09 Los Nuevos Procesos de Jecucion Cautelar
09 Los Nuevos Procesos de Jecucion Cautelar
09 Los Nuevos Procesos de Jecucion Cautelar
de ejecucin
y cautelar
de ejecucin
y cautelar
PRESENTACIN
El Decreto Legislativo N 1069, del 28 de junio del 2008, bajo el rtulo
de Decreto legislativo que mejora la administracin de justicia en materia comercial, realiz cambios sustanciales en el Cdigo Procesal Civil,
principalmente en lo que se refiere al proceso de ejecucin y al proceso
cautelar.
La importancia de ambas vas procedimentales es mayscula: la tutela
cautelar busca asegurar los derechos que las partes discuten en la litis,
para que la demora natural del proceso no los haga infructuosos; por su
parte, la tutela ejecutiva busca satisfacer efectivamente los derechos del
demandante. Son etapas que de una u otra manera aseguran la vigencia
y eficacia de la proteccin de los derechos que el sistema reconoce.
Las recientes modificaciones afectaron la tutela cautelar en varios puntos.
Por ejemplo, es de resaltar la modificacin del artculo 630, por la cual si
bien la medida cautelar queda cancelada con la declaracin de infundada
de la sentencia de primera instancia, aunque haya sido impugnada, es
posible (a diferencia de la regulacin anterior) solicitar al juez mantener la
vigencia de la medida hasta su revisin por la instancia superior, siempre
que se ofrezca contracautela de naturaleza real o fianza solidaria. Asimismo, se mantiene la regla inaudita altera pars, por la que el afectado
con la medida no es notificado sino hasta que esta haya sido totalmente ejecutada, pero haciendo una precisin en el artculo 637 al sealar
que cuando la decisin cautelar comprenda varias medidas, la ejecucin
de alguna de ellas, que razonablemente asegure el cumplimiento de la
sentencia, faculta al afectado a interponer la apelacin. Por otro lado,
en lo que respecta a la medida temporal sobre el fondo, se agrega un
importante requisito de procedencia. En efecto, se afirma que la medida
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CAPTULO I
Proceso Cautelar
Captulo I
Proceso Cautelar
I. Disposiciones generales para los procesos cautelares
La actividad de la jurisdiccin para dirimir un conflicto y brindar tutela
efectiva, pasa por una etapa previa de conocer los hechos alegados y acreditados por las partes, para luego definir el derecho en discusin, esto es, declara la existencia o no del derecho afectado; sin embargo, a pesar de haberse establecido la certeza del derecho reclamado, puede darse el caso que se
mantenga la renuencia a satisfacerlo, circunstancias que obligan a la parte
beneficiada a recurrir a la ejecucin forzada de este. En tanto sucede ello,
la situacin de hecho que justificaba la tutela del derecho reclamado puede
alterarse, a tal punto que puede llegar a desaparecer, tornando en ilusin la
satisfaccin del derecho declarado. Bajo ese contexto, aparece en el escenario el proceso cautelar, para cumplir una funcin diferente al proceso de conocimiento y de ejecucin, dirigido a garantizar el eficaz desenvolvimiento
de los procesos ya citados; pero, la tutela cautelar no solo tiene como finalidad asegurar el resultado del proceso, sino que, como seala Reimundn(1),
tiende principalmente, mediante medidas adecuadas, a la conservacin del
orden y de la tranquilidad pblica, impidiendo cualquier acto de violencia
o que las partes quieran hacerse justicia por s mismas durante la sustanciacin del proceso, prescindiendo del rgano jurisdiccional.
(1) REIMUNDN, Ricardo. Derecho Procesal Civil, Viracocha, Buenos Aires, 1956, p. 362.
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(2) ORTELLS RAMOS, Manuel. El proceso cautelar civil (una aportacin a su teora general), en: Estudios de Derecho Mercantil. En homenaje al profesor Manuel Broseta Pont,
T.II, Tirant lo Blanch, Valencia, 1995, p. 2701.
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una situacin adecuada para que, cuando jurdicamente puedan desarrollarse los efectos de la sentencia principal, efectivamente puedan hacerlo
sin obstculos de difcil superacin y con toda plenitud. El aseguramiento
no produce una satisfaccin de la pretensin deducida en el proceso principal, esto es, no significa que el actor perciba la cantidad reclamada, sino
la afectacin de determinados bienes para la futura ejecucin forzada y una
cierta preferencia a percibir el producto resultante de su realizacin forzosa;
por citar, dice Ortells(3) en la anotacin preventiva de la demanda, que no es
inscripcin a favor del actor, permitir que esta se produzca con plena efectividad a pesar de inscripciones a favor de terceros realizadas en el nterin.
El efecto conservativo en la medida cautelar es ms influyente sobre la
esfera jurdica del demandado que el aseguramiento. Cuando se argumenta
que traspasar los lmites del aseguramiento es tolerar una ejecucin sin ttulo, sin embargo, dice Ortells(4), se olvida que mantenerse en esos lmites supone, en algunos casos, algo ms grave: permitir que el conflicto se resuelva
interinamente mediante autotutela de alguna de las partes, que altere por
s y ante s el statu quo previo al conflicto. Vanse las medidas cautelares
como la suspensin de acuerdos impugnados de sociedades y asociaciones,
que impide que aquellos puedan ejecutarse y alterar consiguientemente la
situacin; la suspensin de la obra en el interdicto de obra nueva.
Por otro lado, las medidas cautelares pueden llegar a tener unos efectos
innovativos y anticipativos a la satisfaccin de la pretensin deducida en
el proceso principal. Ya no se trata que la conservacin de cierta situacin
implique satisfaccin de derechos e intereses que en aquella estaban siendo satisfechos, sino de introducir una innovacin, satisfaciendo lo que extraprocesalmente nunca fue pacficamente reconocido. Pueden citarse bajo
estos efectos a los alimentos provisionales (asignacin anticipada de alimentos) que el juez puede acordar a cargo del demandado cuando hayan
sido reclamados judicialmente estos.
Advirtase la oportunidad en que puede operar la medida cautelar: antes del proceso y luego de iniciado este. En el primer supuesto, esta medida
est sujeta a la condicin de formular su pretensin dirimente ante la jurisdiccin dentro de los diez das posteriores a la ejecucin (vase el artculo
636 del CPC). Igual exigencia corre para el caso de medidas cautelares dictadas antes del inicio del procedimiento arbitral (vase el artculo 79 de la
Ley N 26572). El citado artculo 636 del CPC condiciona que el beneficiado con la medida debe interponer su demanda ante el mismo juez, dentro
de los diez das, posteriores al acto. Ello no implica que sea el mismo juez
que recibi la solicitud cautelar, sino el juez competente por razn de grado
para conocer la demanda prxima a interponerse. El artculo 33 del CPC
regula la competencia del juez en este tipo de medidas.
Ntese que la redaccin del artculo 608 hace referencia a lo siguiente: Todo juez puede, a pedido de parte, dictar medida cautelar antes de
iniciado un proceso. Sobre este particular, lase el comentario que realiza
Rivas(5): el artculo 608 del CPC no significa sino atribuir al juez el poder
jurdico de dictar tales medidas, pero no que por su sola adopcin puede
fijarse definitivamente la competencia, alterndose la regla fundamental
prevista al efecto. No obstante ello, el artculo 608 tiene otro significado, ya
que sirve para posibilitar que aun siendo incompetente, en caso de urgencia o de necesidad, el magistrado requerido puede dictar la medida cautelar sin perjuicio de la ulterior radicacin ante el juez competente. En todo
caso tendr la posibilidad de declarar su incompetencia oficiosamente, de
acuerdo a los trminos del artculo 35 y la parte afectada, la de cuestionarla
oportunamente al saber de la medida trabada.
La redaccin de este artculo tiene su antecedente en el artculo 224 del
derogado Cdigo de Procedimientos Civiles que autorizaba solo al juez de
primera instancia a decretar embargos preventivos, anteriores a juicio y por
sumas superiores a veinte libras. En cambio habiendo litigio solamente
poda decretarlos el juez interviniente en la causa. Con la redaccin de la
referida norma apreciamos una cobertura mayor porque le corresponde a
todo juez decretar la medida cautelar.
En relacin al modo como se ejerce la pretensin cautelar sealamos lo
siguiente: Las medidas se promueven a iniciativa de parte. El artculo 608
del CPC recoge la influencia del principio dispositivo en la pretensin cautelar cuando seala: todo juez puede, a pedido de parte, dictar medida cautelar (). A pesar de que el artculo 608 del CPC as lo regule, consideramos
(5) RIVAS, Adolfo. Las medidas cautelares en el proceso civil peruano, Universidad Antenor
Orrego, Rhodas, Lima, 2000, p. 82.
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(6) Por citar, el artculo 514 del CC seala que mientras no se nombre tutor o no se discierna
la tutela, el juez, de oficio o a pedido del Ministerio Pblico, dictar todas las providencias
que fueren necesarias para el cuidado de la persona y la seguridad de los bienes del menor.
(7) Artculo 683: Interdiccin.- El juez, a peticin de parte, o excepcionalmente de oficio, puede
dictar en el proceso de interdiccin la medida cautelar que exija la naturaleza y alcances de la
situacin presentada.
Artculo 677: Asuntos de familia e inters de menores.- Cuando la pretensin principal versa sobre separacin, divorcio, patria potestad, rgimen de visitas, entrega de menor, tutela y
curatela, procede la ejecucin anticipada de la futura decisin final, atendiendo preferentemente al inters de los menores afectados por ella. Si durante la tramitacin del proceso se
producen actos de violencia fsica, presin psicolgica, intimidacin o persecucin al cnyuge, concubino, hijos o cualquier integrante del ncleo familiar, el juez debe adoptar las
medidas necesarias para el cese inmediato de los actos lesivos, sin perjuicio de lo dispuesto
en el artculo 53 del CPC.
(8) PEYRANO, Jorge. La performatividad en el proceso contemporneo. Su incorporacin al
nuevo ordenamiento procesal civil peruano, en: Themis, Revista de la Facultad de Derecho de la PUCP, Segunda poca, N 22, Lima, 1993, p. 16.
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(9) dem.
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Sobre la
contracautela
Principales
reformas en
materia
cautelar
Ya no es necesario constituir la contracautela de derecho real segn el Cdigo Civil. Basta que el justiciable la ofrezca y que el juez la
acepte como suficiente en una resolucin.
Sobre la resolucin
que contiene varias
medidas
Sobre el secuestro
conservativo
El juez a pedido de parte, dispondr la inmatriculacin del predio, solo para fines de la anotacin de la medida cautelar.
La solicitud cautelar constituye una forma de cmo se materializa el derecho de accin, que no siempre es a travs de una demanda, sino que bien
puede ejercitarse mediante una solicitud. En el caso particular de la medida
cautelar fuera de proceso, se aprecia que se puede acudir al rgano jurisdiccional sin demanda. En este caso, no estamos ante un proceso sino ante un
procedimiento, porque todo proceso se inicia con una demanda. Este pedido cautelar es una instancia, porque constituye una etapa previa a la actuacin del rgano jurisdiccional. Esta solicitud genera ciertos efectos, como la
carga del actor para impulsar el procedimiento cautelar; determina los sujetos del proceso cautelar y fija el objeto de decisin de la medida cautelar. Si
bien el juez dicta la medida cautelar en la forma solicitada, ella puede alterarse, si el juez considera adecuada otra medida en atencin a la naturaleza
de la pretensin principal. Sobre el particular, vase lo regulado en el artculo
611 y la llamada medida cautelar genrica del artculo 629 del CPC.
La solicitud debe contener los fundamentos de la pretensin cautelar
(inciso 1 del artculo 610 del CPC). Esta exigencia es determinante para
conceder la medida, pues en ella el interesado debe mostrar los elementos
de la cautela: verosimilitud y peligro en la demora; si se carece de estos, la
pretensin se desestimar y carecera de objeto ingresar a analizar la adecuacin de la medida, la contracautela, tipo de cautela, bienes, rgano de
auxilio, etc.
En los fundamentos est el sustento de la cautela, que constituye un
elemento de la resolucin cautelar, sin embargo, a pesar de que la redaccin
de este inciso lo limite a ello, consideramos que se debe aportar prueba, preferentemente documental, que sustente lo expuesto. Esta exigencia resulta
coherente con lo dispuesto en el artculo 611 del CPC que dice: el juez,
siempre que de lo expuesto y prueba anexa (); exigencia que tambin se
reproduce en la medida temporal sobre el fondo: () por la necesidad impostergable del que la pide o por la firmeza del fundamento de la demanda
y prueba aportada () (artculo 674 del CPC).
La prueba anexa a los fundamentos expuestos son los referentes a los
que acudir el juez para aproximar la probabilidad del derecho a tutelar y
justificar la urgencia que se requiere. El inciso 2 hace referencia a la forma
de la cautela, para lo cual puede recurrir a las medidas para futura ejecucin
forzada (embargos), a la anotacin de la demanda, a la medida temporal
sobre el fondo, a la medida innovativa y de no innovar y a la medida genrica. La forma de la cautela debe ser congruente con la naturaleza jurdica
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del bien que se quiere afectar y la pretensin que se busca asegurar; por citar, un vehculo, al ser un bien registrable y registrado puede ser embargado
en forma de depsito, secuestro e inscripcin; sin embargo, en atencin a la
adecuacin de la medida, hay que apreciar si esta forma de cautela contribuir a la satisfaccin de la pretensin en debate; por ejemplo: si se discute
nicamente el mejor derecho de propiedad, la medida que no podra ampararse ser la de futura ejecucin forzada (embargo) por no estar en discusin pretensiones dinerarias o apreciables en dinero, sin embargo, una de
las medidas adecuadas al caso sera la anotacin de la demanda. Vase aqu
que la forma de la cautela requiere ser contrastada con la naturaleza de la
pretensin en discusin y con los bienes que se quiere afectar.
El otro requisito que debe contener la solicitud cautelar, si fuere el caso,
es la designacin de los bienes sobre los que debe recaer la medida y el monto de su afectacin. Si estamos ante pretensiones dinerarias, la afectacin
de bienes dentro del monto que se propone, sera un buen referente (ver el
artculo 642 del CPC); sin embargo, dicha frmula no sera aplicable para el
caso de pretensiones extrapatrimoniales, salvo que adems de la pretensin
principal (no patrimonial) se discuta acumulativamente una pretensin dineraria, por ejemplo la indemnizacin acumulada a la pretensin de mejor
derecho de propiedad.
Hay que precisar que no es suficiente designar el bien que se quiere
afectar, sino que se debe acreditar, en la misma solicitud cautelar, que dicho
bien le pertenece al presunto obligado. Vase lo que seala el artculo 642
del CPC al respecto: el embargo consiste en la afectacin jurdica de un
bien o derecho de presunto obligado, aunque se encuentre en posesin de
tercero. De una primera lectura del inciso 3 del artculo 610 del CPC con
el artculo 642 del CPC, encontraremos que este ltimo no solo permite la
afectacin a los bienes sino que tambin los extiende a los derechos del presunto obligado. En este mismo sentido, el artculo 611 del CPC, al referirse
al contenido de la resolucin cautelar seala: la medida solo afecta los bienes y derechos de las partes vinculadas por la relacin material o de sus sucesores, en su caso. Esto nos lleva a sostener, que el inciso 3 del artculo 610
del CPC, no debe apreciarse restrictivamente a los bienes, sino que tambin
se podra incorporar la afectacin de derechos al respecto.
Si apreciamos estas exigencias, bajo la ptica de los derechos reales, podemos sostener que el poder directo e inmediato sobre una cosa, que concede
a su titular un seoro pleno sobre un bien es la propiedad, sin embargo,
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tambin puede concurrir un derecho real sobre un bien ajeno, de forma tal
que en el mbito de poder concedido, que vara segn el derecho real que
se trate, tiene la cosa sometida a su dominacin, como sera el caso del usufructo, la superficie, etc. Si A deja a B la propiedad de sus bienes, y a C el
usufructo de estos, el dueo de la cosa conserva la propiedad de esta, pero
se establece sobre ella un derecho real de otro. Otro caso, el dueo transfiere la propiedad del bien, pero al hacerlo retiene parte de las facultades que
sobre aquella le correspondan, formando con ellas un derecho menor: A,
cede actualmente a B la propiedad de la finca X, pero reservndose el derecho a usarla y disfrutarla (derecho de usufructo) mientras viva. La constitucin del usufructo tiene diversas fuentes (artculo 100 del CC). Albaladejo(10), comentando los derechos reales sobre cosa ajena, sostiene: una
de dos, 1, absorben toda la utilidad que esta presta, de forma que, mientras
subsisten, dejan al dueo vaco del goce de la misma (por ejemplo, el usufructo, que da derecho a usar y disfrutar totalmente la cosa); 2, solo sustraen al dueo alguna parte de utilidad que la cosa puede proporcionarle,
o le reducen nicamente en algn aspecto su poder pleno sobre aquella
(por ejemplo, una servidumbre de paso, que solo le impide prohibir que
quien la tiene atraviese por la finca de su propiedad). Ahora bien, comoquiera que la ley considera inaceptable que la propiedad de una cosa y la
total utilidad que la misma puede prestar se disocien con carcter definitivo, no permite el establecimiento a perpetuidad de derechos reales del
primer grupo.
Ahora bien, la frmula que consagran los artculos 611 y 642 del CPC sobre la afectacin a los derechos, adems de los bienes, nos permite tambin
ubicar dentro de dichos derechos a los de crdito del deudor. A travs de estos
derechos no hay poder directo del titular del derecho, el deudor, sobre la cosa,
sino sobre la conducta del obligado. Vase el caso del deudor que entrega en
alquiler un bien, tiene un derecho de crdito a exigir el pago de una renta.
En el derecho de crdito, el beneficio, la utilidad o la satisfaccin de
su inters que el titular obtiene por el uso del derecho, se lo proporciona la
conducta del obligado (deudor); en el derecho real, su titular los obtiene directamente de la cosa. En tales circunstancias, puede operar la medida cautelar de retencin para afectar los derechos de crdito proveniente de una
relacin jurdica, donde el deudor tenga una acreencia a su favor. El artculo
(10) ALBALADEJO, Manuel. Derecho Civil, V.1, T.III, Bosch, Barcelona, 1994, p. 38.
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657 del CPC hace referencia a ello, al sealar cuando la medida recae sobre
derechos de crdito u otros bienes en posesin de terceros, cuyo titular es
el afectado con ella, puede ordenarse al poseedor retener el pago a la orden
del juzgado ().
La posibilidad de la afectacin del bien o derecho del presunto obligado, tiene la justificante en el concepto de patrimonio, el que es definido como: el conjunto de bienes, derechos y obligaciones que pertenecen a
una persona fsica o jurdica, destinado a lograr la satisfaccin de sus necesidades y a garantizar sus responsabilidades. Se ha discutido en la doctrina
si las deudas forman parte del patrimonio. Para Lled y Zorrilla(11), no hay
duda de que en el lado pasivo del patrimonio, las deudas son un elemento
imprescindible de este, cuyo carcter solvencia o insolvencia del titular
viene precisamente por el saldo restante de la comparacin entre el haber
(activo) y el pasivo (deber) de una persona.
Otro aspecto a considerar en el concepto de bienes y derechos es que
sean susceptibles del trfico jurdico, lo que supone a su vez que han de tener un contenido econmico valorables en alguna medida en dinero y ser
susceptibles de comercio entre los hombres. Lled y Zorrilla(12) plantean algunos supuestos que no forman parte del patrimonio, por no reunir estas
dos condiciones, aunque pertenecen a un titular, como son los siguientes
derechos:
1) Los derechos personales, entendiendo por tales, los que son atribuidos
a un individuo en razn a sus cualidades personales y por lo tanto no
son trasmisibles; por ejemplo, los derechos derivados de la cualidad de
funcionario pblico; las prestaciones de la seguridad social que corresponden a personas concretas y determinadas; los derechos honorficos
o nobiliarios. En todos estos casos es posible reconocer un contenido
econmico, pero no pueden formar parte del patrimonio, ya que sobre
estos no cabe trfico por persona distinta de su titular;
2) los bienes excluidos del comercio, ya sea por la propia naturaleza del
bien o por disposicin de una norma positiva; por ejemplo, los bienes
considerados de inters general. Tambin hay que incluir aqu la parte
(11) LLED YAGUE, Francisco y ZORRILLA RUIZ, Manuel. Teora general para un entendimiento razonable de los episodios del mundo del Derecho, Dykinson, Madrid, 1998, p. 378.
(12) dem.
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del patrimonio que la ley reserva para atender las necesidades mnimas
de su titular y sobre la cual no pueden actuar los acreedores: el denominado patrimonio mnimo inembargable cuya fijacin y extensin aparecen acogidas por ley (ver el artculo 648 del CPC);
3) tampoco forman parte del patrimonio los derechos personalsimos o
fundamentales de la persona, por carcter tanto de contenido econmico como por su condicin de pblicos y por tanto excluidos del trfico jurdico;
4) derechos y acciones concernientes al estado civil de las personas, como
la filiacin o la patria potestad.
Cuando un demandante recurre a la jurisdiccin a pedir tutela cautelar
para asegurar que el derecho que se viene discutiendo sea satisfecho realmente, debe mostrar una simple apariencia del derecho que invoca y sobre
todo justificar la urgencia de la medida; sin embargo, la resolucin cautelar
no solo contiene una medida cautelar a favor de quien la invoca sino que
necesariamente contiene otra medida cautelar a favor del ejecutado, para
asegurar, no el derecho en debate, sino los daos que le pueda generar la
ejecucin de la medida cautelar.
La resolucin cautelar contiene medidas precautorias a favor del actor
y a favor del ejecutado, para asegurar objetos diversos; as pues, el actor persigue el aseguramiento de la satisfaccin del derecho en discusin y el ejecutado el aseguramiento del dao provocado por la ejecucin cautelar.
Estas cautelas mutuas, tanto para el actor como para el ejecutado, se
justifican por la incertidumbre de la relacin jurdica en debate. El juez
emite un pronunciamiento, sin tener la certeza del derecho que asegura;
solo la mera apariencia de ese derecho le lleva a aproximarse a una tutela
cautelar, justificada por la urgencia de la medida, por ello, ante la ausencia de certeza, el juez tiene que voltear la mirada hacia el ejecutado, para
brindarle otro tipo de tutela cautelar, frente al dao que le pudiere generar
dicha decisin. Definitivamente, la medida cautelar encierra riesgos, desde que no opera con la certeza del derecho, sino con la mera apariencia de
este; y ese riesgo debe ser asumido por quien se beneficia con la medida.
El riesgo no debe ser trasladado al demandado, sino por quien obtiene una
afectacin sobre la esfera jurdica del ejecutado, de manera anticipada, sin
haberse definido an el derecho en cuestionamiento.
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inciso 5 del artculo 610 considera como uno de los requisitos de la solicitud
cautelar, la designacin del rgano de auxilio judicial, si fuera el caso. Este es
un auxiliar externo de los jueces, encargado de cumplir una medida cautelar,
guardando o vigilando bienes o personas que constituyen la materia sobre la
cual recae la medida. En opinin de algunos autores, estos auxiliares al ser
designados o al encargrseles el cumplimiento de una medida, se constituyen en representantes del juez; siendo calificados como auxiliares externos
de los jueces. Pueden ser terceros al proceso o, de manera excepcional, los
mismos litigantes, como sera el caso del embargo en forma de depsito. Los
rganos de auxilio judicial pueden agruparse en instituciones y funcionarios
administrativos, como el Banco de la Nacin o el registrador pblico; los propios litigantes, cuando uno de ellos es designado depositario de bienes embargados; y los terceros, como el custodio e interventor, que se constituyen
en auxiliares ad hoc para la misin encomendada.
A pesar de la redaccin del referido inciso 5, debemos considerar que la
designacin del rgano de auxilio judicial corresponde al juez, a propuesta
de las partes, pero puede estar predeterminada por la ley, como en el caso
del depsito en dinero, piedras y metales preciosos, que recae en el Banco
de la Nacin (ver el artculo 649 del CPC). Seala el artculo 626 del CPC,
que cuando el juez designa el rgano de auxilio judicial, es civilmente responsable por el deterioro o prdida del bien sujeto a medida cautelar causado por este cuando su designacin hubiese sido ostensiblemente inidnea.
El secretario es responsable cuando los daos y perjuicios se originan en su
negligencia al ejecutar la medida cautelar. Esta responsabilidad podra llevar a la remocin o sustitucin del rgano de auxilio, de oficio, en cualquier
momento y sin sustanciacin, cuando los intereses confiados a la custodia
as lo exigieren. Esto implica que el rgano de auxilio carece de personera
para oponerse a su propia sustitucin en el cargo, ni tiene por qu exigir razn valedera para que no se le sustituya.
Segn el artculo 55 del CPC, son rganos de auxilio para la medida
cautelar, el depositario, el interventor y la Polica. A diferencia de los peritos, no existe profesin u oficio especialmente predeterminado para el cargo, tampoco existen registros judiciales a los que recurrir para la designacin, quedando esta librada al arbitrio judicial, ante la propuesta que hace
el solicitante.
El depositario judicial recae en la propia persona del demandado, a
quien el juez, en un primer momento, le designa para que guarde, custodie y
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jurisprudencia
Uno de los rasgos distintivos de la pretensin cautelar es su carcter instrumental con relacin a su pretensin principal, por ello debe existir una
relacin de conexidad entre estas.
(Exp. N 3492-98, Sala de Procesos Abreviados y de
Conocimiento, Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia Actual, Tomo 3, Gaceta Jurdica, pp. 505-506).
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consulta legal
Si no se otorga una medida cautelar a pesar de acreditar el peligro en la demora y la apariencia del derecho qu puede hacer
el justiciable?
Producto de un contrato de publicidad, una empresa de televisin tena el derecho de promocionar la imagen de Javier Lpez por dos meses. Al tercer mes, Javier demanda cumplimiento del
contrato para que se deje de promocionar su imagen y adems, el pago de una indemnizacin.
Para evitar que la actividad daosa se mantenga, el accionante solicita como medida cautelar innovativa el cese de la difusin de su imagen, acreditando el peligro en la demora y la apariencia
del derecho. Pese a ello, el juez desestima su pretensin cautelar, y el ad quem confirma dicha decisin sin una adecuada motivacin. Javier nos consulta qu podra hacer para que sus derechos
no sean totalmente afectados.
Respuesta:
La tutela cautelar tiene por finalidad garantizar la posibilidad prctica de la efectiva tutela jurisdiccional de los derechos, desplegando la funcin de neutralizar los
probables daos que podran ocasionarse a la parte que tiene (probablemente) la
razn en el proceso de cognicin o de ejecucin. De esta manera, la funcin de la
tutela cautelar responde al principio de efectividad de la tutela jurisdiccional, y por
ello, se enmarca en el esquema constitucional del debido proceso.
De ah que se hable de la constitucionalizacin de las medidas cautelares, esto es,
de la conciencia progresiva de que sin estas no hay, ni puede haber una autntica y
efectiva tutela judicial. De ah tambin que no haya duda de que existe un derecho
fundamental a la tutela cautelar (ARIANO DEHO, Eugenia. La tutela cautelar
en el cuadro de la tutela jurisdiccional de los derechos. En: Revista de Investigacin.
rgano de la Unidad de Investigacin de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ao 2. N 3. Diciembre, 2000, p. 89 y ss.) y
que este sea entendido como el derecho fundamental que tiene todo ciudadano
de solicitar y obtener del rgano jurisdiccional a travs de una cognicin sumaria el dictado y la ejecucin oportunas de medidas cautelares que sean adecuadas
para garantizar la efectividad de la sentencia a expedirse (PRIORI POSADA,
Giovanni. El derecho fundamental a la tutela cautelar: fundamentos, contenido
y lmites. En: Ius et veritas. Ao XV. N 30, p. 184).
Por estas razones, el ejercicio de la tutela cautelar se enmarca en el esquema
constitucional del debido proceso, y ms an constituye individualmente un derecho fundamental que permitir efectivizar el derecho a la tutela jurisdiccional
efectiva. Por ello, existe la posibilidad de interponer una demanda de amparo
contra cualquier acto que, en concreto, lesione o amenace el derecho fundamental a la tutela cautelar. As, podra iniciarse un proceso de amparo contra resoluciones judiciales en todos los casos en donde se niegue la tutela cautelar de forma arbitraria (PRIORI POSADA, Giovanni. Ob. cit., p. 186).
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En efecto, si bien el contenido constitucionalmente protegido del derecho a la tutela cautelar, como todo derecho, tiene lmites, y estos se encuentran en el cumplimiento de los presupuestos (peligro en la demora, apariencia de derecho y caucin) que el ordenamiento jurdico establece, hay situaciones en donde, si el juez
no concede una medida cautelar, puede generar una afectacin al derecho fundamental a la tutela cautelar, as sucede cuando:
a) Si a pesar de la concurrencia de los requisitos de verosimilitud en el derecho,
peligro en la demora y caucin, el juez no concede la medida cautelar, salvo que
se presenten causa de justificacin que deben ser necesariamente ponderadas en
su resolucin.
b) Si la denegatoria de la medida cautelar se hace mediante una resolucin inmotivada.
En el presente caso, se habran configurado ambos supuestos, dado que cumpliendo todos los presupuestos para el otorgamiento de la medida cautelar, el juez
la habra denegado con una motivacin defectuosa. La nica razn para que el
juez deniegue la medida era que tenga en cuenta una justificacin como la vulneracin de un derecho fundamental. En ese supuesto, el juzgador debera hacer un
anlisis de proporcionalidad y razonabilidad, y del resultado de este anlisis deber elegir qu derecho debe tutelar prioritariamente, si el derecho a la tutela cautelar o el derecho que sera afectado mediante su ejecucin.
Empero, si no exista ninguna justificacin, el actor tendra la posibilidad de recurrir a la va del amparo pues su derecho fundamental a la tutela cautelar se vera afectado.
(Consulta absuelta por la Divisin de Estudios Legales de Gaceta Jurdica)
La medida cautelar es otorgada sin contradictorio y en forma inmediata. Frente a ello, y a fin de que no sea arbitraria la decisin que tome el juez,
se exige la presencia de ciertos elementos para concederla, como la verosimilitud del derecho y el peligro en la demora. La contracautela no es un elemento de la medida cautelar sino un presupuesto para la resolucin cautelar y por ende, para la ejecucin de ella. En ese sentido, el artculo 611
del CPC precisa que la contracautela forma parte de la resolucin cautelar
mas no de la medida cautelar en s. El solo otorgamiento de la contracautela no autoriza el amparo de la medida cautelar, ella se justifica en atencin
a la verosimilitud y sobre todo a los efectos que el peligro en la demora encierra; sin embargo, existen otros autores como Monroy Palacios que consideran a la adecuacin como un tercer elemento para la medida cautelar,
pues se exige que la medida cautelar sea congruente y proporcional con el
objeto de su aseguramiento. Como seala el artculo 611 del CPC, el juez
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(13) LIEBMAN, Enrico Tullio. Manual de Derecho Procesal Civil, Ediciones Jurdicas EuropaAmrica (EJEA), Buenos Aires, 1980, p. 162.
(14) RIVAS, Adolfo. Ob. cit., p. 40.
27
(15) BARRIOS DE ANGELIS, Dante. Teora del proceso, 2 ed., Julio Csar Faira editor, Buenos
Aires, 2002, p. 209.
(16) LIEBMAN, Enrico Tullio. Ob. cit., p. 162.
(17) RIVAS, Adolfo. Ob. cit., p. 42.
28
propia naturaleza del bien (uso o inactividad de un automvil); o las consecuencias econmicas del uso o la inactividad (por citar, un vehculo de
transporte y su lucro cesante).
Seala Montero Aroca que el peligro de las medidas cautelares no es
el peligro del dao genrico jurdico, al cual se atiende en los dos procesos
clsicos, sino el peligro especfico derivado de la duracin de la actividad
jurisdiccional, considerada en s misma como posible causa de un ulterior
dao; mientras que el dao ya causado encuentra su remedio en los procesos declarativo y ejecutivo, las medidas cautelares tratan de evitar que ese
dao se agrave como consecuencia de la duracin de aquellos.
Es interesante apreciar la opinin de Podetti(18) en relacin al peligro
en la demora, pues lo califica como el inters jurdico que justifica una medida cautelar. No existe medida alguna que no se d para disipar un temor
de dao inminente. El peligro en la demora es un presupuesto especfico y
propio de las medidas cautelares, exigible solo en ellas y lo explica as: el
presupuesto de la existencia del derecho, es comn con el proceso donde
se actuar, solo existe una diferencia en cuanto a su prueba. En el proceso
definitivo deber establecerse si existe o no ese derecho, ratificando o desvirtuando la prueba sumaria rendida en el cautelar o destruyendo la presuncin admitida. En cambio, la urgencia, el temor de dao, el peligro en la demora, no sern motivo de conocimiento y en consecuencia de prueba en el
proceso definitivo. Seala que el inters procesal en las medidas cautelares
no exige que ese derecho sea actual (puede tratarse de obligaciones no vencidas o condicionales), sino en que podra ser tarde para hacerlo efectivo,
cuando la justicia se pronunciara. Si existe un peligro en el retardo, existe
inters actual en obtener la medida cautelar, aun cuando el inters sustancial que asegurar no sea actual.
El segundo prrafo del artculo 611 del CPC seala que solo se afectan
bienes y derechos de las partes vinculadas por la relacin material o de sus
sucesores, en su caso. Frente a ello tenemos que sealar que tanto los bienes como los derechos forman parte del patrimonio de una persona fsica o
jurdica, destinado no solo a la satisfaccin de sus necesidades sino
a garantizar sus responsabilidades. Los derechos, que pueden ser de naturaleza
(18) PODETTI, Ramiro. Derecho Procesal Civil y Comercial, T.4, Tratado de las medidas cautelares, Ediar, Buenos Aires, 1956, p. 63.
29
real y personal, as como los bienes que lo integran tienen que ser susceptibles al trfico jurdico del comercio entre los hombres. Es importante precisar ello porque los derechos que no renen estas condiciones, no forman
parte del patrimonio, aunque pertenezcan a su titular. Vase el caso de los
derechos personales, que son atribuidos a los individuos en razn a sus cualidades personales y por lo tanto no trasmisibles; por ejemplo: los derechos
honorficos o nobiliarios.
Ellos no pueden formar parte del patrimonio, ya que a pesar de su contenido econmico no cabe trfico por persona distinta de su titular. Este
enunciado nos permite sostener la siguiente regla: solo puede afectar los
bienes del obligado aunque no se encuentren en su poder, sin embargo,
ello se condice con lo regulado en el artculo 623 del CPC que dice: la medida cautelar puede recaer en bien de tercero, cuando se acredite su relacin o inters con la pretensin principal, siempre que haya sido citado con
la demanda. Vase el cobro dinerario en el que X aparece como fiador. El
acreedor decide demandar solo al obligado principal y no emplaza al fiador,
solo lo cita con la demanda; ello no implica que posteriormente en el proceso pueda el acreedor solicitar la afectacin de los bienes del fiador citado, a pesar de no haber sido emplazado.
Otro supuesto a contemplar es cuando el embargo recae sobre el crdito, en cuyo caso se dirige no contra el deudor, sino contra un tercero acreedor, que a su vez es deudor del embargado. El embargo judicial hace indisponible el crdito en la totalidad del monto de este e impide el pago en
manos del acreedor. Si a pesar de ello el tercero deudor paga a su acreedor,
el pago es inoponible al embargante quien puede exigir del deudor un nuevo pago. Claro est que el embargo no modifica la titularidad del crdito ni
sus modalidades. El deudor no debe pagar directamente al embargante, ni
est obligado a pagar antes del vencimiento del plazo.
Llegado el momento en que el crdito sea exigible, el tercero deudor
deber pagar con intervencin judicial, o bien depositar lo debido a la orden
del juzgado donde se decret el embargo.
El deudor que ha pagado a su acreedor en infraccin al embargo y que
por ello debe pagar nuevamente a favor del embargante, est facultado a
repetir el pago contra el acreedor a quien pag. Dada la finalidad del
embargo del crdito, esta medida precautoria no solo impide el pago, sino
tambin el funcionamiento de otros actos extintivos de la obligacin que
30
(19) VIDAL RAMREZ, Jorge. El acto jurdico en el Cdigo Civil Peruano, Cultural Cuzco S.A., Lima,
1988, p. 304.
(20) dem.
31
efecto natural la oponibilidad a terceros de la situacin jurdica que publicita; es decir, toda inscripcin o anotacin debe generar efectos sustantivos.
En tal sentido, es materia de inscripcin una decisin judicial firme que reconoce una unin de hecho, que implica el reconocimiento de una comunidad o sociedad de bienes sujeta al rgimen de sociedad de gananciales en
cuanto fuere aplicable; razn por la cual su inscripcin buscara publicitar y
oponer frente a terceros la situacin jurdica de cotitularidad de los bienes
adquiridos por los concubinos. De ah que, lo que correspondera es publicitar esta situacin en la respectiva partida registral de los bienes adquiridos por los concubinos y que se enumeran en la resolucin judicial que reconoce la unin de hecho. Siendo que su inscripcin en el registro personal
(como ocurre con el propio matrimonio, que no es inscribible all sino en el
Registro Nacional de Identificacin y Estado Civil) no generara efecto alguno (Resolucin del Tribunal Registral N 030-2003-SUNARP-TR-L).
Por otro lado, para contrarrestar el inaudita pars que se da en la medida
cautelar surge la contracautela. Ntese que ella no es concebida como un elemento de la medida cautelar, sino como un presupuesto de la resolucin cautelar, de tal manera que en el pronunciamiento judicial no puede haber cautela sin contractuela. En tanto perviva la contracautela pervivir la cautela.
El principio de igualdad procesal est presente pues nada justifica preservar de garanta a la pretensin del actor, sin hacerlo tambin al ejecutado frente al posible dao que pueda generarse con la ejecucin cautelar. An ms,
puede la resolucin cautelar haber contemplado el supuesto de la existencia
de la contracautela real, pero en tanto no se efectivice, esto es, no se entregue el bien, no podra ejecutarse. Aqu hay dos planos de anlisis: la contracautela, como presupuesto para la resolucin cautelar y para la ejecucin de
ella; pero nunca ser un referente para la medida cautelar, tal como lo seala
la primera parte del artculo 611 del CPC, pues ella opera con un grado de
incertidumbre jurdica (verosimilitud) y con la urgencia expresada en el peligro en la demora. Podetti(21) seala siendo la contracautela, un presupuesto
de la medida cautelar, ella debe constituirse antes de su cumplimiento. En
caso que no se hubiera procedido as, habra que emplazar perentoriamente
a quien la obtuvo para que la otorgue, bajo apercibimiento de levantarla
sin ms trmite. En ese sentido, es grato apreciar pronunciamientos judiciales que asumen dicha posicin, como el emitido por la Sala Comercial de
Lima, en el caso Cooperativa de Ahorro y Crdito Aelu con Andrs Higa Yaka
y otros (Expediente N 219-2005 de fecha 30 de junio de 2005) por el que
anula la resolucin apelada que admite la medida cautelar en forma de secuestro conservativo, por los siguientes argumentos: la naturaleza y alcances
de la contracautela deben ser determinados por el juez al momento de dictar
la decisin cautelar, tal y como lo disciplina el tercer prrafo del precitado artculo 611 del CPC, o en todo caso, antes de su ejecucin, pues de otro modo
surgir una objetiva desproteccin para el demandado o para terceros respecto de los perjuicios que la ejecucin de la medida pueda causar en su persona
y/o patrimonio () en tal sentido, la resolucin impugnada resulta nula por
no ajustarse al mrito del derecho, ms todava si de lo actuado no aparece
que el expediente principal haya merecido sentencia que permita ubicar al
tema analizado dentro de la inexigibilidad de ofrecimiento de contracautela
que refiere el artculo 615 del CPC.
La contracautela opera como una garanta por la realizacin de la medida cautelar. Se funda en el principio de igualdad, pues no solo se debe pretender asegurar al actor un derecho no actuado, en atencin a la verosimilitud y el peligro en la demora, sino que tambin debe preverse la posibilidad
de asegurar al demandado la efectividad del resarcimiento de los daos,
generado por la medida cautelar. Como seala Coniglio(22), la contracautela tiene una gran aplicacin en las providencias cautelares, como el solo
medio que pueda servir para asegurar preventivamente, el eventualmente
crdito de resarcimiento, de aquellos daos que podran resultar de la ejecucin de la medida provisoria, si en el proceso definitivo se revela como
infundada. De all que se pueda hablar con propiedad de una condicin impuesta por el juez para conseguir la providencia cautelar.
Como la medida cautelar nace para una funcin asegurativa, ella puede cumplir satisfactoriamente con su objetivo o puede ser intil y provocar perjuicio. El carcter contingente participa del riesgo. Si no se ampara
la demanda, hay la obligacin de indemnizar al perjudicado con la ejecucin, de ah que el artculo 621 del CPC seale: si se declara infundada
una demanda cuya pretensin estuvo asegurada con medida cautelar, el
titular de esta pagar las costas y costos del proceso cautelar, una multa no
mayor de 10 URP y, a pedido de parte, podr ser condenado tambin a indemnizar los daos y perjuicios ocasionados.
(22) CONIGLIO, Antonio. Il sequestro giudiziario e conservativo, 3 ed., Ed. Giuffr, Miln,
1949, p. 11, citado por PODETTI, Ramiro. Ob. cit., pp. 63-64.
33
La obligacin de indemnizar no surge porque la medida cautelar dictada sea injusta sino por el hecho que su expedicin y ejecucin importa
riesgo que debe ser asumido por quien se beneficia con l. Algunos autores
cuando se refieren a esta caracterstica de la contingencia sealan dos exigencias: la necesidad de hacer las cosas pronto y la necesidad de hacerlas
bien. La medida cautelar junta los supuestos citados para tener como respuesta celeridad y ponderacin, pero no el hacer cosas pronto pero mal o hacer cosas bien pero tarde. La medida cautelar tiende a hacer pronto, dejando
que el problema del bien o mal se resuelva ms tarde, en la sentencia.
Monroy(23) sostiene que si el propsito es declarar que el solicitante de
la medida debe cubrir los daos, ello resulta innecesario, pues el deber y el
derecho al resarcimiento al verificarse el dao se encuentran sobreentendidos, peor an, significa llover sobre mojado, al establecer en una caucin
juratoria una cifra monetaria, mezclando la intil caucin genrica que es
la juratoria, con una caucin concreta, inexistente ms all de las palabras.
Pueden concurrir a la contracautela diversos derechos personales o reales, en garanta, como la fianza, la hipoteca, la prenda, etc. El artculo 613
del CPC califica a la contracautela de naturaleza real o personal. Dentro de
la segunda se incluye la caucin juratoria, que implica solo una promesa de
responder de los posibles daos y perjuicios que la medida pudiera ocasionar, si no resultare fundada la pretensin principal.
Existen diversos factores para fijar el monto de la contracautela, como
el derecho sustantivo a cautelar; la condicin socio-econmica de quien peticiona la medida; el mayor o menor grado de verosimilitud del derecho,
entre otros. Loutayf considera que el juez debe graduar, al proveer la medida precautoria, la calidad y monto de la caucin, de acuerdo con la mayor
o menor verosimilitud del derecho y las circunstancias del caso. Frente a
ello, es comn en la actividad judicial asumir como referente para la contracautela la probabilidad del derecho, de tal manera que, cuando el derecho
no tenga una gran verosimilitud, la contracautela se torna ms fuerte, ello
lleva a sostener a algunos jueces que la contracautela es inversamente proporcional al grado de certeza del derecho que se pretende asegurar, a tal
punto que cuando el derecho es cierto, por existir una sentencia favorable
(23) Monroy PALACIOS, Juan. Una interpretacin errnea: a mayor verosimilitud, menor
caucin y viceversa, en: Revista Peruana de Derecho Procesal, Lima, 2005, p. 243.
34
al demandante, no cabe exigir contracautela, tal como seala la ltima parte del artculo 615 del CPC. Aqu ya no cabe referirse a la teora cautelar,
sino a la ejecucin forzada, travs de los procesos de ejecucin, por eso es
que no se exige la contracautela. Monroy Palacios(24) no comparte ese referente para fijar el monto de la contracautela, pues a diferencia de la medida cautelar, que es una garanta procesal que busca asegurar la eficacia del
proceso, la caucin es, si bien una garanta procesal, un mecanismo que tiene como propsito asegurar que los daos producidos por una medida cautelar innecesaria puedan ser resarcidos en su plenitud y en modo oportuno por parte del sujeto que se vio beneficiado, precisamente, por la medida
cautelar. Para el referido autor, es posible establecer dos puntos sobre los
cuales debe versar el anlisis del juez, a efectos de su concreta y adecuada
determinacin. El juez debe efectuar a) una calificacin aproximativa sobre la magnitud de los perjuicios patrimoniales que la medida cautelar, en
la eventualidad en que devenga innecesaria, pueda causar y b) un examen
sobre la capacidad econmica y la disponibilidad de los activos por parte del
sujeto que solicita la medida.
Es deber del juez invocar la adecuacin en su pronunciamiento, pero
no puede rechazar lo solicitado por la falta de esta. El artculo 611 del CPC
seala que se ampara o adecua pero no rechaza por dicha modalidad. Otro
aspecto a considerar es que frente a los presupuestos para construir la cautela ordinaria, como son verosimilitud y peligro en la demora, ser materia
de probanza el primero de ellos, pues a travs de la prueba anexa se determinar la graduacin de la incertidumbre jurdica, esto es, si estamos ante
un derecho posible, verosmil o probable; situacin que no se requiere en
el caso de la urgencia, de ah que no resulta coherente que se desestime la
cautela bajo el argumento que no se ha acreditado el peligro en la demora. Exigir la probanza del peligro no solo constituira un exceso sino que se
trasladara al demandante la carga de probar ese peligro, con la consecuente imposibilidad en su ejercicio. Vase el caso del acreedor, que tendra que
perseguir a su deudor para verificar o acreditar que este pretende transferir
sus bienes. Al respecto, el trabajo de Monroy Palacios(25) seala lo siguiente:
() para asegurar una situacin debe alegarse la amenaza de un peligro
sobre esta.
(24) dem.
(25) Monroy PALACIOS Juan. La tutela procesal de los derechos, Palestra, Lima, 2004. p. 263.
35
La tutela cautelar es una expresin de la tutela urgente, pero a ella tambin concurre la tutela anticipada. El artculo 611 del CPC tambin recoge elementos de esta tutela, la que se construye no con una simple verosimilitud sino con la casi certeza o la fuerte probabilidad de la existencia del
derecho que se alega, sin embargo, la urgencia no se justifica en un peligro
en la demora sino en la necesidad impostergable de acudir con una tutela
anticipada o por existir peligro de dao irreparable e inminente. La redaccin del artculo 611 del CPC acoge estos supuestos, pues no solo limita la
urgencia al peligro en la demora sino a cualquier otra razn justificable,
en la que precisamente se pueden ubicar los supuestos citados.
Un clsico ejemplo de necesidad impostergable encontramos en las
pretensiones alimentarias a los menores de edad; en el dao irreparable e
inminente ubicamos el caso del trabajador despedido por padecer de SIDA.
En ambos casos hay urgencia, sin embargo, las justificaciones son diversas;
de ah que cuando un juez trabaje una tutela anticipada, no solo tendr que
apreciar la casi certeza del derecho invocado sino precisar la necesidad o el
peligro de dao irreparable e inminente que justifica su decisin. Aqu no
concurre un supuesto de peligro en la demora, sino una situacin de mayor
trascendencia y magnitud que justifica no una cautela asegurativa ordinaria
sino una tutela antelada del derecho conculcado que se busca restablecer.
Como ya se ha sostenido en este comentario, algunas opiniones en sede
nacional incorporan a la adecuacin como un tercer presupuesto de la medida cautelar. En este sentido, seala Monroy(26) que no es suficiente, para
obtener la medida, la verosimilitud y el peligro sino que es necesario agregar un elemento adicional, sin el cual la concesin de la medida cautelar se
puede convertir en un mecanismo ilcito de presin psicolgica y material,
antes que un remedio para neutralizar el peligro de la ineficacia del proceso:
la adecuacin. Afirma que la adecuacin es la correlacin que debe existir
entre el pedido cautelar concreto y la situacin jurdica de la que es objeto
aquel. Esa correlacin no solo debe apreciarse segn Monroy en la
congruencia que debe existir entre el especfico pedido cautelar y el objeto
de la cautela, sino en el principio de la mnima injerencia, que se determina
en la necesidad que ante la posibilidad de trabar diversas medidas cautelares para tutelar una misma situacin jurdica, el rgano jurisdiccional debe
elegir la menos gravosa.
Frente a esta posicin, la nueva redaccin del texto legal pone nfasis
en el anlisis de los siguientes presupuestos para la medida cautelar: 1 la
verosimilitud del derecho invocado y 2 la necesidad de la emisin de una
decisin preventiva por constituir peligro la demora del proceso, o por cualquier otra razn justificable. Debemos precisar que la adecuacin no ha
sido desterrada del artculo 611 del CPC pero se le ha ubicado en otra dimensin, dentro del propio texto, como se puede apreciar.
Resulta interesante que se haya pretendido reafirmar estos dos elementos bsicos de la cautela, en la nueva redaccin, pero nos preguntamos si es
correcto asumir que la necesidad de la emisin de una decisin preventiva,
por constituir peligro la demora del proceso, o por cualquier otra razn justificable constituye el segundo referente que el juez debe apreciar para dictar la medida cautelar. Consideramos que aqu hay una confusin. La tutela
cautelar ordinaria se construye con una simple apariencia del derecho y con
la urgencia, justificada en el peligro en la demora; situacin diversa cuando
se trata de una tutela anticipada. Aqu la tutela que se busca alcanzar es de
mayor trascendencia, pues ingresaremos a una situacin excepcional, orientada no al aseguramiento sino a la entrega anticipada del derecho en discusin para su pleno disfrute, sin tener la certeza del derecho invocado. Esto
implica una decisin de mayor cobertura, pues no asegura nada sino que
entrega directamente al demandante el disfrute del derecho que se busca
restablecer. Esto nos lleva a sealar que la tutela anticipada no se construye
con la verosimilitud, sino de la casi certeza del derecho que se busca y la urgencia se sustenta en dos situaciones: a) la necesidad impostergable del que
la pide (ver el artculo 674 del CPC) y b) el peligro irreparable e inminente
(ver los artculos 682 y 687 del CPC).
Estos supuestos han estado contemplados en el artculo 611 del CPC,
bajo la redaccin siguiente: necesaria la decisin preventiva por constituir
peligro en la demora del proceso, o por cualquier otra razn justificable
().
Esta redaccin tena un error en los signos de puntuacin del texto originario, como tambin lo tuvo el artculo 674 del CPC modificado por el D. Leg. N 1069: se contemplaba como una justificante del
peligro en la demora la necesidad de la decisin preventiva, cuando ello
implicaba una justificante diversa al peligro en la demora. Su redaccin
correcta debi ser: necesaria la decisin preventiva o por constituir peligro en la demora del proceso, o por cualquier otra razn justificable (),
37
pero condicionado al grado de probabilidad de las incertidumbres jurdicas que encierran la postulacin de una pretensin por dilucidar, para
lo cual, la prueba anexa constituye un indicador ideal para ubicar al juez
dentro de las categoras de las incertidumbres jurdicas, esto es, para determinar si estamos ante un derecho incierto, posible, verosmil, probable
y cierto. Bajo esas categoras, la cautela ordinaria se construye a partir de
la verosimilitud y la tutela anticipada a partir de la casi certeza del derecho cuya tutela se requiere urgentemente.
El nuevo texto legal no ha superado dicha deficiencia, todo lo contrario, ha reafirmado el error, al atribuir una sola justificante para la urgencia:
La necesidad de la emisin de una decisin preventiva por constituir peligro la demora del proceso, o por cualquier otra razn justificable.
Hubiera sido interesante que este artculo se reescribiera en mejor
forma, corrigiendo su deficiencia en la redaccin originaria, de tal manera que su texto final guarde coherencia con la llamada medida temporal sobre el fondo y la medida innovativa y de no innovar; sin embargo, con la redaccin as expuesta, no hace ms que confundir la tutela
cautelar ordinaria con la tutela anticipada, ambas figuras acogidas en
nuestra legislacin, con sus particulares elementos. Veamos el siguiente
ejemplo para explicar lo que se sostiene: si en una pretensin de alimentos, se invoca la cautela ordinaria, para asegurar la futura ejecucin de
la sentencia, se podra recurrir a la retencin sobre los ingresos del obligado (artculo 657 del CPC) con la mera verosimilitud e invocando el
peligro en la demora, pero si se recurre a una tutela anticipada, ingresaramos a la asignacin anticipada de alimentos (artculo 675 del CPC)
donde se tendra que mostrar la firmeza del fundamento de la demanda, esto es, un derecho casi cierto, con una alta probabilidad de certeza y con la necesidad impostergable de disfrutar de este. En ambas medidas, los presupuestos a mostrar son dismiles; pero la gran diferencia
es que la retencin no permite el disfrute del derecho si no cumple una
funcin meramente conservativa o asegurativa para una ejecucin futura. Dicha retencin, si es dineraria, se entregar en depsito al Banco
de la Nacin, a diferencia de la tutela anticipada, que sin sentencia que
declare un derecho cierto, la pretendiente de los alimentos, los disfruta
inmediatamente. Evidentemente que los presupuestos para este ltimo
caso sern de mayor intensidad, como es la casi certeza del derecho a los
alimentos que se reclama y la necesidad impostergable de quien lo pide,
los que son regulados en el texto del artculo 675 del CPC, as: hijos
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Objetivo:
Nomenclatura normativa:
Categora:
Urgencia ordinaria.
Fin:
Tutela efectiva.
Tutela anticipada
Elementos:
Objetivo:
Categora:
Urgencia excepcional.
Nomenclatura normativa:
Fin:
Tutela efectiva.
jurisprudencia
En el caso de documentos judiciales que ordenan una anotacin de medida
cautelar de embargo, el registrador debe apreciar la competencia del juzgado o tribunal, las formalidades del documento como son la firma del juez o
secretario y los obstculos que se puedan presentar en cuanto a la incompatiblidad entre la resolucin judicial y lo que se pretende anotar. Si existe
discordancia entre lo registrado y lo que ordena inscribir el juez, y es de pleno
conocimiento del magistrado, quien a pesar de ello reitera su mandato, debe
anotarse en virtud del artculo 4 de la LOPJ.
(Res. del Tribunal Registral N 070-2002-ORLC/TR)
39
La medida cautelar es jurisdiccional porque emana de una decisin judicial y porque busca asegurar la paz social a travs de la eficacia de la sentencia. Como seala Calamandrei, ms que hacer justicia contribuye a
garantizar el eficaz funcionamiento de la justicia, sin embargo, hay otros
mecanismos no jurisdiccionales que permiten cautela. Ellos se constituyen fuera del proceso y cumplen fines anlogos a las medidas cautelares.
Operan como cautela preconstituida como la prenda, la hipoteca, la fianza,
cuyo origen es consensual a diferencia del origen jurisdiccional de la medida cautelar.
La medida cautelar importa un prejuzgamiento porque anticipa opinin, pero no obliga a resolver al juez en la decisin final en atencin a la
medida dictada con antelacin. El juez no est en condiciones de afirmar
que la pretensin demandada ser amparada. Si bien se obtuvo la medida
cautelar, ella puede ser alterada por lo actuado en la etapa probatoria del
proceso, haciendo luego que la decisin final sea diferente a la que se hubiese tomado antes de ella.
Otra de las caractersticas de la medida cautelar es ser provisoria, decimos ello porque tiene una duracin limitada a diferencia del proceso y porque est relacionada con el fallo definitivo. Emitida la sentencia desaparece
automticamente la medida cautelar y por tanto se cancela la contracautela
si se ampara la demanda dando inicio a la ejecucin forzada (vase al respecto lo regulado en el artculo 620 del CPC). Si la sentencia es infundada,
por rechazar la pretensin, desaparece la medida cautelar, dando paso a examinar la probabilidad de ejecutar la contracautela.
Lo provisorio de la medida justifica que esta desaparezca sea por sentencia o sin ella. En este ltimo caso, la medida se altera porque concurren
40
(27) Clusula que deriva del latn y significa siendo as las cosas. Esta clusula se reputa sobreentendida en los tratados permanentes, y quiere decir que una convencin solo sigue en
vigencia mientras el estado de cosas existente en el momento en que se concert no sufra
modificaciones esenciales. Para otros autores, esta clusula tiene aplicacin, por principio,
en materia contractual privada, especialmente en los contratos de tracto sucesivo. Consecuentemente, en la imprevisin no procede compelerse al cumplimiento de la obligacin
concertada en poca normal, si a la fecha de su ejecucin se presentan circunstancias imprevisibles que convierten a la prestacin en excesivamente onerosa o gravosa para el obligado, o, en su caso, para el acreedor. Tomado de FLORES POLO, Pedro. Diccionario de trminos jurdicos, T.II, Cuzco editores, Lima, 1980, p. 388.
41
La contracautela responde al principio de igualdad, ya que viene a contrarrestar la ausencia de la contradiccin inicial que caracteriza al proceso
cautelar. La determinacin del tipo y del monto de la contracautela se halla
librada al criterio judicial. Como seala el artculo 613 del CPC, la admisin de la contracautela, en cuanto a su naturaleza y monto, ser decidida
por el juez quien podr aceptar la ofrecida por el solicitante, graduarla, modificarla o, incluso, cambiarla por la que considere pertinente.
La contracautela se justifica en atencin a que la medida cautelar nace
para una funcin asegurativa, la que puede cumplir satisfactoriamente con
su objetivo o puede ser intil y provocar perjuicio; de ah que una de las caractersticas de la medida cautelar es la contingencia, porque est ligada al
riesgo. Si no se ampara la demanda, hay la obligacin de indemnizar al perjudicado con la ejecucin cautelar.
La obligacin de indemnizar no surge porque la medida cautelar dictada sea injusta, sino por el hecho que su expedicin y ejecucin importa
riesgo, que debe ser asumido por quien se beneficia con l. Esto nos lleva a
sealar que tambin concurre una cautela a favor del ejecutado con la medida, por supuesto con un objeto diverso al del ejecutante, pues no solo el
mandato del juez se orientar a cautelar la satisfaccin futura del derecho
en litigio sino en cautelar el dao que pudiere causar la ejecucin de dicha
medida; de ah que algunas opiniones disienten calificar de contracautela a
la tutela de posible dao al ejecutado con la cautela, pues en ambos casos
hay cautela.
Algunos autores cuando se refieren a esta caracterstica de la contingencia sealan dos exigencias: la necesidad de hacer las cosas pronto y la
42
(29) ACOSTA, Jos. El proceso de revocacin cautelar, Rubinzal y Culzoni editores, Santa Fe,1986,
pp. 46-47.
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ejecuta sin que la contracautela se preste, o que la garanta acordada devenga insuficientemente y se hace necesario mejorarla.
En tales circunstancias inquieta al autor averiguar qu remedio debe escoger el afectado para protegerse de las consecuencias perjudiciales que la
falta o insuficiencia de la contracautela puede ocasionarle. Se propone a ello,
el levantamiento, la caducidad y la nulidad. La pregunta no es ociosa porque
una eleccin desafortunada del instrumento procesal puede conducir al rechazo de la pretensin revocatoria, en virtud de los distintos efectos que cada
uno de los medios impugnativos sealados produce. Dice Acosta, el incumplimiento de una contracautela real no lleva directamente, a la caducidad
de la medida toda vez que las hiptesis de caducidad estn explcitamente
legisladas y entre ellas no se menciona la citada. En cuanto a la nulidad, se
considera que la contracautela no es requisito ni condicin del otorgamiento
de la medida, sino de su ejecucin, por lo que su incumplimiento no afecta
la validez del trmite: La circunstancia de haberse omitido fijar la contracautela, no determina que deba revocarse la medida precautoria, sino que la
misma podr ser levantada en el supuesto que la contracautela sealada se
vea incumplida por el embargante. En igual sentido Podetti(30) seala siendo la contracautela, un presupuesto de la medida cautelar, ella debe constituirse antes de su cumplimiento. En caso que no se hubiera procedido as,
habra que emplazar perentoriamente a quien la obtuvo para que la otorgue,
bajo apercibimiento de levantarla sin ms trmite.
Un referente sobre el particular encontramos en el caso de Banco Nuevo Mundo con la Superintendencia de Banca y Seguros seguido ante el 26
Juzgado Civil de Lima, Expediente N 15289-2001, en la que se otorg y
pretendi ejecutar una medida cautelar sin haber materializado previamente la contracautela real ofrecida por el solicitante; en tales circunstancias la
ejecucin de la medida no podra seguir desarrollndose, motivando que se
dispusiera el levantamiento de ella hasta que el beneficiado cumpla con entregar la caucin real ordenada(31).
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Felizmente, en estos ltimos tiempos resulta grato apreciar pronunciamientos judiciales que asumen la posicin de considerar a la contracautela
como un elemento de operatividad, indispensable para la ejecucin de la
cautela. Vase la ejecutoria, emitida por la Sala Comercial de Lima, en el
caso Cooperativa de Ahorro y Crdito Aelu con Andrs Higa Yaka y otros
(Expediente N 219-2005 de fecha 30 de junio de 2005) por el que anula
la resolucin apelada que admite la medida cautelar en forma de secuestro conservativo, por los siguientes argumentos: la naturaleza y alcances de
la contracautela deben ser determinados por el juez al momento de dictar
la decisin cautelar, tal y como lo disciplina el tercer prrafo del precitado
artculo 611 del CPC, o en todo caso, antes de su ejecucin, pues de otro
modo surgir una objetiva desproteccin para el demandado o para terceros
respecto de los perjuicios que la ejecucin de la medida pueda causar en su
persona y/o patrimonio () en tal sentido, la resolucin impugnada resulta
nula por no ajustarse al mrito del derecho, ms todava si de lo actuado no
aparece que el expediente principal haya merecido sentencia que permita
ubicar al tema analizado dentro de la inexigibilidad de ofrecimiento de contracautela que refiere el artculo 615 del CPC.
En un sentido adverso a lo expuesto, aparece el pronunciamiento de la
Sala Civil Suprema Transitoria, Exp. N 216-2004-Lima, del 4 de junio de
2004, en la apelacin promovida por Constructora Upaca Sociedad Annima contra la resolucin que declara procedente la solicitud cautelar y dispone que antes de la ejecucin de la medida, la recurrente presente una fianza bancaria de ejecucin automtica e irrevocable, bajo apercibimiento de
dejarse sin efecto dicha resolucin cautelar. La Sala declara la nulidad de la
resolucin apelada, sealando que: si bien la contracautela ofrecida por la
accionante no produce conviccin respecto al derecho que se pretende proteger con esta, tambin es cierto que tcnicamente el pronunciamiento para
necesario su materializacin; siendo la contracautela condicin de la ejecucin de las medidas cautelares otorgadas, su falta de cumplimiento imposibilita a su vez la materializacin
de las medidas; que al haberse ordenado ejecutar las medidas sin haberse materializado la
contracautela, se ha violado el principio de igualdad, toda vez que se entiende que la Resolucin N 02 surte todos sus efectos tanto para la parte demandante como la demandada,
premisa que no ha contemplado la citada Resolucin N 87; por esta razn se declara fundada la oposicin, en consecuencia previamente a ejecutarse las medidas cautelares otorgadas, materialcese la contracautela aceptada por este Despacho () y cumplida la efectivizacin de la contracautela procdase a la ejecucin de las medidas otorgadas; dejndose sin
efecto por ahora la inscripcin de las medidas cautelares otorgadas.
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esta, as como determinar el beneficiario de la garanta real, en caso se produzca dao con la ejecucin cautelar. En este ltimo caso, el beneficiario
de la medida no siempre es el demandado porque concurre la posibilidad
de afectar por error bienes de terceros, como sera el caso del embargo
de un bien registrable cuya traslacin de dominio realizada por el deudor a
terceros no aparece inscrita; de ah que el juez al momento de fijar la contracautela en registro debe tener en consideracin que la afectacin no cubre el dao al demandado sino tambin la posibilidad del dao a terceros
indeterminados. El artculo 624 del CPC regula precisamente la responsabilidad por afectacin de bien de tercero.
Todas las miradas aparecen concentradas en la peticin del actor y todas adolecen de una relativa ceguera cuando se trata del ejecutado y, sobre
todo, cuando despus de haber caminado a lo largo del proceso judicial resistiendo al actor, la jurisdiccin llega al convencimiento de que este no
tena derecho. Lo que se trata es de buscar un sistema equilibrado en las
tutelas cautelares, de tal manera que asegure realmente, a ambas partes, la
satisfaccin de sus derechos y no solo de manera unilateral al demandante.
El sistema judicial debe disear mecanismos que permitan que la contracautela se comporte como un real medio de resarcimiento frente al
dao que sufre una parte demandada o un tercero en la ejecucin cautelar.
Frente a ello nuestra inquietud se orienta a la posibilidad de incorporar los
contratos de seguros para la eficacia en el resarcimiento de la contracautela. Estas plizas de seguro para garantas judiciales han incorporado al mercado asegurador la prctica de una modalidad de cobertura que se utiliza
en forma habitual en diversos pases del mundo. Estos seguros de caucin
ponen a disposicin de los litigantes un medio idneo y econmicamente
accesible para garantizar sus obligaciones procesales cuando el cdigo respectivo as lo exige.
La caucin se define como la garanta ordenada por las entidades
que administran justicia, en el curso de un proceso o diligencia judicial,
para asegurar que se cumpla lo ordenado por el juez con fundamento en
una norma de procedimiento judicial. En algunos pases de Latinoamrica, como Colombia y Argentina, la aseguradora garantiza el cumplimiento de las obligaciones contradas por el obligado a prestar caucin
en un trmite procesal e inclusive a mantener cierta conducta determinada por el juez. Se puede constituir en dinero, real, bancario y prestarse por una compaa de seguros o por una entidad de crdito. Su monto
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depende de la apreciacin del juez que sigue los parmetros propios del
proceso en concreto.
En los seguros de caucin judicial siempre intervienen tres partes: el tomador del seguro (actor o demandado, segn el caso); el asegurado o beneficiario (que puede ser tanto el demandado, en el supuesto de contracautela, o
el actor, en el supuesto de sustitucin de medida cautelar) y el asegurador,
la compaa de seguros.
El afianzado es normalmente el tomador de la pliza; es decir, quien la
solicita y paga a la compaa de seguros. Es quien tiene que cumplir las obligaciones que estamos garantizando. El asegurado es el que tiene el inters
asegurable, pues en caso de incumplimiento por parte del afianzado, sufrira
un perjuicio. Quien es demandado judicialmente, frecuentemente ve afectado su patrimonio por la traba de las medidas precautorias requeridas por el
demandante para asegurar su pretensin. En muchos casos, el afectado toma
conocimiento de la existencia de una demanda en su contra precisamente
por la traba de esa medida, situacin que suele prolongarse mientras dura el
juicio. Entonces, cuando hablamos de medidas cautelares, nos referimos a
las seguridades que, en resguardo de sus derechos, puede solicitar quien es
parte de un proceso judicial.
A su vez, a quien se presenta ante una autoridad judicial requiriendo la
traba de una medida precautoria, las leyes procesales le exigen el otorgamiento de una caucin por todas las costas y daos y perjuicios que pudiere ocasionar en caso de haberla pedido sin derecho. Al referirnos a las contracautelas,
estamos hablando de la garanta que debe prestar quien ha solicitado la traba
de una medida cautelar. Estas coberturas se aplican tanto en los casos en que
el juez interviniente haya ordenado la traba de una medida cautelar, como en
aquellos en que se haya dispuesto la constitucin de la contracautela.
En el caso de la contracautela judicial, esta pliza es ofrecida por el tomador para trabar medidas preventivas sobre su oponente, cubre los daos
que puedan ocasionar estas medidas en el caso de que no prospere el reclamo. Tambin opera para la sustitucin de las medidas cautelares. En este
caso, la pliza es utilizada para liberar una medida cautelar, reemplazando
al derecho o al bien embargado.
En Colombia, el artculo 513 del Cdigo de Procedimiento Civil regula
el embargo preventivo. La caucin judicial se otorga al demandante de un
proceso ejecutivo cuando se pretende embargar bienes del demandado sin
49
Se precisa adems que la contracautela real recae sobre bienes de propiedad de quien la ofrece. Esta precisin es correcta porque el bien que se
entrega en garanta del beneficiado con la medida para asegurar los daos
posibles del afectado con ella, implica un acto de disposicin sobre el bien
que se ofrece, es una afectacin jurdica que se constituye sobre este, y por
tanto, ese acto de disposicin debe ser realizado por quien ejerce atributos
para ello. El artculo 923 del CC seala que uno de los atributos de la
propiedad es la disposicin, por tanto, es vlido que se exija que sea el propietario del bien, quien ofrezca este, como garanta real. Ahora bien, vase
que la norma no prohbe que un tercero entregue un bien de su propiedad
para asegurar el posible dao que pueda generar la actividad del demandante en la ejecucin cautelar. La regla es que la contracautela real recaiga sobre bienes de propiedad de quien la ofrece.
Otro aspecto bastante interesante que precisa este artculo es el escenario donde se materializar la ejecucin de la contracautela. Se seala que
esta se ejecutar ante el juez que dispuso la medida y en el mismo cuaderno cautelar. El juez resolver lo conveniente previo traslado a la otra parte,
dice el artculo, pero hay que precisar que a pesar de tratarse de un procedimiento bastante sencillo, la esencia de toda esta discusin parte por dilucidar si la responsabilidad civil derivada de la ejecucin cautelar es meramente objetiva, esto es, el solo hecho de la derrota justifica el resarcimiento del
dao, en el que habra que limitarse a probar el quantum o es que se trata
de una responsabilidad subjetiva, sometida a la valoracin de las justificaciones que pudieron motivar a buscar el aseguramiento de la pretensin en
discusin. Sea en uno u otro aspecto que se enfoque la responsabilidad civil
derivada de la ejecucin cautelar, la prueba de la cuantificacin del dao es
vital para fijar el monto de la indemnizacin.
jurisprudencia
La prdida de la contracautela debe entenderse, no en el monto fijado en
ella, sino en funcin a los daos y perjuicios ocasionados al tercero afectado
indebidamente con medida cautelar, los cuales deben estar acreditados fechacientemente.
(Exp. N 97-37625-1193, Sala para Procesos Ejecutivos
y Cautelares, Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia Actual, Tomo 5, Gaceta Jurdica, p. 524)
51
cunstancias que se dieron para la solicitud de la medida. La prdida de la contracautela debe guardar proporcin al dao causado y a la conducta de la parte
solicitante. Si no existen elementos idneos para fijar el pago, al haberse ofrecido caucin juratoria, debe estimarse prudencialmente la suma a resarcirse.
(Exp. N 170-99-98, Sala de Procesos Ejecutivos,
Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia
Actual, Tomo 4, Gaceta Jurdica, pp. 548-549)
algunas excepciones, como la que refiere el artculo 614 del CPC en comentario, pero dicha regla no debe ser entendida como la liberacin de responsabilidad civil cuando el Estado acta como parte beneficiada con una
medida cautelar. Como se parte de la ficcin sobre la capacidad econmica
del Estado no se requiere que la entrega de alguna garanta real, lo que no
significa se exonere al Estado de la responsabilidad de reparar el dao que
hubiere generado la ejecucin de la medida, si as fuere el caso.
Tambin est exceptuado de contracautela, la parte a quien se le ha
concedido auxilio judicial. Esta exencin no permite materializar la indemnizacin al sujeto pasivo de la medida, por carecer de medios econmicos;
esto no significa que no se busque la igualdad real de acceso a la tutela cautelar, sino la necesaria prestacin material del Estado ante dicha carencia.
La suerte de la contracautela est inminentemente ligada con lo resuelto en la sentencia definitiva. Si ella es favorable a quien obtuvo la medida
cautelar, la contracautela se cancela de pleno derecho, pero, en el supuesto
que la sentencia sea desfavorable, la contracautela perdurar hasta que responda quien obtuvo la medida cautelar, por los daos ocasionados con ella.
Lo provisorio de la medida cautelar es extensivo a la contracautela, pues
si partimos del supuesto que ella, la medida cautelar, tiene una duracin limitada con el tiempo; emitida la sentencia desaparece automticamente la
medida cautelar y por tanto se cancela la contracautela si se ampara la demanda dando inicio a la ejecucin forzada. En cambio, si la sentencia es infundada, por rechazar la pretensin, desaparece la medida cautelar, dando
paso a examinar la probabilidad de ejecutar la contracautela.
Tanto la contracautela permanente como la sometida a plazo, respondern por las consecuencias nocivas causadas con la medida cautelar durante el tiempo de sus respectivas vigencias, siempre que la sentencia definitiva no declare la improcedencia de la pretensin principal.
consulta legal
Una vez ejecutada la medida cautelar, el juez puede ordenar
el cambio de la contracautela?
El juez al calificar la medida cautelar innovativa acept como contracautela una caucin juratoria y concedi la medida cautelar, no siendo observada por la parte contraria despus de consentida y ejecutada dicha medida cautelar innovativa el juez de oficio puede variar la contracautela
por una de naturaleza real?
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Respuesta:
La contracautela, conforme el artculo 613 del Cdigo Procesal Civil, tiene por
objeto asegurar al afectado con una medida cautelar, el resarcimiento de los daos y perjuicios que pueda causar su ejecucin. Dicha garanta, de acuerdo con el
mismo Cdigo puede ser real o personal, es decir, puede ser una hipoteca, prenda, fianza, e incluso una simple promesa de pago como lo es la caucin juratoria,
siendo esta la ms comn y usual.
Este mismo artculo otorga en su segundo prrafo una potestad discrecional al
juez sobre la contracuatela ofrecida. En efecto, se dispone que La admisin de la
contracautela, en cuanto a su naturaleza y monto, ser decidida por el juez, quien
podr aceptar la ofrecida por el solicitante, graduarla, modificarla o, incluso, cambiarla por la que considere pertinente.
