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    Malinowski Bronislaw - La Vida Sexual de Los Salvajes

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    Ssvewdticd- I Icons MORATA, 8. cieweias BroLogical MAD BRONISLAW MALINOWSKI Doctor an Rloseia, oe LA VIDA SEXUAL DE LOS SALVAJES del Noroeste de la Melanesia Descrpclén emogréica do tas relactones erdicas conyugales Yael ala do Te ta To ndigonee de Tan Trobrand (Nuova Golem Bean Prologodet DR. GREGORIO MARANON EDICIONES MORATA, S. A. Fndacdn de dover Merete lor 1829 Mella’ Lequerica, 42. MADRID PROLOGO ESPECIAL DEL AUTOR A LA TERCERA EDICION He escrito este prélogo, un tanto extenso, para la nueva edicidn de la vida sexual de los salvajes movido por la decepcién que me ha causa~ do este libro, no obstante la acogida extremadamente benévola y estimu- ante que ha tenido, El libro ha aparecida ya en cuatro idiomas, con ediciones distintas en Inglaterta y Estados Unidos; otras traducciones se hallan en preparacién; los ¢riticos han sido invariablemente benévo- los y amables, y, sin embargo, no estoy satisfech> Ningsin autor, supon- 0 Yo, se satisface nunca con que su libro no sea recibido con el mismo cespiritu en que fuera dado, 0 comprendide, como quisiera, y esto, natu- ralmente, es siempre culpa del propio autor. ‘Me he sentido defraudado en 1a recepcién jbacha a mi libro porque yo deseaba se le considerase como un logro en a investigacién directa ¥en los métodos de exposicién como un logro —o acaso ua experimen to— que debiera ser debatido, discutido, criticado, rechazado en parte, pero no ignorado. No obstante, hasta donde yo ‘puedo juzgarlo, este empeio experimental y ambicioso no ha merecido Ia atencién que yo deseaba se le prestara, Por es@ quiero aprovechar esta oportunidad para explicar ese em- peiio mfo; para exponer, en summa, la significacién del métedo funcional cen Ja investigacin directa y en Ia deseripcidn sintética det material et- nogréfico. ~ El sexo como fuerza cultural Al publicar esta monogralfa mi objeto era demostrar el principio bi: sico del método funcional: deseaba mostrar cémo s6lo una sintesis de heches referentes al sexo puede dar una idea cabal de lo que Ja vida sexual significa para un pueblo, Esto, por lo que a mi respecta, Ea cuan= to al publica, sélo se ha detenido en los detalles sensacionales, maravi Hindose o riéndose de ellos, en tanto que la sirtesis, Ia integracién de detalles, Ia correlacién de aspectos, el mécanisiro funcional entero, en ssuma, era pasado por alto. ; 1 En toda esta obra se ha ttaducido field work (iteralmente “trabajo eno) terrenc') por fnvestgacién ditecta, quenos parece fu significado acto. (Note el Traduetord ne MARAE SE SRO arse ew oe annonce i 26 LA VIDA SEXUAL BE LOS SALVAIES Me propenfa dar un ejemplo concrete que mostrara cémo un tera secteante i del sexo aio puele traitse dentro del mateo isttacio fal ym wavés de aus manifestaciones en otros aspectos de I cultura El amor, los contactos sexuales, el erotismo, combinados con 1a mag froliea y la mitologla del amor, sox aGlo una perte dsl cortejo habitual ‘entre los trobrianeses, Bl eortejo, a su vez, no es més que una fase, fase preparatorig, del matrimonio, y éste s6lo un aspecto de fa vida de fo- Miike Le Emilia misma encuenten ramificaciones ea el eas, en las rela~ Clones entre, parientes. watrilieales y patriarcales; y todos estos t6pf- Contam fntarente unos unos a otros, conttnyen en realidad, fan sistema ce parestesco, sigiema que controla las relaciones soc Hoot hombaes de is tibu ‘ene a, domina sw economia, sure 88 ma: fia y su mitolofia y penetra en su reigiSn y hasta en sus producciones autistieas. f Si pues, partiendo del problema sexual hube de hacer una infor nach Spica spe el sistema de paentesco st funcidn dentro de in cultura Vobiandesa, Dejé a un lado 0, mejor aun, indiqué soto bre- tremente, el aspecto linguistico de la cuestién —la momenclatura de los Jirentestos fatiicos—y tema tan desatinado y excesivamente diseutido, Rh exagereco a menudo en las relaciones de investgaciones directas, que scene incline uno a pevea sto ser tan lo ont vv dee ape, para bi invania, antropolégica. He reservado este aspecto del pa ventedgo. para. tratarlor en tomo separado con Ia esperanza de poder Administrar un pargante 4 {t antropologia social, mediante la ayuda de Unenceso de documentacion. enminoléica y de detalles Ingen. Sr embargo, el objeto principal de este libro efa mostrar que, sea cul Man a punto de bstreein, ef probit sexual, im fein 'y parenteseo presentan tna unidad orginica imposible de romper. En Toto be tenido la sensacién de que Ia parte sintétiea o constructiva de mi libro no ha “hecho earrere", Havelock Elis