A. Entre Nieblas. Mitos, Historias y Leyendas
A. Entre Nieblas. Mitos, Historias y Leyendas
A. Entre Nieblas. Mitos, Historias y Leyendas
nieblas
Mitos, historias y leyendas
del pramo
Entre
nieblas
Mitos, historias y leyendas
del pramo
COMUNIDAD/
ANDINA
CONDE5AN
ABYA
YALA
GE ~ERAL
"
Indice
Mapalina, la diosa de la niebla. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. ll
Dedicatoria
" 13
27
Valle Encantado
Venezuela
29
31
El mal viento
Ecuador
33
36
Pen
Los nios pastores y la perdiz
38
Pen
Oso de anteojos
40
Pen
Juan Osito
Ecuador
42
45
Per
Animales que anuncian buenas y malas noticias
Colombia
Las malas
Las buenas
46
46
46
El zorrillo
48
Per
El zorro y el conejo
49
Per
El venado llamingo: la historia de un cazador
Colombia
51
53
Per
El pitu malhablado
54
Per
El cndor casamentero
Ecuador
56
57
El oso
Venezuela
El caminante y el quishuar
59
60
Per
Jardn de remedios
Colombia
62
62
63
I.
JI
'" . 66
Lagunas Bravas
Colombia
68
Encantos
Colombia
70
74
La campana de Mojanda
Ecuador
76
77
79
Laguna Verde
Colombia
82
Las Velsquez
Venezuela
83
88
90
Ecuador
Tesoros del pramo
Colombia
92
94
Per
Los ruidos de la mina
Ecuador
95
El puquio
Per
97
El cerro malo
99
Per
La paila de cuatro orejas
Ecuador
100
El Huiaigilli
102
Ecuador
Eso ya no ya nunca pasa nada
Colombia
104
La loma de picola . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . l 05
Ecuador
La piedra del Muerto
Colombia
107
Duendectos
Colombia
109
El descansadero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..
El duende pescador. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..
El duende y Mara Luisa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..
El duende
El duende en mi vida
113
113
114
121
122
El nio perdido
Venezuela
124
El Arco Cat
Venezuela
127
129
Hombre encantao
Venezuela
13 I
La sbana blanca
Venezuela
133
141
Mana Chona
Venezuela
149
152
152
Mi pap
El tractor
154
El agua
155
Los animales
155
La papa
,
156
158
El pramo
Don Eduardo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 160
La vida del pramo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 162
Origen del Nombre de la Comunidad del Salado
Ecuador
163
Molino Drulico
Ecuador
164
Chon fsforo
Venezuela
167
10
170
Muchas gracias
173
Dedicatoria
os mitos y leyendas producidos por las distintas poblaciones humanas pueden ser mirados de diferentes maneras. En este caso, me parece
importante hacer nfasis en mirarlos como un discurso que corresponde
a arquetipos relacionados con la forma en que estas poblaciones se representan, y a su relacin con diferentes objetos mentales o materiales, como
parte de lo que se podra denominar un imaginario colectivo.
En este sentido, cabra preguntarse acerca del sentido o utilidad prctica
de hacer este tipo de ejercicio intelectual. Cul es el sentido y la importancia de estos discursos? El recogerlos significa, solamente un puro deleite
intelectual, o esto tiene algn tipo de implicaciones en la cotidianidad de la
prctica social? Estos discursos tienen o han tenido alguna implicacin en
la direccionalidad de las conductas, respecto de los objetos representados
o referidos?
Siguiendo este orden de ideas, desde una perspectiva pragmtica o
materialista de la cultura, pueden entenderse como un producto histrico.
Lo que nos lleva a pensar que las culturas, entendidas como estrategias
de adaptacin humana a las condiciones del medio natural en que estn
inmersas, construyen objetos materiales y mentales que expresan deseos
y/o realidades correspondientes a los cambios producidos en los ecosistemas o la valoracin que de ellos se hace en funcin de su necesidad de
conservacin.
Estas representaciones, discursos o institucionalidades, buscan dar una
direccionalidad conveniente a las conductas en relacin con la supervivencia de estas poblaciones. En este caso, los mitos y leyendas construidos
sobre este objeto que es el ecosistema de Pramo, son fundamentales en
la comprensin del valor y sentido que diferentes poblaciones humanas en
ecosistemas.
