LA

COMPAA
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SINOPSIS:
Miguel Pazos era un ejecutivo cruel e implacable,
cuyo solo nombre ya helaba la sangre y cortaba la
respiracin. Adrin era tan solo otro joven, recin
salido de la universidad, que aspiraba a un puesto
de trabajo en La Compaa y detestaba a Miguel.
Era imposible que algo pasase entre ellos, y sin
embargo, en el amor y en los negocios, todo vale

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Miguel Pazos caminaba con paso firme y decidido, la cabeza alta, la

mirada desafiante, impecablemente vestido, iba enfundado en un
traje caro y portaba un maletn de piel. Entr en aquella sala como
si todo y todos en su interior le perteneciesen, casi pareca que las
baldosas se iban a astillar bajo sus pies de un momento a otro.
Todos los presentes lo observaron expectantes y en silencio, sin
duda, era un hombre que inspiraba temor, no solo por su aspecto
severo, tan solo escuchar aquel nombre ya helaba la sangre y
cortaba la respiracin, le preceda la fama de ser uno de los
ejecutivos ms crueles e implacables, tal vez era por eso que haba
conseguido llegar tan alto con solo 35 aos. Fue l quien pronunci
las primeras palabras y, cuando lo hizo, su voz son segura y
autoritaria.
- Mi nombre es Miguel Pazos y ustedes no son nadie todos
tragaron saliva- los diez han sido elegidos entre centenares de
candidatos por sus currculos, msteres y dems meritos
acadmicos, pues sepan que nada de eso tiene valor para mi,
ustedes son basura, y el que no se sienta capaz de asumirlo, es
mejor que se haga un favor a s mismo y se d la vuelta para
marcharse por donde ha venido, les ruego que no me hagan perder
el tiempo los presentes se miraron entre s con la boca abierta.
-Este no es modo de tratar a la gente! murmur indignada una de
las chicas, no hablaba con nadie en particular, y su comentario
haba pasado inadvertido para la mayora de los presentes, pero, no
para Miguel Pazos, este se acerc a la chica con los brazos en
jarras y se qued de pie frente a ella, mirndola igual que lo hara
un depredador segundos antes de atacar a su presa.
-Y segn usted Cul es el modo correcto de tratar a la gente?
-Con respeto susurr ella, mientras empezaban a temblarle las
piernas y se le secaba la garganta.
-Me parece que nadie la ha escuchado No sabe hablar ms
alto? O es que le cuesta respirar con esa blusa que lleva de tres
tallas menos que la suya?
-Con respeto! volvi a repetir ella un poco ms alto, mientras se le
llenaban los ojos de lgrimas.
-Qu ha hecho usted para merecer mi respeto adems de vestirse
como una buscona? -inevitablemente la chica comenz a gimotear
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llena de indignacin -Y ahora se pone a llorar? Creo que se ha

equivocado de sitio, la guardera est al final de la calle! ella se
levant de un salto y sali corriendo, mientras sollozaba a moco
tendido, los dems observaban la escena aterrorizados.
-Alguien ms quiere ir a hacerle compaa a la seorita respeto?
pregunt Miguel con sorna, y dos chicos se levantaron en silencio
para salir discretamente por la puerta- Algn otro quiere irse?
insisti, pero, nadie se ms movi de la silla.
Adrin era uno de los siete sobrevivientes que aun permanecan
dentro de aquella sala, donde la tensin y los nervios podan
cortarse con unas tijeras. Tena 23 aos, estaba recin salido de la
universidad, y no contaba ni de lejos con la experiencia laboral
necesaria para el puesto al que se presentaba. Haba enviado su
currculo por probar, sin ninguna esperanza de que lo contratasen; y
por algn extrao motivo que aun no alcanzaba a comprender, lo
preseleccionaron para el trabajo. Despus de algunas entrevistas y
de varias pruebas, lo haban llamado para presentarse, junto con
otros nueve aspirantes, a una entrevista final, donde el propio
Miguel Pazos elegira a una persona para el puesto. Haba odo
muchas cosas sobre ese hombre, que era brillante, que su carrera
haba despegado vertiginosamente en muy poco tiempo, y tambin
que era extremadamente cruel y prepotente. Joder, me parece
que todos los rumores que he escuchado sobre este individuo se
quedan bastante cortos, es un autentico hijo de puta! pensaba
para s mismo, mientras lo observaba con un mal disimulado
desprecio. Los ojos de Miguel se encontraron con los suyos durante
unos segundos, en los que Adrin tuvo la absoluta certeza de que le
haba ledo el pensamiento, y con su mirada de superioridad le daba
a entender algo as como Ya s que no te gusto, pero, no me
preocupa porque para m eres insignificante.
-Usted tiene algo que decir? pregunt Miguel desafindolo.
-Pues si respondi Adrin al instante, estaba deseando ponerlo en
su lugar, aunque eso le costase el trabajo, aquel amargado con
traje caro no lo impresionaba ni lo ms mnimo.
-Adelante, estoy intrigado! exclam con sorna.
-Qu ha hecho usted para ganarse nuestro respeto, aparte de
entrar aqu tan tieso que parece que lleva un palo metido en el
culo? algunos de los presentes trataron de ahogar unas
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carcajadas socarronas, otros permanecan con la boca abierta,

