De Trupano A Presidente - María Ester Gilio
De Trupano A Presidente - María Ester Gilio
De Trupano A Presidente - María Ester Gilio
Capital Intelectual,
Pepe Mujica
De tupamaro a Presidente
ndice
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Domingo de Ramos de 2 0 0 5
Primer encuentro en Rincn del C erro ...........................................
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Domingo de Pascua de 2 0 0 5
Segundo encuentro en Rincn del C erro .......................................
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Mujica, desde que tuvo edad de votar, pas de hacerlo por el bas
tante europeizado socialismo de entonces a militar por un sector
herrerista devenido a la izquierda desde el antiimperialismo y lide
rado apasionadamente por Enrique Erro. Este sector era absoluta
mente minoritario. El Partido Nacional gan las elecciones pero su
gobierno -cuya orientacin discutieron con los puos los jvenes
Lacalle y Mujica alguna vez- fue de derecha. Erro y Mujica mar
charon hacia el socialismo ahora tercerista de Vivian Tras, cuyos
libros Pepe supo leer. Simultneamente el Partido Comunista for
mara otro frente, el FIDEL, junto a escindidos de los Partidos Na
cional y Colorado. Las dos alianzas sumadas, sin embargo, apenas
superaron el 6 por ciento de los votos. La Unin Popular de Tras
y Erro haba cosechado menos votos an que el FIDEL. Adems
perdera el escao conquistado por deslealtad de quien lo ocupaba.
Si los partidos de izquierda no lograban configurar una alter
nativa a las opciones dominantes, estas ltimas daban cada vez
menos de s. Una vez finalizado el ciclo de prosperidad sostenido
en la exportacin de productos primarios y la industrializacin
sustitutiva de importaciones que la Segunda Guerra Mundial y lue
go la guerra de Corea haban ambientado, Uruguay enfrentaba cre
cientes restricciones para colocar sus productos tradicionales,
constataba las debilidades de su sector industrial y las lites no ati
naban a nada mejor que maquillar el balance a fuerza de contraer
deuda y emitir moneda. Inflacin y desocupacin comenzaron un
brusco y preocupante movimiento ascendente. Incapaces de for
mular una respuesta de alcance estratgico, los polticos tradicio
nales se conformaban con mantener su lugar recurriendo a prcti
cas clientelsticas.
Con todo, el P-BI por habitante alcanzaba en el pas los 1.023
dlares mientras el promedio latinoamericano era de 616. En la re
gin slo Chile poda exhibir una mortalidad infantil ms baja. El
nmero de telfonos era similar al de Argentina y dejaba muy atrs
a Chile, Brasil o Mxico. Y la clase media era una clase media
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Desde el comienzo las encuestas mostraban que los frenteamplistas se decidiran por Mujica. Presumiblemente el apoyo expl
cito de Vzquez a Astori fue contraproducente para el rival de
Pepe. No porque el Presidente se hubiese vuelto impopular. Por el
contrario, su figura llegara a fines de 2009 con una popularidad
del 70%. El que sabe un poco de historia de este pas -explic el
historiador y politlogo Gerardo Caetano- sabe que la influencia
directriz no funciona. Basta que el Presidente elija a su sucesor
para que ste se vea peijudicado en sus chances y en su legitimi
dad y, por lo general, fracase.
Haba otra cosa: la pobreza. Por cierto que el gobierno progre
sista haba avanzado sustancialmente en la materia, pero no era su
ficiente. Uno de sus sntomas ms visibles era, desde los aos 90,
la multiplicacin de zonas de viviendas precarias llamadas cantegriles o asentamientos. Los hogares que las componen son 44
mil en Montevideo y 54 mil en el interior. Uno de cada diez habi
tantes de la Capital vive en estos barrios donde el consumo de pas
ta base de cocana hace sus mayores daos, agravando los proble
mas de inseguridad que la derecha intentara ubicar en el centro de
la campaa electoral.
El 29 de mayo Mujica iniciaba la entrevista ms importante de
la disputa interna declarando: No caben excusas para no liquidar
las viviendas desastrosas que existen en el rea perifrica [...].