vio Ia signfieactin de ini argumerto bisico y Ia coment® en su Prélogo, Bertran Russell apre~ a5 enbalmente Ia importancia funcional de tos hechos trobriandeses re ferentes 2 la patecnided © hizo’ uso de ellos en st obra seveladora, sobee HI 'megrimonio y fa moral. Un beilante escritor americano, Floyd Dell templen mi testimonio con clara comprension de Yo esencial en sit Amor nia Bded de ta Maquina, ibro que desearfaleyese todo el mundo, Pero, Sparentemeste, Ia mayor parte de los lectores no se han enterado del bjeto principal de mi ibro. Lo que ha despertado el interés general han Sido os detalles sensacionaies: Jn evidente ignorancia de la paternida Tioidglea, la tecnica del acto sexual, ciertos aspectos de ta magia r= tiea san indiscutiblemente atrayehte) y una © dos rarezas del Th mado sistema matriarcl La ignorancia de la paternidad y la dinémica social de wna doctrina’indigen La “ignorancia de la paternidad” parece ser el tema més popular de este bre a este fespecto,lamento. que muchos de los que lo han f PROLOCD ESPECIAL DEL AUTOR A LA TERCERA EOICION 2 comentado sobre la base de los materiales suministrados por mi, hayan equivocado dos extremos. Ante todo, los trobriandeses no adolecen de un achaque especifico, de una ignorantia paternitatis. Lo que en realidad encontramos en ellos es una actitud compleja ante les hechos de la ma- temnidad y la paternidad. En esta actitud entran ciertos elementos de conocimiento positivo, ciertas lagunas en la informacién embriol6gica. Estos ingredientes cognoscitivos se hallan envueltos ademés por creen~ ita, ¢ influenciados por los principios morales 3, legales de Ta comunidad y por las incinaciones sentimentales de n= EI segundo extremo que deseo aclarar enfiticamente aqui es que en este libro no he enunciado opinién alguna sobre la “ignorancia original de Ja paternidad” en toda la humsnidad primitiva, ni tampoco_ respecto al achaque de que pudieran adolecer a este respecto los trobriandeses; © sea, que lo que ellos creen es ef resultado de la influencia directa del sistema matrilineal de organizacién social sobre sus conocimientos fisio- logicos. Tal vez yo mismo haya contribuido a la confusién al suscribie fen una publicacién previa la idea de que los trobriandeses representaban el estado de “ignorancia original”. Con fecha tan tempraga como 1916, en un artfculo publicado en el Journal of the Royal Anihrbpological Ins- titute, hacia ya una exposicién preliminar acerea de las creencias de los trobriandeses respecto 2 1a reencarnacién y al proceso de la procrea- cidn. Todavia creo plausibles muchas de as cosas que entonces dije, ero, como investigador directo, hubiera formulado conjeturas absoluta ‘mente distintas a ‘mis descripciones de hecho, y 20 cabe duda que entonces suscribt ciertos puntos de vista evolucionisias que ahora con- sidero desatinados, aunque itrecusables. Retractacién de un evolucior Creo que es ahora una buena oportunidad pare cosfesar esto en forma de retractacién. En 1916 defendf la tesis evolucionista de Sidney Hartland sobre la ignorancia universal de la paterridad en Ia huma- nidad primitiva. También trat6 de probar que los trobriandeses, como ‘muchos otros pueblos de Nueva Guinea y de Australia Central, se halla- ‘ban todavia bajo el imperio de esta ignorancia primitiva de la paternidad, En 1923, y también en 1927, reiteré “mi firme conviceién de que la ignorancia de ta paternidad es un rasgo original de ta psicologta pri tva, y, por tanto, en todas las especulaciones sobre el origen del 'matri- monio y la evoluciéa de las costumbres sexuales, debemos tener presen- te esta ignorancia fundamental”. Pero el lector del capitulo VII de este libro, aparecido en 1929, no encontraré manifestaciones semejantes sobre “origenes 0 estados primitives” y otros fundamentos del evolu cionismo, y ni siquiera ecos de ellos. El hecho es que dejé de ser un radical del método evolucionista, y que hoy preferirt: desaprobar cual- "The Father in Primitive Poychology, péz. 93. Véase también “The Psycho: logy of Sex in Primitive Societies, Peuchey oct, 1923, ‘is FLA WIOA SEXUAL BE LOS SALVAIES Profesién de fe de un anticuario embozado olavia creo en lal evolueién, pero lo que me parece realmente no- table es, no e6mo se ponen en marcha las cosas o cémo se siguen unas 2 otras, sino la relacién de los elementos y factores que controlan el Crecimienta de la cultura y de la organizacién social. En el caso pre- fe, quisiera inquirir cudles fueron las fuerzas que contribuyeron al desarrollo. del conocimiento embrio\égico o lo oscurecieron. Bajo qué ‘unstancias probables comenz6 et hombre a enterarse de la paterni- joldgica, y cudles fueron’ las corstelaciones