Este libro muestra, al ponemos al frente estos discursos, 10 que han significado y significan los ecosistemas de Pramo para las culturas Andinas.
Esto nos muestra que la articulacin y construccin de un discurso sobre la
conducta a seguir en relacin con estos ecosistemas, estn presentes desde
tiempo atrs en la historia de nuestros pueblos, que no necesariamente
estn ubicados en la visin cientfica de la modernidad, pero que, sin embargo, son conscientes de su importancia.
Debemos escuchar, en consecuencia, este clamor mtico y legendario
que se une a las voces de la ciencia moderna para continuar trabajando en
aras del respeto, estudio, conservacin y uso sostenible de este patrimonio
natural y cultural representado en los Pramos Andinos.
Francisco Conzlez 1. de G.
Director - Instituto de Estudios Ambientales para el Desarrollo,
Pontificia Universidad averiana.
Colombia.
18
Yolanda Kahabadse.
Ex-presiden", mundll de la UICN.
Ecuador.
20
erremos los ojos e imaginemos a un grupo de personas sedientas, viviendo en un desierto, con fuentes de agua escasas y sufriendo las
consecuencias del cambio climtico... Imaginemos ahora su felicidad al
encontrar una pequea esponja de agua, capaz de saciar su sed... pero
slo si son capaces de cuidarla.
Pensemos ahora en este grupo de personas gozando de las bondades
curativas y sanatorias de una laguna sagrada, en un ecosistema mgico.
Abramos los ojos y pensemos si todo ello no es ms que un sueo.
Es un sueo, pero un sueo hecho realidad. Una realidad que la naturaleza en su sabidura nos provee, para saciar la sed en una costa que,
como la peruana, es rida y desrtica. Una realidad alentadora, que frente
a la adversidad del cambio climtico, nos anuncia su presencia, pero nos
demanda su cuidado. Es el pramo y su ecosistema vecino la jalea, en
Piura y Cajamarca. Ambos capaces de proveer los servicios ambientales,
que el planeta hoy ms demanda: provisin de agua en cantidad y calidad
y almacenamiento de carbono. Capaces de brindar la paz que la sanacin
requiere, con la valeriana y sus efectos medicinales y, a su vez, con lagunas
como Las Huaringas o tambin de mostramos especies tan emblemticas,
pero en riesgo permanente, como el tapir del pramo.
Plantea el dicho popular que "lo bueno viene en frasco chico" y para el
Per ese es el pramo, un ecosistema que con la jalea ocupa una porcin
pequea del territorio y quizs por ello su desconocimiento, poco estudio
y el poco inters hasta ahora mostrado.
Pero este maravilloso ecosistema ha tenido la paciencia del sabio, para
damos su mensaje en silencio, "entre nieblas".
21
El mensaje del ecosistema que se sabe fuente de agua, fuente de biodiversidad, en resumen: fuente de vida, pero que no tiene que gritarlo. Tiene
en el Santuario Nacional Tabaconas-Namballe una pequea expresin del
cuidado que debiera merecer, pero que sufre en silencio el dao que produce la indolencia.
Que las historias, leyendas y cuentos que reconocen la existencia del
pramo sean una oportunidad para encontramos con l, en una simbiosis
de vida, de esperanza.
Manuel Pulgar-Vidal.
Director Ejecutivo de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental.
Per.
22
23
Maximina Monasterio.
lCAE, UniversUltul de los Andes, Mrida, Directora del PPA.
Venezuela.
24
, cerros
lo iento
Recuerdo todava las hojas peludas de mi primer frailejn, en una cortsima parada del bus del colegio, que aquel primer ao de primaria nos
llevaba en excursin hacia "lo que haba detrs de las montaas de Bogot". No bamos al pramo en esa ocasin, y me imagino que tardara
muchos aos en darme cuenta que aquel golpe de fro y llovizna, aquella
tierra blanda sobre la que transit, aquellas plantas extraas seran parte
de un escenario cada vez ms familiar. Caminos reales de piedra, llenos
de musgos resbalosos, visiones de parches del mundo desde dentro de la
nube misma, sorpresa con la laguna y el silencio. Silencio. Conciencia del
viento y la voz de los arbustos.