Para m esto es una batalla de carcter central, lo mismo que la es
cuela de tiempo completo, porque basta recorrer un cante (i) para
darse cuenta de dnde estn naciendo multitudes de gurises. Si uno
recorre los barrios de clase media no ve gurises, pero si recorre
esos barrios bien pobres los ve a bandadas. Dentro de veinte aos
el Uruguay mayoritario va a ser se, el que naci ah, entonces este
Uruguay se juega la ropa para levantar eso y para incluirlo, o se hi
poteca todo.
Los humildes le creyeron. El 28 de junio se impuso cmoda
mente a sus rivales internos con votos mayormente provenientes de
1 Apcope de cantegril.
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Salvador Neves
Periodista e historiador
Montevideo, enero de 2 0 1 0
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Jos Mujica Cordano, a quien hasta sus enemigos hoy llaman Pepe,
se puede decir que naci entre el fro y el estruendo. Vino al mun
do un 20 de mayo de 1934, antesala otoal del invierno, en un Uru
guay que soportaba desde haca meses las bombas que hacan es
tallar los enemigos del dictador, el doctor Gabriel Terra. No eran
los ciudadanos uruguayos hombres de bancarse sin rebelda una
dictadura, y menos an lo eran los numerosos anarquistas, que lle
gados de Europa amaban este pas como propio, una pasin que
demostraban con el frecuente estallido de sus bombas caseras.
La casa paterna de Pepe estaba al noroeste de la capital, en el
kilmetro 12 de la Avenida Luis Batlle Berres, zona que entonces
entreteja chacras con campo abierto y se llamaba Paso de la Are
na. Pepe fue el primognito del matrimonio entre Demetrio Muji
ca y Lucy Cordano. Actualmente [principios de 2005] Pepe, que
siempre am el barrio de su infancia, vive en Rincn del Cerro, tan
prximo al Paso de la Arena que es difcil decir dnde termina uno
y dnde empieza el otro. Algo los diferencia, sin embargo. El Paso
de la Arena ha perdido en parte su primitiva identidad rural por una
ms urbanizada que lo ha convertido en un tpico barrio de subur
bios. Tal vez por eso Pepe eligi Rincn del Cerro para vivir hoy,
cerca de donde vivi con su madre, pero donde se puede todava
hablar de campo sin que nadie se oponga.
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acercando a otras posiciones que si bien aceptaban principios marxistas rechazaban toda posibilidad de que tales principios se vol
vieran incuestionables. Su marxismo habra sido sin duda conde
nado por los militantes de los partidos marxistas. Era el suyo un
marxismo heterodoxo difcil de encuadrar dentro de las visiones
del Partido Comunista de la poca, e incluso del Partido Socialis
ta. Era -si es que tal cosa puede decirse- el marxismo de un libre
pensador siempre muy cuestionados Si fuera necesario describir
en pocas palabras el pensamiento de Pepe es posible que la pala
bra Marx ni siquiera figurara en esa descripcin. No podra en
cambio no figurar la palabra Naturaleza, a la cual respeta como
pocos y suele ser protagonista de sus conversaciones.
Ni cuando cay preso por primera vez, en 1964, por el intento
de asalto a una sucursal de la empresa Sudamtex -y a estaba mili
tando activamente en el movimiento tupamaro, que necesitaba ha
cer finanzas-; ni cuando en la clandestinidad fue sorprendido por
una patrulla militar que lo bale seis veces en el suelo; ni luego de
los 13 aos de crcel y torturas que la dictadura le propin, Pepe
dej de buscar relacin con las plantas que a veces la casualidad
pona en sus caminos. Las plantas siempre dicen algo -suele afir
m ar- Su color, su postura, nos hablan, hay que saber entender. A
veces digo que soy un poco pantesta y la gente me mira como si
fuera loco. Y s, capaz que tambin soy loco.
La primera operacin armada en la que Pepe recuerda haber
intervenido, aunque confusamente, como miembro de la guerrilla
tupamara, fue contra dos medios: el diario Accin y la radio Ariel,
que respondan a la Lista 15, del Partido Colorado, y se haban lan
zado a una furibunda campaa contra el movimiento popular, di
fundiendo todo tipo de calumnias y falsedades.