que colocaron este co- dad. hhocimiento en un plano de interés muy distante. Estas preguntas, por ahora, s6lo pueden contestarse empiricamente mediante el estudio de Jos mecanismos que pueden observarse en las comunidades actuales de la Edad de Piedra ‘Si damos por sentado que las ideas de ta procreacién se hallan en selacién invariable con el establecimiento del parentesco; si podemos emostar que en los sosiedades depo patriarcal se hace generalmen- tem muyor aprecio de la eastidad femeniaa, dando con el una opor- fUnldad mayor para ia conelaclon empica ent el acto sexual y 10 gr idee siradermas, admnitimos queen ns comunidades potrarcales la artcpacin del padre en la procreaciOn es mis importante emocional- Ment inretos dado in ram paso pre dda el mecanano del Tonve migato, el matrimonio y el perentesco. Y conocer eso es la base Ttalome", ournal of the Royal Anthropological Insitute, 1916, pig. 413 PROLOGO FSFECIAL GEL AUYOR A LA TERCERA HOICION » teal sobre la que deben reposar todas nuestras especulaciones acerca del desarrollo de las instituciones domésticas. Tales especulaciones. pue- den, y aun deben, a veces, ir ms alld de las hases estrictamente em- piricas. Mientras sepamos ‘que nos movemos en los dominios de Ia hipStesis, de las probabilidades, de las cosas imaginadas 0 que se in- tentan reconstruir, no hay mal alguno en entragarse a los arrebatos es peculativos del anticvario. Mi indiferencia por el pasado no os, pues, una cuestin de tiempo verbal, por asf decitlo; el pasado puede ser siempre sumamente atrac- tivo para el anticuario, y todo antropélogo es un anticuario, como, sin duda alguna, Io soy yo también, Mi indiferencia por ciertos tipos de evo- lucionismo es una cuestidn de método, Mi deseo es que se reconstruya el pasado sobre las bases de un método cientificol preciso, y la ciencia hhos ensefia antes quo nada que s6lo podemas reconstruir cusind® cono: Geinos 18 regularidad ‘de un proceso, cuando conocemos las leyes de Frecimiento,- desarrollo y ‘corrslacién. Mientras ignoremos estas eyes y Fegularidades” podiemds entregarnos a arrebatos imaginativos, pero no a tuna reconstruceiin cientifiea. Asl, pues, tras ce establecer las leyes de lun proceso, mos es lfcito, dentro de ciertos mites, reconstruir el pasado, EL encanto sentimental, el interés filos6fico y €1 valor cientifico de la antropologia Si tuviera que equilibrar sentimiento, imagnacién y razén, obrando de un modo definitivamente roméntico, es devir, permitiendo al senti miento dominar mi imaginacién, ‘serfa un anticuario de pura raza. Filo- séficamente, 0 sea, dejando que la imaginacién influencie mi razén, los hhechos de la antropologia me atraerdn tinicamiente como los mejores medios para conocerme a mf mismo.,Pero cientfficamente he de recono- cer que, a menos que usemos exclusivamente el"niétedo comparativo desde ef punto de vista funcional, obteniendo mediante l Tas leyes de relacién, de proceso cultural y de parentesco, legal entre diversas. aspec- tos de la civilizacién humana, construirermes Inevitablemente en a arena todo, nuestro vasto eilicio de hipétesis wconstuctivas 0 de reflexiones Cuvier fue capaz de reconstruir su!monstrvo antediluviano sobre Ja base de un huesecillo por la mera razén de conocer fa relacién del hueso con el resto del esqueleto, En la relacién de un detalle de estructura con el conjunto radican su significacién y so virtud reconstruetiva, y aislar en la ciencia de fa cultura una costumbre que pertenece a cierto contexto, que es parte de él, cuya existencia real debe determinar toda fa obra que se realice dentro de ese contexto, aislarla violentamente, ac: hrerirse a ella excesivamente con espfritu de coleccionista a "de cazador de curiosidades", no conduce 2 parte alguna. Y, en el aspecto cultural que estudiamos, ‘en 14 doctrina de la identidad corporal ‘como derivado de Ia procrescién, slo buscamos Ia dignificacién de esa doctrina como una base de la descendencia mattilineal, como determinante del paren- 2 i ' \ | | tesco entte padre hijo, ¥ como parte mis © menos directa en muchos tetas. de parentesco. tes aGitacon de os origenes nos leva at estudio de leyes de es: re ee pes as’ pressor Al rtratarme dem bein evolucio= reer ae olde in efnaacia pena, mo teste por completo tel rae matio Sige crafendo en i evoucin, siguen Interesindome Tos carer deo ds Uesarsllos pero veo ton clardad cada vex ma- rigens: ft Msprestas a tol as preguntas del evoucionimo_deben Jer, rcctgmente del estudio. empurico de los hechos instituie- Seg desorele, pasado. queremes feconstrui. La ereencla trobriandesa de ta reencarnacton ven ani eas atte en tla con Toque et Geo an rea he de testament dg ao pale me interes, ed