Casos Practicos
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Casos Practicos
CURSO 2007-2008
(Grupo ADE-Derecho)
CASO PRACTICO n1
COMPETENCIA JUDICIAL INTERNACIONAL (I)
1.- D. Jos G., de nacionalidad espaola y residencia habitual en
Valencia, es propietario de una casa en Pars (Francia). En enero del ao 2004,
suscribe un contrato de compraventa sobre dicha vivienda con D. Manuel L.,
de nacionalidad espaola, y con domicilio en Barcelona, en el que se
especificaba el precio total a pagar, el modo de pago y el resto de condiciones
habituales. En el contrato se pact expresamente que el 50% del precio se
satisfara en junio del 2004, momento en el que se otorgara la oportuna
Escritura Pblica en Barcelona, y que en el caso de disputa las partes se
sometan expresamente a los Tribunales de la ciudad de Valencia; llegado
dicho momento, el comprador ni satisface el precio ni acude a la notara fijada.
El vendedor desea instar una accin de resolucin del contrato de
compraventa, y de reclamacin de los daos y perjuicios ocasionados por la
que pretender retener las cantidades entregadas.
a) Dnde podra el demandante interponer la demanda?. Razone la
respuesta
2.- D. Manuel Klaus, mayor de edad, de nacionalidad espaola, y con
domicilio en Valencia, decide presentar una demanda reclamando alimentos a
su padre D. Frederick Klaus, de nacionalidad alemana y con domicilio en Berln
ya que durante los ltimos ocho aos no ha contribuido en cantidad alguna a su
manutencin.
a) Ante que Tribunal o Tribunales podra el hijo reclamar los alimentos
a su padre?
3.- D. Pietro, de nacionalidad italiana y con domicilio en Turn (Italia),
inscribe una patente en la Oficina Espaola de Patentes y Marcas, invencin
consistente en una nueva clase de mando a distancia para TVs. Una empresa
con domicilio en Manchester (Reino Unido), desea interponer una accin de
nulidad de la concesin de la patente, ya que es idntica a otra inscrita a su
favor en una fecha anterior.
a) Cul es el rgano jurisdiccional competente para conocer del litigio?
4.- Una empresa sueca, con sede social en Estocolmo ostenta la
concesin para la explotacin de una mina de carbn situada en vila
(Espaa). A su vez, esta anterior sociedad est participada mayoritariamente
por una sociedad canadiense con domicilio en Quebec. Durante la explotacin
del negocio, y en fecha 23 de septiembre de 2003, se produce una fuga de los
depsitos en los que la empresa almacenaba material contaminante,
producindose un vertido a los campos agrcolas ms cercanos, contaminando
los mismos y arruinando la cosecha de dicho ao, e impidiendo la labranza
durante dos aos ms. Los perjudicados se organizan en torno a una
CASO PRACTICO n3
COMPETENCIA JUDICIAL INTERNACIONAL (III)
D. Michael Zork, de nacionalidad alemana y residente en Bonn, y D
Josefa Garca, de nacionalidad espaola y residente en Albacete, contrajeron
matrimonio en el ao 1.994 en esta ltima ciudad, celebrando la misma en el
conocido restaurante albaceteo del Cortijo el Aguila. En el mes de enero de
1.995, y debido a motivos laborales, el matrimonio fij su residencia conyugal
en la ciudad de Bonn, donde en 1.998 naci el nico hijo del matrimonio.
A principios del ao 2006, el 2 de enero, y por una serie de
desavenencias conyugales, D Josefa abandona, con el conocimiento de su
marido, el hogar familiar, junto con su hijo menor de edad, y se traslada al
domicilio de sus padres en Albacete. Tras algn tiempo, el da 22 de octubre de
2.006, D. Michael interpone en el Juzgado de Primera Instancia de Bonn una
demanda de divorcio contra su mujer, demanda que fue admitida a trmite el
da 2 de noviembre y notificada a la demandada el da 13 de febrero de 2.007.
A pesar de recibir la notificacin, D Josefa decide no comparecer en dicho
litigio. El litigio seguido ante el Tribunal alemn se encuentra en estos
momentos en la fase probatoria, previa a dictar sentencia.
Tras recibir la notificacin, D Josefa el da 18 de marzo de 2.007, decide
acudir a un prestigioso despacho de abogados de Valencia, encontrndose que
ese da cuasifestivo, solo puede atenderla un joven, Severino Leguleyo, quien
tras or el relato de los hechos le aconseja inmediatamente que debe interponer
una demanda de separacin contra su marido ante los Juzgados de familia de
Albacete ya que no son competentes los tribunales alemanes.
No estando tranquilo con el consejo que ha regalado a D Josefa, el
incauto letrado decide consultar a un amigo el asunto, plantendole en plena
nit del foc las siguientes dudas.
Cuestiones
1.- Determinar la competencia de los Juzgados de Bonn sealando la
norma jurdica aplicable.
2.- Determinar la competencia de los Juzgados de Albacete sealando la
norma jurdica aplicable.
3.- Si la otra parte compareciera ante los Juzgado de Albacete y alegara
que existe litispendencia internacional, podra prosperar dicha alegacin?Por
qu?
4.- Cmo deber notificarse la demanda al marido residente en Bonn?
Qu normativa resulta aplicable en esa materia?.
CASO PRACTICO n4
EL PROCESO CON ELEMENTOS DE EXTRANJERA (I)
D. Yassif Ahmed, empresario de nacionalidad argelina y de 20 aos de
edad, domiciliado en Madrid, celebra, en la citada ciudad, un contrato de
compraventa en virtud del cual adquiere una serie de equipos informticos,
pactandose como lugar de entrega de la mercancia el puerto de Valencia. El
importe total de la transmisin asciende a 12.000 euros, de los cuales abona
3.000 en el momento de la firma, difirindose el pago del resto en tres plazos a
30, 60 y 90 das a contar desde la efectiva entrega de la mercancia.
Llegado el vencimiento del primer pago aplazado, ste resulta impagado,
por lo que el vendedor, D. Klaus Riijs de nacionalidad holandesa y domiciliado
en Blgica, decide ejercitar acciones judiciales en reclamacin de la cantidad
pendiente.