En 1969 Pepe pas a la clandestinidad, porque la polica des
cubri las armas y municiones que el MLN -T (3) le haba dado en
custodia y l, a su vez, haba pedido a un amigo que las guardara
en su casa, para prevenir eventualidades. En la clandestinidad,
3 Movimiento de Liberacin Nacional-Tupamaros (nota del editor).
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del pas. Pero vamos a compartir esa juventud con todos aquellos
que se muevan en una direccin esencial bastante similar, que se
muevan por los mismos objetivos. No nos creemos el ombligo de
la historia. Tambin las organizaciones polticas son circunstan
cias, son etapas, son instrumentos. Estamos y estaremos con todos
aquellos que luchen por un paso de progreso, y si a veces no po
demos llegar a ms, ser porque sabemos objetivamente que las
condiciones no dan ms, pero no vamos a mentir, ni ayer ni hoy
reformistas.
Por bastante viejos sabemos que ese mismo pueblo que tiene
momentos de Quijote tiene mucho de la sabidura de Sancho. Mu
cho valor tambin tienen las reformas, mucho valor tiene la solu
cin de los problemas inmediatos de la gente. Hay que tenerlo cla
ro, y aun ms cuando la estrella no llega, por lo menos es una
actitud moral, tica, preocuparse por una miga de pan para el que
no tiene pan, luchar en todos los frentes, absolutamente en todos
los frentes. Porque nosotros seguimos soando y seguiremos so
ando, pensamos en organizaciones de vanguardia, en partidos de
vanguardia que tengan algn da sus comits centrales definidamente integrados por hombres que no tengan slo un montn de
papeles escritos, que se pueda llamar la ideologa del proletariado.
Tenemos claro que hay que pensar sencillamente en vivir como po
bres, quien lucha por la igualdad con demasiado poder poltico so
bre un puado de hombres tiene que tener claro que no es juez de
las necesidades de la masa, pero quien lucha por la igualdad con
entrega absoluta entra en la carrera de los honores. Para nosotros,
tiene que tener claro que hay que vivir en la igualdad de los ms y
no para algn da, porque aprendimos en todos estos aos que la
dureza con nosotros mismos es la mejor fuente de ternura para los
dems. Porque decimos esto, muchachos... no se llega maana al
fin de las estrellas, no. hay ningn programa, ningn segundo, ter
cero, quinto o dcimo plan quinquenal.
Se empieza a ser igual ya, hoy, en un culto sistemtico contra
las deformaciones que tenemos cada uno de nosotros.
Soar no significa no razonar; razonar es medir nuestros lmi
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Hemos aprendido tambin en estos aos que las cuestiones sociopolticas son hondas y por ello tremendamente oscuras, pero
por claridad no debemos sacrificar la profundidad. Hay que buce
ar y bucear, muchas veces a media luz, pero calar hondo, y a ello
se llega por dos caminos: democracia y ciencia.
Hacer horas estudiando los problemas. Democracia, equipo,
sudar para interpretar. Es por eso, muchachos, que no alcanza con
un programa de razones claras, no alcanza con estudiar algunas ho
ras, no alcanza con algunos manifiestos, con algn panfleto. Hay
que sistematizar horas en aos de vida, s, por dcadas, per scula,
y hay que entenderlo: la revolucin es ante todo trabajo y ms tra
bajo, es eso.
Yo llamo a los compaeros primero a la responsabilidad. Se
gundo, recalco, no odio. Tercero, otra diferencia que me permite la
libertad ideolgica de ser tupamaro (para aquellos que dicen que
no tenemos ideologa): yo puedo decir, y nadie me va a dar un ti
rn de orejas, que no creo en ninguna forma de justicia humana.
Toda forma de justicia, en mi filosofa casera, es una transaccin
con la necesidad de venganza.
Por eso no creo mucho en una justicia que se promete. Y no
me gusta sacar gajos del rbol cado, muchos nos caranchearon,
muchos nos insultaron en estos aos, no vamos a responder por
eso. Estaremos s, pero no en el campo de la filosofa diletante, de
caf, de la cual abjuramos hace muchos aos; el tupamarismo se
gener como una reaccin al mero diletantismo. Y es por ella que
vamos a estar en guardia junto a ustedes, y con ustedes, y con todo
el pueblo. Pero no con un hacha en la mano, vengadores, de nin
guna manera. Nosotros estamos para tratar de hacer y de construir
con ustedes.