El problema est en determinar en qu momento se ejerce esta potestad discrecional, si al momento en que esta es ofrecida o si puede operar incluso cuando la
medida cautelar; ha sido ejecutada. Para resolver ello deben analizarse dos cuestiones: la finalidad de la contracautela y la naturaleza de la medida cautelar. En
relacin con la primera cuestin es claro que la finalidad de la contracautela es la
proteccin de los intereses del demandado que sufrir la ejecucin de la medida
cautelar; se busca justamente garantizar que los daos ocurridos sern resarcidos
si es que la sentencia final determina que el demandante no tena la razn (y ello
justamente porque la medida cautelar no implica un juicio definitivo sobre la materia controvertida). Por ello, siempre la caucin juratoria es una contracautela que nada garantiza pues el afectado con la medida no tendr ningn referente
objetivo para asegurar su pretensin frente a los eventuales daos que ocasione
la medida. Sin embargo, la caucin juratoria est expresamente reconocida como
contracautela en nuestro ordenamiento, por lo que si bien su otorgamiento es
legtimo, el juez debe analizar el caso concreto y atendiendo al grado de certeza
que le otorga los medios probatorios y las circunstancias debera aceptarla o rechazarla.
En relacin con la naturaleza de la medida cautelar, es preciso sealar que esta
se funda en los principios de instrumentalidad, temporalidad y variabilidad. Ello
quiere decir que la medida cautelar depende de la pretensin principal, y en razn
a ella estar su existencia (se levantar si la demanda es infundada o formar parte
de la etapa satisfactiva si es fundada) y sus vicisitudes, razn por la cual a pedido
de cualquiera de las partes podr variarse (artculo 617 del CPC).
En dicho contexto, ya es posible responder a la cuestin de cul es el alcance de
la potestad del juez de variar la contracautela. Si la medida cautelar es variable por
naturaleza de acuerdo con las circunstancias y a pedido de cualquiera de las partes,
la contracautela tambin debe ser variable de acuerdo con las circunstancias y ello
implica tanto al momento de otorgarla como despus de ejecutada la medida. La
cuestin es que ello debe ser solicitado por el interesado tal como sucede con la
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para la actividad de la empresa deudora, pues ningn proveedor querr seguir vinculndose con una empresa que tiene problemas judiciales para el
pago de sus crditos, a pesar de que dicha medida sea provisoria, sujeta a
una probabilidad de una apariencia de derecho, pero an no cierta; sobre
todo, si la deudora tiene otros bienes disponibles que puedan garantizar la
satisfaccin final de la acreencia reclamada. Como se seala, debe prohibirse al acreedor exigir que el embargo recaiga sobre determinados bienes
que generen perjuicio grave para el deudor, siempre y cuando hubiere otros
disponibles.
jurisprudencia
Las medidas cautelares son instrumentales por cuanto no tienen fin en s
mismas sino que constituyen un accesorio de otro proceso principal del cual
dependen, y a la vez, aseguran el cumplimiento de la sentencia que vaya a
dictarse; que la variacin de la medida cautelar debe obedecer a un cambio
en las circunstancias que motivaron su concesin originaria, de determinada
manera, por lo que dependiendo de ello el juzgador se encuentra facultado, a
solicitud de parte, a modificar la medida cautelar concedida, de conformidad
con lo previsto en el artculo 617 del Cdigo Procesal Civil, lo que no se ha
acreditado en este caso.
(Apelacin N 577-2008-Lima, 1a Sala Civil
Permanente Suprema, 01/04/2008)
Por otro lado, tampoco hay una posicin uniforme en relacin al orden de
prelacin de la medida cautelar y su posterior ampliacin. Peyrano cataloga a la
ampliacin como un nuevo embargo, por tanto, corre su suerte independientemente del que se afirma ampliado; en cambio para Rivas la ampliacin del
embargo, constituye la misma medida. Segn Peyrano(32) la ampliacin de embargos, permite entronizar un verdadero absurdo al escalonamiento de los privilegios, porque operara ex tunc, retroactivamente. Explica, si luego del primer
embargo otros acreedores toman sus medidas cautelares, estas medidas prevalecen en orden de privilegio respecto a la ampliacin cuestionada.
El nuevo embargo, dice Peyrano, corre su suerte independientemente del
que se afirma ampliado. Esta aseveracin cohonesta elementales principios
(32) PEYRANO, Jorge. Ampliacin de embargos?, en: Tcticas del proceso civil, T.II, Rubinzal
y Culzoni, Santa Fe, 1983, pp. 116-117.
57
en orden a la publicidad de las medidas cautelares y adems es la nica capaz de aventar la ms palmaria de las conclusiones: que el deudor embargado
por un monto pequeo, sucedido el deudor embargado por otro mayor, en
connivencia con el primer embargante, ample desorbitadamente la primera medida cautelar, dando esquinazo as al segundo embargante.
Anlogamente se ha explicado que la prelacin que asiste al embargante, lo es por la suma por la cual se decret y anot la medida cautelar,
pues ese importe es el que fija la extensin y alcance del embargo; por ello,
si con posterioridad a la anotacin de la medida cautelar se ampliara la liquidacin, tal ampliacin no gozara de la prioridad si, entretanto, se hubieran dispuesto otros embargos. En sentido contrario, consideramos que
la ampliacin de la medida cautelar en forma de inscripcin no es una nueva medida, sino la misma medida que mantiene su rango frente a las medidas cautelares sobrevenidas. La naturaleza provisoria de la medida, advierte
que esta pueda ampliarse, reducirse o levantarse. La mejora o ampliacin
de la medida, opera con algunos de los elementos de la resolucin cautelar,
ya dictada y ejecutada en el Registro, manteniendo el rango originario de la
medida anteladamente inscrita. Por citar, si se reduce el monto del embargo, luego que se han inscrito otras medidas ms, como es la misma medida,
no tendr que esperar los efectos de las medidas sobrevenidas a la inscripcin original, sino que operar la reduccin respetando el orden de su inscripcin primigenia. En igual sentido, si se busca la ampliacin o mejora de
la medida, los efectos de estas medidas se ubicarn en el mismo rango de
las que provienen.
modelo
MODELO DE SOLICITUD (DE LA PARTE AFECTADA)
DE VARIACIN DE MEDIDA CAUTELAR RESPECTO
DE LOS BIENES SOBRE LOS QUE RECAE
Secretario :
Expediente :
Cuaderno :
CAUTELAR
Escrito :
N 01
Sumilla :
Solicita variacin de medida cautelar en cuanto a los bienes
AL JUZGADO CIVIL DE ..............
58
POR TANTO:
6. Medida anticipada
El artculo central que acoge los elementos de la medida cautelar se ubica en el numeral 611 del CPC, el que no ha sufrido sustancialmente variacin
59
(33) Vase el trabajo de Monroy Palacios, Juan. Bases para la formacin de una teora cautelar, Comunidad, Lima, 2002, pp. 186-187.
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Esta redaccin tena un error en los signos de puntuacin del texto originario, como tambin lo tuvo el reciente artculo 674 del CPC modificado.
Su redaccin correcta debi ser:
El nuevo texto legal no ha superado dicha deficiencia, todo lo contrario
ha reafirmado el error, al atribuir como una sola justificante para la urgencia, la necesaria la decisin preventiva por constituir peligro en la demora
del proceso.
Hubiera sido interesante que este artculo se reescribiera en mejor forma, corrigiendo su deficiencia de redaccin originaria, de tal manera que su
texto final guarde coherencia con la llamada medida temporal sobre el fondo, la medida innovativa y la medida de no innovar; sin embargo, con la redaccin as expuesta, no hace ms que confundir la tutela cautelar ordinaria con la tutela anticipada, ambas figuras acogidas en nuestra legislacin,
con sus particulares elementos.
jurisprudencia
Ante la inminencia de un perjuicio irreparable, puede el juez dictar medidas
destinadas a conservar la situacin de hecho o derecho presentada al momento de la admisin de la demanda, en relacin a personas y bienes comprendidos en el proceso.
(Exp. N 1118-95, Cuarta Sala Civil, Ledesma
Narvez, Marianella, Ejecutorias, Tomo 3, Cuzco,
1995, pp. 248-249)
eficacia de la ahora medida ejecutiva ya no se encuentra sujeta a los presupuestos para la concesin de una medida cautelar, tampoco resulta relevante el presupuesto para la actuacin de la caucin. Por otro lado, en el plano
funcional, la medida ejecutiva ya no persigue aseguracin de la eficacia
del proceso, sino que, automticamente, se instala como acto de ejecucin
inicial, al que le sucedern otros actos procesales (ejecutivos) destinados al
logro de la satisfaccin procesal.
Otro aspecto a considerar en esta transformacin de la cautela a la
medida ejecutiva es que no necesariamente nace de la extincin de una
medida cautelar. La medida ejecutiva puede darse luego de emitida la
sentencia, bajo un contexto diverso a la cautela, como es la certeza; sin
embargo, se debe tener en cuenta que el tipo de medida que se conceda
est en funcin del contenido de la sentencia favorable al actor, toda vez
que se pretende, con este tipo de medidas, la concrecin material del derecho declarado. Esto es calificado como flexibilidad de las medidas ejecutivas y que, segn Monroy, es una caracterstica fundamental de ellas
y lo explica as: un proceso destinado al cobro de una suma de dinero culmina con resultado favorable al actor. En el transcurso del mismo
este se vio beneficiado por una medida cautelar de embargo en forma de
inscripcin sobre un vehculo de propiedad del demandado. Ahora bien,
dado que ha operado la conversin de pleno derecho, la medida ejecutiva
se encuentra constituida precisamente por el embargo mencionado. Sin
embargo, el embargo (en cualquiera de sus expresiones) supone nicamente un acto de afectacin jurdica respecto de un determinado bien.
Este resultado es insuficiente para proceder a un futuro remate. Para llegar a ello, previamente es necesario efectuar una desposesin fsica de los
bienes del demandado. El mecanismo adecuado para alcanzar ese propsito se asemeja enormemente al del secuestro conservativo (medida cautelar de desposesin fsica sobre un bien que no es materia directa de la
controversia procesal). De hecho, no existe mejor forma de explicarle al
juez qu es lo que se requiere para acceder el remate que no sea a travs
precisamente de la medida de secuestro. Dado que no estamos en momentos de pedir medida cautelar, qu es lo que se debe hacer? Continuar con la eficacia del embargo (para evitar cualquier intento de enajenacin de los bienes) y solicitar, en modo complementario, una medida
ejecutiva en forma de secuestro conservativo. Con esta salida, el ejecutor tendr dos medidas ejecutivas a su favor. La de embargo obtenida de
pleno derecho (luego de la extincin por conversin a la finalizacin del
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Otro aspecto que resalta el trabajo de Monroy Palacios, es que si bien la
persecucin se realiza en un plano donde ya existe una decisin con autoridad de cosa juzgada que ampara los derechos del ejecutante, ello no supone que dicho fin pueda ser alcanzado sin limitacin ni parmetro alguno. El
derecho de defensa del ejecutado o de cualquier tercero ajeno a la relacin
procesal, debe estar siempre presente, para oponerse a aquellos actos ilcitos que superen injustificadamente el mbito propio de la debida actuacin de la sentencia. De ah que el juez debe tener en cuenta el principio de
razonabilidad y de mnima injerencia, para conceder nicamente aquellas
medidas ejecutivas que sean congruentes y razonables con la satisfaccin
del derecho declarado. Bajo el principio de mnima injerencia dice Monroy,
la necesaria intromisin dentro de la esfera jurdica del ejecutado, con el
propsito siempre de lograr el reconocimiento de los derechos del ejecutante, se deber realizar buscando el mnimo grado de incidencia sobre dicha
esfera. Es decir, sin sacrificar, en la medida de lo posible, los derechos del
sujeto que no han sido discutidos durante el proceso y que, por tanto, no
forman parte del fallo contenido en la sentencia estimatoria.
jurisprudencia
Debe ampararse la solicitud cautelar orientada a que el juzgado disponga la
suspensin de los embargos, remates y adjudicaciones sustentadas en la Ley
N 26289 que prescribe, en casos de liquidacin de bienes de cooperativas
de ahorro y crdito, las medidas cautelares existentes, deben ser levantadas
por el solo mrito de la ley, sin requerir resolucin de la Superintendencia de
Banca y Seguros.
(Exp. N 1331-97, Cuarta Sala Civil, Ledesma
Narvez, Marianella, Jurisprudencia Actual,
Tomo 3, Gaceta Jurdica, p. 516)
del proceso cautelar y una multa. Tambin podr, a pedido de parte, ser
condenado a la indemnizacin. En la redaccin del artculo 621 del CPC,
en ningn extremo se hace referencia a la medida maliciosa, como s aparece en la sumilla del artculo: Sanciones por medida cautelar innecesaria
o maliciosa. Esto nos lleva a reflexionar sobre el carcter vinculante de dicha sumilla, en relacin al contenido del artculo 621 del CPC, pues no se
aprecia descripcin o referencia alguna al carcter malicioso o abusivo de
la medida para justificar la sancin pecuniaria. Es suficiente la sumilla del
artculo para calificar de tal, el contenido de este?
Aqu concurre la posibilidad de varias acciones, como una sancin pecuniaria por la medida cautelar innecesaria o maliciosa y una condena a
una indemnizacin por haber generado dao la medida cautelar. En el primer caso, ella puede ser impuesta por el juez, en atencin a las facultades
que regulan los artculos 410 y 411 del CPC y supuestos del artculo 112
del CPC, a diferencia de la indemnizacin, que ser a pedido de parte, pues
esta es la que tendr la carga probatoria de mostrar el dao y la magnitud
de esta.
Por otro lado, ntese que el artculo 621 del CPC se refiere al caso que
se declare infundada una demanda, cuya pretensin estuvo asegurada con
medida cautelar. El supuesto citado, no hace referencia a la demanda que
sea declarada improcedente o inadmisible, sino a un pronunciamiento de
fondo que desestime el derecho en discusin. Tampoco precisa si esa condicin deba estar contenida en una sentencia firme, sin embargo, debemos
sealar que para el artculo 630 del CPC, la existencia de una sentencia en
primera instancia que desestima la demanda, genera que la medida cautelar quede cancelada de pleno derecho, aunque aquella hubiere sido impugnada. Esto nos podra llevar a asumir la hiptesis de extender los efectos de
las sanciones por medidas innecesarias a los alcances del artculo 630 del
CPC, por la cancelacin de pleno derecho de la medida cautelar, sin embargo, concurre a dicha hiptesis la posibilidad de que la sentencia adversa
e impugnada sea revocada en la apelacin y se ampare la demanda. En ese
supuesto, ms que considerar que la medida cautelar s fue necesaria, hay
una preocupacin mayor, la ausencia de tutela asegurativa porque la medida se cancel de pleno derecho.
Como ya se ha sealado, la contingencia participa del riesgo. Si se ampara la demanda, la contingencia es cero, pero si no se ampara, ingresa adems el perjuicio que se ha ocasionado con dicha medida. La necesidad de
66
hacer las cosas pronto colisiona con la necesidad de hacerlas bien; por ello,
lo que se busca es lograr celeridad y ponderacin. Las cosas que se hacen
pronto pero mal como las que se hacen bien pero tarde participan del riesgo, por ello, la medida cautelar tiende a hacer pronto, dejando que el problema del bien o mal se resuelva ms tarde en la sentencia.
El artculo 621 del CPC regula la posibilidad de la indemnizacin por
los daos y perjuicios ocasionados con la medida, dentro del mismo proceso, previo traslado por tres das. La obligacin de indemnizar no surge porque la medida cautelar sea injusta sino del hecho que su expedicin importa riesgo que debe ser asumido por quien se beneficia con ella. Hay una
indefinicin legislativa en torno a la responsabilidad subjetiva u objetiva en
la contracautela.
Un sector de la doctrina sostiene la responsabilidad objetiva por el mero
hecho de la derrota sin interesar la existencia o no de culpa, dolo o mala fe procesal. Como opera la responsabilidad objetiva, el deber de resarcimiento nace
del principio de sucumbencia. Basta la derrota en el principal para que el
deber de indemnizar se establezca en el proceso cautelar. Para Condorelli(34), la medida cautelar es un instrumento peligroso para el contrario y
para quien la usa. Es como un arma rpida y celosa que debe ser manejada con suma prudencia. Por eso se otorga por cuenta y riesgo de quien la
pide. Es difcil concebir que se admita la necesidad de probar la mala fe o
simplemente imprudencia de quien usa semejante franquicia, para obtener
resarza daos injustamente ocasionados. Entre quien us en su beneficio
una medida cautelar con la mejor buena fe del mundo, pero a la postre sin
derecho, y quien la sufre sin que en ninguna hiptesis pueda de ella obtener un beneficio, no parece dudoso a quin han de cargarse las consecuencias; sin embargo, en opinin de Ramrez(35), no todo el que pierde un proceso tiene culpa, ni necesariamente ha abusado del proceso. En tal sentido,
una responsabilidad objetiva de carcter general sera injusta, pero tampoco creemos que una responsabilidad subjetiva, basada siempre en la culpa
o el dolo, sea la solucin. La culpa debe ser el punto de partida, pero admitiendo parmetros objetivos en que esta no es necesaria para condenar al
(34) CONDORELLI, Jos Luis. Del abuso y la mala fe dentro del proceso. Abeledo Perrot, Buenos Aires, 1985, p. 145, citado por RAMREZ, El abuso de las medidas cautelares, en:
Derecho Procesal, III Congreso Internacional, Lima, 2005, p. 317.
(35) RAMREZ. Ob. cit., pp. 317-318.
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pago de una indemnizacin. Por ejemplo, el afectado con una medida emitida por el juez de un distrito judicial que inventa su propia competencia,
necesita acreditar culpa en la contraparte? Seala Ramrez, que el propio
Cdigo Procesal acoge soluciones que giran en torno a la misma idea de responsabilidad objetiva, sin detenerse a apreciar el grado de culpa del agente.
Vase sino el caso del artculo 81 que regula la procuracin oficiosa. Seala
el numeral que si no se produce la ratificacin del procurado, se declarar
concluido el proceso y se podr condenar al procurador al pago de daos y
perjuicios () siempre que a criterio del juez, la intervencin oficiosa haya
sido manifiestamente injustificada o temeraria. No se habla de dolo o culpa
sino de la conducta que manifiestamente (lase, objetivamente) carece de
razonabilidad.
Otro aspecto a destacar del artculo 621 del CPC es el supuesto de la
demanda infundada, como condicionante para ser condenado a la indemnizacin. En opinin de Ramrez(36), esta condicionante debe extenderse a
los casos de sentencia que declare improcedente la demanda; igualmente,
cuando se declare fundada una excepcin. Es tendencia conocida limitar
el derecho a la indemnizacin solo para aquellos casos en que se declara infundada la demanda, tal como lo dice, restrictivamente, la letra de la ley.
Creemos que se trata de una deficiencia legislativa antes que una toma de
posicin al respecto, pues, el dao se produce en igual intensidad cualquiera que sea la razn de la no tutela del derecho demandado. Para Monroy(37)
en todos los supuestos en los cuales el proceso termine sin una sentencia
que ampare el derecho pretendido por el demandante, nace la obligacin
procesal que este restituya los derechos afectados al sujeto que soport la
medida.
El referido artculo tambin regula la sancin de los gastos procesales y
la multa. Esos gastos se aplicarn en atencin al principio general de la condena recogido en el artculo 412 del CPC que seala: la parte vencida asume el gasto procesal. En el caso de la medida cautelar innecesaria, los gastos
procesales se integrarn en el total que tendr que ser abonado por el vencido. Seala la norma que el titular de la medida cautelar pagar la multa,
sin hacer mayores distinciones. Opera aqu un pago automtico por el solo
En conclusin, el artculo 621 del CPC frente a la medida cautelar innecesaria brinda un tratamiento conjunto a tres elementos de naturaleza
distinta como son: las obligaciones de origen procesal (costas y costos), las
multas (penalidades por incumplimiento de los deberes de parte) y los daos y perjuicios (resarcimientos civiles al sujeto que los sufre). La respuesta
jurisdiccional a la triloga sealada tendr como escenario el mismo proceso
principal en giro.
jurisprudencia
La privacin del uso de un vehculo embargado indebidamente constituye
un perjuicio susceptible de indemnizacin. Aunque la prueba aportada no
sea completamente asertiva sobre los gastos hechos, se supone que ha debido
reemplazarlo mediante el pago de otro medio de transporte por el tiempo que
estuvo vigente el embargo. En caso de no haber pruebas acerca del quantum
de los daos causados por un acto ilcito, pero s acerca de la existencia de los
mismos, cede la regla clsica del (onus probandi) y el juzgador puede y debe
fijar el importe de la indemnizacin por los perjuicios reclamados.
Exp. N 1299-94-Lima, Ledesma Narvez, Marianella, Ejecutorias Supremas Civiles, Legrima, 1997, pp.
467-468)
consulta legal
Procede indemnizacin por medida cautelar innecesaria
cuando la demanda fue declarada improcedente?
Miguel Lpez ha sido objeto de una medida cautelar innovativa, la cual estuvo vigente por dos
aos. El proceso principal fue declarado improcedente y se cancel la medida cautelar. Como consecuencia de la medida cautelar Miguel sufri daos y perjuicios por los gastos efectuados, por lo
que al amparo del artculo 621 del Cdigo Procesal Civil desea solicitar la indemnizacin por
medida cautelar innecesaria. Sin embargo, la norma solo prev el supuesto de que la demanda
haya sido declarada infundada, por lo que desea saber si podr demandar la indemnizacin.
Respuesta:
70
La finalidad de la norma es traspasar los costos que sufri el propietario del bien
materia de la medida cautelar al demandante temerario. Los costos se traspasan
justamente por medio de la indemnizacin que estara obligado a otorgar el demandante de la medida cautelar al propietario del bien. El afectado no tiene que
probar la culpa o dolo del demandante, sino que solo debe demandar una vez que
ha sido declarada infundada la cautelar. Sin embargo, la norma expresamente se
refiere al supuesto que se declare infundada una demanda cuya pretensin estuvo
asegurada con medida cautelar, no estableciendo nada con relacin a si se declara
improcedente la demanda o si hay desistimiento del demandante.
Al respecto, se ha sealado que: iguales efectos, aunque la ley procesal expresamente no lo diga, se producirn en los supuestos de desistimiento de la pretensin, pues su aprobacin es equiparable por la ley a una sentencia desestimatoria
con autoridad de cosa juzgada (). En ambos supuestos las costas (y costos) corrern a cargo del beneficiario de la tutela cautelar y de haberse producido daos
por obra de la tutela cautelar que result injustificada el sujeto que result afectado tendr derecho a la reparacin de los mismos. (Ariano Deho, Eugenia.
Apuntes sobre la duracin temporal de la tutela cautelar. En: Themis, Revista de
Derecho. N 43, 2001).
Es decir, parece que en los casos de declarar infundada una demanda cautelar injustificada as como en el caso de desistimiento de la pretensin cautelar, no hay
duda de la procedencia de la demanda de indemnizacin por lo daos que pudieran haber sido causados, sin embargo, el problema se mantiene en el caso de la
improcedencia. En ese sentido, quiz el legislador decidi que la indemnizacin
tengan como base que la pretensin materia de la medida cautelar sea infundada, pues esa da calidad de cosa juzgada a la decisin (al igual que el desistimiento
aprobado), en cambio, la declaracin de improcedencia en una sentencia lo nico
que hace es determinar que un proceso nunca debi siquiera iniciarse porque la
demanda no cumpla con los presupuestos mnimos.
Sin embargo, restringir la ratio de la norma a estos dos supuestos es irrazonable, dado que los dos aos que ha estado sometido un bien a una medida cautelar por una demanda que es improcedente, igual puede causar un dao que debe
ser igualmente resarcido por el demandante malicioso o temerario, por ello, se
debe realizar una interpretacin extensiva al artculo 621 del Cdigo Procesal Civil y entender que tambin procede la indemnizacin si se declara improcedente
la medida cautelar.
(Consulta absuelta por la Divisin de Estudios Legales de Gaceta Jurdica)
El artculo 625 del CPC consagra la caducidad de la medida cautelar en
los procesos iniciados con el Cdigo de Procedimientos Civiles de 1912, a
diferencia de su redaccin originaria, que haca extensivos los efectos de la
71
caducidad a los procesos tramitados bajo el actual Cdigo Procesal. La caducidad implica una facultad de duracin limitada. Es un derecho dirigido
a modificar una situacin (retener, secuestrar, intervenir un patrimonio).
Nace con un plazo de vida y pasado este se extingue. Para aplicar la caducidad se parte de los siguientes supuestos: que se ejecute la medida cautelar y
el proceso principal no concluya. Aprciese que se trata de una caducidad y
no de una preclusin. La caducidad se refiere a la facultad de accionar dentro de cierto tiempo, caso contrario, se pierde la oportunidad para hacerlo.
En la preclusin, la realizacin de determinado acto agota una actividad
para dar paso a otra.
Un aspecto importante que resaltar en este enunciado es la nomenclatura que utiliza para calificar los efectos del tiempo. No incorpora propiamente a la caducidad sino de manera general hace referencia a la extincin
de pleno derecho y la fija en el plazo de cinco aos contados desde la ejecucin de la medida cautelar.
Vase que el tiempo tiene repercusin en el aspecto cognoscitivo del
proceso. En esta funcin el juez conoce y define el derecho para lo cual,
toma un tiempo prudencial y legal para dicha definicin, frente al cual se
incorpora la medida cautelar para lograr decisiones eficaces; sin embargo,
la cautela no tiene una vida ilimitada, todo lo contrario, tiene un plazo de
vigencia, cinco aos, tiempo en el cual el juez debe haber definido el derecho; caso contrario, se permite mantener la vigencia de la medida cautelar
ejecutada, a travs de la reactualizacin de esta, siempre y cuando esta no
se haya extinguido, de pleno derecho.
Debe precisarse que la caducidad no es extensiva a todas las medidas
cautelares, pues las dictadas en el proceso penal no son pasibles de esta. Los
efectos de la Ley N 26639 no son aplicables a los embargos recados en procesos penales. Este es un criterio adoptado por el Tribunal Registral en la
Resolucin N 144-2001-ORLC/TR del 30 de marzo de 2001, en la que sostiene que los asientos extendidos en el Registro con motivo de embargos
trabados en procesos penales no pueden ser cancelados alegando su caducidad al amparo de la Ley N 26639 y el artculo 625 del CPC, por cuanto el
mbito de aplicacin de estas normas excluye a los embargos penales. Ello
se deduce de la interpretacin histrica y sistemtica de la norma.
72
(40) Monroy PALACIOS, Juan. Bases para la formacin... Ob. cit., p. 231.
73
que la reactualizacin implica la misma medida pero que por los efectos del
tiempo se busca reafirmar su eficacia para otro periodo ms. Si bien el Cdigo no dice nada sobre el nuevo plazo que comienza a correr con la reactualizacin, ni las veces que se puede reactualizar ella, entenderemos que
es el mismo plazo de caducidad de la medida de origen y sin limitaciones al
nmero de veces que se pueda ejercitar la reactualizacin.
Por otro lado, advirtase que la norma refiere a la reactualizacin de la
medida y no a la prrroga de esta. Hay que precisar que la ampliacin de
una medida cautelar no encierra una ampliacin del plazo de caducidad ya
iniciado con la medida originaria ni tampoco una prrroga de este, a partir
de su inscripcin de la ampliacin; todo lo contrario, la medida se acoge a
los efectos del tiempo ya transcurrido a partir de la ejecucin de la medida
originaria. La ampliacin no da lugar a la prrroga del plazo transcurrido,
pues no implica que a partir de ella se d inicio a un nuevo cmputo del
plazo; todo lo contrario, se acoge al plazo ya transcurrido desde su ejecucin
originaria, lo que hace sencillamente la ampliacin de la medida es una mejora del objeto de la cautela, en cuanto al monto ya asegurado; por tanto,
si la ampliacin de la medida cautelar se inscribe, ad portas del vencimiento del plazo de caducidad, esta ampliacin asume los efectos del plazo de
caducidad transcurrido; no genera la inscripcin de la medida cautelar un
nuevo plazo que lleve a la prrroga del ya transcurrido; si fuere esto as, no
estaramos ante una reactualizacin de la medida, como contempla el Cdigo, sino ante una prrroga de este, por la ampliacin de la medida cautelar ya ejecutada.
Otro aspecto que presenta la reactualizacin es referente al trmite
inaudita pars y notificacin ulterior al afectado. La decisin que deniega o
concede la reactualizacin est sujeta a apelacin.
La ampliacin de los embargos tambin va a influir en el cmputo de
caducidad de la medida. Peyrano(41) cataloga a la ampliacin como un nuevo embargo, por tanto, corre su suerte independientemente del que se afirma ampliado; en cambio si optamos por la posicin de Rivas diremos que la
ampliacin del embargo, constituye la misma medida. Seala Peyrano que
la ampliacin de embargos permite entronizar un verdadero absurdo al escalonamiento de los privilegios, porque operara ex tunc, retroactivamente.
Explica, si luego del primer embargo otros acreedores toman sus medidas
cautelares, estas medidas prevalecen en orden de privilegio respecto a la
ampliacin cuestionada. El nuevo embargo, corre su suerte independientemente del que se afirma ampliado. Esta aseveracin cohonesta elementales
principios en orden a la publicidad de las medidas cautelares y adems es la
nica capaz de aventurar la ms palmaria de las conclusiones: que el deudor
embargado por un monto pequeo, sucedido el deudor embargado por otro
mayor, en connivencia con el primer embargante, ample desorbitadamente
la primera medida cautelar, dando esquinazo as al segundo embargante; por
ello, si con posterioridad a la anotacin de la medida cautelar se ampliara la
liquidacin, tal ampliacin no gozara de la prioridad si, entretanto, se hubieran dispuesto otros embargos.
La posicin que asumamos frente a la ampliacin va a influenciar en el
cmputo de la caducidad, pues si asumimos que la ampliacin del embargo es una nueva medida, el plazo de caducidad de aquella se computar de
manera fraccionada e independiente, a partir de la ejecucin de la medida
originaria y la nueva medida, esto es, de la ampliacin; pero, si asumimos
considerarlo como una sola medida, nos preguntamos si la ejecucin de la
originaria y la ampliatoria se fusionan en una, para el cmputo del plazo de
la caducidad, tomando como inicio la ejecucin de la ltima ampliacin
o la ejecucin de la originaria. Tomando como referencia algunos pronunciamientos judiciales se asume en considerar a la ampliacin del embargo como una sola medida, esto es, mantiene el rango de preferencia en su
inscripcin, pues se refiere a la misma medida cautelar variada en cuanto
al monto; pero, en relacin al cmputo: trabado un embargo y si posteriormente se ampla su monto, la caducidad de ambas medidas se produce a
los cinco aos de la toma de razn del embargo original, desechndose as
la teora de los brazos independientes.
El cmputo de los plazos de caducidad no admiten interrupcin, de tal
forma que las ampliaciones que pudieren devenir luego, no afectan el plazo, que ya viene corriendo con la originaria, sino que sirve para mejorar la
eficacia de la medida.
El Tribunal Registral, en relacin a si la reactualizacin constituye una
nueva medida, sostiene que tratndose de la reactualizacin de medidas
cautelares, la resolucin judicial respectiva dispone, no la inscripcin de
una nueva medida cautelar con base imponible diferente, sino solamente la
modificacin de su plazo de vigencia; es decir la base imponible no se modifica,
75
jurisprudencia
Si se prueba que la solicitante de la medida cautelar cumpli con requerir a la
emplazada, el nombramiento de sus rbitros dentro del plazo de diez das de
ejecutada, no se da el supuesto de caducidad de la medida. El propio incumplimiento de la parte emplazada no puede sustentar una decisin liberatoria
favorable a su parte.
(Exp. N 7846-98, Sala de Procesos Ejecutivos y Cautelares, Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia
Actual, Tomo 5, Gaceta Jurdica, p. 543)
Una de las caractersticas de la medida cautelar es su mutabilidad, para
que pueda cumplir adecuadamente la funcin de garanta para la que est
76
ejecucin cautelar, luego de ella, ya no cabe sustituir nada, sino pedir la variacin de los bienes afectados o de la forma de la cautela segn el artculo
617 del CPC. Vase que lo que se sustituye es dinero, en el mismo monto
fijado por la resolucin cautelar, a diferencia de la sustitucin que regula la
segunda parte del artculo 628 del CPC. Aqu, el bien que se entrega debe
contener garanta suficiente a criterio del juez que respalde la cautela ya
ejecutada. La sustitucin no ser cotejada en atencin a un monto determinado porque no se entrega dinero en efectivo, sino a la estimacin del valor
del bien que se pretende sustituir.
Como ya se ha dicho, la sustitucin opera en pretensiones dinerarias que
se busca garantizar, de tal manera que el monto fijado en la medida cautelar
siempre se respetar, operando la modificacin solo en lo relacionado con la
naturaleza de la medida o los bienes asegurados. Esta sustitucin puede materializarse a travs del depsito en efectivo del monto de la medida o cuando el afectado ofrezca garanta suficiente a criterio del juez. Segn la modalidad que se utilice afecta el procedimiento de la sustitucin; esto es, cuando
se deposita el monto en efectivo opera la sustitucin inmediata, en cambio
cuando se ofrezca otra garanta que no sea el depsito del dinero aqu se resolver previo trasladado al peticionante con la medida. Como se aprecia,
tcnicamente no opera aqu una sustitucin de la medida sino una variacin
de esta, pues se reproduce lo normado en el artculo 617 del CPC.
Es de advertir que se sustituye el monto de la medida cautelar dictada y no el valor de los bienes afectados con la medida; por decir, si el
vehculo materia de la medida cautelar en forma de secuestro tiene un valor
no mayor de $ 2,000, pero la medida se ha dictado por la suma de $ 5,000,
para que opere la sustitucin se tendr que depositar el monto de la medida cautelar, $ 5,000, y no el valor de los bienes afectados. En igual forma, si
el bien afectado sobrepasa el monto de la cautela, lo que se sustituye es el
monto de la cautela pero no el valor del bien afectado. Otro aspecto a considerar en la sustitucin es la entrega del dinero, por el monto de la cautela, al secretario o ejecutor judicial de la medida, quien tendr que depositar
dicho dinero a nombre del juzgado, al Banco de la Nacin, en el da. Dicho
depsito se mantendr en garanta lquida de la pretensin e incluso devengar intereses legales; sin embargo, en la actividad judicial se aprecia que
algunos ejecutados entregan el monto de la cautela, no al secretario para la
sustitucin, sino al ejecutante de la medida, ante lo cual se procede a suspender la ejecucin del embargo, a pedido del ejecutante, sin haberse materializado la cautela.
78
Cuando estamos ante estas circunstancias, que el ejecutado voluntariamente entrega al ejecutante, a efectos de suspender la diligencia, el monto
total o parcial de la afectacin cautelar, no se trata de una sustitucin de la
medida sino de un pago a cuenta de la acreencia materia de demanda, situacin que no permite posteriormente la devolucin, en el mismo proceso, en
caso se declare posteriormente infundada la demanda o se declare en abandono el proceso, entre otras situaciones, que lleven a la conclusin del proceso principal, pues la suma entregada al momento de la ejecucin cautelar,
nunca fue destinada como sustitucin propiamente de la medida ni menos
fue depositada a nombre del juzgado en el Banco de la Nacin, por tanto,
nunca tuvo la condicin de garanta de la pretensin, para justificar su devolucin. La sustitucin de la medida presupone la ejecucin satisfactoria
de la medida cautelar, pues se ha logrado materializar el monto de cautela,
con la diferencia que se sustituye el bien por dinero en efectivo y la modalidad de secuestro por el depsito de dinero en efectivo, situacin que no
aparece en la entrega de dinero al ejecutante, quien a su voluntad decide
suspender la ejecucin, sin haber afectado algn objeto o bien en dicha
medida.
Sobre el particular, vase el caso seguido ante el 36 JCL, Expediente
N 55363-2002, en el que se suspendi el embargo en forma de secuestro,
decretado por la suma de dos mil dlares, porque el ejecutado entreg voluntariamente dicha suma, en efectivo, al ejecutante y no al secretario judicial. Posteriormente se desestima la demanda y se deja sin efecto la medida cautelar de secuestro conservativo que se dict contra el demandado;
por tanto, dice la Sala Civil, al no haber negado el demandante que el citado codemandado, le entreg la cantidad de dos mil dlares americanos, con
la finalidad de suspender, la ejecucin de la mencionada medida cautelar,
dejada sin efecto, procede que le devuelva dicha suma de dinero, ya que, la
demanda incoada en contra del demandado, ha sido denegada(42).
El deudor afectado con la cautela, puede recurrir a la sustitucin, para
lo cual deber justificar dos supuestos: que los bienes ofrecidos en sustitucin no se hallen gravados; y que aun cuando lo estuvieren, bastaren para
cubrir el crdito. Lo que se busca es que lo embargado no pueda causar
(42) Vase la resolucin de fecha 27 de diciembre de 2006, emitida en el caso Viviana Rangel Machiavello con Hctor Montori Alfaro sobre obligacin de dar suma de dinero, Expediente N
1695-2006, 2 Sala Civil de Lima. Proveniente del 36 JCL, Expediente N 55363-2002.
79
sustituir los bienes, pero s puede este pedir la variacin de la medida, conforme al artculo 617 del CPC. A pesar de que la norma no lo precisa, el tercero legitimado, afectado con la medida, tiene iguales derechos que el deudor para solicitar la sustitucin por otra menos gravosa, siempre y cuando
este tercero hubiere sido citado con la demanda. Como refiere el artculo
623 del CPC, ejecutada la medida, el tercero est legitimado para intervenir en el proceso principal y en el cautelar.
jurisprudencia
Si el banco demandado presenta una carta fianza en garanta para solicitar
la sustitucin de la medida cautelar de embargo, la misma que es rechazada
porque es vlida por un determinado periodo y no tiene el carcter de renovable; puede admitirse la sustitucin condicionada, a que antes del vencimiento
de la carta, el banco adjunte una nueva y similar garantizando, por un plazo
igual, el eventual resultado del proceso.
(Exp. N 1723-99, Sala de Procesos Abreviados y de
Conocimiento, Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia Actual, Tomo 5, Gaceta Jurdica, p. 545)
(46) Este caso aparece recogido en el Expediente N 17202-97 del Tercer Juzgado Civil de
Lima, en los seguidos por Banco de Crdito del Per con Banu S.A. y otros sobre pago
de dinero.
83
general de bienes, que podra implementarse en nuestro sistema jurdico, aprovechando la mejora de los registros, a propsito de la Ley General
Mobiliaria.
Opera en los casos en que habiendo lugar al embargo, este no se haga
efectivo por no conocerse bienes del deudor o por no cubrir estos el importe
del crdito reclamado, podr solicitarse contra aquel inhibicin de vender o
gravar sus bienes registrables, sea inmueble o mueble, de los que el deudor
pueda ser propietario en el momento de anotarse la medida o que adquiera con posterioridad. Se requiere que el funcionario pblico para autorizar los documentos de transmisin, constitucin, modificacin o cesin
de derechos reales sobre inmuebles, buques, embarcaciones u otros bienes
registrables, tenga a la vista el ttulo inscrito en el registro correspondiente,
as como la certificacin expedida para tal fin, en la que se consigne el estado jurdico de los bienes y de las personas segn las constancias registrales o
que supeditan la inscripcin de los respectivos actos o contratos, a la previa
obtencin de la mencionada certificacin.
Como ya se ha sealado, esta medida est condicionada para operar sobre bienes registrables y bajo la existencia de un registro donde se consigne
la inhibicin general de disposicin. Tambin existe en otras legislaciones,
la inhibicin voluntaria, que es una limitacin convencional a la facultad de
disponer. A diferencia de la inhibicin general, que como medida cautelar
solo puede originarse en un acto jurisdiccional, la voluntaria es el pacto en
cuya virtud una persona, a fin de garantizar el cumplimiento de un contrato, asume la obligacin de no transferir un inmueble determinado o aquellos de los que sea o pueda ser propietario.
jurisprudencia
No procede amparar la medida cautelar genrica para la desocupacin del
predio, a pesar de que el principal, que declara fundada la demanda, se encuentra en el Supremo Tribunal en casacin. Para evitar la ejecucin tarda,
nuestro ordenamiento procesal contempla los plazos procesales a los que se
sujetan todos los intervinientes en el proceso; y respecto a la onerosidad, se
instituye las costas y costos del proceso a cargo del perdedor, ello sin perjuicio
de las acciones indemnizatorias respectivas.
(Exp. N 4017-99, Sala de Procesos Sumarsimos,
Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia
Actual, Tomo 4, Gaceta Jurdica, pp. 562-564)
85
Una de las caractersticas que definen a la medida cautelar es su provisoriedad, esto es, la medida no es inmutable sino que puede desaparecer
porque las circunstancias que justificaron su dictado han variado o porque
el proceso ha finalizado, conforme lo refiere el artculo 619 del CPC.
La medida cautelar cambia segn se ampare o rechace la pretensin
principal. La medida se levanta si la sentencia desestima la demanda, pero,
si la sentencia ampara la pretensin, la medida cambia, para dar paso a la
ejecucin forzada de la sentencia.
La eficacia de la medida cautelar va a estar condicionada a la existencia
de una sentencia firme; pero, en el supuesto que hubiere sentencia en primera instancia que desestima la demanda, la que es materia de apelacin,
la medida cautelar queda cancelada de pleno derecho; por ejemplo, si Juan
logra ejecutar un embargo en forma de retencin sobre una suma de dinero
en una cuenta bancaria del obligado para garantizar el cobro de una deuda,
con la sentencia adversa al beneficiado con la medida, tendr que liberarse
la retencin dineraria, a pesar de estar pendientes las resultas de la impugnacin. Aprciese que el referente para levantar la medida es que se desestime la demanda mas no, cuando se declara improcedente esta. En este
ltimo caso, si ella es materia de impugnacin no justifica se levante la medida en atencin al artculo 630 del CPC. En igual forma, si frente a una
medida cautelar fuera de proceso, se declara liminarmente improcedente
la demanda, en aplicacin del artculo 636 del CPC, se deber levantar la
medida de pleno derecho; sin embargo, si en plena ejecucin para el levantamiento de la medida cautelar, se declara la nulidad de la resolucin que
declara la improcedencia de la demanda y ordena el juez revisor se admita
a trmite la demanda; en tales circunstancias, no justificara continuar con
la ejecucin del levantamiento de la medida, todo lo contrario, debera dejarse sin efecto ella y preservar la cautela, pues no se ha cumplido con el supuesto del rechazo liminar de ella, a que refiere el artculo 636 del CPC.
Para Rivas(47), la cancelacin de pleno derecho de la medida cautelar es
porque esa sentencia es declarativa en grado de certeza, de la inexistencia
del derecho que justific la medida cautelar, fundada solo en el nivel de la
verosimilitud. Consideramos que dicha cancelacin puede resultar perjudicial
(47) RIVAS, Adolfo. Ob. cit., p. 51.
86
jurisprudencia
No se puede excluir del levantamiento de la medida cautelar, algunos bienes
muebles que no se encuentran consignados en la relacin de bienes, si se tiene en cuenta que la posesin de un inmueble hace presumir la de los bienes
muebles.
(Exp. N 3906-97, Tercera Sala Civil, Ledesma
Narvez, Marianella, Jurisprudencia Actual,
Tomo 2, Gaceta Jurdica, p. 520)
88
Para la tramitacin de la medida cautelar se forma un cuaderno especial conforme lo regula el artculo 640 del CPC. La pretensin cautelar puede ingresar a la actividad jurisdiccional, aun sin proceso, como es el caso
de la medida cautelar fuera de proceso que refiere el artculo 636 del CPC.
Tambin puede incorporarse ante un proceso ya iniciado, sin embargo, para
evitar que este se paralice o quede en suspenso, se prohbe pedir el principal
para resolver la medida cautelar.
Algunos autores consideran que en la tramitacin coexiste el procedimiento cautelar y el proceso cautelar. El primer supuesto opera cuando
concurre solo el peticionante ante el juez, para que inaudita pars, emita una
medida cautelar. Cuando se efectiviza dicha medida, recin se pone en conocimiento del afectado, el que puede salir a defender su derecho. En este
ltimo supuesto, cuando el afectado con la medida toma conocimiento de
ella con la ejecucin, se ubica el proceso cautelar.
Otra idea que concurre a la autonoma de la medida la advertimos cuando
luego de amparada y ejecutada la medida cautelar, la parte afectada apela de
ella; esa medida puede ser mutable segn las resultas de la apelacin.
1. Medida fuera del proceso
Todo juez puede dictar medida cautelar antes de iniciado un proceso seala el artculo 608 del CPC, pero la parte beneficiada con la medida
debe interponer su demanda ante el mismo juez, dentro de los diez das
posteriores a la ejecucin de ella.
Si bien la parte recoge de la jurisdiccin una respuesta asegurativa, ella
est sujeta a la condicin de formular su pretensin dirimente ante la jurisdiccin dentro de los diez das posteriores a la ejecucin y que haya sido admitida
a trmite. Igual exigencia corre para el caso de medidas dictadas antes del inicio del procedimiento arbitral (vase el artculo 79 de la Ley N 26572).
El mencionado artculo seala que el beneficiado con la medida debe
interponer su demanda ante el mismo juez, dentro de los diez das posteriores al acto. Ello no implica que sea el mismo que recibi la cautelar, sino
el juez competente por razn de grado para conocer la demanda prxima a
interponerse. El artculo 33 del CPC, que es la norma que regula la competencia del juez en este tipo de medidas, as lo dispone.
89
Sobre la competencia del juez que dicta la medida cautelar fuera de proceso, resulta interesante leer el comentario que realiza Rivas(48)al respecto:
el artculo 608 del CPC no significa sino atribuir al juez el poder jurdico de
dictar tales medidas, pero no que por su sola adopcin puede fijarse definitivamente la competencia, alterndose la regla fundamental prevista al efecto.
No obstante ello, el artculo 608 tiene otro significado, ya que sirve para posibilitar que aun siendo incompetente, en caso de urgencia o de necesidad,
el magistrado requerido puede dictar la medida cautelar sin perjuicio de la
ulterior radicacin ante el juez competente. En todo caso tendr la posibilidad de declarar su incompetencia oficiosamente, de acuerdo a los trminos del artculo 35 y la parte afectada, la de cuestionarla oportunamente al
saber de la medida trabada.
La redaccin de este artculo tiene su antecedente en el artculo 224 del
derogado Cdigo de Procedimientos Civiles que autorizaba a todo juez de
primera instancia a decretar embargos preventivos, anteriores al juicio y por
sumas superiores a veinte libras. En cambio habiendo litigio solamente
poda decretarlos el juez interviniente en la causa.
2. Trmite de la medida cautelar
(49) Monroy PALACIOS, Juan. Bases para la formacin... Ob. cit., p. 134.
92
(50) PEYRANO, Jorge. El proceso civil, principios y fundamentos, Astrea, Buenos Aires, 1978,
p. 155.
93
inmediatamente posterior, quien recin podr apersonarse al proceso e interponer apelacin. La falta de cumplimiento de notificacin no provoca la
nulidad de la cautelar, sino que a lo sumo conserva abierta la posibilidad de
introducir la apelacin pertinente.
La pretensin cautelar busca afectar los bienes del ejecutado ante el
peligro que este desaparezca. No basta que el inters para obrar con esta
pretensin se sustente en el peligro y que la medida solicitada tenga como
fin prevenir un dao temido; es necesario que a causa de esa inminencia de
peligro, tal medida tenga carcter de urgencia en cuanto sea de prever que,
si la misma se demorase, se transformara en dao efectivo o se agravara
el ya ocurrido; esto es, que la providencia cautelar debe ser dictada sin demora, de otro modo sera ineficaz. En otras palabras, en los casos donde se
concede una medida cautelar inaudita pars, se otorga esta por razones de
urgencia, pero inmediatamente despus de ejecutada se inicia la discusin
sobre la validez de la medida concedida. Para Oviedo(51) el derecho de contradiccin se identifica con el derecho de defensa frente a las pretensiones
del demandante o a la imputacin que se le hace en el proceso penal. Pero
se fundamenta en un inters general como el que justifica la accin, porque no solo mira a la defensa del demandado o imputado y a la proteccin
de sus derechos sometidos al proceso, o de su libertad, sino que principalmente contempla el inters pblico en el respeto de dos principios fundamentales para la organizacin social: el que prohbe juzgar a nadie sin orlo
y sin darle los medios adecuados para su defensa, en un plano de igualdad
de oportunidades y derechos, y el que niega el derecho a hacerse justicia
por s mismo.
Ello no significa que se vulnere el principio de contradiccin. Este est
presente en todo el desarrollo del procedimiento cautelar, lo que sucede es
que el debate se posterga hasta la ejecucin de la medida. Esta postergacin
es atendible por las particularidades que encierra la fase cautelar, que busca
asegurar la eficacia del proceso, disponiendo actos materiales que neutralicen la amenaza o que disminuya o afecte en su totalidad el derecho reclamado por el actor.
(51) CARRERA, Francesco. Programa de Derecho Criminal, Temis, Bogot, 1957, pp. 976-979,
citado por OVIEDO, Amparo. Fundamentos del Derecho Procesal, del procedimiento y del
proceso, Temis, Bogot, 1995, p. 22.
94
(52) LANDA, Csar. Teora del Derecho Procesal Constitucional, Palestra, Lima, 2003, p. 200.
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Estado. Por otro lado, la humanizacin del proceso busca evitar la desigualdad entre los sujetos por razones de sexo, raza, religin, idioma, condicin
social, poltica o econmica, o de cualquier otro carcter que afecte el acceso, desarrollo y resultado justo, en un procedimiento.
Conforme a esta exigencia, que recoge el principio de socializacin del
proceso (artculo V del TP del CPC), el juez se encuentra facultado y obligado a impedir la desigualdad con que concurren las partes al proceso o procedimiento, de tal manera que ella no sea determinante para que los actos procesales o las decisiones que se emitan tengan una orientacin que repugne
al valor justicia. Por ltimo, para contrarrestar la postergacin ilimitada del
contradictorio en la medida cautelar, se invoca el derecho a un proceso sin
dilaciones indebidas. Se trata de administrar justicia oportuna dentro de un
plazo razonable. Si bien este es un tpico concepto jurdico indeterminado, lo
razonable ser establecido por el juez sobre la base de la ley, considerando el
tipo de proceso en curso. En efecto, como seala Landa(53), el carcter razonable de la duracin de un procedimiento debe apreciarse considerando las
circunstancias de la causa, la complejidad del asunto, la conducta de los reclamantes y de las autoridades, as como las consecuencias de la demora.
Frente a los argumentos propuestos, la postergacin de la impugnacin, ante la concurrencia de medidas cautelares, s genera indefensin en
el afectado, pues el ejercicio del contradictorio estara supeditado hasta
cuando el beneficiado con las medidas decida poner fin a la ejecucin. El
hecho de que exista una contracautela con el objeto de asegurar al afectado con una medida cautelar el resarcimiento de los daos y perjuicios que
pueda causar su ejecucin, ello no puede justificar la postergacin indefinida del ejercicio de la impugnacin, pues aqu no se trata de resarcimientos
sino del ejercicio efectivo de la defensa, como expresin de un proceso justo. Uno no se contrapone a lo otro, porque aun ejerciendo el contradictorio,
nada impide que luego se ejecute la contracautela ante el dao causado con
la medida cautelar; convergen pues en el procedimiento contradictorio, el
derecho a la indemnizacin con la garanta de un proceso justo, cada uno
en sus respectivos espacios y objetivos.
Adems debe apreciarse que no existe un equilibrio procesal entre las
partes, pues si bien la tutela anticipada viene operndose de manera
efectiva, la posibilidad de revocar esta es remota, ni siquiera se podra intentar. Esto es ms preocupante, cuando de manera deliberada, el ejecutante
de la medida ha diseado, como parte de su estrategia procesal, lograr una
pluralidad de medidas cautelares sobre los bienes del afectado, para luego
postergar indefinidamente la ejecucin de una de ellas, a fin de evitar que
el ejecutado pueda recurrir en apelacin para lograr la revocacin. El contradictorio es ms que vulnerado y el ejercicio abusivo de la actividad procesal
est increblemente tutelado.
En el caso de concurrencia de medidas cautelares, los medios de defensa del afectado no se tornan reales, son ms bien ilusorios, condicionados a
la buena voluntad del ejecutante de querer poner fin a la ejecucin de estas, para que recin pueda ejercer el contradictorio. Esto nos lleva a sostener que el diseo para la impugnacin recursiva no es un mecanismo eficaz
que permita el ejercicio real de defensa; se vulnera la igualdad procesal y se
genera un procedimiento con dilaciones, deliberadamente creados. Todo
ello no permite considerar al procedimiento cautelar como un mecanismo
justo de tutela de urgencia. Dicha urgencia no puede justificar el abuso en
el procedimiento cautelar.
Reafirmando el carcter dialctico del proceso consideramos que la
pretensin cautelar no puede ser ejercida sin lmites, porque afecta el equilibrio procesal que debe primar en todo proceso. No es suficiente garantizar
al ejecutado con la medida del contradictorio, sino que hay que dotarlo de
los mecanismos adecuados que lo hagan realidad. No es posible considerar
un procedimiento equilibrado y justo cuando solo el ejecutado tiene la potestad de decidir ante varias medidas cundo las termina de ejecutar.
El derecho a la defensa que tiene el ejecutado no puede postergarse sin
ningn lmite en el tiempo, ni estar condicionado su ejercicio a la voluntad del beneficiado con la medida. Mantener una posicin como la que se
describe implica legitimar una situacin que linda con lo abusivo y lo injusto; por ello, consideramos indispensable que se coloque lmites temporales
para la ejecucin total de las medidas cautelares, en caso de concurrencia o
se dicte otras medidas que permitan viabilizar en mejor forma la pronta impugnacin por el afectado. Con ello, se permitira que el derecho a la defensa del afectado con las medidas ya ejecutadas, no adolezcan de una postergacin infinita para hacer realidad el contradictorio. Tambin nos permitira
presumir desinters ante la inactividad procesal del beneficiario con ella,
quien no concluye la ejecucin oportuna de sus medidas. La incorporacin
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de un plazo de caducidad permitira que, en breve tiempo, se defina la posibilidad del contradictorio, plazo que se computara a partir de la primera
medida ya ejecutada. Dicha caducidad es importante, a fin de evitar que
una de las partes pueda ejercer presin sobre la otra utilizando el poder jurisdiccional y vulnerando el principio de igualdad. Como dicha medida se
decret inaudita pars, ella no puede quedar indefinidamente trabada.
Hay que recordar que es deber del juez impedir y sancionar cualquier
conducta ilcita o dilatoria, tal como refiere el artculo IV del TP del CPC,
enunciado que es coherente con la orientacin publicista del proceso de
no permitir que el juez sea un mero espectador en la contienda, un tercero
neutral. Las tendencias del proceso moderno coinciden en el aumentar los
poderes del juez en la direccin y conduccin del proceso, permitiendo ingresar a vigilar la conducta de los justiciables en este.
Los enunciados que se puedan formular sobre la conducta de los sujetos en el proceso, son moralmente valiosos, pero si no ofrecen sancin carecen de juridicidad, por ello el Cdigo regula en los artculos 109 y 112 reglas
que determinan el comportamiento y la temeridad procesal en los justiciables y sus abogados, as como su correspondiente sancin pecuniaria.
Felizmente, a partir de la modificaciones realizadas por el D. Leg.
N 1069 a diversas normas del Cdigo Procesal Civil, una de ellas se ha dirigido a superar este abuso que vena operando frente a la concurrencia de medidas cautelares. La nueva redaccin del artculo 637 del CPC seala cuando la decisin cautelar comprenda varias medidas, la ejecucin de alguna o
alguna de ellas, que razonablemente asegure el cumplimiento de la sentencia, faculta al afectado a interponer la apelacin siguiendo el procedimiento establecido en el citado artculo. Saludamos el intento por corregir esta
anomala, sin embargo, la redaccin que se involucra al respecto no resulta
del todo satisfactoria, pues remite a la subjetividad definir cundo la ejecucin de alguna de ellas razonablemente asegure el cumplimiento de la sentencia; adems, en tanto no se cumpla con la ejecucin no podr ser notificada con el mandato cautelar, y la dificultad que encontraramos se ubicara
en cuanto al cmputo del plazo para interponer la impugnacin.
Hay que recordar que uno de los requisitos para interponer un recurso
impugnatorio es el plazo (artculos 357 y 367 del CPC), entonces, se tendra que proceder a notificar al afectado de la resolucin cautelar para recin admitir el apersonamiento de este y la apelacin posible que pudiera
99
interponer, pero todo ello, sin requerimiento previo o advertencia a la parte ejecutante de la solicitud del afectado. La propuesta que habamos mostrado lneas arriba, se orientaba al requerimiento del ejecutante, para que
en un plazo que le fije el juzgado, concluya con la ejecucin cautelar, bajo
apercibimiento de proceder a notificar en el da, de la resolucin cautelar.
Otro aspecto a resaltar es que la norma mantiene la redaccin que contempla a la apelacin como alternativa a recurrir por el ejecutado, al trmino
de la ejecucin de la cautelar; sin embargo, el afectado no podra cuestionar la resolucin en s, sino el procedimiento, a travs de la nulidad del trmite, como sera el caso de ejecutar la cautela sin que se hubiere entregado
la contracautela real ofrecida. Aqu la discusin no se orienta a cuestionar
la resolucin cautelar sino el trmite en la ejecucin de esta, y no ser la
apelacin el mecanismo adecuado para dicha impugnacin; por ello, consideramos que la redaccin de este artculo debera ser corregida a fin de no
contemplar a la apelacin como respuesta a la ejecucin cautelar, sino que
se seale que el afectado podr hacer uso de los medios de defensa necesarios, particularizando que en caso se recurra a la apelacin, est ser concedida sin efecto suspensivo.
jurisprudencia
Solo al trmino de la ejecucin de la medida cautelar debe notificarse al
afectado.
(Exp. N 235-95, Cuarta Sala Civil, Ledesma
Narvez, Marianella, Ejecutorias, Tomo 1, Cuzco, 1995, pp. 93-94)
consulta legal
Solicitadas varias medidas cautelares, es necesario que se
ejecuten todas para que el demandado pueda apelar la resolucin que las ordena?
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el cierre de algunas de sus sucursales. Se ejecutan las medidas cautelares con excepcin de la entrega de los libros contables. As, el demandado apela la resolucin que ordena el cumplimiento
de las medidas cautelares, sin embargo, el superior resuelve sealando que no puede apelarse sino
hasta ejecutarse todas las medidas cautelares.
Respuesta:
A pesar de las diversas modificaciones al Cdigo Procesal Civil (CPC), sobre todo
en lo referido a la tutela ejecutiva y la tutela cautelar, se ha mantenido inclume
la discutible regla inaudita altera pars, esto es, que el demandado no puede apelar la
medida cautelar sino hasta que esta haya sido ejecutada. De esta manera, el derecho de contradiccin queda, por decir lo menos, debilitado: La peticin cautelar
ser concedida o rechazada sin conocimiento de la parte afectada, en atencin a
la prueba anexada al pedido (artculo 637 del CPC).
Sin embargo, dentro de nuestra defectuosa regulacin ha habido un avance que
no puede dejarse de lado. El segundo prrafo del artculo 637 establece que Al
trmino de la ejecucin o en acto inmediatamente posterior, se notifica al afectado, quien recin podr apersonarse al proceso e interponer apelacin, que ser
concedida sin efecto suspensivo. Hasta aqu la regulacin no ha sufrido innovaciones, siendo el caso que habitualmente se tomaba en cuenta este prrafo para
afirmar que cuando se solicitaban varias medidas cautelares, ellas deban ejecutarse completamente para que recin surja el derecho del afectado a apelar. En la realidad haba situaciones en las cuales se ejecutaban varias medidas, pero una quedaba sin ejecucin (por diversas razones) y los demandantes se basaban en dicha
falta de ejecucin para alegar que el demandado no tena el derecho a apelar.
Este problema se soluciona con el tercer prrafo agregado al artculo 637, el que
establece que: Cuando la decisin cautelar comprenda varias medidas, la ejecucin de alguna o algunas de ellas, que razonablemente asegure el cumplimiento de
la sentencia, faculta al demandado a interponer la apelacin ().
Entonces, ahora el demandado que es afectado con varias medidas cautelares no
deber esperar que todas ellas se ejecuten, sino que podr apelar con la ejecucin
de cualquiera de ellas siempre que con su ejecucin razonablemente se asegure
el cumplimiento de la sentencia. La razonabilidad entonces deber ser estudiada
siempre de acuerdo con el caso concreto a analizar.
As, en la presente consulta se demanda la nulidad del acuerdo de directorio por
el cual se da la administracin de una empresa a un tercero, solicitndose como
medidas cautelares la administracin provisoria de la empresa, la entrega de los libros contables por parte del demandado y el cierre de algunas sucursales, siendo
el caso que la nica medida que an no se ha ejecutado es la entrega de los libros
contables. Para determinar si razonablemente la ejecucin de las otras medidas
asegura el cumplimiento de la sentencia es preciso analizar la pretensin. En este
caso la pretensin es la nulidad de un acuerdo de directorio que otorga la
101
(54) FALCN. Tratado de la prueba, T.1, Astrea, Buenos Aires, 2003, p. 898.
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mediante el programa apropiado por una computadora, pueden ser comprendidas en los lenguajes convencionales, ya sea en una pantalla o en el
papel. Riofro seala algunos pasos para la fiabilidad(55) del documento. Si
bien para los fines de caracterizar el documento electrnico es indiferente
el modo como se le incorpor la informacin, una vez grabada dicha informacin cabe analizar los elementos:
a) la fiabilidad del soporte y del elemento de incorporacin de los datos de
este, la fiabilidad de la adecuada reproduccin y los elementos y tcnicas
de recuperacin;
b) la vigencia temporal y la inalterabilidad del soporte;
c) el control y relacin exacta entre el contenido del soporte y la reproduccin que permita tomar conocimiento de su contenido;
d) la certeza en la asignacin de los actos, datos o manifestaciones contenidas en el soporte.
El artculo 638 del CPC hace referencia a la intervencin de la autoridad policial para la ejecucin de la medida cautelar, siempre y cuando las
circunstancias as lo exigieren. Al respecto debemos sealar que la Polica
es un cuerpo orientado a mantener el orden material externo y la seguridad
del gobierno y de los ciudadanos. La administracin del Estado necesita un
cierto poder coactivo que asegure el mantenimiento del orden pblico para
lo cual utiliza elementos activos, llamados policas, a fin de que den fuerza
a la autoridad del Estado.
Las leyes procesales facultan a los jueces ordenar el auxilio de la fuerza
pblica para el cumplimiento de diversas actuaciones del despacho, llmese la conduccin de grado o fuerza de un testigo, la captura de un vehculo
materia de una medida cautelar, el auxilio de la fuerza pblica para los lanzamientos, ejecucin cautelar, entre otros. El medio de comunicacin que
utiliza el juez para solicitar la intervencin de la autoridad policial es el oficio. Ello es coherente con lo regulado en el artculo 148 del CPC que seala:
a los fines del proceso, los jueces se dirigen mediante oficio a los funcionarios pblicos que no sean parte de l.
(55) NEZ LAGOS, Rafael. Perfiles de fe pblica, Madrid, p. 455, citado por RIOFRO MARTNEZ-VILLALBA, Juan Carlos. La prueba electrnica, Temis, Bogot, 2004, p. 35.
104
La intervencin de la autoridad policial en la medida cautelar contribuye a efectivizar uno de los poderes de la jurisdiccin, como es, la coercin,
a fin de procurar elementos necesarios para la decisin final, removiendo
los obstculos que se opongan al cumplimiento de su misin. En virtud de
ello, seala Devis Echanda(56), los jueces pueden emplear la fuerza pblica
para imponer la prctica de un embargo, situacin diversa al poder de ejecucin que tambin tiene la jurisdiccin, pues all no se persigue facilitar el
proceso, sino imponer el cumplimiento de un mandato claro y expreso, sea
que derive de una sentencia o de un ttulo de ejecucin. Cuando se trata de
ejecutar una sentencia, la executio, se refiere al poder de ejecutar lo juzgado
y de hacer cumplir sus decisiones, pues de nada servira el proceso, si obedecer lo resuelto dependiera de la buena voluntad del obligado.
Otro aspecto a resaltar es el efecto que genera la comunicacin mediante oficio para la ejecucin de la medida cautelar. De este acto se desprenden dos efectos: el primero est referido a la reserva que debe acompaar a la comunicacin a fin de preservar el xito de su ejecucin, y el efecto
conminatorio que genera su sola recepcin, esto implica que la autoridad
policial o funcionario pblico, quedan obligados a su ejecucin inmediata,
exacta e incondicional, bajo responsabilidad penal. Otro aspecto a considerar en la comunicacin que se dirige a la Polica Nacional para el auxilio
de la fuerza pblica es el contenido del oficio. Cuando el juez se dirige a la
autoridad policial, sencillamente le comunica que preste el apoyo policial
en las condiciones que precisa, sin acompaar copia del mandato judicial
a que hace referencia la comunicacin. El nuevo texto del artculo 638 del
CPC seala que el oficio debe contener el mandato respectivo; sin embargo, esta exigencia hay que apreciarla con bastante reserva, sobre todo cuando se tengan que ejecutar resoluciones que contienen una concurrencia de
medidas cautelares. Lo reservado de la medida se estara desprotegiendo si
se acompaa copia del mandato cautelar a la autoridad policial, antes de
que se haya culminado con la ejecucin total.
(56) DEVIS ECHANDA, Hernando. Compendio de Derecho Procesal, T. 1, 13 ed., Dike, Medelln,
1994, p. 82.
105
consulta legal
Los rbitros pueden ejecutar las medidas cautelares que
dictan?
En un proceso arbitral se dicta medida cautelar de secuestro conservativo de un automvil a favor del demandante. El demandante nos consulta si es que el rbitro podra ejecutar la medida
cautelar que orden o si necesariamente debe acudir a la autoridad judicial para tal fin.
Respuesta:
106
la palabra pueden refiere a la facultad, que los rbitros poseen, para acudir a los
entes pblicos para la utilizacin de la fuerza pblica, dispuesta a favor ellos, para
que se acaten las medidas dispuestas.
Sin embargo, la posibilidad de que los rbitros puedan ejecutar sus propias medidas, se concretizar con la entrada en vigencia del Decreto Legislativo N 1071
el 1 de setiembre de 2008, el cual derogar la Ley N 26572 conocida como Ley
General de Arbitraje.
El artculo 48 de la mencionada norma precepta que el tribunal arbitral est facultado para ejecutar, a pedido de parte, sus medidas cautelares, salvo que, a su
sola discrecin, considere necesario o conveniente requerir la asistencia de la fuerza pblica (...) En los casos de incumplimiento de la medida cautelar o cuando se
requiera de ejecucin judicial, la parte interesada recurrir a la autoridad judicial
competente, quien por el solo mrito de las copias del documento que acredite la
existencia del arbitraje y de la decisin cautelar, proceder a ejecutar la medida sin
admitir recursos ni oposicin alguna. Queda claro que los rbitros, a partir de la
vigencia de la norma, podrn ejecutar ellos mismos sus propias medidas salvo se
requiera la utilizacin de la fuerza pblica.
Ahora bien, para responder la consulta debemos sealar que el rbitro puede ordenar la medida cautelar, pero no puede ejecutarla, pues la norma aplicable es la
Ley N 26572 (que no prev esta posibilidad) porque el conflicto se inici durante su vigencia.
No obstante, creemos que aun aplicando el Decreto Legislativo N 1071 el panorama no se modifica radicalmente; en el primer supuesto, se tendr que acudir
necesariamente al juez civil del lugar del arbitraje, mientras que en el segundo, al
ser necesaria la desposesin del bien se necesitar aplicar la coercin y por ende
se requerir la intervencin de la autoridad judicial pertinente. En consecuencia,
se tendr que acudir al juez civil del lugar del arbitraje para la ejecucin del secuestro conservativo.
(Consulta absuelta por la Divisin de Estudios Legales de Gaceta Jurdica)
que dura el trmite del proceso, la decisin final sea realmente practicable.
En atencin a ello, el juez puede ir afectando provisionalmente bienes u ordenando realizar o no determinadas conductas, de tal manera que a futuro
permitan que su decisin final sea eficaz.
Puede darse el caso de que un patrimonio no solo se vea afectado por
una medida cautelar, sino por varias, provenientes de diversos procesos.
Aqu nos ubicamos ante el supuesto de la concurrencia de medidas cautelares, en la que existe un bien afectado por varias medidas. Por citar, el juez
del Primer Juzgado Civil dispone el embargo por determinado monto, en
forma de inscripcin, sobre un inmueble X por una pretensin dineraria y
el juez del Tercer Juzgado Civil dispone otro embargo en forma de inscripcin sobre el mismo bien, por un monto diverso.
Cuando estamos ante la concurrencia de medidas cautelares que afectan un bien, existe un criterio de prelacin temporal para decidir el orden
de prioridad entre las medidas cautelares que concurren sobre el bien, pero
ntese que este criterio de prelacin temporal solo va a operar cuando se
discuten derechos patrimoniales, provenientes de crditos ordinarios. Aqu
se tendr que privilegiar la medida cautelar que se inscribi primero. El artculo 639 del CPC seala: Cuando dos o ms medidas afectan un bien,
estas aseguran la pretensin por la que han sido concedidas, atendiendo a
la prelacin surgida de la fecha de su ejecucin.
Otro aspecto que se presenta en la concurrencia de medidas cautelares es
cuando ellas cautelan un derecho fundamental frente a otra que cautela un
derecho patrimonial. Aqu no podemos hablar de prelacin temporal, porque
ella es aplicable cuando ambas medidas se orienten a cautelar pretensiones
patrimoniales, mas, cuando existe concurrencia de pretensiones que cautelan
derechos fundamentales, estas tendrn una prelacin sobre la patrimonial, no
por un criterio de temporalidad sino por una prelacin material.
En esta lnea de prelacin tambin concurren ciertos crditos privilegiados frente a los ordinarios, a los que se otorga prelacin material. Vase
el caso de los crditos provenientes de obligaciones laborales, alimentarias
y tributarias, a los cuales, por extensin de la prelacin concursal se le concede ciertos privilegios en su cobro. Esto lleva a sostener que en el caso que
se hubieren trabado varios embargos en forma de inscripcin, el primero
proveniente del incumplimiento de pago de unas mejoras y el otro, de unas
deudas laborales por beneficios sociales, esta ltima medida tendr
108
jurisprudencia
El hecho que los bienes materia de embargo se encuentren prendados a otra
entidad, no impide la procedencia y ejecucin de la medida cautelar solicitada, pues, en una eventual realizacin de las mismas deber respetarse
la prelacin del gravamen, conforme lo dispone el artculo 639 del Cdigo
Procesal Civil.
(Exp. N 67504-98, Sala de Procesos Ejecutivos,
Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia
Actual, Tomo 4, Gaceta Jurdica, pp. 566-567)
consulta legal
Uno de los demandados que no es afectado con la medida cautelar puede apelar la resolucin que lo ordena?
Las empresas SUR S.A. y su fiadora RAJ S.R.L. son demandados en un proceso de cumplimiento de contrato, y el demandante interpone una medida cautelar contra las cuentas de la
Empresa SUR S.A. El codemandado que es acreedor de SUR S.A., quiere impugnar la resolucin que ordena la medida cautelar, sin embargo, el juez le seala que solo puede apelar el
afectado con la medida. El codemandado nos pregunta si este razonamiento es adecuado.
Respuesta:
La tutela cautelar tiene por finalidad garantizar la posibilidad prctica de la efectiva tutela jurisdiccional de los derechos, desplegando la funcin de neutralizar los
probables daos que podran ocasionarse a la parte que tiene (probablemente) la
razn en el proceso de cognicin o de ejecucin. De esta manera, la funcin de la
tutela cautelar responde al principio de efectividad de la tutela jurisdiccional, y por
ello, se enmarca en el esquema constitucional del debido proceso.
De ah que se hable de la constitucionalizacin de las medidas cautelares, esto es,
de la conciencia progresiva de que sin estas no hay, ni puede haber una autntica
y efectiva tutela judicial. De ah tambin que no haya duda de que existe un derecho fundamental a la tutela cautelar, y que este sea entendido como el derecho
fundamental que tiene todo ciudadano de solicitar y obtener del rgano jurisdiccional a travs de una cognicin sumaria el dictado y la ejecucin oportunas de
109
medidas cautelares que sean adecuadas para garantizar la efectividad de la sentencia a expedirse (PRIORI POSADA, Giovanni. Ob. cit., p. 184).
Este derecho se concreta con la ejecucin de la medida cautelar, y con ello, el consecuente aseguramiento de los intereses que se buscan proteger en el proceso. Justamente, se busca asegurar esta situacin mediante el principio cautelar de inaudita altera pars,
regulado en el artculo 637 del CPC, el mismo que tiene un doble alcance:
- En primer lugar, implica que la ejecucin de la medida cautelar se realizar sin
conocimiento del afectado: la peticin cautelar ser concedida o rechazada sin
conocimiento de la parte afectada.
- En segundo lugar, implica la imposibilidad de contradecir la ejecucin de la medida cautelar hasta que no haya sido realizada completamente, aunque el afectado haya tomado conocimiento de ella de forma extraoficial: al trmino de la
ejecucin o en acto inmediatamente posterior, se notifica al afectado, quien recin podr apersonarse al proceso.
De esta manera, podemos observar como se sacrifica el contradictorio del afectado con la medida en aras de la efectividad de la tutela cautelar.
Ntese que el segundo supuesto que regula dicho principio se refiere a la posibilidad de que el afectado con la medida pueda oponerse a ella, mediante la apelacin
que lo ordena. As, en principio, en el procedimiento cautelar solo puede intervenir, adems del solicitante, la parte afectada con la medida. Es decir, el juez determina mediante el concesorio quines son los sujetos intervinientes en el proceso
cautelar (el solicitante y el afectado), no pudiendo ser cualquier otro sujeto.