incapaces de asimilar lo que acababan de escuchar. Miguel
simplemente se qued en silencio, con una mueca que recordaba
ligeramente a una sonrisa, mientras Adrin lo miraba contrariado,
definitivamente esa no era ni de lejos la reaccin que esperaba.
-Tenemos un bufn en la sala! exclam por fin- Espero que sus
resultados laborales sean un poco mejores que los chistes que
cuenta, o no va a durar mucho en esta empresa!
-Cmo? Entonces me contrata?
-Si, ser que me hacen gracia los payasos! Solo necesito a tres
intiles, as que usted y usted tambin se quedan respondi
sealando al azar a dos personas ms, otro hombre y una mujer- el
resto pueden volverse por donde han venido y dedicarse a otra
cosa dicho esto, abandon la estancia dejando a los presentes
boquiabiertos una vez ms.
-No s si felicitaros o daros el psame! exclam Adrin
dirigindose a sus nuevos compaeros.
-Soy ngela respondi la chica con una sonrisa, mientras le tenda
la mano - Me ha encantado lo que le has dicho a ese capullo!
-Yo Jaime se present el otro hombre - No s si eres un valiente o
un loco, pero, ya me caes bien!
-Encantado, yo soy Adrin. Hay una cosa que no entiendo, se
supona que solo iban a contratar a una persona Entonces, por
qu nos ha elegido a los tres?
-Seguro que nos hacen competir entre nosotros por el puesto coment Jaime- ya tengo cierta experiencia con las prcticas de La
Compaa, buscan gente muy competitiva, que sea capaz de ganar
a cualquier precio
-En otras palabras, quieren gente como Miguel Pazos -respondi
el otro frunciendo el ceo- Pues, no estoy dispuesto a actuar as
-Yo si, no es nada personal, como te he dicho me caes bien, pero,
har lo que haga falta por conseguir el trabajo, as que procura no
interponerte en mi camino

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Una semana despus, ngela, Jaime y Adrin seguan a travs de

las instalaciones de La Compaa a una secretaria visiblemente
estresada que los guiaba hacia el despacho de Miguel Pazos.
Adrin tuvo la sensacin de que el aire all dentro era
insoportablemente denso, haba demasiado silencio, y las personas
con las que se cruzaban casi parecan autmatas ms que seres
humanos, sus miradas fras e inexpresivas le recordaban
ligeramente a la de Miguel, y se pregunt si era La Compaa la que
les haca eso a todos sus empleados, una enorme sensacin de
vrtigo le recorri el cuerpo, por un momento estuvo tentado a salir
corriendo de aquel lugar. Luego, se dijo a si mismo que l nunca se
volvera as. Para cuando regres de sus propias cavilaciones
internas, ya haban recorrido todo el pasillo y estaban de pie frente
a la puerta del despacho de Miguel Pazos que los hizo entrar de
uno en uno.
-En esta carpeta hay una nmina con muchos ceros o una carta de
despido, quiero este proyecto listo sobre mi mesa antes de que
termine el mes o no se moleste en volver anunci el ejecutivo, sin
tan siquiera mirarlo, y Adrin sinti que la sangre comenzaba a
hervirle dentro de las venas, aquel hombre detestable le produca
autntica repulsin- El que me presente el mejor trabajo se queda,
los otros dos se van a la calle Me he explicado con claridad?
-Si, seor.
-Una cosa ms dijo levantando la vista por fin del porttil, para
quedrselo mirando directamente a los ojos- Ya s que usted cree
que el enemigo est dentro de este despacho, pero, sus
competidores estn ah fuera, cbrase las espaldas, haga bien su
trabajo, y si tiene tanto arrojo para los negocios como para retar a
sus superiores, tal vez tengamos un lugar para usted aqu
Adrin asinti boquiabierto Era amabilidad lo que haba notado en
sus palabras? Definitivamente no poda ser! Nos dice lo mismo a
todos para que nos enfrentemos entre nosotros pens mientras
abandonaba la estancia. Miguel no pudo evitar sonrer cuando lo vio
alejarse Mucho me temo que esas fieras lo van a destrozar y es
una pena porque me cae bien! se dijo a s mismo antes de volver al
trabajo.
Los tres aspirantes a la nmina con muchos ceros tenan que
compartir despacho, por llamarlo de alguna forma, porque ms bien
era una especie de cubculo minsculo sin ventanas, donde el
espacio y el aire fresco brillaban por su ausencia, el mobiliario se
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reduca a tres mesas de trabajo, cada una con su propio ordenador

