Historia de La Educación
Historia de La Educación
Historia de La Educación
MANlJI ~ I
~ORFNO
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ECA DE
106410
N EDUCATIVA
lil.SUO I LC .~
I .I ISTORIA
DE LA
l ~ J)LJCiACION
SERIE VII
HISTORIA DE LA EDUCACION
Volmenes publicados:
MORENO, J. M; POBLADOR, A.
y DEL RIO, D. -" Historia de la Educacin"
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y Mod erna
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PROLOGO
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En la formacin pedaggica del Profesorado, la Historia de la Educacin ocupa necesa'riamente un lugar fundamental y destacado. Merced a sus enseanzas -historia magistra vitae- pueden apreciarse en su justo y exacto valor la aparicin y desarrollo de las
octrinas y mtodos, la gnesis y esplendor de las instituciones educativas y sus proyecciones
culturales en un momento determinado de la evolucin de la sociedad.
Todos los planes de formacin docente, segn expresan los elocuentes trabajos de Educacin comparada realizados por la Convencin Cultural del Consejo de Europa, incluyen en sus cuadros de estudio reflexiones sobre la Historia pedaggica nacional y la inserciJ1
. de estos esquemas en el plano ms comprensivo y ,qeneralizante de una Historza Universal
de la Educacin.
Porque siendo como esvaJ?ucaczn hn.y mtodo delyerfeccionamiento humano] no
cabe una recta captacin de este proceso si no se enriquecen las visiones fzlosfzcas, psicolgicas, didcticas y sociales de la educacin con la estimable ayuda de su estudio histrico, en_
el cual y por el cual los hechos educativos demandan y adquieren su autntico y definitivo
perfzl.
arece en un momento crucial de la educacin espaola y universal. La sociedad y sus dirigentes, entendiendo que la educacin es un bien rentable y que el camino del
"desarrollo in te ral del hombre se inicia en la escuela, exigen, cada da con mayor znszstencza,
a capacitacin cientfica y pedagogzca e os pro esores y el rendimiento al mximo de los
centros de enseanza.
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Como una respuesta positiva a estas demandas de una educacin de calidad, las presentes pginas quieren servir de instrumento efzcaz para la formacin de los Profesores de
Educacin General Bsica, Enseanzas Secundarias y estudiantes universitarios de Ciencias
de la Educacin. Pensando que se trata no slo de un texto para el aprendizaje de la 1Iistoria
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Los Autores
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PROBLEMAS QUE IMPLICA
EL TERMINO
"HISTORIA DE LA EDUCACION"
una Iorma del espritu mediante la cual un pueblo desde su estructura presente se rendira
a s mismo cuenlas de su pasado. Y Teodoro Haeckert cree que existen dos tip(}S de
Historia, una cristiana y otra pagana, segn el enfoque del pasado en la estructura
del presente. De otro lado, todo grupo humano, todo pueblo, tiene la obligacin
moral y estricta de reconstruir su pasado, de hacerse ' su hi storia, mxime si estepasado tiene un claro valor paradigmtico.
1).
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DE LA
EDUCACION "
IJJJ.JIJII<'lll<' ddJ<'IIIos aclarar que la Historia no slo est al servicio del prct's el punto final de la historia sino un eslabn entre el pasado
y' 1 IJJitJIIJ Mtrt ni ,1 la libertad el hombre vive su presente, reconstruyendo su pa\,ldll) ""')'t't 1.111do su uturo. Esta triple sucesin la concebimos como una peregri""< lllll I<'IIIJIOI.tl de la humanidad in viam ad Deum.
S< ~ III< .' . 1!1 pl< '\<'lllt' 110
11 di< l1o : "estamos transidos de Historia", tiene un hondo signifi cado. El pre'<'Jtlt' 110 l'~ una realidad independiente y autrquica, creadora de su propia exis1t'llt io1 y sentido. El presente es una consecuencia del pasado. Somos hijos del pa,.do, y como taJes, una clara derivacin dependiente del pretrito. El siglo XIX
l1.tn brotar dos caminos fundamentales y distintos, expositores de la dependencia
dd presente con respecto al pretrito.
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Esta teora proclama que determinadas posiciones pedaggicas, tma vez nacida s, estn preparando sus contrapartidas . La dialctica histrica est fundada en la
lg ica de Hegel: tesis, anttesis, sntes is. Scrates es la anttesis de los sostas. Los
pedagogos del Renacimiento oponen sus criterios a los supuestos medievales.
Rou sseau, Kant, Goethe, son en s mismos anttesis de sistemas pedaggicos ante' iores.
La dialct ica se resuelve en ltima instancia en una crtica. Tanto el evoluciorl isrno biolgico como la dialctica histrica, no son, en modo alguno, dos soluciolll' S de valor absoluto, pues estn hoy ms que sufic ientemente superadas.
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J:studiemos ahora lo que sea un pasado verdaderamente histrico. Ha que<l.ldo bien sentado de qu manera el pasado pervive en el presente. Esto es un het l1o i1nponante; pero ahora se hace necesario indicar en qu tipo de existencia per' '' t' l'l pa sado en el presente. Distingamos, ante todo, que en el pretrito hay unos
l11 , l111s y u na s doctrinas. Estos hechos gravitan sobre nosotros, sobre nuestra realitl.td 111 t'St 'llll', con un tipo de existencia a la que Zubiri ha llamado existencia
IJi.ltll 11 o1 1 il l.cy Moyano de 1857 vive hoy en los estatutos de la enseanza Media
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PROBLEMAS QUE IMPLI CA EL TERMINO "HISTORIA DE LA FDLKA<
hondo significado. El preeadora de su propia exisSado. Somos hijos del pael pretrito. El siglo XIX
>sitores de la dependencia
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tambin en nuestro presente. La Hi storia se nutre del pasado, pero no todo pci~.lll,,
es histrico; por eso la Historia se entiende no como la reproduccin de t,Hios lm
hechos pasados, sino s lo de aquellos que tienen honores de Historia.
A) Para que un hecho sea histrico ha de ser eminentemente fecundo.-Los pi ctl-1 i
tos que tienen consecuencias y que son fecundos, podemos llamarlos sin lu ga1 "
dudas pretritos histricos. Los historiadores eminentes prefieren estudiar aquel
pasado que por su total conclusin est ms lejano de nosotros. Hoy es fcil vc1 y
comprender la Pedagoga griega porque podemos observar claramente sus prece
dentes y consecuencias. El ejemplo es igualmente vlido para las Universidades
Medievales o para las Etimologas de San Isidoro, sobre cuyos hechos podemos ob tener un esquema histrico completo y objetivo. De la misma forma, y con la ri queza de datos que permite la pe"rspectiva histrica, sabemos cmo la Didctica
Magna de Comenio no logr grandes adeptos hasta finales del XVIII y falsearamos
la historia si denunciamos su influjo inmediato.
B) Todo hecho histrico lo es con mayor mrito si se pueden apuntar sus precedentes
y consecuencias.-Cualquier acontec imiento histrico es como un remansarse los
?nte histrico. Ha queJresente. Esto es un he; tipo de existencia pern el pretrito hay unos
os, sobre nuestra realiha llamado existencia
de la enseiianza Media
CA RLC; JI! influyen
Hasta ahora hemos entendido el presente con un carcter marcadamente pasivo, sujeto a las influencias que el pa sado hace gravitar sobre su actual situacin.
Mas es posible venir ahora a la consideracin del pasado desde la perspectiva del
presente, para que el presente sea el ele mento activo en el enjuiciamiento del
pretrito. Bien es cierto como hemos dicho ms adelante que el pasado es una rc,l
lidad inmodificable, pero es objeto del conocimiento y el objeto de todo conoc
miento -dice Ortega y Gasset- s lo es comprendido sub luce presents. Decimos qu c
enjuic iamos el pa sa do desde u na estruc tura presente. El hecho histrico no t "IH
duda que est determinado por el pasado, pero tambin por la libertad htllll cl ll .l tlt-1
presente. El hecho histri co se co nstituye desde un presente, por eso e~ l!llcillll!'lll l'
imprevi sible, no se puede nun ca vaticinar si un hecho lograr, llcclll /.11 t ci ll'l:nlt oi
histrica. Cuando decimos que el presente es como una expli c,Kit'>ll tlt-1 P""J,, d11
damos de la ,o riginalidad del presente. Pero cuando hablanH> ~ d llllpl!'\ l\1!111 dl'l
hecho hi strico, afirmamos que su historicidad dependc1 it dt lc~ vi ... iult qtH: le 0101 -
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Cuando este sujeto que hace la Historia, en sus creaciones o proyecc iones, en
lu gar de permanecer en una mediana vulgar en que frecuentemente est sumido,
presenta una superacin de s mismo, se escapa de este modo de proceder vulgar y
se ancla en lo bello, entonces alcanza la bell eza y encontrJmos este ser particularmente histrico. As definimos la Historia del Arte como el intento de recoger todos estos esfue rzos de lo singulJr hacia la belleza. Cuando penetramos en lo m s
huni.ano del Hombre entonces vemos que sus actos intentan ser una espec ie de
persecucin del b ien . Debido a esta concepcin no hJy autores que reparen en adm itir en Jos campos de la Historia las creaciones espi ritu ales de los santos, el ge ni o
de los pensadores y otras manifestaciones de la Cultura.