Las circunstancias lo dirn. Muchas gracias, compaeros.
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sin pasar por el centro que est para el otro lado. Ah nos comuni
camos con Luca, que sala de jefatura y un compaero la trajo.
Esos encuentros fueron muy emocionantes. Mi madre, Luca. Esa
noche qued ah, en mi casa, pero al da siguiente ya sal en busca
de un lugar para reunimos.
Conseguiste el lugar con los Padres Conventuales que tienen
un convento lindsimo.
Brutal, brutal, con una comodidad infernal. Ah estuvimos
un mes, como acuartelados, comiendo, durmiendo, pensando.
Y discutiendo.
S, claro.
Quines estaban ah? Decime de alguno que te acuerdes.
Julio Marenales, Eleuterio Fernndez Huidobro. Una cantidad
de compaeros que todava estn vivos y militando y otros que ya
no estn.
Pasaron 20 aos. Qu hacan los curas mientras ustedes
discutan y tomaban decisiones?
Los curas nos ayudaron. La Iglesia tiene mucha experiencia
en este tipo de cosas. En realidad lo que nosotros hicimos fue una
larga meditacin.
Sin que los curas intentaran catequizarlos o algo as.
Jams. Mantuvieron siempre una relacin de independencia
y respeto total, admirable. Es evidente que este paso slo podra
darlo gente de tremenda sensibilidad social. Y te digo algo: estoy
seguro de que no fue gratuito para ellos, tienen que haber recibido
crticas fuertes de la superioridad y tambin de muchos fieles.
Hemos dicho que hace ms de 50 aos que milits. Si repass tus idas y vueltas durante este tiempo, ,encontrs alguna cosa
de la que te arrepientas? Algo que cuando lo penss decs: Por
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Cul era?
l se opona a la fundacin de una organizacin. Deca con
mucha inteligencia: Cuando forms una organizacin ests crean
do la antiorganizacin. l quera crear el brazo clandestino de
toda la izquierda que iba a ser agredida por un golpe de Estado.
Si la intencin era sa, cmo se termin organizando un
movimiento cuyo fin era la toma del poder?
Nosotros ramos militantes de este o aquel partido que nos
juntbamos de noche para formar una organizacin clandestina
que se preparaba para pelear contra un eventual golpe de Estado.
Eso explica por qu los militantes del MLN venan de todos
lados.
Claro. Y despus qu pas? Viste que despus que tens a
las gallinas programadas para poner huevos vas a inventar que los
huevos son de todo punto de vista necesarios para alimentar al
hombre? Lo mismo pasa con un aparato armado. Despus que est
formado y programado genera su propia lgica.
Con qu tiene que ver, entonces, tu arrepentimiento?
Mi arrepentimiento y mi remordimiento tienen que ver con
el hecho de que cuando el golpe de Estado llega y los obreros ha
cen huelgas y ocupan las fbricas, nosotros estamos maltrechos,
presos. Para ese momento habamos trabajado aos. Para ese mo
mento. Las dictaduras vienen por muchas causas, pero sean cu
les sean, lo difcil es sacrselas de encima. Doce aos nos dur
sta. Y yo siento que no me va a dar lo que me queda de vida...
-dice y concentrndose en el mate que haba quedado abandona
do, se calla por un rato-. Es as como lo digo.
Qu tendran que haber hecho? Seguir preparndose mi
litarmente, juntando armas? Qu?
En algn momento, en alguna medida lo discutimos, pero la
lgica militarista se nos impuso. El xito te puede condenar. Es di
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3 En este caso el trmino caeros refiere a los trabajadores.de la caa del departamento de
Artigas, grupo muy politizado que tena como consigna Por la tierra y con Sendic. Agre
miados en la UTAA (Unin de Trabajadores Azucareros de Artigas) tuvieron activa militancia durante los aos 60.
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Para m es.
Lo vemos en los plebiscitos.
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Mucho peor.
En ese sentido temamos el ejemplo de aqu en frente. Menem fue un benefactor indirecto de Uruguay.
La experiencia de Argentina nos alert. Pienso en el contra
to de Aguas Argentinas. Los franceses no hicieron nada. Slo lle
varse la plata.
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Al delito?
