
(1939) y El Haragn de la Familia (1940). Todas sus
pelculas del perodo consistieron en relatos fluidos
e ingeniosos, comedias sentimentales y enredos de
personajes en tramas de compleja resolucin. En
1940, Amadori se converta en director de Argentina
Sono Film, estudios de los que luego llegara a poseer
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Pampa Film
Esta productora fue creada para La Fuga (1937) de Luis
Saslavsky, y cerrada justamente en 1948 cuando el propio Saslavsky deja el pas. Alberg producciones chicas,
de gnero, algunos productos de los que podramos llamar clase b. Populariz a fines de los treinta y a principios de los cuarenta a Mario Soffici con sus primeros filmes importantes. Varios directores pasaron por Pampa
Film, destacndose, entre otros, el gnero policial como
sello del estudio. Fue considerado uno de los cinco estudios grandes de la industria cinematogrfica argentina.
EFA (Estudios Filmadores Argentinos)
El EFA fue el gran estudio de comedias y, a la vez, un
estudio para filmes de clase b filmados a la sombra de
la Argentina Sono Film. Promovi entre otros al gran
Carlos Schlieper desde sus primeros filmes, gran parte
de su filmografa fue realizada desde EFA. Inici sus actividades en 1938, y cerr sus puertas definitivamente
a fines de 1953.
Estudios San Miguel
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Un poco de historia
El Proyecto de Pas
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El joven Pern.
El 4 de junio de 1943 se desata en nuestro pas una revolucin encabezada por una fraccin del Ejrcito argentino denominado G.O.U.
(Grupo de Oficiales Unidos), integrado por lo mejor de nuestras fuer-
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17 de Octubre de 1945.
El 17 de octubre de 1945 fue un da clave para entender hasta dnde se haba llegado y, sobre todo, lo
que vino de all en adelante. Pern fue encarcelado el
9 de octubre de 1945 en la isla Martn Garca por presiones de ciertos sectores del Ejrcito que no concordaban con muchas de sus polticas y alianzas. Unos
das antes del 17 de octubre haba sido trasladado al
Hospital Militar por enfermedad, y all se hallaba el
da que despus termin llamndose de la Lealtad.
Por la maana, una gran cantidad de trabajadores se
movilizaron hacia la Plaza de Mayo en Buenos Aires,
organizados por la CGT, a travs de muchos de sus
sindicatos, el Partido Laborista, y el trabajo ya incansable de Eva Duarte. Se aadi la espontaneidad de
muchos que se sumaron durante el da a las columnas movilizadas. Alrededor de las 23 horas de ese da,
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Pern futbolero.
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Eva Pern.
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La alegra del general Pern.
La proteccin de la industria cinematogrfica nacional estaba dispuesta y programada en varios sentidos. Por un lado, el fomento y el crdito, por el otro,
la obligatoriedad de las salas exhibidoras a proyectar
un mnimo de filmes producidos en nuestro pas, y
por ltimo, el incentivo protegido a la exportacin
de pelculas, que nuestra industria ya realizaba desde
algunos aos anteriores al gobierno peronista, pero
que desde la poltica industrial integral que puso en
marcha el Gobierno, la regulacin, el sostenimiento,
el apoyo, y el cuidado de los mercados externos, dio
un sitio ms que provechoso para que nuestros filmes (que no tenan nada que envidiarles tcnica ni
estticamente a ninguna otra cinematografa, excepto la norteamericana) fueran exhibidos en casi toda
Latinoamrica y en algunos pases de Europa.
Ya hablamos de la importancia de los estudios productores para nuestra industria cinematogrfica,
como para cualquier otra. Slo nos resta destacar,
que en medio de los tumultuosos aos cuarenta, y de
lgicas peleas y deseos de imposicin, los estudios
negociaron provechosamente con el gobierno peronista de entonces, y la mayora de ellos se encuadraron en ese proyecto de pas.
El desarrollo de la actividad estuvo signado por muchas irregularidades, muchos altibajos, mucha mancha
propia de la disputa por el poder. Pero se llev a cabo
un cine ejemplar, se recuper internacionalmente, se
sigui exportando, se solucionaron los problemas con
el material virgen (la industria norteamericana no nos
venda despus del triunfo de Pern, pero el bloqueo
ms que ideolgico o poltico era porque nuestro cine
ya pintaba para hacerles sombra a ellos), se film, nuestro cine fue visto por millones y millones de espectadores en todo el mundo, y dentro de la mirada local fue
ms que aceptado y aplaudido por nuestro pblico.
Vamos a cerrar este captulo con algunas reflexiones
acerca del texto de Clara Kriger Cine y Peronismo,
dando nuestras apreciaciones en base a las rigurosas
investigaciones de la autora.
Lo primero que hay que resaltar es la relacin entre
el Estado y el cine en nuestro pas en las cuatro diferentes etapas que tomaremos a continuacin. Desde comienzos del mudo hasta 1933 absolutamente
nula. El estado nacional estaba ausente de cualquier
cuestin artstica en general, y cinematogrfica en
particular. Desde 1933 a 1943 se empez a prestar
un poco ms de atencin a la insipiente industria
pero no ha sido importante el aporte estatal en estas
cuestiones. Como que la industria del cine comenz
a desarrollarse sola, sin demasiado apoyo. De hecho,
en 1938, el senador Snchez Sorondo presenta un
primer proyecto de ley para el cine y la regulacin
de la industria, y fracasa ah mismo en el Congreso.
A partir de 1941, comenzamos a tener los primeros
problemas para la importacin de pelcula virgen, y
el estado argentino no movi un pelo. A partir de la
revolucin de 1943 la cosa comenz a cambiar de a
poco. Y as mejor sensiblemente hasta 1955, ao de
la cada del gobierno del general Pern. Desde 1955
en adelante, pas lo que ya sabemos, con las carencias industriales que podemos seguir observando
an hoy. Pero detengmonos en esta tercer etapa
(1943-55) que es la ms fructfera y que coincide con
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1955. El gobierno militar que sigui a Pern lo disolvi apenas asumi sus funciones.
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Me gustara terminar este apartado con un comentario final sobre nuestra crtica y nuestros historiadores. La historia oficial de nuestro cine clsico ha sido
realizada, cundo no, en contra de la Argentina. En
contra de su arte y en contra de su cultura. La mayor
parte de los tericos, historiadores y crticos (creo que
no vale la pena nombrarlos) que se han ocupado de
relevar nuestro cine han repetido sistemticamente
los errores de nuestros productores y cineastas de los
aos sesenta. La tpica mirada antiamericana, el deslumbramiento por una cultura europea (en especial
francesa) que ya haba perdido todo lazo con lo tradicional, y una incapacidad enorme para darse cuenta
de la importancia del hecho industrial y comercial en
el cine, no slo en la Argentina sino en todo el mundo. En el fondo, lo que no se puede alcanzar tiene que
ver con no comprender el concepto del cine, el ser
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Manuel Romero
Biografa
Manuel Romero fue uno de los artistas ms interesantes y completos que
dio la Argentina. Naci en Buenos Aires el 21 de septiembre de 1891. Fue
un personaje que extendi su trabajo en el teatro, la dramaturgia, la puesta
de muchas de sus obras, la escritura y el tango. Tareas que comparti con
el cine a partir de 1931. Dirigi 53 pelculas entre 1931 y 1953, ao en el
que entr en una terrible enfermedad, para fallecer el 3 de octubre de 1954,
en Buenos Aires, a los 63 aos de edad. En estos ms de cincuenta filmes,
hay que tener en cuenta que la mayora de los guiones eran de l, como as
tambin muchas de las bandas sonoras y de las canciones que all se interpretan. Trabaj casi siempre para los estudios Lumiton, y realiz una gran
cantidad de obras geniales. Entre ellas: Fuera de la Ley (1937), Mujeres que
Trabajan, La Rubia del Camino (1938), Gente Bien (1939), Isabelita (1940),
Elvira Fernndez, Vendedora de Tienda , Historia de Crmenes (1942), El Diablo andaba en los Choclos (1946), Navidad de los Pobres (1947), La Rubia
Mireya (1948), y Derecho Viejo (1951). Recorri la comedia, el policial, el
filme de horror, el melodrama, y el musical contado alrededor del tango. A
travs de sus comedias polticas de la primera poca (Mujeres que Trabajan,
Isabelita, y otras), profetiz muchas de las caractersticas del Peronismo por
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venir aos despus, por medio de una ms que correcta lectura de la poca, y un riesgo importante que el
artista decidi asumir a partir de ideas como alianza
de clases, el lugar de la mujer, la cancin victoriosa a
modo de marcha, la relacin entre el pueblo y sus lderes, la necesidad de un caudillo, entre otras cosas.
Manuel Romero fue uno de los directores ms importantes de nuestro cine. Por muchos motivos. Primero, por ser uno de los pioneros artistas argentinos, y no solo de cine. Por haber formado parte del
inicio industrial del cine en nuestro pas, a travs de
los estudios Lumiton, por promover una inmensa
cantidad de actores y tcnicos, por desarrollar muchos gneros simultneamente, por ser un gran artista y a la vez un artista popular, y por ser modelo
de la mayora de los directores de la segunda generacin del cine argentino (Arancibia, Del Carril, Saraceni, Fregonese, Cahen Salaberry, Len Klimovsky,
entre otros).
El profeta
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Afiche de Fuera de la Ley.
CARNAVAL DE ANTAO.
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Isabelita.
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Paulina Singerman
en MI AMOR ERES T,
de Manuel Romero.
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YO QUIERO
SER BATACLANA.
Puesta en escena
Manuel Romero plante siempre una puesta sencilla, mediante una seguridad plena en el encuadre y
en el costumbrismo dado en el tono de la narracin.
Esto se expresa a travs de los decorados (pensiones,
bambalinas, grandes tiendas, crceles, bares donde
almuerzan y meriendan trabajadores, casas misteriosas, exteriores ciudadanos, etc.) y las actuaciones,
tanto en la calidad de los actores elegidos para cada
filme, como tambin la rigurosidad de trabajo que lograba sacarle lo mejor a cada uno. A esto sumada la
msica, siempre controlada en funcin del drama, y
trabajada en funcin del montaje de la pelcula.
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Afiche de El hincha.
VEN! ...
MI CORAZN TE LLAMA,
de Manuel Romero.
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TRES ANCLADOS
EN PARS,
de Manuel Romero.
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Para cerrar, recordaremos que Manuel Romero particip de casi todos los gneros desarrollados en
el cine argentino en su etapa industrial, y en todos
ellos dej su huella y modelo para que las generaciones siguientes lo sigan. Hablamos del melodrama, la comedia, el fantstico, el policial, el musical,
el cine biogrfico, etc. Si bien es verdad que el mundo es otro, el pas, el cine y nuestra situacin industrial ha cambiado fuertemente, esto no va para
nada en detrimento de la obra de Manuel Romero
y de tantos otros grandes artistas que abonaron
nuestra cultura, y para nada deja de ser un modelo
a seguir por todos nosotros.
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Filmografa
Ue... paisano! (1953)
El hincha (1951)
Derecho viejo (1951)
Arriba el teln o el patio de la morocha (1951)
Juan Mondiola (1950)
Valentina (1950)
Morir en su ley (1949)
Mujeres que bailan (1949)
La historia del tango (1949)
Un tropezn cualquiera da en la vida (1949)
La rubia Mireya (1948)
Portea de corazn (1948)
Tango vuelve a Pars (1948)
El rey del cabaret (1948)
Navidad de los pobres (1947)
Adis pampa ma (1946)
El diablo andaba en los choclos (1946)
Hay que casar a Paulina (1944)
La calle Corrientes (1943)
El fabricante de estrellas (1943)
Historia de crmenes (1942)
Ven, mi corazn te llama (1942)
Elvira Fernndez, vendedora de tiendas (1942)
Una luz en la ventana (1942)
Mi amor eres t (1941)
El tesoro de la isla Maciel (1941)
Mario Soffici
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Afiche de Kilmetro 111.
arte en sentido tradicional: reconducir hacia lo trgico esa historia singular transformando lo particular
en universal. Esto es colocar a un personaje singular
en emblema de la especie. Desviarlo de su destino
biolgico, dira Faretta.