retrace or Mele condicones “prima el catenin rare eats maccn peismene pet sac ah hablar de Cnodon de ver PF cies_gue seme ueiodes mance nc, veo pninive ent Sm tido absoluto de Jal palabra. Pero sostengo totalmente mi opinién de Le a eee al encntada Tas Troe aye ‘ite gut ite prune Scr, Ou También manteng Ot imaltra en i vida tos indigenas de as Tro senate etme: dsivorbes pea (oda an a et oa gore enbrcoga ven" TDIb die gus Ge hase en condiciones mds favorables, proba. se ain ana ends ccna a ae ohlr gue aque ahora tenen,“Dento més clara resPart Jombles, probablemente hubieran descubierto Ia re~ czas condones, Inverts, Fra ura) pes el entendiminto dl se ce aceon eons es qu Seto 2 Te Ines bee acute on spree ste nvresado yf cOnEpIO ee Gabe lng commencéo de tue Ae cru 9 feo 20 ee dean orients incompleto que te nen los trobfiandeses respecto a los hechos embriolégicos, Ignorancia de tos trobiandeses respecto a Ia relatividad rmitaceme’ justificir brevemente esta conviceién teorética. Se me nh tanto contradictorio el mostrarse sorprendido por el conoci- niento imperfecto de los trobriandeses respecto al proceso de Ia fecun- Tucidn sexnel, cuando nos damas por perfectamente satisfechos ante st Gitencia d= un conocimiento cabal sobre el proceso de la nutricién, © Pe anto} Yatoma, ple, 418 Sp. ety ade, 3 Op ie, pas 7, 8, FROLOCD ESPECIAL OCL AUTOR A LA TERCERA IDICION u rmetabolismo, sobre las causas de Ia enfermedad y la salud, © cualquier otro asunto de historia natural, tater todad de las que, no tienen, i pueden tener, un conocimiento exacto. Nuestros ind’genas, en efecto, no Saben gran cosa de la teoria de la relatividad de Einstein, ni de Tas leyes newtonianas del movimiento, ni de los sistemas de Copémico y Kepler. ‘Sus conocimlentos en astronorsia.y iisica son limitados, sus ideas acerca de Ia anatomia y Ia fisiologla informes. En boténica y geologia. no. po- demos esperar que nos revelen observaciones validas. Por qué, pues pedirles ideas completas y precisas de embriologla? Mucho. mis incr bie serfa que los indigenas “conociesen la relacién entre el acto sexual y el embarazo”, como hemos ofdo decir a menudo de una a otra trib, En este sentido, ef verbo “conocer” no puede signiicar “posesién de un conocimiento exacto”, sino que ha de cobijar una gran mezcla de ele- mentos de conocimiento e ignorancia Todo lector de espiritu abierto puede ver en los capitulos principa- les de este libro que los indigenas poseen un conocimiento, incomplete iertamente, de la relacién que existe entre la cépuls y la gravider. Pezo sus arraigados principios matrilineales hacen del reconocimiento de Ia paternidad una euestion remota para ellos, y Iq versién sobrenatural de fas causas-del parto ejerce la fuerza mayor sobre su imaginacién.y Ja mis grande influencia en su vida institucional La funcién social de las ideas de procreacién En este libro he expresado In teorfa indfgena de la identidad corporal y espiritual derivada de la procreaciéaj He mostrado cémo la pobre co echarde-datos ffsicos-y fisiol6gicos esté cscurecida por creencias mito- Idgicas concernientes a Ta reencarnacién de los espiritus, creencias que, a su vez, se hallan encerradas en Ia totalidad de sw sistema animista ‘Mi obra es una respuesta a estas preguntas: {Cus os Ia realidad actual de los conocimientos, creencias, ignorancias, actitudes institucionales de los trobriandeses con respecto a la materridad y los fundamentos fisio- égicos y espirituales del parentesco? Incidentaimente, mi obra es una oposicisa metodolégica a futuros trabajos de investigacién directa. Cons- tituye, en cierto modo, und exigencia de nc hacer en el futuro, con un lenguaje superficial y grosero, afirmaciones ni negaviones acerca de la “ignorancia” 0 cl “conocimiento” nativos, sino, por el contrario, des- seripciones completas y concretas de lo que el indigena sabe, de témo To interpreta y de ¢&ro esta todo ello relacionadg cn su conduct y sus instituciones. \ i 'No fay, pes, nada de milagroso o siquieya de inesperado en In con- figuracién” de las ereencias, conducta moral’ conocimiento.embcclogica fovinstiuciones sociales en relaciéa con Ia prteridac entre los trobrian dleses, Podrfamos mostramnos incrédulos si os difesen que fbamps a en- ontrar en ellos conocimiento perfecto 0 ignorancia absoluta, Pero esto fs previsamente lo que no encontraremos en los trobiandeses, BI buscar Ja justifiecidn_absoluta det blanco y eh negrome ka parecido siempre fi, Bt metodo. fncionalnsiste en Ia complejiad de Tos hechos fst: PMOLOCO ESPECIAL OL AUTOR A LA TERCIRA EDICION » 2 10 Fe \égicgs: en 1a concatenacién de elementos diversos y, a menudo, ap “Oh, I am the cook ond the captain bold, “Be eeate