Resumen Hannah Arendt. Entre El Pasado y El Futuro
Resumen Hannah Arendt. Entre El Pasado y El Futuro
Resumen Hannah Arendt. Entre El Pasado y El Futuro
montaraz; capaz de uncir con un yugo que su cuello por ambos lados sujete al
caballo de poblada crin y al toro tambin infatigable de la sierra; y la palabra
por si mismo ha aprendido y el pensamiento, rpido como el viento, y el
carcter que regula la vida en sociedad, y a huir de la intemperie desapacible
bajo los dardos de la nieve y de la lluvia: recursos tiene para todo, y, sin
recursos, en nada se aventura hacia el futuro; solo la muerte no ha conseguido
evitar, pero si se ha agenciado formas de eludir las enfermedades inevitables.
Referente a la sabia inventiva, ha logrado conocimientos tcnicos ms all de
lo esperable y a veces los encamina hacia el mal, otras veces hacia el bien. Si
cumple los usos locales y la justicia por divinos juramentos confirmada, a la
cima llega de la ciudadana; si, atrevido, del crimen hace su compaa, sin
ciudad queda: ni se siente en mi mesa ni tenga pensamientos iguales a los
mos, quien tal haga).
Las hazaas y trabajos de los mortales, no se ven como partes de un proceso, sino como
acontecimientos singulares que irrumpen el movimiento circular de la vida cotidiana, el
Bos de los mortales irrumpe el movimiento circular de la vida biolgica. El tema de la
historia son estas interrupciones, en otras palabras, lo extraordinario.
En la Antigedad, cuando se empez a especular sobre la naturaleza de la historia, a
pensar en un curso en que las acciones particulares y los acontecimientos se vean dentro
de un todo, se dijo que esos procesos deban ser circulares. El movimiento histrico
empez a construirse segn la imagen de la vida biolgica.
A comienzos de la historia de Occidente, la distincin entre la mortalidad de los hombres y
la inmortalidad de la naturaleza, entre las cosas hechas por el hombre y las cosas que
llegan a ser por s mismas, era para la historiografa una presuncin tcita. Todas las
cosas que deben su existencia a los hombres (los trabajos, proezas y las palabras), son
perecederas.
Sin embargo, si los mortales consiguen dotar a sus trabajos, proezas y palabras de cierto
grado de permanencia y detener su carcter perecedero, estas cosas encontraran su
lugar en el cosmos, donde todo es inmortal, excepto el hombre. La facultad humana que
permite lograr esto es la memoria.
Con Herdoto, las cosas que slo deben su existencia a los hombres (palabras, proezas,
acontecimientos), se convirtieron en e! tema de la historia. Los trabajos de las manos
llevan cierta dosis de permanencia, pero la palabra hablada, las acciones y proezas,
jams podran dejar huella sin la ayuda del recuerdo. La tarea del poeta y la del
historiador consiste en hacer algo que sea digno de recuerdo. La palabra escrita.
Si se habla en trminos no histricos sino poticos, su comienzo se encuentra en el
momento en que Ulises escucha el relato de sus propias hazaas y sufrimientos, la
historia de su vida, La escena de escuchar la historia de su propia vida es paradigmtica
tanto de la historia como de la poesa.
Estas reflexiones que parecer lugar comn para el odo moderno, llevan implcita una
paradoja que por un lado, todo se vea y meda respecto del entorno de las cosas que son
para siempre, mientras que, por otro, los griegos preplatnicos entendan que la grandeza
humana resida en las proezas y en las palabras, representada por Aquiles, ms que por
filsofos, que se pase la propia vida con las cosas como inmortal. En cualquier caso, la
palabra designaba una actividad y no una creencia.
Para los cristianos eran inmortales slo los individuos y ninguna ms de las cosas del
mundo, ni la humanidad y menos an cualquier artilugio humano. Slo se podan realizar
acciones inmortales si se trascenda a este mundo y la nica institucin justificable dentro
del reino secular era la Iglesia, la Ciudad de Dios sobre la tierra.
Agustn es el autor espiritual de la poltica cristiana. Agustn aadi a la idea cristiana de
una vida eterna la idea de una ciudad futura, una Ciudad de Dios, donde los hombres
seguiran viviendo en una comunidad en el otro mundo. Agustn pudo resolver el dilema
porque el idioma mismo le dio ayuda; en latn, el verbo vivir coincida con la expresin
inter homines esse, "estar en compaa de los hombres".
En la poca moderna, cuando la esfera secular de la vida humana se emancip de la
religin. La separacin de religin y poltica signific que, pensara lo que pensase una
persona como miembro de una iglesia, como ciudadano actuaba y se comportaba
aceptando el carcter mortal del hombre. El temor de Hobbes al fuego del infierno no
influy en su construccin del gobierno como el Leviatn, un dios mortal que intimidaba a
todos los hombres.
En el curso de su bsqueda de un estricto reino secular de permanencia duradera, la
poca moderna descubri la inmortalidad potencial del hombre. Esto es lo que se expresa
manifiestamente en nuestro concepto de la historia. Extendida en el infinito doble del
pasado y del futuro, la historia puede garantizar la inmortalidad sobre la tierra as como la
plis griega o la repblica romana garantizaron que la vida y las acciones humanas, en la
medida en que revelasen algo esencial y algo grande, tendran una permanencia
estrictamente humana y terrena en este mundo.
Al mismo tiempo, el proceso de inmortalizacin se ha independizado de las ciudades,
Estados y naciones; abarca a toda la humanidad, cuya historia pudo ver Hegel como un
desarrollo ininterrumpido del Espritu. Con esto, la humanidad deja de ser slo una
especie de la naturaleza, y lo que diferencia al hombre de los animales ya no es slo que
tenga la palabra o que tenga raciocinio (animal rationale).
3. HISTORIA Y POLTICA. Es obvio que nuestra conciencia histrica jams habra sido
posible sin el ascenso del reino secular a una nueva dignidad, no era tan obvio que el
proceso histrico estuviera llamado a otorgar a las acciones y sufrimientos terrenos del
hombre el nuevo alcance y la nueva significacin necesarios.
La conviccin de la poca moderna de que el hombre puede saber slo lo que l mismo
ha hecho parece estar de acuerdo con una glorificacin del hacer, antes que con la actitud
bsicamente contemplativa del historiador y de la conciencia histrica en general.
Contrario a Aristteles que afirm que cuestionar las causas primeras de todas las cosas
es la tarea principal de la filosofa, Hobbes sostuvo que la tarea de la filosofa consista en
sealar fines y objetivos y establecer una razonable teleologa de la accin.
La poca moderna produjo no slo una filosofa poltica nueva y radical, sino por primera
vez, filsofos que deseaban orientarse segn los requisitos de un mbito poltico; esta
nueva orientacin poltica est presente en Hobbes, en Locke y Hume. La transformacin