y sus respectivas sillas que resultaron ser tremendamente
incmodas. Una vez instalados, Adrin abri su carpeta y la moral
se le escurri al subsuelo, all dentro haba trabajo para medio ao
por lo menos, y Miguel Pazos pretenda que lo tuviese en un solo
mes, era humanamente imposible lograr algo as; a no ser, claro
est, que dejase de dormir y comer. Aquello se le antoj como una
venganza personal del ejecutivo implacable por haberlo ridiculizado
en la entrevista Solo me ha escogido para poder humillarme,
seguro que ahora est tranquilamente recostado en su silla de
cuero, rindose a carcajadas de mi! pens apretando los puos y
tensando la mandbula mientras la cara se le iba poniendo
paulatinamente roja, pareca que en cualquier momento iba a
empezar a echar humo por las orejas y las fosas nasales.
-Esto es una locura! exclam ngela profundamente frustrada, a
la vez que dejaba caer una pila de documentos sobre su escritorioNadie puede terminar esto en un mes!
-Entonces, no soy el nico -murmur el joven hablando ms para
s mismo que para sus compaeros- Cre que era una especie de
represalia
-Claro que no, t no tienes nada de especial para que Miguel
Pazos se moleste tan siquiera en tratar de ponerte obstculos! La
Compaa siempre acta as, nos estn probando repuso Jaime
con cierta superioridad, y Adrin tuvo la sensacin de que a su
recin estrenado competidor ya se le estaba poniendo la misma
mirada que tenan las personas con los que se cruzaron momentos
antes por el pasillo Definitivamente debe haber algo raro en el aire
acondicionado de este sitio!
***
estresado es quedarse muy corto, llevamos casi tres semanas
metidos en este agujero, apenas duermo dos horas al da, estoy
agotado, y an no he hecho ni la mitad del trabajo. Mis compaeros
se estn tomando muy en serio esto de la competicin, y se respira
un aire de tensin constante e insufrible dentro de esta ratonera.
Solo he visto a Miguel Pazos en dos o tres ocasiones ms y no ha
sido precisamente para darnos nimos, aunque la verdad, lo
prefiero as, ese hombre redefine la palabra tirano en muchos
aspectos y, desde luego, no para mejor. Empiezo a preguntarme si
todo esto merece la pena, no he estado todos estos aos en la
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Universidad para convertirme en un esclavo de La Compaa, tiene

que haber algo mejor que hacer con mi vida
Adrin se haba quedado dormido sobre su escritorio, mientras
trataba de escribir un correo a su hermano antes de irse a casa.
ltimamente, era la nica forma en la que poda comunicarse con el
mundo exterior, ni siquiera tena tiempo para visitar a su familia.
Haca un buen rato que sus compaeros ya se haban marchado y,
como siempre, l era el ltimo en irse, pero, aquella noche el
agotamiento acab por jugarle una mala pasada. Alguien se acerc
a l por la espalda y le dio una palmada en el hombro, pero, Adrin
estaba demasiado cansado y se aferraba al sueo con
desesperacin. Cuando por fin abri los ojos, se encontr con la
cara de Miguel Pazos, que inclinado sobre su escritorio, lea con
inters el contenido del correo. El joven, debido a su estado, tard
algo ms de lo normal en reaccionar, en darse cuenta de dnde
estaba, quin era aquel hombre, y la gravedad de lo que estaba
leyendo. Finalmente, fue plenamente consciente de que haba
metido la pata, tras tanto trabajo, aquella situacin lo conduca
directamente al despido, y se sinti extraamente aliviado, despus
volvi a hundirse en un profundo sueo.
Cuando el chico volvi a abrir los ojos de nuevo, descubri que ya
no estaba recostado sobre su escritorio, sino tumbado en una cama
en algn lugar que su mente no alcanzaba a reconocer, el sol se
filtraba entre las persianas, ya era de da. Se incorpor, y comprob
que todava llevaba la ropa puesta, solo se haba quitado los
zapatos, o tal vez alguien se los haba sacado, lo cierto es que no lo
recordaba. Mir a su alrededor, definitivamente no conoca aquel
sitio, era una estancia elegante, pero, pequea: solo tena la cama
en la que haba dormido, un armario empotrado sin puertas, dentro
del cual colgaban una serie de trajes, camisas y corbatas, todo muy
pulcramente ordenado por colores, y un espejo de cuerpo entero en
el que el joven se vio reflejado, con su cara extremadamente plida
y sus ojeras moradas profundamente marcadas Parezco un
cadver! se dijo mientras buscaba desesperadamente una salida.
Al cruzar una puerta, se encontr de nuevo dentro el despacho de
Miguel Pazos, que segua trabajando sin prestar atencin a la
presencia del desorientado chico, el cual comenzaba a preguntarse
a s mismo si no seguira dormido y todo aquello era parte de una
retorcida y delirante pesadilla.