Los fructferos aos industriales del primer peronismo hasta 1955 permitieron el desarrollo profundo de
muchos de los temas y formas que, partiendo del melodrama argentino, exploraban la visin del mundo
de cada uno de los grandes autores de aquel momento. El sistema de estudios asociado a un proyecto de
pas slido creaba las condiciones (nicas al menos
en materia cinematogrfica nacional) de un desa-
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PUERTO NUEVO, de Mario Soffici.
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EL EXTRAO CASO DEL HOMBRE Y LA BESTIA, de Mario Soffici.
Afiche de La indeseable.
y simblica) de la Casa. El secreto develado, las intenciones develadas, los amores encontrados se funden
en un filme estancado donde, como otras grandes
obras, el pasado suele gobernar al presente de una
manera atroz. Las obsesiones, las posturas, entre fanticas e interesadas, los desencuentros, y sobre todo
las representaciones a partir de un elenco brillante,
hacen de esta pelcula, una de las obras ms grandes
de todo nuestro cine.
La Indeseable (1951), producida por la Argentina
Sono Film, cuenta la historia de un matrimonio desparejo. Un viejo estanciero, Fernando Aguirre, interpretado por Guillermo Battaglia, casi cinco aos des-
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Luego de una breve y prspera estada en la estancia, Fernando sufre un ataque al corazn, subiendo
las pequeas escaleras que conducen a los cuartos.
Aparece en escena el doctor lvarez (Carlos Thompson), el tercero en discordia. Un joven doctor que se la
pasa en el bar del pueblo jugando al billar, a la espera
de que algn paciente lo llame. Luego de descuidar
la volteada cruz de la difunta esposa, retando a sus
peones que la cuidaban, Fernando empieza a seguir
el camino trgico de su ex esposa. Recordemos que la
misma escalera es aquella usada por Elsa para pedir
perdn hacia aquellos habitantes de la casa, que de
entrada ya la juzgaban. Ella es la distinta, la intrusa
la indeseable. Ms tarde, el mdico intentar convencer a Elsa de que huya de esa casa donde la maltratan,
y Fernando escucha desde el centro de la escalera.
Acto seguido: echa al mdico inmediatamente.
Fernando muere en situaciones dudosas (un exceso
en su medicamento recetado por el doctor lvarez),
y a partir de aqu, el filme toma un desvo enorme,
totalmente inesperado. Se inclina hacia el policial.
Presenciaremos, hasta el final, un largo juicio oral
donde Elsa y el mdico sern juzgados, ahora por la
justicia ordinaria, por el asesinato de Don Fernando.
Es comn, a veces, y sobre todo en este autor, que el
melodrama argentino se torne enigmtico, raro, extrao, srdido, confuso para finalmente, desplegar
las luces de la ms clara transparencia. Suele ocurrir
que esta operacin se produzca a travs de los caminos del policial. Tal es el caso del presente filme.
El juicio vuelve sobre el tema del punto de vista, de
cmo cada personaje ve las cosas, y sobre todo de
cmo un hbil realizador como Soffici distribuye la informacin brindada a lo largo del filme. Entenderemos
mediante este procedimiento, el pasado de Elsa, el encuentro casi fortuito, fatal, con Fernando, tiempo atrs,
sumado a su doble intento de suicidio. El primero, en
Mar del Plata, censurado por el propio Fernando que
la convence de no hacerlo proponindole casamiento.
Y el segundo, minutos antes de la muerte de Fernando, donde el mismo no deja que suceda, procediendo
exclusivamente por amor, el amor ms grande y ms
hermoso (que roza lo trgico) que vemos en la pelcula. Equivalente es el gesto de ella, que entendemos
mediante los sucesivos testimonios en el juicio, que se
haba prometido cuidar y acompaar a Don Fernando,
guardndose para siempre su amor contenido por el
Doctor lvarez. Ella logra esa redencin final luego de
que Martina confiese que escondi la carta que declara el suicidio, que el ama de llaves escondi justamente
detrs del cuadro de quien fuera, tiempo atrs, la seora de la casa: Clara de Aguirre.
La carta deca que el suicida (Don Fernando) se dio
cuenta de que en verdad sobra. De que l, por cuestiones generacionales, es el tercero en discordia, y
de que su muerte abrir paso al amor de la pareja joven, liberando el corazn de Elsa. Fernando intenta,
con este acto final, corregir muchas de sus actitudes
puestas en marcha en el primer tercio del filme.
La aceptacin de la situacin por parte del viejo estanciero, que tambin es resignacin en el mejor sentido
expresado en el concepto del cine, tiene que ver con
entender y reconocer las condiciones de posibilidad
del mundo (an ya en los tempranos aos cincuenta)
por parte de Fernando Aguirre. Este hecho fundamental nos recuerda a muchos personajes del cine clsico
norteamericano, sobre todo en los westerns, y en la
etapa madura de John Ford1, donde los veteranos (hroes antao) se hacen a un lado reconociendo que ya
no tienen lugar en este nuevo paso de la civilizacin,
dando lugar a la fatal juventud y el progreso.
Por ltimo, y para terminar con este bello filme, debemos decir que esta obra tiene, como otras de aquel perodo, una relacin estrecha con el peronismo. Cuando
Fernando Aguirre ingresa a sus tierras junto a Elsa, a
comienzos de la pelcula, le dice: Una estancia es
como un pequeo pas Lo cual implica que l es el
gobernante de ese pequeo pas por ende, si l es
una analoga de Pern (presidente por aquel entonces), ella es Eva Pern Evita. Quien era, por aquel
entonces, en muchos sectores de la sociedad, la indeseable. La hija natural devenida en primera dama, algo
bastante anlogo a lo sucedido en el pasado del personaje interpretado por Zully Moreno. Actriz que fue
por aquella poca una de las artistas oficiales (junto
a Fanny Navarro, por ejemplo), esposa de Luis Csar
Amadori, ste s el director oficial del rgimen.
Ellos nos hicieron as (1953), producida por AAA, es
uno de los mejores melodramas argentinos de todos
los tiempos. La pelcula cuenta la historia de un grupo
de jvenes universitarios, deslumbrados por los libros
y el teatro, que crecieron juntos desde la infancia y
donde, fatalmente, cada uno de sus destinos tendr
que ver con la casa de donde provienen, de sus padres y de las virtudes y errores de stos. La historia
enfoca como desarrollo central, el tringulo amoroso
compuesto por los tres protagonistas: Francisca (interpretada por la siempre esplndida Olga Zubarry), Esteban (Alberto De Mendoza, que interpreta un papel
similar a su personaje en Barrio Gris al ao siguiente,
tambin de Soffici), y Manuel (Tito Alonso). Esteban es
estudiante de medicina, a punto de recibirse. Proviene de una familia de clase media con un padre extre-
1 Nos referimos a los filmes de John Ford, que van desde Ms Corazn que
Odio (1956) hasta El Ocaso de los Cheyenes (1964).
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Luego de esto, ocurren dos cosas fundamentales: primero, aparece el capataz, Hctor debe inventar una
Hctor llega a su casa donde lo espera Leonor aterrorizada. Se produce una escena monumental en la ma-
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logrando con este toque estilstico emblematizar centralmente todas las dems obtenciones de esta versin
cinematogrfica. Porque, si hay algo que ha fascinado
a Mario Soffici a lo largo de toda su obra, es aquello en
que fue influido confesamente por el hoy olvidado
dramaturgo Henri Lenormand. En la construccin fantasmal de una ficcin que se sabe a s misma como
ficcin, pero que insiste en su verdad; en la marioneta
de un orden instintivo, que no solo lo sobrepasa, sino
que lo gobierna con cruel complacencia. Esa cruel veta
schopenahueriana a su vez refractada en Lenormand
y Pirandello hace que sus personajes, la mayor parte
de las veces como sucede con el narrador de historias
falsas de La Secta del Trbol , gocen en representarse
a s mismos. Utilizando para ello todo el material de fic-
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Escribe Mara Eva Morales (egresada de la ULP en Narracin Audiovisual) sobre Rosaura a las Diez2: La
1 Nos referimos a los filmes de John Ford, que van desde Ms Corazn que
Odio (1956) hasta El Ocaso de los Cheyenes (1964).
Afiche de Rosaura a las diez.
entre los otros habitantes de la pensin, como necesitados de ciertas dosis fuertes de irrealidad, o de otra
realidad Todos inventan una Rosaura de acuerdo a
sus deseos e intereses. Concluye Mara Eva Morales
en su escrito: Camilo haba construido una Rosaura
bella, angelical, con su etreo vestido blanco y con un
frreo amor hacia l. Doa Milagros la prefiere vctima,
empequeecida por su situacin, disfrazada de buenas
intenciones, que puede dirigir su existencia como digita
la vida de todos los que tiene alrededor, en este caso, se
empea en llevar a la pareja al feliz desenlace del matrimonio. Reglos tambin la desea vctima, pero vctima
de todos, incluidos Camilo, para erigirse l en el hroe y
vengador, quien la terminar rescatando. Matilde, por
su parte, la convierte en su rival, necesit de Rosaura
para desear a Camilo. Por eso Rosaura existe, porque
otros la necesitan y le dan vida. Por eso Rosaura debe
existir...
Podemos ver a Camilo en su relato retrospectivo en el
momento en que se eleva al mundo de los sueos: cuando acompaa al padre de Rosaura hacia la casona
sube la escalera para salir de su atelier. Y luego, cuando
Camilo decide terminar con la historia de Rosaura, porque la cree agotada, nos relata su salida de la mansin y
esta vez baja por la escalera, intentando dejar su sueo
atrs. Pero ste le sigue los pasos (Eje vertical).
Camilo se maneja entre dos mundos, en dos tiempos.
Al inicio de su estada en la pensin, el reloj da marco
a su confesin a Doa Milagros sobre sus profusos sueos, a los cuales pretende erradicar con sus medicamentos porque les teme. Luego, cuando el reloj vuelve
a aparecer, cuando sus campanadas anuncian las diez,
aparece el sueo corporizado de Rosaura en la puerta
de la pensin, preguntando por Camilo Canegatto...
(Principio de Simetra).
Al final, el cadver develar quien es su asesino a travs de una carta: No es Rosaura, puede llamarse Marta o Mara, pero no es Rosaura. Es una ex convicta que
tiempo atrs tuvo a Camilo como cliente prostibulario.
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encierro que vivi en la crcel, la persigue, lo lleva consigo, primera hasta la casa de su amiga, de donde logra escaparse, y luego cuando llega a La Madrilea y
queda presa de la situacin, de la que esta vez no puede escapar. El resto de los habitantes de la pensin est
encerrado, atrapado en sus miserias y sus pobres vidas.
Camilo no slo invent un mundo paralelo, sino que lo
trajo al real donde parece no haber cabida para tanta
perfeccin, por eso Rosaura debi morir, para despejar
el horizonte de ensueos
Proponemos, para finalizar el ensayo ms que en todos los otros captulos, la visin y revisin de los filmes de este autor fundamental, que indudablemente
fue unos de los artistas ms importantes que ha dado
la Argentina.
En el captulo siguiente, nos encontraremos con una
extensa y delicada crtica a propsito de este autor
y Rosaura a las Diez, realizada por Sebastin Nez.
Mario Soffici naci en Florencia, el 14 de mayo de
1900, y muri en Buenos Aires el 10 de mayo de 1977.
Fue el Director del INCAA durante la ltima presidencia de Pern (1973-1974).
Filmografa:
Propiedad (1961)
Chafalonas (1960)
Rosaura a las 10 (1958)
Isla brava (1958)
Oro bajo (1956)
El hombre que deba una muerte (1955)
El curandero (1955)
Barrio Gris (1954)
Mujeres casadas (1954)
La dama del mar (1954)
Una ventana a la vida (1953)
Ellos nos hicieron as (1952)
Pas en mi barrio (1952)
El extrao caso del hombre y la bestia (1952)
La indeseable (1951)
La barca sin pescador (1950)
Tierra del fuego (1948)
La gata (1948)
La secta del trbol (1947)
Celos (1946)
El pecado de Julia (1946)
Besos perdidos (1945)
La cabalgata del circo (1945)
Despertar a la vida (1945)
La prdiga (1945)
Cuando la primavera se equivoca (1944)
Tres hombres del ro (1943)
Vacaciones en el otro mundo (1942)
El camino de las llamas (1942)
Yo quiero morir contigo (1941)
vCita en la frontera (1940)
Hroes sin fama (1940)
Prisioneros de la tierra (1939)
El viejo doctor (1939)
Kilmetro 111 (1938)
Viento norte (1937)
Cadetes de San Martn (1937)
Puerto nuevo (1936)
La barra mendocina (1935)
El alma de bandonen (1934)
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Luis Saslavsky
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ros que trabajar nuestro autor a lo largo de su carrera; y Escala en la ciudad, de Zavala.