A tal fin decide acudir a un despacho especializado, encargando los
socios del despacho la direccin letrada de este asunto a Severino Leguleyo;
antes de entrar en el fondo del asunto nuestro amigo debe resolver
adecuadamente las siguientes cuestiones, partiendo del supuesto que la
legislacin argelina estableciera la mayora de edad a los 21 aos.
1.- Podra interponerse dicha demanda ante los Tribunales espaoles?
Qu normativa sera aplicable?.
2.- Cal sera la ley que regira el desarrollo del proceso?
3.- Tendra D. Yassif Ahmed capacidad para ser parte y capacidad
procesal?
4.- Y legitimacin?Qu ley regulara esta cuestin?
5.- Necesitaran los litigantes comparecer por medio de abogado y
procurador?
6.- Tendra el demandado derecho a asistencia jurdica gratuita?
CASO PRACTICO n 5
RECONOCIMIENTO Y EJECUCION DE SENTENCIAS
EXTRANJERAS (I)
Un viernes, aproximadamente a las 2030 horas, y cuando Severino
Leguleyo se encontraba recogiendo sus trastos para iniciar el fin de semana,
uno de los socios del despacho de abogados, entra en su despacho y con la
cara ciertamente desencajada le comenta que hace escasos minutos ha
recibido la sentencia que parcialmente se transcribe a continuacin,
realizndole las siguientes preguntas para que se las piense durante el fin de
semana, ya que el lunes deben mantener una reunin con el cliente, el
ejecutado en dichos autos.
1.- Por qu es competente para conocer de la solicitud de ejecucin de
la sentencia extranjera el Juzgado de Primera Instancia de Majadahonda?
2.- Por qu ha sido competente la Audiencia Provincial de Madrid para
conocer de este Recurso de Apelacin?.
3.- Son correctos los motivos por lo que la Sala entiende como
aplicable el Reglamento 44 y no la LEC ni el Convenio bilateral hispano
aleman?
4.- Sealar los argumentos de la parte ejecutada para oponerse a la
ejecucin.
5.- Cabe recurso contra la decisin de la Audiencia Provincial?Tiene
ese recurso visos de prosperar?.
Teniendo en cuenta que entre las partes en litigio se vino discrepando en instancia, reiterndose en esta
alzada su diferencia, en cuanto a la normativa a tener en cuenta para la ejecucin de resoluciones
judiciales en materia civil y mercantil dictadas por un tribunal de Alemania, no estando conforme la parte
apelante con la normativa tenida en cuenta por la Juzgadora de instancia al dictar la resolucin por la
misma recurrida, lo primero que debemos resolver, y ello al no plantearse ya discusin alguna en cuanto a
la no aplicacin de las previsiones contenidas en el art. 952 de la Ley de Enjuiciamiento Civil de 1881 en
esta alzada, es cual sea la normativa aplicable en la ejecucin de una resolucin judicial dictada por un
Tribunal de Alemania.
El 27 de septiembre de 1968 se firm el Convenio de Bruselas relativo a la competencia judicial y a la
ejecucin de resoluciones judiciales en materia civil y mercantil, extendindose las normas de este
Convenio a los Estados miembros de la Asociacin Europea de Libre Comercio mediante el Convenio de
Lugano de 16 de septiembre de 1988 , y sucesivamente a los nuevos Estados miembros de la Unin
Europea. El Consejo de la Unin Europea, ante la nueva situacin poltica existente, encomend a un
grupo de representantes de Estados Miembros de la Unin Europea y de los Estados de la Asociacin
Europea de Libre Comercio la revisin de estos Convenios de Bruselas y de Lugano, consiguiendo llegar
a un acuerdo para la redaccin de un reglamento sobre la materia a que se referan, naciendo as el
Reglamento 44/2001 del Consejo, de 22 de diciembre de 2000 , relativo a la competencia judicial, el
reconocimiento y la ejecucin de resoluciones judiciales en materia civil y mercantil, cuya aplicacin se
extiende a todos los Estados Miembros de la Unin Europea, con excepcin de Dinamarca que no
particip en la aprobacin de este nuevo Reglamento, por lo que tal Reglamento no vincula a este Estado.
() Conforme a lo expresamente previsto en el art. 68 del Reglamento 44/2001 l mismo sustituye, entre
los Estados Miembros de la Unin Europea, a las disposiciones contenidas en el Convenio de Bruselas de
1968 , salvo en lo que respecta a los territorios de los Estados miembros comprendidos en el mbito de
aplicacin territorial de dicho Convenio excluidos del Reglamento en virtud de las previsiones contenidas
en el art. 299 del Tratado Constitutivo de la Unin Europea , no encontrndose el Reino de Espaa
incluido en tal excepcin, sustituyendo expresamente este Reglamento, conforme a lo previsto en el art.
69 del mismo , y a los efectos que ahora nos interesan, al Convenio entre Espaa y Alemania sobre
reconocimiento y ejecucin de resoluciones judiciales, transacciones judiciales y documentos pblicos con
fuerza ejecutiva en materia civil y mercantil firmado en Bonn el 14 de noviembre de 1983.
TERCERO.- En el Captulo III del Reglamento 44/2001 del Consejo, de 22 de diciembre de 2000, y en
concreto en los arts 32 y siguientes del mismo se recogen las normas y criterios a seguir en cuanto al
reconocimiento y la ejecucin de las resoluciones adoptadas por un Tribunal de un Estado miembro de la
Unin Europea, y as en la Seccin Primera de este Captulo aparece la normativa referida al
reconocimiento de las resoluciones dictadas en un Estado miembro, conteniendo la Seccin Segunda, en
los arts 38 a 52 las normas referidas a la ejecucin de las resoluciones dictadas en un Estado miembro
cuando fueren ejecutorias all, y la posibilidad de ejecucin en este caso en otro Estado miembro.
En el art. 38.1 del Reglamento 44/2001 se dice que "Las resoluciones dictadas en un Estado miembro que
all fueren ejecutorias se ejecutarn en otro Estado miembro cuando, a instancia de cualquier parte
interesada, se hubiere otorgado su ejecucin en este ltimo", sealndose en el art. 41 que "se otorgar
inmediatamente la ejecucin de la resolucin una vez cumplidas las formalidades previstas en el art. 53 ,
sin proceder a ningn examen de acuerdo con los arts 34 y 35 , y sin que en esta fase del procedimiento
pueda la parte contra quien se pide la ejecucin formular observaciones, como se dice en el inciso final
del art. 41 ya citado.