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-Ah, ya se ha despertado, me preguntaba cuantas horas seguidas

poda llegar a dormir un ser humano normal! exclam con una
mueca en la cara que recordaba ligeramente a una sonrisa.
-Qu qu hora es?
-Las cinco y media de la tarde.
- La virgen, yo tendra que estar trabajando desde hace horas!
Por qu no me ha despertado antes? O es que ya estoy
despedido y esto ha sido algo as como el ltimo regalo de
cortesa? pregunt Adrin dejndose llevar por los nervios de
aquella surrealista situacin. Miguel fue incapaz de reprimir una
sonora carcajada, abandon los documentos que estaba revisando
sobre el escritorio, y fue al encuentro de su empleado.
-An, no, pero lo despedir, sin dudarlo ni un solo momento, como
salga ah afuera con esas fachas, est pidiendo a gritos una ducha
y un traje que no parezca un trapo arrugado. Sgame que no tengo
todo el da para perderlo con usted orden mientras lo llevaba
de nuevo a la habitacin en la que Adrin haba dormido y abra una
puerta que conduca a un pequeo cuarto de bao Dentro hay
toallas y le dejar ropa limpia sobre la cama para que se la ponga.
-Gracias acert a decir el joven, incapaz de asimilar lo que estaba
pasando- Sobre lo del correo, yo quiero disculparme, no pensaba
de verdad lo que deca, es solo que estaba cansado
-Ahora, no estropee sus posibilidades de permanencia en La
Compaa por intentar ser un lameculos, no le pega y lo sabe, eso
djeselo a los autnticos profesionales!
-Tiene razn. Por cierto Cmo llegu a esta habitacin ayer?
-Yo le traje a cuestas Se va a duchar o piensa perder el resto de
la tarde y hacrmela perder a mi tambin de paso?
-No, por supuesto que no, ya voy! exclam ponindose tieso, al
ms puro estilo militar, y saliendo disparado hacia el cuarto de
bao. Miguel sonri y neg con la cabeza mientras lo observaba
desaparecer tras la puerta del aseo Esta juventud!, luego volvi
a sus quehaceres.

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Adrin caminaba distrado hacia su cubculo, recin duchado, y