En efecto, de acuerdo a nuestro ordenamiento procesal los legitimados para cuestionar el procedimiento cautelar son los afectados con la medida, nadie ms. Y esta
orientacin podra reforzarse con el hecho de que cada vez que en materia cautelar
el CPC se refiere al trmino afectado, no se refiere a cualquier sujeto que se sienta perjudicado con la medida cautelar, sino la persona sobre la que recae la medida.
As pues el trmino afectar es usado en la regulacin de la tutela cautelar de nuestro
Cdigo Procesal Civil, en el sentido de gravar en va cautelar al patrimonio de la parte
demandada o para referirse a la persona obligada con la medida (as, por ejemplo, los
artculos: 643, 645, 647, 653, 657, 660, 664, 669, 690 del CPC).
Sin embargo, una lectura literal de la norma no sera la ms adecuada en los casos
concretos. En efecto, si por ejemplo se demanda de forma solidaria a dos sujetos
y se embarga a uno de ellos, el otro podra sentirse afectado si se tiene en cuenta
que su codeudor tendra a su vez un crdito frente a l, al ser ejecutado. Por ello,
si el codemandado no embargado puede demostrar que no existe en realidad la
deuda y que su codemandado acta fraudulentamente con el demandante, entonces es razonable que pueda apelar la medida cautelar. As, lo ms idneo es que el
otro demandado, afectado por la decisin del juez, pero no afectado materialmente por la medida cautelar, pueda si quiera, pronunciarse sobre el particular.
(Consulta absuelta por la Divisin de Estudios Legales de Gaceta Jurdica)
110
jurisprudencia
Si la apelacin cuestiona que el juez no ha tenido presente el escrito de contestacin de la demanda, en la que se prueba que la suma reclamada nunca
fue desembolsada, al formar el cuaderno de apelacin debe contener dichos
actuados. Si no aparece fijada el monto de la contracautela, se causa desproteccin al afectado y se incurre por tanto en nulidad.
(Exp. N 463-2001, Primera Sala Civil de Lima.
Ledesma Narvez, Marianella. Jurisprudencia
Actual, Tomo 6. Gaceta Jurdica, p. 676)
consulta legal
Es procedente la intervencin voluntaria de tercero en el proceso cautelar?
La empresa Plus Ultra es demandada con la finalidad de que cumpla con el pago de una suma
de dinero y, a su vez, se le interpone una medida cautelar de embargo sobre sus cuentas. La
empresa Tor S.A. acreedora de Plus Ultra, se enterada de ese hecho, y presenta un escrito de
intervencin de tercero voluntario, para ingresar en el proceso cautelar como coadyuvante del
afectado, y poder impugnar los actos procesales que se estn desarrollando en este procedimiento.
Para ello, alega que la ejecucin de la cautelar lo est perjudicando pues la empresa demandada
ha dejado de cumplir con sus obligaciones. El a quo admite esta intervencin, y la empresa demandante nos consulta si es posible la intervencin de tercero en el proceso cautelar.
Respuesta:
busca la satisfaccin del solicitante por ser urgente y necesario, sera contradictorio admitir la figura del tercero voluntario coadyuvante al afectado, que
busca, por el contrario, atacar la medida cautelar.
Por ltimo, cabe sealar que en el procedimiento cautelar solo puede intervenir, adems del solicitante, la parte afectada con la medida. Es decir, el juez
determina mediante el concesorio quines son los sujetos intervinientes en el
proceso cautelar (el solicitante y el afectado), no pudiendo ser cualquier otro
sujeto. Por estas razones, consideramos que no podra solicitarse la intervencin voluntaria de terceros en un proceso cautelar.
(Consulta absuelta por la Divisin de Estudios Legales de Gaceta Jurdica)
6. Ejecucin de la medida
El secretario es el auxiliar judicial encargado de dar fe de las actuaciones y diligencias as como de apoyar a los magistrados en sus funciones judiciales. En el caso concreto de la medida cautelar, ejecutan dicho mandato
y dems actos que la eficacia de la medida exige, como el descerraje. La intervencin del secretario no solo permite la operatividad del sistema judicial sino, de manera particular, la eficacia del proceso judicial.
La ejecucin de la medida ser realizada por el secretario respectivo en
da y hora hbiles o habilitados. El artculo 141 del CPC as como el artculo 124 de la Ley Orgnica del Poder Judicial, determinan en das y horas el
tiempo dentro de los cuales es admisible la ejecucin de cualquier acto procesal, bajo sancin de nulidad. Esta sancin aparece como innecesaria por
lo relativo de la nulidad, pues el acto realizado en da y hora inhbil puede
quedar convalidado si no se lo impugna dentro del plazo pertinente.
Hay diversas maneras de regular los das hbiles. Una de ellas es proclamar que todos los das del ao son hbiles, salvo excepciones como los
das domingo o los que el Poder Ejecutivo o la Corte Suprema declare como
feriados judiciales. Otra, como la que recoge el Cdigo, que califica como
hbiles los comprendidos de lunes a viernes de cada semana, salvo los feriados. En relacin a las horas hbiles, la Ley Orgnica (artculo 124) considera a las que medien entre las seis y las veinte horas con respecto a diligencias a practicar fuera del despacho judicial, sin embargo, el artculo 141
del CPC considera las comprendidas entre las siete y las veinte horas.
El artculo 641 del CPC hace referencia a la posibilidad de ejecutar
la medida cautelar en da y hora habilitados para ello. Conforme seala
el artculo 142 del CPC, ella puede operar de oficio o a pedido de parte,
114
en aquellos casos que no pueda realizarse una actuacin judicial dentro del
plazo que este Cdigo establece o cuando se trate de actuaciones urgentes
cuya demora puede perjudicar a una de las partes.
La habilitacin consiste que bajo determinadas circunstancias, tanto
los das como las horas inhbiles adquieren aptitud para que durante su
transcurso se realicen actos procesales eficaces. La habilitacin evita se produzca el descuento en el cmputo de los plazos procesales, con excepcin
de los sealados para el abandono, as como permite que durante su transcurso se puedan realizar actos procesales eficaces.
La habilitacin puede ser expresa y tcita. Es expresa cuando el tiempo
inhbil resulta utilizable a raz de una declaracin judicial, originada a peticin de parte o de oficio. La inhabilitacin tcita se encuentra regulada en
el artculo 143.
El secretario tiene la misin de ejecutar de manera eficaz la medida
cautelar, para lo cual, contar con el apoyo de la fuerza pblica, como es
la Polica Nacional, si fuese necesario. La Polica es un cuerpo orientado a
mantener el orden material externo y la seguridad del gobierno y de los ciudadanos. Ella se justifica porque la administracin del Estado necesita un
cierto poder coactivo que asegure el mantenimiento del orden pblico para
lo cual utiliza elementos activos, llamados policas, a fin de que den fuerza
a la autoridad del Estado.
Por otro lado, el mencionado artculo seala el secretario puede autorizar el descerraje u otros actos similares, cuando el caso lo justifique; sin
embargo, consideramos que el juez es el que debe autorizar tales apremios
para que el secretario haga uso de ellos al momento de la ejecucin.
El desarrollo de la ejecucin cautelar debe constar en un acta, la que
ser redactada a puo y letra por el secretario y firmada por todos los intervinientes y certificada por l. La norma de manera expresa recoge la incidencia de la negativa a firmar.
Un aspecto importante que resaltar en la ejecucin es que al trmino
de esta se procede a notificar al afectado, dejndose constancia de ello en
el acta. Este acto es importante para el desarrollo del proceso cautelar porque a partir de ese momento podr apersonarse a este y ejercer su defensa;
tambin sirve para computar el consentimiento del mandato cautelar impugnado o la procedencia de la apelacin, en cuanto al plazo.
115
consulta legal
Cmo se ejecuta una medida cautelar en el extranjero?
Celebr un contrato de mutuo con un sujeto que hace unos das viaj a Colombia sin cumplir con
su obligacin, estableciendo su domicilio en dicho pas. En el Per no cuenta con ningn bien,
solo me he enterado que tiene abierta una cuenta corriente en un banco de ese pas. Cmo podra demandarlo y entablarle una medida cautelar?
Respuesta:
Nuestro Cdigo Procesal establece reglas especficas para los casos en los que
el demandado se encuentra fuera del pas. As, el artculo 433 establece que si
el demandado se halla fuera del pas, ser emplazado mediante exhorto librado
a las autoridades nacionales del lugar ms cercano donde domicilie. Adems, el
segundo prrafo del artculo 151 seala que el exhorto puede ser dirigido a los
cnsules del Per, quienes tienen las mismas atribuciones del Juez salvo el uso
de apremios.
De la lectura de estos dos dispositivos legales tenemos que si el demandado se encuentra fuera del pas ser emplazado mediante exhorto, siendo el caso que este
exhorto se libra a las autoridades peruanas en el extranjero (cnsules), estas autoridades tiene las mismas atribuciones que un juez, salvo el uso de apremios, es
decir, no podrn ejercer potestad jurisdiccional como establecer multas coercitivas, apercibimientos y tampoco medidas cautelares, pues ellas siempre implican el
ejercicio de la potestad jurisdiccional.
De esta manera, si nos limitamos a analizar lo establecido en el Cdigo Procesal
Civil no podra solicitarse una medida cautelar en un sujeto domiciliado en el extranjero. Sin embargo, es menester analizar para tal fin la Ley Orgnica del Poder
Judicial. En efecto, aqu se establece la posibilidad de librar exhorto directamente
a un juez extranjero: Cuando se comisione a un Juez extranjero para la prctica
de una diligencia judicial, se enva exhorto legalizado, usando el conducto establecido en el respectivo tratado, y a falta de este por el Ministerio de Relaciones Exteriores (...) (artculo 168). Este dispositivo tambin establece la posibilidad de
solicitar exhorto a autoridades nacionales en el extranjero: Cuando los exhortos
se libren a cnsules y agentes diplomticos del Per en el extranjero, se remiten
por conducto de Relaciones Exteriores.
De esta manera, si el demandado tiene domicilio en el extranjero, su forma de
emplazamiento puede hacerse de dos maneras: 1) Por medio de exhorto librado a
los cnsules peruanos en ese pas, para lo cual deber tramitarse tal actuacin por
medio de relaciones exteriores, siendo el inconveniente que no podrn establecer
medidas cautelares ni dems apremios judiciales; y 2) Por medio de exhorto librado a los jueces extranjeros utilizando el procedimiento establecido en un eventual Tratado y a falta de este, por medio del Ministerio de Relaciones Exteriores.
La particularidad es que este juez extranjero (se entiende que se encuentre en la
116
competencia territorial del domicilio del demandado) s tiene potestad jurisdiccional por lo que por medio de l s podran actuarse apremios y el establecimiento
de medidas cautelares.
En dicho contexto, en el presente caso, la nica forma de ejecutar una medida
cautelar es recurriendo a la segunda opcin, es decir, librando exhorto ante el
juez extranjero.
(Consulta absuelta por la Divisin de Estudios Legales de Gaceta Jurdica)
El CPC regula cinco modalidades de cautela: la medida para futura ejecucin forzada, la medida temporal sobre el fondo, la medida innovativa, la
medida de no innovar y la medida genrica.
La medida de ejecucin forzada se aleja de la vieja nomenclatura de embargo preventivo y del embargo definitivo que regulaba el derogado Cdigo
de Procedimientos, lo que no implica que la estructura de esta medida y la
funcionalidad dentro del proceso cautelar y principal se haya alterado, pues
conforme seala el artculo 619 la ejecucin judicial se iniciar afectando
el bien sobre el que recae la medida cautelar de su propsito. Adems, la
redaccin del artculo 716 del CPC seala si el ttulo de ejecucin condena al pago de cantidad lquida o hubiese liquidacin aprobada, se proceder
con arreglo al sub-captulo sobre medidas cautelares para futura ejecucin
forzada. Si ya hubiese bien cautelado, judicial o extrajudicialmente, se proceder con arreglo al captulo V de este ttulo.
Esto nos lleva a sealar que la afectacin de los bienes del obligado bajo
cualquiera de las medidas para futura ejecucin forzada constituye un acto
previo para la ejecucin forzada de una sentencia de condena, reproduciendo
en parte el otrora embargo preventivo, como acto previo para el definitivo.
1. El embargo
facultades de disposicin y de goce de este mientras se obtiene la pertinente sentencia de condena o se desestima la demanda principal.
El embargo es una medida cautelar que garantiza la ejecucin de la
sentencia que se dicte en un proceso, cuando este persigue una pretensin
apreciable en dinero. Esta afectacin se realiza en el momento inicial del
proceso, incluso con carcter previo (artculo 636 del CPC), quedando de
esta manera asegurada la efectividad de la ejecucin de la sentencia que en
su momento se dicte.
Esto significa que el embargo requiere necesariamente de la exigencia
judicial de una deuda, la que puede ser en metlico como en especie; en
este ltimo supuesto, se debe expresar en dinero la deuda que se reclame.
Para justificar la apariencia del derecho y decretar el embargo es necesario se presente un medio de prueba que persuada sobre la existencia de la
deuda. El medio de prueba en preferencia es el documental, por lo que depender de la mayor o menor valoracin que el juez brinde al documento
para la concesin de la medida cautelar.
Ella no debe ser apreciada como un medio precautorio para asegurar
las resultas de una ejecucin que an no ha sobrevenido ni se sabe siquiera
con certeza si acaecer. Opera aqu un rol de aseguramiento, de prevencin;
pero tambin el embargo puede funcionar como un medio instrumental de
una ejecucin actual, pendiente y cierta. Este rol lleva a que se le atribuya
el rol ejecutivo, para lo cual debe partir de un supuesto: la existencia de un
ttulo que apareje ejecucin. Ntese que son diferentes los requisitos o condiciones que se exigen para ambos casos; en el embargo estrictamente precautorio se requiere acreditar sumariamente la verosimilitud del derecho y
el peligro en la demora, as como se preste una adecuada contracautela por
los daos que la medida pudiera causar si fuere trabada sin derecho o con
justificable abuso o exceso (artculo 611 del CPC). El embargo, como medida de ejecucin, es el que se ordena y se hace efectivo durante el trmite
de un proceso de ejecucin. Tiene su apoyo en un ttulo que contenga una
obligacin cierta, expresa y exigible (artculo 689 del CPC) y no refiere cautela (artculo 615 del CPC).
La medida cautelar se diferencia de la medida de ejecucin, en los siguientes extremos:
a) la cautelar se adopta en la fase inicial del proceso declarativo, mientras
que el embargo ejecutivo es el primer acto del proceso de ejecucin;
118
consulta legal
Puede embargarse y ejecutarse un bien social si el deudor
aparentaba ser soltero al momento de celebrar el contrato?
119
Respuesta:
Procesal Civil (QUISPE SALSAVILCA David. Responsabilidad Extracontractual de un Cnyuge. En: Cdigo Civil Comentado, Tomo VII. Derecho de Familia Primera Parte. Primera Edicin, Gaceta Jurdica, junio 2003, p. 336).
En efecto, el primer prrafo del artculo 625 del CPC establece que caduca la medida cautelar a los dos aos de consentida o ejecutoriada la decisin que ampar
la pretensin garantizada con esta. Esta norma debe ser debidamente interpretada. La medida cautelar se caracteriza especialmente por su instrumentalidad al
proceso principal, es decir, sirve para efectivizar los derechos sustanciales que se
requieren mediante el proceso. En ese sentido, la norma en mencin seala que
firme la sentencia, el acreedor tiene dos aos para trabar la medida cautelar, si no
lo hace caduca su derecho, pero es claro que en la mayora de casos nada obsta para que el acreedor pueda ejecutar la medida en los dos aos establecidos, lo
nico que lo impedira sera su propia negligencia. En el presente caso, no pueden
computarse los dos aos desde que la sentencia es firme pues an as, por estar
afectando un bien social, no puede ejecutarse, por lo que el plazo de dos aos deber contar desde el momento en que puede ejecutarse la sentencia, es decir, desde la disolucin de la sociedad de gananciales, solo de esta manera puede entenderse la instrumentalidad de la medida cautelar.
Empero, el segundo prrafo del artculo 625 seala que a los cinco aos de que
la medida es ejecutada (es decir, de trabada la medida) caducar inexorablemente.
Esta disposicin es irrazonable ms an si estamos ante un supuesto como el del
embargo de bienes sociales, en los que no depende del accionante la posibilidad
de ejecutar los bienes. En estos casos, deber aplicarse extensivamente la segunda
parte de este prrafo que seala que Si el proceso principal no hubiera concluido, puede el juez, a pedido de parte, disponer la reactualizacin de la medida. Se
aplica necesariamente la interpretacin extensiva porque tcnicamente en el caso
planteado el proceso principal ya habra concluido con una sentencia firme, faltando solo la ejecucin de la medida cautelar. As, el acreedor deber reactualizar
la medida cautelar vencidos los cinco aos.
No hay duda de que por lo expuesto, la salida no es del todo satisfactoria pues
siempre el acreedor deber esperar a la disolucin de la sociedad. Ello, sin embargo, no significa que la mejor solucin sea la ejecutabilidad en todos los casos de
los bienes sociales por deudas de uno de los cnyuges, alegando que se tratara de
una liquidacin anticipada, puesto que la sociedad de gananciales no es una sociedad annima que involucra intereses lucrativos, sino ms bien tiene la finalidad
de proteger intereses que el ordenamiento jurdico considera relevantes como el
bienestar familiar y sobre todo el bienestar de los menores hijos. Por ello, consideramos que la salida planteada es la ms acertada. Cabe sealar que ello no es bice
para demandar la ejecucin de los bienes embargados si se prueba que el deudor
utiliza a la sociedad de gananciales para eludir fraudulentamente a su responsabilidad, justamente por ello, cuando existen dos o ms acreedores de uno de los
cnyuges, podr iniciarse el proceso concursal por medio del cual se ordenar el
cambio de rgimen patrimonial al de patrimonios autnomos para que los acreedores puedan hacer el debido cobro de sus deudas.
(Consulta absuelta por la Divisin de Estudios Legales de Gaceta Jurdica)
121
futuros; sin embargo, existen bienes que estn excluidos de la ejecucin en razn de su carcter no patrimonial, su no alienabilidad y su no embargabilidad.
Como el embargo se orienta a obtener una cantidad de dinero para el
futuro pago al acreedor, resulta evidente que solo podrn ser susceptibles
de embargo aquellos bienes que tienen contenido econmico, excluyndose los no patrimoniales, como los derechos derivados de la relacin familiar
(patria potestad, tutela, etc.), derechos de la persona (derecho a la vida, a la
libertad, al honor, etc.) derechos de carcter poltico, entre otros; sin embargo, para que el embargo sea posible no basta la patrimonialidad sino que el
bien sea alienable. Si la ejecucin va a conducir, normalmente, a la enajenacin forzosa, para que el embargo sea posible no basta la patrimonialidad
del derecho, es necesario tambin que sea enajenable, de ah que queden
excluidos los derechos inalienables, como los bienes de uso pblico del Estado, seala Montero Aroca(59).
La doctrina considera segn Cachn Cadenas(60) que un bien es
alienable cuando puede ser transmitido eficazmente a un tercero, y que
la inalienabilidad es la inidoneidad objetiva de un bien o del derecho que
sobre l recae para ser transmitido, es decir, para que cambie su titularidad
de sujeto por cualquiera de los medios admitidos por el Derecho, de modo
que su transmisin deviene inexistente o nula. Dice el autor que la alienabilidad de un bien se sustenta en la relacin que media entre el embargo y
el apremio. A falta de otro medio de afectacin de bienes para la ejecucin,
la actividad de apremio ha de recaer precisamente sobre los bienes embargados; en consecuencia, sera un contrasentido embargar aquello que, con
posterioridad, no podr ser objeto de la actividad de apremio.
El carcter principal del apremio entraa la enajenacin de los bienes
embargados. La razn de la inembargabilidad de los derechos inalienables radica en ese dato. Cuando se embarga un derecho, se expresa la voluntad que
sobre tal derecho se lleve a cabo, solo o en primer trmino, una actividad que
encierra la transmisin del derecho en cuestin. Si el derecho fuera inalienable, ninguna de las vas de apremio principales podra recaer sobre l. Por tanto, la traba de este resultara contraria a la propia funcin del embargo. Sera
un acto intil. As pues, el fundamento de la inembargabilidad de los
(59) MONTERO AROCA, Juan. Derecho Jurisdiccional, Bosch, Barcelona, 1995, p. 527.
(60) CACHN CADENAS, Manuel. El embargo, Bosch, Barcelona, 1991, p. 145.
123
el Tribunal Constitucional en la sentencia (ver el Expediente N 015-2001AI/TC del 29 de enero de 2004) que la ley puede establecer ciertas restricciones al derecho a la efectividad de las resoluciones judiciales firmes, en la
medida que tengan una justificacin constitucional, tal como sucede con
la prohibicin de embargar bienes del Estado de dominio pblico.
Corresponde al juez determinar en cada caso concreto, qu bienes
cumplen o no las condiciones de un bien de dominio privado y, por ende,
son embargables. Consider adems que la palabra solo prevista en el artculo 2 de la Ley N 26756, era inconstitucional pues daba a entender que
los nicos bienes del Estado embargables eran aquellos que se incluyeran
expresamente en la ley. Seala la sentencia que los depsitos de dinero existentes en las cuentas del Estado en el Sistema Financiero Nacional, a que se
refiere el artculo 1 del Decreto de Urgencia N 019-2001, solo son inembargables cuando se encuentren afectos al servicio pblico. Esto implica que
los bienes pertenecientes al Estado, en que no concurra la circunstancia de
estar destinados para el uso pblico pueden ser perfectamente embargados,
as como los bienes que habiendo sido de dominio pblico, dejen de estar
destinados al servicio pblico.
El Reglamento General de Procedimientos Administrativos de los Bienes de Propiedad Estatal, aprobado mediante Decreto Supremo N 1542001-EF, define y clasifica los bienes de dominio pblico, en cuatro clases:
a) los destinados al uso pblico; b) los de servicio pblico; c) los afectados
a la defensa nacional; d) a los que la ley les confiera esta calidad. El decreto cuando define a los bienes de dominio privado del Estado seala como
aquellos de su propiedad que no califican como de dominio pblico, agregando que dan los derechos y atributos de la propiedad de acuerdo con el
derecho comn.
El problema que se presenta en las ejecuciones cautelares, es cmo
demostrar que el bien del Estado que se pretende afectar no es de dominio
pblico? Ese es el gran problema que tiene que afrontar el ciudadano comn, que se vincula como demandante con el Estado en un proceso judicial, por lo difcil de acceder a dicha informacin; por citar, si se busca un
secuestro sobre un auto que aparece como propiedad del Estado, cmo se
puede acreditar que dicho bien es de uso pblico o de uso privado. Son uniformes las decisiones judiciales que desestiman las medidas cautelares contra bienes del Estado, bajo el argumento de que el recurrente no ha acreditado que el bien que se pretende embargar se encuentra afecto al servicio
125
pblico. Frente a esas circunstancias se podra recurrir a la carga probatoria dinmica, que busca colocar la carga respectiva en cabeza de la parte que
se encuentre en mejores condiciones de producirla?
Tradicionalmente se entenda que la carga de la prueba pesaba sobre
la parte que afirmaba la existencia de algn hecho controvertido. El otro
litigante dejaba satisfecha su posicin con la sola negativa expresa. Con el
correr del tiempo los hombres de derecho se dieron cuenta de que se presentaban situaciones donde la parte que negaba tena a su alcance la facilidad de la prueba y la ocultaba de mala fe, mientras que estaba lejos de las
posibilidades de la otra poder aportar elementos de conviccin. La doctrina
de las cargas probatorias dinmicas, abandon la ptica tradicional y distribuye las obligaciones probatorias ponindolas, tal como se ha sealado,
en cabeza de la parte que se encuentre en mejores condiciones para producirla. Se funda, entre otros preceptos, en el deber de colaboracin y en el
principio de solidaridad del demandado para el arribo a la verdad real. Por
otro lado, Lled y Zorrilla(61) al referirse a los bienes de dominio pblico y
de propiedad privada, sealan que algunos autores aceptan como criterio
diferencial el destino o afectacin de los bienes, considerando como de dominio pblico o aprovechamiento comn los destinados al uso directo del
pblico, o estos y los afectados a un servicio pblico. Otros criterios atienden al carcter con que se poseen los bienes, llamados de dominio pblico
a los que el Estado posee como persona pblica y bienes patrimoniales a los
que posee como persona jurdica; otros atienden a la funcin econmica
que los bienes desempean, considerando como de dominio pblico a los
que satisfacen las necesidades colectivas en concepto de bienes directos o
de primer grado, y como patrimoniales a los que procuran indirectamente
dicha satisfaccin en concepto de bienes de segundo grado o instrumentales, susceptibles de transformarse en otros valores y producir renta.
Como ya se ha sealado, el artculo 616 del CPC, restringe las pretensiones cautelares cuando son dirigidas contra los Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, el Ministerio Pblico, los rganos constitucionales autnomos, los gobiernos regionales y locales y las universidades. Esta restriccin
segn la norma, solo opera en el supuesto de medidas cautelares para futura
ejecucin forzada, no incluyendo dentro de esta limitacin a las medidas de
innovar y no innovar, as como las medidas temporales sobre el fondo.
(61) LLED YAGUE, Francisco y ZORRILLA RUIZ, Manuel. Ob. cit., p. 394.
126
El inciso 2 del referido artculo hace referencia a los bienes constituidos en patrimonio familiar o conocido tambin como hogar de familia. Segn Cornejo(62), consiste en la afectacin de un inmueble para que sirva
de vivienda a miembros de una familia, o de un predio destinado a la agricultura, la artesana, la industria o el comercio para proveer a dichas personas de una fuente de recursos que asegure su sustento.
Para Cornejo(63) hay razones de orden social, econmico y moral que
justifican la existencia del patrimonio familiar. En el primer caso, fija a las
personas en determinado lugar y vincula al trabajador con la sede de su labor, consolida el ncleo familiar evitando la desarticulacin; desde el aspecto econmico favorece la mediana propiedad agrcola, artesanal o fabril;
estimula la produccin al vincular a los miembros de la familia con determinado trabajo; bajo el enfoque moral afirma los vnculos ticos entre los
componentes de cada familia, estimula la relacin filial y fraterna, as como
facilita el cultivo de hbitos domsticos que nacen de la intimidad del hogar al prolongar la vigencia real de este a travs del tiempo.
Si bien una de las caractersticas del patrimonio familiar es que es inembargable, hay algunas posiciones que recoge Cornejo(64) que considera inembargable, solo hasta el lmite de valor por el que se hubiera constituido, de
modo que s resulte embargable el exceso; posicin que no comparte nuestro
Cdigo Civil. Otro supuesto que no permite la inembargabilidad se refiere a
las deudas a mdicos por sus servicios, a los obreros por sus salarios, a los proveedores por sus alimentos proporcionados y en general, a todos aquellos que
han prestado servicios o elementos indispensables para la subsistencia de los
miembros de la familia; tampoco funciona la inembargabilidad en contribuciones a deudos al Fisco, al pago del saldo del precio en que se adquiri el
mismo inmueble constituido en patrimonio familiar o las deudas asumidas
para las mejoras introducidas en el mismo inmueble; las deudas derivadas de
condenas penales, de primas de seguros o de deudas alimenticias.
Nuestro Cdigo asume la posicin de la inembargabilidad absoluta sobre el patrimonio de familia, dejando solo la posibilidad de embargar los
(62) CORNEJO CHVEZ, Hctor. Derecho Familiar peruano, 10a ed., Gaceta Jurdica, Lima,
1999, p. 629.
(63) Ibd., p. 632.
(64) Ibd., p. 655.
127
frutos del patrimonio, para cumplir solo los pagos en tres situaciones: deudas resultantes por condenas penales, tributos referentes al bien y pensiones
alimenticias. Con relacin a la afectacin de los bienes de la sociedad conyugal, es interesante compartir el contenido de la Resolucin del Tribunal
Registral N 0435-200O-ORLC/TR que dice: el artculo 617 del CPC derogado, antecedente del artculo 648 del CPC, estableca taxativamente la
relacin de bienes inembargables, norma legal que no prohbe en ningn
precepto la afectacin con la medida cautelar de embargo y la consiguiente
adjudicacin como consecuencia de dicha medida, sobre los derechos expectaticios de uno de los cnyuges en una sociedad conyugal, por lo que en
principio, denegar la inscripcin de dicha medida dictada por juez competente sera en el fondo suspender la eficacia y hacer ilusoria la aplicacin
de sus efectos, teniendo en cuenta adems que proviene de un mandato cuyos fundamentos han sido evaluados en sede judicial.
El inciso 3 del artculo 648 del CPC hace referencia a las prendas de
estricto uso personal, como el anillo nupcial. Tambin hace referencia a la
prohibicin de embargar al deudor los bienes que resultan indispensables
para su subsistencia. Es un supuesto abierto, que no llevara a mayor dificultad como en el caso del paraltico y la silla de ruedas que usa para su
transporte; pero en el caso que se embargue una refrigeradora, qu parmetros debemos tener en cuenta para considerar bien indispensable para la
subsistencia?, ser indispensable la congeladora en un ambiente de glido
invierno o de un sofocante calor? Frente a ello hay opiniones que consideran que un bien es de uso indispensable cuando su privacin hace descender el nivel de vida a lmites incompatibles con las exigencias propias del ser
humano.
Un caso bastante particular plantea la no afectacin de la mascota del hogar, como podra ser un perro. Hay necesidades espirituales del deudor y de su
familia que se admite queden protegidas al mismo nivel que las materiales.
La tenencia y cuidado de un perro, en la condicin ms favorable al embargante, no presta utilidad material alguna, ms an, si no presenta caractersticas genealgicas especiales que justifiquen algn valor econmico. Una
cita de la jurisprudencia argentina que aparece al respecto seala: No es
legalmente admisible que un acreedor pueda privar a su deudor de un bien
en caso de un perro que ofrece para este un valor afectivo superior quiz
a cualquier otro inters material, si no queda demostrado que el sacrificio
que significara ese hecho compensa la satisfaccin, en proporcin aceptable, del derecho del acreedor.
128
El inciso 4 del mencionado artculo refiere al caso de los vehculos, mquinas, utensilios y herramientas indispensables para el ejercicio directo
de la profesin, oficio, enseanza o aprendizaje del obligado. Vase sobre
el particular, el caso del piano, cuando es un medio de estudio comprobado; el taxista cuyo vehculo (de su propiedad) es utilizado como su nico y
directo instrumento de trabajo, situacin que difiere si el vehculo es utilizado para su transporte particular y en sus horas libres se dedica al servicio
informal de taxi. Supuesto diverso es, si el deudor, que alega dedicarse a ser
taxista, entrega en alquiler su vehculo a una tercera persona para que este
lo destine al servicio de taxi. Vase que la norma exige que los vehculos,
mquinas, utensilios y herramientas sean indispensables para el ejercicio
directo de la profesin u oficio del obligado. En este ltimo caso, el obligado no ejerce directamente su oficio, como chofer, con el vehculo sino terceras personas.
Para deslindar si un bien es o no necesario para el ejercicio directo de la
actividad profesional u oficio a que se dedica el ejecutado, hay que atender
a la concreta actividad profesional que desempea este. Los bienes que resulten necesarios conforme a ese criterio son inembargables, caso contrario,
los que se destinen a proporcionar al ejecutado una mayor comodidad en
el ejercicio de la profesin, como el caso del automvil que es usado para
desplazarse a su lugar de trabajo, cuando hay medios de transporte pblico
y aquellos que tienen un fin ornamental, como los cuadros de pintura que
cuelgan de las paredes de la consulta del mdico, pueden ser perfectamente
afectados.
Otro aspecto que desarrolla Cachn Cadenas(65) est referido a la forma del ejercicio de la profesin u oficio. No requiere necesariamente que se
desarrolle en un mbito de formalidad, pues perfectamente puede operar
bajo la actividad informal, porque la administracin de justicia no puede
quedar sometida a las exigencias derivadas de la legislacin administrativa
o tributaria hasta el punto de convertir al juez en una especie de inspector
estatal; una interpretacin contraria a ella podra dar lugar a consecuencias
contrarias al principio de igualdad ante la ley.
La inembargabilidad beneficia a aquellos ejecutados que renan determinadas caractersticas, que describe a continuacin Cachn Cadenas(66),
(65) CACHN CADENAS, Manuel. Ob. cit., p. 332.
(66) Ibd., p. 334.
129
como: a) la proteccin solo es aplicable cuando el ejecutado es una persona fsica, pues no es concebible que una persona jurdica desempee una
profesin u oficio; adems no se pone en peligro la vida del ejecutado; b) es
irrelevante la actividad profesional a que est dedicado el ejecutado, siempre que sea legal; tampoco tiene relevancia el hecho de que el ejecutado
trabaje por cuenta propia o por cuenta ajena. En este ltimo caso, la excepcin no es aplicable si el trabajador lleva a cabo su cometido con herramientas pertenecientes al empresario, pero s debe aplicarse cuando es el propio
trabajador el que ha de aportar a su labor con sus propias herramientas de
trabajo. Por otro lado es necesario que sea el propio ejecutado quien realice
directa y personalmente la actividad profesional que se trate, aunque, para
ello, est auxiliado por algunos familiares o empleados. La proteccin no alcanza al titular de un gran establecimiento industrial o mercantil que se limita a efectuar tareas directivas, pero s resultan protegidos, en el caso del
mdico o del pequeo comerciante que atienden personalmente su consulta y negocio respectivamente.
Esto es una consecuencia directa de la exigencia que los instrumentos
sean indispensables para el ejercicio de la profesin, lo cual significa que
deben ser usados directamente por el ejecutado.
Cachn Cadenas, considera que la inembargabilidad debe recaer sobre bienes muebles, como una interpretacin gramatical, dado que se refiere a vehculos, mquinas, utensilios y herramientas indispensables para el
ejercicio directo de su profesin, oficio, enseanza o aprendizaje del obligado; sin embargo, alega el citado autor que hay actividades profesionales
y oficios cuyo ejercicio requiere el uso de inmuebles, como el despacho del
abogado, la consulta del mdico, el taller del artesano, el local del negocio
del comerciante, etc.). Seala Cachn(67) cuando el proceso de ejecucin
d lugar a la enajenacin del inmueble que el ejecutado vena dedicando al
ejercicio de la profesin. Por lo que se refiere al periodo de tiempo durante el que se tramite el proceso de ejecucin, hay que tener en cuenta que
el embargo, por s solo, no provoca el desalojo del ejecutado del inmueble
embargado; la medida de aseguramiento apropiada en esos casos es la anotacin preventiva de la traba.
El inciso 5 del artculo 648 del CPC refiere que las insignias condecorativas, los uniformes de los funcionarios y servidores del Estado y las armas
y equipos de los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Polica Nacional,
son inembargables. Lo que se busca es preservar las distinciones y condecoraciones que hubieren alcanzado los funcionarios del Estado, las que encierran
un valor afectivo ms que un valor patrimonial.
El asunto se complica cuando el deudor quien no es funcionario y ni
servidor del Estado recibe el reconocimiento de una entidad privada, por
sus dotes profesionales y en expresin de ello se le entrega una estatuilla de
oro, en la que aparece grabada dicha distincin. La redaccin de este inciso 5 textualmente dice: Las insignias condecorativas, los uniformes de los
funcionarios y servidores del Estado y las armas y equipos de los miembros
de las Fuerzas Armadas y de la Polica Nacional. Algunos criterios consideran que las insignias condecorativas estn referidas a los funcionarios y
servidores del Estado, sin embargo, si esto fuera as, cualquier particular podra invocar el principio de igualdad, para hacer extensiva la inembargabilidad de las insignias y condecoraciones que se otorguen a los particulares. El
asunto se complica, cuando el reconocimiento tiene adems un valor econmico, por ejemplo, una estatuilla de oro que ha recibido el deudor en reconocimiento de su labor. Algunas opiniones sostienen que el objeto en s
tiene una significancia econmica, pero a ello se agrega adems el valor intelectual y moral para quien lo recibe, lo que justificara su no afectacin.
Otro supuesto de inembargabilidad est referido a las remuneraciones
y pensiones del presunto deudor. Esta regla tiene una limitante: el monto
de la remuneracin debe exceder de cinco Unidades de Referencia Procesal.
En este caso, solo ser embargable el exceso hasta una tercera parte. Sobre
este supuesto resulta interesante apreciar el pronunciamiento del Tribunal
Constitucional en el caso Jos Salinas Aguilar con la Municipalidad Distrital de Nuevo Chimbote y Banco de Crdito del Per (Exp. N 691-2004AA/TC) de fecha 28 de junio de 2004. Refiere el caso que cuando Salinas
Aguilar se dispona a hacer efectivo el cobro de sus remuneraciones, encontr bloqueada su cuenta, puesto que la municipalidad citada le haba
iniciado un procedimiento coactivo por deudas impagas de arbitrios e impuesto predial, al interior del cual dict la medida cautelar de retencin sobre los fondos disponibles de la cuenta bancaria Salinas Aguilar. El afectado
interpone accin de amparo para que se declare inaplicable el embargo en
forma de retencin sobre la cuenta de ahorros del Banco de Crdito.
131
Seala el Tribunal la suma percibida mensualmente como remuneracin tena la calidad de inembargable hasta el lmite de cinco Unidades de
Referencia Procesal, esto es, hasta por la suma de S/. 1,550, al momento de
entablado el embargo (aos 2002 y 2003), por tanto, siendo la remuneracin neta mensual de S/. 1,292.04, la misma no poda ser afectada por medida cautelar; por tanto, se acredita la vulneracin de los derechos constitucionales del accionante, pues el hecho de que el recurrente haya contrado
obligaciones tributarias, las cuales se encuentran pendientes de pago, no
autoriza una actuacin al margen de la ley por parte de la Administracin
Tributaria, a fin de garantizar el cobro de la deuda sobre depsitos de naturaleza intangible. Por consiguiente, el artculo 33 inciso d) de la Ley N
26979, respecto al embargo en forma de retencin sobre depsitos en poder de terceros, de ninguna manera puede ser interpretado de forma tal que
permita el embargo de cuentas bancarias cuando se acredite que corresponden a pago de haberes desconociendo el artculo 648 inciso 6 del CPC,
puesto que no es posible autorizar en sede administrativa lo que ni siquiera
un juez en la va judicial est facultado para afectar.
Situacin especial opera en el caso de garantizar obligaciones alimentarias. Aqu, se permite la afectacin de las remuneraciones y pensiones, pero
hasta el sesenta por ciento del total de los ingresos, con la sola deduccin
de los descuentos establecidos por ley. Si bien la norma es clara en permitir una afectacin restringida sobre el total de los ingresos, es importante
calificar previamente un aspecto de este, como es, la remuneracin. Para el
Decreto Supremo N 003-97-TR constituye remuneracin para todo efecto legal, el ntegro de lo que el trabajador recibe por sus servicios, en dinero
o especie, cualesquiera sea la forma o denominacin que se le d, siempre
que sea de su libre disposicin. Adems, segn el artculo 19 del Decreto
Legislativo N 659 no se consideran remuneraciones computables las siguientes: a) gratificaciones extraordinarias u otros pagos que perciba el
trabajador ocasionalmente, a ttulo de liberalidad del empleador; b) cualquier forma de participacin en las utilidades de la empresa; (). La Sala
de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema, mediante la Consulta N 3656-2002-Lima, de fecha 15 de enero de 2003, en el caso Rosa Tejada Chvez con Nstor Snchez Bez sobre alimentos, promovido por el
Sexto Juzgado de Familia Civil de Lima, seala: la entrega en efectivo por
concepto de combustible al personal militar y policial, en situacin de actividad, no tiene el carcter de un ingreso de libre disposicin, toda vez que
como lo seala el artculo 1 del Decreto Supremo N 037-2001-EF, debe ser
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se recogen; por ejemplo la lana de las ovejas. Los frutos industriales son los
que produce el bien con intervencin humana. Pertenecen al productor y
se perciben cuando se obtienen, como sera el caso de la industria pesquera,
que transforma la materia prima en harina de pescado. Los frutos civiles
son aquellos que se producen como consecuencia de una relacin jurdica. Pertenecen al titular del derecho y se perciben cuando se recaudan, por
ejemplo, la renta de un inmueble. El Cdigo Civil seala que en estas dos
ltimas modalidades de frutos (industriales y civiles) para el cmputo de
ellos se rebajarn los gastos y desembolsos.
En el caso del patrimonio familiar, la norma precisa que los frutos son
embargables hasta las dos terceras partes, nicamente para asegurar las
deudas resultantes de condenas penales, de los tributos referentes al bien y
de las pensiones alimenticias (artculo 492 del CC). Sobre este particular,
asumiremos la posicin que cuando el inmueble es ocupado directamente
por los miembros de la familia, no se podr invocar el embargo de frutos,
pero en el supuesto que el predio se entregare en alquiler, el ocupante estar obligado a pagar al acreedor pero solo hasta las dos terceras partes, pues
estamos ante la presencia de frutos civiles.
Los incisos 8 y 9 del artculo 658 hacen referencia a los bienes muebles
de los templos religiosos y los sepulcros. A pesar de que se ubiquen dentro
del grupo de susceptibilidad jurdica limitada, no se puede decir en absoluto que estn fuera del comercio de los hombres o del trfico jurdico: lo que
pasa es que para ser objeto de actos de trfico han de sujetarse a formalidades y autorizaciones no exigibles respecto de las dems cosas. Por su parte,
los cementerios y las sepulturas, sin perder su aspecto religioso, estn regulados hoy por disposiciones administrativas como el Decreto Supremo
N 03-94-SA y la Ley N 26298.
La norma hace referencia a los sepulcros, entendido este como la obra
que se construye para dar sepultura a una persona, generalmente de piedra
y elevada respecto del suelo; sin embargo, la legislacin especial asume el
calificativo de sepulturas para comprender a los mausoleos, nichos y sepulturas en tierra. Aprciese que la limitacin cautelar es a la edificacin u obra
realizada para la inhumacin, sea que se hubiere otorgado en concesin para
uso temporal o permanente, en un cementerio pblico o privado.
El efecto natural de la afectacin de bienes inembargables es el levantamiento de la medida cautelar, porque los hechos que impedan la
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sonal, si no entrega los objetos embargados al nuevo custodio. Ello en ejercicio de la facultad coercitiva del juez (inciso 2 del artculo 53 del CPC).
Por otro lado, es importante precisar que el segundo prrafo del artculo 649
establece textualmente, que el custodio est obligado a presentar los bienes, dentro del da siguiente de la intimacin del juez. Esto implica que
si se notifica al custodio para la entrega de un bien afectado, el da lunes
14, la entrega debe materializarse al da siguiente de notificado, esto es, el
martes 15, caso contrario, el custodio tendra que asumir las consecuencias
legales que su resistencia genera.
Bajo este contexto tampoco es atendible que el custodio justifique su
resistencia a la no aplicacin del plazo legal a que refiere el artculo 147 del
CPC, para condicionar la entrega del bien entregado en custodia; esto es,
que entre la notificacin para una actuacin procesal y su realizacin, deban transcurrir por lo menos tres das hbiles, pues conforme lo refiere el
citado artculo 147 del CPC, salvo disposicin distinta de este Cdigo se
aplicar ese precepto, situacin que por regulacin expresa del artculo 649
del CPC no es aplicable al caso del custodio.
Liebman(68)al referirse al custodio seala: es la persona a la que viene
confiada la conservacin y la administracin de los bienes embargados o secuestrados. El juez de oficio o a instancia de parte, puede disponer en todo
tiempo su sustitucin por ordenanza no impugnable.
Como ya se ha sealado, mantener el embargo en forma de depsito es atendible en la medida que no se invoquen y demuestren motivos suficientemente
fundados que hagan presumir su desaparicin, quedando los bienes objeto
del embargo en poder del presunto deudor.
Por otro lado, debe apreciarse que se permite la conversin de la medida de depsito en secuestro cuando el depositario se negare a aceptar
tal designacin, en cuyo caso se proceder al secuestro de los bienes. Esta
negativa del obligado permite el secuestro por derivacin que es en realidad una eventualidad, de ah que el auxiliar judicial debe ir premunido de
la autorizacin judicial para proceder a la conversin del depsito al secuestro, en el mismo acto de ejecucin.
Esta condicin de negativa no es del todo coherente con el carcter reservado de la medida, pues el obligado nunca puede tener conocimiento del
momento en que se realizar la ejecucin de la medida cautelar, generando
con ello la imposibilidad que este exprese su asentimiento o rechazo de la
designacin en el momento de la ejecucin cautelar. Su ausencia no puede tomarse como una negacin tcita a ser depositario, sin embargo, en la
prctica a dicha ausencia se le asignan los mismos efectos como si hubiera
expresado su negacin.
Ntese que el Cdigo recoge el supuesto de la negacin del depositario no la ausencia del deudor para que opere recin la conversin, sin
embargo, podra recurrirse a la conversin bajo cualquier circunstancia demostrativa que los bienes embargados corren el riesgo de desaparecer o de
desvalorizarse. En esas circunstancias corresponde desapoderar de aquellos
al deudor y ponerlos en manos de un custodio, a travs del pedido de la variacin de la medida.
Debe precisarse que la conversin tiene que estar decretada con antelacin a la ejecucin cautelar a realizar, de tal manera que el secretario
judicial proceda inicialmente a realizar la ejecucin cautelar bajo el depsito, para luego ir al secuestro decretado en la propia resolucin cautelar. La facultad de ordenar la conversin no le corresponde al ejecutor
sino que debe estar solicitada y admitida por el beneficiado de la medida, condicionada su ejecucin, siempre y cuando el obligado se negare a
aceptar el cargo. De proceder a la conversin, tanto el rgano de auxilio
como el almacn donde se depositarn los bienes, tienen que estar determinados en la resolucin cautelar.
El rgano de auxilio judicial, por lo general, es un auxiliar externo de los
jueces, encargado de cumplir una medida cautelar, guardando o vigilando
bienes que constituyen la materia sobre la cual recae la medida. Son terceros al proceso, o uno o ambos litigantes, (como en el caso del depsito)
que asumen una especial posicin y responsabilidad. La designacin en general corresponde al juez, pero puede encontrarse predeterminada por la
ley, como es el caso del depsito en dinero. En este sentido, el artculo 649
del CPC seala el dinero, joyas, piedras y metales preciosos u otros bienes
similares, sern depositados en el Banco de la Nacin. Estos rganos de
auxilio judicial pueden ser fiscalizados a su vez por otros rganos llamados veedores, tal como refiere el artculo 633 del CPC.
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(69) GONZALES BARRN, Gunther. Embargo sobre bienes inmuebles no inscritos, en: El
Peruano/Derecho, 10 de diciembre de 1996, Lima, p. b-9.
139
El Cdigo no hace referencia expresa a la posibilidad de afectar mediante el embargo en forma de secuestro un bien inmueble. Como uno de
los efectos del secuestro es la desposesin del bien y la entrega de este a un
tercero llamado custodio, bajo dicho contexto, Gonzales Barrn(70) considera que sera necesaria la desposesin al propietario para conservar la integridad del bien, y evitar el dao o menoscabo en sus instalaciones, para cuyo
efecto la posesin deber entregarse a un custodio, sin embargo, considero
que la intervencin en forma de administracin sera aplicable al caso de
bienes inmuebles, donde el administrador, asumira la conduccin y direccin del bien que se le ha encomendado para su custodia.
Por otro lado, debe advertirse que la afectacin cautelar no impide los
actos de disposicin sobre el inmueble o la constitucin de otros derechos
reales, sin embargo, la condicin de ser bien no registrado, qu efecto va a
generar en relacin al tercer adquiriente de buena fe? Precisamente una de
las bondades del Registro Pblico es que est destinado a dotar de certidumbre a sus relaciones jurdicas y tiene como caracterstica fundamental que los
actos registrados producen cognoscibilidad frente a terceros.
El artculo 650 del CPC, destinado a regular ello, no seala nada al respecto, sin embargo, para desatar este impasse Gonzales(71) propone invocar el
principio que nadie puede transmitir ms derecho del que tiene y por tanto los terceros adquirientes sufriran los efectos del embargo, por cuanto el
enajenante no poda ceder un mejor derecho del que tena. Ello no eximira,
desde luego, de la indemnizacin derivada del saneamiento por eviccin y
la preferencia que establece el artculo 1135 del CC que a falta de inscripcin, se prefieren los derechos de los acreedores en relacin a la fecha de antigedad del ttulo.
Una interesante propuesta que desarrolla Gonzales Barrn(72) en este
tipo de afectaciones es la anotacin preventiva del embargo sobre el predio,
para lo cual seala el autor se debe abrir una partida especial en el Registro, en la que deber individualizarse el rea, medidas perimtricas y linderos de la finca (artculo 81 del Reglamento de las Inscripciones). Los efectos
prcticos de esta anotacin preventiva se limitan a evitar que en el hipotti-
(70) GONZALES BARRN, Gunther. Temas de Derecho Registral, Ediciones legales, Lima, 2000,
pp. 169-170.
(71) GONZALES BARRN, Gunther. Embargo sobre bienes.... Ob. cit., p. b-9.
(72) GONZALES BARRN, Gunther. Temas de Derecho Registral. Ob. cit., p. 171.
141
(73) GONZALES BARRN, Gunther. Temas de Derecho Registral. Ob. cit., p. 171-172.
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El recurrir a la informacin de Registros Pblicos, para verificar su condicin de bien no inscrito, no en cuanto a la titularidad del ejecutado, sino
en cuanto al bien mismo, debe ser una medida prudente en este tipo de
afectaciones. Ello porque a todo poseedor se presume propietario mientras
no se pruebe lo contrario, en atencin al artculo 912 del CC, sin embargo,
dicha presuncin no resulta aplicable cuando se trate de bienes inscritos a
nombre de otros sujetos, como seala el artculo 914 del CC.
Precisamente, la reciente modificatoria del artculo 650 del CPC por el
D. Leg. N 1069 regula la situacin descrita: bienes de propiedad del deudor cuya transferencia no aparece inscrita en Registros Pblicos. Seala el
Cdigo que en estos casos es fundamental que se cuente con un medio de
prueba que acredite fehacientemente que el bien pertenece al deudor pero
se encuentra inscrito a nombre de otro; vase el caso de la compra celebrada por el deudor ante el notario pblico, cuya escritura pblica aparece perfeccionada y registrada a nombre del deudor, en los archivos notariales. En
este caso, seala el Cdigo que deber notificarse con la medida cautelar
a quien aparece como titular en el registro; la medida se anotar en la partida respectiva; la subasta se llevar adelante una vez regularizado el tracto
sucesivo registral.
La redaccin de este artculo merece algunas reflexiones. El bien materia de la afectacin es un bien perfectamente registrable, pero no se encuentra registrado bajo la titularidad del deudor. El bien tiene una vida jurdica en los Registros de la Propiedad Inmueble, no se trata de un bien no
inscrito, lo que sucede es que la informacin que muestra Registros en
cuanto a la titularidad del bien no contiene las posteriores transferencias
que se han realizado, ello porque la inscripcin en Registros no es un hecho
constitutivo del acto.
Bajo ese escenario, las inscripciones en Registros Pblicos por mandato
judicial, bajo una accin subrogatoria, era el camino que algunos acreedores
han venido demandando, de tal manera que no solo lograban la inscripcin
del bien a nombre del deudor, sino que acumulativamente solicitaban adems
el cobro de la acreencia. La afectacin de dicho bien operaba por una medida
anticipada, en atencin a la accin subrogatoria que se ejerca y a la vez la cautela operaba sobre el crdito que buscaba realizar en el mismo proceso.
Como seala el artculo 650 del CPC, la medida se anotar en la
partida respectiva, condicionado a que en el futuro se regularice el
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tracto sucesivo registral, sin embargo, debe tenerse en cuenta que uno de
los principios que rigen la actividad registral es el tracto sucesivo: ninguna inscripcin, salvo la primera, se hace sin que est inscrito o se inscriba
el derecho de donde emane (artculo 2015 del CC), la que aparece recogida tambin en la redaccin del citado artculo 656 del CPC, cuando pone
nfasis en sealar que la afectacin se ejecutar, siempre que esta resulte
compatible con el ttulo de propiedad ya inscrito.
Dicho artculo seala adems que en caso se acredite de modo fehaciente que el bien pertenece al deudor y se encuentra inscrito a nombre de otro;
deber notificarse con la medida cautelar a quien aparece como titular en el
registro. Bajo ese contexto sera bueno esclarecer cul es el rol en el proceso, a partir de la notificacin de la medida cautelar, del tercero que aparece
como propietario del bien, que se atribuye de propiedad del deudor demandado. Definitivamente no puede ingresar al proceso como tercero legitimado, por no tener un inters directo ni indirecto en el objeto de disputa, pero
s tiene un inters en la afectacin del bien, inscrito bajo su titularidad en
Registros Pblicos, por lo que podra recurrir al cuestionamiento a travs de
la desafectacin (artculo 624 del CPC) e inclusive por la tercera impropia
(artculo 539 del CPC) que dice: el perjudicado por una medida cautelar
dictada en proceso en que no es parte, puede pedir su suspensin sin interponer tercera, anexando ttulo de propiedad registrado. Del pedido se corre
traslado a las partes. Si se suspende la medida, la resolucin es irrecurrible.
En caso contrario, el interesado puede interponer tercera, de acuerdo al artculo 533. Vase que el rol del tercero legitimado en el proceso y la justificacin para su incorporacin difiere del tercerista, pues este ltimo no tiene
un inters en el objeto de debate, sino en liberar su bien afectado por la medida cautelar. A l le es indiferente que el demandado sea condenado o no al
pago de la acreencia, pues su inters es ajeno a la pretensin en s, sino a los
efectos que desencadenen de dicho proceso en relacin a la propiedad de sus
bienes. En ese sentido, tampoco este tercero (propietario registral) afectado
con la medida, podra recurrir a los efectos del artculo 623 del CPC (pese a
no haber sido citado con la demanda) por no estar acreditada su relacin o
inters con la pretensin principal. Entonces, si el objeto del aseguramiento
(materia de cuestionamiento) es una pretensin dineraria, donde el tercero
propietario registral no tiene ninguna incumbencia, la intervencin de este
en el proceso, a consecuencia de la medida cautelar que se ha trabado sobre
la propiedad inscrita a su nombre, genera un plano de discusin ajeno al de la
litis, que merece un tratamiento diferenciado.
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Otro aspecto a contemplar es que la norma parte del supuesto que para
recurrir a los efectos de la afectacin de un bien inscrito a nombre de un
tercero, el juez debe partir por admitir que el solicitante de la medida cautelar es indefectiblemente el propietario del bien inscrito a nombre de tercero. Como dice textualmente el artculo en caso se acredite de modo fehaciente que el bien pertenece al deudor y se encuentra inscrito a nombre
de otro, generando con dicha redaccin, un nuevo mbito para el debate
judicial de la propiedad, pues el juez en una primera aproximacin y sin
contradictorio asumir que el solicitante de la medida cautelar es propietario del bien, a pesar de que la informacin registral seale que el propietario es un tercero; y en atencin a esa apreciacin que har el juez, sustentado en una prueba fehaciente, ordenar la afectacin de un bien inscrito a
nombre de un tercero, condicionado que a futuro se produzca el tracto sucesivo, antes de la subasta del bien afectado.
1.5. Embargo en forma de inscripcin
El embargo en forma de inscripcin se orienta a inmovilizar jurdicamente los bienes del deudor para evitar que estos se dispersen. En el caso
especfico del embargo en forma de inscripcin, el bien est registrado y por
tanto, en atencin al principio de la publicidad, se pone en conocimiento
erga omnes la afectacin del bien por un monto determinado. Ello no impide la transferencia del bien, solo comunica la existencia de la medida cautelar, de tal manera que, quien lo adquiere asume los efectos jurdicos de
dicha medida.
El registro pblico precisamente est destinado a dotar de certidumbre
a sus relaciones jurdicas y tiene como caracterstica fundamental que los
actos registrados producen cognoscibilidad frente a terceros. Los pronunciamientos del Tribunal Registral son reiterados en sealar que en la doctrina y a nivel legislativo, se distinguen los conceptos de publicidad material
y publicidad formal, los que se complementan entre s. Por la publicidad
material se presume de manera absoluta que todos conocen el contenido
del registro y, por la publicidad formal, se otorga la posibilidad efectiva de
conocer aquello que el ordenamiento jurdico presume conocido. Bajo ese
contexto, el artculo 11 del TP del Reglamento General de los Registros Pblicos, refirindose a la publicidad formal seala que el registro es pblico.
La publicidad registral formal garantiza que toda persona acceda al conocimiento efectivo del contenido de las partidas registrales y, en general, obtenga informacin del archivo registral.
146
puede llevar a reducir o ampliar la medida. Ello lleva a dilucidar si la ampliacin constituye una nueva medida o es la misma medida originaria. En
la doctrina concurren posiciones contrapuestas que consideran a la ampliacin como un nuevo embargo.
Hay un sector que sostiene que constituye la misma medida, pero que
solo se altera el monto de la afectacin; otros consideran que se trata de un
nuevo embargo. Peyrano se ubica en esta ltima posicin y sostiene que la
exigencia de una nueva tasa judicial y la concurrencia de medidas cautelares sobre el bien llevan a justificar un nuevo embargo. Explica que si luego
de haberse trabado el primer embargo, otros acreedores, tomando en cuenta el monto de la afectacin primigenia, deciden inscribir sus medidas cautelares, estas medidas deben prevalecer, en orden de privilegio, respecto a la
ampliacin, caso contrario, asistiramos a la posibilidad de que los acreedores posteriores a la medida inscrita en primer orden, y luego ampliada, vean
postergados sus crditos por los efectos de la variacin. Ahora bien, para la
variacin de la medida est legitimado tanto el titular como la parte afectada con el pedido; pero, de manera especfica, en el caso de la ampliacin del
monto cautelar, corresponder al que obtuvo la medida (acreedor embargante) modificarla alegando que el monto originario fijado no cumple adecuadamente la funcin de garanta a la que est destinada; por citar, ante
una pretensin de pago de arriendos, la cautela podra devenir en insuficiente si se venciere, antes de la sentencia, algn nuevo plazo de la obligacin. Cabe en este supuesto la posibilidad de ampliar la demanda hasta el
monto de la nueva obligacin vencida, siempre y cuando se haya reservado
en su oportunidad hacerlo, tal como lo seala el artculo 428 del CPC, por
tanto, tambin se ampara el pedido de ampliar el embargo originario.
Por otro lado, debe precisarse que bajo el supuesto de la ampliacin de
la medida cautelar concurre la figura de la actualizacin de ella, que procedera en casos como el deterioro del circulante monetario. La desvaloracin
monetaria permitir la actualizacin de la medida con la consecuente alteracin del monto originario de la medida. Ntese que la ampliacin opera
no porque el derecho en discusin hubiere mejorado sino por asuntos externos a l, como es el periodo inflacionario, pero que va a influir en la eficacia de la decisin jurisdiccional. Como ya se seal lneas arriba, tanto en
la anotacin de la demanda y el embargo en forma de inscripcin se permite transferir el bien afectado, sin embargo, ambas se diferencian porque la
anotacin no contiene el monto de afectacin y por tanto no podra operar
la sustitucin (artculo 628 del CPC) sobre dicha medida; adems que la
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No dudamos que es probable que el supuesto que plantea Peyrano pueda materializarse de manera excepcional, sin embargo, consideramos que la
naturaleza mutable o variable de la medida justifica que esta se considere
como una sola y por tanto, el monto de la afectacin podra reducirse o ampliarse, sin afectar el orden de prelacin ya ganada con la inscripcin. Se trata de un solo acto, cuyo fin es asegurar la eficacia de la decisin jurisdiccional y en aras de ello, su naturaleza permite que siendo solo un acto, pueda
variarse la modalidad de la afectacin, sin que ello repercuta negativamente
sobre los efectos de la inscripcin ya registrada.
Por otro lado, ante la concurrencia de medidas, surge la disyuntiva de los
efectos que genera la ampliacin de la medida cautelar bajo un contexto de
prelacin material, esto es, que no solo el inmueble est afectado por inscripciones provenientes de derechos patrimoniales de las personas, sino que ellas
provengan de derechos sociales, como beneficios laborales y que no estn registrados en primer orden de prelacin sino en la posicin tercera. Aqu, la
ampliacin de la medida cautelar seguir el orden que establece su originaria,
sin embargo, la preferencia de su ejecucin recae no en la prelacin temporal
sino en la material de la que deriva el derecho en discusin. En ese sentido
coincidimos con Omar Cairo(75), cuando seala que el criterio de prelacin
temporal no es aplicable cuando una de las medidas cautelares concurrentes
tiene como finalidad la prelacin de uno o ms derechos fundamentales.
Una de las caractersticas que identifican al embargo en forma de inscripcin radica en la posibilidad de transferir el bien. Si mantenemos el criterio ya enunciado lneas arriba, que la medida cautelar implica la misma
medida, este seguir manteniendo su eficacia en atencin a su ejecucin
primigenia, pudiendo ampliar o reducir el monto de la afectacin; sin embargo, en caso de transferencia, luego del embargo ya inscrito, el nuevo adquiriente solo se compromete a asumir el ntegro de la medida cautelar hasta el valor que figura registrado al momento de la transferencia.
En ese sentido, lase lo sealado en el artculo 656 del CPC, este embargo no impide la enajenacin del bien, pero el sucesor asume la carga
hasta por el monto inscrito. Con esta posicin no se vulnera la mutabilidad
de la medida, porque ella sigue operando en ese sentido, de tal forma que
a pesar de la transferencia, el juez podr seguir reduciendo o ampliando
el monto de la medida, pero el adquiriente solo est obligado a responder
hasta por el monto de lo inscrito. En ese sentido, es evidente que la ampliacin de la medida se torna inoperante luego de la transferencia del inmueble, pues la redaccin del artculo 656 del CPC limita la carga hasta por el
monto inscrito.
Algunas opiniones podran sostener que la redaccin del artculo 656
del CPC evitara se vulnere el derecho de propiedad y la buena fe del nuevo adquiriente con la ampliacin de la medida, sin embargo, frente a ello se
podra argumentar que quien adquiere el bien, en atencin a la publicidad
del registro, lo hace a sabiendas de la carga de la medida cautelar, por tanto
el adquiriente asume los efectos de la naturaleza de dicha carga como es la
mutabilidad y no puede alegar desconocimiento por la publicidad del registro. Si el adquiriente asume los efectos de la medida cautelar, es legtimo
que se pueda beneficiar con el levantamiento, con la reduccin o con la caducidad de la medida, como tambin perjudicarse con la ampliacin de esta,
por ello, la redaccin del artculo 656 del CPC, asumiendo los efectos que
puede generar la variabilidad de la medida, limita el monto de la afectacin
al que estaba inscrito, para el nuevo adquiriente.
Con esa limitacin que seala el artculo 656 del CPC, se protege las
actitudes del deudor orientadas a generar la burla hacia su acreedor ejecutante, quien sabiendo de la restriccin en cuanto al monto de la afectacin,
buscar transferir, en forma inmediata, el bien embargado para evitar asumir a futuro las ampliaciones que pudieren devenir sobre dicho embargo.
Se posibilita la burla al acreedor, que en ese momento de la inscripcin del
embargo primigenio, no tiene todava elementos necesarios para demostrar
la magnitud del crdito, sea porque todava no ha vencido la integridad de
las prestaciones peridicas y sucesivas (como sera el cobro de alquileres) y
por tanto, la ampliacin se torna en una posibilidad futura pero sin mayor
respaldo de cautela. Para Peyrano(76) la ampliacin de embargos, permite entronizar un verdadero absurdo al escalonamiento de los privilegios, porque
operara ex tunc, retroactivamente. Explica, si luego del primer embargo
otros acreedores toman sus medidas cautelares, estas medidas prevalecen
en orden de privilegio respecto a la ampliacin cuestionada. El nuevo em-
bargo, seala Peyrano, corre su suerte independientemente del que se afirma ampliado. La prelacin que asiste al embargante, lo es por la suma por
la cual se decret y anot la medida cautelar, pues ese importe es el que fija
la extensin y alcance del embargo; por ello, si con posterioridad a la anotacin de la medida cautelar se ampliara la liquidacin, tal ampliacin no gozara de la prioridad si, entretanto, se hubieran dispuesto otros embargos.
Especial comentario merece el embargo en forma de inscripcin sobre
el patrimonio de la sociedad conyugal, por deudas adquiridas a ttulo personal por uno de los cnyuges. En este tipo de sociedad se debe afirmar la
existencia de un patrimonio colectivo pues no hay copropiedad. Este patrimonio es calificado como una masa de bienes separada y autnoma respecto del patrimonio general de la persona cuya titularidad est atribuida
unitariamente a una pluralidad de sujetos que no constituyen una persona
jurdica. Los bienes de la sociedad se atribuyen conjuntamente, a ambos
cnyuges, como miembros de la sociedad conyugal.
Ni al marido ni a la mujer debe considerrsele titular de un derecho actual a una cuota, sobre cada bien ganancial que pueda ser objeto de enajenacin. Como no es posible determinar la participacin concreta de cada
cnyuge sin proceder a su previa liquidacin, la afectacin cautelar a este
tipo de patrimonio conlleva a que se afecte un porcentaje de acciones y derechos que pudiera corresponderle a cada cnyuge luego de la disolucin de
la sociedad.
consulta legal
Ante el embargo de un bien registrado perteneciente al afectado y no al deudor se puede interponer desafectacin o suspensin de la medida cautelar?
En principio, y con mucha ms razn si se cuenta con la inscripcin en los Registros Pblicos, podra utilizarse cualquiera de estos mecanismos para evitar la ejecucin del bien afectado. Sin embargo, la diferencia est en la eficiencia de utilizar
153
cada uno de ellos en el caso concreto. Con relacin a la tercera de propiedad, debemos sealar que constituye un mecanismo de oposicin a la ejecucin por parte de tercero, y se funda en la acreditacin del derecho de propiedad de los bienes
que han sido afectados por medida cautelar o para la ejecucin.
As, el artculo 535 del Cdigo Procesal Civil establece anexos especiales de admisibilidad de esta demanda. En efecto, adems de reunir todos los requisitos del
artculo 424 del CPC, se deber acompaar documento pblico o privado de fecha cierta que contenga el derecho de propiedad, salvo que se presente garanta
suficiente para responder de los daos y perjuicios que la tercera podra irrogar.
Como puede observarse, no se exige una prueba indubitable como la inscripcin
de la titularidad en los Registros Pblicos, y ello porque la tercera constituye un
proceso autnomo en el que debern analizarse y valorarse los medios probatorios de ambas partes para resolver el conflicto.
Por su parte, la suspensin de la medida cautelar sin tercera es un mecanismo
de proteccin del derecho de propiedad sin necesidad de interponer la tercera.
En este caso, no es necesario instaurar un proceso autnomo, limitndose a una
mera solicitud que tiene como presupuesto el ttulo de propiedad registrado. Este
mecanismo es muy semejante a la desafectacin, instrumento procesal que tiene
similar finalidad. As, la desafectacin tambin sera un mecanismo de proteccin de la propiedad que se encuentra afectada con una medida cautelar, pero a
diferencia de la tercera, no es necesario establecer un proceso autnomo, sino
una solicitud que acredite la propiedad de forma fehaciente (artculo 624 primer prrafo). Se afirma en ese sentido, que Son evidentes las ventajas de la desafectacin frente a la tercera: (i) en la desafectacin no hay limitacin de medios
probatorios, mientras que en la tercera en principio se exige documento de fecha
cierta; (ii) ante la falta de un documento de fecha cierta, en la desafectacin no se
exige el otorgamiento de garanta, como s se hace en la tercera; (iii) el trmite de
la desafectacin es breve, sin traslado a las partes en el que se dict la medida cautelar, mientras que la tercera supone iniciar todo un proceso judicial (MESINAS
MONTERO, Federico. Cundo tercera, cundo desafectacin. En: Actualidad
Jurdica. Tomo 102. Gaceta Jurdica, mayo, 2002, p. 74).
En dicho contexto, tiene sentido la existencia de la suspensin de la medida
cautelar sin tercera si existe la desafectacin? Creemos que no, porque si bien
la suspensin de la medida cautelar sin tercera tiene por motivo permitir que el
tercero evite los rigores de la tercera, logrando que se suspenda el gravamen sobre el bien mediante un trmite bastante expeditivo, este mecanismo pierde total
sentido en tanto existe la posibilidad de recurrir a la desafectacin. En efecto, la
desafectacin ofrece al tercero la oportunidad de que se levante la medida cautelar mediante un trmite sin que sea necesario el traslado previo del pedido a las
partes en litigio. En el caso de la suspensin de la medida cautelar sin tercera,
siempre se requerir tal traslado. Pero ms importante an es que mientras con la
desafectacin se logra el levantamiento total del gravamen, en el segundo caso la
medida cautelar solo se suspende, generando una gran inseguridad en el afectado. Finalmente, se seala que se nota ms lo absurdo de recurrir al trmite de la
suspensin si es que se exige en este que el tercero presente ttulo de propiedad
154
registrado, pues es claro que este es un ttulo fehaciente a efectos de la desafectacin (MESINAS MONTERO, Federico. Ob. cit., p. 75).
Siendo el presupuesto de la desafectacin la acreditacin de la propiedad de forma fehaciente, y de la suspensin de la medida cautelar sin tercera, la inscripcin
registral, es claro que este ltimo requisito se agota en el primero, por lo que no
habiendo ms dudas al respecto, debera regularse solo la desafectacin, pues la
mera suspensin no tendra sentido alguno.
En dicho contexto, lo ms aconsejable en este caso es, sin duda, presentar la solicitud de desafectacin.
(Consulta absuelta por la Divisin de Estudios Legales de Gaceta Jurdica)
Otro aspecto a destacar en este tipo de afectaciones es el monto cautelar. El inciso 6 del artculo 648 del CPC lo limita a las remuneraciones y
pensiones, cuando no excedan de cinco Unidades de Referencia Procesal.
El exceso es embargable hasta una tercera parte. Cuando se trata de garantizar obligaciones alimentarias, el embargado proceder hasta el sesenta
por ciento del total de los ingresos, con la sola deduccin de los descuentos
establecidos por ley. Como se aprecia la retencin es limitada cuando se
afecta remuneraciones y pensiones; pues se evita afectar la subsistencia de
la persona obligada; sin embargo, dicha limitante no aparece considerada
cuando se afecta los ingresos o derechos de crdito de una persona jurdica, que inclusive podra poner en riesgo su estabilidad financiera y comercial de la presunta deudora. Hay opiniones que al respecto consideran que
dicha retencin tambin debe contemplar lmites para la afectacin, por
ejemplo, permitir la afectacin del 10% sobre una factura por cobrar.
El otro supuesto que refiere el artculo 657 del CPC para que opere la
retencin es la existencia de otros bienes en posesin de terceros, cuyo titular es el afectado con ella. Esto implica que el poder que tiene el acreedor
ejecutante de perseguir los bienes del deudor, aunque estos no se encuentren en su poder, es una extensin al derecho real de propiedad que goza el
deudor sobre sus bienes y como tal, el ejecutante subsumindose en la esfera de su deudor propietario, asume la persecucin de los bienes que se encuentren an en poder de terceras personas, para afectarlos.
Esta persecucin est limitada a las reservas que la ley o el propio deudor hubiere constituido sobre l, como por ejemplo, el usufructo, que es un
derecho real sobre cosa ajena que permite a terceras personas usar y disfrutar el bien cuya afectacin posteriormente se busca a travs de una medida cautelar; en dicho caso, el secuestro conservativo no se puede oponer al
usufructo inscrito con antelacin en registros.
El D. Leg. N 1069 incorpora la posibilidad de recurrir a la retencin
en las entidades financieras mediante el envo del correo electrnico u por
otro medio fehaciente que deje constancia de la decisin judicial. La redaccin de esta norma es importante porque se aprecia la creciente influencia
de la informtica en las comunicaciones; muestra de ello es la masificacin
del correo electrnico que ingresa a la comunicacin para el reemplazo del
soporte papel por el soporte magntico.
En la medida que se han ido generalizando masivamente las comunicaciones realizadas con el apoyo de medios electrnicos como telfonos,
156
videos, redes internas, redes mundiales, etc., los negocios, las transacciones financieras y todo el trfico mercantil han ido perdiendo, poco a poco, ese soporte material tradicional, plasmado en un papel con tinta indeleble y firmado de
puo y letra, que permita sentir un cierto sabor de seguridad.
Bajo ese escenario se ha incorporado el correo electrnico como un mecanismo vlido de transmitir a las entidades financieras el mandato cautelar para la retencin. Un aspecto crucial a superar en este tipo de comunicaciones es la evidencia que el receptor ha recibido el mensaje que contiene el
mandato judicial de retencin. Cuando los hechos son trasmitidos al proceso
a travs de documentos y estos tienen un soporte-papel, puede darse la posibilidad de que la fuente y el medio concurran a la vez; por citar, una carta con
sello de recepcin o un contrato cuyo contenido aparece redactado a puo y
letra y adems suscrito por el propio otorgante; sin embargo, no siempre esto
es as, porque la fuente y el medio pueden estar disociados, como sera en el
caso del documento electrnico. La declaracin de voluntad es transmitida
al proceso, bajo un soporte informtico, el cual aparece desmaterializado.
1.7. Embargo en forma de intervencin en recaudacin
La intervencin judicial es la medida cautelar en cuya virtud una persona
designada por el juez, en calidad de auxiliar externo de este, interfiere en la
actividad econmica de una persona fsica o jurdica, sea formal o informal,
para asegurar la ejecucin forzada o para impedir que se produzcan alteraciones perjudiciales en el estado de los bienes.
En opinin de Palacio, las intervenciones tienen una cobertura mayor,
que aun cuando solo persiga en forma inmediata preservar la inalterabilidad de una situacin de hecho, siempre sirve, en definitiva, como todas las
medidas cautelares al resultado prctico de un proceso cuyo objeto consiste
en una pretensin o en una peticin encaminada a dividir o adjudicar bienes, a reconocer derechos reales sobre estos o a reemplazar a la persona o
personas que lo administran e incluso a liquidar y distribuir la totalidad de
un patrimonio.