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Belloc ha analizado esta universalidad del hecho hi strico, y cree que sus supuestos son dos: int empo ral idad en cuanto que ancla en lo universal, y unidad por
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A l repasar las distintas producciones bibliogrficas existentes en torno al aspeno histrico de la educac in, observamos una bipolar forma de titular las obras
en torno a estas cues ti ones. Unos autores prefiCJen el trmino "Historia de la Pedagoga", en tanto que otros se muestran ponidarios de usar el de "Histo ri a de lo
Educac in" .
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De fnn.J que esta doble distincin nos !le\' a U(' la mano a una nueva consecuencia. He Jqu los distintos aspectos ped.Jggicos que pueden ser sometidos J la
in\'Cstigaci<in hist<iric.J:
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No obstante. para ofrecer un juicio p10p io en esta cuestin, e~ ms C0/1\'ellil'lltl', diremos, usa r la denominac in "Historia de la Educacin", ya que por ser
111,)<, .1111plia , ofrece un contenido m,is extenso y pormenorizado que el de lli storia
de l.1 l'eda goga, el cuJ I ,, su ,cz, puede comprenderse in cluso demro de una H isto ' id de 1,1 hltJCaci<in.
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PROBLEMAS QU I: IMPLI( A
1:1 II HMINO
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La labor de- los hi storiadores de la edu cac ic'> n no podra prescindir de esta faceta fund ame lll al: los si stemas pedaggicos. i.<ls ideas rectoras en torno a los probl emas de enseiianza, com ponen la esencia mi<;~n ,l de tocio sistema educa ti,o. Hay
en ell as un a referencia especfica a las grandes cucs1 iones educativas: fi nes, medios
y sujeto de la ed ucac in.
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IJICiltOs presentes.
>gtn <ti ca ante la
Todo sistema pedaggico adopta una post ul cl en torno a estas cuestio nes,
ofrece una so lu cin de la s mismas y apunta co n ra sgos p1opios las directrices a segu ir en el terreno de la prctica. La Ped agog a Espa1iol,1, <1 lo largo de su hi storia,
no se olvida nunca de indicar una solucin por lo que 1espcCLa a los fine s de la
educac in: Vives, Manjn y Feijo ofrecen sistemas educativos en los que el fu ndam ento esencial descansa sobre la vis in teleol gica de la cnsc ti anza.
Otros sistemas, empero, prefieren el estudio y dedi cac in a las cuest ion es metodolgicas. Tal es el caso de las id eas nacida s al a mparo de la Esc uela Nue,a. Cu\a
preocupacin ms urgent e fue sin duda alguna encontrar las tc ni cas de enserianza
ms adec uadas a los int ereses y neces id ades legtimas del educa ndo.
Por el carcter qu e enc ierra n las nociones objeto d e " Hi stori a d e los Si stemas
Pedagg icos", sta aparece ntimamente vinculada a la "Hi storia de la Filosof a".
El indi vidu ali smo, el id ea li smo, el positivismo, el ex istenc ia li smo, al par que sistemas ill os fi cos, poseen un espec ial y peculiar modo de enfoca r el problema educativo.
Lidn er dijo que la "H istor ia es la obra viva ele los hombres muertos". Pese c1 !.1'
acotac iones que esta defin ici n encierra en el CJSO de la Historia de la fdu L,h it\11
no puede negarsL' la imponancia que tien e l'l )ictor h111nano como clcm,lll<l ' 1< '..
dor. La biografa de los pedagogos interesa ser conocida. Ell o muest1 ,1 <'1 .tll dit' ll l
de un momento histrico que presen ci() la publil'JCin de un ll'\t'> lll.t:t .ll ,ll 111
rea li zacin de un hecho educJt ivo con dimensiones uni\'CIS,11<s .
No me11os inters rev iste la obra de l JK'dagogo. De st L'\olllit 'll 11 ,1, < 1111.1 111< '1"'
interpretaci<'lll de Jos sistema~ pcdag<gicos, los cu ,liL'\ 1<>111.111 <1111111 J'llll !" d ~ tk
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la actituc: docente de los pueblos y los siglos. La Escolstica, el Ratio Studiorum, los
Je ronimianos. Port-Royal, los herbartianos, la Escuela Nueva, la Escuela Moderna,
ha n adoptado unos textos de enseanza graduados para cada sector de la docencia.
Por ello, indicamos, que una investigacin de este tema vendra a esclarecer
muchos lugares ocultos o poco conocidos de la Historia de la Educacin.
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EL TRADICIONALISMO
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l. LA EDUCACION
EN LAS SOCIEDADES
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-Tropismo hacia lo concreto. por el cual la mente primitiva evita el razonamiento y tiende slo hacia lo q1tc puede ver y tocar en la realidad de cada da. De
este modo desarrolla mucho ms sus facultades perceptivas que las reflexivas.
-Poco o ningn afn por dominar el incierto presente y pretender un mejor futuro.
Tan slo los genios idean la sustitucin de los viejos mtodos, como ha ocurrido
ciertamente siempre y sigue ocurriendo hoy.
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24
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drcs a hijos durante siglos llegan a convertirse por la fuerza del tiempo y por su
propia autenticidad en cdigo efectivo. La s convicciones tradicionales se convie1 ten de esta suerte en una dinmica pedaggica admi'rable. Dinmica educativa que
quedar reducida a esta asimilacin de las creenc ia s legadas por el grupo.
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Puede afirmarse por todo ello que la educacin primitiva se caracteriza por ser
eminentemente social. A travs de sus costumbres y ritos, la sociedad educa. Otras
ca ractersticas de este tipo de educacin son resumidas por F. Larroyo cuando nos
dice: "La educacin en los pueblos primitivos se determina:
a) Por la imitacin servil.
b) Por un carcter predominantemente social.
e) Por ser esttica (de pobre evolucin).
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tiene la vida misma de cada una-de los indiv iduos. Y es natural que a esta especie
de divinidad ' soc ial sea sacrificado el individuo ." 3 En efecto, en el mundo primitivo,
el sacrificio de lo individuaL de lo personal en aras_ .d e lo comn, es frecuent e en LO.:
dos los pu eb los.
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n de corresponderse
nitiva. Lo que repre3!e a indep endiza rse
n matiz impersonal.
erpo mstico d el que
1cia garanti za y sos-
China es el prototipb de pueblo tradi cioll ali sta, el pas m s conservador del mund o.
Desde tiempos antiqusimos ha sta hace 1cl at ivamente pocos a os las l'tl i(I C!C I sticas
de la vida y costumbres ele este extenso terr ito ri o han variad o mu y poco. El ais lamiento int en cionado d e los dem s pueblos ha sido consecuencia de su a f n por se-
26
EL TRADICIONALISMO PEDAGOGICO
11 1
guir viviendo tal y como han vivido siempre. reparando sobre todo en su tradicin
ven el modo de co nservarla intacta.
El carcter de la educacin china ha sido magistralmente descrito por Ditter
en su Histoire de l'Education: "E l objeto de la educacin en China es transmitir fielmente a la juventud la s tradiciones del pasado y acostumbrarla con todo rigor a no
salirse de la ley. A nadie ~s permitido introducir revi<;iones n i en las artes ni en los
pficios. No ex iste la libertad ni aun en el desarrollo de las I ~K ultadcs humanas.
Todo choca contra la uniformidad de la vidil .. . El principio de la permanencia es la
regla impersonal de la educacin. El objetivo final es la utilidad y, por consiguiente,
el egosmo. El di sc pulo est sometido a una rutina segura. de pura copia ... " 6
Desde los aos mjs lejanos. la educacin en China se nos ofrece como una
conjugacin de dos elementos esenciales: el elemento ti co y el elemento intelectlia l. La piedad filial es d principio de todas las virtudes y el origen de toda in struc~ in , podemos leer en el Libro de la Piedad Filial En efecto, por piedad filial entiende
el pensamiento ch ino tradicional aquella virtud sobre la que pueden levantarse las
dems y que es capaz de lograr la armona soc ial a travs del acorde familiar.
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3. La msica y las ceremonias adquieren gran importancia corno medicina contra las pasiones y como garanta de concordia social.
4. El C'l1lrmamiel1!o guerrr>ro en educacin es otro de los puntos fundamentales
que se pueden destacar como caracterstico de las escuelas preconfucianas.
La poca seguridad de los tiempos exige que cada uno est alerta y sepa defenderse en cualquier ocasin.
