El Urbanismo de La Revolución Industrial

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El urbanismo de la Revolucin

Industrial.
La Revolucin Industrial y el paradigma del
Movimiento Moderno

La Revolucin industrial es un periodo histrico comprendido entre la segunda mitad del
siglo XVIII y principios del XIX en el que el Reino Unido en primer lugar, y el resto de
Europa despus, sufren el mayor conjunto de transformaciones socioeconmicas,
tecnolgicas y culturales de la Historia de la humanidad, desde el Neoltico.
La economa basada en el trabajo manual fue reemplazada por otra dominada por la
industria y la manufactura. La Revolucin comenz con la mecanizacin de las industrias
textiles y el desarrollo de los procesos del hierro. La expansin del comercio fue favorecida
por la mejora de las rutas de transportes y posteriormente por el nacimiento del ferrocarril.
Las innovaciones tecnolgicas ms importantes fueron la mquina de vapor y la
denominada Spinning Jenny, una potente mquina relacionada con la industria textil. Estas
nuevas mquinas favorecieron enormes incrementos en la capacidad de produccin. La
produccin y desarrollo de nuevos modelos de maquinaria en las dos primeras dcadas
del siglo XIX facilit la manufactura en otras industrias e increment tambin su
produccin.
Las causas de la Revolucin industrial son diversas, de las cuales destacan las causas
demogrficas, agrcolas y la mejora de nuevas vas de comunicacin y tecnologas.
Algunos historiadores la contemplan como el momento en el que se dejaron atrs los
cambios sociales e institucionales surgidos con el fin de la etapa feudal britnica despus
de la Gerra Civil Inglesa en el siglo XVII.En el campo de la agricultura la existencia de
controles fronterizos ms intensos evitaron la propagacin de enfermedades y disminuy
la propagacin de epidemias como las ocurridas en tiempos anteriores.
La revolucin agrcola britnica hizo adems ms eficiente la produccin de alimentos con
una menor aportacin del factor trabajo, alentando a la poblacin que no poda encontrar
trabajos agrcolas a buscar empleos relacionados con la industria y, por ende, originando
un movimiento migratorio desde el campo a las ciudades as como un nuevo desarrollo en
las fbricas. La expansin colonial del siglo XVII acompaada del desarrollo del comercio
internacional, la creacin de mercados financieros y la acumulacin de capital son
considerados factores influyentes, como tambin lo fue la revolucin cientfica del siglo
XVII.
Se puede decir que se produjo en Inglaterra por su desarrollo econmico, poltico y
tecnolgico.
La Revolucin agrcola: aumento progresivo de la produccin gracias a la inversin de
los propietarios en nuevas tcnicas y sistemas de cultivo, adems de la mejora del uso de
fertilizantes.
El desarrollo del capital comercial: Las mquinas se aplicaron a los transportes y a la
comunicacin iniciando una enorme transformacin.
Ahora las relaciones entre patronos y trabajadores son nicamente laborales y con el fin
de obtener beneficios.
Los cambios demogrfico-sociales:
La modernizacin de la agricultura permiti un crecimiento demogrfico debido a la mejora
de la alimentacin. Tambin hubo adelantos en la medicina y en la higiene, de ah que
creciera la poblacin. Tambin hubo una emigracin del campo a la ciudad porque la
ocupacin en labores agrcolas disminuy mientras creca la demanda de trabajo en las
ciudades.
La revolucin se caracteriz por un cambio en los instrumentos de trabajo de tipo artesanal
por la mquina de vapor, movida por la energa del carbn. La mquina exige individuos
ms cualificados, produce una reduccin en el nmero de personas empleadas, arrojando
de manera incesante masas de obreros de un ramo de la produccin a otra.
Especialmente del campo a la ciudad.
La Revolucin industrial no hubiese podido prosperar sin el concurso y el desarrollo de los
transportes, que llevarn las mercancas producidas en la fbrica hasta los mercados
donde se consuman.
Esta es, tambin, la poca del desarrollo del comercio y de los sistemas de transporte, se
crea una nueva tecnologa de transportes, en la que el ferrocarril y el barco de vapor son
los reyes, ya que pueden transportar grandes cantidades de mercanca a una velocidad
que ningn otro sistema de transporte de la poca es capaz de alcanzar. Adems, la
tecnologa del transporte demanda productos industriales, con lo que impulsa la
Revolucin industrial.
La Revolucin industrial gener un ensanchamiento de los mercados extranjeros Los
nuevos mercados se conquistaron mediante el abaratamiento de los productos hechos con
la mquina, por los nuevos sistemas de transporte y la apertura de vas de comunicacin,
as como tambin, mediante una poltica expansionista.
Los cambios demogrficos.
Traspaso de la poblacin del campo a la ciudad (xodo rural) Migraciones
internacionales Crecimiento sostenido de la poblacin Grandes diferencias entre los
pueblos Independencia econmica
Las razones econmicas.
Produccin en serie Desarrollo del capitalismo Aparicin de las grandes empresas
Intercambios desigualesSociales. Nace el proletariado Nace la cuestin
socialAmbientales. Deterioro del ambiente y degradacin del paisaje Explotacin
irracional de la tierra.
El proletariado urbano.
Como consecuencia de la revolucin agrcola y demogrfica, se produjo un xodo masivo
de campesinos hacia las ciudades; el antiguo agricultor se convirti en obrero industrial. La
ciudad industrial aument su poblacin como consecuencia del crecimiento natural de sus
habitantes y por el arribo de este nuevo contingente humano. La carencia de habitaciones
fue el primer problema que sufri esta poblacin marginada socialmente; deba vivir en
espacios reducidos sin las mnimas condiciones, comodidades y condiciones de higiene. A
ello se sumaban largas jornadas de trabajo, que llegaban a ms de 14 horas diarias, en las
que participaban hombres, mujeres y nios con salarios de miseria, y que carecan de toda
proteccin legal frente a la arbitrariedad de los dueos de las fbricas o centros de
produccin. Este conjunto de males que afectaba al proletariado urbano se llam la
cuestin social, haciendo alusin a las insuficiencias materiales y espirituales que les
afectaban.
La Burguesa industrial.
Como contraste al proletariado industrial, se fortaleci el poder econmico y social de los
grandes empresarios, afianzando de este modo el sistema econmico capitalista,
caracterizado por la propiedad privada de los medios de produccin y la regulacin de los
precios por el mercado, de acuerdo por la oferta y la demanda.
En este escenario, la burguesa desplaza definitivamente a la aristocracia terrateniente y
su situacin de privilegio social se bas fundamentalmente en la fortuna y no en el origen o
la sangre. Avalados por una doctrina que defenda la libertad econmica, los empresarios
obtenan grandes riquezas, no slo vendiendo y compitiendo, sino que adems pagando
bajos precios por la fuerza de trabajo aportada por los obreros.Las propuestas para
solucionar el problema social. Frente a la situacin de pobreza y precariedad de los
obreros, surgieron crticas y frmulas para tratar de darles solucin, como los socialistas
utpicos, que aspiraban a crear una sociedad ideal, justa y libre de todo tipo de problemas
sociales. Otra propuesta fue el socialismo cientfico de Karl Marx, que propona la
revolucin y la abolicin de la propiedad privada (marxismo)
El Movimiento moderno
Surge en la primera dcada del siglo XX, marcando una ruptura con la tradicional
configuracin de espacios, formas compositivas y estticas. Sus ideas superaron el mbito
arquitectnico influyendo en el mundo del arte y del diseo.
El movimiento moderno aprovech las posibilidades de los nuevos materiales industriales
como el hormign armado, el acero laminado y el vidrio plano en grandes dimensiones.
Se caracteriz por plantas y secciones ortogonales, generalmente asimtricas, ausencia
de decoracin en las fachadas y grandes ventanales horizontales conformados por perfiles
de acero. Los espacios interiores son luminosos y difanos.
La llegada de Hitler al poder en 1933, provoc la salida del pas de numerosos arquitectos
y creadores que habran de extender los principios de este movimiento a otros pases.
La denominacin International Style comenz a generalizarse en Estados Unidos tras la
exposicin de arquitectura moderna celebrada en 1932 en el Museo de Arte Moderno de
Nueva York, con motivo de la cual Henry-Russell Hitchcock y Philip Johnson escribieron el
libro International Style: Architecture since 1922.Pese a que tras la Segunda Guerra
Mundial hubo an importantes construcciones dentro de este estilo, las ltimas dcadas
del siglo XX han estado dominadas por otros movimientos crticos, herederos en cualquier
caso del movimiento moderno.
Con la consolidacin de la revolucin industrial, esta centuria haba trado a las sociedades
desarrolladas cambios de todo tipo y, con ellos, en el campo constructivo, se gener un
nuevo abanico de necesidades. Cmo atender a las demandas de una poblacin en
crecimiento y concentrada en las ciudades? Cmo resolver los problemas que genera el
trfico, ya sea por carretera, ferroviario o aeroportuario? Cmo organizar los grandes
espacios industriales? Y los grandes centros de estudio e investigacin? Cmo debe
construirse en los nuevos pases que ahora aparecen?A todas esas cuestiones y a
muchas otras dieron cumplida respuesta los arquitectos de la primera mitad del siglo. Con
ellos se produce una absoluta ruptura con respecto a las tradiciones constructivas de
pocas pasadas. Es lo que llamamos el movimiento moderno.
Un periodo en el que los cambios aparecen por doquier. El ms significativo es, quizs, la
idea de que cada edificio debe adaptarse a la funcin que va a desempear, lo que
requiere una tipologa de los edificios bien diferenciada. Pero hay mucho ms: las nuevas
posibilidades constructivas que ofrecen el hormign armado, el vidrio y otros materiales
van a ser profundamente desarrolladas. Si hasta ahora la columna o el arco eran
elementos distintivos del quehacer arquitectnico, los pilares y las plantas difanas van a
pasar a ocupar el primer plano. La lnea recta se aduea de la arquitectura. En definitiva,
nuevos materiales, nuevas formas, nuevos volmenes.En este renovado panorama
arquitectnico encontramos dos tendencias fundamentales.
De un lado, el racionalismo, en el que destacan Le Corbusier, Gropius, Mies van der
Rohe y Rietveld . De otro, el organicismo, cuyo ms destacado representante en Frank
Lloyd Wright. En ambos casos, lo importante es la funcin del edificio, aunque sea
concebido desde distinta manera. La decoracin pasa a un lugar secundario. Y esta idea
bsica signific una nueva manera de buscar la belleza, distinta a la que entonces haba
presidido el quehacer arquitectnico. An hoy se trabaja siguiendo estas grandes
aportaciones. El cambio fue absoluto.
Una nueva poca haba llegado a la arquitectura.La arquitectura racionalista se caracteriza
por la desornamentacin decorativa, la sinceridad de los materiales (que alcanza su
mxima expresin en el brutalismo de Auguste Perret), y los volmenes de geometra
perfecta, cubos y prismas cuadrangulares. El racionalismo rompe con el pasado en sus
smbolos y su lenguaje. La forma es consecuencia de la funcin.
El racionalismo triunfa sin paliativos porque ayuda a las nuevas tecnologas y se sirve de
ellas, de la industria, y adems ayuda a optimizar el precio del suelo en los pases
capitalistas. Sin embargo, el racionalismo no pretende limitarse a construir edificios, sino
que es toda una nueva concepcin de la ciudad como centro urbano, mercado y lugar de
habitacin. Propone dividir la ciudad en espacios funcionales, pero organizados
racionalmente y no dejando a las fuerzas del mercado capitalista la organizacin de la
ciudad.
Esta concepcin de la urbe, dividida funcionalmente, tiene gran peso en las ciudades
actuales, aunque no se han podido librar del peso de la historia, ni del imperio del mercado
del suelo.El racionalismo nace con la influencia decisiva de la Bauhaus y el arte abstracto
de Kandinsky, Malvich, Mondrian y Klee. Pretende liberar al arte de toda ideologa, a
travs de la ciencia y las matemticas, pero al mismo tiempo hacerlo accesible a todos en
igualdad de condiciones, libre de las fuerzas del mercado, lo que le acerca al socialismo.
La figura ms representativa del movimiento moderno es Le Corbusier. Para Le Corbusier
cada casa es una mquina para vivir. La tcnica se une a la tecnologa en los edificios
para hacer ms cmoda la vida. El edificio debe identificarse con su entorno, y debe tener
un espacio verde a su alrededor, para integrar la naturaleza con la vivienda. Esta
identificacin con su entorno natural le acerca a los utpicos del neoclasicismo, y al
organicismo de Wright, un arquitecto estadounidense que construye casas de campo
integradas en la naturaleza hasta perderse.Todas estas ideas sobre el arte moderno se
recogen en el CIAM, Congreso Internacional de Arte Moderno, celebrado en Atenas en
1933.
Auguste Perret (1874-1954) es el primero en utilizar el hormign armado de manera
integral en un edificio de viviendas, aunque no inventa su tcnica ya que vena siendo
utilizada en obras de ingeniera. Lo que s hace es utilizarlo como elemento arquitectnico
dejndolo a la vista. Nmero 25 de la calle Franklin en Pars, teatro de los Campos
Elseos, reconstruccin de Le Havre, Notre-Dame de Le Raincy.
En Alemania aparece un movimiento arquitectnico expresionista, cuyos edificios
asemejan cuerpos vivos. Entre estos arquitectos destacan Hans Poelzing (1869-1936):
depsito de agua de Posen, Fritz Hoeger y Erich Mndelssohn, almacenes Peterdoff en
Stuttgart. Walter Gropius (1883-1969) es uno de los primeros y ms importantes
arquitectos del movimiento moderno. Fue el fundador de la Bauhaus y uno de sus
miembros ms destacados, as como su animador e idelogo. Comienza interesndose
por las viviendas normalizadas y las casas baratas para los obreros.
Otro de los grandes arquitectos racionalistas es Ludwig Mies van der Rohe(1886-1969).
En 1930 es director de la Bauhaus, su ltimo director. Mies van der Rohe estudia las
posibilidades tcnicas de los nuevos materiales y losprefabricados.En Estados Unidos
tambin hay grandes arquitectos racionalistas. El ms representativo de ellos es Frank
Lloyd Wright (1867-1959), que trabaja en Chicago, y conoce la arquitectura del hierro y el
cristal. Su arquitectura se caracteriza por la integracin orgnica del edificio y la
naturaleza, tanto por sus formas como por los materiales que utiliza.
Le Corbusier (Charles Edouard Jeanneret) (1887-1965) es el gran terico del movimiento.
Nace en Suiza, pero trabaja en todo el mundo. Es un gran activista del movimiento
moderno que divulga los principios del racionalismo por todo el planeta. Concibe una
sociedad nueva para la que hace falta una nueva ciudad. En 1928 publica en la Revista de
Occidente Arquitectura de la poca maquinista, en donde resume su ideologa
arquitectnica: construccin sobre pilotes para permitir un jardn en el suelo,
aprovechamiento de las terrazas como espacio verde, plano libre, ventana continua en
horizontal, fachada cortina e independiente, etc.
En los aos veinte construye varias villas e iglesias con estas premisas. En 1933
promueve la Carta de Atenas, que recoge los principios del CIAM, los cuales sern
decisivos para la construccin de la ciudad moderna: segregacin funcional del lugar de
trabajo, ocio, transporte, vivienda, mercado y centro cvico y de cultura (que debe ser el
centro de la ciudad). Le Corbusier lleva a la prctica la construccin por mdulos, unidades
de habitacin, en el bloque de apartamentos que construye en Marsella en 1947, todos
ellos iguales y cbicos. Inventa, tambin, el dplex.
El estadounidense Frank Lloyd Wright (1867-1959) fue alumno de Louis Sullivan, a
partir de cuyas enseanzas desarroll un lenguaje organicista, es decir, basado en la
intuicin y la libertad creativa. El organicismo es la corriente opuesta al racionalismo, que
organiza la creacin arquitectnica a partir de un plan ideal preconcebido. El arquitecto
estadounidense cre un modelo especfico de casa unifamiliar suburbana, a base de
mdulos rectangulares, que se integraba plenamente en la naturaleza. Dentro de este tipo
de construccin destaca la Casa sobre la cascada. Otras muestras notables de la intuicin
de Lloyd Wright son las oficinas Larkin, en Buffalo, el Museo Guggenheim de Nueva York y
la iglesia Unity, en Oak Park.
El uso de nuevos materiales y la originalidad en la solucin de los problemas
arquitectnicos constituyen la base de una lnea evolutiva que conducira al desarrollo del
llamado Estilo Internacional.
LAS PRIMERAS CIUDADES DE LA INDUSTRIA: TRAZADOS
URBANOS, EFECTOS TERRITORIALES Y DIMENSIN
PATRIMONIAL. LA EXPERIENCIA DE NUEVO BAZTN
(MADRID)
ngeles Layuno Rosas
Depto. de Arquitectura Universidad de Alcal
[email protected]
Recibido: 20 de septiembre de 2012. Devuelto para correcciones: 13 de febrero de 2013. Aceptado: 3 de
marzo de 2013.