enfundado en un traje caro, que l nunca podra permitirse, ni
trabajando un ao entero al ritmo de las ltimas semanas. Miguel ni
siquiera lo haba mirado cuando sali, se haba limitado a decirle
Cierre la puerta al marcharse. Ese hombre lo enfureca hasta unos
lmites a los que nunca nadie haba conseguido llegar antes de
conocerlo en aquella dichosa entrevista, y aun as tena que admitir
que se haba portado francamente bien con l, su actitud lo
confunda y le produca una inevitable curiosidad Ser que no es
tan fiero el len como lo pintan?. Iba ensimismado en esos
pensamientos, cuando levant la vista y se dio cuenta de que ya
haba llegado al despacho y sus compaeros lo miraban
boquiabiertos, preguntndose dnde se haba metido todo el da y
cmo era posible que a esas alturas no estuviese ya de patitas en la
calle.
-Dnde has estado? pregunt ngela visiblemente preocupada
por l.
-Haciendo unos recados que me encargaron se limit a responder
el chico, ni de coa poda decirles la verdad.
-Pensamos que ya no volvas, que no soportabas ms la presin y
te habas dado por vencido! repuso Jaime con sorna
Definitivamente tiene esa mirada pens Adrin, mientras se
sentaba frente a su ordenador, luego comprob que Miguel haba
cerrado su email, pero, haba guardado el correo de la noche
anterior en borradores, con una nota aclaratoria al final, entre
parntesis, que deca Para alguien como t hay muchas otras
cosas mejores que hacer en la vida!, Adrin sonri y luego elimin
el correo.
***
Cuando Adrin cruz aquella puerta al final de la jornada, Miguel
continuaba en la misma posicin en la que lo dej varias horas
antes, casi sin moverse, ensimismado en sus documentos. Haba
tenido que esperar a que sus compaeros se marchasen a casa
para que no se diesen cuenta de que iba a su despacho, lo ltimo
que quera era darles ms motivos para hablar y especular sobre su
ausencia de aquella maana.
-He venido a buscar mi ropa, le dejar su traje sobre la cama y me
ir.
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-Muy bien
-Usted Usted duerme aqu?
-A veces, me ahorra mucho tiempo contest el ejecutivo
mirndolo de reojo por encima de los papeles.
-Y ayer?
-Dorm con usted, lo cual result francamente incmodo porque es
una cama bastante pequea. La verdad, me alegro de que no se
despertase antes que yo, hubiera resultado bastante violento de
explicar coment Miguel con una amplia sonrisa- Le dar un
consejo gratis: descans ms, a La Compaa no le resultar nada
til si muere por agotamiento
-De todas formas, solo falta una semana para finalizar el plazo y no
me va a dar tiempo a terminar todo el trabajo, as que supongo que
esta va a ser mi ltima oportunidad de darle las gracias por lo que
hizo por mi ayer y por lo que escribi en ese correo, la verdad es
que me levant bastante la moral.
-No me las d. Despus de todo, soy el responsable directo de que
se desmayase sobre su mesa Le cuento un secreto? Nadie ha
terminado nunca ese proyecto a tiempo, es humana y
materialmente imposible, se lo aseguro, yo tampoco lo consegu en
su da, lo que valoramos es la capacidad de trabajar bajo presin y
la calidad del trabajo que se haya realizado hasta el momento, as
que contine esforzndose, pero, procure no dormirse en las
oficinas coment Miguel mientras se levantaba de su silla y
cruzaba la habitacin para ir a buscar la ropa de Adrin al pequeo
dormitorio- Tome sus cosas, ya me traer el traje maana. Cuento
con su discrecin sobre lo que acabo de comentarle. Y, ahora, si no
le importa, todava tengo que terminar de leer unas cosas y ya es
bastante tarde
Adrin asinti y le dedic una sonrisa sincera a su jefe. Luego, sali
del despacho y cruz el pasillo con su ropa pulcramente doblada en
los brazos. Tena que admitirlo, ese hombre no era el monstruo que
todos pensaban, y que l mismo crey al principio. Bajo aquel
disfraz tan bien elaborado de vanidad y prepotencia, se esconda
una persona con un buen corazn que, tal vez, haba encontrado
as el modo de sobrevivir en La Compaa tanto tiempo, e incluso
de hacerse un nombre. Pero que tengo yo de especial para que
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se porte tan bien conmigo? se preguntaba a s mismo Y por qu

coo llevo todo el santo da pensando en l?. Tan ensimismado iba
en sus propios pensamientos que no se dio cuenta que alguien lo
observaba desde la oscuridad de una oficina vaca, acechndolo,
vigilando cada uno de sus movimientos.
Algunos das despus, Adrin lleg a su cubculo un poco antes de
la hora, con un caf para llevar en una mano y su montn de
carpetas en la otra, como haca, cada maana, desde que haba
empezado a trabajar en La Compaa. Cuando iba a encender su
ordenador, descubri horrorizado que el pendrive con el trabajo de
las ltimas cuatro semanas haba desaparecido, normalmente sola
llevrselo a casa consigo, pero, los das anteriores haban sido muy
extraos para l. Era incapaz de sacarse a su jefe de la cabeza,
cada da, estaba deseando cruzrselo por el pasillo o tener un
motivo para ir a verlo a su despacho, pero, desde que le devolvi su
traje, no pudo encontrar ms ocasiones, y esa necesidad lo estaba
volviendo loco, tena la cabeza en otra parte y, precisamente por
eso, se le haba olvidado el pendrive en la oficina la noche anterior.
Mir alterado a los escritorios vacios de sus compaeros, que
todava no haban llegado, y luego sali disparado hacia el
despacho de Miguel Pazos.
-No tengo el trabajo. He extraviado mi pendrive acert a decir,
mientras Miguel lo miraba con una extraa expresin en la caraLamento haberle hecho perder el tiempo, recoger mis cosas hoy
mismo
-Te advert de que te cubrieras las espaldas, Adrin! respondi
por fin tras un prolongado silencio- Esas personas con las que
compartes ratonera no son tus amigos, ni siquiera tus
compaeros
-Por qu crees que ha sido uno de ellos? el chico estaba tan
nervioso que ni siquiera fue capaz de reparar en que de pronto
haban empezado a tutearse sin razn.
-Porque llevo once aos en La Compaa, s cmo termina
comportndose la gente que trabaja aqu, y porque ayer escuch
ruidos en tu despacho, pens que aun no te habas ido a casa y fui
a echarte la bronca, entonces sorprend a ngela inclinada sobre tu
escritorio con un pendrive en la mano, as que se lo saqu y la
ech No hay nada que odie ms que los tramposos que buscan
atajos a costa del esfuerzo de los dems! exclam mientras abra
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un cajn de su escritorio para recuperar el pequeo objeto y luego