Nada sera tan importante para consolidar una imagen propia de las altas montaas de los Andes como las caminatas por Mucuches y Mucubai
de la mano de Maximina Monasterio: arenales pardos y grises movidos por
ese viento helado, contra el cielo extremo azul, muy lejos de la persistente neblina hmeda que extrava a los montaistas. Arenales que slo se
vuelven a ver al sur, en las tierras de Mximo Liebermann, con quien an
aspiro reencontrarme para visitar los magnficos salares bolivianos... Otras
montaas, de las muchas que quisiera recorrer, en bsqueda de aquellas
verdades que nos ensean a otear la ciencia; verdades cada vez ms pequeas, ms complejas, ms cercanas al misterio. As viaj a los tepuyes y
encontr el pramo del Amazonas en sus topes rocosos, y viaj por otras
montaas, caminando con mis pies y a travs de otros maestros para entender un poco la nocin de equivalencia ecolgica: la existencia de las
rosetas neozelandesas. Y el carcter sagrado que las alturas desencadenan
en las mentes de los pueblos ... y que nos deja tan fcilmente.
Hoy vuelvo al pramo y a las historias que de l teje este libro, como
un pequeo homenaje a quien, annimo, encontr hace muchos aos sepultado en musgo hmedo, llenando su pequeo crneo adolescente per-
27
forado por un tiro de gracia, en medio de las flores y las plantas sencillas
que pronto cubrieron su muerte. Una huella ms de las violencias que nos
cubren a nosotros de maneras ms aterradoras, y que dejamos atrs, ese
da con una oracin no pronunciada y un silencio mayor de muchachos
perdidos en la montaa.
Largas cabalgatas por los riscos, la visin de un guila ocasional llevada
por el viento. El acogedor refugio del campesino paramero y del caldo de
papa. El bao glido en la laguna de cristal, la cuna de los mitos, el origen.
La ventisca y el sol y el cielo quemantes y helados al norte y al sur, no tan
lejos del Ecuador hmedo, y la sensacin de infinito de las cumbres, no tan
altas para enceguecerse en la nieve o dejar atrs el verde, suficientes para
sentir la cercana de las puertas del mundo de arriba, el mundo donde ser
es volar, donde necesariamente uno se pregunta por el espritu, cualquier
cosa que ello signifique.
Contado por Luis Guillermo Baptiste.
Bogot, Colombia.
28
~Ie Encantado
Venezuela
Este pueblito, Valle Encantado, queda a unos treinta minutos de Mucu ches, esta larga distancia donde usted encuentra una hermosa experiencia .
Este relato es para empezar poniendo en cuenta que cuando [o visite,
vaya bien abrigado y despacio, porque este valle... ise encuentra a 3.200
metros de altura! Pero no se preocupe. Preprese a disfrutar de una belleza
espiritual y del silencio, que lo ir envolviendo. Lo atraparn el canto de la
naturaleza, los precipicios -que dejan vaco en el estrnago-, el verdor de
las montaas y de repente, el brillo de los trigales tranquilos.
Lo ms importante est en la entrada del pueblito: hay piedras enormes, de color negro, blanco y enrojecido. Por la flora que se encuentra
en las laderas en tiempo de invierno, detngase un poco y contemple la
belleza del valle encantado.
Alguna vez ha visto un rnoai?' Esas figuras enigmticas como la Pea
de La Virgen y la Pea del Letrero? Frente a ella se levanta una capillita
muy pequea en honor al Santo Nio de Atocha, donde es bueno que se
detenga para que le d gracias por haber llegado sano y salvo.
Ms adelante se encuentra con la pequea carretera que pasa por el
medio de esas enormes peas, y se ve la profundidad del ro que pasa por
el callejn. Puede contemplar el agua cristalina y limpia, pero se piensa dos
veces para tocarla, porque a esta altura ies muy fra!
Continuando el camino, como cerrado de repente, se abre y sale usted
al valle, donde puede ver las casitas a 10 lejos; la quebrada que pasa por el
medio de todo el valle. All se encuentra con los agricultores que siembran
la papa, el ajo y muchos muchachitos con ojos muy lindos, adems de
bellas mujeres que trabajan para el mantenimiento de su hogar.