Las primeras ciudades de la industria: Trazados urbanos, efectos
territoriales y dimensin patrimonial. La experiencia de Nuevo Baztn
(Madrid) (Resumen)
Las primeras poblaciones industriales creadas en Europa en la Edad Moderna
poseen un notable inters como experiencias de trazado de ciudades de nueva
planta ligadas al alcance territorial con que a menudo se plantean. En una
primera parte se realiza un sinttico repaso de estas poblaciones de nueva
fundacin destinadas a la industria creadas fundamentalmente en los siglos
XVII y XVIII, incidiendo en su gnesis ideolgica y morfolgica. En una
segunda parte, tomando como caso de estudio el municipio madrileo de
Nuevo Baztn y su entorno, se lleva a cabo el anlisis de la relacin existente
entre implantacin industrial, poltica econmica pre-ilustrada y trazado
urbano por un lado, y por otro, de las consecuencias de la implantacin
industrial en la colonizacin del territorio, en donde aparecen elementos de
diversa ndole que contribuyen a articular los significados histricos a partir
de la delineacin de conexiones funcionales entre diversos ncleos y otros
elementos constituyentes del paisaje proto-industrial rural. En este marco, se
plantea la dimensin patrimonial del conjunto, su valoracin y estrategias de
recuperacin considerando su carcter urbanstico y paisajstico.
Palabras clave: poblaciones industriales, territorio, paisaje, Edad Moderna,
patrimonio industrial, Nuevo Baztn.

The first "industrial cities" Urban layouts, spatial effects and heritage
dimension. The experience of New Baztn (Madrid) (Abstract)
Populations specifically created for industrial production were planned in
Europe since the Modern
times as interesting experiences of founding new towns and for
the territorial dimension that often arise. In the first part, a brief review of new
planned populations for industry during the seventeenth and eighteenth
centuries is carried out, focusing on their ideological origins and morphology.
The second part of the article, taking as case of studythe village
of New Baztn and its rural surroundings, undertake the analysis of the
relationship between industrial development and economic policy of pre-
Enlightenment period and urban layout, on one hand; and, on the other hand,
between industrial colonization of territory and the configuration of a network
of elements which act as important pivotal elements of the historical
meanings of territory from the delineation of functional connections between
different settlements and other elements of proto-
industrial rural landscape. Secondly, it raises the heritage dimension that this
urban ensemble, considering his values and recovering strategies from the
landscape and urban planning points of view.
Key words: industrial villages, territory, landscape, Modern Period, industrial
heritage, Nuevo Baztn.