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poltica. Surgen bastantes reformadores, pero sobre todos destaca Confucio, quien
pretende restablecer la pa sada armona fundando una escuela para difundir jugosos preceptos casi olvidados y de esta forma modelar el espritu de su pueblo.
27
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El que hoy se afirme en todas partes que todos los hombres tienen derecho y deben
recibir educacin es algo demasiado trivial. Pero en la poca de Confucio que estamos tratando, esta creencia no estaba tan generalizada. Antiguamente, la_ edL1~.a:
cin fue privilegio de la clase Jristocrjtica mientras la gran masa de la poblacin se
vea privada de este importame beneficio.
Una de las ms nobles ideas que podemos encontrar dentro de la ciencia pedaggica es la del univcrsulismo rducntivu: t'l don culturJl no es privativo, s ino general. Antes de Jesucristo es difcil descubrir esta idea en alguna parte, sin embargo,
en la China antigua, ya se expone y cultiva.
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ie todos. El ascenso en
crvaloracin del rgi1 como
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uelas preconfucianas.
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Lao-Ts y Conf"'cio. El
Para Confucio, la naturaleza humana es una concesin del cielo y no debe haber diferencia entre la s oportunidades que reciban unas y las que reciban otras. El
mejor medio para perfeccionar esa naturaleza es la .e ducacin.
le Confucio (s iglo VI
decadencia moral y
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oH)IItmidad que le con' qlli/.,1 su principal privi ontJnza por parte de los
sivs mo y las escuelas pon' ti a todos por igual su
ii a todo el Q'ue vino a m,
11 1.1~ que
-/'lace con l una nutva profesin. la profesin docente. Antes de Confucio, l'\\Ic.J
naturalmente. la acti> idad educa tiva en China. pero no estaba desglosada. N oc
malmente era el propio gobernante quien adems enseaba. Con l surge conto
algo especfico y distinto a la s dems funciones de la sociedad el oficio de enseia1
y educar a otros.
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~ n l buscaban cultura y
r fin quien la compren3 alguna esperanza. En
ular, los discpulos y las
11 1
r de la personalidad de
alcance inte!ectuat sino
ual de los que se educan.
,pacin perfeccionadora
tero humano, pero espe. con el que m s tarde
Utilizacii? del imers. Cunfucio piensa que todo lo que no sea entusiasmar a
los discpulos con el esfuerzo y el perfeccionamiento es perder el tiempo. El
estudio deber resolver la tensin que produce toda duda. El inters por el
estudio puede provocarlo inteligentemente el maestro.
Como puede observarse. dentro de las ideas pedaggicas deConfuc io, encontramos aspectos realm ente sorprendentes. En elL1s se encuentran vislumbres tan
originales como eficaces que saben, a la vez, respetar la tradicin y progresar con
dinamismo.
Al morir Confucio en el a1io tJ79 <1. J.C. es cuando mejor puede apreciarse la pujanza de su doctrina . l.os ptll'~los p1 in cipales de la poltica y la educacin van
siendo ocupados con todo llll'll'Cil li l' cllo por sus discpulos. La escuela confu,-iana.
que conserva intacto eil'~pliltl inf1111dido po1 el Maestro, va tomando paso a paso
una fuerte posicin en Cilillol hlol ('S\lll'icl li l'g.l cl l punto culminante de su fuerza
intelectual con la apa1 ici(>ll dl' /m f:loilld(s discpulos Mencio y Shien-Ts.
En el ao 255 a. J.C. l!>llll\'11/ol" Jl'illdl c11 China la dinasta Ch'in que har
pasar por momentos dif'ciil's Le('\( lll'itl l<lllf'uciana. La riqueza de humanismo que
posee la doctrina de Co nf rio, ,si 1 !llllo stJs p1oyectos democrticos. representan un
obstculo para las intcn ciolll'S dc1 loil!ll ic~lcs y opresoras de la nueva dinasta. Por
ello. en el ai'io 213 se han11 dl''"il"'('\'l'l los libros confucianos y se ordena matar a
los discpulos ms cultos.
A pesar de todo, la c~l'lll'i.l mctl'uciana no acaba, ni tan siqu iera pierde \'italidad. Sublevado el pueblo <lld/Joi toll la tirana y se in stitqve la dinasta Han. En es ta
dinasta, en el w 136, se COllsc:tJl' el lgo muy importante. Por una orden del cmpc
rador se declara a l con f'uci,tll i sello doctrina ortodoxa y oficial del lmp c1io. 1k esta
manera. la educacin va el ft11td,1mcntarse en las ensean1e1s de ( !lllfttl in, en
poltica, la eleccin de la s llll'JOil'S para los diferentes cargos Sl' 1!,11 id ho>s,JH!osc en
exmenes. En fin. la responsab ilidc1d cultural en China p,1s,1" lkpl'lldl'i I<>I.Jillll'lllc
de las escuelas confucianas.
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sores y t cnico~< hiltll', 11 ' " 1,11 ,, 1
cap ital pol1ic,1 dt'l tllll" '''' 'dlt!l 1
obra escrita en jciJHit11". i'' 11 '11! tt
tual; es el f(~jiki o< '''111/'1/,, //1
Y asuma ro.
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Los orgenes del Japn. segn a lgunos historiadores, no iran ms all del
siglo VI a. J. C. Es. pues. un pueblo mucho ms joven que el chino. coincidiendo su construccin como pueblo cuando la India y la China haban
desarrollado ya esplndidas civilizaciones, sin olvidar que por aquellas
fechas Confuc io y Buda aportaban los rasgos definitivos a las culturas
ch in a e india respectivamente. Su poblacin autnoma. de raza muy distinta a la chin a. parece tener una procedencia varia. con elernemos
monglicos y asiticos norreorientales, sin faltar los indonesios.
Sobre este sustrato tniCo parece lgica la afirmacin de un buen nmero
de autores de que Japn se vi obligado a recibir del extranjero no slo
los principales factores de la civilizacin sin o su misma religin. Pero esto
habra sucedido en tiempos tan alejados de la historia que no sera fcil
discriminar las influencias chinas e indias de los rasgos realmente
aurctonos. Y ello a pesar de que hasta el siglo V de nuestra era no aparecen claramente consignadas las influencias chinas que, no obstante, se
haban introducido mucho antes.
El Japn. pueb lo tributario de culturas extranjeras. hubo de superarla dificultad de los ximeros tiempos de carecer de escritura para su idioma. circunstancia que marca definitivamente su cu ltura y su educacin, por
cuanto la lengua ch in a fue la que suministr los signos grficos a la japonesa. debidamente adaptados a este lenguaje autctono. Conscientes los
japoneses del extraordinario desarrollo de la cultura china. tornaron esta
la civilizacin. incoando un pi"oceso de asimilava para introducirse
cin de una c,Liltura que. como caso tal vez nico en la historia, no se impona como resultado de una derrota o afn de dominio. As aparece esa
admirable capac idad de adaptacin y sntesis del pueblo japons que an
hoy es rasgo caracterstico de esta poblacin, que, tambin es justo decirlo, no evid enc ia gran juicio crtico sobre los elementos importados, los
cuales. a su vez. dejan escaso margen para las actividades originales.
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1
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JAPONESA
:acin y la snte-
JAI'O NE~A
31
Pero el s iglo VIII marca un impul so nuevo y eficaz a esta inOuencia con la
poca de Nara (71 0-784). N ara, la "Casa de la pa z", ofrece e l ejemplo de una pequeiia sociedad que incorpora Jvida y sistemticamente los elem~nLos de una cu l-tura di stante que consigue ap.roximar gracias a la importacin de maestros, profesores y tcnicos ch in os o, en su defecto, co reanos. As se convirti no slo en la
capita l poltica del imperio, sino en stt capita l cultura l y religiosa.'' 7 La primera
obra escrita en japons pertenece a este perodo de int ensa efervescenc ia int electual; es el Kojiki o Co mpiliHin de cosas (!11/iguas, obra atribuida traclicional111ente a
Ya suma ro.
De los tres tomos que comprende este libro, "el contenido del tomo segundo ha jugado un papel b sico en la educacin del Japn , pues a l tratar
del primer emperador, Jemmu Tenno, cuya ascendencia directa, remontndose cinco generaciones atrs, se sita en Amaterasu, la diosa del
so l, se asienta la creencia en la divinidad del emperador. En es te dogma
nacional, ms o menos expl ic it ado, repos el pen sa miento poltico de los
iaponeses durante muchos sig los, ha sta que el emperador Hirohito lo re,Judi pblicamente a raz de la terrible derrota japonesa sufrida en la segunda guerra mundial. Desde la mjs remota antigedad los escolares japoneses aprendan que la virtud principal del sbdito es la obediencia
dentro del gobierno patriarcal que preside un empet-ador de genealog.:t
oficialmente divina. Recurdese que en China el poder delempcr.:tdnr se
asienta en la v irtud "s
de los Ritos, el Tra tado de la Piedad Filial, el Gran Estudio, los Anales dt: Conjilcio, etc.