Si se detiene un poco, puede conversar con personas de este pueblo.
Gente sencilla, que le puede contar historias muy bellas, de cmo se fue
sembrando, y ensearle por dnde era el camino viejo que todava se ve
por 10 Alto de los Encinillos y el Alto de las Cruces. Adems, puede hacer
un paseo muy bello al sector Micarache y Las Piuelas. Este valle encantado, se llama Gavidia.
Contado por Cantalicia Torres de Torres.
Venezuela.
Los cerros, aunque lo parezca, no son slo cerros: son hombres o mujeres, son buenos o malos, celosos o bandidos', jvenes o viejos, sabios poderosos o divinidades menores y mezquinas. A ellos se les agradece cuando
las cosechas producen bien, se les pide para asegurar la buenaventura de
los recin nacidos y tambin de los recin casados. Se les achacan los aos
secos, los muy lluviosos, los terremotos y, aunque no ocupen ningn nicho
en la iglesia, a ratos en cuestiones de influencia estos cerros o Apus', como
se les llama con reverencia, se disputan el puesto con los santos catlicos.
Si se nublan estn malqenios', si caen truenos en sus cumbres estn iracundos. Andan rodeando los valles con apariencia de comunes mortales y
recompensando la bondad o castigando la avaricia de la gente con la que se
topan. Si hay un deslave en sus laderas es porque algn advenedizo estuvo
a punto de encontrar los tesoros que con recelo ocultan. Son capaces, segn
dicen los mayores, de demostrar infinita ternura o terrible enojo.
Cuentan estos mismos mayores, que cuando joven el Imbabura correteaba a las lindas quambritas', de entre todas ellas se cas con Mara de las
Nieves Cotacachi. De esa unin naci un guagua que no ha acabado de
crecer; por apelativo lleva el de Yanaurco y por apellido el de Pin, est
al lado de su madre y juega entre lagunas, montes y nieblas. Ficticia o no
la fama de huaynandero" de este cerro, parece que hubo muchos vstagos
ms. Hasta hace poco era cosa comn entre las longuitas responsabilizar al
taita Imbabura por preeces incmodas de explicar de otra manera. Ahora
31
32
E l mal viento
Ecuador
El viento que recorre pramos y valles no es uno solo, son varios, son
una familia entera, numerosa y variada. Como en toda familia hay miembros buenos ... y otros que no lo son tanto. Est el viento del cerro que sopla
en las alturas y causa el soroche, ms conocido como el mal de montaa.
Otro es el viento de la muerte o Waunahuaira que precede al muertito que
viene con permiso del ms all, a cenar en la casa de su viuda la noche de
difuntos. Este viento es el que abre la puerta por donde luego ha de pasar el
difunto, es el que anuncia a las almas en pena, cuyo silbido es capaz de helar
la sangre hasta al ms valiente. El Ninahuaira habita en todo lado, se introduce en la gente que se encuentra dbil, abrazndolas con fuertes fiebres.
De toda esa familia de vientos, el ms soplador y, por lo tanto, el ms
conocido, es el mal viento o mal aire. Habita quebradas lgubres y casas
abandonadas, es un vaho, una fuerza mgica y maligna, capaz de enfermar
a la gente con dolores de cabeza, cansancio y mareos. No lo curan los doctores sino los ychak pasndole al enfermo un huevo o el cuy junto con la
ruda y la chilca; las plantas ayudan a que el animal o el huevo absorban los
males del paciente. Despus, para completar el tratamiento, hay que abrazar
a un chiqualcn', al cual hay que saludarlo respetuosamente como "compadre chigualcn" y, as abrazado, de alguna manera demostrando el mismo
respeto... hay que orinar contra su tronco. Para terminar este asunto, hay
que persignarse con una moneda de poca cuanta y botarla sobre la espalda
sin regresarla a ver.
9 Planta andina pariente de la papaya Cvasconcelia heilbomi. Produce una leche que escalda
la piel.
e otros rein s,
reinos de otros seres
Per
=2.....
e
...
10
Labor agrcola para preparar el suelo utilizando la quema para sacar la maleza .