Ciudad e industria. Algunas reflexiones sobre el concepto de ciudad
industrial
Las actividades econmicas han configurado histricamente la morfologa y
funcionalidad de las ciudades, territorios y regiones, desde los barrios de
artesanos que marcan la fisonoma de partes de la ciudad antigua, medieval y
moderna, a las posteriores poblaciones preindustriales surgidas en la
proximidad de fuentes de energa y materias primas, o hasta la configuracin
de reas urbanas y colonias destinadas a la industria masiva en los siglos XIX
y XX. Los paisajes urbanos industriales constituyen una herencia de las
funciones urbanas de la ciudad, y posibilitan el anlisis de su cualidad como
producto cultural derivado de los usos econmicos asumidos a lo largo de la
historia o en un momento determinado del tiempo[1].
Desde hace varias dcadas el concepto de ciudad industrial ha sido objeto de diversas
reflexiones crticas por parte de la historiografa de la ciudad, centradas en la posibilidad
de definir al menos dos realidades que comparten pero tambin divergen en sus
contenidos y significados. Una de sus acepciones, la ms empleada genricamente, es la
referida a las estructuras urbanas afectadas por los procesos capitalistas y sistemas de
produccin mecanizada desarrollados principalmente desde el siglo XIX, esto es, la
ciudad que recoge la influencia de los cambios productivos determinados por la
Revolucin Industrial con todas sus implicaciones polticas, econmicas, o sociales.
Pero adems, partiendo de una clasificacin funcional, se pueden tipificar
genricamente como ciudad industrial aquellas poblaciones creadas ex novo, por y
para ejecutar uno o varios procesos productivos de manera unvoca o en simbiosis con
otras actividades econmicas. En estos casos, se planifican alojamientos para los
trabajadores y administradores, as como los equipamientos necesarios para el
desarrollo de la vida cotidiana[2].
En este ltimo supuesto la ciudad industrial sera una categora de ciudad,
definida por la actividad dominante, mientras que en el primero sera un
enunciado referido a una fase o perodo de su desarrollo histrico. Por ello,
para algunos expertos sera inexacta la aplicacin de esta clasificacin
nominal en este ltimo caso, apostando por el trmino ms adecuado de
ciudad de la edad industrial, ciudad burguesa, o ciudad moderna[3], ya que,
como afirman Louis Bergeron y Marcel Roncayolo, existe una ambigedad en
la aplicacin del trmino industrializacin, al no constituir ste el nico factor
de crecimiento urbano en el S. XIX, ni imponerse como fenmeno de una sola
vez y de manera sincrnica en todas las regiones europeas, ni centrarse y
extenderse a todas las actividades productivas por igual, al mismo ritmo y a la
sociedad tanto sectorialmente como geogrficamente[4].
Al hilo de estas consideraciones, es preciso agregar que la ciudad no ha
posedo histricamente el monopolio de la implantacin industrial, y segn los
momentos y las regiones no es tampoco el lugar prioritario. Las industrias
antes y despus de la revolucin de los transportes se ubicaron a menudo en la
proximidad de las fuentes de energa y las materias primas, desplazndose
hacia localizaciones estratgicas del medio rural por motivos diversos:
proximidad a las materias primas, facilidad de comunicacin entre puntos de
destino, menor coste del suelo, mayor control de la produccin y del factor
humano. En la transicin de la etapa preindustrial a la industrial, si los ncleos
urbanos consolidados comenzaban a ser el lugar privilegiado para la actividad
productiva, esta realidad coexista con una tradicin preindustrial basada en
una red de centros de produccin rurales que materializaron lo que los
enciclopedistas denominaron industrias o manufacturas dispersas,
consistentes tanto en formas de produccin mixta como en la fragmentacin
de las actividades en el territorio. Los asentamientos rurales dedicados a la
industria precedieron, acompaaron y subsistieron a las grandes revoluciones
industriales urbanas. Ambas realidades, manufacturas concentradas frente
a manufacturas dispersasseran objeto de sendos debates en la Europa del
siglo XVIII en funcin de las ventajas de cada variante respecto al tipo de
artculos a producir. Por estas razones, parece oportuno, desde los orgenes de
la industrializacin, expandir el estudio de la ciudad industrial a la regin
industrial, ya que la ciudad desde antiguo comprende tambin su rea rural
circundante, y por ello cualquier metodologa de estudio debera implicar la
organizacin territorial de lo urbano[5]. Del mismo modo que la ciudad o
poblacin industrial no siempre constituye un ente unifuncional, siendo el
binomio industria-agricultura la solucin ms extendida en la formacin de
colonias y ciudades industriales en la edad moderna y contempornea.
La eclosin de buena parte de ciudades o colonias industriales
contemporneas se produjo como consecuencia de la mala reputacin que fue
adquiriendo el crecimiento urbano debido a la industrializacin masiva. De
este modo, en la propia gnesis de la ciudad industrial emergi una potente e
influyente tendencia crtica antiurbana y anti-industrializadora contra los
organismos urbanos aniquilantes y distorsionadores de las formas de vida
preindustriales vinculadas a los modos de produccin artesanales y a los
medios de vida rurales[6]. Principalmente en Inglaterra y Francia proliferan en
el siglo XIX propuestas de reformadores sociales y filntropos que reaccionan
ante los desaciertos de un medio urbano en constante progreso expansivo y
demogrfico por el avance del sistema de produccin capitalista[7].
Pensadores y polticos como Engels, Marx, Fourier, Proudhon, Carlyle,
Considrant, Ruskin, Pugin, Robert Owen o Morris enarbolaron una crtica a
la ciudad industrial existente y plantearon en muchos casos nuevas frmulas
ideolgicas, funcionales y morfolgicas que constituyeron las bases de las
colonias y ciudades creadas para la industria. Algunas de estas propuestas
tericas trataron de vislumbrar la posibilidad de una arcadia industrial semi-
rural, donde los principios del pensamiento utpico-positivista sobre la
armona de clases dentro del mundo del trabajo pudieran materializarse. Con
una fuerte impronta paternalista, se promover una mejora del hbitat, del
equipamiento y el espacio pblico encubriendo en el fondo la bsqueda de la
mxima rentabilidad de la produccin mediante el control sistemtico de los
espacios y tiempos de los individuos, la homogeneizacin de las mentalidades,
y la racionalizacin de los itinerarios y los espacios en los que se
desarrollaban los procesos humanos y mecnicos[8]. En estas colonias y
ciudades se plantea una ntida zonificacin residencial, industrial,
equipamientos, zonas verdes y cultivos-, que preludia el proyecto de ciudad
industrial de Tony Garnier, el movimiento de las ciudades-jardn, las ciudades
industriales del des-urbanismo sovitico, filtrndose finalmente en la
ideologa urbana del Movimiento Moderno.

Las primeras experiencias de planificacin urbana para la industria
En los siglos de la Edad Moderna aparecen los primeros ejemplos de
poblaciones industriales en las que se plantea una segregacin del mundo del
trabajo, antes inscrito o mezclado en los ganglios de la ciudad de origen
antiguo o medieval, conformando organismos urbanos que a menudo expresan
en sus trazados un orden que no obedece slo a la necesidad econmica sino
tambin a la expresin de funciones ideolgicas. Tambin un corpus terico
que alimenta una idea de ciudad que servir como punto de partida para
entender en qu presupuestos se ciment la cultura urbanstica que subyace en
la planificacin de Nuevo Baztn.
Sin duda recogiendo el sentir de su tiempo, la Nueva Atlntida (1638)[9] de
Francis Bacon anuncia un cambio de mentalidad respecto a las utopas
anteriores, al presentar una suerte de utopa cientfica que apuesta por el
conocimiento experimental, el impulso de la industria y el utilitarismo de las
mquinas, elementos que constituirn la gnesis de la Revolucin Industrial
inglesa. A su vez, la Descripcin de la Sinapia, pennsula en la tierra austral,
manuscrito annimo y no datado, atribuido a su propietario, el Conde de
Campomanes, refleja las transformaciones operadas en la transicin hacia el
siglo ilustrado en su valoracin econmica de la ciudad y el territorio para
adaptarlos a las nuevas necesidades del comercio, la industria o la agricultura,
a travs de un nuevo modelo de ciudad plasmado en un trazado cartesiano
extensible al territorio, reflejando en su malla espacial istropa una suerte de
mundo igualitario y armnico donde se dignifica el mundo del trabajo[10].
En la Europa del S. XVII asistimos a la aparicin de ciudades o poblaciones
vinculadas a diversas actividades industriales por iniciativa privada o
estatal, unidas a la firme voluntad de activacin socio-econmica de territorios
pobres y despoblados, pero a menudo tambin pensadas como mecanismos de
poder y ascenso social. En Francia aparecen algunos de estos ejemplos
pioneros, en ocasiones manteniendo elementos simblicos y formales de los
esquemas organizativos tradicionales del poder eclesistico-civil. Es el caso
de la ciudad de Charleville, fundada en 1606 por el duque Carlo Gonzaga
Nevers con el fin de atraer colonos ofreciendo tierras y privilegios a todos los
que quisieran establecer manufacturas. El grabado de hacia 1626 que
representa la ciudad a vista de pjaro muestra un esquema ideal de urbe
fortificada de permetro abaluartado que encierra un trazado en retcula
fuertemente jerarquizado en torno a la plaza ducal central (Figura 1). De
mayor trascendencia, algunas manufacturas promovidas por Colbert en
Francia se organizan como pequeas ciudades autosuficientes: la fbrica de
espejos de Tour-la-Ville, cerca de Cherburgo (1666); la de tejidos de
Villeneuvette (1667), las factoras textiles de Van Robais en Abbeville (1665)
y Sedan. Algunas de estas ciudades planificadas de nueva planta deben su
origen a la defensa militar vinculada a la expansin del comercio martimo. La
ciudad de Rochefort fue fundada en 1665 como arsenal y puerto naval de la
marina por iniciativa de Colbert sobre un lugar de la costa del Atlntico en la
desembocadura del ro Charente, en un emplazamiento elegido por una
comisin real de la que Blondel formaba parte. Su trazado en semicrculo
irregular se adapta a la curvatura del ro y revela una clara zonificacin en
funcin de las necesidades y usos de cada parte de la ciudad, por ello, tal
como se aprecia en el plano de 1785, el cambio respecto a Charleville resulta
evidente, ya que en este caso, los esquemas tericos y su valor esttico se
subordinan a la funcin que determina la clara organizacin de los diversos
grupos de edificaciones[11] (Figura 2).




Figura 1. Charleville. Plano de
Moreau. Siglo XVII.
Fuente: Lavedan et al. Lurbanisme lpoque
moderne. XVIe-XVIIIe sicles.
Figura 2. Detalle del plano de la ciudad,
del puerto y del arsenal de
Rochefort (1785).
A.N. Archives de la Marine.
Fuente: Lavedan et al.