Una deJas obras que desde ms antiguo se estudi en el Japn fue el Libro de
la Piedad Filial. se .:tprenda de memmia en las e~ntela .~ ya J fines del siglovTiTrorsu pfftec l Libf de los Ritos representaba en e l progranta de estudios de las escuela s
el otro soporte de la educacin morai y cvica, puesto que se1ia laba al pueblo sus
deberes pblicos y privados, a bast ele preceptos positivos y reglas concretas que
~
'
Todava en e l s iglo x"r s igue Japn importando de China, aunqu~ ahora ya renexiona, ordena y cataloga los materiales adquiridos en una serie ele compilaciones, antologas y co lecc iones de crnicas, de leyes, de comentarios ...
'-
Y para terminar, completaremos el cuadro de l-a s inf1u encis chinas en el pensam iento del Japn a ludiendo a ciertos estudios pseudo-cientficos pertenecienLes
a l ocultisi11o y la adivinacin, tan del gusto de los chinos y cuyas especu la ciones
atrajeron asimismo a los japoneses; son la astrologa, la geomancia y la denionologa, cuyas huellas parecen haber pene1rado en las tradiciones familiares niponas
para engrosar las creenc ias y costu riibres populares.
3. Presencia de la educacin budista
Quedara incompleta la panormica cul tural de la antigua educacin japonesa si
no abordramos la influ encia budista que, a trav(s ele Ch ina, llega na a aclimatarse
11
y lundirse con el pensa!niento y rel ig in del Japn, junto a las huellas del brahmalli~lllo, del mazdesmo iranio y del neoconfucianismo y taosmo chinos.
1"1111 Ji '~
Tras la primera s ntes is del budismo y ta o smo que elabor la escuela budista
del monas terio que en 575 fund un monje ch ino, Chih-Kiai, en el monte Tien-Tai,
otro monje chino, Ganjin, estableci en 754 el prim er lugar de ordenaciones budi stas en el Japn, bajo la inspira cin de la escuela de Tien-Tai, con lo que la mentalidad religiosa de los nipon es recibi un impulso de poderosa penetracin hind y
china. Despus sera S a icho quien, en 1305, volvera a Japn y fundara una nueva
secta inspirada tambin en la s enseanzas de la escuela Tien-Tai; recib i el ttul o
de "Gran Maestro" (Daishi). En el siglo X, el renovador religioso de gran reli eve,
) Q.ensh in (942- 1O17), es el precursor del culto a "Am ida", el Seor de la Luz Infi nita; los orgenes de este culto quizs estuvieran en el siglo li a. J . C., aunq ue en
Japn pas a ocupar el primer plano con la secta Todo (tierra pura) mucho ms
tarde. Numerosas generaciones se formaron e n este budismo fcil y consolador en
torno a Amida.
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Mcdltlll.l
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Por ltimo, el sintosmo japons, postrer inj erto re! igioso de escasos preceptos
positivos, se fundira con toda s ias doctrinas h asta aqu enumeradas y de tal amalgama surgira el budismo nipn, de marcadu carcte r sinc rtico y exponente del
eclect icismo bsico de la cultura y educacin del Japn. Este sincreti smo se ha
mantenido en toda la curva hi strica de este pas sobre un panorama de coex istencia entre creencias y prcticas religiosas forneas, pero bien aclimatadas, junto a las
indgenas del sintosmo, por lo que bien pudiramos afirmar que "ningn japons
fue, ni es, exclusivamente discpulo de Tao, Confucio, Buda o Shinto, ya que todos
ellos representan aspectos parciales de la vida religiosa, moral y cultural del j apons, cuyo escaso cu lti vo de la metafsica y en genera l su di sgusto para cualquie
ideologa, le permiten no inquietarse por lo que tienen de contradictor io creencias
tan diversas" .9
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d.ltl.
ll.i!JLI I .lllli_ll
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Hay que h acer notar asimismo que la intel igente asimilacin japonesa pocas
veces pas de los clcmenws formal es ele los contenidos incorporados, con el consiguiente riesgo de superficial id ad, porque tales_Ln_1portaciones, de carcter select ivo
y ya cornpletam~nte elaboradas, aunque Iacan evolu cionar rpidamente la educac in de es te pueblo, carecan de la lenta madura cin en etapas previas de descubrimiento y elaborac in.
Adems, e l hecho de se r un a cultura yux tapuesta y no nacida en este pueb lo
esc larece la circunstancia de que fuera patrimonio de un grupo minoritario que no
con taba detrs de s con un pueblo l>astante cu ltivado. Ms a n : a lgunos autores
atribuyen a esta yuxtaposic in de cu lturas en el joven e impetuoso pueblo japon('s
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del brahma-
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1 ,, escuela budista
el monte Ticn-Tai,
rdenaciones budi s, lo que la mentali~ netracin hind y
_mdara una nueva
ai; recibi el ttulo
so de gran relieve,
or de la Luz Infia. J.C., aunque en
pura) mucho ms
:il y consolador en
'1
: escasos preceptos
:tdas y de tal amalo y exponente del
sincretismo se ha
rama de coexistenlatadas, junto a las
e "ningn japons
linto, ya que todos
1 y cultural del ja lsto para cualquier
adictor io creencias
El pueblo japons permaneci estacionado lltl \1,1 vi siglo XIX sin seales
visibles de progreso. "Un tipo de educacin illlf't'I.IOIIIII dice D. Morandopero sobre todo marcada con el sello del 111 i1i1,11 i~111u de las primeras civilizaciones, se dio en el Japn hasta 1868 ; junio d ), dilligua religin animista del sintosmo, que veneraba como tlimv ~ .1 lo~ li(ocs y a los antepasados, llegaron procedentes de China Cll ,, ,,' " .J.C., el budismo y el
confucianismo: Pero el pueblo japons. rvt~ cio ; lo sobrenatu ral. falto de
fundamento de la antigua creencia, se lilllilt'l ; itlllllar toda ense1ianza
moral exclusivamente en la fidelidad a /11 liorlio,in, que quiere que el emperador sea obedecido como dios e impollt' 1.1 .thsolulct sumis in voluntaria a la Patria. La falta de una verdadc1d lt l\'l1giosa y de una verdadera
explicacin racional del deber que sv lit~ dv t lllllplir hasta el sacrificio.
justifica la vena de pesimismo fal ,ll i\1 ,1 t'll tl !JIIt' fue educada sustancialmente la juventud de este pas hasld l1.1t t' ,li g!IIIOS c11ios." 10
pon esa
ltural y educativo,
an marcadamente
.e eclecticismo del
lll pueblo que, por
ci demasiado jui-
....
5n japonesa pocas
ados, con el consica rctcr selectivo
) idamente la edu; previas de descu-
33
el conflicto entre los usos indgenas y los principios extranjeros, punto dbil de la
historia de su educacin que ha hecho pensar al dcKtOI Freda Utley en un "'japones
con pies de arcilla".
Si pasamos a las concreciones de la realidad ccluc,lliva japonesa, hay que describir una Universidad -que ya en los tiempos del Mi ICHlo Tcnchi (662-671) funcionaba directamente bajo los auspicios del Gobierno; l OillJliL'nda las facultades de
Historia, Clsicos chinos, Derecho y Aritmtica (scgl.lll W. C. Aston: Littraturejaponaise). Tambin el Mikado Tenchi fund escuela~ ~l'' ,icl,ls por profesores chinos
o por japoneses que haban vivido en China. Pero,, l'~lds instituciones slo tenan ,
acceso los hijos de familias acomodadas (nobles y altm fllll t'io n,l l ios); se trata, pues,~
de una educacin de minoras.
En el ao 701 el rey Mommu funda la Unive1~idt1d de Tokio y ordena la creacin de escuelas en cada provincia. De la Unive1siclt1d dvpend,111 la s Escuelas de
Medicina, Astrologa y Msica. En las escuelas de pmviilt i,ls se Cll se iiaba a leer y
dominar los caracteres chinos; pero los libros clsicos se esludi,lh.li1 en la Universidad.
Haba exmenes para ordenar en categoras a los t~lillllllO\ sq;t'lll la especialidad estudiada; los presida el Ministro de cerclllOili,1~ . J)iclid\ c,llcgor a s eran:
clsicos chinos, ciencias polticas, jurisprudencia , 111dll'll1 ill ic.I, lll l'd icina y astronoma.
IV LA FORMACION IIUMANA
EN El ESQU EMJ\ DE LOS SABERES HINDUES
1
1
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3-t
EL TRAOICIO~ALISMO
PED,\GOGICO
1./1
Desde luego es un ser imperfecto si comparamos su \'ariabilidad con la inmutabilidad de Brahma. La variacin es imperfeccin. Brahma no es susceptible de
atributo ni de acti\idad, sin embargo, es el verdadero Ser que es. Por ello, la vida_del
hombre va de por s tier!e una cond icin ontolgica precaria, es en cierto modo una
forma de "no ser", pues se opone al Ser ilimitado de Brahma.