contraditorios dentro de una éreencia @ convieci6n; en ‘And the mate of the Naney bra Intor sipamica de tal conviccién dentro del sistema social, y en la © ‘and the boon tight lator RE sctiques wctates y de fas creencins en Ta conducts tipica J tradicional = AAS. pues, Cl miétodo. funcional. no conduce simplemente al tele una recomposteldn de, hecos, sino que, sabre todo, Te descubre nue tjoan de Gbsewaciéns De. esta. sueste se_nos aparece coma un Mas tere abiendo nacido de in investigneiéa directa, vuelve a ella en Cuonte ‘entra en acc, . : i és en as lar "Come hemos visto, fel*inétodo funcional pone. st interés enh elon exiatentes ent éostunibies, aliticlones y pect ultras Glee Todas los vincutos que sinen Tas focrzas sociales y morales, Ia Tfeencikd dogmétias, Tos actos rituales, ne pueden reconstruirse desde Sify Noyereion hay gue. decubriiog estadlando fas formas en que ing chm inigena ive sos crencias y prectica 0 m0 Su moral y sa lees. La esouela funefopal Me tabado det dodo funionl como si se tatra, den cul antropologica establecida de antigno, Perautaseme confesarlo de una vez: sreetepees fala do Eseuctn Fanconal ce Antcopolaga ha sido dado for mf mismo, sobre mf mismo en cierto modo, y en gran parte fuera de Iti propio, sentido de la irrespoasabilidad. La pretension de ser, 0 quiza Ue Que ecbiera ser, una nueva esevela basada en una concepcién nueva Je tneultura y de que esta escuela fuese llamada "funcional", se expres6 primerdenente en el articulo“Antropologta” de la 134 edicién de la En- Prclopedia Briténicd (1926), Entre las diversas Cendencias de la anteopolo- gia meidersa, ya reclamé un sitio especial para el “Andlisis funcional de la Falcura". brevemente defin{ esfe métodg) con las siguientes palabras: Nesta clase de teorfa agpird if éxplicar las realidades antropoldgicas en! todos Sus niveles ce desarrollo por su funcién, por la parte que juegan Gentro del sistema integral de eultura, por la manera como se hallan: feleinadas unas. con otras dentro del sistema y por Ia forma en que Este sistema se halla vinculado. al contorno fisico, Ello exige reconocer fa'naturateva de la cultura mde bien que Ja reconsteucciga conjetural de Hirevovietin, ode acontecimientos. histricos pasados” 7 Me tallabe entSages firmemente eonvencido de que hablaba de un moviniento nuevo, de vigorosn existeneia, y del que, en cierto modo, ime erigia @ ml mismo en jefe, en estado mayor y en consejo secreto de un ejecite que ain no existia. Lo tinico que puedo alegar en discul- pa de este aytonombramiento es que no fue hecho sia cierto humorisio. + Bote drtfeulo fue reimpreso en, Ja 144 edicién de Ia Enciclopedia Sriténioa, bajo ot tule "Antropologta. Social”. G And the midship mite ‘And the crew of the captain's wig." *, (4 como muchos de mis colegas lo han sugeride, por Ia misma razén.. Pero la Escuela Funcional habfé adquirido ettabilidad. Ahora se ad- site generalmente que era necessria. Yo misme, desde el comienzo de mi labor de antropélogo, advertf que era ya hora de apiesurar su exis- tencia, de consolidar y ‘definir una tendeneia que, siendo tan ant como fa que més en todos los estudios de la cultura y Ta sociedad huma- nas, habia ido avanzando gradualmente; una tendencia que denaidaba imperativamente su reconocimiento explicito y s1 reorganizaciOn. La r3- zn para esta necesidad de una répida ctistalizacin de puincipios ‘se halla ‘en el hecho de que se estin hacfendo trabajos especializados y ciet- tifcos de investigacién directa entre los pueblos primitivos con el fin de anar tiempo, y este trabajo debers realizarse denteo de pocas.décadas ‘© no Jo serd ya nunca. Abors, los modems specialictas en investiga- jn directa tienen que proceder con inmediats cautela, pues para hacer trabajo efective dentro del corto expacio de ‘iempo'de que disponen tienen que deserrollar métodos, principios y teorias diferentes de todos 1os que durante tanto tiempo satisfieron al aficionado yal antiguo vine jero, eazador de curiosidades. La ripida compilacién de documentos ve- ridicos y fundamentales, la pesibilidad de obtener durante tna. perma- mencia necesariamente muy corta una informacion correcta y-fidedigna directamente de las fuentes nativas, requieren un apreadizaje teGrico es- pecial EL método funcional como, teoria de Ia investigacién directa La modéra investigacin directa necesta,\sin embargo, una teorta di naturaleza puramente epics, wh tea que no vaya ds all de evidencia inductiva) pero que ‘suministre uaa clara comprensiOn de biota a cultura humana en sus fords primitvas. El investiga lor-s® halla expuesto a equivocaciones e incluso 4 ordenar su material dentro de una perspectiva errénea si se encuentia bajo Ta iofluencia