Con el tiempo, la industria de promocin estatal creara un repertorio
importante de nuevos ncleos apareciendo una simbiosis de antiguos y nuevos
repertorios lingsticos y urbansticos. Las salinas de Chaux, en el Jura,
construidas entre las poblaciones de Arc y Senans segn el proyecto de
Ledoux de 1774, constituyen un ejemplo de ciudad industrial fundada ex
novo, incorporando un programa de reformas en dos niveles: el acomodo
fsico de los trabajadores en la estructura social de produccin; y la expresin
arquitectnica, capaz de dotar a la industria de un lenguaje que reforzara tanto
la vigilancia como la vida en comn[12]. Como han estudiado Anthony Vidler
y Thomas Markus, a lo largo del siglo XVIII asistimos a la concrecin formal
de la industria y a la aparicin de tipos especializados que emergern en el
seno de ciudades utpicas de la produccin, en las que tambin surge la
plasmacin del discurso sobre la vigilancia en la forma compositiva del
conjunto, como ocurre en el plano de Pierre Toufaire para la siderrgica de Le
Creusot en la Borgoa francesa (1781)[13], donde el eje axial conecta
simblicamente la casa del patrn en la parte superior con los edificios
productivos y la fundicin en el extremo inferior, uniendo en el mismo eje
control e inversin, y situndose los trabajadores en las mrgenes del
conjunto. As, en el caso de Chaux el espacio destinado al patrn se sita en el
punto central del panptico desde donde ejercer simblicamente un supuesto
control ms simblico que visual- sobre los espacios perimetrales destinados
a los trabajadores.
Pero adems, al margen de sus enfticas composiciones urbanas, como
reflejan las salinas de Chaux, estas poblaciones industriales llevaban implcita
una organizacin territorial y regional de la actividad que transformara el
carcter del territorio tanto funcional como fsicamente de ahora en adelante.
Las lminas de los diversos proyectos utpicos de Ledoux constituyen un
documento excepcional que expresa la dimensin iconogrfica y esttica
conferida a la industria de promocin estatal, y a su vez, la asignacin a sta
de un papel de reactivacin del territorio nacional en el seno del pensamiento
ilustrado. Los proyectos en torno al bosque de Chaux y los valles vecinos,
entre 1775 y 1800 prevean la instalacin de fbricas, talleres, instituciones y
viviendas de todo tipo, destinados a revelar un nuevo orden industrial que
inclua el campo, puesto que la produccin de la sal y el hierro se mantena
gracias a una gran fuerza de trabajo y materias primas procedentes del bosque,
de una Economa rstica, como la haba denominado Diderot, que
demostraba la estrecha interrelacin entre industria y agricultura en el perodo
que nos ocupa. Cobra as sentido el comentario de Vidler sobre las salinas de
Arc et Senans, () la geometra centralizada de las salinas se expanda
radialmente y a lo largo de sus ejes para controlar todo un territorio, como si
en el propio acto de medicin, trazado y construccin de una red de
comunicaciones la tierra quedara destinada al cultivo productivo (Figura
3)[14].
La asimilacin del pensamiento ilustrado sobre el necesario y urgente impulso
de la industria y el comercio por parte del Estado, se materializaron en Espaa
en la creacin de Reales Manufacturas y otras experiencias productivas,
fbricas de artculos suntuarios, metalurgia y textiles, que seran controlados
en rgimen de monopolio. No obstante, desde el punto de vista urbanstico las
industrias del siglo XVIII en contadas ocasiones produjeron grandes
transformaciones urbanas y edificatorias en las poblaciones ya existentes,
siendo tambin muy escasa la creacin de poblaciones de nueva fundacin de
relieve[15]. Merece destacarse en este punto la importacin del debate
poltico-econmico sobre la tipologa de las manufacturas en funcin de su
emplazamiento, de forma semejante a como se planteaba en el
artculo Manufacture contenido en la Encyclopdie ou dictionnaire raisonn
des sciences, des arts et des metiers (1751-1765). En suma lo que se planteaba
era la disociacin entre emplazamientos urbano y rural para la industria, y la
conveniencia de adoptar una u otra frmula en relacin al tipo de artculos
fabricados: la manufactura dispersa por un lado, formada por talleres
artesanales y asociada al mbito rural; y la manufactura concentrada, en
contextos urbanos y adoptando generalmente el modelo de fbrica que reuna
en un nico recinto las diversas fases del proceso productivo y destinada a
producir artculos suntuarios y otros demandados en la ciudad[16].
La industria en el mbito rural dara lugar a la aparicin de los primeros
ncleos que incluyen sistemticamente equipamientos residenciales o
poblaciones de nueva planta con fines productivos. Algunos conjuntos fabriles
surgen en el medio rural por motivos de optimizacin de las materias primas y
fuentes de energa. Es el caso de las Reales Fbricas de Municiones de Hierro
de Eugui (1766) y Orbaiceta (1784), o de la Real Fbrica de latn, cobre y
cinc de San Juan de Alcraz (1773-1800)[17], a modo de conjuntos que siguen
ordenaciones orgnicas, distribuyendo sus edificios productivos, viviendas y
otros equipamientos en diversas cotas adaptadas a la orografa del terreno.
Sin embargo, estas experiencias no adoptaron el rango de poblaciones
industriales. Nuevo Baztn y el Real Sitio de San Fernando de Henares, en el
SE de la provincia de Madrid, son las nicas poblaciones creadas ex novo con
fines productivos en el mbito rural que surgen en la primera mitad del siglo
XVIII en Espaa. San Fernando, prximo a la Corte, fue incorporado a la
Corona en 1746 a instancias del rey Fernando VI con el objetivo de establecer
una Real Fbrica de Paos[18]. En su trazado urbano, nunca colmatado segn
la idea original y profundamente desvirtuado con el tiempo, se produce un
trasvase a fines utilitarios de esquemas de composicin barrocos vinculados a
elementos representativos. Como refleja la cartografa y planos conservados,
la Corona no busca aqu expresar su prestigio personal creando una ciudad
cortesana con la industria subordinada al contenedor palacial, sino que
reclama su papel de promotora de la industria. El difundido plano del Real
Sitio firmado por Vargas Machuca hacia finales del S. XVIII, confirma en sus
rotulaciones la funcin predominantemente fabril que tuvo la poblacin y no
la regia residencial que le asignaron algunos autores como Lavedan, quien
plantea una lectura algo distorsionada del concepto de estas primeras
poblaciones industriales espaolas cuya memoria del trabajo se pierde o
desvirta con el paso del tiempo.
El Real Sitio de San Fernando es una muestra de ejemplo simbitico, como
Nuevo Baztn y otros ejemplos coetneos, entre manufactura concentrada y
manufactura dispersa pues nace como una entidad autosuficiente formada por
el ncleo poblacional y su territorio circundante, donde se hallaban cultivos,
huertas, una red canales y azudes, un batn, un tinte, un molino de papel y
carbn, instalaciones secundarias de la industria paera que servan a la
factora principal, alejadas del ncleo de poblacin por la proximidad a la
fuente de energa y a la materia prima, o para evitar riesgos e impactos
medioambientales nocivos (Figuras 4 y 5).




Figura 3. C. N. Ledoux. Proyecto de Salinas
de Arc et Senans, 1775-1779.
Fuente: A. Vidler. El espacio de la Ilustracin.
Figura 4. Plano Geomtrico del
Real Sitio de San Fernando y su
Jurisdiccin. Detalle.
Carlos Vargas Machuca, 1796-1799. AGP.
Fuente: Comunidad de Madrid. El
patrimonio arqueolgico y paleontolgico.

En sntesis, en estos primeros asentamientos planificados para la industria en
el trnsito entre la cultura urbanstica barroca a la ilustrada aparecen en toda
Europa varias particularidades influyentes en el futuro: el discurso sobre la
vigilancia, las respuestas a la voluntad de zonificacin funcional mediante la
materializacin de un plano ideal basado en composiciones axiales y
simtricas, o en la aplicacin severa de sencillos esquemas en damero
combinados con elementos escenogrficos -plazas y ejes de perspectiva, o
bien en ordenaciones que buscan un efecto ms orgnico y pintoresco. Formas
urbanas donde se evidencia una voluntad que excede el mero funcionalismo
como ocurre en la ciudad lituana de Kunsztow (Figura 6) creada en
1780 sobre el ro Lolosna, a instancias de la direccin de la Tesorera Real de
las manufacturas del Estado para la produccin de mercancas de lujo como
cristalera, sedas, naipes, y a otras industrias pesadas como fundiciones, forjas,
fbricas de municin, cuyo proyecto, realizado slo parcialmente, destaca por
el experimentalismo de su diseo unido a la ubicacin funcional de los
diversos sectores productivos en relacin a la fuente de energa hidrulica. El
serpenteante curso fluvial parece determinar un trazado que huye de la
regularidad y la simetra para plantear un flexible esquema policntrico a
modo de diagrama abierto e intercambiable, variado y orgnico, constituido a
partir de la organizacin de fbrica y viviendas obreras en torno a circus o
plazas conectadas por vas radiales. En fechas cercanas, en Npoles, el rey
Fernando IV de Borbn, fundador de la colonia sedera de San Leucio como
parte del Belvedere Real del Parque de Caserta, remodelado en 1778 con
objeto de albergar una serie de industrias de la seda destinadas a suministrar
materiales a las ricas residencias aristocrticas del reino y del exterior, y que
inclua adems equipamientos como casas para los obreros, iglesia, escuela, y
aposentos reales, vislumbr la idea de emprender en sus posesiones una gran
comunidad obrera[19] alojada en un ambicioso proyecto
experimental, Ferdinandopoli, una ciudad para la industria de la seda
cuidadosamente planificada segn los esquemas de una ciudad ideal radio-
concntrica, con una plaza central de trazado radial con catedral, casino real y
teatro (Figuras 7-8).
Por ltimo, es preciso reiterar los efectos inducidos por estos ncleos de
actividad en su territorio. Un territorio modificado por la industria, como se ha
venido demostrando, contenedor de las redes y nexos que dotan de significado
a estos conjuntos, por tanto, los anlisis de las tramas urbanas y de los efectos
territoriales y paisajsticos son elementos imprescindibles a considerar en toda
investigacin histrica y en las polticas de recuperacin del patrimonio
industrial.








Figura 5. Plano Geomtrico
del Real Sitio de San
Fernando y su Jurisdiccin.
Fragmento.
C. Vargas Machuca, 1796-1799.
Figura 6. Planta del
poblado industrial de
Kunsztow.
Lituania, 1780.
Fuente: Th. Markus,Buildings &
Power.
Figura 7-8. Planta de la Colonia
de San Leucio (Npoles).
Hiptesis de adaptacin a la fundacin
deFerdinandopoli
Fuente: Sica, Historia del Urbanismo. El
siglo XVIII.