Ahora bien, conforme a lo dispuesto en el art. 43 del Reglamento 44/2001 a que nos venimos refiriendo, la
resolucin que resuelva sobre la solicitud de ejecucin puede ser recurrida por cualquiera de las partes, y
en este caso el tribunal que resuelva de la apelacin "slo podr desestimar o revocar el otorgamiento de
la ejecucin por uno de los motivos previstos en los arts 34 y 35 , refirindose precisamente el art. 34.2 ),
que ahora es el que nos interesa, a las resoluciones de un Tribunal "cuando se dictaren en rebelda del
demandado, si no se hubiere entregado al mismo la cdula de emplazamiento o documento equivalente
de forma regular y con tiempo suficiente para que pudiera defenderse, a menos que no hubiere recurrido
contra dicha resolucin cuando hubiere podido hacerlo".
En el supuesto que nos ocupa, y antes de entrar a examinar el fondo de la cuestin entre las partes en
litigio planteada, lo cierto es que se han cumplido por la parte que inst la ejecucin de la sentencia
dictada por la Audiencia Provincial de Friburgo con los requisitos formales exigidos en los arts 54 y 58 del
Reglamento 44/2001 , acompaando al efecto las certificaciones necesarias emitidas por tal rgano
judicial al efecto, de forma que habindose recurrido la resolucin adoptada por el Juzgador de instancia
accediendo a la ejecucin de una sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Friburgo, lo que hemos
de examinar, teniendo en cuenta los motivos de impugnacin alegados contra la misma y concretada la
normativa aplicable al supuesto que nos ocupa, es si cabe la posibilidad de ejecutar esta resolucin.
CUARTO.- () Del documento que figura al folio 107 bis de las actuaciones consta que esta
comunicacin lleg a conocimiento de Atmos Medimatec S.A. en el mes de marzo de 2003, constando en
todo caso, por lo certificado por la oficial fedataria de la Secretara de la Audiencia Provincial de Friburgo
que la sentencia cuya ejecucin se interes por Atmos Medozintechnick Gmbh & Cokg fue notificada a
esta entidad con fecha 17 de enero de 2003, habiendo sido notificada la misma a Atmos Medimatec S.A.
con fecha 22 de enero de 2003.
Pues bien, lo cierto es que habiendo tenido conocimiento la entidad Atmos Medimatec S.A. de la
sentencia dictada en procedimiento contra ella seguido a instancia de Atmos Medizintechnik Gmbh &
Cokg, y de que haba sido condenada en dicha resolucin al pago de una determinada cantidad, sin
embargo no nos consta que recurriera dicha resolucin o efectuara cuando se le notific cualquier tipo de
impugnacin o manifestacin contra la misma, ni que instara en su caso la nulidad del procedimiento por
posibles vicios o defectos procesales que hubieran podido cometerse en l mismo, etc...
QUINTO.- As resulta que si bien es cierto que conforme a lo previsto en los arts 45 y 34.2) del
Reglamento 41/2001 del Consejo de 22 de diciembre de 2000 , cabe revocar el otorgamiento de ejecucin
de una resolucin judicial dictada en un Estado Miembro de la Unin Europea a los que vincula tal
Reglamento, cuando la sentencia cuya ejecucin se pretende hubiere sido dictada en rebelda, si no
constara entregada la cdula de emplazamiento o documento equivalente de forma regular y con tiempo
suficiente al condenado en rebelda, siendo dudoso que en el supuesto que nos ocupa podamos dar
validez a la notificacin del documento de iniciacin del procedimiento realizada con fecha 7 de noviembre
de 2002, como ya referimos en el fundamento jurdico anterior, sin embargo no podemos olvidar que
conforme al inciso final del art. 34.2 citado no se reconocern estas resoluciones dictadas en rebelda si
no consta la cdula de emplazamiento al demandado rebelde, "a menos que no hubiera recurrido contra
dicha resolucin cuando hubiere podido hacerlo", siendo evidente que en el supuesto que nos ocupa
Atmos Medimatec S.A. pudo haber recurrido contra la sentencia contra ella dictada en rebelda en el
mismo momento en que se le notific la misma, sin que sin embargo nada hiciera al respecto.
FALLO
LA SALA ACUERDA: Que desestimando el recurso de apelacin formulado por Atmos Medimatec S.A.
contra el Auto dictado por la Ilma. Sra. Magistrado Juez del Juzgado de 1 Instancia nmero 3 de los de
Majadahonda, con fecha veintitrs de enero de dos mil cuatro , debemos confirmar y confirmamos la
mencionada resolucin, sin que proceda efectuar pronunciamiento alguno en cuanto a las costas
procesales devengadas ene esta instancia.
As por este nuestro Auto, del que se unir certificacin literal al Rollo de Sala, lo acordamos, mandamos
y firmamos.
CASO PRACTICO n6
RECONOCIMIENTO Y EJECUCION DE SENTENCIAS
EXTRANJERAS (II)
Tribunal Supremo, Sala 1, Auto de 19-4-2005.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- La Procuradora de los Tribunales Sra. Maldonado Flix, en representacin de D.
Ismael, formul demanda de exequtur de la sentencia de fecha 13 de mayo de 1997, dictada
por el Juzgado Cuarto de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Trnsito de la
Circunscripcin Judicial del Estado Carabobo (Valencia), Repblica de Venezuela, por la que se
pronunci el divorcio comn acuerdo entre su representado y D Mara Consuelo.
El matrimonio disuelto haba sido celebrado en la Prefectura del Distrito de Sucre, Estado
Aragua, Repblica de Venezuela, el 16 de diciembre de 1970.
SEGUNDO.- Al tiempo de promover el juicio de divorcio ante la jurisdiccin venezolana, los
cnyuges eran venezolanos y residentes en la Repblica de Venezuela; cuando pidi justicia a
esta Sala, el solicitante era espaol y residente en Espaa.
TERCERO.- Se han aportado, entre otros documentos, copia autenticada y apostillada de la
ejecutoria cuyo reconocimiento se pretende, con expresin de su firmeza.