Hugo, enterado de que nada le queda de la herencia de su familia, utiliza la fiesta de beneficencia del
hospital del pueblo, de esa noche de sbado, 17 de
septiembre, para buscar (y encontrar) un candidato a
quien pedirle dinero para continuar con su vida dedicada al juego.
Mientras tanto Daniel, su antiguo amigo y rival, debe
recurrir a la fiesta de beneficencia tambin en la bsqueda de un prestamista, pero este por una antigua
deuda con la empresa que lo emplea, que ao tras
ao viene emparchando con prstamos ocasionales de amigos. Acaba de recibir un telegrama por el
que se entera que su jefe, el seor Lusatti (Sebastin
Chiola), llega al pueblo esa misma noche, en el mismo
tren que la hija, para realizar un arqueo de la caja de
Daniel al otro da (domingo) a las ocho en punto de
la maana. Daniel ha retirado seis mil pesos de dicha
caja y debe conseguirlos antes de la maana siguiente. Ni su esposa ni sus suegros saben nada del asunto.
Ni jams se lo imaginaran. Su ntimo amigo y vecino,
Eduardo, esta vez no puede ayudarlo sino hasta el
lunes, y es Eduardo quien le sugiere que cuente con
otro amigo de ambos (Bennett), un viejo y adinerado
estanciero de la zona, que seguramente ir a la dichosa fiesta de beneficencia. Esta es su segunda y ltima
oportunidad. Pero el viejo Bennett est en quiebra,
con la casa a punto de ser rematada y pensando en
suicidarse.
Daniel, ya resignado a perder el trabajo y toda su carrera por aquella falta, termina siendo el candidato
ideal para Hugo. Ambos se encuentran en la fiesta
despus de siete aos. Hugo se conforma con los mseros doscientos pesos que quedan en la billetera de
Daniel. Es suficiente para afrontar la partida de pker
en el club esa misma noche. Daniel le da a Hugo los
doscientos y este se va (a trabajar, segn dice)... Ambos quedan con la idea de no volver a verse.
Antes del fin de la fiesta, el resignado Daniel escucha
en la radio la desgraciada noticia del descarrilamiento
del tren en el que viajaba su jefe hacia all. Un milagro? Lo que no saba hasta ese momento, Daniel, era
que su hija tambin regresaba al pueblo en el mismo
tren (sorpresa que le tena preparada su mujer, Laura, para la medianoche). Cuando Daniel se entera de
la verdad, mediante su amigo Bennett, corre hacia la
estacin de trenes a buscar a su hija. Despus de una
larga bsqueda e incertidumbre, se entera de que su
hija est sana y salva, ya de vuelta en casa. Decidido
a regresar a su hogar, se encuentra con su jefe, Lusatti, que tambin sali ileso del accidente. Lo encara
como para tantearlo y, de ser necesario, decirle toda
la verdad, pero Lusatti lo asusta. Daniel no se anima
ms que a sugerir una falta, a lo que su jefe le aclara
enfurecido que ira a la crcel alguien que toque plata
de la caja de la empresa. Lusatti corta abruptamente
la conversacin y se va (tiene un compromiso importante y urgente). Daniel se queda solo en el andn,
desesperado, sin saber qu hacer. Roba un revlver
de un carrito de equipaje en la estacin, con la clara
intencin de suicidarse.
Empieza a caminar, frustrado, acobardado, vencido.
Camina sin cesar por las afueras de su pueblo. Durante la caminata, pasa por tres recuerdos de sus aos
pasados, mostrados por Saslavsky en forma de flashback: el primero es el triste recuerdo de la poca en
que fue rechazado por Laura, cuando ella estaba de
novia con Hugo (este recuerdo se produce cuando
est sentado en el andn, antes de comenzar su desesperada y aturdida caminata); el segundo recuerdo
es la declaracin de amor a Laura, cinco aos atrs; y
el ltimo flashback corresponde al momento en que
Laura le anuncia que ella y Daniel van a ser padres.
Por momentos, los tres flashbacks se funden con el
personaje de Arrieta, que va perdiendo la lnea, y as
son tratados con una precisin perfecta en cuanto a
lo gestual de cada uno de los personajes: las vestimentas, la luz, los decorados, etc. Toda la puesta en
escena es rigurosa en la descripcin ntima de cada
personaje, en la coherencia entre su pasado y su presente y, fundamentalmente, en el pasado de aquella
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Argentina de fines de los aos treinta. Luego del ltimo recuerdo, ya desfigurado, Daniel entra en un bar
para emborracharse a la espera de su final. Son las
cuatro y media de la madrugada.
En el bar se encuentra casualmente con Hugo, que
bebe su copa, victorioso, tras una beneficiosa partida de pker. Le devuelve a Daniel los doscientos que
un rato antes le haba prestado, pero cuando saca los
billetes, a Daniel le brillan los ojos pensando que, tal
vez, Hugo podra ser su salvacin. Entonces le cuenta
toda la verdad de su situacin, rogndole, sin decrselo, que lo salve. El asunto es que Hugo slo gan
tres mil (Daniel necesita seis mil para saldar su deuda)
y, conforme, se retir de la partida. Hugo le propone volver a la partida y, si le va bien y consigue los
seis mil, se los llevar antes de las ocho de la maana,
pero si va mal, solo le quedar la opcin del revlver.
Sin otra posibilidad, Daniel acepta y se va a su casa a
esperar.
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Por su parte, Daniel constituy una familia. A los tirones y con una mujer que al principio de la relacin no
lo amaba, unos suegros muy especiales, la enfermedad de su hija, pero familia al fin. All radica el triunfo (si se lo puede llamar de esa manera) de Daniel.
Despus de aos de tozudez y soberbia, Daniel logra
conquistar definitivamente el corazn de Laura, pero
solo a partir de esta noche. Aquella familia y aquella
casa con su jardn y sus flores que Laura soaba en la
juventud y que Hugo le prometa como un futuro no
muy lejano, se las da, a su manera, Daniel. Recordemos que justamente la escena final es en el tan preciado jardn de Laura. Daniel lo logra porque advierte
un elemento central (idea fundamental en la obra de
Saslavsky), que es el siguiente: no hay una sola forma
de ser que asegure determinado xito, no hay personas que solo son buenas y personas que solo son
malas. Este punto de partida elemental, se interpreta
en el filme en cuestin mediante una simetra: En el
comienzo de la pelcula, en una conversacin con su
suegro, Daniel se expresa muy duro, muy cruel para
con su rival, alegando que Hugo no es que no haya
tenido suerte, sino que dilapid su vida en el juego,
que no se dedic al estudio, al trabajo, a la responsabilidad, etctera (a diferencia de lo que l cree ser).
Incluso redondea su discurso diciendo que solo hay
dos tipos de hombres: ... los que trabajan y los sinver-
la gente del pueblo, que no percibe nada ni es modificada, y que est claramente representada por aquella
fiesta de beneficencia para el hospital del pueblo.
Respecto a la fiesta, debemos recordar que Laura (Sabina Olmos) interpreta en el escenario una bellsima
cancin (Tu recuerdo floreci) dirigida, a travs de la
puesta en escena del filme, a Hugo, que asiste a esta
celebracin anual despus de siete aos. Laura, atada
al pasado y a la rutina frvola y sin sentido del pueblo
en el que vive, saltar hacia afuera de ese mundo a
partir de dejar a Hugo definitivamente de lado y entregarse a su marido hacia el final del filme.
Los hombres (Daniel sobre todo) poseen el secreto o
parte del secreto. Ven como un gran simulacro lo que
sus mujeres o posibles mujeres viven como la vida real,
e intentan mantener el secreto ya sea para poseerlas
(Daniel), o para abandonarlas definitivamente (Hugo).
Pero lo que es claro en la narracin es que la seguridad
moral masculina (todos y cada uno de los personajes
hombres estn seguros de que se comportan como deben) tropieza, se vuelve frgil cuando la mujer se pone
en el medio, ya sea por seduccin, por recuerdo, porque
puede develar el secreto o por un simple chisme telefnico. Un detalle: la madre de Laura, Catalina Valenzuela (Buschiazzo) no lo puede ver a Hugo, y hacia el final,
por su exagerada aspereza casi echa todo a perder. Ms
adelante analizaremos este tpico que suele trabajar
Saslavsky de la relacin entre el hombre y la mujer.
Laura le dice a la viuda de Ondurraga que, ms all de
su vestimenta y sus actitudes, el luto debe llevarlo en
el corazn. Ella lleva un luto de siete aos (por haber
perdido a Hugo) y esa noche, gracias al anillo (en su
funcin opuesta), se da cuenta de que una distraccin en su deber familiar puede producir una tragedia. Su hija Lita tuvo un accidente en el tren y ella se
culpa por haberse puesto el anillo de Hugo, luego de
haber bailado con l, en lugar de sacarse dicho luto.
Ms tarde, y despus de unos cuantos acontecimientos, lograr sacrselo: ... Primero hay que saber sufrir,
despus amar, despus partir, y al fin andar sin pensamiento... dice el tango de los Expsito.
Pensemos en la escena final, una vez recompuesto
el tringulo, cmo son las actitudes de cada uno de
los personajes: Laura, convencida (de algo que no es
tan as) luego de pasar su prueba no buscada; Daniel,
contrariado, algo desahogado luego de sacarse de
encima semejantes problemas; y, por ltimo, Hugo,
cansado, suficiente, como satisfecho tras cumplir su
inesperada misin.
El Tiempo
Hay mucho para decir del ttulo del filme y del manejo del tiempo por parte del director. Historia de una
noche es, literalmente, el relato de una historia que
empieza, se desarrolla y termina en una sola noche
(por supuesto, a partir de la pieza teatral de Perutz
en la que se basa). Nada anterior puede atribursele
directamente a dicha narracin, ni nada posterior.
Algunas cuestiones indirectas, s, pero ya las analizaremos ms adelante. Da la sensacin de que esta historia, y muchas otras como sta, pueden ocurrir imprevistamente en cualquier momento y en cualquier
lugar, ms an en la Argentina de fines de los treinta,
un pas hacindose. Todava ms, es muy interesante
pensar en el hecho de que este tipo de historias pueda repetirse. Hechos que atraviesan solo a ciertas personas y permanecen en secreto, tal vez eternamente,
para el resto de la gente.
La historia comienza un anochecer nublado en el
cementerio donde Hugo contempla la tumba de su
madre (muerta en el 33), mientras el campanario de
la iglesia del pueblo llama a los fieles a la misa del sbado por la tarde-noche; y concluye al da siguiente,
el domingo, cerca de las nueve de la maana, cuando
el mismo campanario llama a concurrir a la misa matinal. El pequeo pueblo del interior de la provincia
de Buenos Aires es sintetizado (simbolizado) por la
iglesia fundante del lugar.
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Todo esto se obtiene a partir de una brillante adaptacin (de una pieza de teatro, recurdese), de una
gran meticulosidad tcnica (decorados, vestuarios,
edicin, msica) y de una puesta en escena general
que hacen de Saslavsky un autor sobresaliente, que
coordina todos los detalles y movimientos para darnos una obra cuidada, pulida y extraordinaria.
A pesar del corto tiempo que se recorre en la ficcin, el
cambio en las actitudes de los personajes (bsicamente,
los cuatro principales) est claramente llevado y justificado. Hugo se da cuenta de que no es menos que nadie
ni est por debajo de nadie. Decide salir a la superficie
con su dolor a cuestas. Daniel, por desesperacin y por
miedo (el miedo no es sonso), se rebaja hasta Hugo para
darse cuenta al final que equipararse con l no es bajar
tanto. Lusatti muestra su inestabilidad extrema como
puede ser una larga partida de pquer (siempre fuera
de campo), hoy se gana, maana se pierde. Finalmente
Laura recupera, como pocas veces en la obra de Saslavsky, la verdadera dimensin de lo familiar, una vez completado el tringulo: padre-madre-hija.