Nuevo Baztn: planificacin urbana y territorio de la industria
Nuevo Baztn es una poblacin industrial de nueva fundacin creada en los
primeros aos del siglo XVIII al sureste de la provincia de Madrid. El ncleo
se emplaza sobre una llanura de la regin natural de los Pramos -Pramo de
Pozuelo- dentro del rea territorial de la Meseta madrilea (a 831 metros de
altitud), sobre un terreno que desciende abruptamente por la parte oriental
hacia el arroyo de la Vega, eje fluvial que discurre de norte a sur a modo de
grieta geolgica que lo separa del trmino de la Olmeda de las Fuentes. Desde
poca medieval tenemos noticias documentadas de la existencia de ncleos
establecidos de manera lineal a lo largo de las riberas del arroyo de la Vega o
del ro Tajua, que fomentaron relaciones territoriales a lo largo de la Historia.
La fundacin de Nuevo Baztn aparece como experimento pionero y
precedente de los impulsos del reformismo borbnico del siglo XVIII,
centrados en una poltica de estmulo de la industria, el comercio y las redes
de transporte y comunicaciones, as como de colonizacin de amplias zonas
del pas. Experiencias promovidas por hombres del talante de Don Juan de
Goyeneche (1656-1735), fundador de Nuevo Baztn, al ensayar en los
territorios donde implant sus industrias y actividades los principios del
colbertismo. Nacido en Arizcn, en el Valle del Baztn en 1656, Goyeneche
fue un personaje polifactico y emprendedor, escritor y editor de la Gaceta
de Madrid. Vinculado a las tesoreras de la Corte de Carlos II y de Felipe V,
su trayectoria se centra en una exitosa carrera administrativa al servicio de la
monarqua, plataforma desde donde se lanz al desarrollo de mltiples
negocios y actividades financieras y mercantiles ocupando puestos que les
procuraron grandes beneficios y un rpido ascenso social[20].
No obstante, Juan de Goyeneche no fue simplemente un arribista, sino que
destac por una slida formacin cultural. Formado en el Colegio Imperial de
los Jesuitas de Madrid, siendo all su preceptor el Padre Bartolom Alczar,
son constantes las referencias a la fama que acumul su biblioteca[21], as
como su aficin a los temas histricos, sus diversas empresas editoriales, y su
labor de mecenazgo coincidente con la organizacin de una tertulia literaria
presuntamente en su casa-palacio de Nuevo Baztn. Faceta intelectual y
humanista que ayuda a entender el contexto cultural en que se concibe la traza
de la poblacin y su arquitectura.
Sus bigrafos y amigos ya ensalzaron en su tiempo la labor de promocin
industrial llevada a cabo en la Olmeda y el Nuevo Baztn. La clebre obra de
Gernimo de Uztriz Theorica y practica de Comercio y Marina(1724, 1757)
resulta un texto clave para entender el contexto en que Goyeneche emprende
su actividad industrial en Nuevo Baztn, y en el que se alaba la creacin de la
fbrica de cristales de Nuevo Baztn, as como las fbricas de paos de esta
poblacin y las de la Olmeda. Goyeneche, relacionado con el grupo de los
denominados novatores, se sita en la lite avanzada de su poca, dentro de
los espaoles que aspiraban a compatibilizar el trabajo y la nobleza y eran
innovadores en sus actividades econmicas, austeros, cultos y profundamente
religiosos en su vida privada. Las relaciones entre Goyeneche y Gernimo de
Uztriz, analizadas por Reyes Fernndez[22], debieron ser estrechas y
amistosas hasta el punto de afirmar que posiblemente la Theorica surge de
aquellas tertulias cultas en la casa de Juan de Goyeneche, a las que asista
tambin el padre Feijoo, y donde naci un grupo de publicaciones vinculadas
a los intereses econmicos de Goyeneche, como el libro de Pierre Daniel
Huet Comercio de Holanda (1699) que prolog el propio Uztriz. En esta
misma lnea editorial Goyeneche tambin coste la edicin y traduccin de
otra obra francesa, Economa general de la casa de campo, traducida en
Nuevo Baztn por don Francisco de la Torre y Ocn en 1724 y dedicada a
Juan de Goyeneche, siendo un tratado sobre agricultura que ofrece datos
relevantes sobre la compatibilidad econmica entre industria y agricultura,
aspecto ste que contribuye a ilustrar algunos aspectos implcitos en la
concepcin de Nuevo Baztn.
Centrndonos en las industrias que emprendi, su apoyo econmico y
militante al candidato borbnico en la larga Guerra de Sucesin, fue
determinante, como explica Eugenio Larruga, para la fundacin de una fbrica
de paos en el trmino de La Olmeda de la Cebolla (hoy de las Fuentes) con el
objetivo de contribuir al abastecimiento de uniformes al ejrcito, evitando as
los gastos de importacin de los mismos. Es as como ide la fundacin de un
conjunto industrial receptor de poblacin, creado desde sus fundamentos,
segn consta en una Real Cdula de Fernando VI en 1749, para lo cual obtuvo
del rey por su apoyo incondicional diferentes exenciones, franquicias y
privilegios con los que activar sus industrias, sentando de este modo las bases
de las futuras Reales Manufacturas y de algunos proyectos posteriores de
ciudades industriales y colonias fabriles de nueva planta.
En Nuevo Baztn, el objetivo originario de abastecimiento de uniformes para
el ejrcito, fue amplindose hacia otro de tipo de fbricas y manufacturas que
abarcaron una gran diversidad de gneros, siendo la produccin de paos y la
Fbrica de vidrios finos los productos en los que el fundador invirti mayores
esfuerzos[23]. Pero a las aspiraciones filantrpicas de Goyeneche, habra que
sumar, en la gnesis del proyecto, la voluntad de afirmacin del prestigio
personal de su fundador, y la necesidad de reconocimiento de su linaje dentro
la sociedad madrilea, como prueba su obra manuscrita Executoria de la
nobleza, antigedad y blasones del valle del Baztn, que dedica a sus hijos y
originarios[24] (1685), donde Goyeneche exalta la antigedad de su linaje y
sus orgenes hidalgos para avalar su ascenso social.
La construccin de la nueva poblacin se realiz segn el proyecto del clebre
arquitecto Jos Benito de Churriguera entre 1709-1713 segn las fechas ms
aceptadas. A pesar de los obstculos geogrficos y la precariedad de los
caminos entre ambas poblaciones, es preciso considerar que desde ahora,
Nuevo Baztn y La Olmeda se convirtieron en centros gestores de las
industrias de Goyeneche, propiciando el desencadenamiento de efectos
territoriales, la transformacin del paisaje mediante la introduccin de
cultivos, la mejora de la red caminera, y la explotacin de recursos hidrulicos
en el arroyo de la Vega y la ribera del Tajua. Adems de la modificacin
socio-econmica y demogrfica del entorno, como consecuencia directa de los
efectos de repoblacin con inmigrantes mano de obra cualificada y sin
cualificar, artesana o agraria-, y poblacin local destinada al trabajo en las
industrias y labores agrcolas paralelas, asunto interesante pero excluido
evidentemente de nuestro estudio[25]. No obstante, el sueo que fragu su
promotor basado en una avanzada concepcin de industrializacin comarcal a
travs de la puesta en marcha de esta ambiciosa experiencia entrara pronto en
un proceso de irreversible obsolescencia, pues a pesar de los esfuerzos de sus
herederos, desde la fecha de la muerte de Juan de Goyeneche, 1735, comienza
el lento pero progresivo declive de sus industrias.
Sobre las causas de la crisis de esta empresa se ha debatido ampliamente
desde el mismo siglo XVIII, argumentando la convergencia de varios
motivos: la presin ejercida por la competencia internacional, unida a la
propia competencia de las fbricas nacionales; el fracaso de un sistema de
produccin posiblemente prximo a lo artesanal y de unos planteamientos
econmicos pronto superados por otros ms avanzados; los sucesivos
problemas tcnicos y obstculos en la puesta en funcionamiento de los hornos
de la fbrica de cristal; la escasez de combustible, al consumir y agotar las
materias primas de los bosques cercanos para alimentar el horno de la fbrica
de vidrios, y tambin, por qu no, la dificultad y precariedad de las
comunicaciones entre algunos puntos, as como su posicin intermedia entre
las rutas radiales que desde Madrid se dirigan a los litorales.
En consecuencia, el territorio y la poblacin industrial de Nuevo Baztn
entran en un proceso de estancamiento y fosilizacin, que conducir no slo a
la degradacin patrimonial sino tambin a la prdida de memoria e identidad
por parte de la comunidad hacia su pasado. Con el tiempo, la imagen
transmitida es la de un conjunto monumental seorial inscrito en un espacio
de economa rural, marco en el que ir adquiriendo progresivos valores
paisajsticos y patrimoniales.
Desde esta ptica, a continuacin se procede a analizar algunos de los
conceptos y elementos de su trazado urbanstico primigenio vinculado a la
industria y de su estructura y bienes territoriales asociados, como ingredientes
constitutivos de su valor patrimonial, superando la visin tpicamente
monumentalista del conjunto que los primeros estudios del conjunto
potenciaron.

Imbricacin entre trazado viario, funcin industrial y morfologa urbana
La traza general de Nuevo Baztn conjuga dos intereses bsicos: responder a
la necesidades representativas de Goyeneche de erigir un seoro nobiliario
como signo de diferenciacin y prestigio personal intencin jerrquico-
monumental-; y al tiempo realizar una aportacin a la economa pblica,
desde el punto de vista demogrfico, agrario e industrial, siguiendo las
doctrinas colbertistas. En el plano de Nuevo Baztn estn presentes diversas
instancias de la cultura urbana de su tiempo. Su trazado se basa en un riguroso
empleo de la geometra y la perspectiva dentro de un orden lineal, extensible y
abierto, que asume los principios cartesianos del urbanismo barroco en su afn
de ordenacin racional de la naturaleza, para sugerir un entramado
supuestamente prolongable en el territorio, a partir del marcaje de un centro
semntico y sus recorridos, en su doble papel representativo y funcional. La
historiografa tradicional ha destacado el carcter castizo materializado en la
combinacin de plazas cerradas relacionadas entre s que rodean el ncleo
monumental configurando una especie de cortijo-pueblo de estilo barroco
castellano o poblacin cortesano-seorial[26].
A falta de datos documentales sobre el proyecto, permanece la incgnita
respecto a los modelos o referencias concretas que pudo emplear Jos de
Churriguera.
El plano ortogonal o damero, empleado en la fundacin de ciudades de
diversos orgenes, funciones, y variantes morfolgicas en el tiempo y
lugares, se consolida ahora como un eficaz instrumento de orden y
racionalidad en la distribucin de las funciones econmicas, industriales y
comerciales, al tiempo que recoge resquicios simblicos del poder y el orden
jerrquico de tradicin clsica[27]. En la cultura urbanstica de los siglos XVII
y XVIII se incorporan adems de las ideas emanadas del Discurso de
Descartes y su inclinacin por el orden racional encarnado en ciudades
proyectadas de una sola pieza[28], el corpus de experiencias, normativas e
instrumentos con que se haba poblado el Nuevo Mundo a partir de las
Ordenanzas de Indias promulgadas por Felipe II en 1573. En estas ciudades
hispanoamericanas fructific, si bien con flexibilidad y variantes, el modelo
de trazado ortogonal de calles rectilneas, manzanas normalmente cuadradas,
y plazas con edificios representativos en posicin central. En este contexto, la
influencia de las fundaciones llevadas a cabo por la Compaa de Jess desde
1609 en el territorio oriental del actual Paraguay es ampliamente reconocida
en su dimensin urbanizadora y econmica.
Aunque sea un argumento de cierta ingenuidad, resulta sencillo dentro de este
entramado ideolgico, entrever ciertos paralelismos entre la fundacin de
Nuevo Baztn a comienzos del siglo XVIII por Juan de Goyeneche, y las
poblaciones creadas en la huerta de Murcia en 1734 por el cardenal
Belluga, reconocida su labor colonizadora en las Pas Fundaciones como
precursora del clima de reformas y proyectos colonizadores de Fernando VI y
su ministro Ensenada, y las posteriores que emprendi Carlos III en Andaluca
desde 1767[29]. Las investigaciones realizadas por Javier Ortega en su
tesis doctoral concluyeron hace dcadas que las fundaciones jesuticas
actuaron como modelos de referencia en las poblaciones fundadas por el
Cardenal[30]. Habida cuenta de la estrecha relacin de Juan de Goyeneche con
la orden, pues, como Belluga, se haba educado en sus colegios, ejerca de
protector y posea directos vnculos familiares en la misma, no es
descabellado pensar que el mecenas de Nuevo Baztn tuviera en mente
algunas de estos modelos de ciudades hispanoamericanas que
retroalimentaban la experiencia espaola (Figura 9).


Figura 9. Plano del pueblo de San Ignacio Min
segn sus ruinas, levantado en 1899 por el
agrimensor Juan Queirel.
Fuente: E. Maeder, R. Gutierrez: Atlas territorial y urbano de
las misiones jesuticas de guaranes.