11 Nombre con el que se conoce al pramo en el norte del Per. Hay cierta discusin tcnica acerca de si es una forma diferente de llamar al mismo ecosistema o si es un ecosistema
distinto, una especie de transicin entre el pramo del norte y las punas del sur.
12 Arbusto propio de la jalca del gnero Hypericum, con flores amarillas y usado para tinturar.
Los nios se asustaron y dejaron de tirar piedras a los polluelos. Entonces, la perdiz volaba delante de ellos hasta que llegaron a unas matas de
chimchango donde encontraron muchos huevos de color marrn, ligeramente morados y brillantes, que fueron recogidos por los nios, pero no
de todos los nidos; solamente tomaron los once huevos de un nido, con
los cuales saciaron su hambre luego de sancocharlos con la paja hmeda.
Al ver que no recogieron todos los huevos, una de las perdices se acerc silbando y les propuso que si ellos respetaban a los polluelos, ellas les
daran los huevos a cambio.
Contado por Pablo Enrique Snchez Zevallos.
Recopilado por ASPADERUC, Cajamarca, Per.
39
de anteojos
Per
Una vez una mujer joven y bonita del casero, se fue al bosque a ver su
ganado, mas como no lo encontraba, se intern en la espesura del bosque
y se perdi. El bosque era tan denso que ni el oso de anteojos la poda encontrar. Sin embargo, el poderoso olfato del animal le ayud a encontrarla
ya que la mujer estaba menstruando, l la captur y a la fuerza se la llev
a vivir a una cueva.
Para que la joven mujer no escapara, tap la entrada con una enorme
roca, que slo l la mova cuando entraba o sala de la cueva. La familia
y dems gente del casero la busc por todo el bosque, pero no la encontraron. Ni siquiera escucharon los gritos de auxilio, que ella emita desde
la cueva.
Despus de varios das, el oso de anteojos y la mujer pudieron entenderse en un lenguaje. El oso comprendi que la joven tena mucha hambre
y le llev variados frutos, flores y races del bosque para que comiera.
Luego de algn tiempo, la joven mujer y el oso de anteojos llegaron a
entenderse tan bien que hasta tuvieron un hijo osito. Pero el oso no dejaba
que la mujer saliera de la cueva.
Mientras el pequeo osito creca, uno de sus juegos y ejercicios era
mover la roca que tapaba la cueva. Un da el pequeo tuvo la fuerza suficiente para mover la roca de la entrada. Aprovechando esto, su madre y
l escaparon hacia el casero.
41
Ju
an Osito
Ecuador
Dicen, pues, que en Oyacachi, una comunidad muy lejana, hubo una
pareja que hizo un viaje de trabajo. Mientras caminaban, la mujer se cans
y se retras de su marido. En un momento, la mujer se encontr en el camino con un oso que la carg hasta su cueva. El marido no se dio cuenta
de esto hasta el da siguiente. Regres al bosque a buscar a su esposa, pero
no la encontr. Mientras tanto, la pobre mujer estaba desesperada atrapada en la cueva del oso.
El oso sala al bosque en busca de alimento, en especial de carne, pues
alosa le gusta la carne de caballo, de vaca, de danta'! y de otros animales.
Regresaba con sus presas a la cueva para alimentar a la mujer; sin embargo,
ella no coma la carne porque estaba cruda. Entonces, como el oso no es
una persona sino un animal salvaje, la obligaba a comer la carne cruda. La
pobre mujer padeca de hambre y de todo. Despus de un tiempo, ella
qued embarazada y el oso tap la entrada de la cueva con una piedra
grande.
La mujer dio a luz y tuvo un hijo. Como el oso traa mucho alimento, el
hijo creci rpidamente. Alcanzada ms edad, el nio ya tuvo fuerza como
para mover la piedra. Seguramente su madre le enseaba a moverla para
salir de la cueva, para no sufrir en esa vivienda e irse a su propia casa. Pero
como an no tena la fuerza completa, la piedra no se movi y continuaron encerrados. El oso padre siempre estaba buscando alimento y a veces
se demoraba das en regresar.
Un da el osito joven se puso a mover la piedra nuevamente. Esta vez
s pudo moverla, pues ya era suficiente su fuerza. Carg a su mam y se
1)
42
Tapir lanudo Clapirus pinchaquei que habita en los pramos y los bosques andinos.