CUARTO.- El Ministerio Fiscal dijo que no se opona al exequtur.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- No habiendo tratado con la Repblica de Venezuela ni norma internacional en
materia de reconocimiento y ejecucin de sentencias que resulte aplicable, debe estarse al
rgimen general del artculo 954 L.E.C. (de 3 de febrero de 1.881) -que mantiene su vigencia
conforme establece la Disposicin Derogatoria nica, apartado primero, excepcin tercera, de
la LEC 1/2000, de 7 de enero-, al no estar acreditada la reciprocidad negativa (art. 953 de la
citada Ley de 1881), y toda vez que el solicitante promueve la solicitud de homologacin de los
efectos de la sentencia no obstante lo dispuesto en el art. 84.1 del Reglamento del Registro
Civil.
SEGUNDO.- Resulta probada la firmeza de la sentencia, segn la ley del Estado de origen; la
firmeza de la sentencia, cuyo exequtur se pretende, viene exigida, cualquiera que sea el
rgimen de reconocimiento, por el artculo 951 (de la citada Ley de 1881) -que sobre este
extremo, no es nicamente atinente al rgimen convencional, si se lee junto con los preceptos
siguientes- y reiterada doctrina de esta Sala.
TERCERO.- El requisito 1 del art. 954 (de la citada LEC 1881) ha de entenderse cumplido
habida cuenta de la naturaleza personal de la accin de divorcio.
CUARTO.- En cuanto al requisito 2 del mismo artculo 954, est acreditado que el divorcio se
promovi de comn acuerdo por los cnyuges que intervinieron en el proceso.
QUINTO.- Por lo que interesa al requisito 3 del precitado artculo 954, la conformidad con el
orden pblico espaol -en sentido internacional- es plena: el artculo 85 del Cdigo Civil
establece la posibilidad del divorcio cualesquiera que sean la forma y tiempo de celebracin del
matrimonio.
SEXTO.- La autenticidad de la resolucin, segn exige el artculo 954.4, est garantizada por
la apostilla con la que se ha diligenciado y tal y como obra en autos.
SEPTIMO.- No hay razn para considerar que la competencia judicial internacional de los
Tribunales de la Repblica de Venezuela haya nacido de las partes en busca fraudulenta de un
foro de conveniencia (artculos 6.4 Cdigo Civil y 11.2 L.O.P.J.); el artculo 22.2 y 3 L.O.P.J. no
establece foros de competencia exclusiva, lo que s hace el artculo 22.1 de la misma Ley
Orgnica, pero sin que en el presente caso concurran ninguno de los foros determinantes de
ella en favor de los tribunales espaoles; por el contrario, hay conexiones que no pueden
desconocerse, como es la nacionalidad venezolana de la esposa, el domicilio de los cnyuges
en la Repblica de Venezuela al tiempo de promoverse el juicio de divorcio ante la jurisdiccin
venezolana y el lugar de celebracin del matrimonio, razones stas que permiten considerar
fundada la competencia de los Tribunales de origen, y, por ende, excluir el fraude en cuanto a
la ley aplicada al fondo del asunto, cuestin vinculada a la anterior.
OCTAVO.- No consta contradiccin o incompatibilidad material con decisin judicial recada o
proceso pendiente en Espaa.
FALLO
La Sala Acuerda: Otorgamos exequtur a la sentencia dictada por el Juzgado Cuarto de
Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Trnsito de la Circunscripcin Judicial del Estado
Carabobo (Valencia), Repblica de Venezuela, de fecha 13 de mayo de 1997, por la que se
acordaba el divorcio de D. Ismael y D Mara Consuelo, quienes haban contrado matrimonio
en la Prefectura del Distrito de Sucre, Estado Aragua, Repblica de Venezuela, el da 16 de
diciembre de 1970.
CUESTIONES
1.- Exponer las razones por las que result en su momento competente el
Tribunal Supremo para conocer de la solicitud de exequatur. Qu rgano
jurisdiccional sera competente en estos momentos?
2.- Hubiera sido competente un juez espaol para conocer del procedimiento
de divorcio interpuesto en su da en Venezuela?
3.- Cul hubiera sido el Tribunal competente para conocer de la solicitud de
exequtur si la sentencia la hubiera dictado un Tribunal italiano? Sealar la
normativa de aplicacin
4.- Cabe la interposicin de algn recurso contra la presente decisin del
Tribunal Supremo?
CASO PRACTICO n7
RECONOCIMIENTO Y EJECUCION DE LAUDO
ARBITRAL EXTRANJERO
TS Sala 1, A 2-10-2001, rec. 4687/2000
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- La Procuradora de los Tribunales Sra. Ortiz Cornago, en representacin de la Compaa "F.",
formul solicitud de exequatur del laudo de 21 de noviembre de 1.997, dictado por el Tribunal Arbitral
designado por el Consejo de Arbitraje de la Cmara de Comercio Central de Finlandia, por el que se
conden a la mercantil espaola "G., S.A." a abonar a aqulla las cantidades que en la resolucin por
reconocer se detallan.
SEGUNDO.- La parte solicitante de exequatur estaba domiciliada en Finlandia, en tanto que la parte
contra la que se dirige lo estaba en Espaa.
TERCERO.- Se han aportado, entre otros, los documentos siguientes:
a) Original del laudo cuyo reconocimiento se pretende, debidamente apostillado y traducido, y con
certificacin de su firmeza ()
CUARTO.- Citada la parte contra la que se pide el reconocimiento y emplazada en forma, sta, una vez
personada, se opuso al reconocimiento solicitado en base a los motivos que a continuacin se sintetizan:
1) Inexistencia del convenio arbitral (art. IV, 1. b. en relacin al art. II del Convenio multilateral).
2) Vulneracin del orden pblico espaol (art. V.2.b).
3) Incapacidad de las partes segn la ley espaola (art. V.1.a).