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Otras cuestiones
En un filme como este, donde la trama est tan ceida a la cuestin del dinero, donde el conflicto central
de la historia est planteado a partir de un faltante de
caja y su secreto, es donde aparece el gesto artstico
de Saslavsky que transforma un relato superficialmente costumbrista, social, materialista en algo que
va mucho ms all... y que se resuelve, en todos sus
aspectos, de una forma por dems contraria a la que
se nos presenta en la superficie (digamos, de manera
no materialista). Veamos el proceder:
Daniel escucha en la radio la noticia del descarrilamiento del tren en el que viajaba su jefe, sin saber del
regreso de su hija. Sin malicia (esto es fundamental),
cree que lo acontecido fue un milagro, no la muerte
de su jefe, sino al menos una demora, una postergacin. Cuando su amigo Bennett le cuenta que tambin iba su hija en el tren, lo primero que atina a decir
es: ... No, Dios mo, no, a ese precio no, prefiero la crcel,
el deshonor, la vergenza...
Sol de mi vida: fui un fracasado, y en mi cada, busqu dejarte a un lado... porque te quise tanto, tanto, que
al rodar... para salvarte, slo supe hacerme odiar... escribe en Confesin Enrique Santos Discpolo.
Actitud que completa Hugo jugando con los conejos, precisamente con Lita, la hija de Daniel y Laura.
Justamente Hugo, que ha dilapidado toda su fortuna
en juegos de azar, y a quien aparentemente solo le
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1 Dios en el Banquillo (1971), es una recopilacin pstuma de conferencias, oratorias, sermones y escritos de C. S. Lewis realizados entre 1942 y
1962, editados por Walter Hooper.
da que se lo pida a Bennett, como el ao anterior. Bennett, por su lado, primero le revela su secreto y luego
el otro secreto: el de la sorpresa de Laura (su hija, Lita,
regresa en el tren de la medianoche); finalmente, lo
acompaa en el momento ms difcil (la busca de su
hija en la estacin). Ms adelante, en el bar, de madrugada, Daniel le confiesa a Hugo su pesar y este lo
comprende, como evidentemente no haba hecho
antes y hasta le ofrece una verdadera y concreta solucin. Laura, en el baile de la fiesta de beneficencia
haba perdonado a Hugo a su manera. Finalmente,
Daniel perdona a Lusatti, luego de su exacta confesin, porque se siente totalmente identificado.
La piedad es una de las formas ms bellas del amor,
del reconocimiento, del sentirse ni ms ni menos que
nadie. Esto se expresa en el filme en la escena final.
La dignidad lograda por los tres personajes se basa
en tres sutiles formas de la piedad. Laura termina
creyendo que Hugo es un caso sin solucin, pero si
bien esto no es tan as, es lo que Hugo anhela para la
conciencia de Laura. Ella reconoce en Daniel a aquel
que ya no es, pero su trato, sus formas, aunque ella
no sepa exactamente por qu, se han vuelto ms humanos, ms cercanos, ms familiares. Daniel primero
se apiada de Hugo... pero despus Hugo se apiada
de Daniel... porque las grandes obras se hacen en
secreto. Lo de Daniel para con Hugo es, en principio,
solo reconocimiento, aceptacin, pero Hugo salva a
Daniel de todas las maneras posibles. Abandona para
siempre a Laura, le conserva el trabajo y la reputacin,
y (esto es clave) le da otra mirada posible a cerca de lo
que es la vida, las personas y las relaciones entre ellas.
Si bien la misa no se muestra ni se hace una referencia clara a ella, como ya dijimos, el filme est pautado
entre las dos misas, la del sbado por la tarde noche,
y la del domingo por la maana. Las campanadas de
principio y fin de la pelcula son la simetra que dan
un clima y un contexto religioso a la trama. Como un
parntesis perfecto que encuadra uno de los ms logrados melodramas argentinos.
Dijimos, ms arriba, que ambos personajes masculinos, en sus momentos de derrota, alcanzan una resignacin muy honrosa. Daniel, por un lado, resignado a
confesarse y a perder, quiz, todo lo que tiene. Hugo,
por el otro lado, resigna su amor por Laura y disfruta,
por as decirlo, de hacer algo por el hombre que la
posee. Pero hay una simetra perfecta que introduce
el director para darnos esta idea. Cuando Daniel est
en la estacin esperando noticias de su hija, y cuando
se decide a caminar sin rumbo, luego de su primer y
triste recuerdo (el primer flashback), se sube las solapas del saco por el fro. Cuando al final Hugo se va
caminando rumbo a la estacin, para regresar a Buenos Aires, tambin se sube las solapas del saco por
el fro maanero. El fro, que tambin le provocan las
campanadas de la iglesia, podemos entender. Ambos
tomaron, en sus respectivos momentos, la decisin
de la resignacin. Recurdese: el hroe es, en cine, el
que resigna y se resigna. Se resigna a una determinada situacin del mundo, y re-signa (vuelve a signar, a
dar significado) nuevamente las cosas.
Para terminar con la referencia a lo religioso no podemos olvidarnos de Tefilo, el padre de Laura. En el segundo flashback (segundo recuerdo de Daniel en su
larga caminata), Teo-filo le dice a su yerno (hablando
del tema del amor y del matrimonio): ... yo conozco
el principio de todos los caminos...; el problema, y ac
est la mano de Saslavsky, es que no los recuerda. El
telogo lleva una vida pasiva, retirada, no comprometida y sometida (por su esposa), y encima tiene
problemas de memoria.
La comedia en el drama
Y el drama en la comedia
Dentro de esta estructura melodramtica y religiosa,
es comn observar en nuestro autor ciertos toques
de comedia, de irona. Podemos decir que, as como
hay un gnero Romero (sobre todo la mayora de
sus primeras comedias polticas), hay un gnero Saslavsky. Tal vez, la mejor expresin de dicho gnero
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El contraste entre los mundos presentados, la frivolidad de ciertos personajes y la rutina en la que se vive,
sobre todo en personajes a los que esta historia les
pasa por un costado, hacen que surjan las pinceladas
de comedia con una naturalidad y una gracia muy logradas.
As como los personajes de nuestro director se descargan con toques de comedia, con cidos remates
graciosos en una escena dramtica, es Saslavsky
quien, como discreto titiritero, utiliza la irona, aun
mejor (y ms concientemente) que sus personajes.
Irona es toma de distancia con el material tratado.
Esto es, distanciarse para ver mejor, alejarse, no solo
geogrfica o fsicamente sino tambin, y fundamentalmente, en sentido dramtico y psicolgico. Esa irona de Saslavsky nos permite ver ciertas intimidades
y miserias de sus personajes, que de otra manera, nos
sera imposible. Como as tambin nos distancia (se
distancia l, como realizador) del gesto heroico de
Hugo Morel, narrado entre sus juegos en el piso con
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El nmero dos tambin se expresa en otros momentos del filme: son dos los hombres que aman
a Laura (Hugo y Daniel); son dos los amigos a los
que recurre Daniel para solicitarles dinero prestado
(Eduardo y Bennett); son dos los encuentros entre
Daniel y su jefe, Alejandro Lusatti (en la estacin y
a la maana siguiente, cuando viene a realizar el arqueo); son dos las sesiones de juego de Hugo aquella noche; dos los anillos que an conservan Laura
y Hugo (ella se lo pone cuando no debe, y l se lo
saca hacia el final, justificando una piadosa mentira); dos las formas en que llaman a Laura (familiarmente le llaman Laucha); dos los personajes de la
historia que regresan en el tren (Lita y Lusatti), la pequea escena dentro del tren es un mientras tanto
perfecto; dos veces debe entregar Hugo el sobre
con el dinero para que pueda llegarle a Daniel; dos
son las copas de coac que se toma Daniel en el bar
con Hugo en su madrugada desesperada; dos los
bailes que presenta Saslavsky (el primero el de la
fiesta de beneficencia en el hotel, el segundo en el
campo, en el primer recuerdo de Daniel sentado en
la estacin), simtricamente, son dos las veces que
bailan Hugo y Laura: en el presente primero, y en el
pasado despus; dos son los olvidos del padre de
Laura, don Tefilo (personaje que merecera todo
un tratado aparte); y a stos podramos sumarles
un largo etctera.
Tu Recuerdo Floreci es la cancin que tan bellamente interpreta Sabina Olmos (Laura) en la fiesta
de beneficencia del pueblo. Como casi todas las
canciones que se interpretaban en las pelculas de
la poca, sta tambin es creacin exclusiva para el
filme. Si bien no es un Tango, es lo que se llama un
Estilo, la cancin en cuestin recorre, desde su letra
y a travs de una rigurosa puesta en escena, la situacin, la escena y la temtica tangueras. El rumor de
sombras (primer verso de la cancin) es la acechanza
del recuerdo, del regreso, de ese mundo construido
con palabras, que ha sido tan deseado otrora pero
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Otros Filmes
Hablamos ms arriba de La Fuga como el primer gran
filme de Saslavsky. Con un tono parecido a Historia
de una Noche, con una intencin, desde el guin, ms
policial, ms thriller, se pueden ver similares caractersticas estructurales y simblicas. El contraste entre
el humor y el drama que vierte espordicamente se
hace ms cido, ms claro, ms evidente. Tambin
aparece esta cuestin del secreto, de la privacin y del
amor no correspondido. Otra vez, dos hombres giran
en torno a una mujer (Tita Merello, nada menos). Algo
parecido ocurre en las gemelas Puerta Cerrada y La
Casa del Recuerdo. En la primera, si bien es el melodrama ms duro de Saslavsky, podemos realizar el
mismo recorrido que va del secreto al honor. Libertad
Lamarque encarna a una mujer condenada a veinte
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tpicos recurrentes. Para empezar: son dos hermanos enamorados de la misma mujer. La resignacin
de uno de ellos (un poco por piedad y un poco por
secreta comodidad) permitir destrabar, otra vez
problemticamente, el conflicto. Los intrpretes
centrales de este gran melodrama son Pedro Lpez
Lagar y Amelia Bence. Es un filme que dio una gran
base (tanto diegtica como simblicamente) a En
La Ardiente Oscuridad, de Daniel Tinayre, realizada
quince aos despus.
Si Los Ojos... es (junto con Historia de una Noche y
La Corona Negra) su punto ms alto en trminos de
melodrama, Camino del Infierno, es su similar dentro del gnero policial. Realizada en 1945, codirigida con Daniel Tinayre, la pelcula sorprendi, desde
su estreno en pantalla, por su lucidez narrativa, por
su atrevimiento, por su clima y, sobre todo, por su
resolucin. El inmenso elenco ya nos predispone a
algo superior. Otra vez Pedro Lpez Lagar, pero esta
vez con Mecha Ortiz, Amelia Bence, Elsa OConnor,
Alberto Bello y Guillermo Battaglia.
Ya que hablamos de gran elenco, debemos nombrar
a Historia de una Mala Mujer (1947). Se trata de un
melodrama sustancioso, denso, y exquisitamente
narrado. Dolores del Ro protagoniza a una mujer de
avanzada edad, que guarda un secreto (otra vez el
tema del secreto) ms bien pesado (sabe que tiene
una hija, y quin es su hija). Una pelcula excelente.
Acompaan a Dolores del Ro nada menos que Alberto Closas, Mara Duval (en sus comienzos), Francisco
de Paula, Fernando Lamas, Mara Santos, Berta Moss
y Amalia Snchez Ario. Todos los hombres girando,
obviamente, en torno a una hermosa Dolores del
Ro. Es un filme perfectamente simtrico a su posterior La Corona Negra (1950). Otra simetra perfecta:
la hija de Dolores del Ro es la nia que fue Libertad
Lamarque en La Casa del Recuerdo, pero tambin es
nuestra Lita de Historia de una Noche. La funcin
que cumplen (las tres hijas), lo irresoluto del mundo
de donde provienen, su futuro incierto y, a la vez, su
LA CORONA NEGRA.
nima de Jos Bianco, uno de nuestros mejores escritores. La pelcula narra la compleja tragedia familiar
de un joven, su hermano y su madrastra. Aqu vuelven a aparecer los temas ya citados tan recurrentes,
como el honor, la vergenza, la piedad, el deber, etc.
Fue protagonizada por Alfredo Alcn, Brbara Mujica
y Aurora Bautista. Si bien despus realiz cuatro filmes ms, puede decirse que Las Ratas fue su ltima
gran obra. Por aquellos aos, todo el cine argentino
vena en picada, y han sido pocos los directores que
sobrevivieron a la dcada del sesenta.