se lo tenda sobre la palma de la mano- Ten ms cuidado con esto
la prxima vez!
-ngela? repiti Adrin confuso- De Jaime lo hubiese esperado,
pero, no de ella!
-Te repito que no puedes fiarte de nadie aqu, ya puedes volver al
trabajo
-Ufff, esto es demasiado! exclam Adrin sintiendo que la
situacin ya era totalmente insufrible- La verdad es que no s si
quiero formar parte de una empresa que convierte a sus empleados
en monstruos
-Termina el proyecto, te recuerdo que maana es el ltimo da para
entregarlo susurr Miguel mientras se levantaba para ir a su
encuentro- Demuestra que tambin se puede ganar jugando
limpio continu mientras avanzaba hacia l, quedndose tan
solo a unos centmetros de su joven empleado Prubame que no
me he equivocado contigo dijo justo antes de pasarle la mano
por la mejilla, descender al cuello y seguir bajando hasta colocar la
mano sobre el lado izquierdo de su pecho- Que todava quedan
personas honradas y con buen corazn!
-Sabes que me das un miedo terrible no? acert a decir Adrin
mirndolo fijamente.
-Algo he intuido! respondi el otro con una amplia sonrisa.
-Y que nunca nadie me ha cabreado tanto como t?
-Tambin me lo imaginaba! contest entre sonoras carcajadas.
-Y que me paso todo el da pensando en ti?
-Eso si que no lo saba! exclam justo antes de besarlo - Y t
que esto no es nada apropiado? pregunt Miguel, mientras Adrin
le acariciaba el trasero.
-No, la verdad es que no lo es! murmur Adrin, tratando de
contener un gemido, cuando Miguel comenz a sobarle la
entrepierna por encima del pantaln- Vamos al dormitorio?

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-Tengo una reunin en quince minutos respondi el ejecutivo

tratando de recuperar la compostura- Ven esta noche, despus de
que se marchen todos, y hablaremos de esto
-Hablar? Ahora mismo en lo ltimo que pienso es en hablar!
susurr pasndole el dedo ndice entre las nalgas, por encima de la
fina y cara tela del pantaln de su traje.
-Demonio de nio, yo con tu edad no era tan espabilado! exclam
Miguel, mientras el chico ejerca presin sobre su ano- Tengo una
cosa muy importante que contarte esta noche Y luego te dar tu
merecido por torturarme as! anunci antes de darle un ltimo
beso y volver acalorado a su escritorio.
***
Adrin mir satisfecho aquella pila de papeles, fruto de un mes de
duro trabajo, se senta orgulloso del que a su parecer era un
proyecto minucioso y brillante. Lo cierto, es que ni siquiera le
importaba demasiado conseguir o no el puesto, haba llegado a la
conclusin de que no estaba hecho para trabajar en La Compaa,
y por lo que a l respectaba, Jaime poda quedarse con el ansiado
trabajo, lo nico que Adrin quera de verdad era no decepcionar a
su jefe y la confianza que este haba depositado en l. Tena la
sensacin de que ya haba ganado, porque haba conseguido algo
mucho ms importante: a Miguel.
Esper a que las oficinas se vaciasen, haca un buen rato que no
vea a Jaime, por lo que supuso que este tambin se habra
marchado a casa. Estaba tan excitado e impaciente por estar con
Miguel y entregarle el proyecto, que sali corriendo hacia su oficina
con la pila de folios debajo del brazo, y entr sin llamar. Despus de
lo que haba pasado aquella misma tarde, bien se poda permitir
esa licencia en su ltimo da de trabajo all. Entonces, los vio, su
jefe sentado en la silla y a Jaime de rodillas tratando de abrirle la
bragueta del pantaln. Adrin tir el informe al suelo y sali
corriendo, sintindose un completo imbcil El puto cabrn hace los
mismo con todos, se ha ganado su fama de hijo de puta a pulso!
Qu idiota soy por pensar que yo haba visto algo ms en l de lo
que realmente hay!
-Adrin! Se puede saber a dnde vas? grit Miguel a su espalda,
el joven dud unos instantes y, finalmente, se dio la vuelta para
dedicarle una mira fulminante.
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-Ahora entiendo eso de que aqu no poda fiarme de nadie, aunque