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que ahorrar luz para que no nos falte. Yo pregunto lo que hay que
ahorrar es luz? Lo que hay que ahorrar es vida humana. Porque
cuando t compras, no compras con dinero. Compras con la vida
que gasts para obtener ese dinero. Pero la vida no es una mercade
ra, es el nico bien que no pods comprar. Ahora, cuando t has
gastado tu vida detrs del dinero, has gastado lo ms valioso que hay
en tu vida: la libertad. Libertad para hacer lo que te gusta y te mo
tiva. Cuanto ms agrands la franja de tu vida que dedics a ganar
dinero, ms achics la franja de libertad. Para m, antes el problema
eran las clases sociales, hoy es la civilizacin que nos toca vivir.
Ese problema lo veo como mucho ms difcil de resolver. El
enemigo aparece claramente individualizado pero no las formas
de lucha. Nadie quiere renunciar a algo por cuidar el agua o el
aire. Piensan: Esas cosas van a pasar cuando nosotros, los que
en este momento habitamos la Tierra, estemos muertsimos .
No s si se puede reaccionar ante esto. Parecera que no. El
hombre sigue agrediendo al agua, agrediendo al aire, a la natura
leza, y no quiere parar. Hace treinta aos que los hombres de cien
cia hablan del cambio climtico, de las imprevisibles consecuen
cias de todo esto, pero seguimos navegando alegremente.
Estados Unidos se niega afirm ar el Protocolo de Kioto. Po
see el 5% de los habitantes del planeta y gasta el 20% del petr
leo que produce la Tierra.
Es como s la humanidad dijera: Vamos arriba, dale que es
tarde. China aument en un 35% el consumo de combustibles.
Tiene el 25% de la poblacin del mundo y el 7% de los recursos
agrcolas. La humanidad es un verdadero aprendiz de brujo.
En las primeras pginas del libro Cuando la izquierda go
bierne, de Ediciones Trilce, que Mao Mazzeo hizo contigo y Ro
drigo Arocena, Rodrigo se duele de que la renovacin de la iz
quierda en estos ltimos aos haya sido entendida no como
autntica renovacin sino como moderacin . La pregunta es
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Sin embargo creo que fuiste vos mismo quien dijo alguna
vez: "No llegamos ac solamente para dar de comer.
S, claro, puedo haber sido yo, pero si no comemos prime
ro quin puede sentarse bajo un rbol a tomar mate y pensar? Pen
sar es un lujo de los pueblos ahitos. Hay derechos que son los fun
damentales del ser humano. No hay que perderlos.
Y volviendo a tu relacin con la gente. Hay algo que le im
porta mucho a la gente: el pasado.
S, claro, pero la gente no da valor a ese pasado si te equivo
caste.
Eso, en definitiva, no importa.
Vos quers decir que, ahora, la gente te da la razn, que pien
sa que tuviste razn... La gente no calcula hoy si tuviste o no ra
zn. Te est apoyando ahora. No por lo de ayer, por lo de hoy.
Para qu le servira a la gente lo de ayer?
Para saber quin sos como persona.
Ah, claro. Para decir no, no, estos locos son derechos, ponen
la carne en la parrilla. Pusieron la carne en la parrilla, pusieron toda
la carne en la parrilla. Ese pasado es pasaporte de credibilidad.
Credibilidad, claro.
Ms que nada en un mundo donde la credibilidad est en
crisis.
S.
La gente tiende hoy a no creer. Y vos sabs una cosa? Si hay
una constante, que la antropologa muestra, es que el hombre ne
cesita creer en algo. Necesitamos creer como necesitamos el pan.
Podemos ver eso en cualquier grupo humano, sea cual sea el gra
do de civilizacin. Esa necesidad siempre est presente. Siempre
estuvo presente. El hombre sale de la cueva, ve una piedra, ve un
palo y ya est. Porque encontraste algo en qu creer. Es una cons
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tante humana. Est aqu, all y ms all. Mires donde mires te encontrs con eso. Decime una cosa, por qu sos hincha de Nacio
nal o de Pearol? Esa es la cosa ms irracional que existe. De
quin sos hincha?
Aqu de Pearol, en Argentina de Ferro. Si me preguntaras
p o r qu buscara una explicacin, porque me gustara tener un
fundamento. Slo por eso.