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Filmografa
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Daniel Tinayre
Por eso Tinayre logra sus cimas cuando el mundo ficticio puede ser drsticamente inoculado en un mbito cerrado, francamente enrarecido, en el
cual lo perverso semeja moverse en su medio fsico natural y aquello que
tiende a llamarse lo cotidiano, lo normal, parece haberse difuminado hacia un lugar donde las cosas y an los objetos no suelen ser o comportarse como solan
ngel Faretta1
El melodrama argentino llega, a travs de este director, de un modo oblicuo, sesgado. Tal cual describe Faretta el enrarecimiento de sus tramas y
sus espacios, debemos agregar la cuestin de gnero. El melodrama en
Tinayre, en la mayora de sus filmes, es ms un estilo o una forma que se
desliza dentro de una poca compacta de nuestro cine, pero casi siempre
1 La Pasin Manda De la condicin y representacin melodramticas. ngel Faretta. Editorial Djaen. 2009.
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dinarios finales felices, problemticos (o abiertos), tpicos del cine norteamericano clsico, especialmente en
su primera etapa autoconciente de los cuarenta, y de
ciertos filmes de Otto Preminger y Fritz Lang.
Si Daniel Tinayre trajo cierto aire del realismo potico del cine francs de los treinta (Renoir), este filme
guarda ms que ningn otro, una relacin directa con
aquel cine, y demuestra como la mano de un autor
tan delicado puede actualizar e incorporar a nuestro
cine (la teora de los estudios, el peronismo, el me-
Afiche de Deshonra.
El filme es un monumento ejemplar de Melodrama Argentino. Pero, como siempre en este autor, estructurado y narrado como un policial. Flora (Fanny Navarro)
es condenada a prisin por asesinato, previo prlogo
donde en una escena confusa, entre ella y su novio,
escuchamos un disparo, se produce un asesinato. Se
supone que Flora mat a su novio, pero luego entenderemos que no fue as. Es trasladada a una crcel de
mujeres, donde transcurre la mayora de la trama. A
partir de algunas visitas que recibe Flora en la crcel,
ella va contando su situacin amorosa y procesal, y Tinayre nos lo cuenta mediante flashbacks que ilustran
y relatan cmo ella lleg a la crcel. Se la acus de
asesinar a la esposa invlida (Tita Merello) de su novio
Carlos (el personaje oscuro del prlogo). Asesinato
que perpetr Carlos cuidadosamente hacindola ver
a Flora como culpable. Durante su estada en la crcel,
Flora sufre todo tipo problemas por el clima que se
vive en dicho lugar, todo a partir de una directora del
establecimiento que maneja un trato muy inhumano.
La situacin cambia ante una denuncia de un inspector que es funcionario de gobierno y se produce un
cambio en la direccin. Asume el cargo una interventora (Mecha Ortiz) que tiene infinidad de matices que
la relacionan con la figura de Eva Pern, ms en su
costado mtico que histrico. Flora est embarazada.
Nos enteramos durante su momento ms crudo estando presa. La nueva interventora cuida de ella y de
su beb, aun cuando ella planea escaparse de la crcel, y lo logra finalmente para vengarse de su novio.
Entendemos al final, que la escena prlogo, que vimos
al comienzo, es el final (slo que la estructura policial
de flashbacks produce un relato acronolgico, que en
el fondo vemos que la historia entera sucedi en un
pasado indeterminado), y es Carlos quien dispara a
Flora y la hiere de muerte, momentos antes de parir
a su beb. La escena vuelve a un supuesto presente
en donde Flora regresa al establecimiento carcelario
donde el personaje de Mecha Ortiz termina de cuidar
a Flora y a su beb. El final, bastante criticado, tiene
que ver con cmo se vea en la poca determinados
tratos y formas humanitarias de vida que siempre es-
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La obra de este director, como describimos ms arriba, est poblada de objetos, manchas y rostros, climas enrarecidos, situaciones exageradas, saturadas,
hombres y mujeres que rozan la locura, el delirio, la
obsesin. Y todo un desplazamiento donde la fatalidad orquestada, desde la puesta en escena, gobierna
de principio a fin la narracin.
La Bestia Humana (1954), es el ltimo filme de Tinayre en la poca peronista, y luego del estreno de ste,
estar cinco aos enteros sin trabajar como realizador.
El tema que encara Tinayre en la mayora de sus filmes trata acerca de un personaje que se introduce en
un mundo extrao y alternativamente vemos, por un
lado, desde el punto de vista de l, su soledad y extraeza, por momentos confusin, y por el otro lado, la
comunidad invadida se desarma dada dicha invasin.
Hay tres momentos perfectos donde se muestra esto:
Primero con la llegada de Ignacio al Instituto, luego
con la desaparicin y huda de Ignacio, y finalmente
en el regreso, mientras se est representando la obra
teatral recitada que practican sus ex compaeros. En
esta escena, el melodrama llega a su punto de culminacin. La llegada de Ignacio transforma la representacin en un juicio, donde se ponen en juego todos
los valores concernientes al tema, con la tormenta
que acompaa, tpica del melodrama, a modo de profundizacin del conflicto.
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Afiche de Bajo un mismo rostro.
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El relato es extrao porque es de Tinayre, pero tambin porque es un melodrama en colores, con una
pareja protagnica inesperada, y donde la historia es
fuerte en tanto su contexto, sus climas, sus encuadres
y sus situaciones inesperadas. Mary est obsesionada
con el sexo, una juvenil obsesin sobre su cuerpo. Es
virgen an pero no ve la hora de dejar de serlo, pero
todo esto mirado como desde una inocencia e ingenuidad inusitada. Mary conoce al Cholo, un Carlos
Monzn casi pintado para el papel que le toca, y all
se transforma en la mujer de ste y concreta todos
sus deseos. La pelcula parte de una situacin de virginidad no casta, para culminar en un desborde de
violencia, locura y crimen.
Afiche de La Mary.
El filme es tambin un retrato costumbrista de aquellos aos dorados de nuestra Argentina, con sus con-
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Filmografa
La Mary (1974)
Kuma Ching (1969)
Extraa ternura (1964)
La cigarra no es un bicho (1963)
Bajo un mismo rostro (1962)
El rufin (1961)
La patota (1960)
En la ardiente oscuridad (1959)
La bestia humana (1954)
Tren internacional (1953)
Deshonra (1952)
La vendedora de fantasas (1950)
Danza del fuego (1949)
Pasaporte a Ro (1948)
A sangre fra (1946)
Vidas marcadas (1942)
La hora de las sorpresas (1941)
Mateo (1937)
Una portea optimista (1937)
Sombras porteas (1936)
Bajo la santa Federacin (1934)
Carlos H. Christensen
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tica, su ritmo, sus decorados, las actuaciones, dndole mucha importancia a la iluminacin. Casi siempre
trabajando de la mano de su guionista estrella: Csar
Tiempo.
Trabajando en nuestro pas (desde 1939 hasta 1955),
en el perodo fuerte de nuestro cine industrial, produjo una decena de obras maestras, en las que se hallan
cuatro coproducciones con pases de la regin (La
Dama de la Muerte, en Chile, de 1946, basada en un
texto de Stevenson, La Balandra Isabel lleg esta Tarde, en Venezuela, de 1950, Armio Negro, en Per,
de 1953, y Mara Magdalena, en Brasil, de 1954).
Adems, y dentro del gnero mismo del melodrama,
realiz: Safo (1943), Los Verdes Parasos (1947), y tal
vez su mejor y ms acabado filme: Los Pulpos (1948).
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La pensin es un palacio de otro tiempo, con columnas enormes, grandes escaleras, cuartos y pasadizos,
que por momentos parece devorarse a los personajes que habitan el lugar, como a la servidumbre. El
enigma enrarece, an ms, la situacin, y la puesta
en escena toda se encarga de que las sospechas del
espectador pasen de uno a otro personaje (inclusive
al joven periodista, que al comienzo seala la pensin
como el lugar donde habita el criminal), lo cual produce una incomodidad y una aspereza terrible para
quien mira el filme.
Carlos O. Garca, en su estudio sobre la obra de Carlos Hugo Christensen, seala a uno de estos filmes
como ejemplo del costado siniestro y misterioso de
las pelculas de este autor. All, es donde nosotros
encontramos los detalles del ya definido y explicado Melodrama Argentino. Cada personaje hace su
nmero, su actuacin, lo cual da una atmsfera, un
clima de una inmensa perversidad gobernada por
la mano maestra de Christensen. Cualquiera de los
personajes puede ser el criminal, aunque terminan
siendo tres de ellos asociados (el doctor, el relojero y
el actor), pero tambin podran ser todos y ninguno.
Lo perverso se ha apoderado de la pensin, y por
ende de los personajes todos, y la pelcula insiste
en desarrollarse dentro de ese edificio antiguo, raro,
gigante, desproporcionado, siniestro. Todo esto,
desplegado desde una justeza extraordinaria en el
ritmo, en el clima, en los encuadres y en el armado
de los espacios, en la interpretacin de los actores y
en el perfecto uso de la msica.
Algunas cosas ms se pueden destacar de este bello
filme: hay una hermosa y cuidada cita a Los 39 Escalones (A. Hitchcock, 1935), en la que el mago y adivino
hind, en una representacin pblica de sus dones,
le pide al pblico que le haga preguntas de cualquier
tipo, que l responder con precisin exponiendo sus
dotes de adivino y vidente. La misma funcin cumpla
Mr. Memory en el filme del maestro. ste guarda un
secreto de espionaje, aquel, el hind, termina resol-
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viendo el drama del famoso seor Lpez, disfrazndose de tal para desbaratar a la banda.
Los tres asesinos son descubiertos por Olga Zubarry,
durante una partida de pker que ella est mirando.
Los tres asesinos, en conjunto, le hacen trampa al cuarto jugador: el viejo del matrimonio anciano que vive
en la pensin y juega a escondidas de su esposa. Olga
Zubarry ve claramente cmo se hacen seas a escondidas para ganarle al viejo. Corre desesperada a contarle
al hind y ste dice no creerle. Es importante ver cmo
ella tampoco le habra credo a su novio cuando por telfono, al principio del filme, le dice que el asesino vive
en la pensin. Esta bella simetra es articulada a partir
de subidas y bajadas por las enormes y antiguas escaleras de la pensin, que a esta altura ha devenido en
laberinto. Cruces, sospechas, movimientos extraos, y
toda una serie de cambios y sacudones se manifiestan
a lo largo de la pelcula en medio de las escaleras de la
pensin, que llevan a las habitaciones de los pisos de
arriba, pero tambin llevan a la muerte. Tal es el primer
asesinato en la pensin. La vctima es un recin llegado: un nuevo husped uruguayo que acaba de llegar
al pas por unos das, convocado a dar una conferencia.
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Para narrar esta historia de lucha y conquista espiritual, el director elige un punto de vista que pone de
manifiesto otros aspectos, tambin interesantes. En la
primera parte de la pelcula se nos muestra el mundo
cotidiano del chico. Se percibe la intencin de describir
ese mundo como un pequeo paraso, pero al mismo
tiempo se destaca el aspecto siniestro del mismo
Agregamos nosotros al texto de Garca: la edad elegida para el nio es perfecta, ya que se ajusta a la preadolescencia, donde en las sociedades tradicionales
comienzan los procesos de iniciacin.
Y, por ltimo, destacaremos que lo dicho por Garca
referente a una de las centralidades del Melodrama
Argentino, el jugarse por entero es, justamente lo que
falla en su posterior y gigantesco melodrama: Armio
Negro (que trataremos a continuacin), donde la debilidad y cobarda del personaje de Roberto Escalada
desemboca, sin ms, en la muerte fatal del nio y desata la locura del personaje de Laura Hidalgo.
No Abras Nunca esa Puerta, es otro filme ejemplar.
Como escribimos ms arriba, este filme est dividido en dos. El primero es un cortometraje de media
hora llamado Alguien al Telfono, protagonizado
por ngel Magaa y Rene Dumas. Si bien este relato proviene de un cuanto policial, y an ha sido
comercializado en ste gnero, debemos decir que,
en trminos de nuestro cine clsico, es un estricto
le importa por cuestiones de celos, y la pierde definitivamente. En el filme est todo este tema acentuado
por el cuadro de ella (un simple retrato bastante bien
hecho de la hermana del protagonista) que decora y
ambienta el comedor de la casa, hasta que al final se
vuelve claramente simblico ante las explicaciones del
hermano, justificando su cobarda.