4) El laudo arbitral se refiere a una diferencia no prevista en el compromiso entre las partes (art. V.1.c)
FUNDAMENTOS DE DERECHO
() CUARTO.- Tal y como se expone en el Auto de fecha 31 de julio de 2000 (exequatur nm. 332/2000)
, que cita la parte solicitante, y que recoge el criterio interpretativo sentado, entre otros, en los anteriores
de fecha 17 de abril y 29 de febrero y 21 de marzo de 1999, y 29 de febrero y 21 de marzo de 2000, esta
Sala, a la hora de abordar el examen del cumplimiento del presupuesto del reconocimiento establecido en
el repetido art. IV, 1 b) de la norma uniforme , y con el fin de verificar la efectiva aportacin, junto con la
demanda, del original o copia autntica del acuerdo a que se refiere el art. II , ha atendido al sentido
finalista y teolgico del precepto, que busca facilitar al Tribunal requerido la constancia escrita -en alguno
de los modos a los que se refiere el art. II del Convenio de la efectiva voluntad de las partes de incluir en
el contenido de un contrato o, en sentido ms amplio, de un negocio jurdico, una clusula de
compromiso, y, en general, de someter las controversias surgidas en la ejecucin del negocio o en el
desarrollo de la relacin jurdica al juicio y decisin de uno y ms rbitros, integrados o no en una
institucin arbitral; voluntad sta que, a falta de su exteriorizacin y plasmacin en un documento suscrito
por las partes, cabe encontrar en el conjunto de las comunicaciones mantenidas y en las actuaciones
llevadas a cabo entre una y otra parte de la relacin negocial .
QUINTO.- Proyectando el criterio expuesto a las circunstancias que concurren en el caso objeto de
examen, se aprecia que, a falta de acuerdo arbitral firmado por ambas partes, la solicitante ha
aportado las diversas y recprocas comunicaciones -cursadas por telefax, inicialmente- realizadas
entre ellas con motivo de la celebracin de un contrato que tena por objeto el suministro de determinados
componentes y material elctrico () En autos obra copia compulsada del telefax mediante el que se
curs el pedido en el que figura manuscrita la confirmacin requerida.() Pero en este caso ha de
compartirse la conclusin a la que ste llega, vista la documentacin aportada, pues del intercambio de
comunicaciones entre las partes cabe inferir que la relacin contractual quedaba sometida a una
determinada ley material, y que las controversias surgidas haban de ventilarse a travs del arbitraje
institucional referido en las modificaciones introducidas a las Condiciones Generales que constituan la lex
contratus. () Se debe, por tanto, considerar satisfecho el requisito que establece el art. IV, 1-b) del
Convenio en la medida en que se han aportado con la demanda de exequatur documentos de los que
razonadamente cabe inferir la voluntad concord de las partes de someter las controversias surgidas en
la ejecucin del contrato a la decisin arbitral()
OCTAVO.- () Desde el punto de vista del reconocimiento, la cuestin debe analizarse a partir de la
norma de conflicto que incorpora el art. V.1-a) del Convenio de Nueva YorK: la capacidad de las partes en
el acuerdo de arbitraje -y por extensin la representacin- se regir por la ley que les es aplicable segn
la norma de conflicto interna del Estado receptor. Tratndose de la representacin, si es la orgnica
inherente a la persona jurdica, se regir por la lex societatis, conforme a lo dispuesto en el art. 9,11 del
CC. Pero se acaba de decir que no es sta la cuestin que verdaderamente se suscita, pues no se
discute si la persona fsica que intervino en la celebracin del contrato formaba parte o no del rgano de
representacin de la sociedad, ni el contenido o extensin de sus facultades como tal rgano. Se parte de
reconocer que la intervencin de aqul lo fue como dependiente o factor de la empresa, y, por tanto,
ostentando la representacin voluntaria de la sociedad. En sus relaciones externas, esta representacin
se regir por la ley del pas donde se ejerciten las facultades conferidas -no donde surtan efecto-, de
acuerdo con lo dispuesto en el art. 10,11 del CC, ley que en este caso es la espaola. Con arreglo a ella,
pues, debera examinarse si el factor puede obligar al principal, bajo qu condiciones, y si el
representante queda tambin obligado frente al tercero, as como todas las cuestiones relativas al poder
de representacin -su existencia, alcance, duracin, renovacin...-, si ha habido abuso o extralimitacin
del poder, sus efectos, y si cabe hablar de representacin sin poder y la confirmacin por parte del
principal de los actos del representante.
En apariencia, la excepcin opuesta por la parte frente a la que se pretende el exequatur parece dirigida
en ese sentido: el factor no poda, conforme a la legislacin espaola, obligar al principal a someterse a
un arbitraje sin contar con un poder especial, pues no quedaba dentro del giro o trfico de la empresa.
Pero con independencia de que tal cosa sea o no como se afirma, la cuestin debe reconducirse a sus
justos trminos, pues no se trata en puridad de la representacin de la sociedad, de su alcance, y, en
general, de las relaciones externas que deben regirse por la ley del pas en donde se ejerciten las
facultades de representacin, sino de cuestin diversa, atinente a la capacidad contractual, cuando de lo
que se trata, como aqu ocurre, es de dilucidar si el contrato en cuestin -de arbitraje- puede o debe
celebrarse vlidamente a travs de representante, y si es necesario para ello un poder especial o basta el
general. En este caso, segn la ms autorizada doctrina, la ley rectora ha de ser la del contrato, o
tratndose del control de los requisitos del reconocimiento, la que seala el art. V.1-a) del Convenio de
Nueva York, en la medida en que se cuestiona la eficacia de un contrato celebrado por quien conforme a
esa ley carece de capacidad contractual o poder de representacin bastante. Siendo as, el motivo de
oposicin esgrimido ha de decaer ().
FALLO
Otorgamos el exequatur al laudo arbitral de 21 de noviembre de 1.997, dictado por el Tribunal Arbitral
designado por el Consejo de Arbitraje de la Cmara de Comercio Central de Finlandia, con Sede en
Suecia, en el procedimiento arbitral promovido por la Compaa "F.-" contra la sociedad "G., S.A.".
CASO PRACTICO n8
PROBLEMAS DE APLICACIN
DE LA NORMA DE CONFLICTO
Severino Leguleyo era el nico letrado disponible esa semana en el
despacho ya que sus superiores haban quedado atrapados en Baqueira por
una nevada inesperada. Esta idlica situacin se rompi cuando una de las
secretarias le anunci para su desconsuelo que D Betty Flu, una acaudalada
viuda y valiosa cliente del despacho, requera su presencia en la sala de juntas
para comentarle algunas circunstancias personales que quera resolver a la
mayor brevedad.