=B
.....
e
....e
IU
44
14
Ls
lie-tie de la jalea
Per
La gente del pramo jalea cuenta que hace muchsimos aos, en estos
pajonales y en ciertas lagunas, existan abundantes patos, chinas lindas que
comen gusanos, y tambin, de vez en cuando, llegaban los gansos de los
Andes o guallatas, de plumas blancas y negras en las alas, que graznaban
fuertemente al asentar o al volar.
Ocurri que un da de enero cay una fuerte granizada que dur muchas horas y cubri casi todos los pajonales con blanco granizo.
La gente ya estaba sufriendo porque el granizo no se derreta, pero
cuentan que en la madrugada el granizo se convirti en blancas gaviotas
que, al alzar el vuelo, gritaban lic lic lic. As surgieron los lic-lic" o gaviotas
de los Andes que, segn decan, se alimentaban de gusanos y tambin de
los granizos, que era de donde haban salido.
Hace muchos aos que ya no caen estas granizadas tan fuertes y, por
lo tanto, los lic-lic estn desapareciendo y con ellos tambin la abundante
vegetacin de la jalea.
Contado por Belisario Samn, Cajamarca,
Recopilado por Pablo Enrique Snchez Cevallos, ASPADERUC, Per.
15 Ave como una gaviota que vive en la jalea y que cuando levanta vuelo grazna "lic lic lic
lic lic" (posiblemente Vanellus resplendenst.
45
Las malas...
El cuscunqo" viene a media noche y hace "uhhhuhhh" y as tres o
cuatro veces. Es del tamao de un gaviln y parecido a la lechuza, cuando
canta es para traer malas noticias, sea muerte o alguna desgracia, sea en la
familia o de algn vecino.
El murcilago es tambin de malas noticias; a veces entran y se pegan
en las casas y, cuando eso pasa, es conocido que se va'morir la gente de
la casa.
El quinde'? y el abejn lo mismo, cuando vienen y se pegan de las puertas o a la gente y braman duro, anuncian muerte.
En cambio, cuando canta el gallo pasadas las cinco de la tarde, est
anunciando desgracias comunitarias y pior que cante una gallina como el
gallo, iah s es pa'una desgracia ms pior!
Las buenas...
Nosotros aqu en Chiles recibimos las buenas noticias anunciadas por
los animales: cuando las cunquinqas" vuelan o estn cerca de nuestras
16 Bho grande y con "orejas" o "cuernos", propio de las alturas andinas aunque con una
distribucin amplia en las Amricas tBubo vrqinianusi.
17 Colibr, en kichwa.
18 O curiquingue, ave propia de los pramos (Phalcoboenus carunaatusi. Frecuentemente
se los ve volando en parejas y pueden cazar o comer carroa.
Cuando estamos vejando el cuerpo de algn familiar y entra una mariposa blanca y vuela alrededor del cuerpo, nosotros decimos que's porque
el espritu de la persona que estamos velando nos ha venido a visitar.
19
;y'V
~
~r.~?
$',
47
EtzOrrillO
Per
20
21
22
48
Abundan.
Harina de maz sancochado seco y molido (en el Ecuador se dice "chuchuca").
Cholo es mestizo; en este caso el aumentativo se refiere al porte grande del zorro.
El zorro y el conejo
Per
49
Pero, en realidad, no era ningn quesillo sino era la luna que se reflejaba en la laguna.
El zorro comenz a beber el agua, mientras el conejo finga tomarla. El
zorro ya no poda almacenar tanta agua en su cuerpo y el agua empieza
a salir por la cola del zorro. El conejo, al ver esto, anima al zorro para que
siga tomando el agua. En eso revienta la panza del zorro, el conejo destripa
al zorro y coge la tripa gruesa y la hace su flauta. Tocando la flauta se iba
el conejo cantando:
-Tilililu tilililu vachalanga reventague ...
As el conejo iba cantando todo el camino.
Contado por Catalino Garca Chugnas.
Cuenca alta del [equetepeque, distrito de Magdalena
(casero Capulipampa), provincia de Caiamarca,
Recopilado por Edilberto Huamn Torres
y Miguel ngel Chuquiruna, Per.