Al hombre lo dividen la multiplicidad de su~ deseos, la uistincin que existe
emre el .w \'el no yo. El deseo de posesin pierde al hombre, quien no puede fcilmente desprenderse de la lev d!' Mciyd, o ele los elementos ms mordaces del
ego smo moral.
Adems de la continua 111udanza y de la frecuente multiplicidad. ia condicin
humana padece la so mbra de la temporalid<~d El tiempo oprime al hombre entre su
nac imiemo y su muerte pero. adems. lo supedita a una serie inacabable de reencarnac iones. Mutabilidad, multiplicidad y temporalidad alligen al hombre no por
el hecho de ser hombre, sino por \'iv ir en el mundo. ~or su estructura, el mundo o
naturaleza es el que verdade1amentc muda y se multiplica. Lo peor del hombre es
tener que ';ivir en este dellciente cosmos. Su mismo sufrimiento es consecuencia de
,;:estancia en el mundo. "El cuerpo es dolor-porque es el lugar oc! dolor; los sentidos. los objetos, J,1s percepciones son sufrimientos porque llevan al sufrimiento~ el
mismo placer mundano es ~ufrimiento" (Anirudha: Comentario a Samkhya Sutra,
\C
l<l'o 1111\1
un;1
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1r. 1)
La precariedad de la condicin humana reside en que, siendo un ser incondi cionado \. 1rascendenrc, ha de estar sometido a la ley de Maya o ley de la naturaleza .. Y se halla cado, rio por culpa original, sino por ignorC!ncia de tipo metafsico.
Esta ignorancia est en creer que sus estados de conciencia pertenecen al espritu
.:rdcldt'rD. Son superiores en grado a los dems seres orgnicos, pero estn por debajo metafsicamente del autntico espritu.
1()1{{\\
(
1
Un conoc imi ento tan profundo que nos descubra la ese ncia del verdadero espritu
producir la liberacin. Los pecados se suprimen cua ndo se ha logrado el conocinii ento a utnti co, se nos dice en ll 1lO de los libros de la s Upanisad (tradicin).
Lo definitivo y m s deseable del proceso de perfeccin es poder sume rgirse en
el seno de la divinidad que com prend e todo, en el Nirvana, en la felicidad suprema,
en Brahma.
'cidad, a condi ci n
al hombre en tre su
nacaba ble d e reenal hombre no por
~ lclllra, el mw1do o
)eor del hombre es
es consec uencia de
k ! dolor; los se nti 1 al su frimiento ~ el
, a Samkhya Sutr,
::>
,1. , ,,.,J~..~
'
'
Las enscnanzas del reformador md10 cstan contenidas, segu n nn-; dice en el
llam
ado Sermn de Henars. en las cuat ro nobles verdades:
\
se rebele frec uen liera parecer, la si~ rse por pesimi sta,
:anto ha meditado
~ e y espera en una
iempo y del sufr-
Ex iste -el sufrimi ento. pues vivir es sufrir. Su v isic'1n dl' 1,1 vida l'S pes imi :;ra
en este sentido.
El sufrim ientn tiene su causa en la pas in o St'd que no puede sa ti sfacerse
por comJicto.
~
1
Cuando aca be la neces id ad , acaba r el dolor.
Ha y rue procurilt" eliminar los deseos que-generan las necesidades, apartar
del co razn todo tipo de se ntimi entos, demoler la indi\idu alid ad y verterla
en J divinidad. Cuando esto se logre, se hab rj alcama do- el Nirvana, qu e
supone e!mj x i111o goce po,iblc.
3')
i
\
As entendida. la vid ,1 ror Buda, se co ;nprcnde que sus ideas acerca de la cdu_:
cac in tengan antl' todo tit: fond< negati\ o ., Los libros Veda. Bralima y la s Upanisad
no son aceptados. No ex iste para el sab io indio un Ser Supremo, au nqu e exis ten
unos dioses a lgo su periores a l ho m bre pero con lmites como l. Abre oportu nida des a las clases in kriores n_1ovido por su gran se nsibilid ad y sus fogosos deseos dcmocrjticos, tkseos a los que sucede una repulsa ha cia todo lo que el siste ma d5? ca~
tas ll eva cons igo, como ya ha quedado dicho antes.
\(
Abu'ndante es la literatura clsica india que constituye sin duda la mejor fuente de ..
la cultura y educacin de este pueblo. Est compuesta principalmente de:
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Los libros Veda o Sa mhita son cuatro: El Rg Veda , el m s importante, cuya tra duccin parece ser Sabidu.ra dr las estrofas; el Sama Veda o Veda de las Melodas; el
Jajur Veda o Veda de las frmulas y el Atharva Veda o Veda del Sab io Atharva.
El Rg Veda !o componen 1.028 cnticos que se han legado desde muy antiguo
de un modo casi exacto. En el trabajo colaboraron muchos autores arios que ofrecieron esos cnticos a diferentes divinidades. Una buena parte de los himnos estn
dedicados al dios de la guerra (Jndra), que parece ser que fue la divinidad super ior
entre la s divinidad es. Algunos autores han credo ver en esta preferencia una sel''la l
de monotesmo.
-Las Upanisad vienen a significar la ms fte! tradicin difundida despus de
los Vedas. Parece ser que constituyeron un c uerpo de ensel'ianzas ntimas dedicadas
a los discpulos ms entraiiables de algunos comen taristas. Pero en su distatHe ori gen formaron parte de un a revelacin del mismo Brahma, quien la encomend a
Prajapati, y, confindola este liltimo a Man, por medio de Man lleg a los hombres.
-El fondo tradicional smrti lo componen una se rie de creaciones muy antigua s que no inteman alcanzar la consideracin de reveladas ni dogmticas. La amplitud de este conjunto tradicional es muy grande y de l, durante muchos aos, se
ha serv ido la cultura y la educacin hind ordinariamente.
Los escritos smrti conti~nen: Reglas sobre ceremonia~ Intimas familiares y de
uso d ia ro; tratados sobre diccin, mtrica, gramtica, matemt icas y astronoma;
cltiejas historias de diversos reyes; compendios de derecho civil y criminal; algunos
poemas p icos (itiha sas); obras didcticas, fbulas y moralejas.
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-En las Leyes de Man parecen compend iarse todas las so lu ciones a que le~ 11o1
clicin ha llegado en el aspecto educativo: "Aprender y comprender los Vcdc~s,
practicar mortifica-c iones piadosas. adquirir el corwc imi ento divino de la fe y
tambin de la filosofa, tratar con reverencia a su padre natural y a su padre espi1 itual".
Las fuentes cls icas mencionadas constituyen la base de la educacin \' de la
cultura de los in dios. El sa ber que tiene un soporte filolgico procede casi ntegramente ele los libros Veda s. Tambin procede de estos mismos libros el llamado sistema de las diez ciencias (fontica, gramtica, mtrica. liturgia, exgesis. asrron,,ma. leyenda. jurisprudencia, lgica y dogmtica), a las que ms tarde se uniran la msica y la
medicina. Todas forman lo que se ha denominaclo . Enciclopeda India. Muy pocos estudiantes acababan el estudio de los cuatro Vedas. pu es el aprendizaje de cada uno
de ellos precisaba ordinariam ente unos 12 a1ios. Lo normal era que a los 20 a!10s
dejaran la escuela.
1cacin
III Nili}l ,
1
(}
5. La relacin ideal maestro-alumnoLa escuela elementa l en'] India tradicional existe gracias a la preocupacin ele los
particulares. El guru (el grave, formal o respetable) o maestro del espritu es tenido
en gran estima por este pueblo, gracias a la exce lsa labor que realiza. "]:1 que honra
a su madre gana el mundo terrestre, el que honra a su padre gana el 'segundo
mundo, o sea, el mundo etreo y el que honra continuamcme a su maestro gana el
mundo celeste ele Brahma. El que desagrada a su maestro pa sa r<i a morir demro del
cuerpo de un asno."
LJs escuelas suelen esta r al aire libre. a la somb1a de un rbol o dentro de alguna cabaii.a. Las familiJ s acomodadas suelen contrJiaJ preceptores para su:, hijos.
pero los que disponen de meno<; fortuna los mandan a l<t ~ escuelas mamen id as por
particulares. Las materias de ense1ian za no sern nullla excesi\as en esta? ltimas,
pu e~ se van a limi tJr a ense1iar a leer, a escribir y a ink'i .1 1 en el clculo. Lect ura\'
escritura se aprendercn simultneamente mucha ~ \ L'LL'~. en la arena o sobre hojas
de palmera. NingunJ preocupacin existe po1 dl'S,llrollar las f'acu ltades intelectua les.