Vinculadas a su vez al mbito espaol, en los S. XVI y XVII hallamos
experiencias semejantes en las nuevas fundaciones de colonizacin en Sicilia,
en forma de pequeos centros agrcolas promovidos por la nobleza feudal,
algunos como Vittoria o Paceco debidos a la iniciativa de nobles relacionados
con la Corte y a la administracin espaola. Al igual que en el caso de Nuevo
Baztn, para sus fundadores eran instrumentos de escala social y poltica, pero
a la vez resolvan el problema de las tierras sin cultivar en los grandes
latifundios[31].
Un primer aspecto que llama la atencin en Nuevo Baztn es la relacin entre
la ubicacin de las plazas respecto a la distribucin de las industrias y las
funciones adoptadas por los diferentes caminos en el trazado urbano. Estos
dos objetivos se materializan en la direccin que adoptan los viarios en la
estructura urbana, una encrucijada de caminos en la que confluyen dos ejes
ortogonales principales: el Camino de Alcal en sentido Norte-Sur
desdoblado, uno atraviesa la poblacin y llega hasta la fachada del palacio y el
otro paralelo, sin atravesar la poblacin continua hasta Villar del Olmo,
Ambite, Orusco, Carabaa y otros ncleos de la Vega del Tajua. Y un
segundo eje, el Camino desde Loeches en sentido Oeste-Este, con continuidad
en el camino que partiendo del ncleo se dirige hacia la Olmeda, continuando
hasta el lmite de la provincia con Guadalajara.
Los dos ejes principales Norte-Sur y Oeste-Este, limitan una trama en
cuadrcula que se despliega linealmente y se segmenta en seis manzanas. Por
tanto, las vas de acceso adquieren un carcter funcional y estratgico en
relacin al emplazamiento de las industrias, instalaciones, fuentes de energa,
y distribucin de los productos, adems de delinear y sealar los ejes de los
futuros crecimientos del ncleo, a modo de ciudad lineal extensible. Y por
otra parte, asumen un carcter escnico-representativo- sobre todo el eje
Oeste-Este que desemboca en la fachada del conjunto palacio-iglesia,
plenamente barroco, generador de perspectivas con fines monumentales y
simblicos (Figuras 10 y 11). Junto al esquema racional en cuadrcula, la idea
de eje de aproximacin es un mecanismo compositivo cuyo fin es potenciar la
imagen de la ciudad como panormica de inmediata percepcin visual,
contando con el instrumento de la perspectiva[32], imagen reforzada por la
presencia de hileras de olmos a ambos lados de los caminos, desaparecidos
luego por enfermedades y rectificaciones de viales.


Figura 10. Reconstruccin del trazado de Nuevo Baztn en el siglo XVIII a partir
de la cartografa histrica.
Elaboracin propia. Grfica: ngel Cuadrado.






Figura 11. Accesos a Nuevo Baztn: Desdoblamiento de la carretera Alcal-Nuevo Baztn al entrar en la poblacin.
Reflejan con algunas transformaciones y rectificaciones el trazado de los antiguos caminos.
Fotos: Autora.

La traza de Nuevo Baztn revela adems una significativa ordenacin
jerrquica del conjunto en torno al bloque formado por el palacio-iglesia, y la
serie de plazas concatenadas que lo circundan de forma orgnica.Beatriz
Blasco ha analizado el carcter estas plazas en relacin con las cualidades
formales y funcionales de los edificios que las conforman, y desde la
confluencia o irradiacin en ellas de los viarios: la plaza del jardn frente a la
fachada principal del palacio, magnifica esta construccin al acceder por el
camino de Pozuelo. En ngulo recto con la anterior, la plaza del mercado
cuenta con un sencillo soportal de pies derechos, por ello, su ubicacin deba
ser destacada y solventar las necesidades derivadas de su uso y funcin,
facilitando la comunicacin con la villa de la Olmeda donde estaban otras
industrias similares, y con Madrid. Por ltimo, la denominada plaza de fiestas,
en la trasera del palacio, sobre la que an quedan algunas dudas sobre la
autntica funcin de los espacios de sus crujas perimetrales, destinada
hipotticamente a viviendas de los operarios o servidumbre del palacio, casas
de oficios con caballerizas, cocheras, almacenes de palacio, o talleres. La hoy
desaparecida Fbrica de vidrio fue instalada en 1720 fuera del recinto urbano,
pero en lugar bien comunicado, en las mrgenes del camino de Pozuelo y del
de Alcal, de manera que la presencia de los hornos y calderas no
comprometieran la seguridad de la poblacin.
Una segunda jerarquizacin de la trama revela una clara voluntad de
zonificacin de tipo socio-econmico, y afecta al tamao y forma de las
manzanas y a la distribucin y al carcter de la edificacin residencial. Desde
el centro, con la casa-palacio del fundador flanqueada por las viviendas de
maestros y oficiales -con una mejor construccin y distribucin-, hasta la
periferia, en que progresivamente el casero, destinado a operarios industriales
y a labradores, se hace de menor proporcin, y adopta un carcter rural en
proximidad a las instalaciones agropecuarias y a los terrenos de labranza,
huertas y campos de cultivo[33].
El conjunto dista de la monumentalidad y estrategias semnticas que adquirir
la arquitectura industrial de la Ilustracin, como se observa en algunos
ejemplos como el proyecto de las salinas de Arc et Senans de Ledoux. Sin
embargo, ambos proyectos coinciden en la voluntad de imposicin de una
lgica ordenadora a travs de la geometra[34], radial en Ledoux, lineal y
cartesiana en Churriguera, que implica la expansin virtual de este orden hacia
el territorio objeto de explotacin a travs de la fluidez de las vas de
comunicacin, integrando la red de calles en las carreteras principales que
conectan la poblacin con los otros centros del territorio. Se podra finalmente
barajar la hiptesis de un supuesto orden ideal expresado en esta ciudad
seorial-industrial que se sita a modo de rtula en el centro de un territorio
que decididamente pretende controlar tanto para el prestigio propio como para
la generacin de riqueza, anunciando un cambio de mentalidad evidente en el
papel rector que asume ahora la nobleza como productora de riqueza a travs
del comercio y la industria, sobrepasando su funcin de mera terrateniente, y
materializando as los ideales divulgados dcadas ms tarde por los
pensadores ilustrados.

La dimensin territorial de la industria
La nueva fundacin representaba en gran medida los ideales que
progresivamente se iran implantando en la mentalidad de la clase dirigente
espaola, ya que prevea la instalacin de un complejo industrial y agrcola,
que contribuyera al tiempo al fomento de la industria nacional y a frenar la
situacin de alarmante despoblacin de esta zona rural, un sitio despoblado y
yermo, como se describe en el Libro de la Fundacin. Goyeneche se anticipa
a la denominada utopa ilustrada estableciendo un espacio de Poder definido
desde la utilizacin econmica del territorio[35], comprendiendo la necesidad
de actuar y transformar la naturaleza, repoblndola, transformando la tierra
por los cultivos y fomentando la construccin de obras pblicas, entre ellas
obras hidrulicas, nuevos caminos y carreteras, puentes y presas.
Nuevo Baztn, por esta condicin, como ocurra en las Salinas de Chaux o en
el Real Sitio de San Fernando, debe entenderse como un conjunto vinculado a
su territorio histrico, en el cual, subsisten, abandonados o deteriorados
irreversiblemente, algunos elementos o evidencias fsicas que formaron parte
de la actividad industrial del siglo XVIII. Un territorio suministrador de
materias primas, fuentes de energa, e industria secundaria. En el engranaje
productivo de la poblacin imperan los mecanismos de una industria rural
dispersa, debida sobre todo a la dependencia de las fuentes de energa
hidrulica para determinadas actividades de las fbricas de paos, y que
tambin afectar a la implantacin de cultivos, parcelaciones, obras de
canalizacin y mejora o construccin caminos, lo que cualific el paisaje de
un pramo despoblado, en parte yermo y en parte boscoso, con el carcter que
Paul Delsalle atribuye a los paisajes proto-industriales anteriores al
Revolucin Industrial, en los que la integracin de la industria en el medio
agrcola es un rasgo principal, visible en este ejemplo por la introduccin de
cultivos, olivares y huertas[36]. Industria y agricultura eran esferas
interrelacionadas a comienzos del siglo XVIII, por ello es preciso enfatizar el
valor patrimonial del paisaje agrario de la industrializacin por la fragilidad
que evidencia este elemento histrico del territorio de cara a su proteccin.
En cualquier caso, la condicin del lugar como encrucijada de caminos
preexistentes[37] debi influir en gran medida en la eleccin del sitio para la
implantacin del complejo industrial de Nuevo Baztn, as como las
condiciones topogrficas, un terreno llano pero en el borde de una zona ms
accidentada ligada a las fuentes de energa. Sobre la existencia de materias
primas y fuentes de energa, los documentos de la poca sitan la fundacin
del nuevo ncleo en un pramo prximo al denominado Bosque o Monte de
Acevedo compuesto entre otras especies, de encinas, robles, quejigos, que
sera altamente deforestado como consecuencia de su tala para el suministro
de combustible al horno de la fbrica de vidrio y jabones. Las Relaciones
histrico-geogrficas de los pueblos de Espaa Relaciones Topogrficas-,
elaboradas entre 1575 y 1580 por orden de Felipe II, nos proporcionan
algunas noticias sobre las poblaciones o villas limtrofes de Pezuela, Olmeda,
Ambite, Orusco, y Villar del Olmo, como el hecho que distaban entre s de
media a una legua, que estaban comunicadas por caminos, que existan
relaciones histricas entre ellas, muchas basadas en la economa, y que se
encontraban en funcionamiento por entonces puentes, batanes y molinos en
las vegas o riberas del Tajua, algunos de los cuales, arrendar o comprar
para su produccin industrial Goyeneche[38].
La poltica ilustrada de impulso y progreso de las comunicaciones[39], fue
anticipada por Juan de Goyeneche en Nuevo Baztn para asegurar el
transporte y la venta de los productos, lo que se tradujo en la construccin y
mejora de caminos que facilitaran las relaciones de la fundacin con Madrid y
con los pueblos vecinos, y tambin en la construccin de diversas obras
pblicas como presas que lo abastecieran de agua y para el regado, puentes,
sistemas de alcantarillado, y otros equipamientos.
Las realizaciones documentadas de Goyeneche en el terreno de la mejora de
los caminos indican la construccin de una carretera de Nuevo Baztn a
Pozuelo del Rey, una calzada toda de piedra de medio cuarto de legua,
noticia sealada por Uztarriz al referir que ha compuesto el camino que viene
de Madrid, quitando algn rodeo, con nueva carretera[40]. Este camino era
precisamente el camino directo a la Corte. Toms Lpez en su Descripcin de
la provincia de Madrid[41], seala el recorrido y la distancia De Madrid al
Nuevo Bastan, en un total de siete leguas, recorriendo las poblaciones de
Madrid, Mejorada, Loeches, Pozuelo del Rey y Nuevo Baztn. En el Mapa
Topogrfico de 1877, el primero de la larga serie de esta naturaleza que
poseemos del territorio estudiado, se pueden observar los diversos caminos y
vas pecuarias que atraviesan el trmino y su entorno, parte de los cuales se
han alterado posteriormente (Figura 12). En segundo lugar, a partir de la
cartografa histrica podemos vertebrar el alcance territorial y disperso de la
industria de Goyeneche en el sureste de la provincia de Madrid, excediendo la
ubicacin o concentracin de fbricas y manufacturas en los ncleos de
Nuevo Baztn y La Olmeda. Nuevo Baztn depende y a la vez incide en la
estructura del territorio, urdiendo un entramado jerrquico de relaciones y
funciones entre las diversas actividades de produccin establecidas en los
municipios prximos del arroyo de la Vega Pezuela de las Torres, Olmeda,
Villar del Olmo- y de la vega del ro Tajua Ambite, Orusco, Carabaa-,
cuyas poblaciones se aglutinaron en torno a las industrias de Goyeneche. Su
posicin estratgica lo convierte en foco de mercado y comercio,
extralimitando la provincia de Madrid, para comprender Guadalajara y
Cuenca, donde Goyeneche tena posesiones e intereses en Illana, Almonacid
de Zorita, o Villanueva de Alcorn, lugar ste ltimo donde traslad su fbrica
de vidrio tras la experiencia truncada de Nuevo Baztn.