de un prolijo reconstructiviemo o de doctrinas evolacionstas. EL investigador cientitico debe estudiar 1a cultura de a tribu en su BEpio idioma y dentro de su propio ambiente. Lay labor comparativa ¥ las especilaciones teconstructivas que. pueda acer sobre Su material debe ejecutarlas més tarde en su gabinela Las observaciones. sobre la realidad existente, scbre la forma éi ue esta realidad bray sobre lo gue ella significa ‘para los indigenas —lla realidad total de la culturéy * 10h, yo soy el cocinero y el intrépido capitém, — Yo soy el piloto. del bergantin Nancy: — ¥ ef severo contrataestre, — Y el guardiamarina potill, "Vin wiptiscion toda del tote del capitins pas ; ? i i I i u LA WiOA sbsUAL OF LOS SALVAIES de su accidm libre—j debe ser captada y relatada por el investigador so- bre el terteno mismo de su investigaciOn. Nadie es capaz de realizar esto desputs de_partir_de la tribu observaday / Y aqui debersos anotar un punto muy importante: mientras no haya | una tecHfa en el verdadero’ sentido empirico, es decir, una (cosa que Sirva de guia y orientacién al observador, no puede hacerse una inves- tigacion directa efectiva, pues las teorfas conjeturales y reconstructivis fas tienen una influencia nociva directa sobre la investigacién. El teérico recoasteuetivista, como el evolucionista-y el difusionistayse conduce ante ada-elemento-de cultura: como un extrafio ante el contextd)en que tal clemesto se halla, H{-evolucignfstise interesa principalmeite ante los hreches que se le antojad”supervivencias de una época pasada, en tanto gue el difisionista, ve aiite todd una’ transferencia mecénica importada Ge otra resién geogrdfica, El uno traslada log hechos a un tiempo. pasa~ do, ef otre a tin espacio distante) Pero amibos trasladan los-hgchos. lejos Gel contorao real en que viven.'De esta suerte, ‘todos los elementos de ‘cultura, la idea, In costumbre, la forma de organizacién, la palabra, tienen fue salir ce st contexto y fijarse en cualquier esquema imaginario. 'De cémo cl descubrimiento del “matrimonio de grupo” sigue a su invenciGn se aislar hechos.b “rasgos" Suelos, esta diseecion de ta cultura, e8 Jo que hace peligrosa Ja actitud reconstructivaren Ta investigaciOn ‘direc- th. "Ast, poi ejemplo, tomemos' un_pasatiempo teorético, aparentemente Jnocente: las espectlaciones acerca de los “orfgenes del. matrimonio}. Una escuda, muy poderosa ciertamente, cree en el matrimonio de grupo, te decir, enum estado social en el que, desconociéndose el matrimonio fndividual, en ver He esta condicién humana se legaba a Ta unin sexual tn el matrimonio de grupo; algo muy inmoral, teriblemente Iujurioso, fan inerelsle en realidad. que munca ha sido definido clarameste={Po- dis imagaares. a Morgan, el respetable puritano de Nueva Inglaterra, {etallande su propia, famosa hipStesis del “matrimonio de grupo” y ex Dlieando como’ se eléctuaba en realidad? La verdad es que Morgan no Setinis ni Anatied-aunca. sus eategorfas fundamental de Ta. organizacién a romiseuidad”, "matrimonio de grupo";*“familia consangut- ! Quiad fuera esto excusable e indudablemerite comprensible en “iin hombse’ de su moralidad y carente de instruccin sociolégica. El fe wn explorador, yn gran explorador por muchos aspectos, pero no un fstudiodo experimentado de la sgviedad humana, Lo que es en verdad Sorprendeate para el sociélogo modermo es que ninguno de los muchos que le sguen ejerciten su imaginacién creadora en grado suficiente Emo part damnos una visién y una definicién claras de esas modalida- des iagnerias del matrimonio humano,” Pero iveron postuladas y afirmadas y'se convirtieron en una, obse sién pata los aficionados ala investignciGn directa y para los estudiantes, tebriees. eat “Numerosos jenipo " de “matrimonio de grupo” fueron establecidos PROLOCO ESPECIAL OUL AUTOR A LA TERCERA EEICION B fen todo el mundo y trajeron triuntalmente a Morgan a su pedestal pu- stano. Ast tenemos el famoso pirraur, instituoién ds la Australia Con- tral, enmarcado dentto de na forma’ del matrimonio de grupo”. Esto fue hecho por separacién forzosa del pirrauru de su contexto, dejando si investigar en 1o més uifaimo ous abpectos no sexuales y exagerando su lado sexual. Por identificar el especial eufemisme puritano de rela- Giones sexuales con el de relaciones maritaes, el piraunu qued® ads- crito a “una forma existente en Ta actualidad del matrimonio de gri- po”. En realidad, el pirrauru no es un matrimonio ni un grupo familir, sino una forma’ de seritim cicisbeism (¥. mai obra Family among. the ‘Australian aborigines, capitulo V, 1913). ¥ todo esto acontece porque los Autores que lo han descrito buscaban,“vestigios del matrimonio de grupo Y¥ no estaban