JO
l venado llamingo:
la historia de un cazador
Colombia
Lo que les voy a contar iue verdico. Una vez que salimos a cazar al
venado, jue madrugado que nos juimos; jue con otro muchacho, yo, el to
Wilian y otro muchacho que se llama Parmesio y los perros. Llevamos tres
armas: una la calibre 20 y las otras dos eran calibre 28, y cuando llegamos
a Potrerillos, a la primera no levantbamos nada ... los perros no levantaban
nada.
Entoces, el to Wilian estaba sentado en una pea y yo estaba ms allacito, cuando l mir pa'bajo y me llam, dijo:
-Andrs ve all un venado. Qu lindo!
23
51
~
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~.
52
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'!
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Hace mucho tiempo, en todas las jaleas haba abundantes lagunas como
la de Chamis y Milpa, pero ahora muchas han desaparecido. En aquellos
tiempos, estas lagunas eran pobladas por gran cantidad de sapos que no
permitan la vida de peces ni de otros animales acuticos, por lo que el
Dios Catequii" pidi a los sapos que no podan seguir reproducindose en
la forma tan grande como lo hacan y consumir toda el agua de las lagunas,
y que permitieran la vida de peces y de otros animales; pues ellos no slo
haban crecido en nmero sino en tamao, e inclusive devoraban animales
ms grandes que ellos.
Reunidos los sapos en gran y bullanguera asamblea, decidieron no hacer
caso a Catequil, su Dios. Enterado Catequil de tan grave desobediencia,
se ali con el Dios Sol, denominado Inti. y la Mama Pocho" para secar las
lagunas. Pues se abrieron profundos huecos cavados por Catequil, El Rayo,
y el sol sec la mayor parte de las lagunas quedando muy pocas de ellas.
Como consecuencia, los enormes sapos quedaron reducidos a pequeos
animalitos, muchos de los cuales tuvieron que cambiar de color y teirse
de amarillo como las hojas y flores del pajonal, como son ahora los que
an subsisten. Mucha gente afirma que los talalanes" se han formado por
culpa de los sapos; es por ello que, en las pocas de lluvia, los sapos croan
desesperadamente pidiendo a Catequil que les devuelva sus lagunas.
Contado por Celestino Raico,
Recopilado por Pablo Enrique Snchez Zevallos, ASPADERUC,
Casero de Secsemayo, distrito de Cajamarca, Per.
25
53
El pitu malhablado
Per
En los altos Andes hay un ave cuyo nombre vulgar en nuestro quechua
o runa simi es pitu o, por defecto de pronunciacin, pito. Asimismo, existen
pueblos cuyos nombres son: Pitumarka, Pitucancha en el Departamento
de Cusca, as como Ptupata en Ayacucho, y bastantes otros lugares cuyo
prefijo es precisamente esta palabra, que nos indica la abundancia anterior
o por lo menos la presencia actual de la especie, en estos sitios.
El Apu tutelar de Calca se denomina Pitusiray, palabra cuya traduccin
ms prxima es "donde canta el pito" y su importancia es tal que, revisando el libro de Felipe Guamn Poma de Avala, encontramos la figura de
este cerro sagrado.
Tiene otro nombres: acara, pitu (pito), iahachu ljakacho, hah'achu), akaj/lo
ljakajIlo, acaglio, acadlo), gargacha y carpintero terrestre (en el Per); pito
del norte (en Chile), carpintero de las piedras (en Chile y Argentina) y
Andean flicker en ingls.
Su distribucin abarca los territorios de Per, Bolivia, Chile y Argentina.
En la cultura andina se puede encontrar una variedad de relatos referidos
a la fauna, entre los que se encuentran algunos que tratan de explicar aspectos de la coloracin, como por ejemplo la mancha roja de la nuca que
ostenta esta especie.
:
......
::
~
::
~
54
Un cuento recogido en Calca (Cusca, Per) relata que esta ave era muy
conocida por que hablaba mal de otros animales; entonces el Apu (dios),
bajando de los cielos, se le apareci y le hizo una severa advertencia: que
si lo volva a hacer, le dara un castigo ejemplar. El ave olvid esta mala
costumbre por un tiempo, pero luego de unos das volvi a hablar mal.
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