El segundo relato es un mediometraje titulado: El
Pjaro Cantor Vuelve al Hogar. Aqu s, ya estamos
de lleno en el policial, pero sin descartar algunos elementos centrales del Melodrama Argentino. Describiremos un poco la trama.
Tres ladrones roban una joyera y escapan, uno de los
tres resulta herido. Deciden huir a la casa de la madre de uno de ellos, el jefe de los tres, una casa en el
campo. La madre del jefe, Daniel (Roberto Escalada).
La madre (Ilde Pirovano) es ciega, y ya la hemos visto
en las primeras escenas extraar a su hijo, y comentar
todo el amor que le tiene a una muchacha joven, su
sobrina Mara (Norma Gimnez), que la ayuda con las
cosas del hogar. Llegan a la casa, el herido muere y lo
entierran. Los otros dos cenan en casa de la madre,
pensando en pasar la noche all y seguir su huida, al
da siguiente. La madre est feliz de tener de nuevo,
y despus de muchsimo tiempo, a su hijo en casa.
Por la noche, la madre ciega y Mara descubren la verdad de la vida de su hijo y sus secuaces. Se enteran de
que vienen de robar y estn planeando ahora hacer
lo mismo en el banco del pueblo y robar las cuentas
de todos los ahorristas del lugar. Desarman y encierran, en sus respectivas habitaciones, a los dos hombres. Se despiertan, se dan cuenta de lo sucedido, y
logran salir de sus habitaciones. Juan, el ayudante del
jefe Daniel, encuentra el arma del tercero, el muerto, y con ella dispara a la cerradura de la habitacin,
sale y libera a su jefe. Ambos salen de las habitaciones y se disponen a bajar a la planta baja, cuando se
percatan que al pie de la enorme y bella escalera de
madera, los aguarda la madre de Daniel con un revlver apuntndolos. Juan amenaza con matarla y la
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Daniel. Teme no poder corregirlo, sabiendo perfectamente y mejor que nadie como es. No interviene
directamente en su vida, excepto con el ejemplo de
su propia vida. Hasta que se entera que su hijo est
por pasarse de la raya. Entonces decide intervenir
deliberadamente por el bien de la comunidad. No
para sacar a un delincuente de entre los ciudadanos
decentes, sino porque corren el riesgo los ahorros
de todos los pobladores del lugar. Al ver que su hijo
no cambia, decide entregarlo, sin ms, a la polica. El
enfrentamiento final, previo a la cada, es el triunfo
de la lucha de la madre. Reconoce en el hijo un trozo
de lo que ella busc toda su vida. El hijo la defiende
ante Juan, y lucha hasta la muerte por defender a
su madre. Ella cree al final que aquel que triunf en
la pelea del piso de arriba es su hijo porque, recor-
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su existencia en este mundo En trminos de Mircea Elade, nos referimos aqu a los ritos de pasaje
caractersticos de las sociedades tradicionales. Seguimos con Garca: De este modo, se descubre que
los grandes momentos de las pelculas de Christensen
corresponden a un tiempo diferenciado, un Tiempo de
Iniciacin, que la realizacin procura restituir apelando a todos los medios expresivos de que dispone. La
Puesta en Escena cinematogrfica intenta convertirse
en ritual y, pasando por una ruptura temporal (uno de
cuyos efectos sera la abolicin del tiempo profano),
busca instaurar y representar un tiempo mtico, que
aparece como un tiempo de repeticiones, de manera
tal que tambin el espectador experimente el carcter
y la intensidad de ese tiempo. Recordemos que es muy
importante no slo que el espectador conozca, entienda y analice los hechos vividos por los personajes, sino
que adems participe emocionalmente en ellos
Veamos cmo funciona esta cuestin en los diferentes melodramas del autor.
En La Balandra el embrujo perpetrado por la mujer al protagonista (Arturo de Crdoba), en la caliente
Venezuela, lo termina convirtiendo en un zombie. Lo
inicitico se manifiesta a travs de la despersonalizacin. Todo esto repercute terriblemente en la relacin
con su hijo. Al final, los celos provocan la reaccin, lo
que provoca un inmenso incendio que conlleva a la
disolucin final. Segundo y su hijo, luego de la aventura inicitica, son devueltos al mundo real y cotidiano, transformados, pero sanos y salvos.
En Mara Magdalena, ac ya dentro del terreno religioso, la protagonista (Laura Hidalgo) asiste a la
muerte simblica del Doctor, para volver sustancialmente modificada. A partir de all, reina un tiempo
mtico, sagrado, de repeticin, donde ella ser testigo
privilegiada del recorrido hacia la muerte del Doctor,
que menta, punto por punto, la pasin de Cristo. Un
final extraordinario. Recordemos que este es el ltimo filme que realiza Christensen en nuestro pas, su
despedida.
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Filme geomtrico como pocos, de una puesta en escena rigurosa, y de una construccin exquisita. Cuando Ral recin llega a Buenos Aires, participa de una
fiesta donde conoce a la extraa y solitaria Selva. Ella
aparece bajando unas majestuosas escaleras, y l se
deslumbra. Ella es quien lo encara y conquista en slo
unos minutos para terminar en poco tiempo en la
habitacin de pensin de Ral. El amor es descripto
rpidamente desde el erotismo. Ral sube a Selva en
brazos por las escaleras de la pensin hasta llegar exhausto a la puerta de su pieza. Ms adelante, cuando
le cuentan quin es Selva, l reconoce a Safo y en su
delirio de desengao se recuerda alzndola tantos
pisos por escalera. Inmediatamente la va a ver, sabe
que trabaja de sirvienta en una pensin (genial), y ella
lo recibe en medio de la escalera.
Como en otros filmes de Christensen, este tambin
apela a la aventura inicitica. Con sus respectivos
tiempos mticos y profanos. Con sus idas y venidas, y
con sus respectivas muertes y resurrecciones, hasta el
pesimista final. Pero, en esta pelcula, con un detalle
ya descripto: la otra mujer. Aqu son dos posibilidades
las que se le presentan al personaje, y l tiene que estar todo el tiempo eligiendo. Recordemos que luego
de su primer encuentro con Selva, cuando su to lo
pasa a buscar por su pieza para llevarlo con este funcionario que lo va a emplear, l rompe la tarjeta que
le dej la mujer, restndole importancia a la relacin.
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primer parte, las largas y tediosas caminatas de angustia, La ltima Noche que pas contigo Dos
tiempos. Al primero le corresponden las apariencias,
al segundo la realidad ltima: el mito.
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Para el estreno de la obra, Horacio se encontraba plido, con la barba crecida y con muy mala cara, producto de su enfermedad y su tristeza, abandonado
a las angustias del amor no correspondido. El protagonista de la obra (Carlos Thompson) lo maquilla
para que mejore su cara para el final de la obra, as
sube al escenario a hacerse ver por el pblico. Luego del estreno, como escribimos ms arriba, Horacio
y Myrtha se encuentran en la casa de l. Luego de la
ya comentada tentacin de las llaves, Myrtha se va, y
Horacio cuando decide emprender su va crucis final,
antes de salir se lava la cara, se saca el maquillaje, se
limpia. La expresin simblica de su transparencia es
lograda de una forma brillante con una economa de
recursos notables.
El final de la obra lo vemos desde el punto de vista de
Myrtha, solitaria en un palco. A esa altura, el dilogo
que dicen Estamos condenados a no ver la luz, la
podemos completar: en este mundo si, a la par
escuchamos en palabras de Horacio, arrodillado en
la iglesia, rezando: No me abandones Dios mo lbrame de ella Cuando Horacio sube, entonces, los
trabajosos ocho pisos por escalera, es claramente,
una subida al cielo. Recordemos la Cruz hace dos mil
aos atrs, cuando el tironeo entre el Jess humano
y el Cristo celestial, en sus ultima palabras dice:
Dios mo Por qu me has abandonado?... Luego:
Padre, en tus manos encomiendo mi espritu. Todo
est cumplido.
El uso de la msica en cada una de las escenas colabora enormemente con la expresividad deseada, y con
el riguroso dramatismo innato del filme. Tambin en
la banda sonora se manifiestan los dos tiempos iniciticos (el profano y el sagrado). Y dentro del tiempo
mtico, cada una de las subidas y bajadas de Horacio,
an su despersonalizacin final, estn perfectamente
acompaadas por el sonido, sobre todo con un trabajo riguroso de la msica, tanto la extradiegtica o
incidental, como la desprendida de la trama (el ya citado tango Uno, La ltima Noche, etc.).
hijo, en el Machu Pichu. All conocen a un pintor argentino, Felipe (Roberto Escalada), del que ella se enamora
y ve como forma de salir de su mundo hipcrita que la
tortura y ciega. A la vez, el chico ve en este hombre, un
perfecto padre sustituto. El chico es bondadoso, claro,
inteligente, transparente, carioso. Llegado el punto
fuerte de la relacin de la pareja, l, sin ms, desaparece, se borra. Esto ocasiona, irremediablemente, que
la madre vuelva a su antigua y degradante vida. El hijo,
que ya haba descubierto esa otra vida de su madre,
por eso apostaba tanto a Felipe, se da cuenta que Mara ha regresado al barro, y se suicida. Ella enloquece, y
un cuadro pintado por Felipe, la eterniza en un gesto
tenebroso.
Esta vez para la Argentina Sono Film, Christensen
trabaja dentro de un estilo distintivo, sus siempre
caras obsesiones relacionadas con la pasin, la fatalidad, el encierro, el sacrificio y la muerte. Al que el
destino se juega a modo de laberinto, emblematizado en los recorridos del Machu Pichu. En la subida
a la Ciudad Perdida de los Incas (el mito) se recrea
el amor, construido a partir del amor -pasin, tpico
del melodrama. En la bajada, el amor comienza a decaer, y ya de vuelta en Lima, se extingue. El Machu
Pichu est ms cerca del cielo que cualquiera de los
dems lugares. Aqu, la mujer impulsiva es vctima y
no victimaria (como en caso de Myrtha, la Olga Zubarry de Los Pulpos). Aqu Mara es vctima, y doble.
Porque fracasa en su intento de escape a esa vida
opresiva, indigna, sucia, y tambin pierde a su hijo.
Hijo que no supera la nueva prdida de un padre, y
que no se resigna a la fatalidad de esa vida otorgada
a la incapacidad de la madre. El muchacho, nio en
La Balandra Isabel lleg esta Tarde, preadolescente en Si Muero antes de Despertar, ahora adolescente llamado Morito por el Felipe de Armio Negro,
construye el eje del filme, escondido en la oscuridad, tras los barrotes del descanso de la escalera,
espiando a su madre, y descubriendo los simtricos
encierros (el de l y el de Mara), ambos recreados
desde la desidia de Felipe.
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chu. Cuando pasan por ese tnel donde todo se oscurece. All comienza el tiempo ritual, el de las repeticiones, donde nadie parece, finalmente, estar a la altura
de las circunstancias. Nadie pasa la prueba propuesta
por el filme. El periplo inicitico de Mara, estructurado alrededor de su amor con Felipe, deviene en tragedia. nica forma en la que ella se dar cuenta hacia
donde soplan los vientos del destino.
Las subidas y bajadas del filme, con sus puntuales
escaleras, marcan la verticalidad trgica. Veamos
cmo funciona en la cuestin del Padre, fundamental en la obra de nuestro autor. Daro tiene un padre
(biolgico) desconocido, que suplanta provisoriamente por los curas de su colegio (a los curas se los
llama padres), puntualmente con el cura que dialoga con Mara acerca de su educacin, y que de paso
tambin la sermonea sobre su vida. Luego aparecen
los falsos padres (los diversos hombres que Daro ve
acompaar a su madre), hasta que finalmente aparece la supuesta salvacin: Felipe. El nuevo Padre
(sustituto) e hijo (adoptivo) se relacionan siempre alrededor de imgenes religiosas, lo cual menta, otra
vez, al catolicismo. La relacin se vuelve verdadera
por la transparencia de ambos y por el aval sincero
e interesado de Mara. El artista argentino, en tierras
peruanas, conoce a una mujer y se enamora de ella,
asumiendo profundamente una relacin de padre
sustituto para con el hijo de ella que se ve prspera,
fuerte y verdadera. La desesperacin del nio que
lo lleva al suicidio, y as a perder su alma, nace en la
imposibilidad de la relacin con este nuevo padre.