Existen tres modalidades de intervencin para el Cdigo Procesal: la recaudacin, la informacin y la administracin. En el primer caso, se caracteriza por el hecho de que el auxiliar nombrado por el juez circunscribe su
cometido a recaudar sumas embargadas (interventor-recaudador), tuviese a
157
su cargo la informacin sobre el movimiento econmico de la empresa (interventor-fiscalizador) o sustituyese al administrador o administradores de
esas entidades (interventor-administrador). Otras opiniones sostienen dos
especies de intervencin: la que se limita a fiscalizar o controlar la administracin de una sociedad, asociacin, ente colectivo o patrimonio; y la que
reemplaza provisionalmente al administrador o administradores de la entidad o bienes que se trate (interventor-administrador) o actuar con ellos en
forma conjunta (interventor-coadministrador).
La intervencin en recaudacin que tiene como objetivo embargar los
ingresos propios de la empresa (sea de persona natural o jurdica) para lo
cual, el juez designa un rgano de auxilio judicial llamado interventor, a fin
de que recabe directamente los ingresos de aquella, sea que se perciban en
forma sucesiva, como sucede con los honorarios profesionales, los arrendamientos o las entradas a espectculos pblicos. La intervencin puede recaer sobre actividades dedicadas al comercio formal o informal.
Para que opere esta medida debe tratarse de bienes productivos de
rentas, frutos o productos, como la explotacin industrial o comercial, sea
cualquiera su importancia y naturaleza; sobre participaciones o regalas correspondientes al presunto deudor en otras empresas; rentas provenientes
de locacin de inmuebles, etc. Puede el juez contemplar la posibilidad del
veedor en la intervencin en recaudacin, al que le asignar funciones informativas, vinculadas a los aspectos externos de la recaudacin.
La designacin del interventor debe recaer en una persona que posea
los conocimientos necesarios para desempearse como tal, atendiendo a la
naturaleza de los bienes o actividades en que intervendr. No requiere de
la posesin de ttulo profesional, pero s de especficos y probados conocimientos de ndole contable. Dichos profesionales son personas apropiadas
para desempearse en calidad de interventores o veedores. Podetti(77) seala el interventor judicial es un custodio y como tal, un auxiliar externo
del juez que lo designa. Como no existe una profesin u oficio que pueda considerarse particularmente apto para esta funcin, no existen listas y
los jueces tienen amplia libertad para designarlos. Es obvio que no han de
nombrar a quien proponga el solicitante de la medida, porque ello tanto
implicara como poner en manos del presunto acreedor una medida que,
por sus caractersticas, puede ser muy gravosa para el deudor o presunto
deudor. Y que han de seleccionar a la persona que, bajo su propia responsabilidad, desempear el cargo del interventor, fiscalizando entradas y reteniendo fondos.
El artculo 661 que regula esta medida cautelar no fija lmite al nmero
de interventores. Para designar el interventor, se tendr en cuenta la naturaleza, extensin de sus funciones, frecuencia y capacidad del movimiento econmico de la intervenida; por citar, si la empresa tiene sucursales en diversas
provincias del pas, podra asignarse un interventor por cada sucursal.
El interventor est obligado a llevar el control de ingresos y egresos
de la empresa intervenida. La medida no afecta las facultades dispositivas
y administrativas, pues el interventor nicamente fiscalizar el funcionamiento y conservacin de lo intervenido, sin interferir ni interrumpir sus
labores propias. El juez fijar la misin que debern cumplir y las atribuciones que le asigne, de acuerdo con sus funciones, sin perjuicio de las que refiere el artculo 662 del CPC.
Como seala el artculo 661 del CPC, la resolucin cautelar debe precisar
el nombre del interventor y la periodicidad de los informes que debe remitir
al juez. A pesar de que la norma no lo precise, la resolucin cautelar debe fijar la retribucin del interventor en su cometido, pero el cobro solo puede ser
ejercido una vez concluida su misin y rendida cuenta satisfactoriamente de
los dineros retenidos y depositados, sin embargo, podra exceptuarse cuando
la intervencin sea por un lapso muy extenso y se fije la remuneracin por
el tiempo ms que por el monto retenido.
El interventor es un auxiliar del juez a cuyas directivas debe ceirse.
Debe designarse a una persona ajena a la sociedad intervenida y limitar su
cometido a la gestin que se le haya encomendado, adems de las obligaciones que detalla el artculo 662 del CPC. El interventor, en calidad de
auxiliar externo del juez, debe asumir una actitud imparcial. No es recomendable que la designacin recaiga en una persona, que como empleado
o administrador, forme parte de la empresa intervenida. Su designacin,
como la de todo rgano de auxilio judicial, est sujeta a la recusacin, impedimento o abstencin segn el caso (ver el artculo 315 del CPC).
Una vez designado el interventor, aquel debe ser puesto en funciones
por el juzgado, recurriendo inclusive a la fuerza pblica, en caso de resistencia a la ejecucin de la medida y ordenando el descerraje, si fuere necesario,
159
jurisprudencia
Es procedente amparar el pedido de embargo en forma de intervencin y anotacin de la demanda en el Registro de Personas Jurdicas de Lima, si el
solicitante acredita no solo su calidad de accionista con un porcentaje del
50% de acciones de la empresa demandante sino su condicin de gerente de
ella. Encontrndose discutiendo en el proceso principal la resolucin de la
empresa, ello implica que debe tener an ms control de todos los movimientos contables de los activos de dicha empresa.
(Exp. N 31807-99 (Resolucin N 2), Sala de
Procesos Sumarsimos y No Contenciosos. Ledesma Narvez, Marianella. Jurisprudencia Actual,
Tomo 6, Gaceta Jurdica, p. 698)
160
El interventor judicial tiene el deber de limitar su cometido a la gestin
que se le haya encomendado informando objetivamente sobre ella, sin que
pueda admitirse su participacin en el proceso formulando peticiones que
incumben a las partes, en cuanto estas pueden pretender que la medida
cautelar se cumpla en la forma ms adecuada. En ese sentido, el interventor
debe presentar los informes peridicos que disponga el juzgado, tal como lo
seala el inciso 5 del artculo 662 del CPC, sin perjuicio que al finalizar su
mandato emita un informe final de todo lo ejecutado.
Adems el interventor-recaudador, con la periodicidad que el juez fije,
debe poner a disposicin del juzgado las cantidades recaudadas, con los
certificados de depsito bancario por dichas sumas (artculo 662, inciso 4).
Como se advierte del inciso 3 del mencionado artculo, el interventor debe
proporcionar, de los fondos que recauda, lo necesario para la actividad regular y ordinaria de lo intervenido. La redaccin de este inciso es bastante
amplia para fijar cunto es lo necesario para la actividad regular. Si bien la
recaudacin se orienta a retener determinado monto establecido en el mandato cautelar, lo retenido no puede exceder de un determinado porcentaje a fin de no poner en riesgo el funcionamiento de la propia empresa y los
gastos de explotacin, para asegurar la generacin de ingresos. La norma no
obliga al juez a establecer un monto de la recaudacin dentro de un porcentaje, pero es importante que el juez lo fije oportunamente en atencin al
informe que emita el recaudador segn los ingresos y egresos de la intervenida. Tal como se aprecia del presente artculo, las obligaciones que se asignan al interventor-recaudador, no tienen nada que hacer con la administracin del negocio.
Como seala Podetti(78), su misin se concreta y concluye con la fiscalizacin de la caja. Si la retencin que debe hacer es total, podr sustituir el
cajero o a quien perciba las entradas, rentas o beneficios; si es solo de una
parte proporcional de las entradas brutas, fiscalizar estas y exigir, diaria o
peridicamente, la entrega de la parte proporcional correspondiente; si de
las entradas netas, su fiscalizacin tendr que hacerse extensiva a los libros
y papeles, a fin de determinarlas. Pero de todas maneras ha de procurar no
entorpecer ms all de lo indispensable, la administracin o parte de la administracin intervenida, y dar cuenta al juez de cualquier inconveniente o
dificultad que pudiera presentrsele en el cumplimiento de su misin.
(79) PALACIO, Lino. Derecho Procesal Civil, T. VIII, Ob. cit., pp. 199-200.
162
Como ha sido dicho, el juez designa al interventor-informante para que
d noticia acerca de las operaciones o actividades con la periodicidad que
se establezca en la providencia que lo designe. Algunas opiniones refieren
a esta actividad como la de un veedor y lo caracterizan como una figura intermedia entre el informante y el administrador. Sostienen que el veedor no
limita su cometido a un reconocimiento de bienes o a la comprobacin de
un estado de cosas, sino que lo extiende a realizar controles permanentes y
amplios en la administracin.
La coadministracin judicial es una figura jurdica intermedia entre la
intervencin con fines de control e informacin y la administracin judicial. Es la medida cautelar en cuya virtud el auxiliar designado por el juez
acta juntamente con el administrador o administradores de una sociedad.
Si bien supervisa y asiste al rgano de administracin, no lo desplaza ni asume en forma absoluta facultades de administracin y gobierno.
1.9. Embargo en forma de administracin de bienes
El Cdigo Procesal hace referencia a dos supuestos de administracin,
la recogida bajo el procedimiento no contencioso (artculo 769 del CPC) y
el artculo 669 del CPC. En este ltimo caso, se parte de un supuesto, la
presencia de bienes fructferos que se afectan con la finalidad de recaudar
los frutos que produzcan.
En un sentido amplio se puede considerar como fruto a todo rendimiento o utilidad que produce una cosa, y por lo tanto, los frutos son un accesorio de la cosa que lo produce y suponen un incremento de su utilidad para
su titular y al mismo tiempo, una vez producidos, adquieren sustantividad
propia independiente de la cosa que los ha producido.
El artculo 890 del CC define a los frutos como los provechos renovables que produce un bien, sin que se altere ni disminuya su sustancia. El
fruto es un bien nuevo que produce otro bien; en cambio los productos
no se reproducen. Vase el caso de las minas y canteras. Los frutos naturales son los que provienen del bien sin intervencin humana. Pertenecen al
propietario del bien embargado y se perciben cuando se recogen; por ejemplo la lana de las ovejas. Los frutos industriales son los que produce el bien
con intervencin humana. Pertenecen al productor y se perciben cuando
se obtienen, como sera el caso de la industria pesquera, que transforma
la materia prima en harina de pescado. Los frutos civiles son aquellos que
se producen como consecuencia de una relacin jurdica. Pertenecen al
163
(80) ARIANO, Eugenia. La medida cautelar de administracin judicial de sociedades, en: Ponencias, III Congreso Internacional de Derecho Procesal Civil, Lima, 2005, p. 365.
(81) PODETTI, Ramiro. Ob. cit., p. 244.
164
que limita a la recaudacin de los frutos que produzcan para una futura ejecucin forzada. Vase el caso de la asociacin que no tiene por finalidad evitar perjuicios econmicos a la entidad, sino pretende regularizar sus
funciones, adecundolas a sus estatutos y a las leyes. En este caso se busca
remover a las autoridades y poner en reemplazo a un interventor en administracin quien prepara, convoca y preside la asamblea de socios para designar a la nueva directiva. Las divergencias entre los socios no es argumento para la remocin del administrador de la sociedad y su reemplazo por un
interventor judicial, si no se justifica en el peligro en la demora y una conducta que afecte la integridad del patrimonio social. Seala Podetti(82) la
designacin de un administrador judicial que reemplace al de la sociedad,
debe estar determinada por dificultades de solucin apremiante y de trascendencia comprobada, no bastando que hayan sobrevenido desinteligencias entre los socios respecto a la direccin de los negocios. No demostrada
la urgencia invocada, procede, en resguardo de los derechos que corresponden al socio, la designacin de un interventor en forma de informacin y un
veedor, encargado de vigilar las gestiones del administrador titular.
Aunque el artculo 669 no lo precise, la resolucin que designa al administrador judicial debe prever el monto de sus honorarios, para lo cual debe
tener en consideracin el tiempo que dur la intervencin; el trabajo y responsabilidad del interventor y aunque no como elemento decisivo, la naturaleza e importancia econmica de los bienes administrados, incluso las rentas
producidas mientras dur la vigilancia de quien los administr. Para la designacin del administrador, el juez tiene que apreciar que se trate de una
persona ajena a la sociedad intervenida y que tenga los conocimientos necesarios para desempearse como tal, atendiendo a la naturaleza de los bienes
o actividades en que intervendr. No es determinante que tenga un ttulo profesional pero s que tenga conocimientos especficos sobre la materia
que le tocar administrar. En la prctica, la tendencia de las designaciones
de los administradores se orienta hacia los contadores o economistas y en
pocos casos, recae en abogados. Se dice que dichos profesionales son personas apropiadas para desempearse en calidad de interventores, fiscalizadores e informantes, pero s corresponde nombrar administradores o coadministradores en sociedades comerciales. Hay que recordar que el interventor
es un rgano judicial que opera en la calidad de auxiliar externo del juez,
por tanto, debe asumir una actitud imparcial, caso contrario procede aplicar las reglas de recusacin de jueces (artculo 305 del CPC).
jurisprudencia
Al haber convivido el accionante con la causante por aproximadamente 42
aos y, adquirido durante dicho tiempo los inmuebles y depsitos bancarios
indivisos, este tiene la preferencia en el nombramiento de administrador judicial que recaiga en su persona toda vez que tiene la condicin de copropietario
de dichos bienes. Los herederos declarados tienen la condicin de hermanos
paternos y, por tanto, no son considerados como herederos forzosos, para tener
la prioridad en cuanto a la administracin de los bienes en referencia.
(Exp. N 817-2002, Tercera Sala Civil de Lima.
Ledesma Narvez, Marianella. Jurisprudencia
Actual, Tomo 6, Gaceta Jurdica, p. 696)
de dicha empresa presuntamente deudora en el proceso. El administrador puede ser removido del cargo, como parte de la variacin de la medida
cautelar a que refiere el artculo 617 del CPC.
Como seala Palacio(83), la administracin judicial es la medida cautelar ms grave que cabe adoptar en materia de intervencin judicial porque implica otorgar al interventor facultades de direccin y de gobierno en
reemplazo provisional del administrador o administradores de la sociedad,
asociacin, ente colectivo o bien que se trate. En tal sentido, apreciamos
una serie de obligaciones que se impone a quien ejerce la funcin de administrador judicial.
El administrador no representa, ni es mandatario de la entidad sujeta a la
medida judicial, sino al juez que lo design, en atencin a ello, los actos que
realice aunque en formas, fines y efectos sean anlogos a los de las autoridades
sociales o contractuales, no son mandatarios o representantes de la entidad.
En tal sentido, aunque no est regulado, el administrador judicial no
est facultado para nombrar o contratar ms personal, que los que la empresa tena cuando se le otorg el mandato, salvo previa autorizacin judicial. Tampoco se puede limitar las facultades del interventor manteniendo
a las autoridades anteriores en el ejercicio de ciertas atribuciones. No es
admisible la subsistencia de una doble administracin.
El administrador debe limitarse a las medidas estrictamente necesarias
para el cumplimiento de su funcin, que no comprometan su imparcialidad
respecto de las partes interesadas ni que puedan producirles dao o menoscabo, de manera que es pasible de remocin si se extralimita en las atribuciones que se le confirieron o no guarda con las partes, una adecuada equidistancia; sin embargo, en opinin de Ariano(84), el interventor-administrador,
gerencia la empresa embargada, con sujecin a su objeto social (artculo 671
inciso 1 del CPC), pero no en inters de la empresa embargada, sino en el
inters del acreedor embargante. No se trata de sustituir, de ser el caso, a los
rganos directivos y ejecutivos por estar realizando una mala gestin en lesin del empresariado mismo, sino de gerenciar la empresa en el inters del
acreedor embargante.
Todo administrador, como rgano de auxilio judicial, est sujeto a responsabilidades civiles y penales en el ejercicio de sus funciones. Tambin
est sujeto a sanciones disciplinarias, que pueden llevar a disponer la prdida del derecho a cobrar honorarios y aun los gastos realizados, sin perjuicio de la remocin de su cargo. Si no ha conservado los bienes con relativa
diligencia, si los gastos hechos no han beneficiado de ninguna manera a la
intervenida, no podra exigir el pago de un servicio tan mal prestado, ni a la
repeticin de un gasto intil.
El administrador est obligado a rendir cuentas en los plazos y oportunidades que el juez y la ley fijen, agregando las observaciones sobre su gestin.
En tal sentido, debe cumplir con las obligaciones laborales y tributarias; formular los balances y las declaraciones juradas dispuestas por ley. La rendicin
de cuentas que haga el interventor no puede ser equiparable a la aprobacin
del balance pues la apreciacin de su labor como interventor escapa a la competencia de los rganos de gobierno de la empresa intervenida.
Por otro lado, el artculo 671 del CPC seala que para resolver la conversin de la medida originaria, el juez tendr en cuenta lo expresado por
el veedor, si lo hubiera. El veedor asume una figura intermedia entre el interventor en informacin y el administrador judicial. El veedor no limita su
cometido a un reconocimiento de bienes o a la comprobacin de un estado
de cosas, sino que lo extiende a realizar controles permanentes y amplios en
la administracin de la empresa.
2. Secuestro
consulta legal
En el proceso de ineficacia de acto jurdico puede solicitarse
el secuestro judicial del bien que fue enajenado por el representante?
Arturo Otero otorg poder a Ral Castro para que arriende su inmueble, sin embargo este ltimo excedindose en sus facultades, enajena dicho bien a un tercero. Arturo inicia una demanda
de ineficacia de acto jurdico, dirigindola contra su representante y el adquirente, sin embargo,
teme que en el transcurso del proceso el adquirente enajene el bien, por lo que nos consulta si
podra solicitar secuestro judicial del inmueble, teniendo en cuenta que el CPC establece que es
procedente el secuestro judicial en aquellos procesos que busquen dilucidar el derecho de propiedad o de posesin.
Respuesta:
El secuestro es una medida cautelar por la cual se afecta un bien mediante la desposesin de su tenedor, siendo entregado a un rgano de auxilio judicial denominado custodio, para que lo guarde y conserve a orden del juzgado hasta que se
decida en definitiva el asunto principal. As, con esta medida, se produce la extraccin o aprehensin de los bienes del obligado, sea quien fuere el que los estuviese poseyendo al tiempo de la medida. El secuestro puede ser de dos clases: 1)
Secuestro judicial y 2) Secuestro conservativo.
De acuerdo a nuestro CPC, el secuestro judicial consiste en la afectacin de un
bien, cuando el proceso principal tiene por finalidad concreta la dilucidacin del
derecho de propiedad o posesin sobre determinado bien. En cambio, el secuestro conservativo se realiza cuando la medida tiende a asegurar el pago dispuesto
en mandato ejecutivo (artculo 643 del CPC). As, el secuestro conservativo es la
tpica medida cautelar que procede cuando exista el peligro de que durante el proceso de cognicin, el deudor pueda disponer de los bienes que conforman su patrimonio, rindiendo infructuosa la futura accin ejecutiva de su acreedor.
170
Ahora bien, podemos observar que el presupuesto para solicitar el secuestro conservativo es que el proceso tenga por finalidad concreta la dilucidacin del derecho de propiedad o posesin sobre determinado bien. Consideramos que no
debemos ser tan rigurosos con el trmino dilucidacin, entendido como la determinacin del derecho de propiedad o posesin, sino que este trmino debe extenderse a los supuestos de existencia de alguna controversia con relacin a estos
derechos, controversia que no se refiera necesariamente a la titularidad de estos,
sino por ejemplo, a su ejercicio o restitucin. As, procedera el secuestro judicial
en procesos como el de mejor derecho de propiedad, reivindicacin, desalojo o
prescripcin adquisitiva; sin embargo, existen muchos procesos que no tienen
como finalidad concreta la dilucidacin de la propiedad o posesin (con el alcance que le estamos dando), sino que esta circunstancia es un efecto reflejo de la
decisin final.
As por ejemplo, en el presente caso la demanda versa sobre ineficacia de acto jurdico, y la finalidad concreta del proceso, es decir, la pretensin principal, est referida a declarar la ineficacia del acto jurdico de enajenacin de propiedad, pues
el representante se habra excedido en las atribuciones otorgadas en el poder. Sin
embargo, en este caso, la sola presentacin de la demanda no implica que la propiedad del bien sea materia de dilucidacin. En efecto, para que el demandante
pueda, adems de conseguir la declaracin de ineficacia de la enajenacin, la recuperacin del bien materia de propiedad, deber acreditar que el adquirente actu
de mala fe, y para ello, necesariamente deber demandar adems de la ineficacia
del acto jurdico, como pretensin accesoria, la reivindicacin del bien inmueble.
Es decir, deber realizar una acumulacin objetiva de pretensiones.
Ello quiere decir que si en la demanda de ineficacia a la que hacemos referencia
no se acompaa una pretensin accesoria de reivindicacin, no podra solicitarse
secuestro judicial, dado que el objeto del proceso no versara sobre la dilucidacin
de la propiedad del bien.
Por el contrario, si a la pretensin principal se le acumula accesoriamente la de
reivindicacin, la finalidad concreta del proceso tendra un mayor alcance, dado
que no solo se discutira la eficacia del acto de disposicin, sino la obligacin de
restitucin del bien.
(Consulta absuelta por la Divisin de Estudios Legales de Gaceta Jurdica)
Como ya se ha sealado, nuestro Cdigo no hace referencia al secuestro de bienes inmuebles, pero para asegurar la saludable ejecucin del bien
materia de litis, se permitira sustituir la tenencia y administracin del deudor (poseedor del inmueble) manteniendo inmovilizado y en buen estado
de conservacin el bien. Esta medida se hace necesaria en caso de reivindicacin de un inmueble, para impedir que el poseedor haga deterioros en la
cosa reclamada.
171
jurisprudencia
No obstante que la norma procesal limita el secuestro conservativo al mandato ejecutivo, el juez debe atender a la versosimilitud del derecho y al peligro
en la demora del proceso para admitirla, mxime que el artculo 608 del CPC
no prohbe el dictado de la medida sin mandato ejecutivo.
(Exp. N 99-14875-1515, Sala para Procesos Ejecutivos y
Cautelares, Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia Actual, Tomo 5, Gaceta Jurdica, p. 553)
consulta legal
Las medidas cautelares en forma de secuestro conservativo
proceden nicamente en los procesos ejecutivos?
Una empresa demanda resolucin de contrato de leasing, por el cual, solicita se le devuelva una
maquinaria entregada en leasing al deudor. Iniciado el proceso la empresa solicita como medida
cautelar el secuestro conservativo de dichos bienes, alegando que podran deteriorarse en posesin
del deudor, quien no tiene los medios econmicos para su mantenimiento diario. El juez rechaza
la solicitud cautelar, sealando que el secuestro conservativo procede solo en el caso de los procesos ejecutivos. El actor nos consulta si esto es as.
Respuesta:
173
cognicin, el deudor pueda, de algn modo, disponer de los bienes que conforman su patrimonio, quedando infructuosa la futura accin ejecutiva de su acreedor. Por su parte, la utilizacin del trmino embargo, tambin es bastante discutible y criticable. No se ha tenido en cuenta que el embargo por antonomasia
es el primer acto de individualizacin de los bienes a ejecutar, constituyendo un
elemento del iter del proceso de ejecucin, y que, en todo caso, podra distinguirse en embargo ejecutivo y embargo cautelar, pero no confundir ambos institutos
pues los efectos prcticos son muy distintos. As, en nuestro sistema ya sea que
se (pretenda) solicitar embargo o secuestro en el proceso de ejecucin al ser medidas cautelares tpicas se tendra que acreditar el fumus bonis iuris y el periculum in
mora cuando nada tienen que hacer estos requisitos en un proceso donde se parte
de la certeza del derecho.
Estos problemas terminolgicos afectan sin duda los intereses de los justiciables.
En el caso concreto lo ms lgico hubiese sido que se admita la solicitud de secuestro conservativo, que como vimos, es un mecanismo de tutela tpico de los
procesos de cognicin. En este caso, al tratarse de un bien mueble, una aplicacin
literal del artculo 649 aconseja que se ejerza el embargo en forma de depsito
constituyendo el obligado en depositario, salvo que negare la aceptacin, momento en el cual recin proceder el secuestro de los mismos. Es decir, solo si el
obligado no quiere hacerse cargo del propio bien materia de controversia (escenario muy poco imaginable) proceder el secuestro, de lo contrario, el actor deber
esperar paciente que culmine el proceso para que pueda tener la certeza de que el
bien no ser deteriorado.
Sin embargo, este mismo artculo puede dar luces necesarias acerca de la posibilidad de ampliar el mbito de accin del secuestro conservativo. En efecto, no sera
acertado afirmar que esta medida cautelar solo tiene operatividad en los procesos
ejecutivos, desde que el propio artculo 649 abre la posibilidad de que (en caso el
obligado se niegue a ser depositario) pueda constituirse tambin en un proceso de
cognicin (desde que en nuestro sistema el embargo en forma de depsito cuya
negacin dara la posibilidad del secuestro, podra ser utilizado de forma amplia
para cualquier tipo de proceso). De esta manera, podra fundamentarse el mayor
alcance del secuestro conservativo.
Por lo dems, no encuentra sustento la restriccin de las medidas cautelares en
forma de secuestro conservativo a los procesos ejecutivos en el hecho de evitarle
al sujeto pasivo de la relacin jurdico-procesal los daos y perjuicios que le ocasionara una decisin de tal naturaleza que, al final, con la sentencia, resulte ser injusta, porque el legislador ha previsto como solucin la figura de la contracautela
por la cual se asegura al afectado con una medida cautelar el resarcimiento de los
daos y perjuicios que pueda causar su ejecucin (primer prrafo del artculo 613
del Cdigo Procesal Civil). Por otro lado, la utilidad de la medida cautelar en forma de secuestro conservativo no puede ser minimizada con el argumento de la
existencia de otras medidas preventivas porque aquella puede ser la nica o la ms
idnea para asegurar el cumplimiento de una obligacin, como en el presente caso.
174
informacin en ellos contenida y consecuentemente podra afectarse tambin, aunque de manera indirecta, el derecho a la intimidad consagrado en
la Constitucin. Adems, Eugenia Ariano Deho hace referencia a cmo se
materializa el embargo de bienes muebles (entendidos estos como aquellos
que pueden llevarse de un lugar a otro, es decir, que no estn adheridos al
suelo en forma permanente y a los que no estn considerados inmuebles por
la ley sustancial) y explica que esto sucede con un acto sustancial llamado
aprehensin que debe ser efectuado por el auxiliar jurisdiccional; con este
acto se individualiza el objeto del embargo, lo que debe quedar sentado en
el acta respectiva, en la cual la concreta individualizacin se perfecciona.
Se entiende entonces que para poder continuar con la orientacin del
Cdigo Procesal Civil, solo se pueden incluir como bienes inembargables
los bienes corporales, lo que es susceptible de aprehensin es el equipo, no
la informacin, si bien esta est contenida en aquel.
Lo que debe buscarse es proteger dicha informacin en el momento del
embargo de los ya referidos equipos porque de ese modo se protege tambin
el derecho a la intimidad. La informacin solo tiene importancia econmica
para el deudor. Por eso es que la accin del demandante va dirigida contra
los bienes materiales pero no contra la informacin contenida en ellos por
no satisfacer los segundos su pretensin econmica.
El artculo 645 del Cdigo Procesal Civil establece que: El embargo
recae sobre el bien afectado y puede alcanzar sus accesorios, frutos y productos, siempre que hayan sido solicitados y concedidos. De la lectura de
este artculo se desprende que la informacin podra considerarse como accesorio de los equipos. Lo que debe aclararse en el texto de la ley es que dicha informacin solo podr embargarse con mandato expreso del juez, reforzando as lo ya establecido por el referido artculo.
2.2. Secuestro de bienes dentro de la unidad de produccin
El artculo 651 del CPC hace referencia a una modalidad de secuestro
que se limita solo a bienes muebles, a fin de afectarlos para una futura ejecucin forzosa. Esta afectacin se realizar bajo el mbito de la actividad
comercial o de produccin.
Como seala la referida norma, el presupuesto para que opere este
desapoderamiento es que los bienes intervenidos no afecten el proceso de
176
modelo
MODELO DE SOLICITUD DE MEDIDA CAUTELAR DE
SECUESTRO DE BIENES MUEBLES DENTRO DE UNA
UNIDAD DE PRODUCCIN O COMERCIO
Secretario
Expediente
Cuaderno
Escrito
Sumilla
: ....................
: ....................
: CAUTELAR.
: N 01.
: Solicita medida cautelar de secuestro conservativo de bienes
muebles dentro de unidad de produccin (comercio)
Pagar N ..., de fecha ...., vencido el ...., por el monto de .... Nuevos Soles.
Pagar N ..., de fecha ...., vencido el ...., por el monto de .... Nuevos Soles.
Dichos ttulos valores suman la cantidad de Nuevos Soles y han sido protestados por falta de pago.
2. Que, la presente medida cautelar (secuestro conservativo de bienes muebles dentro de unidad de produccin/comercio) tiene por finalidad asegurar el resultado del proceso de obligacin de dar suma de dinero que en va
ejecutiva se tramita en este juzgado, Expediente N ., Secretario (a)
.................
3. Que, naturalmente, esta medida cautelar obedece a que existe peligro en
la demora del proceso principal iniciado, porque durante el lapso de tiempo en que el juzgado sustancie la causa y resuelva a mi favor, la obligada.(indicar la denominacin o razn social de la parte demandada)
178
podra disponer libremente de sus bienes, tornndose as en intil el proceso judicial principal dirigido a la recuperacin del adeudo.
II. MEDIOS PROBATORIOS:
Ofrezco el mrito de las copias simples de los siguientes documentos:
1. Contrato de .., de fecha ., suscrito entre el recurrente y ......... (indicar la denominacin o razn social de la parte demandada), del cual derivan los ttulos valores cuyo cobro ha sido demandado en el proceso principal
y que se indican seguidamente.
2. Pagar N ., de fecha , vencido el .., ascendente a la suma de .... Nuevos Soles, protestado por falta de pago conforme a ley; con el que se demuestra la verosimilitud del derecho invocado.
3. Pagar N ., de fecha , vencido el ., ascendente a la suma de .... Nuevos Soles, protestado por falta de pago conforme a ley; con el que se acredita
la verosimilitud del derecho invocado.
Se deja constancia que el contrato de ........... y los ttulos valores originales obran
en los actuados principales que corren en este juzgado, como anexos de la demanda.
III. FUNDAMENTACIN JURDICA:
Fundamento mi pretensin cautelar en lo previsto en las siguientes normas legales:
Artculo 1219 del Cdigo Civil, cuyo inciso 1) establece que es efecto de las obligaciones autorizar al acreedor para emplear las medidas legales a fin de que el deudor le procure aquello a que est obligado.
Artculo 608 del Cdigo Procesal Civil, segn el cual todo juez puede, a pedido
de parte, dictar medida cautelar antes de iniciado un proceso o dentro de este, destinada a asegurar el cumplimiento de la decisin definitiva.
Artculo 643 del Cdigo Procesal Civil, que prescribe en su segundo prrafo que
cuando la medida tiende a asegurar el pago dispuesto en mandato ejecutivo, puede
recaer en cualquier bien del deudor, con el carcter de secuestro conservativo, tambin con desposesin y entrega al custodio.
Artculo 651 del Cdigo Procesal Civil, conforme al cual pueden secuestrarse
bienes muebles que se encuentran dentro de una fbrica o comercio, cuando estos,
aisladamente, no afecten el proceso de produccin o de comercio (como ocurre en el
caso particular).
IV. FORMA Y BIEN SOBRE EL QUE RECAER LA MEDIDA CAUTELAR:
-
Medida cautelar: SECUESTRO CONSERVATIVO sobre los bienes muebles que no afecten el proceso de produccin (comercio) de la empresa obligada .............. (indicar la denominacin o razn social de la persona jurdica
179
180
registro correspondiente, como es el caso de la prescripcin adquisitiva de dominio. Ella no se halla supeditada a la naturaleza real o personal de la pretensin deducida sino a la posibilidad que en el supuesto
de prosperar sea susceptible de incidir en la situacin jurdica del bien
con relacin a terceros. Esta figura busca la necesaria coordinacin entre registro y proceso, como instrumentos al servicio de la seguridad del
derecho.
Esto implica que solo ser posible acudir a la anotacin de la demanda
como instrumento de publicidad del proceso cuando el resultado de este
tenga acceso a un Registro Pblico, esto es, cuando una situacin jurdica
afectada por un proceso tenga trascendencia registral.
El objeto de la anotacin busca asegurar la publicidad de los procesos
relativos a bienes inmuebles o muebles registrables frente a la eventualidad que las sentencias que en ellos recaigan hayan de ser opuestas a terceros adquirientes del bien litigioso o a cuyo favor se constituya un derecho
real sobre este. Vase el caso de la anotacin de la demanda de la prescripcin adquisitiva de dominio entablada contra quien aparece inscrito en registros como propietario. Dicha anotacin, al dar a conocer la existencia
de un proceso sobre el bien, descarta la posibilidad que quien adquiere u
obtiene la constitucin de un derecho real sobre el bien litigioso, se ampare en la presuncin de buena fe como principio general. Otro caso en que
resulta atendible este tipo de anotaciones es en el otorgamiento de escritura e inclusive en la revocatoria judicial del anticipo de legtima por
desheredacin, sobre un bien inscrito en Registros Pblicos; sin embargo,
no resulta coherente condicionar la procedencia de esta afectacin cautelar, en el caso de otorgamiento de escritura pblica, bajo el argumento de
que no se ha demandado acumulativamente la inscripcin en Registros Pblicos de la compraventa que se quiere formalizar. Dicha pretensin es facultad del comprador asumirla o no, pues la inscripcin no es un acto constitutivo a la transferencia, situacin que es ajena al inters del pretendiente,
ni puede perfeccionarse a travs de un mandato judicial, por tanto, no resulta procedente rechazar la anotacin de la demanda, bajo el argumento
de no haberse demandado conjuntamente al otorgamiento de escritura, la
posterior inscripcin registral.
Como toda medida cautelar, la anotacin es asiento registral no duradero, por ser provisoria. Anuncia la existencia del proceso y adems enerva
la eficacia de la fe pblica registral de manera negativa, impidiendo que un
183
tercero de buena fe la alegue a su favor, pero adems, la publicidad despliega un carcter cautelar pues determina anticipadamente los lmites dentro
de los cuales pueden ser desenvueltos retroactivamente los efectos de un
fallo judicial; y su efecto trasciende del proceso en el cual se dispuso la medida, ya que puede ser invocada en otro proceso, donde se controvierten los
derechos de ese tercero.
La interposicin de una demanda justifica la existencia de la anotacin,
ya que la demanda judicial es el contenido de este tipo de asiento. Supone la existencia de una pretensin que pudiere tener como consecuencia la
modificacin de una inscripcin en registros.
Ello nos lleva a decir que no cabe la solicitud de la medida con carcter
previo a la interposicin de la demanda. Esta medida no puede operar con
anterioridad a la interposicin de la demanda, de lo contrario, no cumplira su primordial funcin de otorgar publicidad a una cuestin litigiosa, por
tanto, no basta que se haya interpuesto la demanda sino debe haber sido
admitida para que se pueda viabilizar dicha anotacin.
Por otro lado, la demanda interpuesta debe afectar situaciones registradas o registrables. Esto requiere que exista un bien o un derecho de
cualquier naturaleza que est incorporado a uno de los registros pblicos,
para que sea posible practicar el asiento de anotacin. Con ello se pretende cautelar los principios registrales de tracto sucesivo y legalidad (artculo
2015 del CC), sin embargo, se considera que ms all de la concatenacin
se busca conferir publicidad secuencial adecuada. Sobre el particular selese el caso de la sociedad annima, donde no procede anotar en la partida registral la medida cautelar de embargo recada sobre las acciones de
propiedad de uno de los socios, dado que ello debe hacerse en el Libro de
Matrcula de Acciones que toda sociedad annima debe llevar. Segn el
artculo 50 del Reglamento del Registro Mercantil (actualmente Registro
de Sociedades), la transferencia de acciones no es un acto inscribible, por
tanto no es factible, a travs de la ficha donde corre registrada la sociedad,
determinar con certeza la titularidad de las acciones.
Otro aspecto que debe apreciarse es que el contenido de la demanda debe tener alguna trascendencia registral, es decir, el bien o derecho
que consta inscrito en el registro debe de alguna manera quedar envuelto
en la litigiosidad. En este caso, tratndose de una sociedad annima, s
se permite anotaciones preventivas en el Libro de Sociedades, cuando
184
se refieran a la validez de los actos o contratos inscritos, en los cuales se impugnan los acuerdos tomados por los socios, tal como refiere el artculo 86 del
Reglamento del Registro Mercantil; o cuando se ordene la suspensin de un
acuerdo adoptado por la sociedad, lo que s es anotable en la partida de la persona jurdica, de acuerdo con el artculo 92 del citado Reglamento.
Adems, como toda medida cautelar, es necesario que se invoque el peligro en la demora, que en este caso deriva en la operatividad de los principios de legitimidad registral y la buena fe respecto a terceros adquirientes
a ttulo oneroso que inscriban su derecho, crendose una situacin jurdica
irreversible en perjuicio del demandante.
En cuanto a la duracin, la anotacin se mantendr mientras no se extinga el proceso, esto lleva a sealar que ha de subsistir el asiento en el registro hasta que no se ejecute totalmente el fallo, previsin importante en
pronunciamientos de ejecucin simultnea o sucesiva. Como ya se ha sealado, cuando una situacin registrada queda afectada por la litigiosidad,
la nica forma de conjurar los peligros que derivan de la proteccin jurdica
que el registro otorga a terceros de buena fe es hacer publicar en el registro
la pendencia del proceso. Ello no implica que los derechos adquiridos por
las personas que contrataron con la parte vencida en el proceso, en el cual
se dispuso la anotacin, puedan invalidarse en ejecucin de sentencia, pues
si ello fuera as importara afectar la garanta constitucional del derecho a
la defensa. Lo que debern soportar estos terceros son los efectos de la sentencia, asegurndose de ese modo la trascendencia de la cosa juzgada en relacin a estos, de ah que se seale que quienes estn en esa situacin tendrn as la oportunidad de examinar los autos y resolver, en virtud de ello
y de las posibilidades del triunfo del actor, si realizan o no el negocio, y en
caso afirmativo, si el precio habr de ser menor en relacin inversa a aquellas posibilidades de progreso de la demanda.
Tanto en la anotacin de la demanda y el embargo en forma de inscripcin se permite transferir el bien afectado, sin embargo, ambas se diferencian
porque la anotacin no contiene el monto de afectacin y por tanto no podra operar la sustitucin (artculo 628 del CPC) sobre dicha medida; adems que la finalidad de la anotacin es publicitar la existencia del proceso,
en cambio en el embargo es la afectacin del bien del presunto obligado por
una cantidad determinada.
Cuando se inicia un proceso de desalojo contra un propietario que no
obstante haber vendido el bien se niega a entregar la posesin de este, cabe
185
la anotacin de la demanda de desalojo por el nuevo adquiriente para evitar los efectos de futuros contratos de alquiler que se quisiera forzar sobre
el inmueble. En igual sentido debe procederse a la anotacin cuando se trate de pretensiones relativas a la adquisicin de la propiedad por prescripcin adquisitiva o en el caso de otorgamiento de escritura, dirigida contra
el vendedor registral. Como se aprecia, a travs de esta cautela se pretende
proteger los derechos que pudieran corresponder al actor, a travs de la advertencia dirigida a todo aquel que se disponga a adquirir un bien (registrable), o a recibir algn derecho real sobre el mismo, de que pesa sobre l una
litispendencia que podra modificar su situacin registral.
modelo
MODELO DE SOLICITUD DE MEDIDA CAUTELAR DE
ANOTACIN DE DEMANDA EN LOS REGISTROS PBLICOS
Secretario
Expediente
Cuaderno
Escrito
Sumilla
: . ...................
: ....................
: CAUTELAR.
: N 01.
: Solicita medida cautelar de anotacin de demanda en los
Registros Pblicos
186
3.- Que, existiendo una desproporcin entre las prestaciones superior a las dos
terceras partes, se ha incurrido en causal de rescisin por lesin, la que ha
sido demandada en el proceso de rescisin de contrato de compraventa contra .., seguido en este juzgado, Expediente N, Secretario (a) ...............
4.- Que, la presente medida cautelar tiene por finalidad asegurar el resultado
del indicado proceso, cual es la rescisin del contrato de compraventa y la
restitucin del inmueble en cuestin. En efecto, esta medida cautelar obedece a que existe peligro en la demora del proceso principal iniciado, porque
durante el lapso de tiempo en que el juzgado sustancie la causa y resuelva
a mi favor, y de no concederse la medida solicitada, el demandado podra
disponer libre y fcilmente del inmueble objeto del contrato de compraventa cuya rescisin se reclama, al ignorar terceras personas que se trata de
un bien litigioso y adquirir dicho inmueble amparadas en la presuncin de
buena fe registral.
II. MEDIOS PROBATORIOS:
Ofrezco el mrito de las copias simples de los siguientes documentos:
1.- Contrato de compraventa del inmueble ubicado en , de fecha ..,
suscrito entre el recurrente y .; con el que se demuestra la transferencia realizada y el precio vil pagado por el demandado.
2.- Tasacin comercial actualizada efectuada por dos arquitectos colegiados
cuyas firmas estn debidamente legalizadas; con la que se acredita que la
desproporcin entre el valor del inmueble y el precio pagado supera las dos
terceras partes.
3.- Certificado mdico de fecha , visado por la respectiva rea de salud,
que prueba la penosa enfermedad por la que atravesaba el recurrente y la
necesidad de seguir un tratamiento mdico inmediato.
Se deja constancia que los originales de los indicados documentos obran en los
actuados principales que corren en este juzgado, como anexos de la demanda.
III. FUNDAMENTACIN JURDICA:
Fundamento mi pretensin cautelar en lo previsto en las siguientes normas legales:
Artculo 1447 del Cdigo Civil, que autoriza la accin rescisoria en caso de lesin.
Artculo 1448 del Cdigo Civil, que contempla la presuncin del aprovechamiento del lesionante de la necesidad apremiante del lesionado en caso de ser la desproporcin entre las prestaciones igual o superior a las dos terceras partes.
Artculo 608 del Cdigo Procesal Civil, segn el cual todo juez puede, a pedido
de parte, dictar medida cautelar antes de iniciado un proceso o dentro de este, destinada a asegurar el cumplimiento de la decisin definitiva.
Artculo 673 del Cdigo Procesal Civil (referido a la medida cautelar de
anotacin de demanda en los Registros Pblicos), conforme al cual, cuando
187
POR TANTO:
188
jurisprudencia
Procede excepcionalmente, por la necesidad impostergable del que la pide o
por la firmeza del fundamento de la demanda y prueba aportada, la medida
temporal, pudiendo constituir en la ejecucin anticipada de lo que el juez va
a decidir en la sentencia, sea en su integridad o solo en aspectos substanciales de esta.
(Exp. N 39157-97, Sala de Procesos Sumarsimos, Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia Actual, Tomo 5, Gaceta Jurdica, p. 558)
El proceso de alimentos se orienta a satisfacer un derecho personalsimo dirigido a garantizar la subsistencia del titular de este. La calidad de
191
vital que tienen los alimentos, se justifica porque de ellos depende la subsistencia del sujeto, en tanto no pueda valerse por s mismo, determina que
el derecho sea irrenunciable, pues abdicar a l equivaldra a abdicar de la
vida.
Nuestro Cdigo regula el tratamiento a las pretensiones por alimentos,
como proceso sumarsimo, en los artculos del 560 al 572 del CPC. Dos son
los presupuestos que permiten el amparo a los alimentos: un estado de necesidad de quien los pide y la posibilidad econmica de quien debe prestarlos.
La norma dice que el juez sealar el monto de la asignacin que el
obligado ha de pagar por mensualidades adelantadas. Para fijar ese monto
tendr el juez como referencia estos dos supuestos, los que sern confirmados luego, en la sentencia final: El acreedor alimentista debe hallarse en estado de necesidad, y el deudor alimentario en la posibilidad de acudir con
los alimentos o como seala Cornejo Chvez(88), en la posibilidad de ganar
ms de lo que actualmente gane.
Uno de los supuestos que tenemos que manejar para admitir la medida
anticipada en alimentos es que los peticionantes, sea cnyuge o hijos menores, demuestren una indubitable relacin familiar. Vase que los supuestos que acoge el artculo 675 del CPC para la cautela anticipada son restrictivos en dos aspectos: a la relacin familiar ineludiblemente probada y a la
edad de los hijos, esto es, que sean menores de edad, no ocupndose de los
hijos mayores de edad que sigan estudios con xito o por los hijos mayores
con incapacidad manifiesta y por los ascendientes.
En el caso de los hijos esta relacin inequvoca se ver satisfecha con la
partida de nacimiento en la que aparece el reconocimiento de paternidad o
maternidad de la parte obligada; en el caso de la cnyuge, con la partida del
matrimonio civil actualizada que demuestre la vigencia del vnculo conyugal. La presuncin que opera en la filiacin hace que los hijos nacidos dentro del matrimonio se le atribuyan la condicin de hijos del cnyuge. En los
supuestos enunciados aparece acreditado el vnculo indubitable de la relacin familiar, situacin que no operara en las pretensiones de hijos alimentistas, en la que se tendr que esperar la sentencia firme para poder exigir la
ejecucin del derecho a los alimentos.
modelo
Secretario
Expediente
Cuaderno
Escrito
Sumilla
: ....................
: ....................
: CAUTELAR.
: N 01.
: Solicita medida temporal sobre el fondo (asignacin anticipada de alimentos)
193
194
Artculo 473 del Cdigo Civil, de cuyo primer prrafo se desprende que el mayor
de dieciocho aos tiene derecho a alimentos cuando no se encuentra en aptitud de
atender a su subsistencia por causa de incapacidad fsica debidamente comprobada.
Artculo 474 del Cdigo Civil, conforme al cual se deben alimentos recprocamente los cnyuges.
Artculo 608 del Cdigo Procesal Civil, segn el cual todo Juez puede, a pedido
de parte, dictar medida cautelar antes de iniciado un proceso o dentro de este, destinada a asegurar el cumplimiento de la decisin definitiva.
Artculo 674 del Cdigo Procesal Civil (referido a la medida temporal sobre el
fondo), que prescribe que, excepcionalmente, por la necesidad impostergable del que
la pide o por la firmeza del fundamento de la demanda y prueba aportada, la medida puede consistir en la ejecucin anticipada de lo que el Juez va a decidir en la
sentencia, sea en su integridad o solo en aspectos sustanciales de esta.
Artculo 675 del Cdigo Procesal Civil (referido a la asignacin anticipada de
alimentos), el cual seala que en los procesos sobre prestacin de alimentos procede
la medida (de asignacin anticipada de alimentos) cuando es requerida por el cnyuge o por los hijos menores con indubitable relacin familiar.
IV. FORMA Y BIEN SOBRE EL QUE RECAER LA MEDIDA CAUTELAR:
- Medida cautelar: ASIGNACIN ANTICIPADA DE ALIMENTOS, consistente en el% de los haberes del demandado, que deber ser pagada por mensualidades adelantadas.
V. CONTRACAUTELA:
Ofrezco como contracautela caucin juratoria hasta por el monto que el Juzgado estime necesario para asegurar el resarcimiento de los daos y perjuicios que se
pudieran irrogar al obligado. Para ello cumplo con legalizar mi firma ante el Secretario cursor, de acuerdo a lo normado en el artculo 613 tercer prrafo del Cdigo
Procesal Civil.
POR TANTO:
Al Juzgado, pido se sirva admitir la presente solicitud de medida cautelar, de
acuerdo a ley.
PRIMER OTROS DIGO: Que, por tratarse el proceso principal de uno de
alimentos, y con arreglo a lo previsto en el artculo 562 del Cdigo Procesal Civil,
preciso que la recurrente se encuentra exonerada del pago de la tasa judicial por
concepto de medida cautelar (y de las dems tasas), al no exceder la pensin alimenticia demandada (ni la asignacin provisional) de 20 URP.
SEGUNDO OTROS DIGO: Que, estando acreditado en forma indubitable el
vnculo familiar (con la correspondiente partida de matrimonio), y conforme a lo
dispuesto en el numeral 563 del Cdigo Procesal Civil, solicito al Juzgado se sirva
prohibir al demandado ausentarse del pas hasta que no garantice el cumplimiento
195
de la asignacin anticipada. Con tal objeto, el juzgado se servir oficiar a las autoridades competentes.
TERCER OTROS DIGO: Que, adjunto los siguientes anexos:
1. A Fotocopia del D.N.I. de la recurrente.
1. B Copias simples de la demanda, de fecha, as como de sus correspondientes anexos, que se est tramitando en el proceso principal de alimentos,
en este juzgado, Expediente N., Secretario ..................
1. C Copia simple del auto admisorio de la demanda, de fecha ..............
Ciudad, ...................
Sello y firma del letrado
Firma de la recurrente
En los procesos en los que se discute la separacin, divorcio, patria potestad, rgimen de visitas, entrega de menor, tutela y curatela, no concurren
intereses privados sometidos al poder de disposicin de sus titulares, como
en la generalidad de los procesos civiles, sino que sobre dichas situaciones
jurdicas subyace un inters general que trasciende la voluntad de las personas directamente afectadas por estos.
Si partimos de la premisa que el aspecto procesal es fiel reflejo de las reglas y principios que informan el derecho sustantivo al que sirve como instrumento de tutela, se podr entender por qu no es ajena la intervencin
del Ministerio Publico, como manifestacin procesal de ese inters pblico
que subyace a las situaciones jurdicas que describe la norma; de all que intervenga como demandante, en defensa de la legalidad y del inters pblico, tal como se regula en los artculos 481 y 574 del CPC.
Las medidas cautelares duran mientras est en giro el proceso al que
se subordinan instrumentalmente como contrapartida, al terminar este,
sea por sentencia firme o por cualquier otra causa, como el desistimiento, el
abandono, la reconciliacin entre cnyuges, incluso el fallecimiento de uno
de ellos, quedan tambin sin efecto las medidas cautelares.
El artculo 485 del CPC permite que despus de interpuesta la demanda sean especialmente procedentes las medidas cautelares sobre
196
3. Administracin de bienes
La administracin judicial que acoge el artculo 678 del CPC opera como
expresin de cautela anticipada proveniente de una declaracin de certeza sin
litigio. Estamos ante la administracin como expresin de la tutela cautelar
anticipada, pero derivada del procedimiento no contencioso sobre administracin judicial, en la que se consagran dos supuestos: el nombramiento y
la remocin de administradores de bienes, por mandato judicial. Dicha designacin aparece regulada en el artculo 769 del CPC, como un proceso no
contencioso.
El administrador judicial es la persona designada por el juez para administrar un bien particular o un patrimonio a falta de padres, tutor o curador, y en los casos de ausencia o de copropiedad. Ello resulta coherente, por
ejemplo, frente al riesgo que durante el lapso que transcurre entre la muerte del causante y el acto de la administracin judicial que se demanda, los
bienes sufran disminuciones o deterioros, o exista necesidad de que las actividades o negocios de aquel no se interrumpan, se pueda buscar la designacin anticipada del administrador.
El otro supuesto a que hace referencia el mencionado artculo es la remocin del administrador, cuyo procedimiento es el mismo para su designacin; sin embargo, la norma no hace referencia a la renuncia para justificar la ejecucin anticipada. Ello se explicara porque, conforme seala el
artculo 777 del CPC, dicha renuncia produce efectos solo desde que sea
notificada su aceptacin por el juez.
Para Rivas(89) dejar la administracin de bienes, entidades o patrimonios a cargo del sujeto cuya actividad se impugna, en tanto se dilucida la
sentencia definitiva, puede resultar altamente negativo para el inters de
los titulares correspondientes.
No pudindose suprimir la gestin del caso, si el derecho del peticionante resultar ms que verosmil por acreditarse adecuadamente la condicin
de sujeto peticionante (socio, integrante del organismo pertinente) y las
caractersticas de la conducta del administrador, proceder removerlo en el
ejercicio de sus funciones, pues ese es el objeto de la pretensin, cuya satisfaccin se est anticipando de tal manera.
En otros casos y al ser urgente y de absoluta necesidad tener quien gestione bienes o patrimonios, ser preciso proveer de inmediato la designacin
del sujeto encargado de hacerlo. Vase que el supuesto que acoge la norma
para justificar la urgencia, no es un tema de necesidad impostergable a
que refiere el artculo 674 del CPC, sino la de un perjuicio irreparable; exigencia que est contemplada para las medidas innovativas a pesar de que el
presente artculo no hace referencia especial al perjuicio inminente.
Esta medida anticipada no puede confundirse con la intervencin en
administracin a que se refiere el artculo 669 del CPC: cuando la medida recae sobre bienes fructferos, pueden afectarse en administracin con
la finalidad de recaudar los frutos que produzcan. Como seala Ariano(90)
este interventor-administrador gerencia la empresa embargada, con sujecin a su objeto social (artculo 671 inciso 1 del CPC), pero no en inters
de la empresa embargada sino en el inters del acreedor embargante. No
se trata de sustituir, de ser el caso, a los rganos directivos y ejecutivos por
estar realizando una mala gestin en lesin del empresario mismo, sino de
gerenciar la empresa en el inters del acreedor embargante.
La administracin judicial a que refiere el artculo 678 del CPC no
puede ser de aplicacin a la administracin judicial de sociedades porque
posee autonoma patrimonial, en el sentido que su patrimonio es del todo
distinto del patrimonio de sus socios. Ser socio de una sociedad no es ser
copropietario del patrimonio de la sociedad. Ariano(91) seala que no es posible que un socio fundamentndose en una supuesta copropiedad de
los bienes sociales pueda, sobre la base del artculo 769 del CPC solicitar
la designacin judicial de bienes comunes, pues los bienes sociales no son
bienes comunes sino bienes de la sociedad, sobre los cuales el socio no
tiene ningn directo derecho. En esa misma lnea, compartimos la opinin
de Ariano(92), cuando sostiene el nombramiento de administrador judicial
ex 769 del CPC es incompatible con la existencia de los rganos de administracin de determinada sociedad, pues tales rganos no administran los
bienes sino que los organizan para el logro del objetivo social. Los rganos de administracin administran la sociedad y la coexistencia de un
administrador judicial de los bienes impedira realizar cabalmente sus actos de gestin. Por tanto, un socio no puede solicitar, bajo los alcances de
la norma en comentario, la designacin de administrador judicial de bienes
sociales, por no ser copropietario de los bienes de la sociedad. Los bienes de
la sociedad estn destinados a la realizacin de la actividad econmica que
constituye el objeto social, para lo cual son organizados por los rganos de
administracin de la sociedad, los que solo pueden ser nombrados o removidos conforme a las reglas de la Ley General de Sociedades(93).
4. Desalojo
(93) dem.
201
(94) TORRES VSQUEZ, Anbal. Derechos Reales, T.I, Idemsa, Lima, 2006, p. 464.
203
(95) BORDA, Guillermo. Tratado de Derecho Civil, I, Derechos Reales, Buenos Aires, 1984, p.
197, citado por TORRES VSQUEZ, Anbal. Ob. cit., p. 465.
(96) PEYRANO, Jorge. La medida cautelar innovativa. Depalma, Buenos Aires, 1981, p. 21.
(97) RIVAS, Adolfo. Ob. cit., p. 188.
(98) REIMUNDN, Ricardo. Prohibicin de innovar como medida cautelar, Astrea, Buenos Aires,
1979, p. 98.
204
Ntese que la ejecucin de estas medidas no puede ser encomendada a
terceros, pues son los propios litigantes los ejecutores de la medida, vigilndose mutualmente, o uno de ellos bajo la vigilancia del otro. El incumplimiento, denunciado por el contrario, puede dar lugar a que se decrete una
medida ms enrgica o a sanciones que el juez puede aplicar, como a cualquier custodio.
Concurren como elementos para esta medida la casi certeza del derecho que se discute y la irreparabilidad del perjuicio. Sobre este ltimo extremo, el demandante debe acreditar al juez que si no se dicta la medida
innovativa que se pide nunca ms se va a presentar el estado de cosas que
tiene ahora. Seala Montero Aroca, que el peligro de las medidas cautelares no es el peligro del dao genrico jurdico, al cual se atiende en los
dos procesos clsicos, sino el peligro especfico derivado de la duracin de
la actividad jurisdiccional, considerada en s misma como posible causa
de un ulterior dao; mientras que el dao ya causado encuentra su remedio en los procesos declarativo y ejecutivo, las medidas cautelares tratan
de evitar que ese dao se agrave como consecuencia de la duracin de
aquellos.
El supuesto para que se ampare la medida innovativa es el perjuicio
irreparable e inminente. Esto es, debe concurrir el menoscabo material o
moral injustificado en el haber jurdico de la persona. Lo irremediable del
perjuicio est en funcin de un bien jurdico protegido que se deteriora irreversiblemente hasta tal punto que ya no puede ser recuperado en su integridad. Para determinar lo irremediable del perjuicio se debe apreciar la
concurrencia de algunos elementos que configuren su estructura, como la
inminencia y la gravedad de los hechos. Lo inminente requiere de una estructura fctica, aunque no necesariamente consumadas, esto es, de evidencias fcticas de su presencia real en corto plazo. Sobre el particular vase
el caso relativo a las plantas de celulosa instaladas sobre el ro Uruguay. La
medida cautelar solicitada por Argentina para que cese la autorizacin de la
construccin y la eventual puesta en funcionamiento de dos plantas de pasta de celulosa sobre el ro Uruguay fue desestimada por la Corte de Justicia
de La Haya que conoce el caso, bajo el argumento de que la contaminacin
que eventualmente generara la puesta en funcionamiento de las plantas sera de naturaleza tal que podra causar un perjuicio irreparable al ro Uruguay;
que el riesgo de contaminacin no reviste un carcter inminente teniendo en
cuenta que la explotacin de las plantas no comenzar antes de agosto de
2007 (para Orin) y junio de 2008 (para CMB).
205
La gravedad del perjuicio est en funcin de la importancia que el orden jurdico concede a determinados bienes bajo su proteccin. No basta
cualquier perjuicio, se requiere que este sea grave, lo que equivale a la gran
intensidad del dao o menoscabo material o moral en el haber jurdico de la
persona. Aprciese que el perjuicio irreparable e inminente es el eje central
de estas medidas, a diferencia de la necesidad impostergable que se invoca en las medidas temporales sobre el fondo; y ello es justificable porque la
necesidad no implica dao irreparable. Vase el caso del desalojo por vencimiento de contrato. Si el demandado abandona el bien, se ha diseado una
medida anticipada para otorgar la posesin del bien (artculo 679 del CPC).
Hay una necesidad de cuidar diligentemente el bien a fin de evitar su deterioro o menoscabo a su integridad, pero esa diligencia no es propia de un
perjuicio irreparable pero s de una necesidad de preservar el bien.
Es una medida excepcional y subsidaria porque solo se concede cuando no
hay otra va para prestar una tutela eficaz. Segn Peyrano(99), implica una muy
seria responsabilidad para el magistrado, que si bien no compromete opinin
definitiva puede con su dictado provocar un desequilibrio en la situacin de
las partes, tan negativo como el que pretende paliar. Calidad excepcional de su
despacho es tambin prudencia extrema por parte del tribunal requerido.
Como ya se ha sealado, esta medida busca cambiar la situacin existente al tiempo de pedir la medida, por otra, siempre que ello resulte necesario para la sentencia; por ejemplo, en un proceso laboral en el que se discute
la legalidad del despido realizado contra un trabajador por ser portador del
VIH, se dicta la medida innovativa de reincorporar en sus funciones al trabajador, en tanto dure el pleito, pues necesita del trabajo para poder solventar
los gastos de su tratamiento. Lo urgente se justifica en el perjuicio irreparable e inminente que pondra en riesgo la salud del trabajador demandante,
al suspender el tratamiento mdico por carecer de seguro mdico o de recursos econmicos para cubrir los costos de su enfermedad; en igual forma,
en plena discusin acerca de la propiedad de tierras de cultivo, se dicta la
medida innovativa para eliminar los cultivos u otros mecanismos instalados
en dichas tierras, que deterioren la calidad de ella, de tal manera que la hagan improductiva, siempre y cuando, dichos cultivos no hubieren existido
al momento del conflicto.
tendencias jurisprudenciales
Medida innovativa y de no innovar. Caractersticas generales
El perjuicio irreparable inminente es una caracterstica propia de la medida
innovativa, el que se configura al no impedirse en forma inmediata la impresin, reimpresin, publicacin y/o distribucin de la obra que atenta contra
la intimidad personal e imagen de la solicitante, las que resultaran vulneradas, sin que sea posible resarcimiento monetario a futuro por los probables
daos causados.
La amenaza verosmil de menoscabo o violacin al derecho a la intimidad,
puede crear, segn las circunstancias, el peligro que justifique la inmediata
reaccin defensiva, as como la proteccin jurisdiccional (Exp. N 1757-99.
14/06/1999).
Si la administracin de la institucin a la que representa el accionante, no
ha sido ejercida de hecho por l, no resulta amparable dictar una medida
cautelar para reponer una situacin de hecho que jams ha existido (Exp.
N 3874-97. 04/01/1998).
Excepcionalidad de las medidas innovativas y de no innovar
La medida cautelar innovativa, resulta ser ms excepcional que la de prohibicin de innovar, porque adelanta los efectos de la sentencia de mrito como si la
misma hubiera sido fundada, situacin que reviste un riesgo mucho mayor. No
es suficiente para dicha medida la contracautela en forma de caucin juratoria
para garantizar el resarcimiento de los posibles daos que pudiera ocasionar
la medida. Adems de los presupuestos sealados en el artculo 611 del CPC
requieren adems la irreparabilidad del perjuicio, es decir que el peticionante
debe acreditar al Juez, que si no se hace ahora lo que pide, nunca ms se va a
presentar el estado de cosas que se tiene (Exp. N 17518-98. 02/11/1998).
Medidas innovativas y medida temporal sobre el fondo
Es nula la medida cautelar innovativa, pues lo solicitado es una medida temporal sobre el fondo. Ambas medidas tienen objetos distintos. La medida
(100) dem.
209
temporal sobre el fondo consiste en la ejecucin anticipada de lo que el juzgador va a decidir en la sentencia; en cambio, la medida innovativa surge
ante la inminencia de un perjuicio irreparable y tiene por objeto conservar la
situacin de hecho o de derecho presentada al momento de la admisin de la
demanda, en relacin a persona y bienes comprendidos en el proceso (Exp. N
51362-99. 30/05/2000).
Diferencias entre le medida innovativa y de no innovar
En vista que la conducta de los sujetos es equiparable a la de los testaferros,
ya que estaran actuando irregularmente como titular de acciones cuyo verdadero propietario sera LAN CHILE S.A. es procedente suspender, a los sujetos aludidos, de los derechos patrimoniales, correspondientes a las acciones
representativas que a su nombre figuran en LAN PER S.A. Asimismo se
evidencia la posibilidad de los daos inmediatos que pueda generar, en la demandante, la participacin en el mercado nacional de la referida aerolnea,
ya que al existir una empresa en actividad que aparentemente no cumple con
todos los requisitos para poder operar, se estara configurando un acto de
competencia desleal perjudicando a AVIANDINA S.A., por lo que se debe de
dictar medida cautelar en ese sentido tanto innovativa como no innovativa
(Exp. N 2004-02116-63-Arequipa. 18/06/2004).
La instrumentalidad de la pretensin cautelar supone que el contenido de
la decisin cautelar debe estar adecuada a la naturaleza de la pretensin
principal, segn el principio de congruencia. Si se reclama el pago del valor
actual de lo edificado en el terreno de propiedad de la demandada, la medida
cautelar de no innovar que se orienta a que la Municipalidad demandada
se abstenga de demoler las diversas edificaciones hasta la culminacin de
la litis, resulta inadecuada con lo que se reclama en la pretensin principal.
(Exp. N 336-2002. 22/04/2002).
1. Interdiccin
En el proceso de interdiccin, el juez a pedido de parte o excepcionalmente de oficio, puede dictar medida cautelar que exija la naturaleza y alcances de
la situacin presentada. La medida cautelar de oficio es una excepcin, que
se justifica no solo por un inters pblico que proteger sino por la integridad fsica y mental del presunto interdicto que se debe atender de manera
urgente. En estos casos, la inminencia del perjuicio irreparable justifica el
dictado de la medida innovativa. Vase el caso de un incapaz que constituya grave peligro para la tranquilidad pblica o en su vida de relacin. El
juez, podra frente al supuesto de un grave trastorno psquico autorizar el
internamiento en algn centro especializado. Para que proceda la medida
limitativa de un derecho fundamental de la persona, como es la libertad
210
El artculo 684 del CPC regula la intervencin del juez para disponer
la paralizacin de los trabajos de edificacin, cuando se persigue la demolicin de una obra en ejecucin que daa la propiedad o la posesin del demandante.
Aprciese que la norma no solo acoge la afectacin a la posesin del demandante sino tambin a los daos a la propiedad de este. A diferencia de
la redaccin del artculo 681 del CPC, donde expresamente la tutela hace
referencia al interdicto de recobrar, en el presente artculo podemos asumir,
con ciertas limitaciones, que subyace el interdicto de retener, como mecanismo de proteccin, cuando el poseedor demandante es turbado en su posesin (ver el artculo 606 del CPC). Este interdicto, seala Torres(101), no
presupone el despojo de la posesin sino la realizacin de uno o ms actos materiales o de otra naturaleza con los que se perturba la posesin, haciendo que
el uso y goce del bien sea incmodo, difcil, costoso, como, por ejemplo, actos
que entraan una tentativa de despojo, ejecucin de obras (interdicto de obra
nueva) o la existencia de construcciones en estado ruinoso (interdicto de obra
ruinosa).
La perturbacin puede consistir en actos materiales o de otra naturaleza como la ejecucin de obras o la existencia de construcciones en estado
ruinoso. Si as fuera, la pretensin consistir en la suspensin de la continuacin de la obra o la destruccin de lo edificado, aunque se pueden acumular ambas pretensiones. En todos los casos, la pretensin consistir en el
cese de estos actos(102).
Como se aprecia, este interdicto presupone no el despojo de la posesin
sino la realizacin de actos materiales o de otra naturaleza con los que perturba
la posesin. A travs de la Casacin N 721-2002-Lima, publicada el 2 de febrero de 2004, la Sala Suprema ha resuelto el registro visual constituye un
acto perturbatorio, pues evita el disfrute de la posesin () la Sala Superior
al haber considerado que su derecho a la privacidad e intimidad debera ser
defendido y ventilado en la va correspondiente, en clara alusin a la va de
amparo, restringe su derecho a la tutela jurisdiccional efectiva, pues le exige
transitar una va que es opcional, excepcional y residual.
El artculo 684 del CPC hace referencia adems, a las medidas de
seguridadque puede el juez ordenar para evitar los daos que causen la
cada de un bien en ruina o en situacin de inestabilidad. Esta posibilidad
que se otorga al juez para dictar medidas de seguridad, con carcter preventivo, no solo podra orientarse hacia la cautela sobre la posesin del bien
que disfruta el demandante, sino que tambin podra incursionar la actividad de juez a dictar medidas de seguridad con carcter preventivo para
terceros indeterminados y no vinculados al proceso, ante el estado de peligro que importa un bien en ruina o en situacin de inestabilidad.
modelo
MODELO DE SOLICITUD DE MEDIDA CAUTELAR INNOVATIVA
CONSISTENTE EN PARALIZACIN DE TRABAJOS DE
EDIFICACIN QUE DAA LA PROPIEDAD DEL PETICIONARIO
Secretario : ....................
Expediente : ....................
Cuaderno : CAUTELAR.
Escrito : N 01.
Sumilla
: Solicita medida innovativa (paralizacin de trabajos de edificacin que daa propiedad del peticionario)
AL JUZGADO CIVIL DE ...............
., identificado (a) con D.N.I. N., con direccin domiciliaria
en., sealando domicilio procesal en; atentamente, digo:
Que, en VA DE PROCESO CAUTELAR, solicito se dicte medida innovativa
contra.., con domicilio en.., en mrito a las siguientes
consideraciones:
I. FUNDAMENTOS DE HECHO:
1.- Que, el recurrente vive en el inmueble de su propiedad ubicado
en., el cual colinda con un inmueble en estado de construccin
212
213
214
1. D Copias simples de la demanda, de fecha.., as como de sus correspondientes anexos, que se est tramitando en el proceso principal de interdicto de retener, en este Juzgado, Expediente N., Secretario ...............
1. E Copia simple del auto admisorio de la demanda, de fecha ...........
Ciudad, ...................
3. Abuso de derecho
La medida anticipada que se busca se sustenta en la esencia de la pretensin en discusin, cual es, el ejercicio abusivo de un derecho. Este consiste en el ejercicio de un derecho excediendo los lmites fijados por la buena fe o por el fin en vista del cual ese derecho se ha conferido. En el derecho
moderno se ha impuesto definitivamente una concepcin relativa de los derechos subjetivos (ya no son potestades absolutas de los particulares).
El ejercicio abusivo del derecho est regulado en el artculo II del TP
del Cdigo Civil y en l se permite que al demandar indemnizacin u otra
pretensin, el interesado pueda solicitar las medidas cautelares apropiadas
para evitar o suprimir provisionalmente el abuso. Bajo este supuesto aparece el caso de la medida innovativa dictada en el caso Aviandina con Lan
Per (Exp. N 2004-02116-63-Arequipa) para suspender todas las operaciones regulares y no regulares de transporte de carga y pasajeros de la Empresa Lan Per que se realice a nivel nacional e internacional. En el considerando 11 de la resolucin cautelar se invoca el artculo 685 del CPC en
un proceso en el que se discute la competencia desleal de la emplazada en
el mercado de la aviacin comercial, por no respetar el porcentaje mnimo
de acciones de capital nacional (30%) lo que motiva la suspensin del permiso de operacin para la empresa demandada.
Otro supuesto de ejercicio abusivo del derecho lo ubicamos en el inciso
4 del artculo 112 del CPC, referido al abuso del proceso siempre y cuando se utilice el proceso o acto procesal para fines claramente ilegales o con
propsitos dolosos o fraudulentos causando un dao innecesario a la otra
parte e inclusive a terceros.
215
Frente a un hecho comprobado de abuso de derecho al proceso, por haberse demostrado de manera fehaciente la actividad dolosa desarrollada en
el proceso y que a consecuencia de ello se ha obtenido una sentencia injusta que genera perjuicios a la partes y a terceros, pudiera darse la posibilidad
de aplicar la medida cautelar innovativa, siempre y cuando haya una fuerte
probabilidad de fraude procesal. Ntese que se trata de una situacin muy
excepcional porque tiene que haber una fuerte probabilidad de la existencia del dolo procesal y de una situacin que no se agote con una medida
cautelar inscribible, como exige el artculo 178 del CPC.
4. Derecho a la intimidad, a la imagen y a la voz
La proteccin civil a la intimidad personal y familiar, a la imagen o la voz
de una persona, se encuentran reguladas tanto en el artculo 2 inciso 7 de la
Constitucin del Estado, as como en los artculos 14 y 15 del Cdigo Civil,
sin embargo, en la redaccin de la norma procesal no apreciamos la tutela a
la afectacin del honor, lo que no significa que esta pudiera ser protegida a
travs de una medida innovativa, como sealaremos a continuacin. Lo importante del artculo 686 del CPC es resaltar que la tutela judicial comprender la adopcin de todas las medidas necesarias para poner fin a la intromisin ilegtima que se trate y restablecer al perjudicado en el pleno disfrute
de sus derechos, as como para prevenir o impedir intromisiones ulteriores.
Entre dichas medidas se incluyen las cautelares, encaminadas al cese inmediato de la intromisin ilegtima.
No se puede alegar para impedir que el juez dicte una medida innovativa que se trata de una censura previa, ya que el derecho a la intimidad no
solo se transgrede con la divulgacin, sino que los actos preparatorios para
la divulgacin constituyen ya una intromisin a la intimidad de la persona.
Las medidas innovativas que se dicten sern de distinta naturaleza, debiendo el juez dictar la apropiada para asegurar que el acto lesivo cese o que impida se consume la agresin; en tal sentido, compartimos la opinin de Morales Godo(103) quien considera que un juez podra disponer como medida
cautelar innovativa que se prohba la difusin en un programa de televisin,
de informacin relacionada con la intimidad de una persona o la prohibicin de la edicin de una obra literaria o que requise las que estn en venta,
(103) MORALES GODO, Juan. Derecho a la intimidad. Serie derechos y garantas, Palestra editores, Lima, 2002, p. 131.
216
si es que se agravia la intimidad de una persona, siempre y cuando se trate de hechos que puedan ocasionar graves daos a la persona agraviada. En
este tipo de medidas, el juez deber evaluar y definir, en cada caso concreto, cul de los dos derechos privilegia el derecho a la intimidad o el derecho
a la informacin.
VI. Medida de no innovar
El proceso cautelar tiene el carcter conservativo o innovativo de la tutela, la cual consiste en prohibir y a veces en imponer la mutacin del estado
de hecho. El artculo 687 del CPC regula la medida bajo el efecto cristalizador, esto es, congela en tiempo y espacio una situacin jurdica que se mantena al momento de la demanda. Busca inhibir la actividad de las partes sobre los bienes en litigio a fin de evitar que alteren la situacin existente.
Hay un sentido conservador en la medida, porque se orienta a evitar que
la realidad cambie para que sea eficaz la decisin final. Implica impedir la
modificacin, mientras dura el proceso, de la situacin de hecho o de derecho existente al momento de disponerse la medida, desechndose en consecuencia la posibilidad que mediante esta se restablezcan situaciones que
hubiesen sido modificadas con anterioridad a ese momento.
Es una medida prevista para situaciones de incertidumbre de derechos
en juego, en las que se inmoviliza la realidad, a fin de no afectar o frustrar
derechos de cada parte. Para Rivas(104), con la prohibicin de innovar se busca mantener el statu quo evitando que su variacin produzca algn dao, por
ejemplo, se evita destruir sembros de terrenos, cuya propiedad est en discusin; o el evitar convertir la arboleda del terreno en litigio, en lea; o evitar
deteriorar un inmueble materia de reivindicacin por parte del ocupante. La
medida tiene un objeto inmediato: que no se modifique ni altere la situacin
fctica o jurdica. Y un objeto mediato: que al momento de la sentencia pueda esta cumplirse, si el derecho le es reconocido al litigante, despejando la posibilidad que se torne ilusorio el derecho que pueda corresponderle, evitando
as un perjuicio irreparable.
