Poemas Infantiles y Poesías para Niños 3

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Poemas infantiles y poesas para nios 3

La Oveja Teresa | Poesas y cuentos cortos


infantiles
Cuentan que, un ao,
la oveja Teresa
se asust al or algo
y huy del rebao
Ocurri que
Perico el pastor
tena visita, aquel da,
de su nieto Matas.
Fueron los dos a pastar
y, a las tres del medioda,
el abuelo Perico quiso
que parasen a descansar.
Y en el alto del camino,
Perico cont un secreto
a su nieto, para que
la siesta pudiese tomar.
Mira, pequeo,
un remedio muy viejo
y tambin eficaz,
es contar ovejitas
hasta no poder ms.
Primero cae una;
luego la otra,
y as todas las dems.
Cuentan que un ao
la oveja Teresa
se asust al or algo
a la hora de la siesta

El Payaso Sinsn | Poesas infantiles


El payaso Sinsn
sonrisa no tena
en su rostro bicolor.
Todas las tardes
los padres
pasaban de largo,
los nios rean buen rato,
y los perros
sacudan el rabo
ante el payaso Sinsn.
Pero Sinsn no comprenda
por qu nadie quera
ser parte de su funcin.
Pasbase las horas, Sinsn,
dndole vueltas al coco
y frotndose la nariz un poco,
buscando una solucin.
Primero tocaba el violn
gin, gin, gin!
Despus, tocaba el tambor
porrn, porrn, porrn!
Pero nada de nada
le funcionaba
al pobre Sinsn.
Y as, cada tarde,
nios y padres paseaban
ante un payaso de cartn.

Sube a la noria | Poesas infantiles


(Homenaje a Gloria Fuertes)
Dulce memoria
tengo yo ahora,

Gloria,
en buena hora
Entran don Pato y don Pito
y sus muchachitos.
Tambin doa Pito Piturra,
con su sombrero y sus guantes.
[Doa Pito Piturra,
siempre tan elegante].
Y el portento majareta,
con su boli y su carpeta,
comienza a dibujar:
una atolondrada
y acaramelada hada
sale de la nada
Unindose pronto al beln,
Melchora, Gaspara y Baltasara.
Dulce memoria
tengo yo ahora,
Gloria,
en buena hora
Y, porque
la poesa no es cuento,
quiero que subas a la noria
Gloria!
de mi memoria.
Qu dulce memoria
que tengo ahora,
Gloria,
en buena hora.

Manos Chinescas
Mano, mano
que me permites ser paloma
y tambin gusano.
Mano
que puede ser liebre,
conejo o gallo.

Amiga del alfabeto.


Araa que sube y baja
Araa en la mano!
Mano, mano
Juego de sombras.
Juego de enanos.

El Mago de la Serpiente | Poemas infantiles


Se oye hablar
de un misterioso hombre,
delgado y con tocado
muy bien arreglado,
que toca sentado
frente a un cesto repleto,
de cientos de mantos espesos.
Dicen que oculta un secreto
muy bien guardado,
tras su flauta travesera de color dorado:
comienza el soniquete, como salido de oriente,
que hace vibrar poco a poco,
y salir del cesto,
a una enorme serpiente.
Yo digo que hace magia
y mam, que afila cuchillos.

Pidola | Poemas para nios


Pdola y digo:
Salto al revs!
Un, dos, tres,
guarda tus codos,
la cabeza
y los pies.
Pdola y digo:
Seguid a este jorobado
y pasaris un buen rato!

Un, dos, tres, cuatro,


guarda tus codos,
tu cabeza
y tus brazos.
Pdola y digo:
Pies juntos!
Y a saltar todo el mundo!

Hasta no poder ms

Poemas infantiles cortos


Felipe y Carola
se queran,
hasta no poder ms.
Corran,
saltaban,
y jugaban a deletrear.
Hacan figuras
de arcilla, de arena
de papel y tijera.
Alternaban pares y nones
tras sus riones.
Escriban poemas de amor,
y lean cuentos de sal
y mucho pimiento.
La mam de Felipe
deca, que los nios
no saben de amar,
pero Felipe y Carola
se queran
hasta no poder ms.

El Ermitao | Poemas infantiles para primaria

Hombre serio y muy callado


o cangrejo colorado,
puede ser el ermitao.
En busca de concha vaca,
cuatro antenas y dos pinzas,
el cangrejo ermitao va.
En busca de paz en vida,
con el mundo a la deriva,
camina el eremita humano,
de espaldas a la ciudad.
Hombre serio y muy callado
o cangrejo colorado,
puede ser el ermitao

EL COHETERO | Poemas infantiles


En da y noches
de fiesta y sueo,
un hombre
sencillo y pequeo
recorra,
de arriba abajo,
las calles y recovecos
de su humilde pueblo,
creando hilos de msica,
pintando nubes al cielo.
Nubes siempre de algodn,
dulce colchn de los sueos
y tejado de las calles
que recorra,
tambin sin fin,
toda la gente del pueblo,
al son de la msica popular
y de la senda del cielo.
Y a su paso, caminaban
creando hilos de msica,
pintando nubes al cielo,

bajo el ilustre y eterno son


del cohetero.

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