interesados ‘ela deseripefén total de las instituciones. de ‘abajo como en realidad existfan y funcionaban dentro de un concrete Y¥ complejo contexto socioldgicos En la Australia Ceatral existe el ma itimonio individual,” que es cl verdadero matrimonio. La pregunta que debieran contestar nuestros observadores de primera mano es la sigien- te: “zCual es In relacién existente entre Ia. institucién pirrauru y el matrimonio, y qué servicios reales se prestan entre sf los. compaieros del pirrauri, que no sea el mutuo y ocasional goce sexual?” Un andlisis Ssemejante nos mostraria que, en tanto que en la: Australia Ceatral) el matrimonio es una institueién doméstica, ceremonial, legal, religios® y _, proereativa, el pirraurw’ s6lo es’ un parentesco sexual Tegalizado, : El teénsito de os ritos de pasaje Otra etiqueta tipicamente peligrosa es la delyitos de pasaje-yValiosa como fo fue ln contribucion Ge M, Van Geinep ere sélovun eaquema formal no asad en el verdadero. ands nconal de los tiversos ri tos, informes en conjunto a causa de su misma sersjanaa formal 1s fsencia de, una infeueion ceremonillyyace en su eigifeacién sociolSG , Stocacional J rstigesa, Los-andlisis de Jas sociedhdcs seectas ce Int inieitiones cercmoniaes hechos por Schutte, Cumew y Hutton Web: Ser ae levaron cabo con un esprit més acentuatamente tunclonal som, por tanto, mae ites que las clasfcaciones formal) que respon: den 1 los diversos Subttlos te tes Ge Pasaj COM todo, innumerabes investigadores han sulido la straceién de la Ingeniossrotulaién yma: terials tan buenos como Tos de Rattray 0 Juno’ han quedado vivindes pore formilisme de sus principe", “Sistemas clasifcadores de parentesco”, derecho materno y derecho paso, npn dl sist dean mag slo 2 onan fon singles: rStalos manufteturados por teéricor de qibinete que nunca Vieron (-animada realidad de Ia vidi de las tibus inilgenss) ¥ que ten dierog Siempre a teduce Te realidad cultaral-a {thle abtracas y 91 tadas) Muchos investigadores. de aficié, fosciaados por la. enunciacién oni, hipnotiados por a ereencia de qe para ser nombre. de cencit fSiinenester ver ms allée To punta le Ta giz, ya estas titlé mes Ge ‘una, manera Tecuentemente idol, madectada ‘genus 36 A VIDA SEXUAL DE LDS SALVAIES El sero no fo es todo Hz hablado det sexo por ser este el tema capital de ta. presente obra. Guatiuler-otro (enna nos conduelvfa a Ise mismas conclusiones y yo BO- “itia ejemplarizar el principio. sintétieo cl problemas. de la nutticién, en las ocupaciones econdmicas, en Tas creen- Pine religiosas.y mégicas 0 en evalguier otro asunto antropol6gico.) Al’ se scl como elem, velnas que el alimento co en fot s- re come cht sociedad civlzad, naturaliente- un led primi con, ana ace tel sefoma de evauacion el nace gente, de rei SP creenlateligioss. Béstenos recordar” que el to see cca propiesratigen eum acto mutrlvoy t. a ndee at aitmen|o se rere debiea este de ana manera sint ics, Saasinde Ii inegrecion del grapo vocal, de fos sistemas de sin ee aaal sateen, torso de esta principal necesidad. bol arent eertal dal hombre, Ninguna cultura pede comprenderse ea ote sue fnsttucionesmutricas sean estdiadas en rel a gnengs gue Codes Sprcpnrslgn, 9 consumo, de Tox aes, con la crete tas y fone aitbuern y smacenaje. Una de ls mis aaa ajay dein clenia socio es ey ulenteas toda. ta es aa ees etatica subrayaba la importancin de Tos intreses cual de como ui tee gon siempre interetes de nutiion—y see sade In detrminacion materia. de todo proces ie: dento del gop polo ninguna Uru rama cecil Jet clencia ee a aoe net ateneign dvota en esta cueston dela alimentt Be Ma alnmantes antropelogies del tarkinmo 0 del aninarnsmo estén todavla por sentar. °~ eer eto que el sexo ha sido y ef dlscutido ad nan sean en tanta qs Ia essuth,picoonalltea To ¥areduciendo todo al implico sexual, nadie, que yo sepa al menos, ha pensado en dedicar Ia ape sei de atenslén 9. de enass su interés pemelo, el alimen- ra eta, Iota negesdad del organisio hutano no menos fan _tninental que Ta piocreacién. Claro esta que 1a nutricidn ha sido éstu- saree Mkogor higenitas 7 médicos; pero, por una parte, exidlar initia de fi nuieon ones dag contenido cultural Boosie ua es para abo agpestos dl fount, y, por otra part, toda Ia Fee te la Lultuta cord stéril mientras In segunda gran Base de la so See nana fa bsqueda del alimento, no haya oeupado toda I aten lig de lo. antcopSlogs. : “La escuela funcional, qué en dliiina instancia aspira a relacionar to- dos foe tends ealurtes con las neceidadesssnseles deo $2ian hummno, etd Hamada a remedar este mal"Conno un echo” pos “tive &Y doctd# ATT, Richards, con su obra-Food it Savage Society, que a es socio de In nasil, fi