En sntesis, su finalidad mediata es la de evitar un dao irreparable, que se
originara en la imposibilidad que la sentencia sea dictada como corresponde
o, ms an, que se tornara su ejecucin en ineficaz o de cumplimiento imposible. Para evitar esta situacin extrema, fin ltimo de la cautela, ha de
disponerse, ante el peligro que ello suceda, la inmovilizacin fctica o jurdica, a determinado momento, constituyndose ello en el medio, en orden
a que el perjuicio irreparable, casi de seguro a producirse, sea conjurado.
Como se aprecia de la redaccin del artculo 687 del CPC, para que se
ampare la medida de no innovar se requiere del perjuicio irreparable e inminente. Esto es, debe concurrir el menoscabo material o moral injustificado en el haber jurdico de la persona. Lo irremediable del perjuicio est
en funcin de un bien jurdico protegido que se deteriora irreversiblemente
hasta tal punto que ya no puede ser recuperado en su integridad. Para determinar lo irremediable del perjuicio se debe apreciar la concurrencia de algunos elementos que configuren su estructura, como la inminencia y la gravedad de los hechos. Lo inminente requiere de una situacin fctica, aunque
no necesariamente consumada, esto es, evidencias fcticas de su presencia
real en corto plazo. La gravedad est en funcin de la importancia que el
orden jurdico concede a determinados bienes bajo su proteccin. No basta
cualquier perjuicio, se requiere que este sea grave, lo que equivale a la gran
intensidad del dao o menoscabo material o moral en el haber jurdico de
la persona.
En opinin de Reimundn, esta medida requiere de cuatro presupuestos: a) que la innovacin se dirija contra la cosa litigiosa o contra el derecho
subjetivo sustancial o material objeto de la litis; b) que la innovacin se
haga en perjuicio del actor; c) que tenga pendiente un litigio, desde la notificacin de la demanda hasta la extincin del proceso; y, d) que infrinja el
principio de igualdad de las partes.
consulta legal
Procede medida cautelar de no innovar de forma anticipada
al proceso?
Miguel Tapia prest 10,000 dlares a su mejor amigo, Carlos Ramos, sin embargo Carlos
nunca honr su deuda. Pasados ms de nueve aos, Miguel se decide a demandar a Carlos y
presenta su demanda faltando 6 meses para que se cumpla el plazo prescriptorio de los 10 aos
para las acciones personales. Sin embargo, debido a la demora para proveer y notificar se emplaza a Carlos 7 meses despus. Iniciado el proceso Carlos presenta excepcin de prescripcin,
la que es declarada fundada. Miguel nos consulta si por la lentitud del Poder Judicial debe ser
afectado su derecho de crdito.
218
Respuesta:
La prescripcin extintiva es un fenmeno complejo dado que opera por el cumplimiento de dos acontecimientos, el paso del tiempo y el ejercicio del beneficiado con el plazo prescriptorio. Una vez acaecidas estas situaciones se producir la
extincin de las situaciones jurdicas sustanciales a las que la ley ha dado un plazo
para su ejercicio en la va judicial.
Ahora bien, el fenmeno de la prescripcin extintiva tiene como fundamento la
inaccin o desinters del titular de un derecho subjetivo o de una situacin jurdica de ventaja en general. Si esto es as, entonces se explica el porqu el transcurso
del plazo prescriptorio crea en el desinteresado un estado de sujecin con relacin
a su contraparte que podr optar por ejercer su derecho y as extinguir las situaciones jurdicas sustanciales que no fueron oportunamente requeridas. Sin embargo, el inciso 3 del artculo 1996 del Cdigo Civil establece que se interrumpe el
plazo de prescripcin por la citacin de la demanda o por otro acto con el que
se notifique al deudor, aun cuando se haya acudido a un juez o autoridad incompetente. A ello, cabe agregar que nuestro Cdigo Procesal Civil, establece expresamente que el emplazamiento vlido con la demanda interrumpe la prescripcin
extintiva (artculo 438, inciso 4).
De esta manera, la actuacin del derecho subjetivo que se manifiesta por medio
de la demanda judicial no sera suficiente para interrumpir el plazo prescriptorio,
sino que se tendra que esperar el provedo y la debida notificacin con la demanda. Esta situacin es del todo aleatoria para el accionante toda vez que el provedo
y la notificacin nunca dependern de su propio actuar, sino de la carga procesal del juzgado y de la diligencia de los operadores judiciales, adems, los errores
en la notificacin y dems situaciones pueden traer como resultado la demora de
muchos meses de la notificacin de la demanda, por lo que podra darse el emplazamiento con posterioridad al trmino del plazo prescriptorio, todo ello sin culpa
del accionante, quien ser, sin embargo, el perjudicado con esta situacin.
Viendo bien las cosas, con nuestra actual normativa, el fundamento de la prescripcin extintiva no sera necesariamente el desinters del titular de un derecho
subjetivo, sino que habra situaciones donde el fundamento est dado por la demora de nuestro sistema de justicia, su inoperancia y negligencia. Como es evidente, esta situacin no tendra por qu afectar al accionante, pero as se da en
la realidad. En efecto, una demanda en estas condiciones es, por decir lo menos,
precaria, dado que la contraparte tendra la posibilidad de deducir la excepcin
de prescripcin (artculo 446, inciso 12), siendo el criterio de los jueces declararla
fundada aunque se haya demandado antes del plazo prescriptorio.
El problema central es que el instituto de la interrupcin de la prescripcin ha
sido regulado como si nuestro Poder Judicial operara adecuadamente. En efecto,
se entiende que La interrupcin de la prescripcin consta de dos elementos: la
manifestacin de la voluntad de conservar el derecho con la interposicin de la
demanda, y la notificacin de esa voluntad al deudor; por consiguiente para interrumpir el plazo prescriptorio se necesita cumplir con ambos elementos, pues
219
Por otro lado, cabe sealar que la prohibicin de innovar no se orienta a la indisponibilidad del bien, sino a mantener la igualdad de las partes en el decurso del proceso en orden a que no se altere o modifique la
situacin de hecho preexistente, evitndose as el dictado de sentencias
ineficaces o de cumplimiento imposible por las modificaciones que pudiera sufrir la situacin jurdica o fctica del objeto litigioso. Se sustenta en
la buena fe y lealtad procesal de no permitir que una de las partes produzca
actos tendientes a desvirtuar los propsitos de la sentencia, de tal manera
que el derecho del vencedor no resulte de imposible cumplimiento o menoscabado por las innovaciones o alteraciones realizadas durante el curso
del proceso. En esa misma lnea de pensamiento, seala Reimundn(105) que
la prohibicin de innovar est regulada por dos principios rectores: el principio de igualdad de las partes en el proceso y el principio de la actuacin
de la buena fe con que deben proceder todos los litigantes. Esta figura nace
con el estado de litispendencia, que se produce con la citacin del demandado para que conteste la demanda.
Por su naturaleza, es una entidad jurdica compleja, que se rige por
normas materiales e instrumentales para impedir toda clase de innovacin en perjuicio del actor, y que se vincula normalmente con la capacidad
de disponer de la cosa litigiosa. Dentro del mbito de esa entidad jurdica
compleja que es la prohibicin de innovar, el demandado constituye el sujeto activo, mientras que el actor es el sujeto pasivo.
Como ya se ha referido, la medida de no innovar es una facultad del
juez, de impedir que se modifique la situacin de hecho, cuando tal acto
tenga una decisiva influencia en la solucin del proceso y en su posterior
ejecucin. Puede ser solicitada en cualquier estado del proceso y es excepcional por dos razones: porque puede el juez dictar medidas a pesar de no
haber sido pedida por las partes (vase el caso de la interdiccin, artculo
683 del CPC); y porque puede recurrir a ella cuando no exista otra prevista
en la ley.
En relacin a la oportunidad en la que puede ser interpuesta la prohibicin de innovar, ello ha generado posiciones encontradas, a partir del texto
original de este artculo, que consideraba que ella poda ser decretada con
la citacin de la demanda. Esa exigencia se justificaba porque a partir de
esa fecha (citacin con la demanda) cesaba la buena fe del demandado, por
tanto, si este demandado, conociendo la demanda por citacin, innova el
objeto de litis, en perjuicio irreparable del actor, incurre en un acto ilcito; sin
embargo, antes de la modificatoria de este texto por el D. Leg. N 1069, aparecan otros criterios que consideran procedente dicha medida, una vez deducida la demanda, aunque no haya sido an admitida; ya que en tanto trata de resguardar los efectos de una sentencia, presupone la existencia de un
proceso, al menos la interposicin de la demanda. En esa lnea de opinin,
Palacios Pareja(106) sostena que no se puede limitar la medida cautelar de
no innovar a los casos en que la demanda principal haya sido interpuesta y
que, por tanto, nada impide que sea planteada como medida cautelar fuera
de proceso. Sealaba que si el legislador hubiera querido limitar o restringir
esta medida lo hubiera manifestado expresamente; adems, dicha exigencia
resta eficacia y razn de ser a este tipo de medida, que por su propia naturaleza responde a una especial situacin de urgencia ante la inminencia del
perjuicio irreparable. No tiene justificacin alguna sostener que para proteger situaciones de excepcional y grave perjuicio, se exija la presentacin de
la demanda principal previa, mientras que para la proteccin del simple peligro en la demora no se establece tal exigencia. Por ltimo, tambin resulta incomprensible esta exigencia, en las medidas de no innovar, en tanto
(106) PALACIOS PAREJA, Enrique. La medida de no innovar fuera del proceso, en: Jurdica, suplemento de anlisis legal del diario oficial El Peruano, martes 9 de noviembre de 2004, pp. 6-7.
221
(107) Sobre esta discusin recomendamos leer la ponencia presentada por PEYRANO, en el III
Congreso Procesal Sobre los usos equivocados de la prohibicin de innovar y de la medida
innovativa, organizado por la Universidad de Lima, Lima, 2005, pp. 247-255.
222
jurisprudencia
Encontrndose discutiendo la ineficacia del anticipo de legtima de los bienes, debe ampararse la medida que prohbe la transferencia del bien, pues se
sustenta en la posibilidad que el proceso de ineficacia pueda prosperar, pero
se torne ilusorio ante la transferencia. La parte emplazada puede constituirse en depositaria de los bienes.
(Exp. N 26548-99, Sala de Procesos Sumarsimos, Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia Actual, Tomo 4, Gaceta Jurdica, p. 582)
consulta legal
Una medida cautelar puede evitar la ejecucin de una
sentencia?
Pedro Quispe viene poseyendo un terreno por ms de 20 aos en forma pacfica, pblica y continua como propietario cuando es notificado con una demanda de desalojo. Inmediatamente, Pedro
223
Por medio de la tutela cautelar se puede garantizar que el tiempo que dura un
proceso no ser perjudicial para el demandante, haciendo que su pretensin sea
imposible de satisfacer (peligro en la demora por infructuosidad) o que se le cause un dao irreparable (peligro en la demora por irreparabilidad). Para este fin, el
ordenamiento procesal ha establecido mecanismos tpicos de tutela cautelar y un
poder general de cautela o medida cautelar genrica, por la cual se puede solicitar y conceder una medida cautelar no prevista, pero que asegure de la forma ms
adecuada el cumplimiento de la decisin definitiva (artculo 629 del CPC). As, de
ordinario se seala que las medidas cautelares tpicas son el secuestro, el embargo,
las medidas temporales sobre el fondo, la medida innovativa y la de no innovar. Sin
embargo, estas ltimas en realidad no son medidas tpicas pues no tienen una disciplina especfica, sino que constituyen verdaderas clusulas abiertas que los justiciables podrn utilizar para solicitar una medida que se ajuste a sus requerimientos.
Las medidas cautelares que buscan evitar el peligro en la demora por infructuosidad son bsicamente el embargo o el secuestro, pues de no otorgarse el demandado
podra disponer de sus bienes haciendo ilusorio el derecho del demandante. Por
su parte, las medidas que buscan evitar el peligro en la demora por irreparabilidad
son las medidas innovativas y de no innovar, pues tienen como finalidad evitar
que se concrete un dao irreparable en el demandante ante la demora del proceso. Ahora bien, en el presente caso, es claro que la medida cautelar ms idnea
que podra evitar que el poseedor sea desalojado es una medida de no innovar,
dado que en el fondo se busca evitar un perjuicio irreparable, manteniendo la situacin de hecho (posesin) al momento en que se present la demanda de prescripcin adquisitiva.
Cabe sealar, sin embargo, que esta medida debera ser solo la ltima opcin,
dado que en estos casos lo ms idneo es solicitar la suspensin del proceso de
desalojo (artculo 320 del CPC) o la acumulacin de procesos (artculo 89 del
CPC) en el que tiene la va procedimental ms amplia (en este caso, la prescripcin adquisitiva), para as evitar sentencias contradictorias. Empero, si el juez rechaza estas solicitudes, es preciso evaluar la posibilidad de utilizar la tutela cautelar para evitar el perjuicio inminente en la demora del proceso de prescripcin
adquisitiva.
Evaluemos para ello las caractersticas de las medidas de no innovar. La medida cautelar de no innovar es una medida conservativa con la cual se trata de inmovilizar una
224
situacin de hecho o de derecho, para impedir los cambios que pudieran frustrar
el resultado del proceso principal. As, ellas intentan impedir la alteracin del statu
quo existente al momento en que son dictadas, por ello se afirma que se trata de
un mecanismo destinado a la conservacin de la situacin inicial con el propsito
de proteger la eficacia del proceso. Por el contrario, si el peligro en la demora se
encontraba precisamente en la conservacin de algn aspecto de la relacin material, resulta necesario recurrir a una medida que, contrariamente a las conservativas, altere la relacin material procurando as el aseguramiento de la eficacia del
proceso; estamos aqu ante las medidas innovativas.
Cabe sealar que adems de las caractersticas generales de toda medida cautelar
(provisionalidad, instrumentalidad) y los requisitos (peligro en la demora, apariencia de derecho y contracautela), las medidas innovativas y de no innovar tienen caractersticas y requisitos adicionales. En efecto, estas medidas son residuales pues solo se conceder cuando no resulte aplicable otra prevista por la ley
(artculo 682 y 687 del CPC). Por ello, son excepcionales y tienen como requisito
que se acredite, adems del normal periculum in mora, la amenaza de un peligro de
dao que es inminente e irreparable.
En el presente caso, el resultado del proceso de prescripcin adquisitiva es la declaracin de propietario del demandante; con ello, su derecho de propiedad se
hara oponible y en ningn caso podra ser desalojado. Por ello, la demora en el
proceso de prescripcin adquisitiva causara definitivamente un dao irreparable
en el accionante, dado que el proceso de desalojo en donde es demandado ya se
encuentra en la etapa de ejecucin, es decir, el lanzamiento est a punto de realizarse. El perjuicio sera irreparable puesto que se estara afectando su derecho
constitucional a la propiedad, pues si bien posteriormente (cuando se expida la
sentencia firme de prescripcin adquisitiva) podra retomar la posesin del bien,
la afectacin de su derecho de propiedad ya se habra realizado.
Sin embargo, para otorgar la tutela cautelar en este caso, el juez debe ser bastante
cuidadoso, pues en el fondo, estaran en conflicto dos decisiones jurisdiccionales
y, a su vez, dos derechos fundamentales. Por un lado, el otorgamiento de la medida cautelar de no innovar y, por lo tanto, el ejercicio del derecho fundamental a la
tutela cautelar; y, por otro, la decisin de ordenar el lanzamiento y, por lo tanto, el
ejercicio del derecho fundamental a la tutela jurisdiccional efectiva. El juez, pues,
debe tener en cuenta que el otorgamiento de la medida cautelar eventualmente
puede afectar el derecho fundamental de la contraparte, evaluando criterios de
proporcionalidad y razonabilidad, y adems debe maximizar o exigir especialmente el cumplimiento riguroso de los requisitos de apariencia del derecho e irreparabilidad e inminencia del dao; solo as, consideramos, sera posible otorgar la medida cautelar de no innovar para evitar el lanzamiento del poseedor.
(Consulta absuelta por la Divisin de Estudios Legales de Gaceta Jurdica)
225
CAPTULO II
Proceso de Ejecucin
CAPTULO II
Proceso de Ejecucin
I. El proceso de ejecucin
disputa verbal, simple lucha de palabras; a partir de este instante cesan las
palabras y comienzan los hechos.
La jurisdiccin no se limita a declarar el derecho, comprende tambin
su ejecucin. Como las sentencias declarativas y constitutivas no imponen el dar, hacer u omitir algo, la ejecucin se dirige a asegurar la eficacia
prctica de las sentencias de condena. Proceso de cognicin y proceso de
ejecucin son independientes entre s. De un lado, el proceso de cognicin puede, en efecto, no requerir la ejecucin, ya sea porque el acto que
lo concluye alcance por s solo el objeto prefijado (sentencia de declaracin de certeza o constitutiva), ya sea porque despus de recada la sentencia de condena el deudor cumpla voluntariamente su obligacin. De
otro lado, no siempre a la ejecucin debe preceder la cognicin judicial:
en determinados casos se puede proceder a la ejecucin sin necesidad de
realizar precisamente un proceso de cognicin judicial, como es la conciliacin extrajudicial, donde las partes han definido consensualmente el
derecho, o el caso del arbitraje.
De este modo, cognicin y ejecucin se completan recprocamente; la
primera prepara y justifica la actuacin de la sancin y esta da fuerza y vigor
prctico a aquella. Entre el proceso de cognicin y el de ejecucin, la distribucin de la actividad se hace por ley, en armona con la funcin propia de
cada uno de ellos. Por eso, corresponde al primero conocer y dirimir el derecho en conflicto. Al segundo, la actuacin de la sancin.
En este orden de ideas, tenemos que precisar que la tutela efectiva no
solo se agota con los procesos de cognicin sino con los de ejecucin. La
tutela solo ser realmente efectiva cuando se ejecute el mandato judicial.
El incumplimiento de lo establecido en una sentencia con carcter de cosa
juzgada implica la violacin, lesin o disminucin antijurdica de un derecho fundamental: la tutela efectiva, que la jurisdiccin tiene la obligacin
de reparar con toda firmeza. El que la sentencia declare que el demandado
adeuda una cantidad de dinero al demandante y le condene a pagarla, no
supone ello tutela efectiva. Para que esta se logre es necesario una actividad
posterior que pueda realizarse de dos maneras: cumpliendo el obligado, de
manera voluntaria, la prestacin que le impone la sentencia o ingresando,
ante su resistencia, a la ejecucin forzosa de la prestacin. Lo interesante
de esta etapa es que la ejecucin permite algo que hasta el momento de la
cosa juzgada era imposible: la invasin en la esfera individual ajena y su
transformacin material para dar satisfaccin a los intereses de quien ha
230
Seala Palacio(112), las concepciones aludidas son susceptibles de conciliarse si se considera que la eficacia del ttulo ejecutivo constituye la resultante de un hecho complejo que se integra, por un lado, a travs de un acto
configurativo de una declaracin de certeza judicial o presunta del derecho
(aspecto substancial) y por otro lado, mediante un documento que constata dicha declaracin (aspecto formal). Desde este ltimo punto de vista el
ttulo ejecutivo, como documento que acredita la existencia de un acto jurdico determinado, es suficiente para que el acreedor, sin necesidad de invocar los fundamentos de su derecho, obtenga los efectos inmediatos que
son propios a la interposicin de la pretensin ejecutiva.
Enfocado, en cambio, el problema desde el punto de vista substancial,
el acto constatado en el documento brinda al deudor la oportunidad de demostrar la falta de fundamento del derecho del acreedor, debiendo distinguirse, al respecto, segn se trate de ttulos ejecutivos judiciales o extrajudiciales, pues mientras los primeros solo pueden invalidarse mediante la
demostracin de los hechos posteriores a su creacin, los segundos son susceptibles de perder eficacia tanto en esas hiptesis como en la consistente
en acreditarse, aunque en un proceso posterior a la ejecucin, que el derecho del acreedor nunca existi.
El artculo 688 del Cdigo Procesal Civil establece que los ttulos ejecutivos provienen por la actividad judicial o por el ejercicio del principio
de autonoma privada de partes, que comprende a los acuerdos por conciliacin o transaccin homologados y las sentencias judiciales firmes. Se
debe precisar que tanto la transaccin judicial y la conciliacin judicial,
una vez homologadas, son equiparables a la sentencia definitiva y tienen
eficacia de cosa juzgada. Vase al respecto lo normado en los artculos 337
y 328 del CPC. Ello justifica que cuando se conviene que una o ambas partes cumplan con una determinada prestacin, se apliquen, frente al eventual incumplimiento, las normas que gobiernan el proceso de ejecucin de
sentencias. Adems, el efecto de la cosa juzgada es tal, que solo se podra
enervar dichos efectos por actividad fraudulenta en la forma que seala el
artculo 178 del CPC.
1. Las resoluciones judiciales firmes
Cuando la norma hace referencia a las resoluciones judiciales firmes, se
debe entender a aquellas decisiones que sean susceptibles de ejecucin. En
(112) Ibdem.
232
Por otro lado, los laudos arbitrales firmes tambin constituyen ttulos
de ejecucin porque los rbitros, sean de derecho o de equidad, no cuentan
con imperium para ordenar la ejecucin del laudo que emitan, pues ello solo
es monopolio de la actividad jurisdiccional. Cuando se recurra a la jurisdiccin para la ejecucin del laudo arbitral, concurren dos supuestos: a) que se
haya otorgado facultades de ejecucin a los rbitros, segn el artculo 67 de
la Ley Arbitral (D. Leg. N 1071); y, b) no tenga facultades de ejecucin. En
este ltimo caso, el procedimiento a seguir ser el que rige en el artculo 690
del CPC. En el primer supuesto sern los propios rbitros los que buscarn
en la actividad jurisdiccional el apoyo para la ejecucin forzada del laudo,
no para iniciar un proceso de ejecucin, sino para requerir de la jurisdiccin
la vis compulsiva, como parte de sus atributos exclusivos de ella, a fin de satisfacer de manera forzada el derecho declarado en el laudo. En ese sentido
lase el inciso 2 del artculo 67 de la Ley Arbitral que dice: (), a su sola
discrecin, el tribunal arbitral considere necesario o conveniente requerir la
asistencia de la fuerza pblica. En este caso, cesar en sus funciones sin incurrir en responsabilidad y entregar a la parte interesada, a costo de esta,
copia de los actuados correspondientes para que recurra a la autoridad judicial competente a efectos de la ejecucin.
Hay, pues, diferencias sustanciales entre la ejecucin del laudo, con facultades y sin facultades de ejecucin dadas a los rbitros. De ah que se
233
el proceso de ejecucin sobre lo laudado, pero dejando claro que las facultades del ius imperium siempre las ejercern los jueces ordinarios. Esta mecnica de intervencin de la jurisdiccin en la actividad arbitral, la tenemos
regulada para las medidas cautelares y acopio de pruebas; con mayor razn
operara el apoyo para la ejecucin de un laudo que contiene derechos ciertos, ya definidos. No se debe confundir el proceso de ejecucin, mecanismo
en el cual se busca ejecutar los ttulos y la executio, como poder exclusivo
de la jurisdiccin. Debemos sealar en este extremo que los rbitros tienen
una jurisdiccin limitada, ya que poseen la notio, la vocatio y la iuditium,
mientras que los jueces agregan a las anteriores la coertio y la executio; por
ello, los jueces pueden ser requeridos aun desde la iniciacin del arbitraje
para el logro de medidas cautelares hasta su finalizacin ejecucin del
laudo arbitral como ya se ha sealado.
El artculo 67 de la Ley de Arbitraje se orienta a ampliar la cobertura de
accin de los rbitros con la aceptacin de las partes al proceso de ejecucin, sin trastocar los poderes del ius imperium que gozan los jueces. Esto
lo podramos mostrar de la siguiente forma: si, por ejemplo, se condena al
pago de una prestacin liquidable, perfectamente en el proceso de ejecucin arbitral se podra definir la suma lquida, para luego, a pesar de haber
sido requerido el pago (en sede arbitral) persistiera en la resistencia, recurrir
a la jurisdiccin, no a pedir que se inicie la ejecucin, sino a que esta intervenga ejerciendo una de sus facultades: la executio, para vencer la resistencia del rebelde. Igual lgica opera en la ejecucin de la medida cautelar o
en el acopio de las pruebas. Como seala Griffith(114), el Poder Judicial debe
limitarse a asistir a los rbitros en reconocer y ejecutar un laudo. En esa misma lnea de pensamiento, Lorca(115), considera que normalmente ser posible que la ejecucin del laudo suponga apremiar mediante un embargo,
pero no cabe duda de que las modalidades de la ejecucin dependern en
gran medida de su contenido. As, si la obligacin contenida en el laudo no
es exactamente la de entregar dinero metlico, sino una obligacin determinada de hacer o de no hacer o de entregar determinada cosa, el apremio
para su ejecucin se dirigir fundamentalmente hacia la indemnizacin de
(114) GRIFFITH DAWSON, Frank. El rol del Poder Judicial en el proceso de arbitraje: asistencia o intervencin? En: Ius et Veritas, N 15, ao VIII, p. 206.
(115) LORCA NAVARRETE, Antonio Mara y SILGUERO ESTAGNAN, Joaqun. Derecho de
arbitraje espaol, Manual terico-prctico de jurisprudencia arbitral espaola, Dykinson,
Madrid, 1994, p. 446.
235
(116) CHOCRN GIRLDEZ, Ana Mara. Los principios procesales en el arbitraje, Bosch, Barcelona, 2000, p. 210.
236
forzada en sede judicial. En caso contrario, se estara afirmando que las causas de nulidad de un convenio arbitral pueden quedar saneadas con el paso
del tiempo; concretamente, con el transcurso del plazo legalmente establecido para interponer el recurso de anulacin contra el laudo. Los actos contrarios a las normas imperativas y a las prohibiciones son nulos de pleno derecho (ver el artculo 5 del TP del CC). Existe base jurdica suficiente para
considerar que la nulidad del convenio ha de ser objeto de control judicial
en la fase de ejecucin del laudo. Y es que en virtud de dicho control no se
atenta contra la esencia de la institucin arbitral; antes lo contrario, se trata de constatar sin entrar en el fondo de lo resuelto que la misma se ha
desarrollado con arreglo a las prescripciones legales. Vase en ese sentido lo
que dispone el inciso e del artculo 63 de la Ley Arbitral.
Sobre el particular, resulta interesante compartir la opinin de
Ormazbal(117)tan solo los defectos que hacen que la sentencia pueda ser
considerada como inexistente podran justificar el rechazo del rgano jurisdiccional a despachar ejecucin, porque al no poderse hablar en tal caso
de acto jurisdiccional, de sentencia, al sobrevivir tales vicios a la firmeza e
impedir la produccin de cosa juzgada, el juez debera denegar el despacho
de la ejecucin ante la ausencia del hecho tpico que legitima el inicio de la
ejecucin.
Al juez no le est permitido realizar un control del fondo del laudo que
est cubierto por efectos de cosa juzgada, sin embargo, como seala Chocrn(118), en este punto debe distinguirse entre aquellos que fueron objeto de
recurso de anulacin, frente a los que no fueron. El control de oficio por el
juez respecto del fondo se reduce al caso en que no se hubiera interpuesto
recurso de anulacin contra el laudo y lo resuelto sea sobre un objeto que no
poda serlo y en los casos que el laudo fuera contrario al orden pblico.
El Cdigo Procesal Civil y la nueva Ley de Arbitraje regulan el procedimiento a seguir en los procesos de ejecucin de laudos arbitrales(119). Nos ubicamos frente a la regulacin de un hecho por dos normas diferentes de igual
rango, pues el Cdigo Procesal Civil est regido por el D. Leg. N 768 y la Ley
de Arbitraje por el D. Leg. N 1071. Frente a ello, para establecer la norma
(120) GARCA TOMA, Vctor. La ley en el Per, Grijley, Lima, 1995, p. 22.
238
(121) MUOZ SABAT, Luis. Jurisprudencia arbitral comentada (sentencias del Tribunal Supremo, 1891-1991), Bosch, Barcelona, 1992, p. 562.
(122) Como refiere dicha ejecutoria, declara infundada la contradiccin y dispone que el Consejo Directivo de la Asociacin demandada proceda a la disolucin y liquidacin de la asociacin, conforme a lo establecido en sus estatutos y en la ley.
239
Como ya se ha sostenido, el elemento que imprime la certeza suficiente para iniciar un proceso de ejecucin es el ttulo, el cual puede ser
una resolucin judicial de condena o un acto negocial o administrativo
que acrediten la existencia de un derecho cierto, expreso y exigible. Esto
es, que los ttulos de ejecucin son aquellos que contienen actos constitutivos de prestaciones no solo declaradas por el rgano jurisdiccional
sino que tambin pueden tener su origen en la voluntad de las partes involucradas en el conflicto, cuyo efecto ser de vinculacin formal entre
los partcipes de la controversia. El aspecto formal de este ttulo generado por el ejercicio de la autonoma privada de partes se va a expresar en
las actas de conciliacin de acuerdo a ley como lo seala el inciso 3 de
este artculo en comentario.
jurisprudencia
Los laudos arbitrales constituyen ttulos de ejecucin siempre y cuando se
encuentren firmes, es decir, que no hayan sido objeto de impugnacin va
recurso de apelacin o anulacin.
(Exp. N 723-2005. 14/10/2005)
3. El acta conciliatoria
Como supuestos de validez, se debe verificar en el control que el acuerdo no vulnere la ley, el orden pblico y las buenas costumbres; supuestos
que impiden que las partes puedan transitar por los derechos indisponibles,
como hace tambin referencia el artculo V del TP del Cdigo Civil. Para
la eficacia del acuerdo, el abogado debe apreciar si este contiene prestaciones, ciertas, expresas y exigibles. Se califica como prestaciones ciertas cuando estn perfectamente descritas en el acta de conciliacin; son expresas,
cuando constan por escrito en dicha acta; y, son exigibles, cuando las partes
sealan el momento a partir del cual cada una de ellas puede solicitarle a la
otra el cumplimiento de lo acordado. En tal sentido adolecer de exigibilidad un acuerdo que no precise la fecha exacta para el cumplimiento de la
prestacin; o precisndolo, se exige su ejecucin antes de vencido el plazo.
Como ya se ha sealado, un acuerdo por conciliacin extrajudicial para
que pueda ser ejecutado como sentencia tiene que ser sometido al control
de legalidad a travs del abogado del centro de conciliacin. Este control es
un acto constitutivo para el efecto que se quiere lograr: generar ejecucin;
situacin que no es extensiva a la transaccin extrajudicial, donde no es
necesario para su realizacin recurrir a organizaciones o instituciones para
ello, ni tampoco al control previo de legalidad por autoridad alguna. Bajo
ese contexto diremos que los acuerdos conciliatorios extrajudiciales que
provienen de los centros privados de conciliacin se ejecutan como sentencia pero no son ttulos homologados, esto es, su grado de eficacia, en cuanto a la inmutabilidad, no se equipara a los que hubieren sido sometidos al
control homologatorio, bajo la declaracin de la jurisdiccin.
consulta legal
El acta de conciliacin extrajudicial debe ser entendida como
un ttulo ejecutivo judicial o extrajudicial?
Con la reciente modificacin del Cdigo Procesal Civil se ha establecido que los ttulos ejecutivos pueden ser judiciales o extrajudiciales. Frente a ello, nos consultan qu tipo de ttulo debe ser el acta de
conciliacin, teniendo en cuenta que antes de la modificacin su ejecucin se tramitaba ante el proceso
de ejecucin de resoluciones judiciales.
Respuesta:
242
243
El artculo 688 describe los diversos ttulos ejecutivos. Ellos contienen requisitos de ndole sustancial y formal. El ttulo, en sentido formal,
es el documento que contiene al acto. Este documento se cuestiona de
nulo cuando no acoge la forma sealada por ley. Vase, en el caso de los
ttulos valores, el protesto. En la derogada Ley N 16857 no se admita mayor discusin a la intervencin del secretario del notario como el encargado
de efectuar el protesto, sin embargo, la Ley del Notariado N 26002 al establecer que el notario ejerce la funcin notarial en forma personal, exclusiva
e imparcial, llev a sostener que todo protesto hecho por el secretario del
notario era invlido y, como tal, se justificaba la nulidad formal del ttulo.
Con la nueva Ley N 27287 se considera como funcionarios encargados del
protesto al notario, sus secretarios o el juez de paz del distrito correspondiente, en caso no hubiere notarios. Cuando el tenedor del ttulo valor solicita la diligencia de protesto, no constituye requisito indispensable la indicacin del nombre del solicitante en el acta de protesto, pues este solo es
exigible cuando el ttulo ha circulado, es decir, que haya sido endosado; por
lo que esta omisin no acarrea la falta de mrito ejecutivo al ttulo valor
(Casacin N 2912-99-Lima).
Como se aprecia, el inciso 4 califica de ttulo ejecutivo al ttulo valor, entendido este como valores materializados que representan o incorporan derechos patrimoniales, destinados a la circulacin, siempre que renan los requisitos formales esenciales que, por imperio de la ley, le corresponda segn
su naturaleza (artculo 1 de la Ley N 27287 de Ttulos Valores). Como se
aprecia de la redaccin de este inciso, se confiere accin cambiaria a los
ttulos debidamente protestados o con la constancia de la formalidad sustitutoria del protesto respectivo; o, en su caso, con prescindencia de dicho
protesto o constancia, conforme a lo previsto en la ley de la materia, para
244
(123) MENDOZA LUNA, Amlcar. Desmaterializacin de valores mobiliarios. Algunas reflexiones a propsito de la Ley de Ttulos Valores, en: REDI, Revista Electrnica de Derecho
Informtico, N 31, Feb. 2001, www.vlex.com.
245
dejando la posibilidad de que en un futuro los valores que circulen con soportes muy diferentes al papel o al electrnico y que observen los requisitos
de ley, puedan constituirse sin ningn problema en ttulo valor.
6. Reconocimiento y absolucin de posiciones provenientes de
prueba anticipada
Los incisos 6 y 7 del artculo 688 atribuyen la condicin de ttulos ejecutivos al reconocimiento y absolucin de posiciones provenientes de la
prueba anticipada. Sobre el particular, es necesario desarrollar algunas ideas
preliminares, en relacin con la prueba anticipada. Es un procedimiento
orientado a facilitar la vida del proceso principal que se agrupa en dos categoras: diligencias preparatorias y diligencias conservatorias de prueba, en
atencin a la finalidad que se persigue. Segn Palacio(124) las diligencias preparatorias tienen por objeto asegurar a las partes la idoneidad y precisin de
sus alegaciones, permitindoles el acceso a elementos de juicio susceptibles
de delimitar con la mayor exactitud posible los elementos de su futura pretensin u oposicin, o la obtencin de medidas que faciliten los procedimientos ulteriores. En cambio, la diligencia conservatoria de prueba o prueba anticipada tiene por objeto la produccin anticipada de ciertas medidas
probatorias frente al riesgo de que resulte imposible o sumamente dificultoso hacerlo durante el periodo procesal correspondiente.
Nuestro cdigo las acoge a ambas (diligencia preparatoria y prueba anticipada) bajo la nomenclatura de esta ltima; sin embargo, la inspeccin
judicial, los testigos y la pericia pueden ser considerados como pruebas anticipadas, situacin que no puede ser extensiva para el reconocimiento ni
para la absolucin de posiciones, por estar diseadas como diligencias preparatorias. Cuando se acude a una tramitacin especial para proporcionar
al sujeto el ttulo, se autoriza a seguir la tramitacin que nuestra legislacin
errneamente califica como prueba anticipada, cuando debe ser catalogada
como diligencia preparatoria. Estas diligencias son entendidas como un
proceso de creacin de ttulos sumarios. Ella se limita a exigir un pronunciamiento judicial y la citacin de la persona a quien deba perjudicar o de su
causante. Este proceso, ms que de creacin, es de reconocimiento, porque
el ttulo en principio existe y lo nico que se hace es integrarlo o complementarlo con actividades especiales de las que depende su fuerza ejecutiva.
(124) PALACIO, Lino. Derecho Procesal Civil, T. VI, ob. cit., p. 11.
247
248
sentido, concordamos con el contenido de la Casacin N 1581-2001Lima que seala: En prueba anticipada no aparece la obligacin cierta
que resulte exigible a la actora, porque el reconocimiento practicado sobre las notas de abono no contiene de modo expreso la obligacin de devolucin del dinero ni plazo de vencimiento para ello.
jurisprudencia
El documento materia de la prueba anticipada reconocido fictamente ante la
inconcurrencia del obligado a reconocer, constituye ttulo ejecutivo, tanto ms,
si el dar por verdadero un documento implica ineludiblemente reconocerlo. El
inciso 3 del artculo 693 del Cdigo Procesal Civil prescribe que la prueba
anticipada que contiene un documento privado reconocido, constituye ttulo
ejecutivo, sin diferenciar si el reconocimiento ha sido en forma expresa o ficta.
(Exp. N 676-02. 22/05/2002)
Si se ha producido error sustancial, que incide sobre la propia naturaleza de los daos, es atendible su nulidad, pero no basta el simple error sobre
la extensin de los daos, sino que aparezca un dao nuevo con posterioridad a este. Como se puede apreciar, la norma hace referencia no a un documento en general, sino particulariza al documento privado, como el continente de la transaccin extrajudicial. En ese mismo sentido, el artculo
1304 del CC, al referirse a la formalidad de la transaccin, seala que debe
hacerse por escrito, bajo sancin de nulidad. No se aprecia la intervencin
notarial en el documento que contiene la transaccin, como una condicin
esencial para ser considerado como ttulo ejecutivo; por ello, resulta coherente con el inciso 8 del artculo 693 del CPC, cuando hace especial referencia al documento privado. La forma es en la escritura no en la calidad
del documento que contenga el acto, esto es, si es pblico o privado.
jurisprudencia
El accionante ha promovido el presente proceso en mrito a un documento
privado que contiene una transaccin extra judicial, de conformidad con lo
previsto por el inciso 5 del artculo 693 del CPC; por lo que se cumple con
la exigencia del artculo 689 del CPC al contener el ttulo una obligacin
cierta, expresa y exigible.
(Exp. N 99-43011-1010. 06/06/2000)
El inciso 9 del artculo 688 del CPC hace referencia al documento impago de renta por arrendamiento, como ttulo ejecutivo, siempre que se
acredite instrumentalmente la relacin contractual. Antes de la modificacin de este inciso se exiga que el arrendatario se encuentre en uso del bien
como condicin para ser calificado de ttulo ejecutivo el documento impago de la renta, situacin que felizmente hoy se ha corregido para considerar
como tal a todos los documentos que evidencien el no cumplimiento de la
prestacin pactada, siempre y cuando se demuestre documentalmente la
existencia de la relacin contractual. No es condicin para exigir esta pretensin que el arrendador demuestre haber cumplido con el pago del impuesto correspondiente a la Sunat, pues como refiere la octava disposicin
complementaria del Cdigo Procesal: para iniciar o continuar los procesos
no es exigible acreditar el cumplimiento de obligaciones tributarias. Sin
embargo, el juez puede oficiar a la autoridad tributaria, a efecto de salvaguardar el inters fiscal.
250
jurisprudencia
Constituyen ttulos de ejecucin, los recibos de pago de la renta reclamada, ms la afirmacin que el demandado se encuentre ocupando el bien.
Resulta improcedente la demanda de pago de arriendos, si no se adjunta los
recibos impagos de los meses que se demanda.
(Expediente 809-98. 18/05/1998)
El inciso 10 del artculo 688 del CPC considera al testimonio de escritura pblica como ttulo ejecutivo. En atencin a la persona que suscribe el testimonio, como es el notario pblico, conlleva a que sea calificado como documento pblico, generando la presuncin de certeza
sobre su contenido, salvo prueba en contrario. Tngase en cuenta que
el notario es un profesional del Derecho autorizado por ley para dar fe
de los actos y contratos que ante l se celebran, para lo cual formaliza la
voluntad de los otorgantes, redactando los instrumentos, a los que confiere autenticidad. Ello no exime que el acto jurdico, a pesar de estar
contenido en escritura pblica, si carece de los presupuestos que describe el artculo 689 del CPC, sea considerado ttulo de ejecucin. Necesariamente el acto jurdico contenido en el testimonio de escritura pblica debe tener las cualidades de la ejecucin: contener derechos ciertos,
expresos y exigibles. La escritura pblica protocolizada, de por s, carece de ejecucin, en tanto que el acto jurdico que acoja no tenga los supuestos que refiere el artculo 689 del CPC citado.
Debe precisarse que la Ley del Notariado distingue entre los instrumentos pblicos protocolares y extraprotocolares. La escritura pblica es
un ejemplo de instrumento protocolar. Es importante distinguir la escritura
pblica de las actas notariales (estas ltimas no tienen el mrito ejecutivo,
pero s la escritura pblica). En el caso de la escritura pblica, es protocolar
y siempre contiene un acto jurdico; en cambio, las actas pueden albergar
hechos jurdicos, pero de manera excepcional, actos jurdicos. Las escrituras
requieren estar siempre firmadas por los comparecientes a diferencia de las
actas, que no. En cuanto a los instrumentos extraprotocolares, seala el
artculo 26 de la Ley de Notariado que estos son las actas y dems certificaciones notariales que se refieren a actos, hechos o circunstancias, que presencia o le conste al notario por razn de su funcin.
251
El mrito ejecutivo de los ttulos tambin puede ser otorgado por leyes especiales, como refiere el inciso 11 del texto en comentario. Vase en el
caso de la Ley General del Sistema Financiero, Ley N 26702. En el inciso
7 del artculo 132 de la citada ley se aprecia el mrito ejecutivo a las liquidaciones de saldos deudores que emitan las empresas comprendidas en tal
disposicin legal, entre ellas los bancos. En relacin con dicho saldo deudor,
mediante la Casacin N 2024-2000-Lima, la Sala Civil Suprema ha establecido que la sola presentacin del saldo deudor no viabiliza el proceso
ejecutivo, es necesario que dichas liquidaciones deban recaudarse con el o
los documentos donde conste el origen de la obligacin. En relacin con
esta legislacin, sostiene la Casacin N 2380-99-Lima que los bancos
deben informar peridicamente a sus clientes sobre los estados de cuenta,
teniendo el cliente la oportunidad de observar los saldos deudores en forma
puntual, rubro por rubro, partida por partida, con la documentacin sustentatoria que el caso requiera.
Por otro lado, el artculo 228 de la referida Ley N 26702 seala que la
empresa financiera puede, en cualquier momento, remitir una comunicacin a su cliente en este caso, al ejecutado, advirtindole de la existencia de saldos deudores en su cuenta y requirindole el pago. Transcurridos
quince das hbiles desde la recepcin de la comunicacin sin que hubiere observaciones, el banco est facultado para girar, contra el cliente por el
saldo ms los intereses generados en dicho periodo, letras a la vista, con expresin del motivo por el que se las emite. Si se ha emitido dichas letras de
cambio a la vista, las que estn protestadas por falta de pago, no requiere la
aceptacin del girado, dejando expedita la accin ejecutiva.
Otro caso en que la ley otorga mrito ejecutivo es el arrendamiento
financiero regulado en el Decreto Legislativo N 299. Es una modalidad
de contratacin del siglo XX que recibe diversas calificaciones, tales como
locacin financiera, leasing, alquiler industrial, entre otros. Es un contrato tpico mercantil que tiene por objeto la locacin de bienes muebles o
inmuebles por una empresa locadora para el uso por la arrendataria, mediante pago de cuotas peridicas y con opcin a comprar dichos bienes.
Este contrato es oneroso, crea una situacin jurdica de uso y disfrute del
bien materia del contrato, con prestaciones recprocas y de ejecucin continua. Seala el artculo 10 del citado Decreto Legislativo N 299 el contrato de arrendamiento financiero tiene mrito ejecutivo. El cumplimiento
252
jurisprudencia
En los procesos de conocimiento se parte de una situacin incierta para obtener un pronunciamiento jurisdiccional de certeza del derecho controvertido.
En los procesos de ejecucin, se parte de una situacin cierta, pero insatisfecha, y el proceso ver, precisamente, sobre esa satisfaccin que debe tener el
ejecutante respecto de su acreencia, la que se puede reducir mas no alterar.
(Cas. N 871-97-Puno, El Peruano, 19/10/98, p.
1985)
Cuando la prestacin se refiera a dar suma de dinero, debe ser, lquida o liquidable, mediante operacin aritmtica. La prestacin liquidable es la que puede dilucidarse numricamente mediante operacin aritmtica, mtodo que no podra ser de aplicacin para las
prestaciones ilquidas. Vase el caso de la sentencia que condena a
una cantidad lquida y al mismo tiempo a los intereses que las partes haban pactado en la relacin jurdico-material. Dichos intereses
se consideran como cantidad liquidable (no ilquida), por cuanto en
la sentencia se fija el porcentaje y periodo por el cual debern abonarse; y aun en el supuesto de que no existiera pacto, se aplican los
255
intereses legales. Ello es posible porque se trata de una simple operacin matemtica.
jurisprudencia
Los ttulos ejecutivos o de ejecucin solo dan mrito para despachar la ejecucin cuando la obligacin contenida en el ttulo es cierta, expresa y exigible;
es cierta, cuando es conocida como verdadera e indubitable; es expresa, cuando manifiesta claramente una intencin o voluntad, y es exigible cuando se
refiere a una obligacin pura y simple, y si tiene plazo, que este haya vencido
y no est sujeto a condicin.
(Cas. N 2380-98-Lima, El Peruano, 18/12/99, p.
4321)
(125) Vase el caso promovido por Proveedores Hospitalarios Prohosa S.A. con Laboratorio Baxter S.A., Expediente N 8161-1997, 33 JCL sobre obligacin de dar suma de dinero.
(126) MONTERO AROCA, Juan. Derecho Jurisdiccional, T.II, Proceso civil, Ob. cit., p. 522.
256
La legitimacin viene determinada por el ttulo. A pesar de que la redaccin del artculo 690 considera que est legitimado para promover ejecucin quien en el ttulo tiene reconocido un derecho en su favor, hay
circunstancias en las que la ejecucin puede realizarse por y frente a quienes no aparecen en el ttulo, como es el caso de la fusin y la absorcin de
las personas jurdicas. En estos supuestos nos encontramos ante la legitimacin derivada, por que surge despus de la formacin del ttulo. Seala
Montero Aroca, el ttulo determina la legitimacin activa y pasiva. El aparecer en l es suficiente para que el juez despache la ejecucin. Es posible
que el ejecutado se oponga a la ejecucin alegando que no existe ya el derecho material (porque pag entre la sentencia firme y la iniciacin de la ejecucin) pero ello no afecta a la legitimacin sino al fondo del asunto.
Puede darse el caso de que se pida la ejecucin por persona no designada en el ttulo o que no afirme su legitimacin por sucesin. En este caso el
juez no deber admitir la ejecucin por falta de legitimacin; en caso contrario, el ejecutado podr alegar la excepcin que recoge el inciso 6 de
257
artculo 446 del CPC. En caso de litisconsorcio necesario, sea activo o pasivo, este sigue mantenindose en la ejecucin, sin embargo, hay situaciones
que permite que el requerimiento no se haga a la totalidad de los litisconsortes, vase el caso de la condena al pago de una cantidad de dinero. Basta
iniciar la ejecucin contra uno de los deudores, para que la obligacin quede satisfecha.
En relacin con la legitimacin extraordinaria, seala Montero Aroca que es posible estar legitimado sin afirmar la titularidad activa de la
relacin jurdica. Es as que es posible utilizar la accin subrogatoria respecto de la accin ejecutiva. Cita como ejemplo el caso del deudor que
ha obtenido a su favor una sentencia contra un deudor suyo, y no insta
la ejecucin; el acreedor, despus de haber perseguido los bienes que estn en posesin del deudor para realizar cuanto se le debe, puede ejercitar todas las acciones de este y por tanto tambin las ejecutivas. Respecto de otras legitimaciones, seala Montero Aroca habr de estarse
al caso concreto para comprobar si el Ministerio Fiscal, las asociaciones,
corporaciones y grupos pueden o no instar la ejecucin, aunque no hubiese sido parte en el proceso de declaracin y no figure por tanto, en el
ttulo, pero en principio la legitimacin tienen que poder comprender
tambin la ejecucin. As, si la fbrica ha sido condenada a colocar una
depuradora de aguas residuales y el demandante no insta la ejecucin
podr hacerlo la asociacin, corporacin o grupo que acta en defensa
de los derechos o intereses colectivos? Creemos que s.
El artculo 690 permite que cuando la ejecucin pueda afectar el derecho de tercero se debe notificar a este con el mandato ejecutivo o de ejecucin. Tercero es quien no es parte de la relacin procesal pero tiene un inters jurdico relevante en el objeto de discusin.
En la ejecucin interviene cuando se puede afectar el derecho de crdito de un tercero frente al ejecutado. Si ese crdito goza de preferencia con
relacin a un bien determinando, el principio de subsistencia de las cargas
preferentes y anteriores significa que no se ver afectado, pero cuando la
preferencia es genrica forzar al tercero a acudir a la tercera de mejor derecho. Ntese que la comunicacin a los terceros acreedores no se exige con
el mandato de ejecucin o ejecutivo sino en la etapa de la ejecucin forzada
(artculo 726 del CPC) porque el ejecutado deudor perfectamente puede
optar por satisfacer la obligacin dentro del plazo asignado por el juez, evitando de esta manera el inicio de la ejecucin forzada.
258
cuanto su responsabilidad es diferente frente al acreedor. El deudor hipotecario responde con todos sus bienes si el precio de realizacin del bien
hipotecado no fuere suficiente; en cambio, la responsabilidad del dador de
hipoteca se limita al bien que sirve de garanta. El dador de hipoteca no se
convierte en deudor de la obligacin por consentir en la constitucin de la
hipoteca, sino solamente tiene la calidad de responsable y esa responsabilidad tiene su expresin concreta en el valor de realizacin del inmueble afectado; por consiguiente, el acreedor frente al deudor hipotecario puede hacer ejercicio de la denominada prenda genrica sobre sus bienes (conocida
tambin como responsabilidad universal de sus bienes), si la venta del bien
hipotecado no alcanzare para cubrir su crdito. Por el contrario, el acreedor
carece de dicho derecho ante el hipotecante no deudor, que precisamente limita su responsabilidad al bien hipotecado. La segunda parte de este
artculo hace referencia a la situacin de los terceros legitimados. Se incorpora la posibilidad de notificar a estos, mediante edictos, cuando se ignore su domicilio. Un referente para deslindar que no se conoce el domicilio,
esto es, que se ignore este, es la informacin que aparece almacenada en el
Registro Nacional de Identificacin (Reniec). La direccin domiciliaria declarada por el tercero ante el Reniec constituye el domicilio de este, sobre
el cual debern recaer las notificaciones que se dirijan a este; en caso contrario, cuando el registro de el Reniec informare que no existe dicho dato o
no se encuentre registrado el tercero ante el Reniec, se proceder a la notificacin mediante edictos.
V. La demanda ejecutiva
La demanda es el acto procesal que da inicio al proceso. Contiene la pretensin procesal y materializa el derecho de accin. Este acto procesal tiene
que satisfacer ciertos requisitos recogidos en los artculos 424 y 425 del CPC,
en lo que corresponda. Los incisos 1 al 4 del artculo 424 hacen referencia a
los sujetos del proceso (juez y partes). El inciso 5 exige que el petitorio sea
expresado en forma clara y concreta; en ese sentido la demanda ejecutiva
debe solicitar se ordene el pago de determinada suma de dinero, ms intereses y gastos procesales. No es correcto solicitar que se ordene el pago de la
suma que aparece en los documentos de ejecucin, sino que hay que establecer de manera expresa el monto de la pretensin. Se debe precisar, adems,
que la peticin del ejecutante no es libre, por cuanto el ttulo determina los
lmites de su peticin; por citar, cuando se trata de dar suma de dinero siempre ser posible en la demanda pedir menos a lo establecido en el ttulo.
261
Vase el caso, si una letra de cambio refiere la cantidad de cien mil nuevos soles y el ejecutante solo solicita cincuenta mil nuevos soles, pero nunca ms de la cantidad establecida en el ttulo. En el inciso 6 de artculo 424
del CPC se hace referencia a que los hechos sean expuestos enumeradamente en forma precisa, con orden y claridad. Esta exigencia es importante
porque va a fijar los lmites del contradictorio, la pertinencia de la prueba,
la intervencin e integracin de terceros que pudieren ser afectados con la
tutela reclamada. Nelson Ramrez considera que toda pretensin, por muy
especfica que sea, aun cuando se refiera a cuestiones de puro derecho, debe
volcarse en una demanda que contenga una secuencia expositiva lgica de
los hechos. El orden est referido a un criterio lgico que normalmente es
secuencial en el tiempo, pero que fundamentalmente, debe procurar arrojar como resultado el que de su sola lectura informe con precisin los antecedentes que originan el conflicto y, a su vez, permitan proyectar la forma
en que deban ser solicitados.
En relacin con la numeracin de los hechos, se dice que hay demandas que no tienen ms que un solo hecho y, por lo tanto, no hay necesidad
de enumerar ese solitario aspecto fctico. Para Ramrez debe cumplirse con
dicho requisito, ya que se trata de una exigencia que no hace referencia al
aspecto cuantitativo sino al aspecto formal.
El proceso ejecutivo suele ser mencionado como el ejemplo de demandas que contiene un solo hecho, pues la letra protestada es su sola razn de
ser, dada la naturaleza abstracta de la accin cambiaria; sin embargo, para
Ramrez, ello no es as, porque un primer hecho es la emisin de la letra, un
segundo hecho es la aceptacin de la letra; un tercer hecho es el protesto
de la letra; un cuarto hecho puede ser el aval de la letra; un quinto hecho
puede ser el endose de la letra. En efecto, el demandado puede formular
contradiccin contra cualquiera de estos hechos. Por ejemplo, puede alegar
que no acept la letra, pues su firma ha sido falsificada, o que el protesto es
ilegal, pues ha sido hecho por quien no es notario, o el avalista alega que se
ha perdido la accin cambiaria, etc.
Como seala el artculo 690-A del Cdigo Procesal Civil, a la demanda
se acompaa el ttulo ejecutivo. No solo se debe alegar y presentar el ttulo que por ley apareja ejecucin, sino que la obligacin documentada en el
ttulo debe cumplir los requisitos del artculo 689 del CPC. Estas dos circunstancias deben desprenderse del ttulo mismo y a partir de l nace el derecho del ejecutante a que el juez despache la ejecucin y la lleve hasta el
262
modelo
MODELO DE DEMANDA DE EJECUCIN DE
OBLIGACIN DE DAR SUMA DE DINERO
Secretario
Expediente
Cuaderno
Escrito
Sumilla
: ....................
: ....................
: PRINCIPAL.
: N 01
: Interpone demanda de ejecucin de obligacin de dar suma
de dinero
263
2. Que, a pesar del tiempo transcurrido, los ejecutados no han cumplido con
cancelar los ttulos valores cuyo cobro constituye el objeto de la presente accin, razn por la cual han sido debidamente protestados conforme a ley.
3. Que, la presente accin tiene como finalidad demandar la ejecucin de obligacin de dar suma de dinero, la misma que es cierta, expresa, lquida y exigible, como puede apreciarse de las letras de cambio que acreditan mi pretensin.
IV. FUNDAMENTACIN JURDICA:
Fundamento mi petitorio en lo dispuesto en las siguientes normas legales:
Artculo 1219 del Cdigo Civil, cuyo inciso 1) prescribe que es efecto de las obligaciones autorizar al acreedor para emplear las medidas legales a fin de que el deudor le procure aquello a que est obligado.
Artculo 688 del Cdigo Procesal Civil, que establece en su inciso 1) que se
puede promover ejecucin en virtud de ttulo ejecutivo.
Artculo 693 del Cdigo Procesal Civil, que prescribe en su inciso 4) que se puede
promover proceso nico de ejecucin en mrito de ttulos valores que confieran la accin cambiaria, debidamente protestados o con la constancia de la formalidad sustitutoria del protesto respectiva; o, en su caso, con prescindencia de dicho protesto o
constancia, conforme a lo previsto en la ley de la materia.
Artculo 695 del Cdigo Procesal Civil, que dispone que para el cumplimiento de
una obligacin de dar suma de dinero se le dar el trmite previsto para el proceso
nico de ejecucin.
Artculo 18 de la Ley de Ttulos Valores (Ley N 27287), que precepta en su
inciso 18.1) que los ttulos valores tienen mrito ejecutivo si renen los requisitos
formales exigidos por la citada ley, segn su clase.
264
V. MEDIOS PROBATORIOS:
Ofrezco el mrito de los siguientes medios probatorios:
1. Copia legalizada del contrato de .., de fecha .., suscrito entre el demandante y ., obligado principal; con el cual se acredita que en
virtud de l se emitieron las letras de cambio cuyo pago se reclama, as como otras, no vencidas a la fecha.
2. Letra de cambio N , de fecha , vencida el . por el
monto de..dlares americanos, protestada por falta de pago conforme
a ley; con la que se demuestra la existencia de la deuda y la naturaleza ejecutiva de la accin respectiva.
3. Letra de cambio N ., de fecha , vencida el ., por el
monto de dlares americanos, protestada por falta de pago conforme a ley; con la que se prueba la existencia de la deuda y la naturaleza ejecutiva de la accin respectiva.
POR TANTO:
Al Juzgado, solicito se sirva tener por interpuesta la presente demanda y darle el
trmite que a su naturaleza corresponde, conforme a mi derecho y de acuerdo a ley.
PRIMER OTROS DIGO: Que, delego las facultades generales de representacin, a que se refiere el artculo 80 del Cdigo Procesal Civil, al Dr.., con
Reg, y declaro estar instruido acerca de sus alcances. En cuanto al domicilio
del representado, requisito para la representacin judicial por abogado, sealo que
se encuentra indicado en la parte introductoria de la presente demanda.
SEGUNDO OTROS DIGO: Que, a efectos de determinar la cuanta de lo
demandado, sealo que los dlares americanos, monto consignado en el petitorio,
equivalen a la suma de ............nuevos soles, por ser el tipo de cambio de venta vigente a la fecha de SI. ..... por cada dlar americano.
TERCER OTROS DIGO: Que, con arreglo a lo previsto en el segundo prrafo
del artculo 428 del Cdigo Procesal Civil, me reservo el derecho de ampliar la cuanta
de mi pretensin segn el monto al que asciendan las letras de cambio que se fueran
devengando en el curso del proceso y que correspondan a la relacin obligacional a
que se contrae el punto 1 de los fundamentos de hecho de la presente demanda.
CUARTO OTROS DIGO: Que, acompao los siguientes anexos:
A. Tasa judicial por concepto de calificacin de ttulo ejecutivo.
B. Fotocopia del DNI del demandante.
C. Copia legalizada del contrato de.., de fecha., suscrito entre el demandante y......
265
Todos los jueces ejercen jurisdiccin, pero cada uno de ellos tiene delimitado el campo en que la ejerce, de ah que algunos jueces pueden intervenir en unos asuntos y no en otros. Esta delimitacin se hace en atencin
al principio de la divisin del trabajo y se distribuye entre los jueces y juzgados. Para Vscovi, la competencia es la porcin o parte de jurisdiccin de los
diversos rganos jurisdiccionales y, a la vez, la aptitud de ellos para juzgar
determinados asuntos. La delimitacin de la competencia se presenta as
como un conjunto de limitaciones cuantitativas, no frente a la jurisdiccin
sino frente a otros rganos jurisdiccionales.
Un sector de la doctrina delimita la competencia bajo la siguiente clasificacin: la objetiva, la funcional y la territorial. La objetiva se sustenta en
el valor y la naturaleza de la causa. La funcional, en las funciones que la ley
encomienda a los jueces de diversa jerarqua en el proceso; y, la territorial
opera ante la existencia de jueces de la misma clase y la asignacin de procesos a cada uno de ellos en atencin al orden geogrfico. Tanto la competencia objetiva y funcional no son objeto de disposicin de las partes. Son
absolutas, porque la organizacin de los estamentos judiciales no se halla
sujeta al arbitrio de las partes.
El artculo 690-B del CPC establece la competencia en grado, tomando como referente la cuanta de la pretensin. Se dice que la estrategia del
proceso se muestra dominada por leyes de conveniencia econmica segn
las cuales el costo del proceso condiciona la importancia del litigio y este
influye no solamente sobre la forma procedimental que se le asigne, sino
tambin sobre la estructura del oficio al cual se confe sobre la seleccin de
266
los funcionarios competentes. Precisamente, uno de los efectos de la cuanta en los procedimientos ejecutivos es la determinacin de la competencia funcional. Como seala la norma, el juez de paz letrado es competente
para conocer las pretensiones cuya cuanta no sea mayor de cien unidades
de Referencia Procesal. Las pretensiones que superen dicho monto son de
competencia del juez civil.
La competencia funcional comprende tanto la competencia por grado
como la competencia segn la etapa procesal que se desenvuelva. La designacin del juez competente se cumple no por causa de una cualidad del litigio sino de una cualidad de la actividad del cargo, o sea, de la funcin que
est llamado a ejercer. La aplicacin de este criterio conlleva a distinguir
entre juez de primer y segundo grado. Acarrea distribuir los litigios entre los
jueces, con miras a la determinacin de quin debe hacer el primer examen
del litigio y quin el examen que sucede. En ese sentido, la norma en comentario establece los jueces de primer grado (juez de paz letrado y juez civil) que conocern las pretensiones ejecutivas, en atencin a la cuanta que
se reclama.
Tratndose de procesos de ejecucin de garantas, la norma establece
que la primera instancia se iniciar ante el juez civil, reproduciendo as la
competencia ya establecida en el modificado artculo 720 del CPC, al margen de la cuanta de la pretensin a ejecutar.
En cuanto a la competencia territorial, seala el artculo 690-B que es
competente para conocer los procesos con ttulo ejecutivo de naturaleza
judicial el juez de la demanda, reproduciendo en parte el texto del derogado artculo 714 del CPC. Bajo esta regla encontramos a los ttulos ejecutivos de naturaleza judicial, como los acuerdos por conciliacin o transaccin
homologados (328 y 337 del CPC) y las sentencias firmes. La norma comprende a todos ellos bajo la denominacin de resoluciones judiciales firmes,
atribuyendo competencia en dichos casos a los jueces de la demanda. La
transaccin y la conciliacin que ponen fin al proceso tienen la autoridad
de la cosa juzgada; por tanto, la aprobacin de ellas genera un ttulo de ejecucin que en caso de incumplimiento se ejecuta ante el mismo juez que
conoci la demanda originaria, tal como lo seala el presente artculo; sin
embargo, este artculo no precisa el juez competente territorialmente que
debe conocer la ejecucin de las obligaciones contenidas en ttulos ejecutivos de naturaleza extrajudicial, a que refieren los incisos 2 al 11 del artculo
688 del CPC. Frente a ello, debemos recurrir a lo regulado en el artculo 34
267
del CPC que dice: los procesos de ejecucin se someten a las reglas generales sobre competencia, salvo disposicin distinta de este Cdigo; esto es,
el lugar del domicilio del demandado, tal como lo seala el artculo 14 del
CPC o por el artculo 17 del CPC, si se trata de personas jurdicas; sin embargo, se debe tener en cuenta que adems del domicilio del demandado,
tambin es competente, a eleccin del demandante, los supuestos que regula el artculo 24 del Cdigo Procesal.
Reglas especiales en el proceso nico de ejecucin
Competencia: el juez de la demanda.
Ejecucin de ttulos
judiciales
Contradiccin:
1) Cumplimiento de lo ordenado.
2) Extincin de la obligacin.
Ejecucin de ttulos
extrajudiciales
Contradiccin:1) inexigibilidad o iliquidez de la
obligacin; 2) nulidad formal, falsedad del ttulo o si ha sido completado en forma contraria a
los acuerdos; 3) extincin de la obligacin.
Ejecucin de
garantas
Como seala el artculo 690-D, el juez calificar el ttulo ejecutivo verificando la concurrencia de sus requisitos formales. Para que pueda admitirse
su ejecucin no solo es suficiente recaudar el original del documento que
presumiblemente tiene mrito ejecutivo, sino que la obligacin que la
268
contiene est vencida; esto significa que la pretensin exigida no se encuentre sujeta a modalidad alguna, vale decir, que no tiene plazo, lugar, ni modo
pendiente.
La referida norma seala que de considerar admisible la demanda dar
trmite expidiendo el mandato ejecutivo, debidamente fundamentado, el
que contendr el cumplimiento de una obligacin contenida en el ttulo; por
citar, si se trata de una obligacin dineraria, el mandato ejecutivo contendr
una orden de pago de lo adeudado, incluyendo intereses y gastos demandados, bajo apercibimiento de iniciarse la ejecucin forzada.
El apercibimiento indica una prevencin especial porque se concreta
en una advertencia conminatoria respecto de una sancin tambin especial. Esta advertencia es intimada por la autoridad, con potestad suficiente
para exigir una conducta determinada y aplicar una sancin en caso de resistencia a ella. Adems, el apercibimiento judicial hecho a una de las partes se funda en un mandato expreso de la ley, que permite al juez advertir
de la futura actuacin a realizar en caso de resistencia.
A pesar de que no lo precisa la norma, es necesario requerir al condenado sealndole un plazo para que cumpla. Este requerimiento previo y el
sealamiento de plazo constituyen el inicio de la ejecucin y es calificado
como mandato ejecutivo. La actividad ejecutiva depender de la conducta que adopte el ejecutado. Si este cumple estrictamente (ntegramente) la
condena, la ejecucin y el proceso concluir; en caso contrario, como el objetivo de la ejecucin no se ha logrado, se proceder a la ejecucin forzada.
Los actos de coaccin tienen normalmente en esta etapa un carcter
meramente preventivo, para dar paso, si hubiera contradiccin, a una etapa
sumaria de conocimiento, que se inserta en el procedimiento de ejecucin.
Esa oposicin aparece regulada en el artculo 690-D del CPC para brindar
al ejecutado la posibilidad de hacer valer las defensas que tenga contra el
ttulo o contra el procedimiento.
En el caso de obligaciones dinerarias en el que el ttulo contenga una
parte lquida y otra ilquida, se proceder a la ejecucin de la primera, sin
necesidad de esperar a que se liquide la segunda.
El tratamiento de la prestacin liquidable aparece regulado en el artculo
689 del CPC. Vase el caso de una transaccin extrajudicial que contiene
una prestacin de una cantidad lquida ms intereses convencionales; estos ltimos sern liquidables como resultado de una operacin aritmtica.
269
personal exigiendo el cumplimiento de la obligacin principal, bajo apercibimiento de llevarse adelante la ejecucin forzada sobre los bienes de propiedad del deudor; en tal sentido, a pesar de que existe un fiador solidario
constituido en el contrato de garanta hipotecaria, y otro fiador solidario
consignado en el pagar, los apercibimientos para el inicio de la ejecucin
forzada, difieren uno de otro.
Por otro lado, en caso de exigencias no patrimoniales, el juez debe
adecuar el apercibimiento a dicha naturaleza, vase el caso de la ejecucin forzada de un rgimen de visitas o de la entrega de un menor en
caso de tenencia. Es importante resaltar que el derogado artculo 697
del CPC que regulaba el mandato ejecutivo en pretensiones dinerarias
permita la posibilidad de la impugnacin, mediante la apelacin, al
mandato ejecutivo. El sujeto legitimado para la impugnacin era el ejecutado y solo poda fundarse en la falta de requisitos formales del ttulo;
sin embargo, el cuestionamiento al mandato ejecutivo, tambin se puede realizar a travs de la contradiccin que recoga el inciso 2 del artculo 700 del CPC. En ambos casos, tanto los plazos como el objeto de la
contradiccin y la apelacin son distintos y, por lo mismo, los efectos de
estos en relacin al ttulo tambin.
Cabe sealar que en todo proceso de ejecucin, el juez califica el ttulo
y deniega el petitorio, si considera el ttulo inhbil o accede a l, si el ttulo
es idneo. Esta calificacin se desarrolla bajo una concepcin publicstica
del proceso que rompe con el viejo precepto que toda demanda interpuesta deba ser admitida a trmite, permitiendo el rechazo liminar de la ejecucin, si el ttulo no rene los requisitos formales para ello (por ejemplo, que
hubiere caducado su efecto cambiario). Este rechazo debe entenderse a la
pretensin, mas no implica rechazo al derecho de accin.
La denegacin de la ejecucin que refiere este artculo est condicionada a las cualidades del ttulo ejecutivo; sin embargo, al calificar la demanda,
no se puede dejar de apreciar lo regulado en el artculo 690-A del CPC. Esto
permite sostener que si bien la demanda inicia el proceso, ello no impide
que por un dficit en las condiciones de procedibilidad de esta, el juez no le
d curso por no reputarla idnea para la prosecucin. Los principios de autoridad y de economa procesal justifican que el juez no deba permanecer
impasible ante la proposicin de demandas cuya sustanciacin solo se traducira en un intil dispendio de actividad jurisdiccional. Vase el caso de
la afectacin a la competencia establecida en el artculo 690-B del CPC. Se
271
regulados en dicho artculo, de ah que el texto de la norma seale: la contradiccin solo podr fundarse segn la naturaleza del ttulo en (); de
tal manera que el juez debe declarar liminarmente la improcedencia de la
contradiccin si esta se funda en supuestos distintos a los que describe la
norma; sin embargo, esta exigencia en la actividad judicial se muestra bastante vulnerable, cuando literalmente se invoca una de ellas, en las sumillas
de sus escritos; sin embargo, la sustentacin de la causal no guarda relacin
con la calificacin invocada. En esas circunstancias, si el juez aprecia que
el ejecutado est etiquetando una contradiccin agazapada bajo las causales que describe este artculo, sin que el contenido y desarrollo de la argumentacin se ajuste a la invocada, debe proceder al rechazo liminar de la
contradiccin.
Como ya se ha sealado la vieja disquisicin entre acto y documento en
los ttulos ejecutivos, se ha zanjado en que ambos son elementos integrantes
del ttulo, esto es, que para calificar a un ttulo ejecutivo deben concurrir dos
elementos: el documento en la forma establecida por ley y el acto cuyo contenido rena los elementos subjetivos y objetivos de las obligaciones. Esta
precisin es importante para justificar las causales de los incisos 1 y 2 del
artculo 690-D del CPC para la contradiccin, pues un ttulo ejecutivo, para
ser considerado como tal, debe satisfacer requisitos de forma y de fondo.
1. La inexigibilidad de la obligacin contenida en el ttulo
jurisprudencia
Una obligacin es inexigible por razones de tiempo, lugar y modo. Si la obligacin ha de cumplirse en determinado plazo y este no ha vencido; si el demandado acude a un juez del lugar distinto al pactado o si la obligacin de
pago a cumplirse est pendiente de una condicin o cargo; o cuando la ejecucin no se realiza en la forma sealada no merece amparar la contradiccin.
(Exp. N 1046-2001. 21/01/2002)
La contradiccin puede invocar la iliquidez de la obligacin contenida
en el ttulo. Esto implica que no tiene inmediata ejecucin una prestacin
ilquida. Si la obligacin comprende una parte lquida y otra parte es ilquida, se puede demandar la primera. Las prestaciones liquidables se liquidan
mediante operacin aritmtica.
Cuando el ttulo es ilquido, no puede procederse a la ejecucin con
una simple operacin aritmtica porque ella responde a razones muy distintas. En estos casos, estamos ante las llamadas sentencias de condena
genrica o de condena con reserva. Vase el caso de la sentencia que condena al pago de una suma lquida y dispone, como prestacin ilquida, la
compensacin del saldo de la deuda existente mediante la devolucin de
mercadera, luego de computarse la depreciacin de ella, al momento de la
entrega(130); o el caso de la sentencia que condena al pago de daos y perjuicios, fijndose las bases para dicha posterior liquidacin; o la liquidacin de
frutos, rentas y utilidades, segn las pautas preestablecidas en la condena.
Montero Aroca(131) refiere que estas prestaciones operan cuando la ley admite que esta sea ilquida, dejando la liquidacin para la fase de ejecucin;
otro supuesto es que no haya existido realmente una actividad declarativa
previa, sino simplemente el presupuesto para condenar genricamente los
daos sufridos; tambin permite prestaciones ilquidas, cuando la obligacin de hacer, no hacer o dar cosa especfica o genrica se pueden transformar por ley en obligacin pecuniaria. En este ltimo caso, nuestro cdigo
hace referencia a esta situacin en el artculo 706 del CPC.
(130) Vase el caso promovido por Proveedores Hospitalarios Prohosa S.A. con Laboratorio Baxter S.A., Expediente N 8161-1997, 33 JCL sobre obligacin de dar suma de dinero.
(131) MONTERO AROCA, Juan. Derecho jurisdiccional, ob. cit., p. 522.
276
El documento se cuestiona de nulo cuando no acoge la forma sealada por ley. Vase en el caso de los ttulos valores. Uno de los aspectos que
se cuestiona bajo esta causal es la falta de intervencin del notario para los
fines del protesto. La derogada Ley N 16857 no admita mayor discusin
en la intervencin del secretario del notario como el encargado de efectuar
el protesto; sin embargo, la Ley del Notariado N 26002 al establecer que el
notario ejerce la funcin notarial en forma personal, exclusiva e imparcial,
llev a sostener que todo protesto hecho por el secretario del notario era invlido y como tal, se justificaba la nulidad formal del ttulo. Con la nueva
Ley N 27287 (artculo 74) se considera como funcionarios encargados del
protesto al notario, sus secretarios o el juez de paz del distrito correspondiente, en caso no hubiere notarios.
Otro de los argumentos que se utilizaba para invocar la nulidad formal del
ttulo es en la notificacin del protesto. Se argumentaba que era imposible que
un funcionario realice ms de un protesto, en un mismo da y hora y en lugares distintos, y de acreditarse ello, provocaba la afectacin del ttulo en
cuanto a su mrito ejecutivo. La Ley N 27287 permite que la notificacin
del protesto pueda hacerla personalmente el fedatario o ser enviada por este
usando medios fehacientes que aseguren dicha notificacin (artculos 77 y
78) de tal manera que la intervencin personal del funcionario notarial en
la notificacin del protesto es facultativa.