Esto es: al final, ante la presin de la situacin, Felipe
recula, cobardemente, y se borra, an ante el pedido
tcito del hijo de Laura Hidalgo, quien ya lo pensaba como padre. Ante el abandono del flojo, se precipitan los acontecimientos. Ella no soporta ms la
situacin y vuelve a su vieja vida. El hijo se da cuenta
de todo esto y se suicida. Trgico final que compensa la lgica dramtica y que deja, como sntesis, un
cuadro: Armio Negro. Donde Laura Hidalgo queda
inmortalizada en un gesto de delirio y locura. A pro-
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Filmografa
A Casa de Acar (1996)
Somos? (1982)
Runnin After Love (1980)
A Intrusa (1979)
A Morte transparente (1978)
A Mulher do Desejo (1975)
Enigma para Demnios (1975)
Caingangue (1973)
Uma Pantera em Minha Cama (1971)
Anjos e Demnios (1970)
Como Matar um Playboy (1968)
O Menino e o Vento (1967)
Bossa Nova (1964)
Crnica da Cidade Amada (1964)
Curse of the Stone Hand (1964)
Viagem aos Seios de Dulia (1964)
Esse Rio Que Eu Amo (1962)
O Rei Pel (1962)
Meus Amores no Rio (1959)
Amor Para Trs (1958)
Matemtica Zero, Amor Dez (1958)
Leonora dos sete mares (1955)
Mos Sangrentas (1955)
Mara Magdalena (1954)
Armio negro (1953)
Un ngel sin pudor (1953)
No abras nunca esa puerta (1952)
Si muero antes de despertar (1951)
La balandra Isabel lleg esta tarde (1950)
El demonio es un ngel (1950)
La trampa (1949)
Por qu minti la cigea? (1949)
La muerte camina en la lluvia (1948)
Los Pulpos (1948)
Una atrevida aventurita (1948)
Con el diablo en el cuerpo (1947)
Los verdes parasos (1947)
El ngel desnudo (1946)
Adn y la serpiente (1946)
La dama de la muerte (1946)
Carlos Schlieper
1 Artistas como Buster Keaton, Frank Capra, Howard Hawks, Ernest Lubitsch, entre otros.
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La inversin es uno de los elementos ms significativos de la comedia, como gnero (como lo puede ser
tambin, cambiando lo que haya que cambiar, dentro de un buen filme de horror). En nuestro director,
el trabajo de la inversin est dado en los roles de la
pareja. Y el centro del mundo de Schlieper (an en sus
melodramas) est presentado siempre en la relacin
hombre mujer. En las comedias de este director, la
inversin se da de la siguiente manera: la mujer es
quien toma siempre la iniciativa, quien, por as decirlo, hace de hombre (pensemos en los aos cuarenta
y cincuenta), quien se asume como herona (pensemos en las comedias de Howard Hawks). La mujer
(esposa, novia, prometida) es la que mueve la accin,
la que se pregunta, la que da nombre a las cosas. La
que hace del mundo otro, y se encarga de legitimar
ese cambio. La mujer es quien decide en la cuestin
conyugal (cama, comidas, tiempos, salidas, horarios,
quehaceres en general). La mujer protagoniza los
filmes de Schlieper. El punto de vista de la narracin
siempre es el de la mujer. El hombre es un personaje
complementario, de apoyo, de inters romntico, de
quiebre, de respuesta. Es la sombra, hasta que al final (no siempre) se nivelan los tantos, y la pareja se
empareja. Dicha inversin juega como una suerte de
prueba del laberinto, para arribar tras sortearla, a un
nuevo estadio de madurez como pareja.
Hay un recurso utilizado por Schlieper en sus tramas
que tal vez sea su sello diferenciador: en muchas
de sus comedias, se crea una situacin ficticia, falsa,
y hasta ridcula, que por innumerables enredos se
vuelve un secreto que no queda ms remedio que esconder, porque, dadas las circunstancias, ya no puede
salir a la superficie. La situacin se va ensanchando,
inflando, y hacindose cada vez ms incontenible.
Esto, llevado por el autor con una maestra absoluta
goce, del entretenimiento, de la idea y de la reflexin. Pelculas como El Retrato (1947), La Serpiente
de Cascabel (1948), Cuando Besa Mi Marido (1950),
Cosas de Mujer (1951), Los Ojos llenos de Amor
(1954), Mi Marido y Mi Novio (1955), entre otras, demuestran largamente lo que venimos mencionando
acerca de este gigante del gnero de comedia dentro de la prolfica produccin cinematogrfica nacional en tiempos clsicos.
Veamos cmo funciona la bellsima Cosas de Mujer.
En este film producido por Interamericana, Schlieper
nos presenta una historia en la que un matrimonio
sufre una crisis producto de, entre otras cosas, la inversin de roles maritales. Ella, Zully Moreno, es una
abogada exitosa que se pasa el da trabajando, descuidando su casa y su marido. l, ngel Magaa, es
un qumico prestigioso que alterna su trabajo con la
casa y el cuidado de los hijos. Inclusive hasta descuida, en ocasiones, su trabajo. La regularizacin de un
correcto y prspero matrimonio es lo que la pelcula
se plantea desde el comienzo hasta lograrlo. Hay un
trabajo muy bien contado entre la relacin del mbito privado y el pblico. La crisis se profundiza cuando, luego de infinidad de reproches, l comienza
a abandonar de a poco el hogar, y relacionarse con
otra chica. Una chica que no tiene el ms mnimo
brillo pblico ni profesional pero que se ocupa de
l y de la casa. A partir de aqu el desastre es total,
estallan todo tipo de disparates, equvocos, furias,
hasta que la situacin llega a un lmite extremo. Finalmente, acorralada, Cecilia, el personaje de Zully
Moreno, tiene que ceder como nica forma de solucionar la crisis matrimonial, y adecuarse a los reclamos de su marido. La armona se restablece, el caos
se ordena, y el filme concluye. Con el aditivo propio
de la poca y de nuestro director: el marido le pide
a la esposa, ya instalada en el hogar como ama de
casa, que no deje de trabajar, que se acomode a los
tiempos modernos, pero que manteniendo cierto
equilibrio en el hogar y en la familia, siempre es
bueno que la mujer trabaje, si ello la satisface.
Filmografa
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Piero Bruno Hugo Fontana (el verdadero nombre completo de Hugo del
Carril) naci en el barrio de Flores de Buenos Aires, el 12 de noviembre de
1912. Fue productor, actor, guionista y director de Cine (esta ltima funcin
fue en la que ms se destac. Tambin cantaba tangos. Debut como actor
con Manuel Romero (uno de sus maestros), en Los Muchachos de Antes no
Usaban Gomina (1937).
Como director, comenz su carrera en 1949, y realiz 15 filmes, hasta 1975.
Entre los que se destacan: Las Aguas Bajan Turbias (1952), La Quintrala
(1954), Ms All del Olvido (1956), Culpable (1960), y Amorina (1961).
Fue, sin dudas, uno de los tres o cuatro mejores directores de cine que dio
nuestro pas y uno de los artistas ms importantes de su tiempo. Muri,
tambin en Buenos Aires, el 13 de agosto de 1989, a los 76 aos.
Primero actor, con veinte y pico de aos, luego cantante, ms tarde peronista y cantor oficial de la marcha, luego director de cine, uno de los
mejores de este arte. De los mejores de nuestro cine clsico, seguro. Uno
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Hugo del Carril hizo dos tipos de filmes, los primeros fueron dictados por su conciencia tica, y los segundos por su
conciencia esttica. El primer eje est compuesto por los
llamados filmes sociales y son, desde luego, los ms repetidamente reconocidos de su obra: Surcos de Sangre (1950),
Las Aguas bajan turbias (1952), Las Tierras blancas (1958),
y Esta Tierra es ma (1961). Todos ellos merecidamente elogiables, aunque solo el segundo es un gran filme.
Pero en el otro eje es donde la obra de Hugo del Carril
alcanza sus cimas. La Quintrala (1954), Ms all del
olvido (1956), Culpable (1960), y Amorina (1961)
componen este segundo eje en el que, por diversos motivos, su porte social no es postergado ni menos an
negado, sino integrado dialcticamente a una zona
ms compleja donde prima, por sobre todas las cosas,
Fernando de Arellana (Hugo del Carril) es el enamorado marido de Blanca (Laura Hidalgo). Una pareja
estanciera y rica, que viven en una clsica y hermosa
casa de las afueras de Buenos Aires, en un lugar indeterminado. Blanca recibe la triste noticia de una enfermedad terminal, que acabar con su vida en muy
poco tiempo. En una fiesta celebrada en la casa de la
pareja, Blanca tiene una recada y muere en el bello y
extenso jardn del frente de la casona. Fernando enloquece. La busca sin sentido por los lugares que solan
compartir, se sienta horas en el piano a tocar la meloda que ella sola tocar. Queda encerrado en su casa,
sin hacer nada, desganado, no recibe visitas, y maltrata a sus empleados. Un primo mdico, ayudado por
el ama de llaves de Fernando, logra pasar la barrera
de la soledad de Fernando, y accede a hablar con l.
Lo aconseja, le habla, lo apoya, lo ayuda. Finalmente, cuando Fernando est a punto de volverse totalmente loco, escucha a su amigo, y planea un viaje. Un
viaje lejos, a Europa, a distraerse, a olvidar, a pasear
Fernando emprende un largo viaje por una Europa
vieja, musestica, romntica, nocturna, incierta y misteriosa. En uno de los parajes encuentra a Mnica, una
mujer muy parecida a Blanca, su ex esposa (tambin
interpretada por la magistral Laura Hidalgo). La locura vuelve a poseer a Fernando. Se obsesiona. Se la
quiere llevar de vuelta y casarse con ella. Para lograrlo,
necesita comprarla a un maleante que la tiene como
empleada. Fernando la compra. Mnica antes de irse
delata al maleante acerca de actividades ilegales de su
pasado y a su nombre falso, y huye con Fernando, de
vuelta a nuestro pas. El maleante los sigue. Fernando
llega a su vieja casona, se casa y trata a Mnica casi
como a Blanca. Luego de la enorme diferencia que
separa a Mnica de su amada y perdida Blanca, Fernando logra aceptar y resignarse a las diferencias, y
cuando enciende las luces al final para poseerla completamente, y terminar de aceptarla como su destino,
Mnica es asesinada por la espalda por el maleante
europeo. Como Scottie en Vrtigo de Hitchcock, Fernando de Arellana se queda con las manos vacas. Sin
la autntica y sin su copia. El filme termina.
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LA QUINTRALA 1954.
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extraeza y exageracin), lo llevan hacia una desmesura, hacia un grado de locura donde, otra vez, lo que
gobierna es lo trgico, lo simblico.
En Amorina y Ms All del Olvido, estamos en presencia de dos obras de arte superlativas, precisamente por todo lo que venimos hablando del melodrama.
Ambos filmes seran simples dramas hbridos sin la
mano de este autor. En ambos casos est presente lo
social, y ms secretamente: lo econmico y lo poltico.
An ms: lo cultural. Pero otra vez, el exceso se cura
mediante el melodrama. El caso deviene en melodrama, y desemboca en lo trgico. Lo extraordinario se
da por excepcional ms que por enfermedad clnica
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Filmografa
Yo mat a Facundo (1975)
Buenas noches, Buenos Aires (1964)
La sentencia (1964)
La calesita (1963)
Esta tierra es ma (1961)
Amorina (1961)
Culpable (1960)
Las tierras blancas (1959)
Una cita con la vida (1958)
Ms all del olvido (1956)
La quintrala (1954)
Las aguas bajan turbias (1952)
El negro que tena el alma blanca (1951)
Surcos de sangre (1950)
Historia del 900 (1949)
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Otras Direcciones
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53 aos de edad. Film 42 pelculas durante ese tiempo que se detallan a continuacin en su filmografa:
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En 1985, recibi el premio especial por su trayectoria otorgado por el Festival Internazionale del Giallo
e del Mistero di Catlica y el 23 de diciembre de 1990
fallece en las cercanas de Pars.