Ll rciJcin maestro-a lumno sue le Sl' l h,h ldlliL' ntima. La primera funcin que
in cumbe al maestro es la in struccin de l o~ di~L Hilos. Cada alumno va siendo personalmente instruido por el maestro, dcdic.J11do <1 cada uno el tiempo que sea necesario. Las dudas que surjan en los lJlll' ~l' lll ~ llli )'Cn ser n resueltas por el guru.
quien habr<i de conocer las posibilid,Hks dl' Lclllcl uno para proponerle las labores
escolares.
a serie de creaciones muy amireveladas ni clogm tic as. La a mYele l, durante muchos aos, se
amente.
remonia~ Intimas familiares y de
ti ca, matemticas y astronoma;
derecho civil y criminal; algunos
moralejas.
Del guru. adems, !Jabr.Jn dt lt't illiJ los discpulos influencia perfeccio nadora
en sentido moral. "E l vcrdadc1o :11111 L's ,Hut' l del que recibimos un influj o es piri-'
tuJ." En esta relac in esp i1 illl cl l idl'.il dl'SltlCJ el momento ll amaclo de ini,iaci,n.
aqul en que el guru conlU II Ccl c1 "" discptilos la frmula que se iialar en Jdllante
su camino espir itu al y que k dt 'Jclld I):Jq.:,1do <1 IJ g1an se1ie de la u adicin L'Spit itu al. "Que tu pensamiento ~i:c1 ,ti 111o , que ll' goces LOil toda tu alma en mi pala bra; que el Dios SJb io {8ti!ras,atc) ll' tlllci c1 11li ... ", k di1 .i.
Una cua lidad implcsc indilk c11 el
38
EL TRADICIONALISMO I'EDAGOGICO
debe ser la genero~idad. Que haga el bien "tan espontneamente como lo hace la
primavera", y que est siempre dispuesto a prestar ayuda a los ms dbiles para
que puedan franquear los ml!ltiples conflictos de esta vida. Como co rrespo ndencia.
el di~cpulo debe amar y respetar las decisiones del maestro en todo momento. A
lt)s disc pulos de un mi smo guru se reconoce por la Ley el nexo de la fraternid ad.
'
Podemos asegurar, en fin. que uno de los as pectos ms positivos que encontramos en la pedagoga hindl! es s te de la relacin ideal maestro-alumno por la
profundidad espiritual que cons igue.
V. EGIPTO Y PERSIA:
LA INSTRUCCION POPULAR
1'
1
'
39
acerca del estudio de las letras. que "conduce a Jos empleos" . En un papiro leemos:
"E l honJ.Pre ignorante es como un asno con una pesada carga; quien le gua es el
escriba". Y en o trc: "Ponte a trabajar y con v irtete en escriba, porque as sers gua
de hombres". La ed ucacin, pues, no fue en Egipto un coto cerrado, reservado a las
cla ses privilegiadas. La in strucc i n era " la nica cosa que poda conduc ir a l hombre a la feli cidad y a l x it o".
Y PERSIA:
fRUCCION POPULAR
(Anii. escriba)
La fami li a eg ipcia, monogmica. asuma en la persona de la m adre la
educacin de los hij os de co rta edad.: de a h que se hable con respeto y venerac in de Jos sacrifi cios que la s madres derrochaban en esta primera
educacin de sus hij os . Esculto res y pintores dan de la fiunilia egipcia una
id ea s im pct ica y has1a idlica (observa Gal in o en su " Hi storia de la
Ed ucac i r~")-. con prodigalidad de representaciones de figuras infanti les.
La primera impresin. a l visitar las tumbas ele Menfls. el Amarna y Tebas.
as como las estelas de Al>yclos, es la de que los egipcios estaba n en todos
los momentos de su vida rodeados de ni1ios, pues <:~l''~ apa recen prcticamente en todas las escenas. 13
-Las casas de ins!ruccin era n escuelas establec idas en alguna dependencia del
te mplo y a la s que acuclan l os nii1os a lo:-, ~ei s o siete a li os. Estaba n regidas por los
s 'cerdotes y all se iniciaba e11 la kc tura y la escr iwra, la reli gin y "os elementos
de la s cienci as (aritmti ca, geome tra prctica, co ntabilidad y dibujo). Vali ndose
de la escritura demtica o popular y siempre bajo la direccin de los sacerdotes. se
imparta al pueblo en los prticos ele Jos templos la enseanza elemental que abarcaba los seis dones de Thot: len guaje, escritura, culto, astronoma, m sica e higi e ne.
Esta enseanza popular es tu vo muy ex tend id a.
-Las_escuelas de escribas abarcaban tambi n la ed ucaci n elemental impartida en las dems escuelas. Pero sus e nse anzas espec ia les const itua n una clase de
escuelas superiores. Haba varios tipos, puesto que cada departamento de la administracin
Estado formaba a sus fun cion a rios para el trabajo conc reto que de ellos
requera; es ta especializacin la proporcionaban los funcionarios d e cada cuerpo
del Estado. Existan "escribas del ejrcito" y "esc ribas rea les".
der
10
2.
-El carcter prctico y profesional de la educacin eg ipcia haca que sus conoci!2Jietos -cientficos fueran marcadamente utilitarios. La geometra, por ejemplo,
serva literalmente para "medir la tierra", para trazar nuevamente los lind eros
cuando bajaban las aguas del Ni lo. La aritmtica solucionaba los clculos del comercio y del fisco; la ensei'ianza de sus elementos era materia obligada de la instruccin popular.
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(: 1111
11
mxima pedaggica: "Las orejas del muchacho estn situadas sobre los homb1os
escucha cuando le pegan". Esta severidad se justificaba en su teora de que el
mismo procedimiento que sirve para domar los animales, dar tambin buenos re
sultados en la educacin de los jvenes. Sobre este tono de rigidez, las reprimenda s
deban resonar incesantemente en los odos del escolar "ya est acostado en su
cma,. ya est levantado". El recurso de espolear la ambicin era usado tambin
para conseguir la aplicacin de los escolares.
"No sabemos casi nada de la antigua educacin egipcia, tal como era impartida por los sacerdotes en las escuelas y en los templos, sino que estaba
sometida a un estrecho didactismo religioso y a una disciplina severa, dos
rasgos que caracterizan el conservatismo teolgico y el empirismo, sin
duda impregnado de magia, de la ciencia primitiva." 15
2_
1
de la enseanza y de la
ter concreto de la mentalicse nta se repiten indefinipcios no parecen haberse
ricas, esto les permita es~r cada uno de los proble' enseiianza se haca rcdu::ada uno de estos grupos
:ado y resuelto con cantil y susceptibles de inspirar
.as parecidos." 14
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ca para la ingeniera y la
s, etc. As obtuvieron los
mos noticia de ningn inJrcter tan marcadamente
imientos tericos estaban
Jases privilegiadas, tenan __,. .__
cdimientos de enseanza
~Ira se llegaba a travs de
ienas con estuco, o sobre
xi mas morales o de urba(rficas ... ; el maestro o eslos errores regi strados. Se
la jornada.
:os corpo rales, segn esta
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J,.os himnos sagrados, las "enseanzas" de los viejos escribas y los textos de los rituales funerarios eran objeto preferente de copia para los escolares. Que las enseanzas se encaminaban especialmente al aprecio de las producciones literarias, nos
lo demuestra el hecho de que la caracterstica de las escuelas de Egipto fue el gusto
por la belleza de expresin, sin que olvidemos tampoco, que la copia de himnos sagrados y de textos funerarios pretenda introducir al alumno en los misterios de la
religin y que la copia de las "enseanzas" de los sabios responda al aspecto moral
de la formacin y al cvico o de buenas maneras. La sabidura egipcia cuenta con
un nutrido repertorio de obras que alcanzaron gran difusin en los crculos cultos
y en las escuelas de escribas.
Bajo el nombre de literatura didctica englobamos la.., olllas destinadas a la formacin de la juventud y a usos escolares y que llevan por tlulo genrico la palabra
sbye, "ense!'ianza" o "doctrina". Estas obras, destinadc1s a !>CI lran smitidas de generacin en generacin, sirvieron de base a la cnsciianza de las escuelas de escribas;
stos procuraban imitar en los documentos oficiales el esnito ampuloso y la lengua
arcaica de los libros considerados como modelo s clllsico.l. Escritos a base de una
mezcla de preceptos polticos y morales, de reglc~s de u1 banidad y de recomendaciones para "saber vivir" contenan agudas obsc1 l'dl io11cs ps icolgias, no faltando
los consejos astutos, egostas y utilitarios.