(132) PALACIO, Lino. Derecho Procesal Civil, T. VII, ob. cit., p. 272.
277
del artculo 49.1 de la Ley N 27287. Por ltimo, la Casacin N 2140-2003Lima, del 1 junio de 2004 (El Peruano, 30/09/2004) establece que la nulidad
de un ttulo valor por vicios formales implica la extincin de la responsabilidad del aval. Seala la Sala Suprema que cuando se declara la nulidad de
un ttulo valor por adolecer de un vicio formal, no solo se libera de la accin
cartular al obligado principal, sino que dicha declaracin tambin implica
la extincin de la responsabilidad del aval.
jurisprudencia
Cuando el artculo 722 del Cdigo Procesal Civil dispone que el ejecutado
puede contradecir el mandato de ejecucin alegando entre otros la nulidad formal del ttulo es lgico y congruente interpretar que tal premisa
alcanza no solo a la formalidad de la garanta otorgada, sino tambin a la
formalidad del estado de cuenta de saldo deudor por lo que no puede considerarse que este ltimo constituya un simple anexo cuyo anlisis por parte del
juzgador carezca de objeto.
(Casacin N 826-2004-LA LIBERTAD. El Peruano,
01/12/2005)
La redaccin originaria del inciso 2 del artculo 690 D del CPC se modific para comprender bajo el supuesto de nulidad formal o falsedad del ttulo ejecutivo, cuando siendo este un ttulo valor emitido en forma incompleta hubiere sido completado en forma contraria a los acuerdos adoptados,
debiendo en este caso observarse la ley de la materia. Este inciso es coherente con la nueva regulacin de la ley de Ttulos Valores N 27287. En efecto, el artculo 19 de la referida ley describe varios supuestos como causales
para la contradiccin, al margen de la va procedimental en la que se ejerciten las acciones derivadas del ttulo valor. El inciso 1. e) considera como
causal que el ttulo valor incompleto al emitirse haya sido completado en
forma contraria a los acuerdos adoptados, acompaando necesariamente el
respectivo documento donde consten tales acuerdos transgredidos por el
demandante.
En la actividad judicial, el argumento que el ttulo valor fue suscrito en
blanco es bastante reiterado. Es comn apreciar que se ofrece la pericia para
acreditar esa afirmacin, pues consideran que si se prueba que primero se
firm y luego se complet el ttulo, la defensa en el proceso ser exitosa. Se
279
(133) BERGEL, Salvador y PAOLANTONIO, Martn. Acciones cambiarias y excepciones cambiarias, Depalma, Buenos Aires, 1992, p. 384.
280
jurisprudencia
La falsedad de un ttulo ejecutivo puede oponerse cuando este no sea autntico, por no corresponder su contenido o firma en l impresa a la realidad
del acto o hecho producidos, o a la persona a quien se le atribuye, pudiendo
comprender tal causal la elaboracin ntegra del documento, contrariando la
verdad, o su adulteracin. La afirmacin de su propsito debe ser acreditada
por el ejecutado, pues sobre l recae la carga de probar.
(Exp. 1711-2005. 30/01/2006)
6. Extincin de la obligacin
(134) ROMERO ZAVALA, Luis. El derecho de las obligaciones en el Per, T.1, Fecat, Lima, 2001, p. 13.
281
jurisprudencia
Nuestro ordenamiento procesal civil no establece el supuesto de cancelacin
parcial de las obligaciones como causal de contradiccin, siendo as, carece
de todo sustento legal invocar como agravio el no haber tenido en cuenta por
parte del a quo la intencin de pago de la coejecutada mediante consignaciones o pagos parciales, sin embargo, es importante recalcar una vez ms que
todos aquellos pagos debidamente acreditados correspondern ser deducidos
en etapa de ejecucin de sentencia.
(Exp. 873-2005. 23/09/2005)
282
Bajo el proceso nico de ejecucin, se permite recurrir a las excepciones y defensas previas. Tradicionalmente se defina a las excepciones como
medios de defensa del demandado que atacan aspectos formales o procesales de la demanda interpuesta o el derecho material en que se funda la
pretensin. Si se declara fundada una excepcin procesal su consecuencia
ser la nulidad de todo lo actuado, no existiendo pronunciamiento sobre el
fondo; mientras que de ampararse una excepcin sustantiva, va a existir un
pronunciamiento sobre el fondo de la litis y se declarar fundada la oposicin e infundada o fundada, segn el caso, la demanda. Monroy(135) califica
la excepcin como una defensa de forma, a travs de la cual se denuncia la
falta o defecto de un presupuesto procesal o una condicin de la accin; en
ningn momento ataca la pretensin del actor, por ello, ser siempre procesal. No se debe permitir deducir dentro del proceso ejecutivo excepciones
sustantivas, pues ello implica ir contra la naturaleza misma de la excepcin,
como instituto procesal.
La excepcin debe apreciarse como un medio de defensa ejercida por
el demandado, con la finalidad de poner de manifiesto la deficiencia o
inexistencia de una relacin jurdica vlida, a fin de paralizar el ejercicio de
la accin o a destruir su eficacia. Estas excepciones aparecen descritas en el
artculo 446 del CPC.
La defensa previa viene a ser una modalidad de ejercer el derecho de contradiccin y busca la suspensin del trmite del proceso hasta que se cumpla
(135) MONROY PALACIOS, Juan. Algunos aspectos sobre el proceso ejecutivo, en: Themis,
Revista de Facultad de Derecho PUCP, N 25, Lima, 1992, p. 142.
283
el plazo o el acto previsto por la ley sustantiva, como antecedente para el ejercicio idneo del derecho de accin. Las defensas previas son enunciadas en
las normas materiales y en s constituyen elementos propios de una institucin determinada con mrito procesal. El artculo 455 del CPC cita al beneficio de inventario, el beneficio de excusin y otras defensas que regulen las
normas materiales; sin embargo, se deja abierta la posibilidad de las defensas
previas a otros casos que refieran las normas materiales.
Algunos autores admiten la existencia de defensas previas provenientes
del convenio de partes, por ejemplo, pactos que implican obligacin de realizar comunicaciones, requerimientos previos a cualquier accin judicial,
que obren en un contrato determinado. Este tipo de defensas previas son
de origen convencional; sin embargo, pueden confundirse con el ttulo de
la obligacin en s, en todo caso, se tratara de una interpretacin extensiva
del artculo 455 del CPC.
Cuando se promueve un proceso ejecutivo, segn el diseo procedimiental que acoge el Cdigo Procesal, no nos encontramos ante un verdadero o autntico proceso de ejecucin, sino que recoge la intervencin restringida de
la actividad cognoscitiva como acto previo a la ejecucin. Aqu opera la oralidad, en el supuesto de que los medios probatorios ofrecidos en la contradiccin requieran actuacin probatoria (artculo 690-E) y adems se permite la
realizacin de toda una serie de actos en momentos distintos, siendo posible la
concentracin de todos ellos en una audiencia o acto nico (artculo 690-E y
artculo 554 del CPC). La actividad probatoria que puede ejercer el ejecutado
en la contradiccin est limitada a la declaracin de parte, los documentos y la
pericia. La prueba es una carga para el ejecutado, la misma que se ejerce dentro de las limitantes que describe la norma, pero que no son extensivas para la
prueba de oficio que puede ejercer el juez. En este ltimo caso, la actividad probatoria debe calificarse como una facultad del juez y no como una carga, pues
esta solo le corresponde a las partes.
Esta distincin entre carga y facultad probatoria, en relacin al juez y a
las partes, aparece recogida en la Casacin N 2099-2003-Lima del 4 de noviembre de 2004 (publicada en El Peruano, 28/02/2005). La Sala Suprema
seala que a fin de lograr certeza en los hechos y proteger las garantas del
derecho a un debido proceso, el juez en un proceso ejecutivo podr solicitar
de oficio la actuacin de pruebas que sean relevantes para la resolucin de
la controversia, aun si es que estas pruebas no corresponden a las que normalmente est facultado a presentar el ejecutado. El juez en decisin
284
motivada e inimpugnable podr ordenar la actuacin de medios probatorios adicionales que considere convenientes, como refiere el artculo 194 del
CPC; por tanto, si la discusin de la litis se centra en determinar si el monto
del prstamo fue utilizado para aumentar el capital de la empresa de la que
ambas partes eran socias, no contndose con la ficha registral actualizada
de esa persona jurdica ni con los libros contables de la misma que permitiran dilucidar el conflicto, la sala suprema seala que el juez tiene la facultad de hacer uso de auxilios establecidos por ley o asumidos por l mismo a
fin de lograr certeza y garantizar el derecho a un debido proceso, entre estos
medios los sucedneos.
consulta legal
Proceden las excepciones cambiarias en el proceso nico de
ejecucin?
Juan se oblig mediante una letra de cambio a cancelar 20,000 soles si es que no cumpla con devolver el monto que su amigo Pedro le haba prestado. No obstante cumplir con dicha obligacin
Pedro le inici un proceso de ejecucin basado en dicha letra de cambio. Juan nos consulta si puede oponer la excepcin cambiaria personal, teniendo en cuenta la reciente modificacin del Cdigo
Procesal Civil que establece que solo procede en estos casos las excepciones procesales.
Respuesta:
Con la creacin de un proceso nico de ejecucin se han unificado las reglas referidas a la contradiccin, sacndose de las causales de contradiccin a las excepciones y defensas previas para regularla como un mecanismo de defensa autnomo que, no obstante, se puede realizar en el mismo escrito en el plazo de 5 das
de notificado el mandato ejecutivo (artculo 690-D del CPC).
Pero la diferencia sustancial con la anterior regulacin es que ya no se hace alusin de manera general a las excepciones y defensas previas, sino que se hace
expresa mencin a las excepciones procesales. El aumento de esta ltima frase
es relevante, pues con ella se zanja la polmica que exista para determinar si eran
procedentes en el proceso ejecutivo (ahora regulado en el proceso nico de ejecucin) las llamadas excepciones cambiarias.
En efecto, en el artculo 19 de la Ley de Ttulos Valores (LTV) se regulan las causales de contradiccin del ttulo valor, y seala que cualquiera que fuere la va
en la que se ejerciten las acciones derivadas del ttulo valor, el demandado puede contradecir (). En realidad, se trata de las excepciones cambiarias. Algunas
de ellas se refieren a cuestiones formales y externas del ttulo, mientras otras
se refieren a cuestiones de fondo de la relacin causal. Desde el punto de vista
procesal estas ltimas cuestiones deberan analizarse en un proceso plenario que
285
do o la extincin de la obligacin. Frente a dicho texto legal decimos que cuando se concluye el proceso de cognicin con una sentencia de condena, termina
toda posibilidad de discusin con relacin a la existencia del derecho subjetivo
y de la obligacin misma. Ya no podr discutirse sobre lo ya resuelto y cubierto
por la cosa juzgada; sin embargo, ello no impide que el ejecutado pueda seguir
formulando otras alegaciones al desarrollo del proceso; en tal sentido, este podr exigir el riguroso cumplimiento de las normas procesales propias de la ejecucin misma. Por otro lado, en toda sentencia de condena debe advertirse la
existencia de un acto jurdico con un contenido determinado; y un documento
que sirve para acreditar la existencia del acto. Despus de emitida la sentencia,
la relacin jurdico-material a la que ella se refiere contina viviendo en el tiempo; por ejemplo, si la sentencia condenaba a una prestacin de hacer y el obligado, de manera voluntaria y extrajudicialmente, cumple con ejecutar y entregar
la obra al acreedor, ello no impide que la sentencia siga existiendo como acto y
como documento y que el acreedor inste la ejecucin de la obra, estando el juez
obligado a despacharla porque el ttulo determina la procedencia de la actividad
ejecutiva. Aqu el ttulo funciona de modo autnomo al Derecho material.
Ttulo extrajudicial
Ttulo judicial
Plazo 5 das:
Plazo 3 das:
Causales:
Causales:
Cumplimiento de la obligacin
Extincin de la obligacin
Extincin de la obligacin
Prueba:
Prueba:
Documental
Pericia
Sobre el particular, Montero Aroca seala la sentencia contiene un derecho y un deber. Un derecho del acreedor, a poner en marcha la ejecucin;
y el deber del juez a realizar los actos propios de la ejecucin. Para el juez es
determinante la existencia del ttulo para despachar la ejecucin y realizar
los actos propios de esta. Si el ejecutado no se opone, el juez, con el impulso del ejecutante, llevar la ejecucin hasta el final. En manos del ejecutado
est el oponerse a la ejecucin, alegando la inexistencia de la obligacin, es
decir, un hecho extintivo que debe probar.
Como se aprecia en la redaccin del ltimo prrafo del artculo 690 D
del CPC, la contradiccin se basa solo en dos causales: El cumplimiento
de lo ordenado o la extincin de la obligacin, sin embargo, debemos tener
en cuenta que en el caso del pago, la redaccin del artculo se torna
287
redundante, pues el cumplimiento de este es una forma de extinguir la obligacin. Concurren aqu ambos supuestos. La extincin es el momento final de la vida de la obligacin, despus del cual cesa la relacin jurdica que
ella haba establecido entre las partes, quedando estas, desde ya, desligadas.
Es un momento necesario porque las obligaciones no perduran indefinidamente. Tienen una existencia relativamente efmera en comparacin con
la duracin ilimitada que se atribuye a los derechos reales. Tomando como
referencia el Cdigo Civil, las obligaciones se extinguen por pago, novacin,
compensacin, condonacin, confusin, transaccin y mutuo disenso.
Concurren otros supuestos de inejecucin de obligaciones, como el
caso fortuito o fuerza mayor. La muerte funciona como plazo extintivo de
las obligaciones inherentes a la persona. As ocurre en la locacin de servicios, donde el locador debe prestar personalmente el servicio (artculo 1766
del Cdigo Civil) o la renta vitalicia (artculo 1926 del CC). La incapacidad
sobreviniente influye en la cesacin de obligaciones que requiere la subsistencia de la habilidad legal de las partes.
Ntese que la causal de cumplimiento parcial de la obligacin en
el caso del pago no puede ser materia de contradiccin, pues uno de los
principios que lo regulan exige que el pago debe ser completo, esto es, abarcar toda la cuanta del objeto debido, pues conforme seala el artculo 1220
del CC: se entiende efectuado el pago solo cuando se ha ejecutado ntegramente la prestacin. En atencin a la integridad cuantitativa del objeto
del pago, que hace referencia la norma, no puede el deudor obligar al acreedor a que acepte en parte el cumplimiento de la obligacin. Aun cuando la
prestacin sea fraccionable, el acreedor no puede ser obligado a recibir pagos parciales, ni tampoco el deudor a hacerlos.
Cuando se adeude una suma de dinero con intereses, el pago no se considera completo si no se pagan todos los intereses con el capital. El principio de
integridad se aplica tambin a los dems accesorios de la deuda, como los gastos judiciales. Este principio de integridad no es absoluto. El deudor puede ser
autorizado para efectuar pagos parciales por convenio de las partes, ya que se
trata de una materia que solo afecta al inters particular. Tambin la ley, excepcionalmente, puede autorizar el pago fraccionado de la deuda, esto ocurre con
la concurrencia de acreedores, cuando los bienes del deudor son insuficientes
para cubrir su pasivo. Si el acreedor y el deudor mantienen varias relaciones de
crdito independientes, el principio de integridad funciona separadamente para
cada una de ellas: no podra el acreedor negarse a recibir el pago de una de ellas
288
El condenado en el escenario del procedimiento ejecutivo puede cuestionar el ttulo ejecutivo y/o cuestionar la relacin procesal entablada, a partir del ttulo. Si opta por el primero formular la contradiccin al mandato
de ejecucin y si opta por el segundo recurrir a las excepciones procesales y
defensas previas. Ambas no son excluyentes, esto es, se pueden contradecir, y
a la vez, interponer excepciones procesales, siendo los plazos similares para
ambas. El artculo 690-E regula precisamente el trmite a la contradiccin
y/o excepciones procesales propuestas, contemplando la posibilidad de realizar audiencia de pruebas, cuando la actuacin de los medios probatorios
lo requiera o el juez lo estime necesario, la que se realizar con las reglas establecidas para la audiencia nica (artculo 554 del CPC).
En un proceso de ejecucin sera absurdo considerar al procedimiento
ejecutivo como un proceso declarativo con demanda, contestacin, prueba
y sentencia, sin embargo, nuestro ordenamiento procesal hace extensivo ese
diseo al proceso de ejecucin.
289
ejecucin es la que hace posible que los bienes embargados sean sometidos
a la ejecucin forzada, negando con ello, que la sentencia de remate se limite a decir que siga la ejecucin adelante, no que se inicie, pues la ejecucin
ya estaba evidentemente iniciada desde que se dict el mandato ejecutivo.
El texto legal del artculo 690-E precisa el plazo y el procedimiento a
seguir para la contradiccin y las excepciones procesales. En el caso de las
excepciones procesales, el texto legal dice: Con la absolucin o sin ella, el
juez resolver mediante un auto, observando las reglas para el saneamiento
procesal. Esto implica que agotado el debate y apreciada la prueba ofrecida y admitida en relacin a las excepciones y/o defensas previas propuestas,
el juez emitir una sentencia de forma, en relacin a la validez de la relacin
procesal entablada.
Este pronunciamiento puede desarrollarse bajo cualquiera de las tres alternativas que contiene el artculo 465 del CPC; para luego terminar el saneamiento procesal declarando la validez o invalidez de la relacin procesal entablada y la consecuente continuacin del proceso hacia la ejecucin forzada o
la conclusin del proceso. La tramitacin que provoca la interposicin de excepciones procesales es obtener una declaracin sobre la validez o no de la relacin procesal entablada, segn sea que se declare fundada o infundada dichas
excepciones. Si las excepciones se desestiman, se declaran infundadas, y se valida la relacin procesal se continuar con la tramitacin del proceso, esto es, se
procede a hacer efectivo el apercibimiento decretado en el mandato ejecutivo
y se ingresa a la ejecucin forzada del derecho que se quiere satisfacer.
En caso se ampare la excepcin procesal y esta no genere la suspensin
del proceso sino la conclusin de este, segn las reglas que seala el artculo 451 del CPC, se proceder a declarar la nulidad de todo lo actuado y la
conclusin del proceso. Las excepciones se resuelven en un solo auto, como
refiere el artculo 450 del CPC. Con la absolucin o sin ella, de la excepcin
procesal y defensa previa, el juez resolver mediante un auto, observando
las reglas para el saneamiento procesal. Esas reglas estn contenidas en los
artculos 465, 466 y 467 del CPC.
La declaracin de saneamiento no requiere de audiencia alguna. Esta
se realiza por escrito. Consentida o ejecutoriada la resolucin que declara
la existencia de una relacin jurdica procesal vlida, precluye toda peticin
referida, directa o indirectamente, a la validez de la relacin procesal. Consentida o ejecutoriada la resolucin que declara la invalidez de la relacin
procesal o vencido el plazo sin que el demandante subsane los defectos que
291
la invalidan(136), el juez declarar concluido el proceso, imponiendo al demandante el pago de las costas y costos, segn lo sealado por el artculo
467 al referirse al saneamiento procesal.
Es importante tener presente el contexto en el que se interpone la excepcin procesal, como es, un proceso de ejecucin, donde no hay ningn
derecho por definir, pues ya est definido en el ttulo ejecutivo; por tanto,
no vamos a ingresar acto seguido del saneamiento procesal a ninguna
etapa de puntos controvertidos ni actuacin de pruebas, en torno al derecho contenido en el ttulo. En un proceso de cognicin, la etapa siguiente
al saneamiento procesal se hubiera orientado a fijar los puntos controvertidos, a realizar el saneamiento probatorio y a emitir la sentencia de ley. Esto
ya no ser posible, en un trmite provocado por las excepciones procesales
en un proceso de ejecucin.
Situacin diversa es el procedimiento que se aplica a la contradiccin.
Aqu el cuestionamiento no se orienta a la relacin procesal en s, sino a la
validez formal del ttulo y/o al cuestionamiento de la obligacin en s, acogida precisamente en el ttulo.
En ese escenario, la discusin de la contradiccin se debe entender como
una demanda incidental que opone el ejecutado al ejecutante del ttulo; y en
atencin a ello, el ejecutado tiene la carga de probar los hechos que sustentan su contradiccin. Aqu el ejecutante se convierte en un demandado de la
oposicin a la ejecucin que entabla el ejecutado; por tanto, la carga probatoria no recae sobre dicha oposicin en el ejecutante, sino en el ejecutado.
Refiere el texto legal que en el mismo escrito que formula la contradiccin se
presentarn los medios probatorios pertinentes; de lo contrario, el pedido ser
declarado inadmisible. En relacin a los medios de prueba que puede ofrecer
el ejecutado en esta incidencia, tenemos a la declaracin de parte, los documentos y la pericia; a diferencia de las excepciones procesales, que requieren
medios de prueba de actuacin inmediata, como la prueba documental. Si
el ejecutado ofreciera medios de prueba que requieran actuacin, el juez sealar da y hora para la realizacin de una audiencia, la que se realizar con
las reglas establecidas para la audiencia nica, pero las referidas a la actividad
probatoria. Debemos precisar que las pruebas ofrecidas en el contradictorio
pueden ser controladas e impugnadas en su eficacia probatoria, a travs de los
sometido al control y supervigilancia de la contraparte, quien tambin tiene la carga de cuestionar el medio de prueba ofrecido a travs de los mecanismos de impugnacin de las tachas u oposiciones. Estos mecanismos
se utilizarn en atencin al medio de prueba que se cuestiona, tal como lo
refiere el artculo 300 del CPC. Constituye una carga contra quien se opone la prueba; por citar, si tenemos un documento privado y el ejecutado lo
ofrece, pero adems pide el reconocimiento; si la contraparte no interpone
tacha contra la prueba documental opera el reconocimiento tcito a la certeza del contenido del documento, por tanto, no cabra luego someter dicho documento al reconocimiento solicitado (ver el artculo 246 del CPC).
La actuacin del reconocimiento ya no se justificara por el asentimiento
tcito de la parte contra quien se ha opuesto el medio de prueba.
Situacin diferente es la actuacin de los medios de prueba ofrecidos
en las tachas u oposiciones. El artculo 553 del CPC se refiere a ello, sealando que solo se acreditan con medios probatorios de actuacin inmediata, que ocurrir durante la audiencia nica. Un medio de prueba que no
resiste el supuesto de actuacin inmediata es la pericia, toda vez que aqu
el juez debe designar los peritos, esperar que estos acepten el cargo, realicen
la pericia, emitan el dictamen y luego se ratifiquen en la pericia y se proceda al debate pericial, si lo hubiere, importando dicha actividad una serie de
etapas imposibles de agotarse en un solo acto, de manera inmediata, como
requiere la actividad probatoria de las tachas u oposiciones; sin embargo, dichos hechos pueden ser incorporados al proceso a travs de un documento
que contenga la apreciacin del perito, a manera de informe pericial, en el
que el medio de prueba no requiere de actuacin.
Otro aspecto particular de las tachas u oposiciones se aprecia en la tramitacin de estas. La regla general aparece descrita en el artculo 301 del
CPC sealando que la absolucin de la tachas debe hacerse de la misma
manera y en el mismo plazo, anexndose los medios probatorios correspondientes. Dice el artculo 301 que: Estos requisitos no se exigen a las absoluciones realizadas en el proceso sumarsimo. Esto implica que el momento
de las absoluciones de las tachas u oposiciones es el momento de audiencia
nica. La interposicin de las tachas se agota con la absolucin de la contradiccin por la parte demandante, al momento de la audiencia nica.
En cuanto a la conclusin del proceso por inasistencia de las partes a la
audiencia de pruebas, seala el artculo 203 del CPC: Si no concurren ambas partes (a la audiencia de pruebas) el juez dar por concluido el proceso. La
294
explicacin de la necesaria presencia de las partes en la audiencia de pruebas se justifica en el principio dispositivo que rige el proceso civil. Las partes
son las nicas que tienen la posibilidad de aportar los hechos al proceso y de
hacer realidad su materializacin en el proceso, a travs de su actuacin probatoria. Es una actividad de exclusiva competencia de las partes, donde la
intervencin del juez no tiene natural cabida. Como seala la Casacin N
592-96-Lima, al referirse al artculo 203 del CPC: La interpretacin de esta
norma debe ser restrictiva, por su naturaleza sancionadora. El ofrecimiento
de medios probatorios para sustentar las excepciones, no convierte a la audiencia de saneamiento en una de pruebas.
El ltimo prrafo del artculo 690-E seala: Si no se formula contradiccin, el juez expedir el auto sin ms trmite ordenando llevar adelante
la ejecucin. La presuncin de autenticidad que se otorga a los ttulos ejecutivos lleva a sostener que si no existe oposicin o contradiccin, el ejecutante no tiene la carga de probar nada, debiendo el juez dictar sentencia
de remate simplemente con el reexamen de los presupuestos procesales. En
ella no se condena al ejecutado, sino se ordena seguir adelante la ejecucin,
seala Montero Aroca(137).
En esa misma lnea de pensamiento, aparece la opinin de Ariano(138),
quien sostiene que el verdadero ttulo ejecutivo no es la sentencia sino el que
se presenta con la demanda, que es calificado por el juez y que determin el
despacho de la ejecucin contenido en el denominado mandato ejecutivo. Seala(139): Esa sentencia, pese a que se le llama sentencia, solo es una autntica sentencia cuando resuelve ese incidente cognitorio sumario (eventual) que
nuestro legislador impropiamente llam contradiccin. En cambio, cuando no
se ha interpuesto contradiccin, nada hay que resolver, y por eso lo nico que
contiene es un acto de impulso (sigue adelante la ejecucin, artculo 701 del
CPC), vale decir, que es un simple decreto con mscara de sentencia. Este inconveniente en la regulacin del procedimiento ejecutivo, para Ariano se hubiera
(137) MONTERO AROCA, Juan. La naturaleza jurdica del juicio ejecutivo, en: Estudios de
Derecho Mercantil, en homenaje al profesor Manuel Broseta Pont, T. II, Tirant lo Blanch,
Valencia, 1995, p. 2418.
(138) ARIANO, Eugenia. La tutela jurisdiccional del crdito: proceso ejecutivo, proceso monitorio, condenas con reserva, en: Problemas del proceso civil, Jurista editores, Lima, p. 372.
(139) Este comentario est realizado bajo la normatividad de los artculos 691 y 702 derogados,
sin embargo, a la luz de la actual redaccin del Cdigo, en materia de proceso de ejecucin,
consideramos an en vigencia sus opiniones.
295
superado al no considerar necesario dictar sentencia cuando no mediara contradiccin, de esta forma se podra ver claramente que la contradiccin es con
relacin al proceso ejecutivo un incidente cognitorio que suspende la marcha
del proceso de ejecucin ya iniciado con la demanda y el mandato ejecutivo,
hasta la emisin de la sentencia, pero no es un acto del proceso principal, que
tipifique todo el proceso. Este comentario ha sido superado en parte con las
modificaciones realizadas por el D. Leg. N 1069, al sealar: Si no se formula
contradiccin, el juez expedir un auto sin ms trmite, ordenando llevar adelante la ejecucin.
X. Auto que ordena la ejecucin
Los autos que resuelven la contradiccin pueden ser objeto de apelacin, como expresin del sistema de instancia plural. Tienen por objeto que
el rgano jurisdiccional superior examine la resolucin que segn el recurrente le atribuye un defecto de fondo, que le genera agravio y que se deduce para obtener su sustitucin ante el juez superior.
El plazo para interponer apelacin contra el auto es de tres das contados
desde notificada esta. Este plazo, a diferencia del que consigna la versin derogada, uniformiza al que se fija en el artculo 376 del CPC para la impugnacin de los autos con efecto suspensivo. Advirtase que los plazos para la impugnacin son perentorios, fatales, pues legalmente no admiten prrrogas;
y que estos plazos son extensivos para la adhesin.
Como seala el artculo 691 del CPC el auto que resuelve la contradiccin, poniendo fin al proceso nico de ejecucin es apelable con efecto suspensivo. Debe asumirse bajo esa redaccin que la contradiccin propuesta ha sido amparada totalmente, esto es, se ha declarado fundada, de
tal manera que ha generado el efecto total de la conclusin del proceso; sin
embargo, si la contradiccin se ha declarado fundada en parte, la apelacin
del auto que la contiene no debera ser con efecto suspensivo porque no ha
puesto fin al proceso nico, como lo exige el texto legal en comentario, pues
el proceso contina con la ejecucin.
La apelacin debera concederse sin efecto suspensivo y sin la calidad
de diferida, pues dada la trascendencia del auto para la propia ejecucin, que
resuelve la contradiccin, resulta saludable que este sea conocido por el superior revisor, lo ms pronto, formndose para ello el cuaderno respectivo.
296
Reservar esta apelacin a efectos de que sea resuelta por el superior, conjuntamente con la sentencia u otra resolucin que el juez seale, no resulta
atendible en este tipo de procesos. Asumimos este ltimo efecto, en posicin contraria a la que acoge este texto legal, que considera a la apelacin
sin efecto suspensivo y sin la calidad de diferida, remitindonos en cuanto
a su tramitacin a lo regulado en el artculo 369 del CPC.
La apelacin con efecto suspensivo impide la ejecucin de la sentencia. Dicha resolucin queda suspendida hasta la notificacin que ordene se
cumpla lo dispuesto por el superior. En el caso de que se conceda apelacin
sin efecto suspensivo, tendr la calidad de diferida. El artculo 369 regula el
trmite a esta modalidad de apelacin. Consiste en postergar la apelacin
hasta el momento en que el expediente se remita ante el rgano superior
para resolver el recurso interpuesto contra la sentencia definitiva o resolucin final. Constituye una especie de reserva del recurso. Es una excepcin
al efecto inmediato que normalmente produce la interposicin del recurso,
provocando que su revisin sea postergada, siempre y cuando se apele de la
sentencia o resolucin definitiva.
El fundamento de la apelacin en efecto diferido reside en la conveniencia de evitar las frecuentes interrupciones que en desmedro de la celeridad
procesal sufre el procedimiento de primera instancia cuando se halla sometido exclusivamente a un rgimen de apelaciones inmediatas.
1. Medidas cautelares en la ejecucin
capital, intereses, costas y costos. Ntese que bajo ese enunciado nos
ubicamos en el supuesto del saldo deudor que regula el artculo 724
del CPC, que dice: Si despus del remate del bien dado en garanta,
hubiera saldo deudor, este ser exigible mediante proceso ejecutivo.
Ello implicara que en tanto se inicie el proceso ejecutivo, con la nueva
liquidacin del saldo deudor, se pueda cautelar dicho saldo, con otros
bienes del deudor; otro supuesto que tambin nos permitira invocar
esta excepcin es cuando en la ejecucin de garantas, el capital es de
tal magnitud que la garanta no permitira satisfacer intereses y gastos
procesales. En tales casos, no hay que esperar llegar al fin de la ejecucin de la garanta real para recin instar por la medida cautelar. Vase
el caso de la ejecucin de un bien hipotecado, en la que se dictara la
medida cautelar en forma de retencin sobre la renta que viene percibiendo el ejecutado por dicho inmueble. Este monto de la cautela, asegurara a futuro la ejecucin del saldo deudor por los intereses y gastos
no cubiertos con la garanta real.
b) El otro supuesto refiere a la posibilidad de instaurar el secuestro complementario del bien sobre el que se ha constituido el derecho real en
garanta, como sera en el caso de la prenda. La norma es tolerante con
dicha intervencin, al permitir que el juez pueda acceder a esta cautela por motivos especialmente acreditados por el ejecutante. Vase el
caso de situaciones que pongan en peligro la integridad de la garanta,
aun cuando el crdito correspondiente no sea exigible por hallarse sujeto a plazo o condicin. El secuestro de los bienes prendados que puede
solicitar el acreedor, en los casos en que el dueo de aquellos los saque
del lugar en que se hallaban cuando se constituy la garanta, los use
indebidamente o se niegue a que el acreedor los inspeccione.
En cuanto al acreedor hipotecario este puede invocar los actos del deudor que busquen disminuir el valor del inmueble hipotecado; por citar, por
ejemplo al propietario de una casa que emprende su demolicin. Los acreedores hipotecarios podran pedir la intervencin judicial sobre dicha propiedad para que se preserve su estado.
2. Sealamiento de bien libre
un deudor. Como seala el artculo V del TP de la Ley General del Sistema Concursal(140), a travs del procedimiento concursal se busca la participacin y beneficio de la totalidad de los acreedores involucrados en la crisis
del deudor. El inters colectivo de la masa de acreedores se superpone al inters individual de cobro de cada acreedor. En este tipo de ejecucin colectiva se hallan en lucha dos principios: el de prioridad y el de igualdad. El primero est representado por el precepto que prevalece el derecho de aquel
que lo adquiere o ejerce en primer trmino, y el segundo, que consagra la
paridad o igualdad de condicin de todos los acreedores en el patrimonio
concursal. Como seala la Ley Concursal, los acreedores participan proporcionalmente en el resultado econmico de los procedimientos concursales,
ante la imposibilidad del deudor de satisfacer con su patrimonio los crditos existentes, salvo las rdenes de preferencia establecidas expresamente
en la ley (artculo VI del TP de la Ley N 27809). Como refiere el artculo
41 de la Ley Concursal, el orden de preferencia en el pago de los crditos es
el siguiente: 1) remuneraciones y beneficios sociales adeudados a los trabajadores, as como los aportes impagos provisionales; 2) los crditos alimentarios; 3) los crditos garantizados con hipoteca, prenda, warrants, derecho
de retencin o medidas cautelares, que recaigan sobre bienes del deudor,
siempre que la garanta correspondiente haya sido constituida o la medida
cautelar correspondiente haya sido trabada con anterioridad a la fecha de la
publicacin de la difusin del procedimiento concursal; 4) los crditos de
origen tributario del Estado; y otros rangos, que en sentido decreciente los
fija el citado artculo 42 de la ley.
El procedimiento concursal puede ser ordinario y preventivo. El concursal ordinario es iniciado a pedido del deudor o por uno o varios acreedores.
Si lo solicita el deudor deber acreditar que se encuentra en los siguientes
supuestos: que ms de un tercio del total de sus obligaciones se encuentren
vencidas o impagas por un periodo mayor a 30 das calendario; y que tenga
prdidas acumuladas, deducidas las reservas, cuyo importe sea mayor al tercio del capital social pagado. El concursal preventivo solo se inicia a pedido
del deudor, y busca evitar una eventual y futura crisis de la empresa. Para
que un deudor se acoja a este procedimiento bastar no encontrarse en ninguno de los supuestos del concursal ordinario.
(140) La Ley General del Sistema Concursal N 27809, entr en vigencia el 7 de octubre de
2002.
300
(141) Vase la ejecutoria de fecha 2 de junio de 2005 recada en el proceso seguido por Distribuidora Europea de Ediciones S.A.C. con Miguel Paz S.R.L. y otros sobre ejecucin de garanta hipotecaria.
301
podr ser objeto de ejecucin forzosa, salvo que las obligaciones se hayan
originado con posterioridad a la fecha de la publicacin referida, acorde con
lo dispuesto por los artculos 18 y 16 de la citada Ley Concursal; que en tal
sentido advirtiendo este colegiado que la fecha de publicacin del inicio del
proceso concursal data del 24 de noviembre de 2003, esto es, han transcurrido ms de 19 meses desde la publicacin, desconocindose si es que la
junta de acreedores entre otros acuerdos aprob el plan de reestructuracin, el juez debi oficiar al Indecopi a efectos que le informe sobre el estado actual del expediente concursal de los ejecutados.
La inexigibilidad de las obligaciones del deudor no afecta que los acreedores puedan dirigirse contra el patrimonio de los terceros que hubiesen
constituido garantas reales o personales a su favor, los que se subrogarn de
pleno derecho en la posicin del acreedor original. En ningn caso el patrimonio del deudor sometido a concurso podr ser objeto de ejecucin forzosa, con la excepcin prevista en el inciso 1 y 2 del artculo 16 de la Ley
Concursal. La prohibicin de ejecucin de bienes no alcanza a las etapas
destinadas a determinar la obligacin emplazada al deudor. La autoridad
competente continuar conociendo hasta emitir pronunciamiento final sobre dichos temas, bajo responsabilidad.
Para entender los efectos del inicio del concurso es importante tener claro qu crditos estn o no comprendidos en el concurso, ya que de ello depender que los referidos efectos se apliquen. Estn comprendidas las obligaciones del deudor originadas hasta la fecha de la publicacin del inicio del
concurso, as no hayan vencido. No estn comprendidas las originadas con
posterioridad a la fecha de publicacin del inicio del concurso, que se pagarn
a su vencimiento no sindoles de aplicacin la suspensin de inexigibilidad
de obligaciones ni estarn sometidas al marco de proteccin patrimonial, por
lo que sus titulares podrn iniciar las acciones legales que correspondan para
cobrar su crdito, respetando el rango de las garantas otorgadas.
La publicacin tiene por objeto proteger el patrimonio del deudor ya
que el mismo es garanta de pago a los acreedores. Sus principales efectos son: suspender la exigibilidad de las obligaciones; y someter al marco
de proteccin legal el patrimonio del deudor. Otros efectos de la publicacin son: la determinacin de los acreedores concursales; y la conformacin de la junta de acreedores. Bajo el marco de proteccin legal del
patrimonio, la autoridad judicial, administrativa, coactiva o arbitral que
conoce procesos contra el deudor no podr ordenar, bajo responsabilidad,
302
(142) Ejecutoria recada en el Expediente N 146-2005, el 10 de junio de 2005, en el proceso seguido por Vctor Ral Santana Snchez con Luca Campomanes Medina y Mximo Salcedo Molina sobre obligacin de dar suma de dinero.
303
ninguna autoridad puede avocarse a causas pendientes ante el rgano jurisdiccional ni interferir en el ejercicio de sus funciones. Tampoco se puede
cortar procedimientos en trmite, ni modificar sentencias ni retardar su ejecucin. Frente a estas posiciones, se confronta tambin otros argumentos
para la aplicacin del artculo 18 de la Ley Concursal, como es que a travs
de la suspensin se busca proteger derechos preferentes de regulacin constitucional, como son los derechos laborales y alimentarios, evitando se ejecute el pago sin preferencia, por otros acreedores de otros crditos no preferentes. Con la suspensin se logra precisamente que no se disponga de los
bienes del deudor insolvente, en perjuicio de los trabajadores. Hay aqu un
tema de responsabilidad social que tutelar.
El artculo 692-A del CPC permite la posibilidad de que el ejecutado seale uno o ms bienes libres de gravamen o bienes parcialmente gravados cuyo
saldo de cobertura posible resulte cuantitativamente suficiente para cuando
menos igualar el valor de la obligacin materia de ejecucin. La actual redaccin ha mejorado a la originaria que solo contemplaba la posibilidad de sealar
un bien libre de gravamen, ello implicaba que si el ejecutado tena un edificio
sobre el cual se haba constituido una hipoteca por un monto reducido al valor comercial de dicho inmueble, no se aceptaba se ofrezca dicho bien para la
ejecucin forzada porque no cumpla el supuesto que sealaba la norma: libre
de gravamen; felizmente la norma ha superado esta limitacin y contempla la
posibilidad de incorporarlo a la ejecucin, pero con la condicin de que el saldo
de cobertura posible resulte cuantitativamente suficiente para cuando menos
igualar el valor de la obligacin materia de ejecucin. Por otro lado, ntese que
la norma hace referencia a bienes libres de gravamen, no de cargas. Ello es coherente porque los gravmenes dependen de una obligacin accesoria, la que
de incumplirse puede conllevar a la venta del bien afectado, como sera en el
caso de la hipoteca o del embargo; en cambio, en las cargas, no hay obligacin
garantizada, por tanto no tienen por objeto la venta del bien, por ejemplo, las
servidumbres que se puedan constituir sobre el predio.
XI. Obligaciones ejecutivas
Tomando en cuenta la naturaleza de la prestacin debida, nuestro Cdigo Civil recoge la clasificacin tripartita de las obligaciones: dar, hacer, y
no hacer, clasificacin que tambin acoge el artculo 694 del Cdigo Procesal Civil; sin embargo, dicha clasificacin viene siendo discutida en la doctrina, pues la prestacin entendida como obtencin de un resultado no
encuadra dentro ese esquema. Para Barchi(145): La prestacin es el programa material o jurdico que el deudor debe realizar y a lo cual el acreedor tiene derecho. La prestacin consiste, segn el contenido que ella asuma en:
1) el desarrollo de una actividad (comportamiento); o 2) la obtencin de resultados, que no son necesariamente el producto de su comportamiento.
Nuestro Cdigo Civil no desarrolla una definicin de la obligacin
de dar, como tampoco lo haca el derogado Cdigo de 1936; sin embargo, podra calificarse como aquellas prestaciones que tienen como finalidad la transferencia de la titularidad de una situacin jurdica o la entrega
de un bien. En ese sentido, Llambias(146), considera que en las obligaciones de dar el objeto consiste en la entrega de una cosa o un bien. El deber
de conducta que pesa sobre el deudor le impone desprenderse o desasirse
del bien o cosa, para entregarlo al acreedor; en cambio, en las obligaciones
de hacer o de no hacer lo debido consiste en una actividad del deudor
que est precisado a ajustar su conducta personal a los trminos de la obligacin. Esta diversa naturaleza de lo debido explica por qu en las obligaciones de dar se puede llegar al desapoderamiento forzado del deudor,
mientras que en las obligaciones de hacer la prerrogativa del acreedor no
llega hasta ejercer la violencia sobre la persona del deudor.
En las obligaciones de hacer no se exige la presencia de los bienes, desde que se trata de una actividad, de un servicio, de una energa que debe
realizar el deudor en el plazo y modo pactado o, en su defecto, en los exigidos por la naturaleza de la obligacin o las circunstancias del caso (artculo
1148 del CC). Es regla general que el cumplimiento de la prestacin puede
ser realizada, indistintamente, por el deudor o tercero porque al acreedor
no le interesa qu persona cumple con lo que se debe, sino que la obligacin sea ejecutada; sin embargo, existen ciertas obligaciones personalsimas
(145) BARCHI VELAOCHAGA, Luciano. Comentarios al artculo 1132 del Cdigo Civil, en:
Cdigo Civil Comentado, T. VI, Gaceta Jurdica, Lima, 2004, p. 25.
(146) LLAMBIAS, Jorge Joaqun. Manual de Derecho Civil: obligaciones, 10 ed., Abeledo Perrot,
Buenos Aires, 1993, p. 226.
306
o intutito personae que imposibilitan la ejecucin por un tercero, como refiere el artculo 1149 del CC.
Las obligaciones de no hacer son negativas y consisten en una abstencin, una omisin, una falta de accin por parte del deudor. Montero
Aroca(147) las califica como: La omisin en realizar una conducta, que puede atender a una indefinida duracin en el tiempo (prohibicin de elevar
un piso en un edificio quitando las vistas a otro) o referirse a uno o unos
pocos actos determinados (no gravar durante un plazo un disco con otra
compaa) o en una mera tolerancia que otra persona realice una conducta (permitir que el actor utilice un camino particular, habindose declarado
la existencia de una servidumbre de paso). Estas obligaciones de no hacer,
tcnicamente son no fungibles, pues no cabe que otra persona no las realice
por el condenado.
En este tipo de demandas ejecutivas, la actuacin jurisdiccional estar referida al logro de una conducta fsica, que produzca un cambio en
el mundo exterior para acomodar esa realidad al ttulo ejecutivo. Si hay
resistencia para ese cambio, ser realizada coercitivamente por el juez, segn la naturaleza de la prestacin que deba realizar el deudor. Si el objeto
de la obligacin es un hacer el juez debe emplear los medios necesarios al
efecto que el deudor haga; si el objeto es entregar una cosa especfica, el
juez proceder a poner al ejecutante en posesin de la misma y si el objeto
era dar una cantidad de dinero, el juez proceder al embargo y realizacin
forzoso de bienes del ejecutado para obtener esa cantidad de dinero y entregarla al ejecutante.
jurisprudencia
Si en el proceso de conocimiento, se parte de una situacin de incertidumbre
a fin de obtener una declaracin jurisdiccional de certeza o la solucin a un
conflicto de intereses, en el proceso ejecutivo se parte de un derecho cierto
pero insatisfecho.
(Cas. N 1695-97-Lima, El Peruano, 18/10/98, p.
1976)
A la demanda con ttulo ejecutivo para el cumplimiento de una obligacin de dar suma de dinero se le dar el trmite previsto en las Disposiciones Generales. Bajo esa premisa, si se considerara admisible la demanda, se dar trmite expidiendo el mandato ejecutivo, debidamente
fundamentado, el que contendr una orden de pago de lo adeudado, incluyendo intereses y gastos demandados, bajo apercibimiento de iniciarse
la ejecucin forzada, como lo seala el artculo 690-C. Los actos de coaccin tienen, normalmente en esta etapa, un carcter meramente preventivo, para dar paso, si hubiera contradiccin, a una etapa sumaria de conocimiento, que se inserta en el procedimiento de ejecucin. Esa oposicin
aparece regulada en los artculos 690-D y 690-E del CPC para brindar al ejecutado la posibilidad de hacer valer las defensas que tenga contra el ttulo.
Tambin el ejecutado puede interponer excepciones procesales, para cuestionar la validez de la relacin procesal entablada.
El mandato ejecutivo contiene una orden de pago de lo adeudado, incluyendo intereses y gastos demandados, bajo apercibimiento de iniciarse
la ejecucin forzada. A pesar de que no se haga expresa referencia, es necesario requerir al condenado sealndole un plazo para que cumpla. Este
requerimiento previo y el sealamiento de plazo constituyen el inicio de la
ejecucin. La actividad ejecutiva depender de la conducta que adopte el
ejecutado. Si este cumple estrictamente la condena, la ejecucin y el proceso concluye; caso contrario, como el objetivo de la ejecucin no se ha logrado, se proceder a la ejecucin forzada.
Un ttulo puede contener una parte lquida y otra ilquida; se procede
a la ejecucin de la primera, sin necesidad de esperar a que se liquide la segunda. El tratamiento de la prestacin dineraria liquidable o ilquida est
regulado en el artculo 689 del CPC. Vase el caso de una transaccin extrajudicial que contiene una prestacin de una cantidad lquida ms intereses convencionales; estos ltimos se consideran como cantidad lquida porque sern liquidables como resultado de una operacin aritmtica. En igual
sentido, si el pago de una deuda se ha fijado en moneda extranjera ser un
ttulo ejecutivo lquido, cuando se trate de moneda convertible admitida
a cotizacin oficial y que la operacin en esa moneda est permitida legalmente o autorizada administrativamente.
La prestacin liquidable es la que puede dilucidarse numricamente
mediante operacin aritmtica, mtodo que no podra ser de aplicacin
308
para las prestaciones ilquidas porque ella responde a razones muy distintas.
En estos casos, estamos ante las llamadas sentencias de condena genrica o
de condena con reserva.
Vase el caso de la sentencia que condena al pago de una suma lquida y dispone la compensacin del saldo de la deuda existente mediante la
devolucin de mercadera, luego de computarse la depreciacin de ella, al
momento de la entrega(148); o el caso de la sentencia que condena al pago de
daos y perjuicios, fijndose las bases para dicha posterior liquidacin; o la
liquidacin de frutos, rentas y utilidades, segn las pautas preestablecidas en
la condena. Montero Aroca(149) refiere que estas prestaciones operan cuando la ley admite que esta sea ilquida, dejando la liquidacin para la fase de
ejecucin; otro supuesto es que no haya existido realmente una actividad
declarativa previa, sino simplemente el presupuesto para condenar genricamente a los daos sufridos; tambin permite prestaciones ilquidas, cuando
la obligacin de hacer, no hacer o dar cosa especfica o genrica se pueden
transformar por ley en obligacin pecuniaria. En este ltimo caso, nuestro
Cdigo hace referencia a esta situacin en los artculos 706 y 708 del CPC.
jurisprudencia
Mediante el proceso ejecutivo, no puede pretenderse el pago de una suma de
dinero distinta a la que fue materia de reconocimiento; pues de lo que se trata
en este tipo de procesos es hacer efectivo lo que consta en el mismo ttulo y no
declarar derechos dudosos o controvertidos.
(Exp. N 13991-98, Segunda Sala Civil, Ledesma
Narvez, Marianella, Jurisprudencia Actual, Tomo 2,
Gaceta Jurdica, p. 541)
Las obligaciones con prestaciones de dar son aquellas que tienen como
finalidad la transferencia de la titularidad de una situacin jurdica o la entrega de un bien. Es apreciada bajo tres categoras: dar dinero, dar bien cierto y dar bien incierto. El Cdigo Civil regula las prestaciones de dar bien
(148) Vase el caso promovido por Proveedores Hospitalarios Prohosa S.A. con Laboratorio Baxter S.A., Expediente N 8161-1997, 33 JCL sobre obligacin de dar suma de dinero.
(149) MONTERO AROCA, Juan. Derecho Jurisdiccional, ob. cit., p. 522.
309
cierto en los artculos 1132 al 1140 y las prestaciones de bien incierto, en los
artculos 1142 al 1147.
Para Barchi(150): Las relaciones con prestaciones de dar bien cierto son
aquellas en las cuales el bien debido ha sido especificado en su identidad
(ejemplo: Primus se obliga frente a Secunduss a entregar el automvil Toyota Yaris, con placa de rodaje N Ab-1359). Cada bien tiene una identidad
propia, es decir, una propia realidad individual que lo distingue de los otros
bienes. La identificacin es el acto de verificacin de la identidad del bien,
ella procede en base a varios criterios, referidos a seas materiales o jurdicas
(nombres, lmites, etc.). El principal elemento de identificacin de los inmuebles son los lmites. Cuando se trata de una unidad inmobiliaria resultante de la divisin de un inmueble ms amplio, es necesario hacer referencia
a las medidas, a representaciones grficas con fines naturales. Tambin puede ser usado el nombre en las concesiones mineras.
El artculo 704 del CPC alberga la integracin normativa para llenar el vaco de la Ley Procesal, en cuanto al trmite a aplicar a los ttulos con obligaciones de dar bien mueble. Segn el texto legal, nos remite a las disposiciones generales del proceso de ejecucin, contenidas en los artculos 688 al 692-A.
En el caso de las obligaciones de dar bien incierto, como lo califica el
artculo 1142 del CC, deben indicarse, cuando menos, su especie y cantidad. Aqu por el principio de identidad, el deudor debe entregar los bienes
teniendo en cuenta la calidad (artculo 1143 del CC). A diferencia de las
obligaciones de dar bienes ciertos, donde el objeto de la prestacin se halla individualizado, en las obligaciones inciertas el objeto es indeterminado,
pero podr ser en el futuro determinable.
El artculo 1143 del CC fija los mecanismos para romper con la indeterminacin, mediante la eleccin. Practicada la eleccin se aplican las
reglas establecidas sobre obligaciones de dar bienes ciertos, como dice el
artculo 1147 del CC. Hay algunos autores que consideran a esta transformacin como novacin legal, sin embargo, hay opiniones como la de Osterling y Castillo(151) que no la consideran as, sino que a partir del momento
de la eleccin, la obligacin genrica se rige por las reglas establecidas sobre las obligaciones de dar bienes ciertos. No es que la obligacin haya
cambiado de naturaleza, pues la naturaleza de las obligaciones la determina su origen; sino que, dado el desarrollo del proceso ejecucin de la obligacin, este impide que la obligacin genrica se siga rigiendo por sus reglas
propias, y se deber regular en adelante por las normas de las obligaciones
de dar bienes ciertos ().
El artculo 704 exige un requisito especial en la demanda que contenga la obligacin de dar bien mueble, como es, el valor aproximado del
bien, cuya entrega se demanda. Esto se justifica porque, como seala el
artculo 705 del CPC, en caso hubiere resistencia a la entrega del bien, por
destruccin, deterioro, sustraccin u ocultamiento atribuible al obligado,
se le requerir para el pago de su valor, si as fue demandado. Determinado el costo del bien cuya obligacin de entrega ha sido demandada, sea
por la tasacin presentada por el ejecutante o por una pericia ordenada
por el juez, se proseguir la ejecucin dentro del mismo proceso, conforme a lo establecido para las obligaciones de dar suma de dinero (artculo
705-A del CPC).
jurisprudencia
El derecho de retencin se ejercita judicialmente, como excepcin que se opone a la accin destinada a conseguir la entrega del bien.
(Exp. N 373-95, Cuarta Sala Civil, Ledesma
Narvez, Marianella, Ejecutorias, Tomo 2, Cuzco, 1995, p. 109)
311
La prestacin que acoge el ttulo ejecutivo consiste en realizar determinada actividad o quehacer, fsico o jurdico. Para Palacio(152) el Derecho
entra aqu en contacto con la vida, de tal manera que su reflejo exterior se
percibe mediante las transformaciones de las cosas; si se condena a demoler el muro, se demuele; si se condena a entregar el inmueble se aleja de l a
quienes lo ocupen; si se condena a pagar una suma de dinero y esta no existe en el patrimonio del deudor, se afectan y venden otros bienes para entregar su precio al acreedor.
El sujeto activo de la prestacin se considera satisfecho con su cumplimiento especfico, esto es, con la realizacin concreta de la prestacin
en sus propios trminos, para lo cual es vital la colaboracin del obligado.
A travs de esta pretensin, se busca proporcionar al acreedor el mismo
resultado que le hubiere proporcionado el cumplimiento del deudor, forzando o coaccionando su voluntad a dicho cumplimiento y no a ofrecerle
un sustituto econmico como paliativo del incumplimiento. La traduccin
monetaria no es equivalente al resultado que el actor espera del proceso.
Solo el cumplimiento especfico de la obligacin puede proporcionar adecuada satisfaccin al actor.
Algunos autores consideran que no existe ejecucin procesal en el ejercicio de una servidumbre de paso, que se puede realizar simplemente atravesando por un determinado lugar; tampoco en el acto de destruir edificaciones realizadas a sabiendas en terreno ajeno. Aqu no existe ms que
libertad jurdica para el ejercicio del derecho; en cambio sostienen que requiere ejecucin procesal la destruccin de construcciones ajenas que impiden el goce de una servidumbre de vistas o las que vulneran una servidumbre. Si la obligacin consiste en hacer y el deudor es remiso a satisfacer la
obligacin, entonces se realiza esa prestacin por su cuenta y riesgo.
jurisprudencia
Una disposicin testamentaria no es una obligacin de hacer, dado que ninguno de los demandados ha asumido ninguna prestacin cuya ejecucin pueda exigrseles y menos an en la va ejecutiva.
(Exp. N 225-95, Cuarta Sala Civil, Ledesma
Narvez, Marianella, Ejecutorias, Tomo 2, Cuzco,
1995, pp. 362-363)
314
El mandato ejecutivo en el caso de las obligaciones de hacer comprende el requerimiento o intimacin al ejecutado y el sealamiento de
un plazo para la prestacin, como actos preliminares para el inicio de la
ejecucin forzada. Dentro del plazo fijado por el juez, el ejecutado puede: a) realizar ntegramente la actividad ordenada. En ese caso, la ejecucin finaliza all, quedando pendiente el pago de las costas y costos, pues
los gastos procesales que exige la ejecucin estn siempre a cargo del ejecutado. En este caso se proceder a su liquidacin y aprobacin; y si el
ejecutado no las paga la ejecucin continuar por el trmite de las obligaciones dinerarias; b) realizar en parte la actividad. En este caso, la ejecucin forzada debe continuar respecto de la parte no realizada; c) realizar
defectuosamente o contraviniendo el tenor del ttulo; esto se equipara
como si no hubiere realizado lo ordenado y adems el ejecutante puede
pedir que se deshaga lo mal hecho, a costa del ejecutado; d) no realizar
la actividad ordenada. Esto significa que la actividad ejecutiva en el proceso, depender de la conducta que adopte el ejecutado. Si este cumple ntegramente la prestacin, el proceso de ejecucin habr terminado;
en cambio si cumple defectuosamente, parcial o tardamente, contraviniendo el tenor de la obligacin, el objetivo de la ejecucin no se habr
logrado todava, justificando la existencia del proceso para tal fin.
El artculo 1151 del CC hace referencia al incumplimiento parcial, tardo o defectuoso, con culpa del deudor, para permitir al acreedor exigir la
ejecucin forzada del hecho prometido o exigir que la prestacin sea ejecutada por persona distinta del deudor y por cuenta de este. Adems de permitir al acreedor exigir al deudor la destruccin de lo hecho o destruirlo por
cuenta de l, si le fuese perjudicial, as como aceptar la prestacin ejecutada, exigiendo que se reduzca la contraprestacin, si la hubiere. Vemos pues,
a tenor de la regulacin citada, que el incumplimiento defectuoso queda
asimilado al incumplimiento de la prestacin.
El desarrollo de la actividad ejecutiva depender de la naturaleza de
la obligacin o las circunstancias del caso. Esto nos lleva a dilucidar previamente si estamos ante una prestacin fungible o no fungible (personalsima). Si la prestacin puede ser ejecutada por persona distinta al deudor, se puede recurrir a la realizacin de un tercero, pero si la actividad
depende nicamente del deudor, en atencin a los conocimientos especiales, cientficos o artsticos, dicho hacer ser personalsimo. Vase por
citar, el caso de la pintura de un cuadro por un reconocido pintor, de la
composicin de una cancin o del actor de cine que debe intervenir en el
315
jurisprudencia
No resulta vlido para ejecutar la obligacin de hacer, consistente en la venta
de un inmueble perteneciente a una sociedad conyugal, si en el ttulo ejecutivo prueba anticipada con que se recauda la demanda, no ha sido objeto de
emplazamiento, uno de los cnyuges. La demanda deviene en improcedente,
pues contiene un petitorio jurdicamente imposible.
(Exp. N 35978-98, Sala de Procesos Ejecutivos,
Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia
Actual, Tomo 5, Gaceta Jurdica, p. 447).
tampoco podr hacerlo el juez, siendo, en caso contrario, dichos actos nulos
o anulables.
Una vez iniciada la ejecucin forzada, con la intervencin de un tercero en la realizacin de la prestacin resistida, el ejecutado tiene el derecho
de poner fin a la ejecucin en cualquier momento, realizando l mismo la
conducta que el juez est realizando por terceros. Otro aspecto a considerar
es que la actividad ejecutiva se entienda cumplida, aunque no se haya podido dar efectividad completa al ttulo, dependiendo ello de causas ajenas al
juzgador, como sera la falta de bienes en el patrimonio del deudor. Como
seala el artculo 692-A del CPC, se concluye el procedimiento ejecutivo
y se remite copias certificadas a la Comisin de Procedimientos Concursales del Indecopi; sin embargo, en caso no hubiere el ejecutante invocado el
apercibimiento del artculo 692-A del CPC, si a futuro, en el patrimonio del
deudor ingresaran otros bienes, puede reiniciarse la actividad ejecutiva hasta llegar a la completa satisfaccin.
3.2. Obligacin de formalizar
El artculo 709 regula la condena a escriturar. La sentencia que condena al otorgamiento de escritura pblica contendr el apercibimiento de que
si el obligado no cumpliere con suscribirla dentro del plazo fijado, tres das,
el juez la suscribir por l. Para una mejor eficacia del derecho que se exige
formalizar, se recomienda recurrir a la anotacin de la demanda, para noticiar la pretensin en debate erga omnes y evitar la alegacin de la buena fe
por parte de un tercero adquiriente.
Por otro lado, el apercibimiento que contiene el mandato ejecutivo de
hacerlo el juez en nombre del ejecutado, no debe haber sido explcitamente
requerido en el escrito de la demanda, pues ello constituye una alternativa
implcitamente contenida en toda pretensin que persigue el cumplimiento
de una obligacin de hacer y que el juez tiene el deber de advertir en el mandato ejecutivo. Inclusive, la peticin puede formularse con posterioridad a
la demanda y el apercibimiento a decretarse tambin puede operar en el periodo de ejecucin de la sentencia, como expresin del poder de executio de
la jurisdiccin. Otra de las consideraciones a tener en cuenta es que el juez
no est facultado para suscribir la escritura pblica que contiene un contrato de mutuo con garanta hipotecaria, ya que este debe ser celebrado por las
partes bajo la formalidad que seala el artculo 1098 del CC La hipoteca se
constituye por escritura pblica, salvo disposicin diferente de la ley. Como
319
posible, a contrario sensu, no debe otorgarse si ha sobrevenido la expropiacin por utilidad pblica. Otra inquietud que denota la referida norma se refiere al supuesto de que el juez delegue en un tercero el otorgamiento de la
escritura. Hay algunos criterios que niegan esa posibilidad porque se trata de
un acto de imperio propio y exclusivo del magistrado, sin embargo, hay otra
posicin que alega el carcter no jurisdiccional y fungible de la diligencia,
cuya realizacin puede ser encomendada al secretario del proceso.
Mora(154) opina que para dictarse el mandamiento ejecutivo ser necesario que el bien inmueble o el derecho objeto de la escritura pblica, se haya
embargado de antemano, y que, adems, se haya presentado el certificado de
Registros Pblicos para acreditar quin es su propietario actual y si efectivamente lo es el obligado. Esto implica que a pesar de que en el ttulo el deudor
se oblig a suscribir una escritura pblica y se demuestra que el bien no es
propiedad del demandado, el juez no debe emitir el mandato ejecutivo ordenando la suscripcin de la escritura pblica, porque el bien no es de propiedad del deudor, y en estas circunstancias carece de efectos jurdicos el otorgamiento de escritura pblica, a pesar de que jurdicamente proceda la venta
de la cosa ajena. El juez debe patrocinar actos tendientes a la seguridad y a la
estabilidad jurdica, que es el fin del Derecho, y no a la creacin de conflictos
e incertidumbres; por ello, el juez no podr librar mandamiento ejecutivo ordenndole al deudor que suscriba la escritura pblica, si previamente no se
demuestra que el bien es de propiedad del ejecutado y que ha sido materia
de una previa afectacin en el mismo proceso ejecutivo, aun en caso de que
el propio demandado se allane al otorgamiento de escritura.
jurisprudencia
La minuta objeto de formalizacin como resultado del proceso de otorgamiento de escritura debe ceirse a lo resuelto en la sentencia ejecutoriada,
en observancia del artculo 4 de la Ley Orgnica del Poder Judicial; de modo
tal que la aludida minuta debe contener las estipulaciones preestablecidas
por las partes acorde a la autonoma de la voluntad, sin que en ella pueda
consignarse aspectos que no han sido materia de debate.
(Exp. N 1228-2002, Primera Sala Civil de Lima. Ledesma Narvez, Marianella. Jurisprudencia Actual,
Tomo 6. Gaceta Jurdica, p. 267)
consulta legal
Si se celebra un contrato de compromiso de contratar y se
incumple, luego que se firme la sentencia, va ejecucin forzada se puede obligar al deudor a que firme el contrato?
Vctor Garay celebra un contrato de compromiso de contratar con scar Silva, para que se obligue en el futuro contrato a entregar un auto a cambio de 20,000 soles. El da acordado para
celebrar el contrato Vctor no se apersona al lugar previsto, por lo que scar inicia una demanda de cumplimiento de contrato por la que exige que se celebre el contrato y se le haga entrega del
automvil. La demanda es declarada fundada, pero Vctor es renuente a celebrar el contrato.
scar nos pregunta si va ejecucin forzada podra exigir que Vctor firme el contrato o en todo
caso que le haga entrega del auto en cuestin.
Respuesta:
322
323
Las obligaciones de no hacer se caracterizan por su contenido negativo. Consiste en la abstencin de algo que, normalmente, el deudor habra
podido efectuar si no se lo impidiera la constitucin de la obligacin, por
ejemplo, la prohibicin de subarrendar el bien. Tcnicamente las condenas
a no hacer son calificadas como prestaciones no fungibles, pues no cabe que
otra persona ejecute la prestacin de no hacer en sustitucin del ejecutado,
sino l mismo. Se dice que estas obligaciones no se diferencian sustancialmente de las obligaciones de hacer, pues su objeto es siempre un hecho de
conducta del deudor, solo que tiene signo negativo. Estn exentas del requisito de la intimidacin del acreedor porque el deudor incurre en mora, automticamente, por la sola realizacin del hecho del cual deba abstenerse.
En ese sentido, se aprecia la redaccin del artculo 711 del CPC que contiene una intimacin al ejecutado para que en el plazo de diez das deshaga
lo hecho y, de ser el caso, se abstenga de continuar haciendo, bajo apercibimiento de deshacerlo forzadamente a su costo.
La prestacin a no hacer puede consistir en una omisin de realizar
una conducta, que puede atender a una indefinida duracin en el tiempo,
como sera el caso de la prohibicin de elevar un piso en un edificio quitando la vista a otro; tambin puede referirse a uno o unos actos determinados,
como el caso de la prohibicin a un escritor a no publicar durante determinado plazo un libro con otra editorial.
Como se aprecia, las obligaciones de hacer son negadas por la obligacin de no hacer. Si la obligacin consiste en hacer y el deudor es remiso a
satisfacer la obligacin, ella se realiza por su cuenta y riesgo. Vase el caso
de la prestacin para levantar el muro medianero; sin embargo, una variante de esta forma consiste en la omisin de edificar el muro medianero, pero
que en ejecucin forzada se orienta a deshacer lo hecho en violacin a lo
pactado o establecido legalmente.
El artculo 711 remite a las reglas de las disposiciones generales del proceso de ejecucin la tramitacin de las obligaciones de no hacer, recurriendo as a la integracin normativa, para llenar el vaco de la Ley Procesal.
jurisprudencia
El pago de la indemnizacin por daos y perjuicios por no haber pagado en
su oportunidad la deuda materia de autos, resulta de aplicacin solo cuando
324
En el caso de las prestaciones de no hacer, se debe partir por reconocer que la verdadera ejecucin no entra en juego, sino cuando el ejecutado
ha quebrantado lo dispuesto en el ttulo. El mandato ejecutivo contiene la
intimacin al ejecutado para que en el plazo de diez das deshaga lo hecho
u omita la conducta prohibida en aquella. Este requerimiento ya es acto de
ejecucin, pero lo cierto es que los verdaderos actos ejecutivos comienzan
cuando ya se ha producido la violacin del mandato que contiene el ttulo.
Montero Aroca(155) al referirse a este tipo de prestaciones, seala que
cuando la obligacin consiste en omitir una conducta de duracin indefinida en el tiempo, la violacin del mandato del ttulo puede consistir en realizar un acto nico que suponga por s mismo el incumplimiento total. Si
la condena prohiba al dueo de un edificio elevar un piso ms, quitando la
vista a otro edificio situado detrs, la violacin puede consistir en construir
ese piso. En este caso, la ejecucin consiste en deshacer lo hecho, a costa del
ejecutado y ese hacer es siempre fungible, por lo que debe estarse a lo que
antes hemos dicho para este tipo de obligaciones.
La violacin del mandato puede no ser total, sino parcial. Cuando la
obligacin consiste en no fabricar un determinado artculo, puede que el
condenado realice uno o varios actos de fabricacin. La ejecucin aqu difcilmente podr consistir en deshacer lo hecho, porque los artculos estarn
en el mercado y posiblemente vendidos, lo que supone que la ejecucin habr de limitarse al valor de lo vendido y al resarcimiento de perjuicios, pero
adems requiriendo al ejecutado para que se abstenga de hacer en el futuro,
bajo apercibimiento de ser procesado por delito de desobediencia a la autoridad judicial.
dinero, cuando la obligacin tenga que ser realizada por un tercero, recurriendo as a la integracin normativa, para llenar el vaco de la Ley Procesal.
XII. Ejecucin de resoluciones judiciales
La naturaleza jurisdiccional de la ejecucin requiere examinar la regularidad formal del ttulo, despachar ejecucin y ordenar los actos ejecutivos
concretos. Las formas de ejecucin dependen del ttulo con que se promueva aquella. Cada especie de ttulo tiene una forma propia de procedimiento,
bajo un marco general regulado por las disposiciones generales del proceso
nico. As, vanse las disposiciones especiales que rigen los ttulos ejecutivos, la
ejecucin de las resoluciones judiciales y la ejecucin de garantas, de la que
se advierte que todos aquellos ttulos comienzan su ejecucin por el requerimiento al ejecutado a cumplir con la obligacin contenida en el ttulo.
En el caso de la ejecucin de resoluciones judiciales, esta se inicia con
el requerimiento al condenado a cumplir con la prestacin ordenada en la
resolucin judicial firme. Este pedido se formula ante el propio juez del
proceso (artculo 690-B del CPC), quien califica el ttulo y deniega el petitorio si considera que este no es idneo. Esto ocurre aun sin oposicin del
ejecutado (artculo 690-F del CPC).
La ejecucin de resoluciones judiciales opera a pedido de parte, por
tanto, le corresponde al acreedor solicitar se requiera por cdula al ejecutado para el cumplimiento de lo obligado (tal como lo seala el artculo
690-C del CPC), a fin de que el ejecutante evite continuar con el ulterior
trmite de la ejecucin forzada. Ntese que se trata de una exigencia, de
un requerimiento, de una intimacin que se hace en atencin al ttulo de
ejecucin para que cumpla con su obligacin; por citar, el requerimiento
para que cumpla con pagar la acreencia o desocupar el inmueble o demoler
la edificacin, entre otras situaciones de condena.
Si vencido el plazo fijado en el mandato que contiene la intimacin
del obligado, no satisface este la exigencia, el ejecutante debe solicitar el
inicio de la ejecucin forzada. Aprciese del mandato de ejecucin, la advertencia o amenaza de invadir la esfera individual del condenado para su
transformacin material, a fin de satisfacer los intereses de quien ha sido
declarado triunfador en la sentencia. No se trata de obtener la satisfaccin
de lo declarado por el juez con el concurso del adversario, sino justamente
en contra de su voluntad. Ya no se est en presencia de un obligado, como
327
(156) PALACIO, Lino. Derecho Procesal Civil, t. VII, ob. cit., p. 442.
328
fortuna del obligado es irrelevante para fijar los daos y perjuicios; la determinacin de la astreinte queda sometida al arbitrio del juez, este arbitrio
del juez no se ejerce con relacin a la indemnizacin que debe apreciarse
objetivamente; por ltimo, una vez fijada la indemnizacin se incorpora definitivamente al patrimonio del acreedor, la astreinte puede ser reajustada o
aun dejada sin efecto, segn las circunstancias del caso.
Otro aspecto que se debe tener en cuenta es si hubo acumulacin en el
procedimiento de cognicin. Aqu puede concurrir la acumulacin de procesos y el proceso nico con pluralidad de partes. En el primer supuesto, debemos asumir que la sentencia lograda en l, es formalmente nica, pero contendr tantos pronunciamientos como pretensiones-procesos se acumularon.
Partiendo de ello, nos ubicamos en el supuesto de la acumulacin objetiva, cuando un demandante ha obtenido varias condenas frente a un demandado. En este supuesto, Montero Aroca seala(158): Se puede optar por
un nico procedimiento de ejecucin o por varios, y ello depender de varias circunstancias; as, si las varias condenas son a cantidad lquida lo lgico es decidirse por un nico procedimiento y lo mismo puede decirse si una
condena es lquida y otra ilquida. Ahora bien, si una condena es pecuniaria
y las otras de tipo distinto (como hacer y no hacer) puede ser conveniente acudir a procedimientos distintos para que el segundo no obstaculice la
marcha del primero. Los dos procedimientos se derivan de un mismo ttulo
formal, pero ello no puede implicar que la acumulacin en la declaracin
obligue a acumular en la ejecucin, la misma que se iniciara con la certificacin de la sentencia.
El otro supuesto que concurre es la acumulacin subjetiva. Aqu Montero Aroca(159) distingue las siguientes posibilidades:
a) la concurrencia de varios demandantes y un solo demandado con varias
condenas: cada uno de los legitimados activamente pueden iniciar la ejecucin
por su cuenta, pero nada obsta a que lo hagan acumuladamente; el optar
por una u otra solucin depender de la naturaleza de las obligaciones; en
el caso que las condenas sean pecuniarias y los bienes del ejecutado no basten para satisfacer todas las obligaciones puede pedirse la declaracin de
quiebra o concurso de acreedores, o bien conformarse con cobrar con relacin a la obligacin; y b) un demandante y varios demandados: el ejecutante puede optar entre uno o varios procedimientos de ejecucin, lo que har
atendiendo a la naturaleza de las obligaciones, aunque parece ms lgico
acudir a varios.
En el caso del litisconsorcio necesario, sea activo o pasivo, Montero Aroca(160) seala: Si haba un demandante y varios demandados sigue siendo necesario el litisconsorcio en la ejecucin (vase el caso de la entrega de una casa),
pero si la condena es el pago de una cantidad de dinero puede bastar iniciar
la ejecucin contra uno de los deudores, sin perjuicio de las relaciones internas entre estos. Si hubo varios demandantes y un demandado sigue siendo
necesario el liticonsorcio en la ejecucin, aunque debe tenerse en cuenta que
un comunero puede estar solo a lo que favorece a la comunidad.
El texto legal del artculo 715 hace referencia a que cumplido el plazo previsto en las disposiciones generales, se proceda con las medidas de
ejecucin; sin embargo, dicha redaccin contiene un error: las disposiciones generales no regulan plazo alguno para la ejecucin. Si nos remitimos a
la lectura del artculo 690-C del CPC comprobaremos ello. El plazo previsto no est en las disposiciones generales ni tampoco en la especial, como s
lo fijaba la anterior redaccin del artculo 715 del CPC, en tres das; situacin que llevar a que sea el juez quien asigne el plazo para su ejecucin, en
atencin a la naturaleza de la prestacin a satisfacer. La nueva redaccin de
este artculo corrige la errada calificacin de medida cautelar a lo que constituye en esencia medida de ejecucin, para lo cual, se ubica en dos escenarios diferentes, en atencin a la preexistencia o no de la medida cautelar.