dado una importante contebu xe ese sounte Ee de eaperat que st buela sea seguid por ots Componentes de esta erccla de la Escuela Funcional en 10s _ “el punto de FROLOCO ESPECIAL DEL AUTOR A LA TERCERA EDICION x” itiva EI estudio de la economia pi Pero la escuela funcional no. gira solo en torn del sexo 0 de Ia nutricion o de ambos axpectos a la" vez. Acaso lo que ante todo reconoce todo funcional ex que In satisfaceién de las.necesidades biol6gicas ica y desarrolla un sistema de necesidades terivadas. El hombre que vive bajo condiciones de cultura obtigne su pat indirectamente a través Ue Ia cooperaciény el intercambio. wTiene que procurarselo mediante tuna complicada ‘serie de gestiones econémicas. La cultura, pues, crea ‘nuevas exigencias, exigencias de instrumentos, stimas y medIO¥ de trans- Porte--de-cooperacién “social g~insitucloties que garanticen el trabajo frdinario’y Tegal de los grupos-humanos y permitan el establecimiento de Ia cooperacidn organizada, ‘Ast, pues, la funciét de muchos aspectos de la cultura humana no cs in satisfaccibn’ directa de las necesidades alimentatias o sexuales, sino sms” bienIa-satistaceidn “de 16° gis” pudiéramos amar-fecesidades is- Bmentales, es decir, nécesidad de’ tiles, de medios para logra®” un “objetivo, ‘sicido este fin. el, bienestar bioldgico el individuo, ta profon- fgacidn de Ia especie y también el desarrollo espritual de la personalidad Fal estableclinrento, del toma'y daca en la cooperacién social. Las " Gesidaides'instrimentales, siendo el cuerpo de I orginizacién soéial, im- plican su vez otras exigencias. La producci6n toll jstf basada en el Eonosiqiente, en tanto. que la organizaci sock se balla fundamentada Sa" oral iso nan Tenman, si Smbarzo, needed Etitrales' de wh grado fodivia major de derivacién, « las que quisiera dar cl nombie ddrnecesidages integrate? : En la discusiéa de la orginizaeién econdmica de los pueblos priei- tivos, han sido presentados Ja algunos trabajos preparatorios hechos por conomistas Y antropologos que tendian a enfocar 1a cuestién bajo el Sspecto instrumental de ia caltura. Las. pretoncepelois”extrardinaras, tales ‘Goiio Li'de la simplildad Ue Sa organization econdmica primitiva, han llevado-a. las ltimas teorfas de las cuatrc o cinco etapas del des- aro econdmieo. El nico problema conocida por la. antropologla. i mitiva 7 por la economia comparada eravel de Ia scesiOn de Tas. oct- puciones periicas, Precedio. la caza_a Id vida pastoral, 0. aparecié Entes la agricultura? {El laboreo de la tiera fae inventado por hombres, for mes por sacetea Easy las Secjntes ton yes Tones. diseutidas por/ List, Schmoller, ‘Wagne: iy asf mismo. por Han y Max Schmidt," said a Cierta excesiva simplificacién del’ problema domina atin la tentativa de sxporactin de Kar Buses on In ave comigrean veiment ep Cusionescmodemnss sobre. la. economia” primitiia. El libro del doctor RWC Firth) sobre The Prinitive Economics of the Maors, es quiza la primera: mosopratla. complet que éstuit la economia primitiva. desde ror ae une las felividadés fagicas y ceondmicas los interecesestéticos y lo Tigeativos para el trabajo, los valores econémico8'y las Meas religiosat, un a x8 LA VION SEXUAL OE LOS SALVAIES lisis de es argumgntos del doctor Firth nos mostraria, tan bien como puidiers hacerlo Ta presente obra, 10 que el método funcional, significa Fealmente, Al escribir i ibro Argonauts-of the, Wester Pacific, pude ‘er tambiga. como el estudio de una. mstituelén_econsmica) hos fuerza Jnevitablenente a coloearla dentro del contexto general de fa economla AE a teu gr a descubrir sus relaciones.con otros.aspectos sociales de 1a comunidad) La definicjén verdadera (de una instituciémtal como 1a del Comertionsatie-tribls alrededor de'la Nueva Guinea Oriental, no la da cn'venlidad esta ‘6 aquella actividad, sino el establecimiento de relaciones Entre magia, mmitologia, organtzacién social, intereses puramente comer cits "y Sin sistema de. valores —-ivitad ceremonial, mitad_estético— Jevantado en torno de objetog cuya funcién primaria cca el adoro, pero {tur pronte se convierten en simples repuestos de un principio tradicional J competitive de estimacion ‘Deseo indicar aguf breverhente que la teorfa funcional no es s6lo cl resumen de las funciones que debe tener una fancién, sino que nos {leva un andiss de la naturaleza de la cultura y de los procesos cultu- Hier Watiengo dade ya un esquema preliminar de esta teorta funcional Mierhh cultura. (véase articulo. “Culture” en American Encyelopoedia Of the Soctal Sciences, editada por Ealwin Seligman y Alvin Johnson), tte bastari ahora con referitme a él, iudicando aguf

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