Los 'principalcs son: El libro de Kaqi1111111 , lt~s ill .li'llclii Zas de Ptah-hotep, las Enseanzas de Meri-Ka-re', las Enseanzas de A11ii )' l ll .l t'llc/1/ Z<IS de/ rey Amenemhet l. Igualmente son clebres las Mximas de A mm t'll o,,;
Las enseanzas de Ptah-hotep cs1,'111 l'St Jll.ls c11 es tilo ritrico. Para Ptah-hotep la cualidad principal del l'SlOi.ll, y l'll general del joven, es la "docilidad". Recomienda al clisdptiln li>ll'lldl' I " los consejos de antao"' tal
como se le ensean: "No qtlill'S 1111.1 ptllc1l>la, no a!'iadas ni una; no pongas
una cosa en lugar de olla; g11.'11d,ill' de descubrir (las ideas) que germinan
en ti, sino aprende segt"ln lt1 p.ill,l .1 de los sab ios"; sin embargo, considera
sus enseanzas como " 1111 C.lll.llll.l/0 qu e ha de ser embellecido" sin fal sear el espritu de la dOlllill.l C:olllil'lle asimismo varios consejo~ sobre el
dominio de las pasiont'' ("si dt''>t'.IS que tu cond ucta sea buc11t1 ... , gu,idatc
de todo acceso de m ,1 1 ill1111tll, l's llil<l eni"ci medad funesta que arrasLia a
la discordia y acaba co11 le~ i1.1 del quv Sl' dl')<l ,1 11 ast rai po1 ella") y sobre
urbanidad, sin que fJite eiCOIISl'JO utilil.llio y cgostan1c11te interesado.
42
El
11
Enseanzas del rey A.menemhet 1 es una obra did ctica por las m xim as qu e
cont iene, pero const itu ye uno de los poemas que nos han transmitido ms
c lidamente los sen timientos del autor. Aunque los consejos estn puestos en boca del rev, la obra no es suya, sino de un autor desconocido.
Como la del rey Meri-ka-re', esta Enseanza puede considerarse como tra'
tado de educac in de prncipes.
Las treinta mximas de Amen-en-op muestran afinidad con algunos pasajes
de los Proverbios de Salom'n. Es un libro ya clebre en la "Sa bidura" universal. Concede gran valor a la honestidad y a la exactitud del funcionario: "No mojes la pluma para perjudicar a otro". Exije el buen uso de la s
palabras y con tien e recomendaciones humanitarias ("no te burles de un
enano; no te ras de un ciego ... ") preceptos concretos sob re el ejercicio de
la justicia , el .uso de las riquezas, la adquisicin de los bienes y sobre el
cont inente modesto y humilde como signo de fid elidad y fortaleza del
carcter.
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on algunos pasajes
la "Sabidura" unititud del funcionael buen uso de la s
no te burles de un
)bre el ejercicio de
; bienes y sobre el
ad y fortaleza del
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jvenes escribas
ndole muestran
mpaar al difunto
le una utilidad invenes.
>S
literario de este
han llegado. Tres
os ms antiguos;
1 que aparecen en
os Muertos, coleede varias sentenlos difunt~s en su
~ elitos que impe, no ordenar made los granos, no
1 ideal de perfec-
-Educacin mililar. - A los siete aiios pasaba el nio va rn a pertenecer al Estado quien asuma la direcc in de su educacin. Comenzaba entonces la in struc:
cin formal. Segn Herodoto y Estrabn la primera educacin dada a los nios era
montar a caballo, serv irse del arco y la lanza arroj,a diza, practicar la carrera (educaciti fsica) y deLir la verdad. La comida, muy frugaL consista en pan, agua y
berros. La educacin intelectual se reduca a la le.ctura del Avesta y la escritura. El
fundamento de la formacin del ciudadano era la religin. Los castigos corporales
slo se aplicaban cuando haba n fracasado otros medios de disciplina.
De los quince a los veinte aos tena lugar la inslruccin mililar cuyos ejercicios
principales eran la e quitacin y el manejo de las anilas. Desde los veinte aftos hasta
los cincuenta tomaban parte en las guerras como soldados. Despus los ms cultos
se hacan educadores. Sabemos que los nobles se dedicaban con pasin al ejercicio
de la caza, a jugar a la pelota y al ajedrez.
Si hemos de creer a la Ciropedia (Educacin de Ciro), obra pedaggica novelada de Jenofonre, y cuyos datos no carecen de toda base histrica, colegiremos que
los distintos ejercicios de las armas constituan una parte muy importante no slo
de la educacin del prncipe, sino tambin de los nobles, que duraba hasta los
veinte aos.
clase noble se les preparaba, mediante una educacin especiaL para desempear los cargos de la administracin pblica. Esta especie de educacin superior versaba sobre los libros sagrados y las ciencias auxiliares (lo que supona el conocimiento de la lectura, escritura y
clculo) y era impartida por los sabios y filsofos que constituan una
casta sacerdotal cerrada. No obstante, sabemos que los persas no se distinguieron por sus intereses cientficos, adems de que la gran masa del
pueblo permaneci al margen de cualquier preocupacin cultural.
J\ los hijos de la
os ms extensos
1arqua reposaba
en castas de voosos, ofrece tres
ldelidad exigTd.a
43
11
s<.: pmpusiera estimular un espritu de iniciativa distinto del guerrero, en pritrmino, y ms tarde del funcionario destinado a cuidar la organizacin de las
"st~ trapas". La educacin persa se asemejaba un poco a la espartana. Se sabe cont'l'Iteza que procuraba anr'e todo la educacin fsica, religiosa y moral del guerrero, reS<.:! van do una mnima parte a la instruccin literaria e incluso al aprendizaje de la
escritura, excepcin hecha de la clase sacerdotal.
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Una religin que entrega al hombre el cuidado de su destino y le exige ser trabajador enrgico y luchador incansablo, no poda menos de ejercer gran influencia.
El mensaje del gran reformador, Zaratustra, aparece en el horizonte religioso y moral de los antiguos persas como un legado de primera calidad. Por eso su legado pedaggico es el llamamiento que insta a asumir voluntariamente un papel activo en
los planes de Ormuz en oposicin a los de Arimn. Frente a las antiguas imposiciones del destino, Zaratustra destaca la responsabilidad de una eleccin libre en la
que todo hombre queda comprometido: o se alinea junto a la vida, la inteligencia,
el bien, la luz, o se abandona a la no-vida, el error, el mal, las tinieblas. Puesto que
la lucha entre los espritus del bien y del mal ha de durar mientras el mundo exista,
la eleccin entraa una incertidumbre vital de algo que no est nunca del todo adquirido, por lo que el esfuerzo deber ser continuo. No cabe duda que esta doctrina
eleva a la persona humana, con sus obligaciones morales, mucho ms que todas la s
anteriores, cargadas de supersticiones y de un clima mgico.
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VI. EL TRADICIONALISMO TEOCRATICO
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La historia de este pueblo, a pa tll' de las investigaciones modernas, la conocemos por los relatos de la Biblia. "lil>1o por excelencia" que es el conjunio de libros
sagrados que adems con ti enen la l~evelacin divina. La historia del pueblo llcbr\.o
se halla ntimamente ligada a su rcli!]i11.
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~l THADICIONALI~MO I'EDAGOGICO
"Porque a imagen de Dios hizo Dios al hombre" (Gnes is, IX, 6).
En la base de toda pedagoga dimanada del Antiguo Testamemo - dice M. A. Galino- subyace necesariamente la antropolog a bblica. La originalidad de la primera s lo puede atcndcr~c partiendo de las peculiMidades que definen la sq;unda.
Para el pueblo hebreo, el hombre es un.1 crit7/ura de Dios y como tal depl'nde
radicalmente de El. Pero eqa dependencia no disminuye:' en nada su preeniinente
dignidad respecto d los ckmas seres creados. Es ms, crl'ado l tambin, viene a ser
.:om(J un lazo de llllin entre e) cosmos y su Creador, porque Dios le hi zo "a imagen
\"semejanza suya
0/o obstante, pronto desc11bre el hombre su fragilidad, tras la primera falta que
desencadena sobre l;l sanciones rue en el relato del Gnesis tienen un principio de
explicacin, al igual que el "problema del mal". Este pecado del primer hombre
rompe la amistad con Dios porque libremente el hombre quiso cometerlo, ya que
tena posibilidad de eleccin. A partir de este momento el ideal supremo de la Humanidad ser reconquistar <:Jl)ien sumo de la amistad divina rota desde entonces.
Y la educacin del judo ser un d ilogo entre dos libertades: la de Dios y la del
hombre; o, en otras palabras, emre la carne y el espritu.
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pueblo hebreo, sin tener en cuenta dicho conOicto dialctico. Por eso, tanto en el
orden colectivo como en C'1 individual, el objelivo fina l de la educacin en el pueblo
"elegido" scr.: la transorrnacin del hombre C<Hna l en espiritual.