Seala que si hubiera cuaderno cautelar conteniendo cualquier medida
concedida, este se agregar al principal y se ordenar la refoliacin, a fin de
ejecutarse. Consideramos que dicha redaccin tambin es deficiente, pues,
lo que debe merecer que ingrese al principal, no es el cuaderno con la medida
concedida, sino con la medida ejecutada; pues, a partir de ese hecho, como
es la ejecucin de la cautela, podra afirmarse que existen bienes afectados
sobre los que va a operar la ejecucin forzada, en caso de pretensiones dinerarias; pero si hay un mandato cautelar y jams se ejecut, no se justificara se incorpore al expediente principal y se altere la foliacin de este. Se
(160) dem.
331
importante en pretensiones dinerarias o apreciables en dinero, pues sin bienes sobre los que recaiga la ejecucin no ser posible ingresar a la ejecucin forzada, sino remitirnos a los efectos del artculo 692-A del CPC.
jurisprudencia
En los procesos que se encuentren en ejecucin de sentencia no procede la declaracin de abandono, lo cual es lgico, en la medida en que contiene la sentencia la declaracin de los derechos sustanciales, ponindose fin al conflicto
de intereses a la incertidumbre jurdica suscitada entre las partes del litigio,
por consiguiente, desaparece en la ejecucin de la sentencia el impulso procesal
que al vigor del principio dispositivo las partes estn normalmente obligadas.
(Cas. N 962-97-Lambayeque, El Peruano, 17/11/98,
p. 2044)
Cuando el incumplimiento de una ejecutoria se trata, forzoso es acudir, nica y exclusivamente a los trminos de la misma para la resolucin de todas
las cuestiones que surjan entre las partes litigantes respecto al modo y forma
que deba llevarse a efecto la ejecucin de lo en ella resuelto.
(Exp. N 182-96-Lima, Editora Normas Legales S.A.,
Tomo CCXLVIII, Enero 1997, Trujillo-Per,
p. A.22)
334
jurisprudencia
Se ha establecido como cuestin fctica en los tribunales que la obligacin que
ha sido contrada en moneda nacional, y que se admite que no puede pagarse
en moneda descontinuada y se falla en el sentido de que debe pagarse a su
valor actual, constituye una desnaturalizacin de la accin ejecutiva.
(Cas. N 871-97-Puno, El Peruano, 19/10/98, p.
1985)
Cuando una de las partes requiera que se realice prueba pericial sobre la
liquidacin de los intereses compensatorios y moratorios, por considerar que
estos son excesivos, dicha prueba pericial debe ser actuada durante la etapa
de conocimiento del proceso para poder sealar en la sentencia la suma a
pagar, y no diferirla a la etapa de ejecucin de sentencia.
(Cas. N 388-99-Lima, El Peruano, 19/10/99, p.
3769)
Un ttulo no siempre contiene una condena especfica en sumas de dinero lquidas y exigibles, pero s bases sobre las que corresponde hacer la liquidacin. Establecidas dichas bases en la sentencia, resulta necesario determinar a travs de la liquidacin, la suma que especficamente debe abonar
el vencido al vencedor, a cuyo fin se requiere una estricta correspondencia
entre dicha liquidacin y el contenido del fallo, pues el proceso liquidatorio
no constituye va apta para suplir las omisiones en que la sentencia hubiere
incurrido, siendo nula la ejecucin que no guarde aquella correspondencia.
El ttulo ejecutivo puede ser ilquido atendiendo a razones muy distintas: 1)
Unas veces porque aun tratndose de sentencia, la ley admite que esta sea
ilquida, dejando la liquidacin para la fase de ejecucin. 2) Otras porque no
ha existido realmente una actividad declarativa previa, sino simplemente el
presupuesto para condenar genricamente a los daos sufridos. 3) Cuando la
335
ley permite que la obligacin de hacer, no hacer o dar cosa especfica o genrica se transforme en obligacin pecuniaria.
El ejecutante, al mismo tiempo que insta la ejecucin, presentar relacin de los daos y perjuicios y de su importe. Esa relacin puede venir
condicionada porque en el ttulo se hayan establecido o no las bases para
la liquidacin; en el primer caso la relacin tendr que sujetarse a las bases
y en el segundo ser libre. La liquidacin puede ser asistida por peritos y el
ejecutado, tiene la posibilidad de observarla. Frente a dicha observacin, el
juez resolver aprobndola o no, en decisin debidamente fundamentada.
Por otro lado, el artculo 717 faculta a que el vencedor acompae la liquidacin siguiendo los criterios establecidos en el ttulo, sin embargo, no
asume la posibilidad de que sea el vencido, el que presente esa liquidacin.
Solo se permite que este la observe dentro del tercer da. Cabe puntualizar
que la resolucin aprobatoria de la liquidacin no adquiere eficacia de cosa
juzgada, razn por la cual es admisible su ulterior rectificacin, aun de oficio,
siempre que ello no importe, desde luego, modificar las bases establecidas en
la sentencia para practicarla. En tal sentido lase: La liquidacin contenida
en el mandato de ejecucin puede ser observada dentro del tercer da.
Debemos apreciar que todo ttulo ejecutivo tiene que transformar su
ttulo ilquido en la ejecucin de una suma lquida, sin perjuicio de diferenciar el ttulo ilquido del liquidable a que hace referencia el artculo 689 del
CPC. La naturaleza cognoscitiva de esta etapa de liquidacin no le quita su
calidad ejecutiva. No existe incompatibilidad alguna en la insercin de una
etapa cognoscitiva en el proceso de ejecucin.
El procedimiento de liquidacin de sentencia es solo una etapa preliminar a la coaccin sobre bienes. Su finalidad es convertir en lquida una suma
que antes no lo era, para poder realizar una ejecucin especfica. Cuando el
ttulo es ilquido no puede procederse ni siquiera al embargo ejecutorio de
los bienes del deudor, tal como permite el artculo 716 del CPC, por la elemental razn que no se conoce el importe por el que se ha de embargar; de
ah que el primer paso es proceder a liquidar el ttulo, es decir, a determinar
la cantidad por la que se ha de realizar la ejecucin.
jurisprudencia
Si las partes acordaron, a travs de la conciliacin, someter la liquidacin de
intereses al informe que debera emitir la entidad bancaria, resulta equvoco
336
designar perito para tal liquidacin. El juez debe cumplir irrestrictamente los
trminos de la conciliacin; sin embargo, las partes tienen derecho a observar
la liquidacin que emita la entidad bancaria y ser el juez quien solicite a
dicha entidad las aclaraciones convenientes para resolver las observaciones.
(Exp. N 4705-98, Sala de Procesos Abreviados y de
Conocimiento, Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia Actual, Tomo 5, Gaceta Jurdica, p. 418)
exige que aquellas sean reconocidas previamente por la Sala Civil de turno
de la Corte Superior en cuya competencia territorial tiene su domicilio la
persona contra quien se pretenda hacer valer, a fin de que estas otorguen
una resolucin judicial de reconocimiento. Esto es lo que se conoce como
el exequtur o reconocimiento judicial, cuya regulacin se recoge en los
artculos 837 al 840 de este Cdigo Procesal. Sobre el reconocimiento judicial, seala el artculo 127 de la LGA: Un laudo arbitral, cualquiera sea el
pas en que se haya dictado, ser reconocido como vinculante y, tras la
presentacin de una peticin por escrito ante la Sala Civil de la Corte Superior competente a la fecha de presentacin de la peticin del domicilio
del demandado, o, si el demandado no domicilia dentro del territorio de la
repblica, la del lugar donde este tenga sus bienes.
El artculo 719 del CPC que regula la ejecucin de resoluciones judiciales y arbitrales extranjeras no parte del supuesto de la sentencia proveniente de un proceso no contencioso, sino de la que proviene de una contienda
cuya cognicin se ha agotado en un tribunal extranjero. Ello porque conforme seala el artculo 2108 del CC las sentencias extranjeras que versen
sobre asuntos no contenciosos de jurisdiccin facultativa no requieren de
exequtur(161).
El exequtur implica que ninguna sentencia extranjera poda ser ejecutada sin autorizacin de los jueces del lugar de la ejecucin. La sentencia
emanada de una soberana diferente se presenta ante el rgano jurisdiccional nacional para que ordene o deniegue su reconocimiento y ejecucin. La
declaracin de exequtur es imprescindible para que una sentencia extranjera produzca cualquier efecto en el Per.
Como seala el artculo 2104 del Cdigo Civil, la sentencia extranjera no debe atentar contra el orden pblico y debe gozar de la autoridad de
cosa juzgada. La sentencia debe provenir de un pas donde se otorgue reciprocidad a las sentencias emitidas por tribunales peruanos. En ese sentido,
nuestro pas reconoce dicha reciprocidad al regular en el artculo 2102 del
CC as: Las sentencias pronunciadas por tribunales extranjeros tienen en
la repblica la fuerza que les conceden los tratados respectivos. Si no hay
tratado con el pas en el que se pronunci la sentencia, tiene esta la misma
fuerza que en aquel pas se da a las sentencias pronunciadas por los tribunales peruanos. En atencin a ello, seala el artculo 838 del CPC se presume que existe reciprocidad respecto a la fuerza que se da en el extranjero
a las sentencias o laudos pronunciados en el Per. Corresponde la prueba
negativa a quien niegue la reciprocidad.
Por ltimo, debe precisarse que si el inters de la persona en presentar una sentencia extranjera ante una autoridad peruana no est
dirigido a la ejecucin en el Per del mandato que ella contiene, sino a
probar determinados hechos o circunstancias, no es necesario el exequtur.
El artculo 2019 del CC seala que las sentencias debidamente legalizadas
producen en el Per el valor probatorio que se reconoce a los instrumentos
pblicos no requiriendo el exequtur.
jurisprudencia
Se presume que existe reciprocidad respecto de la fuerza que se da en el extranjero a las sentencias pronunciadas en el Per. Son materia de reconocimiento y ejecucin las sentencias y fallos arbitrales extranjeros.
(Exp. N 1528-98, Sala de Procesos Sumarsimos, Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia Actual,
Tomo 4, Gaceta Jurdica, pp. 305-308)
No habiendo sido inscrito el matrimonio ante la autoridad nacional acreditada en el exterior, ni ante los Registros del Estado Civil del Per, no es
procedente reconocer la sentencia de divorcio en tanto no est registrado o
inscrito ante el Consulado respectivo.
(Exp. N 1277-34, Sexta Sala Civil, Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia Actual, Tomo 1, Gaceta Jurdica, pp. 246-249)
339
Los derechos reales y los de crdito forman las dos grandes ramas de
los derechos patrimoniales. A pesar de que los derechos reales como los de
crdito representan las dos maneras bsicas de poder dar satisfaccin a un
inters jurdicamente protegido, es importante precisar que en el derecho
real, el titular puede satisfacer su inters sobre la cosa entregada en garanta; en cambio, en el derecho de crdito, el inters protegido consiste en una
prestacin definida, que incumbe a otro u otros sujetos de derecho. Puede
cumplir o puede dejar de hacerlo; pero este acto que depende de su libre arbitrio tiene eficacia jurdica a pesar de ser incoercible, pues el acreedor podr dirigirse contra el patrimonio del deudor.
El ordenamiento jurdico atribuye al titular del derecho real ciertas facultades sobre la cosa de manera que todos los dems han de respetar esta
atribucin; situacin diferente a lo que sucede en el derecho personal. En
este el obligado est personalmente vinculado con el acreedor con independencia de la composicin de su patrimonio. Mientras en el derecho personal o de crdito la obligacin determina a una persona para que mediante
un acto de cumplimiento entregue una cosa (determinada o indeterminada) al acreedor, en el derecho real limitado sucede lo contrario, pues existe
una cosa efectivamente determinada que seala como sujeto pasivo de la
relacin a quien sea su propietario.
En otras palabras, en el derecho real, el titular pueda alcanzar directamente el inters que tiene protegido a base de actuar de manera inmediata
sobre el bien; por el contrario, en el derecho de crdito, el inters protegido
consiste en una conducta perfectamente delimitada y definida que incumbe a otro u otros sujetos de derecho. Como se aprecia, el rasgo comn de
los derechos reales es el seoro inmediato sobre una cosa determinada. El
340
(162) Vase el pronunciamiento de la Sala Comercial de Lima, recado en el Expediente N 582005, de fecha 23 de mayo de 2005, Banco Sudamericano con Bertha Prcovich Cisneros
sobre ejecucin de garanta.
341
(artculo 1002 del CC), salvo que se trate de usufructo legal. La hipoteca del
usufructo debe respetar la duracin de este ltimo, sin embargo, no pueden
hipotecarse los derechos de uso y habitacin, tal como refiere el artculo
1029 del CC.
La prenda estaba regulada en el Cdigo Civil en los artculos 1055 al
1090 y se defina como un derecho real de garanta sobre una cosa mueble que se constitua con la entrega fsica (en caso de bien no registrable)
o jurdica de este al acreedor o a un tercero y que faculta al primero para
enajenarla en caso de incumplimiento de la obligacin, para extinguir el
crdito con el precio obtenido. Para la validez de la prenda, sealaba el artculo 1058 del CC, era necesario que grave el bien quien sea su propietario
o quien est autorizado legalmente; y que el bien se entregue fsicamente
o jurdicamente al acreedor, a la persona designada por este, o a la persona
que sealen las partes, sin perjuicio de lo dispuesto en la ltima parte del
artculo 1059 del CC. La normativa del Cdigo Civil referida a la prenda ha
sido derogada por la Ley N 28677, publicada en el diario El Peruano el 1
de marzo de 2006 que regula la garanta mobiliaria para asegurar obligaciones de toda naturaleza, presentes o futuras, determinadas o determinables,
sujetas o no a modalidad. Dicha ley define a la garanta mobiliaria como la
afectacin de un bien mueble, mediante un acto jurdico, destinado a asegurar el cumplimiento de una obligacin. La entrega fsica del bien no registrable afectado en garanta al acreedor o a un tercero depender exclusivamente de lo acordado por las partes, a diferencia de la regulacin del
Cdigo Civil (artculo 3.1 de la LGM).
Un aspecto interesante de esta ley es que unifica el tratamiento legal
disperso de la prenda, adems, remite a la ejecucin extrajudicial y al arbitraje la garanta mobiliaria. Solo de manera excepcional, si mediare pacto
o la situacin prevista en el inciso 6 del artculo 47 de la LGM, se vender
el bien mueble con arreglo al Cdigo Procesal Civil. Tambin la LGM involucra la intervencin del juez especializado en lo civil para requerir judicialmente la incautacin del bien mueble afecto en garanta mobiliaria, a
pedido del acreedor garantizado o el adquiriente del bien (artculo 51 de la
LGM). En caso de adjudicacin del bien por el acreedor y el valor fuera menor que el monto de la deuda, el acreedor garantizado podr exigir el saldo
mediante la emisin de un ttulo con mrito ejecutivo o en la va del proceso de ejecucin; sin embargo, en caso el valor del bien mueble afecto en
garanta fuere mayor al monto de la deuda, el acreedor garantizado deber
pagar la diferencia dentro de un plazo legal que establece el artculo 53.4 de
342
la LGM. Vencido dicho plazo sin pagar la diferencia, el deudor podr exigir
en la va sumarsima el pago de una multa no menor de cinco veces la diferencia, ms intereses y gastos.
En lo que respecta a la regulacin de la ejecucin de garantas en el
CPC, una de las deficiencias que acoga el viejo texto derogado, era la ausencia en calificar al ttulo de ejecucin. Intentando superar dicha deficiencia, el nuevo artculo 720 seala que procede la ejecucin de garantas reales, siempre que su constitucin cumpla con las formalidades que
la ley prescribe y la obligacin garantizada se encuentre contenida en
el mismo documento o en cualquier otro ttulo ejecutivo. Vase en el
primer caso, un mutuo con garanta hipotecaria contenida en una escritura pblica; en el segundo, la hipoteca general o sbana que opera
en el rgimen bancario.
El proceso de ejecucin de garanta se materializa mediante la accin
que corresponde al titular del derecho real para hacer efectiva la venta de la
cosa, por incumplimiento en la obligacin garantizada, lo que se despacha
en virtud de un ttulo de ejecucin que debe contener un derecho cierto, expreso y exigible (artculo 689 del CPC). Si bien los ttulos de ejecucin solo
pueden establecerse por ley, mas no por la discrecionalidad del juez; la deficiente redaccin del texto originario del artculo 720 del CPC, en cuanto a
calificar al ttulo de ejecucin en las garantas reales, haca que las Salas Civiles de la Corte Suprema, intentando superar esta deficiencia, sealen de manera reiterada(163)que el ttulo de ejecucin lo constituye el documento que
contiene la garanta (la que puede ser hipotecaria, prendaria o anticrtica),
acompaada de la respectiva liquidacin del saldo deudor, cuya finalidad es
precisar el monto adeudado por la parte ejecutada. En ese sentido, se sostena
que el cuestionamiento que se haga a una entidad bancaria ejecutante sobre
el origen de la deuda (letra de cambio girada a la vista sin haber sido notificada al titular para que pueda observarla en el plazo de 15 das hbiles) no
resulta apropiada, pues en un proceso de ejecucin de garanta el ttulo para
la ejecucin est dado por la escritura de constitucin de hipoteca y el saldo
deudor, y no por el ttulo valor, que solo constituye un anexo y no el ttulo de
ejecucin. Sobre el particular, la Casacin N 1806-2001-Ica ha sealado que
no debe confundirse, el requisito de la comunicacin previa exigible en el
(163) Vase por citar las Casaciones N 3438-2002-Lima, N 3001-2002-Arequipa, N 406-2001Lambayeque de fechas 25 de abril y 19 de septiembre de 2003, y 15 de junio de 2004.
343
proceso ejecutivo y que se sustenta en el mrito de una letra de cambio girada a la vista por el cierre de una cuenta corriente, con el proceso de ejecucin
de garantas, en el cual solo se requiere la presentacin del ttulo de ejecucin
hipotecaria, la tasacin comercial actualizada y del estado de cuenta del saldo
deudor, sin que sea necesario un requerimiento previo.
Hay criterios judiciales que consideran que tampoco resulta exigible presentar los ttulos originales de los cuales se deriva la deuda reclamada(164): De
la simple lectura del artculo 720 del CPC (ver el inciso 2, del artculo 720,
del CPC) se aprecia que el ejecutante debe anexar a su demanda el documento que contiene la garanta, y el estado de cuenta del saldo deudor, sin
hacer diferencia si se trata del documento original o no, no siendo factible
diferenciar donde la ley no diferencia. Tampoco resulta ajena a la litis la presentacin de los pagars u otros ttulos valores insolutos para la ejecucin
de garantas, pues no cabe exigir la presentacin de documentacin adicional a la establecida en el artculo 720 del CPC, lo que hace que este tipo de
procesos contengan un presupuesto de certeza del derecho alegado, situacin que, por el contrario, no se presenta en los procesos ejecutivos cuando
el ttulo est constituido por una liquidacin de saldo deudor, donde se requiere necesariamente la presentacin de otros documentos que sustenten
la obligacin objeto de cobro.
Como sostiene la Sala Comercial de Lima de manera reiterada, no es
exigible al ejecutante ofrecer otros documentos distintos a lo sealado en
el artculo 720 del CPC, de tal manera que si la ejecutante ha cumplido
con precisar en la respectiva liquidacin del saldo deudor, las obligaciones
respecto de las cuales se ha hecho valer la garanta hipotecaria, crdito comercial y cuenta corriente, as como la indicacin del inters aplicado, es
procedente su ejecucin. Sostener un razonamiento contrario es invertir la
carga de la prueba a favor del ejecutado, cuando lo que corresponde a dicha parte (en aplicacin del artculo 196 del CPC) es acreditar los hechos
que sustentan su contradiccin sobre la base de las causales de inexigibilidad de la obligacin o nulidad formal del ttulo. Proceder de otra manera es
desnaturalizar el fin del proceso de ejecucin, destinado a despachar ejecucin con el solo mrito del documento que contiene la garanta hipotecaria
(164) Vase en ese sentido la resolucin de fecha 28 de abril de 2005, Sala Comercial de Lima,
Expediente N 120-2005, en el proceso seguido por el Banco Wiese Sudameris con Adriana del Rosario Prat Vera sobre ejecucin de garanta hipotecaria.
344
jurisprudencia
Constituye un requisito de admisibilidad, para la ejecucin de garantas reales, presentar el documento que contenga la tasacin comercial actualizada.
Por responder el proceso de ejecucin de garantas a un trmite breve, se debe
exigir el cumplimiento riguroso de los requisitos de la accin.
(Exp. N 98-25738-1115, Sala de Procesos Ejecutivos,
Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia Actual,
Tomo 5, Gaceta Jurdica, p. 588)
345
El estado de cuenta del saldo deudor es un documento no sujeto a formalidad; sin embargo, hay criterios que cuestionan el estado de cuenta de
saldo deudor por no haber sido suscrito por ningn representante del banco
demandante, impidiendo determinar la veracidad de la liquidacin unilateral de la supuesta deuda. Seala la Sala Comercial de Lima(165) sobre el
particular, que la elaboracin de la liquidacin de saldo deudor no est sujeta en principio a una forma preestablecida por ley. En todo caso, habiendo
sido suscrita la liquidacin por el mismo abogado y apoderado de la entidad
bancaria que autoriza la demanda, se cumple con la finalidad para la que
estaba destinada dicha operacin, como es, establecer la situacin en la que
se encuentra el deudor respecto de las obligaciones que hubiere contrado.
Tratndose de deudas que deben ser liquidadas en moneda nacional y
en moneda extranjera, dicha liquidacin del saldo deudor debe realizarse en
un solo documento, el que sirve de base para la ejecucin, manteniendo en
la liquidacin las mismas monedas pero bajo un solo consolidado, en el que
se involucren todas las obligaciones, pero con sus referentes de las monedas
originarias. Sobre el particular, aparece a la Casacin N 3096-2000 que dice
que si el accionante anex a la demanda de ejecucin de garantas el estado de cuenta del saldo deudor y esta no expresaba claramente el mecanismo
para la conversin de intis milln a nuevos soles, esto determina que el saldo
deudor anexado a la demanda no refleje el estado de la deuda, es decir, que
dicho saldo deudor no tiene valor como anexo del proceso y ante ello el juez
debi declarar su inadmisiblidad y no declarar su improcedencia.
Otro aspecto a considerar es que no se requiere que el saldo deudor est
aprobado o aceptado por el ejecutado. Como seala la Casacin N 2806-2001Ica, el ltimo prrafo del artculo 226 de la Ley General del Sistema Financie-
(165) Pronunciamiento recado en el Exp. N 005-2005, del 28 de abril de 2005, en los seguidos
por Banco Nuevo Mundo en Liquidacin con Inversiones Los Eucaliptos S.A. sobre ejecucin de garanta hipotecaria.
346
ro N 26702 establece, en el caso de cuentas corrientes, que las entidades bancarias deben informar peridicamente a sus clientes sobre los estados de cuenta
a fin de que puedan ser observados, lo que no ocurre con el estado de cuenta
del saldo deudor que se acompaa como anexo a la demanda de ejecucin de
garantas, conforme al artculo 720 del CPC; por ello, cuando la resolucin de
vista ha exigido para la ejecucin de garantas un requisito que no est establecido en el CPC, como es el de pretender que el estado de cuenta del saldo deudor anexo a la demanda, se notifique previamente a los ejecutados, ha incurrido en la causal de nulidad contemplada en el artculo 171 CPC.
El saldo deudor debe contener como mnimo la indicacin del capital adeudado, as como la tasa de inters aplicada, precisando los periodos
correspondientes, ello porque el mandato de ejecucin se entiende por el
capital adeudado. Los intereses adeudados y otras obligaciones pactadas
deben ser calculadas en la etapa de ejecucin de resolucin definitiva, conforme lo dispone el artculo 746 del CPC, por lo que previamente a la admisin de la demanda se puede requerir a la parte actora cumpla con presentar el documento de saldo deudor, donde precise el monto total por
capital adeudado, con la deduccin de las respectivas amortizaciones, en
rubro aparte los intereses legales y otras obligaciones que pudieran existir.
El problema se suscita por la interpretacin que debe contener el saldo deudor (qu conceptos estn bajo ese rubro). Algunos jueces consideran
que solo debe requerirse el pago de la deuda capital, dejando la liquidacin
de los intereses para el momento del pago en ejecucin (artculo 746 del
CPC), sin embargo, otros criterios consideran que el artculo 689 del CPC
permite no solo requerir el pago de cantidades lquidas sino liquidables por
operacin aritmtica, en tal sentido, perfectamente el mandato de ejecucin podra ordenar el pago por ambos conceptos (deuda capital ms intereses) y no esperar, despus de haber culminado el pago de la deuda, ingresar luego a la liquidacin de los intereses.
En la Casacin N 3616-2000-Cono Norte del 4 de abril de 2001, la Sala
Civil Suprema ha sealado que el estado de cuenta de saldo deudor constituye una operacin en la que se establece la situacin del deudor respecto de las
obligaciones que ha contrado, verificando el acreedor si la deuda est impaga
o cancelada, ya sea en forma total o parcial y si esta ha generado los intereses
respectivos, criterio que ha hecho suyo tambin la Sala Comercial de Lima
(vase el Expediente N 42-2005 del 19 de mayo de 2005, en los seguidos por
Nestle Per S.A. con SPH Agroindustrial S.R.L. y otro sobre ejecucin de ga347
349
jurisprudencia
La norma adjetiva establece como requisitos de procedibilidad de la demanda de ejecucin de garantas, que se anexe a la demanda el documento que
contiene la garanta y el estado de cuenta del saldo deudor, no requirindose anexarse el pagar insoluto pues no se trata de un proceso ejecutivo. El
pagar u otro ttulo valor tiene la finalidad de acreditar la existencia de la
obligacin, resultando irrelevante que existan irregularidades en el protesto
del pagar.
(Cas. N 529-97-La Libertad, El Peruano, 17/09/98,
p. 1597)
En el proceso de ejecucin de garantas, el ttulo de ejecucin est constituido por el contrato de donde emana la garanta y el estado del saldo deudor. Es
nula la sentencia que valora el pagar anexado por el ejecutante, para fundar
el fallo, pues no constituye el ttulo de ejecucin.
(Exp. N 5248-1382-99, Sala de Procesos Ejecutivos,
Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia Actual,
Tomo 4, Gaceta Jurdica, pp. 600-601)
sobre el que adems existe una fbrica edificada posteriormente a la hipoteca. El Tribunal Constitucional en la accin de amparo, Expediente N 42897-AA/TC de fecha 21 de julio de 1999, seguido por Alejandro Elio Mora Villegas, ha establecido que se afecta el derecho constitucional a la propiedad
y al debido proceso si se garantiz una compraventa con garanta hipotecaria,
pero solo con el terreno y no la edificacin (porque en ese momento no exista); sin embargo, en ejecucin de garanta se ordena el remate pblico no
solo del rea superficial, sino tambin de la fbrica que no se comprendi en
la garanta. Considera que se infringe lo previsto en el artculo 1100 del CC
cuando se ordena la ejecucin de la hipoteca por la totalidad del inmueble,
cuando del instrumento constitutivo del gravamen se desprende que este
solo recaa sobre una parte especfica del bien, el terreno. Hay decisiones judiciales que se han venido trabajando bajo ese norte, a pesar de que el citado
fallo expedido por el Tribunal Constitucional no tena alcance legal general;
en ese sentido, lase la Casacin N 2842-2003-Arequipa y la Casacin N
984-2003-Lima de fecha 19 de noviembre de 2003, que dice: No se puede
constituir hipoteca sobre bienes futuros de conformidad con el artculo 1106
del CC; de tal modo que, al ser el subsuelo, suelo y sobresuelo, bienes inmuebles independientes cada uno de ellos, tienen que tener existencia real
al momento de pretenderse gravarlos; en consecuencia, si al momento de hipotecarse el suelo o terreno no existe el sobresuelo o edificacin, la edificacin posterior no estar afecta a dicho gravamen a menos que se celebre un
nuevo acto jurdico respecto de este ltimo; asimismo, bajo el mismo razonamiento, de existir en el referido momento tanto el terreno como la edificacin, para gravar ambos, lgicamente, debe cumplirse con sealar las informaciones especficas de ambos para que la hipoteca tenga validez.
Una interpretacin ms amplia y sistemtica de las normas que integran
los derechos reales en el Cdigo Civil sobre el tema lleva a sostener que es
incorrecto que el juez, en un proceso de ejecucin de garantas, ordene la exclusin de la fbrica edificada sobre el terreno bajo el argumento de que es
un bien futuro y/o indeterminado, pues ambos deben ser considerados como
una sola unidad inmobiliaria comprendida por la hipoteca. Al respecto aparece en una publicacin del grupo Gaceta Jurdica(166) un interesante anlisis
sobre el tema. Se sostiene que las edificaciones levantadas sobre un terreno
son parte integrante de este, pues se fusionan de tal forma que no pueden se(166) Lase sobre el particular el interesante informe que al respecto publica Abogados Legal Report, ao 1, Gaceta Jurdica, Lima, diciembre, 2003, pp. 5-9.
352
(167) AVENDAO ARANA, Francisco. Hipoteca de terrenos: que en paz descanse!, en: Ius et
veritas, ao VI, N 17, PUCP, Lima, pp. 10-13.
353
se hipotecan antes de que existan, sino que la hipoteca sobre el terreno un bien existente y no futuro se va extendiendo a todo lo que se
incorpora a l. El bien (terreno) se modifica, como se modifica una casa,
cuando se hace una pared adicional o se abre una ventana. Sostener lo contrario permitir a los deudores frustrar los remates de los terrenos que han
hipotecado, tan solo construyendo algunas edificaciones, as como liquidar
la hipoteca sobre terrenos.
Por otro lado, el artculo 720 en el inciso 5 seala que tratndose de
un bien registrado se debe anexar el respectivo certificado de gravamen.
Dicho documento no es el idneo para el remate, pues solo brinda informacin sobre las cargas o gravmenes, pero no hace referencia sobre toda
la historia del bien, para lo cual se debe solicitar la copia literal. La historia del bien es importante para los fines del artculo 734 del CPC, que
exige se describa con exactitud esa, situacin que no permite satisfacer
la informacin del gravamen, pues en l se aprecian las afectaciones, mas
no informacin acerca de las independizaciones, numeracin, cambio de
jurisdiccin, transferencias, entre otros datos necesarios a tener en cuenta para el remate del bien. En la Casacin N 322-2004-Callao, publicada en El Peruano el 30 de setiembre de 2005, sobre la implicancia del
certificado de gravamen del bien para la admisin a trmite del proceso
de ejecucin, se seala: El ttulo de ejecucin viene representado por
la escritura pblica de constitucin del gravamen y el estado de cuenta
del saldo deudor. As, la lgica del legislador al solicitar adems de estos
requisitos el certificado de gravamen, en tanto se trate de bienes registrados, se orienta a constatar que el gravamen para dichos bienes se encuentra debidamente inscrito, pero este elemento probatorio no influye
de manera directa y contundente en la determinacin de la exigibilidad
de la obligacin, por lo que su omisin no incide en ella. En conclusin,
la falta de presentacin del certificado de gravamen del inmueble, cuya
ejecucin se pretende, no implica negar o postergar el inicio del proceso
de ejecucin, por ser tal vicio pasible de subsanacin.
Cuando una parte recurre a la jurisdiccin acompaando un certificado de vigencia en el que se indican los ttulos que se encuentren pendientes y dems datos relevantes del asiento de presentacin, es necesario
que el interesado y los terceros tomen conocimiento de tal circunstancia
publicitada que podra ser variada o modificada. Esto ltimo se fundamenta en que los efectos de las inscripciones se retrotraen a la fecha y hora
del respectivo asiento de presentacin, de tal manera que los efectos de una
354
inscripcin que modifica el contenido del certificado se retrotraern a la fecha del asiento de presentacin del ttulo que le dio mrito.
El numeral IX del Ttulo Preliminar del Reglamento General de los Registros Pblicos acoge el principio de prioridad preferente que dice: los efectos
de los asientos registrales, as como la preferencia de los derechos que de estos
emanan, se retrotraen a la fecha y hora del respectivo asiento de presentacin.
Es importante hacer referencia al certificado de gravamen, al margen de lo sealado lneas arriba, para precisar que la hipoteca constituye un gravamen y no
una carga. Resulta coherente que la norma exija informacin en relacin a los
gravmenes. Ellos dependen de una obligacin accesoria, la que de incumplirse puede conllevar la venta del bien afectado, como sera el caso de la hipoteca
o el embargo; en cambio, en las cargas no hay obligacin garantizada, por tanto,
el objeto sobre el que recae no puede ser objeto de venta. Las servidumbres se
citan como ejemplo de cargas, a pesar de que el artculo 1035 del CC los califique erradamente como gravmenes.
Como seala la ltima parte del artculo 690-B del CPC, es competente el juez civil donde la ley de manera expresa fija la competencia por materia, pues un referente comn para establecer ello es la naturaleza de la pretensin; sin embargo, esta competencia se ha visto afinada en estos ltimos
tiempos en el distrito judicial de Lima, al establecer los rganos de gestin
(Consejo Ejecutivo del Poder Judicial), mediante Resolucin Administrativa N 185-2004-CE-PJ, la subespecialidad comercial en el mbito judicial de
Lima, atribuyndole a estos ltimos el conocimiento de determinadas materias vinculadas a temas comerciales que aparecen anteladamente establecidas en la Resolucin Administrativa N 006-2004- SP-CS publicada en El
Peruano el 2 de octubre de 2004. Bajo ese contexto es importante precisar
que las pretensiones de ejecucin de garanta hipotecaria les corresponde su
debate en la sede comercial, pero no cuando se refieren a la reduccin de la
hipoteca, pues por tratarse de una pretensin de naturaleza estrictamente
civil su conocimiento se les asigna a los jueces civiles ordinarios.
Hay algunos criterios judiciales que postergan la ejecucin so pretexto
de que tratndose de inmueble inscrito se deber notificar con la demanda y
el mandato que ordena la ejecucin, adems de las partes a los terceros que
tuvieren gravmenes inscritos a su favor; ello resulta necesario en la medida en que producida la adjudicacin en subasta pblica, el auto que transfiere la propiedad al adjudicatario contiene la orden de dejar sin efecto todo
355
gravamen que pese sobre el bien(168). Como hemos sealado lneas arriba, lo
que se busca en la ejecucin es satisfacer el gravamen y no las cargas, por ello
resulta coherente pedir informacin sobre los gravmenes; en cambio, en las
cargas no hay obligacin garantizada, por tanto, el objeto sobre el que recae
no puede ser objeto de venta y se mantendrn sobre el bien afectado, siempre
y cuando se hayan constitudo con antelacin a la hipoteca materia de ejecucin; ms an, conforme se advierte del inciso 2 del artculo 739 del CPC,
el auto que dispone la transferencia de la propiedad del inmueble rematado
ordena se deje sin efecto todo gravamen que pese sobre este, salvo la medida
cautelar de anotacin de la demanda, esto es, que las cargas no se levantan
con el remate del bien, solo los gravmenes, por tanto, qu implicancia tiene
para dictar el mandato de ejecucin que se cite a los titulares de las cargas?
En nuestra opinin, ninguna. La actual redaccin del artculo 739 del CPC
(modificado por el D. Leg. N 1069) sigue manteniendo las cargas inscritas
sobre el bien rematado, ya que solo se permite cancelar estas o los derechos de
uso y/o disfrute que se hayan inscrito con posterioridad al embargo o hipoteca materia de ejecucin. Esto tampoco justifica la citacin con el mandato
de ejecucin, pues, felizmente, el propio texto legal en comentario seala que
el mandato ejecutivo, debe notificarse al deudor, al garante y al poseedor del
bien en caso de ser personas distintas al deudor.
La notificacin al poseedor en caso sea un tercero ajeno al ejecutado es
importante para los efectos de la entrega del bien, a que refiere el inciso 3
del artculo 739 del CPC. No puede confundirse el emplazamiento con la
citacin. Es falso que el inciso 3 del artculo 739 del CPC exija el emplazamiento a los terceros con la demanda. Hay que precisar que se busca poner
en conocimiento de los terceros el mandato de ejecucin, mas no para emplazar a estos. El emplazamiento solo es atribuible a quien tenga la condicin de parte en el proceso; no cabe emplazar a los terceros, sino citarlos o
notificarlos con el mandato. La relacin procesal que se entabla con el emplazamiento se entiende con las partes y no con los terceros, a tal punto que
el emplazamiento se convierte en una carga para la parte ejecutada, mas no
para el tercero. La razn de esta citacin es advertir al tercero de los efectos de la ejecucin forzada (remate) respecto a la entrega del inmueble en
ejecucin. En tal sentido, lo que se busca es comunicar a quienes tienen
el dominio fsico del bien, de la actividad procesal que se ha iniciado y las
consecuencias directas que a futuro le sern extensivas a estos terceros, en
cuanto a la posesin del bien. Situacin que no es extensiva a los terceros
poseedores que tengan derechos reales inscritos sobre el bien en ejecucin
con anterioridad a la constitucin de la hipoteca en ejecucin. Dichos derechos son oponibles erga omnes por el solo hecho de su inscripcin, siempre
que su constitucin se haya materializado con antelacin a la hipoteca.
El artculo 720 del CPC tambin regula el efecto de la apelacin en caso
se declare inadmisible o improcedente la demanda, limitando de manera expresa la notificacin del ejecutado hasta que el resultado de la apelacin quede consentido o ejecutoriado. Este efecto tambin aparece reproducido en el
artculo 637 del CPC al referirse a la apelacin por la denegatoria cautelar. La
postergacin de la notificacin al ejecutado se asemeja a la reserva del procedimiento cautelar que se sigue manteniendo hasta en segunda instancia. A
diferencia del procedimiento cautelar, la norma en este caso s precisa el efecto suspensivo de la apelacin, efecto vlido de conformidad con el artculo
371 del CPC, porque con la improcedencia del mandato de ejecucin se estara poniendo fin al procedimiento iniciado, efecto no extensivo a la inadmisibilidad de la demanda, bajo los supuestos del artculo 426 del CPC.
consulta legal
Para ejecutar una garanta, cul es el ttulo ejecutivo que
debe adjuntarse?
Ante la modificacin sustancial del proceso de ejecucin, nos consultan cul es el ttulo ejecutivo
que debe adjuntarse para ejecutar una garanta real.
Respuesta:
Mediante al Decreto Legislativo N 1069, del 28 de junio de este ao, se ha modificado sustancialmente nuestro Cdigo Procesal Civil, con la finalidad de mejorar
la administracin de justicia en materia comercial. En lo que respecta a las modificaciones del proceso de ejecucin se han hecho muchas precisiones importantes, pero los problemas de fondo no han sido ni siquiera medianamente resueltos.
En efecto, se ha regulado un proceso de ejecucin nico, dentro del cual se llevara a cabo la ejecucin de los ttulos judiciales y extrajudiciales (biparticin
357
358
359
tendencias jurisprudenciales
El ttulo en la ejecucin de garantas
Para iniciar un proceso de ejecucin de garantas no se requiere presentar
documento probatorio que sustente la obligacin garantizada, ya que la escritura pblica que se acompaa a la demanda constituye de por s un ttulo
de ejecucin. En este sentido, el criterio de la Sala Superior no es correcto, ya
que pretende que el actor acredite la obligacin, ya sea con ttulos valores u
otros medios probatorios, criterio que rebasa las exigencias de la norma adjetiva, ms si se advierte que este no es un proceso ejecutivo sino de ejecucin
de garantas reales (Casacin: 1795-2001-LIMA. El Peruano, 07/12/2001).
De acuerdo a lo previsto en nuestro ordenamiento procesal civil, en un proceso
de ejecucin de garantas el ejecutante anexar a su demanda como requisitos:
el documento que contiene las garantas (siendo este el ttulo que apareja ejecucin) y el estado de cuenta del saldo deudor; y, si el bien fuera inmueble debe
presentarse documento que contenga tasacin comercial actualizada realizada
por dos ingenieros y/o arquitectos colegiados, segn corresponda, con sus firmas legalizadas. Incorporar la exigencia de presentacin de otros documentos
aparte de los ya sealados conllevara a la desnaturalizacin del proceso de
ejecucin de garantas; adems de contravenir los principios de vinculacin y
de formalidad (Casacin: 2166-2001 AREQUIPA. El Peruano, 02/02/2002).
1. Orden de remate
(169) Vase el pronunciamiento de fecha 21 de setiembre de 2005, recado en el caso seguido por
Banco de Crdito del Per con Tefila Poma Marcelo sobre ejecucin de garanta hipotecaria, Expediente N 847-2005, Sala Comercial de Lima.
361
jurisprudencia
La garanta hipotecaria es un acto jurdico que constituye ttulo ejecutivo
suficiente para que el ejecutante recurra al rgano jurisdiccional a efectos de
lograr la ejecucin de la misma.
Si el ejecutado cumple con consignar una cifra mayor a lo adeudado es procedente suspender el remate judicial. La suma por intereses, costas y costos
es susceptible de ser ejecutable va remate judicial del bien hipotecado que
garantice su liquidez.
(Exp. N N-576-97, Primera Sala Civil, Ledesma
Narvez, Marianella, Jurisprudencia Actual, Tomo 1,
Gaceta Jurdica, pp. 536-537)
362
peculiaridad en los procesos de ejecucin de garantas que el actor o ejecutante pretenda ejecutar un ttulo, de donde se tiene que la resolucin que dispone
se proceda al remate no constituye en modo alguno cosa juzgada.
(Exp. N 1163-01, Tercera Sala Civil de Lima, Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia Actual,
Tomo 6. Gaceta Jurdica, p. 419)
2. Saldo deudor
El texto anterior del artculo 724 sealaba que si despus del remate
del bien dado en garanta, hubiera saldo deudor, este ser exigible mediante
proceso ejecutivo; la nueva versin ha puesto nfasis en proseguir la ejecucin del saldo deudor, ya no en un proceso distinto, sino dentro del mismo
proceso, bajo las reglas para las obligaciones de dar suma de dinero.
Tanto la anterior redaccin de este artculo como la actual encierran un
riesgo para el acreedor ejecutante: este tendra que esperar que se ejecute
la garanta para luego de practicada la liquidacin ver lo que puede ser exigible bajo las reglas de las obligaciones de dar suma de dinero. Este diseo
permitira la posibilidad de que el afectado o presunto deudor pueda sustraer u ocultar sus bienes para evitar que se pueda afectar el saldo con futuras medidas cautelares.
La posibilidad de embargar el patrimonio del deudor, luego de haber agotado el proceso de ejecucin de garantas, significara el riesgo
que tendra que asumir el acreedor, pues sencillamente el afectado, proyectando la existencia del saldo, se orientara a ocultar o desaparecer sus
bienes.
La respuesta estratgica y oportuna que se ha venido trabajando frente
a esta limitante lleva a que se formulen paralelamente dos procesos, a fin
de que en uno se ejecute la garanta y en otro el saldo de esa garanta a travs de un proceso ejecutivo. Vase el caso de una obligacin impaga, pero
garantizada con bienes cuyo adeudo supera al valor de la garanta real. El
ejecutante podra iniciar paralelamente el cobro de su crdito hasta el valor
de la garanta real y el cobro ejecutivo por el saldo siempre y cuando cuente
con ttulos ejecutivos (artculo 688 del CPC) como expresin de la relacin
de crdito personal entre el acreedor y el obligado al pago.
Esta propuesta es cuestionada sealando que no es posible que el juez
pueda conocer dos procesos a la vez, porque se estara ante un petitorio
363
jurdicamente imposible(170). En ese sentido, lase la Casacin N 27412000/Lima que dice: si bien el presente proceso se basa en la ejecucin de
una garanta real prendaria, no debe olvidarse que la prenda est subordinada a una obligacin sin la cual no existira, y esa obligacin, viene a ser
aquella misma que sirve de base para la ejecucin del primer proceso, por
consiguiente, se trata de un mismo petitorio, por ende, de un mismo inters para obrar, siendo as, cabe desestimar el recurso pues conforme al artculo 438, inciso 3, del CPC no es jurdicamente posible iniciar otro proceso
con el mismo petitorio. Criterios como los que se exponen llevan a la desproteccin del acreedor hipotecario en la ejecucin del crdito, al proscribir
la existencia de procesos paralelos, cuando perfectamente el artculo 1117
del CC as lo permite.
Consideramos que dicho criterio no contraviene las reglas del proceso
civil, pues el artculo 692 del CPC permite que el ejecutante pueda pedir
alguna medida cautelar sobre otros bienes del deudor. Con una sana interpretacin de los artculos 692 y 724 del CPC podremos apreciar que se trata
de dos vas que se pueden utilizar a la vez para ejecutar la acreencia y no
esperar que concluya el proceso de ejecucin de garantas para luego de liquidado el saldo proseguir con el cobro de este, conforme a las reglas de las
obligaciones de dar suma de dinero.
No se trata de procesos idnticos, a los que se podra oponer la litispendencia, sino de procesos que tienen una deuda en comn, pero que su ejecucin se puede materializar simultneamente, como el proceso ejecutivo
de obligacin de dar suma de dinero y el proceso de ejecucin de garanta hipotecaria. Las vas procedimentales son diferentes, pues en una opera la ejecucin del crdito personal y en la otra la ejecucin de garantas. Las partes
en ambos procesos son diferentes, pues en el primero se integra por el ejecutado y posibles fiadores, en la ejecucin de garanta, solo se dirige al deudor
hipotecario; y por ltimo, el monto tambin es diferente, pues en el caso de
ejecucin de garantas solo responde hasta la suma otorgada en la hipoteca,
en cambio, el proceso ejecutivo puede cubrir todo el patrimonio del deudor
no afectado con garantas reales. Esto tambin va a generar que se dilucide
la prevalencia de derechos (el crdito personal y el crdito real).
(170) Vase en ese sentido, la resolucin recada en el Exp. N 13840-99, p. 1654, de la Segunda
Sala Civil de Lima, en el proceso seguido por Banco Wiese con Algodonera Buenavista S.A.
sobre ejecucin de garantas.
364
El saldo deudor a que refiere el artculo 724 del CPC debe ser apreciado bajo la luz del artculo 692 del CPC. Existen al respecto, ejecutorias en
casacin que sealan la existencia de procesos idnticos cuando se ejecute paralelamente o en forma antelada el crdito no hipotecario, como es el
caso de la Casacin N 2367- 98-Lima. Felizmente, en estos ltimos tiempos el anlisis del tema propuesto viene tomando un rumbo diferente. Hay
pronunciamientos como la Casacin N 2564-2003-Lima, del 11 de agosto
de 2004, publicada en El Peruano el 31 de enero de 2005, que dice: a efectos
de satisfacer su crdito, el acreedor hipotecario tiene la opcin de ejercer la
accin personal contra el deudor o la accin real sobre el bien hipotecado, o
ambas a la vez, ello no lo faculta a percibir un doble pago. El artculo 1117
del CC tiene por finalidad brindar al acreedor los suficientes medios para
cobrar su crdito, de esta manera, podr emplear una de las acciones (real o
personal) o ambas a la vez, lo cual de ninguna manera implicar que quede
autorizado a percibir un doble pago, pues dicho artculo permite la duplicidad de acciones, pero no la duplicidad del pago del crdito.
En ese sentido, bastar que el deudor cumpla con el pago o que se produzca la venta judicial del bien para que la obligacin se extinga; por tanto, si no se prueba que el demandado haya sido requerido en un proceso de
ejecucin de garanta hipotecaria, ni que haya hecho efectivo el monto de
la demanda de obligacin de dar suma de dinero, no hay evidencia alguna
de doble pago. Este criterio tambin se ve reproducido en varios pronunciamientos de la Sala Comercial de Lima(171). En l se sostiene que no son excluyentes los procesos de ejecucin de garantas y el proceso ejecutivo; por
tanto, la empresa ejecutante se encuentra facultada para utilizar todos los
medios legales necesarios para alternativa o conjuntamente buscar la satisfaccin del crdito. No significa que el rgano jurisdiccional permita la
produccin de un doble pago, todo lo contrario, en tanto la deuda no haya
sido completamente cubierta, surgen tres facultades: a) del acreedor, quien
podr exigir el pago del eventual saldo por otra va, conforme lo seala el
artculo 724 del CPC, en comentario; b) del deudor, quien deber poner en conocimiento de la pertinente autoridad judicial, la amortizacin
o cancelacin total de la deuda; c) del Poder Judicial quien debe velar que
no se produzcan situaciones que pueden configurar un abuso del derecho,
como lo puede ser la persecucin de un doble cobro.
(171) Vase el pronunciamiento de fecha 22 de julio de 2005, Exp. N 386-2005, en los seguidos
por Latino Leasing S.A. en liquidacin con Fsicos y Grficos Publicitarios S.A. sobre ejecucin de garantas.
365
jurisprudencia
En situacin de remate de bienes por proceso ejecutivo, el ttulo que da mrito
a la ejecucin es el saldo deudor remanente existente luego de producido el
remate del bien dado en garanta, ejecutado en el proceso y precisado en el
documento de ejecucin de garantas que se debe adjuntar.
(Cas. N 1765-99-Lima, El Peruano, 20/01/2000, p.
4598)
Si despus del remate del bien dado en garanta hubiera saldo deudor, este
ser exigible mediante proceso ejecutivo. En consecuencia, para los efectos de
esa exigencia es el saldo pendiente por pagar del proceso anterior el que goza
del mrito ejecutivo para expedir el auto de solvendo y obtener en esta forma
el pago total de la obligacin.
(Cas. N 754-98-Lima, El Peruano, 01/10/98, p. 1706)
Al establecer el Cdigo Procesal Civil que si despus del remate del bien dado
en garanta, hubiera saldo deudor, este sera exigible mediante proceso ejecutivo, debe entenderse que la liquidacin de saldo deudor luego del remate
practicado por una entidad financiera, le concede a esta accin ejecutiva.
(Cas. N 1632-98-Lima, El Peruano, 04/01/99, p. 2358)
366
CAPTULO III
LA EJECUCIN FORZADA
CAPTULO III
La Ejecucin forzada
Para iniciar la ejecucin forzada deben tenerse en cuenta los siguientes
presupuestos: la existencia de un ttulo de ejecucin, en aplicacin del precepto nulla executio sine titulo; el ejercicio de una accin ejecutiva en aplicacin del principio dispositivo, esto significa que las sentencias de condena firmes no se ejecutan sin iniciativa del deudor; y por ltimo, la existencia
de un patrimonio ejecutable que permita transferir ciertos bienes, o su precio, del patrimonio del deudor al patrimonio del acreedor, dejando a salvo
la posibilidad de que al deudor se le entregue el saldo que resulte a su favor,
luego de pagadas sus deudas.
Primitivamente se conceba que las deudas se cancelaban con la vida
del deudor, ello no solo como expresin de venganza privada, sino como
afrenta del acreedor. En ese sentido, el ofendido poda solicitar la muerte
de su deudor. Posteriormente, la muerte fue sustituida con la esclavitud. El
deudor perda su libertad y con su trabajo tena que pagar sus deudas. A pesar de que esta etapa se ha superado, subsiste la prisin por deudas en caso
de alimentos, pero con una justificacin diferente. Antes se penaba de manera objetiva las deudas insatisfechas; hoy lo que se castiga es el dolo en la
inejecucin de ciertas obligaciones, como son los alimentos.
El ingreso a la ejecucin forzada presupone la ejecucin del apercibimiento decretado en el mandato de ejecucin. Como seala el artculo 725,
esta etapa comprende el remate y la adjudicacin; sin embargo, debe precisarse que la realizacin forzosa no siempre es necesaria. Tiene sentido cuando
369
Por otro lado, hay circunstancias en que el bien embargado no puede jurdicamente ser enajenado, como es el caso del embargo sobre los derechos y
acciones que pudiera corresponder al cnyuge deudor en la sociedad conyugal,
an no disuelta. Solo al final de esta, se puede determinar la porcin que corresponde a cada cnyuge, por tanto, mal podra disponerse la ejecucin de un
bien social cuando no se ha acreditado que la sociedad conyugal se hubiere disuelto o fenecido, a efectos de determinar el porcentaje que pertenece a cada
cnyuge. En otros la enajenacin puede operar cuando se trata de bienes que
tienen cotizacin en el mercado de valores o equivalente. En este ltimo caso,
el juez nombrar a un agente de bolsa o corredor de valores para que los venda.
Ntese que aqu no opera la adjudicacin, sino la enajenacin directa.
En el caso de la ejecucin de garantas, hay que tener en cuenta que la
constitucin de hipoteca otorga al acreedor hipotecario los derechos de persecucin, preferencia y venta judicial del bien hipotecado, en virtud de lo
cual aquel cuenta con la posibilidad de hacerse cobro de lo adeudado mediante el remate judicial del inmueble gravado, sea quien fuere el propietario del mismo, es decir, aun cuando el inmueble haya sido transferido se
puede recurrir al rgano jurisdiccional competente a efectos de solicitar se
ordene el remate del bien, vencido el plazo para que el deudor cumpla con
la obligacin debida.
Lo desarrollado lneas arriba nos permite concluir que la ejecucin forzada se da con el remate o con la adjudicacin de los bienes. Dicha ejecucin se inicia con la convocatoria del acto de remate y concluye cuando se
hace pago ntegro al ejecutante con el producto del remate o la adjudicacin del bien, o si antes el ejecutado paga ntegramente la obligacin e intereses puesto a cobro, si fuere el caso.
jurisprudencia
Ante el cumplimiento de los ejecutados en el pago de las cuotas acordadas en la transaccin se requiri el pago, lo que implica el inicio de la
ejecucin forzada, etapa procesal necesaria para dar cumplimiento a los
acuerdos arribados por las partes en la transaccin. La transaccin por
tener la calidad de cosa juzgada se ejecuta siguiendo lo establecido para
la ejecucin forzada.
(Exp. N 146-99, Sala de Procesos Ejecutivos, Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia Actual, Tomo 4, Gaceta Jurdica, pp. 220-221)
371
I. Aspectos generales
1. Intervencin de acreedores
no lo hace? El artculo 726 del CPC contradice la propia pretensin del actor, al colocarlo en una situacin distinta de la que expresa su petitorio. El
ejecutante demanda el pago en cierto rango y termina cobrando en otro.
La solucin que propone viene siendo aplicada por algunos estamentos
judiciales, para quienes los derechos preferentes y oponibles no ceden, ni siquiera para premiar el esfuerzo del demandante diligente. Si bien la venta
del predio produce el levantamiento de todos los gravmenes, como un mecanismo para incentivar el inters de los compradores, ello no significa desconocer los derechos preferentes. El juez podra perfectamente separar del
resultado de la venta, las sumas correspondientes (monto del gravamen) a
favor de los acreedores preferentes. Si queda remanente, el demandante que
sigui el proceso cobrar; si no no(173). Segn Mejorada, la intervencin del
acreedor hipotecario se debe facilitar inclusive permitiendo que invoque su
preferencia hasta el ltimo momento posible: el momento del pago.
A contrario sensu de lo descrito lneas arriba, el artculo 726 no hace referencia a la consecuencia que genera para el ejecutante al no haber citado al
acreedor no ejecutante. Para Lin(174) existen dos posibilidades: 1) que el remate sea nulo y 2) que el remate mantenga su validez, pero al no haberse citado
a algn acreedor su derecho no se vera afectado y su gravamen no sera levantado, con lo cual el tercero que adquiere un bien en remate lo adquirira gravado.
Ante estas dos posibilidades y atendiendo a que es principio fundamental de la
ejecucin que quien compra un bien en remate lo adquiere libre de gravmenes, nos inclinamos por la primera opcin, es decir, que se declare la nulidad
del remate; admitir lo contrario sera restar conviccin a los postores quienes no
podran estar seguros de que van a adquirir un bien libre de gravmenes, pues
en cualquier momento podra presentarse un acreedor no citado.
Otro aspecto que se debe apreciar para la intervencin de estos acreedores no ejecutantes es la naturaleza y estado de su crdito. Por citar, frente a una ejecucin de garantas puede intervenir un acreedor de un crdito
laboral. Por la naturaleza de su crdito har que este sea preferente al de la
ejecucin, estamos ante la prelacin material. En caso de conflicto entre un
se puede considerar efectuada la ejecucin forzada para los efectos del artculo 726 del CPC es con el pago ntegro al ejecutante del producto del remate o
con la adjudicacin. Si ninguna de estas circunstancias se presenta al momento
de que los acreedores no ejecutantes presentaron su solicitud, proceda vlidamente su incorporacin al proceso. Esto significa que el acto de remate necesariamente exige la concurrencia de postores y la adjudicacin del bien a uno de
ellos. Como seala Ariano(175), todo procedimiento, est enderezado a un fin:
obtener dinero para satisfacer al acreedor a travs de la enajenacin forzada de
los bienes del deudor-ejecutado (o de tercero responsable) para lo cual, el rgano jurisdiccional se sirve de los postores. Nunca debe perderse de vista esta finalidad. En tal sentido, mientras no se logre esta finalidad el procedimiento no
puede considerarse cumplido. De all que si en el da y hora fijado por el juez
para la realizacin del remate (subasta) no se presentaran postores simple y llanamente nada ocurri, y no puede considerarse que se haya iniciado el acto de
remate, pues este acto para ser tal requiere de sus protagonistas: los postores.
La tutela de los terceros en los procesos de cognicin permite que no
opere frente a l la cosa juzgada, ni la sentencia se convierta en ttulo ejecutivo. Aqu opera una tutela negativa, sin embargo, cuando se trata de procesos de ejecucin lo que se busca es una actitud positiva del tercero, para
evitar los perjuicios consiguientes.
En tal sentido, el artculo 690 del CPC permite la posibilidad de que
cuando la ejecucin pueda afectar el derecho de tercero, se deba notificar a
este con el mandato ejecutivo o de ejecucin, sujetando su intervencin a
lo dispuesto en el artculo 101 del CPC; sin embargo, debe precisarse que el
derecho que pueden invocar dichos terceros no es el crediticio, como exige
el supuesto del artculo 726 del CPC (al referirse a un tercero acreedor no
ejecutante), sino a otros derechos, como el de la posesin sobre un inmueble entregado en garanta, toda vez que uno de los efectos del remate es la
entrega del inmueble al adjudicatario (inciso 3 del artculo 739 del CPC).
Ntese que la intervencin de estos terceros se diferencia por el momento
en el que se involucra en el proceso.
En el caso del tercero legitimado, a que refiere el artculo 690 del CPC,
este se debe notificar con el mandato de ejecucin; a diferencia del tercero
(175) ARIANO DEHO, Eugenia. Sobre el dies ad quem en las terceras de propiedad, en: Dilogo con la Jurisprudencia, N 35, Gaceta Jurdica, Lima, agosto 2001.
375
acreedor no ejecutante, que regula el artculo 726 del CPC que se involucra
recin en la ejecucin forzada. Si bien la norma seala que cuando el acreedor no ejecutante interviene luego de la ejecucin forzada solo tiene derecho al remanente, si lo hubiere; ello implica que este acreedor debi haber
tomado conocimiento oportuno del inicio de la ejecucin para atribuirle tal
efecto. De ah que es importante que el ejecutante seale las direcciones
domiciliarias de todos los acreedores con derecho inscrito sobre el mismo
bien materia de ejecucin, para poder justificar las consecuencias de su no
intervencin en el proceso. Solo as, si se demuestra que se ha notificado
debidamente a estos acreedores y a pesar de ello no han concurrido, se puede proceder conforme lo seala la ltima parte de este artculo.
jurisprudencia
El hecho de que los bienes objeto de la medida cautelar estn afectos a otro
crdito, no es bice para que se lleve adelante dicha medida ni tiene mrito
para que se suspenda la misma. Esta controversia se resuelve de conformidad
con el artculo 726 del CPC.
(Exp. N 567-94, Primera Sala Civil, Ledesma
Narvez, Marianella, Ejecutorias, Tomo 1, Cuzco, 1995, pp. 173-174)
ejecucin, para que sea un solo juez quien realice la tasacin, subasta y pago;
la citacin de los terceros acreedores se debe realizar en el domicilio que estos
hayan sealado en el ttulo constitutivo de su garanta real, si no fuera posible
se deber designar un curador procesal; si los terceros acreedores citados no se
apersonan al proceso perdern su prioridad o solo podrn cobrar su acreencia
con el saldo que hubiere luego de haber pagado al ejecutante.
Los terceros acreedores deben acreditar su crdito y el derecho sobre el
bien materia de ejecucin. El juez resolver sobre las obligaciones demandadas (del ejecutante y terceros) y ordenar la venta del bien, materia de
la ejecucin, si fuera el caso, estableciendo el orden de preferencia de cada
crdito y la liquidacin de cada uno de ellos.
Especial situacin se aprecia en el reembolso de los gastos procesales
cuando intervienen terceros acreedores no ejecutantes, que por la naturaleza de su crdito desplazan al acreedor ejecutante, al momento del pago.
Aqu surgen dos posibilidades: la concurrencia de acreedores con derecho
preferente, pero que an no hubieren ejecutado su crdito; y la concurrencia de acreedores, tambin con derecho preferente, que estn ejecutando su
crdito en otro proceso judicial o hayan concluido este con dicho reconocimiento al pago. En el primer caso, se reservar judicialmente el monto de
la garanta crediticia para su futura ejecucin, si fuere el caso. Dicho monto
no se entrega al acreedor no ejecutante, pues no hay todava ningn pago
que satisfacer, se mantiene en garanta, con la diferencia que esta garanta
se ha tornado lquida.
Para obtener liquidez para el pago el acreedor ejecutante ha tenido que
asumir una serie de gastos procesales, los cuales sern cargados posteriomente a la suma obtenida para su reembolso; sin embargo, dicha situacin
no es extensiva para el acreedor no ejecutante, a quien le bastar con concurrir al proceso e invocar su derecho preferente para lograr su consecuente pago, dejando el saldo, si hubiere, para el acreedor ejecutante, del que se
tendr que liquidar el reembolso de los gastos procesales con detrimento al
valor de su crdito por satisfacer, si es que el saldo no fuera suficiente para
cubrir dichas condenas.
El caso se torna preocupante cuando no hay saldo a favor del acreedor
ejecutante, pues la concurrencia del acreedor preferente desplaz el crdito del ejecutante para un posterior plano. Al margen de no satisfacer el ejecutante su crdito, los gastos realizados para obtener la liquidez sern de
377
beneficio del acreedor no ejecutante. Frente a esa posibilidad, se debe asegurar ante la concurrencia de acreedores no ejecutantes el previo reembolso de los gastos procesales al acreedor ejecutante, los que se obtendrn del
monto lquido obtenido del remate. Tambin debe ser extensivo al caso de
la concurrencia de acreedores, sin que ninguno de ellos tenga derecho preferente y los bienes del deudor no alcancen a cubrir todas las obligaciones.
El artculo 748 del CPC toma como solucin el pago a prorrata, pero no
dice nada en cuanto al reembolso de los gastos para el acreedor que asumi
las costas y costos de la ejecucin materia de prorrata. En tales casos, la liquidacin debe partir previamente por asumir el reembolso y, luego del saldo, proceder al reparto en la forma que lo seala el artculo 748 del CPC.
La conclusin de la ejecucin forzada puede hacerse bajo varios supuestos. Uno de ellos hace referencia al ejecutado, a quien se le atribuye
el derecho de poner fin a la ejecucin en cualquier momento, realizando
l mismo la conducta que el juez est realizando, esto es, pagando ntegramente la obligacin para finalizar la ejecucin.
378
cuenta que solo en el caso de que el bien hipotecado sea objeto de remate
judicial, por no haber pagado el ejecutado la suma puesta a cobro y como
consecuencia de ello el bien se adjudique a determinada persona, el juez
dispondr la cancelacin de todos los gravmenes, incluida la hipoteca que
constituy el ttulo de ejecucin. Situacin distinta es cuando los propios
ejecutados han pagado ntegramente la obligacin puesta a cobro, en consecuencia, la ejecucin forzada ha concluido, no resultando vlido, en el
proceso de ejecucin de garantas, amparar el pedido de levantamiento de
gravamen, el que corresponde hacerse valer en un proceso judicial que tenga como pretensin ese pedido(177).
jurisprudencia
El proceso de ejecucin no concluye con el levantamiento de la hipoteca, por
no ser el objeto de este. Corresponde al garante hipotecario hacerlo valer en
la va correspondiente. Siendo la hipoteca una garanta real constituida a
favor de una entidad bancaria, es de aplicacin el artculo 172 de la Ley
N 26702.
(Exp. N 529-99, Sala de Procesos Ejecutivos, Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia Actual, Tomo 4, Gaceta Jurdica, pp. 184-185)
II. El remate
381
los ocupantes del inmueble para permitir el acceso a los peritos, el juzgado debe materializar el ingreso de los peritos al interior del inmueble con el
auxilio de la fuerza pblica.
Como ya se ha hecho referencia, se deben tasar por separado los bienes
materia de remate; por citar, en el caso de un departamento que adems
tiene cochera y depsito, el peritaje debe asignar un valor independiente a
cada uno de ellos, de tal manera que se pueda ofertar en la convocatoria del
remate por separado. Ello no impide que se aplique la regla del inciso 2 del
artculo 736 del CPC que dice: cuando el remate comprenda ms de un
bien, se debe preferir a quien ofrezca adquirirlos conjuntamente, siempre
que el precio no sea inferior a la suma de las ofertas individuales.
Ntese que en las tasaciones de bienes inmuebles se presentan dos valores, el valor comercial y el valor de realizacin. En el primero se tienen en
cuenta los valores de mercado de la zona donde se ubica el predio, su acceso
a vas principales, zonificacin, consolidacin del entorno, infraestructura
de servicios y equipamiento urbano. En el valor de realizacin se descuentan los gastos de publicidad, valuacin para la realizacin, comisin de ventas, mantenimiento, ajuste para la venta en un plazo determinado, todo ello
lleva a presentar un monto diverso al comercial. En ese sentido, procede
amparar la nulidad del remate si el juzgado tom como referencia el valor
de realizacin inmediata y no el comercial. Se considera que se perjudica
al ejecutado al fijar el precio base con el menor valor del bien a ejecutar, por
ello, se exige que la base de la postura se fije en atencin al valor comercial
que seale la tasacin, por ser de mayor valor y por tanto no ser perjudicial
para el ejecutado. En este sentido, el artculo 720 del CPC referido a la ejecucin de garantas expresamente seala que si el bien fuere inmueble,
debe presentarse documento que contenga tasacin comercial actualizada
().
Vase en el siguiente caso cmo operan los valores sealados. Si un departamento se consigna como valor de terreno en US$ 6,798.60 y valor de la
construccin en US$ 30,314.50, tenemos como valor total US$ 37,113.10;
pero como parte de la tasacin aparece tambin el estacionamiento, el cual
tambin sale a remate, entonces se procede adems a tasar el valor del terreno en US$ 741.60 y valor de construccin en US$ 1,567.02, tenemos como
valor total del estacionamiento US$ 2,308.62. Haciendo una valoracin comercial total de ambos bienes llega a US$ 39,421.72 .
383
384
de mercado, no puede ser considerado como tasacin, mxime si en este mismo documento se menciona que se deber practicar una valoracin cuando se adjudique el bien y se permita su inspeccin. (Exp. N 1411-2002.
27/08/2002).
Si el juez considera que la tasacin est desactualizada, puede ordenar
otra de oficio?
Existiendo una tasacin convencional es facultad del juez disponer de oficio
o a peticin de parte, una nueva tasacin si considera que el valor convenido
est desactualizado, pero en la etapa de la ejecucin forzada. (Exp. N
6690-99. 20/07/1999).
jurisprudencia
No resulta procedente tasar un bien conyugal que no puede rematarse, en
tanto no se determine el porcentaje de cada cnyuge, o en su caso, si al liquidar dichos bienes, le corresponda al ejecutado el inmueble materia de tasacin. No se puede disponer el remate de un bien social, en tanto no haya
fenecido la sociedad legal, pues ello significara liquidar un bien conyugal
por causa no contemplada en la ley.
(Exp. N 98-22910-33337, Sala de Procesos Ejecutivos, Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia Actual, Tomo 5, Gaceta Jurdica, p. 587)
385
presentadas se identifican plenamente con los bienes sobre los cuales los apelantes constituyeron la hipoteca materia de ejecucin.
(Exp. N 41925-1337, Sala de Procesos Sumarsimos y No Contenciosos, Ledesma Narvez, Marianella. Jurisprudencia Actual, Tomo 6, Gaceta
Jurdica, p. 802)
Para la ejecucin forzada es importante no solo determinar los bienes que sern materia de remate, sino que es vital asignarles un valor.
Ese valor puede ser pactado con antelacin, caso en el que nos encontramos en la valoracin convencional extrajudicial. En este supuesto, seala el artculo 729 del CPC que no requiere tasacin, sin embargo, ello
no es categrico porque deja a la discrecionalidad del juez, para que de
oficio o a peticin de parte, se practique la tasacin siempre y cuando el
valor convenido est desactualizado. El problema se plantea en establecer parmetros para determinar cuando el valor de un bien est desactualizado.
En ese sentido, existen diversos criterios judiciales que justifican ello,
como el transcurso del tiempo, la moneda en que se ha fijado, el aumento
del valor, entre otros; por citar, la Casacin N 665-99/Cono Norte-Lima, de
fecha 14 de mayo de 1999 seala: No obstante que esta Corte ha resuelto
que la tasacin no debe superar una antigedad de dos aos, cabe considerar que dicha exigencia no es rigurosa, puesto que la tasacin convencional
materia de autos no ha sido celebrada en moneda extranjera, la misma que
sirva de resguardo frente a cualquier manifestacin de carcter inflacionario
que deprecie el valor pactado por las partes respecto a la tasacin del bien
sublitis, por lo que el cargo adolece de base real.
386
La Sala en lo Comercial de Lima(178) ha establecido, siguiendo la misma referencia de la casacin citada, lo siguiente: si han transcurrido cuatro
aos y cinco meses desde la fecha del pacto de la tasacin convencional; no
obstante ello, cabe considerar que la exigencia de nueva tasacin cuando la
convencional supere los dos aos no es rigurosa, si las partes lo han realizado en moneda extranjera, la cual ha mantenido su valor constante desde la
fecha de la tasacin convencional () la tasacin practicada en dicha moneda redunda en beneficio del ejecutado impugnante, atendiendo a que
una moneda extranjera slida, sirve de resguardo frente a cualquier manifestacin de carcter inflacionario que deprecie el valor pactado por las partes respecto de la tasacin del bien sublitis, perfeccionado por el consentimiento de las partes en el ttulo de ejecucin.
En materia de tasaciones, lo que se busca no es la actualizacin del valor del bien, sino que dicho valor no sea menor al que se asign convencionalmente. Si esto es as, podremos colegir que el valor convencional ser
mayor a las nuevas tasaciones porque estas tendrn que aplicar la depreciacin ao por ao y el comportamiento del mercado inmobiliario que pudiere llevar a la baja en los precios de los inmuebles, de tal manera que la nueva tasacin ser mucho menor que la convencional, as el ejecutado no ver
depreciado su patrimonio y dar por concluida su deuda. Sobre este extremo, resulta interesante la Casacin N 286-99-Lima que seala: el avalo
de un inmueble hace referencia a la cualidad que tiene de poder cambiarse
por una cantidad estimada de dinero y constituye el monto referencial para
una eventual ejecucin y remate pblico, por lo que el concepto de tasacin
actual o no actual no depende de la cercana o lejana respecto de la fecha
en que las partes convinieron la valoracin del bien, sino de si el bien tasado
mantiene su valor de referencia econmico que las partes acordaron ante la
posible ejecucin del bien.
Puede haber situaciones donde luego de la tasacin convencional se
produjeran mejoras que lleven a sobrepasar el valor de dicha tasacin;
por citar, las ampliaciones a la fbrica del bien. En tales circunstancias
una nueva tasacin s sera una buena alternativa porque su valor ha aumentado.
Cuando se alegue que el valor del inmueble hubiere aumentado justificara se haga una nueva tasacin convencional, con vistas internas para
apreciar esas mejoras, sin embargo, pueden darse situaciones en que las
nuevas tasaciones otorguen valores menores a la convencional. En tales
casos sera contraproducente aceptar tal pericia, tanto para el ejecutante,
que reducira su garanta, como para el ejecutado, que impedira el pago
ntegro de la acreencia.
Para evitar realizar nuevas tasaciones cuyo resultado sea menor al asignado en la convencional, debera el ejecutado acompaar una pericia de
parte en la que se demuestre que el valor del bien ha aumentado; ello permitira que el juez ordene con elementos objetivos una nueva pericia por
haber indicios de la mejora del valor del bien tasado y no como sucede, que
bajo el argumento del transcurso del tiempo se practique una nueva pericia
que fija muchas veces un valor menor al convencional, generando al proceso dilacin y gasto para el ejecutante, pues se preferir la tasacin que fije
el mayor valor, como es la convencional. No es suficiente alegar el mandato
de una nueva tasacin por considerar que el valor convenido est desactualizado, sino presentar referentes, como una nueva pericia, que demuestren
que la tasacin convencional es diminuta a la actual, ms an si se tiene en
cuenta que su decisin es inimpugnable. En ese sentido vase la Casacin
N 3328-99/Lima, del 18 de enero de dos mil, as como lase la Casacin
N 3296-99/Arequipa del 14 de enero de dos mil, que dice: Presentar una
nueva tasacin actualizada, ya sea de mayor o menor valor que la convencional, realizada despus de ms de dos aos y medio de efectuada la convencional, no constituye contravencin al debido proceso y adems no existe disposicin que establezca como causal de nulidad la presentacin de
una nueva tasacin actualizada.
El artculo 729 tampoco considera que es necesaria la tasacin cuando el bien afectado es dinero o tiene cotizacin en el mercado de valores o
equivalente. Frente al primer caso, consideramos que cuando el dinero retenido se encuentre en moneda distinta a la de la condena y el ejecutante
pida su conversin para pagar precisamente en la moneda a que se refiere
el ttulo, dicha conversin puede ser realizada por el secretario del proceso,
pues no requiere conocimientos especiales para dicha conversin. Adems
se debe tener en cuenta que la moneda retenida tenga cotizacin oficial y
la operacin est permitida legalmente o autorizada administrativamente.