nunca pens que estuvieses hablando de ti mismo! La entrevista
final es en la cama de tu oficina?
-Yo no he hecho nada, ese individuo entr en mi despacho y se
arrodill delante de m, ni siquiera me dio tiempo a reaccionar
porque t entraste en ese preciso momento y de repente! Nadie te
ha enseado a llamar?
-Te pido disculpas por pillarte infraganti al no haber llamado a la
puerta! exclam Adrin con sorna y ech a andar de nuevo.
-Pero quieres esperarme! suplic el otro corriendo detrs de lEse idiota sigue all, le he prohibido irse hasta que te aclare lo que
ha pasado Puedes, por favor, hablar con l para esclarecer este
estpido y vergonzoso malentendido de una vez por todas?
-Da igual, Miguel, yo ni siquiera quiero el trabajo, esto no es para
m, as que vuelve ah dentro para que te la chupe y dale el puesto
a l, que se lo merece, ambos os merecis estar en La
Compaa!
-T nunca tuviste opciones para entrar! confes el ejecutivo- Yo
no quera que trabajases aqu No sabes lo que este sitio le hace
a la gente, lo que me ha hecho a m, casi haba perdido toda mi
humanidad cuando te conoc! Y t eres honesto, ntegro, con un
gran sentido del compaerismo, no quera que perdieses todo
eso
-Entonces por qu me elegiste? Para poder acostarte conmigo?
-Claro que no! Precisamente ,era eso lo que quera explicarte hoy:
al principio, me llam la atencin tu forma de enfrentarte a m en la
entrevista, era la primera vez que alguien se atreva a hablarme de
ese modo, en aos. Me recordaste a mi mismo cuando tena tu
edad. Es verdad que por un momento pens que podas ser
apropiado para La Compaa, pero, lo descart muy poco tiempo
despus, te negabas a jugar sucio, trabajabas ms duro que
nadie. Y cuando le aquel correo, algo se removi dentro de m,
me mir a mi mismo con tus ojos y no me gust nada lo que
encontr Por eso, voy a renunciar, he pedido trabajo en otra
empresa, una mucho ms joven y pequea, con una poltica
totalmente distinta a la de esta. Ayer, me llamaron, me ofrecieron un
puesto inferior y con menos sueldo del que tengo aqu, pero, lo he
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aceptado sin dudar, y solo he puesto una condicin: poder llevarte a

ti conmigo.
-No s qu pensar!
-Por lo menos vuelve ah dentro para escuchar lo que ese idiota
tiene que explicarte!
-De acuerdo -respondi el joven algo contrariado.
-Perdona, Adrin se disculp Jaime momentos despus- Como el
otro da estuviste desaparecido toda la maana y, luego, te vi
saliendo de este despacho con tu ropa del da anterior en la mano,
pues cre que te estabas acostando con l para conseguir el puesto,
y solo quise hacer lo mismo que t para igualar mis posibilidades
- Yo le ped o le di a entender a usted, en algn momento, que
tena que hacerme una mamada? pregunt Miguel indignado.
-No seor, no lo hizo, acababa de ordenarme que me levantase del
suelo cuando entr Adrin
-Eso es todo, puede irse, vuelva maana a firmar su nuevo
contrato. Pero, ahora, haga el favor de sacarse de m vista!
Jaime asinti nervioso y luego se fue dando saltos de alegra por
todo el pasillo.
-Felicidades, has elegido al mejor hombre posible para La
Compaa! exclam Adrin con una sonrisa.
-Y tambin al mejor hombre posible para m! repuso el otro
abrazndolo- Vmonos de aqu, anda, el aire de este sitio huele a
podrido!
-A mi apartamento?
-Me parece bien!
Cruzaron la puerta de la casa de Adrin devorndose la boca el uno
al otro, con la pasin de dos personas que llevan tanto tiempo
desendose. Atravesaron el pequeo apartamento a toda velocidad
hasta llegar al dormitorio, y cayeron en la cama, besndose y
acaricindose con desesperacin. Una a una, todas las prendas de
sus trajes terminaron volando por los aires, para acabar aterrizando
en el suelo donde se mezclaron unas con otras. Adrin se situ
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LA COMPAA