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Eso hicieron.
Hasta dnde penss que se puede contar con los uruguayos
en este tema, con su modalidad, su carcter? Algo sobre el uru
guayo nos dice el poema de Benedetti llamado El cielo de cuan
do me jubile
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En cosas.
En qu cosas? Acababas de salir.
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Urquiza tiene mucho que ver con esto -dijo Pepe y sacndose la
alpargata, amenaz a uno de los perros que se revolcaba feliz en
un cantero de plantas carnosas, de color verde oscuro-.
Esos son cartuchos?
No, sta es una planta finsima. No sabs lo que es esto. Este
bicho es como si supiera, no la cambia por nada. Cuando hace ca
lor, para dormir eso es lo que l quiere. La flor es parecida al car
tucho, pero unas son rojas y otras blancas.
Sos un labrador Pepe.
Casi desde que nac. Te cuento otra cosa que hizo Rosas.
Cuando lleg al gobierno, el banco que emita el dinero lo mane
jaban ingleses. Rosas lo cerr, se qued con las planchas y mand
a los ingleses a la mierda. Al embajador de su majestad britnica
le haca comer amansadoras de 4, 5 horas. A algunos embajadores
les cont que los patagones tenan rabo. Los ingleses haban sido
derrotados en su intento de invasin. l sacaba pecho y desconta
ba que slo podran ocupar el ro, tirar algunos caonazos. Y no
mucho ms. Las relaciones con los ingleses eran dursimas.
Sin embargo los ingleses se quedaron con las Malvinas.
S, se quedaron. Me preguntaste por Yrigoyen.
Porque varias veces te he odo hablar de l con verdadero
entusiasmo. Contemporneo de Pepe Batlle, con l lo compars.
Fue un grande. S, en muchos sentidos se puede comparar
con Batlle. Ambos surgieron en pases hermanos que vivan etapas
parecidas en cuanto a la emigracin europea y en cuanto a lo que
producan. Don Pepe Batlle fue, sin dudarlo, un grande, pero te
digo una cosa: creo que Yrigoyen lo aventajaba en preparacin.
Que estaba muy armado intelectualmente. Lo digo pensando, so
bre todo, en su actitud antiimperialista. Sus ideas en este punto
eran claras, fuertes. Desgraciadamente fue barrido por el ejrcito.
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Casi nada.
Y Carlos Quijano con Luis Alberto de Herrera? (ll)
Toda nuestra historia est jalonada con esas contradicciones.
Contradicciones que funcionaron. Hemos tenido tipos notables.
Bernardo Prudencio Berro, por ejemplo.
Lo conozco poco, qu hizo?
Fue el primero que se preocup por el pen rural, por la es
clavitud. Un hombre que tena una visin clara de lo que eran las
potencias imperiales y que defini cosas como sta: Nosotros he
mos hecho la Constitucin, ahora hay que hacer el pas.
Eso es genial. Estaba muy orgulloso con las leyes, pero sa
ba que la vida pasaba por otro lado.
Y bueno, el Frente Amplio es un instrumento maravilloso,
hijo de la historia y la cultura uruguayas. Hasta las palabras usadas
para nombrarlo son las adecuadas. Con la palabra Frente se re
conoce la diferencia. Con la palabra Amplio la necesidad de un
horizonte, y tina horizontalidad sin prejuicios.
En qu sentido sin prejuicios?
Hay un pecado frecuente en la gente de izquierda. El ser de
izquierda suele determinar una suerte de elitismo.
A vos te parece?
S, s, me parece. Me parece que hay un elitismo clasista muy
fcil de ver.
Yeso no vendr de la segregacin que sufri la izquierda
durante aos y aos? El orgullo es casi la nica manera de con11 Luis Alberto de H errera (1873-1959): Poltico conservador, lder del Partido Nacional,
se opuso a las reformas impulsadas por Batlle y Ordez. Vinculado a los ganaderos, nunca
perdi su proyeccin popular. Carlos Quijano (1900-1984): Pensador independiente, funda
dor del semanario Marcha, sus posiciones siempre fueron muy cercanas a la izquierda. Se lo
considera el impulsor de una generacin a la que se llama Generacin de Marcha.
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