En cuanto a la afectacin de un bien que tiene cotizacin en el mercado de valores, como sera el caso de las acciones en bolsa, no requiere de
388
tasacin previa. El juez nombrar a un agente de bolsa o corredor de valores para que lo venda, segn valor de mercado. Esta calificacin debe adecuarse a la que recoge la Ley del Mercado de Valores (Decreto Legislativo
N 861), pues ya no cabe referirse al agente de bolsa, sino a la Sociedad
Agente de Bolsa, la que es considerada como una sociedad annima dedicada fundamentalmente a realizar la intermediacin de valores en uno o
ms mecanismos centralizados que operen en las bolsas. Si bien toda sociedad agente, para formular propuestas de compra o de venta de valores,
requiere el respaldo de orden expresa de su titular, esta orden es suplida
por el mandato judicial. Aqu, el juez, en sustitucin del titular de los valores, ordenar la propuesta de venta; sin embargo, a pesar de que la redaccin del artculo en comentario no lo contemple, se debe sealar que
es obligacin de la sociedad agente asumir el pago de los valores que se le
ordene vender, por tanto, el mandato judicial debe contener adems de
la designacin de la sociedad agente, la orden de venta y la obligacin de
depositar el dinero obtenido por dicha operacin en las cuentas del Banco
de la Nacin a nombre del juzgado.
Los agentes de intermediacin no solo estn constituidos por las sociedades agentes citadas, sino que tambin concurren sociedades intermediarias de valores, dedicadas a realizar intermediacin de valores no inscritos
en bolsa. El artculo 6 del Decreto Legislativo N 861 considera intermediacin en el mercado de valores mobiliarios la realizacin habitual, por
cuenta ajena, de operaciones de compra, venta, colocacin, distribucin,
corretaje, comisin o negociacin de valores. Asimismo, se considera intermediacin las adquisiciones de valores que se efecten por cuenta propia
de manera habitual con el fin de colocarlos ulteriormente en el pblico y
percibir un diferencial en el precio.
jurisprudencia
Existiendo una tasacin convencional es facultad del juez disponer de oficio
o a peticin de parte, una nueva tasacin si considera que el valor convenido
est desactualizado, pero en la etapa de la ejecucin forzada.
(Exp. N 6690-99, Sala de Procesos Ejecutivos,
Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia
Actual, Tomo 4, Gaceta Jurdica, p. 618)
389
Si los ejecutados piden una nueva tasacin del bien hipotecado por no tener
las caractersticas del que primitivamente hipotecaron, el juez tiene la facultad de proceder conforme lo seala el artculo 729 del CPC.
(Exp. N 512-97, Cuarta Sala Civil, Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia Actual, Tomo 1,
Gaceta Jurdica, p. 530)
que no son las partes las nicas que podran tener acceso a cuestionar
la tasacin, sino, como seala el artculo, tambin los interesados, como
sera el caso de los acreedores no ejecutantes que hubieren ingresado al
proceso. Ello se explica por el inters que se tiene en el remanente que se
pudiera obtener luego del remate o que su acreencia no pudiera ser satisfecha a cabalidad por el reducido valor del bien que influir sobre el precio
base del remate.
El artculo 730 del CPC asigna un plazo para formular las observaciones, vencido este precluye la posibilidad del cuestionamiento, dando paso a
la aceptacin tcita de los interesados y por ende la expresa aprobacin del
juez. Si las observaciones son valederas, el juez proceder a desaprobar la tasacin, ordenando se realice una nueva. Ntese la diferencia que se produce en caso que los propios peritos se encuentren en desacuerdo entre ellos.
Aqu procede la intervencin del perito dirimente para que unifique el criterio pericial. El auto que desaprueba la tasacin es inimpugnable, situacin que resulta coherente, en atencin al principio de economa procesal,
pues lo que se busca es realizar nuevamente la valoracin del bien, corrigiendo las anomalas de la tasacin primigenia; por citar, si se desaprueba la
tasacin practicada sobre un bien inmueble por haberle atribuido una antigedad de 66 aos, sin tener en cuenta que el inmueble fue remodelado en
su integridad hace cinco aos. Es evidente que los peritos especializados no
han considerado ello como un hecho trascendental aplicando un porcentaje de depreciacin equivocado, motivando, por tanto, un valor diminuto
sobre el bien materia de la tasacin.
Otro supuesto de cuestionamiento podra darse en las pericias que no
se realizan con vista al interior del predio, todo lo contrario, las apreciaciones son construidas tomando en cuenta los exteriores del bien o la sola documentacin del registro inmobiliario. Por otro lado, la pericia de valoracin
dista de la realidad cuando registralmente se describe un inmueble de dos
pisos, sin embargo, aparece una ampliacin posterior que lleva a la existencia
de un tercer nivel no declarado registralmente. El perito tiene que valorar el
bien que aprecia directamente y no el que describe el registro. Proceder en
sentido contrario conllevara a que el informe pericial concluya en una valorizacin que no corresponde a la realidad del inmueble tasado. Hay justificaciones que esgrimen algunos peritos para no haber realizado la pericia con
visita interna al inmueble a tasar, como la actitud renuente de los ocupantes
del bien a permitir el ingreso de estos rganos de auxilio. En esos casos, los
391
En algunas oportunidades se aprecia adjudicaciones, de manera irregular, a postores que en el acto no cuentan con el ntegro de la postura,
solo con el oblaje, pero que con sus ofertas mayores postergan posturas
de menor monto que s cuentan con el valor en efectivo al momento del
remate(179).
En cuanto a la entrega del bien, ella opera de manera inmediata. Por
seguridad los postores evitan el dinero en efectivo, recurriendo al pago a travs del cheque de gerencia por el precio base y la diferencia en efectivo sobre la postura final. Otro aspecto que se aprecia es la exigencia del arancel
judicial que contenga el nmero de juzgado y expediente; sin embargo, el
sistema informtico del Banco de la Nacin no permite tamaa precisin,
menos debe ser de exigencia que aparezca el DNI del postor, a pesar de las
normas administrativas que as lo exijan.
La convocatoria al remate es calificada en aplicacin del artculo 1389
del CC como una invitacin a ofrecer, asumiendo las posturas el rol de las
ofertas y la buena pro la aceptacin; sin embargo, esta regulacin es cuestionada por quienes sostienen que la convocatoria a remate pblico es una
oferta al pblico, donde las posturas son aceptaciones y la buena pro es
confirmacin o aprobacin de la celebracin del contrato. La pregunta que
surge frente a estas posiciones es, cuando el convocante declara la convocatoria, declara una oferta o declara una invitacin a ofrecer? Torres(180), al
referirse a este tema, seala que la convocatoria no sirve para ofertar, sino
para invitar a ofrecer pues mediante el acto de convocar solo se difunde o
publicita la intencin del convocante consistente en conseguir la celebracin de un contrato, obteniendo para s los mejores trminos o condiciones.
De tal manera que mediante la convocatoria, el convocante no tiene la necesidad de declarar una oferta frente a la cual el contrato se celebre ya con
la postura que corresponda. Pretender que la subasta funcione as es pretender que ella se reduzca al escueto esquema de oferta y aceptacin, lo cual es
contrario a su concepto.
(179) Vase el caso del remate en tercera convocatoria realizado por el martillero pblico Ricardo Miranda Prez, el 24 de setiembre de 2004, en los seguidos ante el 39 Juzgado Civil de
Lima, Exp. N 1222-99 por el Banco Continental sobre ejecucin de garantas.
(180) TORRES MNDEZ, Miguel. Comentarios al artculo 1389 del Cdigo Civil, en: Cdigo
Civil comentado, T. VII, Gaceta Jurdica, Lima, 2004, p. 307.
393
jurisprudencia
Si los terceros han otorgado hipotecas, para garantizar obligaciones de los
ahora ejecutados, a aquellos les asiste el derecho a ser debidamente emplazados, acorde a las reglas procesales para ejecutar las garantas reales en
referencia y no ser sometidos a un proceso, donde no son partes, ni han sido
notificados con el mandato ejecutivo. Es nula la resolucin que ordena el
remate de bienes de personas que no son parte del proceso.
(Exp. N 293-99, Sala de Procesos Ejecutivos,
Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia
Actual, Tomo 5, Gaceta Jurdica, p. 594)
jurisprudencia
El juez es quien fija la retribucin del martillero en moneda de curso legal,
atendiendo a la naturaleza y la complejidad de la labor que ha realizado.
(Exp. N 14-97, Cuarta Sala Civil, Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia Actual, Tomo 1,
Gaceta Jurdica, p. 280).
El marco jurdico dentro del cual ha de fijarse la retribucin del martillero est
dado por la disposicin contenida en el artculo 732 del Cdigo Procesal Civil y
no por lo que seala el artculo 281 de la LOPJ. Los factores que debe tomar el
juez para la determinacin de la retribucin del martillero deben referirse a la naturaleza y complejidad de la labor que dicho rgano de auxilio judicial ha desplegado, siendo que, con relacin al nmero de convocatorias del remate efectuado
debe dejarse en claro que este no constituye un elemento de juicio para la fijacin
de honorarios, pero puede ser considerado como un indicio relativo al tiempo que
ha requerido el martillero para la realizacin de su labor.
(Exp. N 667-2002, Tercera Sala Civil de Lima,
Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia
Actual, Tomo 6, Gaceta Jurdica, p. 812)
5. Publicidad
El principio eje sobre el que gira el remate de los bienes, sean muebles
o inmuebles, es la publicidad, de ah que el artculo 733 del CPC se dedique a regular dicha actividad y precise que no cabe renuncia del ejecutado
a ella, bajo sancin de nulidad. Esta publicidad se justifica en la necesidad
de buscar no solo postores, sino los mejores postores, que puedan ofertar el
mejor precio para la compra del bien. En la medida que la convocatoria se
anuncie con mayor publicidad, la posibilidad de que puedan concurrir postores interesados en la compra del bien se incrementar. La participacin
de postores permitira que el acreedor pueda satisfacer la liquidez de su crdito. Lo que se busca con la publicidad es levantar el precio del inmueble,
pero no es un acto de notificacin.
La publicidad del acto de remate se realiza no solo a travs de publicaciones en el diario encargado de los avisos judiciales del lugar, sino colocando carteles en el inmueble que ser materia de remate. En cuanto al primer
mecanismo, la publicidad a travs de diarios, se debe tener en cuenta los siguientes supuestos:
397
a) La naturaleza de los bienes a rematar para determinar el nmero de veces que se anunciar en el peridico el aviso del remate. En ese sentido,
seala la norma que sern tres das tratndose de muebles y seis das si
son inmuebles.
b) El lugar de la ubicacin de los bienes. Si estos se encuentran fuera de
la competencia territorial del juzgado de ejecucin, la publicacin se
har adems en el diario encargado de la publicacin de los avisos judiciales de la localidad donde estos se encuentren. En ese sentido, no
solo ser suficiente anunciar el aviso del remate en el diario en el que
se desarrolla el proceso de ejecucin, sino que adems ser en el diario
de la localidad donde se ubican los bienes. Esto significa que si ante el
juzgado de Lima se viene desarrollado el proceso de ejecucin y el bien
materia del remate se encuentra en Trujillo, se anunciar el remate en
Lima y adems en el diario de Trujillo. Precisamente para evitar la movilizacin del ejecutante hasta la ciudad de Trujillo, la modificatoria de
este artculo permite que dicho mandato se comunique mediante notificacin electrnica a un diario elegido de la ciudad de Trujillo, para
la publicacin respectiva o excepcionalmente por cualquier otro medio
fehaciente que deje constancia de su decisin. Esta modificacin entrar en vigencia a los ciento ochenta das de la publicacin del D. Leg.
N 1069 (28 de junio de 2008), y como seala el citado decreto legislativo, el Poder Judicial est encargado de implementar los mecanismos
de seguridad que se requieran para la operatividad de las notificaciones electrnicas y el funcionamiento de uno o ms servidores de correo
electrnico seguros.
c) El nmero de convocatorias. Esto implica que a partir de la segunda
convocatoria se anunciar por tres das si se trata de inmueble y por uno
si es mueble (ver el artculo 742 del CPC).
d) La modalidad del anuncio conlleva a recurrir a la figura de los edictos para publicitar el remate. Ahora bien, los edictos no solo se pueden realizar a travs de publicaciones periodsticas. Puede darse el
caso de que en el lugar no existiere algn diario encargado de los avisos judiciales, situacin que permite se publicite la convocatoria al
remate a travs de cualquier otro medio de notificacin edictal, por
igual tiempo.
398
jurisprudencia
La ley no exige que la publicidad para la subasta pblica de inmuebles sea
en dias hbiles. Tampoco establece el plazo que debe mediar entre la ltima
publicacin y la diligencia de remate.
(Exp. N 18757-98, Sala de Procesos Ejecutivos,
Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia
Actual, Tomo 5, Gaceta Jurdica, p. 591)
Es nulo el remate si los avisos del remat no expresan el lugar, da y hora de este.
(Exp. N 1646-95, Quinta Sala Civil, Ledesma
Narvez, Marianella, Ejecutorias, Tomo 4, Cuzco, 1996, pp. 369-370)
(182) FORNO FLORES, Hugo. La celebracin del contrato por medio de subasta, en: Themis.
N 17,1990, pp. 70-76; TORRES MNDEZ, Miguel. Comentario al artculo 1389 del Cdigo Civil, en: Cdigo Civil Comentado, T.VII, Gaceta Jurdica, Lima, 2006, pp. 304-309.
402
Ntese que dicho procedimiento vulnera el artculo 147 del CPC, sobre
el plazo que debe mediar para la actuacin judicial y sobre la frecuencia y
modo en que deben hacerse las publicaciones.
Como ya se ha sealado lneas arriba, la publicidad de la convocatoria
a remate no solo permite recurrir a la publicacin periodstica, sino a colocar anuncios o carteles en el bien sujeto a remate y en el local donde se realizar este. Estos anuncios, que deben estar debidamente firmados por el
secretario del proceso, deben contener determinada informacin que lleve
a identificar a las partes o terceros legitimados, el bien a rematar, las afectaciones si lo hubiere, el valor de la tasacin y del precio base, el lugar, da
y hora del remate, el nombre del funcionario que lo realizar, la condicin
dineraria para la intervencin de los postores y el nombre del juez y del secretario.
Tratndose del bien inmueble, el cartel se coloca en una parte visible.
Tratndose de un edificio en que no se permita el ingreso para pegar el aviso, este se pegar en el ingreso general al edificio, dando fe el secretario de
haber realizado dicho pegado de cartel. El problema se suscita para dicho
pegado cuando se trata de un terreno no cercado. Por otro lado, existe la
obligacin de acompaar antes del inicio del remate el acta de pegado de
cartel, siempre y cuando entre dicho acto y el remate sealado, transcurran
tres das, en aplicacin del artculo 147 del CPC.
Debe precisarse que el texto derogado del artculo 733 del CPC contemplaba la posibilidad del pegado del cartel (aviso de remate) tratndose
de bien mueble, en el local donde deba realizarse; exigencia que hoy ya no
contempla la actual redaccin; sin embargo, ello generaba todo un inconveniente en el pegado del cartel cuando los bienes a rematar eran joyas o
metales preciosos que estaban en custodia en alguna entidad bancaria.
403
embargo, ello no es el documento idneo para tal fin, pues solo se refiere a los
gravmenes, pero no a las cargas ni tampoco indica la historia del bien, para
lo cual se debe recurrir a la copia literal. Las afectaciones comprenden las
cargas y los gravmenes. La diferencia entre ellas radica en que los gravmenes dependen de una obligacin accesoria, la que de incumplirse puede
conllevar a la venta del bien afectado, como sera el caso del embargo o la
hipoteca; en cambio, con las cargas no hay obligacin garantizada.
Las cargas no tienen por objeto la venta del bien, como sera el caso de
las servidumbres, que se constituye como limitacin a la propiedad predial.
La Resolucin del Tribunal Registral N 329-99-ORLC/TR precisa que el
artculo 448, inciso 9, del CC al aludir a cargas que recaen sobre donaciones, legados o herencias voluntarias se refiere a una modalidad del acto jurdico y no a los gravmenes que pueden recaer sobre el bien materia del
acto gratuito. Al respecto el vocablo carga jurdicamente tiene una amplia y general aceptacin que abarca igualmente al derecho real como a la
obligacin personal, entendindose como derecho real o carga real a los
gravmenes impuestos sobre los inmuebles con independencia del propietario o poseedor de tales bienes y carga personal, los gravmenes personales
consistentes en aquellas obligaciones que recaen sobre las personas.
El bien debe ser descrito con exactitud, situacin que no permite la
informacin del gravamen porque solo refiere a las afectaciones, mas no
indica la posible independizacin del bien, la numeracin, cambio de jurisdiccin, transferencias, cargas, entre otros. Vase el caso(183) en el que
se convoca a remate el inmueble constituido por el Lote 2, de la Manzana 96 de la Urbanizacin Santa Cruz, Distrito de Miraflores, hoy Avenida
Lar Mar N 1019, 1023 y 1027, provincia y departamento de Lima; sin embargo, refiere la tasacin que en dicho lote aparece construido un edificio
comercial de 5 pisos, con tiendas y oficinas. Se aprecia aqu una indebida
descripcin del bien a rematar pues, no se seala en el aviso que sobre l
aparece construido un edificio con las caractersticas que describe la tasacin convencional.
Otro aspecto a considerar es el valor de la tasacin y el precio base. Ntese que se trata de dos valoraciones diferentes, pero concatenadas entre s.
Con respecto al valor de tasacin, este debe ser el resultado de la tasacin
(183) El citado caso corresponde al Exp. N 34450-98 seguido ante el 51 Juzgado Civil de Lima.
405
aprobada conforme lo seala el artculo 730 del CPC, pero el precio base es
el que se construye sobre las dos terceras partes del valor comercial de la tasacin. De ah que cuando se convoque a remate se deba sealar en forma expresa los dos valores: la tasacin y la base. Este ltimo precio se constituir en
un indicador al momento del remate para el juego de las pujas y en caso del
remate desierto, para que se adjudique al ejecutante, sobre el precio base.
Otro requisito importante es sealar el lugar, da y hora del remate. Ello
con el fin de concentrar en ese acto a todos los postores para el remate en lugar preestablecido, de ah que se estila no solo precisar el nombre del juzgado,
sino tambin la direccin exacta en la que se ubica la sede donde operar el
remate. El aviso contendr el nombre del funcionario que efectuar el remate. Ello es importante para esclarecer si este se encuentra afecto a las causales
de recusacin e impedimento, conforme seala el artculo 315 del CPC.
Para participar como postor uno de los requisitos que debe asumir es
acompaar el porcentaje respectivo sobre el valor de tasacin del bien, tal
como seala el artculo 735 del CPC, a lo que hay que agregar que adems
debe aportar la tasa judicial respectiva por dicha actividad. En tal sentido, si
la tasacin comercial de un inmueble ha sido aprobada en 90,000 dlares, el
precio base para la convocatoria se fijar en 60,000 dlares, que equivale a las
dos terceras partes de la tasacin aprobada. En el caso del postor, tendra que
intervenir entregando el 10% del valor de tasacin, esto es, 900 dlares como
oblaje (artculo 735 del CPC). Es importante que el aviso precise el precio
base de la convocatoria, con la liquidacin respectiva y no se limite a sealar
las pautas para su liquidacin, es decir, no solo se debe sealar que el precio
ser el correspondiente a las 2/3 partes de la tasacin, sino que se debe sealar
expresamente, a cunto asciende el monto de dicha operacin aritmtica.
Por ltimo, debe mediar tres das entre el pegado del cartel y la fecha de
la convocatoria fijada.
jurisprudencia
Es procedente declarar la nulidad de remate cuando el aviso publicado no
guarda relacin con el certificado de gravamen, consignando datos diferentes
al ttulo expedido por los Registros Pblicos.
(Exp. N N-179-97, Primera Sala Civil, Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia Actual,
Tomo 1, Gaceta Jurdica, p. 539)
406
Uno de los requisitos para ser postor es el depsito previo. Todos aquellos que estn interesados en participar debern consignar previamente una
cantidad igual al 10% del valor de tasacin comercial.
Como seala el artculo 735 del CPC, solo el ejecutante est exceptuado de este depsito si quiere actuar como postor. El que nunca podr intervenir como tal ser el ejecutado. El depsito debe hacerse en efectivo o
mediante cheques de gerencia girados a su nombre, en cualquier momento
anterior a la iniciacin del remate, de modo que el secretario pueda en el
inicio del acto comprobar la correccin de los depsitos y determinar quines son los postores.
Las consignaciones se devolvern a sus respectivos dueos a continuacin del remate, salvo la que corresponda al mejor postor, la cual se reserva
como garanta del cumplimiento de su obligacin de entregar el saldo del
precio, en el plazo que seala el artculo 744 del CPC. Si el postor beneficiario con la adjudicacin no cumple con depositar el saldo, la adjudicacin
queda sin efecto. El juez declarar la nulidad del remate y convocar a uno
nuevo. El adjudicatario pierde la suma depositada, la que servir para cubrir
los gastos del remate frustrado y la diferencia, si lo hubiere, ser ingreso del
Poder Judicial por concepto de multa.
Cabe sealar que el postor puede participar del remate presentando su
oblaje en efectivo o cheque de gerencia girado a su nombre; sin embargo, en
caso de adjudicarse el bien, el depsito de este oblaje debe consignarse en el
acto en el Banco de la Nacin por el martillero, empero, debe advertirse que
al momento del empoce el cheque de gerencia tiene que ser modificado para
ser girado a nombre del Banco de la Nacin, motivando que sea otro cheque
diferente al consignado en el acta de remate el que aparezca como tal. Esta
incongruencia, que solo opera en cuanto al oblaje en cheque de gerencia, no
puede ser sostenida para justificar la nulidad del acto de remate.
jurisprudencia
No puede ampararse la nulidad de remate por la representacin deficiente
que ostenta el postor, porque esta puede ser confirmada por los propios intervinientes, y porque adems se ha logrado la finalidad para la que estaba
destinado el acto de remate. La deficiencia en el pago de aranceles tampoco
407
es causal de nulidad dado que el juez haciendo uso de los apremios que la ley
le franquea puede conminar a los justiciables a que sufraguen los aranceles.
(Exp. N 1366-97, Cuarta Sala Civil, Ledesma
Narvez, Marianella, Jurisprudencia Actual,
Tomo 1, Gaceta Jurdica, p. 535)
consulta legal
Si no se permite que el ejecutante sea postor porque su DNI
ha caducado el acto de remate est viciado?
La Ley Orgnica de el Reniec (Ley N 26497) seala que el DNI constituye la nica
cdula de identidad personal para los actos civiles, comerciales y judiciales(184). Se seala, adems, que su uso es obligatorio(185). Con relacin a la validez y la renovacin
(184) Artculo 26.- El Documento Nacional de Identidad (DNI) es un documento pblico, personal e intransferible. Constituye la nica cdula de Identidad Personal para todos los actos civiles, comerciales, administrativos, judiciales y, en general, para todos aquellos casos
en que, por mandato legal, deba ser presentado. Constituye tambin el nico ttulo de derecho al sufragio de la persona a cuyo favor ha sido otorgado.
(185) Artculo 27.- El uso del Documento Nacional de Identidad (DNI) es obligatorio para todos los nacionales. Su empleo se encuentra sujeto a las disposiciones de la presente ley, el
reglamento de las inscripciones y dems normas complementarias.
408
409
participe en el remate. Por ello, si bien de acuerdo al artculo 743 del Cdigo Procesal Civil: la nulidad del remate solo procede por los aspectos formales de este
y se interpone dentro del tercer da de realizado el acto; nos encontramos ante
una clusula abierta denominada Aspectos formales del remate que debe ser integrada por el operador jurdico. As, podemos entender que la negativa a la intervencin legtima del ejecutante al remate es un aspecto formal del remate (contravencin del artculo 735 del CPC que constituye una norma procedimental del
remate), que al ser afectado legitima la pretensin de anular el remate mismo.
(Consulta absuelta por la Divisin de Estudios Legales de Gaceta Jurdica)
410
2. La otra regla nos ubica en el supuesto del remate de varios bienes. Aqu
opera la preferencia para la adquisicin conjunta de los bienes, pero
con la condicin de que el precio no sea inferior a la suma de las ofertas individuales. Para ser viable esta regla es necesario que la pluralidad
de bienes a rematar hayan sido valorizados de manera individual, caso
contrario, bastara que un postor que solo quisiera adquirir un bien de
todo el conjunto que sale a remate para que este se declare inejecutable, desencadenando la nulidad de todo lo actuado hasta la convocatoria a este, por no haber individualizado el valor de cada bien.
Este tratamiento vara en el remate de bienes muebles, en el que se permite el remate por lotes. En las tasaciones convencionales se aprecia
que se valora los bienes de manera conjunta, por citar, en el caso de un
edificio con 20 departamentos, se otorga el valor en conjunto sin detallar el que le puede corresponder a cada departamento. En ese sentido,
vase el caso de un departamento ms el depsito y la cochera, todos
ellos ubicados en un mismo edificio. Cada uno debe tener un valor individual para que puedan ser sometidos a remate y permitir la posibilidad de ser adquiridos de manera individual; sin embargo, este artculo
en la prctica se afecta por no realizar el remate en el mismo da y a la
misma hora. Se estila programar en horas diversas el remate de los bienes, as el remate de la cochera asignada a un departamento se har el
mismo da fijado para el departamento, pero en horas diferentes.
Con ello se permite que los bienes se adquieran por separado, generando el pago de tantas tasas judiciales como bienes que se adquieren, evitando su adquisicin de manera conjunta. As, podra adquirir solo la
cochera el postor A y cuando se tenga que rematar el departamento, los
otros postores tendrn que meditar su postura para adquirir dicho bien
sin cochera porque ya fue rematada a otro postor.
Fraccionar estos bienes en diferentes postores conllevara a que muchos de estos bienes, por s solos, dejen de tener el valor que generaran
si se da la posibilidad de adquirirlos en conjunto. Esta situacin se observa cuando se adquiere el departamento en una hora determinada y
luego cuando se convoca para el remate del tendal de ropa, este como
tal, podra ya no ser de inters para los postores. La programacin del
remate a horas distintas evita que los bienes se puedan adquirir de manera conjunta, afectando la posibilidad que brinda el inciso 2 de este
artculo.
411
jurisprudencia
Si bien se ha declarado improcedente el pedido de remate de los derechos
y acciones del demandado, en razn de no estar liquidada la sociedad de
gananciales, ello en modo alguno impide que subsista la medida de embargo
trabada, pues lo contrario importara desproteger los derechos del acreedor.
(Exp. N 2950-98, Sala de Procesos Ejecutivos,
Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia
Actual, Tomo 5, Gaceta Jurdica, p. 580)
Si el inmueble, ha sido transferido por el ejecutado y su cnyuge, con posterioridad a la inscripcin de la medida cautelar, los nuevos propietarios han
adquirido el bien con afectacin jurdica emanada del embargo anteriormente sealado, en consecuencia, responden solo con el bien afectado, hasta por
el monto del gravamen existente con anterioridad a la fecha de adquisicin.
Los nuevos propietarios deben ser notificados con la convocatoria.
(Exp. N 1113-99, Sala de Procesos Ejecutivos,
Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia
Actual, Tomo 4, Gaceta Jurdica, pp. 608-609)
412
9. Acto de remate
413
jurisprudencia
La diligencia de remate, por su naturaleza formal debe efetuarse en un solo
acto, no pudiendo suspenderse por ningn motivo a menos que las partes lo
soliciten, resolvindose en decisin motivada. Cualquier acto que lo perturbe
debe constar en la misma acta, si la suspensin se deba a causa de fuerza
mayor insuperable.
(Exp. N 98-20798-2466, Sala de Procesos Ejecutivos, Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia Actual, Tomo 5, Gaceta Jurdica, p. 592)
El remate constituye un acto formal por lo que el objeto del mismo debe ser
expresamente indicado, caso contrario, deviene en nulo e insubsistente el acta
y el acto de remate.
(Exp. N 2290-98, Sala de Procesos Ejecutivos,
Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia
Actual, Tomo 5, Gaceta Jurdica, p. 580)
415
jurisprudencia
Si en la diligencia de remate se ha consignado que dicha parcela se encuentra
ubicada en la Rama de Vala, cuando en realidad se ubica en callejn de la
Rama de Cala, debe tenerse presente lo establecido en el artculo 209 del
Cdigo Civil. El error en la declaracin sobre la identidad o la denominacin
de la persona, del objeto o de la naturaleza del acto, no vicia el acto jurdico,
cuando por su texto o las circunstancias se puede identificar a la persona,
objeto o el acto designado.
(Exp. N 883-2000, Sala Civil de Procesos Ejecutivos
y Cautelares, Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia Actual, Tomo 6, Gaceta Jurdica, p. 809)
(187) Vase el pronunciamiento del 40 Juzgado Civil de Lima, de fecha 6 de octubre de 2005,
Expediente N 60521 2003 seguido por el Banco Financiero con Hernn Parra Atacusi sobre ejecucin de garantas. Felizmente dicha resolucin fue declarada nula posteriormente
por la Sala Superior.
(188) Vase el pronunciamiento de la Sala Comercial de Lima, Expediente N 47-2006 de fecha
20 de enero de 2006.
418
a interpretacin correcta del 140 del Cdigo Civil es que el acta de remate
L
y adjudicacin, es un acto jurdico pero de naturaleza procesal y aplicable al
caso sublitis no se puede perseguir la anulabilidad o la nulidad del acto de
remate invocando las normas relativas a la nulidad o anulabilidad del acto
jurdico, porque no existe la necesaria conexin lgica entre los hechos y el
petitorio de acuerdo a lo dispuesto por el inciso 5 del artculo 427 del Cdigo
Procesal Civil, y al artculo setecientos cuarentitrs del mismo Cdigo (Cas.
N 440-2002 CAJAMARCA. El Peruano, 01/10/2002).
11. Transferencia del bien y destino del dinero
haca referencia a las cargas, sino a los gravmenes y ello resulta coherente con
el ordenamiento jurdico nacional, puesto que las afectaciones comprenden
las cargas y los gravmenes. La diferencia entre ellas radica en que los gravmenes dependen de una obligacin accesoria, la que de incumplirse puede
conllevar a la venta del bien afectado, como sera el caso de la hipoteca; en
cambio, con las cargas, no hay obligacin garantizada. Las cargas no tienen
por objeto la venta del bien, como sera el caso de las servidumbres, que se
constituye como limitacin a la propiedad predial; por tanto, resulta coherente que el artculo 739 del CPC haga referencia a levantar los gravmenes
y no las cargas, luego de que el adjudicatario deposite el saldo del precio del
bien materia de remate; sin embargo, la redaccin del texto actual inserta
la siguiente precisin: se cancelar adems las cargas o derechos de uso y/o
disfrute que se hayan inscrito con posterioridad al embargo o hipoteca
materia de ejecucin, lo que resulta saludable para las resultas del proceso
de ejecucin, a fin de evitar futuros cuestionamientos al uso y disfrute del
bien rematado, en atencin a las afectaciones inscritas con posterioridad a
la hipoteca materia de ejecucin.
Precisamente, en la actividad judicial se vena gestando la necesidad de
anotar la demanda de ejecucin de garanta hipotecaria, para contrarrestar
la buena fe de futuras cargas o arrendamientos que se constituan precisamente sobre el bien materia de remate(189). La precisin de esta redaccin
permite que estas posteriores afectaciones no sean utilizadas por supuestos
beneficiarios de estas, para exigir algn derecho sobre el bien afecto a la ejecucin, a fin de restringir los derechos de uso y disfrute respecto al adjudicatario del bien. Vase el caso tomado de la publicacin de edictos realizado
en el diario oficial El Peruano el 28 de mayo de 2008. En el Expediente
N 35891-2001 32 JCL seguido por Banco Continental con Distribuidora
Grafica S.A., Castillo Bizama Matilde y otros, se consigna como afectacin
en primer rango la hipoteca materia de ejecucin y luego aparece inscrita, a
los siete meses de haber constituido la garanta, el arrendamiento a favor de
tercero por el plazo de diez aos, cuya renta se pacta por los diez aos, segn
el cronograma establecido en la escritura pblica. Esa limitante aparente,
en cuanto al uso del bien para el futuro adjudicatario, se vena invocando en
la actividad judicial, a fin de evitar que el adjudicatario ingrese al disfrute
(189) Vase la anotacin que se publicita en la publicacin de los edictos en el diario oficial El
Peruano el 28 de mayo de 2008, en los seguidos por Breco Consultores S.A. con Moiss Jara
Luna y otra sobre ejecucin de garantas, ante el 41 JCL, Expediente N 50501-1999.
420
del bien, sino luego de agotar su discusin en otro proceso en el que se discuta los efectos del arrendamiento constituido con posterioridad a la hipoteca inscrita. La nueva redaccin del texto legal permite que en el auto de
transferencia del bien el juez cancele toda carga o derecho de uso y/o disfrute inscrito con posterioridad al embargo o hipoteca materia de ejecucin.
El inciso 2 del artculo 739 seala que se deja sin efecto todo gravamen
que pese sobre este, salvo la anotacin de la demanda esto significa que se
levantan todos los gravmenes anteriores y posteriores a la ejecucin, siempre y cuando se haya depositado el precio con que se cerr el remate. Aprciese como ya se ha sealado lneas arriba que la norma hace especial
referencia a los gravmenes y no a las cargas, siempre que estas estuvieren
inscritas con anterioridad al embargo o hipoteca; pero aqu hay que hacer
especial referencia a que si bien se levanta todo gravamen que pese sobre el
bien, no implica que se desproteja con ese levantamiento el crdito garantizado con dicha garanta hipotecaria, todo lo contrario, lo que debe operar
es la reserva del monto establecido en dicha garanta, hasta que sea dilucidado en su momento en el respectivo proceso de ejecucin de garanta, si
fuere el caso. El saldo que resultare, luego de la reserva del valor de la garanta inscrita con antelacin a la que se ejecuta, servir recin para el pago de
la obligacin que ha dado origen a la ejecucin forzada. Todo ello en atencin al principio de publicidad registral y prioridad que dice: la prioridad
en el tiempo de la inscripcin determina la preferencia de los derechos que
otorga el registro (artculo 2016 del CC).
Si bien la redaccin del referido artculo literalmente expresa que se
deja sin efecto todo gravamen, el juez debera advertir en su resolucin que
esa medida no afecta el derecho preferente inscrito frente al que es materia de ejecucin, reservando el valor de la garanta hipotecaria establecida
para el momento de la liquidacin de la suma obtenida en el remate judicial. Dicha suma continuar asumiendo el rol de garanta de la obligacin
asegurada, frente al acreedor no ejecutante, y no ser entregada ni al ejecutante ni al ejecutado ni al tercero acreedor no ejecutante, pues su rol es
de garanta para el momento cuando tenga que dilucidar la sastifaccin del
crdito asegurado. Ello no impide que el acreedor ejecutante, quien logr
el remate del bien, pueda tomar otras medidas legales en relacin al monto
reservado sobre la garanta inscrita con antelacin a la ejecucin.
En el caso de los contratos de arrendamiento inscritos sobre el predio materia de remate y adjudicacin, tampoco deberan ser materia de levantamiento
421
porque no se tratan de gravmenes, sino de derechos de crdito que se publicitan en el registro, cuya prestacin tiene por objeto la entrega temporal
del bien en arrendamiento a cambio de una renta dentro de un plazo y condiciones pactadas. No estamos ante un derecho real, que atribuye un poder
directo del nuevo adjudicatario sobre la cosa, que se puede hacer valer erga
omnes, sino de un derecho de crdito, que solo se puede hacer valer frente al
deudor. Si bien el inciso 1 del artculo 1708 del CC dice: si el arrendamiento estuviese inscrito, el adquiriente deber respetar el contrato, quedando
sustituido desde el momento de su adquisicin en todos los derechos y obligaciones del arrendador; queda a discusin en cada caso, los efectos que
dicho contrato de arrendamiento inscrito generar frente al nuevo adjudicatario, para lo cual se tendr en cuenta la fecha de la inscripcin registral del contrato de arrendamiento, esto es, si ella fue realizada antes de la
afectacin cautelar o del gravamen que ha sido materia de ejecucin, generara efectos. Ello en atencin al principio de prioridad preferente que dice
que los asientos registrales, as como la preferencia de los derechos que de
estos emanen, se retrotraen a la fecha y hora del respectivo asiento de presentacin (ver numeral IX del TP del Reglamento General de los Registros
Pblicos). Vemos pues, de manera excepcional, que los derechos de crdito
facultan a veces a obtener su satisfaccin incluso frente a quien no contrajo la obligacin que se trate, siempre que tal derecho estuviere inscrito con
antelacin al acto que dio origen a la ejecucin.
En ese sentido, lase la octava disposicin final de la Ley N 26702, que
dice: en caso de enajenacin de inmuebles hipotecados a favor de las empresas, va remate judicial o por adjudicacin directa, no ser de aplicacin
lo dispuesto en el inciso 1 del artculo 1708 del Cdigo Civil, salvo que el
respectivo contrato de arrendamiento se hubiera encontrado inscrito con
anterioridad a la fecha de la constitucin de la garanta hipotecaria.
Otro efecto que genera la transferencia es la orden al ejecutado o administrador judicial para que entregue el inmueble al adjudicatario dentro
de diez das, bajo apercibimiento de lanzamiento. Esta orden tambin es
aplicable al tercero que fue notificado con el mandato de ejecucin, para
lo cual, en este ltimo caso, debe apreciarse el artculo 690 del CPC. Aqu
concurre el supuesto del contrato de arrendamiento inscrito en Registros
Pblicos antes de la constitucin de la garanta. En este supuesto, se respetara la vigencia del contrato por ser un acto inscrito celebrado antes de la
constitucin en garanta.
Tanto el acta de remate como el auto de adjudicacin a que refiere el
artculo 739 del CPC forman parte de los actuados judiciales que se remitirn
422
al registrador pblico para su inscripcin, a travs de los llamados partes judiciales. El auto de transferencia tiene que estar consentido para que se expidan los partes; en caso contrario, los registradores solicitan que se agregue
a los partes el consentimiento, situacin que altera los efectos de la apelacin sin efecto concedida al auto de transferencia.
En todo caso, la inscripcin debe operar pero con la advertencia de que el
acto no est consentido. Por otro lado, a pesar de que no seale en el cdigo,
se exige que para recabar los partes se acompae la tasa equivalente al 1% del
valor de la adjudicacin para ser acreedores de los partes de adjudicacin.
Ntese que el mencionado artculo exige la trascripcin del acta de remate y del auto de adjudicacin. No hace referencia a las copias del acta fedateada; sin embargo, en aplicacin del artculo 235 del CPC, resulta procedente ello, porque la copia del documento pblico tiene el mismo valor
que el original si est certificada por el auxiliar jurisdiccional respectivo.
Ello se justifica porque la seguridad que proporciona el registro lleva a que
no se admita indiscriminadamente cualquier documento, porque sus anotaciones no reflejaran fielmente la realidad jurdica extrarregistral a la cual
debe acomodar sus asientos.
No opera el lanzamiento de los ocupantes de un inmueble materia de
remate judicial, en caso de haberse otorgado la adjudicacin en pago al
acreedor ejecutante de un porcentaje definido de acciones y derechos sobre
dicho bien. El inciso 3 del artculo 739 del CPC seala el auto de transferencia del inmueble debe contener la orden al ejecutado o administrador judicial para que entregue el inmueble al adjudicatario, dentro de diez
das, bajo apercibimiento de lanzamiento. En este caso, la adjudicacin y
transferencia que se le otorg al ejecutante-adjudicatario son cuotas ideales
(alcuotas) sobre todo el inmueble, apareciendo en una relacin de copropiedad con las dems personas que detentan las acciones y derechos sobre
el inmueble, no siendo el cien por ciento de toda la propiedad materia de
adjudicacin. Adems, se debe tener en cuenta que las acciones y derechos
de los remates y las transferencias corresponden a cuotas ideales y no a un
espacio especfico del inmueble; por ello, de acceder a lo solicitado se estara afectando el derecho que sobre ese espacio no independizado tienen los
dems condminos(190).
(190) Sobre el particular, vase el Exp. N 9454-2003, seguido ante el 41 Juzgado Civil de Lima.
423
jurisprudencia
No obstante que con el remate, el acreedor adjudicatario ha adquirido la
propiedad del bien, ello no lo exime de cancelar el crdito sobre el cual se
constituy la garanta real preferente. Si no aparece que el acreedor ejecutante, quien adquiri el bien hubiere hecho depsito de dinero alguno con el cual
se pueda pagar previamente al acreedor preferente, mal podra cancelarse un
gravamen preferente que no ha sido pagado. Ante un conflicto entre el derecho personal y real, el primero cede ante el real.
(Exp. N 605 99, Sala de Procesos Ejecutivos,
Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia
Actual, Tomo 5, Gaceta Jurdica, p. 598)
El proceso de ejecucin de garantas tiene por objeto el pago de la obligacin principal, mas no el levantamiento o cancelacin de la garanta, por
constituir este hecho pretensin del ejecutante. Solo en el caso de que el bien
hipotecado sea objeto de remate judicial, por no haber pagado el ejecutado la
suma puesta a cobro, el juez dispondr la cancelacin de todos los gravmenes, incluida la hipoteca que constituy el ttulo de ejecucin.
(Exp. N 151-99, Sala de Procesos Ejecutivos,
Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia
Actual, Tomo 5, Gaceta Jurdica, p. 186)
424
ejecutada con la entrega del bien materia del remate, el juzgado debe materializar la medida porque de lo contrario queda desairado el cumplimiento, al
haberse adquirido el bien en subasta pblica y de buena fe por el subastado.
En caso de existencia de terceros en el bien, estos deben hacer valer su derecho
que crean conveniente.
(Exp. N 669-95, Tercera Sala Civil, Ledesma
Narvez, Marianella, Ejecutorias, Tomo 4, Cuzco, 1996, pp. 375-376)
La ley de reestructuracin empresarial tiene por objeto preservar el patrimonio de la empresa para que el liquidador pague los crditos de acuerdo
a la prelacin establecida por ley. Habindose el inmueble materia de litis
transferido mediante pblica subasta, no forma parte del patrimonio de la
empresa en disolucin y liquidacin, por lo que debe ampararse la medida de
entrega del bien al adjudicatario.
(Exp. N 226-96, Primera Sala Civil, Ledesma
Narvez, Marianella, Ejecutorias, Tomo 4, Cuzco, 1996, pp. 423-425)
Si de la partida registral se advierte la existencia de un contrato de arrendamiento sobre el inmueble objeto de remate, habindose inscrito dicho negocio
jurdico con anterioridad al acta de remate llevado a cabo, por el principio
de publicidad, la adjudicataria del inmueble est en la obligacin legal de
respetar el arrendamiento celebrado a favor del ahora apelante, toda vez que
adquiri la propiedad del mismo con conocimiento de la existencia de dicho
acto jurdico.
(Exp. N 98-35441-1592, Segunda Sala Civil de
Lima. Ledesma Narvez, Marianella. Jurisprudencia Actual, Tomo 6. Gaceta Jurdica, p. 817)
Si en el proceso de ejecucin de garanta, luego de la adjudicacin del inmueble se procede al lanzamiento de los ocupantes, se advierte la imposibilidad de cumplir ello porque el inmueble de litis, no se encuentra identificado
e individualizado, es necesario que el juez en atencin al artculo 194 del
425
Cdigo Procesal Civil, agote todos los medios probatorios a efectos de solucionar dicha incertidumbre. De no existir el lote de terreno, prcticamente la
ejecucin sera inejecutable y dara lugar no solo a la suspensin temporal del
lanzamiento sino a la inejecucin definitiva del mandato.
(Exp. N 124-02, Tercera Sala Civil de Lima, Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia Actual, Tomo 6, Gaceta Jurdica, pp. 825-826)
En el caso de los bienes inmuebles, el pago es diferido del saldo del precio, situacin que no se aplica a los bienes muebles, cuyo pago se efecta en
dicho acto; debiendo entregarse de inmediato el bien al adjudicatario.
Esto nos lleva a sostener que el precio de la postura beneficiada con la
adjudicacin debe ser pagada en el acto del remate, para que pueda operar
la entrega inmediata del bien adjudicado. Una vez recibido el monto de la
adjudicacin, el martillero tiene el deber de depositar dicho importe en el
Banco de la Nacin a la orden del juzgado, a ms tardar al da siguiente de
realizado el remate.
Si el que se adjudica es el ejecutante lo que debe consignar, si fuere el
caso, es la diferencia entre el crdito ejecutado, intereses y costas y el valor
de la postura materia de adjudicacin para que recin opere la entrega inmediata del bien. La situacin es distinta si la adjudicacin hubiere operado por el precio base y este no superare a la suma materia de ejecucin.
Consignado el precio es preciso proceder, si se trata de bienes muebles
registrados, a la expedicin de los partes a Registros Pblicos con la copia
del acta de remate y el auto de adjudicacin. En el acta de remate debe consignarse los postores y las posturas de este para justificar que se le haya dado
el bien en adjudicacin. Tambin procedera si el comprador solicita que se
comunique su situacin de propietario a las personas que l mismo designe
o se le ponga en posesin de los bienes.
Un aspecto a considerar es que el acta de remate no se notifica, pues
conforme lo seala el artculo 743 del CPC la nulidad se interpone dentro
del tercer da de realizado el acto.
426
jurisprudencia
Si bien las cambiales se emitieron en razn de la compraventa del vehculo, el
mismo que ha sido objeto de remate y adjudicacin, el saldo impago existente, carece de sustento dado que el bien objeto de la venta ya no pertenece al
comprador, pues no existe dentro de su esfera patrimonial.
(Exp. N 01-99, Sala de Procesos Ejecutivos, Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia Actual, Tomo 5, Gaceta Jurdica, p. 663)
El postor cuando participa del remate solo hace entrega del 10% del valor de tasacin del bien que se pretende adjudicar en calidad de oblaje. El saldo del precio del remate deber ser depositado por el adjudicatario, dentro
del plazo legal que asigna el artculo 739 del CPC, esto es, dentro del tercer
da de celebrado el acto; en caso contrario, se declarar la nulidad del remate
y convocar a uno nuevo. La falta de pago del saldo de precio no solo afecta
la celeridad en la ejecucin sino que implica gastos procesales que deben ser
asumidos por el furtivo adjudicatario, de ah que la norma establezca que parte del oblaje sirva para cubrir dichos gastos y la diferencia, si la hubiere, ser
ingreso del Poder Judicial por concepto de multa. Debemos comprender bajo
el concepto de gastos procesales, el valor de las publicaciones realizadas en la
forma que exige el artculo 733, las cdulas de notificacin, los honorarios del
martillero, gastos de movilidad para el pegado del cartel del secretario al local
del inmueble materia de remate, las tasas por los exhortos materializados, si
fuere el caso. Los gastos de tasacin no se incluyen bajo este rubro porque ella
es propia de las costas que debe asumir la parte vencida; sin perjuicio de ello,
el artculo 741 del CPC deja a salvo el derecho del acreedor para reclamarle el
pago de los daos y perjuicios que se le hayan causado.
Como seala literalmente el referido artculo, si el saldo de precio del
remate del inmueble no es depositado dentro del plazo legal, el adjudicatario pierde la suma depositada. Una de las condiciones para ser postor es
depositar una cantidad no menor al diez por ciento del valor de la tasacin
del bien a rematar; esto es, si se depositan sumas mayores a ese valor exigido y posteriormente no se abona el saldo del precio del remate, el monto
depositado como oblaje se pierde. La norma hace referencia a la prdida de
la suma depositada para participar en el remate, no precisa que se pierda el
monto mnimo requerido para participar.
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jurisprudencia
No obstante que con el remate, el acreedor adjudicatario ha adquirido la
propiedad del bien, ello no lo exime de cancelar el crdito sobre el cual se
constituy la garanta real preferente. Si no aparece que el acreedor ejecutante, quien adquiri el bien hubiere hecho depsito de dinero alguno con el cual
se pueda pagar previamente al acreedor preferente, mal podra cancelarse un
gravamen preferente que no ha sido pagado. Ante un conflicto entre el derecho personal y real, el primero cede ante el real.
(Exp. N 605 99, Sala de Procesos Ejecutivos,
Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia
Actual, Tomo 5, Gaceta Jurdica, p. 598)
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(191) MONROY PALACIOS, Juan. Introduccin al proceso civil, T. I, Temis, Bogot, 1996, p. 160.
(192) MONROY PALACIOS, Juan. Ob. cit., p. 161.
431
jurisprudencia
La Ley N 27740 que modifica el artculo 742 del Cdigo Procesal Civil
dispone nueva tasacin para el caso de una tercera convocatoria en la que
no haya postores y que el ejecutante no solicite su adjudicacin directa. Voto
por mayora: Dicha norma no es de aplicacin inmediata incluso al proceso
en trmite, por tanto debe ampararse la cuarta convocatoria a remate del
bien de litis.
(Exp. N 965-2003, Segunda Sala Civil de Lima,
Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia
Actual, Tomo 6, Gaceta Jurdica, p. 813)
Debe ampararse la nulidad del remate si el demandado alega haber cancelado totalmente la obligacin demandada, y ha presentado la liquidacin que
ha sido admitida a trmite pero que est pendiente de resolucin y pronunciamiento del perito, no obstante lo cual, se ordena por lo tanto, no se debera
haber ordenado un cuarto remate.
(Exp. N 267-2002, Tercera Sala Civil de Lima,
Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia
Actual, Tomo 6, Gaceta Jurdica, p. 816)
ejercer luego de realizado el acto. El artculo 743 del CPC exige que el plazo
para cuestionar la nulidad del remate se compute a partir de realizado el acto
y no de la fecha en que es notificada la resolucin de realizacin del remate.
La nulidad se puede basar en aspectos formales, en ese sentido podemos mostrar el caso de la nulidad del remate por haber tomado como referente para fijar el precio base el valor de realizacin inmediato del bien y no
el comercial. Un valor difiere del otro, pues el valor comercial siempre ser
de mayor monto. Ntese que en las tasaciones de bienes inmuebles se presentan dos valores, el valor comercial y el valor de realizacin. En el primero se tienen en cuenta los valores de mercado de la zona donde se ubica el
predio, su acceso a vas principales, zonificacin, consolidacin del entorno,
infraestructura de servicios y equipamiento urbano. En el valor de realizacin se toma en cuenta los gastos de publicidad, valuacin para la realizacin, comisin de ventas, mantenimiento, ajuste para la venta en un plazo
determinado; todo ello lleva a presentar un monto diverso al comercial. En
ese sentido, procede amparar la nulidad del remate si el juzgado tom como
referencia el valor de realizacin inmediata y no el comercial. Se entiende
que se ha perjudicado al ejecutado al establecer el precio base con el menor
valor del bien a ejecutar, por ello se exige que la base de la postura se fije en
atencin al valor comercial que seale la tasacin, por ser de mayor valor y
no ser perjudicial para el ejecutado. En este sentido, el artculo 720 del CPC
referido a la ejecucin de garantas expresamente seala si el bien fuere inmueble, debe presentarse documento que contenga tasacin comercial actualizada ().
Otro caso que concurre para la nulidad es admitir como postor y adjudicar el bien a quien presenta como oblaje el 10% del valor del precio base,
cuando debi ser el valor del precio de tasacin. Tambin podra generar
nulidad del remate la convocatoria que se limita a indicar como precio base
el equivalente a las 2/3 partes de la tasacin sin precisar el monto a que asciende dicha base, situacin que en el acto de remate se pretendi subsanar pero con errores en la operacin arimtica en contra del ejecutado. Otro
caso podra ser, en caso de concurrencia de varios postores, no haber sealado las posturas hechas por cada postor interviniente, limitndose solo a expresar la postura por la que se otorg al adjudicatario. Como ya se ha sealado lneas arriba, la nulidad se orienta a corregir los vicios que se generen
en el desarrollo del proceso, no atacando con ello el aspecto sustancial del
acto procesal, en tal sentido, no resulta de aplicacin las disposiciones del
Cdigo Civil relativas a la invalidez e ineficacia del acto jurdico.
433
434
jurisprudencia
La omisin de adjuntar la tasa judicial para participar en remate de bienes
muebles u inmuebles no invalida el acto de remate. Pues no se encuentra previsto como tal. Dichas tasas no deben ser devueltas a los interesados y deben
permanecer en el expediente.
(Exp. N 98-40283-3311, Sala de Procesos Ejecutivos, Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia Actual, Tomo 5, Gaceta Jurdica, p. 593)
La nulidad del remate solo procede por los aspectos formales de este. No se
puede sustentar en las disposiciones del Cdigo Civil relativas a la invalidez
o ineficacia del acto jurdico.
(Exp. N 2114-98, Sala de Procesos Ejecutivos,
Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia
Actual, Tomo 3, Gaceta Jurdica, p. 543)
El pedido de nulidad y oposicin al remate que se fundamentan en la propiedad del bien a rematar, debi hacerse en va de tercera, por ser esta la figura
procesal que corresponde al caso. Son extemporneas las articulaciones, pues
han tenido expedito su derecho a partir del ao 1983, para que se reconozca
la propiedad que alega y no esperar una semana antes del remate para pretender en la etapa ejecutora se le reconozca ese derecho a travs de peticiones
que no corresponden al trmite del proceso.
(Exp. N 1743-98, Sala de Procesos Ejecutivos,
Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia
Actual, Tomo 3, Gaceta Jurdica, pp. 544-545)
435
La nulidad del remate solo procede por los aspectos formales de este, el mismo que se interpone dentro del tercer da de realizado.
(Exp. N 1436-95, Tercera Sala Civil, Ledesma
Narvez, Marianella, Ejecutorias, Tomo 4, Cuzco, 1996, pp. 374-375)
III. La adjudicacin
En relacin a la adjudicacin forzosa debe distinguirse entre la adjudicacin para pago y la adjudicacin en pago. La primera opera cuando lo
que se embarg fueron sueldos, pensiones y crditos realizables en el acto.
En tales casos no puede hacerse pago inmediatamente al ejecutante, pues
se est ante una adjudicacin para pago. Cuando se trata de crditos realizables en el acto, el juez requerir al deudor del ejecutado, en resolucin
expresa, entregue la cantidad adeudada en el juzgado, el cual proceder a
pagar al ejecutante. Cuando se trata de sueldos y pensiones, la adjudicacin
precisar a partir de la cual el sueldo o pensin queda vinculado a un concreto ejecutante. A partir de la adjudicacin, el pagador del sueldo o pensin deber peridicamente hacer el ingreso en el juzgado y este pagar al
ejecutante. Lo que no impide que en ocasiones se haga el pago directamente entre pagador y ejecutante. El juez debe precisar la cantidad exacta y durante qu tiempo se recurrir a este para el pago.
El otro mecanismo es la adjudicacin en pago, al que se refiere el
artculo 744 del CPC. Esta adjudicacin aparece de modo subsidiaria y es
consecuencia del fracaso de la enajenacin forzosa ante la ausencia de postores. Se trata de un derecho del ejecutante o del tercero legitimado que
puede ejercitarlo luego de que el primer remate se hubiere declarado desierto. La norma no pone lmite al nmero de convocatorias desiertas que
le hubieren precedido para pedir la adjudicacin.
Las personas legitimadas activas para solicitar la adjudicacin en pago
son el ejecutante o el tercero legitimado. En cuanto a este ltimo, debemos
entender que el tercero legitimado es el acreedor no ejecutante, en atencin
a lo que dispone el artculo 726 del CPC que permite que pueda intervenir
en el proceso, antes de su ejecucin forzada, el acreedor no ejecutante que
tiene afectado el mismo bien. Los derechos de este tercero dependen de la
naturaleza y estado de su crdito. Vase el caso de un bien valorizado en
US$ 100,000, que registra una hipoteca a favor del Banco A por US$ 90,000
436
y luego un embargo por US$ 10,000 a favor del Banco B por una obligacin
de dar suma de dinero. En este ltimo proceso, el acreedor no ejecutante,
Banco A, interviene en aplicacin del artculo 726 del CPC demostrando la
preferencia y la vigencia de su crdito, el que a la fecha es materia de ejecucin en otro juzgado civil. El Banco A, luego de haberse declarado desierto el primer remate, perfectamente podra pedir se le adjudique en pago el
bien, oblando el exceso sobre el valor de su crdito. Vase que el ejecutante no se adjudic el bien sino el tercero legitimado quien contaba con una
hipoteca de primer rango, la cual era materia de ejecucin en otro juzgado, lo que no impide que el ejecutante vea realizado su pago bajo las reglas
que seala el artculo 747 del CPC. En ese mismo supuesto, la defensa del
Banco B que ejecuta la obligacin de dar suma de dinero y que ha promovido el remate plante la oposicin a la adjudicacin en pago al Banco A hasta que se resuelva la ejecucin de la hipoteca que viene ventilando en otro
juzgado, pues una cosa es la garanta de la hipoteca y otra la adjudicacin
en pago, esta ltima operara siempre y cuando el ttulo de ejecucin quede
firme y a favor del acreedor no ejecutante en el otro proceso que viene ejecutando.
El pedido de adjudicacin debe ser por la base de la postura que sirvi
para la ltima convocatoria, la que puede operar a partir del primer hasta el
tercer remate. En la adjudicacin forzosa se atiende a su valor en s y puede definirse como el acto procesal por el que el rgano jurisdiccional trasmite al ejecutante o al tercero legitimado un bien previamente embargado
al deudor ejecutado, en virtud de su potestad jurisdiccional, como medio
para lograr la satisfaccin de aquel. La diferencia fundamental con la enajenacin forzosa reside en que en la adjudicacin se entrega el bien al ejecutante, mientras que en la enajenacin la transmisin se produce a favor
del rematante, sea este quien fuere, normalmente un tercero, pero tambin
puede serlo el ejecutante y el tercero legitimado, aunque no en cuanto tal,
sino en cuanto haber hecho las mayores posturas, pues ambos pueden intervenir en el acto de remate como postores pero sin oblaje.
Conviene precisar que la adjudicacin en pago supone la transmisin de
la propiedad, bastando para inscribirla en el registro de la propiedad la resolucin firme que ordena la adjudicacin en pago. El auto de adjudicacin debe
pronunciarse sobre los requisitos que seala el artculo 739 del CPC.
Por ltimo, aprciese que el artculo 744 fija como precio base para la
adjudicacin, la base de la postura que sirvi para la ltima convocatoria;
437
ello podra generar que el valor del bien adjudicado supere al valor del crdito, situacin que generar en el acreedor la obligacin de devolver el exceso sobre el valor de su crdito al ejecutado, en tanto ello no se materialice
no operar la entrega si se refiere a bienes muebles, ni se expedir el auto de
adjudicacin si fuere bienes inmuebles.
jurisprudencia
El acreedor tiene derecho a pedir despus de frustrado cualquier remate, la
adjudicacin de los bienes en pago de su crdito.
(Exp. N 98-14224-2122, Sala de Procesos Ejecutivos, Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia Actual, Tomo 5, Gaceta Jurdica, p. 595)
438
Nada impide que se solicite la adjudicacin del bien despus del primer remate frustrado, proceder en contrario significara obligar al justiciable a solicitar nueva convocatoria con el descuento de la base de la subasta, lo que
eventualmente redundara en perjuicio de la propia ejecutada.
(Exp. N 4657-972-98, Sala de Procesos Ejecutivos, Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia Actual, Tomo 4, Gaceta Jurdica, p. 623)
No resulta ajustado a derecho sealar que por lo menos deben existir dos
convocatorias a remate para que opere la adjudicacin en pago, desde que no
se puede compeler al acreedor a solicitar otras convocatorias, si su crdito se
encuentra satisfecho con el monto de la base de la postura, tanto ms que
incluso puede obrar el exceso sobre el valor de su crdito, si lo hubiere.
(Exp. N 687-98, Tercera Sala Civil, Ledesma
Narvez, Marianella, Jurisprudencia Actual,
Tomo 2, Gaceta Jurdica, p. 569)
439
efecte sobre los intereses, costas y costos del proceso por lo que no puede
ser de aplicacin el artculo 741 del CPC. Estando pendiente de determinar
cunto se compensa y cunto debe consignar el adjudicatario acreedor, el
juzgado luego de verificar cul es el remanente de lo que debe consignar el
acreedor, deber requerirlo para que cumpla con dicho pago en un plazo de
3 das.
(Exp. N 1248-98, Segunda Sala Civil, Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia Actual,
Tomo 2, Gaceta Jurdica, p. 570)
Si bien el artculo 339 del CPC faculta a las partes a celebrar cualquier acto
jurdico destinado a modificar o regular el cumplimiento de la sentencia, no
puede la misma excederse al extremo de contrariar una norma de cumplimiento imperativo. La adjudicacin directa del inmueble sin convocatoria a
remate colisiona con el artculo 744 del CPC. Lo mismo ocurre respecto a la
renuncia a la interposicin de medios impugnatorios.
(Exp. N N-514-97, Primera Sala Civil, Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia Actual,
Tomo 1, Gaceta Jurdica, p. 377)
Para la adjudicacin se busca a travs de la publicidad lograr, va las convocatorias a remate pblico, y mediante la oferta y la demanda, fijar el precio
real del inmueble, situacin que se ha determinado en razn a las rebajas
establecidas por ley, y a la falta de postores que oferten suma mayor. Es vlida la adjudicacin a favor del accionante, el bien objeto de la garanta
hipotecaria.
(Exp. N 2421-98, Sala de Procesos Ejecutivos,
Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia
Actual, Tomo 3, Gaceta Jurdica, p. 546)
Por otro lado, cabe sealar que el artculo 744 del CPC permite que el
ejecutante y el tercero legitimado puedan solicitar la adjudicacin en pago
del bien. Ambos estn facultados para ejercer ese pedido y lo realizan, sin
embargo, es importante precisar que la norma en comentario, condiciona la
procedencia de la adjudicacin en tales circunstancias, si solo hay acuerdo
entre ellos.
Vase el caso de la concurrencia de bienes al remate, como un edificio
con varios departamentos, los interesados podran distribuir la adjudicacin
en atencin al monto de sus crditos y entregar dicha frmula al juzgado.
Otro supuesto, tomando como referencia al mismo edificio, cuyo valor
total asciende a US$ 500,000. El tercero legitimado, con derecho preferente por
440
haber constituido una hipoteca en primer rango sobre dicho edificio, tiene
un crdito reconocido por US$ 100,000, pero no busca adjudicarse el bien
sino la liquidez de este; sin embargo, el ejecutante que tiene un crdito de
US$ 200,000 s prefiere el bien. En este caso, el ejecutante oblar el exceso sobre el valor de su crdito, esto es, los US$ 300,000, que se distribuir
entre el tercero legitimado por el rango de su crdito y el remanente le ser
entregado al ejecutado.
441
IV. El pago
1. La liquidacin
jurisprudencia
Los pagos a cuenta sern descontados conforme a ley en la etapa de ejecucin
de sentencia; y sobre el cuestionamiento al monto a pagar en el mandato de
ejecucin, se tiene que dicha suma corresponde a la efectivamente consignada en el contrato de mutuo con garanta hipotecaria, el cual acredita la
obligacin materia de ejecucin.
(Cas. N 415-2008-Lima, 1 Sala Civil Permanente Suprema, 19 de marzo 2008)
Si bien los recibos de pago no se encuentran firmados por el ejecutante, el haber encontrado en dichos recibos efectos grficos de este, lleva a la conclusin
que fueron emitidos por aquel. Procede exonerrsele del pago de costos y costas a la ejecutada, si el ejecutante no ha querido reconocer los pagos emitidos
a cuenta, dilatando la causa, en detrimento del pago que debe satisfacer la
ejecutada, bajo la imputacin que prev el artculo 1259 del CC. La ley no
prohbe al juez de la causa reproducir en su decisin, aquellos argumentos
periciales que crea conveniente.
(Exp. N 1144-99, Sala de Procesos Ejecutivos,
Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia
Actual, Tomo 5, Gaceta Jurdica, p. 200)
443
manto de los costos debe ser coherente con las instancias que ha transitado el proceso, las incidencias promovidas por el ejecutado y el monto
establecido como pretensin.
(Exp. N 8658-2052-98, Sala de Procesos Ejecutivos, Ledesma Narvez, Marianella, Jurisprudencia Actual, Tomo 4, Gaceta Jurdica, p. 449)
2. Pago al ejecutante
Si luego de haber rematado el bien se ha obtenido una cantidad de dinero, se procede al reparto de este, segn el derecho que invoquen los ejecutantes. Luego de ese reparto, si hay un remanente le ser entregado al
ejecutado. Puede darse el caso que la suma obtenida no cubra la deuda
principal, intereses y costas; esto implica que frente a la pretensin no satisfecha, el ejecutado sigue siendo deudor y puede procederse al embargo y
remate de otros bienes presentes o esperar al futuro.
Tambin puede darse la posibilidad de que la suma obtenida exceda
el crdito del ejecutante, ms intereses y gastos. Aqu se le pagar inmediatamente al ejecutante y con el resto del dinero se debe poner a disposicin de los otros juzgados en los que se sigan procesos de ejecucin
contra el mismo ejecutado y hayan embargado el mismo bien y estn interviniendo como terceros legitimados en el proceso; caso contrario, si
no concurre la circunstancia anterior, procede a entregar al ejecutado el
remanente.
Como seala el artculo 747 del CPC, cuando concurren varios ejecutantes con derechos distintos, el producto del remate se distribuir en
atencin a su respectivo derecho; por citar, los crditos laborales tienen
prioridad sobre cualquier obligacin del empleador, situndose a ese tipo
de acreedores en una posicin privilegiada frente a los otros acreedores
que tuviera el empleador. Esto llevara a que en el reparto los crditos laborales, si estos fueran acreedores no ejecutantes, tengan prioridad sobre
el crdito del ejecutante y se pague, por tanto, en primer orden a aquellos. Otra posibilidad surgira en el caso de que el tercero legitimado no
hubiere podido intervenir en el momento que le asigna el artculo 726
del CPC; de ser as, este puede invocar la tercera preferente para suspender el pago al acreedor hasta que se decida en definitiva sobre la preferencia (artculo 537 del CPC).
444
jurisprudencia
El remate es una forma de venta forzada de un bien y el pago a que se refieren
los artculos 746 y 747 del CPC constituye la cancelacin de su precio. El
pago puede ser hecho por cualquier persona, tenga o no inters en el cumplimiento de la obligacin. Debe ampararse el reclamo de los fiadores del deudor
para que se le entregue lo que constituy precio base del inmueble, al margen
de lo que se pag por l.
(Exp. N 1072-98, Tercera Sala Civil, Ledesma
Narvez, Marianella, Jurisprudencia Actual,
Tomo 2, Gaceta Jurdica, pp. 567-568)
445
3. Concurrencia de acreedores
La naturaleza y estado del crdito califican la preferencia en la concurrencia de acreedores, sin embargo, el artculo 748 del CPC asume el supuesto de la concurrencia de acreedores sin que ninguno tenga derecho
preferente y los bienes del deudor no alcancen para cubrir todas las obligaciones, en este caso el pago se har a prorrata.
La norma nos ubica adems en la posibilidad de recurrir a la prorrata
una vez pagado el acreedor con derecho preferente, como sera en el caso
de los crditos laborales reclamados a travs de una tercera preferente de
pago, en la que se declara en definitiva su prevalencia sobre el acreedor ejecutante. En tales casos, luego de haber satisfecho en preferencia el crdito
laboral, la prorrata se aplicar al resto de acreedores no preferentes, entre
ellos al propio ejecutante.
Por otro lado, la Sala Suprema, en la Casacin N 2117-03-La Libertad,
ha sealado que si un tercero de buena fe adquiere bienes de un deudor laboral, no puede dejarse sin efecto dicha transferencia, aun cuando el deudor pudiere haber efectuado la transferencia con el propsito de eludir sus
obligaciones con sus trabajadores. Al amparo del artculo 2014 del CC la
Sala Suprema considera al tercero de buena fe, que a ttulo oneroso adquiere algn derecho de persona que en el registro aparece con facultades para
otorgarlo, mantiene su adquisicin una vez inscrito su derecho, aunque despus se anule, rescinda o resuelva el del otorgante por virtud de causas que
no consten en los Registros Pblicos, precisndose adems que la buena fe
del tercero se presume mientras no se pruebe que conoca la inexactitud
del registro. Este criterio se opone al que recoge la Casacin N 1303-2003
(publicada en El Peruano del 04/11/2003). Segn la Sala Suprema, los crditos laborales que surgen cuando el transferente (deudor laboral) todava
es dueo del bien, persiguen a este ltimo sin importar quin sea el nuevo propietario y si inscribi su derecho. La preferencia de los crditos laborales venca incluso a quien adquiri un bien de buena fe, amparado en la
publicidad registral. La accin de persecutoriedad de los beneficios sociales
reposa en el hecho que la relacin laboral genera una vinculacin de tipo
personal y adems patrimonial entre el empleador y el trabajador, teniendo
por finalidad apremiar los bienes del empleador o empresario-deudor, pues
estos constituyen la garanta para el pago de las acreencias laborales; no se
trata de identificar quin o quines ejercen actualmente la propiedad de los
bienes de la empresa deudora, o si hay algn vnculo familiar o personal de
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los terceros adquirientes con el empleador; de lo que se trata es de identificar los bienes, tener certeza que pertenecieron al empleador-deudor laboral. Seala dicha casacin que el artculo 24 de la Constitucin del Estado,
determina que el pago de la remuneracin y de los beneficios sociales del
trabajador tienen prioridad sobre cualquier otra obligacin del empleador,
norma que por su rango constitucional tiene supremaca respecto al artculo
2014 del CC, norma legal referida a la buena fe del tercero adquiriente.
Un referente para la preferencia, en crditos de similar naturaleza, se establece por el principio de prioridad. Como seala el artculo 2016 del CC:
La prioridad en el tiempo de la inscripcin determina la preferencia de los
derechos que otorga el registro. En similar sentido se extiende la preferencia
para el caso de los crditos asegurados con hipotecas, pues conforme refiere
el artculo 1112 del CC: Las hipotecas tendrn preferencia por razn de su
antigedad conforme a la fecha de registro, salvo cuando se ceda su rango.
En ese sentido, si la inscripcin registral del usufructuo fue posterior
a la constitucin de la garanta hipotecaria, conforme al artculo 2016 del
CC, hace que la hipoteca tenga prioridad frente a otro derecho real.
En caso de concurrencia de varios acreedores sobre un bien inmueble, a
quienes el mismo deudor se ha obligado a entregarlo, seala el artculo 1135
del CC, se prefiere al acreedor de buena fe cuyo ttulo ha sido primeramente inscrito o en defecto de inscripcin, al acreedor cuyo ttulo sea de fecha
anterior, pero que conste en documento de fecha cierta.
Otro referente para la preferencia aparece en la concurrencia de un derecho real y personal. El derecho real se contrapone al derecho de crdito,
por la satisfaccin inmediata sobre una cosa determinada. El ordenamiento
jurdico atribuye al titular del derecho real ciertas facultades sobre la cosa
de manera que todos los dems han de respetar esta atribucin. Si bien en
la obligacin personal la prestacin consiste en entregar una cosa determinada, el acreedor no tiene poder directo sobre la misma, hasta el punto que
no podr oponerse a que el deudor disponga del mismo objeto a favor de
un tercero. Mientras que en el derecho personal o de crdito la obligacin
determina a una persona para que mediante un acto de cumplimiento entregue (en las obligaciones de dar) una cosa (determinada o indeterminada) al acreedor; en el derecho real sucede lo contrario, pues existe una cosa
efectivamente determinada que seala como sujeto pasivo de la relacin a
quien sea su propietario.
447
La preferencia del derecho real frente al personal, se altera si este ltimo fue registrado con anterioridad, seala la Casacin N 527-2003-Lima,
del 15 de octubre de 2004 (publicada en El Peruano del 03/01/2005). En la
citada casacin, la Sala Suprema ha establecido lo siguiente: las reglas del
derecho comn para la oponibilidad de derechos contienen implcitamente el principio de prioridad del rango de un derecho real sobre un derecho
personal, en razn de la oponibilidad erga omnes de la que goza solo el primero; sin embargo, al confrontar el mencionado principio con los principios
de prioridad y publicidad, estos ltimos deben prevalecer por ser pilares del
Derecho Registral, as en caso que un derecho personal hubiera sido inscrito en registros, antes que un derecho real, aquel prevalecer sobre este independientemente de su naturaleza.
En materia concursal, la preferencia en el pago de los crditos se regula
en el artculo 42 de la Ley N 27809, en el siguiente orden: remuneraciones
y beneficios sociales adeudados a los trabajadores, aportes impagos al Sistema Privado de Pensiones o a los regmenes provisionales administrados por
la Oficina de Normalizacin Provisional (ONP); crditos alimentarios; crditos garantizados con hipoteca, prenda, anticresis, derecho de retencin o
medida cautelar, crditos de origen tributario del Estado y los crditos no
comprendidos en los precedentes citados.
Especial situacin se aprecia en el reembolso de los gastos procesales,
cuando intervienen terceros acreedores no ejecutantes, que por la naturaleza de su crdito desplazan al acreedor ejecutante al momento del pago.
Aqu surgen dos posibilidades: la concurrencia de acreedores con derecho
preferente, pero que an no hubieran ejecutado su crdito; y la concurrencia de acreedores tambin con derecho preferente, que estn ejecutando su
crdito en otro proceso judicial o haya concluido este con dicho reconocimiento al pago.
En el primer caso, se reservar judicialmente el monto de la garanta
crediticia para su futura ejecucin, si fuere el caso. Dicho monto no se entrega al acreedor no ejecutante, pues no hay todava ningn pago que satisfacer, se mantiene en garanta con la diferencia que esta garanta se ha tornado lquida.
Para obtener liquidez para el pago, el acreedor ejecutante ha tenido que
asumir una serie de gastos procesales, los que sern cargados posteriomente a la suma obtenida para su reembolso; sin embargo, dicha situacin no le
448
449
ndice
general
Presentacin................................................................................................. 5
Captulo 1
Proceso Cautelar
I.
II.
419
III.
IV.
V.
VI.
CAPTULO II
Proceso de Ejecucin
I.
II.
420
CAPTULO III
La Ejecucin forzada
I.
II.
III.
III.
Consultas
MODELOS
423