Figura 12. Mapa Topogrfico de la Provincia de Madrid (1877).
Detalle. Escala 1:50.000. (I.G.N.).

Las Memorias polticas y econmicas sobre los frutos, comercio, fbricas y
minas de Espaa (1787-1800), de Eugenio Larruga, constituyen una fuente
imprescindible para conocer el alcance territorial de la industria de Goyeneche
aportndonos datos sobre emplazamientos de instalaciones, fuentes de energa
y red caminera. Adems de esta obra, la Theoria y Practica de Comercio y de
Marina de Jos de Uztriz (1742), el Catastro del Marqus de Ensenada
(1750)[42], as como otras fuentes del siglo XIX, sobre todo Sebastin Miano
(1826) y Pascual Madoz (1849), paralelamente a la ms fiable y abundante
cartografa del siglo XIX, posibilitan una reconstruccin de las instalaciones
industriales ligadas a las fuentes de energa hidrulica en el contexto del
paisaje rural de la zona.
Las instalaciones vinculadas a la industria del Nuevo Baztn se situaron
longitudinalmente a lo largo del cauce del arroyo de la Vega y del ro Tajua,
desde Pezuela a Carabaa. La fabricacin de paos conllev la dispersin de
instalaciones auxiliares para posibilitar, entre otras, las diversas sub-
operaciones del bataneo que seran ejecutadas en las riberas de los cauces
fluviales, sobre todo en Ambite, Orusco o Carabaa, lo que implicaba viajes
continuos entre La Olmeda, Nuevo Baztn y los batanes del Tajua a lomos
de mulas o caballera por muy accidentados caminos de herradura. En la
Olmeda, existi una fbrica de tejidos, fbrica de antes y gamuzas y en el
arroyo Valmores[43], casa del tinte y batanes[44]. En estas implantaciones se
observa una tmida intencionalidad medioambiental que determina el
emplazamiento de estas instalaciones nocivas o desagradables, ya que tanto la
tenera y casa de tintes, por los olores y productos qumicos empleados, como
la fbrica de vidrio, por el peligro de incendio de los hornos, se distancian del
casero construido. Gonzlez Tascn en su estudio sobre las fbricas
hidrulicas histricas ha analizado la planificacin industrial de estos ingenios
del ro Tajua en el siglo XVIII, en la zona comprendida entre Nuevo Baztn
y Villarejo, y apoyndose en la disposicin que les otorga Toms Lpez en
el Diccionario Geogrfico, deduce que la ubicacin de molinos harineros,
molinos de papel y batanes en este orden aguas abajo fue debido a la menor o
mayor contaminacin de las aguas que producan por entonces estos
ingenios[45].
En Ambite se utilizaron diversos molinos como el Molino del Fraile, hoy
semiarruinado; el Molino del puente, y un batn. En esta localidad subsiste el
puente de Ambite o del Molino, en el que reza una inscripcin con la fecha de
su reparacin, 1756, seguramente sobre el lugar de un antiguo puente al que
hacen referencia las Relaciones de Felipe II; y el puente de los Once Ojos que
cruza sobre el arroyo de la Vega[46]. En Orusco de Tajua destacan un
antiguo batn y un molino de papel, la denominada Fbrica de Arriba[47],
cuyo origen es el antiguo molino harinero o batn de la Bellaescusa, que fue
arrendado en 1715 por Juan de Goyeneche para la fbrica de paos de la
Olmeda. Posteriormente Goyeneche lo compr y lo convirti en fbrica de
papel parece ser que en 1726, segn Larruga[48]. Carabaa, otro de los
trminos comprometidos con la actividad industrial del XVIII, vivi un
esplendor en el XVIII por la influencia de las industrias de la dinasta
Goyeneche, contando con batn y molinos harineros[49] (Figuras 13 y 14).


Figura 13. Plano de sntesis que muestra la relacin de las
instalaciones industriales y los municipios vinculados a la
industria de Goyeneche en Nuevo Baztn.
Elaboracin propia. Grfica: ngel Cuadrado.






Figura 14. Ambite: Molino del Fraile (izquierda); Orusco: Fbrica de Arriba
(centro); Ambite: Puente del Molino en la M-215. 1756 (reforma).
Fotos: Autora.

En el plano de Francisco Coello de la provincia de Madrid (Figura 15)
se detallan algunas de estas instalaciones, si bien las primeras referencias
cartogrficas que se conocen sobre la representacin territorial de estos bienes
son los dibujos de Toms Lpez que custodia la Biblioteca Nacional de los
alrededores de Carabaa y la vega del Tajua fechados en las ltimas dcadas
del siglo XVIII[50].


Figura 15. Francisco Coello Pascual Madoz.-
Provincia de Madrid. Segunda Edicin (1853).
Escala 1:200.000. Detalle.
Fuente: Institut Cartogrfic de Catalunya.

La extensin en los datos precedentes posee el objetivo de reforzar la
incidencia de la explotacin econmica del territorio por parte de Juan de
Goyeneche. La existencia de una modesta arquitectura vinculada
histricamente al agua, ligada constructivamente a las tcnicas de la
arquitectura popular, las instalaciones hidrulicas, obras pblicas y
edificaciones preindustriales de este entorno configuraron un paisaje ribereo
escasamente modificado en su momento. La posterior reconversin de estos
elementos en centrales elctricas, fbricas o fincas particulares, no ha evitado
los procesos de desfiguracin y la ruina de los mismos producto de su
irreversible obsolescencia.

El valor patrimonial del conjunto urbano y el territorio de la industria
La progresiva ampliacin de los lmites conceptuales del patrimonio, as como
la consolidacin de la Arqueologa Industrial como disciplina desde los aos
setenta del siglo XX, han posibilitado la valoracin y proteccin de grandes
conjuntos de ruinas y paisajes industriales desmantelados, as como de
antiguas poblaciones industriales, que precisan de una metodologa de
investigacin, interpretacin, proteccin, y restauracin desde una perspectiva
territorial[51]. Diversas poblaciones nacidas de la concentracin fabril, de la
construccin de lneas ferroviarias (poblados ferroviarios) o de la explotacin
de recursos in situ (poblados mineros) son objeto de atencin por parte de
normativas y planes directores o proyectos de actuacin emprendidos por
diversos organismos y administraciones pblicas en todo el mundo, tanto los
asentamientos preindustriales como los conjuntos de la industrializacin de
los siglos XIX y XX. Entre estos ltimos, en la localidad de Ironbridge en el
Reino Unido se crea a comienzos de los aos sesenta el Ironbridge Gorge
Museum que recupera la memoria de la produccin carbonfera asociada a la
Revolucin Industrial inglesa. Adems, la colonia textil de Crespi dAdda en
Lombarda (Italia), los poblados de New Lanark en Escocia, y Saltaire (Reino
Unido), o las Salinas de Arc et Senans (Francia) son lugares declarados
Patrimonio Mundial por la UNESCO. En todos los casos, se aplican criterios
de preservacin integral que mantenga la filosofa del mundo del trabajo
materializado en un conjunto de bienes e instalaciones heterogneas como
trazados urbanos, edificaciones industriales y residenciales, obras pblicas e
instalaciones-. Las localidades industriales obsoletas fueron tambin objeto de
las experiencias de los denominados ecomuseos, cuya paternidad ideolgica
fue emprendida por el muselogo francs G. H. Rivire para designar
precisamente la idea de un territorio-museo, un museo diseminado en el
tiempo y el espacio formado por extensiones territoriales susceptibles de
abarcar desde poblaciones hasta bienes paisajsticos y cuya meta sera entre
otras la revitalizacin social y econmica de comunidades castigadas por la
reconversin industrial. El ecomuseo de Le Creusot-Montceau-Les Mines,
creado en 1973 en la regin borgoona francesa como Museo del Hombre y
de la Industria responda a este principal objetivo, la recuperacin del
patrimonio industrial de un extenso territorio conformado desde finales
del siglo XVIII por el desarrollo de actividades industriales bsicamente
ligadas al carbn y a la metalurgia. En Espaa, los proyectos de rehabilitacin
de algunas colonias textiles de la cuenca del Llobregat en Catalua
constituyen muestras de un enfoque conservacionista amplio e integrado.
En estas prcticas, conviven experiencias que posibilitan la recuperacin
temtica prcticamente integral, con otros procesos de recuperacin urbana y
del patrimonio arquitectnico en ncleos industriales originarios que han
experimentado notables crecimientos y transformaciones posteriores, como
ocurre en la ciudad de Rochefort en Francia, donde algunos de los
contenedores e instalaciones del antiguo arsenal se han destinado a usos
culturales y terciarios desde el ao 1974.
Como se ha comentado, en estos planes y proyectos se hace especial hincapi
en el valor que adquiere toda una zona de influencia de extensin variable
como factor decisivo para la explicacin y significacin de un conjunto
urbano industrial, englobando los lugares de produccin de energa, las
materias primas, las transformaciones y los impactos en el paisaje del mbito
rural y urbano.
De hecho, la Arqueologa Industrial como fenmeno que irrumpe en la
prctica patrimonial europea en los setenta ha generado una serie de
problemas y reflexiones que, como seala Massimo Negri, abarcan una
dimensin fsica y conceptual novedosa por la necesidad de conservar y
exhibir elementos anclados en el territorio, infraestructuras o complejos
como canales, puentes, lneas ferroviarias, adems, de paisajes, o partes del
tejido urbano dedicadas a usos industriales, valorando de manera creciente el
concepto de paisaje industrial[52]. Como efecto de este planteamiento, en
nuestro pas, el Plan Nacional de Patrimonio Industrial contempla entre las
tipologas de bienes industriales: los conjuntos industriales (conservacin de
componentes materiales y funcionales as como su articulacin); y los paisajes
industriales, donde se conservan visibles en el territorio todos los
componentes esenciales de los procesos de produccin de una o varias
actividades industriales relacionadas entre s[53].
Adems, sobre todo desde los aos sesenta del siglo pasado, teoras y
tendencias arquitectnicas y patrimoniales han otorgado mxima
preeminencia a la conservacin de la morfologa urbana histrica como
constante y elemento significativo de cada lugar. Esto significa en la prctica
una deriva hacia la valoracin de los tejidos y tramas urbanas histricas, an
legibles con el paso del tiempo. El concepto de patrimonio no slo afecta los
monumentos aislados. La necesidad de renovar las definiciones de patrimonio
a travs de una mirada transversal, comprensiva del conjunto simbitico de
elementos naturales y culturales, tangibles e intangibles, integrando aspectos
funcionales y socio-econmicos, se completa en la Convencin Europea del
Paisaje (Florencia, 2000), al reconocer la potencialidad del paisaje como
recurso econmico favorable para las comunidades gestoras, y como elemento
de identidad, tanto los espacios de reconocida belleza excepcional como los
ms cotidianos y degradados, aspectos sustanciales que afectan de lleno al
patrimonio y al paisaje industrial.
El conjunto urbano de Nuevo Baztn, a pesar de su origen industrial, no
cumple la expectativa de ofrecer un paisaje industrial tipo asociado a la etapa
lgida de la industrializacin, ni conserva singulares inmuebles e instalaciones
de la industria desaparecida. En Nuevo Baztn parte de estos contenidos de la
industria han desaparecido, mantenindose un paisaje cultural no
exclusivamente industrial sino agrcola, nacido en los tiempos de la
colonizacin y fundacin del poblado industrial. Si bien, los procesos de
deterioro son comunes a todos los elementos patrimoniales inmuebles que han
perdido la funcin original, en el caso de las actividades industriales, ligadas a
un objetivo de mero uso material, estos bienes son objeto de un abandono
material que conduce a la desaparicin de sus contenidos y significados, o a la
desintegracin fsica aparejada a la des-identificacin de la poblacin,
vinculada a la colonizacin del territorio por una actividad nmada y pasajera
llevada a cabo por una poblacin flotante, generalmente asociada a
condiciones inhumanas de trabajo. Esta des-identificacin sumada a la prdida
de funcin, y a la poca atencin que en crculos profesionales se ha concedido
a este patrimonio en Espaa hasta fechas recientes conduce inexorablemente a
una situacin que posee notas comunes: abandono fsico, actos de vandalismo,
deterioro progresivo, especulacin con el suelo recalificado, musealizacin de
fragmentos, privatizacin y refuncionalizacin sin respeto absoluto por el bien
y su entorno.
De este panorama se desprende que la lgica del diseo de la conservacin y
recuperacin de Nuevo Baztn comparta dos planteamientos, uno tendente a
la conservacin del conjunto en su morfologa, imagen urbana histrica y
edificacin; y otro, atendiendo a los nexos histricos entre el conjunto urbano
y su territorio circundante, en aras de poder reintegrar la identidad y la
memoria industrial, en suma, el significado del lugar.
Durante el siglo XIX, ya en avanzado declive industrial, Madoz en el tomo
XII de su Diccionario recoge noticias sobre esta zona del arroyo de la Vega, y
alude a la existencia de buenos paseos y alamedas[54], describiendo de este
modo el paisaje de Nuevo Baztn: situada en terreno llano y rodeada de
monte bajo hasta cerca de las casas, tiene 60 casas de mediana construccin
divididas en 6 calles En las inmediaciones del pueblo se encuentra un
estenso cercado con frutales, olivar y un bello jardn; varios pozos surten a los
vecinos de agua (...). Esta descripcin coincide cronolgicamente con la
litografa de Bernardo Blanco Vista de Nuevo Baztn desde el Camino de la
Fuente (Figura 16), fechada hacia 1850, en la que se representa el camino de
Villar del Olmo a Nuevo Baztn, haciendo referencia el ttulo a la fuente
histrica de La Almunia. Esta obra constituye uno de los primeros
documentos grficos donde se evidencia el papel esttico de los accesos a la
poblacin como soporte de las perspectivas y visuales del conjunto histrico y
constituye una fuente documental bsica ya que nos informa sobre el trazado
de la poblacin prcticamente inalterado, si exceptuamos la construccin de
una manzana al sureste, la existencia de un antiguo camino hacia Villar
paralelo a la carretera y hoy clausurado-, as como la ubicacin de la fbrica
de vidrio, cuyos restos son an visibles a la izquierda de la imagen.