1 de Dios" (Gtnesis,
>pi ritual"
la mentalidad dilO, porque para l
1er"; nunca como
uivalentes y signibre es un alma vireferencia al conen la mentalidad
1 la occiden tal. La
nde tanto el alma
1atural y su protoer tampoco duacacin imelectual
re entero ser afecnte al alma modi1.18 La orientacin
1 dualismo alma imelectual tendrc
1cto de una intelio el corazn. _
nte especfica del
e educacin en el
47
Desde la poca patriarcal estaba asignada en el pueblo elegido_ la funcin educadora a la f'amilia. 19 Componanla los padres y los hijos as como los ascendientes
y los descendientes de unos y otros (Id familia o casa de Jacob agrupaba tres generaciones) y pertenecan lambin a ella los esclavos, los residentes extranjeros, los
hurfanos y las viudas acog id as a la tlllcla del padre; todos se llamaban hermanos
y las relaciones recprocas entre los distimos miembros se regulan por deberes, a l
igual que en el clan. El padre es e: jefe ele la familia y el primer educildor nato.
En el Deuteronomio ordenil Dios a los padres enseiien a sus hUos los preceptos,
ceremonias y ordenamientos de la Ley: "Estas palabras ... las inculcars a tus hijos
y hablar s ele ell as cuando esls sentado en tu casa y cuando vayas de camino,
cuando Le ac uestes y cuando Le levantes" (Deut. 6, 6-7 y 1 1, 19). Esta intimacin formal a los padres respecto a la educacin de sus hijos comprenda no s lo la capacitacin individual sino su integracin en la tradicin nacional. Son numerosos los
pasajes de la Biblia que muestran la enmlanza como una exigencia de la tradicin juda.
"C uida. pues, con gran cuidado de no olvidarte de cuanto tus ojos han
visto y no dejarlo escapar de tu corazn por todos los das de tu vida; antes
bien, ensialo a tus hijos y a los hijos de tus hijos. Acurdate del da en que
estuviste ante Yahweh, tu Dios, en Horeb, cuando Yahweh me dijo: Convoca al pueblo a la asamblea para que yo les haga or mis palabras y sepan tenerme todos los das de su vida sobre la tierra y se lo ense1ien a sus
hijos." (Deut. 4, 9-1 O).
El Exodo previene que el rito de la Pascua llegar a ser incomprensible
para las nuevas generaciones, las cuales preguntarn su signiiicado, as
como el de lo s Mandamientos, a lo que respondern los padres exp li cando los beneficios de Dios a su pueblo, la promulgacin de los Mandamientos y, en una palabra, el temor de Yahweh o religin 20
Meta, pues, de la educacin hebrea era la formacin re!igiQsa. apoyada en una
slidaln.Struccin sobre la Sagrada Escritura. Pero al mismo tiempo se in culcaba
tambin la virtud (formacin moral), corrigiendo defectos y malas inclinaciones; se
infunda el amor a l trabajo y a los pobres y af1 igidos, inspirando horror a la ociosiaad y a los placeres impuros. Para asegurar la prctica de la virtud deba utilizarse
el poder de los hbitos; "Es preciso -dice la Biblia- dirigir al nil"1o desde los primeros nasos por el mismo camino por que debe marchar cuando llegue a hombre".
lH 11 1RADICIONALISMO PEDAGOGICO
1'
La disciplina domstica era muy severa. Partiendo del principio de que el buen
hijo se considera fruto de la disciplina, se lec en el libro de los Proverbios ( 13, 1):. "El
hijo sabio escucha la instruccin de su padre, pero el petulante no escucha la reprensin". El Declogo en su cuarto mandamiento ordena respetar y obedecer a los
padres. Los hijos estaban sujetos al padre mientras vivan. Se exclua del pueblo, y
aun se entregaba a la muerte, al hijo que ultrajaba a sus padres. (Ver: Exodo: 21,
15-17). Asimismo el temor filial respetuoso, como una extensin del temor de Dios,
se recomienda en el Levtico ( 19, 3 ). Sobre estas bases, la accin educativa de lus
padres estaba presidida, segn el libro del Eclesistico, por una rgida disciplina. con
consejos como ste: "Doblega su cuello en la juventud y tunde sus espaldas mientras es nio, no se te vuelva ' terco y desobediente", y como este otro: "El que ama
a su hijo, le aplicar continuamente el azote".
En este mismo libro se condena el mimo, el halago y la excesiva complacencia
(Ver: Eccl.: 30, 1; 30, 9; 30, 10). Este clima de rigidez y temor nos lleva a pensar en
una educacin con visin pesimista del corazn humano.
Respecto a la rducacin dr las hijas. eran las madres las encargadas de iniciarles
en las labores domsticas de hilar, tejer, hacer vestidos, cocinar. .. , etc. Al autor del
Eclesistico le parece particularmente difcil la educacin de las hijas (Ecles . 42, 914) pues. adems de guardarlas, al mismo tiempo hay que procurarles un acomodado casamiento (Eccli., 7, 24-25). Esta educac in gira en torno al principio de que
todas las mujeres estn destinadas al matrimonio. por lo que su formacin est en
funcin de la familia. Emre las virtudes familiares que confirman el perfil de la
"mujer fuerte", est el trabajo . como la principal; el ama de casa ser hacendosa y
providente, ll ena de habilidad y de ingenio para hacer .prosperar la casa. Adem s,
la mujer hebrea tendr el silencio por virtud preciada: "don del Seor es la mujer
callada" ( Eccl i. 26, 14); y tambin el pudor: "gracia sobre gracia es la mujer pd ica" .
(Eccli., 26, 15); si es dulce "su marido no pertenece ya al comn de los mortales".
( Eccl i. 36, 2 5); y si tiene as mismo una suerte de "virilidad", propia para las cos-
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1kll1.1 lt'Cibir tambin en la fami, ,,d"'l'k los 1ud imentos de la conducta
], o~dokscencia. Segn la educacin relt 1 d!' los pacl res: los libros sapienciales
11.11 de los Cantares, Sabidura y EcletloliO de lo dicho (Vanse, por ejemplo:
2, 1 'i y 3, 1, 18; Prov. 31, 1-2, etc.).
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-Los orgenes de la enseanza sacerdotal se hallan con~ignado s en el Deuteronomio (33, I 1); all se encomienda a los sacerdotes la in~titucit'>n religiosa del pueblo, sin distincin ele edades ni sexo, mediante la lectura de lc1 l.cy y prestando particular atencin a los jvenes. Compartan esta funcin lo~ c11lriJnos de Isracl. Cada
siete afws, durante el ai'10 jubilar y en la fiesta de los Tahl'lll ,nilos, se realizaba la
lectura solemne a la que asistan los nios. Tambi('l1 llc~h,1 lecturas menos solem nes ms a menudo dedicadas a algunos pasajes; tod,1~ cll ,1~ a cargo de los sacerdotes, que durante largo tiempo parecieron los nico~ diglll ls de iniciar a la juventud
hebrea en el conocimiento y prctica de la Ley p,11,1 que hra e l conservase la conciencia de pueblo elegido. "Los labios del sa ccnlott lcclllos en Malaquas (2 , 7 )deben guardar la ciencia y a su boca se le pcdi1,1 lo1 l.t')', po1que es el mensajero del
Ser'ior de los Ejrcito~."
- Los pmfetas, hombres extraordinarim vkgidos por Dios para ser intermediario~ entre El- 'y el pueblo y para comunicc~1 c1 (s tt' lm divinos designios, afianzaron
Desde la gesta mosaica hasta cl l.'dlll i\T I io ele Babilonia, el cultivo del espritu
religioso en orden al temor, acalillllil'tllo y se rvi cio de Yahweh cubra la forma c in
del buen israelita.
"La educacin juda \l' JllltJ C ele valores estrictJmcntc 1eligiosos. : Pl'l
fecto israelita no es poltilll como el chino, ni llll't ,lfhi\n tolllo clllilltlt.l, ni
artista o fil sofo co111o el g ri ego. Conviene l'\t,1hlt'tl 'l qtll ' lo~ l'd!lt .l\.l l.l11
juda no se apoya en un (ti cv, ni siquicJ,1l'llll11oJ k y, '> illlll'll l'ltldto 1.011
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casas de/libro.
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ue no podan prescin-
l;
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NOTAS 13/R I v GRAFICAS
rl., .
LAR ROYO, F.-1/i.Hria Genera l de la Pcdaga!fcl . Porn'1a. Mxico, 1964 (9.' edicin), p. 60, ci lanclo
1-Ii>loria de lat'ulwra. Mxico. /941 .
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A. Weber:
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J'l
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e a!'i.os ms tarde en
:in de a ensel"tanza
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1 escuela primaria el
::.-segn otros-, Si~n con el nombre de
51
DITTER.-Histc> ire de I'Education. Citado por V 1DAR J. G. -E/ememi di Pedagoga. Miln. 11. p. 3 5.
G/\ LINO, M. A. - 1/istoria de la Educacin. Madrid, Grcdos, 1960. p. 44.
GALINO. M. A. -H istoria de la Educacin. p. 45.
!,
10
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17
.t~ la Pedagjga.
Fondo
1964, p. 28.