D Betty Flu tena nacionalidad britnica, aunque desde hace muchos
aos haba fijado su residencia en una preciosa villa en la localidad de Tossa
de Mar (Girona). Su importante patrimonio se compona de mltiples inmuebles
sitos todos ellos en la citada provincia, el importe de varias cuentas corrientes
depositado en entidades de crdito de diversos parasos fiscales, y una
inestimable coleccin de joyas que guardaba en su propio domicilio.
Haca muchos aos que su marido haba fallecido, y tena dos hijos,
ambos de nacionalidad espaola y residentes en Valencia, pero por
innumerables problemas personales no tena trato alguno con ninguno, siendo
las relaciones familiares inexistentes. Recientemente se le haba diagnosticado
una grave enfermedad por la que deba ser operada, y ante este repentino
acontecimiento, necesitaba obtener respuesta a algunas dudas.
Como la mujer era licenciada en derecho por la Universidad de Oxford,
ya conoca que la Civil Law britnica dispona de un sistema de plena libertad
de testar pero entre sus normas de derecho internacional privado exista una
que sealaba que la ley aplicable a la sucesin por causa de muerte de los
ciudadanos britnicos era, en lo referente a su patrimonio inmobiliario, la ley del
lugar de situacin de los bienes inmuebles.
D Betty no quera bajo ninguna circunstancia que ninguno de sus
bienes pudieran caer en manos de sus hijos.
En conclusin, el asunto se limitaba a contestarle adecuadamente las
siguientes cuestiones.
CASO PRACTICO n9
MATRIMONIO CON ELEMENTOS DE EXTRANJERA (I)
Toda vez que las ltimas actuaciones profesionales de Severino
Leguleyo no han resultado muy del agrado de los socios del despacho de
abogados, y antes de tomar una drstica y previsible- decisin sobre su futuro
profesional, sus superiores deciden otorgarle una ltima oportunidad, dejando
imprudentemente, o no, en sus manos el caso que se resume a continuacin.
Un famoso y valctico jugador de voley-playa brasileo, Romualdo,
contrajo matrimonio con una conocida cantante de su misma nacionalidad, en
la ciudad Ro de Janeiro en el ao 2.000. El matrimonio se celebr segn lo
establecido en la legislacin civil de dicho pas. Tras dicha celebracin, y por
motivos laborales, fijaron su residencia conyugal en Madrid. Tras cinco aos de
matrimonio, en enero del ao 2.005, y debido a mltiples desavenencias
conyugales, decidieron abandonar la convivencia comn, separndose de
hecho, permaneciendo l en su domicilio madrileo, enclavado en una
urbanizacin de lujo, mientras que ella se estableci en Niza (Francia).
A mediados del ao 2.006, Romualdo inicia una relacin sentimental con
una reputadsima actriz teatral, Rosa Teln, de nacionalidad espaola, pero con
residencia habitual en Londres.
Ante esta complicada situacin personal, solicita un estudio de la misma,
especialmente centrado en averiguar las siguientes cuestiones:
1.- Fue correcta la forma por la que se celebr el matrimonio al amparo
de lo establecido en la legislacin espaola?
2.- Puede presentar en Espaa la demanda de separacin o divorcio?
3.- Qu ordenamiento jurdico resulta aplicable al anterior litigio?
4.- Qu norma es aplicable en el supuesto de que decida otorgar
capitulaciones matrimoniales en su previsible nuevo matrimonio?
5.- Podr contraer matrimonio en Espaa con su futura esposa por el
rito budista?
CASO PRACTICO n 12
RGIMEN JURDICO DE LAS OBLIGACIONES
CONTRACTUALES
D. Sebastin Gurb, con nacionalidad rusa y residencia habitual en
Munich (Alemania), concluye un contrato de compraventa en Valencia con D.
Horacio Alegre, de nacionalidad espaola y con residencia en Valencia, por el
cual el primero vende al segundo dos toneladas de aceitunas negras de
Aragn, ya envasadas en unos paquetes plsticos de forma laberntica pero
muy del gusto del consumidor, por un importe global de diez mil euros.
En el referido contrato se determina que el 60% del importe del precio se
paga en dicho acto y el resto, esto es, el 40% restante, se satisfar en el
momento de la entrega de la mercanca, establecindose como lugar y fecha
de entrega de las aceitunas, el decadente local de negocio que el Sr. Alegre
tiene en Valencia el da 5 de enero de 2007 a las 600h. En el rudimentario
documento suscrito por las partes, debido, entre otras cuestiones que no
vienen al caso, a su agudo desconocimiento del derecho, no se determina el
derecho aplicable ni se estipula sumisin expresa alguna para caso de litigio.
Llegado el plazo y la hora fijada para la entrega, D. Horacio se queda
esperando la mercanca durante horas, es ms, durante das, sin tener noticia
alguna del Sr. Gurb. Adems, todas las gestiones telefnicas y telegrficas para
averiguar que ha sucedido son infructuosas, ya que no consigue hablar
personalmente con el vendedor, atendindole siempre con exquisita educacin
la misma secretaria, quien siempre dice no saber nada ni de su jefe ni de la
mercanca.
Dndose cuenta de que nunca va a recuperar su dinero ni mucho menos
las aceitunas, vitales a la hora de preparar adecuadamente sus mundialmente
famosos aperitivos, decide contactar con algn prestigioso despacho de
abogados. Tras solicitar algunas recomendaciones a los habituales clientes de
su taberna, decide acudir al despacho profesional de Severino Leguleyo, quin
para entonces ya haba sido invitado a instalarse por su cuenta debido a la
imaginativa que no deficiente- resolucin de los casos anteriores,
plantendole a bocajarro, y sin ninguna presentacin previa, las preguntas que
le impiden conciliar el sueo.
1.- Cul sera el Tribunal competente para conocer del litigio?
2.- Cul es la ley aplicable al contrato suscrito entre las partes?
3.-Quin est obligado a acreditar el derecho extranjero y por qu
medios puede hacerlo?
4.- Se puede plantear la demanda ante un Tribunal extranjero? Podra
reconocerse y ejecutarse en Espaa esa sentencia extranjera?Cmo?
CASO PRACTICO n 13
RGIMEN JURDICO DE LAS OBLIGACIONES
EXTRACONTRACTUALES
Tras el largo y penoso invierno que por culpa del derecho en general, y
del internacional privado en particular, le ha tocado vivir, aprovechando el
puente del uno de mayo, Severino Leguleyo decide relajarse en Casablanca
(Marruecos).