Figura 16. Bernardo Blanco: Vista de Nuevo Baztn desde el Camino de la
Fuente(h. 1850).

Debido probablemente a su relativa posicin de estancamiento econmico en
los ltimos dos siglos, el conjunto urbano de Nuevo Baztn y su territorio
circundante se han visto escasamente transformados a lo largo de la historia,
preservando su identidad histrica, hecho que ha propiciado por otra parte un
abandono y descuido de su patrimonio histrico construido[55]. La evolucin
de los criterios y medidas de proteccin a lo largo de la segunda mitad del
siglo XX se materializan en la evolucin del propio tratamiento jurdico que
ha recibido el conjunto, declarado Monumento Histrico-Artstico mediante
decreto de 16 de octubre de 1941, afectando esta declaracin slo al palacio,
iglesia, la plaza de fiestas y la del jardn, por entonces en manos de
propietarios particulares. El proyecto de Delimitacin de Suelo Urbano y
Normas sobre Uso del Suelo y Edificacin para el trmino municipal de
Nuevo Baztn (1977)[56], ampla el radio de proteccin, calificando de suelo
no urbanizable especialmente protegido un rea en el entorno del casco
histrico, el valle del arroyo de la Vega y dos reas de olivares existentes,
adems de las huertas del sector W de la poblacin, en razn de su
excepcional valor agrcola, forestal, ganadero, de las posibilidades de
explotacin de recursos naturales, de sus valores paisajsticos, histricos y
culturales, equilibrio ecolgico, recomendando a su vez tener en cuenta el
medio fsico en la redaccin de planes especiales y estudios de detalle, entre
ellos los panoramas, fondos visuales, horizontes, y vistas a conservar hacia y
desde el sitio. Progresivamente, se ha potenciado una mayor sensibilidad hacia
el papel de los viales y parcelas que rodean el acceso, encargados tanto de
vehicular las vistas pintorescas, como de delimitar los propios bienes
patrimoniales inmuebles o zonas de cultivos, huertas, cercas, fuentes, entre
otros.
Tras su incoacin en 1979, Nuevo Baztn fue declarado BIC en el ao 2000
en la categora de Conjunto Histrico, delimitando la proteccin en forma de
un polgono irregular que incluye el casco histrico, e incluyendo en el
permetro la finca situada en la parte posterior del palacio, el olivar, las cercas
histricas, la Alquera del Cuarto Lote, el Palomar y la Fuente de
la Almunia (Figura 17)[57].




Figura 17. Plano del Nuevo Baztn con
delimitacin del permetro de proteccin
y el crecimiento del trmino municipal.
Vista area de la poblacin en la
actualidad.
Google Earth.
Elaboracin propia. Grfica: ngel Cuadrado.

En lo referente al casco histrico, a pesar de esta declaracin y an
considerando los esfuerzos invertidos y los proyectos de restauracin y
rehabilitacin que se han sucedido en los ltimas dcadas por parte de la
administracin municipal y autonmica (gestora del conjunto monumental
desde 1989)[58], entre ellos el Centro de Interpretacin ubicado en las
antiguas bodegas del palacio; el resultado sigue siendo parcial, quedando
pendiente la restauracin y rehabilitacin integral no slo del conjunto
monumental sino del conjunto edificado residencial, pues la mayor parte de
viviendas se hallan abandonadas y en serio estado de deterioro y ruina.
Desde el punto de vista de su trazado histrico, la tensin entre normativas de
proteccin y el riesgo de activacin de planes de destruccin ambiental y
paisajstica ha sido la tnica de los ltimos decenios. En el trmino de Nuevo
Baztn, desde los aos sesenta se observan diversos crecimientos a partir de la
trama original: por un lado, residenciales y dotacionales, en una variante del
camino hacia Loeches, y ms recientemente hacia el sur, a lo largo de la
carretera hacia Villar del Olmo; y por otro lado, industriales y comerciales,
hacia el norte de la poblacin, en el extremo de la carretera de Alcal, no
obstante, siguiendo la expansin en general los ejes ortogonales del trazado.
Pero lo ms destacado del crecimiento del trmino ha sido desde las mismas
fechas la construccin de varias urbanizaciones que han transformado la
fisonoma del paisaje de la zona, al convertir gran parte del encinar y campos
de cultivo en suelo urbanizable residencial y de equipamientos, abriendo
nuevos viales y alterando parte de los trazados de sendas y vas histricas. Sin
embargo, la disposicin gravitatoria de las urbanizaciones respecto al casco
histrico, no altera la traza del conjunto.
A la espera de la redaccin de un Plan Especial, actualmente en curso, las
vigentes Normas Subsidiarias de Planeamiento Municipal aprobadas en abril
de 1987, inciden en la identificacin de la silueta urbana y la calidad
ambiental como objetivos prioritarios, as como la proteccin del paisaje
agrario de su entorno[59], constituido por caminos, veredas y sendas que
atraviesan el trmino y a los que se debe asignar un tratamiento especial, en
cuanto que forman parte de algunos trayectos de valor histrico o ecolgico,
como la Senda de Valmores, habilitada por el Ayuntamiento como va
ecolgica y que contiene parte de las ruinas de los restos de las instalaciones
de la produccin industrial del S. XVIII.
Si bien la reivindicacin de proteccin del patrimonio arquitectnico y
paisajstico debe ser compatible con la lgica evolucin y dinamismo del
ncleo y el entorno, el riesgo de destruccin de su trazado histrico siempre
ha gravitado sobre la poblacin, constituyendo el ltimo episodio la redaccin
el Plan General del Municipio (2007), paralizado en parte por la oposicin
suscitada por la propuesta de recalificacin del suelo y espacios protegidos.
Este plan, un ejemplo evidente de las agresiones que la especulacin
inmobiliaria ejercen sobre el mbito rural, desvirtuaba el trazado existente y
las visuales del casco, atentando contra el entorno de proteccin del BIC y la
identidad histrica y ambiental[60].
Complementando el punto de vista anterior, en que se aborda la conservacin
integral de todo el conjunto urbano, surge la necesidad de rescatar la memoria
histrica del lugar abordando una escala ms amplia, la relacionada con los
restos de la explotacin preindustrial ligada a su territorio. Algunas de estas
instalaciones como los molinos y batanes han sido objeto de sendas
investigaciones en los ltimos aos, destacando la llevada a cabo por el
arquitecto Jos Luis Garca Grinda, que contribuye a reivindicar los valores
territoriales, testimoniales, histricos, o ambientales de estos elementos[61].
La conservacin de Nuevo Baztn, como reflejaban los primeros estudios
sobre el lugar, se ha entendido tradicionalmente desde la ptica de un
conjunto monumental en parte reducido a su ncleo palacio-iglesia y sistema
de plazas, segregando el pueblo de su territorio histrico, ignorando
elementos y huellas que ayudan a explicar la actividad industrial desarrollada.
Elementos y bienes descuidados, abandonados o arruinados, cuando no
desaparecidos, en suma, transmutados en buena medida en una memoria
invisible, hasta cierto punto inmaterial. Por tanto, sera deseable que la
rehabilitacin patrimonial, econmica y demogrfica de Nuevo Baztn se
planteara en un futuro no slo como la recuperacin de unos espacios y
edificios singulares y monumentales, sino desde una unidad superior,
comprendiendo la edificacin residencial, los elementos agropecuarios, los
bordes fluviales, los caminos, las sendas, la visin de paisaje urbano, y los
itinerarios del territorio, potenciando los valores culturales asociados a su
origen como poblacin creada de nueva planta para la produccin industrial
pionera de la mentalidad ilustrada, y como tal, no desvinculada de su
territorio. Finalmente, no puede existir conservacin ni mantenimiento sin una
realidad socio-econmica y cultural que la soporte, sin la insercin de
actividades compatibles con la conservacin, que dinamicen y no musealicen
la herencia urbana y arquitectnica.

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