Filmografa:
Les Libertines o Les belles au bois dormantes (1969).
Las Bellas.
Lassassin connat la musique (1963).
Les nuits de Raspoutine (1960).
La bte lafft (1959).
Les jeux dangereux (1958).
Rafles sur la ville (1958).
Seccin desaparecidos (1956). Hecha en Arg.
Confesiones al amanecer (1954). Hecha en Arg.
El dolo (1952). Hecha en Chile
Sangre negra (1951). Hecha en Argentina
Clochemerle (1948) segn la obra de G. Chevallier.
La foire aux chimres (1947).
Viaje sin regreso (1946). Hecha en Arg. para Pampa Film
El muerto falta a la cita (1945). Hecha en Arg. para la AAA
Se abre el abismo (1944). Hecha en Arg. para la Argentina Sono Film
Todo un hombre (1943). Hecha en Arg. para la AAA
Le dernier tournant (1939).
La Maison du Maltais (1938).
LAffaire Lafarge (1938).
LAlibi (1937).
L homme de nulle part (1937).
Les Mutins de lElseneur (1936).
Crime et chtiment (1935).
La rue sans nom (1934).
Le martyre de lobse (1933).
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Filmografa:
Dringue, Castrito y la lmpara de Aladino (1954)
Intermezzo criminal (1953)
La campana nueva (1950)
La doctora Castauelas (1950)
La fuerza ciega (1950)
Edicin extra (1949)
Juan Moreira (1948)
La senda oscura (1947)
No Me Digas Adis (1947)
Mara Rosa (1946)
La victoria de la V (1945)
Romance de medio siglo (1944)
Ponchos azules (1942)
Cruza (1942)
Boina blanca (1941)
Fortn alto (1941)
Hogar, dulce hogar (1941)
Confesin (1940)
Huella (1940)
Con el dedo en el gatillo (1940)
Una mujer de la calle (1939)
Doce mujeres (1939)
Senderos de fe (1938)
El ltimo encuentro (1938)
Melodas porteas (1937)
La casa de Quirs (1937)
Melgarejo (1937)
Santos Vega (1936)
Amalia (1936)
Goal (1936)
Picaflor (1935)
Riachuelo (1934)
Dancing (1933)
Tango! (1933)
Consejo de tango (1932)
El 90 (1928)
Charleston y besos (1927)
Puos (1927)
EL VIAJE,
de Francisco Mugica.
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EL MEJOR PAP
DEL MUNDO,
de Francisco Mugica.
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Arturo Mom fue un gran director de nuestro cine clsico, que se haba destacado previamente como montajista, productor y guionista. Fue tambin crtico de cine,
uno de los primeros del mundo en habla hispana. Uno
de los tantos desconocidos y a la vez grandes artistas
que ha dado nuestro pas, se destac por un cine sobrio, crudo, fuerte, directo. El estilo del melodrama argentino se observa en su mejor obra, la genial Albergue
de Mujeres (1946). Tambin queremos recomendar fervientemente desde este trabajo Monte Criollo (1935),
Palermo (1937), y Petrleo (1940).
Arturo Mom naci en la ciudad de La Plata, provincia
de Buenos Aires, y se desconoce la fecha y el lugar de
su muerte, que suponemos lejana.
Filmografa:
El tango en Pars (1956)
Albergue de mujeres (1946)
Nuestra tierra de paz (1939)
Busco un marido para mi mujer (1938)
Villa Discordia (1938)
Palermo (1937)
Loco lindo (1936)
Petrleo (1936)
Monte Criollo (1935)
El drama del collar (1930)
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Ac, el melodrama se incrusta en el policial, policial visto como la novela negra norteamericana. De
hecho ha realizado gran parte de su carrera como director en Hollywood y en otros pases.
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Filmografa:
La novia (1961)
Azafatas con permiso (1960)
Y despus del cupl (1959)
Amor prohibido (1958)
La pcara soadora (1956)
Pjaros de cristal (1955)
La mujer desnuda (1955)
La calle del pecado (1954)
La mujer de las camelias (1954)
La orqudea (1951)
Romance en tres noches (1950)
Mirad los lirios del campo (1949)
Mara de los ngeles (1948)
La gran tentacin (1948)
Romance musical (1947)
Lauracha (1946)
Casa de muecas (1943)
Su primer baile (1942)
La mirada de Fregonese es comnmente la del marginal, el delincuente, el que est solo y espera. Hay
toda una movilidad del guin y la puesta en escena
para rescatar y justificar a gentes que estn acorraladas
por la vida, o en situaciones trgicas o semi trgicas.
Desde la cmara, el encuadre es siempre preciso,
franco, directo; con actuaciones siempre al lmite, y
una atmsfera por dems lograda de equvoco, mentira, falsedad, trampa.
Apenas un Delincuente (1949) y Donde Mueren las
Palabras (1946) son, para nosotros sus dos grandes
obras maestras.
Filmografa:
Ms all del sol (1975)
La mala vida (1973)
Los monstruos del terror (1970) (sin acreditar) Espaa
Pampa salvaje (1966) Hollywood
La ltima batalla de los apaches (1964) Hollywood
Marco Polo (1962) (Versin de los Estados Unidos)
Harry Black (1958) Hollywood
Seven Thunders (1957) Hollywood
La spada imbattibile (1957) Italia
I tre moschettieri (1956) Series de TV (episodios
desconocidos) Italia
I girovaghi (1956) Italia
Martes negro (1954)
The Raid (1954) Hollywood
vMan in the Attic (1953) Hollywood
Julio Saraceni
La hermosa mentira (1958)
Del cupl al tango (1958)
Marta Ferrari (1956)
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Conclusiones
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Hubo una diferencia fundamental de nuestro cine respecto a Hollywood. Nosotros dependimos siempre, de
una forma u otra, del Estado. Y con ello, de los humores,
defectos y virtudes de los diversos gobiernos de turno.
Casi todos, excepto el primer peronismo (1943-1955),
horrorosos, perdidos, ineficaces, torpes, dilapidando
nuestro capital econmico y cultural. Porque la historia
de la Argentina es tambin la historia de un gran derroche. De talento, de capacidades, de hroes, de espritu, de modelos, de formas, de contenidos, de arte.
Esta diferencia raigal posibilit ciertos renacimientos temporales del cine norteamericano, y no as en
estas tierras. Aqu, desde que la mentalidad liberal
complet su esquema colonizador y totalitario, digamos desde los aos sesenta y pico en adelante, ya no
hubo vuelta atrs. Motivo por el cual, intuyo, se hace
tan cuesta arriba la defensa de algo que primero permaneci en la indiferencia absoluta de parte de nuestra cultura y nuestra crtica, pero que ahora, digamos
taro Mura (todos ellos, emblemas de los aos sesenta) a la altura de Hugo Del Carril, Manuel Romero
o Francisco Mugica, es algo demasiado delirante.
Algo similar podemos comparar en cuanto a los actores y actrices. El resultado sera el mismo, como las
pelculas. La raz de esto est en el enfoque industrial
de la cosa, como sealbamos ms arriba. Ni hablar
de la mayora de los psimos directores que ha dado
la Argentina en los ltimos veinticinco aos slo
podemos encontrar escasas excepciones. De esto se
desprende una contundente verdad: lo que sostiene
al cine es una industria slida y un pas acompaando, y no unas cuantas escuelas de cine.
Mentiras histricas
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es privada y estructurada a travs de estudios productores que custodien y manejen la mayor parte
de la cadena de produccin hasta la exhibicin. Y no
democratizndolo, como se suele decir. La palabra
democracia, desde hace unos cuantos aos la usa cualquiera y para cualquier cosa. Adems, el xito de la
actividad no se mide por la diversidad y cantidad de
filmes realizados y estrenados solamente, sino tambin por su aceptacin, pblico, taquilla, exportacin,
etc. Comparemos: la media anual de estrenos de la
poca clsica argentina ronda los cuarenta y pico
de filmes promedio. La media de la ltima dcada
supera largamente las sesenta pelculas. Y? El noventa por ciento de aquellas obtenan ganancias,
llenaban las salas, eran largamente mejor cine, y ms
del treinta por ciento de esos filmes se exportaban.
Hoy, las ms de sesenta pelculas que hacemos por
ao, primero, no son inversiones privadas, sino en su
mayora es capital puesto por el estado, es decir por
todos nosotros. El dficit esttico salta a la vista. Slo
el veinte por ciento recuperan apenas la inversin del
costo (una o dos al ao dan verdadera ganancia), y
una o dos al ao salen del pas, pero ms por mendigar en festivales insignificantes que por una poltica
seria de exportacin o por demanda extranjera.
Derechos y obligaciones amadas libertades
Una de las cosas ms importantes que aprend de
chico es que no hay libertad sin autoridad. No hay
libertad sin reglas, y por supuesto no hay libertad sin
el cumplimiento de esas reglas, que alguien, alguna
autoridad debe hacer cumplir. Los hombres tenemos,
por tanto, derechos y obligaciones. No slo derechos.
Desde hace veinte aos, lo nico que escuchamos de
todos los sectores (gremiales, sociales, estudiantiles,
minoras tnicas, raciales, religiosas y sexuales, etc.)
es reclamar derechos. Y nadie clama por las obligaciones. Por la de los dems s (del Estado hacia ellos,
sobre todo), pero por las propias, casi nadie. De eso
trata, ms o menos, la sobre modernidad en la que
vivimos. Reclamar derechos, dar derechos, y despreo-
tal, y por un supuesto equilibro, equidad, igualitarismo, y sinnimos varios que son pensados de manera
materialista, como pura consecuencia de esa misma y
salvaje apropiacin. Para utilizar un ejemplo extremo:
primero creamos la bomba atmica, y despus reclamamos una para cada uno. El reclamo socializante
e igualitario se prende de un supuesto derecho, ya vil
y tardo. Pero nadie piensa en las obligaciones de la
civilizacin humana, al menos de la occidental. Nadie piensa en trminos de bien y mal, eso ya es viejo,
retrgrado, antiguo. As estamos.
De manera despiadada, el mundo moderno ha ocultado bajo la alfombra al espritu. Todo es materia,
cosa palpable y slida, cuenta bancaria, usura, intereses, propiedades, lujos innecesarios, coches caros,
paralelo a un coleccionismo de museo que huele a
rancio, y del que nadie se confa en el fondo. El mundo se ha volcado casi en su totalidad a un materialismo estresante y delirante que no frena su aceleracin
constante hacia la nada. Ah, dentro de ese terrible
paquete, la cultura dentro de ella, algo ya confusamente llamado cine.
El cine, como hecho mundial, ha llegado a su fin, o
al ocaso al menos. Como la civilizacin. Esto no quiere decir que no se siga haciendo, que no mejore en
algn punto, que no haya posibilidades para unos y
otros. Nada de eso. Pelculas como Avatar (2010), de
James Cameron, lo prueban. Es, sin dudas, una de las
obras ms grandes de este arte. En trminos generales, el cine, estructuralmente, ha sido devorado por
el mundo moderno en casi todas sus fases y recorridos. Es saludable de todas maneras saber que si bien
ha terminado, o casi, ha llegado a su finalidad, a su
meta. Ha sido una fuerte cua de oposicin al pensamiento liberal que recorre las venas de occidente,
desde hace casi trescientos aos. Seguramente, la
cua ms grande y ms importante del siglo veinte.
Pero lo que es cierto es que las chances de reencauzamiento son pocas o nulas. Y si esto es as para el
cine mundial, por ejemplo el norteamericano, hoy
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ya casi a la deriva total, qu decir de nuestro empobrecido y tmido cine argentino. Sin industria no hay
cine, sin estudios productores no hay cine, al menos
que dure, sin artistas y sin sistematizaciones no hay
cine. Ni arte. El Renacimiento y el Barroco nos pueden
ensear mucho sobre esto. Qu fue la Warner sino
mecenas de grandes genios como Hitchcock, Ford,
Walsh o Hawks?
An as, filmes como los revisados en este libro, artistas destacados como los analizados en este trabajo,
siguen siendo modelo y paradigma para la realizacin
cinematogrfica actual. Sobre todo para hacer cine
en nuestro pas. Los modelos genricos, las estructuras, las formas de narrar, los estilos, los recursos, etc.
se nos vuelven indispensables para aquel que quiera
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