Alojado en un lujoso hotel, alquila un vehculo todoterreno, matriculado
en Marruecos, para adentrarse en el desierto y recorrer libremente ese
impresionante entorno natural. Nada ms iniciada la excursin, y debido a su
negligente y temeraria conduccin, colisiona con el automvil marca Mercedes,
matriculado igualmente en Marruecos, propiedad y conducido por D. Ahmed
Mustaf, de nacionalidad espaola y vecino de Melilla. Por fortuna en el
accidente no se produjeron daos personales, pero s cuantiosos daos
materiales en el Mercedes.
Severino Leguleyo prometi verbalmente a D. Ahmed Mustaf que l
personalmente se hara cargo de la factura de la reparacin de su vehculo, a
fin de evitar la participacin de las aseguradoras en la tramitacin del siniestro,
ya que su historial como conductor era inmejorable y no quera perder las
bonificaciones que le aplicaban.
Habiendo reparado su vehculo en junio, D. Ahmed Mustaf remiti
mltiples requerimientos a Severino, quin no tuvo a bien contestar ninguno de
ellos y mucho menos abonarle la factura de la reparacin; cansado de esperar,
D. Ahmed decide iniciar las acciones legales pertinentes, debiendo resolver con
antelacin las siguientes cuestiones:
1.- Puede demandar a D. Severino Leguleyo en Espaa?Cul es la
normativa de aplicacin?.
2.- Resulta aplicable en este caso el Convenio de La Haya de 1971
sobre ley aplicable en materia de accidentes de circulacin?.
3.- Qu ordenamiento jurdico debe regular el fondo del asunto?.
4.- Si dicho ordenamiento fuere extranjero; debera ser objeto de
prueba?Por qu?
5.- Qu medios probatorios seran adecuados a tal fin?.
CASO PRACTICO n 14
DESVENTURAS
Como han podido ustedes comprobar, Severino Leguleyo no haba tenido un
buen ao, ms bien todo lo contrario; para olvidar todas sus penas y tensiones,
y mientras compraba dos litros de zumo de pia en el supermercado, decidi
participar en un sorteo que se estaba celebrando en dicho establecimiento
obteniendo como sorprendente resultado un premio extraordinario: un viaje de
quince das por Finlandia con todos los gastos pagados. A la semana siguiente
parti de Valencia destino Helsinki por va martima en un buque de carga, lo
que le llevo a sospechar ligeramente de la calidad del premio recibido, llegando
a dicha ciudad das despus. Severino no tard en darse cuenta de la belleza
del paraje y de la simpata de las mujeres escandinavas, entablando una
relacin con la cocinera del hotelucho donde se alojaba. A pesar del ms que
limitado espaol de Erica nombre de la mencionada cocinera- uno y otro se
hicieron inseparables. El flechazo fue tan grande, que Severino opt por
renunciar a proseguir su viaje dedicando todo su tiempo a su nuevo amor. Todo
lo bueno, sin embargo, -incluso los casos prcticos de Derecho internacional
privado-, llega a su fin. Ante su inminente vuelta, y presos ambos de una locura
apasionada, decidieron contraer matrimonio civil en el Ayuntamiento de
Helsinki. Su llegada a Espaa, ms en concreto a Valencia, lugar donde fijaron
su domicilio conyugal, sin embargo, les supuso el primer sinsabor. Habiendo
adquirido Severino en Helsinki cien novedosas cabinas de sauna (totalmente
desmontables) que le tenan que haber sido remitida a Espaa desde aqul
pas, comprob que los das pasaban sin llegar las cabinas previstas,
habindose gastado en dicha inversin un importante capital pues crea que su
comercializacin en Espaa era un pelotazo seguro. El contrato se suscribi en
Helsinki dos das antes de su salida, siendo la parte vendedora un to carnal de
su mujer conocido por sus amigos fineses como Otto Eljetta. Esta difcil
situacin econmica provoc las primeras dificultades en la convivencia marital,
que finaliz con el amor existente tan solo cuarenta das despus de la boda,
regresando Erika a Helsinki, y quedndose Severino compuesto, sin cabinas de
sauna y sin su queridsima Erica. Reconociendo su completa ignorancia
jurdica, y ante un nuevo caso de derecho internacional privado disciplina que
pareca perseguirle sin remedio-, Severino Leguleyo se acerca a su despacho
profesional. Ayudele en lo posible.
1) Seran competentes los tribunales espaoles para conocer del
incumplimiento del contrato de compraventa de las cabinas de sauna?
2) Cabra que las partes se sometieran en dicho litigio a los tribunales de
Espaa?
3) Qu ley aplicaran los tribunales espaoles caso de ser competentes para
conocer del litigio?
4) Si decidieran divorciarse: Seran competentes los tribunales espaoles?
5) Cul sera el derecho aplicable a dicho divorcio?
CASO PRACTICO n 15
Y OTRA MS
Llegado el verano del 2006 y el Mundial de Ftbol, de un lado para
celebrar sus xitos profesionales, y de otro para acrecentar su importante
fortuna personal, Severino Leguleyo viaj a Berln para promocionar su propia
marca de ropa deportiva, SPORTLEX, siendo Espaa el lugar de fabricacin de
dichos productos. Dicha marca estaba registrada en la Oficina Espaola de
Patentes y Marcas siendo su titular Severino Leguleyo como persona fsica. La
promocin iba francamente bien ya que a esos efectos haba contratado a la
estrella de la seleccin nacional de futbol de Corea, Shin Gol, un joven de
veinte aos con gran presencia y prestancia en los medios de comunicacin, y
casado con una hermosa modelo espaola. Ambos residan en Zaragoza ya
que el deportista formaba parte del equipo de lite de la ciudad del Ebro.
Fulminantemente, antes de que comenzaran los partidos de octavos de
final, Severino suscribi en Berln su primer gran contrato de compraventa,
contrato por el que venda diez mil sudaderas a una empresa denominada
MILLARDOS, mercantil con domicilio social en Miln (Italia), por un precio de
90.000 euros; el pago del precio se realiz al contado en el momento de la
suscripcin del referido contrato de compraventa que tuvo lugar en el estadio
olmpico de Berln, pactando las partes que el lugar de entrega sera cuarenta y
ocho horas despus en el Puerto de Valencia. Nada se pact en materia de ley
aplicable al contrato ni en sobre sumisin a unos determinados Tribunales.