sobre Miguel, besando, lamiendo y hasta mordiendo cada

centmetro de su cuello, pecho y abdomen. Le sac los bxers sin
miramientos, y se meti su pene en la boca, chupndolo con gula,
recorriendo cada centmetro con su lengua, mientras el otro se
retorca y suspiraba.
-No eres tan inocente como pensaba! acert a decir, justo antes
de que Adrin se metiese todo su miembro en la boca, alojando
gran parte de l en la garganta.
-Aun no ha visto nada seor ejecutivo implacable! repuso el chico
mirndolo con una sonrisa maliciosa.
-Demonio de nio! suspir momentos antes de que Adrin
abandonase su miembro para concentrarse en los testculos y
finalmente en el ano- Ests decidido a penetrarme! No?
-Puedes apostar a que si! admiti el chico mientras lo guiaba para
que se diese la vuelta y volva a hundir la boca entre las nalgas de
su amante.
-Por qu? pregunt, sintiendo como un escalofri y una inmensa
sensacin de placer le recorran de la cabeza hasta los pies.
-Porque t ya has me dado mucho por culo durante bastante
tiempo y ahora me toca a m! -repuso Adrin entre carcajadasTranquilo, te va a gustar, voy a hacerlo muy despacio! -deca
mientras le introduca un dedo ensalivado y lo mova rtmicamente.
-Lo s, pero, yo tambin quiero estar dentro de ti, no he pensado en
otra cosa desde la primera vez que me retaste en aquella entrevista
y me dijiste que tena un palo metido en el culo
-Y lo hars, todo a su tiempo, pero, ahora mismo no vas a tener un
palo precisamente! susurr mientras le ayudaba a ponerse boca
arriba y colocaba sus piernas sobre los hombros, para acto seguido
comenzar a presionar suavemente, pero, con firmeza. Mientras,
Miguel trataba de relajarse y concentrase en disfrutar, pero, una
punzada de dolor le hizo soltar un pequeo quejido.
-Despacio, ha pasado mucho tiempo desde la ltima vez que me
hicieron esto! suplic, sintindose totalmente vulnerable en los
brazos de aquel crio que haba conseguido robarle el corazn e
incluso la voluntad. Adrin asinti y continu movindose muy
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LA COMPAA

lentamente, hasta que finalmente, sus testculos tropezaron contra

las nalgas de Miguel, se inclin para darle un beso, y empez a
moverse cada vez ms rpido. Un rato despus, ambos jadeaban
cubiertos de sudor, y era el propio Miguel quin atraa el cuerpo del
chico hacia s, para enterrarlo cada vez ms profundamente dentro
de l- Gracias! exclamo Miguel desbordado de semen y felicidad.
-Gracias por qu? pregunt Adrin contrariado.
-Por haber irrumpido as en mi vida, por devolverme mi humanidad,
y por ser tan condenadamente ntegro!
-Gracias a ti por dejarme entrar en tu vida, y por haberme protegido
de las fieras todo este tiempo! susurr abrazndolo con fuerzaMe gustas mucho, seor ejecutivo implacable!
-Y t a mi, demonio de nio, al final conseguirs emocionarme!

FIN

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LA COMPAA

AUTORES:
Alicia Liddell: Alicia tiene 29 aos,
trabaja en la CIA, est soltera, pero no
tiene gatos, solamente un perro y un novio
a los que saca a pasear a diario. En la
actualidad, vive en el Mundo Real, aunque
est barajando seriamente la posibilidad
de establecer su residencia habitual en el
Pas de Homoerotismo. Siempre le ha
gustado mucho leer, y an ms escribir,
pero, cuando se cay por una madriguera persiguiendo a un conejo
con la camiseta del arcoris y aterriz en el Pas del Homoerotismo,
descubri que lo que ms le diverta era relatar historias sobre
hombres retozando desnudos con otros hombres. Y a eso se dedica
cuando su trabajo de espa, su perro y su novio se lo permiten.
Alguna gente piensa (con razn) que es una chica un poco rarita
por escribir erotismo gay, pero ella opina que le importa un
pimiento.

El Sombrerero Loco: El Sombrerero tiene

26 aos, trabaja (que no es poco), naci en el
Mundo Real, pero se mud al Pas del
Homoerotismo, a una edad muy temprana, y
nunca mir atrs. Actualmente, mantiene un
es complicado con la Reina de Corazones, el
Conejo Blanco, la Oruga Azul, el Gato de
Chesshire y varios Naipes de la Guardia Real.
En otras palabras, adems de ser bisexual, es
un poco guarrete, pero, tambin tiene muy
buen corazn y siempre ayuda a sus amigos
cuando lo necesitan. Es un gran lector y un
escritor con mucho talento, que acostumbra a exigirse mucho a s
mismo y a poner corazn en todo lo que escribe. El Sombrerero
Loco y Alicia Liddell se conocieron, hace cuatro aos, en una fiesta
del t que el Conejo Blanco celebraba en su madriguera. Y a pesar
de que l le rob el novio a ella de un modo vil, Alicia acab
perdonndolo y se convirtieron en grandes amigos; ms tarde, en
coautores de relatos erticos; y ahora, en compaeros de blog.
Y por si os lo estabais preguntando Si, nos hemos escrito las
biografas mutuamente! XD
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