Si bien hasta dicho momento le acompaaba la buena suerte, todo
cambi tras los partidos de octavos de final; una empresa alemana haba
presentado ante los Tribunales espaoles una demanda solicitando la nulidad
de la marca SPORTLEX, la empresa italiana le comunic la presentacin
inmediata de una demanda ya que no haba recibido las sudaderas pactadas, y
su amigo Shin Gol haba decidido separarse debido a la crisis personal sufrida
tras fallar doce ocasiones manifiestas de gol en su ltimo partido, para lo que
imploraba la ayuda de Severino; en fin, a pesar del Mundial, todo segua igual.
Responder con
siguientes preguntas:
su
correspondiente
fundamentacin
jurdica
las
CASO PRACTICO n 16
EL EXITO
Aunque parezca mentira, y despus de un ao extremadamente duro
aprendiendo a navegar en las procelosas aguas del derecho internacional
privado, nuestro amigo, Severino Leguleyo, alcanz el xito profesional y la
felicidad personal. Lo primero lo obtuvo mediante la resolucin del complejo
asunto que se narra a continuacin, y cuya favorable solucin le supuso la
inmediata readmisin en el despacho de abogados que haba prescindido de
sus servicios.
Este fue su caso:
En el ao 2.003, D. Arturo Rodando, joven y prometedor empresario espaol
residente en Logroo, propietario de la empresa espaola VEHICULOS
ESPAOLES S.A., e igualmente con domicilio en Logroo, entr en tratos
comerciales con la compaa ASIAN CARS & TRUCKS, INC., empresa de
nacionalidad australiana y con sede social en Sidney. Estando muy interesado
en el xito de las negociaciones, se traslad a Australia para una primera toma
de contacto entre los responsables de ambas empresas; cuando lleg a la
reunin el Sr. Rodando inmediata y perdidamente se enamor de D Violeta
Rumrum, hermosa ejecutiva de nacionalidad ucraniana, pero con residencia
habitual en Pars.
Como el amor todo lo puede, ambas empresas concluyeron en dicha hermosa
ciudad asitica, y a la mayor brevedad, un contrato en virtud del cual la
empresa espaola suministrara a la australiana una partida de vehculos,
pactndose que el lugar de entrega de la mercanca sera la ciudad de Sidney;
En cuanto a la forma de pago, ambas partes acuerdan que ASIAN CARS &
TRUCKS. INC. debera abonar el total del precio tras la correcta recepcin de
la mercanca. En dicho documento contractual ni se escogi un derecho como
aplicable ni las partes se sometieron a ningunos Tribunales en concreto. Puesto
que la primera operacin dio buenos frutos, las entidades en cuestin
prosiguieron su relacin comercial durante todo el ao 2003 y parte del 2004.
A su vez, a principios de 2004, D. Arturo y D Violeta celebraron su amor
contrayendo matrimonio civil en la Embajada de Espaa en Sidney,
estableciendo su residencia conyugal en Pars, en una hermosa villa a las
orillas del Sena. De dicha unin, el dia 14 de septiembre de 2004, naci un
pequeo retoo, Leoncio Rodando Rumrum, que por curiosidades de los
ordenamientos jurdicos de sus progenitores gozaba de una doble nacionalidad
hispano ucraniana no reconocida en el ordenamiento jurdico espaol.
CASO PRACTICO n 17
EPILOGO: UN FINAL FELIZ
Alcanzado el xito profesional mediante la resolucin del complejo asunto
anterior, en este caso Severino Leguleyo obtuvo como recompensa su
completa felicidad sentimental ya que, como se narra a continuacin, conoci a
la mujer que se convertira en su amor eterno.
As fueron los hechos:
D Roberta Dutyfree, de nacionalidad norteamericana, hermosa aristcrata de
la alta sociedad de Los Angeles (USA), con cuantiosa fortuna y avanzada edad,
contrajo, en el mes de diciembre del ao 1.995, matrimonio en segundas
nupcias con D. Alvaro Avaro, rompecorazones y cazafortunas profesional de
nacionalidad espaola y con residencia en Vigo. Dicho matrimonio se contrajo
bajo la forma celta -siguiendo los ritos antiguos de dicho pueblo ancestral- en
las hermosas playas gallegas, ya que el Sr. varo era un fervoroso creyente de
la superioridad cultural e intelectual de dicha pseudoreligin. La fortuna de la
Sra. Dutyfree provena del fallecimiento de su primer marido, D. John Palmer,
con quien haba contrado matrimonio en 1.970, y del que haban nacido sus
dos nicos hijos, Laura Palmer y Jacinto Palmer, ambos ya mayores de edad,
de nacionalidad norteamericana y con residencia habitual en la localidad de
TwinPeaks (Canada).
Los ltimos acontecimientos en la vida de su madre les preocupaban;
recientemente se haban enterado de que sta haba modificado su primer
testamento, otorgado en Los Angeles en 1.980 en el que los haba nombrado
nicos herederos, por otro nuevo, otorgado en Vigo en el ao 2.000 en el que
haciendo uso de la libertad de testar que le reconoca su ley personal (la
norteamericana), haba nombrado nico y universal heredero al Sr. Avaro. Para
colmo de disparates, en el ao 2.003 su madre les haba comentado que haba
renunciado a su nacionalidad norteamericana para adquirir la espaola y que
gran parte de su fortuna la haba invertido en la adquisicin de una finca rstica
de enormes proporciones sita en la Toscana (Italia), siendo el vendedor D.
Amico Molto Avaro, primo hermano de D. Alvaro.
A finales del mes de octubre 2006, y en extraas circunstancias, D Roberta
Dutyfree fallece mientras dorma en su villa gallega. Laura Palmer, su hija,
comienza a sospechar que algo oscuro ha sucedido cuando se entera de que
D. Amico Molto Alvaro quiere presentar una accin declarativa de dominio para
que se declare que la finca rstica italiana sigue siendo de su propiedad, todo
ello en comn acuerdo con D. Alvaro, quin por su lado est intentando
aduearse de los cuantiosos fondos que la fallecida posea en varios bancos
americanos.